Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Características Fotografía Aérea PDF
Características Fotografía Aérea PDF
Podemos considerar la fotografía aérea como una perspectiva cónica del terreno, cuyo punto de vista es el centro
óptico del objetivo de la cámara, siendo el plano del cuadro, el plano focal del mismo.
Como podremos comprobar, los elementos básicos de la fotografía aérea son factores geométricos. A partir de
ellos, la fotografía aérea adquiere sus características y define los procesos fotogramétricos que como técnica la
caracterizan. Las siguientes definiciones se formulan con respecto a la fotografía aérea vertical, o sea, aquella que se
toma con una inclinación en el eje óptico de la cámara, no superior a 3º.
Al estudiar las principales características de las fotografías aéreas, siempre suponemos que el terreno es llano y lo
representamos como tal, un plano horizontal. Las vistas aéreas adquieren por lo general, forma cuadrada,
pudiendo ser también rectangulares. La localización del centro del fotograma, la determinamos a través de unas
señales que son rectas o ejes coordenados/b> que se cortan perpendicularmente y que reciben los
nombres de eje longitudinal o de abscisas y eje transversal o de coordenadas.
Consideramos pues, una fotografía, como un plano que corta al haz de rayos luminosos entre el centro de la proyección
y el objeto fotografiado. Como consecuencia, se definen una serie de elementos que tipificamos como factores
geométricos:
• Punto nadir (pn). Punto en el negativo que define la perpendicular al terreno, pasando por el centro de
proyecciones.
• Punto principal (pp). Punto en el negativo, como intersección de la perpendicular al plano del negativo que
pasa por el centro de proyecciones.
• Punto isocentro (pi). Punto por el que pasa la bisectriz del ángulo formado por la perpendicular al plano del
negativo.
• En las fotografías aéreas verticales puede considerarse que los tres puntos (pn, pp, pi) coinciden en uno,
conocido como punto principal. Por sus características, es el único punto ortogonal dentro de la fotografía,
iniciándose a partir de él la proyección central en la fotografía aérea y, por lo tanto, el desplazamiento de las
imágenes fotográficas. El desplazamiento de los objetos fotografiados será mayor a mayor distancia del punto
principal y viceversa . El plano del negativo será pues, teóricamente paralelo al plano del terreno.
• Eje óptico de la cámara. Línea perpendicular al plano del negativo.
• Inclinación de la fotografía (a). Angulo formado por los ejes ópticos de la cámara y nadir.
• Distancia principal (dp) Distancia del centro de proyecciones al plano negativo. Es uno de los
elementos más importantes de la cámara aerofotográfica, pues define la magnitud de los
desplazamientos en las imágenes fotográficas y el crecimiento aparente de la altura de los
objetos, una vez visualizadas las fotografías con un estereoscopio. Al respecto, es conveniente
asumir las siguientes orientaciones:
• Plano del negativo (pn). Plano en la cámara fotográfica donde se forma el foco de la imagen.
El uso o fin de las fotografías aéreas determina el tipo de vuelo fotogramétrico; si se destinan para formar mosaicos
fotográficos, para simples reconocimientos o estudios del terreno, o bien para formar un mapa topográfico.
El objetivo, será pues cubrir la zona deseada sin que queden huecos o espacios no fotografiados. El conjunto de
fotos sucesivas tomadas durante cada travesía de la zona constituye "una pasada". Como la observación de
las vistas debe realizarse con métodos estereoscópicos, cada dos fotogramas consecutivos deben constituir un
par estereoscópico, tendiendo a un recubrimiento longitudinal, cuyo valor oscila entre el 50 y 60 por 100 del
área.
Cuando la zona a cubrir se hace más extensa, no se abarcará en una sola pasada del avión, siendo necesario repetir
varias pasadas paralelas y cubrir o montar transversalmente los fotogramas, evitando así lagunas o sectores sin
fotografiar. Este recubrimiento entre líneas de vuelo oscila entre el 20 y el 30 por 100 del área, y es
conocido con el nombre de traslape o sobreposición lateral.
Por tanto, cualquier proyecto de vuelo fotogramétrico, debe tener presente, la altura de vuelo, el número de pasadas,
el número de fotografías por pasada y total, el intervalo de tiempo entre dos fotogramas, el tiempo máximo de
exposición y siempre contando con el tipo de material disponible, cámara, dimensiones del terreno, escala del
fotograma y dimensiones del recubrimiento.
Los vuelos fotogramétricos pueden verse afectados por condiciones meteorológicas o fallos personales
que pueden producir distorsiones o defectos en la fotografía o en una pasada.
