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El destino cruzó los caminos de Bryan y Luisa, pero un obstáculo amenaza con destruir
su felicidad.
Género: Drama, Personajes: 2
5) No hay mal que por bien no venga por Dana 19
Después de sufrir un accidente, Daniel aprenderá que hasta los peores momentos
pueden enfrentarse con una actitud positiva.
Pierre es un niño muy desordenado que nunca recoge su habitación, así que un día
recibe una visita muy peculiar.
Género: Infantil, Personajes: 4
10) Esa extraña cita por Daniel Rosas 39
Mariano está enamorado de Camila, lo que no sabe es que ella guarda un inusual
secreto.
Género: Romance, Personajes: 3
11) Comadreja no tiene personalidad por Dana 42
Comadreja está tan enamorada de uno de sus compañeros de clase, que haría lo que
fuera por gustarle.
Género: Infantil, Personajes: 3 a 6
12) Cangrejo y la ley del más fuerte por Dana 46
Tras serle arrebatada su casa, Cangrejo decide actuar para conseguirse una nueva
concha donde vivir.
Género: Infantil, Personajes: 3
13) Alicia y el güero por Luis Fer 50
Un matrimonio que no se lleva muy bien, acude a la casa de Dios para confesarse.
Género: Comedia, Personajes: 3
14) Lo que trae la niebla por Miguel Betancur 53
Volviendo a casa en el autobús, el joven Nigh se encuentra con una hermosa y extraña
muchacha.
Género: Drama, Personajes: 2
15) El adiós de una hija por Amparo Fernández Romero 56
Ángela, una mujer atormentada por las imposiciones de su madre, decide hacer un
cambio en su vida.
Género: Drama, Personajes: 2
ACTO ÚNICO
En una casa muy ordenada, en el living; Pedro y Claudia están alistándose para salir,
vestidos formales.
PEDRO: ¿Con quién dejamos a los niños? No los podemos dejar solos…
CLAUDIA: Llamemos a Laura, ella puede cuidar a los niños.
FIN
ACTO UNICO
NARRACIÓN: Cuenta la historia que en una casa vivía, una familia muy feliz que tenía una
hija llamada Soledad. Una niña normal de 11 años que empezó a manifestar cosas muy
raras, que nadie entendedla. Un día se fueron de paseo y tuvieron un accidente
automovilístico y murieron, pero el cuerpo de la niña nunca apareció. La casa se puso en
venta y la compró el Sr. Franco para vivir con su hija Raquel de 11 años.
FRANCO: Mi princesa, te tengo una excelente noticia.
RAQUEL: Dime papi, ¿cuál es esa noticia tan excelente?
FRANCO: Ya tenemos casa nueva.
RAQUEL: (Con un grito de alegría) Qué bueno, papito. Voy a tener mi cuarto nuevo.
FRANCO: Claro que si mi niña linda y además tendrá un cuarto adicional para tus juguetes.
Así que en unos días nos vamos para la casa nueva.
RAQUEL: Siiiiií.
FRANCO: Raquel llegamos, ¿qué te parece la casa nueva?
RAQUEL: Papito no quiero entrar, me da mucho miedo.
FRANCO: Qué miedo ni que nada Raquel. Tú querías una casa nueva y aquí la tienes,
estabas muy emocionada.
RAQUEL: Papito no te enojes. Está bien, voy a entrar, pero no me dejes sola.
FRANCO: Ay vamos, Raquel, no parecen cosas tuyas.
RAQUEL: (Da unos pasos, siente que alguien la está mirando fijamente y pega un grito)
¡Aaaaaaaahhhh!
FRANCO: Raquel, ¿qué te pasa? ¿Por qué gritas así?
RAQUEL: Papi, alguien me está mirando.
FRANCO: Raquel, son cosas tuyas, aquí no hay nadie más. Vamos a revisar las
habitaciones para ver con cual te vas a quedar.
Comienzan a subir por la escalera y ojos negros muy profundos se fijan en el caminar de
Raquel. Siguen revisando los cuartos y van cerrando puertas, hay uno que le da mucho
miedo a Raquel y no quiere entrar.
FRANCO: Vamos Raquel, ¿qué paso? Miremos esta habitación para ver si te gusta.
RAQUEL: No la quiero, no por favor, no la quiero, no me dejes aquí.
FRANCO: Cálmate Raquel, ¿qué te pasa? No llores de esa manera, hija. Vamos a otra
habitación.
Se hace de noche, ya es hora de dormir. Pero Raquel no quiere dormir sola tiene mucho
miedo.
RAQUEL: Papi, ¿puedo dormir contigo?
FRANCO: Pero Raquel, ya tú estás grande, además la casa tiene suficiente habitaciones
puedes elegir cualquiera.
RAQUEL: ¡Tengo miedo!
FRANCO: No tienes porque tener miedo, nada te va a suceder.
Franco decide irse a su habitación mientras que Raquel duerme; tranquilamente escucha
una voz.
FIN
ACTO 1
IGNACIO: Oye, (sonriendo), ¿tú crees que haya posibilidad de andar? ¿Nosotros dos?
JULIETA: (Sonrojada) No sé, eso se ve con el tiempo.
ACTO 2
ACTO 3
Después de ese largo tiempo se encuentran por casualidad en el mismo lugar y finalmente,
no se vuelven a separar porque su amor era más grande que todo.
FIN
ACTO ÚNICO
Hola, mi nombre es Bryan y esta es mi historia.
Un día como cualquier otro me dirigía en el receso de clases hacia el segundo piso a mi
lugar favorito de todo el colegio, el ultimo salón, nadie lo estaba utilizando, es el mejor
lugar para estar solo ya que no me relaciono con más personas de este, al abrir la puerta
veo una chica sentada en el piso llorando, me le acerco y le pregunto:
BRYAN: ¿Por qué estas llorando?
LUISA: A ti no te importa vete.
BRYAN: A mí sí me importa, porque no puedo dejarte llorando aquí sola, estás en mi lugar
favorito, es la única parte del colegio donde puedo estar, encontrar a una chica tan
hermosa como tú en el me hace muy feliz, la verdad, pero saber que estas llorando no me
gusta mucho, quisiera saber porque lo haces, si puedo hacer algo para ayudarte lo haré.
LUISA: Tú no lo entenderías, no hay nada que puedas hacer por mí, además no sabes nada
de mí, ¿porque querrías ayudarme?
BRYAN: Ya te lo he dicho, no puedo ver una chica tan hermosa como tu llorando y
simplemente dejarla así, ese no es mi estilo, entiéndeme.
LUISA: ¿Qué puedes hacer tú por mí cuando el doctor me dijo que en cualquier momento
se puede detener mi corazón? Cada vez que lo recuerdo no puedo aguantar saber que
moriré en cualquier instante, por eso vengo aquí cuando lo recuerdo.
BRYAN: Si tu corazón se puede detener en cualquier instante, ¿porque malgastas tus días
llorando? ¿No deberías de tener una sonrisa bien grande en tu rostro, que aleje toda esa
tristeza y puedas disfrutar lo que te resta de tiempo al máximo?
LUISA: Sí, tienes razón, no debería estar llorando, debería estar disfrutando con mis
compañeros y mi familia al máximo, gracias por recordarme porque debería sonreír en vez
de llorar.
BRYAN: De nada, si necesitas algo estoy aquí todos los días durante el receso.
LUISA: Ok, adiós… a lo olvidaba, mi nombre es Luisa.
FIN
TODOS: ¡Arriba!
MARÍA: Entonces, ¿tú irás también Dani?
DANIEL: Claro, llevo todo el año esperando para esto. (Lo dice con un tono ilusionado y
soñador evidente).
Después de esto los niños siguen jugando tranquilamente. De repente, Daniel resbala y se
da un fuerte golpe en la pierna. Sus amigos corren a acercarse.
ACTO 2
Daniel se encuentra en su casa, tumbado en el sofá, con una escayola hasta por encima de
la rodilla y un rostro que expresa enfado y frustración. Para pasar el rato, lee unos relatos
en la web https://cuentoscortosparaniños.org. Su padre se encuentra en un sillón aledaño
y su madre está junto a él recolocándole los cojines para que esté cómodo.
DANIEL: Esto no es justo, yo debería estar allí ahora. Tengo la peor suerte de todo el
mundo. (Agacha la cabeza, desconsolado). No entiendo por qué el médico quiere que
guarde reposo absoluto, seguro que con un par de muletas podría ir perfectamente.
PAPÁ: Venga Daniel, no seas tan pesimista, el médico sabe más que tú. Estas cosas pasan
a veces, yo tampoco he ido y no me estoy quejando tanto como tú, hijo. (Su tono es
cariñoso. Daniel le mira sin contestar con cara de no estar nada de acuerdo).
MAMÁ: Ya verás como el año que viene vuelven a jugar y tú estás allí.
DANIEL: (Aburrido de la conversación) Sí mamá…
Comienza a sonar en la tele el comienzo del partido y todos ponen su atención en el mismo
y dejan de hablar.
ACTO 3
Daniel va con su padre al médico para hacerse una revisión. Se sienta en una camilla para
que le vea el médico. Hay un joven alto con cuerpo atlético en la otra cama con un brazo
escayolado.
DANIEL: Tarda un poco el médico en venir, ¿no papa? (Su padre asiente con la cabeza).
¡Qué partido el de los Panteras! Cada vez que pienso que no pude ir… (Suspira) El mejor
de Toni Ortells de toda su carrera, que fenómeno.
PAPÁ: Sí hijo, sin duda es el mejor jugador de la liga, ¿te gustaría ser como él?
DANIEL: Pues claro papa, ¡qué cosas tienes!
De repente, el chico al otro lado el biombo, que les había estado escuchando todo el rato,
se levanta de la cama despacio y abre el biombo.
TONI: No creo que te gustase ser como yo ahora, chico. (Daniel está como paralizado y
con la boca abierta. Ante eso Toni prosigue). Justo al final del partido me tropecé en las
escaleras hacia los vestuarios y ahora me he hecho una fisura en el brazo. Dime si se
puede tener peor suerte.
