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Noviciado María Auxiliadora

TESIS
El Sistema Preventivo:
La pedagogía de Dios en el Nuevo Testamento

PRESENTA
Laura Vanessa Vanegas Corredor

PRESENTADO A
Sor Estella García y Comunidad del noviciado

Manizales-Colombia
2019
2

CONTENIDO
Presentación…………………………………………………………………..........................................1
Contenido…………………………………………………………………………………………………………..2
Objetivo……………………………………………………………………………………………………………..3
Introducción………………………………………………………………...............................................4

El seguimiento de Jesús,
Constitutivo de la espiritualidad Salesiana…………………………………………………5
1.1 Jesucristo fuente de nuestra espiritualidad
II

La revelación de Dios en la historia de la salvación y el Sistema Preventivo


desde la Parábola del sembrador ………………………...................................................10
1.1 Una semilla cayó en el camino.
1.2 El terreno pedregoso.
1.3 Entre cardos y espinas.
1.4 El terreno bueno y abonado.
III

Maestro carismático popular………………………………………………………………………...…20

IV

Interpretación de los elementos del S.P: razón, religión, amorevollezza desde la


pedagogía de Jesús.…………………………………………………………………………………………..24
4.1 PRIMER PILAR: La razón como valor humanizante de la vida.
4.2 SEGUNDO PILAR: La religión como la revelación del rostro misericordioso de Dios.
4.3 TERCER PILAR: La amorevolezza como la nueva de ley que dignifica y humaniza.

Conclusión…………………………………………………………………………………………………...…..33

Bibliografía………………………………………………………………………………………………………34
3

Objetivo
La acción catequística, pastoral y educativa de los cristianos a lo largo de los siglos
nos ha llevado al acercamiento profundo de las Sagradas Escrituras, descubriendo así
la pedagogía liberadora del Padre Creador, del Hijo Redentor y del Espíritu
Santificador.

Con este trabajo busco una re-lectura de la Sagrada Escritura, más concretamente de
los Evangelios con una nueva óptica y un nuevo criterio hermenéutico: en clave de
Sistema Preventivo.
4

INTRODUCCIÓN

Este trabajo está motivado por la necesidad urgente de acercarme a las Sagradas
Escrituras, concretamente al Nuevo Testamento. He querido hacerlo dándole un
enfoque nuevo, dinámico y carismático.

Si bien he decidido seguir a Jesucristo tras las huellas de San Juan Bosco y en la
profundización y asimilación de los contenidos propios del carisma surge
indudablemente como espiritualidad y metodología pedagógica el Sistema Preventivo
inspirado en la caridad de Dios, que acompaña y precede a toda criatura con su amor
providente, entregando hasta la propia vida por su salvación.

Don Bosco nos ha dejado un gran patrimonio espiritual y educativo, pues más que
tesis, discursos y teorías estructuradas es una pedagogía eminentemente narrativa, lo
vemos diáfanamente en sus hechos de vida, en sus experiencias cotidianas, el arte
con el que educó en positivo y en la valentía paternal con la que amó sin medida, es
esto lo que me llena de convicciones y me impulsa a darle profundidad a mi fe en
Jesucristo, el Maestro de maestros.

Don Bosco crea y da vida a su sistema bebiendo día a día del amor providente del
Padre, leyendo en clave de fe las experiencias que Dios le hacía vivir, mirando
detalladamente la misión por la cual Jesús había sido enviado a vivir en nuestra
finitud. Don Bosco mira su realidad con los ojos de Dios Padre.

Para esta investigación utilizamos los elementos propios del sistema preventivo, los
pilares que lo sostienen: razón, religión y amor, en clave hermenéutica, haciendo una
re-lectura con enfoque carismático, volviendo a la base teológica de este patrimonio
espiritual y pedagógico-educativo que nos ha dejado nuestro Padre Don Bosco. Será
apasionante descubrir en flagrancia al inspirador de tal sistema, pues fue Él quien
amó, previó y dio la vida PRIMERO.
5

El seguimiento de Jesús, constitutivo de la espiritualidad


Salesiana
El seguimiento de Jesucristo es el fundamento de la espiritualidad cristiana, por lo
tanto es vida siempre movida por el Espíritu, es una forma coherente de vivir el
evangelio, y dicha coherencia se ve permeada por una entrega total y radical al
seguimiento del Maestro de manera que se convierta en una opción definitiva, sin
volver la vista atrás.

Cristo constituye aquella realidad más amplia a la que todos nosotros estamos
incorporados como miembros de su Cuerpo Místico “con carismas diferentes, según la
gracia que nos fue dada… según la medida de nuestra fe” (Rm 12,6). Esta inagotable
riqueza de carismas, distribuidas según la medida de la fe, es el origen de las muchas
maneras de expresar la única espiritualidad cristiana, como formas distintas de vivir
el seguimiento de Jesucristo.

Es el Espíritu de Jesús Resucitado, fuente de todos los carismas, quien suscita en


determinados periodos de la historia y de la Iglesia, hombres con el corazón abierto a
la experiencia fundante del ruah de Dios, que no hace cosas nuevas, sino “que hace
nuevas todas las cosas” (Ap 21:5), interpelándolos ante las situaciones agobiantes del
mundo. Todas las espiritualidades tienen en común el modelo que el Evangelio
propone a toda persona: Cristo.

Por eso al hablar de espiritualidad salesiana nos referimos entonces: “a aquella


síntesis orgánica y vital del Evangelio, a aquella manera original de encarnar en nuestra
vida personal y comunitaria algunos rasgos de la persona de Jesús de Nazaret, rostro
humano de Dios y rostro divino del hombre, y de ponernos en su seguimiento tras las
huellas de Don Bosco”1

Jesucristo fuente y fundamento de nuestra espiritualidad

Las Constituciones proponen nuestra “regla de vida”, nuestro camino a la santidad,


nuestro proyecto de vida personal y comunitario en el seguimiento de Jesús.

El Artículo 8 de nuestras constituciones resalta el carácter Cristocéntrico de nuestra


espiritualidad, Siguiendo a Cristo apóstol del Padre:

Vivimos nuestra vocación de Hijas de María Auxiliadora como respuesta al


Padre que en Cristo nos consagra, nos reúne, y nos envía.

1
Educar con el corazón de Don Bosco. Por Mario L. Peresson Tonelli SDB, Librería Salesiana. Pág. 57
6

En la gracia del Espíritu Santo nos donamos a Dios sumamente amado,


siguiendo más de cerca a Cristo en su misión salvífica. 2

También Don Bosco nos deja un patrimonio espiritual basado en el seguimiento y la


imitación de Jesucristo:

“Vuestro primer Rector ha muerto. Pero nuestro verdadero superior, es Cristo


Jesús, no morirá. El será siempre nuestro maestro, nuestro guía, nuestro modelo,
pero recordad que, a su tiempo, Él mismo será nuestro juez y recompensará
nuestra fidelidad en su servicio”.3

“Siempre me hizo pensar la conducta del Señor para con San Pablo, cuando
aún este estaba respirando iras y amenazas contra los cristianos. Y paréceme ver
en ella nuestra norma a seguir cuando nos encontremos con corazones reacios a
nuestra voluntad. No lo derriba, del caballo súbitamente Jesús sino después de
largo caminar, después de haberle brindado ocasión de reflexionar acerca de la
misión encomendada y lejos de cuantos hubieran podido azuzarle a perseverar en
su resolución persecutoria contra los cristianos. (…) Sobre este divino modelo
quisiera yo calcar a mis salesianos, para que con inspirada paciencia e
ingeniosa caridad, esperaran, en nombre de Dios, el momento oportuno
para corregir a sus alumnos”.4

Don Bosco describe en muchos de sus escritos que el verdadero modelo del cristiano y
por consiguiente de todo miembro de la familia Salesiana es Jesucristo, digno de toda
imitación, y más que eso de la profunda asimilación de su vida y de su mensaje
liberador. Debemos encarnar totalmente su persona humana y divina para poder
decir con San Pablo: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi” (Gálatas 2:20):

“El modelo que todo cristiano debe copiar es Jesucristo. Ninguno puede
preciarse de pertenecer a Jesucristo si no se esfuerza por imitarlo. Por eso en la
vida y en las acciones de un cristiano se debe reconocer la vida y las
acciones del mismo Jesús. El cristiano debe rezar como oró Jesucristo en la
montaña, con recogimiento, con humildad, con confianza. El cristiano debe ser
asequible, como lo era Jesucristo, a los pobres, a los ignorantes, a los niños (…) Se
hace todo para todos para ganarlos a todos a Jesucristo. El cristiano debe tratar
a su prójimo como trataba Jesús a sus seguidores: su manera de tratar debe ser

2
Constituciones y reglamentos de las Hijas de María Auxiliadora. pág. 45. Art. 8
3
Constituciones y reglamentos de los salesianos de Don Bosco. Madrid: Editorial CCS, 1985, P.260.
4
Bosco, Juan. Carta circular sobre los castigos. 29 de enero de 1883. Fiesta de San Francisco de Sales. En:
Obras fundamentales. Madrid: BAC,1978,pp.601-602.
7

edificante, caritativa, plena de decoro, de dulzura, de simplicidad. El cristiano


debe ser humilde, como lo fue Jesucristo (…). El verdadero cristiano se considera
como el menor de todos y como el servidor de todos. El cristiano debe obedecer
como obedeció Jesucristo (…). El verdadero cristiano obedece a sus padres, a sus
patronos, a sus superiores (…). El verdadero cristiano en el comer y en el beber
debe ser como Jesucristo, en las bodas de Caná de Galilea y en Betania (…). El
buen cristiano debe además ser con sus amigos, como lo era Jesucristo con S. Juan
y S. Lázaro. (…). El verdadero cristiano debe sufrir con resignación las
privaciones y la pobreza como sufrió Jesucristo (…). Sabe tolerar las
contracciones y las calumnias (…). Sabe tolerar las afrentas y los ultrajes como
hizo Jesucristo (…). De manera que el verdadero cristiano debe estar pronto a
tolerar las penas del espíritu (…). El buen cristiano debe estar dispuesto a acoger
con paciencia las persecuciones, la enfermedad y la muerte, como lo hizo
Jesucristo (…). De manera que el verdadero cristiano debe decir con el apóstol S.
Pablo: “No soy yo quien vivo, sino que es Jesucristo quien vive en mi”. Quien
seguirá a Jesucristo según el modelo aquí descrito, debe estar seguro de ser un
día glorificado con Jesucristo en el cielo, y reinar con Él eternamente”. 5

