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CAPITULO II.

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LAS REGLAS DE DESCARTE PARA DETERMINAR EL
TRIBUNAL A QUIEN CORRESPONDE CONOCER DE UN
ASUNTO Y EL PROCEDIMIENTO DE ACUERDO CON EL
CUAL DEBE SER TRAMITADO Y RESUELTO.
1.- INTRODUCCION.

Antes de iniciar los estudios del Derecho Procesal, y para dimensionar de manera general
cuales son los grandes objetivos que se persiguen a través de la aplicación de sus normas,
se deben estudiar lo que se denominan las reglas de descarte para los efectos de determinar
ante qué tribunal acudo para obtener la resolución de un conflicto y como acudo para los
efectos de obtener dicha resolución, en caso de no haberse podido resolver éste por la vía
autocompositiva y tener que acudir al proceso para su solución.

A esta heterotutela y al procedimiento a aplicar, se debe acudir cuando han fracasado los
medios autocompositivos, reconociendo las partes su fracaso en obtener una solución del
conflicto por sí mismas o lisa y llanamente al verse las partes impedidas por no permitirlo
la ley, al encontrarnos ante derechos indisponibles.

Estas reglas de descarte que nos darán una visión general de la forma, en cuanto al
funcionamiento orgánico y procedimental del Derecho Procesal son las que nos enseñará en
clases el fallecido ex- Decano y Profesor Titular de la Cátedra de Derecho Procesal de esta
Facultad, don Mario Mosquera Ruiz.

Cuando se produce un conflicto y se requiere para su resolución el ejercicio de la función


jurisdiccional a través del debido proceso. El Derecho Procesal, tiene por finalidad
responder fundamentalmente dos interrogantes: ¿Dónde acudo? y ¿sCómo acudo?.

2.- ¿ DÓNDE ACUDO PARA OBTENER LA SOLUCION DEL CONFLICTO?

A.- GENERALIDADES.

Esta interrogante debe ser contestada, señalándose que, producido que sea un conflicto, sin
que haya operado la autotutela y la autocomposición, debe acudirse para su solución a los
tribunales establecidos en la ley, a los cuales les corresponde en forma exclusiva conocer
de las causas civiles y criminales, resolverlas y hacer ejecutar lo juzgado, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 76 de la Constitución Política de la República de Chile que
constituye nuestra Carta Fundamental.(En adelante C. Pol.) .

En consecuencia, sabiéndose que al producirse un conflicto debe acudirse para obtener su


solución a uno de los tribunales establecidos en la ley, debemos indagar ¿cuáles son los
tribunales que establece la ley, a quienes debemos acudir para obtener la solución del
conflicto?
El artículo 5° del Código Orgánico de Tribunales (en adelante C.O.T.), se encarga de
señalarnos cuales son los tribunales que se encuentran establecidos en nuestro
ordenamiento jurídico. Dicho Código reviste el carácter de Ley Orgánica Constitucional de
acuerdo a lo establecido en el artículo 77 de nuestra Constitución Política, en relación con
lo establecido en el artículo 4° transitorio de ella.

De acuerdo a lo prescrito en el artículo 5° del C.O.T. podemos distinguir las siguientes


categorías de tribunales: 1° Ordinarios 2° Especiales y 3° Arbítrales.

1°.- TRIBUNALES ORDINARIOS.

Los Tribunales Ordinarios tienen una estructura jerárquica de carácter piramidal, en cuya
cúspide se encuentra la Corte Suprema y en su base los jueces de letras, los jueces de
garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal. 1

El artículo 5° del C.O.T., establece que integran el Poder Judicial, como tribunales
ordinarios de justicia, los siguientes:

a.- La Corte Suprema. Es el máximo tribunal de la República; posee la superintendencia


directiva, correccional y económica de todos los tribunales de la nación, con las
excepciones que se establecen en el artículo 82 de la Constitución Política; tiene el carácter
de tribunal colegiado y letrado; ejerce su competencia respecto de la totalidad del territorio
y tiene su sede en la capital de la República, de conformidad a lo establecido en el artículo
94 del C.O.T.-

b.- Las Cortes de Apelaciones.- Existen 17 Cortes de Apelaciones (art.54 del C.O.T.), las
que tienen como superior jerárquico a la Corte Suprema y son ellas los superiores
jerárquicos de los jueces de letras, tribunal oral y juez de garantía de su respectiva
jurisdicción; tienen el carácter de tribunal colegiado y letrado, ejercen su competencia
generalmente respecto de la totalidad de una Región (Art. 55 del C.O.T.) y tienen su
asiento en las comunas que establece la ley. (Art. 54 del C.O.T.).

1
Debemos hacer presente que los jueces de garantía y los tribunales orales se incorporaron gradualmente a
partir del año 2000 y respecto de las diversas Regiones a nuestro ordenamiento jurídico por ser a quienes les
corresponde ejercer la jurisdicción penal en el nuevo sistema procesal penal y de allí que ellos se fueron
instalando con la antelación prevista en la ley a la fecha en que debía entrar en vigencia el nuevo sistema
procesal penal en la respectiva Región. Art. 1º transitorio de la Ley 19.665, modificado por la Ley 19.861, 4º
transitorio de la Ley Orgánica del Ministerio Público y 484 del NCPP.
De acuerdo con el art. 7 transitorio de la Ley 19.665, las disposiciones que modifican las reglas de
competencia en materia penal contenidas en el COT comenzaron a regir sólo una vez que entró en vigencia en
la Región respectiva del país el nuevo sistema procesal penal y respecto de los tribunales que conocen de los
procesos regidos por esas nuevas normas procesales.
Además, se contempla una supresión paulatina de los antiguos jueces de letras del crimen, quedando en la
actualidad solo dos de ellos dentro de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Santiago.
c.- Los Tribunales Unipersonales de Excepción.- Estos tribunales unipersonales letrados
se encuentran permanentemente establecidos en la ley para conocer de las materias que
específicamente establece la ley y son:

1.- El Presidente de la Corte Suprema (art. 53 del C.O.T.) ;


2.- Un Ministro de la Corte Suprema (Art. 52 del C.O.T.) ;
3.- El Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago (Art. 51 del C.O.T.) ;
4.- Un Ministro de la Corte de Apelaciones respectiva. (Art. 50 del C.O.T.)

A partir de la entrada en vigencia de la reforma procesal penal, no se contempla la


existencia de tribunales unipersonales de excepción para conocer de las causas criminales
dentro del nuevo sistema.

d.- Los Jueces de Letras. Estos tribunales unipersonales letrados tienen como superior
jerárquico a la Corte de Apelaciones respectiva, ejercen su competencia para el
conocimiento de la generalidad de los asuntos en primera y única instancia, tienen su
asiento en una comuna y ejercen su competencia sobre una comuna o agrupación de
comunas.(Arts. 27 a 40 del C.O.T.).

La competencia de los jueces de letras se ha visto notoriamente disminuida con la entrada


en vigencia primeramente de los Juzgados Laborales y con posterioridad de los Tribunales
de Familia.

e.- Los juzgados de garantía. Estos tribunales letrados, están conformados por uno o más
jueces, tienen como superior jerárquico a la Corte de Apelaciones respectiva, ejercen su
competencia para el conocimiento de la generalidad de los asuntos penales en el nuevo
sistema procesal penal consistentes en la aseguración de los derechos del imputado y demás
intervinientes en el nuevo proceso penal y conocen dentro de éste del procedimiento
simplificado, de los procesos de acción penal privada y del procedimiento abreviado, tienen
su asiento una comuna y ejercen su competencia en primera y única instancia en una
comuna o agrupación de comunas.(Arts. 14 a 16 del C.O.T.).

f.- Los tribunales orales en lo penal, son tribunales colegiados, letrados, tienen como
superior jerárquico a la Corte de Apelaciones respectiva, ejercen su competencia para el
conocimiento y fallo, en única instancia de los juicios orales en el nuevo sistema procesal
penal, tienen su asiento en una comuna y ejercen su competencia sobre una comuna o
agrupación de comunas.(Arts. 27 a 40 del C.O.T.).2

2°.- TRIBUNALES ESPECIALES.

2
Debemos dejar constancia que se contemplaban con anterioridad la existencia de los jueces de letras de
menor cuantía, quienes conocían como su nombre lo indica de los asuntos de menor cuantía, los que fueron
derogados por el D.L. 2.416 de 10 de Enero de 1979 ; y los jueces de distrito y subdelegación, quienes
conocían de los asuntos de mínima cuantía, los que fueron derogados por la Ley 18.776 de 18 de enero de
1989. La competencia que les correspondía a estos tribunales respecto de materias de menor y mínima
cuantía les fue entregada a los jueces de letras, salvo que por disposición expresa le hubiere sido asignada
dicha competencia a un tribunal especial.
De acuerdo a lo prescrito en los incisos 3° y 4° del artículo 5° del C.O.T., podemos
distinguir dos categorías de tribunales especiales: 1°) Tribunales especiales, que forman
parte del Poder Judicial; y 2°) Tribunales especiales, que no forman parte del Poder
Judicial

2.1. Tribunales especiales, que forman parte del Poder Judicial.


Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales, los siguientes:

a.- Los Juzgados de Familia, los que se rigen en su organización y atribuciones por las
disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en la Ley 19.968, publicada en el
Diario Oficial de 30 de agosto de 2004.

b.- Los Juzgados de Letras del Trabajo y de Cobranza Laboral, los que se rigen en su
organización y atribuciones por las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en
el Código del Trabajo (Específicamente, en el Libro V del Código del Trabajo denominado
“De la Jurisdicción Laboral”) 3; y

c.- Los Juzgados Militares en Tiempo de Paz, los que se rigen en su organización y
atribuciones por las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en el Código de
Justicia Militar.

