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UNIDAD Nº4 “Psicología Institucional-organizacional”

Cátedra: “Psicosociología”

Profesoras: Lic. Mana Alejandra

Lic. Pissinis Ivana

Introducción a la Psicología Institucional


La sociología, el psicoanálisis, la antropología, la psicología social, y la psicología con
distintas corrientes teóricas y con distintas prácticas se han ocupado de definir que es una
institución. (Del Cueto, 1999. P95)
En relación a esto, encontramos diferentes definiciones acerca de una institución, según la
teoría y el campo donde se focaliza esa teoría.
En 1900, según las primeras definiciones de la sociología, se pensaba a las instituciones
como fijas y estables, sin incluir la vida especifica de los procesos institucionales.
Según el diccionario de Sociologia de Fairchild, define a las instituciones desde dos
perspectivas:
1. “…configuración de conducta duradera, completa, integrada y organizada,
mediante la cual se ejerce el control social y por medio de la cual se satisfacen los
deseos y necesidades sociales fundamentales”.
2. “…organización de carácter público o semipúblico que supone un cuerpo directivo y
de ordinario un edificio o establecimiento físico de alguna índole, destinada a servir
algún fin socialmente reconocido y autorizado. A esta categoría corresponden las
instituciones totales como asilos, universidades, orfelinatos, hospitales, etcétera”.

Otro sociólogo, propone una clasificación mencionando cuatro tipos fundamentales de


instituciones, según Burgess:
1. Instituciones culturales básicas (familia, iglesia, escuela)
2. Instituciones comerciales (empresas estatales, privadas, cooperativas/uniones de
trabajadores)
3. Instituciones recreativas( Clubes de todo tipo: atléticos, artísticos; parques)
4. Instituciones de control social formal ( agencias de servicios sociales y
gubernamentales).
A toda esta clasificación, YOUNG agrega:
5. Instituciones Sanitarias (hospitales, clínicas, hogares para convalecientes)
6. Instituciones de comunicación (Agencias de transportes, correos, servicios,
periódicos, revistas, radios, TV).
Toda esta perspectiva desde la sociología tiende a pensar a las instituciones como algo fijo
y estable.
Desde el psicoanálisis se ha aportado otra línea de pensamiento. Así es que Freud, en su
texto “el porvenir de una ilusiones” define a la institución como:
“…organizaciones necesarias para regular las relaciones de los hombres entre si y muy
especialmente la distribución de los bienes naturales alcanzables”.
La familia, el Estado, el Ejercito, la Escuela son organizaciones mediadoras de la cultura.
Estas organizaciones, permiten organizar y regular las relaciones de los hombres entre si.
Por otra parte, en Argentina, se designa con el nombre de Psicología Institucional, al
conjunto de prácticas y teorías que estudian, investigan y teorizan sobre los fenómenos
institucionales. Los referentes de esta corriente son: Pichon Riviere, Bleger, y Ulloa.
Según José Bleger, precursor del trabajo institucional en Argentina, escribe:
Psicología institucional –tal como la entiendo aquí- es un capítulo reciente en el
desarrollo de la psicología, y nadie puede, en la actualidad, ostentar ni apoyarse
en una vasta experiencia. Tampoco puedo yo; mi experiencia personal
directa es hasta ahora limitada e incluye fundamental y casi únicamente
organismos hospitalarios y educacionales (1966, pag 44).
Siguiendo con los aportes de este autor, define a las instituciones como:
“…organizaciones de carácter público o semipúblico que suponen un cuerpo
directivo y, de ordinario, un edificio o establecimiento físico de alguna índole,
destinada a servir a algún fin socialmente reconocido y autorizado. A esta
categoría corresponden unidades tales como asilos, universidades, orfelinatos,
etcétera”.
Por otra parte, Fernando Ulloa, define a la institución como:
“…un organismo con una geografía y una ordenación del tiempo y de las
responsabilidades, con objetivos para alcanzar y medios adecuados a tal fin, todo
regulado con un código y normas explicitas e implícitas. La designación más
adecuada para ser entonces la de organizaciones institucionales”.
Además, propone un orden para las instituciones:
1. Instituciones que se ocupan del hombre enfermo o disminuido.
2. Instituciones que se ocupan del hombre aprendiendo.
3. Instituciones que se ocupan del hombre trabajando.
4. Instituciones del tiempo libre.
Desde otra línea teórica, Gregorio Kaminsky, define a las instituciones como:
“… espacios que se condensan entrecruzamientos de relaciones y problemáticas en
donde se manifiesta lo psicosocial. Son anudamientos o “coagulaciones
problemáticas” de horizontes variados interconectadas de una cierta forma. Las
instituciones son el lugar privilegiado de ese guion individuo- sociedad.” (…) “toda
institución es, constitutivamente, un dispositivo de violencia psicosocial. El abordaje
de estudio y análisis de las instituciones lo hacemos desde una perspectiva
inmanente.
Por otra parte, una definición de la escuela francesa de análisis institucional es la aportada
por Lapassade, quien define a las instituciones como: “grupos sociales oficiales, empresas,
escuelas, sindicatos con un sistema complejo de normativas que determinan la vida de
estos grupos”
Siguiendo con esta misma línea de pensamiento, Lourau, afirma que toda forma social
posee una unidad, un carácter específico que es producido por la finalidad (denominada
“función”) para la cual dicha institución es creada. Las grandes funciones sociales son:

