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AA - VV. - MOMIAS - Manual de Buenas Practicas para Su Conservacion PDF
AA - VV. - MOMIAS - Manual de Buenas Practicas para Su Conservacion PDF
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ISBN: 978-84-8181-524-5
Momias Ministerio
de Educación, Cultura
y Deporte
Máscara de momia egipcia. Pieza perteneciente al Museo Arqueológico Nacional. Madrid. Fotografía: Eduardo Seco. IPCE.
ISBN: 978-84-8181-524-5
Momias Ministerio
de Educación, Cultura
y Deporte
Máscara de momia egipcia. Pieza perteneciente al Museo Arqueológico Nacional. Madrid. Fotografía: Eduardo Seco. IPCE.
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Momias
Manual de buenas prácticas para su preservación
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Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.cultura.gob.es
Catálogo general de publicaciones oficiales: publicacionesoficiales.boe.es
Edición 2012
Coordinación científica
Nieves Valentín
María García
Coordinación de la publicación
María Domingo
Dibujos
Jesús Herrero
Corrección de textos
Educación y Patrimonio
Maquetación
Espacio y Punto
MINISTERIO
DE EDUCACIÓN, CULTURA
Y DEPORTE
Edita:
© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Subdirección General
de Documentación y Publicaciones
© De los textos y las fotografías: sus autores
NIPO: 030-12-282-3
ISBN: 978-84-8181-524-5
Depósito legal: M-28734-2012
Entre los problemas a los que se enfrenta la moderna Los hallazgos arqueológicos localizados en Egipto
ciencia de la conservación, es el de la preservación en el siglo xix dieron origen a numerosas leyendas, a
de los cuerpos momificados uno de los más com- supuestas maldiciones y a una literatura que encontró
plejos y difíciles. La naturaleza y la diversidad de los en Edgar Allan Poe, Théophile Gautier, Arthur Conan
materiales y elementos que se encuentran en un ca- Doyle o Bram Stoker autores que utilizaron la cu-
dáver momificado hacen de su conservación un reto riosidad que suscitaban los restos momificados para
extremadamente arduo. Los diversos tejidos orgáni- crear grandes obras. En el siglo xx el arquetipo de la
cos, las sustancias empleadas en el proceso ritual de momia abandonó la literatura para ocupar la pantalla
embalsamamiento y preparación para la eternidad, cinematográfica y desde la película muda de Gerard
los envoltorios y adornos que formaban parte de las Bourgeois de 1909 hasta las recientes producciones
ceremonias y creencias de una civilización, integran de Hollywood ha protagonizado numerosos filmes,
una unidad formada por partes muy heterogéneas, entre los que destacan las recreaciones de Boris
que requieren tratamientos y condiciones diferentes Karloff en la película de Karl Freund (1932), y la de
para su correcta conservación. Christofer Lee en la de Terence Fisher (1959). Todo
Los restos momificados que han llegado hasta no- ello muestra el interés que suscita el mundo de las
sotros no son sólo hallazgos arqueológicos que apor- momias, en el que se combinan aspectos inherentes
tan abundante información sobre las antiguas civili- al ser humano, como el temor a la muerte, el deseo
zaciones. Son también testimonios de creencias, ritos, de prolongar la existencia, y la necesidad de saber
religiones y un amplio contexto cultural, donde el sobre nuestro pasado y nuestros ancestros.
patrimonio inmaterial asociado es fundamental para El Instituto del Patrimonio Cultural de España
entender el origen, el contexto y la razón de ser de quiere siempre extraer de sus actuaciones de con-
estos vestigios, incluida su persistencia hasta nuestro servación y restauración aportaciones que supongan
presente. Pero además, y sobre todo, son restos hu- un avance en el conocimiento de los bienes cultu-
manos o de animales que deben ser conservados y rales y en los métodos y técnicas de conservación.
tratados con el respeto y con la responsabilidad que Por esta razón, la actividad del Instituto tiene siempre
merece todo ser que ha vivido en este mundo. un componente de investigación e innovación que
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genera conocimiento, el cual debe ser posteriormente e instituciones diversas. Nieves Valentín es una
difundido a la sociedad a través de jornadas, cursos o bióloga del Instituto del Patrimonio Cultural de Es-
publicaciones, como la que ahora se presenta. paña que lleva más de veinte años trabajando en
Pero esta labor de innovación y avance en el la conservación de momias egipcias, guanches y
conocimiento difícilmente puede hacerse de forma americanas. En el Instituto Getty de Conservación,
aislada. Es necesaria la colaboración de diversos coincidió con Shin Maekawa, un ingeniero que ha
centros de conservación y de investigación para po- desarrollado los más avanzados modelos de vitrinas
der reunir la experiencia y las miradas interdiscipli- y sistemas de control ambiental para la conserva-
nares que necesita un tema como el que nos ocupa. ción de momias.
La fijación de criterios adecuados, métodos ac- Isabel Herráez y Soledad Díaz han formado par-
tualizados y técnicas apropiadas en la conservación te del equipo interdisciplinar de restauradores del
y restauración de bienes culturales, es una de las Instituto del Patrimonio Cultural de España, que ha
labores más relevantes entre las que realiza el Ins- trabajado en la restauración de una momia egip-
tituto del Patrimonio Cultural de España, por cuan- cia del Museo Arqueológico Nacional procedente
to sirven de pauta a la actuación de profesionales, de la necrópolis de Saqqara. María García y Ruth
empresas y centros públicos. En este sentido se está Rufino aportan el conocimiento y la experiencia
realizando un amplio esfuerzo por actualizar y re- en la conservación preventiva y la restauración de
novar los criterios, métodos y técnicas aplicadas a las colecciones de momias guanches, mientras que
las distintas áreas de la preservación del patrimonio las conservadoras del Museo de América Carmen
histórico. Cerezo, Teresa Gómez Espinosa y Ana Verde, y la
En el caso de los restos momificados, la con- antropóloga Beatriz Robledo, transmiten su saber y
fluencia de aspectos técnicos de conservación pre- experiencia en relación con los restos momificados
ventiva, de restauración, de biodeterioro, junto con americanos. Esta última faceta es especialmente am-
la consideración de aspectos éticos, sociales, jurí- pliada con el artículo de Arabel Fernández y Régulo
dicos, educativos y culturales requiere, junto a un Franco sobre la momia de la Señora Cao, de Perú.
gran nivel técnico, una extraordinaria visión inter- El volumen se cierra con el artículo de María Dolo-
disciplinar para poder dar respuesta a todos los in- res Meneses y Jorge Martín, de la Universidad de La
terrogantes que plantea hoy el cuidado de los restos Laguna, sobre los aspectos de difusión y comunica-
momificados. ción, que tanta importancia tienen en este ámbito.
Por estas razones es admirable la determinación Esperamos que este libro sirva para transmitir los
de este grupo de expertos, procedentes de diversas avances en el conocimiento de los restos momifica-
instituciones y especialistas en muy variados cam- dos y en los métodos y técnicas para su preserva-
pos de las ciencias experimentales y de las disci- ción, exposición y comunicación, con el fin de que
plinas vinculadas a la recuperación de los bienes este frágil y complejo patrimonio sea correctamente
culturales, para poner en común muchos años de conservado, suficientemente comprendido y ade-
experiencia y de investigaciones y poder dar res- cuadamente valorado por la sociedad.
puesta, a través de este libro, a uno de los más difí-
ciles retos en el ámbito del patrimonio. Alfonso Muñoz Cosme
Los especialistas que intervienen en este volu- Director del Instituto
men proceden de diferentes campos profesionales del Patrimonio Cultural de España
Índice
Pág.
CAPITULO 1
CONTEXTO HISTÓRICO Y MARCO LEGAL
1.1. Objetos o sujetos. ¿Qué significado tienen las momias?.............................................................................................. 15
María García Morales
1.2. Cuestiones éticas y legales. Siempre sujetos, pero aunque fueran objetos tendrían sentido........................... 31
isabel Herráez
CAPÍTULO 2
LAS MOMIAS EN EL YACIMIENTO
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados.
Preservar desde el principio ........................................................................................................................................................ 45
Soledad díaz Martínez
CAPÍTULO 3
LAS MOMIAS EN EL MUSEO
3.1. Métodos de evaluación para el diagnóstico de alteraciones....................................................................................... 65
Ruth Rufino
3.2. Valoración del estado de conservación. La importancia de un buen chequeo ..................................................... 79
Ruth Rufino
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias ................................................................ 99
nieves Valentín
3.4. Las salas de exposición y almacenes para restos momificados. Vitrinas.
Análisis de volátiles, ¿por qué huelen las momias? ............................................................................................................... 133
Shin Maekawa
3.5. Tocar o no tocar, he aquí el dilema. Normas para la manipulación de restos momificados ........................... 147
María García Morales
3.6. Precaución: momias a bordo. Fundamentos para su traslado dentro y fuera del museo ................................. 165
María García Morales
3.7. Los imprescindibles del almacén de momias ................................................................................................................. 177
María García Morales
3.8. Intervención-restauración. En busca de la eterna juventud ...................................................................................... 187
isabel Herráez
CAPÍTULO 4
MUSEOS SINGULARES. PROPUESTAS PARA SU PRESERVACIÓN
4.1. Momias americanas. Contexto histórico y estado de conservación.
Museo de América de Madrid ....................................................................................................................................................... 203
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CAPÍTULO 5
LA DIFUSIÓN
5.1. Tecnologías visuales y estrategias comunicativas para difundir el patrimonio.
El caso de las momias aumentadas............................................................................................................................................. 229
María dolores Meneses Fernández y Jorge Martín Gutiérrez
Introducción
Glosando este manual
El temor a lo desconocido, y a todo aquello que una relacionados no solo con una hipotética actividad profe-
determinada sociedad no ha podido controlar con res- sional, sino también con la actividad cotidiana propia de
pecto a su supervivencia, ha impregnado, desde el prin- cualquier persona viva. Por lo tanto, era imprescindible
cipio, el espíritu de los distintos grupos humanos que conservar dicho cuerpo como depositario y sede de la
han habitado el mundo. Desde ese confuso temor sur- actividad vital que se pretendía desarrollar en «el más
gen las religiones con sus dioses. Cuando el individuo allá».
no puede dominar o amoldar algo a sus necesidades se Así pues, la preparación del individuo para la vida
inventa un dios a quien puede rogar, pedir e, incluso, después de la muerte, siendo común a todas las cultu-
chantajear con ofrendas y sacrificios de todo tipo, entre ras, en Egipto tuvo una importancia capital. Para ellos
los que no se excluyen los humanos. era imprescindible impedir la corrupción del cuerpo,
Dentro de las religiones, tal vez, el capítulo que más por lo cual las técnicas de conservación se convierten
inquietud aporta desde el punto de vista intelectual y en un complicado y reglamentado ritual enfocado a po-
emocional, es el de la muerte, el de «el más allá». Preci- sibilitar que los elementos relacionados con la parte es-
samente por ese desconocimiento es por lo que todas piritual e inmortal del individuo (el Ka, el Ba y el Akh)1
las religiones y culturas, desde la Prehistoria hasta nues- puedan reconocer el cuerpo del difunto y posibilitar de
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tros días, han tratado de incluir en su estructura la ma- esta manera la salida al día2 y su regreso al sarcófago.
yor cantidad de certezas posibles. Con ello se intentan
establecer determinados hechos como reales, por más
que carezcan intrínsecamente de toda posibilidad de
comprobación empírica, cual es el caso de una nueva 1
En la cultura egipcia, de los seis elementos que componen al ser humano,
tres corresponden a la parte física o material del individuo: el Khet (cuer-
vida, o una resurrección espiritual, pero también física,
po), el Ren (nombre) y el Shut (sombra). Los otros tres se relacionan con lo
que siempre suavizará los temores del individuo en ma- espiritual y son imperecederos. Tales son el Ka, indestructible, encargado
yor o menor medida. de asegurar la vida en el otro mundo y de alimentar al difunto, pues solo
El arte de la momificación surge precisamente en él puede deambular por el interior de la tumba y trasportar las ofrendas. El
paralelo a la necesidad de dotar de nueva vida, o de Ba, que abandona el cuerpo en el momento de la muerte; puede despla-
zarse al mundo de los vivos durante el día y regresar a la tumba durante
vida nueva, al difunto. Los egipcios creían que, con-
la noche, para lo cual es imprescindible la conservación del cuerpo, pues
servándolo perfectamente, el cadáver se convertiría en de lo contrario este ente no tendría reposo en ningún destino y el indivi-
soporte de la nueva existencia en los «Campos de Iaru», duo desaparecería para siempre; el Ba suele ser representado en forma
algo así como un paraíso en el que se podría vivir sin de pájaro con cabeza humana. Por último el Akh (ser luminoso), es la par-
las preocupaciones y las fatigas terrenales que, en el te espiritual que se relaciona directamente con la divinidad; se representa
caso del faraón, beneficiario principal de las técnicas como un ibis con cabeza coronada.
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La denominación original de lo que hoy conocemos como el Libro de
más sofisticadas de la momificación, era ayudado por los Muertos, es Libro de salir al Día o Libro del resurgimiento con la Luz,
una legión de ushebtis (los que responden), encargados traducción aproximada pero conceptualmente válida y capaz de aproxi-
de realizar todas las tareas necesarias para facilitar la marnos a la idea egipcia del proceso que conduce a la vida posterior.
vida del personaje. Comienza a utilizarse a partir del Imperio Nuevo en la zona de Tebas y se
El cuerpo era necesario para objetivar la posibilidad considera sucesor de los Textos de las Pirámides (Imperio Antiguo) y de
los Textos de los Sarcófagos (Imperio Medio) donde surgen asociadas las
de vida en «el más allá», vida que se reclamaba y se
primeras ilustraciones. En él se recogen una serie de conjuros mágicos
daba por cierta si consideramos la propia confección y escritos para ayudar al difunto a superar con éxito el juicio de Osiris y los
colocación de los ajuares funerarios, más o menos cuan- peligros posteriores en el recorrido por el inframundo (Duat), cuyo camino
tiosos, compuestos por todo tipo de objetos personales concluye con la salida del difunto al amanecer junto con Re, el sol.
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Por lo que se refiere a las momias guanches ha- las metodologías y pautas que permitan trasladar y
lladas en Canarias, sabemos que fueron tratadas in- manipular correctamente los restos antropológicos
tencionadamente, como las egipcias, con técnicas, desde el yacimiento hasta el museo y su ubicación
aunque menos elaboradas, tendentes a la conserva- en las salas, almacenes o en el propio laboratorio
ción del cuerpo para posibilitar el acceso a la vida de restauración. Las vitrinas que van a contener los
posterior del difunto, aunque no están del todo cla- bienes culturales deben estar diseñadas y validadas
ros los pormenores rituales y religiosos. científicamente para garantizar una preservación a
En el continente americano, a su vez, existen va- largo plazo. De lo contrario, el impacto de los fac-
rios tipos de momias sometidas a tratamientos de tores ambientales adversos, junto con los contami-
momificación con algunas variantes y enterradas nantes químicos y biológicos, podrían acelerar un
y/o depositadas en grutas de montañas con el cuer- proceso de deterioro irreversible.
po adoptando diferentes posiciones: fetal tumbado Dentro de este contexto se acomete la elabora-
y sentado. No obstante, todas tienen el denomina- ción del presente manual, con la idea de que no
dor común de su intencionalidad. En el caso de las solo tenemos sobre la mesa unos elementos trata-
momias de Chichorro se trataría simplemente de bles de muy distinta y variada naturaleza, sino que
convertir al difunto en objeto transportable, habida también debemos intentar respetar y entender a las
cuenta de las características nómadas de la etnia, cu- culturas que elaboraron una serie de teorías y prác-
yas prácticas y técnicas, muy diferentes de las ya re- ticas acerca de la vida y la muerte cuyo producto,
señadas, son también las más antiguas (7000 a 1500 finalmente, fue depositado ante nosotros.
10 a. C.). Gran parte de las momias incas, en cambio, Según lo expuesto, y antes de abordar cualquier
son producto de las condiciones ambientales. Se actuación relacionada con estos bienes culturales,
trata básicamente de sacrificios humanos ofrecidos es imprescindible tener presente aquellos aspectos
para aplacar a los dioses responsables de ocasiona- éticos y legales en lo que se refiere al tratamiento,
les catástrofes, como por ejemplo terremotos en una conservación y exhibición de restos humanos de di-
zona tan proclive a ellos o simplemente mantenerlos ferentes procedencias culturales o étnicas. Muchos
en actitud positiva y protectora hacia al pueblo. La de estos cuerpos, sobre todo los pertenecientes a
ubicación final de las víctimas, normalmente a gran culturas indígenas, fueron extraídos o exhumados
altura, producía la conservación del cuerpo por con- de sus lugares de procedencia en tiempos pasados,
gelación o liofilización, aunque lo importante era cuando ni siquiera se valoraban sus derechos legales
simplemente la ofrenda humana al dios correspon- como personas.
diente y no la conservación del cuerpo en cuestión. En la actualidad una preocupación por el marco
ético y legal lo muestran los acuerdos, más o me-
Preservar para el futuro nos amplios, entre el mundo de la arqueología y
los pueblos indígenas, como el firmado en 1990 en
Cuando nos enfrentamos como profesionales a la el Congreso Mundial de Arqueología, más conocido
restauración o conservación de una momia, nos como el «Acuerdo Vermilion», en el que se recogen
hallamos ante un trabajo delicado y muy especial. algunos aspectos éticos relacionados con la mani-
Ello nos impulsa a atender con rigor algunos otros pulación de restos humanos y su inclusión en di-
aspectos relacionados, no solo con el tratamiento versas colecciones museísticas. También remarcable
específico de los distintos materiales, momias y ajua- es la ley promulgada en Estados Unidos «The Native
res, sino también todo lo relativo a los yacimien- American Grave Protection and Repatrition Act», en
tos de origen y su entorno. Los análisis in situ y la que se imparten normas a los museos para trasmi-
los datos aportados por los arqueólogos en la fase tir a las comunidades afectadas toda la información
de la extracción son fundamentales para establecer relativa a restos humanos, ajuares funerarios y otros
objetos relacionados, por si estuvieran interesadas comunicación, a través de artículos de prensa espe-
en hacerse cargo de ellos. Asimismo, la legislación cializados, elaboración de videos y reportajes audio-
vigente en Argentina (Ley 25.517 del 21 de noviem- visuales de calidad, juegan un papel importante en
bre 2001), donde se recomienda a los distintos mu- la divulgación de un patrimonio, que debe integrar
seos y entidades públicas poner a disposición de las la comunicación social de la ciencia, la tecnología y
comunidades aborígenes todos estos restos si fueran la ética. Con ello se pretende que la conservación y
reclamados y, de no ser así, tratarlos con el respe- contemplación de los restos humanos vaya más allá
to y consideración que se brinde habitualmente a de la mera curiosidad.
los cadáveres humanos. Muchos otros países se han Finalmente, correlacionando todos los puntos de
hecho eco de esta preocupación común a todo el vista mencionados (arqueológico, antropológico y
mundo de la cultura, no en vano son muchas las científico), no podemos prescindir de los datos que
connotaciones y matices a considerar sobre este ma- aporta a la cultura aquellos aspectos relacionados
terial tan sensible (étnicos, religiosos, rituales, éti- con los enterramientos y el mundo funerario, indis-
cos, científicos e, incluso, económicos). pensables, para completar al máximo el conocimien-
Poco a poco se empieza a perder el estigma del to de nuestros antecedentes históricos, lo cual nos
«morbo», producto de una mezcla de ignorancia y permitirá, no solo conservar adecuadamente todo
miedo, para ser sustituido por un verdadero interés este acervo cultural, sino también dejarlo en manos
cultural en los visitantes de este tipo de coleccio- de futuras generaciones en perfecto estado.
nes, lo cual beneficia también la conservación res-
ponsable de estos restos humanos, eufemísticamen- Jesús Herrero 11
te llamados «materiales biológicos». Los medios de Instituto del Patrimonio Cultural de España
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Capítulo 1
Contexto histórico y marco legal
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1.1. Objetos o sujetos.
