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LA FINTA GIARDINIERA (LA FALSA JARDINERA)

ATTO PRIMO

SCENA PRIMA

Todos
¡Qué hermoso día,
Cuánta armonía!
Por doquier
Se respira alegría
Aquí el amor se regocija
Y brilla.

Ramiro
Entre tantos dolores
Suspiro y sufro
Para mí no brilla
Nunca el cielo
Para mí no existe
La felicidad

Podestá
Mi corazón exulta
De gozo.
Entre tantos sonidos y cantos.
Sabré disfrutar:
La dulce Sandrina
Mía será.

Sandrina
Soy infeliz,
Soy desgraciada,
La suerte ingrata
Me oprime
Más desafortunada que yo
No existe.

1
Nardo
Ni siquiera me mira,
Ni siquiera me escucha;
Ella jugará conmigo
Como mujer bárbara
Sin piedad.

Serpetta
Con esa mona
Ya se atontó.
Va coqueteando,
Se hace el enamorado.
Pero si me busca
Me va a encontrar.

Ramiro
Conviene esconder
la pena adversa.

Podestá
Vamos, arriba
Sandrina mía.

Sandrina
Demasiados cumplidos,
Demasiada bondad.

Ramiro
Veré aplacarse
La suerte adversa.

Podestá
No puedo dejarla
Porque es demasiado bella.

Serpetta
Los hombres están llenos

2
de falsedad.

(recitativo)
Podestá
Viva, viva el buen gusto
De mi graciosa jardinera
Que es la flor más preciada de la primavera.
Ramiro ¿qué le parece?

Ramiro
Nada para decir, parece
El jardín encantado, sin embargo no alcanza
Para darme ánimo.

Podestá
Esta es una locura.
Pero tú, Sandrina mía,
¿por qué estás tan triste?

Serpetta (a Sandrina).
¡Maldita sea!
Desde que llegó ella
No me mira más a la cara.

Nardo (a Serpetta que no lo escucha)


Ni siquiera una miradita.

Podestá
Vamos, habla querida, ¿qué te preocupa?

Serpetta
Sufre de mal de amores.

Sandrina
Yo no merezco, señor,
Tanta bondad de parte suya. Debería disfrutarlo,
Debería tener esperanza. Pero siento

3
Que, en mi interior, un fuerte dolor
Domina a mi pobre corazón.

Nardo (a Serpetta)
Deberías pensar…

Serpetta
Siento que la ira me devora.

Podestá
Don Ramiro, Sandrina, alegremente.
En instantes llegará la novia, mi sobrina. Preparémonos
Para los banquetes y los festejos.
Yo no quiero ver tristeza
Hoy que estamos en tiempos de alegría.

Sandrina
¡Ah! Lo intento en vano...

Ramiro
En vano demuestro soltura...

Podestá
Amigo, mucho me temo
Que la causa de su mal sea el amor.

Ramiro
Lamentablemente es así; por una mujer traicionera
Me he convertido en un ser languideciente…

Podestá
¡Oh, qué ridículo!
¿Afligirse así por una mujer,
Poner la vida en peligro?
Tome mi consejo;
Elija otra muchacha,
Dele su corazón,

4
Que si el amor fue quien lo hirió
Que el amor lo sane.

Ramiro
El cielo me libre de querer buscar nuevos yugos para mí
Si recién he logrado romper estas cadenas
Que nunca suceda,
Que se me ocurra una idea tan descabellada
Y vuelva a encenderme de amor otra vez.

Si el pájaro se escapa
De la prisión un día,
Ya no se acerca jugueteando
Al cazador.
Habiéndome liberado
De un estorbo amoroso,
La idea de otro lazo
¡ah! Cuánto me hace temblar.
(se va)

ESCENA SEGUNDA

(recitativo)

Podestá
Rápido , Nardo, Serpetta vayan
Vayan que a la llegada de los novios
Quiero que todo esté listo
Con pompa, esplendor y propiedad.

Serpetta
Quiero quedarme con Sandrina a solas.

Nardo
Vamos Serpetta, a obedecer
Al patrón.

5
Serpetta
Ve, rómpete la cabeza, ahí está el camino.
(Nardo se va y Serpetta se aparta)

Podestá
Quedémonos solos de una vez
Vayamos a lo nuestro, querida Sandrina;
Me explico en pocas palabras:
Ardo, muero por ti, ese brío, esa forma de ser
En un instante me enamoró.

