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MARCO TEORICO

1. MARCO TEORICO

LA HISTORIA DE LA HEPATITIS B
La hepatitis es una enfermedad debilitadora y mortal que ha asolado a la humanidad
desde el principio de la historia. Pero el curso de esta enfermedad cambió
irrevocablemente gracias a la convergencia de un investigador médico que sentía
curiosidad por saber por qué algunas personas son especialmente propensas a diversas
enfermedades y de otro investigador médico que se preguntó por qué muchas personas
enfermaban tras recibir transfusiones de sangre y la sangre de un aborigen australiano.
Esa convergencia condujo a un descubrimiento que en menos de una década promovió
una campaña de análisis de sangre que redujo enormemente la incidencia de la hepatitis
propagada por transfusiones de sangre: la hepatitis B.

El descubrimiento también llevó a una vacuna para la hepatitis de gran eficacia, que no
sólo supuso una nueva forma de proteger a las personas frente a las enfermedades
infecciosas sino que también es la primera vacuna eficaz contra el cáncer de hígado. Pero
los científicos cuyo trabajo revolucionó el estudio de la hepatitis ni siquiera habían
pensado en esa enfermedad cuando emprendieron sus investigaciones. Como suele
ocurrir en la ciencia y en la medicina, el histórico descubrimiento no surgió de la
"investigación con objetivos", sino de estudios dirigidos a responder a preguntas más
básicas sobre la naturaleza. El siguiente artículo, una adaptación parcial de un relato del
investigador Baruch Blumberg, quien compartió en 1976 el premio Nobel de fisiología o
medicina, realiza un seguimiento de las investigaciones que condujeron al descubrimiento
de muchos de los virus que causan la hepatitis, al análisis de sangre en su búsqueda y a
revolucionarias vacunas contra algunos de ellos. Constituye un maravilloso ejemplo del
funcionamiento de la ciencia y de cómo las investigaciones básicas conducen a resultados
prácticos prácticamente inimaginables cuando se llevaron a cabo las investigaciones.

Hepatitis B
Es una enfermedad infecciosa producida por un virus, que afecta el hígado produciendo
necrosis e inflamación.
Puede causar un proceso agudo o un proceso crónico, que puede acabar en cirrosis del
hígado, cáncer de hígado, insuficiencia hepática e incluso la muerte.
Hepatitis B aguda Los primeros síntomas de infección por hepatitis B, en promedio,
demoran entre 60 y 120 días en aparecer. Sólo el 50 por ciento de los adultos que se
infectan tienen síntomas; y ese porcentaje es menor en el caso de los niños. • Los
síntomas más frecuentes son: color amarillento de la piel y los ojos (ictericia); orina de
color obscuro y heces claras; molestias similares a la gripe (falta de apetito, fatiga,
debilidad, náuseas o vómitos); fiebre, dolor de cabeza o dolor de articulaciones; erupción
cutánea y comezón; dolor en la parte alta del abdomen.
Hepatitis B crónica
Entre un 5 y un 10 por ciento de las infecciones por hepatitis B se vuelven crónicas. Existe
una inflamación leve persistente del hígado , hepatitis crónica plenamente desarrollada
con que puede conducir a cirrosis y un estado de portador crónico. La infección crónica
también puede llevar a un cáncer hepático.
Hepatitis B Formas de transmisión
Formas de transmisión

 Uso de agujas contaminadas


 Relaciones sexuales
 Contacto directo con sangre De madre a niño
 Transfusiones con sangre contaminada
Hepatitis B – Medidas preventivas
• Evitar uso de agujas contaminadas
 Prácticas de inyección seguras
 No compartir jeringas
Medidas de bioseguridad
Hepatitis B – Medidas preventivas
• Relaciones sexuales sin protección Reducir el número de parejas sexuales Uso
correcto y consistente del preservativo
• Hepatitis B – Medidas preventivas
• Contacto directo con sangre No compartir hojas de afeitar No compartir cepillos
dentales Evitar contacto directo con heridas
• Transmisión madre niño Descarte de hepatitis en la madre Vacunación del recién
nacido
• Hepatitis B – Medidas preventivas
• Transfusiones con sangre contaminada Tamizaje completo en bancos de sangre
• Hepatitis B – Medidas preventivas
• La medida preventiva más importante contra la hepatitis B es la VACUNACION
• La Vacuna
• Disponible desde 1982 Vacuna recombinante Eficacia del 95% Eventos adversos
muy raros

Síntomas: La mayor parte de los afectados no experimentan síntomas durante la fase de


infección aguda, aunque algunas personas presentan un cuadro agudo con síntomas que
duran varias semanas e incluyen coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia),
orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor abdominal. Un pequeño grupo de
personas con hepatitis aguda puede sufrir insuficiencia hepática aguda, que puede
provocar la muerte.