¿Qué significado tienen las momias?
María García Morales
Organismo Autónomo de Museos y Centros
Área de Conservación Cabildo Insular de Tenerife
maria@museosdetenerife.org
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Figura 1. Momia guanche encontrada a finales del siglo xix en San Andrés, Tenerife. Varón entre 25-30 años. Fotografía: Gonzalo M. Ruiz. OAMC.
1.1. Objetos o sujetos. ¿Qué significado tienen las momias?
distintos procedimientos físico-químicos conducentes bien, imposibilitando por tanto una momificación
a la desecación de los tejidos blandos y a su preser- natural y haciendo necesario desarrollar un procedi-
vación (fig. 1). miento artificial, basado en el uso del natrón (car-
bonato de sodio muy hidratado) para reproducir el
Momificación artificial mismo efecto desecante. No obstante, descubrimien-
tos recientes señalan que los intentos de momificar
Las referencias más antiguas que se tienen de momifi- los cuerpos de forma artificial pueden remontarse a
cación artificial se remontan al 5000 a. C. a la cultura mediados del Período Predinástico. El desarrollo de
Chinchorro. Este pueblo de pescadores-recolectores esta técnica de momificación continuó durante todo
establecidos en la franja costera de Arica, en Chile, el Imperio Medio pero es durante el Imperio Nue-
desollaban y descarnaban los cadáveres de sus di- vo, en concreto durante las dinastías XVIII a la XXI,
funtos, preferentemente de niños, para reconstituirlos cuando alcanza su mayor grado de virtuosismo, como
después volumétricamente con una pasta de barro y demuestra el estado de conservación de las momias
cenizas, y la ayuda de palos y cuerdas de totora. Una de esas dinastías. Es también durante ese período que
vez reconstituidos se les volvía a colocar su propia la momificación se extiende a casi todos los estratos
piel, reparada con piel animal allí donde se hubieran de la población.
producido pérdidas, y se les cubría el rostro con una
El fin de la cultura faraónica no acabó, sin em-
máscara (Arriaza, 2003).
bargo, con la práctica de la momificación como ele-
Sin embargo fue en el antiguo Egipto donde la
mento principal de los ritos funerarios. Ésta continuó
momificación artificial alcanzó su máximo desarrollo,
unida a una particular cosmovisión que no establecía durante el dominio greco-romano de hasta mediados
las precisas distinciones entre el plano físico y el es- del siglo iv d. C., aunque las técnicas y productos usa-
piritual que hacemos en la actualidad (Naydler, 2003). dos denotan un empobrecimiento que ha afectado,
La momificación se implantó durante el Imperio Anti- sin duda, a su preservación (Parra Ortiz, 2010: 41-78).
guo, posiblemente como consecuencia de las nuevas La momificación ha sido con todo una práctica
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prácticas de enterramiento en mastabas en lugar de singular pues, además de los antiguos egipcios, fue-
fosas excavadas en el suelo. En estas tumbas más ron escasas las culturas que llevadas por sus creen-
elaboradas los cadáveres, alejados ya del contacto di- cias religiosas, el culto a los ancestros o el prestigio
recto con la arena del desierto, no se deshidrataban social, la practicaron (tabla 1).
Indígenas de las Islas Canarias Islas Canarias 300 al 1500 d. C. Desecación con sustancias naturales
Amazonía del Ecuador Tradición ancestral no
Indios Shuar (Jíbaros) Cabezas trofeo
y Perú practicada en la actualidad
Nazca Nazca, Perú 100 al 600 d. C. Cabezas trofeo
creencias ya desaparecidas no sólo de los estamentos motivo algunas oligarquías políticas y élites intelec-
sociales más privilegiados, sino de individuos comu- tuales han convertido este patrimonio en símbolos
nes, como sucede con las momias de los «artesanos de identidad cultural, pues pueden servir a un do-
de la muerte» halladas en la necrópolis del poblado ble propósito no siempre exento de contradicciones.
de Deir-el Medina (Estrada Laza, 2001) o las momias Por un lado, pueden ayudar a crear lazos de conti-
Ürümchi (Wayland Barber, 2001). Esto unido a su ra- nuidad de determinados grupos socio-culturales con
reza –que explica en parte la enorme fascinación que el territorio que ocupan o con un pasado percibido
ejercen en el público– hace de ellas objetos con un generalmente como más esplendoroso –en términos
elevado potencial educativo incluso cuando su papel de logros militares, tecnológicos o arquitectónicos– a
histórico haya sido irrelevante o se desconozca su través del concepto de «ancestros».
procedencia (Russell; y Winkworth, 2001: 45).
«Nations and individuals habitually trace
back their ancestry, institutions, culture, ideals
Valores científicos to validate claims to power, prestige and pro-
perty» (Lowenthal, 1995: 53)3.
Las momias son una importante fuente de informa-
ción sobre el pasado, sobre todo por su relación con
Estas reivindicaciones son a menudo controver-
los aspectos más intangibles de la enfermedad, la hi-
tidas pues se fundamentan en hechos históricos o
giene, la muerte, o los rituales y creencias religiosas,
científicos elaborados, reconstruidos e interpretados
que dejan –cuando lo hacen– escasas evidencias en
desde y para ajustarse al presente. En cualquier caso,
el registro arqueológico. Su enorme potencial cientí-
verdaderas o falsas, manipuladas o no la contempla-
fico, hace de este su principal valor, en especial entre ción de una momia nos conecta mejor con el pasa-
los investigadores. do que unos hechos históricos desnudos (Lowenthal,
Cuando se ha dispuesto de fuentes escritas, como 1998: 139) o unos análisis de ADN.
es el caso del antiguo Egipto, el estudio de los res- Por otro, pueden facilitar la inserción de estos gru-
tos momificados ha permitido corroborar o completar pos dentro de una cultura global poseedora de un 19
su información sobre las técnicas de momificación, lenguaje simbólico propio. No es suficiente con re-
los rituales funerarios o la biografía del individuo en clamar una identidad que nos diferencie de los otros,
cuestión. Cuando estas fuentes no existen o son muy es necesario que al hacerlo nos situemos dentro de
fragmentarias, ha esclarecido las técnicas empleadas un marco cultural de referencia donde estén estable-
en su preservación o ha ayudado a detectar variacio- cidas las relaciones de poder y sus esferas de influen-
nes en el tiempo en relación con cambios sociales, cia socio-cultural. En este sentido el museo es una
crisis económicas o influencias culturales externas de las instituciones que más ha colaborado en este
(Coorcoran; y Svoboda, 2010: 28; Arriaza, 2003). Asi- proceso mediante representaciones jerarquizadas del
mismo, la aplicación de técnicas analíticas ha llevado mundo –que no son otra cosa que una emulación de
a descubrir la incidencia de muchas patologías an- las estructuras de poder de la cultura occidental– y la
tiguas y como se enfrentaban, el tipo de dieta ali- difusión de este lenguaje simbólico instituido desde
mentaria, o las causas de la muerte entre otros temas los estamentos de poder (Prösler, 1996).
(Actas, 1992; Rabino Massa, 2005; Atoche Peña, 2008; Hasta aquí hemos hablado de los distintos valores
David, 2008). En los últimos años, y gracias a los dados a las momias de forma colectiva. No obstante,
avances en el análisis de ADN, se ha podido determi- no podemos olvidar que la percepción de un objeto
nar las relaciones de parentesco dentro de una misma es, en último término, una experiencia individual, de
familia (Hawass, 2010) o entre poblaciones (López forma que los significados adscritos por la sociedad
Armenta, 2008: 251-258; Rodríguez Martín; y Martín o la cultura se ven entremezclados con sensaciones,
Oval, 2009). emociones y memorias personales que los enriquecen
a la par que los transforman (Muñoz Viñas, 2005: 49).
Valor socio-cultural y simbólico
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«Las naciones y los individuos habitualmente remontan sus ancestros,
Las momias más que otros objetos son para el ima- instituciones e ideales hacia atrás, para dar validez a sus reivindicaciones
ginario popular ricas en significado. Quizás por ese de poder, prestigio y propiedad», traducción de la autora.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Por ello, creo importante señalar que las momias des- emprendían todos los difuntos por el mundo de ul-
piertan otros sentimientos además del interés por co- tratumba (Duat) hasta alcanzar la condición de alma
nocer el pasado o la fascinación ante una persona justificada (Champdor, 1982).
muerta que, de alguna forma, ha logrado sustraerse a La momificación tenía su parangón en el mito de
la descomposición que nos devuelve al polvo. Osiris. Este dios, hijo de Nut, la diosa del cielo, y
Para muchos arqueólogos, antropólogos físicos, Geb, la tierra, fue el primer faraón de Egipto. Su her-
historiadores, paleopatólogos son un gratificante estí- mano Seth, envidioso, lo asesina y arroja su cuerpo
mulo profesional pues su examen científico siempre en pedazos al Nilo. Isis su esposa-hermana lo busca
proporciona nuevos ítems de información. Para los desesperadamente durante días hasta que lo encuen-
responsables de su conservación suponen casi siem- tra en Abydos. Aquí, ayudada por el dios Anubis, lo
pre un reto apasionante, porque mantenerlas en bue- embalsama y mediante sortilegios consigue devolver-
nas condiciones es una tarea compleja que requiere le la vida. Isis transformada en milano consigue yacer
de toda su capacidad para determinar cual es la estra- con su consorte revivido y engendrar a su hijo Horus,
tegia de intervención más adecuada y, lo que es más que más tarde vengará la muerte de su padre y se
importante, obtener los recursos necesarios para su convertirá en faraón. Osiris comienza así una nueva
ejecución. A las momias se les puede tomar afecto. singladura como soberano del reino de los muertos
(Hart, 1990). Cada momia personifica por tanto las
dificultades del dios en su camino hacia el renacer y
¿Cómo ha variado el valor de las momias la absoluta confianza en el mismo.
a lo largo de la historia? Los antiguos egipcios eran un pueblo profunda-
mente religioso. No obstante, y pese al papel esencial
En el relato que hace José Miguel Parra (2010) de las que tienen los cuerpos momificados en las doctrinas
vicisitudes sufridas por las momias egipcias podemos sobre el renacimiento y en los ritos funerarios, sus
ver reflejados los variados significados que estas han sepulturas fueron desvalijadas y sus cuerpos manci-
tenido a lo largo de su dilatada historia. llados ya en tiempos predinásticos. El intricado tra-
20 Las momias comienzan siendo objeto de una gran zado de los corredores que conducen a la cámara
veneración a la par que de una ávida codicia, no por funeraria, los rastrillos de piedra o las advertencias
sí mismas, sino por los tesoros que las acompañaban y maldiciones escritas en las paredes nunca detuvie-
en forma de amuletos y ajuar funerario. ron a los ladrones. Tampoco las torturas a las que se
Los antiguos egipcios creían que una persona es- veían sometidos durante los interrogatorios cuando
taba constituida por distintas entidades: el Rem (su se los sorprendía o a la muerte por empalamiento si
nombre), el Sheut (su sombra), el Ib (su corazón)4, el se los encontraba culpables. Estos no se contentaron
Ba, el Ka y el Akh cuya existencia, aunque hasta cier- solo con llevarse el ajuar depositado para el confort
to punto independiente, era a su vez inseparable de del difunto en su nueva vida, o en sacar su momia
las demás. El Ba sería para la mentalidad occidental del sarcófago y arrancarles los vendajes para despo-
lo más próximo a un alma, el reflejo de la personali- jarla de sus joyas y amuletos, sino que en muchas
dad de un individuo. El Ka es como el doble de una ocasiones se ensañaron con ella desmembrándola o
persona y representaba lo que había de esencia di-
quemándola.
vina en ella, esencia que emana directamente de sus
El lucrativo negocio del saqueo de tumbas aumen-
ancestros. Ambas entidades estaban destinadas a reu-
taba en los momentos de crisis económica y de de-
nirse para convertirse en un Akh, el alma justificada
bilitamiento del poder del faraón, como se recoge en
que renacía para compartir su destino con el de los
los papiros Leopold II, Abbot o Mayer B de finales
dioses y el resto de las almas inmortales. El cuerpo
del Imperio Nuevo, participando en el mismo tanto
era el contenedor físico de todas esas entidades. De
bandas organizadas de ladrones, como funcionarios y
ahí la importancia que tenía la preservación del cadá-
sacerdotes corruptos.
ver, pues este era una parte esencial en el viaje que
La usurpación de tumbas fue otra práctica habitual
que despojó a muchas momias de su morada eterna.
4
Los ojos, la boca, las extremidades y el estomago también eran vistos
Así durante el Imperio Nuevo tenemos la ocupación
como entidades semi-independientes, por lo que podían manifestarse de Ramses VI de la tumba de su sobrino y predecesor
como expresiones de los deseos o estados de ánimo de una divinidad. Ramses V en el Valle de los Reyes; o la reutilización
1.1. Objetos o sujetos. ¿Qué significado tienen las momias?
de tumbas en la necrópolis del poblado obrero de siglo xv habían puesto a los europeos en contacto con
Deir-el Medina, en este caso debido probablemente otras momias como las canarias y las latinoamerica-
a la falta de espacio (Estrada Laza, 2001). Las momias nas, pero es ahora cuando estos exploradores y via-
desalojadas sólo podían aspirar, con suerte, a obser- jeros ilustrados muestran un interés concreto en ellas.
var desde el rincón al que se las arroja como su ajuar En Canarias las primeras noticias sobre el hallazgo de
cambiaba de propietario y su nombre borrado. cuevas conteniendo restos momificados aparecen du-
Las autoridades egipcias, y en particular los sacer- rante este siglo (fig. 2). Algunos de los especímenes
dotes encargados de los cultos funerarios, no perma- encontrados fueron llevados a la península, Francia
necieron de brazos cruzados ante este expolio sino o Inglaterra como regalo de reyes o personajes rele-
que intentaron ponerle remedio. Así, por ejemplo, a vantes de la nobleza para engrosar sus colecciones
principios del siglo x a. C. los sacerdotes de Amon en privadas. Es el caso de la momia regalada al monarca
Tebas se dedicaron a reagrupar la mayor parte de las español Carlos III o la que perteneció al Conde Chas-
momias del Valle de los Reyes y el de las Reinas que tenent de Puysegur (Mora Postigo, 1992; Rodríguez
habían sido víctimas del pillaje con el advenimiento Martín, 1992). Algunas pasaron también a engrosar las
del Tercer Periodo Intermedio. Se vendaron aquellas colecciones de universidades y sociedades científicas,
que habían sido desvendadas, se les pintaron nuevas como la momia de una mujer que el capitán Young
cartelas de identificación para sustituir a las que la lleva a Cambridge (Farrujia de la Rosa, 2008).
habían perdido, se acomodaron las que se pudo en
sarcófagos y se recolocaron en tumbas invioladas. La
tumba de Pinedjem II, sumo sacerdote de Amon, ter-
minó acogiendo a más de 50 momias, entre faraones,
sus reinas, familiares y altos funcionarios, con data-
ciones que van desde el Imperio Antiguo al Nuevo.
Esta tumba permaneció inviolada hasta mediados del
siglo xix en que fue descubierta por azar.
Durante la Edad Media las momias vuelven a re- 21
valorizarse, esta vez como panacea. En tiempos del
Imperio Romano el bitumen o asfalto alcanzó cierto
prestigio como medicamento. Al ser una sustancia es-
casa en la naturaleza, pronto se vio suplantada por
el polvo de momia cuyo aspecto y consistencia lo
hacían un sustituto apropiado. Las resinas oxidadas
que impregnaban los vendajes de lino adquirían un
aspecto y consistencia similar al bitumen, cuando no
era ésta la sustancia usada en algunas momias greco-
rromanas. El polvo de momia terminó por adquirir
un prestigio propio en Europa. En consecuencia, su
elaboración y exportación se convirtió en un lucrati-
vo negocio que llevó incluso a la falsificación de la
materia prima: se horneaban cadáveres de personas
recién fallecidas para hacerlos pasar así por momias
antiguas. Su uso como medicamento decae poco a
poco hasta desaparecer en el siglo xviii (Aufderhei-
de, 203: 515-518).
