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FALACAIS DE TRUMP

https://www.washingtonpost.com/eltiempolatino/estas-son-las-6-falacias-sobre-inmigracion-
e-hispanos-de-donald-trump/2016/06/30/10c0e420-3eef-11e6-80bc-
d06711fd2125_story.html?utm_term=.41987a18bff0

Estas son las 6


falacias sobre
inmigración e
hispanos de
Donald Trump
Caricatura de Trump. (GOGUE/Para El Tiempo Latino)
By Leopoldo Martínez Nucete June 30, 2016

La narrativa de Trump en la campaña electoral ha resonado y


sorprendido porque resulta inexplicable qué lo ha llevado a ser
abanderado del partido republicano, ¡el mismo que fundó Abraham
Lincoln!, hoy en el trágico predicamento que lo expone junto a una
candidatura excluyente, hostil, xenofóbica, divisionista y falaz.

Y es que el discurso de Trump constituye una herramienta de


movilización que apela a bajos sentimientos y falacias, proferidas para
movilizar a un extremo de la sociedad; y resuena en otros, porque se
apoya en falsos supuestos cultivados por el propio partido republicano
en los últimos años de obstruccionismo al presidente Obama. A veces
escuchamos a Trump frases idénticas a las que repitieron como loros
distintos voceros del extremismo republicano (incluyendo al mismo
Cruz), solo que Trump lo hace de forma más estridente, amarillista,
irresponsable... Atributos que por extravagantes generan audiencias
televisivas.

Estas son las 6 falacias:

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Recientemente en los “Latino Talks” del Latino Victory Project,


organización para el empoderamiento de los hispanounidenses,
resonaron voces que echan por tierra la falacia con la que Trump
manipula audiencias, sembrando odio y división. Voces como las de
Fher y Alex del grupo de rock mexicano Maná; el chef y emprendedor
de origen español, José Andrés; Diane Guerrero, activista, escritora y
protagonista de la famosa serie “Orange is the new Black”, quien se vio
separada de sus padres, cuando tenía 14 años, como resultado de una
injusta deportación; el venezolano Horacio Gutiérrez, quien ha llegado
a las más altas posiciones que puede aspirarse en el mundo corporativo
multinacional de EEUU; la reconocida activista de derechos sociales y
cambio climático, Sky Gallegos; y la presidenta del Concejo de la
Ciudad de Nueva York, la líder boricua Melissa Mark-Viverito. A estas
voces se unen los datos del Pew Research Center (institución no
gubernamental de mayor prestigio por su rigor estadístico e
imparcialidad política), que desmontan las falacias Trump.

■ PRIMERA FALACIA TRUMP: “La invasión de los ilegales”.

Caricatura
de Donald Trump domando al elefante republicano. (GOGUE/Para El Tiempo Latino)

El flujo de inmigrantes mexicanos y centroamericanos sin


documentación hacia EEUU es inferior al de mexicanos en esa misma
situación que han regresado a México. Desde la crisis económica del
2008, y dados los avances económicos y sociales en México, se puede
afirmar categóricamente que la inmigración de indocumentados desde
el país azteca viene en tendencia decreciente.
■ SEGUNDA FALACIA TRUMP: “La deportación lo soluciona todo”.

Durante los últimos 8 años, el gobierno de EEUU ha llevado a cabo un


récord de deportaciones, enfocándose exclusivamente en aquellas
personas a las que no aplica ninguno de los beneficios migratorios o
humanitarios que ha decretado el Presidente Obama.

■ TERCERA FALACIA TRUMP: “Obama ampara a ilegales”.

Las órdenes ejecutivas humanitarias del Presidente, (DACA y DAPA),


se enfocan en dos supuestos, a saber, primero los llamados “dreamers”
(jóvenes que fueron traídos a este país sin documentos cuando eran
niños, a los que la Corte Suprema reconoció en su día el derecho a la
escolaridad pública); y en segundo lugar, en las familias donde alguno
de cuyos miembros consanguíneos inmediatos (hijos, hermanos) son
estadounidenses por nacimiento o residentes legales. En alguno de
estos dos grupos se encuentran los casi 12 millones de
“estadounidenses sin documentos” que hacen vida honesta, de trabajo
y estudio, en Estados Unidos.

■ CUARTA FALACIA TRUMP: “Inmigrantes hispanos = criminales”.