Estos Tribunales especiales forman parte del Poder Judicial, los que se rigen en su
organización y atribuciones por la disposiciones orgánicas constitucionales especiales
precedentemente señaladas, rigiendo para ellos las disposiciones del Código Orgánico de
Tribunales sólo cuando dichas normas orgánicas constitucionales especiales se remitan en
forma expresa a él.(Art. 5° inc. 3° del C.O.T.)

2.2.- Tribunales especiales, que no forman parte del Poder Judicial.

El legislador ha establecido otros tribunales especiales, que no forman parte del Poder
Judicial, pudiendo destacar como los más importantes de ellos, los siguientes:

a.- Los Juzgados de Policía Local, los que se rigen en su organización y atribuciones por
las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en la Ley 15.231 sobre
Organización y Atribuciones de los Juzgados de Policía Local, cuyo texto refundido se fijó
3
Mediante la Ley 20.022 se estableció la existencia de nuevos juzgados de letras del trabajo para conocer de
los nuevos procedimientos regidos por un sistema oral, con asiento en las comunas y con el numero de jueces
que se indican en el artículo 415 del Código del Trabajo y los juzgados de Cobranza Laboral y Provisional
que se prevén en el artículo 416 del Código del Trabajo. El artículo 1º transitorio de la ley 20.087 (D.O.:
3.01.06), sustituido por el artículo 8º de la Ley 20.252 (D.O.: 15.02.08), establece que las modificaciones
introducidas por dicha Ley al texto del Código del Trabajo, comenzarán a regir gradualmente en las diversas
regiones del territorio nacional, y por ello se el funcionamiento de los nuevos juzgados de letras del Trabajo
con la gradualidad que a continuación se señala: en las Regiones III y XII: el 31 de marzo de 2008; en las
Regiones I, IV, V y XIV: el 31 de octubre de 2008; en las Regiones II, VI, VII y VIII: el 30 de abril de 2009;
en la Región Metropolitana: el 31 de agosto de 2009, y en las Regiones IX, X, XI y XV: el 30 de octubre de
2009.
por el Decreto supremo 307 de 23 de Mayo de 1978, estableciéndose en la Ley 18.287, de 7
de febrero de 1984, el Procedimiento ante los Juzgados de Policía Local, conteniéndose
ambos textos legales en el Apéndice del Código Orgánico de Tribunales ;

b.- Los Juzgados Militares en Tiempo de Guerra, los que se rigen en su organización y
atribuciones por las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en el Código de
Justicia Militar.

c.- La Contraloría General de la República, quien a través del Subcontralor General de la


República en primera instancia, y el Tribunal de Cuentas, como tribunal colegiado
integrado por el Contralor General de la República y dos abogados que se hayan destacado
en la vida profesional o universitaria, designados por el Presidente de la República previa
propuesta en terna por el Contralor, en segunda instancia, conoce de los juicios de cuentas
fiscales de conformidad a lo establecido en el artículo 98 de la Constitución Política y
artículos 107 y 118 de la Ley 10.336 (Ley Orgánica de la Contraloría General de la
República) ;

d.- El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, a quien le corresponde conocer a


solicitud de parte o del Fiscal Nacional Económico, las situaciones que pueden constituir
infracciones a las normas de la libre competencia contenidas en el D.L. 211 de 1973, cuyo
texto refundido coordinado y sistematizado se contiene en el DFL Nº 1 de 2005, contenido
en el Apéndice del Código de Comercio.

e.- El Director del Servicio de Impuestos Internos,

f.- El Director del Servicio Nacional de Aduanas,

En estas materias, debemos hacer presente que con fecha 27 de enero de 2009 se publicó en
el Diario Oficial la Ley 20.322, que fortalece y perfecciona la jurisdicción tributaria,
creando Tribunales Tributarios y Aduaneros de primera instancia en diversas comunas con
jurisdicción sobre las diversas Regiones del país.

De conformidad a lo previsto en el artículo 1º transitorio de esa ley, se contempla la entrada


en vigencia en cuatro años contados desde el día primero del mes siguiente a la fecha de su
publicación en el Diario Oficial. Sin perjuicio de ello, se contempla la entrada en vigencia
escalonada y gradual en uno, dos, tres y cuatro años de los tribunales y respecto de la
Región que en cada caso se indica en ese precepto. Es así como por ejemplo, a partir del 1
de Febrero de 2010 comenzó a regir la ley respecto de las Regiones XV de Arica y
Parinacota, I Región de Tarapacá, II Región de Antofagasta y III Región de Atacama.
Respecto de la Región Metropolitana se contempla el funcionamiento de los nuevos
tribunales tributarios y Aduaneros a partir del 1 de Febrero de 2013.

g.- Los Alcaldes, quienes deben conocer de los reclamos que se interpongan en contra de
resoluciones u omisiones ilegales de la Municipalidad, sea que provengan del propio
Alcalde o de sus funcionarios, de conformidad a lo establecido en el artículo 140 de la Ley
18.695, Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, cuyo texto refundido se fijo en el
DFL Nº 1, publicado en el Diario Oficial de 26 de julio de 2006, contenida en el Apéndice
de la Constitución Política.

h.- El Tribunal de Propiedad Industrial, que debe conocer de la apelación que se deduzca
en los asuntos de oposición, nulidad de registro o de transferencias así como de cualquier
reclamación relativa a la validez, efectos o derechos de propiedad industrial, que son
conocidos en primera instancia por el Jefe del Departamento de Propiedad Industrial
dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, de conformidad a lo
establecido en el artículo 17 bis C y siguientes del DFL respectivo, publicado en el Diario
Oficial de 26 de junio de 2006, que fijo el texto refundido, coordinado y sistematizado de la
Ley 19.039 (Ley de Propiedad Industrial) de 25 de enero de 1991 y del Decreto Supremo
177 de 30 de septiembre de 1991, Reglamento de la Ley 19.039.

Estos tribunales especiales no forman parte del Poder Judicial y se rigen por las leyes que
los establecen y reglamentan, sin perjuicio de quedar sujetos a las disposiciones generales
del Código Orgánico de Tribunales. (Art. 5° inc. 4° del C.O.T.)

3° TRIBUNALES ARBITRALES.

Los jueces árbitros se rigen por las disposiciones contenidas en el Título IX del Código
Orgánico de Tribunales.

Se llaman árbitros los jueces nombrados por las partes o por la autoridad judicial en
subsidio, para la resolución de un asunto litigioso.(Art. 222 del C.O.T.).-

La clasificación de los árbitros se efectúa en atención a dos factores: a) La forma en que


resuelven el conflicto (esto es, si deben fallar conforme a Derecho o a lo que su prudencia o
equidad le dictaren) y b) La manera en que deben tramitar el proceso (esto es, si deben
tramitar el asunto de acuerdo al procedimiento que corresponda de acuerdo a la naturaleza
del asunto o de acuerdo a las normas que las partes hayan establecido o en su defecto si
éstas nada han señalado, conforme a las normas mínimas de procedimiento establecidas en
la Ley) .

Los árbitros se clasifican en:

Árbitros de Derecho son aquellos que deben fallar con arreglo a la ley y se someten tanto
en la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas
establecidas para los jueces ordinarios según la naturaleza de la acción deducida.(Art. 223
inc.2° del C.O.T.)

Árbitros Arbitradores son aquellos que deben fallar obedeciendo a lo que su prudencia y
equidad le dictaren y no están obligados a guardar en el procedimiento otras reglas que la
que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del compromiso, y si éstas nada han
expresado, a las normas mínimas que se establecen el Código de Procedimiento Civil
consistentes en escuchar a las partes y agregar los documentos que le presenten.(Arts. 223
inc.3° del C.O.T. y 637 del Código de Procedimiento Civil, en adelante C.P.C.)
Árbitros Mixtos son los árbitros de derecho a quienes se les conceden facultades de
arbitrador en cuanto al procedimiento, pero que deben pronunciar la sentencia definitiva
dando aplicación estricta a la ley.(Art. 223 inc.2° del C.O.T.)