Diáfanamente se concluye que para Don Bosco la santidad tiene su fundamento en la


plena configuración con Cristo. Lo es también para la Madre Mazzarello, cofundadora
de nuestro Instituto quien con su tenor de vida tan sobrio y sencillo supo proponer a
sus hijas como forma de vida, el actuar apostólico de Jesucristo, vivir su pasión y
muerte con las fatigas de cada día y su resurrección en la alegría plena de la
Eucaristía, pero sobre todo propuso vivir integralmente en su amor esponsal:

Empiezo por sor Filomena. ¿Estás alegre? Procura estarlo siempre. Vive
estrechamente unida a Jesús, trabaja por agradarle a Él sólo, esfuérzate por
hacerte cada día más santa y estarás siempre alegre. ¡Viva Jesús! No te olvides de
rezar por mí.6

Sor Juana estudias mucho ¿no es verdad? Creo que estudiarás también la
manera de hacerte santa. Recuerda que para ser santa y sabia hay que hablar
poco y reflexionar mucho. Hablar poco con las criaturas, poquísimo de las
criaturas y nada de nosotras mismas. Hay que conservar el recogimiento del

5
BOSCO, Giovanni. Le chiave del paradiso in mano al cattolico che practica i doveri di buon cristiano. Torino:
1856, pp. 20-23. OE VIII, pp. 20-23
6
CAVAGLIÀ, P. - COSTA, A. - POSADA, M.E. La sabiduría de la vida. Cartas de Madre Mazzarello. Madrid:
1994, pp. 200 # 8
8

corazón si queremos oír la voz de Jesús. Así es que procura vivir recogida y
humilde y te harás una gran santa. No me olvides en tus oraciones.7

La mística con la que la Madre Mazzarello impregnó a sus hijas habla sobre todo del
seguimiento de Cristo crucificado, esta sería la síntesis que resume toda su vida, aquí
está el secreto de su riqueza y profundidad interior. Ella no consintió
sentimentalismos baratos o simples zalamerías, su vida estuvo radicada totalmente en
la cruz de Cristo aceptada, cargada con dulzura, hecha instrumento de amor y de
comunión:

El último recuerdo que te doy es éste: cuando la cruz te parezca pesada, da una
mirada a la cruz que llevamos al cuello y di: ¡oh Jesús, vos sois toda mi fuerza y
con vos las cargas se hacen ligeras, las fatigas suaves y las espinas se
convierten en dulzuras! Pero, querida mía, debes vencerte a ti misma: si no,
todo se hace pesado e insoportable.8

La Madre Ivonne Reugoat en la circular 965 Anunciar, testimoniar, servir el Evangelio,


nos invita hoy a seguir tras sus huellas, a dejar que el Evangelio de Cristo permee
nuestras vidas, a vivir nuestra misión con el estilo de Jesús anunciando la Buena
Noticia a toda la humanidad:

Nuestra misión se lleva a cabo según el estilo de Jesús, que es un estilo


misionero. Para anunciar el Reino de Dios, Él recorría pueblos y ciudades,
enseñaba en las sinagogas, anunciaba la "buena nueva del Evangelio" en las
calles, en lugares conocidos y en otros poco conocidos o pasando por aquellos
hostiles, como Samaría (cf. Mt 9,35-36). En todas partes, su paso se caracterizó
por una toma de conciencia de la realidad, del conmoverse cuando veía la
multitud hambrienta o sin pastor, hasta llorar ante la angustia y la muerte de
personas queridas. En estas situaciones, Jesús interviene para sanar, llamar a la
vida, consolar, acoger, perdonar y reenviar con el corazón libre.9

Más adelante nos dirá que es Jesús el verdadero centro de nuestras vidas, pues
acogemos el proyecto de santidad propuesto en las bienaventuranzas evangélicas:

Insertas en el dinamismo de santidad de la Iglesia, proclamamos que Jesús es el


todo de nuestra vida porque vivimos radicalmente el proyecto de santidad
expresado en las bienaventuranzas evangélicas y expresamos plena
disponibilidad al Padre y a los hermanos. 10
7
CAVAGLIÀ, P. - COSTA, A. - POSADA, M.E. La sabiduría de la vida. Cartas de Madre Mazzarello. Madrid:
1994, carta 22 # 15
8
CAVAGLIÀ, P. - COSTA, A. - POSADA, M.E. La sabiduría de la vida. Cartas de Madre Mazzarello. Madrid:
1994, carta 64 # 5
9
RENGOAT, Ivonne. Circular 965 Anunciar, testimoniar, servir el Evangelio.
10
RENGOAT, Ivonne. Circular 965 Anunciar, testimoniar, servir el Evangelio.
9

A su vez, el texto constitucional, en el artículo 7, al hablar de nuestro estilo de


evangelización: El Sistema Preventivo Pone a Cristo como fuente de nuestra
espiritualidad: “Característica de nuestra vocación en la Iglesia es el Sistema Preventivo,
nuestra especifica espiritualidad y método de acción pastoral. Es una experiencia de
caridad apostólica que tiene como fuente el mismo Corazón de Cristo”

A partir de la identidad del Instituto, el texto de las constituciones se va entretejiendo


entorno a Cristo eje de nuestra espiritualidad:

En el Artículo 11 “Con el vínculo de los votos las Hijas de María Auxiliadora hacen suyo
el género de vida casta, pobre y obediente que el Hijo de Dios ha elegido para sí”

En el artículo 18 que habla del significado evangélico de nuestra pobreza:


“Para seguir a Cristo con corazón más libre, impulsadas por el Espíritu Santo,
abrazamos voluntariamente la pobreza evangélica. Nos insertamos en tal modo, en el
misterio de anonadamiento del Hijo de Dios que, siendo rico, se hizo pobre para
enriquecernos con su pobreza”

En la profesión religiosa, acto en el que manifestamos sacramentalmente nuestra


Alianza con el Señor, y en el que voluntariamente decidimos responder a su llamada
de seguimiento, abrazamos un tenor de vida que quiere intimar con Cristo en su
misión redentora, viviendo con parresia las bienaventuranzas del reino y anunciando
la Buena noticia a todos los que nos son confiados,

Dios Padre, tú me has consagrado en el


Bautismo
y ahora me llamas, con la fuerza de tu
Espíritu, a seguir a Jesucristo más de cerca
para participar más íntimamente
en su misión salvífica en la Iglesia.

Como respuesta a tu amor,


me comprometo a vivir con radicalidad
las bienaventuranzas del Reino,
en comunión con las hermanas,
anunciando a Cristo a las jóvenes y a los
jóvenes según el espíritu de San Juan Bosco
y de Santa María Dominga Mazzarello. (Art. 10)

La profesión religiosa nos impulsa a negarnos a nosotras mismas para decir sí al


abrazo del Padre con el corazón del Hijo:

Con plena libertad me entrego totalmente a ti;


hago voto de castidad, pobreza y obediencia
10

“La séquela Christi como consecuencia de la llamada personal y comunitaria que nos
hace Cristo Jesús para que colaboremos con Él en la construcción del Reino, es la raíz y el
fundamento de nuestra espiritualidad; a partir de ella tenemos una peculiar experiencia
de Dios y sentimos la presencia y la acción del Espíritu Santo, principio vital de nuestra
espiritualidad” 11

La contemplación del Rostro de Cristo y nuestra forma particular de seguir al Señor


como lo revelan los Evangelios, como carismáticamente lo señalan nuestros elementos
constitutivos nos comprometen al anuncio alegre de la Buena Noticia desde la misión
educativa-pastoral que nos ha sido confiada, la niñez y juventud más pobre y
abandonada.

Es necesario dejarnos envolver por el carisma para poder leer el Evangelio con los
ojos de Don Bosco y de la Madre Mazzarello, recibir en el corazón oratoriano el
impulso del Espíritu de los orígenes y plantearnos así una Cristología Salesiana,
constitutivo de nuestra espiritualidad como ya lo hemos demostrado anteriormente.

La revelación de Dios en la historia de la salvación


y el Sistema Preventivo
desde la Parábola del sembrador
Dios en su infinita bondad, movido por el amor y la misericordia habla como un amigo
fiel y personal, a través de una historia de salvación, se escoge un pueblo en particular
al cual confía sus promesas y establece con él una alianza de amor “Ustedes serán mi
pueblo y yo seré su Dios” (Ex 6,7). La admirable condescendencia de Dios educa a su
Pueblo, Él como perfecto pedagogo parte de la realidad concreta, adapta su lenguaje
con providencia solícita por nuestra naturaleza12;sin coacciones, se manifiesta
gradualmente, esperando un cambio, un proceso de metanoia para que su Pueblo
elegido se convierta en custodio de su Palabra y pueda preparar en él la Encarnación
de su Hijo Jesucristo la revelación plena de su amor.

