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  NEOINSTITUCIONALISMO

 
SEMANA  7  
 
 

 
 
 
 

 
 
 

 
 
 
 

 
 
 

 
 
 
 

 
 
 
   
 

NEOINSTITUCIONALISMO

Posterior a la Segunda Guerra Mundial, y en el marco de la tensión de la Guerra


Fría, el panorama del pensamiento económico había tomado las
características que en este momento lo definen. Por un la   do, el aporte de
Keynes había establecido las bases del análisis macroeconómico y, con ello, las
políticas de manejo fiscal y monetario para incentivar la demanda agregada.
Por el otro, la escuela neoclásica había estructurado al andamiaje analítico
para explicar el comportamiento de los agentes económicos en el mercado y
establecer así los criterios de eficiencia económica. Sin embargo, en los dos
casos, dichas escuelas de pensamiento ofrecen una explicación de cómo
operan las economías de mercado, pero no dan cuenta de cómo los
mercados se desarrollan en el tiempo y el cambio económico.

El neoinstitucionalismo surge en el seno de la tradición neoclásica, en el sentido


que fundamenta su análisis en los supuestos de escasez de recursos y
competencia entre agentes económicos. Sin embargo, el neoinstitucionalismo
crítica la mirada estática de esta escuela, en el sentido que dicha
aproximación ignora la estructura de incentivos que explican la tendencia de
las sociedades a invertir en capital humano y tecnología y, con ello, en el
cambio económico. En palabras de Williamson:

“La nueva economía institucional tuvo sus orígenes en buenos críticos de


la ortodoxia que creyeron que las instituciones eran tanto importantes
como susceptibles de análisis. Con ánimo de ahondar en el tema,

 
2   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

destacaría a seis premios Nobel entre sus figuras principales: Kenneth


Arrow, Friedrich Hayek, Gunnar Myrdal, Herbert Simon, Ronald Coase y
Douglass North, siendo estos últimos los primeros dos presidentes de la
ISNIE. Pero hay más, Armen Alchian ha sido una figura influyente. También
lo ha sido la investigación sobre teoría organizativa, especialmente en
Carnegie (parte de esta investigación prefigurada por el trabajo previo
de Chester Barnard), donde los nombres de Richard Cyert y James March
se unen al de Simon. El trabajo pionero de Alfred Chandler sobre historia
de la empresa también abrió caminos. Entre los pensadores del derecho,
especialmente del derecho contractual, que han brindado su
contribución cabe mencionar a Karl Llewellyn, Stewart Macaulay, Ian
Macneil y Lon Fuller. John R. Commons también aportó ideas originales e
importantes al estudio de la economía institucional. La Escuela Histórica
Alemana también se interesó en ideas afines”1.

En este punto cabe señalar que la escuela neo-institucionalista no logra


formular un modelo analítico con el nivel de sofisticación del modelo de
equilibrio general, razón por la cual acuden a la historia y el método
comparativo para identificar los factores que inciden en el desarrollo de las
economías en el tiempo. Sin embargo, el neoinstitucionalismo es altamente
reconocido por su fuerza explicativa del cambio económico, distinción que es
reconocida con dos premios nobel de Economía otorgados a Ronald Coase en
1991 y a Douglass North en 1993. “El Neoinstitucionalismo se consolida

                                                                                                               
1
WILLIAMSON, Oliver The New Institutional Economics: Taking Stock, Looking Ahead. En: Journal of
Economic Literature. 2000. vol. 38, p. 597.

 
3
 

fundamentalmente sobre tres programas de investigación: las instituciones, los


costos de transacción y la eficiencia”2

Costos de transacción y desarrollo económico

Las instituciones son definidas por North como “las reglas del juego o las
constricciones convencionalmente construidas para enmarcar la interacción
humana en una sociedad determinada”3. Estas instituciones pueden tomar la
forma de constreñimientos formales tal como son las constituciones y la
legislación o pueden ser constreñimientos informales, tal como las normas de
comportamiento, convenciones y códigos de conducta. Así, las instituciones
formales e informales, junto con los mecanismos para hacerlas efectivas,
definen la estructura de la sociedad y, en específico, de las economías. ¿Cuál
es el mecanismo mediante el cual las instituciones favorecen – o desfavorecen-
el desarrollo económico?