En algunos casos la hepatitis B puede causar también una infección hepática crónica, que
posteriormente puede dar lugar a cirrosis hepática o cáncer de hígado.

¿Quiénes corren riesgo de sufrir la enfermedad de forma crónica?

La probabilidad de que la infección se cronifique depende de la edad a la que se produzca.


Los niños infectados con el virus de la hepatitis B antes de cumplir los seis años son los
más expuestos al riesgo de sufrir infecciones crónicas:

En los lactantes y niños:

 entre un 80% y un 90% de los lactantes infectados en el primer año de vida


sufrirán una infección crónica; y
 entre un 30% y un 50% de los niños infectados antes de cumplir los seis años
sufrirán una infección crónica.

En los adultos:

 menos de un 5% de las personas sanas que se infecten en la edad adulta sufrirán


una infección crónica; y
 entre un 20% y un 30% de los adultos que padecen una infección crónica sufrirán
cirrosis y/o cáncer hepático.
HISTORIA DE LA ALCACHOFA
No se sabe con exactitud en qué momento apareció la alcachofa. Hay quienes dicen que
en los papiros egipcios existen indicios de su consumo, pero también muchos afirman que
apareció en la antigua Roma, como resultado de la mutación del cardo silvestre, una
planta de la misma familia, muy similar en su aspecto, pero repleta de espinas. En todo
caso, la alcachofa se convirtió en una especie muy buscada, debido a que el líquido en el
que se hervían sus hojas era considerado como una bebida energizante y hasta
afrodisíaca, incluso bien entrado el siglo XVIII.
Hoy en día, la alcachofa es uno de los productos típicos de la región mediterránea,
especialmente en países como Italia, España y Francia, que son los mayores productores y,
sin duda, los más creativos a la hora de utilizarla en los fogones. La selección y desarrollo
como cultivo hortícola, se atribuye a jardineros italianos, que empezaron a experimentar
con la planta en el siglo XV.
Este nombre lo debe precisamente a una leyenda. Según la mitología griega de un dios
que se enamoró de una muchacha en la isla de Zynara y, al ser rechazado, la castigó,
convirtiéndola en alcachofa. Los griegos y los romanos la consumían, aunque se trataba de
la alcachofa silvestre (muy similar al cardo), pues la obtención de variedades aptas para el
cultivo, es relativamente reciente.
En las huertas italianas y en las de la España árabe se empezaron a seleccionar a partir de
los ejemplares silvestres y fue en el siglo XV, cuando su cultivo se propagó por toda Italia,
Francia, Inglaterra y España. Consta de una cabeza esférica, de unos diez centímetros de
diámetro, achatada o alargada según la variedad, compuesta por una sucesión de hojas
superpuestas, en forma de escamas.
Como en otros muchos casos, y probablemente con tan poco fundamento, se atribuye el
mérito de su descubrimiento para Europa a Catalina de Médicis, hija del Duque de Urbino
y biznieta del Papa León X. Hacia 1533 fue desposada por el Duque de Orleáns, que llegó a
ser rey de Francia en 1547. Parece ser que sí está documentado que Catalina tenía gran
afición a las alcachofas, de las que comía tales cantidades que, como dice el cronista
francés antiguo, “cuyda crever” es decir, estaba a punto de reventar. Sin embargo, parece
que la afición a esta hortaliza estaba ya bastante extendida antes del nacimiento de la
glotona italiana. En el arte culinario de Enrique de Villena, que ofició de trinchador en las
Cortes de Castilla y Aragón a comienzos del siglo XV, se describe con minucia que había
que pelar y partir las alcachofas en la mesa de los reyes.
ORIGEN Y VARIEDADES
Se trata de una planta oriunda del norte de África, lo que explica que su cultivo esté muy
localizado en países de la cuenca mediterránea, como Italia y España (los mayores
productores), Francia o países del norte de África, donde se concentra el 80% de la
producción mundial.
España es el segundo productor mundial después de Italia, con cerca del 30%, y el primer
exportador. El 60% de las alcachofas españolas son transformadas en la industria. En la
actualidad, California, en Estados Unidos, también tiene amplias zonas de cultivo de
alcachofas.
La palabra alcachofa parece que deriva del término árabe Al-kharshûf, que significa
“lengüetas de tierra”, en referencia a sus singulares hojas. Fueron los árabes, durante la
Edad Media, quienes extendieron el cultivo por Europa, mejoraron las variedades y sus
cualidades gastronómicas. Los griegos y también los romanos propagaron su fama como
alimento afrodisíaco, lo que favoreció e incrementó su empleo culinario.
En la actualidad, la alcachofa es un alimento habitual en todos los hogares. Las variedades
de alcachofas más cultivadas se agrupan, según su denominación geográfica, marcada por
su lugar de origen: Blanca de Tudela, Madrileña, Violeta de Provenza, Camus de Bretaña,
Romanesco, Espinoso Sardo, Californiana, etc. Estas variedades se diferencian
principalmente por la forma (esférica u oval), tamaño, color del capítulo (verde o violeta) y
por la precocidad (variedades de día corto o día largo).
o De Gran Bretaña: Frutos grandes, cuyas hojas jóvenes son de color entre
verde y violeta.
o De Francia: De tres tamaños distintos (grandes, medianas y pequeñas).
o De Italia: De color verde, más o menos intenso, con matices rojo-violetas y
tamaño variable. Foto 2. Frutos de alcachofa comercial y en floración.
o De España: La variedad más cultivada, casi la única destinada al mercado
nacional, es la alcachofa Blanca de Tudela (Navarra), de forma redondeada,
pequeño tamaño, con las hojas centrales muy compactas y de color verde.
Para exportación se cultivan en Murcia y Alicante otras variedades: Violeta
de Provenza o Macau (Camus de Bretagne o Blanc Hyérois), entre otras.
SU MEJOR ÉPOCA
La alcachofa es propia del invierno. La recolección suele comenzar hacia el mes de
octubre, finalizando en primavera en el área mediterránea, siendo, por tanto, la mejor
temporada el otoño, hasta las primeras heladas de invierno. La novedad en el cultivo de
alcachofa son las variedades procedentes de semilla, capaces de crecer durante la
temporada estival y que tengan cierta calidad, tanto para fresco como para
industrialización.

