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SUSTENTACIÓN

Con los conocimientos teóricos previos, realizamos un análisis para reconocer qué
sistema. Órganos y estructuras estan afectados y se identificó lo siguiente:

El sistema afectado es el RENAL.


Los órganos afectados son el RIÑÓN DERECHO y URÉTER DERECHO.
Las estructuras afectadas son la CÁPSULA DE BOWMAN DEL RIÑÓN DERECHO,
PELVIS RENAL, CALICES RENALES y PARÉNQUIMA RENAL.

En el caso presentado, la paciente de 36 años presentó fiebre, malestar general asociado a


disuria, poliaquiuria de 3 días de evolución. Debido a que el problema es la expulsión de la
orina, inferimos que el sistema afectado es el urinario; y dentro de éste, la estructura
afectada está en alguna parte del tracto urinario (cálices, pelvis, uréteres, vejiga, uretra),
ya que éstas son las encargadas de conducir la orina desde el riñón hacia el exterior. La
fiebre nos indica que hay una reacción inmunitaria llevándose a cabo en el organismo de
la paciente; y ésta acompañada de la disuria, nos hace pensar que hay una infección del
tracto urinario.

De hecho no podríamos pensar de un problema que afecte al parénquima renal


(nefronas), ya que este no se caracteriza dolor intenso sino otros síntomas, como edemas,
elevado aumento en la PA, etc. Lo único que provocaría un dolor intenso crónico es la
formación de un cálculo renal en las vías excretoras, en este caso el uréter,
específicamente en su estrechura pielouretral por la presencia de dolor lumbar irradiante

Estos cálculos renales, son debidos principalmente por una infección prolongada de las
vías urinarias. Una piedra tipo estruvita también conocida como triple fosfato, puede
formarse después de una infección del sistema urinario o por presencia de cuerpos
extraños en este sistema. Estas piedras contienen el mineral magnesio y el producto de
desperdicio, amoníaco además de fosfato.

Los cálculos tienen múltiples causas etiológicas, entre ellas: herencia, infecciones urinarias
recurrentes, consumo excesivo de ciertas sustancias. Ya que en la historia clínica no
refiere problemas familiares de cálculos renales y en el examen de orina no hubo señales
de infección, concluimos en que la causa del CÁLCULO URETERAL en el paciente es el
ELEVADO CONSUMO DE PROTEÍNAS, CALCIO Y FOSFATO.

Este tipo de piedras es producto de la infección del tracto urinario por bacterias
productoras de ureasa produciendo un cálculo míxto: carbonato de calcio (CaCO3) y
estruvita (MgNH4PO4) el cual forma un cristal en forma de «Tapa de féretro» (prismas
rectangulares). Es frecuente en mujeres. Pueden producir una concreción en «Asta de
Ciervo» al interior de los riñones
Por otro lado, según los exámenes radiológicos tomados a la paciente para demostrar el
area afectada de una forma más concreta y objetiva, también se nos refiere que la
paciente tiene una agenesia del riñón y vías urinarias izquierdas, es decir una agenesia
unilateral. Como sabemos, los riñones se forman a partir de la cresta urinaria (tejido
mesodérmico), la cual es divida en pronefros, mesonefros y metanefros, el primero
aparece a inicios de la 4ta semana en la región cervical y desaparece a finales de la misma,
el segundo aparece en las regiones torácica y lumbar paralelo con la desaparición del
pronefros, se caracteriza por presentar una nefrona con ausencia de asa de henle, por
presentar su propio conducto colector y al igual que el pronefros, por servir de paso para
el conducto de Wolf; este mesonefros solo existe durante el primer trismestre, dejando
importantes rezagos tras su desaparición, finalmente el metanefros o riñón definitivo, el
cual aparece durante la quinta semana y en la porción final de la región lumbar y en toda
la región sacra, induce al brote ureteral (el cual es una evaginación de la parte caudal del
conducto de Wolf) para que éste se divida y forme la pelvis renal, cálices y el túbulo
colector, y luego éste devuelva la inducción a este mesodermo metanéfrico para que
forme sus nefronas y conductos excretores.

Cuando las nefronas no pueden desarrollarse y el brote ureteral no se ramifica, en


consecuencia los túmulos colectores no se forman, aparece lo que conocemos como
agenesia renal, ésta agenesia también puede generarse cuando el brote ureteral no llega a
tener contacto o no es inducido por mesodermo metanéfrico para su siguiente
ramificación y así no se forman las vías excretoras. Brote ureteral tampoco induce al
blastema metanéfrico para formación de nefronas y asi se produce la agenesia renal.