Sandrina
Señor, ¿qué dice?
Una pobre pueblerina...

Serpetta
Que venga Sandrina también ella a sufrir con nosotros.

Podestá
Sandrina debe quedarse aquí, vete, ¿qué quieres?

Serpetta
Obedezco.
(a Sandrina)
Bruja!
(se retira)

Podestá
Así como yo decía,
esperanza de mi corazón, sé lo que digo
sé lo que pienso… esto basta…

Sandrina
Ah, piense, señor, en su categoría,
Usted noble y yo plebeya…

Podestá

6
¡Ay! El amor no conoce razón, todo lo iguala.

Sandrina
Pero una muchacha honesta
No debe permitir que se rinda...

Serpetta
Señor disculpe
Si interrumpo en lo mejor de la conversación.

Podestá
¡Qué desgracia!

Serpetta
Dígame, los atuendos de la novia
¿Dónde los colocamos?

Podestá
En el baño, en la habitación, en la cocina.

Serpetta
Discúlpeme.
(a Sandrina)
Descarada.
(se retira)

Podestá
Ya no, querida, ese rostro
Ennoblece a la gente,
No la desanima… vamos.

Sandrina
¿Qué espera usted?

Podestá
Quiero hacerte mi esposa

7
Serpetta
Seguramente dirá que soy…

Podestá
Digo que eres una terrible insolente,
Temeraria inoportuna!

Serpetta
Pero escuche
Una palabra solamente…

Podestá
¡Vete, lejos de aquí, vil mujerzuela!

Serpetta
(ya voy, ya voy, tranquilo)
Pero tú me las pagarás, maldita prostituta.
(se va)

Sandrina
Permítame, señor,
(se quiere ir)

Podestá
No, oye, espera,
Querida mía no te vayas, si tú supieras…
(estoy fuera de mí) qué locura,
Qué torbellino tengo en el corazón,
Y no sé si es esperanza o temor.

En mi pecho yo siento
Un sonido, una dulzura
De flautas y de oboes.
Qué alegría, que felicidad,
No existe gozo más bello
Que para esta alegría.

8
Pero, Dios mío, de repente
Se trastoca la armonía
Que hace palpitar al corazón.
Se retiran las violetas y
Con tétrica melodía
Vienen a turbarme.
Después se escucha un gran ruido:
Los tímpanos, las trompetas,
Fagot y contrabajo
Me hacen desesperar.

ESCENA TERCERA

Sandrina
De la suerte enemiga
¡Cuántas dolores he sufrido hasta ahora!
Desgarrada, abandonada por su amante
Bajo falsas apariencias,
Estoy contenta de pasar mis días
De manera vil:
Si por lo menos pudiera, ¡oh dioses!
Volver a ver al ingrato, pero para qué me sirve
Sufrir llorando así…

Nardo
Marquesita…

Sandrina
Ah, calla, por favor, alguien
Podría escucharte.

Nardo
Estamos solos,
No hay nadie que nos escuche.

Sandrina
Tú sabes que ha pasado un año

9
Desde aquella nefasta noche,
En que el Condesito Belfiore
Cegado por unos celos locos
Me hirió despiadadamente, y en ese momento,
Creyéndome ya muerta
Me dejó, se marchó.

Nardo
¡Qué cosa terrible!
Solo de pensarlo
Me brotan las lágrimas.

Sandrina
Ah, querido siervo,
Bien sabes que, con el solo objeto de reencontrar a mi amante
Bajo estas apariencias, contigo me impuse ir errante,
Y todos piensan que eres mi primo. Pero apenas llegué
Se me presentaron nuevos desastres.

Nardo
Perdone pero eso me parece exagerado:
Ya que la suerte nos ha hecho llegar
a este bello lugar
Donde usted es amada por el Podestá.

Sandrina
Este motivo es justamente
Lo que ahora me impulsa a partir, verme
Sofocada, los suspiros, los desmanes,
Escuchar reproches en todo momento
De un amante inoportuno.

Nardo
Y bien, señorita, ¿qué la obliga a amarlo?
Haga lo que hacen las otras mujeres:
Finja, adúlelo,
Hágase la enamorada.