CARACTERÍSTICAS
Forma: La parte comestible es la inflorescencia, alargada o achatada en forma de rosetón,
con brácteas verdes superpuestas que parecen escamas. A las internas y porciones
blandas del cogollo se les llama de manera coloquial “corazón de la alcachofa”. Tamaño y
peso: Llega al metro o más de altura según variedades, con tallos erguidos, gruesos y
ramificados, que llevan en el extremo grandes inflorescencias de tamaño variable, según
la variedad, y clasificándose según su destino. El peso varía, según la variedad y uso
culinario, desde 50 a 100 gramos. Foto 3. Frutos comerciales alcachofa de semilla 7
HORTICULTURA Color: Hojas y tallos de color verde brillante, inflorescencias en distintos
tonos de verde o violáceos. Sabor: La carne de la alcachofa es crujiente, suculenta, fina y
con una combinación muy acertada de sabores. Dotadas de un ligero amargor y un toque
final dulce.
Nombres:

Nombres: Nombre Latino: Cynara scolymus, L. Francés: Archaut


Castellano: Alcachofera Inglés: Garden artichoke, globe artichoke
Catalán: Carxofera Holandés: Artisjok
Vasco: Orriburra Alemán: Artischocke
Gallego y Portugués: Alcachofra Italiano: Carciofo
ALCACHOFA COMO PLANTA MEDICINAL
PRINCIPIOS ACTIVOS: –
Ácidos: Cafeolquímico y dicafeoilquímico, cafeico, linoleico, oleico, pantoteico (flor) y
ferúlico (planta).
– Vitaminas: Grupo B (Niacina, Riboflavina, Tiamina, B6 ), C y E.
– Pigmentos: Flavonoides y otros.
– Mucílagos.
– Inulina, cinarina y cinaropicrina.
– Minerales: Hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y calcio.
PARTE UTILIZADA: LA HOJA Las hojas de la alcachofa contienen un principio activo mayor:
la cinarina, que fue aislado por Panizzi. La alcachofa contiene además una serie de ácidos
orgánicos (ácidos succínico, málico, cítrico...), así como compuestos fenólicos derivados de
ácidos benzoicos y cinémicos, flavonoides y taninos. La farmacopea experimental ha
puesto en evidencia el interés de la sinergia y de la potenciación de sus principios activos,
ya que, estos ácidos aislados, tendrían efectos muy débiles. Si se elimina uno de ellos, los
resultados son decepcionantes. Estos trabajos demuestran claramente el interés y la
superioridad de totum. Se han puesto en evidencia en la alcachofa tres grandes grupos de
acciones: – Acción hipolipemiante e hipocolesterolemiante. – Acción diurética. – Acción
colerética.
PROPIEDADES: Colagogo, colerético, diurético, febrífugo (cocción de raíces) y laxante (por
su alto contenido en fibra).
INDICACIONES: Problemas hepato biliares, prostáticos, anemia, diskinesia biliar, ácido
úrico e hipercolesterolemia. Foto 5. Sección capítulo de alcachofa. 9
USO INTERNO Hígado y bilis: Protege al hígado y ayuda a su recuperación en caso de
enfermedad hepática (cirrosis, hepatitis, insuficiencia hepática, intoxicación, etc).
Favorece la función biliar. Los ácidos cafeico, linoleico y oleico intervienen en su poder
hepato-protector y el ácido cafeolquímico es el que aporta un valor colerético, es decir, de
estimulación de la bilis. (Infusión de dos cucharadas de hojas secas por litro de agua.
Tomar tres veces al día antes de las comidas un preparado de jugo de las hojas verdes
mezcladas con vino puede servir para el mismo cometido).
Colesterol, hipertensión, arterosclerosis: Su virtud principal radica en la capacidad que le
proporcionan sus ácidos para reducir el nivel de colesterol en sangre, disminuir la presión
arterial y, también, prevenir la arterosclerosis, con lo cual previene el riesgo de
enfermedad vascular o ayuda a la recuperación después de algún accidente de este tipo,
como infarto, angina de pecho, (...) (Cualquiera de los preparados anteriores puede servir
para conseguir estos efectos). Antidiabética: Rebaja el nivel de azúcar en la sangre y
previene o ayuda a combatir la diabetes (Jugo de las hojas mezcladas con vino) (Decocción
de unas hojas hasta reducir el líquido a la mitad. Tomar un vaso al día)
Diurético: Favorece la eliminación de líquido en el cuerpo, por lo que resulta interesante
no solamente en caso de obesidad, sino también en aquel conjunto de dolencias que
mejoran con la eliminación de agua y la consiguiente eliminación de toxinas y,
especialmente, el ácido úrico: enfermedades circulatorias, hepáticas, gota, artritis y otras
(Decocción de 60 gramos de raíces secas por litro de agua, hasta reducir el líquido a la
mitad. Beber 2 vasos al día). Anticancerígeno: Estudios recientes han demostrado la
influencia que tienen los ácidos cafeico, pantoteico, y los flavonoides en la prevención o
mejora de los procesos cancerosos.
USO EXTERNO: La alcachofa se emplea también externamente, en forma de fricciones
frecuentes para combatir los dolores reumáticos, artríticos y de los riñones; para ello se
utiliza en decocción de hojas y tallos, siendo el jugo fresco de las hojas empleado
externamente para el tratamiento del acné, eczemas y erupciones cutáneas.