DANIEL: (Recobrando un poco la compostura). Toni, madre mía no me lo puedo creer… (Le
mira intentando asimilar que tiene a su ídolo delante). ¡Eres es el mejor Toni!, aunque te
haya ocurrido eso. ¿Sabes?, estas cosas pasan. (Lo dice señalándose la escayola).
Toni: (Un poco ruborizado) Ja ja, vaya gracias chico. ¿Cómo te llamas?
DANIEL: Me llamo Daniel.
TONI: Y, ¿qué te ha pasado a ti Daniel?
DANIEL: (Ruborizado ahora él). Pues verás… (Mira hacia abajo). Estábamos jugando al
fútbol y me caí. Iba a ir a verte a la final pero justo me pasó esto y ya no pude ir.
TONI: Qué mala suerte Daniel. (Se queda pensando un momento). Pero puedo intentar
compensarlo, ¿me dejarías que te firme la escayola?
DANIEL: ¿De verdad? ¡Sí, por favor!
TONI: Pero después me la tienes que firmar tú, ¿vale?
Daniel asiente y por turnos se escriben las dedicatorias. El doctor llega y le pide a Toni que
vaya con él.
TONI: Hasta luego, Daniel. Espero que no nos tengamos que encontrar más en estas
circunstancias. Te prometo que te invitaré a la próxima final junto con todos tus amigos.
(Se despide siguiendo al doctor).
DANIEL: (Mirando a su padre, que ha estado todo el rato observando la escena entre
sorprendido y divertido). Papá, ¿has visto lo que ha pasado? Me ha puesto: “Con cariño
del compañero de habitación de hospital, para mi amigo Daniel. Que nos veamos en
muchas finales”. También está su correo electrónico: “Cuando quieras asistir a un partido
escríbeme aquí, pero apunta la dirección y guárdala solo para ti”.
PAPÁ: Ahora ves hijo qué real es eso de que no hay mal que por bien no venga. (Lo dice
mientras ríe de buena gana).
Nota del editor: En esta historia no se explica el verdadero sentido de “no hay mal que por
bien no venga”, sino que solo es una frase que el padre de Daniel utiliza para describir lo
que le ocurrió al pequeño. Pero aun así… qué curiosa es la vida, ¿no?
FIN
ACTO 1
Salón del trono. Está el rey junto a Tomás.
REY: No entiendo porque Manolita no quiso bailar el minué conmigo durante la
celebración del solsticio de invierno.
TOMÁS: Sin duda vuestra regia presencia la impresiona tanto que no se atreve a acercarse
a vos.
REY: No, no es eso. Siento que me rehuye, y no solo ella: mis súbditos salen corriendo de
la cámara cubriendo su nariz cuando llego.
TOMÁS: Vos merecéis algo mas que un par de súbditos cobardes y una mujer que no lo
ama.
REY: Siempre he querido casarme con Manolita y un rey debería poder casarse con quién
quisiera
TOMÁS: Hasta un rey debe asumir el desdén de una mujer. Sin duda lady Mercedes será
una esposa y una reina más adecuada para vos.
REY: ¡No os tolero que me habléis con ese tono, súbdito!
TOMÁS: (A parte) Si le digo que Manolita no quiere casarse con él por ese apestoso olor
que le acompaña por no lavarse nunca seguro que se siente humillado y hace clavar mi
cabeza en una pica.
REY: Iré a ver al sabio Faisal para que me de un filtro de amor con el que Manolita caiga
rendida a mis regios brazos.
ACTO 2
Dependencias de Faisal. (Faisal y el rey).
REY: Sabio Faisal, como ya sabréis, hace semanas que pretendo el amor de la joven
Manolita, pero ella siempre me rehúye y no quiere bailar el minué conmigo.
FAISAL: Entiendo lo triste de vuestra situación, majestad…
REY: Vengo a que me deis un filtro de amor con el que cautivar el corazón de la joven
Manolita.
FAISAL: Mucho me temo que no podré ayudaros en esta empresa, majestad… No
dispongo de ninguna pócima capaz de crear un amor tan fuerte como para pasar por alto
vuestro… (se detiene en seco)
REY: ¿Mi qué, sabio?
FAISAL: Vuestro digno porte, majestad… Tenéis una presencia tan regia que todas las
muchachas del reino se sienten intimidadas.
REY: Entonces, ¿qué remedio proponéis?
REY: Si es una fórmula de los hombres antiguos, no me cabe duda que surtirá un efecto
óptimo y lograré al fin mis regios propósitos.
FAISAL: Debéis recordar aplicarlo en vuestro regio cuerpo cada noche, haya luna llena o
luna nueva… Es importante que seas constante en su uso, cuando se os acabe, venid a por
más.
REY: Gracias, mi leal sabio… Haré que recibáis un regalo como señal de recompensa.
FAISAL: Majestad, me honráis con vuestra generosidad…
ACTO 3
Salón de baile del rey. Manolita y el rey.
EL REY: Lady Manolita, os suplico una vez más que esta noche bailéis el minué conmigo.
Manolita se siente extrañada ante el buen olor del monarca.
MANOLITA: Veo que os habéis librado de ese desagradable olor…
EL REY: Sin duda mis enemigos me lanzaron un maleficio para que mis súbditos me
rehuyeran, pero el sabio Faisal me ha dado una fórmula ancestral, a base de agua y jabón,
para librarme del maleficio. He aplicado esas sustancias en mi cuerpo y ahora soy libre de
la maldición.
MANOLITA: Eso me llena de alegría, mi joven rey. Con gusto bailaré el minué con vos esta
noche y todas las noches de mi vida como vuestra esposa y reina.
EL REY: Vuestra decisión ha llenado de dicha mi corazón. Bendita la hora que en que
apliqué la ancestral fórmula de agua y jabón sobre mi cuerpo.
Aparece el sabio Faisal y se dirige al público.
FAISAL: Y vosotros no debéis descuidar vuestra higiene personal recurriendo al agua y al
jabón cada día. Aunque la verdadera belleza se encuentra en el interior, como ocurre con
este bondadoso rey, es importante tener un cuerpo limpio, ir peinados, arreglados y
perfumados para causar buena impresión.
ACTO ÚNICO
Es un día como cualquier otro y de costumbre llegan los chicos temprano al colegio.
PEDRO: Que extraño que las chicas no hayan llegado aún, si habíamos quedado estar aquí
a las 7:00 am.
TOMÁS: A mí. La que me interesa que llegue ahorita es mi amada Valeria.
PEDRO: ¿Tanto te gusta Valeria?
TOMÁS: Sí, me encanta… es la niña más linda y tierna que he conocido.
PEDRO: ¿Y cuándo piensas decirle que te gusta?
TOMÁS: No me atrevo. Todavía ella sigue enamorada del profesor Andrés.
PEDRO: Pero, el profe Andrés, nunca le dio alas; además él siempre la vio y la verá como
una alumna.
En ese momento llega Andrea y le tapa los ojos a tomas.
ANDREA: ¡Adivina! ¿Quién soy?
TOMÁS: ¿Valeria?
ANDREA: No soy Valeria, soy Andrea a veces no te soporto, porque siempre tienes que
estar pendiente de Valeria, ella nunca te va querer como te quiero yo.
PEDRO: Ya bájale Andrea.
ANDREA: Ah, ahí vienen las chicas, incluyendo tu adorado tormento de Valeria.
En ese momento se saludan todos y deciden ir como siempre al café&Amor; ya que es
temprano todavía para entrar a clases.
VALERIA: Chicos, ya se enteraron que hoy llega un profesor Nuevo.
ANDREA: ¿Quién te dijo eso?
Llegan al salón todos, pero el profesor no está. Así que cada uno se sienta en su puesto
correspondiente a la espera.
ANDREA: Tomás tú y tu bendito apuro para que entremos a clases y el profesor no ha
llegado... Aguafiestas…
Narración: El grupo en general y al mismo tiempo le dicen ya Andrea no te moleste, y deja
el stress por favor. En ese momento entra el profesor Andrés.
PROFESOR ANDRÉS: ¡Buenos días! Jóvenes les presento su nuevo profesor el sr. Víctor.
Andrea queda impactada cuando ve su profesor.
PEDRO: Por favor Andrea, cierra la boca está botando baba por el profesor.
MARÍA: Eso es cierto, Andrea no hallas con quien quedarte ya cambiaste de profesor. Tan
rápido.
VALERIA: María que quieres decir con eso, tu sabes algo que no me has querido contar.
PROFESOR VÍCTOR: Ok ya basta chicos, ya es suficiente con tantos comentarios fuera de
lugar en este momento. Así que todos a sus lugares por favor.
ANDREA: Profesor disculpe, pero quería decirle aquí me tiene para lo que necesite, soy la
vocera del salón.
PROFESOR VÍCTOR: Gracias, Andrea. Muy amable de tu parte.
CARLA: Yo diría demasiada amable.
Así fue transcurriendo el día de clases, y el profesor Víctor, empezó a observar a cada uno
de su alumno, y por un momento las miradas de él y Valeria se quedaron
fijamente, Valeria se incomoda y baja la mirada, en ese momento suena el timbre y todos
salen.
PROFESOR ANDRÉS: Víctor que tal el día de clases.
PROFESOR VÍCTOR: Muy bien, vale. Solo que la alumna Andrea es a veces muy insistente
en algunas cosas.
PROFESOR ANDRÉS: Insistente, ten cuidado que por lo que me dices, ya encontró otro
blanco fácil.
PROFESOR VÍCTOR: que quieres decir otro blanco fácil… no me digas que tú fuiste ese
blanco.
PROFESOR ANDRÉS: Sí y no.
PROFESOR VÍCTOR: ¿Cómo es eso? De sí y no.
PROFESOR ANDRÉS: Ella me abrió los ojos en mi relación con Valeria. Y todo terminó muy
mal.
