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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA DE DERECHO
DERECHO DE PERSONAS

RECONOCIMIENTO DE EXISTENCIA

ALUMNO:

Solís Cubas, Tirone Patrick.

DOCENTE:
Mgtr. Urpy Espinoza Silva

HUARAZ – 2018
DECLARACIÓN DE LA MUERTE PRESUNTA
Nuestro ordenamiento civil desarrolla en su normatividad teorías principistas que atañen a la
realidad socio-jurídica del Perú, tal es el caso del Art. 1 del Código al afirmar que la persona
humana es sujeto de derecho desde su nacimiento y le reconoce el derecho a la vida desde su
concepción en todo en lo que le favorece , pero la atribución de los derechos patrimoniales
esa condición que nazca vivo, con esta declaración principista el Código Civil sienta las bases
de la teoría del nacimiento de nuestro Derecho Civil, Teoría insumida dentro de nuestra
realidad social y política del derecho. Esta teoría es contraria a la Teoría de la Concepción
porque juzgamos que es irreal, pero que se exhibe como muy buena y justificada en Art. I
del T.P. el Código de los Niños y los Adolescentes al señalar que la niñez empieza con la
concepción que comprende hasta los 12 años. Si aceptamos esta teoría tendremos que saber
la fecha en la que hemos sido concebidos para delimitar nuestra edad. Este imposible deja
mucho que decir, pues no se trata de la vida, que empieza con la concepción que también lo
admite nuestro C.C. sino más bien se trata de hacer del concebido un sujeto de derecho. desde
antes que haya nacido o sea expulsado del claustro materno1.
Dejamos precisado que la persona aparece en la escena jurídica con su nacimiento como
sujeto de derecho y hasta cuándo, pues, nuestro ordenamiento Civil lo tiene sancionado en
su Art. 6l al precisar que la vida termina con la muerte, sala textualizar “La muerte pone fin
a la persona” y a partir de allí qué somos, la doctrina nos dice que somos un objeto de especial
consideración, no somos una cosa, he ahí el respeto y efectivamente la consideración de los
deudos para con el fallecido.
Ahora bien, si la muerte es el fin de la vida a partir de ésta nada somos, pues concluyó nuestra
existencia. Pero se da el caso que este infausto evento, resulta de dos supuestos que resultan
de la muerte natural y de la muerte presunta., en ambos casos se produce el fin de la vida.
La muerta presunta. - Es el fin de la vida como consecuencia de algún evento catastrófico,
del que todas las personas sin excepción estamos expuestas por circunstancias imprevistas.
De acuerdo con la doctrina son eventos catastróficos que generan desgracias indecibles entre
otros los siguientes: la guerra, el hundimiento de embarcaciones, los terremotos y
hundimientos terráqueos, la caída de aviones, sobre todo en el mar, el desplome de los
socavones en las faenas mineras.
Procedencia de la declaración de la muerte presunta. - La solicitud de la declaración de
la, muerte presunta procede en los siguientes casos:
1.- Cuando hayan transcurrido 10 años desde las últimas noticias del desaparecido o de 5
años si el desaparecido tuviere más de 80 años de edad.
2.- Cuando hayan transcurrido 2 años si hubieran existido circunstancias constitutivas de
peligro de muerte. El plazo corre a partir del momento de la cesación del evento catastrófico.
3.- Cuando exista certeza de la muerte de la persona sin que el cadáver sea encontrado o
reconocido.
De las hipótesis señaladas se puede advertir que para la declaración de la muerte presunta
no se requiere la declaración de ausencia, pues, existen condiciones de orden superior que
coexisten con la realidad relacionadas con el tiempo transcurrido que son 10, 5 y 2 años,
respectivamente, contados desde el momento de la desaparición, según el caso, así como las
circunstancias que pudieron generar la muerte del desaparecido. Estas circunstancias
permiten el juzgador para que en la sentencia de declaración de la muerte presunta llegue a
declarar no sólo la muerte sino también para indique la fecha probable de la muerte, incluso
del lugar de la ocurrencia que se toma la del evento catastrófico del desaparecido.
Ahora bien, en el supuesto que las pruebas aportadas al proceso no demostrasen a criterio del
juez la veracidad de lo que se demanda o solicita, el juzgador puede declarar la ausencia
insumiendo en dicha resolución lo señalado en el artículo 49 concordante con el Art. 66 del
C. C.
Consecuencias de la declaración de la muerte presunta. - Declarada la muerte presunta, por
el hecho de convalidarla con la muerte natural, resultan las siguientes consecuencias:
1.- Declarada la muerte presunta el vínculo matrimonial queda disuelto, por consiguiente, el
viudo o la viuda, según el caso, queda en libertad para contraer nuevo matrimonio.
2.- Fallecida la persona en aplicación de lo prescrito en el artículo 660 del C.C. se abre la
acción sucesoria.
Reconocimiento de la existencia de la persona fallecida. - Aparecida la persona cuya muerte
ha sido declarada judicialmente, nuevamente puede ser reconocida como existente, cuyo
proceso es ante el mismo juez que declaró la muerte presunta y el titular de la acción es
cualquier persona que tenga interés, el Ministerio Público o la misma persona interesada. El
sujeto pasivo o parte emplazada es la persona que solicitó la declaración de la muerte
presunta.
Declara la existencia de la persona, el matrimonio de su ex cónyuge es válido, por cuanto al
contraerse, se ejerció bajo el principio de la buena fe. Respecto al patrimonio declarada la
existencia de la persona, esta tiene la facultad de reivindicar sus bienes en el estado en que
se encuentren.
El proceso civil para la declaración de muerte presunta y el proceso de la declaración de