El proceso de toma de fotografías aéreas se lleva a cabo con cámaras especiales, llamadas fotogramétricas, que
se montan en aviones especializados en misiones aerofotográficas. Las actuales cámaras fotogramétricas tienen
diafragma y sus objetivos, muy luminosos, están exentos de distorsiones, los hay de diversos tipos, adaptando el
necesario a las condiciones de vuelo. Unos depósitos perfectamente cerrados y conteniendo las bovinas de película,
sustituyen a los chasis de las cámaras normales. Igualmente, las cámaras están dotadas de un automatismo que
controla la proyección de fotos sucesivas y la velocidad de enrollamiento de la película, en relación a la velocidad del
avión. Con el fin de evitar distorsiones en el proceso de toma y obtener la mayor verticalidad, las cámaras van
montadas sobre un sistema de suspensión.
La distancia focal de los Objetivos estandarizados en las cámaras aéreas es de 152 mm o 210 mm; existen
igualmente, granangulares de hasta 85 mm y teleobjetivos que alcanzan hasta 610 milímetros.
Los ángulos de campo varían entre 60º y 90º; los granangulares alcanzan los 120º y los teleobjetivos, 30º.
Considerando la superficie útil aerofotografiada, las fotografías obtenidas suelen tener unas dimensiones con
formato de 18x18 y 23x23 centímetros. El material base utilizado es papel, pudiendo variar su grosor, rugosidad
de su superficie y brillantez característicamente mate y semimate. Igualmente, se emplean películas o acetatos, que
varían su grueso y elasticidad. Los materiales-base más frecuentes son el papel y el acetato en fotogramas de 23x23.
En cuanto al tipo de emulsión, se obtienen en blanco y negro, con una imagen que ofrece toda la gama de grises,
oscilando desde el blanco a negro, y, en color, ésta incluye toda la gama y matices de colores, utilizándose en los
vuelos y materiales empleados contemporáneamente.
Como tipos de cámara destacan la RC8 Wild y la Zeiss Jena MRB 15/1818, ambas se adaptan a las distancias
focales anteriormente citadas.
Learjet Mod. 25
El uso o fin de las fotografías aéreas determina el tipo de vuelo fotogramétrico; si se destinan para formar mosaicos
fotográficos, para simples reconocimientos o estudios del terreno, o bien para formar un mapa topográfico.
El objetivo, será pues cubrir la zona deseada sin que queden huecos o espacios no fotografiados. El conjunto de
fotos sucesivas tomadas durante cada travesía de la zona constituye "una pasada". Como la observación de
las vistas debe realizarse con métodos estereoscópicos, cada dos fotogramas consecutivos deben constituir un
par estereoscópico, tendiendo a un recubrimiento longitudinal, cuyo valor oscila entre el 50 y 60 por 100 del
área.
Cuando la zona a cubrir se hace más extensa, no se abarcará en una sola pasada del avión, siendo necesario repetir
varias pasadas paralelas y cubrir o montar transversalmente los fotogramas, evitando así lagunas o sectores sin
fotografiar. Este recubrimiento entre líneas de vuelo oscila entre el 20 y el 30 por 100 del área, y es
conocido con el nombre de traslape o sobreposición lateral.
Por tanto, cualquier proyecto de vuelo fotogramétrico, debe tener presente, la altura de vuelo, el número de pasadas,
el número de fotografías por pasada y total, el intervalo de tiempo entre dos fotogramas, el tiempo máximo de
exposición y siempre contando con el tipo de material disponible, cámara, dimensiones del terreno, escala del
fotograma y dimensiones del recubrimiento.
Los vuelos fotogramétricos pueden verse afectados por condiciones meteorológicas o fallos personales
que pueden producir distorsiones o defectos en la fotografía o en una pasada.
Blanca (Murcia)
Cuando la inclinación del eje óptico es mayor de 3º, clasificamos a las fotografías como oblicuas, y a su vez en
oblicuas altas cuando aparece en ellas el horizonte terrestre (3º-45º), y oblicuas bajas, en caso contrario (45º-90º).
Por lo general, estas últimas se realizan con fines ilustrativos y turísticos.
Otra clasificación, atiende a ciertas características especiales como: tamaño, blanco y negro, color, infrarrojas,
película continua...
La comparación entre fotografías aéreas y mapas es necesaria, conveniente y muy útil, teniendo presente que la propia
fotografía es un instrumento de primer orden en la confección de mapas, y a su vez, los mapas suponen
representaciones geométricas correctas, por lo que son un buen complemento en el análisis comparativo con
fotografías aéreas.
