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MAGISTRADA PONENTE: CARMEN ZULETA DE MERCHÁN


El día 29 de julio de 2015, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui,
remitió a esta Sala Constitucional los originales del expediente identificado con el alfanumérico B01-O-2014-
000019, contentivo de la acción de amparo constitucional interpuesta el 25 de febrero de 2014, por las abogadas

Julia Gómez y Gloria Villamizar, inscritas en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los números
105.386 y 73.746, respectivamente, actuando en su condición de apoderadas judiciales -según consta en autos- del
ciudadano FRANCISCO PACHECO DÍAZ, venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad N°
4.355.603, a los fines de solicitar que “…se ordene el levantamiento de la medida de incautación y resguardo y a
su vez la entrega, de la embarcación tipo Lancha (sic) denominada ‘BICHITOS’, Motor 2 MARCA CRUISER
CON SERIALES N.- OL396789 Y OL-396789 DE 380 HP CADA UNO MODELO 3672 AÑO 2000, SERIAL DEL
CASCO CRSUSC46D000, luego de que se cumplan con las formalidades de Ley (sic), en trámite por ante (sic)
ese juzgado, la referida lancha está a la orden de la Fiscalía Novena del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, Puerto La Cruz, y resguardo de la OFICINA NACIONAL
ANTIDROGAS (ONA), desde hace aproximadamente (5) años y (3) meses en virtud de los hechos investigados en
el expediente 03-F9-139-08, nomenclatura seguida por la referida Fiscalía”; todo ello en ocasión al proceso
penal en el cual se investiga la presunta comisión de los delitos de legitimación de capitales y tráfico de drogas.
Tal remisión, obedece al recurso de apelación interpuesto por la parte actora, el 14 de abril de 2015, contra
la decisión dictada, el 7 de abril de 2015, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoátegui, que declaró inadmisible “in limine litis” la acción de amparo constitucional.
El 23 de septiembre de 2015, se dio cuenta en la Sala del presente expediente y se designó ponente a la
Magistrada Doctora Carmen Zuleta de Merchán.

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El 11 de agosto de 2017, esta Sala, mediante decisión N° 585, solicitó información al Tribunal Segundo de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, consistente en lo
siguiente:
Que “dentro de los tres (3) días siguientes a su notificación más cuatro (4) días correspondientes al
término de la distancia, remita a esta Sala Constitucional copia certificada del estado actual de la causa
penal distinguida con el alfanumérico BP11-P-2008-003135, con la advertencia de que la omisión de
remitir la información requerida, pudiera acarrear la aplicación de la sanción prevista en el artículo 122
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia”.

El 2 de julio de 2018, esta Sala, mediante decisión N° 450/2018, ratificó la solicitud de información
realizada el 11 de agosto de 2017, en la decisión N° 585/2017.

El 27 de julio de 2018, el Presidente del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, mediante oficio

distinguido con el alfanumérico JP-0300/2018, informó a esta Sala que “en fecha (sic) 14 de diciembre de 2016,
fue remitido el Recurso (sic) de Apelación (sic) N° (sic) BP01-R-2015-000218, conjuntamente con la Causa (sic)
Principal signada bajo el N° (sic) BP11-P-2008-003135, por la Corte de Apelaciones de este Circuito Judicial
Penal, a la Presidencia del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas […]. Asimismo, se le

informa a esta altísima Sala que se recibió oficio N° 1077, proveniente de la Presidencia del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas Dra. Evelyn Mendoza, donde informa a esta Alzada que cursa causa

signada con el N° 19.552-12, por el Tribunal Cuadragésimo Quinto de Primera Instancia en Funciones de
Control de ese Circuito Judicial Penal”.

Realizado el estudio individual del expediente, esta Sala procede a decidir, previas las siguientes
consideraciones:

I
ANTECEDENTES

Mediante decisión N° 498, del 22 de mayo de 2014, esta Sala Constitucional se declaró incompetente para
conocer la causa y declinó la acción de amparo constitucional en la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial

Penal del Estado Anzoátegui, al estimar que a ésta le correspondía el conocimiento en primera instancia de la
acción de amparo constitucional.

El 21 de julio del 2014, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui le dio
entrada a la presente acción de amparo constitucional interpuesta y, a su vez, dicho Juzgado Colegiado dictó

despacho saneador, en el cual ordenó a las abogadas Julia Gómez y Gloria Villamizar consignar el documento
poder especial que les acredita la representación del ciudadano Francisco Pacheco Díaz.
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El 30 de julio de 2014, la abogada Julia Gómez consignó ante la Unidad de Recepción y Distribución de
Documentos de ese mismo Circuito Judicial Penal, un escrito adjuntándose al mismo tres (3) folios, en el cual se

evidencia el documento poder penal especial que acredita la representación del ciudadano Francisco Pacheco
Díaz, dando cumplimiento a la orden impartida por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado

Anzoátegui.
El 7 de agosto de 2014, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui dictó

nuevamente despacho saneador al considerar que en el documento poder especial “no se señala expresamente la
facultad para las prenombradas profesionales del derecho, de (sic) accionar en amparo y actuar dentro del

presente proceso”, en consecuencia, ordenó nuevamente que se corrija la omisión incurrida.

El 19 de agosto de 2014, la abogada Julia Gómez consignó ante Unidad de Recepción y Distribución de
Documentos de ese mismo Circuito Judicial Penal, un escrito adjuntándose al mismo dos (2) folios, en el cual se

evidencia el documento poder especial que acredita la representación del ciudadano Francisco Pacheco Díaz,
dando cumplimiento nuevamente a la orden emanada de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del

Estado Anzoátegui.
El 29 de septiembre de 2014, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui

admitió la acción de amparo constitucional interpuesta por las abogadas Julia Gómez y Gloria Villamizar,
actuando en su carácter de apoderadas judiciales del ciudadano Francisco Pacheco Díaz, y ordenó librar las

boletas correspondientes.
El 12 de noviembre de 2014, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui

remitió oficio N° 1153 al Fiscal Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzoátegui, a los fines de que “…se sirva designar un Fiscal adscrito a ese Ministerio, a los fines de que actué

como parte de buena fe en la Audiencia (sic) Constitucional (sic), Oral (sic) y Pública (sic)”.
El 26 de enero de 2015, la Fiscalía Tercera de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui informó

mediante oficio identificado con el alfanumérico AZN-03-F3-0090-2015, a la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Anzoátegui que “…esta representación Fiscal fue comisionada por la Fiscalía Superior

del Estado, a asistir a la audiencia Constitucional (sic), oral y Pública (sic)”.

El 5 de marzo de 2015, la abogada Julia Gómez, apoderada judicial del ciudadano Francisco Pacheco
Díaz, solicitó el diferimiento de la audiencia constitucional, con el objeto de que sea fijada una nueva oportunidad

procesal para la realización de la misma; seguidamente, vista la solicitud de la parte accionante, la Corte de

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Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, acordó fijar la celebración de la audiencia

constitucional para el 12 de marzo de 2015, ordenando a su vez librar las boletas correspondientes.
El 13 de marzo de 2015, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui fijó

nuevamente la celebración de la audiencia constitucional para, el 19 de marzo de 2015, ya que el, 12 de marzo de

2015, oportunidad en la cual fue fijada la celebración de la audiencia constitucional, “NO HUBO AUDIENCIA”.

El 19 de marzo de 2015, se realizó la audiencia constitucional y la Secretaria verificó la presencia de la


abogada Julia Gómez, apoderada judicial del ciudadano Francisco Pacheco Díaz, y la ausencia del Fiscal Tercero

del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui; en virtud de ello, la Jueza Presidenta

de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, se pronunció de la siguiente

manera: “Vista (sic) la incomparecencia del Fiscal del Ministerio Público DR. ARMANDO LOROÑO quien le
manifestó vía telefónica a la Juez ponente que no podía acudir a la audiencia porque se encontraba de curso,

asimismo manifestó que había informado a la Fiscalía Superior a los fines de que designara un Fiscal para que

asistiera a la presente audiencia; ahora bien, este Tribunal de Alzada concedió un lapso de dos horas y no se

presentó ningún Fiscal del Ministerio Público; igualmente la accionante manifestó que no podía continuar

esperando ya que no reside en la zona. En consecuencia esta corte (sic) de apelaciones (sic) fija como nueva
fecha para la celebración de la audiencia oral y publica (sic) el DIA (sic) MIERCOLES (sic) 25 DE MARZO

DE 2015, A LAS 11:00 DE LA MAÑANA”. Asimismo, se ordenó librar las boletas correspondientes.

El 25 de marzo de 2015, se celebró la audiencia constitucional y el referido Juzgado Colegiado declaró

inadmisible in limine litis la acción de amparo constitucional, y el 7 de abril de 2015, dicha Corte de Apelaciones
publicó el extenso de la decisión de la acción de amparo constitucional interpuesta.

