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La Piragua 20, Año 2004
La Piragua 20, Año 2004
20
2004
R EV I ST A L A T I N O A M E R I C A N A D E E D U C A C I Ó N Y P O L ÍT I C A
Presentación 3
Tienen en sus manos uno de los primeros productos de la reflexión latinoamericana que
CEAAL ha activado para responder a la pregunta sobre la vigencia y perspectivas de la
educación popular en estos inicios del siglo XXI.
No es la primera vez que CEAAL organiza sistematizaciones, consultas y debates a nivel
continental para valorar el momento y perspectivas de la educación popular. Siendo una red
dinámica, en diversos momentos de su historia, especialmente en el marco del contexto de
fines de los ochenta y principios de los años noventa, CEAAL desarrolló procesos de
investigación participativa para “tomar el pulso’ a los principales planteamientos que los
educadores y educadoras, agrupados en sus centros afiliados, formulaban a partir de sus
prácticas, insertas en procesos más amplios de movilización social y participación política.
Estos debates suelen tener momentos de condensación en torno a las asambleas generales
que son encuentros latinoamericanos de análisis y proyección política y educativa. Así en la
Asamblea de 1990 en Santiago de Chile y en la de la Habana, en 1994, se gestó el debate
sobre refundamentación de la EP. En la Asamblea de Panamá en 2000, se proyectó un plan
global que sintetizó en cuatro ejes la acción continental del CEAAL: la recuperación del
acumulado de la EP, la incidencia en las políticas educativas, la formación de capacidades
para el poder local y la incidencia política de la sociedad civil. Ahora, de cara a la VI
Asamblea en 2004, hemos organizado un nuevo y rico proceso de reflexión y debate, con
diversos afluentes.
Uno de ellos es la sistematización documental de lo producido en dos momentos: el de la
re- fundamentación, entre 1994 y 1997 y los debates en los diversos talleres regionales y en
el Foro Social Mundial, entre 2000 y 2003. Nos pareció importante revisar también lo
producido desde otras redes que cultivan la perspectiva de la EP. Para ello, desde la
Secretaría General, realizamos una investigación documental en la que identificamos los
textos existentes y elaboramos tres compilaciones que entregamos a tres investigadores-
educadores vinculados al CEAAL, con una trayectoria académica probada, pidiéndoles
sistematizar esa información, en base a una guía común y apelando a su propia elaboración.
El resultado de estos tres estudios se encuentra en la primera parte de este número de La
Piragua.
El primer estudio, elaborado por Jorge Osorio, animador desde la Secretaría General de ese
entonces, del debate sobre refundamentación, nos da cuenta, con un sentido evaluativo, de
los significados de la refundamentación, analizando razones, acontecimientos y
motivaciones surgidas desde las prácticas políticas y pedagógicas de los educadores y
educadoras populares. Es la reflexión de un testigo y participante de primera mano.
El segundo estudio fue encargado a Alfonso Torres, quien ha seguido de cerca, desde su
práctica educativa y académica, la evolución del debate continental. A él le solicitamos
dialogar críticamente con los documentos disponibles de los diversos talleres, foros y
seminarios animados por CEAAL entre el año 2000 y 2003. Como él mismo lo hace notar,
estos documentos son muy variados en su consistencia y amplitud, varios de ellos
memorias de talleres que no logran rescatar suficientemente el ambiente de producción e
intercambio de ideas. Aún así, Alfonso ha realizado un esfuerzo sistemático y riguroso y
nos deja planteamientos y puntos que enriquecen la agenda de debate.
El tercero fue solicitado a Conceiçáo Paludo, a quien le tocó dialogar con planteamientos
de las otras redes. Entre ellas identificamos a Fe y Alegría, a CELADEC y a un grupo de
organizaciones afiliadas al CEAAL que por su propia iniciativa emprendieron una serie de
encuentros para reflexionar sobre la EP. Del estudio de esos materiales hemos obtenido
también una rica interpretación que identifica tanto lo que la autora llama “la materialidad
de la crisis” que afectó ámbitos y sujetos mucho más amplios que la EP y que llevó a una
serie de replanteamientos, así como a los nuevos significados que emergieron de la lectura
de esa crisis en el seno del ‘movimiento de educación popular”.
Tenemos en estos primeros tres textos lecturas y análisis personales que ordenan la
variedad de planteamientos y que nos permiten una mejor identificación de énfasis, de
interrogantes y de afirmaciones para organizar y profundizar mejor nuestro debate.
El otro afluente de este debate lo constituyó el seminario latinoamericano realizado enjulio
de 2003, en el que identificamos, de acuerdo a los cursos de acción de los centros afiliados
de los diversos países, cinco ejes temáticos para organizar nuestro debate sobre EP. Esta
identificación supuso un ejercicio de análisis y de priorización que nos ayudará a ordenar y
procesar la rica variedad de prácticas. De ese análisis surgieron los cinco ejes temáticos en
torno a los cuales organizaremos nuestros futuros ejercicios de profundización. Para iniciar
solicitamos a diez compañeros y compañeras, de diversos países, que hicieran unos
primeros planteamientos, ampliando el significado de cada uno de estos ejes. Tomando en
consideración la rica variedad de prácticas, regiones y redes existentes en el CEAAL
invitamos a dos personas para desarrollar cada uno de los ejes, de tal manera que tengamos
una primera aproximación que nos permita orientar la profundización de cada uno de estos
cinco ejes. Los textos producidos están publicados en la segunda parte de este número de
La Piragua.
Otro afluente es la invitación a casi treinta educadores y educadoras con una trayectoria
reconocida en la EP para que, a la luz de su propia experiencia y de su lectura de la
evolución histórica de los procesos de emancipación latinoamericana, respondieran a tres
preguntas. La mayoría de ellos contestó con entusiasmo a esta invitación y la compilación
de sus textos será publicada en el siguiente número de La Piragua.
Finalmente establecimos un último afluente para complementar este debate: la aplicación
de un cuestionario a cada centro afiliado sobre sus prácticas y concepciones de educación
popular, proceso que está en marcha y cuyos resultados esperamos sistematizar para el mes
de julio.
En este debate hemos activado una participación lo más amplia posible. En primer lugar
situamos el seminario latinoamericano ya mencionado de julio de 2003 para identificar las
coordenadas conceptuales de este proceso de reflexión. Luego se realizaron seis talleres
regionales y en algunos casos talleres nacionales. Todo ello confluirá en el seminario
latinoamericano amplio que se realizará con motivo de la VI Asamblea General, a
realizarse, del 19 al 24 de agosto en Recife, Brasil.
Con la asamblea se concluirá una primera etapa del debate y ahí se precisará también la
continuidad del mismo a la luz de la discusión del plan global del CEAAL para el período
2005-2008.
Si bien el debate está centrado en la educación popular, decidimos dedicar el número 19 de
La Piragua a pensar a uno de los sujetos de la EP: las ONGs, que además, son quienes se
congregan en el CEAAL. Con la publicación de estos resultados estamos cumpliendo la
primera etapa de este complejo y rico debate que, en el espíritu de la educación popular,
busca “aterrizar” en consecuencias concretas para el fortalecimiento de los movimientos de
educación popular en nuestros países y en la región.
En el marco de la reanimación de la participación de los centros afiliados y de este debate
tenemos como una de las metas principales el reactivar los encuentros nacionales de
educación popular en nuestros países, construyendo así espacios de análisis y proyección de
los movimientos sociales y civiles que, en este tiempo, se multiplican discutiendo los
mejores caminos para hacer realidad ese otro mundo posible que hoy nos convoca a seguir
luchando para seguir organizando la esperanza.
Carlos Zarco Mera
Secretaría General del CEAAL
consejo de educación de adultos de américa latina
La Piragua
Dirección
Carlos Zarco Mera
CONSEJO EDITORIAL
María Rosa Goldar (Argentina)
Ana Pagano (Argentina)
Mario Garcés (Chile)
José Luis Rebellato † (Uruguay)
Helena Pinilla (Perú)
Luisa Pinto (Perú)
Anabel Torres (Nicaragua)
Daniel Ponce (México)
Malú Valenzuela (México)
Nydia González (Cuba)
Dignora García (Rep. Dominicana)
Jairo Muñoz (Colombia)
Producción editorial
Rebecca L. Berner
Slovenia Martínez
Diseño original
Mauricio Martínez
Amaroma Ediciones
Diseño portada
Rebeca Muñiz
Diseño de interiores
Impretei, S.A. de C.V.
Ilustración de portada
Composición de pájaros de Angel Zárraga
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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL
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1 Licenciado en Historia y Magister en Humanidades. Secretario Ejecutivo del Fondo de las Américas y Director de
la Fundación Ciudadana, en Chile. Profesor de Investigación-Acción en Educación en el Magister en Educación
de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Directivo de la Fundación Ideas y de la Corporación El
Canelo de Nos. Hasta 1997 Secretario General y Presidente del CEAAL. Director del Receptor Principal del
Proyecto de Respuesta al VIH-Sida en Chile del Fondo Global de Lucha contra el Sida. Actualmente forma parte
del Consejo del Fondo para el Fortalecimiento de la Sociedad Civil en Chile. Autor de artículos y libros sobre
educación, ciudadanía y derechos humanos.
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La Piragua
Usando las redes y colectivos locales del que tuvo en este proceso la inspiración de
Orlando Fals Borda.
CEAAL, se emprendió una investigación Esta autoevaluación se diseñó e imple-
participativa inspirada en la confianza de que mentó como un proyecto de empoderamiento
de la educación popular, y por añadidura, de
el conocimiento de la práctica bien fortalecimiento del propio CEAAL. Lo que se
sistematizada y en diálogo con la teoría social, llamó la “consulta” para la revisión de la
otorgaba a los actores y movimientos sociales educación popular desde el trabajo de sus
propios practicantes, dio como resultados
un poder más consistente.
constataciones de gran valor estratégico
para la misma, y que señalamos a continua -
realizada a tan emblemática experiencia ción.
política desde que el movimiento sandinista Estudios de fines de los años ochenta
asumió el poder. realizados en la Nicaragua sandinista, en
Sin embargo, es tos dos procesos, que Chile, desde la práctica de defensa de los
generaban análisis y cierto re visionismo derechos humanos y de reconstitución de
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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL
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La Piragua
una disputa entre las diversas expresiones Con la perspectiva del tiempo, entende-
culturales y políticas de los movimientos mos que la educación popular no estaba “di-
sociales y de la izquierda la tinoamericana vidida” entre pedagogistas y políticos, como
desde antes de 1989. se decía algunas veces en eventos de esos
años, sino que estaba enfrentada a un desa -
fío más complejo que era refundar su peda-
Con la perspectiva del tiempo, entendemos gogía política.
Convocados por Orlando Fals Borda, el
que la educación popular no estaba “dividida” CEAAL realizó por primera vez un semina -
entre pedagogistas y políticos, como se decía rio en el que se analizaba la relación entre
algunas veces en eventos de esos años, sino que pedagogía y política, en conjunto con educa-
dores/as populares y dirigentes de nuevos
estaba enfrentada a un desafío más complejo movimientos políticos y ciudadanos. El in -
que era refundar su pedagogía política. terés del CEAAL por promover una refle -
xión entre pedagogía y política, en contexto
Los movimientos de derechos humanos de reubicación en la vida institucional del
en el Cono Sur, el mismo sandinismo, los M19 colombiano, es un signo de los aportes
movimientos de regeneración democráticos que la educación popular, promovida por el
en Colombia, los movimientos sociales bra- CEAAL, quería hacer en el continente. Edu-
sileños, el movimiento feminista, los prime- cadores populares como Raul Leis, Pedro
ros grupos de ecología política, entre otras Pontual, Marco Raúl Mejía y otros/as inten -
manifestaciones, estaban colocando las re - taban dar forma a una teoría de la educa-
glas del debate político de una manera dis- ción popular que redimensionara sus
tinta a la que había conocido la educación fuentes de inspiración freireana de cara a
popular desde su proceso originario en los los nuevos contextos que vivía América La -
años sesenta y setenta. A mi entender, lo tina. Son relevantes los aportes al pensa -
que se quería indicar cuando se manifesta- miento pedagógico de la educación popular
ba la importancia de fortalecer la dimen- los textos como El Arco y la Flecha de Raúl
sión pedagógica de la educación, era la Leis, Conocimiento y Poder Popular de
necesidad de construir un nuevo concepto Orlando Fals Borda, Pedagogía de la Revo -
práctico del poder y su correlato en el campo lución de Joao Francisco de Souza y la teo -
de la cultura y de los aprendizajes para ejer- ría de la sistematización elaborada por
cer un poder social transformador. Sergio Martinic. Todos estos textos son una
La creciente autonomía de los movi- demostración de que la educación popular
mientos sociales en relación a los partidos no estaba huérfana de reflexión pedagógica
políticos de la izquierda histórica, el fortale- y de investigación sobre las prácticas edu -
cimiento de nuevos movimientos ciudada- cativas, lo que se demostraba además en las
nos y políticos, como el Partido del Trabajo publicaciones de Tarea en Perú, Dimensión
en Brasil, la emergencia de nuevos sujetos Educativa y Cinep en Colombia, junto a los
sociales que trabajaban en perspectiva de aportes que aparecían en La Piragua que
democratizar la sociedad en todas sus di- promovía activamente esta dinámica de
mensiones (por ejemplo el movimiento fe- búsqueda en la educación popular.
minista), la valoración del espacio local y No era ajena a este proceso, la propia
regional como ámbitos de refundación de al- “reinvención” de su pensamiento que hacía
ternativas políticas y la necesidad de estos Paulo Freire en su Pedagogía de la Esperan-
nuevos movimientos sociales de asumir la za y en sus diálogos con los máximos expo-
reconstrucción democrática, luego de perío- nentes de la pedagogía crítica
dos prolongados de dictaduras democráti- norteamericana, europea y del constructivis-
cas, exigían una nueva “pedagogía política”. mo. Del entusiasmo que estos nuevos hori-
zontes de reflexión y debate generaban en
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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL
Paulo Freire, son testigos los miembros del sente en el CEAAL desde hacía mucho
Comité Directivo del CEAAL, que lo acompa- tiempo.
ñaron en una tarde lluviosa en 1996 en su
Este proceso de reflexión adquirió un
casa de São Paulo para leer la primeras co-
sello de sistematización crítica a partir de
rrecciones de prueba de su Pedagogía de la
marcos analíticos generales de lo que consi-
Esperanza.
deraban déficit, rezagos o anacronismos de
La educación popular había surgido en
la teoría pedagógica-política de la educa-
su ciclo original con un fuerte sello teórico.
ción popular. Los textos de Diego Palma,
Siempre la educación popular hizo propia
Marco Raúl Mejía, Mário Marques Osorio y
aquella consigna que nos planteaba el mar-
del Taller de Sistematización de Lima, son
xismo: de que no hay práctica revoluciona -
magníficos para graficar este proceso.
ria sin teoría revolucionaria. Desde el
Tanto Marco Raúl Mejía como Mário
propio pensamiento de Paulo Freire de fi -
Marques Osório pusieron estos debates en
nes de los sesenta, aprendimos que era pre-
el contexto de la superación de la moderni-
ciso construir una visión del mundo y
dad y la búsqueda de nuevos paradigmas
que el método de la educación popular es -
para practicar la educación como “diálogo
taba fundado en herramientas epistemoló -
de saberes”. Esta deconstrucción crítica de
gicas que tenían que ver con una “filosofía
la modernidad de la educación popular ya
de la acción transformadora”, lo que expli -
había sido realizada por Hugo Lovisolo y
ca, de este modo, la identificación origina -
Joao Francisco de Souza en Brasil, por
ria de la educación popular con el método
Orlando Fals Borda en Colombia, y por los
dialéctico y su “racionalismo”.
textos colectivos del Arco Iris elaborados
Por tanto, hacia la mitad de los años no-
desde la Secretaría General del CEAAL.
venta, la educación popular, debido a su
propia dinámica interna, estaba desarro -
llando procesos de revisión teórica simila -
res a los que vivían otros campos del trabajo ...la educación popular no estaba huérfana
social y de la política: sistematizar nuevos de reflexión pedagógica y de investigación
debates, entender los procesos de globaliza -
ción, redimensionar el significado de la teo - sobre las prácticas educativas...
ría crítica postmarxista clásica, hacer
dialogar los propios métodos de las y los
educadores populares con las nuevas venta -
Es evidente que el propósito de autoeva-
nas que se abrían a partir del:
luar la educación popular, iniciado desde la
a) conocimiento de estrategias pedagógicas Asamblea de Santiago y reafirmado en la
provenientes del constructivismo social; Asamblea de La Habana, llevó a las y los
educadores populares a plantearse la tarea
b) del desmontaje del “positivismo” que
de reapropiación y de lectura crítica, tanto
imperaba, a pesar de toda la retórica
de la historia propia de la educación popu-
dialéctica que nos inspiraba, en la siste -
lar desde su ciclo freireano original, como
matización de muchas de las experien -
del saber existente en los ámbitos pedagógi-
cias de la educación popular, a través de
cos y políticos. Todo este proceso fue recono-
la apropiación de métodos interpretati -
cido como de refundamentación de la
vos vinculados más a la tradición her -
educación popular.
menéutica que al marxismo clásico y al
En mi opinión, hay un factor clave para
cuestionamiento del “racionalismo” por
entender este proceso de refundamenta-
parte del feminismo, y del ecologismo
ción que es la adopción de los enfoques ana-
que formaban parte de las nuevas ex -
líticos de Antonio Gramsci. En los ciclos
presiones de la educación popular pre -
originarios de la educación popular, ha-
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La Piragua
bían tenido gran influencia la teoría de la partidos marxistas. Baste recordar las
dependencia, la teología de la liberación, el manifestaciones contra Paulo Freire, en
humanismo marxista de Paulo Freire y la Montevideo, durante un evento del CEAAL
teoría de la educación dialéctica difundida en 1987, en el cual lo acusaron de “reformis -
por Oscar Jara, entre otros. Dependiendo ta”. Sin embargo, esta teoría autonomista
de los contextos nacionales, diversas ver - que encarnó la educación popular, que llevó
siones del marxismo jugaron un rol parti- a definir, avant la lettre, a las expresiones
cular en la educación popular (hubo populares de base que emergían en América
“educaciones populares” maoistas, foquis- Latina, como nuevos movimientos sociales,
tas, nacionalpopulistas, frentistas, social- como procesos de creación de una cultura
demócratas), pero lo más significativo en la política nueva que debía fundarse en una
configuración simbólica de la educación po- democracia participativa y en la creación de
pular, fue la teoría del conocimiento libera- un poder popular real e institucionalizado.
dor elaborada por Paulo Freire y su método En este sentido, podemos decir que la edu -
dialéctico de aprender a leer la realidad cación popular representó una teoría prác -
para transformarla. Este fue el foco común tica de construcción de poder popular desde
que hizo de la educación popular una prác- la vida cotidiana, desde la cultura y la edu -
tica educativa crítica y antisistema, vincu- cación, en perspectiva de una sociedad no
lada a los movimientos de liberación y de capitalista.
resistencia, que abasteció a los movimien- En esta época que analizamos, no hay
tos populares de un sentido de autonomía, rastros de que el marxismo clásico, propia -
entendida como la capacidad de construir mente tal, hubiere jugado un rol catalizador
alternativas de izquierda desde la lógica de del imaginario político de la educación po -
la acción social, no supeditada necesaria- pular: la propia teoría de la educación dia -
mente a los partidos políticos. léctica tuvo más de “teología de la
liberación” y de una lectura popular de la
realidad, a partir del capital cultural y lin -
...el propósito de autoevaluar la educación güístico de los grupos y comunidades de
base que de materialismo dialéctico propia -
popular, llevó a las y los educadores populares
mente.
a plantearse la tarea de reapropiación y de Esta teoría freireana (para algunos un
lectura crítica, tanto de la historia propia de la humanismo marxista, para otros una feno -
educación popular desde su ciclo freireano menología crítica y socialmente comprome -
tida) fue paulatinamente enriquecida por
original, como del saber existente en los nuevos enfoques o “teorías de base” a partir
ámbitos pedagógicos y políticos. Todo este de las experiencias históricas de la educa-
proceso fue reconocido como de ción popular en diversos países, por ejem -
plo, el enfoque de los derechos humanos en
refundamentación de la educación popular. el Cono Sur, el del feminismo en Argentina,
Uruguay y Brasil, el de la economía popular
Esta “teoría” de la educación popular, en Perú y Bolivia, el del ecologismo político
fue resistida por cierta izquierda tradicio- en Brasil. Sin embargo, en mi opinión, es la
nal que entendía que cualquier proceso re- influencia de Gramsci en la década de los
volucionario exigía una vanguardia noventa lo que ocasiona un cambio sustan -
expresada en un partido o movimiento, al tivo en la educación popular.
cual debían subordinarse los sujetos socia- Gramsci había sido leído en los años se -
les organizados como movimientos o comu- tenta por la izquierda latinoamericana como
nidades de base. Esto ocasionó tensiones un heterodoxo. No hay rastros de su pensa-
entre la educación popular y sus nuevas miento y de su lectura en la educación popu-
maneras de entender la política y algunos lar sino hasta los años ochenta, cuando en
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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL
Chile comienza a desplegarse un fuerte movi- política, sociedad civil, cultura popular,
miento de educación popular. Educadores diálogo de saberes. Pero también en prácti-
como Juan Eduardo García Huidobro y Ser - cas concretas: proyectos de recuperación
gio Martinic inician el estudio de Gramsci y de los saberes populares, re cuperación de
casi simultáneamente, por efecto del euroco- la memoria histórica popular, fortaleci-
munismo, su lectura se extiende a los círculos miento de los programas de comunicación
académicos y políticos en América Latina y popular y apertura al uso de los medios
Europa. El encuentro con Gramsci es tremen- masivos, temáticas en las cuales partici-
damente virtuoso para la educación popular pan Carlos Nú ñez en México, Raúl Leis en
por varias razones. Presentaremos algunas Panamá y Rosa María Alfaro en Perú, y en
de ellas. las primeras ex periencias de educación po-
En primer lugar, Gramsci plantea el va- pular en la escuela. Es el tiempo donde se
lor, dentro de la estrategia de construcción revisan los viejos proyectos de los micro-
de una nueva hegemonía socialista, del tra - medios y se abre un campo nuevo de traba-
bajo en la cultura. Desde este punto de vista, jo a través, no sólo de las radios sino de la
hace un análisis muy fino de las institucio - televisión, se plantean nuevas alianzas con
nes culturales burguesas, de la Iglesia y de las universidades y gobiernos locales y se
la educación escolar. Valora la cultura popu- revaloriza el espacio municipal y regional
lar, el lenguaje popular y sus saberes y no como ámbitos de reinvención de la educa-
desdeña trabajar desde ellos para construir ción popular. En el CEAAL se desarrolla el
un nuevo conocimiento revolucionario. Los Programa de Desarrollo Local que reunifi-
movimientos sociales, en el enfoque de ca temáticas como el gobierno mu nicipal,
Gramsci, deben trabajar el ámbito de la cul - los movimientos regionales y el desarrollo
tura y los partidos de la izquierda deben ser local.
capaces de crear modos de pensar y de expre-
sarse desde la cultura y sus manifestaciones,
valorando los imaginarios sociales y los es -
pacios donde se socializa el conocimiento, en-
...la educación popular representó una teoría
tre ellos la propia escuela. Para Gramsci, los práctica de construcción de poder popular
espacios culturales están en disputa y la es - desde la vida cotidiana, desde la cultura y la
cuela misma puede ser transformada por la educación, en perspectiva de una sociedad no
acción de movimientos culturales alternati -
vos.
capitalista.
Estos planteamientos pusieron en cues-
tión dos supuestos que existían en la educa-
ción popular freiriana: el reproductivismo La política latinoamericana ve el resur-
educativo y la tesis de la de-escolarización gir de izquierdas gramscianas, que se lan -
de la escuela. Se partía del planteamiento zan desde la cultura y el trabajo local, a
de que el sistema capitalista reproducía el generar movimientos sociales capaces de
dominio, que se expresaba en la economía y construir propuestas de alcance comunal o
en la política, también en el sistema educa- regional. En algunos lugares como Perú,
tivo de una manera irreversible. La alterna - Colombia, Brasil, las nuevas expresiones de
tiva popular de educación debía, bajo este izquierda, que surgen de movimientos so-
planteamiento, realizarse fuera de la escue - ciales promovidos desde la educación popu-
la, que como institución siempre sería re - lar, se enfrentan a la problemática del
fractaria a cualquier cambio. gobierno local o regional y deben construir
El impulso gramsciano se expresa de programas y capacitarse en la gestión pú-
varias maneras en la educación popular: blica. Siendo gobierno las y los educadores
de partida en el aparato conceptual. Se co - populares, no pueden olvidarse o negar las
mienza a hablar de hegemonía, sociedad escuelas, por tanto, a través de esta vía, la
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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL
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cho de que efectivamente se estaba pasando educación popular pudiera liderar procesos
del “macetero al potrero”, usando la expre- más radicales de control social de las políti-
sión de un estudio de principio de los años cas públicas. Faltaron mejores estrategias
noventa, acerca del rol de las ONG en Amé- de influencia y recursos para llevarlas a
rica Latina. cabo.
En tercer lugar, la coyuntura de in-
fluencia e incidencia en las políticas públi -
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PROFUNDIZANDO EL APORTE DE LA EDUCACIÓN POPULAR Y EL CEAAL
quería para enfrentar la escalada neolibe - tar pro ce sos de apro pia ción y crea ción de
ral en sus comienzos. sa be res, que contri bu yan a crear más po-
Pero el neoliberalismo no era una go - der para los su jetos que bus can una so cie-
londrina en verano, terminó consolidándo - dad dis tinta a la ac tual. Pues sólo esa
se. Su poder no iba a tambalear por unas acu mu la ción de poder “sub je ti vo” (el po -
cuantas manifestaciones globales de gran der de los su je tos so cia les) hará posi ble el
impacto en los medios y en la opinión pú bli - desmontaje del neo li be ra lis mo.
ca. Es evi den te que el neo li be ra lis mo La cooperación internacional dio vuelta
sólo po drá ser des mon ta do sien do con - la espalda a la educación popular porque se
fron ta do des de una es tra te gia po lí ti - encandiló por las acciones directas y optó,
co-cultural, que exi ge una teo ría de la en muchos casos, por generar una nueva
ac ción trans for ma do ra, una pe da go gía economía política de las donaciones funda-
crí ti ca y una re cu pe ra ción de la teo ría das en el impacto mediático más que en la
par ti ci pa ti va de los mo vimientos so cia les creación de un poder ciudadano enraizado
en el marco de los tiem pos polí ti cos y cul - en la vida cotidiana de las comunidades y
turales que ex ce den los tiempos de la “co - con capacidad de crear movimientos trans-
yuntura”. Por esta ra zón, la edu cación formadores desde la base social, aún en mo-
po pu lar re cu pe ra su vigen cia hoy, por que mentos de auge del capitalismo.
tie ne un capital acu mu la do y ac ti vo en
tres di men sio nes es tra té gi cas: en la di -
men sión éti ca, en la di men sión polí ti ca y
en la di men sión pe da gó gi ca.
La educación popular no puede practicarse en
En su dimensión ética porque, quizás un esquema “cupular” ni promoviendo
por su origen cristiano, es una “teoría de la vanguardias ilustradas alejadas de la
esperanza” que le permite tener una mira-
realidad de la vida cotidiana de las
da realista sobre la historia, cuestionar todo
fundamentalismo y cualquier triunfalismo. comunidades y movimientos de base.
La lucha social implica construir culturas
nuevas, otra hegemonía, y esos procesos
El casi agotamiento del acento mediáti-
exigen desarrollar la lógica de la acción
co de las movilizaciones antineoliberales,
transformadora en el tiempo de la cultura y
con mucha retórica y con poca capacidad de
de la pedagogía.
expresar lo que realmente hacen y constru-
En la dimensión política, porque es una
yen los movimientos sociales en sus locali-
“teoría de los movimientos sociales” que
dades y países, junto con sus resultados
plantea la capacidad comunicacional de los
exiguos en relación a cambiar la agenda
sujetos, que como tales pueden construir ar-
económica global, permiten que se vuelva a
gumentos, juicios y manifestar su voluntad
poner la mirada en las alternativas que
transformadora en estrategias políticas
buscan construir procesos de desarrollo
que, a la vez, adquieren manifestaciones or-
humano integrales y acumular capital éti-
gánicas bajo diversas formas, no sólo parti-
co en la sociedad, y, de este modo, crear las
distas, pues promueven la autonomía de los
condiciones para una resistencia democrá-
movimientos sociales.
tica al neoliberalismo que se exprese en re-
En la di men sión peda gó gi ca, por que
des, como las que construyó la educación
la no ción de diá lo go de sabe res, de lec tu -
popular y no en manifestaciones mediáti-
ra de la rea li dad para trans for mar la y de
cas efímeras sin sustento en las comunida-
cons truc ción par ti ci pa ti va de co no ci -
des de vida. Por esta razón creo que existen
mien tos, re co no ce, en primer lugar, la
nuevas posibilidades para redefinir las
ne ce si dad de con tar con edu ca do res/as
alianzas entre los movimientos sociales, la
que sean ver da de ros ana lis tas y pro fe -
educación popular y los movimientos éticos
sio na les so cia les, ca pa ces de instrumen -
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La Piragua
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Revista Aportes No. 46, Tema: Educa- Educación en América Latina, CEAAL,
ción Popular - Refundamentación, Dimen - Santiago, Chile.
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dadanía y Género: Nuevos Enfoques para la Investigación Educativa en América Lati-
na: Construyendo una Agenda Común,
CEAAL, Santiago, Chile.
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COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
E n el contexto de la preparación de la VI
Asamblea del CEAAL, y con el propósito de
las conferencias, paneles, discusiones y tra-
bajos grupales, la Memoria del taller de la
Región Andina es un punteo de frases en
reanimar la discusión sobre la vigencia y los dos páginas, donde no se sabe quién habla.
desafíos de la Educación Popular, su Comi- Entre estos extremos se ubican los demás
té Directivo, a través del Secretario Gene - textos: ponencias, intervenciones de los
ral, me solicitó realizar una asistentes y punteo de los debates. Además,
“sistematización documental” de lo produci - recibí las memorias del Seminario realizado
do en las diversas publicaciones y eventos en Córdoba y nuevos protocolos de los talle-
(talleres, seminarios) llevados a cabo a ins - res realizados por CEAAL en el contexto del
tancias del Consejo de Educación de Adul - Foro Social Mundial.
tos en América Latina entre los años 2000 y Por tanto, los alcances del ejercicio in-
2003; como insumo básico, recibí un dossier vestigativo realizado están asociados a esta
de materiales con los documentos respecti - orientación, al corpus de textos recibidos y a
vos. las limitaciones propias del analista, un
Aquí vale la pena señalar que existen profesor e investigador universitario colom-
grandes contrastes en cuanto a la calidad biano formado en la educación popular y co-
de la información proveniente de los even - laborador en una institución afiliada a
1 Educador popular e investigador social colombiano. Ha trabajado desde finales de la década del setenta en
educación de adultos y acompañamiento educativo e investigativo a organizaciones populares urbanas. En un
principio, formó parte de una red de asociaciones de educadores denominada la Coordinadora Distrital de
Educación Popular; desde mediados de la década de los ochenta, forma parte del equipo de Dimensión Educativa.
Actualmente es profesor e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica
Nacional de Colombia, donde coordina la línea “Memoria, identidad y constitución de actores sociales” desde el
cual se sistematizan experiencias educativas y sociales con sectores populares, así como proyectos de
recuperación de memoria colectiva.
