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Humano: sustantivo
Un miembro de la especie Homo sapiens; un hombre, una mujer o un niño;
una persona.
Derechos: sustantivo
Cosas a las que se tiene derecho o están permitidas; libertades que están
garantizadas.
Sin embargo, muchas personas, cuando se les pide que nombren sus
derechos, mencionarán solamente la libertad de expresión y de creencia y tal
vez uno o dos más. No hay duda de que estos derechos son importantes,
pero el alcance de los derechos humanos es muy amplio. Significan una
elección y una oportunidad. Significan la libertad para conseguir un trabajo,
elegir una carrera, elegir al compañero con quien criar a los hijos. Entre ellos
está el derecho de circular ampliamente y el derecho de trabajar con
remuneración, sin acoso, abuso o amenaza de un despido arbitrario. Incluso
abarcan el derecho al descanso.
3
La dignidad humana es el derecho que tiene cada ser humano, de ser respetado y
valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares,
por el solo hecho de ser persona.
La dignidad, o «cualidad de digno» (del latín: dignĭtas, y que se traduce por «excelencia,
grandeza»),1 hace referencia al valor inherente al ser humano por el simple hecho de serlo, en
cuanto ser racional, dotado de libertad.2 No se trata de una cualidad otorgada por nadie, sino
consustancial al ser humano.3 No depende de ningún tipo de condicionamiento ni de
diferencias étnicas, de sexo, de condición social o cualquier otro tipo.4 Según la distinción
introducida por Millán-Puelles, esta es la dignidad ontológica, diferente a la dignidad adquirida,
siendo este último concepto similar al del honor.5
La dignidad también es el respeto y la estima que merece una cosa o una acción.
Es una excelencia, un realce de esa cosa o acción.
La realización del ser humano libre necesita condiciones que permitan gozar a cada
persona de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
4.2
Fundamentos de Derecho
Aprobada hace casi 60 años, la Declaración Universal de Derechos Humanos ha inspirado un valioso
conjunto de tratados internacionales de derechos humanos legalmente vinculantes y la promoción de estos
derechos en todo el mundo a lo largo de las últimas seis décadas. Además, sigue siendo una fuente de
inspiración para cada uno de nosotros, ya sea en momentos de conflicto, en sociedades que sufren
represión, en la lucha contra las injusticias, y en nuestros esfuerzos por lograr el disfrute universal de los
derechos humanos.
La Declaración supone el primer reconocimiento universal de que los derechos básicos y las libertades
fundamentales son inherentes a todos los seres humanos, inalienables y aplicables en igual medida a todas
las personas, y que todos y cada uno de nosotros hemos nacido libres y con igualdad de dignidad y de
derechos. Independientemente de nuestra nacionalidad, lugar de residencia, género, origen nacional o
étnico, color de piel, religión, idioma o cualquier otra condición, el 10 de diciembre de 1948 la comunidad
internacional se comprometió a defender la dignidad y la justicia para todos los seres humanos.
.
A lo largo de los años, ese compromiso se instaló en el campo del derecho, ya sea en forma de tratados,
de derecho internacional consuetudinario, principios generales, acuerdos regionales o leyes nacionales, y
a través de ellos se expresan y garantizan los derechos humanos. De hecho, la Declaración Universal de
Derechos Humanos ha inspirado más de 80 declaraciones y tratados internacionales, un gran número de
convenciones regionales, proyectos de ley nacionales de derechos humanos y disposiciones
constitucionales que, en conjunto, constituyen un sistema amplio jurídicamente vinculante para la
promoción y la protección de los derechos humanos.
Basándose en los logros de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1976 entraron en vigor el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, junto con sus dos Protocolos Facultativos, y el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Los dos Pactos han desarrollado la mayoría
de los derechos ya consagrados por la Declaración Universal de Derechos Humanos, haciendo que sean
efectivamente vinculantes para los Estados que los han ratificado. En su mayoría, definen derechos
ordinarios tales como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, el derecho al
trabajo, la seguridad social y la educación. Estos dos Pactos, junto con la DUDH, constituyen la Carta
Internacional de Derechos Humanos.
Con el tiempo, los tratados internacionales de derechos humanos se han ido centrando y especializando
tanto en los temas que abordan como en los grupos sociales que precisan de su protección. La legislación
relativa a los derechos humanos sigue creciendo y ampliando los derechos y libertades fundamentales que
figuran en la Carta Internacional de Derechos Humanos, abordando asuntos como la discriminación racial,
la tortura, las desapariciones forzosas, las personas con discapacidad, y los derechos de la mujer, los niños,
los migrantes, las minorías y los pueblos indígenas.
.
Valores universales
En numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones internacionales de derechos humanos se han
reiterado los principios básicos de derechos humanos enunciados por primera vez en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, como su universalidad, interdependencia e indivisibilidad, la igualdad
y la no discriminación, y el hecho de que los derechos humanos vienen acompañados de derechos y
obligaciones por parte de los responsables y los titulares de éstos. En la actualidad, todos los Estados
Miembros de las Naciones Unidas han ratificado al menos uno de los nueve tratados internacionales
básicos de derechos humanos, y el 80% de ellos ha ratificado al menos cuatro de ellos, lo que constituye
una expresión concreta de la universalidad de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del
conjunto de los derechos humanos internacionales.
.
¿Cómo protege el derecho internacional los derechos humanos?
5
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión” Bajo este título
se encuentra el artículo 19 de la declaración universal de derechos humanos de 1948,
por tanto, la libertad de expresión forma parte de los derechos de las personas y está
protegida por las leyes de todos los estados democráticos.
La libertad de expresión supone que todos los seres humanos tienen derecho de
expresarse sin ser hostigados o castigados por ello.
Esto representa la posibilidad de realizar investigaciones, de acceder a la información y
de transmitirla sin barreras. Esto me resulta una parte fundamental ya que sin
capacidad de hacerse oír parece muy difícil defender el resto de los derechos humanos.
A pesar de ello, hoy en día en todas las regiones del mundo hay todavía muchas
personas; entre ellas activistas, periodistas, manifestantes pacíficos, sindicalistas o
miembros de minorías religiosas o étnicas, que son acosados, perseguidos,
amenazados, o incluso asesinados por el mero hecho de disentir y ejercer su derecho a
la libertad de expresión.
Es cierto que en ocasiones este derecho es llevado a los extremos y aprovechado por
muchos, pero por ello, ya en la constitución, en España concretamente en el artículo
20 de la constitución española, se destaca que aunque la expresión jamás pueda ser
objeto de censura previa está se ve regulada por una responsabilidad anterior; es
decir, no se impedirá que una persona se exprese, pero esta podrá ser sancionado o
penada por sus mensajes. Esto resulta en muchas ocasiones causa de debate ya que
de esta manera la libertad deja de ser absoluta; sin embargo, ¿ acaso una persona que
incite a la violencia, estimule una guerra, cause daños morales no respete el resto de
derechos no debe ser sancionada?
Como Jean Paul Sartre decía “mi libertad termina donde empieza la de los demás”, por
tanto, toda acto realizado con maldad o que provoque consecuencias graves e
inadmisibles deberá ser penado. Ahora para mostrar a un mejor como la libertad de
expresión no es un derecho tan respetado, algunos creen vayamos algo más cercano a
nosotros, la historia de España. Todos habremos oído que España es un país que
respeta y lucha por los derechos humanos, pero como mi abuela bien diría en estos
casos:” dime de presumes y te diré de que careces” a pesar de la sorpresa de muchos,
aquí se han dado casos dan pie a la duda del derecho de la libertad de expresión, sin
remover mucho nos podemos encontrar con un tema muy hablado últimamente; la
“ley mordaza”.