El 14 de abril del 2015, los abogados Julia Gómez González y Manuel Rodríguez Castillo, interpusieron

ante la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos del Circuito Judicial Penal del Estado

Anzoátegui, recurso de apelación, contra la decisión dictada, el 7 de abril de 2015, por la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui.

ll
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL

Las abogadas Julia Gómez y Gloria Villamizar, actuando en su carácter de apoderadas judiciales del

ciudadano Francisco Pacheco Díaz, adujeron en su acción de amparo constitucional interpuesta, los siguientes

argumentos de hecho y de derecho:

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Que “[n]uestro representado ciudadano FRANCISCO PACHECO DÍAZ, es propietario de una

embarcación de nombre ‘BICHITOS’ (…), según se evidencia del documento marcado N°1, que cursa en el
expediente, el cual acredita la propiedad de la lancha debidamente registrado por ante (sic) la Oficina

Subalterna de Registro Público del Distrito Marcano del Estado Nueva Esparta, registrado en fecha 11/07/2000,

bajo el N°13, Folios 72 al Folio 76, del Protocolo Primero, Tomo Primero del tercer trimestre del año 2000,

constante de cinco (5) folios útiles. Ahora bien La (sic) referida lancha está a la orden de la Fiscalía Novena del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, Puerto la Cruz, y resguardo de la

OFICINA NACIONAL ANTIDROGAS (ONA), desde hace aproximadamente cinco (5) años y tres (3) meses en

virtud de los hechos investigados en el expediente 03-F9-139-08, nomenclatura seguida por la referida Fiscalía,

a los cuales detallamos a continuación:

‘PRIMERO: debido a un hallazgo de una maleta contentiva de 38Kg, de presunta cocaína en el club
campestre ‘Mi Chinita’ ubicado en la ciudad de El Tigre, se inició investigación por la supuesta
comisión de los delitos de tráfico de drogas y legitimación de capitales en contra de diversos
ciudadanos; en razón de ello, se acordaron medidas de incautación sobre objetos tales como:
camiones, tractores, vehículos, caballos de paso, que se encontraban en el mismo lugar donde fue
hallada la maleta antes referida; igualmente, se practicaron allanamientos a empresas e inmuebles
pertenecientes a los propietarios del mencionado establecimiento comercial, ciudadanos, Vassyly
Kotosky Villarroel Ramírez y Sobiesky Auryyury Ramírez.
SEGUNDO: Según los expedientes llevados por la Fiscalía y por el Tribunal de Control N° 2 del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, no existe relación entre la lancha ‘BICHITOS’
propiedad de hoy accionante, y la investigación en referencia, pero aun así el Fiscal Noveno del
Estado Anzoátegui, solicitó medida de incautación de dicho bien al Tribunal de Control, lo cual
limita el derecho de propiedad sobre el mismo. La medida de incautación concedida por el
mencionado Tribunal de Control N° 2, recae sobre el bien de un tercero inocente que no es parte de
una investigación y tampoco existe sobre él prueba o indicio que lo vincule con los hechos
investigados.
TERCERO: el 20 de febrero de 2009, solicitó ante el Tribunal N°2 de Control del Circuito Judicial
Penal del Estado Anzoátegui, con sede en El Tigre, la entrega material de la lancha, lo cual fue
negado mediante decisión del 18 de marzo de 2009, en la cual se señaló que ‘es en fase de juicio y
para el momento de dictar sentencia cuando resulta procedente el pronunciamiento en relación al
destino de los bienes muebles e inmuebles sujetos a medidas preventivas (...) y en el caso de autos nos
encontramos en la fase intermedia’; además, agregó ‘… que no descarta la posibilidad de
participación de terceras personas en la ejecución de este tipo ilícito’. Sin embargo ciudadana Jueza
como puede evidenciarse, esta sentencia fue apelada, el 18 de marzo de 2009, correspondiéndole el
conocimiento a la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, con sede
en Barcelona, la cual, el 25 de junio de 2009, declaró sin lugar la solicitud de entrega material bajo
el argumento de que ‘la investigación fiscal aun (sic) no ha concluido en relación a terceras personas
o bienes involucrados en el caso bajo estudio’; contra esta última decisión, se ejerce un acción de
amparo por la violación de los derechos a la propiedad y del debido proceso.
CUARTO: El 27 de marzo de 2009 de (sic) la Sala Constitucional, en sentencia N°349 estableció
que: ‘…la aplicación de cualquier medida o decisión judicial debe hacerse de forma razonada y
motivada respetando los derechos y garantías de los particulares…’.

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QUINTO: La sentencia N° 1020 del 11 de agosto (sic) 2000 de esta Sala Constitucional expresó,
respecto de la facultad de los jueces de apreciar los hechos, que la misma ‘…no exime a los jueces del
deber de analizar y ponderar las razones de hecho y de derecho de los indicados elementos,
precisando en qué sentido deben valorarse como prueba de la culpabilidad del procesado…’.
SEXTO: la sentencia N° 333 del 14 de marzo de 2001, dictada también por la Sala Constitucional,
dejó entrever que sólo será posible decretar la inmovilización de los derechos de una persona si está
obteniendo ventajas económicas provenientes del delito, siempre que concurran las siguientes
premisas: 1. Se ha admitido la acusación contra alguien, 2. La medida es dictada por un juez de
control, 3. Por ser limitativa del derecho de propiedad, con la esencia de todas las medidas
cautelares o de aseguramiento y 4. Sea notificada al imputado si se decreta en la etapa de
investigación. Sin embargo, en el caso de autos solo se cumplió con el requisito señalado en el punto
2.
Cabe agregar, que desde el momento en que se incauta la embarcación de nuestro poderdante, se está
violando el artículo 116 de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que dispone que
por vía de excepción podrán ser objeto de confiscación, mediante sentencia firme, los bienes de
personas naturales o jurídicas responsables de delitos vinculados al tráfico ilícito de sustancias
psicotrópicas y estupefacientes. De manera, que se vulnera el derecho a la propiedad cuando se
incauta o se inmoviliza un derecho de un tercero ajeno a la causa, que no es parte de ella, ni ha sido
imputado en el proceso por la comisión del presunto delito de legitimación de capitales.
SÉPTIMO: Es el caso Ciudadanos Magistrados, tal y como se evidencia en el expediente N° BP11-
P-2008-003135, que cursa en el Tribunal Segundo de Control del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoátegui, y a los fines de lograr la entrega de la embarcación, hemos acudido en reiteradas
oportunidades a solicitar por medio de escritos que reposan en el expediente, arriba mencionado e
identificado, la entrega de la embarcación tipo lancha de nombre de ‘BICHITOS’, sin que hasta la
fecha este tribunal se haya pronunciado. Es por eso que acudimos ante su impotente autoridad, a los
fines de solicitar, se libre oficio a la ORGANIZACIÓN NACIONAL ANTIDROGAS (ONA), para la
entrega de la embarcación, reiteradamente nombrada, ya que como se observa en las actas
procesales, que han transcurrido más de cinco (5) años y tres (3) meses desde que dicto la medida de
incautación de la embarcación ‘BICHITOS’ y como lo indicó la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal de la Circunscripción del Estado Anzoátegui, ‘aún la investigación Fiscal no ha
concluido en relación a terceras personas o bienes involucrados en el caso en estudio’ y visto que el
quejoso no aparece como imputado en la investigación penal, debe la Sala exhortar al Ministerio
Público a que se apegue a los lapsos procesales establecidos en el Código Orgánico Procesal Penal
de suerte que pueda proveerse de conformidad con lo previsto en los artículos 311 y 312 del Código
Orgánico Procesal Penal y por consiguiente se eviten innecesarios e ilegítimos gravámenes en
perjuicio de personas a quienes como resultado de la investigación fiscal, no les sean imputables
los hechos punibles.
OCTAVO: Ciudadanos Magistrados, en razón de lo antes transcrito, y por cuanto las quince (15)
piezas que contienen las actas procesales que conforman el expediente se evidencia que nunca ha
sido mencionado nuestro representado en ninguna de las actas de entrevista rendida por las personas
declaradas, como tampoco nunca en ninguna de la actas procesales se ha mencionado la
embarcación ‘BICHITOS’.
NOVENO: Es de hacer de su conocimiento que en fecha 23/08/2011 nuestro representado rindió
acta de entrevista por ante (sic) la Fiscalía Novena de Ministerio Público de la Circunscripción
Judicial del Estado Anzoátegui, de donde se desprende que desconoce los hechos investigados y no
conoce a ninguna de las personas mencionadas en el expediente. De tal modo, que tanto nuestro
representado como la embarcación ‘BICHITOS’ no tiene ninguna vinculación pasiva ni activa con los
hechos investigados y no existe ninguna relación de conexidad. Lo más grave del asunto, es que este
bien mueble se ha ido deteriorando al extremo de presentar problemas en su uso y funcionamiento, lo
cual constituye daños y perjuicios generados para quien en este caso representamos. Lo peor del
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caso, es que la tardanza en la entrega de la lancha, puede constituir un hándicap (sic) para el libre
ejercicio del derecho de propiedad del que es titular nuestro representado, en virtud del visible
deterioro del bien mueble mencionado. Igualmente, este bien requiere en el menor tiempo posible ser
debidamente restaurado, lo cual sería limitado sino se entrega la embarcación en un tiempo
oportuno. Indiscutiblemente se hace necesario, y en ello se fundamenta la presente acción de amparo,
en que se verifique en una forma pronta y oportuna la entrega de la lancha que en caso contrario y de
no hacerlo le generaría, sin lugar a dudas, un daño irreparable a nuestro representado, aspecto este
que la interposición de este recurso de Amparo (sic) se orienta a prevenir y evitar.
DÉCIMO: Por otra Ciudadanos Magistrados, es de hacer de su conocimiento que en la Oficina
Nacional de Antidrogas (ONA) nos informaron que ellos son solo administradores de los bienes
incautados, pero que el Tribunal de Control, titular donde se encuentra el expediente y es el que lleva
la investigación penal, es en consecuencia el competente para emitir un pronunciamiento acerca de la
embarcación ‘BICHITOS’ y los hechos investigados, así como de la no vinculación de dicha
embarcación con los hechos investigados, a los fines de ordenar la entrega de la citada embarcación
a su propietario o a sus apoderadas.

Que “[d]e tal modo, Ciudadanos Magistrados con el debido respeto, y con todas las razones de hecho y

de derecho antes expuestas, solicitamos como en efecto formalmente lo hacemos, ordene mediante oficio la
devolución a nuestro poderdante (…), la embarcación denominada ‘BICHITOS’ a los fines de evitar innecesarios
e ilegítimos gravámenes en perjuicio de nuestro representado”.

Que “[e]n ninguna de las actas procesales se ha mencionado la embarcación ‘BICHITOS’ como medio de
comisión de los hechos investigados, ni se ha mencionado como evidencia de interés criminalístico en los

mencionados hechos, por los cuales ya se formuló acusación por delito de Tráfico de Sustancias Estupefacientes
y Psicotrópicas en contra de las personas acusadas que ya se encuentran en tribunal de juicio en el expediente

N°BP11-P-2008-003135, de donde también se evidencia que nuestro representado no se encuentra ni imputado,


ni acusado”.

Que “[e]s por ese motivo que acudimos respetuosamente para solicitar la liberación material de la
embarcación denominada ‘BICHITOS’, ya que desde hace más de cuatro (sic) (5) años y tres (3) meses se ha

venido vulnerando los derechos constitucionales al debido proceso y a la propiedad, a nuestro poderdante (…) al
decretar un medida cautelar de incautación sobre un bien de una persona que no es parte de una causa penal y
no ha sido imputada en el proceso”.

