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El rol del supervisor en la industria

En este orden de ideas y con la intención de desentrañar el verdadero rol del


supervisor en la industria, tenemos que considerar que los procesos productivos
imaginados por la empresa moderna, implican en su perfil profesional que su rol
va más allá del profesional con conocimientos específicos sobre una materia
determinada.

Si estudiamos etimológicamente la expresión supervisión vamos a descubrir que


significa nada menos que mirar desde arriba, mirar desde lo alto, lo que nos puede
dar una idea aproximada de lo que es el rol del profesional supervisor en el
proceso productivo.

GENERALIDADES
En este orden de ideas y con la intención de desentrañar el verdadero rol del
supervisor en la industria, tenemos que considerar que los procesos productivos
imaginados por la empresa moderna, implican en su perfil profesional que su rol
va más allá del profesional con conocimientos específicos sobre una materia
determinada.
En el caso que nos preocupa, generalmente, en materias relacionadas con la
ingeniería de los procesos productivos. Se trata del profesional que refleja al
individuo formado en una ciencia y que es capaz de actuar con soltura e
inteligencia, basada en los conocimientos que le ha dado su formación académica,
teórica y práctica, para solucionar y dar respuesta a todas las interrogantes que en
los procesos de producción se plantea diariamente.
El “supervisor,” entonces, es parte del sistema productivo al punto que su
presencia es esencial, pues, influye en los métodos y correctos procedimientos
seguro para llevar a buen final los fines del sistema de producción de bienes o
servicios.

