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Pablo Neruda

viviente,
(1904–1973)
inmóvil sin embargo, como polea
Residencia en la tierra
(1925-1932): loca en sí misma,
Libro 1 esas ruedas de los motores, en fin.
Parte I
Existiendo como las puntadas secas
en las costuras del árbol,
GALOPE
MUERTO callado, por alrededor, de tal modo,
mezclando todos los limbos de sus
9 NOSOTROS
JUNTOS colas.
Es que de dónde, por dónde, en qué
, 17
orilla?
COMUNICACIO
NES
DESMENTIDAS
El rodeo constante, incierto, tan
, 21 mudo,
ESTABLECIMIE
NTO como las lilas alrededor del
NOCTURNO convento,
o la llegada de la muerte a la lengua
COMO CENIZAS, COMO mares
del buey
poblándose,
que cae a tumbos, guardabajo, y
en la sumergida lentitud, en lo
cuyos cuernos quieren sonar.
informe,
o como se oyen desde el alto de los
Por eso, en lo inmóvil,
caminos
deteniéndose, percibir,
cruzar las campanadas en cruz,
entonces, como aleteo inmenso,
teniendo ese sonido ya aparte del
encima,
metal,
como abejas muertas o números,
confuso, pesando, haciéndose polvo
ay, lo que mi corazón pálido no
en el mismo molino de las formas
puede abarcar,
demasiado lejos,
en multitudes, en lágrimas saliendo
o recordadas o no vistas,
apenas,
y el perfume de las ciruelas que
y esfuerzos humanos, tormentas,
rodando a tierra
acciones negras descubiertas de
se pudren en el tiempo,
repente
infinitamente verdes.
como hielos, desorden vasto,
oceánico, para mí que entro
Aquello todo tan rápido, tan
cantando
como una espada entre los deslumbrar de mariposas,
indefensos. el arrancar de mariposas cuya luz
no tiene término.
Ahora bien, de qué está hecho ese
surgir de palomas Tú guardabas la estela de luz, de
que hay entre la noche y el tiempo, seres rotos
como una barranca húmeda? que el sol abandonado,
atardeciendo, arroja a las iglesias.
Ese sonido ya tan largo Teñida con miradas, con objeto de
que cae listando de piedras los abejas,
caminos, tu material de inesperada llama
más bien, cuando sólo una hora huyendo
crece de improviso, extendiéndose precede y sigue al día y a su familia
sin tregua. de oro.

Adentro del anillo del verano Los días acechando cruzan en sigilo
una vez los grandes zapallos pero caen adentro de tu voz de luz.
escuchan, Oh dueña del amor, en tu descanso
estirando sus plantas fundé mi sueño, mi actitud callada.
conmovedoras,
de eso, de lo que solicitándose Con tu cuerpo de número tímido,
mucho, extendido de pronto
de lo lleno, obscuros de pesadas hasta cantidades que definen la
gotas. tierra,
detrás de la pelea de los días
blancos de espacio
ALIANZA
(SONATA) y fríos de muertes lentas y
estímulos marchitos,
DE MIRADAS POLVORIENTAS caídas siendo arder tu regazo v transitar tus
al suelo besos
o de hojas sin sonido y haciendo golondrinas frescas en mi
sepultándose. sueño.
De metales sin luz, con el vacío,
con la ausencia del día muerto de A veces el destino de tus lagrimas
golpe. asciende
En lo alto de las manos el como la edad hasta mi frente, allí
están golpeando las olas, entre orígenes,
destruyéndose de muerte: vestido como un ser original y
su movimiento es húmedo, decaído, abatido:
final. amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas
hojas
CABALLO DE
LOS SUEÑOS duermen violetas envejecidas,
desvanecidas,
INNECESARIO, VIÉNDOME EN los y las escobas, conmovedoras de
espejos auxilios,
con un gusto a semanas, a en su apariencia hay, sin duda,
biógrafos, a papeles, pesadumbre y certeza.
arranco de mi corazón al capitán Yo destruyo la rosa que silba y la
del infierno, ansiedad raptora:
establezco cláusulas yo rompo extremos queridos: y aún
indefinidamente tristes. más,
aguardo el tiempo uniforme, sin
Vago de un punto a otro, absorbo medidas:
ilusiones, un sabor que tengo en el alma me
converso con los sastres en sus deprime.
nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría Qué día ha sobrevenido! Qué
cantan y hacen huir los maleficios. espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!
Hay un país extenso en el cielo He oído relinchar su rojo caballo
con las supersticiosas alfombras del desnudo, sin herraduras y radiante.
arco iris Atravieso con él sobre las iglesias,
y con vegetaciones vesperales: galopo los cuarteles desiertos de
hacia allí me dirijo, no sin cierta soldados
fatiga, y un ejército impuro me persigue.
pisando una tierra removida de Sus ojos de eucaliptus roban
sepulcros un tanto frescos, sombra,
yo sueño entre esas plantas de su cuerpo de campana galopa y
legumbre confusa. golpea.

Paso entre documentos disfrutados, Yo necesito un relámpago de fulgor


persistente, vestigios morales.
un deudo festival que asuma mis
herencias. Nada hay de precipitado, ni de
alegre, ni de forma orgullosa,
Todo aparece haciéndose con
DÉBIL DEL
ALMA evidente pobreza,
la luz de la tierra sale de sus
EL DÍA DE los desventurados, el día párpados
pálido se asoma no como la campanada, sino más
Con un desgarrador olor frío, con bien como las lágrimas:
sus fuerzas en gris, el tejido del día, su lienzo débil,
Sin cascabeles, goteando el alba por sirve para una venda de enfermos,
todas partes: sirve para hacer señas
Es un naufragio en el vacío, con un en una despedida, detrás de la
alrededor de llanto. ausencia;
es el color que sólo quiere
Porque se fue de tantos sitios la reemplazar,
sombra húmeda, callada, cubrir, tragar, vencer, hacer
De tantas cavilaciones en vano, de distancias.
tantos parajes terrestres
En donde debió ocupar hasta el Estoy solo entre materias
designio de las raíces, desvencijadas,
De tanta forma aguda que se la lluvia cae sobre mí, y se me
defendía. parece,
se me parece con su desvarío,
Yo lloro en medio de lo invadido, solitaria en el mundo muerto,
entre lo confuso, rechazada al caer, y sin forma
Entre el sabor creciente, poniendo obstinada.
el oído
En la pura circulación, en el
UNIDAD
aumento,
Cediendo sin rumbo el paso a lo
HAY ALGO DENSO, unido, sentado en
que arriba,
el fondo,
A lo que surge vestido de cadenas y
repitiendo su número, su señal
claveles,
idéntica.
Yo sueño, sobre llevando mis
Cómo se nota que las piedras han DE FALSAS ASTROLOGÍAS, de
tocado el tiempo, costumbres un tanto lúgubres,
en su fina materia hay olor a edad, vertidas en lo inacabable y siempre
y el agua que trae el mar, de sal y llevadas al lado,
sueño. he conservado una tendencia, un
sabor solitario.
Me rodea una misma cosa, un solo
movimiento: De conversaciones gastadas como
el peso del mineral, la luz de la usadas maderas,
miel, como humildad de sillas, con
se pegan al sonido de la palabra palabras ocupadas
noche: en servir como esclavos de voluntad
la tinta del trigo, del marfil, del secundaria,
llanto, teniendo esa consistencia de la
envejecidas, desteñidas, uniformes, leche, de las semanas muertas,
se unen en torno a mí como del aire encadenado sobre las
paredes. ciudades.

Trabajo sordamente, girando sobre Quién puede jactarse de paciencia


mí mismo, más sólidas?
como el cuervo sobre la muerte, el La cordura me envuelve de piel
cuervo de luto. compacta
Pienso, aislado en lo extremo de las de un color reunido como una
estaciones, culebra:
central, rodeado de geografía mis criaturas nacen de un largo
silenciosa: rechazo:
una temperatura parcial cae del ay, con un solo alcohol puedo
cielo, despedir este día
un extremo imperio de confusas que he elegido, igual entre los días
unidades terrestres.
se reúne rodeándome.
Vivo lleno de una sustancia de color
común, silenciosa
SABOR
como una vieja madre, una
paciencia fija
como sombra de iglesia o reposo de
huesos. un determinado, sordo ruido siento
Voy lleno de esas aguas dispuestas producirse,
profundamente, un golpe de agua azota por su peso,
preparadas, durmiéndose en una y de alguna parte, de alguna parte
atención triste. siento que saltan y salpican estas
aguas,
En mi interior de guitarra hay un sobre mí salpican estas aguas, y
aire viejo, viven como ácidos.
seco y sonoro, permanecido,
inmóvil, Su costumbre de sueños y
como una nutrición fiel, como desmedidas noches,
humo: su alma desobediente, su preparada
un elemento en descanso, un aceite palidez
vivo: duermen con él por último, y él
un pájaro de rigor cuida mi cabeza: duerme,
un ángel invariable vive en mi porque el mar de los muertos su
espada. pasión desplámase,
violentamente hundiéndose,
fríamente asociádose.
AUSENC
IA DE
JOAQUÍ
N MADRIGAL
ESCRITO EN
INVIERNO
DESDE AHORA, COMO una partida
verificada lejos,
EN EL FONDO del mar profundo,
en funerales estaciones de humo o
en la noche de largas listas,
solitarios malecones,
como un caballo cruza corriendo
desde ahora lo veo precipitándose
tu callado callado nombre.
en su muerte,
y detrás de él siento cerrarse los
Alójame en tu espalda, ay
días del tiempo.
refúgiame,
Desde ahora, bruscamente, siento
aparéceme en tu espejo, de pronto,
que parte,
sobre la hoja solitaria, nocturna,
precipitándose en las aguas, en
brotando de lo oscuro, detrás de ti.
ciertas aguas, en cierto océano,
y luego, al golpe suyo, gotas se
Flor de la dulce luz completa,
levantan, y un ruido,
acúdeme con tus besos, en forma de oscuras amapolas.
violenta de separaciones,
determinada y fina boca. En la altura de los días inmóviles
el insensible joven diurno
Ahora bien, en lo largo y largo, en tu rayo de luz se dormía
de olvido residen conmigo afirmando como en una espada.
los rieles, el grito de la lluvia:
lo que la oscura noche preserva. Mientras tanto crece a la sombra
del largo transcurso en olvido
Acógeme en la tarde de hilo la flor de la soledad, húmeda,
cuando el anochecer trabaja extensa,
su vestuario, y palpita en el cielo como la tierra en un largo invierno.
una estrella llena de viento.

LAMENTO
Acércame tu ausencia hasta el LENTO
fondo,
pesadamente, tapándome los ojos, EN LA NOCHE del corazón

crúzame tu existencia, suponiendo la gota de tu nombre lento

que mi corazón esta destruido. en silencio circula y cae


y rompe y desarrolla su agua.

FANTAS
MA Algo quiere su leve daño
y su estima infinita y corta,
CÓMO SURGES DE antaño, llegando, como el paso de un ser perdido
encandilada, pálida estudiante, de pronto oido.
a cuya voz aún piden consuelo
los meses dilatados y fijos. De pronto, de pronto escuchado
y repartido en el corazón
Sus ojos luchaban como remeros con triste insistencia y aumento
en el infinito muerto como un sueño frío de otoño.
con esperanza de sueño y materia
de seres saliendo del mar. La espesa rueda de la tierra
su llanta húmeda de olvido
De la lejanía en donde hace rodar, cortando el tiempo
el olor de la tierra es otro en mitades inaccesibles.
y lo vespertino llega llorando
Sus copas duras cubren tu alma cielo:
derramada en la tierra fría él galopa en la respiración y su paso
con sus pobres chispas azules es de beso:
volando en la voz de la lluvia. su salitre seguro planta en los
párpados
con vigor esencial y solemne
COLECCI
ÓN propósito:
NOCTURN
entra en lo preparado como un
A
dueño:

HE VENCIDO AL ángel del sueño, el su substancia sin ruido quipa de

funesto alegórico: pronto,

su gestión insistía, su denso paso su alimento profético propaga

llega tenazmente.

envuelto en caracoles y cigarras,


marino, perfumado de frutos Reconozco a menudo sus guerreros,

agudos. sus piezas corroídas por el aire, sus


dimensiones,

Es el viento que agita los meses, el y su necesidad de espacio es tan

silbido de un tren, violenta

el paso de la temperatura sobre el que baja hasta mi corazón a

lecho, buscarlo:

un opaco sonido de sombra él es el propietario de las mesetas

que cae como trapo en lo inaccesibles,

interminable, él baila con personajes trágicos y

un repetición de distancias, un vino cotidianos:

de color confundido, de noche rompe mi piel su ácido

un paso polvoriento de vacas aéreo

bramando. y escucho en mi interior temblar su


instrumento.

