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TURISMO SOSTENIBLE EN EL PERU: Caso Cusco – Macchu Picchu

El turismo es una de las actividades que ha crecido de una manera


desmesurada en estas últimas décadas, debido a que la sociedad moderna le brinda
más importancia al ocio y la recreación. En el último informe del Índice de
Competitividad Turística realizado en el año 2017, en el que se evalúan la
infraestructura, las políticas turísticas y los recursos naturales y culturales, nuestro
país se posicionó en el cuarto lugar de Sudamérica y en el puesto 51 a nivel mundial,
solo por detrás de Brasil (27), Chile (48) y Argentina (50).

Y es que la lista de atractivos que el país posee resulta sorprendente: 5,000


lugares arqueológicos, más de 200 áreas naturales protegidas, 14 parques
nacionales, 15 reservas nacionales, entre otras maravillas, que pocos países en el
mundo tienen. Estos atributos le han permitido a Perú incrementar la cantidad de
turistas internacionales que recibe por año. Es así que, de 3.7 en el 2017, pasamos
4.4 en el 2018 y se espera que en este año superemos los 4.8 millones, con el objetivo
de alcanzar los 7 millones de turistas internacionales en el 2021.

La ciudad del Cusco recibe la mayor cantidad de turistas que arriban al Perú,
gracias a que cuenta con atractivos como Machu Picchu, reconocido a nivel mundial
como una de las maravillas y patrimonio de la humanidad, e incluso la misma ciudad
del Cusco que son de interés a nivel mundial, lo cual hace más atractivo para el turista
extranjero visitar a este destino.

Se entiende que el turismo es una actividad que se encuentra bastante


desarrollada en la ciudad del Cusco, es por ello que se debe analizar detenidamente
cuales son los efectos del turismo masivo en este destino y las cuales deben medirse
en términos de sostenibilidad para una adecuada conservación de los recursos.

Sustentare mi opinión en base a tres argumentos, el primero se explicara de


manera detallada que es el turismo sostenible. En el segundo, se vera de qué manera
el turismo afecta de manera económica, social y medio ambiental al destino Cusco,
de esta manera comprobar los efectos negativos que deja la actividad turística.
Finalmente se dará a conocer el turismo sostenible como una opción viable en la
gestión de los destinos ya conocidos, aplicando medidas que controlen los estándares
de sostenibilidad y preservación de los recursos la cual debe ser política prioritaria
por el gobierno. Con todo ello se dará a conocer que el turismo necesita cambios en
la gestión de los destinos turísticos, aminorar cargas presentando nuevas opciones
para el turista, ello ayudara a preservar los destinos turísticos para las próximas
generaciones.

En primer lugar, el turismo es un fenómeno social, cultural y económico


relacionado con el movimiento de las personas fuera de su lugar de residencia por
motivos personales o de negocios. Según la Organización Mundial del Turismo, esta
actividad se ha convertido en la primera actividad económica de muchos países y en
la de más rápido crecimiento en ingreso de divisas y creación de empleo. El turismo
es transversal e influye en muchos sectores económicos que de forma directa o
indirecta que participan de él (OMT).

Así mismo, el turismo no es una actividad que se desarrolla de manera


independiente del desarrollo de un país, tiene efectos en la economía de un país, en
el entorno natural y cultural, en la población local y en los visitantes propiamente
dichos. Debido a estos diversos impactos, la amplia gama y variedad de factores de
producción requeridos para los bienes y servicios adquiridos por los visitantes y al
amplio espectro de agentes involucrados son varios los afectados por el turismo. Y
aunque los beneficios económicos son muchos, algunos sitios acaban siendo víctimas
de su propio éxito, y corren el riesgo de que la llegada masiva de visitantes acabe
arruinando justamente el paisaje que la gente quiere ver. Un ejemplo claro es la “Playa
del Amor” ”, ubicada en el Parque Nacional Islas Marietas, Nayarit, presenta una grave
degradación en sus ecosistemas marinos lo que pone en riesgo la conservación de la
biodiversidad, su atractiva belleza escénica y su desarrollo sustentable.

