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La Controversia de Valladolid
La Controversia de Valladolid
LA CONTROVERSIA DE VALLADOLID
pensahispa@gmail.com
Texto completo de HEREJÍA, INQUISICIÓN…Y GENOCIDIO en la siguiente entrada
http://es.scribd.com/doc/223055167/Herejia-Inquisicion-y-Genocidio
La preocupación por la Conquista de América fue un hecho que marcó la España del
siglo XVI. Todos se preguntaban si tenían derecho a la misma; si el hecho de abordar
aquellas tierras no iba contra el derecho divino y contra el derecho humano, y esa
pregunta no estaba sólo en el pensamiento de un determinado sector no representativo
de la población, sino que invadía todos los ámbitos de la vida social española, siendo
que el propio Emperador Carlos llegó a paralizar las labores de Conquista y
Descubrimiento.
Y es que Fray Bartolomé de las Casas desarrolló su capacidad dialéctica muy por
encima de la realidad que conocía la población indígena. El hecho cierto es que la
mortandad de indígenas era enorme, pero ésta no se hubiese producido jamás si en
aquellos momentos hubiese existido la penicilina.
Lo que parece cierto es que “Bartolomé de Las Casas es exagerado pero necesitó
hacerlo porque hacía falta llamar la atención. La Brevísima relación fue una obra de
batalla que ocurre en exageración y falta de objetividad, pero sobre un fondo de verdad
histórica, permitió muchos cambios en cuanto al trato de los indios. El libro representa
la exaltación de la bondad indígena, bondad machacada por parte de la población
española explotadora.”2
Pero las resultas de la publicación de la obra de Bartolomé de las Casas tuvo como
consecuencia la reacción de los enemigos de España, que acogieron las barbaridades
que con intención bondadosa dice el dominico como arma arrojadiza contra un imperio
que amenazaba con expandirse sin límite por el mundo, difundiendo la doctrina
cristiana en todas las latitudes. Los enemigos políticos del emperador Carlos y los
partidarios de la Reforma religiosa, que acababan siendo la misma cosa, difundieron la
1
El exterminio de los indios. El mito de la devastación indígena Matthew Restall
2
LA DEFENSA DEL INDIO. http://blogs.ua.es/ladefensadelindio/
3
España, la Inquisición y la Leyenda Negra. Vittorio Messori.
Las denuncias efectuadas por Fray Bartolomé de las Casas fueron respondidas por Juan
Ginés de Sepúlveda, jurista de primer orden que frente a las teorías buenistas de Las
Casas defendía el derecho de Conquista de España, basándose, entre otros argumentos,
en que si no era España quién conquistase y expandiese la doctrina cristiana, serían los
herejes europeos quienes conquistarían y someterían bajo un signo distinto. Sobre la
licitud de la conquista de América publica en Roma en 1550 Democrates alter, sive de
iustis belli causis suscepti contra Indos, que curiosamente sería prohibido en España,
mientras la obra de Bartolomé de las Casas fue protegida por la monarquía.
Lo que llamó la atención y sería paradójico en las cortes europeas, es que Sepúlveda que
representaba el punto de vista más cercano al de la Corte española tuviera problemas
para publicar su obra en España, mientras la Brevísima Relación de la destrucción de las
Indias fue editada en Sevilla con todos los plácemes.4
Ambas partes contendientes tenían su parte de razón, pero la que salió perjudicada fue
la que había llevado el peso de la Conquista, a la que se le achacó prácticamente todo lo
que los enemigos de España han utilizado para demonizar, precisamente a España.
Lo que es cierto es que la filosofía de Bartolomé de las Casas fue atendida y auspiciada
por el Imperio español. Carlos I no fue ajeno a los escritos de de las Casas, siendo que
sus tesis, mucho antes que la “declaración universal de derechos”, de corte liberal,
tuvieron reflejo en su “declaración y defensa universal de los derechos del hombre y de
los pueblos”. Ciertamente, las explicaciones de Las Casas pasan de lo peregrino, sin
embargo hay una cuestión que prima incluso sobre las fábulas que cuenta, y que
primaron también sobre el Emperador: Lo primero era la defensa de los derechos del
indio.