Que “[p]or los hechos narrados y el derecho alegado por esta representación y por el derecho que le

asiste a nuestro representado como propietario, es por que acudimos ante usted, para interponer como en efecto
así lo hacemos, en nombre de nuestro poderdante, el presente RECURSO (sic) DE AMPARO, para solicitarle la
liberación y posesión de la embarcación denominada ‘BICHITOS’, esta es propiedad de nuestro poderdante,

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según se evidencia por documento protocolizado, por ante (sic) la Oficina Subalterna de Registro Público del

Distrito Marcano de Estado Nueva Esparta, registrado en fecha 11/07/2000 (sic), bajo el N°13, Folios 72 al folio
76, del Protocolo Primero, Tomo Primero del tercer trimestre del año 2000, constante de cinco (5) folios útiles y

ni nuestro poderdante ni la embarcación ‘BICHITOS’ son objeto de ningún hecho punible ni han sido
involucrados en la investigación penal. La mencionada lancha se encontraban en el domicilio de nuestro
representado, en el momento en que se efectuó la incautación, en razón de los hechos investigados por Fiscalía

Novena del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, Puerto La Cruz, en el
expediente 03-F9-139-08, nomenclatura seguida por la referida Fiscalía”.

Que “[e]s un hecho cierto, que ya se ha causado y que mantiene una continuidad en demasía innecesario
e ilegítimo gravamen a nuestro representado, aunado al hecho, que de las quince (15) piezas que contienen las

actas procesales que conforman el expediente se evidencia que nunca ha sido mencionado nuestro representado
en ninguna de las actas de entrevista rendida por las personas declaradas, como tampoco, nunca en ninguna de
las actas procesales se ha mencionado la embarcación ‘BICHITOS’ como medio de comisión de los hechos

investigados, ni se le ha mencionado como evidencia de interés criminalista en los hechos investigados”.

Que “[p]or las consideraciones de hecho y de derecho anteriormente expuestas, por cuanto han sido
infructuosas todas solicitudes interpuestas en cuanto al derecho, para que se haga la entrega material del bien,

en manos y posesión de nuestro poderdante, y por cuanto se han vulnerados los derechos constitucionales al
debido proceso y a la propiedad, al decretar una medida cautelar de incautación sobre un bien, de una persona
que no es parte en la causa penal y no ha sido imputada en el proceso, que la medida de incautación concedida

por el mencionado Tribunal de Control N° 2, recae sobre un bien de un tercero inocente que no es parte de
ninguna investigación y tampoco existe sobre él prueba o indicio que lo vincule con los hechos investigados”.

Que “[c]on todo el debido respeto, solicitó (sic) ante su competente autoridad, que se libre oficio ante la
(sic) el TRIBUNAL DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL TIGRE (sic), y ordene la

devolución a su propietario de la embarcación denominada ‘BICHITOS’.

Como soporte de sus alegatos, la parte actora promovió los siguientes elementos probatorios:

1- Documento Marcado N°1, que acredita la propiedad de la lancha debidamente registrado por ante la
Oficina Subalterna de Registro Público del Distrito Marcano de Estado Nueva Esparta, registrado, en
fecha 11/07/2000 (sic), bajo el N°13, Folios 72 al folio 76, del Protocolo Primero, Tomo Primero del
tercer trimestre del año 2000, constante de cinco (5) folios útiles.

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2- Documento marcado N° 2, constante de (5) folios útiles de que evidencia que la embarcación buque
denominado ‘BICHITOS’, fue registrada el 06/02/2004 (sic) ante el Instituto Nacional de los Espacios
Acuáticos, Registro Naval Venezolano de la Circunscripción Acuática del Estado Nueva Esparta,
quedando registrada bajo el N° 85, folio 97 al 99, Protocolo Único, Tomo 11, Primer Trimestre del
año 2004.

3- Licencia de Navegación de la embarcación ‘BICHITOS’ del, 13/02/2004 (sic), marcada N°3.

4- Certificado de MATRÍCULA de la embarcación ‘BICHITOS’ del, 25/07/2000, marcado N°4.

5- Oficio N° 7398-11 de fecha 10 de octubre del 2011, Asunto Principal BP11-P-2008-003135, emitido
por el Tribunal de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzoátegui, Extensión el Tigre, solicitando a la Organización Nacional Antidrogas (ONA),
pronunciamiento en relación a (sic) la embarcación, tipo lancha de nombre ‘BICHITOS’.

6- Oficio S/N de fecha 28 de Mayo (sic) del 2012, Asunto Principal BP11-P-2008-003135, emitido por el
Tribunal de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Estado
Anzoátegui, Extensión el Tigre, solicitando a la Organización Nacional Antidrogas (ONA),
suministrar la ubicación de la embarcación tipo lancha de nombre ‘BICHITOS”.
IlI
DE LA DECISIÓN APELADA
El 7 de abril de 2015, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, declaró

inadmisible in limine litis la acción de amparo constitucional, teniendo como argumento para ello, lo siguiente:
“Cumplidos todos los trámites procedimentales, esta Corte de Apelaciones actuando como Tribunal
Constitucional, pasa emitir el siguiente pronunciamiento:

‘Tiene como fundamento la presente Acción (sic) de Amparo (sic) Constitucional (sic), conocer de la
presunta violación de la normativa Constitucional, conforme a lo establecido en la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, ya que, en criterio de las accionantes el
Tribunal Penal de Primera Instancia Estadal y Municipal en Funciones de Control N° 2 de este
Circuito Judicial Penal, Extensión El Tigre, violentó derechos constitucionales al debido proceso y al
derecho a la propiedad, ante la falta de respuesta oportuna y efectiva al haber omitido
pronunciamiento sobre la petición que hiciera ut supra mencionado ciudadano sobre la entrega
material de una lancha incautada, presuntamente propiedad de FRANCISCO PACHECO DIAZ
(sic), con las siguientes características: lancha denominada BICHITOS, Motor 2 Marca: CRUISER
CON SERIALES N OL-396787 y OL-396789 DE 380 HP, CADA UNO MODELO 3672 AÑO 2000,
SERIAL DEL CASO (sic) CRSUSC46D000; solicitando en consecuencia la liberación y entrega de la
embarcación antes mencionada’.

Es de acotar que el sistema Constitucional descansa sobre la supremacía de la Constitución, siendo el


Amparo (sic) Constitucional (sic) un medio procesal que garantiza únicamente la posibilidad de
restablecer violaciones o presuntas violaciones de Derechos y Garantías Constitucionales.
La finalidad de acción de amparo constitucional es proporcionar a los particulares la protección
jurisdiccional necesaria para evitar la continuación de la violación de un derecho constitucional o la
probabilidad de que ésta ocurra. Debido a la importancia de los bienes que tutela la acción de amparo
constitucional los jueces deben conocer de forma preferente este tipo de pretensiones, razón por la
cual los abusivos de esta acción generan un mayor perjuicio en el funcionamiento del sistema de
administración de justicia.

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Verificado el escrito contentivo de la acción de amparo constitucional, esta Alzada (sic) examina el
aspecto denunciado por las abogadas JULIA GÓMEZ y GLORIA VILLAMIZAR, en su carácter
de Apoderadas Judiciales del ciudadano FRANCIASCO PACHECO DIAZ (sic), referido a la falta
de respuesta y a la omisión de pronunciamiento por parte del Tribunal de Primera Instancia (sic)
sobre las solicitudes de entrega de la embarcación tipo lancha de nombre ‘BICHITOS’ propiedad del
ciudadano FRANCISCO PACHECO DIAZ (sic).

En relación a (sic) lo expuesto, las accionantes solicitan a esta Alzada (sic) Constitucional (sic) se
ordene mediante oficio la devolución de la embarcación denominada ‘BICHITOS’ a su representado,
por cuanto han transcurrido más de cinco (5) años y tres (3) meses desde la incautación del referido
bien, tiempo en el cual consideran que se ha vulnerado los derechos constitucionales relativos al
debido proceso y al derecho a la propiedad.

Ante la denuncia alegada, este Despacho (sic) Superior (sic) procedió a requerir del presunto
agraviante INFORME, dando así cumplimiento a lo establecido en los artículos 23 y 24 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre derechos y Garantías Constitucionales, en los que se establece que deberá
notificarse al Juez que se encuentre encargado del Tribunal (sic) agraviante para que presente el
informe, en aras de garantizar la tutela judicial efectiva.

Así las Cosas, evidencia este Tribunal Constitucional, que en el informe remitido el y Municipal en
Funciones de Control N° 02 de este Circuito Judicial Penal, Extensión El Tigre, informa lo siguiente:

‘…le participo que de revisión a la presente causa se evidencia que existen cinco solicitudes del
mencionado bien, por parte de las profesionales del Derecho, ABGS (sic); Julia Gómez y Gloria
Villamizar, fechadas 28-09-2011, en el cual el tribunal en fecha 10-10-2011 dicta auto mediante el
cual este tribunal visto el escrito presentado por la ciudadana ABG. JULIA GOMEZ (sic), en su
carácter de apoderada del ciudadano FRANCISCO PACHECO DIAZ (sic), mediante el cual solicita
a este Tribunal (sic) se sirva hacerle entrega a su mandante, de una embarcación propiedad del
mismo, de nombre BICHITOS, MOTOR 2, MARCA CRUISER CON SERIALES NOL396787 y OL-
396789 DE 380 HP CADA UNO MODELO 3672 AÑO 2000, SERIAL DE CASCO CRSUSC46D000;
este tribunal acuerda a los fines de proveer, oficiar a la Oficina Nacional Antidrogas para la práctica
de experticias de ley correspondientes, así como la investigación de su tradición legal. Se anexan
copias de escrito de solicitud, así como copia de los documentos que acreditan la propiedad. Escrito
de fecha 29-03-2012, al cual no se le dio respuesta desconociendo los motivos. Escrito de fecha 10-
05-2012 al cual en fecha 28-05-2012 se acuerda oficiar al director de la Organización Nacional
Antidrogas, con Sede en Caracas, a los fines que se sirva suministrar la ubicación física de la
embarcación de nombre BICHITOS, MOTOR 2. Escrito de fecha 17-06-2013, al cual no se dio
respuesta desconociendo los motivos y escrito de fecha 28-01-2014, al cual en este momento, este
juzgador se aboca al conocimiento del asunto y ordeno en vista de no constar resultas, del oficio N°
3538-12 de fecha 28-05-2012 es por lo cual se acuerda ratificar oficio de fecha 28-05-2012 y se
acuerda oficiar al Director de la Organización Nacional Antidrogas, con Sede en Caracas, a los fines
que se sirva suministrar la ubicación física de la embarcación de nombre BICHITOS. MOTOR 2...’
(sic).