Dicha comparación la presentamos como principales diferencias básicas y que son las siguientes:
• Proyección geométrica. La proyección central de las fotografías aéreas origina que los objetos de la
imagen se capten desplazados. El mapa suple este error emplazando correctamente los objetos
representados sobre el terreno.
• Escala. Por las diversas condiciones del terreno, la fotografía aérea lo representa con variadas escalas, no
coincidiendo siempre las mismas. Este hecho no representa siempre un inconveniente absoluto, pues para
ciertos análisis es preferible contar con escalas pequeñas y para otros, escalas mayores. Además, los vuelos
que se realizan con distintas fechas (años), suelen variar los tipos de escala y otros elementos de la
fotografía.
Los mapas siempre mantienen la misma escala, escala absoluta, en todos los puntos y objetos representados:
Los Mapas Topográficos, los Mapas Temáticos, los Fotomapas y los Ortofotomapas, obedecen a esta
condición de escala.
Clasificación de
Escala pequeña Escala media Escala grande
escala (1/S)
Mapa Recono-
Aplicado a: Semi-detallada Detallada
cimiento
1:100.000 a 1:35.000 a
Geología 1:60.000 a 1:25.000
1:50.000 1:10.000
Fotografía
1:70.000 a 1:20.000 a
aérea Suelos 1:30.000 a 1:15.000
1:30.000 1:10.000
1:70.000 a 1:20.000 a
Silvicultura 1:40.000 a 1:10.000
1:40.000 1:5.000
• Orientación. Las fotografías aéreas carecen de información sobre orientación. Esta labor queda en manos
del fotointérprete que puede utilizar para ello mapas correspondientes. Esta orientación geográfica, como
todos sabemos aparece perfectamente explicitada en los mapas.
Dejando aparte las marcas fiduciales, y como añadido al espacio útil de cada fotograma de 18x18, o de 23x23, se
visualizan en uno de los márgenes, unas marcas fijas, que se repiten en todos los fotogramas:
• Nivel esférico o burbuja, que sirve para comprobar la verticalidad de la foto y si la toma es correcta.
• Altímetro.
Puede ocurrir que los fotogramas que manejamos correspondan a vuelos muy antiguos que en el revelado de las
fotografías, no se incluyan datos como la altura de vuelo, esencial para calcular otras magnitudes. Para ello,
dispondremos de dos datos: la distancia focal y la fotoescala. De donde:
Ejemplo: Calcula la altura de vuelo con el que se ha realizado un fotograma, habiéndose utilizado una cámara de
distancia focal 15 cm y teniendo dicho fotograma una fotoescala de 1: 20.000.
Como vimos anteriormente, la fotografía aérea vertical es aquella en la que la inclinación del eje óptico de la cámara no
supera los 3º, siendo el plano del terreno casi perpendicular a dicho eje, y el plano del terreno y el de la fotografía casi
paralelos.
La escala de una fotografía aérea no es exactamente uniforme, pues está afectada por el proceso de toma, la
topografía, etc, lo que la convierten en una escala aproximada. En la actualidad existen unos instrumentos llamados
ortofotoscopios, que eliminan las deformaciones de las imágenes fotográfcas, obteniendo las llamadas ortofotografías,
cuya escala es prácticamente uniforme.
Para el cálculo de la fotoescala, se pueden utilizar dos procedimientos, conocer la altura de vuelo o ayudarse de un
mapa topográfico. Dichos procedimientos pueden encontrarse en cualquier manual de fotointerpretación de los citados
en el capítulo de bibliografía.
Escala = Distancia focal de la cámara / Altura de vuelo sobre el plano del terreno
En el caso de no conocer la altura de vuelo, es aconsejable tomar dos puntos identificables en el terreno y situados a
una altitud aproximada. Hallaremos la escala (referida al plano de esa altitud), dividiendo la distancia a-b elegida en el
fotograma, por la A-B, de la realidad. Para ello, nos ayudaremos de un mapa topográfico nacional E: 1:50.000 o
1:25.000. Es igualmente aconsejable que los puntos estén bien separados y que la recta que los une, pase cerca del
punto principal:
Ejemplo: Si a_b = 140 milímetros en el fotograma y se dispone de una mapa a escala 1:25.000 en el que A_B mide 70
milímetros, se deduce:
Cuando el terreno es horizontal, la escala es uniforme en todo el fotograma; pero cuando no es así, cosa frecuente,
como la escala depende de la altura de vuelo respecto al terreno, en las zonas elevadas la escala será mayor que en las
bajas. En vistas de terrenos montañosos, las imágenes de los valles tendrán, por tanto, una escala menor que las de las
cumbres. Por ello, en una fotografía aérea, no podemos hablar de una escala uniforme, sino de una escala referida a
una altura de vuelo sobre un plano de referencia.
