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INTEGRANTES:
XIOMARA PARRALES
DIEGO VARGAS
BLADIMIR ZAMORA
INFORME:
APLICACIÓN DEL MÉTODO DE CURADO (AL SOL) A LAS HOJAS DE TABACO (Nicotiana
tabacum).
UNIDAD DE APRENDIZAJE:
INDUSTRIA TABACALERA Y FIBRA VEGETAL
AÑO LECTIVO:
2019 – 2020
TEMA: Aplicación del método de secado (al sol) a las hojas de tabaco (Nicotiana tabacum).
OBJETIVO GENERAL
Aplicar el método de curado (al sol) a las hojas de tabaco (Nicotiana tabacum)
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Comparar el color de las hojas de tabaco (Nicotiana tabacum), expuesta al sol con los otros
métodos de secado.
Evaluar las características organoléptica a las hojas de tabaco (Nicotiana tabacum), antes y
durante del curado al sol.
I. INTRODUCCIÓN
El tabaco (Nicotiana tabacum), es un cultivo que aporta al Ecuador el 18% del total del impuesto a la
renta y el 46% de las recaudaciones globales del impuesto al consumo, como también genera
ingresos al país por su producción, con rendimiento promedio de 2.24 toneladas métricas por
hectárea. Además por ser un cultivo que requiere un intensivo uso de mano de obra, es una
importante fuente de trabajo, ya que en promedio se necesita unas 2.200 horas de trabajo por
hectárea, (Mancheno Salazar, 2016).
Desde 1985, el tabaco se produce en granjas agrícolas de las provincias de Manabí, Guayas, Los
Ríos, Loja y Esmeraldas. Las zonas de mayor cultivo son Simón Bolívar, Baquerizo Moreno, Naranjal,
Colimes, Milagro, El Empalme, Mocache y Quevedo, siendo estas últimas, zonas que cuentan con
condiciones adecuadas para la producción del cultivo de tabaco, (Mancheno Salazar, 2016).
El proceso de curación del tabaco es aquel que ocurre dentro del período de tiempo enmarcado
entre el ensarte de la hoja y el zafado de la misma, este proceso transcurre normalmente entre 40
y 50 días, aunque puede durar hasta 90 días, (Vlásica De la Barra, 2001).
El curado al sol un método típico de los tabacos oriental y semi-oriental que consiste en dejar al sol
las cujes de tabaco recolectados en mancuernas durante un período de tiempo entre tres y cinco
días hasta que las hojas se marchiten, (Vlásica De la Barra, 2001).
En el proceso de secado influyen muchos factores especialmente el sol y la humedad que junto al
aire, van haciendo la alquimia que lleva al tabaco recién cosechado de verde a amarillo.
Producto de la acción de los rayos del sol que atraviesan las hojas, y lo van curando hasta llegar a
las tonalidades marrones, el roció de la madrugada humecta las hojas, y es importante mantener
un equilibrio en esta etapa si no tienen sol se suelen secar verdes y se resecan, hay que prestar
una atención importante para abrir las hojas así el sol las seca parejas, (Cerquera Peña, Ruiz
Osorio, & Pastrano Bonilla, 2010).
II. MARCO TEÓRICO
El tabaco es una planta perenne de cultivo anual, la cual fue descubierta en américa del sur en la
época de colonización española 1492, su origen se remonta a milenios atrás donde el tabaco era
considerado una planta medicinal y sagrada, muy utilizada en rituales shamanicos y como ofrenda
en los templos, ( RUBIO MONTEVERDE & RUBIO MAGAÑA, 2006).
Se la descubrió o fue nombrada por primera vez en 1492 en uno de los diarios de Cristóbal
Colon, ( RUBIO MONTEVERDE & RUBIO MAGAÑA, 2006).
En el año de 1535 fue observada por Gonzalo Fernández de Oviedo, que era en ese momento el
gobernador de Santo Domingo (La Española), quien se dio cuenta que la cultura indígena la
utilizaba con fines medicinales, lo que lo ayudo a escribir en su Historia General y Natural
de la Indias, ( RUBIO MONTEVERDE & RUBIO MAGAÑA, 2006).
Para 1580 el nombre tabaco había recorrido el viejo mundo y fue el médico sevillano Nicolás
Monardes fue quien divulgó las propiedades curativas del tabaco en su obra "La Historia
Medicinal" de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, ( RUBIO MONTEVERDE
& RUBIO MAGAÑA, 2006).