Antes de adentrarnos en Jesús, el Maestro carismático del pueblo, quiero que


contemplemos a grandes rasgos la fuente pedagógica de donde Él bebe: El Abba y
cómo su Padre se fue revelando paulatinamente al Pueblo hasta llegar a la plenitud de
la revelación de su amor en Cristo, que ha de concretarse en el proyecto de Dios y su
realidad más profunda: La instauración de su Reino como propuesta de vida en
abundancia.

11
Seguir a Jesucristo tras las huellas de Don Bosco. Por Mario L. Peresson Tonelli SDB, Librería Salesiana. Pág.
45

12
San Juan Crisóstomo.
11

Se desarrolla este tema usando la parábola del sembrador recogida en los evangelios
sinópticos (Marcos 4, 3b-8; Mateo 13, 3b-8; Lucas 8, 5-8a); ella nos ayudará a conocer
los distintos terrenos donde la semilla de la Palabra de Dios a lo largo de la historia de
salvación ha caído, sin perder de vista que parte de la simiente va a dar al camino, otra
cae en terreno pedregoso, otra parte cae en tierra profunda pero no bien preparada, a
pesar de tanto fracaso, la mayor parte cae en tierra buena. La plantita crece, se
reproduce y da frutos del treinta, el setenta y hasta el ciento por uno:

“Otra vez Jesús se puso a enseñar a orillas del lago. Se le reunió tanta gente junto
a él que tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia,
mientras toda la gente estaba en la orilla. Jesús les enseñó muchas cosas por
medio de ejemplos o parábolas. Les enseñaba en esta forma: «Escuchen esto: El
sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte de la semilla cayó a lo
largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó entre
piedras, donde había poca tierra, y las semillas brotaron en seguida por no estar
muy honda la tierra. Pero cuando salió el sol, las quemó y, como no tenían raíces,
se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos: los espinos crecieron y las
sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra
buena: brotaron, crecieron y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. Y
Jesús agregó: El que tenga oídos para oír, que escuche. (…) Jesús les dijo: « ¿No
entienden esta parábola? Entonces, ¿cómo comprenderán las demás? Lo que el
sembrador siembra es la Palabra de Dios. Los que están a lo largo del camino
cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la
reciben, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Otros reciben la
palabra como un terreno lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan
con alegría; pero no se arraiga en ellos y no duran más que una temporada; en
cuanto sobrevenga alguna prueba o persecución por causa de la Palabra, al
momento caen. Otros la reciben como entre espinos; éstos han escuchado la
Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas
engañosas de la riqueza y las demás pasiones, y juntas ahogan la Palabra, que no
da fruto. Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado la
palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta
y otros el ciento.» (Marcos 4 1-,9.13-20)

La parábola narra, cómo de su casa sale el campesino con su bolsita de semillas, y


llegando a un lugar ya preparado comienza a sembrar:
12

1. Una parte de esta semilla cayó por el camino, donde pronto fue picada por las
aves:

Según los primeros capítulos del Génesis, desde los orígenes de la humanidad Dios ha
querido manifestarse como Padre creador del universo. En el segundo relato de la
creación (Gn 2, 4b-3, 24) este Padre amoroso demuestra gran interés por la formación
del hombre, tanto que aparece modelando su cuerpo con sus manos y como un gran
escultor diseña su obra más sublime, luego “sopla sobre él aliento de vida y resulta el
hombre un ser viviente” (Gen 2 ,7b), formado a imagen y semejanza de su creador (Gen
1,26a). Dios piensa también en las necesidades del hombre, así que diseña un
hermoso jardín, con árboles frondosos, agradables a la vista y al gusto; y como si
fuera poco en su infinita sabiduría discierne que “No es bueno que el hombre este solo”,
decide entonces hacerle una ayuda adecuada y crea animales de toda clase y especie,
luego hace caer al hombre en un sueño profundo y de su costilla diseña la más
perfecta compañía: Dios forma a la mujer.

Dios da al hombre un mandato, prohíbe comer del árbol del bien y del mal, si este es
incumplido traerá sobre sí la pena de muerte; el hombre y la mujer seducidos por la
serpiente que “era la más astuta de los animales” rompen aquella orden divina, son
expulsados del jardín y se condenan a “volver a la tierra de donde habían sido tomados”

Dios amigo, perfecto diseñador del amor, autor de una ecología integral, Padre
condescendiente con su creatura deja caer con esperanzada ilusión su semilla-
creadora en un terreno en que la simiente no podrá dar fruto debido a que su Palabra
ha sido escuchada, recibida pero no aprehendida en el corazón por eso en cuanto es
recibida, “viene satanás y se la lleva” tal como sucedió con Adan y Eva
representantes de toda la humanidad.

En el ser humano expresión máxima de la bondad divina, irrumpe el pecado alienante


y desfigurador de su dignidad, el amor de Dios se ve ofendido ante su actuación como
un terreno en que la semilla-creadora del amor, no podrá dar frutos debido al vuelo
rapaz de aquellas aves que no hacen más que robar el germen de felicidad y de
intimidad que el creador soñaba para su árbol, dejando al hombre perdido en el triste
drama del pecado.

El trabajo del sembrador ha sido un aparente fracaso hasta ahora, ¿qué sucederá en
los demás terrenos donde la semilla ha sido esparcida?

“Contra el pecado que desfigura la Creación, Dios continúa trabajando y creando,


educando a la humanidad para preservar, desarrollar y restaurar su obra creada, de
acuerdo con su naturaleza y vocación”13

13
La pedagogía de Dios. Por Eli Chaves dos Santos, CM.
13

2. Otra parte de la semilla cae en terreno pedregoso, solo se vislumbra una leve
capa de tierra, germina pronto, pero al no haber suficiente tierra, no echa
raíces y en pocos días el esperanzador retoño es quemado por el sol:

Dios Padre es un sembrador que sabe que parte de la siembra se echará a perder, pero
eso no lo desalienta, tiene claro que lo importante es la cosecha final. Su Palabra de
amor no siempre será bien acogida, no faltarán obstáculos ni resistencias, tendrá que
tener mucha paciencia con su creación un tanto desfigurada por el pecado mas sabe
que la fuerza de su amor en la cumbre del camino dará fruto abundante.

El Sembrador deja caer su semilla, colocándose en comunicación con el ser humano,


pronuncia su Palabra re-creadora llevando los insumos necesarios al terreno que
acoge al germen naciente, espera a que la tierra absorba los nutrientes
incondicionalmente. En la espera paciente del sembrador se pone a prueba la bondad
del terreno, es ahí donde el terreno se turba y desconfía.

Mas Dios se descubre de nuevo, actúa como Padre y Madre, desde su profundo “ser
comunitario” con un amor creativo y esperanzador, suave y fuerte a la vez, se
encuentra sediento de la confianza profunda, de la perseverante fidelidad, de la
cotidiana adhesión del ser humano a su perfecto plan de salvación. “Ese Dios aparece
como fértil en promesas: Él abrió desde antiguo un gran itinerario de esperanza y
libertad, de tierra y plenitud para los humanos”14, así que establece una promesa con
Abrahán, promesa que se expresa en el mismo camino de la vida humana:

“El Señor dijo a Abrán:


-Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu Padre y vete a la tierra que yo te
indicaré.
Yo haré de ti un gran pueblo,
te bendeciré y haré famoso tu nombre,
que será una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan.
Por ti serán benditas
todas las naciones de la tierra” (Gen 12, 1-5)

Dios se manifiesta así vinculado íntimamente a su Pueblo, camina con él, lo guía, y lo
protege, irrumpe en su nomadismo y en su descendencia con gran omnipotencia
haciéndose el Dios de la tierra y el Dios de la familia:

“- Yo soy el Señor que te saco de Ur de los caldeos para darte esta tierra en
posesión.

14
PICASSA, Xabier. Para descubrir el camino del Padre, nueve itinerarios para el encuentro con Dios. Navarra
1999.Editorial Verbo Divino. pág.27.
14

Abrán le preguntó:
-Señor, Señor, ¿Cómo sabré que voy a poseerla?
El Señor le respondió:
-Tráeme una ternera (Para el sacrificio)…
Aquél día hizo el Señor una alianza con Abrán es estos términos:
- A tu descendencia le daré esta tierra….” (Gen 15, 7 ss)

“Después de esto, el Señor habló a Abrán en una visión y le dijo:


- No temas, Abrán, yo soy tu escudo. Tu recompensa será muy grande.
Abrán respondió:
- Mi Dios y Señor, ¿Para qué me vas a dar algo, si voy a morir sin hijos y el
heredero de mi casa será Eliezer de Damasco? No me has dado descendencia,
y mi heredero va a ser uno de mis criados.
Pero el Señor le contestó:
- No, no será ese tu heredero, sino un hijo que tú engendrarás.
Después lo llevó afuera y le dijo:
- Levanta la mirada al cielo y cuenta, si puedes las estrellas.
y añadió:
- Así será tu descendencia.
Creyó abrán al Señor, y el Señor se lo tomó en cuenta.” (Gen 15, 1-6)

Dios es el dueño de la tierra y de la descendencia, suyo es todo cuanto existe, bien nos
lo dirá Xabier Pikaza: “Estas promesas patriarcales han unido y fecundado la
experiencia del camino de la vida (…) Estos son sus valores primordiales, estos son los
signos fundantes de Dios: una tierra (Campo, casa) una familia (Mujer, hijos que sigan);
estos fueron para los hebreos más antiguos los signos primordiales de Dios en este
mundo”

El ser humano sigue caminando hacia la verdad que lo sobrepasa, el pueblo sabe que
su esperanza está radicada en la promesa Dios.

