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Informe de Lectura N° 5

William James – El Curso del pensamiento

Nombres: Danitza M. L.

Curso: Fundamentos filosóficos de la


Psicología (Fil214-1)

Profesor: Marcela R.

Ayudante: José J Grez

Fecha: 2015
William James – El Curso del pensamiento

William James, en El curso del pensamiento(1989), afirma que, en la conciencia, existe el pensar
de alguna especie. El pensamiento, según James, siempre se originará de manera personal y no en
la mente ajena.Sufre cambios, lo que se pensó unos minutos antes se ve de manera diferente
cuando se le vuelve a pensar, de lo contrario, sería como si nunca hubiera ocurrido. Se percibe
como continuo a pesar de que existen dos tipos de interrupciones, en el primero, el pensamiento
se siente así porque la persona no es consciente de dicha interrupción; en el segundo, se es
consciente de ésta, pero no se pierde el pensamiento sobre uno mismo.Es cognoscitivo, mediante
él se pueden conocer los objetos que son independientes de sí mismo, en otras palabras, formular
ideas relacionadas, con algún objeto, del pensamiento, da como resultado un conocimiento
respecto a dicho objeto. Y discrimina, el pensar tiene por objeto solo aquello que le interesa al
individuo, aquello que carezca de relevancia para este último, también carecerá de la misma para
el pensamiento.

De todo lo expuesto por James en el curso del pensamiento se puede inferir que para éste
el pensamiento no es independiente de las sensaciones. Es decir, para el autor, no se puede dar el
pensamiento sin las sensaciones, están estrechamente relacionados. ¿Por qué James asume está
relación? James se aferra de diversos puntos para llegar a esta conclusión, sin embargo, se pueden
resaltar algunos que son relevantes y necesarios para el individuo y su pensar.

En primer lugar, James afirma que, para que un pensamiento sea tomado como propio
debe contener una sensaciónde tibieza, de intimidad, que transmite a quien lo está pensando.
Esto también ocurre, tras la interrupción de la conciencia ocasionada por el sueño, de la cual
somos conscientes, uno puede ser un “yo” común a pesar de esto, pues cuando despertamos,
recordamos el yo pasado y lo unimos con el yo presente, producto de que dichos recuerdos,
pensamientos, están imbuidos de una tibieza y una intimidad, que no se compara al tema de otros
pensamientos. Es decir, a partir de esa sensación, se infiere que “eso” éramos y también, esto
somos, lo cual radica en que se comprende que se sigue siendo uno mismo, un yo que encierra lo
anterior a la interrupción y lo posterior a ella. Además, esta sensación, como dijimos antes,nos
indica que nos pertenecen los pensamientos o ideas que están en nuestra conciencia “Para que el
pensamiento sea nuestro pensamiento, debe estar imbuido en todas sus partes de esa tibieza e
intimidad peculiares que lo marcan como nuestro.” (Párr. 194, Párr. 1).
En segundo lugar,según James, la sensación se hace presente incluso cuando no
conseguimos recordar, nos impulsa a ir en busca de aquello que pueda llenar, que encaje con la
brecha de vacío provocada por el olvido, pues “(…) la sensación de una ausencia es totocoelo
diferente de la ausencia de sensación: es una sensación intensa” (Pág. 202, Párr. 3) y que lo sea
provoca que no quedemos tranquilos frente a ese elemento que nos falta. Aquello ocasiona que
los mecanismos de nuestros pensamientos comiencen a moverse,sintiendo las relaciones débiles
que tienen con lo que buscamos. Y lo que provoca que relacionemos esos elementos, entre sí y
también, con la conclusión, lo que se busca, son los llamados linderos “Usemos las palabras
armónico psíquico, difusión o lindero, para designar la influencia de un proceso cerebral débil
sobre nuestro pensamiento, que le hace percibir débilmente relaciones y objetos” (Pág. 207, Párr.
4). Sin embargo, toda esta búsqueda pierde su importancia una vez que se ha llegado a la
conclusión, aquello que la sensación de cosquilleo nos invitaba a buscar. En palabras simples, y a
modo de ejemplo, cuando uno ve el rostro de alguien que nos provoca ese sentimiento de
“familiaridad”, nos lleva a buscar incansablemente el lugar en dónde se vio dicha cara, pasamos
lista a todo lo que nos provoca la sensación de relación con lo que estamos buscando; y una vez
encontrado, nos quedamos con la conclusión, con la imagen o idea que nos explica lo que
anhelábamos, dejando solo la esencia de lo efímero del proceso que realizamos para llegar a
nuestra meta. “Lo que importa de una sucesión de pensamiento es su conclusión. Ése es el
significado o, como decimos, el tema del pensamiento. Eso es lo que permanece cuando todos los
demás miembros se han desvanecido (…)” (Pág. 208, Párr. 3).

En conclusión, la sensación sí está entre los elementos del pensamiento, sin embargo, de
manera perceptible, pues son sensaciones que se dan a nivel de pensamiento, y no a través de los
órganos sensoriales, pues la sensación de tibieza o de familiaridad, son efectivamente sentidos
por nosotros, pero no son algo que vimos, tocamos u olfateamos. Por otra parte, los dos puntos
antes expuestos nos permiten vislumbrar, en cierto grado, por qué James sostenía la idea de que
las sensaciones se dan con el pensamiento, lo cual nos hace caer en la cuenta de que para él, un
pensamiento sin sensación no podría ser un pensamiento como tal, no existiría un yo que
cohesiona el pasado con el presente, ni las relaciones que nos ayudan a llegar a una conclusión, ni
siquiera buscaríamos recordar tan fervientemente una idea extraviada. Sin sensaciones no hay
pensamientos.
REFERENCIAS

James, W. (1989) El curso del pensamiento. En Fondo de Cultura Económica (Ed.) Principios de
Psicología. (pp. 181-232). México: Fondo de Cultura Económica.

R:3
H:3
A:2,5
AF: 3

Buen informe. Tu hipótesis es genial porque discute con la separación clásica


entre pensamiento y sensación. Postulas, siguiendo a James -que nunca lo hace
de manera explícita, de ahí la bondad de tu trabajo-, que las sensaciones se
piensan. Argumentativamente tu trabajo también es bueno, en la medida que es
un trabajo ordenado, lógico, que se sigue todo el tiempo y no pierde de vista su
hipótesis. Ahora, hizo falta un poco más de peso argumentativo en alguna idea
fuerza que reflejara mejor la idea de que el pensamiento y la sensación están
unidos. Podrías haberte preguntando por el lugar del cuerpo en el pensamiento,
("las sensaciones del cuerpo se piensan", por ejemplo) o bien por el pensamiento
en tanto que cognoscitivo, postulando que cada momento del conocer trae
alguna sensación de tibieza, algún calor o tinte emocional, etc.

te felicito por tu redacción.

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