Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EDICIONES EL ALMENDRO
En torno al Nuevo Testamento, N.° 21
V o l ú m e n e s p u b l ic a d o s :
COMO LEER
EL EVANGELIO
y no perder la fe
$
EDICIONES EL ALMENDRO
CORDOBA
Traducción castellana de Jesús Peláez de la obra
de Alberto Maggi, Come leggere i l 1'angelo e non perdere la fede, Citta-
della Editrice, Asís, 1997
Agradecimiento
Mi más sincero agradecim iento a las Profesoras Annalú Martignago,
Serenella Zanardl y a Fray Ricardo Pérez del Centro Studl Dibltct,
que han colaborado generosam ente en la preparación final del texto
y en la revisión de la traducción de los textos originales de la Biblia.
© Copyright by A l b i í r t o M a g g i
EDICIONES EL ALMENDRO DE CORDOBA, S. L.
El Almendro, 10 Castaño, 11
Apartado 5 066 Polígono Industrial -El Guijar»
Teléfono y Fax 957 274 692 Tel.: 918 701 797. Fax: 918 702 400
14006 C ó r d o b a 28500 Arganda del Rey ( M a d r i d )
E-mail: almendro@indico.com
Internet: http://www.indico.com /aea/asociados/almendro.lum
ISBN: 84-8005-038-1
Depósito legal: S E -1328-2005
Impresión: P u b lid is a
CONTENIDO
S iglas .............................................................................................................................. 9
I n t r o d u c c i ó n ............................................................................................................. 13
¿D io s? U n c u er n o d e s a l v a c ió n ..................................................................... 19
R ic o s y v en d id o s (M e 1 0 ,1 7 - 2 2 ) .................................................................. 103
G l o s a r io ..........................................................................................
B i b l i o g r a f ía ..................................................................................
L is t a d e p e r í c o p a s e v a n g é l ic a s c o m e n t a d a s ..
SIGLAS
M Misná
Y Talmud de Jerusalén
B Talmud de Babilonia
B.B. Baba Batra (daños)
B.M. Baba Mezia (daños)
B.Q. Baba qamma (daños)
Ber. Berakot (bendiciones)
Kel. Kelim (cosas impuras)
Mek. Es. Mekhilta sobre el Éxodo
P.Ab. Pirqe Aboth (sentencias de dotes)
Pea. Pea (límites)
Pes. Pesahim (pascua)
Qid. Qiddushim (matrimonio)
Sanh. Sanhedrin (tribunales)
Shab. Shabbat (sábado)
Fuentes antiguas
D e la in fa n c ia d e l Salvador.
M em orias d e N icodem o (A ctas d e Pilatos).
Pistis Sophia.
P rotoevangelio d e Santiago .
E vangelio d e P edro.
E vangelio copto d e Tomás.
E vangelio d e M aría (P ap iro Rylands).
INTRODUCCION
Ciertamente es así.
Los evangelios no han sido escritos para ser leídos, sino
oídos, dado que la mayor parte de los primeros creyentes
eran analfabetos (Hch 4,13).
Los evangelistas, literatos idóneos de las com unidades
cristianas, transmitían sus escritos a otras com unidades
donde el lector, persona de cultura expresam ente encargada
para ello (Ap 1,3) no se limitaba a leer el texto, sino que lo
interpretaba y lo explicaba a la gente.
En un lugar particularmente difícil del evangelio de
Marcos, el autor hace expresam ente una advertencia: «Que
el lector preste atención» (Me 13,14).
Naturalmente para vivir en plenitud el mensaje de Jesú s
es suficiente incluso una lectura no profunda.
Expresiones com o «Amad a vuestros enemigos, haced el
bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen,
rezad por los que os maltratan» (Le 6,27) no necesitan tanto
de explicación cuanto de ser llevadas a la práctica.
Pero si se quiere com prender «lo que es la anchura y lar
gura, la altura y profundidad» (Ef 3,18) del amor del Padre
contenido en la Escritura es necesario un trabajo de investi
gación. Los evangelistas de hecho no presentan un relato
histórico de lo que Jesús realizó, sino una teología de lo que
la comunidad puede hacer: no una vida de Jesús, sino su
significado en la vida de la comunidad. No hechos extraor
dinarios para suscitar la admiración en el lector, sino una in
vitación para continuar la obra de Jesús (Jn 14,12).
