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La producción de cemento es un proceso de alta carga calórica, representando un sector de alto consumo
en la industria, así como también representa un gran impacto ambiental ya que por cada tonelada de
clinker producido una cantidad equivalente al doble de gases son emitidos a la atmosfera.
En particular, Argos planta Ríoclaro se tiene dos líneas de producción de clinker, en estas el
consumo calórico proveniente del combustible, representa en costos alrededor del 50% de la
manufactura del cemento. Allí, el consumo calórico puede llegar a valores de 850 a 950
Kcal/Kgclk en un solo horno, siendo muy alto en comparación al consumo normal esperado que
varia entre 800 a 820 Kcal/Kgclk.
En cuestión de pérdidas calóricas, los gases de salida de la torre precalentadora representan en promedio
un 29%, el aire de escape. De exceso del enfriador representa en promedio un 10% y la
radiación y convección representan aproximadamente un total del 13%.
En este sentido, los balances de masa y energía llegan a ser una herramienta muy efectiva para el
desarrollo de un control térmico del proceso, que permitan revelar en forma detallada las posibles
oportunidades de mejora y obtención de una mayor eficiencia.
Ø Por medio de los resultados obtenidos se lleva a cabo un análisis que incluya las variables más relevantes
del sistema referentes al consumo calórico y las perdidas de energía.
Etapas y subetapas de las que esta compuesta el proceso general.
Materias primas
q El material molido, ahora llamado harina debido a su finura, es transportado por medio de sistemas neumáticos a
silos de homogeneización CF (control flow), donde se logra finalmente una harina de extraordinaria constancia de calidad, que
servirá para alimentar el horno. La capacidad efectiva en una planta promedio es de 8000 toneladas de almacenamiento.
q El clinker así obtenido, es sometido a un proceso de enfriamiento rápido. Posteriormente, el clinker es trasladado
por medio de un transportador mecánico a silos de almacenamiento con capacidades de miles de toneladas.
• Para el sistema a granel, el cemento Portland se carga en forma automática por debajo
de los silos de almacenamiento, en superficies totalmente cubiertas, tanto para
vagones como para camiones tolva.
QUÍMICA DEL CEMENTO
Transformación química
La transformación química de la materia prima en clinker, ocurre por medio de reacciones en estado sólido llamadas
sinterización o clinkerización. Este proceso involucra la conversión a altas temperaturas, de una mezcla de minerales de
origen natural en una nueva mezcla de minerales con propiedades hidráulicas llamada clinker.
Se considera que primero se forma la felita empleándose todo el hierro y la cantidad de cal y alúmina
correspondiente, la alúmina restante reacciona con la cal para formar la celita y el remanente de cal se
combina con la sílice para formar belita y alita. Se supone que primero se forma todo el C2S posible y que luego
este reacciona con el exceso de cal para formar el C3S.
A continuación en la Figura se muestran las principales reacciones que se dan en el proceso de clinkerización:
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Las características de cada uno de loscompuestos formados son:
Los cambios en el proceso de clinkerización se dan en base a las variaciones de temperatura durante todo el proceso,
es decir que cada proceso en la clinkerización depende de la temperatura en un momento dado, en la Tabla se
resume la ocurrencia de las reacciones.
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Procesos físicos, mineralógicos y químicos en la cocción del clínker
Para fabricar clinker de cemento a partir de material crudo es preciso calcinar este hasta una temperatura de 1450°C
alcanzando así la sinterización o clinkerización.
Durante el calentamiento del crudo, a la temperatura de cocción, tienen lugar importantes procesos físico-químicos,
tales como:
• La deshidratación del mineral de arcilla (en este fenómeno influyen diversos factores, por ejemplo, el tipo de mineral
arcillosos, la naturaleza y cantidad de impurezas, el tamaño de las partículas, entre otros),
• La descomposición de los carbonatos (expulsión del CO2, corrientemente llamada calcinación),
• Reacciones en estado sólido y reacciones con participación de una fase líquida o fundida, así como cristalizaciones. Estos
procesos se ven afectados sustancialmente, no sólo por factores químicos del crudo (composición química), sino también
por factores mineralógicos (composición mineralógica) y por factores físicos (granulometría), homogeneidad y otros.
