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La Salud y la Enfermedad

Concepto de salud
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), se define la salud como el estado de pleno
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad. Por tanto, no solamente
cuenta nuestro buen estado físico o fisiológico, sino también nuestros aspectos psicológicos y cómo
nos influye nuestro entorno (socioeconómico, familiar, laboral, emocional, medioambiental).

Determinantes de la salud
Son los factores que influyen sobre nuestro estado de salud. Los podemos clasificar en 4 tipos:
1. Biológicos. Se refiere a cómo la propia biología de la persona (edad, genética) afecta a su salud.

2. Ambientales. Se refiere a cómo el medio ambiente (presencia y expansión de organismos


infecciosos, contaminación, clima, entorno) afectan a nuestra salud.
3. Estilo de vida. Se refiere a cómo ciertos hábitos de vida (alimentación, actividad física,
consumo de drogas, tipo de trabajo, actividades de riesgo, etc.) influyen en nuestra salud.
4. Salud pública. Se refiere a cómo el sistema de salud y los medios sanitarios de los que dispone
un lugar (centros de salud, hospitales, personal sanitario, ambulancias, acceso a medicamentos,
investigación sanitaria, etc.) influyen en la salud de las personas.

Concepto de enfermedad
Se puede definir la enfermedad como un trastorno del normal funcionamiento de nuestro organismo,
tanto a nivel físico como mental.
Según su origen (etiología), podemos clasificar las enfermedades como:

• Infecciosas. Se deben a la invasión de algún tipo de microorganismo patógeno


(causante de enfermedad), que pueden ser virus, bacterias, hongos, protozoos o
incluso algunos invertebrados parásitos (como las lombrices intestinales o la tenia).
Al poder pasar estos microorganismos de una persona infectada a otra sana, las
enfermedades infecciosas pueden transmitirse, bien directamente (contacto físico,
por saliva, sangre…) o bien a través de algún “vector de transmisión”, que puede ser
el propio aire o el agua, o bien ciertos animales (mosquitos, piojos, garrapatas, pulgas,
etc.) que actúan como “vehículos de transmisión” facilitando el traspaso del patógeno.

• No infecciosas. No se deben a microorganismos patógenos, sino a otras causas y/o


relacionadas con los factores biológicos.
 Edad: Procesos degenerativos, como artrosis, demencia senil, pérdidas
sensoriales, fallos renales, etc.
 Genéticos: Enfermedades debidas a fallos genéticos, como el síndrome de
Down, la hemofilia, etc.
 Enfermedades congénitas: Son las que se desarrollan desde el parto, o incluso
antes, debidas a problemas de desarrollo del feto durante la gestación.
 Trastornos inmunitarios: Se dan cuando nuestro propio sistema inmunitario
falla, de forma que nos hace exageradamente sensibles a ciertas sustancias
inocuas (alergias) cuando “ataca” a tejidos propios del cuerpo, como ocurre en
algunas artritis, reuma, lupus... (autoinmunidad).
o Relacionadas con los factores ambientales:
 Exposición a radiaciones que pueden provocar alteraciones en el sistema
nervioso, cáncer, etc.
 Exposición frecuente a ruidos, que genera problemas nerviosos.
 Exposición a contaminantes del aire, del agua o en los alimentos, que pueden
provocar daños en distintos órganos.
o Relacionadas con el estilo de vida:
 Enfermedades o accidentes relacionados con el trabajo, el tráfico, el deporte.
 Enfermedades por consumo de drogas.
 Enfermedades por una mala alimentación.
 Enfermedades debidas a una vida sedentaria.
Lucha contra las enfermedades
Veamos de forma muy breve en qué consisten los mecanismos de defensas propios del cuerpo y
algunas alternativas médicas.

• El Sistema Inmunitario. Es el conjunto de órganos, tejidos, células (glóbulos blanco o leucocitos)


y moléculas encargadas de nuestra defensa, de la lucha contra las enfermedades. Esta defensa se
lleva a cabo en distintos lugares y etapas, que podemos agrupar en tres: barreras primarias,
inmunidad inespecífica e inmunidad específica.

o Barrera primaria. Es la primera barrera física, química y biológica que se encuentran los
patógenos antes de invadir el cuerpo. Física porque la piel y epitelios suponen una barrera
física de entrada. Química porque en estos epitelios existen componentes (mucosidad,
enzimas…) que atacan a estos patógenos. Biológica porque contamos con bacterias
simbióticas que nos protegen de otros patógenos.