Durante este siglo las ideas de la ilustración van a
proporcionar nuevos usos y significados a las momias.
Ya no se quieren reducidas a polvo sino enteras y
en buen estado, como trofeos de la expansión colo-
nial europea o curiosidades de los «otros». Los viajes
transoceánicos de exploración iniciados a finales del
C M Y K
Las momias empiezan también a adquirir, al igual y momias de los antiguos canarios se coleccionan con
que otros restos arqueológicos, valor como eviden- entusiasmo, enviándose muchas a Europa para en-
cias físicas del pasado. Este valor está en relación con grosar las colecciones de distintos museos y las mo-
la nueva concepción de la historia como el paradig- mias americanas se comienzan a ver como algo más
ma de la inexorable tendencia de la humanidad hacia que curiosidades de la naturaleza (fig. 3).
la civilización y el progreso. Una predisposición al No obstante, la aparición de métodos de análisis
progreso que, aunque innata, varía en función de las más precisos y sofisticados a lo largo del siglo xx será
capacidades naturales de los pueblos y que justifica, lo que permita dar una verdadera orientación científica
en aras del mismo, el dominio de los menos compe- a este tipo de investigaciones, que se emprenderán a
tentes. De ahí la importancia que adquiere establecer partir de ahora desde una perspectiva multidisciplinar
el papel de cada grupo cultural en el devenir his- y a medio-largo plazo. El Museo de Manchester fue
tórico. En el siglo xix el análisis morfológico de los pionero en la aplicación de este tipo de enfoque. En
restos humanos proporcionó un abundante material 1908 la egiptóloga Margaret Murray reunió un equipo
para alimentar las tesis defendidas por la raciología y de especialistas en anatomía, química y textiles para
el evolucionismo por lo que su estudio adquiere un estudiar dos momias de la colección conocidas como
mayor predicamento (Estévez González, 2007). Así los «Two Brothers». Estos hermanos, procedentes de
las momias egipcias se desvendan en gran número una necrópolis del Imperio Medio, fueron desvenda-
para proceder a su disección anatómica; los cráneos dos y diseccionados ante una audiencia, al más puro
estilo decimonónico, pero en esta ocasión con unos
objetivos científicos concretos. Ya en los años seten-
ta Rosalie David pone en marcha, al ser contratada
como conservadora de egiptología, un proyecto de
investigación –Manchester Museum Mummy Project,
1979– con el fin de reexaminar la amplia colección del
museo (David, 1979; 2008). Este proyecto, que dura
22 ya tres décadas ha ayudado a mejorar los métodos
de análisis radiológico, ha implantar procedimientos
de examen no destructivos como la endoscopia –que
permite a su vez la toma selectiva de muestras histo-
lógicas– y a impulsar la creación de un Banco Interna-
cional de Muestras de Tejido de Momias Egipcias (In-
ternational Egyptian Mummy Tissue Bank). También
se ha logrado extraer ADN humano para su análisis y
se está intentando conseguir ADN de los parásitos que
infestaban algunas de estas momias.
Otras investigaciones multidisciplinares han sido
la emprendida para la conservación de la momia de
Ramses II (Balout; y Roubet, 1985) y el Lindow Man
(Stead, Bourke; y Brothwell, 1986) en los años ochen-
ta, el proyecto «Cronos» para el estudio de las momias
guanches en los noventa (VV. AA., 1992) o el de Otzi,
el hombre de la edad de bronce congelado en los
Alpes italianos (Spindler, 1994).
La información obtenida con el estudio científico
de momias depositadas largo tiempo atrás en un mu-
seo, con escasas o ninguna referencia a su contexto
arqueológico, ha puesto asimismo de manifiesto la
enorme importancia que tiene su conservación, y no
sólo con fines expositivos o educativos. Todavía en la
primera mitad del siglo xx muchos restos momificados
Figura 3. Caverne des Guanches. Louis Marvy. 1850. Colección del Museo
de Historia de Tenerife.
1.1. Objetos o sujetos. ¿Qué significado tienen las momias?
manifestación cultural foránea. La mitificación del En palabras de Ricardo Melchor, presidente del
guanche era por tanto inevitable. Cabildo Insular:
Aunque las reivindicaciones identitarias apenas
calaron en la población, sí lo hicieron los mitos en «Una momia es el cadáver de un ser huma-
torno a los guanches como descendientes de atlan- no antes que un objeto de museo, y todo ser
tes o vikingos, entre otros. Para muchos los cabellos humano tiene derecho a descansar en su tierra»
decolorados de las momias eran una prueba de esta (ABC, 2006).
filiación.
En la segunda mitad del siglo xx se intenta gra- En las momias guanches conviven, por tanto, dos
dualmente cambiar esta imagen idealizada del guan- significados antagónicos sin conflicto aparente. Por
che por una basada exclusivamente en las evidencias un lado, se consideran importantes evidencias ma-
científicas aportadas por la bioantropología. El Museo teriales –objetos– para el conocimiento de la cultura
Arqueológico de Tenerife jugará un papel relevante en aborigen y, por otro, los antepasados –sujetos– fun-
este cambio de enfoque. En un principio débilmente, damento de memorias colectivas y merecedores de
conduciendo algún trabajo multidisciplinar, como el respeto.
estudio de una momia hallada en el barranco de Jagua En contraposición al discurso político y museísti-
que permitió descubrir, mediante el análisis de su con- co, los sentimientos de la población son más ambi-
tenido intestinal, elementos desconocidos de la dieta guos (Meneses Fernández; García Morales; y Estévez
aborigen (Diego Cuscoy, 1960) o facilitando el estudio González, 2005). Mientras muchos ven en los guan-
de su amplia colección de restos humanos. Esta colec- ches a sus ancestros o, como mínimo, reconocen la
ción va a servir de base a investigaciones realizadas importancia de las momias como símbolos culturales
tanto por antropólogos físicos empeñados en conti- universales, otros se resisten críticamente a esta mani-
nuar alimentando las tesis de la raciología, como in- pulación política o viven el debate con indiferencia7.
vestigadores del campo de la medicina interesados en
determinar las paleopatologías presentes en la pobla-
24
ción aborigen (Rodríguez Martín; y Martín Oval, 2009:
¿Por qué conservamos las momias?
25-44). Más tarde, ya en la década de los noventa, de En síntesis, ya sea como objetos de veneración, sou-
forma decidida implementando el proyecto «Cronos» venirs coloniales o evidencias etnohistóricas, las mo-
de investigación e impulsando la creación de un Ins- mias tienen un extraordinario potencial para trans-
tituto Canario de Bioantropología, las momias pasan mitir mensajes culturales diversos. Esto las convierte
a ser el objetivo prioritario de estas investigaciones, a en merecedoras de ser preservadas porque, según
la vez que se les da una mayor relevancia dentro del Muñoz Viñas (2005: 62-63), lo que califica a un ob-
discurso expositivo. Se persigue con ello no sólo con- jeto como conservable no es su adscripción cultural
vertirlas, a imitación de otros museos, en las piezas o histórica, su calidad artística o su antigüedad, sino
estrella de la colección –las momias tienen un incues- los significados simbólicos que lleva implícitos y/o su
tionable atractivo para los visitantes– sino en símbolos valor como evidencia.
de la identidad cultural canaria. Esta transformación Los museos tienen –como ya adelantamos en
en símbolos ha estado amparada por el partido nacio- el apartado 1.2 de este volumen– un papel crucial
nalista en el poder que ha apoyado, cuando no pro- en esta construcción de significados simbólicos,
pulsado, las reivindicaciones para restituir las momias pues entronizan un modelo occidental de entender
que se encuentran fuera de la isla. Así, en el 2004 se la cultura basado en lo material. Los objetos que
recuperan dos de las momias del antiguo Museo Ca-
silda que habían sido vendidas y llevadas a Argentina
en 1889, y en el 2011 se restituyen los restos de tres 7
El debate sobre la restitución de la momia de Madrid se siguió ampliamen-
momias depositadas en el Museo Reverte. Además, te en las redes sociales a nivel insular. Disponible en: http://mangasver-
se han presentado diversas iniciativas parlamentarias des.es/2006/06/15/el-curioso-caso-de-la-momia-guanche-de-salamanca
http://www.historiayarqueologia.com/profiles/blogs/momias-guanches
–1991, 2004, 2005 y 2006– solicitando la devolución
escriturae publicae
de la momia expuesta en el Museo Nacional de Etno- http://cibern-ethica.blogalia.com/historias/66893 o http://www.facebook.
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1.1. Objetos o sujetos. ¿Qué significado tienen las momias?
El contexto cultural en el que esta actividad se la terminología de los antropólogos culturales de los
desarrolla. Los conservadores, restauradores y téc- «otros». De ahí que el museo Milwaukee en la página
nicos responsables de las colecciones de restos web donde presenta su exposición «Mummies of the
humanos no estamos libres, al igual que otros pro- World» haga la siguiente declaración de principios:
fesionales, de las tendencias y perjuicios culturales
en los que hemos sido educados. Reconocerlo así, «We present “Mummies of the World” recog-
a la vez que aceptamos que las momias son ac- nizing that ethical guidelines of global museum
tualmente construcciones simbólicas erigidas so- partnerships demand that human remains are
bre un soporte material –el respeto debido a su treated with respect and dignity, taking into
condición previa de personas no cambia su esta- account the interests and beliefs of the social,
tus– nos ayudara a tomar decisiones conscientes y ethical and religious groups from which the hu-
lo más objetivas posibles. man remains originate» (Blake, 2011)10.
Este último factor tiene especial importancia si Esta mayor empatía de museos e investigadores
tenemos en cuenta que no existe una filosofía pro- con las opiniones de los descendientes étnicos o cul-
pia de la conservación que nos guíe e inspire, máxi- turales, grupos religiosos o visitantes en general se ha
me cuando ésta se ha convertido en una disciplina traducido en presentar las momias parcial o comple-
muy compleja, dependiente de la tecnología, en la tamente cubiertas. El Museo de El Cairo expone las
que participan técnicos con preparación y habilida- momias reales pudorosamente cubiertas con un lien-
des muy diversas. En la última década se han hecho zo que sólo deja ver sus rostros. En el 2008 el Museo
grandes esfuerzos por desarrollar una teoría de la de Manchester también cubrió, en este caso totalmen-
conservación, en consonancia con las demandas de te, los cuerpos de tres de sus momias desvendadas,
una mayor accesibilidad del público a las colecciones una de ellas un niño. Esta decisión se tomo a raíz de
(Asshley-Smith, 1999; Caple, 2000; Pye, 2001; Muñoz la controversia suscitada por la exposición itinerante
Viñas, 2005). Estos esfuerzos han llevado a debatir en «Body Worlds 4» que mostraba especímenes anató-
26 micos y se hizo paralelamente a la realización de un
profundidad algunos de los antiguos principios como
el de la reversibilidad; a desechar conceptos como el sondeo de opinión entre sus visitantes sobre la for-
de autenticidad y estado original, y a dar mayor rele- ma más apropiada de exponer las momias egipcias.
vancia a la gestión de riesgos o sostenibilidad. Llegaron incluso a considerar su retirada de la expo-
sición permanente si el público así lo consideraba.
No obstante, la mayoría expresó su deseo de seguir
Cómo exponemos las momias viendo las momias como siempre, desnudas, por lo
que se volvieron a descubrir parcialmente (Manches-
En la actualidad hay planteado un interesante debate ter Evening News, 2008; Veiga, 2010; Atkinson, 2010).
sobre si es ético o no exhibir restos humanos y, en el Otra de las medidas que se ha puesto en prác-
caso de serlo, cuál es la forma correcta de hacerlo. Este tica para evitar ofender, suscitar susceptibilidades o
debate surgió en América del Norte ante las demandas simplemente vulnerar la sensibilidad de los visitantes
de las minorías étnicas de poder decidir sobre el destino es mantener los expositores a oscuras, dejando a su
de sus antecesores depositados en museos e institucio- elección iluminarlos para poder visionar su contenido
nes científicas. Para estos grupos el valor que pudieran (fig. 4).
tener estos restos como evidencias científicas o como En el «VII Congreso Mundial de Estudios sobre
recursos educativos primaba menos que el respeto de Momias» (San Diego, 12-16 de junio de 2011) mu-
sus tradiciones y el mantenimiento de los lazos tribales chos congresistas estuvieron de acuerdo con que
con sus ancestros. Algunos iniciaron incluso procedi- no se deberían mostrar huesos descarnados, largas
mientos legales para conseguir que volvieran a ser en-
terrados (Herráez, capítulo 1.2). Se trataba, en definitiva,
10
«Reconocemos al presentar “Momias del Mundo” que los criterios éticos
de reivindicar una perspectiva diferente de entender y
de la asociación global de museos demandan que los restos humanos
mostrar la cultura, en la que se diera cabida a los sen- sean tratados con respecto y dignidad, teniendo en cuenta los intereses
timientos, creencias y puntos de vistas de grupos mi- y creencias de los grupos sociales, éticos y religiosos que los originaron»,
noritarios o marginales dentro de la sociedad, usando traducción de la autora.
1.1. Objetos o sujetos. ¿Qué significado tienen las momias?
Figura 4. Momias guanches expuestas en el Museo de la Naturaleza y el Hombre, Santa Cruz de Tenerife. Fotografía: Gonzalo M. Ruiz. OAMC.
27
zonas de piel seca, genitales o partes separadas del éticamente más correcto, pues se suscitan numerosas
cuerpo como cabezas, pies o manos. Esta conclu- controversias derivadas de cómo se ha entendido tra-
sión nace de la conciencia de que las momias fueron dicionalmente los conceptos de desnudez, ascenden-
antes que evidencias personas; unas personas cu- tes o grupos portadores de intereses (stakeholders). En
yas creencias religiosas, nombre e incluso biografía cualquier caso es fundamental que los conservadores
ha llegado, en muchos casos, hasta nuestro conoci- conozcamos este debate pues sea cual sea la forma en
miento a pesar de los milenios de historia y olvido que las momias se expongan esta va a afectar las deci-
transcurridos. siones que tomemos respecto a su conservación.
No obstante, en varias ocasiones ha quedado de
manifiesto que los sentimientos de repulsión o dis-
gusto ante la visión de un cadáver desnudo no son Bibliografía
los mismos si este pertenece a nuestro grupo cultu-
ral u a otro distinto. Es el caso del pigmeo disecado ACTAS (1992): Actas del I Congreso Internacional de
expuesto en el Museo Darder de Historia Natural en Estudios sobre Momias (febrero 1992). Santa Cruz de
Banyoles (Girona) durante más de un siglo. Su expo- Tenerife: Museo Arqueológico y Etnográfico de Tene-
sición nunca suscitó controversia alguna hasta que la rife, OAMC, Cabildo de Tenerife.
reprobación de un visitante de origen africano movió
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1.2. Cuestiones éticas y legales.
Siempre sujetos, pero aunque fueran objetos
tendrían sentido
Isabel Herráez
Instituto del Patrimonio Cultural de España
isabel.herraez@mecd.es
«Los restos humanos son los cuerpos de perso- enfrentamiento entre las partes implicadas (Kauff- 31
nas que vivieron hace cientos de años, y los de mann; y Rühli, 2010; McGowan; y Laroche, 1996).
aquellos que fallecieron dentro de la memoria
reciente o viva. El museo usa el término “restos
humanos” para referirse a los cuerpos, o par- Algunos apuntes sobre normativa
tes de cuerpos, de gente que vivió. Los restos
Es práctica común la existencia de un código ético
humanos también incluyen uniones con otros
o de conducta en cualquier rama de la investigación
materiales, no humanos, para formar objetos
científica ya sea biomedicina, química, antropología,
compuestos de varios materiales» (Basado en
arqueología, etc.; más especialmente si la praxis de
DCMS, 2005).
ésta implica la manipulación, conservación y expe-
rimentación sobre seres humanos o partes de estos.
Introducción Aunque la legislación específica sobre restos huma-
nos antiguos es escasa, existen múltiples códigos
La conservación, investigación y exposición de restos deontológicos y guías de conducta (Endere, 2000;
antropológicos es, y será, objeto de un complejo y 2002; 2012).
controvertido debate; aunque la actitud del hombre Los primeros en desarrollar protocolos o guías de
frente a estos restos se haya modificado con el paso manejo y exhibición son los países que tienen tradi-
del tiempo, cambiando al mismo ritmo que su capa- ción en momificación, frecuentes hallazgos de restos
cidad de experimentar respeto, empatía y solidaridad humanos antiguos, numerosos especímenes en colec-
con el prójimo. ciones, fuertes grupos de presencia indígena o defen-
A pesar de ello, desde los años ochenta, los res- sores de los derechos humanos.
tos antropológicos en museos y colecciones plan- Desde que las campañas de Napoleón en Egip-
tean múltiples problemas morales o éticos, junto to popularizaran el coleccionismo de arte y antigüe-
con diversidad de opiniones y distintos niveles de dades en Europa, llevando a grandes pérdidas de
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
patrimonio en numerosos países, hay que esperar y entre las más recientes, la de 2005, la Declaración
hasta la década de los cincuenta para encontrarnos Universal de Bioética y Derechos Humanos.
con las primeras recomendaciones generales de ni- Con posterioridad vendrían la Convención sobre la
vel internacional, sobre protección de patrimonio, re- protección del patrimonio mundial, cultural y natu-
dactadas por la Organización de las Naciones Unidas
ral (1972); la Recomendación sobre Protección de los
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Bienes Culturales (1978) cuya Definición Punto 1.II
También de esta época (1948) es la Declaración Uni-
versal de Derechos Humanos, revisada y modificada recoge «Los objetos antiguos, tales como (…) en es-
varias veces, entre ellas en la Conferencia Mundial de pecial las momias»; la Declaración universal sobre la
Derechos Humanos de Viena (1993), donde se reco- diversidad cultural (2001); la Convención para la sal-
nocen los derechos de los pueblos nativos del mundo vaguardia del patrimonio cultural inmaterial (2003)
32
Figura 1. Sala de Egipto. Museo Hermitage, San Petersburgo, Rusia. Numerosos visitantes acuden diariamente a observar las momias. Fotografía: Jesús
Herrero. IPCE.
