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EMIL KRAEPELIN

Nació el 15 de febrero del año 1856 en Neustrelitz, Alemania. 7 octubre 1926. Fallece en Munich.

El nombre de Emil Kraepelin es altamente conocido por la mayoría de psicólogos y psiquiatras del mundo como
el fundador de la psiquiatría moderna.

Entre sus principales contribuciones encontramos que es el responsable de haber generado un sistema de
clasificación de enfermedades mentales basado en la manifestación clínica de los sujetos con problemas mentales
tal y como los que existen en la actualidad (siendo pionero en elaborar una nosología al respecto) y la distinción
entre trastornos como demencia precoz (posteriormente denominada esquizofrenia por Bleuler) y psicosis
maníaco-depresiva (actual trastorno bipolar).

Kraepelin sintió desde sus inicios un gran interés por el mundo de la medicina y la biología, comenzando en 1875
a estudiar medicina en la Universidad de Wurzburg. Ya durante sus estudios se interesó en gran medida en el
ámbito de la psiquiatría y la psicología, centrándose en ese ámbito especialmente después de una estancia en el
laboratorio experimental de Wilhelm Wundt en Lepizig, realizando un curso con el padre de la psicología científica
y aprendiendo los métodos psicofísicos por él empleados. Posteriormente ejercería como asistente de Von
Rinecker en el hospital psiquiátrico de la anteriormente citada universidad.

Se doctoró en 1878, con una tesis basada en el efecto de las enfermedades en la aparición de trastornos mentales
en el que además trabajaba aspectos como el papel de la psicología en la psiquiatría.

El legado de Kraepelin es amplio: se trata del primer autor en crear una nosología psiquiátrica y de una forma de
clasificar las enfermedades mentales que se ha seguido utilizando hasta día de hoy. Si bien sus etiquetas
diagnósticas ya no suelen ser empleadas, han dado paso a otras denominaciones e investigaciones respecto a
diversos trastornos.

JEAN-MARTIN CHARCOT
El neurólogo y anatomopatólogo Jean-Martin Charcot nació en París en 1825. Estudió con Guillaume Duchenne
de Boulogne, que realizó grandes aportaciones a los campos de la neurología y la electrofisiología. Se suele
considerar a Charcot el padre de la neurología, pero su obra se debió en buena parte a las enseñanzas de
Duchenne.

Durante más de 30 años Charcot trabajó como médico, investigador y profesor en la Escuela de la Salpêtrière, que
en aquella época funcionaba como un centro psiquiátrico y albergaba a 5 mil pacientes aproximadamente.
Sigmund Freud fue uno de los muchos estudiantes que aprendieron de Charcot, que había alcanzado la fama en
toda Europa.

Las aportaciones de Charcot no sólo serían fundamentales para el desarrollo de la neurología, sino que también
constituirían una pieza clave en el desarrollo científico de la psiquiatría y en la aparición del psicoanálisis freudiano.

Además de su carrera en La Salpêtrière, Charcot fue profesor de anatomía patológica en la Universidad de París,
donde fue nombrado Director de Neurología. Murió en 1893, a los 67 años, a causa de un ataque cardíaco y de
un edema pulmonar.
Fue un investigador francés y uno de los pioneros de la neurología, la rama de la medicina que estudia los
trastornos del sistema nervioso. Sin embargo, fuera del ámbito de esta disciplina, y en particular en el mundo de
la psicología, es conocido sobre todo por su trabajo sobre la histeria y la hipnosis.

Inicialmente Charcot pensaba que la histeria tenía causas biológicas hereditarias: aceptaba la hipótesis de la
“degeneración neurológica”, muy popular en su época. Más adelante llegó a la conclusión de que en realidad se
debía a un evento traumático que lesionaba el cerebro de un modo específico. Éste sería el origen de las tesis de
Freud sobre la histeria.

Existen diversas neuropatías que llevan el nombre de Charcot porque fue el primero en describirlas o hizo
aportaciones importantes al respecto. Destacan el síndrome de Charcot-Marie-Tooth y la enfermedad articular
neuropática de Charcot (también llamada artropatía neuropática y pie diabético), que afectan a las extremidades
inferiores.

Por otra parte, “síndrome de Charcot-Wilbrand” es el término que se utiliza para describir la pérdida de la
capacidad de soñar. Este trastorno se produce como consecuencia de lesiones localizadas en el lóbulo occipital
que alteran el reconocimiento de caras y el recuerdo de imágenes.

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