Después de confrontar al Yo Soy, como el Dios de la esperanza, la cercanía y la


acogida, pasemos al recuerdo del éxodo donde Dios se muestra como el amigo que
habla cara a cara, como el protector de los débiles y el liberador de un pueblo que ha
sido sometido a la esclavitud.

Dios actúa misteriosamente con su Pueblo y lo hace recorrer aparentes caminos de


obscuridad y de muerte, sufre con él y por eso escoge a Moisés como Lider, Legislador
y Profeta enviándolo al faraón para sacar a Israel de Egipto:

"Yahvé dijo: «He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he escuchado sus


gritos cuando los maltrataban sus mayordomos. Yo conozco sus sufrimientos, y
por esta razón estoy bajando, para librarlo del poder de los egipcios y para
hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que mana leche
15

y miel, al territorio de los cananeos, de los heteos, de los amorreos, los fereceos,
los jeveos y los jebuseos. El clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí y
he visto cómo los egipcios los oprimen. Ve, pues, yo te envío al Faraón para que
saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.» Moisés dijo a Dios: « ¿Quién
soy yo para ir donde el Faraón y sacar de Egipto a los israelitas?» Dios respondió:
«Yo estoy contigo, y esta será para ti la señal de que yo te he enviado: Cuando
hayas sacado al pueblo de Egipto, ustedes vendrán a este cerro y me darán culto
aquí” (Ex 3, 7-12)

Llegado el momento oportuno Dios se manifiesta con gran sabiduría en la historia


humana. Moisés después de tantas peripecias logra con la mano poderosa de Dios,
reunir el pueblo disperso y ponerlo en camino hacia la tierra de donde mana leche y
miel (Éxodo 3,8). Dios libera a su pueblo de la esclavitud, y salidos de Egipto cruzan el
mar Rojo sobre tierra firme, y en tres meses, llegan al monte Sinaí. Aquí, Dios hace una
alianza solemne con Israel para confirmar y afianzar el pacto que hizo con Abraham,
Isaac y Jacob:
"Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado
sobre las alas del águila para traerlos hacia mí. Ahora, pues, si ustedes me
escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo
entre todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío, pero los tendré a ustedes
como un reino de sacerdotes, y una nación que me es consagrada.» Entonces
Moisés bajó del cerro y llamó a los jefes del pueblo, y les expuso todas estas
instrucciones que Yahvé le había dado. Todo el pueblo a una voz contestó:
«Haremos todo lo que Yahvé ha mandado.» Luego Moisés llevó a Yahvé la
respuesta del pueblo." (Exodo19,4-8)

En (Éxodo 24) Dios le dice a Moisés que suban con él al monte los sacerdotes y los
ancianos, luego le informa al pueblo “todo lo que le había dicho el Señor y todas sus
leyes” (vs.3a). Nuevamente ellos aceptan los términos del pacto: "Haremos todas las
palabras que el Señor ha dicho" (vs.3b). Moisés escribe todas las palabras que ha
recibido en un libro, construye un altar, sacrifica varios bueyes y sella el pacto con
sangre, “Tomó en sus manos el código de la alianza y lo leyó en presencia del pueblo, el
cual dijo: Cumpliremos y obedeceremos todo lo que ha dicho el Señor. Entonces
Moisés tomó la sangre y roció al pueblo diciendo: Esta es la sangre de la alianza que el
Señor ha hecho con ustedes, según las disposiciones dadas” (Éxodo 24,7-8)

Luego Moisés, Aarón, Nadab y Abiú y los setenta ancianos subieron a medio camino
del monte, tuvieron una fiesta y contemplaron al Dios de Israel. Mas, Dios llama a
Moisés y le pide que suba aún más arriba para recibir "las tablas de piedra" escritas
por Él. Entonces, Moisés subió dentro de la nube y permaneció allí cuarenta días.
Cuando terminó de hablar, Dios le da a Moisés las dos tablas del testimonio escritas
por el mismo dedo de Dios para que se las lleve al Pueblo.

Pero, durante los cuarenta días, este Pueblo que ya había acogido la Palabra de Dios y
se sentía pleno con ella, empieza a actuar como un terreno lleno de piedras y con
16

poca hondura para echar raíces pues bien pronto se olvida de la alianza que Dios
había querido trazar con ellos. Mientras Moisés los acompañaba contemplaron la
mano poderosa de Dios y fenómenos nunca antes vistos, que encendían su fe y
despejaban sus temores, aceptando con alegría y jubilo la alianza de amor propuesta
por Dios pero en el momento de la prueba y de la incertidumbre el terreno se muestra
reseco y poco profundo y como la semilla de la Palabra de Dios no se había arraigado
en ellos, la crisis de la fe empieza a traspasar sus corazones y la simiente empieza a
desvanecerse:

“Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió el pueblo
en torno a Aarón y le dijeron: «Anda, haznos un dios que vaya delante de
nosotros, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, el hombre que nos sacó de la
tierra de Egipto.» Aarón les respondió: «Quitad los pendientes de oro de las orejas
de vuestras mujeres, de vuestros hijos y vuestras hijas, y traédmelos.» Y todo el
pueblo se quitó los pendientes de oro que llevaba en las orejas, y los entregó a
Aarón.
Los tomó él de sus manos, hizo un molde y fundió un becerro. Entonces ellos
exclamaron: «Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.»
Viendo esto Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció: «Mañana habrá
fiesta en honor de Yahveh.» Al día siguiente se levantaron de madrugada y
ofrecieron holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. Luego se sentó el
pueblo a comer y beber, y después se levantaron para solazarse” (Exodo32,1-7)

El pueblo rompe la alianza en cuanto sobrevino la prueba de la fe y dice Dios a


Moisés: "Bien pronto se han desviado del camino que yo les mandé" (Éxodo 32,8) Moisés
ora por el pueblo y Dios se arrepiente de su destrucción (32:11-14). Cuando Moisés
bajó al campamento (v.19), destrozó las tablas para demostrar cómo el pueblo había
roto la alianza, pero Dios siendo un Padre compasivo y clemente, paciente, lleno de
amor y fiel; que mantiene su amor eternamente, que soporta la iniquidad, la maldad y el
pecado (Éxodo 34, 6-7) renueva la alianza y promete acompañar fielmente a su Pueblo
realizando grandes prodigios a su favor (vs. 10).

Y he aquí que el sembrador descubre como aquél terreno no estaba listo para acoger
su semilla de salvación, sin embargo enamorado de la siembra se muestra paciente y
perseverante pues sabe que al final el terreno dará sus frutos. La pedagogía de Dios
se basa en la preventividad y en la progresividad, comprende que es un camino que
exige una confianza total y por eso continúa educando integralmente a su pueblo con
la vida, desde la vida y para la vida, poniendo de relieve la metodología del amor y la
libertad.
17

3. Otras de las semillas cayeron, sí en tierra profunda, pero no bien preparada y


entonces al mismo tiempo que el buen germen crecieron los cardos y las
espinas, que poco a poco fueron ahogando la semilla dejándola imposibilitada
para dar frutos.

Dios sigue regando su semilla de amor y salvación por medio de hombres que
consagrándose enteramente a Él proclaman con valentía sus designios salvíficos. Dios
anima al pueblo, pues no desea su perdición, así que llama, envía y habla a través de
los profetas. Como colaboradores de Dios educador, y verdaderos proclamadores de la
verdad deben armonizar su vida con la fe inquebrantable a Yahvé y el cumplimiento
radical de lo que anuncian y denuncian.

Los profetas, en nombre de Dios, dejan caer la semilla de la salvación en terreno


sediento de amor, de justicia, y de consolación, pero esta tierra aunque profunda se
encuentra contaminada debido a que “El país está prostituido y alejado del Señor” (Os
1, 2-3). El germen no puede crecer y dar fruto invadido por los cardos y las espinas,
Israel es infiel a la alianza, se vuelve un pueblo idólatra, donde el culto se practica sin
un sincero espíritu religioso, todo se vuelve vacío y sin sentido, sin embargo Dios
sigue enamorado de su Pueblo:

“Cuando Israel era niño, lo amé,


y desde Egipto llamé a mi hijo.
Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí;
ofrecían sacrificios a los baales
y quemaban ofrendas a los ídolos.
Yo enseñé a andar a Efraín y lo llevé en mis brazos,
y ellos sin darse cuenta de que yo los cuidaba.
Con correas de amor los atraía, con cuerdas de cariño” (Os 11, 14)
Y a pesar del cuidado amoroso de Yahvé y los insumos providentes con que nutría su
terreno, Israel seguía siendo infiel:

“Y ahora continúan pecando;


se funden imágenes, se hacen ídolos de plata con destreza,
obras de pura artesanía.
En su honor inmolan corderos,
les dan a beber sangre de novillos” (Os 13,2)

Mas la contaminación y el pecado no son solo los mensajes de este profeta. Oseas
contempla el perdón de Dios e invita al Pueblo a una conversión del corazón:

“Curaré su apostasía, los querré sin que lo merezcan,


mi cólera ya se ha apartado de ellos.
Será rocío para Israel:
Florecerá como azucena y arraigará como álamo;
18

echará vástagos, tendrá la lozanía del olivo y el aroma del Líbano (Os 14,5-7)

Isaías narra la historia del pueblo elegido en un hermoso poema, el Canto de la Viña,
que deja en claro el amor apasionado de Dios por su Pueblo y el anhelo de que vuelva
la vista Él:

“Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña:


Mi amigo tenía una viña en fértil collado.
La entrecavó, la descantó y plantó buenas cepas;
construyó en medio un torreón y cavó un lagar.
Y esperó que diera uvas, pero dio agrazones.
Pues ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá,
por favor, sean jueces entre mí y mi viña.
¿Qué más cabía hacer por mi viña que no haya hecho?
¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones? (Is 5,4-7)

Ezequiel mediante el símbolo de la prostitución, nos hará ver diáfanamente que el


pecado principal de Israel es la idolatría y que este pueblo elegido se manifiesta ante
Dios como un terreno en el que su Palabra es escuchada pero son más fuertes las
inseguridades y preocupaciones de la vida, las promesas engañosas de las riquezas y
de las pasiones efímeras y momentáneas que la misma ternura y compasión de Dios:

“Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor;


extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez;
te comprometí con juramento; hice alianza contigo
- Oráculo del Señor- y fuiste mía.
Lucías joyas de oro y plata
y vestidos de lino, seda y bordado;
comías flor de harina, miel y aceite;
estabas lindísima y prosperaste más que una reina.
Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza,
completa con las galas con que te atavié
- Oráculo del Señor-.
Te sentiste segura de tu belleza
y, amparada de tu fama, fornicaste
y te prostituiste con el primero que pasaba” (Ez 16, 8. 13-15)

De entre todas las naciones, Dios se escoge un pueblo para su propiedad, hace alianza
con él, deseando que manifieste su gloria. Pero Israel no corresponde a su amor
divino:

“Los saqué de Egipto y los llevé al desierto.