PROFESOR VÍCTOR: Con Valeria… y tú te involucraste con una alumna… Andrés. Yo jamás
haría eso.
PROFESOR ANDRÉS: Yo también decía lo mismo, pero me pasó me enamore de Valeria
como nunca pensé que lo haría.
PROFESOR VÍCTOR: Y que sucedió con Valeria.
PROFESOR ANDRÉS: Ella no sentía lo mismo por mí. Soló fui una apuesta para ella…
PROFESOR VÍCTOR: ¿Una apuesta?
PROFESOR ANDRÉS: Sí una apuesta como lo escucha… ella aposto con Andrea quien me
conquistaba primero. Por supuesto ganó Valeria. Después de lo ocurrido Andrea me
confesó la verdad de lo que había pasado. Cuando decidí buscar a Valeria para que me
explicará porque había jugado conmigo de esa manera la encontré dándose un beso con
tomas.
PROFESOR VÍCTOR: Que tristeza lo que te pasó, te enamoraste de verdad y ella te engaño.
PROFESOR ANDRÉS: Entendí que son cosas que pasan, en la vida y debemos superarlo…
gracias Víctor por escucharme esto no se lo había contado a nadie.
PROFESOR VÍCTOR: Hasta mañana.
Mientras tanto en casa Víctor comienza a recordar su día de clase y se queda pensando en
Valeria, una mirada transparente y cálida que tiene. También recuerda lo que le confesó
Andrés y no puede creer que una chica tan linda pueda causar tanto daño a una persona. Y
así fueron pasando semanas de clases y sucedió que el profesor Víctor se enamoró
de Valeria y no encontraba las palabras para decirle lo que sentía. Valeria decide conversar
con sus amigas María y Carla para que le digan la verdad de lo que había pasado por qué
el profesor Andrés la cortó.
VALERIA: María necesito que hablemos.
MARÍA: Acerca de que Valeria.
VALERIA: Tú, sabes muy bien… ¿qué fue lo que hizo Andrea para separarme de Andrés?
MARÍA: Yo no sé mucho. La que te dirá la verdad es Carla.
VALERIA: Carla, por favor, dime porque Andrés me dejo de amar. ¿Qué hizo Andrea?
CARLA: Andrea le hizo creer al profesor Andrés que tú, había apostado con ella para ver
quien lo conquistaba primero. El profesor Andrés vino hablar conmigo yo le dije que eso
era un invento de Andrea... él te fue a buscar estaba dolido por todo; pero te encontró
con Tomás dándote un beso.
VALERIA: Pero; yo no bese a Tomás, él fue quien me tomo por sorpresa y me beso y lo di
una cachetada por abusador.
CARLA: lo más seguro fue que el profesor Andrés no se quedó para ver el final. Pero yo te
aseguro que el té sigue amando como siempre.
VALERIA: Fue por eso que el cambio conmigo tanto…
CARLA: Valeria búscalo si lo amas realmente…
VALERIA: Chao, Carla y gracias.
ACTO ÚNICO
Es muy temprano, a lo lejos un reloj anuncia con sus incesantes campanadas que son las
nueve de la mañana. Una procesión de niños y jóvenes anda por la calle con prisa para no
llegar tarde al colegio. Entre ellos, vemos un niño que anda apartado del resto de chicos,
cabizbajo y a paso lento, sumido en sus pensamientos. Justo delante, un grupo de chicos
camina junto, y parece que prepara algo en contra de Cristian.
AMADOR: (Sobresaliendo como el más alto del grupo de chicos y acercándose a grandes y
desgarbadas zancadas a Cristian). ¡Mirad a quién tenemos detrás chicos, Cristian el
gafotas!
Cristian ignora las palabras de Amador y continua andando como si nada hubiera pasado.
AMADOR: (Empujando por los hombros a Cristian con tal intensidad y fuerza que casi le
tira contra el suelo) ¡No me ignores, piojoso! Quizá estás demasiado dormido aún para
entender lo que te digo, ¿no es así?
El grupo de chicos estalla en grandes carcajadas y comienzan a cuchichear entre sí,
ignorando a Cristian que ha comenzado a andar a pasos más rápidos.
Nos encontramos ahora dentro de una típica aula de clase, donde un numeroso grupo de
chicos y chicas están sentados en sus pupitres mientras la profesora explica con aire severo
y desde la pizarra la lección del día. Entre los pupitres más alejados, encontramos sentado
al final a Cristian, que dibuja y garabatea en su cuaderno sin prestar atención.
PROFESORA: (Volviéndose a sentar en su silla). Muy bien chicos, vamos ahora a hablar de
los deberes que os mandé para la tarde de ayer. ¿Algún voluntario? parece que no. Elegiré
por orden de lista: Aguilar, Cristian. ¿Podrías leer tu redacción al resto de los compañeros
y a mí?
CRISTIAN: (Como despertando de un sueño). Lo siento señorita, no he hecho los deberes.
PROFESORA: (Cruzada de brazos y mirando con gesto de enfado a Cristian). Lo imaginaba,
ya van casi tres días seguidos que no has hecho ninguna de las tareas que he mandado
para casa. Voy a tener que hablar con tus padres otra vez.
Nos encontramos ahora en un despacho, con grandes estanterías repletas de libros y con
una ventana que da a un patio exterior donde podemos ver a un grupo de niños jugando.
Reunidos están los padres de Cristian y el director del colegio, que parecen muy
preocupados por el estado del joven.
DIRECTOR: (Apoyando los brazos en la mesa). Muy bien, ¿cómo están? Hacía poco que no
les veía por aquí. Parece que Cristian ha vuelto a hacer de las suyas. Veamos la queja que
nos hizo llegar la profesora de Lengua.
MAMÁ: ¡Ay este chico, es un desastre! no sabemos que hacer ya con él.
DIRECTOR: Parece que Cristian volvió a dejar de lado sus deberes, y ha estado yendo a
clase sin prestar atención a las lecciones.
PAPÁ: ¿Qué es lo que nos recomienda, Director?, en casa prácticamente no le vemos
nunca, se encierra en su habitación. Hemos intentado hablar con él, pero desde que su
hermano mayor se fue de casa no ha vuelto a ser el mismo.
DIRECTOR: En el colegio somos conscientes de que el chico está atravesando una época de
su vida muy complicada, pero no podemos abandonarle a su suerte. Y seamos sinceros,
entre los chicos de su clase no es que sea precisamente muy popular.
PAPÁ: Lo sé, Director. Apenas sale de casa, y no tiene amigos. Siempre estaba con su
hermano, y ahora que se ha ido, parece que no le importamos el resto de los humanos.
MAMÁ: Intentaré hablar con él de nuevo, sin embargo estoy tan desesperada y sin
energías que no sé si conseguiré algún efecto en él. Disculpe a nuestro hijo, cuando llegue
a casa estaré pendiente de él para que haga los deberes todos los días.
DIRECTOR: De acuerdo, hablaré con la profesora de Lengua y le haré saber que ustedes ya
han hablado conmigo.
Nos encontramos ahora en casa de Cristian, en la cocina, donde el chico está tomando la
cena en compañía de sus padres.
PAPÁ: (Con la mirada perdida). Vamos hijo, tienes que esforzarte más en el colegio ¿si no
que harás el día de mañana?
MAMÁ: Yo te ayudaré a hacer los deberes todos los días, pero no puedes dejarlos sin
hacer porque los profesores se molestan, ¿de acuerdo?
De repente y rompiendo el silencio que reinaba en la cocina, se abre la puerta del patio y
aparece un chico joven, con el pelo largo, desaliñado, y con una gran mochila a su espalda.
CRISTIAN: (Muy sorprendido y levantándose a abrazarle). ¡Hermano, por fin has vuelto!
MAMÁ: (Con lágrimas en los ojos). ¡Hijo!
PAPÁ: (Con alegría en la mirada pero con gesto severo). ¿Por fin has decidido volver de tu
escapada, no?
HERMANO: (Muy emocionado). Quiero pediros disculpas a todos, prometo que a partir de
ahora estaremos todos siempre juntos. No volveré a hacer ninguna locura. ¿Qué tal en el
colegio, enano? ¿Te siguen molestando aquellos matones? no te preocupes, ahora que he
vuelto se arrepentirán de todo lo que te han hecho.
FIN
ACTO 1
El niño Pierre se encuentra leyendo cuentos en http://miscuentosdeterror.com y jugando
alegremente en una habitación llena de juguetes por el suelo, la cama sin hacer, los libros
por todas partes, ropa fuera de su sitio, etc. De repente, su madre entra en la habitación y
se pone a mirar alrededor enfadada.
MADRE: (Con tono enfadado). Pero PIERRE, ¿has visto cómo tienes esto? Más te vale
recogerlo hijo, un día te va a comer tanto desorden.
PIERRE: ¿Qué dices mamá? Tampoco pasa nada… es mi habitación y yo estoy así a gusto
(Su madre le echa una mirada asesina que le hace ver que está yendo demasiado lejos).
De acuerdo, luego la recogeré.
MADRE: (Amenazante). Que no tenga que verla así de nuevo PIERRE. Te aviso de que
vamos a comer en 5 minutos.
PIERRE: Sí, mamá.
La madre de Pierre sale de la habitación y Pierre se ríe un poco de que su madre piense que
va a recoger. Se levanta dejándolo todo tal cual y sale también de la habitación.
ACTO 2
Pierre, su madre y su hermano mayor adolescente Darío se encuentran en la cocina
comiendo.
DARÍO: (Con todo un tanto malvado). Me ha dicho mamá que tienes la habitación como
una leonera. (Pierre hace como que no oye lo que dice su hermano). Sí, ignórame pero te
voy a decir una cosa. Cuando un niño empieza a descuidar mucho su habitación dejando
todas las cosas desordenadas acaba formándose un monstruo. Le llaman el monstruo de
la basura y cuando es muy poderoso acaba comiéndose al niño que duerme en esa
habitación.
Mientras su hermano dice esto, Pierre ha estado haciendo que le ignoraba sin mirarle,
pero su cara se ha teñido con algo de miedo sin poder evitarlo.
MADRE: ¡Darío no asustes a tu hermano! (Ahora continua dirigiéndose a Pierre). Hijo, lo
que dice tu hermano es solo una broma, no existen tales monstruos. Pero como no
recojas ese desastre, te prometo que tendrás un buen castigo.
PIERRE: ¡No tengo ningún miedo! (Pero su rostro traiciona sus palabras). Ya he acabado
mamá, me voy a la habitación. (Sin más Pierre salta de la mesa y se dirige fuera de
escena).
MADRE: ¡Pierre! Este niño nunca recoge, ni siquiera su propio plato. ¡Pierre te has ido sin
recoger tu plato! (No obtiene respuesta y se queda mirando al lugar por el que se ha ido
PIERRE enfadada mientras Darío la mira con expresión algo divertida).
ACTO 3
Pierre se encuentra de nuevo en su habitación jugando, la habitación en el mismo estado
desastroso. De repente, oye un ruido y se dirige asustado a mirar qué puede ser. Levanta
unos juguetes y ve que no es nada. Sigue jugando, pero al poco tiempo vuelve a detectar
algo y se da la vuelta despacio pensando que va a encontrar algo detrás de sí. Una vez
más, no hay nada.
PIERRE: (Enfadado y para sí). Ese idiota Darío, metiéndome miedo con sus cuentos.
Pierre busca entre uno de los montones y saca unos cascos, se los pone y sigue jugando
despreocupadamente. Mientras detrás de él se puede ver como unos montones se ropa y
otras cosas se van moviendo lentamente y uniéndose sin que Pierre se dé cuenta de nada.
ACTO 4
De nuevo en la cocina se encuentran Pierre, Darío y su madre comiendo de nuevo.
ACTO 5
PIERRE vuelve a su habitación, el montón que antes había empezado a formarse ya es
bastante grande, pero no se da cuenta debido a cómo está todo de desordenado. Sigue
jugando despreocupadamente con los cascos sin ver que la forma ha empezado a
levantarse y acercarse a él poco a poco. Es una especie de monstruo formado por mucha
ropa y algunas cosas, de unos 2 metros de altura. Se acerca por detrás de PIERRE,
lentamente. De repente PIERRE se gira y ve la inmensa mole de desorden y se pone las
manos sobre la boca aterrorizado mientras da unos pasos hacia a atrás.
PIERRE: Pero, pero, pe… tú no existes.
MONSTRUO: (Riendo) Ja ja ja ja… No existía, pero tú me has creado, porque tenías miedo
de mí. Poco a poco gracias a eso he ido cogiendo forma… gracias a tu miedo o tu
desorden. Uno me da dado el cuerpo y el otro la vida.
PIERRE: (Completamente aterrorizado, mirando con los ojos como platos al monstruo y
retrocediendo hasta que ya no puede más). ¡Por favor, no me comas! Prometo que
recogeré todo, ¡lo juro!
MONSTRUO: Ya es demasiado tarde, niño.
El monstruo se abalanza sobre el niño y lo cubre con todas esas cosas que PIERRE tenía
tiradas de cualquier manera por la habitación. Se cierra el telón.
FIN
ACTO ÚNICO
Mariano no se atrevía a invitar a Camila. Aunque, desde que la conoció, había escuchado
más veces un SÍ que un NO por parte de ella. Por ejemplo ella aceptaba siempre ir
ayudarle a escoger el regalo de cumpleaños para Elizabeth o a ir con él y Elizabeth a la
playa un fin de semana. Aunque una vez, cuando le pidió que lo acompañe a la playa a él
solamente -ya que Elizabeth no podría ir porque estaba enferma, Camila dijo que NO pues
tenía que ir a visitar a su tía.
Según Mariano, su hermana le daba suerte con Camila de igual forma como cuando una
vez Elizabeth lo convenció de que fuera a dar su examen final de álgebra incluso sin haber
estudiado, ya que ella tenía el presentimiento de que iba a aprobar -por centésimas, pero
aprobó-. Esa era su explicación. Estaba seguro de que si su hermana invitaba a Camila, ella
aceptaría de todas formas y luego él podría conversar con ella a solas. Solo eso quería. No
tuvo más alternativa que pedirle a su hermana, que fuera donde Camila y le dijera que
vaya la siguiente noche a casa para cenar con ellos dos. Cuando Elizabeth regresó con la
respuesta de Camila:
MARIANO: ¿Y? No me digas aún su respuesta ¡No me digas! Está bien, dime.
ELIZABETH: Pues dijo que sí, tonto. Yo ya te había dicho que sí. No sé por qué te
complicas.
Eran las 8.15pm y Camila estaría por llegar. Él preparó todo. El suculento pollo a la naranja
que había preparado durante toda la tarde, estaba todavía en el horno. A las 8.20 pm
suena el portero eléctrico. Ella había llegado.
MARIANO: (Sin poder esconder su entusiasmo). ¡Hola! Bienvenida, me alegro de verte,
pasa.
CAMILA: (Un poco despistada, mirando sobre el hombro de Mariano extrañada como si
buscara a alguien.) ¡Hola! (Con una sonrisa que se le veían los dientes, le entrega una
botella). He traído el vino.
MARIANO: No hacía falta, pero gracias de todas maneras. ¿Lo bebemos ahora?
CAMILA: Vale.
Camila le devolvió la respuesta con una mirada iluminada por el deseo y una sonrisa que lo
dijo todo.
CAMILA: Vale, me encantan los paseos… Pero ahora estás ebrio y prefiero que tu hermana
me lleve.
Cerrando la noche con un beso que encerraba mucho en su interior…
Al subir al auto:
CAMILA: ¿Ya ves de lo que soy capaz de hacer por ti?
ELIZABETH: Lo sé, querida. Míralo de este modo: Ahora podremos pasar mucho más
tiempo juntas sin que nadie sospeche de lo nuestro.
FIN
ACTO 1
Comadreja y Paloma están charlando en el patio a solas y mirando a Zorrito mientras
juega con sus amigos.
Comadreja: (Extasiada) ¡Es que me gusta tanto Paloma! ¿No ves lo mono que está cuando
pierde la pelota y se queda un poco triste y enfadado?
Paloma: (Mirando con incredulidad). Sí que te ha dado fuerte con Zorrito, Comadreja.
Deberías pensar de vez en cuando en otra cosa, por ejemplo los deberes que tenemos
para mañana. Hoy no los has traído hechos y la profesora te ha puesto un punto negativo.
Comadreja: (Soñadora) ¡Pero qué poco romántica eres Paloma! Cuando una chica está
pensando en su príncipe el tiempo vuela. Es por eso que no me dio tiempo a hacer los
deberes. (Vuelve su mirada de nuevo a Zorrito). ¡Ay! ¿Tú crees que le gustaré?
Paloma: (Cansada de volver siempre al mismo tema). No lo sé, quizá deberías preguntarle
tu misma y acabar con este rollo.
Comadreja: (Mira fijamente a Paloma y su mirada se vuelve muy decidida). Es lo que voy a
hacer ahora mismo. ¡Ay ay ay ay! ¡Deséame suerte Palo! (Lo dice de repente aterrada con
los posibles desenlaces de su confesión).
Paloma: (Levantando el puño y con tono para infundir ánimo). Venga Comadreja, sólo sé
tú misma y di lo que sientes y todo irá bien.
Comadreja se dirige despacio y tímidamente al grupo de Zorrito y sus amigos que siguen
jugando a la pelota, ajenos a la atención que suscitan en Comadreja y Paloma. Paloma
llega casi al lado de Zorrito y le hace señales para que se acerque a dónde está ella, pero él
parece no darse cuenta. Entonces Comadreja decide acercarse ella, con tan mala suerte
que el balón pasa por allí y hace que se resbale abriendo las piernas y rompiéndose el
pantalón.
Zorrito y sus amigos empiezan a reírse a carcajadas de la cómica situación y Paloma lo ve y
se levanta rápido a socorrerla.
Amigos de Zorrito: ¿Qué te pasa Comadreja? ¿Has engordado un poco y la ropa ya no te
da sí? (Todos se ríen de buena gana hasta que ven el rostro desolado de Comadreja y el
enfado de Paloma). Comadreja es broma, de verdad. Chica no te enfades.
Paloma: Vamos Comadreja, yo te ayudo y lo arreglamos en seguida. (Se lleva a Comadreja
del brazo mientras esta aguanta las lágrimas como puede).
Los jóvenes en seguida siguen con sus juegos, aunque Zorrito se queda mirando un rato
más a Comadreja y Paloma mientras se marchan con el rostro algo preocupado.
ACTO 2
Comadreja y Paloma están en otra parte del patio más alejada. Paloma intenta atarle un
jersey en la cintura a Comadreja para que no se vea el roto mientras esta solloza.
Comadreja: Pero ¿has oído lo que han dicho? Me han llamado gorda y Zorrito se ha reído
con ellos.
Paloma: (Con el ceño fruncido). Han dicho que era una broma. Seguramente no era con
mala intención, es solo que son idiotas.
Comadreja: (Con desesperanza). Zorrito piensa que estoy gorda.
Paloma: (A punto de perder la paciencia). Zorrito no ha dicho nada de eso, además no
estás gorda Comadreja.
Pero Comadreja no está escuchando lo que dice, se encuentra sumida en sus
pensamientos. Entonces, suena la alarma que envía a la gente para clase y ambas se van.
ACTO 3
Han pasado unas semanas y Comadreja está flaca y desmejorada. De nuevo se encuentran
en el patio todos los personajes anteriores, esta vez Zorrito y sus amigos jugando a las
canicas y ellas a la comba. Comadreja apenas puede saltar, está sin fuerzas.
