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La Piragua No.

20
2004
R EV I ST A L A T I N O A M E R I C A N A D E E D U C A C I Ó N Y P O L ÍT I C A

DEBATE LATINOAMERICANO SOBRE EDUCACIÓN POPULAR 1

Presentación 3

Sistematización Documental de la Refundamentación y Proyección de la Educación


Popular en América Latina

Profundizando el Aporte de la Educación Populary el CEAAL en América 7


Latina y el Caribe: Lectura del Periodo 1993-1996
Jorge Osorio

Coordenadas Conceptuales de la Educación Popular desde la Producción 19


del CEAAL (2000a 2003)
Alfonso Torres

Educación Popular: Dialogando con Redes Latinoamericanas (2000-2003) 62


Conceiço Paludo

Reflexiones en torno a los Ejes Temáticos del Debate Latinoamericano sobre la


Vigencia y los Aportes de la Educación Popular y el CEAAL

Eje 1. Educación Popular y Nuevos Paradigmas


Pilar Ubilla 81
Raúl Leis 92

Eje 2. Educación Populary Movimientos Sociales


Cuauhtémoc López 101
Mario Garcés 111

Eje 3. Educación Populary la Democratización de las Estructuras Políticas y de los


Espacios Públicos
Pedro Pontual 122
Rocío Lombera 130

Eje 4. Educación Popular, Cultivo de la Diversidad y Superación de Toda


Forma de Exclusión y Discriminación Social
Alejandra Domínguez 146
Marcela Tchimino 153

Eje 5. Educación Popular y Sistemas y Políticas Educativas


Nélida Céspedes 162
Noel Aguirre 170
Presentación

Tienen en sus manos uno de los primeros productos de la reflexión latinoamericana que
CEAAL ha activado para responder a la pregunta sobre la vigencia y perspectivas de la
educación popular en estos inicios del siglo XXI.
No es la primera vez que CEAAL organiza sistematizaciones, consultas y debates a nivel
continental para valorar el momento y perspectivas de la educación popular. Siendo una red
dinámica, en diversos momentos de su historia, especialmente en el marco del contexto de
fines de los ochenta y principios de los años noventa, CEAAL desarrolló procesos de
investigación participativa para “tomar el pulso’ a los principales planteamientos que los
educadores y educadoras, agrupados en sus centros afiliados, formulaban a partir de sus
prácticas, insertas en procesos más amplios de movilización social y participación política.
Estos debates suelen tener momentos de condensación en torno a las asambleas generales
que son encuentros latinoamericanos de análisis y proyección política y educativa. Así en la
Asamblea de 1990 en Santiago de Chile y en la de la Habana, en 1994, se gestó el debate
sobre refundamentación de la EP. En la Asamblea de Panamá en 2000, se proyectó un plan
global que sintetizó en cuatro ejes la acción continental del CEAAL: la recuperación del
acumulado de la EP, la incidencia en las políticas educativas, la formación de capacidades
para el poder local y la incidencia política de la sociedad civil. Ahora, de cara a la VI
Asamblea en 2004, hemos organizado un nuevo y rico proceso de reflexión y debate, con
diversos afluentes.
Uno de ellos es la sistematización documental de lo producido en dos momentos: el de la
re- fundamentación, entre 1994 y 1997 y los debates en los diversos talleres regionales y en
el Foro Social Mundial, entre 2000 y 2003. Nos pareció importante revisar también lo
producido desde otras redes que cultivan la perspectiva de la EP. Para ello, desde la
Secretaría General, realizamos una investigación documental en la que identificamos los
textos existentes y elaboramos tres compilaciones que entregamos a tres investigadores-
educadores vinculados al CEAAL, con una trayectoria académica probada, pidiéndoles
sistematizar esa información, en base a una guía común y apelando a su propia elaboración.
El resultado de estos tres estudios se encuentra en la primera parte de este número de La
Piragua.
El primer estudio, elaborado por Jorge Osorio, animador desde la Secretaría General de ese
entonces, del debate sobre refundamentación, nos da cuenta, con un sentido evaluativo, de
los significados de la refundamentación, analizando razones, acontecimientos y
motivaciones surgidas desde las prácticas políticas y pedagógicas de los educadores y
educadoras populares. Es la reflexión de un testigo y participante de primera mano.
El segundo estudio fue encargado a Alfonso Torres, quien ha seguido de cerca, desde su
práctica educativa y académica, la evolución del debate continental. A él le solicitamos
dialogar críticamente con los documentos disponibles de los diversos talleres, foros y
seminarios animados por CEAAL entre el año 2000 y 2003. Como él mismo lo hace notar,
estos documentos son muy variados en su consistencia y amplitud, varios de ellos
memorias de talleres que no logran rescatar suficientemente el ambiente de producción e
intercambio de ideas. Aún así, Alfonso ha realizado un esfuerzo sistemático y riguroso y
nos deja planteamientos y puntos que enriquecen la agenda de debate.
El tercero fue solicitado a Conceiçáo Paludo, a quien le tocó dialogar con planteamientos
de las otras redes. Entre ellas identificamos a Fe y Alegría, a CELADEC y a un grupo de
organizaciones afiliadas al CEAAL que por su propia iniciativa emprendieron una serie de
encuentros para reflexionar sobre la EP. Del estudio de esos materiales hemos obtenido
también una rica interpretación que identifica tanto lo que la autora llama “la materialidad
de la crisis” que afectó ámbitos y sujetos mucho más amplios que la EP y que llevó a una
serie de replanteamientos, así como a los nuevos significados que emergieron de la lectura
de esa crisis en el seno del ‘movimiento de educación popular”.
Tenemos en estos primeros tres textos lecturas y análisis personales que ordenan la
variedad de planteamientos y que nos permiten una mejor identificación de énfasis, de
interrogantes y de afirmaciones para organizar y profundizar mejor nuestro debate.
El otro afluente de este debate lo constituyó el seminario latinoamericano realizado enjulio
de 2003, en el que identificamos, de acuerdo a los cursos de acción de los centros afiliados
de los diversos países, cinco ejes temáticos para organizar nuestro debate sobre EP. Esta
identificación supuso un ejercicio de análisis y de priorización que nos ayudará a ordenar y
procesar la rica variedad de prácticas. De ese análisis surgieron los cinco ejes temáticos en
torno a los cuales organizaremos nuestros futuros ejercicios de profundización. Para iniciar
solicitamos a diez compañeros y compañeras, de diversos países, que hicieran unos
primeros planteamientos, ampliando el significado de cada uno de estos ejes. Tomando en
consideración la rica variedad de prácticas, regiones y redes existentes en el CEAAL
invitamos a dos personas para desarrollar cada uno de los ejes, de tal manera que tengamos
una primera aproximación que nos permita orientar la profundización de cada uno de estos
cinco ejes. Los textos producidos están publicados en la segunda parte de este número de
La Piragua.
Otro afluente es la invitación a casi treinta educadores y educadoras con una trayectoria
reconocida en la EP para que, a la luz de su propia experiencia y de su lectura de la
evolución histórica de los procesos de emancipación latinoamericana, respondieran a tres
preguntas. La mayoría de ellos contestó con entusiasmo a esta invitación y la compilación
de sus textos será publicada en el siguiente número de La Piragua.
Finalmente establecimos un último afluente para complementar este debate: la aplicación
de un cuestionario a cada centro afiliado sobre sus prácticas y concepciones de educación
popular, proceso que está en marcha y cuyos resultados esperamos sistematizar para el mes
de julio.
En este debate hemos activado una participación lo más amplia posible. En primer lugar
situamos el seminario latinoamericano ya mencionado de julio de 2003 para identificar las
coordenadas conceptuales de este proceso de reflexión. Luego se realizaron seis talleres
regionales y en algunos casos talleres nacionales. Todo ello confluirá en el seminario
latinoamericano amplio que se realizará con motivo de la VI Asamblea General, a
realizarse, del 19 al 24 de agosto en Recife, Brasil.
Con la asamblea se concluirá una primera etapa del debate y ahí se precisará también la
continuidad del mismo a la luz de la discusión del plan global del CEAAL para el período
2005-2008.
Si bien el debate está centrado en la educación popular, decidimos dedicar el número 19 de
La Piragua a pensar a uno de los sujetos de la EP: las ONGs, que además, son quienes se
congregan en el CEAAL. Con la publicación de estos resultados estamos cumpliendo la
primera etapa de este complejo y rico debate que, en el espíritu de la educación popular,
busca “aterrizar” en consecuencias concretas para el fortalecimiento de los movimientos de
educación popular en nuestros países y en la región.
En el marco de la reanimación de la participación de los centros afiliados y de este debate
tenemos como una de las metas principales el reactivar los encuentros nacionales de
educación popular en nuestros países, construyendo así espacios de análisis y proyección de
los movimientos sociales y civiles que, en este tiempo, se multiplican discutiendo los
mejores caminos para hacer realidad ese otro mundo posible que hoy nos convoca a seguir
luchando para seguir organizando la esperanza.
Carlos Zarco Mera
Secretaría General del CEAAL
consejo de educación de adultos de américa latina

COMITÉ DIRECTIVO PRESIDENTES HONORARIOS


Pedro Pontual (Brasil) Presidente Paulo Freire †(Brasil)
Cecilia Amaluisa (Ecuador) Tesorera Orlando Fals Borda (Colombia)
Carlos Zarco Mera (México) Secretario General Fernando Cardenal (Nicaragua)
Nydia González (Cuba) Fiscal Carlos Núñez Hurtado (México)
Raúl Leis (Panamá) Fiscal Suplente
David Venegas (Perú) Región Andina
Nadia Rodrígues (Brasil) Región Brasil
Nicolás Guevara (Rep. Dominicana) Región Caribe
Felipe Rivas (El Salvador) Región Centroamérica
Marcelo Mateo (Argentina) Región Cono Sur
Cuauhtémoc López (México) Región México
Celia Eccher (Uruguay) Red de Educación Popular Entre Mujeres (REPEM)
Rocío Lombera (México) Red de Educación Popular y Poder Local (REPPOL)
Marcela Tchimino (Chile) Red de Educación para la Paz y los DDHH

La Piragua
Dirección
Carlos Zarco Mera

CONSEJO EDITORIAL
María Rosa Goldar (Argentina)
Ana Pagano (Argentina)
Mario Garcés (Chile)
José Luis Rebellato † (Uruguay)
Helena Pinilla (Perú)
Luisa Pinto (Perú)
Anabel Torres (Nicaragua)
Daniel Ponce (México)
Malú Valenzuela (México)
Nydia González (Cuba)
Dignora García (Rep. Dominicana)
Jairo Muñoz (Colombia)

Producción editorial
Rebecca L. Berner
Slovenia Martínez

Diseño original
Mauricio Martínez
Amaroma Ediciones

Diseño portada
Rebeca Muñiz

Diseño de interiores
Impretei, S.A. de C.V.

Ilustración de portada
Composición de pájaros de Angel Zárraga

Tiraje: 1000 ejemplares


Publicación impresa en abril 2004
Toda colaboración o correspondencia deberá dirigirse a La Piragua:
Toledo 46, Colonia Juárez, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06600, México D.F.
Tel: (52-55) 5533-1755 / 5533-0349 / Fax: (52-55) 5514-0610
correo electrónico: ceaal@laneta.apc.org
www.ceaal.org

Cada autor es el responsable del contenido de su propio texto.


Certificado de licitud de título en trámite.
Certificado de licitud de contenido en trámite.

1
PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL

PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN


POPULAR Y EL CEAAL EN AMERICA LATINA Y EL
CARIBE: LECTURA DEL PERIODO 1993-1996

Jorge Osorio Vargas1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

E ste es un documento de reflexión acerca


del período que cubre el desarrollo de la
fuente de nuevas estrategias de transfor-
mación para nuestras sociedades.
educación popular entre 1993 y 1996, a par- Digo también que es imposible, como ac-
tir de sus textos y testimonios. La Secreta - tor que fui de ese período, ser completamen-
ría General del CEAAL ha recopilado un te objetivo. Nunca se puede ser objetivo, por
dossier de documentos que registran la di - lo demás, pues siempre hablamos desde
námica de trabajo y la agenda temática de nuestras particulares interpretaciones de
las y los educadores populares durante ese las huellas de las prácticas propias y de las
período que llamamos de refundamenta- huellas de los otros. Por ello, permítanme
ción. proponerles este análisis con pleno recono-
Mi interés es ofrecer una interpreta- cimiento previo de sus limitaciones. Otros
ción de ese período, que viví intensamente actores podrán equilibrar los juicios y las
con amor y esperanza, en el que comparti - interpretaciones. Cada vez que aparezcan
mos luchas y aspiraciones centenares de nombres de personas o de instituciones, sal-
educadores/as populares, hombres y muje - vo que se indique otra cosa, es preciso en -
res, viejos y jóvenes. He tenido como punto tender que se citan como ejemplo. Fueron
de partida los documentos seleccionados muchos los actores y protagonistas de este
por la Secretaría General. Les invito a to - período de la educación popular. La historia
dos los lectores volver a mirar esos textos, “afectuosa” de la educación popular latinoa-
no como letra ajena, sino como huellas de mericana deberá escribirse con los testimo-
una historia que forma parte del capital y nios de todos.
de la memoria de la educación popular y En el texto se indican autores que los
lectores podrán leer en los dossier prepara-

1 Licenciado en Historia y Magister en Humanidades. Secretario Ejecutivo del Fondo de las Américas y Director de
la Fundación Ciudadana, en Chile. Profesor de Investigación-Acción en Educación en el Magister en Educación
de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Directivo de la Fundación Ideas y de la Corporación El
Canelo de Nos. Hasta 1997 Secretario General y Presidente del CEAAL. Director del Receptor Principal del
Proyecto de Respuesta al VIH-Sida en Chile del Fondo Global de Lucha contra el Sida. Actualmente forma parte
del Consejo del Fondo para el Fortalecimiento de la Sociedad Civil en Chile. Autor de artículos y libros sobre
educación, ciudadanía y derechos humanos.

4
La Piragua

dos por la Secretaría General. En ningún histórico en la educación popular, eran


caso se hacen citas especiales o indicaciones manifestaciones simbólicas de la nueva
particulares. La producción textual del pe- búsqueda que muchos/as educadores/as po-
ríodo se ha considerado como la producción pulares emprendían en el continente, a par-
de una generación. Creo que ningún educa- tir de realidades locales y de dinámicas
dor popular de esta época podrá negarse a intelectuales y políticas, que el CEAAL tuvo
reconocer que formábamos parte de un mis- la posibilidad de darle expresión continen -
mo equipo. tal y poner a sus principales socios en la
Debemos establecer como referencia ruta de crear las bases de una nueva época
inicial de este documento la Asamblea Ge- para la educación de los movimientos socia -
neral del CEAAL realizada en La Habana, les.
en 1994, que puso formalmente en la agen- Es preciso describir estas dinámicas
da o plan de trabajo del CEAAL, la refunda- para entender mejor lo que posterior a 1994
mentación de la educación popular. No comenzó a socializarse como el proceso de
obstante, es preciso decir que este pronun- refundamentación de la educación popular.
ciamiento sólo se puede entender por la rea- Existen dinámicas políticas y otras de
lización de un proceso previo de debate, carácter pedagógicas que no se desarrollan
promovido desde el Comité Directivo cuyo por líneas paralelas sino íntimamente im-
propósito era sistematizar los problemas bricadas, que dieron paso a una revisión de
que los diferentes colectivos de la educación la educación popular latinoamericana. Por
popular latinoamericana venían identifi- cierto, ya desde 1990, con la Asamblea de
cando, como resultado de una mirada críti- Santiago de Chile, había comenzado un pro-
ca de la práctica educativa de los ceso de autoevaluación de la educación po -
movimientos sociales de la década de los pular, que fue el primer gran proyecto
ochenta. No fue menor, en este contexto, el destinado a cubrir en un proceso reflexivo al
impacto de la crisis terminal del socialismo conjunto de las y los educadores populares
real y la caída de sandinismo en Nicara- del continente. Usando las redes y colecti -
gua. En el primer caso, se ponía en cues - vos locales del CEAAL, se emprendió una
tión la idea socialista como el horizonte investigación participativa inspirada en la
político que tenía la educación popular, y confianza de que el conocimiento de la prác-
en el segundo, las y los educadores popula- tica bien sistematizada y en diálogo con la
res tuvimos que analizar la contribución teoría social, otorgaba a los actores y movi -
mientos sociales un poder más consistente.
No es posible dejar de recordar la influencia

Usando las redes y colectivos locales del que tuvo en este proceso la inspiración de
Orlando Fals Borda.
CEAAL, se emprendió una investigación Esta autoevaluación se diseñó e imple-
participativa inspirada en la confianza de que mentó como un proyecto de empoderamiento
de la educación popular, y por añadidura, de
el conocimiento de la práctica bien fortalecimiento del propio CEAAL. Lo que se
sistematizada y en diálogo con la teoría social, llamó la “consulta” para la revisión de la
otorgaba a los actores y movimientos sociales educación popular desde el trabajo de sus
propios practicantes, dio como resultados
un poder más consistente.
constataciones de gran valor estratégico
para la misma, y que señalamos a continua -
realizada a tan emblemática experiencia ción.
política desde que el movimiento sandinista Estudios de fines de los años ochenta
asumió el poder. realizados en la Nicaragua sandinista, en
Sin embargo, es tos dos procesos, que Chile, desde la práctica de defensa de los
generaban análisis y cierto re visionismo derechos humanos y de reconstitución de

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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL

un tejido social democrático y en Perú, so - En Brasil, por ejemplo, se estaban ge-


bre las contribuciones de la educación popu - nerando debates muy intensos so bre las
lar en el campesinado, pusieron de relieve
el tema de la consistencia de las prácticas
pedagógicas de la educación popular. Se te -
nía la impresión, a partir de estos estudios,
...la educación popular se había terminado
que las ideas educativas de Paulo Freire ha-
entendiendo y practicando como un método de
bían sido minimizadas por una práctica po- organización popular, sin considerar las
lítica que no lograba identificar en el dinámicas pedagógicas, es decir, las reglas y
proceso de creación de alternativas popula -
la teoría que relacionaba la política con los
res aspectos claves de todo proceso de
aprendizaje. Por ello, se comenzó a hablar procesos de generación de aprendizajes y
del déficit pedagógico de la educación popu - conocimientos y de formas de validación de los
lar, de la simplificación de las técnicas gru -
mismos.
pales y de la pérdida de capacidad de
sistematización y de investigación de las y
los educadores populares. bases epistemológicas de la Investigación
En el fondo, lo que se quería sostener Participativa, que tenían como partícipes
con esta mirada crítica era que la educación a Hugo Lovisolo, Pe dro Demo y al mismo
popular se había terminado entendiendo y Paulo Freire y cuyas resonancias se deja-
practicando como un método de organiza - ban ver en algunas re vistas de ha bla his-
ción popular, sin considerar las dinámicas pana, como Aportes de Colombia y en la
pedagógicas, es decir, las reglas y la teoría misma La Pi ragua.
que relacionaba la política con los procesos Lo que se quería relevar en estos deba-
de generación de aprendizajes y conoci - tes, sin necesidad de ir muy al fondo teórico
mientos y de formas de validación de los de estos temas, era que se constataba entre
mismos. Varios intelectuales y agencias de las y los practicantes de la educación popu-
cooperación hablaron de una educación po - lar una cierta insatisfacción con los resulta-
pular sin resultados, de falta de sistemati - dos de los proyectos educativos que
zación de las prácticas, de un divorcio entre desarrollaban y se reconocía, además, un
la educación popular y los debates pedagó - distanciamiento entre las y los educadores
gicos que se realizaban en otras esferas de populares “de línea” y la reflexión teórica.
la educación. El CEAAL, precisamente, trató de hacer
Se planteó que la educación popular converger estas dimensiones del trabajo
adolecía de un pragmatismo que no condu - porque percibió que la posibilidad de que la
cía efectivamente a procesos de cambio y a educación popular desarrollara su potencial
la generación de estrategias de gestión de estratégico, pasaba por fortalecer el campo
la cultura y del desarrollo de las comunida - pedagógico y promover una renovación del
des, que no tenía propuestas sobre la eco - pensamiento político-educativo a partir de
nomía local y sobre las formas de organizar los movimientos sociales.
la educación de los sectores populares, en Mi opinión es que no se trataba de una
función de sus necesidades y demandas crisis de eficiencia, ni siquiera de capacida-
reales, vinculadas al mundo del trabajo y des pedagógicas, sino de una reubicación
del conocimiento formal. del campo propio de la educación popular y
Estas visiones críticas no se hicieron de su aporte en la creación de mayor poder
desde “fuera” de la educación popular, aún para los movimientos populares. La ver-
más desde perspectivas diversas, venían dad es que lo que constituía el principio de
apareciendo en los mismos encuentros y identificación central de la educación po-
eventos internacionales que organizaba el pular, cual era la construcción de una so-
propio CEAAL. ciedad so cialista, estaba siendo sometido a

6
La Piragua

una disputa entre las diversas expresiones Con la perspectiva del tiempo, entende-
culturales y políticas de los movimientos mos que la educación popular no estaba “di-
sociales y de la izquierda la tinoamericana vidida” entre pedagogistas y políticos, como
desde antes de 1989. se decía algunas veces en eventos de esos
años, sino que estaba enfrentada a un desa -
fío más complejo que era refundar su peda-
Con la perspectiva del tiempo, entendemos gogía política.
Convocados por Orlando Fals Borda, el
que la educación popular no estaba “dividida” CEAAL realizó por primera vez un semina -
entre pedagogistas y políticos, como se decía rio en el que se analizaba la relación entre
algunas veces en eventos de esos años, sino que pedagogía y política, en conjunto con educa-
dores/as populares y dirigentes de nuevos
estaba enfrentada a un desafío más complejo movimientos políticos y ciudadanos. El in -
que era refundar su pedagogía política. terés del CEAAL por promover una refle -
xión entre pedagogía y política, en contexto
Los movimientos de derechos humanos de reubicación en la vida institucional del
en el Cono Sur, el mismo sandinismo, los M19 colombiano, es un signo de los aportes
movimientos de regeneración democráticos que la educación popular, promovida por el
en Colombia, los movimientos sociales bra- CEAAL, quería hacer en el continente. Edu-
sileños, el movimiento feminista, los prime- cadores populares como Raul Leis, Pedro
ros grupos de ecología política, entre otras Pontual, Marco Raúl Mejía y otros/as inten -
manifestaciones, estaban colocando las re - taban dar forma a una teoría de la educa-
glas del debate político de una manera dis- ción popular que redimensionara sus
tinta a la que había conocido la educación fuentes de inspiración freireana de cara a
popular desde su proceso originario en los los nuevos contextos que vivía América La -
años sesenta y setenta. A mi entender, lo tina. Son relevantes los aportes al pensa -
que se quería indicar cuando se manifesta- miento pedagógico de la educación popular
ba la importancia de fortalecer la dimen- los textos como El Arco y la Flecha de Raúl
sión pedagógica de la educación, era la Leis, Conocimiento y Poder Popular de
necesidad de construir un nuevo concepto Orlando Fals Borda, Pedagogía de la Revo -
práctico del poder y su correlato en el campo lución de Joao Francisco de Souza y la teo -
de la cultura y de los aprendizajes para ejer- ría de la sistematización elaborada por
cer un poder social transformador. Sergio Martinic. Todos estos textos son una
La creciente autonomía de los movi- demostración de que la educación popular
mientos sociales en relación a los partidos no estaba huérfana de reflexión pedagógica
políticos de la izquierda histórica, el fortale- y de investigación sobre las prácticas edu -
cimiento de nuevos movimientos ciudada- cativas, lo que se demostraba además en las
nos y políticos, como el Partido del Trabajo publicaciones de Tarea en Perú, Dimensión
en Brasil, la emergencia de nuevos sujetos Educativa y Cinep en Colombia, junto a los
sociales que trabajaban en perspectiva de aportes que aparecían en La Piragua que
democratizar la sociedad en todas sus di- promovía activamente esta dinámica de
mensiones (por ejemplo el movimiento fe- búsqueda en la educación popular.
minista), la valoración del espacio local y No era ajena a este proceso, la propia
regional como ámbitos de refundación de al- “reinvención” de su pensamiento que hacía
ternativas políticas y la necesidad de estos Paulo Freire en su Pedagogía de la Esperan-
nuevos movimientos sociales de asumir la za y en sus diálogos con los máximos expo-
reconstrucción democrática, luego de perío- nentes de la pedagogía crítica
dos prolongados de dictaduras democráti- norteamericana, europea y del constructivis-
cas, exigían una nueva “pedagogía política”. mo. Del entusiasmo que estos nuevos hori-
zontes de reflexión y debate generaban en

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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL

Paulo Freire, son testigos los miembros del sente en el CEAAL desde hacía mucho
Comité Directivo del CEAAL, que lo acompa- tiempo.
ñaron en una tarde lluviosa en 1996 en su
Este proceso de reflexión adquirió un
casa de São Paulo para leer la primeras co-
sello de sistematización crítica a partir de
rrecciones de prueba de su Pedagogía de la
marcos analíticos generales de lo que consi-
Esperanza.
deraban déficit, rezagos o anacronismos de
La educación popular había surgido en
la teoría pedagógica-política de la educa-
su ciclo original con un fuerte sello teórico.
ción popular. Los textos de Diego Palma,
Siempre la educación popular hizo propia
Marco Raúl Mejía, Mário Marques Osorio y
aquella consigna que nos planteaba el mar-
del Taller de Sistematización de Lima, son
xismo: de que no hay práctica revoluciona -
magníficos para graficar este proceso.
ria sin teoría revolucionaria. Desde el
Tanto Marco Raúl Mejía como Mário
propio pensamiento de Paulo Freire de fi -
Marques Osório pusieron estos debates en
nes de los sesenta, aprendimos que era pre-
el contexto de la superación de la moderni-
ciso construir una visión del mundo y
dad y la búsqueda de nuevos paradigmas
que el método de la educación popular es -
para practicar la educación como “diálogo
taba fundado en herramientas epistemoló -
de saberes”. Esta deconstrucción crítica de
gicas que tenían que ver con una “filosofía
la modernidad de la educación popular ya
de la acción transformadora”, lo que expli -
había sido realizada por Hugo Lovisolo y
ca, de este modo, la identificación origina -
Joao Francisco de Souza en Brasil, por
ria de la educación popular con el método
Orlando Fals Borda en Colombia, y por los
dialéctico y su “racionalismo”.
textos colectivos del Arco Iris elaborados
Por tanto, hacia la mitad de los años no-
desde la Secretaría General del CEAAL.
venta, la educación popular, debido a su
propia dinámica interna, estaba desarro -
llando procesos de revisión teórica simila -
res a los que vivían otros campos del trabajo ...la educación popular no estaba huérfana
social y de la política: sistematizar nuevos de reflexión pedagógica y de investigación
debates, entender los procesos de globaliza -
ción, redimensionar el significado de la teo - sobre las prácticas educativas...
ría crítica postmarxista clásica, hacer
dialogar los propios métodos de las y los
educadores populares con las nuevas venta -
Es evidente que el propósito de autoeva-
nas que se abrían a partir del:
luar la educación popular, iniciado desde la
a) conocimiento de estrategias pedagógicas Asamblea de Santiago y reafirmado en la
provenientes del constructivismo social; Asamblea de La Habana, llevó a las y los
educadores populares a plantearse la tarea
b) del desmontaje del “positivismo” que
de reapropiación y de lectura crítica, tanto
imperaba, a pesar de toda la retórica
de la historia propia de la educación popu-
dialéctica que nos inspiraba, en la siste -
lar desde su ciclo freireano original, como
matización de muchas de las experien -
del saber existente en los ámbitos pedagógi-
cias de la educación popular, a través de
cos y políticos. Todo este proceso fue recono-
la apropiación de métodos interpretati -
cido como de refundamentación de la
vos vinculados más a la tradición her -
educación popular.
menéutica que al marxismo clásico y al
En mi opinión, hay un factor clave para
cuestionamiento del “racionalismo” por
entender este proceso de refundamenta-
parte del feminismo, y del ecologismo
ción que es la adopción de los enfoques ana-
que formaban parte de las nuevas ex -
líticos de Antonio Gramsci. En los ciclos
presiones de la educación popular pre -
originarios de la educación popular, ha-

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La Piragua

bían tenido gran influencia la teoría de la partidos marxistas. Baste recordar las
dependencia, la teología de la liberación, el manifestaciones contra Paulo Freire, en
humanismo marxista de Paulo Freire y la Montevideo, durante un evento del CEAAL
teoría de la educación dialéctica difundida en 1987, en el cual lo acusaron de “reformis -
por Oscar Jara, entre otros. Dependiendo ta”. Sin embargo, esta teoría autonomista
de los contextos nacionales, diversas ver - que encarnó la educación popular, que llevó
siones del marxismo jugaron un rol parti- a definir, avant la lettre, a las expresiones
cular en la educación popular (hubo populares de base que emergían en América
“educaciones populares” maoistas, foquis- Latina, como nuevos movimientos sociales,
tas, nacionalpopulistas, frentistas, social- como procesos de creación de una cultura
demócratas), pero lo más significativo en la política nueva que debía fundarse en una
configuración simbólica de la educación po- democracia participativa y en la creación de
pular, fue la teoría del conocimiento libera- un poder popular real e institucionalizado.
dor elaborada por Paulo Freire y su método En este sentido, podemos decir que la edu -
dialéctico de aprender a leer la realidad cación popular representó una teoría prác -
para transformarla. Este fue el foco común tica de construcción de poder popular desde
que hizo de la educación popular una prác- la vida cotidiana, desde la cultura y la edu -
tica educativa crítica y antisistema, vincu- cación, en perspectiva de una sociedad no
lada a los movimientos de liberación y de capitalista.
resistencia, que abasteció a los movimien- En esta época que analizamos, no hay
tos populares de un sentido de autonomía, rastros de que el marxismo clásico, propia -
entendida como la capacidad de construir mente tal, hubiere jugado un rol catalizador
alternativas de izquierda desde la lógica de del imaginario político de la educación po -
la acción social, no supeditada necesaria- pular: la propia teoría de la educación dia -
mente a los partidos políticos. léctica tuvo más de “teología de la
liberación” y de una lectura popular de la
realidad, a partir del capital cultural y lin -
...el propósito de autoevaluar la educación güístico de los grupos y comunidades de
base que de materialismo dialéctico propia -
popular, llevó a las y los educadores populares
mente.
a plantearse la tarea de reapropiación y de Esta teoría freireana (para algunos un
lectura crítica, tanto de la historia propia de la humanismo marxista, para otros una feno -
educación popular desde su ciclo freireano menología crítica y socialmente comprome -
tida) fue paulatinamente enriquecida por
original, como del saber existente en los nuevos enfoques o “teorías de base” a partir
ámbitos pedagógicos y políticos. Todo este de las experiencias históricas de la educa-
proceso fue reconocido como de ción popular en diversos países, por ejem -
plo, el enfoque de los derechos humanos en
refundamentación de la educación popular. el Cono Sur, el del feminismo en Argentina,
Uruguay y Brasil, el de la economía popular
Esta “teoría” de la educación popular, en Perú y Bolivia, el del ecologismo político
fue resistida por cierta izquierda tradicio- en Brasil. Sin embargo, en mi opinión, es la
nal que entendía que cualquier proceso re- influencia de Gramsci en la década de los
volucionario exigía una vanguardia noventa lo que ocasiona un cambio sustan -
expresada en un partido o movimiento, al tivo en la educación popular.
cual debían subordinarse los sujetos socia- Gramsci había sido leído en los años se -
les organizados como movimientos o comu- tenta por la izquierda latinoamericana como
nidades de base. Esto ocasionó tensiones un heterodoxo. No hay rastros de su pensa-
entre la educación popular y sus nuevas miento y de su lectura en la educación popu-
maneras de entender la política y algunos lar sino hasta los años ochenta, cuando en

9
PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL

Chile comienza a desplegarse un fuerte movi- política, sociedad civil, cultura popular,
miento de educación popular. Educadores diálogo de saberes. Pero también en prácti-
como Juan Eduardo García Huidobro y Ser - cas concretas: proyectos de recuperación
gio Martinic inician el estudio de Gramsci y de los saberes populares, re cuperación de
casi simultáneamente, por efecto del euroco- la memoria histórica popular, fortaleci-
munismo, su lectura se extiende a los círculos miento de los programas de comunicación
académicos y políticos en América Latina y popular y apertura al uso de los medios
Europa. El encuentro con Gramsci es tremen- masivos, temáticas en las cuales partici-
damente virtuoso para la educación popular pan Carlos Nú ñez en México, Raúl Leis en
por varias razones. Presentaremos algunas Panamá y Rosa María Alfaro en Perú, y en
de ellas. las primeras ex periencias de educación po-
En primer lugar, Gramsci plantea el va- pular en la escuela. Es el tiempo donde se
lor, dentro de la estrategia de construcción revisan los viejos proyectos de los micro-
de una nueva hegemonía socialista, del tra - medios y se abre un campo nuevo de traba-
bajo en la cultura. Desde este punto de vista, jo a través, no sólo de las radios sino de la
hace un análisis muy fino de las institucio - televisión, se plantean nuevas alianzas con
nes culturales burguesas, de la Iglesia y de las universidades y gobiernos locales y se
la educación escolar. Valora la cultura popu- revaloriza el espacio municipal y regional
lar, el lenguaje popular y sus saberes y no como ámbitos de reinvención de la educa-
desdeña trabajar desde ellos para construir ción popular. En el CEAAL se desarrolla el
un nuevo conocimiento revolucionario. Los Programa de Desarrollo Local que reunifi-
movimientos sociales, en el enfoque de ca temáticas como el gobierno mu nicipal,
Gramsci, deben trabajar el ámbito de la cul - los movimientos regionales y el desarrollo
tura y los partidos de la izquierda deben ser local.
capaces de crear modos de pensar y de expre-
sarse desde la cultura y sus manifestaciones,
valorando los imaginarios sociales y los es -
pacios donde se socializa el conocimiento, en-
...la educación popular representó una teoría
tre ellos la propia escuela. Para Gramsci, los práctica de construcción de poder popular
espacios culturales están en disputa y la es - desde la vida cotidiana, desde la cultura y la
cuela misma puede ser transformada por la educación, en perspectiva de una sociedad no
acción de movimientos culturales alternati -
vos.
capitalista.
Estos planteamientos pusieron en cues-
tión dos supuestos que existían en la educa-
ción popular freiriana: el reproductivismo La política latinoamericana ve el resur-
educativo y la tesis de la de-escolarización gir de izquierdas gramscianas, que se lan -
de la escuela. Se partía del planteamiento zan desde la cultura y el trabajo local, a
de que el sistema capitalista reproducía el generar movimientos sociales capaces de
dominio, que se expresaba en la economía y construir propuestas de alcance comunal o
en la política, también en el sistema educa- regional. En algunos lugares como Perú,
tivo de una manera irreversible. La alterna - Colombia, Brasil, las nuevas expresiones de
tiva popular de educación debía, bajo este izquierda, que surgen de movimientos so-
planteamiento, realizarse fuera de la escue - ciales promovidos desde la educación popu-
la, que como institución siempre sería re - lar, se enfrentan a la problemática del
fractaria a cualquier cambio. gobierno local o regional y deben construir
El impulso gramsciano se expresa de programas y capacitarse en la gestión pú-
varias maneras en la educación popular: blica. Siendo gobierno las y los educadores
de partida en el aparato conceptual. Se co - populares, no pueden olvidarse o negar las
mienza a hablar de hegemonía, sociedad escuelas, por tanto, a través de esta vía, la

10
La Piragua

educación popular se ve convocada a remi- popular se concibe como una dimensión de


rar su tradicional doctrina sobre el sistema la política cultural de una alternativa de iz-
escolar. quierda.
Se suscitan encuentros entre educado- Coincide con este proceso la generación
res/as pertenecientes a movimientos de pe- de una agenda de reformas educativas en
dagogía crítica en los sistemas escolares de toda la región latinoamericana bajo la ins -
América del Norte y Europa, Paulo Freire piración del Banco Mundial y otras agen -
asume el gobierno de la educación en São cias multilaterales. Esta reformas parecían
Paulo y los eventos y las publicaciones de la invencibles y sin posibilidad de ser contes -
educación popular se ven repletos de escri- tadas. Sin embargo, como ya lo había indi -
tos al respecto. Pronto aparece un primer cado el propio Gramsci, la política cultural
intento de sistematización en el circuito del dominante siempre tiene fisuras o grietas
CEAAL: el estudio sobre las contribuciones desde las cuales es posible construir alter -
de la educación popular a la escuela de Mar- nativas populares. Por esta razón, se gene -
co Raúl Mejía, los aportes del grupo de la ran desde el CEAAL, estudios sobre la
Universidad de IJUI y de Ação Educativa, lógica de estas reformas, se realizan docu-
en Brasil, los textos de Tarea para la forma- mentos para contrarrestar esta visión refor -
ción de educadores, todo esto teniendo en mista de cuño bancomundialista y se va
cuenta lo que había significado para la edu- estableciendo una alianza con la UNESCO,
cación popular la gestión del sistema educa- que en nuestro continente representaba un
tivo en la Nicaragua sandinista, cierto contrabalance a la visión del Banco
sistematizada por Alforja y Dimensión Mundial.
Educativa. Además, desde 1993 se habían Varios son los efectos de esta coyuntura:
intensificado las actividades del CEAAL en en primer lugar, la exigencia de hacer una
Cuba, por lo que la experiencia cubana en la gestión de los sistemas educativos desde un
gestión educativa tenía también (por afir- enfoque de la educación popular, provocó un
mación u oposición) un rol importante como radical cambio en la escala de la interven -
referencia de los debates que se sostenían. ción y en los conceptos de eficacia e impacto,
a los cuales estaban acostumbrados los cen-
tros de educación popular. La participación
Los movimientos sociales, en el enfoque de en los gobiernos implicó, en muchos casos,
hacer alianzas y reformas que no siempre
Gramsci, deben trabajar el ámbito de la expresaran el índice máximo que se quisie -
cultura y los partidos de la izquierda deben ser ra, desde una visión doctrinaria de la edu -
capaces de crear modos de pensar y de cación popular. Por otra parte, trabajar con
las escuelas significa trabajar con la reali -
expresarse desde la cultura y sus dad de los maestros y de sus sindicatos. Ne-
manifestaciones, valorando los imaginarios gociación y trabajo con los sindicatos
sociales y los espacios donde se socializa el docentes, fueron nuevos ámbitos para la
educación popular en Perú (Tarea), Bolivia
conocimiento, entre ellos la propia escuela. (CEBIAE), Brasil, República Dominicana,
Colombia, entre otros países.
Desde la inspiración de Gramsci y con Por años había existido un divorcio en -
Paulo Freire a la cabeza de la gestión del tre los maestros escolares y las y los educa-
sistema educativo en Sao Paulo, la educa- dores populares. La educación popular no
ción popular transita de ser una educación conocía estrictamente el mundo escolar, la
de y para los sectores populares a una edu- cultura de la enseñanza y las condiciones de
cación emancipatoria y democrática que se trabajo de los maestros. La escuela tiene
propone ser capaz de ofrecer una propuesta además un marco constituyente en su currí -
educativa a toda la sociedad. La educación culum, que exige manejar conceptos de

11
PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL

tiempo y espacio educativos, nociones di- pedagógico de la educación popular. La


dácticas y estrategias de instalación del educación popular se hizo un referente sig-
cambio educativo, en un ámbito donde la nificativo en las discusiones sobre cómo or-
institucionalidad y la mentalidad de los ganizar la educación de jóvenes y personas
propios maestros son sumamente resisten - adultas en las reformas educativas, y mu-
tes a cualquier iniciativa que implique ha - chas de las experiencias de dirección políti-
cer las cosas de un modo diferente a como se ca de sistemas locales de educación pasaron
viene realizando por años. La problemática a engrosar el listado de buenas prácticas y
escolar y las exigencias de pensar un nuevo de innovaciones destacadas para la cons-
tipo de acción educativa en la institución de trucción de políticas educativas nuevas mi-
la escuela, dio lugar a varios encuentros y rando el siglo XXI. No menor es la
talleres en el CEAAL. contribución que hace la Red de Educación
Uno de ellos, realizado en La Habana, para los Derechos Humanos en incorporar
constituyó la fuente de un grupo de trabajo esta educación en el currículum escolar y en
sobre pedagogía crítica, cuyas actas fueron la formación de maestros, en lo que comen-
publicadas como documentos de trabajo en zó a llamarse “educación en valores”, defini-
la colección de Papeles del CEAAL. da como un foco clave del cambio educativo
Coincidentemente, esta exigencia que de los inicios del nuevo siglo.
implicaba para la educación popular tener
capacidad de gestión del sistema escolar y
de desarrollo de un pensamiento pedagógi -
co capaz de darle sentido práctico al trabajo
escolar (como lo venía haciendo ya Fe y Ale-
Desde la inspiración de Gramsci y con Paulo
gría, que no era miembro del CEAAL), vino
Freire a la cabeza de la gestión del sistema
a reforzar en CEAAL el debate sobre los as - educativo en Sao Paulo, la educación popular
pectos pedagógicos de la educación popular. transita de ser una educación de y para los
La insatisfacción de muchos/as educado -
sectores populares a una educación
res/as populares, referida a su incapacidad
relativa para enfrentar la educación popu - emancipatoria y democrática que se propone
lar desde los aprendizajes efectivos, de su ser capaz de ofrecer una propuesta educativa a
validación, de su sistematización y a la difi- toda la sociedad.
cultad que tenían para organizar procesos
de construcción colectiva de conocimientos,
convergió con la necesidad de asumir la
agenda de la gestión de la educación esco - La cooperación internacional compartió
lar, en cuyos marcos estaban también te- estas nuevas tendencias: impactar en las
mas principales tales como la generación de políticas educativas, llevar a los foros inter-
aprendizajes efectivos y el desarrollo de ca - nacionales la visión de las organizaciones
pacidades para hacer de la educación esco - de la sociedad civil y de los movimientos so-
lar un proceso no bancario. Sin dudas, este ciales, hacer un contrapeso ciudadano a las
marco general vino a potenciar la temática políticas del Banco Mundial, generar lide-
pedagógica en la educación popular. razgos ciudadanos en las cumbres de Nacio-
El trabajo de gestión gubernamental nes Unidas (mujer, medio ambiente,
por parte de muchos/as educadores/as po- población, pobreza), y por esta vía, sentar
pulares, significó que centros de educación las bases de una nueva estrategia de in-
popular orientaran su trabajo en apoyar es- fluencia de la educación popular. El CEAAL
tas experiencias de generación política. La organizó reuniones con agencias de coope-
estrategia gramsciana estaba en marcha. ración para replantear, en estos términos,
En mi opinión, estas experiencias guberna - la nueva colaboración y el financiamiento.
mentales acrecentaron el capital político y Se veía con interés, por parte de éstas, el he-

12
La Piragua

cho de que efectivamente se estaba pasando educación popular pudiera liderar procesos
del “macetero al potrero”, usando la expre- más radicales de control social de las políti-
sión de un estudio de principio de los años cas públicas. Faltaron mejores estrategias
noventa, acerca del rol de las ONG en Amé- de influencia y recursos para llevarlas a
rica Latina. cabo.
En tercer lugar, la coyuntura de in-
fluencia e incidencia en las políticas públi -

La educación popular se hizo un referente cas desde la educación popular se desarrolló


sobre la hipótesis de que en América Latina
significativo en las discusiones sobre cómo los procesos de gobernabilidad democrática
organizar la educación de jóvenes y personas se consolidarían y que la lógica social del
capitalismo terminaría por imponerse so -
adultas en las reformas educativas, y muchas bre las versiones neoliberales del mismo.
de las experiencias de dirección política de Esto no fue así, el mundo se orientó hacia
sistemas locales de educación pasaron a un neoliberalismo extremo y la educación
popular no logró ser en esa coyuntura lo
engrosar el listado de buenas prácticas y de
que había sido en anteriores fases del de -
innovaciones destacadas para la construcción sarrollo del movimiento social: una refe -
de políticas educativas nuevas. rencia cultural y un catalizador de las
innovaciones educativas de los movimien -
tos sociales. Los movimientos o redes “glo-
¿Qué sucede hacia 1996 y 1997? bales” antineoliberales, que se generaron
desde la mitad de los años noventa, desa -
Si bien éste no es un estudio evaluati- rrollaron principalmente es quemas de
vo, es importante po ner en contexto los confrontación me diática, que no se plan -
avances de la educación popular en el teaban procesos de construcción de identi -
marco de la refundamentación y dejar dad y de libertades desde la vida
planteadas algunas preguntas so bre qué cotidiana. Hubo una tendencia ha cia el
pasó postrefundamentación, todo esto en “cupulismo”.
sintonía con las preguntas que el CEAAL La educación popular no puede practi-
se plantea de cara a su Asamblea de 2004. carse en un esquema “cupular” ni promo-
En primer lugar, las experiencias de viendo vanguardias ilustradas alejadas de
gestión pública de la educación, sus actores, la realidad de la vida cotidiana de las comu -
los aprendizajes, las instituciones que se nidades y movimientos de base. Además, la
crean y la producción teórica, no llegaron a educación popular no es sólo una educación
constituir una fase ascendente en la refun- política y confrontacional; es un sistema de
damentación. Hubo diversos ramales en educación para la VIDA, por tanto es holís -
este proceso que no permitieron generar un tica, busca articular dimensiones de género,
discurso y un valor más hegemónico para la generacionales, étnicos, culturales, en pers-
educación popular. Muchos/as educado- pectiva de procesos de mediano y largo pla -
res/as populares, que ejercieron tareas de zo. No se agota en una coyuntura, por
gobierno, quedaron en la política o en las intensa y decisiva que sea, ni únicamente
instituciones públicas o en las universida- “mediática”. Es reflexiva y toda su historia
des y su experiencia no pudo ser compartida demostró que es una educación que indaga
con las y los educadores populares de base. sobre las fuentes del sentido de lo humano y
En segundo lugar, la participación de
de la libertad. La educación popular es un
educadores populares en la gestión pública movimiento ético, una construcción cultu-
de la educación y en las agendas de las refor- ral y no necesariamente sólo una “fuerza de
mas educativas, no generó un poder ciuda- tarea”, que era, según algunos, lo que se re-
dano suficiente, de tal modo que la

13
PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL

quería para enfrentar la escalada neolibe - tar pro ce sos de apro pia ción y crea ción de
ral en sus comienzos. sa be res, que contri bu yan a crear más po-
Pero el neoliberalismo no era una go - der para los su jetos que bus can una so cie-
londrina en verano, terminó consolidándo - dad dis tinta a la ac tual. Pues sólo esa
se. Su poder no iba a tambalear por unas acu mu la ción de poder “sub je ti vo” (el po -
cuantas manifestaciones globales de gran der de los su je tos so cia les) hará posi ble el
impacto en los medios y en la opinión pú bli - desmontaje del neo li be ra lis mo.
ca. Es evi den te que el neo li be ra lis mo La cooperación internacional dio vuelta
sólo po drá ser des mon ta do sien do con - la espalda a la educación popular porque se
fron ta do des de una es tra te gia po lí ti - encandiló por las acciones directas y optó,
co-cultural, que exi ge una teo ría de la en muchos casos, por generar una nueva
ac ción trans for ma do ra, una pe da go gía economía política de las donaciones funda-
crí ti ca y una re cu pe ra ción de la teo ría das en el impacto mediático más que en la
par ti ci pa ti va de los mo vimientos so cia les creación de un poder ciudadano enraizado
en el marco de los tiem pos polí ti cos y cul - en la vida cotidiana de las comunidades y
turales que ex ce den los tiempos de la “co - con capacidad de crear movimientos trans-
yuntura”. Por esta ra zón, la edu cación formadores desde la base social, aún en mo-
po pu lar re cu pe ra su vigen cia hoy, por que mentos de auge del capitalismo.
tie ne un capital acu mu la do y ac ti vo en
tres di men sio nes es tra té gi cas: en la di -
men sión éti ca, en la di men sión polí ti ca y
en la di men sión pe da gó gi ca.
La educación popular no puede practicarse en
En su dimensión ética porque, quizás un esquema “cupular” ni promoviendo
por su origen cristiano, es una “teoría de la vanguardias ilustradas alejadas de la
esperanza” que le permite tener una mira-
realidad de la vida cotidiana de las
da realista sobre la historia, cuestionar todo
fundamentalismo y cualquier triunfalismo. comunidades y movimientos de base.
La lucha social implica construir culturas
nuevas, otra hegemonía, y esos procesos
El casi agotamiento del acento mediáti-
exigen desarrollar la lógica de la acción
co de las movilizaciones antineoliberales,
transformadora en el tiempo de la cultura y
con mucha retórica y con poca capacidad de
de la pedagogía.
expresar lo que realmente hacen y constru-
En la dimensión política, porque es una
yen los movimientos sociales en sus locali-
“teoría de los movimientos sociales” que
dades y países, junto con sus resultados
plantea la capacidad comunicacional de los
exiguos en relación a cambiar la agenda
sujetos, que como tales pueden construir ar-
económica global, permiten que se vuelva a
gumentos, juicios y manifestar su voluntad
poner la mirada en las alternativas que
transformadora en estrategias políticas
buscan construir procesos de desarrollo
que, a la vez, adquieren manifestaciones or-
humano integrales y acumular capital éti-
gánicas bajo diversas formas, no sólo parti-
co en la sociedad, y, de este modo, crear las
distas, pues promueven la autonomía de los
condiciones para una resistencia democrá-
movimientos sociales.
tica al neoliberalismo que se exprese en re-
En la di men sión peda gó gi ca, por que
des, como las que construyó la educación
la no ción de diá lo go de sabe res, de lec tu -
popular y no en manifestaciones mediáti-
ra de la rea li dad para trans for mar la y de
cas efímeras sin sustento en las comunida-
cons truc ción par ti ci pa ti va de co no ci -
des de vida. Por esta razón creo que existen
mien tos, re co no ce, en primer lugar, la
nuevas posibilidades para redefinir las
ne ce si dad de con tar con edu ca do res/as
alianzas entre los movimientos sociales, la
que sean ver da de ros ana lis tas y pro fe -
educación popular y los movimientos éticos
sio na les so cia les, ca pa ces de instrumen -

14
La Piragua

que luchan por la paz y la no discrimina- dad y Educación Popular en América


ción en el mundo, a la manera de un círculo Latina, CEAAL, Santiago, Chile.
virtuoso que es factor de transformación __________, “Cambios en el conocimien-
social. Es preciso “volver a conversar”. to e implicaciones para la educación popu -
lar: construyendo la transición de la
Dossier consultado refundamentación”, en La Piragua No. 11,
2do. Semestre 1995, Tema: Pedagogía y Po-
Alforja, “Los sujetos de la acción educa- lítica: Procesos y Actores de una Educación
tiva”, en La Piragua No. 7, 2do. Semestre Transformadora para América Latina,
1993, Tema: Teorías y Prácticas de la Peda- CEAAL, Santiago, Chile.
gogía Crítica en América Latina, CEAAL, __________, “Pedagogía, política y po-
Santiago, Chile. der: deconstruyendo escenarios para cons -
Caruso, Arlés, “La educación popular truir actores”, en La Piragua No. 12-13,
para el poder local: propuesta del programa 1996, Tema: Nuevos Horizontes para la
de poder local del CEAAL”, en La Piragua Transformación y la Construcción del Po -
No. 8, 1er. Semestre 1994, Tema: Educación der: La Educación Popular como Política
para la Ciudadanía y el Poder Local, Ciudadana, CEAAL, Santiago, Chile.
CEAAL, Santiago, Chile. Osorio, Jorge, “La educación para los
CEAAL-UNESCO, “La educación con derechos humanos, su transversalidad e in-
personas jóvenes y adultas en América La- corporación en los proyectos educativos”, en
tina en la transición al siglo XXI”, en La Pi- La Piragua No. 11, 2do. Semestre 1995,
ragua No. 12-13, 1996, Tema: Nuevos Tema: Pedagogía y Política: Procesos y
Horizontes para la Transformación y la Actores de una Educación Transformadora
Construcción del Poder: La Educación Po - para América Latina, CEAAL, Santiago,
pular como Política Ciudadana, CEAAL, Chile.
Santiago, Chile. Palma, Diego, “Los desafíos de la educa-
Cendales Lola y Posada Jorge, “La cues- ción en América Latina: la agenda vista
tión pedagógica en la educación popular”, desde la educación popular”, en La Piragua
en La Piragua No. 7, 2do. Semestre 1993, No. 4, 1er. Semestre 1992, Tema Educación
Tema: Teorías y Prácticas de la Pedagogía Popular y Escuela, CEAAL, Santiago, Chi -
Crítica en América Latina, CEAAL, Santia- le.
go, Chile. __________, “La educación popular y el
De Souza, Joao Francisco, “Ciudadanía tema de la ciudadanía”, en La Piragua No.
y poder: perspectivas de la educación popu- 10, 1er. Semestre 1995, Tema: Ciudadanía
lar en la década de los noventa”, en La Pira- y Género: Nuevos Enfoques para la Educa-
gua No. 8, 1er. Semestre 1994, Tema: ción en América Latina, CEAAL, Santiago,
Educación para la Ciudadanía y el Poder Chile.
Local, CEAAL, Santiago, Chile. Pontual, Pedro, “Construindo uma pe-
González A, Estela, “El problema de la dagogia democratica do poder”, en La Pira-
calidad en la educación popular: conceptua- gua No. 11, 2do. Semestre 1995, Tema:
lización, sistematización y monitoreo”, en Pedagogía y Política: Procesos y Actores de
La Piragua No. 7, 2do. Semestre 1993, una Educación Transformadora para Amé -
Tema: Teorías y Prácticas de la Pedagogía rica Latina, CEAAL, Santiago, Chile.
Crítica en América Latina, CEAAL, Santia- Puiggrós, Adriana, “Refundamentación
go, Chile. político pedagógica de la educación popular
Mejía, Marco Raúl, “Las tareas de la re- en la transición al siglo XXI”, en La Piragua
fundamentación: la educación popular No. 12-13, 1996, Tema: Nuevos Horizontes
hoy”, en La Piragua No. 6, 1er. Semestre para la Transformación y la Construcción
1993, Tema: Modernidad, Interculturali- del Poder: La Educación Popular como Polí -
tica Ciudadana, CEAAL, Santiago, Chile.

15
Revista Aportes No. 46, Tema: Educa- Educación en América Latina, CEAAL,
ción Popular - Refundamentación, Dimen - Santiago, Chile.
sión Educativa y CEAAL, Colombia, 1996. __________, “Conversemos de nuevo: te-
Secretaría General CEAAL, “Educación mas para un diálogo actual entre la educa-
popular para una democracia con ciudada - ción popular y la cooperación
nía y equidad: construyendo la plataforma internacional”, en La Piragua No. 10, 1er.
de la educación popular latinoamericana”, Semestre 1995, Tema: Ciudadanía y Géne-
en La Piragua No. 8, 1er. Semestre 1994, ro: Nuevos Enfoques para la Educación en
Tema: Educación para la Ciudadanía y el América Latina, CEAAL, Santiago, Chile.
Poder Local, CEAAL, Santiago, Chile. Soethe, José Renato, “Educación popu-
__________, “La educación popular y la lar: concepciones históricas, construcción
producción de conocimientos”, en La Pira- de paradigmas y teoría-práctica”, en La Pi-
gua No. 10, 1er. Semestre 1995, Tema: Ciu- ragua No. 9, 2o. Semestre 1994, Tema: La
dadanía y Género: Nuevos Enfoques para la Investigación Educativa en América Lati-
na: Construyendo una Agenda Común,
CEAAL, Santiago, Chile.

16
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN


POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
(2000 A 2003)

Alfonso Torres Carrillo1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

PRESENTACIÓN tos realizados; así por ejemplo, mientras


que la Memoria del Seminario Región Bra-
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® sil es un documento muy completo de sesen-
ta y ocho páginas que recoge los textos de

E n el contexto de la preparación de la VI
Asamblea del CEAAL, y con el propósito de
las conferencias, paneles, discusiones y tra-
bajos grupales, la Memoria del taller de la
Región Andina es un punteo de frases en
reanimar la discusión sobre la vigencia y los dos páginas, donde no se sabe quién habla.
desafíos de la Educación Popular, su Comi- Entre estos extremos se ubican los demás
té Directivo, a través del Secretario Gene - textos: ponencias, intervenciones de los
ral, me solicitó realizar una asistentes y punteo de los debates. Además,
“sistematización documental” de lo produci - recibí las memorias del Seminario realizado
do en las diversas publicaciones y eventos en Córdoba y nuevos protocolos de los talle-
(talleres, seminarios) llevados a cabo a ins - res realizados por CEAAL en el contexto del
tancias del Consejo de Educación de Adul - Foro Social Mundial.
tos en América Latina entre los años 2000 y Por tanto, los alcances del ejercicio in-
2003; como insumo básico, recibí un dossier vestigativo realizado están asociados a esta
de materiales con los documentos respecti - orientación, al corpus de textos recibidos y a
vos. las limitaciones propias del analista, un
Aquí vale la pena señalar que existen profesor e investigador universitario colom-
grandes contrastes en cuanto a la calidad biano formado en la educación popular y co-
de la información proveniente de los even - laborador en una institución afiliada a

1 Educador popular e investigador social colombiano. Ha trabajado desde finales de la década del setenta en
educación de adultos y acompañamiento educativo e investigativo a organizaciones populares urbanas. En un
principio, formó parte de una red de asociaciones de educadores denominada la Coordinadora Distrital de
Educación Popular; desde mediados de la década de los ochenta, forma parte del equipo de Dimensión Educativa.
Actualmente es profesor e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica
Nacional de Colombia, donde coordina la línea “Memoria, identidad y constitución de actores sociales” desde el
cual se sistematizan experiencias educativas y sociales con sectores populares, así como proyectos de
recuperación de memoria colectiva.

18
La Piragua

CEAAL. También vale la pena precisar que prácticas discursivas: el de los educadores
esta “sistematización documental” no es, en populares asociados al Consejo.
sentido estricto, una sistematización de Dado que el propósito de la tarea enco-
prácticas educativas populares, sino una mendada es identificar en los textos recopi -
caracterización de los debates actuales so- lados los principales planteamientos en
bre este campo de la EP, a partir del análi- torno a la educación popular, sus desarro -
sis del contenido de los textos producidos en llos conceptuales y sus desafíos, la estrate -
el contexto del CEAAL entre los años 2000 y gia metodológica asumida buscó hacer el
2003. mapeo de los significados en juego dentro de
Aclarado el carácter y alcances del tra - los textos, en torno a unos ejes temáticos re-
bajo encomendado, es necesario hacer algu- levantes para el debate actual de la educa-
nas consideraciones metodológicas. En ción popular;3 por ejemplo, la especificidad
primer lugar, es importante señalar que el misma de la educación popular, las referen -
análisis textual parte de considerar que cias al contexto histórico en que se inscri -
todo discurso es una práctica comunicativa ben sus prácticas, al cambio de paradigmas
concreta que descansa en las relaciones en- emancipadores, los movimientos sociales y
tre producción de sentido y dinámicas socia- las políticas públicas.
les; por tanto, todo texto es la cristalización Una vez definidas dichas categorías, se
de un proceso de comunicación entre suje- asumió una estrategia de análisis de los
tos, operado en un determinado contexto; textos de carácter agregativo; es decir, se
“el sujeto productor del texto expresa en el agruparon globalmente las unidades tex -
mismo, no sólo su propia subjetividad, sino tuales (frases, párrafos) referidas a cada te-
también la imagen del sujeto al que ese tex- mática. Posteriormente, se evaluaron los
to va dirigido”,2 dado que el propósito de resultados, reconociendo confluencias, dife -
todo acto de comunicación es afectar subje- rencias y vacíos en torno a cada tema. Fi -
tividad. nalmente, se produjo un balance
interpretativo de la información, que se
complementó con otras ideas del analista y
...todo discurso es una práctica comunicativa planteamientos provenientes de otros cam -
pos discursivos afines; por ello, en esta sín -
concreta que descansa en las relaciones entre
tesis expositiva, se procura explicitar
producción de sentido y dinámicas sociales; cuándo las afirmaciones provienen de los
por tanto, todo texto es la cristalización de un textos y cuándo son aportes del investiga -
dor o de otras fuentes.
proceso de comunicación entre sujetos...
El documento está estructurado en cua-
tro partes; en primer lugar se aborda el pro-
Este carácter reflexivo del discurso so- blema de la especificidad de la EP, sus
cial es evidente en nuestro caso, dado que rasgos definitorios y las lecturas sobre la
los textos analizados son producidos por su- llamada refundamentación; en segundo lu-
jetos que se asumen dentro del campo de la gar, se presentan los ejes en torno a los cua-
educación popular y en el contexto institu- les tematizan los debates durante el
cional del CEAAL. De ese modo, los signifi- período: el contexto y sus desafíos a la EP, el
cados en juego en los textos analizados se cambio de paradigmas y la EP, los movi -
inscriben en una comunidad interpretativa mientos sociales y la EP, democracia, ciuda-
que a su vez se construye a través de estas danía y poder local, y, la EP y el

2 Navarro Pablo y Díaz, Capitolina, “Análisis de contenido”, en, Métodos y técnicas cualitativas de investigación en
Ciencias Sociales, Editorial Síntesis, Madrid 1994, pp 182.
3 Algunos fueron explícitamente definidos en el Seminario Latinoamericano de Educación popular realizado por
CEAAL en Córdoba (Argentina) en julio de 2003; otros fueron definidos “inductivamente” por el investigador a
partir de una primera lectura intensiva de los textos.

19
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

multiculturalismo; en tercer lugar, se anali- sido diferente a la del Cono Sur o Brasil;
za una ausencia, el debate pedagógico en la además, en cada país hay diferentes reali-
EP; finalmente, se presenta un balance glo- dades geográficas, sociales y culturales; fi-
bal y unas recomendaciones. nalmente, los campos específicos de acción
(alfabetización, derechos humanos, trabajo

1 . SENTIDOS E IDENTIDAD
DE LA EDUCACIÓN POPULAR
con mujeres, por ejemplo) también marcan
diferentes acentos en el modo de asumir la
EP.

