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Calasso El Loco Impuro PDF
Calasso El Loco Impuro PDF
Roberto Calasso
ISBN: 978-84-96867-27-7
JAÔTH
Jaôth es el primero;
el segundo es Hermes
ojo del fuego.
Mas todos tenemos
también otros nombres
salidos del deseo
y de la ira.
Así nos hizo el dios
y como potencias ('εξoνσίαι)
nos puso (χανιστάναι)
pegados al cielo
entre los λoγoτάλoγoτ.
Siempre de lo alto
comenzaba el infame,
un día nos dijo:
«Soy un dios celoso,
fuera de mí nadie existe».
Así dio la señal
de que hay Otro.
En los sótanos del cielo
impedía la visión
de nuestro hermano.
Sophie, la amiga,
reconoció por la atenuación
de su luz
que el σύξνγoς
faltaba,
que el sonido
no respondía,
mudo el Doble.
Quiso errar (έπιαφέρεσναι)
mas no la condujeron
a su Eón,
cayó en el noveno,
en lo de Jalbadâoth.
En el agua apareció
el simulacro.
Nos reunimos todos
para juntar almas: la sexta
es σύνεσις,
alma de la cabellera,
corrigió sus manchas
con la έπίνoτα de la luz.
Así tejió
los espectrales cuerpos
vegetados.
Fueron exploradas
sus guaridas
con globos de flama.
Le diré en voz baja, Presidente,
dónde está el secreto:
en el άντίμιμoν
πνενμα, que de nosotros desciende,
escurre de las ramas (χλάδoς)
de las hojas el engaño,
su grasa es
un bálsamo maligno
y su fruto es el deseo
de la muerte.
Su semen (σπέφμα)
Bebe a quien lo prueba.
Impregna la red
que es un embrión de hembra.
Nadie ha roto la red,
tampoco las alas de fuego
tan amarradas están las cuerdas
y retorcidas
en el Encéfalo inmenso.
El Pleroma nos vendió
como bestias al matadero.
Todo fue sólo déchéance (ύστέφημα).
A ti hoy
te confiamos los sellos,
έπίημov όvoμα.
El gran tapiz
I. El pantano
EL PAVO REAL
Sólo lo efímero es
nuestro alimento
incansable sin
contraste y en la
tierna vena del género
se recomienda velo de
ceniza nuestro refugio
suave tela
para que en el círculo
gire la muela y
nos procure la blanca estola.
MOLLY
Sí, sin base
fuera del epiciclo
girar cúmulos
en el enredo cuántas delicias
se pierden para nosotros
cuando la red
todavía sirve.
GYPSY
¡Oh! alfabeto,
aigrettes, corimbo
vaso retorcido
de la doctrina,
mi conexión, frívola
criba — trescientos bulbos en tu serrallo
el abrazo glacial
de tu tejido,
resinas, cromo
fleco divino,
cómplices empujan
adentro del embudo
fuera del cual
no se distingue
sólo se oye
hablar idiomas,
nuestra suerte
nos hizo astutas
precipitamos
según el medio
el corte a pique
que nos permite
zambullirnos en el fondo.
DUDU
Soplo falaz
de la hendidura hacia abajo
correa plegada
oscuridad de costal.
Usas el látigo
por donde es delgado,
donde está la faja
de cuero vil.
Siete abanicos
tenues flagelos
alegría del semejante
décors , oropeles.
Cuando se deshace
esta materia
—ves— se transparenta
una luz de asteria.
YVONNE
Gongorismos, nuncios aéreos
os cedo el paso
si retrocede la marea
en el charco animal,
la parte emergida
sensiblemente vuelta
al letargo.
EL PRESIDENTE
Alma, ¿no aceptas
no te dispones
a esta vaina
verdadero encierro
que simultáneamente agrega
hilo brillante
de baja ley?
SULEIKA
En cada gesto
tú hallas el asbesto
el apocatástasis
del amniótico
en tu vestíbulo
la Cinosura
gobernador
baba de cuervo
por el calor
extiendes el alquitrán
botones, brazalete
la psique se afina
bajo el encaje.
HIDALLA
Tórrido arroyo
serpiente de mar
si tienes deseos
que satisfacer.
