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CUENTOS SOBRE MEDIOS DE TRANSPORTE

Bicicletas

Hacía tiempo que Agustín venía pensándolo, pero no le encontraba solución.


Lo pensaba cada vez que andaba en bicicleta y se le llenaba la nariz de olor a eucalipto, cada
vez que dibujaba las calles pedaleando a fondo, cada vez que se inventaba toboganes en las
lomas de los terrenos baldíos.
Para Agustín andar en bicicleta es la mayor aventura, como remontar un barrilete pero ser él
mismo el barrilete, volar por las esquinas a la nochecita, escuchando los grillos y encendiendo
ventanas.
Es el hermano mayor y tiene permisos especiales. La bicicleta lo lleva lejos y sale a descubrir
secretos por la ciudad.
Por eso Agustín hacía tiempo que lo pensaba y se ponía un poco triste. Triste por su amigo
Lucas.
Lucas es un compañero de la escuela nueva. Un pibe macanudo y divertido, pero ciego. Nació
así y desde chico aprendió a hacer todas las cosas que hacen todos los chicos: caminar, subir
escaleras, jugar, bailar.
Todas las cosas…- Casi todas – decía Agustín por entonces, porque Lucas no podía andar en
bicicleta. No podía sentir el viento frío en la cara, los charcos que salpican barro, la emoción de
una bajada rápida.
- Cómo va a andar en bicicleta si no ve, no puede – le repetían todos a Agustín. Pero Agustín
seguía pensando. Tampoco era cuestión de llevarlo sentado atrás; era algo más, era pedalear,
cansarse, respirar hondo en una subida, ganar una carrera o perderla.
Hacía tiempo que Agustín venía pensándolo y la solución llegó un sábado por la tarde.
Agustín aprovechó el rato tranquilo de la siesta y se fue a cebarle mate a José, el kiosquero de
la esquina. Agustín pasaba a menudo a visitarlo.
José es un gran tipo. Además de tener habilidad para hablar con los animales, de cantar tangos
y de conocer todas las calles de la ciudad, José es inventor. A José no le gusta que se sepa
mucho, le da vergüenza. Podrían pensar que pierde el tiempo inventando máquinas inútiles
como trampas para hormigas o aparatos para pelar huevos duros o sillas plegables para llevar
en el bolsillo.
José tiene el tallercito en el fondo de su casa y ahí se pasa las horas que no está vendiendo
diarios y revistas.
Así que ese sábado a la tarde, cuando Agustín le comentó su preocupación, José se rascó la
cabeza, pensó un ratito y le dijo: - Dejame estudiarlo un poco, me parece que se me está
ocurriendo algo.
Pasaron como quince días. Agustín paraba todas las tardes a saludar a José y, aunque no
preguntaba, esperaba que José le contara qué era lo que se le había ocurrido. Pero José no
decía nada, como si se hubiera olvidado para siempre de la charla de aquel sábado y del
problema de Lucas.
Hasta que una tarde, cuando Agustín llegó al kiosco, José por fin habló del tema: - Me parece
que tengo la solución para que tu amigo Lucas pueda andar en bicicleta. Esta nochecita
cuando cierro, te voy a buscar a tu casa.
Y esa nochecita fue la gran sorpresa.
José llevó a Agustín hasta su taller de inventor de aparatos y ahí estaba, en medio del salón,
brillando con su rojo recién pintado: una bicicleta doble, con dos asientos, dos juegos de
pedales, una bicicleta para andar de a dos. Modelo deportivo, para ganar carreras, para
llenarse de viento, para salir a inventar calles.
- Mañana salimos a probarla – dijo José – Nos vamos a buscar a Lucas y la probamos. Hay
que enseñarle a pedalear, a respirar fuerte, a doblar, a frenar.
Agustín no sabía qué decir: - Gracias…pero José…yo no sé, nosotros…es tan linda…gracias,
gracias.
A la mañana siguiente Lucas escuchó el timbre de su casa y fue a abrir. Eran Agustín y José, lo
llevaron hasta la vereda. Tenían una gran sorpresa para darle.

