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01 Slated TT
01 Slated TT
Sinopsis
L
a memoria de Kyla ha sido borrada, su personalidad dejada en blanco, sus
recuerdos perdidos para siempre.
Ha sido Blanqueada.
El gobierno afirma que era una terrorista, y que le están dando una segunda
oportunidad, siempre y cuando juegue bajo sus reglas.
Índice
Sinopsis ........................................................................................................................ 2
Prólogo ......................................................................................................................... 5
Capítulo 1 ..................................................................................................................... 7
Capítulo 2 ................................................................................................................... 11
Capítulo 3 ................................................................................................................... 18
Capítulo 4 ................................................................................................................... 24
Capítulo 5 ................................................................................................................... 29
Capítulo 6 ................................................................................................................... 37
3
Capítulo 7 ................................................................................................................... 42
Bookzinga
Capítulo 8 ................................................................................................................... 47
Capítulo 9 ................................................................................................................... 49
Capítulo 10.................................................................................................................. 54
Capítulo 11.................................................................................................................. 65
Capítulo 12.................................................................................................................. 72
Capítulo 13.................................................................................................................. 78
Capítulo 14.................................................................................................................. 81
Capítulo 15.................................................................................................................. 90
Capítulo 16.................................................................................................................. 96
Capítulo 17................................................................................................................ 102
Capítulo 18................................................................................................................ 110
Capítulo 19................................................................................................................ 115
Capítulo 20................................................................................................................ 122
Capítulo 21................................................................................................................ 127
Capítulo 22................................................................................................................ 134
Slated Slated#1 Teri Terry
Prólogo
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ
C
orro.
Los puños clavados en ondas de arena mientras fuerzo a un pie detrás del otro.
Justo cuando los pulmones pueden reventar y el corazón estallar, hay una estrella carmesí
en la arena, me tropiezo.
Se está acercando.
Más cerca.
Así que la construyo, ladrillo por ladrillo. Fila por fila. Una torre alta, como la de Rapunzel,
pero esta no tiene ventana, ningún lugar a donde pueda caer mi cabello.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¡Nunca olvides quién eres! —me grita, toma mis hombros y me sacude, fuertemente.
Un manto de terror destruye el mar. La arena. Sus palabras, las contusiones en los brazos y
el dolor en el pecho y las piernas.
Está aquí.
6
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 1
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ
E xtraño.
Muy bien, no tengo mucha experiencia en qué basar este juicio. Quizás
tenga dieciséis y no soy lenta o atrasada y no he estado encerrada desde
mi nacimiento, según lo que sé, pero el Blanqueo te hace eso. Te hace
7
Bookzinga
carente de experiencia.
Toma un tiempo en que todo deja de ser la primera vez. Las primeras palabras, los
primeros pasos, la primera araña en la pared, primer golpe en un dedo del pie. Ya
tienes idea: primer todo.
Pero estoy mordiéndome las uñas, sentada aquí esperando por mamá, papá y Amy
para que me recojan en el hospital y me lleven a casa, y no sé quiénes son. No sé
dónde queda “casa”. No sé nada. ¿Cómo no podría ser eso… extraño?
Salto.
Slated Slated#1 Teri Terry
La Dra. Lysander está en el marco de la puerta. Alta, delgada y con bata blanca.
Cabello oscuro peinado hacia atrás. Lentes gruesos. Ella se desliza, silenciosa como
los susurros de un fantasma, siempre parece saber antes de que suceda cuando
alguien cae en rojo. Pero ella no es como algunas de las enfermeras que te pueden
traer de vuelta con un abrazo. No es exactamente lo que se dice agradable.
Niega con la cabeza. Un impaciente movimiento de los ojos dice he escuchado esto
miles de veces. O al menos, 19.417 veces antes, ya que 19.428 es el número en mi
Levo.
Se voltea, sale del cuarto. Agarro mi bolso para seguirla. Es todo lo que tengo pero
no es pesado.
Antes de cerrar la puerta, veo: mis cuatro paredes. Dos almohadas, una sábana. Un
8
guardarropa. El lavabo con un chip en la parte derecha, lo único que marca mi
Bookzinga
habitación diferente de la fila interminable de habitaciones cuadradas en esta
planta y otras.
Por nueve meses, los límites de mi universo. Esto y la oficina de la Dra. Lysander,
el gym y la escuela de un piso más abajo con otros como yo.
Bzzzz: con más insistencia ahora, vibra mi brazo, pidiendo atención. El Levo cae a
4.1
Muy bajo.
La Dra. Lysander se voltea, rezongando en voz baja. Se inclina por lo que estamos
viéndonos a los ojos, y lleva su mano a mi mejilla.
—De verdad, vas a estar bien. Y te voy a ver una vez a la quincena para empezar.
Slated Slated#1 Teri Terry
Sonríe. Es un raro estiramiento de los labios viéndose sus dientes que luce
incómodo en su rostro, como si no supiera cómo había llegado hasta allí ni qué
hacer una vez que lo hizo. Estoy tan sorprendida que me olvidé de mi miedo y
empecé a subir y alejarme del rojo.
Vamos en silencio diez pisos abajo hasta “Planta Baja”, luego un pasillo corto a
otra puerta. Una por la que nunca he pasado antes por obvias razones. Por encima
de ella dice “P&L”: Procesamiento y Liberación.
Una vez que pasas por esta puerta, nunca la ves otra vez.
Dudo, luego abro la puerta. Me volteo para decir adiós, o por favor no me dejes, o
ambas, pero ella ya está desapareciendo por el ascensor con el silbido de su bata
blanca y cabello oscuro.
—Ven. ¿Eres Kyla? Debes presentarte conmigo antes de que puedas irte —dice
ella, y sonríe ampliamente.
Slated Slated#1 Teri Terry
Fuerzo a mis pies a ir hacia el escritorio; mi Levo vibra mientras las puertas se
cierran detrás de mí con un ligero movimiento. Toma mi mano y escanea mi Levo
mientras vibra más fuerte: 3.9. Sacude la cabeza y mantiene apretado mi brazo con
una mano, y pone una jeringa en el hombro con la otra.
—Solo algo para mantener tus niveles hasta que seas problema de alguien más.
Siéntate hasta que se te llame.
Mi estómago está agitándose. Me siento. Los otros dos me miran con ojos muy
abiertos. Puedo sentir el Jugo Feliz comenzando a aliviar a través de mis venas,
borrando el borde, pero no detiene mis pensamientos incluso cuando mi Levo
aumenta lentamente hasta 5.
Incluso cuando realmente trato, lo cual, para ser justos, no es todo el tiempo, la
gente no parece darme la bienvenida. Se molestan como la Dra. Lysander cuando 10
no hago o digo lo que esperan. Bookzinga
¿Qué pasa si no me gustan? Todo lo que sé son sus nombres. Todo lo que tengo es
una fotografía, enmarcada y colgada en la pared de mi habitación en el hospital, y
ahora metida en mi bolso
Capítulo 2
Traducido por Aria25
Me paro en la puerta, y allí están. Casi esperaba verlos posando como están en la
fotografía, vistiendo las mismas cosas, como muñecos. Pero cada uno de ellos lleva
diferentes ropas, diferentes posiciones, y los detalles luchan por hacerse notar:
demasiado a la vez, todo amenazando con abrumarme y enviarme a la zona
peligrosa, incluso con el Jugo Feliz todavía persistiendo en mis venas. Oigo la
aburrida voz de la profesora, una y otra vez con las mismas palabras, como si
estuviera de pie junto a mí: una cosa a la vez, Kyla.
Slated Slated#1 Teri Terry
Me concentro en sus ojos y dejo el resto para más tarde. Los de papá son grises,
ilegibles, contenidos; los de mamá son castaños claro, moteados, ojos impacientes
que me recuerdan a la doctora Lysander, como si no se perdieran nada. Y mi
hermana también está ahí: grandes ojos oscuros casi negros me miran con
curiosidad, situados en brillante piel como terciopelo de chocolate. Cuando la foto
fue enviada semanas atrás, pregunté por qué Amy era tan diferente a mis padres y
a mí, y me dijeron tajantemente que la raza es irrelevante y no más digna de
mención o comentario en la gloriosa Coalición Central. ¿Pero, cómo puedes no ver?
Los tres se sientan en sillas en un escritorio, frente a otro hombre. Todos los ojos
están en mí pero nadie dice nada. Mi sonrisa se siente cada vez más como una cosa
antinatural, como un animal que ha muerto y ahora está atascado en mi cara en
una mueca muerta.
—Firma aquí, Kyla —dice el hombre, y señala a una línea en blanco al final de un
largo documento, “Kyla Davis” escrito debajo.
—¿Qué es? —digo, las palabras salen antes de que pueda pensar antes de hablar
como me dice siempre la Dra. Lysander.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Sí. Puedes. Todo el mundo, prepárese para esperar mientras la señorita Davis
ejerce sus derechos legales.
Lo hojeo pero son doce páginas de larga y estrecha escrita impresión que nada ante
mis ojos, y mi corazón empieza a latir demasiado rápido otra vez.
—Está bien, Kyla. Continua —dice, su rostro sereno, tranquilizador; sus palabras y
las de mamá son las que debo escuchar a partir de ahora. Y empiezo a recordar a
una enfermera pacientemente explicándome todo esto la semana pasada: eso es 13
parte de lo que hay en el contrato. Bookzinga
Me ruborizo y firmo: Kyla Davis. No solo Kyla, ya no: el nombre elegido por un
administrador cuando abrí los ojos por primera vez en este sitio hace nueve meses,
por su tía, quien me dijo que tenía ojos verdes como los míos. Un apellido real que
me pertenece, como parte de esta familia. Eso está en algún lugar en este contrato,
también.
—Permíteme llevar eso —dice papá y toma mi bolsa. Amy enlaza su brazo con el
mío, y cruzamos una última puerta. Así de sencillo, dejamos atrás todo lo que
alguna vez he conocido.
Slated Slated#1 Teri Terry
Mamá y papá me estudian en el espejo del coche a medida que subimos en espiral
por el estacionamiento bajo el hospital hacia la salida. Bastante justo ya que yo les
estoy estudiando también.
Amy se sienta a mi lado en el asiento trasero: alta y pechugona y tres años más a
los diecinueve. Yo soy pequeña y ligera con el cabello rubio tenue; el suyo es
oscuro y grueso y pesado. Ella es va-va-boom, como dice uno de los enfermeros
acerca de una enfermera que le gusta. Y yo soy. . .
Mi cerebro busca una palabra lo opuesto a Amy y viene con las manos vacías.
Tal vez esa sea, en sí misma, la repuesta. Soy una hoja en blanco. Una poco
interesante en eso.
Amy lleva un vestido rojo estampado de manga larga que fluye, pero levanta una
para que pueda ver su Levo. Mis ojos se abren con sorpresa: así que fue
Blanqueada, también. Su Levo es un modelo antiguo, sólido y grueso mientras el 14
mío es una fina cadena de oro con un pequeño dial, con la intención de parecerse a Bookzinga
un reloj o pulsera pero sin engañar a nadie.
—¡Estoy tan feliz de que seas mi hermana! —dice, y tiene que decirlo en serio ya
que pone 6.3 en grandes números digitales.
Llegamos a la puerta; hay guardias. Uno viene al coche y los otros miran detrás del
cristal. Papá aprieta un par de botones y todas las ventanillas del coche y el
maletero se abren.
Mamá, papá y Amy se suben las mangas y mantienen sus manos fuera de las
ventanas, así que hago lo mismo. Y el guardia mira a las muñecas vacías de mamá
y papá y asiente, luego va a donde Amy y sostiene una cosa sobre su Levo y pita.
Luego hace lo mismo con el mío, y pita, también. Mira dentro del maletero y lo
cierra.
El coche tira por el camino y me doy la vuelta. El centro hospitalario que conozco,
pero solo desde el interior. Se extiende de lado a lado y hacia arriba y arriba.
Interminables filas de pequeñas enrejadas ventanas. Vallas altas y torres con
guardias a intervalos regulares. Y…
Salto.
—No sé —digo.
Y papá ríe.
—Claro que no, Kyla; no te preocupes. Kyla no sabe lo que quiere hacer, no sabe lo
que hay para hacer.
—Sí, porque los doctores lo saben todo. —Mamá suspira, y percibo una discusión de
larga duración.
—Kyla, ¿sabías que el cincuenta por ciento de los doctores terminaron los últimos
en la clase?
Amy ríe.
Londres.
Slated Slated#1 Teri Terry
La Dra. Lysander me ha preguntado muchas veces. ¿Por qué tengo una obligación
de observar y saber todo, memorizar y trazar cada relación y posición?
No lo sé. Tal vez no me gusta sentirme en blanco. Hay tantos detalles, perdidos,
que deben ser corregidos.
Pocos días después de recordar cómo poner un pie delante del otro y no caerme,
había recorrido y contado y trazado con imágenes en mi mente cada piso del
hospital que era de acceso permitido. Podría haber encontrado cada estación de 16
enfermería, laboratorio y habitación por el número con los ojos vendados. Podía Bookzinga
cerrar mis ojos ahora y verlo todo delante de mí.
Pero Londres es una cuestión diferente. Toda una ciudad. Tendría que subir y bajar
cada calle para completar el mapa, y parece que estamos en un viaje directo a
“casa”, un pueblo a una hora al oeste de Londres.
Había visto los mapas e imágenes por supuesto, en la escuela del hospital. Por
horas todos los días nos habían atiborrado con tanto conocimiento general como
pudieran absorber nuestros cerebros en blanco para prepararnos para la liberación.
Cuánto, esto era variado. En mi caso aferré cada hecho y lo memoricé, dibujando y
escribiendo las cosas una y otra vez en un cuaderno para que no pudiera olvidarlo.
La mayoría de los otros fueron menos perceptivos. Demasiado ocupados
sonriendo grandes tontas sonrisas a todo y a todos.
17
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 3
Traducido por Otravaga
P apá saca mi bolso del maletero y camina hacia la casa, silbando, llaves en
mano. Mamá y Amy salen del auto, luego se voltean cuando no las sigo.
—Empujas esta manija hacia abajo, en la parte interna de la puerta, luego empujas
para abrir. ¿De acuerdo?
Ella cierra la puerta de nuevo, y agarro la manija y lo hago como dijo. La puerta se
abre y salgo, contenta de enderezar mis piernas y estirarme después de tanto
tiempo en el auto. Una hora se había convertido en tres debido a las retenciones de
tráfico y las desviaciones, y mamá se había molestado cada vez más con cada una
que pasaba.
—Mira. 4.4 sólo porque no puede entender una puerta. Dios, esto va a ser un
trabajo duro.
Slated Slated#1 Teri Terry
Y quiero objetar, decir que es injusto y que no es la puerta sino la forma en que
estás siendo al respecto. Pero no sé lo que debería o no decir. En vez de eso, no
digo nada y me muerdo con fuerza el interior de la mejilla.
Amy desliza un brazo alrededor de mis hombros y mamá sigue a papá al interior.
—Ella no quiso decir eso; sólo está malhumorada porque tu primera cena va a ser
tarde. De todos modos, no has estado en un auto antes, ¿verdad? ¿Cómo ibas a
saberlo?
Ella hace una pausa y no sé qué decir, de nuevo, pero esta vez es porque está
siendo amable. Así que intento una sonrisa, una pequeña, pero de verdad esta vez.
Donde está estacionado el auto a la derecha de la casa están todas éstas piedras
pequeñas que se mueven bajo tus pies y crujen mientras caminamos. Un cuadrado
de hierba verde cubre el jardín delantero, con un enorme árbol —¿roble?— a la
19
izquierda. Sus hojas son una mezcla de amarillo, naranja y rojo, con algunas
Bookzinga
diseminadas desordenadamente abajo.
Esta sala lleva a otra: hay superficies de trabajo largas, con armarios superiores e
inferiores. Y un horno enorme en el que mamá se inclina en este momento,
poniendo una cacerola dentro.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Por aquí —dice, y me hala de nuevo al pasillo. La sigo escaleras arriba, hacia
otro pasillo con tres puertas y más escaleras hacia arriba—. Nosotras estamos en
esta planta, mamá y papá en el piso de arriba. Mira, ésta es mi puerta. —Apunta a
la derecha—. Esa otra al final es el baño, lo compartiremos. Ellos tienen el suyo en
la planta alta. Y esta es tu habitación. —Ella apunta a la izquierda.
Miro a Amy.
—Adelante.
Mi bolso ya está en el piso, donde papá debe haberlo puesto. Hay un tocador con
cajones y un espejo encima de éste, con un armario al lado. Sin lavamanos. Un
amplio ventanal que da a la parte delantera de la casa. 20
Bookzinga
Camas gemelas.
—Pensamos que sería mejor poner dos aquí para empezar; me puedo quedar
contigo por la noche si quieres. La enfermera dijo que podría ser una buena idea,
hasta que te acomodes.
Ella no dice el resto, pero puedo notarlo. Ellos deben haberles dicho. En caso de que
tenga pesadillas. A menudo las tengo y si no hay nadie allí lo suficientemente rápido
cuando me despierto, caigo demasiado bajo y mi Levo me noquea.
Me siento en la otra cama. Hay algo redondo, negro y peludo en ella, acerco una
mano, y luego me detengo.
He visto fotos de gatos antes, por supuesto. Pero esto es diferente. Él es mucho más
que una imagen plana: viva y respira un aliento con olor a pescado, piel sedosa
ondeando mientras se estira, grandes ojos amarillo verdosos mirando fijamente los
míos.
—Acarícialo, así —dice ella, y pasa la mano por su pelaje desde la cabeza hasta la
cola. La imito, y él hace un sonido, un profundo rugido que vibra desde su
garganta a través de su cuerpo.
—¿Qué es eso?
Amy sonríe.
Más tarde está oscuro fuera de la ventana, y Amy está dormida al otro lado de la
habitación. Sebastian aún ronronea débilmente a mi lado cuando lo acaricio. La
puerta está medio abierta para el gato, y los sonidos flotan hacia arriba por las
escaleras. Estrepitosos ruidos en la cocina. Voces.
Papá.
—Puedes decir eso de nuevo. Nada como lo era Amy: ella no paraba de reír y
hablar desde el primer día que entró por la puerta, ¿verdad?
—¡Calla!
Y una puerta se cierra en el piso de abajo y ya no puedo escuchar más. Sólo un leve
murmullo. Yo no había querido abandonar el hospital. No es que quisiera
quedarme ahí para siempre, pero dentro de esas paredes, sabía dónde estaba.
Cómo encajar, lo que se esperaba. Aquí todo es desconocido.
Ya puedo ver que Amy es encantadora. Papá parece bien. Estoy suponiendo que
Sebastian será mejor que el chocolate para hacerme retroceder desde el borde si me
bajo. Y la comida es mucho mejor. Mi primera cena de domingo con asado.
“Hacemos esto todas las semanas” dijo Amy.
22
Cena y, no una ducha, sino una bañera —toda una bañera caliente en la que Bookzinga
remojarse— me tenía yendo a dormir casi a las 7.
Mamá piensa que soy extraña. Debo recordar no mirarla fijamente mucho.
Última oportunidad…
Última oportunidad…
Corro.
Las olas arremeten contra la arena bajo mis pies mientras obligo a un pie a moverse
pesadamente tras otro, una y otra vez. Inhalo y exhalo bocanadas irregulares hasta que mis
pulmones podrían explotar, y todavía corro. Arena dorada se revela bajo mis pies y se
Slated Slated#1 Teri Terry
extiende sin parar tan lejos como mis ojos pueden ver, y aun así lucho por ponerme de pie,
deslizarme hacia abajo y correr.
Se está acercando.
Corro.
—Ssssh, te tengo.
Forcejeo luego me doy cuenta de que es Amy, cuyos brazos están a mi alrededor.
Amy responde.
Capítulo 4
Traducido por flochi
V
ago a través de los árboles, doy vueltas y me tiendo sobre el césped y las
margaritas del suelo, sola. Me quedo mirando las nubes yendo a la deriva
en el cielo, haciendo formas y rostros medio conocidos. Los nombres se
alejan si los agarro, así que dejo pasarlos: sólo me quedo yaciendo allí inmóvil y 24
siendo yo. Bookzinga
Es la hora. Al igual que la niebla me empiezo a difuminar hasta irme. Los árboles y
el cielo son reemplazados por la oscuridad de los párpados cerrados, la hierba
cosquilleando por una cama sólida.
Silencio. ¿Por qué todo está tan silencioso? Mi cuerpo sabe que son más de las 5
pero ningún timbre ha sonado, ningún carrito de desayuno resuena a lo largo del
pasillo.
Hay sonidos alegres pero débiles en la otra dirección, distantes altos y bajos, como
música. ¿Aves?
Amanecer.
Rayas rojas cruzan el cielo, bolsas de color rosa en volutas de nubes, como
onduladas ondas de metal, luz brillando sobre el césped y las hojas húmedas, en
salvajes pinceladas de color. Naranja, dorado, rojo y todos los tonos del medio.
Hermoso.
Las aves tienen amigos y el débil canto de más temprano se vuelve cada vez más 25
fuerte a medida que se unen. Empujo la ventana para abrirla, me inclino hacia Bookzinga
afuera y respiro. El aire es fresco, no metálico o con olor a desinfectante. Verdor
húmedo, del jardín de debajo y los campos de más allá que brillan en la luz del
amanecer.
Y de alguna manera lo sé. La ciudad nunca fue mía. Yo era, soy, una chica de
campo. Segura como lo es respirar, cierto es que ese lugar es más como un hogar
para mí.
No como casa, es casa: ayer, hoy, cuántos días futuros más, no sé.
Pero antes de convertirme en quien soy ahora, también. La Dra. Lysander dice que
imagino las cosas en mi subconsciente, que no hay manera de que sepa si son
verdad o no. Aplicarle sentido a lo desconocido para ordenarlo, de la misma
manera que dibujo diagramas, mapas. Rostros.
—¡Miau!
—Shhhh. No despiertes a Amy —susurro, y paso una mano a través del pelaje de
Sebastian. Se estira y bosteza.
¿Dónde están mis cosas de dibujo? Amy desempacó mi bolso ayer a la tarde.
Estaba demasiado confusa para involucrarme, todas las cosas nuevas y las
personas prestando demasiada atención.
Abro un cajón, luego otro, con cuidado y en silencio, hasta que los encuentro: mi
carpeta de dibujos, cuaderno de dibujo y lápices.
Los saco y debajo veo chocolates, los que me dieron como un regalo de despedida
por las enfermeras del décimo piso esa última mañana. Tan sólo ayer, me doy
cuenta, sorprendida. Parece que hace más tiempo que eso; ya parte de mi pasado.
26
Mis niveles son 6.1. Para nada bajo. No necesito chocolate. ¿Pero quién necesita una Bookzinga
excusa? Abro la tapa.
Lo considero.
—Eso creo —digo, finalmente—. Aunque eso puede deberse a que en el hospital
no tienes otra opción.
—Oooh, tentador. Quizás más tarde, cuando esté más despierta. ¿Qué es eso?
—Señala a la carpeta en mi otra mano.
—Mis dibujos.
—¿Puedo ver?
Me siento junto a ella y abro la carpeta, saco las hojas de papel. Amy exclama al ver
el de la cima. Un auto retrato. Yo, pero diferente: la mitad como me veo al espejo,
la otra mitad con la piel faltante, un globo ocular colgando de una cuenca vacía.
Pero ese no estaba en la cima antes. Empiezo a pasar a través de las hojas.
—¿Qué pasa?
—¿Estás segura?
Asiento, todavía mirando a través de las hojas, convencida que si miro con
bastante fuerza, estarán allí.
Amy desliza un brazo sobre mis hombros. Estoy temblando, pero no de frío.
¿Quién haría esto: Tomar lo único que tengo que es mío?
3.9 y cayendo.
—¡Kyla! Mírame.
—Mira —repite.
28
Aparto mis ojos de mi auto retrato, del ojo muerto en la cuenca. Hacia Amy. La
Bookzinga
preocupación y el miedo por mí en sus ojos, quien sea que soy.
3.4…
Y dibujo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 5
Traducido por Maru Belikov
—¿P
uedo ver? —pregunta Amy. Estira su cabeza hacia adelante,
pero alejo el boceto.
—Mandona. Bookzinga
—No será mucho —digo, mirando de regreso a Amy y luego abajo a mi dibujo,
para unos toques finales con mi lápiz.
Amy sonríe.
—¿Estás nivelada?
—Casi —digo, mirando hacia Amy una vez más, luego al dibujo en mis manos. Un
trazo final, ahí—. Listo —digo, y bajo el lápiz.
—Esa es Amy, la has capturado tan bien. Quiero enmarcar esto y colgarlo en la
pared. ¿Puedo?
Sonrío.
—Sí.
—No pienses que estarás comiendo así cada día —dice mamá. Mi boceto de Amy
está sobre el refrigerador con un imán en lugar de un marco en la pared, y mamá
ha vuelto a ser igual de impasible—. Amy, tienes veinte minutos antes de que el 30
autobús pase y para mí ni siquiera pareces la mitad de lista. Bookzinga
—No.
—En el trabajo, por supuesto. Donde yo debería estar, pero tuve que pedir permiso
para cuidarte.
Hago la cuenta. Amy va a la escuela, papá está en el trabajo: eso deja a mamá y a
mí todo el día juntas.
—No.
Amy explica:
Slated Slated#1 Teri Terry
—Primero tienes que ser evaluada por la enfermera de área; ella tiene que ver que
estás lista. Luego la escuela te hace una prueba para saber dónde colocarte, en qué
año. Aunque ellos han enviado algunos libros para que los leas.
—Oh.
—¿Lavar qué?
Suspira.
—Levanta los platos sucios de la mesa y colócalos ahí. —Señala la encimera cerca
del lavaplatos.
—¡No! Eso te llevara todo el día. Apila los platos. Así. —Apila los platos,
colocando los cuchillos, y tenedores haciendo ruido al ponerlos en la cima de ellos,
dejándolos en la encimera—. Llena el lavaplatos. Agrega jabón, sólo un poco.
—Aprieta una botella en el lavaplatos.
¡Burbujas!
—Lávalos con este cepillo. —Restriega un cepillo a través del plato—. Enjuágalo
bajo el grifo, colócalo en el estante, así. Repites. ¿Lo tienes?
Slated Slated#1 Teri Terry
—Eso creo.
—¿Coger qué?
Platos, luego vasos. Esto no es tan malo. Cojo el ritmo y mamá empieza a
limpiarlos con una toalla. Amy baja apresurada las escaleras mientras empiezo con
la cubertería.
Jadeo, y miro abajo: una delgada línea roja gotea de un cuchillo sujetado en mi
mano derecha.
32
Amy se apresura. Bookzinga
Mamá se gira y chasquea bajo su aliento. Ella agarra una hoja de papel de cocina.
Me encojo de hombros.
—Un poco —digo, y duele, pero ignoro el pulsante calor que late a través de mi
mano, y miro, fascinada. Brillante rojo empapa el papel de cocina, lento, y luego se
detiene.
Mamá envuelve una venda alrededor de mi mano mientras Amy salta fuera de la
puerta.
Mamá sonríe.
—Olvidé mencionar, Kyla. Los cuchillos son filosos. No los sostengas por la parte
puntiaguda.
—Debería estar bien sin necesidad de puntos —dice ella—. Solo colocaré
antiséptico en ella. Quizás pique un poco, no te preocupes. —Riega una cosa
amarilla en mi mano que pica y hace mis ojos llorar, luego la envuelve otra vez. 33
Bookzinga
—Fue extraño —dice mamá—, cuando se cortó. Sólo se quedó ahí mirando la
sangre correr por su mano. Sin lágrimas, sin ninguna reacción.
—Bueno, ella probablemente nunca antes se cortó. Nunca vio sangre así.
—Disculpe. —Sonrío, mi mejor bien ajustada sonrisa. Ambas saltan como si fuera
un fantasma que se materializó enfrente de ellas al momento que hablé—.
¿Cuándo puedo ir a la escuela?
—No te preocupes sobre eso todavía, querida —dice Penny—. Dale una miradita a
los libros que enviaron. —Y regresa a mi mamá—. Tienes que tratar de recordar
señalar los peligros, como cuchillos. Ella puede no parecerlo, pero de algún modo
es como una niña pequeña, y…
Slated Slated#1 Teri Terry
Penny se gira.
—¿Sí, querida?
—Esos libros que la escuela envió. Los miré esta mañana. Son muy fáciles, todas
son cosas que ya sé de la escuela del hospital.
—¿Eres un genio, entonces? —dijo mamá, con una mirada en su cara que decía
totalmente lo opuesto.
—Bueno en realidad, ella no está tan atrasada. Aprobada antes de dejar el hospital.
Eso es de lo más inusual; la mayoría de ellos están años atrás. Conseguiré que la
escuela te envíe más cosas. ¿O quizás Amy tenga libros viejos de la escuela?
Necesitamos averiguar que asignaturas deberías tomar.
—Arte.
Ella sonríe.
—Bueno, quizás necesites unas asignaturas más prácticas. Y ellos tienen que
evaluarte para que te ubiquen en arte.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Bueno. Debo pensar que te dejarán, querida. —Ella se vuelve hacia mamá—.
Hiciste un increíble trabajo con Amy; es un encanto. Estoy segura, que con el
tiempo, Kyla se ajustará a tu familia.
—Ella tuvo una pesadilla anoche —dice mamá—. Asustó a toda la casa con sus
gritos.
Penny abre su portátil otra vez. Preguntarme a mí podría ser una idea: Soy yo la
que sabe todo sobre ello.
—Hay una historia de eso, me temo. Sin dudas la razón del por qué ellos la dejaron
tanto tiempo en el hospital. Nueve meses en lugar de seis. Todos buscamos una
manera de controlar eso en el Grupo. Ellos intentaron todas las medicinas usuales 35
en el hospital, pero lo hacían peor. Y… Bookzinga
—Parte niña pequeña, parte adolescente insolente —dice Penny—. Ahora, Kyla
querida: déjame charlar con tu mamá. ¿Por qué no te vas arriba?
Cierro la puerta, fuerte, y me tumbo en la cama. Sin señales de Sebastian, y son dos
largas horas antes de que Amy llegue a casa.
Agarro un lápiz, pero no está bien: está apoyado entre mi pulgar y mi dedo índice,
justo donde me corté mi mano derecha, la mano con la que dibujo y escribo.
Tiempo para un experimento: lápiz en la mano izquierda. Se siente extraño al
principio; incorrecto. Hago unos rápidos bocetos y empiezo a soltarme, pero no
puedo sacudirme el sentimiento de incorrecto, un borde de miedo casi, que algo
pasara si continuo.
La Dra. Lysander. Conseguir sus exactos ojos. Ella tiene astutos ojos; mayormente
sellados y fríos, pero ella se asoma de vez en cuando. Cuando lo hace parece más
espantada que yo.
Empiezo, indecisa al principio con una mano desconocida. Línea, sombreado, todo.
Rápida y más segura mientras la confianza aumenta. La Dra. Lysander empieza a 36
mirar hacia mí por debajo de mi lápiz. Piel de gallina sube a lo largo de mis brazos, Bookzinga
mi cuello.
Extraño.
Capítulo 6
Traducido por Paula Mayfair
V
oces vagan en mi mente. ¿Al frente?
—No creo que sea una buena idea; ella no ha estado fuera de la casa todavía. ¿Qué
pasa con el tráfico? —Mamá.
—Realmente sé que no debo saltar delante de los autos —digo cuando llego al
último escalón.
—Lo sé, mamá —dice Amy. Después mamá sale de la sala y añade en voz baja—:
Yo sé mejor que tú.
Camino a la puerta.
Oh. Está bien. Amy encuentra los entrenadores que llevaba desde el hospital ayer,
y espera mientras lucho con los cordones. Nos dirigimos afuera.
—Oh, ella es linda. Me gustaría poder cambiar mi hermana —dice Chloe—. ¿Qué
edad tiene?
Caminamos por el pueblo, de vuelta por donde hemos venido en el coche ayer.
Pasamos casas autónomas como la nuestra, luego hileras de casas adosadas, un
pub con "White Lion" en un letrero pintado. Hasta que llegamos a un poste que
señala un camino verde, marcado "sendero".
Slated Slated#1 Teri Terry
Él protesta.
Subimos, más y más alto, respiro con más dificultad. El seto y los campos dan paso
a los árboles, y bebo en el motín de hojas naranjas y rojas, troncos marrones y
grises; algunos con frutos rojos y verdes hojas puntiagudas que pinchan si las
tocas. ¿Acebo? 39
Bookzinga
—La vista esta de este camino, señoritas —dice Jazz.
—Mira, Kyla —dice Amy—. Puedes ver todo el pueblo desde aquí. Esa es nuestra
casa. ¿Ves? La segunda desde la izquierda. —Ella señala y veo el techo de tejas y
paredes de ladrillo de la casa.
Hay un tronco y nos sentamos en ella. Jazz envuelve sus brazos alrededor de Amy
desde atrás, con una mirada resignada en su rostro. Tengo la sensación de que
ellos suelen venir aquí solos.
—¿El Dragón?
—Uh...
—¡No digas más! Entiendo "Uh". Esto significa que has notado que ella no es una
santa madre como anuncian, sino en realidad una bestia escupe fuego verde
mítico.
Me río.
—Eso no es justo —dice Amy—. Mamá no es tan mala, tienes que llegar a
conocerla. Solía tener miedo de ella, y luego, de repente, ella estaba bien.
—Hay sólo dos de nosotros en este pueblo —dice Amy—. Es por eso que estoy tan
feliz que hayas venido. Ya no soy la única nunca más. Hay una docena o así de
nosotros en nuestra escuela, sin embargo; de todos los lugares.
Con una mirada a su reloj y una maldición, Jazz desaparece a toda velocidad por el
camino por donde hemos venido.
—Sus padres tienen una granja; algunos días tiene que ayudar después de la
escuela. Caminaremos de regreso por el camino largo —dice Amy, y nos ponemos
en marcha en la otra dirección—. En serio, ¿cómo te fue con mamá hoy?
Slated Slated#1 Teri Terry
Me encojo de hombros.
—No creo que a ella ni siquiera le guste. ¿Por qué llevarme si ella no me quiere?
—No te preocupes por eso ahora. Una cosa, sin embargo. A veces mamá no oye las
cosas, a menos que se digan. No tengas miedo de decirle lo que estás pensando.
La ruta profundiza y Amy se desliza por delante, tengo que concentrarme en mis
pies otra vez mientras descendemos. Pienso en lo que dijo de mamá: el Dragón, la
llamo Jazz.
—¿Jazz es tu novio?
Jazz: cantó para mí. Dulces dieciséis y nunca ha sido besada. ¿O lo hice? Si no
puedo recordar, ¿cuenta?
41
—Me dijeron muy severamente en el hospital que evite a los chicos a toda costa. Bookzinga
Estropean tus niveles.
—Oh, ¡ellos hacen eso! —Amy ríe—. Probablemente mejor dejarlos en paz por un
tiempo. El secreto, sin embargo, es empezar con uno con el que no estés
preocupada sobre eso.
Capítulo 7
Traducido por Vanina
—¿D
ónde han estado? —Mamá está esperando en la puerta,
brazos cruzados.
—No, por supuesto que no; nosotras no estábamos solas —dijo Amy, y cuando se
dio vuelta su mamá rodó los ojos.
—¿Kyla? ¿Eso es verdad? —Mamá se vuelve hacia mí con una completa mirada de
dragón.
—Sí —le digo. Y eso fue: Jazz subió con nosotros. Él no nos acompañó al regresar,
pero eso no es lo que preguntó.
—Se han tardado siglos. Estaba preocupada. Y ustedes casi no ven a papá —dice
mamá, y me doy cuenta de que ella está de pie al lado de una maleta en el pasillo.
Sus brazos están cruzados y ahora veo que su piel tiene un tono extraño:
ligeramente verde-dragón. Puedo imaginarme las escamas en la luz entrecruzadas
en líneas sobre su frente, por sus ojos. ¿Es eso un poco de humo saliendo por su
nariz?
—Nada. Perdón.
—Deja a la pobre muchacha tranquila —dice una voz desde la sala de estar: Papá.
Más tarde esa noche, cuando Amy y yo nos vamos a dormir, recojo el dibujo de
hoy de donde lo escondí debajo de los otros.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Amy ésta —yo sostengo el trabajo de esta tarde—… es la Dra. Lysander. ¿Por
qué te sorprende que la conozca?
—¡Ella da miedo!
Me encojo de hombros.
—Me encantaría trabajar con ella cuando sea enfermera, ella es increíble.
—¿Por qué?
—¿No lo sabías? Ella lo empezó todo: Blanqueo. Ella lo inventó. Nosotros nos
enteramos en ciencia en la escuela.
Nadie más sabía que la vi. Si ella es tan importante, ¿por qué se molestaba
conmigo?
Pero al menos si estuviera en la cárcel, sabrías quién eres. No por mucho tiempo en
la silla, sin embargo, si hubiera hecho algo malo como para justificar eso.
Me muerdo el labio.
—¿Qué?
—De todos modos, esto resuelve el misterio de lo que le sucedió a tus dibujos.
—¿Lo hace?
—¿Terroristas?
—Exactamente. 45
Bookzinga
Amy apaga la luz. Pronto su respiración me dice que ella duerme. Sebastian se
enrolla a mi lado.
Estoy en un espacio pequeño, sola. Madera me rodea. Está oscuro, pero tengo una antorcha
en la mano derecha.
Con las piernas cruzadas en el suelo, tengo hambre y es frío y húmedo. Mis piernas están
rígidas y no hay espacio para estirarse, pero no me importa. Las páginas yacen sobre mis
rodillas, se mantienen planas sobre un pedazo de madera.
El lápiz vuela a través del papel. Una danza de magia que es sólo mía. Creando un lugar
imaginario que está tan lejos de éste, en la distancia y en el tiempo: Un lugar en el cual
anhelo estar.
Slated Slated#1 Teri Terry
Tan absorta, que al principio, no escucho las pisadas, bajando las escaleras por encima de mi
cabeza. Apago la linterna y contengo la respiración.
Se detienen en el fondo; pausa. Entonces vuelven a empezar, cada vez más cerca de mi lugar
secreto. Yo debería hacer algo, ocultar mis dibujos, cualquier cosa, pero estoy fija como una
piedra.
—Ahí estás.
Yo no digo nada. Él puede verlo todo, los dibujos, el lápiz. La mano que lo sostiene.
—Tú sabes las razones, tú sabes lo importante que es esto. Sin embargo, sigues
desobedeciendo.
—Dame tu mano izquierda —dice, y cuando no lo hago, la agarra—. Tienes que aprender.
Lo siento.
Y yo estuve a punto de creer que lo dice en serio, cuando él golpea mis dedos, uno por uno,
con un ladrillo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 8
Traducido por carosole
L
a agonía apuñala mis ojos, como la hoja de un cuchillo retorciéndose.
Trato de abrir mis ojos, pero arden como si el sol hubiera caído del cielo. Gimo.
—¿Kyla? —Una mano toca la mía. Amy—. Apaga las luces —dice. La luz se va y
entreabro mis parpados—. Aquí estas —dice, y sonríe.
—No te muevas aún —dice la voz del hombre otra vez, y vuelvo mis ojos a la
fuente. ¿Un paramédico? Y otro. Mamá, con su rostro pálido, está en la entrada.
Ellos me suben de vuelta a la cama mientras Amy sostiene el suero. Uno de ellos lo
arregla, el otro le inyecta algo y la calidez se desliza en mis venas, empezando a
alejar el dolor. Mis ojos se cierran.
Última oportunidad.
48
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 9
Traducido por carosole
—¿P
Corregido por amiarivega
Puedo convencerme de que tiene buenas intenciones. Pero es difícil descansar con
alguien que te interrumpe cada dos minutos para asegurarse de que estás
descansando.
Cierro mis ojos. Mi cabeza todavía se siente como si estuviese siendo aplastada
como un clavo, aunque está mejor que esta mañana, cuando incluso el sonido de
Sebastian ronroneando vibraba a través de mi cabeza como tambores y le había
pedido que se mantuviera fuera. Pero tengo miedo de dormir. Miedo de que ese
sueño me volviera a encontrar. Ahora que el efecto de la inyección ha
desaparecido, cualquier cosa podría pasar.
Slated Slated#1 Teri Terry
Pero esta vez fue diferente. Lo recuerdo tan vívidamente como si estuviera
ocurriendo la repetición delante de mis ojos, ahora mismo, una y otra vez. Puedo
sentir el dolor, ver mis dedos quebrados y ensangrentados. Es tan real.
Real como un recuerdo grabado dentro, cruel y nítido; del tipo tan horrible que no
puedes olvidar nunca, sin importar lo mucho que intentes. Pero los recuerdos son
una cosa que se supone que no tenga. Nada desde antes de ser Blanqueada. Es
como si dibujar con la mano izquierda ayer lo trajo a colación, desde un lugar
escondido, a la superficie.
¿Quién es él? ¿Es real o es sólo alguna criatura que habita mi mente en las
pesadillas? En el sueño, nunca vi su rostro. Primero la luz brilla en mis ojos y luego
no puedo ver a través del dolor y las lágrimas. Pero en mi sueño lo conocía, incluso
reconocía sus pasos.
50
Una cosa es cierta y segura. Si él es real, no quiero saberlo.
Bookzinga
—¿Hmmm?
—Ella nunca te dejará. Dijeron que tenías que permanecer en la cama todo el día.
Mamá siempre sigue las indicaciones al pie de la letra, sin importar si lo cree o no.
Slated Slated#1 Teri Terry
—No.
—¿Sí?
—Perfecto. Gracias. 51
Bookzinga
—Mantenlo escondido. —Me guiña un ojo.
Pero con el confortante rasguño del lápiz sobre el papel, cada vez soy más y más
absorbida. Escapando de mí, del sueño; de todo.
Salto.
Amy cierra la puerta y pone una bandeja con la sopa en la mesa de al lado.
Ríe.
—Oh, Dios. No dejes que los vea. Vamos a tener que esconderlos y…
—¡Lo soy! Estaba dibujando con la derecha. Sólo lo cambié para pasarte el
cuaderno.
—¿Chocolate? —pregunta
—Sebastian.
—En un rato.
Una vez que mis niveles vuelven al 5, ella se va a mirar televisión abajo. Abrazo
fuertemente a Sebastian que se retuerce y protesta hasta que aflojé mis brazos.
En ese momento tenía miedo. ¿De Amy? Esto es descabellado. Pero el miedo
estaba allí, era real. Como si Amy pudiera ser otra que blandiera la espada.
Levanto mi mano izquierda. La giro de un lado al otro. Los dedos están sanos y
perfectos; sin cicatrices. Casi me puedo convencer de que nunca ocurrió, que mi
subconsciente hizo todo eso. Ese conocimiento de que puedo dibujar mejor con la
mano izquierda de alguna manera provocó el sueño. No puede ser un recuerdo.
Fui Blanqueada; no tengo recuerdos.
53
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 10
Traducido por Jo y AariS
—¡T
odos, tenemos alguien nuevo hoy! —dijo la enfermera Penny, su
voz casi lo suficientemente brillante para hacer juego con el jersey
amarillo que usa.
54
Todos son una docena más o menos de Blanqueados como yo, reunidos de villas
Bookzinga
de alrededores cerca y lejos, sentados en un desordenado círculo en un ventoso
salón de techo alto.
—Hola. Soy Kyla —digo, y encuentro una silla en una esquina, la pongo en el
círculo.
Los otros me sonríen a mí y entre ellos; la mayoría son varios años más jóvenes.
Excepto una chica, alrededor de mi edad, sentada con sus brazos cruzados y
mirando hacia afuera de la ventana a la oscuridad.
Oh, alegría. El primer día en el Grupo. Justo lo que necesitaba con este apagón de
dolor de cabeza todavía pesado detrás de mis ojos. Normalmente toman dos a tres
días para irse. Mamá había dicho que tal vez podría dejar esto hasta la próxima
semana, pero entonces decidí que me sentía lo suficientemente bien para venir esta
Slated Slated#1 Teri Terry
noche. Al menos de esta manera finalmente salgo de casa. Además, no hay punto
en quitarlo: será cada jueves a las siete, hasta nuevo aviso.
Amy no tiene que venir más así que estoy asumiendo que “nuevo aviso” es hasta
que estén convencidos de que no necesitas monitoreo constante.
Teníamos Grupo en el hospital también, así que conocía la historia. Se supone que
debemos hablar sobre nuestros sentimientos en una “atmósfera de apoyo sin
prejuicios”, pero usualmente me parecía que ellos querían decirnos lo que se
suponía que debíamos sentir.
Esto es doloroso.
Hasta que finalmente la chica mayor se gira de la ventana, y pone sus ojos en
blanco. 55
Bookzinga
—Este grupo es como observar pintura secándose. Preséntense antes de que todos
vayamos a morir de edad avanzada.
Sentí mis ojos ensancharse junto con todos los demás en el círculo. Ella estaba
diciendo, en voz alta, el tipo de cosas que yo decía en mi cabeza. ¿Cómo se atrevía?
—Claro. Saludos querida Kyla; soy Tori. Bienvenida a nuestro Grupo feliz.
Los otros comenzaron a entrometerse con sus nombres, uno después del otro.
Sonriendo. Ignorando que la voz de Tori estuviera goteando sarcasmo. Lo que esto
es, excepto para Penny, quien todavía le frunce el ceño a Tori.
Una vez que las presentaciones han terminado, Penny ojea el reloj: diez pasadas las
siete.
—Siento la tardanza —dice una voz. Masculina. Me giro justo cuando una silla es
arrastrada a través del suelo; Tori se mueve a un lado para dejar espacio, y él se
sienta junto a ella.
—Bien, gracias. —Él sonríe, y mientras Penny le devuelve la sonrisa, lo veo en sus
ojos: mascota de la enfermera. Él no está ni un poco preocupado por llegar tarde, y
tampoco ella.
Él es el favorito.
—Hola, ¿tú eres la chica nueva? Soy Ben —dice él, y me doy cuenta de que había
estado mirándolo fijamente. El color sube por mis mejillas.