En la actualidad existen unos instrumentos llamados ortofotoscopios, que corrigen las deformaciones de las imágenes
fotográficas debidas a estas diferencias de nivel, de los cuales se obtienen las llamadas ortofotografías, cuya escala es
prácticamente uniforme.
La visión estereoscópica nos permite la observación tridimensional de los elementos que aparecen en un fotograma.
Cuando observamos un objeto, cada ojo recibe una imagen diferente del objeto.
En fotogrametría se sustituye el terreno aerofotografiado por dos fotogramas del mismo lugar, obtenidas
correlativamente en la misma "pasada" y en la misma línea de vuelo, de manera que, las imágenes recibidas por cada
ojo no son idénticas pero complementarias, que al fusionarse ofrecen una imagen tridimensional.
Cartagena en 3D
Para conseguir la visión estereoscópica u ortogonal, debemos elegir un par estereoscópico (dos fotogramas),
como fotografías con un área común. Los ejes ópticos de la cámara deben estar, aproximadamente, en un mismo
plano. La altura de vuelo y la escala también deben coincidir, aunque en ésta última se admiten diferencias no
superiores al 5%.
El examen directo de cualquier par estereoscópico se lleva a cabo con unos sencillos instrumentos ópticos que
reciben el nombre de estereoscopios o estereóscopos, éstos hacen posible la visión en sus tres dimensiones.
Constan de un armazón que sujeta un par de lentes, con distancia focal inferior a 250 mm y distancia normal de
lectura. El armazón de los estereoscopios varía desde plásticos endurecidos a estructuras metálicas.
Existen dos prototipos: de refracción, de reflexión y mixtos, que son una combinación de los anteriores.
Los estereoscopios de refracción se conocen corrientemente como estereoscopios de bolsillo; consisten en dos
lentes convergentes de igual distancia focal montadas sobre una sencilla armadura, con una separación de sus centros
ópticos igual a la distancia media interpupilar de los ojos. Su precio es asequible, pero solo permite visualizar pequeños
fragmentos o trozos de fotogramas correlativos o lo que es lo mismo, pequeñas imágenes.
Cuando se quiere realizar sobre los fotogramas mediciones de precisión o examinar estereoscópicamente fotografías de
mayor tamaño (23x23), se emplean los estereoscopios de reflexión o de espejos. Con ellos, se amplía la distancia
de los ejes paralelos a 25 cm. La distancia focal es de 300 mm. El estereoscopio de espejos se encuentra en el mercado
en diversas modalidades y precios, dependiendo con los materiales que se ha fabricado y la calidad de las lentes.
Si se desea medir distancias o calcular altitudes, se les puede complementar con una barra de paralajes o
estereomicrómetro.
Barra de paralajes
Estereoscopio de espejos
Organizar una correcta observación de fotografías aéreas verticales y evitar al tiempo, la fatiga y la pérdida de tiempo
que ocasiona al observador, supone el tratar de respetar las siguientes orientaciones que consideramos muy
convenientes:
• Determinar si no se conoce la base estereoscópica del aparato que se utilice; se obtiene midiendo la distancia
entre los centros de las lentes, en los estereoscopios de bolsillo, o entre los centros de los espejos exteriores
si es de espejos.
• Conocer la separación interpupilar del observador y regulas los binoculares del estereoscopio a la distancia
adecuada.
• Comprobar que los dos fotogramas pertenecen a la misma pasada y son contiguos.
• Colocar los fotogramas sobre una mesa convenientemente iluminada, con las sombras dirigidas hacia el
observador y la parte común contigua.
• Separar los fotogramas siguiendo la línea de vuelo hasta que coincidan los puntos homólogos y se origine la
proyección o visión ortogonal (anchura y altura de los objetos).
• Una vez realizadas las operaciones mencionadas mediante ligeros movimientos de los fotogramas, hasta
conseguir una visión estereoscópica cómoda, podemos fijar los fotogramas al tablero y desplazar
longitudinalmente el estereoscopio.
Por último, disfrutar de la visión ortogonal siempre en sesiones cortas, pues la acomodación del ojo humano durante
mucho tiempo produce fatiga visual.