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Género, masculinidades y lenguaje incluyente y no sexista

Módulo 1. Sistema Sexo-Género

La división sexual del trabajo


En el sistema sexo-género las personas tienen roles que se construyen a partir del sexo con
el que nacen y de acuerdo con el género que la sociedad les asigna. Esos roles que están
rodeados de muchas “etiquetas” (estereotipos), son parte de la construcción cultural que
denominamos género.

En todo este sistema, la división sexual del trabajo juega un papel central, ya que forma
parte y refuerza los roles de género. “Con la división sexual del trabajo, las sociedades
generan la certeza de aquel –entendido en tanto que toda labor a desempeñar- tiene que
clasificarse según el género, pero tal división nunca es pensada en forma pragmática, sino
que es considerada ´natural´. En tanto que es natural, existe un tabú: los hombres y las
mujeres desempeñan de manera natural ciertas labores (derivadas de su cuerpo), pero
tal realización y condicionamiento se enseña de modo cultural desde que se nace, y la
manera en que las personas lo viven es como si fuera parte de la naturaleza, adjudicándole
un origen místico, suprahumano, que garantice su eficacia” (Bravo, 2008).

La división sexual del trabajo distingue entre labores remuneradas y no remuneradas.

TRABAJO NO VS TRABAJO
REMUNERADO REMUNERADO

El trabajo no remunerado ha recaído El trabajo remunerado o productivo


generalmente y sobre todo en las es aquel que han realizado
mujeres. Se le considera trabajo tradicionalmente los hombres, pues
no remunerado porque no hay un son quienes salen de sus casas para
ingreso, un salario o pago por su obtener un ingreso económico.
realización: es reproductivo por Produce bienes o servicios para la
estar vinculado a la reproducción de venta o autoconsumo, por ejemplo,
la especie humana, es decir a tener en la industria, agricultura, servicios,
hijas e hijos, cuidado de la familia y actividad empresarial, política y
quehaceres del hogar. servicio público.

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Las labores no remuneradas en
los hogares son trabajo. Se han
invisibilizado porque ello ha resultado
benéfico para el sistema patriarcal
en que las mujeres son vistas como
un grupo de población subordinado
o inferior, por lo tanto, las tareas que
ellas realizan se habían considerado
secundarias o sin valor.

Actualmente, la participación de las


mujeres en el trabajo remunerado,
CUAED. (2019) Labores domésticas [ilustración]. los estudios de género y los análisis
feministas han logrado que se
reconozca, cada vez más, la importancia de las labores no remuneradas y su aporte al
desarrollo económico de las familias, la sociedad, los países y la economía mundial.

Este reparto tradicional de las tareas ha producido aprendizajes diferentes para hombres
y mujeres, que se valoran de manera desigual dentro de la sociedad. Se relaciona con las
brechas de género, es decir, con la falta de oportunidades de las mujeres para gozar de
tiempo libre, estudiar, trabajar o para su participación en la vida pública.

Brecha de género: “El término brecha de género se refiere a cualquier disparidad entre la
condición o posición de los hombres y las mujeres y la sociedad. Suele usarse para referirse
a la diferencia entre los ingresos de hombres y mujeres, por ej. ´brecha salarial de género´.
Sin embargo, puede haber brechas de género en muchos ámbitos, tal como los cuatro
pilares que el Foro Económico Mundial utiliza para calcular su Índice de Brecha de Género,
a saber: participación económica y oportunidad, acceso a educación, salud y esperanza de
vida, empoderamiento político” (Hausmann, Tyson y Zahidi, 2012).

Un ejemplo de brecha de género es la “[…] (Las mujeres) trabajan más


referente a la participación económica dentro de los hogares en actividades
(trabajo remunerado). “En México las domésticas (entre la población no
estadísticas mostraron, en 2017, una económicamente activa las mujeres
brecha de 34.9 puntos porcentuales dedican 38.2 horas y los hombres 22.7
en la tasa de participación económica horas a actividades no económicas)”
de mujeres y hombres (con una tasa (CNDH, 2017).
de 42.9% entre las mujeres en edad de
trabajar, mientras que la de los hombres
ascendió a 77.8%)” (CNDH, 2017).

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Un ejemplo de brecha de género “[…] (Las mujeres) trabajan más Esto último reduce la posibilidad
es la referente a la participación dentro de los hogares en para las mujeres de contar con
económica (trabajo remunerado). actividades domésticas (entre la tiempo para el descanso u otras
“En México las estadísticas población no económicamente actividades como la educación,
mostraron, en 2017, una brecha activa las mujeres dedican 38.2 cultura y esparcimiento, además
de 34.9 puntos porcentuales en la horas y los hombres 22.7 horas a de poder tener efectos en su
tasa de participación económica actividades no económicas)” estado de salud.
de mujeres y hombres (con una (CNDH, 2017).
tasa de 42.9% entre las mujeres
en edad de trabajar, mientras que
la de los hombres ascendió a
77.8%)” (CNDH, 2017).

Fuentes de consulta

Bravo, E. (2008). Qué es y para qué es la perspectiva de género (p. 49). Oaxaca: Instituto de la
Mujer Oaxaqueña. [Libro de texto para la asignatura Perspectiva de Género en Educación
Superior.]

Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2017). Estudio sobre la igualdad entre
mujeres y hombres en materia de puestos y salarios en la administración pública federal 2017
(p. 158). Consultado en junio de 2019 de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/
Especiales/Estudio-igualdad-20180206.pdf

Hausmann, R., Tyson, L. D. y Zahidi, S. (Eds.). (2012). The Global Gender Gap Report 2012.
Ginebra, Suiza: Foro Económico Mundial (citado por ONU Mujeres. Centro de Capacitación,
Glosario de igualdad de género). Consultado el 15 de agosto de 2018 de http://www3.
weforum.org/docs/WEF_GenderGap_Report_2012.pdf

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