FUNCIONES DEL ROL


El supervisor, no es un profesional cualquiera, no es un individuo que solo cumple
las obligaciones contractuales y las funciones para las cuales fue contratado.
Señalar que esa es la forma de actuar el supervisor es disminuir a un profesional
de la más alta alcurnia ejecutiva en el interior de la industria o de la empresa
donde presta sus servicios. En efecto el supervisor se encuentra en condiciones
de planificar, organizar, dirigir y ejecutar proyectos en función a los fines y a los
objetivos de su empresa.
Pero, aún más, es aquella persona que constituida como en el centro neurálgico
del proceso productivo se demuestra como el punto neuronal y el corazón de la
planta o de la faena a su cargo. Ello implica asegurar tanto los procesos
productivos como toda medida para establecer los métodos y formas a fin que el
trabajo no lesiones a sus ejecutores. El Reglamento de Seguridad Minera,
reconocido por su elevado nivel de exigencia en seguridad ocupacional
expresa:
DS. 72 (modif. DS. 132) Artículo 34:
“El jefe de mina o de procesos de tratamiento de minerales, deberá ser ingeniero
civil o de ejecución en la especialidad de minas o metalurgia, con experiencia
acorde con las faenas. El desempeño como jefes de minas o de procesos de
tratamiento de minerales por parte de prácticos en la pequeña minería, deberá
contar con la supervisión de los profesionales anteriormente citados. El
número de esos profesionales y su calidad de permanentes o esporádicos, como
asimismo la forma y demás especificaciones de los servicios profesionales
prestados a cada faena, estará de acuerdo a la envergadura y complejidad de
ellas y sujetas a revisión por parte del Servicio”.
Subrayamos la expresión deberá contar con la supervisión de los
profesionales anteriormente citados”, esto es: Hay alguien que vigila y
supervisa.
Lo anterior evidentemente se relaciona con la capacidad de dirigir la producción.
Sin embargo, este mismo supervisor, es el que se preocupa de otros aspectos que
se encuentran conexos a la producción y estos aspectos tienen que ver con la
solución del problema inmediato. En este sentido el supervisor se alza como un
ejecutivo de la mayor eficacia dentro de la obra, faena o del proceso productivo su
cargo. Más aún, el supervisor está entrenado y, aunque nadie se lo haya dicho,
aun que contractualmente no dependa de la función que desarrolla, el supervisor
también tiene que ver con otros aspectos que son importantes para maximizar la
productividad y fundamentalmente, para maximizar las utilidades del periodo.
Nos referimos a la acción permanente del supervisor, en cuanto, lidera una acción
de carácter estratégico para la empresa y que se refiere a todo aquello que tiene
que ver con el clima laboral y con las acciones de higiene y seguridad
ocupacional.
Es decir, el supervisor no sólo tiene a su cargo la buena ejecución de los procesos
productivos, sino que además, se preocupa del bienestar de la gente que trabaja a
su alrededor y bajo su dirección y fundamentalmente de la seguridad de estos.
Debemos entender de una vez por todas que los procesos productivos son duales
o dicho de otro modo de un doble carácter, por una parte el proceso productivo en
sí mismo y que tiene que ver con la calidad y la productividad de los bienes y
servicios que constituyen el objetivo de la empresa. Y en segundo lugar, es
necesario advertir que el supervisor también se preocupa de la estabilidad
emocional de sus trabajadores, de la higiene y seguridad ocupacional en el lugar
de trabajo. Ello se debe a que los supervisores constituyen la parte ósea de la
empresa, pues, no sólo dirigen los sistemas de producción, sino, también son los
que llevan a cabo los procedimientos preestablecidos para lograr los fines y las
metas de la empresa y en este sentido son, por decirlo de algún modo, los que
mantienen en sus manos el presente y el futuro de la empresa en que trabaja.
Dentro de una concepción estratégica la labor del supervisor debe entenderse
como aquella que tiene relación con el cuidado de los recursos materiales y al
mismo tiempo de las personas que son en definitiva el patrimonio mayor de la
empresa, pues, es allí donde anida la experiencia y el conocimiento y donde se
pueden encontrar las respuestas necesarias para saber cómo o de qué forma se
debe actuar para hacer bien las cosas.
Para entender de una manera práctica cómo se deslinda el perfil del supervisor se
debe anotar en primer lugar que este profesional se preocupa y realizar las
acciones para la aplicación y desarrollo óptimo de todos los recursos de la
empresa, sean esto materiales o se refiera a las personas que conforman el
núcleo de elementos activos o sujetos creadores dentro del proceso productivo.
Desde otro punto de vista el supervisor también se preocupa que los recursos
materiales, como las personas, adquieran niveles óptimos de rentabilidad
preocupándose que en los primeros se evite el uso debido y se apliquen a la
producción optimizando su rendimiento. En cuanto a la rentabilidad de los
trabajadores y personal activo de la empresa, está rentabilidad surge de
establecer una relación de permanente crecimiento entre el valor total de lo que la
empresa representa en todos sus activos materiales y la representación que cada
trabajador tiene cuantitativamente en el valor total de esos activos.