o Inmunidad inespecífica (innata). Si los patógenos superan las barreras primarias y pasan
a los tejidos o la sangre, contamos con una segunda serie de mecanismos de defensa que
son inespecíficos, es decir, se da la misma respuesta independientemente del tipo de
patógeno que haya entrado. También se le llama inmunidad innata porque está preparada
para actuar desde el momento del nacimiento. Entre estos mecanismos citamos:

 Fiebre. Algunos glóbulos blancos que detectan la infección liberan sustancias que
provocan un aumento de temperatura del cuerpo. Esto beneficia la movilidad y la
acción de otros glóbulos blancos que actuarán en la defensa.
 Inflamación. La zona donde se produce la infección se inflama debido a que se
desencadena un aumento del flujo sanguíneo que permite la llegada de un mayor
número de glóbulos blancos y moléculas de defensa a la zona infectada.
 Sistema del complemento. Se trata de un conjunto de proteínas de la sangre que
reaccionan en cadena uniéndose a los patógenos y provocando su destrucción.
 Glóbulos blancos inespecíficos. Hay varios tipos de glóbulos blancos de acción
inespecífica que están continuamente circulando por todo el cuerpo, sobre todo por
zonas más vulnerables. Algunos actúan reconociendo y fagocitando a células
extrañas (patógenos o células cancerosas) como son los macrófagos. Otros, como
las células asesinas (“natural killers”) están especializados en detectar y destruir
células cancerosas o bien células que ya han sido infectadas por algún tipo de virus.

o Inmunidad específica (adaptativa). Si la inmunidad inespecífica no es suficiente entra en


juego la específica, que se basa en la acción de otro grupo de glóbulos blancos, los
linfocitos. Nuestro cuerpo cuenta desde el nacimiento con millones de tipos de linfocitos
diferentes, de forma que cada tipo va a ser capaz de reconocer a algún patógeno concreto.
Cuando esto ocurre se desencadena la respuesta específica, que consiste en que ese grupo
de linfocitos concreto se multiplica velozmente y desarrolla dos líneas de linfocitos
específicos contra ese patógeno. Una línea es de linfocitos T específicos que reconocen y
eliminan directamente al patógeno en cuestión. La otra línea es la de linfocitos B
específicos, que producen y liberan gran cantidad de anticuerpos que se esparcirán por todo
el cuerpo a través de la sangre. Los anticuerpos son proteínas muy específicas que se unen
al patógeno concreto para el que fueron producidas y, bien los destruyen directamente, o
bien sirven de señal para que vengan otros glóbulos blancos (linfocitos T y macrófagos)
para eliminarlos. Además, el cuerpo mantendrá una serie de estos linfocitos específicos
como linfocitos T y B de memoria, que serán capaces de actuar de forma mucho más
rápida y efectiva ante futuros ataques de ese mismo patógeno: memoria inmunológica.

• El Sistema Linfático. Como puedes ver, el sistema inmunitario se centra en la acción coordinada
y complementada de una serie de glóbulos blancos diferentes. El sistema linfático es el conjunto
de tejidos y órganos encargados de producir, madurar y hacer circular a estos glóbulos blancos por
todo el cuerpo. Se dice que el sistema linfático tiene una doble función como veremos, ya que
participa tanto en la circulación sanguínea como en la inmunidad del cuerpo de la siguiente
forma…:

o Un primer tejido que forma parte del sistema linfático es la médula ósea roja, que se
encuentra en el interior de muchos huesos y que es donde se van a producir continuamente
a lo largo de la vida todas las células sanguíneas, entre ellas los glóbulos blancos.
o Los glóbulos blancos pasan al torrente sanguíneo y pasan por una serie de órganos linfoides
donde van a madurar y se van a especializar en algunos de los distintos tipos de glóbulos
blancos. Los dos órganos linfoides principales son el bazo y el timo.

o Los glóbulos blancos maduros se mantendrán circulando por la sangre y por los distintos
tejidos del cuerpo en busca de patógenos, pero la mayoría se van a concentrar en unos
tejidos linfoides llamados ganglios linfáticos. Estos ganglios se concentran especialmente
en la zona de la ingle, las axilas y el cuello.

o Junto con los capilares sanguíneos que recogen las sustancias de intercambio de las células
y las llevan a través de las venas de regreso al corazón, existe una red paralela de vasos
linfáticos, que recogen el líquido “sobrante” de los tejidos. Este líquido que es recogido
por los vasos linfáticos se llama linfa, y tiene la misma composición del plasma sanguíneo,
solo que lleva una alta concentración de glóbulos blancos. Esta linfa volverá de nuevo a la
sangre ya que los vasos linfáticos acaban desembocando en una vena próxima al corazón.
Pero en su recorrido, la linfa pasará por varios ganglios linfáticos, donde le espera un
proceso de “análisis” por parte de la gran cantidad de glóbulos blancos de los ganglios, en
busca de algún elemento extraño que desencadene una respuesta inmunitaria para
eliminarlo.