10
Sandrina
Oh, no me gusta
Este estilo moderno:
Ni jugando quiero volver
A sentir amor; el corazón
De los hombres ya lo conozco bastante
Quiero irme rápido de aquí…
(quiere irse)

ESCENA CUARTA

Ramiro
A los hombres hay que amarlos, no escaparles.

Nardo
Dice muy bien.

Ramiro
¿ por qué ustedes aborrecen a los hombres?

Sandrina
Por falsos e inconstantes…

Ramiro
Sin embargo hay hombres fieles, yo me enorgullezco de ser uno,
Amé a una noble dama
(¡ay, qué recuerdo!)
Y en el momento en que le ofrecí unirme a ella,
La despiadada me rechaza,
Me traiciona, me deja y me abandona.

Sandrina
¡Siempre igual! Todo lo malo
Proviene de nosotras, pobres mujeres,
¡qué triste destino es el nuestro!
Para nosotras no hay paz, ni alegrías,

11
Y no nos sirve para nada la gracia y la belleza.

Nosotras, las mujeres, pobrecitas


Míseras, desafortunadas,
Ni bien nacemos
Debemos sufrir.
Desgracias, cuando somos niñas,
Esfuerzos, de más grandes,
Y en la edad de las flores,
Así seamos lindas o feas
El maldito amor
Nos viene a atormentar.
Mejor sería para nosotros
No nacer, o morir.
(se va)

Ramiro
Mi felicidad sería plena
Si ya no viviera la ingrata Arminda;
O que no hubiese aparecido para mí sobre la faz de la tierra.
(se va)

ESCENA QUINTA

Nardo
Yo no entiendo
Contra quién tiene algo este; pero la patrona, más todavía
Me parece que perdió la cabeza.
Es verdad que tiene razón
Por esa indigna acción
Que le hizo el Condesito
Pero quizás… o no quizás
Mi caso es peor, porque
Por Serpetta me estoy consumiendo;
Ella me esquiva y me echa
Ni siquiera me mira a la cara… ¿qué voy a hacer?
Para hacer que sienta amor voy a llorar.

12
Ay, pero no sirve el llanto
Para doblegar al corazón maligno
Que es más duro que el hierro o que una piedra.

A fuerza de martillo
El hierro se reduce,
A fuerza de cinceles
El mármol se trabaja;
Pero al corazón de mujer nunca
Ni hierro, ni martillo,
Ni amor compadecido,
Lo puede moldear,
La puede convencer.
Estamos todos locos
Que vamos detrás de las mujeres,
Hay que despreciarlas, alejarlas,
Que se vayan, que la terminen
Que se mueran.
(se va)

ESCENA SEXTA

Podestá
Querida sobrinita
Descanse un poco que en pocos minutos
El novio llegará.

Arminda
Este retraso es una reverenda
Falta de educación, él
Debía prever mi llegada.

Podestá
Quizás todavía no sabe…

Arminda
No sabe que yo soy testaruda

13
Y caprichosa.

Podestá
Vamos, mejor con las buenas,
que dentro de unos instantes
Le pasará el enojo.

Arminda
Sentémonos. Y traigan sillas aquí.

Serpetta
(trae sillas)
Acá están las sillas, acá están, no grite.
Que no soy sorda.

Arminda
¿y esta quién es?

Serpetta
Yo soy la camarera…

Arminda
¿Y no viene a cumplir con su obligación,
A arrodillarse, a reverenciarme,
A besarme la mano?

Serpetta
Ahora iba a hacerlo.
(Serpetta se acerca para besarle la mano, Arminda la rechaza y la echa)

Arminda
Váyase.

Podestá
Váyase.

Serpetta

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Me voy.
(Serpetta se está yendo y Arminda la llama)

Arminda
Ehi, muchacha, muchacha.

Serpetta
(¡Qué paciencia!)

Arminda
¿Hay alguna novedad de mi novio?

Serpetta
No, señora,
Pero creo…

Arminda
Vaya.

Podestá
Vaya.

Serpetta
(Con esta no vamos a llevarnos bien)
(se retira)

Arminda
Dígame, tío,
¿Sabe usted si mi novio
Tiene modales de caballero?