A veces su canasto negro cae en mi


pecho, Yo oigo el sueño de viejos

sus sacos de demonio hieren mi compañeros y mujeres amadas,

hombro, sueños cuyos latidos me

su multitud de sal, su ejército quebrantan:

entreabierto su material de alfombra piso en

recorren y revuelven las cosas del silencio,


su luz de amapola muerdo con cuerpo
delirio. la palidez del distrito letárgico
acude:
Cadáveres dormidos que a menudo una sonrisa fría, sumergida,
danzan asidos al peso de mi unos ojos cubiertos como fatigados
corazón, boxeadores,
qué ciudades opacas recorremos! una respiración que sordamente
Mi pardo corcel de sombra se devora fantasmas.
agiganta,
y sobre envejecidos tahures, sobre En esa humedad de nacimiento, con
lenocinios de escaleras gastadas, esa proporción tenebrosa,
sobre lechos de niñas desnudas, cerrada como una bodega, el aire es
entre jugadores de foot-ball, criminal:
del viento ceñidos pasamos: las paredes tienen un triste color de
y entonces caen a nuestra boca esos cocodrilo,
frutos blandos del cielo, una contextura de araña siniestra:
los pájaros, las campanas se pisa en lo blando como sobre una
conventuales, los cometas: monstruo muerto:
aquel que se nutrió de geografía las uvas negras inmensas, repletas,
pura y estremecimiento, cuelgan de entre las ruinas como
ése tal vez nos vió pasar odres:
centelleando. oh Capitán, en nuestra hora de
reparto
Camaradas cuyas cabezas reposan abre los mudos cerrojos y
sobre barriles, espérame:
en un desmantelado buque prófugo, allí debemos cenar vestidos de luto:
lejos, el enfermo de malaria guardará las
amigos míos sin lágrimas, mujeres puertas.
de rostro cruel:
la medianoche ha llegado y un gong Mi corazón es tarde y sin orillas,
de muerte el día, como un pobre mantel puesto
golpea en torno mío como el mar. a secar,
Hay en la boca el sabor, la sal del oscila rodeado de seres y extensión:
dormido. de cada ser viviente hay algo en la
atmósfera:
Fiel como una condena, a cada mirando mucho el aire aparecerían
mendigos, fuerza terrestre.
abogados, bandidos, carteros,
costureras, Qué pura mi mirada de nocturna
y un poco de cada oficio, un resto influencia,
humillado caída de ojos oscuros y feroz
quiere trabajar su parte en nuestro acicate,
interior. mi simétrica estatua de piernas
Yo busco desde antaño, yo examino gemelas
sin arrogancia, sube hacia estrellas húmedas cada
conquistado, sin duda, por lo mañana,
vespertino. y mi boca de exilio muerde la carne
y la uva,
mis brazos de varón, mi pecho
JUNTOS
NOSOTROS tatuado
LIBRO I
en que penetra el vello como ala de

PARTE I estaño,
mi cara blanca hecha para la
QUÉ PURA ERES de sol o de noche profundidad del sol,
caída, mi pelo hecho de ritos, de minerales
qué triunfal desmedida tu órbita de negros,
blanco, mi frente, penetrante como golpe o
y tu pecho de pan, alto de clima, camino,
tu corona de árboles negros, mi piel de hijo maduro, destinado al
bienamada, arado,
y tu nariz de animal solitario, de mis ojos de sal ávida, de
oveja salvaje matrimonio rápido,
que huele a sombra y a precipitada mi lengua amiga blanda del dique y
fuga tiránica. del buque,
mis dientes de horario blanco, de
Ahora, qué armas espléndidas mis equidad sistemática,
manos, la piel que hace a mi frente un vacío
digna su pala de hueso y su lirio de de hielos
uñas, y en mi espalda se torna, y vuela en
y el puesto de mi rostro, y el mis párpados,
arriendo de mi alma y se repliega sobre mi más profundo
están situados en lo justo de la estímulo,
y crece hacia las rosas en mis se deploma de súbito en hilos
dedos, lineales
en mi mentón de hueso y en mis como filos de espadas o herencias
pies de riqueza. de humo.

Y tú como un mes de estrellas,


TIRANÍA
como un beso fijo,
como estructura de ala, o comienzos OH DAMA SIN corazón, hija del cielo
de otoño, auxíliame en esta solitaria hora
niña, mi partidaria, mi amorosa, con tu directa indiferencia de arma
la luz hace su lecho bajo tus y tu frío sentido del olvido.
grandes párpados,
dorados como bueyes, y la paloma Un tiempo total como un océano,
redonda una herida confusa como un nuevo
hace sus nidis blancos ser
frecuentemente en ti. abarcan la tenaz raíz de mi alma
mordiendo el centro de mi
Hecha de ola en lingotes y tenazas seguridad.
blancas,
tu salud de manzana furiosa se Qué espeso latido se cimbra en mi
estira sin límite, corazón
el tonel temblador en que escucha como una ola hecha de todas las
tu estómago, olas,
tis manos hijas de la harina y del y mi desesperada cabeza se levanta
cielo. en un esfuerzo de salto y de muerte.

Qué parecida eres al más largo Hay algo enemigo temblando en mi


beso, certidumbre,
su sacudida fija parece nutrirte, creciendo en el mismo origen de las
y su empuje de brasa, de bandera lágrimas
revuelta, como una planta desgarradora y
va latiendo en tus dominios y dura
subiendo temblando, hecha de encadenadas hojas
y entonces tu cabeza se adelgaza en amargas.
cabellos,
y su forma guerrera, su círculo seco,
SERENAT
vigilas el mar como un ladrón.
A
Oh noche, mi alma sobrecogida te
EN TU FRENTE descansa el color de pregunta
las amapolas, desesperadamente a ti por el metal
el luto de las viudas halla eco, oh que necesita.
apiadada:
cuando corres detrás de los
DIURNO
ferrocarriles, en los campos, DOLIENTE
el delgado labrador te da la espalda,
de tus pisadas brotan temblando los DE PASIÓN SOBRANTE y sueños de

dulces sapos. ceniza


un pálido palio llevo, un cortejo

El joven sin recuerdos te saluda, te evidente,

pregunta por su olvidada voluntad, un viento de metal que vive solo,

las manos de él se mueven en tu un sirviente mortal vestido de

atmósfera como pájaros, hambre,

y la humedad es grande a su y en lo fresco que baja del árbol, en

alrededor: la esencia del sol

cruzando sus pensamientos que su salud de astro implanta en

incompletos, las flores,

queriendo alcanzar algo, oh, cuando a mi piel parecida al oro

buscándote, llega el placer,

le palpitan los ojos pálidos en tu red tú, fantasma coral con pies de tigre,

como instrumentos perdidos que tú, ocasión funeral, reunión ígnea,

brillan de súbito. acechando la patria en que


sobrevivo

O recuerdo del día primero de la con tus lanzas lunares que tiemblan

sed, un poco.

la sombra apretada contra los


jazmines, Porque la ventana que el medio día

el cuerpo profundo en que te vacío atraviesa

recogías tiene un día cualquiera mayor aire

como una gota temblando también. en sus alas,


el frenesí hincha el traje y el sueño

Pero acallas los grandes árboles, y al sombrero,

encima de la luna, sobrelejos, una abeja extremada arde sin


tregua. como algo que se quiebra
Ahora, qué imprevisto paso hace perpetuamente,
crujir los atraviesa hasta el fondo mis
caminos? separaciones,
Qué vapor de estación lúgubre, qué apaga mi poder y propaga mi duelo.
rostro de cristal,
y aún más, qué sonido de carro
MONZÓN DE
viejo con espigas? MAYO
Ay, una a una, la ola que llora y la
sal que se triza, EL VIENTO DE la estación, el viento

y el tiempo del amor celestial que verde,

pasa volando, cargado de espacio y agua,

han tenido voz de huéspedes y entendido en desdichas,

espacio en la espera. arrolla su bandera de lúgubre cuero:


y de una desvanecida substancia,

De distancias llevadas a cabo, de como dinero de limosna,

resentimientos así, plateado, frío, se ha cobijado un

infieles, día,

de hereditarias esperanzas frágil como la espada de cristal de

mezcladas con sombra, un gigante

de asistencias desgarradoramente entre tantas fuerzas que amparan su

dulces suspiro que teme,

y días de transparente veta y su lágrima al caer, su arena inútil,

estatura floral, rodeado de poderes que cruzan y

que subsiste en mi término escaso, crujen,

en mi débil producto? como un hombre desnudo en una

De mi lecho amarillo y de mi batalla,

substancia estrellada, levantando su ramo blanco, su

quién no es vecino y ausente a la certidumbre incierta,

vez? su gota de sal trémula entre lo

Un esfuerzo que salta, un flechazo invadido.

de trigo
tengo, y un arco en mi pecho Qué reposo emprender, qué pobre

manifiestamente espera, esperanza amar,

y un latido delgado, de agua y con tan débil llama y tan fugitivo

tenacidad, fuego?
Contra qué levantar el hacha ENTRE SOMBRA Y espacio, entre
hambrienta? guarniciones y doncellas,
De qué materia desposeer, huir de dotado de corazón singular y
qué rayo? sueños funestos,
Su luz apenas hecha de longitud y precipitadamente pálido, marchito
temblor en la frente
arrastra como cola de traje de novia y con luto de viudo furioso por cada
triste día de vida,
aderezada de sueño mortal y ay, para cada agua invisible que
palidez. bebo soñolientamente
Porque todo aquello que la sombra y de todo sonido que acojo
tocó y ambicionó el desorden, temblando,
gravita, liquido, suspendido, tengo la misma sed ausente y la
desprovisto de paz, misma fiebre fría
indefenso entre espacios, vencido un oído que nace, una angustia
de muerte. indirecta,
como si llegaran ladrones o
Ay, y es el destino de un día que fue fantasmas,
esperado, y en una cáscara de extensión fija y
hacia el que corrían cartas, profunda,
embarcaciones, negocios, como un camarero humillado, como
morir, sedentario y húmedo, sin su una campana un poco
propio cielo. ronca,
Dónde esta su toldo de olor, su como un espejo viejo, como un olor
profundo follaje, de casa sola
su rápido celaje de brasa, su en la que los huéspedes entran de
respiración viva? noche perdidamente ebrios,
Inmóvil, vestido de un fulgor y hay un olor de ropa tirada al
moribundo y una escama opaca, suelo, y una ausencia de flores
verá partir la lluvia sus mitades —posiblemente de otro modo aún
y al viento nutrido de aguas menos melancólico—,
atacarlas. pero, la verdad, de pronto, el viento
que azota mi pecho,
las noches de substancia infinita
ARTE
POÉTICA caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con
sacrificio como grandes flores pálidas y
me piden lo profético que hay en pesadas
mí, con melancolía tenazmente substituidas y difuntas.
y un golpe de objetos que llaman
sin ser respondidos
ÁNGELA
hay, y un movimiento sin tregua, y ADÓNICA
un nombre confuso.
HOY ME HE tendido junto a una
joven pura
SISTEMA
SOMBRÍO como a la orilla de un océano
blanco,
DE CADA UNO de estos días negros como en el centro de una ardiente
como viejos hierros, estrella
y abiertos por el sol como grandes de lento espacio.
bueyes rojos,
y apenas sostenidos por el aire y por De su mirada largamente verde
los sueños, la luz caía como un agua seca,
y desaparecidos irremediablemente en transparentes y profundos
y de pronto, círculos
nada ha substituido mis perturbados de fresca fuerza.
orígenes,
y las desiguales medidas que Su pecho como un fuego de dos
circulan en mi corazón llamas
allí se fraguan de día y de noche, ardía en dos regiones levantado,
solitariamente, y en doble río llegaba a sus pies,
y abarcan desordenadas y tristes grandes y claros.
cantidades.
Un clima de oro maduraba apenas
Así pues, como un vigía tornado las diurnas longitudes de su cuerpo
insensible y ciego, llenándolo de frutas extendidas
incrédulo y condenado a un y oculto fuego.
doloroso acecho,
frente a la pared en que cada día del
tiempo se une,
SONATA Y
mis rostros diferentes se arriman y DESTRUCCION
ES
encadenan
DESPUÉS DE MUCHO, después de Ardió la uva húmeda, y su agua
vagas leguas, funeral
confuso de dominios, incierto de aún vacila, aún reside,
territorios, y el patrimonio estéril, y el
acompañado de pobres esperanzas domicilio traidor.
y compañías infieles y desconfiados
sueños, Quién hizo ceremonia de cenizas?
amo lo tenaz que aún sobrevive en Quién amó lo perdido, quién
mis ojos, protegió lo último?
oigo en mi corazón mis pasos de El hueso del padre, la madera del
jinete, buque muerto,
muerdo el fuego dormido y la sal y su propio final, su misma huida,
arruinada, su fuerza triste, su dios miserable?
y de noche, de atmósfera oscura y
luto prófugo, Acecho, pues, lo inanimado y lo
aquel que vela a la orilla de los doliente,
campamentos, y el testimonio extraño que
el viajero armado de estériles sostengo,
resistencias, con eficiencia cruel y escrito en
detenido entre sombras que crecen cenizas,
y alas que tiemblan, es la forma de olvido que prefiero,
me siento ser, y mi brazo de piedra el nombre que doy a la tierra, el
me defiende. valor de mis sueños,
la cantidad interminable que divido
Hay entre ciencias de llanto un altar con mis ojos de invierno, durante
confuso, cada día de este mundo.
y en mi sesión de atardeceres sin
perfume,
Parte II
en mis abandonados dormitorios
donde habita la luna,
LA NOCHE DEL SOLDADO
y arañas de mi propiedad, y
destrucciones que me son queridas, YO HAGO LA noche del soldado,
adoro mi propio ser perdido, mi el tiempo del hombre sin melan-
substancia imperfecta, colía ni exterminio, del tipo tirado
mi golpe de plata y mi pérdida lejos por el océano y una ola, y que
eterna.
no sabe que el agua amarga lo ha silencio, estas plumas húmedas se
separado y que envejece, entretejen y alargan. Aguas de la
paulatinamente y sin miedo, noche, lágrimas del viento Monzón,
dedicado a lo normal de la vida, sin saliva salada caída como la espuma
cataclismos, sin ausencias, viviendo del caballo, y lenta de aumento,
dentro de su piel y de su traje, pobre de salpicadura atónita de
sinceramente oscuro. Así, pues, me vuelo.
veo con camaradas estú-pidos y Ahora, ¿dónde está esa
alegres, que fuman y escupen y curiosidad profesional, esa ternura,
horrendamente beben, v que de abatida que sólo con su reposo abría
repente caen, enfermos de muerte. brecha, esa conciencia res-
Porque, dónde están la tía, la novia, plandeciente cuyo destello me
la suegra, la cuñada del soldado? vestía de ultraazul? Voy, respirando
Tal vez de ostracismo o de malaria como hijo hasta el corazón de un
mueren, se ponen fríos, amarillos, y método obligatorio, de una tenaz
emigran a un astro de hielo, a un paciencia física, resultado de
planeta fresco, a descansar, al fin, alimentos y edad acumulados cada
entre muchachas y frutas glaciales, día, despojado de mi vestuario de
y sus cadáveres, sus pobres venganza y de mi piel de oro. lloras
cadáveres de fuego, irán de una sola estación ruedan a mis
custodiados por ángeles alabas- pies, y un día de formas diurnas y
trinos a dormir lejos de la llama y la nocturnas está casi siempre
ceniza. detenido sobre mí.
Por cada día que cae, con su Entonces, de cuando en cuando,
obligación vesperal de sucumbir, visito muchachas de ojos y caderas
paseo, haciendo una guardia jóvenes, seres en cuyo peinado
innecesaria, y paso entre mer- brilla una flor amarilla como el
caderes mahometanos, entre gentes relámpago. Ellas llevan anillos en
que adoran la vaca y la cobra, paso cada dedo del pie, y brazaletes, y
yo, inadorable y común de rostro. ajorcas en los tobillos, y además,
Las meses no son inalterables, y a collares de color, collares que retiro
veces llueve: cae, del calor del y examino, porque yo quiero
cielo, una impregnación callada sorprenderme ante un cuerpo
como el sudor, y sobre los grandes ininterrumpido y compacto, y no
vegetales, sobre el lomo de las mitigar mi beso. Yo peso con mis
bestias feroces, a lo largo de cierto brazos cada nueva estatua, y bebo
LIBRO I
su remedio vivo con sed masculina
y en silencio. Tendido, mirando PARTE II
desde abajo la fugitiva criatura,
trepando por su ser desnudo hasta AQUELLOS DÍAS