“Hubo grandes discusiones durante muchos días sobre este asunto y finalmente se
sancionaron algunas leyes, por las cuales se prohibieron las expediciones bélicas de
los españoles contra los indios, vulgarmente llamadas "conquistas", a la par que se
4
LA DEFENSA DEL INDIO. http://blogs.ua.es/ladefensadelindio/
Medidas que, si se quiere, son encomiables y definibles de las formas que España
aplicó en la Conquista, pero que resultan inadmisibles si conllevan el descrédito de
quienes con su lucha posibilitaron que luego pudiesen llevarse a cabo esas medidas. Y
el ejemplo, eternamente recurrente, siempre será el héroe por excelencia, Hernán
Cortés.
Por otra parte, si el culpable de la mortandad indígena no fue otro que el sarampión y la
gripe, el responsable del desarrollo de la vida cultural de los indígenas, sí fue el
conquistador español; y es que “el declive demográfico no supuso la decadencia de la
cultura indígena en ningún sentido. Las culturas autóctonas evolucionaron de forma
más rápida y radical durante el periodo colonial, como consecuencia del contacto con
la cultura española y la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, exigencias y
métodos.” 6
Cierto es que en algunas partes hubo una gran mortandad, derivada de las infecciones de
enfermedades transportadas por los españoles. América fue un encuentro para todo; para
lo bueno y para lo malo. Por supuesto es dolorosísimo lo acaecido en esos momentos;
algo que, si hubiese existido la penicilina no hubiese sucedido. Los españoles murieron
por enfermedades tropicales a las que los indígenas eran inmunes, y trajeron, entre otras
cosas, la sífilis. Parece injusto acusar a los indígenas americanos de esa mortandad. En
sentido contrario, sin embargo, señala Fray Bartolomé de las Casas, “En estas ovejas
mansas, y de las calidades susodichas por su Hacedor y Criador así dotadas, entraron
los españoles, desde luego que las conocieron, como lobos e tigres y leones cruelísimos
de muchos días hambrientos. Y otra cosa no han hecho de cuarenta años a esta parte,
hasta hoy, e hoy en este día lo hacen, sino despedazarlas, matarlas, angustiarlas,
afligirlas, atormentarlas y destruirlas por las extrañas y nuevas e varias e nunca otras
tales vistas ni leídas ni oídas maneras de crueldad, de las cuales algunas pocas abajo
se dirán, en tanto grado, que habiendo en la isla Española sobre tres cuentos de ánimas
que vimos, no hay hoy de los naturales de ella doscientas personas. La isla de Cuba es
casi tan luenga como desde Valladolid a Roma; está hoy casi toda despoblada. La isla
de Sant Juan e la de Jamaica, islas muy grandes e muy felices e graciosas, ambas están
asoladas. Las islas de los Lucayos, que están comarcanas a la Española y a Cuba por
la parte del Norte, que son más de sesenta con las que llamaban de Gigantes e otras
islas grandes e chicas, e que la peor dellas es más fértil e graciosa que la huerta del rey
de Sevilla, e la más sana tierra del mundo, en las cuales había más de quinientas mil
ánimas, no hay hoy una sola criatura.”7
“Los dominicos mantuvieron en todo momento la libertad y los derechos del indio, en
su condición de hombre libre, denunciando el maltrato que la institución de la
encomienda les procuraba, y por parte de los miembros del Consejo Real, quizá
abanderados por el licenciado Gregorio, se defendía la postura de los colonos y de la
encomienda como institución legítima y eficaz. En la postura de este último, anidaba la
opinión de que el indio no era titular de derechos y que era susceptible de cualquier
trato con tal de que se consiguiese el fin perseguido por los colonizadores: la
explotación económica de las nuevas tierras y la conversión forzosa del indígena… Fue
en la Junta de Burgos cuando Matías de Paz, formuló por primera vez la teoría de que
el indio era un ser humano pleno de derechos, estableciendo las bases de la doctrina
que Vitoria sistematizaría 20 años después.”9
El emperador, ante los argumentos presentados por Bartolomé de las Casas, “según el
informe del Consejo de Indias del 3 de Julio de 1549 decide interrumpir la conquista en
vista de estas afirmaciones: “los peligros tocantes a lo corporal y a lo espiritual de los
indios, que llevaban consigo las conquistas, eran tan grandes, que ninguna nueva
expedición debía ser autorizada sin el permiso expreso del Consejo”. Y recomendaba
que una junta de expertos examinase la cuestión sobre cómo debía desenvolverse el
desarrollo de la conquista. Ante esta situación, Carlos V detuvo sus avances en las
Indias, “caso único en los anales de la historia: el emperador más poderoso del
mundo, cediendo a las presiones de Las Casas.” 10 En 1556, se publicaron Instrucciones
en las que se afirmaba que sólo se podía hacer la guerra en legítima defensa.
