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Contenido
Sinopsis ............................................................................................................................................... 4
Agradecimientos ................................................................................................................................. 5
Parte I .................................................................................................................................................. 6
Capítulo Uno ....................................................................................................................................... 7
Capítulo Dos...................................................................................................................................... 19
Capítulo Tres ..................................................................................................................................... 23
Capítulo Cuatro ................................................................................................................................. 31
Capítulo Cinco .................................................................................................................................. 48
Capítulo Seis ..................................................................................................................................... 57
Capítulo Siete .................................................................................................................................... 62
Capítulo Ocho ................................................................................................................................... 72
Capítulo Nueve.................................................................................................................................. 83
Capítulo Diez .................................................................................................................................... 88
Capítulo Once.................................................................................................................................... 96
Capítulo Doce.................................................................................................................................. 102
Capítulo Trece ................................................................................................................................. 117
Capítulo Catorce.............................................................................................................................. 127
Capítulo Quince .............................................................................................................................. 135
Capítulo Dieciséis ........................................................................................................................... 147
Capítulo Diecisiete .......................................................................................................................... 157
Capítulo Dieciocho.......................................................................................................................... 167
Capítulo Diecinueve ........................................................................................................................ 175
Capítulo Veinte ............................................................................................................................... 180
Capítulo Veintiuno .......................................................................................................................... 193
Capítulo Veintidós .......................................................................................................................... 198
Parte III............................................................................................................................................ 200
Capítulo Veintitrés .......................................................................................................................... 201
Capítulo Veinticuatro ...................................................................................................................... 209
Capítulo Veinticinco ....................................................................................................................... 225
Sobre las autoras ............................................................................................................................. 230
3
Sinopsis
Debo casarme con Sawyer Crescent.
La alternativa es ser desechada por mi clan.
Durante un año, me he preparado para mi deber.
Mis desamorados padres me han enviado desde Japón. Como kitsune1
albina con una sola cola, soy vista como un mal presagio, y este matrimonio es
la única manera de redimirme y ser amada por mis compañeros kitsunes.
¿El problema?
Sawyer ha quedado marcado por el amor en su pasado, y no quiere saber
nada de mí.
Mientras intento convencerle de que ambos estamos destinados a estar
juntos, percibo una conexión con otros dos hombres: Carter, el chico malo que
tiene problemas de control con la ira, y Nicholas, el sabio hombre que luchó en
una guerra hace muchos años.
Descubro que tengo tres compañeros, incluido Sawyer.
Pero ellos no lo están poniendo fácil.
Nunca lo es.
1
Kitsune: animal que constituye un elemento de singular importancia en el folclore japonés, hasta el
punto en que dicha palabra se utiliza tradicionalmente para nombrar a aquel espíritu del bosque con
forma de zorro, cuya función clásica es la de proteger bosques y aldeas.
4
Agradecimientos
A Taylor Lautner, por darme todas estas molestas fantasías de hombres
lobo.
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Parte I
6
Capítulo Uno
El destino de todo mi clan pesa sobre el matrimonio por el que estoy aquí.
Durante las últimas tres horas, he viajado desde el aeropuerto en la parte trasera
de este pequeño auto gris. Me he sentado rígidamente, con las piernas apretadas
durante todo el viaje. El tiempo pasa lentamente, y cuando creo que nunca
llegaremos a mi destino, el auto entra por dos puertas de hierro forjado. Muerdo
el interior de mi mejilla mientras los latidos de mi corazón comienzan a
acelerarse, mi mente se despierta al hecho de que hemos llegado.
Mis pulmones se inflaman por una respiración profunda y me atrevo a
mirar por la ventana para ver dónde estamos: el castillo de Crescent. Mi
atención recorre los pilares arcaicos de la entrada. Estatuas de piedra de lobos
me saludan desde lo alto del edificio; criaturas malvadas y enojadas con caninos
afilados que sobresalen de sus bocas abiertas. Sus rostros están erosionados por
las manchas de agua y el musgo, los patrones que gotean les dan a las estatuas
máscaras diabólicas que no aseguran nada bueno para mi tiempo de estadía.
Aquí es donde la manada Crescent ha vivido durante cientos de años. Es donde
voy a encontrarme con el hombre que mi padre me ha ordenado que me case.
7
conozco. Probablemente no le importaría si yo muriera aquí. Sus sonrisas no
pueden ser reales, no con la forma en que los kitsunes me detestan.
Mientras pienso en la misión que debo completar, miro hacia abajo y saco
la foto de Sawyer, mirándola para calmar mis nervios, estoy aquí para
encontrarlo. Es el hijo del alfa aquí y tengo que casarme con él. No sé qué
esperar, pero ya he llenado mi cabeza de sueños nobles, he mirado la foto de
Sawyer cientos de veces, pienso en él cuando como, duermo y me baño. No es
una obsesión saludable, es más que un hombre lobo más. He construido esta
imagen de él, una que lo retrata como mi salvación.
—Sus maletas, ojo-sama —Hay dos bolsas colocadas frente a él, maletas
que contienen lo que necesito. Traté de traer la menor cantidad de artículos que
pude, por lo que las maletas son livianas. Deberían ser fáciles de llevar incluso
para los humanos.
8
—Gracias —digo de nuevo. Echo un vistazo de reojo al castillo, notando
su entrada amenazadora y poco acogedora. Hacerlo me recuerda lo fuera de
lugar que estoy aquí. Un miedo paralizante se apodera de mí, me frena. Es como
si un cartón estuviera envuelto alrededor de mis extremidades, lo que hace que
sea más difícil moverme.
—Es la primera vez que sale de Japón —dice el conductor. Mira hacia la
puerta principal del coche como si no pudiera esperar para volver a entrar y
salir—. Debe estar nerviosa.
9
en los contenedores. Mis intentos de dar buena suerte a los kitsunes sólo son
vistos como inconvenientes.
—Está bien.
Se queda con la boca abierta, pero respeta mis deseos y da un paso atrás.
Se inclina en un ángulo de noventa grados.
10
Al irse, Matsumoto no se despide de mí. Observo cómo se sienta en el
asiento del conductor y se aleja del camino de entrada. Lo miro, reuniendo mis
nervios mientras desaparece por la puerta, dejándome aquí con la manada de
Crescent. Me quedo ahí en las sombras de la noche mucho después de que él se
haya ido. Él fue mi última conexión con el clan Saito, y ahora se ha ido. El auto
acelera, alejándose por el camino sucio y mugriento que está justo afuera de las
puertas del castillo.
Las gotas de lluvia me hacen cosquillas en las mejillas y caen por un lado
de mi cara. Las densas nubes arriba me dicen que la lluvia se volverá más pesada
a medida que la noche se oscurezca. No puedo quedarme frente a la entrada por
mucho tiempo. Eventualmente, tendré que presentarme a los hombres lobo.
¿Cómo son los hombres lobo? He escuchado historias de ellos y, en
comparación con los kitsunes, se supone que son más rudos. Soy mitad hombre
lobo, mitad kitsune. Debería encajar aquí ya que una parte de mí es igual que
ellos... ¿verdad? El viento fresco acaricia la piel de mis brazos, provocando que
se me ericen los vellos de punta. Probablemente sean solo mis nervios los que
provocan tal reacción. Después de todo, los inviernos de Hokkaido3 son mucho
menos indulgentes que las temperaturas aquí.
Entonces, llamo.
Eso es todo.
He esperado toda mi vida una razón para dejar a los kitsunes.
*****
11
con la garganta reseca, el estómago revuelto y el nerviosismo a mil. La chica
esperanzada y deslumbrada en mí piensa que Sawyer podría abrir la puerta. Me
imagino que me reconocerá como su prometida y comenzará a mostrarme los
alrededores. Estará allí con su cabello castaño y sus penetrantes ojos azules.
Entonces él sonreirá y yo me enamoraré, todo estará bien. Tendremos hijos
kitsune y hombres lobo, y nunca más tendré que volver a casa en Japón para
enfrentar a mis padres.
Esos pensamientos esperanzadores no logran detener el cosquilleo que
siento en la punta de mis dedos. Estoy demasiado distraída por los vientos
fantasmales y las ramas de agujas que me rodean.
La puerta cruje al abrirse, gimiendo por su propio peso. Intento poner una
sonrisa, la misma que Matsumoto me pidió que usara, pero no es Sawyer quien
me saluda. Es una mujer de rostro delgado con el cabello cuidadosamente atado
en una trenza que le cae por el pecho. Tiene la piel suave y bronceada y un
cuello elegante.
—¿Pálida? —pregunto.
Me muerdo la lengua
Ella sonríe.
13
—Mmm. Tu prometido, ansiosa por conocerlo, ¿eh?
Muevo mi nariz.
—No le gusta que le digan qué hacer —dice Isabelle—. Buena suerte
tratando de que te conozca solo porque tú quieres que lo haga. Sawyer... —Ella
niega con la cabeza—. Trata de evitarlo —Enderezo mis hombros mientras mi
curiosidad se despierta, pero Isabelle se guarda la información que tiene de
Sawyer para sí misma. Su evitación del tema me hace pensar, y busco en mi
mente la única imagen que tengo de Sawyer.
Me da una vibra oscura cada vez que miro su foto. En esa foto, no hay
ninguna sonrisa en sus labios, solo una expresión tensa con cejas arrugadas. Me
pregunto si siempre se ve tan severo. A pesar de su aspecto estoico, me sonreirá,
con suerte. Seremos compañeros, y el apareamiento es una de las cosas más
sagradas que pueden hacer los hombres lobo y los kitsunes.
—¿Apareamiento?
—Sí.
—Pasó con mis padres. En realidad, solo soy mitad kitsune. Entonces,
sabemos que los kitsunes y los hombres lobo pueden aparearse —Mi madre es
una mujer lobo, casada con el clan kitsune para fortalecer las relaciones. Sin
embargo, nació de un linaje distinto al de los hombres lobo Crescent, lo que
deja la relación del clan Saito con los Crescent aún en mal estado.
—Ehm, ¿Es por eso que eres albina, porque eres una mestiza?
—No lo creo. Podría ser que sea solo otro percance genético.
14
Pellizco un mechón de mi cabello.
—¿Perdón?
15
Los kitsunes no tienen esa jerarquía de manadas. Tratamos de trabajar
simbióticamente, como un todo, con el meishu4, mi padre, guiándonos y
llevando al clan.
Leí sobre cómo funcionan las jerarquías sociales de los lobos antes de
venir aquí, leyendo algunos pergaminos de nuestra biblioteca en Japón. Los
hombres lobo a menudo tienen un alfa y el resto son betas. Algunas betas se
destacan por ser más dominantes, por lo que se denominan lunas, y las más
débiles de la manada se conocen como omegas. Al contrario de lo que su
nombre indica, las omegas no son inútiles. El clan todavía los acepta y se ocupa
de los suyos, pero tienen que hacer la mayor parte del trabajo doméstico, como
cocinar, limpiar y cuidar de los cachorros. De hecho, disfrutan de esas tareas
porque se acoplan con sus personalidades.
—Si Sawyer responde por mí, voy a ser una beta —digo, esperando que
Sawyer entre en mi imagen.
Isabella se ríe.
Debes dedicar tu vida a esta persona, padre me dijo el día que anunció
mi boda. Envuélvete con pensamientos sobre él para que sepas cómo
complacerlo. Hasta ahora he hecho lo que me dijo mi padre. Soy buena en eso,
ya que eso es para lo que me han entrenado.
4
Meishu: Señor de la luz, líder del clan.
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—No lo sé. Es un tipo esquivo. No estaba allí para ver qué tenía que
pensar al respecto.
Las maldiciones de Osyn. Ellos lucen hermosos, uno de ellos tiene el pelo
rubio arena y el otro hombre más alto es moreno. Sus cuerpos están cincelados,
firmes, pero es la pasión con la que se besan lo que hace que el deseo me recorra.
Meto la lengua entre los dientes.
—Nada.
Ella huele.
17
—Mm. Sí —Mientras hablo con Isabella, puedo sentir el calor de los ojos
de los hombres recorriendo mi espalda. Flexiono la mandíbula y sigo
caminando, usando toda mi determinación para no darme la vuelta. Siento que
los pillé en el acto de algo sagrado y mi presencia fue grosera e intrusiva.
Pero también había algo más que se encendió en mí cuando los miré. La
sensación de que los tres estábamos juntos. Que debería estar entre ellos,
besando como ellos se besaron. Podría ser que mis hormonas femeninas actúen
mal, pero estoy medio convencida de que están sucediendo cosas sobrenaturales
por aquí, porque mi piel hormiguea con un tirón que me empuja hacia esos tipos.
Incluso ahora, después de separarme de ellos y seguir a Isabelle, tengo ganas de
correr hacia ellos y rozar mi boca con la de ellos.
—Lo menos que puedo hacer por la miembro más nueva de nuestra
manada —Ella sonríe, luego continúa caminando hacia adelante, sin darse
cuenta de lo fuerte que mi corazón está latiendo.
18
Capítulo Dos
—Te dije que no puedo darte una respuesta, cariño. Nadie le da órdenes
a Sawyer. Las únicas personas a las que escucha son quizás Nicholas y Carter.
Incluso su propio padre tiene problemas para lograr que escuche. Es una
maravilla por qué aceptó este matrimonio en primer lugar —Ella hace una
pausa—. Quizás no lo ha hecho.
—¿Nicholas y Carter?
Isabelle hace un gesto hacia un lugar junto a la cama, donde puedo dejar
mi equipaje.
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Entrecierro los ojos. Algo debe haber sucedido entre este tipo Carter e
Isabelle, pero no entrometo.
—De todos modos —dice ella—, eres una novata total aquí, ¿no?
—Tal vez sea porque el alfa aún no sabe que estás aquí. Le avisaré de tu
llegada. Quédate quieta y uh... —Isabelle camina hacia el tocador cercano y
saca un bolígrafo de su bolsillo. Apresuradamente, garabatea algo—. Llámame
si necesitas algo.
Le quito el papel y noto los números escritos en él. No sé qué hacer con
ellos.
Su boca se adelgaza.
—Mmm, ¿no?
—Esto tiene que ser una especie de broma. Todo el mundo ha usado un
teléfono celular antes. Este no es el siglo XIX5. El teléfono es una forma de
vida, más importante que Jesús por el amor de Cristo. ¿Cómo te mantienes
conectada?
5
Siglo 19.
20
—Nunca se me permitió tener uno, ya que mi familia es estricta con esas
cosas. No estoy segura de lo que me estoy perdiendo. No estoy segura de que
me estoy perdiendo.
—Me estás haciendo pensar que los kitsunes son un grupo atrasado.
—¿Por qué?
Isabelle bufó.
Este matrimonio...
21
Padre dice que es para lo único que sirvo. Una vez que esté hecho y
pertenezca a Sawyer, los hombres lobo y los kitsunes pueden reunirse,
renunciando a sus rencores, al menos temporalmente, para unirse y enfrentarse
a los cazadores.
Eres importante por una vez, Hana, me dijo mi padre antes de irme. No me
falles como nos has fallado todos estos años.
Como la hija mayor de la familia Saito, no debería ser albina, de una cola
o tan indeseable como soy. Esta es mi oportunidad de demostrarles a mis padres
que puedo serles útil. Que ya no tienen que mirarme con esos ojos fríos y duros.
22
Capítulo Tres
—Es bueno tener modales, pero casi me asusta un poco lo ordenado que
es este lugar.
23
—Oh, no, soy una vaga total. Ni siquiera doblo mi ropa y soy demasiado
vaga para intimidar a una omega para que me ayude a doblarla.
Isabelle continúa:
—El alfa me dice que ahora es mi trabajo mostrarte los alrededores, así
que supongo que estarás conmigo hasta que decida presentarte al clan durante
la boda. El objetivo es que te sientas cómoda y acogedora con los Crescents
antes de que comience la boda, de modo que, cuando se te presenten como la
nueva novia de Sawyer, los hombres lobo la aceptarían sin dudarlo —Ella
chasquea los dedos.
—¡Uhm! —me pregunto por qué esta caja tiene tantos componentes. Hay
un compartimento en la parte superior del teléfono, que tengo que quitar, y
cables que no estoy segura de dónde pegar. Parece que los cables podrían
enredarse fácilmente. ¿La gente normal realmente vive con esas cosas todo el
tiempo? ¿Cómo no se quejan del desorden y el revoltijo?
24
—Todavía es de día, así que no hay mucho que hacer. Muchos de los
lobos prefieren descansar durante el día ya que somos criaturas nocturnas.