su sonrisa: gigantesca y triangular EXTRAVIARON mi sentido profético,

hacia arriba, levantada en el aire por a mi casa entraban los

dos senos globales, fijos ante mis coleccionistas de sellos, y

ojos como dos lámparas con luz, de emboscados, a altas horas de la

aceite blanco y dulces energías. Yo estación, asaltaban mis cartas,

me encomiendo a su estrella arrancaban de ellas besos frescos,

morena, a su calidez de piel, e besos sometidos a una larga

inmóvil bajo mi pecho como un residencia marina, y conjuros que

adversario desgraciado, de protegían mi suerte con ciencia

miembros demasiado espesos v femenina y defensiva caligrafía.

débiles, de ondulación indefensa: o Vivía al lado de otras casas,

bien girando sobre sí misma como otras personas y árboles tendiendo a

una rueda pálida, dividida de aspas lo grandioso, pabellones de follaje

y dedos, rápida, profunda, circular, pasional, raíces emergidas, palas

como una estrella en desorden. vegetales, cocoteros directos, y, en

Ay, de cada noche que sucede, medio de estas espumas verdes,

hay algo de brasa abandonada que pasaba con mi sombrero puntiagudo

se gasta sola, y cae envuelta en y un corazón por completo

ruinas, en medio de cosas funerales. novelesco, con tranco pesado de

Yo asisto comúnmente a esos esplendor, porque a medida que mis

términos, cubierto de armas inútiles, poderes se roían, y destruídos en

lleno de objeciones destruídas. polvo buscaban simetría como los

Guardo la ropa y los huesos muertos en los cementerios, los

levemente impregnados de esa lugares conocidos, las extensiones

materia seminocturna: es un polvo hasta esa hora despreciadas y los

temporal que se me va uniendo, v el rostros que como plantas lentas

dios de la substitución vela a veces brotaban en mi abandono, variaban

a mi lado, respirando tenazmente, a mi alrededor con terror y sigilo,

levantando la espada. cerro cantidades de hojas que un


otoño súbito trastorna.
Loros, estrellas, y además el sol
COMUNICACIONES DESMENTIDAS
oficial y una brusca humedad
hicieron nacer en mí un gusto las geografías inexactas y partidario
ensimismado por la tierra y cuanta mortal del sillón de cemento,
cosa la cubría, y una satisfacción de aguardo cl tiempo militarmente, y
casa vieja por sus murciélagos, una con el florete de la aventura
delicadeza de mujer desnuda por manchado de sangre olvidada.
sus uñas, dispusieron en mí como
de armas débiles y tenaces de mis
EL DESHABITADO
facultades vergonzosas, y la
melancolía puso su estría en mi ESTACIÓN INVENCIBLE! EN los
tejido, y la carta de amor, pálida de lados del cielo un pálido cierzo se
papel y temor, sustrajo su araña acumulaba, un aire desteñido e
trémula que apenas teje y sin cesar invasor, y hacia todo lo que los ojos
desteje y teje. Naturalmente, de la abarcaban, como una espesa leche,
luz lunar, de su circunstancial como una cortina endurecida
prolongación, y más aún, de su eje existía, continuamente. De modo
frío, que los pájaros (golondrinas, que el ser se sentía aislado,
ocas) no pueden pisar ni en los sometido a esa extraña substancia,
delirios de la emigración, de su piel rodeado de un cielo próximo, con el
azul, lisa, delgada y sin alhajas, caí mástil quebrado frente a un litoral
hacia el duelo, corno quien cae blanquecino, abandonado de lo
herido de arma blanca. Yo soy sólido, frente a un transcurso
sujeto de sangre especial, y esa impenetrable y en uncí casa de
substancia a la vez nocturna y niebla. Condenación y horror! De
marítima me hacía alterar y haber estado herido y abandonado,
padecer, y esas aguas subcelestes o haber escogido las arañas, el luto
degradaban mi energía y lo y la sotana. De haberse emboscado,
comercial de mi disposición. fuertemente ahito de este mundo, y
De ese modo histórico mis de haber conversado sobre esfinges
huesos adquirieron gran preponde- y oros y fatídicos destinos. De
rancia en mis intenciones: el reposo, haber amarrado la ceniza al traje
las mansiones a la orilla del mar me cotidiano, y haber besado el origen
atraían sin seguridad, pero con terrestre con su sabor a olvido. Pero
destino, y una vez llegado al no. No.
recinto, rodeado del coro mudo y Materias frías de la lluvia que
más inmóvil, sometido a la hora caen sombríamente, pesares sin
postrera y sus perfumes, injusto con
resurrección, olvido. En mi alcoba COMO CONTINUACIÓN DE lo
sin retratos, en mi traje sin luz, leído y precedente de la página que
cuánta cabida eternarmente sigue debo encaminar mi estrella al
permanece, y el lento rayo recto del territorio amoroso.
día cómo se condensa hasta llegar a Patria limitada por dos largos
ser una sola gota oscura. brazos cálidos, de larga pasión
Movimientos tenaces, senderos paralela, y un sitio de oros
verticales a cuya flor final a veces defendidos por sistema y
se asciende, compañías suaves o matemática ciencia guerrera. Sí,
brutales, puertas ausentes! Como quiero casarme con la más bella de
cada día un pan letárgico, bebo de Mandalay, quiero encomendar mi
un agua aislada! envoltura terrestre a ese ruido de la
Aúlla el cerrajero, trota el mujer cocinando, a ese aleteo de
caballo, el caballejo empapado en falda y pie desnudo que se mueven
lluvia, y el cochero de largo látigo y mezclan como viento y hojas.
tose, el condenado! Lo demás, hasta Amor de niña de pie pequeño y
muy largas distancias, permanece gran cigarro, flores de ámbar en el
inmóvil, cubierto por el mes de puro y cilíndrico peinado, y de
junio, y sus vegetaciones mojadas, andar en peligro, como un lirio de
sus animales callados, se unen pesada cabeza, de gruesa
como olas. Sí, qué mar de invierno, consistencia.
qué dominio sumergido trata de Y mi esposa a mi orilla, al lado
sobrevivir, y, aparentemente de mi rumor tan venido de lejos, mi
muerto, cruza de largos velámenes, esposa birmana, hija del rey.
mortuorios esta densa superficie? Su enrollado cabello negro
A menudo, de atardecer entonces beso, y su pie dulce y
acaecido, arrimo la luz a la ventana, perpetuo: y acercada ya la noche,
v me miro, sostenido por maderas desencadenado su molino, escucho
miserables, tendido en la humedad a mi tigre y lloro a mi ausente.
como un ataúd envejecido, entre
paredes bruscamente débiles.
ESTABLECIMIENTOS NOCTURNOS
Sueño, de una ausencia a otra, y a
otra distancia, recibido y amargo. DIFÍCILMENTE LLAMO A la
realidad, como el perro, y también

EL JOVEN MONARCA aúllo. Cómo amaría establecer el


diálogo del hidalgo y el barquero, difuntos quemados
pintar la jirafa, describir los con azafrán y frutas, envueltos en
acordeones, celebrar mi musa muselina escarlata:
desnuda y enroscada a mi cintura de bajo mi balcón esos muertos
asalto y residencia. Así es mi terribles
cintura, mi cuerpo en general, una pasan sonando cadenas y flautas de
lucha despierta y larga, y mis cobre,
riñones escucha. estridentes y finas y lúgubres silban
Oh, Dios, cuántas ranas entre el color de las pesadas flores
habituadas a la noche, silbando y envenenadas
roncando con gargantas de seres y el grito de los cenicientos
humanos a los cuarenta años, y qué danzarines
angosta y sideral es la curva que y el creciente y monótono de los
hasta lo más lejos me rodea! tamtam
Llorarían en mi caso los cantores y el humo de las maderas que arden
italianos, los doctores de y huelen.
astronomía ceñidos por esta alba
negra, definidos hasta el corazón Porque una vez doblado el camino,
por esta aguda espada. junto al turbio río,
Y luego esa condensación, esa sus corazones, detenidos
unidad de elementos de la noche, o iniciando un mayor movimiento
esa suposición puesta detrás de cada rodarán quemados, con la pierna y
cosa, y ese frío tan claramente el pie hechos fuego,
sostenido por estrellas. y la trémula ceniza caerá sobre el
Execración para tanto muerto agua,
que no mira, para tanto herido de flotará como ramo de flores
alcohol o infelicidad, y loor al calcinadas
nochero, al intelligente que soy yo, o como extinto fuego dejado por tan
sobreviviente adorador de los cielos poderosos viajeros
que hicieron arder algo sobre las
negras aguas, y devoraron
ENTIERRO EN EL ESTE
un aliento desaparecido y un licor

YO TRABAJO DE noche, rodeado de extremo.

