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El pensamiento liberal pregonaba que todxs eramos seres racionales y por ende
podíamos elegir cómo vivir y quién nos podía gobernar.
En este sentido, el filosofo ingles John look (liberalismo político) decía que el hombre
vive en principio en Estado Natural, es decir, no hay una organización social ni política
porque los hombres viven amistosamente, tienen los mismos derechos, gozan de una
igualdad natural y libertad, gracias a que existen leyes naturales inspiradas por dios:
derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada.
Cuando estas leyes naturales se ven amenazadas, es cuando el hombre decide vivir en
sociedades políticas, donde por medio de un Contrato Social todos se comprometen
libremente a someterse al poder político elegido por todos. Y este Estado tiene como fin
velar por el cumplimiento de los derechos naturales de los hombres que lo constituyen y
eligen con tal fin.
Los hombres pueden ejercer el poder por medio de una democracia directa o delegar su
poder en un Parlamento legislativo.
El parlamento es el encargado de elaborar leyes que cuiden los derechos naturales. Pero
el pueblo es en última instancia el que tiene la soberanía.
Respecto a la economía, Adam Smith, economista-filosofo escoses, consideraba que el
hombre era un ser capaz de velar por sus propios intereses y necesidades pero también
por las de los demás.
Pero esta doctrina no se proyectaba en todos los campos de la vida, sino que se dio más
específicamente en lo político y económico mientras que a nivel social y moral seguía
siendo restrictiva. Ejemplo de esto es que si bien se promovía el liberalismo político, el
constitucionalismo y la democracia representativa, todavía son solo los hombres –
blancos no esclavos con propiedades y ricos – los que pueden elegir, es decir la clase
burguesa.
Marxismo
Materialismo dialecto
Materialismo histórico
El hombre es un sujeto social inserto en una economía. Este sujeto se constituye así
mismo en el trabajo y al producir cosas nuevas, cambia al universo y a la percepción de
este, y al hombre que percibe.
Las circunstancias hacen al hombre de la misma forma que éste hace a las
circunstancias.
Hoy se habla de que nuevamente se ha instalado el modelo esclavista por sus parecidos
en las relaciones de producción actuales donde miles de personas trabajan en “fabricas”
bajo condiciones paupérrimas, con “sueldos” de hambre, donde todos sus derechos son
desconocidos y a la vez esas grandes corporaciones explotadoras son protegidas por la
superestructura que ellos mismos se encargan de conformar y reformar para el
provecho propio.
Para Marx y Engels “la fuerza motriz que impulsa los cambios sociales es la lucha de
clases” (Di Tella, 2001). Estas clases sociales están definidas por los lugares que
ocupan los sujetos en el proceso productivo basados en su relación con los medios de
producción. En el capitalismo hay propietarios y no propietarios de esos medios de
producción: burgueses y proletarios respectivamente.
Para Marx el Estado era un instrumento más del modo de producción capitalista para
mantener oprimido al proletariado.
Marx creía que un modelo que superaría al capitalismo seria el socialismo, donde el
proletariado aboliría mediante la revolución violenta al modelo capitalista para
instaurar una dictadura del proletariado. En esta dictadura se revocaría la propiedad
privada y por ende no existirían más las clases sociales. Y por último, el Estado ya no
sería un moderador necesario por lo que se extinguiría.
En el sistema capitalista el obrero trabaja para otro. El trabajo se convierte en algo ajeno
al trabajador, y por lo tanto el trabajador se convierte en algo extraño para sí mismo y al
perderse en su propia realidad el obrero se aliena o se siente alienado.
Bibliografía