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CIRCULAR Nº 0002-2018/ CIVIL

EL DIVORCIO PRODUCE QUE LOS BIENES DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES


PASEN A UN RÉGIMEN DE COPROPIEDAD, INCLUSO SI NO SE PRACTICÓ
LIQUIDACIÓN
(CS, Cas. 870-2016-Lima Norte, 9/8/2016)

La resolución judicial materia de esta circular se ha dictado en el marco de un


proceso de nulidad de acto jurídico por el cual la demandante (de ahora en adelante, la
Sra. Cesaria) solicitó que se declare la nulidad del acto jurídico de compraventa
celebrado, con fecha 07 de octubre del 2003, por su ex - cónyuge, el Sr. Serafín, a favor
de la Sra. Leonilda, por medio del cual el primero le transfiere a la segunda el 50% de
los derechos y acciones sobre un inmueble que había sido adquirido por ambos ex -
cónyuges (la Sra. Cesaria y el Sr. Serafín) durante el matrimonio. La Sra. Cesaria
sustenta su pretensión indicando que dicho bien era de la sociedad de gananciales
constituida por ella con el Sr. Serafín, por lo que éste no podía disponer el bien social
sin la intervención de ella.

El demandado, a su turno, indicó que, a la fecha de transferencia el bien inmueble


no era de la sociedad de gananciales pues la misma había fenecido mediante sentencia
de fecha 21 de julio de 1980, recaída en un proceso de divorcio seguido por las partes.

La Sala Superior, revocando la sentencia de primera instancia, declaró fundada la


demanda y nula la compraventa, pues señaló que el bien mantenía la condición de social
en tanto que en la sentencia de divorcio seguido por las partes se había limitado a
declarar: “disuelto el vínculo del matrimonio contraído por don Serafín con doña
Cesaria”, sin pronunciarse sobre el fenecimiento de la sociedad de gananciales, por lo
que tampoco se había realizado liquidación alguna.

Sin embargo, la Sala Suprema, que ha emitido la resolución materia de comentario,


discrepa con la posición de la Sala Superior y con la tesis de la demandante, pues
considera que, de conformidad con el artículo 318 del Código Civil, “fenece el régimen
de sociedad de gananciales: 3.- Por el divorcio (…)”. En efecto, la Sala Suprema precisa
que “la declaración de divorcio provocaba per se la extinción de la sociedad de
gananciales”; indicando, además, que:

“(…) se acepta que el fenecimiento de la sociedad de gananciales se


produce de forma natural cuando el matrimonio al cual responde llega a
su fin, puesto que, como es evidente, en estos casos, el sustrato sobre el
cual aquella despliega normalmente sus efectos – las relaciones
patrimoniales existentes entre los cónyuges- y al que aquella respondía,
ya no existe más y, por tanto, ya no hay más que regular por ella, ni para
qué hacerlo. En ese sentido, se ha dicho que “si por el hecho de existir
un matrimonio se constituye la sociedad de gananciales, es lógico que
ésta termine cuando el matrimonio mismo fenece”.
De ello se extrae que, a criterio de la Sala Suprema, el cual compartimos, la sociedad
de gananciales fenece de pleno derecho, sin necesidad de liquidación, en la fecha en
que se produce la disolución del matrimonio, pasando todos los bienes que otrora
pertenecían a la sociedad de gananciales a un régimen de copropiedad en el cual ambos
ex – cónyuges gozan de la misma proporción de derechos.

En esa línea, tratándose de un régimen de copropiedad, cualquiera de los cónyuges


está facultado a transferir los derechos y acciones que les corresponden sobre los
bienes que anteriormente eran de la sociedad de gananciales, sin necesidad de requerir
la intervención del otro cónyuge, ello en atención a lo establecido por el artículo 977 del
Código Civil que prescribe: “cada copropietario puede disponer de una cuota ideal y de
los respectivos frutos”.

La posición de la Corte Suprema es compartida también por el Tribunal Registral


puesto que, por ejemplo, mediante resolución Nº 2918-2017-SUNARP-TR-L,
considerando 5, ha señalado que

“podemos concluir que la consecuencia de la extinción del régimen de


sociedad de gananciales es que los bienes adquieren el estado de
copropiedad, entonces los cónyuges o ex cónyuges pasan de tener una
propiedad común a ser copropietarios de un bien o un conjunto de bienes
(…)”.

En conclusión, podemos señalar que una vez declarado el divorcio mediante


sentencia con la calidad de cosa juzgada, y con ello disuelto el vínculo matrimonial,
fenece la sociedad de gananciales, provocando que los bienes de la sociedad de
gananciales cambien de condición y se sometan al régimen de copropiedad, no
existiendo limitación para que cada uno de los ex – cónyuges, ahora copropietarios,
puedan disponer de los derechos y acciones que les corresponden..

Atentamente,

Angel Calisaya Márquez

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