Una lectura cuidadosa de los documentos


® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

producidos por el CEAAL entre 2000 y 2003,


Una primera pregunta orientadora del aná-
lisis era saber cuáles significados de EP cir-
nos permite confirmar que la fuente de dicha
culaban en los documentos producidos en pluralidad de maneras de entender y asumir
los diferentes espacios del CEAAL durante la EP está asociada “a la variedad y
estos últimos años, para reconocer allí cómo
es asumida su especificidad, su ámbito de
simultaneidad de tiempos, espacios, prácticas,
acción y sus rasgos definitorios. Este ejerci- discursos y actores de la EP”.
cio es muy importante, dado que tras la ex -
presión “Educación Popular”, que en el
lenguaje cotidiano de los colectivos se asu - Acerca de la especificidad de la
me como un supuesto evidente, están pre - EP
sentes diferentes sentidos que conllevan
consecuencias prácticas diversas. Pero lo que llama la atención constatar
Tras una lectura global de los textos es que en los textos analizados, las diferen-
analizados, se confirma una apreciación cias frente a la EP no sólo radican en su con-
que ya ha sido reconocida previamente tenido (intenciones, principios, rasgos
(Bosco Pinto 1984; Mejía 1990; Torres 1993 definitorios), sino que existen profundas di-
y 2000) y es que no existe un significado ferencias en cuanto a los modos de entender
único de educación popular; bajo esta cate- su misma especificidad, es decir cuáles son
goría se agrupan un conjunto de prácticas su carácter y ámbito que la distinga de
educativas en torno a la defensa y autono - otras prácticas o campos cercanos. En un
mía del mundo popular, más que en torno a extremo están quienes reducen la EP a “un
un cuerpo doctrinario o teórico preciso (Me- instrumento”, “una herramienta”, “una me-
jía 1990). Este carácter plural y heterogé - todología” al servicio de otras prácticas so-
neo de la EP fue planteado por uno de los ciales (por ejemplo, la acción política o los
participantes en el taller de la Región Andi - movimientos sociales), en el otro, están
na con la afirmación: “la EP no es UNA, sino quienes la consideran una “opción política”,
diversidad de prácticas, procesos, concep - “movimiento cultural” o un “campo intelec-
ciones”. tual” o “comunidad de pensamiento” o “una
Una lectura cuidadosa de los documen- práctica educativa”; en medio, también se le
tos producidos por el CEAAL entre 2000 y califica como “una práctica o una estrategia
2003, nos permite confirmar que la fuente educativa” o “una acción cultural, política y
de dicha pluralidad de maneras de enten - pedagógica”.
der y asumir la EP está asociada “a la varie - Estas diferencias no sólo son semánti-
dad y simultaneidad de tiempos, espacios, cas; la falta de acuerdo en cuanto a la espe-
prácticas, discursos y actores de la EP” (To - cificidad misma de la EP es problemática,
rres 2000: 19); así por ejemplo, la experien - en la medida que cada manera de entender-
cia histórica de la EP en Centro América ha la, además de tener distintas consecuencias

20
La Piragua

prácticas, dificulta y a la vez, enriquece el mientos sociales, formación pastoral, etcé -


diálogo y el establecimiento de consensos al tera) que se identifican con opciones éticas y
interior del CEAAL. Por ejemplo, para quie- políticas alternativas comprometidas con
nes enfatizan la EP como una dimensión de los sectores populares.
la acción política, asumen que sus prácticas
y discusiones centrales deben subordinarse
a las problemáticas y debates provenientes
de la esfera política; quienes enfatizan de la
Mi punto de vista al respecto, es
EP su carácter educativo, reclaman que la reconocer la EP, a la vez como
reflexión pedagógica debe ganar mayor cen- una práctica histórica que es, a
tralidad; quienes la ubican como movimien- la vez, movimiento educativo y
to cultural alternativo o un campo
intelectual, enfatizan su sensibilidad a los corriente pedagógica.
cambios paradigmáticos acaecidos en la
tradición del pensamiento social crítico. El reconocimiento de la heterogeneidad
A continuación, fijaré mi posición frente de actores, ámbitos de acción y dinámicas
a la cuestión de la especificidad de la EP y a regionales, implica que la EP no puede ser
la necesidad de discutir los sujetos que la vista como un movimiento educativo homo-
agencian. En primer lugar, considero que la géneo ni un cuerpo teórico acabado; más
EP no puede ser caracterizada como una bien, puede considerarse como un campo so-
simple herramienta o metodología subsi- cial e intelectual en construcción, en la me -
diaria de otras prácticas sociales, minimi- dida en que se vayan consolidando las redes
zando su identidad a lo instrumental; pero y los espacios de producción y discusión de
tampoco puede verse como la solución a to- ideas y propuestas entre los actores colecti -
dos los males del campo popular, tal como lo vos e individuales que agencian prácticas y
advierte Jorge Medina (2001), confundien- discursos educativo populares.
do su ámbito con el de la acción política o el Considerar la EP como un campo de ac-
de los movimientos sociales. Mi punto de ción y reflexión, plantea la exigencia de ha -
vista al respecto, es reconocer la EP, a la vez cer explícito, cuando se escribe o se habla de
como una práctica histórica que es, a la vez, la EP, quién y desde dónde se habla (sujeto
movimiento educativo y corriente pedagógi- y lugar de enunciación). En lugar de hipos -
ca. tasiar o asumir la EP como una entidad úni-
Por un lado, la EP puede ser caracteri- ca, se hace necesario aclarar desde qué
zada como corriente pedagógica originada lugar institucional, social, académico y geo-
en América Latina en torno al aporte fe - gráfico se habla y sobre que ámbito de la EP
cundo de Paulo Freire, desde la cual se nos referimos, salvo que nos situemos en
han generado una serie de planteamientos una perspectiva meramente ideológica.
educativos y propuestas pedagógicas que Al respecto, resulta interesante señalar
tienen como referencia el campo de relacio- que, en la mayoría de los casos, cuando se
nes entre educación y política, en particu- habla de los sujetos de la EP se refiere a “los
lar el de las prácticas educativas otros”: los pobres, los sectores populares, los
intencionalmente emancipadoras. A la vez, movimientos populares, los gobiernos loca-
identificadas con la EP, se reconocen un les o “los nuevos actores” (jóvenes, mujeres,
conjunto amplio de prácticas sociales y niños); pero casi no se habla del lugar insti -
educativas desarrolladas por una plurali- tucional y social más frecuente por parte de
dad de actores sociales (ONG, organizacio- los partícipes de los debates: las ONG de
nes sociales, instituciones educativas, educación popular. Estas son, en sentido es-
grupos religiosos) y en una diversidad de tricto, quienes integran el CEAAL, son las
ámbitos (educación de adultos, alfabetiza- que promueven, apoyan y acompañan las
ción, trabajo en derechos humanos, movi-

21
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

acciones de EP; son las que promueven y zación rigurosa de quiénes, en la actuali-
agencian el debate sobre la EP. dad, definen sus prácticas como educativo
Una excepción a esta autoinvisibilización populares, cuáles sentidos le atribuyen y
de las ONG como uno de sujetos decisivos de qué tanto influye como referente identitario
la EP, es el texto de la Secretaría del CEAAL de las organizaciones e individuos que la
en La Piragua No. 18 cuando plantea el deba- agencian. Hay que “darle la palabra” a
te acerca de la identidad de las que denomina aquellos que nombramos como “sujetos de
“organizaciones civiles no gubernamentales”; la EP”, para ver en qué medida se sienten
se les reconoce como actores sociales e institu- reconocidos en las orientaciones, propues-
cionales con una identidad propia, y no sólo tas y elaboraciones conceptuales de las
como “acompañantes de los movimientos so - ONG de EP.
ciales”; cuasi-partidos, cuasi-universidades y
cuasi-movimientos o cuasi-empresas. Estas
instituciones, cada vez con más presencia pú-
blica en diferentes campos de la vida social en
Esta reflexión sobre la identidad y el papel
nuestros países, deben definir su especifici- que juegan las ONG en el campo de la EP es
dad, los alcances y limitaciones de su acción. oportuna, por la influencia decisiva que ejercen
Esta recomendación es muy oportuna,
dado que –como lo señala el mismo artículo-
sobre vastos actores sociales de base y sobre
las ONG son hoy blanco de múltiples críti- algunas autoridades progresistas en los niveles
cas, muchas de ellas provenientes de las local y nacional; además, porque cada vez
mismas organizaciones de base y poblacio -
juegan un papel más decisivo en algunas
nes que buscan “acompañar”; se les ve como
empresas que se disputan recursos interna - esferas de la vida pública.
cionales o gubernamentales, como funcio -
nales al modelo neoliberal al atenuar las
contradicciones sociales o como grupos polí- Así mismo, habría que reconocer qué
ticos escondidos bajo una supuesta neutra - tanto peso tiene la EP en otras prácticas so-
lidad social. (CEAAL 2000: 13) Algunas de ciales, como es el caso de los movimientos de
estas críticas están presentes en algunas género, de defensa de los derechos huma-
intervenciones de los participantes de los nos, el desarrollo local, los espacios escola-
talleres y encuentros analizados. res o los movimientos de pobladores. La
Esta reflexión sobre la identidad y el necesidad de elaborar esta cartografía de la
papel que juegan las ONG en el campo de EP hoy en América Latina, también fue dis-
la EP es oportuna, no sólo por su papel cen - cutida en el Seminario de Córdoba. Esta
tral en la construcción de los sentidos del puede ser una de las acciones prioritarias
discurso educativo popular, sino por la in - del CEAAL en el corto plazo.
fluencia decisiva que ejercen sobre vastos
actores sociales de base y sobre algunas Los rasgos que definen la Educa-
autoridades progresistas en los niveles lo - ción Popular
cal y nacional; además, porque las ONG y
algunas personas que provienen de estas, Otro ámbito de análisis de los discursos
cada vez juegan un papel más decisivo en es la identidad discursiva de la educación
algunas esferas de la vida pública como popular, expresada por algunos como prin-
asesoras de movimientos sociales y parti - cipios, elementos constitutivos o rasgos de-
dos, así como en la definición de políticas finitorios de la misma. Es interesante
sociales, edu cativas y culturales. señalar que en la mayoría de las interven-
Por último, quiero plantear que una de- ciones dentro de los eventos convocados por
finición de la especificidad, el ámbito y los el CEAAL, dichos elementos constitutivos
desafíos de la EP, implicaría una caracteri - de la EP se dan por supuestos. La preocupa-

22
La Piragua

1. su lectura crítica del carácter injusto de la


Hay que “darle la palabra” a aquellos que sociedad y del papel que juega la educa-
ción;
nombramos como “sujetos de la EP”, para ver
en qué medida se sienten reconocidos en las 2. su intencionalidad política emancipadora;
orientaciones, propuestas y elaboraciones 3. considerar a los sectores populares como
sujetos de su emancipación;
conceptuales de las ONG de EP.
4. buscar incidir en la subjetividad de los
ción por definir el terreno de la EP sólo es educandos y educadores;
explícita en algunos artículos del número 5. poseer unas metodologías participativas
18 (año 2000) de la revista La Piragua, de- y dialógicas.
dicada a los nuevos horizontes y compromi-
Por otro lado, para la mexicana Bertha
sos de la EP, y en los textos producidos por
la Secretaría General. Salinas (2000: 38), “el núcleo específico de
Es el caso del primer artículo de la re- la EP puede resumirse en”:
vista, firmado por la Secretaría, en el que se 6. su metodología educativa, de carácter
señala que la EP, “es una acción cultural, dialéctico, participativo y dialógico;
pedagógica-política que tiene como princi-
pios” (2000: 14):
7. su contenido es la realidad y ahora, nue-
vos temas emergentes;
1. la comprensión criítica de la realidad
para su transformación; 8. su larga experiencia de conocimiento y
vinculación con el mundo popular;
2. a través del diálogo de saberes;
9. su compromiso y sentido de mística.
3. animado por educadora o educador popu-
lar; Para Felipe Rivas (2000: 46), de El Sal-
vador, las características que constituyen
4. con una opción ética por los sectores em- los cimientos de la EP son:
pobrecidos;
10. propiciar participación;
5. y que enfatiza en la autoconstitución de
sujetos.
11. contribuir a la construcción de sujetos;

En el artículo de Alfonso Torres (2000: 12. promover la relación comunidad, orga-


23), se definen como “rasgos definitorios de nizaciones, movimientos, gobiernos lo-
toda práctica de educación popular”: cales y otros actores;
13. desarrollar propuesta política liberado-
ra;
14. buscar articular práctica, teoría, prácti-
ca;
15. construcción colectiva de conocimiento;
16. diálogo de saberes.
Por último, para Carlos Zarco, en su ar-
tículo “Debate actual perspectivas de la EP
en América Latina” presentado en el
Encuentro Educar para construir el Sueño
realizado en Guadalajara en 2001, define
como “aspectos definitorios” de la EP (2001:
332):

23
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

17. una crítica a la educación formal como necesidad de releerlo y difundirlo para asu-
parte del sistema de dominación; mir los nuevos desafíos de la EP.
Otros textos señalan que la EP se cons-
18. una educación orientada a concientizar;
tituye ya en una tradición; posee una me-
19. su vinculación a los movimientos socia- moria y unas raíces que le dan identidad y
les; desde las cuales enfrenta los nuevos desa-
fíos (Leis, 2000; Martinic, 2003). Desde ese
20. sus contenidos son el análisis de la rea-
acumulado histórico, la mayor riqueza de la
lidad;
EP son “sus modos de hacer las cosas” (Sali-
21. sus métodos participativos. nas 2000: 39), su “capacidad de desarrollar
procesos transversales que recorren de for-
Estos rasgos identitarios atribuidos a la
ma dialéctica cambios personales, transfor-
EP, pueden agruparse en dos ámbitos: unos
maciones comunitarias, procesos locales
acentúan lo político social (lectura crítica de
que buscan entroncarse y nutrir transfor-
la sociedad, opción política y ética por los
maciones sociales globales”. (Goldar, 2002)
pobres, vinculación a los movimientos so-
ciales), mientras otros enfatizan lo educati -
vo y metodológico (participación, diálogo,
concientización, formación de sujetos). Así Esta fusión entre política y
mismo, casi todos los autores enfatizan una
educación en un horizonte de
u otra dimensión, evidenciando una tensión
histórica dentro de la EP. emancipación de los sectores
En efecto, la unidad dialéctica entre lo subalternos de la sociedad, se ha
político y lo pedagógico es constitutiva de la dado en una doble vía: por un
identidad misma de la EP: desde su matriz
freireana, ha estado presente a lo largo de
lado, politizando las prácticas
su trayectoria y alcanzó especial relevancia educativas al asignarle una
en las discusiones recientes al interior del intencionalidad transformadora,
CEAAL. Esta fusión entre política y educa-
ción en un horizonte de emancipación de los
y por otro, pedagogizando la
sectores subalternos de la sociedad, se ha política al considerarla como
dado en una doble vía: por un lado, politi - espacio formativo.
zando las prácticas educativas al asignarle
una intencionalidad transformadora, y por
otro, pedagogizando la política al conside -
Finalmente, resulta clave destacar que
rarla como espacio formativo. (Torres 1996:
en estos últimos años ha cobrado especial
22)
centralidad la dimensión ética de la EP.
Por úl ti mo, cabe des ta car que en al -
Para Carlos Núñez (2000), ésta debe liderar
gu nos textos se se ña lan dos as pec tos que
la revolución ética, para Carlos Zarco
de fi nen la es pe ci fi ci dad de la EP: su his -
(2002), la EP asume una opción ética por los
to ri ci dad y su eti ci dad. En cuan to a lo
pobres. Dentro de esta misma preocupa-
pri me ro, la EP apa re ce como he re de ra
ción, algunas intervenciones registradas en
del le ga do del pensamiento y la obra de
las memorias de los eventos realizados por
Paulo Freire (Núñez 2000); la matriz frei -
CEAAL en el período, insisten en hacer de
reana es referente ineludible y fuente de
la EP un baluarte ético que contrarreste los
unidad dentro de la EP (Rezende 2002),
valores promovidos desde el proyecto neoli-
sus ideas son utilizadas con frecuencia
beral y la corrupción generalizada en las es-
como fuente de autoridad de los plantea -
feras estatales y los partidos políticos.
mientos actuales y se hacen llamados a la
En términos de Pontual, frente a un
mundo de exclusión social, violencia y des -

24
La Piragua

trucción de la naturaleza, la EP debe –reto- lugar el balance restrospectivo de las dis -


mando a Freire-, “rescatar valores que cusiones da das en la fase previa, signado
constituyen una ética universal del ser hu- por la llamada re fundamentación de la EP;
mano, la cuestión de la solidaridad, la amo- por otro lado, continuó la preocupación so -
ricidad, la emocionalidad, la tolerancia, el bre los cambios en el contexto histórico de
respeto al otro en sus diferencias, el gusto la región y los desafíos que le plantean a la
por la alegría, la disposición al cambio”. EP; en tercer lugar, y tal como fue explícito
(2002:9) en la Asamblea de Panamá (2000) y en el
A modo de síntesis, nos atrevemos a afir- Seminario Latinoamericano realizado en
mar que la educación popular puede hoy en- Córdoba en julio de 2003, se valoraron 5
tenderse como un conjunto de actores, ejes de debate: la cuestión de la crisis y
prácticas y discursos que se identifican en reinvención de paradigmas, las relaciones
torno a unas ideas centrales: su posiciona- de la EP con los movimientos sociales, su
miento crítico frente al sistema social impe- posición frente a la democracia, la ciudada -
rante, su orientación ética y política nía, el poder local y las políticas públicas,
emancipadora, su opción con los sectores y su lugar frente a las formas de discrimina -
movimientos populares, su intención de ción y la EP frente a las políticas educati -
contribuir a que éstos se constituyan en su- vas.
jetos a partir del ensanchamiento de su con- Apoyándonos en la información conteni-
ciencia y subjetividad y por la utilización de da en los documentos analizados y visibili -
métodos, participativos, dialógicos y críti- zando las diferentes posiciones y contenidos
cos. sobre estos ejes temáticos, nos ocuparemos
a continuación. Así mismo, acogiéndome a
la sugerencia de la Secretaría General,

...la EP debe –retomando a Freire-, “rescatar –cuando lo vea necesario- acudiré a otros
aportes y plantearé mis ideas al respecto.
valores que constituyen una ética universal del
ser humano, la cuestión de la solidaridad, la 2.1 Saldando cuentas con la refun-
damentación
amoricidad, la emocionalidad, la tolerancia, el
respeto al otro en sus diferencias, el gusto por Una temática recurrente en los artícu-
la alegría, la disposición al cambio”. los de La Piragua No. 18 (2000) y en el Se -
minario de Córdoba (2003), mas no en los
seminarios y encuentros intermedios, es la

2. LOS PRINCIPALES EJES


DE DISCUSIÓN EN EL PERÍODO
de la llamada refundamentación de la EP.
Dicha temática, que marcó la discusión en
el CEAAL durante la década anterior y que
supuso una revisión de los presupuestos so-
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® bre los que se concibió dicha propuesta polí -
tico educativa, es valorada en sus fortalezas
y debilidades desde las nuevas preocupacio -
Aunque, a partir del volumen y contenido nes presentes.
de los documentos analizados, podemos Los textos producidos en estos años
afirmar que la discusión al interior del coinciden en dos aspectos: por un lado, en su
CEAAL entre el 2000 y el 2003 en torno al afán por comprender cuáles factores inci -
carácter, identidad, retos y transformacio- dieron en la emergencia del discurso refun -
nes de la EP fue escasa durante el período, damentador; en segundo lugar, en
sí es claro que algunas temáticas cobraron cuestionar la escasa participación de los
relevancia y atrajeron la atención de sus educadores de base en su configuración. Sin
autores. Estas temáticas fueron: en primer embargo, como lo mostraremos a continua -

25
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

ción, existen algunos matices y diferencias 1. De una lectura clasista ortodoxa de la


en cuanto a su contenido y carácter. sociedad, a la incorporación de otras
perspectivas y categorías analíticas
como hegemonía, movimientos sociales,
...la refundamentación está sociedad civil y sujetos sociales.

asociada a múltiples factores 2. De una lectura revolucionaria de “toma


del poder” como única vía del cambio, a
como el agotamiento de los la ampliación del sentido de lo político a
referentes discursivos con todas las esferas de la vida social, la rei-
respecto a la pluralización de las vindicación de la democracia como for-
ma de gobierno y defensa de lo público.
prácticas y actores de la EP, la
crisis del socialismo histórico y 3. De una mirada económico-política de
los sujetos sociales, a una mirada inte-
la atracción ejercida por nuevos gral de los mismos, que da especial im-
planteamientos teóricos portancia a los procesos culturales de
provenientes de las ciencias su identidad y de sus dimensiones indi-
vidual y personal.
sociales...
4. De un énfasis en la toma de conciencia,
a la de enriquecimiento de la subjetivi-
Para Torres (2000: 21) la refundamen-
dad individual y colectiva en todas sus
tación está asociada a múltiples factores
dimensiones (intelectual, emocional,
como el agotamiento de los referentes dis -
corporal...)
cursivos con respecto a la pluralización de
las prácticas y actores de la EP, la crisis del 5. De las seguridades metodológicas cen-
socialismo histórico y la atracción ejercida tradas en el método dialéctico y el uso
por nuevos planteamientos teóricos prove- instrumental de las técnicas participati-
nientes de las ciencias sociales; “desde me - vas, a la reivindicación de lo pedagógico
diados de los ochenta empezó a sentirse de la EP, la incorporación de aportes de
cierta insatisfacción sobre los discursos que otras corrientes pedagógicas y el interés
orientaban nuestras experiencias, se que - por el diálogo de saberes.
daban cortos para dar cuenta de lo que está -
En la misma edición de La Piragua,
bamos haciendo; los referentes teóricos con
Car los Núñez (2000) re laciona la re fun-
los que interpretábamos a la sociedad,
da men ta ción con la cri sis de pa radigmas,
orientábamos los proyectos y comprendía -
la cual llevó a algu nos intelectuales, gol-
mos los sujetos que los protagonizaban, no
pea dos por las crisis de cer tezas, a bus car
expresaban todo lo que queríamos decir o no
respuestas en el cam po de la teo ría y de la
correspondían a la realidad sobre la cual es-
cien cia, espe cial men te de la pe da go gía. A
tábamos actuando”. (2000: 31)
su jui cio, el centro del debate refun da-
En cuanto al contenido de la refunda-
men ta dor se basó en una fal sa di cotomía
mentación, el mismo autor se refiere a los
entre lo polí ti co y lo peda gó gi co de la EP,
que, a su juicio, fueron los principales des -
bajo la premi sa de que ésta es taba so bre-
plazamientos de los componentes del dis -
politizada y que debía ser refundamenta-
curso fundacional de la EP:
da des de la pe dagogía. Si bien es cierto
que la re fundamentación puso en evi den-
cia al gu nas de bilidades de las prác ti cas
de EP, po sibilitó, pos teriormente afirmar
su cen tra li dad política.

26
La Piragua

Por su parte, Ana Pagano (2000), plan - cinco ideas centrales que, a su juicio,
tea que en la década de los noventa, el neoli- definieron el debate de refundamentación
beralismo provocó en el movimiento de la dentro del CEAAL en la década de los no -
EP una crisis de sentido “que condujo a la venta (2000: 32):
refundamentación”, dado que la imposición
1. Debate en torno a las incidencias en
del modelo trajo consigo el auge del pensa-
América Latina de la globalización y el
miento único y ocasionó la erosión del pen-
neoliberalismo.
samiento crítico; para la autora, ésta
propició debates que produjeron una nueva 2. Debate sobre democratización, sobre
agenda para polemizar ejes y temas de las todo en países que salían de dictaduras.
prácticas educativas populares.
3. Debate sobre el sentido de la acción polí -
Para el educador salvadoreño Felipe Ri-
tica de izquierda, luego de la derrota
vas (2000), los cambios en la EP están estre-
sandinista, los procesos de negociación
chamente relacionados con el fin de las
de paz en Centroamérica.
guerras en Centroamérica: en el nuevo con-
texto, “muchas organizaciones readecuaron 4. Desencanto frente a la sobrepolitización
los marcos de referencia, profesionalizaron de la EP, reivindicación de su dimensión
sus servicios y formalizaron parte de los pedagógica.
procesos educativos” (2000: 46); como con -
5. Ampliación de referentes teóricos críti -
secuencia, muchas abandonaron su opción
cos: influencias habermasianas, postmo-
por los sectores populares.
dernas y neomarxistas; relectura de
Freire.

El contexto internacional y la coyuntura En todos los casos, al igual que en otras


alusiones expresadas a lo largo de los even-
interna de los países latinoamericanos,
tos, queda la imagen de que el movimiento
aparecen como el escenario y la principal refundamentador no provino de “los educa-
fuente de retos a la EP. Incluso, su emergencia, dores de base”, o de la lectura “del caminar
así como su misma vigencia actual, parece de nuestras sociedades organizadas”, sino
de la reflexión hecha por algunos destaca -
tener una relación directa con la persistencia dos intelectuales de la EP, a partir de sus
de factores estructurales de injusticia... cuestionamientos, incertidumbres y bús -
quedas políticas y teóricas.

En el contexto del III Foro Social Mun -


2.2 Los cambios en el contexto y
dial (Porto Alegre 2003), Pedro Pontual, ha-
sus desafíos a la EP
ciendo un recuento histórico de la EP,
señala que a finales de los años ochenta,
Tal vez, debido a la centralidad de la crí-
acontecimientos como la caída del Muro de
tica al orden social como rasgo definitorio
Berlín y el fin las experiencias del socialis-
de la EP, o debido a su opción política eman-
mo europeo, así como la expansión del mo-
cipatoria, o por la gran sensibilidad que tie-
delo neoliberal en América Latina,
nen las prácticas de educación popular con
plantearon la necesidad de un primer es-
sus contextos, o al criterio metodológico de
fuerzo de reflexión, “fue el momento en que
“partir de la realidad”, o a todos estos su -
el CEAAL empezó una revisión de sus para-
puestos juntos, ha sido común en los artícu -
digmas, que en ese momento se llamó de Re-
los, conferencias y eventos sobre EP,
fundamentación de la EP” (2003: 2).
caracterizar las transformaciones y tenden -
Por último, y a modo de balance, re to-
cias que se juzgan predominantes en el ni -
maré la intervención de Carlos Zarco en el
vel mundial y latinoamericano, y a partir de
Seminario de Córdoba, en la que define
ellas deducir sus desafíos del momento.

27
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

Las lecturas de los tiempos tinente, como el achicamiento de los Esta-


dos (Salinas 2001), la agudización de la po-
El contexto internacional y la coyuntura breza y la desigualdad social (Jijón 2002), la
interna de los países latinoamericanos, exclusión social, la destrucción ambiental y
aparecen como el escenario y la principal la violencia (Pontual 2002). En el Seminario
fuente de retos a la EP. Incluso, su emer - de la Región Centroamericana el punto cen-
gencia, así como su misma vigencia actual, tral de discusión fue el análisis de los efec-
parece tener una relación directa con la per- tos posibles del Acuerdo de Libre Comercio
sistencia de factores estructurales de injus - de las Américas y el Tratado de Libre Co-
ticia, como lo señaló alguien en un evento. mercio en la región.
Ahora bien, durante el período analizado,
¿cuáles son, en los documentos, estas trans -
formaciones estructurales y coyunturales
que inciden en la EP? En medio de un deterioro de la economía de
Si bien es cierto que diferentes textos los países latinoamericanos, de un crecimiento
hacen referencia a las dinámicas mundia - de la pobreza y del consiguiente deterioro de la
les, regionales y nacionales que desafían la
EP, es en el artículo “Educación popular: convivencia social, se viene dando “una
nuevos horizontes y renovación de compro - profunda crisis del Estado nacional”...
misos” escrito por la Secretaría General en
La Piragua No. 18 (2000) y en las Memorias
En el citado documento del CEAAL, la
del Seminario de Córdoba (2003), donde
globalización, “como fenómeno inédito en el
aparece desarrollado en mayor amplitud y
desarrollo de la humanidad, ofrece amena-
profundidad esa caracterización del contex -
zas y oportunidades” (2000:6); es en estas
to.
últimas en que se detiene el artículo, atri-
El análisis de la lectura del contexto he-
buyéndole una infinidad de beneficios, que
cho en el primer documento, es importante
a mi juicio responden a otras lógicas previas
porque representa la percepción de las dife-
y no tanto a la globalización: “desarrollo tec-
rentes regiones del CEAAL al comenzar el
nológico, avance en las comunicaciones,
período analizado, dado que se hizo a partir
descubrimientos en diferentes campos de la
de lo discutido en los talleres realizados en -
ciencia, la posibilidad de una intercomuni-
tre abril y julio de ese año. Por ello, nos de -
cación casi sin límites, la interculturalidad,
tendremos en presentar sus ideas fuerza,
la riqueza de la pluralidad y los lenguajes
para luego retomar otros aportes más espe-
diversos, la afirmación de la dignidad hu-
cíficos hechos en los eventos realizados du -
mana, (...) los derechos humanos como base
rante los años siguientes y finalmente,
universal de la convivencia, los avances en
plantear algunas consideraciones persona -
la medicina para defender la vida, la preo-
les al respecto.
cupación ambiental, el diálogo ecuméni-
La hegemonía del modelo neoliberal y la
co...”
globalización aparecen como las dos ten -
Pero no todo es tan benéfico en la globa-
dencias macrosociales más significativas.
lización. Según el texto, sus potencialidades
La primera, resultado de la imposición de
no son percibidas ni disfrutadas por igual;
los organismos financieros internacionales,
el narcotráfico y el mercado de armas ejem-
se manifiesta en las reformas económicas,
plifican las desviaciones perversas de la glo-
políticas, sociales y educativas y en la gene -
balización; además, la concentración de la
ralización de valores funcionales al modelo
riqueza y el aumento de la pobreza también
como son la competencia, la eficiencia y el
se globalizan y la proclamada “sociedad del
individualismo. Otros textos coinciden en
conocimiento” sólo es para unos pocos. Fi-
atribuirle al neoliberalismo la responsabili -
nalmente, la globalización también posibili-
dad de otros males sobre los países del con -

28
La Piragua

ta una resistencia y una construcción de también interesado en promover una demo-


alternativas a escala mundial. cracia subordinada a su modelo excluyente;
Dos años después, en el contexto del II por otro lado, se señala el peso de tradicio -
Foro Social Mundial (2002), otros autores nes políticas autoritarias y de prácticas cor-
complementan la caracterización del pano- porativistas o clientelistas, aún en los
rama mundial. Por un lado, Víctor Hugo Ji- propios partidos y gobiernos progresistas.
jón (2002) analiza cómo el 11 de En contraste con el predominio en los
septiembre marca el nacimiento del nuevo documentos analizados, de lecturas cen -
gran enemigo estratégico de los Estados tradas en las grandes tendencias mundia -
Unidos luego del colap so del bloque sovié- les o latinoamericanas, son escasos los
tico, también des taca los procesos deshu- análisis de sus repercusiones en el nivel
manizantes generados por la nacional, así como de la caracterización de
globalización; para Mario Quintanilla las dinámicas económicas, políticas, socia -
(2002) la principal contradicción Nor- les singulares de cada país. Sólo en el Se -
te-Sur continúa, así como la hegemonía minario de Córdoba, se dio lugar a la
del capitalismo y factores de discrimina- presentación breve de la lectura de “la rea-
ción. lidad” de los países de los participantes.
Un segundo bloque analítico del contexto En las diferentes exposiciones se enfati-
actual hecho en el documento del CEAAL, se za el momento político que se está viviendo;
refiere a la crisis del Estado y de la política en unos casos (Ecuador, Perú, Argentina,
en América Latina, así como a los procesos Venezuela, Bolivia, Brasil), marcado por las
de democratización y afirmación de la socie- expectativas, esperanzas y dudas frente al
dad civil acaecidos en los países de la región. rumbo que tomarán sus países, con presi -
En medio de un deterioro de la economía de dentes recientemente ascendidos o gobier -
los países latinoamericanos, de un creci- nos locales progresistas, luego de largos
miento de la pobreza y del consiguiente dete- períodos de gobiernos autoritarios, corrup -
rioro de la convivencia social, se viene dando tos y neoliberales; en otros, como El Salva-
“una profunda crisis del Estado nacional” dor y México, marcados por la lucha, más o
(2000: 9); que se expresa en la disminución menos equilibrada, entre fuerzas políticas
del rol regulador del Estado sobre la socie- de derecha y progresistas; otros, como Para-
dad, tradición autoritaria, corrupción endé- guay y Colombia, por la persistencia de go -
mica y predominio de los intereses del poder biernos de derecha. En algunos casos se
económico. señala como preocupación, las limitaciones
Este panorama explica y justifica las lu- de las democracias reestablecidas y las po -
chas, desde la sociedad civil, por la demo- sibilidades abiertas por la descentraliza -
cratización del Estado; desde éstas, se ción administrativa.
estarían construyendo unas sociedades de-
mocráticas, “sostén de Estados democráti-
cos”. A partir del reconocimiento de una
“apertura democrática”, se constata que
Este panorama explica y
partidos y movimientos de izquierda han justifica las luchas, desde la
accedido a gobiernos locales, en los que tam- sociedad civil, por la
bién han participado integrantes de ONG y
democratización del Estado.
de movimientos populares.
Otros se muestran menos optimistas
frente a los procesos de democratización;
varias intervenciones señalan los límites En la presentación de la situación de
que han tenido los procesos de apertura po- cada país, también apa recen re ferencias
lítica y los mecanismos de participación ge- específicas a las consecuencias eco nómi -
nerados dentro del contexto neoliberal, cas y sociales de la imposición del neolibe -

29
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

ralismo, así como de la coyuntura de las cias y po tenciar el prota go nis mo popu lar
luchas y mo vimientos so ciales. La concen - (Ubilla 2000); convertir su jetos socia les
tración de ingresos, el aumento de la po- en su jetos po líticos, construir parti ci pa-
breza, del desempleo, la fragmentación ción y ex presiones po líticas e ins titucio-
social, la crisis del campo y del sistema fi - na li dad propias (Ji jon 2002); “plasmar
nanciero, son algunas de las consecuencias varias inicia ti vas y cons truir al ternati-
del modelo neoliberal en cada país. Pero a vas a di cha he gemonía”, traba jar por la
la par, y algunas ve ces en reacción a di - jus ti cia, la igualdad social y la equi dad
chas situaciones, se reactivan luchas y (Pon tual 2000). Otros, como Mar tinic,
movilizaciones so ciales (Ecuador, Bo livia, lla man a la EP a ac tuar en el con texto de
Perú y Argentina), dinámicas de partici - la edu cación y sus polí ti cas (Mar ti nic
pación civil (México) y entran en escena
nuevos actores so ciales (por ejemplo, jóve -
nes o secto res de las clases medias).
Son escasos los intentos por precisar de qué
Desafíos del contexto a la EP manera los cambios en los contextos tienen
consecuencia directa sobre los ámbitos de la
El propósito argumentativo de la carac-
terización del contexto es, en casi todos los
EP y de especificar cómo han sido asumidos
casos analizados, identificar sus impactos desde ésta o cómo pueden ser fuente para
sobre el campo de acción de la EP y derivar transformaciones específicas en las prácticas
sus retos y tareas prioritarias. Por eso, a
continuación paso a analizar los desafíos
educativas populares.
que, según los textos, debe asumir la EP, al-
gunos de los cuales serán desarrollados en
profundidad en los numerales siguientes. 2003).
Dada la escala ma crosocial y el énfasis Son escasos los intentos por precisar de
en lo económico y lo político en el que se qué manera los cambios en los contextos
hacen los diagnósticos del contexto, los re- tienen consecuencia directa sobre los ám -
tos y responsabilidades de la EP que se de- bitos de la EP y de especificar cómo han
rivan de dicho análisis, tie nen, en la sido asumidos desde ésta o cómo pueden
mayoría de los casos, un alto grado de ge - ser fuente para transformaciones específi-
neralidad y se sitúan es pacialmente en el cas en las prácticas educativas populares.
ámbito político. Por ejem plo, reivindicar Una intervención de Carlos Zarco en el
el concepto de sociedad civil como fuente Foro Social Mundial de 2001, en la que des-
de energías para la democratización cribió el caso de la Ciudad de México del as-
(CEAAL 2000); cambiar los mo dos de rela - censo al gobierno de la capital de un
ción con el Estado (Quintanilla 2002); ten - “gobierno de izquierda” que representó
sionar la contradicción entre democracia para la EP el reto de educar dirigentes del
política y modelo económico neoliberal movimiento urbano popular que pasaron a
(Goldar 2002); reconocer nuevas for mas ser funcionarios del gobierno, así como
de exclusión y asumir co rresponsabilidad asumir el encargo de alfabetizar 2 millones
en las nuevas dinámicas democráticas (ta - de mujeres adultas.
ller Región Andina 2002) y, prestar aten -
ción a lo local y a los gobiernos locales. Aportes para la reflexión
Dada su vin culación con proce sos or -
ga ni za ti vos populares y mo vi mien tos so - Para finalizar, quisiera hacer algunas
ciales, también se le plantea a la EP: consideraciones con respecto al tipo de lec-
ge ne rar glo balización des de aba jo, for ta - tura predominante del contexto y de sus
lecer la zos so ciales, ar ti cu lar experien - consecuencias para la EP. En primer lugar,

30
La Piragua

quisiera poner en sospecha la lógica deduc- recha de Uribe Vélez en Colombia o las en -
tiva y lineal que predomina en las lecturas contradas apreciaciones frente a los gobier -
del contexto de la EP y que consiste, prime- nos de Gutiérrez en Ecuador y Chávez en
ro en identificar las grandes tendencias en Venezuela. Lo mismo sucede con la “ener -
el nivel mundial y continental, pasando –no gía” democratizadora de la sociedad civil,
siempre- por lo nacional, para derivar “au- cuya composición, carácter y tensiones in -
tomáticamente” sus implicaciones para las ternas difieren de país en país; la activa
práctica educativas populares. participación de organizaciones civiles en
México en la vigilancia de los procesos elec-
torales tiene poco en común con la “sociedad
...acogemos el llamado de estar “conectados civil” que se opone al gobierno venezolano y
difiere de los movimientos indígenas y po -
con la gente, con sus necesidades reales, con pulares que han tumbado gobiernos en
sus voces y sus expresiones”. Ecuador y Bolivia.
Por otra parte, es lamentable la ausencia
Al asumir una perspectiva no lineal de en los documentos de análisis rigurosos
la historicidad social, se debe reconocer, por acerca de las mediaciones y efectos de los
una parte, que una dinámica como la globa- grandes procesos descritos, en los ámbitos
lización, como toda construcción histórica, específicos donde se realizan las prácticas
asume rasgos diferenciales en los diferentes educativas populares, es decir, cómo se ex -
contextos regionales y nacionales, los cua- presan en los procesos económicos, en las re-
les actúan como lentes que refractan sus laciones sociales y en las dinámicas
tendencias generales. Esta historicidad de culturales de los contextos locales y en la co-
cada región y país también genera sus pro- tidianidad de las poblaciones con las que se
pios dinamismos internos que asumen, a su trabaja. Este vacío analítico, genera una
vez, características diferentes en cada sec - sensación de “exterioridad” de los retos y
tor geográfico y social; a su vez, algunas di- permite comprender la ausencia de conteni-
námicas sectoriales, según su intensidad, dos específicos a los desafíos planteados a la
magnitud o capacidad de articulación con EP.
otros sectores, pueden incidir en las coyun- Una caracterización profunda de las
turas nacionales, e incluso internacionales. continuidades y cambios vividos por las po -
Por ello, plantear generalidades sobre blaciones, organizaciones y movimientos
América Latina, especialmente en lo refe- sociales con quienes se desarrollan las prác-
rente a sus procesos políticos y sociales don- ticas de EP, así como el análisis de los facto -
de existen diferencias de país en país, res que los explican, puede generar criterios
mientras que las dinámicas globalizadoras acertados sobre cuáles pueden ser sus posi -
y la aplicación de las políticas neoliberales bilidades y retos. Las prácticas educativas
tienden a ser similares, no sucede lo mismo populares no están determinadas mecáni -
con sus efectos específicos en cada país, ni camente ni totalmente por las lógicas gene -
con sus dinámicas políticas, sociales y cul - rales de la acumulación capitalista y la
turales internas, dado que obedecen a su globalización; otras circunstancias y dimen -
propia historicidad. siones asociadas a los debates generados en
Por ejemplo, las afirmaciones sobre cre - sus campos de acción, a las coyunturas na -
ciente democratización, avance de la socie- cionales y locales, a la singularidad de sus
dad civil, presencia de gobiernos actores y a la lógica interna de sus propios
progresistas y los avances de la izquierda, dinamismos pueden ser, en muchos casos
deben matizarse al considerar las particu- más decisivas.
laridades de los países: no es lo mismo la lle- El éxito o fracaso de las experiencias de
gada del Partido del Trabajo a la la EP, generalmente suele estar más asocia-
presidencia en Brasil, que el gobierno de de- do a estos dinamismos, tensiones y relacio -

31
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

nes, que a las grandes tendencias planteándose tanto de los discursos


internacionales, tal como lo ilustran los externos a la EP como de “los que están
pocos casos expuestos sobre los planes de go - emergiendo de sus prácticas”, para repen-
bierno en perspectiva de género en Cocha- sar el carácter emancipador de las mismas.
bamba (Bolivia), el proyecto con jóvenes en En los textos analizados, la noción de
Mendoza (Argentina) y la Mesa de Concerta - paradigma se da por supuesta, pero en las
ción de Políticas Sociales en Córdoba referencias explícitas a la relación EP y pa-
(Argentina). De ahí que acogemos el llamado radigmas, se le atribuyen alcances y senti-
de Zarco en uno de los talleres del I Foro So - dos diferentes, que van desde identificar lo
cial Mundial (2001: 4) de estar “conectados paradigmático con la posibilidad de reorien-
con la gente, con sus necesidades reales, con tar las coordenadas civilizatorias, hasta
sus voces y sus expresiones”. quienes aluden a los nuevos paradigmas
Claro está que leer dichas particulari- para referirse a la necesidad de redefinir o
dades, así como el contexto más amplio en el generar los conceptos que dan cuenta de las
que se ubican, no es una operación transpa- orientaciones y prácticas educativas popula-
rente, es una lectura que se hace desde las res.
posibilidades que tiene ese observador.
Estas posibilidades no dependen sólo de su
acceso a la información o de su capacidad de
análisis y de criticidad, sino especialmente La intención es elaborar un mapa de esas
de los lentes desde los cuales lee, o más propuestas e ideas críticas y alternativas, que
bien, interpreta, es decir, de su sistema de
están planteándose tanto de los discursos
creencias, representaciones y significados.
De ello nos ocupamos a continuación. externos a la EP como de “los que están
emergiendo de sus prácticas”, para repensar el
2.3 La EP y los nuevos paradigmas carácter emancipador de las mismas.
Uno de los ejes conceptuales acordados
en el Seminario Latinoamericano realizado
en Córdoba para organizar la discusión y La perspectiva más amplia es la que
debate sobre la EP es el referido a sus rela- plantea el documento de la Secretaría Ge -
ciones con “los paradigmas emancipato - neral del CEAAL en la Revista La Piragua
rios”, entendidos como el conjunto de No. 18, al motivar la discusión en términos
planteamientos teóricos y políticos alterna - de cambio civilizatorio. Al reconocer que es-
tivos al “pensamiento y modelo único”, o en tamos viviendo “una crisis epocal”, identifi-
términos de Leis (2003: 17) “una especie de cada con el agotamiento del actual tipo de
marco para la acción, en un punto de refe- civilización etnocéntrica, universalista, pa-
rencia para la acción”. triarcal, adultocéntrica, excluyente, que
Frente al reconocimiento de que “el neo- considera “la violencia revolucionaria como
liberalismo tiene un paradigma coherente” ajuste último de las diferencias de clase” y
que ha tenido la capacidad de incorporar con la pretensión de verdad, más que deba-
conceptos que provenían de discursos alter - tir conceptos, debemos remitirnos “a un dis-
nativos y de que las coordenadas teóricas curso que busca ordenar las nuevas
que orientaron las prácticas alternativas coordenadas de una civilización y de nuevas
como la EP se han quedado cortas para com- lógicas de civilidad sustentadas en la inclu-
prender y encausar la realidad, aparece la sión, el cultivo de la diversidad y por la afir-
necesidad de buscar o construir nuevos pa - mación de la equidad” (...) “Por ello, la
radigmas emancipatorios. La intención es construcción de ciudadanía en América La-
elaborar un mapa de esas propuestas e tina no puede desligarse del nuevo paradig-
ideas críticas y alternativas, que están ma civilizatorio”. (2000: 12)

32
La Piragua

En consecuencia, el texto hace una ex- el modelo neoliberal se da un vaciamiento


hortación a reconstruir un “gran paradig- de sentido y apropiación de muchas de las
ma” humanista e incluyente, “que se banderas de izquierda; por ello, algunos
alimente de los enfoques de occidente y de conceptos como participación, sociedad civil
oriente, del norte y del sur. Un paradigma y ciudadanía ocultan conflictos y disputas.
para una globalización humanizante... Un Dado que en los textos analizados el
paradigma que en realidad son muchos pa- contenido de la expresión se da por supues -
radigmas unificados en torno a los mínimos to y que éste se ha hecho común en diversos
éticos de justicia y legalidad”. (2000: 15) medios académicos y sociales, considero
pertinente plantear algunas consideracio -
nes que nos permitan acotar su contenido y
Los paradigmas serían profundas pertinencia para el campo de la EP. Mas
inscripciones o sellos que determinan el sentido allá de la definición que pueda dar el diccio -
nario, el uso del término ‘paradigma’ se hizo
e inteligibilidad de las prácticas y los famoso en la historia de la ciencia con el li -
discursos, las reglas de juego en las que operan bro La estructura de las revoluciones cientí-
y la ordenación de ideas de un colectivo. ficas de Thomas Kuhn publicado en 1962,
donde lo define como lo que los miembros de
una comunidad científica comparten y, recí -
En una perspectiva más acotada, varios procamente, una comunidad científica con -
textos coinciden en señalar que el ámbito siste en hombres que comparten un
paradigmático de la EP es la del pensa- paradigma”.
miento crítico, “heredero de una vieja tradi- Así, en sentido estricto, un paradigma
ción: el de transformar el conjunto social, sería el conjunto de valores, sa beres y pro-
privilegiando la educación como herramien- cedimientos reconocidos como comunes
ta fundamental (Pérez 2000: 43). En tal por una comunidad cien tífica; el mismo
sentido, lo que está en juego es la insuficien- Kuhn le dio una connotación más amplia
cia interpretativa de los planteamientos en sus trabajos posteriores al referirlo a
teóricos de su fase fundacional y de los retos cualquier grupo humano; así, paradigma
que le impone el nuevo orden mundial, bajo equivaldría a asu mir una concepción del
la hegemonía del capital. mundo, a compartir una cos movisión o
Así, Ana Pagano plantea que la crisis ideología. En pa labras de Edgar Morin
del pensamiento crítico ocasionada por el (1991: 261), “un paradigma con tiene, para
neoliberalismo y que originó el debate inte- cualquier discurso que se efectúe bajo su
lectual dentro de la EP, continúa; por ello, imperio, los conceptos fundamentales o
aún “se necesita lanzar conceptos que gene- categorías rectoras de in teligibilidad, al
ren nuevos sitios de significación que se mismo tiempo que el tipo de relaciones ló-
conviertan en referencias políticas y educa- gicas de atracción/repulsión (conjunción,
tivas para las prácticas sociales alternati- disyunción, implicación u otras) entre es -
vas realizadas por diferentes actores” tos conceptos o categorías”.
(2000: 35). Los paradigmas serían profundas ins-
De ese modo, la resignificación del dis - cripciones o sellos que determinan el senti -
curso de la EP se ubicaría en una lucha por do e inteligibilidad de las prácticas y los
la orientación cultural de la sociedad contra discursos, las reglas de juego en las que ope-
el proyecto neoliberal, al cual hay que en - ran y la ordenación de ideas de un colectivo.
frentarlo “elaborando estrategias que inci- Este sería el ámbito conceptual al que haría
dan en las relaciones sociales, en el sentido referencia la preocupación en CEAAL por
común y la vida cotidiana de los sectores po- pensar la EP con relación a “los paradigmas
pulares” (2000: 36). En un sentido similar, emancipatorios”. Pero la pregunta no sería
María Rosa Goldar (2002) advierte que con “¿cuál es el ahora el paradigma de la EP?”

33
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

tal como lo planteó alguien en el taller de la la teología de la liberación, desde donde


Región Andina (Caracas 2002), sino cuáles también se están haciendo replanteamien-
conceptos claves deben discutirse dentro tos teóricos y utópicos en el mismo sentido
del amplio y plural campo de prácticas y que la EP.
discursos educativo populares. Finalmente, varias intervenciones en
En ese sentido, estoy de acuerdo con el Seminario de Córdoba insisten que es
Esther Pérez cuando afirma en su artículo necesario y urgente reconocer las nuevas
de la Revista La Piragua No. 18 que la EP subjetividades, ideas y alternativas que es-
no es disciplinaria, sino una práctica social tán generándose desde las propias prácti-
donde confluyen muchos conocimientos; cas de educación popular. Su recuperación
por su campo amplio de acción, identifica - crítica, a partir de la sistematización de ex-
do por su opción por los sectores populares, periencias, de la recuperación de la memo-
debe acudir a conceptos provenientes de ria de la EP en estos últimos años, de las
otros ámbitos discursivos, a la vez que defi - discusiones dentro de las redes temáticas y
ne y da contenido a lo que le es su ámbito de la realización de estudios sistemáticos a
específico; para la educadora cubana, éste escala la tinoamericana, será una fuente
es una lucha en y desde la cultura, cuya valiosa en la reconstrucción de los nuevos
apuesta es a largo plazo. paradigmas al ternativos.

Los conceptos en debate

...reconocer la trayectoria del Acotado el sentido y el alcance del tér-


pensamiento crítico generado mino, ¿cuáles son los conceptos que esta-
rían siendo o requerirían resignificarse? De
desde la EP, en particular la nuevo es en los documentos de la Secretaría
riqueza, frescura y vigencia de la General del CEAAL donde se formulan de
obra de Freire. En segundo un modo explícito; basándome en dichos
textos, pero apoyado en otros cuando sea
lugar, dialogar con otras
necesario, resumiré a continuación esas ca-
prácticas alternativas como la tegorías problemáticas que se estarían re-
Investigación-Acción definiendo dentro de los discursos de la EP.
Participativa (IAP), el derecho En el artículo de La Piragua No. 18, la
Secretaría del CEAAL (2000), aclara que
alternativo y la teología de la esta definición paradigmática se sitúa en el
liberación... contexto “de una disputa ideológica y políti-
ca en torno a estos conceptos utilizados
también por el discurso hegemónico”, lo
Por otro lado, en el Seminario de Córdo- cual exige “superar la ambigüedad y preci-
ba, se hizo manifiesto, a través de diversas sar el sentido que tienen de un marco de
voces, que la reconstrucción de los paradig - pensamiento crítico y alternativo”. (2000:
mas implica varios procesos complementa - 14) Tal vez por ello, la mayoría de las cate-
rios que a continuación retomo y amplío. En gorías abordadas se ubican en la esfera de
primer lugar, reconocer la trayectoria de lo político: el sujeto de cambio y la constitu-
pensamiento crítico generado desde la EP, ción de sujetos sociales, el poder, su ejerci-
en particular la riqueza, frescura y vigencia cio y su construcción, la ciudadanía, la
de la obra de Freire, frecuentemente invo- reconfiguración de lo público y del Estado.
cado, pero pocas veces estudiado. En segun - La primera temática refiere a los suje-
do lugar, dialogar con otras prácticas tos individuales y colectivos de la EP; ya se
alternativas como la Investigación-Acción señaló cómo en la caracterización de su es -
Participativa (IAP), el derecho alternativo y pecificidad se invisibilizan actores claves

34
La Piragua

como las ONG y los educadores populares, texto aludido la ciudadanía se asume como
enfatizándose el de los actores colectivos categoría fundamental de los procesos de
hacia los cuales se orientan las acciones democratización, pues aportaría un hori -
educativas: los más “empobrecidos”, los sec- zonte mayor de lucha a los movimientos y
tores populares”, los movimientos y organi- organizaciones populares.
zaciones populares, en una perspectiva de Otra categoría puesta a discusión por
construirlos como sujetos sociales. Hasta la Secretaría General del CEAAL es la de
ahí, todos de acuerdo, pero, ¿cómo entender lo público, asumido como espacio cultural
dicha constitución o autoconstitución de su- de construcción de significados comunes de
jetos? cohesión social; como construcción de insti -
tucionalidad (normas y estructuras), como
construcción de sociedad civil; dicha mira -
“La educación, en su sentido más cultural da es retomada en los mismos términos en
está orientada a fortalecer la constitución de el taller de la Región Andina (2002). Lo
mismo sucede con los cambios en la concep -
sujetos, en su sentido más político, está ción del Estado, el cual es entendido como
orientada a la constitución de ciudadanía, en el bien público más importante de una so -
tanto condición social y jurídica para el ciedad y que comprende la acción del go -
bierno y de la sociedad civil.
ejercicio de derechos y responsabilidades”.

El artículo del CEAAL enfatiza lo emo-


cional como un rasgo de las personas y los
...la EP tiene el desafío de
grupos tan importante como el racional, la contribuir a la construcción de
importancia del diálogo y la comunicación alternativas “que afirmen el
y el poder como dinámica relacional. Por su
principio de inclusión social” sin
parte, Torres (2000:24) descarta el imagi-
nario de la existencia de un único Sujeto caer en reduccionismos; para ello
Social que protagonice la emancipación y propone asumir la dialéctica
señala que son múltiples los lugares socia- exclusión/inclusión de manera
les donde se expresan los conflictos del sis-
tema y que dan lugar a diferentes luchas y multifacética, multidimensional
actores con potencial de cambio. Rivas y que considere la integralidad
(2000: 46), plantea que la EP debe “contri- del ser humano.
buir en la construcción de sujetos, no sólo
acompañándolos en sus luchas, sino asu-
miendo el elemento cultural y la redimen- Esta última categoría, objeto de debates
sión de la subjetividad, como es el caso de teóricos y políticos, también es clave en el
las mujeres o minorías étnicas...” tema de los sujetos sociales, dado que nos re -
Para la Secretaría del CEAAL, profun- mite “a una gran variedad de voces y rostros,
damente vinculado al tema de los sujetos de temáticas y de campos de acción, de formas
está el debate sobre ciudadanía. “La educa- de asociación y de expresión pública”. (CEAAL
ción, en su sentido más cultural está orien- 2000: 12) De ahí que sea el espacio privilegia-
tada a fortalecer la constitución de sujetos, do para los acuerdos, las redes, los foros y los
en su sentido más político, está orientada a consorcios como formas de acción colectiva.
la constitución de ciudadanía, en tanto con- Como consecuencia de esta revaloración de la
dición social y jurídica para el ejercicio de ciudadanía, de lo público y de la sociedad civil,
derechos y responsabilidades”. (2000: 17) el horizonte emancipador de la EP se redefine
Aunque esta temática se retomará en el nu- en el marco democrático donde confluyen di -
meral respectivo, basta señalar que en el versas fuerzas sociales y políticas.

35
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

Además de este texto de la Secretaría turales actuales, centrales en las prácticas


General del CEAAL, sólo en el Seminario de educativas populares.
la Región de Brasil (2002) y en el Seminario
de Córdoba encuentro referencias explícitas
pero puntuales en torno a la preocupación
por la construcción de nuevos paradigmas
críticos. En el primer evento, María Rosa
El planteamiento... de que el género es un
Goldar, planteó que “la EP está llamada a sistema cultural que asigna roles, identidades
crear nuevos sentidos sociales y políticos y pautas relacionales, le ha planteado a la EP
(...) mostrar que lo que hoy existe no es lo
único posible, que otro mundo es posible”;
un desafío que puede trasladarse a otros de
por su parte, Pedro Pontual plantea que la sus campos de acción... se trata de redefinir el
EP tiene el desafío de contribuir a la cons - orden de sentido que organiza los modos de
trucción de alternativas “que afirmen el
representarnos y relacionarnos como hombres
principio de inclusión social” sin caer en re -
duccionismos; para ello propone asumir la y como mujeres.
dialéctica exclusión/inclusión de manera
multifacética, multidimensional y que con -
sidere la integralidad del ser humano. Fi-
nalmente, Joao Francisco de Souza, Para Valeria, la cultura ya no puede
apoyándose en Freire, plantea la necesidad pensarse como el conjunto de rasgos que
de construir un multiculturalismo alterna - identifica un colectivo social, con cierta
tivo que posibilite asumir las diferencias coherencia interna, unas fronteras y una
culturales como posibilidad de crecimiento mínima estabilidad y continuidad. En la
colectivo. actualidad hay flujos simbólicos que no se
El Seminario de Córdoba propició un detienen, que crecen cada día como una
momento de reflexión sobre los paradigmas mancha que afecta a mucha gente, en es -
emancipatorios, en el cual los participantes pecial a los jóvenes. Si para la EP la crítica
se pronunciaron sobre conceptos claves de es central y ésta im plica “criterio”, éste
la EP a retomar o redefinir como: lo “inédito supone un mínimo de criterio, el cual exi-
viable”, el poder y la construcción de poder, ge permanencia y los cambios alu didos a
la democracia, la comunicación y “la noción la cultura deben ser considerados: para al-
de subjetividades”, sin embargo, no se va gunas po blaciones existen una infinidad
más allá de su enunciación. En el mismo de opciones para escoger y ningún criterio
sentido, se hacen alusiones puntuales a la para hacerlo.
necesidad de “profundizar en el paradigma En segundo lugar, la intervención de
de la EP o de “producir una teoría de base”, Alejandra Do mínguez a nombre de la
a “seguir trabajando sobre paradigmas” y a REPEM en el III Foro Social Mundial,
construir “una visión holística”. donde enfatizó que el género no es un
Mas aún, son inexistentes los esfuer- tema sino una concepción y una forma de
zos por desarrollar la discusión en torno a leer la realidad; así por ejemplo, la cons -
perspectivas teóricas es pecíficas o al aná - trucción de la democracia, además de am-
lisis de categorías que generen desafíos a pliar los espacios públicos de
la EP. Dos valiosas excepciones merecen participación y de ciudadanía, pasa por la
destacarse; en primer lugar resumo el cotidianidad en todos los espacios de la
ejercicio intelectual que realizó Va leria vida. El planteamiento, des de esta pers-
Rezende en uno de los paneles del Semina - pectiva, de que el género es un siste ma
rio de la Región Bra sil, en torno a las limi - cultural que asigna roles, identidades y
taciones del concepto predominante de pautas relacionales, le ha planteado a la
cultura para dar cuenta de fenómenos cul- EP un desafío que puede trasladarse a

36
La Piragua

otros de sus campos de acción: no se trata tivo a través de metodologías y pedagogías


de concientizarse o de asumir la voluntad alternativas.
de cambio, sino de redefinir el orden de En cuanto al primer rasgo constitutivo
sentido que organiza los modos de repre- de la EP, la lectura crítica del orden social
sentarnos y relacionarnos como hombres y vigente, como ya se señaló en el numeral
como mujeres. anterior, continúa haciéndose a la manera
de los clásicos análisis de coyuntura o de pe-
ríodo que privilegian las dinámicas mun -
...la EP debe enriquecer sus marcos diales y continentales por sobre las
nacionales y locales en un corte temporal
interpretativos de lo social que permitan determinado y privilegiando el análisis de
reconocer su complejidad e historicidad; estructuras económicas y políticas por enci -
ma de las dinámicas sociales y culturales.
apertura que le permita a los educadores
Como ya se señaló también, la EP debe
populares captar la vida social como enriquecer sus marcos interpretativos de lo
construcción permanente... social que permitan reconocer su compleji -
dad e historicidad; apertura que le permita
a los educadores populares captar la vida
Algunos aportes para la reflexión social como construcción permanente donde
coexisten diferentes tensiones, temporali -
En primer lugar, considero pertinente dades y dimensiones espaciales interconec -
el llamado desde el CEAAL a reconfigurar tadas dialécticamente, donde
el mapa de planteamientos y categorías determinación e indeterminación coexis -
propias del discurso de la EP dentro del con- ten, donde un mismo factor pue de ge nerar
texto más amplio de los debates sobre re- consecuencias di ferentes y a su vez ser
construcción de paradigmas sociales y afectado por estas, donde las prácticas in -
políticos alternativos, que también se está dividuales y colectivas afectan las cir -
dando en otros campos de acción y conoci- cunstancias que a su vez las condicionan.
miento social alternativos. Por ello, el desa- En fin, frente al modo de análisis social
fío de precisar las coordenadas determinista, lineal, monolítico, deductivo
conceptuales de la EP, en el contexto de la y parametral predominante, debe darse
construcción de nuevos paradigmas críticos una apertura de pensamiento a lecturas
de emancipación social impone, además del abiertas, no lineales, plurales, transducti -
diálogo con otros movimientos culturales vas y dialécticas. Reconocer que las socieda -
alternativos como la Teología de la Libera- des no sólo son “síntesis de múltiples
ción y la IAP, la incorporación de aportes determinaciones” (Marx), sino también es -
que se están generando desde diferentes cenario “de múltiples posibilidades” (Ze -
campos de pensamiento crítico y desde nue- melman) exige incorporar en las
vas perspectivas teóricas. caracterizaciones del contexto no sólo lo
En cuanto a cuáles pueden ser las dado, sino las visiones de futuro que están
coordenadas de ex ploración y profundiza- generando los sujetos desde sus prácticas y
ción conceptual más pertinentes, creo que luchas sociales. Es en este contexto de aper-
una pista puede ser considerar los rasgos tura paradigmática al uso crítico y creativo
definitorios de su identidad discursiva, es de las teorías existentes, que deben conside -
decir, revisar cuáles son los límites de las rarse los demás ejes temáticos definitorios
maneras de entender las lecturas de la so- de la EP, como es el caso de su vocación utó-
ciedad y la vocación emancipadora de la pica, la constitución de sujetos y la cons -
EP, así como su interés por la constitución trucción pedagógica.
de sujetos y por incidir en el ámbito subje- En cuanto a la actualización de los pre-
supuestos conceptuales que alimenten la in-

37
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

tencionalidad emancipadora de la EP y por aportes críticos que se están produciendo


tanto de su horizonte utópico, son escasas y desde las diferentes luchas culturales, so-
muy generales las referencias encontradas ciales y políticas actuales.
en los documentos analizados sobre cuáles
pueden ser hoy las fuentes de pensamiento
utópico desde donde se estén generando pa -
radigmas de emancipación social y se pueda En fin, puede constituirse como un lugar
conjurar el desencanto y la incertidumbre metodológico desde el cual releer los procesos,
generadas por la crisis de los socialismos his-
tóricos. discursos y prácticas, constituyentes de
Ya es un hecho cómo la teoría de género identidades colectivas y orientadoras de
evidenció los límites de las propias tradicio - acciones sociales potencialmente
nes críticas, además, habrá que acudir a co-
rrientes de pensamiento y prácticas
emancipadoras.
culturales alternativas surgidas en los paí -
ses del tercer mundo o por intelectuales
comprometidos críticos con luchas sociales; En cuanto a la preocupación de la EP
es el caso de los estudios postcoloniales, los por construir sujetos sociales y trabajar la
estudios subalternos y los estudios cultura - subjetividad, presentaré algunos aportes
les latinoamericanos, así como las reflexio - provenientes de autores que han dado con-
nes recientes de Enrique Dussel, Hugo tenido conceptual a estas categorías; ello
Zemelman, Pablo González Casanova y nos posibilitará ir más allá de las represen-
Boaventura Santos, para mencionar algu- taciones del sentido común que consideran
nos. al sujeto como algo dado y lo identifican con
cualquier individuo o población.
La categoría de subjetividad está estre-
...¿por qué si hay tanto para chamente relacionada con los procesos cultu-
rales de construcción de sentido, de
criticar en el mundo actual, es pertenencia e identificación colectiva, dado
tan difícil teorías sociales que involucra un conjunto de normas, valores,
críticas que nos orienten los creencias, lenguajes y formas de aprehender el
mundo, conscientes e inconscientes, físicas, in-
actuales procesos de
telectuales, afectivas y eróticas, desde los cua-
transformación?... les los sujetos elaboran su experiencia
existencial, sus propios sentidos de vida.
A modo de ejemplo, destaco la impor- Hugo Zemelman (1996 y 1997) conside-
tancia que tendría discutir el reciente libro ra que en la subjetividad se articulan me-
del pensador portugués Boaventura de Sou - moria y utopía, inconciencia y reflexión,
sa Santos, La caída del Ángelus Novus. deseo y voluntad, dimensiones que le dan
Ensayos para una nueva teoría social y una sentido y potencialidad a la historicidad so-
nueva práctica política (2003), donde a par - cial; para él, la subjetividad nos remite a
tir de la pregunta, ¿por qué si hay tanto una amplia gama de aspectos de la vida so-
para criticar en el mundo actual, es tan difí- cial, ritmos temporales y escalas espaciales
cil teorías sociales críticas que nos orienten diferentes, desde los cuales se producen y
los actuales procesos de transformación?, se reproducen redes de relación social más o
propone construir un pensamiento de oposi - menos delimitadas, que desarrollan ele-
ción que, al mismo tiempo que recupere las mentos culturales distintivos a partir de los
promesas de emancipación social de la mo - cuales los individuos refuerzan sus vínculos
dernidad, supere lo que hay en ellas de eu - sociales internos y construyen una identi-
rocentrismo y colonialismo e incorpore los dad colectiva que tiende a ser contrastante

38
La Piragua

con respecto a otras. Como plano no total- si logra movilizar la memoria y la solidari -
mente determinado, la subjetividad, ade- dad, y sobre todo al combatir, indignarse,
más de ser memoria, conciencia y cultura, esperar, inscribir su libertad personal en
es una dimensión donde se expresa lo in- las batallas sociales y las liberaciones cultu-
cierto, lo inédito, lo nuevo, lo posible y lo rales; por ello, para el sociólogo francés no
utópico. es posible construir sujeto por fuera de la
Por ello, hay que considerarla, no como acción colectiva. Para Zemelman un sujeto
un lugar social o psicológico delimitado, social es un individuo o colectivo que compar-
sino como un continuo, un proceso dinámico tiendo una experiencia e identidad colectivas
que se cristaliza en concepciones, institu- despliega prácticas en torno a un proyecto,
ciones, colectivos y nexos sociales; pero a la convirtiéndose en fuerza capaz de incidir en
manera de un “magma”, la subjetividad las decisiones sobre su propio destino y el de
vuelve a desbordarlos, generando nuevos la sociedad a la cual pertenece.
aglutinadores sociales, nuevas ideas y uto- En un sentido similar, Emir Sader
pías, nuevos proyectos que movilizan la ac- (1990: 36) considera que “el sujeto es una
ción humana frente a las limitaciones y colectividad donde se elabora una identidad
resistencia que les ofrece lo dado. Por otro y se organizan las prácticas, a través de las
lado, Boaventura de Sousa (1994: 123) tam- cuales sus miembros pretenden defender
bién sostiene que la subjetividad es el “es - sus intereses y expresar sus voluntades,
pacio de las diferencias individuales, de la constituyéndose en esas luchas”. Por ello,
autonomía y la libertad que se levantan no todo individuo o grupo social, así posea
contra formas opresivas que van más allá identidad, deviene en sujeto, en actor social;
de la producción y tocan lo personal, lo so - ser sujeto social es una construcción históri -
cial y lo cultural”. ca que requiere de la existencia de una me -
moria, una experiencia y unos imaginarios
colectivos (identidad), unas visiones de fu -
turo (utopías) que se hacen viables a través
...s er sujeto social es una construcción de prácticas orientadas a proyectos.
De este modo, subjetividad y sujetos so-
histórica que requiere de la existencia de una ciales son realidades plurales y polifónicas,
memoria, una experiencia y unos imaginarios difícilmente captables por modelos de análi -
sis lineales, iniciativas políticas dogmáticas
colectivos (identidad), unas visiones de futuro
o propuestas educativas rígidas. A la vez que
(utopías) que se hacen viables a través de son determinados por las circunstancias,
prácticas orientadas a proyectos. contribuyen a conformarlas y a crear nuevos
espacios y sentidos sociales: son lugares de lo
inédito, de lo nuevo, realidades que desde
En fin, la subjetividad, más que un miradas “objetivas” sería imposible recono -
nuevo campo temático de la investigación cer.
social, puede constituirse como un lugar ¿Cómo inciden estas consideraciones en
metodológico desde el cual releer los proce- las prácticas educativas populares? En pri -
sos, discursos y prácticas, constituyentes mer lugar, la idea clásica de ver los sectores
de identidades colectivas y orientadoras de populares como un Sujeto Histórico queda
acciones sociales potencialmente emanci- en cuestión; si reconocemos que las luchas,
padoras. Ello nos conduce a la categoría de las resistencias y los movimientos alterna -
sujeto social, entendido como un individuo tivos se constituyen en diferentes esferas de
o colectivo con una visión de futuro que la vida social y que intervienen tanto facto -
hace viable a través de sus prácticas. res objetivos como procesos subjetivos (emo-
Para Touraine (1997: 66), “el sujeto es el ciones, convicciones, creencias, valores), se
deseo del individuo de ser actor”, sólo existe desvanece la idea de un único sujeto de

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COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

cambio y la creencia de que sólo mediante la también lo que deja fuera, lo no nombrado
conciencia se generan solidaridades, com - (currículo nulo).
promisos y opciones de cambio. A nivel metodológico y pedagógico, la
También lleva a reconocer lo educativo EP debe preguntarse acerca de cómo se dan
como espacio intersubjetivo, como “iniciati - los procesos de aprendizaje y construcción
vas institucionales que organizan situacio - de sentido desde sus prácticas. Ello nos lle-
nes comunicativas relacionando va a comprender los procesos sicológicos y
educadores y educandos en torno a tareas y culturales que se generan en las acciones
tiempos específicos” (Martinic 1995: 13); educativas populares para lograr los propó-
por tanto, el ámbito de intervención de la sitos educativos que las orientan.
EP es el cultural: las representaciones, ima- En ese sentido, se deben retomar y pro-
ginarios y significados que poseen las perso- fundizar propuestas nacidas en la EP como
nas para dar sentido y orientar sus el diálogo de saberes y la negociación cultu-
prácticas. El logro de los propósitos políticos ral. Al poner el acento en las condiciones
y culturales de la EP pasa necesariamente culturales y de poder que posibilitan el
por el cambio de las representaciones socia - aprendizaje, las nuevas búsquedas permi-
les de educandos y educadores, dado que és- ten, por un lado, el reconocimiento de las si-
tas (Moscovisci 1976) son interpretaciones tuaciones y saberes previos de los sujetos, y
que gobiernan el mundo cotidiano, produ - por el otro, el cuestionamiento o deconstruc-
ciendo y reproduciendo creencias, normas y ción de aquellas condiciones, relaciones y
saberes legítimamente aceptados por indi- modos de pensar que obstaculizan la com -
viduos y colectivos. prensión crítica del mundo y la emergencia
de lo inédito, lo posible, en fin de la utopía.
Por último, no sobra advertir que si la
A nivel metodológico y EP pretende re novar sus paradigmas, pa -
rafraseando a Marx, “los educadores popu-
pedagógico, la EP debe lares ne cesitamos ser de nuevo educados”.
preguntarse acerca de cómo se El reto más grande es cómo desaprender
dan los procesos de aprendizaje y los esquemas profundos de interpretación
heredados del “gran paradigma occidental”
construcción de sentido desde en el cual se construyeron varios de nues-
sus prácticas. tros supuestos y que, aunque invisibles a
nuestros ojos, definen nuestra concepción
del mundo.
En cuanto a los contenidos de la educa- Dado que la EP no es ajena al proyecto
ción popular, las relaciones de género, las moderno, comparte creencias de ese gran pa-
sensibilidades y los sentidos de vida, así radigma que pueden ser un obstáculo para la
como otras dimensiones instituyentes de construcción de pensamiento emancipatorio.
subjetividad, pueden ser asumidas como Dos ejemplos: en primer lugar, lo que Michel
tema transversal de sus programas. Para Maffesoli denomina el “monoteísmo metodo-
ello, la distinción que hacen algunos auto - lógico” que supone considerar la realidad
res (Magendzo 1996) entre currículo mani - como universo, a creer que la historia tiene
fiesto, currículo oculto y currículo nulo, una única dirección, que existe un único
pueden ser de gran ayuda; entendido el cu - método verdadero de conocimiento, un Sujeto
rrículo como lo que realmente aprende el Histórico de cambio, etcétera; también habría
educando a su paso por una experiencia que entrar a superar la razón dualista pro-
educativa, más allá de lo previsto por la fundamente incorporada en nosotros que nos
institución (currículo ma nifiesto), involu - lleva a ver como dicotomías teoría y práctica,
cra las relaciones y pautas culturales que razón y emoción, subjetividad y objetividad,
vive en la institución (currículo oculto) y

40
La Piragua

conocimiento científico y saber cotidiano, po- ciones gubernamentales que generan movi -
lítica y pedagogía, etcétera. lización social. Esta distinción es importan -
te porque marca énfasis diferentes en
2.4 La EP y los movimientos sociales cuanto a cuál es la especificidad del queha -
cer educativo y el quehacer de los movi -
Uno de los rasgos históricos de la EP ha mientos y cuáles los retos y
sido la de acompañar y ser una dimensión responsabilidades de cada uno.
estructurante de los movimientos y organi- Durante el perío do estudiado, la única
zaciones populares. En ese sentido, uno de discusión explícita en torno a los movi -
los temas ejes propuestos en el Seminario mientos so ciales y sus alcances po líticos
de Córdoba es el de la relación de la EP con se dio durante el II Foro Social Mun dial
los movimientos sociales; allí se afirma que (Porto Alegre 2002) en el contexto de un
han cambiado las claves de lectura de los taller denominado “Institucionalización
mismos dado que se evidencian cambios en de la participación ciudadana”. En dicho
su composición social (sujetos no clasistas), taller, intervinieron, Juan Manuel Ramí-
la formulación y expresión de sus conteni- rez, experto mexicano en el tema y cuatro
dos y en sus horizontes programáticos. Así ponentes, al parecer de ONGs afiliadas a
mismo, se menciona la emergencia de movi- CEAAL provenientes de Brasil, México y
mientos mundiales de resistencia a la glo - Argentina; el contenido de sus intervencio -
balización y a su relación con categorías nes fue el análisis de experiencias específi -
como ciudadanía y sociedad civil. cas de movimientos sociales en sus países y
su relación con la política.
Ramírez analizó cuatro movimientos re-

“la capacidad instituyente de la sociedad, la cientes en México, a saber, el Movimiento


Urbano Popular, la Alianza Cívica, el Poder
capacidad de no sólo reconocer, respetar las Ciudadano y la Red Mexicana de Acción
leyes y las instituciones, sino la capacidad de frente al Libre Comercio (RMALC). El pri -
mero surgió como un movimiento autónomo
replantearlas y transformarlas si la demanda en torno a reivindicaciones urbanas que al -
social lo exige, en ese sentido es fuerza canzó a tener una presencia nacional y que
innovadora que viene desde los movimientos, cuando se subordinó a algunos partidos po-
líticos de izquierda perdió su fuerza social.
que viene desde la sociedad...” La Alianza Cívica nació en torno a una
bandera política, la lucha contra el fraude
En los documentos provenientes de las electoral, tuvo un carácter nacional y tuvo
discusiones promovidas por el CEAAL en incidencias en el reciente proceso de demo-
diferentes espacios, identifico dos tenden- cratización en México. El Poder Ciudadano,
cias no necesariamente confluyentes con de reciente creación y autónomo de los par -
respecto al tema: una, que centra la aten - tidos, reivindica que la agenda de la socie -
ción en el análisis del carácter y los alcances dad no le corresponde sólo a los partidos
políticos de los movimientos sociales; otra, sino a la sociedad misma. Por último, la
que enfatiza el papel que debe jugar la EP RMALC es una red de organizaciones que
con respecto a las dinámicas de organiza- lucha contra el carácter excluyente del TLC
ción y movilización social. y por la intervención de la sociedad en la de-
En el primer caso, durante la plenaria finición de la política internacional del país.
del Seminario de Brasil alguien puntualiza Marcelo Ma teo (Argentina) se refirió a
que de las ONG de EP, hay algunas que los alcances y limitaciones políticas de las
apoyan movimientos populares y otras que acciones de protesta y organización social
son del movimiento popular; además habría (cacerolazos, piqueteros y asambleas po -
–por lo menos en el contexto brasileño- ac - pulares) que se intensificaron a fines del

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COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

2001; llama la atención sobre los límites cular experiencias y potenciar protagonis-
de la presencia de la clase media, la desi - mos sociales. Por otra parte, en el II Foro
gual participación provincial en estas ac - Social Mundial 2002, María Rosa Goldar
ciones colectivas y la ausencia de liderazgo plantea un reto más específico para la EP:
político. Finalmente, anuncia que la crea - “acompañar y fortalecer los movimientos
ción de un Frente Nacional para la Pobreza sociales, posibilitando una lectura más
Argentina puede generar la posibilidad de compleja del contexto en el que actúan”.
un nuevo proyecto de país. (2002: 16)
La discusión posterior se centró en ana- Sólo Jorge Medina del Centro de Educa-
lizar las novedades generadas por estas ción Popular en el Seminario de la Región
nuevas formas de protesta y participación Cono Sur “Vigencia del pensamiento de
social, en cuanto a: su potencial “para cons - Paulo Freire” (Montevideo 2001), abordó
trucción de poder desde abajo” y con autono - explícitamente las relaciones entre EP y
mía frente a los partidos, su papel en la movimientos sociales. En su ponencia, defi-
“democratización de la democracia”, su ca - ne los MS “como redes de redes sociales y a
pacidad para “constituir tejido social” y ge - su vez, estas redes sociales como redes de
nerar un nuevo proyecto político común. personas”; dichas redes, a la manera de las
Alguien señala que algunas movilizaciones raíces de la gramilla, se conectan entre sí
han sido eficaces para gobiernos, pero no por debajo del suelo, “en una forma no visi-
para generar proyecto político propio. ble a simple vista”.
Finalmente, Ramírez, a partir de anali-
zar cómo los movimientos sociales generan
ciudadanía social y ciudadanía política y
amplían derechos sociales y derechos políti - ...una interrogante que compete a los
cos, evidencia, “la capacidad instituyente de
educadores, ¿cómo se dan los procesos de
la sociedad, la capacidad de no sólo recono -
cer, respetar las leyes y las instituciones, formación de conciencia colectiva en los
sino la capacidad de replantearlas y trans - movimientos sociales? es decir, ¿qué procesos
formarlas si la demanda social lo exige, en individuales se dan para que los sujetos
ese sentido es fuerza innovadora que viene
desde los movimientos, que viene desde la asuman proyectos colectivos?
sociedad...” (2002: 16)
Como puede verse, a pesar de haber sido
un taller organizado por CEAAL, estas im - Medina advierte que abordar el tema de
portantes aportaciones a la comprensión los movimientos sociales exige abandonar
del potencial de los movimientos sociales esquemas anteriores que los conciben como
con respecto al sistema político no estuvie - estructuras rígidas, centralizadas y de di-
ron complementadas con una reflexión so- rección única; más bien, hay que verlos
bre el papel que puede jugar la EP en dichas como realidades flexibles, inciertas y con
dinámicas y relaciones. Tal preocupación si una permanencia inestable en el tiempo.
aparece en algunos artículos e intervencio - Plantea una interrogante que compete a los
nes en otros eventos promovidos por el Con- educadores, ¿cómo se dan los procesos de
sejo, pero casi nunca a partir de alguna formación de conciencia colectiva en los mo-
caracterización o reflexión sistemática so- vimientos sociales? es decir, ¿qué procesos
bre los movimientos sociales. individuales se dan para que los sujetos
En la ya citada Revista La Piragua No. asuman proyectos colectivos?
18 (2000), Berta Salinas señala que la EP Señala que “muchas veces, los educado-
debe trabajar en la formación de dirigentes res populares hacemos una lectura lineal de
y líderes sociales; por su parte, Pilar Ubilla la construcción de conciencia”, reducida a la
sugiere que la EP debe fortalecer lazos, arti- racionalidad cartesiana. Por ello, sugiere