—Es solo una cuestión de ajustar los ciclos de sueño. Si tienes hambre
ahora, puedo traerte un bocadillo, pero la mayoría de nosotros nos reunimos a
las ocho en el comedor para cenar... eh, bueno, desayunar. Sin embargo, si
quieres verlo, Sawyer estará allí, así que puedes echarle un vistazo, pero no
estoy segura de que quiera una audiencia contigo.
—Soy su prometida.
—¿Perdón?
—Solo voy a citar el dicho de una abuela de aquí. “Siempre terminas con
el hombre que más te ama”. De esa manera no los persigues y a los hombres les
encanta ser perseguidos
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—Parece brujería —Abro el manual de instrucciones. Soy muy versátil
en inglés, porque mi padre siempre se aseguraba de que asistiera a las lecciones.
Aun así, los botones son complicados.
Ella resopla.
—Muchas gracias.
—No hay problema. Creo que el alfa tiene algunos teléfonos de repuesto
por ahí. Es un hombre muy rico.
Isabelle se va, diciendo que tiene otros asuntos importantes de los que
ocuparse, pero menciona que volverá cuando sea el momento de dirigirse al
comedor.
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candelabros y las cortinas que decoran el lugar. Busco la ventana más cercana
y me poso en el alféizar de la ventana. Las vistas son extrañamente relajantes a
pesar de lo oscuro que es este lugar. Más allá del Castillo Crescent hay muchas
colinas. El castillo está lejos de la ciudad y la civilización, lo que brinda a los
hombres lobo mucha privacidad.
—¡Sawyer!
Ella se ríe.
Más y más de mí muere por dentro a medida que amplío el espacio entre
Sawyer y yo. Corro por el pasillo y me apresuro a entrar en mi habitación. Cierro
la puerta de golpe, luego apoyo mi espalda contra ella, mis dedos tiemblan y las
náuseas toman el control de mi estómago. La angustia que me traga se vuelve
insoportable.
Se supone que estoy acostumbrada al rechazo, así que no debería ser tan
doloroso. Aun así, mi pecho se aprieta, me acurruco en el suelo de la habitación
y tiemblo. Yo no lloro, quiero creer que soy lo suficientemente fuerte para
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contener las lágrimas. Pero mi cuerpo se estremece por la angustia, mi estómago
se aprieta, las náuseas se arremolinan a través de mi vientre.
30
Capítulo Cuatro
El hogar no tiene nada que ver con eso. Ignoro la declaración de Isabelle,
dándome la vuelta para poner un rostro confiado. Ya no puedo ser tan patética
como lo era. El objetivo de que me vaya de casa es desarrollar valor.
31
—Es hora de comer, ¿verdad? ¿Estás aquí para llevarme al comedor?
—Sí. Vienes también —Me hace señas para que avance, saliendo de mi
habitación. Rápidamente agarro mi nuevo teléfono antes de correr tras ella.
—Sí.
—Vi algo.
—¿Cómo qué?
—Algo desagradable.
—Quizás.
—Te voy a dar una advertencia justa, cariño, porque estás soñado con él.
Sawyer es... un jugador. No trata bien a las mujeres. Él toma a las chicas y tiene
una fila de corazones rotos detrás de él porque eso es en lo que es bueno. Todas
las lobas del clan lo quieren. Por supuesto que sí, es guapo, un bombón, pero
¿él y los otros dos? Lo único que hacen es lastimar a las chicas.
32
—Sí. Siempre está con Carter y Nicholas. Hay un rumor de que están
juntos... Ojalá lo hubiera sabido antes de Carter... Ugh, lo que sea.
Antes de que pueda hacer más preguntas, Isabelle se detiene frente a una
gran puerta arqueada. La empuja para abrirla y una cacofonía de ruido viene del
interior, jugando hacia mí. Oigo el tintineo de los utensilios, el parloteo y los
gruñidos.
*****
—¿Apartamentos?
—Nah. Paso por el comedor todas las noches para mi comida principal.
Soy demasiado vaga para cocinar. Es un dolor de cabeza —Suspira—.
33
Entonces, cómo funciona aquí es que vas para allá, donde las omegas están
sirviendo la carne. Toma un plato para ti y encuentra un lugar para sentarte. Si
no puedes encontrar un asiento, entonces tiene que conformarte con el piso.
Isabelle asiente.
—Más o menos.
—¿No crees que será mejor comer en tu casa? Puedo cocinar o algo así.
No quiero preocuparme de que me tiren de mi asiento cuando estoy comiendo,
y conociendo mi estúpida racha de suerte, lo más probable es que me molesten.
—¿Jugo de tomate?
34
—Nos llevaré algunas porciones —dice Isabelle—. Búscanos un asiento.
Maldita sea, Isabelle. La miro mientras corre hacia la mesa atendida por
omegas. Mientras tanto, me muevo nerviosamente en mi lugar, sin el coraje que
Ren me dice que tengo.
A este paso, seré yo la que sirva comida como una de los omegas, lo que
honestamente no suena tan mal. Mientras no me golpeen, no creo que me
importen las tareas adicionales. Veo un par de asientos vacíos justo enfrente de
mí, abandonados por dos lobos que recientemente terminaron de comer.
Siguiendo un impulso, me apresuro, me abro paso entre algunas personas y me
meto en el primer asiento con el que me encuentro. Mi corazón late
desordenadamente en mi pecho mientras me pregunto de dónde saqué mi coraje.
Tan pronto como me acomodo, me doy la vuelta y miro por encima del
hombro para asegurarme de que nadie se apresure hacia mí para sacarme de mi
nuevo lugar. Mi guardia está levantada, y por una buena razón.
35
Carter suspira. Dejo que mis ojos se detengan en su boca. Se ve suave a
pesar de sus rasgos duros, y siento la necesidad de presionar mi pulgar en su
labio inferior. Me atrae tanto como a Sawyer.
Carter me mira, sin decir una palabra más. Hay hambre en la forma en
que mira. Mis dedos de los pies se curvan cuando pruebo la tensión palpable
que se acumula entre nosotros.
—No eres una loba —dice. Levanta mi brazo y acerca mi mano a su nariz.
Luego, olfatea—. Tu aroma es más dulce, como flores. Y... —Un gruñido
retumba desde su garganta—. Es una fragancia increíblemente sensual.
Aguanto la respiración.
—¿Sensual?
—¡Ah!, te gusta cuando repito cosas sucias, ¿no? —Se pasa la lengua por
la boca y su sonrisa se convierte en una mueca—. Eres una criatura interesante
y deliciosa, Hana, te encuentro muy atractiva. Tu olor me hace querer
reclamarte, follarte, y sería preferible que gritaras cuando te metiera la polla.
—Lo siento, solo me distrae Hana aquí, ella me obliga. Hay un tirón que
siento, como el de... de... —Sus ojos se abren—. Mierda, es ella, ¿no?
—¿Ella? —pregunto.
Gruñe, así que dejo caer la pregunta, tirando de mis hombros hacia atrás
para agregar más espacio entre él y yo.
—Si él es Carter —le digo, girando hacia el hombre sentado frente a él—
, entonces tienes que ser Nicholas.
37
estar completamente segura de la edad de Nicholas. Comparado con los otros
dos, Nicholas es enorme, con brazos grandes que parece que me romperían en
dos con un solo abrazo.
—Huele como si fuera otra persona a la que follar —dice Carter, con los
hombros rígidos—. ¿Qué tal si te encuentras conmigo afuera después de que
terminemos de comer? Puedo mostrarte un buen momento, bonita —Esta vez
hay algo diferente en sus amenazas. Su voz es temblorosa, como si estuviera
tratando de demostrarse algo a sí mismo.
Nicholas bufó.
38
—No somos ratas.
—Inferiores.
Se encoge de hombros.
—Dilo como es. Ganamos la guerra con ustedes hace cien años, ¿no es
así? Y todo el mundo sabe que Osyn es un hombre lobo. Llegamos primero, lo
que significa que tenemos que ser más fuertes.
—Tal vez somos una versión mejorada de los de tu clase —digo con un
susurro.
Nicholas asiente.
39
—Sawyer nos lo contó, y los rumores se están extendiendo, pero la
mayoría de la manada tiene problemas para creer que Sawyer aceptara casarse
así.
—Para...
—¿Los kits ronronean cuando son follados? Escuché que eso sucede a
veces.
40
Su tono condescendiente me enfurece, así que me pongo de pie,
levantándome, mientras apunto con el tenedor a la cara de Carter. Lo esquiva y
luego me agarra del codo.
No soy nada violenta. Son mis padres los que me agreden y no al revés,
así que no estoy segura de lo que me pasó. Estar al lado de Carter hace que mis
emociones se vuelvan locas. Tiene un efecto sobre mí que es preocupante.
—Por favor déjame ir. Se supone que debo casarme con Sawyer.
Entonces, los rumores de que los tres estaban juntos son ciertos.
—Controla tu temperamento.
Nicholas suspira.
—Lo siento —le digo, sin quererlo realmente—. Eso fue un error.
41
En ese momento, Isabelle se detiene ante a la escena, sosteniendo dos
platos en sus manos. Una vez que me ve en apuro, los coloca en la mesa junto
a nosotros. La mayoría de los lobos en el comedor nos están mirando, curiosos
por la conmoción.
—Carter —dice Isabelle con veneno—. Déjala ir. Ella está bajo la
protección del alfa hasta la boda, y si se lastima, él va a joderme.
Sus ojos brillan. Da un paso adelante y me tira para que quede detrás de
ella.
42
*****
—¿Todavía existen? —Los Delvares son más una leyenda urbana. Son
una manada devoradora de humanos que se dice que se esconden en las
Montañas Apalaches.
7
Tatami: Las esteras denominadas como tatami son un elemento muy característico de las casas
japonesas, que se usaban para recubrir todo el suelo en las habitaciones más destacadas que eran
colocadas en un peldaño inferior, al ras del suelo de entrada.
43
—Oh sí. Su alfa vino aquí el mes pasado, pidiendo refuerzos ya que los
cazadores están muy furiosos —Isabelle mastica su estofado—. Los cazadores
se están volviendo más poderosos. Tal vez necesitemos a Osyn para salvarnos.
—O una alianza.
—¿Para?
Trago.
Isabelle bufó.
—Si no quieres decírmelo, no tienes que hacerlo —Es una pena, porque
me gustaría escuchar lo que Isabelle tiene que decir.
Seguimos comiendo sin decir una palabra más, e Isabelle suspira, luego
se vuelve hacia mí con la resignación plasmada en su rostro.
44
—Hm —Los celos se vuelven en mi pecho, pero trato de no mostrarlo,
prefiriendo mantener una máscara de calma. Isabelle debería estar de mi lado,
pero mis instintos kitsune se hacen cargo, y no puedo evitar estar cegada por su
pasado con Carter. Ella hizo un reclamo sobre lo que ya estoy considerando que
es mío. Me muerdo la lengua, sorprendida por mi fuerte reacción.
—Él y los otros tres son unos mentirosos que atraen a las mujeres con sus
encantos. Una vez que obtengan lo que quieren, las descartarán. Estaba
enamorada de Carter durante más tiempo. No es raro que las chicas de Crescents
lo deseen, ya que es la segunda luna más fuerte, justo debajo de Sawyer, y sabes
cómo nos atrae la fuerza de los lobos. Por un minuto, me hizo creer que yo era
algo para él. Venía a mi habitación por la noche y, durante un día, me dejaba
acompañarlo a todos lados. Quería pensar que era especial. Diferente, y especial
a las otras chicas que no había querido antes —Ella niega con la cabeza—. Fui
estúpida. Le di a Carter mi virginidad un día después de que comenzara a
cortejarme, y después de eso, se aburrió. A la mañana siguiente, lo encontré con
otra persona. Una visitante de otro clan. Me dejo jodidamente destrozada.
—Lo siento.
—No hay nada de qué lamentar. Jugó conmigo y ahora soy más fuerte.
Dos años después, jugué con su hermano pequeño. Lo engañe durante cuatro
meses antes de romperle el corazón del pobre niño al rechazarlo frente a todos
sus amigos de una manera dura.
—¿Hiciste qué?
45
No sé si sentir repugnancia por Isabelle o admirarla. Dudo que sea capaz
de lograr lo que sea que ella hizo. Suena cruel y despiadado, pero sus acciones
también requirieron habilidad con el engaño. Se me da mal decir mentiras.
Mientras como, el sabor del guiso se vuelve cada vez más suave. Me atrae
Carter, pero es alguien que aplasta corazones sin pestañear. Si el destino hace
que me conecte con un hombre como él, ¿en qué me convierte eso?
Isabelle gritó.
—¿Y qué?
—No puedo.
—Extremadamente.
—Es mi instinto.
—Quizás —Mis hombros caen—. Supongo que puedes decir que soy
estúpida.
—Los lobos son así. Nuestro lado animal puede volvernos bastante
tontos.
47
Capítulo Cinco
—Él podría haberme ignorado porque no sabe que soy su prometida, así
que lo que sea que pasó pudo haber sido un simple malentendido. No es bueno
emitir juicios sobre él antes de tener una charla cara a cara.
48
—No sabes lo que sentí, ese tirón. Estoy segura de que él también lo
sintió.
—Tendré que hacerlo cuando todo esto termine. Vendrás corriendo hacia
mí con lágrimas rodando por tu rostro, y tendré que mostrarte los mejores
restaurantes de aquí para tratar de animarte mientras lloras con pañuelos de
papel.
—Eso no sucederá.
—Lo harás, ¿no es así? Maldito infierno. Ahora me pregunto por qué te
acompañé hasta la biblioteca.
*****
49
Isabelle habla por experiencia, pero quiero creer que ella se equivoca. La
chica enamorada que hay en mí está desesperada.
Desesperada por escapar de mis padres.
Paso los dedos por el pilar que bordea el jardín principal del castillo.
Isabelle me dijo que Sawyer estaría aquí y que, si quería encontrarlo, tendría
que ir por mi cuenta. No quería alentar demasiado mi comportamiento tonto.
Isabelle sigue diciendo que soy una tonta. Es solo porque no entiende lo que es
estar sola con los kitsunes, rechazada por tener una sola cola y asustada de lo
que papá pueda hacerme.
Mi corazón late más rápido en mi pecho. Sabe que estoy aquí. Me urjo a
moverme hacia él, pero mis pies de repente se sienten diez veces más pesados.
Hay mucho en juego aquí. ¿Qué pasa si digo algo incorrecto y le doy una
impresión equivocada? Quizás ya hice eso cuando lo encontré a él y a Dezra.
—Tú —dice Sawyer—. Estabas allí en el lado de las chicas del castillo.
—No —Aprieto mis manos en puños—. Pero estoy aquí para verte.
Quiero, eh, hablar de algunas cosas, porque no estoy segura de que conozcas la
situación.
Me olfatea.
—Kitsune.
—¿Eh?
—Eres con quien mi padre quiere que me case. No me dijo que eras tan
pálida —A pesar de que él critica el color de mi piel, me mira como si estuviera
embelesado, su atención se fijó en mí como si fuera una joya rara—. Estás...
joder, realmente estás aquí, ¿no?
—¿Quién?
51
Aprieta los labios, sin responder. Quiero llenar el silencio entre nosotros,
así que continúo.
Gruñe.
La euforia me recorre el pecho hasta que abro los ojos. Veo a Sawyer
presionando su mano en su frente, delante de mí. Tiene las garras extendidas y
sus ojos se han oscurecido.
—Mierda —dice Sawyer. Retrae sus garras, luego se abalanza sobre mí,
cerrando el espacio entre nosotros, y toma mis dos muñecas con sus manos antes
de sujetarlas al pilar detrás de mí. Me estudia con una expresión intensa, su
mirada acalorada derritiendo cualquier indicio de esperanza que tengo en mí.
Me sujeta con su peso, debido a que está tan cerca, puedo escuchar su
respiración y sentir el calor de su piel ardiendo dondequiera que me toque—.
52
¿Qué... qué me está pasando? No puedo pensar en otra cosa que anudarme en
ti.
—No significa que tenga que atarme a ti por el resto de mi vida. No voy
a tener una compañera. Me juré a mí mismo que nunca sucederá —Incluso
mientras expresa su convicción, Sawyer mete la cabeza en la curva de mi cuello
y aspira profundamente, absorbiendo mi aroma—. Demonios, eso digo, pero...
pero hueles... ni siquiera sé tu nombre.
—Hana.
—Hmmmm.
Sawyer muerde mi cuello y empuja mis piernas abiertas con las suyas.
