El 21 de abril, una niña de la ciudad, de 5 años de edad y llamada Tsukinoura,
amaneció con convulsiones y dificultades para andar y hablar. Ingresó en el hospital de Minamata, el Hospital Chisso, de la empresa propietaria de la principal fábrica de la ciudad. Fue, esa niña, el primer caso bien documentado de la enfermedad de Minamata. Su aparición fue reconocida oficialmente el 1 de mayo, cuando había cuatro enfermos ingresados. El director del hospital notificó a los servicios de salud que cuatro enfermos mostraban síntomas cerebrales de origen desconocido. Minamata era una pequeña ciudad del sur de la isla de Kyushu, en Japón, en la desembocadura del río Minamata que se abre a la bahía del mismo nombre y al mar de Yatsushiro. En 1956, cuando comienza esta historia, tenía unos 50000 habitantes. Con el tiempo y muchos estudios, se descubrió que la causa de la enfermedad de Minamata era el envenenamiento con metil-mercurio asociado al consumo diario de grandes cantidades de pescado y marisco contaminado con mercurio. Presenta síntomas muy variados según el grado de exposición al tóxico. Los casos más graves se caracterizan por problemas sensoriales, sobre todo en las extremidades, problemas de movimiento y equilibrio y reducción del campo visual. Hay otros signos de problemas neurológicos como la dificultad en el habla, pérdida de audición, movimiento difícil de los ojos, temblores,etc. Los casos más suaves incluyen sensación de pinchazos en las extremidades (parestesia), dolor en las articulaciones, problemas en el uso de los dedos, dolores de cabeza, fallos de la memoria, insomnio, etc. SITUACIÓN Todo empezó unos 50 años antes, cuando se instaló en Minamata la empresa Chisso, entonces conocida como Nippon Nitrogen Fertilizer Corporation, que, a partir de la década de los 50, comenzó a producir acetaldehído, compuesto utilizado en la síntesis de plásticos y en otras aplicaciones. Para la síntesis del acetaldehído era necesario el mercurio como catalizador, o acelerador de la reacción química. Después, el mercurio sobrante se vertía al mar donde, en parte, cambiaba a metil mercurio, mucho más tóxico y más fácilmente asimilable por los organismos vivos. En los peces, moluscos y crustáceos entraba por el sistema digestivo o por las branquias. Los peces morían, las algas no crecían y, en tierra, los gatos y las aves agonizaban. Las investigaciones identificaron el mercurio como la causa de la enfermedad de Minamata, pero las autoridades y la empresa Chisso no utilizaron este dato para contener la extensión de la enfermedad. En 1956 eran 54 casos reconocidos, con 17 fallecimientos. Y, por estadísticas, se demostró que la enfermedad estaba asociada al consumo de pescado y marisco, y se sugirió que los síntomas se debían a una intoxicación con un metal pesado pero las autoridades no prohibieron la pesca ni el consumo de pescados y mariscos, agregando que desconocían el origen de dicho metal, aunque sospechaban de la empresa Chisso, pero no era posible probarlo. El 22 de julio de 1959, unos investigadores de la universidad de Kumamoto, afirmaron que la enfermedad de Minamata era causada por la ingestión de pescados y maricos contaminados con mercurio. A lo cual, la empresa Chisso, afirmó que eran especulaciones. En 1960, un estudio determinó que los gatos alimentados con pescado de la bahía presentaban la enfermedad de Minamata; que la bahía estaba muy contaminada por metil-mercurio; y que en el hígado y riñones de las víctimas humanas había una elevada cantidad de mercurio, así como en el cabello de enfermos vivos. En 1961, la fábrica desvió algunas de sus aguas a un río vecino y amplió el radio de contaminación, afectando a todo el mar interior de Yatsusho. Solo en 1967 los investigadores consiguieron demostrar la presencia de metil- mercurio en el proceso de síntesis de acetaldehído. Y en 1968, el gobierno estableció que el metil-mercurio vertido por Chisso era la causa de la enfermedad de Minamata. Habían pasado 12 años desde aquella primera niña enferma de 5 años detectada en 1956. Aquel mismo año, 1968, Chisso dejó de producir acetaldehído en su factoría de Minamata. Se calcula que en los años de contaminación, Chisso vertió a la bahía de 70 a 150 toneladas de mercurio, incluyendo de 0.6 a 6 toneladas de metil mercurio. Durante años estuvo prohibida la pesca en la Bahía de Minamata e, incluso, había zonas cercadas con vallas metálicas para impedir la entrada por estar los sedimentos contaminados con mercurio. El 1997, los niveles del tóxico ya se encontraban por debajo de los límites que marcaban los reglamentos y la concentración en el pescado era, de media, cercana o inferior a 0.4 microgramos por gramo de pescado, por debajo del límite que marca la legislación japonesa. El 15 de octubre de 1997, la Bahía de Minamata se reabrió a la pesca. En 2010, son 2771 personas las que tienen el certificado de padecer la enfermedad de Minamata pero hay más de 40000, con síntomas más leves, que también reciben tratamiento médico. En la bahía, la concentración media de mercurio es de 25 microgramos por gramo de sedimento en un área de unos 2 kilómetros cuadrados. No son raras las concentraciones por encima de 100 microgramos de mercurio por gramo de sedimento. En los materiales depositados en el fondo de la bahía, la contaminación con mercurio se detecta hasta los 4 metros de profundidad. Un fallo de 2004 de la Corte Suprema responsabilizó al gobierno de no cumplir en su obligación de mantener limpias las aguas y de permitir que la contaminación continuase durante años después de su descubrimiento (la empresa no detuvo los vertidos hasta 1970), cerrando así años de litigios por este caso. Sin embargo, en 2010 los afectados por el suceso aceptaron un acuerdo del Gobierno japonés en la que retiraban su denuncia por daños interpuesta tanto al Gobierno como a la empresa responsable, a cambio de indemnizaciones y prestaciones médicas. El caso de Minamata se ha convertido en un símbolo internacional de los daños ambientales, y ha servido para que otros países tomen medidas. De este modo, el Parlamento Europeo ratificó el pasado 9 de mayo el Convenio de Minamata de las Naciones Unidas sobre el mercurio, un tratado internacional de obligado cumplimiento diseñado para proteger la salud humana y el medio ambiente del mercurio.