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Esquema Jerárquico del Personal Administrativo “Instituto Superior Tecnológico Loja”

Rectorado

Vicerrectorado

Consejo Académico
Superior

Coordinación de
Talento Humano

Bienestar Estudiantil Coordinaciones


Académicas

Carreras

Rectorado
Encargado de:

 Dirigir, coordinar y regular la Gestión de Riesgos.


 Adoptar, promover y ejecutar las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de
las políticas, estrategias, planes y normas del sistema.
 Diseñar programas de educación, capacitación y difusión orientados a fortalecer las
capacidades de las instituciones y ciudadanos para la gestión de riegos.
 Velar por que los diferentes niveles e instituciones del sistema, que aporten los recursos
necesarios para la adecuada y oportuna gestión.
Vicerrectorado
Encargado de:

 Fortalecer los programas de educación y capacitación


 Formular convenios de cooperación interinstitucional destinados al desarrollo de la
investigación científica, para identificar los riesgos existentes y la vigilancia de
amenazas, para el estudio de vulnerabilidades.
Consejo Académico Superior
Encargado de:

 Órgano asesor del rector y entre sus tareas el conceptuar sobre la creación, modificación
o supervisión de unidades académicas; así como la de revisar y adoptar los programas de
docentes de conformidad con las normas legales.
 Definir las políticas académicas de la institución y decidir sobre el desarrollo académico,
investigativo y bienestar.
Coordinación de Talento Humano
Encargado de:

 Esta área nos ayuda a tener una planeación, desarrollo, organización y coordinación para
poder cumplir con el objetivo determinado.
 Ayuda al estudio y análisis de nuevos procedimientos y métodos de trabajo relacionados
con gestión de riesgo.
Bienestar Estudiantil
Encargado de:

 Orientación educativa, académica y en gestión de riesgos a través de programas de


asistencia y asesoramiento.
 Asistencia individual o colectiva del estudiante en cuanto a la prevención, asistencia a
sus necesidades y asesoramiento en su desarrollo personal y profesional dentro del
contexto Institucional y social.
Coordinaciones Académicas
Encargado de:

 Coordinar los planes y programas de los estudiantes, en sus diversos tipos y modalidades;
integrar los planes de desarrollo, los planes operativos e informes de evaluación.
Procesos de Gestión de Riesgos

Identificación y Caracterización de
escenario de riesgo
 Sistematización de eventos ocurridos
Análisis del Riesgo  Análisis de Riesgos
Proceso de
 Mapas de Riesgos Escala Local
Conocimiento del
Monitoreo del Riesgo  Investigación efectos de desastres
Riesgo
 Sensibilización comunitaria
 Procesos de educación ambiental
Educación y Comunicación del Riesgo

 Proyectos y obras para la mitigación de riesgos:


Intervención Correctiva Implementación de capacitación continua para
Proceso de Reducción el control de Riesgos
del Riesgo  Intervención Física: Reforzamiento estructural
Intervención Prospectiva
de edificaciones e infraestructura,
mejoramiento de sedes
Protección Financiera  Relocalización de infraestructura
 Aseguramiento de Bienes

Preparación para la Respuesta  Formación y Capacitación del personal


 Fortalecimiento de Sistemas de Comunicación
Preparación para la Recuperación  Adquisición suministros y equipos
Proceso de Manejo de
 Sistema de alerta temprana
Desastres
 Procesos de restauración
Ejecución de la Respuesta

Ejecución de la Recuperación

Contar con un Plan de Emergencia Institucional es una responsabilidad de todas nuestras


instituciones públicas y privadas, de poco o nada sirve un plan de emergencia técnicamente bueno,
si reposa en un cajón (Lavell, 2001). Tanto su elaboración como la puesta en práctica requieren
de la cooperación de los integrantes de las instituciones (Hernández-Díaz, 2013).
La participación del personal de la institución es clave para la protección propia y de los bienes y
servicios institucionales, las personas no solo son las primeras en ser afectadas, son también las
que primero deben actuar en una emergencia, antes de la llegada de los organismos especializados
de respuesta (Hernández-Díaz, 2013).
Conforme lo indica las leyes que rigen la Constitución de la República del Ecuador, 2008:
El Articulo 389, sección novena de gestión de riesgos indica: El Estado protegerá a las personas,
las colectividades y la naturaleza frente a los efectos negativos de los desastres de origen natural
o antrópico mediante la prevención ante el riesgo, la mitigación de desastres, la recuperación y
mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y ambientales, con el objetivo de
minimizar la condición de vulnerabilidad. El sistema nacional descentralizado de gestión de
riesgo está compuesto por las unidades de gestión de riesgo de todas las instituciones públicas y
privadas en los ámbitos local, regional y nacional. El Estado ejercerá la rectoría a través del
organismo técnico establecido en la ley.