De acuerdo con ello, los árbitros mixtos son aquellos árbitros de derecho que deben fallar
con arreglo a la ley, y que tramitan el asunto conforme al procedimiento que la que las
partes hayan establecido, y si éstas nada han expresado, a las normas mínimas que se
establecen el Código de Procedimiento Civil consistentes en escuchar a las partes y agregar
los documentos que le presenten.(Arts. 223 inc.3° del C.O.T. y 637 del Código de
Procedimiento Civil, en adelante C.P.C.)

En relación a las materias que pueden ser sometidas al conocimiento de un árbitro, ellas se
clasifican en:

Materias de Arbitraje Prohibido: Son aquellos asuntos que, por mandato del legislador,
no pueden ser sometidos por las partes al conocimiento y resolución de un árbitro, debiendo
ser resueltos ellos por los tribunales ordinarios o especiales que establece la ley.(Arts. 229 y
230 del C.O.T)

Materias de Arbitraje Obligatorio: Son aquellos asuntos que, por mandato del
legislador, deben ser sometidos por las partes al conocimiento y resolución de un árbitro, no
pudiendo ser resueltos por los tribunales ordinarios o especiales que establece la ley, los
que carecen de competencia para ello.(Art. 227 del C.O.T)

Materias de Arbitraje Facultativo: Son aquellos asuntos que no siendo de arbitraje


prohibido u obligatorio, las partes pueden voluntariamente sustraerlos del conocimiento de
los tribunales que establece la ley para someterlos al conocimiento y resolución de un
árbitro.(Art. 228 del C.O.T).- Estos asuntos constituyen la regla general, pero requieren de
la voluntad de todas las partes del conflicto para sustraerlos del conocimiento de un tribunal
ordinario o especial y someterlos al conocimiento y resolución de un árbitro, lo que se
realiza mediante la celebración de un compromiso o cláusula compromisoria.

B.- NORMAS PARA DETERMINAR EL TRIBUNAL ANTE EL CUAL DEBO


ACCIONAR O ACUDIR PARA REQUERIR LA SOLUCIÓN DEL CONFLICTO.

Para los efectos de determinar el tribunal ante el cual debo accionar o acudir para requerir
la solución del conflicto se deben aplicar las siguientes reglas de descarte:

1.- Arbitraje.

En primer lugar, debo determinar si el legislador ha establecido que el conflicto es de


aquellos en los cuales no es procedente su solución por medio de arbitraje, puesto que en tal
caso debo pasar de inmediato a la aplicación de las otras reglas de descarte para determinar,
si este debe ser resuelto por un tribunal especial o uno ordinario. En tal caso de arbitraje
prohibido se encuentran las cuestiones que versan sobre alimentos; derecho a pedir la
separación de bienes entre marido y mujer; las causas criminales; las de policía local; las
que se susciten entre un representante legal y su representado ; y aquellas en que debe ser
oído el Ministerio Público, las que se establecen en el artículo 357 del C.O.T..-

A continuación, debo examinar si se trata de una materia de arbitraje obligatorio, puesto


que en tal caso deberá procederse a someter el asunto a la resolución del árbitro y no será
necesario en consecuencia pasar a analizar las otras reglas de descarte para determinar si
corresponde intervenir a un tribunal especial o a uno ordinario. Los casos en que se
establece la obligatoriedad de la resolución de un conflicto por parte de un árbitro se
encuentran establecidos en el artículo 227 del C.O.T..-

Finalmente, debo examinar si las partes han celebrado un compromiso o una cláusula
compromisoria en un asunto de arbitraje facultativo, puesto que en tal caso ello significa
que las partes han sustraído el conocimiento del asunto de los tribunales para los efectos de
entregárselos al conocimiento de un árbitro, debiendo acudirse ante éste para la solución del
conflicto. En tal caso, las partes no podrían acudir posteriormente ante un tribunal ordinario
o especial, si no han resciliado o dejado sin efecto previamente el compromiso o la cláusula
compromisoria, puesto que se podría por el demandado oponer la excepción de
compromiso para impedir que el tribunal ordinario o especial conozca del asunto. En
consecuencia, en este caso no será necesario pasar a analizar las otras reglas de descarte
para determinar si corresponde intervenir a un tribunal especial o a uno ordinario, puesto
que el conocimiento del asunto deberá ser sometido a la resolución de un árbitro.

2.- Tribunal especial.

En segundo lugar, en caso de no ser obligatoria por mandato del legislador o por acuerdo de
las partes la resolución del asunto por un árbitro, en una materia que no sea de arbitraje
prohibido, debo examinar si el legislador ha establecido un tribunal especial para los
efectos que sea éste el encargado de solucionar el conflicto.

Así por ejemplo, si el conflicto consiste en la Región Metropolitana en el reclamo de un


trabajador de despido injustificado para que se ordene el pago de la indemnización se debe
acudir a un tribunal del trabajo de acuerdo a lo previsto en el artículo 420 letra a) del
Código del Trabajo en relación con el artículo 416 de ese cuerpo legal; si el conflicto
pretende la aplicación de una sanción por infracción por parte de un conductor de un
vehículo motorizado consistente en un choque en que no hubo personal lesionadas se debe
acudir a un juez de policía local de acuerdo a lo previsto en el artículo 13 letra a) de la Ley
15.231 sobre organización y atribuciones de los jueces de policía local; si el conflicto
consiste en la obtención del pago de alimentos para menores o para estos y su madre se
debe acudir al Tribunal de Familia de acuerdo a lo previsto en el artículo 8 de la Ley 19.968
de Tribunales de Familia y art. 1 de la Ley 14.908 Abandono de Familia y Pago de
Pensiones Alimenticias y 147 del COT ; etc.

En caso que el legislador haya establecido el tribunal especial para la resolución del
conflicto en atención a la naturaleza del asunto y/o la calidad de las partes se debe acudir
ante él y termina la aplicación de estas reglas de descarte.

3.- Tribunal ordinario.


En caso que el asunto no deba ser resuelto por un árbitro o un tribunal especial, debe
acudirse ante un tribunal ordinario, a quienes les corresponde residualmente el
conocimiento de todos los asuntos judiciales que se promuevan en el orden temporal dentro
del territorio de la República, cualquiera sea su naturaleza o la calidad de las personas que
en ellos intervengan, sin perjuicio de las excepciones que establezcan la Constitución y las
leyes.(Art. 5° del C.O.T.).-

Los tribunales ordinarios se encuentran organizados mediante una estructura piramidal, en


cuya cúspide se encuentra la Corte Suprema, de ellas dependen las Cortes de Apelaciones,
y en la base de esa estructura pirámide se encuentran los jueces de letras, juzgados de
garantía y los tribunales de juicio oral.-

El territorio jurisdiccional de la Corte Suprema es todo el territorio nacional; de las Cortes


de Apelaciones lo es una Región o una parte de ella según el caso; y de los jueces de letras
su territorio es una comuna o agrupación de comunas.

3.A.- JERARQUÍA DEL TRIBUNAL ORDINARIO QUE DEBE CONOCER DEL


ASUNTO.

Establecido mediante la aplicación de las reglas de descarte que un tribunal ordinario debe
de conocer el asunto, en primer término debo determinar la jerarquía del tribunal ordinario
que debe conocer y resolver el conflicto, lo que se debe realizar mediante la aplicación de
las reglas de la competencia absoluta.

Para los efectos de determinar la jerarquía del tribunal que dentro de esa estructura
piramidal debe conocer del asunto se deben aplicar las reglas de la competencia absoluta.

En otras palabras, las reglas de la competencia absoluta, que revisten el carácter de orden
público, y por ello irrenunciables e inmodificables por las partes, determinan la jerarquía
del tribunal que dentro de la estructura jerárquica piramidal debe conocer del asunto. (V.gr.
la Corte Suprema, una Corte de Apelaciones, un tribunal de excepción o un juez de letras).

Los elementos que el legislador ha considerado para los efectos de determinar la


competencia absoluta son los siguientes:

a.- La Cuantía.(Art. 115 C.O.T.)

En materia civil, la cuantía se determina por el valor de la cosa disputada.

En materia penal, la cuantía se determina por la pena que el delito lleva consigo.- Los
delitos en atención a la pena que lleva consigo, se clasifican en crímenes, simples delitos y
faltas de acuerdo a lo establecido en el artículo 21 del Código Penal.

b.- La Materia, que no es más que la naturaleza del asunto disputado.(Arts. 130 y 131 del
C.O.T.)
c.- El Fuero, es la calidad de las partes que intervienen en el conflicto para los efectos de
elevar la jerarquía del tribunal que debe resolver el asunto.

El Fuero, en atención a la mayor o menor dignidad de las personas que intervienen en el


asunto, se clasifica en:

c. a. Fuero Mayor, de acuerdo con el cual el asunto debe ser conocido por un Ministro de
Corte de Apelaciones como tribunal unipersonal de excepción (Art. 50 N° 2 C.O.T.), el que
no recibe aplicación en el nuevo sistema procesal penal;

c. b. Fuero Menor, de acuerdo con el cual el asunto debe ser conocido por un juez de letras
(Art. 45 N° 2 letra g).-

El fuero se encuentra consagrado para proteger a la parte del conflicto que no se encuentra
constituida en dignidad, puesto que se estima que a mayor jerarquía es mayor la
independencia del tribunal para los efectos de resolver el asunto.