42
La Piragua

que la formación de conciencia pasa por pro- la capacidad de hacer caer gobiernos; por el
cesos no racionales como el deseo y los anhe- otro, están el Movimiento de los Sin Tierra
los personales, como el desarrollo de en Brasil y el movimiento zapatista en Mé -
actitudes, como la mística y la esperanza. xico, que han mostrado un vigor y una gran
Estas motivaciones profundas son las que versatilidad en cuanto a su capacidad de
llevan a los sujetos a construir redes que ge- convocatoria y movilización y a sus relacio -
neran organizaciones, éstas se vinculan en- nes con lo político.
tre sí formando nuevas redes y éstas se Por el carácter de este documento no po-
articulan formando nuevos movimientos so- demos detenernos a comprender estas inte -
ciales. resantes experiencias de organización y
movilización popular, pero queda la preocu-
pación sobre el lugar que ha jugado en ellas
Todo movimiento social se articula en torno a la presencia de procesos educativos, y si se
han dado, ¿cuál ha sido el aporte de los dis -
un conflicto social que se expresa como una cursos, prácticas y actores de la EP?
inequidad, explotación, opresión o En segundo lugar, llama la atención la
ausencia de discusiones conceptuales más
discriminación, que afecta a un segmento de la
profundas acerca de qué estamos enten -
sociedad, el cual, en la medida que lo percibe diendo desde la EP por movimientos socia-
como una injusticia o un agravio, genera les y cuál ha sido o puede ser su papel en su
dinámicas asociativas y de movilización para configuración y desenvolvimiento. Como
un aporte a esta reflexión compartiré algu-
resolverlo. nos planteamientos acerca de la singulari -
dad, rasgos característicos y alcances
Estas consideraciones le plantean a la políticos de los movimientos sociales y, fi -
EP la necesidad de valorar simultáneamen- nalmente, algunas ideas sobre el lugar que
te los espacios cotidianos de la gente, los es- puede jugar la EP dentro de éstos.
pacios organizativos y los generados por las A partir de nuestra experiencia en el
redes. También a valorar lo simbólico y la análisis de organizaciones, protestas y mo -
generación de imaginarios y utopías que ge- vimientos protagonizados por pobladores
neren solidaridades y construyan nuevos urbanos y de la lectura crítica de diferentes
horizontes de futuro, contraculturas con enfoques teóricos, hemos venido constru -
sentido no capitalista. ¿Cómo hacerlo? A yendo desde hace una década un esquema
través de procesos integrales de formación y interpretativo de la acción co lectiva que
de propuestas educativas accesibles y masi- articula di ferentes planos y dimensiones
vas que generen personas que multipliquen de análisis; señalo a continuación sus lí-
lo adquirido. neas básicas.
En primer lugar, entendemos por movi-
Aportes para la reflexión miento social un tipo de acción colectiva,
más o menos permanente, orientado a en -
Hecho este balance sobre el nivel de de- frentar opresiones, desigualdades, exclu -
sarrollo de la discusión sobre la EP y los mo- siones, protagonizado por sectores am plios
vimientos sociales, podemos constatar dos de población quienes a través de la organi -
preocupaciones. En primer lugar, la ausen- zación y movilización en torno a sus de -
cia en los escritos y debates a nuevos movi- mandas y sus luchas, van elaborando un
mientos sociales que están jugando un sistema de creencias y una identidad colec -
papel decisivo en la reciente coyuntura lati- tiva, a la vez que van generando propues -
noamericana. Para citar sólo algunos casos, tas y proyectos que modifican las
tenemos, por un lado, los movimientos indí- estructuras del sistema social.
genas en Ecuador y Bolivia que han tenido

43
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

Esto significa que todo movimiento so - tiva, así como las redes y mecanismos
cial es una acción colectiva, pero no toda ac- que permiten la coordinación del movi-
ción colectiva es movimiento social. Pueden miento.
darse formas de asociación social, popular o
8. Las formas y modalidades de acción y
comunitaria que surgen en torno a una ne -
movilización colectiva que hacen visible
cesidad o demanda puntual pero que no ge -
el movimiento.
nera ningún tipo de alternatividad ni tiene
la intención de transgredir los marcos del 9. La temporalidad de la acción colectiva
sistema. También pueden darse expresio - (continuidad/discontinuidad, corta, me-
nes de descontento social como los mítines, diana, larga duración) que confiere his-
las marchas y protestas centradas en la de - toricidad al movimiento.
nuncia de una injusticia, dominación o ex -
10. Su capacidad de transgredir los límites
clusión, pero que una vez resuelto el motivo
del sistema social.
de su origen –o muchas veces sin lograrlo-
expiran o se diluyen en otras prácticas e 11. Sus relaciones con la política y sus inci-
instituciones sociales. dencias sobre la política.
En el análisis de un movimiento social o
Sin la pretensión de agotar exhaustiva-
de otras expresiones de acción colectiva, es
mente cada uno de los anteriores planos de
necesario considerar que simultáneamente
análisis, esbozaré algunas consideraciones
intervienen e interactúan diferentes facto-
que pueden ser útiles para los interesados
res, aspectos, niveles, relaciones y significa -
en comprender la acción colectiva en su
dos sociales. A continuación, esbozo
complejidad.
algunas dimensiones que hay que conside -
Todo movimiento social se articula en
rar en el análisis de la acción colectiva:
torno a un conflicto social que se expresa
1. La existencia de un conflicto o condición como una inequidad, explotación, opresión
estructural en torno al cual emerge la o discriminación, que afecta a un segmento
acción colectiva. de la sociedad, el cual, en la medida que lo
percibe como una injusticia o un agravio,
2. La vivencia, percepción y elaboración
genera dinámicas asociativas y de moviliza-
del conflicto por parte de sus protago-
ción para resolverlo.
nistas desde su vida cotidiana.
La percepción de dicha situación adver-
3. Los referentes valorativos, cognitivos e sa o problemática, así como la generación de
ideológicos desde los cuales se interpre- alternativas, se da desde la vida cotidiana
ta la situación y se decide o no vincular- de la gente y a partir de su sistema de valo-
se a la acción colectiva. res, creencias, saberes y visiones de futuro
previos o adquiridos por sus protagonistas;
4. La construcción de vínculos de solidari-
es desde estos marcos interpretativos y va-
dad entre los actores que dan una base
lorativos que los sujetos de los movimientos
comunitaria a los movimientos.
sociales dan sentido y orientación a su ac -
5. Los actores y roles dentro del movi- ción.
miento (dirigentes, activistas, colabora- La identidad colectiva es una construc-
dores ocasionales, simpatizantes, bases ción que va generando el movimiento, en la
de apoyo, etcétera). medida que sus actores reconstruyen o ela-
boran valores, representaciones y narrati-
6. La construcción –siempre abierta y con-
vas que configuran un sentido de
flictiva- de una identidad colectiva en -
pertenencia, un “nosotros” que los diferencia
tre los partícipes de los movimientos.
de un “los otros”; por ello, la identidad de los
7. Las dinámicas asociativas y organiza- movimientos se va rehaciendo y negociando
cionales que estructuran la acción colec- permanentemente en conflicto con las repre-

44
La Piragua

sentaciones y prácticas que sobre éstos ejer- habitus y memoria colectiva de resistencia;
cen el poder y los adversarios. La identidad estas redes sociales son el caldo de cultivo
es correlativa a los lazos de solidaridad que para la emergencia de asociaciones y pro -
se construyan al interior del movimiento; ya cesos de movilización.
sea en el ámbito cotidiano o alrededor de las Una última implicación del concepto
asociaciones y redes que generen o en la mis- presentado es que los movimientos sociales
ma movilización, los movimientos se van buscan incidir sobre los factores estructura -
construyendo como comunidades de sentido, les del sistema social que originan el con -
de voluntad y de futuro (Torres 1997). flicto sobre el cual se han construido. Es lo
Si aceptamos, con Melucci (1998), que los que Melucci (1999) denomina capacidad
movimientos sociales son redes en movi- para transgredir los límites del modelo so -
miento, debemos considerar que éstos se cial vigente; este potencial “subversivo”
construyen en una dialéctica entre organiza- convierte a los movimientos sociales en ac -
ción y movilización. A la vez que fortalecen tores políticos, ya que cuestionan el orden
tejido social, construyen espacios asociati- político, inciden en la definición de políticas
vos, organizan redes y crean instancias de públicas, amplían la democracia y contribu -
coordinación, los movimientos deben estar yen a formar ciudadanías críticas.
permanentemente “en pie de lucha”: salir a Con lo dicho, los movimientos sociales
la calle, realizar marchas y plantones. Si pri- no pueden ser considerados como una
vilegian lo organizativo, los movimientos co- “esencia” unitaria y homogénea, sino como
rren el riesgo de burocratizarse, pero si una construcción histórica conflictiva don -
privilegian la movilización disminuyen su de confluyen, entre otros, diferentes acto -
capacidad de consolidarse en el tiempo. Las res, racionalidades, formas organizativas y
organizaciones necesitan movilizarse para de movilización. Los movimientos sociales
mantenerse como movimiento, pero sobrevi- “empíricos” involucran diferentes dimen -
ven a estas acciones conformando una di- siones que los estructuran y múltiples posi -
mensión menos visible pero más sólida de los bilidades de desenvolvimiento: desviación,
movimientos sociales. competencia, control, cooptación, aglutina -
miento, solidaridades, rupturas y fragmen -
taciones, entre otros.
Si bien es cierto que los movimientos so-
...capacidad para transgredir los límites del ciales son considerados como una expresión
organizada de la sociedad civil, y no tienen
modelo social vigente; este potencial como objetivo principal disputar el acceso al
“subversivo” convierte a los movimientos gobierno y a los cuerpos colegiados a la ma -
sociales en actores políticos, ya que cuestionan nera de los partidos políticos, ello no nos
debe llevar a pensar que son apolíticos. Por
el orden político, inciden en la definición de
el contrario, la acción colectiva es política
políticas públicas, amplían la democracia y en la medida en que evidencia el carácter
contribuyen a formar ciudadanías críticas. político de todas las esferas de la vida social,
confronta al Estado y sus políticas, politiza
los sujetos que participan en ellos y amplía
las fronteras de la democracia y la ciudada -
La conformación histórica de los movi- nía.
mientos sociales se articula en diferentes Finalmente, los movimientos sociales
planos temporales: generalmente se incu- también son políticos en la medida en que
ban silenciosamente en la vida cotidiana construyen nuevas culturas políticas; no se
de los colectivos en su lucha en torno a sus agotan en la consecución de sus demandas
necesidades, ello va conformando lenta- o en la implementación o transformación
mente (larga duración) vínculos estables, de políticas estatales, sino que buscan

45
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

afectar las representaciones y significados las injusticias e inequidades que ocasiona el


que tiene la sociedad frente a un determi - sistema capitalista o el modelo económico
nado tema, por ejemplo, los ambientalis - neoliberal; debe brindar herramientas para
tas, las feministas y los pacifistas buscan enriquecer la lectura que hace la gente de su
mediante sus acciones, campañas y mani - realidad a partir del reconocimiento de sus
festaciones, sensibilizar a la opinión pú bli - previos marcos interpretativos y ampliar
ca, a la gente común y corriente frente a las sus visiones de futuro a partir del diálogo
problemáticas del medio ambiente, la dis - con las aspiraciones y anhelos cotidianos de
criminación de género o la violencia. la gente.
Reconocer dicha multiplicidad de di- Las organizaciones y los movimientos
mensiones que configura un movimiento so- sociales se convierten en espacios de sociali-
cial, puede arrojar algunas pistas sobre el zación y educación política en la medida en
lugar y tareas que ha jugado o puede jugar que desde las experiencias y procesos que ge-
la EP dentro o junto a ellos. Más aún si neran, afectan representaciones y alimen-
consideramos la EP como una propuesta tan nuevas identidades y utopías. La EP
educativa que actúa en el ámbito de la debe favorecer espacios de reflexión sistemá-
subjetividad de colectivos populares espe - tica sobre dichos cambios representaciona-
cíficos desde la intencionalidad de contri - les, sobre dicha configuración de sentidos de
buir a que se constituyan como actores pertenencia y ampliación de visiones de fu-
sociales críticos, protagonistas de su pro - turo.
pia emancipación. Del mismo modo, la EP debe contribuir
En primer lugar sería urgente recono- a que los movimientos sociales formen nue-
cer y sistematizar experiencias significati - vas subjetividades e identidades políticas
vas de EP en movimientos sociales. Ello que desborden los límites formales del sis -
permitiría identificar los alcances, limita - tema político, ampliando las nociones de lo
ciones, logros y dificultades de dichas pro - público y de la democracia, más allá de la
puestas educativas populares. A partir de esfera estatal. Desde sus propuestas forma-
reconocer propósitos, espacios, contenidos y tivas, la EP puede contribuir a la formación
estrategias pedagógicas generadas, se po - de lo que algunos llaman “ciudadanías acti-
drían derivar planteamientos más acerta - vas” o “nuevas ciudadanías” (Dagnino
dos. 2001), o como preferimos nosotros, ciudada-
nías alternativas que no buscan tanto inte-
grarse al sistema político sino desbordarlo,
...la EP debe brindar replantearlo en función de nuevos valores
éticos y políticos.
herramientas para enriquecer la
lectura que hace la gente de su 2.5 EP, ciudadanía, democracia y
realidad a partir del políticas públicas
reconocimiento de sus previos
Muy relacionada con el tema de los mo-
marcos interpretativos y ampliar vimientos sociales está la problemática de
sus visiones de futuro a partir las relaciones de la EP con la política, la de-
mocratización, la ciudadanía, el poder local
del diálogo con las aspiraciones
y las políticas públicas. Como se planteó en
y anhelos cotidianos de la gente. el Seminario de Córdoba, al parecer la voca-
ción política de la EP parece circunscribirse
en el actual período histórico en las posibili-
Por ahora, y a partir de la conceptualiza- dades que dan las “democracias de baja in-
ción esbozada, podemos afirmar que el papel tensidad” predominantes en los países de
de la EP no puede limitarse sólo a denunciar América Latina.

46
La Piragua

En efecto, se plantea que “desde los mo- Para efectos de este balance, nos de-
vimientos sociales y desde múltiples expre- tendremos en retomar los aportes de un
siones de las organizaciones de la sociedad texto que desarrolla de manera sistemáti -
civil, se enfatiza la necesidad de democrati- ca el tema de la relación entre ciudadanía
zar las democracias, darles sustantividad a y EP. Se trata de la intervención de Jorge
través de la participación activa y perma- Osorio en el taller “EP y Construcción de
nente de la ciudadanía y de radicalizarlas al Ciudadanía” desarrollado en el Foro Mun-
devolver el poder al mandato al pueblo y con dial Social de Porto Ale gre en enero de
un ejercicio participativo y democrático del 2001. Para el ex Secretario del CEAAL,
gobierno”. (2003: 5) hay seis contribuciones de la EP en la
En estas luchas democratizadoras, la construcción de ciudadanía:
EP cuenta con una rica experiencia acom-
pañando proce sos de vigilancia ciudada-
na, de gobiernos locales pro gresistas, de
La EP ha contribuido a
participación ciudadana en asuntos públi- ampliar el concepto de
cos y de interlocución con instituciones es- ciudadanía como el derecho a
tatales en cargadas de políticas sociales. tener derechos.
Pero también ha venido consolidando un
legado reflexivo acerca de las posibilida-
1. Desde la EP es posible construir una
des y limitaciones de estos ám bitos y cate-
educación para los derechos humanos y
gorías po líticas, tal como se confirma en el
la paz, a partir de prácticas concretas en
hábeas documental analizado.
torno a su defensa, promoción y exigibi -
Ya se ha señalado cómo uno de los
lidad de los mismos. La EP ha contribui -
campos temáticos preferidos, tanto en la
do a ampliar el concepto de ciudadanía
caracterización del contexto de EP como
como el derecho a tener derechos.
en su redefinición con ceptual, ha sido el
relacionado con los nuevos senti dos de la 2. La EP ha contribuido a entender la ciu -
democracia, la ciudadanía, lo público y la dadanía como un proceso de comunica -
sociedad civil. Con el ánimo de no repetir ción e identidad, más que una categoría
las consideraciones he chas, nos detendre- jurídica. Así, la acción educativa popu -
mos, inicialmente, en las consideraciones lar para construir ciudadanía es una
encontradas en los tex tos en torno a la ca- práctica cultural, presente, por ejemplo,
tegoría de ciudadanía; luego retomaremos en las experiencias de desarrollo local,
las alusiones a otros temas cercanos como de recuperación de memoria colectiva,
la democracia, lo público, el poder local y de formación de dirigentes.
las políticas públicas.
3. La EP ha posibilitado la construcción de
Es co mún encon trar en los ar tículos y
ciudadanía en cuanto a reconstrucción
eventos rea lizados des de el CEAAL, in-
de nuevos sentidos de vida; a partir de
sistentes re ferencias y llama dos pun tua-
Freire, la EP es una educación en valo -
les sobre la impor tan cia de lo ciu da da no
res éticos y estéticos.
en la construc ción democrática, en sus re-
laciones con lo po pu lar (Zar co 2002), de 4. La EP ha contribuido a construir ciuda-
su res ponsabilidad en la cons trucción de danía, como pedagogía que reconoce y
lo común a partir de la afirma ción de la articula diferencias y diversidad; así, se
diversidad y la diferencia (Zar co 2003), ha convertido en una propuesta educati -
así como del pa pel de la EP, es el for tale- va de la no discriminación, de la inter -
cimiento de la ciudadanía y la democrati- culturalidad y del diálogo de saberes.
zación de to dos los espacios co tidianos y
5. La EP aporta a la construcción de ciuda-
privados (Zar co 2000; Sali nas 2000; Ubi -
danía al construir una pedagogía de lo
lla 2000; Mar ti nic 2003).

47
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

político, de la democracia. Ha generado ción a su concepción, en torno a tres senti-


herramientas para generar liderazgos, dos: como el espacio de construcción de sig-
ganar criterio, poder expresarse e inter - nificados comunes sobre la vida colectiva,
venir en espacios públicos. como construcción de institucionalidad y
como espacio de definición de políticas.
6. La EP ha contribuido a formar ciudada -
nía al hacer una apuesta de radicaliza -
ción continua de la democracia; desde un
horizonte de alteridad la EP ha buscado
ir más allá de lo establecido, de los lími-
...frente al modelo económico y político
tes de lo normal y lo oficial. imperante, la EP debe hacer converger la
En re su men, Oso rio plan tea que la fragmentación y la pluralidad en una visión de
EP debe mi rar al fu tu ro a par tir de este cierta comunidad de pensamiento.
pa tri mo nio va lio so cons trui do en las úl -
ti mas dé ca das. Fren te al mo de lo eco nó -
mi co y po lí ti co im pe ran te, la EP debe
ha cer con ver ger la frag men ta ción y la Por su parte, Carlos Nú ñez en su ar-
plu ra li dad en una vi sión de cier ta co mu - tículo en La Piragua, plantea que la EP
ni dad de pen sa mien to. hoy debe reivindicar lo público al “incidir
La otra contribución sistemática a la en políticas públicas –y no sólo educativas-
discusión del tema de ciudadanía es la in - y ocupar espacios en la esfera de lo público,
tervención de Carlos Zarco en el III Foro antes autonegado”. (2000: 32) Destaca que
Social Mundial (2003), dentro del taller so- hay muchas personas que provienen de la
bre “EP y Nuevos Escenarios”. Luego de EP y hoy ocupan cargos pú blicos en los go-
hacer un recuento del significado etimoló - biernos de sus países.
gico de la categoría, planteó que hoy, en Raúl Leis, en el Seminario de Córdoba
América Latina, el tema de la ciudadanía en una intervención sobre lo público, hizo
debe involucrar tres ideas: una diferenciación entre agenda pública,
agenda social y agenda política; la primera,
1. El derecho a tener derechos.
puede ser cuestión del Estado o incorporar
2. La necesidad de afirmar la diversidad, intereses ciudadanos; la agenda de la socie-
somos ciudadanos y ciudadanas, de en - dad civil incluye las diferentes reivindica-
trada diferentes y la necesidad de culti - ciones de los movimientos populares; la
var esa diversidad, porque cultivándola agenda política es la de los partidos que
nos enriquecemos. buscan llegar al poder.
A su juicio, la EP debe tener incidencia
3. La responsabilidad de construir lo co-
en la agenda so cial, para desde allí incidir
mún.
en las otras dos agendas. En la medida en
Algo similar sucede con la categoría de que los actores sociales no tengan la capa-
lo público y el poder local y las políticas pú - cidad de incidir, entonces las agendas es ta-
blicas; hay alusiones puntuales y dispersas tal y política no expresarán sus intereses.
a lo largo de los documentos, salvo alguna Finalmente, se plantea las siguientes in-
ponencia o intervención en la que alguien se terrogantes: ¿hasta dónde los gobiernos
detiene a abordar el tema. tienen interés en abrir espacios de consul-
Con respecto a lo público, ya señalamos ta o de diálogo? ¿has ta dón de son las es-
cómo la Secretaría General del CEAAL en tructuras per meables al cambio y hasta
varias intervenciones (Artículo La Piragua, qué punto llegan? ¿les interesa a los parti-
Evento ITESO, Taller de la Región Andina dos, más preocupados en acceder al poder,
y Seminario Región Centroamérica) descri - incluir agendas sobre lo social? ¿cómo forta-
be los cambios que se están dando en rela-

48
La Piragua

lecer desde la EP la agenda social y popu- tivas, de voluntad política para impulsarlas
lar? y la creación de mecanismos concretos de
Con respecto al tema de la EP y el po - cogestión de políticas como es el caso del
der local, el CEAAL realizó un taller den- presupuesto participativo.
tro del Foro Social Mundial del 2001, en el
cual intervinieron Rocío Lombera de Mé -
xico, Pedro Pontual de Brasil y Marcelo ...lo local es un espacio
Mateo de Argentina. A partir de sus apor- privilegiado para construir
tes, podemos ubicar algunos desarrollos
temáticos al respecto.
democracia participativa e
En primer lugar, se establece una dis- inclusión social. La
tinción entre gobierno local y poder local, participación requiere de
dándole a este último un carácter más am-
prácticas ciudadanas
plio en la medida en que incluye al primero
y a otros actores que intervienen en la cons- participativas, de voluntad
trucción y ejercicio de poder en un territorio política para impulsarlas y la
específico, no sólo en el municipio. El poder
creación de mecanismos
local tiene que ver con la capacidad que van
ganando los diferentes actores locales para concretos de cogestión de
conocer e incidir en su medio.
Para Lombera, en la construcción de
poder local intervienen simultáneamente El poder local también tiene límites; la
tres ámbitos: el socioeconómico, el socio- garantía de una buena participación y ges -
cultural y el sociopolítico. El primero bus- tión local, involucra otras instancias de go -
ca mejorar las condiciones materiales de bierno y esto conlleva al cambio de la propia
vida, el segundo, la construcción de suje- manera de funcionamiento de la máquina
tos e identidades culturales y el tercero, la pública; ésta debe modernizarse, flexibili -
construcción de relaciones democráticas. zarse, ser transparente en su gestión e invo-
A su vez, el poder local debe estar atento a lucrar más activamente a los ciudadanos.
otros aspectos como el componente técni- ¿Cuál es o debe ser el papel de la EP con
co, la dimensión de género, generacional, respecto al poder local? En ninguna de las
ecológica, étnica y ética. intervenciones queda claro. He aquí otro
reto más para ser retomado y desarrollado
al interior del CEAAL.
Finalmente, en el seminario de Córdoba
...¿hasta dónde son las estructuras se acordó asumir el tema de la EP y las polí -
ticas educativas. Las referencias al respecto
permeables al cambio y hasta qué punto son más bien escasas, salvo algunas afirma -
llegan? ¿les interesa a los partidos, más ciones generales sobre la importancia de la
preocupados en acceder al poder, incluir educación en los procesos de desarrollo y
emancipación social. También se afirma
agendas sobre lo social? ¿cómo fortalecer desde que desde la EP se han generado procesos
la EP la agenda social y popular? de rescate de las escuelas, vínculos con la
formación de maestros, debates sobre las
reformas educativas, interlocución con
otros enfoques educativos y propuestas cu -
Para Pontual, lo local es un espacio pri- rriculares; incluso, en algunos países, edu -
vilegiado para construir democracia parti- cadores populares han tenido presencia e
cipativa e inclusión social. La participación incidencia en los propios ministerios de
requiere de prácticas ciudadanas participa- educación.

49
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

Al respec to, Ser gio Mar tinic en su hizo y se aprendió. A mi juicio, el


evaluación ex terna (2003), destaca otro acumulado histórico de la EP al lado de las
contexto sig nificativo para la EP: la rea li - organizaciones y movimientos sociales
dad edu cativa en la región. Se gún él, las puede aportarles herramientas para parti-
reformas edu ca ti vas lle vadas a cabo des - cipar activa y críticamente en los escasos
de la dé cada de los ochen ta, “se han rea li - espacios que han abierto los gobiernos al
za do bajo dife ren tes orien taciones respecto, pero no son las altas esferas del
po lí ti co ideo lógicas”; en un pri mer mo - poder el lugar de hacer EP.
men to, reor ganizaron el siste ma edu cati -
vo (des centralización) y me joraron su 2.6 EP, discriminación, multicultu-
eficiencia; en los noventa, se orien taron ralismo e interculturalidad
ha cia la ca lidad de los resultados.
Las nuevas reformas buscan garantizar Finalmente, otro eje de discusión acor-
la efectividad y conectividad de las escue - dado en Córdoba, pero poco desarrollado,
las, el uso de nuevas tecnologías y la flexibi - es el referido “al cultivo de la diversidad y
lidad y participación en su gestión. Sin superación de toda forma de exclusión y
embargo, para Martinic la bondad de las re- discriminación”. Se argumenta a partir del
formas contrasta con la deteriorada econo - reconocimiento de una reivindicación de
mía de los países, el aumento de la los pueblos indígenas y afrodescendientes,
desigualdad en los ingresos y de la pobreza; así como de los movimientos de mujeres y
por ello, aquéllas “no logran mejorar los de los que reivindican la diversidad sexual.
aprendizajes, ni disminuir significativa - Dichas luchas, se plantea, han colocado el
mente las brechas que existen entre estu- tema de la vida cotidiana como escenario
diantes de diferente origen social”. (2003: político y han cuestionado los roles, re la-
12) ciones e identidades que se construyen a
Finalmente, en el III Foro Social Mun- partir de las inequidades.
dial (2003), Francisco Ca brera, de Guate -
mala, afirmó que pensar la calidad
educativa desde la EP implica valorar tres Para Freire, la multiculturalidad es
pertinencias: la pedagógica, la cultural y la resultado de una acción política, histórica,
social. También plantea que la calidad organizada para construir las posibilidades de
educativa está asociada a cuatro factores
decisivos: la capacidad de los docentes, su
convivencia.
vocación, la actualización y apertura del Se propone que la EP, en su perspectiva
currículo y el tema de la remuneración de emancipadora, debe reconocer e incorporar
los educadores. En ese mismo debate, Pe - estas otras dimensiones de lucha social y
dro Pontual planteó que la calidad de la política. Sin embargo, esta temática brilla
educación desde la EP debe acentuar la por su ausencia en los artículos y discusio-
participación de los distintos actores de los nes del período, salvo la recomendación de
hechos educativos; por ejemplo, que las co - Martinic (2003) de “promover el fortaleci-
munidades puedan participar en la elabo - miento de actores e identidades culturales”
ración de los currículos. y alusiones puntuales en las conclusiones
Queda en evidencia que desde el campo del taller realizado en el III Foro Social
de la EP hace falta profundizar en el debate Mundial al cuestionar “la discriminación de
sobre su papel y aporte en la esfera de las género y todo tipo de discriminación, la ét-
políticas educativas. Aquí sería importante nica, la religiosa, la sexual, etcétera, y res-
que quienes proviniendo de la EP han parti- catar las luchas juveniles en los últimos
cipado en el diseño y ejecución de dichas po- años”.
líticas desde altas o medianas jerarquías de Joao Francisco de Souza en el Semina-
los ministerios, den cuenta de lo que allí se rio de la Región Brasil (2002), es el único

50
La Piragua

que plantea y desarrolla el problema de la reflexión, y coincidiendo con Joao Francisco


“educación multicultural o intercultural, o de Souza, hago una crítica al uso celebrati -
respeto a la diversidad”; frente al reconoci- vo de la categoría “multiculturalismo” como
miento de la existencia de diferencias eco - reconocimiento de la diversidad.
nómicas, políticas, sociales, religiosas, El multiculturalismo, procedente del
culturales, ideológicas, se pregunta sobre inglés multiculturalism toma como base de
cuáles pueden ser las bases para una convi- reflexión el respeto por los derechos indivi -
vencia de dichas diversidades. Para Joao, duales y colectivos de los diferentes grupos
dicho contexto cultural plantea la posibili- humanos, especialmente étnicos. Sin em -
dad de nuestra convivencia o nuestra des- bargo, en muchos casos el prefijo multi no
trucción. logra recoger las dimensiones del conflicto
Retomando una idea de Freire, plantea que provoca la diferencia cultural. La ambi -
que vivimos en un mundo de diversidad cul- güedad del término multiculturalismo con -
tural o de pluralidad cultural, pero no en un siste en que puede entenderse
mundo multicultural. Para Freire, la multi- indistintamente como la descripción de un
culturalidad es resultado de una acción po- hecho social o de un modelo político.
lítica, histórica, organizada para construir Como hecho social, el multiculturalismo
las posibilidades de convivencia, las cuales es asociado con las políticas creadas para
no surgen espontáneamente; deben ser el dar respuesta a una serie de demandas
resultado de un mínimo entendimiento en- planteadas por movimientos sociales quie -
tre los diferentes grupos, quienes estable- nes reclaman formas específicas de integra -
cen objetivos comunes y construyen ción en las estructuras de las democracias
consensos que permiten la acción colectiva contemporáneas. Por ejemplo, variadas or -
al interior de esa diversidad. (2002: 12) ganizaciones indígenas durante décadas
han reivindicado su derecho a la tierra, al
respeto por sus costumbres y a una mayor
participación política. Frente a ello, el
El debate propuesto por la Estado ha elaborado políticas que, en par -
te, han dado cuenta de tales demandas.
interculturalidad, tiene que ver
Como modelo político, el multiculturalis-
con aceptar la diferencia de los mo supone que la inclusión de los grupos cul-
individuos y colectivos en sus turalmente diferenciados está acompañada
necesidades, opiniones, deseos, de una perspectiva conceptual y de un orden
jurídico que reconoce dicha diferencia en el
conocimientos y formas de marco de un Estado–Nación; por ejemplo, el
actuar; ello supone reconocer que caso de los franco parlantes de Québec en
esas diferencias son dinámicas, Canadá. De allí que sea importante señalar
que persisten diferentes posiciones políti-
históricas y que generan co–académicas que han construido elabora -
tensiones. ciones sobre el multiculturalismo, que como
hemos dicho, toman como eje de discusión el
reconocimiento de los derechos.
La primera de ellas es la proveniente del
Dado que esta preocupación por la di- liberalismo clásico en la que reconoce la pre-
versidad cultural, por el multiculturalismo sencia de minorías culturales, pero las sub -
y la interculturalidad trasciende el ámbito ordina a la autonomía de los individuos.
de la EP y nos coloca en uno de los debates Para esta posición es más importante respe-
políticos contemporáneos más importantes, tar los derechos de los sujetos que los dere -
me permito compartir algunas considera- chos colectivos; por ejemplo, ven con
ciones al respecto. A manera de aporte a la sospecha las prácticas de castigo de algunas

51
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

comunidades indígenas, pues las consideran El debate propuesto por la intercultura-


violatorias de algunos derechos individua - lidad, tiene que ver con que la pregunta no
les. es sólo por el cómo estar juntos y ser inclui-
La segun da posición, de corte co muni- dos dentro de un orden jurídico particular,
tarista, criti ca la in suficiencia del modelo sino por aceptar la diferencia de los indivi-
li be ral para reivin di car los dere chos de duos y colectivos en sus necesidades, opinio-
los grupos culturales; para ello su pone nes, deseos, conocimientos y formas de
que deben garan ti zar se prime ro los dere - actuar; ello supone reconocer que esas dife-
chos colectivos, los cua les per mi ten la rencias son dinámicas, históricas y que,
realización de los de rechos in dividuales. como se ha mencionado, generan tensiones.
Planteando una de fen sa de la autonomía
de los grupos étnicos, los co munitaristas
reivindican la iden tidad ét nica, por ejem -
plo en el caso de los indí ge nas, buscando
...lo educativo pedagógico es un componente
con ello que sus for mas de organización, indisoluble de la especificidad de la EP (de ahí
nor mas y va lores sean respetados aun que su nombre) y su identidad ha sido definida
en ocasio nes entren en contra dic ción con como práctica, propuesta y corriente
el or den ju rídico estatal.
Estas dos po siciones pre sen tan fi su -
educativa...
ras no resuel tas: en tan to, en el pri mer
caso se asume que los dere chos de los gru-
pos étnicos se inclu yen den tro de los de re - Mientras que en el plano multicultu-
chos ciuda da nos lo que su pon dría su ral persiste un prin cipio de inclusión de
captación en el mar co de un Esta do, en el los grupos sociales, es pecialmente étnicos,
segundo, se plan tea que los dere chos co - donde prima un criterio de si militud, el
lec ti vos de éstas agrupa cio nes priman so- proyecto intercultural hace én fasis en la
bre los dere chos in dividuales, lo que deja diferencia, don de lo que se reconoce es la
abier ta la discusión en torno a la coexis - existencia de “fragmentos” que juntos no
ten cia de di fe ren tes órdenes ju rí di cos en pueden ser una totalidad. La imagen de
el mar co de un Esta do. collage puede resultar re veladora, en tan-
Así, el multiculturalismo pone en discu- to es un plano donde apa rentemente ca-
sión la prioridad de los derechos colectivos o ben todos pero nunca hay un
la primacía de los derechos individuales, encadenamiento en tre un frag mento y
pero sobre todo la distinción entre diferen - otro.
cia y diversidad. La diversidad haría alu - Desde este punto de vista, lo que estaría
sión a la coexistencia de diferentes grupos en juego en el empleo de uno u otro término
étnicos y manifestaciones culturales de ma - (multiculturalismo o interculturalidad) no
nera armónica y sin conflictos, la diferencia es sólo una forma de conceptualizar la dife-
enfatiza en la tensión que se crea en el reco - rencia, la identidad o la diversidad cultural;
nocimiento del otro, pero sobre todo en el re- además, implica reconocer que la existencia
conocimiento de sus derechos. Lo que en un mismo territorio de diferentes agru-
estaría en juego en el debate sobre la dife- paciones sociales, con variadas expresiones
rencia cultural es una pugna permanente y prácticas culturales, no es un proceso es-
entre lo particular, lo diferente (grupos y tático ni armónico, sino que por el contrario
poblaciones “minoritarios”) y lo que se nom - es cambiante, dinámico y está sujeto a per-
bra a sí mismo desde el poder como univer - manentes tensiones y luchas.
sal o como “las mayorías”. Esta tensión Para el caso de los niños de cuarto grado,
permanente es la que va a ser recogida por interesa que puedan reconocer la identidad
la perspectiva intercultural y el concepto de étnica como una forma de identidad colecti-
interculturalidad. va, histórica y dinámica, con unas prácticas

52
La Piragua

culturales particulares, que logra diferen- ro, sexuales, culturales), la reflexión sobre
ciarlas de otros grupos sociales. Pero además lo específicamente educativo de las prácti -
que logren construir un respeto por las múl- cas de EP ha quedado eclipsado. Esto se
tiples expresiones de estos colectivos, sin que confirma al no ser considerado como uno de
ello signifique el desconocimiento de los va - los ejes definidos en el Seminario de Córdo -
riados conflictos que como grupos sociales ba para la actual reflexión sobre las coorde-
han protagonizado en la lucha por sus dere- nadas conceptuales de la EP.
chos. Tal vez la explicación de este “olvido”
esté asociado a las concepciones mismas de
lo político y lo pedagógico predominantes.
En unos casos se parte de separar las dos di-
...esta separación entre lo político y mensiones, considerando lo político como
pedagógico no es posible en ninguna práctica un ámbito más englobante y estratégico,4
en detrimento de lo pedagógico, visto ins -
educativa, mucho menos en la EP, la cual por trumentalmente como “herramienta”,
definición ha significado una politización de la “práctica” o estrategia metodológica; en
educación y una pedagogización de lo político. consecuencia, se da prioridad a la “opción
política” da das las urgencias de la coyuntu -
ra surgidas por la lectura del contexto he -

3 . UN RECLAMO
RECURRENTE: EL DEBATE
cha desde la misma óptica paradigmática,
y las “tareas” que se le asignan a la EP es la
de instrumentalizar di chas demandas.5
SOBRE LO PEDAGÓGICO DE A nuestro juicio, esta separación entre
LA EP lo político y pedagógico no es posible en nin-
guna práctica educativa, mucho menos en
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® la EP, la cual por definición ha significado
una politización de la educación y una peda-
gogización de lo político. Si admitimos que
A pesar de que lo educativo pedagógico es las relaciones poder/saber son indisolubles
un componente indisoluble de la especifici- y atraviesan todas las esferas de la socie -
dad de la EP (de ahí su nombre) y que su dad, tenemos que admitir que el poder y la
identidad ha sido definida como práctica, política ya no sólo residen en el sistema po-
propuesta y corriente educativa, sorprende lítico, sino que permean todas las relaciones
que el debate sobre la cuestión pedagógica y prácticas sociales, y que la producción,
de la EP no haya sido abordado abiertamen- apropiación y recreación de saber no se li -
te en las publicaciones y discusiones produ- mita a los “espacios educativos formales”.
cidas por el CEAAL durante el período Si la especificidad del campo de la EP
analizado. está en abarcar prácticas, procesos y discur -
En la medida en que los énfasis del de - sos educativos desde una opción política
bate reciente han estado referidos a los emancipadora y orientados a poblaciones
cambios en el contexto, en su vocación utó- populares, organizaciones y movimientos
pica (nuevos paradigmas emancipadores), sociales, la reflexión pedagógico-política ha
en su opción política (democracia, ciudada- sido y debe ser consustancial a la EP. Esta
nía, políticas públicas), en su relación con preocupación, que algunas veces asume la
los movimientos sociales y en el problema forma de reclamo, estuvo presente, pero
de las discriminaciones (étnicas, de géne- marginal, en casi todos los eventos del

4 La mayor parte de las referencias a la política la asimilan al sistema político institucional: Estado, partidos,
esfera pública, políticas públicas, etcétera.
5 Una valiosa excepción son las reflexiones de Jorge Osorio sobre EP y ciudadanía presentadas en el numeral 2.5,
en la que se articulan creativamente las dimensiones pedagógica y política.

53
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

CEAAL durante el período estudiado. Dado las prácticas específicas (en el mejor de los
que nunca fue planteada como temática casos) o a las metodologías, técnicas y he-
principal de los debates, fueron frecuentes rramientas utilizadas en dichas prácticas;
las intervenciones de asistentes reclaman - en oposición, lo político es asumido como el
do por “la especificidad educativa de la EP”, plano de las orientaciones e intenciones
clamando por “recuperar espacio educativo emancipadoras y a las estructuras y actores
y pedagógico de la EP” o por “rescatar el de poder institucionales (Estado, políticas
tema de los aprendizajes” o el de “la produc - públicas, partidos, ciudadanía).
ción de conocimientos”. Siguiendo a Ricardo Lucio (1994), parti-
La intervención de Carmen, una asis - mos de diferenciar los conceptos de educa-
tente al panel “Actualidad del paradigma ción y pedagogía. El primero es el más
de la EP” en el Seminario de Brasil, es elo - amplio y se refiere a las prácticas sociales in-
cuente al respecto: “tengo la impresión de tencionalmente encaminadas a formar suje-
que cuando se habla de EP, si se colocase tos a través de la transmisión de unos
movimientos sociales daría lo mismo. Es valores, conocimientos y habilidades cohe-
como si se tratase del ideario de un movi - rentes con la concepción del mundo de quie-
miento popular democrático... La EP tiene nes las agencian. De este modo, la
una especificidad pedagógica, siento la fal- educación, como hecho histórico, está atra-
ta de ese elemento en las discusiones... vesado por las tensiones, intereses y proyec-
Hay mucha gente haciendo movimiento a tos en juego en una sociedad. Así, la EP es
través de la movilización popular, mas una, entre muchas prácticas educativas pre-
también, hay mucha gente haciéndolo des - sentes en nuestros países y que se diferencia
de la EP, que tiene una diferencia, que es por su intencionalidad emancipadora y su
ético y pedagógico”. (2002: 26) Maria do opción por el campo popular.
Carmo, por su parte, en fatizó: “Es preciso
colocar el contenido pedagógico de la EP
para poder distinguir una práctica pedagó -
gica de una práctica social y política”. En toda práctica educativa existe un saber
implícito, no siempre tematizado, que forma
Aporte a la reflexión: qué es lo pe-
dagógico en la EP parte del acervo cultural de la sociedad y
referida al “saber educar”; en la medida en que
Como un aporte a la reflexión sobre las ese saber se vuelve objeto de reflexión, hay
relaciones EP y pedagogía, a continuación
me permitiré compartir algunos aspectos
pedagogía.
que, a mi juicio, deben ser retomados para
profundizar en esta inaplazable discusión.
Inicialmente propondré un concepto no ins - En toda práctica educativa existe un
trumental de lo pedagógico; luego, apoyado saber im plícito, no siempre tematizado,
en las múltiples y dispersas referencias en - que forma par te del acervo cultural de la
contradas en la documentación analizada, sociedad y referida al “saber educar”; en la
destacaré el papel que ha jugado y debe ju - medida en que ese saber se vuelve objeto
gar como componente constitutivo de la EP de reflexión, hay pedagogía. Así, el saber
y como dimensión reflexiva de las intencio - pedagógico está referido a la tematización
nalidades, modalidades, sujetos, contenidos explícita sobre por qué y para qué se edu-
y metodologías de las prácticas educativas ca, con quiénes y cómo se educa. La cons-
populares. trucción contemporánea de pedagogía
Hemos señalado cómo en los discursos como disciplina, ha estado asociada a la
analizados la concepción predominante de sistematización de prácticas edu cativas y
lo pedagógico se circunscribe al ámbito de saberes pedagógicos producidos especial-

54
La Piragua

mente en contextos escolares. Esto no sig- todo campo social coexisten saberes
ni fi ca que pueda hablarse de una pe dago- socialmente legitimados junto con otros
gía de otras prác ticas educa ti vas como la subyugados, locales, que no logran ser for -
EP, en la medi da en que tam bién po seen malizados pero que al igual que los otros sa-
una inten cio na li dad, unos ám bi tos, unos beres, también circulan por múltiples
con te ni dos, unas metodologías y unos su- ámbitos y de diversas formas; esto se expre -
je tos que han sido sabidos y re fle xio na dos sa en una tensión permanente acerca de
por sus prac ticantes, en nues tro caso, los quienes pueden hablar “verdaderamente”
edu ca do res popu la res. sobre un determinado asunto como la salud
Reconocer la pedagogía como saber so- o la política, por ejemplo, y sobre cuál asun-
bre las prácticas educativas, susceptible de to es más o menos importante, por ejemplo,
ser sistematizado y conceptualizado y a los lo político o lo pedagógico. De este modo, a la
educadores como sus portadores, tiene im- pedagogía dentro del campo de la EP parece
plicaciones para el campo de la EP. Por un pasarle lo que le pasa a la pedagogía en ge -
lado, implica que una pedagogía de la EP neral: “existe como un saber disperso, frag -
debe preguntarse no sólo por el cómo (meto- mentario, y en muchos casos, marginal”.
dología), sino también sobre el por qué (sen- (Martínez Boom 1990: 10)
tido) y el para qué (intencionalidades),
sobre el dónde (ámbitos), el con quiénes (su-
jetos educativos), el qué (contenidos). En
torno a dichas preguntas, los diferentes es-
...el desafío más urgente de la
critos de Paulo Freire, arrojan valiosas pis- EP debe ser abordar su aspecto
tas. pedagógico: cómo aprende el
Por el otro, construir una pedagogía de la
EP exige necesariamente involucrar a los
pueblo, diferenciando lo
educadores populares como sujetos capaces específico de cada contenido y
de reflexionar desde y sobre sus experien- población con la que trabaja.
cias. Por ello, es urgente sistematizar expe-
riencias individuales en las diferentes áreas
históricas de trabajo de la EP, que permitan De este modo, reivindicar la discusión
elaborar “desde abajo” el mapa de preguntas pedagógica en la EP dentro del CEAAL es
y desarrollos conceptuales y metodológicos un asunto simultáneamente cognoscitivo y
presentes en las prácticas educativas popu- político. Cognoscitivo, porque permitirá re -
lares. conocer, sistematizar y potenciar el saber
pedagógico presente en las prácticas educa-
tivas populares y a la vez, empoderar a los
...reivindicar la discusión pedagógica en la educadores de base como sujetos del debate,
no como una concesión de los intelectuales
EP dentro del CEAAL es un asunto
de la EP o las ONG, sino como una necesi -
simultáneamente cognoscitivo y político. dad ineludible en la construcción de las
Cognoscitivo, porque permitirá reconocer, coordenadas conceptuales de la EP.
sistematizar y potenciar el saber pedagógico y
Pistas sobre la actual reflexión pe-
a la vez, empoderar a los educadores de base dagógica en CEAAL
como sujetos del debate...
Hechas estas consideraciones, podemos
afirmar que en la construcción de una refle -
Asumir la pedagogía como saber, tam-
xión pedagógica de la EP no partimos de
bién nos pone de presente las ya referidas
cero. Además del acumulado histórico pro -
relaciones, entre saber y poder; en efecto, en
ducido a lo largo de las últimas décadas,

55
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

cuya fuente principal –no la única- ha sido recorren en forma dialéctica cambios
el pensamiento y la obra de Paulo Freire, personales, transformaciones comunita-
podemos rescatar en el corpus de textos pro- rias, procesos locales, que buscan entron-
ducidos desde el CEAAL en los últimos cua- carse y nutrir transformaciones sociales
tro años, un conjunto de valiosos aportes globales”. (18)
sobre el lugar, sentido y contenidos de lo pe-
dagógico en la EP, los cuales retomaré a
continuación.
En primer lugar, son múltiples las refe-
rencias a la dimensión educati -
...la EP debe ser parte activa
vo-pedagógica de la EP. Así por ejemplo, en
en procesos que generen o
los artículos de La Piragua No. 18 que se reconstruyan intereses,
refieren a su especificidad, a las dimensio - aspiraciones, culturas e
nes que la constituyen y principios que la
identidades que aspiren al
identifican, además de hacer mención de
su intencionalidad política y vínculos con desarrollo humano.
otros actores y prácticas sociales, se seña -
lan rasgos pedagógicos. Veamos.
En el artículo de la Secretaría General Esta especificidad y ámbito de acción de
del CEAAL se afirma que “la EP es una ac- la educación popular, en los planos perso-
ción cultural, pedagógica y política” que tie- nal, colectivo, organizacional y de los movi-
ne dentro de sus principios el diálogo de mientos en espacios concretos y con
saberes entre los sujetos que participan del poblaciones específicas, la expresa Pilar
acto educativo, animados por el educador o Ubilla en los siguientes términos: “la EP se
educadora. En el artículo de Torres, se dice articula con la vida cotidiana, con las histo-
que la EP busca cumplir sus propósitos po- rias de vida, la construcción de identidades,
lítico-emancipadores, “trabajando en el con la memoria colectiva de la comunidad,
ámbito de la subjetividad” de los educan - para desde allí visibilizar cambios a partir
dos y a través de metodologías participati - de prácticas...” (2000: 54)
vas y activas. Felipe Rivas destaca como En términos más concretos, durante el
elementos constitutivos de la EP la produc - Seminario del Cono Sur (Santiago 2002), un
ción colectiva de conocimientos y diálogo educador paraguayo al presentar su expe-
de saberes. Por último, para Bertha Sali - riencia, afirmó que: “la metodología de capa-
nas (2000), el núcleo de la EP tiene dos citación se basa en los principios de la EP:
componentes pedagógicos: su metodología respeto activo a las personas, desarrollo de
dialéctica participativa y la especificidad capacidades colectivas para la defensa de los
de su contenido: la realidad. intereses propios de las personas y la cultura
Para esta misma autora, la fortaleza de social y organizativa de las comunidades”.
la EP es su modo de hacer las cosas; por tan- Vemos así que, desde la EP, el sujeto
to, su aporte debe ser “transferir su modo de educativo es simultáneamente el individuo
trabajar y con éste su pensamiento” a otras y el colectivo, en una perspectiva más am -
prácticas sociales y el desafío más urgente plia de construir actores y movimientos so-
de la EP debe ser abordar su aspecto peda- ciales. Como lo precisó alguien en el
gógico: cómo aprende el pueblo, diferen - Seminario de Córdoba, en la EP no son dico-
ciando lo específico de cada contenido y tómicas las transformaciones personales y
población con la que trabaja. colectivas, ni puede separarse sujeto de in-
En un mismo sentido, para la educado- tencionalidad del acto educativo.
ra María Rosa Goldar (Seminario Brasil), La especificidad educativa de la EP,
“la mayor riqueza de la EP es su capacidad además de trabajar con individuos y colecti-
de desarrollar procesos transversales que vos asumidos como sujetos en construcción,

56
La Piragua

también está definida por el ámbito especí- contextos que esto implica y profundizar
fico sobre el que actúa: su subjetividad. En más todo este enfoque”. (2003: 21)
función de avanzar en el logro de las inten- Esta exigencia de reflexión sobre los
cionalidades éticas y políticas emancipado- aprendizajes hacia la EP, se complementa
ras, las prácticas educativas populares con la pregunta acerca de los contenidos de
buscan incidir o afectar algún aspecto de la sus prácticas educativas. Además de los sa-
subjetividad de sus educandos, sea a través beres específicos propios de cada ámbito de
de la formación de su “conciencia social”, de acción (por ejemplo, los derechos humanos,
la “apropiación y construcción de conoci- la formación de dirigentes, la capacitación
mientos”, de la “formación de valores”, de la laboral), hay un criterio comúnmente acep -
ampliación de sus horizontes y visiones de tado y es que la EP debe tener como punto
futuro. En palabras de Raul Leis, “la EP de partida y punto de llegada, “la realidad
debe ser parte activa en procesos que gene- de los sujetos”.
ren o reconstruyan intereses, aspiraciones, Joao Francisco de Souza, en el Semi -
culturas e identidades que aspiren al desa- nario de Brasil, lo planteó en los siguien -
rrollo humano”. (2000: 58) tes términos: “¿cuáles son las exigencias
para el debate pedagógico? To mar la reali -
dad como objeto de conocimiento, el conte -

Una categoría central en las prácticas nido de los procesos pe dagógicos pasa a
ser la comprensión, la interpretación y ex-
educativas populares es la de “formación”; a plicación de la realidad y la elaboración de
diferencia de las prácticas escolares, en EP no proyectos para superar aquellos as pectos
que se presentaren como ne cesarios de
hablamos casi de “enseñanza”, sino de transformación y de cambio... El conteni -
formación de sujetos, formación en valores, do del proceso pedagógico debe ser la rea -
formación de conciencia. lidad na tural y cultural y sus
contradicciones en sus múltiples facetas y
diferentes exigencias. Las disciplinas ga -
Tal identidad formativa (de sujetos y nan importancia como un banco de in for -
de subjetividad) de la EP, plantea el pro - maciones que nos van a ayudar a
blema del aprendizaje; sin embargo, como comprender esa realidad”. (2002: 12)
señaló alguien en el taller de la Región Para terminar este balance de las refe-
Andina (2002), “hay déficit en el tema del rencias pedagógicas dispersas encontradas
aprendizaje. No hemos sistematizado en el conjunto de la producción del CEAAL
nuestros aportes en el tema y en eso el entre el 2000 y el 2003, me referiré a dos va-
CEAAL puede jugar un rol importante” (2). cíos o ausencias notables: una, el problema
En una perspectiva similar, durante el III de las orientaciones y propuestas metodoló -
Foro Social Mundial (2003), un participan- gicas; la segunda, el problema de la forma -
te reclamó la urgencia de la reflexión sobre ción de educadores.
la cuestión del aprendizaje en las prácticas Salvo escasas alusiones a que la “EP
educativas populares: debe desarrollar producción y apropiación
“Creo que habría que recuperar todo de conocimientos” o al “diálogo de saberes”,
esto que se ha estado debatiendo en el Foro no se visibilizan las reflexiones que pueden
Educativo, que es cómo centrar todo esto en estarse dando acerca de lo que ya se ha se -
los aprendizajes y alrededor de cómo circu- ñalado como “el legado más valioso de la
lan los diferentes componentes; porque he- EP”: sus formas de trabajo y sus “didácti -
mos descuidado mucho la parte pedagógica cas” específicas; es decir, hay un silencio a
desde este enfoque de la EP y hay que recu- las maneras como se concretan los princi -
perarla y ver todas estas aplicaciones en el pios éticos y las intencionalidades políticas
aula, en la comunidad, en los diferentes emancipadoras en las prácticas educativas

57
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL

concretas. Su reconocimiento, sistematiza -


ción, socialización y discusión sería una de ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
las tareas inmediatas que pueden animarse
desde el CEAAL.
Hecho este recorrido por las principales
temáticas que configuran hoy las coordena-
das conceptuales de la educación popular en
La preocupación por su relación América Latina desde lo producido por
CEAAL en sus publicaciones, seminarios y
con los movimientos sociales, por talleres, sólo resta insistir en algunas ideas
democratizar la democracia, por fuerzas que atraviesan el balance y señalar
la formación de ciudadanía, por algunas recomendaciones puntuales para
continuar este camino conjunto.
lo público y las políticas públicas
Al comenzar el siglo XXI, la educación
–en particular las educativas- y popular se ha constituido en un campo de
por superar las diferentes formas reflexión y acción, que involucra tanto ser
una corriente educativa y un movimiento
de discriminación, son los ejes de
cultural como una articulación de diversas
discusión más relevantes en este prácticas educativas y educadores; en la
momento. construcción de dicho campo, el CEAAL ha
jugado un papel muy importante que no
debe perder.
La educación po pular, como pensa -
Una categoría central en las prácticas mien to y acción, a partir de la críti ca al
educativas populares es la de “formación”; a sis te ma social dominante y desde una op-
diferencia de las prácticas escolares, en EP ción éti co-política emanci pa do ra, de sa-
no hablamos casi de “enseñanza”, sino de rro lla prácticas edu cativas con secto res
formación de sujetos, formación en valores, populares con el fin de con tri buir a que se
formación de conciencia, etcétera. El conte- cons ti tu yan como su jetos de su pro pia
nido y usos prácticos de dicha categoría, eman ci pa ción. Para ello, traba ja en el
también merece profundizarse. En una re - ámbito de su subje ti vi dad y emplea me to-
ciente investigación sobre “Pedagogía de las do lo gías dialógicas y parti ci pa ti vas.
organizaciones populares”, hemos encon - Los mayores desafíos polí ti cos de la
trado que en torno a la formación se articu - EP pro vie nen al parecer, de los cambios
lan otras prácticas como en el con texto latinoamericano ge nerados
“acompañamiento”, “seguimiento”, “ani - por la exten sión del mo delo neo liberal,
mación”, así como el supuesto de que la que ade más de sus ne fastas con secuen-
formación propiciada des de las organiza - cias eco nómicas, so ciales y po líticas, se
ciones es el resultado tan to de las prácti - ha con ver ti do en discur so he gemónico.
cas educativas ex plícitas, como de las Por ello, y fren te al agota mien to de algu-
múltiples in teracciones, conversaciones y nos refe ren tes ideoló gi cos y teó ricos des -
acciones co tidianas. (Torres y otras, 2003) de los que ha ac tua do, la EP debe
Estas consideraciones nos dan una re plan tear se y con tri buir a la construc-
idea inicial de los múltiples desafíos que ción de nuevos para dig mas eman cipado-
involucra rescatar el debate pedagógico res.
dentro del campo de la EP, en particular, La preocupación por su relación con los
dentro del CEAAL. movimientos sociales, por democratizar la
democracia, por la formación de ciudada-

4. PALABRAS FINALES nía, por lo público y las políticas públicas


–en particular las educativas- y por supe-

58
La Piragua

rar las diferentes formas de discrimina- cia en las políticas educativas”, Noviembre
ción, son los ejes de discusión más 2002, Caracas, Venezuela.
relevantes en este momento. La EP debe Memoria del seminario de la Región
definir cuál es su aporte específico a estos Brasil “Educación popular y transformacio -
campos de debate que la desbordan. nes en Brasil”, Noviembre 2002, Camaragi -
La cues tión peda gó gi ca apare ce eclip- be (PE), Brasil.
sada en esta coyun tu ra, pero puede revi - Memoria del seminario de la Región
talizarse al re conocérsele su centra li dad Centroamérica “Prácticas y desafíos de la
en la EP y que una de sus forta le zas es su educación popular en Centroamérica”, No -
modo de traba jar con los sec to res po pula- viembre 2002, Managua, Nicaragua
res. La recons truc ción de cono ci mien to Memoria del seminario de la Región
pedagógico en la EP pasa por sis temati- Cono Sur “Crisis y malestar social en el
zar, inves ti gar y eva luar su acumu la do Cono Sur de América Latina: Lecturas des -
histórico, así como por le vantar un mapa de la Educación Popular”, Noviembre 2002,
de sus prácticas concre tas des de el saber Santiago, Chile.
de los edu ca do res. Un cla mor general en Memoria del seminario de la Región Cono
los diferentes eventos es re leer el pen sa - Sur “Vigencia del pensamiento de Paulo Frei-
miento de Freire en clave pre sen te, como re; educación para la construcción de ciuda-
una fuente inago ta ble de sabi du ría peda - danía autónoma”, Octubre-Noviembre 2001,
gógica y po lítica. Montevideo, Uruguay.
En este mismo sentido, es también im - Memoria del seminario latinoamerica-
portante analizar y fomentar la formación no CEAAL “Consolidando nuestro aporte a
de educadores populares; ésta debe poten- favor de la participación, la justicia social y
ciar su capacidad de ampliar la lectura de la democracia en América Latina”. Julio
realidad, comprender y conceptuar su pro - 2003, Córdoba, Argentina.
pia práctica. Si en la llamada refundamen- Núñez Hurtado, Carlos, et. al. Para
tación “quedaron por fuera los educadores construir el futuro, encuentro internacio-
de base”, en la redefinición de sus coordena- nal “Educar para construir el sueño; ética y
das para el nuevo siglo deben ser los sujetos conocimiento en la transformación social”,
los que la protagonicen. Febrero 2000, Guadalajara, Jalisco. Publi -
Como propuesta y proyecto en torno a lo cación Coordinada por Carlos Núñez Hur -
cultural, los horizontes y desafíos de la EP tado, VIII Simposium de Educación y
no deben agotarse en el corto y el mediano Valores, Cátedra Paulo Freire, México
plazo. En términos de Esther Pérez: “optar 2001.
por lo popular desde la cultura es una Relatoría del taller “Educación popular
apuesta a largo plazo”. Por ahora, es urgen- y construcción de ciudadanías”, CEAAL,
te reanudar las discusiones dentro del Foro Social Mundial, Enero 2001, Porto
CEAAL y reactivar sus espacios históricos Alegre, Brasil.
de debate como son la publicación de la Re- Relatoría del taller “Educación popular
vista La Piragua, las redes temáticas y los y poder local”, CEAAL, Foro Social Mun -
encuentros nacionales y regionales. dial, Enero 2001, Porto Alegre, Brasil.
Relatoría del taller “La educación popu-
Dossier consultado lar entre la exclusión y la democracia”,
CEAAL, Foro Social Mundial, Enero 2001,
La Piragua Revista Latinoamericana de Porto Alegre, Brasil.
Educación y Política No. 18 II/2000, Tema: Relatoría del taller “Educación popular,
Educación Popular: Nuevos Horizontes y Re- nuevos paradigmas e inclusión social”,
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La Piragua

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61
La Piragua

EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS


REDES LATINOAMERICANAS (2000-2003)
Interpretar la realidad es natural. Formular métodos para transformarla es extraordinario.
Tener conciencia social es natural. Desarrollar conciencia política es extraordinario. Coope -
rar en todos los sentidos es natural. Forjar y desarrollar nuevos seres humanos es extraordi -
nario. Hacer presión es natural. Crear referencias permanentes en el tiempo y el espacio es
extraordinario. La convivencia social es natural. Desarrollar valores es extraordinario. Alfa -
betizar es natural. Educar transformando es extraordinario. Tomar decisiones es natural.
Implementar principios que les dan soporte es extraordinario. Crear instancias y formar
parte de ellas es natural. Ejercer dirección colectiva es extraordinario. Formular normas
para mantener el orden es natural. Disciplina conciente es extraordinario. Aferrarse a ídolos
es natural. Constituir símbolos y desarrollar una mística es extraordinario.
Bogo, 1999.

Conceição Paludo1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

P artiendo de las investigaciones del


CEAAL y de los documentos y textos leídos
• En un esfuerzo de síntesis de las reflexio-
nes de los diversos autores, ¿qué es la edu-
y analizados,2 me propongo establecer un cación popular, qué elementos la definen?
diálogo sobre la educación popular buscan-
• ¿Hay planteamientos que abonen espe-
do responder a cuatro preguntas centrales:
cialmente en algunos de los cinco ejes
•¿Cuáles son los principales plantea - identificados por CEAAL en 2003?3
mien tos a la luz de los cua les la edu ca- Un primer elemento a considerar, a par-
ción popu lar debe re vi sar o re plantear tir de la lectura de los materiales, es la di -
sus su puestos ori gi na les? Parti cu lar - versidad de prácticas, análisis, enfoques,
men te ante los nuevos con textos nacio - propuestas y premisas presentadas. Por
nales e inter na cio nal. otro lado, aparecen muchas inquietudes, la
•¿Cuáles son los principales planteamien- mayor de ellas parece ser la urgencia de re-
tos de las nuevas búsquedas conceptuales cuperar (no el sentido o la importancia de la
y políticas que la educación popular debe educación popular, una vez que ninguno de
impulsar para responder mejor a los desa- los documentos y de los aportes la ponen en
fíos que la realidad le presenta? tela de juicio) los lineamientos del proyecto
y la pedagogía que orienta las prácticas de

1 Educadora popular y doctora en educación. Trabajó en la organización no gubernamental Centro de Assessoria


Multiprofissional (CAMP), con sede en Porto Alegre, Rio Grande do Sul. A la fecha, continúa su trabajo como
educadora popular, actuando principalmente con grupos en régimen especial en los cursos de Desarrollo Rural y
Gestión Agroindustrial, y de Pedagogía Años Iniciales y Educación de Jóvenes y Adultos, en acuerdos con los
Movimientos Sociales del Campo del Estado de Río Grande do Sul y con la Universidad de Rio Grande do Sul.
2 Los documentos y textos referidos aparecen al final de esta reflexión. Debo precisar que considero como
documentos los textos asumidos por las instituciones y como aportes los textos de diversos autores. En estos
últimos, si bien los autores están comprometidos ideológicamente con sus instituciones, hablan desde sí y no en
nombre de la institución.
3 Los ejes se refieren a los cinco aspectos identificados en un seminario latinoamericano realizado por el CEAAL en
julio de 2003. Son: a) educación popular y nuevos paradigmas; b) educación popular y movimientos sociales; c)
educación popular y democratización de las estructuras políticas y de los espacios públicos; d) educación popular,
cultivo de toda diversidad y superación de toda forma de exclusión y discriminación social; e) educación popular y
sistemas y políticas educativas.

63
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

la educación popular, para poner en claro A la par busco contemplar (a partir de mi


cuál debe ser su mayor incidencia. mirada sobre el material referido), las cuatro
Un segundo aspecto importante a consi- interrogantes anteriormente mencionadas y
derar, es la calidad de la reflexión contenida que considero son importantes para el
en los diversos documentos y textos. Se per- CEAAL. Llamo la atención sobre el hecho de
cibe que los educadores populares latinoa - que puede aparecer sobre simplificada toda la
mericanos están impregnados de los deseos riqueza de reflexión desarrollada en el mate-
por comprender este “nuevo” momento de la rial analizado, no es esa mi intención sino su-
realidad del proyecto de la modernidad y de jetarme a la necesidad que este diálogo me
resignificar (refundamentar) la educación impone de escribir en modo sintético y objeti-
popular. vo.
Por otro lado, deseo que las institucio-
nes y los autores de los diversos trabajos
...aparecen muchas que tuve oportunidad de leer se “reconoz-
can”, consiguiendo así entrar en el diálogo.
inquietudes, la mayor de ellas Eso me dejaría muy feliz porque sería una
parece ser la urgencia de señal que, de alguna forma, el camino elegi-
do para el diálogo fue fecundo. Estoy cons -
recuperar (no el sentido o la
ciente de la influencia del movimiento de la
importancia de la educación realidad y de las teorías producidas y discu-
popular, una vez que ninguno de tidas desde Brasil, haré un esfuerzo de dis-
los documentos y de los aportes tanciamiento y espero, por lo menos en
parte, conseguir mi propósito.
la ponen en tela de juicio) los Finalmente, agradezco inmensamente
lineamientos del proyecto y la al CEAAL por haberme invitado a partici-
pedagogía que orienta las par en este proceso.
prácticas de la educación
popular, para poner en claro
cuál debe ser su mayor
1. ELEMENTOS
IMPULSORES DE LA
NECESIDAD DE
incidencia.
REFUNDAMENTAR LA
EDUCACIÓN POPULAR
Así pues, en este diá lo go que pro pon -
go -y te nien do como eje con duc tor al “mo- ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
vi mien to de la edu ca ción popu lar en su
relación con la realidad, el proyecto hege -
mónico y el proyecto histórico”- en un pri - 1.1 La materialidad de la crisis vi-
mer momento traigo a la superficie lo que vida
me parece son los dos elementos centrales
que desencadenan la crisis y la necesidad La re fle xión que par te de los docu men tos
de resignificación-refundamentación de la y tex tos, hizo evidente que la pro blemáti-
educación popular. En un segundo mo - ca ac tual de la edu cación po pular no pue-
mento, busco precisar al gunos de los ele - de es tar diso cia da de la cons truc ción del
mentos del proyecto que están en pro ceso lla ma do “nue vo or den internacional”,
de resignificación-refundamentación esto es, de la etapa actual del proceso de
para, en un tercer momento, tra bajar as - acu mu la ción capi ta lis ta que se inició en
pectos relacionados con el movimiento de la déca da de 1960, bajo la égida de Ingla-
la edu cación popular en di rección a su re - terra y Estados Unidos, y que se hizo sen-
fundamentación-resignificación. tir con profun di dad en América La tina en

64
La Piragua

las dé cadas de 1980 y 1990. A ello hay que de formar un “nuevo imperio” en un nuevo
sumar la caída del “socialismo real”, los momento de la historia, en un momento en
resultados específicos de algu nas expe - que hay señales de pérdida de legitimidad
riencias como la chi le na y la nica ra güen - y credibilidad de la política hegemónica es-
se y la no mate ria li za ción de los triunfos tadounidense.
populares en El Salvador y Guatemala, 4 En este contexto, y aún sin reponerse
todo ello generó la consiguiente pérdida de del impacto sufrido, la izquierda en frenta
referentes y de certezas en la izquierda lati- el desafío de revisar sus concepciones y
noamericana (y mundial). La fuerte hege- métodos; se inician movimientos fue ra de
monía del pensamiento único de derecha, las instituciones de antaño (partidos polí -
expresado en la máxima de Fukuyama del ticos y sindicatos), en los que Chiapas,
“fin de la historia”, el empobrecimiento cre- Seattle y Génova, entre otros, constituyen
ciente de la población y la crisis ética, políti- episodios que ejemplifican las articulacio -
ca y de valores con que vivimos en este nes internacionales de todo tipo de movi -
momento, son aspectos del contexto que miento so cial. En ese sentido el Foro
permiten comprender el proceso que experi- Social Mundial es emblemático.
menta la educación popular.
Durante la lectura también fue evi-
dente que, al igual que en su constitución
y afirmación, el llamado “proyecto de mo-
se observa un esfuerzo de
dernidad” no puede re ducirse a la dimen- resignificación del contexto en el
sión de la esfera económica. Su actuación que la dialéctica, en la tentativa
e influencia sobre las sociedades es total e
incide, aún para hacerse viable eco nómi-
de aprehender las
camente, en la esfera de la política re com- contradicciones, se articula con
poniendo el papel del Estado, mientras una visión más holística...
que en la esfera de la cultura actúa fuerte-
mente para formar un nuevo sentido co-
mún, conformando comportamientos y
En el ámbi to teórico, aun que de for ma
subjetividades que se “adhieren” a los va-
no siempre tan explí ci ta o tan categórica
lores y necesidades requeridos por el nue-
como la que escribo, hay dos propuestas
vo modelo de acumulación del capital.
prin ci pa les y diferenciadas bajo este nue-
No obstante, en el inicio del nuevo mi -
vo orden mundial. Una de ellas afirma
lenio comienzan a aflorar con fuerza las
que to da vía vivi mos en una so cie dad in -
contradicciones de las dos últimas déca-
dustrial, don de la explo ta ción del trabajo
das: 1980 y 1990.5 Asistimos a la tentativa
(manual e in telectual) de sempeña un pa -

4 El informe del encuentro internacional: Educar para construir el sueño: ética y conocimiento en la
transformación social, publicación coordinada por Hurtado (2000) vale la pena ser leído por el panorama que
ofrece de la realidad de muchos países latinoamericanos, principalmente los centroamericanos. Se sugiere,
también, la lectura de los capítulos I (Martínez y Garcés) y III (Rebellato), del cuaderno de la colección Educación
Popular: Educación Popular y alternativas políticas en América Latina, 1999, así como la lectura del punto I del
documento final La educación hoy y su concreción en nuestras prácticas educativas formales y no formales, que
trata de la lectura de la realidad de América Latina y que aparece publicado en la Revista Internacional Fe y
Alegría, número 3, 2002.
5 Las crisis provocadas por la especulación financiera afectan a los países de la periferia, como Corea, Rusia y los
países latinoamericanos; el poder de acumulación de la riqueza está concentrado en quinientas grandes
empresas transnacionales (80% de ellas estadounidenses) llevando a la concentración en diversos ramos al
tiempo que aumenta la pobreza y las diferencias sociales en todo el mundo (se estima que 800 millones pasan
hambre); la social-democracia fracasa y con ella la mediación realizada por el Estado en las relaciones entre
capital y trabajo; surge un bloque de países fuera de la hegemonía norteamericana: China, India, Irán y los
países del Medio Oriente, lo cual, según algunos analistas, ayuda a explicar la intervención militar de Estados
Unidos en Oriente y el ”deseo” de imponer el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). (Consulta Popular,
Brasil, marzo de 2002).