Posteriormente en fecha 25 de marzo de 2015, con ocasión a la celebración de la audiencia


constitucional, ésta instancia Superior (sic) solicitó información actualizada vía telefónica sobre el
tema decidendum al Tribunal Penal de Primera Instancia Estadal y Municipal en Funciones de Control
N° 02 de este Circuito Judicial Penal, Extensión El Tigre, en su condición de presunto agraviante,
quien dejo sentado en el informe remitido vía fax, en esa misma fecha, lo siguiente:

‘Una vez revisada la presente causa se evidencia que existen cinco solicitudes del mencionado bien,
por su parte de las profesionales del Derecho ABGS (sic), Julia Gómez y Gloria Villamizar, fechadas
28-09-2011, en la cual el tribunal en fecha 10-10-2011 dicta auto mediante el cual este tribunal visto
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el escrito presentado por la ciudadana ABG. JULIA GOMEZ (sic), en su carácter de apoderada del
ciudadano FRANCISCO PACHECO DIAZ (sic), mediante el cual solicita a este Tribunal (sic) se sirva
hacerle entrega a su mandante, de una embarcación propiedad del mismo, de nombre BICHITOS,
MOTOR 2, MARCA CRUISER CON SERIALES NOL396787 y OL-396789 DE 380 HP CADA UNO
DE MODELO 3672 AÑO 2000, SERIAL DE CASCO CRSUSC46D000; acordando el Juez a cargo
para ese momento, a los fines de proveer, ratificar el oficio N° 3538-12 de fecha 28-05-2012 dirigido
a la Oficina Nacional Antidrogas para la práctica de experticias de ley correspondiente, así como la
investigación de su tradición legal y se acuerda oficiar al Director de la Organización Nacional
Antidrogas, con Sede en Caracas, a los fines de que se sirva suministrar la ubicación física de la
embarcación de nombre BICHITOS, MOTOR 2; constatándose del sistema juris 2000 que hasta la
presente fecha no se ha recibido respuesta’.
‘Así mismo hago el conocimiento de ese honorable tribunal colegiado, en la presente causa hubo una
división de la continencia de la causa, en virtud que aún faltan por materializarse las Ordenes (sic)
de Aprehensión (sic) en contra de los ciudadanos VASSYLY KOTOSKY VILLAROEL RAMIREZ (sic)
Y SOBIESKI ARIKYURI RAMIRE (sic), por la cual la causa principal se encuentran (sic) en ese
Tribunal (sic) de Control (sic), siendo remitida la división de la continencia al Tribunal (sic) de
Ejecución (sic) vista la admisión de los hechos y la condena de los imputados…’ (sic).

Es menester resaltar el criterio asentado en la decisión, del 22 de abril de 2005, de la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia de la Magistrada DRA.LUISA
ESTELA (sic) MORALES LAMUÑO.

[omissis]

Concerniente con este criterio, este Tribunal (sic) Colegiado (sic) actuando en sede Constitucional
(sic) considera oportuno establecer al quejoso que el juez de amparo no puede actuar como una nueva
instancia, corrigiendo actuaciones de los jueces o interpretaciones que estos le den a una determinada
norma jurídica, ya que estos constituyen vicios de naturaleza legal de contenido procesal que deben
ser resueltos por la vía ordinaria, a través de los recursos contenidos en nuestro ordenamiento jurídico
procesal penal, siendo que la acción de amparo constitucional constituye un mecanismo destinado
exclusivamente a proteger el goce y ejercicio de los derechos constitucionales.

Ahora bien, esta Alzada (sic) resalta (sic) la Ley Orgánica de Amparo Sobre (sic) Derechos y
Garantías Constitucionales, en su artículo 6, el cual establece los presupuestos por los cuales no se
admitirá el amparo.

[omissis]

En efecto nuestro Tribunal Supremo de Justicia en decisión, de fecha 26 de febrero de 2013, Exp 12-
0467, Sala Constitucional, Magistrado: DR. JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER.

[omissis]

En el presente caso se verifica que las accionantes indicaron que por medio del presente amparo se
ordenare el levantamiento de la medida de incautación y resguardo de la embarcación denominada:
BICHITOS, Motor 2 Marca: CRUISER CON SERIALES N OL396787 y OL-396789 DE 380 HP,
CADA UNO DE MODELO 3672 AÑO 2000, SERIAL DEL CASO (sic) CRSUSC46D000 y se
ordenare la entrega de dicha embarcación al ciudadano FRANCISCO PACHECO DÍAZ; esta
instancia observa de los informes suscritos por el presunto agraviante, que en determinadas
oportunidades éste ha oficiado al Director de la Oficina Nacional Antidrogas (O.N.A.), con sede en
caracas (sic), a fin de que informe la ubicación física de la aludida embarcación, de lo cual no ha
recibido respuesta, en tal sentido, esta Alzada (sic) Constitucional (sic) considera que el Tribunal (sic)
de Primera (sic) Instancia (sic) no se ha pronunciado pese haber realizado lo conducente, pues el bien
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Ó
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mueble reclamado tiene una medida cautelar de incautación cuya disposición es ajena al Órgano
Jurisdiccional, habiéndose solicitado su ubicación y verificándose la ratificación de tal pedimento.

La incautación es una figura nominada y con carácter accesorio, la cual se encuentra perfectamente
establecida en el artículo 183 de la Ley Orgánica de Drogas.

[omissis]

A mayor abundamiento, ha precisado el Tribunal Supremo de Justicia, que en materia vinculada al


tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, los bienes muebles e inmuebles que en un momento se
emplearen para la comisión de los delitos en materia de drogas o procedan de los beneficios de dichos
delitos, los mismos no pueden ser fuente de enriquecimiento personal, aun de aquellas personas que
no estuvieren involucradas en la comisión del hechos punible, estableciéndose sobre ellos
preventivamente incautación como medida de aseguramiento conforme lo preceptúa la Ley Orgánica
de Drogas, (ver sentencia N°120, expediente 10-0864, de fecha 25 de febrero de 2011, caso: Banco
Comercial Portugués S..A).

De igual Forma en dicha sentencia N°120, expediente 10-0864, de fecha 25 de febrero de 2011, de la
Sala Constitucional, con ponencia de la Magistrada Dra. CARMEN ZULETA DE MERCHÁN.

[omissis]

Para abundar en lo anterior, es oportuno destacar la sentencia de la Sala Constitucional, con ponencia
de la Magistrada Dra. GLADYS GUTIERREZ (sic) ALVARADO, de fecha 17/12/2014, N°1784.

[omissis]

Igualmente la misma Sala, estableció en fallo N° 5067, de fecha 15/12/2005, con Ponencia de la
Magistrada DRA. LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO, el cual guarda relación con los
presupuestos de admisibilidad de la Acción (sic) de Amparo (sic).
[omissis]

De los (sic) anteriores jurisprudencias, se destaca que nuestra legislación ha sostenido que, el
pronunciamiento de admisibilidad o inadmisibilidad que realice un órgano jurisdiccional se encuentra
vinculado a la concurrencia o no de los requisitos previos que deben cumplirse necesariamente a los
fines de darle curso a la tramitación de una determinada pretensión, observando este Tribunal
Constitucional que el caso bajo estudio no satisface las exigencias de ley que pudieran traducir la
violación de derechos constitucionales y legales de los alegados por las accionantes, al no constar en
autos correspondencia entre lo argüido y lo habido en autos.

En base a las consideraciones que anteceden, según el artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales y en atención a la letra jurisprudencial, la presente Acción (sic)
de Amparo (sic) Constitucional (sic) interpuesta por la omisión de pronunciamiento por parte del
Tribunal (sic) de Primera (sic) Instancia (sic) sobre las solicitudes de entrega de la embarcación tipo
lancha de nombre BICHITOS, Motor 2 Marca: CRUISER CON SERIALES N OL396787 y OL-
396789 DE 380 HP, CADA UNO MODELO 3672 AÑO, SERIAL DEL CASO (sic) CRSUSC4D000,
resulta inadmisible ‘in limine litis’, al verificar esta Alzada (sic) la inexistencia de violación de
derecho o garantía constitucional alguna, lo cual hace que resulte innecesario abrir el contradictorio,
cuando AB INITIO se ha verificado que el Tribunal (sic) de Primera (sic) Instancia (sic) ha oficiado al
Director de la Oficina Nacional Antidrogas (O.N.A), con sede en Caracas, a fin de que se informe la
ubicación física de la aludida embarcación, de lo cual no ha recibido respuesta, por lo cual resulta
evidentemente que la acción de amparo es manifiestamente inadmisible. Y ASI (sic) DECIDE”.

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lV
DE LA APELACIÓN INTERPUESTA

El 14 de abril de 2015, los abogados Julia Gómez González y Manuel Rodríguez Castillo, interpusieron un
recurso de apelación contra la decisión, dictada 7 de abril de 2015, emanada de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, teniendo como argumento para ello, lo siguiente:
Que “[s]olicitamos LA APELACION (sic) DE LA DISICION (sic) DEL AMPARO CONSTITUCIONAL
SIGNADO CON EL NUMERO (sic) BPO1-O-2014-000019, el cual guarda relación con la causa principal

número BP11-P-2008-003135 que cursa en el Tribunal Segundo de Control de Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoátegui, en virtud de (sic) solicitud de la devolución de la embarcación tipo lancha denominada ‘BICHITOS’
la cual es propiedad de nuestro representado, según se evidencia en documento debidamente protocolizado por
ante (sic) la Oficina de Registro Público del Distrito Marcano del Estado Nueva Esparta, en fecha Diecisiete (17)
de Julio (sic) del año Dos Mil (2000), bajo el número Trece (13), folios Setenta y Dos (72) al Setenta y Seis (76),

del Protocolo Primero, Tomo Primero del Tercer Trimestre del Año Dos Mil (2000). Es a (sic) virtud del presente
escrito, apelo (sic) de la decisión dictada, en fecha 07 de abril de 2015, así mismo me reservo el lapso de treinta
(30) días para fundamentar la apelación. Igualmente solicito a (sic) se me expida copia fotostática debidamente
certificada de las actuaciones que conforman el recurso de amparo Es (sic) Justicia (sic) a la fecha de su
presentación”.
V
DE LA COMPETENCIA

En primer lugar, debe esta Sala determinar su competencia para conocer de la presente apelación y, a tal
efecto, observa:

Ahora bien, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, establece en el artículo 25, numeral 19, que
la Sala Constitucional es competente para “conocer las apelaciones contra las sentencias que recaigan en los
procesos de amparo constitucional autónomo que sean dictadas por los juzgados superiores de la República,
salvo contra la de los Juzgados Superiores en lo Contencioso Administrativo”.