Existen asuntos en los cuales no cabe considerar la existencia del fuero para los efectos de
elevar la jerarquía del tribunal que debe conocer del asunto, los que se indican en el artículo
133 del C.O.T..-

Las reglas de la competencia absoluta antes señalada se caracterizan porque deben ir


aplicándose una en pos de la otra, y siempre con el efecto de ir elevando mediante su
aplicación la jerarquía del tribunal que debe de conocer el asunto.

Aplicadas las reglas de la competencia absoluta queda determinada la jerarquía del tribunal
que debe conocer del asunto.

Finalmente, tratándose de los asuntos penales será menester para determinar el tribunal
competente considerar el factor tiempo, esto es, la fecha en la cual se cometió el delito.4
4
Debemos hacer presente que los jueces de garantía y los tribunales orales que integran el nuevo sistema
procesal penal solo poseen competencia y los Fiscales pueden investigar los delitos que se hubieren cometido
a partir de la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal en la respectiva Región. Art. 1º transitorio
de la Ley 19.665, 4º transitorio de la Ley Orgánica del Ministerio Público y 484 del NCPP. El cronograma
original para la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal nuestro país era el siguiente:
FECHA ENTRADA EN VIGENCIA REGION
16 Diciembre 2000 Coquimbo y Araucania
16 Octubre 2001 Antofagasta, Atacama y Maule
16 Octubre 2002 Metropolitana
16 Octubre 2003 Tarapacá,Valparaíso,L.Gral.B.OHiggins; Bío-Bío; Los
Lagos; Aysén, Magallanes y Antártica Chilena.

Dicho cronograma, luego de la modificación que se introdujera por la Ley 19.762, publicada en el diario
Oficial de 13 de Octubre de 2001, a los artículos 1º transitorio de la Ley 19.665, 4º transitorio de la Ley
Orgánica del Ministerio Público y 484 del NCPP, fue el siguiente:

FECHA ENTRADA EN VIGENCIA REGION


16 Diciembre 2000 Coquimbo y Araucanía
16 Octubre 2001 Antofagasta, Atacama y Maule
3.B.- TRIBUNAL ORDINARIO QUE DENTRO DE UNA DETERMINADA
JERARQUÍA DEBE CONOCER DEL ASUNTO.

Establecida la jerarquía del tribunal ordinario que debe de conocer el asunto mediante la
aplicación de las reglas de la competencia absoluta, debe determinarse cual tribunal dentro
de esa jerarquía debe de conocer del asunto. En otras palabras y desde un punto de vista
práctico, mediante las reglas de la competencia relativa debe determinarse cuál de las
Cortes de Apelaciones o de los diversos jueces de letras que existen a lo largo del país es el
competente para conocer del asunto. Así por ejemplo, si se determinó mediante las reglas
de la competencia absoluta que es competente un juez de letras, debe mediante la
aplicación de las reglas de la competencia relativa determinarse si es competente por
ejemplo un juez de letras de Arica, Santiago, Valparaíso, La Serena, Temuco, etc.-

De allí que mediante la aplicación de las reglas de la competencia relativa se determina


cual tribunal dentro de una determinada jerarquía (preestablecida por la aplicación de las
reglas de la competencia absoluta) es el competente para conocer del asunto.

Las reglas de la competencia relativa tienen como elemento el territorio, que más que un
espacio físico consiste en la aplicación de una serie de reglas para determinar el tribunal de
cual territorio jurisdiccional ha de conocer el asunto. Las reglas de competencia relativa se
vinculan directa y exclusivamente con el elemento territorio. Éste, a juicio de don Mario
Mosquera, no se traduce en un concepto meramente geográfico, sino que comprende cualquier
aspecto que la ley tome en consideración para la determinación precisa del tribunal que tendrá
competencia para conocer de un asunto.

De acuerdo con ello, el territorio para los efectos de determinar la competencia relativa no es
más que los diversos factores que considera el legislador para determinar el juez del lugar de
una determinada jerarquía que debe conocer de un asunto.

Para determinar la competencia relativa es menester distinguir entre asuntos penales y


civiles, y en estos, subdistinguir los asuntos civiles contenciosos y los no contenciosos.

a.- Asuntos contenciosos civiles.

Las reglas de la competencia relativa en los asuntos contenciosos, en única o primera


instancia, y entre tribunales ordinarios de igual jerarquía, se caracterizan por ser de orden
privado, y en consecuencia renunciables y modificables por las partes.

El medio que se contempla por el legislador para que las partes puedan modificar las reglas
de la competencia relativa en los asuntos contenciosos civiles es la prórroga de la
competencia.

16 Diciembre 2002 Tarapacá, Aysén, Magallanes y Antártica Chilena.


16 Diciembre 2003 Valparaíso,L.Gral.B.OHiggins;Bío-Bío; y Los Lagos;
16 Diciembre 2004 Metropolitana de Santiago
La prórroga de la competencia es el acuerdo expreso o tácito de las partes en virtud del cual,
en la primera instancia de los asuntos civiles contenciosos que se tramitan ante tribunales
ordinarios, otorgan competencia a un tribunal ordinario que no es el naturalmente para conocer
de él en razón del elemento territorio.

La prórroga de la competencia se puede verificar en forma expresa o tácita.

La prorroga expresa es la convención en virtud de la cual las partes acuerdan prorrogar la


competencia, sea que se contenga en el contrato mismo o en un acto posterior, designando con
toda precisión el juez a quien se someten.

De acuerdo con ello, la prorroga expresa se puede verificar en el mismo contrato, cuando las
partes insertan dentro de éste una cláusula sometiéndose a la competencia de determinados
tribunales para la resolución de cualquier conflicto que pudiera suscitarse con motivo de su
celebración, o en un acto posterior a la celebración del contrato, puesto que en el evento que
no se hubiere contemplado la estipulación de la prorroga al celebrarse el contrato, no existe
inconveniente alguno para que se convenga en ella mediante un acto posterior, en cuyo caso
deberá en éste contemplarse la materia respecto de la cual se efectúa y el tribunal para ante el
cual se prórroga la competencia.

La prorroga tácita es aquella contemplada por parte del legislador con motivo de las conductas
que las partes hayan realizado en el proceso.

Para establecer la existencia de la prorroga tácita es menester distinguir entre el demandante y


demandado.

a.- La prorroga tácita del demandante.

Se entiende que el demandante prorroga tácitamente la competencia por el hecho de ocurrir


ante el juez interponiendo su demanda.

En este caso debe darse a la expresión “demanda” un sentido genérico como de cualquier
solicitud que se formula por el actor al tribunal que no es el naturalmente competente y no sólo
la del escrito de demanda en los términos contemplados en el artículo 254 del C.P.C..-

En consecuencia, debe entenderse que prórroga la competencia no sólo el actor que acude a
interponer la demanda ante un tribunal que no es el naturalmente competente, sino que
también aquel que solicita ante él una medida prejudicial ya sea propiamente tal, probatoria o
precautoria; una medida preparatoria de la vía ejecutiva o la notificación del tercer poseedor en
una acción de desposeimiento.

b.- La prorroga tácita del demandado.

Se entiende que el demandado prórroga tácitamente la competencia por hacer, después de


apersonado en el juicio, cualquiera gestión que no sea la de reclamar la incompetencia del
juez.
Ello significa que el demandado debe como primera gestión que efectúa en el juicio alegar la
incompetencia relativa del tribunal. En consecuencia, si el demandado comparece al proceso
oponiendo excepciones dilatorias, entre las cuales no se encuentra la incompetencia relativa
del tribunal, o contesta derechamente la demanda sin oponer excepciones dilatorias, se
entenderá que ha prorrogado tácitamente la competencia.

En consecuencia, la prórroga tácita de la competencia siempre se realiza con motivo de


actuaciones que el demandante y demandado realizan dentro del proceso.

Los efectos que genera la prórroga de la competencia consisten en que un tribunal que no era
el naturalmente competente para conocer del asunto en virtud del elemento territorio pasa a ser
competente para conocer de él.

Producida la prórroga de la competencia, ya sea expresa o tácita, no podrán las partes alegar la
incompetencia relativa del tribunal que naturalmente no era el competente, pero que ha pasado
a tener una competencia prorrogada.

Las reglas de descarte que deben aplicarse para determinar en un asunto civil
contencioso, cual tribunal de una determinada jerarquía, en razón del territorio, será
competente para conocer del asunto, son las siguientes:

1º Se debe determinar si existe o no prórroga de la competencia. Si se ha pactado, a ella


hemos de atenernos.-

2º A falta de prórroga de competencia, será necesario especificar si existen o no


disposiciones especiales que establezcan el tribunal que debe conocer del asunto. En el primer
caso, a esas reglas habremos de atenernos.- Los arts. 139 y sgtes del C.O.T. establecen
diversas reglas especiales al efecto.