Mueve sus caderas contra las mías, la tensión entre nosotros es imposible de
resistir. Mi respiración se atora en mi garganta cuando él choca contra mí,
mientras siento su erección frotando el interior de mi muslo.
¿Puedo hacer esto? ¿De verdad me follará en medio del jardín? Los
pasillos están abiertos y, de repente, cualquiera puede pasar junto a nosotros. Él
acababa de tomar a otra mujer antes, y sé que sus sentimientos por mí solo se
deben a la atracción de su compañera. ¿Quiero renunciar a mi virginidad con
alguien que todavía no me ama? ¿Qué pasa si se aburre, como Carter lo hizo
con Isabelle, y decide dejarme a un lado una vez que lo ha probado? Cuando la
fuerza de su deseo me golpea, de repente decido que no estoy preparada para
esto.
53
pecho. Él mueve su pulgar sobre mi pezón mientras gruñe mi nombre—.
Hanaaa.
El placer me invade hasta que mi cuerpo grita por más, más, más. La
lógica me dice que Sawyer aún tiene que demostrarme su valía. Aun así, los
instintos toman el control, y mi kitsune interior desea enredarse contra este
macho, escucharlo murmurar mi nombre en mi oído mientras me llena por
detrás. Deseo bañarme en la pasión que hierve a fuego lento entre nosotros,
perderme en ella para ahogar el mundo. Agarro su brazo, solo para sentir un
músculo duro. No es tan grande como Carter y Nicholas, pero cada fibra de su
ser, emana poder, construida para matar.
¡No! Grito en mi cabeza, pero mis instintos resuenan con un fuerte sí.
Sawyer pasa una de mis piernas por encima de su cintura y me envuelvo
alrededor de él. Me levanta mientras yo me engancho sobre su cuerpo y se
mueve del pilar. Solo su fuerza me sostiene, sus brazos soportan todo mi peso.
Ahí es cuando escuchamos pasos que vienen del pasillo. Una risa
estridente resuena hacia nosotros, seguida de aplausos y algunos gritos. Sawyer
gruñe, voltea gruñendo hacia la dirección de los ruidos. Entrecierra los ojos y
me aparta de su cuerpo.
54
De repente la suelta.
—Sawyer, yo-
—Oye, ¿no es esa la chica japonesa? ¿Qué está haciendo ella aquí?
No es el príncipe azul que imaginé que sería, pero esa atracción. Es una
maldición y un pecado. Tal vez me arrepienta de haber conocido a Sawyer.
56
Capítulo Seis
El veneno que veo en los ojos del meishu no es solo porque soy un
fracaso. Hay algo más que explica su odio por mí.
La libertad es una posibilidad remota. No quiero creer que soy débil como
dice mi padre. Es difícil saberlo después de haber sido tan golpeada. En mis
novelas, leo sobre chicas jóvenes que superan sus desafíos y no se caen
independientemente de lo que enfrenten. Quiero ser como ellas. ¿Quién no
querría ser el héroe de su propia historia? Pero quizás esas experiencias se
quedan en las páginas, y los pájaros de la nieve enjaulados como yo no tienen
suficientes plumas para volar.
Marco los dígitos y cierro los ojos. El timbre llena la pequeña habitación
y el latido de mi corazón comienza a hacer eco de la melodía.
—Oto-sama8.
58
—Es para unir a la manada de lobos más fuerte ya nuestro clan para que
podamos unirnos para enfrentar a los cazadores que se acercan a nosotros. Estoy
libre de eso. No lo he olvidado.
Padre gruñe.
Me estremezco.
—Por supuesto.
59
—Espera.
—¿Sí?
Ren es el kitsune más fuerte de nuestro clan. Nació con nueve colas de
color negro y posee un alto nivel de magia que hace que todos los kitsune lo
vean con asombro. Curiosamente, ha decidido hacerse amigo de una pequeña
como yo. Creo que le gusta que lo necesite y que él pueda cuidar de mí. Siempre
lo he visto como un protector, mi protector. Pero la sombra que proyecta es
demasiado larga ya que es una luz tan brillante, y a menudo me deja en ella. Un
día me dejará atrás. Siempre supe que eventualmente tendríamos que
separarnos. La diferencia entre nosotros es demasiado grande.
—No hablarás con él. Ren está preocupado por sus propios deberes y
actualmente está corriendo con su equipo para luchar contra una banda perdida
de cazadores. No tiene tiempo para ti.
—Por favor.
Es una pregunta retórica. Padre no quiere que pierda más su tiempo. Esta
llamada telefónica debe terminar pronto.
—No.
60
—Entonces, adiós. Has dicho suficiente.
—Adi-
61
Capítulo Siete
—Él será mi suegro una vez que todo esto termine. Me sorprende que no
me haya saludado todavía.
—¿De qué se trata esto realmente? —Isabelle continuó con una ceja
levantada.
62
—Ve tú. Si quieres que te muerda la cabeza, no voy a detenerte, pero
tampoco quiero ser parte de eso.
—¿Sí?
Las dos noches que dormí sola, cuestioné mi insaciable deseo por
Sawyer. ¿Lo quiero solo por el simple hecho de quererlo, o es porque
compartimos algo significativo? Tiene poco sentido ser rechazada todo el
tiempo. Isabelle probablemente tenga razón acerca de que me enamoré de él por
lo que representa y no por quién es.
63
Los zapatos de Nicholas hacen clic en las baldosas del castillo. Aflojo la
tensión en mi mandíbula y suspiro. No voy a dar marcha atrás solo porque
Nicholas me lo diga.
—¿Vienes?
—¿Eh?
—Lo digo como es, pajarito —afirma Nicholas. Su apodo para mí suena
demasiado similar al que me dio Ren—. Es mejor que pases tiempo conmigo,
además me gusta más tu compañía que una buena copa de vino. No te arriesgues
a pisar los dedos de los pies del alfa. No quiero verte herida.
¿No quiere qué? No tiene ninguna razón para ser protector conmigo. Me
quedo unos segundos más antes de ceder a su demanda. Después de una breve
mirada a la puerta del alfa, me apresuro hacia Nicholas. Sonríe ahora que lo he
escuchado. Continúa avanzando y yo emparejo el ritmo de mis pasos con sus
largos pasos.
Nicholas responde:
—¿Y por qué no? Eres una belleza para mirar. Exótica, no he podido
dejar de pensar en ti desde la primera vez que te vi, y no me sorprenderá que el
alfa piense de la misma manera.
—¿Una belleza?
—Trató de ser sincero. ¿Con qué frecuencia uno puede encontrar una kit
tan justa como tú?
—¿El tirón? Oh sí. Los otros dos son estúpidos por tratar de resistirlo,
pero sabía que vendrías desde el día en que conocí a Sawyer y Carter. Los tres
compartimos una conexión que no podemos entender. Solo hay una explicación
para que los tres nos unamos de esta manera, y es porque tenemos una
compañera. Una compañera compartida.
Nicholas me lleva a una parte más apartada del castillo, donde hay un
balcón que vigila las colinas que rodean el edificio. Hoy ha salido la luna, pero
no está llena, lo que salva a los lobos de su sed de sangre. Nicholas se vuelve
hacia mí y levanta la mano. Me emociono, imaginándolo tocándome, pero en
65
cambio, desliza sus dedos por la parte delantera de mi camisa, rozando
ligeramente mis pechos.
—¿A cuántas chicas les has dicho eso? —pregunto—. ¿Con qué
frecuencia funciona?
—¿Crees que voy a ir por ahí declarando a las mujeres que son mis
parejas predestinadas? No soy tan promiscuo. Casi hieres mis sentimientos.
—Ren me dice que no confíe demasiado en los hombres lobo. Dice que
un pájaro como yo será devorado vivo si me enamoro de cada palabra que
escucho.
—Mmm. ¿Está mal ser codicioso? —Se inclina cerca hasta que su boca
permanece sobre la mía. La excitación me golpea en una ola enorme—. No
comparto a mis mujeres, a menos que sea con Sawyer o Carter. Con ellos...
¿Quizás me follaré a Carter mientras miras? Le gusta cuando está pasivo.
66
No puedo imaginar a Carter por debajo de nadie. Ni siquiera Nicholas,
pero la vista me excita y me duele la parte interior de los muslos.
—Eso es lo que les gusta hacer a los lobos. Follamos, nos apareamos y
nos reproducimos. Dios, pensar en tu vientre grande con mi hijo es...
67
—Me estoy adelantando. No puedo dejar de pensar en lo hermosa que
estarás cuando te hinches con mi cachorro. Cuando eso ocurra, mi olor se
apoderará de ti y olerás como yo, dejando que el mundo sepa a quién perteneces
realmente. Pero estamos asumiendo que no es el hijo de Sawyer o Carter el que
llevaras.
—¿Por qué?
—Porque es el compañero con el que debo estar. Tengo que elegirlo a él.
—¿Y quién dijo algo sobre la elección, pajarito? —Inclina la cabeza, sus
ojos se nublan de deseo—. Puedes llevarlos a todos a la vez. Los tres
compartimos a menudo y las chicas no se quejan. Es mejor llenar todos los
agujeros que solo uno.
Sus ojos se fijan en mí, pero su atención vaga. Está perdido en su fantasía
tanto como me ha metido en ella.
Empiezo:
—¿En tú culo?
68
—En ningún lugar.
69
—Si vas a hablar de mí, hazlo frente a mi cara.
Giro hacia la entrada del balcón. Sawyer tiene ambas manos en los
bolsillos y tiene una expresión amarga. Tan pronto como mis ojos se posan en
él, ocurre el tirón de compañero. Aprieto los dientes para resistir el impulso de
arrojarme sobre él, besarlo y abrazarlo y dejar que su olor ahumado me marque
por completo.
Veo el mismo deseo en sus ojos, pero hace un buen trabajo para mantener
la calma.
—¿Qué estás haciendo aquí con la kitsune? —Es directo, su tono severo.
—Me estoy divirtiendo con ella, es una cosa delicada. Frágil. Aumenta
mi intriga.
—Tú sabes de qué estoy hablando. Deja de ser bromista y ven conmigo.
—Sawyer, yo... —Me acerco a él, dolorida porque sigue alejándome. Mis
dedos rozan su muñeca. Fue una mala idea tocarlo así, de inmediato, la
necesidad me atraviesa, golpeando a través de mi cerebro. Todos mis músculos
se contraen y se tensan por un deseo incontrolable, el tirón de mi compañero
70
sirve como una forma de tortura. Estoy a punto de arrojarme sobre él cuando
Sawyer lo hace primero, chocando su perfil con el mío. Me empuja hacia el
pilar, su cuerpo me hace un sándwich contra las frías baldosas de mi espalda, se
inclina hacia mi boca y me besa con avidez.
71
Capítulo Ocho
Sawyer me arroja a una cama. Es mucho más suave que los futones9 en
los que he estado durmiendo durante toda mi vida. Mi cuerpo se hunde en él.
La suavidad de la cama me golpea primero, pero me queda poco tiempo para
concentrarme en esa sensación. Inmediatamente después, Sawyer trepa por
encima de mí, su peso presionando el colchón debajo. No me deja hablar cuando
vuelve a capturar mi boca, atrayéndome a otro beso lleno de lujuria.
Sí, llevo lencería. La prenda es de color rojo vino, rosa y con volantes
con una cuenta en forma de corazón unida en la parte delantera. Mi ropa interior
fue cosida por la costurera de los kitsunes para acentuar mi forma de la manera
más seductora posible. Después de todo, estoy aquí para tentar al hijo del alfa.
Sawyer murmura otra maldición mientras juguetea con sus jeans. Los
baja, junto con sus bóxers, dejando al descubierto su polla hinchada. Por un
segundo, me saca de mi trance lleno de lujuria, mi garganta se seca. Sawyer es
enorme. Esa... esa cosa no cabrá dentro de mí. Me estremezco, imaginando el
dolor que experimentaré cuando Sawyer se empuje contra mis pliegues,
separándome.
—Lucha contra mí, kit. Demonios apártame o tendré que meterme dentro
de ti.
73
una breve cercanía entre nosotros, así que levanto la mano y engancho mis
dedos alrededor de la parte posterior del cuello de Sawyer.
74
—¿Te estás anudando dentro de ella, Sawyer? —Nicholas pregunta desde
un lado. Casi me olvido de que estaba allí, perdido en la agonía del deseo—.
Puedo oler la sangre. Está sangrando porque es su primera vez. Puede que
tengas contenerte un poco.
—Sí.
—No puedes.
75
Mi kitsune interior protesta, agitándose en celo, enojada porque Sawyer
se negó aparearse conmigo.
Doblo las piernas una sobre la otra, ignorando el olor a sangre que emana
de mis muslos.
—¿Por qué me dejas? —pregunto con una voz más suave—. ¿Es porque
soy defectuosa? ¿Por qué estoy rota? —¿Me ve de la misma manera que mi
padre me ve?
—No te voy a tocar. Tendré que ahorrarte el dolor del tirón de otro
compañero, pero no mereces lo que Sawyer te está haciendo, pajarito. Tienes
que entender eso.
76
Mis dedos se doblan, formando una bola, mientras me pregunto si este es
mi destino. ¿Hay algo mal conmigo? Quizás nacer como soy me hace
repugnante y me maldice para siempre por ser odiada por los hombres que se
supone que me aman.
*****
Nicholas suspira. Coloca una mano en mi espalda como una forma débil
de apoyo, llevándome de regreso a mi habitación. Avanzo lentamente, mis pies
77
raspan el suelo, ya que mi coño todavía está dolorido. Sawyer no había sido
amable conmigo. Su lobo lo obligó a follarme duro, no hubo juegos previos, ni
palabras de afirmación. Simplemente tomó lo que quería.
—Te quería para mí, fue tan difícil ver a Sawyer llevándote. Te hubiera
dado la mejor primera experiencia y, sin embargo, tomé ese riesgo.
Debería.
78
¿Cómo puedo crecer a partir de esto?
—¿Tienes miedo de parecer una puta? ¿Follando con tipos que acabas de
conocer, aunque seas su compañera?
Me estremezco.
—No somos tan abiertos sobre el sexo en Japón —A las mujeres en casa
les gustaba enfatizar la importancia de ser puras. Supongo que ya no soy eso,
¿y para qué? ¿Un jugueteo rápido y sin sentido en el que me descartan después?
—Mmm.
—¿No me crees?
—Escucha —dice Nic. Me agarra por los hombros y me hace girar hacia
él—. Eres hermosa, Hana —Es la primera vez que usa mi nombre—. No te
conozco bien todavía, pero tengo la sensación de que voy a disfrutar mucho de
tu compañía.
—¿Y?
79
cualquier otra cosa —Intento entender, pero no puedo ponerme en los zapatos
de Sawyer, especialmente después de que me lastimó tanto.
—¿Y tú?
—¿Yo?
Parpadeo. Nicholas suena bien. Por otra parte, todas sus acciones han sido
buenas.
—Mucho.
—Se supone que debo llevarte al comedor para cenar —dice Isabelle—.
La próxima vez que desaparezcas, avísame.
80
Sus ojos se agrandan.
Isabelle huele.
—Antes de que te dejes llevar por tus acusaciones —dice Nic—, recuerda
que estoy aquí.
—Silencio.
81
—Oye —agrega Nic—. Ya basta, Isabelle. Hana solo estaba
reaccionando al vínculo de compañeros, al igual que Sawyer. No terminó tan
bien como estaba planeado, pero-
—Ella lo disfrutará.
82
Capítulo Nueve
—Solo porque no pueden tener un rango más alto con el padre de Sawyer
en la cima. Si estuvieran en otros clanes, los tres serían alfas. No me importa —
Ella suspira—. ¿Por qué seguiste adelante y actuaste así, tonta kit? Te advertí
de ellos y, sin embargo, dejaste que te usaran.
Me muerdo la lengua
Mi interior se retuerce.
—A Sawyer le tengo que gustar. Por eso estoy hablando por él.
—No tiene que hacer nada. No tienes que ser su compañera solo por este
matrimonio y-
—Ninguna familia real obligaría a los suyos a casarse con alguien solo
por una causa. ¿No te aman tus padres? ¿No quieren que seas feliz? No deberían
dejarte casarte con un cabrón que haría tal cosa.
—Lo necesito.
—Al diablo con esto —Isabelle levanta las manos en el aire. Un gruñido
retumba en su pecho mientras me muestra sus caninos—. Vete a la mierda,
Hana, porque realmente mereces ser maldecida por ser tan patética.
Parpadeo hacia ella, sintiendo más dolor latiendo a través de mí. Dios, el
Castillo Crescent no se burla de sus recién llegados.