Tendrá como funciones principales, entre otras:


1. Identificar los riesgos existentes y potenciales, internos y externos que afecten al territorio
ecuatoriano.
2. Generar, democratizar el acceso y difundir información suficiente y oportuna para gestionar
adecuadamente el riesgo.
3. Asegurar que todas las instituciones públicas y privadas incorporen obligatoriamente, y en
forma transversal, la gestión de riesgo en su planificación y gestión.
4. Fortalecer en la ciudadanía y en las entidades públicas y privadas capacidades para identificar
los riesgos inherentes a sus respectivos ámbitos de acción, informar sobre ellos, e incorporar
acciones tendientes a reducirlos.
5. Articular las instituciones para que coordinen acciones a fin de prevenir y mitigar los riesgos,
así como para enfrentarlos, recuperar y mejorar las condiciones anteriores a la ocurrencia de una
emergencia o desastre.
6. Realizar y coordinar las acciones necesarias para reducir vulnerabilidades y prevenir, mitigar,
atender y recuperar eventuales efectos negativos derivados de desastres o emergencias en el
territorio nacional.
7. Garantizar financiamiento suficiente y oportuno para el funcionamiento del Sistema, y
coordinar la cooperación internacional dirigida a la gestión de riesgo.
Art. 390.- Los riesgos se gestionarán bajo el principio de descentralización subsidiaria, que
implicará la responsabilidad directa de las instituciones dentro de su ámbito geográfico. Cuando
sus capacidades para la gestión del riesgo sean insuficientes, las instancias de mayor ámbito
territorial y mayor capacidad técnica y financiera brindarán el apoyo necesario con respeto a su
autoridad en el territorio y sin relevarlos de su responsabilidad.
En efecto, el Plan de Emergencia, es el instrumento principal que define las políticas, los sistemas
de organización y los procedimientos generales aplicables para enfrentar de manera adecuada,
oportuna y eficaz las situaciones de calamidad, desastre o emergencia, en sus distintas fases, con
el fin de mitigar o reducir los efectos negativos o lesivos de las situaciones que se presenten en la
Organización (Gestión de Riesgos plan de emergencia institucional ISTL) (Ocampo Restrepo ,
2007). Los planes de emergencia congregan a un grupo de personas capacitadas y con capacidad
de respuesta frente a cualquier tipo de emergencia, que organiza, coordina y atiende de forma
eficaz las situaciones de crisis (Orozco Restrepo, 2011).
Por lo tanto, toda institución educativa pública o privada debe elaborar un “Plan de emergencia y
contingencia”, para estar alerta a los posibles riesgos, es decir, debe definir la naturaleza del
riesgo, vía de exposición, las características de la población expuesta, la posibilidad de que ocurra,
la magnitud de exposición y las consecuencias, para de esta manera definir las medidas para
mitigar, prevenir y proteger de los daños que se puedan generar en la comunidad y en el
medioambiente, y con el objetivo primordial de atender dichos eventos con eficacia y en el menor
tiempo posible (Fandiño y Alarcón 2016).
Las principales actividades que le corresponden a la educación en materia de reducción de riesgo
de desastre son promover la inclusión y gestión del conocimiento sobre la reducción del riesgo
de desastre en todos los niveles de la educación; la inclusión del conocimiento debe emplear
canales propios y acordes para llegarles a niños y jóvenes con información sobre reducción del
riesgo de desastre; suscitar esta iniciativa como un elemento intrínseco para el desarrollo
sustentable e iniciar la integración de programas educativos de reducción de riesgo dirigidos a
sectores vulnerables (Hernández Marulanda, 2018).
Dentro de la gestión del riesgo de desastres, el riesgo es el producto de la amenaza por la
vulnerabilidad, es decir la relación entre amenaza, vulnerabilidad y riesgo se configura así: “El
riesgo solamente puede existir al concurrir tanto una amenaza como determinadas condiciones de
vulnerabilidad. El riesgo se crea con la interacción de amenaza con vulnerabilidad en un espacio
y tiempo particular (Sánchez, 2017).
Varios autores indican que el riesgo de desastre es “un proceso social caracterizado por la
coincidencia, en un mismo tiempo y territorio, de eventos físicos potencialmente peligrosos, y
elementos socioeconómicos expuestos ante éstos en condición de vulnerabilidad”. En este mismo
orden de ideas, se debe señalar que “solo la presencia conjunta de amenaza y vulnerabilidad crea
un riesgo, que, al producirse un incidente concreto, puede convertirse en un desastre” (Chilán y
Ruiz , 2018 ).
Para el desarrollo de los análisis de riesgos, existen diversas metodologías, la selección depende
de la recopilación y disponibilidad de la información y del nivel de precisión a alcanzar. “El
análisis puede ser cualitativo, semicuantitativo, cuantitativo o una combinación de ellos,
dependiendo de la circunstancia” (Sánchez, 2017).
A continuación, se mencionan algunas metodologías de apoyo y de tipo opcional para el
desarrollo del análisis de riesgo:
Metodología de colores: El análisis de las amenazas y el análisis de vulnerabilidad de las personas,
recursos, sistemas y proceso se realiza para determinar el nivel de riesgo por medio de códigos de
colores. Es una metodología cualitativa que puede ser empleada en cualquier tipo de organización
y “que permitirá establecer si debido a las amenazas o a la posible magnitud de las consecuencias,
es necesario profundizar el análisis utilizando metodologías semicuantitativas o cuantitativas
(Chilán y Ruiz , 2018 ).
Se establecen cuatro niveles de alerta que están asociados a colores. SIN ALERTA o BLANCA
Condiciones normales: Probabilidad de ocurrencia nula o muy baja de un evento peligroso.
Este estado NO necesita una declaratoria. Cuando se incremente la probabilidad de ocurrencia de
un evento, este se asociará con uno de los siguientes niveles de Alerta:
AMARILLA Activación de la amenaza: El monitoreo de los parámetros indican una activación
significativa de la amenaza. Las condiciones y parámetros indican que puede presentarse un
evento que produzca afectaciones en la población.
NARANJA Evento inminente: Las condiciones y parámetros indican que la materialización es
inminente. La probabilidad de ocurrencia del evento peligroso es muy elevada.
ROJA Evento en curso: El evento está en desarrollo y se monitorean su evolución, manejo e
impactos. Es importante recalcar que las autoridades responsables de los cambios de alerta no
solo deben evaluar la dinámica de la amenaza/evento, sino que, además, deben considerar las
condiciones y estado de los factores de riesgo tales como vulnerabilidades, exposición
poblacional, entre otras. Un Estado de alerta puede variar de manera ascendente (cuando aumenta
la actividad) o descendente (cuando la amenaza retorna a un nivel anterior) (García, 2006).
Dentro de la Planificación para la respuesta ante desastres, se consideran las siguientes estrategias:
a. Una acción interinstitucional y multidisciplinaria, que, de manera efectiva permita a las
diferentes instancias del SNDGR, responder a las necesidades derivadas del evento, de forma que
se logre en el corto plazo satisfacer las necesidades urgentes de la población afectada, de forma
escalonada, con procedimientos y protocolos claros, de fácil y rápida aplicación.
b. Considerar la dinámica del evento para hacer uso de instalaciones previamente diseñadas,
adaptadas o improvisadas in situ, con la mínima y necesaria tecnología (soporte tecnológico) para
facilitar las coordinaciones y toma de decisiones, optimizando los recursos interinstitucionales
durante la respuesta.
c. Fortalecer la coordinación y toma de decisiones de las acciones de respuesta a través del Comité
Operaciones de Emergencia.
d. Apoyar el fortalecimiento de capacidades para conocimiento, implementación y uso eficiente
de una metodología de campo, que permita establecer un sistema orgánico estructural para la
administración de la respuesta ante emergencias, desastres y catástrofes.
Para que la respuesta ante un desastre sea eficaz se requiere de capacidades fortalecidas y la
intervención de todos los estratos, iniciando por el nivel familiar, comunitario y concluyendo en
el nivel nacional; esta participación integra a los sectores públicos, privados y a los colectivos
sociales, culturales y étnicos; todos ellos enfocados a una respuesta en función de las necesidades,
como un único fin.
Para el funcionamiento de esta respuesta integrada es necesario disponer de planes, valorar los
avances alcanzados, desarrollar evaluaciones y ejercicios / simulaciones, dotar de medios y
optimizar recursos y capacidades.
Es importante promover la recopilación de las lecciones aprendidas para mejorar una posible
nueva respuesta, es decir todos quienes participen en la respuesta, y en especial los responsables
de la coordinación, deben considerar las necesidades de la población con un enfoque amplio de
afectación, por ejemplo, población anfitriona, familias receptoras, entre otras; este enfoque es
necesario integrarlo a sus responsabilidades y aportes para la respuesta. Por otro lado, es
importante conocer las capacidades en cada nivel para su completo uso y establecer planes de
trabajo en función de las demandas identificadas en las evaluaciones (Azcuenaga y Linaza, 2004).
Análisis de riesgo por amenaza de origen natural