2.1 ANTECEDENTES TEORICOS

La hepatitis

es un término general para designar la inflamación del hígado, cuyo origen puede ser por
causas infecciosas o no. Los virus responsables de muchos casos de hepatitis infecciosas
incluyen: hepatitis A, hepatitis B, hepatitis C, hepatitis D y hepatitis E. Los virus de las
hepatitis A y B son los únicos para los cuales se tienen vacunas disponibles actualmente in
la mayoría de países (aunque la inmunidad contra la hepatitis B también confiere
inmunidad contra la hepatitis D, conocida a veces como hepatitis delta).

El virus de la hepatitis B (HBV) es un virus de ADN, en parte de cadena doble,


perteneciente a la familia hepadnavirus. El virus de la hepatitis A (HAV) es un virus de ARN
de cadena sencilla perteneciente a la familia picornavirus. Ambos virus, aunque por su
estructura no se relacionan entre sí, infectan y se replican principalmente en las células
del hígado.

Los síntomas de la infección aguda por hepatitis A son idénticos a los de la infección por
hepatitis B. Los síntomas iniciales incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómito, dolor
abdominal, fiebre, erupciones, dolores de cuerpo y orina de color oscuro. Después de esta
fase pueden presentarse ictericia (la piel y el área blanca de los ojos adquieren un color
amarillo), heces de color claro y dolor en el hígado.
Transmisión

El virus de la hepatitis B se contagia por el contacto con fluidos de un cuerpo infectado (es
decir, sangre, saliva y semen). Se puede contagiar sexualmente o al compartir equipo para
consumo de drogas inyectadas, pinchazos de aguja, durante el parto de una madre
infectada, al hacer contacto con heridas o lesiones abiertas de una persona infectada, y al
compartir navajas de rasurar o cepillos de dientes con una persona infectada. Aunque la
saliva puede servir como medio de contagio en mordidas, no es probable que los besos
sean un medio viable para transmitir el virus.

La ruta fecal-oral es la de transmisión principal para el virus de la hepatitis A. Esto puede


ocurrir por un contacto de persona a persona, o por comer o beber alimentos o agua
contaminados. No se sabe que el HAV se contagie por medio de la saliva. En casos muy
raros se ha contagiado por transfusiones de sangre contaminada.

Ambos virus son sumamente resistentes y pueden ser infecciosos por más de siete días
estando en superficies a temperatura ambiente, aunque en la mayoría de los casos es
poco probable que esto represente la transmisión de la infección.

Complicaciones

La infección por hepatitis A y hepatitis B puede tener consecuencias inmediatas y


mortales. Aproximadamente un 1% de las personas con infecciones agudas por HBV
sufrirán de hepatitis fulminante, o insuficiencia hepática aguda. La infección por HAV
también puede conducir a una hepatitis fulminante, pero es menos usual que con la
infección por HBV. Hasta un 90% de los pacientes con hepatitis fulminante morirán.