Podestá
La verdad…

Serpetta (corriendo)
Señores, rápido, rápido,
Ha llegado un carruaje…

15
Arminda
Este será el Condesito
(se levantan)

Voy a su encuentro… vamos,


Que cada uno esté en su puesto… sobrinita
Escuche…
(a Serpetta)
Avisa a todos…
Siervos, mensajeros…

Serpetta
Aquí está.

Arminda
Ahora pongámonos serios.

ESCENA SÉPTIMA

Contino
¡Qué belleza, qué placer,
Qué esplendor, eternos dioses!
Miro el sol y la miro a ella
Y encandilado por esos rayos
Me siento, oh Dios, vacilar.

Recitativo
Esposa Arminda, mi sol,
Precipitadamente,
como ante su princesa y su reina
el Conde Belfiore se inclina.

Arminda
(actuando)
Condesillo, soy su sierva
Y lo acepto con el corazón.

16
(no me parece mal)

Podestá
Oh mi señor Conde
Y casi sobrino
Reciba un afectuoso abrazo
Con cariño sincero
De parte del noble Podestá de Lagonero.
(lo abraza)

Contino
Permítame, esposa, que sobre la blanca mano…
Ah, no me equivoqué…
(al Podestá)
Perdone señor, conozco mi deber.
Mis respetos… hacia usted, bella muchacha.
No, que no quiero fallar.
(a Serpetta)
Esposa… señor… muchacha… ya me estoy enredando.

Serpetta
(Cuánto me hace reír,
Qué linda caricatura)

Podestá
Ahora dígame un poco
De Arminda, mi sobrina,
Su novia casi esposa,
Conde, ¿qué puede decirme?

Contino
Soberbia y bella.
Bella frente, bellos ojos, bellas mejillas
Bella nariz, bella boca:
Ah usted es, querida mía, un jazmín.

Arminda

17
Y usted parece justamente un girasol,
Que da vueltas por acá y por allá todo el tiempo,
Es más, una veleta a cuatro vientos.

Contino
¿Por qué, por qué, mi querida,
Mi estrella de plenilunio,
Usted me dice eso?

Arminda
Porque lo veo voluble y liviano:
(al Podestá)
¿qué opina, tío?

Podestá
Deje que yo lo observe
Por su fisonomía me parece… si no me equivoco…
Sobrina, un hombre constante!

Contino
¡Oh, constantísimo!

Podestá
¡Fiel!

Contino
¡Fidelísimo!
Yo soy como una dura roca, es más como un buque,
Que en medio del traicionero mar
Me quiebro… no, me rompo, ¡oh! Me detengo;
Usted me entiende, la metáfora es esta.

Podestá
Oh, en relación a la comparación… óigame bien:
Usted es una cometa… ¡por Dios! es como una nube…
Es más, como un viento… no, como un volcán;
Usted me entiende, es la mejor comparación.

18
Arminda
Bien, veremos, pero dígame:
¿usted me ama?

Contino
¿Si la amo? Al primer rayo
De esos pícaros y fulminantes rayos
Quedé electrificado.

Arminda
Tranquilo, despacio.
¿Usted sabe quién soy yo?

Contino
Usted es, oh querida…

Arminda
Yo soy caprichosa
Cabecita insolente.

Contino
Me agrada.

Podestá
Menos mal.

Arminda
Tengo buenas manos y buena cara.

Contino
Viva, viva.

Podestá
Buenísimo.

Arminda

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Uso también el bastón.

Podestá
Mejor, mejor.

Contino
¡Brava, brava, bravísima,
Qué gracia, que actitud, que soltura!
Me siento embriagar.

Arminda
Nos hemos entendido.
Yo lo amaré, pero pobre de usted
Si lo descubro inconstante;
Aunque esté en el medio de la calle
Yo le doy dos bofetadas, alma mía.

Los amantes de hoy en día


Prometen fácilmente,
Y la simple soltera
Se lo cree, pobrecita,
Y confía al decir que sí.
Pero yo no hago así:
Cuentas claras, cuentas limpias;
Antes de darle mi sí o mi no;
Usted será mi ídolo,
Mi bien, mi esperanza,
Pero en el caso, como suele pasar,
De que usted faltara a su palabra y me engañara
Yo las manos usaré.

ESCENA OCTAVA

Podestá
¿Qué le parece, señor Conde,
Qué dice de mi sobrina?