Las estadísticas del Departamento de Justicia revelan que, entre los


distintos grupos étnicos, los hispanos son los que tienen menor
propensión a los delitos violentos o contra las personas (y es también el
grupo con más baja propensión a cometer violaciones), siendo el caso
que la mayor parte de las detenciones tienen que ver con su situación
migratoria, es decir, infracción de tránsito o falta que concluye en
detención o encarcelamiento al quedar expuesto el problema
migratorio que aqueja al implicado.

■ QUINTA FALACIA TRUMP: “Inmigrantes ilegales = ladrones de


trabajos”.
Los más desgarradores datos sobre la nueva inmigración
indocumentada revelan que el problema se concentra en un grupo: los
menores migrantes que vienen de Centroamérica. Niños y jóvenes
cuyos padres los estimulan al encuentro con algún familiar residente
en EEUU para evitar que sean víctimas de la violencia de los carteles, o
lo que es igualmente grave, terminen reclutados y al servicio del crimen
organizado o las bandas violentas que azotan a esos países. Es una
realidad aterradora, no se trata de movimientos migratorios por
razones económicas. Es peor: constituyen un drama verdaderamente
humanitario en el cual EEUU tiene una responsabilidad ineludible,
sencillamente porque esos carteles de la droga y esa violencia que
expulsa a la gente fuera de su país tiene su origen en el consumo de
droga en EEUU.

■ SEXTA FALACIA TRUMP: “Inmigrantes hispanos = destrucción de


la economía”.

Los hispanos figuran como una de las primeras fuerzas emprendedoras


de nuevos pequeños y medianos negocios en EEUU, representando el
28% de los nuevos emprendimientos, según las cifras del Censo y otras
fuentes oficiales.

En consecuencia, el problema migratorio en EEUU es hoy día


básicamente un asunto de derechos humanos. Sencillamente, se trata
de entregar documentación y abrir camino a la ciudadanía a 12
millones de familias trabajadoras y estudiantes de buena voluntad,
quienes son, en los hechos, americanos sin documentos,
reconociéndoles el derecho humano a una identidad nacional. Y se
trata también de mantener familias unidas, porque no es humanitario y
sería violatorio de los tratados de derechos humanos de los cuales
EEUU es firmante, separar a menores de sus padres, o forzarlos a vivir
fuera de su país de origen en estas circunstancias. Y, finalmente, se
trata de un contingente humano mayoritariamente emprendedor,
trabajador, honesto y respetuoso de las leyes. Que ama y aspira a seguir
contribuyendo a la nación de la que se sienten absolutamente parte.

No existe entonces un problema migratorio en los términos que lo


plantea Trump, quien en ese campo miente y manipula.

Por el contrario, como decía con su contagiosa energía positiva el


emprendedor y chef José Andrés, en los “Latino Talks” del Latino
Victory Project: “¡Los inmigrantes no son el problema, son parte de la
solución!”

A diferencia de Trump, quien lejos de ser la solución del Partido


Republicano, es un gran problema del que no vemos cómo van a salir.
OTROS EJEMPLOS DE FALACIAS POLÍTICAS

Las falacias lógicas, que deberíamos conocer desde los estudios de Filosofía
en el sistema educativo, son razonamientos erróneos que parecen válidos. El
discurso público en parlamentos, tertulias, medios de comunicación, redes
sociales y charlas de bar está plagado de ellas. Es preciso conocerlas para
detectarlas y pensar con independencia.

El argumento ‘ad hominem’ (o “contra el hombre”) no es un argumento válido:


esgrimir las circunstancias personales de alguien o airear sus trapos sucios no
sirve para negar lo que esta persona afirma. Digamos, por ejemplo, que el
hecho de que una persona sea una asesina no le quita la razón cuando dice
que asesinar está mal. El que usa el argumento ‘ad hominem’ simplemente
trata de tener razón desacreditando a la persona con la que discute sin probar
que lo que pretende refutar es, en efecto, falso.

“Turing piensa que las máquinas piensan. Turing es homosexual. Por tanto las
máquinas no piensan”, ejemplificaba el matemático Alan Turing, padre de la
informática, los argumentos de este tipo que se utilizaban contra él. Pero “la
verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”, como escribe Antonio
Machado.

Las falacias lógicas abundan en el discurso público y muchas veces resultan


difíciles de identificar: son patrones de razonamiento erróneos pero que
aparentan ser válidos. Pero “cualquier comunicación honesta debería prescindir
de ellas en la medida de lo posible, por lo que conviene estar muy al tanto de
cuáles son, cómo detectarlas y combatirlas" dice en la web que la
ARP Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico dedica a estas falacias.

¿Por qué tienen tanto éxito si se trata de argumentos manifiestamente falsos?


