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El Socialismo, es un movimiento político que cumple unas características por las que
se impulsó, y que lo definen en parte.
La pobreza era vista por los primeros socialistas como una opresión económica. La
pobreza es la principal causa de los disturbios sociales. La clase trabajadora, funda las
bases de la economía de los países, pero de forma paradójica, estos trabajadores
tienen unas condiciones de vida infrahumanas y no consiguen el dinero suficiente para
comprar aquello que ellos mismo producen.
Los males de la pobreza son inevitables; por eso, el ataque social constituye un punto
de partida característico para la teoría social. La indignación manifestada por los
socialistas, apuntan al igualitarismo como procedimiento para remediarla.
El reconocimiento de la pobreza, lleva a afirmar que hay dos tipos de clases: los que
lo poseen todo y los que no poseen casi nada. Esto lleva a la división de los
socialistas en dos clases: los que ven que la clase es consecuencia del Capitalismo
(Marx), y quienes la ven como algo pasajero. Durante un siglo, los socialistas aceptaron
la lucha de clases para la política socialista. Pero actualmente los socialistas descartan
la importancia de la clase y de la lucha de clases.
3.3 Igualitarismo:
Esta es la idea central del Socialismo. Esta idea se ha desplazado desde la afirmación
de Beeuf, acerca de la igualdad de los seres humanos, hasta la noción de Saint-Simon
de igualdad sobre la base de tratamiento diferente. La igualdad no es nivelarlo todo,
sino según la capacidad, se dará un tratamiento adecuado.
Esta idea deriva de la creencia de que todos tenemos la misma capacidad de dirigirnos
a nosotros mismos. Es decir una especie de contrato social, en el que el hombre está
sometido a la Voluntad General, que daba el bien común al grupo y al individuo.
El Socialismo no protege al individuo libre de la teoría liberal, pero las personas son
“necesariamente interdependientes no sólo en el sentido material sino en el espiritual y
cultural”. Esta concepción deriva de la definición de los seres humanos como criaturas
formadas por el medio.
Es típico de los socialistas afirmar que los seres humanos son creativos y que
encuentran placer y satisfacción en el trabajo. Consideran que los placeres de la
creación son iguales o superiores a los de la adquisición y el consumo, lo que da
importancia al trabajo.
Esta tesis acerca del hombre creativo (homo faber), ha tenido consecuencias.(hacer
nota a pie de página que ponga: véase apartado 4.10)
La creatividad humana hace posibles los placeres del trabajo. Pero para que esto sea
posible, cada individuo debería trabajar en lo que más le gustara.
Para Marx, trabajar para un capitalista no podía ser satisfactorio, mientras que
cualquier labor realizada bajo el socialismo sería muy gratificante por su naturaleza
social.
Para los socialistas del siglo XIX, el trabajo era un castigo sobre la humanidad, pero
con los cambios producidos a mitad de siglo XX, se pensó que se podía conseguir una
sociedad basada en el ocio.
3.11 Internacionalismo:
Todas estas ideas constituyen el núcleo común del socialismo, aunque no todos los
socialistas las admitan.