20
Contino
Oh cuánto me enamora y me enciende
Tan graciosa actitud; oh qué afortunado,
Qué buena suerte, amigo,
Encontrar una mujer,
Pero, ¿qué digo, una mujer? Ella es una diosa, que
En actitud, en belleza y en gracia,
No hay quien la iguale.
Y puede decirse la octava maravilla.

Podestá
No es porque sea mi sobrina, en todo
Ella es especial;
Escucharla hablar es un placer,
Una delicia,
Juzga a todos, tanto que parece Torquato Tasso1.

Contino
Claro, ya se ve, la cosa es clara,
Y por la fama que de ella corre
Apuesto todas las monedas2 que
Me he enamorado:
Cientos de muchachas he despreciado,
Hermosas jóvenes… ¿no lo cree?

Podestá
Claro que lo creo, lamentablemente.

Contino
Puede informarse,
Que por todos los lugares por donde pasé,
Las mujeres en tropas, en multitudes
Corrían desesperadas

1
Torquato Tasso, importante poeta del siglo XVI cuya obra más famosa fue La Gerusalemme Liberata.
Su inestabilidad psíquica lo llevó a padecer de fuertes escrúpulos de conciencia por los cuales juzgaba a
los demás y a sí mismo muy duramente.
2 NT: per tutte le gazzette. La gazzetta era una moneda veneciana de poco valor del siglo XVI que da

origen a gazzetta como sinónimo de diario porque era el valor que costaba el mismo.
21
A observar en mi bello rostro
La síntesis entre gracia y valor juntos.

Podestá
Oh, muy bien, mi querido Conde,
Me gusta su orgullo.

Contino
Soy caballero de espíritu,
He estado en el medio de la guerra
He conquistado fortalezas,
Sin embargo, del rostro amable
De mi querida Arminda
Me he vuelto prisionero, y aquí volando
He venido aquí de prisa,
He dejado por ella todos mis feudos,
Los honores, los vasallos,
al marqués, mi padre,
a la duquesa, mi abuela, y tantos
Otros primos nobles…
(el Podestá se ríe)
¿Usted se ríe? Usted no sabe que los Cattera
Son parientes míos.
Vivos, muertos y por nacer, oiga, oiga:
Le daré como prueba algún adelanto
De mi nobleza, de mi grandeza.

Desde donde sopla el Siroco a donde lo hace la Tramontata,


Desde el este hasta el sur
Es famosa por todas partes
Mi antigua estirpe.
Tengo grandes feudos y poseo muchos vasallos,
Tengo muchos antecesores mariscales,
Muchas hermanas princesas,
Tres reinas, seis condesas,
Diez cónsules romanos,
Y los príncipes, soberanos,

22
No se pueden ni contar.
¡Pero cuidado! ¿usted se ríe?
Señor mío, ¿no lo ve?
Allí están Numa3, allí está Escipión4,
Marco Aurelio5, Marco Agrippa6,
Muzio Scevola7, y Catón8,
y esos dos que van codo a codo
son Tiberio9 y Caracalla10.
Con respeto, salúdelos
Póstrese, inclínese
Ante cada uno de ellos.
(se va)

Podestá
Vivan los cónsules romanos,
Escipión, Caracalla: ja ja, no puedo
Contener la risa;
Esto es muy divertido, esto es un placer.
(se va)

ESCENA NOVENA
Serpetta
En esta casa ya no se puede estar:
Desde que llegó esta
Por lo menos cien veces por minuto
va a llamar
y de reventar por ella
no tengo ganas.
Pero ya viene Nardo
Y de él me espero
La acostumbrada música de los suspiros;

3
Numa Pompilio, rey de Roma.
4 Escipión el Africano, general romano que derrotó a Aníbal en las guerras púnicas.
5 Marco Aurelio, emperador romano.
6 Marco Agripa, general romano colaborador del emperador César Augusto.
7 Mucio Escévola, joven defensor de los reyes romanos de la dinastía de los Tarquinios.
8 Catón, poeta latino del siglo I aC.
9 Tiberio, emperador romano.
10 Caracalla, emperador romano.

23
Haré de cuenta que no lo veo
Y me entretendré cantando
Una nueva cancioncita
Como se espera un esposo de su novia.
(se sienta)
Un marido, oh Dios, quisiera,
Amoroso y cariñoso
Pero un marido medio viejo,
Madre mía, no es para mí.

