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1) La declaración de muerte presunta es un proceso judicial que declara a una persona fallecida si ha desaparecido durante cierto tiempo o circunstancias peligrosas, como un desastre.
2) Si una persona declarada muerta reaparece, puede solicitar un reconocimiento de existencia para recuperar su estatus como sujeto de derecho.
3) El proceso de reconocimiento de existencia anula los efectos de la declaración de muerte presunta anterior y devuelve los bienes de la persona a su posesión original.
1) La declaración de muerte presunta es un proceso judicial que declara a una persona fallecida si ha desaparecido durante cierto tiempo o circunstancias peligrosas, como un desastre.
2) Si una persona declarada muerta reaparece, puede solicitar un reconocimiento de existencia para recuperar su estatus como sujeto de derecho.
3) El proceso de reconocimiento de existencia anula los efectos de la declaración de muerte presunta anterior y devuelve los bienes de la persona a su posesión original.
1) La declaración de muerte presunta es un proceso judicial que declara a una persona fallecida si ha desaparecido durante cierto tiempo o circunstancias peligrosas, como un desastre.
2) Si una persona declarada muerta reaparece, puede solicitar un reconocimiento de existencia para recuperar su estatus como sujeto de derecho.
3) El proceso de reconocimiento de existencia anula los efectos de la declaración de muerte presunta anterior y devuelve los bienes de la persona a su posesión original.
Nuestro ordenamiento civil desarrolla en su normatividad teorías principistas que atañen a la
realidad socio-jurídica del Perú, tal es el caso del Art. 1 del Código al afirmar que la persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento y le reconoce el derecho a la vida desde su concepción en todo en lo que le favorece , pero la atribución de los derechos patrimoniales esa condición que nazca vivo, con esta declaración principista el Código Civil sienta las bases de la teoría del nacimiento de nuestro Derecho Civil, Teoría insumida dentro de nuestra realidad social y política del derecho. Esta teoría es contraria a la Teoría de la Concepción porque juzgamos que es irreal, pero que se exhibe como muy buena y justificada en Art. I del T.P. el Código de los Niños y los Adolescentes al señalar que la niñez empieza con la concepción que comprende hasta los 12 años. Si aceptamos esta teoría tendremos que saber la fecha en la que hemos sido concebidos para delimitar nuestra edad. Este imposible deja mucho que decir, pues no se trata de la vida, que empieza con la concepción que también lo admite nuestro C.C. sino más bien se trata de hacer del concebido un sujeto de derecho. Desde antes que haya nacido o sea expulsado del claustro materno1. Dejamos precisado que la persona aparece en la escena jurídica con su nacimiento como sujeto de derecho y hasta cuándo, pues, nuestro ordenamiento Civil lo tiene sancionado en su Art. 6l al precisar que la vida termina con la muerte, sala textual izar “La muerte pone fin a la persona” y a partir de allí qué somos, la doctrina nos dice que somos un objeto de especial consideración, no somos una cosa, he ahí el respeto y efectivamente la consideración de los deudos para con el fallecido. Ahora bien, si la muerte es el fin de la vida a partir de ésta nada somos, pues concluyó nuestra existencia. Pero se da el caso que este infausto evento, resulta de dos supuestos que resultan de la muerte natural y de la muerte presunta., en ambos casos se produce el fin de la vida. La muerta presunta. - Es el fin de la vida como consecuencia de algún evento catastrófico, del que todas las personas sin excepción estamos expuestas por circunstancias imprevistas De acuerdo con la doctrina son eventos catastróficos que generan desgracias indecibles entre otros los siguientes: la guerra, el hundimiento de embarcaciones, los terremotos y hundimientos terráqueos, la caída de aviones, sobre todo en el mar, el desplome de los socavones en las faenas mineras. Procedencia de la declaración de la muerte presunta. - La solicitud de la declaración de la, muerte presunta procede en los siguientes casos: 1.