—¿Qué?
—Sentí lástima por ti al principio, así que decidí dar un paso al frente
para ayudarte, pero te estás dejando pisotear. Tienes que empezar a defenderte
y dejar de permitir que la gente te quite el poder.
84
—Yo... no lo entiendo ¿No debo escuchar a mis padres como una buena
hija? —Me doy cuenta de que tienen diferentes conceptos en Occidente, pero la
piedad filial, la lealtad al clan... todos son los principios asiáticos que sigo.
Además, el vínculo de compañeros es algo que mi kitsune interior encuentra
imposible de luchar, y no es algo que pueda simplemente abandonar. Frustrante,
lo sé.
—Es lo que los kitsune aprenden al crecer, un concepto que está arraigado
en nosotros desde la infancia. Tenemos que ser leales o el clan se desmoronará.
—Mentira.
—Crece. Eso es lo que estoy tratando de decir. Vive tu propia vida y toma
el control de ella. Solo tienes que culparte a ti misma de tus acciones.
—No tienes que hacer lo que dice tu padre. Dejé mi propio clan cuando
tenía diez años.
85
—Oh, sí, mi padre era un hijo de puta abusivo, así que decidí largarme
de allí. Nunca miré hacia atrás.
Doblo mis dedos y levanto mi mirada hacia Isabelle, viéndola bajo una
nueva perspectiva. Ella es lo que siempre me imaginé que ser, pero después de
haber sido golpeada tantas veces, es difícil. Tengo que ser más fuerte, como
ella. Llegaré allí eventualmente, y tal vez sus palabras tengan un efecto positivo
en mi psique, pero por ahora, ese viaje mental es un largo camino por recorrer,
el final lejos de la vista.
—Nunca he sido más feliz —agrega Isabelle—. Bueno, hasta Carter, pero
solo lo considero un pequeño bache que debe ser ignorado. Como una mosca el
hombro. Apártalo.
—¿Hm?
86
PARTE II
87
Capítulo Diez
Sawyer
Hace 17 años
Sawyer odia a su padre. No sabe por qué mamá confía tanto en ese hijo
de puta, necesitando que papá la cuide a costa de su cordura. Oye a su padre
gimiendo en la puerta de al lado mientras el viejo bastardo choca contra otra de
sus hembras. El techo tiembla; el olor de la lujuria llena el aire. Probablemente
papá esté pasando el mejor momento de su vida mientras la madre de Sawyer
escucha. Si Sawyer puede escucharlo, entonces mamá también puede escuchar
a su padre. Ella está llorando. Sawyer no tiene que verla para saber que tiene las
mejillas húmedas y que le duelen los moretones. Papá le pone nuevos moretones
a mamá todos los días.
Sawyer finalmente reúne la fuerza suficiente para levantarse de la esquina
del suelo en sombras. Sale a trompicones de su habitación y entra en la cocina,
donde mamá prepara la cena. El fuerte olor a carne asada llega a sus fosas
nasales. Mamá echa un vistazo por encima del hombro y mira a Sawyer.
88
—Soy más inteligente que eso. Sé que los lobos no son alérgicos a las
cebollas. Es por papá, ¿no?
—¿Por qué no vas a jugar con los chicos? Van a extrañar no tener más tu
compañía.
—Los chicos pueden esperar. Solo quiero estar aquí para ti.
—No.
89
Sawyer niega con la cabeza.
—Mamá, yo-
—Ve.
*****
—¡Mamá!
Huele sangre. El olor es fuerte y forma una niebla espesa alrededor del
aire. Su sentido del olfato aún no se ha desarrollado por completo, pero incluso
un lobo joven como Sawyer entiende que debe haberse derramado una cantidad
significativa de sangre para formar un olor tan espeso.
—¡Mamá!
91
—M... Ma... —Se atraganta con la pequeña sílaba, incapaz de terminar la
palabra mientras mira la figura destrozada frente a él. Un grito áspero brota de
sus pulmones mientras empuja su cuerpo hacia adelante. Este desastre... no
puede ser ella. Apenas puede reconocer a su propia madre. Le han pelado la piel
para revelar el hueso debajo, le han arrancado un ojo y una de sus piernas está
doblada en un ángulo incorrecto.
—Amo a tu mamá.
—He enviado a buscar a una bruja sanadora para que la cuide —dice su
padre.
—No te preocupes. Estará como nueva por la mañana —Papá pasa por
delante de Sawyer y se inclina para llevar a mamá en sus brazos. Coloca la
figura rota sobre la cama y luego le acaricia la mejilla con amor—. Lo siento
mucho —le dice papá a mamá.
92
—Tengo que decirle —dice papá.
Mamá gime.
No debería haber ninguna explicación que haga que papá parezca menos
monstruoso. Los hombres lobo no son criaturas de buen corazón; muchos
matan, roban y golpean, pero solo una criatura verdaderamente vil podría
hacerle algo tan horrible a su compañera.
Solo lágrimas.
93
—No hay nadie a quien ame más que a tu madre, y aunque me metí en
peleas todo el tiempo en mi juventud, siempre me aseguré de que ella estuviera
a salvo. Subí hasta la cima para no perderla nunca.
—¡Deja de actuar!
—No estoy actuando, hijo. Cometí un error hace diez años, el día que
naciste. Traté de hacerle la guerra a un grupo de brujas rebeldes ya que les
estaban dando pociones a los vampiros para fortalecerlos. Su líder me maldijo
durante la guerra.
—¿Maldijo?
El alfa asiente.
¿No la ha roto ya? Entonces, ¿qué sentido tenía que papá tuviera otra
mujer?
94
A Sawyer le duele el corazón por su madre. No puede entender por qué
una mujer amable como ella tiene que vivir un destino peor que la muerte. Tal
vez su padre sería más amable de ponerla al final de su miseria.
—Lo intento —dice papá—. Todavía estoy haciendo todo lo posible para
mantenerla a salvo. Hay largos períodos antes de que la maldición haga efecto,
lo que me permite tratar a tu madre lo mejor que pueda.
Su padre suspira.
—Si fuera tan fácil calmar estos asuntos del corazón, la habría dejado ir
hace mucho tiempo. No puedo, no es tan simple.
95
Capítulo Once
Suspiro y dejo vagar mis ojos. Mirando la pared de ladrillos grises frente
a mí, me llevo una papa frita a la boca y termino la última bolsa de bocadillos
que traje de Japón. El sabor de la sepia seca envuelve mi lengua, dándome una
cálida sensación de familiaridad. La merienda favorita de Ren también es la
sepia seca, y siempre me daba la última el último bocado cada vez que la
compartimos. Todavía no he conseguido el número de Ren. Isabelle tampoco
me ha hablado desde que me dijo esas frías palabras.
Estoy medio aturdida cuando doblo una esquina de los pasillos del
castillo. Mi cara se estrella contra el costado del chico que tengo enfrente.
96
—Uf —digo, dejando caer el paquete de pescado seco vacío—. No quise
tropezar contigo.
—¿Qué no quisiste?
El hombre es joven. Casi más joven que yo. Tiene una cola de caballo
larga y un feo ceño fruncido en su delgado rostro de ojos saltones. No está solo
y su compañía parece feroz. Intento mantener mi atención en él, pero el hombre
corpulento detrás de él hace que el nerviosismo recorra por mi espalda.
Big P tiene que ser el tipo recio que está detrás de él. Estoy superada en
número por dos matones hombres lobo. No creo que pueda enfrentarme a los
dos a la vez, no a menos que use esos malditos poderes prohibidos míos, no voy
a permitir que mi accidente infantil se repita de nuevo.
Estoy medio evitando sus ojos cuando una fracción de segundo después,
decido mirarlo de frente. Isabelle había hablado de ser fuerte y esta es mi
oportunidad. Se cual es mi límite para soportar golpes, mi padre me lo hizo
saber, pero, ¿dos contra uno? Es un juego arreglado.
97
—No vamos a ir a cazar hasta que pague —dice Stan.
Stan da pasos hacia mí hasta que mis ojos se nivelan con su pecho. Agarra
un puñado de mi cabello y tira de él hacia atrás. Inhalo, mis pulmones se llenan.
Lucha, Hana. Nunca aprendí a luchar. Siempre que lo intentaba, mi padre me
golpeaba, asegurándose de que me quedara en el suelo. Pero Stan no es mi
padre, lo que hace que enfrentarlo sea más fácil. Es solo otro hombre lobo con
un temperamento incontrolable, un oponente mucho menos intimidante en
comparación con el meishu de los kitsunes.
—No, no lo harás.
—Él entenderá quién está en la cima una vez que tenga a su mujer.
—Eres bastante tentadora, incluso para una albina —Se inclina, sacando
su sucia lengua, como si quisiera obligarme a besarme.
98
Una Hana más joven y con más miedo habría dejado que este hombre
hiciera lo que quisiera con ella, pero no siento nada por él, y mi animal interior
exige que luche. Las garras crecen de las yemas de mis dedos, y las apunto a la
parte inferior de su cuello, hundiéndolas en su piel.
—Hueles a omega.
Gruño de vuelta.
Stan tartamudea.
—Sa-Sawye-
—¿Qué estás haciendo con lo que es mío? —Su voz es baja pero
intimidante. Siento su necesidad de poseerme mientras lo miro. Sawyer lanza
una mirada en mi dirección antes de volver a mirar a Stan. Un gruñido retumba
en el pecho de Sawyer mientras cierra los puños a los costados.
—Yo... pensé que ella era solo otra omega para joder.
—¿Q-Qué noticias?
100
Tan pronto como Sawyer se acerca lo suficiente, Stan lanza su mano con
garras hacia Sawyer, tratando de jugar sucio y atraparlo por sorpresa. Sawyer
esquiva el ataque, lanzando un puñetazo al costado de la cabeza de Stan. Mis
ojos no pueden seguir la pelea. Sawyer se está moviendo demasiado rápido. La
figura de Stan se estrella contra una pared de ladrillos, su cuerpo agrieta la
estructura. Trozos de escombros y rocas caen de la pared, enviando polvo a lo
largo del impecable pasillo del castillo.
—Limpia esto.
—Sí, señor.
—Y métele este mensaje a su cabeza. Quiero que lo tenga cien por ciento
claro.
Me congelo. ¿Suya?
Mientras sigo a Sawyer por los caminos del castillo, no puedo evitar
sentirme confundida. ¿Por qué viene a mí ahora si antes me hizo tanto daño?
No puedo leer su plácido exterior. Sawyer es la representación perfecta de un
lobo, su forma depredadora no me da ninguna pista sobre lo que está tramando.
El beso que tuvimos sigue dejándome sus secuelas. Mi corazón late con
más fuerza cada vez que Sawyer está a mi alrededor.
102
—¿Digna de ti? Suenas demasiado confiado. Sobre tu autoestima, eso es
todo.
—A mi habitación.
103
supongo que la necesidad me volverá loco cuando llegue la luna llena, pero tu
compañía se siente bien.
—No puedo evitar sentirme posesivo. Culpo al animal dentro de mí, dice
cosas en la parte superior de su cabeza.
La postura de Sawyer se afloja. Se vuelve hacia mí, sus ojos azules con
una pesadez que no puedo comprender.
—No quiero que nadie sea nada mío, pequeña. No le deseo ese destino
a nadie.
Odio a Sawyer.
No me quiere a pesar de que todo ese año soñé, pensé y anhelé por él.
Simplemente me dejará a un lado como si fuera una ocurrencia tardía, tratando
nuestro vínculo como un inconveniente en lugar de algo significativo para ser
atesorado. Mis pulmones se expanden por mi propia respiración acelerada.
Debería irme. Sawyer solo me traerá aquí para satisfacer el molesto picor
que le da el tirón de compañeros.
Mi boca se adelgaza.
—Si me quieres, entonces ven a mí. —Es tan difícil ser tan inflexible. No
es propio de mí, pero estoy tratando de fingirlo después de encontrar el valor.—
No me hagas seguirte como una mascota, puedo ser mejor que una chica
enamorada que hará todo lo que le pides — Hablar alto tiene un sabor extraño
en mi lengua. Es contundente, por ahora, pero espero estar empujándome en la
dirección correcta.
Cambia su peso a su otra pierna. Hay una ligera arruga en su frente, pero
aparte de eso, su expresión revela poco.
—¿Qué?
105
—¿Has cazado antes?
—¿De verdad a los kitsunes no se les permiten esa emoción? Cazar puede
sentirse como volar. Cuando cedes a tus instintos animales... Bueno... —Una
leve sonrisa roza sus labios. Es la primera vez que veo sonreír a Sawyer.
106
brindarme una nueva experiencia, una que la aventurera niña que hay en mí
anhela.
*****
Sawyer continúa:
—¿Quién?
107
—Pero él es un dios.
Osyn es la deidad que adoran tanto los hombres lobo como los kitsunes.
Se dice que es el primer cambiaformas que existe, y de él provienen todos los
demás cambiaformas. Osyn se originó como un hombre lobo, y los kitsunes son
una subespecie que evolucionó a partir de ellos con el paso del tiempo.
—¿Amor?
Sawyer gruñe.
108
—Aquí, lo puedo oler, hay un ciervo cerca.
—Deberías saber cómo, incluso si nunca lo has hecho antes. Sigue tus
instintos; el depredador que hay en tu interior debe hacerse cargo y, a pesar de
tu predisposición a ser una omega, todavía estás en la parte superior de la cadena
alimentaria. No es tan difícil de entender.
—Necesito que me muestres cómo, eso es todo. Una vez que lo domine,
ya no necesitaré tu ayuda.
—¿Agallas?
109
—Creo que es hora de transformarnos. Después de eso, nos acercaremos
lentamente al ciervo —Cierra los ojos, concentrándose. Todo su cuerpo se
empaña, nubes oscuras se arremolinan a su alrededor. Deja que su forma de
hombre lobo se haga cargo. Sus huesos se transforman y el pelaje brota de su
cuerpo. Sus manos se mueven, sus dedos se acortan, convirtiéndose en patas
que recorren el suelo de una manera suave.
El mismo hermoso lobo gris que había visto en el castillo está frente a
mí, con las orejas dobladas hacia atrás. Se lame la pata y luego me mira.
—Me dijiste que eres mestiza. ¿Dónde está tu lobo?— pregunta Sawyer.
—Siempre me he convertido en un kitsune. Nunca en un lobo. Creo que
hay algunos rasgos de lobo en mí... en algún lugar, pero hasta ahora, mi lado
kitsune ha sido predominante —Oculto el hecho de que sé de mi loba. Ha estado
escondida durante demasiado tiempo y, hasta ahora, nunca la he sacado. Ella
está allí, acurrucada en alguna parte de mí, y tal vez algún día salga.
110
Sawyer. Su olor es más fuerte cuando lo huelo como un kitsune. Me acerco a
él, atraída por el embriagador aroma ahumado y mentolado que emana.
—Lo estás llamando una tontería ahora —resoplo—. Parece que me estoy
adormeciendo con tus palabras. No parecen doler tanto cada vez que dices algo
malo.
Sawyer levanta las orejas, poniéndolas en atención. Sus ojos de lobo se
entrecierran mientras inspecciona nuestro entorno.
*****
111
El venado esta pastando en el suelo del bosque, sin darse cuenta de
que los dos lo acechamos desde los arbustos. Tiene un rostro amable,
inexpresivo e inocente. Observando desde lejos, noto cuán majestuosa y en
sintonía esta el venado con la naturaleza. Cada centímetro de su cuerpo es
vigoroso y el brillo de su pelaje indica lo saludable que está. Mi lado humano
quiere mantener vivo al ciervo para poder seguir admirándolo, pero el kitsune
anhela la caza y la emoción de acabar con su presa.
Sawyer, en su forma de lobo, saca su lengua y se la pasa por la boca. Ya
se lo está imaginado como comida, una de sangre, dolor y carne cruda. Nuestro
lado humano puede ser una gran parte de nosotros, pero siempre habrá un lado
brutal y animal involucrado con cambiaformas como kitsunes y hombres lobo.
Siempre habrá un deseo de matar, de herir, de subir a la cima de la cadena
alimenticia. Los alfas o lunas como Sawyer, especialmente, tienen que afirmar
su dominio.
—Esto será rápido —dice Sawyer—. Puedo hacer la mayor parte del
trabajo. Si algo sale mal, intenta asegurarte de que el ciervo venga en mi
dirección. Solo quiero apuntar a la yugular y darle una muerte rápida.
Respiro profundamente.