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La Piragua
CEAAL. También vale la pena precisar que prácticas discursivas: el de los educadores
esta “sistematización documental” no es, en populares asociados al Consejo.
sentido estricto, una sistematización de Dado que el propósito de la tarea enco-
prácticas educativas populares, sino una mendada es identificar en los textos recopi -
caracterización de los debates actuales so- lados los principales planteamientos en
bre este campo de la EP, a partir del análi- torno a la educación popular, sus desarro -
sis del contenido de los textos producidos en llos conceptuales y sus desafíos, la estrate -
el contexto del CEAAL entre los años 2000 y gia metodológica asumida buscó hacer el
2003. mapeo de los significados en juego dentro de
Aclarado el carácter y alcances del tra - los textos, en torno a unos ejes temáticos re-
bajo encomendado, es necesario hacer algu- levantes para el debate actual de la educa-
nas consideraciones metodológicas. En ción popular;3 por ejemplo, la especificidad
primer lugar, es importante señalar que el misma de la educación popular, las referen -
análisis textual parte de considerar que cias al contexto histórico en que se inscri -
todo discurso es una práctica comunicativa ben sus prácticas, al cambio de paradigmas
concreta que descansa en las relaciones en- emancipadores, los movimientos sociales y
tre producción de sentido y dinámicas socia- las políticas públicas.
les; por tanto, todo texto es la cristalización Una vez definidas dichas categorías, se
de un proceso de comunicación entre suje- asumió una estrategia de análisis de los
tos, operado en un determinado contexto; textos de carácter agregativo; es decir, se
“el sujeto productor del texto expresa en el agruparon globalmente las unidades tex -
mismo, no sólo su propia subjetividad, sino tuales (frases, párrafos) referidas a cada te-
también la imagen del sujeto al que ese tex- mática. Posteriormente, se evaluaron los
to va dirigido”,2 dado que el propósito de resultados, reconociendo confluencias, dife -
todo acto de comunicación es afectar subje- rencias y vacíos en torno a cada tema. Fi -
tividad. nalmente, se produjo un balance
interpretativo de la información, que se
complementó con otras ideas del analista y
...todo discurso es una práctica comunicativa planteamientos provenientes de otros cam -
pos discursivos afines; por ello, en esta sín -
concreta que descansa en las relaciones entre
tesis expositiva, se procura explicitar
producción de sentido y dinámicas sociales; cuándo las afirmaciones provienen de los
por tanto, todo texto es la cristalización de un textos y cuándo son aportes del investiga -
dor o de otras fuentes.
proceso de comunicación entre sujetos...
El documento está estructurado en cua-
tro partes; en primer lugar se aborda el pro-
Este carácter reflexivo del discurso so- blema de la especificidad de la EP, sus
cial es evidente en nuestro caso, dado que rasgos definitorios y las lecturas sobre la
los textos analizados son producidos por su- llamada refundamentación; en segundo lu-
jetos que se asumen dentro del campo de la gar, se presentan los ejes en torno a los cua-
educación popular y en el contexto institu- les tematizan los debates durante el
cional del CEAAL. De ese modo, los signifi- período: el contexto y sus desafíos a la EP, el
cados en juego en los textos analizados se cambio de paradigmas y la EP, los movi -
inscriben en una comunidad interpretativa mientos sociales y la EP, democracia, ciuda-
que a su vez se construye a través de estas danía y poder local, y, la EP y el
2 Navarro Pablo y Díaz, Capitolina, “Análisis de contenido”, en, Métodos y técnicas cualitativas de investigación en
Ciencias Sociales, Editorial Síntesis, Madrid 1994, pp 182.
3 Algunos fueron explícitamente definidos en el Seminario Latinoamericano de Educación popular realizado por
CEAAL en Córdoba (Argentina) en julio de 2003; otros fueron definidos “inductivamente” por el investigador a
partir de una primera lectura intensiva de los textos.
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multiculturalismo; en tercer lugar, se anali- sido diferente a la del Cono Sur o Brasil;
za una ausencia, el debate pedagógico en la además, en cada país hay diferentes reali-
EP; finalmente, se presenta un balance glo- dades geográficas, sociales y culturales; fi-
bal y unas recomendaciones. nalmente, los campos específicos de acción
(alfabetización, derechos humanos, trabajo
1 . SENTIDOS E IDENTIDAD
DE LA EDUCACIÓN POPULAR
con mujeres, por ejemplo) también marcan
diferentes acentos en el modo de asumir la
EP.
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COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
acciones de EP; son las que promueven y zación rigurosa de quiénes, en la actuali-
agencian el debate sobre la EP. dad, definen sus prácticas como educativo
Una excepción a esta autoinvisibilización populares, cuáles sentidos le atribuyen y
de las ONG como uno de sujetos decisivos de qué tanto influye como referente identitario
la EP, es el texto de la Secretaría del CEAAL de las organizaciones e individuos que la
en La Piragua No. 18 cuando plantea el deba- agencian. Hay que “darle la palabra” a
te acerca de la identidad de las que denomina aquellos que nombramos como “sujetos de
“organizaciones civiles no gubernamentales”; la EP”, para ver en qué medida se sienten
se les reconoce como actores sociales e institu- reconocidos en las orientaciones, propues-
cionales con una identidad propia, y no sólo tas y elaboraciones conceptuales de las
como “acompañantes de los movimientos so - ONG de EP.
ciales”; cuasi-partidos, cuasi-universidades y
cuasi-movimientos o cuasi-empresas. Estas
instituciones, cada vez con más presencia pú-
blica en diferentes campos de la vida social en
Esta reflexión sobre la identidad y el papel
nuestros países, deben definir su especifici- que juegan las ONG en el campo de la EP es
dad, los alcances y limitaciones de su acción. oportuna, por la influencia decisiva que ejercen
Esta recomendación es muy oportuna,
dado que –como lo señala el mismo artículo-
sobre vastos actores sociales de base y sobre
las ONG son hoy blanco de múltiples críti- algunas autoridades progresistas en los niveles
cas, muchas de ellas provenientes de las local y nacional; además, porque cada vez
mismas organizaciones de base y poblacio -
juegan un papel más decisivo en algunas
nes que buscan “acompañar”; se les ve como
empresas que se disputan recursos interna - esferas de la vida pública.
cionales o gubernamentales, como funcio -
nales al modelo neoliberal al atenuar las
contradicciones sociales o como grupos polí- Así mismo, habría que reconocer qué
ticos escondidos bajo una supuesta neutra - tanto peso tiene la EP en otras prácticas so-
lidad social. (CEAAL 2000: 13) Algunas de ciales, como es el caso de los movimientos de
estas críticas están presentes en algunas género, de defensa de los derechos huma-
intervenciones de los participantes de los nos, el desarrollo local, los espacios escola-
talleres y encuentros analizados. res o los movimientos de pobladores. La
Esta reflexión sobre la identidad y el necesidad de elaborar esta cartografía de la
papel que juegan las ONG en el campo de EP hoy en América Latina, también fue dis-
la EP es oportuna, no sólo por su papel cen - cutida en el Seminario de Córdoba. Esta
tral en la construcción de los sentidos del puede ser una de las acciones prioritarias
discurso educativo popular, sino por la in - del CEAAL en el corto plazo.
fluencia decisiva que ejercen sobre vastos
actores sociales de base y sobre algunas Los rasgos que definen la Educa-
autoridades progresistas en los niveles lo - ción Popular
cal y nacional; además, porque las ONG y
algunas personas que provienen de estas, Otro ámbito de análisis de los discursos
cada vez juegan un papel más decisivo en es la identidad discursiva de la educación
algunas esferas de la vida pública como popular, expresada por algunos como prin-
asesoras de movimientos sociales y parti - cipios, elementos constitutivos o rasgos de-
dos, así como en la definición de políticas finitorios de la misma. Es interesante
sociales, edu cativas y culturales. señalar que en la mayoría de las interven-
Por último, quiero plantear que una de- ciones dentro de los eventos convocados por
finición de la especificidad, el ámbito y los el CEAAL, dichos elementos constitutivos
desafíos de la EP, implicaría una caracteri - de la EP se dan por supuestos. La preocupa-
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17. una crítica a la educación formal como necesidad de releerlo y difundirlo para asu-
parte del sistema de dominación; mir los nuevos desafíos de la EP.
Otros textos señalan que la EP se cons-
18. una educación orientada a concientizar;
tituye ya en una tradición; posee una me-
19. su vinculación a los movimientos socia- moria y unas raíces que le dan identidad y
les; desde las cuales enfrenta los nuevos desa-
fíos (Leis, 2000; Martinic, 2003). Desde ese
20. sus contenidos son el análisis de la rea-
acumulado histórico, la mayor riqueza de la
lidad;
EP son “sus modos de hacer las cosas” (Sali-
21. sus métodos participativos. nas 2000: 39), su “capacidad de desarrollar
procesos transversales que recorren de for-
Estos rasgos identitarios atribuidos a la
ma dialéctica cambios personales, transfor-
EP, pueden agruparse en dos ámbitos: unos
maciones comunitarias, procesos locales
acentúan lo político social (lectura crítica de
que buscan entroncarse y nutrir transfor-
la sociedad, opción política y ética por los
maciones sociales globales”. (Goldar, 2002)
pobres, vinculación a los movimientos so-
ciales), mientras otros enfatizan lo educati -
vo y metodológico (participación, diálogo,
concientización, formación de sujetos). Así Esta fusión entre política y
mismo, casi todos los autores enfatizan una
educación en un horizonte de
u otra dimensión, evidenciando una tensión
histórica dentro de la EP. emancipación de los sectores
En efecto, la unidad dialéctica entre lo subalternos de la sociedad, se ha
político y lo pedagógico es constitutiva de la dado en una doble vía: por un
identidad misma de la EP: desde su matriz
freireana, ha estado presente a lo largo de
lado, politizando las prácticas
su trayectoria y alcanzó especial relevancia educativas al asignarle una
en las discusiones recientes al interior del intencionalidad transformadora,
CEAAL. Esta fusión entre política y educa-
ción en un horizonte de emancipación de los
y por otro, pedagogizando la
sectores subalternos de la sociedad, se ha política al considerarla como
dado en una doble vía: por un lado, politi - espacio formativo.
zando las prácticas educativas al asignarle
una intencionalidad transformadora, y por
otro, pedagogizando la política al conside -
Finalmente, resulta clave destacar que
rarla como espacio formativo. (Torres 1996:
en estos últimos años ha cobrado especial
22)
centralidad la dimensión ética de la EP.
Por úl ti mo, cabe des ta car que en al -
Para Carlos Núñez (2000), ésta debe liderar
gu nos textos se se ña lan dos as pec tos que
la revolución ética, para Carlos Zarco
de fi nen la es pe ci fi ci dad de la EP: su his -
(2002), la EP asume una opción ética por los
to ri ci dad y su eti ci dad. En cuan to a lo
pobres. Dentro de esta misma preocupa-
pri me ro, la EP apa re ce como he re de ra
ción, algunas intervenciones registradas en
del le ga do del pensamiento y la obra de
las memorias de los eventos realizados por
Paulo Freire (Núñez 2000); la matriz frei -
CEAAL en el período, insisten en hacer de
reana es referente ineludible y fuente de
la EP un baluarte ético que contrarreste los
unidad dentro de la EP (Rezende 2002),
valores promovidos desde el proyecto neoli-
sus ideas son utilizadas con frecuencia
beral y la corrupción generalizada en las es-
como fuente de autoridad de los plantea -
feras estatales y los partidos políticos.
mientos actuales y se hacen llamados a la
En términos de Pontual, frente a un
mundo de exclusión social, violencia y des -
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La Piragua
...la EP debe –retomando a Freire-, “rescatar –cuando lo vea necesario- acudiré a otros
aportes y plantearé mis ideas al respecto.
valores que constituyen una ética universal del
ser humano, la cuestión de la solidaridad, la 2.1 Saldando cuentas con la refun-
damentación
amoricidad, la emocionalidad, la tolerancia, el
respeto al otro en sus diferencias, el gusto por Una temática recurrente en los artícu-
la alegría, la disposición al cambio”. los de La Piragua No. 18 (2000) y en el Se -
minario de Córdoba (2003), mas no en los
seminarios y encuentros intermedios, es la
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Por su parte, Ana Pagano (2000), plan - cinco ideas centrales que, a su juicio,
tea que en la década de los noventa, el neoli- definieron el debate de refundamentación
beralismo provocó en el movimiento de la dentro del CEAAL en la década de los no -
EP una crisis de sentido “que condujo a la venta (2000: 32):
refundamentación”, dado que la imposición
1. Debate en torno a las incidencias en
del modelo trajo consigo el auge del pensa-
América Latina de la globalización y el
miento único y ocasionó la erosión del pen-
neoliberalismo.
samiento crítico; para la autora, ésta
propició debates que produjeron una nueva 2. Debate sobre democratización, sobre
agenda para polemizar ejes y temas de las todo en países que salían de dictaduras.
prácticas educativas populares.
3. Debate sobre el sentido de la acción polí -
Para el educador salvadoreño Felipe Ri-
tica de izquierda, luego de la derrota
vas (2000), los cambios en la EP están estre-
sandinista, los procesos de negociación
chamente relacionados con el fin de las
de paz en Centroamérica.
guerras en Centroamérica: en el nuevo con-
texto, “muchas organizaciones readecuaron 4. Desencanto frente a la sobrepolitización
los marcos de referencia, profesionalizaron de la EP, reivindicación de su dimensión
sus servicios y formalizaron parte de los pedagógica.
procesos educativos” (2000: 46); como con -
5. Ampliación de referentes teóricos críti -
secuencia, muchas abandonaron su opción
cos: influencias habermasianas, postmo-
por los sectores populares.
dernas y neomarxistas; relectura de
Freire.
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ralismo, así como de la coyuntura de las cias y po tenciar el prota go nis mo popu lar
luchas y mo vimientos so ciales. La concen - (Ubilla 2000); convertir su jetos socia les
tración de ingresos, el aumento de la po- en su jetos po líticos, construir parti ci pa-
breza, del desempleo, la fragmentación ción y ex presiones po líticas e ins titucio-
social, la crisis del campo y del sistema fi - na li dad propias (Ji jon 2002); “plasmar
nanciero, son algunas de las consecuencias varias inicia ti vas y cons truir al ternati-
del modelo neoliberal en cada país. Pero a vas a di cha he gemonía”, traba jar por la
la par, y algunas ve ces en reacción a di - jus ti cia, la igualdad social y la equi dad
chas situaciones, se reactivan luchas y (Pon tual 2000). Otros, como Mar tinic,
movilizaciones so ciales (Ecuador, Bo livia, lla man a la EP a ac tuar en el con texto de
Perú y Argentina), dinámicas de partici - la edu cación y sus polí ti cas (Mar ti nic
pación civil (México) y entran en escena
nuevos actores so ciales (por ejemplo, jóve -
nes o secto res de las clases medias).
Son escasos los intentos por precisar de qué
Desafíos del contexto a la EP manera los cambios en los contextos tienen
consecuencia directa sobre los ámbitos de la
El propósito argumentativo de la carac-
terización del contexto es, en casi todos los
EP y de especificar cómo han sido asumidos
casos analizados, identificar sus impactos desde ésta o cómo pueden ser fuente para
sobre el campo de acción de la EP y derivar transformaciones específicas en las prácticas
sus retos y tareas prioritarias. Por eso, a
continuación paso a analizar los desafíos
educativas populares.
que, según los textos, debe asumir la EP, al-
gunos de los cuales serán desarrollados en
profundidad en los numerales siguientes. 2003).
Dada la escala ma crosocial y el énfasis Son escasos los intentos por precisar de
en lo económico y lo político en el que se qué manera los cambios en los contextos
hacen los diagnósticos del contexto, los re- tienen consecuencia directa sobre los ám -
tos y responsabilidades de la EP que se de- bitos de la EP y de especificar cómo han
rivan de dicho análisis, tie nen, en la sido asumidos desde ésta o cómo pueden
mayoría de los casos, un alto grado de ge - ser fuente para transformaciones específi-
neralidad y se sitúan es pacialmente en el cas en las prácticas educativas populares.
ámbito político. Por ejem plo, reivindicar Una intervención de Carlos Zarco en el
el concepto de sociedad civil como fuente Foro Social Mundial de 2001, en la que des-
de energías para la democratización cribió el caso de la Ciudad de México del as-
(CEAAL 2000); cambiar los mo dos de rela - censo al gobierno de la capital de un
ción con el Estado (Quintanilla 2002); ten - “gobierno de izquierda” que representó
sionar la contradicción entre democracia para la EP el reto de educar dirigentes del
política y modelo económico neoliberal movimiento urbano popular que pasaron a
(Goldar 2002); reconocer nuevas for mas ser funcionarios del gobierno, así como
de exclusión y asumir co rresponsabilidad asumir el encargo de alfabetizar 2 millones
en las nuevas dinámicas democráticas (ta - de mujeres adultas.
ller Región Andina 2002) y, prestar aten -
ción a lo local y a los gobiernos locales. Aportes para la reflexión
Dada su vin culación con proce sos or -
ga ni za ti vos populares y mo vi mien tos so - Para finalizar, quisiera hacer algunas
ciales, también se le plantea a la EP: consideraciones con respecto al tipo de lec-
ge ne rar glo balización des de aba jo, for ta - tura predominante del contexto y de sus
lecer la zos so ciales, ar ti cu lar experien - consecuencias para la EP. En primer lugar,
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quisiera poner en sospecha la lógica deduc- recha de Uribe Vélez en Colombia o las en -
tiva y lineal que predomina en las lecturas contradas apreciaciones frente a los gobier -
del contexto de la EP y que consiste, prime- nos de Gutiérrez en Ecuador y Chávez en
ro en identificar las grandes tendencias en Venezuela. Lo mismo sucede con la “ener -
el nivel mundial y continental, pasando –no gía” democratizadora de la sociedad civil,
siempre- por lo nacional, para derivar “au- cuya composición, carácter y tensiones in -
tomáticamente” sus implicaciones para las ternas difieren de país en país; la activa
práctica educativas populares. participación de organizaciones civiles en
México en la vigilancia de los procesos elec-
torales tiene poco en común con la “sociedad
...acogemos el llamado de estar “conectados civil” que se opone al gobierno venezolano y
difiere de los movimientos indígenas y po -
con la gente, con sus necesidades reales, con pulares que han tumbado gobiernos en
sus voces y sus expresiones”. Ecuador y Bolivia.
Por otra parte, es lamentable la ausencia
Al asumir una perspectiva no lineal de en los documentos de análisis rigurosos
la historicidad social, se debe reconocer, por acerca de las mediaciones y efectos de los
una parte, que una dinámica como la globa- grandes procesos descritos, en los ámbitos
lización, como toda construcción histórica, específicos donde se realizan las prácticas
asume rasgos diferenciales en los diferentes educativas populares, es decir, cómo se ex -
contextos regionales y nacionales, los cua- presan en los procesos económicos, en las re-
les actúan como lentes que refractan sus laciones sociales y en las dinámicas
tendencias generales. Esta historicidad de culturales de los contextos locales y en la co-
cada región y país también genera sus pro- tidianidad de las poblaciones con las que se
pios dinamismos internos que asumen, a su trabaja. Este vacío analítico, genera una
vez, características diferentes en cada sec - sensación de “exterioridad” de los retos y
tor geográfico y social; a su vez, algunas di- permite comprender la ausencia de conteni-
námicas sectoriales, según su intensidad, dos específicos a los desafíos planteados a la
magnitud o capacidad de articulación con EP.
otros sectores, pueden incidir en las coyun- Una caracterización profunda de las
turas nacionales, e incluso internacionales. continuidades y cambios vividos por las po -
Por ello, plantear generalidades sobre blaciones, organizaciones y movimientos
América Latina, especialmente en lo refe- sociales con quienes se desarrollan las prác-
rente a sus procesos políticos y sociales don- ticas de EP, así como el análisis de los facto -
de existen diferencias de país en país, res que los explican, puede generar criterios
mientras que las dinámicas globalizadoras acertados sobre cuáles pueden ser sus posi -
y la aplicación de las políticas neoliberales bilidades y retos. Las prácticas educativas
tienden a ser similares, no sucede lo mismo populares no están determinadas mecáni -
con sus efectos específicos en cada país, ni camente ni totalmente por las lógicas gene -
con sus dinámicas políticas, sociales y cul - rales de la acumulación capitalista y la
turales internas, dado que obedecen a su globalización; otras circunstancias y dimen -
propia historicidad. siones asociadas a los debates generados en
Por ejemplo, las afirmaciones sobre cre - sus campos de acción, a las coyunturas na -
ciente democratización, avance de la socie- cionales y locales, a la singularidad de sus
dad civil, presencia de gobiernos actores y a la lógica interna de sus propios
progresistas y los avances de la izquierda, dinamismos pueden ser, en muchos casos
deben matizarse al considerar las particu- más decisivas.
laridades de los países: no es lo mismo la lle- El éxito o fracaso de las experiencias de
gada del Partido del Trabajo a la la EP, generalmente suele estar más asocia-
presidencia en Brasil, que el gobierno de de- do a estos dinamismos, tensiones y relacio -
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como las ONG y los educadores populares, texto aludido la ciudadanía se asume como
enfatizándose el de los actores colectivos categoría fundamental de los procesos de
hacia los cuales se orientan las acciones democratización, pues aportaría un hori -
educativas: los más “empobrecidos”, los sec- zonte mayor de lucha a los movimientos y
tores populares”, los movimientos y organi- organizaciones populares.
zaciones populares, en una perspectiva de Otra categoría puesta a discusión por
construirlos como sujetos sociales. Hasta la Secretaría General del CEAAL es la de
ahí, todos de acuerdo, pero, ¿cómo entender lo público, asumido como espacio cultural
dicha constitución o autoconstitución de su- de construcción de significados comunes de
jetos? cohesión social; como construcción de insti -
tucionalidad (normas y estructuras), como
construcción de sociedad civil; dicha mira -
“La educación, en su sentido más cultural da es retomada en los mismos términos en
está orientada a fortalecer la constitución de el taller de la Región Andina (2002). Lo
mismo sucede con los cambios en la concep -
sujetos, en su sentido más político, está ción del Estado, el cual es entendido como
orientada a la constitución de ciudadanía, en el bien público más importante de una so -
tanto condición social y jurídica para el ciedad y que comprende la acción del go -
bierno y de la sociedad civil.
ejercicio de derechos y responsabilidades”.
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con respecto a otras. Como plano no total- si logra movilizar la memoria y la solidari -
mente determinado, la subjetividad, ade- dad, y sobre todo al combatir, indignarse,
más de ser memoria, conciencia y cultura, esperar, inscribir su libertad personal en
es una dimensión donde se expresa lo in- las batallas sociales y las liberaciones cultu-
cierto, lo inédito, lo nuevo, lo posible y lo rales; por ello, para el sociólogo francés no
utópico. es posible construir sujeto por fuera de la
Por ello, hay que considerarla, no como acción colectiva. Para Zemelman un sujeto
un lugar social o psicológico delimitado, social es un individuo o colectivo que compar-
sino como un continuo, un proceso dinámico tiendo una experiencia e identidad colectivas
que se cristaliza en concepciones, institu- despliega prácticas en torno a un proyecto,
ciones, colectivos y nexos sociales; pero a la convirtiéndose en fuerza capaz de incidir en
manera de un “magma”, la subjetividad las decisiones sobre su propio destino y el de
vuelve a desbordarlos, generando nuevos la sociedad a la cual pertenece.
aglutinadores sociales, nuevas ideas y uto- En un sentido similar, Emir Sader
pías, nuevos proyectos que movilizan la ac- (1990: 36) considera que “el sujeto es una
ción humana frente a las limitaciones y colectividad donde se elabora una identidad
resistencia que les ofrece lo dado. Por otro y se organizan las prácticas, a través de las
lado, Boaventura de Sousa (1994: 123) tam- cuales sus miembros pretenden defender
bién sostiene que la subjetividad es el “es - sus intereses y expresar sus voluntades,
pacio de las diferencias individuales, de la constituyéndose en esas luchas”. Por ello,
autonomía y la libertad que se levantan no todo individuo o grupo social, así posea
contra formas opresivas que van más allá identidad, deviene en sujeto, en actor social;
de la producción y tocan lo personal, lo so - ser sujeto social es una construcción históri -
cial y lo cultural”. ca que requiere de la existencia de una me -
moria, una experiencia y unos imaginarios
colectivos (identidad), unas visiones de fu -
turo (utopías) que se hacen viables a través
...s er sujeto social es una construcción de prácticas orientadas a proyectos.
De este modo, subjetividad y sujetos so-
histórica que requiere de la existencia de una ciales son realidades plurales y polifónicas,
memoria, una experiencia y unos imaginarios difícilmente captables por modelos de análi -
sis lineales, iniciativas políticas dogmáticas
colectivos (identidad), unas visiones de futuro
o propuestas educativas rígidas. A la vez que
(utopías) que se hacen viables a través de son determinados por las circunstancias,
prácticas orientadas a proyectos. contribuyen a conformarlas y a crear nuevos
espacios y sentidos sociales: son lugares de lo
inédito, de lo nuevo, realidades que desde
En fin, la subjetividad, más que un miradas “objetivas” sería imposible recono -
nuevo campo temático de la investigación cer.
social, puede constituirse como un lugar ¿Cómo inciden estas consideraciones en
metodológico desde el cual releer los proce- las prácticas educativas populares? En pri -
sos, discursos y prácticas, constituyentes mer lugar, la idea clásica de ver los sectores
de identidades colectivas y orientadoras de populares como un Sujeto Histórico queda
acciones sociales potencialmente emanci- en cuestión; si reconocemos que las luchas,
padoras. Ello nos conduce a la categoría de las resistencias y los movimientos alterna -
sujeto social, entendido como un individuo tivos se constituyen en diferentes esferas de
o colectivo con una visión de futuro que la vida social y que intervienen tanto facto -
hace viable a través de sus prácticas. res objetivos como procesos subjetivos (emo-
Para Touraine (1997: 66), “el sujeto es el ciones, convicciones, creencias, valores), se
deseo del individuo de ser actor”, sólo existe desvanece la idea de un único sujeto de
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cambio y la creencia de que sólo mediante la también lo que deja fuera, lo no nombrado
conciencia se generan solidaridades, com - (currículo nulo).
promisos y opciones de cambio. A nivel metodológico y pedagógico, la
También lleva a reconocer lo educativo EP debe preguntarse acerca de cómo se dan
como espacio intersubjetivo, como “iniciati - los procesos de aprendizaje y construcción
vas institucionales que organizan situacio - de sentido desde sus prácticas. Ello nos lle-
nes comunicativas relacionando va a comprender los procesos sicológicos y
educadores y educandos en torno a tareas y culturales que se generan en las acciones
tiempos específicos” (Martinic 1995: 13); educativas populares para lograr los propó-
por tanto, el ámbito de intervención de la sitos educativos que las orientan.
EP es el cultural: las representaciones, ima- En ese sentido, se deben retomar y pro-
ginarios y significados que poseen las perso- fundizar propuestas nacidas en la EP como
nas para dar sentido y orientar sus el diálogo de saberes y la negociación cultu-
prácticas. El logro de los propósitos políticos ral. Al poner el acento en las condiciones
y culturales de la EP pasa necesariamente culturales y de poder que posibilitan el
por el cambio de las representaciones socia - aprendizaje, las nuevas búsquedas permi-
les de educandos y educadores, dado que és- ten, por un lado, el reconocimiento de las si-
tas (Moscovisci 1976) son interpretaciones tuaciones y saberes previos de los sujetos, y
que gobiernan el mundo cotidiano, produ - por el otro, el cuestionamiento o deconstruc-
ciendo y reproduciendo creencias, normas y ción de aquellas condiciones, relaciones y
saberes legítimamente aceptados por indi- modos de pensar que obstaculizan la com -
viduos y colectivos. prensión crítica del mundo y la emergencia
de lo inédito, lo posible, en fin de la utopía.
Por último, no sobra advertir que si la
A nivel metodológico y EP pretende re novar sus paradigmas, pa -
rafraseando a Marx, “los educadores popu-
pedagógico, la EP debe lares ne cesitamos ser de nuevo educados”.
preguntarse acerca de cómo se El reto más grande es cómo desaprender
dan los procesos de aprendizaje y los esquemas profundos de interpretación
heredados del “gran paradigma occidental”
construcción de sentido desde en el cual se construyeron varios de nues-
sus prácticas. tros supuestos y que, aunque invisibles a
nuestros ojos, definen nuestra concepción
del mundo.
En cuanto a los contenidos de la educa- Dado que la EP no es ajena al proyecto
ción popular, las relaciones de género, las moderno, comparte creencias de ese gran pa-
sensibilidades y los sentidos de vida, así radigma que pueden ser un obstáculo para la
como otras dimensiones instituyentes de construcción de pensamiento emancipatorio.
subjetividad, pueden ser asumidas como Dos ejemplos: en primer lugar, lo que Michel
tema transversal de sus programas. Para Maffesoli denomina el “monoteísmo metodo-
ello, la distinción que hacen algunos auto - lógico” que supone considerar la realidad
res (Magendzo 1996) entre currículo mani - como universo, a creer que la historia tiene
fiesto, currículo oculto y currículo nulo, una única dirección, que existe un único
pueden ser de gran ayuda; entendido el cu - método verdadero de conocimiento, un Sujeto
rrículo como lo que realmente aprende el Histórico de cambio, etcétera; también habría
educando a su paso por una experiencia que entrar a superar la razón dualista pro-
educativa, más allá de lo previsto por la fundamente incorporada en nosotros que nos
institución (currículo ma nifiesto), involu - lleva a ver como dicotomías teoría y práctica,
cra las relaciones y pautas culturales que razón y emoción, subjetividad y objetividad,
vive en la institución (currículo oculto) y
40
La Piragua
conocimiento científico y saber cotidiano, po- ciones gubernamentales que generan movi -
lítica y pedagogía, etcétera. lización social. Esta distinción es importan -
te porque marca énfasis diferentes en
2.4 La EP y los movimientos sociales cuanto a cuál es la especificidad del queha -
cer educativo y el quehacer de los movi -
Uno de los rasgos históricos de la EP ha mientos y cuáles los retos y
sido la de acompañar y ser una dimensión responsabilidades de cada uno.
estructurante de los movimientos y organi- Durante el perío do estudiado, la única
zaciones populares. En ese sentido, uno de discusión explícita en torno a los movi -
los temas ejes propuestos en el Seminario mientos so ciales y sus alcances po líticos
de Córdoba es el de la relación de la EP con se dio durante el II Foro Social Mun dial
los movimientos sociales; allí se afirma que (Porto Alegre 2002) en el contexto de un
han cambiado las claves de lectura de los taller denominado “Institucionalización
mismos dado que se evidencian cambios en de la participación ciudadana”. En dicho
su composición social (sujetos no clasistas), taller, intervinieron, Juan Manuel Ramí-
la formulación y expresión de sus conteni- rez, experto mexicano en el tema y cuatro
dos y en sus horizontes programáticos. Así ponentes, al parecer de ONGs afiliadas a
mismo, se menciona la emergencia de movi- CEAAL provenientes de Brasil, México y
mientos mundiales de resistencia a la glo - Argentina; el contenido de sus intervencio -
balización y a su relación con categorías nes fue el análisis de experiencias específi -
como ciudadanía y sociedad civil. cas de movimientos sociales en sus países y
su relación con la política.
