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UN CARRUSEL LLAMADO NEGACIÓN

CÓMO HA AFECTADO EL ALCOHOLISMO EN MI VIDA Y EN MI FAMILIA.

Los demás reaccionamos ante sus borracheras y sus consecuencias. El bebedor responde a esta
reacción y vuelve a beber. Estableciendo así un carrusel de culpa y negación.

PRIMER ACTO.
EL HACE TODA LA ACTUACIÓN, los demás reaccionamos ante lo que él hace.
ACTÚA INDEPENDIENTEMENTE A FIN DE NEGAR SU DEPENDENCIA E INMADUREZ.
NIEGA SER RESPONSABLE DE LOS RESULTADOS DE SU COMPORTAMIENTO.

Todo este carrusel llamado negación, no se llevaría a cabo si no estuviéramos más personas que
contribuimos. Para esto debo observar cuidadosamente el papel que desempeñamos cada quien en
la familia.

Para él, el alcohol/droga, es lo que lo aleja de su tormento, desaparecen sus temores, disminuye su
tensión, remueve su soledad y resuelve todos sus problemas.

PRIMER ACTO.
Nadie puede decirle a él lo que debe hacer, él es quien le dice a todos qué deben hacer:
En el momento que difiero con lo que dice, siente y piensa, se genera un caos, las discusiones o el
sentimentalismo, se indigna, puede ser su reacción a la defensiva, agrediendo verbalmente, o
sintiéndose ofendido, muchas veces su reacción puede ser con enojo, buscando como atacar o
hacer sentir mal. Se torna una comunicación precaria o difícil, a menos que se le dé la razón
siempre.

Una vez que inicia con la primer bebida, es difícil que pare, en mi caso había diferencia si yo me
atrevía a decir que no, que hiciéramos lo que habíamos quedado anteriormente, haciendo planes
familiares; sin embargo el decir eso generaba diferencias y malestar en él. Así que para evitar eso
aún con malestar, mejor me callaba o ya sabía que el decidiría irse con sus amigos a tomar, y yo con
tal de que estuviera conmigo o con nosotros, pues terminaba reprimiendo mi sentir y lo que quería,
invalidándome yo para supuestamente apoyarlo.
Una vez que él empezaba a beber, se convertía en una persona más alegre, más sociable, más
accesible, no había obstáculos para realizar lo que quería. Si llegaba a contradecir o comentarle que
no, se generaba una crisis, al grado de llegar al chantaje, al berrinche, de agarrar sus cosas e irse de
la casa. (CREA UNA CRISIS).

SEGUNDO ACTO.
El hace poco o nada, espera que le hagan todo.
 EL PROPICIADOR.
Siempre le ayuda, le resuelve, lo quiere rescatar de sus consecuencias o decisiones queriendo
evitarle problemas.
Me sentía responsable de su malestar, o si él faltaba a hacer alguna actividad, sentía que era mi
obligación ayudarle por ser su esposa; me sentía mal verlo a su vez mal a él, yo percibía su malestar,
su vergüenza, su sentimiento de culpa y ello me llevaba a quererlo ayudar, pues me sentía
responsable de su comportamiento o sentimiento.
 Esto a su vez, llegó a generarme mucha frustración, aunque independientemente de que él
no me dijera que lo resolviera, yo quería evitarle sufrimiento, pero a su vez yo cargaba con
más responsabilidades que no me competían. Y lejos de sentirme bien, llegaba a sentirme
frustrada y a su vez eso me iba incomodando día a día, y claro que me hacía sentir incómoda,
poco a poco dejé de ir disfrutando las convivencias sociales, pues yo sabía que iba a seguir
pasando lo mismo. Pasando inconscientemente a sentirme LA VÍCTIMA, sintiendo que es
injusto y que abusa, cansándome emocionalmente dejando de vivir, por tener
pensamientos de incertidumbre.
 Al ver que todas sus promesas son fallidas, y que yo espero que las cumpla, y que vuelve a
fallar, o que su carácter fuerte y débil a la vez me dañaba, iba generando en mi esa
decepción, tristeza, frustración; me llegue a sentir lastimada porque su dependencia hacia
su familia lo hacia ignorarnos a nosotros, dejándose influir en sus decisiones violando
nuestros planes o acuerdos que habíamos hablado. PROVOCADORA Sin embargo, aún
sabiendo que se generaba en mi un resentimiento, amargura, ira, permanecía queriendo
llevar una buena familia, haciendo todo lo posible por agradarlo, por quedar bien, pensando
que así el querría estar mas tiempo con nosotros. Llegando en ciertos puntos a dominarme
el miedo porque volviera a dejarse influenciar por su familia y amigos, que yo llegaba a tener
actitudes controladoras, a querer hablar y convencerlo de una manera sutil, para que
permanezca o conviva con nosotros, o dependiendo pues de la situación.
El

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