Hasta un 95% de los adultos que contraigan una infección aguda por HBV se recuperarán y
no quedarán infectados crónicamente (permanentemente), aunque pueden infectar a
otras personas durante la fase aguda mediante la transmisión de secreciones corporales.
Los otros quedan infectados crónicamente, y con posibilidad de infectar a más personas
por un tiempo mucho mayor (en algunos casos por muchos años), y tienen riesgo de una
enfermedad grave del hígado. El cuadro es diferente para los niños: los niños y bebés
infectados con hepatitis B tienen más posibilidades que los adultos de quedar infectados
crónicamente y, por lo tanto, de desarrollar complicaciones posteriores graves.

La infección crónica con HBV puede conducir a una cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer
de hígado. La infección con HAV no conduce a una infección crónica ni a insuficiencia
hepática crónica.

El tratamiento para los pacientes con infección HBV crónica puede incluir terapia con
interferón, la cual reduce o elimina el virus en algunos pacientes. El interferón bloquea la
replicación viral y mejora la respuesta inmunológica del cuerpo ante las células infectadas.
Como el interferón es una medicina inyectable y tiene varios posibles efectos secundarios
graves, se podría aconsejar a algunos pacientes que demoren o eviten el tratamiento con
interferón o que usen una de varias medicinas orales como lamivudina, adefovir o
entecavir. El tratamiento siempre se aplica y vigila por un médico familiarizado con
hepatitis viral.

La alcachofa

(Cynara scolymus) es una planta de la familia de las asteráceas. Es la variedad no espinosa


del cardo salvaje y sus frutos son muy apreciados en la cocina mediterránea. Además del
empleo culinario de los frutos, las hojas se utilizan en farmacia por sus propiedades
terapéuticas. Es hepatoprotectora, colerética, colagoga, hipocolesterolemiante y
coadyuvante en las dietas destinadas a controlar el peso. Como nutriente resulta muy
adecuada para evitar los excesos de la dieta pobre en verduras y fibra y excesivamente
rica en grasas.

Historia

El cultivo y el uso del cardo y de la alcachofa se remontan a la antigüedad. En diversas


representaciones del Antiguo Egipto aparecen con frecuencia unas a modo de piñas, con
las hojas o brácteas empizarradas, que parecen ser las cabezas de la alcachofera o del
cardo. Existen tratados antiguos en los que se comparan las propiedades medicinales de
ambas plantas. El cardo, tanto crudo como cocido, se considera útil para el estómago, el
hígado, la vejiga y los riñones. Las alcachofas favorecen el humor colérico y melancólico y
perturban el cuerpo y el ánimo incitando a la lujuria, por lo que se las recomienda para los
novios y esposos. Los tratados antiguos suelen considerar más adecuada la ingestión de
cardos que la de alcachofas. Los autores sostienen que los cardos se digieren con facilidad,
aumentan el apetito, dan templado mantenimiento, abren toda suerte de opilación y
provocan la diuresis, mientras que las alcachofas aguzan el apetito, dan sed, engendran
humores corruptibles, alteran el hígado, mueven las materias blancas de las mujeres,
causan excoriación de los riñones, aprietan el paladar y la lengua y son muy contrarias a
los pulmones y a la garganta. Se las describe en los textos clásicos de Dioscórides,
Mathiolo y Laguna.

Descripción

La alcachofa es una planta herbácea, cultivada en muchos lugares del mundo, que es muy
abundante en el mediterráneo donde pocas veces está asilvestrada. Es perenne, de hasta
dos metros de altura. Sus hojas son pinnadolobuladas, de más de 60 cm de longitud, con
lóbulos sin espinas y envés tormentoso. Las hojas tienen color verde claro y, sobre todo en
la cara inferior, están cubiertas de unas hebrillas blancas, muy finas, que se forman a
modo de telarañas y que empalidecen aún más el color de las hojas.

El color característico de las hojas da nombre a la alcachofa, ya que en griego y en


latín, cinara,significa color ceniciento.

Tiene capítulos vistosos de hasta 15 cm, con flores azuladas y brácteas ovales. El
receptáculo floral y la base de sus brácteas son comestibles. La parte de la planta que
contiene los principios medicinales es la hoja que se desecha en alimentación. Las hojas
radicales, en roseta, se recogen en primavera. Las hojas de alcachofa pueden prensarse
para producir un zumo que, concentrado y purificado, se destina a la preparación de
extractos. También puede desecarse rápidamente después de trocearlas en trozos
pequeños.

Composición química de las hojas

Los principios activos que contienen las hojas pertenecen principalmente a las familias
químicas de los ácidos fenólicos, a lactonas sesquiterpénicas (de sabor amargo) y a los
flavonoides:

Lactonas sesquiterpénicas. Cinaropicrina, cinaratriol, grosheimina y deshidrocinaropicrina.

Ácidos derivados del ácido cinámico. Cinarina, ácidos clorogénico, neoclorogénico,


criptoclorogénico, cafeico, cafeilquínico y dicafeilquínico.

Flavonoides. Apigenina, luteolina, heterósidos de luteolina como escolimósido,


cinarotriósido y rutina.

Aceites esenciales. Sesquiterpenos como cariofileno y beta-selineno.

Triterpenos como pseudotaraxasterol.

Taninos.

Polisacáridos homogéneos como la inulina.

Polisacáridos heterogéneos como los mucílagos.

Esteroides. Beta-sitosterol y estigmasterol.

Ácidos orgánicos. Ácidos málico, láctico y fumárico.

Minerales. Potasio, magnesio, hierro y fósforo.


Acción colerética/colagoga

La cinarina tiene propiedades coleréticas y colagogas, es decir, estimula la producción de


bilis en el hígado y facilita posteriormente su vaciado en la vesícula biliar, lo que favorece
la digestión de las grasas. La bilis, formada por sales biliares y colesterol, es secretada por
los hepatocitos y se almacena en la vesícula biliar. Se excreta tras la ingestión de
alimentos para metabolizarlos y digerirlos. Por acción de la bilis, las grasas provenientes
de los alimentos oleaginosos y de las frituras son emulsificadas (fragmentadas en
pequeñas moléculas), transformándose en microgotas que son degradadas por las lipasas
pancreáticas e intestinales, quedando aptas para ser degradadas por las enzimas lipasas
segregadas por el páncreas. La bilis prepara la digestión de los cuerpos grasos y más tarde
se produce la digestión gracias al jugo pancreático, el único capaz de proceder a la
degradación de las grasas. Las enzimas digestivas son segregadas por el páncreas y
consisten en lipasas, colesterolasas, glucidasas y proteasas.

Se recomienda el uso de coleréticos y colagogos en caso de dispepsia no ulcerosa, es decir


en los trastornos que se producen cuando no se digieren bien los alimentos y se producen
digestiones lentas y pesadas, acompañadas muchas veces de aerofagia y ardores. También
se aconseja su empleo cuando se prevén comidas copiosas o abundantes en grasas. Las
plantas medicinales más utilizadas con estos fines son la alcachofa, el boldo, la fumaria, el
rábano negro, la angélica, el hinojo, la milenrama y la menta.

Acción hepatoprotectora

El extracto de hojas de alcachofa es un protector hepático, debido a la acción captadora


de los radicales libres que producen la oxidación celular. En pruebas experimentales se ha
constatado que la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad resulta inhibida como
consecuencia de la administración del extracto de hojas de alcachofa. A pesar de ello, y de
sus cualidades antitóxicas, no está comprobado que la alcachofa favorezca la regeneración
de las células hepáticas, como es el caso del cardo, pero sí es recomendable su empleo en
caso de insuficiencia hepática y hepatitis.

Acción hipolipemiante

El extracto de alcachofa inhibe de forma indirecta la hidroximetil-glutaril-coenzima A-


reductasa (HMGCoA-reductasa). Se ha comprobado que la actividad es debida al
cinaratriósido y, sobre todo, a su genina luteolina. Además, aumenta la eliminación de
bilis, lo que tiene un efecto coadyuvante y facilita el drenaje de colesterol.

Diversos estudios realizados recientemente con pacientes que presentaban valores séricos
elevados de colesterol han demostrado que la ingestión de preparados a partir de
extractos de hojas de alcachofa reduce el valor de colesterol total y cLDL.

Se considera adecuado un cambio en la alimentación cuando existen valores de colesterol


total entre 220 y 300 mg/dl y valores de cLDL mayores de 150 mg/dl.

Antes de llevar a cabo una terapia medicamentosa con hipolipemiantes sintéticos se debe
optar por modificar la dieta, adoptando una que reduzca la ingestión de grasas. Es muy
aconsejable acompañar la dieta hipocolesterolemiante con la administración de
preparados de hojas de alcachofa, así como controlar el peso y la tensión arterial y hacer
ejercicio físico moderado.

El extracto de hojas de alcachofa es una buena opción fitoterapéutica por sus propiedades
coleréticas, hipocolesterolemiantes, antidispépticas, antieméticas y espasmolíticas. Es
destacable el potente poder antioxidante y de protección sobre las células hepáticas. La
inhibición de la síntesis de colesterol nuevo, el aumento de la excreción biliar de colesterol
y la inhibición de la oxidación de cLDL representan una acción triple para la prevención de
arteriosclerosis.
La existencia de depósitos de colesterol en las paredes internas de las arterias conduce
progresivamente a un estrechamiento de los vasos, lo que provoca un trastorno
considerable del flujo sanguíneo. En consecuencia, se pueden presentar dolencias graves
como angina de pecho, infarto de miocardio, apoplejía o trastornos de percusión en las
piernas u otros órganos.

Alcachofa (Cynara scolymus L.).

El extracto de hojas de alcachofa es una buena opción fitoterapéutica por sus propiedades
coleréticas, hipocolesterolemiantes, antidispépticas, antieméticas y espasmolíticas

Tratamiento de la hipertrigliceridemia

Se considera que existe hipertrigliceridemia cuando la cifra supera 1,5 g/l en ayunas por la
mañana. Suele descubrirse en análisis rutinarios efectuados a personas obesas, mujeres
que toman anticonceptivos orales, diabéticos y pacientes con hipercolesterolemia. El
incremento de la cifra de triglicéridos en sangre predispone a presentar patologías
tromboembólicas y pancreatitis. El exceso en la síntesis de triglicéridos suele ser debido a
la intolerancia a la ingestión de alcohol o a los glúcidos o al exceso de calorías en la dieta.
Las medidas dietéticas consisten en suprimir el alcohol y realizar un régimen sin fruta,
fécula ni azúcares y disminuir la ingestión de calorías. El examen debe repetirse al mes de
haber adoptado estas medidas dietéticas. Además de medicamentos como las estatinas,
se emplea la fitoterapia. Se usan plantas ricas en mucílagos, que disminuyen y demoran la
absorción de los azúcares. Las más empleadas son la ispágula (Plantago ovata) y la
alcachofa.

Tratamiento de la migraña
La migraña afecta a gran parte de la población, especialmente a la femenina. El perfil
típico del paciente migrañoso es una mujer joven, que vive en una gran ciudad y presenta
1-4 crisis al mes. El tratamiento consiste en atacar la crisis migrañosa o proceder a un
tratamiento preventivo de fondo. En las crisis se recurre a antálgicos, antiinflamatorios no
esteroides y alcaloides de conezuelo de centeno. La fitoterapia es de escasa eficacia, por
lo que no se suele utilizar. Por el contrario, es muy útil en el tratamiento de fondo, sobre
todo asociada a otros medicamentos más activos. El tratamiento de fondo debe ser
habitual y regular y se actúa sobre el mecanismo vasculohumoral responsable de las crisis
migrañosas. Hay tres categorías de medicamentos: los estabilizantes del tono vascular
(dihidroergotamina), los inhibidores de la agregación plaquetaria (ácido acetilsalicílico) y
las sustancias que interfieren con los neuromediadores (metisergida). Son útiles las
plantas sedantes y espasmolíticas. Las más empleadas son la matricaria, la amapola de
California, la milenrama y la alcachofa.

Posología y precauciones

Se usa la droga pulverizada, el extracto fluido o seco y la tintura. Normalmente, la dosis


media diaria es de 6 g de droga. En principio, el extracto de hojas de alcachofa puede ser
tomado por todas las personas, pero existen algunas situaciones a tener en cuenta antes
de su empleo. Está contraindicada en casos de litiasis biliar u obstrucción de los conductos
biliares y en mujeres embarazadas y lactantes. Se ignora si los componentes de la hoja de
alcachofa son excretados en cantidades significativas con la leche materna y si ello puede
afectar al lactante. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la
administración de los preparados con extractos de hojas de alcachofa. Además, la
alcachofa puede disminuir la secreción de leche y los principios amargos que contiene
pueden llegar a la leche materna y conferirle un sabor desagradable.

Conclusión
Algunos estudios recientes ponen de manifiesto que un tercio de la población española
presenta molestias dispépticas, un problema que afecta a muchas mujeres y varones a
partir de los 35 años. Debido a factores como el estrés en el ámbito profesional y laboral,
una alimentación desequilibrada y el consumo frecuente de comidas rápidas, se originan
trastornos funcionales del sistema digestivo, sobrecarga hepática, saciedad y flato. Gran
parte de la población presenta valores elevados de colesterol y triglicéridos. En todos
estos casos está indicado el uso de los extractos de hojas de alcachofa, habitualmente en
forma de cápsulas, un remedio seguro y bastante eficaz que sirve de complemento a otros
medicamentos más activos y que tiene la ventaja de su reducido coste.