Ramírez analizó cuatro movimientos re-
41
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
2001; llama la atención sobre los límites cular experiencias y potenciar protagonis-
de la presencia de la clase media, la desi - mos sociales. Por otra parte, en el II Foro
gual participación provincial en estas ac - Social Mundial 2002, María Rosa Goldar
ciones colectivas y la ausencia de liderazgo plantea un reto más específico para la EP:
político. Finalmente, anuncia que la crea - “acompañar y fortalecer los movimientos
ción de un Frente Nacional para la Pobreza sociales, posibilitando una lectura más
Argentina puede generar la posibilidad de compleja del contexto en el que actúan”.
un nuevo proyecto de país. (2002: 16)
La discusión posterior se centró en ana- Sólo Jorge Medina del Centro de Educa-
lizar las novedades generadas por estas ción Popular en el Seminario de la Región
nuevas formas de protesta y participación Cono Sur “Vigencia del pensamiento de
social, en cuanto a: su potencial “para cons - Paulo Freire” (Montevideo 2001), abordó
trucción de poder desde abajo” y con autono - explícitamente las relaciones entre EP y
mía frente a los partidos, su papel en la movimientos sociales. En su ponencia, defi-
“democratización de la democracia”, su ca - ne los MS “como redes de redes sociales y a
pacidad para “constituir tejido social” y ge - su vez, estas redes sociales como redes de
nerar un nuevo proyecto político común. personas”; dichas redes, a la manera de las
Alguien señala que algunas movilizaciones raíces de la gramilla, se conectan entre sí
han sido eficaces para gobiernos, pero no por debajo del suelo, “en una forma no visi-
para generar proyecto político propio. ble a simple vista”.
Finalmente, Ramírez, a partir de anali-
zar cómo los movimientos sociales generan
ciudadanía social y ciudadanía política y
amplían derechos sociales y derechos políti - ...una interrogante que compete a los
cos, evidencia, “la capacidad instituyente de
educadores, ¿cómo se dan los procesos de
la sociedad, la capacidad de no sólo recono -
cer, respetar las leyes y las instituciones, formación de conciencia colectiva en los
sino la capacidad de replantearlas y trans - movimientos sociales? es decir, ¿qué procesos
formarlas si la demanda social lo exige, en individuales se dan para que los sujetos
ese sentido es fuerza innovadora que viene
desde los movimientos, que viene desde la asuman proyectos colectivos?
sociedad...” (2002: 16)
Como puede verse, a pesar de haber sido
un taller organizado por CEAAL, estas im - Medina advierte que abordar el tema de
portantes aportaciones a la comprensión los movimientos sociales exige abandonar
del potencial de los movimientos sociales esquemas anteriores que los conciben como
con respecto al sistema político no estuvie - estructuras rígidas, centralizadas y de di-
ron complementadas con una reflexión so- rección única; más bien, hay que verlos
bre el papel que puede jugar la EP en dichas como realidades flexibles, inciertas y con
dinámicas y relaciones. Tal preocupación si una permanencia inestable en el tiempo.
aparece en algunos artículos e intervencio - Plantea una interrogante que compete a los
nes en otros eventos promovidos por el Con- educadores, ¿cómo se dan los procesos de
sejo, pero casi nunca a partir de alguna formación de conciencia colectiva en los mo-
caracterización o reflexión sistemática so- vimientos sociales? es decir, ¿qué procesos
bre los movimientos sociales. individuales se dan para que los sujetos
En la ya citada Revista La Piragua No. asuman proyectos colectivos?
18 (2000), Berta Salinas señala que la EP Señala que “muchas veces, los educado-
debe trabajar en la formación de dirigentes res populares hacemos una lectura lineal de
y líderes sociales; por su parte, Pilar Ubilla la construcción de conciencia”, reducida a la
sugiere que la EP debe fortalecer lazos, arti- racionalidad cartesiana. Por ello, sugiere
42
La Piragua
que la formación de conciencia pasa por pro- la capacidad de hacer caer gobiernos; por el
cesos no racionales como el deseo y los anhe- otro, están el Movimiento de los Sin Tierra
los personales, como el desarrollo de en Brasil y el movimiento zapatista en Mé -
actitudes, como la mística y la esperanza. xico, que han mostrado un vigor y una gran
Estas motivaciones profundas son las que versatilidad en cuanto a su capacidad de
llevan a los sujetos a construir redes que ge- convocatoria y movilización y a sus relacio -
neran organizaciones, éstas se vinculan en- nes con lo político.
tre sí formando nuevas redes y éstas se Por el carácter de este documento no po-
articulan formando nuevos movimientos so- demos detenernos a comprender estas inte -
ciales. resantes experiencias de organización y
movilización popular, pero queda la preocu-
pación sobre el lugar que ha jugado en ellas
Todo movimiento social se articula en torno a la presencia de procesos educativos, y si se
han dado, ¿cuál ha sido el aporte de los dis -
un conflicto social que se expresa como una cursos, prácticas y actores de la EP?
inequidad, explotación, opresión o En segundo lugar, llama la atención la
ausencia de discusiones conceptuales más
discriminación, que afecta a un segmento de la
profundas acerca de qué estamos enten -
sociedad, el cual, en la medida que lo percibe diendo desde la EP por movimientos socia-
como una injusticia o un agravio, genera les y cuál ha sido o puede ser su papel en su
dinámicas asociativas y de movilización para configuración y desenvolvimiento. Como
un aporte a esta reflexión compartiré algu-
resolverlo. nos planteamientos acerca de la singulari -
dad, rasgos característicos y alcances
Estas consideraciones le plantean a la políticos de los movimientos sociales y, fi -
EP la necesidad de valorar simultáneamen- nalmente, algunas ideas sobre el lugar que
te los espacios cotidianos de la gente, los es- puede jugar la EP dentro de éstos.
pacios organizativos y los generados por las A partir de nuestra experiencia en el
redes. También a valorar lo simbólico y la análisis de organizaciones, protestas y mo -
generación de imaginarios y utopías que ge- vimientos protagonizados por pobladores
neren solidaridades y construyan nuevos urbanos y de la lectura crítica de diferentes
horizontes de futuro, contraculturas con enfoques teóricos, hemos venido constru -
sentido no capitalista. ¿Cómo hacerlo? A yendo desde hace una década un esquema
través de procesos integrales de formación y interpretativo de la acción co lectiva que
de propuestas educativas accesibles y masi- articula di ferentes planos y dimensiones
vas que generen personas que multipliquen de análisis; señalo a continuación sus lí-
lo adquirido. neas básicas.
En primer lugar, entendemos por movi-
Aportes para la reflexión miento social un tipo de acción colectiva,
más o menos permanente, orientado a en -
Hecho este balance sobre el nivel de de- frentar opresiones, desigualdades, exclu -
sarrollo de la discusión sobre la EP y los mo- siones, protagonizado por sectores am plios
vimientos sociales, podemos constatar dos de población quienes a través de la organi -
preocupaciones. En primer lugar, la ausen- zación y movilización en torno a sus de -
cia en los escritos y debates a nuevos movi- mandas y sus luchas, van elaborando un
mientos sociales que están jugando un sistema de creencias y una identidad colec -
papel decisivo en la reciente coyuntura lati- tiva, a la vez que van generando propues -
noamericana. Para citar sólo algunos casos, tas y proyectos que modifican las
tenemos, por un lado, los movimientos indí- estructuras del sistema social.
genas en Ecuador y Bolivia que han tenido
43
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
Esto significa que todo movimiento so - tiva, así como las redes y mecanismos
cial es una acción colectiva, pero no toda ac- que permiten la coordinación del movi-
ción colectiva es movimiento social. Pueden miento.
darse formas de asociación social, popular o
8. Las formas y modalidades de acción y
comunitaria que surgen en torno a una ne -
movilización colectiva que hacen visible
cesidad o demanda puntual pero que no ge -
el movimiento.
nera ningún tipo de alternatividad ni tiene
la intención de transgredir los marcos del 9. La temporalidad de la acción colectiva
sistema. También pueden darse expresio - (continuidad/discontinuidad, corta, me-
nes de descontento social como los mítines, diana, larga duración) que confiere his-
las marchas y protestas centradas en la de - toricidad al movimiento.
nuncia de una injusticia, dominación o ex -
10. Su capacidad de transgredir los límites
clusión, pero que una vez resuelto el motivo
del sistema social.
de su origen –o muchas veces sin lograrlo-
expiran o se diluyen en otras prácticas e 11. Sus relaciones con la política y sus inci-
instituciones sociales. dencias sobre la política.
En el análisis de un movimiento social o
Sin la pretensión de agotar exhaustiva-
de otras expresiones de acción colectiva, es
mente cada uno de los anteriores planos de
necesario considerar que simultáneamente
análisis, esbozaré algunas consideraciones
intervienen e interactúan diferentes facto-
que pueden ser útiles para los interesados
res, aspectos, niveles, relaciones y significa -
en comprender la acción colectiva en su
dos sociales. A continuación, esbozo
complejidad.
algunas dimensiones que hay que conside -
Todo movimiento social se articula en
rar en el análisis de la acción colectiva:
torno a un conflicto social que se expresa
1. La existencia de un conflicto o condición como una inequidad, explotación, opresión
estructural en torno al cual emerge la o discriminación, que afecta a un segmento
acción colectiva. de la sociedad, el cual, en la medida que lo
percibe como una injusticia o un agravio,
2. La vivencia, percepción y elaboración
genera dinámicas asociativas y de moviliza-
del conflicto por parte de sus protago-
ción para resolverlo.
nistas desde su vida cotidiana.
La percepción de dicha situación adver-
3. Los referentes valorativos, cognitivos e sa o problemática, así como la generación de
ideológicos desde los cuales se interpre- alternativas, se da desde la vida cotidiana
ta la situación y se decide o no vincular- de la gente y a partir de su sistema de valo-
se a la acción colectiva. res, creencias, saberes y visiones de futuro
previos o adquiridos por sus protagonistas;
4. La construcción de vínculos de solidari-
es desde estos marcos interpretativos y va-
dad entre los actores que dan una base
lorativos que los sujetos de los movimientos
comunitaria a los movimientos.
sociales dan sentido y orientación a su ac -
5. Los actores y roles dentro del movi- ción.
miento (dirigentes, activistas, colabora- La identidad colectiva es una construc-
dores ocasionales, simpatizantes, bases ción que va generando el movimiento, en la
de apoyo, etcétera). medida que sus actores reconstruyen o ela-
boran valores, representaciones y narrati-
6. La construcción –siempre abierta y con-
vas que configuran un sentido de
flictiva- de una identidad colectiva en -
pertenencia, un “nosotros” que los diferencia
tre los partícipes de los movimientos.
de un “los otros”; por ello, la identidad de los
7. Las dinámicas asociativas y organiza- movimientos se va rehaciendo y negociando
cionales que estructuran la acción colec- permanentemente en conflicto con las repre-
44
La Piragua
sentaciones y prácticas que sobre éstos ejer- habitus y memoria colectiva de resistencia;
cen el poder y los adversarios. La identidad estas redes sociales son el caldo de cultivo
es correlativa a los lazos de solidaridad que para la emergencia de asociaciones y pro -
se construyan al interior del movimiento; ya cesos de movilización.
sea en el ámbito cotidiano o alrededor de las Una última implicación del concepto
asociaciones y redes que generen o en la mis- presentado es que los movimientos sociales
ma movilización, los movimientos se van buscan incidir sobre los factores estructura -
construyendo como comunidades de sentido, les del sistema social que originan el con -
de voluntad y de futuro (Torres 1997). flicto sobre el cual se han construido. Es lo
Si aceptamos, con Melucci (1998), que los que Melucci (1999) denomina capacidad
movimientos sociales son redes en movi- para transgredir los límites del modelo so -
miento, debemos considerar que éstos se cial vigente; este potencial “subversivo”
construyen en una dialéctica entre organiza- convierte a los movimientos sociales en ac -
ción y movilización. A la vez que fortalecen tores políticos, ya que cuestionan el orden
tejido social, construyen espacios asociati- político, inciden en la definición de políticas
vos, organizan redes y crean instancias de públicas, amplían la democracia y contribu -
coordinación, los movimientos deben estar yen a formar ciudadanías críticas.
permanentemente “en pie de lucha”: salir a Con lo dicho, los movimientos sociales
la calle, realizar marchas y plantones. Si pri- no pueden ser considerados como una
vilegian lo organizativo, los movimientos co- “esencia” unitaria y homogénea, sino como
rren el riesgo de burocratizarse, pero si una construcción histórica conflictiva don -
privilegian la movilización disminuyen su de confluyen, entre otros, diferentes acto -
capacidad de consolidarse en el tiempo. Las res, racionalidades, formas organizativas y
organizaciones necesitan movilizarse para de movilización. Los movimientos sociales
mantenerse como movimiento, pero sobrevi- “empíricos” involucran diferentes dimen -
ven a estas acciones conformando una di- siones que los estructuran y múltiples posi -
mensión menos visible pero más sólida de los bilidades de desenvolvimiento: desviación,
movimientos sociales. competencia, control, cooptación, aglutina -
miento, solidaridades, rupturas y fragmen -
taciones, entre otros.
Si bien es cierto que los movimientos so-
...capacidad para transgredir los límites del ciales son considerados como una expresión
organizada de la sociedad civil, y no tienen
modelo social vigente; este potencial como objetivo principal disputar el acceso al
“subversivo” convierte a los movimientos gobierno y a los cuerpos colegiados a la ma -
sociales en actores políticos, ya que cuestionan nera de los partidos políticos, ello no nos
debe llevar a pensar que son apolíticos. Por
el orden político, inciden en la definición de
el contrario, la acción colectiva es política
políticas públicas, amplían la democracia y en la medida en que evidencia el carácter
contribuyen a formar ciudadanías críticas. político de todas las esferas de la vida social,
confronta al Estado y sus políticas, politiza
los sujetos que participan en ellos y amplía
las fronteras de la democracia y la ciudada -
La conformación histórica de los movi- nía.
mientos sociales se articula en diferentes Finalmente, los movimientos sociales
planos temporales: generalmente se incu- también son políticos en la medida en que
ban silenciosamente en la vida cotidiana construyen nuevas culturas políticas; no se
de los colectivos en su lucha en torno a sus agotan en la consecución de sus demandas
necesidades, ello va conformando lenta- o en la implementación o transformación
mente (larga duración) vínculos estables, de políticas estatales, sino que buscan
45
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
46
La Piragua
En efecto, se plantea que “desde los mo- Para efectos de este balance, nos de-
vimientos sociales y desde múltiples expre- tendremos en retomar los aportes de un
siones de las organizaciones de la sociedad texto que desarrolla de manera sistemáti -
civil, se enfatiza la necesidad de democrati- ca el tema de la relación entre ciudadanía
zar las democracias, darles sustantividad a y EP. Se trata de la intervención de Jorge
través de la participación activa y perma- Osorio en el taller “EP y Construcción de
nente de la ciudadanía y de radicalizarlas al Ciudadanía” desarrollado en el Foro Mun-
devolver el poder al mandato al pueblo y con dial Social de Porto Ale gre en enero de
un ejercicio participativo y democrático del 2001. Para el ex Secretario del CEAAL,
gobierno”. (2003: 5) hay seis contribuciones de la EP en la
En estas luchas democratizadoras, la construcción de ciudadanía:
EP cuenta con una rica experiencia acom-
pañando proce sos de vigilancia ciudada-
na, de gobiernos locales pro gresistas, de
La EP ha contribuido a
participación ciudadana en asuntos públi- ampliar el concepto de
cos y de interlocución con instituciones es- ciudadanía como el derecho a
tatales en cargadas de políticas sociales. tener derechos.
Pero también ha venido consolidando un
legado reflexivo acerca de las posibilida-
1. Desde la EP es posible construir una
des y limitaciones de estos ám bitos y cate-
educación para los derechos humanos y
gorías po líticas, tal como se confirma en el
la paz, a partir de prácticas concretas en
hábeas documental analizado.
torno a su defensa, promoción y exigibi -
Ya se ha señalado cómo uno de los
lidad de los mismos. La EP ha contribui -
campos temáticos preferidos, tanto en la
do a ampliar el concepto de ciudadanía
caracterización del contexto de EP como
como el derecho a tener derechos.
en su redefinición con ceptual, ha sido el
relacionado con los nuevos senti dos de la 2. La EP ha contribuido a entender la ciu -
democracia, la ciudadanía, lo público y la dadanía como un proceso de comunica -
sociedad civil. Con el ánimo de no repetir ción e identidad, más que una categoría
las consideraciones he chas, nos detendre- jurídica. Así, la acción educativa popu -
mos, inicialmente, en las consideraciones lar para construir ciudadanía es una
encontradas en los tex tos en torno a la ca- práctica cultural, presente, por ejemplo,
tegoría de ciudadanía; luego retomaremos en las experiencias de desarrollo local,
las alusiones a otros temas cercanos como de recuperación de memoria colectiva,
la democracia, lo público, el poder local y de formación de dirigentes.
las políticas públicas.
3. La EP ha posibilitado la construcción de
Es co mún encon trar en los ar tículos y
ciudadanía en cuanto a reconstrucción
eventos rea lizados des de el CEAAL, in-
de nuevos sentidos de vida; a partir de
sistentes re ferencias y llama dos pun tua-
Freire, la EP es una educación en valo -
les sobre la impor tan cia de lo ciu da da no
res éticos y estéticos.
en la construc ción democrática, en sus re-
laciones con lo po pu lar (Zar co 2002), de 4. La EP ha contribuido a construir ciuda-
su res ponsabilidad en la cons trucción de danía, como pedagogía que reconoce y
lo común a partir de la afirma ción de la articula diferencias y diversidad; así, se
diversidad y la diferencia (Zar co 2003), ha convertido en una propuesta educati -
así como del pa pel de la EP, es el for tale- va de la no discriminación, de la inter -
cimiento de la ciudadanía y la democrati- culturalidad y del diálogo de saberes.
zación de to dos los espacios co tidianos y
5. La EP aporta a la construcción de ciuda-
privados (Zar co 2000; Sali nas 2000; Ubi -
danía al construir una pedagogía de lo
lla 2000; Mar ti nic 2003).
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COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
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La Piragua
lecer desde la EP la agenda social y popu- tivas, de voluntad política para impulsarlas
lar? y la creación de mecanismos concretos de
Con respecto al tema de la EP y el po - cogestión de políticas como es el caso del
der local, el CEAAL realizó un taller den- presupuesto participativo.
tro del Foro Social Mundial del 2001, en el
cual intervinieron Rocío Lombera de Mé -
xico, Pedro Pontual de Brasil y Marcelo ...lo local es un espacio
Mateo de Argentina. A partir de sus apor- privilegiado para construir
tes, podemos ubicar algunos desarrollos
temáticos al respecto.
democracia participativa e
En primer lugar, se establece una dis- inclusión social. La
tinción entre gobierno local y poder local, participación requiere de
dándole a este último un carácter más am-
prácticas ciudadanas
plio en la medida en que incluye al primero
y a otros actores que intervienen en la cons- participativas, de voluntad
trucción y ejercicio de poder en un territorio política para impulsarlas y la
específico, no sólo en el municipio. El poder
creación de mecanismos
local tiene que ver con la capacidad que van
ganando los diferentes actores locales para concretos de cogestión de
conocer e incidir en su medio.
Para Lombera, en la construcción de
poder local intervienen simultáneamente El poder local también tiene límites; la
tres ámbitos: el socioeconómico, el socio- garantía de una buena participación y ges -
cultural y el sociopolítico. El primero bus- tión local, involucra otras instancias de go -
ca mejorar las condiciones materiales de bierno y esto conlleva al cambio de la propia
vida, el segundo, la construcción de suje- manera de funcionamiento de la máquina
tos e identidades culturales y el tercero, la pública; ésta debe modernizarse, flexibili -
construcción de relaciones democráticas. zarse, ser transparente en su gestión e invo-
A su vez, el poder local debe estar atento a lucrar más activamente a los ciudadanos.
otros aspectos como el componente técni- ¿Cuál es o debe ser el papel de la EP con
co, la dimensión de género, generacional, respecto al poder local? En ninguna de las
ecológica, étnica y ética. intervenciones queda claro. He aquí otro
reto más para ser retomado y desarrollado
al interior del CEAAL.
Finalmente, en el seminario de Córdoba
...¿hasta dónde son las estructuras se acordó asumir el tema de la EP y las polí -
ticas educativas. Las referencias al respecto
permeables al cambio y hasta qué punto son más bien escasas, salvo algunas afirma -
llegan? ¿les interesa a los partidos, más ciones generales sobre la importancia de la
preocupados en acceder al poder, incluir educación en los procesos de desarrollo y
emancipación social. También se afirma
agendas sobre lo social? ¿cómo fortalecer desde que desde la EP se han generado procesos
la EP la agenda social y popular? de rescate de las escuelas, vínculos con la
formación de maestros, debates sobre las
reformas educativas, interlocución con
otros enfoques educativos y propuestas cu -
Para Pontual, lo local es un espacio pri- rriculares; incluso, en algunos países, edu -
vilegiado para construir democracia parti- cadores populares han tenido presencia e
cipativa e inclusión social. La participación incidencia en los propios ministerios de
requiere de prácticas ciudadanas participa- educación.
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culturales particulares, que logra diferen- ro, sexuales, culturales), la reflexión sobre
ciarlas de otros grupos sociales. Pero además lo específicamente educativo de las prácti -
que logren construir un respeto por las múl- cas de EP ha quedado eclipsado. Esto se
tiples expresiones de estos colectivos, sin que confirma al no ser considerado como uno de
ello signifique el desconocimiento de los va - los ejes definidos en el Seminario de Córdo -
riados conflictos que como grupos sociales ba para la actual reflexión sobre las coorde-
han protagonizado en la lucha por sus dere- nadas conceptuales de la EP.
chos. Tal vez la explicación de este “olvido”
esté asociado a las concepciones mismas de
lo político y lo pedagógico predominantes.
En unos casos se parte de separar las dos di-
...esta separación entre lo político y mensiones, considerando lo político como
pedagógico no es posible en ninguna práctica un ámbito más englobante y estratégico,4
en detrimento de lo pedagógico, visto ins -
educativa, mucho menos en la EP, la cual por trumentalmente como “herramienta”,
definición ha significado una politización de la “práctica” o estrategia metodológica; en
educación y una pedagogización de lo político. consecuencia, se da prioridad a la “opción
política” da das las urgencias de la coyuntu -
ra surgidas por la lectura del contexto he -
3 . UN RECLAMO
RECURRENTE: EL DEBATE
cha desde la misma óptica paradigmática,
y las “tareas” que se le asignan a la EP es la
de instrumentalizar di chas demandas.5
SOBRE LO PEDAGÓGICO DE A nuestro juicio, esta separación entre
LA EP lo político y pedagógico no es posible en nin-
guna práctica educativa, mucho menos en
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® la EP, la cual por definición ha significado
una politización de la educación y una peda-
gogización de lo político. Si admitimos que
A pesar de que lo educativo pedagógico es las relaciones poder/saber son indisolubles
un componente indisoluble de la especifici- y atraviesan todas las esferas de la socie -
dad de la EP (de ahí su nombre) y que su dad, tenemos que admitir que el poder y la
identidad ha sido definida como práctica, política ya no sólo residen en el sistema po-
propuesta y corriente educativa, sorprende lítico, sino que permean todas las relaciones
que el debate sobre la cuestión pedagógica y prácticas sociales, y que la producción,
de la EP no haya sido abordado abiertamen- apropiación y recreación de saber no se li -
te en las publicaciones y discusiones produ- mita a los “espacios educativos formales”.
cidas por el CEAAL durante el período Si la especificidad del campo de la EP
analizado. está en abarcar prácticas, procesos y discur -
En la medida en que los énfasis del de - sos educativos desde una opción política
bate reciente han estado referidos a los emancipadora y orientados a poblaciones
cambios en el contexto, en su vocación utó- populares, organizaciones y movimientos
pica (nuevos paradigmas emancipadores), sociales, la reflexión pedagógico-política ha
en su opción política (democracia, ciudada- sido y debe ser consustancial a la EP. Esta
nía, políticas públicas), en su relación con preocupación, que algunas veces asume la
los movimientos sociales y en el problema forma de reclamo, estuvo presente, pero
de las discriminaciones (étnicas, de géne- marginal, en casi todos los eventos del
4 La mayor parte de las referencias a la política la asimilan al sistema político institucional: Estado, partidos,
esfera pública, políticas públicas, etcétera.
5 Una valiosa excepción son las reflexiones de Jorge Osorio sobre EP y ciudadanía presentadas en el numeral 2.5,
en la que se articulan creativamente las dimensiones pedagógica y política.
53
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
CEAAL durante el período estudiado. Dado las prácticas específicas (en el mejor de los
que nunca fue planteada como temática casos) o a las metodologías, técnicas y he-
principal de los debates, fueron frecuentes rramientas utilizadas en dichas prácticas;
las intervenciones de asistentes reclaman - en oposición, lo político es asumido como el
do por “la especificidad educativa de la EP”, plano de las orientaciones e intenciones
clamando por “recuperar espacio educativo emancipadoras y a las estructuras y actores
y pedagógico de la EP” o por “rescatar el de poder institucionales (Estado, políticas
tema de los aprendizajes” o el de “la produc - públicas, partidos, ciudadanía).
ción de conocimientos”. Siguiendo a Ricardo Lucio (1994), parti-
La intervención de Carmen, una asis - mos de diferenciar los conceptos de educa-
tente al panel “Actualidad del paradigma ción y pedagogía. El primero es el más
de la EP” en el Seminario de Brasil, es elo - amplio y se refiere a las prácticas sociales in-
cuente al respecto: “tengo la impresión de tencionalmente encaminadas a formar suje-
que cuando se habla de EP, si se colocase tos a través de la transmisión de unos
movimientos sociales daría lo mismo. Es valores, conocimientos y habilidades cohe-
como si se tratase del ideario de un movi - rentes con la concepción del mundo de quie-
miento popular democrático... La EP tiene nes las agencian. De este modo, la
una especificidad pedagógica, siento la fal- educación, como hecho histórico, está atra-
ta de ese elemento en las discusiones... vesado por las tensiones, intereses y proyec-
Hay mucha gente haciendo movimiento a tos en juego en una sociedad. Así, la EP es
través de la movilización popular, mas una, entre muchas prácticas educativas pre-
también, hay mucha gente haciéndolo des - sentes en nuestros países y que se diferencia
de la EP, que tiene una diferencia, que es por su intencionalidad emancipadora y su
ético y pedagógico”. (2002: 26) Maria do opción por el campo popular.
Carmo, por su parte, en fatizó: “Es preciso
colocar el contenido pedagógico de la EP
para poder distinguir una práctica pedagó -
gica de una práctica social y política”. En toda práctica educativa existe un saber
implícito, no siempre tematizado, que forma
Aporte a la reflexión: qué es lo pe-
dagógico en la EP parte del acervo cultural de la sociedad y
referida al “saber educar”; en la medida en que
Como un aporte a la reflexión sobre las ese saber se vuelve objeto de reflexión, hay
relaciones EP y pedagogía, a continuación
me permitiré compartir algunos aspectos
pedagogía.
que, a mi juicio, deben ser retomados para
profundizar en esta inaplazable discusión.
Inicialmente propondré un concepto no ins - En toda práctica educativa existe un
trumental de lo pedagógico; luego, apoyado saber im plícito, no siempre tematizado,
en las múltiples y dispersas referencias en - que forma par te del acervo cultural de la
contradas en la documentación analizada, sociedad y referida al “saber educar”; en la
destacaré el papel que ha jugado y debe ju - medida en que ese saber se vuelve objeto
gar como componente constitutivo de la EP de reflexión, hay pedagogía. Así, el saber
y como dimensión reflexiva de las intencio - pedagógico está referido a la tematización
nalidades, modalidades, sujetos, contenidos explícita sobre por qué y para qué se edu-
y metodologías de las prácticas educativas ca, con quiénes y cómo se educa. La cons-
populares. trucción contemporánea de pedagogía
Hemos señalado cómo en los discursos como disciplina, ha estado asociada a la
analizados la concepción predominante de sistematización de prácticas edu cativas y
lo pedagógico se circunscribe al ámbito de saberes pedagógicos producidos especial-
54
La Piragua
mente en contextos escolares. Esto no sig- todo campo social coexisten saberes
ni fi ca que pueda hablarse de una pe dago- socialmente legitimados junto con otros
gía de otras prác ticas educa ti vas como la subyugados, locales, que no logran ser for -
EP, en la medi da en que tam bién po seen malizados pero que al igual que los otros sa-
una inten cio na li dad, unos ám bi tos, unos beres, también circulan por múltiples
con te ni dos, unas metodologías y unos su- ámbitos y de diversas formas; esto se expre -
je tos que han sido sabidos y re fle xio na dos sa en una tensión permanente acerca de
por sus prac ticantes, en nues tro caso, los quienes pueden hablar “verdaderamente”
edu ca do res popu la res. sobre un determinado asunto como la salud
Reconocer la pedagogía como saber so- o la política, por ejemplo, y sobre cuál asun-
bre las prácticas educativas, susceptible de to es más o menos importante, por ejemplo,
ser sistematizado y conceptualizado y a los lo político o lo pedagógico. De este modo, a la
educadores como sus portadores, tiene im- pedagogía dentro del campo de la EP parece
plicaciones para el campo de la EP. Por un pasarle lo que le pasa a la pedagogía en ge -
lado, implica que una pedagogía de la EP neral: “existe como un saber disperso, frag -
debe preguntarse no sólo por el cómo (meto- mentario, y en muchos casos, marginal”.
dología), sino también sobre el por qué (sen- (Martínez Boom 1990: 10)
tido) y el para qué (intencionalidades),
sobre el dónde (ámbitos), el con quiénes (su-
jetos educativos), el qué (contenidos). En
torno a dichas preguntas, los diferentes es-
...el desafío más urgente de la
critos de Paulo Freire, arrojan valiosas pis- EP debe ser abordar su aspecto
tas. pedagógico: cómo aprende el
Por el otro, construir una pedagogía de la
EP exige necesariamente involucrar a los
pueblo, diferenciando lo
educadores populares como sujetos capaces específico de cada contenido y
de reflexionar desde y sobre sus experien- población con la que trabaja.
cias. Por ello, es urgente sistematizar expe-
riencias individuales en las diferentes áreas
históricas de trabajo de la EP, que permitan De este modo, reivindicar la discusión
elaborar “desde abajo” el mapa de preguntas pedagógica en la EP dentro del CEAAL es
y desarrollos conceptuales y metodológicos un asunto simultáneamente cognoscitivo y
presentes en las prácticas educativas popu- político. Cognoscitivo, porque permitirá re -
lares. conocer, sistematizar y potenciar el saber
pedagógico presente en las prácticas educa-
tivas populares y a la vez, empoderar a los
...reivindicar la discusión pedagógica en la educadores de base como sujetos del debate,
no como una concesión de los intelectuales
EP dentro del CEAAL es un asunto
de la EP o las ONG, sino como una necesi -
simultáneamente cognoscitivo y político. dad ineludible en la construcción de las
Cognoscitivo, porque permitirá reconocer, coordenadas conceptuales de la EP.
sistematizar y potenciar el saber pedagógico y
Pistas sobre la actual reflexión pe-
a la vez, empoderar a los educadores de base dagógica en CEAAL
como sujetos del debate...