—Es cinco veces más grande que yo —Los kitsunes son mucho más
pequeños que los lobos en comparación—. ¿Me temerán los ciervos?
—¿Qué...?
112
Salta de los arbustos, usando la fuerza de sus patas traseras, y en un
instante, aterriza sobre el ciervo, empujándolo hacia abajo con su forma maciza.
La criatura no tiene ninguna posibilidad. Sawyer tiene al ciervo en el suelo en
una fracción de segundo. Muerde su cuello, luego hunde sus dientes en su
yugular. La sangre sale del cuello del ciervo, mancha el pelaje de Sawyer y llena
el aire con el olor a hierro derramado.
El ciervo se agita debajo del gran lobo, pateando sus patas como si
suplicara por su vida, pero Sawyer continúa sujetándolo por el cuello, sin darle
esperanza de sobrevivir. La lucha del ciervo se debilita progresivamente. Se
agita hasta que no le queda más energía. Se necesitan unos segundos duros y
atormentadores antes de que el ciervo pierda toda su fuerza de voluntad y ponga
los ojos en blanco.
—¿Quién es Ren?
—Mi mejor amigo de Japón. Es el kitsune con el que solía jugar mucho,
especialmente durante mi infancia.
114
—Pensé que no querías tener nada que ver con eso. Dijiste que es sólo una
tontería temporal. ¿O estás cambiando de opinión?
Se queda en silencio, como si lo pillara en su error.
—Odio la idea de que otro hombre haya estado a tu alrededor, a menos que
ese hombre sea Carter o Nicholas.
—La bruja se encargará de eso —Le rezo a Osyn para que no lo haga.
Me estoy burlando de Sawyer, usando sus propias palabras en su contra. Estoy
deseando que le afecten, pero la mirada de indigencia que me da demuestra que
no es así. Suspiro—. Además, Ren siempre está cerca de mí. No puedo alejarlo,
ni siquiera si estoy emparejada contigo.
—Que linda. Tus amenazas casi me hacen cosquillas, kit — Se aleja del
cadáver antes de volver a su forma humana. Cuando está de vuelta en su ser,
hay una mancha de sangre en un lado de su boca. Lo limpia con el dorso de la
mano, luego aparta casualmente el flequillo de su rostro—. Todavía hay
demasiada comida. Tendré que cargarla. No puedes terminarla, ¿verdad?
115
Enferma. Me siento locamente fuera de esto.
Mi mirada busca a Sawyer. ¿Sabe lo que está pasando? Cuando mis ojos
se posan sobre él, veo que está sufriendo de la misma manera que yo. Se
convierte de nuevo en lobo, probablemente debido a la necesidad de pedir
ayuda. La magia se hace cargo, rozando su piel para que las pieles broten de sus
brazos y sus huesos se muevan. Cambiar puede ser difícil y requiere inmensas
cantidades de energía. Me sorprende que pueda cambiar su forma a pesar de
estar tan fuera de sí como yo. Se siente como si un mar de veneno se derrame
en mi cabeza. Es imposible mantenerse estable estando tan enferma.
Yo también trato de aullar, aunque los aullidos de zorro son mucho más
ásperos y no viajan muy lejos.
Fue entonces cuando dejo que mi poder salga de su jaula, ese oscuro,
oscuro poder prohibido. No debería. ¡No! Intento retenerlo, mantenerlo sellado.
Lo he mantenido en secreto durante tanto tiempo que tengo que retenerlo ahora.
116
Capítulo Trece
Abro los ojos y ahí es cuando el dolor me golpea. Un trauma crudo y sin
filtrar me sube por un lado de la cabeza. Cierro los ojos con más fuerza, lidiando
con el corte afilado que se siente como si estuviera a punto de destrozarme el
cerebro.
A medida que el dolor retrocede, busco en mi memoria, tratando de
pensar en lo que sucedió justo antes de perder el conocimiento. Había un
ciervo... Sawyer luchando...
¡Sawyer!
Mi instinto se alerta, y mi cuerpo encuentra fuerza al pensar en mi
compañero sufriendo. Me incorporo, mi respiración se acelera mientras las
preguntas me atraviesan. ¿Está bien? ¿Sobrevivió? ¿Y qué nos había pasado a
los dos con el veneno y las náuseas repentinas?
117
—¿Puedo?
Me retraigo.
—He estado durmiendo durante dos días. Eso... ¿era veneno? Realmente
me hizo daño.
—¿Entonces qué?
—Fue lo que hiciste por dañar el bosque. Usaste demasiada energía y eso
te dejó inconsciente. Carter y yo escuchamos el aullido de Sawyer, así que
fuimos allí tan pronto como pudimos. Para cuando llegamos allí, el área en la
que estabas parecía como si hubiera habido un incendio. Solo que no había
ninguno.
118
Aprieto mi mandíbula.
—Los cazadores envenenaron a los ciervos usando sus hechizos, fue por
eso que ambos se enfermaron. Liberan ciervos alterados en la naturaleza para
tentar a los hombres lobo, y si no tenemos cuidado, a veces nos comemos uno
—Nicholas olfatea, pasando un dedo por la punta de su nariz mientras muestra
molestia—. Sawyer cometió un error al sacarte así, debería haber estado más
atento. Es fácil saber si un cazador ha alterado a un ciervo. Las marcas en su
piel cambian ligeramente, pero supongo que Sawyer se volvió perezoso y no
notó el cambio en ese ciervo. Casi los perdemos a los dos por los cazadores.
Mis músculos se tensan, ese había sido un llamado cercano. Pensar que
un simple viaje de caza podría habernos matado a los dos.
119
de mis dedos. Sus dedos son tan grandes en comparación con los míos. Su toque
envía consuelo y calidez a través de mí, haciendo que un enjambre de mariposas
revoloteen por mi interior. Me concentro en su olor, el que huele a
masculinidad.
Mi visión se vuelve borrosa antes de que las estrellas se filtren por sus
lados. El calor que siento de Nicholas me dice que ambos estamos destinados a
estar juntos. Imagino una larga y fructífera vida con él, llena de pasión, deseo y
alegría. Es tan repentino, tan abrumador y, sin embargo, me parece correcto.
Esto es absurdo, y es una gran tormenta de información para tragar de una. Mi
sentido del oído aumenta, mi estómago se retuerce por la atracción que tengo
hacia él. Mi mundo gira con Nic como mi eje, girando y girando hasta que él es
la única persona en la que puedo concentrarme.
—Maldita sea —dice Nicholas, con una sonrisa arrastrándose por sus
mejillas—. Es seguro, entonces. Quiero que seas mía —Busca mi rostro antes
de que sus ojos se posen en mi pecho, cayendo hasta mi vientre antes de volver
a mis ojos.
120
—Eso fue antes de que los cazadores estuvieran a punto de matarlos a ti
y a Sawyer. Lo siento por tocarte e incitar el vínculo de compañeros de esa
manera... tal vez debería haber esperado hasta que te recuperaste, pero cuando
te vi inconsciente allí en el bosque, pensé que lo había estropeado, mucho.
Podrías haber muerto antes de que yo supiera de que realmente eres mi
compañera —Los iris de Nicholas se oscurecen, volviéndose de un verde más
oscuro y profundo, la sombra inquietante—. Ahora lo sé con certeza.
Lo necesito.
Ignoro los latidos de mi cabeza, la lujuria se apodera de mí, mientras me
muevo hacia Nicholas, agarrando su hombro para poder tirar de su cuerpo
grande y musculoso hacia mi cuerpo tembloroso. Coloca sus manos a los lados
de mis caderas mientras se sube a la cama. Es tan enorme que podría aplastarme
con su tamaño, pero Nicholas es gentil. Me trata con cuidado, asegurándose de
no poner demasiado peso en mi cuerpo comparativamente mucho más pequeño.
Quiero que me lastime. Hay una parte enferma de mí que disfruta del
dolor, tal vez por la forma en que mi infancia me ha chocado. Me imagino a
Nicholas presionándome mientras me penetra con un hambre animal, pero me
está tratando con tanto cuidado que es frustrante.
Hago lo que dice, abriendo los labios para poder ofrecerle mi lengua.
Tararea satisfactoriamente cuando obedezco su orden.
121
Ruedo mi lengua alrededor de sus dedos, gimiendo cuando el deseo hace
que la protuberancia de mi clítoris se hinche.
122
la nubosidad de mi mente, logrando palabras a pesar del anhelo reverberante
que llena mis pensamientos.
Me distraigo una vez que Nicholas habla sobre ese incidente. Sawyer...
¿se supone que debo seguir dedicándome a él después de que me haya alejado?
¿Es un engaño para mí estar aquí, divirtiéndome con su compañero? Nicholas
atrae mi atención errante hacia él de inmediato, forzando mi coño a abrirse
metiendo sus dedos dentro. Estoy tan mojada que él se desliza fácilmente, por
lo que sus dedos no tienen problema en masajear mis paredes.
123
¡Dios, Dios, Dios!
Lloro.
Él ríe.
Me relajo una vez más mientras los suaves labios de Nicholas presionan
mi frente. No lo conozco muy bien, pero estar tan cerca de él alivia mi ansiedad.
Estar a su lado se siente seguro.
125
—Me dije que me enamoraría de Sawyer. Me aferré a esa idea durante
mucho tiempo.
—Mmm —Eso sonó bien, estar rodeada de amor. Era mi sueño cuando
era niña, y todavía rezo para que suceda. Sin embargo, esa oración nunca ha
sido más que eso: un sueño. El amor para mí es una historia lejana. Una
maravilla que experimentan otras personas, pero yo no, nunca para mí. Siempre
me han dicho que no merezco amor, especialmente no del tipo que lo abarca
todo y que provoca un mareo cálido y calmante.
126
Capítulo Catorce
—Nico-
—¿Eh?
127
—Carter... Bueno, todavía no lo he tocado, pero creo que-
Isabelle bufó.
—¿Quién?
—Es una broma, eso es lo que. Nic estaba tratando de jugar con tu
corazón. Por eso te tomo, haciendo que este lugar huela a-
—Él no hizo nada por el estilo —le digo—. Nic se contuvo. Él... Él me
complació, eso es todo.
—¿Qué?
—No lo has sentido como yo. Una vez que tocas a tu compañero, todo en
tu mundo cambia.
—¿Perdón?
129
paso hacia mi habitación. Recorro sus rasgos con la mirada, observando los
ángulos cincelados de su rostro y la ligera barba incipiente de su mandíbula.
—Nadie tiene que leer tu mente para ver a dónde va esto. Tienes una
reputación de idiota. Rompecorazones y destructor de coños.
Isabelle hierve.
130
—No estás entendiendo el punto, bombón. No te pregunté por tus
preferencias alimentarias.
Miro por encima del hombro de Isabelle, mis nervios están intranquilos
sin ninguna razón. Será agradable arrojarme contra los anchos hombros de
Nicholas, sintiendo su cuerpo abrigando el mío.
—Sé que Carter te hizo algo horrible, pero yo no soy como él. Es
descarado. Rudo. No recoge lo que hace.
—Oh, pero lo es, ¿no? Tuviste una mala experiencia con él y ahora, estás
proyectando esto en Hana, me preocupo por ella, quiero encontrar algo
significativo con ella, no voy a dejar a un lado a Hana, no como te trató Carter.
Nicholas sonríe.
131
Ella hace una pausa. Sus hombros se ponen rígidos.
¿Debería intervenir? Nic está siendo grosero, y sus palabras podrían abrir
una brecha entre Isabelle y yo, algo que no apreciaré. Mis palmas están
sudorosas por mi incertidumbre.
Isabelle gruñe. Siento sed de sangre viniendo de ella, las garras alargadas
que se extienden desde las puntas de sus dedos me advierten de una posible
pelea. No quiero que ninguno de ellos se lastime, y las peleas de los hombres
lobo son sangrientas, así que es entonces cuando decido que ya es suficiente y
me empujo entre ellos, alejando a Nicholas de Isabelle.
—Ya déjalo —le digo a Nic con severidad—. Deja de burlarte de ella.
—Ella me cabrea.
Me alegra saber que Nic también tiene mal genio. Hay que temer a la
gente que no tiene ninguno. ¿Quién sabe qué esconden debajo de su genialidad?
132
Nic hace círculos con su mano alrededor de mi antebrazo, tirándome
hacia él. Me presiona contra su torso, usando demasiada fuerza.
Miro por encima del hombro, prestando atención a Isabelle. Ella levanta
una ceja en un desafío.
133
—¿No son buenas noticias? —pregunto—. Él me quiere con los
Crescents —Ya que se supone que soy la embajadora de mi clan, eso tiene que
ser un progreso.
—¿Por qué estás aquí? —le pregunto a Nic antes de que su conversación
estalle en otra discusión.
—¿Se siente mejor? —Lo último que recordé fue que se estaba
derrumbando por la enfermedad.
134
Capítulo Quince
Sacudo mi cabeza con incredulidad mientras sigo a Nic por el interior del
castillo.
—Sawyer no me extraña. No puede esperar para enviarme en un vuelo
de regreso a Japón.
Nic responde con su voz baja y profunda.
—El idiota solo está tratando de hacerse el difícil. Nadie querría separarse
de su compañera.
Nic asiente.
135
—Porque es un niño estúpido y asustado. Afortunadamente, el chico
tonto parece abrirse, aunque sea un poco —Me divierte que Nic llame niño a
Sawyer. Parece lo suficientemente mayor para gobernar su propia manada—.
Tal vez no sea capaz de controlar el tirón del compañero.
136
—Mmmm —Engancha sus dedos alrededor de mis caderas—. Ah, las
cosas que estoy pensando en hacerte ahora mismo —Un ronroneo bajo retumba
de su pecho—. Quiero tu cuerpo. Fui amable ayer, pero no lo hago tan a
menudo.
—¿Hacer qué?
—Jugar bien mientras follo. Eras virgen hasta no hace mucho, así que
pensé que debería ir con calma. No sería bueno que te espantara, seré honesto,
quiero verte llorar mientras tus labios rodean mi polla.
Él se ríe.
Solo está haciendo promesas, pero no hay acciones que las sigan. Quiero
que actúe de acuerdo con sus palabras, pero puedo decir que Nic se está
conteniendo. Lleva una sonrisa tranquila, ocultando la tensión que lo delata al
mostrar como una vena se forma en su sien. Cuando Nic me tenga, será crudo
y sensacional, una liberación de control.
137
Nic sonríe, rozando la delicada carne de su boca sobre mi hombro antes
de alejarse para saludar a Sawyer. Su áspera palma se desliza por mi brazo,
provocando que un hormigueo recorra mi columna.
—Si quieres follar con ella, hazlo dentro. Causarás una escena y
demasiados rumores si alguien te atrapa.
Sawyer le lanza a Nic una mirada molesta antes de entrar, indicando que
deberíamos seguirlo. Tan pronto como entro, veo que el sofá se ha extendido a
una cama. Hay dos almohadas dispuestas en el sofá y una colcha blanca que lo
cubre. El conjunto se ve suave y cómoda.
—¿Dónde más?
—La última vez, estaba preguntando. Pero eso fue antes de que el anciano
despertara su interés. Ahora te doy una orden y tendrás que escucharme, tú te
quedas. Eso es definitivo.
Frunzo el ceño.
—Eso fue antes de que mi padre se interesara por ti —Sawyer bebe más
whisky—. No quiero que el viejo bastardo te ponga sus sucias patas encima.
Será molesto si pasa algo, así que estarás aquí, durmiendo en nuestro
apartamento.
—¿Nuestro?
139
—Supongo que los japoneses no tienen compañeros de cuarto a menudo,
¿eh? —Deja su vaso en la mesa.
Respondo:
Arrugo la frente.
—No podemos explicar el por qué, pero también tenemos algo parecido
al tirón de compañero. Conocí a Nic y a Carter cuando era un niño, pero
entonces no pensaba mucho en ninguno de ellos. Pero cuando llegué a los
dieciocho años, todo cambió. Los necesitaba. Primero a Nic, ya que Carter es
más joven. Lo quería. No tan fuertemente como te quiero a ti, pero se sentía
bien tener su compañía.
140
Sawyer se mete la mano en el bolsillo. Saca una caja de cigarrillos —el
hecho de que fume explica su olor a tabaco—, y saca después un mechero. Se
lleva la mano a la boca y enciende el cigarrillo, luego aspira un largo trago,
dejando que el humo salga de sus fosas nasales cuando termina.
—Es solo que... los detalles son algo entre ustedes tres. No sé si debería
estar al tanto.