Supongamos que usted es el encargado de hacer mercado en su casa, y suele


ir al mercado de su barrio para obtener los víveres que necesita. Supongamos
que necesita un kilo de papas para la cena de la noche. Para usted, por
supuesto, no es muy difícil saber cuánto es un kilo de papa sabanera,
básicamente porque usted confía que la etiqueta del producto le va a señalar
con toda certeza las propiedades del producto que está adquiriendo tal como
peso, origen, fecha de vencimiento e incluso contenido nutricional.
                                                                                                               
2
ALDANA, Yanold y RUIZ SILVA, José. El Neoinstitucionalismo. En: Pensamiento económico con énfasis
en pensamiento Económico Público. Bogotá: ESAP, 2008. p. 246.
3
PRADO ROBLES, Gustavo. El pensamiento Económico de Douglas C. North. En: Laissez-Faire.
Septiembre, 1998. no 9, p. 14.  

 
4   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

Pero este problema no era tan obvio de resolver en la antigüedad. En principio,


no había sistema métrico decimal para tener un común entendimiento de qué
es lo que representa cierta magnitud de peso. Y aun contando con dicha
convención, siempre existía la duda si el instrumento para medir las
características del producto que usted iba a consumir (en este caso una
balanza) era confiable o no. De allí que no es gratuito que una de las funciones
iniciales de las autoridades (ya sea en nombre del rey o del Estado) fuese no
solo establecer las magnitudes de medición de los productos en el mercado,
sino los mecanismos para asegurar que los instrumentos de medición estuviesen
correctamente calibrados4.

Ahora bien, suponga que usted ya no es el consumidor de este kilo de papa,


sino que usted es el dueño de la cadena de supermercado. Para asegurar el
abastecimiento de papa debe contar con proveedores confiables que le
suministren, digamos, una tonelada de papa diaria. Sabemos por los
neoclásicos los mecanismos que determinarán la suma de dinero pactada y la
cantidad intercambiada de acuerdo a las leyes de la oferta y demanda. Sin
embargo, lo que no nos dicen los neoclásicos es bajo qué condiciones
favorecen el cumplimiento de lo pactado. ¿Qué sucede, por ejemplo, si el
distribuidor no entrega lo acordado?

                                                                                                               
4
Incluso, en la actualidad las alcaldías locales en Bogotá están en la obligación de revisar
periódicamente las balanzas de los supermercados y, así mismo, existen instituciones como el Invima
encargadas de certificar la idoneidad y salubridad en la producción de productos para el consumo
humano.

 
5
 

La respuesta obvia es que usted cuenta con un “contrato” en dónde su


proveedor se compromete a suministrar cierto bien con ciertas características
(una tonelada de papa sabanera todos los días antes de las seis de la mañana)
y usted, en contraprestación, le girará un cheque cada mes con una suma
acordada. En el caso que alguna de las partes no cumpla con lo pactado,
existen mecanismos para hacer efectivo dicho contrato (o las clausulas de
penalización el incumplimiento) que, por lo general, involucran procesos
jurídicos para resolver este tipo de conflicto.