- Cuando hayan transcurrido 10 años desde las últimas noticias del desaparecido o de 5 años si el desaparecido tuviere más de 80 años de edad. 2.- Cuando hayan transcurrido 2 años si hubieran existido circunstancias constitutivas de peligro de muerte. El plazo corre a partir del momento de la cesación del evento catastrófico. 3.- Cuando exista certeza de la muerte de la persona sin que el cadáver sea encontrado o reconocido. De las hipótesis señaladas se puede advertir que para la declaración de la muerte presunta no se requiere la declaración de ausencia, pues, existen condiciones de orden superior que coexisten con la realidad relacionadas con el tiempo transcurrido que son 10, 5 y 2 años, respectivamente, contados desde el momento de la desaparición, según el caso, así como las circunstancias que pudieron generar la muerte del desaparecido. Estas circunstancias permiten el juzgador para que en la sentencia de declaración de la muerte presunta llegue a declarar no sólo la muerte sino también para indique la fecha probable de la muerte, incluso del lugar de la ocurrencia que se toma la del evento catastrófico del desaparecido. Ahora bien, en el supuesto que las pruebas aportadas al proceso no demostrasen a criterio del juez la veracidad de lo que se demanda o solicita, el juzgador puede declarar la ausencia insumiendo en dicha resolución lo señalado en el artículo 49 concordante con el Art. 66 del C. C. Consecuencias de la declaración de la muerte presunta. - Declarada la muerte presunta, por el hecho de convalidarla con la muerte natural, resultan las siguientes consecuencias: 1.- Declarada la muerte presunta el vínculo matrimonial queda disuelto, por consiguiente, el viudo o la viuda, según el caso, queda en libertad para contraer nuevo matrimonio. 2.- Fallecida la persona en aplicación de lo prescrito en el artículo 660 del C.C. se abre la acción sucesoria. Reconocimiento de la existencia de la persona fallecida. - Aparecida la persona cuya muerte ha sido declarada judicialmente, nuevamente puede ser reconocida como existente, cuyo proceso es ante el mismo juez que declaró la muerte presunta y el titular de la acción es cualquier persona que tenga interés, el Ministerio Público o la misma persona interesada. El sujeto pasivo o parte emplazada es la persona que solicitó la declaración de la muerte presunta. Declara la existencia de la persona, el matrimonio de su ex cónyuge es válido, por cuanto al contraerse, se ejerció bajo el principio de la buena fe. Respecto al patrimonio declarada la existencia de la persona, esta tiene la facultad de reivindicar sus bienes en el estado en que se encuentren. El proceso civil para la declaración de muerte presunta y el proceso de la declaración de existencia es de proceso no contencioso como lo señala el artículo 749 Inc.5 del C.P.C. La demanda o solicitud.-. Como cualquier demanda o solicitud que se presenta ante el órgano jurisdiccional judicial se tienen en cuenta los supuestos que tienen señalados los artículos 130, 131, 132,133, 424 y 425 del C.P.C. para los efectos de la admisibilidad y para la procedencia de la acción, se debe acreditar las condiciones de la acción que se relacionan con la titularidad del derecho y la legitimidad y el interés para obrar.Al investigar sobre el reconocimiento de existencia, se pretende no sólo ampliar mi conocimiento jurídico personal, sino de una u otra forma ayudar al enriquecimiento del conocimiento colectivo; y, mostrar la importancia jurídica y social que acarrea el reconocimiento de existencia de una persona declarada muerta presunta. Si la declaración de muerte presunta produce los efectos de la muerte natural. El reconocimiento de la existencia busca dejar sin efecto la declaración de muerte presunta. El reconocimiento de existencia no es una figura jurídica muy utilizada, pero si existente; es un procedimiento que registra la sentencia judicial que declare la existencia de una persona declarada fallecida. Es importante saber las observancias formales para el reconocimiento de existencia de una persona: El oficio y parte con resolución judicial que corresponda, exhibir el DNI del