1.2. Cuestiones éticas y legales. Siempre sujetos, pero aunque fueran objetos tendrían sentido
y la Convención sobre la protección y promoción de la polices for museums on Australia an Aboriginal and To-
diversidad de las expresiones culturales (2005). rres Strait Islander People (1993), revisada en 1996 y en
También internacionales, encontramos documentos el 2000, y sustituida en 2003 por Continous Cultures,
en la Organización de Naciones Unidas (ONU), como Ongoing Responsabilities. Canadá dictó The Heritage
la Declaración 61/295 de 2007 sobre los Derechos de Resource Acta (1986) y Policy Respecting the reporting,
los Pueblos Indígenas o el Convenio 169 sobre pueblos exhumation and reburial of found human remains
indígenas y tribales, de la Organización Internacional (1987). Con posterioridad, los tres consejos nacionales
de Trabajo (OIT). de fomento científico (Medical Research Council, Natu-
A nivel local, aparece en el año 1983, la Ley 117 ral Sciences and Engineering Research Council y Social
de Protección de Patrimonio en Egipto, modificada por Sciences and Humanities Research Council) difundieron
la Ley 3/2010; y entre las primeras normas, que hacen unos criterios generales en 2011, bajo el título de lnte-
mención expresa a restos humanos, se encuentran la grity in Research and Scholarship: a Tri Council Policy
del estado de Victoria (Australia), Aboriginal and Torres Statement, que reemplaza a los de 1994, 1996 y 2010.
Strait Islander Heritage Protection Act, de 1984, cuya En 1989, los delegados asistentes al Congreso
redacción vino forzada por las movilizaciones de gru- Mundial sobre Arqueología (WAC), redactaron el lla-
pos reclamando los restos aborígenes existentes en mu- mado Acuerdo de Vermillion, USA (1990), sobre Ética
seos, y la del estado de Manitoba, en 1986. Reforzada en Arqueología y el tratamiento de la Muerte, llegan-
a nivel estatal por Previous Possesions, New Obligations: do a un consenso entre los arqueólogos y los pueblos
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Figura 2. Exhibición de momia y sarcófago. Museo Arqueológico de Atenas, Grecia. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
indígenas sobre los criterios éticos aplicables a los 2009 y Argentina en el 2001 con la Ley 24.071/92, que
restos humanos indígenas. El acuerdo se revisó en sanciona la Ley 25.517 Decretos comunidades indíge-
el «II Congreso Mundial de Arqueología», celebrado nas. Y en Perú, el Museo Nacional de Arqueología,
en Barquisimeto (Venezuela), en 1990. Años después, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP) adoptó
en 2005, se redactó The Tamaki Makau-rua Accord la política del Museo de Historia Natural de Londres
on the display of human remains and sacred objetcs, (Tomasto, 2006).
aprobado en el 2006 en WAC de Osaka. En el continente africano encontramos la Carta
El Acuerdo de Vermillion sirvió de antecedente al Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pue-
sistema legislativo más amplio sobre patrimonio indí- blos, de 1986, también conocida como la «Carta de
gena, la ley de los Estados Unidos: Native American Banjul», desarrollada por la Organización para la Uni-
Graves Protection and Repatriation Act (NAGPRA), dad Africana (hoy Unión Africana), de ámbito inter-
de 1990, que protege los derechos de los pueblos in- nacional, y cuyo objetivo es promover y proteger los
dígenas sobre objetos ceremoniales, restos humanos, derechos humanos y libertades básicas.
la utilización de lugares religiosos tradicionales y los También de ámbito internacional son los congresos
derechos exclusivos de comercialización de obras de de estudios sobre momias, que se celebran desde el
arte y artesanías. Modificada para incluir la protección año 1992 en Tenerife (España), en 1995 en Cartagena
de la población autóctona de Hawai y la National de Indias (Colombia), en Arica (Chile) en 1998, en el
Museum of the American Indian Act, ambas de 1991. año 2001 en Nuuk (Groenlandia), en Turín (Italia) en
La experiencia vivida en Estados Unidos, Australia 2004, Lanzarote (España) en 2007 y San Diego (EE. UU.)
y Nueva Zelanda dio lugar a la implementación de en 2011 o el celebrado en 2011, promovido por el
medidas similares en otros países, principalmente eu- ICOM, First International Symposium for Anciente Ca-
ropeos. Así, Reino Unido, Escocia, Alemania, Suiza, daver Protection and Research, en Changsha, China.
Austria e Italia comenzaron la redacción de diversas Al final de este capítulo se puede encontrar una
guías o manuales para la conservación de restos hu- síntesis de los principales puntos que desarrollan es-
manos. tas leyes y protocolos.
34
Entre los protocolos existentes podemos encontrar
Guidelines for the Care of Human Remains in Scottish
Museum Collections (1997), la guía profesional desa- ¿Y qué ocurre en el museo?
rrollada por Museum Ethnographers’s Group (MEG),
Los profesionales de museos también cuentan con su
adoptada en 1991, revisada en 1994 y con una nueva
normativa específica promovida por el Consejo Inter-
edicion realizada en 2011 por el Museums Galleries
nacional de Museos (ICOM) que considera, en su «Có-
Scotland, o las Recomendaciones para el tratamiento
digo de ética profesional» (1986), a los restos antropo-
de restos humanos en colecciones, museos y espacios
lógicos y objetos sagrados como «materiales delicados»,
públicos del Bundesärztekammer, de 2003. La Gui-
que merecen un trato respetuoso. En el encuentro del
dance for the care on Human Remains in Museums,
año 2006 se cambia el nombre por Código de Deon-
publicada por Department of Culture, Media and Sport
tología del ICOM para los Museos y, hasta en el ICOM
(DCMS) de Reino Unido, en 2005, y por la que se guían
Dinamarca 2010, el debate seguía abierto.
varios museos, entre ellos el Museo Británico –es el re-
sultado de un estudio llevado a cabo, en 2001, por el
Working Group on Human Remains sobre la situación Materiales culturales delicados
de los restos humanos y la necesidad de un cambio
de legislación en museos y galerías de Reino Unido– y «Las colecciones de restos humanos u objetos con ca-
la Human Tissue Act (2004). The Church of England rácter sagrado sólo se deben adquirir si se pueden
tiene un protocolo propio, redactado en colaboración conservar con seguridad y ser tratados con respeto.
con English Heritage: Guidance for best practice for Esto debe hacerse de conformidad con las nor-
treatment of human remains excavated from Christian mas profesionales y los intereses y creencias de las
burial grounds in England (2005). comunidades o grupos étnicos o religiosos de donde
En Latinoamérica, Chile ratificó el ya citado «Con- provienen, si es que se conocen» (ICOM, 2006).
venio 169» de la Organización Internacional de Traba- El obligado cumplimiento de estas normas y
jo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales en el año códigos de conducta, junto con los movimientos
1.2. Cuestiones éticas y legales. Siempre sujetos, pero aunque fueran objetos tendrían sentido
populares y las cada vez más numerosas reclamacio- de inmortalidad. ¿Quién pondría objeciones a eso?»
nes, han provocado un fuerte debate y un cambio (Alexander, 2004).
de actitud de los profesionales implicados, obligando
a modificar la política de los museos e instituciones
científicas que los custodian, ya que numerosos res- ¿Cómo está la situación a nivel local?
tos humanos mantenidos por los museos para la in-
vestigación, docencia, han tenido que ser devueltos a En nuestro país no existe legislación específica para
sus localizaciones originales. la conservación, manejo y exhibición de restos hu-
Todavía hoy, existe una fuerte oposición y se al- manos, excepto desde el punto de vista sanitario; tal
zan numerosas voces, sobre todo en EE. UU. y Reino vez porque, con excepción de las momias guanches,
Unido, que consideran las leyes actuales demasiado no es una zona con tradición en procesos de momifi-
constrictivas, porque llevan a la pérdida de informa- cación y la presión social es escasa. Sin embargo, las
ción fundamental en la investigación arqueológica y normas existentes en otros países difundidas entre los
científica. Como ejemplo los restos humanos hallados profesionales de este campo, dan un toque de aten-
en las excavaciones realizadas en Stonehenge que, ción a la necesidad de tener un marco legal y ético
según la normativa local actual, deben ser enterrados para nuestros especímenes.
de nuevo en un plazo máximo de dos años, inde- La realidad es que se han producido ya las primeras
pendientemente de su importancia o interés. Así, son controversias, que han trascendido del plano profesio-
numerosos los profesionales favorables al antiguo nal a la opinión pública. Son los casos de la momia
sistema: «Los restos están más seguros en un museo guanche conservada en el Museo Nacional de Antro-
que en el terreno y excavarlos les da una cierta clase pología, en Madrid, y el «Bosquimano de Bañolas».
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Figura 3. Exhibición de momias y sarcófagos de Deir el Bahari. Museo Británico, Londres. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
La primera ha sido reclamada desde el año 1976 el año 2000, cuando Botsuana, a petición de la Uni-
en varias ocasiones, por el Gobierno Canario y el Ca- dad Africana (UA), acogió sus restos.
bildo para el actual Museo del Hombre y la Naturale- Si se consulta la Ley del Patrimonio Histórico Es-
za, de Tenerife. La última ocasión fue en el año 2011, pañol (Ley 16/1985, de 25 de junio) en sus disposi-
coincidiendo con la recuperación de las tres momias ciones generales, puede verse que se desarrolla de
conservadas en el Museo Reverte Coma, dependiente forma genérica, siendo la Ley de Patrimonio Histórico
de la escuela de Medicina Legal de la Universidad de Canarias (Ley 4/1999, de 15 de marzo) la que hace
Complutense de Madrid. Anteriormente, en 2003, se mención expresa a estos restos antropológicos:
había conseguido el retorno, desde Argentina, de la
momia guanche perteneciente a la colección Casilda «Artículo 62. Bienes arqueológicos de interés
de Tacoronte. cultural.
El «Bosquimano de Bañolas» fue un tema que, des- Quedan declarados bienes de interés cultural:
de 1997, movilizó a las Naciones Unidas y a la Or- Con la categoría de Bien Mueble: Todas las
ganización para la Unidad Africana, que realizaron momias, fardos y mortajas funerarias pertene-
consultas y una petición oficial al Ayuntamiento de cientes a las poblaciones prehispánicas de las
Bañolas y Museo Darder para su retirada de la expo- islas Canarias, cualesquiera que sean su actual
sición pública y repatriación. Estuvo expuesto hasta ubicación y estado de conservación; así como
36
Figura 4. Sarcófago y ajuares egipcios. Museo Arqueológico de Atenas, Grecia. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
1.2. Cuestiones éticas y legales. Siempre sujetos, pero aunque fueran objetos tendrían sentido
todas las colecciones de cerámicas, incluidos multidisciplinares pero, cada uno, con perspectivas
ídolos y pintaderas, existentes en Canarias, y concretas sobre los restos. Sobre todo, teniendo en
los utensilios líticos, objetos de piel y madera cuenta que la investigación se realiza sobre especí-
o hueso, malacológicos, los pecios y aquellos menes únicos, irreemplazables, y que la información
otros fabricados en materia vegetal». que puedan aportar no puede encontrarse en otras
fuentes.
En la definición de museo del ICOM encontramos:
Criterios generales para su conservación
y exposición «Los museos poseen testimonios esenciales
para crear y profundizar conocimientos.
No se discute que el estudio científico de los restos
humanos, hallados o custodiados en los museos, es Principio
de interés para toda la humanidad, por lo que en Los museos tienen contraídas obligaciones es-
su práctica han participado antropólogos, arqueó- peciales para con la sociedad por lo que res-
logos, médicos forenses, patólogos, historiadores, pecta a la protección, accesibilidad e interpre-
etnólogos, zoólogos, anatomistas, teólogos, sociólo- tación de los testimonios esenciales que han
gos, farmacéuticos, químicos, etc. formando equipos acopiado y conservado en sus colecciones.
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Figura 5. Exposición de momias y sarcófagos. Museo Británico, Londres. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
el-Sadat, argumentando razones religiosas y éticas. Sin de los museos y visitantes. El museo debe educar al
embargo, en el año 1994 se realizaron obras para vol- público en el trato diferencial de los restos humanos
ver a exponer las momias reales, once en una primera frente a los objetos. El acceso a ellos debe ser volun-
fase y doce más en una segunda sala en el año 2006. tario, consciente y, como se hizo durante la exposi-
Las obras no solo fueron motivadas por una necesaria ción «The Lindow Man», en el Museo de Manchester,
adecuación de los espacios y vitrinas para la conser- el visitante debe saber que «ver estos cuerpos es un
vación de los restos, sino también por el necesario privilegio excepcional» (Andersen, 2010).
cambio en su forma de presentación, más respetuosa
y con argumento histórico, dentro de un contexto.
También debemos recordar que, determinados gru- Síntesis de las recomendaciones
pos culturales como los kukukukus de Papua Nueva desarrolladas en las leyes, guías
Guinea, los campeches de Mejico, Toraja en Indonesia y protocolos citados
o en la famadihana de los malgaches de Madagascar,
exponen públicamente los restos de sus antepasados, Las recomendaciones generales, que se derivan de las
o exponían según nos cuentan los antiguos cronistas guías y códigos éticos de conducta citados, pueden
sobre las momias o mallquis del Cusco, manteniéndo- resumirse así:
los en las mejores condiciones posibles, como objeto
de reverencia o veneración de sus ancestros. – La identidad de una persona no está solo en
La exposición de restos humanos en museos y co- su cuerpo físico, también la forman aspectos
lecciones afecta a la ética y moral de los profesionales sociales, culturales y espirituales.
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Figura 6. Exposición de momias. Museo Británico, Londres. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
– Respeto de los deseos del individuo, cuando haciendo especial mención a los motivos por
son conocidos o pueden ser razonablemente in- los cuales está en exposición pública.
feridos. La continuidad de la persona va más allá – Estas recomendaciones afectarían a todas las
de la permanencia de su cuerpo, con él perma- momias y restos antropológicos conservados
necen también su identidad y memoria –perso- en museos y colecciones, ya sean museos ar-
nal o como parte de la memoria colectiva–. queológicos, de historia o ciencia natural, me-
– Respetar la voluntad de la comunidad, descen- dicina, etc.
dientes o custodios, siempre que sea razonable
y legal. Contar con el consentimiento informa-
do de estos para cualquier acción.
Conclusiones
– No causar daño al individuo, a la comunidad o De todo lo expuesto anteriormente se extrae como
al público en general, buscar siempre su bene- conclusión la necesidad de promover una discusión ri-
ficio. gurosa sobre ética y ciencia, con debate público, sobre
– En el caso de identidad desconocida deberá restos humanos en museos y colecciones. El resultado
hacerse referencia a ellos como especímenes. de este debate debería materializarse en la redacción
Se debe abandonar la práctica común de utili- de un código ético o de conducta para la conserva-
zar gentilicios o apodos. ción, investigación y exposición de restos humanos.
– Dignidad y respeto para los restos, indepen-
dientemente de su origen, raza, nacionalidad o
creencia (religiosa, espiritual, cultural). Bibliografía
– Diálogo y negociación, dentro de la legislación
nacional, siempre que sea acorde con los dere- ALBERTI, S. J.; BIENKOWSKI, P.; y CHAPMAN, M. J.
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– Tener en cuenta que cualquier decisión que se
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puede tener repercusiones sobre él mismo, y British Archaeology, n.º 79. Disponible en: www.bri-
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– El resultado de los estudios físicos, presenta-
dos con respeto y deferencia, tendrá carácter ANDERSEN, L. (2010): «Exhibiting human remains
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limitados del estudio. The George Washington University. MSTD 270: Final
– Respeto por el valor científico de los restos hu- research paper.
manos y por los beneficios que su estudio pue-
de deparar a la humanidad, siempre y cuando CURTIS, N. G. (2003): «Human remains», en The sa-
esté suficientemente demostrada su existencia. cred, museums and archaeology. Public Archaeology,
– No se deben extraer o remover restos humanos vol. 3, pp. 21-32.
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– Si hay restos humanos en exposición deberá — (2012): «Normativa legal, recaudos éticos y prácti-
serlo de manera respetuosa y sensible; con ca arqueológica. Un estudio comparativo de Argen-
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Si nos referimos a los sitios arqueológicos, de- huesos que generalmente se conservan en diferen-
bemos contar con que los contextos deposicionales tes grados de semi-fosilización por su alto contenido
donde se ubican los restos humanos son muy va- mineral, también sufren alteraciones, al igual que los
riados, habiéndose encontrado restos antrópicos en materiales asociados, como textiles y otros.
yacimientos arqueológicos enterrados –como las mo- Los hallazgos humanos aparecen en diferentes
mias más antiguas de Chinchorro–; en sarcófagos –las estados de conservación en función del contexto y,
momias egipcias–; expuestos al aire en cuevas, nichos esencialmente, si recibieron o no algún tratamiento
o abrigos –como las guanches, o el hombre de Galera de preservación. A menudo se confunden los térmi-
la momia más antigua de la península–; restos ahu- nos momificación y embalsamamiento, refiriéndose
mados –como las de la tribu de los kukukukus–; crio- el primero a un proceso de conservación de restos
genizadas –como las momias andinas y algunas del bioarqueológicos de tipo natural. En realidad, si no
pueblo inuit–; congeladas, como el conocido hombre hay deshidratación no hay momificación. En los pro-
de hielo; curtidas –como las de los pantanos de cen- cesos de embalsamamiento se consigue una deshi-
tro Europa e Inglaterra– y, parcialmente sumergidas dratación inducida con la aplicación sobre la matriz
en agua salada: Lady Dai y otras momias en China. orgánica de elementos desecadores y biocidas, algu-
Los cuerpos pueden estar anatómicamente com- nas sales como natrón, extractos vegetales de plantas
pletos, aunque es habitual la evisceración total o par- aromáticas con elevado poder desinfectante, resinas
cial de los mismos. La influencia del medio ambiente de pez o de alquitrán, ceras, etc.
está íntimamente asociada a la conservación de los Por otro lado, la organización sólida de los ma-
restos momificados y cualquier variación entre és- teriales orgánicos, tienen un comportamiento fí-
tos y su entorno, desencadena procesos irreversibles sico-químico que se adapta constantemente a las
de descomposición en los sustratos orgánicos. Los características del medio. Su estructura molecular
46
Figura 1. Excavación en Deir el Bahari. Luxor, Tebas Oeste. Tumba de Djehuty. Fotografía: Leandro de la Vega. IPCE.