Les di mis preceptos y les enseñe mis mandamientos,
que dan vida al que los cumple.
19

Pero se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto,


no caminaron según mis preceptos,
rechazaron mis mandamientos,
que dan la vida al que los cumple” (Ez 20, 10-11.13)

Israel ha sido elegido como el Pueblo cumbre, dueño de las promesas, pero a causa de
su infidelidad será dispersado. Ezequiel consuela a su pueblo diciendo que Dios algún
día lo congregará, pues tiene misericordia del pequeño “resto” que ha
permanecido fiel a su alianza.

4. El resto de la bolsita es vaciado en un terreno bueno y abonado, allí la simiente


da fruto en abundancia, unos del treinta, otros del sesenta y otros hasta del
ciento por uno.

Dios es fuente de vida, Agua viva que se desborda en amor, en justicia, en libertad y en
igualdad para todos, torrente que descuaja por completo los deseos de
monopolización y dominio. Dios no se olvida de aquellos que a pesar de la esclavitud,
el maltrato y la injusticia, han confiado con parresía, en su amor de Padre-Madre. Dios
entrega a su pueblo la plenitud de las promesas y en Él un camino a seguir y una
verdad de redención que al ser abrazada ofrecerá vida abundante para los pequeños
y perdidos de la tierra:

“El Señor es refugio del oprimido.


Él no olvida jamás al pobre
ni la esperanza del humilde perecerá.
Levántate, Señor, extiende la mano,
no te olvides de los humildes” (Sal 9, 10. 19; 10,12)

Los pobres de Yahvé son aquellos hombres y mujeres que esperanzados en el Señor,
han hecho de su Palabra su única riqueza. Ellos actuando como aquél terreno
preparado y abonado, listo para escuchar y acoger su semilla, han dado fruto en
abundancia. Dios Abba los ha hecho portadores de su amor y de su fidelidad. Tenían
su fe cimentada en Dios y ensanchado el corazón, solo Él les bastaba para vivir: “Esta
fe y esperanza inquebrantable, los hacía únicos entre su pueblo. Se convertirían en el
resto fiel, en el pueblo escogido del cual vendría el Mesías”15

En estos pobres del Señor deslumbra la figura de María, quien despojada de sí misma,
lo esperaba todo de Dios anhelando con un corazón ardiente la liberación de su
pueblo Israel: “Acogió a Israel, su humilde siervo, acordándose de su misericordia, como
había prometido a nuestros padres, a Abrahán y descendencia para siempre” (Lc 1 54-

15
Fray Nelson
20

55) Por eso María concibe la semilla de la Palabra de Dios primero en su mente y
corazón y luego en su cuerpo virginal. María de Nazaret es penetrada por la gracia del
Espíritu Santo, Dios ve en ella el terreno propicio para hacer fecundo el mensaje de la
salvación: Cristo Jesús, revelador de Dios, Mesías del Reino del Amor. Decide Dios
entonces entretejer en su vientre su Verbo encarnado de Salvación.

Jesús hará de la pobreza en todo orden la base de su predicación y demostrando que


ha nacido en el seno del Amor revelará a toda la humanidad el rostro misericordioso
del Padre que le ha enviado a anunciar la Buena Noticia de la salvación:

“Le entregaron el volumen del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró


el pasaje donde está escrito: «El espíritu del Señor está sobre mí, porque él
me ha ungido para que dé la Buena noticia a los pobres.»” (Lc 4,17-18)

Contemplando a grandes rasgos la fuente de Agua Viva de donde bebe Jesús, la


bondadosa pedagogía de Dios y su acción misericordiosa con el Pueblo elegido,
adentrémonos pues en la revelación plena del rostro educador del Padre: Jesucristo.

Maestro carismático popular


Dios Padre-Madre, bueno y misericordioso, amante siempre fiel del ser humano
creado a su imagen y semejanza; como ya lo describimos anteriormente, anhela con
ardor la convivencia fraterna y el amor recíproco de sus hijos. Dios quiere que los
hombres sean hermanos, por eso decide venir a vivir con ellos, para enseñarles que la
perfección no radica en el cumplimiento estricto y escrupuloso de la ley, sino en el
reconocimiento del otro como lugar sagrado por excelencia. Envía pues a su Hijo
único como Profeta itinerante de su anuncio gozoso y liberador, quiere ser para la
humanidad ese Pastor amoroso que busca incansablemente la ovejita perdida, quiere
revelarse no como un juez castigador, que vive en espera de la caída del hombre para
condenarlo, sino como una Madre tierna y cariñosa que comprende y está atenta para
prevenir cualquier paso que pueda ser dado en falso.

Hace dos mil años atrás, Jesús Maestro, Rostro perenne del Padre, arrastrado por el
Espíritu Santo, comunicaba con alegría la experiencia del profundo amor que moraba
en su corazón: «El Reino de Dios está en medio de ustedes.» (Lc 17,21b) Jesús deseaba
llegar hasta la gente más pobre y sencilla, hasta los enfermos y desvalidos, los
atormentados por espíritus inmundos, las mujeres y los niños, las prostitutas y
leprosos; quería llegar hasta aquellos que para el pueblo eran los más despreciables
pues anhelaba proclamarles con gozo una respuesta esperanzadora ante la injusticia
que los oprimía. Con este Maestro dinámico y comprensivo, Israel empezaba a
experimentar la cercanía de Dios, Jesús era para ellos “como una fuente de agua viva en
la que podían lavar sus cansancios, limpiar sus suciedades y saciar su sed más profunda.
21

Era una Luz que guiaba sus pasos por caminos de esperanza y plenitud. Era Sal que le
daba sabor a la vida. Era Pan que alimentaba y daba fuerzas, Vino que alegraba los
corazones”16. Jesús Maestro, pregona con su vida que la plenitud y la felicidad no se
encuentran en el poder o en las riquezas sino en la construcción de un Reino de
fraternidad, de justicia y de verdadera paz.

En Jesús se reconocía un Maestro completamente diferente, la gente intuía que su


enseñanza era totalmente renovadora:

“Y sucedió que cuando Jesús acabó estos discursos (El sermón de la montaña), la
gente quedó asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene
autoridad; y no como los escribas” (Mt 7, 29)

Su doctrina tiene un tinte de locura, de radicalidad y revolución, quiere darle un giro


de ciento ochenta grados a la Palabra revelada por su Padre y tergiversada por los
hombres, es por esto que se muestra tan poco convencional e incluso incómodo para
muchos maestros de su tiempo, bien nos lo dirá José Antonio Pagola:

“Aunque Jesús vive enraizado en lo mejor de esta tradición, su enseñanza tiene un


carácter subversivo, pues pone en cuestión la religión convencional. De su
enseñanza se desprende una conclusión: está llegando el Reino de Dios. No se
puede seguir viviendo como si nada ocurriera; hay que pasar de una religión
convencional a una vida centrada en el reino de Dios. Lo que se está enseñando en
Israel no sirve ya como punto de partida para construir la vida tal como la quiere
Dios. Hay que aprender a responder de manera nueva a la nueva situación creada
por la irrupción de Dios”17

La gente no comprendía de donde le venía a Jesús tanta sabiduría, el pueblo se


encontraba atónito e incluso confundido pues dudaban que de Nazaret, caserío
pequeño e inhóspito, pudiese salir algo bueno:

“Cuando volvió a su tierra, se puso a enseñar, el día sábado en la sinagoga. La


gente de su pueblo que lo conocía, al oírle, quedaba maravillada, y decía: ¿De
dónde le viene esto? ¿Y qué sabiduría, es esta que le ha sido dada? ¿Y esos
milagros, hechos por sus manos? ¿No es este el carpintero? y hermano de
Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas entre nosotros?” Y se
escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: “Un profeta solo en su tierra, entre
sus parientes y en su casa carece de prestigio” (Mc 6, 1-4; Mt 13, 54-56)

16
Antonio Pérez Esclarín, JESÚS MAESTRO Y PEDAGOGO Aportes para una cultura escolar desde los valores
del evangelio.
17
José Antonio Pagola. Jesús aproximación histórica.
22

Su sabiduría y el carisma que emanaba de su testimonio de vida, brotaba


indudablemente de una profunda experiencia de Dios como Abba- Papaíto: “Todo lo
que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn 15,15). Jesús a lo largo de su vida
fue descubriendo su realidad de Hijo de Dios por medio de la oración que le enseñó a
leer la realidad de su pueblo con el amor visceral y compasivo del Padre; la confianza
que lo envolvió en una profunda experiencia de amor filial, descubriendo ser el
primogénito entre todos los hermanos; la disponibilidad y la fe que lo hace discernir a
cada minuto la perfecta voluntad de su Padre“Yo no he hablado por mi cuenta, sino que
el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que
su mandato es vida eterna. Por eso, las palabras que yo hablo las hablo como el Padre
me lo ha dicho a mí” (Juan 12, 44-50). Su experiencia profunda de la bondad infinita de
Dios lo hace proclamar un mensaje de amor y reconciliación, se sabe amado por un
Padre que se comunica a través de la experiencia íntima del corazón: “Mi doctrina no
es mía, sino de aquel que me ha enviado. El que quiera cumplir su voluntad, verá si mi
doctrina es de Dios o si hablo yo por mi cuenta. El que habla por su cuenta, busca su
propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, es veraz, no hay
impostura en él” (Juan 7, 16-18). Esta profunda experiencia es la que nos hace
encontrar el origen y fundamento de la enseñanza carismática de Jesús como Maestro.
Él proclama lo que ha oído de su Padre, lo que ha escuchado en la oración, lo que ha
leído en el corazón de los pobres y marginados.