Hoy, con la legislación de cinco siglos después, habrá quién critique algún aspecto de
esta ordenanza, y con toda seguridad será un ilustrado. Quién no sea ilustrado, con toda
seguridad se preguntará qué legislación existía en Europa…o en el mundo árabe, y tal
vez se anime a comparar. Y tal vez llegue el fin de la Leyenda Negra.
“Las Casas fue el gran defensor de la causa india. Bajo su presión se promulgaron
leyes protectoras de los indios y los proyectos de colonización pacífica como los que se
llevarían a cabo en Verapaz entre 1537 y 1550. Fue quién intentó que los reyes de
Castilla se convencieran de la necesidad de que en la sociedad indiana los colonos y
los indios pudieran llegar a tener una convivencia pacífica, en la medida en que ambos
colectivos se componían de seres racionales y libres con los mismos derechos como
súbditos de la corona de Castilla. Y legitimaba la conquista sólo por la necesidad de
evangelización de los pueblos nativos.” 12
La celebérrima Junta supuso un hito sin precedentes, ya que fue la primera vez “en la
historia de la humanidad” en la que “una nación (España) y su rey pusieron a
discusión la justificación jurídica de una guerra que ellos mismos estaban llevando a
cabo.”13 Se llevó a término en Agosto-Septiembre de 1550 y Abril-Mayo de 1551, y
estaba compuesta por teólogos y juristas de primer orden, siendo el debate sobre los
argumentos expuestos por las Casas y por Sepúlveda.
Otro aspecto que abonaba la tesis de Sepúlveda era la antropofagia de los conquistados,
por lo que entendía que los españoles debían imponerles la ley natural, pues todos los
hombres están obligados a ella, y los indios la contravenían con multitud de sacrificios
humanos rituales, pero las Casas negaba todo derecho a imponerla dado que los indios
tenían total desconocimiento de Cristo, y que por tanto debían quedar bajo el amparo de
la Iglesia, sin intervención de la fuerza, para evitar muertes injustas. Este aspecto, al
cabo, era el que era tenido en cuenta por parte de la Inquisición, que no ejerció su
jurisdicción sobre los indios.
Sepúlveda “argumentaba que los indios “una vez sometidos al poder de los cristianos y
apartados de los impíos ritos religiosos, apenas oída la predicación evangélica, acuden
en masa a pedir el bautismo. Es pues, propio de la costumbre y de la naturaleza
humana que los vencidos fácilmente adopten las costumbres de los vencedores y
dominantes y los imiten con gusto en sus hechos y dichos…(en sentido contrario), sobre
11
Las leyes de Indias. Miguel de la Guardia. http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/leyesDeIndiasT1.pdf
12
La Controversia de Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la Conquista de América.