Nardo
(Como en esta canción
El sentimiento expresa,
Yo también quiero responderle en verso).

Un marido, oh Dios, quisieras,


Amoroso y cariñoso
Pero un marido demasiado joven,
Hija mía, no es para ti.

Serpetta
Muy bien, señor bufón,
¿quién le ha dado el permiso
De entrar aquí?

Nardo
Querida Serpetta, perdone el atrevimiento.
Encontré la puerta abierta
Y entonces entré.

Serpetta
Si busca al patrón
Está del otro lado, vaya, vaya.

Nardo
¿Así me echa usted? Sin embargo, hermosa,
Yo en mi pecho la llevo en mi pecho grabada.

24
Serpetta
Ya lo dije cinco veces
Y con esta ya van seis.
No, no es para usted mi cariño.

Nardo
Pero tanto rechazo
¿Cómo puede ser, querida…?

Serpetta
Ya no más. Hablo sinceramente.
Usted no es para mí.

Nardo
Diga por lo menos por qué.

Serpetta
Usted no me gusta.

Nardo
Paciencia. Sin embargo ya verá
Que un día me va a llamar.

Serpetta
¡Ja ja!

Nardo
¿Se ríe?

Serpetta
Me río porque usted cree
Que para encontrar un marido
Hace falta quién sabe qué cosa.
Maridos hay a montones.
Basta que dé una mirada
Y aparecen miles de amantes.

25
Apenas me ven,
Quien cae, quien se desmaya,
Me siguen,
Nadie los puede contener.
Y como insensatos,
Aturdidos, desafinados
Así van gritando,
Suspirando por mí:
“miren qué ojitos,
Qué miradas amorosas,
Qué vida, qué gracia,
Qué valor, qué color,
Bella y agraciada
La quiero siempre amar.
Yo toda modesta
Bajo la cabeza
Ni siquiera contesto,
Los dejo pasar.
(Serpetta y Nardo se van)

ESCENA DÉCIMA
Sandrina
Llora la palomita
Lejos del campo,
De su destino se lamenta,
Y parece que con sus palabras
Quiere que la compadezcan.

Yo soy la palomita
Que me lamento lejos de mi tesoro
Sin encontrar alivio a mi dolor.
Llena de constancia
Haré, con mis suspiros,
Conmover a las estrellas,
Hasta que no logre encontrar
Al querido amante

26
palomita infeliz siempre seré.

Arminda
(Aquella será la bella jardinera)
¡Ehi, muchacha, oye!

Sandrina
Mi señora.

Arminda
Dime nomás qué te sucede,
Que te escucho lamentarte.

Sandrina
Pienso en mis problemas.

Arminda
He entendido, he entendido tus suspiros,
Quizás por el Podestá.

Sandrina
Estoy sorprendida.
Yo soy pobre, es verdad,
Pero soy honesta.
Conozco mi rango…

Arminda
Calla, muchacha, vamos,
¿Sabes quién soy yo?
Mide las palabras y piensa
Que estás hablando con Arminda.

Sandrina
Perdone… yo no sabía…

Arminda
Te compadezco, ahora sabe

27
Que yo soy aquella que hoy se casará
Con el Conde Belfiore.

Sandrina
(¡Oh Dios! ¿Qué escuchan mis oídos? (sorprendida y nerviosa)
(¿El Conde es el novio?)
Y ¿será verdad? ¡Oh, cielos!

Arminda
Él llegó hace poco.
Si lo vieras qué extraño y cortés es…

Sandrina (confundida y temblorosa)


(¡Ay no lo soporto!
¡Siento que me muero!)

Arminda
Estás pálida.
¿Qué te sucede?

Sandrina
Un fuerte e inesperado dolor…
Oh Dios… me invade
Siento que me arrancan el alma…
Se me escapa el corazón… del pecho…
Transpiro… me congelo… no aguanto… me desmayo.
(se desmaya)

Arminda
¡Pobre mujer! ¡vamos! ¿Quién la ayuda?
¡Oh, Dios! ¿No hay nadie que me escuche?