ciudad,
de pescadores, de alfareros, de
Parte III
El pequeño empleado, después de
mucho,
CABALLERO
después del tedio semanal, y las
SOLO
novelas leídas de noche en cama
LOS JÓVENES HOMOSEXUALES y las ha definitivamente seducido a su
muchachas amorosas, vecina,
y las largas viudas que sufren el y la lleva a los miserables
delirante insomnio, cinematógrafos
y las jóvenes señoras preñadas hace donde los héroes son potros o
treinta horas, príncipes apasionados,
y los roncos gatos que cruzan mi y acaricia sus piernas llenas de
jardín en tinieblas, dulce vello
como un collar de palpitantes ostras con sus ardientes y húmedas manos
sexuales que huelen a cigarrillo.
rodean mi residencia solitaria,
como enemigos establecidos contra Los atardeceres del seductor y las
mi alma, noches de los esposos
como conspiradores en traje de se unen como dos sábanas
dormitorio sepultándome,
que cambiaran largos besos espesos y las horas después del almuerzo en
por consigna. que los jóvenes estudiantes
El radiante verano conduce a los y las jóvenes estudiantes, y los
enamorados sacerdotes se masturban,
en uniformes regimientos y los animales fornican
melancólicos, directamente,
hechos de gordas y flacas y alegres y las abejas huelen a sangre, y las
y tristes parejas: moscas zumban coléricas,
bajo los elegantes cocoteros, junto y los primos juegan extrañamente
al océano y la luna, con sus primas,
hay una continua vida de pantalones y los médicos miran con furia al
y polleras, marido de la joven paciente,
un rumor de medias de seda y las horas de la mañana en que el
acariciadas, profesor, como descuido,
y senos femeninos que brillan como cumple con su deber conyugal y
ojos. desayuña,
y más aún, los adúlteros, que se
aman con verdadero amor mi dormitorio,
sobre lechos altos y largos como y así, pues, miro mis piernas como
embarcaciones: si pertenecieran a otro cuerpo,
seguramente, eternamente me rodea y fuerte y dulcemente estuvieran
este gran bosque respiratorio y pegadas a mis entrañas.
enredado
con grandes flores como bocas y Como tallos o femeninas, adorables
dentaduras cosas,
y negras raíces en forma de uñas y desde las rodillas suben, cilíndricas
zapatos. y espesas,
con turbado y compacto material de
existencia;
RITUAL DE MIS
PIERNAS como brutales, gruesos brazos de
diosa,
LARGAMENTE HE como árboles monstruosamente
PERMANECIDO mirando mis largas vestidos de seres humanos,
piernas, como fatales, inmensos labios
con ternura infinita y curiosa, con sedientos y tranquilos,
mi acostumbrada pasión, son allí la mejor parte de mi cuerpo:
como si hubieran sido las piernas de lo enteramente sustancial, sin
una mujer “divina” complicado contenido
profundamente sumida en el abismo de sentidos o tráqueas o intestinos o
de mi tórax: ganglios:
y es que, la verdad, cuando el nada, sino lo puro, lo dulce y espeso
tiempo, el tiempo pasa, de mi propia vida,
sobre la tierra, sobre el techo, sobre guardando la vida, sin embargo, de
mi impura cabeza, una manera completa.
y pasa, el tiempo pasa, y en mi
lecho no siento de noche que una Las gentes cruzan el mundo en la
mujer está respirando, actualidad
durmiendo desnuda y a mi lado, sin apenas recordar que poseen un
entonces, extrañas, oscuras cosas cuerpo y en él la vida,
toman el lugar de la ausente, y hay miedo, hay miedo en el
viciosos, melancólicos mundo de las palabras que designan
pensamientos el cuerpo,
siembran pesadas posibilidades en y se habla favorablemente de la
ropa, la exactitud y lo necesario
de pantalones es posible hablar, de dispuestos en definitiva.
trajes,
y de ropa interior de mujer (de Sin sensualidad, cortas y duras, y
medias y ligas de “señora”), masculinas,
como si por las calles fueran las son allí mis piernas, y dotadas
prendas y los trajes vacíos por de grupos musculares como
completo animales complementarios,
y un oscuro y obsceno guardarropas y allí también una vida, una sólida,
ocupara el mundo. sutil, aguda vida
sin temblar permanece, aguardando
Tienen existencia los trajes, color, y actuando.
forma, designio, En mis pies cosquillosos,
y profundo lugar en nuestros mitos, y duros como el sol, y abiertos
demasiado lugar, como flores,
demasiados muebles y demasiadas y perpetuos, magníficos soldados
habitaciones hay en el mundo, en la guerra gris del espacio,
y mi cuerpo vive entre y bajo tantas todo termina, la vida termina
cosas abatido, definitivamente en mis pies,
con un pensamiento fijo de lo extranjero y lo hostil allí
esclavitud y de cadenas. comienza:
Bueno, mis rodillas, como nudos, los nombres del mundo, lo
particulares, funcionarios, fronterizo y lo remoto,
evidentes, lo sustantivo y lo adjetivo que no
separan las mitades de mis piernas caben en mi corazón
en forma seca: con densa y fría constancia allí se
y en realidad dos mundos originan.
diferentes, dos sexos diferentes
no son tan diferentes como las dos Siempre,
mitades de mis piernas. productos manufacturados, medias,
Desde la rodilla hasta el pie una zapatos,
forma dura, o simplemente aire infinito,
mineral, fríamente útil, aparece, habrá entre mis pies y la tierra
una criatura de hueso y persistencia, extremando lo aislado y lo solitario
y los tobillos no son ya sino el de mi ser,
propósito desnudo, algo tenazmente supuesto entre mi
vida y la tierra, o copra,
algo abiertamente invencible y sensitivas barrigas de mujeres
enemigo. encinta,
pobremente vestidas de gris,
pacientemente
EL FANTASMA
DEL BUQUE DE esperando en la sombra de un
CARGA
doloroso cine.

DISTANCIA REFUGIADA SOBRE tubos


Las aguas exteriores de repente
de espuma,
se oyen pasar, corriendo como un
sal en rituales olas y órdenes
caballo opaco,
definidos,
con un ruido de pies de caballo en
y un olor y rumor de buque viejo,
el agua,
de podridas maderas y hierros
rápidas, sumergiéndose otra vez en
averiados,
las aguas.
y fatigadas máquinas que aúllan y
Nada más hay entonces que el
lloran
tiempo en las cabinas:
empujando la proa, pateando los
el tiempo en el desventurado
costados,
comedor solitario,
mascando lamentos, tragando y
inmóvil y visible como una gran
tragando distancias,
desgracia.
haciendo un ruido de agrias aguas
Olor de cuero y tela densamente
sobre las agrias aguas,
gastados,
moviendo el viejo buque sobre las
y cebollas, y aceite, y aún más,
viejas aguas.
olor de alguien flotando en los
rincones del buque,
Bodegas interiores, túneles
olor de alguien sin nombre
crepusculares
que baja como una ola de aire las
que el día intermitente de los
escalas,
puertos visita:
y cruza corredores con su cuerpo
sacos, sacos que un dios sombrío ha
ausente,
acumulado
y observa con sus ojos que la
como animales grises, redondos y
muerte preserva.
sin ojos,
con dulces orejas grises,
Observa con sus ojos sin color, sin
y vientres estimables llenos de trigo
mirada,
lento, y pasa temblando, sin su color y su olor de olvidado
presencia ni sombra: fantasma,
los sonidos lo arrugan, las cosas lo y frescas y profundas desarrollan su
traspasan, baile
su transparencia hace brillar las como vidas de fuego, como sangre
sillas sucias. o perfume,
Quién es ese fantasma sin cuerpo de nuevas y fuertes surgen, unidas y
fantasma, reunidas.
con sus pasos livianos como harina
nocturna Sin gastarse las aguas, sin
y su voz que sólo las cosas costumbre ni tiempo,
patrocinan? verdes de cantidad, eficaces y frías,
Los muebles viajan llenos de su ser tocan el negro estómago del buque
silencioso y su materia
como pequeños barcos dentro del lavan, sus costras rotas, sus arrugas
viejo barco, de hierro:
cargados de su ser desvanecido y roen las aguas vivas la cáscara del
vago: buque,
los roperos, las verdes carpetas de traficando sus largas banderas de
las mesas, espuma
el color de las cortinas y del suelo, y sus dientes de sal volando en
todo ha sufrido el lento vacío de sus gotas.
manos,
y su respiración ha gastado las Mira el mar el fantasma con su
cosas. rostro sin ojos:
el círculo del día, la tos del buque,
Se desliza y resbala, desciende, un pájaro
transparente, en la ecuación redonda y sola del
aire en el aire frío que corre sobre el espacio,
buque, y desciende de nuevo a la vida del
con sus manos ocultas se apoya en buque
las barandas cayendo sobre el tiempo muerto y la
y mira el mar amargo que huye madera,
detrás del buque. resbalando en las negras cocinas y
Solamente las aguas rechazan su cabinas,
influencia, lento de aire y atmósfera y desolado
espacio. retratos de nadie en las paredes.
Cuánta sombra de la que hay en mi
alma daría por recobrarte,
TANGO DEL
VIUDO y qué amenazadores me parecen los
nombres de los meses,
OH MALIGNA, YA habrás hallado la y la palabra invierno qué sonido de
carta, ya habrás llorado de furia, tambor lúgubre tiene.
y habrás insultado el recuerdo de
mi madre Enterrado junto al cocotero
llamándola perra podrida y madre hallarás más tarde
de perros, el cuchillo que escondí allí por
ya habrás bebido sola, solitaria, el temor de que me mataras,
té del atardecer y ahora repentinamente quisiera
mirando mis viejos zapatos vacíos oler su acero de cocina
para siempre acostumbrado al peso de tu mano y
y ya no podrás recordar mis al brillo de tu pie:
enfermedades, mis sueños bajo la humedad de la tierra, entre
nocturnos, mis comidas, las sordas raíces,
sin maldecirme en voz alta como si de los lenguajes humanos el pobre
estuviera allí aún sólo sabría tu nombre,
quejándome del trópico de los y la espesa tierra no comprende tu
coolíes corringhis, nombre
de las venenosas fiebres que me hecho de impenetrables substancias
hicieron tanto daño divinas.
y de los espantosos ingleses que
odio todavía. Así como me aflige pensar en el
claro día de tus piernas
Maligna, la verdad, qué noche tan recostadas como detenidas y duras
grande, qué tierra tan sola! aguas solares,
He llegado otra vez a los y la golondrina que durmiendo y
dormitorios solitarios, volando vive en tus ojos,
a almorzar en los restaurantes y el perro de furia que asilas en el
comida fría, y otra vez corazón,
tiro al suelo los pantalones y las así también veo las muertes que
camisas, están entre nosotros desde ahora,
no hay perchas en mi habitación, ni y respiro en el aire la ceniza y lo
destruido, llargamente escucha y respira.
el largo, solitario espacio que me
rodea para siempre. Morir deseo, vivir quiero,
herramienta, perro infinito,
Daría este viento del mar gigante movimiento de océano espeso
por tu brusca respiración con vieja y negra superficie.
oída en largas noches sin mezcla de
olvido, Para quién y a quién en la sombra
uniéndose a la atmósfera como el mi gradual guitarra reseuna
látigo a la piel del caballo. naciendo en la sal de mi ser
Y por oírte orinar, en la oscuridad, como el pez en la sal del mar?
en el fondo de la casa,
como vertiendo una miel delgada, Ay, qué continuo país cerrado,
trémula, argentina, obstinada, neutral, en la zona del fuego,
cuántas veces entregaría este coro inmóvil, en el giro terrible,
de sombras que poseo, seco, en la humedad de las cosas.
y el ruido de espadas inútiles que se
oye en mi alma, Entonces, entre mis rodillas,
y la paloma de sangre que está bajo la raíz de mis ojos,
solitaria en mi frente prosigue cosiendo mi alma:
llamando cosas desaparecidas, su aterradora aguja trabaja.
seres desaparecidos,
substancias extrañamente Sobrevivo en medio del mar,
inseparables y perdidas. solo y tan locamente herido,
tan solamente persistiendo,
heridamente abandonado.
Parte IV

CANTARES TRABAJO
FRÍO

LA PARRACIAL ROSA devora


DÍME, DEL TIEMPO, resonando
y sube a la cima del santo:
en tu esfera parcial y dulce,
con espesas garras sujeta
no oyes acaso el sordo gemido?
el tiempo al fatigado ser:
hincha y sopla en las venas duras,
No sientes de lenta manera,
ata el cordel pulmonar, etonces
en trabajo trémulo y ávido,
la insistente noche que vuelve? desamparo y la inteligencia,
suave y seguro sobre las aguas
Secas sales y sangre aéreas, eternamente turbadas?
atropellado correr ríos,
temblando el testigo constata. Qué vitales, rápidas alas de un
nuevo ángel de sueños
Aumento oscuro de paredes, instalar en mis hombros dormidos
crecimiento brusco de puertas, para seguridad perpetua,
delirante población de estímulos, de tal manera que el camino entre
circulaciones implacables. las estrellas de la muerte
sea un violento vuelo comenzado
Alrededor, de infinito modo, desde hace muchos días y meses y
en propaganda interminable, siglos?
de hocico armado y definido,
el espacio hierve y se puebla. Tal vez la debilidad natural de los
seres recelosos y ansiosos
No oyes la constante victoria, busca de súbito permanencia en el
en la carrera de los seres, tiempo y límites en la tierra,
del tiempo, lento como el fuego, tal vez las fatigas y las edades
seguro y espeso y hercúleo, acumuladas implacablemente
acumulando su volumen se extienden como la ola lunar de
y añadiendo su triste hebra? un océano recién creado
sobre litorales y tierras
Como una planta perpetua, aumenta angustiosamente desiertas.
su delgado y pálido hilo,
mojado de gotas que caen Ay, que lo que soy siga existiendo y
sin sonido, en la soledad. cesando de existir,
y que mi obediencia se ordene con
tales condiciones de hierro
SIGNIFICA
SOMBRAS que el temblor de las muertes y de
los nacimientos no conmueva
QUÉ ESPERANZA CONSIDERAR, qué el profundo sitio que quiero
presagio puro, reservar para mí eternamente.
qué definitivo beso enterrar en el
corazón, Sea, pues, lo que soy, en alguna
someter en los orígenes del parte y en todo tiempo,
establecido y asegurado y ardiente arqueadas masas de oro con gotas
testigo, en la cola,
cuidadosamente destruyéndose y tiburones de escama y espuma
preservándos incesantemente, temblorosa,
evidentemente empeñado en su salmones azulados de congelados
deber original. ojos.