Hechas estas consideraciones, podemos
afirmar que en la construcción de una refle -
Asumir la pedagogía como saber, tam-
xión pedagógica de la EP no partimos de
bién nos pone de presente las ya referidas
cero. Además del acumulado histórico pro -
relaciones, entre saber y poder; en efecto, en
ducido a lo largo de las últimas décadas,
55
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
cuya fuente principal –no la única- ha sido recorren en forma dialéctica cambios
el pensamiento y la obra de Paulo Freire, personales, transformaciones comunita-
podemos rescatar en el corpus de textos pro- rias, procesos locales, que buscan entron-
ducidos desde el CEAAL en los últimos cua- carse y nutrir transformaciones sociales
tro años, un conjunto de valiosos aportes globales”. (18)
sobre el lugar, sentido y contenidos de lo pe-
dagógico en la EP, los cuales retomaré a
continuación.
En primer lugar, son múltiples las refe-
rencias a la dimensión educati -
...la EP debe ser parte activa
vo-pedagógica de la EP. Así por ejemplo, en
en procesos que generen o
los artículos de La Piragua No. 18 que se reconstruyan intereses,
refieren a su especificidad, a las dimensio - aspiraciones, culturas e
nes que la constituyen y principios que la
identidades que aspiren al
identifican, además de hacer mención de
su intencionalidad política y vínculos con desarrollo humano.
otros actores y prácticas sociales, se seña -
lan rasgos pedagógicos. Veamos.
En el artículo de la Secretaría General Esta especificidad y ámbito de acción de
del CEAAL se afirma que “la EP es una ac- la educación popular, en los planos perso-
ción cultural, pedagógica y política” que tie- nal, colectivo, organizacional y de los movi-
ne dentro de sus principios el diálogo de mientos en espacios concretos y con
saberes entre los sujetos que participan del poblaciones específicas, la expresa Pilar
acto educativo, animados por el educador o Ubilla en los siguientes términos: “la EP se
educadora. En el artículo de Torres, se dice articula con la vida cotidiana, con las histo-
que la EP busca cumplir sus propósitos po- rias de vida, la construcción de identidades,
lítico-emancipadores, “trabajando en el con la memoria colectiva de la comunidad,
ámbito de la subjetividad” de los educan - para desde allí visibilizar cambios a partir
dos y a través de metodologías participati - de prácticas...” (2000: 54)
vas y activas. Felipe Rivas destaca como En términos más concretos, durante el
elementos constitutivos de la EP la produc - Seminario del Cono Sur (Santiago 2002), un
ción colectiva de conocimientos y diálogo educador paraguayo al presentar su expe-
de saberes. Por último, para Bertha Sali - riencia, afirmó que: “la metodología de capa-
nas (2000), el núcleo de la EP tiene dos citación se basa en los principios de la EP:
componentes pedagógicos: su metodología respeto activo a las personas, desarrollo de
dialéctica participativa y la especificidad capacidades colectivas para la defensa de los
de su contenido: la realidad. intereses propios de las personas y la cultura
Para esta misma autora, la fortaleza de social y organizativa de las comunidades”.
la EP es su modo de hacer las cosas; por tan- Vemos así que, desde la EP, el sujeto
to, su aporte debe ser “transferir su modo de educativo es simultáneamente el individuo
trabajar y con éste su pensamiento” a otras y el colectivo, en una perspectiva más am -
prácticas sociales y el desafío más urgente plia de construir actores y movimientos so-
de la EP debe ser abordar su aspecto peda- ciales. Como lo precisó alguien en el
gógico: cómo aprende el pueblo, diferen - Seminario de Córdoba, en la EP no son dico-
ciando lo específico de cada contenido y tómicas las transformaciones personales y
población con la que trabaja. colectivas, ni puede separarse sujeto de in-
En un mismo sentido, para la educado- tencionalidad del acto educativo.
ra María Rosa Goldar (Seminario Brasil), La especificidad educativa de la EP,
“la mayor riqueza de la EP es su capacidad además de trabajar con individuos y colecti-
de desarrollar procesos transversales que vos asumidos como sujetos en construcción,
56
La Piragua
también está definida por el ámbito especí- contextos que esto implica y profundizar
fico sobre el que actúa: su subjetividad. En más todo este enfoque”. (2003: 21)
función de avanzar en el logro de las inten- Esta exigencia de reflexión sobre los
cionalidades éticas y políticas emancipado- aprendizajes hacia la EP, se complementa
ras, las prácticas educativas populares con la pregunta acerca de los contenidos de
buscan incidir o afectar algún aspecto de la sus prácticas educativas. Además de los sa-
subjetividad de sus educandos, sea a través beres específicos propios de cada ámbito de
de la formación de su “conciencia social”, de acción (por ejemplo, los derechos humanos,
la “apropiación y construcción de conoci- la formación de dirigentes, la capacitación
mientos”, de la “formación de valores”, de la laboral), hay un criterio comúnmente acep -
ampliación de sus horizontes y visiones de tado y es que la EP debe tener como punto
futuro. En palabras de Raul Leis, “la EP de partida y punto de llegada, “la realidad
debe ser parte activa en procesos que gene- de los sujetos”.
ren o reconstruyan intereses, aspiraciones, Joao Francisco de Souza, en el Semi -
culturas e identidades que aspiren al desa- nario de Brasil, lo planteó en los siguien -
rrollo humano”. (2000: 58) tes términos: “¿cuáles son las exigencias
para el debate pedagógico? To mar la reali -
dad como objeto de conocimiento, el conte -
Una categoría central en las prácticas nido de los procesos pe dagógicos pasa a
ser la comprensión, la interpretación y ex-
educativas populares es la de “formación”; a plicación de la realidad y la elaboración de
diferencia de las prácticas escolares, en EP no proyectos para superar aquellos as pectos
que se presentaren como ne cesarios de
hablamos casi de “enseñanza”, sino de transformación y de cambio... El conteni -
formación de sujetos, formación en valores, do del proceso pedagógico debe ser la rea -
formación de conciencia. lidad na tural y cultural y sus
contradicciones en sus múltiples facetas y
diferentes exigencias. Las disciplinas ga -
Tal identidad formativa (de sujetos y nan importancia como un banco de in for -
de subjetividad) de la EP, plantea el pro - maciones que nos van a ayudar a
blema del aprendizaje; sin embargo, como comprender esa realidad”. (2002: 12)
señaló alguien en el taller de la Región Para terminar este balance de las refe-
Andina (2002), “hay déficit en el tema del rencias pedagógicas dispersas encontradas
aprendizaje. No hemos sistematizado en el conjunto de la producción del CEAAL
nuestros aportes en el tema y en eso el entre el 2000 y el 2003, me referiré a dos va-
CEAAL puede jugar un rol importante” (2). cíos o ausencias notables: una, el problema
En una perspectiva similar, durante el III de las orientaciones y propuestas metodoló -
Foro Social Mundial (2003), un participan- gicas; la segunda, el problema de la forma -
te reclamó la urgencia de la reflexión sobre ción de educadores.
la cuestión del aprendizaje en las prácticas Salvo escasas alusiones a que la “EP
educativas populares: debe desarrollar producción y apropiación
“Creo que habría que recuperar todo de conocimientos” o al “diálogo de saberes”,
esto que se ha estado debatiendo en el Foro no se visibilizan las reflexiones que pueden
Educativo, que es cómo centrar todo esto en estarse dando acerca de lo que ya se ha se -
los aprendizajes y alrededor de cómo circu- ñalado como “el legado más valioso de la
lan los diferentes componentes; porque he- EP”: sus formas de trabajo y sus “didácti -
mos descuidado mucho la parte pedagógica cas” específicas; es decir, hay un silencio a
desde este enfoque de la EP y hay que recu- las maneras como se concretan los princi -
perarla y ver todas estas aplicaciones en el pios éticos y las intencionalidades políticas
aula, en la comunidad, en los diferentes emancipadoras en las prácticas educativas
57
COORDENADAS CONCEPTUALES DE EDUCACIÓN POPULAR DESDE LA PRODUCCIÓN DEL CEAAL
58
La Piragua
rar las diferentes formas de discrimina- cia en las políticas educativas”, Noviembre
ción, son los ejes de discusión más 2002, Caracas, Venezuela.
relevantes en este momento. La EP debe Memoria del seminario de la Región
definir cuál es su aporte específico a estos Brasil “Educación popular y transformacio -
campos de debate que la desbordan. nes en Brasil”, Noviembre 2002, Camaragi -
La cues tión peda gó gi ca apare ce eclip- be (PE), Brasil.
sada en esta coyun tu ra, pero puede revi - Memoria del seminario de la Región
talizarse al re conocérsele su centra li dad Centroamérica “Prácticas y desafíos de la
en la EP y que una de sus forta le zas es su educación popular en Centroamérica”, No -
modo de traba jar con los sec to res po pula- viembre 2002, Managua, Nicaragua
res. La recons truc ción de cono ci mien to Memoria del seminario de la Región
pedagógico en la EP pasa por sis temati- Cono Sur “Crisis y malestar social en el
zar, inves ti gar y eva luar su acumu la do Cono Sur de América Latina: Lecturas des -
histórico, así como por le vantar un mapa de la Educación Popular”, Noviembre 2002,
de sus prácticas concre tas des de el saber Santiago, Chile.
de los edu ca do res. Un cla mor general en Memoria del seminario de la Región Cono
los diferentes eventos es re leer el pen sa - Sur “Vigencia del pensamiento de Paulo Frei-
miento de Freire en clave pre sen te, como re; educación para la construcción de ciuda-
una fuente inago ta ble de sabi du ría peda - danía autónoma”, Octubre-Noviembre 2001,
gógica y po lítica. Montevideo, Uruguay.
En este mismo sentido, es también im - Memoria del seminario latinoamerica-
portante analizar y fomentar la formación no CEAAL “Consolidando nuestro aporte a
de educadores populares; ésta debe poten- favor de la participación, la justicia social y
ciar su capacidad de ampliar la lectura de la democracia en América Latina”. Julio
realidad, comprender y conceptuar su pro - 2003, Córdoba, Argentina.
pia práctica. Si en la llamada refundamen- Núñez Hurtado, Carlos, et. al. Para
tación “quedaron por fuera los educadores construir el futuro, encuentro internacio-
de base”, en la redefinición de sus coordena- nal “Educar para construir el sueño; ética y
das para el nuevo siglo deben ser los sujetos conocimiento en la transformación social”,
los que la protagonicen. Febrero 2000, Guadalajara, Jalisco. Publi -
Como propuesta y proyecto en torno a lo cación Coordinada por Carlos Núñez Hur -
cultural, los horizontes y desafíos de la EP tado, VIII Simposium de Educación y
no deben agotarse en el corto y el mediano Valores, Cátedra Paulo Freire, México
plazo. En términos de Esther Pérez: “optar 2001.
por lo popular desde la cultura es una Relatoría del taller “Educación popular
apuesta a largo plazo”. Por ahora, es urgen- y construcción de ciudadanías”, CEAAL,
te reanudar las discusiones dentro del Foro Social Mundial, Enero 2001, Porto
CEAAL y reactivar sus espacios históricos Alegre, Brasil.
de debate como son la publicación de la Re- Relatoría del taller “Educación popular
vista La Piragua, las redes temáticas y los y poder local”, CEAAL, Foro Social Mun -
encuentros nacionales y regionales. dial, Enero 2001, Porto Alegre, Brasil.
Relatoría del taller “La educación popu-
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EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
64
La Piragua
las dé cadas de 1980 y 1990. A ello hay que de formar un “nuevo imperio” en un nuevo
sumar la caída del “socialismo real”, los momento de la historia, en un momento en
resultados específicos de algu nas expe - que hay señales de pérdida de legitimidad
riencias como la chi le na y la nica ra güen - y credibilidad de la política hegemónica es-
se y la no mate ria li za ción de los triunfos tadounidense.
populares en El Salvador y Guatemala, 4 En este contexto, y aún sin reponerse
todo ello generó la consiguiente pérdida de del impacto sufrido, la izquierda en frenta
referentes y de certezas en la izquierda lati- el desafío de revisar sus concepciones y
noamericana (y mundial). La fuerte hege- métodos; se inician movimientos fue ra de
monía del pensamiento único de derecha, las instituciones de antaño (partidos polí -
expresado en la máxima de Fukuyama del ticos y sindicatos), en los que Chiapas,
“fin de la historia”, el empobrecimiento cre- Seattle y Génova, entre otros, constituyen
ciente de la población y la crisis ética, políti- episodios que ejemplifican las articulacio -
ca y de valores con que vivimos en este nes internacionales de todo tipo de movi -
momento, son aspectos del contexto que miento so cial. En ese sentido el Foro
permiten comprender el proceso que experi- Social Mundial es emblemático.
menta la educación popular.
Durante la lectura también fue evi-
dente que, al igual que en su constitución
y afirmación, el llamado “proyecto de mo-
se observa un esfuerzo de
dernidad” no puede re ducirse a la dimen- resignificación del contexto en el
sión de la esfera económica. Su actuación que la dialéctica, en la tentativa
e influencia sobre las sociedades es total e
incide, aún para hacerse viable eco nómi-
de aprehender las
camente, en la esfera de la política re com- contradicciones, se articula con
poniendo el papel del Estado, mientras una visión más holística...
que en la esfera de la cultura actúa fuerte-
mente para formar un nuevo sentido co-
mún, conformando comportamientos y
En el ámbi to teórico, aun que de for ma
subjetividades que se “adhieren” a los va-
no siempre tan explí ci ta o tan categórica
lores y necesidades requeridos por el nue-
como la que escribo, hay dos propuestas
vo modelo de acumulación del capital.
prin ci pa les y diferenciadas bajo este nue-
No obstante, en el inicio del nuevo mi -
vo orden mundial. Una de ellas afirma
lenio comienzan a aflorar con fuerza las
que to da vía vivi mos en una so cie dad in -
contradicciones de las dos últimas déca-
dustrial, don de la explo ta ción del trabajo
das: 1980 y 1990.5 Asistimos a la tentativa
(manual e in telectual) de sempeña un pa -
4 El informe del encuentro internacional: Educar para construir el sueño: ética y conocimiento en la
transformación social, publicación coordinada por Hurtado (2000) vale la pena ser leído por el panorama que
ofrece de la realidad de muchos países latinoamericanos, principalmente los centroamericanos. Se sugiere,
también, la lectura de los capítulos I (Martínez y Garcés) y III (Rebellato), del cuaderno de la colección Educación
Popular: Educación Popular y alternativas políticas en América Latina, 1999, así como la lectura del punto I del
documento final La educación hoy y su concreción en nuestras prácticas educativas formales y no formales, que
trata de la lectura de la realidad de América Latina y que aparece publicado en la Revista Internacional Fe y
Alegría, número 3, 2002.
5 Las crisis provocadas por la especulación financiera afectan a los países de la periferia, como Corea, Rusia y los
países latinoamericanos; el poder de acumulación de la riqueza está concentrado en quinientas grandes
empresas transnacionales (80% de ellas estadounidenses) llevando a la concentración en diversos ramos al
tiempo que aumenta la pobreza y las diferencias sociales en todo el mundo (se estima que 800 millones pasan
hambre); la social-democracia fracasa y con ella la mediación realizada por el Estado en las relaciones entre
capital y trabajo; surge un bloque de países fuera de la hegemonía norteamericana: China, India, Irán y los
países del Medio Oriente, lo cual, según algunos analistas, ayuda a explicar la intervención militar de Estados
Unidos en Oriente y el ”deseo” de imponer el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). (Consulta Popular,
Brasil, marzo de 2002).
65
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
pel central en el empobrecimiento; que la do cu men tos y tex tos se ña lan como
lu cha de cla ses to davía existe; que el pro - ele men tos que im pul san la ne ce si dad de
tagonismo de las clases populares es fun - re sig ni fi ca ción-refundamentación de la
damental para garantizar y am pliar edu ca ción po pu lar, mostran do el ca rác-
derechos; que la identi fi ca ción de intere - ter in di so cia ble en tre edu ca ción popu lar
ses en la esfera de la pro duc ción con tinúa y los pro ce sos histó ri cos y so cia les.
-aunque no exclu si va men te- siendo im -
portante para la for mación de las iden ti -
dades, para la com pren sión de la
El campo popular es consecuencia de un
dinámica de los conflic tos y para hacer
supuesto del que parte el análisis de la
que las es tra te gias de su peración sean realidad que comprende la dinámica generada
via bles. por la interrelación entre una cantidad
En contraste, la otra afirma que vivi-
mos en una sociedad post-industrial o de
significativa de fuerzas políticas y culturales
conocimiento; que la esfera de la produc - que se articulan conformando campos sociales
ción perdió su poder explicativo; que la di - que siempre guardan relación con la esfera de
námica del movimiento social no reside
la economía.
más en la lógica del conflicto capi -
tal-trabajo; que la esfera de la producción y
del trabajo pierden la centralidad y que 1.2 Mas allá de la educación
otras dimensiones (como el género, edad, popular, una resignificación-
religión y ecología entre otras) pasan a ser reundamentación-reorientación
más importantes para la constitución de en el campo de lo popular
identidades de los sujetos sociales; que la
solidaridad de intereses se organizaría in - Otro elemento que quedó claro a partir
dependientemente de las condiciones ma - del análisis de los documentos y textos, es
teriales y que la acción co lectiva resultaría que la problemática vivida por la educación
no de acciones de clase y sí de la manifesta - popular -o mejor dicho, por los sujetos indi-
ción de movimientos sociales volcados ha - viduales y colectivos e instituciones que la
cia cuestiones post-materiales. asumen a partir de las décadas de 1980 y
Sin em bar go, du ran te la re vi sión del 1990- no puede estar disociada de los pro-
ma te rial ana li za do se ob ser va un es fuer - blemas vivenciados por el campo popular
zo de re sig ni fi ca ción del con tex to en el latinoamericano (muchas veces designado
que la dia léc ti ca, en la ten ta ti va de en los textos, como izquierda).
aprehen der las con tra dic cio nes, se ar ti - En todos los países latinoamericanos,
cu la con una vi sión más ho lís ti ca, en el en diferentes décadas a partir de la segun-
sen ti do de in te rre la cio nar as pec tos eco - da mitad de 1960 y en un proce so que se
nó mi cos, cul tu ra les, an tro po ló gi cos y po- inicia con el movimiento de resistencia a
lí ti cos que se mez clan, hacien do más las invasiones española y portuguesa, 6 se
com ple ja la lec tu ra de la rea li dad y, prin - conforma lo que en algunos textos es deno-
ci pal men te, una vi sión más in te gral en minado “campo popular”.7 El campo popu-
los mo dos de in ter ve nir. El mo vi mien to lar -aun que no siempre de forma explícita
de la rea li dad y la trans for ma ción de los en los textos- es consecuencia de un su-
con tex tos son, por tan to, fac to res que los puesto del que parte el análisis de la reali-
6 Se sugiere la lectura del capítulo II, “La educación popular en perspectiva histórica”, en Educación popular y
alternativas políticas en América Latina, cuaderno de la colección Educación Popular, 1999. En este capítulo, en
la reconstitución de los procesos de educación popular en países como Brasil, Bolivia, Cuba y México es evidente
la conformación de campos populares en los mismos.
7 En una lectura de la realidad brasileña de las décadas de 1980/1990, usé también esta denominación, sumada a
la palabra democrático -Campo Democrático y Popular (CDP)- Paludo, 2001.
66
La Piragua
dad que comprende la dinámica generada nizaciones de los trabajadores, los diversos
por la interrelación entre una cantidad movimientos populares, los partidos políti-
significativa de fuerzas políticas y cultu- cos y también lo que se caracterizó como cen-
rales que se articulan conformando cam - tros de educación popular, que más tarde, a
pos sociales que siempre guardan relación mediados de la década de 1990 se denomina -
con la esfera de la economía. Estos campos ron organizaciones no gubernamentales
tienen “visiones sociales del mundo” que (ONG). Éstas desempeñaron, y todavía de-
orientan tanto las formas de teorizar la sempeñan, un papel significativo en el deno-
realidad, como sus acciones. minado “movimiento de educación popular”.
Los campos populares se constituyeron
como movimientos contra-hegemónicos y se
orientaron por utopías de transformación
social caracterizadas con las más diversas Hay, por lo tanto, un carácter
denominaciones entre las que se pueden ci- indisociable entre educación
tar: proyecto histórico; proyecto libertador;
nuevo contrato social; nueva sociedad; so-
popular y procesos sociales e
ciedad justa, democrática, participativa y históricos, esto es, del
solidaria; proyecto alternativo de sociedad; movimiento de la educación
sociedad sin oprimidos y sin opresores; so -
ciedad socialista.
popular en el interior de los
La formación de estos campos, así como procesos sociales orientados por
la formación del movimiento de educación utopías transformadoras.
popular, a partir de la segunda mitad de la
década de 1960 sufrió diversas influencias
como la del Concilio Vaticano II, de los do -
Los nuevos contextos y realidades, que
cumentos de Medellín y de la propuesta de
se imponen en el continente la tinoamerica -
la teología de la liberación, del ideario de
no a partir de las décadas de 1980 y 1990,
Paulo Freire, de las experiencias de la revo-
generaron una profunda crisis en los refe-
lución cubana y de la nicaragüense, la expe-
rentes del campo popular. De manera que si
riencia de Chile, México y de otros procesos
bien el eje de reflexión es la educación popu -
en curso en el continente, de la teoría del de-
lar, del análisis de los textos y documentos
sarrollo y de la teoría de la dependencia.
concluyo que la dinámica de la educación
Además, estaba la revolución soviética y
popular, como un todo, abarca las grandes
posteriormente la China, y el pensamiento
cuestiones que preocupan a las organizacio -
marxista que animaban el fortalecimiento
nes y a los educadores populares, por lo que
de la sociedad civil latinoamericana y, en su
acaban permeando el conjunto de organiza -
interior, un fuerte movimiento en el sentido
ciones y personas que conforman el campo
de la construcción de la organización popu-
popular (o lo que todavía existe de él) en los
lar autónoma, con conciencia de clase y em-
países latinoamericanos. Hay, por lo tanto,
bebida del deseo de construcción del “poder
un carácter indisociable entre educación po-
popular”.
pular y procesos sociales e históricos, esto
Estos campos, como queda evidente en
es, del movimiento de la educación popular
las lecturas, no eran homogéneos, se divi-
en el interior de los procesos sociales orien -
dían en diferentes corrientes que, no con
tados por utopías transformadoras.
poca frecuencia, entraban en conflicto en -
De esta forma, los interrogantes surgi-
tre sí e incluían parcelas significativas de
dos de los nuevos contextos de la realidad
las clases populares, intelectuales compro-
están siendo resignificados, refundamen -
metidos, militantes, activistas, personalida-
tados y reorientados más allá de la educa -
des y estructuras de mediaciones, como las
ción popular. Ellos nos hablan de un
diversas organizaciones de iglesias, las orga-
67
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
2. ELEMENTOS GENERALES
DEL PROYECTO QUE LOS
abordan las necesidades y derechos básicos
como techo, tierra, trabajo, salud y educa-
ción, gana prioridad la lectura política en
EDUCADORES POPULARES Y un sentido amplio: la cultural, la medioam-
EL CAMPO POPULAR biental, la religión, la brecha generacional,
RESIGNIFICAN-REFUNDAMENT la sexualidad, la ética y la estética.
AN, Y CUYAS BÚSQUEDAS Y
PROFUNDIZACIONES
NECESITAN SER IMPULSADAS P arece ser que el punto de referencia, el
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
parámetro para el análisis de la realidad se
escindió del “hombre económico” para
68
La Piragua
Por lo presentado en los textos, esta nueva “excluido” o “zona de riesgo”) a la categoría
situación es el parámetro desde el cual los de ciudadano.
educadores populares reflexionan sobre sus
prácticas y los propios campos populares.
Todavía es posible observar un análisis
bastante coincidente del significado que tie-
Históricamente lo popular, a
ne el re-direccionamiento del proyecto de la
partir del proyecto de la
modernidad y de sus consecuencias para las modernidad, fue y continúa
clases populares y las sociedades del conti- siendo el pueblo. El pueblo es
nente. Entre tanto, la lectura de los docu-
visto, todavía hoy, por el proyecto
mentos y textos remite a la necesidad de
profundizar el conocimiento del campo po - hegemónico como lo particular
pular de cada país. Ya no son suficientes re- de lo universal político,
ferencias rápidas. Es necesario profundizar considerado el conjunto de los
en el análisis. Además, aunque algunos do-
cumentos y textos hagan referencia a la cri- ciudadanos. Tanto es así que la
sis de referentes y de identidad de los propuesta del proyecto, es elevar
antiguos centros de educación popular -las lo popular a la categoría de
actuales ONG-, ninguno de ellos hace un
análisis más detallado de los orígenes, del
ciudadano.
papel desempeñado históricamente y del
papel que muchas de ellas pasaron a asu - Temidos cuando organizados en movi-
mir a partir de las trasformaciones mundia- miento y en lucha, elogiados en los discur -
les que siguen en curso. He anticipado que, sos en épocas de elecciones, lo popular es
por ejemplo, muchas de ellas sucumbirán a plural, complejo, multifacético, presentan -
las proposiciones hegemónicas. do marcas de conformismo, mas también de
resistencia y rebeldía.8 Una multitud de
b) Lo popular, las clases populares personas explotadas, dominadas, no valori -
y el campo popular zadas, sin techo, sin tierra, sin alimenta -
ción adecuada, sin trabajo o con trabajo
En las interrogantes expresadas por los precario, sin acceso a los bienes culturales,
participantes en los encuentros referidos, desvalidos (personas mayores y niños aban-
se manifiesta reiteradamente la duda: donados), pero también luchadores y lucha -
“pero, ¿qué es eso de lo popular?”. Por el doras individuales que, para sobrevivir, se
conjunto de los aportes, es posible hacer articulan, se organizan y se ponen en mar -
una distinción entre lo popular, las clases cha contra la violencia segregadora, porque
populares y el campo popular. se saben segregados, se tornan, como dice
Históricamente lo popular, a partir del uno de los textos,9 en el “pueblo político”,
proyecto de la modernidad, fue y continúa conforman lo que se llama clase popular -de
siendo el pueblo; los no-pueblo siempre potencial real porque están en movimiento
fueron los con dinero y los con poder y cul- y en lucha- y poseen, como dice Freire
tura. El pueblo es visto, todavía hoy, por el (1987), potencial de (re)fundación social.
proyecto hegemónico como lo particular de La articulación de las diversas organi-
lo universal político, considerado el con- zaciones del pueblo político con sus aliados
junto de los ciudadanos. Tanto es así que la (como las ONG, las iglesias, los partidos, las
propuesta del proyecto, hoy hegemónico, es personalidades, los intelectuales compro -
la de elevar lo popular (también llamado lo metidos, etcétera) es lo que conforma el
69
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
10 Existen aportes interesantes en todos los textos sobre este tema. Hay diversidad y el estado de elaboración de las
alternativas puede verificarse en las lecturas de Martínez y Garcés, que hacen un aporte sobre las alternativas
desde referentes más clásicos; Rebellato hace un aporte sobre un paradigma emergente. Ambos textos aparecen
en el cuaderno de la colección Educación Popular Educación popular y alternativas políticas en América Latina,
1999. Por su parte Streck aborda la necesidad de hacer otro contrato social, véase Memoria de la Jornada
Latinoamericana y Caribeña de Educación y ecumenismo, CELADEC, 2003. Los documentos de Fe y Alegría
remiten a la fe, los valores cristianos y a las enseñanzas y ejemplo de Jesús como referencias, 2001.
70
La Piragua
11 Tal vez ahí resida uno de los centros de contraposición en este momento histórico al proyecto hegemónico:
proponer otro proyecto de desarrollo para la nación, sostenible, solidario, cooperativo. En Brasil no se llegó a esto,
mas existen sectores del campo popular, como el que se articula en torno de la llamada Vía Campesina, formada
por movimientos sociales campesinos, que ya avanzó bastante en la formulación de otro proyecto de desarrollo
para el campo en Brasil. Son elementos fundacionales de esta proposición: 1) el control popular del espacio rural;
2) el cambio del modelo tecnológico; 3) nuevas formas de organización del campesinado brasileño y nuevas formas
de organización económica; 4) redefinición del papel del Estado; 5) soberanía alimenticia; 6) nuevas fuentes de
energía, tecnología y control, producidas y controladas por la comunidad; 7) calidad de vida y nuevas relaciones:
acceso libre a la información, salud, educación, relaciones de género, generacionales, recreación, vivienda... Bajo
esta perspectiva, la experiencia Desarrollo rural: un enfoque generacional, presentada por Rigoberto Concepción
y Milton Martínez, es muy esclarecedora (Revista Internacional Fe y Alegría, 2002).
71
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
Llama la atención que ninguna de las atribuido a las clases populares y a sus
experiencias relatadas presente la dimen - organizaciones en el proceso de transfor-
sión de la movilización popular organizada mación. A diferencia de lo que existía en
incidiendo en cuestiones estructurales. 12 las décadas de 1980 y 1990, el protagonis-
Eso remite a la discusión de las relaciones mo popular perdió fuerza, de modo que hoy
entre estructuras (lo que está instituido o parece haber una confusión muy grande en
en vías de institución) y las acciones de los lo que se refiere al papel de las organizacio-
sujetos en la vida cotidiana. La estructura, nes y sujetos que se proponen transformar
lo que está instituido condiciona la vida co - la sociedad. Afirmar la autonomía y el pro-
tidiana y el proceso de institucionalización tagonismo popular, por lo tanto, entre
de nuevas estructuras puede indicar o de - otros aspectos, significa repensar las esfe-
sembocar en mayor condicionamiento. Un ras sociales (pastoral, popular, adminis-
ejemplo de eso es el ALCA (Área de Libre traciones populares, sindical, partidos,
Comercio de las Américas). La tentativa de etcétera), los sujetos que participan en
su institucionalización es un buen ejemplo ellas y cómo deben ser las relaciones entre
porque permite verificar las estructuras y ellas y el papel de los sujetos que las consti-
sus procesos de cambio. En este caso, con - tuyen.
cluido el proceso, lo que tendremos son con -
secuencias serias sobre y para la vida
cotidiana. Ahí parece residir la importancia
de, además, construir procesos cotidianos ...el discurso del pueblo como sujeto de
de mejora de la calidad de vida (y de otro (y de la) transformación, tanto de su vida como
modo de vida), estar atentos (y en lucha) a de la sociedad, se pierde en un discurso vacío y
los cambios que se irán procesando en las
estructuras.
los agentes de mediación acaban atribuyéndose
el papel de realizar la transformación de la
e) Nuevos espacios y sujetos que calidad de vida de las clases populares y de
construyen, los sujetos y las
estructuras de mediación y el pa-
toda la sociedad.
pel de la organización política y
autónoma del pueblo
Esto es fundamental porque, en este
Aquí abordamos la necesidad de profun- momento, y no solamente en Brasil por lo
dizar en cuestiones que se interrelacionan y que pudimos observar en algunas críticas
que, de algún modo, están presentes en el en los textos leídos, en las relaciones que se
conjunto de los textos. establecen en múltiples ámbitos, hay una
La primera se refiere a los nuevos espa- tendencia en las organizaciones populares
cios y sujetos que construyen procesos a ser tuteladas y/o institucionalizadas por
trasformadores. ¿Quiénes son estos suje - las demás. En una o en otra situación, el
tos?; ¿será que hoy, para el campo popular discurso del pueblo como sujeto de (y de la)
todavía existen los sujetos históricos y que transformación, tanto de su vida como de
estos sujetos son efectivamente las clases la sociedad, se pierde en un discurso vacío
populares?, o ¿será que los sujetos históri - y los agentes de mediación acaban atribu-
cos son los agentes de desarrollo instalados yéndose el papel de realizar la transforma-
en las más diversas instituciones y hasta ción de la calidad de vida de las clases
en los mismos gobiernos democráticos y po- populares y de toda la sociedad.
pulares? Entonces tenemos aquí un proble - La segunda es consecuencia de la pri-
ma desde el punto de vista del papel mera y demanda un esfuerzo para explici-
72
La Piragua
13 Para la apropiación de estas diferentes interpretaciones ver la obra organizada por Scherer-Warren y Krischke
titulada Uma revolução no cotidiano? Os novos movimentos sociais na América do Sul (1987).
