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La cría del carpincho

Un rubro alternativo muy interesante, para los que disponen de tierras con el hábitat
adecuado, constituye la cría de carpinchos, que puede darse en lugares no aptos para la
explotación ganadera ni para la agricultura; por lo tanto, es dable aprovechar las
condiciones naturales de los campos, que de otra manera se los considerarían
improductivos.

La cría del carpincho es una práctica poco utilizada en nuestro país, a pesar de que
tenemos condiciones ambientales excelentes para tentar este rubro alternativo, y por
considerarlo de interés, basamos este artículo en un informe de la ingeniera agrónoma
Mónica Drabyk, de nacionalidad argentina, que cuenta las experiencias en su país y que
muy bien pueden aplicarse en el nuestro.

Como dijimos, el carpincho es el más grande de los roedores de su género. Es una


especie gregaria, pero con una estructura social basada en la condución de un macho
dominante y un número variable de hembras, a las que se pueden agregar uno o más
machos subordinados, y las crías juveniles, retoños de las hembras del grupo. Es
indispensable conocer y tener en cuenta estas características de comportamiento para su
manejo, ya que contribuirán al desarrollo del emprendimiento.

El carpincho siempre fue considerado como la especie de mamífero silvestre con más
posibilidades de integrarse a un esquema de producción económicamente rentable.

Su cuero se caracteriza por su gran flexibilidad y resistencia, y adecuadamente trabajado


es requerido para la confección de guantes, camperas y botas de extraordinaria calidad.
Actualmente, un cuero de un ejemplar de criadero de 30 a 40 kilos es cotizado en el
mercado europeo entre 90 y 100 US$.

No menos trascendente es la carne, que se destaca por su sabor, similar a la carne del
cerdo, pero más suave y con bajo contenido de grasas. El jamón que se obtiene es de
excelente color y sabor comparado con los mejores jamones del mercado.

En Venezuela y Colombia se lo usa como alimento corriente y en el Brasil hay


churrasquerías donde se ofrece carne de carpincho de criadero, con gran aceptación.

La reproducción de estos animales resulta sencilla, ya que su preñez dura cinco meses,
con un promedio de cuatro crías por parto y con la ventaja de que una hembra puede
tener dos pariciones anuales.

Algunos estudios de factibilidad demostraron que confinando un grupo con un solo


macho dominante es un buen método para reducir la competencia y aumentar la
eficiencia de producción y reproducción.

En la Argentina, como prueba y con la colaboración de varios productores, instalaron


una cabaña para obtener, dentro de tres a cinco años, grupos reproductivos de calidad
uniforme para proveer a quienes se muestren interesados en instalar un criadero. Es un
ejemplo que bien podría tenerse en cuenta en nuestro país, sobre todo, dirigido por
técnicos que podrían ser contratados por el M.A.G., o también podría ser un
emprendimiento privado con posibilidad de rentabilidad.

Para tener una idea del proyecto, diremos que en la Argentina se está llevando adelante
mediante un acuerdo entre el Laboratorio de Roedores, del Departamento de Ciencias
Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional
de Buenos Aires. Bien podría la Universidad Nacional de Asunción asumir el liderazgo
de un proyecto parecido, pues material humano y científico no le falta, y las condiciones
de hábitat en nuestro país están dadas.

Paralelamente, se realizarán estudios de la calidad de carne y cuero, con la participación


de frigoríficos y curtiembres, y se piensa, en un futuro próximo, establecer una red de
criaderos con un sistema razonable de comercialización y exportación.

En el delta del Paraná se realizaron estudios de crecimiento, comportamiento,


reproducción y sanidad, en los que se determinó el modelo de corral que se necesita, y
se completará la investigación con estudios energéticos y de localización.

Por lo que pudimos enterarnos, estamos ante una entidad pionera en la cría del
carpincho, con un módulo experimental denominado INTA Delta, y, por sugerencia de
los responsables, los que deseen mayor información pueden dirigirse a:

EEA Delta del Paraná, CC N§ 14, CP 2804, Campana, Prov. Bs.As.

Telefax (0489) 20334 - Telf. (0489) 21590.

Sería muy interesante que esta información pueda beneficiar a algunos interesados;
además, la colaboración de biólogos y veterinarios de la Universidad Nacional de
Asunción podemos dar por descontada. En el Centro de Investigaciones Tecnológicas
de la UNA se puede obtener la colaboración requerida.

Dr. Manuel M. Ventre

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