—Sí, Ben, te has perdido las presentaciones. Ben, esta es Kyla; Kyla, este es Ben.
—¿Podemos empezar, entonces? —dice Penny. Mira alrededor del círculo a cada
rostro, luego se detiene en el mío—. Kyla, ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué estamos
todos aquí?
Slated Slated#1 Teri Terry
La miro en blanco.
La respuesta en mi mente, porque tenemos que estar, puede ser objetiva, pero no es la
respuesta correcta. Había aprendido en el Grupo del hospital que a pesar que es un
lugar seguro donde puedes decir lo que sea, es mejor no ser demasiado honesto.
Demasiada honestidad me llevó varias veces a que la Dra. Lysander jugueteara en
mi cerebro, lo que me dejaba exhausta y confusa por días.
—Kyla, estamos aquí para apoyarnos los unos a los otros en nuestra transición del
hospital a las familias y la sociedad —dice ella, respondiendo su propia
pregunta—. Ahora, ¿por qué estabas en el hospital? —Ella sonríe alegremente.
—Usted dígame.
Penny frunce el ceño. He estado en suficientes de estas cosas para saber que
respuestas reales no están por venir. Antes de que pueda reaccionar, soy salvada
por Ben levantando su mano.
—Se nos ha dado un nuevo comienzo —dice. Y me sonríe de nuevo, siento una
sorpresa, un reconocimiento: ojos marrones líquidos, cabello oscuro peinado hacia
atrás que se enrosca justo atrás de sus orejas, todo de alguna manera familiar.
Como si ya lo conociera. Me sacudo internamente, forzando mis ojos a alejarse.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Estábamos hablando sobre mantener nuestros niveles. ¿Cómo están todos justo
ahora?
—¿Cuál es tu estrategia?
—Si tus niveles están bajando, ¿qué haces para subirlos de nuevo?
—Esas son todas cosas externas para hacerte sentir mejor. ¿Qué sobre lo que está 58
dentro de ti? Bookzinga
10 es la completa alegría; 1 es rabia que podría matar o miseria tan oscura que no
puedes moverte. Si vas debajo del 3 te estás dirigiendo a un mundo de sueño: el
Levo estimula al chip en tu cerebro, y te desmayas como lo hice la otra noche. Sólo
en caso de que haya impulsos violentos merodeando debajo de lo que el Blanqueo
de alguna manera pasó por alto, si de alguna manera bajas del 2 sin desvanecerte,
es más que un estímulo. Es como una barbacoa. Un ataque lo sigue, y si siquiera
regresas, serás un idiota baboso.
No parecía saber el nombre real de nadie. ¿No sabe que incluso los Blanqueados no
responden a “todos”? Señala a uno detrás de otro por una respuesta, y escucho,
interesada a mi pesar.
Distracción: concentrarse en otra cosa. Repetir las tablas de multiplicar, contar las
baldosas del suelo. Ben corre: conozco esa. Solía pasar horas en la máquina para
correr en el gimnasio del hospital, hasta que las emociones se desvanecen y todo lo
que existe es el thump, thump de los pies. O mi otra versión: organizar lo
desconocido en superficies hechas de líneas y sombras, dibujar mapas de pasillos y
puertas y todo entre medio para crear límites. ¿Es por eso que lo hago?
Más tarde Penny nos dice que nos separemos en pequeños grupos, para practicar
conversación. El tema asignado hoy: hablar acerca de nuestras familias.
Y todo el mundo comienza a mover sus sillas alrededor en grupos de dos y tres,
sin discusión: todos saben a dónde pertenecen. Dudo, insegura de qué hacer, luego
salto cuando una mano cálida descansa en mi hombro: Ben. Se inclina.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Bien?
Los ojos de Tori se entrecierran. Comienza a decir algo pero se detiene cuando
Penny viene a unirse a nosotros.
Tienen diecisiete, son un año mayor que yo, y conocen a Amy de la escuela. La
60
misma escuela a la que iré tan pronto como me lo permitan.
Bookzinga
—¿De dónde has venido realmente? —exige Tori tan pronto como Penny se mueve
fuera del alcance del oído para ver cómo lo está llevando el siguiente grupo.
—No te creo.
Ella le sonríe.
—No hay forma en que fuera simplemente liberada, del modo en que habla. Lo
sabes tan bien como yo. Ambos hemos estado fuera por más de tres años; sabes
cómo son los nuevos.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Cuánto tiempo?
Y quiero protestar, discutir. Mi boca medio se abre, pero luego se cierra de nuevo.
Ahí está la prueba. La mayoría de los Blanqueados simplemente sonreirían y
estarían de acuerdo con cualquier cosa que les dijeras. ¿Cuál es el punto de negar
lo que es tan obviamente verdad?
Me encojo de hombros.
—¿Quieres reunirte con nosotros el domingo? —Ben me mira, sus brazos aún
sobre los hombros de Tori—. Vamos a ir al espectáculo del condado.
Saca un escáner de mano, como los del hospital pero más pequeño, y lo conecta en
su netbook. Lo sostiene por encima de mi Levo y los gráficos parpadean en la
pantalla del netbook.
—¿Qué?
62
—Mira, Kyla. Míralo tú misma. —Toca la pantalla, selecciona un gráfico marcado
Bookzinga
15/09. Una sección completa de él, en las primeras horas de la mañana del martes,
está en rojo. Toca los puntos y números aparecen en la pantalla—. Kyla, estabas a
2.3. Eso está demasiado cerca. ¿Qué ocurrió?
—¿Bien?
—No lo sé. Tuve una pesadilla, eso es todo. No me desperté. Lo siguiente que supe
es que los paramédicos estaban allí, inyectándome Jugo Feliz. Aún tengo el dolor
de cabeza para probarlo.
—Tu Levo no se ve afectado por los sueños, lo sabes. Es cuando te despiertas más
tarde.
Me encojo de hombros.
Ella suspira.
—Sólo quiero ayudarte, Kyla. No tienes fecha para tu primer control hospitalario
hasta el fin de semana después del siguiente, pero tal vez deberíamos pasarlo a
este.
—Por favor. —No digo lo que estoy pensando, que es que estar en casa todo el día
sola con mamá, el Dragón, eso me preocupa. Estos últimos días en la cama con ella
y Sebastian como mi única compañía hicieron incluso que mis pesadillas 63
parecieran buenas. Bookzinga
Amy se asoma por el fondo de la sala, probablemente enviada para averiguar por
qué no he salido todavía.
Penny la divisa.
Pronto me tienen visualizando mi Lugar Feliz. Escojo mi lugar verde del sueño de
árboles y flores, tumbándome de espaldas y mirando las nubes arriba en el cielo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Siempre que estoy molesta o asustada, debo ir allí en mi mente. Hasta que se
vuelve automático.
Fácil, ¿verdad?
64
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 11
Traducido por Elenp
—¿E
stás segura de que estás bien vigilándolos a los dos? —dice
mamá, girándose a la puerta.
Él hace un suspiro tembloroso para llenar sus pulmones para otro ataque.
Amy se inclina.
—Robert, ¿quieres una galleta? —Su boca tiembla. Ella extiende sus manos, y él la
mira, la indecisión jugando en su rostro manchado de lágrimas. Ella lo carga y lo
lleva a la cocina. En cuestión de segundos está riendo y masticando galletas en el
suelo.
Sebastian deambula, echa una mirada a Robert y salta fuera del alcance sobre la
encimera.
—¡Estás bien, Robert! —Amy lo levanta y lo sostiene para que pueda llegar con la
una mano a Sebastian, que parece resignado—. Acaricia al gatito amablemente, así
—dice ella. Y le muestra como lo hizo conmigo en mi primer día.
Después sigue una hora de jugar con las puertas del armario y golpear ollas con
cucharas de madera. Robert comienza a frotarse los ojos y se duerme en los brazos 66
de Amy. Bookzinga
Amy se gira en su asiento, y la veo observando. Como dijo mamá. Ella nos está
vigilando a los dos. Como si yo pudiera quemarme o poner la mano en el fuego, o
tambalearme y caer sobre mi trasero como Robert.
La enfermera Penny le dijo a mamá que soy como un niño pequeño. Pero míralo, él
no puede aprender cosas tan rápido como yo puedo. Ni siquiera podía acariciar al
gato correctamente. Amy dice que ha estado dando sus primeros pasos durante
semanas, y sin embargo, todavía se cae, tiene un año de edad, pero apenas puede
hablar.
Mis recuerdos se han ido, pero recuerdo partes de mí. Mi cuerpo, mis músculos.
Como un lápiz en mi mano izquierda. Sabía qué hacer con él una vez que lo puse
ahí. Así que no es lo mismo que empezar de nuevo, en absoluto. Es más como
pulsar el botón correcto, puedes hacer cosas que habías olvidado. ¿Quién sabe de
qué más soy capaz?
Había notado esto, también, y de alguna manera no fue sólo obvio, como el hecho
de que el bebé gritaba, y necesitaba un pañal limpio antes de que ellas se
marcharan. Mamá parecía querer tener espacio entre ellos lo más rápido posible,
ella fue quien propuso ir al pub, dejándonos a nosotros tres detrás.
—¿Por qué?
—¿Qué? Dime.
—De acuerdo, pero esto es secreto de familia. No puedes decirle a alguien que lo
sabes.
—Está bien.
Slated Slated#1 Teri Terry
»Stacey era amiga de mamá en aquel entonces, así es como conoció a papá.
Después de casarse, Robert murió. Y Stacey nombró a su hijo Robert en su honor.
Ella tenía buenas intenciones, pero creo que cada vez que mamá lo ve, piensa en su
hijo que murió.
Primero sus padres cuando ella tenía quince años, y luego, años más tarde, su hijo
también murió. No es de extrañar que ella sea como un Dragón.
—Lo sé, mamá puede ser difícil, pero hay razones —dice Amy.
—Míralo de esta manera: vas a llevarte mejor con ella si dices lo que piensas como
ella lo hace. Es la forma en que ella sale adelante.
—Ahí está mi chico —dice tía Stacey, y parece como si lo echara de menos.
Mamá empieza barriendo las migajas de galletas de Robert del suelo; Sebastian
vuelve a aparecer a través de la gatera y se frota alrededor de sus tobillos.
—Hemos estado muy ocupadas cuidando a Robert para lavar los platos —le digo.
Más tarde, Amy y yo hemos dado las buenas noches y nos dirigimos a las
escaleras, cuando Amy se da vuelta.
La feria: ¿no es esa la que Ben sugirió? Que yo vaya con él y Tori. Giro a su
alrededor. Mamá deja su libro.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Con quién?
—Todo el mundo va, mamá. Ya sabes: Debs, Jazz, Chloe, todo el mundo.
—Bueno, siempre y cuando esté todo el mundo. No veo por qué no. Pero yo las
llevo.
—No puedo creer que todavía insiste en llevarnos como si tuviéramos doce años.
—¿De qué? —dice Amy y se ríe—. Si te refieres a Jazz y a mí, es sólo la mitad de
eso.
—¿Qué?
—Me preguntó en la escuela ayer. Si puedes salir mañana, para ir a la feria. Yo más
bien creo que has causado una impresión allí.
—Oh.
—Supongo. —Y por supuesto que lo es: más allá de simplemente lindo, en alguna
otra categoría. Y hay algo más acerca de él, un sentimiento que no puedo definir,
del que quiero saber más. Pero no tiene sentido ilusionarme con Tori en medio.
Me encojo de hombros.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Por qué no? Ella es hermosa. —Y lo era, especialmente cuando sonreía. Tenía
esa estructura ósea perfecta y proporcionada, y fluido largo cabello oscuro. Podría
ser una modelo, si es que no era una de las cosas que no te permitían hacer cuando
eres Blanqueado.
Amy se ríe.
—Entonces ella es una idiota. Pero incluso ella lo entenderá con el tiempo.
Amy apaga la luz y se duerme en seguida. Más tarde oigo arañar la puerta y la
abro: Sebastian maúlla y salta en mi cama. Aparte de él, la casa está a oscuras y en
silencio.
71
No me da sueño. Hay demasiadas cosas que procesar. Todo es tan complicado,
Bookzinga
nada es lo que parece en la superficie. Amy parece entender a mamá en maneras
en que yo no lo hago, sin embargo, estoy segura de que está equivocada acerca de
Ben y Tori. Por mucho que pueda desear que esté en lo cierto.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 12
Traducido por Auroo_J
R
esulta que la feria Thame es algo muy importante.
Hay una puerta de seguridad que debe ser aprobada. Mamá parece sorprendida.
Escaneando la multitud. Nadie se encuentra con sus ojos o los mira directamente,
pero todo el mundo ve con cuidado por todas partes excepto un lugar, aunque es
obvio que es el lugar para ver.
Slated Slated#1 Teri Terry
Mamá había explicado sobre la forma en que la feria Thame comenzó hace siglos,
pero que empezó a apagarse con el declive de la industria de la agricultura a
principios del siglo XXI, hasta que se detuvo por completo. Con el gran impulso
para la autosuficiencia agrícola de la Coalición Central en las décadas posteriores,
y otros programas nacionales que fueron reintegrados, y esta es ahora una de los
más grandes. Más grande que nunca.
Cuando llegamos a la parte frontal tenemos que caminar de uno en uno a través de
la puerta.
Amy y yo nos ponemos en camino, por supuesto, con nuestros Levos. Nos llevan a
un lado, más cerca de los hombres con trajes grises, y nos escanean de pies a
cabeza.
Sin razón para temer que pueda identificar, mis manos comienzan a temblar.
Cuando han terminado y nos dejan entra, Amy tiene la suya en la mía y tiene casi
que medio arrastrarme con las piernas temblorosas hacia mamá, quien espera.
—¿Son las multitudes demasiado para ti, Kyla? —pregunta, y desliza su brazo
sobre mis hombros.
—Estoy bien —le digo, y con Amy en un lado y mamá por el otro, pronto lo estoy.
La feria es todo ruido, con la gente y los animales en todas partes. Los ricos olores
del campo llenan el aire. Me parece que estoy bastante contenta con quedarme
cerca de mamá, incluso cuando Amy desaparece con sus amigos.
todo tipo en los corrales y en las pistas. Mamá parece conocer a casi todo el
mundo, y dice algunas palabras de vez en cuando a medida que avanzamos.
Su sonrisa es cálida, pero su mano se curva alrededor de su brazo. Esto es mío, está
diciendo, y él le permite estar allí.
Mamá sonríe.
—¿Eres Ben? No te había visto desde que Amy dejó de ir al grupo. Te has puesto
más alto.
—Oh, alegría. Es considerado como el Miss Mundo de las ovejas. Casi no puedo
esperar.
—Haría bien en tener cuidado con sus palabras aquí hoy, señorita —dice ella, sus
palabras tan bajo que es difícil para ellos escuchar sobre todas las voces y los
ruidos que nos rodean. Luego desaparece con su amigo.
—¿Quién se cree que es? —dice, fuerte y erizada, haciendo caso omiso al “Ssssh”
de Ben.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Si no lo sabes, niña, entonces te lo voy a decir —dice un hombre que estaba
detrás de nosotros, que debe haber oído cada palabra—. Ella es Sandra Armstrong-
Davis.
—Ella es la hija de Wam el hombre, que no tuvo piedad y aplastó a las bandas allá
en la década de 2020 —dice—. Fue el primer ministro Represor, antes de que los
terroristas lo hicieran estallar.
—Pero pensaba que sus padres murieron en un accidente de autopista —le digo.
75
Tori se ríe. Bookzinga
—¿Estás bien? —pregunta Ben, y vincula su otro brazo con el mío—. Todo esto
sucedió hace mucho tiempo, hace mucho tiempo. Pensé que sabrías todo.
Nos vamos a la demostración de Ovejas. Hay una variedad de ovejas atractivas (si
te gustan ese tipo de cosas) con nombres interesantes, como Lady Gaga y Marilyn
Monroe, todas desfilaron alrededor mientras que sus virtudes se exaltaron, y luego
una ceremonia de premios.
Slated Slated#1 Teri Terry
Me parece tan tonto, que pronto todos nosotros (incluso Tori) estamos riendo y
aplaudiendo junto con la multitud. Marilyn gana.
La oveja lucha al principio. Luego hay comprensión en sus ojos: este hombre
sujetándola abajo es demasiado fuerte. No puede hacer otra cosa que pararse sin
fuerzas mientras las cuchillas afiladas tan cerca de su piel la despojan de su lana, y
la dejan sin nada para mantenerla caliente durante el invierno. Tal vez eso no
importa, ya que está cerca del final de la línea.
¿Me pregunto si ella está visualizando su Lugar Feliz para conseguir pasar a través
de eso?
Irse es más fácil que llegar, no hay controles de seguridad, y simplemente sales por
una puerta. Pero a un lado hay algunos hombres de traje gris, viendo la salida.
76
Comprobando los rostros, uno por uno, mientras que todos se van. Y como si Bookzinga
estuvieran de pie en un punto ciego colectivo, la multitud finge que no existen.
Tal vez es porque sabía que iba a unir los puntos de una manera que Amy no
haría.
Los padres de mamá fueron asesinados por los terroristas, el trabajo de la vida de
su padre fue el de derrotar y aniquilar a las pandillas que casi destruyeron el país,
mucho antes de que el Blanqueo fuera una opción de tratamiento. En aquel
entonces todos estaban condenados a muerte.
Slated Slated#1 Teri Terry
Y justo cuando estoy empezando a sentir que tal vez, al menos parte del tiempo, la
entiendo y de lo que se trata, ahora esto. Me parece que no la entiendo, en
absoluto.
La otra cosa que me mantiene despierta son esos hombres de traje gris que todos
ignoraron.
—¿Sebastian? —lo llamo, en voz baja, y entro en la oscura cocina, el frío suelo bajo
mis pies descalzos. La piel de gallina camina a lo largo de mis brazos y mi espalda.
Me dirijo hacia un movimiento, no tanto como el sonido una perturbación del aire
que es del tamaño y la forma equivocada de un gato.
Capítulo 13
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ
—¿E
stás segura de que no quieres té? —pregunta papá.
Al otro lado de la sala, su mano se había puesto con rapidez sobre mi boca,
parando el grito que estaba buscando su camino hasta mi garganta, así que todo lo
que salió fue un pequeño gemido ahogado.
Me soltó tan pronto como dejé de luchar. Una vez que el destello se fue de mis ojos
lo suficiente vi que era él.
Ahora parece que estuviese pensando en algo y entonces asiente con la cabeza,
como para sí mismo.
Me siento.
Hace té, sin apuros. Me mira de vez en cuando. Para alguien tan normalmente
hablador, el silencio se extiende entre nosotros.
—¿Cómo qué?
Me encojo de hombros.
Revuelve el té, parece a punto de preguntar algo más, pero entonces niega con la
cabeza ligeramente.
—Tercero: ¿por qué estabas tan asustada cuando encendí la luz? —lo dice como
una afirmación, no como una pregunta; una que está tratando de averiguar.
Aunque tal vez tuvo algo que ver con mi sueño: cuando estoy deslumbrada por la
luz y no puedo ver quién es y...
—En mi pesadilla de la semana pasada, una luz brilla en mis ojos y no puedo ver y
estoy muy asustada. Quizás sea por eso —digo, todo de un tirón. Sorprendida de
escuchar a mi voz respondiendo la pregunta, sobre el sueño del que dije a todo el
mundo que no lograba recordar.
Asiento.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Sin embargo, a pesar del susto de hace un momento, aunque tonto, ni siquiera
estás bajo.
—No.
Me apresuro hacia arriba, aliviada y confusa, con el té intacto. ¿Qué fue todo eso?
Casi me sentí como si estuviera siendo interrogada.
Respondí a sus preguntas más de lo que hubiera creído posible y casi me sentí
obligada a hacerlo.
Hasta estuve a punto de contarle que mis dedos eran machacados en mi pesadilla.
Capítulo 14
Traducido por Shadowy
L
unes por la mañana al fin.
—No puedo imaginar por qué estás tan entusiasmada por ir a la escuela
—dice Amy—. No es tan genial. 81
granate. Comprados nuevos el viernes cuando se hizo evidente que hasta los viejos
de Amy me venían demasiado grandes para mi nada metro y medio.
—Me gusta aprender cosas —digo, cepillando mi cabello. Lo cual es cierto, aunque
no la respuesta completa. Quiero, no; tengo que saberlo todo. Cada hecho y detalle
que pueda averiguar y clasificar, elaborar y archivar, es un paso más.
Amy suspira.
—No hagan ruido —dice ella—. Papá llegó tarde anoche, está dormido.
No fue un sueño.
—Kyla, escucha. ¿Estás segura de que quieres ir hoy? No tienes que hacerlo aún,
ya lo sabes.
La miro con sorpresa. Había parecido feliz de oír que iba a comenzar la escuela,
quitarme de encima, había dicho, así ella podía volver a trabajar sola.
—De acuerdo. Si estás segura de que es lo que quieres. ¿Quieres que te lleve en vez
de ir en el autobús?
—Déjalos. Yo lo haré.
Bueno.
Miro a Amy. Ella sonríe mientras mamá lleva los platos a la cocina.
Slated Slated#1 Teri Terry
Las cabezas giran; ondas de voces bajas nos siguen mientras caminamos por el
pasillo. Siento los ojos como huellas caminando por mi columna vertebral.
Hay dos asientos vacíos opuestos entre sí. Me muevo hacia uno de ellos y la chica
cerca de la ventana entrecierra los ojos. Pone su bolso atravesando el asiento vacío.
Miro a través de las cabezas: es Ben. El alivio me llena al ver un rostro que
conozco. Un lugar seguro.
—Está bien —le digo a Amy, y me muevo hacia atrás. Pensando en árboles verdes,
cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes blancas…
—Hola —le digo a Ben y me siento a su lado. También hay algunos otros del
Grupo, todos apiñados y apretujados sonrientes en la parte trasera del bus. Todos
con el mismo uniforme granate y negro como todos los demás, aunque de alguna
manera en Ben es diferente. Todo se ve mejor en Ben. ¿Salvo Tori?
—Oh.
Árboles verdes, cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes blancas…
—Lo siento por eso —dice Amy cuando bajamos del bus.
—No es tu culpa.
—No te preocupes tanto, estarás bien —dice Ben. Dice adiós con la mano mientras
se va.
—¿Otra? Nombre.
—Soy Kyla. Kyla Davis. —El apellido nuevo, al igual que mamá, papá y Amy,
todavía se siente raro, como que no va con Kyla.
85
Pero quién sabe cómo quedaban antes mis nombres. ¿Iban mejor juntos?
Bookzinga
—Oh, sí. Traspaso de unas semanas, ¿no eras tú? Justo he estado tratando de
concertarte con aviso de un día entero. —Suspira—. Toma asiento. —Señala una
silla, se levanta y desaparece a través de otra puerta con el archivo en la mano.
Tomo asiento.
Y así pasa la mayor parte del día. No salgo de la Unidad. Me siento en sillas. La
gente viene y dicen hola ocasionalmente; uno me dice que mañana haré un
recorrido por la escuela y haré algunas pruebas, y me dice dónde está el baño. Soy
orientada hacia una sala en la hora del almuerzo y me como los sándwiches que
mamá me dio esa mañana con un grupo de otros Blanqueados, todos más jóvenes
que yo; no hay ninguna señal de Amy, ni de Ben. Todos sonríen y mastican, como
un grupo de plácidas vacas que fuéramos llevadas a pastar en un campo por la
mañana. No hay mucha conversación con los asistentes de enseñanza sin nombre,
los AE, ubicados en los dos extremos de la mesa. Observan y escuchan.
Slated Slated#1 Teri Terry
Por la tarde me entregan Historia de la Escuela de Lord Williams para leer. Mamá la
había llamado Lord Bill’s. Es vieja, realmente vieja: fundada en 1559, así que
pronto tendrá quinientos años. Una escuela de chicos, luego colegio mixto. Solía
tener una unidad de autismo1: ¿ahí es dónde estoy ahora? Antes de que el autismo
fuera eliminado. La escuela estuvo cerrada durante cinco años después de los
disturbios del condado; fue reabierta por la Coalición Central con mucho alboroto
y ceremonia hace veinte años, con nuevos campos y pistas de atletismo en las
tierras anexas. Ahora es una universidad especialista agrícola, como la mayoría de
las escuelas secundarias.
Amy y Jazz vienen por mí al final de la tarde. Le sonrío aliviada a Jazz, de vuelta
del dentista: no hay bus.
Me encojo de hombros.
—Fue aburrido. Sólo me senté ahí todo el día, esperando a que algo pasara.
—Permíteme, tiene truco —dice Jazz. Tira de la manija, pone un pie en el lado del
auto para hacer palanca y tira fuerte.
1Autismo: espectro de trastornos caracterizados por grave déficit del desarrollo, permanente y
profundo. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad
emocional, y evidencia conductas repetitivas o inusuales.
Slated Slated#1 Teri Terry
Un buen consejo, ya que Jazz sale con un chirrido a la calle y luego frena con
fuerza en una esquina. Me tambaleo hacia delante y agarro el asiento de Amy de
delante. Los engranajes crujen y damos una sacudida. No he estado en muchos
autos, así que tal vez esto no es justo. Pero Anti-Blanqueados aparte, creo que
preferiría tomar el bus.
—Tenemos que llevar a Kyla pronto a casa —dice Amy—. Mamá no vuelve del
trabajo hasta mañana.
—Mac, ¿están en casa? —grita, camina a través, nosotras detrás y abre la puerta
trasera.
—Sí. Agarren una bebida ustedes mismos, y salgan —responde una voz.
—Vamos —dice.
Los sigo al jardín. Al menos, sé que eso es lo que está afuera de la mayoría de las
puertas traseras, pero este no es verde. No hay hierba, ningún árbol, ninguna flor.
Hay trozos de autos por todas partes. Mac sale de debajo de uno y Jazz nos
presenta.
—¿Alguna vez has bebido cerveza? —dice Amy y noto que ella no lleva ninguna.
Slated Slated#1 Teri Terry
—No.
Miro a Amy y ella se encoge de hombros, hace una mueca que sugiere que no es
tan brillante.
—Está bien —digo, y él quita la parte superior. Inclino la botella hacia atrás como
Jazz hizo con la suya, y eso llega a la parte trasera de mi garganta rápido. Toso.
Mac se ríe.
—¡Oh sí, el Dragón! —Jazz se bebe de un trago su bebida, luego la mía y se levanta.
Nos dirigimos de vuelta a través de la casa.
—Estoy bien.
Ambos se ríen.
—¿Por qué no dejar que lo intente? —dice Jazz—. Sólo en esta callejuela.
—Entra en la parte de atrás —le dice a Amy y ella se sube al asiento trasero.
Giro la llave en el encendido. No entiendo realmente lo que está diciendo, pero mis
manos y pies saben qué hacer.
89
Embrague, marcha: marcha atrás en el carril.
Bookzinga
—Tiene talento, talento natural para esto —dice Jazz, aturdido. Ignoro las protestas
de Amy y continúo perfectamente por la carretera principal—. Debe ser mi
excelente enseñanza —dice Jazz.
No. Yo recuerdo. Mientras que no piense demasiado en ello, mis manos y mis pies
toman el control; algún recuerdo encerrado en mi músculo con el que mi cerebro
no tiene nada que ver.
Capítulo 15
Traducido por Lore Mejia
Ella sonríe y en realidad me mira a los ojos con sus oscuros ojos, además extiende
90
Bookzinga
la mano. La tomo. Puede que las clases sean más interesantes hoy.
—No te preocupes si te pierdes; a todos les pasa. Te estaré siguiendo por unas
semanas y te puedo mostrar los caminos.
—Esta es Kyla Davis, está aquí para el procesamiento —le anuncia la Sra. Ali a la
oficina. Unos minutos después un hombre alto y serio apareció detrás de una fila
de gabinetes.
Pero es más complicado que eso. Primero mis huellas son puestas una por una en
una pequeña pantalla para almacenamiento digital de huellas. Luego, me sostienen
la cabeza en una posición rígida y me ordenan que no parpadee; una intensa luz
brilla en mi ojo derecho para un escáner de retina. Mis ojos se ponen llorosos y se
me nubla la vista cuando terminan. Una fantasmal figura residual que se parece a
las ramas de un árbol se queda en mi vista, se ve negra en la pared blanca y blanca
en la pared negra y luego desaparece gradualmente. Finalmente me toman una
foto normal. Luego él pone a funcionar una computadora y una tarjeta plástica sale
del otro extremo de la máquina.
91
—Debes llevar esto todo el tiempo —dice, y la mete en un tarjetero y me la cuelga Bookzinga
del cuello. La miro y ahí estoy. “Kyla Davis” dice debajo de la foto, y hay una S
roja al lado de mi nombre, tengo una pequeña sonrisa en los labios que la Sra. Ali
logro sacarme justo antes de la foto.
—Eso, ahora eres oficialmente una estudiante de Lord William —dice, como si
fuera un logro o una elección—. Ahora debemos regresar a la Unidad.
Salimos por la puerta delantera del edificio administrativo esta vez. Al lado del
edificio hay un gran monumento de piedra, rodeado de rosas y con 2048 grabado
en la parte superior: hace seis años.
Me acerco, atraída por alguna razón, y la Sra. Ali me sigue. Hay una lista de
nombres grabada en la piedra, seguida por las edades. Desde Robert Armstrong,
Slated Slated#1 Teri Terry
15, hasta Elaine Waisner 16, hay treinta nombres entre ellos. Todos de mi edad o lo
suficientemente cerca. Detenidos, petrificados, silenciosos para siempre.
—¿TAG?
Sus labios se fruncen cuando dice las palabras, como si tuvieran mal sabor.
—Vamos —dice la Sra. Ali, así que la sigo de regreso a la Unidad. En el momento
en que mis pies automáticamente siguen el camino, no puedo detener las imágenes
que aparecen en mi mente: un bus atrapado en el tráfico de Londres, explosiones,
llamas. Gritos, manos sangrientas golpeando las ventanas; y una última explosión.
Luego, silencio.
92
Un homenaje de piedra, rosas espinosas y todos esos nombres. Bookzinga
La puerta dice: “Dra. Winston, psicólogo educativo”. De pronto se abre y sale otro
estudiante.
—¡Siguiente! —dice la voz otra vez, más fuerte, me levanto de mi silla y miro
tímidamente por la puerta.
Slated Slated#1 Teri Terry
Ella sonríe ¿O no? En su cara tiene labial rojo brillante en forma de una sonrisa.
Tiene tanto maquillaje encima que si sonríe realmente puede que se le agriete la
cara.
—Veo que ya tienes tu identificación, eso está bien. Ve eso, junto a la puerta, pasas
tu tarjeta cuando entras. Dice quién eres.
Me doy la vuelta, hay una ranura del tamaño de una tarjeta en una pequeña
maquina en forma de caja pegada a la pared que está por la puerta.
Miro con inseguridad mi identificación, la tomo con una mano y vuelvo a mirarla a
ella.
—No tienes que sacarla del porta-tarjetas, solo sostenla, con el frente hacia abajo,
en la ranura. —Lo hago y suena—. Buena chica, ahora siéntate. Haz eso cuando
entres y salgas de cada clase de este colegio; también en la Unidad. Así podemos
saber dónde está todo el mundo.
93
Ella asiente con su sonrisa de labial. Yo me siento en el extremo de la silla que está
Bookzinga
frente a su escritorio.
Y me dice que estaré haciendo exámenes toda la tarde, para ver en qué nivel estoy.
Si puedo asistir a clases ordinarias, o si debo tomar clases en la Unidad para
empezar, o tal vez una mezcla de las dos. Mañana en la mañana me entregaran un
horario con mis clases.
—¿Puedo tomar clases de arte? Puedo dibujar muy bien. Mi enfermera dice que
debería poder, y…
—Te diré algo, ¿qué tal si pongo una nota en tu expediente? —Sonríe otra vez y
escribe en la pantalla—. Ahí está: “Kyla muestra interés en las artes”. ¿Está bien?
Ahora ve a almorzar al piso de abajo, ahí va una buena chica.
—Detente.
Me detengo en la puerta.
—¡Tienes que pasar la tarjeta, por supuesto! O la computadora pensará que aún
sigues aquí.
Bajando las escaleras encuentro el lugar en el que almorcé ayer, y esta vez noto el
escáner que está en la puerta, paso la tarjeta y pita.
Cuando finalmente termino me arden los ojos y me duelen los hombros, pero creo
que me fue bien. Me dirán mañana, me dice la Sra. Ali, y luego me sigue cuando
salgo mientras suena la última campana del día.
Me subo al bus con Ben, puesto que persuadí a Amy para que se fuera sola con
Jazz. Que estaré bien.
Mientras camino por el pasillo con él, ahora que mi mente está libre de todos esos
exámenes, regresa a los recuerdos de ese homenaje, y los TAG que asesinaron a un
bus entero de estudiantes. Un bus como éste.
Slated Slated#1 Teri Terry
Me doy cuenta del movimiento demasiado tarde, mi pie se enreda con el que se me
pone en medio y me tropiezo. Trato de frenar la caída con mis brazos, pero alguien
tira de mi maletín y mis brazos quedan atrás. Mi cara impacta con el respaldo de
un asiento y me caigo al piso.
Todos se ríen.
Me pongo de rodillas y me toco los labios: mis dedos están rojos. Me levanto y me
doy la vuelta.
Es ella: la chica que me bloqueo el asiento vacío ayer, para que no me pudiera
sentar a su lado.
Mis músculos se tensan y doy un paso hacia ella. La sonrisa se le borra del rostro.
Sus ojos se abren.
—¿Kyla? ¡Kyla! —Ben me toma del brazo y me da la vuelta. Me empuja para que
quede frente a él y me dirige a la parte de atrás del bus.
95
El conductor se levanta de su asiento y camina por el pasillo. Bookzinga
—Tienes que tener cuidado cuando caminas, Kyla —me dice, pero su expresión es
ilegible. Sus ojos muestran preocupación, no indignación, sin embargo debe saber
que ella hizo que me tropezara. Que esto no fue ningún accidente.
Me ha ido peor.
¿Cierto?
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 16
Traducido por Xhessii
—E
stoy bien.
No mencioné el pie que se puso en mi camino, o las risas que siguieron cuando me
levanté. O cómo me giré y estaba lista para golpear a esa chica en el rostro. Y ella
también lo sabía: una mirada de miedo incierto cruzó sus ojos antes de que Ben me
alejara.
—No pudo alcanzarme —dije finalmente. Lo que es verdad, desde que ella no
estaba ahí.
—Creo que en la casa de algún amigo —digo, intentando que sonara vago.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Uh…
No se supone que sea capaz de hacerlo. Mi Levo debió detenerme. Con cualquier
rastro de violencia, se suponía que debía noquearme.
97
Pero nada. De alguna manera me mantuve por 5 segundos de la misma manera.
Bookzinga
Ben y los otros sólo se mantenían sonriéndose los unos a los otros como siempre,
incluso cuando sabían que uno de ellos había sido deliberadamente herido. Y no es
como si no les importara. Ben había venido a ayudarme, ¿no? Era más como si en
sus felices pequeños cerebros Blanqueados, eso no fuera suficiente para crear una
onda.
No entiendo.
Voces acaloradas.
Slated Slated#1 Teri Terry
Los minutos pasan, luego hay pasos en las escaleras. La puerta se abre: Amy.
—¿Estás bien? —Cruza la habitación y levanta mi barbilla para ver mi labio—. Eso
tiene que doler.
Me encojo de hombros.
—Un poco.
—Bien.
—Hice sopa para ti; es más fácil de comer con ese labio.
—Gracias.
Me siento.
Mamá pone un cuenco y dos platos de pasta en la mesa, luego va al pie de las
escaleras.
Slated Slated#1 Teri Terry
Se sienta en la mesa.
Miro a mi sopa.
Levanté la cuchara.
—¿Estás bien, Kyla? —Agarra mi muñeca justo cuando mi Levo vibra: 4.3.
Suspira—. No te caíste en el autobús, ¿o sí?
—Dime.
—No es eso.
—Entonces, ¿qué?
99
No digo nada, sólo muevo la sopa.
Bookzinga
—¡Chicas adolescentes, qué pesadilla! Los chicos son más fáciles. Espera aquí.
Sube las escaleras, minutos después regresa con Amy, y la lleva a la cocina.
—¡Siéntate!
Amy se sienta.
—Escucha, señorita. Kyla no me dijo nada, ¿está bien? Sobre tu tonto novio, o
manejar en su carro insano, o cualquier cosa. Lo puse todo junto yo misma. Ahora:
ustedes arréglense. Voy a comer en la TV.
Empieza con la cena y no dice mucho más. Pero puedo verlo en sus ojos: no me
contará más secretos.
No puede confiar.
El conductor está sobre el claxon. Por qué, no lo sé. No van a ninguna parte: es un
embotellamiento. El camino se ha convertido en un estacionamiento, justo enfrente de
edificios de ladrillos pesados con un letrero colgando al frente: “Oficina de los Represores de
Londres”. Atrapados como ratas en un nido. 100
Bookzinga
Le grito al conductor:
Lo primero es el ruido que suena a silbido, un flash, un BANG que rompe mi cráneo y hace
que me duelan los oídos. Y entonces inician los gritos.
Hay humo asfixiante; manos ensangrentadas que golpean las ventanas que no se abren; más
gritos. Otro silbido, un flash; una explosión. Hay un hueco a un costado del autobús, pero
ahora la mayoría está en silencio.
Toso en el humo, ahogado con en el combustible que se quema, en el metal y peor. Pongo
mis manos en mis oídos, pero los gritos continúan.
Entonces, se detienen.
Slated Slated#1 Teri Terry
Y ya no estoy ahí. Estoy en algún lugar, con alguien más. El terror, el humo y la sangre, se
han ido. No es una memoria de un evento pasado, no, nada… sólo se ha ido. Un sueño. No
más. No menos.
Me río y juego a las escondidas con otros niños en mi lugar verde. Los altos árboles están
sobre el pasto, hay puntos morados y amarillos de flores silvestres. Me agacho en alguna
parte detrás de los arbustos y veo: mis manos, mis pies. Son pequeños. Yo soy pequeña. Mi
corazón suena un tranquilizador tum, tum, tum, tum, por el juego. ¿Me encontrarán?
Cuando abro mis ojos no puedo ver nada. Los abro más y más, me pongo de pie y
camino hacia la ventana, jalo las cortinas a un lado y miro. No hay luna esta noche.
Funcionó. Voy al Lugar Feliz en medio de una pesadilla: funcionó. No hay gritos,
no hay oscuridad. Un casi aceptable 4.8 en mi Levo.
Pero cambió en mi sueño. Los árboles, el pasto, y las nubes siguen ahí. Pero no
estaba sola, esta vez; estaba jugando las escondidillas con niños. Era joven, mucho
más joven en ese lugar.
El horror del primer sueño se desvanece, los detalles empiezan a dispersarse como 101
humo subiendo al cielo. Aunque todavía se siente tan real; como si hubiera estado Bookzinga
ahí, observando, ese día, cuando todos los estudiantes murieron.
Locura.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 17
Traducido por LizC
M
i estómago se agita cuando subo al autobús a la mañana siguiente. Pero
Amy cubre mi espalda.
Cuando me siento al lado de Ben en la parte trasera del autobús, sus ojos se abren
como platos.
—Pobre de ti —dice, y toca mi cara con sus dedos, un toque ligero como una
pluma en mi labio. Se oscureció durante la noche y se ve peor hoy que ayer—. ¿Te
duele?
Su rostro, serio por una vez, se ve diferente. La similitud —la expresión feliz que
todos los Blanqueados llevan— se ha ido. Aunque sus ojos todavía sonríen. Soy
sorprendida de nuevo por un sentimiento, uno que dice que lo conozco y que
siempre lo he conocido; que cerca de él, estoy segura. Mi estómago se tambalea. No
de una manera mala.
—En serio.
103
—Sí. Bookzinga
La miro a los ojos, y sólo veo preocupación. Pero justo cuando creo que podría
contarle todo, alguna voz interior dice mala idea.
—Tropecé, y caí.
Frunce el ceño.
—Bueno. Si recuerdas algo más sobre esto, me lo dices. De todos modos, tenemos
los resultados de tus pruebas. Eres una chica inteligente: vas a ir directo a las clases
normales a partir de hoy. Año 11, de modo que eres sólo un poco mayor que los
otros estudiantes. Nadie sabrá si no se lo dices: la mayoría de ellos serán más altos
que tú, de todos modos. —Me entrega un horario—. Vamos: grupo de tutoría para
ciudadanos, en primer lugar. El tuyo es en el bloque de inglés.
Slated Slated#1 Teri Terry
—No. No puedes tener una optativa como los otros estudiantes. Tenemos que
adaptar clases extras a la Unidad. No hay lugar.
Miro hacia ella. Esto no puede estar pasando. Es la única cosa que realmente
quiero tomar; parte de la razón por la que quería venir a la escuela. Incluso
teníamos clases de arte en el hospital.
—Pero...
—Nada de peros; no hay tiempo. Llegarás tarde a tutoría. Si tienes problemas con 104
ello, habla con la Dra. Winston —dice, y sale de la Unidad. La sigo, adormecida. Bookzinga
Esto no puede estar bien. Incluso la enfermera Penny me dijo que podía tomar arte,
siempre y cuando pensaran que era lo suficientemente buena, ¿no? Y esa doctora
no tenía ningún interés en mí o en lo que yo quería, eso era bastante obvio. No
tendría sentido hablar con ella.
Permanezco de pie con incertidumbre cerca del escritorio en la delantera, sin saber
qué hacer.
Otros estudiantes entran, deslizan sus tarjetas y se sientan, uno tras otro; la
campana final suena. Una última chica entra y cruza la puerta.
—Lo siento, señor —dice ella, pero no parece arrepentida. Se sienta, en el último
pupitre doble, la única silla vacía que queda en la habitación es a su lado: la chica
que me hizo tropezar en el autobús.
Mi Levo vibra. Miro hacia abajo: 4.4. Phoebe sonríe; vibra más fuerte. 4.2.
Todo el mundo se ríe, y mira fijamente. Muchos ojos; ojos en todas partes.
3.9...
Cierro los míos. Árboles verdes, cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes
blancas...
Árboles verdes, cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes blancas...
—Sí.
Abro mi cuaderno.
La última lección de la mañana trae una agradable sorpresa: Ben. Está en mi clase
de biología.
Me saluda cuando paso mi tarjeta en la puerta, les susurra a unos muchachos que
se quejan y se mueven a un lado, dejando un asiento vacío a su lado.
106
—¿Cómo te va? Bookzinga
—Se pone mejor —dice, seriamente—. De verdad que lo hace. Mi primer día de
clases fue un asco también.
Y levanto la mirada hacia Ben, y me pregunto. A veces parece como cualquier otro
chico Blanqueado con el cerebro en blanco y sonriente como un lunático a los que
he conocido. Sin embargo, puedo ver que tiene pensamientos propios también. Tal
vez, sólo tal vez, no soy tan diferente del resto de ellos como parece a veces. O tal
vez es sólo Ben: haciéndome sentir como que no estoy sola en esto.
—Oh, sí. Es verdad. —Destierro el fantasma de una sonrisa que había estado
acechando, y le sonrío con mis ojos, en su lugar.
Slated Slated#1 Teri Terry
Hojeo un libro para empezar, sin idea de qué pájaro elegir. Hasta que veo ojos
negros, plumas blancas, una cara solemne, con forma ovalada tan plana que es
como una máscara con hendiduras oscuras. La lechuza común. Algo sobre la lechuza
dice esta soy yo.
Y otros estudiantes se agolpan alrededor y dicen cosas bonitas sobre él también. 107
Esta clase parece estar mucho mejor conmigo estando en ella; tal vez porque Ben Bookzinga
estaba aquí, en primer lugar. Atrae los ojos de las chicas, parece tener una fácil
amistad con los chicos. Simplemente es uno de ellos; lo aceptan, de modo que me
aceptan. ¿Cómo hace eso?
Sonrío.
—Está bien, sólo dame un minuto. —Entonces tomo mi tiempo para empacar,
hasta que la mayoría de los estudiantes se han ido. Ben espera, una pregunta en
sus ojos. ¿Me atreveré? Me acerco a la mesa de la profesora.
—¿Señorita Fern? Me pregunto si... quiero decir, espero, tal vez, me pueda
ayudar...
—Quiero tomar arte, pero no me dejan. Dicen que no puedo tomar una optativa.
Me giro, y salto: La Sra. Ali está de pie justo detrás de mí, con los labios en una fina
línea. No la escuché entrar, ni siquiera oí la puerta.
Él se despide y se va.
108
Bookzinga
De vuelta en la Unidad la Sra. Ali me indica que la siga a una oficina, no al
comedor.
Cierra la puerta.
—Kyla, escucha con mucha atención. Estás en una cuerda corta, colgando. Si la
cadena se acorta demasiado, será una larga caída.
¿Es una amenaza? Aun así ella sonríe, su sonrisa preocupada, amable. No
concuerda con sus palabras.
—No lo entiendo.
—Kyla, estoy aquí para ayudarte en todo lo que pueda, para convertirte en un
miembro útil, feliz integrado a nuestra sociedad. Para hacer esto debes aprender a
seguir las reglas. Tu horario es sólo una de las formas en que las reglas se pueden
aplicar. Firmaste un contrato cuando saliste del hospital, prometiendo seguirlas
Slated Slated#1 Teri Terry
109
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 18
Traducido por MaryLuna
—B
uenas noches a todos. —La enfermera Penny está en otro jersey
brillante a juego con su voz: esta vez, es naranja.
No hay señales de Ben, tampoco de Tori, de hecho. Los otros están todos sonrientes Bookzinga
Está a punto de ser mi turno cuando la puerta se abre en la parte trasera, y Ben
entra precipitadamente, empapado. La camiseta de manga larga y pantalones
cortos pegándose a él, delineando su cuerpo de una manera interesante.
—Siento de veras llegar tarde —dice, y agarra una silla. La pone al lado de la mía y
trato de no mirar.
