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SEMINARIO DIOCESANO DE LA PAZ

TEOLOGÍA

MISIÓN Y ECUMENISMO

PRINCEPS PASTORUM
Resumen

Elaboró: Víctor Manuel Gómez Martínez

Profesor: Sr. Pbro. Lic. Guadalupe García Ruiz

La Paz, Baja California Sur


04 de Septiembre de 2019

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PRINCEPS PASTORUM

Encíclica de su Santidad Juan XXIII, sobre el Apostolado Misionero


Roma, 28 de Noviembre de 1959, segundo año de su pontificado

Introducción

La preocupación misionera del Papa

El Príncipe de los Pastores confió a la Iglesia el cuidado de apacentar y regir a la grey de


Dios, por ello las misiones católicas tienen la máxima preocupación y cuidado. El Papa
Juan XXIII recuerda el trabajo a favor de las misiones que han realizado sus antecesores,
Benedicto XV y Pío XI con la “Propaganda de la Fe”.

Cuadragésimo aniversario de “Maximun illud”

El Papa Juan XXIII recuerda el impulso a la acción misionera que dio Benedicto XV con su
carta apostólica “Maximun illud”, donde habla de la necesidad y las esperanzas de la
dilatación del Reino de Dios en las tierras de Misión. Recuerda las encíclicas que han
elaborado Pío XI y Pío XII, de manera que por ello esta es su primera encíclica de su
pontificado, consciente que el deseo del Divino Redentor es que todas las ovejas formen
una sola grey bajo la guía de un solo pastor.

Visión misionera de conjunto

El papa desea que su afectuosa palabra de alabanza, ánimo y adoctrinamiento llegue a


todas las tierras de misión. Les infunde esperanza, con las palabras del Divino Maestro, Mt
28,20; Jn 16,33.

I. La Jerarquía y el clero local

Llamamiento de Benedicto XVI

“Maximun illud” quería despertar a todos los católicos para lograr en todo lugar las nuevas
y pacificas conquistas del Reino de Dios. El trabajo misionero ha dado como resultado: el
desarrollo de la jerarquía y del clero local. Por ello, los responsables de las misiones tienen
el urgente deber de procurar vocaciones y educar al clero local.

Nuevo llamamiento del Papa

El Papa da las estadísticas del crecimiento del clero en tierra de misión y se alegra porque
ya existen regiones donde son regidos por su propia jerarquía y además han dado bienes
espirituales y materiales a la Iglesia los lugares donde solamente recibían.

El Papa hace un llamado al Episcopado y al clero para promuevan las vocaciones hablando
de la dignidad, la belleza, la necesidad y los grandes merecimientos del estado sacerdotal de
manera que muchos respondan sin vacilación y con generosidad a la vocación divina.
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Colaboración entre nativos y misioneros

El Papa invita a los misioneros y al clero nativo a trabajen juntos, en la armonía fraternal,
con caridad, y que su amor dé testimonio a los ojos de todos. Todo misionera deberá
sentirse en su patria, pues su patria es donde el reino de Dios florezca o se encuentre en sus
principios.

II. La Formación del clero local

Primacía de la formación espiritual

Se menciona que principalmente con la santidad es como el clero puede demostrar que es
“luz y sal de la tierra”. El Papa invita a los obispos y a los superiores de las misiones que
elijan de su clero local, sacerdotes que por sus virtudes y prudencia den seguridad de ser,
para sus seminaristas connacionales, sus seguros maestros y sus guías en la formación.

Formación cultural y ambiental

Se pide que en la formación del clero local se tenga buena cuenta de los factores
ambientales propios de las diversas regiones. Los candidatos al sacerdocio no deben de
formarse en un ambiente retirado del mundo, sino deberán ser injertados en el mundo para
que iluminen con la verdad y lo santifiquen con la gracia de Cristo.

Educar al sentido de responsabilidad

La formación del clero autóctono debe de llevar a que los alumnos desarrollen el sentido de
responsabilidad y el espíritu de iniciativa de manera que estos se hallen en grado de tomar
muy pronto y progresivamente todas las cargas inherentes a su ministerio.

Los estudios de misionología

Se pide que tantos los misioneros como el clero local profundicen en los estudios de
misionología, de manera que todos lleguen a la salvación religiosa del hombre.