En el caso sub iudice, la decisión apelada ha sido dictada la Corte de Apelaciones el Circuito Judicial

Penal del Estado Anzoátegui, al conocer, en primera instancia, de la acción de amparo interpuesta contra el
Tribunal Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control de este Circuito Judicial Penal de Estado
Anzoátegui.

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Siendo ello así, y a tenor de lo establecido en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos
y Garantías Constitucionales, esta Sala resulta competente para conocer de la presente apelación, y así se declara.
VI
MOTIVACIONES PARA DECIDIR

Determinada la competencia, pasa la Sala a pronunciarse sobre la admisibilidad del asunto sometido a su
conocimiento, para lo cual observa:
Como punto previo esta Sala Constitucional, en atención al criterio establecido en la decisión número
3.027/2005, de 14 de octubre (caso: César Armando Caldera Oropeza), debe pronunciarse preliminarmente

sobre la tempestividad de la apelación interpuesta; y al respecto, observa que el fallo apelado fue publicado, el
martes 7 de abril de 2015, y la parte accionante se dio por notificada en forma tácita, el martes 14 de abril de
2015, oportunidad en la cual ejerció el recurso de apelación, sin consignar ante esta Sala en los treinta (30) días
siguientes –de la remisión de las actuaciones por parte del A quo- la fundamentación del recurso de apelación
interpuesto, en virtud de la decisión N° 442, del 4 de abril de 2001 (Caso: Estación de Servicios Los Pinos); en

razón de lo cual, al haber sido interpuesta la apelación dentro de los tres (3) días calendarios consecutivos,
previstos en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y en
atención al criterio de esta Sala Constitucional en la decisión número 501/2000, del 31 de mayo (caso:
Seguros Los Andes C.A), se concluye que el recurso de apelación fue interpuesto tempestivamente. Así se
declara.

Establecido lo anterior, esta Sala observa, que el día 29 de julio de 2015, la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui remitió a esta Sala Constitucional la acción de amparo
constitucional, interpuesta por las abogadas Julia Gómez González y Gloria Villamizar, actuando en su condición
de apoderadas judiciales del ciudadano Francisco Pacheco Díaz, a los fines de solicitar que “se ordene el
levantamiento de la medida de incautación y resguardo y a su vez la entrega, de la embarcación tipo Lancha (sic)
denominada ‘BICHITOS’, Motor 2 MARCA CRUISER CON SERIALES N.- OL396789 Y OL-396789 DE 380 HP

CADA UNO MODELO 3672 AÑO 2000, SERIAL DEL CASCO CRSUSC46D000, luego de que se cumplan con
las formalidades de Ley (sic), en trámite por ante (sic) ese juzgado, la referida lancha está a la orden de la
Fiscalía Novena del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, Puerto La Cruz, y
resguardo de la OFICINA NACIONAL ANTIDROGAS (ONA), desde hace aproximadamente (5) años y (3) meses
en virtud de los hechos investigados en el expediente 03-F9-139-08, nomenclatura seguida por la referida

Fiscalía”; todo ello con ocasión al recurso de apelación interpuesto contra la decisión dictada el 7 de abril de

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2015, emitida por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, mediante la cual
declaró inadmisible “in limine litis” la acción de amparo constitucional contra el Tribunal Segundo de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui.
Así las cosas, esta Sala precisa que, la parte apelante en la acción de amparo constitucional solicitó lo
siguiente “Ciudadanos Magistrados, con todo el debido respeto, solicitó ante su competente autoridad, que se

libre oficio antes la (sic) el TRIBUNAL DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL TIGRE (sic) y
ordene la devolución a su propietario de la embarcación denominada ‘BICHITOS’”.
Por su parte, el tribunal a quo constitucional, en la decisión apelada estableció que “las accionantes
solicitan (sic) a esta Alzada Constitucional [que] se ordenen mediante oficio la devolución de la embarcación
denominada ‘BICHITOS’ a su representado, por cuanto han transcurrido más de cinco (5) años y tres (3) meses

desde la incautación del referido bien, tiempo en el cual consideran que se ha vulnerado los derechos
constitucionales relativos al debido proceso y al derecho a la propiedad”.
Igualmente, el referido Juzgado Colegiado al resolver el amparo refirió que “[…] En el presente caso se
verifica que las accionantes indicaron que por medio del presente amparo se ordenare el levantamiento de la
medida de incautación y resguardo de la embarcación denominada: BICHITOS […] y se ordenare la entrega de
dicha embarcación al ciudadano FRANCISCO PACHECO DÍAZ; esta instancia observa de los informes suscritos

por el presunto agraviante, que en determinadas oportunidades éste ha oficiado al Director de la Oficina
Nacional Antidrogas (O.N.A), con sede en Caracas, a fin de que informe la ubicación física de la aludida
embarcación, de lo cual no ha recibido respuesta, en tal sentido, esta Alzada Constitucional considera que el
Tribunal de Primera Instancia no se ha pronunciado pese haber realizado lo conducente, pues el bien mueble
reclamado tiene una medida cautelar de incautación cuya disposición es ajena al Órgano jurisdiccional[…]”.

Ahora bien, visto lo anterior, esta Sala precisa que la parte actora interpone la presente demanda de
amparo a los fines de solicitar el levantamiento de la medida cautelar de incautación preventiva del bien mueble
tipo: lancha, de nombre: “LOS BICHITOS”, decretada por el Tribunal Segundo de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui.
Igualmente, esta Sala destaca que uno de los alegatos del accionante en su acción de amparo, es la falta de

pronunciamiento de dicho Tribunal de Primera Instancia en lo Penal respecto a la devolución de dicho bien
mueble, alegando, a tal efecto el quejoso que no es imputado en la causa penal y que dicho bien no le pertenece a
ningún otro imputado de ese proceso penal. Por tal sentido, sostiene que, dicha medida de incautación debe ser
levantada, y como consecuencia, devuelto el bien mueble a su legítimo propietario.
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Dicho lo anterior, se desprende de los alegatos de la parte accionante y de las actas que conforman el
presente expediente, que el Tribunal Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial
Penal del Estado Anzoátegui, si se ha pronunciado respecto a la solicitud de levantamiento de la medida cautelar
de incautación preventiva del bien mueble tipo: lancha, de nombre: “LOS BICHITOS”, tal como el propio
accionante lo señaló al tenor siguiente:
“el 20 de febrero de 2009, solicitó ante el Tribunal N°2 de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Anzoátegui, con sede en El Tigre, la entrega material de la lancha, lo cual fue negado
mediante decisión del 18 de marzo de 2009, en la cual se señaló que ‘es en fase de juicio y para el
momento de dictar sentencia cuando resulta procedente el pronunciamiento en relación al destino de
los bienes muebles e inmuebles sujetos a medidas preventivas (...) y en el caso de autos nos
encontramos en la fase intermedia’; además, agregó ‘… que no descarta la posibilidad de
participación de terceras personas en la ejecución de este tipo ilícito. Sin embargo ciudadana Jueza
como puede evidenciarse, esta sentencia fue apelada, el 18 de marzo de 2009, correspondiéndole el
conocimiento a la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, con sede
en Barcelona, la cual, el 25 de junio de 2009, declaró sin lugar la solicitud de entrega material bajo
el argumento de que ‘la investigación fiscal aun (sic) no ha concluido en relación a terceras personas
o bienes involucrados en el caso bajo estudio’; contra esta última decisión, se ejerce un acción de
amparo por la violación de los derechos a la propiedad y del debido proceso”.

Se desprende del alegato parcialmente transcrito, que el Tribunal Segundo de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, si se pronunció respecto a la solicitud de
levantamiento de la medida cautelar de incautación preventiva del bien mueble tipo: lancha, de nombre: “LOS
BICHITOS”, señalando, inclusive, el momento procesal el cual procede el reclamo y pronunciamiento respecto a

la entrega de dicho bien mueble, lo cual permite para esta Sala determinar, que el fundamento del presente
amparo no es por omisión de pronunciamiento, sino para solicitar el levantamiento de la medida cautelar de
incautación preventiva de un bien mueble, negada por el Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones de
Control antes mencionado, el 18 de marzo de 2009, máxime cuando la demanda de amparo no es clara, al no
precisar cuáles fueron las oportunidades posteriores en que solicitó la devolución de dicho bien mueble, ni

presentar algún medio probatorio, que evidenciara tales petitorios.

Por otra parte, esta Sala observa que el hoy quejoso tenía a su disposición, antes de acudir a la vía del
amparo, un medio judicial preexistente -aun y cuando no fuera parte en el proceso penal-, a los efectos de enervar
la medida de incautación preventiva dictada por el Tribunal Segundo de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Anzoátegui. En tal sentido, se advierte que dicho medio judicial se encuentra constituido por la figura de
la oposición a la providencia cautelar, la cual pudo ser formulada por dicho ciudadano, en su calidad de tercero

afectado por aquélla, con base en el artículo 518 del Código Orgánico Procesal Penal, en concordancia con los
artículos 602 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
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Sobre la necesidad del agotamiento de la oposición a la medida cautelar de incautación preventiva por
parte de los terceros que vean afectados sus derechos, antes de acudir a la vía del amparo, esta Sala, en sentencia
N° 785 del 7 de abril de 2006, se asentó que:

“… con relación al auto dictado el 27 de abril de 2005, mediante el cual se decretó una medida
preventiva para el aseguramiento de bienes del imputado, con fundamento en el artículo 551 del
Código Orgánico Procesal Penal, los accionantes o los terceros que se consideren afectados, podían
haber ejercido la oposición a dicha medida, establecida en el artículo 602 del Código de
Procedimiento Civil- y sólo si los jueces de la alzada, quienes igualmente son protectores de la
Constitución, que conocieren de esta petición, decidieran con violación de derechos y garantías
constitucionales, que amenazaran de irreparable su situación, podría acudir a la vía del amparo”.