El transcurso completo de estas reacciones representa un papel decisivo en la calidad del cemento resultante.
Ø Secado: El agua libre (no combinada) presente como humedad en el crudo se desprende en un nivel de temperatura que
alcanza hasta unos 200° C.
Ø Deshidratación de los minerales de la arcilla: (entre 100° y 400°C, aprox) los minerales de la arcilla ceden el agua
absorbida, incluida el agua laminar. A temperaturas superiores dependiendo de los tipos de minerales arcillosos.
presentes en la arcilla, es decir, entre los 400° y 750°C se desprende también el agua combinada químicamente en
forma de grupos hidroxilos (deshidratación).
Ø Descomposición de los carbonatos: El carbonato cálcico (CaO) contenido en crudo en proporciones
comprendidas entre 74 y 79% en masa, se descompone (disociación, descarbonatación, calcinación) a
temperaturas teóricamente iguales o superiores a 800° C, según la reacción:
Ø Reacciones entre fases sólidas:(a temperaturas inferiorer a la de sinterización): Al combinarse los productos de
descomposición del carbonato de calcio con los de la arcilla se forma primero y preferentemente compuestos de menor
contenido de cal (no C3S)
Esta fase líquida va en aumento hasta los 1500° C. A estas temperaturas, ya es posible la formación del silicato tricálcico
(C3S), constituyente principal del clinker.
Al comienzo de la clinkerización, existen aún cantidades considerables de óxido de calcio sin combinar, junto con
silicato dicálcico (C2S). En presencia de la fase líquida se disuelven el CaO y el C2S, facilitándose dentro de ella la
difusión de los reactantes y formándose el silicato tricálcico, según la siguiente reacción:
Ø Reacciones durante el enfriamiento: El enfriamiento, influye en el estado de cristalización, y a través del mismo en
la reactividad de las fases del clinker, así como en la propia textura de éste.
a. Composición química.
b. Composición mineralógica.
c. Granulometría.
d. Condiciones de la cocción.
La composición química de los crudos de alimentación a los hornos tiene una gran influencia en el tiempo requerido para la
cocción de los mismos. Se puede definir este tiempo como el necesario para que, a una temperatura determinada, un crudo de
finura prefijada se cueza en tal medida que sólo quede en él un 2% de cal libre (CaO).
La composición mineralógica influye en la aptitud de los crudos para la granulación y en la cantidad de agua necesaria para las
pastas crudas.
Los constituyentes mineralógicos del crudo también modifican, entre otras cosas, el comportamiento del crudo en la cocción y el
consumo específico de calor necesario para la misma.
Las velocidades de las reacciones dependen en general del tamaño de las partículas, es decir, de las superficies reactivas
disponibles, por lo cual la finura del crudo debe ser tal que en el proceso de cocción puedan reaccionar lo más completamente
posible, incluso las partes más gruesas del mismo.
La homogeneidad de un crudo es condición indispensable para obtener un clinker de composición uniforme y para conseguir una
marcha regular del proceso de cocción.
Necesidades del proceso
Las necesidades del proceso son numerosas, a continuación se señalan las más importantes:
La fabricación del clinker de cemento portland, en los primeros tiempos, se realizaba en hornos verticales cargados y
controlados manualmente. Este procedimiento exigía grandes esfuerzos físicos y presentaba el inconveniente de un
funcionamiento irregular produciendo un clinker de composición química y mineralógica variable y, a menudo, de mala calidad.
Además la capacidad de producción de dichos hornos era muy baja. Este sistema, tan poco satisfactorio, fue
reemplazado por hornos verticales automáticos, en los cuales con un buen crudo y con un combustible conveniente, era
posible obtener un funcionamiento regular del horno y un clinker más homogéneo.
El inconveniente que seguía presentándose era el de una producción limitada, nunca superior a las 300 toneladas
por día.
En 1824, el maestro de obra Joseph Aspdin quema polvo fino de gis con arcilla en un
horno de cal, patentando el producto como Cemento Portland, debido a su color gris
parecido a las piedras de ese lugar. Su hijo con otros amigos funda la Empresa Robins,
Maude y Aspidin que construyen el primer horno cementero vertical, el cual lo
conserva la Empresa Blue Circle como una reliquia en Kent, Reino Unido. Isaac Jonson
logra alcanzar temperaturas suficientes y descubre la necesidad de quemar el material
hasta fusión en 1947.
A finales del siglo XIX apareció en Gran Bretaña el horno rotatorio, y hoy en día el piroprocesamiento del crudo con el
fín de obtener el clinker tiene lugar, casi exclusivamente, con este tipo de horno.
Frederik Ransome introdujo el horno rotatorio en la industria del cemento. Ransome patentó primero en Inglaterra, patente
inglesa n° 5442 del 2 de mayo de 1885, con el título "Perfeccionamiento en la industria del cemento" y después en EE.UU.
(patente U.S. n° 340.357 del 20 de abril de 1886 con el título "Fabricación del cemento", etc.).
Ese horno estaba calentado por gas pues entonces no se conocía la calefacción por carbón. Más tarde se utilizó la
calefacción por petróleo hasta que, finalmente, predominó la calefacción por carbón.
Las dimensiones del primer horno rotatorio para cemento eran 1.80 - 2.0 m de diámetro, conde unos 20 – 25 m de longitud
con caudales de 30-50 t/24 h.
Los fabricantes de cemento son grandes consumidores de energía calórica que en general se consigue con costes muy
altos y continuamente crecientes,
por esto no solo es necesario reducir la demanda calórica, sino que también debe buscarse el punto óptimo de operación, que
ha de ser coherente con los objetivos de productividad, calidad y acorde con los límites exigidos por la normatividad ambiental
de emisiones.
Existen 4 procesos diferentes para la producción de clinker y de estas se diferencian las plantas húmedas y plantas
secas. Ambos procesos son complejos y requieren una gran cantidad de energía, siendo la fuente principal del consumo
térmico el carbón.
El proceso seco es un sistema moderno que permite ahorrar casi el 40% del combustible respecto al proceso
húmedo.
La transformación de las materias primas (caliza, arcilla, esquisto y mineral de hierro), en clinker (minerales cementosos
sintéticos) dentro de un horno rotatorio consume una cantidad significativa de combustible, que para una planta
Promedio es de aproximadamente 500 toneladas por día. De allí se deriva la necesidad de herramientas para una
gestión óptima de los combustibles que intervienen en el proceso operativo de dichos hornos.
Hornos Rotatorios
Un horno rotatorio consiste principalmente en un cilindro hueco el cual gira sobre su propio eje debido a la acción de un motor.
Estos equipos se inclinan con respecto al eje horizontal, con el propósito de facilitar el transporte de material sólido. El material
sólido es alimentado en la parte superior del equipo y, debido a la rotación e inclinación del mismo, este se mueve desde la zona
superior a la zona inferior del horno.
Durante el paso del material por el horno, el área ocupada por los sólidos cambia conforme la altura de sólidos varia. Estos
fenómenos inciden en el tiempo de residencia TR de los sólidos en el interior del horno rotatorio.
El TR es un parámetro de primera importancia en los procesos reactivos. En el caso de los hornos rotatorios, el TR define el
tiempo que los sólidos intercambian masa y energía con los gases calientes y por ende el avance de la reacción
y las características del producto final (Liu & Specht, 2006; Liu et al., 2006).
Uno de los primeros modelos reportados en la literatura para el cálculo del TR en hornos rotatorios fue propuesto por Sullivan et
al. (1927).
Este modelo solo es válido para hornos ligeramente cargados, es decir hornos en los cuales la profundidad del material
sólido en el interior del horno es prácticamente constante.
Otros modelos se han generado otros estudios posteriores, entre los que se destacan los reportados por Saeman, 1951;
Vahl & Kingma, 1952; Kramers & Croockewit, 1962. Uno de los estudios más recientes, reportado por Liu & Specht, 2006,
presenta un análisis de la validez de diversos modelos propuestos en la literatura en la determinación del tiempo de residencia.
Estimación del Tiempo de Residencia (TR) y Altura de Sólidos en el Interior de
Hornos Rotatorios
El material sólido dentro de hornos rotatorios presenta dos componentes: axial y transversal. El movimiento axial repercute en el
tiempo de residencia del material sólido, mientras que el movimiento transversal influye en la distribución de material sólido, lo
cual incide en la transferencia de materia y energía entre los gases y el material sólido, y de energía entre ellos y las paredes del
horno. Se ha reportado que el material sólido puede presentar diferentes regímenes de movimiento dependiendo esencialmente de
la velocidad de rotación del horno (Boateng, 2008). El régimen de movimiento varía desde Deslizante hasta Centrífugo, tal como se
esquematiza.
Esquemas de los
diferentes regímenes de
movimiento de material
sólido al interior de un
horno rotatorio Boateng
(2008)
Estimación del Tiempo de Residencia (TR) y Altura de Sólidos en el Interior de
Hornos Rotatorios
La efectividad de la transferencia de masa y energía dependerá del régimen dominante.
Esto se debe a que los diferentes regímenes de movimiento exponen de forma diferente la capa activa de material sólido
a los gases. En el movimiento de deslizante se considera que el lecho de material sólido se mueve como un todo sin generar
“ninguna” condición de mezcla. En el movimiento de caída el material sólido se eleva como un todo hasta que vence el ángulo de
reposo del material y desciende de forma uniforme. En los movimientos de cascada y catarata el movimiento del material sólido
es agresivo generándose una especie de “olas” al interior del horno. Este tipo de movimientos se presentan a elevadas velocidades
de rotación. El movimiento de centrífugo es una condición crítica, en la cual el material sólido, por efecto de la fuerza centrifuga,
se adhiere a la pared interna del horno y gira a la misma velocidad, permaneciendo prácticamente estático, sin generar ninguna
condición de mezclado.
El número de Froude (Fr) establece la relación entre las fuerzas de inercia y de gravedad que actúan sobre un fluido. Este se
presenta en la siguiente ecuación
Donde ω es la velocidad de giro del horno en r.p.m; RHi Radio interno del horno; 𝑔 gravedad
A partir de (Fr) se determina el régimen de movimiento del material sólido dentro del horno rotatorio.
A continuación se presenta los diferentes límites de Fr, por medio de los cuales se puede establecer el régimen de movimiento del
material sólido
Número (Fr) y regímenes de movimiento de material sólido (Boateng, 2008)
Se puede apreciar que a medida que Fr aumenta, el régimen del movimiento de sólidos varía desde deslizante a centrífugo. En la
industria, el movimiento deseado es el correspondiente al régimen Rodante, ya que a tales condiciones de movimiento el material
sólido presenta una capa activa prácticamente uniforme.
Capa activa y estacionara en el movimiento Rodante
Estimación del Tiempo de Residencia (TR) y Altura de Sólidos en el Interior de
Hornos Rotatorios
Si se logra mantener una capa uniforme, se estará garantizando un buen mezclado del material sólido, mejorando así la
transformación de material sólido rocoso en clinker por efecto de la transferencia de materia y energía entre los gases calientes y el
material sólido en la capa activa.
El primer paso para simular apropiadamente el comportamiento de un horno rotatorio es determinar el régimen de movimiento
del material sólido. En la tabla se presentan las dimensiones y condiciones de operación de un horno rotatorio
Ejemplo del calculo para Dimensiones y parámetros de operación del horno rotatorio.
Con base en la información presentada en Tabla, se determinó, a partir de la ecuación, que para el horno bajo estudio Fr = 0.05.
Diversos modelos se han reportado en la literatura con el fin de determinar el tiempo de residencia de partículas sólida en
hornos rotatorios (Sullivan et al., 1927; Hanrot et al., 1995;Liu & Specht, 2006).
v Tiempo de residencia (TR) en hornos ligeramente cargados. Ecuación de Sullivan et al., (1927)
A partir del estudio experimental desarrollado en un cilindro rotatorio, utilizando arena como material sólido,
Sullivan et al., (1927) llegaron a las siguientes conclusiones:
Donde L Longitud del horno en m; Θ Ángulo de reposo del material sólido en grados; DHi Diámetro interno del horno rotatorio
en m; β Ángulo de inclinación del horno en grados; velocidad de rotación del horno (ω).
v Tiempo de residencia (TR) en hornos con altura de lecho constante. Ecuación de Saeman (1951)
Cuando un horno esta ligeramente cargado, es decir con poca cantidad de material sólido, la altura del lecho de sólidos es
prácticamente constante. Esta aseveración reportada inicialmente por Sullivan et al., (1927) le sirvió a Saeman (1951) para
proponer, involucrando además ciertas consideraciones geométricas en cilindros rotatorios, la siguiente ecuación para hornos con
perfil de altura de material sólido constante.
A diferencia de la ecuación de Sullivan et al., (1927), la ecuación de Saeman (1951) está en función del flujo de alimentación
volumétrico del material sólido (qs).
En la ecuación, el área ocupada por el material sólido (As) es constante, por lo tanto se trata de un modelo simplificado,
ya que no tiene en cuenta la variación del área ocupada por el lecho de sólidos a lo largo de la longitud del horno.
Para incrementar el tiempo de residencia del material sólido al interior del horno, es
común la práctica de instalar dispositivos como diafragmas o restricciones a la salida del
mismo. Estos, mediante el efecto de represamiento, incrementan el TR del material
sólido en el equipo. Por lo tanto, para determinar el TR es necesario modificar o contar
con modelos diferentes los cuales tengan en cuenta el efecto de estos dispositivos.
v Ecuación de Chatterjee (1983) para el cálculo del TR en hornos con restricciones a la salida.
En un horno rotatorio con restricciones a la salida, el material sólido experimenta un represamiento en la sección final. Su
flujo se condiciona a rebasar el obstáculo impuesto, tal como se ve en el esquema
Así, el material sólido desarrolla un perfil de acuerdo con la altura de la restricción impuesta a la salida del horno. Liu & Specht,
2006, reportan para el trabajo desarrollado por Chatterjee (1983) una correlación para determinar el TR en hornos con restricciones
a la salida del equipo, presentando la siguiente ecuación.
Esta ecuación se obtuvo a partir de datos experimentales, encontrando que el TR depende del flujo de alimentación de material
sólido.
Para tener en cuenta las restricciones a la salida del horno, considerando datos experimentales Sullivan et al., (1927) realizaron una
modificación de la ecuación anterior, tal como se muestra en la ecuación
Determinar la profundidad de material sólido a través de la longitud del horno rotatorio permite conocer con relativa precisión el
área ocupada por el material sólido en cada posición axial del horno rotatorio.
Esta a su vez es útil en el cálculo de los coeficientes de transferencia de energía y materia entre el lecho de sólidos, la fase
gas, y las paredes del horno (Boateng & Barr, 1996).
Para determinar la variación de la profundidad del material sólido con la posición axial, se han reportado algunos modelos
(Saeman, 1951; Vahl & Kingma, 1952; Liu & Specht, 2006; Scott et al., 2008). Estos trabajos incluyen independientemente dos
aproximaciones:
(i) correlaciones empíricas, las cuales se obtienen de datos obtenidos a escala de laboratorio y/o planta piloto.
(ii) modelos matemáticos basados en el movimiento de una partícula simple a partir de consideraciones geométricas.
Una de las correlaciones reportadas en la literatura para predecir la profundidad de material sólido fue desarrollada por Spurling
(2000), la cual tomó Scott et al., el 2008. Esta presenta la siguiente ecuación.
La ecuación asume que la capa activa de sólidos sigue el comportamiento de una línea recta. Esto es válido únicamente bajo
la condición de movimiento Rodante (Kramers & Croockewit, 1962). Por otra parte, la ecuación tiene en cuenta la variación
del radio interno del horno, en caso tal que el equipo no tenga área de sección transversal constante.
v Modelo riguroso
El movimiento de partículas sólidas y su perfil de profundidad en el interior de un horno rotatorio, puede ser determinado a partir
de consideraciones geométricas siguiendo la trayectoria de movimiento que siguen las partículas dentro del horno debido a la
rotación.
En la Figura se presentan las trayectorias de movimiento que siguen los sólidos: las partículas sólidas siguen un radio mínimo de
giro (ro), que depende del ángulo de reposo del material sólido (Θ) y del régimen de movimiento del horno, debido a que
dependiendo de estas características físicas del material sólido, este tendrá una forma particular de “caer” ante la elevación de la
cama de sólidos, y se puede aproximar a la capa superficial del material sólido.
