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Introducción............................................................................................................... 2
Desarrollo................................................................................................................... 4
1.- Una aproximación al análisis de un Pedagogo y una de sus obras que
hablan de los oprimidos y opresores del mundo sin citar países o
comunidades. ......................................................................................................... 4
2.-La visión pedagógica de Paulo Freire en aspectos generales. ..................... 8
3.- El método Paulo Freire de Alfabetización. ..................................................... 9
4.- ¿Cuál fue la enseñanza que nos dejó Paulo Freire a nosotros los
educadores? ......................................................................................................... 10
Reflexiones finales. ................................................................................................. 11
Bibliografía............................................................................................................... 13
Introducción.
Pedagogía es la ciencia encargada del estudio de la educación como fenómeno
social. El término se deriva de las raíces griegas “paidos” (niño) y “gogía” (conducir);
en la antigua Grecia, el pedagogo era el esclavo encargado de educar a los niños.
Con el tiempo la palabra adquiere nuevos matices hasta convertirse en la disciplina
encargada de abocarse a la transmisión eficiente de conocimientos. En un sentido
pleno hacer alusión de una definición de pedagogía es un buen inicio para tratar de
explicar la razón por la cual nos encontramos en la postura de lectores, convirtiendo
nuestra lectura aleatoria a una bien intencionada y que busca la reflexión de las
realidades educativas actuales y del marco de la vida misma en pleno siglo XXI.
Para finalizar esta presentación demo mencionar que La pedagogía del Oprimido
puede ser leída y entendida sin alguna otra obra de Freire leída con anticipación sin
embargo ya entrados en materia puedo asegurar que La pedagogía del oprimido es
la pieza clave para entender, reflexionar y utilizar los postulados de Paulo Freire.
Desarrollo.
1.- Una aproximación al análisis de un Pedagogo y una de sus obras que hablan de
los oprimidos y opresores del mundo sin citar países o comunidades.
En 1962, en la ciudad de Angicos, Rio Grande do Norte, centenas de agricultores se
alfabetizaron en 45 días. Era el inicio de la lucha para alfabetizar y concientizar a las
personas pobres brasileñas. Exilado en Chile en 1968, Freire elabora teóricamente
esa experiencia popular en Pedagogía do oprimido, su obra más estudiada en las
universidades del mundo. En la última frase del libro, Freire confiesa su “fe en los
hombres y en la creación de un mundo en el que sea menos difícil amar” . La lucha
por la educación del pueblo pobre renueva la tradición de la educación liberadora
que no facilita el amor, sino que asume sus dificultades.
Las aportaciones de Paulo Freire fueron de otro tipo, su pensamiento fue hecho
pedagogías cuando traspaso la barreras de la teoría y se centró en lo científico y
experimenta y pudo crear una propuesta extraordinaria que le dio voces a quien no
podía hacer uso de su lengua y por lo tanto estaba deshumanizado, la obra de Paulo
Freire se puede observar a partir de seis ideas de peso: 1ª. Por la ampliación del
concepto educativo (adicional al de la educación puramente escolar); 2ª. Por la
politicidad inherente a la educación; 3ª. Por el conocimiento de los límites de la
práctica educativa; 4ª. Por la construcción de una nueva cultura política; 5ª. Por el
principio de la gestión democrática; 6ª. Por una pedagogía basada en la pregunta.
En Profesora sí, tía no: cartas a quien pretende enseñar, él reafirma la indispensable
profesionalización de la docencia profesionalización de la docencia contra
profesionalización de la docencia la desvalorización de esta profesión. Freire
defiende, en la acción educadora, el rigor y rigor no es rigidez, el derecho derecho
del maestro a tomar la palabra, del maestro a tomar la palabra pero no el derecho de
fastidiar a sus alumnos con su discurso.
La manera en que Paulo Freire defiende el discurso del maestro nos recuerda otro
libro escrito esta vez junto a Antonio Faundez, titulado Por una pedagogía de la
pregunta. En este libro él defendió la capacidad de dirección de la práctica educativa:
“se no tenemos nada que proponer o si sencillamente nos rehusamos a hacerlo, en
realidad, no tenemos nada que hacer con respecto a la práctica educativa. En ese
libro, ellos siguen planteando la necesidad de que la escuela tenga un proyecto
político-pedagógico afirmando que “el punto de partida de un proyecto político
pedagógico tiene que estar exactamente en los niveles de aspiración, en los niveles
de sueño, en los niveles de comprensión de la realidad y en las formas de acción y
de lucha de los grupos populares”.
Quiero decir que confluían aquí, por un lado, una extraordinaria confianza en el ser
humano y su capacidad de ser, saberse sujeto y, por el otro, un claro compromiso
con el pensamiento crítico y los movimientos populares revolucionarios. En ese
contexto y desde esa posición política Freire dice que la pedagogía debe hacerse
“con él, y no para él” y debe ayudar a las mujeres y los hombres y a los pueblos, en
su lucha incesante para recuperar su humanidad. La pedagogía freiriana, entonces,
parte del reconocimiento de un saber experiencial y propone herramientas para
tomar distancia crítica y construir un proceso alfabetizador que nos permita la
comprensión histórica, dialéctica, de la vida cotidiana. La comprensión del mundo, y
los conceptos y procedimientos con los que activamos esa comprensión no son
depósitos del educador sobre el educando sino construcciones del propio educando
problematizando el mundo.
Tengo en mente una pregunta generadora para decirlo en términos de Freire: ¿Qué
hacemos hoy en nuestras escuelas si buscamos la emancipación de los seres
humanos? Quizá una o varias lecturas a profundidad de La Pedagogía del Oprimido
nos ayudaría a encontrar respuestas y ponerlas en crisis, a compartir proyectos y a
desarrollar programas de formación que pongan al profesorado en el centro de la
toma de decisiones. Sin pregunta generadora, sin organización y sin espacios
horizontales para la dialogicidad Freire se convierte en una simple cita para ilustrar
con un marchamo progresista cualquier trabajo académico.
Por cierto, olvidé comentar más arriba que en este texto de Freire me tropiezo de un
modo reiterativo con conceptos como lucha de clases, opresores y oprimidos ricos y
pobres y otros de la misma familia discursiva. Quizá porque estamos sometidos a lo
que Pablo Freire llamaba la “cultura del silencio”.
Paulo Freire era un optimista crítico, sustentando lo que decía Antonio Gramsci: “el
pesimismo de la inteligencia es el optimismo de la voluntad”. Porque la educación
puede transformar a las personas que transforman el mundo. Transformar personas
y transformar el mundo son procesos interconectados. Paulo se sentía, a menudo,
insatisfecho cuando algunos “seguidores” repetían mecánicamente lo que él había
escrito, dicho o hecho. Él se oponía radicalmente a los “repetidores de ideas.
Siempre retomaba sus ideas a partir del contexto donde se encontraba y, así, nos dio
el ejemplo de que no era ni siquiera repetidor de sus propias ideas. Freire era
coherente con sus pensamientos, pero no los repetía. He allí la razón por la cual, en
mi opinión, Pedagogía de la autonomía, representa no sólo su último libro, sino uno
de sus libros más importantes.
Bibliografía.
Freire, P. (1975). Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI. En:
http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pdf.