Herramientas que caen, carretas de


Residencia en la tierra, 2
(1931-1935): legumbres,
Libro 2
rumores de racimos aplastados,
Parte I
violines llenos de agua,
detonaciones frescas,
UN DÍA
SOBRESALE motores sumergidos y polvorienta
sombra,
DE LO SONORO salen números, fábricas, besos,
números moribundos y cifras con botellas palpitantes,
estiércol, gargantas,
rayos humedecidos y relámpagos en torno a mí la noche suena,
sucios. el día, el mes, el tiempo,
De lo sonoro, creciendo, cuando sonando como sacos de campanas
la noche sale sola, como reciente mojadas
viuda, o pavorosas bocas de sales
como paloma o amapola o beso, quebradizas.
y sus maravillosas estrellas se
dilatan. Olas del mar, derrumbes,
uñas, pasos del mar,
En lo sonoro la luz se verifica: arrolladas corrientes de animales
las vocales se inundan, el llanto cae deshechos,
en pétalos, pitazos en la niebla ronca
un viento de sonido como una ola deciden los sonidos de la dulce
retumba, aurora
brilla, y peces de frío y elástico la despertando en el mar abandonado.
habitan.

A lo sonoro el alma rueda


Peces en el sonido, lentos, agudos, cayendo desde sueños,
húmedos, rodeada aún por sus palomas
negras, tuertas,
todavía forrada por sus trapos de y sus gargantas anegadas
ausencia. suenan de pronto como cataratas.

A lo sonoro el alma acude Ved cómo se levantan los párpados


y sus bodas veloces celebra y del moho
precipita. y se desencadena la cerradura roja
y la guirnalda desarrolla sus
Cáscaras del silencio, de azul asuntos,
turbio, cosas que crecen,
comos frascos de oscuras farmacias los puentes aplastados por los
clausuradas, grandes tranvías
silencio envuelto en pelo, rechinan como camas con amores,
silencio galopando en caballos sin la noche ha abierto sus puertas de
patas piano:
y máquinas dormidas, y velas sin como un caballo el día corre en sus
atmósfera, tribunales.
y trenes de jazmín desalentado y
cera, De lo sonoro sale el día
y agobiados buques llenos de de aumento y grado,
sombras y sombreros. y también de violetas cortadas y
cortinas,
Desde el silencio sube el alma de extensiones, de sombra recién
con rosas instantáneas, huyendo
y en la mañana del día se desploma, y gotas que del corazón del cielo
y se ahoga de bruces en la luz que caen como sangre celeste.
suena.

SÓLO LA
Zapatos bruscos, bestias, utensilios MUERTE
olas de gallos duros derramándose,
relojes trabajando como estómagos HAY CEMENTERIOS SOLOS,

secos, tumbas llenas de huesos sin sonido,

ruedas desenrollándose en rieles el corazón pasando un túnel

abatidos, oscuro, oscuro, oscuro,

y water-closets blancos despertando como un naufragio hacia adentro

con ojos de madera, como palomas nos morimos,


como ahogarnos en el corazón, sin garganta.
como irnos cayendo desde la piel al Sin embargo sus pasos suenan
alma. y su vestido suena, callado, como
Hay cadáveres, un árbol.
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos, Yo no sé, yo conozco poco, yo
como un sonido puro, apenas veo,
como un ladrido sin perro, pero creo que su canto tiene color
saliendo de ciertas campanas, de de violetas húmedas,
ciertas tumbas, de violetas acostumbradas a la
creciendo en la humedad como el tierra
llanto o la lluvia. porque la cara de la muerte es
verde,
Yo veo, solo, a veces, y la mirada de la muerte es verde,
ataúdes a vela con la aguda humedad de una hoja
zarpar con difuntos pálidos, con de violeta
mujeres de trenzas muertas, y su grave color de invierno
con panaderos blancos como exasperado.
ángeles,
con niñas pensativas casadas con Pero la muerte va también por el
notarios, mundo vestida de escoba,
ataúdes subiendo el río vertical de lame el suelo buscando difuntos,
los muertos, la muerte está en la escoba,
el río morado, es la lengua de la muerte buscando
hacia arriba, con las velas muertos,
hinchadas por el sonido de la es la aguja de la muerte buscando
muerte, hilo.
hinchadas por el sonido silencioso La muerte está en los catres:
de la muerte. en los colchones lentos, en las
frazadas negras
A lo sonoro llega la muerte vive tendida, y de repente sopla:
como un zapato sin pie, como un sopla un sonido oscuro que hincha
traje sin hombre, sábanas,
llega a golpear con un anillo sin y hay camas navegando a un puerto
piedra y sin dedo, en donde está esperando, vestida de
llega a gritar sin boca, sin lengua,
almirante. el mar reparte el sonido del
corazón,
lloviendo, atardeciendo, en una
BARCAROLA
costa sola:

SI SOLAMENTE ME tocaras el la noche cae sin duda,

corazón, y su lúgubre azul de estandarte en

si solamente pusieras tu boca en mi naufragio

corazón, se puebla de planetas de plata

tu fina boca, tus dientes, enronquecida.

si pusieras tu lengua como una


flecha roja Y suena el corazón como un caracol

allí donde mi corazón polvoriento agrio,

golpea, llama, oh mar, oh lamento, oh

si soplaras en mi corazón, cerca del derretido espanto

mar, llorando, esparcido en desgracias y olas

sonaría con un ruido oscuro, con desvencijadas:

sonido de ruedas de tren con sueño, de lo sonoro el mar acusa

como aguas vacilantes, sus sombras recostadas, sus

como el otoño en hojas, amapolas verdes.

como sangre,
con un ruido de llamas húmedas Si existieras de pronto, en una costa

quemando el cielo, lúgubre,

sonando como sueños o ramas o rodeada por el día muerto,

lluvias, frente a una nueva noche,

o bocinas de puerto triste, llena de olas,

si tú soplaras en mi corazón cerca y soplaras en mi corazón de miedo

del mar, frío,

como un fantasma blanco, soplaras en la sangre sola de mi

al borde de la espuma, corazón,

en mitad del viento, soplaras en su movimiento de

como un fantasma desencadenado, paloma con llamas,

a la orilla del mar, llorando. sonarían sus negras sílabas de


sangre,

Como ausencia extendida, como crecerían sus incesantes aguas rojas,

campana súbita, y sonaría, sonaría a sombras,


sonaría como la muerte,
llamaría como un tubo lleno de sonando.
viento o llanto,
o una botella echando espanto a En la estación marina
borbotones. su caracol de sombra circula como
un grito,
Así es, y los relámpagos cubrirían los pájaros del mar lo desestiman y
tus trenzas huyen,
y la lluvia entraría por tus ojos sus listas de sonido, sus lúgubres
abiertos barrotes
a preparar el llanto que sordamente se levantan a orillas del océano
encierras, solo.
y las alas negras del mar girarían en
torno
EL SUR DEL
de ti, con grandes garras, y OCÉANO
graznidos, y vuelos.
DE CONSUMIDA SAL y garganta en

Quieres ser el fantasma que sople, peligro

solitario, están hechas las rosas del océano

cerca del mar su estéril, triste solo,

instrumento? el agua rota sin embargo,

Si solamente llamaras, y pájaros temibles,

su prolongado son, su maléfico pito, y no hay sino la noche acompañada

su orden de olas heridas, del día, y el día acompañado

alguien vendría acaso, de un refugio, de una

alguien vendría, pezuña, del silencio.

desde las cimas de las islas, desde el


fondo rojo del mar, En el silencio crece el viento

alguien vendría, alguien vendría. con su hoja única y su flor


golpeada,

Alguien vendría, sopla con furia, y la arena que tiene sólo tacto y

que suene como sirena de barco silencio,

roto, no es nada, es una sombra,

como lamento, una pisada de caballo vago,

como un relincho en medio de la no es nada sino una ola que el

espuma y la sangre, tiempo ha recibido,

como un agua feroz mordiéndose y porque todas las aguas van a los
ojos fríos en su saco de piedra gastado por
del tiempo que debajo del océano las lágrimas
mira. y por las mordeduras de pescados
siniestros.
Ya sus ojos han muerto de agua
muerta y palomas, Es verdad, es la luna descendiendo
y son dos agujeros de latitud con crueles sacudidas de esponja,
amarga es, sin embargo,
por donde entran los peces de la luna tambaleando entre las
ensangrentados dientes madrigueras,
y las ballenas buscando la luna carcomida por los gritos del
esmeraldas, agua,
y esqueletos de pálidos caballeros los vientres de la luna, sus escamas
deshechos de acero despedido: y desde
por las lentas medusas, y además entonces
varias asociaciones de arrayán al final del Océano desciende,
venenoso, azul y azul, atravesada por azules,
manos aisladas, flechas, ciegos azules de materia ciega,
revólveres de escama, arrastrando su cargamento
interminablemente corren por sus corrompido,
mejillas buzos, maderas, dedos,
y devoran sus ojos de sal destituida. pescadora de la sangre que en las
Cuando la luna entrega sus cimas del mar
naufragios, ha sido derramada por grandes
sus cajones, sus muertos desventuras.
cubiertos de amapolas masculinas,
cuando en el saco de la luna caen Pero hablo de una orilla, es allí
los trajes sepultados en el mar donde azota
con sus largos tormentos, sus el mar con furia y las olas golpean
barbas derribadas, los muros de ceniza. Qué es esto?
sus cabezas que el agua y el orgullo Es una sombra?
pidieron para siempre No es la sombra, es la arena de la
en la extensión se oyen caer triste república,
rodillas es un sistema de algas, hay alas,
hacia el fondo del mar traídas por hay
la luna un picotazo en el pecho del cielo:
oh superficie herida por las olas, marchito, impenetrable, como un
oh manantial del mar, cisne de fieltro
si la lluvia asegura tus secretos, si navegando en un agua de origen y
el viento interminable ceniza.
mata los pájaros, si solamente el
cielo, El olor de las peluquerías me hace
sólo quiero morder tus costas y llorar a gritos.
morirme, Sólo quiero un descanso de piedras
sólo quiero mirar la boca de las o de lana,
piedras sólo quiero no ver establecimientos
por donde los secretos salen llenos ni jardines,
de espuma. ni mercaderías, ni anteojos, ni
ascensores.
Es una región sola, ya he hablado
de esta región tan sola, Sucede que me canso de mis pies y
donde la tierra está llena de mis uñas
océano, y mi pelo y mi sombra.
y no hay nadie sino unas huellas de Sucede que me canso de ser
caballo, hombre.
no hay nadie sino el viento, no hay
nadie Sin embargo sería delicioso
sino la lluvia que cae sobre las asustar a un notario con un lirio
aguas del mar, cortado
nadie sino la lluvia que crece sobre o dar muerte a una monja con un
el mar. golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo
verde
Parte II
y dando gritos hasta morir de frío.

WALKING
AROUND No quiero seguir siendo raíz en las
tinieblas,
SUCEDE QUE ME canso de ser vacilante, extendido, tiritando de
hombre. sueño,
Sucede que entro en las sastrerías y hacia abajo, en las tripas mojadas
en los cines de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo hay paraguas en todas partes, y
cada día. venenos, y ombligos.

No quiero para mí tantas desgracias. Yo paseo con calma, con ojos, con
No quiero continuar de raíz y de zapatos,
tumba, con furia, con olvido,
de subterráneo solo, de bodega con paso, cruzo oficinas y tiendas de
muertos ortopedia,
ateridos, muriéndome de pena. y patios donde hay ropas colgadas
de un alambre:
Por eso el día lunes arde como el calzoncillos, toallas y camisas que
petróleo lloran
cuando me ve llegar con mi cara de lentas lágrimas sucias.
cárcel,
y aúlla en su transcurso como una
DESESPEDIENT
rueda herida, E
y da pasos de sangre caliente hacia
la noche. LA PALOMA ESTÁ llena de papeles
caídos,

Y me empuja a ciertos rincones, a su pecho está manchado por gomas

ciertas casas húmedas, y semanas,

a hospitales donde los huesos salen por secantes más blancos que un

por la ventana, cadáver

a ciertas zapaterías con olor a y tintas asustadas de su color

vinagre, siniestro.

a calles espantosas como grietas.


Ven conmigo a la sombra de las

Hay pájaros de color de azufre y administraciones,

horribles intestinos al débil, delicado color pálido de los

colgando de las puertas de las casas jefes,

que odio, a los túneles profundos como

hay dentaduras olvidadas en una calendarios,

cafetera, a la doliente rueda de mil páginas.

hay espejos
que debieran haber llorado de Examinaremos ahora los títulos y

vergüenza y espanto, las condiciones,


las actas especiales, los desvelos, entre naves
las demandas con sus dientes de y el perfume que baila de noche, de
otoño nauseabundo, rodillas,
la furia de cenicientos destinos y arrastrando un planeta de rosas
tristes decisiones. perforadas.

Es un relato de huesos heridos, Con un traje de perro y una mancha


amargas circunstancias e en la frente
interminables trajes, caigamos a la profundidad de los
y medias repentinamente serias. papeles,
Es la noche profunda, la cabeza sin a la ira de las palabras encadenadas,
venas a manifestaciones tenazmente
de donde cae el día de repente difuntas,
como de una botella rota por un a sistemas envueltos en amarillas
relámpago. hojas.