En resumen, el análisis neoclásico ignora que para el intercambio los agentes


económicos incurren en costos para especificar lo que es intercambiado
(cuanto es un kilo de papa) y hacer efectivo los acuerdos (una tonelada de
papa todos los días antes de las seis de la mañana). Estos costos serán
denominados por Ronald Coase (1960) como costos de transacción5, los cuales
dependen de la tecnología y las instituciones disponibles. La balanza representa
la tecnología que permite reducir los costos en tiempo y esfuerzo para definir el
peso del bien transable. El sistema métrico decimal es una convención que
actúa como institución informal para facilitar el común entendimiento de lo que
se transa. Y, finalmente, el contrato y la eventual existencia de un aparato
judicial que coaccione a quien no cumpla las reglas representa una institución
formal y el mecanismo para hacerlo efectivo. En la ausencia de dichos factores
se incrementa la dificultad del intercambio económico o, dicho de otro modo,
los mercados solo pueden ser eficientes en la vida real en los términos que
propone los neoclásicos cuando los costos de transacción son insignificantes,

                                                                                                               
5
En una estimación para la economía norteamericana de la década de los setenta, Coase concluyó que
cerca del 45% del producto interno norteamericano fue destinado a costos de transacción.

 
6   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

esto es, cuando existen recursos de arbitraje de dimisión de conflictos y


mecanismos de retroalimentación de información eficientes.

Bajo el supuesto neoclásico de racionalidad perfecta los agentes económicos


podrían generar dichas condiciones de “cero costos de transacción” a partir de
la corrección iterativa de las creencias erróneas sobre cómo funciona el mundo.
Es más, podrían diseñarse instituciones que indujeran a los agentes a adquirir la
información necesaria para corregir los modelos de conducta no eficientes. Sin
embargo, los individuos suelen tomar decisiones con información incompleta al
igual que parten de constreñimientos y sesgos mentales que les impiden
maximizar la utilidad esperada tal como lo suponen los neoclásicos. De esta
manera, los postulados de Helbert Simon, quien asegura:

“[Si] aceptamos la proposición de que el conocimiento y la potencia de


cálculo de la que toma las decisiones son muy limitados, entonces hay
que distinguir entre el mundo real y la percepción del actor de la misma y
el razonamiento al respecto. Es decir, debemos construir una teoría (y
probarla empíricamente) sobre el proceso de decisión. Nuestra teoría
debe incluir no sólo los procesos de razonamiento, sino también los
procesos que generaron la representación subjetiva del actor del
problema de decisión”6.

                                                                                                               
6
SIMON, Herbert. Rationality in Psychology and Economics. En: HOGARTH, Robin M. and REDER,
Melvin W. (eds.). Rational Choice. Chicago and London: The University of Chicago Press, 1986. p. 210.

 
7
 

La competencia cognoscitiva implica que la definición de contratos complejos


sea, inevitablemente, incompleta. “Williamson agrega que la naturaleza
incompleta de los contratos plantea problemas adicionales cuando se
combina con la condición de oportunismo (2006, p. 14); además, se manifiesta
como selección adversa, riesgo moral, actitud evasiva, búsqueda de metas
secundarias y otras formas de comportamiento estratégico”7.

De hecho, el diseño de instituciones (al menos las formales) no están exentas de


los intereses privados de quienes las diseñan, de manera que no siempre están
en función del bienestar de la sociedad. North señala que en el mercado
político, escenario donde se toman las decisiones sobre las reglas del juego de
la sociedad, los costos de transacción son mucho más altos si se comparan con
los costos de transacción de los mercados económicos. En el caso del mercado
de la papa se sabe qué tipo de características se desea definir con exactitud
(calidad, valor nutricional, cantidad, peso, etc.). De igual modo, es claro que el
criterio de eficiencia y el óptimo de Pareto son los valores que promueven las
decisiones económicas. Sin embargo, en el caso de los mercados políticos
dichas claridades no se pueden dar por sentadas. De acuerdo con North:

“Medir y hacer cumplir los acuerdos en los mercados políticos es mucho


más difícil. Lo que se intercambia (entre electores y legisladores en una
democracia) son promesas por votos. El votante tiene pocos incentivos
para informarse porque la probabilidad de que el voto individual defina la
decisión final es infinitesimal. Hecho que, sumado a la complejidad de los
problemas, deriva en una verdadera situación de incertidumbre. La