3º A falta de reglas especiales, hemos de estudiar la naturaleza de la acción deducida,


de acuerdo a las prescripciones del Código Civil, cuerpo de leyes que las clasifica en
inmuebles, muebles y mixtas; las que para los efectos de determinar la competencia se
contemplan en los arts. 135, 137 y 138 del C.O.T.

4º Finalmente, a falta de todas las reglas precedentes, y como norma residual, se entiende
que será competente para conocer del asunto el tribunal del domicilio del demandado. Así lo
prescribe el Art. 134 C.O.T. en cuya virtud "en general, es juez competente para conocer de
una demanda civil o para intervenir en un acto no contencioso, el del domicilio del demandado
o interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en los artículos siguientes y de las demás
excepciones legales".

b.- Asuntos no contenciosos civiles.

Las reglas de la competencia relativa en los asuntos no contenciosos civiles se caracterizan


por ser de orden público, y en consecuencia irrenunciable e inmodificable por las partes.-
En los asuntos no contenciosos civiles no procede la prórroga de la competencia, puesto
que ella se contempla sólo respecto de los asuntos contenciosos civiles en el artículo 182
del C.O.T.-

Las reglas de descarte para determinar el tribunal que dentro de una determinada jerarquía
debe conocer de un asunto civil no contencioso, esto es, en que no se promueve conflicto
entre partes, y respecto de los cuales no cabe la prórroga de la competencia, son las siguientes:

1º Determinar si el legislador ha establecido una norma especial en atención al elemento


territorio, las que se encuentran contempladas en los artículos 148 a 155 C.O.T., en cuyo caso
a ella hemos de atenernos; y

2º Ante la falta de una regla especial, se debe aplicar la regla supletoria que concede
competencia al tribunal de la comuna o agrupación de comunas en que tenga su domicilio el
solicitante o interesado.(Art. 134 C.O.T.)

c.- Asuntos penales.

Las reglas de la competencia relativa en los asuntos penales, al igual que en los asuntos no
contenciosos civiles se caracterizan por ser de orden público, y en consecuencia
irrenunciables e inmodificables por las partes.- En los asuntos penales, al igual que en los
asuntos no contenciosos civiles no procede la prórroga de la competencia, puesto que ella
se contempla sólo respecto de los asuntos contenciosos civiles en el artículo 182 del C.O.T,
y se prohíbe expresamente respecto de los asuntos penales en el artículo 9° del Código de
Procedimiento Penal y .-

Para determinar la competencia relativa en los asuntos penales, el legislador procesal


distinguió respecto de los delitos cometidas dentro del territorio nacional entre unidad y
pluralidad de delitos y, respecto de estos últimos, entre delitos conexos y los inconexos o
independientes. Adicionalmente, formuló reglas referentes a la competencia de los tribunales
en el conocimiento de ciertos delitos cometidos en el extranjero.

De acuerdo con ello, las reglas de descarte en materia de competencia relativa para determinar
el tribunal competente para conocer de un asunto en materia penal son las siguientes:

1. DELITOS COMETIDOS EN EL EXTRANJERO.-

En nuestro país rige el principio de la territorialidad (Arts. 1º C.P.P. y 6º. C.P.), en razón del
cual, la ley penal sólo rige en Chile y en su territorio afecta a todos los habitantes, sean
chilenos o extranjeros. Sin embargo, también hemos visto que existe una importante
excepción, contemplada en el Art.6°. C.O.T. y en cuya virtud los tribunales chilenos pueden
conocer de ciertos delitos cometidos en el extranjero.

A esta excepción se refiere el Art. 167 C.O.T. en los siguientes términos: " “de los delitos
perpetrados fuera del territorio nacional que fueren de conocimiento de los tribunales chilenos,
serán ejercidas, respectivamente, por los Tribunales de Garantía y Orales en lo Penal de la
jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Santiago.”
Para estos efectos, y como regla de distribución de causas, por Auto Acordado de la Corte de
Apelaciones de Santiago, se debe determinar un turno y corresponderá el conocimiento del
asunto al tribunal de garantía y tribunal oral en lo penal que esté de turno en el mes en que se
inicie el procedimiento.

Existe, en todo caso, una regla especial de competencia referente a delitos calificados como
atentatorios contra la seguridad del Estado cuando éstos son perpetrados fuera del territorio de
la República. En efecto, de acuerdo al Art.27, letra l) de la Ley Nº 12.927 sobre Seguridad del
Estado, de estos delitos conoce en primera instancia un ministro de la Corte de Apelaciones de
Santiago, según el turno que ese mismo tribunal debe fijar mensualmente.

En el nuevo proceso penal, de acuerdo a lo previsto en el artículo 48 de la Ley 19.806,


publicada en Diario Oficial de 31 de Mayo de 2002, la investigación de los delitos previstos
en la Ley de Seguridad del Estado perpetrados fuera del territorio de la República por
chilenos, ya sean naturales o nacionalizados y por extranjeros al servicio de la República,
será dirigida por el fiscal adjunto de la Región Metropolitana que sea designado por el
Fiscal Regional Metropolitano que tenga competencia sobre la comuna de Santiago, con
arreglo al procedimiento señalado por esta ley, sin perjuicio de las potestades del Fiscal
Nacional que contempla la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público.

2.- DELITOS COMETIDOS DENTRO DEL TERRITORIO NACIONAL.

Para determinar el tribunal competente respecto de delitos cometidos dentro del territorio
nacional es menester aplicar las siguientes reglas:

1.- Comisión de un solo delito.

Rige, a este respecto, lo dicho en el Art.157, inc.1º C.O.T., esto es, será competente el tribunal
en cuyo territorio jurisdiccional se hubiere cometido el hecho que da motivo a la iniciación del
proceso.

El delito se considerará cometido en el lugar donde se dio comienzo a su ejecución".

En el nuevo proceso penal, el juzgado de garantía del lugar de comisión del hecho
investigado conocerá de las gestiones a que diere lugar el procedimiento previo al juicio
oral. Sin perjuicio, cuando las gestiones debieren efectuarse fuera del territorio
jurisdiccional del juzgado de garantía y se tratare de diligencias urgentes, la autorización
judicial previa podrá ser concedida por el juez de garantía del lugar donde deban realizarse.
Asimismo, si se suscitare conflicto de competencia entre jueces de varios juzgados de
garantía, cada uno de ellos estará facultado para otorgar las autorizaciones o realizar las
actuaciones urgentes, mientras no se dirimiere la competencia.

2. Comisión de varios delitos.

Enseguida, el legislador procesal orgánico se encarga de establecer una serie de reglas en que
distingue entre los delitos de igual gravedad, los de distinta gravedad, los delitos conexos y los
delitos inconexos.
a) Delitos independientes de igual gravedad.-

La gravedad de los delitos está determinada por la pena que el hecho ilícito lleva consigo
(Arts.132 C.O.T. y 3o. y 21 C.P.). Así, por ejemplo, son delitos de igual gravedad los que
tengan una pena de crimen o los que la tengan de simple delito.

Si se cometen varios delitos de igual gravedad en un solo territorio jurisdiccional, será


competente para conocer de todos ellos el tribunal de ese territorio jurisdiccional.

Si se cometen varios delitos de igual gravedad en distintos territorios jurisdiccionales, se


aplica el Art.158 C.O.T. que nos señala que "si un individuo hubiere cometido delitos en
diversos territorios jurisdiccionales será juzgado por el juez de aquel en que cometió el último
delito".

b) Delitos independientes de distinta gravedad.-

A este caso se refiere el Art.159, inc.1º C.O.T., en los siguientes términos: "Si el reo hubiere
cometido en varias comunas delitos de distinta gravedad, será competente para conocer de
todos ellos el juez de aquellas comunas en que se cometió el último crimen o, en su defecto, el
último simple delito"

c) Delitos conexos.-

El Código Orgánico de Tribunales señala en su Art.165 qué entiende por delitos conexos:
"Considéranse delitos conexos:

1º Los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas;

2º Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares o tiempos, si hubiere
precedido concierto entre ellas;

3º Los cometidos como medio para perpetrar otro delito, o para facilitar su ejecución, y

4º Los cometidos para procurar la impunidad de otros delitos".

En el antiguo procedimiento penal, por regla general,


cada crimen o simple delito de que conozca un tribunal es materia de un sumario. Sin
embargo, existe una evidente excepción en los delitos conexos, ya que no obstante existir una
pluralidad de hechos punibles, el sumario, primera fase del procedimiento ordinario por
crimen o simple delito de acción penal pública, es único.