Son los pies y los relojes y los Rodad conmigo a las oficinas, al
dedos incierto
y una locomotora de jabón olor de ministerios, y tumbas, y
moribundo, estampillas.
y un agrio cielo de metal mojado, Venid conmigo al día blanco que se
y un amarillo río de sonrisas. muere
dando gritos de novia asesinada.
Todo llega a la punta de dedos
como flores,
LA CALLE
a uñas como relámpagos, a sillones DESTRUÍDA
marchitos,
todo llega a la tinta de la muerte POR EL HIERRO injuriado, por los

y a la boca violeta de los timbres. ojos del yeso


pasa una lengua de años diferentes

Lloremos la defunción de la tierra y del tiempo. Es una cola

el fuego, de ásperas crines, unas manos de

las espadas, las uvas, piedra llennas de ira,

los sexos con sus duros dominios de y el color de las cosas enmudece, y

raíces, estallan

las naves del alcohol navegando las decisiones de la arquitectura,


un pie terrible ensucia los balcones: heridas por la lluvia, la sed de las
con lentitud, con sombra alcobas, y los grandes
acumulada, carteles de los cines en donde
con máscaras mrdidas de invierno y luchan
lentitud, la pantera y el trueno,
se pasean los días de alta frente las lanzas del geranio, los
entre casas sin luna. almacenes llenos de miel perdida,
la tos, los trajes de tejillo brillante,
El agua y la costumbre y el lodo todo se cubre de un sabor mortal
blanco a retroceso y humedad y herida.
que la estrella despide, y en especial
el aire que las campanas han Tal vez las conversaciones
golpeado con furia anudadas, el roce de los cuerpos,
gastan las cosas, tocan la virtud de las fatigadas señoras
las ruedas, se detienen que anidan en el humo,
en las cigarrerías, los tomates asesinados
y crece el pelo rojo con las cornisas implacablemente,
como un largo lamento, mientras a el paso de los caballos de un triste
lo profundo regimiento,
caen llaves, relojes, la luz, la presión de muchos dedos
flores asimiladas al olvido. sin nombre
gastan la fibra plana de la cal,
Dónde está la violeta recién parida? rodean de aire neutro las fachadas
Dónde como cuchillos: mientras
la corbata y el virginal céfiro rojo? el aire del peligro roe las
Sobre las poblaciones circunstancias,
una lengua de polvo podrido se los ladrillos, la sal se derrama como
adelanta aguas
rompiendo anillos, royendo pintura, y los carros de gordos ejes
haciendo aullar sin voz las sillas tambalean.
negras,
cubriendo los florones del cemento, Ola de rosas rotas y agujeros!
los baluartes Futuro
del metal destrozado, de la vena olorosa! Objetos sin
el jardín y la lana, las ampliaciones piedad!
de fotografías ardientes Nadie circule! Nadie abra los
brazos un comedor abandonado
dentro del agua ciega! como una espina: me refiero
Oh movimiento, oh nombre a una copa trizada, a una cortina, al
malherido, fondo
oh cucharada de viento confuso de una sala desierta por donde pasa
y color azotado. Oh herida en donde un río
caen arrastrando las piedras. Es una casa
hasta morir las guitarras azules! situada en los cimientos de la lluvia,
una casa de dos pisos con ventanas
obligatorias
MELANCOLÍA
EN LAS y enredaderas estrictamente fieles.
FAMILIAS

Voy por las tardes, llego


CONSERVO UN FRASCO azul,
lleno de lodo y muerte,
dentro de él una oreja y un retrato:
arrastrando la tierra y sus raíces,
cuando la noche obliga
y su vaga barriga en donde duermen
a las plumas del búho,
cadáveres con trigo,
cuando el ronco cerezo
metales, elefantes derrumbados.
se destroza los labios y amenaza
con cáscaras que el viento del
Pero por sobre todo hay un terrible,
océano a menudo perfora,
un terrible comedor abandonado,
yo sé que hay grandes extensiones
con las alcuzas rotas
hundidas,
y el vinagre corriendo debajo de las
cuarzo en lingotes,
sillas,
cieno,
un rayo detenido de la luna,
aguas azules para una batalla,
algo oscuro, y me busco
mucho silencio, muchas
una comparación dentro de mí:
vetas de retroceso y alcanfores,
tal vez es una tienda rodeada por el
cosas caídas, medallas, ternuras,
mar
paracaídas, besos.
y los paños rotos goteando de
salmuera.
No es sino el paso de un día hacia
otro,
Es sólo un comedor abandonado,
una sola botella andando por los
y alrededor hay extensiones,
mares,
fábricas sumergidas, maderas
y un comedor adonde llegan rosas,
que sólo yo conozco,
porque estoy triste y viajo, muerto
y conozco la tierra, y estoy triste. quiero que pases, por un mar sin
peces,
sin escamas, sin náufragos,
MATERNIDAD
por un hotel sin pasos,

¿POR QUÉ TE precipitas hacia la por un túnel sin humo.

maternidad y verificas
tu ácido oscuro con gramos a Es para ti este mundo en que no

menudo fatales? nace nadie,

El porvenir de las rosas ha llegado! en que no existen

El tiempo ni la corona muerta ni la flor

de la red y el relámpago! Las uterina,

suaves peticiones es tuyo este planeta lleno de piel y

de las hojas perdidamente piedras.

alimentadas!
Un río roto en desmesura Hay sombra allí para todas las

recorre habitaciones y canastos vidas. Hay círculos de leche y

infundiendo pasiones y desgracias edificios de sangre,

con su pesado liquido y su golpe de y torres de aire verde.

gotas. Hay silencio en los muros, y


grandes vacas pálidas

Se trata de una súbita estación con pezuñas de vino.

que puebla ciertos huesos, ciertas


manos, Hay sombra allí para que continúe

ciertos trajes marinos. el diente en la mandíbula y un labio


frente a otro,

Y ya que su destello hace variar las y para que tu boca pueda hablar sin

rosas morirse,

dándoles pan y piedras y rocío, y para que tu sangre no se

oh madre oscura, ven, derrumbe en vano.

con una máscara en la mano


izquierda Oh madre oscura, hiéreme

y con los brazos llenos de sollozos. con diez cuchillos en el corazón,


hacia ese lado, hacia ese tiempo

Por corredores donde nadie ha claro,


hacia esa primavera sin cenizas.
vinagre
Hasta que rompas sus negras y el agrio aire que horada las
maderas escalas:
llama en mi corazón, hasta que un en ese instante en que el día se cae
mapa con las plumas deshechas,
de sangre y de cabellos no hay sino llanto, nada más que
desbordados llanto,
manche los agujeros y la sombra, porque sólo sufrir, solamente sufrir,
hasta que lloren sus vidrios golpea, y nada más que llanto.
hasta que se derramen sus agujas.
El mar se ha puesto a golpear por
La sangre tiene dedos y abre años una pata de pájaro,
túneles y la sal golpea y la espuma devora,
debajo de la tierra. las raíces de un árbol sujetan una
mano de niña,
las raíces de un árbol más grande
ENFERMEDADE
S EN MI CASA que una mano de niña,
más grande que una mano del cielo,
CUANDO EL DESEO de alegría con y todo el año trabajan, cada día de
sus dientes de rosa luna
escarba los azufres caídos durante sube sangre de niña hacia las hojas
muchos meses manchadas por la luna,
y su red natural, sus cabellos y hay un planeta de terribles dientes
sonando envenenando el agua en que caen
a mis habitaciones extinguidas con los niños,
ronco paso llegan, cuando es de noche, y no hay sino
allí la rosa de alambre maldito la muerte,
golpea con arañas las paredes solamente la muerte, y nada más
y el vidrio roto hostiliza la sangre, que el llanto.
y las uñas del cielo se acumulan,
de tal modo que no se puede salir, Como un grano de trigo en el
que no se puede dirigir silencio, pero
un asunto estimable, a quién pedir piedad por un grano
es tanta la niebla, la vaga niebla de trigo?
cagada por los pájaros, Ved cómo están las cosas: tantos
es tanto el humo convertido en trenes,
tantos hospitales con rodillas
quebradas, Ayudadme, hojas que mi corazón
tantas tiendas con gentes ha adorado en silencio,
moribundas: ásperas travesías, inviernos del sur,
entonces, cómo?, cuándo?, cabelleras
a quién pedir por unos ojos del de mujeres mojadas en mi sudor
color de un mes frío, terrestre,
y por un corazón del tamaño del luna del sur del cielo deshojado,
trigo que vacila? venid a mí con un día sin dolor,
No hay sino ruedas y con un minuto en que pueda
consideraciones, reconocer mis venas.
alimentos progresivamente
distribuidos, Estoy cansado de una gota,
líneas de estrellas, copas estoy herido en solamente un
en donde nada cae, sino sólo la pétalo,
noche, y por un agujero de alfiler sube un
nada más que la muerte. río de sangre sin consuelo,
y me ahogo en las aguas del rocío
Hay que sostener los pasos rotos. que se pudre en la sombra,
Cruzar entre tejados y tristezas y por una sonrisa que no crece, por
mientras arde una boca dulce,
una cosa quemada con llamas de por unos dedos que el rosal quisiera
humedad, escribo este poema que sólo es un
una cosa entre trapos tristes como la lamento,
lluvia, solamente un lamento.
algo que arde y solloza,
un síntoma, un silencio.
Entre abandonadas conversaciones
Libro 2
y objetos respirados, Parte III
entre las flores vacías que el destino
corona y abandona, ODA CON UN
hay un río que cae en una herida, LAMENTO

hay el océano golpeando una


OH NIÑA ENTRE las rosas, oh
sombra de flecha quebrantada,
presión de palomas,
hay todo el cielo agujereando un
oh presidio de peces y rosales,
beso.
tu alma es una botella llena de sal acontecimientos funerarios
sedienta en mis desamparadas pasiones y
y una campana llena de uvas es tu desolados besos,
piel. hay el agua que cae en mi cabeza,
mientras crece mi pelo,
Por desgracia no tengo para darte un agua como el tiempo, un agua
sino uñas negra desencadenada,
o pestañas, o pianos derretidos, con una voz nocturna, con un grito
o sueños que salen de mi corazón a de pájaro en la lluvia, con una
borbotones, interminable
polvorientos sueños que corren sombra de ala mojada que protege
como jinetes negros, mis huesos:
sueños llenos de velocidades y mientras me visto, mientras
desgracias. interminablemente me miro en los
espejps y en los vidrios,
Sólo puedo quererte con besos y oigo que alguien me sigue
amapolas, llamádome a sollozos
con guirnaldas mojadas por la con una triste voz podrida por el
lluvia, tiempo.
mirando cenicientos caballos y
perros amarillos. Tú estás de pie sobre la tierra, llena
Sólo puedo quererte con olas a la de dientes y relámpagos.
espalda, Tú propagas los besos y matas las
entre vagos golpes de azufre y hormigas.
aguas ensimismadas, Tú lloras de salud, de cebolla, de
nadando en contra de los abeja,
cementerios que corren en ciertos de abecedario ardiendo.
ríos Tú eres como una espada azul y
con pasto mojado creciendo sobre verde
las tristes tumbas de yeso, y ondulas al tocarte, como un río.
nadando a través de corazones
sumergidos Ven a mi alma vestida de blanco,
y pálidas planillas de niños con un ramo
insepultos. de ensangretadas rosas y copas de
cenizas,
Hay mucha muerte, muchos ven con una manzana y un caballo,
porque allí hay una sala oscura y un y morderé sus orejas y sus venas,
candelabro roto, y haré que retroceda con los ojos
unas sillas torcidas que esperan el cerrados
invierno, en un espeso río de semen verde.
y una paloma muerta, con un
número. La inundaré de amapolas y
relampagos,
la envolveré en rodillas, en labios,
MATERIAL
NUPCIAL en agujas,
la entraré con pulgadas de
DE PIE COMO un cerezo sin cáscara epidermis llorando
ni flores, y presiones de crimen y pelos
especial, encendido, con venas y empapados.
saliva,
y dedos y testículos, La haré huir escapandose por uñas y
miro una niña de papel y luna, suspiros
horizontal, temblando y respirando hacia nunca, hacia nada,
y blanca trepándose a la lenta médula y al
y sus pezones como dos cifras oxígeno,
separadas, agarrándose de recuerdos y razones
y la rosal reunión de sus piernas en como una sola mano, como un dedo
donde partido
su sexo de pestañas nocturnas agitando una uña de sal
parpadea. desamparada.