Adecuando el anterior criterio jurisprudencial al caso de autos, se concluye que la presente acción de
amparo propuesta se subsume en la causal de inadmisibilidad prevista en el artículo 6 numeral 5 de la Ley

Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el cual dispone lo siguiente:

“Artículo 6.- No se admitirá la acción de amparo:


(…)
5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales ordinarias o hecho uso de los
medios judiciales preexistentes. En tal caso, al alegarse la violación o amenaza de violación de un
derecho o garantía constitucionales, el Juez deberá acogerse al procedimiento y a los lapsos
establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la presente Ley, a fin de ordenar la suspensión provisional
de los efectos del acto cuestionado;” (…).

Sobre este particular, debe reiterarse el carácter especial de la acción de amparo y el problema que

constituiría el otorgarle un carácter sustitutivo de los demás mecanismos judiciales, los cuales al ser parte de un
sistema jurídico homogéneo, se presentan igualmente como garantizadores y protectores de los derechos y
garantías constitucionales (sentencia N° 785 del 7 de abril del 2006).

A mayor abundamiento, no puede pretender el quejoso la sustitución, con el amparo, de los medios o
recursos que previamente dispuso el ordenamiento procesal penal para el restablecimiento de la situación jurídica

que supuestamente fue infringida, pues dichos medios constituyen la vía idónea como garantía de la tutela judicial
eficaz y sólo cuando no obtengan respuesta o haya una dilación procesal indebida pueden, los interesados, acudir
a la vía del amparo. El fundamento de ello descansa en el carácter subsidiario de la acción de amparo.

En tal sentido, se reitera el criterio sustentado en sentencia N° 2.198 del 9 de noviembre del 2001, en la
cual se estableció lo siguiente:

"Es criterio de esta Sala, tejido al hilo de los razonamientos precedentes, que la acción de amparo
constitucional opera bajo las siguientes condiciones:
a) Una vez que la vía judicial haya sido instada y que los medios recursivos hayan sido agotados,
siempre y cuando la invocación formal del derecho fundamental presuntamente vulnerado, en la vía o
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a través del medio correspondiente, no haya sido satisfecha; o


b) Ante la evidencia de que el uso de los medios judiciales ordinarios, en el caso concreto y en virtud
de la urgencia de la restitución, no dará satisfacción a la pretensión deducida.
La disposición del literal a) apunta a la comprensión de que el ejercicio de la tutela constitucional por
parte de todos los jueces de la República, a través de cualquiera de los canales procesales dispuestos
por el ordenamiento jurídico, es una característica inmanente al sistema judicial venezolano, tal como
se afirmó en líneas anteriores; por lo que, en consecuencia, ante la interposición de una acción de
amparo constitucional, los tribunales deberán revisar si fue agotada la vía ordinaria o fueron
ejercidos los recursos, que de constar tales circunstancias, la consecuencia será la inadmisión de la
acción, sin entrar a analizar la idoneidad del medio procedente, pues el carácter tuitivo que la
Constitución atribuye a las vías o medios procesales ordinarios les imprime la potestad de conservar
o restablecer el goce de los derechos fundamentales, por lo que su agotamiento es un presupuesto
procesal a la admisibilidad de la acción de amparo.
La exigencia del agotamiento de los recursos a que se refiere el aludido literal, no tiene el sentido de
que se interponga cualquiera imaginable, sino sólo los que permitan reparar adecuadamente lesiones
de derechos fundamentales que se denuncian. No se obliga, pues, a utilizar en cada caso todos los
medios de impugnación que puedan estar previstos en el ordenamiento procesal, sino tan sólo
aquellos normales que, de manera clara, se manifiesten ejercitables y razonablemente exigibles. Por
ejemplo, ante el agotamiento de la doble instancia en un juicio civil, el actor tendrá la posibilidad de
recurrir en casación o en amparo constitucional, pues es sabido que aquélla constituye una vía
extraordinaria de revisión.
De cara al segundo supuesto [literal b], relativo a que la acción de amparo puede proponerse
inmediatamente, esto es, sin que hayan sido agotados los medios o recursos adjetivos disponibles, el
mismo procede cuando se desprenda de las circunstancias fácticas o jurídicas que rodean la
pretensión, que el uso de los medios procesales ordinarios resulta insuficiente para el restablecimiento
del disfrute del bien jurídico lesionado.
Alguna de tales circunstancias podría venir dada cuando, por ejemplo, la pretensión de amparo
exceda del ámbito intersubjetivo para afectar gravemente al interés general o el orden público
constitucional; en caso de que el recurrente pueda sufrir una desventaja inevitable o la lesión devenga
irreparable por la circunstancia de utilizar y agotar la vía judicial previa (lo que no puede enlazarse
el hecho de que tal vía sea costosa o menos expedita que el procedimiento de amparo, tal como lo
argumenta el accionante); cuando no exista vía de impugnación contra el hecho lesivo, o ésta sea de
imposible acceso; cuando el peligro provenga de la propia oscuridad o complejidad del ordenamiento
procesal; o ante dilaciones indebidas por parte los órganos judiciales, tanto en vía de acción principal
como en vía de recurso”.

En este mismo orden de ideas, en sentencia N° 2.369 del 23 de noviembre del 2001, esta Sala estableció:
“…la norma prevista en el artículo 6, numeral 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, consagra simultáneamente el supuesto de admisibilidad e
inadmisibilidad de la acción de amparo.
Así, en primer término, se consagra claramente la inadmisión de la acción cuando el agraviado haya
optado por recurrir a la vías ordinarias o a los medios judiciales preexistentes, sobre el fundamento
de que todo juez de la República es constitucional y, a través del ejercicio de los recursos que ofrece
la jurisdicción ordinaria, se pueda alcanzar la tutela judicial efectiva de derechos o garantías
constitucionales.
No obstante, la misma norma es inconsistente, cuando consagra que, en el caso de la opción por la
vía ordinaria, si se alega violación o amenaza de violación de un derecho o garantía constitucionales,
la acción de amparo será admisible, caso en el cual el juez deberá acogerse al procedimiento y a los
lapsos previstos en los artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, y su decisión versará exclusivamente sobre la suspensión o no, de
manera provisional, sobre el acto cuestionado de inconstitucionalidad.

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En otras palabras, la acción de amparo es inadmisible cuando el agraviado haya optado por recurrir
a vías ordinarias o hecho uso de los medios judiciales preexistentes; por argumento a contrario es
admisible, entonces, si el agraviado alega injuria constitucional, en cuyo caso el juez debe acogerse
al procedimiento y a los lapsos establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, a fin de ordenar la suspensión provisional de
los efectos del acto cuestionado. Ahora bien, para que el artículo 6.5 no sea inconsistente es
necesario, no sólo admitir el amparo en caso de injuria inconstitucional, aun en el supuesto de que el
agraviado haya optado por la jurisdicción ordinaria, sino, también, inadmitirlo si éste pudo disponer
de recursos ordinarios que no ejerció previamente. De otro modo, la antinomia interna de dicho
artículo autorizaría al juez a resolver el conflicto de acuerdo con las técnicas integrativas de que
dispone el intérprete (H. Kelsen, Teoría Pura del Derecho, Buenos Aires, Eudeba, 1953, trad, de
Moisés Nilve)”.

Siendo así, resulta evidente entonces que en el caso sub lite, la parte accionante disponía de un mecanismo
ordinario, distinto a la acción de amparo, lo suficientemente eficaz e idóneo para plantear su pretensión, ya que

como se indicó supra, pudo haber ejercido la oposición a la medida cautelar antes señalada.
La posibilidad de acudir excepcionalmente a la acción de amparo constitucional, sin haber agotado
previamente la vía ordinaria, requiere que la vulneración del derecho constitucional denunciado sea tal, que
muestre clara e indubitablemente la falta de idoneidad de la vía ordinaria para restablecer la situación jurídica
infringida y evitar se causen daños irreparables (sentencia N° 785 del 7 de abril del 2006), por lo cual deberá

justificar y fundamentarse la interposición del amparo en la inexistencia o de la falta de idoneidad de la vía


ordinaria, lo cual no se evidencia en el caso de autos, pues la parte accionante disponía de un medio judicial
preexistente suficiente para satisfacer su pretensión. Así se declara.

Declarado lo anterior, no obstante esta Sala señala, tal como se mencionó supra como quiera que la
conducta que motivó el amparo de autos es la imposición de la medida de incautación preventiva por el Tribunal
Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui,
respecto al bien mueble, tipo: lancha, de nombre: “LOS BICHITOS”; se destaca que en los procesos con ocasión

a la comisión de los delitos al tráfico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, la jurisprudencia de esta
Sala Constitucional ha sido pacífica en señalar que los bienes empleados para la comisión de los delitos en
materia de “drogas” o proceden de los beneficios de dichos delitos no pueden ser fuente de enriquecimiento
personal, aun de aquellas personas que no estuvieran involucradas en la comisión del hecho punible, de allí que el
texto normativo que regula la materia de sustancias estupefacientes y psicotrópicas establezca la incautación

preventiva de dichos bienes como una medida de aseguramiento de los mismos (Vid. sentencia N° 1024, del 11
de mayo de 2006, caso: Iván Pacheco Escriba).

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A tal efecto, la medida de aseguramiento dictada contra el bien mueble, tipo: lancha, de nombre: “LOS
BICHITOS”, se encontraba regulada, para el momento de la consumación del delito investigado en el presente
caso, en el artículo 66 de la derogada Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, que en tal sentido disponía lo siguiente:
“Los bienes muebles o inmuebles, capitales, naves, aeronaves, vehículos automotores terrestres,
semovientes, equipos, instrumentos y demás objetos que se emplearen en la comisión del delito
investigado, así como aquellos bienes acerca de los cuales exista fundada sospecha de su procedencia
delictiva previstos en esta Ley o de delitos conexos, tales como bienes y capitales de los cuales no se
pueda demostrar su lícita procedencia, haberes bancarios, nivel de vida que no se corresponden con
los ingresos o cualquier otro aporte lícito, importaciones o exportaciones falsas, sobre o doble
facturación, traslados en efectivo violando normas aduaneras, transacciones bancarias o financiares
hacia o desde otros países sin que se pueda comprobar su inversión o colocación lícita, transacciones
inusuales, en desuso, no convencionales, estructuradas o de tránsito catalogadas como sospechosas
por los sujetos obligados, tener empresas, compañías o sociedades falsas, o cualquier otro elemento
de convicción, a menos que la ley prohíba expresamente admitirlo, serán en todo caso incautados
preventivamente y se ordenará cuando haya sentencia definitiva firme, su confiscación”.