 Riesgo por amenaza sísmica


Existen dos zonas donde el riesgo por sismos es el mayor (correspondientes a la vez a los grados
mas altos de amenaza y de vulnerabilidad). Se trata primero de la zona del norte y noroccidente
del país.

 Riesgo Por Maremotos (Tsunamis)


Comúnmente los cantones que se encuentran en la línea de costa presentan riesgo y esto se debe
a que una menor vulnerabilidad hace que el riesgo sea menor aun cuando el grado de amenaza
sea alto; de ahí la diferencia entre los cantones.

 Riesgo Por Amenaza Volcánica


Amenaza volcánica está muy concentrado en una sola región del país. Se trata de
aproximadamente una tercera parte del territorio nacional.

 Riesgo Por Inundaciones


A diferencia de 10 que sucede con el riesgo por amenaza volcánica, las regiones donde el riesgo
por inundaciones es mayor se encuentran en la Costa y en el Oriente.

 Riesgo Por Movimientos En Masa (Deslizamientos Y Derrumbes)


Se encuentran en mayor riesgo por deslizamientos y derrumbes son los de la zona norte del país.
de la Sierra central y sur y de las estribaciones orientales de la cordillera Oriental (en el norte,
centro y sur)

 Riesgo Por Sequia


Siendo la Costa la región donde el peligro es mayor. Con base en esta información y en la de la
vulnerabilidad (Cardona Arboleda, 2008).
Conclusiones
A través del diagnóstico inicial, se logró evidenciar que el Instituto Superior Tecnológico “Loja”
no cuenta con una estructura definida para el manejo de emergencias (Sistema Comando
Incidente), como brigadas conformadas y entrenadas, Procedimientos Operativos Normalizados
(PON) para actuar en caso de posible emergencia, rutas de evacuación, puntos de encuentro, un
botiquín de primeros auxilios bien dotado, una alarma de seguridad, una señalización parcial,
entre otros aspectos (Flores y Rivas, 2012).
Por medio de la identificación inicial de recursos disponibles por parte de la institución superior,
se concluye que no se encuentra dotada de elementos, equipos y materiales de atención pre-
hospitalaria; no posee talento humano capacitado y entrenado para la coordinación y atención de
emergencias; no cuenta con equipos de rescate y evacuación, medios de extinción de incendios y
la correspondiente señalización en caso de una emergencia, no cuenta con un sistema de alarma;
cual podría generar inconvenientes al momento de dar aviso de una evacuación masiva para toda
la institución, aumentando de esta manera el tiempo de reacción del personal (Cardona Arboleda,
2008).
Las amenazas identificadas con mayor nivel de riesgo, por medio de la metodología de análisis
de riesgos por colores para la institución superior, y con base en el análisis de vulnerabilidad,
permitieron definir el nivel de riesgo de la misma y establecer las medidas de intervención
orientadas a prevenir, mitigar y dar respuesta a las situaciones de emergencia.
Al realizar el análisis de escenarios de riesgo, se concluye que, aunque su infraestructura es
antigua, no presenta riesgos latentes para la comunidad, pero se evidenció que en algunas áreas
hay elementos que podrían generar posibles emergencias como desniveles significativos en
pasillos y salones, escaleras sin pasamanos y circuitos sin la debida identificación.
La estructuración de este sistema para la institución permitirá a la comunidad educativa identificar
rápidamente su rol y compromiso ante una emergencia, logrando estructurar y hacer más eficaz
el sistema.
De igual manera, la utilización de los brazaletes de colores por parte de las brigadas de
emergencia; ayudó a los estudiantes, docentes y administrativos a una identificación eficaz de
cada una de las brigadas conformadas.
El diseño de los Procedimientos Operativos Normalizados permitirá, al personal de la institución,
adoptar una reacción coordinada, pero también rápida y segura durante y después de la
emergencia. Con la puesta en marcha de todos estos procesos se desea lograr evidenciar en los
simulacros de evacuación, la reducción del tiempo de evacuación en un 21,9 % en comparación
con el tiempo empleado en las simulaciones internas.
Bibliografía
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