• La intervención sanitaria. El sistema de salud nos proporciona una serie de acciones contra las
enfermedades, entre las que podemos destacar:

o Prevención. Es el conjunto de acciones de información y educación que tratan de crear


hábitos que eviten la contracción de enfermedades.

o Diagnóstico. Es el conjunto de técnicas destinadas a conocer el tipo y origen de alguna


enfermedad (análisis, radiografías, resonancias, exploraciones, etc.).

o Fármacos. Conjunto de medicamentos más o menos específicos diseñados para tratar las
enfermedades o dolencias. Según su acción se clasifican en antiinflamatorios (contra la
inflamación), analgésicos (contra el dolor), antihistamínicos (contra alergias), antipiréticos
(contra la fiebre), antivirales (contra infección víricas), antibióticos (contra infección
principalmente bacteriana), etc.

o Terapias físicas. Tratamientos alternativos o complementarios a los fármacos para


sobreponerse a una enfermedad o dolencia, como la fisioterapia, hidroterapia, radioterapia,
etc.

o Vacunas y sueroterapias. Las vacunas son tratamientos preventivos que consisten en


introducir en el paciente algún patógeno muerto o atenuado de forma que el propio sistema
inmunitario desarrolle las defensas específicas, de forma que se crearán linfocitos de
memoria contra ese patógeno que permitirán una respuesta eficaz frente a posibles
infecciones futuras. Principalmente se usan en prevención de enfermedades causadas por
virus, ya que estas tienen más difícil curación con fármacos. En caso de que una infección
ya esté presente las vacunas no resultan eficaces. Lo que necesita el paciente es una
respuesta más rápida por lo que directamente se le inyectan los anticuerpos específicos
contra la infección. Este tratamiento se llama sueroterapia y no genera memoria
inmunológica en el paciente como sí ocurría con las vacunas.

o Trasplantes. Es la sustitución de un tejido u órgano dañado por otro sano. Pueden ser de
la propia persona (por ejemplo, un trasplante de piel de una zona a otra), aunque lo más
normal es que sea entre personas distintas. Un problema que surge al ser entre personas
distintas es que el sistema inmunitario del receptor puede luchar contra el implante del
donante creando rechazo. Esto se debe a que la genética de cada persona es diferente y en
las células aparecen ciertas moléculas que el sistema inmunitario del receptor las considera
como extrañas. De ahí que donante y receptor deban de ser “compatibles”. Para ayudar a
evitar el rechazo, el receptor es normalmente sometido a un tratamiento de
“inmunodepresión” para que sus sistema inmunitario no luche contra el implante. Entre los
órganos y tejidos más comúnmente trasplantados están los riñones, hígado, corazón,
pulmones, páncreas, intestino, piel, córnea del ojo, médula ósea, etc.

o Nuevas terapias. Actualmente se están desarrollando nuevas terapias basadas en un mayor


conocimiento científico y avances tecnológicos. Entre ellas citamos:
 Células madre. Son células del propio individuo que mantienen una alta capacidad
de reproducción y de diferenciarse en cualquier tipo de célula del cuerpo, por lo que
podrían llegar a regenerar tejidos y órganos propios sin el problema del rechazo.
Este tipo de células son abundantes durante el desarrollo embrionario y se pueden
obtener del cordón umbilical en el parto. Conforme maduramos van siendo más
escasas y difíciles de conseguir.

 Terapia génica. Cuando una enfermedad es de origen genético, la única posibilidad


de cura es solucionar el problema genético del individuo. Se están desarrollando
técnicas para corregir el error genético de estos pacientes. Básicamente consiste en
encontrar la forma de introducir en el mayor número de células posibles del órgano
afectado los genes que hagan funcionar a estas células correctamente (por ejemplo,
introducir en las células del páncreas el gen de la insulina para que el páncreas
vuelva a producir la insulina por sí misma). Para esto es necesario recurrir a
elementos capaces de llegar a estas células e introducirles los genes necesarios, para
lo que se están usando “virus especiales” (que no causen enfermedad), ya que estos
tienen dicha capacidad.
Universidad Católica del Cibao
UCATECI

Presentado por:
Cesar A. López. 2017-0797.
Alexa Rosario A. 2017-0917.
Wagner Maldonado. 2017-1155.
Asignatura:
Fundamentos de Enfermería.
Facilitador/a:
Verónica Marte.
Tema:
La Salud y la Enfermedad.
Fecha de Entrega:
Día 04 del mes de Julio del año 2019.

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