                                                                                                               
7
 ALDANA y RUIZ SILVA. Op. cit., p. 247  

 
8   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

ejecución de los acuerdos políticos está plagada de dificultades y la


competencia es mucho menos efectiva que en los mercados
económicos. Por lo general, los electores sólo están informados de una
pequeña porción de asuntos que son, a la vez, fáciles de definir y
transcendentales para su bienestar. Pero más allá de esto, los estereotipos
ideológicos se hacen cargo de la mayoría de las cuestiones políticas, y
con ello, de los factores que modela el desempeño de la economía. En
suma, dado que es la política la que define y hace valer los derechos de
propiedad, no es sorprendente que los mercados económicos eficientes
sean tan excepcionales”8.

En resumen, “North (1990a) dice que las instituciones reducen la incertidumbre


al definir y al limitar el conjunto de elecciones de los individuos y al determinar
las oportunidades existentes en una sociedad; a su vez, las instituciones
proporcionan la estructura de incentivos de una economía (North, 1991). De
este modo se convierten en el factor determinante del funcionamiento de una
economía. En última instancia, las instituciones y los costos de transacción
permiten estudiar y analizar cómo funciona y se comporta la economía de las
empresas, la ley y el sistema político”9.

                                                                                                               
8
NORTH, Douglass C. Economic Performance Through Time. Washington University, St Louis. 1993.
Prepared for presentation as the Prize Lecture in Economic Science in memory of Alfred Nobel,
December 9. p. 6.
9
ALDANA y RUIZ SILVA. Op. cit., p. 232.

 
9
 

Organizaciones y cambio económico

Para entender el cambio económico se debe hacer una claridad fundamental


con respecto a la diferencia entre organizaciones e instituciones. En el lenguaje
cotidiano suele utilizarse estas dos acepciones de manera indistinta. Sin
embargo, existe una diferencia fundamental: mientras que las instituciones son
las reglas de juego, las organizaciones son los jugadores. De esta manera, entre
las organizaciones se lista el conjunto de agentes económicos, incluidos los
gobiernos, ciertos tipos de firmas, diferentes tipos de asociaciones, centros
educativos, etc.

La prominencia de ciertos tipos de organización sobre otro depende de la


matriz institucionalidad vigente. Así, por ejemplo, si existe una institución como la
patente de corso, el número de corsarios y forajidos en la sociedad tenderá a
incrementar. O si, por ejemplo, un país resuelve que en su constitución se
alternará el poder solo entre dos partidos políticos los cuales deberán repartirse
milimétricamente los puestos burocráticos, con toda seguridad emergerán
dentro de cada uno de los partidos organizaciones que competirán entre sí
para captar la mayor cantidad de rentas provenientes del Estado. De la misma
manera, las instituciones que promueven prácticas competitivas favorecerán la
existencia de firmas.

La interacción entre las organizaciones y las instituciones es lo que define el


cambio institucional. En resumen, North sugiere que existen “innovadores” que
buscarán modificar los contratos vigentes entre individuos y organizaciones
para incrementar sus beneficios. Estos cambios incluso pueden comprometer la
estructura de propiedad vigente y los mecanismos de cumplimiento de los

 
10   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

contratos. El origen de los cambios es exógeno en el sentido que los


innovadores buscarán alterar los marcos institucionales existentes cuando
perciban que el costo que deben asumir para dicho cambio es menor a su
beneficio potencial, dado el cambio de precio o cualidad de un producto en
el mercado.

“Los conocimientos y destrezas que las organizaciones demandarán para


alcanzar sus objetivos condicionan la forma como el conjunto de
conocimientos evoluciona y es usado (North 1990, p. 74). Los incentivos para
adquirir conocimiento puro —elemento crucial para impulsar el crecimiento
sostenido a largo plazo— son afectados tanto por la estructura de recompensas
y castigos monetarios, como por la tolerancia de la sociedad a su desarrollo
(North 1990, p. 75)”10.