73
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
versas organizaciones del campo popular (y, rescate. Por ello, y considerando la educa-
específicamente las agrícolas y campesinas) ción en su especificidad, planteo algunas
con otros campos de la sociedad. Los textos ideas sobre los siguientes aspectos: qué res-
no definen si la forma de relación contiene cata el movimiento de educación popular;
la ruptura como punto de referencia, lo que qué resignifica-refundamenta y qué otros
significaría negociación articulada con la aspectos necesitan mayor profundización.
idea de conflicto y ruptura, si bien, necesa -
riamente, bajo la perspectiva de la noción a) Rescates realizados por el movi-
de proceso.14 miento de educación popular
3 . EL MOVIMIENTO DE
EDUCACIÓN POPULAR
Un primer rescate importante es el de la
historia de la educación popular. Los antece-
dentes históricos la remontan principalmen-
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® te al final del siglo XIX e inicio del siglo XX,
desarrollándose, particularmente, en el co-
mienzo de la década de 1960 y teniendo el pe-
Todos los documentos y textos, de una forma ríodo de mayor expansión en la de 1980. A la
u otra, abordan el choque y la crisis que la educación popular se le sigue presentando
educación popular tuvo a partir de la segun- como resultado de la historia latinoamerica-
da mitad de la década de 1990. No obstante, na, vinculada con los procesos so-
en el período que fueron escritos la mayoría cio-culturales y políticos del continente, al
de los textos (2000-2003), puede decirse que ideario de Paulo Freire, de la teología de la li-
hay en la teorización y práctica de la educa- beración, de las teorías del desarrollo y de la
ción popular una tendencia hacia la resigni - teoría de la dependencia, del referencial mar-
ficación-refundamentación, articulada a un xista y de las experiencias revolucionarias
movimiento de rescate de lo que podemos ocurridas en el mundo y también en América
llamar “núcleo duro” de la educación popu- Latina. Merece destacarse en este rescate, la
lar. relación establecida entre la educación popu-
lar y los momentos históricos en cada una de
sus fases. Esto es, la postura que toma la edu-
Merece destacarse en este cación popular frente al movimiento o avance
del proyecto hegemónico y el avance del movi-
rescate, la postura que toma la
miento popular, de sus luchas e intencionali-
educación popular frente al dades políticas.15
movimiento o avance del proyecto Un segundo elemento importante es la
hegemónico y el avance del presentación de la educación popular, al
mismo tiempo como práctica y como teoría,
movimiento popular, de sus esto es, como una concepción educativa.
luchas e intencionalidades Como práctica, la educación popular está
políticas. vinculada al acto de educar, a una multipli-
cidad de acciones o prácticas educativas
plurales, con diferentes y diversas caracte-
En este sentido, en las próximas líneas rísticas, orientadas por una intencionalidad
considero un doble “movimiento de la edu - transformadora. Como teoría, la educación
cación popular” en este periodo histórico, popular es una pedagogía, una teoría de la
analizando lo que definí como refundación y educación, siempre en proceso de revisión y
14 Vale destacar que, para Freire (1985), la construcción de una conciencia en proceso de humanización ocurre en el
conflicto y en la revelación de las raíces estructurantes de este conflicto, que son elementos centrales para la
construcción del sujeto en proceso de transformación y con ella comprometido.
15 Prácticamente todos los documentos y textos hicieron referencia a la historia de la Educación Popular.
74
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
16 Ver especialmente los documentos de Fe y Alegría que presentan una reflexión importante y bien detallada sobre
la pedagogía de la Educación Popular en los espacios formales de educación, así como algunas experiencias. Esta
organización actúa también en espacios no-formales. Vale la pena leer la síntesis de la Educación Popular
Cristiana, contenida en la Memoria del VI Curso Latinoamericano de CELADEC, 2003.
17 En Brasil, muchos movimientos sociales populares como el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) y la
Central Única de los Trabajadores (CUT) poseen experiencias de escolarización en todos los niveles. Muchas
administraciones populares poseen como referencia la concepción de educación popular. Lo que se ha percibido
en Brasil, es que algunas escuelas han participado en este movimiento de renovación, abriéndose a un
movimiento socio-cultural más amplio; realizando la educación contextualizada; produciendo enseñanza,
investigación y conocimientos relevantes para la intervención en la realidad; estableciendo nuevas formas de
relación con la comunidad; creando nuevas maneras y formas de educar; respetando la diversidad cultural;
construyendo nuevas formas de organización de la base curricular; innovando en los tiempos, superando la
evaluación seriada; instituyendo la práctica del trabajo cooperativo. No obstante, es importante mencionar que
en las escuelas dirigidas por movimientos populares, las contradicciones en la práctica de la educación popular,
desde los espacios formales, han presentado grandes polémicas, contradicciones y desafíos.
76
La Piragua
18 La concepción hegemónica es la que emana del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco
Interamericano de Desarrollo (que tienen por detrás el Grupo de los 8 –los países más ricos del mundo– entre
ellos Estados Unidos). Se sabe que el proyecto pensado y puesto en práctica por estos organismos internacionales
y por el G8 es el neoliberalismo, y se sabe lo que esto significa: pérdida de soberanía, abrogación de derechos,
desempleo y aumento de la pobreza. En educación, este proyecto se desdobla en el entendimiento de la educación
popular como educación de los pobres. La política es la de privatización de la educación; deja de ser derecho y se
torna mercancía que se compra y vende en el mercado. La educación pública se restringe a la educación básica
para los pobres, realizada en coparticipación con la sociedad civil. Existe la descentralización interna en los
países y centralización en nivel global de la formulación de la política, de la concepción de educación, del
monitoreo y del financiamiento de la educación. La educación es vista como inversión que genera incremento de
la productividad de los individuos en el mundo del trabajo y mejora la calidad de vida. El mercado dicta la
demanda y pauta del proyecto pedagógico. Hay una adecuación de la concepción y de la práctica educativa a las
demandas del nuevo parámetro de acumulación capitalista. Esta práctica educativa apunta a la formación de un
hombre polivalente, flexible en su capacidad de trabajar abstractamente, que sepa trabajar de forma
participativa y se exprese en la pedagogía de la calidad total. La otra concepción es la que emana de la Familia de
las Naciones Unidas (ONU). Esta concepción entiende la educación popular como educación para el cambio.
Tiene su formulación más acabada a partir de la Conferencia de Educación para Todos (Tailandia 1990). Trabaja
con una concepción amplia de educación: educación formal (escolarización, con especial interés en la educación
básica), educación infantil, educación de jóvenes y adultos, educación profesional. Rescata el concepto de
educación permanente y de educación para toda la vida. La ONU realiza una articulación de la educación con el
paradigma del desarrollo humano, esto es, desarrollo centrado en la calidad de vida para que pueda haber
desarrollo sostenible y desarrollo económico con equidad. El bien-estar es el objeto de las acciones educativas que
deben ser complementadas por otras políticas públicas (salud, vivienda, trabajo) para que exista desarrollo
humano. La educación se centra en las necesidades básicas de aprendizaje: instrumentos, contenidos,
habilidades y valores. El aprendizaje debe estar al servicio de la calidad de vida, coparticipación entre Estado y
sociedad. Recupera el papel del Estado en las políticas públicas y establece una relación entre desarrollo
económico y desarrollo humano, propone que la educación contribuya a erradicar la pobreza por medio del
desarrollo sostenible. Esta concepción, aunque busque rescatar el papel de las políticas públicas y la dimensión
del derecho del pueblo a la educación, se vincula a una propuesta de cambio o de mejora del capitalismo. Aunque
critica al neoliberalismo, no hace una crítica radical a ese proyecto. No propone cambio en las estructuras,
solamente busca un capitalismo humanizado o humanizar el capitalismo (Paludo, 2001). Vale la pena leer el
texto de José Rivero M. que analiza El Cambio Educativo en América Latina, en Jornada Latinoamericana y
Caribeña de Ecumenismo, CELADEC, 2003.
77
EDUCACIÓN POPULAR: DIALOGANDO CON OTRAS REDES LATINOAMERICANAS
ción que interesa hoy para las clases dad de la resignificación de la concepción de
populares, entrando más en las especifici - educación popular. Así, el proceso de refun-
dades de una propuesta políti - damentación tiene y gana otro sentido, por-
co-pedagógica. Qué es una educación de que se realiza desde una determinada
calidad para el pueblo, practicada desde la dirección, desde un determinado norte que
concepción de la educación popular: ¿una es el compromiso histórico, ético, político y
educación que capacite para los desafíos de pedagógico de la educación popular con la
sobrevivir y de ser protagonista de la formación humana emancipadora de las
transformación?; ¿una educación que eleve clases populares, con su autonomía y prota-
al sujeto popular a la “condición de dirigen - gonismo y con un proyecto de futuro para la
te, para participar, formular y decidir humanidad, que sólo será posible con la
“quién dirige”?; ¿cuáles son los aprendiza - transformación de lo actual. Necesitamos
jes necesarios?; ¿cuáles son sus conteni - seguir adelante, practicando y formulando,
dos?; ¿cómo se realiza la capacitación a partir de lo (re)afirmado. Este parece ser
téc ni ca de las clases po pulares, que se el gran desafío.
torna cada día más nece sa ria?; ¿cuál es la
im por tan cia del cono ci mien to histórico Dossier consultado
acu mu la do en la educación de lo po pu -
lar?; ¿a par tir de qué teoría del co noci - Arce, Mariela, “Alforjas llenas de espe-
miento?; ¿cuá les son los méto dos?; ¿qué ranzas y experiencias de educación popu-
contenido da mos para la expre sión me to - lar; cinco ideas para compartir”.
Encuentro internacional Educar para
construir el sueño; ética y conocimiento en
la transformación so cial, febrero, 2000,
Se transitó de la crisis de la Guadalajara, Jalis co. Pu blicación Coor-
resigificación-refundamentación dinada por Carlos Nú ñez Hurta do, VIII
Sim po sio de Edu cación y Valo res, Cá te-
a un momento de rescate de dra Pau lo Frei re, Mé xico 2001.
raíces y de continuidad de la CELADEC, Cuadernos de estudio Nue-
resignificación de la concepción vas identidades, miradas y espejos... Voces y
ecos, Memoria del VI Curso Latinoamerica-
de educación popular. no de la Comisión Evangélica Latinoameri-
cana de Educación Cristiana (CELADEC),
núm. 36, 2002.
dología dia léctica (práctica, teo ría, prác - _____, Memoria de la “Jornada Latinoa-
ti ca)?; ¿cómo se des doblan los métodos en mericana y Caribeña de Educación y Ecu -
los dife ren tes proce sos: en la elaboración menismo”, Porto Alegre, 2003.
y con duc ción de proce sos edu cativos, en Centro Memorial Dr. Martin Luther
la sis te ma ti za ción de prácti cas, en la or - King Jr., notas del taller “Educación Popu-
ganización po pular, principalmente en el lar”, III Foro Social Mundial, Porto Alegre,
ini cio del proceso orga ni za ti vo y en la enero 2003.
conducción-dirección de los pro ce sos?19 Educación popular y alternativas políti-
A manera de conclusión podemos decir cas en América Latina, vol. 1, Editorial Ca-
que el momento vivido por la educación po - minos, La Habana, 1999.
pular parece ser otro. Se transitó de la crisis Fe y Alegría, Documento Base del
de la resigificación-refundamentación a un XXXIV Congreso Internacional “La Calidad
momento de rescate de raíces y de continui -
19 Fe y Alegría presenta sobre todo para los procesos formales un nivel de reflexión a partir de la experiencia
bastante profunda y detallada. Vale la pena leer sus documentos y textos.
78
La Piragua
79
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
Pilar Ubilla1
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
1 Profesora e investigadora de la Multiversidad Franciscana para América Latina (MFAL) y, desde el 2000 a la
fecha, es la Coordinadora de la Maestría de Educación Popular. Comenzó su trabajo como educadora en los años
setenta en el CIDC (Centro de Investigación y Desarrollo Cultural) y fue co-fundadora y presidenta de la
Cooperativa Hacer de Sur. Ayudó conformar el Grupo Praxis con José Luis Rebellato, desarrollando procesos de
educación popular desde la perspectiva del poder local y la investigación.
80
La Piragua
retornan y reaparecen en diferentes momen- miento complejo tanto como éste segrega los
tos, reelaborados, pronunciados con otro tono, antídotos contra la simplificación. Hay que
protagonizando otra inflexión. seleccionar, focalizar en lo real, pero saber
Considerar los principios de trastoca- que focalizamos y seleccionamos, recorta -
miento, discontinuidad, especificidad y ex- mos lo que nos interesa de una realidad y
terioridad, enfrentando las nociones de difuminamos el resto. Lo importante es sa -
acontecimiento, serie, regularidad y condi- ber permanentemente que simplificamos
ción de posibilidad, junto a los tradicionales por razones prácticas. Debemos ver que, al
de creación, unidad, originalidad y signifi- mismo tiempo que somos producto de una
cación y reconocer una ‘pequeña (y quizás evolución biológica, la noción de evolución
odiosa) máquina que permite introducir en biológica es producto de una evolución so-
la misma raíz del pensamiento, el azar, el ciocultural. La ideología es “teoría” cuando
discontinuo y la materialidad’. Una máqui- es abierta y acepta ser discutida, o sea, refu -
na que revoluciona la historia y la filosofía tada por la prueba de los datos fenoménicos
atacando el mito del progreso que las unía. y del razonamiento. La ideología es “doctri -
Una máquina que rompe la división entre na” cuando se cierra sobre sí misma, ha-
historia de los hechos e historia de las ideas, ciéndose inmune a toda irrupción de lo real
entre idealismo y positivismo, entre liber- fenoménico, del evento no previsto.
tad del sujeto trascendental y necesidad del
objeto empírico. Una máquina que se en-
frenta al principio de inteligibilidad históri- Una teoría no es el
ca que consiste en despreciar el evento. Una conocimiento, permite el
máquina, en fin, que nos permite romper el
continuo que la cronología desearía impo- conocimiento. Una teoría no es
ner, no siguiendo una secuencia delimitada una llegada; es la posibilidad de
e inamovible, sino pasando de uno a otro y una partida.
ensayando distintas articulaciones.
Una teoría no es el conocimiento, permi-
te el conocimiento. Una teoría no es una lle- Un nuevo paradigma comporta incerti-
gada; es la posibilidad de una partida. Una dumbres y antagonismos, al reunir térmi-
teoría no es una solución, es la posibilidad nos que se implican mutuamente. Pero el
de tratar un problema. Dicho de otro modo, nuevo espíritu consiste en hacer progresar
una teoría sólo cumple su papel cognitivo, la explicación no eliminando la incertidum -
sólo adquiere vida con el pleno empleo de la bre y la contradicción, sino “reconociéndo -
actividad del sujeto. Y es esta intervención las”; es decir, hacer progresar el
del sujeto, la que le confiere al término de conocimiento poniendo en evidencia la zona
‘método’ su papel indispensable. de sombra que comporta todo saber, pues la
Tenemos la mala costumbre de pedirle a ignorancia reconocida, se vuelve cualitati -
la metodología una receta y olvidamos la vamente distinta de la ignorancia ignoran -
importancia del sujeto reflexivo, autocríti- te de sí misma.
co, autocorrector. La praxis es una aventu- Durante mucho tiempo, y hoy todavía
ra que a cada instante corre el riesgo de para muchos espíritus, la ciencia era identi -
confusión y simplificación. No olvidemos ficada con la verdad. La ciencia parecía el
que el pensamiento es el arte de navegar único lugar de certidumbre, de verdad cier -
entre confusión y abstracción, el arte de dis- ta, en relación al mundo de los mitos, de las
tinguir sin aislar. La distinción requiere la ideas filosóficas, de las creencias religiosas,
conexión, que requiere a su vez la distin- de las opiniones. Es preciso dejar de soñar
ción. No están jerarquizadas la una a la con una ciencia pura, una ciencia liberada
otra. En este sentido, los procedimientos de de toda ideología, es decir, una ciencia “ ver-
la simplificación forman parte del pensa- dadera” de una vez por todas; por el contra -
81
EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
rio, es preciso que haya conflicto de ideas en emergencia de la reali dad sin reducirlos
el interior de la ciencia, y asumir que la a las uni dades elemen ta les y a las leyes
ciencia implica ideología. No obstante, la generales. Si aplicamos la visión cientí fi-
ciencia no es pura y simple ideología, pues, ca “clá sica” a la so cie dad, no vemos más
animada por la obsesión de la objetividad, que determinismos. Este tipo de conoci-
traba una relación permanente con el mun - miento excluye toda idea de autonomía en
do y acepta la validez de los observadores y los individuos o en los grupos, ex cluye la
experimentadores. Si en efecto la ciencia individualidad, excluye la finalidad, exclu-
traba un intercambio particular con la rea - ye al sujeto.
lidad del mundo de los fenómenos, su ver -
dad en tanto que ciencia no reside, sin
embargo, en sus teorías, sino en las reglas
del juego de la verdad y del error.
El desafío de una nueva
Estalla el marco de una racionalidad es- transdisciplinariedad, requiere un paradigma
trecha. Se observa la irrupción del desorden que ciertamente permita distinguir, separar,
y el azar en la ciencias físicas, la irrupción
oponer y por tanto, poner en relativa
de aporías o antinomias lógicas en el cora-
zón del conocimiento (¿cómo puede ser el disyunción estos dominios científicos, pero que
hombre su propio objeto, cómo encontrar un a la vez desarrolle la comunicación y relación,
punto de vista universal cuando se forma evitando el reduccionismo epistemológico.
parte de una sociedad particular?), y la
irrupción correlativa del problema del suje-
to observador y conceptuador en las cien - Nos acercamos a una nueva noción de
cias físicas y humanas. autonomía: un sistema abierto es un sistema
La disociación entre sujeto y objeto es que alimenta su autonomía, pero a través de
uno de los aspectos esenciales de un para- la dependencia con respecto al medio exte-
digma general que se basa en la disyunción rior. Esto quiere decir que, contrariamente a
y la reducción. Se trata de una dicotomía la oposición simplificante entre una autono-
mediante la cual el pensamiento científico, mía sin dependencia y un determinismo de
o bien pone en disyunción realidades inse- dependencia sin autonomía, deberíamos
parables sin poder considerar su vínculo, o concebir la noción de autonomía en relación
bien las identifica por reducción de la reali- con la idea de dependencia, y esta paradoja
dad más compleja a la realidad menos com - fundamental es invisible para todas las vi-
pleja. Así, física, biología, antropología, siones disociadoras para las que existe una
sociología, pedagogía, se han convertido en antimonia absoluta entre dependencia e in-
ciencias en total disyunción, y cuando se ha dependencia. Este pensamiento clave de au-
querido o se quiere asociarlas es por reduc - tonomía/dependencia es lo que la realidad
ción de lo biológico a lo físico-químico, de lo nos obliga a concebir. Y por lo demás, cuanto
antropológico a lo biológico. más desarrolle un sistema su complejidad,
El desafío de una nueva transdiscipli- más podrá desarrollar su autonomía, más
nariedad, requiere un paradigma que cier - dependencias múltiples tendrá. Nosotros
tamente permita distinguir, separar, construimos nuestra autonomía psicológica,
oponer y por tanto, poner en relativa dis - individual, personal, a través de las depen-
yunción es tos dominios científicos, pero dencias que hemos experimentado (la fami-
que a la vez desarrolle la comunicación y lia, la escuela, las dependencias laborales,
relación, evitando el reduccionismo episte - políticas, etcétera). Toda vida humana autó-
mológico. El paradigma simplificador es noma es un tejido de dependencias. Por su-
insuficiente y mutilante. Ne ce si ta mos un puesto que si aquello de lo que dependemos
paradigma de com plejidad que opon ga y nos falta, estamos perdidos; esto quiere decir
asocie a la vez, que con ci ba los ni ve les de también que el concepto de autonomía es un
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2 Maturana Humberto y Varela Francisco, De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la organización de lo vivo,
Santiago de Chile, 1995.
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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
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La Piragua
Sin ánimo (ni posibilidades) de agotar el cons truc ción de alter na ti vas de vida des -
tema, destaco fragmentaciones en las cua - de los movi mien tos po pu la res; una ética
les debemos trabajar desde nuestras prácti- asentada en la vuelta del suje to viviente,
cas de educación popular porque se que ha sido repri mi do, ne gado, des plaza -
presentan como desafíos ineludibles de una do, por el actual mo de lo domi nan te de so-
propuesta transformadora: la articulación cie dad.
entre lo micro y lo macro, entre los procesos Los procesos de cambio que se operen
de organización y los de formación, entre la desarrollando vínculos más estrechos con la
resistencia al modelo y la elaboración y ex- vida cotidiana, la memoria histórica y las
perimentación de propuestas alternativas, tradiciones culturales, adquieren mayor ra-
entre la práctica y teoría, entre forma y con- dicalidad y se afianzan con más fuerza que
tenido, entre racionalidad y emotividad. No aquellos procesos donde lo político aparece
podemos confundir fragmentación con di- desligado del contexto vital, aún cuando és-
versidad. La cultura dominante resalta con tos logren ritmos más acelerados. Las lu -
tanta fuerza la diversidad hasta el punto de chas contra la explotación y la exclusión,
promover la fragmentación y el privatismo. deben coincidir cada vez más con los proce -
En tal sentido, una cultura de la postmoder- sos singulares que transforman las relacio -
nidad puede resultar funcional a la lógica nes entre los individuos y las colectividades
dominante de los modelos neoliberales. Sin y la naturaleza, tanto en el mundo material
embargo, la diversidad y la creatividad son como en el simbólico-cultural.
dimensiones fundamentales de la gestación Refundar la esperanza y construir jun -
de alternativas. tos alternativas populares frente a la crisis
de civilización, supone aproximarnos a la
percepción de la complejidad de la realidad.
Supone un cambio de paradigma. Dicho
Cuando la globalización se impone con cambio se opera, tanto en el nivel de nues -
fuerza inaudita desde la hegemonía neoliberal, tra percepción de la realidad, como en los
valores que acompañan dicha percepción.
la construcción de proyectos alternativos debe Según Capra, el nuevo paradigma es
tener también una dimensión de globalización. una visión holística de la vida: un todo inte -
grado, con interdependencia entre los fenó -
menos, inserto en los procesos de la
La liberación im pulsada por los movi- naturaleza (ecología). La ecología profunda
mientos populares, sólo puede ser efectiva no separa a los humanos del entorno natu-
en tanto apunta a la transformación de la ral; por el contra rio, per mite aprehen der -
sociedad, por lo que la lucha de cada movi- los como una red de fenómenos. Ve a los
miento tiene un alcance universal, expre- humanos como una “hebra de la tra ma de
sa las ansias de liberación de todos los la vida”, es decir, forman do par te de una
excluidos y oprimidos. Cuando la glo bali- or ga ni za ción sis té mi ca. La ecolo gía so -
zación se impone con fuerza inaudita des- cial da un paso más: plan tea el reco no ci -
de la he ge mo nía neo li be ral, la mien to del ca rácter antie co ló gi co de
construcción de pro yectos al ternativos muchas de nues tras es truc tu ras so cia les.
debe tener tam bién una dimensión de Estas forman par te de un sis tema do mi -
globalización. Ante la globa li za ción del na dor: patriar ca do, im perialismo, ca pita -
capital, es pre ci so globalizar las res pues- lismo, racis mo. Estruc turas de
tas, promo vien do una ética de la re sis ten - do mi na ción y vio lencia que son des tructi -
cia, de la interpelación y de la vas de los eco sistemas vi vientes. 4
4 Capra, Fritjof, La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, Barcelona, Ed.Anagrama, 1998.
Capra, Fritjof /Steindl-Rast, David, Pertenecer al Universo. La nueva ciencia al encuentro de la sabiduría,
Buenos Aires, Ed.Planeta, 1993.
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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
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La Piragua
gan a puntos cruciales a partir de los cuales en formas de organizaciones más complejas
se bifurcan. Son procesos que abren más (redes), que se retroalimentan, que desarro -
que procesos que cierran y sintetizan. En llan vínculos afectivos, que fortalecen las
tal sentido podría hablarse de una dialécti- identidades. He aquí un componente que
ca abierta y no tanto de una síntesis dialéc- creo fundamental: la construcción de la
tica. identidad o, mejor dicho, de identidades
La educación popular está enraizada en plurales. En dichos movimientos cumple un
los movimientos sociales antisistémicos, en papel muy importante lo emotivo: lazos
sus respuestas y resistencias a esta crisis de afectivos, identidades y comunidades. De -
civilización, en sus propuestas y prácticas, ben ser redes que permitan dar respuestas
que los convierte en movimientos profunda- alternativas a nuestras necesidades; redes
mente éticos, políticos y culturales, prota- que generen efectos sinérgicos, expandién -
gonistas de cambios. Los movimientos dose a través de a lo largo y ancho de la so -
sociales surgen de una complejidad y multi- ciedad; redes asociativas que integren y
plicidad de redes, de todo tipo, efectivamen- potencien las diferencias y los aportes origi -
te no pensadas. De esa complejidad nales de los sujetos que participan en ellas;
contradictoria, van emergiendo movimien- redes que, aún partiendo estratégicamente
tos, que se desplazan en multiplicidad de de lo local, se proyecten al espacio global;
acciones y que mantienen una cierta estruc- redes que multipliquen la información; re -
tura común que permite definirlos como ta- des que permitan el desarrollo de la autoes -
les. Parece acertada la intuición y el tima y de los potenciales de cada uno; redes
análisis de algunas corrientes sociológicas, que impulsen procesos participativos de in-
cuando recurren a la categoría de “redes su- vestigación, planificación y evaluación; re -
mergidas”, buscando formular teóricamen- des que construyan y refuercen poderes
te el hecho concreto de que los movimientos sociales; redes que favorezcan el protago -
se van constituyendo según un esquema nismo.
cognoscitivo complejo: pluralidad de accio- A veces los movimientos se disipan com-
nes, funcionamiento no jerárquico, una pletamente; la diversidad ahogó la estruc -
cierta anarquía, confluencias no siempre tura. A veces, los movimientos ahogan la
conscientes. En una palabra, riqueza de la diversidad, pierden contacto con los códigos
vida, complejidad, incertidumbre, valores éticos y culturales que les dieron nacimien -
contrahegemónicos, pero construidos desde to; se cristalizan e institucionalizan. Cuan -
diversidades. Algo que sólo puede captarse do ello sucede, los movimientos han logrado
desde un socio-análisis de la liberación que un equilibrio cercano a una razonabilidad
desarrolla una metodología de reflexión a total, disolviendo sus lazos comunitarios.
partir de analizadores históricos y de anali- Los movimientos están a punto de morir,
zadores construidos. pero su muerte alimentará nuevos naci -
mientos.
Construir un proyecto político sobre un
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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
7 Vuskovik, Pedro. Las proyecciones de la crisis y las estrategias de desarrollo en América Latina, en América
Latina: crítica del neoliberalismo, México, Cepna, 1992, citado.en Ana María Ezcurra, 1997:23.
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8 Se proponen como indicadores: inversión en recursos humanos, productividad (pagada y no pagada), acceso a
trabajo remunerado dignamente, cooperativización, diversidad genética, diversidad cultural, reciclado de
recursos naturales, eficiencia energética, poder de compra, uso eficiente de recursos renovables, uso adecuado
del territorio, calidad de vida (vivienda, salud, cultura, seguridad), participación ciudadana, equidad en el
ingreso, tiempo para los demás y para uno mismo, desarrollo de potencialidades, fortalecimiento de comunidades
abiertas, creatividad y autoestima, acceso a bienes teniendo en cuenta la diversidad de capacidades, espacios,
tiempos y posibilidades.
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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
res de los sectores populares, una tarea de placer y la gratificación. También la política
importancia insustituible, pero que busca puede ser una actividad lúdica y constituir
proyección a nivel continental y mundial. una experiencia estética. Se trata de gozar
Requiere construir una globalización de en la construcción de la sociedad nueva, lo
signo contrario a la globalización neo libe - que no significa que esta construcción no
ral. Una globalización de la solidaridad. vaya a requerir esfuerzo, sacrificio y entre-
Una verdadera internacional de la espe - ga. Sin poner entusiasmo, creatividad, au-
ranza. Un mundo donde quepan todos los toestima, no es posible pensar en una
mundos. No es una etapa, es más bien un sociedad nueva establecida sobre la base de
proyecto. nuevas relaciones. Si en una época se fue
Quiero destacar la dimensión estética de muy consciente del valor de la razón, hoy en
la vida y de la política. Muchas veces hemos día nos asomamos al valor del placer, sin re-
pensado la política sobre la base de un mode- nunciar a la racionalidad. Se trata de apos-
lo racionalista y occidental. Hoy queremos tar a una visión integral de la vida y de la
una política que suponga también el gozo, el sociedad.
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1 Panameño (1947). Educador popular, escritor, sociólogo, politólogo, comunicador. Presidente de Centro de
Estudios y Acción Panameño (CEASPA). Ha apoyado y apoya diversos movimientos sociales, en especial
indígenas, trabajadores, pobladores y movimientos ciudadanos. Profesor titular de sociología en la Universidad
de Panamá. Fue Directivo del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL) como Coordinador
del Programa de Comunicación Popular a nivel continental, y en la actualidad es Fiscal suplente. Cofundador y
miembro del Programa Centroamericano de Educación Popular ALFORJA y de la Coordinadora Regional de
Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).
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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
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La Piragua
al mismo tiempo ventana abierta de par en ción Inca, gracias a los informes de Vasco
par a nuevas utopías. Núñez de Balboa sobre el “descubrimiento”
Las utopías son negación de la nega- del Mar del Sur presentados a la Corte de
ción, pues critican lo sombrío, negando lo España en 1514, y que algún viajero llevara
negativo de la realidad, descubren la reali- luego a Amberes, lo que le sirvió para escri -
dad como proceso dinámico y contradicto- bir en latín el libro Utopía en 1515. Es decir,
rio pero siempre en marcha. Las utopías, hace casi cinco siglos, Moro tomó la descrip -
en este marco proyectan capacidad trans - ción de la vida de los Incas gracias al relato
formadora y se comprometen con ese de los indígenas del istmo, para elaborar
“Transformar el mundo y cambiar la vida” una de los grandes textos de la historia de la
que proclamaba André Bretón. humanidad. ¡Qué lejos y que cerca están las
La humanidad siempre construyó uto- utopías!
pías y albergó la idea de existencia de mun-
dos mejores y perfectibles.
Si nos remontamos muy atrás en la
historia de la humanidad, encontramos
4.
los textos sumerios don de se presenta una ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
Edad de Oro en la que no existían ni “víbo-
ras, escorpiones y hienas”; pasando por la
tradición milenaria de las civilizaciones Hoy, en coyunturas donde parecen abun-
americanas que hablan de espacios dife- dar las protestas sin propuestas, la realidad
rentes como el Paititi, la Ciudad Do ble de nos pide construir las propuestas con protes-
los Incas; incluyendo las tradiciones ético tas pero enmarcadas en una conciencia anti -
utópicas como el Éxodo, la Torre de Babel, cipatoria, donde se formulen y presenten
la Tierra Prometida, el Reino de Dios, la metas, que aunque no son realizables en este
Ciudad de Dios agustiniana, el Tercer Rei- momento, le den significado y sentido a los
no de Joaquín de Fiore. En occidente, for- cambios que vivimos. Perfilar un proyecto
malmente la literatura de las utopías se universalizador, generador de fraternidades
inicia con Platón e Hipodamo, el planea- pero factible y plural, es una tarea urgente y
dor de ciudades, y es imposible dejar de procesual frente a un pragmatismo ramplón
mencionar La Ciudad del Sol de Campa- que deja muchas veces sin sentido histórico y
nella, La Nueva Atlántida de Bacon, La humanizador las tareas que se emprenden.
