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campaña electoral
I. Equipo de campaña
II. Opinión pública
III. Contexto electoral
IV. Objetivos de campaña
V. Imagen del candidato/a
VI. Construye un relato
VII. Calendarización de la campaña
VIII. Plan de medios
IX. Oratoria y debate
X. Gestión de crisis
Equipo de campaña
Organiza un buen equipo de campaña y nunca lo confundas con tu equipo
político. Revisa los recursos disponibles, así como las obligaciones legales a
ir cumpliendo a lo largo del periodo electoral.
Por último, es muy importante conocer tanto la regulación legal que nos afecta,
así como los principales plazos que hay que cumplir. Aspectos como la fecha de
presentación de candidaturas o designación de apoderados, los límites de gasto
electoral o la regulación de la contabilidad electoral serán fundamentales para no
incurrir en gravosos problemas.
Opinión pública
Siempre que sea posible, estudia científicamente la Opinión Pública. Obtén
datos sobre el pensamiento de los ciudadanos o sobre sus características.
Obtener datos sobre la opinión de los ciudadanos hará que nuestra campaña se
ajuste a sus demandas y expectativas. Las encuestas o los grupos de
discusión destacan como las herramientas de investigación de la opinión pública
más usadas. Con ellas queremos averiguar, entre otras cosas: cuáles son los
principales problemas que percibe la ciudadanía de mi territorio, cómo ven a mi
partido y/o candidato, cómo valoran la situación política o cuál es la intención de
voto.
1. Resultados de anteriores elecciones (sean del mismo nivel que la que nos
ocupa o no), lo más desagregados posibles (si son por mesas electorales,
mejor).
2. Datos sociodemográficos del municipio o región.
3. Datos del CIS o de otros institutos demoscópicos sobre principales
problemas o perfiles de votantes (que se reproducen con mucha frecuencia
en todos las poblaciones).
Contexto electoral
Analiza el contexto de competición: un buen DAFO garantiza una buena
estrategia de campaña.
Quiero conocer en este punto quiénes son mis oponentes, cuáles son sus
debilidades y fortalezas, y también, en qué entorno me muevo. Del entorno aspiro
a conocer las amenazas y oportunidades para las distintas posiciones.
El análisis DAFO no debe hacerse solo del propio candidato, sino de todos y cada
uno de los que concurren a la cita electoral. Sabiendo detectar bien las debilidades
y fortalezas de cada uno, así como sus amenazas y oportunidades, será fácil saber
qué estrategia dirigir a cada uno de ellos. Atacar (comunicación negativa) o no
(ignorar o incluso mostrarse amable) y si se decide atacar, saber por dónde
hacerlo.
Objetivos de campaña
Define tu objetivo de campaña y tus targets (públicos-objetivo, blancos
electorales).
1. Algunos barrios pueden ser más interesantes que otros y, por tanto,
tenemos que saber bien a dónde destinamos nuestros recursos de campaña.
2. Sociodemográficos. No todas las capas de la sociedad son igual de cercanas
a nuestra propuesta electoral, por lo que debemos priorizar dirigirnos a
quien pensamos que, al menos, tiene una cierta posibilidad de acabar
votándonos.
3. Por comportamiento electoral previo. Conocer a nuestros votantes duros,
conocer a los votantes posibles de nuestro partido, pero también a los
imposibles nos puede ahorrar el necio intento de apelar a todo el mundo.
Cada vez más los candidatos son el propio mensaje de la campaña. ¿Qué
imagen de tu candidato quieres transmitir? Para responder a esta pregunta existe
un concepto clave: “atributos”. Los atributos son las características propias,
siempre ciertas, que voy a vender de mi candidato. Tienen que ajustarse al
contexto de exigencias y pueden ser diversos: honradez, dinamismo, experiencia
de gestión, cercanía o empatía serían algunos ejemplos. Puedes revisar alguno de
los múltiples trabajos sobre imagen de candidatos y relación de atributos.
Una vez que tengamos claros los atributos de nuestro candidato perfilaremos su
imagen y trabajaremos por posicionarla en la mente del elector. El grado de
conocimiento y valoración de un candidato, aunque no son definitivos, sí son
factores que suman, especialmente en campañas con un marcado carácter personal
como son las municipales.
Construye un relato
Construye un relato, selecciona mensajes, establece propuestas y decide cuál
va a ser el tono de tu campaña.
Los seres humanos quieren contar una historia. Prepara una narración que tu
candidato repita hasta la saciedad. Esa narración debe tener un contenido
prioritariamente emocional, un enemigo (derrotable) y un mito de fondo. El relato
es el primer paso, pero tras él llegan las propuestas. Aunque el programa tiene
una importancia muy baja, sí es importante tener algunas propuestas y mensajes
estrella. No dudes en multiplicar esas propuestas y mensajes para adecuarlas a los
distintos segmentos electorales, pero siempre deben encuadrarse bien con el
relato de campaña. Por último, el tono de campaña es una decisión entre prosa o
poesía. Un tono más duro o más blando, siempre acorde con nuestro tipo de
medidas y con la imagen de nuestro candidato.
Calendarización de la campaña
Temporaliza tu campaña: qué va a pasar, cuándo y cómo. El tipo de campaña.
Oratoria y debate
Entrena tu oratoria y evalúa el funcionamiento de la campaña
continuamente.
Sin oratoria no hay paraíso. Tener a mano un buen speechwriter es casi tan
importante como tener a mano un buen entrenador en oratoria. Mostrarse
dubitativo o no ser persuasivo puede ser mortal de necesidad para un candidato.
Gestión de crisis
Ten previstas las crisis y cómo responder a ellas.
Las crisis hay que afrontarlas siempre en tiempos de paz. En campaña es muy
probable que nos puedan surgir algunas crisis o, desde otra terminología,
algunas polémicas. Tenemos que anticiparnos a estos hechos, saber cómo
responder y tener preparadas estrategias antes de que sucedan. ¿Qué sucede si en
plena campaña sale un escándalo? ¿Cómo responderíamos? La respuesta a todas
estas preguntas nunca debe ser sobre la marcha.
Recomendación bibliográfica: