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Ficha de lectura: La imagen como recurso

didáctico

Una imagen es una representación que nos remite al campo visual. Al


momento de utilizar imágenes en el proceso de construcción de
conocimiento hay que considerar que no reemplazan al texto, sino que
cruzan, potencian, vinculan y amplian los marcos de comprensión.

Por lo que al momento de utilizar imágenes como recurso


educativo, Gabriel Guanca Cosa, 2014 recomienda preguntarse:
Las imágenes no reemplazan a las palabras, ya que, como sostiene
Ana Abramowski, palabras e imágenes “son irreductibles unas a
otras, pero, al mismo tiempo, están absolutamente intrincadas. Se
cruzan, se vinculan, se responden, se desafían, pero nunca se
confunden”.

Vivimos rodeados de imágenes, como consumidores y como productores


de las mismas. Lo visual nos interpela, poniendo en juego otros
mecanismos de captación, interpretación, selección, organización y
valoración.

¿LA IMAGEN CON SENTIDO O SÓLO PARA EMBELLECER LA


PLATAFORMA?

El uso con sentido (útil, significativa para el estudiantado) de una imagen


obliga a ir más allá del uso de la imagen como ilustración o para
“embellecer la propuesta”. Una imagen pone en juego la interpretación, la
comprensión y la valoración. Las imágenes nos interrogan y configuran
nuevas formas de saber, conocer y vincularse con el mundo.
Este es un punto importante, ya que para usar una imagen debe tenerse
en claro para qué. Esto, por supuesto, está relacionado con las
actividades planificadas. Se utilizan imágenes para:

 Compartir información, conceptos y representaciones


 Generar procesos reflexivos sobre sus distintos significados.
 Transmitir ideas, valores o sentimientos. Generar sensaciones de
placer o rechazo, despertar afectos, movilizar.
 La imagen puede usarse al menos de tres formas, de acuerdo a los
procesos que se quieran trabajar en el aula.

Las piezas visuales pueden usarse como objeto de información, en


donde las imágenes facilitan datos; como objeto de crítica que permita
disparar procesos de intercambio de ideas y opiniones; y por último,
como objeto de expresión.

¿Con qué otro fin utilizarías imágenes?¿Imágenes, por qué?


¿Por qué usar una imagen y no otro recurso? En este sentido, es bueno
tener en cuenta algunos puntos sobre los cuales preguntarse al momento
de decidir por el mejor recurso.

Es recomendable armarse una lista con los motivos por los que se elige
una imagen y no otro recurso. Acá algunos puntos que pueden servir
como disparadores.

 Permiten múltiples significados nunca dados de antemano


 Cuestionan saberes y los desestabilizan
 Permiten ver más allá de lo que se creía sabido o de lo que se
esperaba ver
 Permiten representar el contexto inmediato
 Muestran lugares o seres lejanos y desconocidos
 Permiten captar la atención

¿Qué tipo de imágenes?

Al momento de incluir una imagen como recurso es necesario plantearse


qué tipo de imágenes utilizar. Es recomendable pensar en una amplia
variedad de tipos de imágenes, que comprendan fotografías, pinturas,
capturas de pantalla, dibujos, entre otras.

ALGO MAS:

El uso de la imagen como recurso didáctico puede ser tenido en cuenta


como una estrategia de enseñanza y de aprendizaje para planificar las
tareas académicas. Las imágenes ayudan a comprender, enseñan a
mirar, suponen descifrar y comprender, poniendo en juego habilidades y
procesos cognitivos para leer y percibir el mensaje visual. Asimismo,
implica activar conocimientos previos para otorgar sentido a la imagen en
torno a categorías conceptuales a través de estrategias de participación
activa y consciente (Augustowsky, 2011; Llorente Cámara, 2000; Navarro
Ruiz y Hernández Encuentra, 2004).

¿Cómo presentar y enseñar a mirar las imágenes?

No se trata de ver por ver, o sólo usar la imagen como producto


decorativo, sino de utilizar las ilustraciones como estrategia pedagógica y
didáctica para mejorar y facilitar los procesos de enseñanza y de
aprendizaje en el interior del aula; de ofrecer andamiajes al alumno para
promover una lectura contextualizada y significativa con el objetivo de
favorecer el pasaje de la mirada espontánea y rápida hacia una mirada
detenida, abierta e inquisidora.

Antes de describir cuáles son las estrategias para promover este pasaje,
es importante hacer la distinción entre imagen
didáctica e imagen didáctica per se. Al respecto, Prendes Espinosa
(1995) entiende que, si bien cualquier imagen –fija o móvil- puede ser
usada en el acto didáctico, hay imágenes que han sido concebidas y
construidas expresamente para contribuir con eficacia al aprendizaje y
facilitar la comprensión, las cuales serían propiamente imágenes
didácticas, mientras que otras ilustraciones como la fotografía y
las obras de arte, que si bien puede que no hayan sido elaboradas con
fines didácticos explícitos, la intencionalidad del uso en un proceso
didáctico determina su consideración como medio didáctico, y se habla
por tanto de imagen didáctica per accident.