Abadía de Thelema de Rabelais, hasta las Las utopías deben ser cada vez más
utopías modernas como Freeland de Hert- nuestras pero al mismo tiempo cada vez
zka y Un Mundo Feliz de Hux ley. más universales y sintonizarse con los
grandes avances humanistas de todos los
tiempos.
Las utopías que se desprenden de la fe
La humanidad siempre religiosa, deben situarse en el reino de
este mundo como expresión de la realiza -
construyó utopías y albergó la ción del otro. Es lo que el peruano Ro drigo
idea de existencia de mundos Montoya lla ma so cialismo mágico, la com -
mejores y perfectibles. binación de las formas más elevadas de los
avances del género humano, con las expre -
siones más profundas de la historia e iden-
tidad la ti noa me ri ca na. Lo mágico es
Fue el libro Utopía de Tomás Moro, un sinónimo de lo pro pio, de la memo ria his -
texto definitorio y para los profesores Stan- tó ri ca, del sa ber po pular aún por descu -
ley Jevons y Arthur Morgan (Berneri, 1993) brir, vitalizar y re cuperar a lo largo y
Moro conoció de la existencia de la civiliza- an cho de nuestro continente.
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guladores, que intentan llevar al límite la ¿Cómo generar en este marco los nuevos
articulación contradictoria entre sociedad modelos y tipos de hombre que sustenta Flis -
civil, sociedad política y Estado, y que “se fisch?
muestran hoy insatisfactorios” por lo que “¿Qué hay más allá?” inquiere Duiren y
“cabe inquirir acerca de qué es lo que se nos invita, no sólo a formular teóricamente
perfila hoy como respuesta opcional” (Flis- las utopías sino a encontrarnos con los su -
fisch, 1982, p.19). Estos principios regula- frimientos de la gente, y no sólo compade -
dores son el hobbesiano que conforma el cerlos sino “escuchar con todos los sentidos
tipo de hombre súbdito, el jacobino con el abiertos... pues hace falta pasar tiempo con
ciudadano, el liberal con el propietario, el el pueblo, desnudos de protagonismo...”
marxista clásico con el homo faber, el mar- (Desafío, 1991, p.73). O como lo explicaba
xista posclásico con el hombre necesitado, un viejo campesino cuando le preguntaban
y por último el principio regulador capita- las razones de la derrota del sandinismo en
lista contemporáneo con el tipo homo eco- las elecciones nicaragüenses de 1990: “el
nómicus o consumidor. pueblo es como un anciano que habla muy
quedito, muy suavecito y que para poder es-
El gran desafío es ir construyendo la visión cucharlo, hay que acercársele mucho, mu -
cho...” (Núñez, 1990).
del mundo que queremos habitar, las Oscar Wilde escribió: “un mapa del
relaciones sociales y humanas que queremos mundo que no incluya el país de la Utopía
sostener, no merece siquiera la pena de un vistazo”.
El gran desafío es ir construyendo la visión
la economía que debe satisfacer nuestras del mundo que queremos habitar, las rela -
necesidades, el proceso que expandirá nuestras ciones sociales y humanas que queremos
capacidades humanas, individuales sostener, la economía que debe satisfacer
nuestras necesidades, el proceso que ex -
y colectivas. pandirá nuestras capacidades humanas,
individuales y colectivas.
Ante estos principios y tipos de hom-
Un mapa latinoamericano y mundial
bre, que ya no son respuesta a la articula-
sin utopía es un croquis yerto, conjunto de
ción mencionada, aparecen tres candidatos
coordenadas y meridianos rayados sobre
(que son uno) para sustituirlos: el hombre
una superficie inanimada.
liberado (expresa la dinámica de los movi-
mientos sociales), el disidente (que surge
de la esfera democrática) y el sujeto de de-
rechos humanos, atravesados por la Ética
7.
de la Política, subrayada por la idea de au-
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
togobierno, fragmentación y socialización
del poder; por la restitución a la colectivi-
dad de las capacidades y potencialidades
Está claro. Nos movemos en el marco de
personales, que se encuentran ubicadas en
un proyecto ajeno y de un pensamiento úni-
el juego de las estructuras sociales.
co. Urge el proyecto propio.
La idea absolutista del capitalismo neoli-
Se proclama: la mano invisible de la
beral de hoy es el mercado total, pero el merca-
oferta y la demanda. El mercado es la solu -
do así concebido no tiene entrañas y no tiene
ción de todos los males y el regulador de la
alma. Pero, ¿cómo humanizar un sistema que
vida societaria. Pero el problema no es el
tiene como divisa principal la ganancia? ¿Có-
mercado. El problema es una economía de
mo sostener la democracia sobre la ingoberna-
mercado sin limitaciones en el marco totali -
bilidad de una brecha entre riqueza y pobreza,
tario de la propuesta neoliberal.
que se acrecienta en extremos insostenibles?
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EJE 1. EDUCACIÓN POPULAR Y NUEVOS PARADIGMAS
Se afirma: el Estado inspira desconfian- te son muchos los que se agarran con manos
za, hay que minimizarlo. Pero muchos de de hierro a la esperanza.
los defectos que se le endilgan al Estado po- ¿Están los caminos cerrados para siem-
dían ajustarse perfectamente al sector pri - pre? ¿Estamos condenados a existir dentro
vado. Un Estado descentralizado, de proyectos asfixiantes donde somos sólo
democrático y social debe nacer y construir - sombras? ¿Cómo lograr el proyecto propio,
se. el desarrollo integral que se exprese en
Se decreta: la deuda externa hay que “nuevas relaciones de convivencia y no sim-
pagarla, centavo a centavo. En cambio, las plemente en el mayor acceso a los bienes,
escuelas y hospitales necesarios, la salud aunque el acceso a un mínimo de ellos, o sea
que salva vidas, las viviendas que cubren de el fin de la pobreza, es una condición funda-
la intemperie, la educación que otorga opor- mental para la realización humana?” (Igui-
tunidades, caen vertiginosamente en el ñez, 1991, 20)
abismo del no ser. La calidad de vida dismi- Martí expresa que el buen gobernante
nuye. en Nuestra América “no es el que sabe cómo
Se impone: hay que modernizarse e in - se gobierna el alemán o el francés, sino el
tegrarse y competir, sumarse subyugada - que sabe con qué elementos está hecho su
mente al orden mundial. Mientras, país, y cómo puede ir guiándolos en conjun-
nuestros países no se reconocen en el espe- to para llegar, por métodos e instituciones
jo, sus territorios y riquezas se ofrecen al nacidas del país mismo, a aquel estado ape-
mejor postor. tecible donde cada hombre se conoce y ejer-
Se ordena: ¡Abramos las fronteras! ce y disfrutan todos de la abundancia que la
¡Viva la libre competencia! Pero los produc - Naturaleza puso para todos en el pueblo
tores nacionales de todos los tamaños, de - que fecundan con su trabajo y defienden con
saparecen del mapa barridos por sus vidas. El gobierno ha de nacer del país.
oligopolios y monopolios. La forma de gobierno ha de avenirse a la
constitución propia del país... se imita dema-
siado, y la salvación está en crear. Crear es
...aquel estado apetecible la palabra de pase de esta generación. Pero
esa invitación a crear no nos aísla del mun-
donde cada hombre se conoce y do: injértese en nuestras repúblicas el mun-
ejerce y disfrutan todos de la do; pero el tronco ha de ser el de nuestras
abundancia que la Naturaleza repúblicas.”
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La Piragua
con nuestro pasado histórico, con nuestro dos. La participación es el pivote de la inte -
ethos cultural, con nuestras necesidades y gralidad de la vida. La participación debe
perspectivas”. ser crítica, acumulativa y germinal.
El pensamiento propio no puede tomar
en cuenta una parte de la vida humana,
sino que, aunque haga su énfasis en la in -
tencionalidad que se busca desarrollar,
La participación es el pivote de
debe concebir la vida como una unidad arti- la integralidad de la vida. La
culada. Es necesario por ello, incluir y tener participación debe ser crítica,
presente lo subjetivo, el claroscuro de la co- acumulativa y germinal.
tidianidad. Se trata de buscar la coherencia
entre las diversas dimensiones, rastreando
la conformación de un sujeto más integral y
con capacidad de transformación en las di - Reconstruir la política dimensionando
versas facetas de la existencia. todos los espacios posibles con el filo de un
Construir la capacidad de apropiación planteamiento y una concepción de la vida,
y creación crítica del conocimiento univer- con un énfasis transformador; aportar al
sal acumulado, en lugar de sólo trasmitirlo desenvolvimiento de otra manera de hacer
unidireccionalmente, propiciar condicio- política, el enorme desafío que supone el im-
nes para la creación y producción de un pulso a pensamientos, metodologías, méto -
nuevo conocimiento, sin caer en el elitismo dos y técnicas que atraviesen el campo del
que niega que el pueblo es productor de co- quehacer social, apuntando a la construc -
nocimiento, o el basismo que niega el cono- ción de sujetos, paradigmas y sociedades, se
cimiento universal acumulado. En este convierte en una tarea impostergable. Urge
proceso el punto de partida y de llegada es tejer nuevas alianzas. Superar las protes -
la práctica, constituyendo la teoría produ- tas sin propuestas, por la construcción de
cida o acumulando el momento de profun- propuestas con protestas. Entonces, ¿sin un
dización, que permita a la práctica pensamiento propio puede acaso existir un
existente dar el salto de calidad hacia una proyecto propio? ¿No hay una relación di -
práctica mejorada o una nueva práctica en recta en copiar esquemas económicos, socia -
un proceso siempre ascendente. les, políticos y culturales, y las limitaciones
propias ante el mandato histórico de crear?
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1 Maestro en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la Universidad Autónoma Metropolitana. Director
General de Enlace, Comunicación y Capacitación, que impulsa diversos procesos de desarrollo local en México y
Coordinador Regional del CEAAL en México. En su trayectoria, resalta su participación como facilitador de
procesos educativos y formativos en sectores populares y su trabajo de fortalecimiento institucional de ONG.
Destaca también su trabajo en educación para la paz, la solidaridad y los derechos humanos.
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“rondar por las antesalas de palacio” -terre- como cambios de hábitos en el consumo, el
no propicio para la cooptación del cabildero ahorro y la producción, buscando nue vas
y para el autoengaño acerca del impacto formas de intercambio para el fortaleci -
real de la incidencia misma-, e insistir en la miento del merca do local y regional, y con
necesaria institucionalización de la partici- ello aportar a la reconstitución del tejido
pación ciudadana. social comunitario. Se busca que los suje -
tos accedan a los mercados lo cales y re gio -
• La EP y la territorialización de nales de manera organizada y sin poner
los movimientos sociales en riesgo su au toconsumo. Esta dimen -
sión económica esta imbricada ín tima -
Para Raúl Zibechi (2003) una de las ca- mente con la revalorización de la cultura e
racterísticas más distintivas de los movi- identidad de los movimientos y con el tras-
mientos sociales de América Latina en la tocamiento integral de la relación que se
década de los noventa, es la de su territoria- establece, no sólo con los demás, sino so -
lización, es decir, de su arraigo en espacios bre todo con la naturaleza mis ma.
físicos recuperados o conquistados; él les
llama “islotes autogestionarios”. Los Sin
Tierra, los indígenas ecuatorianos y los neo- La construcción de entramados
zapatistas, son quienes mejor representan institucionales desde las luchas
esta estrategia de lucha. A esta nueva terri-
de los diversos sujetos sociales
torialidad la ubica como una posibilidad es-
tratégica de enfrentar a la globalización. por controlar sus territorios
Coincido plenamente con él. específicos, es el lugar de
La construcción de poderes locales con mayores entrecruzamientos
una perspectiva regionalizada, da la oportu-
nidad a los movimientos sociales de poner en
teóricos, metodológicos y
juego, desde su propia autonomía, estrate- simbólicos a los que la EP debe
gias para la sustentabilidad de la vida mis - poner mayor atención para su
ma, acciones concretas para producir y
reproducir su existencia. Esto pareciera
constante recreación y aporte.
muy factible y pertinente para experiencias
en el sector rural, pero no es imposible para Estas experiencias son en todo momen-
los contextos urbanos. La capacidad de auto- to procesos de resistencia y de construcción
determinación de una comunidad (y de un de contrapoderes locales y regionales, que
país) depende de la fortaleza de su base ma- pueden ayudar a dimensionar la construc -
terial, es decir, de su nivel de autosuficiencia ción de proyectos alternativos a través de
alimentaria, en torno a la cual se tejen todos la gestación de estrategias globales que
los demás procesos de sustentabilidad hu- convocan a los distintos actores y sujetos,
mana.3 integrando lo económico y lo político. La ca-
Actualmente en América La tina exis - pacidad de éstos trasciende a las fuerzas
ten cientos de experiencias llamadas de ubicadas en lo local para lograr mayor al -
desarrollo local que ante la emergencia cance, de manera tal que en el mediano
del desempleo, la migración y la pobreza, plazo se construyan alternativas globales.
están desarrollando procesos que impul- Fortalecer estos procesos debería ser una
san la creación de alternativas integrales tarea central de una EP verdaderamente
desde el enfoque agroecológico para el au- comprometida con los sectores explotados
toconsumo familiar y comunitario, así y empobrecidos de nuestros países.
3 No por nada el tema de los subsidios al agro a nivel del comercio mundial es crucial para la soberanía de los
países; bien lo han entendido los europeos y estadounidenses, mientras que nuestros gobiernos no quieren
hacerlo.
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Foucault, Michael. Microfísica del con Edgard Kolling. Koeyú Latinoamerica-
poder. Las Ediciones de la Piqueta. Tercera no No 83. Julio-septiembre 2001 Año 22
Edición. Madrid 1992. p 136 y 137 Zibechi, Raúl. “Los movimientos socia-
Ferrari, Sergio. Los movimientos socia- les latinoamericanos: tendencias y desa-
les y sus desafíos; la educación como priori - fíos, Observatorio Social de América
dad y obsesión de los “Sin Tierra” Diálogo Latina”. Enero 2003.
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EDUCACIÓN POPULAR
Y MOVIMIENTOS SOCIALES
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1 Doctor en Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, Investigador y educador popular. Director de
Educación y Comunicaciones (ECO) donde ha participado y coordinado programas y procesos con trabajadores y
pobladores de Santiago de Chile. A nivel latinoamericano, participa en redes de ONG que coordinan esfuerzos en
el campo de la ciudadanía social, el desarrollo local y la educación popular. Se desempeña actualmente como
docente en las universidades ARCIS y USACH.
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mún referirse al conjunto de sujetos e inicia- guración de “la acción colectiva”, es decir,
tivas populares como, sin más, el de los movimientos sociales tanto en los
“movimiento popular”. Hoy día este concepto grupos populares como entre los sectores o
ha ido cayendo en desuso en muchos medios clases medias de nuestro continente.
y se prefiere llamar a esta diversidad de su- Finalmente, estos cambios y continuida-
jetos e iniciativas populares como “movi- des, tanto en la dominación como en las lu -
mientos sociales populares” (y el adjetivo de chas populares, interrogan
popular, busca marcar aquí que hay otros permanentemente a la educación popular
movimientos sociales que no se definen por que necesita comprender estos cambios dialo-
su carácter popular aunque puedan incluir- gando con la experiencia y con la teoría social,
lo, por ejemplo, los movimientos ecologistas). que lamentablemente en muchos casos se de-
senvuelve alejada de las prácticas populares
sin que por ello podamos prescindir de sus
2 Un trabajo relativamente reciente que sistematiza el debate desde esta corriente es el de Sidney Tarrow. El
poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política. Alianza Editorial, Madrid, 1997.
113
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES
3 Castells, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura. El poder de la identidad, Vol. 2.
Alianza Editorial, España, 1997. p. 25.
4 Touraine, Alain. De la mañana de los regímenes nacionales populares a la víspera de los movimientos sociales.
LASA Forum. XX Congreso Internacional. Guadalajara, México, 1997. passim.
5 Calderón, Fernando, compilador. Los movimientos sociales ante la crisis. Universidad de las Naciones Unidas,
CLACSO, IISUNAM, Buenos Aires, 1986. p. 11.
114
La Piragua
“La caída del presidente Allende simbo- los nuevos suje tos de la his toria y por
liza, quizás con mayor fuerza que otros tanto portadores del proyecto histórico po-
procesos políticos en la región, la pérdi- pular? ¿La conciencia de clase se guiría
da de proyec ción histó ri ca de los mo vi- siendo un objetivo prioritario de la educa -
mien tos socia les de orien ta ción ción popular o había que transitar hacia
in dus trial tota li zan te. Si re visamos nuevas formas de conciencia, por ejemplo,
las pers pec ti vas y la fuerza real de los la conciencia ecológica, de género, ur bana,
mo vimien tos so ciales en La ti no amé ri - etcétera, y en consecuencia, re ferir más la
ca que pre tendían mo delos na cionales educación popular a las cuestiones de la
in de pen dien tes o transfor ma cio nes identidad? ¿Y la identidad permitiría
cla sis tas acaba das (sea de la bur gue- realmente fundar una nueva política po -
sía indus trial, sea del pro le ta ria do y pular?
sus alia dos) pro bablemente conclu ya - Frente a la novedad que representaban
mos (…) que es tas orienta cio nes y los “nuevos” movimientos sociales, se han
prác ti cas han ido per dien do progre si - venido estructurando, en los últimos años,
va men te su im pul so vi tal. Paralela- diversas respuestas, entre las que se pue -
mente, es po sible dis tin guir en los den anotar al menos las siguientes:
últimos quin ce años, la emer gencia de
a) Los nuevos movimientos expresan cam-
nue vos ac tores so cia les y nue vas prác -
bios en los discursos y en las prácticas que
ti cas colec ti vas, tanto en el seno de los
organizan las relaciones sociales en las
mo vimien tos so ciales clásicos (obre-
bases de la sociedad.
ro-campesino), como en el de sarrollo
de nuevos movi mien tos de género, ge -
ne ra cio na les, ur ba nos, étnicos, de de -
re chos hu manos, et cé te ra, que no ...no sólo estaríamos ante
lle gan a plantearse me tas ni ac ciones nuevas formas de hacer política,
ho lís ti cas.”6 sino ante nuevas formas de
Algo cambiaba y no se trataba de un relaciones sociales, lo que se
cambio menor: ya no se trataba de los mo-
estaría transformando son los
vimientos de raíz estructural (la clase), ni
de los proyectos de cambio estructural (el modos de construir sociedad...
socialismo) que habían animado las lu-
chas populares de los años sesenta en
Esta constituye, a mi juicio, una pri-
gran parte de América Latina. 7 ¿Qué eran
mera respuesta que al interrogarse so bre
estos nuevos movimientos? ¿Qué efectos
el significado de los nuevos movimientos
podían tener sus acciones? ¿Qué novedad
quiso ver algo más que una renovación en
representaban desde el punto de vista so-
la práctica política: “el significado e inte -
cial y político? Estas eran preguntas que
rés analítico de los movimientos so ciales
interrogaban al mundo académico, pero
reside en buscar en ellos evidencias de
también a las prácticas militantes: ¿qué
transformación profunda de la lógica so -
hacer con la diversidad? ¿Estaba surgien-
cial. Lo que está en juego es una nueva for-
do una nueva manera de hacer política o
ma de hacer política y una nueva for ma de
se trataba sólo de fenómenos transitorios,
sociabilidad.”8 De este modo, no sólo esta -
propios de las luchas en contra de las dic-
ríamos ante nuevas for mas de hacer polí -
taduras? ¿Estos nuevos movimientos eran
6 Calderón, Fernando y Jelin, Elizabeth. “Clases sociales y movimientos sociales en América Latina”, en
Proposiciones, SUR Profesionales, N° 14, Santiago, 1987. pp 173 y ss.
7 Había que tener en cuenta, sin embargo, la excepción centroamericana en que confluyendo viejos y nuevos
movimientos se buscaba, como en Nicaragua, transformar la sociedad en un sentido socialista.
8 Calderón y Jelin, ob.cit. p. 177.
115
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES
9 Evers, Tilman. “Identidad: El lado oculto de los movimientos sociales”; en Revista Novos Estudos Cebrap. Vol 2,
Nº 4, abril de 1984. .
10 Evers, op.cit. p. 25.
116
La Piragua
menos en la ri queza y el bie nes tar y más Para De Sousa, a pesar de estar muy co-
en la cultura y la ca lidad de vida. Lo que lonizado por el Estado y el mercado el prin -
otorga a los movi mien tos “una ra dicali- cipio rousseuaniano, es decir, la
dad sin precedentes” con rela ción a los ex- construcción de una “voluntad general” por
ce sos de regulación de la mo dernidad. 12 parte de los ciudadanos, es el que tiene más
Con relación al segundo polo, De Sousa potencialidades para fundar las nuevas
matiza la idea de que los movimientos re - energías emancipatorias: “la idea de la obli-
presentan la afirmación de la subjetividad gación política horizontal entre ciudadanos
frente a la ciudadanía, de que la lucha por y la idea de la participación y la solidaridad
la emancipación no es política, sino que concretas en la formulación de la voluntad
ante todo personal, social y cultural. El re- general, son las únicas susceptibles de fun -
chazo a la política de parte de los movimien- dar una nueva cultura política y, en última
tos sociales tiene más que ver con la instancia, una nueva calidad de vida perso-
ampliación de la política más allá del marco nal y colectiva basadas en la autonomía y en
liberal de la distinción entre Estado y socie- el autogobierno, en la descentralización y
dad civil. Los nuevos movimientos sociales en la democracia participativa, en el coope-
perciben “que las contradicciones y las osci- rativismo y en la producción socialmente
laciones periódicas entre el principio del útil. La politización de lo social, de lo cultu-
Estado y el principio del mercado son más ral e incluso de lo personal, abre un inmen -
aparentes que reales, en la medida en que el so campo para el ejercicio de la ciudadanía y
tránsito histórico del capitalismo se hace de revela, al mismo tiempo, las limitaciones de
una interpenetración siempre creciente en- la ciudadanía de extracción liberal, incluso
tre los dos principios, una interpenetración de la ciudadanía social, circunscrita al mar-
que subvierte y oculta la exterioridad for - co del Estado y de lo político por el constitui -
mal del Estado y de la política frente a las do.”14
relaciones sociales de producción.” 13 Oponer
d) Los nuevos movimientos re presentan un
el principio del Estado y el principio del
viraje de largo aliento, la crítica al esta -
mercado sería caer en una trampa de trans-
docentrismo y la afirmación de nuevas
formar lo que existe en lo que ya existe,
territorialidades.
como es propio del discurso oficial.
Para Raúl Zibechi, investigador y edi -
tor de Internacionales de la Revista Brecha
...al identificar los movimientos sociales de Uruguay, no sólo hay que valorar la in -
mensa productividad política de los movi -
nuevas formas de opresión que sobrepasan las mientos sociales en el tiempo reciente en
relaciones de producción... abogan por un nuevo América Latina, 15 sino admitir que ellos re-
presentan “un viraje de largo aliento” con
paradigma social que se basaría menos en la relación a la vieja orientación estatal de los
riqueza y el bienestar y más en la cultura y la movimientos tradicionales, propia de los
calidad de vida. Lo que otorga a los movimientos años sesenta cuando “la acción social per -
seguía el acceso al Estado para modificar
“una radicalidad sin precedentes”...
las relaciones de propiedad, y ese objeto
justificaba las formas estadocéntricas de la
11 Boaventura de Sousa Santos. Los nuevos movimientos sociales. En: OSAL N° 5, CLACSO, Buenos Aires,
septiembre de 2001. pp. 177-184.
12 Ibidem. p. 178
13 Ibidem. p. 181
14 Ibidem.
15 A este respecto, existe ya una abundante literatura en torno a los movimientos sociales y su impacto en la política
latinoamericana reciente: los movimientos indígenas y campesinos en México, Ecuador y Bolivia; el Movimiento
de los Sin Tierra en Brasil; los movimientos urbanos en Argentina, etcétera.
117
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES
118
La Piragua
ya que como indican los diversos autores hecho que ya en los noventa se cerraba el ci-
que hemos referido, los movimientos están clo de las dictaduras en el Cono Sur y de la
buscando transformar “las relaciones so- guerra en Centroamérica, han puesto en el
ciales existentes”, poniendo en juego nue - continente en el plano político como cuestio -
vas “energías y lógicas emancipatorias” así nes centrales los temas de la democracia, la
como redefiniendo los campos y alcances de gobernabilidad y la ciudadanía.
sus estrategias modificando o interrogan- Como sería muy largo referirnos a estos
do las viejas orientaciones estadocéntricas. fenómenos, me parece importante poner
3. EL DESARROLLO DE LOS
MOVIMIENTOS: LA CUESTIÓN
muy sucintamente en relación la cuestión
de la democracia y de los movimientos so -
ciales. Con relación a este binomio, lo pri -
POLÍTICA Y LA CUESTIÓN mero que hay que reconocer y afirmar es
EDUCATIVA que la democracia no ha sido una experien -
cia de larga data, capaz de generar una cul -
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® tura democrática en nuestros países. Al
contrario, como ha indicado recientemente
un historiador latinoamericano, la demo-
3.1 La cuestión política cracia ha sido una permanente dificultad:
“Si se examina la evolución del conjun-
Ciertamente, el debate en torno a los
to de países latinoamericanos, se ad-
movimientos sociales ha tenido que ir reco-
vierte que éstos tienen varias
nociendo los cambios que se estaban produ-
diferencias importantes en cuanto a su
ciendo, no sólo en el campo de las iniciativas
nivel de desarrollo, a su composición ét-
populares, sino también las profundas
nica y a su cultura. Sin embargo, todos
transformaciones que se estaban verifican-
tienen algo en común: las enormes difi-
do en la economía y el “sistema político”
cultades que han experimentado en
mundial, como producto de la revolución
forjar una sociedad medianamente
tecnológica, la progresiva desregulación de
igualitaria, donde los derechos huma -
las economías nacionales, el derrumbe de la
nos sean respetados y al mismo tiempo
Unión Soviética, el predominio del capital
en construir un siste ma po lítico que
financiero, la globalización y el neoliberalis-
funcione en base al respeto a las leyes y
mo, todos fenómenos que se profundizaron
a la opinión ciudadana.”19
en la década de los noventa.
En efecto, desde un punto de vista his-
19 Del Pozo, José. Historia de América Latina y del Caribe, 1825-2001. LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2002, p.
6.
119
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES
120
La Piragua
20 Este es por cierto, un debate abierto y aún insuficientemente elaborado sobre el pasado de la izquierda
latinoamericana con relación a sus enfoques y estrategias. Sin embargo, se puede también hacer notar que las
propias prácticas y orientaciones de muchos de los movimientos sociales actuales representan ya una forma de
superación de ese pasado.
121
EJE 2. EDUCACIÓN POPULAR Y MOVIMIENTOS SOCIALES
mien tos no pue den agotarse en su rela - De este modo, la educación popu lar
ción con el Estado (y mien tras más debe ser concebida como un com po nen te
potencien su au to no mía, mayores po sibi - de las di námicas de los mo vimientos so -
lidades de desarrollo ten drán), pero al ciales, aquél que colabora en los proce sos
mis mo tiempo tam poco pue den renunciar de auto con cien cia in dividual y co lectiva;
a ver en el Esta do una instancia que in - que refuer za los pro cesos de au to no mía y
flu ye en los proce sos de de mocratización crea ción cultu ral; que fa vorece el desa-
de la so ciedad (y que éste, el Estado, se rrollo de ini cia ti vas que formu lan y re-
debe a la socie dad en sentido am plio y no crean perma nen te men te “lo pú blico”; y,
sólo a las diná mi cas del mercado). que en medio de estos pro cesos, favo re ce
tam bién “el sal to” de la di versidad hacia
pro ce sos inéditos y demo crá ti cos de uni -
dad de nuestros pue blos.
122
La Piragua
Pedro Pontual 1
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
1 Presidente del CEAAL y Coordinador de la Escuela de Ciudadanía del Instituto Polis, São Paulo, Brasil. Actuó en
los años setenta y ochenta como Educador Popular en diversas ONG en Brasil y como asesor pedagógico de
diversas organizaciones populares como la CUT (Central Única de los Trabajadores) y CMP (Central de los
Movimientos Populares). Fue uno de los fundadores y actuó en la coordinación pedagógica del Instituto Cajamar.
Durante la gestión de Paulo Freire (1989-1991) en la Secretaría Municipal de Educación de la Prefectura de São
Paulo desarrolló el trabajo de coordinación de las políticas de educación de jóvenes y adultos. De 1997 a 2002,
coordinó el Núcleo de Participación Popular y fue Secretario de Participación y Ciudadanía en la Prefectura
Municipal de Santo André-SP, Brasil. Doctor en Educación por la Pontificia Universidad Católica de São Paulo
(PUC).
123
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
para la búsqueda de una nueva calidad de sencia activa, crítica decidida, de todos
la relación de éstos con el Estado. nosotros con relación a los asuntos públi-
Traduciendo este acumulado histórico, cos. Eso es dificilísimo, pero es posible.
vale recordar la definición de educación po- La educación no es la llave para la trans-
pular presente en el documento del CEAAL formación, pero le es indispensable. La
titulado Educación popular para una demo- educación sola no la hace, pero sin ella
cracia con ciudadanía y equidad: tampoco se hace la ciudadanía.” (1995,
p.74)
“La educación popular constituye una
práctica referida al hacer y al saber de las
organizaciones populares, que busca for -
talecerla en cuanto sujetos colectivos y así,
contribuir a través de su acción-reflexión
al necesario fortalecimiento de la socie-
La participación ciudadana es
dad civil y de las transformaciones reque-
elemento sustantivo para
ridas, tanto para la construcción posibilitar efectivamente una
democrática de nuestros países, como ampliación de la base
para el desarrollo económico con justicia
social.” (enero 1994, p.73)
democrática de control social
sobre las acciones del Estado.
A partir de mediados de los años noven-
ta, diversos estudios sobre los desafíos de la
educación popular, en el final del siglo XX e
inicio del nuevo milenio, apuntaban la nece -
Castillo y Osorio (1997) discuten la im-
sidad de una revisión crítica de las prácti-
portancia de la educación, asociada a los
cas y concepciones hasta entonces vigentes
procesos de construcción de la ciudadanía
en la educación popular, a la luz de las
en nuestros días en América Latina. Al sin-
grandes transformaciones en curso en el
tetizar el abordaje de una educación para la
mundo y, de modo particular, en las socie -
ciudadanía, afirman que se trata de una
dades latinoamericanas. Este debate deno -
educación volcada al objetivo global de for-
minado “refundamentación de la educación
mar ciudadanos autónomos y críticos. Esto
popular” buscó redefinir su papel, sus ta -
significa, considerar la ciudadanía como
reas, su concepción metodológica y crear
una cualidad social de la democracia y en -
nuevos instrumentos para su intervención.
tender que la educación debe orientarse,
De este amplio campo de discusión destaco,
primordialmente, en el sentido del fortale-
para fines de este texto, aquellos aspectos
cimiento de la democracia por medio de la
referentes a las contribuciones de la educa-
creación de capacidades en los ciudadanos
ción popular para los procesos de construc -
para participar en instituciones de la socie-
ción de una ciudadanía activa, y de
dad civil, ejercer asociativamente el poder
democratización de las estructuras políti -
de control sobre el gobierno y resolver pací-
cas y espacios públicos.
ficamente los conflictos.
