Está en la página 1de 3

LA FUNDAMENTACIÓN DE LOS PRINCIPIOS ÉTICOS DE

ARISTÓTELES,STUART MILL Y KANT


Hoy en día el hablar de ética y sus principios es un asunto que se ha generalizado, esto
debido principalmente a la gran amplitud de las malas prácticas que se han presentado
en gran parte de los países del planeta; ya que la ética se puede definir como “la
búsqueda de una comprensión racional de los principios de la conducta humana”, nos
dice Meter Singer, por su parte Aristóteles la define como "el compromiso efectivo
del ser humano que lo debe llevar a su perfeccionamie nto personal, de igual
manera Immanuel Kant fundamenta la ética en la actividad propia de la razón
práctica., es por ello que en los últimos años se ha tendido a hablar mucho sobre la
ética y el papel importante que juega en los seres humanos y su comportamiento dentro
del mundo del siglo XXI. Otro concepto que esta altamente ligado a la ética es el de
principio el cual se puede definir como una ley o regla que se cumple o debe seguirse
con cierto propósito, como consecuencia necesaria de algo o con el fin de lograr un
propósito; para Kant los principios son aquellas proposiciones que contienen la idea de
una determinación general de la voluntad que abraza muchas reglas prácticas. Los
clasifica como máximas si son subjetivos o leyes si son objetivos, es por ello que puede
decirse que Los principios Éticos son declaraciones propias del ser humano, que
apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad.
Existen diversos autores que hablan sobre la ética y sus principios tales como
Aristóteles quien la fundamenta en tres aspectos: el bien, la felicidad y la virtud; en el
caso del bien parte de la creencia de que toda actividad práctica parece tender a la
consecución de un fin que es el bien de tal actividad; por su parte para la felicidad la
expresa como la actividad del alma conforme a virtud. Para entender mejor lo que
Aristóteles quiere decir con su definición de la felicidad (actividad del alma según
virtud), hay que comprender cuál es su filosofía acerca de lo que llama la función del
hombre. Para Aristóteles analizar la función del hombre es estudiar su psiquismo; en
cuanto a la virtud la expresa como el término medio entre el exceso y el defecto. El
término medio puede referirse a las cosas o referirse a nosotros. Cuando se refiere a
nosotros, aunque sea término medio entre exceso y defecto, sin embargo, tal término
medio no es lo mismo e igual para todos ya que estamos ante algo en lo que intervienen
las acciones y las pasiones.
De igual manera tenemos a Immanuel Kant quien habla de la ética deontológica
desarrollada como producto del racionalismo ilustrado, está basada en la postura que
la única cosa intrínsecamente buena es una buena voluntad. Para Kant una buena
voluntad es una concepción más amplia que una voluntad que actúa por deber. Una
voluntad que actúa por deber es distinguible como una voluntad que supera los
obstáculos con el fin de cumplir la ley moral. Es por tanto un caso especial de buena
voluntad que se hace visible en condiciones adversas. Kant sostiene que solo los actos
realizados por deber tienen valor moral. Esto no quiere decir que los actos realizados
solamente en conformidad con el deber sean despreciables (estos todavía merecen
aprobación y apoyo), pero los acciones que se realizan por deber poseen una
consideración especial. Por su parte John Mill Stuart sostuvo la ética como un criterio
utilitarista de buscar el máximo bienestar del mayor número de individuos, la felicidad
general (General Happiness) como criterio y fin de la moralidad, apelando al sentido
común de los seres humanos para ser tenido como principio y guía de la acción. Esta
doctrina ética sostiene que la felicidad de los individuos, de cada uno, depende de la de
los demás. En la medida en que logro la felicidad de los demás consigo también la
propia, de manera que para un individuo resulta útil lograr la felicidad del conjunto en
el que se encuentra inmerso. Buscar lo útil consiste en ser práctico, valorar las cosas de
manera distinta según el uso que se haga de ellas. Un cuchillo en sí mismo no es ni
bueno ni malo, resultará bueno si le sirve al conjunto de los individuos para cortar pan
o tallar madera y malo si lo utilizan para matarse. Por tanto, lo malo es lo inútil para
conseguir la felicidad y lo bueno es lo útil para lograrla. No es correcto decir que un
cuchillo puede ser útil para matar, ya que el utilitarista, reserva el calificativo de útil,
tan sólo para aquello que, manejado de determinada manera, proporciona bienestar al
mayor número.
De lo anteriormente descrito se observa que para Aristóteles el fundamento de la ética
y la moral es la experiencia, en consonancia con su empirismo, ya que según su
postulad oes el hábito y la práctica constante los que nos llevan a un obrar correcto, es
decir que es una acto que es consecuencia de una práctica y que se da posterior de lo
aprendido y entendido. En cambio, Kant plantea que la moral y la ética no son producto
directo de la experiencia, sino que sino que está dentro del propio sujeto, quien debe
ser capaz de concebirla de forma directa e instantánea sobre la base de los principios
de la razón. Pero, la principal diferencia radica en que parta Aristóteles la virtud es un
medio para conseguir el bien último supremo del hombre que es la felicidad, y para
Kant es tan sólo un fin en sí mismo que necesariamente no debe llevar a un premio.
Para Kant cumplir con nuestro deber entraña obedecer siempre ciertas leyes morales o
imperativas por más que nos resulten molestos o perjudiciales. Mill Stuart por su parte
sostiene que se debe seguir las reglas morales establecidas, pero sin olvidar que son
generalizaciones que pueden quebrantarse en casos excepcionales porque no son
principios obligatorios de conducta. Para Mill, el hombre tiene derecho a ser feliz, en
cambio para Kant la felicidad es un premio que reclama méritos morales.
Teniendo en cuenta todos estos conocimientos sobre la ética y sus principios queda
plasmado que a pesar de existir diversos puntos de vistas en cuanto a la ética todos
están ligados a la consecución de logros planteados.

BIBLIOGRAFIA
Aristóteles (1993). Ética a Nicómaco. [Siglo V a. C.]. Universidad de Valencia.
Cortina, Adela (1986). Ética mínima.
Emanuel Kant. Crítica de la razón práctica. Madrid: Mestas ediciones.2001
http://eticapsicologica.org/wiki/index.php?title=Principios_%C3%89ticos
Stuart Mill (1980). El Utilitarismo, ed. Aguilar, trad. Ramón Castilla, 6ª ed., Argentina,

También podría gustarte