Esquema del
movimiento de
partículas sólidas
debido a la rotación
Así mismo, se puede decir que la profundidad del material sólido dependerá del radio mínimo seguido por las partículas y de la
posición axial dentro del horno, lo que influirá en el área ocupada por el material sólido a lo largo de la longitud del horno.
A continuación es necesario presentar un modelo para determinar la variación del área ocupada por el material sólido, el cual tiene
en cuenta el radio mínimo de movimiento del material sólido (ro) con la posición axial
La geometría de un horno rotatorio se puede aproximar a un cilindro circular de radio (RHi) y longitud (L). El
área ocupada por el material sólido depende del ángulo formado entre el radio mínimo (ro) y el radio (r) que siguen las partículas, y
de la posición radial dentro del horno, como se indica en la ecuación
El ángulo (θ) no es directamente medible, por lo tanto se debe correlacionar con variables que si lo son (Saeman, 1951).
De la Figura anterior se extrae el esquema siguiente, con el fin de obtener el ángulo (θ) en función de la “cuerda” de sólidos
expuesta al flujo de gases, obteniéndose la siguiente ecuación.
Reemplazando las ecuaciones se obtiene la variación del área ocupada por el material sólido con
relación a la posición radial.
La integración de la ecuación, se realiza desde la pared del horno donde el área ocupada por
los sólidos es cero (As=0), hasta la superficie del material sólido (r=ro). Las condiciones de
integración son las siguientes:
Las variables del proceso, como velocidad de rotación (ω), inclinación del horno (β), ángulo de reposo del material sólido (Θ), entre
otras, inciden en la velocidad media de transporte de las partículas sólidas.
A partir de consideraciones geométricas y para el régimen Rodante, Saeman (1951) la correlación de la velocidad
media de transporte con las variables antes mencionadas dan como resultado la ecuación siguiente:
donde Ψ es el ángulo formado entre el material sólido y el eje axial del horno.
Para obtener el caudal volumétrico del material sólido, en función de variables de proceso, se multiplican las ecuaciones anterior y
y se integra entre las condiciones establecidas anteriormente. El resultado obtenido corresponde a la ecuación siguiente que
permite determinar el caudal volumétrico de material sólido a partir de variables directamente medibles.
Estimación del radio de giro de sólidos (ro)
Ahora, tal como se estableció antes, el radio mínimo de giro de las partículas sólidas (ro) varía con la posición axial del horno
(z), el ángulo de reposo (Θ) y por lo tanto es necesario conocer como varia este en función de tales variables. El punto de partida es
la ecuación
teniendo en cuenta que el ángulo Ψ, se puede aproximar a:
La ecuación establece que la variación entre el ángulo formado por el material sólido entre la superficie del material y el eje del
horno, se puede aproximar con buena precisión a la variación del radio mínimo de giro de las partículas sólidas con la posición
axial. Introduciendo la nueva ecuación en la primera, se obtiene una expresión que permite establecer la variación del radio
mínimo de movimiento (ro) con la posición axial; el resultado obtenido se presenta a continuación:
La condición inicial de integración de la ecuación implica que en z=0, ro es conocido, de acuerdo con las especificaciones del
proceso, ya que se conoce la altura inicial del material sólido. La ecuación se integra hasta que se alcanza la longitud total del
horno (L). Luego, la ecuación permite establecer la variación del radio mínimo de giro, con la posición axial.
Con base a lo anterior se puede determinar la variación de la altura del material sólido con la posición axial, mediante la ecuación
siguiente.
Para integrar las ecuaciones anteriores se discretiza la longitud del horno en tantas partes como se desee. Un esquema de la
discretización a realizar es la que sigue:
La suposición realizada en el procedimiento de discretización, es que el área resulta constante en cada ∆Z de discretización. Para
determinar la profundidad y el área ocupada por el material sólido, se desarrollo un algoritmo de cálculo el cual se implemento en
MatLab®.
Algoritmo de Cálculo
a un paso. Es decir, aplicando una sola vez la formula de recurrencia del método de integración.
Se integra la ecuación
para obtener el área As ocupada por el material sólido. Este valor se mantiene constante en el primer intervalo ∆Z.