A pesar que estos cambios son continuos, debido a la multiplicidad de actores


e intereses, estos son de carácter incremental y marginal. Adicionalmente,
“North (1990, pp. 85-86) sugiere que los cambios institucionales tienden a ser
graduales porque las restricciones informales confieren estabilidad a las
instituciones. No obstante, las instituciones, al reducir el precio que la gente
paga por defender sus convicciones, hace que los dogmas, las ideologías y las
modas pasajeras sean fuentes importantes de cambio institucional”11.

                                                                                                               
10
PRADO ROBLES, Gustavo. El pensamiento Económico de Douglas C. North. En: Laissez-Faire.
Septiembre, 1998. no 9, p. 17.
11
PRADO ROBLES. Op. cit., p. 20.

 
11
 

De hecho, existen diferentes niveles de inercia institucional los cuales son


directamente proporcionales a la trascendencia de dichas instituciones en la
vida económica. Es por ello que los innovadores pueden cambiar fácil y
rápidamente los arreglos institucionales con menor alcance en la definición del
comportamiento económico de una sociedad, mientras que el cambio de
arreglos institucionales con mayor transcendencia económica suele ser más
difícil y demorado.

Piense usted que el dueño del supermercado tenía un contrato para la


provisión de papa sabanera en el cual se establecía que la hora de entrega
era antes de las seis de la mañana todos los días. Suponga que por alguna
razón, el dueño considera que conviene adelantar la hora de entrega los fines
de semana. Esta razón estará relacionada con la percepción que tiene el
dueño del supermercado sobre las nuevas tendencias de consumo en el barrio.
El dueño de supermercado cree que la promesa del Alcalde de la ciudad de
ampliar la hora de funcionamiento de bares hasta las seis de la mañana en el
sector implicará una mayor demanda de los restaurantes de la zona para
satisfacer a los amanecidos, hambrientos e intoxicados clientes de los bares
(razón exógena). Para ello, el dueño del supermercado buscará cambiar las
reglas del juego con el proveedor del servicio, lo cual no deberá requerir mayor
tiempo que el proceso de negociación con dicha organización con respecto a
la tarifa adicional por adelantar la entrega del producto (cambio institucional).

Ahora, suponga que los comercializadores de papa del país encuentran que
importar dicho producto de un país cercano es mucho más conveniente que
adquirirlo del producto nacional si, y sólo si, se eliminan las barreras arancelarias

 
12   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

establecidas para la importación de papa. En este caso, el alcance de las


barreras definirá la suerte de todo el sector productivo nacional a la vez que el
nivel de consumo de dicho producto. Si se quitan las barreras, el sector nacional
de producción de papa podría o bien quebrarse ante la incapacidad de
competir o se verá en la obligación de incrementar su eficiencia a través de la
introducción de innovación tecnológica. Dada la trascendencia de dicha
decisión, es natural que el proceso de modificación de la política arancelaria
sea mucho más lento y difícil para llevarlo a cabo. Deducirá usted, por ejemplo,
que el gremio de los productores buscará dilatar el proceso de cambio
institucional con el fin de no perder su posición dominante en el mercado.

Williamson identifica cuatro niveles institucionales que corresponden,


consecuentemente, a cuatro niveles de análisis social (Véase Tabla 1). Los
niveles superiores imponen restricciones a los niveles inferiores. Así, por ejemplo,
las tradiciones y costumbres propias de N1 posibilitan cierto tipo de reglas
formales de juego ubicadas en N2, las que a su vez definen el tipo de contratos
de N3, que definen cierta distribución de recursos y empleo en N4.