Slated Slated#1 Teri Terry
Penny finge fruncir el ceño ante su favorito, pero no funciona del todo.
Él se encoge de hombros.
—Uh, empecé en la escuela el lunes. Y estoy en clases, desde ayer. Ben está en mi
clase de biología.
Me encojo de hombros.
—Ben —digo en voz baja. ¿Por qué no está Tori en nuestro Grupo más? ¿Te lo dijo?
¿Por qué no ha estado en la escuela esta semana?
Él se encoge de hombros.
—Tal vez ha cogido la gripe o algo; no pienso en eso, la verdad —dice, pero puedo
decir por su cara que lo hace, ahora—. Te diré algo: pasaré por su casa más tarde, y
me aseguraré de que esté bien. 112
Bookzinga
El grupo continúa, y me pregunto acerca de Tori, y la reacción de Ben a su
desaparición sin ninguna explicación. Era su novia, o eso creía yo. Sin embargo
tengo la sensación de que si no le hubiera preguntado, no se le habría ocurrido. Y
no es como si no le importa; simplemente no pensó en ello. Yo no era mucho mejor,
ya que había notado que no estaba en la escuela, pero nunca dije nada: había tantas
otras cosas de qué preocuparse.
Dudo.
—¡Oh, qué terrible! Siento que pasara. Tienes que tener cuidado. Algunas personas
no son muy agradables, ¿verdad? ¿Cómo están las cosas ahora?
—Cariño, entender que tienes que tener cuidado con algunas personas es un gran
paso. Déjame saber si hay algo que pueda hacer para ayudar —dice, y aprieta mi
mano. 113
Bookzinga
La miro de nuevo, pensando que tenía cosas confusas. La Sra. Ali había parecido
muy agradable, y entonces no lo era, en absoluto. Y Penny estaba muy molesta
cuando la vi por primera vez, pero ahora, siento que está de mi lado.
Momentos más tarde mamá aparece en la parte posterior del recibidor, sacudiendo
un paraguas.
Mamá: otra que es desconcertante. ¿Está de mi lado, o no? ¿Es el Dragón, o alguien
que me hace la sopa cuando me hago daño? No lo sé.
Slated Slated#1 Teri Terry
Mamá tiene una charla con Penny sobre mí, pero esta vez las dejó seguir con ella, y
no interrumpo. Penny está diciendo que estoy lista para tener un poco más de
libertad, y hacer algunas cosas por mi cuenta para desarrollar independencia.
Mamá no está de acuerdo. Pero finalmente dice, está bien.
114
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 19
Traducido por Lalaemk
I
nclino mi cabeza hacia el cielo. Hacia las pequeñas gotitas, tan pequeñas que
no se sienten como individuales sino más bien como un sentido general de
humedad. Más como niebla que como lluvia. Pero se reúnen juntas, un
pequeño goteo formándose y corriendo helado por mi rostro. No como lágrimas, 115
las cuales son calientes. Bookzinga
—Se supone que te debes poner la capucha para mantenerte seca, no regarla como
un colector de lluvia —regaña Ben. Extiende una mano al lado de mi rostro,
levanta la capucha de mi chaqueta, y luego mete el cabello en ambos lados. Sus
manos están calientes.
Nuestros ojos se encuentran y él hace una pausa, sus manos todavía a un lado de
mi rostro. La lluvia y los bosques se desvanecen a lo lejos. Sus ojos salpicados con
dorado con más profundidad que la primera vez que sostuvieron los míos, fijos, en
su lugar.
Pero entonces sus manos caen, mira a ambos lados. Nadie está a la vista pero hay
voces no muy lejos.
—Vamos —dice, y comienza a caminar lejos de los otros. Luego se vuelve hacia
donde yo estoy, mis pies inciertos. ¿Debería seguirlo? Levanta su mano derecha, su
meñique curvado hacia arriba, los otros escondidos.
Slated Slated#1 Teri Terry
Y miro a su mano, insegura, hasta que mira a mi mano izquierda, y luego de vuelta
a mis ojos. Levanto mi mano. Engancha mi dedo meñique con el suyo y le da un
tirón, se voltea y camina a través de los árboles, llevándome con él. Su mano
todavía me sostiene, tirando de la mía con nuestros pequeños dedos unidos entre
sí. Es tan tonto, que comienzo a reír.
No lo había notado al principio que Ben estaba alejándonos de los otros, poco a
poco. ¿Por qué? A pesar del frío, me siento sonrojar. Nuestra clase de biología está
esparcida en los bosques. Estamos destinados a recolectar muestras de agua de un
arroyo, y hojas de maleza debajo de los árboles para identificarlos después. Sus
voces son distantes y se distancian aún más.
—¿De qué?
—Tori.
Volteo mi cara para que no vea el destello repentino de dolor cuando dice su
nombre. Debí haberlo sabido.
—Me tuviste preocupado de que algo le había pasado a ella, y fui a su casa
después del Grupo anoche. —Él duda. La lluvia está aumentando, y apoya su
espalda contra un árbol, las gotas de niebla se vuelven más pesadas, cayendo en
gotas más grandes de lluvia que comienzan a hacer su camino a través de las hojas
del árbol.
Toma mi mano y me lleva más cerca debajo de la rama gruesa del árbol.
—Ella ya no sigue ahí. —Casi susurra, como si los árboles fueran espías.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Hablé con su mamá, y fue realmente raro. Al principio dijo que Tori ya no seguía
viviendo ahí. Y dije por qué, ¿está con su papá en Londres? Y fue un poco graciosa.
Dijo que las cosas no estaban funcionando, así que Tori fue devuelta. Ella tenía una
mirada extraña en su cara, luego se sacudió, y dijo que no debería estar ahí, que no
debía estar haciendo preguntas. Casi me echó de la puerta.
—¿Fue devuelta? —Mis ojos dieron vueltas por el shock, mientras luchaba por
entenderlo—. ¿Pueden hacer eso?
Él asiente.
—Esa fue la palabra que usó. Como si estuviera hablando de un par de botas que
no le quedaron, o un paquete enviado de vuelta a la oficina postal.
—Déjame ver —digo, y me tiende la mano. Empujo su manga para ver su Levo:
4.3—. ¿Qué puedo hacer?
—Esa es la Srta. Fern, llamando a todos a entrar. Debe haber decidido que está
lloviendo demasiado fuerte —dice él.
—¿Corremos? —pregunto.
La práctica de hoy es abandonada por el clima, la Srta. Fern nos hace preguntas
que tenemos que responder.
Los niveles de Ben están tan inestables que la Srta. Fern finalmente lo libera de la
clase, y lo envía a la pista con un TA para que corra unas vueltas.
Cuando la campana está a punto de sonar, la Srta. Fern viene y mira sobre mi
hombro, y ve el poco trabajo que hecho.
—Ese es el agradecimiento que recibo —regaña. Pero luego sonríe y veo que no es
en serio.
—¿Por qué?
—He hablado con el Sr. Gianelli, jefe del departamento de Arte, y le mostré tu
dibujo del búho. Hiciste de muchos de tus sueños hacerte una artista. —Hace un
guiño.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Y?
—Él está batallando para tenerte en su clase: veremos qué pasa, pero espero que
gane. Es demasiado molesto para que le digan que no.
Está sentado con el grupo de su tutor, un par de filas arriba y al centro. Su cabello
esta aplastado en su cabeza, ¿por la lluvia, o el sudor?, y su color está mejor. Voltea
cuando entramos, y me ve.
Cada grupo de edad tiene la Asamblea una vez a la semana: Año 11 en las tardes
de los viernes, así que esta es mi primera. Estoy al final de la fila, Phoebe está 119
suficientemente lejos para ignorarla. La chica junto a mí, Julie, me senté junto a ella Bookzinga
en inglés el día de ayer; no del todo amable, ha estado bien. Mostrándome en
dónde estábamos en Romeo y Julieta, y explicándome cosas. Todo el mundo se
sienta y hay un pequeño zumbido de voces que cesa abruptamente cuando se abre
una puerta en la parte delantera.
—Esa es la cabeza: Rickson —susurra Julie en mi oído. Así que todavía está
explicándome.
Sus rostros son neutrales; sus trajes idénticas chaquetas grises y pantalones.
—Represores —dice Julie en el susurro más bajo, tan débil que no estoy segura si lo
escuché o imagine la palabra.
Slated Slated#1 Teri Terry
Son los mismos que vi en la feria del Condado, cuando sólo por estar ahí
silenciaron a la multitud, como lo hacen ahora. Y al igual que ese día, mi estómago
se retuerce en un frío nudo de temor.
¿Quién, o qué, son los Represores? De alguna manera lo sé, pero no lo sé, al mismo
tiempo. Y entonces recuerdo mi sueño: el autobús escolar estallando, muchos
estudiantes muriendo, y el cartel colgando en el edificio junto al autobús que decía
Oficina de los Represores de Londres. Pero si eso sólo fue un sueño, algo que mi mente
inventó después de ver el memorial, ¿cómo puse a los Represores en él cuando ni
siquiera sabía lo que eran? Tal vez no fue sólo un sueño. Quizás los Represores
eran el objetivo de las bombas que mataron a esos estudiantes. Pero si no fue un
sueño… ¿por qué estaba yo ahí? Seis años atrás sólo tenía diez años. No tiene
sentido.
Los Represores se mueven a un lado, sin tomar parte obvia: sólo escuchando,
observando.
Rickson dirige la Asamblea, y cuidadosamente alejo mis ojos de ellos tres, a él:
haciendo lo mejor por escuchar con parte de mi cerebro mientras el resto continúa 120
en shock. Él continúa acerca de los logros académicos y deportivos de los Bookzinga
estudiantes. Menciona que el entrenamiento abierto del equipo de campo traviesa
de la escuela continúa hasta el domingo; espera que muchos de nosotros asistamos,
y menciona a estudiantes de nuestra escuela que colocó en las finales del condado
el año pasado. Las pruebas para entrar al equipo serán el próximo mes. Luego dice
con gran tristeza que muchos estudiantes no están cumpliendo con todo su
potencial, y sugiere que se esfuercen más.
Todo mundo se pone de pie, y Julie me da un codazo para que haga lo mismo.
Comenzamos a hacer fila para salir, más allá de los Represores. Casi no puedo
respirar, pero de alguna manera pongo un pie frente a otro, cuidadosamente
manteniendo mi mirada al frente. Todo mientras espero una fría mano que sujete
mi hombro.
121
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 20
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ
É
l expande algo blanco, ¿cemento?, con una cosa metálica como una espátula
en la fila superior, luego uno por uno coloca los ladrillos por encima. Saca
el cemento que sobra entre los ladrillos, suavizándolo entre ellos. Luego
comienza con la otra fila. 122
Bookzinga
Observo. Mira hacia arriba unas pocas veces, sigue trabajando, poniendo ladrillo
sobre ladrillo.
Sé que estoy observando con fijeza, y que uno no debería quedarse viendo a las
personas: generalmente no les gusta. Pero no puedo evitarlo.
Salto.
Envío la carta y cruzo de nuevo. Hay una camioneta blanca estacionada donde él
trabaja, con la frase Mejores Constructores pintada a través de ella. Todavía está
colocando ladrillos, uno tras otro, construyendo un muro del jardín.
—¿Qué te tomó tanto tiempo? —dice mamá, en el escalón de la entrada. Mirando, 123
ella saludó con la mano en cuanto doblé la esquina de nuestra calle. Bookzinga
Me volteo.
―Bueno, está bien. Eres una pequeña estudiante diligente, ¿no es así? La cena
estará en una hora.
Y comienzo a dibujar una pared. Ladrillo por ladrillo desde el piso. Mi lápiz se
mueve rápido y más rápido; mi Levo deja de caer, luego vuelve a 5. Debo terminar
la pared, debo dibujarla con mi mano derecha para que esté correcta. Después de
todo hoy: Tori devuelta, los Represores en la Asamblea, los Represores en mi sueño.
Sé de algún modo que mientras construya la pared, todo estará bien.
Árboles verdes, cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes blancas…
Salto. Amy: de algún modo debió abrir la puerta, cruzado el cuarto y ver por
encima de mi hombre, y yo sin escuchar un solo sonido.
¿Por qué?
Pero antes de ir a dormir saco el dibujo, compruebo que no hay vacíos en la pared,
ninguna imperfección por la cual se puede pasar. Por qué, no lo sé. Pongo sombra
alrededor de los bordes y finalmente bajo el dibujo, cerrando mis ojos. Buscando
vacuidad, la nada, dormir.
Slated Slated#1 Teri Terry
Pero todo lo que veo son ladrillos puestos en su lugar, uno detrás de otro.
Ladrillos… cemento…
Pared.
El dolor llena mis piernas, mi pecho. No hay a dónde ir, no para mí. Colapso en la arena.
No importa cuánto él grite o amenace o suplique, no hay nada que él pueda hacer para que
me importe.
Más cerca.
Así que la construyo, ladrillo por ladrillo; fila por fila. Una alta torre alrededor.
—Nunca olvides quién eres —grita él, y me sacude, fuerte, mientras pongo el último 125
ladrillo, clink, en su lugar. Suprime toda la luz.
Bookzinga
O algo peor.
Soy yo.
Luego, es como si pasara por un caleidoscopio; todo se mueve y cambia. Las hierbas
cosquillean mis pies desnudos. Las voces de niños suenan a través de los árboles, pero me
acuesto, escondido en la hierba alta, y veo las nubes a la deriva en el cielo. No quiero jugar
hoy.
Poco a poco, las nubes y la hierba se van. Abro los ojos, recordando los sueños de
esta noche. No los volví a cerrar.
Slated Slated#1 Teri Terry
Pero esta vez, no había querido salir, no importa cuán horrible fuese. Estaba segura
que estaba a punto de descubrir algo, algo importante. Como si ver ladrillos
puestos en su lugar hoy, uno tras otro para formar una pared, de algún modo
incitó algo más profundo. Algún reconocimiento, un camino que si lo sigo, puede
ayudarme a entender finalmente qué o quién soy, qué hay de malo en mí.
¿Qué estaba acechando? ¿Quién era ese hombre? Nunca olvides quién eres, dijo.
Pero lo he hecho.
126
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 21
Traducido por Aria25
—¿Y si nos bajamos en la próxima salida? —sugiere Amy. Ella había estado muy
dispuesta a venir hoy, de alguna manera había convencido a mamá de que si lo
hacía podría ser capaz de conocer a la Dra. Lysander. No quería perder su
oportunidad ahora.
—No hay informes. —Frunce el ceño—. No me gusta esto. Algo está pasando.
Amy, encuentra mi teléfono, y llama a papá.
Slated Slated#1 Teri Terry
Vamos a paso de tortuga, por una pendiente suave. Unos pocos helicópteros
vuelan por encima. Nos acercamos a la cima de la colina, luego nos detenemos. El
sonido de las sirenas, furgonetas negras pasan a toda velocidad por el arcén.
—Ya veo… Muy bien… Bien. Adiós. —Cuelga—. Hay algunos controles más
adelante. Nada que nos preocupe creo.
—¿Quiénes son?
Me doy la vuelta para mirar de nuevo: no llevan trajes grises, sino pantalones
negros y camisas negras largas, con una especie de chaleco en la parte superior.
Están vestidos igual que los guardias del hospital: ¿esto significa que también son
Represores?
—¿Pero son los mismos que los que llevaban trajes grises en el espectáculo, y en la
escuela? —pregunto.
—Sí, estaban en el espectáculo; no puedo imaginar por qué. Por lo general usan
trajes grises, pero se visten de negro cuando están en operaciones: sobre todo
contra el terrorismo, estos días. Solían ser bandas. ¿Pero hay Represores en la
escuela? —dice mamá, frunciendo el ceño un poco—. Amy, ¿es así?
Amy asiente.
Hay campos en pendiente hacia arriba a nuestra izquierda, por encima de los
árboles. Atrapo un movimiento, un ligero destello, como si el sol hubiera
capturado algo de vidrio o metal.
129
—Hay alguien ahí arriba —digo.
Bookzinga
—¿Dónde? —pregunta mamá.
—¿Estás segura?
—Sí.
Ella saca su teléfono otra vez, pero el helicóptero aparece donde he señalado, y
hombres corren desde abajo hacia los árboles. Deja el teléfono.
Pronto el tráfico empieza a moverse otra vez, y mamá llama al hospital para
decirles que vamos a llegar tarde.
Slated Slated#1 Teri Terry
Justo cuando las torres de vigilancia del hospital quedan a la vista, hay un control
de carretera: más Represores. Nos ponemos a la cola para pasar, entre un camión y
un autobús, y no puedo dejar de pensar en mi sueño: un silbido, un destello, una
explosión. Mis ojos buscan de un lado a otro pero no encuentran nada sospechoso.
Están registrando vehículos; nos movemos lentamente hacia delante. Pero entonces 130
igual que en la autopista, nos saludan sin pararnos. Esta vez me doy cuenta de que
Bookzinga
los Represores se enfocan en mamá, luego se tocan su hombro izquierdo con la
mano derecha, luego sujetan sus palmas hacia delante.
—A veces ser hija de mi padre viene muy bien —dice mamá, y recuerdo Wam el
Hombre, quien aplastó a las bandas que aterrorizaban al país hace casi treinta
años—. A veces no —añade, tan bajo que casi no lo oigo.
—¿Tienes que hacer tantas preguntas? —espeta. Luego suspira—. Lo siento, Kyla.
Podemos hablar de esto en otro momento, ¿está bien?
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Por qué juegas al escondite en tus sueños? —La Dra. Lysander se inclina hacia
atrás, con las manos cruzadas delante. Observa y espera. He entendido que tengo
que darle algo real a la Dra. Lysander. Nunca le he contado sobre la playa, el
miedo, el correr: en diversas formas, es un sueño recurrente que he tenido desde
que me volví consciente en el hospital. Pero si no le cuento algo verdadero, lo sabe.
No es solo que sea buena leyendo las expresiones faciales, gestos involuntarios,
movimiento de los ojos, parpadeo. Todas las cosas normales que puedes aprender
a observar. Sino que con este Levo en mi muñeca controlando mis emociones, es
evidente y se registra. Todo lo que tiene que hacer es echar un vistazo, y puede ver
si estoy diciendo la verdad o mintiendo. Aunque la Dra. Lysander confía en que
puede verlo todo sin recurrir a tales dispositivos. Su confianza está justificada.
Aun así, la decepción no es imposible, solo difícil. Como ser un mago y quitar la
atención de la misma cosa que ella quisiera examinar, si se nota. Tratando de no
enseñar el truco.
—¿Por qué la fascinación con el escondite? Es un sueño feliz; solo estoy jugando.
No pasa nada malo.
—No entiendo.
—Te escondes de los demás: es un juego que estás jugando, ¿ves? ¿Por qué te
escondes? ¿Qué escondes?
Oh. Pienso en ello por un momento. ¿Estoy escondiendo algo? No que yo sepa.
Slated Slated#1 Teri Terry
Salir del hospital es muy similar a la última vez, el día que conocí a mi familia.
Subimos en espiral fuera del estacionamiento subterráneo a una puerta; el Levo de
Amy y el mío son escaneados, los guardias echan un rápido vistazo al coche y
finalmente levantan la barrera. Me inunda el alivio mientras dejamos las verjas y
los guardias detrás. El complejo hospitalario entero se sentía pesado y denso a mi
alrededor hoy, como si estuviera exprimiendo el aire fuera de mis pulmones.
¿Cómo viví allí durante tanto tiempo?
Cuando vivía detrás de esas paredes simplemente aceptaba las torres con sus
armas, las ventanas enrejadas, los guardias que patrullaban fuera con perros. Las
vallas altas.
Miro por la ventana todo el camino de regreso del hospital, mamá conduciendo y
ocupada con sus propios pensamientos, mientras Amy se enfurruña, molesta
porque su héroe la Dra. Lysander no se tomó tiempo para hablar con ella y
132
simplemente la despachó.
Bookzinga
Estamos yendo a casa. ¿Es mía? Se está volviendo familiar; cómoda, la mayor parte
del tiempo. Ya no me despierto a la mañana insegura de dónde estoy, y puedo
encontrar mi camino en la oscuridad. Yendo a través de la seguridad del hospital y
detrás de las barreras y torres de vigilancia no me he sentido reconfortada hoy,
sino claustrofóbica: me dieron ganas de saltar fuera del coche y correr todo el
camino de regreso al campo. Lejos de estas calles con guardias, las multitudes de
personas apresurándose. Autopistas y controles de carretera con furgonetas negras
y armas.
Por lo menos la Dra. Lysander estuvo de acuerdo con la enfermera Penny, y le dijo
a mamá que me deje hacer más cosas por mi cuenta, ahora; dijo que puedo
explorar, ir a caminar sola si quiero. Pero mamá estaba menos que satisfecha
cuando la Dra. Lysander dijo que quiere verme no una vez cada quince días, sino
cada semana: cada sábado tendremos que hacer esta caminata.
¿Por qué llamó mamá para preguntarle a papá qué estaba pasando en la carretera?
No estaba en las noticias de la radio, ni entonces ni ahora. ¿Por qué iba a saberlo él?
133
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 22
Traducido por NayeliR.
L
a mañana del domingo el cielo es de un brillante azul, pero muy frío, mi
aliento es un velo blanco sobre mi cara. Me estremezco y envuelvo mis
brazos a mi alrededor mientras espero el autobús que nos llevará al
entrenamiento a campo traviesa. Más estudiantes llegaron, y un maestro con un 134
portapapeles. Bookzinga
El autobús entró en la escuela, seguido por un auto detrás: Ben. Lo espero mientras
los otros suben al autobús.
El sentimiento de estar encerrada ayer en el hospital era tan horrible que me hizo
decidirme a venir. Sabía por qué Ben corría; yo lo hacía, también, en las cintas para
correr en el gimnasio del hospital. Endorfinas, llamadas: sustancias químicas
liberadas en tu cerebro cuando corres y corres, más allá del punto del agotamiento,
más allá del punto de los músculos doloridos. En una zona donde no sentías lo que
le estabas haciendo a tu cuerpo más, sólo regocijo corriendo a través y nunca
quieres parar; todo dentro haciéndose calmado y limpio, en un helado enfoque. Y
tal vez, sólo un poco, quiero correr por mi sueño, cuando no puedo correr más y
colapso. Quiero ser capaz de correr lejos de eso.
Slated Slated#1 Teri Terry
Tomó poco convencer a mama que era seria y quería ir, y tenía que recordar que la
Dra. Lysander dijo que me dejara hacer cosas por mi cuenta. Amy sólo sonrío y
bromeó conmigo sobre Ben cuando mamá no estaba escuchando.
—No otro groupie —dijo, y rodó los ojos a Ben. Algunos de los chicos sonrieron y
empiezo a entender lo que quiere decir.
—Puedo correr —digo, y hago una mueca al rosa creciendo en mis mejillas.
Había una docena o así de chicos y algunas pocas chicas. Todos parecían conocerse
entre ellos, y “pequeña” era yo, más bajita que cualquiera de los otros.
—¿Qué?
Miré lejos, confundida. ¿Qué quiso decir? ¿Qué pasa con Tori? No sé qué decir, así
que no digo nada.
Los chicos empiezan, primero: los veo salir hacia el campo. Debemos esperar diez
minutos. Hago estiramientos y calentamiento. Ferguson se acerca.
—Justo lo suficiente. Sólo mira tu paso, y sigue tu ritmo, ¿está bien? Diez
kilómetros es un camino largo para hacer. Obtengo la mierda cada vez tengo que
llamar una ambulancia.
Riendo.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Estás bien? —dice. Yo sólo le hago señas con una mano, y ella sigue.
Ira surge de mí. ¡Que se jodan! Estaba amando correr, ¿por qué tienen que hacer
eso? Respiro profundo, una y otra vez, para calmarme, reviso mi Levo: 5.8. Debe
seguir alto por correr. Es una larga carrera, una vocecita dentro de mí me recuerda.
Una muy larga carrera.
Pronto paso a la chica que me preguntó si estaba bien, y a las otras que no. Estoy
allí, en ese lugar donde correr y respirar son todos, y todo es cada pie golpeando el
suelo, volando a lo largo. Estoy cubierta de barro de las salpicaduras a lo largo de
un arroyo. Mi brazo y mi rodilla están sangrando, y no me importa.
Sonrío mientras paso a las dos chicas por las que tropecé con la rama, dándoles un
gran rodeo. Puedo ver la sorpresa, entonces el esfuerzo al tratar de acelerar, pero
no pueden. Entonces desaparecen detrás de mí. Y luego pasó a otra, unas pocas
más.
Slated Slated#1 Teri Terry
No contenta con estar haciéndolo bien, ya, quiero ser la primera. Voy más rápido.
Paso unos cuantos chicos, también, entonces otros pocos más, antes que la línea de
meta aparezca en la distancia… el lugar donde empezamos.
Jadeando, con náuseas, corro en círculos alrededor del estacionamiento, una y otra
vez, más lento cada vez, hasta que finalmente me detengo sin querer vomitar. Más
chicos terminan, y un rato después, las chicas.
138
—¿Qué te pasó? —dice Ferguson, cuando ve la sangre en mi brazo y pierna. Bookzinga
Me encojo de hombros.
—¿Oh?
—Bueno, empezamos diez minutos después que tú. Eso significa que fui más
rápida que tú.
—Me golpearon allí también —dice. El autobús se aleja y se inclina más cerca—.
Así que ahora es un buen momento para esto —dice, su voz lenta por lo que tengo
que inclinarme, y me alegro de ello. Su cuerpo irradia calor, y el mío se está
enfriando, más frío cada segundo.
Su sonrisa se desvanece.
—¿De qué?
139
—Tori no es la primera en desaparecer. Ha habido otros en nuestra escuela, Bookzinga
Blanqueados, que un día sólo ya no estaban más. Sin explicación.
—Eso no es todo. Otros, también: no Blanqueados. Al igual que los tres que se
retiraron de la Asamblea el viernes. Se han ido, también, y no es la primera vez que
esto sucede.
—Los chicos lo puedo entender. Escuché que atraparon a uno con un teléfono
móvil. Y el otro era un idiota, siempre metiéndose en peleas y cosas. ¿Tal vez
estaba en una pandilla?
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Y la chica?
—Ella nunca hizo algo malo. Pero era muy inteligente; siempre haciendo a los
profesores preguntas difíciles, como en historia. Acerca de por qué las cosas se
hicieron, o no.
—¿Pero qué pasa con Tori? Si nadie pregunta, nadie se preocupa. No lo ves,
puedes ser tú, puedo ser yo. Tengo que saber qué sucedió con ella.
—No quiero que desaparezcas —susurro, y él me empuja más cerca. Lodo y sudor
en un abrazo, su corazón latiendo bajo mi oído.
Una sorpresa: no solo mamá sino también papá me esperan cuando el autobús
regresa a la escuela. Digo adiós a Ben y los demás, y camino hacia el auto,
embarrada y exhausta, con una rodilla vendada. Todo se está endureciendo mucho
ahora, es un esfuerzo solo poner un pie delante de otro.
—Estoy bien. Y mira —le muestro mi Levo: 6.6 a pesar de la angustia de nuestros
susurros en el autobús, correr es obviamente la manera de mantener mis niveles
arriba.
—¡Pero tu estado! —Ella marcha a tener una palabra a Ferguson. Papá sale del auto
también, y me mira de arriba abajo.
—Oh, sí. —Sonrío de vuelta, y me inclino contra el carro sintiendo como si fuera a
caer si no lo hago. No había visto a Papá desde que me asustó en la oscuridad en la
cocina —ha estado lejos por el trabajo— pero ahora lucía feliz, relajado, nada como
el adusto que me interrogó casi gritando cuando me sorprendió en medio de la
noche.
—¿Cómo te fue?
—Llegué primera.
—¿Qué?
—Levanta tu mano, así. —Lo hago y el choca su mano contra la mía. Entonces
gesticula hacia mamá, y guiña un ojo—. A ella no le va a gustar si sigues así. Tiene
baja tolerancia a la suciedad y la sangre.
Esa noche, Jazz viene a cenar. Amy sonríe grandes sonrisas tontas a él toda la
noche, Mamá hace su mejor impresión de dragón, y papá cuenta malos chistes.
Jazz incluso responde a “Jason”, parece resignado a su destino y no habla mucho
más allá de decir “si por favor” y “gracias”. Yo sólo me concentró en comer.
Slated Slated#1 Teri Terry
Me encojo de hombros.
—¿Qué es esto?
—No lo creo. —Con todos los ojos en mí no hay nada que hacer. Arponeo algunos
con un tenedor, mastico y sigo masticando. Es mullido y horrible. Trato de tragar,
pero mi garganta se revela: no se va a ir. Me dan náuseas y comienzo a ahogarme.
—¿Estás bien? —Mamá medio se levanta pero levanto una mano y se sienta de
nuevo, de alguna manera me las arreglo para tragar. Cuando nadie está mirando 142
meto el resto de mi brócoli en una servilleta, y luego, en la basura. Eso fue Bookzinga
asqueroso.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 23
Traducido por Otravaga
—T
e vas a saltar tutoría e irás a ver a la Dra. Winston —
dice la Sra. Ali—. Ahora.
—Espero que ella te lo dirá. Ve arriba y espera. —Ella sonríe, pero eso no me hace
sentir mejor.
¿De qué se trata esto? Subo las escaleras y me siento, con las manos apretadas. Tal
vez, de alguna manera, ellos saben que Ben y yo hemos estado hablando acerca de
personas desaparecidas. Tal vez el autobús fue intervenido, y los Represores lo
están sacando de su clase, en estos momentos. Tal vez, ellos harán...
—¡Buenos días, Kyla! —Ella está sonriendo con su sonrisa pintada con labial.
—Hola.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Un profesor me ha estado hablando de ti. ¿Sabes sobre qué? —Ella frunce los
labios. Exploro mi mente… ¿Un profesor? ¿He hecho algo mal?
—No luzcas tan aterrada. Es uno de tus profesores, pero aún no lo conoces. El Sr.
Gianelli: Director del Departamento de Arte. Parece que vio uno de tus dibujos, y
ha sido más que persistente en insistir en que seas trasladada a su clase.
—Lo siento tanto por eso, pero… eh, ¿entonces puedo tomar su clase?
—Sí. Aquí está tu nuevo horario. —Ella lo empuja hacia mí—. Tuvimos que
cambiar tu clase de matemáticas también para hacer que cuadrara. Tendrás
Unidad en el almuerzo dos veces a la semana para compensarlo, y puedes hacer lo
que te plazca los demás días de ahora en adelante. 144
Bookzinga
—Muchísimas gracias, gracias, yo…
—Simplemente vete.
—Oh, ¿y Kyla?
Me volteo.
—¿Sí?
—No luzcas tan complacida contigo misma. No quiero ser molestada por ti, o por
cualquiera respecto a ti, de nuevo, en mucho tiempo. ¿Está claro?
Ella sonríe brillantemente mientras pronuncia las palabras, lo cual las hace peores,
de alguna forma.
—¿Quién eres tú? —exige él, frunciendo el ceño, cuando me deslizo dentro justo
después de la campana.
—Kyla Davis.
—¿Quién?
—¡Ah, ha! Eres la chica búho. Tuve que soportar tres reuniones con esa insufrible 145
mujer en tu nombre. Bookzinga
Miro nerviosamente detrás de mí, pero la puerta está cerrada; la Sra. Ali se ha ido.
Cuando volteo de nuevo y le echo un vistazo a los estudiantes, mi corazón se
hunde: Phoebe. Oh genial. También está en mi clase de arte.
Él saca mi bosquejo del búho de una pila en su escritorio, lo sostiene en alto hacia
la clase y antes de que me permita sentarme, procede a decirle a todos exactamente
cómo podría hacerlo mejor. Y tiene razón.
Mi Lugar Feliz: quizá me ayude a ir ahí. Comienzo con el cielo. Pronto soy
absorbida por los azules, mezclándolos en una paleta, agregando volutas de nubes,
blancos remolinos con una espátula. Estoy tan perdida en el cielo que casi no
registro las palabras en voz baja a mi espalda.
—Quizá torturaba niñitos porque eran los únicos más pequeños que ella.
—Tal vez le prendió fuego a su casa y rostizó a sus padres vivos. Una clase de
barbacoa de papá y mamá. Apuesto a que gritaron.
Me doy la vuelta.
—Tal vez le rajé la garganta a alguien con una espátula. —La balanceo en una
mano como calculando su peso.
—Sabes que ahora no puede hacerle daño a nadie, sin importar lo que haya hecho
antes. Morirá si lo intenta. Su cerebro se freirá: ¡zas!
Regreso a mi pintura.
Árboles verdes, cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes blancas… 146
Bookzinga
Y no sé qué decir aparte del obvio “sí”, porque con o sin Phoebe y tratando de no
pensar en lo que ellos dijeron, me encanta. ¿O será que ella siente que he estado
evitando las cosas, y estoy en problemas si estoy feliz por eso?
—No sólo repitas las palabras como un loro, Kyla. Tienes que hacer lo mejor
posible en todo momento por cumplir tu contrato.
—Claro.
Me devuelve la mirada a los ojos. Algo cruza por su rostro, tan rápido que no estoy
segura de lo que es, entonces se ha ido. Sonríe.
—Sólo mantén tu cabeza abajo por un rato, Kyla, hasta que la Dra. Winston olvide
cómo la molestaste.
147
Me acompaña a mi próxima clase, y pienso en lo que dijo. No respondió la
Bookzinga
pregunta. Y eso, en sí mismo, es una respuesta.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 24
Traducido por flochi
T
hud-thud; thud-thud. Mis pies golpeaban con fuerza a lo largo de la
pista.
Quizás ella torturó niños pequeños… quizás prendió fuego su casa y quemó a
sus padres con vida… o le abrió la garganta a alguien con un cuchillo afilado. 148
Bookzinga
Corro con rapidez y muy rápido.
Puedo ver mis manos, con un cuchillo. Quizás uno afilado proveniente de la
cocina, no un cuchillo tipo espátula: demasiado contundente. O prendiendo fuego:
rociando gasolina y lanzando una mecha. O, en cambio, líquido inflamable en una
botella de vidrio, un paño encendido en el extremo y toda la cosa impactando a
través de una ventana. ¿Me habría quedado para escuchar los gritos? No. ¿Cómo
podría estar segura de escapar?
La pista difumina el pasado y corro para subir mis niveles, pero no puedo detener
los pensamientos e imágenes rondando en mi mente.
¿Qué hay de torturar niños pequeños? No pude haberlo hecho. ¿O sí? Entonces
recuerdo mi sueño: estudiantes volando en pedazos en el autobús. No eran más
que niños.
Slated Slated#1 Teri Terry
Unas cuantas vueltas más, y otras más, Ben está a mi lado ahora. Una vez que el
pincel dejó mi mano y la clase de arte hubo acabado, las palabras de Phoebe siguen
repitiéndose una y otra vez en mi cabeza. Había venido directamente a la pista de
la escuela al final de la última clase de la mañana, hoy es el primer día que no tenía
que ir a la Unidad a almorzar. La presencia de Ben es reconfortante, aunque desiste
de intentar hablar cuando no respondo. Gradualmente, baja el ritmo. Reacia a
dejarlo atrás, bajo la velocidad con él, poco a poco.
Me encojo de hombros.
—Sólo unas cuantas cosas que dijeron unas chicas, eso es todo. Es estúpido.
—¿Qué?
Tantos nombres, grabados en piedra: todos muertos. Hace seis años. Qué
imaginación tengo. Me doy una sacudida. Sólo tenía diez años entonces, no pude
haber estado allí.
Slated Slated#1 Teri Terry
—No sé lo que pude haber hecho. No puedo pensar que pude haber hecho algo tan
horrible como eso; tú, tampoco. Pero nunca lo sabremos. Todo lo que podemos
hacer es vivir nuestras vidas como son ahora; ser lo que somos ahora.
Considero sus palabras. El hecho es que no puedo imaginar a Ben alguna vez
haciendo algo terrible; a Amy tampoco. Pero de alguna manera estoy menos
segura conmigo misma.
—Sé quién eres: Kyla, corredora demente, y mi amiga. —Desliza sus brazos
alrededor de mis hombros—. Kyla con la sonrisa tímida y el rostro que muestra
150
cada sentimiento en su interior. ¿Qué más hay que saber?
Bookzinga
Alzo mi vista hacia los cálidos ojos de Ben, como chocolate derretido, solo que
ahora haciendo una pregunta: ¿Quién eres, Kyla?
—Me gusta dibujar, y pintar —digo, con lentitud—. Soy buena en ello, además.
Ben sonríe y sus brazos aprietan. Mi estómago da un vuelco. Dulces dieciséis y nunca
besada. Hay algo en sus ojos que dice será ahora, yo con las ropas pegadas a mi piel
y mi cabello mustio por correr, afuera al aire libre donde cualquiera podría ver. La
presencia de Tori todavía cuelga entre nosotros, pero ahora él no parece
preocupado, y yo tampoco.
Slated Slated#1 Teri Terry
Pero algo atrae mis ojos, me hace girar la mirada al monumento y a todos los
nombres grabados. El de la cima salta repentinamente como si alguien lo hubiera
gritado en voz alta.
Robert Armstrong.
Me acerco al monumento, y toco las letras. Amy me dijo que mi madre tuvo un hijo
llamado Robert, que murió. Antes de casarse con papá, el apellido de ella era
Armstrong.
Robert Armstrong.
Pero yo sacudo la cabeza; no puedo decirle, sin embargo veo su decepción. Su 151
rostro parece decir ¿no confías en mí? Amy me hizo prometer nunca mencionar a Bookzinga
Robert, así que, ¿cómo podría?
La tarde pasa en un borrón. Mis niveles se mantienen arriba de 5 por correr, pero
mis pensamientos son una tempestad. ¿Cómo pudo mamá tenerme —y a Amy— si
su hijo fue asesinado por terroristas? Y años antes, sus padres también fueron
asesinados. Para conseguir ser Blanqueado tuviste que haber hecho algo realmente
malo. ¿Y si yo era una terrorista?
Esa noche la cena es rara. Mamá para seguir mirándome, pillándome. Que me
enderece; que coma mi brócoli, que no importa cuánto lo intente me hace querer
vomitar; que responda tontas preguntas sobre la escuela. Quizás me está
Slated Slated#1 Teri Terry
observando para que cuando meta la pata poder enviarme de vuelta. Devolverme,
como Tori.
Amy tiene que estudiar para un examen de matemáticas; me ofrezco a lavar. Haré
todo bien. Me concentro: apilo los platos, limpio las encimeras. Lavo cada plato
con extremo cuidado, y…
—¿Bien?
—Odio el brócoli —digo, y rompo en llanto. Pero esa no es la razón por la que
estoy llorando, ¿no? Se trata de algo más que odiarlo la primera vez que lo probé,
aquí, hace apenas unos días. Tan pronto como estuvo en mi boca, tuve náuseas: mi
cuerpo lo reconoció. Si siempre lo odié, incluso antes de ser Blanqueada, no soy
una persona nueva, sin importar que ellos digan que lo soy. Si no soy una persona
nueva, lo que sea que haya hecho todavía está allí, todavía siendo parte de mí,
oculto dentro en alguna parte. Y mientras mi cerebro le está dando vueltas a este
pensamiento, el resto de mí está ocupado llorando, en gran medida, sollozos
hipidos, como si mi cuerpo y cerebro no estuvieran conectados, no juntos. Y no
entiendo la razón.
Asiento.
—¿Qué le pasó?
Ella duda.
—Era bastante insolente. Alguien más podría haber escuchado las cosas que decía,
decidió que no estaba cumpliendo su contrato, ¿ves? Ella no era lo suficientemente
agradecida para haberle sido dada una segunda oportunidad.
—No es tan malo como eso, Kyla —dice suavemente—. Unos cuantos hacen
informes regulares: tus maestros, tu enfermera. La Dra. Lysander, supongo.
—Claro. Es parte de lo que acordamos cuando las trajimos a Amy y a ti. Pero no te
preocupes: nunca diría algo que les causara preocupación. ¿Entiendes?
Más tarde esa noche, acostada en la cama, Sebastian una banda larga de calidez
extendido contra mi espalda, ronroneando, es difícil recordar lo que me había
molestado tanto que lloré. Pero puedo decirlo, al igual que no me gusta el brócoli,
al igual que ser capaz de manejar. Dibujar mejor con mi mano izquierda. Y por la
manera en que lloré, con grandes sollozos. No sabía cómo llorar, no era buena en
ello: no fue algo que hice.
Quien sea Kyla, hay otra persona ocultándose. Y es de ella de quien tengo miedo,
154
sobre todo.
Bookzinga
Al principio, hubo un sonido.
Raspar, thump; raspar, thump. Como algo metálico arrastrado a lo largo de una superficie
gruesa, o una pala empujada en la arena, levantada y vertida, una y otra vez.
No una pala sino una espátula: vertiendo mezcla áspera, aplastándola sobre la cima de la
fila de ladrillos, alto por encima de mí.
Los ladrillos forman un patrón de círculo, un muro, todo alrededor. Si extiendo mis manos
son meros centímetros, de lado a lado, de adelante hacia atrás, todo lo que puedo tocar
toscamente es paredes construidas en forma circular. Y se está haciendo más alto, fila a fila.
La única luz es un círculo tenue por encima, y volviéndose más tenue.
Estoy en una torre, sin ventanas, sin puertas. La cima de los muros está muy por encima de
mí, y el raspar, thump; raspar, thump haciéndose más lejano con cada segundo.
Slated Slated#1 Teri Terry
El pánico se arremolina dentro, y se vuelve enojo. Golpeo las paredes, pateando y pegando
puñetazos, una y otra vez; hasta que colapso en contra suya, incapaz de sentarme en el
espacio confinado, pies desnudos, manos y rodillas magulladas y sangrientas.
Mis ojos se abren de golpe. Devolviéndome la mirada hay dos círculos de luz
reflejada. Parpadean: ¿Sebastian?
Capítulo 25
Traducido por Maru Belikov & PaulaMayfair
—¿S u carruaje? —dijo Jazz, y se inclinó. Desde que el trato para que
Amy viera a Jazz involucraba que no estuviera sola con él,
parecía como que no estaría tomando mucho el autobús con
Ben después de la escuela. Trepé a la parte trasera. 156
Bookzinga
Sin cinturón. Amy y Jazz al frente, suspiré y me agarré bien mientras Jazz salía a
trompicones de los terrenos de la escuela a lo largo de la carretera principal, luego
saliendo por un sendero. ¿No yendo directo a casa?
—Tengo una sorpresa para ti Kyla —dijo Jazz, mirando más hacia mí en el asiento
trasero por el retrovisor que a la carretera.
—¡Cuidado! —dijo Amy, y él freno fuerte, justo a tiempo para evadir una oveja
cruzando el camino. Un granjero lo fulminó con la mirada, incluso su perro parecía
mirar molesto. La oveja caminó sin prisa a través del camino con una expresión en
blanco.
—Ups. —Jazz hizo señas con las manos, y articuló un “lo siento” al granjero.
Jazz presta un poco más de atención hacia donde está yendo después del incidente
de casi golpear a la oveja, y me relajo, sólo un poco. Mis parpados empiezan a
cerrarse por sí mismos, tan cansados después del sueño de anoche y el esfuerzo de
quedarse despiertos después de ello.
Cada vez que mis ojos se cerraban sentía paredes de ladrillos crecer a mi alrededor.
Ahora mi cabeza se inclina hacia adelante contra el asiento de enfrente, e imágenes
se mezclan en mi mente: el monumento, Robert Armstrong tallado en él, la torre…
—Ves: mi manejo no es tan malo, si los pasajeros pueden realmente tomarse una
siesta —dice Jazz.
157
Bookzinga
—Si no quieren que vaya, ¿por qué simplemente no lo dicen? —digo a la parte
trasera de sus cabezas.
—Hay bebidas suaves en el refrigerador —dice él, con una sonrisa burlona que
expresa que sabe exactamente lo que acabo de pensar—. Vamos, toma un refrigerio
si quieres, lo que sea. Enciende la TV. Ellos probablemente se tomen un tiempo.
—Se ríe otra vez.
Traducción: no te quedes ahí para que me veas trabajar en esta pila de chatarra.
Bien. Doy vuelta hacia su casa. Seguramente, en el refrigerador hay bebidas que
luzcan más inocuas que las botellas marrones en el armario. Estoy hambrienta,
después de correr unas miles de vueltas hoy en el almuerzo para mantener mis
niveles altos. Ben vino, y no preguntó por qué corría. Quizás se está rindiendo de
preguntarme cosas cuando no respondo.
Encuentro queso, y un pan grueso disparejo: ¿hecho en casa? Saco mi cabeza por la
puerta y grito:
—¿Quieres un sándwich?
—Seguro —dice de regreso—. Estaré dentro en un momento. —Así que hago unos
cuantos sándwiches. No soy fan de la TV, pero la enciendo y cambio a través de los 158
tres canales. BBC1 es un estúpido show de comedia con risas grabadas que tiene Bookzinga
poco sentido para mí; BBC2 es un programa de jardinería sobre el aumento de
parcelas; BBC3 son noticias y clima. Lo miro mientras como. La lluvia viene en los
próximos días. Las cifras de cosecha este otoño son altas. Otras pequeñas en los
barrios de Londres. Ellos muestran las carreteras que he visto en el camino a casa y
al hospital, pero no lucen iguales. Los edificios quemados: no están allí. Tampoco
los guardias.
—Bueno, es sólo que he estado por ese camino, y luce diferente en TV: está más
despejado, limpio. Diferente.
Frunzo el ceño.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Eso es estúpido.
—Ciertamente lo es. —Él se ríe otra vez. Y miro atrás hacia Mac, devorando su
sándwich. Él no luce tan alto como los adultos usualmente lo hacen. Bueno, no es
tan viejo, supongo.
—¿Qué? Pregunta lo que sea que esté en ese cerebro tuyo —dice él, con una
mirada entretenida en su cara.
—Sí.
159
—¿Qué edad tienes?
Bookzinga
—Veintidós.