Pálido, desbordante, Debe correr durmiendo por caminos


siento hundirse palabras en mi boca, de piel
palabras como niños ahogados, en un país con cuchillos, y sábanas,
y rumbo y rumbo y dientes crecen y hormigas,
naves, y con ojos que caen en ella como
y aguas y latitud como quemadas. muertos,
y con gotas de negra materia
La pondré como una espada o un resbalando
espejo, como pescados ciegos o balas de
y abriré hasta la muerte sus piernas agua gruesa.
temerosas,
AGUA SEXUAL
veo barcos,
veo árboles de médula
RODANDO A GOTERONES solos,
erizados como gatos rabiosos,
a gotas como dientes,
veo sangre, puñales y medias de
a espesos goterones de mermelada y
mujer,
sangre,
y pelos de hombre,
rodando a goterones
veo camas, veo corredores donde
cae el agua,
grita una virgen,
como una espada en gotas,
veo frazadas y órganos y hoteles.
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
Veo los sueños sigilosos,
golpeando el eje de la simetría,
admito los postreros días,
pegando en las costuras del alma,
y también los orígenes, y también
rompiendo cosas abandonadas,
los recuerdos,
empapando lo oscuro.
como un párpado atrozmente
levantado a la fuerza
Solamente es un soplo, más húmedo
estoy mirando.
que el llanto,
Y entonces hay este sonido:
un líquido, un sudor, un aceite sin
un ruido ro¡o de huesos,
nombre,
un pegarse de carne,
un movimiento agudo,
y piernas amarillas como espigas
haciéndose, espesándose,
juntándose.
cae el agua,
Yo escucho entre el disparo de los
a goterones lentos,
besos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
escucho, sacudido entre
hacia su ola sin agua.
respiraciones y sollozos.
Estoy mirando, oyendo,
Veo el verano extenso, y un estertor
con la mitad del alma en el mar y la
saliendo de un granero,
mitad del alma en la tierra,
bodegas, cigarras,
y con las dos mitades del alma miro
poblaciones, estímulos,
el mundo.
habitaciones, niñas
Y aunque cierre los ojos y me cubra
durmiendo con las manos en el
el corazón enteramente,
corazón,
veo caer agua sorda,
soñando con bandidos, con
a goterones sordos.
incendios,
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y fatiga,
medusas. y en tu catedral dura me arrodillo
Veo correr un arco iris turbio. golpeándome los labios con un
Veo pasar sus aguas a través de los ángel.
huesos.
Es que soy yo ante tu color de
mundo,
ante tus pálidas espadas muertas,
Libro 2
Parte IV ante tus corazones reunidos,
ante tu silenciosa multitud.
TRES CANTOS MATERIALES
Soy yo ante tu ola de olores
ENTRADA A LA muriendo,
MADERA
envueltos en otoño y resistencia:
soy yo emprendiendo un viaje
CON MI RAZÓN apenas, con mis
funerario
dedos,
entre sus cicatrices amarillas:
con lentas aguas lentas inundadas,
caigo al imperio de los
soy yo con mis lamentos sin origen,
nomeolvides,
sin alimentos, desvelado, solo,
a una tenaz atmósfera de luto,
entrando oscurecidos corredores,
a una olvidada sala decaída,
llegando a tu materia misteriosa.
a un racimo de tréboles amargos.

Veo moverse tus corrientes secas,


Caigo en la sombra, en medio
veo crecer manos interrumpidas,
de destruidas cosas,
oigo tus vegetales oceánicos
y miro arañas, y apaciento bosques
crujir de noche y furia sacudidos,
de secretas maderas inconclusas,
y siento morir hojas hacia adentro,
y ando entre húmedas fibras
incorporando materiales verdes
arrancadas
a tu inmovilidad desamparada.
al vivo ser de substancia y silencio.

Poros, vetas, círculos de dulzura,


Dulce materia, oh rosa de alas
peso, temperatura silenciosa,
secas,
flechas pegadas a tu alma caída,
en mi hundimiento tus pétalos
seres dormidos en tu boca espesa,
subo con pies pesados de roja
polvo de dulce pulpa consumida,
ceniza llena de apagadas almas, y se cierran las puertas a su paso.
venid a mí, a mi sueño sin medida, y los dulces caballos se arrodillan.
caed en mi alcoba en que la noche
cae Sus pies cortados van, sus ojos
y cae sin cesar como agua rota, verdes,
y a vuestra vida, a vuestra muerte van derramados, para siempre
asidme, hundidos
a vuestros materiales sometidos, en ellos los secretos y las gotas:
a vuestras muertas palomas los túneles del mar de donde
neutrales, emergen,
y hagamos fuego, y silencio, y las escaleras que al apio aconseja,
sonido, las desdichadas sombras
y ardamos, y callemos, y campanas. sumergidas,
las determinaciones en el centro del
aire,
APOGEO DEL
APIO los besos en el fondo de las piedras.

DEL CENTRO PURO que los ruidos A medianoche, con manos mojadas,
nunca alguien golpea mi puerta en la
atravesaron, de la intacta cera, niebla,
salen claros relámpagos lineales, y oigo la voz del apio, voz
palomas con destino de volutas, profunda,
hacia tardías calles con olor áaspera voz de viento encarcelado,
a sombra y a pescado. se queja herido de aguas y raíces,
hunde en mi cama sus amargos
Son las venas del apio! Son la rayos,
espuma, la risa, y sus desordenadas tijeras me pegan
los sombreros del apio! en el pecho
Son los signos del apio, su sabor buscándome la boca del corazón
de luciérnaga, sus mapas ahogado.
de color inundado,
y cae su cabeza de ángel verde, Qué quieres, huésped de corsé
y sus delgados rizos se acongojan, quebradizo,
y entran los pies del apio en los en mis habitaciones funerales?
mercados Qué ámbito destrozado te rodea?
de la mañana herida, entre sollozos,
Fibras de oscuridad y luz llorando, sino que vuela sobre la estación,
ribetes ciegos, energías crespas, sobre el invierno que ha llegado
río de vida y hebras esenciales, ahora
verdes ramas de sol acariciado, con un puñal entre las cejas duras.
aquí estoy, en la noche, escuchando
secretos, Yo veo vagos sueños,
desvelos, soledades, yo reconozco lejos,
y entráis, en medio de la niebla y miro frente a mí, detrás de los
hundida, cristales,
hasta crecer en mí, hasta reuniones de ropas desdichadas.
comunicarme
la luz oscura y la rosa de la tierra. A ellas la bala del vino no llega,
su amapola eficaz, su rayo rojo
mueren ahogados en tristes tejidos,
ESTATUTO DEL
VINO y se derrama por canales solos,
por calles húmedas, por ríos sin
CUANDO A REGIONES, cuando a nombre,
sacrificios el vino amargamente sumergido,
manchas moradas como lluvias el vino ciego y subterráneo y solo.
caen,
el vino abre las puertas con Yo estoy de pie en su espuma y sus
asombro, raíces,
y en el refugio de los meses vuela yo lloro en su follaje y en sus
su cuerpo de empapadas alas rojas. muertos,
acompañado de sastres caídos
Sus pies tocan los muros y las tejas en medio del invierno deshonrado,
con humedad de lenguas anegadas, yo subo escalas de humedad y
y sobre el filo del día desnudo sangre
sus abejas en gotas van cayendo. tanteando las paredes,
y en la congoja del tiempo que llega
Yo sé que el vino no huye dando sobre una piedra me arrodillo y
gritos lloro.
a la llegada del invierno,
ni se esconde en iglesias tenebrosas Y hacia túneles acres me encamino
a buscar fuego en trapos vestido de metales transitorios,
derrumbados, hacia bodegas solas, hacia sueños,
hacia betunes verdes que palpitan, golpeando el ataúd con un hueso de
hacia herrerías desinteresadas, pájaro.
hacia sabores de lodo y garganta,
hacia imperecederas mariposas. Estoy en medio de ese canto, en
medio
Entonces surgen los hombres del del invierno que rueda por las
vino calles,
vestidos de morados cinturones estoy en medio de los bebedores,
y sombreros de abejas derrotadas, con los ojos abiertos hacia
y traen copas llenas de ojos olvidados sitios,
muertos, o recordando en delirante luto,
y terribles espadas de salmuera, o durmiendo en cenizas derribado.
y con roncas bocinas se saludan
cantando cantos de intención Recordando noches, navíos,
nupcial. sementeras,
amigos fallecidos, circunstancias,
Me gusta el canto ronco de los amargos hospitales y niñas
hombres del vino, entreabiertas:
y el ruido de mojadas monedas en recordando un golpe de ola en cierta
la mesa, roca,
y el olor de zapatos y de uvas con un adorno de harina y espuma,
y de vómitos verdes: y la vida que hace uno en ciertos
me gusta el canto ciego de los países,
hombres, en ciertas costas solas,
y ese sonido de sal que golpea un sonido de estrellas en las
las paredes del alba moribunda. palmeras,
un golpe del corazón en los vidrios,
Hablo de cosas que existen, Dios un tren que cruza oscuro de ruedas
me libre malditas
de inventar cosas cuando estoy y muchas cosas tristes de esta
cantando! especie.
Hablo de la saliva derramada en los
muros, A la humedad del vino, en las
hablo de lentas medias de ramera, mañanas,
hablo del coro de los hombres del en las paredes a menudo mordidas
vino por los días de invierno
que caen en bodegas sin duda
solitarias,
a esa virtud del vino llegan luchas,
Libro 2
y cansados metales y sordas Parte V
dentaduras,
y hay un tumulto de objeciones ODA A
rotas, FEDERICO
GARCÍA LORCA
hay un furioso llanto de botellas,
y un crimen, como un látigo caído. SI PUDIERA LLORAR de miedo en
una casa sola,
El vino clava sus espinas negras, si pudiera sacarme los ojos y
y sus erizos lúgubres pasea, comérmelos,
entre puñales, entre mediasnoches, lo haría por tu voz de naranjo
entre roncas gargantas arrastradas, enlutado
entre cigarros y torcidos pelos, y por tu poesía que sale dando
y como ola de mar su voz aumenta gritos.
aullando llanto y manos de cadáver.

Porque por ti pintan de azul los


Y entonces corre el vino perseguido hospitales
y sus tenaces odres se destrozan y crecen las escuelas y los barrios
contra las herraduras, y va el vino marítimos,
en silencio, y se pueblan de plumas los ángeles
y sus toneles, en heridos buques en heridos,
donde el aire muerde y se cubren de escamas los
rostros, tripulaciones de silencio, pescados nupciales,
y el vino huye por las carreteras, y van volando al cielo los erizos:
por las iglesias, entre los carbones, por ti las sastrerías con sus negras
y se caen sus plumas de amaranto, membranas
y se disfraza de azufre su boca, se llenan de cucharas y de sangre
y el vino ardiendo entre calles y tragan cintas rotas, y se matan a
usadas, besos,
buscando pozos, túneles, hormigas, y se visten de blanco.
bocas de tristes muertos,
por donde ir al azul de la tierra Cuando vuelas vestido de durazno,
en donde se confunden la lluvia y cuando ríes con risa de arroz
los ausentes.
huracanado, lo haría por el árbol en que creces,
cuando para cantar sacudes las por los nidos de aguas doradas que
arterias y los dientes, reúnes,
la garganta y los dedos, y por la enredadera que te cubre los
me moriría por lo dulce que eres, huesos
me moriría por los lagos rojos comunicándote el secreto de la
en donde en medio del otoño vives noche.
con un corcel caído y un dios
ensangrentado, Ciudades con olor a cebolla mojada
me moriría por los cementerios esperan que tú pases cantando
que como cenicientos ríos pasan roncamente,
con agua y tumbas, y silenciosos barcos de esperma te
de noche, entre campanas ahogadas: persiguen,
ríos espesos como dormitorios y golondrinas verdes hacen nido en
de soldados enfermos, que de súbito tu pelo,
crecen y además caracoles y semanas,
hacia la muerte en ríos con números mástiles enrollados y cerezas
de mármol definitivamente circulan cuando
y coronas podridas, y aceites asoman
funerales: tu pálida cabeza de quince ojos
me moriría por verte de noche y tu boca de sangre sumergida.
mirar pasar las cruces anegadas,
de pie llorando, Si pudiera llenar de hollín las
porque ante el río de la muerte alcaldías
lloras y, sollozando, derribar relojes,
abandonadamente, heridamente, sería para ver cuándo a tu casa
lloras llorando, con los ojos llenos llega el verano con los labios rotos,
de lágrimas, de lágrimas, de llegan muchas personas de traje
lágrimas. agonizante,
llegan regiones de triste esplendor,
Si pudiera de noche, perdidamente llegan arados muertos y amapolas,
solo, llegan enterradores y jinetes,
acumular olvido y sombra y humo llegan planetas y mapas con sangre,
sobre ferrocarriles y vapores, llegan buzos cubiertos de ceniza,
con un embudo negro, llegan enmascarados arrastrando
mordiendo las cenizas, doncellas
atravesadas por grandes cuchillos, para ese crepúsculo, para ese rincón
llegan raíces, venas, hospitales, roto
manantiales, hormigas, donde el golpeado corazón del
llega la noche con la cama en donde hombre se dispone a morir?
muere entre las arañas un húsar
solitario, Sobre todo de noche,
llega una rosa de odio y alfileres, de noche hay muchas estrellas,
llega una embarcación amarillenta, todas dentro de un río
llega un día de viento con un niño, como una cinta junto a las ventanas
llego yo con Oliverio, Norah de las casas llenas de pobres gentes.
Vicente Aleixandre, Delia,
Maruca, Malva Marina, María Alguien se les ha muerto, tal vez
Luisa y Larco, han perdido sus colocaciones en las
la Rubia, Rafael Ugarte, oficinas,
Cotapos, Rafael Alberti, en los hospitales, en los ascensores,
Carlos, Bebé, Manolo Altolaguirre, en las minas,
Molinari, sufren los seres tercamente heridos
Rosales, Concha Méndez, y hay propósito y llanto en todas
y otros que se me olvidan. partes:
Ven a que te corone, joven de la mientras las estrellas corren dentro
salud de un río interminable
y de la mariposa, joven puro hay mucho llanto en las ventanas,
como un negro relámpago los umbrales están gastados por el
perpetuamente libre, llanto,
y conversando entre nosotros, las alcobas están mojadas por el
ahora, cuando no queda nadie entre llanto
las rocas, que llega en forma de ola a morder
hablemos sencillamente como eres las alfombras.
tú y soy yo:
para qué sirven los versos si no es Federico,
para el rocío? tú ves el mundo, las calles,
el vinagre,
Para qué sirven los versos si no es las despedidas en las estaciones
para esa noche cuando el humo levanta sus ruedas
en que un puñal amargo nos decisivas
averigua, para ese día, hacia donde no hay nada sino
algunas
separaciones, piedras, vías férreas. Más abajo, entre niñas sumergidas,
y plantas ciegas, y pescados rotos,
Hay tantas gentes haciendo más abajo, entre nubes otra vez,
preguntas vienes volando.
por todas partes.
Hay el ciego sangriento, y el Más allá de la sangre y de los
iracundo, y el huesos,
desanimado, más allá del pan, más allá del vino,
y el miserable, el árbol de las uñas, más allá del fuego,
el bandolero con la envidia a vienes volando.
cuestas.
Más allá del vinagre y de la muerte,
Así es la vida, Federico, aquí tienes entre putrefacciones y violetas,
las cosas que te puede ofrecer mi con tu celeste voz y tus zapatos
amistad húmedos,
de melancólico varón varonil. vienes volando.
Ya sabes por ti mismo muchas
cosas. Sobre diputaciones y farmacias,
Y otras irás sabiendo lentamente. y ruedas, y abogados, y navíos,
y dientes rojos recién arrancados,
vienes volando.
ALBERTO ROJAS GIMÉNEZ VIENE
VOLANDO
Sobre ciudades de tejado hundido
ENTRE PLUMAS QUE asustan, entre en que grandes mujeres se
noches, destrenzan
entre magnolias, entre telegramas, con anchas manos y peines
entre el viento del Sur y el Oeste perdidos,
marino, vienes volando.
vienes volando.