Haz a un lado la piel
y después arroja el chorro
los brazos alzados
sin doblarte
luego clavándote a pique
sin timón
dentro de la estrecha
hendidura halla el corazón.
EL PRESIDENTE
Pronto que me enfurezco
yo devoro al espurio
vacío la cripta
alimenticia
preparo finalmente
la ópera bufa
de puro moho.
GYPSY
Por la justicia
de lo circular
repartida la carga
desciende separada
por elementos
en la corriente que tu voz
empuja a la desembocadura.
JENNY
Gima redondeada
del desastre
ganga de las visceras
mucosidades secas
dad el precioso don
de lo ínfimo en la poción
de la derrota gotas de líquido
ya no tratable quemar huellas
sensaciones indoloras
hasta morir.
EL PAVO REAL
En las cuatro esquinas
del universo
hallad un címbalo
siempre diferente
mas si es tarea
de lo femenino
tensar elásticos
dentro de lo sutil
la suma en el fondo
de lo virtual
en cada grado
permanece igual.
MOLLY
No hay respuesta
más convincente
que quedarse al filo
de la corriente,
como el cepillo
riza las pestañas
así el espíritu
hoy nos engalana.
SULEIKA
¡Oh!, inclina, inclina
tú incomparable
tumulto de almas
al tiempo que se suelta
jirón tras jirón
leonada georgette
prepara el paso:
habitación oscura
vacía morada
queda la pátina
que nada corroe
detrás de los espejismos
estela de llama
estilete de fuego
ahora te invoco
desvías la mirada
de Aminadab —
lo indescriptible
ya se convierte
en mujer eterna
zieht uns hinab.
SARASTRO
(Es Arimán camuflado, se pasa la lengua por los labios).
Si una suerte ambigua se debe atribuir a los acontecimientos, no
es de maravillar que éstos se sustraigan a un arte establecido. Mas el
rigor y las incertidumbres, sobrepuestos, encuentran sin dificultad una
asombrosa apariencia, por la cual el lugar de la razón es la geometría
de los casos. Cualquier contingencia es susceptible de progresar, a
pesar de que vague indeterminadamente, hasta participar de la
certidumbre. La necesidad natural se reduce a lo fortuito, o viceversa.
Es por eso que la experiencia no rehuye ningún dominio rebelde, si lo
enlaza con el opuesto.
DUDU
Canalla impía
Escupitajo de rata
Nudo sin apretar
echas a la cavidad
valiosa espuma
yo te contemplaba
aguja brillante
dirigida hacia el astro
supereminente
encaje de brasas
guiaba el recorrido
dentro de la tiniebla
que siempre calla
trepaba a la cima
denso discurso
salvoconducto
la fuga astral
nos ha convencido
que el incorrupto
ya no vale
pero el charco húmedo
del pantano
nutre las hojas
cándido vacío
de tierra pútrida.
EL PRESIDENTE
Tú, vida ausente
devastas la mente.
PHYLLIS
Cabalgando a Aristóteles
yo pretendía
que la ciencia acaba ahí
donde tropieza la quinta pata.
Pero contigo, Presidente,
en vano ruge
el sol si desde Fobos
huye tu rayo
que envuelve al logos,
si inyectas el placer
en las mudas esferas.
EL PAVO REAL
La autoridad dice que el dado
es lo que está dado
y en cuanto al cubilete
es sin duda
el cuerno
del unicornio.
EL PRESIDENTE
Indecible es el contagio
que me acompaña,
el enjambre acéfalo porque apremia
para que la hora se anule,
el estiércol se mezcle
para que la pluma abundante
atranque la puerta —
sordo es el reclamo
que nos une,
nuestro fuego de polvo
el polen que compartimos
durante el oficio nocturno.
Schreber se despide del doctor Weber
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8,15: 49
33,27: 95
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34,23: 322
40,11: 295
40,16: 68
40,21: 87
46,29: 65
47,1: 69
47,7: 143
48,3: 113
48,14: 133
48,21: 124
49,9: 632
49,18: 632
49,22: 143
50,34: 647
51,34: 221
53,5: 64
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57,25: 56
57,26: 165
62,13: 176
72,9: 244
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