Jesús maestro popular dirigía su acción educativa prioritariamente a los excluidos


dentro de la sociedad judía. Cuando proclamaba el reino de Dios lo hacía buscando
despertar una respuesta de cambio, de conversión del corazón; no quería implantar
nuevas normas; buscaba darle un impulso a la ley, regulado por la irrupción del reino
de su Padre. Jesús supo proclamar de manera sencilla y clara toda esta experiencia por
medio de las parábolas; forma creativa y amena de seducir a sus oyentes con el toque
utópico de la cotidianidad de su pueblo. Jesús les enseña por medio de ellas a
descubrir la presencia salvadora de Dios desde la profundidad de la existencia: la
fuerza re-creadora de Dios ya está actuando, sin escándalos; sin signos aparatosos y
vacíos, sino desde el silencio fecundo de la armonía consuetudinaria que esconden los
campos y lagos; pescadores y campesinos de Galilea.

Las enseñanzas del Maestro denotan que Jesús era un apasionado por la vida y que
esta era para Él una gran pedagoga: “El trabajo y la vida, el contacto con todo tipo de
gente, le enseñaron a descubrir y valorar la profunda sabiduría de los simples y sencillos,
y a despreciar y rechazar todos esos estudios y títulos que se utilizan para oprimir y
creerse superior a los demás”.18 Jesús conoce a su gente; comparte con ella; sufre sus
fatigas y sus realidades resecas de dignidad, conoce la vida del campo, la siembra y la

18
Antonio Pérez Esclarín
23

cosecha, sabe del cuidado de la tierra, no le son indiferentes las faenas de los
pescadores junto al lago, lee muy bien el tiempo; goza con el cielo y sus estaciones, los
tiempos y modos de podar las vides, disfruta el oficio de los pastores y contempla con
agrado sus rebaños, conoce muy bien el oficio de las madres en casa, dejando listo el
pan por las mañanas, sin olvidar el arte de la levadura que eleva la masa; la alegría que
sienten al encontrar mientras barren aquella monedita perdida entre tantas
distracciones; conoció muy bien los rituales y celebraciones, los problemas familiares
con la repartición de las herencias, las leyes y formas de gobierno, y sobre todo “la
condición de marginación y exclusión social a que eran condenados los enfermos (ciegos,
mudos, epilépticos, endemoniados, leprosos, etc.) y las condiciones de explotación e
injusticia a que eran sometidos los pobres, campesinos y asalariados por parte de los
ricos y poderosos; conoció la explotación sufrida por las viudas hasta quitarles lo poco
que tenían para vivir y todo cubierto con un ropaje religioso (Marcos 12, 38; 13,4); sabía
de la situación de opresión a que era sometida la mujer en una sociedad patriarcal. Pero
de manera especial conocía muy bien las estructuras económicas, sociales, ideológicas y
de poder ejercido por los grupos dominantes económica, política e ideológicamente, en
torno al Templo; los grupos sociales que conformaban la sociedad judía en su época y los
mecanismos de dominación y explotación, a través de la ley, el culto, los impuestos, los
diezmos, etc. Tuvo conciencia de la ocupación romana y de las formas de ejercer su
presencia y dominio sobre el pueblo judío.19

Jesús enseña a sus interlocutores que la vida es más de lo que se ve, utiliza las
parábolas de la siembra y el hallazgo del reino para revelar de forma sencilla que la
salvación ya está llegando: el sembrador (Mt 13, 4-9); el trigo y la cizaña ( Mt 13, 24-
30); la semilla y el grano de mostaza (Mc 4, 26-32), para hablar de la infinita
misericordia de su Padre presenta a los pecadores la parábola de la oveja perdida (Lc
15, 1-7); el padre misericordioso (Lc 15, 11-32); al manifestarnos que en la verdadera
justicia prima el perdón y la paz: el buen samaritano ( Lc 10, 30-35); el fariseo y el
publicano (Lc 18, 9-14); al dejarnos en claro cuáles son las actitudes con las que
herimos en nuestra vida la instauración del reino: los niños en la plaza (Mt 11, 16-19);
Los dos hijos (Mt 21, 28-32); Los pérfidos viñadores (Mc 12, 1-8); El gran banquete (Mt
22, 2-14); y al manifestarnos cuáles serán los frutos cosechados por aquellos que han
sido fieles en lo poco y en lo pequeño: El rico y Lázaro (Lc 16, 19-31); los talentos (Mt
25, 14-30); la red (Mt 13, 47-51) . Jesús trata de responder a todas las inquietudes y
resistencias de sus amigos por medio de las parábolas más bellas y conmovedoras que
salieron nunca de sus labios. Sin duda las trabajó largamente en su corazón. Todas ellas
invitaban a intuir la increíble misericordia de Dios.20

19
Mario Peresson, op.cit. pág. 573-574
20
José Antonio Pagola.
24

Jesús, Maestro Carismático popular, desarrolló su ministerio en continua acción


educativa, su vida es la lección magisterial y definitiva que debemos aprehender para
ser testigos gozosos del mensaje de la salvación. Toda ella fue un libro abierto de la
cual se desprendieron las más hermosas cátedras de misericordia, de perdón, de
humanidad y de preventividad que diáfanamente nos dejan contemplar el rostro
amante del Padre. Jesús siendo el Maestro, también se hace la enseñanza, la pauta de
aprendizaje y hasta la metodología necesaria para alcanzar la libertad, Él se hace el
camino, la verdad y la vida, el Todo para otorgárnoslo todo: salud integral, bienestar
completo, convivencia dichosa en familia, paz irrevocable…. a su Padre como reino de
vida y de paz en abundancia:

“Se llevaban mis monedas rodando por el mundo, mis historias pequeñas con la
estampa de un sembrador con pájaros, o de una vieja barriendo, o de un rey que
casaba a su hijo, muy dorado y en colores…. Yo les daba mis cuentos, mi palabra
que podía ser llave de la vida al de ojo puro y corazón derecho; pero también ser
trampa de oro, dura piedra que masticar, para el henchido de su propio saber,
que la pondría al trasluz, sopesándola, dudando si tirarla”21

Interpretación de los elementos del S.P: razón, religión,


amorevollezza, desde la pedagogía de Jesús
“Este sistema descansa por entero en la Razón, la Religión y el amor”22

La acción pastoral y espiritual de Don Bosco estuvo inspirada en lo que él llamó


Sistema Preventivo, fruto de su rica experiencia como educador de la juventud más
pobre y abandonada. Toda su vida es un libro abierto en el que se puede contemplar
diáfanamente la más completa manifestación de amor preventivo. El mejor tratado de
pedagogía es verlo pues en acción en la sencillez cotidiana de su vida.

El artículo 66 de las constituciones de las Hijas de María Auxiliadora presenta el


Sistema preventivo como un regalo de Don Bosco a la Familia Salesiana:

“En nuestra acción apostólica,


el Sistema Preventivo
-herencia de Don Bosco a la Familia Salesiana
a la que no podemos renunciar-,
se convierte en experiencia de comunión,
vivida entre nosotras y las jóvenes

21
José María Valverde.
22
San Juan Bosco: El sistema preventivo en la educación de la juventud.
25

en un clima de espontaneidad, amistad y alegría.

Sus elementos fundamentales


-razón, religión y amabilidad”-
inspiran un proyecto educativo
que responde plenamente
a las exigencias de evangelización del mundo juvenil.

Este sistema requiere que sepamos proponer a las jóvenes


y compartir con ellas
los valores auténticos,
basados en el Evangelio,
recurriendo a las fuerzas interiores de la persona,
en actitud de optimismo,
respeto y bondad,
como expresión del amor del Padre.

El Sistema Preventivo, practicado de esta forma,


ofrece la posibilidad de experimentar
el poder liberador de la gracia de Cristo,
favorece la maduración de sólidas convicciones
y dispone a la entrega generosa de sí mismo.”

En la tradición Salesiana se denomina, entonces, como Sistema Preventivo a “la


experiencia espiritual y educativa vivida por Don Bosco, y en seguimiento suyo, por toda
la Familia Salesiana”23

Cuando hablamos de Sistema Preventivo nos referimos al arte de educar en positivo, el


cual busca evitar la aparición de experiencias negativas que puedan maltratar la
semilla del reino de Dios sembrada en el corazón de los hombres. Por esto se propone
el desarrollo asertivo de las potencialidades del ser humano impulsando un
crecimiento desde dentro, que oriente a cada persona hacia la plena realización de su
vocación como hijo de Dios.