En el antiguo texto del Art.164 del C.O.T. se señala que tribunal es competente para
conocer de los delitos conexos sometidos a lo que denomina "fuero común”o tribunales
ordinarios: "En caso de delitos conexos sujetos al fuero común, será juez competente para
conocer de todos ellos, en un solo proceso:
1º el de la comuna en que se hubiere cometido el delito de mayor gravedad;

2º si todos los delitos fueren de igual gravedad, el de la comuna en que se cometió el


último delito;

3º si no se supiere cual fue el último delito, el de la comuna en que se cometió uno de


ellos y que primero hubiere comenzado a instruir el proceso;
4º si varios jueces hubieren comenzado a instruirlo a un mismo tiempo, aquel que fuere
designado por la respectiva Corte de Apelaciones, o por la Corte Suprema, si los jueces
dependen de diversas Cortes de Apelaciones".

En una disposición común tanto para los delitos conexos como para los que no lo son
(independientes ), prescribe el Art.163 C.O.T. del antiguo texto, que "si no se pudiere
establecer con precisión en qué comuna se ha cometido el delito, será competente el juez que
primero comenzare a instruir el proceso, con tal que lo sea de alguna de las comunas respecto
de las cuales se suscitare duda. Si no se supiere cuál juez dio principio a la investigación, se
aplicará la cuarta regla establecida en el artículo siguiente".

En el nuevo proceso penal, para los efectos de determinar la competencia no se efectúa


ninguna distinción entre delitos independientes de acuerdo a su gravedad y no se contempla
la existencia de delitos conexos.

Al efecto, los arts. 185 del NCPP y 159 del C.O.T. establecen que si en ejercicio de las
facultades que la ley procesal penal confiere al Ministerio Público, éste decidiere
investigar en forma conjunta hechos constitutivos de delito en los cuales, de acuerdo al
artículo 157 de este Código, correspondiere intervenir a más de un juez de garantía,
continuará conociendo de las gestiones relativas a dichos procedimientos el juez de
garantía del lugar de comisión del primero de los hechos investigados.

En el evento previsto en el inciso anterior, el Ministerio Público comunicará su decisión en


cada uno de los procedimientos que se seguirán en forma conjunta, para lo cual solicitará
la citación a una audiencia judicial de todos los intervinientes en ellos.

El o los jueces de garantía inhibidos harán llegar copias de los registros que obraren en su
poder al juez de garantía al que correspondiere continuar conociendo de las gestiones a
que diere lugar el procedimiento.

Sin perjuicio de lo previsto en los incisos precedentes, si el Ministerio Público decidiere


posteriormente separar las investigaciones que llevare conjuntamente, continuarán
conociendo de las gestiones correspondientes los jueces de garantía competentes de
conformidad al artículo 157. En dicho evento se procederá del modo señalado en los
incisos segundo y tercero de este artículo.".

Una vez que utilizamos las reglas de competencia absoluta y relativa podemos llegar a
determinar el tribunal que va a conocer del asunto.
Si de la aplicación de esas reglas hemos llegado a establecer que dentro del territorio
jurisdiccional existe un sólo tribunal de la misma jerarquía para conocer del asunto no existirá
inconveniente alguno, y podremos deducir derechamente la demanda en materia civil y la
denuncia o querella en materia penal directamente ante él. Sería el caso por ejemplo, si
determinamos que es competente para conocer del asunto un juez de letras de la Comuna de
Buin de la Región Metropolitana, de la comuna de Quilpue, Villa Alemana, Casablanca, La
Ligua, Petorca, Putaendo, Calera, Limache o Isla de Pascua en la Quinta Región, etc., lugares
en los cuales sólo existe un juez de letras.

Sin embargo, puede ocurrir que por la aplicación de las reglas de la competencia absoluta y
relativa lleguemos a determinar que es competente el juez de letras de una comuna o
agrupación de comunas donde existe más de un tribunal, siendo, legalmente, todos igualmente
competentes. Este es el caso de los jueces de letras con asiento en la Comuna de Santiago en
que existen 30 jueces de letras en lo civil, por ejemplo.

En el caso del nuevo sistema procesal penal, no será necesario aplicar las normas de
distribución de causas cuando se determinare que es competente un juzgado de garantía
integrado por más de un juez, dado que no existen con competencia respecto de una misma
comuna como acontece en el antiguo sistema diversos juzgados de garantía, sino que tan sólo
un juzgado, que puede estar compuesto por diversos jueces.

Frente a esa circunstancia, surge entonces la pregunta de saber cuál de todos esos tribunales o
jueces va, en definitiva, a conocer del asunto, pese a que, por aplicación de las reglas
anteriores, todos son competentes.

3.- LAS REGLAS DE DISTRIBUCIÓN DE CAUSAS Y DEL TURNO.-

Las reglas de distribución de causas son aquellas que nos permiten determinar cual tribunal
luego aplicadas las reglas de la competencia absoluta y relativa va a conocer del asunto,
cuando existan en el lugar dos o más tribunales competentes.

De acuerdo a la posición mayoritaria de la doctrina y de la jurisprudencia en la actualidad,


podemos señalar que las reglas de distribución de causas no son reglas de la competencia
relativa, sino que sólo medidas de orden establecidas en virtud de facultades económicas
destinadas a producir una adecuada distribución del trabajo. No obstante, estas reglas de
distribución de causas son de orden público, no pudiendo ser modificadas por la voluntad de
las partes, debiendo el tribunal abstenerse de admitir a tramitación las demandas que no las
respeten, pudiendo ser sancionado el tribunal que haga caso omiso de ellas en virtud de las
facultades disciplinarías.

1.- Reglas de distribución de causas en los asuntos civiles contenciosos.-

Es necesario, previamente, determinar si los tribunales competentes se encuentran en comunas


que son asientos de Corte de Apelaciones o comunas que no lo son.

2.1. Si los jueces de letras son de lugares que no son asiento de Corte de Apelaciones
se aplica la regla del turno de acuerdo a los incisos 1º, 2º y 4º del art. 175, del C.O.T.:
2.2. Si los jueces de letras son de lugares que son asiento de Corte de Apelaciones se
aplica la regla de distribución de causas de acuerdo al artículo 176 del C.O.T..

2.- Reglas de distribución de causas en los asuntos civiles no contenciosos.-

Respecto de los asuntos judiciales no contenciosos siempre debe aplicarse la regla del
turno, sin importar si los dos o mas jueces de letras sean o no asiento de Corte de
Apelaciones, de acuerdo a lo previsto en el artículo 179 del C.O.T..

En el territorio jurisdiccional de la Corte de Apelaciones de Santiago de acuerdo con el


precepto legal citado existen cinco juzgados de letras civil de turno semanal y se podía acudir
con el asunto judicial no contencioso ante cualquiera de ellos.- Sin embargo, la Corte de
Apelaciones de Santiago con fecha 9 de Diciembre de 1991 dictó un Auto Acordado, que
aparece publicado en el Diario Oficial de 23 de Diciembre de 1991, mediante el cual
estableció que “a contar del 2 de Marzo de 1992, todas las demandas de asuntos no
contenciosos y demás materias propias del turno o no afectas actualmente a distribución, de
competencia de los Juzgados de Letras en lo Civil de Santiago, deberán ser ingresadas por los
interesados en la Oficina de Distribución de causas de la Corte de Apelaciones de esta ciudad,
para su incorporación y registro en los libros respectivos y para su distribución entre los
juzgados de turno en la semana de su presentación.

3. Reglas de distribución de causas en los asuntos penales.-

A este respecto, en el antiguo procedimiento penal, es menester distinguir entre comunas o


agrupaciones de comunas que son asiento de Corte de Apelaciones de las que no lo son.

3.1. Los jueces de letras son de lugares que son asiento de Corte de Apelaciones.

Para la distribución de los asuntos entre los juzgados de letras que son asiento de Corte de
Apelaciones es necesario distinguir la forma en que comienza el procedimiento: si por
querella, por denuncia o de oficio por el tribunal (Art.81 C.P.P.):

a) Si el procedimiento penal comienza por querella, de la distribución de causas:.-


(Art. 180 inc 1° del C.O.T. del antiguo articulado del C.O.T.)

b) Si el procedimiento penal comienza por denuncia, se aplica siempre la regla del


turno, exista o no Corte de Apelaciones en la comuna o agrupación de comunas respectiva;

c) Si el procedimiento penal comienza de oficio por el tribunal a través de un


autorequerimiento, si el tribunal se encuentra de turno, a éste corresponderá conocer del
asunto. Empero, si el tribunal no está de turno debe, en todo caso, practicar o hacer practicar
las denominadas "primeras diligencias del sumario", que ordena efectuar el Art.60 C.P.P. a
todo tribunal que tenga competencia penal.
d) Si el procedimiento penal comienza a requerimiento del Ministerio Público, debe
aplicarse la regla general que establece el artículo 175 del C.O.T. del antiguo articulado del
C.O.T.-

3.2. Los jueces de letras son de lugares que no son asiento de Corte de Apelaciones.

Si la comuna o agrupación de comunas de los jueces de letras no es asiento de Corte de


Apelaciones, se aplica la regla del turno, cualquiera que sea la forma en que el
procedimiento sea incoado.

