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ENSAYO MONOGRÁFICO
TÍTULO
Autor:
Asesor:
2019
ÍNDICE
1. ARGUMENTO:.................................................................................................................. 3
2. ASUNTO: ........................................................................................................................... 3
3. TEMAS ............................................................................................................................... 4
4. MENSAJE .......................................................................................................................... 4
5. ELEMENTOS NARRATIVOS:......................................................................................... 4
EL CAMPEÓN DE LA MUERTE
1. ARGUMENTO:
Liberato Tucto consulta a la coca respecto al destino que le espera a su hija Faustina,
que a sido raptada hacía un mes atrás. Estaba chacchando junto a su puerta y estaba
desconcertado pues la coca le daba respuestas confusas.
Su corazón estuvo a punto de salirse cuando de entre las sombras de la noche surgió la torva
figura de un hombre, era nada menos que el raptor mozo Hilario Crispín y se presentó ante él
y vaciando un costal lleno de fétidos restos humanos, le gritó altanero viejo aquí te traigo a tu
hija para que no la hagas buscar tanto, ni andes diciendo por el pueblo que un mostrenco se lo
ha llevado. Y sin esperar respuesta de Tucto, tomó el costal y de un golpe lo vació el contenido,
era un olor nauseabundo, horripilante ahí estaba el cuerpo descuartizado de la hija de Tucto.
Hilario Crespín le dijo no te dejo el costal por que puede ser para ti si te cruzas en mi camino
y dándole la espalda se fue.
Juan Jorge era el más respetado Illapaco (matador de hombres) y a él acudió liberato Tucto,
mediante de su mujer, para vengar a su hija, ofreció cuatro toros al mercenario y un carnero
por tiro. El padre exigió que lo matara de diez tiros siendo el décimo el que lo eliminara.
Cuatro días después empezó la persecución y encontraron a Hilario en una quebrada y empezó
la disputa en un campeonato de muerte, empezó Juan Jorge a disparar hasta que la décima bala
le penetró en el oído y le destrozó el cráneo.
Finalmente termino la cacería con la muerte del mozuelo Hilario Crespín. El illapu Juan Jorge
le saco los ojos al muerto y lo corto la lengua, guardando ambos órganos en su morral. Y el
macabro ritual termina con el festín que realiza el sicario comiéndose el corazón de Hilario
Crespín para aumentar su valor y su ferocidad.
2. ASUNTO:
Este cuento narra la historia de Liberato Tucto y su esposa Martina quienes contratan los
servicios de Juan Jorge, un asesino a sueldo. La razón es que Hilario Crispín había secuestrado
y asesinado a Faustina, la hija de los Tucto. Esta situación conlleva a un ajusticiamiento
sanguinario y cruel. Es por ello que Juan Jorge asesina cruelmente a 10 balazos a Hilario
Crispín, quien al final muere tras un asesinato sangriento.
3. TEMAS
Venganza, injusticia, violencia, muerte, superstición. Son algunos de los temas que nos muestra
el cuento. El cuento trata la venganza de una familia. Pero el tema que prevalece durante toda
la historia es LA VIOLENCIA CRUDA, tal cual, sin exageraciones.
El padre contrata a un mercenario para liquidar al culpable por la ausencia de su hija. Este
cuento refleja el estado de barbarie que se vive en el mundo rural. El surgimiento de bandidos
prolifera ante la incapacidad del estado para derrotarlos y capturarlos. Esto es síntoma de la
autonomía frente a los poderes públicos no por rechazo a ellos sino por su ausencia (esto se
acentúa al conocer la indiferencia de la oligarquía por llevar el estado al campo).
4. MENSAJE
Este cuento de López Albújar está marcado por la violencia, una violencia cruel y terrible. La
venganza es ejecutada por un producto social fuera de la ley, un asesino a sueldo. Nos sorprende
con una visión del indio. Ante la ausencia del estado, cada individuo busca ejercer la justicia o
buscar a alguien fuerte que la ejerza por ellos. Lopez Albújar describe a al indio como cruel,
sucio y bárbaro.
Plasmo al indio como él lo veía desde el exterior, sin mostrar sus sentimientos. Donde considera
de una manera u otra al indio como el asesino, y al mestizo como el héroe.
5. ELEMENTOS NARRATIVOS:
Personajes
Los personajes son reales, de carne y hueso, está presentados en toda su obra, tal como son: sin
estilizarlos ni idealizarlos, más bien con toda su realidad brutal, por lo que no ha dejado de ser
duramente criticado.
Personajes principales:
Liberato Tucto: Viejo papá de Faustina.