Muchos se han preguntado ¿Qué es el turismo sostenible?, y muchas otras


veces no supimos cómo responder, pues bien, según la Organización mundial (OMT)
“El turismo sostenible está enfocado en la gestión de recursos, de manera que
satisfagan tanto las necesidades económicas, sociales y ambientales, sin dejar de
lado la integridad cultural, los procesos ecológicos naturales, la biodiversidad y los
sistemas de soporte de vida, la comprensión internacional, la paz, la prosperidad y el
respeto universal, la obediencia de los derechos humanos y las libertades
fundamentales (OMT, 2001). Por tanto el turismo sostenible es una herramienta que
nos permitirá preservar nuestros recursos naturales, culturales y humanos para que
futuras generaciones puedan conocer y disfrutar de ellos.
Ya teniendo claro que es el turismo y cuáles son los efectos que genera dentro
del territorio que se desarrolla se plantea el turismo sostenible, que es básicamente
el gestionar la preservación y restauración de los recursos, tratando de generar el
menor impacto posible dentro de las comunidades, sin dejar de aportar al desarrollo
económico, social y cultural.

En segundo lugar, Cusco, la ciudad imperial, ombligo del mundo y una de las
ciudad con mayor afluencia de turistas a nivel nacional es la que presenta problemas
con la sostenibilidad a largo plazo.

En Perú el turismo sostenible es un concepto aun es carente de ejecución, si


bien nuestro país tiene el potencial turístico, la gestión es deficiente en cuanto a
preservación y cuidado de nuestros recursos, sin irnos muy lejos Macchu Picchu entro
en estado de degradación por el exceso de visitantes y las numerosas agencias
informales generaron daños en el complejo. Por otro lado, no es el único recurso en
peligro por el turismo, el centro histórico de la ciudad de Cusco es reconocido como
Patrimonio Cultural de la Humanidad, sin embargo, en estos últimos años, el descuido
ha sido evidente en algunos parajes de la denominada Ciudad Imperial, sobre todo
en las vías peatonales que se encuentran muy cercanas a la Plaza Mayor y el
tradicional barrio de San Blas, que hoy lucen llenos de basura y son utilizadas incluso
como baños públicos. Es lamentable al punto que se ha llegado, y esto solo es en un
tema cultural.

Pero ahí no acaba todo, en cuanto al tema social, es mucho más evidente el
deficiente servicio de transporte por diferentes empresas, en febrero de este año hubo
un enfrentamiento entre los pobladores y la empresa PeruRail, los cuales exigían que
se culmine la concesión alegando que existe una preferencia hacia los turistas
extranjeros y que el turista nacional era maltratado, Dawin Baca, actual alcalde de
Macchu Picchu manifestó “No es dable que se trate así a los pobladores y que sólo
se beneficie al turista extranjero. Es una empresa donde el servicio el turista nacional
es carísimo y no puede ir a conocer la ciudadela. Que recuerde Perú Rail que había
un servicio de tren de excursionistas que debería volver”. Dado este tipo de conflictos
sociales entre pobladores, turistas y las empresas privadas es que trae como
consecuencia otro problema.
Y este es el económico, no solo existe inconformidad por parte de los
pobladores, los turistas también sufren el mal servicio, tanto así que en el 2017 el
nivel de satisfacción del turista descendió de 78% a 74%, hubo una reducción del 4%,
lo cual genera una imagen negativa del destino, y por consecuencia la cantidad de
arribos a la ciudad del Cusco se vería afectada. Por otro lado, ahí no acaba el
problema, desde que Macchu Picchu fue considerada como una de la maravillas del
mundo, el turismo creció paulatinamente, y con ello creció la informalidad según
Eduardo Poblete Barberis, fiscal de Prevención del Delito, “el sector más
preocupante, son las agencias de turismo, porque hasta hace dos años se estimó que
solo un 35 por ciento eran formales y el resto, unas 250, eran informales”, sin
embargo, también hay un gran número de hoteles y restaurantes que trabajan de esta
manera. Lo cual genera pérdidas para el estado, pues estas empresas no pagan los
impuestos. Con ello, se pone en manifiesto que se necesitan reformas que regularicen
la actividad turística.

Presentado el problema, se determina que la gestión del turismo, es una tarea


difícil, dado que esta actividad involucra diferentes sectores y se desarrolla en
territorios semiautónomos, que evidencian un trabajo en equipo defectuoso al no
poder solucionar las problemáticas que se presentan.