En ese entonces fueron los años de 1570 a 1577 cuando Francisco Hernández de Bóncalo,
médico de la corte de Felipe II, fue enviado para estudiar las distintas plantas de tabaco del
Nuevo Mundo y especialmente las que tenían carácter medicinal o con propiedades
terapéuticas. Sembró por primera vez tabaco en unas tierras denominadas los cigarrales,
porque solían ser invadidas por plagas de cigarras, y situadas en los alrededores de Toledo, (
RUBIO MONTEVERDE & RUBIO MAGAÑA, 2006).
Tabaco:
La planta del tabaco ha mantenido siempre una estrecha relación con el desarrollo de la
humanidad y se sabe que por lo menos se cosechaban dos especies diferentes de tabaco en el
Nuevo Continente, una era la Nicotiana Rústica (América del Norte), un tabaco cuya hoja tenía un
alto contenido de nicotina y que por ser muy amarga era fumada en pipa para fumar y también
mezclada con otras hierbas, la otra variedad, la Nicotiana Tabacum (América Central y del Sur), era
mucho más suave, (Everett, 2003).
Esta última en concreto, la Nicotiana Tabacum, parece tener su origen en las tierras de la cultura
maya sobre el año 2000 a.C. abarcando Guatemala, Honduras y los estados mexicanos de Chiapas,
Campeche y Yucatán; estos pueblos eran grandes marinos y comerciaban por todo el Golfo de
México y las islas del Caribe. Esto hace pensar que todas estas islas tengan en común el tabaco de
México, lo que denominaban los mayas como "CIKAR" que en maya significa FUMAR. Fue en estos
viajes como llegó a Cuba, donde lo denominaban los aborígenes "COHIBA", (Everett, 2003).
Características:
La estructura, la morfología y la composición química de las hojas son las propiedades que
determinan la calidad de un tabaco. Entre las variedades y tipos comerciales de tabaco objeto de
cultivo existen importantes diferencias cuantitativas, en lo que se refiere a su composición química.
Tales diferencias reflejan la diversidad de gustos, aromas, etc. Que distinguen entre sí los tipos de
tabaco y los diferentes tipos de productos elaborados, (Estefania, 2004).
Químicamente la hoja de tabaco está compuesta por azúcares, ácidos orgánicos, hidrocarburos,
proteínas, sustancias minerales variables; nicotina y otros alcaloides. La nicotina y los alcaloides
son sustancias propias del tabaco, que lo diferencian de otros productos vegetales, (Estefania,
2004).
La clasificación de las hojas de tabaco comercial depende del tipo y variedad, pero siempre
tomando en consideración las siguientes características: posición de la hoja de tabaco en el tallo,
tamaño, coloración, textura, elasticidad, grosor de la vena principal y aroma, (Estefania, 2004).
Composición:
Químicamente la hoja de tabaco está compuesta por azúcares, ácidos orgánicos, hidrocarburos,
proteínas, sustancias minerales variables; nicotina y otros alcaloides. La nicotina y los alcaloides
son sustancias propias del tabaco, que lo diferencian de otros productos vegetales, (Mancheno
Salazar, 2016).
Las sustancias químicas contenidas en las hojas del tabaco son las precursoras de las más de
4000 sustancias que aparecerán en el humo de la combustión, el cual se divide en dos fases: fase
gaseosa y fase sólida o de partículas. La separación de las fases se realiza pasando el humo del
tabaco por un filtro tipo Cambridge, formado por agujas de vidrio muy finas que retienen las
partículas dejando pasar la fase gaseosa. Posteriormente se identifican las sustancias con
espectrometría de masas, cromatografía gaseosa, etc. Cuantificando resultados incluso en ng/ml.
Algunos de los componentes identificados en la fase gaseosa son los siguientes:
CO, CO2, acetona, acetonitrilo, acetileno, NH3, dimetilinitrosamina, HCN, metano, propano,
piridina, metilclorhidrato, metilfurano, NOX, nitrospirrolidina, propionaldehido, 2-butano, 3-
picolina,3-binilpiridina, etc. De la fase de partículas se han aislado: nicotina, anilina, benzopireno,
catecola, hidracina, naftalina, metilnaftalina, metilquinolinas, NNK, fenol, pireno, quinolina,
stigmasterol, tolueno, “brea”, 2-naftilamina, 4-aminopifenil,etc., (Mancheno Salazar, 2016).