Martina: Esposa de Liberato.
Juan Jorge: illapaco jumapa, es decir, tirador de la comarca.Hilario Crispín: Indio mostrenco.
Personajes secundarios:
Acciones:
Estructura:
Inicio: Tucto consulta a la coca respecto al destino que le espera a su hija Faustina, que
ha sido raptada hacía un mes atrás. Estaba chacchando junto a su puerta y estaba
desconcertado pues la coca le daba respuestas confusas. Sabía el afligido padre que el
raptor Hilario Crispín era un golfo perdido, era ocioso, amigo de malas juntas y seductor
de mujeres. Su corazón estuvo a punto de salirse cuando de entre las sombras de la
noche surgió la torva figura de un hombre, era nada menos que el raptor mozo Hilario
Crispín y se presentó ante él y vaciando un costal lleno de fétidos restos humanos, le
gritó altanero viejo aquí te traigo a tu hija para que no la hagas buscar tanto, ni andes
diciendo por el pueblo que un mostrenco se lo ha llevado.
Desenlace: Finalmente termino la cacería con la muerte del mozuelo Hilario Crespín .
El illapu Juan Jorge le saco los ojos al muerto y lo corto la lengua, guardando ambos
órganos en su morral. Y el macabro ritual termina con el festín que realiza el sicario
comiéndose el corazón de Hilario Crespín para aumentar su valor y su ferocidad.
Narrador:
En efecto, López Albújar opta por un narrador en tercera persona que emplea las normas del
castellano escrito, y que expresa una perspectiva desde "afuera" sobre el mundo andino:
Lo que sí podemos objetar de Cuentos andinos es su visión demasiado exterior del indio. López
Albújar es buen observador, pero ni intenta siquiera compenetrarse, contaminarse del mundo
interior indígena. El narra consciente y deliberadamente desde afuera. (Escajadillo 1972: 5)
A comparación de María Arguedas, quien representó al mestizó desde su interior, pues este
había convivido desde pequeño con ellos. López Albújar opta por representar lo exterior del
indio.
Tipos de lenguaje:
Ejemplo:
Se había puesto el sol y sobre la impresionante tristeza del pueblo comenzaba a asperjar la
noche sus gotas de sombra. Liberato Tucto, en cuclillas a la puerta de su choza, chachaba,
obstinado en que su coca le dijera qué suerte había corrido su hija, raptada desde hacía un
mes por un mozo del pueblo, a pesar de su vigilancia.
Diálogos:
Utiliza diálogos para acompañar su narración en tercera persona. En sus diálogos se emplean
conectores diversos para evitar repeticiones.
-Viejo, aquí te traigo a tu hija para que no la hagas buscar tanto, ni andes por el pueblo
diciendo que un mostrenco se la ha llevado.
Y con sarcasmo diabólico, el indio Crispín, después de sacudir el saco, añadió burlonamente:
-No te dejo el saco porque puede servirme para ti si te atreves a cruzarte en mi camino.
Y le volvió la espalda.
Pero el viejo, que, pasada la primera impresión, había logrado impasibilizarse, levantóse y
con tranquilidad, inexplicable en hombres de otra raza, exclamó:
-Harás bien en llevarte tu saco; será robado y me traería mala suerte. Pero ya que me has
traído a mi hija debes dejar algo para las velas del velorio y para atender a los que vengan a
acompañarme. ¿No tendrás siquiera un sol?
Descripción literaria:
El cuento de apoya utilizando las descripciones, reales sin exageraciones, como uno de sus
recursos. Su descripción ayuda al flujo y entendimiento del cuento.
El autor describe a los personajes de una manera una manera un tanto cruda, hace hincapié de
aspectos físicos y conductas (observables). Así mismo describe el clima y el pueblo.
Físico:
Con la cabeza cubierta por un cómico gorro de lana, los ojos semioblicuos y fríos –de frialdad
ofídica- los pómulos de prominencia mongólica, la nariz curva, agresiva y husmeadora, la
boca tumefacta y repulsiva por el uso inmoderado de la coca, que dejaba en los labios un
ribete verdusco y espumoso, y el poncho listado de colores sombríos en el que estaba
semienvuelto, el viejo Tucto parecía, más que un hombre de estos tiempos, un ídolo incaico
hecho carne.
Conducta:
Por antecedentes de notoriedad pública sabía que Hilario Crispín, el raptor de su hija, era un
indio de malas entrañas, gran bebedor de chacta, ocioso, amigo de malas juntas y seductor de
doncellas; un mostrenco, como castizamente llaman por estas tierras al hombre desocupado y
vagabundo. Y para un indio honrado esta es la peor de las tachas que puede tener un
pretendiente.