Paloma: (Enfadada y preocupada). Comadreja tienes muy mal aspecto, nunca llevas nada
para comer en el recreo y estás muy delgada.
Comadreja: Hago dieta para gustarle a Zorrito.
Paloma: Antes estabas muy contenta con cómo eres, antes de que esos tontos te hiciesen
esa broma. (Hace una pausa mientras la mira negando con la cabeza). ¿No te das cuenta
de que esto no está bien? Pareces una baba de lo débil que estás.
Comadreja: (De nuevo muy decidida) Solo importa que Zorrito me quiera y que nadie se
vuelva a reír de mí y llamarme gorda. Mañana le pediré salir a Zorrito otra vez, ya no soy
gorda así que espero que me diga que sí.
Paloma la mira sin poderse creer qué ha sido de su amiga.
ACTO 4
La misma escena de siempre, el recreo y ambos grupos jugando por su cuenta pero no
demasiado separados. Comadreja se encuentra de pie mirando a Zorrito mientras Paloma
la mira a ella.
Comadreja: Bien, allá voy. (Paloma no contesta solo la mira con un gesto reprobador y
gira la cabeza hacia un lado enfadada).
Comadreja se acerca a Zorrito y le llama para que se acerque a ella. Él la ve y ambos se van
a un aparte.
Comadreja: Escucha Zorrito… (Se pone muy roja), verás yo querría saber si… si saldrías
conmigo.
Zorrito: (también azorado). Lo siento Comadreja, pero no.
Comadreja: (le mira sorprendida). Pero, ¿por qué?
Zorrito: Estás tan flaca y con esa mirada cansada, siempre triste… no eres la misma de
antes. Solo mirarte me causa tristeza. Me gustabas cuando eras tú misma y no parabas de
reírte, hacer bromas y jugar con Paloma.
Comadreja mientras escucha sus palabras anonadada, dándose cuenta e su error y de que
lo mejor es comportarse como uno es de verdad.
FIN
ACTO 1
Cangrejo: (Quejándose para sí). ¡Ay! pobre de mí. Expulsado de mi hogar por un centollo,
¡como si no fuera suficiente con el tamaño que tienen esos abusones!
Mientras tanto, entra en escena una langosta medio metida en una concha que lleva a
cuestas.
Cangrejo: Buenos días, señora langosta. (El cangrejo saluda gentil levantando sombrero).
Langosta: (Mirándole, al notar su presencias gracias al saludo). Buenos días, caballero.
La langosta se dispone a seguir su camino y salir de escena, pero mientras cangrejo se
mantiene inclinado en su saludo, se coge la barbilla como si hubiese tenido de repente una
gran idea.
Cangrejo: (Acercándose de repente a la langosta con ademanes de galán). Señora
langosta, discúlpeme, pero no puedo evitar preguntarme donde va tan bella crustácea sin
acompañante.
Langosta: (Se da la vuelta al principio sorprendida, pero después se ríe algo ruborizada).
¡Oh! Ji ji… ¡Qué cosas dice señor cangrejo! Pues me encontraba de camino a un baile.
Cangrejo: (Fingiendo desolación). Vaya, ¿no será para ir a ver a alguno de sus
enamorados? Sinceramente, es algo que realmente me decepcionaría.
Langosta: (Ruborizada). Señor, esas no son cosas que se le deban preguntar a una dama
de buenas a primeras.
Cangrejo: (Haciendo de nuevo un salido con su sombrero). Le ruego que me disculpe de
nuevo, bella langosta. (De nuevo levanta la mirada para preguntar). ¿Me permite llamarla
así?
Langosta: (Retira el rostro digna pero sonriendo). Por esta vez acepto sus disculpas y se lo
permito, cangrejo.
Después de un breve silencio en el que la langosta continua ruborizada y mirando hacia
otro lado, el cangrejo continúa con su cortejo.
Cangrejo: Sé que le estoy robando el tiempo que podría estar pasando en el baile, pero
creo que puedo compensárselo. (Le tiende la mano a la langosta mientras hace una
reverencia). Me pregunto si le concedería este baile a un consumado bailarín.
Langosta: (De nuevo riendo nerviosamente). ¡Oh! Ji ji ji… no sé. ¿Aquí en medio de la
arena? (Intenta serenarse mientras hace que lo está pensando, muy satisfecha con el
hecho de que la corteje el cangrejo. Mientras el cangrejo espera mirándola con su sonrisa
de conquistador). Está bien, acepto.
Cangrejo se pone a tararear una canción mientras coge a la langosta y se ponen a bailar,
el cangrejo de vez en cuando da unos giros bruscos que hacen que la langosta grite y se
ría. Cada vez el baile es de más vueltas, más bruscas y la langosta empieza a dar gritos
pero más de susto que de satisfacción, ya que su concha está amenaza con saltar por los
aires. Al final, no hacen más que girar y la cocha acaba desprendiéndose y saliendo
disparada a un lado. Cangrejo aprovecha, suelta a la langosta y coge la concha,
llevándosela consigo fuera de escena mientras la langosta intenta recuperarse del mareo.
Langosta: (Mareada y escandalizada). ¡Oh no! ¡Lo único que quería era llevarse mi concha!
¡Qué tonta he sido! (De repente mira a su alrededor y se siente desnuda sin su concha,
por lo que mira a todas partes como tapándose y aterrorizada). Madre mía, ¡que no me
vea nadie! (Sale despavorida de escena).
ACTO 2
Aparece de nuevo cangrejo, cómodamente asentándose en la concha, colocando dentro
las cosas que tenía en su maleta con primor.
Cangrejo: (Para sí) Ja ja ja, ¡esa boba langosta! Al final, he conseguido ser más listo y
conseguir una casa nueva a costa de su credulidad.
Se sigue riendo celebrando su inteligencia, y no se da cuenta de que un gran centollo
aparece lentamente por escena hasta quedarse parado justo detrás de él. A los pocos
segundos se da la vuelta y de repente le ve parado ante él y se lleva un susto.
Cangrejo: (Caminando de lado alejándose poco a poco e intentando ser conciliador). Pero,
¿qué haces aquí centollo? ¿Acaso no deberías estar disfrutando de mi antigua casa?
Centollo: Tu casa ya no la tengo, así que ahora vas a tener que darme esta.
Cangrejo: (Cada vez más asustado y empezando a recoger de nuevo sus cosas y meterlas
en la maleta disimuladamente). Pe-pe-pero, ¿qué ha pasado?
Centollo: Un gigantesco niño humano la cogió y solo tuve suerte de saltar rápidamente
para salvar mi pellejo.
Cangrejo: (Ha terminado de meter sus cosas y poco a poco intenta alejarse con su concha)
¡Qué terrorífico!
Centollo: (Acercándose de nuevo a él con superioridad). ¿Sabes lo que va a ser terrorífico?
Lo que te haré como no te alejes ya de mi nueva casa.
Cangrejo: (Derrotado y alejándose de su nueva adquisición para que el centollo pueda
cogerla). Está bien, está bien.
El centollo se aleja fuera de escena arrastrando la concha y el cangrejo de queda en el
suelo sentado mirando cómo se aleja de nuevo su casa, con su maleta y desolado como al
principio.
Cangrejo: (Para sí). Ay… ¿de qué sirve ser un canalla cuando siempre hay otro más canalla
todavía que se queda siempre con todo?
FIN
Fuente original: https://obrasdeteatrocortas.mx/cangrejo-y-la-ley-del-mas-fuerte/
13. Alicia y el Güero
ACTO ÚNICO
Son las ocho de la mañana de un día laboral, la misa que celebró el Padre Nicolás ha
terminado y este sacerdote se prepara para lo que asegura su mayor tormento en este
oficio sacerdotal que él escogió, la confesión. Sin embrago él lo asume con naturalidad a
pesar de su juventud (31 años de los cuales lleva ya 3 de sacerdote) y el telón de fondo es
la parroquia ya mencionada en donde hay una fila inmensa de personas de todo tipo para
confesarse y en las bancas delanteras hay unas viejas beatas rezando a grito herido. En las
últimas bancas están sentados nuestros dos esposos hablando en voz muy baja.
GÜERO: Así te quería encontrar, mira nada más no tienes vergüenza, mira el papelón que
estás haciendo y en la Casa de Dios, morronga.
ALICIA: Déjame eh? Déjame estúpido, es mi asunto y por lo tanto no tengo por qué
pedirte permiso, no soy de tu propiedad.
GÜERO: Si efectivamente, no eres de mi propiedad, pero eso no te da derecho a salir
haciendo alarde de lo que tu hiciste, morronga y mil veces morronga. Verdaderamente no
tienes conciencia ni mucho menos conoces lo que es la vergüenza.
ALICIA: Y bueno y según tú, espadachín de la moral y de las buenas costumbres ¿Qué fue
eso tan grave que yo hice a ver? ¿Ah?
GÜERO: No me hagas repetir la inmundicia, la cochinada esa que mis ojos perplejos vieron
y menos teniendo a Dios como testigo, que a propósito del cual tú no tienes perdón por
mucho que vengas aquí a la Iglesia del Padre Nicolás con tu cara de mosca muerta a
confesar y a expiar tus culpas. Das pena. Das pena y pesar.
En aquel instante se hace un silencio tan tenebroso que se hace tan extenso mientras que
la inmensa fila de gente que había para confesarse con nuestro vergonzante Padre Nico,
rápidamente se va disminuyendo y es entonces cuando quedando ya unas tres personas
para confesar por parte del Padre, Alicia se levanta de la banca con una solemnidad
pasmosa dirigiéndose al confesionario donde está el sacerdote. Pero es entonces cuando la
detiene bruscamente el Güero diciéndole lo siguiente:
GÜERO : Antes que te dirijas con el padre Nico, te quiero decir una última cosita: Esperaría
que no omitas ningún detallito, porque conociéndote como te conozco, sé que te guardas
algo. Dale a Dios gracias que no tuvimos hijos porque si no qué hubiera sido.