Ahora bien actualmente, dicha disposición normativa se encuentra establecida en el artículo 183 de la Ley
Orgánica de Drogas, y en razón de ello, esta Sala ha fijado criterio relativo a dicho artículo que comprende el
aseguramiento de los bienes vinculados a los delitos de tráfico de drogas, siendo entre otras la decisión N° 1629

del 5 de diciembre de 2012, que establece lo siguiente:


“Llegado a este punto, la Sala estima oportuno comentar la disposición que actualmente regula el
procedimiento a seguir para la entrega de bienes incautados preventivamente en materia de tráfico
ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, la cual está contenida en el artículo 183 de la
Ley Orgánica de Drogas, que a la letra señala:
BIENES ASEGURADOS, INCAUTADOS Y CONFISCADOS
Artículo 183. El juez o jueza de control, previa solicitud del o la fiscal del Ministerio Público,
ordenará la incautación preventiva de los bienes muebles e inmuebles que se emplearen en la
comisión del delito investigado de conformidad con esta ley, o sobre los cuales existan elementos de
convicción de su procedencia ilícita. Mientras se crea el servicio especializado de administración de
bienes incautados, los bienes antes señalados serán puestos a la orden del órgano rector para su
custodia, mantenimiento, conservación, administración y uso; el cual los podrá asignar para la
ejecución de sus programas y los que realicen los entes y órganos públicos dedicados a la prevención
y represión de los delitos tipificados en esta Ley, así como a los entes y órganos públicos dedicados a
los programas de prevención, tratamiento, rehabilitación y reinserción social de la persona
consumidora. Se exonera de tal medida al propietario o propietaria, cuando concurran
circunstancias que demuestren su falta de intención, lo cual será resuelto en la audiencia
preliminar (Subrayado añadido)
La disposición legal transcrita supra circunscribe el pronunciamiento judicial sobre la entrega de
bienes incautados preventivamente en los procesos seguidos por la comisión de delitos de drogas al
momento de celebrarse la audiencia preliminar, al igual que lo establecía el artículo 63 de la Ley
derogada, respecto de los delitos de Tráfico Ilícito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas en
sus distintas modalidades que contemplaban los artículos 31, 32 y 33, cuando estos se realizaban en
naves, aeronaves, ferrocarriles u otros vehículos automotores terrestres o en semovientes, los cuales
serían incautados preventivamente hasta su confiscación en la sentencia definitiva, exonerándose de
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tal medida al propietario, cuando concurran circunstancias que demuestren su falta de intención, lo
cual sería resuelto en la audiencia preliminar.
Asimismo, y para complementar tal aspecto, esta Sala en la sentencia N° 120/2011 del 25 de febrero
(caso: Banco Comercial Portugués S.A. y Tinarlines-Transporte Aéreo S.A.), con respecto a la
intervención de los terceros interesados en los procesos iniciados por la comisión de delitos de
drogas, estableció lo siguiente:
“Precisado lo anterior, se destaca que en materia vinculada al tráfico ilícito de sustancias
psicotrópicas y estupefacientes, esta Sala ha señalado que los bienes que se emplean para la
comisión de los delitos en materia de “drogas” o proceden de los beneficios de dichos delitos no
pueden ser fuente de enriquecimiento personal, aun de aquellas personas que no estuvieran
involucradas en la comisión del hecho punible, de allí que el texto normativa que regula la materia de
sustancias estupefacientes y psicotrópicas establezca la incautación preventiva de dichos bienes
como una medida de aseguramiento de los mismos (vid. sentencia N° 1024, del 11 de mayo de 2006,
caso: Iván Pacheco Escriba).
Además, la referida medida de aseguramiento aquí impugnada, dictada contra la aeronave Cessna
Citation X, Siglas CS-DCT se encontraba regulada, para el momento de la consumación del delito
investigado en el presente caso, en el artículo 66 de la derogada Ley Orgánica contra el Tráfico
Ilícito y el Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, que disponía:
Los bienes muebles o inmuebles, capitales, naves, aeronaves, vehículos automotores terrestres,
semovientes, equipos, instrumentos y demás objetos que se emplearen en la comisión del delito
investigado, así como aquellos bienes acerca de los cuales exista fundada sospecha de su procedencia
delictiva previstos en esta Ley o de delitos conexos, tales como bienes y capitales de los cuales no se
pueda demostrar su lícita procedencia, haberes bancarios, nivel de vida que no se corresponden con
los ingresos o cualquier otro aporte lícito, importaciones o exportaciones falsas, sobre o doble
facturación, traslados en efectivo violando normas aduaneras, transacciones bancarias o financiares
hacia o desde otros países sin que se pueda comprobar su inversión o colocación lícita, transacciones
inusuales, en desuso, no convencionales, estructuradas o de tránsito catalogadas como sospechosas
por los sujetos obligados, tener empresas, compañías o sociedades falsas, o cualquier otro elemento
de convicción, a menos que la ley prohíba expresamente admitirlo, serán en todo caso incautados
preventivamente y se ordenará cuando haya sentencia definitiva firme, su confiscación …
La anterior disposición normativa, actualmente se encuentra prevista en el artículo 183 de la
Ley Orgánica de Drogas, en los siguientes términos:
El juez o jueza de control, previa solicitud del o la fiscal del Ministerio Público, ordenará la
incautación preventiva de los bienes muebles e inmuebles que se emplearen en la comisión del delito
investigado de conformidad con esta Ley, o sobre los cuales existan elementos de convicción de su
procedencia ilícita. Mientras se crea el servicio especializado de administración de bienes
incautados, los bienes antes señalados serán puestos a la orden del órgano rector para su guarda,
custodia, mantenimiento, conservación, administración y uso, el cual los podrá asignar para la
ejecución de sus programas y los que realicen los entes y órganos públicos dedicados a la prevención,
tratamiento, rehabilitación y reinserción social de la persona consumidora. Se exonera de tal medida
al propietario o propietaria, cuando concurran circunstancias que demuestren su falta de intención,
lo cual será resuelto en la audiencia preliminar.
En caso de ser alimentos, bebidas, bienes perecederos o de difícil administración incautados
preventivamente, el o la fiscal del Ministerio Público solicitará al juez o jueza de control su
disposición y venta anticipada. El juez o jueza de control, previo inventario de los mismos, y habiendo
escuchado a los terceros interesados o terceras interesadas de buena fe, autorizará de ser procedente,
su venta o utilización con fines sociales para evitar su deterioro, daño o pérdida. El producto de la
venta de los mismos será resguardado hasta que exista sentencia definitivamente firme.

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Cuando exista sentencia condenatoria definitivamente firme, se procederá a la confiscación de los


bienes muebles e inmuebles incautados preventivamente y se les destinará a los planes, programas y
proyectos en materia de prevención, tratamiento, rehabilitación y reinserción social de las personas
consumidores de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, así como a la prevención y represión de
los delitos tipificados en esta Ley. En caso de sentencia absolutoria definitivamente firme, los bienes
incautados preventivamente serán restituidos a sus legítimos propietarios o propietarias.
De modo que, de acuerdo con las anteriores disposiciones normativas los tribunales penales podían y
pueden incautar preventivamente los bienes que se emplean para la comisión de los delitos en
materia de “drogas” o que proceden de los beneficios de dichos delitos, atendiendo a lo señalado en
la ley especial, lo cual es un desarrollo de lo contemplado en el artículo 116 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. Sin embargo, aquellos bienes que no se correspondan a los
delitos de “drogas” –ni a otros señalados en el referido artículo 116, en caso de haberse incautado
preventivamente, puede ser devueltos a los propietarios, siempre y cuando el juicio penal no haya
terminado mediante sentencia definitivamente firme, toda vez que si los mismos son confiscados
(como pena) mediante sentencia definitivamente firme, su recuperación debe intentarse a través de
una demanda de reivindicación por haberse trasladado la propiedad, en estos casos, al Estado.
Los propietarios de los bienes que resultan afectados por la medida de aseguramiento y que, además,
poseen un derecho real sobre los mismos, son los únicos que se encuentran legitimados para reclamar
la devolución del bien que haya sido incautado preventivamente, máxime cuando la Ley especial que
rige en materia de “drogas” señala que la restitución se realizará a los legítimos propietarios. El
trámite de esta devolución, se inicia con una solicitud de reclamo por parte del propietario, en los
casos que exista una incautación preventiva, la cual puede ser apelada en el caso de que se niegue la
restitución en primera instancia”.
Como puede observarse de lo trascrito, los procedimientos por la comisión de delitos de drogas, la
intervención de terceros y la solicitud para restituir los bienes incautados se circunscriben a dos
actos procesales: el primero, la audiencia preliminar, con la incautación preventiva, y el segundo, la
sentencia definitiva y firme, con la incautación definitiva. En efecto, la inteligencia de la norma
contenida en el artículo 183 de la Ley Orgánica de Drogas, alude a que si en la audiencia preliminar
no se acredita la falta de intención del propietario o, ya al margen del elemento volitivo, los bienes
contienen interés procesal para el juicio, la devolución de los bienes corresponde ser resuelta en la
sentencia definitiva, oportunidad en la cual se dilucidará la entrega del bien o la incautación
definitiva, operando en este último caso la máxima jurisprudencial contenida en la sentencia de esta
Sala N° 120/2011 –ya citada- en lo atinente a la demanda por reivindicación”.