Situaciones climáticas:
Se había puesto el sol y sobre la impresionante tristeza del pueblo comenzaba a asperjar la
noche sus gotas de sombra.
Entre la falda de una montaña y el serpenteo atronador y tormentoso del Marañón yacen sobre
el regazo fértil de un valle cien chozas desmedradas, rastreras y revueltas, como cien fichas
de dominó sobre un tapete verde. Es Pampamarca…
Técnicas:
Intensidad:
Profundidad:
Esta obra que en 1920 sirvió para mostrar otra manera de aproximarse y percibir al indio y su
mundo, para mostrar la otra cara del Perú, el Perú serrano, el Perú de la población mayoritaria
en número pero, paradójicamente, la gran desconocida.
La violencia ocupa un lugar destacado en dicha sociedad que parece afrontar con igual
indiferencia la muerte y los sufrimientos de la vida, donde los bandoleros perpetran sus
andanzas ante la impotencia o complicidad de las autoridades, en quienes el pueblo confía
menos que en la acción colectiva del linchamiento o en la diestra mano mercenaria del
“IPALLACO”.
Atmosfera:
Ambiente:
Sierra Peruana (los andes), región caracterizada por cadenas montañosas, elevadas
altiplanicies. Pampamarca. Huánuco.
Climax:
Sonó un disparo y la carabina voló por el aire y el indio Crispín dio un rugido y un salto
tigresco, sacudiendo furiosamente la diestra. En seguida miró a todas partes, como
queriendo descubrir de donde había partido el disparo, recogió con la otra mano el arma y
echó a correr en dirección a unas peñas; pero no habría avanzado diez pasos cuando un
seguro tiro le hizo caer y rodar al punto de partida.
El herido, que al parecer había simulado la muerte, juzgando tal vez que había transcurrido
ya el tiempo suficiente para que el asesino lo hubiera abandonado, o quizás por no poder ya
soportar los dolores que, seguramente, estaba padeciendo, se volteó y comenzó a arrastrarse
en dirección a una cueva que distaría uno cincuenta pasos.
Juan volvió a sonreír y volvió a apuntar, diciendo:
-A la mano izquierda…
*Aquí se refleja el punto en donde se revelará, cuál es el desenlace de nuestra historia. Pues
con lo suma de todos los sucesos o acciones dentro del cuento se pudo llegar al lector al
punto máximo de suspenso. Generado curiosidad e intriga por saber qué sucederá y como
terminará todo. Y si cumplirá con mis expectativas.
Tipos de final:
Previsibles: era lógico, por la información que el relato nos dio acerca del mundo
narrado suponiendo que moriría se iba a morir.
Ejemplo:
…el viejo Tucto le mandó su mujer para que contratara la desaparición del indio Hilario
Crispín, cuya muerte era indispensable para tranquilidad de su conciencia, satisfacción de los
yayas y regocijo de su Faustina en la otra vida.
Sorpresivos o Desviados: el narrador en las últimas líneas nos deja con un dialogo
cruel e inesperado. Pero que es muestra de “la superstición, todo ese cúmulo de
irracionales creencias con que
parece venir el indio al mundo”.
Ejemplo:
En seguida descendieron ambos hasta donde yacía destrozado por diez balas, como un andrajo
humano, el infeliz Crispín. Tucto le volvió boca arriba de un puntapié, desenvainó su cuchillo
y diestramente le sacó los ojos.
-Estos –dijo, guardando los ojos en el huallqui– para que no me persigan; y ésta –dándole
una feroz tarascada a la lengua- para que no avise.
-Y para mí el corazón –añadió Juan jorge-. Sácalo bien. Quiero comérmelo porque es de un
cholo muy valiente. FIN.
Leyes de la narración:
“El centro de interés de las ideas y de los hechos”. En el caso del cuento es la búsqueda de
una venganza cruel, todos los sucesos y hechos sucederán de manera coherente para ese
fin.
Y fue a este personaje, a esta flor y nata de illapacos, a quien el viejo Tucto le mandó su
mujer para que contratara la desaparición del indio Hilario Crispín, cuya muerte era
indispensable para tranquilidad de su conciencia, satisfacción de los yayas y regocijo de
su Faustina en la otra vida.
No depende, pues de la novedad del argumento, sino de cómo y cuánto se cale en dicho
argumento. En el cuento casi al inicio de a conocer de manera cruda que la joven estaba
muerta:
-Viejo, aquí te traigo a tu hija para que no la hagas buscar tanto, ni andes por el pueblo
diciendo que un mostrenco se la ha llevado.
