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Título original
CIRCULAR Nº 0002 EL DIVORCIO PRODUCE QUE LOS BIENES DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES PASEN A UN RÉGIMEN DE COPROPIEDAD, INCLUSO SI NO SE PRACTICÓ LIQUIDACIÓN.docx
EL DIVORCIO PRODUCE QUE LOS BIENES DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
PASEN A UN RÉGIMEN DE COPROPIEDAD, INCLUSO SI NO SE PRACTICÓ LIQUIDACIÓN (CS, Cas. 870-2016-Lima Norte, 9/8/2016)
La resolución judicial materia de esta circular se ha dictado en el marco de un
proceso de nulidad de acto jurídico por el cual la demandante (de ahora en adelante, la Sra. Cesaria) solicitó que se declare la nulidad del acto jurídico de compraventa celebrado, con fecha 07 de octubre del 2003, por su ex - cónyuge, el Sr. Serafín, a favor de la Sra. Leonilda, por medio del cual el primero le transfiere a la segunda el 50% de los derechos y acciones sobre un inmueble que había sido adquirido por ambos ex - cónyuges (la Sra. Cesaria y el Sr. Serafín) durante el matrimonio. La Sra. Cesaria sustenta su pretensión indicando que dicho bien era de la sociedad de gananciales constituida por ella con el Sr. Serafín, por lo que éste no podía disponer el bien social sin la intervención de ella.
El demandado, a su turno, indicó que, a la fecha de transferencia el bien inmueble
no era de la sociedad de gananciales pues la misma había fenecido mediante sentencia de fecha 21 de julio de 1980, recaída en un proceso de divorcio seguido por las partes.
La Sala Superior, revocando la sentencia de primera instancia, declaró fundada la
demanda y nula la compraventa, pues señaló que el bien mantenía la condición de social en tanto que en la sentencia de divorcio seguido por las partes se había limitado a declarar: “disuelto el vínculo del matrimonio contraído por don Serafín con doña Cesaria”, sin pronunciarse sobre el fenecimiento de la sociedad de gananciales, por lo que tampoco se había realizado liquidación alguna.
Sin embargo, la Sala Suprema, que ha emitido la resolución materia de comentario,
discrepa con la posición de la Sala Superior y con la tesis de la demandante, pues considera que, de conformidad con el artículo 318 del Código Civil, “fenece el régimen de sociedad de gananciales: 3.- Por el divorcio (…)”. En efecto, la Sala Suprema precisa que “la declaración de divorcio provocaba per se la extinción de la sociedad de gananciales”; indicando, además, que:
“(…) se acepta que el fenecimiento de la sociedad de gananciales se
produce de forma natural cuando el matrimonio al cual responde llega a su fin, puesto que, como es evidente, en estos casos, el sustrato sobre el cual aquella despliega normalmente sus efectos – las relaciones patrimoniales existentes entre los cónyuges- y al que aquella respondía, ya no existe más y, por tanto, ya no hay más que regular por ella, ni para qué hacerlo. En ese sentido, se ha dicho que “si por el hecho de existir un matrimonio se constituye la sociedad de gananciales, es lógico que ésta termine cuando el matrimonio mismo fenece”. De ello se extrae que, a criterio de la Sala Suprema, el cual compartimos, la sociedad de gananciales fenece de pleno derecho, sin necesidad de liquidación, en la fecha en que se produce la disolución del matrimonio, pasando todos los bienes que otrora pertenecían a la sociedad de gananciales a un régimen de copropiedad en el cual ambos ex – cónyuges gozan de la misma proporción de derechos.
En esa línea, tratándose de un régimen de copropiedad, cualquiera de los cónyuges
está facultado a transferir los derechos y acciones que les corresponden sobre los bienes que anteriormente eran de la sociedad de gananciales, sin necesidad de requerir la intervención del otro cónyuge, ello en atención a lo establecido por el artículo 977 del Código Civil que prescribe: “cada copropietario puede disponer de una cuota ideal y de los respectivos frutos”.
La posición de la Corte Suprema es compartida también por el Tribunal Registral
puesto que, por ejemplo, mediante resolución Nº 2918-2017-SUNARP-TR-L, considerando 5, ha señalado que
“podemos concluir que la consecuencia de la extinción del régimen de
sociedad de gananciales es que los bienes adquieren el estado de copropiedad, entonces los cónyuges o ex cónyuges pasan de tener una propiedad común a ser copropietarios de un bien o un conjunto de bienes (…)”.
En conclusión, podemos señalar que una vez declarado el divorcio mediante
sentencia con la calidad de cosa juzgada, y con ello disuelto el vínculo matrimonial, fenece la sociedad de gananciales, provocando que los bienes de la sociedad de gananciales cambien de condición y se sometan al régimen de copropiedad, no existiendo limitación para que cada uno de los ex – cónyuges, ahora copropietarios, puedan disponer de los derechos y acciones que les corresponden..