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
la componen largas cadenas de proteínas, y estos Las formas que presentan todos los suelos, bien
biopolímeros forman fibras con características acen- sean estratificaciones geológicas o arqueológicas,
tuadas de higroscopicidad y anisotropía, que interac- son el resultado de un largo proceso temporal. La
túan con el entorno. erosión, los movimientos del terreno, la presión,
la acumulación de materias e incluso la destrucción
del propio suelo, componen los distintos estratos.
Importante:
Es importante reseñar la capacidad de almacena-
Debe considerarse una práctica fundamental, analizar miento de agua que tienen la mayoría de los suelos
el estudio medioambiental del entorno y de los suelos (índice hídrico), el grado de compactación para eva-
en los contextos arqueológicos antes de la excavación, luar su resistencia y propiedades físicas –por ejemplo,
puesto que proporcionará datos relevantes indicativos durante los procesos metabólicos de los hongos y las
del estado de conservación de los diferentes materia- bacterias de algunos suelos, se originan cambios en
les momificados, ayudándonos a tomar las medidas el pH de los sustratos orgánicos, pudiendo resultar
necesarias para acometer la intervención con las máxi- muy dañinos para la conservación del material momi-
mas garantías. ficado–. También se ha de tener en cuenta la granulo-
metría, el índice de pH, la conductividad eléctrica, el
contenido en materia orgánica, la actividad biológica
producida por insectos, raíces de las plantas, etc. que
compongan cada horizonte edáfico y que varían en
los estratos más profundos.
Por consiguiente, el estudio de los suelos deberá
planificarse previamente al proceso de excavación y
realizarse, al menos, en cada periodo anual, consta-
tándose los cambios a los que esté sometido durante
las diferentes estaciones.
47
El suelo es uno de los medios más corrosivos para
la conservación de los materiales orgánicos, aunque
por regla general los suelos no compactados con
granulometría gruesa permiten la aireación y tienen
un alto contenido en sal, favoreciendo la desecación
del material orgánico. Los aglutinados con arcillas
conservan la humedad y altas concentraciones sali-
nas y ácidas, y no suelen conservar los restos orgá-
nicos. Los suelos silíceos, ricos en aluminio y óxidos
de hierro, son bastante ácidos; en general podemos
decir que se trata de suelos con mucho humus, de
color oscuro, con bastante vegetación. En los sue-
los ácidos suele haber bastante movilidad de iones
metálicos, que se combinan con facilidad con otros
Los contextos deposicionales del material elementos generando compuestos poco estables. Se
trata de suelos en los que los materiales orgánicos
momificado
se suelen conservar mal.
Los suelos Los suelos pantanosos protegen los materiales
orgánicos proteínicos (cabello, piel, uñas), pero son
El suelo es un medio heterogéneo mutable debido muy agresivos con los demás: textiles, madera, óseos.
a que sus elementos presentan un alto grado de sa- Los suelos salinos se caracterizan por su elevada con-
les producidas por los compuestos minerales; varía centración de sal, que en ocasiones aparecen a modo
en función de un complejo equilibrio de macro y de veladura o capa blanquecina; si la concentración
microelementos, minerales esenciales y de otros fac- de sal es elevada, puede terminar por desintegrar
tores. la totalidad de los materiales. En los suelos ácidos
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
la actividad biológica es menor y en ocasiones esto – Por disminución hídrica: secado al aire y deshi-
favorece la conservación de los materiales orgánicos. dratación por desecación salina.
Pero, por regla general los suelos alcalinos, más – Procesos térmicos: ahumado, crioconservación
propios de climas secos, con bajo índice de humedad y congelación.
relativa (HR), ricos en calcio, sodio y magnesio, man- – Procesos de curtido: momificación en zonas
tienen estables los elementos orgánicos. En realidad, pantanosas.
es el contenido de agua de los suelos lo que resulta
determinante para la conservación. Conservación por desecación
Cualquier objeto enterrado sufre un proceso ace-
lerado de deterioro hasta que se estabiliza con el nue- El cuerpo humano contiene aproximadamente un
vo medio. Si las condiciones durante el periodo de 60-70% de agua, por lo que su eliminación reduce
inhumación son constantes, acaba adaptándose y la considerablemente el volumen original y endurece
degradación se ralentiza. El momento de la excava- todos los tejidos blandos. Cuando hablamos de mo-
ción es crítico, puesto que las estructuras orgánicas mificación, la eficacia del procedimiento reside en
reaccionan rápidamente con los factores ambienta- la estabilidad microbiológica debido a la reducción
les. En este sentido, la rapidez en la aplicación de del contenido hídrico del material orgánico. Durante
tratamiento, o proporcionar un embalaje estable y el proceso de secado se modifica la estructura ce-
adecuado, es la premisa fundamental para la conser- lular por pérdida de humedad, por la reducción de
vación del material (tabla 1). volumen y peso debido a la contracción que sufren
los tejidos por deshidratación. También se producen
cambios de color.
Procesos de conservación Muchos suelos desérticos contienen una bajísima
tasa de humedad, una elevada granulometría que
Las momificaciones pueden producirse por diferentes permite la circulación del aire y alta concentración
48 procesos que interactuaran con el medio en el que se salina que favorece el proceso de momificación de
encuentran, resultando de esta sinergia la conserva- los restos orgánicos. Los restos que aparecen en estas
ción. Los procesos más habituales de momificación zonas se conservan en buenas condiciones, debido
son: a la desecación natural provocada en algunas zonas
Tabla 1. Efectos de deterioro que produce el cambio de ambiente en los materiales arqueológicos (Leigh, 1978)
Aire que contiene oxígeno (además Incrementa todas las formas de deterioro, incluyendo las biológicas y
Entrada limitada de aire
de CO2SO2 y otros gases ácidos) químicas
Presencia de organismos Presencia de organismos+Tº+Luz Se acelera la actividad provocando ataques sobre los restos orgánicos
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
Ahumados
50
Figura 3. Sarcófagos de diferente tamaño conteniendo una o varias momias. Fotografía: Nieves Valentín. IPCE.
monitorización, resulta fundamental para conocer las arcilla. Otro tipo de momificaciones suelen ser las
variables climáticas e higrométricas y ajustar así los que han recibido tratamiento parcial de desecación,
parámetros necesarios para la conservación de los ahumado, etc. para evitar la descarnación por la fau-
restos, aunque generalmente cuando se producen ha- na necrófaga, o encontrarse protegidos en sarcófagos
llazgos en cuevas, las momias se descontextualizan y o en nichos sellados, realizados previamente en el
se trasladan a museos para asegurar su conservación. abrigo.
Los abrigos rocosos se forman por el desgaste de La metodología de conservación de los abrigos
las rocas menos resistentes a la erosión. Suelen ser debe incluir, además de estudios climáticos, el mapeo
áreas protegidas por cornisas pétreas y la diferencia de áreas de actividad, con registros horizontales y ver-
con las cuevas es su escasa profundidad. Por consi- ticales de la zona de asentamiento y/o enterramiento.
guiente y de manera generalizada, se trata de recin-
tos aireados, con índices de luz variable y protegidos Las zonas pantanosas
del agua. El patrón de uso de estos espacios abarca
varias fases culturales, con prolongadas ocupaciones Algunas zonas pantanosas resultaron favorecedoras
desde la prehistoria en muchas zonas del planeta. para la conservación de restos humanos, presentan
En abrigos y cuevas suelen encontrarse momificacio- temperaturas bajas (entre 5º C y 8º C) con un bajo
nes producidas por desecación (natural o inducida) contenido en oxígeno y la lenta pero constante pudri-
o ahumado. Los restos pueden encontrarse envuel- ción de los vegetales asociados a estos suelos, espe-
tos en pieles animales, textiles o estar recubiertos de cialmente el musgo sphagnum moss, que proporciona
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
acidez. El proceso de descomposición transforman presión atmosférica de las altas tierras se producía
lentamente los materiales vegetales en turba y áci- la sublimación del agua que se había congelado. Se
do tánico, un producto excelente para curtir pieles trata de un proceso de liofilización natural; el mis-
muy utilizado desde la antigüedad. El ácido tánico mo que ocurrió con algunas momias de Chile y Perú
acidifica el agua, con un pH del 3,5 a 6 y actúa tam- –cuerpos ofrecidos en sacrificio a los dioses y depo-
bién como antibiótico de las bacterias que atacan las sitados en grutas de montañas con nieves perpetuas–.
estructuras de origen proteínico, por tanto el medio
no presenta apenas agentes patógenos. Los taninos
producidos son los responsables del oscurecimiento Congelación
de los cuerpos y materiales proteínicos. Las momias
así conservadas presentan un elevado contenido de En los procesos de congelación en el que el agua
humedad, con los órganos internos que han perdi- pasa del estado líquido al sólido se produce la rup-
do parte de su estructura; la acidez origina que los tura celular por la formación de cristales de hielo (el
huesos se reblandezcan; si añadimos el peso de los hielo aumenta hasta en un 9% el volumen del agua
estratos de turba, nos encontramos con los resulta- líquida). El proceso no destruye todos los microorga-
dos actuales, cuerpos momificados muy oscurecidos nismos que originan la pudrición, en realidad retra-
y con un aplastamiento en su estructura. Este medio san las reacciones químicas por el frío, este inhibe la
conserva los restos proteínicos, pero no los vegetales, acción enzimática. La aceleración de la descomposi-
por eso estos cuerpos aparecen semidesnudos por la ción en el material descongelado se produce por el
pérdida de los textiles de origen vegetal. desgarre de las paredes celulares, porque estas ruptu-
ras disminuyen la resistencia de los tejidos a la con-
taminación. Por tanto resulta fundamental no romper
Glaciares y nieves perpetuas (liofilización la cadena de frío en los restos momificados conge-
y congelación) lados. Los ciclos de congelación/descongelación re-
sultan catastróficos para los materiales orgánicos, no
De todos los sistemas de momificación, la crioconser- solo por las tensiones estructurales que conllevan, la 51
vación es el que mejor preserva las huellas y patolo- descohesión y el debilitamiento que se produce, sino
gías de los perfiles biológicos del muerto. porque con temperaturas bajo 0º C se ralentizan los
Resultan muy abundantes los hallazgos de restos procesos de contaminación microbiológica, y estos se
conservados en los hielos del Ártico, la Antártida, o intensifican rápidamente en presencia de humedad y
los páramos colombianos, al igual que en zonas altas aumento de temperatura.
con nieves perpetuas como los Andes o los Alpes. Y
en el permafrost de Alaska, Siberia y el Himalaya. En
Siberia aparecen ocasionalmente mamuts. Exposición a sustancias químicas
Modifican los restos produciendo tensiones mecánicas de dilatación, y contracción y peso que Higroscopicidad
Físicas
produce aplastamiento Anisotropía
Contaminación por macro y microorganismos: parásitos, plagas necrófilas, artrópodos, vertebrados y también la
Biológicas
actividad microbiana de hongos y bacterias
movimientos del terreno, la contaminación biológica Debido a las propiedades anisotrópicas de las fi-
y otros. bras orgánicas pueden producirse deformaciones en
Básicamente, todas las causas de alteración se re- diferentes direcciones, agrietamientos, torsiones, etc.
ducen a tres tipos: físicas, químicas y biológicas. Las En el material óseo, cuando los restos están secos por
primeras modifican los restos a través de las tensiones efectos del calor moderado, aparecen fisuras longi-
mecánicas producidas por higroscopicidad y aniso- tudinales. Si han sufrido temperaturas elevadas, sin
tropía. Las transformaciones vinculadas a la química llegar a combustionar, aparecen fisuras y fracturas
orgánica son causas de alteración que se manifiestan transversales, y pérdidas de material.
en los procesos de fosilización, hidrólisis, foto oxi-
dación, etc. Las biológicas se originan por macro y
Modificaciones cromáticas
microorganismos (Alonso López, 1996; Berdoucou,
1990) (tabla 2).
Los restos pueden presentar decoloraciones cromáti-
cas debidas al envejecimiento de los materiales, por
52 Agua suciedad producida por depósitos de polvo, o por
contacto con otros materiales. También resultan ca-
El índice hídrico que presenta cada material y la racterísticas las tinciones por contaminación microbio-
humedad relativa (HR) de su entorno es uno de lógica, o decoloraciones por exposición prolongada a
los factores fundamentales que originan las alte- los rayos UV del sol.
raciones en los restos momificados. Los cambios
de HR están íntimamente asociados a las alteracio-
Colonización biológica
nes mecánicas de los materiales producidas por los
movimientos de los sustratos orgánicos al absorber
El carbono, oxígeno, sales y demás elementos que
o ceder humedad. Cuando los cambios son rápi-
tienen en su composición los restos momificados,
dos y, sobre todo, cuando son constantes provocan
suelen resultar una fuente de alimento para los mi-
fisuras, grietas y rupturas si el material se seca, o
croorganismos que degradan las macromoléculas or-
el hinchamiento por rehidratación y disolución por
gánicas por procesos de hidrólisis enzimática. Apor-
hidrólisis, en el caso de que el índice de humedad
tan nutrientes a algunos tipos de colonias de líquenes,
resulte elevado.
algas, insectos y roedores.
La composición química del agua en el suelo da
Entre los microorganismos postmortem, algunas
lugar a eflorescencias salinas y otros depósitos.
levaduras producen destrucciones progresivas. Los
efectos de las bacterias son la pudrición y algunas
Cambios térmicos tunelaciones paralelas. Los hongos, con el rápido cre-
cimiento de sus micelos, destruyen paulatinamente
Los materiales orgánicos son sensibles sobre todo al los tejidos orgánicos al ir penetrando hacia el interior
aumento de temperatura; si resulta moderado origina de los mismos.
deformaciones, fragilidad; pero si la temperatura su- Respecto a los insectos existe una fauna entomo-
pera los 300º C experimentan cambios morfológicos lógica que pudo afectar a los restos antropológicos,
e incluso su total combustión. en cuanto a individuos, previo, postmortem o durante
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
su momificación; otras especies han podido deterio- pero estas no operan con uniformidad y regularidad
rar los restos antropológicos en el yacimiento, gene- en la totalidad del sustrato. En la misma pieza nos
ralmente se describen en el ámbito médico-forense encontraremos con zonas más o menos alteradas
(Rufino, capítulo 3.2). En resumen se citan: dependiendo de cómo hayan interactuado con el
medio. Si hay agua y presencia de ácidos la altera-
– Necrófagos: se alimentan del cuerpo. Son co-
ción del material orgánico será muy elevada. Si en
munes las especies de las familias Calliphori-
el proceso de extracción la temperatura es elevada
dae y Sarcophagidae, Silphidae y Dermestidae.
las reacciones químicas aumentarán la velocidad de
– Predadores y parásitos de necrófagos: incluye degradación (ecuación de Van’t Hoff).
Staphylinidae e Histeridae, especies de dípte- Se tendrán en cuenta además, las variantes cli-
ros (Calliphoridae y Stratiomydae) e himenóp- máticas e hídricas entre las diferentes estaciones, la
teros parásitos de las larvas y pupas de dípte- fluctuación en la temperatura incluido los ciclos día/
ros. noche, el índice de radiación solar, la latitud geográ-
– Omnívoros: se incluyen grupos como las avis- fica, la cercanía a la costa, la altura sobre el nivel del
pas, hormigas y otros coleópteros, se alimentan mar y la contaminación ambiental.
tanto del cuerpo como de los artrópodos aso-
ciados y de hongos.
– Comunes del suelo: Collembola, arácnidos, El registro
ciempiés, ácaros.
Normalmente el proceso de excavación que se sigue
Las momias en los yacimientos han estado ex- es el de estratos geoarqueológicos, entendiendo estos
puestas a condiciones estables y de anoxia lo cual como: depósitos, estructuras, unidades o grupos. La
favorece una escasa proliferación de insectos y mi- documentación para registrar las unidades estratigrá-
croorganismos. Por el contrario, las momias recién ficas, su denominación, descripción, interpretación o
extraídas y aquellas que se ubican en museos poseen datación es tan variada como los sitios arqueológicos.
una notable susceptibilidad al biodeterioro (Valentín,
53
capítulo 3.3).
Mapas con coordenadas
Cómo actuar en el yacimiento La ubicación geográfica debe ser exacta, con la reali-
zación de una planimetría a través de los datos pro-
arqueológico
porcionados por coordenadas geológicas y georrefe-
La planificación previa resulta fundamental. El equi- renciadas. El uso de instrumentos como los sistemas
po interdisciplinar deberá funcionar en base a las di- de posicionamientos global (GPS), georradar (GPR),
rectrices impartidas por un responsable, que será el los sistemas de información geográfica (SIG) y otras
encargado de fijar las fases secuenciales de la inter- técnicas geofísicas de detección y examen están muy
vención, de limitar la responsabilidad de cada área extendidas en la actualidad.
técnica y ocuparse de la coordinación de los diferen-
tes grupos de expertos y auxiliares. También será el Fase documental
responsable de concentrar e interpretar toda la infor-
mación producida. Hay que registrar todos los materiales que aparecen
Una vez encontrado el hallazgo, habrá que tener en el contexto con coordenadas UTM, a ser posible
en cuenta que nos encontramos ante un resto orgá- por medio de una estación total topográfica, realizan-
nico que resulta altamente contaminante y puede ser do además planimetrías, alzados, secciones, gráficos
contaminado, por lo que debemos tomar una serie a escala y fotografías generales y de los diferentes
de medidas básicas referentes a los aspectos de segu- elementos. La metodología arqueológica implica lle-
ridad e higiene en la manipulación, así como seguir var un diario dónde aparezcan descritos todos los
un estricto protocolo que exponemos a continuación. aspectos del proceso. Actualmente el sistema de re-
Por regla general los restos, enterrados o no, su- gistro se agiliza con fichas y bases de datos normali-
fren un proceso de diagénesis entre el cuerpo y el en- zadas para la descripción de los estratos, estructuras,
torno que originan transformaciones físico-químicas, restos momificados o esqueletos, materiales, pautas
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
de caracterización, etc. que se realizan tanto en papel materiales asociados, como los materiales proteíni-
como en soporte informático. cos o textiles que los envuelve; si estos están tratados
Las fotografías se tomarán con escala. También de- (curtidos o tintados) y establecer las propiedades an-
berán reflejarse fotográficamente las fases del proceso tibacterianas de los mismos. Hay que establecer los
de levantamiento de los restos y materiales asociados. procesos culturales y sus rituales funerarios asociados.