13
ÁNGEL LOSADA, Exposición analítica de la “apología” de Juan Ginés de Sepúlveda en pro
de su libro “Democrates II”
Por su parte, Bartolomé de las Casas decía. “si se aprueba la opinión de Sepúlveda, es
decir, que las expediciones contra los indios son lícitas, la santísima fe de Cristo,
con oprobio del nombre "cristiano", será odiosa y abominable para todas las
naciones de esa parte del mundo, a las que llegue la fama de los enormes crímenes
que se cometen contra la pobre gente por españoles, hasta el punto de que ni en
nuestros días ni en el futuro deseen recibir de ninguna manera nuestra fe, al ver que
sus primeros mensajeros no eran pastores, sino bandidos, no eran padres sino
tiranos, y que los que la profesan son hombres impíos, crueles, inexorables por su
descomunal atrocidad.” 15 La realidad y la torticería de las afirmaciones del
dominico se corroboran con la realidad del pueblo hispánico: abrumadoramente
católico.
La Controversia quedó sin sentencia, pero Carlos I nombró a las Casas “Defensor
Universal del Indio”, y obispo de Chiapas, y se suspendieron las nuevas conquistas
durante seis años, hasta 1556, “año en el que se dictaron las instrucciones pedidas por
el virrey de Perú, marqués de Cañete, para proseguir el establecimiento de los
españoles, sin que se causara daño a los indígenas.” 16
“Cada uno de estos personajes (fray Antonio de Montesinos, Pedro de Córdoba, Matías
de Paz, Bartolomé de las Casas) constituía un eslabón de la larga cadena que iba a
contar con el magnífico broche de un Francisco de Vitoria, el maestro de maestros, y
que culminaría con la figura del jesuita Francisco Suárez.” 21
Afortunadamente para España y para los indígenas americanos, fue el tiempo del jurista
por excelencia, Francisco de Vitoria, que señaló “Los ocho títulos justos para justificar
la presencia de los españoles en América son:
1. Los españoles tienen derecho a viajar y permanecer en aquellas provincias, mientras
no causen daño, y esto no se lo pueden prohibir los bárbaros.
2. Los españoles tienen el derecho de propagar la religión cristiana en América.
3. La protección de los naturales convertidos al cristianismo cuando sean perseguidos
por otros pueblos paganos.
4. Si los indios ya son cristianos, el Papa puede darles como señor cristiano a los Reyes
Católicos.
5. Cuando hay delitos contra natura, tales como sacrificios humanos o antropofagia,
los españoles están obligados a intervenir.
6. La voluntaria elección de los indios aceptando como príncipe al rey de España.
7. La amistad y la alianza con pueblos indios; si los españoles actúan como aliados de
unos u otros, también pueden participar de los frutos de la victoria.
8. No podía ser afirmado con certeza, pero sí traerse a discusión. La consideración del
atraso de los indios, si son amentes, rústicos, discapacitados, deben ser protegidos.”22
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La Controversia de Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la Conquista de América.
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La Controversia de Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la Conquista de América.
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LAS LEYES DE BURGOS DE 1512, PRECEDENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL Y DEL
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Cruz Monje Santillana.
http://dspace.ubu.es:8080/trabajosacademicos/bitstream/10259.1/85/1/Monje_Santillana.pdf
21
LAS LEYES DE BURGOS DE 1512, PRECEDENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL Y DEL
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Cruz Monje Santillana.