Como punto de partida, se puede en -
Asimismo los autores, al discutir la te-
contrar en Paulo Freire (1995) una visión
mática de la educación para la ciudadanía a
siempre dia léctica acerca del alcance y de
partir de la óptica y pertinencia de la educa-
los límites de una práctica educativa en la
ción popular y desde el ámbito del debate de
construcción de la ciudadanía:
su refundamentación, manifiestan:
“No se puede decir que la educación gene-
“Una educación popular que promueva
re ciudadanía de quien sea. Pero, sin
el desarrollo de aprendizajes para la
educación, es difícil construir ciudada-
comprensión de la realidad compleja en
nía. La ciudadanía se crea con una pre-
la que se vive, y la decisión sobre los mo-
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La Piragua
125
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
126
La Piragua
dagogía de la autonomía. Así Freire se re- reconocida prioridad de intervención con re-
fiere al acto de aprender: lación a los actores de la sociedad civil, la
educación popular viene siendo desafiada
“Aprender para nosotros es construir,
también a incidir sobre una pedagogía de -
reconstruir, constatar para cambiar, lo
mocrática de las acciones de gobierno.
que no se hace sin apertura al riesgo y a
Aquí vale recordar, en la obra de Freire
la aventura del espíritu.” (1997, p.77)
(1992), la importancia que atribuye a la ac -
Para Freire, lo esencial en las relaciones ción pedagógica de un gobierno radicalmen -
entre educador y educando, entre autoridad te democrático:
y libertades, es la reinvención del ser huma-
no en el aprendizaje de su autonomía. Para
él, la libertad se vuelve madura en la con -
frontación con otras libertades, en la defen-
sa de sus derechos frente a la autoridad de
los padres, del profesor, del Estado. La au-
Mientras en el ideario
neoliberal la noción de
tonomía se constituye en la experiencia de
varias, de innumerables decisiones que van autonomía viene asociada al
siendo tomadas. Es en esta perspectiva que estímulo del individualismo y de
una pedagogía de la autonomía debe estar
la competitividad, en Freire está
centrada en experiencias estimuladoras de
la decisión y de la responsabilidad, vale de- asociada a la solidaridad como
cir, en experiencias respetuosas de la liber- compromiso histórico entre
tad. Y concluye afirmando que decidiendo hombres y mujeres, a una ética
es que se aprende a decidir.
Es justamente en este contexto que ad- universal del ser humano y a
quirió particular relevancia en el debate so- una pedagogía de la autonomía.
bre la educación popular, la temática del
poder local y de una pedagogía democrática
capaz de contribuir para la construcción de
“Todo debe ser visible. Todo debe ser ex-
nuevas prácticas de ejercicio del poder, fun-
plicado. El carácter pedagógico del acto
damentalmente a partir del campo de la so-
de gobernar, su misión formadora,
ciedad civil y en el ejercicio de las acciones
ejemplar, que demanda por eso mismo
de gobierno, en el sentido de que éstas estén
de los gobernantes, seriedad innegable.
constantemente alimentadas y re-
No existe gobierno que persista verda-
tro-alimentadas por la práctica viva de los
dero, legitimado, digno de fe, si su dis-
procesos y sujetos sociales.
curso no es confirmado por su práctica,
si apadrina y favorece amigos, si es bien
Capacidad argumentativa.
duro apenas con los oposicionistas y
Es capacidad de suave, ameno con los correligionarios.”
defender las propias necesidades, respetando (1992, p .174)
las de los otros, esto es, habilidad de lidiar con Dentro de esta perspectiva, se parte de
el deseo propio y del otro, construyendo un la hipótesis que la educación popular tiene
un importante papel en el sentido de la cali -
nosotros. ficación (tanto del punto de vista éti -
co-político como de conocimientos
En esta dirección se confirma que es instrumentales) de los movimientos socia -
preciso educar, formar, capacitar a los dife- les y de los gobiernos para mejorar su capa-
rentes actores que van a crear y a ejercer cidad de intervención en la elaboración y
esas nuevas formas de poder. A pesar de su gestión de las políticas públicas.
127
EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
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Rocío Lombera1
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
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EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
a) Democracia como régimen polí- da5 plantean: “la democracia del capital es
tico: democracia formal represen- selectiva y excluyente en lo que se refiere a
tativa los que pueden usufructuarla, es restrictiva
en términos de los diferentes aspectos y di -
En un sentido restrictivo, para algunos mensiones de la existencia humana y social
la democracia es un conjunto de reglas, nor- que abarca... la democracia integral se-
mas y procedimientos para que los ciudada - ría el sistema político que garantice a cada
nos deliberen los asuntos públicos, elijan uno y a todos los ciudadanos la participa-
gobernantes y adopten decisiones políticas, ción activa y creativa, en cuanto sujetos en
basados en ciertos principios: separación todas las esferas del poder y del saber de la
Estado-sociedad, transparencia electoral, sociedad. El sistema que garantice a cada
principio de representación, un conjunto de uno y a todos el derecho de ser coautores del
instituciones de gobierno, la separación de mundo... para eso, cada uno y todos los ciu-
poderes, el reconocimiento de los derechos, dadanos de la sociedad son llamados a par-
garantías y libertades civiles, decisiones de ticipar, en cuanto sujetos, al mismo tiempo
mayoría con respeto de las minorías y los singulares y plurales del desarrollo y de to-
ideales democráticos. Este enfoque, en la das las instituciones relacionadas con éste,
práctica, reduce la democracia a una forma desde (la familia) la aldea, el barrio y las
de gobierno donde el hecho más sobresa - unidades productivas hasta el Estado.”
liente son las elecciones directas y por ello,
se dice, sólo existe en los países capitalistas. Democracia y política
5 Referencia a una reflexión de Leonardo Boff y Marcos Arruda en su trabajo Educacao e desenvolvimento na
perspectiva da democracia integral, publicado en Caderno de Fe e Política, No. 12, 1994, pp. 61 y 66; citado por
Pedro Pontual. Construyendo una pedagogía democrática del poder local. Documentos de Trabajo para la
REPPOL, junio de 1995.
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EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
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breza como aquello que escapa a las leyes vorables para la concreción efectiva de esos
del mercado, como azares de la vida misma accesos.
(Milton Friedman) y en función de eso pro- Dentro de este contexto surge la pro-
ponen políticas compensatorias para aque- puesta de inclusión y coloca nuevamente al
llos que no logran adecuarse a la centro la cuestión de la dependencia frente
racionalidad propia del mercado. Políticas a la autonomía. Y destaca también la discu-
que van encaminadas a eliminar cualquier sión de la inclusión más allá de la discusión
tipo de acceso a los beneficios y derechos y de la pobreza, colocando la lucha por la in -
sustituirlos por lo que llaman “impuesto de clusión con un horizonte mucho mayor que
ingreso negativo”. En esta visión, los neoli- el de la pobreza. Aldaiza hace una conside -
berales descalifican las propias nociones ración interesante: “toda vez que hablamos
de exclusión, inclusión y justicia social, de pobreza, y centramos nuestra acción en
asumiendo la idea de pobreza en sí, vacia- ella, nuestro universo queda pobre también
da de otros contenidos relacionados con porque pobreza es un padrón (estándar) ob-
ella. Como expresa Roberto Campos. “Otra soleto de vida, no es deseo de condición de
espléndida bobería semántica es la expre- vida para nadie. Cuando cambiamos la mo-
sión justicia so cial. Eso presupone la exis - neda y miramos del lado de la relación ex -
tencia de un club de justicieros capaces de clusión/inclusión, salimos de ese universo
distinguir mejor que el mercado entre cerrado y tomamos referencialmente la di -
quien merece y quien no merece.” rección de la inclusión... no nos quedamos
limitados a horizontes compensatorios, de
reducción de tensiones, sino que proyecta -
mos un horizonte de ciudadanía (de dere -
“la ciudadanía no es reducible a una sola chos); inclusión supone necesariamente
ciudadanía, supone necesariamente demo-
dimensión, el ciudadano tiene una dimensión cracia.” Afirma que la concepción de pobre -
de elector pero también… es vecino… es za transforma a las personas en
necesitados, sin voz, y no en sujetos. Entre
contribuyente y puede exigir sus derechos como
pobreza e inclusión hay un salto cualitativo
tal… es consumidor… es cliente… es usuario y crítico que nos lleva a plantearnos la cons -
también es opinión pública” trucción de padrones básicos de inclusión
como aquella condición necesaria para el
pleno ejercicio de la ciudadanía y de los de -
rechos.
Retomando el discurso de Aldaíza Spo- Un desafío central entonces es la consi-
sati7, afirmamos que la exclusión social es no deración de trabajar como par exclusión/in -
sólo la pérdida de condiciones de vida antes clusión en lo cotidiano de la vida de las
adquiridas sino la clara conciencia de que personas, lo que nos lleva a centrar y recu-
sectores considerables de la población nunca perar lo subjetivo, lo particular, lo cercano
conseguirán tener el acceso a ellas. Enton- de todas y cada una de las personas en terri -
ces, no sólo es la pérdida sino es la condi- torios concretos; “salir de un universo de
ción del acceso, lo que es la verdadera discutir medias de situaciones y observar
línea de confrontación con el neoliberalismo. concretamente cómo está la vida cotidiana
Actualmente, frente a este principio neolibe- de las personas.”
ral de Estado Mínimo, tenemos desde el
punto de vista social una guerra doble, es de-
cir, ampliar el acceso en condiciones poco fa-
7 Ponencia presentada en el Seminario internacional Inclusión Social, realizado en Santo André, SP, Brasil en
abril de 1999.
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EJE 3. EDUCACIÓN POPULAR Y LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS
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La Piragua
sea de bienes, servicios o mensajes mediá- humana- de privadas pasaron a ser públi -
ticos. Muchas preguntas de los ciudadanos cas.
se contestan más en el consumo que en las Hoy en día necesitamos ciudadanos lo
reglas abstractas de la democracia por la más activos, críticos y desconfiados posi -
participación en espacios pú blicos y la no - ble, que sean un verdadero elemento de -
ción de ser ciudadano no tiene que ver sólo mocratizador. Como sociedad no de bemos
con derechos reconocidos y bienes y servi- tener miedo a esto sino a lo contrario, a te-
cios otorgados por aparatos estatales sino ner ciudadanos pa sivos, apáticos, ab sorbi -
por la accesibilidad a bienes y servicios dos por el consumismo, la droga, la
privados. Esto se profundiza con la políti- apolítica. Fortalecer y no abortar la ca pa -
ca neoliberal que avanza en la pri vatiza- cidad críti ca de los ciudadanos es un prin -
ción de bienes y servicios básicos, antes cipio fundamental de la construcción de la
comunitarios o públicos (educación, sa lud, democracia y su profundización (Joan
agua, luz, productos de consumo básico, Font).9 Por otro lado, sociedad y Estado re-
quieren hoy más que nunca la participa -
ción y actuación responsable y acti va de
Fortalecer y no abortar la capacidad crítica los ciudadanos en el ejercicio responsable
y cí vico de su “poder pri vado”. Los ciuda -
de los ciudadanos es un principio fundamental danos, en tanto, re querimos del Estado,
de la construcción de la democracia y su no instituciones rígidas, sino garantías de
profundización (Joan Font). espacios pú blicos para el ejercicio ple no de
nuestra ciu dadanía.
Los principales aportes en este eje han
tierras co munales) y sin los cuales el futu- ido por el lado de:
ro de una vida humana digna se ve cance- • Construir una ciudadanía en lo público
lado para la mayoría de la sociedad. vinculada a su lucha por sus derechos es -
Se hace muy difícil hablar de ciudada- pecíficos.
nía cuando tenemos una sociedad tan desi-
• Ampliar los espacios públicos deliberativos
gual como la nuestra. El primer gran tema
en torno a políticas y programas de gobier-
a discutir para el fortalecimiento de la ciu-
no.
dadanía es el de la superación de la exclu-
sión y la relación entre pobreza y • Intentar democratizar las relaciones so-
ciudadanía, entendiendo todo el tema de la ciedad-gobierno, sobre todo a nivel del eje-
pobreza como un tema de acceso a formas cutivo, pero también del legislativo y
cada vez más fuertes de ciudadanía. Esto judicial.
recoloca nuevamente en el debate la arena • “Ciudadanizar” algunas estructuras polí -
de lo privado a la luz de las deliberaciones ticas tales como instancias electorales e
públicas. Tal es el caso de asuntos como la incluso organizaciones de lucha políti -
violencia intrafamiliar, los niños en situa- ca-electoral (candidatos ciudadanos, aso-
ción de calle, deserción escolar, embarazo ciaciones políticas locales o nacionales).
precoz, etcétera. Parece que la historia se Sin embargo, los desafíos políti-
regresa o se repite, aunque ahora a partir co-pedagógicos aquí son profundos. ¿Cómo
de las actuales problemáticas que -dadas articular efi cazmente los contenidos para
las condiciones de profundización de la po- la construcción de una ciudadanía “po líti -
breza y la exclusión por la política de re- ca y pública” con la acción de los ciudada -
ducción de la responsabilidad social del nos en el ámbi to pri vado? ¿Podemos
Estado y la privatización de bienes, servi- hablar de ciudadanía “privada” o “en lo
cios y actividades esenciales para la vida privado” o sólo en lo público? ¿Cómo arti -
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ción de las decisiones del poder público, re - estratégicos para hacer efectiva la partici-
feréndum de carácter nacional o regional, pación ciudadana:
iniciativa popular, audiencias públicas y
otras iniciativas sobre procedimientos que
se definen como de democracia directa, o re -
gulaciones y controles entre poderes del
Estado.
Políticamente, la participación ciudada-
na apunta al tema del régimen político, en
cuanto procedimiento de constitución de la
voluntad política; en concreto, ha estado re-
ferida a la sustitución o complementación
de la democracia representativa.
La aplicación más restrictiva del térmi-
no participación ciudadana a la intervención
de intereses privados colectivos en activida -
des públicas, pareciera corresponder a un
tipo de actividad diversa a la participación
política (institucional o no) y distinta tam-
bién de la participación social de tipo aso -
ciativo o comunitario. Desde estas
consideraciones, se concluye que el espacio
de participación ciudadana corresponde a
la función pública, a lo que se denomina ge-
néricamente como aparato del Estado. Cla -
ramente en la idea de participación
ciudadana están comprendidos dos elemen -
tos que carecen de una significación unívo-
ca: Estado y sociedad civil, así como la
relación entre ambos. En este sentido, la
participación ciudadana engloba a todo tipo
de actividades referidas al espacio y al po -
der público.
Para este debate, asumimos el proceso
de construcción de la participación
ciudadana como una práctica cotidiana
de toma de decisiones colectivas res -
pecto a lo público; como involucramiento
en el diseño, gestión y control de las política
públicas de la propia sociedad, respetando
todas las formas que ésta ha desarrollado;
combinando mecanismos de democracia di -
recta, semi-directa y representativa e insti-
tuyendo canales y espacios para que la
comunidad se exprese, no de manera auxi -
liar o consultiva, sino con órganos propios,
permanentes y autónomos de toma de deci-
siones.
En este sentido, los principales aportes
y desafíos están en los siguientes elementos
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gobierno, como desde el gobierno hacia la to tanto en el ejercicio del servicio público,
ciudadanía y organizaciones locales. como de la ciudadanía para la consolidación
En lo fundamental, las políticas de des- de la democracia participativa y una gober -
centralización han sido generadas e impul- nabilidad que procura incluir los aspectos
sadas desde los centros políticos (gobiernos económicos y sociales dentro del esquema
y congresos nacionales). La significación de de relaciones entre actores, que tiene mu -
estas políticas radica en haber abierto el cho que ver con la necesaria capacitación y
“espacio local” como un espacio político dis- preparación de éstos para conducir y conso-
putable que gana en importancia. lidar procesos de democracia integral.
En América Latina, a partir de fines de Definitivamente es con los gobiernos lo-
los años ochenta, aparecen con fuerza los cales donde más han podido expresar y
procesos de fortalecimiento local y lucha avanzar procesos participativos que pue -
por la descentralización desde una pers- dan dar sustento a una Democracia Partici -
pectiva democrática y popular. Los movi- pativa. En diversas experiencias locales se
mientos comunitarios, los sectores ha podido palpar que todas las áreas y ta -
populares y ciudadanos han colocado la lu- reas de gobierno pueden y han sido sujetas
cha municipal y local como bandera estra- a la democratización y a la participación
tégica y han accedido, cada vez con mayor ciudadana; unas aquí, otras allá, colocando
amplitud, a los espacios de gestión y de go- a los espacios locales como verdaderos semi-
bierno local, más como una necesidad de lleros de experiencias que profundizan
retomar la conducción y democratización nuestras democracias.
de su vida local y contar con autoridades Sin embargo, el gran desafío está en se-
que respondan a sus propios intereses, guir fortaleciendo a las sociedades civiles
para así lograr la gestación de nuevas rela- locales para que alcancen mayores niveles
de organización y movilización que permi-
tan una incidencia más profunda y perma -
La recuperación de nuestra capacidad de nente en la toma de decisiones en torno a los
asuntos públicos. Mientras ello no ocurra,
gobierno, de nuestra gobernabilidad, no es ya
la descentralización tendrá mucho de forma
un lujo de los políticos, es una cuestión de o recurso institucional y, en lo que se refiere
sobrevivencia humana ante esta realidad a la profundización de la democracia, predo-
social y ambiental explosiva. minarán las intenciones y no las realizacio -
nes. Parece ingenuo esperar que quien
detenta el poder lo entregue por voluntad
ciones en tre la sociedad y el gobierno. propia. La descentralización efectiva con
Actualmente, es en el plano de los go- una participación ciudadana activa haría
biernos locales donde se desarrollan las posible alcanzar una sociedad autorregula -
prácticas más fecundas de concreción de po- da, que necesita, a su vez, de una sociedad
líticas públicas eficaces, entendidas como civil fuerte y que asuma su responsabilidad
aquellas capaces de promover una redistri- en la utilización de estos espacios institu -
bución del ingreso y una efectiva democrati- cionales de participación, democratizando
zación en las relaciones Estado-sociedad el ejercicio de gobierno a nivel local y recu-
civil, a través de las más diversas prácticas perando para los ciudadanos su verdadero
de participación ciudadana en la elabora- papel, la incidencia efectiva en las decisio -
ción, gestión y control de las políticas públi- nes públicas.
cas desarrolladas por los gobiernos locales.
Así mismo, comienzan a apreciarse
para la región avances importantes en la
construcción de un poder local real. Es de -
cir, en lo local se posibilita un entrenamien-
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L
Alejandra Domínguez1
as reflexiones vertidas en este espacio,
son fruto del debate colectivo que se realiza
rencias para aportar al fortalecimiento de
la democracia.
desde la Red de Educación Popular entre
“La ciudadanía como construcción re-
Mujeres de América Latina y el Caribe
quiere la puesta en acción, el ejercicio de
(REPEM). Desde la REPEM y otras organi-
los derechos desde la igualdad de posi-
zaciones, articulaciones y redes feministas,
bilidades donde el género, la edad, la op-
hace tiempo que estamos empeñadas en
ción sexual, la etnia, la raza, la clase,
instalar en el debate público y en las accio-
constituyan atributos, singularidades
nes de los diferentes movimientos sociales,
presentes en los derechos, y no que ope -
el reconocimiento y respeto por la diversi-
ren como atributos de diferenciación ne-
dad y las diferencias, sean éstas de clase,
gativa, de exclusión, de
género, raza o etnia, opción sexual, genera-
vulnerabilidad.”2
ción, credo, procedencia, entre otras.
En REPEM se plantea como objetivo el
A los debates sobre la diversidad, las
aportar a la construcción de una ciudadanía
múltiples formas de exclusión y la discrimi -
activa. Ello requiere, necesariamente, con-
nación social, económica, cultural o sexual,
tribuir a la constitución de sujetos que pue-
las feministas han contribuido especialmen -
dan ejercer plenamente los derechos civiles,
te, al colocar al “género”3 como una categoría
económicos, políticos y culturales, recono-
de análisis que nos ha permitido sentar posi -
ciendo en todos ellos la diversidad y las dife-
1 Licenciada en Trabajo Social. Feminista. Coordinadora adjunta de SEAP (Servicio a la Acción Popular).
Integrante del Comité Directivo de REPEM y de la Mesa de Mujeres “Confluencia”. Docente e investigadora de la
Escuela de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Trabaja con sectores de mujeres en
pobreza extrema.
2 Soldevila, Alicia y Domínguez, Alejandra, El proceso de constitución de la ciudadanía en las mujeres. Mimeo,
2001.
3 El género tiene que ver con una construcción que es social, una construcción que es desigual, que está basada en
la existencia de jerarquías entre ambos sexos y basada además en relaciones de poder asimétricas que se generan
a partir de allí, es decir, como un proceso de constitución social que instituye diferencias de sexo y que
socialmente se traduce en mandatos que son vividos como naturales, conformándose en identidades sociales.
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EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL
ción política e ideológica desde donde reali- cons truc ción de las identidades a tra vés
zar la lectura del escenario y la formas de de vi si bi li zar y pro mo ver el reco no ci-
cómo se constituyen los sujetos y sus identi- mien to de los derechos de las mujeres como
dades. parte de los derechos humanos, al reconoci-
El concepto de género “colocó al cuerpo, miento de las diferencias. Los derechos hu-
en la agenda política”, es el cuerpo el que manos y de las humanas, como campo
marca las diferencias, nos diferencia el esencial de respeto para el reconocimiento
sexo, el color de piel, la estructura y estatu - de la diversidad y la no discriminación.
ra; el cuerpo es el que posibilita, el que pro -
duce y reproduce.
La cultura capitalista y patriarcal es la
que marca y estructura la conformación y “...para cambiar el mundo es necesario
construcción de identidades, identidades cambiar las maneras de hacer el mundo, es
atravesadas por la opresión, la discrimina- decir, las visiones del mundo y las operaciones
ción y la segregación, constituyendo subjeti-
vidades en las que intrínsecamente aflora el
prácticas por las cuales los grupos son
ejercicio del poder como dominio, el poder de producidos y reproducidos”.
unos sobre otros, reforzando la discrimina-
ción.
Sabemos que, además de transformar e
instalar los discursos, es necesario transfor-
La cultura capitalista y mar nuestras prácticas, nuestro hacer, y
patriarcal es la que marca y allí está el desafío y las oportunidades que
tenemos como educadores/as populares
estructura la conformación y para poner de manifiesto nuestra creativi-
construcción de identidades, dad y la complejidad de lecturas que reali-
identidades atravesadas por la zamos de los escenarios y de los sujetos que
intervienen en nuestras prácticas.
opresión, la discriminación y la
Pierre Bourdieu nos plantea que “para
segregación, constituyendo cambiar el mundo es necesario cambiar las
subjetividades en las que maneras de hacer el mundo, es decir, las vi-
intrínsecamente aflora el ejercicio siones del mundo y las operaciones prácti-
cas por las cuales los grupos son producidos
del poder como dominio, el poder y reproducidos”, allí entonces está nuestro
de unos sobre otros, reforzando la mayor desafío en las intervenciones sobre
discriminación. las visiones y las prácticas.
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EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL
5 Reflexiones (Fanny Gómez y Cristina Pino) en el Seminario Virtual REPEM, Los caminos del empoderamiento de
las mujeres: educación para la inclusión. La red como espacio de aprendizaje. Diciembre 2003.
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EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL
discriminación, y por otro lado, expresiones ner, no en los discursos sino en las prácti-
contemporáneas como la xenofobia y los cas. Se ha iniciado el tránsito en el camino
fundamentalismos.” de los discursos, quizás sea necesario com-
partirlo y profundizar acerca de las concep-
Una educación pluralista, diversa ciones de esos discursos, pero debemos
y no sexista recorrer aún un largo camino de transfor-
mación de nuestras prácticas androcéntri-
Deberemos comprometernos especial- cas, excluyentes y racistas.
mente a construir una educación popular Muchas de nuestras prácticas aún si-
que aporte al ejercicio de una ciudadanía li- guen promoviendo y reforzando discrimina-
bre de toda discriminación. ciones, tratando de fortalecer a los sujetos
Será necesario avanzar en la construc- pero no de visibilizar sus diferencias y reco-
ción de una “educación que valore el plura- nocer y valorar la diversidad. Es así como
lismo y garantice la igualdad de promovemos discriminaciones de género a
oportunidades para mujeres y varones, ni- pesar de condenarlas, o profundizamos una
ñas y niños de todas las edades, una educa- visión racista por no reconocer que las dife-
ción que promueva la solidaridad, la rencias de razas, etnias, credos y opción se-
construcción de relaciones más igualitarias xual están presentes en las relaciones
entre varones y mujeres pero también entre sociales que se establecen entre los sujetos
capital y trabajo. y entre ellos y los/as educadores/as.
“Que comprenda y respete nuestras di-
ferencias culturales, étnicas, de orientación
sexual, de generación, de credo, de capaci - Es aquí en donde debemos analizar cómo
dades y de estilos de vida.
incluimos a las mujeres, a los/as no tan
“Que comprenda la centralidad de las
relaciones de género y de la sexualidad en blancos/as, y a los/las que no tienen tantos
la construcción de las relaciones sociales y capitales pero que podemos potenciar a partir
cotidianas. de fortalecer el ejercicio de los liderazgos en la
“Que promueva la justicia de género,
considerando a las mujeres y a los varones democratización del poder.
como sujetos políticos y sociales en iguales
condiciones, tanto en la esfera privada como Decimos promover el pluralismo y la di-
en la pública, promoviendo así la constitu - versidad pero a la hora de promover la re -
ción de un sujeto político capaz de realizar presentación política o social de algún
el pleno ejercicio de los derechos.”6 dirigente, éste termina siendo un varón,
La educación popular necesita avanzar blanco y quizás el que tiene mayores capita-
en sostener, a través de propuestas, “una les culturales, sociales y educativos. Es aquí
educación a lo largo de toda la vida”, que en donde debemos analizar cómo incluimos
trascienda la educación formal pero que la a las mujeres, a los/as no tan blancos/as, y a
contenga, que promueva el ejercicio pleno los/las que no tienen tantos capitales pero
de una ciudadanía activa y comprometida que podemos potenciar a partir de fortale-
con la sociedad en la que viven los sujetos, cer el ejercicio de los liderazgos en la demo-
con sus diferencias y diversidades, res- cratización del poder.
petándolas y reconociéndolas. Promover la existencia de programas
Comprender e incorporar estas concep- de educación, con horarios adecuados, sis-
ciones quizás sea lo más complejo de soste- temas flexibles cercanos a las poblaciones
6 Elaborado para difundir en el Foro Social Mundial 2002 por la Oficina de Educación y Género del Consejo
Internacional de Educación de Personas Adultas (GEO/ICAE), Red de Educación Popular entre Mujeres para
América Latina y el Caribe (REPEM), Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN) y
Red de Mujeres Africanas (FEMMET)
154
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usuarias, así como la existencia de meca- Mujer”, III Época No. 38, diciem bre 2002.
nismos facilitadores para jóvenes varones
y mujeres, para jóvenes embarazadas o Millan, Cecilia, Educar para no discri-
madres, para facilitar el acceso y/o sosteni- minar, en “Entre Nos”, Boletina de
miento a la educación formal, para que es- REPEM, año 4, No. 7, noviembre 2000.
tas mujeres no se vean forzadas a dejar la Oficina de Educación y Género del Con-
educación por el hecho de una maternidad sejo Internacional de Educación de Perso-
temprana.7 Promover la incorporación a la nas Adultas (GEO/ICAE), Red de
currícula de la educación formal de conteni- Educación Popular entre Mujeres para
dos que contemplen la igualdad y la equi- América Latina y el Caribe (REPEM),
dad en las relaciones de género y la Alternativas de Desarrollo con Mujeres
incorporación de educación sexual. para una Nueva Era (DAWN) y Red de Mu-
Esto significa que deberemos tener ini- jeres Africanas (FEMMET), Otra Educa-
ciativas que promuevan políticas públicas ción es Posible, Educar para no
en las diferentes instancias de los gobiernos discriminar. Documento de divulgación en
en donde la educación sea pensada desde el Foro Social Mundial, enero 2002.
que nacemos y sea una educación igualita- REPEM / DAWN, De poderes y saberes,
ria para niños y niñas, reconociendo las di- debates sobre reestructura política y trans -
ferencias de raza, etnia, clase, que formación social: Memoria del II Seminario
visibilize, que muestre, que no oculte, que Regional. Doble Clic Editoras, Montevideo
exponga a cada uno/a de ellos/as como suje- 2000.
tos con necesidades y derechos propios y di- REPEM. Jornada Virtual de Educa-
ferentes. ción. Seminario Virtual de Debate Educa-
ción, Género, Raza, Diversidades, Abril
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cas contrahe ge mó ni cas. en “Co tidiano túpido, www.politicas.net
7 Reflexiones y propuestas en el Seminario Virtual REPEM, Los caminos del empoderamiento de las mujeres:
educación para la inclusión. Preparatoria de la Asamblea 2004. La red como espacio de aprendizaje. Diciembre
2003.
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EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL
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1 Magíster en educación. Co-coordinadora de la Red Latinoamericana de Educación para la Paz y los Derechos
Humanos de CEAAL. Presidenta del Foro de la Sociedad Civil de Chile. Educadora e Investigadora del Programa
Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE). Ha colaborado en procesos educativos comunitarios y
la elaboración de materiales didácticos en educación en derechos humanos. Es docente en diversos cursos para
incorporar elementos de la educación popular en la educación formal.