Obviamente cuanto mejor sea la calidad y resolución
de las fotografías los datos aportados serán mayo-
La recogida de muestras in situ
res. Para que resulte lo más ajustado a la realidad,
es aconsejable utilizar fotografías de alta resolución La recogida de muestras debe respetar dos premisas
de 50 megapíxeles, calibrándose la resolución de la fundamentales: asepsia a la hora de la recogida y la
cámara impresora y demás equipos, incluido el papel mínima intervención en la extracción del material. Re-
de imprimir, para evitar modificaciones en las coor- sulta prioritario recoger el material sin contaminar por
denadas cromáticas. También es recomendable el re- factores diferentes a los del objeto del estudio. Para
gistro en vídeo. esto debemos proceder con una planificación previa,
secuenciada en fases concretas y consecutivas.
Se anotará asimismo Los resultados analíticos dependen de la calidad
de la muestra, y no podemos obviar a este respecto
– Cualquier alteración del paisaje que nos indi- que la mayoría de los descubrimientos se realizan en
que lugares de enterramiento. el laboratorio:
– Cambios en la vegetación y coloración de la
– Se recomienda que el número de personas que
tierra.
manipulen los restos sea limitado y con expe-
– La tipología de enterramiento, fosas, sarcófagos,
riencia previa.
etc.
– Se recogerá previamente muestras de ADN del
– La orientación general del contexto.
personal relacionado con los trabajos de ex-
54 – La orientación del cuerpo (en relación con la
tracción, embalaje y transporte, para verificar
cabeza).
posteriormente ausencia de contaminación en
– La colocación del cuerpo.
los análisis de la secuencia genética.
– Los análisis bioantropométricos.
– El técnico estará convenientemente protegido,
– El tipo de resto y morfología del mismo. a fin de no contaminar las muestras, con ropa,
– Si presenta conexión anatómica. gorros, mascarillas, gafas y guantes desechables.
– Si aparece completo o incompleto. – Se evitarán las limpiezas de los restos de tipo
– Si es un hallazgo aislado o aparecen restos de acuoso y ácido.
varios cuerpos. – Se respetarán las alteraciones y fenómenos tafo-
– El estado de conservación. nómicos de los materiales. No se tratarán de en-
derezar y no se realizarán limpiezas agresivas.
El depósito, los materiales y rituales asociados – Para la extracción de muestras el material
que vayamos a utilizar para la disección y ex-
El depósito o la zona dónde se encuentren los res- tracción, al igual que los recipientes para la
tos debe ser estudiada contemplando los parámetros contención de la muestra, conviene que se en-
medioambientales generales (seguimiento anual). cuentren esterilizados y, a ser posible, que sean
Normalmente, el depósito es un lugar estanco, por de uso único (hisopos, hojas de bisturí, etc.).
ello resultará imprescindible extraer muestras que nos – La cantidad de muestra debe ser suficiente para
permitan estudiar la composición edafológica del te- realizar el análisis, pero extraerse aplicando los
rreno, recoger todos los restos materiales asociados y criterios de mínima intervención.
restos zooarqueológicos y botánicos incluidos los ne- – Cada recipiente con muestra, irá debidamente
cesarios para realizar estudios polinológicos y otros. clasificado, etiquetado y/o rotulado claramente
Determinar por el contexto donde aparecen si se de manera permanente. Se anexará un protoco-
trata de un hallazgo casual, enterramiento unitario o lo a la muestra explicando todos los pormeno-
un cementerio común. Hay que estudiar todos los res que se consideren necesarios, la ubicación
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
exacta de la extracción, su morfología (si se tratamiento en el lugar del hallazgo debe realizarse
conoce), nombre del investigador o/y centro bajo el criterio de mínima intervención.
al que pertenece, fecha y hora de la toma, sis- Se procurará la extracción y el transporte de la
tema de extracción y conservación empleados, momia en las mejores condiciones. El estado de con-
fotografías del proceso. Nunca se rotularán ni servación de los restos será determinante a la hora de
marcarán directamente los restos. elegir el tratamiento más apropiado. Seguir el proto-
– Una vez extraídas las muestras, su conservación colo del proceso resulta fundamental; tras la localiza-
resulta fundamental. Los recipientes sellados ción de los restos se procederá a realizar la excava-
con las materias a analizar, deben almacenarse ción para su recuperación, aplicando parámetros de
a su vez en contenedores herméticos, minimi- antropología física.
zando los cambios de temperatura, HR y luz. Todos los materiales que durante mucho tiempo
Procurar, así mismo, el aislamiento de los cul- permanecen en el mismo lugar acaban estabilizándo-
tivos celulares (placa de Petri/cultivo primario) se en mayor o menor medida con el medio que les
con el control adecuado. rodea, siempre que este no resulta muy agresivo o
– Las muestras para analíticas de datación cro- se modifique lentamente. Para cualquier soporte ma-
nológica se extraerán, a ser posible, rebajando terial los cambios bruscos resultan extremadamente
la primera capa que aparezca en la superficie dañinos. Por eso, cuando nos referimos a restos mo-
de la zona que queramos analizar, se extrae la mificados arqueológicos, debemos de tener en cuen-
muestra que se introducirá en recipientes es- ta que en el proceso de excavación, transporte y/o
terilizados de vidrio con tapa de rosca. Se se- traslado se les somete a un fuerte estrés por cambios
llarán inmediatamente con film de laboratorio medioambientales, y los materiales sometidos a estas
para asegurar su hermeticidad. alteraciones se degradan. Minimizar los cambios que
– Los estudios geotécnicos y análisis geofísicos se producen durante estos procesos, resulta por tanto
del terreno se realizarán por especialistas. Asi- prioritario para su conservación.
mismo, se deben extraer muestras edafológi- La planificación previa del trabajo debe resultar
55
cas cercanas al resto momificado, para anali- una premisa fundamental. Está claro que una inter-
zarlas. vención programada en el yacimiento asegura la con-
– El transporte y la analítica de las muestras reco- servación de los materiales en las mejores condicio-
gidas in situ hasta el laboratorio deben realizar- nes.
se a la mayor brevedad. Para algunas muestras Debe contarse, al menos, con un especialista en
el tiempo transcurrido desde la extracción a su conservación-restauración que haya realizado estu-
análisis resulta crítico, al igual que el control de dios previos del entorno, y que cuente con los co-
temperatura; se recomienda para el transporte nocimientos y materiales necesarios para todas las
introducir las bolsas, frascos, etc. en contene- operaciones requeridas en cada proceso.
dores plásticos (reducen el peso) tipo neveras
portátiles, espumas de polietileno, etc.
Planificación previa
– Durante el transporte, no se permitirá que las
muestras sean irradiadas, puesto que algunas – Se necesita cerca del yacimiento un lugar cu-
radiaciones (rayos X) de los controles de segu- bierto, aireado, limpio y con una mínima es-
ridad aeroportuaria y otros, modifican algunos tructura material, que permita su uso como la-
resultados (como las dataciones cronológicos boratorio de campo.
por carbono 14).
– Habrá que evaluar el tipo y porcentaje de daño
que presentan las piezas, y proceder con técni-
Tratamientos básicos in situ cas y tratamientos reversibles.
– Los materiales momificados deben mantenerse
El tratamiento del material orgánico es una tarea alejados de la luz del sol y del aumento de
compleja que debe llevarse a cabo por especialistas temperatura que provocan los rayos infrarrojos,
altamente cualificados. Los restos momificados son preservarlos de la lluvia y favorecer su deseca-
extremadamente frágiles, por ello la aplicación de ción natural en zonas aireadas.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
– Si el material presenta hinchamiento por exceso desecación nunca será menor que la medioam-
de agua, lo más apropiado es comenzar con una biental. Por regla general se recomienda conser-
desecación paulatina y suave, con aire o con var los materiales rodeados por los sedimentos
agentes desecadores como alcohol, acetona o y envueltos en plástico microperforado que per-
absorbentes como gel de sílice (Artsorb®). Esta mita un secado paulatino, sin condensaciones.
Tratamientos in situ
– Realización y recopilación de la información previa, mapas de ubicación, mapas de alteraciones, recogida de
Documentación muestras y análisis preliminares edafológicos y otros
preliminares
Trabajos
– Los materiales frágiles se reforzarán con gasas limpias de algodón sin apresto, siempre que el
material orgánico no esté húmedo y pueda quedar marcado con la huella de la gasa
– Los adhesivos utilizados irán en la menor concentración posible, diluidos en disolventes muy
Engasado
volátiles para que la adhesión se realice en superficie
– Se recomienda colocar una gasa de trama abierta en contacto y cuando esté seca, otra de refuerzo
sobre la anterior, con la trama más tupida a fin de reforzar
– Se adaptarán al tamaño de la pieza para evitar que esta se mueva
– Se realizarán en materiales estables y que no aporten peso, las planchas realizadas en espumados
Soporte plásticos resultan fáciles y baratas de adquirir y dan buenos resultados
Estructuras semirígido – Se desaconseja la utilización de espumas tipo poliuretano expandido, estos materiales alcanzan
de refuerzo temperaturas muy altas en el proceso de catalización y además pueden causar presión y tensiones
– Se desaconseja el uso de morteros, escayolas y cualquier otro material que aporte humedad
– Hay que calcular el peso para evaluar la necesidad de refuerzos con materiales rígidos
– Los restos orgánicos son extremadamente frágiles y sensibles, los soportes rígidos deberán ofrecer
garantías de estabilidad química y estructural, se desaconsejan las maderas sin tratamiento previo
Soporte (extremadamente higroscópicas), así como las planchas metálicas sin protección anti corrosiva
rígido – Los soportes en contacto con los restos conviene forrarlos o protegerlos con láminas sintéticas,
los plásticos espumados pueden dar buenos resultados. Los materiales orgánicos no deben estar
en contacto con superficies duras o espumados rígidos, para evitar abrasiones; si están secos se
envolverán previamente con papel tisú o japonés
– Los objetos pequeños se embalan en cajas plásticas con membrana o individualizados en bolsas de polietileno
adaptadas a su tamaño
Intervenciones tras la
– Para evitar condensaciones, las bolsas se microperforarán con una aguja antes de introducir el material
– Las bolsas aparecerán rotuladas o etiquetadas con los datos oportunos
excavación
– Las bolsas con los materiales que pertenezcan a un conjunto (p.e. los huesos de una mano) se introducirán a su
Embalaje vez en una bolsa mayor también microperforada
– Todas las bolsas irán en una caja rígida, con agentes desecadores si el material está muy húmedo. Los
desecadores nunca pueden estar en contacto con los materiales, como tampoco los biócidas
– Los objetos más grandes irán en cajas individualizadas con contra moldes realizados en las láminas de espumado,
evitando roces y vibraciones
– Los objetos orgánicos deben recibir tratamiento de inmediato una vez extraídos
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
– Los restos orgánicos que han sufrido procesos tareas y los tiempos de extracción de los restos, pues
de calentamiento, o cremación parcial, presen- es conveniente extraer cada unidad de una misma vez.
tan alteraciones prácticamente irreversibles y La tierra que va extrayéndose en el proceso debe
fragilidad en los sustratos, por lo que su mani- amontonarse, a ser posible, por niveles y fuera del
pulación deberá ser muy cuidadosa. contexto de la excavación para evitar la contamina-
– Para los materiales congelados resulta imprescindi- ción de estratos. Toda la tierra removida debe ser pa-
ble que no se rompa la cadena de frío; la tempera- sada por una criba y varios tamices a fin de recuperar
tura de los contenedores será siempre bajo cero. las evidencias mínimas de los restos (dientes, epífisis
– Los materiales que presenten fuerte contami- no fusionadas, etc.).
nación biológica se embalarán por separado y Al toparnos con el resto humano se realizará un tra-
se trasladarán rápidamente al laboratorio para bajo más minucioso hasta liberar otros restos y mate-
recibir el tratamiento adecuado, en función del riales asociados. Se recomienda utilizar instrumental de
tipo y estado del material. Previamente se ha- precisión, a ser posible cerca del material momificado
brá comunicado al centro el traslado del mate- u óseo, usar instrumentos de madera o plástico para
rial contaminado, para su posible cuarentena. evitar marcar superficialmente los objetos o huesos en-
– El instrumental y los materiales que se utilicen contrados, puesto que las incisiones y demás marcas
deben ser nuevos, estar limpios, y ser compa- pueden interferir con los análisis traceológicos.
tibles químicamente con el material que vaya- Después de recopilar toda la información dispo-
mos a tratar. nible in situ, se levantarán los restos. Es muy impor-
tante que las limpiezas de los materiales in situ no
Procesos de exhumación resulten excesivas. Si estos materiales se encuentran
muy debilitados se procederá a cortar la tierra de al-
El transcurso de una excavación es un proceso siste- rededor y extraerlo en bloque o consolidándolo. Si su
mático. Sin embargo, debemos calcular muy bien las estado de conservación lo permite se levantarán los
restos con ayuda de un plano de soporte, sin forzar
57
ningún elemento. Es importante reseñar que los ma-
teriales que vayan a recibir cualquier tipo de análisis
no serán sometidos a procesos de consolidación, ra-
diación u otros.
Traslados
sin reciclar. Asimismo, se debe tener en cuenta que oxígeno. Si hay muestras metálicas asociadas,
algunas espumas pueden resultar muy abrasivas en agentes anticorrosivos en fase vapor.
contacto directo con huesos y otros elementos bio- – Si las muestras están muy húmedas, el seca-
lógicos. do sin control puede resultar peligroso, en-
Si se utilizan textiles de algodón o lino no deben tonces añadiremos al contenedor una esponja
estar tintados ni con apresto. Los materiales embala- natural ligeramente humedecida (presionada
dos, deben revisarse con asiduidad, para evitar con- al máximo hasta quitarle la mayor parte de
taminaciones. humedad). Si no deseamos que se desarrollen
alteraciones biológicas, en el contenedor se
incluirán agentes biócidas. Estos restos deben
Importante: revisarse, transportarse y analizarse lo antes
posible, pues resulta peligroso almacenarlos
Lo más apropiado una vez realizado el hallazgo y an- de este modo.
tes de la extracción, es organizar los materiales para
– Si aparecen infectadas por insectos se sellará la
realizar los embalajes, y trazar una ruta con los medios
muestra y se colocará una bolsa con absorben-
necesarios para mover los restos.
tes de oxígeno.
No debe de pasar mucho tiempo desde el hallazgo
y/o la extracción del resto a su traslado al laboratorio
de restauración, ni tampoco de su intervención. Importante:
En el yacimiento no hay que abrir los fardos ni los
envoltorios originales que protejan al cuerpo. Ninguno de los agentes estabilizadores mencionados
debe estar en contacto directo con las muestras, es ne-
cesario aislarlos en bolsas separadas microperforadas
Materiales de embalaje y estabilizadores o colocarlas en otro compartimento del contenedor.
en la recogida de muestras Deberá especificarse claramente al laboratorio la com-
58 posición y la marca comercial de los agentes estabiliza-
Siempre que resulte posible, los restos de muestreo dores que acompañe cada muestra.
deberán guardarse en cápsulas, recipientes o bolsas
individuales adecuadas a su tamaño. Las muestras en-
capsuladas, a su vez, deben introducirse en un con- Recipientes contenedores de muestras
tenedor hermético.
– Bolsas plásticas de polietileno con cierre tipo
Cuando se extraen restos enterrados, estos man-
zip: el tamaño debe ser adecuado a la muestra
tienen el índice de humedad relativa del suelo; por
para que esta no se mueva demasiado. Algunas
ello debemos tener en cuenta que durante el alma-
marcas las proveen ya esterilizadas por radia-
cenamiento pueden producirse condensaciones en
ción y presentan un tipo de cierre hermético.
el interior de las bolsas o recipientes. Para evitarlo
es suficiente con realizar el microperforado de la – Recipientes con tapón: tubos de ensayo, micro
bolsa (perforación con la punta de un alfiler), o no tubos, recipientes con tapón de rosca, algunos
cerrar los contenedores hasta que haya pasado un con hisopo incluido se fabrican en vidrio y
tiempo razonable para que se evapore el exceso de plástico de polietileno, poliestireno y polipro-
humedad. El control visual de las muestras encap- pileno. Para las pruebas de ADN se utilizarán
suladas o embolsadas debe realizarse con cierta asi- criovirales con sellado de junta, se comerciali-
duidad. zan con certificados libres de DNAsa, RNAsa y
pirógenos.