“La mayor parte del discurso público se centra en convencer y no en explicar”,
dice José María Mateos, doctor en Bioingeniería, miembro de la ARP y
divulgador de las falacias lógicas, “si aceptamos esa premisa, que yo creo que
tiene bastante validez, podemos entender por qué esto es algo que se utiliza de
forma general en todo el espectro político”.

El filósofo Arthur Schopenhauer, recuerda Mateos, escribió un pequeño


manual, que se publicó de forma póstuma, con 38 argucias, muchas de ellas
falacias lógicas, que se titulaba ‘El arte de tener razón’. “Queremos ganar
adeptos, aunque haya que arrastrar los argumentos por el fango”, dice el
experto.

Para evitar ese fango y formar ciudadanos críticos y no manipulables es


precisa la enseñanza de las falacias en el sistema educativo, un sistema en el
que, precisamente, las asignaturas de Filosofía están en retroceso. “Debería
ser algo básico, como saber leer o sumar. El conocimiento de estas argucias es
una herramienta básica para poder construir nuestros esquemas mentales con
unas bases sólidas”, dice Mateos.
¿Están estas falacias tan aceptadas por nuestra mente que las utilizamos de
forma inconsciente? “Creo que las usamos en la medida en la que no las
conocemos”, dice Mateos, “cuanto más conscientes somos de ellas más
esfuerzo podemos hacer por evitarlas, o al menos por darnos cuenta de que las
estamos utilizando y adaptar o cambiar nuestros razonamientos”. Aunque tal
cosa suene muy fácil puede no serlo: a nadie le gusta descubrir que parte de
su visión del mundo proviene de argumentos mal hilados.

“Otra cosa es que nos estemos dedicando al ‘troleo’ fino. Yo ya he dicho más
de una vez que no celebro la Navidad porque los nazis lo hacían. Tampoco
tengo perros porque Hitler tenía uno”, bromea el experto.

A continuación algunas de las falacias lógicas más extendidas (aparte del


argumento ‘ad hominem’ citado al principio).

1.- El ventilador

El ventilador que se supone ventila mierda en todas direcciones, también


conocido como el “y tú más”, un argumento de corte infantil pero que utilizan
sin rubor señores ya muy creciditos y con asombrosa frecuencia. Hablando
formalmente es el argumento ‘tu quoque’.

Un ejemplo clásico se da cuando el PSOE le recrimina la corrupción al PP -


Gürtel, etcétera- y el PP contrataca con el caso de los Ere’s de Andalucía o la
vieja corrupción de finales del felipismo. Esto es una falacia defensiva, un
argumento no válido, porque el hecho de que el PSOE sea o haya sido
corrupto no libera al PP de la responsabilidad por su propia corrupción.

2. El hombre de paja

Esta extendida falacia consiste en no rebatir los argumentos del adversario sino
una versión exagerada y deformada de estos, como un espantapájaros. Por
ejemplo, cuando un miembro de la izquierda propone una medida como
nacionalizar la industria eléctrica como un bien básico para los ciudadanos y un
miembro de la derecha le acusa que querer volver al comunismo y convertirnos
en la Unión Soviética. Nacionalizar la electricidad no es volver a la URSS, sin
embargo se puede combatir de esa manera exagerada.

3. Nosotros o el caos

Es el llamado falso dilema: se da a elegir entre dos opciones, una u otra,


cuando en realidad hay otras disponibles. Además de enunciados como
“nosotros o el caos” (como aparecía en una portada de la revista satírica
‘Hermano Lobo’: las masas elegían el caos y los próceres decían “da igual, el
caos también somos nosotros”), “o estás con nosotros o estas con ellos”. Este
falso dilema se ofrece con frecuencia en conflictos nacionalistas como el de
Euskadi o Cataluña, donde muchas veces las únicas opciones que se ofrecen
es la adhesión sin fisuras a cualquiera de los dos bandos principales mientras
que puede haber terceras opciones. Ya saben: una escala de grises.
4. No entender la causalidad

La falacia ‘post hoc, ergo propter hoc’ se trata de suponer que dos
acontecimientos seguidos en el tiempo tienen una relación causa-efecto. Por
ejemplo, se da cuando se realiza una reforma laboral y el paro desciende pero
por otras razones, por ejemplo la llegada del verano donde aumenta el empleo
estacional ligado al turismo. Si alguien liga los dos hechos cae en una de estas
falacias. Como cuando alguien que toma homeopatía o va a sesiones de reiki
luego se cura: son hechos que no suponen causa y efecto, dado que no está
demostrado que estas terapias funcionen más allá del placebo.