EFECTOS POSITIVOS DEL EJERCICIO DEL ROL


En este proceso el supervisor demuestra su ejercicio superior, al permitir el
desarrollo constante de sus trabajadores a fin que logren una armonía de cada
integral comunicándose activamente con sus funciones productivas y entregando
lo máximo de sí en un plano de permanente coincidencia y armonía en lo que ellos
quieren y en lo que ellos hacen.
Los investigadores de los procesos productivos han constatado desde hace
mucho tiempo que un trabajador feliz es el mejor elemento y el capital más valioso
que una empresa tiene.
La producción y la prevención de riesgos laborales no son dos cosas distintas (lo
que reiteraremos a lo largo de este trabajo), menos aún diferente, sino al contrario,
constituyen la misma esencia dual pero, aceradamente unidas en la búsqueda de
un resultado final, que es, las utilidades. En ese sentido el supervisor también
emplea sus conocimientos y experiencias para mejorar las actitudes y reafirmar
las aptitudes de la gente que se encuentra bajo su mando, por ello, además, es de
su responsabilidad el mejoramiento permanente de las condiciones de producción,
pues, es la única forma de lograr las metas que se impone la empresa y que se
imponen los mandos gerenciales de esta.
En una conferencia dada a los supervisores de una importante empresa de la
región me permití entregarles esta visión respecto de lo que es su perfil. Luego de
varias horas de estudio y análisis y de conversaciones organizadas a través de
una conferencia en las aulas de capacitación llegamos a la concluir que
efectivamente el rol del supervisor es de una importancia superior en la gestión
industrial y en los procesos productivos, estableciéndose como la columna
vertebral de los procesos productivos y preventivos, desde que la producción y la
prevención son acciones inseparables, y en ese sentido este profesional colabora
activa y eficientemente con la política Preventiva, constituyéndose en esenciales
para los Ingenieros Prevencionistas y Expertos.
Habíamos dicho que el rol del Supervisor se ha hecho más amplio y más acorde
con las nuevas exigencias de los procesos productivos al punto que hoy es el
Líder de su grupo, más no solo en el aspecto de la producción de bienes, también
en el aspecto del cuidado, seguridad e higiene ocupacional. Ello obliga a estos
profesionales a adquirir nuevos conocimientos y destrezas como por ejemplo:
todos los temas relacionados con el auto-cuidado en el trabajo, asunto que debe
vigilar muy de cerca a fin que los trabajadores y sectores menos informados
tengan la capacitación, respondan a nuevos niveles de exigencia y, de ese modo,
eviten pérdidas imprevistas en maquinaria producción y accidentes y
enfermedades profesionales.
En este mismo orden de ideas, el supervisor debe estar atento a la Gestión en
Prevención de riesgos laborales, materia en la que, el experto o Prevencionista,
deberá ayudarlo permanentemente, pero, sin dejar de tener presente una realidad
indiscutible relativa a que no puede existir un Prevencionista por cada trabajador,
de tal modo que el Supervisor, el Líder, el observador permanente del proceso de
producción debe manejar la conducta de los trabajadores de la obra o faena,
educarla, pulirla y exigirla a fin de obtener el logro mayor de toda empresa: NIVEL
CERO ACCIDENTE.
Veamos una manifestación legal sobre el poder de vigilancia y sanción del
supervisor. El art. 67 del a Ley 16.744, sobre Seguro Obligatorio Contra
Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, se consigna:
Artículo 67°.- Las empresas o entidades estarán obligados a mantener al día los
reglamentos internos de higiene y seguridad en el trabajo y los trabajadores a
cumplir con las exigencias que dichos reglamentos les impongan. Los reglamentos
deberán consultar la aplicación de multas a los trabajadores que no utilicen los
elementos de protección personal que se les haya proporcionado o que no
cumplan las obligaciones que les impongan las normas, reglamentaciones o
instrucciones sobre higiene y seguridad en el trabajo. La aplicación
de tales multas se regirá por lo dispuesto en el Párrafo I del Título III del Libro I del
Código del Trabajo.
¿Quiénes son los que dentro de la empresa tienen facultades para realizar el
ejercicio de sancionar a los trabajadores pertinaces?
La respuesta no puede ser otra que quienes se encuentran a cargo de ellos en las
faenas, aplicados tanto a la producción como a la prevención o seguridad en el
trabajo.
Funciones del supervisor
De manera muy general se puede decir que todo supervisor tiene cuatro (4)
grandes funciones:

o Proyectar: Se debe programar o planificar el trabajo del día, establecer la prioridad


y el orden, tomando en cuenta los recursos y el tiempo para hacerlo, de igual
forma el grado de efectividad de sus colaboradores, así como la forma de
desarrollar dicho trabajo dentro de su departamento. Proyectar en el corto,
mediano y largo plazo. es uno de los pilares fundamentales para el éxito de
cualquier supervisor.

o Dirigir: Esta función comprende la delegación de autoridad y la toma de


decisiones, lo que implica que el supervisor debe empezar las buenas relaciones
humanas, procurando que sus instrucciones claras, específicas, concisas y
completas, sin olvidar el nivel general de habilidades de sus colaboradores.

o Desarrollar: Esta función le impone al supervisor la responsabilidad de mejorar


constantemente a su personal, desarrollando sus aptitudes en el trabajo,
estudiando y analizando métodos de trabajo y elaborando planes de
adiestramiento para el personal nuevo y antiguo, así elevará los niveles de
eficiencia de sus colaboradores, motivará hacia el trabajo, aumentará la
satisfacción laboral y se lograra un trabajo de alta calidad y se podrá conseguir
una mayor productividad empresarial en la organización.

o Controlar: Significa crear conciencia en sus colaboradores para que sea cada uno
de ellos los propios controladores de su gestión, actuando luego
el supervisor como conciliador de todos los objetivos
planteados. Supervisar implica controlar. El supervisor debe evaluar
constantemente para detectar en que grado los planes se están obteniendo por él
o por la dirección de la empresa.