En casos muy puntuales, por causa mayor y/o
imposibilidad de enviar la muestra de inmediato al – Contenedores para muestras: cajas con mem-
laboratorio se pueden tomar una serie de medidas brana, cajas plásticas de poliestireno, neveras
provisionales que están desaconsejadas como rutina portátiles transportables. Los tubos de vidrio se
estandarizada: utilizarán para muestras que vayan a ser anali-
zadas por cromatografía de gases, infrarrojos, y
– Si las muestras están secas o deshidratadas se en general técnicas de alta precisión. Los tubos
añadirán agentes desecadores y absorbentes de u otros recipientes de plástico pueden dejar
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
trazas en las muestras que serán detectables en – Inhibidores de la corrosión en fase vapora Ac-
los análisis. túan a nivel molecular inhibiendo y ralentizan-
– Rotulado y etiquetado: en una zona visible, do el movimiento de la nube de electrones de
con marcadores indelebles y etiquetas autoad- los átomos metálicos. Un ejemplo es la marca
hesivas colocadas en el exterior. Actualmente Corpac®, entre otras. Se comercializan en forma
algunos laboratorios utilizan sistemas de eti- de lámina plástica, kits y cápsulas.
quetado asociado a un software sencillo que – Toallitas o gel desinfectante para lavarse las
facilita la recogida y almacenamiento de los manos una vez manipulado el material momifi-
datos informatizados. Estos se encriptan con cado.
códigos de barras de una o dos dimensiones.
El estudio de los forenses se basa, entre otras co-
El sistema con todos los datos asociados que
sas, en caracterizar los vestigios entomológicos de in-
queramos adjuntar (fichas, fotos, enlaces…)
sectos, artrópodos, pólenes etc. que resultan determi-
facilita enormemente el trabajo de campo y el
nantes para verificar con precisión la época del año
proceso de almacenamiento y búsqueda. Pue-
en que se produjo la muerte.
de leerse desde un teléfono móvil.
Los parásitos comunes, sobre todo intestinales, y
– Sellado, sujeción: cintas adhesivas con indi-
contaminaciones fúngicas suelen encontrarse como
cación de material estéril, (algunas marcas de
patologías de muchas poblaciones antiguas.
cintas de sellado tienen indicadores que varían
Tipos de muestras:
de color en función de que el interior se conta-
mine o no). – Faunísticas: plástico microperforado, vidrio, en
– Absorbentes de oxígeno: de composición a cajas plásticas.
base de sales de hierro, comercializados bajo – Material momificado: recipientes de vidrio esté-
varias marcas: RP, Ageless®. riles con cierre de rosca.
– Desecadores: gel de sílice tipo Art-sorb® sin sa- – Restos óseos humanos: bolsas microperfora-
les de cromo añadido. En caso de no poder das, con soportes y en cajas plásticas. 59
conseguir este tipo de elementos puede aña- – Otras: carbón, polen, restos orgánicos para
dirse un textil de algodón sin tinte ni apresto, o análisis de datación carbono 14 y otros, reci-
papel de celulosa. pientes de vidrio estériles con cierre de rosca.
C M Y K
Figura 5. Absorbentes de oxígeno y de humedad. Fotografía: Jesús Herrero. Figura 6. Toma de muestras biológicas in situ. Fotografía: Jesús Herrero.
IPCE. IPCE.
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Conclusiones Bibliografía
Debido a la fragilidad del material orgánico duran- ALONSO LOPEZ, M.ª J. (1996): Conservación pre-
te el largo periodo de enterramiento o ubicación en ventiva en excavaciones arqueológicas: el futuro del
otro medio, su conservación depende de su interac- pasado. Cursos sobre el Patrimonio Histórico, 1. Rei-
ción con los procesos físicoquímicos y biológicos que nosa.
se producen en el entorno, puesto que estas fuerzas
actúan de manera sinérgica y resultan determinantes AUFDERHEIDE, A. C. (2003): The Scientific Study of
para la pervivencia del bien. Mummies. Cambridge: Cambridge University Press.
La conservación de restos humanos es una fuente
de estudio única sobre las prácticas funerarias en la BANNING, E. B. (2000): The Archaeologist’s Labo-
antigüedad y nos proporciona datos relevantes de las ratory. The Analysis of Archaeological Data. Nueva
características genéticas y las patologías de las anti- York: Kluwer/Plenum Press.
guas poblaciones. La cantidad de información a ex-
traer es proporcional a la recogida de muestras y a BERDUCOU, M. Cl. (coord.) (1990): La conservation
los análisis que se les realicen. Esto implica la coordi- en archéologie. París: Masson.
nación de múltiples trabajos y técnicas a cargo de un
equipo interdisciplinar. BIER, B. (1998): «The Encyclopedia of mummies», en
La extracción in situ de restos bioantropológicos, Facts on File. Nueva York.
debe realizarse por personal cualificado, resulta in-
cuestionable que el tratamiento que se aplique estará CANEVA, G.; NUGARI, M. P.; y SALVADORI, O.
proporcionalmente relacionado con la obtención de (2000): «Arte y restauración», en La biología en la res-
información. tauración. Sevilla: Nerea y Junta de Andalucía.
60
Figura 7. Selección de restos antropológicos fragmentados para análisis en laboratorio. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
2.1. Conservación in situ para restos bioarqueológicos, óseos y momificados. Preservar desde el principio
CRONYN, J. M. (1990): The elements of archaeologi- POLLARD, M.; y HERON, C. (2008): Archaeological
cal conservation. Nueva York: Routledge. Chemistry. Cambridge: The Royal Society of Chemistry.
LEIGH, D. (1978): First Aid for Finds: Practical Gui- SIMMONS, C. J. E.; y MUñOZ-SABA, Y. (2005):
de for Archaeologists, 2d ed., Hertford, Eng.: RESCUE; Cuidado, manejo y conservación de las coleccio-
Southampton, Eng.: The University, Department of nes biológicas. Bogotá: Universidad Nacional de
Archaeology. Colombia.
61
C M Y K
C M Y K
Capítulo 3
Las momias en el museo
C M Y K
C M Y K
3.1. Métodos de evaluación para el diagnóstico
de alteraciones
Ruth Rufino
Organismo Autónomo de Museos y Centros, Área de Conservación
Cabildo Insular de Tenerife
rrufino@museosdetenerife.org
Muchas veces no habrá más remedio que desplazarse – Antes de cualquier movilización de la momia
a un lugar apropiado por lo que se atenderá minucio- de su soporte (por ejemplo dar la vuelta al
samente a las normas y condiciones de manipulación cuerpo) deben ser estudiados y planteados los
de un cuerpo momificado (García, capítulo 3.5). pasos a seguir, sobre todo para coordinar los
La preparación del lugar donde se va a llevar a movimientos de quienes lo manipulen.
cabo la inspección debe reunir una serie de requisitos – El cuerpo debe estar depositado sobre una
mínimos: superficie firme pero lo suficientemente acol-
chada que evite situaciones de estrés en su es-
– Disponer de una sala amplia, luminosa (ilumi- tructura (por ejemplo, apoyar adecuadamente
nación artificial controlada, nunca se debe de- el cuerpo y hacer descansar el peso en las zo-
jar incidir directamente la luz natural) y bien nas más resistentes). En todo caso, el cuerpo
ventilada. a estudiar no se mantendrá fuera de su lugar
– Se debe, en la medida de lo posible, evitar original más del tiempo necesario para la reali-
situaciones de estrés ambiental por lo que se zación de los estudios pertinentes.
deberían mantener las condiciones ambientales
que se hayan establecido como idóneas o, en
su defecto, seguir las recomendaciones de los Medidas de protección
estándares medioambientales. Es probable que
se tengan que agenciar, si el local no dispone Mucho se ha escrito sobre las consecuencias de en-
de climatización, aparatos que faciliten el man- trar en contacto con cuerpos momificados. Es este un
tenimiento de los parámetros, ayudándonos de apartado un poco ambiguo y mitificado, perseguido
aparatos portátiles como deshumidificadores, por leyendas surgidas a raíz de aquellas excavaciones
humidificadores o consolas de climatización. de los arqueólogos en Egipto. Es, sin embargo, un
Estos aparatos suelen ser objetos muy utiliza- punto que no debe ser descuidado ya que realmen-
dos en los museos y almacenes. te un cuerpo momificado puede haber tenido una
66 – La zona de trabajo debe ser cómoda y disponer biografía cargada de vicisitudes que se nos escapa a
de mesas de trabajo adaptadas al material obje- nuestro control.
to de estudio. Desde el punto de vista de la «seguridad y salud»
– Disponer del equipo necesario y del instru- en el puesto de trabajo existen normas para evitar
mental de apoyo para facilitar la observación riesgos en la salud innecesarios (Valentín, capítulo
(lámparas, lupa binocular, etc.). 3.3).
El sentido común también nos puede servir de
El técnico que vaya a realizar la inspección debe indicador pero, sin dejar la salud en manos de un
contemplar las normas de manipulación generales, despiste, mostramos una serie de indicaciones para
además de las peculiaridades de este tipo de colec- evitar perjuicios para la salud.
ciones. En este contexto, indicamos unos sencillos Valorar los posibles riesgos es importante. Nues-
consejos: tra salud no debe perjudicarse a causa de estar en
– Utilizar batas o guardapolvos apropiados que contacto con este tipo de colecciones, especialmente
eviten cualquier enganche de las prendas de si existe riesgo de microorganismos que pueden ser
vestir con el material que se está manipulando. patógenos. En principio no olvidaremos usar EPIS
Del mismo modo se aconseja desproveernos (equipos de protección individual) adecuados.
de abalorios. Como guía, podemos sugerir:
– Usar guantes limpios, pudiendo ser de algo-
dón, látex, nitrilo, etc. Protección ocular y facial
– Uso de mascarillas protectoras ante la posible
concentración de agentes patógenos y otros Es más que improbable que exista riesgo de contac-
cúmulos de polvo y microorganismos. to con estas partes del cuerpo durante la inspección
– Se debe manipular mínimo entre dos personas, de una momia, puesto que no se está expuesto a
teniendo en cuenta las dimensiones y el peso salpicaduras. Es probable que nos resulten incómo-
del cuerpo. dos y dificulten nuestro trabajo. En todo caso, si por
3.1. Métodos de evaluación para el diagnóstico de alteraciones
cuerpo momificado, pudiendo diagnosticar más ve- de la captación de imágenes científicas del mismo. El
razmente su estado. uso que se ha desarrollado en el campo de la medi-
Las técnicas de análisis deben utilizarse en su jus- cina ha facilitado su introducción en el campo de la
ta medida teniendo en cuenta que lo idóneo es el bioantropología, arqueología y la conservación.
estudio conjunto de varias de ellas dado que la in-
formación que aportan no son definitorias para un
a) Sistema modular de análisis multiespectral
diagnóstico definitivo y, normalmente, suelen ser
complementarias unas de otras. Estas técnicas tam-
Fundamento físico
bién sirven de apoyo para otros estudios (históricos,
Es una técnica que se basa en el uso de la obtención
bioantropológicos, arqueológicos, biográficos, de
de imágenes espectrales del rango del espectro elec-
conservación, estilísticos, etc.).
tromagnético capturando imágenes desde largas lon-
Los tipos de examen son varios y van desde mé- gitudes de onda, como las infrarrojas (IR, 1000 nanó-
todos instrumentales mecánicos sencillos hasta la uti- metros), hasta las ultravioletas (UV, 400 nanómetros),
lización de modernos equipamientos informatizados. más cortas.
Es elección del restaurador/conservador que eva-
lúe la momia qué pruebas o análisis de laboratorio Funcionamiento
son necesarias para apoyar el estudio, lo cual no sig- Una vez el objeto es expuesto a una fuente de luz
nifica que no sean compartidas para la realización las imágenes son adquiridas a través de una cámara
de otros estudios desde el punto de vista de otras dotada de los filtros correspondientes a las distintas
disciplinas (por ejemplo, las radiografías, además de longitudes de ondas (rango IR-UV). A través de un
aportarnos información sobre el estado de conserva- ordenador es posible registrar los espectros y obtener
ción pueden revelar distintos tipos de patologías en imágenes con información espectral y espacial en alta
el campo de la bioantropología, arqueología, etc.). resolución.
Haciendo una síntesis de las diferentes técnicas Dependiendo del sistema multiespectral podemos
que se han ido describiendo en los principales con- obtener imágenes de luz ultravioleta lejana, fluores-
68
gresos sobre material momificado, en este capítulo cencia de la parte visible, imágenes a color en el
mostramos las principales técnicas que se suelen em- visible, falso color infrarrojo, infrarrojo en dos ban-
plear para el diagnóstico del estado de conservación das dentro del rango espectral 750-1150 nanómetros
de cuerpos momificados, haciendo un estudio de cada (nm).
una de ellas donde se valora su utilidad para este fin.
Utilidades
Solo mostramos aquellas que se utilizan, o se pueden
utilizar, para el apoyo de la determinación del grado Con los ultravioletas las imágenes adquiridas son ca-
de preservación, por lo que hemos descartado las que paces de aportarnos información sobre la superficie
no están directamente relacionadas con este fin, como del objeto, como puede ser detectar la presencia de
por ejemplo, aquellas que se realizan en un proceso microrganismos en superficie (hongos), concrecio-
de restauración, que formará parte de los protocolos nes, etc.
desarrollados en otros capítulos (Herráez, capítulo 3.8). Los infrarrojos nos pueden revelar la presencia de
marcas y modificaciones en la estructura superficial
no apreciables a simple vista.
Métodos físicos
Ventajas
Estos exámenes son clasificados como no destructi- – Es un método rápido de diagnóstico puesto
vos. Son técnicas instrumentales físicas que van diri- que la visión de imágenes es instantánea.
gidas al análisis directo de la obra, evitando alterarla – Permite registrar la información en un formato
o modificarla. fácil.
– Las imágenes obtenidas pueden utilizarse en
programas de edición de imágenes.
Técnicas de imagen
Desventajas
Los métodos de examen por imágenes se basan en el – Es necesario un operario que realice la capta-
estudio y diagnóstico del cuerpo momificado a través ción de imágenes e interprete los resultados.
3.1. Métodos de evaluación para el diagnóstico de alteraciones
– La adquisición de imágenes es de forma par- nm) que son invisibles y tienen la capacidad de atra-
cial, por lo que para un cuerpo momificado se vesar los cuerpos opacos (especímenes) para obtener
deberán realizar varias tomas de imágenes para una imagen en la que se aprecia las distintas densida-
completar su lectura. des del material atravesado, expresadas en tonalida-
des blanco, negro y escala de grises.
b) Paleoradiología Funcionamiento
El haz de rayos X se genera en un tubo de rayos X,
Al conjunto de técnicas que utilizan las cualidades de dirigidos al espécimen objeto de estudio y registrados
los rayos X como métodos físicos de análisis dirigido por detectores específicos. Estos detectores pueden
al estudio de los materiales primitivos o antiguos se ser una película especial (film fotográfico) o tener un
le da el nombre de paleoradiología. Estas técnicas es- formato digital en un ordenador, donde se registran
tán encuadradas dentro de los métodos de evaluación las imágenes que se crean.
por imagen que no son invasivos ni destructivos. Las materiales atravesadas por los rayos X mos-
trarán en el receptor una imagen tanto más blanca
cuando más densa sean éstos, de tal manera que los
c) Rayos X. La radiografía
huesos, por ejemplo, se apreciarán más blancos que
Fundamento físico los órganos blandos u otros tejidos, menos densos,
Se trata del uso de los rayos X, ondas electromagné- que se mostrarán más grises.
ticas de corta longitud de onda (del orden de 10-0,1 Utilidades
– Apoyo para el estudio del estado de conserva-
ción.
– Visualización y registro del contenido del inte-
rior de las envolturas funerarias sin necesidad
de abrir el envoltorio para examinar su inte-
rior. 69
– Permite reconocer cuándo un cuerpo ha sido
reconstruido y cuando hay una falsa momia.
– Examen del estado de la estructura interna y su
calidad.
– Indica los puntos internos más debilitados o
deteriorados.
– Puede delatar la presencia de ajuar en el inte-
rior, como joyas y accesorios.
– Puede presentar evidencias de ataques de in-
sectos comedores de materia orgánica, esto es,
a través de perforaciones, surcos, etc.
Ventajas
– No destructiva.
– Aporta mucha información sobre el estado es-
tructural del cuerpo.
Desventajas
– Se necesita una gran inversión de tiempo pues-
to que, después de tomar las radiografías, el
film debe ser procesado, secado e interpretado.
Realmente al conservador le afectará si es ur-
gente el diagnóstico de los resultados.
– Cuando no se dispone de una maquina por-
tátil es necesario el traslado del cuerpo a un
C M Y K
– Necesidad de interpretar los resultados por un radiación van registrando la información a medida
especialista. que se van realizando movimientos rotatorios alrede-
dor del cuerpo.
f) Radiografía de emisión electrónica En realidad la información que se obtiene es el
resultado de múltiples imágenes capturadas por los
Funcionamiento detectores y su posterior proceso en el ordenador por
«Se registra la imagen formada por los electrones emi- medio de algoritmos de reconstrucción.
tidos por un material cuando es incidido por rayos X En todo caso, se obtienen secciones del objeto
de elevada energía (potencial de 100 Kv). Esta emisión como cortes donde se expresa su estructura interna y
depende del número atómico de los elementos alcan- se pueden obtener tantos planos como nos permita,
zados por los rayos X, y es mayor para los elementos pudiendo utilizar unidades de medida incluso inferio-
con número atómico alto» (Matteini; y Moles, 2001: 197). res al milímetro.
El resultado son imágenes de alta calidad que re-
Utilidades
produce secciones transversales del cuerpo. Pueden
– Semejante a las radiografías convencionales.
plasmarse en imágenes bidimensionales o reconstruc-
– Detección de materiales de alto peso atómico
ciones tridimensionales.
en el estudio del cuerpo momificado.
Utilidades
Desventajas
– Estudio de la imagen del interior de un cuerpo
– Técnica muy compleja y peligrosa.
momificado, mejorada con la visión tridimen-
– Técnica muy costosa.
sional.
– Apoyo al estudio del estado de conservación.
g) Tomografía axial computarizada
– Expresión de la estructura y localización de las
Es una técnica de imagen no destructiva que utiliza partes internas del cuerpo momificado.
los rayos X para obtener cortes o secciones del objeto Ventajas
anatómico con fines de diagnóstico. – Visión espacial (tridimensional) del cuerpo, in- 71
Las posibilidades actuales de poder realizar tomo- cluida su estructura interna.
grafías en planos no transversales hacen que la técni-
ca se denomine tomografía computarizada o escáner. Desventajas
– Es necesario la toma de secciones en distintos
Funcionamiento ángulos para poder apreciar órganos internos.