EL PREFERIDO DE JESÚS
(Jn 13,23)
¿PLACAS DE EGIPTO?
SANIDAD Y COMISIONES
QUF.MA DE SAMARITANOS
otro cinco dioses adorados en la región, para los que los sa
maritanos habían construido cinco templos en otras tantas
colinas (2 Re 17,24-41; Ant. 9,288), dato que subraya el
evangelista repitiendo en el relato cinco veces el término
marido.
En este episodio no se procesa a una mujer ligera, sino
que se denuncia la infidelidad de Samaría.
Para poder acoger el don del amor de Dios, Jesús invita
a la mujer a romper con las otras divinidades, que prometen
una felicidad que no pueden dar («Voy a volver con mi ma
rido, porque entonces me iba mejor que ahora», Os 2,9).
La mujer, una vez comprendido que lo que Jesús le está
diciendo no toca a su vida privada, sino a su relación con
Dios, va rápidamente al núcleo del problema: «Señor, veo
que tú eres profeta. Nuestros padres celebraron el culto en
este monte; en cam bio, vosotros decís que el lugar donde
hay que celebrarlo está en Jerusalén» (jn 4,19-20).
La samaritana cree que la relación con Dios se ve favo
recida con el culto en un determinado santuario y, ahora
que está dispuesta a volver al verdadero Dios, quiere saber
dónde encontrarlo. Pero Jesús declara terminada la época
de los santuarios: «Créeme, mujer: Se acerca la hora en que
no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén»
(Jn 4,21).
Si el dios de la religión necesita un templo y un culto, el
Padre, para ser tal, tiene necesidad de hijos que se le pa
rezcan.
La semejanza con su amor es el único culto que el Padre
requiere.
A la mujer que deseaba saber dónde dirigirse para
ofrecer culto a Dios, Jesús responde que es Dios quien se le
ofrece, dándole su misma capacidad de amor.
El Señor no espera dones de los hombres, sino que él se
hace don para ellos, porque «el Dios que hizo el mundo y
todo lo que contiene, ese que es Señor de cielo y tierra, no
¿Cuántas veces, hija mía? 53
LOS FARISEOS
LA PROSTITUTA
U N A C O M ID A QUF. A C A B Ó M AL
IMPOTENTE PODER
Los varones que hacen las leyes (para después enm asca
rarlas co m o «Palabra de D ios») se previen en al respecto.
Mientras un hom bre es culpable de adulterio só lo si la
mujer con la que se une es hebrea y casada (ten ien d o, p o r
tanto, perm iso para sobrepasarse con todas las nubiles o pa
ganas), para la mujer «adulterio» es cualquier relación con
un hom bre (D t 22,22-29; Lv 20,10).
¿Y en caso de duda?
Se deja la decisión al juicio de Dios.
En el libro de los Núm eros (5,11-31) se prescribe qu e la
mujer sospechosa de adulterio sea llevada al sacerdote que
le descubrirá la cabeza (solam en te las prostitutas llevan la
cabeza descubierta) y le hará b eber un jarro llen o de agua
don de ha esparcido ya la ceniza del suelo del santuario y
disuelto la tinta con la que había escrito en un rollo todas
las acusaciones del marido.
Si a la pobre le da d o lo r de barriga es señal inequ ívoca
de que es culpable y es condenada: Palabra de Dios.
A Jesús, «los escribas y fariseos» le han preparado una
trampa.
La mujer ha sido cogida en «flagrante adulterio» (e l evan
gelista subraya hasta el m om ento: “al alba”). M oisés, p o r
tavoz de Dios, m andó apedrear a «mujeres co m o ésta». ¿De
parte de quién se alinea Jesús?
Sea cual fuere la respuesta, Jesús se perjudica perd ien d o
la reputación o la libertad.
Si está de acuerdo con el D ios legislador, sufrirá inm e
diatam ente un descenso en el índice de popularidad ante
aquella masa de m arginados y pecadores que lo siguen p o r
haber visto en él un mensaje de esperanza y misericordia.
Si es contrario a lo que M oisés ha m andado, la policía
del tem plo está preparada para arrestarlo c o m o sacrilego
blasfem o y p eligroso subvertidor de la Ley dictada palabra a
palabra p o r D ios mismo.
Jesús responde escribiendo -en la tierra», gesto sim bólico
116 Cómo leer el evangelio y no perder la fe
D K M O N IO G AY
LA M IRADA CREADORA
Y SIN EMBARGO VE
LA V IU D A Y LAS SANGUIJUELAS
Hay dos personajes que, para bien o para mal, han in
flu ido am pliam ente en la historia del cristianismo.