A su vez, los niveles inferiores retroalimentan los niveles superiores ya sea


reforzándolos o introduciendo cambios marginales. Así, por ejemplo, los
innovadores, para captar una favorable distribución de recursos en N4, tratarán
de reforzar o alterar la observancia de las reglas del juego en N3. Ello, a lo largo
del tiempo, incidirá marginalmente en el tipo de organización política de N2,
que tendrá una incidencia más marginal en las costumbres de la sociedad N1.
La frecuencia es una aproximación al tiempo que se requiere para observar un
cambio sustancial en dicho nivel institucional y que, corresponde, en la

 
13
 

estructura disciplinaria del conocimiento, a una ciencia social específica cuyo


propósito práctico es establecer cierto tipo de economización.

Tabla 1. Niveles institucionales y economía de las instituciones

Nivel Frecuencia (años) Propósito


N1 Enraizamiento: De 102 a 103 A menudo elección
instituciones no calculada, origen
informales, espontáneo.
costumbres,
tradiciones,
normas, religión.
N2 Ambiente De 10 a 102 Establecer el
institucional: reglas ambiente institucional
formales de juego, idóneo.
derechos de Economización de
propiedad primer orden.
(organización
política, poder
judicial,
burocracia)-
N3 Gobernación: De 1 a 10 Establecer estructuras
observancia de las de gobernación
reglas del juego, idóneas.
tipo de contratos Economización de
(alineamiento de segundo orden.

 
14   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

las estructuras de
gobernación con
las transacciones).
N4 Distribución de continuo Establecer
recursos y empleo condiciones
(precios y marginales idóneas.
cantidades; Economización de
alineamiento de tercer orden.
incentivos).
N1 Teoría social
N2 Economía de los derechos de propiedad
N3 Economía de los costos de transacción
N4 Economía neoclásica/teoría de agencia
Fuente: WILLIAMSON. Op. cit.

Aprendizaje social y Senda de dependencia (Path dependence)

Dado el supuesto de racionalidad limitada, North señala que la rapidez del


cambio institucional está en función de la proporción de aprendizaje de los
actores económicos en el tiempo. Así mismo, la dirección del cambio está en
función de la utilidad que los actores económicos esperan recibir con la
adquisición de determinado tipo de conocimiento. Sin embargo, los
neoinstitucionalistas son muy claros en señalar que no existe garantía que las
instituciones que estructuran sus incentivos conduzcan, inevitablemente, al
crecimiento y desarrollo económico.

 
15
 

Ello, debido a que el proceso de aprendizaje que está sobre la base del cambio
económico depende de: “1) la manera como una estructura de creencia
dada filtra la información derivada de la experiencia; y 2) de las diferentes
experiencias que enfrentan los individuos y las sociedades en diferentes
épocas”12. Adicionalmente, existen mayores o menores incentivos para adquirir
conocimiento nuevo según las recompensas pecuniarias y la tendencia de la
sociedad para promover (o estigmatizar) la innovación y la creatividad. En este
sentido, el tipo de aprendizaje será definitivo para determinar si una sociedad
dada establece una estructura de incentivos que favorezca organizaciones
competitivas. North utiliza la siguiente historia para explicar la relación de
aprendizaje, instituciones y cambio económico:

“Conforme evolucionaron las tribus en diferentes entornos físicos,


desarrollaron lenguajes diferentes y, con diferentes experiencias,
diferentes modelos mentales para explicar el mundo que les rodeaba. Los
idiomas y los modelos mentales formaron las restricciones informales que
definieron el marco institucional de la tribu y fueron transmitidas de
generación en generación como costumbres, tabúes y mitos que
brindaron continuidad cultural.