Y, sin esperar respuesta, el hombre, que no era otro que Hilario Crispín, desató el saco y
vació de golpe el contenido, un contenido nauseabundo, viscoso, horripilante,
sanguinolento, macabro, que, al caer, se esparció por el suelo, despidiendo un olor acre y
repulsivo. Aquello era la hija de Tucto descuartizada con prolijidad y paciencia
diabólicas, escalofriantes, con un ensañamiento de loco trágico.
Dicho sucesos captó de manera estratégica la curiosidad del lector, buscando saber más,
sobre qué sucedería luego que el padre reaccionase Y a su vez este suceso dará origen a
otro probando que la narración no sea estática. Así el lector continúa con la lectura en busca
de encontrar más datos.
Ley de la verdad
El principio enunciado quiere decir que no se debe escribir sobre temas, ideas,
asuntos, hechos, paisajes o personas que no se conozcan personalmente. Esta es la realidad
que hay que respetar. Narrar, en suma, es evocar lo conocido, aquello de que tenemos
experiencia propia.
Enrique Lopez Albujar tuvo tenía una amplia visión de cómo eran los indios y de su realidad
desde el aspecto exterior. Por ello en su cuento nos narra sucesos que como abogado en
esas zonas de la serranía le tocó juzgar y presenciar. Esto le ayudó a crear este grado de
verdad en su obra.
Ley de la verosimilitud
"No basta con que los hechos sean verdaderos, es preciso que lo parezcan para ser
bien comprendidos”
Se le considera como el iniciador del indigenismo literario. Con sus cuentos andinos es una
obra que nace en un momento de opresión: En el Perú de 1920 el jurista Enrique López Albújar
(Chiclayo 1872-Lima 1963) publica una colección de 10 relatos breves bajo el título de Cuentos
andinos, consiguiendo mostrar en ellos, de manera sincera y verídica, al poblador de las
comunidades andinas del momento. Coincide esa publicación con una etapa en la que se había
acentuado en el país la reflexión sobre el problema indígena, originándose en el panorama
cultural peruano nuevos movimientos literarios acordes con el período socio-histórico. Ese
clima de renovación ideológica, de búsqueda de sentimiento nacional y de resurgimiento de lo
indio, unido a las circunstancias particulares de López Albújar, dieron como resultado una obra
que, si bien concebida sin grandes pretensiones, se erige en eslabón fundamental del proceso
creador de la narrativa indigenista y en literatura del medio y del momento histórico, es decir,
en una literatura testimonial, “netamente peruana”.
Enrique López Albújar, hombre de personalidad decidida y espíritu batallador ante las
injusticias, que compaginó su labor jurídica con la labor periodística y literaria, tuvo la
oportunidad de conocer y convivir con el morador autóctono de la sierra andina en Huánuco,
en cuya capital ejerció la judicatura durante siete años.
Pues no fue solamente un escritor, sino también un abogado que ejerció además el cargo de
juez en diferentes lugares – entre los más apartados- del Perú profundo, cuyas realidades vivió
directamente. Y fue aquí donde su vida dio un giro inesperado. Por eso es que sus personajes
reales, de carne y hueso, está presentados en toda su obra, tal como son: sin estilizarlos ni
idealizarlos, más bien con toda su realidad brutal, por lo que no ha dejado de ser duramente
criticado.
Ejerció tanto en la costa norte, pero sobre todo en Huánuco y otros lugares muy remotos de la
serranía, en contacto con los indios auténticos, viviendo y sufriendo todo su drama vital que su
pluma de escritor y magistrado se atrevió a denunciar.
En aquellos lugares tan alejados donde no hay la presencia del estado, o son muy escasas la
aplicación de sus leyes, y vigencia de sus autoridades, la justicia y la venganza adoptan formas
demasiados alejadas de lo humanamente civilizado, por lo que el realismo Indigenista de López
Albújar no podía ser de otra forma: fuerte, violento, de emociones primitivas, dramático,
desgarrador y hasta sangriento.
El joven juez vio desfilar por su tribunal a centenares de campesinos que enfrentaban juicios
por abigeato, por homicidio y secuestro de jovencitas. En las alturas de Huánuco, las
comunidades ejercían su propia ley por la ausencia del Estado.
Gracias a ello pudo acercarse a las entrañas de esa vida e indagar en el conocimiento de sus
pobladores. Esa contextura tienen los “Cuentos andinos”, con que López Albújar inaugura esta
corriente literaria indigenista.
