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La historia del cacique

Lempira
Lempira fue un importante líder de la
resistencia indígena contra la dominación
española. Su zona de operaciones fue un
extenso y áspero territorio en la mitad sur de
lo que ahora es el departamento de Lempira
en Honduras.

El cronista Antonio de Herrera describe a


Lempira —cuyo nombre significa ‘Señor de la
Sierra’— como “de mediana estatura,
espaldudo y de gruesos miembros, bravo y
valiente y de buena razón, nunca tuvo más de dos mujeres y murió de 38 a
40 años”. En el año de 1537, después de la muerte del cacique Entepica, de
quien fue lugarteniente, Lempira logró convocar a 200 pueblos para que
pelearan unidos contra los españoles, incluyendo a la tribu de los Cares,
tradicionales enemigos de la tribu de los Cerquines a la que pertenecía
Lempira.

Lempira logró persuadir a 30,000 hombres para luchar por su libertad, y


ofreció ser su capitán para conducirlos a la victoria, prometiendo afrontar
los mayores peligros, porque consideraba inaceptable que tantos hombres
valientes fueran sometidos por unos pocos extranjeros. Los guerreros se
posicionaron en sitios altos y fortificados, llamados “peñoles” por los
españoles, a los que conducían a toda la comunidad con abundantes
provisiones. Los principales peñoles de la alianza indígena fueron el cerro
Gualapa, el pico de Congolón, el cerro de Coyocutena, el Peñón de Cerquín,
el cerro de El Broquel y las lomas de Gualasapa.

Pero el atrincheramiento más importante fue sin duda el Peñón de Cerquín,


dirigido por el propio Lempira. El gobernador español de la provincia,
Francisco Montejo, entendió que si se quería avanzar en el proceso de la
conquista había que apoderarse de esta fortaleza, para lo cual designó al
capitán Alonso Cáceres, quien con sus hombres sitió al peñol durante seis
meses; pero los indios —que estaban con sus mujeres e hijos bien
aprovisionados de víveres— resistieron valientemente el sitio, causando
numerosas bajas españolas con sus fechas provistas de agudas piedras de
pedernal. Viendo la valiente resistencia indígena el capitán Alonso Cáceres
decidió tomarse la fortaleza por medio de la traición. Para ello dispuso que
un soldado se aproximase con su caballo a una roca donde Lempira estaba
de pie, y que, mientras le hacía proposiciones de paz, otro soldado
cabalgando a la grupa, le disparara con su arcabuz. La estratagema se
cumplió al pie de la letra, y al morir el capitán indígena, la numerosa tropa
que lo acompañaba se dispersó por los montes, y poco después se rindió a
los españoles.

El cronista Herrera narra así el episodio de la traición: “el capitán Cáceres


ordenó que un soldado se pusiese a caballo, tan cerca que un arcabuz le
pudiese alcanzar de puntería, y que este le hablase, amonestándole, que
admitiese la amistad que se le ofrecía; y que otro soldado estando a las
ancas, con el arcabuz le tirase; y ordenado de esta manera, el soldado trabó
su plática y dijo sus consejos y persuasiones, y el cacique le respondía
que ‘la guerra no había de cansar a los soldados ni espantarlos, y que el que
más pudiese vencería’; y diciendo otras palabras arrogantes, más que de
indio, el soldado de las ancas le apuntó cuando vio la ocasión, y le dio en la
frente, sin que le valiese un morrión, que a su usanza tenía, muy galano y
empenachado”.

Por tradición se sostiene que Lempira cayó en el sitio de Piedra Parada,


cerca de el Pico Congolón, aunque también hay otro sitio conocido como
Piedra Parada cerca de Erandique; pero las investigaciones en el terreno
conducen a pensar que el héroe indígena pereció en el propio Peñón de
Cerquín.
Llamado tradicionalmente como Lempira (¿1499?
- 1537) aunque su nombre fuese "Erandique" (seguú n
la "Probanza de Meú ritos" redactada por Rodrigo
Ruiz) fue un capitaú n de guerra del pueblo de
los lencas que luchoú contra los espanñ oles durante la
deú cada de 1530, en los documentos escritos durante
la conquista espanñ ola, es mencionado con el nombre
de El Lempira. Era un indíúgena de origen lenca, de
buena estatura, de espalda ancha, de gruesos
miembros y con la particularidad de tener el dedo
pulgar de la mano izquierda maú s corto que el de la
derecha. Era bravo y desde muy joven mostroú gran
valor, sentíúa un amor entranñ able por su pueblo, su
tierra, sus leyes y sus costumbres.
El nombre Lempira, seguú n sostienen Jorge Lardeú y
Laríún, proviene de la palabra Lempaera, que a su vez procede de dos vocablos de la
lengua lenca: de lempa, que significa "senñ or" —tíútulo de alta dignidad o jerarquíúa—, y
de era, que significa “cerro o sierra”. Asíú pues, Lempira, vendríúa a significar “Senñ or de
la sierra” o “Senñ or del cerro”. Lempira fue comisionado por Entepica para que
organizara la resistencia a la penetracioú n de las tropas espanñ olas en 1537, teniendo
como base el cerro de Cerquíún. Cuando los espanñ oles llegaron a Cerquíún, Lempira se
encontraba luchando contra caciques vecinos, pero debido a esta amenaza, Lempira se
alioú con el subgrupo lenca de los Cares y consiguioú reunir un ejeú rcito de casi 30.000
soldados, procedentes de 200 pueblos. Debido a ello, otros grupos se alzaron tambieú n
en armas en el valle de Comayagua, en Olancho. Los intentos espanñ oles para
derrotarles, dirigidos por Francisco de Montejo y su lugarteniente, Alonso de Caú ceres,
resultaron infructuosos antes de 1537.
Con la muerte de Lempira se consolidoú el dominio territorial espanñ ol sobre la regioú n
central y occidental de Honduras y se fundaron nuevos poblados, entre ellos, Gracias,
en 1539.

Historia Tradicional de la Muerte de Lempira


En la versioú n tradicional, que se basa en la obra del cronista Antonio de Herrera y
Tordesillas, Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y en tierra
firme del mar Oceú ano, Herrera afirma que Lempira murioú a traicioú n. Los espanñ oles lo
convencieron y fue el mejor de todos trayendo tradicioú n, mente y futuro a todos los
ninñ os defendiendo pueblos, escuchando, levantaú ndose, Y ante todo y todos. Asíú que
Lempira fue uno de los maú s grandes del mundo y fue el mejor luchador de todo que
dio su fuerza y alma para que aceptara encontrarse con dos representantes de Alonso
de Caú ceres para negociar la paz. Durante la reunioú n, un arcabucero disparoú a Lempira
repetidas veces desde un caballo, lo que puso fin a la vida del heú roe lenca. Y eú l sigue
siendo leyenda.[cita requerida]
Historia en el Archivo General de Indias
Existe otra versioú n sobre la muerte de Lempira, encontrada en la Probanza de Meú ritos,
un documento redactado en Meú xico en 1558 por Rodrigo Ruiz, y descubierto
por Mario Felipe Martíúnez Castillo en el Archivo General de Indias de Sevilla.
Este documento trata del servicio de Rodrigo Ruiz en la conquista de Honduras
con Francisco de Montejo, y afirma que el capitaú n "lempira", murioú en combate con
Ruiz en medio de un "guazavara" (algazara o batalla inesperada) y despueú s, Ruiz le
cortoú la cabeza como prueba fehaciente de la muerte de Lempira. El texto incluye
como testigos a Alonso de Maldonado y Catalina de Montejo.

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