No tan viejo entonces, más joven de lo que supuse. Seis años más viejo que yo. Y
un pensamiento me asalta: seis años más viejo que yo. El monumento en la escuela
era de hace seis años.
—¿Fuiste a la escuela de Lord Williams? —digo, las palabras salen de mi boca sin
pensarlo. Debe ser la falta de sueño.
—Lo hice.
Él me mira con compostura, y algo pasa por su cara. La risa abandona sus ojos. Se
levanta y saca una de esas botellas marrones del armario y se sienta otra vez.
—Sí, lo hice. Él fue amigo mío —dice, tranquilamente, mientras quita la tapa de la
botella con un abridor.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Depende de cómo veas las cosas, supongo. Él era el hijo de la mamá que tienes
ahora.
Interesante manera de plantearlo, pero todos insisten que es una mamá para mí.
Abro mi boca para preguntar sobre Robert, pero él levanta una mano.
Él se ríe.
—Está bien, ella no es estúpida; eso no es lo que quise decir. Solamente nunca se
pregunta nada.
—Pero hay una pregunta muy importante que tengo para ti.
—¿Qué?
—Una cosa es hacer preguntas, pero, ¿qué harás con las respuestas?
—Supongo, que estoy tratando de averiguar las cosas, entenderlas. Sólo para mí
misma.
161
Él asiente. Bookzinga
—Sólo para ti misma: esa es la parte importante, Kyla. Debes mantener tus
preguntas dentro la mayoría de las veces, ten cuidado a quién le preguntas. Y de
las respuestas, todo el tiempo. ¿Puedes hacer eso? ¿Puedes mantener las cosas para
ti misma?
—Sí.
Tragó. Quiero saber que pasó ese día. ¿Pero de verdad quiero? Me desvío.
—Sólo un chico como el resto de nosotros, supongo. Serio, un poco tímido. Y listo:
le gustaba la ciencia y esas cosas. Aunque la cosa más increíble sobre él era que
Slated Slated#1 Teri Terry
tenía a la chica más hermosa de la escuela como su novia. No puedo dejar eso
fuera.
—¿Ellos reportaron lo que pasó en las noticias? No debió haber sido bonito.
—Cierto. Pero ellos sí reportan cosas así: sólo dijeron cómo los inhumanos,
malvados, terroristas Anti Gobierno asesinaron inocentes chicos de escuela como
parte de su campaña de terror en desarrollo.
—No exactamente. Los TAG intentaron bombardear las oficinas de los Represores;
el autobús sólo estaba en el camino. Ellos murieron. No era su intención que
sucediera.
—Pero aun así pasó. Todavía mataron a Robert, y a todos esos otros estudiantes
—digo enojada. No importa lo que fuera que estaban tratando de hacer. Quizás
hubieran estado tratando de asesinar a otras personas, que podían o no merecerlo;
no a un autobús cargado de chicos. Pero aun así lo hicieron.
162
—Sí, y no.
Bookzinga
—¿Qué quieres decir?
Mi Levo vibra.
Respiro profundo.
—¿Puedes tomarlo?
Así que lo hizo. Él estaba cerca de la parte delantera del autobús; fue la parte de 163
atrás la que fue golpeada en su mayoría. Recuerda los sonidos, el humo, la gente
Bookzinga
gritando, luego no gritando, muy parecido a mi sueño. Dice que sólo tuvo una leve
lesión en la cabeza, y consiguió arrastrarlo fuera. Robert estaba allí también, siendo
comedido, gritando Cassie, Cassie, una y otra vez: el nombre de su novia. Se veía
ileso. Entonces Mac se desmayó.
Más tarde en el hospital le preguntaron acerca de lo que había visto ese día. Les
dijo que no podía recordar nada. Eso consiguió noquearlo, aunque no perdió el
conocimiento hasta más tarde. Parecían creerle. Salió del hospital, y dijeron quién
murió: Cassie y Robert estaban en la lista.
Y en la forma en que mira hacia otro lado, las sombras que cruzan su cara, veo la
vergüenza que nunca se va. Que vive. Que nunca le dijo al mundo acerca de
Robert. Y algo más: él sabe. Hay una cierta parte de esta historia que guarda.
Puedo ver a mamá en él: la misma mandíbula cuadrada y cabello rizado. Un chico
normal con su brazo alrededor de una chica que era algo más: hermosa. Piel
perfecta, cara en forma de corazón, sedoso cabello color miel. Perfecta, es decir,
hasta que estuvo en el autobús equivocado, en el momento equivocado.
—Probablemente.
—¿Qué?
Duda.
164
—Creo que fue Blanqueado.
Bookzinga
Miro fijamente de vuelta, incapaz de asimilarlo.
—Claro que lo es. ¿Por qué tantos niños desaparecidos, entonces? ¿Qué les pasa en
realidad? Mira: él estaba tan traumatizado por lo ocurrido, probablemente
pensaron hacer de él un ciudadano útil que tenía que ser Blanqueado. Que no lo
superaría de cualquier otra manera. Estaban tratando de ayudarlo.
Aunque me doy cuenta por la cara de Mac que cree que esto está mal, no sé qué
pensar. ¿Niños desaparecidos? No puedo procesar lo que está diciendo. ¿Podría
realmente el Blanquear ser utilizado en niños que no son criminales?
—¿Qué son estos sitios web de personas desaparecidas? Nunca he oído hablar de
ellos antes.
—Escucha, Kyla: esto es muy importante. Muy alto en la lista de No Puede Ser
Mencionado: esto debe ser un secreto.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Qué?
—Vamos.
Lo sigo a un cuarto trasero. Es un lío de ropa y chatarra por todas partes, pero
luego veo cuando mueve algunas cosas, todo sólo ocultando una computadora.
—Oh.
Y él me muestra. Hay todo tipo de sitios web subterráneos que los Represores no
pueden controlar, operan desde fuera del Reino Unido: en Europa, y Estados
Unidos. Las personas desaparecidas son sólo un tipo de página web, y hay muchos
desaparecidos, de todas las edades. Pero especialmente, niños.
—Dieciséis.
Imágenes parpadean en la página; fechas en que son vistas por última vez,
nombres, edades: treinta y seis y sigue. Y comienzo a escanear la página. Muchas
chicas: la mayor parte en su adolescencia cuando desaparecieron. ¿Qué pudo
haberles pasado a todas?
—¿Qué?
—Mira en el número treinta y uno —dice, y escaneo abajo. Hace clic en la foto, y se
amplía: una niña bonita, sonriendo con un hueco entre los dientes. Grandes ojos
verdes, fino cabello rubio pálido; con vaqueros y una camiseta rosa, sosteniendo
un gatito gris en sus brazos. Debajo dice Lucy Connor, desapareció de la escuela en
Keswick, Cumbria, 10 años.
—Se parece mucho a ti —dice Mac. Hace clic en un enlace que dice "predecir
apariencia ahora".
La pantalla cambia a una versión adolescente de Lucy. Ese rostro; esos ojos. No. No
puede ser. Miro a Mac, y luego de vuelta a la pantalla, esperando que ella se haya
ido, que me imaginé lo que vi. Pero ella sigue ahí, mirándome. Soy delgada, tal
vez; su cabello es más largo. De lo contrario es como mirarse en un espejo.
¿Desaparecida?
Toso.
—¿Qué es eso?
—Ni una palabra, Kyla. Vamos a hablar de esto en otro momento. ¿Lo prometes?
—Siento que nos hayamos ido por tanto tiempo —dice, mientras nos dirigimos al
coche—. Espero que no te aburrieras.
Árboles verdes, cielo azul, nubes blancas, árboles verdes, cielo azul, nubes blancas...
167
Esa noche declaro tarea y me refugio en mi habitación. Bookzinga
Hay dolor interior si la miro demasiado cerca en mi mente. Se veía tan feliz en esa
foto, brazos llenos de un gatito retorciéndose. ¿Qué pasó para que la alejaran de
esa vida?
Lucy es un ella, no un yo: Sólo puedo pensar en ella en tercera persona, como algo
separado y distinto de mí. De todos modos, tal vez todo es una coincidencia
estúpida. No puede ser yo, sólo se parece a mí. Esa versión generada por
computadora de Lucy a los dieciséis años es todo conjeturas, de todos modos. Ella
podría verse completamente diferente ahora.
Pero aun así sus ojos sonrientes están impresos en mi mente y no van a
desaparecer; necesitan salir. Salto, agarro un cuaderno de dibujo. Lápiz en la mano
Slated Slated#1 Teri Terry
Ella fue reportada como desaparecida. Alguien por ahí quiere saber dónde está,
qué pasó con ella. Tal vez, sus padres; tal vez la quieren, y están desesperados por
saber que está bien.
En cuyo caso, si yo soy, si yo fuera, Lucy, no tendría sentido contactar con ellos,
¿verdad? Lucy no está bien, es como si ya estuviera muerta. Ya no existe más. Ha
sido Blanqueada.
Ella mira hacia mí desde mi dibujo. La había hecho sin el gatito, un telón de fondo
diferente, pero sus ojos son los mismos. Me levanto a mirar en el espejo, luego otra
vez al dibujo. Mis ojos. Aparte de la diferencia de edad, se ve más feliz, también;
incluso sin el gatito.
Este dibujo que he hecho con mi mano izquierda, tomando casi nada de atención.
Es bueno, es mejor que bueno. Ella se ve como si pudiera bajar de la página y a mi 168
habitación, o dar la vuelta y subir esa... ¿montaña? Bookzinga
Una punzada de frío sube por mi espalda. Detrás de ella he dibujado una larga
cresta que desciende a su izquierda, algo que nunca he visto en persona: montañas.
No estaban en la fotografía.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 26
Traducido por Vanina y carosole
—¿S
u carruaje? —dijo Jazz, y se inclinó.
—No lo sé. Estoy bastante ocupada sin tener que buscar a un gato estúpido. Él está
probablemente acechando a un ratón o visitando a un amigo.
—No lo he visto desde hace unos días, tampoco. Papá, ¿has estado en el cobertizo?
—Ayer por la noche. Voy a ver después del desayuno —dice y desaparece detrás
de él.
Pero no puedo evitar preocuparme. Si los niños se pierden y no hacen nada, ¿qué
pasa con un gato?
Estamos dando tumbos por la carretera, y mantengo mis ojos buscando en los
jardines y senderos por Sebastian. Y la carretera. Hay muchos coches como el de
Jazz arriba y abajo todos los días y a toda velocidad.
—¡No te preocupes! Estoy segura de que va a estar en casa cuando volvamos más
tarde.
—Los gatos son exploradores, como yo, les gusta vagar por el mundo, ver lo que
hay para conocer.
—No hay ninguna llave para él. No está con las llaves de la casa que cuelgan en el
interior. Lo he comprobado.
—No. Esas cosas están en el pequeño cobertizo al lado de la casa —le digo, 171
después de haber rastrillado las hojas de la casa hace unos días mientras Sebastian Bookzinga
perseguía el rastrillo. Me siento incómoda. Él ha sido mi sombra desde que llegué.
¿Dónde está?
Mis dedos están llegando al teclado, a punto de escribir Keswick cuando me doy
cuenta. Ayer Mac me advirtió sobre la búsqueda de personas desaparecidas o
cosas delicadas en otras computadoras: “Todo está controlado”, dijo. Finalicé la
sesión, búsqueda inacabada. De repente, intranquila de que la búsqueda de Kyla
Davis “Keswick”, donde una Lucy Connor desapareció hace seis años podría hacer
sonar una alarma en algún lugar sin rostro.
Minutos después estoy mirando un polvoriento y viejo atlas ilustrado del Reino
Unido de la estantería de referencia. Supongo que estaba equivocada. Dibujé a una
Lucy con un gato: Catbells: Un popular cerro entre los excursionistas, de fácil acceso
desde Keswick a lo largo de las costas de Derwentwater. La viva imagen del dibujo que
hice anoche.
172
Tal vez he visto una foto de Catbells en algún lugar antes, y sólo la puse en mi
Bookzinga
dibujo. O tal vez una parte de mí recuerda; Una parte de Lucy. Entrecierro los ojos
en la fotografía del libro, entonces cierro los ojos. Tratando de estar ahí en mi
mente.
Pero no es bueno. Eso es de dos dimensiones; no puedo sentir nada sobre ese
lugar. Si pienso en ello directamente no recuerdo nada. Sin embargo, mi mano
izquierda parece saber una o dos cosas.
El señor Gianelli nos lleva afuera hacia el sol con nuestros blocs de dibujo. Ellos
estaban equivocados. El informe del tiempo en la televisión de Mac: No hay ni
rastro de lluvia, lluvia, dijeron que la lluvia empezaba hoy.
No hay nadie alrededor. Me cambio a la mano izquierda. ¿Qué sucede si dibujo, 173
dejo de prestar atención, dejo que mi mente divague? Bookzinga
Pienso en el gatito de Lucy. Gris con rayas atigradas, el pelo corto. Rechoncho o
con pelaje grueso o ambos. Una retorcida, astuta bola de pelos. Me abalanzo: La
dibujo a ella abalanzándose encima de un pedacito de cuerda. Se había tambaleado
sobre sus patas traseras. Alzándose, contoneándose y saltado. ¿Ella? Sí, de alguna
manera estoy segura de que ese gatito era ella.
Estos árboles se plantaron como una reserva natural hace más de cincuenta años, lo
dijo nuestro profesor de biología. Parte quemado durante los disturbios de los años
veinte, pero ha vuelto a crecer ahora. No se ha regulado más, se dejó salvaje. Los
pájaros revolotean, hay susurros correteando por los arbustos. Me desvío del
sendero principal a uno larguirucho, apenas existente sendero.
Cuando llego a la vuelta de la curva, ella estaba tan quieta que no la noté al
principio: Phoebe.
Sentada sola en el suelo, apoyada contra un árbol con un cuaderno de dibujo sobre
sus rodillas, concentrada. Un petirrojo está saltando sobre la tierra. ¿Su tema? Él
está cantando y ella parece tener una conversación con él, murmurando pequeños
sonidos, y él salta más y más, hasta que finalmente salta sobre su pie.
Y ella sonríe.
El rostro de Phoebe se transforma con eso: sus ojos son pequeños y amplios; su
cabello no ha visto un cepillo por un tiempo y está cubierta de pecas. Pero de
alguna manera sonriéndole al petirrojo se ve diferente; amable, dulce; no Phoebe.
Ella no sonreiría de verme aquí. Doy un paso hacia atrás silenciosamente pero ella
debió atrapar el movimiento, y se detiene; el petirrojo se echa a volar lejos.
Y me doy cuenta de que tiene razón. No me acerqué sigilosamente, como ella dice,
no a propósito, de cualquier modo, sino sin considerar lo que estaba haciendo,
había evitado pisar cualquier ramita que se quebraría, me moví con cuidado sobre
la maleza para evitar el ruido.
Es bastante bueno. Estoy sorprendida. Las cosas que ella ha hecho en clase son
corrientes. Eventualmente él apunta su cabeza para un lado y se va volando. Ella
cierra su libro.
Puedo sentir mis puños tensarse, pero los obligo a relajarse y respiro
profundamente. Le echo una mirada a mi Levo: 4.8, así que bien por el momento.
¿Lo soy?
Slated Slated#1 Teri Terry
Vuelvo a Gianelli justo a tiempo para evitar llegar tarde. Él está recogiendo los
mejores bocetos, sosteniéndolos para que todos lo vean. El petirrojo de Phoebe es
uno de los elegidos. Yo no he hecho mucho, y trato de esconderlo hacia atrás, pero
no es bueno. Él toma mi cuaderno de dibujos de mis manos: encuentra dibujos a
medias de árboles, césped. El gatito de Lucy, y Sebastian.
Resopla y me lo devuelve.
—No, yo...
Gianelli empieza a irse, otros siguen. Comienzo a guardar mis cosas en mi mochila
cuando una mano llega y agarra mi cuaderno de dibujo: Phoebe.
176
—¡Devuélvemelo! Bookzinga
Ella lo balancea fuera del alcance, y lo abre. Una mirada, algo, pasa por su rostro
cuando ve a Sebastian. Alisa la página y me lo devuelve.
Picoteo mi comida, sin hambre. Aún no hay señales de Sebastian; después de dos
días, incluso mamá está empezando a preocuparse.
—Él fue chipeado. Ellos analizan el chip para encontrar de quién es, y dónde vive.
—Si alguien no lo hubiera llevado, ¿le podríamos seguir el rastro? ¿Con el chip?
Me encojo de hombros.
—Cuéntame —dice. Y hay algo sobre papá, la nota de su voz, que te hace
177
responderle cuando hace preguntas.
Bookzinga
—Sólo algo que alguien dijo en la escuela. Dijo que soy una espía del gobierno
porque tengo un chip en mi cabeza. Que no soy confiable.
Él ríe.
—¿Una espía? Bueno, bueno. Mejor tengo cuidado en lo que digo delante de ti.
—Por supuesto que no —dice, pero tengo la sensación de que esa no es toda la
respuesta.
—No fui yo. La chica que ayuda aquí lo tenía en su casa, y lo trajo hoy. Está bien.
Le di unos cuantos puntos y una inyección para estar seguro.
—Va por la casa —dice—. Ven a echarle un vistazo a esto un minuto —dice, y se
dirigen a la oficina.
Detrás del mostrador, la puerta se abre y sale Phoebe, llevando a Sebastian. Incluso
desde el otro lado de la sala de espera puedo oír que está ronroneando, aunque él
esté pelado de un lado y los puntos sobresaliendo. Pobre Sebastian.
¿Pero que está haciendo Phoebe aquí? Mis ojos se abren y mi boca cae abierta
cuando empiezo a darme cuenta de lo que debe haber pasado.
178
—Que no te entren moscas, Blanqueada —dice ella.
Bookzinga
—Lo sabías. Lo tuviste, y viste mi dibujo y supiste que él era mi gato, entonces lo
trajiste.
Se encoje de hombros.
—Alguien lo encontró herido ayer, y me lo dio para cuidarlo. Luego lo traje por
aquí hoy, y le dije al veterinario de quién era. Aunque le echó un vistazo para
verificarlo, de todas formas.
—Muchas gracias.
—No seas lo suficientemente estúpida como para pensar que esto nos hace amigas.
Esto no cambia nada. Cabeza-chip —dice, frunce el ceño y se va a través de la
puerta.
Me vuelvo; papá está de regreso en la sala, arqueando una ceja. Con una mirada
pensativa en su rostro.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Quién?
No digo nada. Si digo que sí, entonces soy una espía, después de todo.
179
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 27
Traducido por Jo
L
a primera cosa que escucho a la mañana siguiente es un profundo ronroneo
resonante: Sebastian. Parece haber decidido que mi almohada es el lugar
para dormir, y está acurrucado a través de ella.
180
Yo, por una vez, voy a dejarlo dormir donde quiera.
Bookzinga
Parece impávido por sus experiencias: rasguñarse con zorros o la criatura que
fuera eso, rescatado y dado a Phoebe, recibido puntos del veterinario. Aceptó
golosinas especiales de cena de parte de mamá cuando llegamos la noche anterior,
luego se fue directo a dormir en mi cama.
Phoebe: Sólo no puedo descifrarla. Es tan asquerosa, aun así ese petirrojo confió en
ella. Sebastian ronroneó en sus brazos, y ella me lo trajo de vuelta. Vi su rostro
cuando me lo pasó; no quería devolverlo, pero sin embargo lo hizo. Deben gustarle
más los animales y las aves que la gente.
Bueno, a mí me gusta Sebastian más que la mayoría de la gente, así que, ¿quién soy
para juzgar?
—¿Qué?
—Que la gente no es siempre como crees que son. Qué cosa tan agradable hizo por
ti: ¿quién lo habría adivinado?
Él sonríe.
181
Sin embargo estoy segura de que ella lo hizo por Sebastian, no por mí. Nada ha Bookzinga
cambiado, dijo ella la noche anterior.
—¿Podemos tener una rápida conversación? —dice, y me lleva a una oficina vacía
al otro lado del pasillo, sin esperar por una respuesta.
—No te veas tan preocupada, Kyla. No has hecho nada. Pero sabes que estoy aquí
para ayudarte, ¿no?
Slated Slated#1 Teri Terry
—Pobre Kyla. Este mundo debe ser confuso para ti; por eso es que estoy aquí, para
ayudarte a descifrar las cosas. Pero no puedo ayudarte si tú no me ayudas a mí.
Así que, ¿hay algo que quieras contarme, cariño?
Pero sin importar qué dijera Phoebe, no soy espía. De cualquier forma, ¿cómo 182
podría decir algo en su contra cuando si no fuera por ella, no tendríamos a Bookzinga
Sebastian de vuelta? Ni siquiera habríamos sabido si estaba vivo o muerto.
La señora Ali me mira fijamente, y puedo verlo en sus ojos: sabe que hay algo que
no le estoy diciendo. Sacude su cabeza.
—Lo siento, Kyla. Puedes no saber que necesitas mi ayuda, pero lo haces. Soy todo
lo que hay entre tú y… las más desagradables posibilidades. Cuídate. Ahora, ve a
clase.
Mis rodillas se convierten en gelatina. Eso era una amenaza, ¿no? ¿Qué
desagradables posibilidades?
Por lo menos voy a ser regañada por llegar tarde a clase. Sacudo mi cabeza: cierto,
Kyla, contrólate. Tomo una profunda respiración y busco el pomo, pero escucho
pasos. Entrecortados, pasos precisos. Vacilo; mi mano se ha caído de vuelta a mi
lado. La luz de la oficina está apagada, el pasillo está encendido y hay una ventana
en la puerta. Me alejo a las sombras y observo.
Los pasos se acercan: dos hombres aparecen con trajes grises. Represores.
Desaparecen dentro, y vuelven segundos después. Y entre ellos está una pálida
Phoebe.
183
Bookzinga
Al final del día cuando me subo al bus, hay susurros; susurros y rostros pálidos.
Ojos suben por mi columna mientras camino por el pasillo y me siento con Ben,
pero cuando me giro a mirar alrededor nadie encuentra mi mirada. Ellos creen que
he hecho algo. Ellos saben que era tan mala conmigo, que de alguna manera, los
Represores llevándosela de clase es mi culpa.
El asiento usual de Phoebe se queda vacío; ella no llega tarde. El bus parte. Así que
no sólo hablaron con ella y luego la dejaron ir, ¿no?
Me estremezco.
—¿Estás bien? —dice, y mira mis ojos buscando alrededor del bus, de cara en cara.
Ve los ojos que se apartan—. ¿Qué está pasando?
Sacudo mi cabeza. ¿Qué puedo decir con tantos oídos hostiles, escuchando?
Slated Slated#1 Teri Terry
Quiero correr esta noche, quiero correr ahora pero estoy acorralada en el bus,
cuerpos por todas partes. Me concentro en la cálida mano de Ben, cierro mis ojos,
deseo estar en cualquier lugar menos aquí.
—Dime qué está mal —dice él—. Tal vez puedo ayudar.
—Ahora no. ¿Vas a entrenar antes del Grupo esta noche? —pregunto. Él asiente—.
¿Puedo ir?
Él sonríe abiertamente.
—Por supuesto.
Y su mano se tensa en la mía. Él sabe que es algo serio, si tengo que correr para ser
capaz de hablar de eso.
184
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 28
Traducido por AariS
—Por favor. Tengo que correr —digo, y él parece entenderlo. De algún modo
negocia con mamá.
185
Bookzinga
Ben promete cuidarme, y mira con compostura a mamá. Parece satisfecha y nos
vamos.
Slated Slated#1 Teri Terry
Ben me mira con curiosidad de vez en cuando mientras corremos. Puedo decir que
está esperando que hable, pero de repente, no estoy segura de qué decir.
Dato: Phoebe fue mezquina conmigo; dato: fue sacada de la escuela por los
Represores, y no estaba en el autobús escolar. Pero eso es todo lo que sé, ¿no?
Corro a tope. Ben va al paso, emparejando mi velocidad. Sus piernas mucho más
largas no tienen que trabajar tan duro.
—Escuché acerca de ello cuando bajé del autobús esta tarde. Alguien dijo que
alguien la vio siendo empujada dentro de una furgoneta de Represores esta
mañana. Pero era todo “él dijo–ella dijo”, ninguno vio nada realmente, por ellos
mismos. Aunque ella no estaba en el autobús a casa.
—Es verdad: yo los vi. Dos Represores entraron en la clase, y un minuto después
salieron. Uno estaba sosteniendo su brazo; la hicieron marchar por el pasillo y
fuera del edificio.
Dudó.
—Algunas personas creen que tú puedes haber dicho algo. Meterla en problemas.
—Lo sé. Especialmente después de que ella te devolviera tu gato —dice, y puedo
ver que lo dice en serio. Pero no estoy tan segura. Puedo haber tenido algo que ver
con eso, quisiera o no—. ¿Hay más? —pregunta.
Me encojo de hombros.
—Sólo cosas que Phoebe dijo: que somos espías para el gobierno, por los chips en
nuestros cerebros.
—Eso no es verdad.
—Pero, ¿qué pasa si lo es, y no lo sabemos? Tal vez la delaté sin ni siquiera saber
que lo hice. Tal vez alguien simplemente escaneó mi cerebro, y ¡pum! Ella se ha
ido. Porque dijo cosas que al gobierno no le gustaron.
Pero sin importar qué, todavía tengo la horrible sensación de que de algún modo
deber ser culpa mía. Debido a la señora Ali: dijo que no le gustaba escuchar cosas
de otras fuentes. Debe haber escuchado algo acerca de Phoebe, y, de algún modo,
está conectado conmigo.
—Averigüé algo más —dice Ben—. Por qué alguien le llevó tu gato a Phoebe.
Cuida de un montón de animales, de los heridos; para gente que no puede pagar el
veterinario. Tiene buena mano con ellos.
—¿Sí? —Ben se encoje de hombros. Siempre llega tarde. Pero de algún modo no
estoy segura de que la dispensa especial de la enfermera Penny para su
cronometraje se vaya a extender a mí.
—Estaba a punto de llamar a tu madre —me dice la enfermera Penny, una mano
188
en cada cadera.
Bookzinga
Ni una palabra a Ben.
—¡Lo siento! Es todo culpa mía —dice Ben—. Nos llevé por el camino más largo;
no tuvimos tiempo suficiente para volver.
Desconecto mientras ella va alrededor del Grupo. Mis objetivos: mantenerme tan
lejos como sea posible de los Represores, y no meterme en problemas.
Y averiguar lo que pasó con Phoebe, una insistente voz susurra en mi mente.
Cuando llega a mí estoy tan abstraída que no me doy cuenta hasta que Ben empuja
mi hombro.
—Intenta quedarte con nosotros, Kyla. Tal vez el correr es demasiado para ti.
Ahora, ¿tienes algunos objetivos que te gustaría compartir?
No demasiados; no en voz alta. Pero lo que finalmente digo tiene ecos de mis
pensamientos: hacerlo bien en la escuela, y mantenerme fuera de problemas.
—Ten cuidado —dice Ben, aprieta mi mano, y se va para correr a casa. Le veo irse
y deseo poder seguirle.
Los demás salen fuera poco a poco; me dirijo hacia la puerta, pero Penny me llama.
Suspira.
—Siéntate, Kyla.
Me siento.
—Estoy de tu lado —dice. Y sus palabras son tan parecidas a las de la señora Ali,
que retrocedo. Pero ella parece angustiada—. No, Kyla. No parezcas asustada de
Slated Slated#1 Teri Terry
A pesar de todo, creo que quiere decir lo que dice. Pero, ¿quién sabe qué puede
hacer por mi propio bien?
—Así que dime. Está por toda tu cara; algo está mal. ¿Qué es? —pregunta.
—Es sólo esta chica que fue sacada de la escuela hoy. Por Represores. La conocía,
eso es todo.
—Dos de ellos entraron en clase y la hicieron salir. Fue vista siendo empujada
dentro de una furgoneta negra.
—¿Año 11?
Asiento.
—S-s-sí —digo.
—¡Te veo de nuevo el próximo jueves! Ten una buena semana, querida.
Slated Slated#1 Teri Terry
Sale; me doy la vuelta y mamá está al fondo del pasillo. Camino hacia ella y
levanta una ceja.
—Sí, bien —digo. Luego, con una repentina inspiración, añado—: Llegamos un
poco tarde de correr. Sólo estaba riñéndome.
La tarde siguiente, los estudiantes del Año 11 se ponen en fila para una Asamblea,
justo como cada viernes por la tarde. Pero se siente diferente esta semana. 191
Bookzinga
Todo el mundo está poniendo cuidadosamente sus pies enfrente el uno del otro.
Hay una pequeña conversación, sin empujones, sin planes hechos para el fin de
semana. El director ni siquiera está aquí todavía. Pero todo el mundo sabe acerca
de Phoebe, y están asustados.
Nadie habla si sabe que estoy escuchando, por supuesto; pero he escuchado
fragmentos y susurros todo el día. De algún modo su desaparición es más
problemática que la de Tori, o aquellos otros de la Asamblea de la semana pasada.
Todo el mundo podía ver por qué se fueron. Pero Phoebe por lo general mantenía
su yo desagradable para sí misma; no se congregaba ilegalmente, o daba su
opinión en voz alta acerca de la autoridad; no como los demás que desaparecieron.
Cuando Rickson camina a través de la puerta, hay dos Represores detrás de él, la
sala ya está silenciosa. Examina la multitud: cada ojo está hacia delante; cada
espalda, recta.
La Asamblea es corta. Cuando se termina, los Represores una vez más se quedan
de pie junto a la salida en la parte posterior. Observan, mirando a cada rostro
sucesivamente mientras salimos en fila.
Esta vez.
Jazz está conduciendo hoy; alcanzo su coche antes que Amy. Aparece alrededor
del lado del edificio. Jazz la encuentra, y saluda con la mano; luego se vuelve hacia
mí.
—Unas palabras rápidas antes de que Amy llegue aquí —dice, su voz baja.
—¿Qué? 192
Bookzinga
—Mac quiere verte; dijo que me hará saber cuándo, en algún momento de la
próxima semana. Y que no digas nada, a nadie. ¿De acuerdo?
Amy está ahí antes de que pueda responder; se da la vuelta, la abraza y abre la
puerta del coche. Intento no temblar mientras subo en el asiento trasero.
Me gustaría que no confiara en mí. Sea lo que sea por lo que quiere verme: no
quiero saberlo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 29
Traducido por Elenp
Q
uiero correr.
Pronto nos acercamos desde el otro lado, nuevo a mis ojos, pero el hospital parece
el mismo: vallas altas, torres de vigilancia a intervalos regulares. Automáticamente
trazo las dimensiones, los números. Las salidas y portones. Una furgoneta de
reparto se movió a través de una entrada mientras que pasamos, seguimos
adelante alrededor de todo el perímetro a la misma entrada que hemos utilizado
antes.
Slated Slated#1 Teri Terry
Esperamos en la cola, están buscando debajo de los coches, con espejos, sacando a
todos y escaneándolos mientras que los coches son registrados.
—Debe haber una alerta —dice mamá, y yo salto. Hoy ha estado en silencio la
mayor parte del camino, dejando mis pensamientos empeorar como quieran. La
estudio: hay sombras bajo sus ojos. Se ve cansada, y estirada.
El teléfono sonó anoche, ahora me acuerdo. Muy tarde, pero yo había estado
despierta, oí sus pasos por encima de mí, el murmullo de su voz.
—Yo debería preguntarte eso, ¿no? —Nos movemos otro espacio mientras un
coche adelanta entra: dos más para ir.
—Lo hiciste. Pero este no es el lugar para discutirlo. De camino a casa, ¿de
acuerdo?
Otro espacio hacia delante. Así que algo está mal, y ella me va a decir al respecto, 194
pero no es el lugar en frente de los Represores. Bookzinga
Ella se ríe.
Adelante, otra vez. No saludamos con la mano esta vez, ahora es nuestro turno.
Hay un enjambre de Represores alrededor, más de los que he visto en un lugar
antes. En negro para operaciones, y no trajes grises, con chalecos y armas. Tensos.
No es que alguna vez se vean relajados exactamente, pero hoy en día, la tensión
irradia fuera de ellos. Salimos del coche y somos escaneadas, de la cabeza a los
pies, mientras que otros revisan el coche rápidamente. Una vez más no puedo
evitar mi reacción, el miedo que fluye a través de mí con su proximidad. Pero no
parecieron darse cuenta. Nos metimos en el coche y pasamos.
Estudio su rostro. La forma en que lo dijo no sonaba bien. Como si la forma en que
los Represores siempre manejaban las cosas no fuera bueno, pero algo más, por
completo.
—¡Ven! —dice la Dra. Lysander en voz alta. Su voz es familiar, clara, sin
estridencias. No tiene que levantarla, está acostumbrada a ser obedecida sin
discusión.
Su rostro se suaviza.
Me encojo de hombros.
Slated Slated#1 Teri Terry
—No estoy segura de si debería estar contenta con esa observación. Aunque es
bastante exacta. —Ella mira su computadra, da un golpecito a la pantalla—.
Entonces, si hoy estás encontrando comodidad en la continuidad, ¿hay cambios o
posibles cambios que te están molestando? —Fija su mirada en mí.
No hay ningún lugar para esconderse. Di la verdad, pero no demasiado, una voz
susurra de nuevo. Parpadeo.
—¿Por qué?
—Toda la seguridad. La última vez que vinimos había barricadas, y hoy revisaban
los coches.
Ella inclina la cabeza hacia un lado un momento, como si estuviera escuchando sus
pensamientos. 196
Bookzinga
—Tal vez sea una cosa razonable para temer. ¿Entiendes acerca del TAG, los
terroristas Anti-Gobierno? Había una alerta de que otro ataque se planeaba en el
hospital. Están siendo cuidadosos.
—No. He pasado por demasiadas alertas para que pueda mantener el miedo. —Se
inclina hacia atrás en su silla—. Sin embargo, tengo curiosidad por lo que te
preocupa.
—¿Cómo pudieron hacer eso? No eran más que niños. Ellos no hicieron nada.
—Por supuesto. La gente real sale lastimada todos los días, y causa dolor a
aquellos que se preocupan por ellos.
—¿Por qué?
197
Se encoge de hombros. Bookzinga
—Parte de esto es simplemente ser un doctor. No puedo arreglar cada herida. Sólo
me concentro en los que puedo ayudar.
Parte de ellos, dijo. Hay algo más que no está diciendo. Pero no soy tan tonta como
para tratar de meterme en sus cosas, es su trabajo hurgar en las mías.
—Ya veo que lo estás haciendo bien en la escuela y en el Grupo, que has hecho
unos cuantos amigos. Que no has tenido más bajones. Todo esto es bueno. ¿Alguna
pesadilla? —Sus ojos están de vuelta en los míos....
—¿Y bien?
Me agito. No sé por qué, solo lo hago. Le hablo de mi sueño del atentado contra un
autobús. Ella escucha como describo los gritos y la sangre en las ventanas. El olor
Slated Slated#1 Teri Terry
—Tienes demasiada imaginación para tu propio bien. Pero ahora veo por qué la
alerta te ha preocupado. Estás a salvo aquí, Kyla: este es uno de los lugares más
seguros para estar.
Segura, encerrada, atrapada. Ella está tan atrapada en una torre como yo jamás
podría imaginar en mis sueños.
—¿Toma tiempo para ir al campo, dar un paseo por el bosque o algo así?
—¡Estás llena de preguntas sorprendentes hoy! Y sí lo hago. Una vez cada pocas
semanas, mañana, será, pero no camino. Tengo a Heathcliff, mi caballo: voy en los
senderos, y… —De repente, se detiene, se sacude—. No sé cómo me haces hablar
así. —Ella sonríe para sus adentros—. Deberías ser la doctora. Ahora, escúchame.
198
Deja de preocuparte por los terroristas. Deja que los Represores lo manejen, es su
Bookzinga
trabajo. Ahora aquí es lo que tú necesitas hacer. Necesitas una cosa, tu objetivo, tu
amor. Un enfoque. ¿Cuál es el tuyo?
Ella sonríe.
—Sabía que dirías eso. Mira, tienes tus momentos predecibles, también.
Concéntrate en tus dibujos, tu pintura, haz de esto tu razón de ser, y el resto no va
a ser tan importante.
De camino a casa, mamá o bien se olvidó de que dijo que me contaría sobre lo que
le está molestando, o decidió no hacerlo. De cualquier manera, no pregunté.
Mi mente está ocupada con las cosas que la Dra. Lysander dijo, y no dijo. No se
hizo mención de la Sra. Ali o Phoebe, y ella no es alguien que evita los temas
difíciles. La única respuesta es que ella no sabe nada de ello. Al menos, eso
probablemente significa que la Sra. Ali no ha presentado un horrible informe
acerca de mí. Y no creo que dije algo que no debía decir, nada que podía meter a
nadie en problemas. Tal vez pueda guardar secretos, después de todo.
¡Ayúdame!
Lucy tiende sus manos. La derecha es perfecta, cinco dedos blancos, incluso las uñas. Mis
dedos, pero más pequeños. La izquierda está sangrando, los dedos doblados en ángulos
equivocados.
Retrocedo.
199
Ojos verdes, mis ojos, brillan hasta que una lágrima gorda se derrama desde cada parpado.
Bookzinga
Por favor. Ayúdame...
—Despierta, Kyla. —Salto, abro mis ojos, confundida. Mamá está desatando su
cinturón de seguridad. El coche se ha detenido. Estamos en casa.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 30
Traducido por Auroo_J
H
ace frío, la lluvia que el informativo del tiempo prometió la semana
pasada ha llegado finalmente. Es incesante, constante en lugar de un
diluvio, pero ha ido demasiado lejos ahora que está empezando a pasar
por el dosel de hojas en grandes gotas. 200
Bookzinga
Corremos juntos, Ben y yo, nos hemos alejado del resto. Tan rápido que no tengo
frío, a pesar del remojo, pero aun así.
Despejamos el bosque y nos pusimos en marcha hacia una colina. Sin cubierta
ahora, y lloviendo más fuerte, inestable bajo los pies con el barro y hojas. El camino
Slated Slated#1 Teri Terry
está cortado en la colina así que hay canales de agua por ella. Tenemos que reducir
la velocidad para mantener los pies.
—¿No es esto maravilloso? —dice Ben, con la cabeza empapada y los pies
manchados de barro.
Podemos ver todo el valle de aquí, el cielo se está volviéndose más negro. Ninguno
201
de los otros está a la vista.
Bookzinga
—Apuesto a que regresaron —dice Ben—. ¡Debiluchos! —Se ríe.
—¿Deberíamos?
—Vamos —le digo. Ansiosa por seguir adelante, más rápido. Para hacer correr todo
el cuerpo.
—¿Qué pasa?
—Dime, Kyla —dice, y miro a sus ojos castaños, y confío en él, de verdad, ¿pero
debo?
Y los ojos de Ben son peores que la Dra. Lysander: me están clavando en contra de
este árbol. Mientras mi respiración y el ritmo cardíaco van lento empiezo a
temblar, pero no por el frío. Entierro mi cara contra su pecho para que sus ojos ya
no puedan sostener los míos.
Hay muchas razones para no decir nada. Se lo prometí a Mac. Saber cosas
peligrosas podría poner en riesgo a Ben. No sé si Ben puede guardar secretos,
realmente mantenerlos, ni siquiera sé si yo puedo.
Ben se aleja, vuelve, se sienta en una roca en la lluvia. Tira de mí sobre su rodilla.
—Nosotros no vamos a ninguna parte hasta que me digas lo que está mal.
Suspiro, cierro los ojos, y me acomodo contra él. Permanecer aquí, en este
momento, no suena tan mal. Sus brazos se aprietan alrededor de mí, él se mueve y
pone una mano debajo de mi barbilla, inclinando mi cara hacia arriba.
202
Y abro los ojos, los suyos están ahora más cerca, se inclina hacia adelante. Mi
Bookzinga
corazón se acelera, late más rápido una vez más, aunque he dejado de correr. Sus
ojos fijos en los míos como el otro día, cuando pensaba que me iba a besar, pero lo
único que quería hacer era hablar de Tori.
Tori, Phoebe y Lucy: tantos fantasmas entre nosotros. Pero puedo exorcizar al
menos uno de ellos con la verdad. Me alejo un poco, eligiendo las palabras.
—¿Ya estamos de nuevo con eso? —Se encoge de hombros—. A veces. Es difícil no
hacerlo. Pero no podemos saber quiénes éramos, y…
—Pero yo lo sé.
Hay una pausa donde lo único que se oye es la lluvia, y todo lo que veo es la duda
en los ojos de Ben.
—Mi nombre es Lucy Connor. Desaparecí cuando tenía diez años de edad. Tenía
un gatito gris, alguien r-ro-rompió mis dedos. Y alguien me echa de menos. —Y
con cada frase en voz baja, me estremezco. Algo se está retorciendo por dentro,
temblando, tratando de romperse. En su lugar, lloro, escondiéndome en los brazos
de Ben, y él me abraza, me acaricia el cabello, con la lluvia golpeando todo el
tiempo, el viento levantando. La tormenta fuera y por dentro.
Y una vez que dejo de llorar lo suficiente como para hablar, le digo acerca de la
computadora ilegal, los sitios webs de personas desaparecidas, y Lucy. Y poco a
poco, veo: empieza a creer.
—Hay mucha gente que desaparece. No son detenidos y juzgados, sino que sólo
desaparecen. Tal vez, no somos incluso criminales.
—Tal vez no hicimos nada malo, y el gobierno acaba de decidir que no les gustaba
algo que hicimos, o dijimos. ¿Quieres saberlo? Si fuiste reportado como
desaparecido, también.
Un juego complejo actúa sobre la cara de Ben. Él empieza a hablar, pero levanto
una mano.
—Espera —le digo, y vuelvo la cabeza. Es difícil oír por encima del viento y la
lluvia, ¿pero viene alguien?
Una figura aparece sobre el borde de la colina. Trato de saltar, pero Ben me
sostiene más fuerte. Es uno de los chicos del entrenamiento, sonríe hacia nosotros
sentados allí y pasa corriendo.
—Él nos iba a ver, de todos modos. Bien podría hacerle creer que estábamos
acurrucándonos, no teniendo una conversación peligrosa.
Acurrucándonos. ¿Es eso lo que estábamos haciendo, o era sólo una tapadera? Mi
cara quema a pesar del frío. Me dirijo una vez más a un sonido, ¿está alguien a
punto de superarnos?
—Vamos a correr —dice Ben, y sin esperar una respuesta, corre por delante a toda
velocidad.
Bueno. Sigo después de él, y trato de alcanzarlo, pero no puedo, tiene que haberse
estado retrasando antes. Su paso se alarga y pronto se pierde de vista.
Es casi como si algo lo estuviese persiguiendo, algo a lo que no quiere hacer frente.
204
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 31
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ y Shadowy
E
l petirrojo de Phoebe está en frente de la pared del estudio de arte. Ninguna
otra imagen cuelga de allí. Muchas están mostradas a los lados, la parte de
atrás, pero nunca delante; nadie excepto nosotros sabríamos de quién es.
En vez de instigarnos para darnos prisa, el señor Gianelli se queda en silencio 205
mientras nos presentamos y escaneamos nuestras tarjetas; para esto: nuestra Bookzinga
Él debe saberlo. Miro hacia la puerta; la señora Ali está allí. Todavía me persigue la
mayor parte del tiempo entre clase y clase, a pesar de que es obvio que sé cómo
escabullirme. Está siguiéndome el rastro: ¿lo hará siempre? Ben y Amy no tienen a
nadie detrás de sus pasos.
La señora Ali echa un vistazo al aula; puede sentir que algo pasa, nos mira cara a
cara. Y se queda.
—Clase, hoy quiero que piensen en algo: la importancia de conectarse con lo que
ponen en el papel. Tomen a nuestro amigo el señor Red Breast. Miren la
preocupación, la conexión; toma un momento común y lo mueve más allá,
haciéndote mejor de lo que eres y encontrando al artista interior. La comunicación
Slated Slated#1 Teri Terry
entre ustedes y su tema, ¿sí? Dar y tomar. El cómo vea su tema de un modo que
nadie más pueda.
Y él se queda detrás, por lo que está con nosotros: todos los ojos están puestos en el
boceto de Phoebe. Todos, juntos, estudiando el dibujo. El petirrojo que confió en
ella, saltando más y más cerca. La sonrisa de Phoebe mientras lo dibujaba,
murmurándole al petirrojo, y él piando en respuesta. Los segundos pasaban: un
minuto de silencio, y después a dos.
—Hoy dibujen algo o a alguien que les importe, que les haga sentir algo, lo que sea.
Bueno o malo, no me importa. ¡Vamos! Comiencen.
Hoy, Gianelli parece mayor, las líneas alrededor de sus ojos están más
pronunciadas y su piel tan gris como su cabello. Una protesta silenciosa a uno de
sus estudiantes fue tomada, pero todos sabemos lo que hizo hace un momento, el
riesgo que tomó. Lo veo deslizar un frasco de su bolsillo y se inclina a su té. A
continuación inicia un esbozo por su cuenta.
¿Dónde estás? No había aparecido por biología esta mañana. La preocupación hace
que me muerda el labio tan fuerte que duele. ¿No habrá hecho algo estúpido? Le
pregunté a la señorita Fern pero no lo sabía; no estaba escondiendo nada; no había
preocupaciones ni distanciamiento en ella. Estoy comenzando a entender que hay
diferentes tipos de profesores, Fern, Gianelli y el entrenador de atletismo,
Ferguson: ellos son reales. Puede que me regañen de vez en cuando, no es siempre
agradable, exactamente, pero me hablan como si existiera, como si importara.
Luego están aquellos como el director, Rickson, el doctor Winston y la señora Ali:
que con todas sus sonrisas y sus charlas de "sólo estoy aquí para ayudarte” en
realidad sólo buscan errores, cualquier cosa que esté fuera de las reglas.
—Espere. No está terminado. —Lo mira y ve lo que es, pero no comenta, pasa al
siguiente mientras termino.
Miro a los dibujos. Es un mar de rostros; rostros importantes para cada uno de 207
nosotros. Algunos probablemente una madre o un padre, un hermano o hermana, Bookzinga
amigos. Uno es un perro.
—Déjame verlo. —Me pide y abre mi carpeta. Ve el dibujo de Ben y alza una ceja.
Me sonrojo.
Lo estudia.
Es mejor que bueno. No es sólo que se parezca a él: son sus ojos. Es él, un él que no
quiero compartir: la manera en cómo me miró ayer, antes de que pensara que
podía besarme y yo me alejara. Antes de contarle lo de las personas desaparecidas,
y Lucy. Antes de que él huyera.
Cruzamos la clase hacia la puerta justo mientras Gianelli ponía su propio dibujo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Nunca había hecho eso antes; enseñarnos algo que él hacía. Todo el mundo en el
salón mira hacia arriba y contiene el aliento: es Phoebe. Capturó un lado de ella
que no conocía. La rabia se había ido: su cara, la manera en que estaba de pie, todo
en ella es muy triste. Está sola. Los ojos de la señora Ali se vuelven fríos mientras
mira a Gianelli.
Reviso la pista. Hoy hay unos pocos corredores repartidos a lo largo, ahora que la
lluvia ha parado. A la mayoría los reconozco del entrenamiento, pero no al que
estoy buscando. Pongo mis brazos alrededor de mí. Los miro un momento.
208
Tratando de no pensar. ¿Dónde podría estar?
Bookzinga
Me doy la vuelta para irme y choco directamente con Ben.
—Ten cuidado —dice, y saca las dos manos, una en cada uno de mis hombros para
estabilizarme.
Se encoje de hombros.
—No, llegué tarde. Tuve una cita con el doctor, luego a mamá se le pinchó una
rueda de regreso —dijo, con su ceja alzada en consternación.
—¡Podrías habérmelo dicho! —digo, y pongo mis manos en su pecho para alejarlo,
y entonces comienzo a alejarme yo. He estado tan preocupada y él sólo tenía una
estúpida cita.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Bueno, no sabía que se nos iba a pinchar una rueda —dice, en un tono razonable
que sólo me hace ponerme peor. Me sigue y toma mi mano, engancha su dedo
pequeño con el mío y lo aprieta—. ¿Qué pasa?
—¿Estabas preocupada por mí? —Y sonríe, luciendo muy complacido. Pero antes
de que pueda decidir si quiero golpearlo o abrazarlo, ocurre.
—Vamos. —Me lleva de nuevo a la pista—. Vamos a ver si puedes mantenerte hoy.
Estabas un poco lenta ayer.
¿Lenta? Llego a la pista antes que Ben. Vuelco todo en mis piernas, en mis pies.
Una y otra vez. Ben gradualmente me alcanza, pero no me supera. ¿Aunque tal vez
se contiene? Voy más rápido, hasta que no queda nada. 209
Bookzinga
Paso a paso me empujo adelante, y siento una fría sensación de satisfacción.
Mientras la carrera se hace cargo, una pequeña parte de mí se divierte. ¿Por qué
me enojé tanto con Ben? No fue razonable, cierto. Estaba confundida por lo de
ayer, sobre por qué se fue cuando le conté lo de Lucy, y no habló de eso más tarde,
pero si él es algo como yo, necesitaba tiempo para asimilarlo. Y esperó para hacerlo
de vuelta a tiempo para biología, así que no había ninguna razón para decirme que
no estaría allí. Casi puedo reírme de mí misma.
Pero no puedo. Debido a que el problema es serio. Uno que no quiero enfrentar.
—¿A qué se refiere? —digo, evadiendo, antes de que Ben pueda preguntarme,
bueno, cualquier cosa.
—Pero eso es bueno, ¿no? —No importa la motivación para correr así, no importa
lo difícil que podría ser repetir el estado de ánimo que me obligó a hacerlo.
Me detengo en seco.
—¿Pero por qué nos dejan entrenar, entonces? ¿Cuál es el objetivo? —La ira pasa a
través de mí, pero seguramente mis niveles siguen estando altos por correr.
—Pregunté el año pasado si podía entrenar con ellos. Una vez que vio cómo puedo
correr dijo que sí; supongo que lo mismo se aplica para dejarte venir. Yo entreno
con el equipo, ayudo a estimularlos a hacerlo mejor, supongo.
—¿Eso no te hace enojar? Eres el mejor, o tal vez yo, y no podemos competir. Eso
no es justo.
—Tal vez lo sea, tal vez tú lo sea; tal vez sólo te deje vencerme, hoy —bromea Ben.
Pero en vez de enojarme más, me desplomo por dentro. Me siento como Phoebe en
el dibujo de Gianelli: aislada y sola. Incluso Ben, a pesar de todo su deseo de
averiguar qué pasó con Tori, no parece notar cómo están funcionando las cosas, lo
injusto que es todo.
Ben me pregunta si quiero volver a entrenar antes Grupo el jueves: ¿entrenar para
qué? Pero digo que sí justo mientras la campana suena para la siguiente clase. Soy
un espectáculo: mi cabello está empapado en mi cabeza, mi ropa pegada a mi
espalda y no hay tiempo para usar las duchas del gimnasio. Nadie querrá sentarse 211
a mi lado en inglés. Bookzinga
La señora Ali me arrincona al final del día. Sonríe con su sonrisa apacible y sus ojos
cálidos. Un escalofrío sube por mi columna.
Nos quedamos en el aula después de que los otros estudiantes salen. Mi profesor
de inglés ve a la señora Ali, murmura algo sobre una taza de té y se sale.
—No. —Miento.
—Bueno, escucha un momento. Veo un problema potencial. Eso eres tú, y tu amigo
Ben.
—Veamos querida, sólo has estado fuera del hospital, cuánto: ¿tres semanas?
—Veintidós días.
—Poco más de tres semanas, entonces. Ahora, sé que Ben es un chico apuesto y
decente también, a decir de todos.
Ella suspira.
—Kyla, también soy muy consciente de que el ejercicio excesivo es una manera de
superar los efectos de monitoreo de tu Levo. En el futuro, no vas a correr en la
pista de la escuela con Ben en el almuerzo. ¿Queda claro?
—Perfectamente —respondo.
—Puedes irte.
Slated Slated#1 Teri Terry
Aturdida, me dirijo al auto de Jazz. Más confundida que otra cosa. Ben. Siento una
punzada. Puedo ver que no estaré viéndolo mucho en la escuela nunca más. En
cuanto a la carrera, si de todos modos no puedo entrar en los equipos escolares,
¿para qué molestarse? Aunque no mencionó el entrenamiento del domingo. Tal
vez no lo sabe.
El auto de Jazz no está estacionado en el lugar habitual, pero lo veo más adelante.
Él ha salido del estacionamiento de estudiantes hacia la fila de salida, pero los
autos no están moviéndose. ¿Qué está pasando? Amy y él salen cuando me ven
acercándome.
—Magnífico —digo, a punto de añadir más, pero entonces soy distraída por Jazz.
Él no está escuchando, puedo decirlo. Sus ojos están fijos en algo detrás de
nosotros, la sonrisa ha caído de su rostro y mientras yo comienzo a dar la vuelta
para mirar, él pone un brazo en los hombros de ambas para empujarnos hacia el
auto.
Subo y giro para mirar por la ventana. Gianelli está caminando junto a nosotros en
el sendero a lo largo del estacionamiento, flanqueado a cada lado por Represores.
Otro camina detrás. Se dirigen hacia una camioneta estacionada en doble fila cerca
de los autobuses escolares, bloqueando la salida. Gianelli tropieza; uno le da un
tirón a su brazo y lo empuja a sus pies, y continúan.
Slated Slated#1 Teri Terry
Ninguno de los autobuses se ha ido, a pesar de que se me hizo tarde al salir. Los
estudiantes están esperando, pero las puertas del autobús están cerradas.
Hay Represores esparcidos por las paradas de autobús. Llevan chalecos negros.
Armados. Una docena de ellos, tal vez un millar de alumnos.
214
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 32
Traducción SOS por carmen170796
—M
e pregunto qué es lo que hizo. Debe haber sido malo. —
Amy parece fascinada y ni remotamente enojada—. ¿No
era tu maestro de arte?
215
—Es mi maestro de arte —respondo.
Bookzinga
—Bueno, no creo que lo siga siendo. Nunca antes se habían llevado a nadie delante
de todos, ¿no?
Había sido arrastrada a dar un paseo con ellos cuando llegamos a casa, sin
importar que quisiera estar sola en mi cuarto. Pero mamá dijo que no podían ir
solos y aquí estoy.
No puedo entender porque se llevaron a Gianelli. Todo lo que hizo fue dibujar a
Phoebe. No es como si fuera un secreto que los Represores se la llevaron; la sacaron 216
de una clase, ¿no? Y no puede haber habido una forma más pública de llevarse a Bookzinga
Gianelli; no hay nada oculto sobre lo que le pasó.
El minuto de silencio de Gianelli por Phoebe, su dibujen algo que les importe y
después dibujándola, él mismo. Esas cosas decían que estaba mal que se la
hubieran llevado. Él tenía que ser castigado por diferir con las acciones del
gobierno. Haciendo lo que hicieron en frente de todos los estudiantes gritaban
fuerte y claro, sin usar palabras: nosotros estamos a cargo. Podemos hacerlo y lo
haremos. Si lo hicieran en secreto, ¿cuál sería el propósito?
—Hola, Blanqueada.
Salté, tan absorta en mis pensamientos que no presté atención a mis alrededores.
Mis pies me llevaron de nuevo al punto de vigilancia, pero esta vez, no estaba sola.
hacia dentro. Me sonrojo, dándome cuenta que puede haber estado observando mi
subida durante mucho tiempo, que justo acababa de pasarlo caminando sin verlo.
Que él estaba ahora entre Jazz y Amy y yo.
—¿No vas decir hola? —Sonríe y no es una bonita sonrisa. Cabello grasoso, tez
enfermiza, demasiado pálida y con manchas rojas en sus mejillas y nariz. No
parece del tipo que camina por una ruta. Su cara de alguna manera me es familiar,
¿Pero quién es…? Ah, sí: el albañil. Lo vi construyendo una barda en la aldea,
después tuve pesadillas con construir torres.
La manera en que dice coincidencia me hace pensar que no tiene nada que ver con
esto. ¿Ha estado vigilándome, siguiéndome?
Camina hasta sentarse en el tronco donde Amy y Jazz descansaron la última vez
que subí aquí. No me muevo y miro hacia el camino. ¿No deberían estar aquí
ahora?
217
—No muerdo —dice, y sonríe de nuevo—. Sólo quiero hablarte sobre mi sobrina. Bookzinga
Creo que la conociste: Phoebe Best.
Dudo y después me siento en el borde del tronco, dejando tanto espacio entre
nosotros como es posible.
—Vamos, sabes que tienes que acercarte para hablar de esas cosas. No puedo
gritar, ¿verdad? Los árboles podrían tener oídos. —Él se ríe y escupe en el suelo.
—¿De qué?
—El día antes de que desapareciera, dejé a Phoebe en el veterinario con un gato
que recogió. Siempre estaba encontrando animales callejeros, o criaturas del
bosque para cuidar. Chica tonta.
—Entonces Phoebe me dijo que el gato pertenecía a una puta Blanqueada, una con
la que habló aun cuando le dije que era peligroso. Y por alguna loca razón quería
devolverle el gato. Entonces, al día siguiente, Phoebe no vuelve del colegio. Así
pues, ¿qué sabes sobre eso? —Me pongo de pie de un salto—. ¿A dónde vas? ¿No
quieres hablar de Phoebe?
Cada instinto me grita que corra. Pero una parte calmada en mi interior espera, se
queda ahí, de pie. Necesita escuchar lo que él tiene que decir.
218
—Phoebe era buena conmigo. Y ahora se ha ido. Es tu culpa. Le dijiste algo a los Bookzinga
Represores y ellos…
Pero acabo de llegar a la primera curva en el camino cuando las voces flotan: Amy
y Jazz están cerca. Al fin. Aparecen por la esquina, con los brazos entrelazados.
Obviamente recuperados de cualquier discusión que tuvieran. Casi choco con
ellos. Jazz me calma con una mano en mi brazo. Mis ojos están bien abiertos.
—Disculpa que hablara sin parar sobre Gianelli. Jazz me explicó que estabas
molesta por él —dice las palabras, pero veo que realmente no lo entiende. Jazz me
mira curioso. Puedo decir que él sabe que pasó algo, pero no pregunta, sólo deja
que Amy continúe parloteando. Caminamos a lo largo del sendero de regreso a la
aldea.
Una camioneta está estacionada en el lado donde el camino se une con la carretera
con “Los Mejores Constructores” pintado en un lateral. Y ahí está, en el asiento
delantero: el tío de Phoebe. La ventana está bajada; guiña un ojo y después silba
mientras pasamos. Jazz frunce el ceño, y seguimos por la carretera; una risa
continúa por detrás de nosotros.
—Ese desperdicio es Wayne Best —dice Jazz—, mantente alejada, está loco.
En casa, por fin. Amy corre dentro para preguntar si Jazz puede quedarse a cenar;
pero cuando trato de seguirla, Jazz tira de mi hombro. 219
Bookzinga
—¿Qué? —pregunto, esperando preguntas acerca de lo que me asustó en el puesto
de vigilancia, y no estoy segura de qué decir.
—Mac quiere verte —dice en voz baja—. El próximo lunes. Iremos después de la
escuela, y me llevaré a Amy de nuevo de paseo. ¿Está bien?
Pero antes de que tenga oportunidad de siquiera pensar qué decir, de decirlo a
solas, Amy abre la puerta. Sacude su cabeza.
Jazz parece aliviado de librarse de quedarse a cenar; Amy parece tan ignorante.
¿Cómo es que no puede ver las cosas como son delante de sus ojos? Entro, para
que así puedan despedirse.
Slated Slated#1 Teri Terry
Miro a Amy, esperando que ella llene el espacio. Pero sólo se encoge de hombros;
enojada, posiblemente de que Jazz no fuera invitado a quedarse a cenar.
—¿No hay ninguna historia que contar? ¿Fue un buen día, un mal día? ¿Pasó algo
interesante, algo inusual?
Miro a Amy, ruego con mis ojos que diga algo, cualquier cosa. Pero nada. Suspiro.
220
—Mi maestro de arte fue llevado por los Represores. Bookzinga
—Es mayor de lo que parece. Fue mi profesor de arte cuando fui a la escuela. Era
un gran pintor, y un buen… —Ella se detiene en medio de la oración—. Bueno, eso
fue hace mucho tiempo. ¿Quién sabe quién es ahora?
Era, corrijo en mi mente. Sorprendida por pensar en él en pasado. ¿No puede ser?
Mamá y papá intercambian miradas. Mamá se levanta y dice algo sobre remover
algo en el fuego.
—Eso depende de lo que hiciera, supongo. No te preocupes por eso —dice papá.
Slated Slated#1 Teri Terry
Esa noche, más tarde, ya en mi cuarto al fin, con la puerta cerrada, me acurruco en
la cama alrededor de Sebastian. Él ronronea. Trato de procesar todo lo que pasó
hoy de una manera que tenga sentido, pero no puedo, y tampoco puedo dejar de
pensar en ello. ¿La única solución? Lápiz y papel. Dibuja algo que te hace sentir
cualquier cosa, buena o mala.
Mano izquierda. Febriles bocetos; una y otra vez, a altas horas de la madrugada.
Los desaparecidos: Tori. Phoebe. Lucy. Gianelli. Y Robert, el casi hermano que
nunca conocí, de años atrás.
221
Bookzinga
El conductor del autobús permanece pegado a la bocina, para todo lo que le sirve. No están
yendo a ningún lado: es un embotellamiento.
Una bonita rubia cerca de la parte trasera del bus descansa su cabeza en el hombro de un
chico. Él desliza su brazo alrededor de ella. A ellos no les importa el retraso. Otros están
preocupados. Algunos leen libros; algunos mayores atormentan a uno más pequeño; las
chicas hablan sobre chicos, los chicos sobre chicas, los que no tienen amigos miran por la
ventana. Le grito al conductor:
Pero él no sabe qué va a pasar. No puede escucharme. La chica bonita tiene frío. El chico se
pone de pie, para darle su chaqueta por arriba del asiento.
Ahí es cuando pasa: un silbido, un destello de luz, un bang. Y los gritos empiezan.
Humo asfixiante, manos sangrientas golpeando las ventanas que no se abren, más gritos.
Sin embargo, el chico que está con la chica que solía ser bonita está tranquilo. Envuelve sus
Slated Slated#1 Teri Terry
brazos alrededor de ella, pero es demasiado tarde para decirle que la ama. Está muerta. Otro
silbido, un destello, una explosión. Hay un enorme hoyo en un lado del bus, pero ahora la
mayoría está en silencio. El chico es apartado de la chica, y ahí es cuando se une a los pocos
sobrevivientes. Gritando.
Pongo mis manos en mis oídos, pero los gritos continúan y continúan.
Soy yo.
Peleo y entonces me doy cuenta de dónde estoy. En cama, en casa, la actual versión
de eso, de todas formas, y no son los brazos de Amy, sino los de mamá, los que me
sostienen. Amy aparece en la puerta, bostezando y después se vuelve a ir. Mamá
debe haber estado despierta para llegar antes que ella. Mi Levo vibra: 4.4. No tan
bajo, todavía, aun así puedo sentir el miedo, probar la sangre. Todo sigue en mis
ojos. Ese era Robert, y Cassie, la bonita, mi subconsciente debe haber recogido sus
caras de la foto que Mac me mostró. 222
Bookzinga
Hojas de papel, mis dibujos, todos están sobre la cama. Mamá los alisa sin ningún
comentario, y empieza a ponerlos en una pila. Hasta que llega al de Gianelli.
La cara de mamá está triste mientras mira a Gianelli. Tengo la suficiente claridad
mental para juntar los otros dibujos antes de que vea el que hice de Robert y
Cassie. Ella toca la mejilla de Gianelli.
—¿Qué hiciste? —le susurra al dibujo. Se gira hacia mí—. Estamos solas; esto es
sólo entre nosotras. ¿Qué le pasó a Gianelli? Lo sabes, puedo verlo. Tu cara es muy
transparente. Necesitas aprender a esconder cosas, como el resto de nosotros. Pero
por favor, dímelo.
Así que lo hago: lo del petirrojo de Phoebe, y lo que dijo Gianelli. Que nos
quedamos en silencio y después él la dibujó como yo había hecho.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Estúpido y buen amigo. Por pensar que las cosas estaban yendo mal, se lo
llevaron sólo por eso —dice—. Ahora escúchame, Kyla. Sé, créeme, cuánto te enoja
esto. Lo difícil que es de entender. Pero debes aprender a esconder cosas, dentro. O
no durarás. No quiero que te lleven. ¿Me prometes que lo intentarás?
Así que se lo prometo. ¿Qué más puedo hacer? En serio quiero mientras digo las
palabras.
—Voy a destrozar esto —dice, y sostiene el dibujo de Gianelli—. ¿Hay más como
este? —Ella mira la pila de dibujos.
Pero si ve la cara de Robert, ¿qué hará? No importa que diga que es “entre
nosotras”, no estoy segura de cómo se sentirá acerca de Mac.
Pero entonces se escuchan pisadas en las escaleras, fuerte pisadas, bajando. Ella
mete a Gianelli y los otros dibujos bajo mis sábanas. La puerta se abre. Papá sonríe.
—Sí, estoy bien ahora —digo. Papá se queda ahí, de pie, quieto; ¿esperando a
mamá?
Sebastian deambula y salta a la cama, gira y gira en la sábana sobre los papeles
escondidos. Suena un crujido. Después se queda dormido. Lo acaricio y empieza a
ronronear. ¿Dónde has estado cuando te necesitaba, gato? Mamá apaga la lámpara de
la mesilla, se levanta y se va. Se gira en la puerta.
—Trata de dormir —dice. Pero sus ojos dicen algo más: destruye esos dibujos.
Pienso en ello durante un rato. Después los escondo. La alfombra se levanta bajo la
ventana. La levanto, y los deslizo debajo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 33
Traducido por LizC
—E
so no es justo. —Amy se para firme, una mano en
cada cadera.
mamá, y una sensación de pavor me llena. Cállate digo a Amy con mis ojos, pero
ella no lo está percibiendo.
—No nos dejas a Jazz y a mí salir a caminar solos; entonces ¿por qué a Kyla se le
permite salir con Ben por su cuenta?
—Bueno, Amy tiene un buen punto —dice mamá, pero luego se aparta de Amy y
me guiña, con travesura en sus ojos, luego se enfrenta a Amy—. Te diré algo: ¿qué
hay de ir a correr con ellos?
Amy retrocede.
—Por supuesto.
—¿La hay?
—Algún día, pronto, Kyla, deberías practicar una cara de póker frente a un espejo.
—¿Qué es una cara de póker? —digo, haciendo una pregunta para evitar su
mirada demasiado intensa.
—El póker es un juego de cartas. Intentas mantener tu cara neutral, de modo que
los otros jugadores no pueden decir si tienes una buena mano.
Aparto la cortina para mirar por la ventana. Vamos, Ben, llega a tiempo por una
vez.
Mamá ve más de lo que pienso, a veces; más de lo que Amy entiende. Es cierto que
Amy y Jazz están en constante contacto entre sí, con los brazos enlazados,
besándose, y Ben y yo no hacemos eso. Pero no lo hacen delante de ella, así que,
¿cómo puede decirlo?
La Sra. Ali ve las cosas diferente. Desde que me prohibió correr con Ben en el
almuerzo, apenas he hablado con él toda la semana, y cualquier día que no
tenemos un momento juntos no se siente bien. Por supuesto, la Sra. Ali vio mi
dibujo de Ben.
Me asomo a través de las cortinas de nuevo, y esta vez, Ben está corriendo por la
carretera: finalmente.
Slated Slated#1 Teri Terry
Como siempre corremos a toda velocidad para comenzar. No diciendo nada más
allá de un saludo. Exceso de ejercicio: ¿es eso lo que es esto? Me encanta el thump,
thump de mis pies sobre el asfalto, el escape a otro lugar donde lo único que
importa es ir rápido y luego más rápido. Las piernas más largas de Ben corren a un
ritmo más lento para que coincida con mi velocidad, por lo que su thud, thud y mi
thump, thump se mezclan en una especie familiar de música de deslizarse que me
calma después de los últimos días.
nuevo aviso.
Ese espacio de clase para mí ha sido movida a Unidad donde la única actividad
aceptable es tarea.
Empiezo a disminuir; por lo general es Ben quien suele hacer esto, para hablar.
Pero hoy tengo un par de cosas en mi mente.
Ben no hace ningún comentario; deja caer su ritmo junto con el mío, y no hace
ninguna pregunta, como suele hacer. De hecho, apenas ha dicho una sola palabra
en toda la semana.
Había pensado en qué decir y cómo decirlo, pero cuando miro hacia él a medida
que bajamos el ritmo a un paseo, todo se desvanece.
—¿Qué?
Slated Slated#1 Teri Terry
—Ya me has oído. No has estado bien durante toda la semana. No desde el
domingo, en realidad.
—No seas tonta. Por supuesto que no estoy enojado —dice, pero parece enojado.
Me detengo.
—Ssssh —dice, y me doy cuenta de que levanté la voz. Toma mi mano, enlaza sus
dedos entre los míos. Un auto pasa por delante; él mira a ambos lados. Nada a la
vista—. Vamos —dice, y me jala hacia las sombras de los árboles a los lados de la
carretera.
227
Hay un camino, tenue en la oscuridad; conduce a una valla con una puerta de
Bookzinga
metal que brilla débilmente en la luz de la luna, campos están del otro lado. El
camino está apenas a unos pocos minutos a pie; hay leves sonidos y luces ahora de
vez en cuando como cuando un auto pasa.
—No estoy enojado contigo, Kyla —dice en mi oreja, y sus palabras envían
escalofríos por mi cuello. Mi estómago se mueve de un tirón, y a la vez, mi propia
mano comienza a llegar a la altura de su cara, para tocar sus labios, para...
Slated Slated#1 Teri Terry
Pero luego se medio inclina hacia atrás en la valla, en la sombra, y no dice nada.
—Yo, también.
—¡He echado de menos correr! —digo, y él levanta una ceja—. Y a ti —lo 228
reconozco. Bookzinga
—Bueno. Puedo entender acerca de la carrera. Es sólo cuando voy a toda máquina
que parezco ser capaz de concentrarme en las cosas, para pensar en ello. —Frunce
el ceño—. Pero todas esas cosas que me dijiste el domingo: incluso cuando corro,
no van a desaparecer.
Y escucho las palabras de la Sra. Ali, resonando en mis oídos: ejercicio excesivo
enmascara los efectos de monitoreo de tu Levo. Y me doy cuenta de que la única vez
que veo a Ben como es ahora, no sólo el sonriente chico Blanqueado desde el
momento en que nos conocimos, es cuando ha estado corriendo. Es como si lo
dejara salir.
Doblo mis brazos sobre mí para sostener el dolor interior. Tori es el fantasma que
siempre se interpone entre nosotros. Entonces sacudo la cabeza para desterrar el
pensamiento. No, ¡no es un fantasma! No podría serlo. ¿Podría?
―... y Phoebe, y tu profesor de arte y todos los demás que desaparecieron. Y todas
las personas desaparecidas en esos sitios web de los que me hablaste. De todo lo
que he podido averiguar, es cada vez peor. Cada vez más desapariciones.
—No lo entiendo.
—Has sido reportada como desaparecida. Alguien se preocupa por ti; te quieren de
vuelta. ¿Y si nadie me quiere, y es por eso que estoy aquí? Al igual que le sucedió a
Tori: su nueva madre decidió que ya no la quería más. ¿Qué pasa si mis 229
verdaderos padres sólo me dejaron? Bookzinga
—Pero no funciona así. Tienes que haber sido arrestado y juzgado por algo, hecho
algo, para haber sido Borrado. —Pero a medida que me escucho decir las palabras,
suenan falsas. Empiezo a entender las implicaciones de esos chicos desaparecidos,
al igual que Lucy. Esa es la forma en que se supone que es, pero no siempre es
así… no si esos sitios web son de verdad.
No es como si pudieras quejarte de que no deberías haber sido Borrado: una vez
que sucede, no recuerdas nada. Y cualquiera que haya sido debidamente
condenado no es encontrado, después de todo. Sus padres sabrían lo que les
sucedió.
Asiento.
—Entonces, ¿por qué debería saber? ¿Qué bien me va a hacer? No recuerdo nada
de antes, de todos modos; no soy la misma persona. Y ahora mi familia está bien;
mejor que bien, en realidad.
―Cuéntame —le digo. Y empezamos de nuevo a correr por la carretera para llegar
al Grupo, y Ben me habla de su padre, un maestro de escuela primaria a quien le
encanta tocar el piano, y su madre que dirige el taller de lácteos, hace esculturas de
metal y no puede llevar una melodía. Y no podían tener hijos propios.
Después de tres años con ellos ahora, él se preocupa por ellos: ¿por qué cosas
tristes?
Y mientras él habla yo escucho, pero parte de mí está pensando en lo que dijo para
empezar: ¿y si nadie me quiere?
Capítulo 34
Traducido por MaryLuna y Lalaemk
L
os Represores están registrando autos en las puertas del hospital de nuevo
hoy. Otros dos hacen guardia en el pasillo afuera de la oficina de la Dra.
Lysander, y mi piel se arrastra cuando camino pasándolos. Los veo, sin
poder detenerme, desde mi asiento en la sala de espera. Ellos están alertas, puedes 231
decir: a cada sonido y movimiento en todo el hospital. Pero me prestan menos Bookzinga
—Adelante —al fin llama la Dra. Lysander, y me escabullo lejos de ellos, contenta
de poner una puerta cerrada entre nosotros—. ¿Algo te persigue? —Sonríe.
Suspiro.
—Te voy a contar un secreto, Kyla. Me ponen los pelos de punta, también.
—¿En serio?
Slated Slated#1 Teri Terry
—En serio. Pero simplemente los ignoro, pretendo que no están ahí. Si no los
reconozco, entonces no existen.
Lo dice tan calmada y segura, como si su falta de atención puede hacer que todas
las personas desaparezcan. Perdiéndose.
—Las lecciones de arte han sido canceladas. El maestro fue tomado por Represores
delante de toda la escuela.
Impacto viaja a través de su cara tan rápido que habría sido fácil pasar por alto
—ojos que se ensanchan, una inhalación de aire— entonces su rostro ha vuelto a 232
enmascararse, neutral. Bookzinga
Esto es interesante. Sé de reacciones de todos que es tabú hablar sobre lo que los
Represores han hecho, y para quién. Sin embargo aquí está ella: preguntándome
directamente lo que pienso. Ten cuidado Kyla: están sólo en el pasillo. ¿Quién sabe
lo que pueden oír, o cómo?
—¿Lo es?
—¿Tengo un alma?
—Te estás volviendo demasiado buena para tratar de desviarme. No es más que
un viejo refrán, un proverbio.
—Bueno, si uno cree en la existencia de las almas, no puedo ver ninguna relevancia
del procedimiento de Blanqueo con la presencia o ausencia de una.
—¿Crees en ellas?
Así que trato de llegar a algo que pueda decir sobre Gianelli que no sea peligroso,
pero luego pienso: No. Se merece algo mejor. Se merece la verdad.
—Era una buena persona. Se preocupaba por nosotros, y ahora se ha ido. ¿Cómo
crees que me siento?
Frunce el ceño.
¡BANG!
¿Terroristas?
Slated Slated#1 Teri Terry
Suenan los resortes de la puerta abierta detrás de mí, y giro alrededor de mi silla:
los Represores de la sala. Por primera vez me siento feliz de verlos. Uno habla en
un auricular vinculado a su oreja.
—Ven con nosotros, ahora —dice el otro, mirando a la Dra. Lysander, pero ella no
se mueve, parece congelada, en blanco, detrás de su escritorio—. Ahora —grita él y
ella reacciona, se levanta y ellos la flanquean, inician su marcha hacia la puerta.
¿Los sigo?
234
Bookzinga
Hay explosiones distantes, gritos, rat-tat-atat ruidos como armas en las viejas
películas.
Armas: ¿dónde? Inclino mi cabeza: en algún lugar más abajo, o fuera. Cruzo la
oficina de la Dra. Lysander a la ventana.
Con plantas y árboles, bancos. Hay enfermeras acurrucadas allí, sin señales de
armas o quiénes pueden estar empuñándolas.
¡BANG!
Hago una pausa: el pánico dice corre pero está teniendo una batalla con la
curiosidad: ¿cuándo tendrás otra oportunidad como esta?
¿Qué debo hacer? Me quedo mirando la puerta, mis pies dan un paso hacia ella,
uno hacia atrás de nuevo. ¿Quién dice que es más seguro ahí fuera que estar aquí
adentro?
Kyla 19418. Ese es el número en mi Levo. A la izquierda de la foto están las notas
de la Dra. Lysander: un relato muy breve de la conversación interrumpida de hoy,
aunque no menciona a Gianelli. Una lista de las fechas de baja por el costado: la
semana pasada está en la parte superior. Vacilo, pero hago clic en él. Y ahí está:
todo lo que hablamos ese día. Sus observaciones.
235
Hay una barra de menú en la parte superior debajo de mi nombre, con los títulos:
Bookzinga
Admisión. Cirugía. Seguimiento. Recomendaciones.
Hago clic en Admisión. Y ahí estoy yo, a todo color. Yo, pero no yo. En una cama de
hospital, pero es diferente, hay correas en los lados de la misma. Mis manos están
atadas, mis pies. Mi cabello es más largo, un lío enredado. Estoy más delgada de lo
que estoy ahora. Mi cara está en blanco, mis ojos, vacíos: Ninguna ventana a mi
alma ni ninguna otra cosa.
¡Muévete, escóndete, ahora! Una voz en mi cabeza otra vez. ¿Dónde? Miro alrededor,
miro hacia abajo a la computadora para cerrar las ventanas que abrí, pero entonces
el último enlace en donde hice clic aparece en la pantalla: Recomendaciones. Una
tabla con acciones y fechas.
Demasiado tarde.
236
Bookzinga
Un hombre me mira fijamente. Él no es un Represor: su cabello es desordenado,
sus ojos desorbitados y su ropa negra es hecha para que se parezca a su equipo de
operaciones, tal vez, pero no llega a acercarse. Una parte de mí todavía reúne estos
detalles, mientras que el resto se centra claramente en una sola cosa. Un arma, en
su mano, que él levanta y apunta hacia mí.
Sacudo la cabeza, retrocediendo contra la pared. Tratando de decir, no, por favor no,
pero las palabras sólo se forman en mi mente, se quedan atascadas en mi garganta
y no salen.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¡No gastes la bala! —grita el otro y tira de su brazo. Se van hacia el final del
pasillo.
No puedo.
Las luces destellan varias veces y luego se apagan. Es negro azabache. Mis ojos se
abren más amplios, pero no pueden ver nada en la sala sin ventanas. Un grito
comienza a temblar profundamente en mi interior, tratando de abrirse camino
hacia fuera. Contrólate; sabes el camino: ¡recuérdalo! Respiro lento y profundo, obligo
a la red del hospital en mi mente. Octavo piso. Ve a la estación de enfermeras, la Dra.
Lysander había dicho. 237
Bookzinga
Con una mano en la pared, luz en mi pie, temblando, pero con cuidado de no hacer
ruido, camino hasta el final del pasillo.
Todo es silencio. Camino hacia adelante, con las manos extendidas para encontrar
el borde de la mesa, pero me resbalo con algo en el suelo, y se extiende por el
suelo.
El suelo está mojado. Pegajoso. Hay un extraño olor metálico que se queda en la
parte posterior de mi garganta y me hace atragantarme. Sangre.
Retrocedo a ciegas, y caigo sobre algo con las manos y las rodillas —no, alguien—
en el suelo: una mano, un brazo.
Toda una persona, una mujer, en un vestido de enfermera. Ningún sonido, ningún
movimiento, una gran piscina pegajosa... me obligo a seguir su brazo hasta el
cuello. Todavía está caliente, apenas, pero claramente bien muerta. El último grito
Slated Slated#1 Teri Terry
que oí antes de que estos dos hombres vinieran. Con la pistola. Ellos le dispararon,
ellos debieron haber sido.
Muerta.
¡Mamá! Ella fue a tomar el té con su amigo como siempre lo hace. ¿A dónde
fueron? ¡No lo sé! Mamá, ¿dónde estás?
Sin consulta, mis pies me llevan a las escaleras de salida de emergencia, de forma
automática en dirección al lugar que conocen mejor: el décimo piso. Mi antiguo
cuarto.
Cuidadosa y tranquila, con una mano en la pared, subo, un paso a la vez. Dejando
de escuchar de vez en cuando pero sin oír nada.
Finalmente llego a la décima puerta, de repente temiendo que esté con cerradura.
Se abre: ¿quizás por la falta de energía? Doy un paso hacia la puerta y hacia el
pasillo: hay luces tenues de emergencia en esta planta. Voces y gente moviéndose;
voces tranquilas, sin gritos o disparos. Doy un paso hacia adelante.
—¿Esa es Kyla? Oh, lo es. —La luz se baja, y es la enfermera Sally, una de las
enfermeras del décimo piso que estaba en mi ala cuando me alojé aquí. Soy
absurdamente feliz de ver un rostro, un rostro vivo, que conozco. Le sonrío y ella
agarra mi hombro—. Eres tú. Oh querida, estás aquí para una revisión, ¿verdad?
Vamos. Todos tenemos que ir a la cafetería. Ayúdanos, ¿lo harás? Con algunos de
los novatos. Están confundidos.
Y me hace llevar las manos de dos Blanqueados. Nuevos. Inestables sobre sus pies,
pero sonriendo con grandes sonrisas beatíficas, como si este fuera el día más
maravilloso de sus vidas.
Ella empuja una silla de ruedas: uno muy nuevo. No es de confianza para caminar.
Nos dirigimos al final del pasillo, pronto se llena con enfermeras y pacientes.
Llegamos arrastrando los pies al décimo piso de la cafetería, el único lugar —lo
suficientemente grande— para que todos entren. Empujan al resto hacia una 239
barricada y bloquean la puerta. Bookzinga
Hay luz natural aquí en los altos barrotes en las ventanas, brillantes antes de las
luces de emergencia, y yo parpadeo.
—¿Herida? No... Oh. Ya veo. Ésta no es mi sangre. Me tropecé con alguien que...
—Y no puedo pensar en eso, o incluso en terminar la frase, así que la cambio por
otra—. ¿Qué está pasando?
—¿Estás bien, cariño? —Otra enfermera se dirige a mí, con un puñado de jeringas
de Jugo Feliz. Haciendo rondas en la habitación.
Retrocedo y me siento en una silla de una de las mesas. Hay una chica atada en
una silla de ruedas a mi lado, cabello castaño cayendo en cascada hacia adelante
sobre su cara. Su Levo vibra. Buscó alrededor por una enfermera, le hago señas a
Sally para que venga, pero ella no me ve.
Ah. Ahí, en el suelo. Recojo el suave juguete que debió haber dejado caer: un
conejo esponjoso de grande orejas.
240
—Aquí tienes —digo, y lo pongo en sus manos. Levanta la vista y sonríe. Una
Bookzinga
hermosa sonrisa amplia de perfecta alegría.
Retrocedo. No, no puede ser. Esa sonrisa no pertenece a esa cara. Es preciosa con
ella, le queda, pero todo está mal.
—¿Phoebe? —susurró.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 35
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ
A
lgo afilado pincha mi hombro.
Voy y vengo.
Las luces están encendidas de nuevo. Estoy en una silla de ruedas, pasando por un
pasillo pero no sé dónde; todo lo que veo es el piso. No puedo levantar mi cabeza
para mirar.
Ropa de hospital. Esto está mal. Trato de enfocarme en por qué, pero no puedo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Estoy metida en una cama, pero no es mi cama. Las sábanas son frías, mi piel se
siente febril contra ellas. ¿No es mi cama? Trato de mantener mis ojos abiertos.
Revolotean, y luego se cierran.
242
Los ladrillos están a mi alrededor. Encima, también, tanto como puedo ver. Rasco el Bookzinga
cemento. Se está empezando a caer. Poco a poco. No pasará mucho tiempo, ahora...
Otra voz.
¿Mamá?
Cuando terminó, no podía encontrarme. Nadie sabía dónde estaba. El piso donde
había estado, y el de debajo —las oficinas de los doctores, los salones de
reuniones— habían sido el objetivo. Sin embargo, nadie del personal clave fue
herido. Todos fueron retirados como la Dra. Lysander. Pero cuando la presioné
admitió que algunas enfermeras y unos Represores murieron. Y todos los TAG.
Finalmente fui localizada: lejos en tierra la-la para el momento en que me encontró.
Reacción retardada y shock, pensaban, había causado que mis niveles se
desmoronaran. Simplemente me agarraron con una inyección antes de que me
243
desmayara. Y desde que había sido sedada, no querían dejarme salir sin un
completo repaso y escaneo. Bookzinga
Mamá dijo que tiró de algunas cuerdas. Llamó a algunos amigos de altos cargos
para sacarme y llevarme a casa. Dijo a todo el mundo en el hospital que fue en
gran parte un manojo de nervios para hacerla irse.
Casa.
Y aún no puedo creer que los terroristas entraran en el hospital, por no hablar de lo
que hicieron, la gente que mataron. No malgastes la bala. Si tuvieran más balas, tal
vez estaría muerta ahora, también. Toda esa sangre; la enfermera cuyo rostro no
recuerdo...
244
Con algún tipo de seria reacción atrasada propia de ella, los nervios de hierro de
Bookzinga
mamá esperan hasta que llegamos a casa y pasamos la puerta principal, luego
colapsan. Se hace una bola en el sofá y se disuelve en lágrimas.
—Llamar a papá —sugiere Amy. Mamá señala un no con la cabeza desde el sofá.
—¿Qué tal la tía Stacey? —Y le parece bien eso, así que Amy la llama.
Pronto Amy está jugando con el bebé Robert mientras me dice cómo hacer la cena,
y Stacey y mamá están bien con una botella de vino tinto.
Por ahora Amy ha averiguado un poco de la historia: que los terroristas atacaron el
hospital. No le he dicho a ella —ni a nadie— que vi a dos de ellos en la oficina de la
Dra. Lysander, o que uno casi me dispara. O de la enfermera que murió. Amy se
siente fascinada y quiere cada detalle, y eso es suficiente para mantenerlos para mí
misma.
Slated Slated#1 Teri Terry
En las noticias de esa noche hay una mención de cinco segundos: en el día de hoy,
los TAG armados intentaron montar un ataque despiadado contra el dedicado personal
médico en un importante hospital de Londres. No lo consiguieron.
245
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 36
Traducido por Aria25
—T
oda una aventura la que tuviste ayer —dice papá, con un ojo
en mí y uno en la carretera.
—Supongo. 246
—Sí.
—Bien.
—Tendrías que estar completamente loca para no tener miedo —dice. Se detiene
en un semáforo en rojo—. ¿Dormiste bien?
—Sí.
—¿Sin pesadillas?
—Sí. —Había tenido miedo de cerrar los ojos, pero si soñé, no recordaba nada.
—Interesante. Ahí tienes algo real a lo que temer a cambio, y duermes como un
bebé. —Parece bastante fascinado, como si yo fuera un rompecabezas que está
Slated Slated#1 Teri Terry
—Tal vez —dice, pero tengo la sensación de que sabe que no duran tanto—. ¿Qué
pensaste de los terroristas?
¿Sabe que de alguna manera que vi a dos de ellos, cara a cara? No. ¿Cómo podría?
Sus ojos están en la carretera ahora, mientras avanza por una estrecha franja
sinuosa.
—¿Y bien?
Qué pienso sobre los terroristas… No he sido capaz de parar de pensar en ellos.
Volando autobuses llenos de estudiantes, y matando enfermeras.
—Algunas personas piensan que tienen razón. Que los Represores van demasiado
lejos; que ellos son los malvados. Que lo que pasa en ese hospital y en otros como 247
ese está mal. Bookzinga
Mis ojos se abren, sorprendida de que se atreviera a decir eso, incluso como algo
que algunas personas —no identificadas y sin rostro— puedan pensar.
—Pero el TAG mata gente, gente inocente, que no tienen nada que ver con nada.
No importa por qué, todavía está mal.
—Así que, ¿no es tanto su punto de vista, así como sus métodos, a los que te
opones? Interesante.
Y esta vez Ferguson ya está aquí. Inclina su cabeza en un saludo mientras salgo del
auto; no registra sorpresa porque esté aquí. Papá da media vuelta y se va.
Mamá había sido inflexible con que debería quedarme en casa hoy, pero papá dijo
que no podía tenernos vigilados todo el tiempo. Había vuelto a ser ella misma esta
mañana; ayer a la noche, también. Para cuando la tía Stacey se marchó y cenamos,
estaba toda contenida. Cuando papá llegó horas más tarde, no habrías sabido que
había estado molesta alguna vez.
—¿Qué? Quiero decir, ¿cómo podrías? —Ben se apoya contra un árbol, respirando
248
pesadamente. Había corrido como si me estuvieran persiguiendo Represores,
Bookzinga
desde el principio de la carrera hasta la parte superior de la colina; él apenas
mantenía el ritmo. Hasta que estuve lo suficientemente exhausta para detenerme,
para poder hablar, y saber que nuestros niveles estarían bajo control.
—La vi.
—¿Dónde?
—Sí. —Era ella. Porque a pesar de la sonrisa de alegría que nunca antes había visto
en su cara, no tenía ninguna duda.
—Así que, ha sido Blanqueada. Pero fue tomada por Represores, qué: ¿hace una
semana y unos días? No puede haber habido un juicio ni nada.
—No.
Desapareciera, también… como Tori. Aunque ser volado en pedazos por terroristas
no es exactamente lo mismo que te tomen los Represores. Por lo menos si eres
salpicada, tu destino es obvio. No si nadie sabe sobre ello.
Simplemente nos sentamos como estamos, sin movernos. Es una heladora mañana
de octubre, pero el sol es cálido en mi espalda, el resto de mi cuerpo calentado por
Ben, muy cerca. Mi cara está contra su pecho, respirando la humedad, y el sudor, y
algo más que es solo Ben. Su respiración está en mi cabello; su corazón late junto
con el mío, y quiero quedarme aquí, en este momento, para siempre.
—Escucha. Phoebe tenía quince, lo comprobé con un amigo suyo. Así que cuando
se la llevaron, la Blanquearon. ¿Pero qué hay de Tori? Tenía diecisiete. Y Gianelli,
décadas más viejo. ¿Qué les pasó a ellos?
Slated Slated#1 Teri Terry
—No lo sé.
—Tenemos que hacer algo sobre esto —dice Ben, y el miedo se arremolina en mis
entrañas.
—¿Cómo qué?
—Decirle a la gente, sobre Phoebe, por lo menos, ya que sabemos qué le pasó. Lo
que le han hecho es ilegal. Otros podrían suponer, pero en realidad no lo saben,
¿no?
—No —digo.
—Pero…
—¡No! —Me levanto de un salto, empiezo a andar deprisa por el camino. 250
Bookzinga
Ben me sigue.
—Kyla, yo…
Discutimos una y otra vez, y, al final, la única promesa que consigo sacar de Ben es
que no va a hacer nada sin hablar conmigo al respecto, primero. Luego echamos a
correr una vez más antes de que nadie pueda atraparnos. Pisoteo a lo largo del
sendero, hasta el lugar donde todo lo que soy está corriendo, y puedo pensar en
cualquier cosa o en nada y ambos están bien. Cuando el final está a la vista,
nuestro autobús y Ferguson delante, tiro de la mano de Ben.
—Escucha. Ven conmigo después de la escuela, mañana —digo—. Ven a ver las
páginas web de las que te he hablado. La gente está hablando de cosas, ahí.
Él sonríe.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 37
Traducido por NayeliR y Otravaga
J
azz lucía seriamente molesto.
—Lo siento.
Me encojo de hombros. Por mi parte, en realidad no quiero ir. Una vez que empecé
a pensar las cosas más cuidadosamente, cualquier cosa que él quiera decirme sobre
su computadora ilegal puedo prescindir. A pesar de la práctica, mi cara de póker
todavía no da la talla si alguien hace preguntas, y, ¿quién sabe si Ben incluso tiene
una?
Amy aparece en una dirección, Ben en otra. Quería correr a toda velocidad para
llegar ahí primero, y pedir a Ben que se tome su tiempo y así tener una
oportunidad para explicar.
Jazz suspira.
—Está bien. Puede venir. Mac puede siempre elegir no decirte sobre lo que sea que
el infierno es, o no.
Hice señas a Ben dejándolo saber que podía acercarse; él llegó mientras Amy lo
hacía.
—Bueno, si no es Ben.
Él sonríe, ella sonríe de vuelta y me pregunto si veo la verdadera razón por la que
Jazz no quería que Ben viniera. Ahora que están lado a lado, veo que Ben es más
alto, y mientras que Jazz está bien en la forma de un gran hermano, la sonrisa de
Ben y todo lo que es Ben gana con facilidad. Jazz desliza un brazo alrededor de
Amy y besa su mejilla.
—¡Todos dentro! —dice, abre la puerta y empuja a Ben hacia el asiento trasero. Él
trepa dentro y yo después de él. Consigo el lado con el cinturón de seguridad.
252
—Agárrate fuerte —dice, mientras lo hago—. Sólo hay uno. Bookzinga
Cuando llegamos con Mac y salimos del auto, Mac levanta una ceja hacia Ben, pero
una vez que ve su Levo parece menos incómodo por estar aquí de lo que Jazz está.
—¿Qué te parece si damos un paseo, Amy? —dijo Jazz, y tiende su mano. Mira a
Ben, luego a Mac. Más palabras no dichas: la pregunta en su cara decía: ¿Tenemos
que llevarlo con nosotros?
—Vayan ustedes dos tortolitos. Disfruten la luz del sol. No habrá muchos días
agradables como este hasta primavera.
—Oh. —Me sonrojo—. Ben está bien. ¿No le dirás a nadie, verdad?
—Por supuesto que no —dice Ben—. Estamos preocupados por la gente que ha
estado desapareciendo, y…
—Qué tal si ustedes dos ven la televisión, o hacen lo que les apetezca en el sofá.
Tengo un carro para trabajar. —Y sale por la puerta trasera; se balancea y cierra de
golpe con una explosión.
Ambos giramos. En la puerta está parado un tipo: veinte años o así, cabello rojo,
pecas; una cara seria. Uno que no había visto antes.
—Tú eres Lucy. He visto las fotografías, y ahora que te veo en persona, Mac está
definitivamente en lo cierto. Eres ella; ella eres tú.
—Quizás lo fui. Pero ya no lo soy más. ¿Y qué tiene eso que ver contigo?
Exactamente lo que estaba pensando, pero mis ojos se abren en sorpresa cuando
Ben lo dice.
Aiden se ríe.
—Ben, puedo ver que eres alguien con quien necesito hablar. Me alegra que
vinieras.
—Ah, lo siento. ¿Quién soy o quién se supone que soy? —ríe—. Oficialmente, un
técnico telefónico por día; pero también trabajo para la DEA.
—¿DEA? —pregunta Ben, desconcierto en su rostro, pero las letras significan algo
254
para mí.
Bookzinga
—¿DEA: Desaparecidos en Acción, cierto? —digo—. Como en el sitio web.
Tratando de averiguar lo que les pasó a la gente como… como yo —digo,
encontrando el valor de decir las palabras en voz alta.
—Muéstrame a Lucy —dice Ben. Aiden busca mi nombre, y ahí está ella. Puedo
ver a Ben evaluando la cara feliz en la pantalla: Lucy Connor, diez años de edad.
Entonces mirando de ida y vuelta entre las dos—. Sí, definitivamente eres tú —dice
finalmente. Mi corazón se hunde. No es como si no estuviera ya bastante segura,
pero si alguien lo sabe tan bien como Ben está convencido de que es así, no puede
haber ninguna discusión con la conclusión. Cambia de “tal vez” a es un hecho.
Aiden sonríe.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Entonces. ¿Qué sigue para Lucy? —Gira mi silla alrededor, una mano en cada
brazo y me mira directo a los ojos. Los suyos son azules, azul profundo, e
inquebrantable—. La pregunta que tengo para ti, Lucy, o Kyla, como quieras ser
llamada, es ésta. ¿Qué vas a hacer al respecto?
—¿Debo presionarlo?
—Simple: se dirá a quién te reportó como desaparecida que estás bien. Entonces
introduces información para ponerse en contacto.
—No —digo.
—NO. Esto es loco. No sé nada sobre Lucy, o de dónde viene. Ya no soy más ella.
La mano de Aiden está suspendida sobre el ratón todavía, y lo tiro lejos de él.
Él suspira.
—Te llamaré Lucy. No importa lo que pienses ahora porque fue hecho para ti, es
quien eres —dice, y se inclina contra el escritorio, una expresión pensativa detrás
de su cuidadosa sonrisa—. ¿De qué crees que trata DEA?
—Eso es importante, pero es sólo una pequeña parte de lo que tratamos lograr.
Encontramos gente que fueron tomados ilegalmente, por lo que podemos hacer
que el gobierno se dé cuenta de ello: exponerlos al mundo. Sin nadie que se levante
y diga “esto está mal”, nada se hará para detenerlo. Está pasando más y más todo
el tiempo. Deben ser detenidos.
Jadeo.
—No.
Él sacude su cabeza.
—¿Sabes que tiene razón no? —dice. Niego con la cabeza, sintiéndome enferma
con un cierto temor de que cuanto más descubramos todo será peor. Que nada va
estar bien de aquí en adelante. Ben envuelve sus brazos alrededor de mí,
apretados, me mece de ida y vuelta hasta que eventualmente dejo de temblar.
—Es un fastidio, ¿no es así? El estar conectado a uno de esos. Sin embargo, puede
que haya una manera de deshacerse de sus Levos, antes de los veintiún años.
—Como Tori —dice Ben, y luego explica—. Era una amiga nuestra; diecisiete años.
Creemos que fue tomada por Represores.
—A veces son tomados por Represores. De vez en cuando hay problemas con el
proceso de Blanqueo que no son captados antes de salir del hospital, algunos
rastros de la memoria que no son eliminados. —Regresión susurra mi mente—.
Ellos son llevados de nuevo al hospital, retirados, o... —Él vacila.
—Liquidados —digo, luego me doy cuenta de que lo dije en voz alta, no sólo en mi
cabeza, y desearía no haberlo hecho.
Aiden se ve sorprendido.
257
—Sí, justo así. Bookzinga
—Dijiste que a veces son tomados por Represores —digo, rápidamente, antes de
que él pueda preguntar—. ¿Qué pasa con los demás?
—¿Por qué? ¿Qué querrían los TAG con ellos? —pregunta Ben.
—¿En serio? —dice Ben, con ávida curiosidad por todo su rostro.
abandonar el hospital. ¿Qué pasaba con los Blanqueados mientras ellos estaban
resolviendo esto?
Aiden se ve sombrío.
Miro a mi Levo. Incluso una ligera presión sobre éste causa un dolor de cabeza
extremo, hace que mis niveles bajen. No está apretado, pero por el dolor apenas
puedo darle la vuelta: el agarre que tiene en mi vida es absoluto.
—Pero piensa en la posibilidad de ser libre de esto —dice Ben, con voz 258
emocionada—. Vale la pena tomar el riesgo. Bookzinga
Pero Ben se ve cautivado. Mi estómago se retuerce, mi Levo vibra: 3.9 esta vez.
—Maldita sea —dice Aiden. Ben me abraza, me balancea hacia adelante y hacia
atrás.
3.7
—Kyla, todo está bien, todo va a estar bien —susurra Ben en mi oído, me acaricia
el cabello, pero en lo único que puedo pensar es en el dolor…
3.4
—Toma una de estas —dice, y tiende una píldora, un vaso de agua. Sacudo la
cabeza con un no mientras mi Levo zumba de nuevo, fuerte; los niveles siguen
bajando, mi cabeza da vueltas, la visión se vuelve graciosa…
Él agarra mi rostro entre sus manos, y antes de que Ben y yo podamos reaccionar,
la inclina hacia atrás con una mano y arroja la píldora en la parte posterior de mi
garganta con la otra. Me ahogo y toso, pero ésta comienza a descender.
—No quería tener que llamar una ambulancia aquí. Piensa en Mac —dice él.
Toso de nuevo, todavía casi ahogándome con una píldora dolorosamente atrapada
a medio camino hacia abajo.
—Bebe esto: ayudará —dice, y tiende el vaso. Lo tomo y trago el agua, pero antes
de que la píldora incluso haya bajado correctamente mis niveles están subiendo de
nuevo. No tiene nada que ver con la pequeña pastilla blanca, y todo que ver con la
ira corriendo por mis venas.
259
—¿Qué es esto? ¿Qué me has hecho tomar?
Bookzinga
Aiden me mira con curiosidad: Puedo ver su cerebro tratando de conectar los
puntos. La chica está Blanqueada; los niveles estaban cayendo; ahora está enojada,
lo que debería hacer que los niveles bajaran aún más. ¿Por qué no está
inconsciente?
Kyla es diferente.
—Es sólo una Píldora Feliz —dice Aiden—. Similar a las inyecciones que utilizan
en el hospital. Los TAG han estado desarrollándolas en forma de píldora.
—Conserven estas. En caso de que las necesiten —dice Aiden, y tiende un frasco
de pastillas.
—No las quiero —digo—. Y no quiero tener nada que ver contigo.
Aiden suspira.
—Escucha, Kyla, si esa es quien quieres ser, no puedo hacer que nos ayudes si no
lo deseas. Creo que, por ahora, sólo tienes que pensar las cosas un poco más. ¿De
acuerdo? Mac siempre puede ponerse en contacto si quieres verme de nuevo. —Él
se voltea para irse.
—Espera un momento —dice Ben—. Tal vez yo pueda ayudar. ¿Estoy en este sitio
web suyo?
—Lástima —dice Aiden. Los ojos de Ben son una mezcla de alivio y decepción:
¿porque no puede ayudar a los DEA? O, tal vez, porque nadie lo extraña a él.
Pero hay tantas cosas atadas con un no. Hay un fuerte miedo y la certeza de que
esto sólo puede conducir a que los Represores me tiren en la parte posterior de una
de sus furgonetas negras; desapareciendo de una manera que hará que ser
Blanqueada parezca amable. Miedo, también, de que quién sea que esté buscando
a Lucy me encontrará queriendo o no conocerlos, o ambas cosas.
Pero bajo todas estas cosas razonables hay algo oscuro, algo enterrado. Profundo
en la boca de mi estómago está una fría convicción: no sé por qué fui reportada
como desaparecida, porque estoy bastante segura de que el gobierno tuvo razón en
Blanquearme. Hay algo mal en mí, en lo más profundo de mi ser, y no quiero saber
lo que es.
Silencio.
Cosas que no puedo saber parecen fuera de mi alcance, justo más allá de mi
261
entendimiento. Esto debe ser a lo que están atentos conmigo en el hospital:
Bookzinga
regresión. La Dra. Lysander me salvó una vez; pero esta vez, si alguien se da
cuenta, será el final.
Si Aiden está buscando a alguien que quiera saltar arriba y abajo y llamar la
atención, no podía estar más equivocado al considerarme como candidata.
Más tarde, antes de despedirnos, Ben sostiene mis manos entre las suyas. Me mira
con ojos con los que siempre quiero estar de acuerdo; que nunca quiero que
Slated Slated#1 Teri Terry
muestren su decepción por mí o por mis acciones. Justo ahora están tratando de
persuadirme.
—Sé que esto es aterrador, Kyla. Pero realmente podríamos hacer algo, marcar una
diferencia. Piensa en Tori y en Phoebe. En Gianelli, también. ¿Me prometes que lo
pensarás?
262
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 38
Traducido por flochi y Maru Belikov
Y
pienso en las cosas, lo hago: más tarde esa noche. A lo largo de la escuela
el día siguiente, vagando a clases, inconsciente de mi entorno. Lo que dijo
Aiden que más se me quedó grabado es que quien sea que me haya
reportado DEA podría extrañarme, ahora mismo. ¿Una mamá, un papá, hermanos 263
y hermanas? Incluso ese gatito gris. Bookzinga
Pero a diferencia de Lucy, esta familia imaginaria no tiene rostro. Son irreales; sus
sentimientos, abstractos y eliminados. Sin embargo, al mismo tiempo, puedo
imaginar la agonía de no saber lo que le pasó a alguien que te importa. Incluso con
Tori y Phoebe, a quienes apenas conocía y, en el caso de esta última, que no me
gustaba particularmente, me siento de esta manera: es la incertidumbre, el no
saber. O con Phoebe me sentía de esa manera, antes: porque ahora sé lo que le pasó.
—Pero vamos a hacer los deberes juntas —protesta Amy, y mira a Jazz.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Y qué? Hazlo. Llegaré a casa antes que mamá —digo. Y pronto están de
acuerdo: aunque es contra las “reglas” para ellos estar en casa solos. Aunque Jazz
pregunta a dónde voy, y dice que me mantenga apartada de los caminos
recónditos. Y casi le digo la verdad cuando digo que me quedaré pegada a los
caminos principales, como lo haré: hasta llegar al camino que conduce a la casa de
Phoebe.
Más temprano hoy, nuestro profesor de inglés nos devolvió nuestros libros
marcados. Fueron llevados cuando Phoebe todavía seguía allí, vi el de ella en la
pila y lo deslicé dentro del mío. Escrito en el interior de la portada estaba todo lo
que necesitaba saber: Phoebe Best, Granja Viejo Molino. En un mapa de la
biblioteca figura a sólo unos cuantos kilómetros de nuestra casa.
264
Thump, thump. Mis pies sobre el camino me tranquilizan, aunque no en mi habitual
velocidad vertiginosa: necesito tiempo para pensar qué decir. “Hola, su hija ha Bookzinga
sido Blanqueada”, parece duro. Sé cuidadosa. Lo último que quiero es que ellos
irrumpan en el hospital y demanden que la devuelvan; apuesto a que no les
tomaría mucho a los Represores fijar el problema sobre mí. Y luego está su
espeluznante tío, Wayne: no me he topado con él desde ese día en la vereda. Me
estremezco. Si su furgoneta está estacionada en el frente, todo el asunto quedará
inconcluso.
Casi paso la curva, sin ver el descolorido cartel. “Granja Viejo Molino” apunta a un
camino estrecho, más una pista surcada de maleza que una carretera. Ahora
caminando, paseo a lo largo de ella. Árboles pronto se alinean y se alcanzan por
encima haciéndolo cerrado, un túnel verde. Ninguna parte donde esconderse. La
inquietud nace dentro de mis entrañas. Me deslizo fuera de la pista y me empujo
en el denso bosque de a un lado.
Ramas tiran de mi cabello, zarzas se agarran de mis ropas, y miro con anhelo el
carril.
Justo cuando me detengo, un pie adelante y uno atrás con indecisión, un motor
suena proveniente de la dirección de la casa. Un vehículo, viniendo con rapidez:
me agacho en las sombras junto a un árbol. Las ruedas giran en el carril mientras
una furgoneta blanca pasa. Veo un atisbo del conductor cuando pasa al lado:
Wayne Best.
Mi corazón suena thump, thump en mis oídos. Eso estuvo cerca. ¿Qué habría
pasado si hubiera estado en el carril, y me hubiera visto salir espantada del
camino? Debo estar loca. Sólo se cuidadosa.
Otra curva, y los edificios están a la vista. Aunque parecen más como una colección
de extensos graneros y dependencias que una casa, algunos de ellos medio
cayéndose. Una valla y un portón rodean el lote. Afuera en frente hay un
cementerio de metal, plagado de esqueletos y trozos oxidados de autos, tractores y
otra maquinaria que no puedo identificar. Ninguno de los autos con aspecto
operacional: ¿quizás nadie está en casa? Considero dar la vuelta. Estás aquí ahora. 265
Bookzinga
Un edificio a la derecha del grupo parece estar cayéndose menos que los otros.
Hay unos arbustos desaliñados delante de él y una puerta verdadera en vez de una
madera con bisagras.
Dudo, luego cruzo la calle al carril y abro el portón. El carril se vuelve una pista
que lleva a la izquierda detrás de los edificios; campos suben en pendiente más
allá. Desiguales trozos de hormigón están espaciados a través del barro en
intervalos espaciados que llevan a un camino a través de los trozos de maquinaria
hacia la puerta. Escucha, primero. Hay susurros en los árboles, detrás; sin voces, sin
radio.
Subo al primer escalón de concreto, y subo al siguiente. Pronto son tan distantes
que tengo que saltar entre ellos. La casa está a sólo pocos pasos de distancia
cuando hay un pequeño ruido, un movimiento, a mi izquierda. Me doy la vuelta.
Dos ojos. Dientes, dientes afilados. Un bajo gruñido retumbante. Un gran perro,
quizás una mezcla de alsaciano y algo más, y no se ve feliz.
Slated Slated#1 Teri Terry
Corre.
Los dientes descubiertos regresan dentro de la boca del perro pero no se mueve,
todavía pesado sobre mi pecho, gruñidos retumbando a través de sus patas hasta
mis hombros. Se acercan pisadas.
—Bien, Bruto, ¿qué has atrapado aquí? ¡Arriba! Así puedo echar un vistazo.
—Quédate ahí —dice él, ceñudo. Me siento en el barro, y miro arriba a su cara: ojos
fijos y cabello grasiento, como Wayne, debe ser su hermano. ¿El papá de Phoebe?
—Soy Kyla. Una a-a-a-amiga de Phoebe —logro soltar. Las orejas de Bruto se alzan
cuando digo su nombre.
—Esa mocosa inútil no tenía ningún amigo que no tuviera cuatro patas.
—Ver a su mamá.
Mi Levo dice 4.8, ¿cómo? Justo como cuando estaba en el hospital, asustada y
corriendo. Ambas veces esperarías que los niveles cayeran. Camino por la calle,
muy temblorosa para ir a través de los bosques esta vez, o para correr. Todo esto es
demasiado; me detengo y el almuerzo empieza a dar vueltas en mi estómago.
Nada más que unos cuantos kilómetros a pie para llegar a casa. Justo empiezo a
darme vuelta cuando escucho algo viniendo detrás de mí, y me giro, aterrada.
Quizás no camino lo suficientemente rápido: ¿Ha enviado él a Bruto para que me
apresure? Pero es una mujer, medio corriendo hacia mí. Ella levanta una mano.
—¿Sabes algo sobre que le paso? Por favor dime, por favor.
—¿Estás herida? Déjame ver. —Ella saca un pañuelo y toca la parte trasera de mi
cabeza—. Solo es un pequeño corte, quizás necesite una puntada. Lo siento por
Bruto. Él ha sido un monstruo desde que Phoebe se fue. Él la amaba. 268
Bookzinga
—¿Ese perro era su mascota?
—Oh sí, solía seguirla a todos lados, con su cola moviéndose, como un enorme
cachorrito. Hizo tanto enojar a Bob; él es un perro guardián después de todo. —Y
cuando ella dijo Bob un rastro de temor cruzó por su cara. Imagina estar casada con
ese hombre; imagínalo a él siendo tú padre. Mira nerviosamente atrás por el camino
que vino como si él quizás pudiera aparecer, y yo empiezo a caminar rápido en la
otra dirección. Ella me sigue, su mano en mi hombro. Una súplica silenciosa. Y
escucho a Aiden en mi cabeza: “Imagina no saber qué paso, la preocupación.
Imagina”.
—Vi a Phoebe el pasado fin de semana —digo finalmente—. Sólo por casualidad.
—Oh Phoebe —susurra para sí misma—. Estás perdida para mí. —Sus ojos
empiezan a llenarse de lágrimas.
—Sí.
Empiezo a alejarme; ella regresa por el otro camino hacia la casa. Palabras derivan
de regreso, débiles en el aire:
269
—Quizás es mejor para ella.
Bookzinga
Quizás, lo es.
—Me caí.
—Quítate esas cosas aquí así no dejas manchas de barro en la casa. No hueles muy
bien tampoco.
—Gracias.
Slated Slated#1 Teri Terry
Para el momento que mamá llega a casa los tres estamos sentados en la mesa de la
cocina con tazas de té, haciendo tarea.
—Ustedes lucen muy diligentes —dice ella. Una ceja levantada como si de alguna
manera supiera que hay más de lo que sus ojos ven.
Esa noche Sebastian ronronea e intento dormir. Mi cabeza todavía duele, pero más
como un ligero dolor que uno agudo.
A pesar del encuentro con Bruto, estoy feliz de haberle dicho a la mamá de Phoebe;
270
al menos ella sabe. Y puedo ver que ellos no se aparecerán en el hospital o lanzarán
Bookzinga
una protesta: a su papá no podría importarle menos que se haya ido, y su madre
no se atrevería.
Quizás Phoebe está en una situación mejor: su propia madre lo dijo. Cualquier
familia que se le asigne a Phoebe en los meses por venir tiene que ser mejor que la
de donde viene. Con razón era tan miserable para todos, con todos, eso es, excepto
animales como ese horrible perro. En el hospital su cara estaba llena de dicha. Lo
que ellos le hicieron fue bondadoso, ¿cierto? Quizás mi familia también era mala.
La voz no se va aunque cierre fuerte mis ojos. Dice cosas que no creo, que no quiero
escuchar. Ahora que es de noche y todo está quieto, es incluso más ruidosa dentro de mi
cabeza.
—Mami y papi no vienen por ti, Lucy. Ellos no te quieren. Te dieron, y no los verás otra
vez.
Frío, empujo las sábanas apretadamente alrededor de mí. Las sábanas se sienten mal, toda
picosa. Nada es como debería ser, incluso el aire está mal: huele raro. Salado por el océano
Slated Slated#1 Teri Terry
que nunca antes de hoy vi. Envuelvo la almohada alrededor de mis orejas, pero todavía está
ahí.
271
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 39
Traducido por PaulaMayfair
—E
h, ¿qué tal? —Ben sonríe con su sonrisa asesina, y quiero
contestarle, decirle todo. Que realmente hice algo, hablando
con la mamá de Phoebe. E incluso sobre el sueño que me
despertó una y otra vez anoche. 272
Bookzinga
Él es el único que podría alguna vez pensar en decirle algo de esto, ¿pero qué haría
él con respecto a mi sueño? Si mis padres me regalaron y no me querían entonces,
¿por qué me han reportado desaparecida ahora?
En su lugar hay un hombre, uno que nunca he visto antes. Está medio sentado en
el escritorio y enfrenta la clase, viéndolos a todos mientras toman sus asientos. Los
susurros pronto inician entre algunas de las chicas, y es fácil ver por qué: él es
precioso. Y no son sólo los partes atractivas, ondulado cabello rubio veteado, la
altura, la forma en que su ropa se ajusta y abraza su cuerpo, sino cómo está todo
junto. Llama la atención.
Slated Slated#1 Teri Terry
Explora a través de la habitación, casualmente, banco por banco. Sus ojos alcanzan
los míos, y sucede algo. No puedo resolverlo. Es como si algo pasara entre
nosotros. Nada estúpido y sentimental, sino otra cosa. Algún reconocimiento en la
suya, alguna respuesta en la mía... pero no soy yo. Me siento nerviosa, y el calor se
alza en mis mejillas cuando él me sostiene la mirada, sin sonreír, durante
demasiado tiempo para ser razonable. Cuando finalmente mira hacia otro lado se
siente como si hubiera sufrido una caída desde la altura. La cabeza me da vueltas;
mi estómago da vueltas.
—Buenos días, clase —dice—. La señorita Fern no estará hoy, o por algún tiempo.
Ha tenido un desafortunado accidente. Soy el señor Hatten. —Se vuelve a escribir
su nombre en la pizarra.
Lo estudio a medida que avanza a través de la clase desde el frente, haciendo que
todos se presenten mientras elabora un plan de asientos. No se ve como un
Represor. Para empezar, siempre usan un traje gris, o se visten de negro en las
operaciones. Pero es más que eso. Los Represores, ya sea alertas y vigilantes
pueden ser para problemas, no reconozco a nadie bajo la edad de veinte o menos:
estamos bajo aviso. Hatten es diferente: está aquí, presente, interesado y consciente
de cada persona en la habitación. Él es otra cosa.
—¿Y tú eres?
Ben sonríe.
—Soy Ben Nix. ¿Pero está bien la señorita Fern? ¿Qué pasó con ella? —pregunta.
—Mi nombre es... Kyla —digo. ¿Qué está mal conmigo? Había estado al borde de
decir algo más, un nombre que había guiñado el ojo a la existencia, y luego se
desvaneció antes de que supiera lo que era. Él levanta una ceja divertido, como si
sintiera el deslizamiento que casi tuve. Contrólate. Esta vez me las arreglo para
mirar hacia otro lado antes que él. Mis manos juntas firmemente para que dejen de
temblar.
Hatten termina su plan de asientos y comienza la clase. Toma prestado uno de los
cuadernos de los estudiantes para ver qué módulos hemos estudiado; acabamos de
comenzar una sección de clasificación biológica.
274
Lo cierra.
Bookzinga
—Vamos a hacer algo diferente hoy —dice—. Una práctica sobre el cerebro.
—Señala a Ben y a mí—. Ustedes dos, ayúdenme. Consigan los modelos del
cerebro, y pásenlos alrededor: uno por pareja. —Ben se pone de pie de un salto y lo
sigo; obtenemos cajas pequeñas de un armario lateral que Hatten indica.
—Escuchen —dice Hatten—. Una última cosa. Todo el mundo, junten sus manos
hasta hacer un pequeño círculo entre ellas por el que puedan ver. —Dibuja una X
en la pizarra—. Mantengan sus brazos hacia fuera, con los dos ojos abiertos,
Slated Slated#1 Teri Terry
mirando a la X a través del círculo en sus manos. Ahora, cierren un ojo a la vez sin
mover las manos. Cuando se cierra uno, la X debe desaparecer, cuando se cierra el
otro, todavía debería estar allí en el centro.
Así que lo hacemos: tengo mis manos en alto y miro la X. Efectivamente, cuando
cierro mi ojo izquierdo y miro con el derecho, la X está bloqueada por mi mano.
Cuando cierro mi ojo derecho y miro con el izquierdo, está en el centro.
—Izquierda —respondo.
Sonríe.
Aún tiene los ojos en mí, sin mirar alrededor de la habitación a nadie más, sólo a
mí.
Diestro... zurdo. Mi izquierda forma un puño por su propia voluntad: mis dedos
izquierdos se estrellaron con un ladrillo. Pero eso fue sólo un sueño.
¿Lo fue?
—Ese nuevo maestro encantador que le preguntó si la clase era interesante, y usted
ni siquiera le contestó.
Ese nuevo maestro encantador: huh. Hay más en él y supongo que no todo es
encantador. Pero tengo la impresión de que ella no sabe nada al respecto.
—Y un número de tus otros maestros dicen que has sido distante, distraída, y no
estás dispuesta a aprender.
—No sólo trates; hazlo. Esta es una advertencia, Kyla. Hemos hablado de esto
antes. No te olvides de que estás siendo castigada hasta que tengas veintiún años.
Tu contrato requiere que hagas tu mejor esfuerzo para integrarte y hacerlo bien en
la escuela, con tu familia y comunidad. Tienes más de dieciséis años; si fallas, hay
otras opciones de tratamiento disponibles. —Sonríe cálidamente—. Ahora, vete a
tu siguiente clase, querida. Ten un buen día.
277
Ella desaparece por la puerta, por el pasillo. Ben: Necesito a Ben. Todo está
Bookzinga
cayéndose en mi interior: la confusión sobre Hatten, quién es, lo que dijo, impacto
y miedo a las amenazas de la Sra. Ali. Mis niveles están bajando.
Cuando entro en el pasillo, Hatten está saliendo del laboratorio de biología. Él hace
una mueca a espaldas de la Sra. Ali, rueda sus ojos.
—¡Qué perra! —susurra, guiña un ojo de nuevo y sonríe con una sonrisa
descarada. Parece más joven, más natural, como si su rostro de maestro antes fuera
una máscara, y no puedo evitar sonreírle de vuelta. Se inclina cerca y lleva un dedo
a sus labios—. Ssssh, nuestro pequeño secreto. —Entonces se va en la otra
dirección.
Bueno. Podría jurar que escuchó cada palabra que la Sra. Ali dijo. ¿Cómo? ¿Y cuál
es "nuestro pequeño secreto”?
El tiempo lo dirá.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Vi a la Sra. Ali llevarte para una charla. ¿Está todo bien?
—Las cosas podrían ser mejor —digo. Aunque reviso mi Levo y me sorprende que
haya subido a 5.1 ¿Hatten tirando caras tontas detuvo su descenso? O, más: estaba
él de pie cerca. Mi corazón todavía late más rápido.
—¿Puedes venir a correr antes del Grupo de mañana? —dice Ben, con expresión
preocupada.
Tiempo para estar atenta y lista para aprender. O para mejorar fingiendo, al
menos.
278
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 40
Traducido por Vanina
M
e pongo a un lado de la cortina, junto a la puerta principal, y exploro el
camino: Ningún rastro. Date prisa, Ben.
—¿Kyla? —llama papá en voz alta desde la sala. Voy a la puerta—. Ven
279
a hablar conmigo un momento mientras esperas.
Bookzinga
Dudo, miro abajo hacia mis pies: zapatillas puestas.
Mamá puede estar fuera pero estoy segura de que tiene cierta clase de radar que
vigila si los zapatos son usados sobre la alfombra. Los limpio con cuidado sobre el
tapete y me coloco indecisa en el umbral.
—No —admito.
—¿Qué?
Slated Slated#1 Teri Terry
Me sonrojo.
—No.
Él levanta una ceja y se siente como si pudiera ver, pudiera entender mis
sentimientos mixtos hasta mejor que yo.
—Ten cuidado, Kyla. Sólo porque hemos permitido que Amy vea a Jazz no quiere
decir que estés lista para un novio: no estuviste mucho tiempo fuera del hospital. Y
sabes que hasta que te den el alta a los veintiún años tienes que escuchar a tu
madre y a mí en todo, incluido esto.
—Sí.
—No estoy seguro si me gusta que vayas a correr con ese Ben ustedes solos.
280
Yo no digo nada. Cualquier protesta que podría hacer sólo lo haría parecer más Bookzinga
justo. Pero tengo que ver a Ben, necesito hablar con él, demasiado. Después de
todas las cosas de esta semana sólo quiero sostener su mano. Oh.
—Pero tu madre parece pensar que está bien, así que estoy con ella en esto. Por
ahora. Pero ve que mantengas las cosas como sólo amigos, como has dicho.
¿Entiendes por qué?
Esto hace eco de las advertencias que escuché en el hospital. Pero, ¿cómo? Ben
ayuda a que mis niveles permanezcan arriba, no hacia abajo, a menos que…
Llaman a la puerta: Ben. Me pongo de pie, pero papá levanta una mano.
—Lo siento —le digo, después de que estoy segura de que la puerta se cerró detrás
de nosotros. 281
Bookzinga
—¿Por qué?
—Papá.
—No importa.
Corremos por el camino, rápido y más rápido, y pronto estoy perdida en el aire
frío, la noche, el ritmo familiar de nuestros pies en el camino. El thud, thud de las
largas piernas de Ben batiendo en un tiempo diferente que las mías, pero
coincidimos en la velocidad. Lado a lado.
—¿Hablar? —digo.
Él toma mi mano, me lleva a la sombra bajo los árboles. La noche es clara, la luna
casi llena arroja suficiente luz para ver el camino. Mientras caminamos a la puerta
pienso en lo que papá dijo, lo que el hospital dijo. Evita a los chicos: echan a perder
Slated Slated#1 Teri Terry
tus niveles. Pero los míos son más altos ahora que en toda la semana. ¿Qué saben
ellos?
Al igual que antes, Ben me levanta para que me siente en la parte superior de la
cerca. Se pone de pie frente a mí, envuelve sus brazos alrededor de mi cintura.
No digo nada, mi mente de repente está en blanco. Mi sangre aún golpeaba mis
venas por correr. De cualquier cosa.
—¿Qué?
—Que si nos encontrábamos aquí de nuevo, haría esto. —Desliza una mano bajo
mi mentón, un toque ligero, y todo se mezcla, girando en el interior, en pánico,
pero no del que me da ganas de correr. La valla fría debajo de mí, el brazo caliente 282
rodeándome, la mano en mi mentón, cada sensación, súper despierta. Ben se Bookzinga
inclina hacia adelante y toca ligeramente sus labios contra los míos. Dulce, y
amable: Ben. Él se aleja y sonríe. Y todo lo que quiero es tirar de él más cerca y
besarlo otra vez, y otra vez. Cálmate. ¿Qué pasa si papá tiene razón, y esto hace
desestabilizar mis niveles?
Y extiendo mi mano, y trazo sus labios con mi dedo. Los míos están cosquilleando.
Sonríe y toma mi mano entre las suyas, entrelaza nuestros dedos juntos.
—Tú dijiste que querías hablar de algo. Pero si prefieres… —Y se inclina para
besarme de nuevo. Una vez, dos veces…
—¿Hablar?
—Si debemos —dice, su voz ronca, un poco inestable, y esta vez es mi turno de
reír.
Y yo le digo sobre ir a ver a la mamá de Phoebe, y que le dije que Phoebe había
sido Blanqueada.
—Yo sabía que la ibas a ver, después de pensar en las cosas. Debemos ayudar a
Aiden y el DEA.
—No. Estás equivocado. Quería decirle a la familia de Phoebe lo que pasó con ella,
para que supieran, pero no quiero hacer público lo mío.
—Quince.
—Entonces, cuando ella se salió de la línea, fue Blanqueada. Pero, ¿qué pasó
conmigo?
Y yo le digo acerca de lo que la Sra. Ali dijo: Que me amenazó. Otras opciones de
tratamiento para los mayores de dieciséis. Estoy advertida: siendo observada.
Cualquier paso fuera de la línea, y me iré, como Tori.
Ben palidece.
—¿Has besado a Tori como me besaste? —Las palabras están fuera de mí antes de
que me dé cuenta y me gustaría poder agarrarlas de nuevo.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Te importa? —Antes de decir algo más que lamentar, dice riendo—: NO. Nunca
besé a Tori. No era más que una amiga.
—Pero pensé…
—Pensaste mal. Tori pasó un tiempo duro con su familia. Necesitaba a alguien
para hablar, y yo soy buen oyente.
Me di cuenta. Pero también me di cuenta de que Tori no creía que Ben era solo un
amigo. Pero esta vez, me las arreglé para mantenerlas para mí misma.
Él sonríe.
—Kyla, créeme: eres la única que quiero besar. Y no quiero que te pase nada
nunca. —Niega con la cabeza, se frota la sien—. No entiendo cómo funciona mi
cerebro.
Es el Blanqueo.
Y pienso en lo que dijo Aiden, y cómo lo dijo. Él tiene su propia agenda. No estaba
preocupado sobre lo que nos pasaría a nosotros si nos fuéramos junto con sus
planes, ¿verdad? Y sabía qué decir exactamente para empujar a Ben a su forma de
pensar: sabía que influenciable es. Como debería serlo yo, también. Kyla es diferente.
—Eso sólo hace que se sienta más equivocado. Más como algo de lo que
deberíamos hacer al respecto. —Su cara está preocupada: está pensando para sí
mismo, y esto es lo que él piensa.
Mientras Ben escucha yo veo, otra vez, cuán influenciable es él. Su estado es algo lo
suficientemente fuerte y que va a ir junto a él. Qué mundo peligroso para alguien
como él: la imperiosa necesidad de proteger a Ben me traspasa, agita a través de mí.
Alguien como Ben… debe ser, alguien como yo, también. Pero de alguna manera,
no es; no es de la misma manera. Una Blanqueada que no es como el resto de ellos.
Kyla es diferente.
285
—Tienes razón, Kyla —dice. Envuelve sus brazos apretados a mi alrededor una
Bookzinga
vez más. Besa mi mejilla, y eso pudo habernos llevado a más, y quiero eso,
demasiado. Pero tal vez ,¿besarme es otra cosa que le sugerí?
Corrimos el resto del camino, y al hacerlo mi mente daba vueltas alrededor. Antes,
estar con Ben me había hecho sentir segura, pero veo que estaba equivocada.
Tengo que mantenerlo a salvo. Tengo que estar atenta por los dos.
¿Por qué puedo pensar por mí misma de una manera que Ben no puede? No lo
entiendo, en absoluto.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 41
Traducido por carosole y Jo
M
amá está seria, concentrada, con sus manos muy apretadas al volante y
sus nudillos están blancos. Pero nada está ocurriendo; el tránsito va a
paso de tortuga. Subimos una ligera pendiente de la carretera y al
alcanzar la cima podemos ver la interminable fila que conduce al hospital. 286
Bookzinga
Fuimos avisadas ayer que hoy tenemos que usar una entrada diferente. ¿Era el
daño normal de la bomba de la semana pasada? Alcanzamos la fila pronto y nos
detuvimos.
Extrañamente, no; al menos, no de la manera que ella dice. No cabe duda que los
Represores tendrán todo bajo llave y ahora los terroristas no tendrán ninguna
oportunidad de pasar dentro de un kilómetro. Pero mamá parece querer saltar en
la carretera contraria y correr tan rápido como pueda.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Creo que ellos no dejaran que suceda nada después de lo de la semana pasada,
así que es más seguro de lo que nunca lo ha sido.
Mamá ríe.
—Bueno, tú podrías: déjame y márchate durante el día. Debes estar harta de pasar
todos los sábados llevándome al hospital.
—Muy cierto. Pero no puedo sólo ir a donde quiero. ¿Ves el poste en cada esquina?
287
Como a tu izquierda, allí. —Miro por la ventana.
Bookzinga
Hay un semáforo y un poste a su lado. Arriba en la cima hay una pequeña caja
negra, un aparato de algún tipo. Una cámara.
—¿Podían antes?
—Las cosas han cambiado, Kyla. Cuando tenía tu edad era muy distinto.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Pero recuerdas los años veinte, entonces. Cuando estaba todo el vandalismo, y
las pandillas y todos se refugiaban en sus casas por miedo y nunca salían.
Volvió a reír.
—Esa es una versión de los hechos. Esa era también cuando los teléfonos celulares
estaban prohibidos para menores de veintiuno. Los usaban para organizar
manifestaciones, ¿ves? Pero no fue tan malo como parece. No al principio. Aunque
era distinto de ahora: tenías que ser cuidadosa donde ibas por la noche, ese tipo de
cosas. —Sus ojos se movieron a un lado, hacia los Represores en la esquina. De
negro con ametralladoras.
Anonadada de que mi mamá me dijera esto, no respondí. Ella está hablando, tal
vez, para distraerse de dónde estábamos yendo, y de lo que sucedió allí la semana
pasada.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Mamá y papá solían pelear por eso hasta altas horas de la noche: me deslizaba
por las escaleras y escuchaba.
—No al comienzo. Al principio solo era otro candidato; hubo una elección en el
camino. Mi mamá era abogada, importante en la libertad civil.
—¿Qué es eso?
Sacude su cabeza.
—Pensar que necesitas hacer esa pregunta. ¿Qué crees que significa?
—Sí.
—No exactamente. No fue un resultado claro. Los dos partidos tenían que formar
una alianza, aunque el partido de papá tenía una posición más fuerte. Eso hizo el
desayuno interesante algunas veces, créeme. Entonces, la cosa es, Kyla, ninguno de
ellos ganó. Se comprometieron. Y eso nos dio a ti.
—No entiendo.
—Tienes que guardar secretos por mí para que te hable de esto. Una vez me dijiste
que no puedes; creo que probablemente puedes. Pero, ¿quieres que continúe?
—Cuéntame.
—No fueron esos hallazgos. No entiendo mucho a la ciencia. Sobre los recuerdos
del cerebro. Estaban tratando de ayudar a las personas con autismo y así
sucesivamente. Pero encontraron un poco por accidente un cierto procedimiento
que borra la memoria de las personas.
—Blanqueo.
—Exactamente. Así que era la solución perfecta para la coalición del gobierno. En 290
lugar de castigar severamente a los criminales, podían dale un Borrón y Cuenta Bookzinga
Nueva, de ahí es donde viene el termino popular Blanqueo, y empiezan de nuevo.
Una segunda oportunidad.
—Entonces ambos lados podían decir que tenían lo que querían. ¿Eso es lo que es
el compromiso?
Mamá ríe, pero no del tipo de risa de algo gracioso, y su cara no es divertida.
—Más como si no tenían lo que querían, y ambos se culpaban el uno al otro por
todo y cualquier cosa. Lo hicieron entonces, y lo siguen haciendo ahora en la
Coalición Central que tenemos hoy. Y de ahí es de donde también vienen los
Levos.
Miré el circulo alrededor de mi muñeca que hacia funcionar mi vida; 5.2 justo
ahora. Le doy una vuelta y dolor apuñala mis sienes. Sé que va a hacer esto, aun
así no puedo detenerme y tirar de las cadenas de mi prisión de vez en cuando.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Bueno, Reino Unido Libre dijo que debemos asegurarnos que los pobres
Blanqueados sean felices; los Represores dijeron que debemos asegurarnos que no
recaigan en sus malos caminos. ¿La respuesta? Un Levo. Tienes que estar feliz; no
puedes hacer nada mal. Ambas partes están satisfechas mientras tengan lo que
querían.
—Precisamente así.
—¿Entonces?
No contesta por un largo tiempo, y creo que no lo hará. Entonces se vuelve a mí,
291
sus ojos, brillando.
Bookzinga
—Se podría decir que cuando murieron, salté la cerca.
Estamos casi en el punto de búsqueda. Ninguna de las dos dice algo más. Sus
padres murieron cuando una bomba terrorista golpeó su auto. Cualquier cosa que
ella podría haber pensado antes de eso, no hay dudas en mi mente de a qué lado
de la cerca corrió: la de los Represores. Debió hacerlo después de que los terroristas
mataran a sus padres. ¿Cómo no podría hacerlo?
Sin embargo, mientras el auto está siendo revisado, miro la cara de mi mamá. Hay
cosas que ocurren en su interior que van más allá de sus palabras. Como antes, los
Represores conocen quién es ella; hay un respeto por parte de ellos hacia ella que
no veo en sus interacciones con otras personas. Lo acepta. Pero no le gusta.
Directo al grano.
—Sé sobre la enfermera —dice la Dra. Lysander—. Eso debe haber sido algo
sorpresivo con lo que lidiar. Pero no te desvaneciste entonces.
—No. Fui a las escaleras, al décimo piso. No estoy segura por qué.
—Era tu lugar aquí, el que conocías mejor: Tiene perfecto sentido que vayas allá.
Pero, ¿por qué crees que pasaste por todo, y entonces, justo cuando las cosas
estaban seguras, tus niveles decrecieron?
292
Por Phoebe. Pero no puedo decir eso. Bookzinga
Me encojo de hombros.
—Tal vez una vez que dejé de correr, todo se amontonó en mí.
—Tal vez. —No parece convencida, como si supiera que hay algo más detrás de
eso.
—¿Estabas bien? —pregunto—. Estaba preocupada por ti. —Y las palabras son
verdad mientras las digo. No hay duda de que ella habría sido un blanco para los
terroristas.
—Gracias Kyla; aprecio eso. Estaba bien. Me llevaron a un lugar seguro con otras
personas que nos cuidaban.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Lo hacía: Angela era su nombre. —Ella se ve triste—. Pero a veces hay que hacer
elecciones.
—Pero…
—¿Qué?
—Sí, Kyla, me temo que vi lo que hiciste. Hay una pequeña cámara, ¿ves? En mi
oficina; una que monitoreo. Además la computadora rastrea qué archivos son
abiertos y cerrados de nuevo. Así que vi justo lo que tú viste. —Se inclina hacia
atrás en su silla, con calma—. Pero he apagado la cámara ahora, y borré esa 293
secuencia. Nadie más sabe. Vamos. Trae tu silla al rededor, y miraremos juntas. Bookzinga
Mi mandíbula cae.
Llevo mi silla al otro lado del escritorio junto al suyo. Y ella repasa los archivos que
miré, uno a uno, y explica: el proceso de admisión; los escáneres de mi cerebro; la
cirugía. A continuación la sección de “Recomendaciones” que no pude sacar de mi
cabeza.
—Esto aquí: “el consejo recomienda expiración; Dra. Lysander desautoriza”. ¿Qué
significa? —pregunto.
—El consejo del hospital estaba preocupado por tus pesadillas y control,
principalmente. Sentían que dejarte salir del ambiente del hospital representaba un
riesgo para ti y aquellos a tu alrededor.
—Eso es lo que dije. Pero tenían razón. Como mínimo eras un riesgo para ti misma.
—Hay algo diferente en ti, Kyla. Quiero saber qué es. ¿Algo salió mal en el
procedimiento? No; cada prueba y escáner dice que fue exitoso. Aun así hay algo…
Estas somos sólo tú y yo, aquí. Nadie más. ¿Puedes decirme?
—¿Hay algo más que quisieras saber? Puedo satisfacer tu curiosidad; entonces tal
vez, podrás satisfacer la mía.
Me retuerzo. Hay tantas preguntas que podría hacer, pero no debería preguntar
ninguna de ellas. Pregunta.
Pero es peligroso. Se supone que sea la perfecta chica Blanqueada; le dije a Ben,
acordé conmigo misma seguir este curso de acción. Pregunta.
—¿Quiénes son Blanqueados? Quiero decir, sé que los criminales condenados son
Blanqueados. ¿Pero, quién más?
—¿Qué te hace creer que alguien más sería Blanqueado? Eso sería ilegal. —La miro
fijamente, no respondas.
Ella asiente con su cabeza unas pocas veces, entretención cruza por su rostro.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Es sólo que algunas personas que conozco han sido Blanqueados y no puedo
imaginarlos habiendo hecho algo malo.