65
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

pel central en el empobrecimiento; que la do cu men tos y tex tos se ña lan como
lu cha de cla ses to davía existe; que el pro - ele men tos que im pul san la ne ce si dad de
tagonismo de las clases populares es fun - re sig ni fi ca ción-refundamentación de la
damental para garantizar y am pliar edu ca ción po pu lar, mostran do el ca rác-
derechos; que la identi fi ca ción de intere - ter in di so cia ble en tre edu ca ción popu lar
ses en la esfera de la pro duc ción con tinúa y los pro ce sos histó ri cos y so cia les.
-aunque no exclu si va men te- siendo im -
portante para la for mación de las iden ti -
dades, para la com pren sión de la
El campo popular es consecuencia de un
dinámica de los conflic tos y para hacer
supuesto del que parte el análisis de la
que las es tra te gias de su peración sean realidad que comprende la dinámica generada
via bles. por la interrelación entre una cantidad
En contraste, la otra afirma que vivi-
mos en una sociedad post-industrial o de
significativa de fuerzas políticas y culturales
conocimiento; que la esfera de la produc - que se articulan conformando campos sociales
ción perdió su poder explicativo; que la di - que siempre guardan relación con la esfera de
námica del movimiento social no reside
la economía.
más en la lógica del conflicto capi -
tal-trabajo; que la esfera de la producción y
del trabajo pierden la centralidad y que 1.2 Mas allá de la educación
otras dimensiones (como el género, edad, popular, una resignificación-
religión y ecología entre otras) pasan a ser reundamentación-reorientación
más importantes para la constitución de en el campo de lo popular
identidades de los sujetos sociales; que la
solidaridad de intereses se organizaría in - Otro elemento que quedó claro a partir
dependientemente de las condiciones ma - del análisis de los documentos y textos, es
teriales y que la acción co lectiva resultaría que la problemática vivida por la educación
no de acciones de clase y sí de la manifesta - popular -o mejor dicho, por los sujetos indi-
ción de movimientos sociales volcados ha - viduales y colectivos e instituciones que la
cia cuestiones post-materiales. asumen a partir de las décadas de 1980 y
Sin em bar go, du ran te la re vi sión del 1990- no puede estar disociada de los pro-
ma te rial ana li za do se ob ser va un es fuer - blemas vivenciados por el campo popular
zo de re sig ni fi ca ción del con tex to en el latinoamericano (muchas veces designado
que la dia léc ti ca, en la ten ta ti va de en los textos, como izquierda).
aprehen der las con tra dic cio nes, se ar ti - En todos los países latinoamericanos,
cu la con una vi sión más ho lís ti ca, en el en diferentes décadas a partir de la segun-
sen ti do de in te rre la cio nar as pec tos eco - da mitad de 1960 y en un proce so que se
nó mi cos, cul tu ra les, an tro po ló gi cos y po- inicia con el movimiento de resistencia a
lí ti cos que se mez clan, hacien do más las invasiones española y portuguesa, 6 se
com ple ja la lec tu ra de la rea li dad y, prin - conforma lo que en algunos textos es deno-
ci pal men te, una vi sión más in te gral en minado “campo popular”.7 El campo popu-
los mo dos de in ter ve nir. El mo vi mien to lar -aun que no siempre de forma explícita
de la rea li dad y la trans for ma ción de los en los textos- es consecuencia de un su-
con tex tos son, por tan to, fac to res que los puesto del que parte el análisis de la reali-

6 Se sugiere la lectura del capítulo II, “La educación popular en perspectiva histórica”, en Educación popular y
alternativas políticas en América Latina, cuaderno de la colección Educación Popular, 1999. En este capítulo, en
la reconstitución de los procesos de educación popular en países como Brasil, Bolivia, Cuba y México es evidente
la conformación de campos populares en los mismos.
7 En una lectura de la realidad brasileña de las décadas de 1980/1990, usé también esta denominación, sumada a
la palabra democrático -Campo Democrático y Popular (CDP)- Paludo, 2001.

66
La Piragua

dad que comprende la dinámica generada nizaciones de los trabajadores, los diversos
por la interrelación entre una cantidad movimientos populares, los partidos políti-
significativa de fuerzas políticas y cultu- cos y también lo que se caracterizó como cen-
rales que se articulan conformando cam - tros de educación popular, que más tarde, a
pos sociales que siempre guardan relación mediados de la década de 1990 se denomina -
con la esfera de la economía. Estos campos ron organizaciones no gubernamentales
tienen “visiones sociales del mundo” que (ONG). Éstas desempeñaron, y todavía de-
orientan tanto las formas de teorizar la sempeñan, un papel significativo en el deno-
realidad, como sus acciones. minado “movimiento de educación popular”.
Los campos populares se constituyeron
como movimientos contra-hegemónicos y se
orientaron por utopías de transformación
social caracterizadas con las más diversas Hay, por lo tanto, un carácter
denominaciones entre las que se pueden ci- indisociable entre educación
tar: proyecto histórico; proyecto libertador;
nuevo contrato social; nueva sociedad; so-
popular y procesos sociales e
ciedad justa, democrática, participativa y históricos, esto es, del
solidaria; proyecto alternativo de sociedad; movimiento de la educación
sociedad sin oprimidos y sin opresores; so -
ciedad socialista.
popular en el interior de los
La formación de estos campos, así como procesos sociales orientados por
la formación del movimiento de educación utopías transformadoras.
popular, a partir de la segunda mitad de la
década de 1960 sufrió diversas influencias
como la del Concilio Vaticano II, de los do -
Los nuevos contextos y realidades, que
cumentos de Medellín y de la propuesta de
se imponen en el continente la tinoamerica -
la teología de la liberación, del ideario de
no a partir de las décadas de 1980 y 1990,
Paulo Freire, de las experiencias de la revo-
generaron una profunda crisis en los refe-
lución cubana y de la nicaragüense, la expe-
rentes del campo popular. De manera que si
riencia de Chile, México y de otros procesos
bien el eje de reflexión es la educación popu -
en curso en el continente, de la teoría del de-
lar, del análisis de los textos y documentos
sarrollo y de la teoría de la dependencia.
concluyo que la dinámica de la educación
Además, estaba la revolución soviética y
popular, como un todo, abarca las grandes
posteriormente la China, y el pensamiento
cuestiones que preocupan a las organizacio -
marxista que animaban el fortalecimiento
nes y a los educadores populares, por lo que
de la sociedad civil latinoamericana y, en su
acaban permeando el conjunto de organiza -
interior, un fuerte movimiento en el sentido
ciones y personas que conforman el campo
de la construcción de la organización popu-
popular (o lo que todavía existe de él) en los
lar autónoma, con conciencia de clase y em-
países latinoamericanos. Hay, por lo tanto,
bebida del deseo de construcción del “poder
un carácter indisociable entre educación po-
popular”.
pular y procesos sociales e históricos, esto
Estos campos, como queda evidente en
es, del movimiento de la educación popular
las lecturas, no eran homogéneos, se divi-
en el interior de los procesos sociales orien -
dían en diferentes corrientes que, no con
tados por utopías transformadoras.
poca frecuencia, entraban en conflicto en -
De esta forma, los interrogantes surgi-
tre sí e incluían parcelas significativas de
dos de los nuevos contextos de la realidad
las clases populares, intelectuales compro-
están siendo resignificados, refundamen -
metidos, militantes, activistas, personalida-
tados y reorientados más allá de la educa -
des y estructuras de mediaciones, como las
ción popular. Ellos nos hablan de un
diversas organizaciones de iglesias, las orga-

67
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

proceso vivido por el conjunto de las perso - a) La lectura de la realidad


nas y estructuras de mediación que aún se
mantiene firme en la perspectiva de cons - Como ya señalé, entre las consecuencias
trucción de un proyecto de emancipación. de las transformaciones mundiales en curso
El movimiento de educación popular ganó (esto es la caída del muro de Berlín, del re-
significado en el interior del campo que lo sultado de las experiencias latinoamerica-
construyó y que dialécticamente ayudó a nas, de la pérdida de referentes del campo
construir; ambos poseen las mismas raíces y popular latinoamericano y mundial entre
es por eso que la resignifica - otros) hay una mayor complejidad en la lec-
ción-refundamentación de la educación po - tura de la realidad. Los documentos y textos
pular y su mayor o menor incidencia, está demuestran el tránsito de una interpreta-
también directamente relacionada con la ción centrada en la clase social, la esfera de
refundamentación y resignificación del la economía y de la política, en un sentido
campo popular. restringido, a una interpretación en la cual,
además de la dimensión de lo económico, se

2. ELEMENTOS GENERALES
DEL PROYECTO QUE LOS
abordan las necesidades y derechos básicos
como techo, tierra, trabajo, salud y educa-
ción, gana prioridad la lectura política en
EDUCADORES POPULARES Y un sentido amplio: la cultural, la medioam-
EL CAMPO POPULAR biental, la religión, la brecha generacional,
RESIGNIFICAN-REFUNDAMENT la sexualidad, la ética y la estética.
AN, Y CUYAS BÚSQUEDAS Y
PROFUNDIZACIONES
NECESITAN SER IMPULSADAS P arece ser que el punto de referencia, el
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
parámetro para el análisis de la realidad se
escindió del “hombre económico” para

S on diversos los aspectos del proyecto que


los educadores populares y, ciertamente, los
centrarse en el ser humano integral, es decir,
en sus necesidades y de rechos.
campos populares de cada país latinoameri-
cano están resignificando-refundamentando. Parece ser que el punto de referencia,
Desde mi interpretación, considero que los el parámetro para el análisis de la reali-
principales son la lectura de la realidad; las dad se escindió del “hombre eco nómico”
preguntas qué es lo popular, las clases popu- para centrarse en el ser humano integral,
lares y el propio campo popular; el horizonte es decir, en sus necesidades y de rechos.
utópico o la utopía; las estrategias y la centra- Estas necesidades, además de materiales,
lidad de las acciones para este momento his - también son de orden espiritual, afecti-
tórico; los nuevos espacios y sujetos que vas, de reconocimiento, va lorización, par-
construyen; los sujetos y las estructuras de ticipación y de no-discriminación de
mediación y el papel de la organización políti- cualquier tipo. Da la impresión que esta
ca y autónoma del pueblo; las formas de cons- renovada visión antropológica es funda-
trucción de los procesos, las relaciones mental en la orientación desde la cual se
internas de las organizaciones del campo po- interpreta el proyecto hegemónico y sus
pular y las relaciones con otros campos políti- consecuencias en la esfera de la política, de
cos de la sociedad. la economía y de la cultura, incluyéndose
Enseguida hago un breve comentario allí las innovaciones tecnológicas, así como
sobre cada uno de estos aspectos: la lectura de las ciencias, de las relaciones
con la naturaleza, de la sociabilidad en for-
mación a partir de la primacía del mercado.

68
La Piragua

Por lo presentado en los textos, esta nueva “excluido” o “zona de riesgo”) a la categoría
situación es el parámetro desde el cual los de ciudadano.
educadores populares reflexionan sobre sus
prácticas y los propios campos populares.
Todavía es posible observar un análisis
bastante coincidente del significado que tie-
Históricamente lo popular, a
ne el re-direccionamiento del proyecto de la
partir del proyecto de la
modernidad y de sus consecuencias para las modernidad, fue y continúa
clases populares y las sociedades del conti- siendo el pueblo. El pueblo es
nente. Entre tanto, la lectura de los docu-
visto, todavía hoy, por el proyecto
mentos y textos remite a la necesidad de
profundizar el conocimiento del campo po - hegemónico como lo particular
pular de cada país. Ya no son suficientes re- de lo universal político,
ferencias rápidas. Es necesario profundizar considerado el conjunto de los
en el análisis. Además, aunque algunos do-
cumentos y textos hagan referencia a la cri- ciudadanos. Tanto es así que la
sis de referentes y de identidad de los propuesta del proyecto, es elevar
antiguos centros de educación popular -las lo popular a la categoría de
actuales ONG-, ninguno de ellos hace un
análisis más detallado de los orígenes, del
ciudadano.
papel desempeñado históricamente y del
papel que muchas de ellas pasaron a asu - Temidos cuando organizados en movi-
mir a partir de las trasformaciones mundia- miento y en lucha, elogiados en los discur -
les que siguen en curso. He anticipado que, sos en épocas de elecciones, lo popular es
por ejemplo, muchas de ellas sucumbirán a plural, complejo, multifacético, presentan -
las proposiciones hegemónicas. do marcas de conformismo, mas también de
resistencia y rebeldía.8 Una multitud de
b) Lo popular, las clases populares personas explotadas, dominadas, no valori -
y el campo popular zadas, sin techo, sin tierra, sin alimenta -
ción adecuada, sin trabajo o con trabajo
En las interrogantes expresadas por los precario, sin acceso a los bienes culturales,
participantes en los encuentros referidos, desvalidos (personas mayores y niños aban-
se manifiesta reiteradamente la duda: donados), pero también luchadores y lucha -
“pero, ¿qué es eso de lo popular?”. Por el doras individuales que, para sobrevivir, se
conjunto de los aportes, es posible hacer articulan, se organizan y se ponen en mar -
una distinción entre lo popular, las clases cha contra la violencia segregadora, porque
populares y el campo popular. se saben segregados, se tornan, como dice
Históricamente lo popular, a partir del uno de los textos,9 en el “pueblo político”,
proyecto de la modernidad, fue y continúa conforman lo que se llama clase popular -de
siendo el pueblo; los no-pueblo siempre potencial real porque están en movimiento
fueron los con dinero y los con poder y cul- y en lucha- y poseen, como dice Freire
tura. El pueblo es visto, todavía hoy, por el (1987), potencial de (re)fundación social.
proyecto hegemónico como lo particular de La articulación de las diversas organi-
lo universal político, considerado el con- zaciones del pueblo político con sus aliados
junto de los ciudadanos. Tanto es así que la (como las ONG, las iglesias, los partidos, las
propuesta del proyecto, hoy hegemónico, es personalidades, los intelectuales compro -
la de elevar lo popular (también llamado lo metidos, etcétera) es lo que conforma el

8 Ver Salazar (1990) y Chauí (1986).


9 Gallardo, en publicación coordenada por Hurtado, 2000. Vale la pena leerlo porque es muy ilustrativo. También
se sugiere la lectura de Mejía, en Revista Internacional Fe y Alegría, número 3, 2000.

69
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

campo popular que, con sus contradicciones protagonismo popular, de la democracia


y matices, es plural y tiene como referencia radical y sustantiva, de una forma ética de
la transformación de las sociedades. hacer política. Se niega el vanguardismo, el
Un elemento que aparece en las lecturas, adoctrinamiento, se exalta la diversidad, el
y que hace más compleja la definición de lo po- respeto a la subjetividad, etcétera. De cual-
pular, es la resignificación-refundamentación quier modo, al lado de esta convicción afir-
de lo que debe ser transformado que, además mada y re-afirmada de la necesidad de
de la esfera de la economía cuya primacía re - trasformar la sociedad actual y de la am-
mite a la división de clase social, abarca las re- pliación de los referentes de la sociedad de-
laciones de género, éticas, étnicas, seada -democracia substantiva, económica,
generacionales, entre otras, que atraviesan a cultural y política-, no hay señal clara de su
las clases sociales ya que, por ejemplo, la dis - traducción a un proyecto político para este
criminación de género refiere a las relaciones momento histórico, capaz de presentarse
entre hombres y mujeres en general. como alternativa al proyecto hegemónico.
Siendo así, en este momento histórico se Esto, sin embargo, no significa inmovilis-
hace necesario reconocer que los elementos mo, dado el relato de las experiencias pre-
importantes para la emancipación humana sentadas por los documentos y textos. Todo
se gestan desde otros lugares sociales y no parece indicar que la alternativa y sus op -
sólo desde la clase. Un ejemplo citado, son ciones están en proceso de gestación.
los movimientos ecológicos que en algunos
lugares es la capacidad de lectura de la ra -
dicalidad de las propuestas y prácticas ...no hay señal clara para este momento
transformadoras de estos movimientos, sus histórico, capaz de presentarse como
potencialidades reales, sus relaciones con lo
popular, sus límites. Tal vez sea preciso re - alternativa al proyecto hegemónico. Esto, sin
tomar la “antigua” práctica de realizar sis - embargo, no significa inmovilismo. Todo
temáticamente análisis de coyuntura. parece indicar que la alternativa y sus
c) Horizonte utópico o utopía
opciones están en proceso de gestación.

Los textos afirman el compromiso con la d) Estrategias y centralidad de las


transformación social. Hay una explicación acciones en el momento histórico
amplia y crítica de la crisis de la izquierda actual
(campo popular). Se afirma la utopía, a pe-
sar de las diferentes denominaciones, mien - Se percibe en las lecturas y, principal-
tras que el socialismo se mantiene en el mente en el relato de las experiencias, que
horizonte. Entre tanto, después del cierre en los países latinoamericanos el campo
del ciclo revolucionario en América Latina popular con sus grupos, clases y organiza-
(1959-1989) y con la nueva hegemonía del ciones populares viven un período de resis-
proyecto neoliberal, existen dificultades de tencia. Aún así, es posible identificar
visualización más próxima del horizonte algunos ejes de incidencia:
utópico.10 • En la resignificación-refundamentación
Se afirma la necesidad de continuidad de la educación popular, del horizonte utó-
de la construcción del poder popular, del

10 Existen aportes interesantes en todos los textos sobre este tema. Hay diversidad y el estado de elaboración de las
alternativas puede verificarse en las lecturas de Martínez y Garcés, que hacen un aporte sobre las alternativas
desde referentes más clásicos; Rebellato hace un aporte sobre un paradigma emergente. Ambos textos aparecen
en el cuaderno de la colección Educación Popular Educación popular y alternativas políticas en América Latina,
1999. Por su parte Streck aborda la necesidad de hacer otro contrato social, véase Memoria de la Jornada
Latinoamericana y Caribeña de Educación y ecumenismo, CELADEC, 2003. Los documentos de Fe y Alegría
remiten a la fe, los valores cristianos y a las enseñanzas y ejemplo de Jesús como referencias, 2001.

70
La Piragua

pico y de un proyecto que se coloque como experiencias acaban incidiendo en la


alternativa al proyecto hegemónico en concepción de ciencia y conocimiento, y re-
este momento histórico. Se suma a este eje miten a la necesidad de socialización y pro-
el esfuerzo por comprender la realidad en ducción de nuevas opciones tecnológicas.
sus diferentes aspectos y dimensiones y la • Otra incidencia expresada en algunos tex-
revalorización de la teoría que se coloca tos, aunque no relatada como experiencia,
como una necesidad urgente. es sobre las articulaciones mayores y ex -
•En la re-valorización de la educación del presa la movilización mundial contra la
pueblo, la educación popular parece reto- globalización hegemónica dominante. Es
mar gran relevancia. un movimiento que va en pos de la cons -
•En la refundación del papel del Estado, trucción de otro proyecto globalizador
donde gana fuerza la idea de la participa- para la humanidad. Su expresión mayor
ción popular y la democratización de la po- continúan siendo los Foros Sociales Mun-
lítica y de los espacios públicos. Aquí, se diales y manifestaciones mundiales masi-
agrega la lucha por el mantenimiento y vas en determinadas situaciones.
ampliación de los derechos a la alimenta-
ción, salud, educación, techo, trabajo y tie-
rra, y políticas públicas. Se busca la
democratización del Estado, para hacerlo
Llama la atención que ninguna
efectivamente público, al servicio de la po- de las experiencias relatadas
blación y controlado por ella. presente la dimensión de la
•En la construcción cotidiana de las opcio- movilización popular organizada
nes de desarrollo articuladas a la búsqueda
incidiendo en cuestiones
de otro modelo de desarrollo sostenible co-
munitario, local y regional.11 Esta inciden- estructurales.
cia representa las diversas experiencias
productivas familiares y asociativas o co-
lectivas que buscan la vivencia de nuevas Se percibe una intención de vivencia de
relaciones con la naturaleza, nuevas rela- los valores en el conjunto de las experien -
ciones de producción -cooperativas- y nue- cias con un fuerte acento en el respeto a la
vas relaciones humanas. También son
diversidad, la lucha contra las discrimina -
nuevas las experiencias en el área de la ciones, la búsqueda de la igualdad de géne -
educación, salud y economía popular, entre ro, el respeto a la religiosidad y a la cultura
otras. Algunas de sus características son popular, la búsqueda del rescate de la iden-
que provienen del mundo popular y signifi- tidad popular, la afirmación de la ética en
can la resistencia y traer la novedad de ex- la manera de hacer política, la descentrali -
perimentar nuevas relaciones de género, zación del poder, en pocas palabras, la va -
étnicas, valorización cultural, búsqueda
lorización de la gente.
del arraigo, articulación de las dimensio-
nes económica, social y ambiental. Estas

11 Tal vez ahí resida uno de los centros de contraposición en este momento histórico al proyecto hegemónico:
proponer otro proyecto de desarrollo para la nación, sostenible, solidario, cooperativo. En Brasil no se llegó a esto,
mas existen sectores del campo popular, como el que se articula en torno de la llamada Vía Campesina, formada
por movimientos sociales campesinos, que ya avanzó bastante en la formulación de otro proyecto de desarrollo
para el campo en Brasil. Son elementos fundacionales de esta proposición: 1) el control popular del espacio rural;
2) el cambio del modelo tecnológico; 3) nuevas formas de organización del campesinado brasileño y nuevas formas
de organización económica; 4) redefinición del papel del Estado; 5) soberanía alimenticia; 6) nuevas fuentes de
energía, tecnología y control, producidas y controladas por la comunidad; 7) calidad de vida y nuevas relaciones:
acceso libre a la información, salud, educación, relaciones de género, generacionales, recreación, vivienda... Bajo
esta perspectiva, la experiencia Desarrollo rural: un enfoque generacional, presentada por Rigoberto Concepción
y Milton Martínez, es muy esclarecedora (Revista Internacional Fe y Alegría, 2002).

71
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

Llama la atención que ninguna de las atribuido a las clases populares y a sus
experiencias relatadas presente la dimen - organizaciones en el proceso de transfor-
sión de la movilización popular organizada mación. A diferencia de lo que existía en
incidiendo en cuestiones estructurales. 12 las décadas de 1980 y 1990, el protagonis-
Eso remite a la discusión de las relaciones mo popular perdió fuerza, de modo que hoy
entre estructuras (lo que está instituido o parece haber una confusión muy grande en
en vías de institución) y las acciones de los lo que se refiere al papel de las organizacio-
sujetos en la vida cotidiana. La estructura, nes y sujetos que se proponen transformar
lo que está instituido condiciona la vida co - la sociedad. Afirmar la autonomía y el pro-
tidiana y el proceso de institucionalización tagonismo popular, por lo tanto, entre
de nuevas estructuras puede indicar o de - otros aspectos, significa repensar las esfe-
sembocar en mayor condicionamiento. Un ras sociales (pastoral, popular, adminis-
ejemplo de eso es el ALCA (Área de Libre traciones populares, sindical, partidos,
Comercio de las Américas). La tentativa de etcétera), los sujetos que participan en
su institucionalización es un buen ejemplo ellas y cómo deben ser las relaciones entre
porque permite verificar las estructuras y ellas y el papel de los sujetos que las consti-
sus procesos de cambio. En este caso, con - tuyen.
cluido el proceso, lo que tendremos son con -
secuencias serias sobre y para la vida
cotidiana. Ahí parece residir la importancia
de, además, construir procesos cotidianos ...el discurso del pueblo como sujeto de
de mejora de la calidad de vida (y de otro (y de la) transformación, tanto de su vida como
modo de vida), estar atentos (y en lucha) a de la sociedad, se pierde en un discurso vacío y
los cambios que se irán procesando en las
estructuras.
los agentes de mediación acaban atribuyéndose
el papel de realizar la transformación de la
e) Nuevos espacios y sujetos que calidad de vida de las clases populares y de
construyen, los sujetos y las
estructuras de mediación y el pa-
toda la sociedad.
pel de la organización política y
autónoma del pueblo
Esto es fundamental porque, en este
Aquí abordamos la necesidad de profun- momento, y no solamente en Brasil por lo
dizar en cuestiones que se interrelacionan y que pudimos observar en algunas críticas
que, de algún modo, están presentes en el en los textos leídos, en las relaciones que se
conjunto de los textos. establecen en múltiples ámbitos, hay una
La primera se refiere a los nuevos espa- tendencia en las organizaciones populares
cios y sujetos que construyen procesos a ser tuteladas y/o institucionalizadas por
trasformadores. ¿Quiénes son estos suje - las demás. En una o en otra situación, el
tos?; ¿será que hoy, para el campo popular discurso del pueblo como sujeto de (y de la)
todavía existen los sujetos históricos y que transformación, tanto de su vida como de
estos sujetos son efectivamente las clases la sociedad, se pierde en un discurso vacío
populares?, o ¿será que los sujetos históri - y los agentes de mediación acaban atribu-
cos son los agentes de desarrollo instalados yéndose el papel de realizar la transforma-
en las más diversas instituciones y hasta ción de la calidad de vida de las clases
en los mismos gobiernos democráticos y po- populares y de toda la sociedad.
pulares? Entonces tenemos aquí un proble - La segunda es consecuencia de la pri-
ma desde el punto de vista del papel mera y demanda un esfuerzo para explici-

12 La incidencia en lo instituido está fuertemente centrada en la dimensión cultural y ética, y de valores.

72
La Piragua

tar el papel de las estructuras de mediación dora y de la lucha política bajo la


como las ONG, partidos políticos, adminis- perspectiva de la organización popular.13
traciones populares y pastorales, y de los
sujetos que participan en ellas, incluidos los
educadores populares.
La terce ra se articula a las dos prime- ...¿cómo se está procesando la
ras y las sintetiza. Se trata de la reiterada (re)articulación del campo
afirmación que las clases populares (algu- popular?; ¿cuál es el papel de la
nas veces designadas como “oprimidos” o
“excluidos”) se transformen en sujetos de
educación popular en ese
poder (poder popular), capaces de in cidir proceso?; ¿cómo, respetando la
en los procesos transformadores de sus vi- diversidad, se pueden construir
das y de la sociedad. El problema es cómo,
elementos de identidad sin los
desde las diversas es tructuras de media-
ción, contribuir para materializar prácti- cuales el campo popular
camente la autonomía y el protagonismo continuará fragmentado?
popular or ganizado hoy día en los países
latinoamericanos.
En la dinámica organizativa y de acción
f) Formas de construcción de los de las organizaciones sociales, por lo menos
procesos, las relaciones internas a en Brasil, ambas tendencias están presen -
las organizaciones del campo po- tes. Todo parece indicar que el esfuerzo por
pular y las relaciones con otros hacer teoría, exigencia del proceso histórico
campos políticos de la sociedad presente, requiere la búsqueda de la trans -
versalidad e interrelaciones en el análisis,
En lo pertinente a los métodos y formas contribuyendo para la elaboración de refe -
de construcción de los procesos, aparece con rentes nuevos, capaces de conformar una
mucha insistencia la idea de articulación en nueva base teórica orientadora de la prácti -
forma de redes. ¿Es posible preguntarse si ca a partir de lo que ya viven, con todas sus
eso es suficiente y cuál sería su contenido? contradicciones, las clases populares.
A la fecha encontramos dos tendencias Otro elemento importante, que no apa -
en la lectura de las estructuras de acción y rece de forma explícita en los textos, es el
organización popular. La primera resalta análisis de cómo se viene dando la articula -
el aspecto de la organización de base en ción de las diferentes redes; como aquellas
grupos articulados en redes, con acción impulsadas por las organizaciones concen -
orientada hacia la solución de problemas tradas en la educación popular que enlazan
por su propio esfuerzo y en pos de la a las demás estructuras de mediación y
(re)construcción de las relaciones sociales otras redes con los movimientos, las articu -
y con la naturaleza. Para esa tendencia, laciones y las redes populares. Es decir, en
los movimientos sociales populares orga- cada país latinoamericano, ¿cómo se está
nizados verticalmente, representan la an- procesando la (re)articulación del campo
tigua forma de estructura de organización popular?; ¿cuál es el papel de la educación
y acción popular. En contraste está otra popular en ese proceso?; ¿cómo, respetando
tendencia, que se afirma en la tradición la diversidad, se pueden construir elemen -
marxista. Esta tendencia hace hincapié tos de identidad sin los cuales el campo po-
en la importancia de la acción reivindica- pular continuará fragmentado?
Por último, en los textos no fue posible
percibir cómo avanza la relación de las di -

13 Para la apropiación de estas diferentes interpretaciones ver la obra organizada por Scherer-Warren y Krischke
titulada Uma revolução no cotidiano? Os novos movimentos sociais na América do Sul (1987).

73
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

versas organizaciones del campo popular (y, rescate. Por ello, y considerando la educa-
específicamente las agrícolas y campesinas) ción en su especificidad, planteo algunas
con otros campos de la sociedad. Los textos ideas sobre los siguientes aspectos: qué res-
no definen si la forma de relación contiene cata el movimiento de educación popular;
la ruptura como punto de referencia, lo que qué resignifica-refundamenta y qué otros
significaría negociación articulada con la aspectos necesitan mayor profundización.
idea de conflicto y ruptura, si bien, necesa -
riamente, bajo la perspectiva de la noción a) Rescates realizados por el movi-
de proceso.14 miento de educación popular

3 . EL MOVIMIENTO DE
EDUCACIÓN POPULAR
Un primer rescate importante es el de la
historia de la educación popular. Los antece-
dentes históricos la remontan principalmen-
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® te al final del siglo XIX e inicio del siglo XX,
desarrollándose, particularmente, en el co-
mienzo de la década de 1960 y teniendo el pe-
Todos los documentos y textos, de una forma ríodo de mayor expansión en la de 1980. A la
u otra, abordan el choque y la crisis que la educación popular se le sigue presentando
educación popular tuvo a partir de la segun- como resultado de la historia latinoamerica-
da mitad de la década de 1990. No obstante, na, vinculada con los procesos so-
en el período que fueron escritos la mayoría cio-culturales y políticos del continente, al
de los textos (2000-2003), puede decirse que ideario de Paulo Freire, de la teología de la li-
hay en la teorización y práctica de la educa- beración, de las teorías del desarrollo y de la
ción popular una tendencia hacia la resigni - teoría de la dependencia, del referencial mar-
ficación-refundamentación, articulada a un xista y de las experiencias revolucionarias
movimiento de rescate de lo que podemos ocurridas en el mundo y también en América
llamar “núcleo duro” de la educación popu- Latina. Merece destacarse en este rescate, la
lar. relación establecida entre la educación popu-
lar y los momentos históricos en cada una de
sus fases. Esto es, la postura que toma la edu-
Merece destacarse en este cación popular frente al movimiento o avance
del proyecto hegemónico y el avance del movi-
rescate, la postura que toma la
miento popular, de sus luchas e intencionali-
educación popular frente al dades políticas.15
movimiento o avance del proyecto Un segundo elemento importante es la
hegemónico y el avance del presentación de la educación popular, al
mismo tiempo como práctica y como teoría,
movimiento popular, de sus esto es, como una concepción educativa.
luchas e intencionalidades Como práctica, la educación popular está
políticas. vinculada al acto de educar, a una multipli-
cidad de acciones o prácticas educativas
plurales, con diferentes y diversas caracte-
En este sentido, en las próximas líneas rísticas, orientadas por una intencionalidad
considero un doble “movimiento de la edu - transformadora. Como teoría, la educación
cación popular” en este periodo histórico, popular es una pedagogía, una teoría de la
analizando lo que definí como refundación y educación, siempre en proceso de revisión y

14 Vale destacar que, para Freire (1985), la construcción de una conciencia en proceso de humanización ocurre en el
conflicto y en la revelación de las raíces estructurantes de este conflicto, que son elementos centrales para la
construcción del sujeto en proceso de transformación y con ella comprometido.
15 Prácticamente todos los documentos y textos hicieron referencia a la historia de la Educación Popular.

74
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

focan también la dimensión productiva


(rescate del trabajo como formador de lo
humano); la dimensión psico-afectiva
(importancia del amor, de la alegría y de
la espiritualidad) y la dimensión corporal
(cuidado de la salud y del cuerpo).
• Ética y vivencia de va lores. Es muy per-
ceptible el hinca pié en la éti ca, que ad -
de la di men sión de la concientización quiere sen tido y realidad en la vi ven cia
po lí ti ca. Por el contra rio, im plica, por de la práctica de nue vos valores. Esto lo
una parte, agre gar una vi sión más am - podemos tra ducir en la metáfora “es ne-
plia de con cientización que, además de cesario co men zar en casa” y sig ni fi ca la
política es eco ló gi ca, respe tuo sa de la necesidad de una viven cia radical de la
di ver si dad cultu ral, ge ne ra cio nal, reli - democracia en las di fe ren tes estructu-
gio sa y ét nica, de género, con fir meza ras de media ción del campo popular. A
éti ca, esté tica y, por otra, compren der par tir de la lectura ya no hay más es pa-
que el tra bajo educa ti vo (en la pers pec - cio para las ma nipulaciones, fal ta de so-
ti va de consti tu ción de ra cio na li da des lidaridad, dog matismos,
más am plias y en mo vi mien to), ne cesita vanguardismos o falta de respe to a las
abor dar se con una visión in tegral e in - diferencias, tanto dentro de cada or ga-
te gra da (corpo rei dad, es piritualidad, nización como en la relación de las orga-
emo ción y racio na li dad) del ser hu mano nizaciones entre sí, en la re la ción de los
y el mun do: so mos se res de y en relación agentes de me dia ción, inclui dos di ri-
con. gentes y lide raz gos, y en las re laciones
•La ampliación de los aspectos que pode-
mos considerar como fundamentales
para la pedagogía de la educación popu-
lar. Además de la dimensión política y de
La capacidad reflexiva y de discernimiento de
la organización política del pueblo, apa- las clases populares resulta, en la pedagogía,
recen como fundamentales la dimensión un proceso educativo que debe abdicar del
cultural (rescate de la cultura, construc-
adoctrinamiento y apostar al diálogo. En la
ción de la identidad, lectura crítica de la
realidad, respeto a la diversidad y viven- orden del día parece necesario comenzar ya la
cia de la interculturalidad) y la dimen- construcción de otro modo de vida.
sión ética (con fuerte aporte para la
vivencia de los valores, diálogo, partici-
pación). Algunos documentos y textos en- con las clases po pulares. La ca pacidad

16 Ver especialmente los documentos de Fe y Alegría que presentan una reflexión importante y bien detallada sobre
la pedagogía de la Educación Popular en los espacios formales de educación, así como algunas experiencias. Esta
organización actúa también en espacios no-formales. Vale la pena leer la síntesis de la Educación Popular
Cristiana, contenida en la Memoria del VI Curso Latinoamericano de CELADEC, 2003.
17 En Brasil, muchos movimientos sociales populares como el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) y la
Central Única de los Trabajadores (CUT) poseen experiencias de escolarización en todos los niveles. Muchas
administraciones populares poseen como referencia la concepción de educación popular. Lo que se ha percibido
en Brasil, es que algunas escuelas han participado en este movimiento de renovación, abriéndose a un
movimiento socio-cultural más amplio; realizando la educación contextualizada; produciendo enseñanza,
investigación y conocimientos relevantes para la intervención en la realidad; estableciendo nuevas formas de
relación con la comunidad; creando nuevas maneras y formas de educar; respetando la diversidad cultural;
construyendo nuevas formas de organización de la base curricular; innovando en los tiempos, superando la
evaluación seriada; instituyendo la práctica del trabajo cooperativo. No obstante, es importante mencionar que
en las escuelas dirigidas por movimientos populares, las contradicciones en la práctica de la educación popular,
desde los espacios formales, han presentado grandes polémicas, contradicciones y desafíos.

76
La Piragua

re fle xi va y de discernimiento de las cla- rrollo y democratización del espacio públi -


ses po pulares resul ta, en la pe dagogía, co hasta la proposición general de
un proceso edu cativo que debe ab dicar democratización de la sociedad. No se ob -
del adoc trinamiento y apos tar al diá lo- serva un esfuerzo ma yor de in cidencia en
go. En la orden del día parece ne ce sa rio la for mulación, lo que lle varía a la educa -
co men zar ya la construc ción de otro ción popu lar a reto mar, más allá de la
modo de vida. práctica es pe cí fi ca, la vin culación con el
cam po popular y la inci den cia en la ela bo -
c) Algunas necesidades de profun- ración de sus es trategias, re tomando su
dización papel de intervención en la di ná mi ca po -
lí ti ca y or ganizativa po pular, además de
Ha sido también posible percibir al gu- contribuir desde su queha cer es pecífico a
nos aspectos que necesitan mayor profun- la for mulación cuando es in suficiente o
dización. Tres de ellos parecen tener cuan do está en vías de cons ti tu ción.
mucha relevancia. Un segundo aspecto remite a la necesi-
Po de mos lo calizar una ten sión en la dad de hacer explícita la actual política edu-
relación de la educación po pular con la cativa hegemónica y lo que propone para la
ob je ti va ción de su in tencionalidad polí ti - educación del pueblo. 18 Esto significa com -
ca para este mo men to histórico, es de cir, prender esta política en detalle para poder
con el pro pó si to de una inci den cia mayor moverse e intervenir mejor en los procesos
en la realidad. En este aspecto, continúan educativos y avanzar en la formulación de
todavía muy fragmentadas las propuestas la educación popular.
que van desde la economía solidaria, cons- El tercer aspecto se refiere a la necesi-
trucción de un proyecto sostenible de desa- dad de avanzar en el análisis de la educa-

18 La concepción hegemónica es la que emana del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco
Interamericano de Desarrollo (que tienen por detrás el Grupo de los 8 –los países más ricos del mundo– entre
ellos Estados Unidos). Se sabe que el proyecto pensado y puesto en práctica por estos organismos internacionales
y por el G8 es el neoliberalismo, y se sabe lo que esto significa: pérdida de soberanía, abrogación de derechos,
desempleo y aumento de la pobreza. En educación, este proyecto se desdobla en el entendimiento de la educación
popular como educación de los pobres. La política es la de privatización de la educación; deja de ser derecho y se
torna mercancía que se compra y vende en el mercado. La educación pública se restringe a la educación básica
para los pobres, realizada en coparticipación con la sociedad civil. Existe la descentralización interna en los
países y centralización en nivel global de la formulación de la política, de la concepción de educación, del
monitoreo y del financiamiento de la educación. La educación es vista como inversión que genera incremento de
la productividad de los individuos en el mundo del trabajo y mejora la calidad de vida. El mercado dicta la
demanda y pauta del proyecto pedagógico. Hay una adecuación de la concepción y de la práctica educativa a las
demandas del nuevo parámetro de acumulación capitalista. Esta práctica educativa apunta a la formación de un
hombre polivalente, flexible en su capacidad de trabajar abstractamente, que sepa trabajar de forma
participativa y se exprese en la pedagogía de la calidad total. La otra concepción es la que emana de la Familia de
las Naciones Unidas (ONU). Esta concepción entiende la educación popular como educación para el cambio.
Tiene su formulación más acabada a partir de la Conferencia de Educación para Todos (Tailandia 1990). Trabaja
con una concepción amplia de educación: educación formal (escolarización, con especial interés en la educación
básica), educación infantil, educación de jóvenes y adultos, educación profesional. Rescata el concepto de
educación permanente y de educación para toda la vida. La ONU realiza una articulación de la educación con el
paradigma del desarrollo humano, esto es, desarrollo centrado en la calidad de vida para que pueda haber
desarrollo sostenible y desarrollo económico con equidad. El bien-estar es el objeto de las acciones educativas que
deben ser complementadas por otras políticas públicas (salud, vivienda, trabajo) para que exista desarrollo
humano. La educación se centra en las necesidades básicas de aprendizaje: instrumentos, contenidos,
habilidades y valores. El aprendizaje debe estar al servicio de la calidad de vida, coparticipación entre Estado y
sociedad. Recupera el papel del Estado en las políticas públicas y establece una relación entre desarrollo
económico y desarrollo humano, propone que la educación contribuya a erradicar la pobreza por medio del
desarrollo sostenible. Esta concepción, aunque busque rescatar el papel de las políticas públicas y la dimensión
del derecho del pueblo a la educación, se vincula a una propuesta de cambio o de mejora del capitalismo. Aunque
critica al neoliberalismo, no hace una crítica radical a ese proyecto. No propone cambio en las estructuras,
solamente busca un capitalismo humanizado o humanizar el capitalismo (Paludo, 2001). Vale la pena leer el
texto de José Rivero M. que analiza El Cambio Educativo en América Latina, en Jornada Latinoamericana y
Caribeña de Ecumenismo, CELADEC, 2003.

77
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS

ción que interesa hoy para las clases dad de la resignificación de la concepción de
populares, entrando más en las especifici - educación popular. Así, el proceso de refun-
dades de una propuesta políti - damentación tiene y gana otro sentido, por-
co-pedagógica. Qué es una educación de que se realiza desde una determinada
calidad para el pueblo, practicada desde la dirección, desde un determinado norte que
concepción de la educación popular: ¿una es el compromiso histórico, ético, político y
educación que capacite para los desafíos de pedagógico de la educación popular con la
sobrevivir y de ser protagonista de la formación humana emancipadora de las
transformación?; ¿una educación que eleve clases populares, con su autonomía y prota-
al sujeto popular a la “condición de dirigen - gonismo y con un proyecto de futuro para la
te, para participar, formular y decidir humanidad, que sólo será posible con la
“quién dirige”?; ¿cuáles son los aprendiza - transformación de lo actual. Necesitamos
jes necesarios?; ¿cuáles son sus conteni - seguir adelante, practicando y formulando,
dos?; ¿cómo se realiza la capacitación a partir de lo (re)afirmado. Este parece ser
téc ni ca de las clases po pulares, que se el gran desafío.
torna cada día más nece sa ria?; ¿cuál es la
im por tan cia del cono ci mien to histórico Dossier consultado
acu mu la do en la educación de lo po pu -
lar?; ¿a par tir de qué teoría del co noci - Arce, Mariela, “Alforjas llenas de espe-
miento?; ¿cuá les son los méto dos?; ¿qué ranzas y experiencias de educación popu-
contenido da mos para la expre sión me to - lar; cinco ideas para compartir”.
Encuentro internacional Educar para
construir el sueño; ética y conocimiento en
la transformación so cial, febrero, 2000,
Se transitó de la crisis de la Guadalajara, Jalis co. Pu blicación Coor-
resigificación-refundamentación dinada por Carlos Nú ñez Hurta do, VIII
Sim po sio de Edu cación y Valo res, Cá te-
a un momento de rescate de dra Pau lo Frei re, Mé xico 2001.
raíces y de continuidad de la CELADEC, Cuadernos de estudio Nue-
resignificación de la concepción vas identidades, miradas y espejos... Voces y
ecos, Memoria del VI Curso Latinoamerica-
de educación popular. no de la Comisión Evangélica Latinoameri-
cana de Educación Cristiana (CELADEC),
núm. 36, 2002.
dología dia léctica (práctica, teo ría, prác - _____, Memoria de la “Jornada Latinoa-
ti ca)?; ¿cómo se des doblan los métodos en mericana y Caribeña de Educación y Ecu -
los dife ren tes proce sos: en la elaboración menismo”, Porto Alegre, 2003.
y con duc ción de proce sos edu cativos, en Centro Memorial Dr. Martin Luther
la sis te ma ti za ción de prácti cas, en la or - King Jr., notas del taller “Educación Popu-
ganización po pular, principalmente en el lar”, III Foro Social Mundial, Porto Alegre,
ini cio del proceso orga ni za ti vo y en la enero 2003.
conducción-dirección de los pro ce sos?19 Educación popular y alternativas políti-
A manera de conclusión podemos decir cas en América Latina, vol. 1, Editorial Ca-
que el momento vivido por la educación po - minos, La Habana, 1999.
pular parece ser otro. Se transitó de la crisis Fe y Alegría, Documento Base del
de la resigificación-refundamentación a un XXXIV Congreso Internacional “La Calidad
momento de rescate de raíces y de continui -

19 Fe y Alegría presenta sobre todo para los procesos formales un nivel de reflexión a partir de la experiencia
bastante profunda y detallada. Vale la pena leer sus documentos y textos.

78
La Piragua

de la Educación Popular en Fe y Alegría”, Chauí, Marilena. Conformismo e re-


Bogotá, 2003. sistência: aspectos da cultura popular no
Memoria del tercer encuentro Latinoa- Brasil, Brasiliense, São Paulo, 1986.
mericano y Caribeño de Educación Popular, Consulta popular. Análise de conjuntu-
“La construcción de historia y cultura a par- ra, marzo, 2002.
tir del pueblo, sus acciones y sus sueños”, Freire, Paulo. Pedagogia do Oprimido,
EQUIP, CMMKL, Alforja, SERJUS, Guate- RJ, Paz e terra, 1985.
mala, 2001. Gramsci, Antonio, Concepção Dialética
Revista Internacional Fe y Alegría, Re- da História, 4. ed., Civilização Brasileira,
tos de la Educación Popular, núm. 3, 2002, Rio de Janeiro,1981.
Caracas, 2002). Paludo, Conceição. Educação popular
Revista Internacional Fe y Alegría, Pe- em busca de alternativas: uma leitura desde
dagogía de la Educación Popular, núm. 4, o campo democrático e popular, Tomoedito-
2003, Caracas, 2002). rial & Camp, POA, 2001.
Salazar, Gabriel. “Integración formal e
Bibliografía adicional segregación real: matriz histórica de la au -
toeducación popular”, en Martinic & Hora-
Bogo, Ademar. Lições da luta pela terra, cio, Profesionales en la acción: una mirada
Memorial das letras, Salvador, 1999. crítica a la educación popular, Santiago de
Chile, CIDE, 1990.
Scherer, Warren, Ilse y Khischke, Pau-
lo, Uma revolução no cotidiano? os novos
movimentos sociais na América do Sul, Bra -
siliense, São Paulo, 1987.

79
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

REDES DE VIDA, REMOLINOS DE ESPERANZA,


NAVEGANDO EN LA COMPLEJIDAD

Quizás la opción más profunda,


la que da sentido a la existencia,
resulta ser la opción entre la adaptación y la
esperanza, entre la competencia y el amor,
entre el impulso de muerte y el impulso de vida.
José Luis Rebellato

Pilar Ubilla1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

E l imperio de una concepción neoliberal, la


consiguiente fragmentación en la pluralidad
las metanarrativas únicas sin negar la exis-
tencia de procesos globales. La historia de la
de mundos de vida, el predominio de la razón educación popular no aparece como un pro-
instrumental, los niveles crecientes de exclu- greso continuo y acumulativo, sino como una
sión y las nuevas formas de dominación, con- serie de procesos “desracionalizantes”, entra-
juntado todo esto con la crisis de alternativas, ñando cada uno de ellos una nueva racionali-
lleva a sostener que la educación popular hoy zación. En coherencia con sus propósitos de
en día, debe diseñarse en el marco de cons- transformación, deberíamos intentar leerla y
trucción de nuevos paradigmas, con un fuerte pensarla, también desde la dispersión. Desde
contenido ético-cultural. Las prácticas de la perspectiva de la secuencia, de un movi-
educación popular son emergentes institu- miento en el que se suceden y encadenan da-
yentes de nuevos paradigmas emancipado- tos, conceptos, ideas, dudas, hechos, que
res, sin embargo, la mirada que solemos
tener las y los educadoras/es sobre las mis-
mas, sobre la realidad y sobre los procesos de
transformación, aún está anclada, general-
Las prácticas de educación popular son
mente, en viejos paradigmas. Las prácticas
emergentes instituyentes de nuevos
de educación popular pueden entenderse en paradigmas emancipadores, sin embargo, la
el marco de construcción de caminos alterna- mirada que solemos tener las y los
tivos que aportan en el sentido de la formula-
educadoras/es sobre las mismas, sobre la
ción y emergencia de nuevos paradigmas
sociales. realidad y sobre los procesos de
Parece necesario una apertura y un reco- transformación, aún está anclada,
nocimiento de estos procesos emergentes, de
generalmente, en viejos paradigmas.
la multiplicidad y la diversidad, cuestionando

1 Profesora e investigadora de la Multiversidad Franciscana para América Latina (MFAL) y, desde el 2000 a la
fecha, es la Coordinadora de la Maestría de Educación Popular. Comenzó su trabajo como educadora en los años
setenta en el CIDC (Centro de Investigación y Desarrollo Cultural) y fue co-fundadora y presidenta de la
Cooperativa Hacer de Sur. Ayudó conformar el Grupo Praxis con José Luis Rebellato, desarrollando procesos de
educación popular desde la perspectiva del poder local y la investigación.

80
La Piragua

retornan y reaparecen en diferentes momen- miento complejo tanto como éste segrega los
tos, reelaborados, pronunciados con otro tono, antídotos contra la simplificación. Hay que
protagonizando otra inflexión. seleccionar, focalizar en lo real, pero saber
Considerar los principios de trastoca- que focalizamos y seleccionamos, recorta -
miento, discontinuidad, especificidad y ex- mos lo que nos interesa de una realidad y
terioridad, enfrentando las nociones de difuminamos el resto. Lo importante es sa -
acontecimiento, serie, regularidad y condi- ber permanentemente que simplificamos
ción de posibilidad, junto a los tradicionales por razones prácticas. Debemos ver que, al
de creación, unidad, originalidad y signifi- mismo tiempo que somos producto de una
cación y reconocer una ‘pequeña (y quizás evolución biológica, la noción de evolución
odiosa) máquina que permite introducir en biológica es producto de una evolución so-
la misma raíz del pensamiento, el azar, el ciocultural. La ideología es “teoría” cuando
discontinuo y la materialidad’. Una máqui- es abierta y acepta ser discutida, o sea, refu -
na que revoluciona la historia y la filosofía tada por la prueba de los datos fenoménicos
atacando el mito del progreso que las unía. y del razonamiento. La ideología es “doctri -
Una máquina que rompe la división entre na” cuando se cierra sobre sí misma, ha-
historia de los hechos e historia de las ideas, ciéndose inmune a toda irrupción de lo real
entre idealismo y positivismo, entre liber- fenoménico, del evento no previsto.
tad del sujeto trascendental y necesidad del
objeto empírico. Una máquina que se en-
frenta al principio de inteligibilidad históri- Una teoría no es el
ca que consiste en despreciar el evento. Una conocimiento, permite el
máquina, en fin, que nos permite romper el
continuo que la cronología desearía impo- conocimiento. Una teoría no es
ner, no siguiendo una secuencia delimitada una llegada; es la posibilidad de
e inamovible, sino pasando de uno a otro y una partida.
ensayando distintas articulaciones.
Una teoría no es el conocimiento, permi-
te el conocimiento. Una teoría no es una lle- Un nuevo paradigma comporta incerti-
gada; es la posibilidad de una partida. Una dumbres y antagonismos, al reunir térmi-
teoría no es una solución, es la posibilidad nos que se implican mutuamente. Pero el
de tratar un problema. Dicho de otro modo, nuevo espíritu consiste en hacer progresar
una teoría sólo cumple su papel cognitivo, la explicación no eliminando la incertidum -
sólo adquiere vida con el pleno empleo de la bre y la contradicción, sino “reconociéndo -
actividad del sujeto. Y es esta intervención las”; es decir, hacer progresar el
del sujeto, la que le confiere al término de conocimiento poniendo en evidencia la zona
‘método’ su papel indispensable. de sombra que comporta todo saber, pues la
Tenemos la mala costumbre de pedirle a ignorancia reconocida, se vuelve cualitati -
la metodología una receta y olvidamos la vamente distinta de la ignorancia ignoran -
importancia del sujeto reflexivo, autocríti- te de sí misma.
co, autocorrector. La praxis es una aventu- Durante mucho tiempo, y hoy todavía
ra que a cada instante corre el riesgo de para muchos espíritus, la ciencia era identi -
confusión y simplificación. No olvidemos ficada con la verdad. La ciencia parecía el
que el pensamiento es el arte de navegar único lugar de certidumbre, de verdad cier -
entre confusión y abstracción, el arte de dis- ta, en relación al mundo de los mitos, de las
tinguir sin aislar. La distinción requiere la ideas filosóficas, de las creencias religiosas,
conexión, que requiere a su vez la distin- de las opiniones. Es preciso dejar de soñar
ción. No están jerarquizadas la una a la con una ciencia pura, una ciencia liberada
otra. En este sentido, los procedimientos de de toda ideología, es decir, una ciencia “ ver-
la simplificación forman parte del pensa- dadera” de una vez por todas; por el contra -

81
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

rio, es preciso que haya conflicto de ideas en emergencia de la reali dad sin reducirlos
el interior de la ciencia, y asumir que la a las uni dades elemen ta les y a las leyes
ciencia implica ideología. No obstante, la generales. Si aplicamos la visión cientí fi-
ciencia no es pura y simple ideología, pues, ca “clá sica” a la so cie dad, no vemos más
animada por la obsesión de la objetividad, que determinismos. Este tipo de conoci-
traba una relación permanente con el mun - miento excluye toda idea de autonomía en
do y acepta la validez de los observadores y los individuos o en los grupos, ex cluye la
experimentadores. Si en efecto la ciencia individualidad, excluye la finalidad, exclu-
traba un intercambio particular con la rea - ye al sujeto.
lidad del mundo de los fenómenos, su ver -
dad en tanto que ciencia no reside, sin
embargo, en sus teorías, sino en las reglas
del juego de la verdad y del error.
El desafío de una nueva
Estalla el marco de una racionalidad es- transdisciplinariedad, requiere un paradigma
trecha. Se observa la irrupción del desorden que ciertamente permita distinguir, separar,
y el azar en la ciencias físicas, la irrupción
oponer y por tanto, poner en relativa
de aporías o antinomias lógicas en el cora-
zón del conocimiento (¿cómo puede ser el disyunción estos dominios científicos, pero que
hombre su propio objeto, cómo encontrar un a la vez desarrolle la comunicación y relación,
punto de vista universal cuando se forma evitando el reduccionismo epistemológico.
parte de una sociedad particular?), y la
irrupción correlativa del problema del suje-
to observador y conceptuador en las cien - Nos acercamos a una nueva noción de
cias físicas y humanas. autonomía: un sistema abierto es un sistema
La disociación entre sujeto y objeto es que alimenta su autonomía, pero a través de
uno de los aspectos esenciales de un para- la dependencia con respecto al medio exte-
digma general que se basa en la disyunción rior. Esto quiere decir que, contrariamente a
y la reducción. Se trata de una dicotomía la oposición simplificante entre una autono-
mediante la cual el pensamiento científico, mía sin dependencia y un determinismo de
o bien pone en disyunción realidades inse- dependencia sin autonomía, deberíamos
parables sin poder considerar su vínculo, o concebir la noción de autonomía en relación
bien las identifica por reducción de la reali- con la idea de dependencia, y esta paradoja
dad más compleja a la realidad menos com - fundamental es invisible para todas las vi-
pleja. Así, física, biología, antropología, siones disociadoras para las que existe una
sociología, pedagogía, se han convertido en antimonia absoluta entre dependencia e in-
ciencias en total disyunción, y cuando se ha dependencia. Este pensamiento clave de au-
querido o se quiere asociarlas es por reduc - tonomía/dependencia es lo que la realidad
ción de lo biológico a lo físico-químico, de lo nos obliga a concebir. Y por lo demás, cuanto
antropológico a lo biológico. más desarrolle un sistema su complejidad,
El desafío de una nueva transdiscipli- más podrá desarrollar su autonomía, más
nariedad, requiere un paradigma que cier - dependencias múltiples tendrá. Nosotros
tamente permita distinguir, separar, construimos nuestra autonomía psicológica,
oponer y por tanto, poner en relativa dis - individual, personal, a través de las depen-
yunción es tos dominios científicos, pero dencias que hemos experimentado (la fami-
que a la vez desarrolle la comunicación y lia, la escuela, las dependencias laborales,
relación, evitando el reduccionismo episte - políticas, etcétera). Toda vida humana autó-
mológico. El paradigma simplificador es noma es un tejido de dependencias. Por su-
insuficiente y mutilante. Ne ce si ta mos un puesto que si aquello de lo que dependemos
paradigma de com plejidad que opon ga y nos falta, estamos perdidos; esto quiere decir
asocie a la vez, que con ci ba los ni ve les de también que el concepto de autonomía es un

82
La Piragua

concepto no sustancial, sino relativo y rela- Los procesos de transformación debe-


cional. No digo que cuanto más dependiente ríamos mirarlos a la luz de la dinámica his -
se es, se sea más autónomo. No existe reci- tórica entre lo instituyente y lo instituido.
procidad entre estos términos. Digo que no Uno y otro se necesitan mutuamente. Lo
se puede concebir la autonomía sin depen- instituyente tiene que ver con la creativi -
dencia. dad, con ese movimiento que irrumpe y que
trasciende ampliamente la búsqueda de si -
militudes e identificaciones. Lo instituyente
se vincula con el papel de la imaginación. En
Los paradigmas no están ya elaborados. No la historia del pensamiento occidental la
imaginación ha sido postergada por la racio-
se construyen en solitario. Responden a
nalidad. Ha sido reprimida. Pero lo institu -
esfuerzos de generaciones enteras. Encuentran yente no puede quedar en un proceso en el
momentos propicios en los períodos de crisis.... aire. Se concreta en productos, creaciones,
A veces se muestran dentro de la contradicción. conocimientos, saberes, instituciones. Lo
instituido es expresión del proceso institu -
Son profundamente dialécticos. yente. El problema aparece cuando lo insti -
tuido se vuelve absoluto, negando la fuerza
de lo instituyente. La institución se pre -
Según Maturana y Varela, 2 el paradig- senta con la fuerza de lo natural, normal e
ma de la complejidad está diseminado por indiscutible. Hoy se vive un proceso por el
todas partes. Esto se corresponde con la cual el neoliberalismo se nos presenta ab -
idea de paradigma en construcción. Los pa- solutizando la institución del mercado: fue-
radigmas no están ya elaborados. No se ra del mercado no hay salvación. Se trata
construyen en solitario. Responden a es- de un pen sa mien to único, que en el fondo
fuerzos de generaciones enteras. Encuen- es un no-pensamiento, en tanto no cree
tran momentos propicios en los períodos de en la existen cia de al ternativas. Es una
crisis. Allí se gestan, a veces en forma su- actitud pro fundamente dogmá ti ca, que
mergida, sin percibir el alcance de lo que niega la posibilidad de la pregunta, así
sustentan, en cuanto a nuevos marcos teó- como la emergencia de voces distintas y
ricos y en cuanto a nuevos valores éticos. A discrepantes.
veces se muestran dentro de la contradic- Pero a la vez, debemos reconocer que
ción. Son profundamente dialécticos. El muchas transformaciones y revoluciones
análisis sistémico, propuesto por las teo- nacieron desde un instituyente en ebulli -
rías de la complejidad, resulta sugerente y ción, fueron tremendamente creativas y
relevante para los análisis sociales. Sitúa luego, la fuerza de lo viejo gana terreno. Lo
en el centro de la reflexión las categorías instituido comienza a ahogar las voces. Lo
de auto-organización y de auto-producción nuevo se vuelve una repetición. En reali -
(autopoiesis). La vida es au- dad, el cambio ha agotado sus potencialida -
to-organización; la muerte, por el contra- des. La imaginación ha sido reprimida, lo
rio, es equilibrio, he teronomía, quietud. instituyente está activo, pero latente.
Nuestra sociedad está llena de institucio- Desde hace muchos años, a lo largo de
nes de muerte, en tanto cristalizadoras de toda América Latina, se desarrollan innu-
procesos de retroalimentación. Los bucles merables prácticas sociales y de educación
se solidifican y las instituciones se vuelven popular, muchas veces no valoradas sufi -
perennes. Los sujetos pierden su capaci- cientemente. Prácticas que encierran una
dad de autonomía. intencionalidad transformadora. No siem -

2 Maturana Humberto y Varela Francisco, De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la organización de lo vivo,
Santiago de Chile, 1995.

83
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

pre coherentes, no suficientemente siste- te contradictorios, terminan siendo funciona-


matizadas, cargadas de logros y de fracasos, les a la globalización neoliberal. El imagina-
a veces no evaluadas. Nacidas de la fuerza rio de la tecnología transformada en
del movimiento y de la potencia instituyen - racionalidad única, impone el modelo de la
tes, pero quizás corriendo el riesgo de que - razón instrumental, ahogando los potenciales
dar cristalizadas en lo instituido. Muchas de una razón práctica emancipatoria. El ima-
veces pasan desapercibidas, otras veces son ginario social de la postmodernidad, a través
desvalorizadas, otras son utilizadas por el de su prédica de la necesidad de una ética dé-
propio sistema y otras son limitadas, desco- bil, termina socavando los potenciales para la
nocidas y alejadas de la construcción de un construcción de alternativas globales; las uto-
proyecto político alternativo. Prácticas que pías son disueltas y la subjetividad es sepul-
articulan lo micro y lo macro, la organización tada. La pluralidad de micro-relatos se pierde
y los procesos pedagógicos, las respuestas a en la fragmentación. El imaginario postmo-
necesidades y las culturas, los símbolos, los derno, más allá de los aportes sugerentes en
ritmos. Prácticas cargadas de utopía, pero el campo de la diversidad y del sentido de la
que a la vez buscan dar respuestas concretas. incertidumbre, termina en un planteo nihilis-
Constituyen un verdadero laboratorio donde ta y en la imposibilidad de un mundo alterna-
generaciones enteras construyen un proyecto tivo. El imaginario social de la despolitización
de futuro, que hoy se está convirtiendo, cada identifica actividad política con decisiones de
vez más, en un proyecto del presente. Su no - expertos, rechazando la participación ciuda-
vedad, no siempre manifiesta, por momentos dana. El imaginario social se articula sobre la
no nos deja vislumbrar que quizás allí se está convicción de que es preciso aceptar el siste-
construyendo lo inédito. Quizás sea verdad ma en el que vivimos, pues carecemos de la
que, cuando un nuevo paradigma avanza, posibilidad de construir alternativas.
quienes están implicados en el mismo, no son
conscientes de ello. Prácticas cargadas de los
valores de la solidaridad, en un mundo insoli-
dario; de los valores del reconocimiento, en un
Quizás sea verdad que, cuando un nuevo
sistema que ningunea; prácticas cargadas de paradigma avanza, quienes están implicados
ética y ética que se alimenta de prácticas co - en el mismo, no son conscientes de ello.
lectivas. Prácticas que apuestan al crecimien-
to en la libertad, pero a la libertad de quien no
se siente libre si los demás no lo son. Así, los espacios que buscan ser alterna-
tivos muchas veces reproducen las relacio-
nes de asimetría, la dominación, la
...a lo largo de toda América concentración de poder; en una palabra, la
Latina, se desarrollan lógica del sistema. Es allí donde la ética y
una práctica social liberadora saben que de-
innumerables prácticas sociales ben comenzar la lucha por el trastrocamien-
y de educación popular, que to del modelo, de sus valores dominantes y
encierran una intencionalidad de sus relaciones centradas en el poder. Es
allí donde se debe construir desde ya la de-
transformadora. Nacidas de la
mocracia, un nuevo poder y nuevos valores
fuerza del movimiento y de la éticos. Las alternativas globales requieren
potencia instituyentes. su construcción desde todos los espacios de
la sociedad civil, no es necesario esperar el
cambio estructural para entonces iniciar el
En esta matriz de discurso hegemónico, cambio que deseamos realizar. Las partes
confluyen varios imaginarios sociales que, si -en cierto modo- deben anticipar la trans-
bien pueden presentarse como aparentemen- formación del todo.3

84
La Piragua

Sin ánimo (ni posibilidades) de agotar el cons truc ción de alter na ti vas de vida des -
tema, destaco fragmentaciones en las cua - de los movi mien tos po pu la res; una ética
les debemos trabajar desde nuestras prácti- asentada en la vuelta del suje to viviente,
cas de educación popular porque se que ha sido repri mi do, ne gado, des plaza -
presentan como desafíos ineludibles de una do, por el actual mo de lo domi nan te de so-
propuesta transformadora: la articulación cie dad.
entre lo micro y lo macro, entre los procesos Los procesos de cambio que se operen
de organización y los de formación, entre la desarrollando vínculos más estrechos con la
resistencia al modelo y la elaboración y ex- vida cotidiana, la memoria histórica y las
perimentación de propuestas alternativas, tradiciones culturales, adquieren mayor ra-
entre la práctica y teoría, entre forma y con- dicalidad y se afianzan con más fuerza que
tenido, entre racionalidad y emotividad. No aquellos procesos donde lo político aparece
podemos confundir fragmentación con di- desligado del contexto vital, aún cuando és-
versidad. La cultura dominante resalta con tos logren ritmos más acelerados. Las lu -
tanta fuerza la diversidad hasta el punto de chas contra la explotación y la exclusión,
promover la fragmentación y el privatismo. deben coincidir cada vez más con los proce -
En tal sentido, una cultura de la postmoder- sos singulares que transforman las relacio -
nidad puede resultar funcional a la lógica nes entre los individuos y las colectividades
dominante de los modelos neoliberales. Sin y la naturaleza, tanto en el mundo material
embargo, la diversidad y la creatividad son como en el simbólico-cultural.
dimensiones fundamentales de la gestación Refundar la esperanza y construir jun -
de alternativas. tos alternativas populares frente a la crisis
de civilización, supone aproximarnos a la
percepción de la complejidad de la realidad.
Supone un cambio de paradigma. Dicho
Cuando la globalización se impone con cambio se opera, tanto en el nivel de nues -
fuerza inaudita desde la hegemonía neoliberal, tra percepción de la realidad, como en los
valores que acompañan dicha percepción.
la construcción de proyectos alternativos debe Según Capra, el nuevo paradigma es
tener también una dimensión de globalización. una visión holística de la vida: un todo inte -
grado, con interdependencia entre los fenó -
menos, inserto en los procesos de la
La liberación im pulsada por los movi- naturaleza (ecología). La ecología profunda
mientos populares, sólo puede ser efectiva no separa a los humanos del entorno natu-
en tanto apunta a la transformación de la ral; por el contra rio, per mite aprehen der -
sociedad, por lo que la lucha de cada movi- los como una red de fenómenos. Ve a los
miento tiene un alcance universal, expre- humanos como una “hebra de la tra ma de
sa las ansias de liberación de todos los la vida”, es decir, forman do par te de una
excluidos y oprimidos. Cuando la glo bali- or ga ni za ción sis té mi ca. La ecolo gía so -
zación se impone con fuerza inaudita des- cial da un paso más: plan tea el reco no ci -
de la he ge mo nía neo li be ral, la mien to del ca rácter antie co ló gi co de
construcción de pro yectos al ternativos muchas de nues tras es truc tu ras so cia les.
debe tener tam bién una dimensión de Estas forman par te de un sis tema do mi -
globalización. Ante la globa li za ción del na dor: patriar ca do, im perialismo, ca pita -
capital, es pre ci so globalizar las res pues- lismo, racis mo. Estruc turas de
tas, promo vien do una ética de la re sis ten - do mi na ción y vio lencia que son des tructi -
cia, de la interpelación y de la vas de los eco sistemas vi vientes. 4

4 Capra, Fritjof, La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, Barcelona, Ed.Anagrama, 1998.
Capra, Fritjof /Steindl-Rast, David, Pertenecer al Universo. La nueva ciencia al encuentro de la sabiduría,
Buenos Aires, Ed.Planeta, 1993.

85
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

De la jerarquización a las redes teracciones recurrentes con otro hacen al


otro un legítimo otro en la convivencia. Las
Un nuevo paradigma supone un cambio, interacciones recurrentes en la agresión in-
una revolución en nuestra percepción de la terfieren y rompen la convivencia (...) Como
realidad. El cambio puede caracterizarse vivamos, educaremos y conservaremos en el
como pasaje desde la asertividad hacia la in - vivir el mundo que vivamos como educan-
tegración. Ambas dimensiones forman parte dos. Y educaremos a otros con nuestro vivir
del sistema de los seres vivos. Sin embargo, con ellos el mundo que vivamos en el convi-
nuestra cultura occidental ha puesto el acen- vir.”6
to en la tendencia asertiva. La asertividad se
rige en el plano del pensamiento, por medio
de un modelo de conocimiento exclusiva -
mente racional, analítico, reduccionista y li -
“El cambio de paradigma incluye, por tanto,
neal; en el plano de los valores, se sustenta el cambio de jerarquías a redes, en la
en la expansión, la competencia, la cantidad organización social.”
y la dominación. Por el contrario, la integra -
ción requiere, en el plano epistemológico, de
la intuición, la síntesis, la aproximación ho - No podemos separar el concepto de red
lística y la no-linealidad; en el nivel de los de una visión ecológica de la realidad, visión
valores, se asienta en la sustentabilidad, la que debe distinguirse de concepciones am-
cooperación, la calidad y la asociación. El bientalistas meramente conservacionistas.
nuevo paradigma de la complejidad supone La ecología profunda se basa en el reconoci-
un pasaje de la jerarquización al pensamien - miento de una serie de cambios profundos en
to y a la acción en redes: “El cambio de para- nuestra percepción del papel del ser humano
digma incluye, por tanto, el cambio de en el ecosistema planetario. Supone un cam-
jerarquías a redes, en la organización so- bio sustancial en el concepto de desarrollo
cial.”5 para superar la actual crisis de civilización.
Definimos una red como el conjunto de Unida a las categorías anteriores, se pro-
procesos de producción en la que cada com - pone el concepto de estructuras disipativas,
ponente actúa transformando a los demás. acuñado por Ilya Prigogine. La vida no pue-
La red se hace a sí misma, es producida por de definirse por la tendencia al equilibrio, la
sus componentes a los cuales también pro- tendencia al equilibrio -por el contrario- es
duce. Es un sistema vivo: las redes son pa - sinónimo de muerte. Cuando un sistema
trones de la vida, la vida como vivo ha logrado el equilibrio, muere. La vida
autoorganización: creación de sí mismo. To- se desarrolla en términos de tensión entre
das nuestras acciones tienen un fundamen - estabilidad y transformaciones permanen-
to emocional, condición de posibilidad del tes.
desarrollo del dominio racional. Lo propio Pensar y actuar en redes requiere inver-
de lo humano no está en la manipulación tir la concepción tradicional de la dialéctica.
sino en la articulación y entrelazamiento Cuando se habla de dialéctica –inspirados
entre lo racional y la emoción. No hay ac - en la tradición hegeliana– se la entiende
ción humana sin una emoción que la funde como un proceso donde la negación de los
como tal. La emoción fundadora sin la cual contrarios permite un momento de supera-
la vida carece de sentido, es el amor. Dice ción o síntesis. Desde la perspectiva de la
Maturana: “El amor es la emoción que cons- complejidad se introduce un nuevo concepto
tituye el dominio de acciones que nuestras in- que es el de bifurcaciones. Los procesos lle-

5 Capra, 1998: 32.


6 Maturana,Humberto y Varela, Francisco De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la organización de lo vivo,
Santiago de Chile, Ed. Universitaria, 1995. Maturana, Humberto, Emociones y lenguaje en educación y política,
Santiago de Chile, Hachette – Comunicación, 1992.

86
La Piragua

gan a puntos cruciales a partir de los cuales en formas de organizaciones más complejas
se bifurcan. Son procesos que abren más (redes), que se retroalimentan, que desarro -
que procesos que cierran y sintetizan. En llan vínculos afectivos, que fortalecen las
tal sentido podría hablarse de una dialécti- identidades. He aquí un componente que
ca abierta y no tanto de una síntesis dialéc- creo fundamental: la construcción de la
tica. identidad o, mejor dicho, de identidades
La educación popular está enraizada en plurales. En dichos movimientos cumple un
los movimientos sociales antisistémicos, en papel muy importante lo emotivo: lazos
sus respuestas y resistencias a esta crisis de afectivos, identidades y comunidades. De -
civilización, en sus propuestas y prácticas, ben ser redes que permitan dar respuestas
que los convierte en movimientos profunda- alternativas a nuestras necesidades; redes
mente éticos, políticos y culturales, prota- que generen efectos sinérgicos, expandién -
gonistas de cambios. Los movimientos dose a través de a lo largo y ancho de la so -
sociales surgen de una complejidad y multi- ciedad; redes asociativas que integren y
plicidad de redes, de todo tipo, efectivamen- potencien las diferencias y los aportes origi -
te no pensadas. De esa complejidad nales de los sujetos que participan en ellas;
contradictoria, van emergiendo movimien- redes que, aún partiendo estratégicamente
tos, que se desplazan en multiplicidad de de lo local, se proyecten al espacio global;
acciones y que mantienen una cierta estruc- redes que multipliquen la información; re -
tura común que permite definirlos como ta- des que permitan el desarrollo de la autoes -
les. Parece acertada la intuición y el tima y de los potenciales de cada uno; redes
análisis de algunas corrientes sociológicas, que impulsen procesos participativos de in-
cuando recurren a la categoría de “redes su- vestigación, planificación y evaluación; re -
mergidas”, buscando formular teóricamen- des que construyan y refuercen poderes
te el hecho concreto de que los movimientos sociales; redes que favorezcan el protago -
se van constituyendo según un esquema nismo.
cognoscitivo complejo: pluralidad de accio- A veces los movimientos se disipan com-
nes, funcionamiento no jerárquico, una pletamente; la diversidad ahogó la estruc -
cierta anarquía, confluencias no siempre tura. A veces, los movimientos ahogan la
conscientes. En una palabra, riqueza de la diversidad, pierden contacto con los códigos
vida, complejidad, incertidumbre, valores éticos y culturales que les dieron nacimien -
contrahegemónicos, pero construidos desde to; se cristalizan e institucionalizan. Cuan -
diversidades. Algo que sólo puede captarse do ello sucede, los movimientos han logrado
desde un socio-análisis de la liberación que un equilibrio cercano a una razonabilidad
desarrolla una metodología de reflexión a total, disolviendo sus lazos comunitarios.
partir de analizadores históricos y de anali- Los movimientos están a punto de morir,
zadores construidos. pero su muerte alimentará nuevos naci -
mientos.
Construir un proyecto político sobre un

La ecología profunda se basa en el paradigma complejo-emancipativo es una


tarea muy ardua, pues requiere superar la
reconocimiento de una serie de cambios ceguera frente a la diversidad y a la com -
profundos en nuestra percepción del papel del plejidad. Requiere de estrategas, como dice
Morin; es decir, de educadores y movimien -
ser humano en el ecosistema planetario. tos capaces de elaborar respuestas desde
las incertidumbres.
Quizás nunca como ahora, el movi-
El paradigma de la complejidad es tam- miento de educación popular se ha encon -
bién un paradigma de la diversidad y de la trado ante un desafío tan radical y tan
multiplicidad. Nos propone pensar y actuar fecundo. Si en otros momentos nos podía

87
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

entrar la duda de cuál era su alcance, en tanto al proyecto neoliberal imperante,


tanto veíamos la educación popular acota - como a las formas de pretendida democra-
da más bien a experiencias micro, hoy esa cia política, donde el componente sistémico
duda no tiene lugar. En el rico acervo de predomina sobre la iniciativa y ejercicio del
muchos años de experiencia, la educación poder por los actores sociales.7
popular cuenta con un componente de Los procesos emancipativos de distribu-
enorme alcance ético y político. Nos referi - ción y construcción de poder se transforman
mos a su postura de permanente enfrenta - en posibilidades de procesos de pedagogía
miento a la dominación, explotación y del poder. Por constituir el poder una red de
exclusión, es decir, a su capacidad de bata - estrategias, de tácticas, de multiplicidades
llar en contra de la injusticia y la opresión. de discursos dominantes y saberes someti-
A la vez, este elemento se entrelaza con dos, puede configurar un espacio de apren-
otro también de enorme alcance liberador. dizajes y desaprendizajes, de despliegue de
La educación popular mantuvo siempre lo instituyente y de re-creación de lo insti-
una firme postura antiautoritaria, lo cual tuido. La pedagogía del poder enfrenta una
le permitió desarrollar una crítica perma - cultura autoritaria, caracterizada por depo-
nente a las alternativas construidas por un sitar la ciudadanía en los expertos, técnicos
socialismo inspirado en el marxismo deter - y políticos. Se despotencializa la figura del
minista. ciudadano, en la medida en que sus funcio-
nes son expropiadas por los expertos, quie-
nes toman las decisiones. La cultura
El paradigma de la autoritaria, que propugna relaciones de do-
complejidad es también un minación/dependencia en todos los niveles
de la sociedad, penetra profundamente la
paradigma de la diversidad y de vida cotidiana, las relaciones al interno de
la multiplicidad. Nos propone los movimientos y de los espacios territoria-
pensar y actuar en formas de les; con lo cual, una democracia integral,
con fuerte base territorial y en los movi-
organizaciones más complejas mientos sociales, se vuelve escenario privi-
(redes), que se retroalimentan, legiado para el análisis de tales relaciones y
que desarrollan vínculos para su transformación.
afectivos, que fortalecen las
identidades. La apuesta continúa siendo la del
fortalecimiento del poder (de decisión, de
Nos enfrentamos al desafío de construir control, de negociación, de lucha) de los
una democracia integral potenciando una
sectores populares, pero desde la lógica de
ciudadanía crítica, implementando políti -
cas basadas en la igualdad social, la justicia desarrollar poderes diferentes a los
y en el desarrollo de una cultura que lucha dominantes.
contra todas las formas de dominación y ex-
clusión. No hay democracia auténtica sin la Los procesos de construcción de poder
participación efectiva de la ciudadanía, en local pueden convertirse en instancias pri-
especial de los sectores populares y de sus vilegiadas de educación y de desarrollo de
organizaciones. Una democracia que impul - poder local popular, articulando las visio-
sa formas de participación, control, gestión nes sectoriales con las decisiones globales.
y distribución del poder, debe oponerse, Propuesta que implica también radicaliza-
ción del poder comunicativo, fortalecimien-

7 Vuskovik, Pedro. Las proyecciones de la crisis y las estrategias de desarrollo en América Latina, en América
Latina: crítica del neoliberalismo, México, Cepna, 1992, citado.en Ana María Ezcurra, 1997:23.

88
La Piragua

to de espacio público no estatal y va, guiada por la convicción de que la cuestión


articulación entre formas representativas y del poder sigue hoy más vigente que nunca, si
formas de democracia directa. La novedad bien se plantea en términos distintos y nove-
del modelo de una democracia radical tiene dosos. La apuesta continúa siendo la del for -
su sustento en los procesos de recuperación talecimiento del poder (de decisión, de
de la inteligencia y el poder de las personas. control, de negociación, de lucha) de los secto-
El ejercicio del poder local debe apuntar a res populares, precisamente en una etapa
superar políticas sociales compensatorias, histórica en que los modelos vigentes multi -
enmarcarse en un proyecto global de lucha plican las formas y niveles de exclusión, pero
contra la exclusión social, afectar y trans- desde la lógica de desarrollar poderes dife-
formar severamente la distribución de la ri- rentes a los dominantes. Creo que desde esta
queza y, fortalecer la participación directa opción se deben pensar las políticas sociales.
de los actores sociales. Respecto a ellas se requiere un importan-
te esfuerzo de-construcción y re-construcción.
El empleo del término “políticas sociales” re-
Hoy queremos una política que suponga sulta ser tan impreciso que, por momentos,
no se percibe con claridad la diferencia res-
también el gozo, el placer y la gratificación. pecto a la utilización que del mismo hacen los
También la política puede ser una actividad organismos internacionales, tales como el
lúdica y constituir una experiencia estética. Se Banco Mundial. Será necesario abrir un de -
bate en torno a la articulación entre políticas
trata de gozar en la construcción de la sociales y ciudadanía participativa.
sociedad nueva... Un proyecto de desarrollo que quiera
ser antagónico, exige también un conjunto
La conflictividad en la construcción de la antagónico de indicadores: indicadores de
democracia supone cuestionar con firmeza desarrollo sostenible. Algunos investigado -
modelos de democracia basados en un libera- res hablan de Índice de Desarrollo Sosteni -
lismo de la neutralidad; democracias restrin- ble (SDI).8 Los nuevos indicadores deberían
gidas; democracias donde la gobernabilidad se ser resultado de debates, deliberaciones y
edifica sobre la base de la injusticia y la exclu- foros con alta participación popular.
sión; democracias preocupadas por establecer Se requiere una fidelidad creativa a
reglas de juego y reinstaurar institucionalidad un proyecto donde los sectores populares,
política, desconociendo los procesos de exclu- sus organizaciones, sean fuente inspira -
sión, desempleo, graves deficiencias en la cali- dora y protagónica. Vi vimos tiempos de
dad de vida de los sectores populares; crisis, de desafíos, de esperanzas. Vi vimos
democracias de mínimos o democracias míni- tiempos de encrucijadas históricas. Esto
mas, de carácter procedimental y no sustanti- requiere de nosotros lucidez, entrega a
vo; democracias donde el supuesto consenso una tarea li beradora, ad hesión a la utopía
se hace sin la participación de aquellos que mediatizada en proyectos efectivos. Re -
están excluidos de la vida política, porque se quiere resistencia y propuesta, radicali -
los ha excluido de la vida sin más. dad y sentido del límite. Requiere
Una educación popular que impulse una adhesión a un proyecto de au tonomía que
búsqueda, necesariamente rigurosa y creati- encuentra en la construcción del desarro -
llo local y sos tenible, ba sado en los pode -

8 Se proponen como indicadores: inversión en recursos humanos, productividad (pagada y no pagada), acceso a
trabajo remunerado dignamente, cooperativización, diversidad genética, diversidad cultural, reciclado de
recursos naturales, eficiencia energética, poder de compra, uso eficiente de recursos renovables, uso adecuado
del territorio, calidad de vida (vivienda, salud, cultura, seguridad), participación ciudadana, equidad en el
ingreso, tiempo para los demás y para uno mismo, desarrollo de potencialidades, fortalecimiento de comunidades
abiertas, creatividad y autoestima, acceso a bienes teniendo en cuenta la diversidad de capacidades, espacios,
tiempos y posibilidades.

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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

res de los sectores populares, una tarea de placer y la gratificación. También la política
importancia insustituible, pero que busca puede ser una actividad lúdica y constituir
proyección a nivel continental y mundial. una experiencia estética. Se trata de gozar
Requiere construir una globalización de en la construcción de la sociedad nueva, lo
signo contrario a la globalización neo libe - que no significa que esta construcción no
ral. Una globalización de la solidaridad. vaya a requerir esfuerzo, sacrificio y entre-
Una verdadera internacional de la espe - ga. Sin poner entusiasmo, creatividad, au-
ranza. Un mundo donde quepan todos los toestima, no es posible pensar en una
mundos. No es una etapa, es más bien un sociedad nueva establecida sobre la base de
proyecto. nuevas relaciones. Si en una época se fue
Quiero destacar la dimensión estética de muy consciente del valor de la razón, hoy en
la vida y de la política. Muchas veces hemos día nos asomamos al valor del placer, sin re-
pensado la política sobre la base de un mode- nunciar a la racionalidad. Se trata de apos-
lo racionalista y occidental. Hoy queremos tar a una visión integral de la vida y de la
una política que suponga también el gozo, el sociedad.

90
La Piragua

LAS PALABRAS SON NOVIAS QUE ESPERAN:


DIEZ REFLEXIONES PARA COMPARTIR

Y pongamos alrededor de la estrella, en una bandera nueva.


Esta fórmula de amor triunfante: con todos y para el bien de todos.
Es el sueño mío, el sueño de todos: las palabras son novias que esperan,
y hemos de poner la justicia tan alta como las palmas.
José Martí. 26 noviembre 1881.

Raúl Leis R.1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

1. Acosados por esta situación, un anciano


huyó de la aldea con su mujer y una nieteci -
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ta. Se fueron bien lejos hasta dar con el na -
cimiento de un gran río y allí construyeron

E l pueblo kuna mantiene viva su tradición


a través de narraciones orales, que son canta-
su choza. La nietecita se hizo muchacha y le
nació un niño cuyo padre era un hijo de las
estrellas. Le llamaron Duiren.
das por los sailas -dirigentes escogidos y tam- Pasaron los años. Duiren creció y se con-
bién removidos por el pueblo- mientras se virtió en un joven ágil y fuerte. Un día, de
mecen en sus hamacas en la penumbra del repente, Duiren hizo una pregunta muy im-
centro del Onmaked Nega, la Casa del Con- portante:
greso. -Abuelo. ¿Sólo somos cuatro personas?
Los sailas cantan palabras profundas. ¿No existen más personas en el mundo?
Ellos dicen: ¿Qué hay más allá, abuelo? ¿Qué hay más
-Vamos a ver primero, vamos a analizar allá?
primero las cosas- y relatan sus historias -¡No hay nadie más que nosotros, queri-
sobre la vida. Una de esas historias es sobre do niño! ¡Nadie más!
un hombre llamado Duiren. Fue en un -Abuelito, tantas montañas, tanto río,
tiempo en que los kunas padecieron cruel tantas colinas, tanta tierra, tanto cielo...
dominación. El pueblo sufría mucho y no te- ¿Sólo para nosotros cuatro?
nía capacidad en ese momento para liberar- -No hay nadie más, te digo- y le tembla-
se de la vida terrible que soportaba. ba la voz al abuelo- y el niño se quedaba en
silencio viendo a los gallinazos volar en

1 Panameño (1947). Educador popular, escritor, sociólogo, politólogo, comunicador. Presidente de Centro de
Estudios y Acción Panameño (CEASPA). Ha apoyado y apoya diversos movimientos sociales, en especial
indígenas, trabajadores, pobladores y movimientos ciudadanos. Profesor titular de sociología en la Universidad
de Panamá. Fue Directivo del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL) como Coordinador
del Programa de Comunicación Popular a nivel continental, y en la actualidad es Fiscal suplente. Cofundador y
miembro del Programa Centroamericano de Educación Popular ALFORJA y de la Coordinadora Regional de
Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).

91
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

círculo y aprovechando el viento subir, sub -


ir, subir.
Pasaban las se ma nas y el muchacho
in sis tía:
2.
-¿Abuelito, sólo nosotros cuatro? ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
Y el abuelo también insistía, pues había
guardado celosamente los episodios de ho -
rror que atravesaba su pueblo. Esas preguntas que hizo Duiren: ¿so-
-Sí, Duiren, sólo nosotros cuatro.- Y mos sólo nosotros? ¿qué hay más allá?, fue-
Duiren volvía una y otra vez a la carga. ron fundamentales para descubrir una
-Entonces ¿por qué tantos árboles que realidad que lo comprometió vitalmente,
no podemos ni contar? ¿Tantas estrellas? con las necesidades y las tribulaciones que
¿Tantos pájaros? ¿Tantos peces? ¿Tantos su gente -a la que no conocía- atravesaba.
cangrejos? ¿No hay más gente que nosotros, No se quedó en la tranquilidad que vivía,
abuelito? ¡Porque los riachuelos cantan y sino que se jugó la vida por y con los suyos.
alimentan tantos ríos! ¡Y tantos picaflores Ese allá lleno de dificultades se convirtió
chupan tantas flores! ¡Y tantos cocuyos después de mucho bregar, en la libertad y
alumbran la noche y tantos colores tiene el tranquilidad de todos y todas.
arco iris! ¿Somos sólo nosotros? ¿Qué hay más
Un día el abuelo no resistió más y le dijo allá? pregunta Duiren, y estas interrogan-
con voz emocionada: tes tienen hoy un eco impresionante para
-Pequeño mío... Sí existe mucha gente, nosotros.
no somos sólo nosotros. ¿Qué pasa en esta parte del mundo, esta
-¿Y por qué no vamos allá? ¿Por qué no Nuestra América como la proclamó José
vamos a conocerlos, abuelo? Martí? ¿Qué hemos sido? ¿Qué somos? ¿Qué
-¡No, no podremos ir allá porque mori- queremos ser? Son preguntas de fondo que
ríamos! ¡Moriríamos todos! podemos agregar a la lista.
-¿Y por qué? ¿Por qué vamos a morir ¿Existe un futuro sin sueños? ¿Qué ha-
allá? ríamos sin horizontes, sin auroras o atarde-
El abuelo le contó lentamente y con lujo ceres? ¿Qué hay más allá de la línea donde
de detalles lo que habían dejado atrás. Dui - se juntan mar y cielo, cordillera y firma-
ren se entristeció mucho y con sus ojos llenos mento? ¿Los límites de nuestras realidades
de lágrimas, subió a un cerro y pidió estar son inmutables? ¿Pueden y/o deben existir
solo. Varios días después descendió pintado formas superiores de convivencia social?
con los tintes colorados del achiote, señalan -
do así la decisión que había tomado. Los sai -
las narran cómo tomó contacto con su gente
y los animó y condujo en una larga lucha que
3.
culminó con la liberación de su pueblo. Dicen ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
que antes de Duiren los antepasados no sa -
bían llorar. Pero que este gran dirigente no
sólo les enseñó a defenderse, sino a sentir el Las utopías son pues un desafío princi-
dolor y a llorar pues él sentía como nadie el pal. El orden actual quiere enterrar la uto-
dolor humano y vibraba con la vida que latía pía a punta de golpes de mercado y
en la naturaleza que lo rodeaba. ofensivas neoliberales. La utopía no es la
evasión, ni quimera, ni los espejismos don-
de vararon los socialistas utópicos, sino que
es utopía concreta, factible e históricamen-
te viable, generadora de acciones posibles, y

92
La Piragua

al mismo tiempo ventana abierta de par en ción Inca, gracias a los informes de Vasco
par a nuevas utopías. Núñez de Balboa sobre el “descubrimiento”
Las utopías son negación de la nega- del Mar del Sur presentados a la Corte de
ción, pues critican lo sombrío, negando lo España en 1514, y que algún viajero llevara
negativo de la realidad, descubren la reali- luego a Amberes, lo que le sirvió para escri -
dad como proceso dinámico y contradicto- bir en latín el libro Utopía en 1515. Es decir,
rio pero siempre en marcha. Las utopías, hace casi cinco siglos, Moro tomó la descrip -
en este marco proyectan capacidad trans - ción de la vida de los Incas gracias al relato
formadora y se comprometen con ese de los indígenas del istmo, para elaborar
“Transformar el mundo y cambiar la vida” una de los grandes textos de la historia de la
que proclamaba André Bretón. humanidad. ¡Qué lejos y que cerca están las
La humanidad siempre construyó uto- utopías!
pías y albergó la idea de existencia de mun-
dos mejores y perfectibles.
Si nos remontamos muy atrás en la
historia de la humanidad, encontramos
4.
los textos sumerios don de se presenta una ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
Edad de Oro en la que no existían ni “víbo-
ras, escorpiones y hienas”; pasando por la
tradición milenaria de las civilizaciones Hoy, en coyunturas donde parecen abun-
americanas que hablan de espacios dife- dar las protestas sin propuestas, la realidad
rentes como el Paititi, la Ciudad Do ble de nos pide construir las propuestas con protes-
los Incas; incluyendo las tradiciones ético tas pero enmarcadas en una conciencia anti -
utópicas como el Éxodo, la Torre de Babel, cipatoria, donde se formulen y presenten
la Tierra Prometida, el Reino de Dios, la metas, que aunque no son realizables en este
Ciudad de Dios agustiniana, el Tercer Rei- momento, le den significado y sentido a los
no de Joaquín de Fiore. En occidente, for- cambios que vivimos. Perfilar un proyecto
malmente la literatura de las utopías se universalizador, generador de fraternidades
inicia con Platón e Hipodamo, el planea- pero factible y plural, es una tarea urgente y
dor de ciudades, y es imposible dejar de procesual frente a un pragmatismo ramplón
mencionar La Ciudad del Sol de Campa- que deja muchas veces sin sentido histórico y
nella, La Nueva Atlántida de Bacon, La humanizador las tareas que se emprenden.
Abadía de Thelema de Rabelais, hasta las Las utopías deben ser cada vez más
utopías modernas como Freeland de Hert- nuestras pero al mismo tiempo cada vez
zka y Un Mundo Feliz de Hux ley. más universales y sintonizarse con los
grandes avances humanistas de todos los
tiempos.
Las utopías que se desprenden de la fe
La humanidad siempre religiosa, deben situarse en el reino de
este mundo como expresión de la realiza -
construyó utopías y albergó la ción del otro. Es lo que el peruano Ro drigo
idea de existencia de mundos Montoya lla ma so cialismo mágico, la com -
mejores y perfectibles. binación de las formas más elevadas de los
avances del género humano, con las expre -
siones más profundas de la historia e iden-
tidad la ti noa me ri ca na. Lo mágico es
Fue el libro Utopía de Tomás Moro, un sinónimo de lo pro pio, de la memo ria his -
texto definitorio y para los profesores Stan- tó ri ca, del sa ber po pular aún por descu -
ley Jevons y Arthur Morgan (Berneri, 1993) brir, vitalizar y re cuperar a lo largo y
Moro conoció de la existencia de la civiliza- an cho de nuestro continente.

93
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

5. chos humanos, en unos casos individuales y


en otros políticos, sociales, económicos y cul-
turales. La gente confía cada vez menos en
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® los gobiernos y en los partidos, cada vez más
lejanos, controvertidos y centralizados; y
parece creer en lo que tiene más cerca y en
Dicen los kunas en su canto tradicional lo que toca su propia vida cotidiana.
que los vientos que azotan la tierra tienen
colores diversos. Los tiempos que vivimos
también se distinguen por poseer vientos de
diversos colores, y con diversas característi -
La gente confía cada vez menos en los
cas, y por ende la crisis puede ser percibida
gobiernos y en los partidos, cada vez más
desde diversos ángulos y perspectivas. Aquí lejanos, controvertidos y centralizados; y
los tenemos, presentes y ubicuos, los vien - parece creer en lo que tiene más cerca y en lo
tos neoliberales que soplan huracanados
que toca su propia vida cotidiana.
sumergiendo pueblos enteros -más y más-
en el pantano de la miseria sin fin. Presen -
ciamos, no sólo el derrumbe del socialismo Vivimos la nueva recomposición de los
real, sino el fracaso estrepitoso del capita - polos mundiales. El reino de la democracia
lismo real para resolver las mínimas necesi - mirada por los grupos dominantes desde el
dades básicas de la mayoría de la población color del cristal de sus intereses particulares.
del mundo. El palpitar de la cultura de la supervivencia,
el pragmatismo político y las “fugas” religio-
sas.
Las utopías deben ser cada vez
más nuestras pero al mismo
tiempo cada vez más universales
6.
y sintonizarse con los grandes ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

avances humanistas de todos los


tiempos. Pero también existen otros vientos que
hinchan las velas, levantando nuevos desa-
fíos. El desafío de construir un nuevo para-
La polarización geopolítica fue disuelta digma de manera más auténtica y
por la globalización que uniformiza al mundo. novedosa. El desafío de construir una nueva
En este marco, los procesos económicos pare- perspectiva económica humanizante, frente
cen halar a las demás esferas (social, política) a las marejadas que amenazan con barrer el
con la falacia de un mercado siempre “perfec- mundo. El desafío de construir poder social
to” y un Estado siempre “imperfecto”. Los desde abajo y desde los lados. El desafío de
pueblos parecen no verse en el espejo dilu- construir la democracia de verdad. El desa-
yendo su identidad subsumida por consumo fío de la autodeterminación y la indepen-
de horas de telenovelas, “disneys” y comidas dencia. El desafío de construir una nueva
rápidas. Es cierto que existe más democracia cultura política. El desafío de encontrar la
política, pero inmersa en procesos que cla - identidad propia y desarrollar el pensa-
man “no participes, consume”. Las palabras miento propio. El desafío de la participación
se manipulan y la democracia parece ser cada y la integralidad en la práctica social.
vez más formalista y menos real, teniendo Para Ángel Flisfisch, la historia de la
como común denominador la debilidad del humanidad puede vi sualizarse por una se-
Estado de derecho y el irrespeto a los dere- rie de momentos utópicos o principios re-

94
La Piragua

guladores, que intentan llevar al límite la ¿Cómo generar en este marco los nuevos
articulación contradictoria entre sociedad modelos y tipos de hombre que sustenta Flis -
civil, sociedad política y Estado, y que “se fisch?
muestran hoy insatisfactorios” por lo que “¿Qué hay más allá?” inquiere Duiren y
“cabe inquirir acerca de qué es lo que se nos invita, no sólo a formular teóricamente
perfila hoy como respuesta opcional” (Flis- las utopías sino a encontrarnos con los su -
fisch, 1982, p.19). Estos principios regula- frimientos de la gente, y no sólo compade -
dores son el hobbesiano que conforma el cerlos sino “escuchar con todos los sentidos
tipo de hombre súbdito, el jacobino con el abiertos... pues hace falta pasar tiempo con
ciudadano, el liberal con el propietario, el el pueblo, desnudos de protagonismo...”
marxista clásico con el homo faber, el mar- (Desafío, 1991, p.73). O como lo explicaba
xista posclásico con el hombre necesitado, un viejo campesino cuando le preguntaban
y por último el principio regulador capita- las razones de la derrota del sandinismo en
lista contemporáneo con el tipo homo eco- las elecciones nicaragüenses de 1990: “el
nómicus o consumidor. pueblo es como un anciano que habla muy
quedito, muy suavecito y que para poder es-
El gran desafío es ir construyendo la visión cucharlo, hay que acercársele mucho, mu -
cho...” (Núñez, 1990).
del mundo que queremos habitar, las Oscar Wilde escribió: “un mapa del
relaciones sociales y humanas que queremos mundo que no incluya el país de la Utopía
sostener, no merece siquiera la pena de un vistazo”.
El gran desafío es ir construyendo la visión
la economía que debe satisfacer nuestras del mundo que queremos habitar, las rela -
necesidades, el proceso que expandirá nuestras ciones sociales y humanas que queremos
capacidades humanas, individuales sostener, la economía que debe satisfacer
nuestras necesidades, el proceso que ex -
y colectivas. pandirá nuestras capacidades humanas,
individuales y colectivas.
Ante estos principios y tipos de hom-
Un mapa latinoamericano y mundial
bre, que ya no son respuesta a la articula-
sin utopía es un croquis yerto, conjunto de
ción mencionada, aparecen tres candidatos
coordenadas y meridianos rayados sobre
(que son uno) para sustituirlos: el hombre
una superficie inanimada.
liberado (expresa la dinámica de los movi-
mientos sociales), el disidente (que surge
de la esfera democrática) y el sujeto de de-
rechos humanos, atravesados por la Ética
7.
de la Política, subrayada por la idea de au-
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
togobierno, fragmentación y socialización
del poder; por la restitución a la colectivi-
dad de las capacidades y potencialidades
Está claro. Nos movemos en el marco de
personales, que se encuentran ubicadas en
un proyecto ajeno y de un pensamiento úni-
el juego de las estructuras sociales.
co. Urge el proyecto propio.
La idea absolutista del capitalismo neoli-
Se proclama: la mano invisible de la
beral de hoy es el mercado total, pero el merca-
oferta y la demanda. El mercado es la solu -
do así concebido no tiene entrañas y no tiene
ción de todos los males y el regulador de la
alma. Pero, ¿cómo humanizar un sistema que
vida societaria. Pero el problema no es el
tiene como divisa principal la ganancia? ¿Có-
mercado. El problema es una economía de
mo sostener la democracia sobre la ingoberna-
mercado sin limitaciones en el marco totali -
bilidad de una brecha entre riqueza y pobreza,
tario de la propuesta neoliberal.
que se acrecienta en extremos insostenibles?

95
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

Se afirma: el Estado inspira desconfian- te son muchos los que se agarran con manos
za, hay que minimizarlo. Pero muchos de de hierro a la esperanza.
los defectos que se le endilgan al Estado po- ¿Están los caminos cerrados para siem-
dían ajustarse perfectamente al sector pri - pre? ¿Estamos condenados a existir dentro
vado. Un Estado descentralizado, de proyectos asfixiantes donde somos sólo
democrático y social debe nacer y construir - sombras? ¿Cómo lograr el proyecto propio,
se. el desarrollo integral que se exprese en
Se decreta: la deuda externa hay que “nuevas relaciones de convivencia y no sim-
pagarla, centavo a centavo. En cambio, las plemente en el mayor acceso a los bienes,
escuelas y hospitales necesarios, la salud aunque el acceso a un mínimo de ellos, o sea
que salva vidas, las viviendas que cubren de el fin de la pobreza, es una condición funda-
la intemperie, la educación que otorga opor- mental para la realización humana?” (Igui-
tunidades, caen vertiginosamente en el ñez, 1991, 20)
abismo del no ser. La calidad de vida dismi- Martí expresa que el buen gobernante
nuye. en Nuestra América “no es el que sabe cómo
Se impone: hay que modernizarse e in - se gobierna el alemán o el francés, sino el
tegrarse y competir, sumarse subyugada - que sabe con qué elementos está hecho su
mente al orden mundial. Mientras, país, y cómo puede ir guiándolos en conjun-
nuestros países no se reconocen en el espe- to para llegar, por métodos e instituciones
jo, sus territorios y riquezas se ofrecen al nacidas del país mismo, a aquel estado ape-
mejor postor. tecible donde cada hombre se conoce y ejer-
Se ordena: ¡Abramos las fronteras! ce y disfrutan todos de la abundancia que la
¡Viva la libre competencia! Pero los produc - Naturaleza puso para todos en el pueblo
tores nacionales de todos los tamaños, de - que fecundan con su trabajo y defienden con
saparecen del mapa barridos por sus vidas. El gobierno ha de nacer del país.
oligopolios y monopolios. La forma de gobierno ha de avenirse a la
constitución propia del país... se imita dema-
siado, y la salvación está en crear. Crear es
...aquel estado apetecible la palabra de pase de esta generación. Pero
esa invitación a crear no nos aísla del mun-
donde cada hombre se conoce y do: injértese en nuestras repúblicas el mun-
ejerce y disfrutan todos de la do; pero el tronco ha de ser el de nuestras
abundancia que la Naturaleza repúblicas.”

puso para todos en el pueblo que


fecundan con su trabajo y 8.
defienden con sus vidas.
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

La persona común ya no dice: “yo creo”,


y menos: “yo pienso”, dice simplemente: “yo Mucho de nuestro pensamiento es más
sé, lo vi en la TV”, y poco a poco se convierte bien un “producto imitativo sin originalidad
de ciudadano en televidente. Las prisiones y sin fuerza, en lugar de crear repite un
son fábricas de criminales. El poder panóp - pensar ajeno”, exclama un siglo después de
tico fiscaliza cotidianamente los espacios de Martí, Augusto Salazar Bondy, y repica Da-
la vida y de supervivencia. La gente interio - río Botero Uribe: “tenemos una cultura filo-
riza la disciplina que uniformiza y les inva- sófica mimética que repite los
de el miedo a la libertad. Pero hay planteamientos que formulan los pensado-
resistencias, propuestas y afortunadamen - res alemanes, franceses, británicos, etcéte-
ra, sin vincular para nada esas reflexiones

96
La Piragua

con nuestro pasado histórico, con nuestro dos. La participación es el pivote de la inte -
ethos cultural, con nuestras necesidades y gralidad de la vida. La participación debe
perspectivas”. ser crítica, acumulativa y germinal.
El pensamiento propio no puede tomar
en cuenta una parte de la vida humana,
sino que, aunque haga su énfasis en la in -
tencionalidad que se busca desarrollar,
La participación es el pivote de
debe concebir la vida como una unidad arti- la integralidad de la vida. La
culada. Es necesario por ello, incluir y tener participación debe ser crítica,
presente lo subjetivo, el claroscuro de la co- acumulativa y germinal.
tidianidad. Se trata de buscar la coherencia
entre las diversas dimensiones, rastreando
la conformación de un sujeto más integral y
con capacidad de transformación en las di - Reconstruir la política dimensionando
versas facetas de la existencia. todos los espacios posibles con el filo de un
Construir la capacidad de apropiación planteamiento y una concepción de la vida,
y creación crítica del conocimiento univer- con un énfasis transformador; aportar al
sal acumulado, en lugar de sólo trasmitirlo desenvolvimiento de otra manera de hacer
unidireccionalmente, propiciar condicio- política, el enorme desafío que supone el im-
nes para la creación y producción de un pulso a pensamientos, metodologías, méto -
nuevo conocimiento, sin caer en el elitismo dos y técnicas que atraviesen el campo del
que niega que el pueblo es productor de co- quehacer social, apuntando a la construc -
nocimiento, o el basismo que niega el cono- ción de sujetos, paradigmas y sociedades, se
cimiento universal acumulado. En este convierte en una tarea impostergable. Urge
proceso el punto de partida y de llegada es tejer nuevas alianzas. Superar las protes -
la práctica, constituyendo la teoría produ- tas sin propuestas, por la construcción de
cida o acumulando el momento de profun- propuestas con protestas. Entonces, ¿sin un
dización, que permita a la práctica pensamiento propio puede acaso existir un
existente dar el salto de calidad hacia una proyecto propio? ¿No hay una relación di -
práctica mejorada o una nueva práctica en recta en copiar esquemas económicos, socia -
un proceso siempre ascendente. les, políticos y culturales, y las limitaciones
propias ante el mandato histórico de crear?

Construir la capacidad de apropiación y


creación crítica del conocimiento universal 9.
acumulado, en lugar de sólo trasmitirlo
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
unidireccionalmente, propiciar condiciones
para la creación y producción de un nuevo
conocimiento... Uno puede combinar en lo específico di-
versas recetas “que plantean nuevas de-
mandas y conceden auténtica prioridad a
La participación es la antítesis del auto- viejas demandas postergadas: liberación de
ritarismo que pregona una direccionalidad la mujer; liberación de las minorías sexua -
preestablecida, o del populismo que plantea les, derechos sobre el cuerpo; derechos de
el consentimiento de la gente sobre la base las culturas, las lenguas y los estilos de vida
del paternalismo; o el neoliberalismo que a una proliferación no hegemónica; integri -
pregona la participación individualista en dad y reconstrucción de la ecología; trans -
un mercado concentrador de ingresos y ex - parencia administrativa y participación
cluyente de los grupos humanos subordina- civil irrestricta en las instituciones; electi -

97
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS

vidad y revocabilidad popular de la mayor nestidad en la acción así como la


cantidad posible de funcionarios; autoges - irrestricta defensa de todos los derechos
tión en el trabajo, reducción de la semana humanos.
laboral, derecho al salario social universal
garantizado y redefinición de la ética del
trabajo; autogestión de los medios de comu -
nicación e información masivos; y algo que
Hay que pensar la democracia en grande, eso
se constituirá en la prueba de la verdad de es lo radical en el nuevo milenio.
quienes dicen creer en la democracia y la
igualdad: derecho a la ciudadanía global sin
fronteras para todos los seres humanos del Samir Amin ubica como eje de cambio la
planeta, donde quiera que estén... Ningún convergencia en la diversidad de movimien-
pedazo de la biosfera es propiedad exclusiva tos y fuerzas sociales, que permita estable-
de ninguna nacionalidad, raza o especie vi - cer la convergencia del arco iris.
viente. Hay que pensar la democracia en
grande, eso es lo radical en el nuevo mile-
nio.” (J. Dúchense).
Pero ese conjunto de aristas humaniza-
10.
doras e integrales deben de coaligarse en ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
modelos alternativos políticos, sociales, eco-
nómicos, ambientales, que permitan transi -
tar hacia una sociedad democrática a través Se hacen paradigmas al andar. La utopía
de ejes como estos: se construye cotidianamente. Se revalorizan
•Mejorar la calidad de vida de la mayoría los espacios presentes y los sujetos, no como
propósitos sino como ejecutores del cambio.
de la población, comenzando con la de
No sólo se trata del cambio de estructuras
aquellos segmentos que el modelo concen-
sino cuidar cómo se emprende esa tarea obje-
trador y excluyente en vigencia ha dete-
tiva, de manera que al mismo tiempo y en el
riorado con más fuerza.
mismo acto se construya la personalidad de
•Revertir los efectos más nocivos para el los sujetos. Se abren los espacios en los que se
conjunto de la sociedad de este modelo hace socio-política, el poder hay que cons-
LACE (Liberal, aperturista, concentrador truirlo en todos los nudos e intersticios de la
y excluyente) que con matices se ha apli - sociedad. Se amplían los sujetos reales y po-
cado en toda la región. tenciales de cambio. Hay también una am-
•Redistribuir la riqueza fuertemente con- pliación de los tiempos de hacer política,
centrada en los grandes conglomerados construyendo poder desde aquí y desde aho-
capitalistas ligados a la apertura externa. ra.
•Abrir cauces de participación ciudadana, Hace falta escuchar, con todos los senti-
para recuperar la idea de la acción colecti- dos muy abiertos, a las corrientes que reco-
va, del diálogo y de la solidaridad, susti- rren el pueblo latinoamericano, recoger
tuidas cada vez más por una matriz todas las semillas de lucha y de soluciones
cultural que apuesta a la acción, indivi- alternativas que la gente ha generado, en lo
dual y la reducción de los espacios de de - social, económico, cultural y político.
mocracia. La edu cación popular tie ne su lugar
en estas tareas como pro ceso sis te má ti co
•Generar transformaciones en la estructu- e inten cio na do de com prensión de la prác-
ra del poder económico y político, reafir- ti ca so cial para transformarla conscien-
mando los principios de la igualdad de te men te en fun ción del proce so
oportunidades, la transparencia y la ho- organizativo y en la pers pec ti va de cons-
truc ción de una socie dad de mocrática; al

98
La Piragua

ser un conjun to de acciones articuladas Barbero, Jesús. 1989. Entrevista, Re-


sis te má ti ca y procesualmente, con el fin vista ILLA No.8,: Lima, Perú.
de compren der colec ti va men te la vida Botero Uribe, Darío. 1994. Manifiesto
para transformarla or ganizadamente, su del pensamiento latinoamericano. Univer-
palabra cla ve es cohe ren cia, en tre la sidad del Valle: Colombia.
práctica y la teo ría, en tre el de cir y el ha- Duchesne Winter, Juan. Democracia,
cer, entre las di mensiones de la vida. izquierda y estadidad: nuevos paradigmas,
La esencia de la educación popular es la San Juan, Puerto Rico, 2002
metodología de la práctica transformadora, Fals Borda, Orlando. 1993. Vigencia de
y es válida, no sólo para los hechos educati- la utopía en América Latina. La Lupa, Bre -
vos, sino para el proceso global de transfor- cha: Montevideo.
mación, puesto que se hilvana en la Flisfisch, A. 1982. “Notas acerca de la
multiplicidad de la práctica social para pro- idea del reforzamiento del estado”. Revista
piciar el reconocimiento, ordenamiento y Crítica y Utopía, Buenos Aires.
comprensión de la misma, para interpretar- Galeano, Eduardo. 1991. Ser como ellos.
la desde una perspectiva humana, plural, Brecha: Montevideo.
social, popular y transformadora. Esto im - García Canclini, Néstor. 1990. “Escenas
plica la intervención consciente, crítica e in- sin territorio”, en La comunicación desde
tencionada en múltiples dimensiones y las prácticas sociales. Universidad Iberoa -
acciones de una realidad múltiple y comple- mericana: México.
ja. Hinhelammert, F. 1996. “El compromi-
Franz Hinkelammert expresa abierta- so ético político del filósofo latinoamerica -
mente la necesidad de una sociedad inclu- no”, en Revista Hombres de Maíz No. 42:
yente y no excluyente como pieza San José, Costa Rica.
fundamental de las utopías y paradigmas Iguiíñez, Xa vier. 1991. Hacia una al -
posibles: “yo creo que el criterio universal ternativa de de sa rro llo. Fon dad: Lima,
donde debemos apoyarnos no puede ser sino Perú.
aquél que los zapatistas de Chiapas recla- Kosik, Karel. 1967. Dialéctica de lo con-
maron: una sociedad en la que todos que- creto. Editorial Grijalbo: México.
pan.” Mucho antes, Thomas Mann escribió: Montoya, Rodrigo. 1992. “De la utopía
“de esta fiesta de la muerte, de esta mala fie- al socialismo mágico”. Revista ILLA No. 11:
bre que incendia en torno suyo al cielo de Lima, Perú.
esta noche lluviosa, ¿se levantará el amor al- Núñez, Carlos. 1990. Más sabe el pue-
gún día?” blo. IMDEC: Guadalajara, México.
Claro que sí. ¿Por qué no? ¿Acaso no debe Martí, José. 1984. Nuestra América en las
estar siempre en el centro de nuestras uto- entrañas del monstruo. CEM: La Habana.
pías, esa fe irrenunciable en la capacidad Palma, Diego. 1991. La democracia en
humana, en la humanización transformado- América Latina. CEAAL: Santiago de Chi -
ra? le.
Olesker, Daniel. ¿Cuáles estrategias
Bibliografía continentales alternativas? Ponencia pre-
sentada al Congreso de la Fundación Rod -
Berneri, María Luisa. 1993, El futuro ney Arismendi. Montevideo, 2001.
viaje a través de la utopía. Editorial Hacer: Salazar Bondy, A. 1988. Filosofía e
Barcelona. identidad cultural en América Latina. Mon-
te Avila: Caracas.
Sánchez U., Adolfo. 1980. Filosofía de la
práctica. Editorial Grijalbo: México.

99
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

LOS DESAFÍOS PARA LA EDUCACIÓN POPULAR Y


PARA EL CEAAL EN RELACIÓN A LA
CONSTRUCCIÓN DE MOVIMIENTOS SOCIALES

Cuauhtémoc López Casillas1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

L a construcción del sujeto fue una de las


primeras tareas que la Pedagogía del Opri-
son transferidas a otro u otros.” (Freire,
1970)
mido planteó como reto central del queha -
La EP ya es parte de la historia de los
cer educativo, por ello, desde su origen,
movimientos sociales, y será parte de su fu-
hace ya más de cuarenta años, la educación
turo si logra aportarles enfoques alternati-
popular ha estado presente en los procesos
vos y esclarecedores que les ayuden a
de promoción de las organizaciones comuni -
enfrentar los múltiples retos que les plan-
tarias y de gestión de los movimientos so-
tea la globalización del siglo XXI.
ciales y ha aportado a la génesis, desarrollo
La EP contribuyó de distintas maneras
y capacidad de incidencia de estas expresio -
a la construcción de sujetos populares y ciu-
nes organizadas de nuestras sociedades.
dadanos con capacidad de responder y ac-
“Violencia sería, como de hecho lo es, que tuar propositivamente ante los acelerados
los hombres, seres históricos y necesaria- cambios que hemos vivido en estos años.
mente insertos en un movimiento de bús- Esta contribución se desplegó alrededor de
queda con otros hombres, no fueran el diversas líneas de acción, entre ellas:
sujeto de su propio movimiento. Es por
esto mismo por lo que, cualquiera que sea La formación de cuadros
la situación en la cual algunos hombres
prohíban a otros que sean sujetos de su Los trabajos de EP se enfocaron en gran
búsqueda, se instaura como una situación medida a la formación de liderazgos indivi-
violenta. No importan los medios utiliza- duales a través de programas formativos
dos para esta prohibición. Hacerlos obje- sistemáticos (escuelas, diplomados, educa-
tos es enajenarlos de sus decisiones, que ción a distancia, etcétera). Ha sido intere-
sante ver cómo muchos de estos

1 Maestro en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la Universidad Autónoma Metropolitana. Director
General de Enlace, Comunicación y Capacitación, que impulsa diversos procesos de desarrollo local en México y
Coordinador Regional del CEAAL en México. En su trayectoria, resalta su participación como facilitador de
procesos educativos y formativos en sectores populares y su trabajo de fortalecimiento institucional de ONG.
Destaca también su trabajo en educación para la paz, la solidaridad y los derechos humanos.

100
La Piragua

compañeros y compañeras formados en el cratización de las estructuras formales de


fragor de nuestros encuentros, talleres y participación política de nuestros Estados,
círculos de estudio, han transitado de su rol ofreciendo, además, un enfoque novedoso
de dirigentes sociales o comunitarios, al de para comprender la acción social y política
dirigentes políticos, ya sea en organizacio- como procesos en movimiento y como ejerci-
nes gremiales o partidos políticos, e incluso, cios de acción ciudadana.
situándose en espacios donde pueden estar
jugando un papel significativo como funcio- Comunicación y cultura popular
narios públicos en algunas instituciones del
Estado (Procuradurías de los Derechos Hu- Junto a lo anterior, la EP impulsó una
manos y/o instituciones encargadas de los importante vertiente comunicativa y de re -
procesos electorales) o de gobiernos locales, creación cultural desde la implementación
estatales y federal. de herramientas comunicativas como apoyo
a la labor concientizadora, hasta el desarro -
llo de estrategias de comunicación popular

La EP ya es parte de la historia de los muy complejas y de alto impacto, partiendo


de la recuperación crítica y la devolución
movimientos sociales, y será parte de su futuro sistemática de la cultura y haciendo uso al -
si logra aportarles enfoques alternativos y ternativo de los medios de comunicación
tradicional, al mismo tiempo que desarro -
esclarecedores que les ayuden a enfrentar los llando medios de comunicación alternati -
múltiples retos que les plantea la globalización vos, ya sea para la difusión de temas
del siglo XXI. concretos (violencia contra las mujeres e in-
trafamiliar, derechos humanos, etcétera) o
en despliegue de campañas para la promo-
La promoción social de la organi- ción del voto, e incluso desde la lógica de or-
zación comunitaria ganizaciones políticas y su búsqueda de
penetración social. La diseminación social
Los procesos de EP han ayudado a gene- de los postulados participativos ha alcan -
rar fuerza y tejido social a través de ese ári- zando a permear al conjunto social, no sólo
do trabajo de promoción, de gestión de la en las organizaciones, sino en las escuelas,
organización de base. La construcción de instituciones y programas de gobierno, en
actores colectivos por su fortaleza y capaci- la empresa, en la iglesia, etcétera.
dad de movilización van logrando desdo- La anterior es una forma muy esquemá-
blarse en partidos políticos, o aliarse con tica, y por lo tanto limitada, de mostrar lo
ellos, luchando por la reivindicación de sus que la EP ha trabajado en los últimos cua -
demandas, y así, incidiendo en la acción de renta años; acciones siempre vinculadas al
los distintos gobiernos. desarrollo de los movimientos sociales (po-
pulares y ciudadanos) y sus expresiones polí -
La participación y educación ciu- ticas. Las experiencias concretas detrás de
dadana cada una de esas vertientes son muchas a lo
largo de todo el continente. La educación po-
En un sentido más amplio al anterior, pular fue fecunda y al crecer los movimien -
en los años de las transiciones políticas de tos sociales también se desarrollaron
nuestros países, la EP desarrolló muchos diversas elaboraciones conceptuales educa-
esfuerzos en la constitución de organizacio- tivas, prácticas similares con apellidos dife -
nes de ciudadanos aglutinados en torno a la rentes: educación ambiental, educación en
lucha por la vuelta a la democracia y/o la derechos humanos, educación para la paz,
exigencia de la limpieza y equidad de los educación para la equidad de género, educa-
procesos electorales. Se aportó a la demo- ción contra la discriminación, educación in -

101
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

tercultural, etcétera; experiencias conexiones y vasos comunicantes que se re-


provenientes de una misma raíz histórica y troalimentan y en el cual pueden incidir, y
conceptual y desarrollando postulados meto- fortalecer la lógica de que todo lo local bien
dológicos similares. “leído” es una lucha global; ahí están, por
Ahora bien, a partir de toda esta expe- ejemplo, los indígenas bolivianos que en su
riencia, reconociendo sus alcances y limita- defensa del gas natural trastocan y afectan
ciones, así como los retos del escenario global sensibles intereses de la globalización
en el que nos estamos moviendo los educado- transnacional, o bien, los zapatistas en
res populares, me parece que en términos ge- Chiapas.
nerales el principal reto actual podría
sintetizarse en la siguiente tesis: hay que re-
pensar lo político desde una perspectiva
integral y a la vez local. Lo que entre otros Ahora más que nunca, la EP debe ayudar a
aspectos implica los siguientes focos de aten -
demostrar la tensión y articulación existente
ción:
entre los contextos y procesos locales y
• La EP puede ayudar a los movi- nacionales, y el contexto y proceso mundial.
mientos sociales a repensar su vi-
sión del mundo y la sociedad, así
como su propio paradigma trans-
formador. Además de lo anterior, en las últimas
cuatro décadas se ha venido enriqueciendo
Ahora más que nunca, la EP debe ayu- el paradigma de la transformación social
dar a demostrar la tensión y articulación que animaba a los movimientos sociales, de
existente entre los contextos y procesos lo - igual manera su práctica y el escenario en el
cales y nacionales, y el contexto y proceso que intervienen se ha complejizado. En un
mundial. La globalización es una inmejora - mundo bipolar (socialismo/capitalismo), la
ble oportunidad para los movimientos so- lógica de una lucha entre “buenos y malos”
ciales de encontrarnos y sistematizar era fácil de asumir, y algo se pecó de ello; lo
nuestras experiencias específicas de acción mismo sucede con aquella noción preponde-
política, en una lectura y estrategia global. rante de la toma del poder de Estado como
Ahí está el Foro Social Mundial, que en su meta de la revolución social, por lo que
cuarta versión aglutinó a 132 países, 2660 “sólo” había que organizar al pueblo para
organizaciones y 80 mil personas; a pesar que su vanguardia entrara triunfante al
de sus limitaciones, el Foro marca una ten - palacio a tomar el control del Estado, y des-
dencia que habrá de acentuarse. Este espa- de ahí construir la nueva sociedad. Enton-
cio de encuentro global alimenta a los ces todo era sencillo.
procesos nacionales y locales; en el fondo Por fortuna se ha transitado de ese esta-
existe en el mundo un proceso de expansión dío a otro; hoy existe un rico y diverso mosaico
de la conciencia global de la necesidad de de rasgos paradigmáticos de la transforma-
cambiar, lo cual resulta además urgente ción. Dicha transformación debe incluir la
frente al deterioro de las instituciones glo - lucha por la equidad entre los géneros, así
bales como la Organización de las Naciones como la construcción de nuevas relaciones
Unidas y su impotencia para evitar guerras entre ellos, la igualdad entre etnias y nacio-
emprendidas como la que se desarrolló im - nalidades, la inclusión de lo etáreo, la exi -
punemente contra Irak. gencia por una economía solidaria y un
Desde esa perspectiva, la EP debe im - comercio justo que de posibilidad a un desa-
pulsar procesos educativos que permitan a rrollo verdaderamente sustentable en el
los actores sociales desarrollar una visión mundo y con una vital participación ciuda-
del mundo como un complejo entramado de dana en el ejercicio pleno de sus DH; la pro-

102
La Piragua

moción de una cultura de la tolerancia a la Planteo lo anterior a partir de constatar


diversidad y la diferencia, el diálogo y la que después de años de lucha y organización,
aceptación del Otro; de la transparencia y la no se ha logrado romper con la cultura políti-
rendición de cuentas; de la paz y el trata- ca clientelar en la que se inscribe todavía la
miento no violento de los conflictos, etcétera. relación entre los movimientos y las diversas
expresiones políticas. Lo social es eminente-
mente político, lo público es político, pero no

Desde esa perspectiva, la EP debe impulsar necesariamente gubernamental o estatal, y


sin desconocer estas dimensiones, lo ciuda-
procesos educativos que permitan a los actores dano popular no debería dejar de situarse es-
sociales desarrollar una visión del mundo tratégicamente en este ámbito, abandonarlo
por el afán de buscar la incidencia en dichas
como un complejo entramado de conexiones y dimensiones. La superación de la lógica de lo
vasos comunicantes que se retroalimentan y en reivindicativo con que operan los movimien -
el cual pueden incidir y fortalecer la lógica de tos, ayudaría a superar la contradicción en -
tre las prácticas clientelares de carácter
que todo lo local bien “leído” es una lucha político partidario y gubernamental, y los fi -
global... nes y procedimiento de las prácticas ciuda-
danas.
La misma diversidad de prácticas que
“En tanto MST no estamos contra los
se desarrolla hoy, nos da la pauta para refe-
partidos pero defendemos la idea que los
rirnos, no sólo a un paradigma liberador
movimientos sociales no deben ser una
sino a un conjunto de campos de liberación
correa mecánica entre el pueblo y los
humana, con una multiplicidad de lecturas
partidos. Creemos en la autonomía,
y claves para su comprensión. Uno de los re-
conscientes que la misma tiene sus ven-
tos de la EP estriba en alcanzar mayores ni-
tajas y sus desventajas. Por ejemplo, en
veles de sistematización en este sentido.
Brasil, si fuéramos dependientes del
Retomaré más adelante este punto.
Partido de los Trabajadores (PT), senti-
ríamos mucho el impacto condicionante
• La EP y la necesaria y urgente re- de los momentos electorales. Muchas ve-
novación de la práctica política ces, cuando vivimos una coyuntura elec-
toral ciertos sectores del PT nos dicen:
De todos estos rasgos paradigmáticos
“hay que parar con las tomas de tierra...
que se encuentran en ebullición, el que a mi
Puede operar negativamente contra
juicio resulta más interesante, es el relativo
nuestras posibilidades en las urnas”. En
a la estrategia política de transformar el un momento nos preocupó mucho este
mundo desde la perspectiva del ejercicio de mensaje. Luego, fuimos entendiendo que
los derechos de los seres humanos, pero sin
cada cual debe hacer su propio camino.
ocupar puestos de poder en el gobierno o el
Y llegamos, a inicios de la década ac-
Estado. Esta estrategia no excluye la arti-
tual, con firmeza en la idea de autono-
culación con partidos políticos y con otros
mía frente a los partidos, Estado,
actores en el ámbito gubernamental para iglesias, ONG. Es una conquista del mo-
coordinar esfuerzos y plantear agendas, vimiento social... Pero somos conscientes
pero esto a partir de reconocerse como acto-
también que necesitamos de la política
res diferentes con lógicas distintas e intere-
partidaria, que no podemos reemplazar-
ses distintos. Todo ello teniendo como eje
los.”2
central la construcción de la autonomía del
movimiento social y ciudadano.

2 Edgardo Kolling, miembro de la Dirección del Movimiento de los Sin Tierra.

103
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

¿Cuántos de los movimientos sociales populares no hemos contribuido a desentra-


de América Latina, en su relación con las ñar y resolver esta contradicción.
expresiones políticas, incluso aquellas que Los consecuencias por el enfrentamiento
se gestan desde los mismos movimientos, de estas dos lógicas, han sido entre otras: el
no resienten constantemente “el impacto debilitamiento de los movimientos, la pérdi-
condicionante de los procesos electorales”, da de sus liderazgos, la perversión de la rela-
o bien la tensión/presión de disminuir sus ción entre dirigentes políticos y/o
demandas, o bien darles un ritmo más funcionarios y los movimientos continuando
“oportuno” a la consecución de votos? Este el clientelismo y la manipulación, en algunos
es uno de los asuntos en los que la EP debe más sutil que en otros, y el desvirtuamiento
poner mayor atención, ahora más que nun - de los fines sociales de las organizaciones so-
ca dado el desgaste de lo político y el des - ciales y civiles. En síntesis, el descrédito de
crédito de los políticos y de la necesidad de la política y la apatía que ello implica.
ir acortando la amplia distancia entre la
sociedad -sus conflictos y demandas, nece -
sidades y búsquedas- y las instituciones y
formas de representación política de los ac-
...el paradigma de los partidos políticos
tuales Estados nacionales. como ordenadores de los movimientos sociales
Dos ejemplos mexicanos como botón de y aún civiles, y éstos como fuerza de presión
muestra, dos de los principales dirigentes
para que dirigentes accedan a puestos dentro
del Movimiento Campesino “El Campo no
Aguanta más”, que realizó movilizaciones del aparato estatal y desde ahí se provoque el
históricas a principios del 2003, son ahora cambio social en beneficio de la mayoría, está
dos flamantes diputados federales; la pre - agotado.
gunta que me hago, ¿qué tanto su condi -
ción de precandidatos en ese momento
influyó en su capacidad de interlocución y
presión frente al gobierno, en medio de un A mi juicio, el paradigma de los partidos
escenario preelectoral? O bien, desde Po - políticos como ordenadores de los movi-
der Ciudadano, instancia civil que en el mientos sociales y aún civiles, y éstos como
año 2000, frente a la coyuntura electoral, fuerza de presión para que dirigentes acce-
logró plantear un agenda común y articu - dan a puestos dentro del aparato estatal y
lar a cientos de organizaciones en todo el desde ahí se provoque el cambio social en
país, pero que desapareció con la misma beneficio de la mayoría, está agotado. Y la
rapidez con que sus principales dirigentes EP debería ayudar a desentrañar este pro-
se ubicaron en posiciones de gobierno (fe - blema. Dicho en otros términos y por otro
deral, estatal o local). Hecho que, indepen - autor:
dientemente de su importancia en sí, ha
“Finalmente, el debate sobre el Estado
impactado negativamente en el conjunto
atraviesa ya a los movimientos, y todo
del movimiento ciudadano, que aún, ya pa -
indica que se profundizará en la medida
sados tres años desde en tonces, no logra
en que las fuerzas progresistas lleguen a
rearticularse, pues en el ambiente priva la
ocupar los gobiernos nacionales. Está
desconfianza y ronda la pregunta, ¿quié -
pendiente un balance del largo período
nes serán los nuevos funcionarios guberna -
en el que los movimientos fueron correas
mentales que la coordinación de esfuerzos
de transmisión de los partidos y se sub-
llevara a colocar en el aparato?
ordinaron a los Estados Nacionales, hi-
La lógica entre la lucha social y reivin-
potecando su autonomía. Por el
dicativa de los movimientos sociales y civi-
contrario, parece ir ganando fuerza,
les, se contrapone con la de los partidos e
como sucedió ya en Brasil, Bolivia y
intereses gubernamentales; los educadores

104
La Piragua

Ecuador, la idea de deslindar campos pecífico de dos actores decisivos de este


entre las fuerzas sociales y las políticas. tránsito; el mercado y la industria de los
Aunque las primeras tienden a apoyar a medios de comunicación masiva.
las segundas, conscientes de que gobier- Actualmente existen empresas transna-
nos progresistas pueden favorecer la ac- cionales con más poder y riqueza que países
ción social, no parece fácil que vuelvan a enteros, baste ejemplificar que de las 100
establecer relaciones de subordinación.” economías más grandes del mundo, 51 son
(Zibechi 2003) empresas y 49 son países, que la General
Motors es más grande que Dinamarca y Wal
Este desentrañamiento debe hacerse en
Mart que Noruega. La globalización salvaje
un marco más general e interpretativo y por
ha destruido, en algunos casos literalmente,
lo tanto, también propositivo, aquél referi-
a los Estados nacionales, o bien estrechándo -
do a la relación Estado/sociedad. A la bús -
les sus márgenes de operación; esto ha tras -
queda de una nueva institucionalidad
tocado centralmente al principal
social, de nuevas formas de acción política y
interlocutor que los movimientos habíamos
de interlocución entre autoridades y ciuda-
tenido.
danía, de representación política y de una
necesaria Reforma del Estado. Todo ello
desde la autonomía de los movimientos,
pero también desde la construcción demo-
crática de los gobiernos locales. La migración en América
Desde la identidad ciudadana es nece- Latina no es un asunto de tercer
sario rescatar el carácter público de las ins- orden, ¿a qué Estados pueden
tituciones del gobierno, del Estado y por
supuesto del mercado y de los medios de co-
demandar los migrantes en ese
municación masiva limbo de inexistencia jurídica, a
qué puestos de poder pueden
• La EP y la construcción de la ciu- acceder?; su lucha es la de lo
dadanía y los movimientos globales
social globalizado.
Los movimientos sociales tradicional-
mente hemos puesto todos nuestros esfuer-
zos por alcanzar la interlocución e Las empresas de comunicación y su in-
incidencia frente a instituciones guberna- cesante construcción de imágenes y de sen-
mentales o el aparato estatal, sin embargo, tidos, se han convertido en actores
en un mundo globalizado, deberíamos diri- centrales de la globalización, baste de ejem-
gir la mirada y los esfuerzos hacia otros po- plo el papel que jugaron en la invasión a
los del poder global, tan o más importantes Irak y que están jugando en la guerra con -
aún, que los Estados nacionales. Esto es, las tra el terrorismo. No en balde el primer pro-
grandes empresas transnacionales que con- ducto de exportación de Estados Unidos son
trolan el mercado mundial, y de entre ellas, las imágenes televisivas. Los movimientos
como un apartado especial, los consorcios sociales no hemos caído suficientemente en
monopólicos que controlan los medios de co- la cuenta del peso real de nuestros interlo -
municación masiva. cutores y de las implicaciones que esto pue-
El poder de la sociedad no está centrado de tener para nuestras estrategias. La EP
en el Estado, fluye por distintas rutas y es- debe contribuir a comprender esta muta -
pacios de lo social; al mismo tiempo que el ción global.
poder se ha descentrado del aparto estatal, Hay una veta estratégica del trabajo de
también se ha transnacionalizado, y en un la EP, la de fortalecer a los ciudadanos en
mundo global no podemos obviar el peso es- sus capacidades de vigilancia y control de

105
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

estos actores transnacionales, ello en el sistematización más como un acto acadé-


marco de la construcción de una nueva ins - mico, cristalizado en la publicación de un
titucionalidad internacional. El tema de la libro, que como la capacidad de elabo rar
responsabilidad social de las empresas es propuestas al ternativas desde los movi-
un asunto que permitiría empezar a asu - mientos para transformar su propia rea li-
mirnos, no sólo como ciudadanos con dere - dad e incidir en la política.
chos frente a un Estado en particular, sino El replanteamiento de lo político pasa
además como consumidores globales frente necesariamente por fortalecer la tarea de
a las grandes empresas mundiales. sistematización: incrementar la capacidad
para la generación de propuestas alternati-
vas y globales. Nuestros esfuerzos de siste-

...los educadores populares


matización deben superar el ámbito de lo
particular, o de la experiencia específica, y
hemos visto a la sistematización ayudar a tejer el conjunto; a entrelazar to-
dos esos componentes paradigmáticos an-
más como un acto académico, teriormente comentados, articularlos
cristalizado en la publicación de conceptualmente en propuestas más con-
un libro, que como la capacidad sistentes y contundentes. Para lograrlo,
me parece que hay tres ejes estratégicos
de elaborar propuestas
que serían los siguientes:
alternativas desde los
a) la construcción de poderes autonómicos
movimientos para transformar locales y regionales, en un contexto de
su propia realidad e incidir en la pérdida de poder de los Estados naciona-
política. les;
b) los procesos de economía solidaria y sus-
tentable en un mundo globalizado; todas
Una vertiente más de este mismo pro - aquellas prácticas de producción y co-
blema, es el de la ciudadanía migrante. Los mercialización agro-ecológicas, que al
enormes flujos de población moviéndose, mismo tiempo significan comercio justo,
desarraigándose y arraigándose en diver - también implican el control social del te-
sos territorios del mundo, debe cuestionar - rritorio por parte de comunidades y or -
nos sobre lo que hoy significa una ganizaciones sociales;
conciencia popular y global. La migración
c) la construcción de subjetividades; no
en América Latina no es un asunto de tercer
sólo el trabajo de la equidad sino de nue-
orden, ¿a qué Estados pueden demandar los
vas relaciones entre los géneros, y de los
migrantes en ese limbo de inexistencia jurí-
procesos constitutivos de los sujetos in-
dica, a qué puestos de poder pueden acce -
dividuales y colectivos; la subjetividad
der?; su lucha es la de lo social globalizado.
en torno al poder político.

• EP y las tareas de sistematización Repensar la tarea de la sistematización


de los movimientos desde el tema de la incidencia en política
pública con un único y estricto criterio polí-
Uno de los quehaceres pro pios de la EP tico; la participación ciudadana en el proce-
es el de la sistematización, sin embargo, la so completo de la política pública, a la vez
movilización y el activismo co tidiano si - que generar, junto a las propuestas técni-
guen imponiéndose sobre la construcción cas/jurídicas, la fuerza social para llevarlas
del hábito de reflexionar sobre nuestra a la práctica y evaluarlas.
práctica. Ade más, tengo la impresión que Esto implica alejarse de una noción de
los educadores po pulares hemos visto a la incidencia, vinculada a una práctica de

106
La Piragua

“rondar por las antesalas de palacio” -terre- como cambios de hábitos en el consumo, el
no propicio para la cooptación del cabildero ahorro y la producción, buscando nue vas
y para el autoengaño acerca del impacto formas de intercambio para el fortaleci -
real de la incidencia misma-, e insistir en la miento del merca do local y regional, y con
necesaria institucionalización de la partici- ello aportar a la reconstitución del tejido
pación ciudadana. social comunitario. Se busca que los suje -
tos accedan a los mercados lo cales y re gio -
• La EP y la territorialización de nales de manera organizada y sin poner
los movimientos sociales en riesgo su au toconsumo. Esta dimen -
sión económica esta imbricada ín tima -
Para Raúl Zibechi (2003) una de las ca- mente con la revalorización de la cultura e
racterísticas más distintivas de los movi- identidad de los movimientos y con el tras-
mientos sociales de América Latina en la tocamiento integral de la relación que se
década de los noventa, es la de su territoria- establece, no sólo con los demás, sino so -
lización, es decir, de su arraigo en espacios bre todo con la naturaleza mis ma.
físicos recuperados o conquistados; él les
llama “islotes autogestionarios”. Los Sin
Tierra, los indígenas ecuatorianos y los neo- La construcción de entramados
zapatistas, son quienes mejor representan institucionales desde las luchas
esta estrategia de lucha. A esta nueva terri-
de los diversos sujetos sociales
torialidad la ubica como una posibilidad es-
tratégica de enfrentar a la globalización. por controlar sus territorios
Coincido plenamente con él. específicos, es el lugar de
La construcción de poderes locales con mayores entrecruzamientos
una perspectiva regionalizada, da la oportu-
nidad a los movimientos sociales de poner en
teóricos, metodológicos y
juego, desde su propia autonomía, estrate- simbólicos a los que la EP debe
gias para la sustentabilidad de la vida mis - poner mayor atención para su
ma, acciones concretas para producir y
reproducir su existencia. Esto pareciera
constante recreación y aporte.
muy factible y pertinente para experiencias
en el sector rural, pero no es imposible para Estas experiencias son en todo momen-
los contextos urbanos. La capacidad de auto- to procesos de resistencia y de construcción
determinación de una comunidad (y de un de contrapoderes locales y regionales, que
país) depende de la fortaleza de su base ma- pueden ayudar a dimensionar la construc -
terial, es decir, de su nivel de autosuficiencia ción de proyectos alternativos a través de
alimentaria, en torno a la cual se tejen todos la gestación de estrategias globales que
los demás procesos de sustentabilidad hu- convocan a los distintos actores y sujetos,
mana.3 integrando lo económico y lo político. La ca-
Actualmente en América La tina exis - pacidad de éstos trasciende a las fuerzas
ten cientos de experiencias llamadas de ubicadas en lo local para lograr mayor al -
desarrollo local que ante la emergencia cance, de manera tal que en el mediano
del desempleo, la migración y la pobreza, plazo se construyan alternativas globales.
están desarrollando procesos que impul- Fortalecer estos procesos debería ser una
san la creación de alternativas integrales tarea central de una EP verdaderamente
desde el enfoque agroecológico para el au- comprometida con los sectores explotados
toconsumo familiar y comunitario, así y empobrecidos de nuestros países.

3 No por nada el tema de los subsidios al agro a nivel del comercio mundial es crucial para la soberanía de los
países; bien lo han entendido los europeos y estadounidenses, mientras que nuestros gobiernos no quieren
hacerlo.

107
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

“El territorio es el espacio en el que se estos saberes locales de la gente, de estos


construye colectivamente una nueva or - saberes descalificados como se ha opera-
ganización social, donde los nuevos su - do la crítica”.
jetos se instituyen, instituyendo su
“Sin embargo, es una extraña paradoja
espacio, apropiándoselo material y sim-
querer poner juntos en la misma catego-
bólicamente”. (Zibechi, Raúl. 2003)
ría de saberes sometidos, por una parte
La construcción de entramados institu- los contenidos del conocimiento históri-
cionales desde las luchas de los diversos su- co meticuloso, erudito, exacto, y por otra
jetos sociales por controlar sus territorios estos saberes locales, singulares, estos
específicos, es el lugar de mayores entrecru - saberes de la gente (...) me parece que
zamientos teóricos, metodológicos y simbó- este acoplamiento entre los saberes sote-
licos a los que la EP debe poner mayor rrados de la erudición y los descalifica-
atención para su constante recreación y dos por la jerarquía del conocimiento y
aporte. Es ahí donde se teje in situ y no in de la ciencia se ha verificado realmente y
vitro, el desarrollo sustentable y la demo- es lo que ha dado su fuerza esencial a la
cracia participativa. Lo local es además crítica efectuada en los discursos de es-
donde se cruzan la construcción teórica y de tos últimos años (...) Se trata del saber
alternativas sociales y políticas. histórico de la lucha.”
Ya Michael Foucault en 1976, hablaba
entonces del carácter local de la crítica,
“...este carácter esencialmente local de la Es necesaria una fuerte mirada crítica a este
crítica indica, en realidad, algo que se - aparente “tránsito natural” de los dirigentes
ría una especie de producción teórica
autónoma, no centralizada, que no nece-
sociales a instancias de gobierno o puestos de
sita para afirmar su validez, del bene- poder; ¿cuáles son los logros reales y alcances,
plácito de un sistema de normas así como las limitaciones de estas experiencias,
comunes”. en términos de la construcción de nuevas
Para Foucault, el carácter local de la crí- formas de relación entre el poder público y la
tica se ha realizado a través de lo que él de -
nomina los “retornos del saber” de la vida y
ciudadanía?
la realidad; a través de esta temática se ha
producido lo que él también llama la insu-
Dudo que Michael Foucault haya sido
rrección de los saberes sometidos.
un educador popular, pero en este plantea-
“Toda una serie de saberes calificados miento describe cabalmente uno de los
como incompetentes, o insuficientemen- quehaceres esenciales de la EP que desde
te elaborados: saberes ingenuos, inferio- su origen está presente y continúa total-
res jerárquicamente al nivel del mente vigente. Sin embargo, para mí lo
conocimiento o de la cientificidad exigi- verdaderamente sobresaliente de esta cita
da. Y a través de la reaparición de estos es el peso de lo local en el planteamiento.
saberes bajos, de estos saberes no cuali- Es ahí donde pueden intersectarse y dialo-
ficados (...) saberes que llamaré de la gar los distintos saberes. Esa producción
gente, que no han constituido un saber teórica, autónoma y política que al mismo
común, un buen sentido, sino por el con- tiempo es un saber re gional, tiene eviden-
trario, un saber específico, local, regio- temente una connotación geográfica, terre-
nal, un saber diferencial incapaz de nal, estratégica en el más puro sentido de
unanimidad, que debe su fuerza a la du- la palabra, y que por supuesto no es gratui-
reza que lo opone a lo que le rodea; y es ta.
mediante la aparición de este saber, de

108
La Piragua

• La EP y el rol articulador de los za y entereza ética política, ha sido


movimientos sociales altamente deficitaria.
Es necesaria una fuerte mirada crítica a
Ade más, desde el te rri to rio y desde la este aparente “tránsito natural” de los diri -
misma di ver si dad de los movimientos so- gentes sociales a instancias de gobierno o
ciales y ci viles, existe la posibilidad de puestos de poder; ¿cuáles son los logros rea-
convertirse en un factor de uni dad y arti - les y alcances, así como las limitaciones de
culación en tre distin tos ac tores so ciales estas experiencias, en términos de la cons -
afectados por el mo de lo neo liberal (la cri- trucción de nuevas formas de relación entre
sis econó mi ca es un escenario de oportu- el poder público y la ciudadanía? No existen
ni dad en sí). La acción educativa puede procesos formativos sistemáticos e integra -
ayudar a los movimientos so ciales a ser les para la formación de líderes, ni tampoco
puente en tre ac to res y su concer ta ción; estrategias institucionalizadas para el se -
incrementar los vínculos en tre actores guimiento de la gente que asume estas nue-
que a su vez in cre men te nuestras pro pias vas responsabilidades.
visiones haciéndolas más complejas (más En síntesis, se impone como una de las
integrales, deve lan do lo in ter co nec ta do) tareas centrales de la EP una necesaria re -
y nuestras prácticas. conceptualización del poder de manera inte-
Esto significa impulsar procesos de si- gral. Como lo comentó en su excelente
nergia entre distintos actores; empresarios, exposición durante nuestra Asamblea Inter-
academia, cooperación internacional, go- media, nuestra querida compañera Maribel
biernos, en torno a iniciativas concretas y Gálvez:
agendas comunes explorando nuevas for- “que se inserte en su elaboración (del po-
mas de coordinación de multiactores. Este der) lo sentipensante, el placer y sufri-
es otro reto que la EP debe asumir. miento del poder, la implicación, los
afectos de la democracia, el riesgo y el
• La EP y la formación integral de amor. La incorporación de los instru-
cuadros mentos psicológicos para el análisis de
la gestión relacional del sujeto (...) su ca-
Por último, y en el actual contexto mexi- pacidad para la administración de las
cano, resulta imposible dejar de mencionar- tensiones, la reconstrucción de su unici-
lo. dad y proyectividad, y para reestructu-
Qué más podemos pensar de la labor de rar sus lazos sociales (...) para
educación popular cuando observamos los reenamorarse de la utopía (...) hay exi -
niveles de corrupción a los que han llegado gencias pedagógicas para el reconoci-
militantes del partido político de cen- miento del cuerpo y las emociones como
tro-izquierda, una de cuyas raíces se en- constitutivas del ser humano.”
cuentra en los movimientos populares
donde la EP ha tenido presencia. Cuando Ahí está el reto; comprender cabalmente
vemos en su accionar como dirigentes y fun- al homo complexus del que habla Edgar Mo -
cionarios públicos, no sólo la reproducción rin.
de prácticas políticas que decían combatir, Si la EP ayuda a los movimiento a te -
sino la profunda debilidad ética con la que ner mayor claridad so bre es tos asuntos,
se han comportado estos dirigentes del más aportará sin duda, también a mantener
alto nivel, provenientes de movimientos es- viva la esperanza...
tudiantiles, magisteriales y urba-
no-populares, no nos queda más que Bibliografía
admitir que la tarea de formar dirigentes
con capacidad de impulsar formas de acción Freire, Paulo. Pedagogía del Oprimido,
políticas diferentes, y sobre todo con fortale- Editorial Siglo XXI. México 1968. p.94

109
Foucault, Michael. Microfísica del con Edgard Kolling. Koeyú Latinoamerica-
poder. Las Ediciones de la Piqueta. Tercera no No 83. Julio-septiembre 2001 Año 22
Edición. Madrid 1992. p 136 y 137 Zibechi, Raúl. “Los movimientos socia-
Ferrari, Sergio. Los movimientos socia- les latinoamericanos: tendencias y desa-
les y sus desafíos; la educación como priori - fíos, Observatorio Social de América
dad y obsesión de los “Sin Tierra” Diálogo Latina”. Enero 2003.

110
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

EDUCACIÓN POPULAR
Y MOVIMIENTOS SOCIALES

Mario Garcés D.1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

1. INTRODUCCIÓN cación del pueblo desde el Estado, con el ob-


jeto de “moralizarlo”, “civilizarlo” o, en otras
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® etapas, de “integrarlo” al desarrollo), pero
tal como hemos conocido y conceptualizado,

L a cuestión de los movimientos sociales,


bajo la categoría “movimiento popular” o en
la educación popular, desde los años sesen-
ta, se relaciona con las contribuciones que
una forma nueva de educar (liberadora o
plural, de los “movimientos populares”, ha problematizadora, en sentido freireano) po-
estado al centro de las preocupaciones y día y se requería poner en práctica para fa-
afanes, tanto prácticos como teóricos, de la vorecer el protagonismo histórico de los
educación popular desde sus orígenes. Lo oprimidos (no sin intención, Freire tituló la
popular de la “educación popular”, desde los mayor obra de su vida, Pedagogía del Opri-
años sesenta, marcaba justamente esta op - mido).
ción, la de promover prácticas educativas La historia, sin embargo, sabemos es
“liberadoras” para el desarrollo de sujetos cambio, transformación, emergencia de lo
populares colectivos, capaces de constituir - nuevo, y en este sentido hay muchos datos
se en protagonistas de los necesarios cam - de la realidad que se han venido modificando
bios sociales y políticos en favor de la tanto en la experiencia del cómo se constitu-
justicia, la equidad y el desarrollo que re - yen los “sujetos colectivos” (o los “movimien-
querían nuestras sociedades. tos sociales” en sentido amplio) así como en
Hay que admitir, sin embargo, que en la la teoría social que ha venido acompañando
historia de América Latina, la denomina - a estos cambios. El concepto mismo de “mo-
ción “educación popular” ha sido también vimientos sociales” es, en cierto modo, relati-
usada con otros sentidos, por otros actores y vamente nuevo, y no es del todo casual que
en otras direcciones (por ejemplo, como edu- en los años sesenta y setenta fuese más co-

1 Doctor en Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, Investigador y educador popular. Director de
Educación y Comunicaciones (ECO) donde ha participado y coordinado programas y procesos con trabajadores y
pobladores de Santiago de Chile. A nivel latinoamericano, participa en redes de ONG que coordinan esfuerzos en
el campo de la ciudadanía social, el desarrollo local y la educación popular. Se desempeña actualmente como
docente en las universidades ARCIS y USACH.

112
La Piragua

mún referirse al conjunto de sujetos e inicia- guración de “la acción colectiva”, es decir,
tivas populares como, sin más, el de los movimientos sociales tanto en los
“movimiento popular”. Hoy día este concepto grupos populares como entre los sectores o
ha ido cayendo en desuso en muchos medios clases medias de nuestro continente.
y se prefiere llamar a esta diversidad de su- Finalmente, estos cambios y continuida-
jetos e iniciativas populares como “movi- des, tanto en la dominación como en las lu -
mientos sociales populares” (y el adjetivo de chas populares, interrogan
popular, busca marcar aquí que hay otros permanentemente a la educación popular
movimientos sociales que no se definen por que necesita comprender estos cambios dialo-
su carácter popular aunque puedan incluir- gando con la experiencia y con la teoría social,
lo, por ejemplo, los movimientos ecologistas). que lamentablemente en muchos casos se de-
senvuelve alejada de las prácticas populares
sin que por ello podamos prescindir de sus

...la educación popular, desde los años aportes.

sesenta, se relaciona con las contribuciones que


una forma nueva de educar (liberadora o 2. EL DESARROLLO DE LOS
MOVIMIENTOS SOCIALES: LA
problematizadora, en sentido freireano) podía CUESTIÓN TEÓRICA
y se requería poner en práctica para favorecer
el protagonismo histórico de los oprimidos. ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

El debate en torno a los movimientos


Por otra parte, también sabemos que la
sociales en América La tina, parece ne ce -
historia es continuidad, permanencia en el
sario referirlo a di versos “horizontes teó -
tiempo, o como admitieron los historiado-
ricos”, en tre los cua les habría que
res en el siglo XX, la historia también debe
distinguir al menos cua tro de ellos: a) el
reconocer la existencia de “estructuras”, es
“socialismo científico”, desde cuya pers -
decir configuraciones económicas, sociales
pectiva la noción de movimiento se rela -
y culturales que se prolongan en el tiempo
ciona directamente con la “clase”, la lu cha
(lo que el historiador francés Fernand
de clases y la transformación so cialista de
Braudel, llamó la “larga duración” o el
la sociedad; b) la “teoría de la acción co lec -
“tiempo largo” de la historia). En América
tiva”, que ha llamado la atención so bre di-
Latina, esta perspectiva es también muy
versos tipos de conductas co lectivas, la
relevante, ya que si bien hay que reconocer
constitución de “grupos de presión”, las lu-
cambios en la constitución de los “sujetos
chas económicas y más recientemente so -
colectivos” e incluso en los modelos de de -
bre el poder de transformación de los
sarrollo, nuestros “sistemas sociales” han
movimientos sociales; 2 c) la “sociología de
demostrado una impresionante capacidad
la acción”, que postula el desarrollo de los
de adaptación a las nuevas lógicas del de -
movimientos como acción co lectiva que
sarrollo mundial, sin modificar –e incluso,
opone a actores sociales entre sí “por el
en algunos sentidos acentuar- las desigual-
control de los recursos más importantes
dades sociales y diversas formas de opre -
de la sociedad” o “por el control del proceso
sión y dominio sobre los pobres de nuestro
histórico de transformación de esa socie -
continente. Estas continuidades, así como
dad” y d) un emergente paradigma his tori -
las nuevas realidades de la dominación por
cista, que postula la ne cesidad de
su parte, influyen en el desarrollo y confi-

2 Un trabajo relativamente reciente que sistematiza el debate desde esta corriente es el de Sidney Tarrow. El
poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política. Alianza Editorial, Madrid, 1997.

113
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

comprender analíticamente al movimien - des de renovación y transformación de


to en sus propios con textos y prácticas (pa - los movimientos sociales seculares, como
rafraseando a Castells, estos son, lo que el movimiento campesino y el movimien-
dicen ser). 3 to obrero, o los movimientos nacionalis-
Cada una de estas “escuelas” o corrien- tas (en sus diferentes orientaciones
tes de pensamiento social ha tenido diver - industrialistas o modernizantes), por
sos desarrollos, y por cierto, han influido en otra, la emergencia de nuevos movimien-
los modos en que tanto los cientistas socia - tos sociales, múltiples y diversos en sus
les como los educadores populares, han con- orientaciones y en sus identidades, que se
ceptualizado la acción colectiva en América constituyen en verdaderos espacios de
Latina. No sería aventurado afirmar, en reacción y de resistencia a los impactos
este sentido, que las nociones socialistas de la crisis y que en sus diversos gritos y
fueron dominantes en los años sesenta y se- deseos son portadores de nuevos horizon-
tenta, mientras que en los años ochenta la tes colectivos.”5
sociología de la acción de Alain Touraine al-
canzó gran prestigio, generando, entre
otros efectos, una actitud más crítica y tam -
bién dubitativa entre los intelectuales para “Se vive en la región un momento de
reconocer que en América Latina se dieran inflexión. Por una parte, de potencialidades de
las condiciones que permitieran definir la
existencia de movimientos sociales en sen - renovación y transformación de los
tido estricto (en nuestro continente, ha indi- movimientos sociales seculares... por otra, la
cado el propio Touraine, los actores se emergencia de nuevos movimientos sociales,
hayan demasiado condicionados por las ló -
gicas estatales, la dependencia de los Esta -
múltiples y diversos en sus orientaciones y en
dos Unidos, los desbordes populares, sus identidades...”
etcétera). 4 Con todo, y justamente teniendo
en cuenta las particularidades de América
Lo que esta investigación reconocía, al
Latina y los desarrollos más recientes de
menos en diez países de la región, era la
actores y de la acción colectiva, tanto la in -
confluencia y coexistencia de viejos y nue-
vestigación como la teoría so cial en uso
vos movimientos, así como la diversidad de
han venido reconociendo nuevas realida -
iniciativas socio-populares, que por cierto
des, entre las que prácticamente constitu -
interrogaban a los analistas y a los propios
ye un lugar común indicar la coexistencia
actores sobre sus significados y sus alcan-
de viejos y nuevos movimientos sociales.
ces. Muy poco tiempo después de que se co-
En efecto, ya a mediados de los años
nocieron los resultados de este estudio, en
ochenta, una investigación de carácter lati-
un seminario organizado en Santiago de
noamericano sobre los movimientos socia -
Chile sobre los movimientos sociales, ade-
les en América Latina, coordinada por el
más de hacer un balance semejante con re-
sociólogo boliviano, Fernando Calderón
lación a los nuevos movimientos sociales, se
desde CLACSO, indicaba que vivíamos un
indicaba que los movimientos históricos en
momento de cambios:
realidad tendían a declinar y con ellos los
“Se vive en la región un momento de in- proyectos globales de transformación social
flexión. Por una parte, de potencialida- que los animaban:

3 Castells, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura. El poder de la identidad, Vol. 2.
Alianza Editorial, España, 1997. p. 25.
4 Touraine, Alain. De la mañana de los regímenes nacionales populares a la víspera de los movimientos sociales.
LASA Forum. XX Congreso Internacional. Guadalajara, México, 1997. passim.
5 Calderón, Fernando, compilador. Los movimientos sociales ante la crisis. Universidad de las Naciones Unidas,
CLACSO, IISUNAM, Buenos Aires, 1986. p. 11.

114
La Piragua

“La caída del presidente Allende simbo- los nuevos suje tos de la his toria y por
liza, quizás con mayor fuerza que otros tanto portadores del proyecto histórico po-
procesos políticos en la región, la pérdi- pular? ¿La conciencia de clase se guiría
da de proyec ción histó ri ca de los mo vi- siendo un objetivo prioritario de la educa -
mien tos socia les de orien ta ción ción popular o había que transitar hacia
in dus trial tota li zan te. Si re visamos nuevas formas de conciencia, por ejemplo,
las pers pec ti vas y la fuerza real de los la conciencia ecológica, de género, ur bana,
mo vimien tos so ciales en La ti no amé ri - etcétera, y en consecuencia, re ferir más la
ca que pre tendían mo delos na cionales educación popular a las cuestiones de la
in de pen dien tes o transfor ma cio nes identidad? ¿Y la identidad permitiría
cla sis tas acaba das (sea de la bur gue- realmente fundar una nueva política po -
sía indus trial, sea del pro le ta ria do y pular?
sus alia dos) pro bablemente conclu ya - Frente a la novedad que representaban
mos (…) que es tas orienta cio nes y los “nuevos” movimientos sociales, se han
prác ti cas han ido per dien do progre si - venido estructurando, en los últimos años,
va men te su im pul so vi tal. Paralela- diversas respuestas, entre las que se pue -
mente, es po sible dis tin guir en los den anotar al menos las siguientes:
últimos quin ce años, la emer gencia de
a) Los nuevos movimientos expresan cam-
nue vos ac tores so cia les y nue vas prác -
bios en los discursos y en las prácticas que
ti cas colec ti vas, tanto en el seno de los
organizan las relaciones sociales en las
mo vimien tos so ciales clásicos (obre-
bases de la sociedad.
ro-campesino), como en el de sarrollo
de nuevos movi mien tos de género, ge -
ne ra cio na les, ur ba nos, étnicos, de de -
re chos hu manos, et cé te ra, que no ...no sólo estaríamos ante
lle gan a plantearse me tas ni ac ciones nuevas formas de hacer política,
ho lís ti cas.”6 sino ante nuevas formas de
Algo cambiaba y no se trataba de un relaciones sociales, lo que se
cambio menor: ya no se trataba de los mo-
estaría transformando son los
vimientos de raíz estructural (la clase), ni
de los proyectos de cambio estructural (el modos de construir sociedad...
socialismo) que habían animado las lu-
chas populares de los años sesenta en
Esta constituye, a mi juicio, una pri-
gran parte de América Latina. 7 ¿Qué eran
mera respuesta que al interrogarse so bre
estos nuevos movimientos? ¿Qué efectos
el significado de los nuevos movimientos
podían tener sus acciones? ¿Qué novedad
quiso ver algo más que una renovación en
representaban desde el punto de vista so-
la práctica política: “el significado e inte -
cial y político? Estas eran preguntas que
rés analítico de los movimientos so ciales
interrogaban al mundo académico, pero
reside en buscar en ellos evidencias de
también a las prácticas militantes: ¿qué
transformación profunda de la lógica so -
hacer con la diversidad? ¿Estaba surgien-
cial. Lo que está en juego es una nueva for-
do una nueva manera de hacer política o
ma de hacer política y una nueva for ma de
se trataba sólo de fenómenos transitorios,
sociabilidad.”8 De este modo, no sólo esta -
propios de las luchas en contra de las dic-
ríamos ante nuevas for mas de hacer polí -
taduras? ¿Estos nuevos movimientos eran

6 Calderón, Fernando y Jelin, Elizabeth. “Clases sociales y movimientos sociales en América Latina”, en
Proposiciones, SUR Profesionales, N° 14, Santiago, 1987. pp 173 y ss.
7 Había que tener en cuenta, sin embargo, la excepción centroamericana en que confluyendo viejos y nuevos
movimientos se buscaba, como en Nicaragua, transformar la sociedad en un sentido socialista.
8 Calderón y Jelin, ob.cit. p. 177.

115
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

tica, sino ante nuevas formas de gar a un proyecto alternativo de sociedad.


relaciones sociales, lo que se estaría Sostuvo que, “paralelamente a la aparición
transformando son los modos de construir de un proyecto alternativo, los nuevos movi-
sociedad, las relaciones en tre lo público y mientos sociales generan los embriones de
lo privado, lo social y lo político, las ideolo - nuevos sujetos correspondientes.”10 Me-
gía y las instituciones, et cétera. diante esta proposición, Evers se separaba
de la tradición marxista ortodoxa en el sen-
b) El potencial transformador de los nue -
tido de los sujetos pre-establecidos en la es-
vos movimientos sociales no es político,
tructura económico social, pero no lograba
sino socio-cultural.
avanzar más allá de la idea de un nuevo
Tilman Evers profundizó en la línea de tipo de partido político, capaz de ser van-
ver a los movimientos como agentes de guardia y al mismo tiempo retaguardia de
transformación de las relaciones sociales, los movimientos sociales.
formulando un conjunto de tesis, entre las
que precisó: “el potencial transformador de
los nuevos movimientos sociales no es polí-
tico, sino socio-cultural.”9 Los movimientos Los movimientos sociales serían... portadores
sociales serían, desde esta perspectiva, por- de una contracultura con evidentes contenidos
tadores de una contracultura con evidentes utópicos aunque no siempre visibles.
contenidos utópicos aunque no siempre vi -
sibles. A juicio de Evers, en los movimientos
sociales la remodelación contracultural de
c) La mayor novedad de los nuevos movi-
padrones sociales está dispersa, formando
mientos sociales se relaciona con el desa-
parte de un utópico “lado oculto” de la esfe-
rrollo de nuevas lógicas emancipatorias
ra social deformado por su “lado visible”.
así como respecto de la ampliación y re-
Evers quería enfatizar a través de esta tesis
formulación de la política.
que las prácticas dispersas o fragmentarias
de los movimientos no transitan fácilmente Una contribución mucho más reciente
hacia una propuesta alternativa de socie - con relación a los nuevos movimientos so-
dad, que es más clara la negatividad de los ciales es la que nos propone Boaventura de
movimientos –lo que rechazan- que lo que Sousa, quien sostiene que el debate hay que
proponen como sociedad alternativa. Otra verlo en torno a dos polos estructurantes: la
de sus tesis indicaba que: “los aspectos cen- relación entre regulación y emancipación, y
trales de la construcción contracultural de la relación entre subjetividad y ciudadanía.
los nuevos movimientos sociales pueden Con re la ción al primer polo, De Sou sa
ser entendidos a partir de la dicotomía se ña la que “la nove dad más gran de de los
alienación-identidad”. En esta proposición nue vos movi mien tos so ciales re side en
hay que reconocer dos componentes: uno, la que cons tituyen tan to una críti ca de la re-
lucha contra las diversas alienaciones que gu la ción social capi ta lis ta, como una crí -
engendra el capitalismo; dos, la identidad, ti ca de la emanci pa ción so cial so cialista
en el sentido que esta categoría expresaría tal como fue de fi ni da en el mar xismo.”11
mejor que la clase, la perspectiva de los mo- Des de esta perspec ti va, al identificar los
vimientos, de hacerse sujetos de su propia mo vi mien tos socia les nue vas for mas de
historia. opre sión que sobre pa san las relaciones
La cuestión que Evers, sin embargo no de pro duc ción –como la guerra, la polu-
lograba resolver, era cómo el potencial ción, el machis mo, etcétera- abo gan por
transformador de los movimientos daba lu - un nue vo para dig ma social que se basaría

9 Evers, Tilman. “Identidad: El lado oculto de los movimientos sociales”; en Revista Novos Estudos Cebrap. Vol 2,
Nº 4, abril de 1984. .
10 Evers, op.cit. p. 25.

116
La Piragua

menos en la ri queza y el bie nes tar y más Para De Sousa, a pesar de estar muy co-
en la cultura y la ca lidad de vida. Lo que lonizado por el Estado y el mercado el prin -
otorga a los movi mien tos “una ra dicali- cipio rousseuaniano, es decir, la
dad sin precedentes” con rela ción a los ex- construcción de una “voluntad general” por
ce sos de regulación de la mo dernidad. 12 parte de los ciudadanos, es el que tiene más
Con relación al segundo polo, De Sousa potencialidades para fundar las nuevas
matiza la idea de que los movimientos re - energías emancipatorias: “la idea de la obli-
presentan la afirmación de la subjetividad gación política horizontal entre ciudadanos
frente a la ciudadanía, de que la lucha por y la idea de la participación y la solidaridad
la emancipación no es política, sino que concretas en la formulación de la voluntad
ante todo personal, social y cultural. El re- general, son las únicas susceptibles de fun -
chazo a la política de parte de los movimien- dar una nueva cultura política y, en última
tos sociales tiene más que ver con la instancia, una nueva calidad de vida perso-
ampliación de la política más allá del marco nal y colectiva basadas en la autonomía y en
liberal de la distinción entre Estado y socie- el autogobierno, en la descentralización y
dad civil. Los nuevos movimientos sociales en la democracia participativa, en el coope-
perciben “que las contradicciones y las osci- rativismo y en la producción socialmente
laciones periódicas entre el principio del útil. La politización de lo social, de lo cultu-
Estado y el principio del mercado son más ral e incluso de lo personal, abre un inmen -
aparentes que reales, en la medida en que el so campo para el ejercicio de la ciudadanía y
tránsito histórico del capitalismo se hace de revela, al mismo tiempo, las limitaciones de
una interpenetración siempre creciente en- la ciudadanía de extracción liberal, incluso
tre los dos principios, una interpenetración de la ciudadanía social, circunscrita al mar-
que subvierte y oculta la exterioridad for - co del Estado y de lo político por el constitui -
mal del Estado y de la política frente a las do.”14
relaciones sociales de producción.” 13 Oponer
d) Los nuevos movimientos re presentan un
el principio del Estado y el principio del
viraje de largo aliento, la crítica al esta -
mercado sería caer en una trampa de trans-
docentrismo y la afirmación de nuevas
formar lo que existe en lo que ya existe,
territorialidades.
como es propio del discurso oficial.
Para Raúl Zibechi, investigador y edi -
tor de Internacionales de la Revista Brecha

...al identificar los movimientos sociales de Uruguay, no sólo hay que valorar la in -
mensa productividad política de los movi -
nuevas formas de opresión que sobrepasan las mientos sociales en el tiempo reciente en
relaciones de producción... abogan por un nuevo América Latina, 15 sino admitir que ellos re-
presentan “un viraje de largo aliento” con
paradigma social que se basaría menos en la relación a la vieja orientación estatal de los
riqueza y el bienestar y más en la cultura y la movimientos tradicionales, propia de los
calidad de vida. Lo que otorga a los movimientos años sesenta cuando “la acción social per -
seguía el acceso al Estado para modificar
“una radicalidad sin precedentes”...
las relaciones de propiedad, y ese objeto
justificaba las formas estadocéntricas de la

11 Boaventura de Sousa Santos. Los nuevos movimientos sociales. En: OSAL N° 5, CLACSO, Buenos Aires,
septiembre de 2001. pp. 177-184.
12 Ibidem. p. 178
13 Ibidem. p. 181
14 Ibidem.
15 A este respecto, existe ya una abundante literatura en torno a los movimientos sociales y su impacto en la política
latinoamericana reciente: los movimientos indígenas y campesinos en México, Ecuador y Bolivia; el Movimiento
de los Sin Tierra en Brasil; los movimientos urbanos en Argentina, etcétera.

117
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

organización, asentadas en el centralismo, mente podríamos llamar socio-cultural, des-


la división en tre dirigentes y dirigidos y la de el cual se hace necesario interrogar y re-
disposición piramidal de la estructura de pensar la política, como lo hace De Sousa.
los movimientos.” 16 Pero, a decir verdad, no hay una contradic-
ción insalvable entre ambos paradigmas si
se tiene en cuenta –como lo hizo el historia-
La politización de lo social, de dor inglés E.P. Thompson- que la “clase” no
lo cultural e incluso de lo es una “cosa” sino una “relación”, una expe-
riencia vinculada a las relaciones de produc-
personal, abre un inmenso ción en que hombres y mujeres nacen y en
campo para el ejercicio de la las que entran de modo involuntario –como
ciudadanía y revela, al mismo había indicado Marx-, mientras que “la con-
ciencia de clase –anota Thompson- es la for-
tiempo, las limitaciones de la ma en que se expresan estas relaciones en
ciudadanía de extracción liberal, términos culturales: encarnadas en tradicio-
incluso de la ciudadanía social, nes, sistema de valores, ideas y formas insti-
tucionales.”18 O sea, desde el enfoque
circunscrita al marco del Estado “thompsoniano”, la perspectiva de clase re-
y de lo político por el quiere ser reconocida y analizada también
desde “claves culturales”.
Lo que probablemente nos indica la ex-
Para Zibechi, los nuevos movimientos periencia y la reflexión sobre los movi-
estarían dando cuenta de una serie de nue - mientos sociales en América Latina se
vas características: territorialización; auto- relaciona, grosso modo, con dos tipos de
nomía del Estado y de los partidos políticos; problemas que demandan tanto nuevas ac-
reafirmación de sus culturas e identidades; titudes como nuevos conocimientos. Por
formación de sus propios intelectuales; un una parte, las complejas y diversas formas
nuevo papel de las mujeres, preocupación que ha tomado históricamente la domina-
por las organizaciones del trabajo y la rela- ción en nuestros países (como reproducción
ción con la naturaleza; rechazo a las formas de la vida a partir de relaciones de explota-
de organización piramidal; y nuevas formas ción, subordinación, alienación, “regula-
de acción más cercanas a la toma y la ocupa- ción”, etcétera) y por otra, los procesos de
ción de espacios que a la huelga. De este subjetivación y producción cultural que es-
conjunto de características, Zibechi indica tán a la base de los diversos movimientos
que “las nuevas territorialidades son el ras- sociales que se manifiestan periódicamen-
go diferenciador más importante de los mo - te en nuestras sociedades. Probablemente
vimientos sociales latinoamericanos y lo sea este último campo el que requiera de
que les está dando la posibilidad de revertir mayor investigación, reflexión y estudio,
la derrota estratégica.” 17

“las nuevas territorialidades son el rasgo


En suma, como se aprecia en este sucinto
balance, la cuestión de los movimientos so-
ciales ha dado lugar a diversas apreciaciones diferenciador más importante de los
y debates que transitan desde un paradigma
movimientos sociales latinoamericanos y lo
más socio-estructural (las contradicciones de
clase) hacia un paradigma que tentativa - que les está dando la posibilidad de revertir la
derrota estratégica.”
16 Zibechi, Raúl, “Los movimientos sociales latinoamericanos: tendencias y desafíos”, en, Observatorio Social de
América Latina N° 9, CLACSO, Buenos Aires, enero 2003. p. 185.
17 Ibidem.
18 Thompson, E. P. La formación de la clase obrera en Inglaterra. Ed. Crítica. España, 1989, Vol. I. Prefacio, pp.
XIV y XV.

118
La Piragua

ya que como indican los diversos autores hecho que ya en los noventa se cerraba el ci-
que hemos referido, los movimientos están clo de las dictaduras en el Cono Sur y de la
buscando transformar “las relaciones so- guerra en Centroamérica, han puesto en el
ciales existentes”, poniendo en juego nue - continente en el plano político como cuestio -
vas “energías y lógicas emancipatorias” así nes centrales los temas de la democracia, la
como redefiniendo los campos y alcances de gobernabilidad y la ciudadanía.
sus estrategias modificando o interrogan- Como sería muy largo referirnos a estos
do las viejas orientaciones estadocéntricas. fenómenos, me parece importante poner

3. EL DESARROLLO DE LOS
MOVIMIENTOS: LA CUESTIÓN
muy sucintamente en relación la cuestión
de la democracia y de los movimientos so -
ciales. Con relación a este binomio, lo pri -
POLÍTICA Y LA CUESTIÓN mero que hay que reconocer y afirmar es
EDUCATIVA que la democracia no ha sido una experien -
cia de larga data, capaz de generar una cul -
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® tura democrática en nuestros países. Al
contrario, como ha indicado recientemente
un historiador latinoamericano, la demo-
3.1 La cuestión política cracia ha sido una permanente dificultad:
“Si se examina la evolución del conjun-
Ciertamente, el debate en torno a los
to de países latinoamericanos, se ad-
movimientos sociales ha tenido que ir reco-
vierte que éstos tienen varias
nociendo los cambios que se estaban produ-
diferencias importantes en cuanto a su
ciendo, no sólo en el campo de las iniciativas
nivel de desarrollo, a su composición ét-
populares, sino también las profundas
nica y a su cultura. Sin embargo, todos
transformaciones que se estaban verifican-
tienen algo en común: las enormes difi-
do en la economía y el “sistema político”
cultades que han experimentado en
mundial, como producto de la revolución
forjar una sociedad medianamente
tecnológica, la progresiva desregulación de
igualitaria, donde los derechos huma -
las economías nacionales, el derrumbe de la
nos sean respetados y al mismo tiempo
Unión Soviética, el predominio del capital
en construir un siste ma po lítico que
financiero, la globalización y el neoliberalis-
funcione en base al respeto a las leyes y
mo, todos fenómenos que se profundizaron
a la opinión ciudadana.”19
en la década de los noventa.
En efecto, desde un punto de vista his-

...los movimientos están buscando tórico, los latinoamericanos compartimos


un pasado autoritario monárquico (un lar -
transformar “las relaciones sociales go pasado colonial, tanto de España como
de Portugal); regímenes oligárquicos post
existentes”, poniendo en juego nuevas “energías
independencia; y disímiles procesos de de -
y lógicas emancipatorias”, así como mocratización en el siglo XX –bajo formas
redefiniendo los campos y alcances de sus populistas y de sistemas de partidos- jalo -
estrategias modificando o interrogando las nados por recurrentes regresiones autorita -
rias, la última de las cuales dominó gran
viejas orientaciones estadocéntricas. parte de América Latina siguiendo la lógica
de la contrainsurgencia y la doctrina de la
Estos cambios de escenarios y dinámi- Seguridad Nacional. De este modo, la expe-
cas del capitalismo globalizado, sumados al riencia democrática es relativamente débil,

19 Del Pozo, José. Historia de América Latina y del Caribe, 1825-2001. LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2002, p.
6.

119
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

por no decir frágil, y en muchos países de de la sociedad civil, tradicionalmente preca-


tiempos muy recientes. ria y con escasos grados de autonomía del
Tal vez, por esta misma razón, los pro- Estado, pero ese desarrollo no se expandirá
cesos de democratización más sustantivos si no se ve estimulado por la acción de los
que han vivido nuestras sociedades se han movimientos sociales, que constituye no el
verificado cuando las mayorías populares único pero sí uno de los principales modos
han sido capaces de constituir vigorosos en que nuestros pueblos han ingresado a lo
“movimientos sociales” (¿cómo explicar si público, o de otra manera, a “la política” en
no los procesos re volucionarios y de refor - un sentido amplio, aunque también estric-
ma en América Latina, como la revolución to, cuando han sido capaces de modificar las
mexicana, boliviana, cu bana, nicaragüen - relaciones de poder preexistentes.
se, o el peronismo en Argentina y la Uni -
dad Popular en Chile?). Los procesos de
reforma social y política, así como la parti -
cipación popular, se han verificado, ex ten -
dido y multiplicado cuando nuestros
...necesitamos con mayores razones y
pueblos se han “movilizado”. No ha sido, en fundamentos, aprender de las dinámicas y
la mayoría de nuestros países, la “densi - tradiciones que han generado los movimientos
dad” de la sociedad civil la que ha estimu -
sociales populares que, asociándose y
lado y animado los procesos de
democratización, sino que las capacidades movilizándose, han construido prácticas
desplegadas por una diversidad de movi - propias e inéditas de ciudadanía.
mientos populares en alianza, en muchos
casos, con las clases medias de nuestros
países.
Desde esta perspectiva, si bien parece
necesario aprender de las tradiciones libe- 3.2 La cuestión educativa
rales con relación a la sociedad civil y la ciu -
dadanía, necesitamos con mayores razones En ciertos sentidos, la educación popular ha
y fundamentos, aprender de las dinámicas sido fuertemente interrogada en los últimos
y tradiciones que han generado los movi - 15 años cuando hizo crisis el “campo socia-
mientos sociales populares que, asociándo - lista” europeo y declinaron los proyectos po-
se y movilizándose, han construido pulares de carácter democrático nacional,
prácticas propias e inéditas de ciudadanía. como el de Nicaragua, en América Latina.
Cómo si no valorar y aprender de las prác - Una desgraciada confluencia de factores in-
ticas de “comunidad” que animan y prácti - terrogó entonces los horizontes políticos de
camente fundan la identidad de muchos de la educación popular, en el sentido de la di-
nuestros pueblos originarios. O cómo si no ficultad de referir sus prácticas a un “mode-
reconocer que han sido las “tradiciones or - lo alternativo de sociedad”. La “crisis del
ganizativas” de nuestros pueblos lo que les socialismo”, entre otras razones, debe ser
ha permitido mejorar sus condiciones de entendida como una crisis de horizonte o
pertenencia social, ya sea a través del sin - una crisis de futuro.
dicato, el comité de barrio, las agrupacio - Sin embargo, toda crisis de sentido abre
nes estudiantiles. O, cómo ni dejar de posibilidades de nuevas lecturas de la reali-
sorprendernos ante las nuevas formas de dad así como de los sujetos colectivos y sus
organización y movilización del Movimien - orientaciones. Abre también la posibilidad
to de los Sin Tierra en Brasil. de revisar las propias prácticas de los edu-
La actual fase de democratización que cadores populares y los sentidos más especí-
recorre a muchas de las sociedades latinoa - ficos que las animan. Desde esta
mericanas requiere de un fortalecimiento perspectiva, me parece necesario indicar

120
La Piragua

que ha habido una “relación fundante” en - capacidades y el protagonismo de nuestros


tre educación popular y “movimientos so- pueblos.20
ciales”, ya que reconociendo y valorando La di ná mi ca ac tual de los mo vi mien -
críticamente el hecho de que la educación tos so cia les en Amé ri ca Lati na –como re-
popular haya participado del paradigma de co no cen los au to res más arri ba ci ta dos-
la “revolución” en América Latina en los está in di can do la per sis ten cia y el de sa -
años sesenta y hasta los ochenta, hay tam- rro llo de nuevas “ener gías eman ci pa to -
bién que admitir que lo hizo potenciando el rias” así como de nue vos suje tos y
desarrollo desde la educación de una diversi- orien ta cio nes para la ac ción co lec ti va, de
dad de sujetos colectivos populares (de los las que no han sido aje nas las prác ti cas
“movimientos populares”, de los “movimien- de educa ción po pu lar. Por esta mis ma
tos sociales”). La educación popular, en un ra zón, que no se tra ta de prác ti cas aje -
nas a la EP, es que se de ben reco no cer
nue vos de sa fíos edu ca ti vos en me dio de
...toda crisis de sentido abre es tas prác ti cas. Entre otros, co bra, a mi
jui cio, par ti cu lar impor tan cia reco no cer,
posibilidades de nuevas lecturas va lo rar y po ten ciar los “sen ti dos so cia -
de la realidad así como de los les” (o me jor tal vez, los “sen ti dos de lo
pú bli co”) que emer gen des de los mo vi -
sujetos colectivos y sus
mien tos so cia les, como una pro duc ción
orientaciones. Abre también la cul tu ral cla ve para los pro ce sos de de mo -
posibilidad de revisar las propias cra ti za ción. Aque llo que hoy se de no mi -
na “po lí ti cas pú bli cas”, no es asun to que
prácticas de los educadores
com pe te pu ra men te al Esta do, sino que a
populares y los sentidos más la so cie dad. Si ésta y los mo vi mien tos so -
específicos que las animan. Desde cia les no es tán im pli ca dos en la cons ti tu -
esta perspectiva, ha habido una ción de lo pú bli co, bajo ló gi cas
neo li be ra les, las po lí ti cas pú bli cas ine vi -
“relación fundante” entre ta ble men te devie nen en prác ti cas de
educación popular y tipo tec no crá ti cas, ins tru men ta les o
“movimientos sociales”... clien te lís ti cas.
La educación popular, de cara al desa -
rrollo de los movimientos so ciales, debe
sentido freireano, quería ser un aporte es- ser capaz de trabajar en consecuencia
pecífico al cambio social revolucionario, muy ampliamente las tradiciones, ideas,
aquél que podía potenciar un nuevo tipo de valores y proposiciones de sociedad (de
educación que formaba sujetos individuales nuevos tipos de relaciones so ciales) que
y colectivos y que apostaba al protagonismo emergen des de los propios mo vimientos.
de esos sujetos como una condición para el En este último sentido, evidentemente
desarrollo de su propia historicidad. Otra hay que reconocer que existe un viraje
cosa distinta, y que por cierto compromete desde las nociones estadocéntricas de los
y obliga a revisar críticamente las prácti- años se senta hacia no ciones “so -
cas de EP, son los derroteros del cambio cio-territoriales”, pero ello no im plica que
social y político y los modos en que éstos el Estado haya dejado de ser una re feren -
-más allá de la acción de sus enemigos- cia funda men tal para los movimientos.
contribuyeron realmente a potenciar las La cuestión es, sin embargo, que los mo vi -

20 Este es por cierto, un debate abierto y aún insuficientemente elaborado sobre el pasado de la izquierda
latinoamericana con relación a sus enfoques y estrategias. Sin embargo, se puede también hacer notar que las
propias prácticas y orientaciones de muchos de los movimientos sociales actuales representan ya una forma de
superación de ese pasado.

121
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES

mien tos no pue den agotarse en su rela - De este modo, la educación popu lar
ción con el Estado (y mien tras más debe ser concebida como un com po nen te
potencien su au to no mía, mayores po sibi - de las di námicas de los mo vimientos so -
lidades de desarrollo ten drán), pero al ciales, aquél que colabora en los proce sos
mis mo tiempo tam poco pue den renunciar de auto con cien cia in dividual y co lectiva;
a ver en el Esta do una instancia que in - que refuer za los pro cesos de au to no mía y
flu ye en los proce sos de de mocratización crea ción cultu ral; que fa vorece el desa-
de la so ciedad (y que éste, el Estado, se rrollo de ini cia ti vas que formu lan y re-
debe a la socie dad en sentido am plio y no crean perma nen te men te “lo pú blico”; y,
sólo a las diná mi cas del mercado). que en medio de estos pro cesos, favo re ce
tam bién “el sal to” de la di versidad hacia
pro ce sos inéditos y demo crá ti cos de uni -
dad de nuestros pue blos.

122
La Piragua

EDUCACIÓN POPULAR Y DEMOCRATIZACIÓN DE


LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y ESPACIOS
PÚBLICOS

Pedro Pontual 1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

C rece hoy en día, en el ámbito de los movi-


mientos sociales, de las ONG, de gobiernos
en la constitución de las nuevas esferas pú-
blicas democráticas y en la promoción de un
democráticos y de fragmentos de la intelec- proceso progresivo de recuperación del ca -
tualidad, la comprensión de que la prolifera- rácter público del Estado y de desestatiza -
ción de prácticas participativas en los ción de la sociedad. Tales prácticas,
espacios públicos viene provocando una ne - desarrolladas sobre todo en el ámbito de los
cesaria redefinición de las relaciones entre espacios de poder local, buscan la supera -
Estado y sociedad civil. La participación ciu- ción de una visión de la relación Estado y
dadana es elemento sustantivo para posibili- sociedad civil como polaridades absolutas
tar efectivamente una ampliación de la base en favor de una comprensión más dinámica
democrática de control social sobre las accio- de relaciones de interdependencia combina -
nes del Estado. Estas prácticas participati- das con el reconocimiento de la especifici -
vas, generadas tanto a partir de las dad y autonomía de cada actor.
organizaciones de la sociedad civil como de A partir del final de los años cincuenta
la acción inductora del Estado, crean una si- en Brasil y de modo más general en Améri -
nergia capaz de alterar substantivamente la ca Latina, la educación popular se constitu -
relación entre ambos actores. En este proce- yó en un importante referencial teórico e
so, se amplía y profundiza la práctica de la instrumental para el fortalecimiento de los
democracia y se construye una ciudadanía diversos actores sociales y políticos (sobre
activa. todo los movimientos sociales) en el campo
Las prácticas de participación ciudada- de la sociedad civil, lo que ha contribuido
na han dado una significativa contribución

1 Presidente del CEAAL y Coordinador de la Escuela de Ciudadanía del Instituto Polis, São Paulo, Brasil. Actuó en
los años setenta y ochenta como Educador Popular en diversas ONG en Brasil y como asesor pedagógico de
diversas organizaciones populares como la CUT (Central Única de los Trabajadores) y CMP (Central de los
Movimientos Populares). Fue uno de los fundadores y actuó en la coordinación pedagógica del Instituto Cajamar.
Durante la gestión de Paulo Freire (1989-1991) en la Secretaría Municipal de Educación de la Prefectura de São
Paulo desarrolló el trabajo de coordinación de las políticas de educación de jóvenes y adultos. De 1997 a 2002,
coordinó el Núcleo de Participación Popular y fue Secretario de Participación y Ciudadanía en la Prefectura
Municipal de Santo André-SP, Brasil. Doctor en Educación por la Pontificia Universidad Católica de São Paulo
(PUC).

123
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

para la búsqueda de una nueva calidad de sencia activa, crítica decidida, de todos
la relación de éstos con el Estado. nosotros con relación a los asuntos públi-
Traduciendo este acumulado histórico, cos. Eso es dificilísimo, pero es posible.
vale recordar la definición de educación po- La educación no es la llave para la trans-
pular presente en el documento del CEAAL formación, pero le es indispensable. La
titulado Educación popular para una demo- educación sola no la hace, pero sin ella
cracia con ciudadanía y equidad: tampoco se hace la ciudadanía.” (1995,
p.74)
“La educación popular constituye una
práctica referida al hacer y al saber de las
organizaciones populares, que busca for -
talecerla en cuanto sujetos colectivos y así,
contribuir a través de su acción-reflexión
al necesario fortalecimiento de la socie-
La participación ciudadana es
dad civil y de las transformaciones reque-
elemento sustantivo para
ridas, tanto para la construcción posibilitar efectivamente una
democrática de nuestros países, como ampliación de la base
para el desarrollo económico con justicia
social.” (enero 1994, p.73)
democrática de control social
sobre las acciones del Estado.
A partir de mediados de los años noven-
ta, diversos estudios sobre los desafíos de la
educación popular, en el final del siglo XX e
inicio del nuevo milenio, apuntaban la nece -
Castillo y Osorio (1997) discuten la im-
sidad de una revisión crítica de las prácti-
portancia de la educación, asociada a los
cas y concepciones hasta entonces vigentes
procesos de construcción de la ciudadanía
en la educación popular, a la luz de las
en nuestros días en América Latina. Al sin-
grandes transformaciones en curso en el
tetizar el abordaje de una educación para la
mundo y, de modo particular, en las socie -
ciudadanía, afirman que se trata de una
dades latinoamericanas. Este debate deno -
educación volcada al objetivo global de for-
minado “refundamentación de la educación
mar ciudadanos autónomos y críticos. Esto
popular” buscó redefinir su papel, sus ta -
significa, considerar la ciudadanía como
reas, su concepción metodológica y crear
una cualidad social de la democracia y en -
nuevos instrumentos para su intervención.
tender que la educación debe orientarse,
De este amplio campo de discusión destaco,
primordialmente, en el sentido del fortale-
para fines de este texto, aquellos aspectos
cimiento de la democracia por medio de la
referentes a las contribuciones de la educa-
creación de capacidades en los ciudadanos
ción popular para los procesos de construc -
para participar en instituciones de la socie-
ción de una ciudadanía activa, y de
dad civil, ejercer asociativamente el poder
democratización de las estructuras políti -
de control sobre el gobierno y resolver pací-
cas y espacios públicos.
ficamente los conflictos.
Como punto de partida, se puede en -
Asimismo los autores, al discutir la te-
contrar en Paulo Freire (1995) una visión
mática de la educación para la ciudadanía a
siempre dia léctica acerca del alcance y de
partir de la óptica y pertinencia de la educa-
los límites de una práctica educativa en la
ción popular y desde el ámbito del debate de
construcción de la ciudadanía:
su refundamentación, manifiestan:
“No se puede decir que la educación gene-
“Una educación popular que promueva
re ciudadanía de quien sea. Pero, sin
el desarrollo de aprendizajes para la
educación, es difícil construir ciudada-
comprensión de la realidad compleja en
nía. La ciudadanía se crea con una pre-
la que se vive, y la decisión sobre los mo-

124
La Piragua

dos de intervenir sobre la misma. En redes de actores sociales. Del mismo


este sentido, podemos decir que la edu- modo, debe promover la apropiación crí-
cación popular es una pedagogía de lo tica de los temas emergentes de la ciuda-
público, de la decisión, de la construc- danía, especialmente los relacionados
ción de un sentido de lo común. La edu- con justicia, género, relaciones intercul-
cación popular es una educación turales e intergeneracionales, empode-
ciudadana, una esfera pública. Al ha- ramiento y gobierno de las ciudades y de
blar de educación popular, nos referi- las regiones.” (1997 p.63)
mos a la creación en distintos ámbitos
Ya entonces, la observación y sistemati-
(escuelas, barrios, movimientos sociales,
zación de diversas prácticas participativas
familias) de esferas públicas que permi-
que involucraban gobiernos locales y acto -
tan que las personas se reúnan en luga-
res de la sociedad civil, posibilitaba una vi -
res diversos para hablar, intercambiar
sión clara sobre la necesidad de una acción
información, escuchar, hacer negocia-
educativa planeada y de la creación de un
ciones.” (1997 p.42-43)
instrumental pedagógico capaz de propiciar
calidad substantivamente democrática a la
intervención de los diversos actores en los
...la educación debe orientarse, espacios públicos y canales de participación
ciudadana. Se trata de desarrollar una pe -
primordialmente, en el sentido del dagogía de la gestión democrática capaz de
fortalecimiento de la democracia por medio de contribuir a la construcción de nuevas for -
mas de ejercicio del poder en el terreno de la
la creación de capacidades en los ciudadanos
sociedad civil y en las formas de actuar del
para participar en instituciones de la sociedad Estado.
civil, ejercer asociativamente el poder de
control sobre el gobierno y resolver
pacíficamente los conflictos.
Se trata de desarrollar una
pedagogía de la gestión
democrática capaz de contribuir
Castillo y Osorio, después de referirse a a la construcción de nuevas
algunas de las principales concepciones de
educación ciudadana y sus formulaciones
formas de ejercicio del poder en
pedagógicas, afirman que el punto central es el terreno de la sociedad civil y
constituir una pedagogía que suscite la nece- en las formas de actuar del
sidad de pensar en nuevos horizontes y
Estado.
orientaciones para la práctica educativa en
todos los espacios sociales. Concluyendo su
En este contexto, se puede afirmar que
reflexión, afirman los autores acerca de los
las diversas prácticas participativas desa -
objetivos generales de una educación ciuda-
rrolladas en la perspectiva de democratiza -
dana:
ción de los espacios públicos se vienen
“La educación ciudadana debe contri- constituyendo como procesos educativos, y
buir con el desarrollo de estrategias ciu- que proporcionan importantes aprendizajes
dadanas de intervención en las agendas para los actores de la sociedad civil y de los
públicas y con la capacitación para el gobiernos que se implican en ellas.
lobbing ciudadano; contribuir con las Marques (1995), al referirse al apren -
acciones de interés público y la genera- dizaje que ocurre a partir de la mediación
ción de movimientos ciudadanos eficien- del espacio públi co y de la praxis po lítica,
tes y creativos, capaces de trabajar como se remite a la importancia de las compe -

125
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

tencias comunicativas (Habermas) en la concepto de “capacidad argumentativa”,


constitución del sujeto autónomo, crea ti - concluye la autora:
vo, atento a las múltiples po sibilidades,
“Capacidad argumentativa es senti-
abierto y capaz de actuar en un mundo
miento de legitimidad para participar
marcado por las incertidumbres y por la
en la construcción de políticas sociales
complejidad. Las personas sólo serán ra -
de forma que los unos no se alienen en
cionalmente responsables de su destino
los otros, considerados dueños del saber.
colectivo en la me dida en que reflexionen
Es capacidad de defender las propias
sobre sus intereses y ne cesidades y los so -
necesidades, respetando las de los otros,
metan a una crítica pública. Y la sociedad
esto es, habilidad de lidiar con el deseo
emancipada depende de la ins titucionali -
propio y del otro, construyendo un noso-
zación de la democracia pautada por una
tros. Por lo tanto, es ejercicio de sensación
integración más feliz en tre la cultura, la
y reflexión para que el sujeto se sienta legi-
sociedad y la personalidad singularizada.
timado como miembro del proceso dialo-
(p.43)
gístico–democrático.” (1997, p.156)
Para Marques (1995), el yo competente
(y singularmente autónomo) significa, de
esa manera, la capacidad de au -
to-afirmación de cada cual en la posición
singular que ocupa y en el coraje de orien -
...Y la sociedad emancipada depende de la
tarse y organizarse en el mundo. (p.48) Con-
institucionalización de la democracia pautada
cluye que, en las complejas y por una integración más feliz entre la cultura,
multideterminadas sociedades modernas, la sociedad y la personalidad singularizada.
se multiplican las alternativas hipotéticas y
se quiebran las cadenas de las lealtades
particularistas, exigiéndose el aprendizaje
de la búsqueda de consenso a la base de los Enseguida concluye Sawaia acerca de la
mejores argumentos, esto es, de aquellos participación:
que obtengan el consentimiento de los indi-
“La acción participativa puede y debe
viduos a un entendimiento nuevo, sometido
ser local, específica y motivada por inte-
a las reglas comunes de la confrontación crí-
reses personales y grupales, pero el hori-
tica. Pero para eso se exigen sujetos cons -
zonte debe ser universal para no
cientes de su propio proceso formativo,
tornarse corporativista. Los participan-
sujetos que se reconozcan a sí mismos como
tes son singularizaciones del género hu-
otros en su libertad, en apertura radical a
mano y en cuanto tales deben orientar
sus posibilidades y a la libertad de todos.
sus prácticas por la mediación de la éti-
(p.50)
ca universal, para que ella se contextúe.”
Sawaia (1997), al analizar el concepto
(1997, p.157)
de la participación social como cuestión de
legitimidad subjetiva, afirma que el apren - Freire (1997) en su obra “Pedagogia da
dizaje de una regla no conduce necesaria - Autonomia” trata la temática del aprendi-
mente a la acción, pues el compromiso zaje directamente asociado a la constitu-
político no es una cuestión de opción pura- ción de la autonomía. Mientras en el
mente cognitivo–instrumental ya que es vi - ideario neoliberal la noción de autonomía
vido como necesidad del yo, como deseo. viene asociada al estímulo del individualis-
Aún cuando el individuo actúa en nombre mo y de la competitividad, en Freire está
del bien común, la acción implica ejercicio asociada a la solidaridad como compromiso
de la motivación individual; por lo tanto, vo- histórico entre hombres y mujeres, a una
luntad y afectividad son dos dimensiones ética universal del ser humano y a una pe-
fundamentales. Tomando de Habermas el

126
La Piragua

dagogía de la autonomía. Así Freire se re- reconocida prioridad de intervención con re-
fiere al acto de aprender: lación a los actores de la sociedad civil, la
educación popular viene siendo desafiada
“Aprender para nosotros es construir,
también a incidir sobre una pedagogía de -
reconstruir, constatar para cambiar, lo
mocrática de las acciones de gobierno.
que no se hace sin apertura al riesgo y a
Aquí vale recordar, en la obra de Freire
la aventura del espíritu.” (1997, p.77)
(1992), la importancia que atribuye a la ac -
Para Freire, lo esencial en las relaciones ción pedagógica de un gobierno radicalmen -
entre educador y educando, entre autoridad te democrático:
y libertades, es la reinvención del ser huma-
no en el aprendizaje de su autonomía. Para
él, la libertad se vuelve madura en la con -
frontación con otras libertades, en la defen-
sa de sus derechos frente a la autoridad de
los padres, del profesor, del Estado. La au-
Mientras en el ideario
neoliberal la noción de
tonomía se constituye en la experiencia de
varias, de innumerables decisiones que van autonomía viene asociada al
siendo tomadas. Es en esta perspectiva que estímulo del individualismo y de
una pedagogía de la autonomía debe estar
la competitividad, en Freire está
centrada en experiencias estimuladoras de
la decisión y de la responsabilidad, vale de- asociada a la solidaridad como
cir, en experiencias respetuosas de la liber- compromiso histórico entre
tad. Y concluye afirmando que decidiendo hombres y mujeres, a una ética
es que se aprende a decidir.
Es justamente en este contexto que ad- universal del ser humano y a
quirió particular relevancia en el debate so- una pedagogía de la autonomía.
bre la educación popular, la temática del
poder local y de una pedagogía democrática
capaz de contribuir para la construcción de
“Todo debe ser visible. Todo debe ser ex-
nuevas prácticas de ejercicio del poder, fun-
plicado. El carácter pedagógico del acto
damentalmente a partir del campo de la so-
de gobernar, su misión formadora,
ciedad civil y en el ejercicio de las acciones
ejemplar, que demanda por eso mismo
de gobierno, en el sentido de que éstas estén
de los gobernantes, seriedad innegable.
constantemente alimentadas y re-
No existe gobierno que persista verda-
tro-alimentadas por la práctica viva de los
dero, legitimado, digno de fe, si su dis-
procesos y sujetos sociales.
curso no es confirmado por su práctica,
si apadrina y favorece amigos, si es bien

Capacidad argumentativa.
duro apenas con los oposicionistas y
Es capacidad de suave, ameno con los correligionarios.”
defender las propias necesidades, respetando (1992, p .174)
las de los otros, esto es, habilidad de lidiar con Dentro de esta perspectiva, se parte de
el deseo propio y del otro, construyendo un la hipótesis que la educación popular tiene
un importante papel en el sentido de la cali -
nosotros. ficación (tanto del punto de vista éti -
co-político como de conocimientos
En esta dirección se confirma que es instrumentales) de los movimientos socia -
preciso educar, formar, capacitar a los dife- les y de los gobiernos para mejorar su capa-
rentes actores que van a crear y a ejercer cidad de intervención en la elaboración y
esas nuevas formas de poder. A pesar de su gestión de las políticas públicas.

127
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

En este sentido, la sistematización de trucción de nuevos valores, actitudes y


experiencias y el debate promovido en el in - comportamientos de los actores en los
terior de la Red de Educación Popular y Po- procesos y canales de participación ciu-
der Local (REPPOL) del CEAAL, apuntan dadana.
nuevas temáticas y nuevos énfasis que vie -
nen siendo incorporados a los programas de
intervención de la educación popular:
a) pedagogía democrática para el ejercicio
...la educación popular viene
del gobierno local;
siendo desafiada también a
incidir sobre una pedagogía
b) construcción de programas de educación
para la ciudadanía en torno de la temáti - democrática de las acciones de
ca de los derechos y de una nueva ética gobierno.
del bien público;
c) métodos democráticos de gestión y ad -
Vale la pena recordar que los procesos
ministración de las organizaciones;
participativos desencadenados por la cons -
d) métodos democráticos de planeamiento trucción del poder local tienden a provocar
(estratégico y participativo) y, en espe- nuevos conflictos, o la agudización de los ya
cial, su aplicación al territorio y no sólo a existentes entre los actores que participan
las organizaciones; en ellos. De ahí la importante mediación
educativa en el sentido de “pedagogizar los
e) incorporación activa de la pluralidad del
conflictos”, posibilitando que ellos, al con-
saber técnico que, a partir de la perspec -
trario de provocar disociación y fragmenta-
tiva de una pedagogía libertadora, pue -
ción, puedan contribuir para la
da contribuir para mejorar la calidad y
construcción de nuevas prácticas de ejerci-
la profundidad de los programas de in -
cio del poder substantivamente democráti-
tervención territorial de la educación po-
cas.
pular y de los movimientos sociales;
La creación de nuevas formas y canales
f) conocimiento instrumental necesario a de participación ciudadana enfrenta una
la apropiación de los mecanismos de arraigada cultura política elitista y autorita-
funcionamiento del Estado y a una me - ria que no se transforma de un momento a
jor calidad de la intervención en relación otro. Hay una lógica históricamente predomi-
a la formulación y gestión de las políti - nante en la relación de la población con el
cas públicas; Estado, impregnada de apatía, clientelismo,
sumisión, populismo, cooptación y otros tan-
g) capacitación del empleado público en la
tos efectos perversos de esta herencia cultu-
perspectiva de su valorización como pro-
ral.
fesional (nuevas metodologías e instru -
Las experiencias en curso han demostra-
mentos participativos), como servidor
do que no es suficiente la creación de espa-
público y como ciudadano;
cios y canales de participación, siendo
h) capacitación, tanto de los movimientos necesario propiciar las condiciones para que
sociales como de los agentes de la admi- esta participación ocurra de hecho, capaci-
nistración, para el ejercicio de copartici - tando los diversos actores (de la sociedad ci-
paciones públicas con “autonomía” de vil y del Estado) para el ejercicio de una
los actores y una efectiva práctica de nueva práctica de gestión pública democráti-
descentralización del poder; ca.
Por lo tanto, la apertura de nuevas for-
i) nuevos instrumentos de comunicación
mas y canales de participación requiere una
popular capaces de contribuir a la cons -
práctica pedagógica planeada capaz de

128
La Piragua

orientar el necesario proceso de cambio de blicas transparentes y democráticas, en


actitudes, valores, mentalidades, comporta- las que se ejercita la deliberación basada
mientos, procedimientos, tanto por parte de en criterios objetivos, compartidos e im -
la población como de aquellos que están en personales;
el interior del aparato estatal.
d) se realiza en el propio ejercicio de la ciu-
dadanía activa, desarrollando la con -

...democratizar la democracia, ciencia de que, cuidar de su y de nuestra


ciudad, es un derecho (que incluye la
apunta la prioridad de discutir co-responsabilidad) y que cuando es
ejercido, las cosas suceden;
los nuevos paradigmas de la
e) busca formar ciudadanos autónomos y
educación popular en respuesta a críticos, con capacidades comunicativas
las dos grandes tareas del y argumentativas para participar en
instituciones de la sociedad civil, para
momento: promover procesos
ejercer asociativamente el control sobre
efectivos de inclusión social y gobiernos y resolver pacíficamente y de-
fortalecer prácticas de mocráticamente los conflictos;

democracia participativa. f) instrumenta a los actores de la sociedad


civil y de los gobiernos para nuevas for -
mas de ejercicio del poder en que la
Un proceso de democratización de la transparencia de las acciones, la capaci -
gestión debe tener la acción educativa como dad de oír, dialogar, reconocer legitimi -
eje articulador para asegurar un mayor al- dad en el otro, son actitudes
cance y calidad del aprendizaje producido. indispensables;
De ahí la necesidad de una pedagogía de la
g) facilita la apropiación de conocimientos
gestión democrática como dimensión indis- técnico-políticos que amplían la capaci -
pensable para posibilitar que los actores ad- dad de los ciudadanos de actuar como
quieran eficacia y potencia de acción en el agentes en la definición y gestión de las
ejercicio de la democracia, de la ciudadanía políticas públicas;
activa, en la creación de esferas públicas de-
mocráticas y transparentes y en la cons-
h) aumenta los conocimientos sobre el te -
rritorio (barrio-ciudad-región) y sus di -
trucción de una nueva cultura política. A
versos elementos de identidad,
continuación se indican algunos de los ele- facilitando la acción integrada de las po-
mentos constitutivos de tal pedagogía: líticas públicas y la participación y con -
a) es metodológicamente deliberativa, es trol de los ciudadanos sobre las mismas;
decir, debe proporcionar la posibilidad i) desarrolla la autoestima, las capacidades
efectiva del ejercicio de decidir sobre los de comunicación y relación interpersona -
asuntos públicos en la ciudad; les, creando así motivación personal para
b) debe estimular prácticas de cogestión la participación en acciones colectivas;
(entre gobierno y comunidad local), desa- j) desarrolla los valores de solidaridad,
rrollando la actitud de justicia, unión, respeto al otro, toleran -
co-responsabilidad y la práctica de copar-
cia, humildad, esperanza, apertura a lo
ticipación entre los actores locales en la
nuevo, disponibilidad al cambio, como
resolución de problemas y construcción
de alternativas para el futuro de los mu- elementos de una ética universal que
nicipios; debe estar en la base de las acciones de
educación para la ciudadanía.
c) es una pedagogía de lo público, de la
construcción del sentido de lo común, a Concluyendo, una de las principales pa-
partir de la construcción de esferas pú- radojas que se vive hoy en América Latina
es que, al mismo tiempo que se ampliaron

129
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

los procesos de democratización y concien - hacia una agenda de la educación ciudada-


cia ciudadana, creció la pobreza y la desi - na, 1997.
gualdad, se amplió el desempleo y la CEAAL, Educación popular para una
precariedad del trabajo, y se deterioró el te- democracia con ciudadanía y equidad. s/l.,
jido social. Esta contradicción plantea la ur- 1994.
gencia del debate sobre la calidad de Freire, Paulo, “Poder local, participação
nuestras democracias, sobre el papel del popular e construção da cidadania”. en:
Estado en la garantía de los derechos civi - Fòrum de Participação Popular nas Admi -
les, políticos, económicos, sociales, cultura - nistrações Municipais, 1995. s/l.
les y ambientales, y sobre la __________, Pedagogia da Esperança.
responsabilidad de la sociedad civil y dentro São Paulo: Paz e Terra, 1992.
de ésta, particularmente, de los movimien - __________, Pedagogia da autonomia:
tos sociales. En medio de esta situación, se saberes necessários à prática educativa. São
multiplican los gobiernos locales conquista - Paulo: Paz e Terra, 1997.
dos por fuerzas democráticas que también Marques, Mário Osório, Aprendizagem
conquistaron nuevos espacios de poder en el na mediação social do aprendido e da docê-
ámbito nacional, entre los cuales, el gobier - ncia. Ijuí RS.: Editora Unijuí, 1995.
no de Lula en Brasil merece destacarse por Pontual, Pedro de Carvalho, “Construin-
la esperanza que provoca en todo el conti- do uma pedagogia democrática do poder”, en
nente latinoamericano. La Piragua No. 11 Revista Latinoamericana
Dentro de este escenario más general, de Educación y Política. Santiago, Chile:
la afirmación que se hizo en el III Foro So - CEAAL, 1995, pp. 25-35.
cial Mundial en Porto Alegre (enero de __________, Desafios pedagógicos na
2003) sobre la necesidad estratégica de de - construção de uma relação de parceria entre
mocratizar la democracia, apunta la prio - movimentos populares e o governo munici-
ridad de discutir los nuevos paradigmas de pal da cidade de São Paulo na gestão Luiza
la educación popular en respuesta a las dos Erundina: a experiência do MOVA-SP,
grandes ta reas del momento: promover 1989-1992. Tesis de Maestría, Programa de
procesos efectivos de inclusión social y for - Pós Graduación en Educación: Historia y
talecer prácticas de democracia participa - Filosofía de la Educación de la Pontifícia
tiva como condiciones para un desarrollo Universidade Católica de São Paulo. São
integral, inclusivo, con equidad y sosteni - Paulo: PUC-SP,1995.
ble de nuestras sociedades. __________, O processo educativo no or-
çamento participativo: aprendizados dos
Bibliografía atores da sociedade civil e do Estado. Tesis
de Doctorado. São Paulo: PUC-SP, 2000.
Castillo, Adolfo y Osorio, Jorge, Cons- __________, Pedagogía de la gestión de-
trucción de ciudadanías en América Latina: mocrática. Documento presentado en el
Encuentro de Municipalismo en América
del Sur. Barcelona, España, 2003.

130
La Piragua

EDUCACIÓN POPULAR Y DEMOCRATIZACIÓN DE


LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS
ESPACIOS PÚBLICOS

Rocío Lombera1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

1. INTRODUCCIÓN manente de transformación de la propia hu-


manidad”. Por ella, se han desmoronado
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® imperios, acabó el feudalismo, surgió y se
consolidó el capitalismo y el socialismo
anunció un mundo y un hombre nuevos.
Cabe destacar la importancia de abrir un
espacio como es el CEAAL para profundizar Democracia: dos sentidos,
el análisis y propuestas para fortalecer la dos enfoques
Pedagogía de la Democracia en nuestras
realidades. En el actual contexto de crisis Para abrir el debate es necesario refle-
democrática, esta discusión no sólo es vi- xionar, en principio, el sentido y enfoque so-
gente sino fundamental, ya que como intro- bre el cual analizar los desafíos y construir
duce Herbert de Souza2, utilizando una los aportes de una Pedagogía de la Demo-
frase de Norbert Lechner “Para construir cracia. Destacamos acá dos perspectivas, ya
la democracia hay que imaginarla”, y plan- colocadas por Herbert de Souza3 y reafirma-
tea “...por eso es fundamental inventarla a das por Alforja en 1997:4
todos los niveles en cada momento”, ya que
“La democracia es… Una idea-fuerza que
ilumina la historia humana… motor per-

1 Arquitecta. Especialista en diseño y planeación de vivienda y poblamiento popular organizado; políticas y


gestión urbanas; municipalismo democrático; democracia y desarrollo local; gestión pública y poder local;
participación ciudadana, construcción de ciudadanía y gobernabilidad participativa. Actualmente,
Coordinadora del Programa de Desarrollo y Gestión Municipal del Centro Operacional de Vivienda y
Poblamiento, A.C., (COPEVI). En su trayectoria ha sido Consultora de la Comisión de Naciones Unidas para
los Asentamientos Humanos – Hábitat (CNUAH) y Asesora Regional en Gobernabilidad Participativa del
Programa de Gestión Urbana para América Latina y el Caribe de Hábitat de Naciones Unidas
(PGU/ALC-CNUAH y PNUD). Actual Coordinadora de la Red de Educación Popular y Poder Local del Consejo
de Educación de Adultos de América Latina (REPPOL).
2 De Souza, Herbert José. Construir a utopia: proposta da democracia, Editorial Vozes/Ibase, Colección Fazer, No.
28, Petrópolis, Brasil, 1987. p.7.
3 De Souza, Herbert. Ibid, pp. 7-8
4 ALFORJA, Desafíos y dilemas de la construcción del poder local, San José, 1997.