Al confesar ya el padre Nicolás a las tres personas que hacían falta, hace un llamado
diciendo:
PADRE NICOLÁS: ¿Hay alguien más para confesar?
Alicia, atendiendo el llamado sacerdotal se dirige con rapidez hacia el confesionario.
PADRE NICOLÁS: In nomine patris, et filiis, et spirictus sancti, Amén. ¿Cuánto hace que no
te confiesas Alicia?
ALICIA: Hace mucho tiempo, Padre.
PADRE NICOLÁS: Cuéntame tus pecados.
Tal fue la gravedad de los pecados de Alicia, que la reacción del vergonzante y apacible
Padre Nicolás no se hizo esperar, por lo que ocurrió algo inesperado hasta para el mismo
sacerdote.
Alicia se levanta intempestivamente del confesionario, mismo del cual el Padre Nicolás sale
también de manera intempestiva a tomar del brazo a Alicia por la fuerza y darle unas
cuatro cachetadas hasta hacerla sangrar a lo que a renglón seguido replica: ¡No tienes
vergüenza! ¡Eres una perra sucia!
Inmediatamente después del bochornoso suceso el Padre con lágrimas en sus ojos se retira
con rumbo a la sacristía.
Impávido en la banca trasera de la parroquia, el Güero observaba todo con lujo de
detalles, cuando una vergonzante Alicia se disponía ya a salir del templo y tras limpiarse la
sangre de su cara, su esposo la increpa dando tres aplausos y diciendo ¡Bravo! Muy bien
por el papelón que has hecho, felicidades. El queda en la banca y ella se retira del templo.
FIN
ACTO ÚNICO
Todo comenzó en un autobús camino a casa, me toco el asiento detrás del chófer, ya era
tarde me estaba dando sueño habían pasado dos horas desde que salimos de la terminal,
una neblina comenzó a cubrir toda la carretera, todos se bajaron a ver que estaba
sucediendo, al bajarme me encuentro con una chica que radiaba una luz brillante de todo
su cuerpo, tenía el cabello plateado, ojos azules y piel blanca, era muy hermosa, no
recordaba haberla visto en el autobús, se me acerco y comenzamos a charlar.
Chica: Hola, mucho gusto me llamo Alis.
NIGH: Mucho gusto Alis, soy Nigh, perdón que te pregunte pero es que no recuerdo
haberte visto antes en el autobús.
ALIS: No me abras notado, pero venia sentada detrás de ti.
NIGH: Ah perdón, soy un poco despistado, lo más seguro por eso no te vi.
ALIS: No te preocupes, después de todo parece que nos quedaremos aquí durante un
tiempo y podremos conocernos un poco más.
NIGH: Sí, tienes razón, pero lo que no puedo entender ¿es que hace una chica tan bella
como tu hablando con migo de tantas personas que vienen en este autobús?
ALIS: Con todo respeto, esa es una pregunta algo estúpida ¿Por qué el sol brilla? ¿Por qué
las aves vuelan?, solo hablo con usted porque me pareció que eras el único que viajaba
solo al igual que yo.
NIGH: Perdón, creo que si hice una pregunta algo estúpida, ya que estamos aquí, ¿me
podrías decir a donde te diriges?
ALIS: Me dirijo a donde me lleve el viento. Aunque no tenga un propósito por el cual
hablarte, creo que es la mejor manera de pasar el tiempo mientras el viento vuelva a
soplar en otra dirección y me arrastre con él.
NIGH: ¿Qué quieres decir con todo lo que me acabas de contar? Eres un poco misteriosa
en todo lo que me dices.
ALIS: Sé que de pronto no me has entendido, pero solo recuerda que aunque no tengas
ningún propósito en la vida, ni nada te espere en el futuro o nadie te quiera, tu eres el que
crea ese propósito, el que hace tu futuro y el que busca a la persona indicada en tu vida.
NIGH: Entiendo eso, ¿pero porque me dices todo esto?
ALIS: Te lo digo porque parecía que no tenías confianza en ti mismo, cuando comenzaste a
hablarme, solo confía más en ti y todo te saldrá bien.
NIGH: Sí, creo que es la verdad lo que me dices, de ahora en adelante seguiré tu consejo.
ALIS: Eso espero, ya va siendo hora de que nos despidamos.
NIGH: ¿Por qué? ¿No vamos en el mismo autobús?
ALIS: Perdón por mentirte, te darás cuenta que soy muy pronto. Adiós.
NIGH: Adiós, espero que nos volvamos a encontrar algún día, Alis la de la niebla.
Nigh dejo de hablar con la chica tras pasar un fuerte viento que se llevó toda la niebla,
desde ese día Nigh la apodo Alis la de la niebla y espera que algún día se vuelva a suceder
algo como eso, para agradecerle por todos esos consejos a la chica hermosa que se
presentó ese día ante él en medio de la niebla.
Continuo su vida normal como siempre con un mayor propósito, el cual era volver a ver a
Alis la de la niebla por la cual pudo obtener una mejor esperanza en su vida donde él creía
que ya no debía seguir viviendo.
FIN
FIN
ACTO ÚNICO
Nos encontramos en el salón comedor de una casa muy modesta, donde una niña de unos
cinco o seis años se encuentra sentada cómodamente frente a la tele mientras ve su serie
de dibujos animados preferida. La estancia está en penumbra, podemos ver el rostro
hipnotizado de la niña gracias al resplandor de la tele. Se acerca la hora de la cena, y los
padres de Laura están preparando comida en la cocina, completamente en silencio. De
repente, un plato se rompe al caer al suelo causando un gran estruendo.
LUIS: (Con rabia). ¡Vaya hombre!, se me ha resbalado de las manos mientras fregaba y ha
ido a parar directamente al suelo de la cocina, no te preocupes, yo me encargo de recoger
los restos.
SARA: (Con despecho). ¡Faltaría más!, estoy cansada de hacer yo sola todas las tareas de la
casa y de que cuando me ayudes a desgana siempre acabes armando un gran estropicio.
LUIS: (Con el ceño fruncido y los trozos del plato roto entre sus manos). ¿Encima de que te
ayudo lo mejor que puedo me lo echas en cara? ¡Qué injusto!
SARA: Ya me conozco yo demasiado tus accidentes ¿por qué será que siempre que me
ayudas en algo rompes alguna cosa con tus manazas? ¡Diría que lo haces aposta para que
al final no te pida ayuda nunca más!
LUIS: Lo hago lo mejor que puedo, y me parece un ataque muy gratuito que me digas eso
¡Encima de todo lo que hago por ti y por esta familia!
SARA: (Mientras ordena el armario de la cocina). ¡No quiero oírte más, déjalo! a partir de
ahora, y al igual que siempre yo me encargaré de todo. Me levanto por la mañana para ir
al trabajo, y cuando regreso a casa, aún tengo que trabajar más ¡esto no puede ser!
Vemos como la pareja se queda en silencio, Luís termina de recoger los trozos del plato
roto, y sale de la cocina dando un fuerte portazo. Mientras en el salón, Laura ha estado
escuchando la discusión y ha bajado el volumen de la televisión.
LAURA: (Apesadumbrada y soltando un largo suspiro). Ya están discutiendo otra vez, creo
que voy a subir a mi habitación a leer un rato…
Vemos como Laura baja del sofá dando un brinco, apaga la televisión con el mando a
distancia, y se dirige a su habitación. Han pasado unos días, y nos encontramos ahora en
el salón de la misma casa, donde la pareja de Sara y Luís vuelve a discutir acaloradamente.
SARA: (Con lágrimas en los ojos). ¡Simplemente no lo puedo soportar más!, ya no soy feliz
con esta vida, no soy feliz a tu lado. Lo mejor sería que pensáramos en pasar una
temporada cada uno por su lado.
LUIS: (Enfadado). ¡Esa es tu solución para todo, alejarte de los problemas!, ¿qué haremos
con Laura, como se lo diremos?
Vemos como Laura se encuentra en el quicio de la puerta de su habitación, y con expresión
triste escucha de nuevo la discusión de sus padres.
LAURA: (Hablando con su oso de peluche). Me pone tan triste ver así a papá y mamá, no
sé que hacer para ayudarles, yo solo quiero que volvamos a estar todos siempre contentos
como cuando fuimos el año pasado de vacaciones a visitar a tía Corina.
Laura, acompañada de su oso de peluche camina despacio hacia el salón, donde en
silencio se queda viendo a sus padres discutir.
LUIS: (Gritando) ¡Está bien!, lo único que quieres es que te diga que siempre tienes la
razón ¡tú nunca te equivocas, doña perfecta!
SARA: (Suspirando e hipando debido a las lágrimas que inundan su rostro). ¡Eso es!, lo
único que quiero es eso ¡simplemente es que tú nunca quieres dar tu brazo a torcer, sobre
todo cuando más te equivocas!
LAURA: (Apareciendo de repente, con los ojos rojos de llorar). ¡Ya basta!, los adultos
nunca os cansáis de gritar y de levantar la voz ¿así como vais a hacer las paces de una
vez?, desde hace un tiempo jamás hacemos las cosas que hacíamos antes, ¡no salimos
juntos! tan solo tengo ganas de estar triste. Mamá, dale un beso a papá y pídele perdón,
tú siempre te enfadas por todo, ¡pero no tenemos la culpa! y papá, abraza a mamá y dile
que la quieres, ella está siempre muy cansada y preocupada.
El matrimonio se mira sorprendido y avergonzado, abrazándose en silencio durante largo
rato.
LUIS: (Emocionado y con lágrimas en los ojos). Laura tiene tanta razón, deberíamos olvidar
los problemas que nos separan, intentar reforzar todo lo que nos une ¡somos una familia!
SARA: Lo sé, llevamos demasiado tiempo discutiendo por las mismas tonterías, parece
mentira que nuestra preciosa hija haya tenido que ser la única capaz de abrirnos los ojos.
Nuestra pequeña se hace mayor.