Lo relevante es la formulación de preguntas que ofrezcan al alumno, una


estructura para desmenuzar, desarmar y de-construir, y que brinden la
posibilidad de entablar una conversación con las imágenes, establecer
hipótesis, relacionar conceptos y aprovechar los conocimientos previos,
así como de inquirir sobre los distintos elementos que la componen, con
el objetivo de verla y entenderla desde otra perspectiva más constructiva
(Abramowski, 2009; Augustowsky, 2011; López Valdovinos, 2001;
Perales y Jiménez, 2002).

También se alude a la importancia de contextualizar la imagen, es decir,


complementar la lectura de imágenes con otros recursos didácticos, tales
como: biografía del autor, texto impreso, búsqueda por internet, videos e
ilustraciones digitales.

Las experiencias educativas que promueven el uso de recursos icónicos


en la secuencia de enseñanza y de aprendizaje en el área de Ciencias
Sociales, potencian aprendizajes, así como conocer la valoración de los
alumnos sobre la imagen como recurso didáctico para favorecer la
comprensión; ambas cuestiones generan motivación y compromiso hacia
el aprendizaje y las tareas académicas.

Una manera de incorporar la imagen en este último sentido podría ser


el fotoensayo. Este es una colección de imágenes colocadas en un
orden específico o secuencia para presentar acontecimientos,
situaciones, emociones o conceptos. Usa las mismas técnicas de relatar
una historia que un ensayo normal, pero traducido en imágenes. Pueden
acceder a más información desde aquí

Les compartimos un ejemplo de Fotoensayo realizado por Iván


Castiblanco, fotógrafo que participa del Colectivo Octo Acto

Profe: queremos aprobar historia from Iván Castiblanco


Ramírez on Vimeo.

Tal como hemos visto hasta el momento, pueden darse a la imagen


diversos usos. Puntualizando algunos de ellos podría utilizarse como:

A). La imagen como instrumento facilitador de comprensión y


aprendizaje

Trabajar con imágenes abre un espacio de reflexión entre el estudiantado


y los docentes. A su vez permite crear puentes entre los conocimientos
previos, los conceptos y la realidad socio-cultural, favoreciendo el
aprendizaje y la comprensión. La observación de imágenes, tomando
como referencia las preguntas guías favorece el establecimiento de
relaciones con la vida cotidiana y entender qué derecho o necesidad
básica estaba presente.

Las imágenes portadas de palabras u oraciones permiten un análisis más


detallado y por tanto vincular y ampliatorio de los conceptos que se están
trabajando. Aprender con imágenes permite acceder con mayor facilidad
al contenido y su comprensión, así como a recordar los conceptos
centrales y su implicancia social, en tanto las ilustraciones sintetizan
conceptos e ideas.

Los intercambios a partir de imágenes con el grupo de clase, también


permiten tomar conciencia de determinados fenómenos sociales.

B). El valor motivacional de las imágenes

Las tareas académicas acompañadas de imágenes son percibidas por el


estudiantado como fuente de motivación y participación. Las clases
pueden resultar más interesantes cuando están mediadas por recursos
icónicos.
Los-as invitamos a mirar una entrevista realizada a Gabriela Augustowski
investigadora de la UBA y Unipe, Especialista en lenguajes audiovisuales
y enseñanza. En este breve diálogo ella presenta algunas ideas que nos
hablan de como las imágenes pueden potenciar la enseñanza.

Las nuevas tecnologías nos acercan a una vieja fantasía, tener todas las
imágenes del mundo a nuestro alcance. La idea de una colección de
representaciones visuales que nos permita portar el mundo a cuestas, tal
como la pensara en su Atlas Menomosyne Aby Warburg, hacia las
primeras décadas del S XX. Una colección de imágenes que no suponía
un conocimiento clasificatorio positivista, sino un montaje dinámico, con
heterogeneidades y contradicciones que coexistan de un modo que cree
sentido. Así como son múltiples las imágenes a las que accedemos son
múltiples las operaciones, las acciones, que las TIC nos permiten realizar
con ellas, intervenciones, clasificaciones, y todo tipo de mudanzas. Cada
vez más disciplinas vienen ocupándose, desde hace varios años, de esta
cuestión en el marco de relaciones y configuraciones sociales que mutan
velozmente. El propósito de esta presentación es abordar algunos mitos,
supuestos e ideas que nos permitan pensar, discutir, analizar y dotar de
ejemplos la cuestión del uso de las imágenes, en el marco de la
educación, y de la enseñanza mediada por TIC.

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