Laura Forchetti
Marcela Gómez
Argentina

Recursos pedagógicos

Actividades para después del cuento:


•Lectura y comentario libre del cuento.
•Trabajar con todo el grupo acerca de los personajes: cómo son, qué cosas les preocupan, qué
cosas hacen. Registrar esto en un cuadro donde aparezcan los tres personajes de la historia:
Agustín, José y Lucas, cada uno con sus características personales.
•¿Qué es un invento? Buscar material bibliográfico sobre inventos e inventores, presentando al
grupo algunos ejemplos de inventos importantes de la historia.
•Nos imaginamos el taller de José. En grupos de dos o tres, dibujar el taller con sus máquinas y
herramientas.
•¿Qué te gustaría inventar? Trabajando con todo el grupo, preguntar a los chicos que máquinas
les gustaría inventar. Anotar lo que van diciendo. Con la lista de inventos, proponer a los
alumnos que elijan uno y lo dibujen. También puede trabajarse junto al profesor de plástica y
realizar maquetas de los inventos.
•Agustín y José demuestran actitudes de amistad y solidaridad. Conversar esto con el grupo.
Pedir que cada uno piense en algún amigo, vecino o familiar que tenga algún problema y lo
comente al grupo. Entre todos imaginar las soluciones posibles. Resaltar la idea de que
pensando juntos es más fácil resolver los problemas.
A partir de este trabajo, se podría derivar una actividad solidaria del grupo.
Actividades orientadas a desarrollar:
Comprensión:
1.¿Cuál de estás será la respuesta correcta?
*Agustín conoció a Lucas…… en la escuela
en el kiosco
en la plaza
*Lucas no podía andar sólo en bicicleta porque……..era ciego
no sabía andar
no tenía bicicleta
Solución de Problemas:
2.Ordena cómo habrá sucedido.
COMPRAR
ENTRAR AL KIOSCO
DESPEDIRSE
SALUDAR
¿A quién llevarías si tuvieras una bicicleta doble?, ¿por qué?.

Un grillito aventurero

Ésta es la historia de un grillito inquieto que le decían "Pepe". A este grillito le gustaba pasear
de jardín en jardín, hacerle cosquillitas a las margaritas, a las violetas y jugar a las escondidas
con las mariposas. Cuando se cansaba de un lugar, buscaba su mochila y se iba de paseo
saltando y cantando crii-criiiii-cri (con tonada cordobeza pero argentina); fue así como visitó
muchos barrios de la ciudad de Córdoba, barrio Alberdi, barrio Maipu, barrio Crisol, hasta que
llegó a barrio Guemes a la mismísima "caniada" y, como era aventurero penso: !qué lindo sería
hacer una travesía por el agua ! - y comenzó a buscar elementos para hacer una balsa.
Encontró dos corchos y una enorme hoja de gomero. Cuando estaba en plena tarea, muy
concentrado no se dio cuenta que tenía un espectador: era la hormiga " Juana ", que lo miraba
y lo miraba pensando ¿ qué estará haciendo este grillito? Hasta que no aguantó más y le
preguntó. -Estoy haciendo una balsa para mi nueva aventura por la canada- respondio el
grillito- ¿ quieres acompañarme ? Viajo solo-. Muy contenta la hormiguita busco su mochilita y
se preparo para realizar la fantástica hazaña. Cuando estubo todo listo, empujaron la balsa al
agua, subieron a la misma y comenzó el viaje.
Durante el trayecto los viajeros tuvieron varios obstáculos como troncos, botellas ( quizás con
algun mensaje dentro), grandes cascadas (que la gente llama desagües) hacían temblar la
embarcación. Una vez que superaron todas las dificultades y disfrutaban del paseo muy
tranquilamente escucharon un ¡Hey! ¿ adonde van en eso?, era la langosta "Titina" a la que no
le gustaba perderse de nada, y antes de que le respondieran ya había dado un gran salto
haciendo caer al grillito y a la hormiguita al agua y, como no sabían nadar el peligro los
acechaba; pero tuvieron tanta suerte que fueron rescatados por un grupo de chicos de un jardín
de infantes que estaban realizando una excursión.
Ahora el grillito "Pepe", la hormiga "Juana" y "Titina" la langosta, viven en una casa
transparente rodeados de caracoles, piedritas y semillitas en la sala del jardín , en el rincon de
ciencias. Y colorín colorado este cuento se ha terminado.

Carmen Valentina Rojas

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