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“Es una planta icónica, con 46 años de operación”, dice Hernández, gerente del
sitio, con 34 años en la empresa. Ahí́, los cobots “conviven” con maquinaria
montada hace décadas y con equipo de punta: hornos modificados por mecánicos
internos, mezcladoras industriales y cámaras de vapor que le dan a los panes su
característico volumen “infladito”.
“Lo que hemos aprendido aquí́, con la puesta a punto de las líneas de
producción y la integración logística, nos ha llevado a compensar con innovacion
propia las fluctuaciones de los mercados y la volatilidad financiera”.
“Mexican Way”
Desde aquí́, y desde la fábrica de Santa María la Ribera, donde nació́ Bimbo hace
73 años, el grupo evolucionó, de una operación híper local, con 34
empleados, a ser la empresa de la panificación más grande del orbe, con
134,000 asociados.
Zárate cuenta que, sin innovación propia aplicada a equipos que costaron a la
empresa sus buenos pesos, la operación sería aun más costosa. Eso, dicen
analistas, le pegaría en la línea de flotación que representa el flujo operativo o
Ebitda. En el segundo trimestre de este año fue de 1,700 mdd, es decir, más
de 10% de la facturación, una cifra sin parangón en la industria. La japonesa
Yamazaki Baking, segunda en el ramo a escala global, registró un Ebitda de
600 mdd en el mismo periodo.
Más allá de las cifras, Zárate se aferra al valor de la operación diaria. Afirma que
un negocio que requiere enormes volúmenes de producción (como lo es el de la
fabricación de pan fresco), y un uso intensivo del capital (maquinaria y camiones)
justifica que la empresa tome en sus propias manos toda su cadena productiva.
González Franco ama la planta de pan dulce Tía Rosa, en Toluca. A los visitantes
les pregunta:
— ¿Qué les pareció́ la planta?
— Parece nueva.
— ¿Cuántos años creen que tiene operando?
— Como 10.
— ¡Pues tiene 40 años!
— ¡Pero está como nueva!
“Que esté como nueva es producto del mantenimiento”, dice el directivo. “Nuestro
muy fuerte modelo de mantenimiento es una garantía de calidad y eficiencia.
Podemos controlar costos operativos muy bien y mejorar la calidad, pero hay que
invertir… y duro”.
De la mano de McDonald´s
El esfuerzo para atender a sus otros clientes es formidable. Bimbo toca todos los
días a un quinto de la población global, refiere la firma de estudios de mercado
Euromonitor. Son millones de personas conscientes del precio de los
productos que consumen. Por ello, la atención a la arquitectura financiera de la
empresa es total. Como en su distribución y operación de las plantas, las
decisiones financieras se toman de manera centralizada, dice González Franco,
director general adjunto.
Esto les permite enfrentar las fluctuaciones del mercado, tan sujeto a los
caprichos de la volatilidad monetaria. En términos del equipo, por ejemplo, Zárate
reconoce la limitante de que, en lo que respecta a las operaciones en México, la
mayoría de los equipos (industriales) son del extranjero.
“Eso nos obliga a que nuestra gente haga cosas”, dice Zárate ante la
aprobación de Hernández, el jefe de la planta de Azcapotzalco. Otro ejemplo
interno: Sus mecánicos tuvieron que duplicar la capacidad de algunos hornos,
pues los que “apenas” llevaban 10 años operando se quedaban cortos ante la
necesidad de producir más.
“No podemos darnos el lujo de tener gente de fuera reviviendo un horno que
no nos da el volumen”, dice Zárate, quien define esta filosofía industrial asi:́
Con ello, Bimbo se aproxima a un esquema que lleva décadas en el horno y que
terminará de cocinar en dos años, de acuerdo con González Franco. Se trata de
Grupo Bimbo Conectado. “Es el modelo operativo de las líneas de producción
para mejorar la calidad, el rendimiento y el costo”, dice el segundo de a
bordo de la empresa.
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Guillén define esta iniciativa de expansión en China y otros mercados como una
“agresiva estrategia de prueba y error”. Por su parte, Daniel Servitje, director
general de la empresa, asiente y afirma que hay otro ingrediente en ello: saber
esperar. “Hemos visto de todo: adquisiciones y operaciones que han sido un
éxito desde el día uno, y otras que nos han costado muchos años. Lo que nos
diferencia de muchos es la persistencia”.
Servitje, nieto de uno de los cinco fundadores y padres del Osito Bimbo,
acepta que la empresa no tuvo una estrategia expansiva por mucho tiempo, pero,
una vez que la asumió́ , trazaron una visión de más largo plazo que otras
empresas. Enrique Dussel, economista de la UNAM y experto en las relaciones
comerciales México-China, enfatiza que la política de expansión de Bimbo se
detonó con la entrada de Servitje al principal puesto de la empresa, pues aplicó
una característica rara en las compañías de mercados emergentes: la paciencia,
al esperar resultados de las inversiones.
“Eso nos permite que, lo que en un momento se puede ver como malo, con
el tiempo da frutos”, dice Servitje. El más jugoso, sin duda, es la apuesta por
el mercado estadounidense. Bimbo pasó muchos años “invirtiendo y
tratando de organizar las operaciones en ese país”.
“De ese modo, está plantando un pie en Europa para [desarrollar] una más
amplia internacionalización de la empresa y su portafolios, así como [para
preparar] una subsecuente entrada en mercados más grandes y atractivos, como
el de Reino Unido”.
El empuje definitivo lo dio Servitje, recuerda Jáuregui, pues hay una dinámica
clara en el liderazgo: antes de Daniel y después de Daniel.
“La expansión de Bimbo y la mayoría de sus adquisiciones se realizaron luego de
su nombramiento como director general”, dice Jáuregui. “Antes de él, la empresa
mostraba mayor cautela y su penetración se limitaba a AL y a la frontera con
Estados Unidos. Con Servitje, la compañía ha quintuplicado las ventas”.
Pero, lo que algunos critican como una estrategia conservadora, en Bimbo lo ven
como parte de su receta de control. Si bien es una empresa bursatilizada, apenas
25% de sus acciones está en manos del público. Lo demás lo tienen las familias
fundadoras.
“Somos una empresa pública desde hace 40 años”, dice Servitje. “Sin
embargo, las familias fundadoras siguen teniendo una presencia, una
participación”. Eso no es un obstáculo para tomar decisiones con base en su
política de gobierno corporativo. Tener una presencia familiar fuerte y un Consejo
de Administración “vigoroso” son “dos cosas completa- mente compatibles”.
Eso les ha permitido sopesar la ruta: crecer sólo en México, diversificarse hacia
otras industrias, o lanzarse a la gran aventura global. La apuesta, trazada hace
decenios, ha pagado.
3- Buscar tener un solo proveedor para cada ítem, basándose en una relación de
largo plazo de lealtad y confianza.