En el nuevo sistema procesal penal, la distribución de causas entre los jueces de los
juzgados de garantía se realizará de acuerdo a un procedimiento objetivo y general, que
deberá ser anualmente aprobado por el comité de jueces del juzgado a propuesta del
presidente, o solo por éste último, según corresponda. (art. 15 C.O.T.).

En el inciso final del art. 175 del C.O.T., se estipula expresamente que la regla del turno no
se aplicará a los juzgados de garantía ni a los tribunales de juicio oral en lo penal, los cuales
se regirán por las reglas especiales que los regulan. Dicha regla es del todo lógica si se tiene
presente que no se contempla la existencia de más de un juzgados de garantía y tribunal
oral dentro de un mismo territorio jurisdiccional para hacer necesario aplicar las reglas de
distribución de causas..

III.- ¿ COMO ACUDO ANTE LOS TRIBUNALES PARA OBTENER LA SOLUCION


DEL CONFLICTO ?.-

Los tribunales para los efectos de resolver los conflictos ejercen la función jurisdiccional, la
que se delimita en su ejercicio respecto de cada tribunal por la competencia de acuerdo con
las reglas de descarte antes señaladas.

Para que los tribunales ejerzan la función jurisdiccional, se requiere que las partes del
conflicto acudan a los tribunales requiriéndoles su intervención por medio del ejercicio de
la acción. Mediante el ejercicio de la acción el actor requiere a los tribunales que le
satisfagan la pretensión, a lo cual no ha accedido la parte demandada.

Los tribunales deben resolver el conflicto por medio de un proceso, el que se desarrolla a
través de las formas externas que el legislador determina mediante la consagración de un
procedimiento.

Nuestro Constituyente establece expresamente la necesidad de que exista un proceso para la


solución de un conflicto por medio de la dictación de una sentencia por parte del tribunal y
que dicho proceso se desarrolle de acuerdo con el procedimiento racional y justo
establecido por el legislador.

Al efecto, establece el artículo 19 N°3 inciso 5° de la Carta Fundamental que “Toda


sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
racional y justo procedimiento”.
Nuestro legislador ha establecido diversas procedimientos normas para la solución de un
conflicto, tanto en materia penal y civil, de acuerdo con la naturaleza del asunto.

En consecuencia, existen diversas reglas de descarte que deberemos aplicar en materia civil
y penal para determinar el procedimiento aplicable para la solución de un conflicto, puesto
que este varía de acuerdo con la naturaleza de un asunto.

1.- Reglas de descarte para determinar el procedimiento aplicable en un asunto civil


contencioso.

Para determinar el procedimiento aplicable para la solución de un asunto civil contencioso


debemos aplicar las siguientes reglas de descarte:

a.- Debemos determinar si el legislador ha establecido un procedimiento especial para


la solución del conflicto.

El legislador, tanto en leyes especiales como en el Libro III del Código de Procedimiento
Civil, ha establecido diversos procedimientos especiales para la solución de un conflicto.

En primer lugar, es menester tener presente que el legislador normalmente al establecer la


creación de un tribunal especial contempla también un procedimiento especial, para que
ellos tramiten los asuntos que se someten a su resolución.

Así por ejemplo, respecto de los juzgados de policía local creados por la Ley 15.231, se
contempla un procedimiento especial ante los juzgados de policía local en la Ley 18.287
contenidas ambas en el apéndice del C.O.T.; respecto de los juzgados laborales se
contemplan procedimientos especiales para la tramitación de los asuntos laborales en los
párrafos 2°, 3° y 4° del Capítulo II del Libro V del Código del Trabajo; respecto de los
Tribunales de Familia se contempla un procedimiento común y diversos especiales en la
Ley 19. 968; etc.-

En caso que el legislador no tenga establecido un procedimiento especial para el tribunal


especial, estos deberán tramitar el asunto de acuerdo con el procedimiento general aplicable
según las reglas que a continuación se indican.

Tratándose de los tribunales ordinarios, el legislador también ha establecido que respecto


de determinados asuntos deberán aplicar el procedimiento especial que éste establece para
la solución de un conflicto, ya sea en una ley especial como ocurre con el procedimiento
especial para el cobro de deudas hipotecarias establecido la Ley de Bancos; o como
acontece en el Libro III del Código de Procedimiento por ejemplo con los interdictos
posesorios, los juicios de arrendamiento, etc.- En la especie, cabe tener presente que el
juicio sumario tiene una aplicación especial como procedimiento especial en los diversos
casos que se enumeran en el artículo 680 del C.P.C..-
b.- A falta de la existencia de un procedimiento especial, debemos determinar si cabe
dar la aplicación general del procedimiento sumario de acuerdo con la naturaleza de
la acción deducida.

En caso que no exista un procedimiento especial para la solución del conflicto, ya sea en
una ley especial o en el Libro III del Código de Procedimiento Civil, debemos apreciar si
procede darle la aplicación general al juicio sumario contemplada en el inciso 1° del art.
680 de C.P.C.-

De acuerdo con ese precepto legal, “el procedimiento sumario se aplica en defecto de otra
regla especial, a los casos en que la acción (pretensión) deducida requiera, por su
naturaleza, tramitación rápida para que sea eficaz.”

c.- A falta de procedimiento especial y no cabiendo darle aplicación general al juicio


sumario, deberá aplicarse el juicio ordinario de mayor cuantía para la solución del
conflicto.

El legislador regula en el Libro II del C.P.C. el Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía, el
que debe aplicarse para la solución de todos los conflictos en caso que no se haya
establecido un procedimiento especial o sea aplicable el juicio sumario de acuerdo con la
naturaleza de la pretensión hecha valer por el actor.

El Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía se caracteriza por ser de aplicación general y
por tener el carácter de supletorio respecto de los otros procedimientos, al tenerse que
aplicar sus disposiciones a todos las gestiones, trámites y actuaciones de los otros
procedimientos que no estén sometidos a una norma especial, cualquiera sea su naturaleza
de conformidad a lo establecido en el artículo 3° del C.P.C.- Así por ejemplo, si se desea
rendir una prueba testimonial, acompañar un documento o practicar la prueba pericial en un
juicio sumario, de arrendamiento o interdicto posesorio, dado que no se regula la forma de
rendir dichas pruebas en esos procedimientos, se deberán aplicar las normas que sobre la
materia se contemplan en el juicio ordinario.

2.- Reglas de descarte para determinar el procedimiento aplicable en un asunto civil


no contencioso.

Para determinar el procedimiento aplicable para la solución de un asunto civil no


contencioso debemos aplicar las siguientes reglas de descarte:

a.- Debemos determinar si el legislador ha establecido un procedimiento especial para


la tramitación del asunto civil no contencioso.

El legislador, tanto en leyes especiales como en el Libro IV del Código de Procedimiento


Civil, a partir de su Título II, ha establecido diversos procedimientos especiales para la
tramitación de distintos asuntos civiles no contenciosos
Así por ejemplo, en el párrafo 3, Título VIII del Libro IV del C.P.C. se regula la dación de
posesión efectiva de la herencia testada ante los tribunales ordinarios y en la Ley 19.806 se
regula la posesión efectiva de la herencia intestada ante el Registro Civil.

b.- A falta de la existencia de un procedimiento especial, deberá aplicarse el


procedimiento de general aplicación que se contempla en el Titulo I del Libro IV del
CPC para la tramitación de los asuntos no contenciosos.

3.- Reglas de descarte para determinar el procedimiento aplicable en un asunto


criminal en el antiguo sistema procesal penal.

Para determinar el procedimiento aplicable para la solución de un asunto criminal en el


antiguo sistema procesal penal debemos aplicar las siguientes reglas de descarte:

a.- Debemos determinar si el legislador ha establecido un procedimiento especial para


la solución del conflicto.

El legislador, tanto en leyes especiales como en el Libro III del Código de Procedimiento
Penal, ha establecido diversos procedimientos especiales para la solución de un conflicto.

En primer lugar, es menester tener presente que el legislador normalmente al establecer la


creación de un tribunal especial contempla también un procedimiento especial para que
ellos tramiten los asuntos que se someten a su resolución.

Así por ejemplo, respecto de los juzgados de policía local creados por la Ley 15.231, se
contempla un procedimiento especial ante los juzgados de policía local en la Ley 18.287
contenidas ambas en el apéndice del C.O.T., a quienes por regla general les corresponde
conocer de las faltas; respecto de los Tribunales Militares se contempla en el Libro II del
Código de Justicia Militar procedimientos penales especiales militares para tiempo de paz y
tiempo de guerra ; etc.-

En caso que el legislador no tenga establecido un procedimiento especial para el tribunal


especial, estos deberán tramitar el asunto de acuerdo con el procedimiento general aplicable
según las reglas que a continuación se indican.