La caridad pastoral es el corazón del Sistema Preventivo, la cual se fundamenta en


Jesucristo, Buen Pastor: “Yo soy el Buen Pastor y doy mi vida por mis ovejas”
(Jn 10,14-15)

Don Bosco al igual que Jesús desea introducir en la vida de todos la compasión, pero
no una compasión que hace sentir lástima al mirar desde fuera, sino, una compasión
visceral, que remueve desde dentro e impulsa a mirar con ojos de misericordia a
todos a los que la sociedad considera despreciables, pues estos a quienes llamamos

23
Mario Peresson. Educar con el corazón de Don Bosco.
26

“perdidos” le pertenecen íntimamente a Dios; Él los busca como una madre busca al
hijo de sus entrañas y, cuando los encuentra su gozo es inefable.

Al aproximarnos a los Evangelios vemos que Jesús mismo se considera el Buen Pastor,
una imagen muy querida por la tradición del pueblo Judío pues, Moisés, Saúl, David y
otros grandes líderes habían sido pastores. Al reconocerse Jesús de tal manera
manifiesta su preocupación por aquellos “pecadores” que no observan los preceptos y
prescripciones, los leprosos, las viudas, los huérfanos, los extranjeros, las prostitutas “
Sus sentimientos, su acción evangelizadora, su práctica educativa como Maestro
carismático popular a la manera de los profetas, se inspira en aquél icono
veterotestamentario en el que se condena a los pastores mercenarios y se presenta la
imagen del Buen Pastor que debía conducir al Nuevo Pueblo de Dios”24

“¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las
noventa y nueve en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la
encuentra?

Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa,


convoca a los amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque he hallado
la oveja que se me había perdido”.

Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por noventa y nueve
justos que no tengan necesidad de conversión” (Lc 15,4-7; Mt 18,12-14).

Jesús tiene corazón de Pastor, y en Él, el rostro de cada uno de los que el Padre le ha
confiado, parece una locura dejar en el desierto a las noventa y nueve e ir solo tras
una o ¿es que acaso esta una vale más que las otras? quien tiene corazón de Pastor no
se entretiene en razonamientos equívocos, sale en búsqueda apasionada de la perdida
porque siente que le PERTENECE. “Para entrar en el reino de Dios es importante que
todos sientan como suya la preocupación de Dios por los perdidos y su alegría al
recuperarlos”25

A partir de este texto Bíblico podemos descubrir los rasgos fundamentales del Buen
Pastor que es Jesús, lo que está en lo más profundo de su corazón, lo que le lleva a
tener entrañas de misericordia, buscando incansablemente a la ovejita perdida,
vendándole sus heridas, recostándola sobre sus hombros y devolviéndola
nuevamente al rebaño. Por eso la caridad pastoral es el corazón del Sistema
preventivo y el conglomerado de la espiritualidad salesiana, porque solo
compartiendo los mismos sentimientos del Pastor podremos vivir la compasión y la

24
Mario Peresson. SDB. Educar con el corazón de Don Bosco.
25
José Antonio Pagola.
27

misericordia como principio y fundamento de nuestra misión y espiritualidad


educativa.

En la base de este fundamento y metodología educativos; nos dirá el Padre Mario


Peresson; está para Don Bosco una comprensión peculiar de la persona, una
antropología cristiana, cuyas dimensiones se convierten en las columnas del Sistema
Preventivo: la razón, la religión y el amor.

PRIMER PILAR: La razón como valor humanizante de la vida.

Para Don Bosco la persona está dotada de razón, es decir, es un ser reflexivo, capaz
de pensar, de tomar decisiones, de conocer y analizar la realidad, optando siempre
con plena libertad por un bien mejor y adecuado que le hace responsable de sus actos.
Es creada a imagen y semejanza de Dios, capaz de sentir, de esforzarse, de descender a
las profundidades del ser y de encontrarse en diálogo abierto consigo mismo.

Con este pilar Don Bosco pretende tocar el espacio profundo y humano del ser, tal
como lo hizo Jesús el Maestro liberador de la humanidad. Si consideramos su manera
de hablar y de proceder, descubriremos siempre una espiritualidad que desciende
hasta lo íntimo del ser y desvela las verdaderas intenciones del corazón, por eso Jesús
siente predilección por los pecadores, porque los encuentra abiertos a la acción
amorosa del Padre.

Con las bienaventuranzas (Lc 6, 20ss; Mt 5, 3-12) Jesús toca lo íntimo de la persona,
lo que ella es en sus motivaciones, valores, ideales y opción fundamental y la
introduce en una profunda interiorización de su velada biografía interior.

“Jesús levantando los ojos hacia sus discípulos…”

La mirada de Jesús es penetrante y liberadora, cada una de las afirmaciones de las


bienaventuranzas nacen de la introspección que Jesús hace a sus discípulos cada vez
que posa sus ojos sobre sus situaciones reales: pobreza, hambre, tristeza, odios y
persecuciones. Jesús sondea sus corazones.

A pesar de la situación de marginación que viven los despreciados del pueblo, Jesús
ilumina sus amenazas con la luz que viene del Padre “Las bienaventuranzas son una
paradoja: se invierten los criterios del mundo apenas se ven las cosas en la perspectiva
correcta, esto es, desde la escala de valores de Dios, que es distinta de la del mundo.
Precisamente los que según los criterios del mundo son considerados pobres y perdidos
son los realmente felices, los bendecidos, y pueden alegrarse y regocijarse, no obstante
todos sus sufrimientos”26

26
Joseph Ratzinger. Jesús de Nazaret.
28

"Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos
se reunieron a su alrededor. Entonces comenzó a hablar y les enseñaba diciendo:
«Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los
Cielos. Felices los que lloran, porque recibirán consuelo. Felices los pacientes,
porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de
justicia, porque serán saciados. Felices los compasivos, porque obtendrán
misericordia. Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios. Felices los que
trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios. Felices los que
son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten
toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la
recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los
profetas que vivieron antes de ustedes" (Mt5,1-12)

Jesús educa a sus discípulos desde la libertad. Percibe en sus corazones una creciente
aspiración de personalización, socialización, dignidad y liberación; muy tergiversada
en el entorno judío; pero que se vuelve búsqueda real de presencia y acción en el
conocimiento y quehacer de su propia historia. Las bienaventuranzas como práctica
de libertad impulsan a la progresiva toma de conciencia y superación de todas las
formas de alienación y exclusión con las que se degrada al hombre. La educación
liberadora de Jesús transforma las cadenas en lazos de atracción hacia la plenitud, con
Él la alegría permea la tribulación y por lo tanto empieza a cambiar la manera de
mirar la realidad, ahora se contempla con los ojos de la fe, bien nos dirá San Pablo:
“Somos los impostores que dicen la verdad, los desconocidos conocidos de sobra, los
moribundos que están vivos, los sentenciados nunca ajusticiados, los afligidos siempre
alegres, los pobres que enriquecen a muchos, los necesitados que todo lo poseen” (2 Co ,
8-10)

Bien podemos afirmar que Jesús educó desde el pilar de la Razón cada vez que hizo
sentir a sus hermanos más humanos, “Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno
te ha condenado? Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te
condeno. Vete; desde ahora no peques más” (Jn 8, 10-11), cada vez que se encarnó en
sus situaciones de angustia y sufrimiento “Al ver a la gente, sintió compasión de ellos,
porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor” (Mt 9,36), cada
vez que tendió la mano al pecador y le devolvió su dignidad de hijo de Dios “Jesús le
dijo: "¿Quieres curarte?" Le respondió el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta
en la piscina cuando se agita el agua. Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que
yo". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda". (Jn 5, 1-16). Jesús actúa como un
amigo cercano, que acoge, que perdona, que ofrece su amistad y encamina hacia el
encuentro profundo con el Padre.
29

SEGUNDO PILAR: La religión como la revelación del rostro misericordioso de Dios.

Don Bosco en su opúsculo afirma: “La práctica de este sistema está apoyada en las
palabras de San Pablo: La caridad es benigna y paciente… Todo lo sufre, todo lo espera y
lo soporta todo (1Cor 13, 4.7). Por consiguiente, solamente el cristiano puede practicar
con éxito el Sistema Preventivo. Razón y religión son los medios de que ha de valerse
continuamente el educador, enseñándolos y practicándolos “27

Para Don Bosco la religión es la vivencia sobrenatural y la acogida plena de la


vocación divina, es la búsqueda del sentido profundo de la vida en apertura a lo
trascendente, tomando como fundamento el infinito amor de Dios. “La religión es uno
de los pilares de la preventividad, ya que la fe en Dios y la vivencia de sus mandamientos,
la fe en Jesucristo como identificación de vida y de acción con Él y la vivencia del
mandamiento nuevo del amor, son una fuerza muy profunda para transformar a las
personas y una eficaz motivación ética para llevar una vida plenamente humana” 28

Jesús vive en sentido profundo el pilar de la religión entendido desde la vivencia


insondable del Dios trascendente, pues siendo Él la plenitud del amor del Padre,
asume en su carne la revelación de su Rostro de misericordia, perdón y salvación. Él
es el Verbo encarnado de Dios “la Palabra eterna de Dios, todo se hizo por ella y sin ella
no se hizo nada de cuanto existe. Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre
nosotros” (Jn 1, 1-2.14). “Él es la imagen del Dios invisible” (Col 1, 15).