Ante los secuestros o asesinatos los campesinos ‘bajaban’ a la capital a exigir justicia. Pero la
mayoría de veces, contrataban pistoleros a sueldo, como los del viejo oeste norteamericano,
que ofrecían sus ‘servicios’ para capturar o asesinar a quien hubiera robado o matado a alguien.
Uno de estos siniestros personajes lo inspiró para escribir el cuento ‘El campeón de la muerte’.
Cuentos andinos fue una obra que en 1920 sirvió para mostrar otra manera de aproximarse y
percibir al indio y su mundo, para mostrar la otra cara del Perú, el Perú serrano, el Perú de la
población mayoritaria en número pero, paradójicamente, la gran desconocida. Fue uno de los
novelistas más vigorosos del siglo XX y el primer escritor peruano que creó personajes
indígenas de verdad. Murió en 1966, a la edad de 94 años.
ARTÍCULO DE OPINIÓN:
El Perú es uno de los países más diversos de la región y con una de las historias más
conflictivas hacia las poblaciones indígenas. En estas poblaciones, así como en la mayoría de
sociedades tradicionales, el Derecho y la aplicación de la justicia se han manejado desde la
comunidad a través de sistemas variados, pero en general basados en la toma de decisión
colectiva o compartida del conjunto poblacional. Así es como Enrique López Albujar, publicó
"Cuentos Andinos", la primera obra importante del indigenismo. En sus relatos, centrados en
la vida de los indígenas narraba muchas veces historias violentas, influido por el realismo, y
no exentos de prejuicios, dando a conocer al indio, como primer personaje, sin el tratamiento
paternalista como había ocurrido en el pasado, sino como verdadero ser humano; resaltando
sus virtudes, sus vicios y, sobre todo, su humanidad.
Un sicario como los de hoy. Pero con un retorcido concepto de justicia, porque le dice:
‘Voy a hacer averiguar con mis agentes si es verdad que Hilario Crispín es el asesino de tu
hija’. El pedido del padre es escalofriante: que lo haga sufrir y lo elimine con diez disparos de
escopeta, ‘pero que sea el último tiro, el que lo mate’.
El cuento trata la venganza de una familia. Pero el tema que prevalece durante toda la
historia es LA VENGANZA y LA VIOLENCIA CRUDA, tal cual, sin exageraciones. El padre
contrata a un mercenario para liquidar al culpable por la ausencia de su hija. Este cuento refleja
el estado de barbarie que se vive en el mundo rural. El surgimiento de bandidos prolifera ante
la incapacidad del estado para derrotarlos y capturarlos. Esto es síntoma de la autonomía frente
a los poderes públicos no por rechazo a ellos sino por su ausencia (esto se acentúa al conocer
la indiferencia de la oligarquía por llevar el estado al campo).
Pero comentemos ahora los cuatro rasgos que consideramos son los fundamentales y más
recurrentes de todos los percibidos y recogidos por López Albújar en su acercamiento al
espíritu y personalidad del indio, y que van conformando la imagen de ese poblador mayoritario
del Perú que es el aborigen.
a) Superstición: “la superstición, todo ese cúmulo de irracionales creencias con que
parece venir el indio al mundo”. (López Albújar 1970: 75)
Tema que se ve reflejado en el final del cuento. Cuando Tucto le saca los ojos y la lengua
a Hílario. Y Juan Jorge le pide el corazón porque si se lo comía tendría las mismas cualidades
que el difunto. Porque esto da más valor por ser el difunto, alguien valiente. El siguiente punto
es:
b) Violencia y animalidad: “Se hurtaba los pedazos de carne cruda y sangrienta y los
engullía con la rapidez y voracidad de un martín-pescador” (López Albújar 1970: 102)
c) Consumo de coca: “La coca revela verdades insospechadas, venidas de mundos
desconocidos. Es la Casandra de una raza vencida y doliente” (López Albújar 1970:
150).
d) Rencor: “el mayor enemigo del indio es el indio mismo” (López Albújar 1926: 17).
Los indios se muestran rencorosos hasta con su propia gente, y “El licenciado Aponte”
constituye un buen ejemplo de ello, pues nos encontramos allí con la crueldad de toda una
comunidad india que castiga implacablemente al protagonista del relato porque no le perdonan
los crímenes que cometió su padre. Así, en esa comunidad neciamente rencorosa, el hijo
inocente sufre las consecuencias de lo hecho por su progenitor. Igualmente asistimos a un caso
de venganza rencorosa en “El campeón de la muerte” cuando vemos al indio Liberato Tucto
que encarga matar al asesino de su hija, pero matarlo muy lentamente de “diez balazos”, para
que sufra y sea sólo la última bala la que lo mate.