131
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

a) Democracia como régimen polí- da5 plantean: “la democracia del capital es
tico: democracia formal represen- selectiva y excluyente en lo que se refiere a
tativa los que pueden usufructuarla, es restrictiva
en términos de los diferentes aspectos y di -
En un sentido restrictivo, para algunos mensiones de la existencia humana y social
la democracia es un conjunto de reglas, nor- que abarca... la democracia integral se-
mas y procedimientos para que los ciudada - ría el sistema político que garantice a cada
nos deliberen los asuntos públicos, elijan uno y a todos los ciudadanos la participa-
gobernantes y adopten decisiones políticas, ción activa y creativa, en cuanto sujetos en
basados en ciertos principios: separación todas las esferas del poder y del saber de la
Estado-sociedad, transparencia electoral, sociedad. El sistema que garantice a cada
principio de representación, un conjunto de uno y a todos el derecho de ser coautores del
instituciones de gobierno, la separación de mundo... para eso, cada uno y todos los ciu-
poderes, el reconocimiento de los derechos, dadanos de la sociedad son llamados a par-
garantías y libertades civiles, decisiones de ticipar, en cuanto sujetos, al mismo tiempo
mayoría con respeto de las minorías y los singulares y plurales del desarrollo y de to-
ideales democráticos. Este enfoque, en la das las instituciones relacionadas con éste,
práctica, reduce la democracia a una forma desde (la familia) la aldea, el barrio y las
de gobierno donde el hecho más sobresa - unidades productivas hasta el Estado.”
liente son las elecciones directas y por ello,
se dice, sólo existe en los países capitalistas. Democracia y política

b) Democracia como proyecto de Vivimos un momento crítico para la de-


sociedad: democracia integral par- mocracia y el desarrollo social, económico y
ticipativa político de toda América Latina, ya que la
política, instrumento base para lograr la
En un sentido más amplio, para otros la consolidación de espacios democráticos, ha
democracia es algo más profundo que afecta sido profundamente deficitaria y está total-
a todas las relaciones de la sociedad (econó - mente devaluada, generando graves proble-
micas, sociales, políticas, culturales, coti- mas de gobernabilidad democrática en toda
dianas) y, por lo mismo, no existe en las la región.
sociedades capitalistas; es el modo de convi - Por un lado, existe un incremento abso-
vencia político-social organizado por la so - luto de la pobreza, exclusión (económica, so-
ciedad con base en la voluntad general y el cial, étnica, genérica, generacional),
bien común; es la calidad que impregna to - inseguridad ciudadana, violencia social, que
das las dimensiones de la vida, relaciones tienen bases estructurales; y, en paralelo, se
recíprocas y el funcionamiento de la socie - da una creciente apatía y desmovilización
dad, cuyos principales elementos son: con - política en respuesta a formalismos políticos
vivencia democrática; relaciones sociales de y ausencia de soluciones efectivas para el de-
bienestar para la mayoría; equidad y justi- sarrollo socioeconómico. La crisis del Estado,
cia social en todos los ámbitos. La democra - reflejada en el abandono de las políticas so-
cia integral participativa incluye la ciales y en la crisis de representación y de le-
democracia formal representativa, pero no gitimidad de las instituciones, incluidos los
al revés. partidos políticos, ha traído consigo el surgi-
Es en este sentido que asumimos la con- miento de nuevos actores que se manifiestan
cepción que Leonardo Boff y Marcos Arru- en los más diversos campos de la vida social,

5 Referencia a una reflexión de Leonardo Boff y Marcos Arruda en su trabajo Educacao e desenvolvimento na
perspectiva da democracia integral, publicado en Caderno de Fe e Política, No. 12, 1994, pp. 61 y 66; citado por
Pedro Pontual. Construyendo una pedagogía democrática del poder local. Documentos de Trabajo para la
REPPOL, junio de 1995.

132
La Piragua

económica y cultural, incorporando dinámi- dores; qué elementos articuladores, institu -


cas inéditas. cionales, democráticos, se han generado,
Actualmente, donde los sujetos deben cómo se expresan o no en la vida cotidiana y
actuar en un mundo de mayor incertidum- en nuestros territorios de acción.
bre y opciones individuales, la política ha Para esta reflexión nos preguntamos,
perdido centralidad, es una necesidad y exi- ¿qué procesos son sustantivos para la demo-
gencia recuperar una política más cer- cratización de las estructuras políticas y los
cana, con mayor sintonía con los espacios públicos? ¿qué les da cierta susten -
ciudadanos. tabilidad y autosostenibilidad a los proce -
sos democráticos?

Existen coyunturas históricas que generan


avances o retrocesos; las transiciones 2. EJES DE REFLEXION Y
DEBATE
democráticas normalmente producen
respuestas de movilización articulatoria, ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
creación de nuevas instituciones y mecanismos
y una movilización de construcción Desde algunas experiencias y aportes
democrática. concretos de la educación popular, resca -
tamos al gunos ejes que consideramos
aportan sus tantivamente a los procesos
Democratización como proceso de democratización política y pú blica para
histórico y social nuestro de bate:

La democracia y la democratización son • Reconocimiento de derechos


al mismo tiempo un proceso y un fin; un • Inclusión/exclusión social
conjunto de procedimientos políticos y una • Construcción de ciudadanía, fortaleci-
forma de convivencia social; un objetivo po- miento de capacidades y aprendizaje so-
lítico y una práctica humana y social coti-
cial
diana, metodológica y organizativa. “En el
sentido de la democracia participativa la • Participación social, política y ciudadana
democracia es un principio sin fin y las ta - • Descentralización del poder, construcción
reas de la democratización sólo se susten- de lo público y lo local
tan cuando ellas mismas son definidas por • Ejercicio democrático de gobierno, gober-
procesos democráticos más exigentes.”6 nabilidad participativa
Siendo la democratización un proceso,
destacamos aquí la importancia de tener • Gestión democrática del territorio en lo lo-
una visión histórica. Existen coyunturas cal y en lo global
históricas que generan avances o retroce- • Transformación y ética democrática de la
sos; las transiciones democráticas normal- administración y de la gestión pública, (vi-
mente producen respuestas de movilización sibilidad, transparencia, rendición de
articulatoria, creación de nuevas institucio- cuentas, accesibilidad, modernización tec-
nes y mecanismos y una movilización de nológica)
construcción democrática. • Reforma del Estado (toma de decisiones,
Sería importante valorar en nuestras rol económico, rol partidos políticos, inter-
realidades locales las coyunturas históricas fase con el sistema político, democracia re-
que han impulsado procesos democratiza- presentativa-democracia participativa)

6 De Sousa Santos, Boaventura. (org.), Democratizar a Democracia: os caminhos da democracia participativa,


Volumen 1, Editorial Civilizacao Brasileira, Río de Janeiro, 2002,p.75

133
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

A continuación desarrollamos algunos Los principales desafíos aquí van en el


elementos de reflexión en relación a los ejes sentido de ¿cómo garantizar socialmente la
señalados para animar el debate dentro de efectiva realización de todos los derechos?
nuestros referentes organizativos e institu - Las experiencias y propuestas de EP desa-
cionales en torno a la necesaria democrati - rrolladas socialmente en este campo nos
zación de espacios públicos y estructuras aportan tres elementos clave para avanzar
políticas. en ello:
• Un trabajo amplio de información, promo-
Reconocimiento de derechos ción, difusión y apropiación social de la
realidad práctica y política del ejercicio de
La de mocracia no pue de te ner otra los derechos en cada realidad, en cada
base que el respe to a los dere chos hu ma - país; en este sentido están las campañas
nos, a la vida, a la libertad y a la seguri - desarrolladas en torno a los DESCA en su
dad de las personas, a la inclusión so cial, conjunto y particularmente.
al re co no ci mien to y respe to a su naciona -
lidad y cre do, a la par ticipación en los
• El desarrollo de capacidades sociales
asun tos pú bli cos y a la protección de la para la defensa y ejercicio pleno de sus
ley, como prego na la De cla ra ción Uni ver - derechos, a partir de procesos de forma-
sal de los Dere chos Huma nos. ción e instrumentación concreta para la
No obs tante todos estos de rechos in di - acción hacia su consecución, denuncia y
viduales y so ciales están garan ti za dos en seguimiento social de violaciones, docu-
las Consti tu cio nes de nues tros países, és- mentación, análisis e informes públicos
sobre su situación real.
tos son nega dos a través de las políticas
que la mayoría de nuestros Esta dos de sa - • La movilización y negociación para incidir
rro llan actual men te y que con lle van una en que más allá de garantizar un derecho
no ción de ciu dadanía, de ma triz autorita - en la Constitución y las leyes, se garantice
ria y li be ral, que consi de ra al ciudadano también con recursos presupuestales cla-
como ob jeto de la ac ción, a ma nera de dá - ramente definidos y públicamente trans-
diva, del Estado y no como su je to de de re - parentes.
chos garantizados por éste. Igualmente,
se plan tea la cues tión de los derechos
como un pro blema de los indi vi duos fren -
te al Estado y los acto res so ciales como ta -
les no encuen tran un espacio legítimo, ...la lucha por el ejercicio y realización plena
donde los Dere chos Econó mi cos, Socia les, de todos los derechos es un elemento sustantivo
Culturales y Ambienta les (DESCA) se re- de construcción de ciudadanía y de
conozcan tan to en su di mensión in divi -
dual como social. democratización de nuestras sociedades.
Por ello, la lucha por el ejercicio y reali-
zación plena de todos los derechos es un ele-
mento sustantivo de construcción de Inclusión/exclusión social
ciudadanía y de democratización de nues -
tras sociedades. En este eje se han desarro - Durante estas últimas décadas, Améri-
llado una gran cantidad de movimientos de ca Latina está atravesando un periodo de
mujeres, pobladores, productores, indios, profundización de los procesos de exclusión
negros, contribuyentes, jubilados, ecologis - social. Definitivamente, la cuestión de la
tas, reivindicando socialmente sus dere - exclusión y la inclusión so cial es un tema
chos, lo que muestra la apropiación de una de debate y de controversia, basados en las
conciencia de derechos sociales que da fuer- concepciones contradictorias en torno a la
za y sentido a estas luchas. pobreza. Los neoliberales hablan de la po-

134
La Piragua

breza como aquello que escapa a las leyes vorables para la concreción efectiva de esos
del mercado, como azares de la vida misma accesos.
(Milton Friedman) y en función de eso pro- Dentro de este contexto surge la pro-
ponen políticas compensatorias para aque- puesta de inclusión y coloca nuevamente al
llos que no logran adecuarse a la centro la cuestión de la dependencia frente
racionalidad propia del mercado. Políticas a la autonomía. Y destaca también la discu-
que van encaminadas a eliminar cualquier sión de la inclusión más allá de la discusión
tipo de acceso a los beneficios y derechos y de la pobreza, colocando la lucha por la in -
sustituirlos por lo que llaman “impuesto de clusión con un horizonte mucho mayor que
ingreso negativo”. En esta visión, los neoli- el de la pobreza. Aldaiza hace una conside -
berales descalifican las propias nociones ración interesante: “toda vez que hablamos
de exclusión, inclusión y justicia social, de pobreza, y centramos nuestra acción en
asumiendo la idea de pobreza en sí, vacia- ella, nuestro universo queda pobre también
da de otros contenidos relacionados con porque pobreza es un padrón (estándar) ob-
ella. Como expresa Roberto Campos. “Otra soleto de vida, no es deseo de condición de
espléndida bobería semántica es la expre- vida para nadie. Cuando cambiamos la mo-
sión justicia so cial. Eso presupone la exis - neda y miramos del lado de la relación ex -
tencia de un club de justicieros capaces de clusión/inclusión, salimos de ese universo
distinguir mejor que el mercado entre cerrado y tomamos referencialmente la di -
quien merece y quien no merece.” rección de la inclusión... no nos quedamos
limitados a horizontes compensatorios, de
reducción de tensiones, sino que proyecta -
mos un horizonte de ciudadanía (de dere -
“la ciudadanía no es reducible a una sola chos); inclusión supone necesariamente
ciudadanía, supone necesariamente demo-
dimensión, el ciudadano tiene una dimensión cracia.” Afirma que la concepción de pobre -
de elector pero también… es vecino… es za transforma a las personas en
necesitados, sin voz, y no en sujetos. Entre
contribuyente y puede exigir sus derechos como
pobreza e inclusión hay un salto cualitativo
tal… es consumidor… es cliente… es usuario y crítico que nos lleva a plantearnos la cons -
también es opinión pública” trucción de padrones básicos de inclusión
como aquella condición necesaria para el
pleno ejercicio de la ciudadanía y de los de -
rechos.
Retomando el discurso de Aldaíza Spo- Un desafío central entonces es la consi-
sati7, afirmamos que la exclusión social es no deración de trabajar como par exclusión/in -
sólo la pérdida de condiciones de vida antes clusión en lo cotidiano de la vida de las
adquiridas sino la clara conciencia de que personas, lo que nos lleva a centrar y recu-
sectores considerables de la población nunca perar lo subjetivo, lo particular, lo cercano
conseguirán tener el acceso a ellas. Enton- de todas y cada una de las personas en terri -
ces, no sólo es la pérdida sino es la condi- torios concretos; “salir de un universo de
ción del acceso, lo que es la verdadera discutir medias de situaciones y observar
línea de confrontación con el neoliberalismo. concretamente cómo está la vida cotidiana
Actualmente, frente a este principio neolibe- de las personas.”
ral de Estado Mínimo, tenemos desde el
punto de vista social una guerra doble, es de-
cir, ampliar el acceso en condiciones poco fa-

7 Ponencia presentada en el Seminario internacional Inclusión Social, realizado en Santo André, SP, Brasil en
abril de 1999.

135
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

Construcción de ciudadanía, ciudadano, es donde se produce y cobra


fortalecimiento de capacidades sentido la ciudadanía, don de se ejerce. En
y aprendizaje social la esfera pública es donde los ciudadanos
interactúan y deciden acer ca de los temas
Un proceso de democratización debe de in terés co mún. Aquí, el núcleo de la
abrir espacio a una ciudadanía activa y participación es el poder, como capaci-
deliberativa, criterio clave para discernir dad de intervenir en la toma de decisiones
el significado de la participación. Va mas públicas (Arendt).
allá de que la gente se beneficie de las políti - En el contexto actual globalizado, con
cas públicas, supone tanto el interés de la crecientes dinámicas migratorias y de mo -
gente como su posibilidad real para interve - vilidad y desplazamiento social, con fuerte
nir e influir activamente en los procesos de emergencia de nuevas identidades e intere-
toma de decisiones que atañen lo colectivo. ses, se evidencia la insuficiencia de la cultu-
Aquí una reflexión clave es, ¿qué ciuda- ra política para acoger estas nuevas
danía estamos construyendo?, ¿qué ciuda - manifestaciones de la multiculturalidad ge-
danía construir? De acuerdo con el sentido nerada y la consecuente ampliación necesa-
de democracia integral que asumimos arri- ria del sentido y contenido de ciudadanía
ba y si, como dice Enrique Correa8, “la ciu- para incluir estas expresiones.
dadanía no es reducible a una sola
b) Una ciudadanía como prácticas so -
dimensión, el ciudadano tiene una dimen -
ciales y culturales que dan sentido
sión de elector pero también… es vecino…
de pertenencia e identidad donde se
es contribuyente y puede exigir sus dere -
ejercen nuevas formas de participación
chos como tal… es consumidor… es clien -
social que tienen su base tanto en la co-
te… es usuario y también es opinión
pública”, sería necesario mirar la ciudada -
nía en relación tanto con la democratiza -
ción del Estado como con un nuevo
El primer gran tema a discutir para el
concepto de lo público y de lo privado. fortalecimiento de la ciudadanía es el de la
Este planteamiento nos lleva a propo- superación de la exclusión y la relación entre
ner aportes para construir ciudadanía en
pobreza y ciudadanía, entendiendo todo el
dos sentidos:
tema de la pobreza como un tema de acceso a
a) Una ciudadanía como conciencia de
pertenencia a la sociedad política
formas cada vez más fuertes de ciudadanía.
donde la codificación de derechos y debe-
res ciudadanos es elemento fundamen - munidad como en el mercado (Brunner).
tal en la formación de la nación y la
Desde la perspectiva comunitaria, los
participación está en el centro de su
ciudadanos en una sociedad compleja no
ser y rol (Touraine).
pueden ser y estar al margen de las vincula-
La construcción de una ciudadanía ac- ciones sociales que los constituyen como su-
tiva en esta perspectiva, debe fortalecer jetos, y aquí las premisas del ciudadano
un compromiso cívico y deliberación co - individual se limitan ya que toda conducta
lectiva de todos los temas de la comunidad y decisión humana está referida a contextos
política y sólo tiene posibilidad de ser en el sociales, territoriales, culturales e históri-
espacio en que se constituye lo público; cos específicos.
donde espa cio pú blico, más que requisito En relación al mercado, la participa-
para que las personas interioricen el ideal ción se da en torno a prácticas de consu mo

8 En su ponencia Participación Ciudadana y Gobernabilidad presentada en el Primer seminario conceptual sobre


Participación Ciudadana y Evaluación de Políticas Públicas, organizado por FLACSO-Sede Chile y Fundación
Ford en Santiago de Chile el 30 de julio de 1997.

136
La Piragua

sea de bienes, servicios o mensajes mediá- humana- de privadas pasaron a ser públi -
ticos. Muchas preguntas de los ciudadanos cas.
se contestan más en el consumo que en las Hoy en día necesitamos ciudadanos lo
reglas abstractas de la democracia por la más activos, críticos y desconfiados posi -
participación en espacios pú blicos y la no - ble, que sean un verdadero elemento de -
ción de ser ciudadano no tiene que ver sólo mocratizador. Como sociedad no de bemos
con derechos reconocidos y bienes y servi- tener miedo a esto sino a lo contrario, a te-
cios otorgados por aparatos estatales sino ner ciudadanos pa sivos, apáticos, ab sorbi -
por la accesibilidad a bienes y servicios dos por el consumismo, la droga, la
privados. Esto se profundiza con la políti- apolítica. Fortalecer y no abortar la ca pa -
ca neoliberal que avanza en la pri vatiza- cidad críti ca de los ciudadanos es un prin -
ción de bienes y servicios básicos, antes cipio fundamental de la construcción de la
comunitarios o públicos (educación, sa lud, democracia y su profundización (Joan
agua, luz, productos de consumo básico, Font).9 Por otro lado, sociedad y Estado re-
quieren hoy más que nunca la participa -
ción y actuación responsable y acti va de
Fortalecer y no abortar la capacidad crítica los ciudadanos en el ejercicio responsable
y cí vico de su “poder pri vado”. Los ciuda -
de los ciudadanos es un principio fundamental danos, en tanto, re querimos del Estado,
de la construcción de la democracia y su no instituciones rígidas, sino garantías de
profundización (Joan Font). espacios pú blicos para el ejercicio ple no de
nuestra ciu dadanía.
Los principales aportes en este eje han
tierras co munales) y sin los cuales el futu- ido por el lado de:
ro de una vida humana digna se ve cance- • Construir una ciudadanía en lo público
lado para la mayoría de la sociedad. vinculada a su lucha por sus derechos es -
Se hace muy difícil hablar de ciudada- pecíficos.
nía cuando tenemos una sociedad tan desi-
• Ampliar los espacios públicos deliberativos
gual como la nuestra. El primer gran tema
en torno a políticas y programas de gobier-
a discutir para el fortalecimiento de la ciu-
no.
dadanía es el de la superación de la exclu-
sión y la relación entre pobreza y • Intentar democratizar las relaciones so-
ciudadanía, entendiendo todo el tema de la ciedad-gobierno, sobre todo a nivel del eje-
pobreza como un tema de acceso a formas cutivo, pero también del legislativo y
cada vez más fuertes de ciudadanía. Esto judicial.
recoloca nuevamente en el debate la arena • “Ciudadanizar” algunas estructuras polí -
de lo privado a la luz de las deliberaciones ticas tales como instancias electorales e
públicas. Tal es el caso de asuntos como la incluso organizaciones de lucha políti -
violencia intrafamiliar, los niños en situa- ca-electoral (candidatos ciudadanos, aso-
ción de calle, deserción escolar, embarazo ciaciones políticas locales o nacionales).
precoz, etcétera. Parece que la historia se Sin embargo, los desafíos políti-
regresa o se repite, aunque ahora a partir co-pedagógicos aquí son profundos. ¿Cómo
de las actuales problemáticas que -dadas articular efi cazmente los contenidos para
las condiciones de profundización de la po- la construcción de una ciudadanía “po líti -
breza y la exclusión por la política de re- ca y pública” con la acción de los ciudada -
ducción de la responsabilidad social del nos en el ámbi to pri vado? ¿Podemos
Estado y la privatización de bienes, servi- hablar de ciudadanía “privada” o “en lo
cios y actividades esenciales para la vida privado” o sólo en lo público? ¿Cómo arti -

9 Exposición en el Seminario Democratizar la democracia, Sao Paulo, julio 2002.

137
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

cular los derechos y de beres re conocidos • El reconocimiento de la diversidad, no


formalmente en la relación Esta - sólo de las dife ren cias entre hombres y
mujeres, sino también entre las propias
mujeres; hay un llama do a mirar las
Los ciudadanos, en tanto, otras expre sio nes de heterogeneidad
más allá de la clase, eco nómicas, de gé-
requerimos del Estado, no nero, se tra ta de dife ren cias propias de
instituciones rígidas, sino nuestras so ciedades y que ha bitualmen-
te no están presen tes cuan do se habla
garantías de espacios públicos
de ciudadanía, por que se en tiende que
para el ejercicio pleno de nuestra se está hablando de los dere chos en tér-
ciudadanía. mi nos abs tractos.

Participación social, política


do-sociedad con el ejercicio del respeto, to- y ciudadana
lerancia, equidad y justicia so cial en las
relaciones co tidianas a nivel fa miliar, es - Si como dice Touraine, la participa-
colar, laboral, eco nómico, comercial? ¿La ción es el centro del ser y rol de la ciu-
ciudadanía debe o no actuar ac tivamente dadanía es fundamental reflexionar sobre
y deliberar sobre el rol del Estado frente al ella y su papel en los procesos de democrati-
accionar del mercado, so bre las relaciones zación política y pública.
entre Estado y mercado? ¿Dónde y cómo La participación existe realmente cuan-
quedan ahora los límites entre lo público y do hay sociedades vivas, cuando hay ciuda-
lo privado? ¿Dónde quedan igualmente los danía fortalecida, cuando la ciudadanía se
límites entre lo político y lo público en el gana la posibilidad efectiva de participar en
accionar ciu dadano? ¿Los procesos ciu da - los diversos ámbitos de su vida. Cuando
danos deben competir con los partidos po - hay, o parece haber, un espacio abierto para
líticos en la arena político-electoral o influir en las decisiones, los ciudadanos
deben complementarse? ¿Cómo construir participan en los asuntos públicos, organi-
ciudadanía y recuperar su responsabili - zándose y movilizándose. La participación
dad cívica, tanto en el ámbito pú blico
como en el privado, en un contexto de pro -
funda exclusión so cial y po lítica y con una La experiencia comunitaria subraya un punto
sociedad civil débil, fragmentada e inesta - clave y a la vez bastante evidente, la
ble?
Para concluir, cuatro desafíos desde la
participación implica la constitución de
perspectiva de género frente al tema: sujetos.
•La universalidad, de acuerdo a los mode-
los masculinos de construcción de ciuda- implica algo tan práctico como tiempo y tra-
danía. bajo, que nadie está dispuesto a dilapidar,
por lo que la participación involucra una
•La separación tajante entre espacio públi-
cierta expectativa de que algo se puede lo-
co y espacio privado, o bien a las modifica-
grar.
ciones entre estos espacios, que incorpora
La experiencia comunitaria subraya un
exclusivamente la esfera de lo económico y
punto clave y a la vez bastante evidente, la
no la esfera familiar.
participación implica la constitución
•La exclusión de los derechos reproducti- de sujetos. Los sujetos necesariamente tie-
vos en el debate sobre la ciudadanía plena, nen rostro: tienen identidades y proyectos.
como el tema que más centralmente no Cuando los excluidos se constituyen en su-
concita el consenso político necesario. jetos, entonces pueden intentar entrar en la

138
La Piragua

vida ciudadana. No basta con abrir canales no se considera participación ciudadana


de participación si no hay sujetos. Y los su- sino en tanto y en cuanto se relaciona con
jetos no se construyen a partir de las insti- “acciones públicas”, es decir, de interés co -
tuciones, sino a partir de sus propias lectivo de todos los ciudadanos.
prácticas y proyectos. Dicho de otro modo, La participación política, partiendo de
detrás del ciudadano debe haber sujetos con intereses y proyectos particulares de un gru-
identidades específicas y diversas. Si no es po u organización, plantea una movilización
así, el ciudadano se hace formal y vacío. amplia de la población en torno a dichos pro-
El desafío aquí es entonces la constitu- yectos e intereses y una acción que busca lo-
ción de sujetos y el desarrollo de capa- grar ejercer el poder público depositado en
las instituciones políticas del Estado (parti -
dos políticos, poder ejecutivo, legislativo y ju-
La reflexión sobre participación ciudadana y, dicial).
La noción de participación ciudadana es
principalmente el debate sobre su relativamente reciente y carece de una defi -
institucionalización o no, nos ha llevado a la nición precisa; normalmente se hace refe -
necesidad de distinguir entre la participación rencia a ella considerándola, gruesamente,
como una “intervención de los particulares
social, la participación política y la en actividades públicas en tanto portadores
participación ciudadana. de intereses sociales”. Tal definición es sufi -
cientemente amplia como para abarcar una
gran cantidad de formas de participación de
cidades ciudadanas para incidir, en
distinto origen, empleando diversos medios,
forma individual y colectiva, como sujetos
por diferentes órganos, cumpliendo distin -
portadores de derechos, sea en su papel de
tas funciones, en numerosos niveles y otras
pobladores, usuarios, clientes o consumido-
especificaciones, con lo cual la especificidad
res. Este es un hecho profundamente demo-
de la participación ciudadana se escapa, y
crático, porque estamos hablando de un
produce serias dudas acerca de la utilidad
cierto campo que se arrebata al monopolio
del término.
de los partidos por un lado, y por otro, es un
La participación ciudadana correspon-
modo de acotar la fuerza y el peso de los po-
de a intereses privados (aunque sean colec -
deres fácticos. Tal como se expresó al inicio,
tivos) de la sociedad civil y reconoce
se reitera que la participación ciudadana es
intereses y poderes públicos y políticos,
un tema substancial, porque en América La-
ante los que apela. La participación ciuda-
tina tenemos, en general, un Estado con bas-
dana no altera la representación política de
tante iniciativa, un mercado bastante
quien detenta el poder público, puesto que
dinámico, pero una sociedad bastante inerte.
más bien supone su existencia. Lo que está
La reflexión sobre participación ciuda-
pidiendo es precisamente el reconocimiento
dana y, principalmente el debate sobre su
del carácter público que tiene su interés pri-
institucionalización o no, nos ha llevado a la
vado.
necesidad de distinguir entre la participa-
Desde esta perspectiva, la participación
ción social, la participación política y la par-
ciudadana como propia de la sociedad civil,
ticipación ciudadana. La primera
esto es, correspondiente al interés particu-
necesariamente es autónoma y responde
lar, puede ser contradictoria con la partici -
exclusivamente a los intereses particulares
pación política. No obstante, algunos
del grupo u organización social que se trate,
aspectos que se señalan como participación
en la búsqueda de solución y satisfacción de
ciudadana son propiamente cuestiones de
sus necesidades, demandas y proyectos pro-
participación política, con lo cual pierde
pios; por tanto, su institucionalización se -
bastante su delimitación aquel concepto.
ría una aberración. La participación social
Así ocurre con propuestas de descentraliza -

139
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

ción de las decisiones del poder público, re - estratégicos para hacer efectiva la partici-
feréndum de carácter nacional o regional, pación ciudadana:
iniciativa popular, audiencias públicas y
otras iniciativas sobre procedimientos que
se definen como de democracia directa, o re -
gulaciones y controles entre poderes del
Estado.
Políticamente, la participación ciudada-
na apunta al tema del régimen político, en
cuanto procedimiento de constitución de la
voluntad política; en concreto, ha estado re-
ferida a la sustitución o complementación
de la democracia representativa.
La aplicación más restrictiva del térmi-
no participación ciudadana a la intervención
de intereses privados colectivos en activida -
des públicas, pareciera corresponder a un
tipo de actividad diversa a la participación
política (institucional o no) y distinta tam-
bién de la participación social de tipo aso -
ciativo o comunitario. Desde estas
consideraciones, se concluye que el espacio
de participación ciudadana corresponde a
la función pública, a lo que se denomina ge-
néricamente como aparato del Estado. Cla -
ramente en la idea de participación
ciudadana están comprendidos dos elemen -
tos que carecen de una significación unívo-
ca: Estado y sociedad civil, así como la
relación entre ambos. En este sentido, la
participación ciudadana engloba a todo tipo
de actividades referidas al espacio y al po -
der público.
Para este debate, asumimos el proceso
de construcción de la participación
ciudadana como una práctica cotidiana
de toma de decisiones colectivas res -
pecto a lo público; como involucramiento
en el diseño, gestión y control de las política
públicas de la propia sociedad, respetando
todas las formas que ésta ha desarrollado;
combinando mecanismos de democracia di -
recta, semi-directa y representativa e insti-
tuyendo canales y espacios para que la
comunidad se exprese, no de manera auxi -
liar o consultiva, sino con órganos propios,
permanentes y autónomos de toma de deci-
siones.
En este sentido, los principales aportes
y desafíos están en los siguientes elementos

140
La Piragua

1. El diseño específico de una estruc -


turación social para la participa -
ción de la ciudadanía, con carácter
autónomo, sobre la base de un conjunto
de instancias y figuras (individuales y
colectivas) que garanticen la comple -
mentariedad e integralidad de la parti -
cipación en diferentes modalidades,
ámbitos y niveles de la vida pública de la
ciudad; cuidando no afectar la identidad
y la integración social y garantizando la
representación plural de intereses que
se articulan en el espacio público local.
2. El rediseño y/o generación específi -
ca de otra estructuración en el go-
bierno y la administración pública,
contraparte a la estructuración de la
ciudadanía, que igualmente responda a
los ámbitos, niveles y tipos de instan -
cias, con carácter de obligatoriedad; que
además, profundice la descentralización
de atribuciones y competencias a lo in -
terno del gobierno y promueva la visión
integral y acciones integradoras a lo in -
terno de las estructuras gubernamenta -
les.
3. La constitución de espacios públi -
cos democráticos de concertación en -
tre las partes, que garantice un espacio
normado para el diálogo, negociación,
manejo de conflictos y creación de con -
sensos entre todos los actores -los ciuda-
Si concebimos al proceso de danos y actores sociales entre sí y con el
gobierno-, con poder de decisión sobre
descentralización... como una forma de
los asuntos de su competencia y donde el
democratización del Estado, del gobierno y de cumplimiento de los acuerdos tenga ca -
la propia sociedad debemos plantearnos rácter obligatorio para las partes.
acciones claras para... distribuir efectivamente 4. La institución de un marco ju rídi-
el poder entre la sociedad. co-normativo, que regule funciones,
atribuciones y competencias, derechos
y de beres de cada instancia, represen -
tatividad, mecanismos de elección, re -
cursos e instrumentos necesarios para
hacer efectivas la descentralización y
la participación y conferirles un carác -
ter institucional.
5. Generación de capacidades técni -
co-políticas y de una cultura de par-

141
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

ticipación en la vida pública tanto en de dispersión de conflictos, sino como una


los ciudadanos como en las autoridades y forma de democratización del Estado,
funcionarios, que debe integrar procesos del gobierno y de la propia sociedad, del con-
de: promoción y organización, informa-
ción y comunicación ciudadana, educación

...el gran desafío está en seguir fortaleciendo


ciudadana, formación de funcionarios
públicos y la sistematización de toda la
experiencia, promoviendo una apropia - a las sociedades civiles locales para que
ción social efectiva que asegure la insti-
alcancen mayores niveles de organización y
tucionalización y sostenibilidad de las
propuestas. movilización que permitan una incidencia más
6. El diseño coherente de instrumen-
profunda y permanente en la toma de
tos cla ros que estructuren y operen decisiones en torno a los asuntos públicos.

junto de relaciones económicas, políticas, so-


ciales y culturales, debemos plantearnos
Definitivamente es con los acciones claras para transferir efectivamen-
gobiernos locales donde más han te una serie de decisiones, atribuciones y
competencias, así como los recursos necesa-
podido expresar y avanzar rios a niveles de gobierno y acción cada vez
procesos participativos que más cercanos a la sociedad, es decir, distri-
puedan dar sustento a una buir efectivamente el poder entre la socie-
dad.
Democracia Participativa. Hablamos de una descentralización
como recuperación del espacio público
-principal espacio donde puede ser ejercida
la participación ciudadana y una práctica
la descen tra li za ción y la participa -
de deliberación y consenso de los diversos
ción, acor des con el con texto real en el
actores con sus identidades, intereses y pro-
cual ac túan, sus lí mi tes y po sibilida -
puestas propias-, como una ruptura de la
des, que per mitan un acer camiento
privatización que las estructuras políticas
pro ce sual de los diver sos ac tores invo -
autoritarias han hecho del Estado y de lo
lu cra dos en tér minos de un apren diza -
público, que es derecho y patrimonio de
je y una apropia ción so cial.
toda la sociedad y no sólo de unos cuantos.
7. La incorporación de recursos nece- Una descentralización que fomente un
sarios para implementar la propuesta, principio descentralista, instrumentando la
que garanticen su adecuada operación, capacidad política, económica, financiera y
incluyendo recursos organizativos, ad- administrativa, tanto de los niveles de go-
ministrativos, institucionales, huma - bierno más cercanos a la población, como de
nos, materiales, financieros. las diversas instancias ciudadanas, para
responder por sí mismos a sus propias nece-
Descentralización del poder, cons- sidades. Una descentralización entendida
trucción de lo público y lo local como un proceso de dos vías donde el que
descentraliza debe, necesaria e indiscuti-
blemente, capacitar y apoyar al que se le
Si concebimos al proceso de descen-
descentraliza, y éste debe asumir y ser ca -
tralización, no como elemento funcional al
paz de responder a los retos de su comuni-
modelo para desconcentrar funciones y pri -
dad con este apoyo y capacitación; esto es
vatizar responsabilidades, o como estrategia
necesario tanto entre los diversos niveles de

142
La Piragua

gobierno, como desde el gobierno hacia la to tanto en el ejercicio del servicio público,
ciudadanía y organizaciones locales. como de la ciudadanía para la consolidación
En lo fundamental, las políticas de des- de la democracia participativa y una gober -
centralización han sido generadas e impul- nabilidad que procura incluir los aspectos
sadas desde los centros políticos (gobiernos económicos y sociales dentro del esquema
y congresos nacionales). La significación de de relaciones entre actores, que tiene mu -
estas políticas radica en haber abierto el cho que ver con la necesaria capacitación y
“espacio local” como un espacio político dis- preparación de éstos para conducir y conso-
putable que gana en importancia. lidar procesos de democracia integral.
En América Latina, a partir de fines de Definitivamente es con los gobiernos lo-
los años ochenta, aparecen con fuerza los cales donde más han podido expresar y
procesos de fortalecimiento local y lucha avanzar procesos participativos que pue -
por la descentralización desde una pers- dan dar sustento a una Democracia Partici -
pectiva democrática y popular. Los movi- pativa. En diversas experiencias locales se
mientos comunitarios, los sectores ha podido palpar que todas las áreas y ta -
populares y ciudadanos han colocado la lu- reas de gobierno pueden y han sido sujetas
cha municipal y local como bandera estra- a la democratización y a la participación
tégica y han accedido, cada vez con mayor ciudadana; unas aquí, otras allá, colocando
amplitud, a los espacios de gestión y de go- a los espacios locales como verdaderos semi-
bierno local, más como una necesidad de lleros de experiencias que profundizan
retomar la conducción y democratización nuestras democracias.
de su vida local y contar con autoridades Sin embargo, el gran desafío está en se-
que respondan a sus propios intereses, guir fortaleciendo a las sociedades civiles
para así lograr la gestación de nuevas rela- locales para que alcancen mayores niveles
de organización y movilización que permi-
tan una incidencia más profunda y perma -
La recuperación de nuestra capacidad de nente en la toma de decisiones en torno a los
asuntos públicos. Mientras ello no ocurra,
gobierno, de nuestra gobernabilidad, no es ya
la descentralización tendrá mucho de forma
un lujo de los políticos, es una cuestión de o recurso institucional y, en lo que se refiere
sobrevivencia humana ante esta realidad a la profundización de la democracia, predo-
social y ambiental explosiva. minarán las intenciones y no las realizacio -
nes. Parece ingenuo esperar que quien
detenta el poder lo entregue por voluntad
ciones en tre la sociedad y el gobierno. propia. La descentralización efectiva con
Actualmente, es en el plano de los go- una participación ciudadana activa haría
biernos locales donde se desarrollan las posible alcanzar una sociedad autorregula -
prácticas más fecundas de concreción de po- da, que necesita, a su vez, de una sociedad
líticas públicas eficaces, entendidas como civil fuerte y que asuma su responsabilidad
aquellas capaces de promover una redistri- en la utilización de estos espacios institu -
bución del ingreso y una efectiva democrati- cionales de participación, democratizando
zación en las relaciones Estado-sociedad el ejercicio de gobierno a nivel local y recu-
civil, a través de las más diversas prácticas perando para los ciudadanos su verdadero
de participación ciudadana en la elabora- papel, la incidencia efectiva en las decisio -
ción, gestión y control de las políticas públi- nes públicas.
cas desarrolladas por los gobiernos locales.
Así mismo, comienzan a apreciarse
para la región avances importantes en la
construcción de un poder local real. Es de -
cir, en lo local se posibilita un entrenamien-

143
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

Ejercicio democrático de gobier- misas y elementos es tratégicos para cons-


no, gobernabilidad participativa truir gobernabilidades par ticipativas, ba-
sadas en una democracia integral.
Uno de los componentes básicos de la Esto nos lleva a reflexionar sobre una
democracia y que moviliza a sectores impor -
tantes de la sociedad dentro del proceso de
democratización política y pública es la go -
bernabilidad. Para el logro de una verdadera
La noción de gobernabilidad en los años gobernabilidad participativa, la participación
setenta y ochenta se centraba en la constitu- ciudadana debe ser una opción y una
ción de instituciones fuertes, capaces de cons -
treñir demandas sociales que pudieran prioridad clara y explícita del gobierno. El
complicar la puesta en marcha de las refor- factor esencial aquí es la voluntad política
mas y del modelo económico. Se refería al para transformarla en un método de gobierno,
puro reforzamiento del límite de la razón de
Estado. Con el desarrollo del fenómeno demo-
aplicable en todas las áreas.
crático, cada vez más gobernabilidad empieza
a comprenderse y a medirse en grados: tanto
cuanto más fluida sea la relación del Estado gobernabilidad con otros ingredientes en
con los ciudadanos, cuanto las instituciones donde, más que la noción occidental liberal
republicanas y estatales sean capaces efecti- de control y de capacidad y eficacia política
vamente de ganar legitimidad ciudadana. y administrativa por parte de un solo actor,
Este concepto es muy interesante, por - el gobierno, prive la de la construcción de
que hace reposar la gobernabilidad, no sólo mayor capacidad de gestión y decisión
en el entendimiento político de las fuerzas política en la base de la sociedad, de
sustantivas en torno a políticas de Estado generación de consensos públicos y re-
-eso ha sido la gobernabilidad desde que se solución de conflictos entre los diver-
empezó a hablar de ella-, sino también en la sos actores sociales, económicos y
coalición social conformada por la percep - políticos y entre éstos y el gobierno; pri-
ción de beneficios compartidos en relación vilegiando la calidad y equilibrio en la
con el modelo en curso que tienen todos los interlocución, así como el desarrollo de
sectores. O dicho de manera negativa, de los capacidades y equidad de oportunida-
perjuicios catastróficos que podría acarrear des entre los diversos actores, fortale-
el fin o la transformación del modelo. ciendo procesos de cooperación y
Por otro lado, retomando lo que dice cogestión en lo público, como de identi-
Herbert Souza, “Como propuesta de futuro dad, autonomía y autogestión en lo so-
la democracia es siempre reflexión y pro - cial.
blema diferente en cada época y en cada La recuperación de nuestra capacidad
país. Los que luchan por la democracia en de gobierno, de nuestra gobernabilidad, en
Estados Unidos, Áfri ca del Sur, Paraguay el sentido amplio de toma de decisiones,
y Brasil bus can la misma cosa pero dife - conducción y vigilancia de la sociedad sobre
rente”, no po demos plantearnos un modelo las dinámicas que genera, de capacidad de
de gobernabilidad único aplicable a todos la sociedad para enfrentar positivamente
los pueblos del planeta, sino asumir la los desafíos, crear condiciones para lograr
“biodiversidad” no sólo a nivel ambiental propósitos comunes, generar consensos en
sino también a nivel cultural, so cial y po lí - la diversidad y practicar una ética social e
tico. No po demos impo ner una única vi - institucional realmente democrática, no es
sión sobre la institucionalidad y práctica ya un lujo de los políticos, es una cuestión
política ni un régimen po lítico universal. de sobrevivencia humana ante esta reali-
Lo que podemos pro poner son ciertas pre - dad social y ambiental explosiva.

144
La Piragua

Esta Gobernabilidad Participativa, go- estratégico para las prácticas


bernabilidad con participación ciudadana, participativas en la gestión local y una
como nosotros la denominamos, está basa- nueva relación gobierno-sociedad y entre
da en ciertas premisas básicas (Pedro Pon- lo público y lo privado.
tual, 1998), sistematizadas desde la • Los procesos de gobernabilidad par -
construcción de propuestas y puesta en ticipativa precisan incorporar al ciu-
marcha de experiencias de gobernabilidad dadano no organizado a través de
local participativa; mismas que nos dibujan procesos y mecanismos participativos, lle-
los desafíos centrales en este tema: gar a cada individuo desde su identidad,
•La gobernabilidad participativa es su subjetividad, su imaginario.
un proceso que no sólo compete a los go- • La efectividad de los procesos de go-
biernos, sino que incluye a la diversi- bernabilidad participativa tienen
dad de actores que componen la que ver mucho con la disponibilidad
de infor ma ción, de la trans paren -
cia, de la ren dición de cuentas. El
...las comunidades locales y sus go bier no debe inten cio nar un esfuerzo
organizaciones, tienen hoy la oportunidad de pedagógico y de sarrollar pro gramas de
co mu ni ca ción y educación para la ciuda -
analizar, diseñar e implementar soluciones danía so bre lo públi co.
estratégicas adecuadas y afianzar un nuevo • Los procesos de gobernabilidad par -
estilo de hacer política, una política “de la ticipativa deben incluir también la
gente” que desafía a la política oficial de los dimensión socio-cultural, la subjetivi -
dad, la cotidianidad, los espacios de socia-
partidos en el poder y del Estado. bilidad de la ciudad, lo ético, lo genérico, lo
generacional, lo étnico.
sociedad. • Los procesos de gobernabilidad parti-
•Para el logro de una verdadera go- cipativa deben incorporar la transfor-
bernabilidad participativa, la parti- mación democrática y la
modernización del aparato administra-
cipación ciudadana debe ser una
opción y una prioridad clara y explí- tivo, crear una cultura de participación y
cita del gobierno. El factor esencial aquí una actitud de servicio público con calidad y
es la voluntad política para transfor- eficiencia en los funcionarios municipales.
marla en un método de gobierno, aplicable • Estos procesos apuntan a una necesaria
en todas las áreas. complementariedad del ejercicio de
•Los procesos de gobernabilidad par - la democracia participativa y de la
ticipativa precisan producir un cam- democracia representativa, evitando
bio material en las condiciones tensiones y oposiciones innecesarias.
concretas de vida de los ciudadanos.
La población local debe percibir que su Gestión democrática del territorio
participación es efectiva y produce resul-
en lo global y lo local
tados positivos en el mejoramiento de su
El nivel territorial local representa
calidad de vida.
oportunidades valiosas para sustentar pro -
•Los procesos de gobernabilidad par- cesos de participación ciudadana con capa-
ticipativa precisan construir cana- cidad de incidir en la construcción de
les, espacios institucionales para la políticas públicas y poner en la discusión
definición y gestión de las políticas pública temas “de la gente”, incluido el de la
públicas. La constitución de una es- distribución de la riqueza y los recursos.
fera pú blica no estatal es un elemento

145
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS

Estas oportunidades radican, en buena lugar. Esto se debe, en parte, al hecho de


medida, en los conflictos locales que son agu - que la participación de las comunidades
dizados por los procesos de globalización eco- locales es permanentemente ex cluida en
nómica y las consecuentes tendencias del lo técni co y obstruida en lo político. La mo-
poblamiento resultado de las fuertes migra- vilización de las comunidades lo cales es
vista por las autoridades centrales y por
los actores privados como una dificultad
Los procesos de democracia adicional, más que como una posible con-
tribución a las soluciones, y así mismo,
participativa pueden generar un
como una potencial pérdida de poder.
cuarto poder; y, aquí es A nivel de lo territorial, la movilización
importante que no por reactiva de las comunidades locales frente a
la globalización económica abre un desafío
construirlo y fortalecerlo se
fundamental para la democratización de la
sacrifique la democratización de vida local. A través de la participación para
los otros tres poderes. la planeación y gestión democrática de su
territorio, las comunidades locales y sus or-
ganizaciones, la población de localidades
ciones y movilidad de la población en el terri- impactadas por el despliegue económico,
torio producidas por aquélla. Paradójicamen- tienen hoy la oportunidad de analizar, dise-
te, las globalizaciones económica y cultural ñar e implementar soluciones estratégicas
-consideradas como elementos de desterrito- adecuadas y afianzar un nuevo estilo de ha-
rialización- agudizan y elevan la importancia cer política, una política “de la gente” que de-
de tensiones de carácter territorial. safía a la política oficial de los partidos en el
Las identidades sociales muestran ten- poder y del Estado; una política que abre un
dencias encontradas en lo referente a su di- nuevo camino para contribuir a la construc-
mensión territorial. Por una parte, está la ción democrática de políticas públicas y que
identidad por asimilación al modelo “global”, puede ayudar a dar nuevamente un lugar
la cual se consigue integrándose a los patro- central al tema de la distribución de la rique-
nes de consumo y culturales que se imponen za; una política que, a pesar de ser reactiva,
a nivel planetario. Esta es la tendencia domi- encierra posibilidades de cambio social ya
nante, la que nos lleva a una homogenei- que la participación comunitaria puede te-
zación creciente, implicando un cierto debili- ner proyecciones políticas más amplias, en
tamiento de nuestras identidades territoria - la medida que los problemas abordados son
les. Sin embargo, por otra parte está la comunes con muchas otras localidades y
identidad social por diferenciación que tiene pueden tener origen en mecanismos y facto-
una base territorial importante. Se abre res que se definen en una escala espacial
paso como una fuerza de defensa de la cali- mayor, como en el caso del Plan Puebla Pa-
dad de vida y de los sistemas de vida, frente namá y el Acuerdo de Libre Comercio de las
al avasallamiento de las fuerzas económicas Américas (ALCA).
que trastocan el espacio y la naturaleza en Otro desafío importante es el generado
función de objetivos económicos. por el carácter integral de los problemas te-
En el origen de los problemas territo- rritoriales que interpela la coordinación e
riales confluyen fac tores geográficos, cul - integración de todos los actores sociales,
turales, eco nómicos y demográficos que culturales, económicos y gubernamentales
representan desafíos técnicos considera - en la búsqueda y concreción de soluciones
bles para la gestión pública. Por otro lado, igualmente integrales.
se operan res puestas “na cionales” que no
logran dar cuenta de las especificidades
geográficas, sociales y cul turales de cada

146
La Piragua

3. REFLEXIONES FINALES mas de compartir el poder con SU so cie -


dad civil afín -y aún así no se da en todos
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® los casos-, pero sí con su opuesta.
¿Quién está preparado o no para demo-
cratizar la democracia? ¿Hasta dónde la gen-
Me parece oportuno compartir aquí al- te, los gobiernos, están dispuestos a destinar
gunas reflexiones finales del Seminario tiempo, esfuerzos y recursos a procesos de
“Democratizar la Democracia”, que se llevó democracia participativa? Hay un problema
a cabo en Sao Paulo en junio del 2002, colo- de entrada y es que los técnicos, los funcio-
cadas tal cual como preguntas y desafíos a narios y los políticos no comparten la idea de
responder por nuestras prácticas de EP: desarrollar procesos participativos (nunca
¿A quién refuerzan las prácticas demo- hay tiempo suficiente, siempre hay otras
cratizadoras? Igual las apoyan ahora los prioridades). Pero lo peor es que la propia so-
partidos de izquierda que el Banco Mun- ciedad civil, la población, la gente opina lo
dial. mismo.
¿Qué tiene que ver entonces la política y Los procesos de democracia participativa
los proyectos de sociedad con los procesos pueden generar un cuarto poder; y, aquí es
democratizadores? Mejor decir, ¿qué proce- importante que no por construirlo y fortale-
sos democratizadores refuerzan qué proyec- cerlo se sacrifique la democratización de los
tos políticos? La respuesta puede ser, si lo otros tres poderes. Es importante articular
hacen unos es de izquierda, si lo hacen otros estratégicamente la democratización tanto
es de derecha. La respuesta entonces tal vez de los espacios públicos de la democracia par-
no está en quién los genera, qué partido lo ticipativa como las estructuras políti-
genera, sino qué se genera: paternalismo, co-institucionales de la democracia
clientelismo, corporativismo o ciudadanía representativa.
activa, solidaria y corresponsable en lo pú- A veces la gente participa más en la
blico. toma de decisiones que en su control, es de-
¿Por qué los procesos participativos cir, en asegurar que se concreten esas deci -
generan oposición entre la sociedad civil, siones (se avanza en acuerdos que luego no
los movimientos sociales y los gobiernos? se cumplen, no se aterrizan). Por ello la de -
¿Por qué un partido que gobierna y propo- mocracia y su democratización no debe ser
ne un proceso democratizador tendría pro- una acción puntual, sino un proceso siste -
blemas en com partir el poder con la mático, que necesita garantizarse y profun -
sociedad civil? Un partido no tiene proble- dizarse en lo cotidiano.

147
La Piragua

LA EDUCACIÓN POPULAR FRENTE A LOS


DESAFÍOS
DE LA DIVERSIDAD Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

L
Alejandra Domínguez1
as reflexiones vertidas en este espacio,
son fruto del debate colectivo que se realiza
rencias para aportar al fortalecimiento de
la democracia.
desde la Red de Educación Popular entre
“La ciudadanía como construcción re-
Mujeres de América Latina y el Caribe
quiere la puesta en acción, el ejercicio de
(REPEM). Desde la REPEM y otras organi-
los derechos desde la igualdad de posi-
zaciones, articulaciones y redes feministas,
bilidades donde el género, la edad, la op-
hace tiempo que estamos empeñadas en
ción sexual, la etnia, la raza, la clase,
instalar en el debate público y en las accio-
constituyan atributos, singularidades
nes de los diferentes movimientos sociales,
presentes en los derechos, y no que ope -
el reconocimiento y respeto por la diversi-
ren como atributos de diferenciación ne-
dad y las diferencias, sean éstas de clase,
gativa, de exclusión, de
género, raza o etnia, opción sexual, genera-
vulnerabilidad.”2
ción, credo, procedencia, entre otras.
En REPEM se plantea como objetivo el
A los debates sobre la diversidad, las
aportar a la construcción de una ciudadanía
múltiples formas de exclusión y la discrimi -
activa. Ello requiere, necesariamente, con-
nación social, económica, cultural o sexual,
tribuir a la constitución de sujetos que pue-
las feministas han contribuido especialmen -
dan ejercer plenamente los derechos civiles,
te, al colocar al “género”3 como una categoría
económicos, políticos y culturales, recono-
de análisis que nos ha permitido sentar posi -
ciendo en todos ellos la diversidad y las dife-

1 Licenciada en Trabajo Social. Feminista. Coordinadora adjunta de SEAP (Servicio a la Acción Popular).
Integrante del Comité Directivo de REPEM y de la Mesa de Mujeres “Confluencia”. Docente e investigadora de la
Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Trabaja con sectores de mujeres en
pobreza extrema.
2 Soldevila, Alicia y Domínguez, Alejandra, El proceso de constitución de la ciudadanía en las mujeres. Mimeo,
2001.
3 El género tiene que ver con una construcción que es social, una construcción que es desigual, que está basada en
la existencia de jerarquías entre ambos sexos y basada además en relaciones de poder asimétricas que se generan
a partir de allí, es decir, como un proceso de constitución social que instituye diferencias de sexo y que
socialmente se traduce en mandatos que son vividos como naturales, conformándose en identidades sociales.

149
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

ción política e ideológica desde donde reali- cons truc ción de las identidades a tra vés
zar la lectura del escenario y la formas de de vi si bi li zar y pro mo ver el reco no ci-
cómo se constituyen los sujetos y sus identi- mien to de los derechos de las mujeres como
dades. parte de los derechos humanos, al reconoci-
El concepto de género “colocó al cuerpo, miento de las diferencias. Los derechos hu-
en la agenda política”, es el cuerpo el que manos y de las humanas, como campo
marca las diferencias, nos diferencia el esencial de respeto para el reconocimiento
sexo, el color de piel, la estructura y estatu - de la diversidad y la no discriminación.
ra; el cuerpo es el que posibilita, el que pro -
duce y reproduce.
La cultura capitalista y patriarcal es la
que marca y estructura la conformación y “...para cambiar el mundo es necesario
construcción de identidades, identidades cambiar las maneras de hacer el mundo, es
atravesadas por la opresión, la discrimina- decir, las visiones del mundo y las operaciones
ción y la segregación, constituyendo subjeti-
vidades en las que intrínsecamente aflora el
prácticas por las cuales los grupos son
ejercicio del poder como dominio, el poder de producidos y reproducidos”.
unos sobre otros, reforzando la discrimina-
ción.
Sabemos que, además de transformar e
instalar los discursos, es necesario transfor-
La cultura capitalista y mar nuestras prácticas, nuestro hacer, y
patriarcal es la que marca y allí está el desafío y las oportunidades que
tenemos como educadores/as populares
estructura la conformación y para poner de manifiesto nuestra creativi-
construcción de identidades, dad y la complejidad de lecturas que reali-
identidades atravesadas por la zamos de los escenarios y de los sujetos que
intervienen en nuestras prácticas.
opresión, la discriminación y la
Pierre Bourdieu nos plantea que “para
segregación, constituyendo cambiar el mundo es necesario cambiar las
subjetividades en las que maneras de hacer el mundo, es decir, las vi-
intrínsecamente aflora el ejercicio siones del mundo y las operaciones prácti-
cas por las cuales los grupos son producidos
del poder como dominio, el poder y reproducidos”, allí entonces está nuestro
de unos sobre otros, reforzando la mayor desafío en las intervenciones sobre
discriminación. las visiones y las prácticas.

Cambios globales y sociales


En el proceso de constitución de subjeti-
vidades e identidades, desde la interven - “La gran novedad (en)... la era del “fin
ción como educadores/as populares tenemos de las ideologías” es la despolitización
mucho por decir y por hacer. Este es un radical de la esfera de la economía: el
campo privilegiado de intervención, porque modo en que la economía funciona (...) es
son construcciones sociales y como tales no aceptado como un simple dato del esta-
son naturales, son creadas cambiantes, do de cosas objetivo. Sin embargo, en la
moldeadas... producen y reproducen la cul - medida en que esta despolitización fun-
tura y la sociedad, en ellas se expresa o no, damental de la esfera económica sea
el ejercicio de los derechos. aceptada, todas las discusiones sobre la
Des de el mo vimiento de muje res, he - ciudadanía activa y sobre los debates
mos contribuido a in cidir en el proce so de públicos de donde deberían surgir las

150
La Piragua

decisiones colectivas, seguirán limita- sible la respuesta del pragmatismo, la acep-


das a cuestiones “culturales”, de diferen- tación y la adaptación.”
cias religiosas, sexuales o étnicas —es
decir, diferencias de estilos de vida— y
no tendrán incidencia real en el nivel
donde se toman las decisiones de largo
Sin dudas estamos
plazo que nos afectan a todos. En suma, incomodando al pensamiento
la única manera de crear una sociedad único dominante, ¿pero estamos
donde las decisiones críticas de largo
plazo surjan de debates públicos que in-
incomodándonos nosotros mismos,
volucren a todos los interesados, es po- con nuestro machismo, racismo y
ner algún tipo de límite radical a la otras intolerancias?
libertad del Capital, subordinar el pro -
ceso de producción al control social. La
repolitización radical de la economía.”4 Se han ido construyendo y fortaleciendo
numerosas instancias de resistencia, lu -
Todos y todas han asistido a los profun-
chas y propuestas organizadas, han emergi -
dos y vertiginosos cambios acaecidos en los
do organizaciones, redes y movimientos que
últimos años del siglo XX e inicio del siglo
se han expresado en diferentes escenarios
XXI. Los procesos de la llamada “globaliza-
locales, nacionales o internacionales. Estas
ción” se instalaron bajo los parámetros del
instancias son las que nos han permitido
pensamiento neoliberal, como un modelo
constatar que no hay un “modelo único” sino
“único” que permitiría resolver los proble-
que es posible construir otros modelos, aun-
mas de la pobreza y el desarrollo, la injusti-
que aún sean muy incipientes. Expresiones
cia en la distribución de los bienes y con
de ello se reflejan en el gran escenario del
ello, el desarrollo.
Foro Social Mundial, aquel que expresa la
Muy por el contrario de lo prometido y
propuesta global organizada y que nos
esperado, los proceso de globalización han
muestra que “OTRO MUNDO ES
reforzado las estructuras del modelo capita-
POSIBLE si la gente quiere”.
lista patriarcal y son esas estructuras las
En el espacio del Foro Social Mundial,
que intentamos poner en jaque. Este mode-
entre otras múltiples expresiones en las que
lo reforzó desigualdades, inequidades e in-
las organizaciones feministas y de mujeres
justicias económicas, sociales y culturales,
han demostrado que lo privado, lo doméstico
por la concentración de riqueza y la exclu-
y lo individual está entrelazado a lo público y
sión en el acceso a los recursos económicos,
a lo colectivo, las mujeres, las feministas, los
políticos, sociales y culturales, pero tam-
movimientos sociales y políticos, venimos
bién somos conscientes que se han profun-
dando batalla al modelo capitalista y pa-
dizado las situaciones de discriminación
triarcal, intentado instalar discursos y pro -
racial, étnica, política y de género, entre
puestas que se aproximen a ese otro mundo
otras múltiples formas.
posible.
Como bien señala C. Lamarca Lapuen-
La reflexión que realiza Cándido
te, a lo largo de estos años, en no pocas opor-
Grzybowsky respecto de cómo estamos cons-
tunidades “hemos llegado a pensar que este
truyendo ese “otro mundo posible”, es por de-
es el único mundo posible, que la globaliza-
más elocuente ya que refleja una de las
ción es un proceso imparable e irreversible.
tantas preocupaciones que plantea desafíos.
Todos sus mitos, disfrazados de objetividad
Él dice, “mirando desde una perspectiva fe -
y racionalidad, son los que nos impiden ac-
menina, la tarea es bastante más gigantesca
tuar, los que nos hacen creer que sólo es po-
de lo que parece. Sin dudas estamos incomo-

4 Slavoj Zizek, Dije economía política, estúpido, www.politicasnet

151
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

dando al pensamiento único dominante, ¿pe- de dominio e identidades femeninas depen-


ro estamos incomodándonos nosotros dientes y subvaloradas.5
mismos, con nuestro machismo, racismo y No hay primeras y segundas luchas, o
otras intolerancias? La especificidad del son juntas o nuevamente caeremos en la re-
Foro Social Mundial es establecer un diálogo producción de desigualdades e inequidades
entre los diversos, esto da originalidad y de los/as que somos presos/as en este siste-
fuerza al Foro en la construcción de una glo - ma.
balización de la ciudadanía en el planeta tie- Las feministas estamos desafiadas,
rra. Pero el camino es largo y lleno de como dice Sonia Correa, a “diseñar estrate-
obstáculos. Espero que las mujeres nos ha - gias que permitan una articulación de las
gan ser radicales, actuando como hasta aho- luchas co lectivas de los movimientos socia-
ra, haciendo cobranzas e incomodando.” les y al mismo tiempo intentar transfor-
(2002). mar su perspectiva en relación al
Este es el punto más delicado del plan- feminismo, a la diferencia, al género, los
teamiento: ¿hasta dónde estamos involu - pensamientos múltiples.” (Correa 2001)
crándonos cada uno y cada una de
nosotras? ¿cuánto nos preguntamos so bre
la complejidad de nuestras realidades, de
las intervenciones? ¿nos cuestionamos
Hablar del cultivo de la diversidad y de la
verdaderamente como educadores/as po -
superación de todas las formas de exclusión y
pulares sobre nuestras pro pias concepcio - discriminación social, implica reconocer las
nes de género, raza, diversidad se xual, múltiples posiciones que tenemos como sujetos,
social, etcétera? ¿las rea lidades de las di -
ferencias de género, raza, etnia, ge nera -
posiciones que están atravesadas por el lugar
ción interpelan nuestras prácticas? según la clase o el sector social al que
Emergen varios cuestionamientos pertenecen, la edad y las características
que hacen a las concep cio nes, a los dis -
multiculturales y pluriétnicas de las sociedades.
cursos, a las prácticas, a la for ma de con -
cebir el po der y de repen sar la política.
Reconocer las diferencias y respe-
¿Qué signi fi ca la política? ¿re vi sar sus tarlas, un largo camino...
con te ni dos, estruc tu ras y prioridades?
¿qué es lo po lítico? ¿y qué es lo po lítica -
Hablar del cultivo de la diversidad y de
men te correcto? ¿cuan do pensa mos en po-
la superación de todas las formas de exclu-
lí ti ca es tamos in volucrando las sión y discriminación social, implica recono-
re fle xio nes y pen samientos de lo di verso,
cer las múltiples posiciones que tenemos
de lo di ferente? ¿có mo es ta mos trabajan - como sujetos, posiciones que están atravesa-
do lo po lí ti co?
das por el lugar según la clase o el sector so-
Des de el fe minismo, se traba ja sobre
cial al que pertenecen, la edad y las
lo an teriormente mencio na do; tiene que
características multiculturales y pluriétni-
ver con la dimensión po lítica de nuestras
cas de las sociedades.
prácticas, es nece sa rio tra bajar para de -
Son las posiciones que van marcando y
construir las ine qui da des y de sigualda -
construyendo nuestra subjetividad e identi-
des que provoca el mo delo neoliberal,
dad, por ello, la necesidad que tenemos
pero también la de pendencia y so meti - como educadores/as populares de recono-
miento de la cultu ra patriar cal que con ti -
cerlas, respetarlas y tenerlas presentes al
núa instaurando identi da des masculinas momento del trabajo con las organizacio-
he ge mó ni cas, an dro cén tri cas, con po der
nes, grupos y comunidades.

5 Reflexiones (Fanny Gómez y Cristina Pino) en el Seminario Virtual REPEM, Los caminos del empoderamiento de
las mujeres: educación para la inclusión. La red como espacio de aprendizaje. Diciembre 2003.

152
La Piragua

En la construcción de las identidades se cómo concebimos la constitución de los suje -


pone el cuerpo, y el cuerpo hace a la cons - tos, varones y mujeres.
trucción de las subjetividades y de las rela- Se deberá hacer el esfuerzo por mirar a
ciones sociales. los sujetos desde las múltiples pertenen -
cias, intereses, posiciones, deseos, es decir,
no se presenta de la misma manera las dis -
Es necesario incorporar a los marcos propios criminaciones por raza o etnia en los niños
que en las niñas, no tienen las mismas difi -
de la educación popular las miradas y marcos cultades para instalarse en el espacio públi -
teóricos y conceptuales del feminismo y de otros co los varones pobres que las mujeres
movimientos sociales, que han hecho camino pobres, comparten la pobreza pero las muje -
res, además, comparten las dificultades del
en instalar en lo público una mirada compleja género, y mucho más si se suman las discri -
de los sujetos, las subjetividades, las relaciones minaciones de raza, edad, credo o proceden -
sociales y la diversidad. cia.
Ahora bien, ¿cómo se presenta para una
o para otro las situaciones que hacen a las
“Hablar de ‘género’, es hablar de lo que diversas posiciones? ¿qué le representa a
cada cultura elabora sobre la diferencia se- las mujeres el estar relegadas al espacio do-
xual cuando establece pautas y normas so- méstico privado? ¿qué les representa a los
ciales sobre las identidades y roles de varones tener mayor presencia en los espa-
hombres y mujeres en función de sus cuer - cios públicos?
pos. La noción de ‘cuerpo’ es fundamental en Será necesario mirar a cada sujeto (va-
el análisis de la identidad tanto en la noción rón y mujer) desde lo que es y desde como se
de género como en la de raza o etnia. Una di- han construido las relaciones históricas de
ferenciación en la construcción de identida- subordinación entre varones y mujeres, en-
des se hace en función de marcadores tre blancos y negros, entre pueblos origina -
corporales: sexo, color de la piel, forma de rios y colonizadores, si no miramos y
los ojos, características del pelo... y se agre- comprendemos que esas relaciones de sub -
gan marcadores que terminan siendo cultu- ordinación están dadas por el modelo
rales. La identidad nos da forma, nos hace CAPITALISTA (neoliberal), pero también
diferentes del resto, crea los límites, pero por el modelo PATRIARCAL, si no com -
también segrega y clasifica.” (Millán 1994) prendemos esto, no podemos decir que esta -
Es necesario incorporar a los marcos mos trabajando relaciones de género, de
propios de la educación popular las miradas diversidad, no podemos comprender cabal -
y marcos teóricos y conceptuales del femi- mente las situaciones de discriminación y
nismo y de otros movimientos sociales, que exclusión que vive la mitad de los sujetos
han hecho camino en instalar en lo público con los que a menudo trabajamos.
una mirada compleja de los sujetos, las sub- Tal como plantea Cecilia Millan, es ne-
jetividades, las relaciones sociales y la di- cesario “la búsqueda de disminuir los nive-
versidad. les de intolerancia y reducir las situaciones
La convocatoria es mirar a cada uno de de discriminación social, racial, socioeconó -
los sujetos desde las múltiples posiciones, mica, sexual, etárea, de origen o proceden -
desde las posiciones de clase y también de cia, religiosa, etcétera; en síntesis, a
género, género como concepción que habla combatir por un lado, secuelas sociales, eco-
de la forma de ver y hacer el mundo, concep- nómicas, culturales y psicológicas de situa -
ción política e ideológica del mundo; implica ciones pasadas de violencia, crueldad y
un cambio radical de cualquier paradigma, atrocidad muy grandes, como fueron la es -
es una manera de pensar estrategias para clavitud, el colonialismo, el apartheid, la se-
transformar ese mundo, es la manera en gregación, el nacionalismo, la

153
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

discriminación, y por otro lado, expresiones ner, no en los discursos sino en las prácti-
contemporáneas como la xenofobia y los cas. Se ha iniciado el tránsito en el camino
fundamentalismos.” de los discursos, quizás sea necesario com-
partirlo y profundizar acerca de las concep-
Una educación pluralista, diversa ciones de esos discursos, pero debemos
y no sexista recorrer aún un largo camino de transfor-
mación de nuestras prácticas androcéntri-
Deberemos comprometernos especial- cas, excluyentes y racistas.
mente a construir una educación popular Muchas de nuestras prácticas aún si-
que aporte al ejercicio de una ciudadanía li- guen promoviendo y reforzando discrimina-
bre de toda discriminación. ciones, tratando de fortalecer a los sujetos
Será necesario avanzar en la construc- pero no de visibilizar sus diferencias y reco-
ción de una “educación que valore el plura- nocer y valorar la diversidad. Es así como
lismo y garantice la igualdad de promovemos discriminaciones de género a
oportunidades para mujeres y varones, ni- pesar de condenarlas, o profundizamos una
ñas y niños de todas las edades, una educa- visión racista por no reconocer que las dife-
ción que promueva la solidaridad, la rencias de razas, etnias, credos y opción se-
construcción de relaciones más igualitarias xual están presentes en las relaciones
entre varones y mujeres pero también entre sociales que se establecen entre los sujetos
capital y trabajo. y entre ellos y los/as educadores/as.
“Que comprenda y respete nuestras di-
ferencias culturales, étnicas, de orientación
sexual, de generación, de credo, de capaci - Es aquí en donde debemos analizar cómo
dades y de estilos de vida.
incluimos a las mujeres, a los/as no tan
“Que comprenda la centralidad de las
relaciones de género y de la sexualidad en blancos/as, y a los/las que no tienen tantos
la construcción de las relaciones sociales y capitales pero que podemos potenciar a partir
cotidianas. de fortalecer el ejercicio de los liderazgos en la
“Que promueva la justicia de género,
considerando a las mujeres y a los varones democratización del poder.
como sujetos políticos y sociales en iguales
condiciones, tanto en la esfera privada como Decimos promover el pluralismo y la di-
en la pública, promoviendo así la constitu - versidad pero a la hora de promover la re -
ción de un sujeto político capaz de realizar presentación política o social de algún
el pleno ejercicio de los derechos.”6 dirigente, éste termina siendo un varón,
La educación popular necesita avanzar blanco y quizás el que tiene mayores capita-
en sostener, a través de propuestas, “una les culturales, sociales y educativos. Es aquí
educación a lo largo de toda la vida”, que en donde debemos analizar cómo incluimos
trascienda la educación formal pero que la a las mujeres, a los/as no tan blancos/as, y a
contenga, que promueva el ejercicio pleno los/las que no tienen tantos capitales pero
de una ciudadanía activa y comprometida que podemos potenciar a partir de fortale-
con la sociedad en la que viven los sujetos, cer el ejercicio de los liderazgos en la demo-
con sus diferencias y diversidades, res- cratización del poder.
petándolas y reconociéndolas. Promover la existencia de programas
Comprender e incorporar estas concep- de educación, con horarios adecuados, sis-
ciones quizás sea lo más complejo de soste- temas flexibles cercanos a las poblaciones

6 Elaborado para difundir en el Foro Social Mundial 2002 por la Oficina de Educación y Género del Consejo
Internacional de Educación de Personas Adultas (GEO/ICAE), Red de Educación Popular entre Mujeres para
América Latina y el Caribe (REPEM), Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN) y
Red de Mujeres Africanas (FEMMET)

154
La Piragua

usuarias, así como la existencia de meca- Mujer”, III Época No. 38, diciem bre 2002.
nismos facilitadores para jóvenes varones
y mujeres, para jóvenes embarazadas o Millan, Cecilia, Educar para no discri-
madres, para facilitar el acceso y/o sosteni- minar, en “Entre Nos”, Boletina de
miento a la educación formal, para que es- REPEM, año 4, No. 7, noviembre 2000.
tas mujeres no se vean forzadas a dejar la Oficina de Educación y Género del Con-
educación por el hecho de una maternidad sejo Internacional de Educación de Perso-
temprana.7 Promover la incorporación a la nas Adultas (GEO/ICAE), Red de
currícula de la educación formal de conteni- Educación Popular entre Mujeres para
dos que contemplen la igualdad y la equi- América Latina y el Caribe (REPEM),
dad en las relaciones de género y la Alternativas de Desarrollo con Mujeres
incorporación de educación sexual. para una Nueva Era (DAWN) y Red de Mu-
Esto significa que deberemos tener ini- jeres Africanas (FEMMET), Otra Educa-
ciativas que promuevan políticas públicas ción es Posible, Educar para no
en las diferentes instancias de los gobiernos discriminar. Documento de divulgación en
en donde la educación sea pensada desde el Foro Social Mundial, enero 2002.
que nacemos y sea una educación igualita- REPEM / DAWN, De poderes y saberes,
ria para niños y niñas, reconociendo las di- debates sobre reestructura política y trans -
ferencias de raza, etnia, clase, que formación social: Memoria del II Seminario
visibilize, que muestre, que no oculte, que Regional. Doble Clic Editoras, Montevideo
exponga a cada uno/a de ellos/as como suje- 2000.
tos con necesidades y derechos propios y di- REPEM. Jornada Virtual de Educa-
ferentes. ción. Seminario Virtual de Debate Educa-
ción, Género, Raza, Diversidades, Abril
Bibliografía 2003.
_______, Seminario Virtual REPEM,
Campaña contra los Fundamentalis- Los caminos del empoderamiento de las mu-
mos. Tu Boca es Fundamental contra los jeres: educación para la inclusión. La red
Fundamentalismos, lo Fundamental es la como espacio de aprendizaje. Diciembre
Gente. Articulación feminista Mercosur. Fe- 2003.
ministas en el Foro Social Mundial, Lilian Soldevila, Alicia y Domínguez, Alejan-
Celiberti, Virginia Vargas. dra. El proceso de constitución de la ciuda-
Lula Para Fren te. Estrategias con- danía en las mujeres. Mimeo, 2001
frontadas en las Américas: Hege mo nía Córdoba, Argentina.
nor tea me ri ca na, fuerzas so ciales y polí ti - Slavoj Zizek. Dije economía política, es -
cas contrahe ge mó ni cas. en “Co tidiano túpido, www.politicas.net

7 Reflexiones y propuestas en el Seminario Virtual REPEM, Los caminos del empoderamiento de las mujeres:
educación para la inclusión. Preparatoria de la Asamblea 2004. La red como espacio de aprendizaje. Diciembre
2003.