LUIS: Ven aquí Laura, gracias por enseñarnos que lo único que conseguimos así es
hacernos daño una y otra vez, a partir de ahora tan solo buscaremos la felicidad del otro.
FIN
ACTO ÚNICO
Nos encontramos en un colegio de educación primaria, es por la mañana, el sol brilla en lo
alto del cielo y el patio de este colegio comienza a llenarse con las voces y las risas de los
primeros niños que comienzan a salir al patio. Suena la sirena, y acto seguido un niño,
cabizbajo, que parece querer esconderse de alguien hace su aparición. Mirando a todos
lados, gira la esquina que le separa de la puerta principal a grandes zancadas, cuando de
repente, se encuentra con un rostro conocido y poco amigable.
DARÍO: (Con tono amenazante) Así que estabas aquí, ¿acaso creías que hoy podrías
escapar de mí? Ayer te dije bien claro que hoy tenías que traerme todos tus cómics para
regalármelos o te ibas a arrepentir. Ahora dime ¿dónde están, niñato?
ALBERTO: (Claramente asustado) Te lo dije ayer… no me gustan los cómics, por eso no he
podido traerte nada. Por favor, déjame en paz.
DARÍO: (Cogiendo a Alberto de un brazo y apretándolo con todas sus fuerzas hasta
arrinconarlo en una esquina donde nadie puede verlos) Con que esas tenemos nerd… te
vas a arrepentir.
Acto seguido vemos cómo Darío comienza a golpear a Alberto en el estómago, hasta que
este cae al suelo convertido en un ovillo. Alberto llora de puro dolor, y DARÍO se regocija de
la manera más cruel que sabe.
DARÍO: ¡Venid chicos, mirad a este gallina! Está llorando otra vez.
Un grupo de chicos se acercan a contemplar el espectáculo aludidos por los gritos de júbilo
de Darío.
CHICOS: ¡Anda!, si es Alberto, ¡ya está llorando como el nerd que es!
El grupo de chicos comienza a corear.
DARÍO: (Sonriendo triunfante sobre Alberto que sigue tirado en el suelo). Por hoy voy a
dejarte en paz, pero mañana, no sufras, volveré a buscarte.
Se corre el telón y nos encontramos ahora en una transitada calle de una gran ciudad en el
futuro donde parece que hay un tremendo alboroto. Los periodistas se apuran para llegar
a un punto de encuentro: un escenario bien iluminado donde parece acontecer un suceso
importante. Alberto, veinte años mayor es el protagonista de una importante entrega de
premios.
Periodista: (Con el micrófono en la mano y mirando fijamente a cámara). Buenos días
desde el Canal 3, después de una larga espera, el fundador de la importante multinacional
Koodle acaba de hacer su aparición en los premios para emprendedores de este año,
acompañado como siempre de su mujer y su encantadora hija. Diana del Canal 3, en
entrevista exclusiva con el importante multimillonario Alberto. ¡Permanezcan
atentos! Alberto ¿cómo está?, ¿impaciente por ser uno de los nominados a los premios de
esta noche?
ALBERTO: (Con una sonrisa radiante y un elegante traje de chaqueta negro). Por supuesto,
estoy más que nervioso e impaciente por saber si podré llevarme el premio ¡aunque está
la cosa difícil!, mis contrincantes son chicos con mucho talento que merecen el premio
tanto como yo.
Periodista: Es usted muy modesto, pero todos sabemos que su nombre es el que suena
más fuerte como uno de los principales favoritos. ¿De dónde consigue la inspiración para
crear productos y servicios tecnológicos que se conviertan en éxitos mundiales? ¡Desvele
su secreto para el Canal 3!
ALBERTO: (Riendo a carcajadas). La inspiración llega en los momentos en los que uno
menos se la espera, el secreto está en estudiar a fondo las necesidades de la sociedad
actual y saber adaptar los conceptos a la tecnología y a internet.
Periodista: (Sonriendo de manera simpática). Vaya, ahora que yo y nuestros
telespectadores sabemos cuál es su estrategia, me temo que le van a salir millones de
competidores.
ALBERTO: (Con tono bromista). Quizá le veamos a usted el año que viene como una de las
nominadas a este premio, ¿¡quién sabe!?
Periodista: (Volviendo a un tono más serio). Díganos cómo comenzó usted, ¿en el colegio
era ya un genio informático? Háblenos de sus inicios.
ALBERTO: Realmente me has sorprendido con esa pregunta, sin embargo, quizá te
sorprenda saber que mi interés por los ordenadores no nació hasta que fui un
adolescente, además de que mi época escolar fue bastante catastrófica.
Periodista: (Con gesto interrogante). ¿A qué se refiere con catastrófica?
ALBERTO: Seguramente no es el mejor momento para hablar de esto pero ¡vaya! me
siento inspirado para hacerlo. Resulta que cuando iba a la escuela había un chico que me
perseguía, todos los días, para golpearme y hacerme quedar en ridículo. De no ser por un
niño que me defendía de vez en cuando (Iván), la hubiera pasado peor. Fui un niño
solitario, pero gracias a eso adquirí el hábito de la lectura que cultivé durante mi
adolescencia, y me llevó a comprender todos los secretos de la informática. Quizás sin
esos días de tortura en el colegio no me hubiera convertido en la clase de persona que soy
ahora, disfrutando del éxito, junto a una mujer maravillosa y mi preciosa hija.
Periodista: Claro, hay que verle el lado bueno a todo. Y… ¿qué fue del chico que abusaba
de usted?
ALBERTO: Me enteré por Facebook que la está pasando muy mal. No consigue trabajo por
tener mala conducta. Y si consigue, rápidamente lo pierde. Solo puedo decirle, si es que
me está viendo por televisión, que lo perdono y que le deseo lo mejor para él y sus hijos.
Si es que necesita ayuda, le puedo dar trabajo en la sección de limpieza de los baños de
una de mis empresas.
Periodista: ¿Y de Iván? Qué fue de Iván, ¿el niño que lo defendía?
FIN
JJ – Padre de Paula.
LA SEÑORA DE NEGRO – Una de las guías de Mariana.
LA MUJER DE ROCA – Guardiana del portal.
ACTO ÚNICO
Enero 6
INT. Habitación oscura tarde en la noche.
Luego de una pesadilla mariana despierta en su cama fría y desconcertada envuelta en
pánico entre la densa oscuridad busca establecerse pues no sabe dónde está, ya de pies en
aquel lugar sin poder ver nada, con sus manos intenta reconocer donde se encuentra
dándose cuenta que está en su habitación rápidamente corre a encender el interruptor
quedando cegada por la fuerte luz, llegando a su mente recuerdos de lo que ella cree que
fue una pesadilla.
EXT. Un auto a alta velocidad más alcohol y fuerte música.
MARIANA junto a su prometido DAVID entre besos y declaraciones de amor se disponían
volver a casa luego de estar en una gran fiesta, bajo los efectos del alcohol David conduce
sin medir los peligros que asechan en esa carretera tan angosta y sumida en la oscuridad.
Como si se tratase de carreras de fórmula 1 DAVID dobla las curvas a altas velocidad sin
percatarse que a pocos metros al doblar la próxima curva venia un tráiler de carga con una
luz cegadora que obstruyo la vista DAVID obligando a salir de la carretera lanzándolos
directo hacia un albor teniendo un terrible accidente luego de un fuerte estruendo y la voz
de DAVID que gritaba el nombre de su amada.
DAVID: ¡Mariana!
INT. La Habitación.
MARIANA despierta de aquella visión que la deja espantada con lágrimas en su rostro y
temblando del horror se habla así misma para intentar calmarse.
MARIANA: Cálmate todo ha sido un sueño todo va a estar bien nada te pasara.
Aun con la duda y el pánico pues no sabe que está ocurriendo se pregunta.
MARIANA: ¿Estaba de fiesta o nunca salí de casa?
En el vacío y profundo silencio se escucha llegar a un auto, MARIANA feliz pues sabe que
sus padres han regresado a casa así su temor desaparecerá y podrá dormir tranquila y
segura.
EXT. EL auto llega y con él un gran alboroto.
CRISTINA la madre de MARIANA, llega gritando, llorando y repitiendo una y otra vez.
CRISTINA: ¿Por qué ella porque a ella? Mi bebe mi niña, ¡¡no podré vivir sin ella, si algo le
ocurre creo que no podré soportarlo!!
Junto a ella su esposo MICHAEL que destrozado por la noticia trata de mantenerse en pie y
consolar a su esposa para poder sobrellevar este trago amargo que le ha dado el destino.
INT. MARIANA al escuchar los gritos corre por toda la sala sin percatarse que esta
semidesnuda, MARIANA grita preocupada.
MARIANA intenta hablarles nuevamente les grita, pero su presencia no causa ningún
efecto en sus padres.
CRISTINA parada en medio de la sala pira su esposo, MICHAEL intenta no llorar, pero la
mira de su esposa lo derrumba y dejando toda hombría cae hincado con las lágrimas en
sus ojos y levanto los brazos al cielo dice.
MICHAEL: Padre, Dios mío escucha mis suplicas he me aquí un pecador que clama tu
ayuda no la dejes morir ayúdala y tráela devuelta a casa.
MARIANA al ver como su progenitor aclama con tanta desesperación un milagro del cielo,
preocupada intenta otra vez hablarles.
MARIANA: ¿Papá porque no me hablas? ¿Ha pasado algo por mi culpa? ¿He hecho algo
imprudente? Por favor no me castigues con tu silencio, maldita sea.
Luego de unos minutos sus padres recogen algunas cosas y sin decir nada, salen de casa
sin una despedida o explicación.
MARIANA confundida casi en la demencia no sabe si es una broma o tal vez aún sigue en la
pesadilla intentado despertar pellizca su piel, golpea su rostro y no lo consigue.
Dando una vuelta de 180 grados en toda la sala, queda frente a la fotografía familiar
mirándola fijamente recuerda las palabras de su padre Dios sálvala, mirando a su
hermana menor piensa lo peor sin dudar sale de casa a averiguar si algo le ha paso a su
pequeña hermana julia.