Apóstoles en el campo cultural

El Papa pide que se creen centros donde se cultive el estudio y el conocimiento de las
culturas y de los avances culturales.

Caridad universal

Los misioneros como el clero local deben de estar formados y educados en un íntimo y
universal espíritu de caridad. Todos –cómo decía Benedicto XV- no debemos olvidar la
patria celestial por pensar en la terrena.

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Ninguna Iglesia podrá expresar su vital unión con la Iglesia universal, si su clero y su
pueblo se deja sugestionar por el espíritu particularista.

III. El Laicado en las misiones

Laicos nativos

Se invita a los laicos a la colaboración con la jerarquía a la misión de la Iglesia, puesto que
por medio del clero y de los seglares es como ella necesariamente tiene que desarrollar su
obra de salvación.
Número y selección

En los tiempos que se escribe este documento el apostolado es un deber urgente a causa de
las difíciles circunstancias que envuelven a la humanidad y a la Iglesia. No importa el
número sino la calidad de los seglares que se destacan por su vida cristiana.

Deber de todo cristiano

Este deber es el deber de todos los cristianos de todo el mundo.

Comunidad eclesial misionera

La caridad es el signo distintivo del cristiano, dicha caridad rechaza toda discriminación
social lingüística y racista, y abre los brazos y el corazón a todos, hermanos y enemigos. Ya
San Clemente Romanos decía que los paganos al oír que amamos a los enemigos se
admiran, pero al ver que no amamos ni a los que nos aman se ríen de nosotros.

Ayudas materiales

La caridad se hace visible en el socorro material, puesto que cuando un miembro del cuerpo
sufre todos sufren con él.

IV. Normas para el apostolado laico en las misiones

Formación desde la primera juventud

La difusión del reino de Dios sobre la tierra corresponde a todos. Siguiendo los escritos de
Pío XII se dice que la catolicidad es una nota esencial de la verdadera Iglesia. Por ello, es
necesario que ya desde la niñez y la adolescencia, en todas las comunidades cristianas, aun
en las más jóvenes, se necesita que clero, familias y las varias organizaciones locales de
apostolado inculquen este santo deber.

Los catequistas

Todo cuidado que se dedicare al aumento del número de estos valiosísimos cooperadores
de la Jerarquía y a su adecuada formación, así como todo sacrificio de los mismos

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catequistas para cumplir en la forma mejor y más perfecta su deber, será una contribución
de inmediata eficacia para la fundación y el progreso de las nuevas comunidades cristianas.

Apostolado seglar

El Papa agradece que ya existen en las tierras de misión fieles generosos y preparados que
colaboran con la jerarquía de la Iglesia en la misión. Pero pide a todos que no se repita lo
que se hizo en otro lugar sino que existe la necesidad de adaptar convenientemente el
apostolado a las condiciones y exigencias locales.

Acción católica

Los laicos de la Acción Católica deben de tener una formación y para ello existe la escuela
católica, pero esta escuela justificará su razón de existir siempre y cuando forme sólidos
cristianos. El Papa propone un espacio de formación espiritual que ayude a contrapesar la
formación humanística recibida en las escuelas públicas, para que así se puedan dirigir las
capacidades y energías de los laicos a los ideales apostólicos. La familia es una escuela
ideal e insustituible.

En la vida pública y social

Los laicos hacen una enorme tarea, a pesar de sus asuntos públicos no descuidan los
asuntos de la Iglesia, al contrario los toman como si de ellos dependiera su propia vida. El
Papa pide a los laicos que ocupan lugares destacados en las profesiones y en la vida pública
que ayuda a sus hermanos.

Jóvenes y estudiantes

El Papa pide a los Obispos que les den asistencia espirituales a los jóvenes estudiantes que
viene de las tierras de misión a las naciones católicas a formarse personal y religiosamente.
A estos estudiantes el Papa los anima y les advierte de los peligros pero también de las
ventajas espirituales, los invita finalmente a dar buen ejemplo y a la mutua edificación.

Conclusiones

El Papa invita a que todos los que están en las misiones o colaboran espiritual y
materialmente en ellas a que intensifiquen sus esfuerzos y trabajos. Así mismo invita a las
diócesis –aunque sean pequeñas- a que no escatime formar y enviar a clero y laico a la
misión. Finalmente el Papa Imparte la bendición Apostólica y pide que en todos se
encienda y se multiplique el celo misionero.

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