PRESENTAR A JESÚS EN LAS DOCTRINAS Pr. Aris Daniel Pacheco Introducción
“Ya completé la fe de Jesús con este interesado y
aun no se decide”, esta es una declaración muy común entre algunos hermanos que después de dar una serie de estudios bíblicos, nunca ven al estudiante aceptar a Jesús o ser bautizados. ¿Tendrá que ver esto con la forma en como estamos presentando nuestro estudios bíblicos? El problema
Muchas veces una de las razones por la que no
vemos resultados al impartir un estudio bíblico, tiene que ver con el hecho de que no presentamos a Cristo en las doctrinas. La mayoría de los folletos de estudios están basados en las doctrinas bíblicas y eso no esta mal, pero cada doctrina debería presentarse en conexión con Cristo. En este seminario presentaremos una forma sencilla y práctica de como presentar a Cristo en las doctrinas, no solo durante un estudio bíblico sino también en un sermón o incluso en un seminario. Vamos a iniciar resaltando la importancia de la doctrina. ¿Son importantes las doctrinas? El pluralismo religioso de hoy ha restado importancia al papel de la doctrina. Como expresa Ronald Hanko “La doctrina ya no es muy estimada hoy en día… hay tanta ignorancia de la doctrina que aún lo básico del Cristianismo ya no se entiende bien. Aún en las iglesias que permanecen fieles en su enseñanza y predicación, muchas veces hay poco interés en aprender y entender la doctrina”. Ronald Hanko, La Importancia de la Doctrina. La importancia de la doctrina Elevangelio debe ser defendido. Pero no se puede defender aquello que no tiene significado alguno. Una religión sin doctrina sería una religión sin significado. Y tal religión no podría ser propagada ni defendida. El apóstol Pedro insta “…Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes” (1Pd 3:15). La doctrina y el discipulado Elpastor Burrill explica que las doctrinas tienen un papel muy importante en el discipulado: “En vez de simplemente presentar las doctrinas como una fría lista de lo que se debe y de lo que no se debe hacer, presentamos los grandes principios de la Palabra de Dios y dejamos que la gente use sus mentes otorgadas por Dios para tomar las decisiones correctas”. “Talesdecisiones se toman en el contexto de ser discípulos radicales de Jesús que están siendo restaurados mentalmente a la imagen de Dios”. Russell Burrill, Discípulos modernos para iglesias revolucionarias, 90. Centrados en Jesús No es teoría lo que se necesita; son las sagradas enseñanzas de la Biblia, las que no constituyen doctrinas inciertas y sin sentido sino verdades vitales que comprometen intereses eternos centrados en Jesús. En él reside todo el sistema de verdades divinas. La salvación del creyentes, mediante la fe en Cristo, es el pilar fundamental de la verdad. Elena White, Review and Herald, 17 de septiembre de 1895. La doctrina como agente misionero “Uno de los impulsos fundamentales en la vida cristiana es el impulso a propagar el evangelio. El que propaga el evangelio, entonces, debe ser capaz de darle al que desea ganar a la vida cristiana, un concepto inteligente de lo que significa ser cristiano”. Walter Thomas Conner, Doctrina Cristiana, 10. El llegar a ser cristiano no es un asunto de dar un salto ciego en la oscuridad. El propagador del evangelio debe tener un alcance inteligente del significado del evangelio y debe estar en capacidad de dar una afirmación inteligente acerca del mismo. Es en este punto en el que la doctrina centrada en Cristo ejerce una influencia muy poderosa. En la introducción del libro Creencias de los Adventistas del 7mo Día, se registra la siguiente declaración: “La doctrina verdadera va mucho más allá de ser una mera creencia. Constituye un llamado a la acción. Por medio del Espíritu Santo, las creencias cristianas se convierten en obras de amor. El verdadero conocimiento de Dios, de su Hijo y del Espíritu Santo, es “conocimiento salvador”. Jesús, el foco central Jesús es el foco central de las Escrituras, también es el foco central de la doctrina y la experiencia del adventismo. “Las diferentes creencias o doctrinas destacan diversas facetas del amoroso carácter de Cristo. Cada una revela cómo es él y lo que significa una relación con él”. Creencias de los Adventistas del 7mo Día. Todas las doctrinas, cuando se las entiende como es debido, están centradas en Cristo. Las 28 creencias de la iglesia adventista están distribuidas en 6 doctrinas. 