Junto a bodegas donde el vino crece


con tibias manos turbias, en
Bajo las tumbas, bajo las cenizas, silencio,
bajo los caracoles congelados, con lentas manos de madera roja,
bajo las últimas aguas terrestres, vienes volando.
vienes volando.
Entre aviadores desaparecidos,
al lado de canales y de sombras, Oh amapola marina, oh deudo mío,
al lado de azucenas enterradas, oh guitarrero vestido de abejas,
vienes volando. no es verdad tanta sombra en tus
cabellos:
Entre botellas de color amargo, vienes volando.
entre anillos de anís y desventura,
levantando las manos y llorando, No es verdad tanta sombra
vienes volando. persiguiéndote,
no es verdad tantas golondrinas
Sobre dentistas y congregaciones, muertas,
sobre cines, y túneles y orejas, tanta región oscura con lamentos:
con traje nuevo y ojos extinguidos, vienes volando.
vienes volando.
El viento negro de Valparaíso
Sobre tu cementerio sin paredes abre sus alas de carbón y espuma
donde los marineros se extravían, para barrer el cielo donde pasas:
mientras la lluvia de tu muerte cae, vienes volando.
vienes volando.
Hay vapores, y un frío de mar
Mientras la lluvia de tus dedos cae, muerto,
mientras la lluvia de tus huesos cae, y silbatos, y mesas, y un olor
mientras tu médula y tu risa caen, de mañana lloviendo y peces
vienes volando. sucios:
vienes volando.
Sobre las piedras en que te derrites,
corriendo, invierno abajo, tiempo Hay ron, tú y yo, y mi alma donde
abajo, lloro,
mientras tu corazón desciende en y nadie, y nada, sino una escalera
gotas, de peldaños quebrados, y un
vienes volando. paraguas:
vienes volando.
No estás allí, rodeado de cemento,
y negros corazones de notarios, Allí está el mar. Bajo de noche y te
y enfurecidos huesos de jinetes: oigo
vienes volando. venir volando bajo el mar sin nadie,
bajo el mar que me habita, en un cuerpo hace tiempo
oscurecido: exterminado y solo,
vienes volando. quiero unas manos, una ciencia de
uñas,
Oigo tus alas y tu lento vuelo, una boca de espanto y amapolas
y el agua de los muertos me golpea muriendo,
como palomas ciegas y mojadas: quiero ver levantarse del polvo
vienes volando. inútil
un ronco árbol de venas sacudidas,
Vienes volando, solo solitario, yo quiero de la tierra más amarga,
solo entre muertos, para siempre entre azufre y turquesa y olas rojas
solo, y torbellinos de carbón callado,
vienes volando sin sombra y sin quiero una carne despertar sus
nombre, huesos
sin azúcar, sin boca, sin rosales, aullando llamas,
vienes volando. y un especial olfato correr en busca
de algo,
y una vista cegada por la tierra
EL
DESENTERRAD correr detrás de los ojos oscuros,
O
y un oído, de pronto, como una
Homenaje ostra furiosa,
al Conde rubiosa, desmedida,
de
Villamedi levantarse hacia el trueno,
ana
y un tacto puro, entre sales perdido,
salir tocando pechos y azucenas, de
CUANDO LA TIERRA llena de
pronto.
párpados mojados
se haga ceniza y duro aire cernido,
Oh día de los muertos! od histancia
y los terrones secos y las aguas,
hacia donde
los pozos, los metales,
la espiga muerta yace con su olor a
por fin devuelvan sus gastados
relámpago,
muertos,
oh galerías entregando un nido
quiero una oreja, un ojo,
y un pez y una mejilla y una espada,
un corazón herido dando tumbos,
todo molido entre las confusiones,
un hueco de puñal hace ya tiempo
todo sin esperanzas decaído,
hundido
todo en la sima seca alimentado
entre los dientes de la tierra dura. con ojos de cemento subterráneo.

Y la pluma a su pájaro suave, Conde dulce, en la niebla,


y la luna a su cinta, y el perfume a oh recién despertado de las minas,
su forma, oh recién seco del agua sin río,
y, entre las rosas, el desenterrado, oh recién sin arañas!!
el hombre lleno de algas minerales,
y a sus dos agujeros sus ojos Crujen minutos en tus pies
retornando. naciendo,
tu sexo asesinado se incorpora,
Está desnudo, y levanta la mano en donde vive
sus ropas no se encuentran en el todavía el secreto de la espuma.
polvo
y su armadura rota se ha deslizado
al fondo del infierno,
Libro 2
y su barba ha crecido como el aire Parte VI
en otoño,
y hasta su corazón quiere morder EL RELOJ
manzanas. CAÍDO EN EL
MAR

Cuelgan de sus rodillas y sus HAY TANTA LUZ sombría en el


hombros espacio
adherencias de olvido, hebras del y tantas dimensiones de súbito
suelo, amarillas,
zonas de vidrio roto y aluminio, porque no cae el viento
cáscaras de cadáveres amargos, ni respiran las hojas.
bolsillos de agua convertida en
hierro: Es un día domingo detenido en el
y reuniones de terribles bocas mar,
derramadas y azules, un día como un buque sumergido,
y ramas de coral acongojada una gota de tiempo que asaltan las
hacen corona a su cabeza verde, escamas
y tristes vegetales fallecidos ferozmente vestidas de humedad
y maderas nocturnas le rodean, transparente.
y en él aún duermen palomas
entreabiertas
Hay meses seriamente acumulados y golpeó una cadera con su eléctrica
en una vestidura forma
que queremos oler llorando con los corre desvencijado y herido bajo el
ojos cerrados, agua temible
y hay años en un solo ciego signo que ondula palpitando de corrientes
del agua centrales.
depositada y verde,
hay la edad que los dedos ni la luz
VUELVE EL OTOÑO
apresaron,
mucho más estimable que un UN ENLUTADO DÍA cae de las
abanico roto, campanas
mucho más silenciosa que un pie como una temblorosa tela de vaga
desenterrado, viuda,
hay la nupcial edad de los días es un color, un sueño
disueltos de cerezas hundidas en la tierra,
en una triste tumba que los peces es una cola de humo que llega sin
recorren. descanso
a cambiar el color del agua y de los
Los pétalos del tiempo caen besos.
inmensamente
como vagos paraguas parecidos al No sé si se me entiende: cuando
cielo, desde lo alto
creciendo en torno, es apenas se avecina la noche, cuando el
una campana nunca vista, solitario poeta
una rosa inundada, una medusa, un a la ventana oye correr el corcel del
largo otoño
latido quebrantado: y las hojas del miedo, como lengua
pero no es eso, es algo que toca y de buey
gasta apenas, espeso, algo en la duda del cielo y
una confusa huella sin sonido ni de la atmósfera.
pájaros,
un desvanecimiento de perfumes y Vuelven las cosas a su sitio,
razas. el abogado indispensable, las
manos, el aceite,
El reloj que en el campo se tendió las botellas,
sobre el musgo
NO HAY OLVIDO (SONATA)
todos los indicios de la vida: las
camas, sobre todo,
ENTRE PLUMAS QUESi me
están llenasd de un líquido
preguntáis en dónde he estado
sangriento,
debo decir “Sucede”.
la gente deposita sus confianzas en
Debo de hablar del suelo que
sórdidas orejas,
oscurecen las piedras,
los asesinos bajan escaleras,
del río que durando se destruye:
pero no es esto, sino el viejo galope,
no sé sino las cosas que los pájaros
el caballo del viejo otoño que
pierden,
tiembla y dura.
el mar dejado atrás, o mi hermana
llorando.
El caballo del viejo otoño tiene la
Por qué tantas regiones, por qué un
barba roja
día
y la espuma del miedo le cubre las
se junta con un día? Por qué una
mejillas
negra noche
y el aire que le sigue tiene forma de
se acumula en la boca? Por qué
océano
muertos?
y perfume de vaga podredumbre
enterrada.
Si me preguntáis de dónde vengo,
tengo que conversar con
Todos los días baja del cielo un
cosas rotas,
color ceniciento
con utensilios demasiado amargos,
que las palomas deben repartir por
con grandes bestias a menudo
la tierra:
podridas
la cuerda que el olvido y las
y con mi acongojado corazón.
lágrimas tejen,
el tiempo que ha dormido largos
No son recuerdos los que se han
años dentro de las campanas,
cruzado
todo,
ni es la paloma amarillenta que
los viejos trajes mordidos, las
duerme en el olvido,
mujeres que ven venir la nieve,
sino caras con lágrimas,
las amapolas negras que nadie
dedos en la garganta,
puede contemplar sin morir,
y lo que se desploma de las hojas:
todo cae a las manos que levanto
la oscuridad de un día transcurrido,
en medio de la lluvia.
de un día alimentado con nuestra
triste sangre. El evidente humo del tiempo cae en
vano,
He aquí violetas, golondrinas, en vano las estaciones,
todo cuanto nos gusta y aparece las despedidas donde cae el humo,
en las dulces tarjetas de larga cola los precipitados acontecimientos
por donde se pasean el tiempo y la que esperan con espada:
dulzura. de pronto hay algo,
como un confuso ataque de pieles
Pero no penetremos más allá de rojas,
esos dientes, el horizonte de la sangre tiembla,
no mordamos las cáscaras que el hay algo,
silencio acumula, algo sin duda agita los rosales.
porque no sé qué contestar:
hay tantos muertos, Color azul de párpados que la noche
y tantos malecones que el sol rojo ha lamido,
partía, estrellas de cristal desquiciado,
y tantas cabezas que golpean los fragmentos
buques, de piel y enredaderas sollozantes,
y tantas manos que han encerrado color que el río cava golpeándose
besos, en la arena,
y tantas cosas que quiero olvidar. azul que ha preparado las grandes
gotas.
Tal vez sigo existiendo en una calle
JOSIE BLISS
que al aire hace llorar

COLOR AZUL DE exterminadas con un determinado lamento

fotografías, lúgubre de tal manera

color azul con pétalos y paseos al que todas las mujeres visten de

mar, sordo azul:

nombre definitivo que cae en las yo existo en ese día repartido,

semanas existo allí como una piedra pisada

con un golpe de acero que las mata. por un buey,


como un testigo sin duda olvidado.

Qué vestido, qué primavera cruza,


qué mano sin cesar busca senos, Color azul de ala de pájaro de

cabezas? olvido,
el mar completamente ha empapado
las plumas, los trajes que una
su ácido degradado, su ola de peso mano
pálido sacude llamando el alba:
persigue las cosas hacinadas en los parece que la boca de la muerta no
rincones del alma, quiere morder rostros,
y en vano el humo golpea las dedos, palabras, ojos:
puertas. ahí están otra vez como grandes
peces que completan el
Ahí están, ahí están cielo
los besos arrastrados por el polvo con su azul material vagamente
junto a un triste navío, invencible.
ahí están las sonrisas desaparecidas,

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