Este procedimiento se repite para los siguientes intervalos discretizados, hasta que se alcanza la longitud del horno rotatorio L
Cálculo del tiempo de residencia total
Existen varias ecuaciones que pretenden determinar el tiempo total de permanencia del material en hornos
rotatorios. Así :
El análisis elemental se realiza para un conocimiento mas profundo del carbón. En este análisis son determinados
los contenidos de C, H, S, N, O, humedad y cenizas. Como es un análisis costoso, solo puede ejecutarse para la
caracterización de un carbón nuevo, o para identificar causas de posibles problemas
Los balances másico y térmico del sistema de horno representan un factor fundamental e imprescindible para
realizar cualquier actividad de análisis, evaluación u optimización calórica en una fábrica de cemento. Por lo que en
dicha industria, los balances térmicos han llegado a ser sinónimos del propio proceso del horno. Esto quizás no es
sorprendente ya que el proceso del sistema de horno toma la energía química almacenada en el combustible y la convierte
en energía térmica. Esta última por su parte proporciona la energía de precalentado y da inicio para las reacciones de
descarbonatación y clinkerización de los materiales al tiempo que pasan por el sistem
Sin embargo los balances másicos y térmicos pueden ser extendidos para incluir la molienda de cemento y crudo ó cualquier otra
parte del sistema. No obstante el objetivo mas relevante del presente proyecto se refiere a los balances de masa y energía que
pretendan proporcionar una evaluación del consumo calórico y su relación con la producción de clinker, por lo que el objeto de
estudio o volumen de control es representado por el sistema conformado por torre precalentadora, horno y enfriador
BALANCE DE MASA
En principio, la base en la que se sustenta el método para realizar un balance de cualquier tipo de proceso son las leyes
termodinámicas de la conservación de masa y energía. Dichas leyes establecen, que en la naturaleza, la materia no se crea ni se
destruye, solo se transforma
Para tomar en cuenta el flujo de material que entra y sale de un sistema con límites definidos, se plantea un balance de materia,
que no es más que una contabilización de material. Esto se puede expresar de la siguiente forma:
El balance de energía se realiza simultáneamente con el balance de masa, ya que ambos se complementan. Así, el balance
de energía, se puede plantear bajo los mismos términos del balance de masa y se puede expresar para un proceso continuo en
condiciones estables con la siguiente relación
El balance de energía debe mostrar en detalle todos los procesos de utilización de calor y, en especial, que procesos utilizan
gran cantidad de calor y que procesos escasas cantidades de él, lo que mostrará los que requieren mayor atención, así como las
pérdidas presentes en todo el volumen de control.
PROCEDIMIENTO
a. Preparación
La extensión de los trabajos por realizar depende de la integridad y fiabilidad deseada. Se recomienda un planteamiento y
preparación cuidadosos. Es preciso aclarar los ítems básicos siguientes:
Con las condiciones anteriormente mencionadas, es posible determinar el número de personas requerido y el equipo de
medición necesario. Puede resultar necesario disponer de un equipo para la utilización temporal, mientras que la
instrumentación existente deberá verificarse y calibrarse cuidadosamente.
Estado de los equipos de medición
Para efectuar todas las mediciones necesarias se cuenta con una serie de equipos que deben estar en buen estado a la hora de
ser utilizados. Los equipos u objetos a los que hay que hacerle mantenimiento son:
a. El analizador de gases; este cuenta con una serie de variables que deben ser chequeadas antes de iniciar cualquier
medición, las principales a tener en cuenta son la bomba, las celdas electroquímicas y la unidad de control.
b. Las mangueras a utilizar en las mediciones de presión no deben presentar orificios ya que afectarían todas las mediciones
mostradas por la unidad de control del medidor de gases.
c. El tubo de pitot, este no debe presentar deformaciones ya que de su forma depende la constante de operación del
mismo, que a su vez influye en la información brindada por la unidad de análisis del medidor de gases.
d. La termocupla debe encontrarse lo menos corroída y limpia posible para que pueda detectar bien las señales, de lo
contrario estas no serán reales.
e. El medidor de temperatura debe encontrarse en buen estado, de manera que permita interpretar bien la información
generada por la termocupla.