solicitante; en casos de extranjeros presentar original y copia simple del Carné de extranjería o pasaporte y, el pago en cualquier agencia del Banco de la Nación o Banco de Crédito del Perú. En lo que respecta a los bienes. Se deja sin efecto la sucesión, y los bienes retornan a posesión del propietario en el estado que se encuentren en el momento que se produce la declaración (Según el Art. 69 del C.C.). El juez debe apreciar la buena y mala fe de las personas que adquirieron los bienes. Si se actuó de buena fe, el reconocido no podrá solicitar el retorno de los bienes enajenados. Si se actuó de mala fe el reconocido puede solicitar su reivindicación. No pasa lo mismo cuando se trata del matrimonio; ya que, si el cónyuge ha contraído nuevo matrimonio, éste permanece válido a pesar del reconocimiento de existencia. Pero si el cónyuge no ha contraído matrimonio, el matrimonio con la persona que reaparece será válido (Según el Art. 68 del C.C.). El reconocimiento de la existencia es un proceso no contencioso (ausencia de litis y controversia) que procede sólo cuando se trate de una declaración de muerte presunta. Con el reconocimiento de la existencia se readquiere la categoría de sujeto de derecho, la única prueba que se debe acreditar es el de la supervivencia. La prueba de supervivencia no requiere sólo la presencia física, sino también una manera idónea que reivindique sus derechos; podría constituirla también el nombramiento de un representante con posterioridad a la declaración de muerte presunta. Según el artículo 67 del Código Civil: “La existencia de la persona cuya muerte hubiera sido judicialmente declarada, puede ser reconocida a solicitud de ella, de cualquier interesado, o del Ministerio Publico. La pretensión se tramita como proceso no contencioso, con citación de quienes solicitaron la declaración de muerte presunta.” El artículo 67 se refiere a la declaración de existencia de la persona cuya muerte presunta se declaró judicialmente. La persona que reaparece está en aptitud de solicitar la declaración de existencia. Para el efecto debe aportar la prueba de supervivencia. En general, considero que cualquier interesado o el ministerio público están facultados para accionar en el mismo sentido. El artículo en referencia, bajo el supuesto de la urgente necesidad de la persona de que se declare su existencia a fin de readquirir formalmente su categoría como sujeto de derecho, prescribe que tal declaración se hará sin más trámite que la prueba de la supervivencia. Se discute en doctrina que si la declaración de existencia requiere necesariamente la presencia física de la persona en el lugar de su domicilio o es suficiente que de alguna manera idónea reivindique sus derechos y pruebe su supervivencia, aun encontrándose en el extranjero y valiéndose de un representante. Ante lo mencionado, considero que el artículo en mención no exige el retorno físico de la persona al lugar de su domicilio por lo que será suficiente, como lo señala el indicado artículo, que pruebe su supervivencia. La declaración de existencia debe ser requerida ante el juez que declaró la muerte presunta; y tramitada dentro del mismo proceso (como proceso no contencioso) en el que se declaró su muerte. En el procedimiento respectivo deben ser citadas aquellas personas que solicitaron tal declaración, y con citación de las personas que intervinieron en dicho trámite, o sus herederos según el caso. Una vez reconocida jurídicamente su existencia, sin más prueba que la certificación de su supervivencia, la persona está expedita para reivindicar los bienes que estén en poder de otras personas. Cuando se reconoce la existencia de la persona declarada con muerte presunta, se le restituyen todos los derechos que con, la declaración mencionada, se habían extinguido. La persona vuelve a ser sujeto de derecho, centro de imputación de deberes y derechos, y conserva los estatus jurídicos obtenidos hasta antes de su ausencia. Lo mencionado no aplica en caso de nuevas nupcias del cónyuge; ya que el estatus matrimonial se extingue con la declaración de muerte presunta si el cónyuge ha decidido volver a casarse (el nuevo matrimonio es válido).