En razón del criterio jurisprudencial que antecede, esta Sala estableció las oportunidades procesales en las
cuales se pueden reclamar la restitución de los bienes muebles e inmuebles, como primer supuesto encontramos
que se refiere a la medida de incautación preventiva [carácter cautelar], la cual será exonerada a los propietarios
de los bienes bajo dicha medida preventiva siempre y cuando, demuestren en la audiencia preliminar su falta de

intención, respecto al segundo supuesto, referido a la confiscación [carácter definitivo], podrá ser resuelta, previa
sentencia definitivamente firme, por medio de una demanda de reivindicación.
En tal sentido, no queda más que advertirle al apelante que, el momento procesal para solicitar la
devolución del bien incautado preventivamente, es en la audiencia preliminar, siempre y cuando demuestre que
concurren circunstancias que evidencien su falta de intención o en su defecto hasta que culmine el juicio,

oportunidad en la cual el Juez determinará si tienen o no vinculación con el delito Juzgado; en cuyo caso serán
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confiscados con la sentencia definitivamente firme, “debiendo intentarse su recuperación a través de una
demanda de reivindicación por haberse trasladado la propiedad al Estado”.
Por otra parte, esta Sala advierte del folio 184 del expediente que, en la certificación efectuada por la
Secretaria de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, se computó erradamente
el lapso de la apelación del presente pronunciamiento de amparo, pues se hizo por días de audiencia y no por días

calendarios consecutivos, tal como lo estableció esta Sala con carácter vinculante en la sentencia N° 501, del 31
de mayo de 2000, (caso: Seguros Los Andes, C.A), en la cual se señaló, entre otros aspectos, lo siguiente:
“Bajo este orden de ideas, considera esta Sala que el lapso de tres (3) días para interponer el recurso
de apelación en amparo, previsto en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, debe ser computado por días calendarios consecutivos, excepto los
sábados, los domingos, el jueves y el viernes santos, los declarados días de fiesta por la Ley de
Fiestas Nacionales y los declarados no laborables por otras leyes, y así se declara, reiterando con
carácter vinculante lo ya expresado en el fallo del 1º de febrero de 2000 (caso: José Amando Mejía)”
(Subrayado de este fallo).

Como puede observarse, en criterio de la Sala, el lapso de tres (3) días para interponer el recurso de
apelación en amparo, previsto en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, debe computarse por días calendarios consecutivos -no por días de despacho ni por días de
audiencia-, excluyendo en dicho cómputo los sábados, los domingos, el jueves y el viernes santos, los declarados

días de fiesta por la Ley de Fiestas Nacionales y los declarados no laborables por otras leyes, en consecuencia, se
advierte a la Secretaria de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui que, en
futuras oportunidades, cuando le corresponda efectuar cómputos, una vez interpuesto el recurso de apelación en
los procesos de amparo constitucional, efectúe dicho cálculo por días calendarios consecutivos conforme al
precedente vinculante antes señalado.
Igualmente, esta Sala no puede soslayar pronunciarse respecto a unos defectos que constan en la decisión
dictada el 7 de abril de 2015, emanada de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoátegui, -la cual fue apelada ante esta Sala-, que afecta de forma eminente el trámite de la acción de amparo

constitucional y, así mismo, el principio de tutela judicial efectiva, debido proceso, celeridad procesal y, el
derecho a la defensa, siendo a tal efecto los siguientes:
La Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, al conocer la presente acción
de amparo en primera instancia, tramitó la misma de forma imprecisa, en el sentido, de que esgrimió en forma
conjunta en su decisión razones de inadmisibilidad y razones de improcedencia, lo cual luce contrario a las reglas
que rigen una adecuada motivación, declarando la acción de amparo “inadmisible in limine litis”; sin tomar en

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cuenta que la referencia jurídica in limine litis corresponde más a un pronunciamiento adelantado sobre el mérito
del asunto.
En tal sentido, esta Sala respecto al supuesto “in limine litis” en decisión N° 1790, del 18 de julio de
2005, estableció lo siguiente:
“Al margen de la declaratoria anterior, observó la Sala que la consultada declaró la inadmisibilidad
‘in limine litis de la acción de amparo por improcedente’. Al respecto, debe recordarse que las
causales de inadmisibilidad son supuestos que el legislador establece para asegurar la viabilidad del
proceso, por tanto, se trata de una declaratoria que se realiza ab initio del mismo, lo cual hace que
declarar inadmisible una acción de amparo al margen de la litis sea una afirmación redundante, a
menos que quiera contrastarse dicha mención con la declaratoria de inadmisibilidad realizada de
forma sobrevenida, supuesto que, por demás, es excepcional y no constituyó el caso de autos.
Igual censura merece la calificación que hizo de inadmisible por improcedente, pues la
improcedencia, que sí puede hacerse al margen del litigio, es decir, ‘in limine litis, está reservada
para aquellos supuestos en que el amparo, aun cuando no está incurso en una de las causales de
inadmisibilidad, en el fondo es evidente la inexistencia de la lesión constitucional aducida, haciendo
inoperante iniciar un proceso que a todas luces se presenta carente de objeto. En conclusión, la
infeliz expresión, en los términos en que ha sido citada, se refiere a soluciones procesales que en
el iter procedimental se verifican en etapas distintas, por lo que se insta al Juzgado Superior Segundo
en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia que se abstenga en el futuro de
utilizar la expresión ‘inadmisible in limine litis por improcedente’, pues las acciones de amparo o son
admisibles, inadmisibles, inadmisibles sobrevenidamente (una vez admitida la acción e iniciado el
proceso), con lugar, sin lugar o improcedentes o, finalmente, improcedentes in limine litis”. Así se
advierte.

De modo que, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, realizó una
incorrecta aplicación del supuesto “in limine litis”; ya que debió declarar al resolver el presente amparo la
inadmisibilidad sobrevenida.

Además, esta Sala hace notar que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoátegui, a los efectos de la resolución del presente amparo constitucional, el 25 de marzo de 2015 celebró
audiencia constitucional, y el 7 de abril de 2015, publicó la decisión fundada de lo decretado en la celebración de
dicha audiencia. En ese sentido, se acota que dicho Juzgado Colegiado, al publicar su decisión fuera del lapso de
los cinco (5) días que establece la sentencia N° 07 del 1° de febrero de 2000 (caso: “José Amando Mejía
Betancourt”), omitió notificar a las partes respecto a dicha publicación, contradiciendo, a su vez la sentencia N°
1199, del 26 de noviembre de 2010, (caso: “Isaías Blanco y otros”); mediante la cual esta Sala estableció la
finalidad de las notificaciones y citaciones, que además son catalogadas por esta Sala de orden público.
Por último, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, al evidenciar en las
actas del expediente que no constataba el respetivo poder especial que acreditaba la representación del ciudadano

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Francisco Pacheco Díaz, dictó despacho saneador, en razón de que esa carga incumplida por la parte accionante
era subsanable.
Ahora bien, esta Sala destaca que, la falta legitimación o representación que se invoca a favor de una

determinada persona no es subsanable en el procedimiento de amparo, tal como lo establece la sentencia N° 102
del 6 de febrero de 2001 (Caso: Oficina González Laya, C.A.), en los siguientes términos:
“(...) que en atención a la naturaleza jurídica del juicio de amparo y a su teleología, que la falta de
legitimación debe ser considerada como una causal de inadmisibilidad que afecta el ejercicio de la
acción, la cual debe ser declarada de oficio in limine litis por el sentenciador, con la finalidad de
evitar el dispendio de actividad jurisdiccional, lo cual se encuentra en consonancia con el fin último
de la institución del amparo y con los principios generales que orientan su concepción, como son la
celeridad, la economía procesal y la urgencia, todo ello a fin de evitar dilaciones inútiles”. Así se
advierte.

Por lo tanto, sobre la base de dicho criterio jurisprudencial, el Juzgado a quo constitucional no debió
ordenar la corrección de la carga incumplida por la parte actora, sino declarar inadmisible el amparo.
Igualmente, en concordancia con lo anterior, dicha Corte de Apelaciones, no debió insistir en solicitar
nuevamente a la parte actora que corrigiera el poder penal especial, que demostrare la cualidad de los abogados

accionantes toda vez que el poder especial que se presentó era suficiente al facultar a los abogados a “ejercer
recursos ordinarios y extraordinarios”. Y así pues la acción de amparo constitucional se encuentra comprendida,
prima facie, en la clasificación de “extraordinarios”, contenido en el referido documento poder, por lo que el
Juzgado a quo constitucional no debió dictar nuevamente despacho saneador, para que se corrigiera un defecto
inexistente. Así se advierte.
De esta manera, esta Sala Constitucional declara SIN LUGAR la presente apelación interpuesta por las
abogadas Julia Gómez y Gloria Villamizar, actuando en su carácter de apoderadas judiciales del ciudadano
Francisco Pacheco Díaz, contra la decisión del 7 de abril de 2015, emanada de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, y así mismo, REVOCA la decisión publicada el 7 de abril de 2015
emanada de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, que declaró “inadmisible

in limine litis”; y, en consecuencia, se declara INADMISIBLE en aplicación del numeral 5 del artículo 6 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales la acción de amparo constitucional contra
la imposición de la medida cautelar de incautación preventiva dictada por el Tribunal Segundo de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui.
Finalmente y en consecuencia de las advertencias anteriores, se APERCIBE a la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, conformada para ese entonces por las abogadas Linda

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Fernanda Silva [Presidenta]; Carmen Belén Guarata Alfaro y Magaly Brady Urbaez [Ponente], tener en cuenta
los criterios establecidos por esta Sala relativos a las resoluciones de los procedimientos de amparo, y a su vez,
no incurrir en las conductas descritas en el presente fallo, ya que como, consecuencia de ello, vulnerarían el
principio de tutela judicial efectiva, el debido proceso, la celeridad procesal y el derecho a la defensa. Así se
advierte.

VII
DECISIÓN

Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, administrando
justicia en nombre de la República, por autoridad de la ley, declara:

PRIMERO: SIN LUGAR la presente apelación interpuesta por las abogadas Julia Gómez y Gloria
Villamizar, actuando en carácter apoderadas judiciales del ciudadano Francisco Pacheco Díaz, contra la decisión
dictada el 7 de abril de 2015, emanada de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoátegui.
SEGUNDO: REVOCA la decisión dictada el 7 de abril de 2015, dictada por la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, que declaró “inadmisible in limine litis”.
TERCERO: INADMISIBLE la presente acción de amparo constitucional, interpuesta contra la
imposición de la medida cautelar de incautación preventiva dictada por el Tribunal Segundo de Primera Instancia
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui.
Publíquese, regístrese. Remítase el expediente a la Corte de Apelaciones de origen.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de

Justicia, en Caracas a los días 18 del mes de Junio de dos mil dieciocho (2019). Años: 209º de la Independencia y
160º de la Federación.
El Presidente,

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER

Vicepresidente,

ARCADIO DELGADO ROSALES


Los Magistrados,
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CARMEN ZULETA DE MERCHÁN


(Ponente)

GLADYS M. GUTIÉRREZ ALVARADO

CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON

La Secretaria,

MÓNICA ANDREA RODRÍGUEZ FLORES

15-1053.
CZdeM/

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