Por último, debido a la magnitud del problema se requieren medidas que


reduzcan el impacto del turismo, a fin de evitar un colapsamiento de este destino,
como ya paso en Barcelona, España donde la cantidad de habitantes no pasan los
1.5 millones de personas, sin embargo este destino recibe alrededor de 8 millones de
turistas, siendo considerada como una de las ciudades más visitadas en Europa, solo
superada por ciudades como Londres y Paris. Por otro lado, también está considerada
como una de las ciudades que más odia a los turistas. Turistificación, es el término
que le dieron al aumento del costo de vida en esta ciudad, provocado por los
propietarios de los diferentes establecimientos de servicios turísticos.

Dado el problema el ayuntamiento de Barcelona, representado por Agustí


Colom manifestó "La capacidad de atracción viene determinada por la idiosincrasia y
personalidad de Barcelona. Necesitamos preservar lo que nos hace atractivos", con
esa frase comenzó el cambio dentro de la política turística de Barcelona, ellos
apostaron por estimular y favorecer el compromiso por la sostenibilidad ambiental,
social y económica entre las empresas turísticas que operan dentro de la ciudad, algo
que será liderado por el Ayuntamiento. Con la finalidad de atraer a un segmento de
turistas más conscientes y especializados que paguen más por servicios de calidad,
ofreciéndoles una mayor oferta de destinos turísticos. Según Julia Vera, CEO de
Travelecoology “Las personas que hacen ecoturismo generalmente están dispuestas
a pagar más para disfrutar de actividades. Esto permite mejorar la rentabilidad del
turismo, y, además, que las empresas turísticas puedan contar con profesionales
mejor cualificados que dotan de mejor y de más contenido y autenticidad, además a
la experiencia, que se ofrece al visitante", de cierta manera al plantearlo de esta forma
resulta algo radical, puesto que enfocarnos en un sector más reducido y especializado
y reduciendo el flujo de turistas, los ingresos generados por el turismo serian
reducidos, sin embargo el Ayuntamiento de Barcelona tiene planificado realizar este
cambio en base a 4 pilares, “en un turismo que sea diverso, en un turismo que se
desconcentre por todo el país, en un turismo que pueda disfrutar durante todo el año
y en un turismo que deje muchos más ingresos en el sector. Y lo que nos dará toda
esta estrategia es compensar los menos turistas que nos puedan llegar, si las
previsiones que lleguen 2.7% menos de turistas, pero en cambio que dejan un 7%
más de ingresos en el gasto turístico”.

Con ello es que el Ayuntamiento de Barcelona planea reducir el flujo de


visitantes y maximizar el gasto que realizan en la ciudad, lo que se trata es
precisamente de buscar un punto de equilibrio, de modo tal que se pueda brindar un
turismo que "maximice los niveles de satisfacción de los visitantes y minimice los
perjuicios al entorno natural, cultura y social" (Sogar, 1995).

Claro está, que de un estado de rechazo hacia los turistas están pasando a un
estado de recuperación, planteando soluciones viables a un largo plazo, pues es un
proceso continuo hacia un turismo sostenible que beneficie a todos los involucrados
en la actividad.

Es uno de los tantos ejemplos por citar, aparentemente la preocupación por la


preservación cultural que representa Cusco es prioritaria, sin embargo no podemos
dejar de lado el tema social y económico. La conservación, la protección y la puesta
en valor del patrimonio natural y cultural, mantener el equilibrio entre el turismo y la
población representan un ámbito privilegiado para la cooperación entre el gobierno,
empresas privadas y comunidades receptoras. Lo cual implica un auténtico reto de
innovación cultural, tecnológica y profesional, que además exige realizar un gran
esfuerzo por crear y desarrollar instrumentos de planificación que nos permitan
gestionar los destinos de la mejor manera beneficiando a los involucrados.

La ciudad del Cusco, sin lugar a dudas está llegando a la etapa de


estancamiento, lo cual se debe evitar aplicando políticas sostenibles como lo viene
haciendo España. Sabemos que el Sector público y privado no trabajan de la mano,
son sectores peleados, sin embargo se debe realizar un esfuerzo en conjunto para
que el emblema del Perú, como lo es Macchu Picchu no se pierda en la historia.

Pasear sin destruir, visitar sin dejar una huella negativa, conocer sin ensuciar,
descubrir sin destrozar, consumir sin contaminar, ofrecer servicios que respeten el
medioambiente, todo eso y más es parte del turismo sostenible. Es al tipo de turismo
que se desea llegar.

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