—A veces, la vida es muy dolorosa, Kyla. Algunas veces la gente necesita ayuda
para pasar por ella, y nosotros brindamos esa ayuda.
—No entiendo.
Ella vacila.
—Es romper una docena de leyes hablar contigo sobre esto, Kyla. —Ella toca la
pantalla. El rostro de Amy la llena: Amy 9612. Va a la pantalla de admisión. De
nuevo allí hay una foto, pero es muy diferente a la mía. Amy es años más joven 295
pero no hay confusión en su sonrisa: ella está llena de alegría en su camino a ser Bookzinga
Blanqueada.
La Dra. Lysander mete una contraseña para ir más lejos: así que ese es el por qué
no podía descubrir por qué fui Blanqueada. Necesitaba una contraseña.
—Ve, aquí: “Paciente 9612 se presentó en el hospital ella misma rogando ser
Blanqueada. Fue evaluada y consentida una candidata apta para BV”.
Sacudo mi cabeza.
—Eso no puede estar bien. ¿Por qué alguien querría ser Blanqueada? ¿Por qué
alguien querría uno de estos? —Tiro de mi Levo, con fuerza esta vez, y el dolor
llega a mis sienes tan intensamente que lágrimas vienen a mis ojos.
—BV es Blanqueo de Víctimas. Algunos jóvenes están tan afectados por sus vidas
anteriores, que la única manera de hacerlos miembros útiles de la sociedad, para
romper la cadena, detener los patrones de abuso y violencia pasada en su propia
juventud, es quitarles el dolor. Hacer como si nada de eso hubiera pasado.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Era algo tan malo que ella querría ser Blanqueada para olvidarlo?
—Lo recuerdo; yo la evalué. Ella estaba muy angustiada. Había tenido un bebé, ya
ves; fue violada cuando tenía trece. Las autoridades le quitaron el bebé, algo
correcto dadas las circunstancias. Pero no pudo lidiar con eso.
Oh, Amy. No puedo asimilar esto; no puedo creer que esto le pasó a ella, pudo
haberle pasado a cualquiera. La Dra. Lysander nombró los hechos con su voz
usual, calmada y precisa. Aun así puedo verlo es sus ojos: su propio horror por lo
que le pasó a Amy.
Esto es por qué ella no quería hablar con Amy el día que vino conmigo. No le gusta
pensar en eso.
—Si Amy supiera… —Mi voz fue disminuyendo. Ella eligió no recordar; ¿por qué
decirle ahora?
—No ahora. Sino cuando tengas veintiuno, y tu Levo sea removido, tienes el
derecho de saber. Si quieres. No nombres o lugares o nada específico; sólo los
hechos. Por qué fuiste Blanqueada; qué hiciste o no hiciste. Pero la verdad es, en un
punto, casi nadie quiere saber. Sólo quieren continuar con sus vidas y ponerlo
detrás de ellos. ¿Y tú, aún ahora?
—Kyla, es suficiente por hoy. Pero por las siguientes semanas espero que pienses
en las cosas. Espero que me pagues por responder tus preguntas, y responder
algunas de las mías. Ahora vete.
Ha sido demasiado para asimilar hoy. Primero mamá y toda esa cosa sobre sus
padres, el gobierno, y sus compromisos.
Luego la Dra. Lysander: ella quiere algo de mí. Kyla es diferente. ¿Pero por qué? No
puedo responder a sus preguntas cuando no puedo encontrar las respuestas yo
297
misma.
Bookzinga
¿Qué está ocurriendo? Y la mayor de todas, ¿por qué me contó acerca de Amy? No
quiero saber; no quiero. No puedo dejar de pensar en eso. Aún a pesar de que
muestra que estaba en lo correcto; ella nunca hizo nada malo para ser Blanqueada.
Ella lo pidió.
Es todo lo que puedo hacer para contenerme de correr a ella y sostenerla cuando
lleguemos a casa. Pero ella pensaría que estoy loca. Quería ser Blanqueada; quería
olvidar. Es mejor como está, sin el dolor. ¿No es así? Pero fue su elección.
¿Y qué sobre mí? ¿Qué sobre Lucy? ¿Ella hizo esa elección?
No quiero saber, pero susurros del pasado hacen eco en mi mente. Ellos no se irán.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 42
Traducción SOS por Otravaga, y Elenp
L
a práctica a campo traviesa no está activa esta semana: están esperando
para hacer las pruebas del equipo. Ya que los Blanqueados no están
permitidos en los equipos escolares, Ben y yo somos excluidos. No importa
que seamos los más rápidos en la escuela, o que cada fibra de músculo de mi 298
cuerpo esté gritando por liberación. Pero no puedo decir nada: soy una pequeña Bookzinga
Blanqueada buena.
Sí, claro.
Para añadir a la maravilla general del día, Amy ha salido con un plan para mi
domingo por la tarde, y después de lo que me enteré de ella ayer, no podía decirle
que no. Incluso a pesar de que quería hacerlo.
Creo que es perfecto. El cielo es de un uniforme color gris mate; es frío y húmedo.
No hay lluvia ahora, pero el aire se siente pesado y húmedo, como si llevara una
miríada de pequeñas gotas que son demasiado debiluchas para juntarse y
convertirse en lluvia. Un miserable estado de tiempo en general que se adapta a mi
estado de ánimo.
—No temas, he venido preparado para todas las eventualidades —dice Jazz—. ¡En
garde2! —Hace una reverencia e imita una lucha de espadas entre su paraguas de
gran tamaño y una rama de árbol.
Seguimos por el pueblo hasta la señal del sendero, y luego nos detenemos. Amy y
Jazz se apoyan en la pared de piedra al lado del camino.
—¡Sorpresa! —dice Amy, y sonríe. Anoche en la cena mamá dijo que papá había
planteado la cuestión de yo corriendo sola con Ben, y decidieron que eso no iba a
suceder nunca más. No dije nada. ¿Qué podía decir? Cualquier argumento que
pudiera presentar sólo los haría parecer más correctos, como si hubiese algo entre
nosotros considerado inadecuado para una joven Blanqueada de dieciséis años
recién liberada. Lo hay, ¿no es así?
—¿Ellos saben que él viene? —pregunto antes de que Ben nos alcance.
2 En garde: En guardia.
Slated Slated#1 Teri Terry
—He estado ahí y lo he hecho. Sé lo que es —dice. Y sé lo que quiere decir; que
piensa que tan pronto como ellos estén fuera de la vista, Ben y yo seremos como
ella y Jazz. Todos excesivamente amorosos. Pero hoy, más que nada, sólo quiero,
necesito, correr.
—No tan rápido, hoy —digo. Aunque mis pies tienen ganas de arrastrarme con
tanta velocidad como puedan conseguir, no puedo llegar a casa toda cubierta de
sudor, o será obvio que Amy y yo no hemos permanecido juntas.
—¿Por qué? —pregunta él—. Por lo general, no puedes esperar para despegar.
Vacilo.
—No puedo verme como si hubiese estado corriendo. Se supone que debo estar
con Amy —digo, y no menciono que ellos han decidido que ya no puedo correr
más con él. Si no lo digo en voz alta parece menos real.
Así que Ben y yo trotamos suavemente por el camino. A lo largo del seto, los
300
acebos, y los campos, hasta que estamos esquivando las raíces de los árboles a
Bookzinga
través del bosque. Ben no ha sido así antes. Los cielos grises parecen venir a
reunirse con nosotros a medida que avanzamos más alto; las gotas de rocío se
aferran a mi piel, a mi cabello. La humedad y el frío penetran en mis huesos sin
necesidad de la lluvia. Zarcillos blanco se deslizan más cerca, se reúnen alrededor
de nosotros.
Ben se detiene.
Lo golpeo en el brazo.
—Bueno, por lo general está bien. Incluso se puede ver nuestro jardín trasero.
—¿Y ahora qué? —dice, y sonríe con una lenta sonrisa que dice que tiene algunas
ideas, unas que hacen que mi estómago se voltee.
—Uh, esperamos. Que Amy y Jazz nos alcancen. ¿O tal vez deberíamos volver a
bajar? Puede ser que deseen dejarlo con este clima.
No estoy sentada en una valla esta vez, y Ben es mucho más alto. Se inclina hacia
abajo, pero en vez de mirar hacia arriba entierro mi rostro en su pecho. Sus brazos
se cierran a mi alrededor y destierran el frío.
—Esta es la razón por la que papá y mamá ya no quieren que esté sola contigo
—digo, y suspiro.
—Creí que habíamos acordado hacer lo que nos dicen y ser buenos. Hasta que
tengamos veintiuno.
Cedo.
Pero cuando inclino mi rostro hacia arriba, y Ben sonríe, y se inclina hacia abajo,
hay un pequeño ruido. Un chasquido.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Hola, Ben —dice él, y le tiende la mano. ¡No, Ben! Pero es demasiado tarde. Ben
tiende su mano y Wayne ve su Levo. Deja caer su mano sin un apretón.
—¡Otro Blanqueado! Ustedes deben crecer a montones en los árboles. —Él escupe
en el suelo—. Y yo que estaba a punto de advertirte de andar con una puta
Blanqueada como esa.
302
—Espere un momento —dice Ben, finalmente entendiendo que Wayne no es el Sr. Bookzinga
Agradable.
—¡Cállate! —gruñe Wayne y empuja a Ben hacia atrás en el tronco—. Siéntate ahí y
cállate. Quiero… hablar con Kyla.
—Bueno, creo que mi hermano te despachó demasiado rápido. ¿Por qué querías
hablar con la mamá de Phoebe?
Miro hacia él, la mente en blanco todavía convencida de que no debía decirle a él.
Si la mamá de Phoebe pensó que ellos no deberían saber, estoy segura de que tenía
una buena razón, y yo no lo voy a decir. Ben quédate tranquilo, le ruego en silencio.
—Tengo maneras de hacerte hablar. Podrías disfrutar de ellas. Por otra parte, puede
que no. —Da un paso más cerca.
—Atrás —dice. Pero su rostro está blanco, contorsionado por el dolor. ¡No, Ben!
Wayne se ríe.
—¿Qué vas a hacer al respecto, Blanqueado? Podrías muy bien sentarte allí y
observar. —Empuja a Ben quien trata de dar un puñetazo, pero su Levo vibra más
fuerte y él se estremece, se desploma en el suelo.
—¡Ay, perra! Vas a ser más divertida de lo que pensaba. —Y él se mueve hacia 303
adelante, pero no puedo correr, no puedo dejar a Ben, y estoy asustada, pero estoy Bookzinga
más enfadada. Algo en el interior está temblando y pateando, gritando por salir.
—¿Kyla? ¡Kyla!
No les digas.
—Es Ben —digo, ya en el suelo junto a él—. Sus niveles. Ben, Ben, ¿estás bien?
—Su Levo vibra de nuevo.
—¿Cómo están sus niveles? —dice Amy, respirando con dificultad por la carrera.
Ben gime.
¿Sin embargo, la etiqueta dice aspirinas o paracetamol? Miro a Amy, ella se encoge
de hombros.
—Ahora. Dame una ahora —jadea él. Se la doy y la traga en seco, sin esperar el
agua. Lo rodeo con mis brazos, suplicando por dentro para que esté bien; Amy se
sienta en el suelo con nosotros, alternativamente, acariciando mi mano, y la de Ben,
y Jazz se encuentra en espera para llamar a los paramédicos. Pero Ben pronto deja
de temblar, el color comienza a regresar a sus mejillas poco a poco. Sus niveles
comienzan a aumentar.
304
Él me susurra que las pastillas eran de Aiden. Bookzinga
Pasa un rato antes de que Ben pueda caminar. Casi se desmayó. Es mi culpa. De
alguna manera convenzo a Jazz y Amy para seguir adelante, sólo un poco, para
que podamos hablar. Pero asegurándome de mantenerlos a la vista.
Los brazos de Ben están sobre mis hombros, inclinándose un poco, caminando
lentamente.
—¿Por qué?
Me encojo de hombros.
—¿La verdad? No sé. No debería haber sido así. No se lo digas a nadie, haga lo que
haga. O me habré ido.
—¿Por qué no le dijiste a Amy y Jazz lo que pasó? Tenemos que decirle a alguien
acerca de ese hombre. Él es peligroso.
—No. No podemos. Nos llevaría de vuelta a Phoebe, a que le dije a su madre que
ella ha sido Blanqueada.
—¿Y?
—Está bien —dice Ben por fin—. Pero prométeme que nunca caminarás hasta aquí
por tu cuenta. Nunca. ¿Lo prometes? 305
Bookzinga
Lo hago.
La mamá de Ben sale del garaje con un mono. Más joven y más bonita de lo que
esperaba: treinta o así, tal vez, el cabello largo y oscuro recogido hacia atrás.
—¿Esta es Kyla? Oh encantada de conocerte. —Ella nos hace entrar a Jazz, Amy y a
mí en su taller del garaje, lleno de maquinaria brillante, chatarra, esculturas. Está
terminando una de un búho: bucles de metal retorcido por garras, tuercas para los
ojos, aspas de ventilador entrelazadas para las plumas. Restos metálicos
Slated Slated#1 Teri Terry
—Igual que mi dibujo —digo, y ahí es cuando lo veo: mi dibujo del búho que Ben
me preguntó si podía tener, clavado en la pared. Ella lo está copiando.
No yo.
Esa noche, Amy llega a mi habitación para charlar. Sabía que lo haría.
306
—Mira, Kyla. He estado pensando. Tal vez mamá y papá están en lo correcto. Bookzinga
—¿Sobre qué?
—Sobre tú, y Ben. Estoy imaginando que tuvieron algún tipo de discusión o algo
así, y es por eso que casi se desmayó. Fuera lo que fuese, si no puede manejarlo, si
tú no puedes, entonces tal vez es demasiado pronto. No creo que deberías verlo
nunca más. Al menos, no por mucho tiempo.
—Bueno. Ya no vamos a ayudarte a ver a Ben. Así que lo que hagas o dejes de
hacer, es cosa tuya. Buenas noches —dice, y vuelve a su habitación.
Sebastian salta.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Parece que somos sólo tú y yo, gato —le digo, y él se acuesta y ronronea,
evidentemente contento con su suerte.
Huh.
Ben va a estar mejor sin mí. No importa lo mucho que duele por dentro, yo me voy
de su vida antes de que haga más daño.
307
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 43
Traducido por Auroo_J y SOS Otravaga
L
a mañana siguiente llegué a biología antes que Ben, y consideré el cambiar
de asiento, para sentarme con alguien más. Pero Hatten sigue ahí como
nuestro maestro sustituto: no quiero estar más cerca de él. Así que la última
fila de costumbre con Ben será. 308
Bookzinga
—Necesito hablar contigo en el almuerzo —susurra Ben cuando llega.
—No puedo.
—Ocupada.
—Quieres oír esto. Y hay algo que tengo que decirte, de la señorita Fern. Nos
vemos por la biblioteca, ¿de acuerdo?
—Pero…
—Silencio todo el mundo —dice Hatten—. Espero que todos hayan tenido un buen
fin de semana como yo.
Él sonríe de una forma que sugiere que no lo pasó para nada bien, y algunas de las
chicas se ríen.
Slated Slated#1 Teri Terry
Se apoya en la primera fila. Pantalones negros ajustados, una camisa oscura, más
desabrochada que la mayoría de los profesores, cubre su cuerpo. ¿Es de seda?
—Hoy, clase, vamos a continuar con nuestro estudio del cerebro —dice, y estoy
más nerviosa.
Pero en esta ocasión algunas de las chicas lo ven hacerlo. La celosa mirada que me
dan sugiere que tendré que pagar por eso, más tarde.
309
Bookzinga
Donde Phoebe atrajo su petirrojo: parece que fue hace mucho tiempo, pero no lo
es, de verdad. Ni siquiera tres semanas. Caminamos en silencio por el camino
principal, y luego salimos a bosques más densos con un rastro tenue. Sin embargo
Slated Slated#1 Teri Terry
Él suspira.
—Está bien, ella primero. ¿Te dije que mi padre es un profesor de escuela
primaria? Otro maestro con el que trabaja fue a la universidad con Ferny, así es
como la llama. Y fueron a visitarla en el hospital ayer por la tarde.
—Sucedió en un auto. Pero no fue un accidente. Ella dice que alguien la sacó de la
autopista.
Jadeo.
310
—¿Fueron los Represores? —susurro. Bookzinga
—Kyla, escucha. Te prometí que no haría nada sin antes hablar contigo, así que
aquí estoy. Hablando contigo.
no luce tan feliz. Llega con la otra mano y salvajemente tuerce el Levo. Su rostro se
contorsiona de dolor.
—Mira —dice y sostiene su Levo delante de mí, pero todavía está en el verde. 7.6.
Torcerlo como lo hizo debería haber hecho caer en picada sus niveles.
—He tomado otra de las pastillas de Aiden, y no importa lo que haga, mis niveles
no se caerán. He intentado todo tipo de cosas: se quedan arriba.
—¿Y?
—¿No te das cuenta? El vínculo entre el Levo y el cerebro es bloqueado por las
pastillas. Se puede eliminar sin perder el conocimiento, sin ningún efecto. —La cara
de Ben brilla, sus ojos brillantes y sobreexcitados. Al igual que alguien con fiebre.
O en drogas.
—No lo sé —le digo, pero mi mente está luchando con la posibilidad. ¿Tiene 311
razón? El Levo lee emociones, mediante la comunicación con un chip implantado Bookzinga
quirúrgicamente en el cerebro. Demasiada baja y esto activa una cascada que
interrumpe brevemente el flujo de sangre al cerebro, dando un apagón; todavía
más bajo, la interrupción es permanente, causando convulsiones, y muerte. Sin
embargo, ¿si los niveles no se ven afectados?
—¡Sí! Todo se junta: Aiden lo dijo, acerca de los TAG eliminando Levos. Las
pastillas bloquean la conexión entre el cerebro y el Levo. Lo hacen. —Él toma mis
manos entre las suyas, sus ojos buscan los míos—. Piensa en ello, Kyla: cómo sería
ser solo nosotros mismos. Sentir lo que queremos.
Nadie podía decir que estábamos desestabilizando nuestros niveles. Podríamos ser
tan felices o tristes como quisiéramos. Pero esto es un cuento de hadas. No habría
lugar para nosotros, aquí, en este mundo.
Me alejo.
—No. He estado loco; comprando lo que me dijeron. Ahora estoy más cuerdo de lo
que he estado. Aiden estaba en lo cierto, aunque no fue lo suficientemente lejos.
Esto está mal, lo que han hecho con nosotros. Mira lo que pasó ayer. Si Jazz y Amy
no hubiera estado allí, entonces... —No terminó la frase.
Mi mente se aleja, también. Anoche acompañé a esa memoria particular a una 312
pequeña puerta en mi cerebro, la lancé dentro y la encerré, hermética. No quiero Bookzinga
pensar en ello en caso de que encuentre una salida.
Se encoge de hombros.
—Voy a lograrlo.
—El taller de mamá tiene cosas que pueden cortar a través de cualquier metal. Le
ayudo todo el tiempo, sé cómo usarlos.
Dijo que el camino de Aiden no fue lo suficientemente lejos. Quiere unirse a los
terroristas.
Y allí, en sus bellos ojos, está la admisión, la confirmación. Quiere ser un terrorista.
Mi garganta se aprieta. No sabe las cosas que ellos hacen, no podría y todavía
seguir pensando en esto.
—Es la única manera de hacer que el gobierno escuche, de cambiar las cosas. ¿No 313
lo ves? Bookzinga
Niego con la cabeza, alejándome. ¿Este es Ben, o son las pastillas? ¿Lo han hecho
pensar así?
—¿Qué?
—¿Cómo puedes decir eso? Kyla, ¿no sabes lo que siento por ti?
Slated Slated#1 Teri Terry
Pero no quiero oírlo. Si lo que siente lo hace quitarse la vida, ¿de qué sirve? De
nada.
—Tengo que pensar por mí mismo, no puedes hacerlo por mí. Por mucho que te
gustaría hacerlo.
Me doy la vuelta y regreso a la escuela. Mi Levo vibra: genial. Miro hacia abajo. 4.2.
Ben me sigue.
314
—Aquí. Toma una de éstas. —Él tiende su frasco de “pastillas para el dolor de
Bookzinga
cabeza”.
En su lugar, corro.
Al final del día, llego al auto antes que Amy, y le pido a Jazz que le diga a Mac que
quiero verlo, con la esperanza de que él lleve a Aiden también. Me había
prometido que no hablaría con Aiden de nuevo, pero tal vez él pueda ayudar a
Slated Slated#1 Teri Terry
disuadir a Ben de hacer algo tan loco, o al menos, decirle cómo lo hicieron los TAG.
Si él no está ahí, tal vez Mac pueda ayudarme a persuadir a Ben de que espere
hasta que lo localice. Es lo único que se me ocurre para tratar de detener a Ben.
Más tarde esa noche, el papel en blanco y un lápiz yacen sin usar en mis manos.
Incluso mi dibujo me ha abandonado.
—La cuestión que estamos considerando es cómo lidiar con el dolor. El dolor puede matar,
por sí solo: el cuerpo entra en shock y se apaga. Si es lo suficientemente grave.
El chico sonríe, incluso con menos idea de lo que viene de la que tengo yo. No se parece en
nada a mí. Se sienta cuando se le dice, habla cuando se le habla, y sonríe con grandes
sonrisas tontas todo el tiempo. Incluso más ahora con ese goteo en su brazo, el vaso de
whisky vacío en su mano. Sus pupilas están dilatadas y una fina capa de sudor brilla en su
piel, aunque la tienda está tan fría que puedo ver mi aliento.
—No funciona con anestesia general: deben estar conscientes. No he descubierto el por qué.
Todavía. —El chico todavía sonríe, o bien no escucha o no comprende. Él es mayor que yo:
quince o dieciséis años, tal vez—. Esta vez, además de la mezcla usual, estamos probando
315
con cocaína: una viejita pero buena. Difícil de conseguir en estos días, pero localizamos un
Bookzinga
poco. Extiende tu mano —ordena él, y el chico obedece. Ata su brazo sobre una mesa. Es
entonces cuando veo la sierra: está alineada con la muñeca del chico.
—Buena chica. Y no, no voy a cortarle la mano. A pesar de que ese sería un experimento
interesante en el dolor, en sí mismo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Él tira de la manga del muchacho, expone un círculo de metal. Como un brazalete, con
números como un reloj, pero no está dando la hora.
—Este es un Levo, y él ha sido Blanqueado. —Él tuerce la muñeca del chico y ajusta las
correas para que el Levo quede alineado en ángulo recto con una división en la mesa de
metal. Alineado con la sierra—. Esta sierra es de punta de diamante, y es lo único que
atravesará el metal que utilizan en estos dispositivos; créanme, lo hemos intentado todo.
Frío, calor, productos químicos, todo tipo de dispositivos de corte. Sin embargo, una
anticuada sierra con punta de diamante funciona mejor.
—Apártate un poco, puede haber algo de salpicaduras si voy demasiado lejos. —Enciende
un interruptor, la sierra gira, chilla. La empuja hacia la mano del muchacho. Hacia su Levo.
El chico observa, con los ojos grandes, inseguro ahora. Él mira a los míos. La sierra alcanza
el Levo, golpea contra éste y comienza un fuerte chirrido, las chispas vuelan. Y entonces él
comienza a gritar… 316
Bookzinga
El dolor gira a través de mi brazo; forcejeo, pero pronto me doy cuenta de que sólo
son mantas enredadas las que me sujetan. Lo único brillando en la oscuridad son
los ojos de Sebastian. Enciendo la luz de la mesita. El pelaje de Sebastian está de
punta, parado hacia arriba por su columna vertebral, a lo largo de su cola. Una fila
de arañazos se arrastran por mi brazo: ese es el dolor que me despertó. No era
parte de mi sueño, en absoluto. Es la segunda vez que Sebastian me ha despertado
en medio de una pesadilla.
Algún instinto me dice que es ambas cosas. Mi yo del sueño no sabía lo que eran
los Levos, excepto de una manera abstracta; tampoco reconoció a ese chico como
un Blanqueado, a pesar de que era evidente. Pero hay una conclusión inevitable.
Slated Slated#1 Teri Terry
317
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 44
Traducción SOS por Lalaemk
—¡E
s hora de irnos! —grita mamá por las escaleras.
Todo está tan lejos de estar bien que, incluso si pudiera decirle, no sabría por
dónde empezar. En lugar le echo un vistazo al reloj de la puerta.
—Sabes, Kyla, tal vez podría ayudar si me dijeras lo que está mal. Por la forma en
que has estado obsesionándote estos últimos días, es evidente que existe algo así.
Hay una parte de mí que anhela contarle todo. Ella podría ver una salida a esta
caja que yo no puedo.
Peligro.
Yo frunzo el ceño.
—No te enfades con ella. Estaba preocupada por ti, y sobre Ben.
Miro por la ventana. Las buenas intenciones de Amy están causando tantos
problemas.
—Kyla, ¿entiendes por qué tu papá y yo pensamos que lo mejor es que no vayas a
correr sola con Ben?
—Yo sí recuerdo como es, ya sabes. Ser joven y querer estar con alguien.
319
—Entonces, ¿por qué no puedo correr con Ben al Grupo?
Bookzinga
—Porque no puedes. Pero para que lo sepas, no siempre estoy de acuerdo con tu
padre. Estuve de acuerdo porque, oficialmente, está en lo cierto, y no podemos
hacer cosas que te meterán en problemas, ¿verdad? Pero mantén las cosas como
están por un tiempo, y vamos a ver si podemos hacer que Ben esté alrededor de
vez en cuando. Con chaperón, me temo. —Ella sonríe y sé que está tratando de
ayudar, piensa que está de mi lado. Pero es mucho más complicado de lo que se
puede imaginar. Ben podría no estar alrededor lo suficiente por un rato, o
cualquier otra clase de tiempo.
Si tan sólo pudiera hablar a solas con Ben, hacerle entrar en razón.
Espera un minuto.
—¿Qué es eso?
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Podrías recogerme un poco más tarde esta noche? No mucho. Sólo para que
podamos hablar por unos minutos, de algunas cosas.
—¡No se lo diré!
Ella suspira.
—Gracias —digo.
—Oh, bien, una sonrisa. Trata de tener una después cuando vaya por ti, ¿de
acuerdo?
320
El Grupo comienza como de costumbre. Penny tiene un jumper brillante y es tan Bookzinga
alegre para ser normal; Ben llega tarde. Él no se sienta a mi lado, y yo trato de bajar
la intensidad de la herida. ¿Está enojado por la forma en que lo dejé, yéndome de
esa manera?
En el Grupo, todo el mundo habla estúpidamente sobre las cosas que realmente no
importan. Le echo un vistazo al reloj, conforme pasan los minutos. Terminamos
minutos después, y casi tengo que morder mi lengua para detenerme de objetar.
Cuando Penny finalmente dice que podemos irnos, Ben se levanta y se dirige a la
puerta.
—Espera —digo.
Se da vuelta, me mira a los ojos por primera vez en la noche. No dice nada, y es
como un puñal en el interior. Casi me escabullo. Pero tengo que hablar con él.
Tengo que encontrar las palabras que pondrán fin a sus planes.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Ben, por favor. ¿Podemos hablar? Mamá vendrá tarde. Tenemos un poco de
tiempo.
Él mira a través de la habitación; Penny está mirando hacia otro lado, hablando con
los padres de uno de los otros.
—¿Estás enojado conmigo? —digo, y entonces quiero retractarme. Hay tantas cosas
que hay que decir; que podría esperar.
Niega.
—Por supuesto que no. Pero estoy tratando de mantenerme lejos de ti. No quiero
que te asocies conmigo en público, así, cuando las cosas se vayan abajo... —Hace
una pausa—. No quiero que te metas en problemas.
Suspiro.
—¿Eso significa que no has vuelto a tus sentidos? ¿Sigues planeando seguir con 321
ello? Bookzinga
—No, sólo lo deseaba. Pero por lo menos espera hasta que podamos ver de nuevo
a Aiden. Él puede decirte cómo lo hicieron, te dará una mejor oportunidad. —Te
hará cambiar de parecer.
Ben niega.
—Escúchame: No voy a cambiar de opinión —dice con una voz tranquila, con
determinación—. Y no creo, por lo que dijo, que Aiden realmente sepa lo que
hicieron, de todos modos.
los niños; hay ojos por todas partes. Toma mi mano y enlaza nuestros dedos—.
Esto va a hacer por ahora.
—He empezado a hacer algo a través del equipo del taller de mamá. Voy a
empezar algo este fin de semana.
—¿Tan pronto?
—Sí. Mamá va ir con la hermana de mi papá que va a tener un bebé; papá ya está
ahí. Los convencí de que podía quedarme aquí por mi cuenta.
Lo miro tristemente.
—Kyla, escucha. Si esto funciona, también podremos cortar el tuyo. Podemos huir 322
a algún lugar, juntos. Sin nuestros Levos nadie podrá mantenernos separados. Bookzinga
—¿Qué pasa con el TAG? —susurro, tan bajo como puedo—. ¿Has renunciado a
esa idea?
Sacude su cabeza.
—Entonces. Sólo tú, yo, y una organización terrorista. Suena como el cielo.
Me subo al asiento.
Una vez que llegamos a casa me escapo del té y simpatía tan pronto como me es
posible, pero no puedo escapar de mis pensamientos. Ben, quitándose su Levo:
gritando de dolor. Si de alguna manera sobrevive, Ben con el TAG.
Acercándose más y más, miro hacia arriba y veo los ojos del sujeto. Azul, amplios: No está
asustado. No aún.
Miro de vuelta a la sierra, mientras toca el Levo. Las chispas vuelan en un arco.
—¡Más presión!
Aprieto los ojos cerrados y con ellos cerrados, veo con más claridad. Él cambia: el niño
gritando se ha ido. Y en su lugar está Ben.
—¡No! ¡Ben, no! —Embisto a la máquina, para detener la sierra antes de que lo alcance,
para liberar las correas, pero hay brazos agarrándome fuertemente y sosteniéndome
firmemente.
—¡No!
Peleo, pateo. Lucho, araño y grito. Pero no es bueno. Estoy atada a una silla, con el brazo
sobre la mesa. La sierra gime...
Bzzzz...
324
Mis ojos se abren de golpe, desesperada por escapar del horror. Un sueño, pero Bookzinga
todavía puedo oír, ¿la sierra?
Bzzzz...
Busco por la luz, y cuando esto sucede otra vez, lo siento, en mi muñeca: mi Levo
está vibrando, un peligroso 3.3. Estoy con náuseas y temblando. Esta vez, para
empezar por lo menos, yo era la que estaba maniobrando la sierra. ¿Realmente
podría hacer algo así?
morir. Sino de estar sin mi Levo. Lo odio, lo que significa y lo que representa, lo
que le hace a mi vida. Sin embargo, por alguna razón necesitaba mantenerlo, que la
sola idea de perderlo me llenó de terror.
¿Por qué?
325
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 45
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ y Xhessii
E
l viernes en la noche cuando alcanzo la parte de atrás del bus, el puesto
usual de Ben está vacío. Me medio levanto mientras el bus comienza a
andar, y miro todas las cabezas. No; no está sentado en ningún otro lugar.
326
Simplemente no está allí.
Bookzinga
Me entra el pánico. No lo hizo. No. Dijo que sus padres se iban de viaje este fin de
semana; que era cuando iba a tratar de cortar su Levo. ¿No lo habría adelantado, o
sí?
Aturdida, sigo las clases de la mañana, como si estuviera en una pesadilla. Incluso
considero pedirle ayuda a la Sra. Ali. Si le digo lo que Ben está pensando, lo van a
detener.
No dejaran que lo haga. ¿Pero por cuanto tiempo estaría a salvo y bien? ¿Qué
harían los Represores con él?
Si no es ya demasiado tarde.
Vago por los jardines en el almuerzo, sola. ¿Puede alguien ayudarme? Trata con
Jazz.
La sala común de los sextos en el edificio principal es donde Amy dice que por lo
general tienen el almuerzo, y me dirijo allí. Ella sigue en su puesto de trabajo, por
Slated Slated#1 Teri Terry
Me paro, insegura, en la puerta. Por favor, que estés allí, Jazz. La sala común está
abarrotada, llena de estudiantes hablando en grupos, en bancos comiendo su
almuerzo, en las mesas y cubículos de estudio haciendo la tarea, estantes en la
esquina más alejada; estiro mi cabeza.
—Muévete, por favor —dice una voz detrás. Me muevo a un lado y dos chicas
mayores entrar, mirándome intencionadamente—. Piérdete. Sextos solamente.
Me ignoraron y siguieron.
Nos dirigimos por el pasillo fuera del edificio. El cielo es gris, y una ligera llovizna
cae. Suficiente para que los bancos y las rutas estén en su mayoría desiertas.
—No —susurro. Dudo, es mejor para él si no sabe ningún detalle—. Es solo que
Ben estaba pensando hacer algo realmente estúpido. Ahora tengo miedo que lo
haya hecho.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Ya veo.
—Amy piensa que no deberías verlo nunca más. Está de acuerdo con tus padres.
—¿Qué te parece?
Se encoge de hombros.
Asiento.
—Te diré que. Vamos a saltarnos la escuela por la tarde, y nos pasamos por su
casa, ¿sí? A ver si está bien.
328
Me encuentro asintiendo; Jazz se va por su bolso, me dice que nos encontramos en
Bookzinga
su auto en pocos minutos. Esta es una mala idea.
Jazz se está tardando más que unos pocos minutos, y me comienzo a preocupar.
¿Cambió de parecer? No. Me hubiese dicho.
Pero entonces aparece por la esquina, con una gran sonrisa en su cara.
—¿De verdad?
Mis rodillas se vuelven débiles del alivio, y me siento mareada, casi como si fuese a
vomitar.
—¿De verdad?
—Gracias.
—No hay drama —dice, guiñando el ojo—. Nos vemos aquí al final del día, ¿bien?
—Trato hecho.
329
Me abrazo a mi propio alivio toda la tarde. ¿Por qué Ben no me dijo nada acerca de
Bookzinga
su viaje de estudios? Quizás porque teníamos otras cosas de las que hablar. Más de
las que discutir.
—Voy a decirle a Amy que alguien te estaba molestando en el autobús, por lo que
te lleve a casa. ¿Bien? —dice Jazz, como si leyera mi mente.
—Seguro.
Slated Slated#1 Teri Terry
No hay respuesta.
Skye estaba por la puerta del garaje cuando llegué ahí. Camino a través del jardín
hasta el garaje. Toco. No hay respuesta. Escucho; ahí. ¿Fue un ligero ruido en el
interior?
—¿Ben? —llamo.
Slated Slated#1 Teri Terry
—¿Kyla? —sonríe Ben—. ¿Qué estás haciendo aquí? —Mira para ambos lados, me
toma del brazo y me lleva adentro. Skye trata de pasar y la empuja hacia afuera,
luego cierra la puerta y pasa la llave una vez más.
—Se supone que tenía que hacerlo. Decidí tomarme el día libre.
—Importará muy poco. No estaré aquí la próxima semana. —Sonríe—. Estoy feliz
de que estés aquí. Así puedo despedirme.
El temor corre por mi cuerpo, convirtiéndolo en hielo. Pongo mis manos lejos de la
331
suya.
Bookzinga
—¡No, Ben, no! ¿Lo vas a hacer ahora?
—¿Por qué esperar? Mamá se fue para visitar a mi tía; papá ya está allí. Es perfecto.
Niego con la cabeza, temblando, las lágrimas pinchando la parte posterior de mis
ojos.
—Ssssh, Kyla. Todo estará bien. Un día muy pronto volveré por ti.
Se ríe.
—Espera. Por favor. Por lo menos habla con Aiden. ¿A lo mejor te puede decir
cómo lo hicieron, así tienes una mejor oportunidad de que funcione?
Piensa. Tengo que enseñarle cuán estúpido es esto, que no puede funcionar.
—Está éste. —Él sostiene un viejo cortador angular. Tiene un disco de filo de
diamante.
—Esto debe servir —dice—. La prensaré al banco. Por favor vete ahora, Kyla.
—Me quedo. No puedes detenerme —digo, desesperada por encontrar las palabras
que lo hagan abrir los ojos. Hacer que deseche este plan. Pero lo miro, a sus ojos, y
caigo derrotada. Nada de lo que diga va a hacer la diferencia. Ha tomado una
decisión.
Slated Slated#1 Teri Terry
Mi cabeza cae en mis manos, casi mareada por la impresión cuando me golpea:
tiene que ser un corte rápido. Él comenzará y no será capaz de terminar, y morirá
en un dolor horrible. Si no puedo detenerlo, tengo que ayudarlo.
Es más difícil de hacer esto con un cortador de mano que con el cortador fijo
especial en mi sueño, pero el principio es el mismo.
—Va a ser mucho más seguro si lo hago en vez de ti. No serás capaz de controlar
el dolor.
Su rostro es reticente.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Tiene sentido —admite él—. Pero, ¿estás segura de que puedes hacerlo? ¿Estás
segura de que quieres hacerlo?
—Sí.
Él duda.
—Bien —dice finalmente. Levanta las Pastillas Felices de Aiden—. Pero al menos,
toma una de estas.
Dudo, pero tiene razón. ¿Qué pasaría si mis niveles caen y el cortador con él?
—Bien —digo, y me tomo una pastilla con un vaso de agua. Ben toma un
puñado—. ¿Es seguro tomar tantas?
Mi sueño…
Hay una puerta entre el garaje y la casa; Ben va, luego regresa con una botella.
Bebe un poco. Tose y hace una mueca.
—Esto es asqueroso.
—Por favor, no hagas esto. Por favor. No es demasiado tarde para cambiar de
opinión.
—¡No! Si tú continúas, te ayudaré. Pero Ben, escucha. Creo que una vez que
empiece a cortar el Levo, no hay vuelta de hoja. Tengo que terminar para detener
el dolor.
—Ponte los guantes —dice él—. Aquí. Limpia los controles, el mango, todo lo que 335
has tocado. —Me puse los guantes e hice todo lo que me pidió. Bookzinga
—¿Listo? —murmuré.
—Espera.
—Kyla, lo que sea que me pase: te amo. Siempre te amaré. —Y está bien, él ha
tomado suficientes Pastillas Felices para hacer a un Represor amigable, y además
whisky. Apenas sabe dónde está, sin contar lo que dice, pero parece que lo dice en
serio.
Lo miro y quiero decir las palabas, que también lo amo, pero están atrapadas
dentro de mi garganta apretada, y no saldrán.
—¡Hazlo! —dice.
Skye debe saber, por algún vínculo canino con Ben que ella ha adorado y siendo
adorada desde que era un cachorro, y empieza a aullar y arañar la puerta, luego la
puerta es golpeada como si se lanzara contra ella.
Las chispas empiezan a volar y he empezado, así que no puedo detenerme. La hoja
corcovea, patea, rechina, y el cortador se ha puesto tan caliente que incluso con
336
guantes apenas puedo sostenerlo. Hay sangre que sale de la boca de Ben y su
Bookzinga
cuerpo está convulsionando, pero de alguna manera, todavía sigue en silencio, y
no intenta romperlo.
La última parte del Levo está poniendo resistencia. Se jala y se gira y luego… da un
chasquido. Se acabó. Libero el interruptor y jalo de nuevo el cortador, pero no
antes de que el brazo de Ben caiga. Su muñeca toca la hoja mientras se detiene.
Hay sangre y tiro el cortador, me apuro para liberar la abrazadera y agarro una
toalla para envolver su muñeca.
—¿Ben? ¡Ben! —Lo sacudo, su cuerpo está flojo, está inconsciente, hay más sangre
en su boca, ¿mordió su lengua? Se desliza de la silla. Me quito los guantes y los tiro
en la esquina, y siento su cuello. Su pulso es errático.
La mamá de Ben.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Olvidé la cosa del bebé… —Empieza a decir, luego mira a Ben en el suelo en mis
brazos—. ¿Qué pasó?
Las lágrimas están cayendo por mi rostro, estoy sacudiendo mi cabeza y no puedo
hablar.
Ella me aleja y revisa la toalla que está empapada de sangre. El color se drena de su
rostro.
Y estoy temblando, estoy débil. Píldora Feliz o no, mis niveles están cayendo
rápidamente. Vibra.
—¡Vete! No sé lo que realmente pasó aquí. Pero por ahora, vete. ¡Sal de aquí antes
de que ellos vengan!
—No por ese lado —dice ella—. Usa la puerta trasera y el camino del canal. ¡Vete!
Slated Slated#1 Teri Terry
Me tambaleo por la puerta trasera. Cruzo el jardín detrás de su casa, salgo por el
acceso. Ahí está el camino del canal, como dijo. De alguna manera me meto ahí,
detrás de las casas. Cuento hasta cuatro. ¿El compañero de Jazz?
La música suena demasiado fuerte que el suelo está vibrando. Golpeo con fuerza la
puerta trasera, pero nadie responde. Entro.
Jazz me mira, y se gira a apagar el estéreo. Entonces escuchan las sirenas. Las
lágrimas caen por mi rostro.
Suena otra sirena, como si estuviera intentando hacer una armonía, pero el sonido
es discordante, duro, fuerte: y se encamina hacia aquí.
Miente.
Ben…
Fuera de la ventana del frente ahora no hay una, sino dos ambulancias en la
entrada de Ben. ¿Qué significa? Si Ben… trago. Incluso cuando mis pensamientos
vacilan, no puedo comprender que lo peor ha pasado, no puedo encontrar las
palabras para imágenes que no puedo desterrar. Todo lo que puedo ver es el
cuerpo de Ben descansando en el suelo, convulsionando y su rostro contorsionado
con el dolor.
Otra sirena empieza a sonar en la distancia, pero esta es diferente. El tono, el tono
no es el mismo que el de la ambulancia, y el sonido resuena en mi cabeza, hace que
mi corazón lata fuerte y mi piel se erice. ¡Escóndete! Hazlo ahora.
Tan frío: estoy atrapada en hielo desde mi cabeza hasta los pies. Mi Levo zumba, y
Jazz agarra mi muñeca para mirar.
4.4.
—Maldición, Kyla. ¿Qué puedo hacer para ayudar? —dice Jazz, con preocupación
real en sus ojos.
3.8.
3.5.
Ben…
Jazz maldice.
—No Kyla; no aquí, no ahora. Vamos. —Él me lleva a la puerta trasera, diciendo a
Ian que es un secreto que estuvimos ahí.
—¿Qué quién estaba ahí? —dijo Ian—. Te haré saber si sabemos algo de Ben.
Slated Slated#1 Teri Terry
3.2.
—¿…qué?
Quizás lo hace.
¿Correr? ¿Ahora? Miro a mis pies, les dije que empezaran, y tropiezo caminando,
luego troto. Cuando el ritmo empieza a acabarse.
—¡Más rápido! —dice Jazz, siguiéndome por detrás—. Sé que puedes ir más
rápido.
Los ojos bonitos y gentiles de Ben; y esto. Ellos no irían juntos. ¿Eso te había
pasado?
Sí.
Continúa corriendo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Reviso.
Ben.
Ben. 341
Bookzinga
Para el tiempo en que Jazz se estaciona en frente de mi casa, mi Levo vibra de
nuevo.
—Vamos.
Bzzzz…
Slated Slated#1 Teri Terry
3.1.
Ben…
342
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 46
Traducido por LizC y MaryLuna
A
gonía. Mi mundo está lleno de dolor, no hay nada más. Pulsante, dolor al
máximo fluyendo, un vicio apretado firme en torno a todo lo que soy,
todo lo que fui, todo lo que puedo ser.
343
Poco a poco, las demás cosas pasan a ser tangible.
Bookzinga
Ben...
—¡Ben! Viniste.
Él sonríe.
—No puedo quedarme, ya es demasiado tarde. —Sonríe otra vez. Es sólo en los labios, ya
que sus ojos están tristes—. Sé fuerte, Kyla. —Se inclina hacia abajo, sus labios rozan los
míos, suavemente: nuestro tercer beso.
—Adiós, Kyla —dice, voz suave, sus palabras a la deriva en el silencio. Entonces se ha ido.
—¿Kyla? —dice mamá. Está sentada en la silla junto a mí—. Hola. —Su cara luce
cansada, pálida.
Trato de concentrarme; esto hace que el dolor empeore. Pero hay algo, fuera de mi
alcance, lo necesito saber.
—Silencio. Jazz te trajo a casa; te desmayaste mientras entraba por la puerta. Eso es
todo lo que sé.
—Por supuesto. Te dieron una inyección, y luego otra; regresaste por un segundo y
luego te desmayaste.
Los Represores: van a saber que estaba allí, en casa de Ben. Los paramédicos les
dirán que me desmayé, y Ben es mi amigo.
Lo van a descifrar.
Cuando abro los ojos otra vez el sol se asoma por las cortinas, y estoy sola. Esta vez
me las arreglo para sentarme, el latido en mi cráneo sordo e insistente, la náusea en
mi estómago urgente. Ahora no.
Represores.
La adrenalina acomete a través de mi cuerpo, dice corre. Pero todo lo que puedo
hacer es estar de pie. Me deslizo suavemente de nuevo en la cama. Lo mejor que
puedo hacer es hacerme la muerta. Momentos después, hay pasos en la escalera y
se abre la puerta.
—¿Kyla? —dice mamá, su voz suave. Permanezco quieta—. Ya les dije, está
dormida. ¿No puede esperar esto?
Mamá está mirando a los míos, sus ojos me dan un mensaje urgente: ¿qué dicen?
Dos hombres en trajes grises custodian la puerta detrás de ella, hacen que la
habitación parezca más pequeña. Cierra los ojos. Ellos aletean hasta cerrarse una vez
más, mientras mi interior se arremolina. Qué les dijo; ¿qué saben ellos? Si nuestras
historias no son iguales… peligro.
—No veo por qué tienen que hablar con ella, pobrecita. Ya ha sufrido bastante. Ya
les he dicho lo que pasó: que ella estaba preocupada porque ese Ben no estuvo en
la escuela, así que fuimos...