Tipos tabaco:
La planta del tabaco ha mantenido siempre una estrecha relación con el desarrollo de la
humanidad y se sabe que por lo menos se cosechaban dos especies diferentes de tabaco en el
Nuevo Continente, una era la Nicotiana Rústica (América del Norte), un tabaco cuya hoja tenía un
alto contenido de nicotina y que por ser muy amarga era fumada en pipa para fumar y también
mezclada con otras hierbas, la otra variedad, la Nicotiana Tabacum (América Central y del Sur),
era mucho más suave, (Estefania, 2004).
Esta última en concreto, la Nicotiana Tabacum, parece tener su origen en las tierras de la cultura
maya sobre el año 2000 a.C. abarcando Guatemala, Honduras y los estados mexicanos de Chiapas,
Campeche y Yucatán; estos pueblos eran grandes marinos y comerciaban por todo el Golfo de
México y las islas del Caribe, (UEX, 2017).
En la actualidad existe una tercera variedad que se desarrolló de mejor manera en el estado de
Virginia en los estados unidos. Esta variedad denominada Nicotiana Virginia es de las más
comerciales por su color mucho más claro y su sabor no tan amargo, destacando su presentación
para la fabricación de cigarrillos, (UEX, 2017).
Tipos de curados
Curado al aire
Este tipo de curado, se utiliza para los tabacos de los tipos Burley. Aun teniendo en cuenta que el
curado al aire es un proceso natural, es esencial facilitar la continua eliminación de la humedad
para conseguir los mejores resultados, lo que a su vez implica evitar un secado demasiado rápido
en los climas secos, así como un secado excesivamente lento en los climas húmedos, (Castro,
2005).
Durante este proceso, el tabaco, se cuelga en graneros sin calefacción y con buena ventilación,
para que se seque naturalmente hasta que la hoja alcance un color marrón claro medio (de 4 a 8
semanas), (Castro, 2005).
El tabaco secado al aire es bajo en el contenido de azúcar, lo que le da al humo del tabaco un sabor
ligero-dulce y un alto contenido de nicotina, (Castro, 2005).
Curado al fuego
En este proceso se queman distintos tipos de maderas de bajo de las hojas de tabaco, lo que las
seca y les otorga una fragancia ahumada. El tipo de aroma viene determinado por la naturaleza de
la madera utilizada. La combustión se mantiene de forma continua o intermitente al tiempo, baja y
lenta, (Castro, 2005).
Es una variedad del curado al aire. Cuando el tabaco lleva de tres a cinco días en el secadero, se
encienden fogatas, hasta que se logre una temperatura de 25 grados centígrados, hasta que se
complete el proceso de amarillamiento. Finalmente, la temperatura se lleva hasta los 50 grados
centígrados y se mantiene hasta que las hojas hayan secado totalmente. Durante este proceso, las
hojas se impregnan de diferentes sustancias químicas que se les transmiten con el humo, que les
dan sabor y aroma peculiares, (Castro, 2005).
Curado al sol
Este método de secado al sol se utiliza con el tabaco Oriental. Este proceso de curado, es uno de los
más utilizados en los países orientales ya que su clima, es el apropiado para ello. Los tabacos
curados al sol son muy aromáticos. El tabaco utilizado para este tipo de curado, crece en las
laderas y en los valles de las regiones montañosas de numerosos países de Europa del Este, pero
también en Turquía, Grecia e Italia. Otro tipo, diferente de tabaco curado al sol viene de Malawi,
Corea, Tailandia y la India. Éste es el más adecuado para la pipa y el tabaco de mascar, (Castro,
2005).
Las hojas de tabaco se cuelgan expuestas al sol directamente. El proceso tarda de 12 a 30 días,
(Castro, 2005).
El calor directo del sol produce que las hojas tengan un alto contenido de azúcar y adquieran un
color que oscila del amarillo al anaranjado. Los tabacos curados al sol, se suelen utilizar en
pequeñas proporciones, ya que aportan mucho aroma y sabor a la liga, (Castro, 2005).
Especialmente utilizado para el tabaco Virginia y para las hojas que se emplearán en las envolturas
de los cigarros. Para este tipo de curado se utilizan locales especiales, dotados de fuentes de calor
y ventilación, que permitan mantener uniforme la temperatura y la humedad del aire, (Castro,
2005).