5. El sofisma populista (en el mal sentido de la palabra)

La falacia ‘ad populum’ apela a la opinión de la mayoría, del pueblo, o a las


emociones. Un ejemplo de Pablo Iglesias recogido por Silvia Cruz en El Estado
Mental: “Si algunos de los que gobiernan este país supieran lo que es tener
una pensión pública o un salario de 900 euros, igual nos iría mejor”. No hay
pruebas de que esto sea cierto, pero la idea puede llegar con facilidad a las
masas. Argumentos de este tipo fueron fundamentales en el discurso con el
que, según Shakespeare, Marco Antonio se metió a las masas en el bolsillo
tras el asesinato de Julio César.

6. Una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad

Lo sabía bien el ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels, y se sigue


utilizando hoy en día, se llama argumento ‘ad nauseam’: hasta la nausea. En el
panorama actual, de hegemonía neoliberal, se repiten muchos mantras
económicos en absoluto ciertos pero que, de tanto oídos, parecen leyes
científicas: “lo privado funciona siempre mejor que lo público” o “los mercados
libres se regulan a sí mismos sin intervención externa”.

7. Razonar en círculo.

En un razonamiento circular la conclusión ya está en la premisa de manera


más o menos evidente. Ejemplo: la Biblia es la palabra de Dios. ¿Por qué lo
sabemos? Porque lo dice la Biblia. ¿Por qué debemos creer a la Biblia?.
Porque dice la Verdad. ¿Por qué lo sabemos? Porque es la palabra de Dios.

8. La pendiente resbaladiza.

Este tipo de razonamiento falaz dice que si tomamos una medida todo va
avanzar de forma rápida y descontrolada hacia el caos y la hecatombe. Un
senador chileno, según recoge Mateos, dijo que si se aceptaba el matrimonio
homosexual al final la gente se iba a poder casar con un perro o con un burro.
En España, se dijo que si se retiraban los crucifijos de los colegios públicos
habría que derruir las catedrales, cerrar los museos, olvidar los
cementerios, eliminar las navidades, quitar belenes y hasta la cruz de la
bandera asturiana, etc. En efecto, una pendiente resbaladiza.
Caricatura de Trump. (GOGUE/Para El Tiempo Latino)
By Leopoldo Martínez Nucete June 30, 2016
La narrativa de Trump en la campaña electoral ha resonado y
sorprendido porque resulta inexplicable qué lo ha llevado a ser
abanderado del partido republicano, ¡el mismo que fundó Abraham
Lincoln!, hoy en el trágico predicamento que lo expone junto a una
candidatura excluyente, hostil, xenofóbica, divisionista y falaz.

Y es que el discurso de Trump constituye una herramienta de


movilización que apela a bajos sentimientos y falacias, proferidas para
movilizar a un extremo de la sociedad; y resuena en otros, porque se
apoya en falsos supuestos cultivados por el propio partido republicano
en los últimos años de obstruccionismo al presidente Obama. A veces
escuchamos a Trump frases idénticas a las que repitieron como loros
distintos voceros del extremismo republicano (incluyendo al mismo
Cruz), solo que Trump lo hace de forma más estridente, amarillista,
irresponsable... Atributos que por extravagantes generan audiencias
televisivas.

Estas son las 6 falacias:

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organización para el empoderamiento de los hispanounidenses,
resonaron voces que echan por tierra la falacia con la que Trump
manipula audiencias, sembrando odio y división. Voces como las de
Fher y Alex del grupo de rock mexicano Maná; el chef y emprendedor
de origen español, José Andrés; Diane Guerrero, activista, escritora y
protagonista de la famosa serie “Orange is the new Black”, quien se vio
separada de sus padres, cuando tenía 14 años, como resultado de una
injusta deportación; el venezolano Horacio Gutiérrez, quien ha llegado
a las más altas posiciones que puede aspirarse en el mundo corporativo
multinacional de EEUU; la reconocida activista de derechos sociales y
cambio climático, Sky Gallegos; y la presidenta del Concejo de la
Ciudad de Nueva York, la líder boricua Melissa Mark-Viverito. A estas
voces se unen los datos del Pew Research Center (institución no
gubernamental de mayor prestigio por su rigor estadístico e
imparcialidad política), que desmontan las falacias Trump.

■ PRIMERA FALACIA TRUMP: “La invasión de los ilegales”.