existencia es de proceso no contencioso como lo señala el artículo 749 Inc.5 del C.P.C. La
demanda o solicitud.-. Como cualquier demanda o solicitud que se presenta ante el órgano
jurisdiccional judicial se tienen en cuenta los supuestos que tienen señalados los artículos
130, 131, 132,133, 424 y 425 del C.P.C. para los efectos de la admisibilidad y para la
procedencia de la acción, se debe acreditar las condiciones de la acción que se relacionan con
la titularidad del derecho y la legitimidad y el interés para obrar.Al investigar sobre el
reconocimiento de existencia, se pretende no sólo ampliar mi conocimiento jurídico personal,
sino de una u otra forma ayudar al enriquecimiento del conocimiento colectivo; y, mostrar la
importancia jurídica y social que acarrea el reconocimiento de existencia de una persona
declarada muerta presunta.
Si la declaración de muerte presunta produce los efectos de la muerte natural. El
reconocimiento de la existencia busca dejar sin efecto la declaración de muerte presunta. El
reconocimiento de existencia no es una figura jurídica muy utilizada, pero si existente; es un
procedimiento que registra la sentencia judicial que declare la existencia de una persona
declarada fallecida.
Es importante saber las observancias formales para el reconocimiento de existencia de una
persona: El oficio y parte con resolución judicial que corresponda, exhibir el DNI del
solicitante; en casos de extranjeros presentar original y copia simple del Carné de extranjería
o pasaporte y, el pago en cualquier agencia del Banco de la Nación o Banco de Crédito del
Perú.
En lo que respecta a los bienes. Se deja sin efecto la sucesión, y los bienes retornan a posesión
del propietario en el estado que se encuentren en el momento que se produce la declaración
(Según el Art. 69 del C.C.). El juez debe apreciar la buena y mala fe de las personas que
adquirieron los bienes. Si se actuó de buena fe, el reconocido no podrá solicitar el retorno de
los bienes enajenados. Si se actuó de mala fe el reconocido puede solicitar su reivindicación.
No pasa lo mismo cuando se trata del matrimonio; ya que, si el cónyuge ha contraído nuevo
matrimonio, éste permanece válido a pesar del reconocimiento de existencia. Pero si el
cónyuge no ha contraído matrimonio, el matrimonio con la persona que reaparece será válido
(Según el Art. 68 del C.C.). El reconocimiento de la existencia es un proceso no contencioso
(ausencia de litis y controversia) que procede sólo cuando se trate de una declaración de
muerte presunta. Con el reconocimiento de la existencia se readquiere la categoría de sujeto
de derecho, la única prueba que se debe acreditar es el de la supervivencia.
La prueba de supervivencia no requiere sólo la presencia física, sino también una manera
idónea que reivindique sus derechos; podría constituirla también el nombramiento de un
representante con posterioridad a la declaración de muerte presunta.
Según el artículo 67 del Código Civil:
“La existencia de la persona cuya muerte hubiera sido judicialmente declarada, puede ser
reconocida a solicitud de ella, de cualquier interesado, o del Ministerio Publico. La pretensión
se tramita como proceso no contencioso, con citación de quienes solicitaron la declaración
de muerte presunta.”
El artículo 67 se refiere a la declaración de existencia de la persona cuya muerte presunta se
declaró judicialmente. La persona que reaparece está en aptitud de solicitar la declaración de
existencia. Para el efecto debe aportar la prueba de supervivencia. En general, considero que
cualquier interesado o el ministerio público están facultados para accionar en el mismo
sentido.
El artículo en referencia, bajo el supuesto de la urgente necesidad de la persona de que se
declare su existencia a fin de readquirir formalmente su categoría como sujeto de derecho,
prescribe que tal declaración se hará sin más trámite que la prueba de la supervivencia.
Se discute en doctrina que si la declaración de existencia requiere necesariamente la presencia
física de la persona en el lugar de su domicilio o es suficiente que de alguna manera idónea
reivindique sus derechos y pruebe su supervivencia, aun encontrándose en el extranjero y
valiéndose de un representante.
Ante lo mencionado, considero que el artículo en mención no exige el retorno físico de la
persona al lugar de su domicilio por lo que será suficiente, como lo señala el indicado artículo,
que pruebe su supervivencia.
La declaración de existencia debe ser requerida ante el juez que declaró la muerte presunta;
y tramitada dentro del mismo proceso (como proceso no contencioso) en el que se declaró su
muerte. En el procedimiento respectivo deben ser citadas aquellas personas que solicitaron
tal declaración, y con citación de las personas que intervinieron en dicho trámite, o sus
herederos según el caso.
Una vez reconocida jurídicamente su existencia, sin más prueba que la certificación de su
supervivencia, la persona está expedita para reivindicar los bienes que estén en poder de otras
personas. Cuando se reconoce la existencia de la persona declarada con muerte presunta, se
le restituyen todos los derechos que con, la declaración mencionada, se habían extinguido.
La persona vuelve a ser sujeto de derecho, centro de imputación de deberes y derechos, y
conserva los estatus jurídicos obtenidos hasta antes de su ausencia. Lo mencionado no aplica
en caso de nuevas nupcias del cónyuge; ya que el estatus matrimonial se extingue con la
declaración de muerte presunta si el cónyuge ha decidido volver a casarse (el nuevo
matrimonio es válido).

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