El aire caliente se introduce en los secaderos partiendo de una caldera exterior. El proceso tarda
alrededor de una semana y el calor se controla para permitir que las hojas adquieran un color
amarillo/anaranjado y contengan un alto contenido en azúcar, (Castro, 2005).
Fermentación
Industrialización
En la segunda mitad del siglo XIX, aun habiéndose generalizado la costumbre de fumar, el cigarro
era todavía un artículo de lujo. Esto se debía a que éstos se hacían a mano. Fue necesario que se
iniciara la fabricación en cantidades industriales para que esa circunstancia cambiara
definitivamente, (Meneses González, Márquez Serrano, Sepúlveda Amor, & Hernández Avila, 2002).
En la última década del siglo XIX aumentan los consumidores en Estados Unidos. Este aumento se
debió en buena medida a los agricultores de Carolina del Norte, que habían desarrollado un proceso
de fermentación de tabaco, curado de tabaco y secado del tabaco que elevaba el contenido de
azúcares en las hojas de la planta. Se le denominó "Tabaco Rubio" por el color que adquiría, y al
fumarlo producía un humo que era mucho más suave y fácil de inhalar, (Meneses González, Márquez
Serrano, Sepúlveda Amor, & Hernández Avila, 2002).
En 1875 los empresarios de Richmond (Virginia) Lewis Ginter y John Allen fundaron Allen & Ginter
Tobacco Factory, y convocan un concurso público con un premio de 75.000 dólares a quien
inventara una máquina con capacidad para elaborar miles de cigarrillos al día. El concurso lo gana
un estudiante universitario, James Bonsack, que dejó sus estudios para dedicarse de lleno a
inventar una máquina para fabricar de forma automatizada los cigarrillos de tabaco. Lo consigue
tras 5 años, pero no hay datos de la razón por la cual, Allen y Ginter no utilizaron la máquina. Este
invento transformaría radicalmente la fabricación de cigarrillos y su comercialización a gran
escala más adelante, (Meneses González, Márquez Serrano, Sepúlveda Amor, & Hernández Avila,
2002).
III. MATERIALES Y MÉTODOS
Materiales y equipos
Material de
Materia prima Materiales y equipos Otros
laboratorio
Piola Cuaderno Pinzas
Agujeta Cámara Recipiente de
Cuje celular aluminio
Hojas de tabaco
Secadora
Papel
periódico
1. Se colocan las hojas en una superficie plana y se limpian cuidadosamente sin romperlas.
2. Procedemos amarrar las hojas punzando la parte superior del tallo con la agujeta y pasando la
piola de algodón asegurándolas con un nudo para que éstas no se suelten.
3. Colocamos las hojas en un cuje y las exponemos al sol durante 7 días consecutivos.
Nota:
En la noche se deben guardar en papel periódico para que las hojas no absorban humedad.
Cabe recalcar que las hojas no se deben sacar en los días húmedos.
En un caso de que el día este húmedo, podemos ayudar al secado con una secadora de cabello,
para que de este modo no descontinúe el secado.
IV. RESULTADOS
Verde
Amarillento
Marrón claro
Marrón oscuro
Tabla 3 Evaluación del olor de las hojas de tabaco
Quema del secado por sol para calcular el tiempo de Quema del secado por ahumado para calcular el tiempo de
combustión combustión
VII. BIBLIOGRAFÍAS
RUBIO MONTEVERDE, H., & RUBIO MAGAÑA, A. (2006). Breves comentarios sobre la historia del
tabaco y el tabaquismo. REV INST NAL ENF RESP MEX, 19(4), 297 - 300.
Castro, E. (2005). Secadero Experimental para el curado de tabaco Virginia en el Valle del Tiétar:
Determinación de parámetros para el ahorro energético del proceso. Tesis, Universidad
Politécnica de Madrid, Madrid.
Cerquera Peña, N. E., Ruiz Osorio, Y. L., & Pastrano Bonilla, E. (2010). Evaluación del horno de curado
de tabaco por convección forzada USCO-MADR. Ingeniería e investigación , 30(1).
Comin , J. (2008). El Tabaco : Contribución al estudio de los tabacos argentinos. Tesis Doctoral,
Universidad De Buenos Aires , Argentina.
Everett, K. (2003). Tabaco: mortífero en todas sus formas. Publicación , Organización Mundial de la
Salud - Ministerio de Sanidad y Consumo.