Esta malformación congénita ocasiona que el riñón derecho tenga una sobrecarga de
trabajo para compensar la falta del riñón izquierdo.

Este excesivo trabajo que el riñón derecho debe realizar ocasionaría, un empeoramiento
de la situación debido a que el único uréter funcionante esta obstruido, desencadenando
o empeorando todos los signos y síntomas que posteriormente aclararemos uno por uno.

Entonces, todos estos factores influyentes provocarían una obstrucción para el paso de la
orina en el uréter lo cual aumentaría la concentración de microrganismos y bacteria, y
traería consigo un reflujo urinario, que podría lesionar el riñón y provocar un cuadro
infeccioso que se da por la activación de células del sistema inmune como macrófagos y
linfocitos, en respuesta a las endotoxinas liberadas por dichos microorganismos, estos
macrófagos y linfocitos a su vez liberan ciertos pirógenos endógenos que activan el
mecanismo de la fiebre estimulando al hipotálamo anterior, es por eso que vemos que el
paciente presenta una temperatura corporal de 38°C.

Estos cálculos renales podrían descender hacia el uréter, ocasionando una obstrucción
ureteral, aumentando el movimiento peristáltico y aumentando el espasmo muscular, lo
cual sería captado por receptores del dolor a través del nervio subcostal, torácico y genito
crural, a nivel de T11 y L2 en la médula espinal, viajando por la vía espinotalámica lateral a
la circunvolución postcentral, como respuesta, el dolor se irradia al flanco derecho, región
lumbar derecha, e ingle como un dolor visceral referido.

En el aspecto fisiológico, la paciente había


tenido un problema de reabsorción tubular,
producido por la sobresaturación con
algunos compuestos que producen cálculos
renales, posiblemente Ca++, una vez
formado el cálculo y depositado en la
estreches pieloureteral, existirán
problemas para excretar la orina,
produciendo una hidronefrosis (dilatación
del uréter), debido a la acumulación de la
orina por arriba del cálculo, esto como ya
se dijo atrás con el tiempo el reflujo de
orina a alta presión podía lesionar el
parénquima renal y causar graves
problemas.
En cuanto a la polaquiuria tendría como
posible causa una infección urinaria que se
desencadena por daño en la pared de la
musculatura de la pared de la vejiga o a
nivel de esfínteres. Eso explica un falsa
sensación de orinar y la expulsión
frecuente de esta, obviamente si hay poca
orina almacenada en la vejiga esta alta frecuencia de micción será acompañado por poca
cantidad de la ya mencionada.
En cuanto a la disuria, que es la orina dolorosa se produce por las contracciones
espásticas del uréter producto de su distensibilidad como se comento atrás (ya que el
uréter está ricamente inervado sensitivamente por fibras del dolor) existe deseos
frecuentes de orinar, sin un aumento de orina.
Se sabe también que los impulsos dolorosos provocan un reflejo simpático que contrae
las arteriolas renales reduciendo la producción de orinar. Este reflejo se llama reflejo
ureterorrenal y es importante para evitar el flujo excesivo de líquido hacia la pelvis de
un riñón con uréter obstruido.

El cálculo a nivel de uréter dificulta el paso de la orina, la poca cantidad de orina que
logra vencer esta resistencia al flujo urinario contribuye a la distensión de las
estructuras del uréter, sumado la infección, se manifiesta como dolor al orinar. Estos
dos signos se consideran como síndrome Disuria-Polaquiuria, que se manifiesta
frecuentemente en una litiasis renal.

La orina se presenta turbia debido a que en la infección se dañan varias células (en este
caso urotelio ,etc) las células muertas y leucocitos, en este caso se llaman piocitos que
son leucocitos modificados por causa de infección, y otros elementos formes de la sangre
ocasionan que la orina se vea turbia. Estos son expulsados producto de las contracciones
espásticas de los uréteres, mientras mayor sea la infección aumentará la concentración de
las sustancias ya mencionadas y la orina se verá más turbia.

Debido a los hechos y factores que influyen en que la paciente presente los síntomas ya
mencionados y explicados, hemos llegado a la conclusión que la paciente presenta
COMPROMISO RENAL PRODUCIDO POR UNA OBSTRUCCIÓN URETERAL POR CÁLCULO.

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