1. La doctrina de Dios. 2. La doctrina del hombre. 3. La doctrina de la salvación. 4. La doctrina de la iglesia. 5. La doctrina de la vida cristiana. 6. La doctrina de los acontecimientos finales. 1. Doctrinas que conciernen a la salvación El primer paso para presentar a Cristo en las doctrinas es presentar las creencias concernientes a la salvación: El gran conflicto. La vida, muerte y resurrección de Cristo: esto incluye, la encarnación y la expiación. La experiencia de la salvación: esto incluye la justificación por la fe y la santificación. Al presentar las doctrinas concernientes a la salvación desde el inicio, nos permitirá aclarar los elementos fundamentales del evangelio antes de tratar los temas periféricos, además que introduciremos a la persona de Cristo más fácilmente. 2. Presentar la conexión de cada doctrina con Jesús La compresión de cada doctrina debe llevarnos a Cristo y a un mejor entendimiento de su persona y ministerio. En cada doctrina hay elemento cristo céntricos. Veamos. La doctrina de Dios En esta doctrina Jesús debe ser destacado como: La revelación especial de Dios y como el medio a través del cual podemos llegar al Padre. La segunda persona de la Divinidad y su origen y estatus divino igual al Padre. Como el centro de las Sagradas Escrituras: “Jesucristo es el foco de la Escritura. El Antiguo Testamento presenta al Hijo de Dios como el Mesías, el Redentor del mundo; el Nuevo Testamento lo revela como Jesucristo, el Salvador. Cada página, ya sea mediante símbolo o realidad, revela alguna fase de su obra y carácter. La muerte de Jesús en la cruz es la revelación máxima del carácter de Dios”. Creencias de los Adventistas del 7mo Día, 13. La doctrina del hombre En esta doctrina Jesús debe ser destacado como: El creador de todas las cosas, por medio de quien todo llegó a la existencia (Jn 1:1-3; Heb 1:2,3). Aquel que siendo creador se humilló haciéndose criatura. Quien vino a restaurar la imagen de Dios en los seres humanos, imagen que fue dañada en la caída. La doctrina de la iglesia En esta doctrina Jesús debe ser destacado como: Aquel que nos invita a entrar en una relación de pacto con él a través del bautismo. Aquel que ha elegido a la iglesia como su novia, para prepararla pura para su retorno. Aquel que espera tener con nosotros una relación que nos lleve hasta la madurez del crecimiento cristiano. Aquel que a elegido un pueblo remanente para que lo represente en estos últimos días aquí en la tierra y del cual podemos formar parte. Aquel que nos ama tanto que nos ha impartido dones con el fin de ministrar a los perdidos he invitarlos a una relación con él. La doctrina de la vida cristiana En esta doctrina Jesús debe ser presentado como: Aquel que espera que le obedezcamos guardando su ley. Aquel que anhela pasar tiempo con nosotros y por eso se ha reservado el sábado, como día de adoración. Como nuestro Señor y nosotros sus siervos y administradores, reconociéndole como tal al devolver a él nuestros diezmos y ofrendas y haciendo un uso racional de todo lo que llega a nuestra mano. Aquel que es nuestro ejemplo y que merece que le honremos con una conducta cristiana ejemplar y de santidad, andando como él anduvo. Como el diseñador del matrimonio, que ejemplifica su relación con su iglesia como su esposa. La doctrina de los acontecimientos finales En esta doctrina Jesús debe ser presentado como: Nuestro sumo sacerdote que está ministrando a nuestro favor en el santuario celestial. Aquel que muy pronto viene a cumplir su promesa de llevarnos con él (Jn 14:1-3) y así acabar con el sufrimiento y el dolor de este mundo. Aquel que se levantó de los muertos y al igual que él a de resucitar a todos los fieles para llevarlos a las moradas celestiales. Aquel que de dar fin al pecado, juzgando y destruyendo a las fuerzas del mal y vindicando a sus hijos fieles. Aquel que a de morar con sus hijos en una tierra restaurada, sin ninguna mancha ni pecado, sino en un eterno bienestar, estando ante el iRey de reyes y el Señor de señores, nuestro Señor Jesucristo!.