Tratándose de los tribunales ordinarios, el legislador también ha establecido que respecto


de determinados asuntos deberán aplicar el procedimiento especial que éste establece para
la solución de un conflicto, ya sea en una ley especial como ocurre con el procedimiento de
falta de ebriedad o de manejo bajo estado de ebriedad contemplado en la ley de alcoholes o
en el Libro III del Código de Procedimiento Penal, como ocurre con el procedimiento de
faltas para los casos en que ellas son conocidas por los jueces del crimen..

b.- A falta de procedimiento especial, deberá aplicarse el procedimiento penal de


acuerdo con la naturaleza de la acción penal deducida.

Los delitos, de acuerdo a la pena, se clasifican en crímenes, simples delitos y faltas.


De las faltas como hemos visto precedentemente conocen por regla general los jueces de
policía local y excepcionalmente los jueces del crimen, debiendo en tal caso aplicar los
procedimientos especiales ya señalados.

Los crímenes y simples delitos para los efectos de determinar la forma en que puede ser
deducida la acción y el procedimiento aplicable, se clasifican en crímenes o simples delitos
de acción penal pública, de acción penal privada y de acción penal mixta.

Los crímenes o simples delitos de acción penal privada son aquellos en que la acción
penal sólo puede ejercitarse por la parte agraviada con el delito (Art. 11 C.P.P.) y sólo
mediante la interposición de una querella (Art. 572 del C.P.P.).- El procedimiento que debe
aplicarse para la tramitación de los crímenes o simples delitos de acción penal privada es el
procedimiento de acción penal privada, contemplado en el Título II del Libro III De los
Procedimientos Especiales del Código de Procedimiento Penal.

Los crímenes o simples delitos de acción penal pública son aquellos en que la acción
penal se ejercita por cualquier persona capaz a nombre de la sociedad para obtener el
castigo del delito. (Art. 11 C.P.P.) y el procedimiento puede iniciarse por la interposición
de una querella, una denuncia, por requisición del Ministerio Público o por pesquisa
judicial (Art. 81 C.P.P.).- El procedimiento que debe aplicarse para la tramitación de los
crímenes o simples delitos de acción penal pública es el procedimiento de juicio ordinario
sobre crimen o simple delito de acción penal pública, contemplado en el Libro II del
Código de Procedimiento Penal.

Al igual que en el procedimiento civil, el legislador penal regula en el Libro II del C.P.P. el
Juicio Ordinario Penal, el que debe aplicarse para la solución de todos los conflictos en
caso que no se haya establecido un procedimiento especial.

El Juicio Ordinario Penal se caracteriza por ser de aplicación general y por tener el carácter
de supletorio respecto de los otros procedimientos penales, al tenerse que aplicar sus
disposiciones a todos las gestiones, trámites y actuaciones de los otros procedimientos que
no estén sometidos a una norma especial.-

Los crímenes o simples delitos de acción penal mixta son aquellos en que la acción penal
sólo puede ser ejercitada por las personas que establece la ley (Art. 19 C.P.P.) y el
procedimiento sólo puede iniciarse por la interposición de una querella o de una denuncia
presentada por dichas personas; pero una vez deducidas, la acción y el procedimiento
aplicable se rige por las normas de la acción penal pública.

4.- Reglas de descarte para determinar el procedimiento aplicable en un asunto


criminal dentro del nuevo sistema procesal penal.

Para determinar el procedimiento aplicable para la solución de un asunto criminal debemos


aplicar las siguientes reglas de descarte:

a.- Debemos determinar si el legislador ha establecido un procedimiento especial para


la solución del conflicto.
El legislador, en el Libro III del Código de Procedimiento Penal, ha establecido diversos
procedimientos especiales para la solución de un conflicto.

En cuanto a los procedimientos penales especiales se contienen en la Ley 19.806, publicada


en el diario Oficial de 31 de Mayo de 2002, una serie de normas adecuatorias que
contemplen la forma en la cual se regulará la tramitación de esos procedimientos especiales
en el nuevo sistema procesal penal, debiendo tener presente que entendemos que a partir de
la entrada en vigencia en todos los procesos penales, excluidos los procedimientos penales
militares, le corresponderá llevar a cabo la investigación al Ministerio Público por el
mandato contenido en el artículo 83 de la Carta fundamental.

b.- A falta de procedimiento especial, deberá aplicarse el procedimiento penal de


acuerdo con la naturaleza de la acción penal deducida.

Los delitos, de acuerdo a la pena, se clasifican en crímenes, simples delitos y faltas.

b.1. FALTAS.

De las faltas conocen los juzgados de garantía a través de los siguientes procedimientos:

a.- Procedimiento monitorio.

Este procedimiento es aplicable sólo tratándose de las faltas respecto de las cuales pide el
Fiscal ser sancionadas sólo con pena de multa. Art. 392 NCPP

b.- Procedimiento simplificado.

Este procedimiento es aplicable respecto de todas las faltas con excepción de las que
debieren sancionarse sólo con pena de multas por ser la pena solicitada por el fiscal 5 (Art.
388 NCPP inc. 1), como también respecto de los hechos constitutivos de simple delito para
los cuales el ministerio público requiriere la imposición de una pena que no excediere el
presidio menor o reclusión menor en su grado mínimo (Art. 388 inc.2).-

Asimismo, se aplicará el procedimiento simplificado respecto de las faltas que debieren


sancionarse sólo con pena de multa, pero solo en caso que dentro del procedimiento
monitorio se hubiere reclamado por el imputado dentro del plazo legal. Art. 392 inc. final
NCPP

b.2. CRÍMENES Y SIMPLES DELITOS.

Los crímenes y simples delitos para los efectos de determinar la forma en que puede ser
deducida la acción y el procedimiento aplicable, se clasifican en el nuevo proceso penal, en
crímenes o simples delitos de acción penal pública, de acción penal privada y de acción
penal pública previa instancia particular.

5
Respecto de las faltas sancionadas solo con pena de multa se debe aplicar el procedimiento monitorio
Los crímenes o simples delitos de acción penal privada son aquellos en que la acción
penal sólo puede ejercitarse por la víctima (Art. 55 N.C.P.P.) y sólo mediante la
interposición de una querella (Art. 400 del N.C.P.P.).- El procedimiento que debe aplicarse
para la tramitación de los crímenes o simples delitos de acción penal privada es el
procedimiento de acción penal privada, contemplado en el Título II del Libro IV De los
Procedimientos Especiales y Ejecución del Código Procesal Penal.

Los crímenes o simples delitos de acción penal pública son aquellos en que la acción
penal debe ser ejercida de oficio por el Ministerio Público y además por las personas que
determine la ley. (Art. 53 C.P.P.) La investigación puede iniciarse de oficio por el
Ministerio Público, por denuncia o por querella. ( art 172 NCPP).

El procedimiento que debe aplicarse para la tramitación de los crímenes o simples delitos
de acción penal pública es:

a.- El procedimiento abreviado.( art. 406 NCPP)

El procedimiento abreviado se aplica si concurren los siguientes requisitos copulativos:

a.1. Se trate de crímenes o simples delitos respecto de los cuales el fiscal no requiriere la
imposición de una pena de muerte o privativa de libertad superior a cinco años de presidio
o reclusión menores en su grado máximo o bien cualesquiera otras penas de distinta
naturaleza, cualquiera fuera su entidad o monto, ya fueren ellas, únicas, conjuntas o
alternativas; y

a.2. El imputado, en conocimiento de los hechos de la acusación y de los antecedentes de la


investigación que la fundaren, debe haber aceptado los hechos y manifestado su
conformidad con la aplicación de este procedimiento.

b.- El procedimiento simplificado. (art. 388 NCPP).

El procedimiento simplificado se aplica respecto de los simples delitos respecto de los


cuales el Ministerio Público requiriere la imposición de una pena que no excediere de
presidio o reclusión menores en su grado mínimo y no recibiere aplicación el
procedimiento abreviado.-

c.- El juicio oral.- ( arts. 281 y sgtes).

El juicio oral constituye el procedimiento ordinario en el nuevo sistema procesal penal, y se


encuentra contemplado en el Título III del Libro II del Código Procesal Penal

Al igual que en el procedimiento civil, el legislador penal regula en el Titulo III del Libro II
del N.C.P.P. el Juicio Oral, el que debe aplicarse para la solución de todos los conflictos en
caso que no se haya establecido un procedimiento especial.
El Juicio Oral se caracteriza por ser de aplicación general y por tener el carácter de
supletorio respecto de los otros procedimientos penales, al tenerse que aplicar sus
disposiciones a todos las gestiones, trámites y actuaciones de los otros procedimientos que
no estén sometidos a una norma especial.- ( A titulo ejemplar, véase arts 389, 405 y 415
del NCPP).

Los crímenes o simples delitos de acción penal pública previa instancia particular son
aquellos en que no puede procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito
o las demás personas previstas en la ley hubiere denunciado el hecho a la justicia, al
ministerio público o a la policía. (Art. 55 N.C.P.P.). La investigación por el Ministerio
Público sólo puede iniciarse por la interposición de una querella o de una denuncia
presentada por dichas personas; pero una vez deducidas, la acción y el procedimiento
aplicable se rige por las normas de la acción penal pública.

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