ESCENA UNDÉCIMA
Contino
Aquí estoy yo

Arminda

28
¡Rápido, querido Conde,
Asista por un momento a esta pobre joven desmayada
Que mientras tanto yo voy a buscar
Algo efectivo que la reanime.
(sale rápidamente)

Contino
Aquí estoy, ídolo mío, me apresto a darle ayuda.
(se acerca a Sandrina desamayada y queda asustado y sorprendido)
¡Dioses! ¿Qué alucinación es esta?
¡Violante! ¡está viva! ¡cielos!
Tiemblo de los pies a la cabeza,
No sé dónde estoy.

Sandrina
(mientras está desmayada se mueve y después vuelve a desplomarse)
Ven, ingrato corazón.
Mírame. Soy precisamente yo.

Contino
(siempre soprendido y confundido)
La voz es de Violante,
Sus ojos, su bello rostro,
¿Pero cómo puede ser bajo esta apariencia?
Será mi fantasía, la observaré mejor.

Sandrina (vuelve en sí)


¡Ay, de mi penar
Apiádense, oh dioses!

Contino
(vuelve a observarla atentamente)
Es ella, es ella indudablemente.
Ya no tengo más valor.

Sandrina (se da cuenta del Conde y queda estupefacta)


¿El Conde? ¡Oh, Dios! ¡Qué veo!

29
ESCENA DÉCIMOSEGUNDA

Arminda
Aquí traje licor, tome…

Ramiro
Conde, me permite…

Arminda
Ramiro, ¿qué voy a hacer?

Ramiro
Arminda, ¿qué voy a hacer?

Contino (a Sandrina, por lo bajo)


Dime quién eres.

Sandrina
(¿Qué digo?)

Ramiro (a Arminda)
¡Bárbara!

Arminda
(¿Qué voy a decir?)

Sandrina y Arminda
¿Ah, qué gran sorpresa es esta,
Que como rayo funesto
A mí, desventurada, me fulminó?

Ramiro y el Conde
¿Ah, qué gran sorpresa es esta,
Que como rayo funesto
A mí, desventurado, me fulminó?

30
Conde
(Estoy confundido y aturdido,
No sé si estoy dormido o despierto,
Me parece haberme atontado).

Sandrina
(Estoy confundida,
Tengo el corazón perdido;
Es tan terrible el dolor
Que me hace llorar)

Ramiro
(¡Qué locura, estoy confundido,
Me paraliza, me pierdo;
Ya no sé qué pensar!)

Arminda
(Qué me sucedió, qué es lo que ha pasado,
No me entiendo ni a mí misma,
Me parece, oh Dios, estar divagando)

(se quedan todos inmóviles)


Sandrina, Arminda, Ramiro y Contino
(Siento el alma oprimida en el pecho,
No me restan fuerzas para hablar).

ESCENA DÉCIMOTERCERA
Podestá
¡Qué silencio! Noche de luna,
¿Esta escena qué quiere decir?
Vamos, Sandrina, responda.
Señores míos, ¿por qué callan?
Vamos, hablen, ¿qué sucede?

Sandrina
¿Qué respondo?

31
Contino
(Yo estoy confundido).

Ramiro
(Estoy desconcertado)

Arminda
(Yo no me atrevo).

Podestá
¡No entiendo, no me es claro.
Pero hay algo que está torcido.
No es sencillo al parecer!

Ramiro (a Arminda)
¿Tú eres aquella?

Contino (a Sandrina)
¿Tú eres aquella?

Sandrina (al Conde)


¿Tú eres ese?

Arminda (a Ramiro)
¿Tú eres ese?

Sandrina, Arminda, Ramiro, Contino, Podestá


¡Ah, cómo da vueltas mi cabeza,
Va girando acá y alla!
(se van Sandrina y el Conde por un lado, Arminda y Ramiro por el otro, se queda solo el
Podestá que hace gestos de sorprendido)

ESCENA DECIMOCUARTA
Podestá
¡Qué clase de trato es este,
Qué extravagancia,
Qué falta de respeto,

32
Qué falta de educación
Dejarme solo
Como un ridículo!
A todos juntos
Los mando al diablo,
Dejo de lado
El rango, el título,
La descendencia,
La nobleza.
(está por irse pero es detenido por Serpetta)

Serpetta
¡Oh, me alegro, querido señor,
La jardinera con el Condesito
Hacen el amor
Aquí en el jardín
Tranquilamente
Y con libertad.