Los nuevos profesionales han sabido aprender cómo ser un buen


supervisor dentro de una organización. Para ello, se necesitan actitudes y
aptitudes en la dirección, la gestión de equipos de trabajo, la instrucción, nuevas
metodologías y sobre todo, una correcta toma de decisiones que guíe a la
empresa por el camino hacia el éxito.

El trabajo de los supervisores se mide a través de la consecución de los objetivos


planteados en la empresa, por lo que se debe trabajar muy duro y con sentido
para poder llegar a ellos. Solo un buen método de trabajo puede hacerte cumplir
los objetivos. Por eso, te recomendamos que conozcas los 10 mandamientos del
supervisor para conseguir el éxito empresarial.

Los 10 mandamientos del supervisor


Para ser un buen supervisor debemos tener claro una serie de cuestiones y
actitudes que exige este trabajo. Estas son la diez reglas básicas sobre las que se
basa la labor del supervisor:

1. Analizarás y programarás el empleo de tu tiempo. El tiempo es su más


precioso recurso y, además, irrecuperable. Se avaro con él.

2. Respetarás la dignidad de las personas es la clave de las relaciones


humanas. Otorgue sin discriminaciones, un trato ecuánime, considerado y
respetuoso a sus colaboradores.

3. Lograrás un justo equilibrio entre los derechos e intereses de los


colaboradores de la empresa y los de sus propietarios. Buscarás siempre
este equilibrio.

4. Mantendrás una honrada posición entre el presente y el futuro en cuanto


al objetivo de obtenerse beneficios crecientes. No sacrifiques el porvenir de la
empresa para mostrar este año utilidades espectaculares.
5. No concentrarás funciones. Asume el riesgo de delegar. Así desarrollarás el
potencial latente de tus colaboradores y podrás dedicar más tiempo a tu trabajo
específico de dirección.

6. Te convertirás en un maestro en seleccionar, promover, estimular y


educar a sus colaboradores. No es posible el desarrollo de una empresa sin el
desarrollo de sus recursos humanos.

7. Estarás a la vanguardia en la permanente adquisición de conocimientos.


Como miembro del sector dirigente más dinámico de la sociedad
deberás mantenerte al día en formación / información.

8. Soñarás un poco pero jamás dejarás de ser hombre realista. Todo negocio
tiene sus líneas productivas básicas. Cuando piense en el desarrollo de nuevas
líneas, no desperdicie lo cierto por andar detrás lo incierto. .

9. No violarás los principios éticos ni aun en beneficio de la empresa. Los


actos y ventajas indebidos impugnan a la integridad moral.

10. No caerás en la unídimensionalidad. Todo no ha de ser negocios:


enriquece tu vida en el amor y el afecto a su cónyuge, sus amistades, sus hijos, la
humanidad, la naturaleza; y en la atención y el entusiasmo por otros valores
humanos.

Este es el decálogo que los supervisores de las empresas deben tener presente
en su día a día para realizar con éxito su trabajo. Visión, valor o inteligencia, son
algunas de las características que poseen los supervisores y que, además, los
hacen ideales para el desempeño de su trabajo.

En ocasiones podemos llegar a pensar que esta figura posee una posición
cómoda y relajada dentro de la empresa. Pero nos equivocamos porque no
conocemos realmente las funciones y responsabilidades del supervisor dentro de
una organización. Debemos pensar que de su gestión depende el éxito y el
cumplimiento de los objetivos de la empresa, por lo que muchas veces, la presión
y las cargas de trabajo que exige el puesto son tan grandes que son difíciles de
soportar.

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