Con la creciente especialización y división del trabajo las tribus


evolucionaron en organizaciones políticas y economías. La diversidad de
experiencias y aprendizaje produjo sociedades cada vez más diferentes y
civilizaciones con diferentes grados de éxito en la solución del problema
económico fundamental de la escasez. La razón es que a medida que la

                                                                                                               
12
NORTH. Op. cit., p. 15.

 
16   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

complejidad del entorno aumentó, los seres humanos se volvieron más


interdependientes, y las estructuras institucionales requeridas para captar
las ganancias potenciales del comercio se volvieron más complejas. Esta
evolución requiere que la sociedad desarrolle instituciones que permitan
intercambios anónimos e impersonales a través del tiempo y el espacio.
En la medida en que las experiencias de cultura y locales habían
producido diversas instituciones y sistemas de creencias con respecto a
los beneficios de esa cooperación, la posibilidad de crear las instituciones
necesarias para capturar los beneficios del comercio variaron de una
sociedad a otra. De hecho la mayoría de las sociedades a través de la
historia se encuentran "atrapadas” en una matriz institucional que no
evolucionó”13.

En este sentido, la cultura (que fundamentalmente es el conjunto de


instituciones informales) explica porqué es tan difícil cambiar la senda de
dependencia, es decir, la dificultad de revertir la tendencia del desarrollo
económico en el largo plazo una vez la sociedad se encuentre encaminada
por la senda del crecimiento, el estancamiento o el declive. Definido el patrón
de desarrollo, el proceso de aprendizaje de las organizaciones se encuentra
sesgado por la interpretación subjetiva que da identidad a dicho modelo de
desarrollo, lo que refuerza el curso inicial. De hecho, aun cuando los líderes
tengan una perspectiva racional de los cambios que se requieren para superar
los problemas económicos, la creencia de los actores genera inercia de la
estructura institucional.

                                                                                                               
13
NORTH. Op. cit., p.. 3

 
17
 

Es por ello que los neoinstitucionalistas son bastante escépticos de las políticas
de desarrollo económico basadas en la transferencia de instituciones formales
de un contexto a otro para promover el crecimiento económico. De hecho, la
implementación de reglas formales no es una condición suficiente para lograr
un buen desempeño económico debido a que su efectividad depende de las
reglas informales (que cambian gradualmente) y de la efectividad de los
mecanismos para hacer cumplir dichas reglas (que en su mayoría están
relacionados con las reglas informales).

De esta manera, el fortalecimiento del Estado debe orientarse a su capacidad


de establecer y aplicar reglas económicas eficientes. “Entre otras condiciones,
para diseñar instituciones proclives al crecimiento se requiere que: a) las
instituciones políticas estén respaldadas por organizaciones que tengan interés
en su perpetuación; b) tanto las instituciones formales como las creencias
cambien para que una reforma tenga éxito; y c) se consoliden regímenes
democráticos que respeten la ley (North 1993, p. 22)”14.

Bibliografía

ALDANA, Yanold y RUIZ SILVA, José. El Neoinstitucionalismo. En: Pensamiento


económico con énfasis en pensamiento Económico Público. Bogotá: ESAP, 2008.
p. 227-275.

                                                                                                               
14
PRADO. Op. cit., p. 18

 
18   [ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
 

COASE, Ronald. The Problem of Social Cost. En: Journal of Law and Economics 3.
1960. p. 1-44.

NORTH, Douglass C. Institutions, Institutional Change and Economic Performance.


New York: Cambridge University Press, 1990.

NORTH, Douglass C. Economic Performance Through Time. Washington University,


St Louis. 1993. Prepared for presentation as the Prize Lecture in Economic
Science in memory of Alfred Nobel, December 9.

PRADO ROBLES, Gustavo. El pensamiento Económico de Douglas C. North. En:


Laissez-Faire. Septiembre, 1998. no 9, p. 13-22.

SIMON, Herbert. Rationality in Psychology and Economics. En: HOGARTH, Robin


M. and REDER, Melvin W. (eds.). Rational Choice. Chicago and London: The
University of Chicago Press, 1986.

WILLIAMSON, Oliver. The New Institutional Economics: Taking Stock, Looking


Ahead. En: Journal of Economic Literature. 2000. vol. 38, p. 595-622.

 
 
 

 
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