Más mensajes: me está diciendo cómo jugar. Soy joven y tonta, saben que fuimos a 346
casa de Ben, a ella no le gusta Ben. Bookzinga
Gracias, mamá.
Me revuelvo, esta vez. Abro mis ojos. Le sonrío una soñolienta sonrisa Blanqueada
a mamá, y luego hago una mueca de dolor.
—Pobrecita. Estos señores sólo quieren hacerte un par de preguntas ahora, ¿de
acuerdo? Déjame ayudarte a sentarte un poco.
Di la verdad como ella la sabe. Y peleo en mi cerebro para recordar lo que ella sabe, lo
que no sabe.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Sí.
—Estaba muy molesta. Mi amigo Ben no estaba en la escuela, y mi otro amigo me 347
llevó a su casa para ver si se encontraba bien. Bookzinga
—¿Tu otro amigo? —Todavía es el hombre más joven quien habla, quien toma la
iniciativa; le echa un vistazo a mamá de vez en cuando con una mirada de
asombro. Pero es el otro de quien me preocupo. Él permanece de una cierta
manera que dice que está a cargo.
—¿Y entonces...?
—Mamá y papá me dijeron que no corra a solas con Ben nunca más —digo—. Me
gusta correr. —Dibujo una gran sonrisa de Blanqueada.
—¿Pastillas? No lo creo. —Amy vio sus pastillas—. No, espera. Tenía unas pastillas
para el dolor de cabeza en su bolsa. Tomó una cuando no se sintió bien el
domingo.
—Sin duda que son suficientes preguntas —dice mamá—. La pobre chica no está
para nada bien, en absoluto.
El hombre más joven empieza a retirarse del cuarto, el más viejo inclina su cabeza
hacia un lado. Levanta la mano y los otros paran.
—No del todo —dice. Mira hacia el otro Represor—. Busca en este cuarto.
—Oh, creo que lo es. Sáquenla primero. —Él asiente con la cabeza hacia mí con
desdén.
Slated Slated#1 Teri Terry
Me levanta con una cara como si estuviera sosteniendo una rata de alcantarilla,
entonces me deposita al lado de la puerta en la cama de Amy.
Bajo la alfombra suelta por la ventana: mis dibujos ocultos. De Gianelli después de
que los Represores se lo llevaron: Mamá me dijo que los destruyera. Cómo me
gustaría tenerlos. Y el de Ben. Si ven cómo lo dibuje, no van a comprar la inocencia
de Kyla y su “amigo”. Verán cómo me siento por él. Obligo a mis ojos a cerrarse.
Los minutos pasan. Oigo a mamá amonestándolos que no hagan un lío. No hay
gritos, ningún “mira lo que encontré”. Tengo la esperanza que no los encontraran, 349
a pesar de que no lo puedo creer. Bookzinga
Por último, hay pasos pesados en el pasillo, escaleras abajo. Momentos después, la
camioneta arranca en el frente. Ellos se van, ¿tan fácil como eso? De alguna manera
no creo que sea el fin de su interés por mí.
Mamá pintó una imagen de Ben que querían ver: Ben el chico peligroso, del que
me advirtió mantenerme alejada. Y la desobedecí. Se sentía desleal, incorrecto.
—Gracias —susurro.
350
—¿Kyla? —dice mamá—. Te he traído un poco de sopa.
Bookzinga
Se ve como ella misma. No hay signos de estrés de la visita de un Represor.
Termino la sopa.
—Tenemos que hablar —dice—. Siento hacer esto. Deberías estar descansando,
pero esto no puede esperar.
—Muy bien.
Me hundo en mis almohadas. ¿Qué es lo que digo, qué no debo? Y es muy difícil
de controlar. Las lágrimas se filtran entre mis párpados de nuevo, y vibra mi Levo.
Entonces mamá está allí, sentada junto a mí, con su ligera mano sobre mi cabeza,
alisando mi cabello.
—Jazz no dijo mucho. Sólo que estaban preocupados por Ben. Te llevó a su casa,
pero no entraste porque había ambulancias y Represores allí, y luego te trajo a
casa.
Asiento con la cabeza, y luego hago una mueca de dolor. Así que estaba en lo
cierto: Jazz no dijo que estaba con Ben.
—Si me entero de algo, te lo diré. Pero no deberías preguntarle a nadie más sobre
esto. ¿Me oyes, Kyla? Esto es serio. No hables de Ben, no te mires molesta, no
hagas o digas nada de él. No, en la escuela o en casa, o en cualquier otro lugar.
—Lo que has dicho a los Represores hoy es tu historia, la única historia. Mantenla
exactamente igual a cualquiera que pregunte: en el Grupo, en la escuela, aquí en
casa. —¿Casa? Se refiere a Amy, y papá. Y su elección de palabras: lo que voy a
decir es una historia. Mi historia, no la verdad. Ella sabe más de lo que deja ver.
—Oh, ¿Kyla? Ese era un hermoso dibujo de Ben. Lo encontré, y los otros anoche.
Realmente lo siento, los tuve que destruir. —Cierra la puerta.
Slated Slated#1 Teri Terry
Con ojos muy abiertos, me quedo mirando el espacio donde acaba de irse. Gracias
mamá. Una vez más. Los habrían encontrado, estoy segura. De alguna manera ella
sabía que iban a venir, y buscó en mi habitación anoche mientras dormía. Y me
doy cuenta de que encontró el de su hijo Robert, también: debe preguntarse cómo
sé qué aspecto tiene. ¿Cómo sé de él, en absoluto?
¿Ella me protege? O, tal vez, no confía en mí. Buscó en mi propia habitación para
asegurarse de que no había nada que me hacía culpable de nada más allá de unos
pocos imprudentes dibujos.
¿Cómo se sentiría si supiera que fue por mi culpa, que lleve a Ben para ver a Mac y
Aiden, que con él consiguió las pastillas, que se le ocurrió la idea, incluso, para
intentar lo que hizo?
¿Cómo se sentiría si supiera que yo fui la persona que manejaba el cortador que
cortó su Levo?
Más tarde esa noche, oigo un auto, y me pregunto si los Represores están de
vuelta. Pero cuando me deslizo de la cama para mirar, es papá. Él no ha vuelto por
352
varios días. Hay voces abajo, suena enfadado. Mucho.
Bookzinga
Pero cuando me despierto a la mañana siguiente, él se ha ido.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 47
Traducido por Lalaemk y ƸӜƷYossƸӜƷ
M
amá me sigue llevando de casa a la escuela por varios días. Hasta que
no quiero más tiempo entre cuatro paredes, sin nada que hacer más
que estar con mucha gente en mis pensamientos, y llorar, con ella y
Sebastian, asfixiándome con abrazos y amabilidad felina. Amy se nos une cuando 353
regresa a casa de su experiencia laboral. Forman un frente unido, un esfuerzo Bookzinga
Mientras más pienso en ello, le echo más la culpa de todo este enredo a esa cabeza
de cabello rojizo. Y a Mac por presentarnos a Aiden. Y a Jazz, también, porque Mac
es su primo.
Eso me saca de la cama y me visto. Bajo por las escaleras a tiempo para escapar.
—¿No crees que sería mejor para todos si hago acto de presencia esta noche?
—Si puedes ser como eres normalmente, deberías estar ahí. Yo te llevo.
—No estás lo suficientemente bien para correr; ha pasado menos de una semana
desde tu desmayo.
—Físicamente, estoy bien: tal vez no al cien por ciento, pero no está lejos, y correr
me hace ser más como yo. Ayuda a mis niveles. No es que quiera correr, necesito
correr. ¿Puedes entenderlo?
—¿Pero tú sola?
Ella cede.
—Trato.
Sería prudente comenzar con un trote lento, trabajar la velocidad poco a poco y ver
cómo me va. Mi cabeza late con cada paso sobre el suelo, y no he comido mucho
últimamente. Pero pongo todo lo que tengo en mis músculos, mis piernas y pies;
voy rápido y más rápido hasta que eso se hace cargo.
Pero el sonido es hueco. La última vez en este trote, el ritmo de Ben se combinaba
con el mío. Mis pies vacilan cuando paso el camino que conduce fuera de la
carretera, donde Ben me levantó en la valla. Cuando nos quedamos solos y me
besó esa primera vez.
Ahora que estoy corriendo, puedo pensar acerca de mi sueño, donde vino para
despedirse. No pude pensar en ello con anterioridad; era como una herida que, si
la tocaba, gritaba de dolor.
La Dra. Lysander dice que mis sueños están hechos de pensamientos al azar y de
imágenes robadas del subconsciente de mi mente.
355
Que no son reales. Que algunas veces las personas incorporan recuerdos en sus Bookzinga
sueños, pero que si has sido Blanqueado necesitas construir tus bancos de
memorias antes de que esto pueda pasar, y mientras tanto, la mente hace cosas
para llenar el vacío. En resumen, de acuerdo a ella, es que los sueños son
inventados: no son reales. Algunas veces lo son.
Algunos de mis sueños vienen de los recuerdos, al igual que lo hacen mis dibujos.
Estoy segura de ello. Como el dibujo que hice de Lucy: pongo montañas detrás de
ella de donde vivía, montañas que nunca he visto antes. ¿Cómo no puede ser eso
un recuerdo? Pero con algunos de mis sueños, estoy menos segura. Como en aquel
en que mis dedos se estrellan con un ladrillo. Se siente real en el momento; ahora,
si lo pienso, se siente como un recuerdo de un acontecimiento real. ¿Pero es sólo un
recuerdo de mi sueño? Luego están los sueños como en el que estoy con el chico
Blanqueado atado y con su Levo cortado: que se siente más que real.
Pero luego, Ben se superpuso sobre el sueño, y nunca podría haber sucedido de esa
manera. Mi temor lo puso ahí. Y aquellos en los que estoy corriendo en la playa,
Slated Slated#1 Teri Terry
siendo perseguida: aquellos son más insustanciales. Hay menos detalle para
ponerlos sobre la tierra, para hacerlos sentir como si tuvieran algo de realidad.
Pero, ¿qué hay acerca del beso de despedida de Ben? ¿Su espíritu visitó mi sueño?
Los fantasmas son cuentos para los niños. No. Me rehúso a creerlo. De cualquier
manera, Ben no está muerto; no puede estarlo. Él puede estarlo.
¿Ojos azules? Sí, son azul oscuro, y pensativos. Empiezo a reducir mi ritmo. Una
capa de pecas sobre la nariz y las mejillas. Doy la vuelta, caminando ahora.
Recuerdo su sonrisa, también. No como una sonrisa Blanqueada, una de verdad.
¿O lo era? Quería usarme para sus propias razones.
A Ben, también. Le dio a Ben las pastillas, puso la idea en su cerebro. Cerca de allí
ahora.
Cuando me encontré con Jazz el otro día, estaba tan angustiada que sólo pude
manejar un 5.
Es la ira.
No lo entiendo. Mis niveles caen cuando estoy angustiada, pero la ira los sube. Ha
habido otros momentos como este, me doy cuenta: como cuando Wayne me
amenazó, y con Phoebe. Pero no tiene sentido. Los Levos están diseñados para ser
sensibles a cualquier extremo de la emoción.
La miseria que he sentido en los últimos días los ha, como se esperaba, mantenido
abajo. A veces peligrosamente. Pero el propósito principal del Levo es detener
cualquier posibilidad de violencia, cualquier daño a sí mismo o a los demás.
Kyla es diferente.
Slated Slated#1 Teri Terry
Enfrento la puerta al pasillo: es el momento de ser igual que todos los demás.
Respira profundo, enmarca los hombros, sonríe. Estás lista.
—Hola, Kyla. Está todo el mundo, ahora. ¿Podemos comenzar? ¿Tuvieron una
gran semana?
Hay un ardor en el interior. Tal vez una parte de mí era lo suficientemente tonta
para pensar que estaría aquí de algún modo. Que todo era una pesadilla inducida
357
por el desmayo, o que los paramédicos sólo lo arreglaron y lo enviaron a casa.
Bookzinga
—Para comenzar hoy, tenemos un invitado especial que va a decir unas pocas
palabras. Todos, este el Sr. Fletcher. —El Sr. Fletcher, no el agente Fletcher.
Lleva a cabo un largo discurso sobre los peligros y males de las drogas, y que
nunca, nunca tome pastillas ni nada menos que sean de su médico. Y si alguien
intenta darle algo, decirle a un padre o un maestro sobre ello, de inmediato. Sus
ojos están viajando por todo el grupo, uno por uno. No está aquí para hacer un
anuncio de servicio público, está buscando a alguien, cualquier persona, cuyas
reacciones no son lo que él espera.
Slated Slated#1 Teri Terry
Está buscando a alguien que sepa de dónde obtuvo Ben sus Pastillas Felices. Puedo
ver que está, para variar, tratando de no dar miedo, pero no está haciendo un muy
buen trabajo.
Muchas sonrisas fallan cuando describe las cosas horribles que las drogas pueden
hacer.
Ben decía que las Pastillas Felices lo dejaban pensar por sí mismo, sin dejar que el
Levo se metiera. Lo hicieron. ¿Es eso tan horrible?
Cuando el Grupo termina, me detengo hasta que los demás se han ido. Camino
hacia Penny.
Escanea mi Levo, charlando sin cesar sobre el clima. Algo ha pasado. Conecta el
escáner a su netbook, y jadea.
—Kyla, mira el gráfico. 2.1. Peligroso. —Lo veo con ella, y también veo lo que no
dice en voz alta: los dos últimos días, mis niveles han estado entre 3 y 4 la
mayoría de las veces. 7.1 hace un momento: un efecto secundario de la carrera.
—¿Qué paso? —pregunta. Pero pone una mano alrededor de la oreja, negando con
la cabeza de nuevo.
Un movimiento de aire, una fresca brisa que levanta el vello de mis brazos, me
hace girar hacia la puerta, inquieta, esperando que Fletcher esté de vuelta. En
cambio, es una sorpresa de otro tipo.
—¿Papá?
—Hola Kyla; hola Penny. ¿Lista para irte? —Sonríe, pero no estoy tranquila. No lo
he visto desde que lo vi tarde fuera de la ventana la otra noche; no estaba de buen
humor por lo que pude oír, y ya se había ido por la mañana. Me levanto y voy a la
puerta.
359
—Cuídate, Kyla —dice Penny. Bookzinga
—Gracias.
Llegamos al auto de papá, pero en vez de irse a la izquierda a casa, sigue derecho.
—Pensé que podíamos irnos de paseo, para tener una pequeña conversación.
—Bien —digo, inquieta. Quiere hablar sin que mamá escuche—. ¿Todo está bien?
¿Pensé que no ibas a volver hasta el domingo?
—Yo debería preguntarte a ti si todo está bien. He estado escuchando cosas acerca
de ti, Kyla. Tú y tu amigo, Ben.
—Oh.
—No me lo compro.
—¿Qué?
—La mirada inocente con los ojos abiertos. Estás envuelta, de algún modo, en lo
que pasó. Ahora escúchame. Tu mamá me ha convencido, esta vez, de dejar que las
cosas pasen. Que es de mi conveniencia para que las cosas en las que has estado
bajo mis narices no salgan a la luz. Y, francamente, no me importa lo que has hecho
este tiempo. Pero ya basta. No en mi casa. No todo es decisión de tu madre, hay
cosas que no puede controlar. ¿Lo entiendes?
Hay un millón de cosas que podría decir. Podría negar todas las acusaciones
ocultas en sus palabras; podría repetir la historia autorizada de los eventos; podría
llorar y pretender que no entiendo.
—Sí, lo entiendo —digo. Junto mis manos para dejar de temblar. Usa el temor,
alimenta la ira.
360
Papá siente.
Bookzinga
—Esa era la única respuesta que podías darme para parar que te devolviera, justo
ahora.
Maneja en silencio. Damos una vuelta alrededor al otro lado de nuestro pueblo, y
él se detiene en nuestra casa.
Capítulo 48
Traducido por NayeliR.
U
na noche sin sueño siguió: demasiadas miserias arremolinándose a través
de mi mente, queriendo atención. La alarma de la mañana para la escuela
vino temprano, pero no hay cuestión de tomarse otro día fuera. Una
buena pequeña Blanqueada no podía, y me han dicho: estoy manteniéndome fuera 361
de problemas. Pero, ¿cómo puedo ir a través del día, ser ordinaria, fingir como si Bookzinga
nada estuviera mal? ¿Cómo? Pon un pie en frente del otro, toma un paso a la vez.
Así que salgo de la cama. Uniforme escolar, puesto; cepillado de cabello. Finjo
comer el desayuno. Y espero por el autobús en la llovizna gris, brazos doblados
apretados a mi alrededor, tiritando contra el frío que cae del cielo y hundiéndose
profundo en mis huesos. No me voy con Jazz y Amy otra vez, ya que ella sigue en
la experiencia laboral.
A través de clases y descansos, no hay susurros de dónde está Ben, como después de
que Phoebe fuera tomada. No que pueda responder la pregunta, pero la falta de
Slated Slated#1 Teri Terry
eso escarba en mí. ¿Es por qué no lo notan, no les importa, o tienen miedo de
preguntar?
Entonces el momento llega: arrastro mis pies a biología. He estado temiendo esta
clase. Sin Ben a mi lado en el banco de atrás, y Hatten, con sus ojos conocedores,
pelando las capas en que he estado vomitando a mi alrededor. Después que todos
escaneamos nuestras tarjetas y nos sentamos, él destaca en frente. Una playera azul
profundo hoy. Enfatizando la falta de color en sus pálidos ojos azules. Sonríe su
lenta sonrisa; las chicas suspiran. Él comienza la lección, entonces se detiene un
momento después. Mira alrededor del salón.
Los estudiantes intercambian miradas, y es ahí cuando veo: ellos saben. Se dieron
cuenta de que Ben no está aquí, pero eso es tabú. Un tema de no discusión. Nadie
responde.
—Vamos —dice Hatten—. Sólo he tenido esta clase unas cuantas veces; no piensen
que sé el nombre de todos, no aún. ¿Quién falta?
362
Quédate quieta. Cállate. Bookzinga
—Ben. Ben Nix no está —digo, las palabras estallando fuera de mí, alguna
compulsión haciéndome decir su nombre en voz alta. Para hacerlo real, no como
alguien que incluso nunca existió, quien nunca importó.
—¿Dónde está? —pregunta, sus ojos en mí, y hay algo en ellos. Un destello de
diversión, como un gato jugando con un ratón atrapado bajo una pata.
Él sabe.
—¿Kyla? Espera. Quiero una palabra, por favor. —Hatten sonríe, y sostiene abierta
la puerta del salón para las últimas chicas que están arrastrando sus pies para salir
de su presencia. Ellas me destellan una mirada de puro desagrado y salen
enfadadas del salón.
No dice nada.
—Eres tú —dice.
Él se inclina.
—¿Escuchas las voces, Kyla, o cualquiera que sea tu nombre? Voces en tu cabeza
—susurra.
¡Corre!
—¡Yo no hice! Yo… —El color que queda se drena de mi cara—. ¿Él está en verdad
muerto? —susurro.
Sonríe.
¡Corre!
Mis pies suenan veinte veces antes de que recuerde: la señora Ali me prohibió la
pista en el almuerzo. Me concentro. No; eso no es cierto. Me prohibió correr con 364
Ben en el almuerzo, y Ben no está aquí, ¿cierto? Pero voy a dejar suficiente tiempo Bookzinga
para una ducha al final.
Capítulo 49
Traducido por Otravaga
E
stoy esperando por el auto de Jazz al final del día.
—No hay mucho que contar. Nada que no supiéramos ya, o supusiéramos.
—La mamá de Ian es amiga de la mamá de Ben. Le dijo que cuando los
paramédicos llegaron, parecieron revivir a Ben, pero no estaba respirando por su
cuenta. Tal vez no estuvo respirando por mucho tiempo antes de que ellos llegaran
allí. Pero ella no lo sabe, porque una vez que los Represores llegaron, la echaron.
Cuando las ambulancias se marcharon, la furgoneta de los Represores las siguió, y
no tenían prisa para llegar al hospital, sin luces ni sirenas, así que ella temía lo
peor. Pero no le dirán a dónde se lo llevaron, o lo que le pasó.
No digo nada. Parpadeo con fuerza y miro por la ventana. Vivo o muerto, los
Represores se lo llevaron. ¿Qué queda por decir?
Jazz toma la última vuelta y pronto estamos parando en casa de Mac. Estaciona el
auto en el frente.
—Kyla, hay algo más. La mamá de Ben le dio a Ian algo para que te lo diera.
—¿Qué?
—Está en el maletero.
366
Salimos del auto, y él patea el maletero, con fuerza, hasta que se abre.
Bookzinga
—Mejor que una llave —dice.
—Vamos —dice Jazz, y abro la tapa. Hay papel envuelto alrededor de algo, y quito
las piezas superiores, y veo metal. ¡Plumas de metal! Es la lechuza. Ella debe
haberlo terminado. Paso los dedos a lo largo de un ala.
—Ella dijo que Ben le pidió que lo hiciera para ti, así que quiere que lo tengas
—dice Jazz.
—No lo sabía —susurro. Ella trajo esta criatura a la vida, basada en mi dibujo. Es
muy hermosa, y es de Ben: aun así me la dio, a pesar de que debe preguntarse si
tuve algo que ver con lo que pasó. Ella nunca lo habría hecho si supiera lo que hice.
Las lágrimas escuecen detrás de mis ojos, y parpadeo para contenerlas. No puedes
quedártelo. Mi rostro cae—. No puedo llevarlo a casa. ¿Cómo puedo explicar de
dónde vino?
Slated Slated#1 Teri Terry
—Sospeché eso. Es por eso que lo traje hoy. Apuesto que Mac puede guardarlo
aquí por ti. Vamos a preguntarle —dice, y saca la caja del maletero—. Vamos.
—Hola. ¿Cómo estás, Kyla? —dice él. Medio sonríe, pero sus ojos están tristes.
Sabe de Ben—. ¿Quieren un poco de té?
—¿Té? —dice Jazz, con indignación fingida. Y se dirige a la alacena por la cerveza.
Mac llena la tetera, y mientras hierve envía de nuevo a Jazz afuera para mirar
algún auto nuevo en el que está trabajando.
—En el cuarto de atrás —dice—. Siento mucho lo de Ben. Era un tipo agradable.
—Su rostro está lleno de tristeza, pero si no fuese por él, Ben nunca habría
conocido a Aiden y conseguido esas pastillas. Si no fuese por mí—. Hay algo…
—empieza a decir Mac, y pone una mano en mi hombro, pero me encojo para
apartarlo. Quiero enfurecerme con él, pero lo contengo por ahora, y retrocedo.
—Está bien. Es mejor que Jazz no lo conozca o sepa de él, ¿de acuerdo? Mantendré
a Jazz en la parte trasera por un rato. Voy a decirle que querías un poco de tiempo
a solas.
—Hola —dice, con los ojos muy abiertos, redondos; el color azul oscuro
contrastando contra la piel pálida—. Mac me acaba de decir acerca de Ben. No lo
puedo creer. —Se levanta y extiende una mano hacia mí, pero me giro para cerrar
la puerta, y la deja caer.
—Sólo lo que he oído de Mac, lo cual supongo que consiguió de su primo. Que Ben
cortó su Levo. —Niega con la cabeza—. ¿Por qué haría eso?
—Tú le diste esas pastillas; le hicieron algo. Y le contaste de los TAG cortando
Levos y que eso funcionaba. ¡Tú le hiciste esto! —digo. Mi voz es cada vez más
fuerte, estridente. 368
Bookzinga
—No tan alto —dice, mirando por la ventana.
—He estado callada durante días, incapaz de decir nada. Diré lo que quiera ahora,
y tú escucharás.
—Esas pastillas no eran sólo Pastillas Felices, ¿verdad? No sólo le hicieron subir
sus niveles. Hicieron otra cosa.
—Eso es cierto —dice—. Ayudan a evitar que el Levo domine tu forma de pensar.
—No funcionan así. Lo que hacen es más como dejarte pensar por ti mismo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Sacudo la cabeza, negando sus palabras. Pero suena muy parecido a lo que Ben
dijo.
—Entiendo tu enfado por lo que ocurrió. Pero no es mi culpa. No entiendo por qué
él habría hecho eso. El sólo pensar por sí mismo no lo haría. Algo debe haber
sucedido, algo que lo empujó. Que lo hizo sentir que era la única opción.
Miro hacia él con horror. Ese algo que ocurrió… fue Wayne, y Ben siendo incapaz
de protegerme. Es tu culpa.
Envuelvo los brazos alrededor de mí, la ira y la miseria confundiéndose entre ellas.
—No —digo—. Te equivocas. Si no le hubieses dado las pastillas esto nunca habría
ocurrido.
Aiden se estremece.
—Lo siento, Kyla. Lo siento mucho. Pero piensa en esto. No es mi culpa por darle
las pastillas, o de Mac por traerme aquí, o de Jazz por traerte aquí.
Lo miro fijamente, aterrorizada. Es casi como si estuviera descifrando mis procesos 369
de pensamiento, siguiendo a dónde está yendo mi mente. Y él no puede llevarse mi Bookzinga
ira. La necesito. Y lo único que queda por culpar si todos ellos están fuera soy yo.
—Ahora ves por qué lo que estamos haciendo es tan importante. Tenemos que
exponer lo que hacen. Ayúdame con DEA.
Peligro. Sacudo la cabeza, me retiro. No. Después de todo lo que ha pasado, él sigue
retorciendo las palabras, manipulando las cosas para intentar y obligarme a hacer
lo que quiere. Todo lo que dice suena muy razonable, pero está mal. Sin Aiden,
nada le habría pasado a Ben. ¿Y qué será de mí si le ayudo? Cualquier paso fuera
de la línea y papá me devolverá; lo dijo. Él, Coulson y sus Represores, y la Sra. Ali:
todos están observando cada uno de mis movimientos. Y la Dra. Lysander y su
Slated Slated#1 Teri Terry
dime lo que es diferente en ti, Kyla. Ellos y Aiden están ejerciendo presión sobre mí.
Esta es la caza; yo soy la presa.
Me dirijo a la puerta.
—Si alguna vez hay algo que pueda hacer, cualquier cosa… —Su voz se apaga.
Su rostro es triste.
—Kyla, lo siento. Es poco probable que Ben sobreviviera. Pero si lo hizo, los
Represores lo tenían. No sería por mucho tiempo.
370
—Averígualo —repito. Bookzinga
—Si me entero de algo, te lo haré saber a través de Mac. —Pero él enfatiza si, como
si fuera un libro cerrado.
Mac y Jazz todavía están en la parte de atrás pero no me uno a ellos. No todavía.
La tristeza está amenazando a la ira; no se centrará, se tambalea, y mis niveles
están bajando. Vago dentro de la cocina, y allí, sobre la mesa, está la caja con el
búho. Esto no va a ayudar.
Es difícil de ver. Una esquina muy pequeña de color blanco. Me las arreglo para
atraparlo entre dos uñas de mis dedos, y tiro; sale un pequeño cuadrado de papel.
¿Una nota?
Querida Kyla,
Si has encontrado esto, quiere decir que las cosas han ido muy mal.
Siento causarte dolor. Pero quiero sepas que esta fue mi decisión, y solo 371
mía. No hay nadie a quien culpar. Bookzinga
Más tarde esa noche, el sueño me elude de nuevo. Mis niveles oscilan en torno a 4,
y mi estúpido Levo sigue vibrando cada vez que estoy a punto de ir a la deriva.
Quiero negrura, oscuridad, silencio; sin sentir, sin pensar, sin nada. Pero no va a
venir. Estoy sola en la noche; ni siquiera Sebastian está aquí para mantener a los
demonios alejados.
Finalmente no puedo soportar estar inmóvil por más tiempo, y me dirijo a las
escaleras, y por una bebida. Pero hay una luz encendida en la habitación principal.
Slated Slated#1 Teri Terry
Me asomo por la puerta; mamá está ahí, un libro en sus manos, Sebastian en su
rodilla.
—¿Las cosas?
—Las cosas malas que le suceden a las personas que te importan. Como a tus
padres. Y tu hijo.
372
Bookzinga
Mamá nos hace chocolate caliente, encuentra una manta y nos quedamos en el
sofá. Ella lee, Sebastian ronronea y, finalmente, me duermo.
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 50
Traducido por Otravaga
H
oy debo actuar como nunca lo he hecho antes. Y no sólo necesito
apegarme a la historia oficial sobre Ben, sino que tengo que ocultar las
personas y los acontecimientos alrededor lo que le sucedió. La última
vez, la Dra. Lysander dijo que quiere una respuesta: ¿por qué soy diferente a los 373
demás Blanqueados? Bookzinga
Mi Levo hace su trabajo si estoy triste, molesta o afligida por cualquier número de
razones: mis niveles caen como es esperado. Incluso pueden caer tanto que me
desmayo. Pero cuando me asusto o me enojo, no lo hacen. Casi parece proteger mis
niveles. Sin embargo, el propósito principal de un Levo es detener al Blanqueado
de actuar con ira, de impedir la violencia contra uno mismo y contra los demás.
El mío no funciona.
No hay duda en mi mente de que si alguien más averigua esto, soy historia. La
Dra. Lysander puede ser curiosa y querer juguetear en mi cerebro para determinar
cómo y por qué sucedió esto, pero incluso ella no puede mantener alejado al
Consejo del Hospital, a los Represores. No más Kyla.
Slated Slated#1 Teri Terry
Huh.
La única forma que conozco de hacer esto es dejar entrar el dolor, la miseria, la
pérdida. Todas las cosas que he estado tratando de bloquear, desde que Ben…
trago.
Bzzzz…
Demasiado.
374
Bookzinga
—¡Adelante! —llama la Dra. Lysander, y paso por la puerta—. Toma asiento, Kyla.
—Ella medio sonríe, y da golpecitos en su pantalla. Me siento. Finalmente mira
hacia arriba—. No voy a preguntar cómo has estado; lo veo en tus registros: no
muy bien.
—No.
—Háblame de Ben —dice ella, su voz suave, alentadora. Un juego extraño para sus
rasgos habituales: solidaridad.
—No vino a la escuela, y estaba preocupada por él. Hice que el novio de Amy me
llevara a su casa, pero había ambulancias y Represores allí. Él me llevó a casa, y me
desmayé. Y Ben no ha regresado a la escuela o al Grupo, ¡y nadie dice nada de él!
Es como si nunca hubiese existido; a nadie le importa siquiera. —Mi sangre se
Slated Slated#1 Teri Terry
acelera, mis manos comienzan a formar involuntariamente puños, pero hago que
se relajen, obligo a mi respiración a permanecer uniforme.
—A mí me importa, Kyla.
—¿Puede averiguarlo?
—No, no puedo —dice ella, con suavidad—. Pero Kyla, ya sabes lo que te
enseñaron sobre los Levos. No pueden ser removidos sin causar dolor,
convulsiones y la muerte: los niveles se desplomaría demasiado rápido para que el
Levo sea destruido a tiempo para evitar que cause la muerte del usuario.
—Siempre hay una pequeña posibilidad de fallo del equipo. El hecho es que las
cosas pueden ir mal con la cirugía o con el chip implantado. Nada es infalible. Es 375
mi trabajo minimizar estos riesgos, y si algo sale mal, determinar el por qué. Bookzinga
Ella inclina la cabeza. ¿Está pensando en la pregunta que me hizo la última vez?
Debes hacerlo.
Sostengo el rostro de Ben en mi mente. Cómo lucía cuando reía. Corriendo como el
viento. Sosteniendo mi mano. Con amor, Ben decía en su nota. Pero superpuesto
sobre todo está la última vez que lo vi, convulsionando, con dolor, y lo dejé. Lo
dejé y corrí para salvarme. Lágrimas calientes escocen mis ojos.
Bzzzz… 4.2.
Bzzzz… 3.7.
Slated Slated#1 Teri Terry
—Eso es todo por hoy —dice ella—. Pero, Kyla, créeme cuando digo: es mejor que
te olvides de él. Pero si no puedes, se vuelve más fácil.
Ella se retuerce en su asiento: un nervio ha sido tocado. Por un instante, hay dolor
en sus ojos, un destello de algo real, luego se ha ido. Su rostro está en blanco. Ella
también tiene una cara de póker. 376
Bookzinga
—Vete a casa ahora, Kyla —dice ella. Tema cerrado.
Entonces me doy cuenta de algo más. Si ella realmente no sabe nada acerca de Ben
y lo que le pasó a él, tampoco sabría nada de eso.
Absoluta oscuridad me rodea. Abro los ojos más y más amplios, pero está oscuro como la
tinta, y negro. No puedo ver nada. ¡Lo odio! Arremeto contra las paredes de ladrillo, el
círculo estrecho que rodea a este espacio donde estoy. No hay espacio suficiente para estirar
mis brazos de lado a lado, o para sentarse. Ni apoyo para los dedos para escalar. Debe haber
una salida.
La torre de Rapunzel tenía una ventana; ella tenía el cabello largo. Todo lo que tengo es
oscuridad; las uñas, los puños y los pies.
Y la ira. Martilleo y golpeo las paredes, una y otra vez: nada. Hasta que por fin, exhausta,
me desplomo contra la pared. Es entonces cuando lo siento con mi mano.
¡Un poco de cemento está suelto! Un punto, justo por debajo de la altura de la cintura.
377
Rasco y araño, una y otra vez, sin preocuparme por las uñas o la sangre o la piel. Las
Bookzinga
manos sanan, lo sé demasiado bien.
Finalmente, hay un pequeño destello de luz. Casi lloro de alivio. Me tienta, pero está
demasiado abajo para que vea a través de él, para ver lo que está ahí fuera. No importa
cuanto lo intente no puedo apretarme lo suficiente hacia abajo en este espacio cerrado.
¡Déjenme salir!
Slated Slated#1 Teri Terry
Capítulo 51
Traducido por ƸӜƷYossƸӜƷ
D
uermo hasta tarde, y cuando finalmente abro mis ojos estoy sorprendida
de encontrar que mi mamá me ha dejado sola, domingo o no. Después de
que mi sueño me despertara anoche tuve que dejar la luz prendida, la
oscuridad siendo demasiado espesa y pesada para tolerar, y me acosté allí, 378
pensando, luego finalmente saqué mi cuaderno de dibujo y dibujé por horas. Bookzinga
Si mi ira está en una prisión, necesito que se quede allí. No se llevará el dolor, solo
lo retrasa. No puedo dejar de sentirme como me siento por Ben o por otra cosa. No
mucho más de lo que puedo detener de ser quien soy. O negar quien fui antes.
Tampoco podía decir si la Dra. Lysander estaba mintiendo. ¿Cómo siquiera puedo
estar segura de que lo que Ben quería hacer estaba realmente mal? Aiden tiene
razón. Si Ben murió, la culpa cae cuadrada y certera en los Represores y sus
hospitales. El gobierno y los doctores como los míos. Ellos son el enemigo. No
Aiden.
No. Es allí donde Ben estaba mal. Él quería unirse a los terroristas. Fue cuidadoso
con lo que dijo; no quería que me metiera en problemas. No había nada allí que me
vinculara con lo que había hecho o lo que planeaba, pero estoy segura de una cosa:
allí es donde se dirigía.
No yo.
Las respuestas de Aiden son peligrosas. Pero la manera en que quiere hacer las
cosas está bien.
Saco mis dibujos de las horas oscuras, y allí están, los Extraviados. Ben, Phoebe,
incluso Lucy. No puedo darles la espalda. El mundo necesita saber. Y sobre todo,
necesito saber: ¿qué le pasó a Ben?
379
Abajo, Amy está en la cocina haciendo tarea; papá todavía no está: mamá está
Bookzinga
haciendo sopa.
—Levantada, por fin. Puedo ver que el dormir extra te ha hecho bien. —Le sonrío
en respuesta. No fueron muchas horas de dormir. Es solo que en vez de pelear
conmigo, creo que ahora sé lo que quiero hacer. Lo que necesito hacer. Eso me hace
lucir descansada en una manera que no hacía desde que vi a Aiden.
Mamá se asoma por la venta. El sol está brillando, pero fuertes, oscuras nubes
están arrastrándose desde el oeste, cubriendo la mitad del cielo.
Me paseo por el pueblo, pasando por el sendero que Amy y Jazz siempre toman.
Donde Ben y yo caminamos, no, corríamos, por delante de ellos, y muchas cosas
siguieron. Continuo, al final del pueblo: pasado una granja, hasta un bosque. Estoy
pensando en volver cuando justo un movimiento me llama la atención. Me volteo.
No se puede ver nada al principio, escaneo a lo largo de los campos, los árboles... y
ahí está. Un búho, encaramado en un poste de la cerca. Blanco como la nieve y
mirando hacia mí, observando el mundo como si lo poseyera. Pero es de día, no de
noche, y hasta yo sé que los búhos son criaturas de la noche. Pero nadie le ha dicho
eso.
Fascinada, lo veo.
380
Se queda mirando de vuelta, y doy un paso más cerca de la carretera, a lo largo de Bookzinga
una trayectoria desvanecida entre la valla y el bosque. Me acerco lo suficiente
como para ver sus ojos, la definición de sus plumas. Luego se va volando. Batiendo
grandes alas blancas, como la escultura de metal. Él se precipita, aterrizando de
nuevo. En una puerta en la parte final del campo esta vez. Tal vez veinte metros. Él
mira hacia atrás, con los ojos fijos en los míos.
¿Esperando?
Y así doy un paso hacia él. Repetimos este baile, una y otra vez. Cada vez que
reducía a la mitad la distancia entre nosotros, vuela, entonces espera a que yo siga.
Esto continúa por un tiempo, hasta que estamos bien internados en el bosque, y
empiezo a darme cuenta que estoy irremediablemente perdida. Mi sentido usual
de mapa se ha ido. No he estado prestando atención a donde mis pies viajan
mientras seguía el vuelo del búho. El cielo se arremolina, negro y furioso ahora,
cubriendo el sol. La lluvia no tardará en llegar. Se posa en una rama de un árbol,
esta vez, lo suficientemente alto que no vuela cuando me acerco.
Slated Slated#1 Teri Terry
Giro.
Parpadeo, incrédula.
—Bueno, sí, lo hice. Parece que te me has quedado mirando con bastante
frecuencia; pensé que me podía quedar mirando un rato.
Él sonríe, pero con sus labios dejando al descubierto los dientes, no en los ojos. Da
un paso hacia mí. Doy un paso atrás, giro a correr, pero tropiezo cuando mi pie se
engancha contra una raíz de árbol.
381
Se mueve más rápido de lo esperado. Sus manos agarran y retuercen mi brazo. Me Bookzinga
empuja a un árbol.
—Nadie está aquí para ayudar esta vez —dice en mi oído, y rasga mi ropa.
Lucho—. Niña tonta. Solo déjate llevar. Sabes que lo quieres. Además si te pones
toda alterada y furiosa, te desmayaras. Quizás hasta… mueras.
Casi audible, una grieta, una escisión. Un destello de luz brilla a través de donde
no pude llegar antes.
Slated Slated#1 Teri Terry
La pared.
No lo creo.
Es unos cuantos centímetros más altos. Quizás dos veces mi peso. Pero mis brazos
y piernas y músculos, saben qué hacer.
Ataco.
Se acaba pronto.
Me paro de nuevo. Este hombre que se atrevió a tocarme, ahora yace inmóvil,
sangrando en el suelo. Quijada rota, su sangre brota de una herida en la parte
posterior de la cabeza. ¿Está... está muerto?
Las ramas dan en mi cara y mis pies se tropiezan en las raíces, pero me impulso,
tan rápido como puedo a través de árboles y arbustos enredados hasta que de
pronto dan paso a un camino. El camino, sí. Yo vine aquí. Ahora lo recuerdo. La
parte lógica y planificada de mí se hace cargo de mis pies, bajando la velocidad.
Mi Levo dice 6.
¿Cómo es posible?
Mi cabeza comienza a latir salvajemente, mis manos tiemblan, mis pies tropiecen.
Silencio.
En algún lugar en el interior de mí, estoy calmada. Una nueva pared se está
construyendo, bloqueando lo que conecta mi Levo con mis pensamientos y
sentimientos, y es fuerte.
—¿Qué he hecho?
Déjalo ser.
Me volteo, una vez más; nadie está allí. La voz está en mi cabeza. La voz que
siempre ha estado en mi cabeza.
¡No! Esa cobarde llorona se ha ido, para siempre. Yo soy... tú. La tú que eras. 383
Bookzinga
—¿Qué quieres?
—No.
No tienes alternativa.
—¡No!
Me caigo en la tierra.
¿Cómo puede ser esto? Mis recuerdos se han ido. ¿Qué ha sucedido, que está
sucediendo ahora?
¿Cómo puede ser esto? ¿Qué significa? Piel pálida, ojos azules de hielo, ellos saben.
Siempre saben. Su rostro aparece en mi mente: angelical cuando sonríe, cuando
hago lo que debo. Evito pensar cuando no lo hago.
Jadeo en voz alta cuando recuerdo su nombre. Nico. Así es como lo conocía
entonces, cuando era el centro de mi vida. Él lo controla: el dolor, el placer, cómo
uno puede llegar a ser el otro. Al igual que el amor y el odio. Él me enseñó a ser
dos personas a la vez: la patética Lucy, y su alter ego. La debilucha y la guerrera.
384
Lucy se ha ido, y sólo la otra queda.
Bookzinga
Nico es el que aplastó los dedos de Lucy con un ladrillo cuando se resistió a
separarse. Pero él lo hizo por mí, para protegerme: para mantenerme a salvo si los
Represores ponían sus manos en mi cerebro.
Y así lo hicieron. Fui Blanqueada. Así que todo lo que le hizo a Lucy me salvó al
final.
¿Cómo me encontró?
No como Nico. Pero si con diferente ropa y un nuevo rol como profesor, su sonrisa
era la misma. Solo para mí y solamente para mí, ignorando a las otras chicas del
salón, encontrando a su chica especial con sus ojos. Su lento guiño. Que perra, dijo
ese día, acerca de la Sra. Ali. Todavía de mi lado. No importa que no pudiera
recordar quién era entonces. Él trató de estimularme, lo veo ahora, al ser tan
horrible sobre Ben. Estaba tratando de hacer que mis recuerdos salieran de donde
estaban escondidos.
Slated Slated#1 Teri Terry
Como sea que me encontró, él o algún amigo terrorista debieron haber puesto a la
señorita Fern en el hospital para que pudiera ocupar su lugar en mi escuela. Nico,
o Hatten, como es ahora, había tenido un montón de problemas, y sólo podía haber
una razón. Para estar en el mundo de Kyla. Mi mundo. Pero, ¿por qué?
La pregunta apenas se forma antes de empezar las imágenes, dando tumbos por
mi mente una tras otra, cada vez más rápido. La muerte y los instrumentos de la
muerte: explosivos y agentes de explosiones, pistolas y bombas incendiarias,
dónde es el mejor lugar para guardar un cuchillo oculto. Nico me ha enseñado
tantas maneras de acabar con la vida. Incluso con mis propias manos.
¡No!
Me apresuro y comienzo a correr por los árboles, lejos del cuerpo de Wayne y de
385
vuelta al camino. NO, NO, NO, NO, NO, gritando en mi cerebro, golpeando con los
Bookzinga
pies. ¡No quiero! No puedo.
Ben. Mis pasos fallan. Miro hacia mi Levo, como el que quitamos de su vida,
quizás el que se llevó su vida con él. ¿6.2?
Con lo que hice esta tarde, debería estar muerta, mi cerebro liquidado por esto que
ha gobernado mi vida desde que fui Blanqueada. Está todavía en mi muñeca, pero
de alguna manera bloqueado por nuevas barreras en mi mente.
Lo que trató de hacer Ben era ser libre de su Levo, y así poder hacer una diferencia.
Hacer algo.
Me recuesto en un árbol y cierro mis ojos. Allí están los suyos: cálidos y marrones.
El que cuido de mí, no importa quién o qué fui una vez. ¿Hubiese sentido lo
mismo si supiera la verdad? No puedo creer que él se detuvo, se ha ido para
siempre. Quieto y en silencio como el búho de hierro.
NO LO creeré.
Nico puede pensar que estoy aquí para hacer lo que quiera, pero le espera una
sorpresa. Hay un precio que tiene que pagar. Él me ayudará a encontrar a Ben, o
no voy a tener nada que ver con él o sus esquemas. Le susurro una promesa a los
árboles y al viento, la lluvia empieza a caer desde el cielo, al búho cuyo vuelo me
trajo a este lugar.
386
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Sobre la autora
T
eri ha vivido en Francia, Canadá, Australia e
Inglaterra en más direcciones de las que puede
contar, tiene tres títulos, una selección de
pasaportes y un nombre tonto a lo largo del camino. Sus
carreras anteriores han incluido desde científica, abogada,
optometrista, y, en Inglaterra, varios trabajos en escuelas,
bibliotecas y una caridad de audiolibro. Los senderos y
caminos del canal de Chilterns Buckinghamshire donde
ahora vive inspiraron gran parte del escenario de Slated.
Odia el brócoli, le gustan los gatos, y finalmente ha
resuelto lo que quiere hacer cuando sea grande. 387
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
Próximamente
ABRIL 2013
388
Bookzinga
Kyla no debería ser capaz de recordar nada. Pero puede, y está empezando a darse cuenta
de que hay un montón de oscuros secretos encerrados en sus recuerdos. Cuando un
hombre misterioso de su pasado vuelve a su vida, piensa que está en el camino para
encontrar la verdad. Pero cuanto más sabe sobre su historia, más confuso se vuelve su
futuro...
SÓLO EN BOOKZINGA
Slated Slated#1 Teri Terry
Staff
Moderadora: ƸӜƷYossƸӜƷ
Traductoras Correctoras
ƸӜƷYossƸӜƷ
Flochi Nanis 389
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Elenp
Auroo_J LadyPandora
Jo
Samylinda
Otravaga
MaryLuna Miranda
lalaemk
AariS
Shadowy
Slated Slated#1 Teri Terry
Recopilación y Revisión
Nanis
Diseño
ƸӜƷYossƸӜƷ
390
Bookzinga
Slated Slated#1 Teri Terry
391
Bookzinga