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EJE 4. EDUCACIÓN POPULAR, CULTIVO DE LA DIVERSIDAD Y SUPERACIÓN DE TODA FORMA DE EXCLUSIÓN Y DISCRIMINACIÓN SOCIAL
para interactuar y comunicarse con perso- les. Sin embargo, en ocasiones los intentos
nas de diferentes condiciones y culturas. por visibilizar la diversidad se reducen a ac-
En otras palabras, desarrollar habilida- ciones paternalistas (especialmente hacia
des sociales que nos dispongan a la parti- grupos que sufren la exclusión social) o a ex-
cipación democrática. periencias que tienen a “folclorizar” a las
distintas expresiones culturales reducién-
El respeto y la valoración de la dolas a muestras artísticas y gastronómicas
que representan finalmente una curiosidad
diversidad cultural, la voluntad
que se visibiliza esporádicamente. Aún
para hacer del mundo un lugar más, el peligro de reducir la diversidad cul-
equitativo y sustentable son, tural al desarrollo de un conjunto de activi-
entre otros, elementos que dades como las antes señaladas, es que
contribuimos de manera involuntaria a es-
deberían caracterizar a la conder o negar los conflictos que subyacen
educación en un contexto en las relaciones interculturales, a minimi-
zar la relación de poder y dominación que la
cultura dominante, caracterizada bajo el
•El tercer propósito, se dirige a la incorpo- formato de hombre blanco y occidental, ha
ración de una nueva ética, al desarrollo de ejercido sobre los grupos que no se ajustan a
la autoconfianza y confianza en los otros y ese patrón.
una visión positiva de sí y del entorno y a
fomentar un sentido de responsabilidad
personal y social. La solidaridad con na-
ciones y grupos que sufren la sumisión, el ...el reto educativo más importante no es sólo
respeto hacia otras culturas, entre ellas, conseguir la aceptación de la diversidad
la cultura de los grupos étnicos presentes
en diferentes países, son temas constituti- cultural en sí misma, sino cómo educar las
vos de esta educación. actitudes y las convicciones para que no se
Estos propósitos tienen en su base el utilice esta diversidad cultural como
principio de que la educación adquiere sig -
nificado en la vida de las personas cuando
legitimación de la exclusión social.
los aprendizajes adquiridos en este proceso
se fundan desde lo cotidiano, es decir, se
sustentan en la necesidad de cambiar una Entonces, y en palabras del profesor
cultura que transmite la valoración por lo Carbonell, “el reto educativo más importan-
externo, lo especializado, lo profesional, por te no es sólo conseguir la aceptación de la di-
una cultura que reconoce en las situaciones versidad cultural en sí misma, sino cómo
concretas una oportunidad educativa que educar las actitudes y las convicciones para
potencia el sentido de identidad y pertenen - que no se utilice esta diversidad cultural
cia con un entorno y un contexto. En este como legitimación de la exclusión social. No
sentido, se promueve el valor de la diversi - se trataría de poner el acento sobre la diver-
dad como un elemento enriquecedor. sidad y el hipotético enriquecimiento que
supone, sino sobre el hecho de ser iguales en
La diversidad cultural y social al dignidad y derechos”.2
centro de la educación popular En este sentido, se trata de enfocar la
educación desde la diversidad cultural y so-
Vivimos en sociedad y comunidades cial, se trata de transformar el reconoci-
multiculturales y por tanto las relaciones miento de la diversidad y la pluralidad
que allí se gestan y desarrollan deben ser cultural presentes cotidianamente y traba-
consideradas también como multicultura - jarlas valorando positivamente las diferen-
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cias. Ello, porque si admitimos que la • A aprender sobre tí y sobre mí, sobre las
interdependencia del mundo de hoy nos in- relaciones, la solidaridad y a tomar al otro
volucra a todos y todas, entonces quizás de- en serio.
biéramos buscar nuevas formas de vivir
• A los contextos de vida diversos y al relati-
juntos, de comprender al otro como alguien
vismo cultural.
que debe ser respetado profundamente en
todas sus diferencias. • A aprender sobre la democracia y ciudada-
Una educación que se abre a la diversi- nía, a estar alertas contra la opresión, la
dad cultural puede ser una herramienta en exclusión y sus mecanismos de apoyo.
nuestros esfuerzos por comprender la com- • A tratar con la memoria.
plejidad del mundo. Más aún, puede ser
una de las claves para abrir las puertas de Pedagogizar la diversidad cultural
una nueva sociedad, ya que el aprendizaje
intercultural puede permitirnos enfrentar Pedagogizar la diversidad cultural re-
mejor los desafíos de la realidad actual. En quiere de la consideración de diversas di -
este sentido, el aprendizaje intercultural es mensiones sociales en donde ésta se
un proceso de crecimiento personal con im- manifiesta. Pero, por sobre todo, más que
plicancias colectivas. ser concientes de que existe tal diversidad,
El aprendizaje intercultural puede ser se trata de analizar cómo estas dimensiones
entendido desde distintos niveles. En un ni- se relacionan con el proceso educativo para
vel más literal, se refiere a un proceso indivi- hacerlo pertinente. Algunas de ellas son:
dual de adquisición de conocimientos, • Perspectiva de género. Para superar la
actitudes o comportamientos que están co- reproducción y legitimación de las desi-
nectados con la interacción de distintas cultu- gualdades de género, es preciso partir re -
ras.
conociendo que la identidad de género
El aprendizaje, en este contexto, se en- obedece a patrones culturales altamente
tiende menos desde un nivel completamen- discriminadores y desde allí analizar las
te individual porque acentúa el carácter formas que la sociedad ha tenido para per-
abierto de este proceso dirigido hacia una petuar esta situación. Abrir el diálogo
“sociedad” pluricultural. para develar qué prácticas responden a la
En esta dirección la acción educativa discriminación de género, puede abrir una
desde la perspectiva de la diversidad cultu- gran oportunidad para construir procesos
ral se orienta: de relación inclusivas.
• La historia y el contexto. La constata-
Una educación que se abre a la diversidad ción del establecimiento de un mundo y
una sociedad global puede abrir posibili-
cultural puede ser una herramienta en dades o reducir miradas. En efecto “la ins-
nuestros esfuerzos por comprender la tauración de la vorágine y el
fundamentalismo tecnológico; la asisten-
complejidad del mundo. Más aún, puede ser
cia a una sociedad donde la innovación
una de las claves para abrir las puertas de una tecnológica ha logrado incrementar el nú-
nueva sociedad, ya que el aprendizaje mero de comunicaciones y la rapidez con
intercultural puede permitirnos enfrentar que se producen y desaparecen, ha produ-
cido que la memoria colectiva e individual
mejor los desafíos de la realidad actual. quede atrapada en el instante. La satura-
ción de información en los canales de co -
municación genera una cultura sin
•A la diversidad y diferencia, al pluralismo,
memoria”.3 Trabajar sobre la memoria
la complejidad y las preguntas abiertas, a
dentro del contexto abre caminos a la
la reflexión y al cambio.
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4 Puiggros Adriana: “Educación y poder: los desafíos del próximo siglo”, en Paulo Freire y la agenda de educación
latinoamericana en el siglo XXI, CLACSO, Buenos Aires, 2002, p. 19.
5 Silveira H. La vida en común en las sociedades multiculturales. Aportaciones para un debate. Identidades
comunitarias y democracia, Trotta, Madrid, 2000.
6 Hevia, R. y Hirmas, C. Las políticas educativas frente a la diversidad cultural: Perspectivas de la educación
intercultural. Ponencia presentada al Seminario Internacional “Reformas curriculares en los 90 y construcción
de ciudadanía”, en el panel “Educación en la no discriminación y formación ciudadana”. 27 de marzo, 2003.
Cámara de Diputados, Santiago de Chile.
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tiempo, se valoren las diferencias cultura- planetario. Tanto las dinámicas económi-
les y se las utilice como recurso pedagógi- cas como comunicacionales y culturales de
co. El peligro de esta tensión es caer en la la globalización tienden a cerrar los espa-
homogeneización cultural, por una parte, cios económicos. Existe una especie de
o en el enclaustramiento cultural por otra. “gobernabilidad” global hegemonizada
•Segundo, cómo educar a personas de dis - por las grandes corporaciones y por los or-
tinta procedencia, de diferentes etnias y ganismos multilaterales que administran
con distintas capacidades en los valores de este “orden”. Está en crisis la soberanía de
la convivencia pacífica y del trabajo soli- los viejos Estados y esto ocasiona grandes
dario. El peligro de esta tensión es la re - preguntas al pensamiento político y so-
producción de los estereotipos y prejuicios cial.
comúnmente aceptados en la sociedad, en • Sin embargo, es paradojal que en esta co-
lugar de prefigurar nuevos modos de con- yuntura de homogeneización aparezcan
vivencia social basados en el respeto a la tantas experiencias o rebeliones locales,
legitimidad del otro. que reivindican lo particular, lo nacional y
lo diverso. Esto se está expresando a tra -
vés de numerosos movimientos sociales
Sin embargo, una verdadera educación que que demandan respeto a las diferencias,
pero también en los movimientos étnicos y
incorpore la diversidad florece, como dice en la lucha de minorías y naciones.
Sylvia Schmelkes, cuando se van • Existe una resistencia a lo “único” y pau-
desvaneciendo las asimetrías existentes tanto latinamente se va desarrollando una
sospecha acerca de los beneficios de la
en lo económico, lo social, lo político, lo globalización. La vieja aspiración a la
cultural y, desde luego, en lo educativo. “globalización ecológica y éti ca” por par -
te de los ecologistas, ha derivado en una
cierta im potencia: la hipoteca de sarro -
Desafíos ante el actual escenario llista de la globalización va haciendo in -
sostenible política y culturalmente estas
En el actual escenario, la educación po- utopías. Es preciso construir nuevas he -
pular recobra vigencia y sentido, por cuanto rramientas de análisis para entender es-
es necesario recuperar el poder de la educa- tos procesos y hacer más fuertes los
ción como un instrumento de transforma- movimientos de “globalización ciu dada -
ción social. Para ello, se requiere del na” para que actúen en lo local y en lo
desarrollo de estrategias educativas que global con un nuevo sentido histórico.
ayuden “a los grupos más desfavorecidos de Ser conscien tes del fe nó me no educa -
la sociedad a analizar cómo afecta la globa- cio nal que se abre, supone pro pi ciar una
lización a la estructura social”.8 discusión per manente res pecto de las po -
•En las últimas décadas, el proceso de glo- si bi li da des y difi cul ta des que emergen en
balización ha adquirido un carácter de este es cenario. En este sen ti do, es impor -
transnacionalización económica y de crea- tante que en los espacios edu cativos se in -
ción de un espacio económico planetario corpore el aná li sis acer ca del impac to de
uniformizado bajo políticas neoliberales. la información tec nológica y mediática,
•El desarrollo de nuevas tecnologías de co- de las cul turas que viven en el terri to rio
municación y la “uniformalización”, fruto nacional pero tam bién la diver si dad cul -
del despliegue de las industrias culturales tu ral que enriquece el mundo y del im pac -
mundiales, han generado un nuevo mapa
8 Mesa, M. Educar para la ciudadanía global y la democracia cosmopolita. En: Educar para la ciudadanía y la
participación: de lo local a lo global. CIP, Madrid, 2003. p. 15.
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1. AFIRMACIONES DEL
CEAAL
procesos democráticos.
Esta incidencia se expresa en múlti -
ples intervenciones en todo el continente,
desarrolladas a través de procesos de in -
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® novación educativa; desarrollo de pro -
puestas curriculares; propuestas de
desarrollo educativo lo cal; de formación
El CEAAL, camino hacia la VI Asam- de redes educativas; pro puestas de ges -
blea General, ha planteado, entre uno de los tión de escuelas con autonomía; in corpo -
ejes de reflexión, la relación de la educación ración en los procesos de
1 Educadora y Docente. Miembro del Consejo Directivo de Tarea, Asociación de Publicaciones Educativas.
Directora de la Revista de Educación y Cultura Tarea. Miembro activo de la Región Andina y del Perú del
CEAAL. Su trayectoria en educación popular se ha desarrollado principalmente en el campo de los Derechos
Humanos y de la Infancia así como en la reflexión de la Educación Popular y la Educación Formal.
2 Profundizando el aporte de la educación popular y del CEAAL en América Latina y el Caribe. Hacia la VI
Asamblea General en 2004, momento de valoración y proyección. Noviembre 2003.
165
La Piragua
4 En el Cono Sur estuvo ligada a los procesos de lucha contra las dictaduras y a los procesos de democratización; en
los países andinos como Bolivia y Perú es notorio el acento en lo étnico e indígena; en América Central estuvo
asociada a los procesos insurreccionales; en México tuvo su nicho en las iniciativas independientes que buscaban
opciones frente al partido de gobierno. Torres, op. cit. p.19.
167
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
5 Delors, Jaques. La educación encierra un tesoro. Compendio del Informe a la UNESCO de la Comisión
Intersectorial sobre educación para el siglo XXI. Guatemala, Mayo de 1998.
6 Pontual, Pedro. Educación popular en la escuela: actualidad de la visión freireana. En Revista Tarea Nº 57.
Lima, 2004
168
La Piragua
educativa que trata de res ca tar el papel puestas de carácter educativo, ético y
de la edu ca ción en la cons truc ción de una político.
alternativa contra-hegemónica al neolibera-
lismo”. Realiza este análisis en su terca
apuesta por la transformación democrática
de la sociedad, por lo tanto, lejos de postu-
ras fatalistas.
El desarrollo de políticas
Lo que nos interesa para nuestra refle-
educativas emancipadoras,
xión, es esto último que señala Pontual, es choca permanentemente con
decir, cómo se ha expresado nuestra partici- problemas que vienen del
pación en la construcción de una educación
contexto social, cultural, político
basada en los núcleos fuertes de la educa-
ción popular, cuáles son los obstáculos con y económico en que se
los que nos encontramos en ese camino y la desenvuelve nuestro continente...
importancia de persistir.
4. INCIDENCIA DE LA
SOCIEDAD CIVIL EN EL CAMPO
No existen participaciones neutrales.
Por eso, desde la educación popular su sen -
tido se ubica en la búsqueda de propuestas
EDUCATIVO de emancipación y humanización de los di -
versos sectores de la sociedad.
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® En relación a la incidencia en las políti-
cas educativas, habíamos señalado al ini -
ciar esta reflexión que se ha expresado de
Los procesos de democratización de diversas formas. Así también, la participa -
nuestras sociedades suponen tanto la de- ción de la ciudadanía en las políticas edu -
mocratización de los Estados, como un ma- cativas no sólo se plantea y se ejerce como
yor nivel de participación de la ciudadanía. parte de las organizaciones de la sociedad
La participación de la sociedad civil civil hacia un proceso de empoderamiento
requiere de encuentros, debates y dinámi- de los actores sociales, también se realiza
cas donde la autonomía ciudadana preva- participando directamente en instancias
lezca. Exi ge un esfuerzo de interacción de poder local, nacional.
que viene desde abajo, realizado por indi- La parti ci pa ción ha venido ga nando
viduos, or ganizaciones gubernamentales terreno tan to a es cala na cio nal como in -
y diversos sectores so ciales que actúan en ter na cio nal, a nivel de los Esta dos y las
el espacio pú blico para afectar, en menor o agencias. Las instancias que congregan a
mayor medida, los acontecimientos ya instituciones o profesionales de la socie -
sean políticos, económicos, sociales y cul - dad civil han proliferado. Si bien en algu -
turales hacia una determinada di rección, nos casos se ha buscado una auténtica
tanto local como nacional. participación para recoger pro puestas vá -
La incidencia tiene la función de presio- lidas para la educación, otras veces se han
nar a quienes detentan el poder con deman- producido re medos de las mismas, basán -
das y propuestas de carácter público. La dose más en principios de una participa -
fuerza de sus acciones está animada por pro- ción formal, que real y democrática.
cesos de deliberación, el manejo de conflic- En relación a la participación, Rosa
tos, la cooperación y la democracia en la María Torres 7 plantea que “La participa -
búsqueda de consensos que afirmen pro- ción, para convertirse en instrumento de
7 Participación ciudadana y educación: Una mirada amplia y 20 experiencias en América Latina. Documento
preparado para la OEA. Punta del Este, Uruguay 24-25 de septiembre de 2001.
169
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
5. OBSTÁCULOS EN LAS
POLÍTICAS EDUCATIVAS DE
En ese camino, la educación es fundamental
como un componente de la democratización de
CALIDAD CON EQUIDAD los países. Formar ciudadanos educados,
informados, desde perspectivas de afirmación
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
del bien común y la ciudadanía, es una
competencia de la educación.
El desarrollo de políticas educativas
emancipadoras, choca permanentemente
con problemas que vienen del contexto so-
cial, cultural, político y económico en que se les, trabajan por afirmar procesos de de -
desenvuelve nuestro continente bajo la dé - mocratización para lograr sociedades más
bil capacidad productiva y el modelo neoli- justas y equitativas. Por ello, los esfuerzos
beral; otros los constituyen las trabas del por democratizar el Estado se unen a los
propio sector Educación, la direccionalidad esfuerzos por la democratización de la so-
del cambio educativo y los socios que las ciedad. En ese camino, la educación es
apoyan. Por último, los obstáculos también fundamental como un componente de la
provienen de nuestras propias limitaciones democratización de los países. Formar
como educadores populares amplios y/o el ciudadanos educados, informados, des de
envolvimiento en discursos más tecnocráti - perspectivas de afirmación del bien co-
cos que ético-político-educativos. mún y la ciudadanía, es una competencia
170
La Piragua
8 Coraggio, José Luis. Las propuestas del Banco Mundial para la educación:¿sentido oculto o problema de
concepción?. En: La Piragua, Nº 11, 1995.
171
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
ca entre el 1.4% y el 7.8% del producto in- la ausencia de políticas salariales, mantie-
terno bruto. ne a este sector en reclamos de corte econó-
•En el proceso de incidencia, las instancias mico, desarticulados de propuestas
de participación de la sociedad civil mu- globales para la educación a la que se aspi-
chas veces se encuentran jaqueadas. Ésta ra en nuestro continente. Asimismo, per-
realiza grandes esfuerzos teóricos, concer- sisten posturas político-partidistas de viejo
tadores, movilizadores para que las pro- corte, especialmente centradas en la con-
puestas de cambio educativo se expresen frontación y no en la creación de mayores
en políticas. Pero una vez recogidas, se in- consensos por la educación.
movilizan en vez de seguir trabajando La in ten cio na li dad de ubi car los obs-
para que las propuestas educativas eman- tácu los de la in ci den cia en la cons truc-
cipadoras ganen hegemonía. ción de las po lí ti cas edu ca ti vas, no nie ga
las in va lo ra bles ex pe rien cias po si ti vas
•Una gran dificultad es la que tiene que ver que se han rea li za do en este cam po. Sin
con la permanencia de las propuestas a fa- em bar go, pro du cir cambios a fa vor de
vor del cambio en educación. Muchas ve -
una edu ca ción eman ci pa do ra si gue sien-
ces se centran en la orientación de un do un gran reto, y de be mos abor dar la
ministro o persona que puede desandar lo des de pro pues tas de de sa rro llo glo bal de
avanzado. país y li ga da a un pro yec to demo cra ti za-
•Carecemos de políticas para el magisterio. dor y éti co-político, eman ci pa dor y a nue-
Su desprofesionalización, acompañada por vas fuer zas po lí ti cas.
172
La Piragua
“... la campaña (de alfabetización) tuvo dos modalidades, uno hacia dentro que tiene que ver
con la guaranización1 y otro para la apropiación de la lecto escritura que es la alfabetiza-
ción”
Enrique Camargo, 2000
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
1.
Luis Antonio Rodríguez Bazán3
LOS DISTINTOS
ENFOQUES DE LA EDUCACIÓN
ra, este ha sido el continuo que ha marcado
nuestra historia. Esta manera de percibir
POPULAR a la escuela no ha sido casual. Nuestra op-
ción social, cultural, política, económica y
® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® pedagógica parece haber delineado el ca -
mino que debemos recorrer, nos ha marca -
do y separado de uno de los “aparatos
En esta especie de crisis de identidad de la ideológicos fundamentales del Estado tra -
educación popular, se debaten una serie de dicional” para preservar sus ideologías y
percepciones acerca de los hechos que ocu - prácticas: la escuela. Así, nos hemos arti -
rren en nuestra realidad en este mundo culado a movimientos sociales y a cumplir
contemporáneo. tareas concretas; en el campo de la educa -
Una de estas percepciones precisamen- ción a la capacitación de “los actores socia -
te se refiere a la escuela y la definición e les y del movimiento popular”. Ahí hemos
implementación de políticas públicas en el encontrado nuestro espacio y hemos acu -
sector educativo. Nos cuesta incluirnos en mulado nuestro mejor ba gaje social y disci -
la escuela, es más, muchas veces tendemos plinario, hemos imaginado formas
a definirnos contra ella... de alguna mane- alternativas de gestión y gobierno, hemos
1 El pueblo guaraní acuñó este término para designar el proceso social, político y cultural que desarrollaron junto
al proceso propiamente pedagógico de la alfabetización (adquisición de competencia de lectura, producción de
textos y cálculo básico). El proceso de guaranización era un proceso invisibilizado por el sistema pero tenía mayor
prestigio y valoración desde la perspectiva indígena, de esta manera los guaraníes articularon la alfabetización
con sus procesos de reestructuración étnica.
2 Profesor, economista, pedagogo con especialidad en Educación de Personas Adultas y Jóvenes. Especialista en
Planeación Estratégica y Desarrollo Institucional. Ha sido Director del Centro Boliviano de Investigación y
Acción Educativas (CEBIAE) en el que actualmente sigue colaborando y Coordinador Nacional del Foro
Educativo Boliviano.
3 Sociólogo con maestría en Desarrollo Humano y un diplomado en Estudios Andinos Bolivianos. Miembro activo
del Foro Educativo Boliviano.
173
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
174
La Piragua
que se han cimentado las formas contempo- voz, el sentimiento y el pensamiento del
ráneas de poder, es parte de nuestra lucha pueblo y por lo general han canalizado
política y educativa. discursos generados en los centros mono -
Veamos algunos ejemplos sobre cómo el pólicos.
poder dominante, a fuerza de repetir hechos • “La educación es un hecho pedagógico, res-
e ideas, intenta construir imaginarios colec- tringido a las escuelas y aulas, por lo tanto
tivos que hacen a la relación entre educa- reservada sólo para determinados actores,
ción y políticas públicas. El poder por ejemplo: maestros, técnicos, Ministe-
tradicional generalmente nos afirma que: rios de Educación. Por lo tanto, también a
la educación se la ha enajenado del desa-
rrollo, de la dinámica social, económica,
La capacidad de crear un nuevo bagaje política y cultural, por ello los discursos
cultural que desmonte el ordenamiento social interculturales también sólo quedan en
eso: discursos. Así, la posibilidad de arti-
vigente y que desestructure las “verdades” cular la educación con la transformación
sobre las que se han cimentado las formas social está vedada.
contemporáneas de poder, es parte de nuestra • La participación social es formal y restrin-
lucha política y educativa. gida, por ello, por lo general se remite a la
transferencia de información y la opera-
cionalización de acciones definidas en las
esferas del poder. La participación social
•Lo Político, es el usufructo del poder que se formal y restringida no ha logrado ejercer
genera en el “voto ciudadano”. La extrema efectivamente el poder, tampoco ha cana-
formalización de la democracia desplaza lizado procesos de empoderamiento, y lue-
otras formas de construcción y ejercicio go se exige que la sociedad sea propositiva
del poder; lo que deviene en nuevas for- y creativa.
mas dictatoriales, la dictadura de la mo - Lo peor es que no sólo los actores guber-
nocultura, el rostro dictatorial de la namentales y políticos tradicionales repiten
democracia. En este horizonte, la especia- este bagaje discursivo, sino que muchos –in -
lización de actores ha devenido en la mo - cluidos los sectores que nos consideramos
nopolización de lo político por los políticos progresistas o constructores de la transfor-
profesionales, “la llamada clase política” y mación de la sociedad- asumimos como un
los partidos políticos, desnaturalizando la hecho natural que hay que cumplir y transi -
noción de servicio. Así, la política ya no es tar por este escenario. En su defecto, no so -
un bien social, se convierte en un mecanis- mos capaces de construir un escenario
mo de diferenciación social y de ejercicio alternativo y estructurar discursos y estrate-
del poder para minorías locales e intereses gias que articulen educación con sociedad,
monopólicos transnacionales: ya no se cultura, economía y política en una perspecti-
vive para la política se vive de la política. va de empoderamiento real de la sociedad ci-
•Sobre la comprensión de lo político, “la vil.
política pública es monopolio de los políti- De lo que se trata, es de pugnar por
cos y los que se llaman servidores públi- una compresión y construcción conceptua -
cos”, es decir, de los actores les que organice de una manera distinta el
gubernamentales o de los dirigentes de escenario, así como el contenido. Nos de -
los partidos políticos. Los discursos parti- biera interesar desarrollar compresiones
cipacionistas sólo han quedado en ello, contrahegemónicas de lo político, la po líti -
son simplemente discursos. Se ha enaje- ca pública, la educación y la participación
nado la política pú blica de la sociedad. social como principios básicos iniciales
Las burocracias han reemplazado a la
175
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
para construir po líticas públicas con enfo - bir servicios educativos, sino en la formula-
que popular. ción, seguimiento y ejecución de políticas
De esta manera, lo político, debería asu- públicas en educación. Por lo tanto, en esen-
mirse como un bien social, auténticamente cia es un hecho político y público. La educa-
democrático (antimonopólico) y que permi- ción también debería ser entendida como
ta el acceso al poder a todos los actores so - un hecho integral, interdependiente e inter-
ciales. Como un bien que precautela los cultural y como un proceso de empodera-
derechos políticos, económicos, sociales y miento y de disputa del poder,
culturales de todos los actores de la socie - principalmente el del conocimiento e infor-
dad y que estructura escenarios de consen - mación.
so privilegiando a los actores que La participación social, como un autén-
tradicionalmente han sido marginados, ex - tico proceso de toma de decisiones entre las
cluidos y explotados. Como un bien multi- estructuras estatales y la sociedad civil.
cultural, que se funda en la diversidad y Como un auténtico proceso de ejercicio de
que está orientado al empoderamiento de la poder desde la sociedad civil, desencade-
diversidad. Como un bien que canaliza el nante además de su empoderamiento.
ejercicio del poder en las estructuras estata - Como un proceso integral -que articula la
les y en la sociedad civil. esfera educativa con la social, económica,
La Política Pública, como la articula- política y cultural-, creativo y dignificante.
ción sinérgica de paradigmas, finalidades Como un proceso que articula la dimensión
y enfoques orientados a movilizar a las es - técnica con la dimensión política, así como
tructuras estatales y a la sociedad civil en las distintas territorialidades, es decir, va
torno a horizontes proyectivos pertinentes; desde lo local hasta lo nacional, pasando por
como producto de un proceso de participa - las diversas formas de lo regional. Como un
ción amplio y real; como mecanismo que proceso vinculante, que tienen efecto direc-
orienta el accionar de los actores estatales to en la reformulación de las políticas públi-
y del control social que tiene el propósito de cas.
generar capacidad real en la sociedad civil Emitir discursos y desarrollar prácticas
fortaleciendo sus posibilidades autogestio - contrahegemónicas, nos permitirá seguir
narias y de ejercicio del poder desde la so - refundamentando la educación popular
ciedad civil. desde nuestros principios y la reconstruc-
A propósito, siguiendo a Manuel Canto ción de nuestras formas de intervención.
Chac (1994), habría que considerar que “sin
duda el gobierno y Estado están en la esfera
de lo público pero no lo agotan, lo público al
final de cuentas es interés de toda la socie -
3. DESDE LA PERSPECTIVA
DE LA EDUCACIÓN POPULAR,
dad (…) es también lo que interesa a las ma- ¿QUÉ SUPONE LA INCIDENCIA
yorías, a los diferentes sectores que EN POLÍTICAS PÚBLICAS EN
integran la sociedad y entonces parte tam - EDUCACIÓN?
bién de la lucha política es definir qué es lo
público (…) en consecuencia decidir sobre lo ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ® ®
público implica, si ustedes me permiten la
expresión, gobernar también desde la socie -
dad y si se quiere ser todavía más impru - Ante todo, la incidencia en políticas públicas
dentes en la expresión, hoy lo público es una opción ética, de afirmación de ideales
también es gobernar desde la oposición”. y posiciones políticas frente a un contexto in-
La Educación, tendría que ser asumida justo, inequitativo, inmoral y monocultural.
como un derecho y una responsabilidad de Precisamente, el resultado de la incidencia
todos y todas, no sólo en el plano de las inno- también debería contribuir a transformar
vaciones educativas, o como derecho a reci- tanto las estructuras como las mentalida-
176
La Piragua
des, los soportes teóricos y conceptuales, las como disposiciones legales, fundamental-
actitudes y las prácticas. mente deben ser orientaciones y criterios que
La incidencia en políticas públicas de- estructuren paradigmas, finalidades y enfo-
bería desarrollarse en, al menos, cuatro ám- ques del sistema educativo en la práctica con
bitos de espacialidad: local, regional, base en consensos sociales. Estas políticas de-
nacional e internacional. Ámbitos íntima- ben ser sostenibles y replicables en sentido
mente relacionados e interdependientes, integral, es decir, considerando las dimensio-
como lo es la interdependencia de la educa- nes económicas-financieras, sociales, cultura-
ción con la sociedad, la economía, la política les, políticas, de los hábitos y las
y la cultura. Tiene como horizonte el empo- mentalidades.
deramiento comunitario de la sociedad ci-
vil, orientados a canalizar una auténtica
participación ciudadana con sus formas y
estrategias propias.
...la incidencia en políticas
La incidencia en políticas públicas debe públicas es una opción ética, de
suponer la articulación entre la teoría y afirmación de ideales y
práctica políticas, en la perspectiva de cons- posiciones políticas frente a un
tituir bases sociales y políticas así como la
mejora de las capacidades de la sociedad ci-
contexto injusto, inequitativo,
vil para la negociación. inmoral y monocultural.
177
EJE 5. EDUCACIÓN POPULAR Y SISTEMAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
so cia li zar, po de mos ser una fuen te de te relacionada con el desarrollo humano,
for ta le ci mien to de lo pú bli co y al mis mo integral y sostenible, especialmente de los
tiem po po de mos estruc tu rar alian zas sectores que sufren la marginación, explo-
que nos per mi tan pen sar nue vamente tación y la exclusión.
nues tros idea les en tér mi nos es truc tu ra - • Construir corrientes de opinión destina-
les. Re cu pe re mos nues tro espa cio... das a mejorar la equidad en la distribu-
ción de recursos, de tal manera que los
Aportemos... sectores sociales, los espacios geográficos
y los actores discriminados tengan posibi-
Si es así, tenemos tareas inmediatas lidades, no sólo de acceder a educación de
que en cada uno de nuestros países podre - calidad en términos de equidad, sino que
mos contextualizar. Para pensar desde la además logren disminuir las brechas ge -
realidad boliviana, podemos situar las si - neradas por las políticas actuales en la ló-
guientes tareas en la agenda inmediata: gica de implementación de políticas de
•Construir una propuesta cultural, educa- discriminación positiva.
tiva, alternativa, que estructure una nue-
va arquitectura teórica y práctica, que al
mismo tiempo contribuya al desarrollo de
una propuesta estructural. Una propues-
Las transformaciones de la educación es la
ta que impacte en la cultura, en las men - tarea más compleja que una sociedad y un
talidades, que recoja las luchas libertarias Estado se pueden asignar, precisamente
de los sectores sociales y reestructure una porque tiene que ver con las transformaciones
nueva visión utópica en la que la educa-
ción tenga un rol específico y fundamen- de mentalidades y cultura. Las políticas
tal. públicas deben considerar este extremo.
•Profundizar la participación social en edu-
cación, estructurando espacios reales des -
de las unidades educativas, los círculos de • Construir una concepción de calidad des-
aprendizaje hasta el nivel nacional, regio- de una perspectiva integral, interdiscipli-
nal e internacional. Participación social naria, interdependiente y holística, que
proactiva, propositiva, liberadora, movili- abarque inicialmente la educación prima-
zadora y constructora de nuevas hegemo- ria y que luego abarque todo el sistema.
nías. • Evitar que las diferencias se conviertan en
•Apoyar procesos de articulación de la so - desigualdades educativas, profundizando
ciedad civil, de tal manera que se estruc- la interculturalidad y estableciendo una
ture una propuesta conjunta que incluya educación bilingüe de alta calidad. Redi-
las distintas miradas y se plasme en una mensionar la concepción de interculturali-
plataforma amplia, estratégica, democrá- dad.
tica, intercultural y de base social. • Encaminar un proceso orientado a repen-
•Construir una corriente de opinión orien - sar el proceso de reforma de tal manera
tada a mejorar la inversión estatal en edu- que se corrijan las falencias estructurales
cación, de tal manera que recupere los y esté en función de los intereses de los
niveles históricos, cambiando la concep- sectores sociales y de los pueblos indíge-
ción, tanto en actores estatales como en la nas y originarios.
misma sociedad, de que la educación es Estos son algunos de nuestros retos…
una inversión, y no un gasto, directamen- Tomemos la palabra.
178