U no se había enam orado de la buena noticia traída por
Jesús hasta identificarse con ella.
El otro apenas ha sido tratado de refilón.
Uno lle g ó a santo, el otro a papa. El papa fue refractario
al evan gelio.
H oy el santo es más actual qu e nunca y el papa es ig n o
rado.
D e hecho, mientras el hum ilde Juan, hijo de la señora
Pica y Bernardone de Asís, c o n o cid o con el n om bre de
Francisco, está presente con su estilo de vida y con sus e n
señanzas, ninguno se acuerda del belicoso Lotario, hijo de
los condes de Segni, llegado a papa con el nom bre de In o
cen cio III.
Los dos vivieron en la misma ép oca y fueron hijos de la
m entalidad y de la cultura d e aquel tiem po.
A m b os leyeron el m ism o eva n gelio y eligieron seguir a
Jesús.
Pero los m odos de manifestar este seguim iento son e x
trem adam ente diferentes.
Si todavía hoy se ora y se canta con las palabras de Fran
cisco («A lab ad o seas mi Señor...-), los escritos de Lotario,
por suerte, se han olvidado.
176 Cómo leer el evangelio y no perder la fe
A i.an d ,K. B.: 11testo del Nuovo Testamento, Marietti, Génova, 1987.
A ro n , R.: Cosí pregava Tebreo Gesü, Marietti, Génova, 1983 (existe
traducción castellana).
B o is m a rd , M. É.: Synopse des Quatre Évangiles en Frangais II,
Cerf, París, 1972.
B o n n a r d , P.: El evangelio según San Mateo, Cristiandad, Madrid.
Brown, E. R.: I x i nascita del Messia, Cittadella, Assisi. 1981 (trad.
castellana, 2. vols., Cristiandad, Madrid).
— Giovanni, Cittadella, Assisi, 1979 (trad. castellana, Cristiandad,
Madrid.
B ij z z e t t o , C.: Ixi parola tradotta, M o r c e llia n a , B re s c ia , 1973-
C a v a i .i .i : r n , S. (ed.): II trattato delle benedizioni (Berakot) del
doba, 1992.
L a i t e s , D.: Nuovo commento alia Torab, Canicci, Roma, 1986.
Estella, 1996.
M aim ó n id es: 11 libro dei Precetti, Carucci, Roma, 1980.
M a it.o s , J., y B a r r e t o , J.: El evangelio de Juan. Análisis lingüístico
y comentario exegético, C ris tia n d a d , M a d r id , 1979.
M a t e o s , J., y C a m a c h o , F.: El evangelio de Mateo. Lectura com en
tada, C ristian d ad , M a d rid , 1981.
— Marcos I. Análisis lingüístico y comentario exegético, El Al
mendro, Córdoba, 1993.
— Marcos. Texto y comentario, El Almendro, Córdoba, 1994.
— El horizonte humano. La propuesta de Jesús, El Almendro, Cór
doba, 1988.
— Evangelio: figuras y símbolos, El Almendro, Córdoba, 1989.
O r t e n s i o d a S p in e to li: Matteo. II Vangelo della Chiesa, Cittadella,
Asís, 1983.
P a u l, A.: 11mondo ebraico al tempo di Gesü, Borla, Roma, 1983.
P e lá e z , J.: La otra lectura de los evangelios, 2 vols., El Almendro,
Córdoba, 1987-1988.
— La sinagoga, El Almendro, Córdoba, 1988.
P esch, R.: II vangelo di Marco I/U, Paideia, Brescia, 1980-1982.
P iñero, A. (ed.): Orígenes del cristianismo. Antecedentes y p r i
meros pasos, El Almendro, Córdoba, 1991.
— Fuentes del cristianismo. Tradiciones primitivas sobre Jesús, El
Almendro, Córdoba, 1993.
— El otro Jesús. Vida de Jesús según los evangelios apócrifos, El Al
mendro, Córdoba, 1993.
P iñ e r o , A ., y P e lá e z , J.: El Nuevo Testamento. Introducción al es
tudio de los primeros escritos cristianos, El Almendro, Cór
doba, 1995.
R i c i i e s , J. : El mundo de Jesús. El judaismo del siglo i, en crisis, El