Jesús quiere hacerle entender al pueblo quien es Él, quiere gritar a los cuatro vientos
que es la presencia humana de Dios, por eso este Maestro que seduce con sus
palabras, se identifica con las realidades sencillas de la vida, mostrando las
semejanzas que existen entre ellas y su persona. Estas comparaciones comienzan
afirmando “Yo soy” la cual evoca la revelación del nombre de Yahvé a Moisés (Ex 3,14;
Jn 8, 24.28).

 “Yo soy el Pan de vida” ( Jn 6,35)


 “Yo soy la Luz del mundo” (Jn 8, 12)
 “Yo soy la Puerta de las ovejas” (Jn 10,7)
 “Yo soy el Buen Pastor” (Jn 10,11)
 “Yo soy la Vid Verdadera” (Jn 15,1)
 “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6)
 “Yo soy la Resurrección y la Vida” ( Jn 11,25)

27
San Juan Bosco.
28
Mario Peresson.
30

Todas estas analogías revelan lo que es Cristo como Palabra encarnada del Padre,
ellas nos ayudan a aprehender quien es Él realmente, rostro perenne de Dios,
anunciador del Reino, del cual Él mismo es la presencia visible:

“Le dice Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta”. Le dice Jesús:
“¿Tanto tiempo estoy con ustedes y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a
mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo
estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no se las
digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, crean por las obras
que hago” (Jn 14, 8-11)

“Llevo tanto tiempo con vosotros” quiere decir: “me habéis visto actuar, hablar, curar,
predicar, sanar, ¡y habríais tenido que comprender ya que soy signo, presencia de la
misericordia del Padre, que soy transparencia del Padre!”.29

La vida entera de Jesús, la amistad sincera que le brinda a la gente, su modo


transparente de amar, se pueden definir; como dirá el Padre Mario Peresson: “la
Parábola del Padre”. Jesús acoge en su vida el pilar de la religión cuando abraza con
inefable amor la voluntad de Dios y la transparenta con radicalidad, hasta el punto de
entregar su propia vida por amor a la humanidad.

TERCER PILAR: La amorevollezza como la nueva de ley que dignifica y humaniza.

La razón, la religión y el amor son tres pilares que se conjugan y se complementan


recíprocamente, pero para Don Bosco, el corazón está en el centro de su sistema. Es en
el corazón del ser humano de donde surgen las motivaciones, los sentimientos, los
anhelos y esfuerzos, es el lugar del encuentro con Dios y por consiguiente consigo
mismo. Todo lo más profundo y verdadero del ser humano brota de su corazón; es ahí
donde se encuentra inscrito el deseo de Dios y desde su misma bondad, brota el amor
al prójimo.

“Para Don Bosco, la amorevolezza traducida en amor, amabilidad y bondad, es el


principio supremo que configura y fundamenta el método educativo de su pedagogía; es
la norma suprema de vida y acción de un educador salesiano; es el camino para alcanzar
la meta que él se propone a través de la educación: formar al creyente, seguidor de Jesús,
comprometido con el cambio liberador de la sociedad, y que tiene en el centro de su vida
el ideal del hombre nuevo y de la mujer nueva proclamados por Cristo Jesús y realizados
en Él: La caridad pastoral, que inspira, motiva y condensa la acción educativa salesiana,

29
MARTINI, Carlo María, op. cit., pág.151.
31

es el alma de todo el Sistema Educativo de Don Bosco; es la esencia, la síntesis y el rasgo


más original de su pedagogía. Por esta razón se le ha dado al Sistema Preventivo el
nombre de “Pedagogía del amor”.30

La amorevolezza no es un recurso pedagógico, es el fundamento teologal del Sistema


Preventivo, que se inspira en Jesucristo Buen Pastor, educador apasionado, que actúa
movido por el auténtico amor de Dios.

Es Jesús ese educador que “ama porque ha nacido de Dios y conoce a Dios” (1Jn 4,7-8) y
es este amor el que lo inspira a entregar segundo a segundo su vida por los que el
Padre le ha confiado «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para
que sean uno, como nosotros» (Jn 17, 11-19). Don Bosco, fiel imitador de Jesucristo,
descubre en su actuar que para Él lo decisivo es el Amor, Jesús vive con intensidad la
amorevolezza, la ternura, la amabilidad, la bondad, pues, Él, es la encarnación de
estos valores fundamentales para el ser humano.

Jesús poeta de la compasión y la misericordia exhorta a sus seguidores a llevar una


vida según el corazón amante del Padre. Nada puede agradar más a Dios que la
construcción de una sociedad humana, justa y solidaria, y esto solo será posible si se
hace del amor una ley radical y fundamental. “Jesús asocia de manera íntima e
inseparable dos grandes preceptos que gozaban de gran aprecio en la tradición religiosa
del pueblo judío: el amor a Dios y el amor al prójimo”31

«El primer mandato es: “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor,
amarás al Señor, tu Dios, con todo su corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay
otro mandamiento mayor que estos» (Mc 12, 29-31).

Para Jesús, el amor que manifiesta la humanidad es una respuesta al amor inefable de
Dios, pues, Él, es quien nos ha amado primero ofreciéndonoslo como un verdadero
don. Al dar una respuesta en fidelidad a su mandamiento de amor, el hombre lleva a
cabo el plan de Dios para su vida “He venido para que tenga vida y la tengan en
abundancia (Jn 10,10), y logra encontrar la felicidad y la alegría, en el amor recíproco
que ofrece a Dios amando a sus hermanos. Jesús quiere que los hijos e hijas de Dios,
amen a su Padre con todo el corazón, con toda el alma y con todas sus fuerzas, que el
amor sea sincero y sin fingimiento, no por obligación o por miedo, sino con docilidad,
disponibilidad y apertura. Estos mismos valores son los que llevan, por tanto, a amar a
Dios deseando ardientemente lo que Él quiere y amando incondicionalmente a los

30
Peresson, Mario. Educar con el corazón de Don Bosco.
31
PAGOLA, José Antonio. Jesús aproximaciones históricas.
32

que Él ama. Es ahí en el amor a los hermanos donde se descubre la verdad del amor a
Dios.

Es el amor compasivo de Dios, lo que Jesús busca implantar en el corazón del hombre,
haciéndole ver que el Padre no es violento, sino compasivo, ama incluso a sus
enemigos y no busca destruir a nadie “Hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda
la lluvia sobre justos e injustos” (Lc 6,35), no discrimina a nadie, su amor es gratuito,
para todos, por eso Jesús hace la exhortación “amad a vuestros enemigos para que
seáis dignos de vuestro Padre del cielo” (Mt 5, 43-45). La implantación del reino de Dios
y su novedad de amor y misericordia exigen un cambio de vida, que supone dejar
atrás la violencia y la injusticia y abrazar por completo la dinámica de la compasión y
la paz.

Indudablemente Jesús vivía el pilar de la amorevolezza, pues su acción educativa y


redentora estaba impregnada de una sola fuente e inspiración: El amor preventivo del
Padre, el cual se ha revelado a los hombres cotidianamente a lo largo de la historia.
33

Conclusión

Para mí el desarrollo de esta tesis ha significado un acercamiento íntimo y profundo a


las Sagradas Escrituras. Siento haber respondido asertivamente a las inquietudes
planteadas al comienzo de este trabajo. La investigación, las consultas y asesorías han
sido vitales, pues, han enriquecido sobremanera las temáticas planteadas a
desarrollar.

Una pregunta surgió como inspiración para lo expuesto anteriormente ¿Ha creado
Dios al hombre para la felicidad? y hoy indiscutiblemente puedo dar una respuesta
afirmativa: en su infinita misericordia Dios ha creado al hombre para que tenga vida y
vida en abundancia (Jn 10,10), ha soplado sobre su nariz aliento de vida, lo ha
modelado según su imagen y semejanza y lo ha dotado de voluntad, libertad e
inteligencia, para que en todo obre según su divino proceder.

Mas esta realidad de vida en abundancia ha sido un camino desarrollado


progresivamente por la pedagogía preventiva con la que Dios actúa. Él no irrumpe en
nuestra historia violentamente, ni coacciona en la libertad que nos ha dado, Dios es
un gran Maestro, que tiene en sus manos el florecimiento de la creación, cada caricia
dada, aunque parezca ante los ojos humanos un rasguño, es signo inenarrable de su
revelación preventiva que llega a la plenitud del amor en Jesucristo su Hijo. La semilla
del Amor sembrada a lo largo de la historia por el Padre germina y florece en la
entrega generosa de Cristo por la humanidad.

Con este trabajo descubrí que para poder captar el sentido y la profundidad del
Sistema Preventivo como metodología educativa y espiritual, es necesario
empaparnos día a día en las fuentes vivas de la Sagrada Escritura, pues es allí de
donde mana toda razón, religión y amor, de donde se descubre toda la riqueza y el
sentido de Jesús como Buen Pastor, ese Pastor que siente predilección por los
pequeños y los pobres, que sana y salva pues siente en sus entrañas una compasión
visceral. Concluyo con la gozosa certeza de ser miembro de una familia, que es
heredera de un precioso patrimonio espiritual y educativo: EL SISTEMA PREVENTIVO.
34

Bibliografía

 Peresson Tonelli, Mario Leonardo (2010): Educar con el corazón de Don Bosco.
Bogota, Kimpres Ltda.
 Peresson Tonelli, Mario Leonardo (2006): Seguir a Jesucristo tras las huellas de Don
Bosco. Bogota, Kimpres Ltda.
 Cavaglià, p. - Costa, a. - Posada, m.e. (1994): La sabiduría de la vida. Cartas de
Madre Mazzarello. Madrid, Editorial CCS.
 Pagola, José Antonio. (2013): Jesús aproximación histórica. Bogotá, PPC, Editorial y
distribuidora, SA.

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