155
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN POPULAR


FRENTE A LA DIVERSIDAD Y LA EXCLUSIÓN

Marcela Tchimino Nahmías1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

L a edu cación po pular emergió en tiem -


pos difí ci les de persecución y atro pe llo a
El contexto vivido, producto de dictadu-
ras militares, dejaba claro el objetivo de lu-
los dere chos fundamentales. Y es justa - cha y los mecanismos para ello. En otras
men te por este contex to que sur gió la ne - palabras, existía un “enemigo común” al
ce si dad de traba jar por la li ber tad, por cual hacerle frente y la educación popular
ge ne rar una concien cia co lectiva sobre la jugó un rol clave en visibilizar los atropellos
capacidad transformadora y li beradora y buscar caminos para la resistencia y la ge-
que nos permi tie ra romper las ca de nas de neración de una conciencia crítica a través
la opre sión. Hoy afortu na da men te pode - de un método fundamentalmente dialogal y
mos decir que en Améri ca Lati na no exis - de espíritu crítico.
ten dictaduras mi li ta res, sin embargo, se

La educación popular emergió en tiempos


ha levan ta do un nuevo tipo de opresión,
ca rac te ri za do por el mer cado, por la ex -
clu sión, por la de sigualdad e inequidad difíciles de persecución y atropello a los
en la distri bu ción de la rique za, del po der
derechos fundamentales. Y es justamente por
y del co no ci mien to.
Durante casi veinte años se han levan- este contexto que surgió la necesidad de
tado discursos desde la educación popular trabajar por la libertad, por generar una
orientados a la conquista de un proceso de
conciencia colectiva sobre la capacidad
desarrollo nacional y para la participación
crítica en el mismo. Para ello, se ha hecho transformadora y liberadora que nos
alusión en innumerables ocasiones a la ne - permitiera romper las cadenas de la opresión.
cesidad de enfrentar la hegemonía de las
clases dominantes a través de la concienti - En este escenario, abordar la diversidad
zación político-pedagógica. como fuente de empoderamiento de diver-

1 Magíster en educación. Co-coordinadora de la Red Latinoamericana de Educación para la Paz y los Derechos
Humanos de CEAAL. Presidenta del Foro de la Sociedad Civil de Chile. Educadora e Investigadora del Programa
Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE). Ha colaborado en procesos educativos comunitarios y
la elaboración de materiales didácticos en educación en derechos humanos. Es docente en diversos cursos para
incorporar elementos de la educación popular en la educación formal.

156
La Piragua

sos grupos no era un objetivo prioritario. La ha provocado modificaciones en el ámbito


concepción de pueblo (hoy, al menos en Chi- de las economías de los países y de los mo -
le no lo convertimos en “la gente”) incorpo- delos de desarrollo. Además, la globaliza -
raba a todos y todas pero con especial ción ha dado origen al cuestionamiento de
énfasis en los sectores campesinos y obre - conceptos tan esenciales en la vida de las
ros. La diversidad se nos fue haciendo evi- personas como lo son el sentido de identidad
dente con el correr de los años y una vez cultural y pertenencia territorial.
terminados los períodos dictatoriales. Estamos ante una situación compleja
Con el aumento de espacios de partici- puesto que este proceso implica cambios y
pación y de reivindicación de derechos de transformaciones sociales, culturales y edu-
grupos específicos, la necesidad de trabajar cacionales.
con y desde la diversidad se hizo necesaria.
Pero a la vez, la visibilidad de “lo otro” de la El nuevo escenario para la educa-
multiplicidad de expresiones, intereses y ción popular
características de los grupos humanos fue
también generando algunas tensiones, pre- En gran medida, el contexto de apertu-
juicios, discriminación y exclusión social. ra territorial y el flujo de la información
Enfrentar este dilema es en gran parte provista por el desarrollo tecnológico, puede
responsabilidad de la educación, y en parti- favorecer que la educación priorice la for -
cular de la educación popular, especialmen- mación de una conciencia planetaria en la
te porque el nuevo escenario caracterizado perspectiva de que el mundo es uno, todos
por la globalización requiere de una revi- vivimos en él y por tanto, como ciudadanos
sión de fondo del sentido y método que has- del mismo mundo tenemos derechos, debe-
ta ahora ha caracterizado a la EP. res y responsabilidades compartidas.
Hablar de diversidad cultural desde la El respeto y la valoración de la diversi-
educación popular es hablar de la interac- dad cultural, la voluntad para hacer del
ción, de la reciprocidad, de la interdepen- mundo un lugar equitativo y sustentable
dencia y del intercambio que rigen las son, entre otros, elementos que deberían ca-
relaciones entre culturas, se refiere funda- racterizar a la educación en un contexto glo-
mentalmente a la comprensión del mundo. balizador. Es decir, promover la capacidad
La educación, desde esta perspectiva, cons- de comprender a cabalidad que las acciones
tituye la esencia para imaginar proyectos locales tienen una repercusión y proyección
de sociedad viables. global o mundial.
Los principios de esta educación se en-
marcan dentro de al menos tres propósitos:
Con el aumento de espacios de participación y • El primero, se orienta a la promoción y
desarrollo de una visión holística y realis -
de reivindicación de derechos de grupos
ta del mundo, al fortalecimiento de la
específicos, la necesidad de trabajar con y comprensión de derechos y obligaciones
desde la diversidad se hizo necesaria. propias como las de los otros (derechos in-
dividuales y derechos colectivos). En este
sentido, es importante estimular la com -
prensión de la interdependencia global,
Junto con ello, es necesario asumir el el rol de la cooperación internacional y el
contexto en el que estamos inmersos, por - papel de la cultura en el desarrollo de las
que el proceso de globalización está gene- sociedades.
rando procesos de transformación que
abarcan todos los aspectos de la vida social. • El segundo, apunta al desarrollo de habili-
La fuerza, magnitud y velocidad de este dades sociales que refuercen la capacidad
proceso es de tal envergadura que no sólo para actuar como miembros de un grupo,

157
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

para interactuar y comunicarse con perso- les. Sin embargo, en ocasiones los intentos
nas de diferentes condiciones y culturas. por visibilizar la diversidad se reducen a ac-
En otras palabras, desarrollar habilida- ciones paternalistas (especialmente hacia
des sociales que nos dispongan a la parti- grupos que sufren la exclusión social) o a ex-
cipación democrática. periencias que tienen a “folclorizar” a las
distintas expresiones culturales reducién-
El respeto y la valoración de la dolas a muestras artísticas y gastronómicas
que representan finalmente una curiosidad
diversidad cultural, la voluntad
que se visibiliza esporádicamente. Aún
para hacer del mundo un lugar más, el peligro de reducir la diversidad cul-
equitativo y sustentable son, tural al desarrollo de un conjunto de activi-
entre otros, elementos que dades como las antes señaladas, es que
contribuimos de manera involuntaria a es-
deberían caracterizar a la conder o negar los conflictos que subyacen
educación en un contexto en las relaciones interculturales, a minimi-
zar la relación de poder y dominación que la
cultura dominante, caracterizada bajo el
•El tercer propósito, se dirige a la incorpo- formato de hombre blanco y occidental, ha
ración de una nueva ética, al desarrollo de ejercido sobre los grupos que no se ajustan a
la autoconfianza y confianza en los otros y ese patrón.
una visión positiva de sí y del entorno y a
fomentar un sentido de responsabilidad
personal y social. La solidaridad con na-
ciones y grupos que sufren la sumisión, el ...el reto educativo más importante no es sólo
respeto hacia otras culturas, entre ellas, conseguir la aceptación de la diversidad
la cultura de los grupos étnicos presentes
en diferentes países, son temas constituti- cultural en sí misma, sino cómo educar las
vos de esta educación. actitudes y las convicciones para que no se
Estos propósitos tienen en su base el utilice esta diversidad cultural como
principio de que la educación adquiere sig -
nificado en la vida de las personas cuando
legitimación de la exclusión social.
los aprendizajes adquiridos en este proceso
se fundan desde lo cotidiano, es decir, se
sustentan en la necesidad de cambiar una Entonces, y en palabras del profesor
cultura que transmite la valoración por lo Carbonell, “el reto educativo más importan-
externo, lo especializado, lo profesional, por te no es sólo conseguir la aceptación de la di-
una cultura que reconoce en las situaciones versidad cultural en sí misma, sino cómo
concretas una oportunidad educativa que educar las actitudes y las convicciones para
potencia el sentido de identidad y pertenen - que no se utilice esta diversidad cultural
cia con un entorno y un contexto. En este como legitimación de la exclusión social. No
sentido, se promueve el valor de la diversi - se trataría de poner el acento sobre la diver-
dad como un elemento enriquecedor. sidad y el hipotético enriquecimiento que
supone, sino sobre el hecho de ser iguales en
La diversidad cultural y social al dignidad y derechos”.2
centro de la educación popular En este sentido, se trata de enfocar la
educación desde la diversidad cultural y so-
Vivimos en sociedad y comunidades cial, se trata de transformar el reconoci-
multiculturales y por tanto las relaciones miento de la diversidad y la pluralidad
que allí se gestan y desarrollan deben ser cultural presentes cotidianamente y traba-
consideradas también como multicultura - jarlas valorando positivamente las diferen-

158
La Piragua

cias. Ello, porque si admitimos que la • A aprender sobre tí y sobre mí, sobre las
interdependencia del mundo de hoy nos in- relaciones, la solidaridad y a tomar al otro
volucra a todos y todas, entonces quizás de- en serio.
biéramos buscar nuevas formas de vivir
• A los contextos de vida diversos y al relati-
juntos, de comprender al otro como alguien
vismo cultural.
que debe ser respetado profundamente en
todas sus diferencias. • A aprender sobre la democracia y ciudada-
Una educación que se abre a la diversi- nía, a estar alertas contra la opresión, la
dad cultural puede ser una herramienta en exclusión y sus mecanismos de apoyo.
nuestros esfuerzos por comprender la com- • A tratar con la memoria.
plejidad del mundo. Más aún, puede ser
una de las claves para abrir las puertas de Pedagogizar la diversidad cultural
una nueva sociedad, ya que el aprendizaje
intercultural puede permitirnos enfrentar Pedagogizar la diversidad cultural re-
mejor los desafíos de la realidad actual. En quiere de la consideración de diversas di -
este sentido, el aprendizaje intercultural es mensiones sociales en donde ésta se
un proceso de crecimiento personal con im- manifiesta. Pero, por sobre todo, más que
plicancias colectivas. ser concientes de que existe tal diversidad,
El aprendizaje intercultural puede ser se trata de analizar cómo estas dimensiones
entendido desde distintos niveles. En un ni- se relacionan con el proceso educativo para
vel más literal, se refiere a un proceso indivi- hacerlo pertinente. Algunas de ellas son:
dual de adquisición de conocimientos, • Perspectiva de género. Para superar la
actitudes o comportamientos que están co- reproducción y legitimación de las desi-
nectados con la interacción de distintas cultu- gualdades de género, es preciso partir re -
ras.
conociendo que la identidad de género
El aprendizaje, en este contexto, se en- obedece a patrones culturales altamente
tiende menos desde un nivel completamen- discriminadores y desde allí analizar las
te individual porque acentúa el carácter formas que la sociedad ha tenido para per-
abierto de este proceso dirigido hacia una petuar esta situación. Abrir el diálogo
“sociedad” pluricultural. para develar qué prácticas responden a la
En esta dirección la acción educativa discriminación de género, puede abrir una
desde la perspectiva de la diversidad cultu- gran oportunidad para construir procesos
ral se orienta: de relación inclusivas.
• La historia y el contexto. La constata-
Una educación que se abre a la diversidad ción del establecimiento de un mundo y
una sociedad global puede abrir posibili-
cultural puede ser una herramienta en dades o reducir miradas. En efecto “la ins-
nuestros esfuerzos por comprender la tauración de la vorágine y el
fundamentalismo tecnológico; la asisten-
complejidad del mundo. Más aún, puede ser
cia a una sociedad donde la innovación
una de las claves para abrir las puertas de una tecnológica ha logrado incrementar el nú-
nueva sociedad, ya que el aprendizaje mero de comunicaciones y la rapidez con
intercultural puede permitirnos enfrentar que se producen y desaparecen, ha produ-
cido que la memoria colectiva e individual
mejor los desafíos de la realidad actual. quede atrapada en el instante. La satura-
ción de información en los canales de co -
municación genera una cultura sin
•A la diversidad y diferencia, al pluralismo,
memoria”.3 Trabajar sobre la memoria
la complejidad y las preguntas abiertas, a
dentro del contexto abre caminos a la
la reflexión y al cambio.

159
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

construcción de identidades culturales dad sin hacer mención a la transfor ma-


fuertemente influidas por patrones cultu- ción en las for mas de representación y or-
rales diversos, pero a la vez visibiliza ras- ganización de la sociedad ci vil.
gos culturales propios.
•La ciudad. En la ciudad, entendida como
el barrio, la comunidad o el espacio públi-
co, se manifiesta más claramente lo multi-
Experiencias de sociedad civil a nivel de
cultural, ya que en ellos confluyen las reivindicación de derechos, de expresión de
etnias, las clases sociales, los migrantes, demandas y de construcción de alternativas de
etcétera. En este sentido, es importante
desarrollo, hay muchas. Y es allí donde la
intencionar una apertura a la ciudad, in-
tegrando sus manifestaciones pluricultu- educación debiera orientar su eje.
rales.
Obviamente muchos temas se nos que -
dan fuera, pero ampliar la lista o focalizar La sociedad civil vive un proceso de
en temas específicos puede ser un buen ini - transición, no sólo de forma sino de conte-
cio para enfrentar la diversidad cultural nido. Por una parte, los movimientos socia-
desde la educación popular. Hacerlo desde les clásicos han desaparecido o se han visto
los procesos de educación puede crear el es - drásticamente disminuidos y han sido
pacio democrático que haga posible el en - remplazados por nuevas formas de organi-
cuentro y el diálogo de culturas. Este zación social, ligadas a intereses temáticos
enfoque puede ser una gran oportunidad específicos más que a amplias banderas de
para imaginar cómo vivir la multiculturali - luchas ideológicas.
dad que caracteriza a las sociedades con - Es así como hemos protagonizado la
temporáneas. proliferación de movimientos de consumi-
En otras palabras, la diversidad cultural dores, de mujeres, ambientalistas, jóvenes
puede ser abordada desde distintas perspec- hip hop, anarquistas, grupos antiglobaliza-
tivas. Desde nuestra experiencia, situarla ción, grupos gay, migrantes, nuevas ONG,
dentro del contexto de globalización ha per - en definitiva nuevas formas de asociación
mitido visibilizar, no sólo las expresiones centradas en el individuo y en la demanda
culturales de otros pueblos, sino principal- de necesidades y derechos específicos.
mente explorar las actitudes y las formas de Experiencias de sociedad civil a nivel
concebir “la otredad” como legítima y desea- de reivindicación de derechos, de ex pre-
ble. sión de demandas y de construcción de al-
Enfrentar estos nuevos desafíos desde ternativas de desarrollo, hay muchas. Y es
la educación popular no significa negar o in- allí donde la educación de biera orientar
validar su sentido liberador y formador de su eje. En otras palabras, el nuevo si glo
una conciencia crítica, sino que recuperar llegó car gado de problemas educativos no
sus principios fundamentales y recrearlos resueltos y a ellos se sumaron los efectos
dentro del nuevo contexto. de la modernización neoliberal. “Una vez
En efecto, vivimos un tiempo confuso, producidas las desigualdades cul turales
heterogéneo y cargado de complejidad y como resultado de la fal ta de acce so a la
perplejidad. Vivimos la glo balización. Ello es co la ri dad, la ofer ta cul tural, la infor-
nos ha traído una apertura al mundo y ma ción de calidad cientí fi co-tecnológica
desde allí se ha hecho vi sible la heteroge - en una ge ne ra ción, la he rencia que trans-
neidad de grupos, intereses, ca racterísti - miten a sus hijos, está sig nada por la ca -
cas y expresiones. Ello tam bién ha ren cia. Los secto res po pulares vi ven
afectado a la organización social. En este in mer sos en la cul tura am pliamente di-
sentido, se ría li mi ta do inten tar ha blar fundida por la urbanización, los medios de
so bre la edu cación popular y la di versi -

160
La Piragua

comunicación y los procesos políticos glo- En efecto, un primer elemento a consi-


balizados, pero accediendo a ella desde derar para la incorporación de la diversidad
una situación de privación cultu ral que en la educación popular es la actitud y la ap-
los coloca en franca inferioridad de condi- titud para trabajar con la diferencia y valo -
ciones res pecto a otros secto res sociales”. 4 rarla como un aspecto enriquecedor más
Los nuevos requerimientos de la educa- que amenazador. Estar sensibles y atentos
ción popular se relacionan con la actualiza- a visibilizar y trabajar con la “otredad” es
ción de su sentido y método considerando un primer paso necesario hacia la consoli -
los vertiginosos cambios a nivel de las co- dación de una educación inclusiva y no ho -
municaciones, de la política, de los esta- mogenizadora, de una educación creativa y
dos, de las economías, de los derechos no reproductora, de una educación partici -
laborales, entre otros. La globalización ha pativa y no hegemónica. La aptitud se refie -
traído con sigo la hegemonía del capitalis- re al conocimiento necesario de la
mo, la reducción de los estados, la flexibi- diversidad existente. Es decir, no basta con
lización laboral, un aumento sustantivo la “buena voluntad” si ella no va acompaña -
de los canales de información y conoci- da de un saber hacer y una comprensión de
miento para quienes tienen acceso a ellos, las distintas expresiones sociales y ciudada -
el analfabetismo tecnológico, etcétera. nas.
Además, se está configurando una nueva
noción de ciudadanía que trasciende las
fronteras nacionales. “La ciudadanía, Los nuevos requerimientos de
para no ser excluyente, debe ser progresi-
la educación popular se
vamente desnacionalizada, desterritoria-
lizada y democratizada, y pasar a relacionan con la actualización
fundarse en criterios respetuosos con la de su sentido y método
dignidad humana, la igualdad de derechos considerando los vertiginosos
y el respeto por la diferencias”. 5
En este sentido, la educación popular cambios a nivel de las
debe tener como foco la superación de la de- comunicaciones, de la política,
sigualdad y la eliminación de las diferen- de los estados, de las economías,
cias económicas e integración de la
diversidad cultural.
de los derechos laborales, entre
otros.
Incorporar la diversidad como eje
de la educación popular Pero junto a este primer nivel, el de la
actitud y aptitud, es necesario contemplar
Incorporar la diversidad en las técnicas al menos tres niveles o ejes de análisis para
y estrategias de educación popular significa incorporar la diversidad como eje de la edu-
que la participación sea sinónimo de empo- cación popular, que en palabras de Ricardo
deramiento, es decir, no basta con promover Hevia y Carolina Hirmas6 pueden resumir-
la participación si ella no lleva aparejada la se en lo siguiente:
toma de decisiones.

4 Puiggros Adriana: “Educación y poder: los desafíos del próximo siglo”, en Paulo Freire y la agenda de educación
latinoamericana en el siglo XXI, CLACSO, Buenos Aires, 2002, p. 19.
5 Silveira H. La vida en común en las sociedades multiculturales. Aportaciones para un debate. Identidades
comunitarias y democracia, Trotta, Madrid, 2000.
6 Hevia, R. y Hirmas, C. Las políticas educativas frente a la diversidad cultural: Perspectivas de la educación
intercultural. Ponencia presentada al Seminario Internacional “Reformas curriculares en los 90 y construcción
de ciudadanía”, en el panel “Educación en la no discriminación y formación ciudadana”. 27 de marzo, 2003.
Cámara de Diputados, Santiago de Chile.

161
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

Pertinencia: se refiere a la tensión que persisten actitudes manifiestas o


implica enfrentar la globalización y, en encubiertas de racismo, discriminación
consecuencia, a la invasión de una cultu- y explotación, particularmente respecto
ra de masas que amenaza con hacer de- a los grupos indígenas.
saparecer las identidades locales. Pertenencia: Se refiere a la tensión que
Además, somos testigos vivos de que los surge respecto a las asimetrías en las re-
medios masivos de comunicación y el uso laciones de poder que conducen a las mi-
de las nuevas tecnologías imponen, se norías culturales a condiciones de
quiera o no, las formas de pensamiento y marginación y pobreza extrema, y que
los valores de la cultura occidental, ava- fracturan la convivencia social. Frente
sallando las más de las veces la origina- al tratamiento de la diversidad cultu-
lidad y pluralidad de identidades ral, esta tensión se da entre los polos de
propias de las culturas autóctonas de los la inclusión y de la exclusión social por
países latinoamericanos. Ejemplo de ello razones de etnia, raza, lengua o religión,
es que hasta 1996, en Bolivia se obligaba y también por razones de género, de dis-
a las niñas y jóvenes indígenas, antes de capacidades personales y de preferen-
entrar a la escuela, a despojarse de sus cias sexuales. En América Latina son
ropas tradicionales y a cortarse las tren- las poblaciones indígenas las que viven
zas. realidades de mayor pobreza, las cuales
Desde la perspectiva de la pertinencia aumentan a condiciones extremas cuan-
cultural, nos enfrentamos al dilema de do a esta situación se suma el que sean
defender, por una parte, una identidad mujeres, o tengan alguna discapacidad
nacional propia que rechace la tendencia personal o sean homosexuales.
a la homogeneización cultural, y por otra Sin embargo, una verdadera educación
parte, de no caer en el extremo de recha- que incorpore la diversidad florece, como
zar todo lo que la globalización trae con- dice Sylvia Schmelkes, cuando se van des-
sigo por la única razón de no venir de la vaneciendo las asimetrías existentes tanto
propia cultura. Esta última alternativa en lo económico, lo social, lo político, lo
se aproxima a una reacción fundamenta- cultural y, desde luego, en lo educativo.7
lista, en el sentido de creer que todo lo que
proviene de afuera es malo y lo que pro-
viene de las propias raíces es bueno. El Estar sensibles y atentos a visibilizar y
dilema es, entonces, cómo reforzar las trabajar con la “otredad” es un primer paso
propias identidades, pero en un diálogo
creativo y enriquecedor con el mundo glo- necesario hacia la consolidación de una
bal. No se trata de formar para la homo- educación inclusiva y no homogenizadora, de
geneización cultural, ni para el una educación creativa y no reproductora, de
aislamiento o la yuxtaposición de cultu-
ras, sino para la interculturalidad.
una educación participativa y no hegemónica.
Convivencia: Se refiere a la cohabitación
de múltiples culturas y surgen los peligros En resumen, se requiere resolver al me-
propios de la convivencia humana: la for- nos dos problemas:
mación de estereotipos y prejuicios que • Primero, cómo hacer que los aprendizajes
pueden conducir a la intolerancia, la xe- sean culturalmente pertinentes y cómo
nofobia y el racismo, así como a las dis- educar en la interculturalidad, es decir, de
criminaciones por razones sociales, una forma en que se acreciente la autova-
étnicas y culturales. En América Latina loración y la propia identidad y, al mismo

7 Schmelkes, Sylvia. Educación Intercultural, Conferencia presentada en la inauguración del diplomado en


Derecho y Cultura Indígena, Tlalpan, México, 28 septiembre, 2002.

162
La Piragua

tiempo, se valoren las diferencias cultura- planetario. Tanto las dinámicas económi-
les y se las utilice como recurso pedagógi- cas como comunicacionales y culturales de
co. El peligro de esta tensión es caer en la la globalización tienden a cerrar los espa-
homogeneización cultural, por una parte, cios económicos. Existe una especie de
o en el enclaustramiento cultural por otra. “gobernabilidad” global hegemonizada
•Segundo, cómo educar a personas de dis - por las grandes corporaciones y por los or-
tinta procedencia, de diferentes etnias y ganismos multilaterales que administran
con distintas capacidades en los valores de este “orden”. Está en crisis la soberanía de
la convivencia pacífica y del trabajo soli- los viejos Estados y esto ocasiona grandes
dario. El peligro de esta tensión es la re - preguntas al pensamiento político y so-
producción de los estereotipos y prejuicios cial.
comúnmente aceptados en la sociedad, en • Sin embargo, es paradojal que en esta co-
lugar de prefigurar nuevos modos de con- yuntura de homogeneización aparezcan
vivencia social basados en el respeto a la tantas experiencias o rebeliones locales,
legitimidad del otro. que reivindican lo particular, lo nacional y
lo diverso. Esto se está expresando a tra -
vés de numerosos movimientos sociales

Sin embargo, una verdadera educación que que demandan respeto a las diferencias,
pero también en los movimientos étnicos y
incorpore la diversidad florece, como dice en la lucha de minorías y naciones.
Sylvia Schmelkes, cuando se van • Existe una resistencia a lo “único” y pau-
desvaneciendo las asimetrías existentes tanto latinamente se va desarrollando una
sospecha acerca de los beneficios de la
en lo económico, lo social, lo político, lo globalización. La vieja aspiración a la
cultural y, desde luego, en lo educativo. “globalización ecológica y éti ca” por par -
te de los ecologistas, ha derivado en una
cierta im potencia: la hipoteca de sarro -
Desafíos ante el actual escenario llista de la globalización va haciendo in -
sostenible política y culturalmente estas
En el actual escenario, la educación po- utopías. Es preciso construir nuevas he -
pular recobra vigencia y sentido, por cuanto rramientas de análisis para entender es-
es necesario recuperar el poder de la educa- tos procesos y hacer más fuertes los
ción como un instrumento de transforma- movimientos de “globalización ciu dada -
ción social. Para ello, se requiere del na” para que actúen en lo local y en lo
desarrollo de estrategias educativas que global con un nuevo sentido histórico.
ayuden “a los grupos más desfavorecidos de Ser conscien tes del fe nó me no educa -
la sociedad a analizar cómo afecta la globa- cio nal que se abre, supone pro pi ciar una
lización a la estructura social”.8 discusión per manente res pecto de las po -
•En las últimas décadas, el proceso de glo- si bi li da des y difi cul ta des que emergen en
balización ha adquirido un carácter de este es cenario. En este sen ti do, es impor -
transnacionalización económica y de crea- tante que en los espacios edu cativos se in -
ción de un espacio económico planetario corpore el aná li sis acer ca del impac to de
uniformizado bajo políticas neoliberales. la información tec nológica y mediática,
•El desarrollo de nuevas tecnologías de co- de las cul turas que viven en el terri to rio
municación y la “uniformalización”, fruto nacional pero tam bién la diver si dad cul -
del despliegue de las industrias culturales tu ral que enriquece el mundo y del im pac -
mundiales, han generado un nuevo mapa

8 Mesa, M. Educar para la ciudadanía global y la democracia cosmopolita. En: Educar para la ciudadanía y la
participación: de lo local a lo global. CIP, Madrid, 2003. p. 15.

163
EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL

to de la glo balización en to das las es feras del medioambiente, el racismo, el clasismo,


de la vida coti dia na. la migración, entre otros.
El propósito de esto es promover un sen- La capacidad de desarrollar una visión
tido de pertenencia y responsabilidad fren - crítica (y no victimizadora) de estas situacio-
te al mundo, más allá de lealtades nes, permite a los sujetos adoptar una acti-
nacionales o locales. Basado en lo anterior, tud sensible y empática, así como también
resulta im perativa la incorporación de actuar responsablemente en lo que sucede a
esta dimensión global en la educación po - nivel de su comunidad, de su país y del mun-
pular, por cuanto permite pro mover la do.
comprensión y el desarrollo de una visión Se trata de poner en práctica, utilizando
crítica respecto de si tuaciones que se ubi - distintas formas pedagógicas, lo que señala
can en el entorno inmediato, o bien en un el informe de la Comisión Delors, en el senti-
horizonte lejano pero que son experimenta - do de que frente a la constatación de que “las
das o influyen directamente en los sujetos, personas hoy tienen una sensación de des-
como la guerra y los conflictos, las violacio - protección e impacto entre las manifestacio-
nes a los derechos humanos, el crimen in- nes de la globalización que pueden ver y a
ternacional, el terrorismo y el tráfico de veces soportar, y la propia búsqueda por las
drogas, el aumento de las enfermedades raíces, puntos de referencia y un sentido de
pandémicas como el SIDA, la degradación pertenencia, la educación debe enfrentar,
ahora más que nunca, este problema, ya que
está en el corazón del desarrollo tanto perso-

En el actual escenario, la nal como de la comunidad. Su misión es ha-


bilitarnos a todos y cada uno de nosotros,
educación popular recobra para desarrollar al máximo nuestros talen-
vigencia y sentido, por cuanto es tos y realizar nuestro potencial creativo, in-
cluyendo la responsabilidad por nuestras
necesario recuperar el poder de propias vidas y el logro de nuestros objetivos
la educación como un personales. Este objetivo transciende todos
instrumento de transformación los demás. Su logro, aunque largo y difícil,
será una contribución esencial a la búsqueda
social. por un mundo más justo, un mundo mejor
donde vivir”.9

9 Delors Commission, 1995, La educación encierra un tesoro, Paris: UNESCO.

164
La Piragua

EDUCACIÓN POPULAR Y POLÍTICAS EDUCATIVAS:


OBSTÁCULOS

Nélida Céspedes Rossel1

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

E l propósito de este artículo es mostrar


algunos de los principales obstáculos que
popular con las políticas educativas. Esto se
fundamenta en varios documentos que se -
se presentan en la participación de la so - ñalan que la tarea del CEAAL es: a) incidir
ciedad civil para la incidencia en políticas en nuestras democracias y darle sentido a
educativas, ubicándola como un compo- través de políticas educativas que promue -
nente fundamental en los procesos de de- van la participación, b) incidir en la reconfi -
mocratización que pretendemos en guración de lo público y en el rescate público
nuestros países. Esta es una reflexión ten- de las políticas de educación como políticas
tativa, abierta, ya que los procesos no son de gobierno,2 c) incidencia en las políticas
lineales, ni los discursos homogéneos y se educativas e importancia del sentido de la
dan en determinados contextos que jalo- educación como contribución a un desarro -
nean la vida democrática en cada uno de llo social y humano, sostenible, justo, equi -
los países de la región. tativo, inscrito en procesos amplios de
transformación social y de impulso a los

1. AFIRMACIONES DEL
CEAAL
procesos democráticos.
Esta incidencia se expresa en múlti -
ples intervenciones en todo el continente,
desarrolladas a través de procesos de in -
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® novación educativa; desarrollo de pro -
puestas curriculares; propuestas de
desarrollo educativo lo cal; de formación
El CEAAL, camino hacia la VI Asam- de redes educativas; pro puestas de ges -
blea General, ha planteado, entre uno de los tión de escuelas con autonomía; in corpo -
ejes de reflexión, la relación de la educación ración en los procesos de

1 Educadora y Docente. Miembro del Consejo Directivo de Tarea, Asociación de Publicaciones Educativas.
Directora de la Revista de Educación y Cultura Tarea. Miembro activo de la Región Andina y del Perú del
CEAAL. Su trayectoria en educación popular se ha desarrollado principalmente en el campo de los Derechos
Humanos y de la Infancia así como en la reflexión de la Educación Popular y la Educación Formal.
2 Profundizando el aporte de la educación popular y del CEAAL en América Latina y el Caribe. Hacia la VI
Asamblea General en 2004, momento de valoración y proyección. Noviembre 2003.

165
La Piragua

En este camino de posibilidades y de


apertura también existe el riesgo de desdi -
bujar posiciones primigenias. Desde una
postura amplia incluyente también, es pre -
ciso afirmar los núcleos que persisten y dan
a nuestras intervenciones cierta identidad.
Estos permiten a su vez construir los proce -
sos de incidencia en educación y actúan
como lupas desde las cuales explicar nues -
tra intervención, evaluarla y enrumbarla.
Estas persistencias son:
• El pensamiento crítico para el análisis de
la realidad política, social, cultural y eco-
nómica, en el sentido de avanzar hacia la
emancipación personal y social.
• Una intencionalidad política emancipado-
ra.
entre sí. 4 En la dé ca da de los ochen ta, se- • El reconocimiento del rol de los sujetos po-
ña la el mis mo au tor, se preci san otros re- pulares como actores de su emancipación.
ferentes teóri cos para in terpretar la • Entender a los sujetos en sus múltiples di-
realidad y orientar los pro yectos de cam- mensiones: racionales, afectivas, lúdicas,
bio político y social. trascendentes.
Lo mis mo ocurrió con la com pren sión
de los suje tos pro tagónicos del cam bio so-
cial, anteriormente cen trados en los sec -
to res popu la res en su carácter de clase.
...muchos no se reconozcan
Esta cate go ría de aná lisis de la rea li dad bajo la corriente de la educación
se amplía ante la pre sen cia de millones popular. Y sin embargo en sus
de personas excluidas y discriminadas.
prácticas y discursos, allí están
Los trabajos con mujeres, con poblaciones
indígenas, son buenos ejemplos, así como los núcleos fundamentales que
los que se realizan con sectores medios afirman y luchan por la
empobrecidos, docentes, familias, etcéte- democracia, que se basa en la
ra. Emergen nuevos aportes en el desarro-
llo del pensamiento social, cultural, participación política, en los
científico; las categorías de género, etnia, espacios públicos y en el
generacional, se suman a las de clase y irrestricto respeto a los derechos
permiten tener referentes más amplios
para la comprensión y transformación de
de las personas.
la realidad. La perspectiva del trabajo en
derechos humanos, la educación intercul- • Procesos pedagógicos que interactúan con
tural y el respeto por el medio ambiente, tales dimensiones para la transformación
se unen a la búsqueda de la justicia y a la personal y social.
profundización de la democracia formal y • Metodologías y estrategias de trabajo que
participativa en un mundo sustentable. contribuyen a que los sujetos se constru-

4 En el Cono Sur estuvo ligada a los procesos de lucha contra las dictaduras y a los procesos de democratización; en
los países andinos como Bolivia y Perú es notorio el acento en lo étnico e indígena; en América Central estuvo
asociada a los procesos insurreccionales; en México tuvo su nicho en las iniciativas independientes que buscaban
opciones frente al partido de gobierno. Torres, op. cit. p.19.

167
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

yan como personas activas, participati-


vas, sujetos sociales de derechos y
3. POLÍTICAS EDUCATIVAS
Y EDUCACIÓN POPULAR
ciudadanos aportando al bien común.
Como ya hemos señalado, a la vez que se ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
afirman núcleos básicos, también nos abri -
mos y asumimos en simultáneo identidades
múltiples. Al mismo tiempo, podemos ser El documento Profundizando el aporte
educadores populares y trabajadores por la de la educación popular y del CEAAL en
democracia, militantes del trabajo en dere - América Latina y el Caribe, señala a la edu-
chos humanos, trabajar desde la perspecti - cación como uno de los aspectos centrales
va de género y ser parte del movimiento de del fortalecimiento democrático en este mo-
mujeres. Todos estos sentidos son incorpo - mento histórico. Sostiene que, inmersa en
rados en el trabajo en educación. un proceso de transformación global, es un
También hay que reconocer que esta componente que aporta a un proyecto de
apertura ha llevado a que muchos no se re - emancipación. Reconoce los esfuerzos que
conozcan bajo la corriente de la educación durante veinte años ha venido realizando la
popular. Y sin embargo en sus prácticas y UNESCO, que se fundamenta en la convic-
discursos, allí están los núcleos fundamen - ción de que “Frente a los numerosos desafíos
tales que afirman y luchan por la democra - del porvenir, la educación constituye un ins-
cia, que se basa en la participación política, trumento indispensable para que la huma-
en los espacios públicos y en el irrestricto nidad pueda progresar hacia los ideales de
respeto a los derechos de las personas. Me - paz, de libertad y justicia social.”5
rece la pena señalar que autores como To - Si bien esta afirmación es poderosa, a
rres Carrillo plantean los peligros de propósito de sus reflexiones sobre el pensa-
invisibilizar lo popular, abarcándolo todo miento de Paulo Freire, el presidente de
en la lucha por la democracia. CEAAL, Pedro Pontual, 6 señala: “un recha-
Lo cierto es que la democracia basada zo al optimismo ingenuo sobre el papel de la
en principios como la soberanía de los indi-
viduos, la limitación del poder y la necesi -
dad de garantizar los derechos
fundamentales de las personas exige, re - ...los que comparten
quiere, implica y necesita de la participa - identidades múltiples vienen
ción de la ciudadanía. Esta es un derecho y construyendo apuestas por una
una responsabilidad. Por ello, la ciudadanía
se expresa de diversas formas y combina,
educación liberadora.
según sea el caso, la propuesta y la oposi -
ción, la propuesta y la vigilancia. La cons -
trucción de la democracia es un campo de educación (...) y más específicamente a las
disputa y construcción permanente. Ya la posibilidades y límites de la EP en la escue-
historia ha demostrado que la hegemonía la formal en un contexto histórico de Améri-
de la emancipación de las personas y de la ca Latina bajo la hegemonía del
sociedad es un jaloneo. Es desde allí que los neoliberalismo, marcado por políticas con-
que comparten identidades múltiples vie - tra los derechos, con intento de imponer un
nen construyendo apuestas por una educa- pensamiento único y estimular las más di -
ción liberadora. versas formas de individualismo. La EP se
sitúa en este contex to como una prác ti ca

5 Delors, Jaques. La educación encierra un tesoro. Compendio del Informe a la UNESCO de la Comisión
Intersectorial sobre educación para el siglo XXI. Guatemala, Mayo de 1998.
6 Pontual, Pedro. Educación popular en la escuela: actualidad de la visión freireana. En Revista Tarea Nº 57.
Lima, 2004

168
La Piragua

educativa que trata de res ca tar el papel puestas de carácter educativo, ético y
de la edu ca ción en la cons truc ción de una político.
alternativa contra-hegemónica al neolibera-
lismo”. Realiza este análisis en su terca
apuesta por la transformación democrática
de la sociedad, por lo tanto, lejos de postu-
ras fatalistas.
El desarrollo de políticas
Lo que nos interesa para nuestra refle-
educativas emancipadoras,
xión, es esto último que señala Pontual, es choca permanentemente con
decir, cómo se ha expresado nuestra partici- problemas que vienen del
pación en la construcción de una educación
contexto social, cultural, político
basada en los núcleos fuertes de la educa-
ción popular, cuáles son los obstáculos con y económico en que se
los que nos encontramos en ese camino y la desenvuelve nuestro continente...
importancia de persistir.

4. INCIDENCIA DE LA
SOCIEDAD CIVIL EN EL CAMPO
No existen participaciones neutrales.
Por eso, desde la educación popular su sen -
tido se ubica en la búsqueda de propuestas
EDUCATIVO de emancipación y humanización de los di -
versos sectores de la sociedad.
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® En relación a la incidencia en las políti-
cas educativas, habíamos señalado al ini -
ciar esta reflexión que se ha expresado de
Los procesos de democratización de diversas formas. Así también, la participa -
nuestras sociedades suponen tanto la de- ción de la ciudadanía en las políticas edu -
mocratización de los Estados, como un ma- cativas no sólo se plantea y se ejerce como
yor nivel de participación de la ciudadanía. parte de las organizaciones de la sociedad
La participación de la sociedad civil civil hacia un proceso de empoderamiento
requiere de encuentros, debates y dinámi- de los actores sociales, también se realiza
cas donde la autonomía ciudadana preva- participando directamente en instancias
lezca. Exi ge un esfuerzo de interacción de poder local, nacional.
que viene desde abajo, realizado por indi- La parti ci pa ción ha venido ga nando
viduos, or ganizaciones gubernamentales terreno tan to a es cala na cio nal como in -
y diversos sectores so ciales que actúan en ter na cio nal, a nivel de los Esta dos y las
el espacio pú blico para afectar, en menor o agencias. Las instancias que congregan a
mayor medida, los acontecimientos ya instituciones o profesionales de la socie -
sean políticos, económicos, sociales y cul - dad civil han proliferado. Si bien en algu -
turales hacia una determinada di rección, nos casos se ha buscado una auténtica
tanto local como nacional. participación para recoger pro puestas vá -
La incidencia tiene la función de presio- lidas para la educación, otras veces se han
nar a quienes detentan el poder con deman- producido re medos de las mismas, basán -
das y propuestas de carácter público. La dose más en principios de una participa -
fuerza de sus acciones está animada por pro- ción formal, que real y democrática.
cesos de deliberación, el manejo de conflic- En relación a la participación, Rosa
tos, la cooperación y la democracia en la María Torres 7 plantea que “La participa -
búsqueda de consensos que afirmen pro- ción, para convertirse en instrumento de

7 Participación ciudadana y educación: Una mirada amplia y 20 experiencias en América Latina. Documento
preparado para la OEA. Punta del Este, Uruguay 24-25 de septiembre de 2001.

169
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

desarrollo, empoderamiento y equidad so - a) El contexto latinoamericano


cial, debe ser significativa y auténtica, in -
volucrar a to dos los actores, diferenciando En relación a la situación de América
pero sincronizando sus roles, y darse en los Latina, en diversos documentos del CEAAL
diversos ámbitos y dimensiones de lo edu - se ha analizado con amplitud que las políti-
cativo: desde el aula de clase hasta la polí - cas de ajuste y privatización del modelo
tica educativa, dentro de la educación neoliberal han acrecentado la pobreza en la
escolar y también de la extra-escolar, en región y que las economías zigzaguean en-
los aspectos administrativos y también en tre la estabilidad relativa y la quiebra na-
los relacionados con la enseñanza y el cional.
aprendizaje, a nivel local así como a nivel Esto ha generado una profunda desi-
nacional y global. Esto implica el estudio, gualdad social, exclusión, en otros casos ano-
la definición y puesta en marcha de una es- mia y desencanto social, profundizada por la
trategia de participación social imbricada presencia de un Estado nacional débil que,
dentro de la propia política educativa, y en unos casos más que en otros, entrega el
ella misma acordada participativamente, a país a los organismos internacionales y a las
fin de delimitar con claridad roles y res - grandes empresas multinacionales, sin defi-
ponsabilidades de cada uno de los actores y niciones de políticas reguladoras claras a fa-
asegurar las condiciones y los mecanismos vor de los derechos de los ciudadanos a una
para hacer efectiva dicha participación.” vida digna. Corrupción y violencia se suman
Lo fundamental es el mayor involucra- a este ángulo de la fotografía latinoamerica-
miento de todos los actores sociales. Su opi - na.
nión, decisión, propuesta, seguimiento, En el otro ángulo, la sociedad civil, y
monitoreo, promueve responsabilidad so- en ella los diferentes movimientos socia-
cial y genera procesos que llevan a asumir
que la educación es tarea de todos.

5. OBSTÁCULOS EN LAS
POLÍTICAS EDUCATIVAS DE
En ese camino, la educación es fundamental
como un componente de la democratización de
CALIDAD CON EQUIDAD los países. Formar ciudadanos educados,
informados, desde perspectivas de afirmación
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
del bien común y la ciudadanía, es una
competencia de la educación.
El desarrollo de políticas educativas
emancipadoras, choca permanentemente
con problemas que vienen del contexto so-
cial, cultural, político y económico en que se les, trabajan por afirmar procesos de de -
desenvuelve nuestro continente bajo la dé - mocratización para lograr sociedades más
bil capacidad productiva y el modelo neoli- justas y equitativas. Por ello, los esfuerzos
beral; otros los constituyen las trabas del por democratizar el Estado se unen a los
propio sector Educación, la direccionalidad esfuerzos por la democratización de la so-
del cambio educativo y los socios que las ciedad. En ese camino, la educación es
apoyan. Por último, los obstáculos también fundamental como un componente de la
provienen de nuestras propias limitaciones democratización de los países. Formar
como educadores populares amplios y/o el ciudadanos educados, informados, des de
envolvimiento en discursos más tecnocráti - perspectivas de afirmación del bien co-
cos que ético-político-educativos. mún y la ciudadanía, es una competencia

170
La Piragua

de la educación. Allí radica su aporte a la afectarán la edu ca ción. Nos referimos al


construcción de las sociedades. Acuerdo de Libre Comer cio de las Amé ri -
cas (ALCA), que habrá que ana lizar más
b) Direccionalidad de los apoyos detenidamente y a la luz de la de fen sa del
externos derecho a la educa ción.
Estas intervenciones, que obedecen a
Refiriéndose a la implementación de determinados mo delos, son contrarias a
las reformas en América Latina y el apoyo propuestas que se juegan por la emancipa -
del Banco Mundial, Coraggio8 señalaba ción personal y so cial que afirma la co -
que el enfoque con el cual éstas fueron rriente de educación po pular. En América
Latina, los proce sos de participación de la
La orientación de la educación es asimismo sociedad ci vil, im pulsados por corrientes
progresistas y democráticas, se enfrentan
amenazada por la falta de proyectos globales a otras de signo antipopular.
emancipadores en los países, por las débiles
c) Otros obstáculos
orientaciones de políticas educativas
nacionales y por la desprofesionalización del Si bien la sociedad civil plantea pro-
puestas para el desarrollo de políticas edu -
cativas, éstas se desenvuelven en medio de
planteadas obedecían al modelo macroe- contextos complejos, diversos y altamente
conómico neoclásico. Para encuadrar la obstaculizadores como por ejemplo:
realidad educativa en éste, se había reali- • En los procesos de incidencia muchas ve-
zado una analogía entre sistema educati- ces se llega a acuerdos iniciales porque
vo y sistema de mercado, entre escuela y las propuestas de un proyecto de trans -
empresa, entre padre de familia y de man- formación y de justicia son débiles en las
dante de servicios, en tre relaciones peda- instancias gubernamentales. En el dis -
gógicas y re laciones de insumo-producto, curso, la educación se ubica como parte
entre aprendizaje y producto, haciendo, de la lucha contra la pobreza, pero se ca -
de esta manera, abstracción de aspectos rece de una política de desarrollo global.
esenciales propios de la realidad educati- Son débiles las visiones de país, de régi -
va. men político. También hay un vacío de
La orientación de la educación es asi- proyecto movilizador. En este contexto, la
mismo amenazada por la falta de proyectos educación sin proyecto de desarrollo, sin
globales emancipadores en los países, por un proyecto colectivo de hacia dónde que-
las débiles orientaciones de políticas educa- remos avanzar como país, no tiene soste -
tivas nacionales y por la desprofesionaliza- nimiento ni tiene cómo articularse lo
ción del sector. Igualmente por la suficiente en términos de finalidad públi -
incomprensión de la concertación y de la ne- ca.
cesidad de la promoción de la participación
de la ciudadanía en los asuntos públicos, • Más allá de los lineamientos de política
entendiéndola en muchos casos desde una educativa, el peso político lo marca la polí-
visión manipuladora y cortoplacista. tica económica que debilita cualquier al-
En nuestro conti nen te, además de las ternativa de proyecto democrático. La
vie jas re cetas neo liberales, Estados Uni - inversión en educación en nuestros países
es pobrísima. Según datos de la UNESCO,
dos impul sa otros me canismos de do mi -
nio y exclusión que segu ra men te de acuerdo a cada uno de ellos, ésta se ubi-

8 Coraggio, José Luis. Las propuestas del Banco Mundial para la educación:¿sentido oculto o problema de
concepción?. En: La Piragua, Nº 11, 1995.

171
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

ca entre el 1.4% y el 7.8% del producto in- la ausencia de políticas salariales, mantie-
terno bruto. ne a este sector en reclamos de corte econó-
•En el proceso de incidencia, las instancias mico, desarticulados de propuestas
de participación de la sociedad civil mu- globales para la educación a la que se aspi-
chas veces se encuentran jaqueadas. Ésta ra en nuestro continente. Asimismo, per-
realiza grandes esfuerzos teóricos, concer- sisten posturas político-partidistas de viejo
tadores, movilizadores para que las pro- corte, especialmente centradas en la con-
puestas de cambio educativo se expresen frontación y no en la creación de mayores
en políticas. Pero una vez recogidas, se in- consensos por la educación.
movilizan en vez de seguir trabajando La in ten cio na li dad de ubi car los obs-
para que las propuestas educativas eman- tácu los de la in ci den cia en la cons truc-
cipadoras ganen hegemonía. ción de las po lí ti cas edu ca ti vas, no nie ga
las in va lo ra bles ex pe rien cias po si ti vas
•Una gran dificultad es la que tiene que ver que se han rea li za do en este cam po. Sin
con la permanencia de las propuestas a fa- em bar go, pro du cir cambios a fa vor de
vor del cambio en educación. Muchas ve -
una edu ca ción eman ci pa do ra si gue sien-
ces se centran en la orientación de un do un gran reto, y de be mos abor dar la
ministro o persona que puede desandar lo des de pro pues tas de de sa rro llo glo bal de
avanzado. país y li ga da a un pro yec to demo cra ti za-
•Carecemos de políticas para el magisterio. dor y éti co-político, eman ci pa dor y a nue-
Su desprofesionalización, acompañada por vas fuer zas po lí ti cas.

172
La Piragua

POLÍTICAS PÚBLICAS EDUCATIVAS CON


PARTICIPACIÓN SOCIAL:UN MEDIO PARA
RECONSTRUIR CONCEPCIONES Y PRÁCTICAS
DESDE LA EDUCACIÓN POPULAR
“La responsabilidad de los educadores latinoamericanos no es cumplir mecánicamente con
un mandato, sino descubrir cuál es el problema educacional de nuestras sociedades en nues-
tra época, y construir pedagogías nuevas… Se requiere de ellos que den paso a la propia his-
toria”
Adriana Puiggrós, 1996

“... la campaña (de alfabetización) tuvo dos modalidades, uno hacia dentro que tiene que ver
con la guaranización1 y otro para la apropiación de la lecto escritura que es la alfabetiza-
ción”
Enrique Camargo, 2000

® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®

Noel Aguirre Ledezma2

1.
Luis Antonio Rodríguez Bazán3
LOS DISTINTOS
ENFOQUES DE LA EDUCACIÓN
ra, este ha sido el continuo que ha marcado
nuestra historia. Esta manera de percibir
POPULAR a la escuela no ha sido casual. Nuestra op-
ción social, cultural, política, económica y
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® pedagógica parece haber delineado el ca -
mino que debemos recorrer, nos ha marca -
do y separado de uno de los “aparatos
En esta especie de crisis de identidad de la ideológicos fundamentales del Estado tra -
educación popular, se debaten una serie de dicional” para preservar sus ideologías y
percepciones acerca de los hechos que ocu - prácticas: la escuela. Así, nos hemos arti -
rren en nuestra realidad en este mundo culado a movimientos sociales y a cumplir
contemporáneo. tareas concretas; en el campo de la educa -
Una de estas percepciones precisamen- ción a la capacitación de “los actores socia -
te se refiere a la escuela y la definición e les y del movimiento popular”. Ahí hemos
implementación de políticas públicas en el encontrado nuestro espacio y hemos acu -
sector educativo. Nos cuesta incluirnos en mulado nuestro mejor ba gaje social y disci -
la escuela, es más, muchas veces tendemos plinario, hemos imaginado formas
a definirnos contra ella... de alguna mane- alternativas de gestión y gobierno, hemos

1 El pueblo guaraní acuñó este término para designar el proceso social, político y cultural que desarrollaron junto
al proceso propiamente pedagógico de la alfabetización (adquisición de competencia de lectura, producción de
textos y cálculo básico). El proceso de guaranización era un proceso invisibilizado por el sistema pero tenía mayor
prestigio y valoración desde la perspectiva indígena, de esta manera los guaraníes articularon la alfabetización
con sus procesos de reestructuración étnica.
2 Profesor, economista, pedagogo con especialidad en Educación de Personas Adultas y Jóvenes. Especialista en
Planeación Estratégica y Desarrollo Institucional. Ha sido Director del Centro Boliviano de Investigación y
Acción Educativas (CEBIAE) en el que actualmente sigue colaborando y Coordinador Nacional del Foro
Educativo Boliviano.
3 Sociólogo con maestría en Desarrollo Humano y un diplomado en Estudios Andinos Bolivianos. Miembro activo
del Foro Educativo Boliviano.

173
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

puesto en marcha concepciones educati - Los tiempos neoliberales -o la neoirrup-


vas, didácticas y metodológicas, en suma, ción contemporánea del liberalismo- unidos
hemos tratado de construir una forma dife - a la globalización -marcada sobretodo como
rente a los procesos escolares. un nuevo proyecto de homogeneización cul-
Mientras tanto, el mundo capitalista tural y de unipolarización- han marcado una
globalizado ha tomado decisiones y co - nueva coyuntura en la que los movimientos
menzado a escribir nuestra his toria, para sociales y los procesos de liberación e inde-
ello también ha aprovechado los espacios pendización social, cultural y económica han
que le vamos dejando. Es así como, en dis - sido desplazados de la centralidad sociopolí-
tintos encuentros y eventos de al cance tica; en esa coyuntura nuestro espacio y
mundial y re gional, se han definido po líti - práctica se han relativizado y en otros casos
cas; varias de ellas fueron puestas en volatilizado... es más, la funcionalización ha
práctica en nuestros países como producto marcado una suerte de política de sobrevi-
del poder eco nómico y político de los orga - vencia o de neoposicionamiento. Hoy nos en-
nismos internacionales y varios países del contramos en un escenario de
norte. De esa manera, prácticamente to - tensionamientos civilizatorios entre el capi-
das las naciones de Amé rica La tina, como talismo industrial que aún es parte de nues-
por extraño contagio, co menzaron a desa - tra realidad, el capitalismo globalizado que
rrollar “reformas educativas”, y no sólo es la marca contemporánea de la ideología
eso, con base en ciertos estudios de renta - liberal, y una visión integral, interdepen-
bilidad, es tos or ganismos de terminaron diente y holística que podríamos denominar
priorizar las reformas de “educación pri - comunitarismo originario. En este escena-
maria”. Como dice Rosa María Torres “vi - rio tenemos que optar.
vimos un modelo de educación bancaria a ¿Cuál es el reto de la presente coyuntu-
escala global”. ra? Re-legitimar nuestra identidad, prácti-
ca y espacio y aportar a la transformación
de los sistemas educativos con nuestro ba -

Nos cuesta incluirnos en la gaje social, cultural, pedagógico y político.


Es decir, que tanto los sistemas como las po-
escuela, es más, muchas veces líticas públicas se regeneren desde una op-
ción popular engendrada por los diversos
tendemos a definirnos contra
movimientos sociales, culturales y políticos
ella... de alguna manera, este ha populares que hoy son portadores de una
sido el continuo que ha marcado nueva opción ante la crisis de legitimidad
nuestra historia. del neoliberalismo y la globalización.

Mientras tanto, algunos educadores po-


pulares preferimos automarginarnos o re -
2. RECONSTRUIR
IMAGINARIOS COMO PARTE DE
fugiarnos en espacios marginales, LA PUGNA DEL PODER
olvidando que en el mundo de hoy muchos
hechos (políticas dicen unos) se definen en ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
el ámbito internacional y nacional. No se
trata de poner en cuestión nuestras opcio -
nes, es más debemos fortalecernos en nues - Una lucha fundamental es aquella que se
tra identidad y principios, sino de mostrar expresa en el imaginario colectivo, es decir,
que son insuficientes para convertir nues - en el plano de las mentalidades. La capaci-
tras propuestas políticas y educativas en al- dad de crear un nuevo bagaje cultural que
ternativas para transformar la educación y desmonte el ordenamiento social vigente y
la sociedad. que desestructure las “verdades” sobre las

174
La Piragua

que se han cimentado las formas contempo- voz, el sentimiento y el pensamiento del
ráneas de poder, es parte de nuestra lucha pueblo y por lo general han canalizado
política y educativa. discursos generados en los centros mono -
Veamos algunos ejemplos sobre cómo el pólicos.
poder dominante, a fuerza de repetir hechos • “La educación es un hecho pedagógico, res-
e ideas, intenta construir imaginarios colec- tringido a las escuelas y aulas, por lo tanto
tivos que hacen a la relación entre educa- reservada sólo para determinados actores,
ción y políticas públicas. El poder por ejemplo: maestros, técnicos, Ministe-
tradicional generalmente nos afirma que: rios de Educación. Por lo tanto, también a
la educación se la ha enajenado del desa-
rrollo, de la dinámica social, económica,
La capacidad de crear un nuevo bagaje política y cultural, por ello los discursos
cultural que desmonte el ordenamiento social interculturales también sólo quedan en
eso: discursos. Así, la posibilidad de arti-
vigente y que desestructure las “verdades” cular la educación con la transformación
sobre las que se han cimentado las formas social está vedada.
contemporáneas de poder, es parte de nuestra • La participación social es formal y restrin-
lucha política y educativa. gida, por ello, por lo general se remite a la
transferencia de información y la opera-
cionalización de acciones definidas en las
esferas del poder. La participación social
•Lo Político, es el usufructo del poder que se formal y restringida no ha logrado ejercer
genera en el “voto ciudadano”. La extrema efectivamente el poder, tampoco ha cana-
formalización de la democracia desplaza lizado procesos de empoderamiento, y lue-
otras formas de construcción y ejercicio go se exige que la sociedad sea propositiva
del poder; lo que deviene en nuevas for- y creativa.
mas dictatoriales, la dictadura de la mo - Lo peor es que no sólo los actores guber-
nocultura, el rostro dictatorial de la namentales y políticos tradicionales repiten
democracia. En este horizonte, la especia- este bagaje discursivo, sino que muchos –in -
lización de actores ha devenido en la mo - cluidos los sectores que nos consideramos
nopolización de lo político por los políticos progresistas o constructores de la transfor-
profesionales, “la llamada clase política” y mación de la sociedad- asumimos como un
los partidos políticos, desnaturalizando la hecho natural que hay que cumplir y transi -
noción de servicio. Así, la política ya no es tar por este escenario. En su defecto, no so -
un bien social, se convierte en un mecanis- mos capaces de construir un escenario
mo de diferenciación social y de ejercicio alternativo y estructurar discursos y estrate-
del poder para minorías locales e intereses gias que articulen educación con sociedad,
monopólicos transnacionales: ya no se cultura, economía y política en una perspecti-
vive para la política se vive de la política. va de empoderamiento real de la sociedad ci-
•Sobre la comprensión de lo político, “la vil.
política pública es monopolio de los políti- De lo que se trata, es de pugnar por
cos y los que se llaman servidores públi- una compresión y construcción conceptua -
cos”, es decir, de los actores les que organice de una manera distinta el
gubernamentales o de los dirigentes de escenario, así como el contenido. Nos de -
los partidos políticos. Los discursos parti- biera interesar desarrollar compresiones
cipacionistas sólo han quedado en ello, contrahegemónicas de lo político, la po líti -
son simplemente discursos. Se ha enaje- ca pública, la educación y la participación
nado la política pú blica de la sociedad. social como principios básicos iniciales
Las burocracias han reemplazado a la

175
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

para construir po líticas públicas con enfo - bir servicios educativos, sino en la formula-
que popular. ción, seguimiento y ejecución de políticas
De esta manera, lo político, debería asu- públicas en educación. Por lo tanto, en esen-
mirse como un bien social, auténticamente cia es un hecho político y público. La educa-
democrático (antimonopólico) y que permi- ción también debería ser entendida como
ta el acceso al poder a todos los actores so - un hecho integral, interdependiente e inter-
ciales. Como un bien que precautela los cultural y como un proceso de empodera-
derechos políticos, económicos, sociales y miento y de disputa del poder,
culturales de todos los actores de la socie - principalmente el del conocimiento e infor-
dad y que estructura escenarios de consen - mación.
so privilegiando a los actores que La participación social, como un autén-
tradicionalmente han sido marginados, ex - tico proceso de toma de decisiones entre las
cluidos y explotados. Como un bien multi- estructuras estatales y la sociedad civil.
cultural, que se funda en la diversidad y Como un auténtico proceso de ejercicio de
que está orientado al empoderamiento de la poder desde la sociedad civil, desencade-
diversidad. Como un bien que canaliza el nante además de su empoderamiento.
ejercicio del poder en las estructuras estata - Como un proceso integral -que articula la
les y en la sociedad civil. esfera educativa con la social, económica,
La Política Pública, como la articula- política y cultural-, creativo y dignificante.
ción sinérgica de paradigmas, finalidades Como un proceso que articula la dimensión
y enfoques orientados a movilizar a las es - técnica con la dimensión política, así como
tructuras estatales y a la sociedad civil en las distintas territorialidades, es decir, va
torno a horizontes proyectivos pertinentes; desde lo local hasta lo nacional, pasando por
como producto de un proceso de participa - las diversas formas de lo regional. Como un
ción amplio y real; como mecanismo que proceso vinculante, que tienen efecto direc-
orienta el accionar de los actores estatales to en la reformulación de las políticas públi-
y del control social que tiene el propósito de cas.
generar capacidad real en la sociedad civil Emitir discursos y desarrollar prácticas
fortaleciendo sus posibilidades autogestio - contrahegemónicas, nos permitirá seguir
narias y de ejercicio del poder desde la so - refundamentando la educación popular
ciedad civil. desde nuestros principios y la reconstruc-
A propósito, siguiendo a Manuel Canto ción de nuestras formas de intervención.
Chac (1994), habría que considerar que “sin
duda el gobierno y Estado están en la esfera
de lo público pero no lo agotan, lo público al
final de cuentas es interés de toda la socie -
3. DESDE LA PERSPECTIVA
DE LA EDUCACIÓN POPULAR,
dad (…) es también lo que interesa a las ma- ¿QUÉ SUPONE LA INCIDENCIA
yorías, a los diferentes sectores que EN POLÍTICAS PÚBLICAS EN
integran la sociedad y entonces parte tam - EDUCACIÓN?
bién de la lucha política es definir qué es lo
público (…) en consecuencia decidir sobre lo ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
público implica, si ustedes me permiten la
expresión, gobernar también desde la socie -
dad y si se quiere ser todavía más impru - Ante todo, la incidencia en políticas públicas
dentes en la expresión, hoy lo público es una opción ética, de afirmación de ideales
también es gobernar desde la oposición”. y posiciones políticas frente a un contexto in-
La Educación, tendría que ser asumida justo, inequitativo, inmoral y monocultural.
como un derecho y una responsabilidad de Precisamente, el resultado de la incidencia
todos y todas, no sólo en el plano de las inno- también debería contribuir a transformar
vaciones educativas, o como derecho a reci- tanto las estructuras como las mentalida-

176
La Piragua

des, los soportes teóricos y conceptuales, las como disposiciones legales, fundamental-
actitudes y las prácticas. mente deben ser orientaciones y criterios que
La incidencia en políticas públicas de- estructuren paradigmas, finalidades y enfo-
bería desarrollarse en, al menos, cuatro ám- ques del sistema educativo en la práctica con
bitos de espacialidad: local, regional, base en consensos sociales. Estas políticas de-
nacional e internacional. Ámbitos íntima- ben ser sostenibles y replicables en sentido
mente relacionados e interdependientes, integral, es decir, considerando las dimensio-
como lo es la interdependencia de la educa- nes económicas-financieras, sociales, cultura-
ción con la sociedad, la economía, la política les, políticas, de los hábitos y las
y la cultura. Tiene como horizonte el empo- mentalidades.
deramiento comunitario de la sociedad ci-
vil, orientados a canalizar una auténtica
participación ciudadana con sus formas y
estrategias propias.
...la incidencia en políticas
La incidencia en políticas públicas debe públicas es una opción ética, de
suponer la articulación entre la teoría y afirmación de ideales y
práctica políticas, en la perspectiva de cons- posiciones políticas frente a un
tituir bases sociales y políticas así como la
mejora de las capacidades de la sociedad ci-
contexto injusto, inequitativo,
vil para la negociación. inmoral y monocultural.

Las transformaciones de la educación es


La Educación, tendría que ser asumida como la tarea más compleja que una sociedad y
un Estado se pueden asignar, precisamente
un derecho y una responsabilidad de todos y porque tiene que ver con las transformacio -
todas, no sólo en el plano de las innovaciones nes de mentalidades y cultura. Las políticas
educativas, o como derecho a recibir servicios públicas deben considerar este extremo.
educativos, sino en la formulación,
seguimiento y ejecución de políticas públicas
en educación.
4. ENTRE CONCLUSIONES Y
TAREAS: RECUPERAR ESPACIO
E IDENTIDAD
También debería permitirnos la disputa ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
de las relaciones de poder que se establecen
en los planos técnicos y financieros, a partir
del empoderamiento de la sociedad civil en La relación entre educación popular y polí -
los saberes y conocimientos, signo contem- ticas públicas, nos remite necesariamente a
poráneo del poder. un análisis estructural de nuestro pasado,
Al mismo tiempo, supone estructurar el presente y nuestras opciones de futuro;
nuevas prácticas, de tal manera que desde nos remite necesariamente a una opción po-
lo local construyamos verdaderas estrate- lítica; nos remite a un proceso de clarifica -
gias democráticas y participativas en el sis- ción y lucidez ideológica.
tema educativo, teniendo -al mismo tiempo- Hoy, en los sistemas educativos casi no
la capacidad de construir críticamente pro- existimos, nuestra extrema marginalidad
cesos políticos y educativos a través de es- hace que nuestra presencia se haya relativi -
trategias populares de sistematización, zado en extremo.
comunicación e investigación. Sin em bar go, la so cie dad nos re quie -
Las políticas públicas gestadas con parti- re, y al mis mo tiem po le gí ti ma men te te -
cipación social no sólo deben ser asumidas ne mos apor tes que es ne ce sa rio

177
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

so cia li zar, po de mos ser una fuen te de te relacionada con el desarrollo humano,
for ta le ci mien to de lo pú bli co y al mis mo integral y sostenible, especialmente de los
tiem po po de mos estruc tu rar alian zas sectores que sufren la marginación, explo-
que nos per mi tan pen sar nue vamente tación y la exclusión.
nues tros idea les en tér mi nos es truc tu ra - • Construir corrientes de opinión destina-
les. Re cu pe re mos nues tro espa cio... das a mejorar la equidad en la distribu-
ción de recursos, de tal manera que los
Aportemos... sectores sociales, los espacios geográficos
y los actores discriminados tengan posibi-
Si es así, tenemos tareas inmediatas lidades, no sólo de acceder a educación de
que en cada uno de nuestros países podre - calidad en términos de equidad, sino que
mos contextualizar. Para pensar desde la además logren disminuir las brechas ge -
realidad boliviana, podemos situar las si - neradas por las políticas actuales en la ló-
guientes tareas en la agenda inmediata: gica de implementación de políticas de
•Construir una propuesta cultural, educa- discriminación positiva.
tiva, alternativa, que estructure una nue-
va arquitectura teórica y práctica, que al
mismo tiempo contribuya al desarrollo de
una propuesta estructural. Una propues-
Las transformaciones de la educación es la
ta que impacte en la cultura, en las men - tarea más compleja que una sociedad y un
talidades, que recoja las luchas libertarias Estado se pueden asignar, precisamente
de los sectores sociales y reestructure una porque tiene que ver con las transformaciones
nueva visión utópica en la que la educa-
ción tenga un rol específico y fundamen- de mentalidades y cultura. Las políticas
tal. públicas deben considerar este extremo.
•Profundizar la participación social en edu-
cación, estructurando espacios reales des -
de las unidades educativas, los círculos de • Construir una concepción de calidad des-
aprendizaje hasta el nivel nacional, regio- de una perspectiva integral, interdiscipli-
nal e internacional. Participación social naria, interdependiente y holística, que
proactiva, propositiva, liberadora, movili- abarque inicialmente la educación prima-
zadora y constructora de nuevas hegemo- ria y que luego abarque todo el sistema.
nías. • Evitar que las diferencias se conviertan en
•Apoyar procesos de articulación de la so - desigualdades educativas, profundizando
ciedad civil, de tal manera que se estruc- la interculturalidad y estableciendo una
ture una propuesta conjunta que incluya educación bilingüe de alta calidad. Redi-
las distintas miradas y se plasme en una mensionar la concepción de interculturali-
plataforma amplia, estratégica, democrá- dad.
tica, intercultural y de base social. • Encaminar un proceso orientado a repen-
•Construir una corriente de opinión orien - sar el proceso de reforma de tal manera
tada a mejorar la inversión estatal en edu- que se corrijan las falencias estructurales
cación, de tal manera que recupere los y esté en función de los intereses de los
niveles históricos, cambiando la concep- sectores sociales y de los pueblos indíge-
ción, tanto en actores estatales como en la nas y originarios.
misma sociedad, de que la educación es Estos son algunos de nuestros retos…
una inversión, y no un gasto, directamen- Tomemos la palabra.

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