Podestá
Y dónde están…
Los celos…
(está por irse y es detenido por Nardo)

Nardo
No le crea,
Esto es mentira,
Es una sarta
De falsedad.

Serpetta
Si con estos ojos,
Con estos oídos,
Sin que me vieran,
Los he visto y oído.

Nardo

33
Son mentiras
Demasiado evidentes.

Podestá
Exijo aclaraciones.

Serpetta y Nardo
Venga aquí
(cada uno lo arrastra para su lado)

Serpetta
Este miente.

Nardo
Esta lo engaña.

Podestá
Date por victoriosa
Suerte desgraciada,
Aquí estoy burlado,
Aquí, traicionado,
Un hombre importante,
Un podestá.

Serpetta, Podestá y Nardo


Ya lo veremos,
Lo descubriremos
Y quien miente
Las pagará.

ESCENA DECIMOQUINTA

Sandrina (al Conde)


¡Pero usted qué pretende
De una infeliz, oh Dios!
Yo no soy Arminda,
Su dulce amor.

34
Contino (a Sandrina)
¡Ay, por favor, hable,
Vamos, dígame, querida!
Usted es Violantina
La reina de mi corazón.

Serpetta (aludiendo a Sandrina y al Conde)


(al Podestá)
Mire cuántos coqueteos
Le hace esta jovenzuela.

Podestá
Ya veo, ah maldita,
La quiero destruir.

Nardo
(¿El Conde? ¡Oh, qué malentendido!
¡si pudiera aclararlo!)

Sandrina
Usted está en un gran error.

Contino
(¡Ah, esto es muy extraño!)

Arminda
Burlada por un hombre malvado
Así deberé quedar.

Ramiro (a Arminda)
Es poco para un alma ingrata
Acostumbrada a engañar.

Sandrina (con determinación, al Conde)


Bárbaro, deshonesto,
¡Así me agradece

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Mi constante amor?
Maldito ¿en qué te falté?
¡Dime qué pude haber hecho,
Pérfido traidor!

Contino
Sí, yo soy el ingrato;
(se arrodilla)
Ídolo mío, perdón,
Querida y hermosa Violante…

Sandrina
Yo ya no soy ella;
La pobre Violante
Decía así,
Pero, oh Dios, ella murió.
(estando el Conde en esa situación es sorprendido por todos)

Nardo
¡Responda!

Arminda
¡Siga!

Ramiro
¡Señor Conde!

Serpetta
¡No tenga miedo!

Nardo
(No sé cómo va terminar todo esto)

Sandrina
(Es mejor que soporte mi dolor y me calle)

Contino

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(La novia ya me está amenazando)

Serpetta, Arminda, Podestá, Ramiro, Nardo


¿Qué decimos, qué hacemos?

Arminda (al Conde con ironía)


Mi amoroso Condesito.

Podestá (a Sandrina con ironía)


¡Jardinera simplota!

Ramiro (a Arminda con ironía)


Me consuela, me divierte.

Serpetta (a Sandrina, como antes)


¡Qué bella carita compungida!

Serpetta, Arminda, Ramiro, Podestá y Nardo


Vamos, disfruten, queridos amantes.
Que reine en ustedes la bella paz.
Que descienda el amor con su luz
Y encienda su corazón.

Sandrina y Contino
Ay, yo solamente puedo soportar
Tanto tormento y dolor.

Arminda (al Conde coléricamente)


¡Pérfido, indigno!
Quisiera arrancarte
El corazón del pecho.

Ramiro (a Arminda)
Pero tanta ira,
Tanta agresión
No puedo entender.

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Podestá (a Sandrina con rabia)
Voy a exiliarte
Mujerzuela ingrata.

Serpetta (a Sandrina)
Quisiera matarte,
maldita asquerosa.

Nardo
(Yo estoy paralizado,
no sé qué decir)

Sandrina
¡Qué triste pena,
Qué crudo dolor!
Me siento oprimida
Por un dolor desgarrador,
No sé qué responder.
No sé qué decir.

Contino
¡Qué día terrible
E inesperado!
Entre esta y aquella
Estoy enredado,
No sé cómo arreglar las cosas,
No sé qué hacer.

Todos
¡Que horrible frenesí!
No encuentro refugio;
La ira, la cólera
Que siento en mi pecho,
No puedo reprimir,
No puedo detener.

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