—Puedes ser el príncipe azul —dice Nic—. Sólo para ella —Me lleva al
sofá cama, indicándome para me siente. Lo hago, dejándome hundir en la
suavidad de la colcha, preguntándome si debería estar de acuerdo con esto.
Tengo la intención de salir pisoteando del apartamento para poder exigir que
me traten mejor y no como una ocurrencia tardía. Solo me quedaré para ver
cómo se desarrolla todo esto.
Sawyer hace una pausa, sus mejillas se contraen debido a que fuma. El
tabaco y la nicotina cubren los alrededores.
—Ya sabes como soy. ¿Hacer que las chicas se vuelvan locas para poder
comprometerme con ellas? Nah. No va a pasar en este universo. Al menos no
conmigo.
141
—Realmente vas a traer a esa bruja —afirma Nic como una observación.
Nic gruñe.
—No me ando por las ramas, lo digo como es. Ella es un problema, y si
no lo resolvemos, se convertirá en uno más grande —Él suspira—. Suena duro,
alejarte así, pero es por tu propio bien. Confía en mí.
—No hay necesidad de ser tan despectivo al respecto. ¿Por qué crees que
es por mi propio bien? —Si Sawyer quiere que me quede aquí, me debe algunas
explicaciones.
Nic interrumpe.
—Si te emparejas con Hana y las cosas realmente van mal, te dije que te
detendría si las cosas empeoraban.
—¿Detenerlo? No te sigo.
142
—Mencioné que no quería arriesgarme. ¿Qué pasa si no puedes
protegerla adecuadamente?
—De mí.
—No la lastimarás.
—Se supone que los compañeros no deben hacerse daño entre sí. El
instinto protector-
—Sí, seguro. Admitiré que mi mente está en una niebla debido a ella.
Nic sonríe.
143
—Será doloroso para mí contenerme si te quedas tan cerca —Pasa el
dorso de la mano por un lado de mi cara, acariciando ligeramente mi oreja—.
Pero si lo haces, podría convencer a Sawyer de que estás mejor cerca que lejos.
—A veces, ese tipo de palabras solo sirven para hacerte más fuerte.
—Tal vez —Frunzo los labios, entrecerrando los ojos ante la suave
alfombra en la que se hunden los dedos de mis pies—. Si es demasiado rompe
tu voluntad eventualmente.
—No te romperás.
Resoplé.
Ni siquiera sé qué espera Nic de mí. ¿Hay algún problema suyo que se
supone que debo resolver? Es como si pudiera leer mi mente, y responde esa
pregunta antes de que yo exprese mis dudas.
144
—Te costará defraudarme, pajarito. No espero mucho de ti además de
necesitar que sonrías a menudo y seas feliz. Tu existencia ya es una bendición
para mí.
Hago un círculo con una mano sobre mi muñeca. Sawyer está demasiado
cerca, por lo que es difícil no pensar en él, y eso es problemático, porque
recordar cómo me está alejando duele.
—Ha visto lo peor que puede hacer el amor. Al menos, eso es lo que me
dice. Paso mucho tiempo con él, pero creo que sigue guardando sus secretos.
145
—Oh, pero lo es, pajarito. Es lo peor y lo mejor que le puede pasar a
cualquiera.
—¿Como que?
—Es una magia fugaz. Embriagadora cuando está cerca, pero se siente
como una escopeta en tu cara una vez que la pierdes o no la recuperas.
Nicholas suspira.
—Porque si sigo sin él por más tiempo, entonces estaré frío y muerto por
dentro. Si voy a ser un hombre de todos modos, ¿por qué no correr el riesgo?
146
Capítulo Dieciséis
Me muerdo la lengua
—Estaba en una parte lenta —Olfatea—. ¿No sabes dónde está el baño?
—Dame un segundo.
—¿Cuál?
Mi ceño se profundiza.
—No lo quiero.
—¿Hm? —Lo levanta, arqueando una ceja—. ¿Por qué no? Me parece
perfectamente aceptable.
Gruño.
—Ya verás.
*****
149
Salgo de la ducha con una sensación de satisfacción. El agua se
evapora en el calor del suelo, llenando el aire de niebla. Me froto la toalla sobre
mi cuerpo, tarareando de placer. Por supuesto, la experiencia se compara un
poco con las aguas termales10 de Japón, pero aún así fue divertida, como Sawyer
prometió que sería.
Aquí, las paredes y el suelo se calientan con solo pulsar un botón. El agua
cae en cascada desde la parte superior en un patrón lujoso, con aerosoles que
también provienen de la pared. Es indulgente, mucho mejor que la ducha de mi
última habitación. Me ahogo en el aroma a menta que huele a Sawyer, y mi
cabello está suave por todo el acondicionador que le he aplicado.
Hay mucho de Sawyer aquí. De los otros dos chicos también. Veo sus
afeitadoras, colonia y ropa sucia por el lugar, estoy atrapada en su dominio.
Saber que estoy tan cerca de mis posibles compañeros me da un sentido de
pertenencia. Es más cómodo de lo que quiero admitir.
—Tú —Me agarra para sacarme del baño. Nuestras pieles se tocan, su
palma envolviendo mi brazo.
10 Aguas termales: Se llaman aguas termales a las aguas minerales que salen del suelo con más
de 5 °C que la temperatura superficial.
150
Sé que es mi compañero, pero no esperaba que el vínculo de compañeros
se activara tan abruptamente. El contacto hace que broten chispas, el tirón del
compañero una vez más tira de mi mente. Me alejo de él, sintiendo que mi
kitsune interior se despierta con lujuria y deseo. Es lo mismo que cuando toqué
a Nicholas. Similar a cuando la atracción comenzó con Sawyer. Respiro más
fuerte mientras me concentro en Carter, mi kitsune interior se posa con la
necesidad del nuevo vínculo que está despertando. También veo la misma
reacción en Carter. La conmoción y el deseo se esparcen por su rostro.
Apenas conozco a Carter. Son nuestras almas las que nos están uniendo,
obligándonos a estar unidos, dándonos pocas opciones.
151
—Dios, estás cubierta con su olor —continúa Carter—. Es agradable. No,
lo quiero. Jodidamente ahora, quiero que me pertenezcas —En un gran
desgarro, arranca la camisa de mi torso, dejando que los pedazos de tela
andrajosa caigan al suelo.
Empiezo:
—Mmm.
Me lleva al sofá cama. Nic lo había doblado antes desde que le dije que
quería un futón en su lugar. Mis nuevos arreglos para dormir están colocados al
lado de la ventana, cerca de las cortinas, donde pasa la luz de la luna.
Bañado por la luz de la luna, los rasgos afilados de Carter le dan una
presencia etérea que me atrae, tentándome aún más. Cierro mis labios con los
suyos, saboreando más de su delicioso sabor a canela. Mi columna vertebral se
arquea cuando me baja al sofá cama. Gruñe, incorporándose para quitarse la
152
camisa de su musculoso cuerpo. Tira su camisa al suelo, luego alcanza sus
pantalones.
Mi primera vez fue para Sawyer, pero este momento con Carter es
igualmente emocionante. Debería tener miedo, pero estoy empezando a pensar
que queda poco que perder. Mi animal quiere que ceda a mis instintos más
básicos.
La atracción del lazo nos atrae, golpeándonos como una fuerza que no
podemos ignorar. Carter me toma por las caderas y me arrastra hacia él para que
mis pliegues estén alineados con su polla. Su polla dura, palpitante y adolorida.
No lo conozco.
No lo conozco.
153
—¿Alguna vez te han anudado, pequeña kit? —Carter pregunta—.
¿Sabes lo bien que se siente?
—N-no...
Mis brazos están flácidos. Se me curvan los dedos de los pies. Golpea
sus caderas contra las mías, golpeándome con una fuerza dolorosa y placentera.
Carter no se guarda nada. Me llena tal como prometió la primera vez que nos
conocimos. Cierra los ojos mientras sisea.
Y...
Me vengo.
154
Tiene que haber un límite en el número de veces que una mujer puede
venirse durante cada encuentro sexual. La resistencia de Carter no se está
agotando. Me está ordeñando con su polla, forzándome tanto placer como
puede.
—Mmmm —gime.
Me vengo otras dos veces más antes de que Carter alcance su clímax.
155
Esto sucedió demasiado rápido.
—Quinn —susurra.
156
Capítulo Diecisiete
—Pensé que habías pedido un futón —dice alguien con una voz profunda.
Lo escucho hablar desde arriba de mí—. Parece que elegiste el sofá cama de
todos modos. ¿Demasiado cómoda?
Abro los ojos, buscando más allá de la niebla de una mañana fresca.
Nicholas está encima de mí, vestido con una camisa y un par de jeans con
cinturón. Se necesita un segundo para que mi estado actual de desnudez me
golpee. No llevo nada en absoluto, y Carter todavía está envuelto alrededor de
mí, igualmente desnudo. Por una fracción de segundo, estoy confundida acerca
de lo que ambos hemos hecho, luego recuerdo el sexo que tuvimos la noche
anterior.
157
—¿Por qué estoy tan fuera de sí? —él pide—. ¿Por qué estaba durmiendo
encima de ti? —Se vuelve hacia mí.
—Sí. Eso fue una locura. ¿Por qué te necesito tanto? No soy bueno para
controlarme, y a tú, sentada ahí de esa manera... —Se pasa la mano por la cara—
. Solo estás pidiendo una segunda ronda, ¿no?
¿Qué quiere decir? Solo estoy sentada. A menos que se refiera a mis
pechos colgando. Realmente debería encontrar algo para cubrirme, estoy tan
expuesta.
—Sigues siendo tan terco como una maldita princesa. Pensé que
habíamos pasado por esto hace mucho tiempo.
158
—Tuviste otra compañera —le digo, mi curiosidad picada. Nadie
mencionó que Carter se había comprometido con alguien en el pasado. La idea
es inquietante y preocupante. Suena tan imposible, considerando su larga racha
de corazones rotos que ha dejado atrás—. ¿Quién? —Quinn, pienso de nuevo,
ese nombre reverberando a través de mis pensamientos en un eco resonante.
—La toqué —dice Carter mientras pasa una mano por su cabello
despeinado—. Así es como empezó. No sabía qué diablos estaba haciendo en
nuestra casa. Después de eso, la olí, y luego no pasó mucho tiempo antes de que
quisiera, necesitara, a la kitsune. La llevé al lugar más cercano que pude
encontrar y la follé.
159
—El tirón del compañero —repite Nic—. Cuando tienes un compañero,
así es.
—¿Sí?
—¿Para ti?
—No.
Nicholas le ofrece una mirada de soslayo a Carter y luego pone los ojos
en blanco y luego me dice:
160
pondré mi ropa e iré a buscar el resto de mis cosas más tarde. De hecho, ni
siquiera tengo que quedarme aquí. Fue una idea estúpida de Sawyer, pero desde
que arrastré mi trasero a este apartamento, no ha salido de su habitación —¿Nos
escuchó a Carter y a mí anoche? Estábamos haciendo mucho ruido.
—No ha salido del castillo desde que llegó. ¿No estás aburrida, Hana?
—¿Otros cambiaformas?
—El bazar tiene montones de cosas. Será una nueva experiencia. Hay
bailes y festividades y cosas divertidas para emocionarte. ¿No tienes
curiosidad?
—Un poco.
11
Bazar: Tienda donde se vende una variedad productos.
161
—Si Hana quiere ir, entonces prepararé mi auto.
Carter resopla.
—Sí, si lo que sea. ¿Dijiste algo sobre Sawyer llamando a una bruja?
162
Carter estaba subiendo la cremallera de su par de jeans, pero se pone
rígido cuando suelto mi pregunta.
—Ella murió —Se abotona los pantalones, luego se queda ahí, guardando
silencio.
—Oh —digo.
—Los cazadores la atraparon. Ella salió a cazar sin mí y murió con esa
patrulla. Todos los que se apuntaron a su jodidamente inútil plan de venganza.
Los bastardos los mataron a todos, y cuando llegué allí, ella...
—Tal vez porque la chica que consiga atraparte realmente será especial.
—El bazar suena interesante, pero primero tendré que encontrar algo de
ropa.
—No.
—¿No?
Carter gruñe.
—¿Qué?
Me enseña un canino.
—¿Y si lo soy?
Nic se ríe.
Sawyer busca por encima de mi hombro. Saca una caja de metal del
bolsillo, saca una menta y se lo mete en la boca.
165
—Fue un... duro incidente.
—Es una linda vista —Él sonríe. Después de que el calor llega a mis
mejillas y la vergüenza comienza a dominarme, Sawyer se encoge de hombros
y dice—: Encontraré un atuendo para ti. Vuelvo enseguida.
166
Capítulo Dieciocho
Sawyer come una menta cada vez que termina un cigarrillo. La menta
cubre el regusto ahumado. Fuma en exceso, puedo saborear el tabaco cada vez
que lo beso. El fumar se suma a su encanto de chico malo, y realmente no lo
lastima, ya que los hombres lobo son inmunes a los efectos dañinos de la
nicotina.
—Ha pasado un tiempo desde que fui al bazar —dice Sawyer, deslizando
la caja de menta en su bolsillo. Sawyer, Nic y yo estamos esperando en la puerta
principal del castillo. La luna está creciendo, su débil resplandor bloqueado por
las nubes que flotan sobre ella, lo que indica que no me queda mucho tiempo
antes de que Sawyer rompa nuestro vínculo.
El rostro de padre pasa por mi mente. Seguro que me va a pegar una vez
que me lleven a casa. Alejo esa imagen, reprimiendo un estremecimiento.
167
—No tenías que venir —respondo, mirando de reojo a Sawyer. Su vista
de perfil hace que su mandíbula sea más rígida.
—Quería hacerlo.
—¿Por qué?
Nic se gira hacia nosotros desde donde está sentado en los escalones y le
muestra a Sawyer una sonrisa juguetona.
—Mmm. No.
—Seguro que no. Es por eso que estás desperdiciando tu precioso fin de
semana uniéndote a nosotros para venir al bazar. Si mal no recuerdo, llamaste a
ese lugar una gran pérdida de tiempo.
168
—Entonces, ¿crees que la estás salvando de tu padre? —Nic pregunta.
Él frunce el ceño.
Nic suspira.
—Sawyer piensa que el tirón y esas cosas son causados por fuerzas
sobrenaturales que están vinculadas a nuestros genes. Hay mucha evidencia de
apoyo basada en escritos de viejos eruditos brujos.
Sawyer continúa.
—Realmente estás harto —le digo, poniendo una mano sobre mi brazo.
No tiene por qué hablar así de mal. En lugar de asustarme, su tono provoca
irritación.
—Es mágico pensar que dos almas están destinadas a estar juntas. Dejar
eso en manos del destino, creer que hay alguien que me amará y me tratará
bien... Supongo que ser una romántica me da la esperanza de un futuro mejor.
169
—Cuatro almas —corrige Nic—. Somos cuatro almas destinadas a estar
juntas, según la locura que ha ocurrido entre nosotros. Solo que dos de esas
almas están siendo idiotas.
—Nic siempre ha sido el más tonto entre los tres —dice Sawyer—. No le
escuches.
Mi boca se abre.
Nic resopla.
—Los tres tenemos tirón. Eso es seguro. No puedo decir de qué tipo es
ya que no somos compañeros. Tampoco es fraternal, ya que follamos —Nic se
pasa el pulgar por el labio inferior. Dudo que sea consciente de lo sensual que
170
parece cuando hace eso. Sacude la cabeza—. No es la atracción. Eso es lo que
atrae a las almas entre sí, pero después de un tiempo, te quedas por la compañía.
—Entonces, eligió al jaguar esta vez —dice Nic, cruzando los brazos
sobre el pecho.
—Es el tipo de coche que conduce. A Carter le gustan los coches, tiene
un montón.
—Parece caro.
171
—¿Qué hay de los propios Crescents? ¿No se supone que son la familia
más temida aquí?
—Tienen poder y algo de dinero. Sin embargo, nadie es tan rico como
los Maxwell.
—Ha estado ocupando su lugar durante cien años, ¿verdad? —Leí en otro
lugar que el alfa actual ha estado en el poder durante tanto tiempo. Los hombres
lobo normalmente vivían durante doscientos años, pero difícilmente gobernaron
durante tanto tiempo. Veinte eran mediocres. Las constantes luchas por el poder
los sacaban a menudo de sus altos cargos. El padre de Sawyer era la excepción,
no la regla.
—Lo que sea —responde Sawyer con el ceño fruncido—. Odio hablar de
él.
172
le resultaría difícil imitar. Se apoya en el costado de su auto, apoyando una
pierna frente a la otra. Inclinando la barbilla hacia mí, me pregunta:
Carter me abre la puerta del asiento delantero. Supongo que ahí es donde
estoy sentada.
—Nada de tu incumbencia.
—Porque me perteneces.
173
Y wow, se siente increíble.
174
Capítulo Diecinueve
—Vaya —dice Carter, cambiando la marcha para aparcar. Hay una gran
sonrisa en su boca. Es el único feliz en este vehículo. Estoy sufriendo las
réplicas de estar sentada en un automóvil que probablemente iba a ciento veinte
millas por hora, mientras que los otros dos no se divierten—. Eso fue increíble.
—No des por sentado tus reflejos rápidos —dice Nic con un tono
aburrido.
175
—Voy a fumar —dice Sawyer—. Ustedes tres sigan adelante sin mí. Me
reuniré con ustedes más tarde en el bazar —A pesar de la experiencia cercana a
la muerte que acabamos de enfrentar, Sawyer no se ha separado de su
personalidad melancólica. Lleva su rostro amargado cuando sale del auto,
dejándonos a Nic y a mí solos.
Nic suspira.
—Viene de la práctica.
—¿Más aterradora?
Nic se afloja, con el hombro hundido. Una leve sonrisa roza sus labios.
—¿Dolor? —¿Qué sabe Nic del mío? No ha visto los moretones, las
cicatrices, el abuso verbal por el que me hizo pasar mi padre. ¿O sí? Hay una
mirada de complicidad en su expresión que me hace sentir como un cristal a
través del cual puede ver—. ¿Qué has visto de mí? —La naturaleza pensativa
de los ojos de Nic me hace pensar que me conoció antes, aunque no recuerdo
haberlo conocido antes de venir a Crescents.
—Visité los kitsunes una vez, hace mucho tiempo. Cuando el alfa intentó
por primera vez hacer las paces con los kitsunes. Tu padre era más resistente
entonces, probablemente debido a que los cazadores no eran una amenaza en
ese momento. No necesitaba nuestra ayuda, por lo que mi visita fue
interrumpida.
177
—¿Cuándo fue eso?
—Hace más de diez años, creo. Estuve de visita en el clan de los kitsunes,
representando al alfa por un asunto de alianzas. Viendo que estás aquí ahora,
arreglada con un matrimonio con Sawyer, es bastante obvio que la visita no fue
exitosa.
—Eres más que eso, Hana, mucho más. Espero disfrutarte de verdad
durante la luna llena —Su promesa hace que la tensión aumente en mi
estómago. Intento que la excitación no me afecte, sabiendo que proviene de
falsedades.
178
Por lo tanto, mantiene a las mujeres a distancia, prefiriendo romperles el
corazón en lugar de los huesos.
—Eso es una tontería —le digo—. Dijiste antes que parece asustado, y
eso es todo. El miedo lo detiene. ¿Cómo puedo cambiar de opinión? ¿Qué hago
para que Sawyer me ame y los kitsunes también? ¿Me respetarán una vez que
cumpla con mi deber? ¿O simplemente estarán felices de haber logrado
arrojarme a los hombres lobo?
Dejé que las palabras de Nic se hundieran en mí. ¿Sawyer no puede estar
conmigo ahora porque soy débil?
—Puede ser un gran dolor de cabeza —dice Nic. Oigo como se abre la
puerta del coche—. No quiero pensar en la última vez que se puso tan pálido.
Ahora que lo recuerdo... también estaba en el bazar. Dios, espero que no nos
encontremos con él.
—¿Él?
—Solo un tipo del bazar. No tendrás que saberlo si todo va bien. Piensa
en la ropa que quieres comprar, esa debería ser tu principal preocupación,
pajarito.
179
Capítulo Veinte
180
tiempo, por lo que la gente las compra como bromas. Se agotan rápidamente
justo antes de abril.
Una luciérnaga zumba en un farol que descansa en la vitrina. La miro,
fascinada por su luz parpadeante. A diferencia del típico resplandor azul
verdoso de las luciérnagas, este tiene un destello rojo.
—¿Eh, no gracias?
—Ésa es la razón por la que has venido aquí —dice Carter—. Solo tengo
curiosidad por Hana, eso es todo, y parece que no puedo mantenerme alejado.
—¡Tú! —grita, señalándolo con un dedo torcido—. Shiro nos pidió que
le avisáramos si alguna vez te veíamos caminando por aquí.
181
Carter frunce el ceño.
—Mmm —La mujer mira a Carter con los ojos entrecerrados. Tiene
pestañas terriblemente largas que revolotean sobre sus mejillas mientras
inspecciona a Carter—. No puedo equivocarme. Te pareces a él.
—Ya tienes tus años, Missy. Creo que has recordado mal y me has
confundido con otra persona. No queremos empezar otra pelea en el bazar
ahora, ¿verdad? Las mercancías aquí no son fáciles de conseguir, y si
accidentalmente rompemos sus jaulas, no será bueno para negocio.
—Me voy, ahora, Missy —dice Carter, pasando su brazo alrededor de los
hombros de Nic, guiándolo lejos. Los sigo a ambos, oliendo la tensión que
impregna el aire—. No soy quien crees que soy, y no quiero causar ningún
problema, así que terminemos esto y dejémonos en paz, ¿de acuerdo?
—Esto molesta más que el papel de lija —se queja Missy. La dejamos
atrás, avanzando por el pasillo del bazar, pareciendo haber esquivado cualquier
mala casualidad que casi nos sobrevino.
—Él es el tipo que inició el bazar —dice Nic—. Hace unos años, reunió
a todos los comerciantes que pudo y los convenció de que mostraran sus
mercancías en este lugar cada dos meses, es una persona de negocios. Hizo una
matanza desde este lugar al cobrar impuestos a las brujas y cambiaformas,
ganando todos los créditos para sí mismo.
182
—¿Créditos? —Ladeo mi cabeza.
183
Nicholas bufó.
No puede ser
Él frunce el ceño.
*****
184
Estamos atados, nuestras muñecas atadas con una cuerda amarilla
mágica. Los kitsunes en forma humana tienen sus katanas12 fuera. Ninguna de
las armas me apunta. En cambio, están dirigidos a los otros dos tipos. Soy
considerada uno de ellos, aunque Shiro dijo que confía menos en mí desde que
aparecí con Carter y Nic.
Shiro mira por encima del hombro y me hace un gesto para que me
acerque a él. Dirijo una mirada cautelosa hacia Nic, que ladea la cabeza, antes
de acelerar para unirme al líder del merodeador. Todavía no puedo dejar de
pensar en él como Ren. Ambos son prácticamente iguales en todos los aspectos
imaginables. Shiro también es tan alto como mi mejor amigo. Son solo sus
expresiones las que no son similares. Ren siempre me mira con cariño, con una
sonrisa en los ojos. Shiro, sin embargo, es frío, distante y me trata como al
enemigo.
185
Shiro flexiona la mandíbula.
—¿Eres su gemelo?
—Para nada. Soy tres años mayor que él, pero parece que nos parecemos
demasiado, ya que la gente nos confunde mucho a los dos.
—¿Sí?
—¿Por qué estás aquí mientras Ren está en Japón? ¿Estaban separados
los dos?
Toco mi barbilla.
—Eres más joven que él, lo que significa que me fui antes de que tú y
Ren se hicieran amigos —Shiro se frota la nuca. Ya no se molesta con Carter,
186
ahora está más concentrado en nuestra conversación—. Nuestros padres se
divorciaron cuando éramos jóvenes. Mamá se llevó a Ren; Papá me llevó y se
mudó a Estados Unidos, decidiendo vivir una vida lejos del clan, ya que la
familia de mamá tiene un estatus más alto que la de él. Haberse divorciado de
ella lo coloca en una posición desfavorable en el clan. Tenía siete años cuando
nos fuimos. Le prometí a mi hermano pequeño que volvería a buscarlo, pero
supongo que la vida se interpuso en el camino —Shiro suspira —. ¿Cómo está?
Shiro bufó.
—Sí.
187
¿Hasta dónde nos llevarán en el bazar? La luna continúa colgando sobre
nosotros, iluminando el camino mientras viajamos por la carretera.
Shiro se ríe.
—No solo pensaras que los kitsunes solo existen en Japón, ¿verdad?
Estamos por todas partes.
—No lo hacemos. No estamos aquí por los hombres lobo. Es solo una
ubicación estratégica en un cruce de caminos donde pasan muchos
cambiaformas. No nos inclinamos ante los hombres lobo, eso sí.
—No he escuchado ni una pizca de disculpa de él. Tal vez si no fuera tan
arrogante, no tendría que matarlo.
188
—¿Matar? —Meto la lengua entre los dientes. Hay un mareo que me
sube al estómago cuando me doy cuenta del peligro que corremos—. ¿Ese es tu
plan? ¿Matar a Carter?
—Son lagartos.
—Todos somos animales al final del día. ¿Quién puede decir qué vida es
más importante que la otra?
—Mis favoritos, los crie desde que eran pequeños. Los alimenté, día a
día. Y el imbécil de aquí decidió matarlos solo porque estaba de mal humor. Les
arranco la cabeza y todo eso.
—Les pediste que me atacaran —dice Carter con los dientes apretados.
Shiro no actúa así, pero creo que está loco. Solo los locos querrían esta
pequeña venganza.
—No vale la pena matar a Carter —digo con una risa incómoda. Estoy
caminando al lado de Shiro, y no tengo una espada apuntándome, así que esto
significa que no estoy en su lista negra, ¿verdad? Me pregunto si puedo salir de
esto con las palabras—. Él no va a rendirse sin pelear. Eso podría llevar a
algunas lesiones innecesarias por no mucho. Quiero decir. ¿Qué vas a conseguir
al matarlo?
—Venganza.
Me estremezco.
189
¿Quieren que el bazar cierre después de que ellos se enteren? Será sangriento.
No tienes tantos kitsunes, así que los lobos podrían invadirte y-
—Sí.
Parpadeo hacia Shiro. Ren y él son como el día y la noche. Ren nunca
haría declaraciones tan descabelladas y testarudas sin antes pensarlas.
Shiro se detiene frente a la tienda más grande del bazar. Este es el único
con el frente caído. En la carpa se muestra un símbolo que está impreso en una
pieza de tela drapeada. La cara de un kitsune me mira fijamente, sus ojos
enjoyados con gemas rojas. Shiro abre la solapa de la entrada principal, luego
me obliga a entrar dándome un codazo en el hombro.
190
—Quita las manos de ella —gruñe Nic.
—Arrodíllate —dice.
Carter escupe.
—Sí, claro.
La magia elemental brota de las manos del kitsune que está detrás de
Carter. Las hojas aparecen de la nada en un torrente, empujando a Carter al
suelo. Carter muestra sus caninos a Shiro, pero un segundo después, está de
rodillas. Noto que el pelaje brota de sus brazos, como si estuviera en medio de
un cambio.
191
—Entonces... ¿solo le vas a dar una patada en el estómago?
—¿Crees que soy tonto? —Shiro ladea la cabeza. Por un segundo, veo
un destello amarillo en sus ojos, su maldad evidente en su mirada cortante—.
Estás del lado de Carter, obviamente. Cuando hablé de matarlo, te pusiste rígida,
de la cabeza a los pies. No voy a dejarlo ir así, se reirán de mí, hablando de que
soy tan débil por ser tan suave con un ingrato como él. Tendré que lastimarlo
donde sea más doloroso. Empezando contigo, luego con el otro que está junto a
él —Creo que se refiere a Nic.
—No me escuchaste antes, ¿verdad? Estás tan sorda como pálida —Shiro
inclina su cuerpo hacia adelante, colocando sus brazos en los apoyabrazos de su
trono—. Me importa una mierda Ren. Dudo que él también lo haga por mí.
Apenas hemos hablado en años. Si el niño llora porque te has roto algunos
huesos, que así sea.
192
Capítulo Veintiuno
Tengo los ojos vendados. Antes de que me taparan los ojos y me ataran a
este poste, vi a Nic y Carter mirándose, estaban conversando por la forma en
que se miraban. Fueron ellos quienes deliberaron si debían luchar.
Mientras me dirigía hacia aquí, empujada por la punta de la katana, conté
otros ocho kitsunes. Eso hace quince contra tres, y no soy buena para controlar
mis poderes, así que no estoy segura de poder ayudar con la pelea. Estamos
claramente superados en número. Incluso como algunas de las lunas más fuertes
del clan Crescent, ¿pueden los dos hombres sacarnos de esta situación?
—Si.
—¿Por qué no eres una buena chica y nos explicas a todos lo que hace?
13
Acónito: Aconitum es un género de plantas fanerógamas de la familia Ranunculaceae. La especie
tipo es el acónito común (Aconitum napellus), a veces llamado simplemente acónito
193
La sensación de hinchazón y nerviosismo que hierve en mi vientre me
dice que abrume a los kitsunes con mi magia mortal. Nadie entiende nada de
eso, pero sé que, si uso ese poder oscuro, puede que no haya sobrevivientes.
Sawyer sobrevivió la última vez que lo intenté debido al vínculo de compañeros.
Tal vez no mate a Nic y Carter. Ellos vivirán, pero ¿lo hará mi conciencia?
¡Qué quieres!
Me congelo.
Usa tu poder, me dice mi conciencia interior. Sálvate. ¿Cuáles son las vidas
de estos inútiles kitsunes? Ni siquiera pertenecen a tu clan. Recházaloz, son lo
peor de lo peor.
195
¿Quién es esta persona que habla en mi cabeza? Tal vez siempre he tenido
pensamientos tan tóxicos y solo hice un buen trabajo reprimiéndolos, fingiendo
que la parte venenosa y egoísta de mí no existía.
Los destellos rojos del peligro alertan a mi cerebro. Tengo que dejar de
estar atada, tengo que averiguar qué está pasando
¿Sawyer? ¿Sawyer está aquí? Está aquí para salvarnos, ¿no? ¿Cómo va a
enfrentarse a todos estos kitsunes solo? ¿Va salir herido?
196
Enderezo mi columna vertebral, mis sentidos se ponen en alerta máxima.
Mi mente busca cada detalle de lo que sucede a mi alrededor. No tengo mucho
en qué basarme, especialmente porque todo lo que escucho es el caos, y es difícil
orientarse cuando todo está tan desordenado, sobre todo porque todo lo que oigo
es caos, y es difícil orientarse cuando todo está tan desordenado.
Una mano áspera me quita la venda de los ojos. Sawyer está aquí, frente
a mí, con un corte entre las cejas y sangre salpicada en la cara. ¿Es su sangre?
Me quedo estupefacta cuando lo miro así. Su atención se detiene en mí,
recorriendo mi cara. No puedo ignorar la abrumadora sensación de
agradecimiento que florece dentro de mi pecho. Me salvó del acónito, y su
llegada impidió que usara el terrible e inquietante poder que hizo que mi padre
me tuviera tanto miedo.
197
Capítulo Veintidós
Dios, duele.
No quiero vivir más, no si vivir significa tener que lidiar un segundo más
de esta tortura. ¿Y si no sobrevivo a esto? Entonces tendré que enfrentarme a
otros diez días más antes de que la muerte venga a buscarme. Estoy rogando
que llegue antes. Lo comparo con ser destrozada, comida viva, ser forzada a
soportar el infierno en la tierra y... no puedo pensar con claridad.
Ayúdame.
Paren esto.
198
menos no por un tiempo. Y justo cuando creo que puedo dormir, vuelvo a la
realidad, una realidad dura y ardiente que es una pesadilla que cobra vida. Voy
a tener que lidiar con eso hasta que muera o hasta que mi sistema luche contra
el veneno y lo libere de mi cuerpo. Siento humedad en mis mejillas. No son
lágrimas, sino sangre.
Por favor...
199
Parte III
200
Capítulo Veintitrés
Sawyer
Se encoge de hombros.
201
—Tengo mis razones —La más importante es Hana. Cada vez que saca
un cigarro, esa pequeña kitsune se inquietaba. Ella no lo ha dicho todavía, pero
Sawyer puede decir que ella no aprueba que fume. Podría fumar menos por ella.
Dios, está empezando a preocuparse por ella y por lo que ella piensa de él. Eso
es un problema.
—¿Por qué estás aquí, papá? —Sawyer pregunta, pateando una pierna
hacia arriba y hacia abajo, sacudiéndola para protegerse del mal humor que se
arrastra por el costado de su cuello—. No hemos estado hablando durante
meses.
—¿Y?
—Te prometí que lo haré. Quiero que mi hijo sea feliz —Sí, las garantías
de su padre no ayudan. Sawyer duda demasiado de él, considerando su pasado.