2. HIPOTESIS Y VARIABLES
2.1 HIPOTESIS
La infusión de alcachofa favorece genera mejores resultados significativos en el
tratamiento de la hepatitis tipo B por su gran contenido en cinarina.
2.2 VARIABLES
2.2.1 Variable Dependiente: Infusión de alcachofa
2.2.2 Variable Independiente: tratamiento de hepatitis tipo B
DISENO MUESTRAL
1. POBLACION: La población está conformada por 829 personas de ambos sexos de la
comunidad que reciben dosificación de infusión de alcachofa como acción preventiva
contra la hepatitis tipo B

2. MUESTRA: la muestra estuvo formada por 50 adultos que en el mes de julio


recibieron dosificaciones de infusión de alcachofa .
CAPITULO I
A) OBJETIVOS EMPRESARIALES DE SERVICIOS EN ENFERMERIA O
DE SALUD
 Incrementar la eficiencia y efectividad del sistema nacional de salud.
 Incrementar el acceso de la población a servicios de salud.
 Aumentar las capacidades y competencias del talento humano
 Multiplicar la satisfacción de los ciudadanos con respecto a los
servicios de salud.
 Amplificar el uso eficiente del presupuesto.

B) OBJETIVOS COMERCIALES
 Incrementar el posicionamiento en diferentes canales de ventas de
la infusión de alcachofa.
 Incrementar las ventas en un 6 % con respecto a 2019 – 2020
 Capacitación a nuevos clientes.

CAPITULO II
EL PROCESO LOGISTICO
CAPITULO III
A) CUESTIONARIO
ENCUESTA APLICADA EN LA COMUNIDAD DE NUÑUMABAMBA

SEXO: Femenino Masculino


EDAD:
1. ¿La infusión de alcachofa creé que disminuyo sus síntomas?

A. Si B) No
2. ¿Presentó algún malestar al tomar la infusión?

a) Dolor de estomago
b) Fiebre.
c) Sudoraciones nocturnas.
d) Ningunos.

3. ¿Creé usted que la infusión es una medida importante y eficaz para la disminución
de hepatitis B?

A) si B) no

4. ¿La infusión de alcachofa será una medida económica y accesible para su consumo?
A) Si B) no

5. ¿Después de haber ingerido la infusión de alcachofa que medidas preventivas


tendrá en cuenta?

a) No compartir el cepillo dental.


b) No compartir hojas de afeitar
c) Evitar el contacto directo con heridas
d) Uso correcto y consiente del preservativo.
B) RESUMEN ESTADISTICO
1. ¿La infusión de alcachofa creé que disminuyo sus síntomas?

SI NO

FEMENINO 8

MASCULINO 12

TOTAL 20

2. ¿Presentó algún malestar al tomar la infusión?

DOLOR DE FIEBRE SUDORACION NINGUNA


ESTOMAGO NOCTURNA

FEMENINO 03 00 00 05

MASCULINO 04 00 00 08

TOTAL 07 00 00 13 20

3. ¿Creé usted que la infusión alcachofa es una medida importante y eficaz para la
disminución de hepatitis B?

SI NO

FEMENINO 08 00

MASCULINO 12 00

TOTAL 20
4. ¿La infusión de alcachofa será una medida económica y accesible para su consumo?
SI NO

FEMENINO 06 02

MASCULINO 11 01

total 17 03

5. ¿Después de haber ingerido la infusión de alcachofa que medidas preventivas


tendrá en cuenta?

NO NO EVITAR EL USO DE
COMPARTIR COMPARTIR CONTACTO CORRECTO Y
EL CEPILLO LAS HOJAS DE DIRECTO CONSIENTE DEL
DENTAL LA NABAJA CON PRESERVATIVO
HERIDAS

FEMENINO 8 00 8 8

MASCULINO 12 12 12 12

TOTAL 20 12 20 20
C) ANALISIS DE RESULTADOS OBTENIDOS
1.
¿La infusión de alcachofa creé
que disminuyo sus síntomas?

14
12
10
8
6
4
2
0
SI NO

MUJERES VARONES Columna1

La infusión de alcachofa si disminuye la sintomatología de la hepatitis B


tomando como muestra a 20 personas adultas entre ellos 12 varones y 8
mujeres .

2.
¿Presentó algún malestar al tomar la infusión?

25

20

15

10

0
dolor de estomago fiebre sudoraciones ninguno TOTAL
nocturnas

MUJERES VARONES TOTAL

La infusión de alcachofa presento malestares como dolor de estómago en 3


mujeres y 4 varones siendo en toral 7 personas, fiebre y sudoración
nocturna ningunos y 5 mujeres y 8 varones siendo un total de 13 personas
que no tuvieron ningún malestar , sumando las dos cantidades tenemos un
total de 20 personas .

3.

¿Creé usted que la infusión alcachofa es una


medida importante y eficaz para la
disminución de hepatitis B?

25
20
15
10
5
0
SI NO TOTAL

MUJERES VARONES Columna1


En 8 mujeres y 12 varones siendo un total de 20 personas creyeron que la
infusión de alcachofa si es una medida importante y eficaz para la
disminución de hepatitis B

D) CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
E) PRESUPUESTO

CONCLUCIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIGRAFIA
ANEXOS

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