Caricatura
de Donald Trump domando al elefante republicano. (GOGUE/Para El Tiempo
Latino)
El flujo de inmigrantes mexicanos y centroamericanos sin
documentación hacia EEUU es inferior al de mexicanos en esa misma
situación que han regresado a México. Desde la crisis económica del
2008, y dados los avances económicos y sociales en México, se puede
afirmar categóricamente que la inmigración de indocumentados desde
el país azteca viene en tendencia decreciente.
■ SEGUNDA FALACIA TRUMP: “La deportación lo soluciona todo”.

Durante los últimos 8 años, el gobierno de EEUU ha llevado a cabo un


récord de deportaciones, enfocándose exclusivamente en aquellas
personas a las que no aplica ninguno de los beneficios migratorios o
humanitarios que ha decretado el Presidente Obama.

■ TERCERA FALACIA TRUMP: “Obama ampara a ilegales”.

Las órdenes ejecutivas humanitarias del Presidente, (DACA y DAPA),


se enfocan en dos supuestos, a saber, primero los llamados “dreamers”
(jóvenes que fueron traídos a este país sin documentos cuando eran
niños, a los que la Corte Suprema reconoció en su día el derecho a la
escolaridad pública); y en segundo lugar, en las familias donde alguno
de cuyos miembros consanguíneos inmediatos (hijos, hermanos) son
estadounidenses por nacimiento o residentes legales. En alguno de
estos dos grupos se encuentran los casi 12 millones de
“estadounidenses sin documentos” que hacen vida honesta, de trabajo
y estudio, en Estados Unidos.

■ CUARTA FALACIA TRUMP: “Inmigrantes hispanos = criminales”.

Las estadísticas del Departamento de Justicia revelan que, entre los


distintos grupos étnicos, los hispanos son los que tienen menor
propensión a los delitos violentos o contra las personas (y es también el
grupo con más baja propensión a cometer violaciones), siendo el caso
que la mayor parte de las detenciones tienen que ver con su situación
migratoria, es decir, infracción de tránsito o falta que concluye en
detención o encarcelamiento al quedar expuesto el problema
migratorio que aqueja al implicado.

■ QUINTA FALACIA TRUMP: “Inmigrantes ilegales = ladrones de


trabajos”.
Los más desgarradores datos sobre la nueva inmigración
indocumentada revelan que el problema se concentra en un grupo: los
menores migrantes que vienen de Centroamérica. Niños y jóvenes
cuyos padres los estimulan al encuentro con algún familiar residente
en EEUU para evitar que sean víctimas de la violencia de los carteles, o
lo que es igualmente grave, terminen reclutados y al servicio del crimen
organizado o las bandas violentas que azotan a esos países. Es una
realidad aterradora, no se trata de movimientos migratorios por
razones económicas. Es peor: constituyen un drama verdaderamente
humanitario en el cual EEUU tiene una responsabilidad ineludible,
sencillamente porque esos carteles de la droga y esa violencia que
expulsa a la gente fuera de su país tiene su origen en el consumo de
droga en EEUU.

■ SEXTA FALACIA TRUMP: “Inmigrantes hispanos = destrucción de


la economía”.

Los hispanos figuran como una de las primeras fuerzas emprendedoras


de nuevos pequeños y medianos negocios en EEUU, representando el
28% de los nuevos emprendimientos, según las cifras del Censo y otras
fuentes oficiales.

En consecuencia, el problema migratorio en EEUU es hoy día


básicamente un asunto de derechos humanos. Sencillamente, se trata
de entregar documentación y abrir camino a la ciudadanía a 12
millones de familias trabajadoras y estudiantes de buena voluntad,
quienes son, en los hechos, americanos sin documentos,
reconociéndoles el derecho humano a una identidad nacional. Y se
trata también de mantener familias unidas, porque no es humanitario y
sería violatorio de los tratados de derechos humanos de los cuales
EEUU es firmante, separar a menores de sus padres, o forzarlos a vivir
fuera de su país de origen en estas circunstancias. Y, finalmente, se
trata de un contingente humano mayoritariamente emprendedor,
trabajador, honesto y respetuoso de las leyes. Que ama y aspira a seguir
contribuyendo a la nación de la que se sienten absolutamente parte.

No existe entonces un problema migratorio en los términos que lo


plantea Trump, quien en ese campo miente y manipula.

Por el contrario, como decía con su contagiosa energía positiva el


emprendedor y chef José Andrés, en los “Latino Talks” del Latino
Victory Project: “¡Los inmigrantes no son el problema, son parte de la
solución!”

A diferencia de Trump, quien lejos de ser la solución del Partido


Republicano, es un gran problema del que no vemos cómo van a salir.

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