EXT. la carretera Cero autos todos duermen, un profundo silencio, pero eso no preocupa a
MARIANA ella solo quiere estar con su familia, caminando por las aceras pasa frente a la
casa de su mejor amiga y escucha llantos gritos y negaciones.
MARIANA mirando desde a fuera de la habitación de PAULA la observa llorar mientras ve
una fotografía, MARIANA intenta hablarle, pero de repente siente como si le faltase el aire
cae al suelo ahogándose sin explicación entre la crisis escucha que alguien grita su nombre
y que otras personas murmuran cosas sin sentido para ella, seguido de uno fuertes golpes
que oprimen su pecho intenta levantarse luchando contra esa fuerza que le retumba en
todo su cuerpo intentado mantenerse de pie con sus manos cae sobre el vidrio de la
ventada de paula asiéndole una pequeña fractura sonido que despabilo a paula que
lloraba sin consuelo, paula se levanta de su cama y mira hacia fuera y si como estuviese
viendo a alguien dijo.
PAULA: Amiga si así puedo llamarte, tu que me consideras tu hermana y yo así te pago,
ahora el destino insinúa separarte de mí y dejarme con esta culpa en mi corazón.
MARIANA no comprende porque paula dice esas cosas e insiste en hablarle recuperándose,
aun con el aire faltándole dice.
MARIANA: ¿Amiga, hermana que te sucede? ¿Por qué todo el mundo llora? ¿Porque
nadie me dice nada?
PAULA solo mirando a la lejanía con lágrimas corriéndole por su rostro cayendo a su pecho
ignora por completo a su amiga, dejando a MARIANA más desconcertada.
INT.
Tocando la puerta de la habitación el padre de PAULA con cara triste dice.
JJ: Han llamado del hospital según me informan se ha puesto peor, ella acaba de sufrir u
paro respiratorio, pero han logrado estabilizarla, aunque no tiene buena pinta hay que
esperar lo peor.
PAULA estalla en llanto y en suplicas pide ir a verla.
JJ mira a su hija llorar de tal forma que decide cumplir con sus deseos accediendo a llevarla
al hospital.
EXT. PAULA Y SU padre preparados para ir a ver la realidad de la situación, Son observados
por MARIANA la cual tiene planeado seguirlos pues tiene la seguridad de que ellos van
donde están sus padres.
Siguiendo el coche sin perder el rastro corriendo se dispone a llegar algún lugar y de una
vez por toda saber que sucede.
En la lejanía se escucha aullar aun perro como si hueve visto al mismo demonio, MARIANA
al escuchar tan terrorífico sonido se detiene y al mirar atrás mira como una espesa neblina
se asoma sobre ella, al adentrarse más y más comienza a escuchar llantos como de
torturas gritos que ensordecen y de repente la niebla se hace a un lado y entre ella crece
una gran multitud. Hombres, mujeres, niños de caras pálidas y sin decir una sola palabra
solo caminan sin perder el ritmo a una sola dirección, MARIANA comienza a pedir ayuda,
pregunta donde está, pero nadie le responde, nadie le mira nadie le presta su ayuda.
MARIANA cada vez más desconcertada mira para todos los lados y se percata que ya no
está en su casa ni siquiera su pueblo, solo mira un gran espacio que parece no tener fin, sin
lunas sin sol sin arriba sin abajo, sin platas animales o casas.
MARIANA confundida al borde de la locura se tira al suelo y de rodillas comienza a gritar a
exclamar el nombre de DIOS colocando su frente en el suelo llora de forma descontrola y
dice.
MARIANA: Dios si esto es un sueño ya despiértame si es un castigo no comprendo él
porque, por favor ya no quiero estar aquí.
Sintiendo sobre ella una presencia levanta su mirada lentamente y mira que frente a ella
está parada una mujer anciana vestida de negro y con voz tierna y a la vez siniestra le
pregunta.
LA SEÑORA DE NEGRO: Mi niña ¿por qué lloras? Necesitas ayuda.
MARIANA se levanta algo asustada pues la presencia de aquella señora no es tan
confiable.
Limpiando las lágrimas de sus ojos dice.
MARIANA: ¿Me puede decir cómo salir de aquí? ¿Dónde consigo un teléfono? Necesito
llamar a mi familia.
Respondiendo la señora.
LA SEÑORA DE NEGRO: ¿Dónde estamos? En ningún lado ¿cómo salir? Quién demonios
sabe. ¿Adónde iremos? A donde merezcamos ir, no te resistas mi niña lo peor ha pasado,
ya no habrá dolor, temores o sufrimientos.
LA SEÑORA DE NEGRO: Él, esa presencia espantosa ya viene por ti, aquel que no tiene
rostro a puesto tu nombre en su lista es cuestión de tiempo para que te reclame de aquel
mundo y de aquella vida que solo es prestada.
MARIANA: ¿De qué habla señora? ¿Qué presencia?
LA SEÑORA DE NEGRO: ¿Dime mi niña le temes a la muerte?
MARIANA asustada no sabe que responder dando un profundo silencio.
LA SEÑORA DE NEGRO: ¿Has sido buena mi niña? Si lo has sido, (con la voz cambiante
como si fuera un mostro) prepárate, teme porque ella vendrá y se posara sobre ti (la
señora comienza a cambiar a perder la piel y sangrar por los ojos y con fuertes gritos) y te
hará lo mismo que a mí, no podrás correr no podrás esconderte el ya viene en camino.
MARIANA corre despavorida alejándose de aquel lugar corre sin detenerse sin saber
adónde ir solo quiere alejarse y no escuchar más esas temibles palabras que aun en la
lejanía podía escuchar.
Cansada de correr se aleja de la multitud y de esa temible señora llega ver en la distancia
un gran espejo y junto al espejo una estatua de una mujer vestida con un gran vestido y un
velo que cubre su rostro.
MARIANA caminando lentamente se acerca al espejo y se mira y en su reflejo nota algo
sorprendente ella vestida de novia sonriendo como sin ninguna preocupación, bajando la
mirada por un instante y volviendo a ver su reflejo ya no ve lo mismo no hay sonrisas o
despreocupaciones en su reflejo solo ve una chica marchita pálida delgada se toca y hasta
ahora nota que anda casi desnuda.
En un arrebato ya cansada de tantos misterios, golpea con fuerza el espejo una y otra vez
dejándolo sin reflejo ya no ve nada.
Sorprendida deja de golpear y con voz quebrada dice.
MARIANA: ¿Por qué a mí? No sé qué sucede, ya no aguanto más esto no tiene lógica
donde demonios estoy.
En ese momento escucha una voz que dice:
FIN
ALEXA: idiota
LUIS ÁNGEL: ¿Por qué me dices idiota?
ALEXA: por haberme hecho esperar tanto y preocupar pensando que te había pasado algo,
porque no enviaste un mensaje por lómenos.
LUIS ÁNGEL: Perdón pero ya no tienes de que preocuparte, porque estoy afuera de tu casa
(También investigue tu dirección) perdón, quería darte una sorpresa.
Meses después se cansan. Luis Ángel fallece días después de su boda, por una enfermedad
que contrajo mientras trabajaba para costear todos los gastos para la boda con su amada.
Alexa descubre una carta de Luis al encontrar su cuerpo tirado en el suelo.
Querida Alexa no tienes por qué ponerte triste por esto que ha sucedido, es algo que
sucedería tarde o temprano, no te lo dije porque no quería preocuparte, quería verte muy
feliz, ver brillar tu sonrisa como las estrellas que iluminan ese cielo oscuro al anochecer,
aunque no tenía planeado que esto pasar, pero era inevitable, mi enfermedad estaba muy
avanzada.
Voy en camino a algún lugar, no sé cómo será ese lugar pero me voy feliz de haber podido
casado con una chica tan hermosa y cariñosa, no me arrepiento de nada de lo que hice ya
que todo esto me hizo muy feliz y espero que a ti también, estas son mis últimas palabras
y lo siento mucho por no habértelo contado.
Pase los mejores momentos de mi vida contigo. Te Amo mi querida Alexa.
Alexa no salió de su casa por unos meses.
Un día la vieron salir de casa y desde entonces nadie más supo de ella, lo que todos
piensan es que debe estar con su amado en ese lugar desconocido al que todos alguna vez
deben ir.
FIN
ACTO ÚNICO
Héctor se encuentra vagabundeando por ahí, cuando de pronto ve a una chica en un
puente.
La chica mira cabizbaja sobre los carros que pasan por ahí, mientras va poniendo sus
piernas en el otro lado del barandal.
Héctor cae en cuenta de lo que está pasando, corre hacia ella lo más rápido que le
permiten sus pies y la sujeta por los brazos con fuerza, trayéndola a su lado.
HÉCTOR: ¿Qué haces?-grita con furia, y llena de tristeza a la vez.
La chica no habla, solo estaba ahí petrificada, seguramente preguntándose porque un
desconocido la habrá detenido.
Héctor la toma del brazo, la chica no se opone así que la arrastra hacia un café.
Héctor pide té para ambos, la chica sigue sin hablar.
Héctor la observa muy fijamente, este toca su cabello, se da cuenta de que es una peluca,
pero no aparta sus manos después de unos minutos para no parecer grosero, también
nota que los ojos de la chica son preciosos, (la mira fijamente) su nariz es fina, sus labios
muy delgados, su piel sorprendentemente blanca.
HÉCTOR: Preciosa (Dice pensando en voz alta).
La chica que al parecer piensa que él es muy apuesto lo observa atentamente.
Fue hasta el apartamento y toco durante mucho tiempo, pero nadie abrió.
Paso una semana y la fue a buscar de nuevo al entrar en la recepción se encontró con el
guardia.
GUARDIA: Oiga Joven, Chrystel dejo este sobre para usted.
HÉCTOR: Gracias, ¿ella está en su departamento?