Siempre verá alguna parte de su padre como el enemigo.
202
—¿Contento? —Sawyer resopla—. Arreglaste ese matrimonio sin
decírmelo.
—Pensé que era la mejor manera de conseguir que estuvieras con una
mujer de la que no te enamorarás. Además, fortalecerá nuestro vínculo con los
kitsunes. Es una forma eficiente de lidiar con las cosas.
—¿Qué?
203
—Necesito enviarla de regreso antes de que mis sentimientos se vuelvan
demasiado fuertes.
—No puedo creer que tengas una compañera. Es un don que la mayoría
de los hombres lobo anhelan tener. Dicen que el vínculo formado entre dos de
esas almas no se parece a ningún otro, que el poder que obtendrás a través de
él... —el alfa inhala profundamente—. Hijo. No es seguro que tengas la misma
maldición que yo. Diré que vale la pena correr el riesgo de probar la maldición.
Puede que no la tengas. Y si te unes a ella, la manada podría tener el próxima
alfa digno.
—La rabia, está viniendo sobre mí, me siento más fuera de sí. Cuando
ese bastardo de Shiro hirió a Hana, sentí que no tenía otra opción. Lo maté en
un instante, decapitándolo para que nunca volviera a vivir. Esa bruja... ¿la que
te maldijo? Hizo un buen trabajo con su hechizo. Quería lastimarte tanto a ti
como a tus generaciones futuras, y lo hizo bien.
—Crees que lo has resuelto con tu plan. Crees que romperás el vínculo
sin ningún problema —Hay preocupación en la voz de su padre, como si al alfa
realmente le importara lo que les suceda a él y a Hana. Papá ha estado cuidando
más a Sawyer a lo largo de los años, especialmente después de haber controlado
su sed de sangre. Sawyer todavía no puede confiar en él. Todavía ve al alfa
como el monstruo que rompió a su madre.
Sawyer gruñe.
204
—No funciona así. Esos lazos son una cuestión de dioses. Es magia
fuerte. No puedes simplemente contratar a una bruja para que se los quite.
Podría salir mal. Muy mal.
—Pensé en intentarlo.
—No me voy a casar con ella, demonios. —No voy a terminar como tú.
—Tu relación con mamá tiene poco que ver con la mía.
Sawyer se pone tenso. Incluso cuando habla con tanto descaro, una parte
de él teme a su padre. Había crecido viendo al alfa como una entidad que era
más grande que la vida, intocable y de la que había que desconfiar.
205
—Castígame, entonces. No voy a escuchar tu consejo, no quiero terminar
como tú.
—No soy el mismo hombre que era hace todos esos años. Cambié por tu
madre.
—Ella debería tener derecho de saber en qué se está metiendo y por qué
la estás rechazando. ¿No crees que ser difícil sin ninguna razón es la definición
de injusto?
El alfa se queda quieto, sin decir una palabra. Sólo después de un largo
rato de silencio rompe la tensión y responde:
206
—No. La habría enviado muy lejos, donde no pueda alcanzarla. Ella
nunca me habría conocido, y tú no hubieras nacido, pero no habría tenido que
verla destrozada por mis propias manos tantas noches.
—Es paradójico. Veo que ya estás atrapado, hijo. Te preocupas por que
esta mujer al hacer esto, lo que significa que una parte de ti ya la ama. No sé si
hay una salida.
Papá suspira.
Sawyer se está molestando. Su padre actúa como si supiera más que él.
—Por eso soy la mejor persona para escuchar, porque mi fracaso me hace
consciente de cuál es el camino correcto.
207
—Puede que me odies, hijo, pero me preocupo por ti.
—¿Sí? —Sawyer quiere creer que las palabras de su padre son una
mierda. No puede perdonar a su padre por lo que ha hecho, no importa cuánto
se esfuerce el anciano.
—Cancelaré la boda si lo crees mejor, pero, aun así, creo que deberías
intentar arreglar las cosas con Hana.
—Serás alfa algún día. Ya no debería forzarte con mis decisiones. Pronto
tendrás que aprender a afrontar tus propias consecuencias.
208
Capítulo Veinticuatro
Hoy la noche es más fría. Muevo mis piernas debajo de las sábanas de mi
cama, e incluso las mantas hacen poco para calentarme. No estoy segura de si
es porque está tan cerca de la luna llena, el aumento de las mareas me
desconcierta e incita a mi rabia animal, o porque estoy más débil por haber sido
envenenada por el acótino.
Estoy acostada en una cama que huele a Sawyer: cigarrillos y menta. A
juzgar por el cenicero en la mesita de noche y la ropa colgada en el perchero
frente a mí, esta debe ser su habitación. Me ha metido aquí y, sin embargo, no
se le puede encontrar por ningún lado. En cambio, es Nic quien ha estado
conmigo todo el tiempo. Me está alimentando extremadamente bien y tengo una
galleta en la mano, una que me ha dado.
14Sakura: La sakura o cerezo en japonés es uno de los símbolos más conocidos de la cultura
japonesa.
209
Durante la primavera, el paisaje cobra vida, pétalos de rosa decorando la vista.
Lo extraño un poco. Es demasiado lúgubre alrededor de Crescents; al castillo le
vendría bien un poco de rosa.
—Pensé que podría gustarte. Lo horneé solo para ti —Nic frota el dorso
de su mano por el costado de mi brazo.
—¿Tú horneas?
—Cuando tengo tiempo. Iba a poner crema en mis bollos, pero pensé que
preferirías algo que tenga más temática japonesa.
—¿Qué tipo de luna hornea? Extraño pasatiempo para alguien como tú.
—¿Mmm? ¿Crees que solo porque tengo la forma del Dios del Trueno
no puedo hacer galletas? —Nic hace crujir los nudillos, parece que podrían
romper la cara de cualquier hombre si usara la fuerza suficiente.
—¿Debería lamentarlo?
210
justo después de que yo sucumbiera a la matanza de lobo. Después de la muerte
de Shiro, el resto de los kitsunes se dispersaron.
211
Nic es cariñoso y atento. Me ha tratado mucho mejor que Carter y
Sawyer, y una parte de mí desea estar comprometida con él. Las cosas habrían
sido mucho más fáciles si se suponía que debía casarme con él. Hasta ahora, no
me ha rechazado. Quiero pensar que el cuidado que me brinda es amor.
Definitivamente empezando a sentirse como un brote.
Nic gruñe.
—¿Con que?
*****
Sawyer tira de las cortinas para que se abren aún más, dejando entrar la
luz azulada de la luna. Un día más, y será la luna llena. Un día más hasta que
los cuatro, Sawyer, Carter, Nic y yo, nos volvamos locos con el verdadero
vínculo de compañeros, necesitando aparearnos y solidificar lo que el destino
nos depara.
212
Sawyer no es el tipo de persona que deja que el destino tome el control.
Él se niega a someterse a él, por lo que lucha contra este vínculo especial que
tenemos, prefiriendo escupirle en la cara y arruinar los deseos que he tenido
desde que era una niña.
Agarro los reposabrazos del sofá, cruzando una pierna sobre la otra. Hay
un fuego que arde en mi pecho, lo que me inquieta. Parece que no puedo dejar
de sacudir mi pie.
213
—Hana merece saber la verdad de por qué estoy haciendo esto. No quiero
que piense que es por ella cuando el problema está en mí.
Nic busca mi rostro, como si hubiera respuestas para arreglar esta terrible
situación en él. ¿Sawyer finalmente me va a decir por qué ha estado tan distante
desde el principio? Inhalo por la nariz.
—Quiero estar aquí para vigilar el proceso —dice Nic—. Dime cuando
termines de hablar con Hana y volveré.
214
—Es un hombre terrible —respondo en voz baja—. Asumo que así es
como mantiene su posición en la cima.
—¿Al alfa?
215
Sawyer permite que sus hombros caigan.
—Sí.
Hace una pausa ante mi sugerencia. Puedo decir que mis palabras le
afectan, un peso que le hace dudar.
—Crees que lo sabes todo. Estás aquí tomando las decisiones por mí,
asumiendo que eres la autoridad que decide lo que me hace feliz.
217
miel. Su piel, pecosa. Viste jeans y una camisa lisa cubierta con una chaqueta
de mezclilla.
—¿No es esta chica la persona con la que se supone que debo trabajar?
—Para que esto funcione, será mejor si ella está dispuesta —Dándome
su atención, la bruja pregunta—: ¿Lo estás?
—Genial.
—Puedo.
218
dolor. Está funcionando bastante bien, con la necesidad de venganza llenando
los bordes de mi mente.
—Ella está luchando. No me gusta eso —Gruñe, los ojos destellando con
advertencia.
219
—¿Esto la lastimará?
—No puedo hacer tales promesas —La bruja ya está sacando polvo
blanco de su bolso—. El vínculo es un tejido y tendré que apuntar a hilos
específicos para centrarme en Sawyer. Si me equivoco, toda la estructura
colapsará —Ella esparce polvo blanco por el suelo, su atención se centra en el
patrón que está formando a mi alrededor y la silla. Me comparo a mí misma con
un animal a punto de ser sacrificado. Tiene que haber una manera de detener
esto. Cierro los ojos y busco profundamente en mi alma, buscando el poder que
se encuentra dentro de mí. Está ahí, como una bola de energía negra y brumosa
que está lista para que yo la alcance, protegida por mi monstruo interior.
¿Debería usarlo? ¿Puedo hacerlo? No tengo suficiente control sobre eso.
Utilizarlo de manera tan imprudente sería ser irresponsable con la vida de los
demás.
Las lágrimas caen por mis mejillas, mojándome los ojos. Estoy
temblando y llorando y desesperada por una salida. Miro a Nic con ojos
suplicantes. La bruja mencionó el dolor físico, no creo que haya comenzado el
hechizo todavía, pero ya me duele el pecho, mi corazón late con tanta fuerza
contra mis costillas que siento la tensión allí. Pensé que me decía a mí misma
que no me importaba Sawyer, pero esa tonta mentira no está trabajando en mi
conciencia.
220
Sawyer se lleva las manos a la cara. Ni siquiera se atreve a mirarme y eso
me enfurece. ¿Esta fue su idea todo el tiempo, y ni siquiera quiere enfrentarla?
—Esto es por tu propio bien, Hana. Confía en mí, no viste las cosas que
mi padre le hizo a mi madre. Te estoy salvando de eso.
Esther canturrea.
221
Continúa sacando más polvo blanco de su bolso y lo esparce por el suelo.
Esther habla con una voz suave y gentil, pero detrás de ella, puedo
escuchar a Nic gimoteando. Carter dejó su lugar, está de pie junto a Nic con una
expresión de confusión. Nic ha dejado de gritar. Se sienta al pie del armazón de
la cama, las llamas aun lamiendo su ropa. Hace un buen trabajo para soportar el
dolor, su rostro se contrae y los dientes apretados mientras trata de sobrellevar
la agonía. Quizás gritar demasiado lo debilitó.
Esther arruga la nariz, obviamente molesta. Mira a Sawyer con los ojos
entrecerrados.
222
—¿Me estás impidiendo hacer mi...?
—¿Qué hiciste?
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también hace lo mismo. Un humo negro y oscuro sale de su forma mientras se
convierte en un hombre lobo.
224
Capítulo Veinticinco
Corro al bosque más cercano; las ramas aquí brillan de azul por luz de la
luna. Estoy debilitada por haber usado tanto mi magia. Usar menos es en
realidad más agotador ya que el control es muy agotador mentalmente. ¿De
verdad había dejado salir mi poder intencionalmente? Esa es la primera vez que
lo hago.
Mi corazón late locamente mientras las hojas se levantan de mis
apresurados pasos, mis patas hacen movimientos rápidos por el suelo del
bosque. Mis rodillas se doblan. Pronto, no podré mantener mi forma animal.
Quiero volver a ser humana, ya que ese estado es más fácil de mantener para
mí, pero por ahora, me siento más rápida en mi forma de kitsune. Mis instintos
animales me mantienen alerta.
Un aullido.
Nunca lo había escuchado aullar antes, pero sé que ese sonido le
pertenece a Nicholas. Es la conexión que compartimos del vínculo de
compañeros lo que me mantiene en sintonía con él. Mi primera inclinación es
ir hacia él, porque sus brazos están donde se supone que debo sentirme segura.
Pero, ¿y si me castigan por lastimar a esa bruja? El miedo al castigo resuena
como una melodía solemne en mi mente, resonando con las reprimendas de mi
padre.
225
Me he portado mal.
Esto es lo que sucede cuando te defiendes, Hana, me dijo mi padre una vez.
La gente muere. Tienes mala suerte, no eres más que un error.
Espero en el hueco del árbol, la gravedad de mis acciones pesa como una
piedra en la boca de mi estómago. El aire baja de temperatura y mis pieles se
juntan debido a la humedad. Me duelen las patas. Tal vez pisé algo afilado
mientras corría aquí, ya que se sabe que el suelo del bosque es el hogar de
muchos peligros: espinas e insectos y rocas afiladas e irregulares. Pero estoy
demasiado cansada para pensar, así que no sé de dónde vino este dolor. Es
molesto, casi tan molesto como la culpa que me está devorando por dentro.
226
Un débil ruido sale de mi garganta una vez más.
—No hay necesidad de tenerlo, estoy aqui ahora. Seguí tus huellas y la
bruja no está en condiciones de hacerte daño.
—¿Sigue viva?
—Sí.
—Tenía miedo de haberla matado —Por violentos que puedan ser mis
pensamientos, matar todavía no está en mi naturaleza.
—No hay nada de qué lamentar —dice—. Estabas luchando por algo que
significa mucho para ti.
227
Estoy perdida en el color del bosque de sus iris, la calidez de su toque de
repente hizo que mis preocupaciones se desvanecieran. Me relajo en sus brazos,
exhalando un suspiro débil.
—¿Perderé el vínculo?
—Por estar aquí —Su presencia significa mucho para mí cuando estoy
conmocionada.
—Es justo que esté allí para mi compañera —Ha aceptado nuestro
vínculo tan fácilmente, que no puedo evitar sentirme más afectuosa por él.
228
—¿Qué hay del matrimonio con Sawyer? —pregunto—. ¿No se hará? Si
no cumplo con mi deber, mi padre me odiará y me desterrarán o me convertiré
en un minko calvo, sirviendo al clan fuera de la vista.
—No dejaré que ese idiota te haga esas cosas. Ya no, amor. Debería
haberte salvado cuando eras niña y lo mataré la próxima vez que lo vea.
—¿Y el matrimonio?
—Sawyer necesita más tiempo, así que no contaría con él. Pero créeme,
pajarito. Puede que llegue el día en que Sawyer te quiera tanto que muera por
ti.
—Le di una buena paliza. Una que se merece —Me abraza con fuerza,
acariciando la parte de atrás de mi cabeza para calmarme—. No hay necesidad
de preocuparse. Centrémonos en la luna llena. No habrá Sawyer, ni brujas, ni
deber que cumplir. Por ahora, hasta mañana por la noche, solo compartiremos
el vínculo de compañeros, tú y yo.
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Sobre las autoras
Soy una autora situada en Asia a la que le gusta casi todo lo negro.
Escribo bajo otro seudónimo, Clara Hartley. Bajo él, tengo publicados unos
veinte libros, siendo el más popular Bane of Dragons de la serie Sera's Curse.
C.X. Young es mi intento de crear un nuevo mundo, en el que predomina
la fantasía urbana de harén inverso con tonos más oscuros. La mayoría, si no
todos los libros escritos bajo este seudónimo, estarán ambientados en el
Universo Nephilim.
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El horario de trabajo de Clara Hartley no es ajeno al de un vampiro.
Artista de día, escritora de noche, intenta sacar todo el tiempo que puede para
escribir sus historias. Como eso no es suficiente para agotar sus energías
creativas, le gusta pasar su tiempo libre garabateando sus personajes o pintando
mundos.
Si su cerebro está demasiado frito, se toma un respiro y se sienta con un
buen libro. No es la mejor para mantener relaciones, al menos las de ficción, y
tiene una multitud de novios de libros sobre los que no puede decidirse. A
menudo, también tiene que lidiar con la parte comercial de la autoría, y hacer
cosas como abrir Microsoft Word y escribir su biografía en tercera persona, lo
que es francamente, bastante extraño.
Si has disfrutado leyendo sus libros, puedes saber más de ella y de su
universo de libros siguiendo sus perfiles en línea a continuación.
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TRADUCIDO, EDITADO Y CORREGIDO POR:
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