 La producción de bienes y consumo,


 La educación, medio para interiorizar las normas sociales.
 La asistencia, el control, la protección.
Toda institución estará organizada de una manera específica de acuerdo a cual sea su
función privilegiada.
Toda institución estará atravesada por las diferentes funciones que remiten al sistema
social, histórico, y político en que dicha institución habite.
Distinguiendo de los conceptos de institución, es pertinente poder diferenciarla del
significado de “organización”. El cual se lo puede definir a partir de las teorías de
Chiavenatto un autor contemporáneo dedicado a la Administración de Recursos
Humanos, quien propone a las organizaciones como: “un sistema de actividades
conscientemente coordinadas de dos o más personas”. Que surgen a partir de las
limitaciones individuales, lo cual lleva a que los hombres deban verse obligados a cooperar
unos con otros para lograr ciertos objetivos que de manera individual no podrían.
Entonces la cooperación es esencial para la existencia de la organización. Por lo cual sólo
se da cuando:

 Hay personas capaces de comunicarse,


 Dispuestas a contribuir en una acción conjunta,
 Buscando un objetivo común.
Siguiendo con esta distinción, las organizaciones también son consideradas como
formaciones sociales complejas y plurales, lo cual lleva a que puedan ser estudiadas desde
múltiples perspectivas también.
Análisis institucional:
Analizar las organizaciones institucionales, implica estudiar su estructura, su dinámica, las
prácticas laborales y, especialmente, los atravesamientos institucionales que las recorren.
Se trabaja fundamentalmente en el plano discursivo, tratando de encontrar los
significados de los conflictos interpersonales y con la tarea, pero sin perder de vista los
factores determinantes del contexto socio-histórico-político. De este modo, la
Psicología Institucional combina los campos institucional e individual y confluye en uno
donde está presente lo psicológico individual y lo psicológico colectivo.
Dado que el abordaje de la Psicología Institucional es en las organizaciones, las
instituciones y las prácticas que en ellas se desarrollan, debe puntualizarse una
diferenciación en relación a la segunda.
Existe una doble acepción del término institución (Ulloa, 1969); en un sentido amplio
refiere a un sistema de regulaciones socio-histórico-culturales, a la sociedad con sus
marcos regulatorios, económicos, jurídicos, culturales y políticos. Desde este punto de
vista debe ser entendida como predeterminando el actuar, el pensar y el sentir de los
sujetos en tanto plasmaciones sociales instituidas por la ley y las costumbres. Las
instituciones nos preexisten, regulan nuestras relaciones y nos dan pertenencia e
identidad. Por lo tanto, otorgan un marco regulatorio, no solo externo, sino también
constitutivo del aparato psíquico. Es por ello que les adjudicamos perennidad, que nos
mueve a imaginarlas inmortales, permanentes en algún lugar de nuestra personalidad.
La otra acepción es en sentido restringido y es sinónimo de organización o
establecimiento. En esta segunda acepción, las instituciones se convierten en el objeto
visible, recortado, al cual se dirige el psicológico institucional. La organización es,
entonces, un sistema social, limitado y acotado que existe para el cumplimiento de fines
más o menos precisos, con niveles jerárquicos diferenciados y distribución de roles y
tareas.
Las organizaciones son la materialización de las instituciones o, dicho de otra forma, las
instituciones se plasman en las organizaciones y las atraviesan. Con atravesamiento nos
referimos a que las instituciones determinan aspectos de las interacciones que se
establecen en las organizaciones, aquellos modos de hacer y de pensar que allí se
producen y se reproducen en la sociedad.
Las instituciones constitutivas de toda sociedad (lenguaje, sexualidad, trabajo, sistema de
creencias) y las singulares formas organizacionales (familia, escuela, empresa, club,
entre otras) constituyen el macro contexto moldeador de los psiquismos desde la
incidencia histórico-cultural que tiene efectos productores sobre los sujetos.
El sujeto (la persona) nace y vive en las instituciones permanentemente, ellas lo van
creando y moldeando. Por este motivo, las instituciones poseen un carácter fundante,
tanto en el plano social como en la constitución del psiquismo individual. Esta afirmación
se apoya en los escritos sociales de Freud (1948) y en las teorizaciones de Kaës (1989)
acerca de la función del apuntalamiento psíquico de las instituciones y de las formaciones
intermediarias.
Así como la organización y la institución son objeto de análisis, interpretación e
intervención, también lo son las prácticas instituidas de orden laboral y profesional. Las
tareas que los sujetos desarrollan dentro de las organizaciones aparecen, en general y
desde sus propios discursos, como una práctica fallida, conflictiva y/o sufriente. Desde la
escucha de este sufrimiento institucional es que el psicólogo realiza el análisis de las
prácticas, tratando de descifrar lo que los sujetos conocen, y lo que no, de las tareas que
son consideradas como fuente de malestar.
Siguiendo a Bleger (1966), el objetivo del psicólogo institucional siempre deberá ser el de
la psicohigiene, es decir, lograr la mejor organización y las condiciones que tienden a
promover salud y bienestar de los miembros de la institución. El Psicólogo
institucional, es un profesional que ayuda a comprender los problemas y todas las
variables posibles de los mismos aunque nunca decide, ni resuelven ni ejecutan. Su rol es
más bien el de un asesor, un consultor externo que co-construye con los consultantes una
posible salida al malestar institucional que motivo la consulta.
Referencias bibliográficas
• Bleger, J. (1966). Psicohigiene y Psicología Institucional. Buenos Aires:
Paidós.
 Chavenatto, I. (2007). Administracion de Recursos Humanos. El capital humano de las organizaciones. 8va
edición. Ed: Mc Graw Hill
• Del Cueto A, (1999). Grupos, Instituciones y comunidades.
• Kaës, R. (1989). “Realidad Psíquica y Sufrimiento en las Instituciones”. Buenos Aires: Paidos.
• Ulloa, F. (1969). "Psicología de la Instituciones. Una Aproximación
Psicoanalítica", en Revista de Psicoanálisis, Vol. XXVI, Nº 1. Buenos Aires: APA

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