¿Dónde se cuestionaba la guerra? Parece que en los lugares donde la guerra se perdía…
y en España, que la ganaba. Así, los humanistas que discutían sobre el hecho de la
guerra, Juan Ginés de Sepúlveda llega a la conclusión que “En la guerra, como en las
demás cosas, se ha de atender también al modo; de suerte que, á ser posible, no se
haga injuria á los inocentes, ni se maltrate á los embajadores, a los extranjeros ni á los
clérigos, y se respeten las cosas sagradas y no se ofenda á los enemigos más de lo
justo, porque aun con los enemigos ha de guardarse la buena fe, y no ser duro con ellos
sino en proporción á su culpa. Por eso dice San Agustín en otro lugar: «El deseo de
ofender, la crueldad en la venganza, el ánimo implacable, la ferocidad, el ansia de
dominación y otras cosas semejantes, son lo que ha de condenarse en la guerra.» Con
estas palabras declara San Agustín que, tanto en el emprender como en el hacer la
guerra, se requiere la moderación no menos que la buena voluntad. Porque el fin de la
guerra justa es el llegar á vivir en paz y tranquilidad, en justicia y práctica de la virtud,
quitando á los hombres malos la facultad de dañar y de ofender. En suma, la guerra no
ha de hacerse más que por el bien público, que es el fin de todas las leyes constituidas,
recta y naturalmente, en una república.” 24
Sepúlveda, por ese mismo camino llega a otras conclusiones más complicadas, como es
la de determinar quienes deben obedecer a otros por condición natural. “Hay otras
causas de justa guerra menos claras y menos frecuentes, pero no por eso menos justas
ni menos fundadas en el derecho natural y divino; y una de ellas es el someter con las
armas, si por otro camino no es posible, á aquellos que por condición natural deben
obedecer á otros y rehusan su imperio. Los filósofos más grandes declaran que esta
guerra es justa por ley de naturaleza.” 25
Señala aspectos que dan profundamente que pensar y ponen en tela de juicio muchos
principios, no sólo jurídicos, sino también políticos y sociales; por ejemplo, al afirmar
que “es justo, conveniente y conforme á la ley natural que los varones probos,
inteligentes, virtuosos y humanos dominen sobre todos los que no tienen estas
cualidades.”27
“Aunque los intereses de la corona fueran por otro camino, la Escuela de Salamanca
ejerció una verdadera presión, que influyó en la conciencia del rey Carlos I y de sus
consejeros, quienes terminaron por actuar de acuerdo con las enseñanzas de Vitoria...
La doctrina jurídica de la Escuela de Salamanca significó el fin de los conceptos
medievales del Derecho, con la primera gran reivindicación de la libertad, inusitada
para la Europa de la época. Los derechos naturales del hombre pasaron a ser, de una u
26
Demócrates segundo o De las justas causas de la guerra contra los indios. Juan Ginés de Sepúlveda.
27
Demócrates segundo o De las justas causas de la guerra contra los indios. Juan Ginés de Sepúlveda.
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LAS LEYES DE BURGOS DE 1512, PRECEDENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL Y DEL
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Cruz Monje Santillana.
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LAS LEYES DE BURGOS DE 1512, PRECEDENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL Y DEL
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Cruz Monje Santillana.
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La Controversia de Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la Conquista de América.
http://www.urjc.es/ceib/investigacion/publicaciones/REIB_03_02_A_Manero_Salvador.pdf
“Nombres como Fray Bartolomé de las Casas, Francisco de Vitoria, Melchor Cano,
Domingo de Soto, Bartolomé de Carranza, Juan de la Peña, Diego de Covarrubias y
otros más, están grabados con letras de oro en la Historia del Descubrimiento más
trascendente de los dos, en cuanto está plenamente vigente y de actualidad, el del
reconocimiento de los Derechos Humanos... Teniendo en cuenta que al proclamarlos se
enfrentaron a la autoridad de los reyes a quienes se les negaron los títulos que hasta
ese momento habían utilizado para justificar la conquista de las nuevas tierras,
después del emperador (Carlos I llegó a plantearse el abandono de la conquista del
Perú, siendo persuadido de tal cosa por el propio Vitoria), y además a la del Papa, sin
perseguir con ello otro interés que el de la Justicia, el Derecho y, en definitiva, el
reconocimiento del Hombre Libre, se pone en evidencia la altura jurídica e intelectual
de ese grupo de personas, pero sobre todo su altura moral.” 32 Y todo bajo el imperio de
la Inquisición.
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LAS LEYES DE BURGOS DE 1512, PRECEDENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL Y DEL
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Cruz Monje Santillana.
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LAS LEYES DE BURGOS DE 1512, PRECEDENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL Y DEL
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Juan Cruz Monje Santillana.