La imagen se obtiene al exponer el objeto a una – Es conveniente estudiar una a una cada imagen
fuente de rayos X mientras que los detectores de la consecutiva de una secuencia de corte para un
estudio más fidedigno puesto que la recons-
trucción volumétrica puede llevar confusión y
falta de información.
– Obliga el traslado del cuerpo al centro donde
se realice la prueba.
C M Y K
Figura 2. Imagen de corte adquirida por TAC. Figura 3. Imagen de corte adquirida por TAC.
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
reducidos por el posible daño que se le inflige secundarios y rayos X que son recogidos y analiza-
a la muestra. dos. Las muestras necesarias son del orden de micras
(milésimas de milímetros), con lo que puede conside-
rarse una técnica no destructiva.
c) microscopía electrónica de barrido (SEm)
Utilidades
El mecanismo de funcionamiento de este tipo de mi- – Con este instrumento pueden ser identificados
croscopio consiste en la exposición de la muestra a los elementos químicos.
un finísimo haz de electrones, formándose la imagen – Para microanálisis: permiten realizar análisis cua-
a partir de los electrones secundarios que desprende litativos (identificación de elementos) y cuanti-
la misma y/o por la emisión de RX, recogidos por un tativos (concentración) en análisis elemental de
detector. los materiales.
Más detalladamente, funciona cuando «un finísimo – Para determinar el espesor y composición de
haz focalizado de electrones explora sistemáticamen- capas con grosor de micras hasta milímetros.
te la muestra a baja velocidad, es decir, realiza un – Localización topográfica de resultados.
barrido. Los electrones secundarios que emergen en
Ventajas
secuencia temporal de cada punto explorado (aun-
– Se puede seleccionar pequeñísimas áreas para
que no estén en el mismo plano), son concentrados
ser analizadas.
por un colector, que emite una señal que es luego
ampliada y enviada a un tubo de rayos catódicos, a – De igual forma se puede analizar cualquier pla-
través del cual (de manera similar a lo que ocurre en no del objeto.
televisión) se origina sobre una pantalla fluorescente – Microanálisis y visión topográfica de la muestra.
una imagen aumentada del objeto, que puede ser re- Desventajas
gistrada fotográficamente» (Matteini, 2001:78). – Las muestras necesitan ser tratadas, ser planas y
Utilidad estar perfectamente pulidas, y suelen recubrir-
se con sustancias conductoras. 75
Análisis de elementos y observación de la muestra de
– Análisis muy costosos.
hasta 100.000 aumentos. También permite la aprecia-
ción de la degradación de los materiales y la identifi-
cación de daño microbiológico en la muestra. El SEM e) microsonda láser
provee información sobre morfología y características
de la superficie. Es una técnica espectroscópica de emisión que se
basa en la utilización, como fuente de excitación, de
Ventajas una «fuente de chispa» creada por el bombardeo de
– No hace falta que la muestra sea plana. electrones producidos por un delgado rayo láser. En
– Se obtienen imágenes topográficas de gran este caso la excitación viene provocada por dos elec-
resolución. trodos. El láser se utiliza para vaporizar una pequeña
Desventajas parte de la muestra, provocando un haz luminoso
– Es una técnica donde la muestra necesita ser que, puede analizarse espectroscópicamente e iden-
tratada, normalmente recubriendo su superficie tificar elementos.
por un material conductor. Utilidades
– Las imágenes que se obtienen aparecen en es- Análisis e identificación de elementos (no conducto-
cala de grises. res) en zonas del orden de 10-50 micras.
la fase móvil es un gas inerte, que no interactúa con – Las muestras pueden ser e incluso gaseosas y
el analito (que se ha volatilizado), sino que hace las encontrarse en distintas formas desde polvo,
veces de transportarlo por la fase estacionaria. Ésta lámina fina, etc.
puede ser un sólido o una película de líquido que re-
Desventajas
cubre un sólido inerte. Si está formada por un sólido
– Necesidad de contar con patrones.
se tratará de una cromatografía gas-sólido y si es un
– El coste es bastante elevado.
líquido, cromatografía gas-líquido. Es esta última la
más utilizada.
Con esta técnica se puede realizar la separación de h) Espectrometría de masas con acelerador
mezclas orgánicas, complejos compuestos organome- de partículas (AmS)
tálicos y sistemas bioquímicos.
Se utiliza tanto para determinar cuantitativamente Fundamento físico
obteniendo las concentraciones o cantidad de analito La espectrometría de masas utilizando aceleradores
mediante la integración de las áreas de cada com- de partículas (AMS) es una técnica ultrasensible que
puesto, como cualitativamente, según el volumen de permite medir concentraciones pequeñas de iones
retención de los compuestos de la muestra, puesto derivados de moléculas.
que el tipo de retención es único y característico para El espectrómetro de masas mide razones carga/
cada compuesto. masa de iones, calentando un haz de material del
Utilidades compuesto a analizar hasta vaporizarlo e ionizar los
– Permite la identificación «inequívoca» de mate- diferentes átomos haz de iones. Produce un patrón
riales orgánicos. específico en el detector, que permite analizar el
compuesto.
Ventajas
– Se necesitan pequeñas cantidades de muestra. Ventajas
– Es bastante rápida. – Se necesitan cantidades de muestra muy pe-
76 queñas, del orden de miligramos.
– Proporciona información cualitativa y cuantita-
tiva. – Puede medir concentraciones extremadamente
bajas.
Bibliografía
c) Microanálisis a la gota
DAVID, R. (2008): Egyptian Mummies and Modern
Permiten realizar, con simples reactivos de laborato-
rio, ensayos básicos con pequeña cantidad de mate- Science. Cambridge: Cambridge University Press.
ria. Esto nos supone una primera aproximación para
determinar cualitativamente la materia. Se realizan MATTEINI, M.; y MOLES, A. (2001): Ciencia y restau-
por medio de la observación a simple vista o al mi- ración. Método de investigación. Sevilla: Ed. Nerea,
croscopio estereoscópico. Junta de Andalucía-Consejería de Cultura, IAPH.
77
C M Y K
Informe de conservación versus ficha mediciones o análisis. Dentro de los distintos forma- 79
encuadrada y bien iluminada de forma que se obser- enunciados o no –por ejemplo, si es un informe com-
ve la información que queremos reflejar en ella. plementario a la ficha de catalogación se prescindirá
Para sacar una fotografía es conveniente tener de los cuatro primeros puntos y se irá directamente al
en cuenta que no es necesario realizarla de carácter cuerpo del trabajo–. Del mismo modo, se tendrá en
profesional, dado que en la mayoría de estos casos cuenta la autoría del informe, esto es, si se trata de un
se elige la calidad de archivo RAW porque es como conservador de museo se prescindirán de determina-
un negativo de la imagen que almacena muchísima dos epígrafes como la portada y el resumen, sin em-
información sobre el objeto fotografiado. Cualquier bargo, para un conservador externo a la institución
otro archivo pierde información en el procesado, depositaria del bien son partes a incluir en el mismo.
pero, para otros usos no profesionales como el que El informe debe ser claro, conciso, sintético y
nos ocupa, es correcto emplear archivos TIFF o JPEG. debe exponer de forma ordenada una visión general
El archivo TIFF es un compromiso medio entre el del estado de conservación del objeto evaluado. La
RAW y el JPEG, pero a nivel visual esta información descripción del deterioro debe ser objetiva, utilizando
no es apreciable o sea, que hasta cierto punto, es una terminología común que exprese claramente el
prescindible. El archivo JPEG es un archivo gráfico daño observado, y siendo ésta lo más internacional
comprimido. Elimina información pero si la imagen posible, de forma que cualquier lector entienda sin
resultante consigue reflejar lo que queremos, será su- dificultad lo expuesto en el documento. Hay que te-
ficiente para nosotros. ner en cuenta que este tipo de informes van dirigidos
Para imprimir una imagen el archivo es recomen- a personas que no necesariamente están familiariza-
dado, también el JPEG siempre utilizado con la máxi- das con la terminología propia del gremio.
ma calidad, esto es, la mínima compresión, al 100%
Existe un documento4, la «Normalización Docu-
de su tamaño y con 300 puntos por pulgada (ppp).
mental en Museos», que aporta una idea del conteni-
El informe del estado de conservación debe ex-
do recomendable de este tipo de informes. En todo
presar el resultado final del proceso de evaluación
caso, el esquema básico o contenido mínimo que
a que se ha sometido la momia. La información ex-
80 aconsejamos refleje un informe de conservación de
traída por esta vía es la denominada documentación
restos momificados es el siguiente:
primaria (Calvo, 2002). A esta información primaria
podremos adjuntarle la secundaria, que es la que po- – Institución o técnico externo que realiza el in-
demos extraer de otras fuentes de documentación forme: dado que cualquier material momifica-
–informes, bibliografía, etc.–. do es propiedad del patrimonio histórico, se
La «Carta de Copenhague» de 1984, en su punto deberá informar sobre la personalidad jurídica
3.5, establece que «a pesar de todo, todas las investi- de quien realiza el informe, si es la propia ins-
gaciones deberán ir precedidas de un examen metó- titución pública donde están depositados los
dico y científico, orientado hacia la identificación del restos, otro museo o una empresa privada o
objeto en todos sus aspectos y las consecuencias de persona física.
cada manipulación deben ser enteramente tomadas – Datos técnicos: son datos referentes a la momia
en consideración». De esta manera es conveniente o resto momificado. Representan la huella di-
que, toda la información derivada de este examen se gital del objeto, su DNI, como mínimo se debe
recoja en los informes de conservación. indicar lo siguiente:
La articulación estructural de un informe constituye • N.º de registro: se corresponderá con el nú-
el modo de cómo se ordenan, clasifican y presentan mero de inventario o catalogación de la ins-
los datos. Básicamente todo informe de investigación titución/museo en el que esté depositado.
está compuesto por: portada, índice, introducción,
• Museo/centro: el museo encargado de su
resumen, cuerpo del trabajo, conclusiones, recomen-
custodia.
daciones, anexos y bibliografía. Si extrapolamos este
esquema básico al campo de la conservación añadire- • Objeto: nombre del objeto (momia, resto
mos que no debe faltar la documentación fotográfica, momificado, etc.).
pues debe proporcionar apoyo visual de lo descrito.
Sin embargo, dependerá del uso que se le vaya a 4
Realizado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Estado
dar al informe el que conlleve todos los apartados español.
3.2. Valoración del estado de conservación. La importancia de un buen chequeo
• Recomendaciones: relacionadas con la me- – Hay que realizar una amplia lectura para infor-
jora del estado de preservación, esto es, si marse de su estado.
se aconseja realizar un determinado trata- – Da pié a interpretaciones.
miento, mantenerlas en unas determinadas – Conlleva la redacción con terminología muy
condiciones ambientales, etc. subjetiva que no está normalizada, etc.
– Motivo del informe: si es a causa de un présta-
mo, nueva entrada, etc. La ficha de estado de conservación
– Lugar, fecha y firma del técnico/especialista
que realiza la evaluación. Una ficha se diferencia de un informe de conservación
Otra información a introducir, que podemos de- en el modo en que se presenta. Básicamente, ambos
nominar secundaria, aunque suele ir reflejada en la contienen los mismos datos pero en la ficha éstos se
ficha de inventario/catalogación, pero que ayudará a suelen representar de forma más esquematizada, tipo
la interpretación del estado de conservación es: tipo casilla-tabla o formulario, de forma que únicamente se
momificación, materiales asociados, cultura a la que marcan las casillas correspondientes para seleccionar-
pertenece y antigüedad. Estos datos pueden incluirse las determinando así el estado. La redacción se limita
como un anexo o en el apartado de datos técnicos. a lo mínimo indispensable. De esta manera la ficha de
Es normal que este tipo de documento sea pre- estado sintetiza, de forma normalizada y de manera es-
sentado conjuntamente para complementar otra tipo- quemática, la apreciación del estado de conservación
logía de informes –por ejemplo, la valoración de la del objeto.
aceptación de donación de un objeto a un museo, Normalmente este tipo de fichas suelen diseñarse
informes históricos, etc.–. En estos casos se incluirá, ad hoc, es decir, específicamente para la tipología de
eliminando los apartados que ya vengan recogidos en objeto que queremos evaluar. Es normal, por tanto,
los anteriores. que existan distintas fichas dependiendo de si el ob-
La presentación del estado de conservación en jeto es un lienzo, una momia o un documento, por
este tipo de formato se recomienda en los casos poner algún ejemplo.
82 en los que se deba desarrollar un primer estudio Los diseños de este tipo de documentos son mu-
de valoración del estado, donde se correspondería chos y variopintos, y dependen de la creatividad y
con el informe inicial de partida –por ejemplo, la capacidad de síntesis y diseño de los conservadores
entrada de la momia al museo– al que se le irán pero, a título de ejemplo, mostramos uno de los utili-
incluyendo sucesivas valoraciones, ya sea en forma zados por el Área de Conservación del OAMC, Cabil-
de rutinas, informes de movimiento, etc. También do de Tenerife (ver tabla 1).
es aconsejable para las colecciones más importan- Este formato se recomienda para la elaboración
tes dentro de la institución museística, como el de rutinas de inspección, exposiciones donde exista
caso del material momificado, pues facilita el nivel un número importante de momias a evaluar, o que se
de protección del bien. Si existiera un gran número realice con escaso tiempo para desarrollar un informe
de cuerpos momificados quizás se deba hacer el escrito, para el movimiento o préstamo, etc.
esfuerzo, o seleccionar aquellos que presenten ma- Podemos valorar como ventajas de la elección de
yor relevancia para la colección. En último térmi- este formato en la evaluación del estado de conser-
no corresponderá al juicio del conservador realizar vación de restos momificados la síntesis inmediata
esta elección. y clara que se obtiene con una simple observación,
Una de las ventajas de la utilización de este for- una comparativa más rápida, mayor facilidad para in-
mato de documento en la evaluación del estado de troducirla en una base de datos, la cumplimentación
conservación de un espécimen momificado es que más rápida –especialmente indicadas para situaciones
resulta muy completo, ya que aporta extensamente en las que se dispone de escaso tiempo para evaluar
–más que cualquier ficha de estado– numerosa infor- al objeto–.
mación sobre el objeto. Por el contrario, como inconvenientes, podemos
Por el contrario nos encontramos una serie de in- apuntar que aunque esta forma de expresar el estado
convenientes: de conservación es más objetiva, la valoración sigue
– No se aprecia de forma rápida el estado del siendo subjetiva, dependiendo, como se ha apunta-
objeto. do, del técnico especialista que la realice.
3.2. Valoración del estado de conservación. La importancia de un buen chequeo
Datos históricos
Descubrimiento
Fecha entrada museo Tipo adquisición
Situación jurídica
Biografía
Estado conservación
daños estructurales graves daños estructurales leves daños superficiales
Biodeterioro
Prácticas antiguas daño químico
Activo insecto
Restauración Desecación Sospechoso insecto
Reparación Frágil Activo
Otros Otros
Valoración estado
Bueno Aceptable Malo Inaceptable
Observaciones
Recomendaciones HR Lux
Ambientales Tª µW/Lumen
Recomendaciones
manipulación
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Mapeo daños
Leyenda
Daños estructurales Daños estructurales
Daños superficiales Prácticas antiguas Daño químico Biodeterioro
graves leves
Fdo.:
Daños más comunes respecto existe un estudio (Keene, 1996: 141), donde
84 se han recogido alrededor de 77 términos diferentes,
No existe una definición aclaratoria sobre el alcance muchos de ellos sinónimos. Pero lo más importante
de un determinado deterioro dado que el concepto de éstos no es tanto su significado como su alcance.
del término es muy subjetivo. Según el diccionario Para ello, es necesario determinar el valor del des-
de la Real Academia Española es el efecto de dañar criptor, niveles que se corresponden con grados de
–causar detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o alcance del deterioro. Keene, 1996, agrupa en ocho
molestia–. En este sentido, el daño se considerará bloques los tipos de daños que definen el problema
como un cambio que causa merma o mutilación ob- de conservación, sin embargo, la experiencia en este
servado en el objeto con respecto a su estado origi- tipo de materiales nos hace recomendar englobarlos
nal. Existen manuales (García Morales, 1992: 12) que en seis; esto es, si es grave, leve, superficial, químico,
insisten en la idoneidad de que la apreciación-valo- ataque biológico o prácticas antiguas.
ración del daño sea realizado por personal especia- – Graves: lo importante es la consideración de
lizado, con experiencia y conocimiento en el tipo de cuándo un daño es grave. Se podría conside-
materiales que sea necesario evaluar (un restaurador rar de esta manera aquel daño que imposibili-
especializado en pictórica que sea el que evalúe el ta la forma o función del objeto, esto es, que
estado de conservación de un lienzo policromado). afecta a más del 50% de su estructura, que
Se basan en inspecciones visuales, apoyadas con los dificulta su legibilidad o que se encuentra muy
medios habituales de evaluación, dado que los análisis extendido.
físico-químicos sólo se realizan cuando es necesario Un daño grave también puede considerarse la suma
un estudio más profundo de los restos momificados. de muchos daños menores –leves, superficiales– que,
en conjunto, afectan más severamente al objeto.
definiendo los niveles de deterioro La consecuencia, si no se pone freno a ese tipo de
deterioro, es un aumento de la fragilidad, el peligro
Es necesario establecer unos niveles de deterioro para de pérdida irreversible y la amenaza para la integridad
definir el daño presente en un objeto –momia–. Al del objeto, pudiendo verse mermada su durabilidad.
3.2. Valoración del estado de conservación. La importancia de un buen chequeo
– Leves: como su nombre indica un deterioro leve relacionados con los procesos de descomposi-
será aquel que afecta a la forma –estructura– y/o ción de un cadáver, y los oportunistas, corres-
función original pero nos permite seguir enten- pondientes a insectos carnívoros que pueden
diéndolo. Su alcance no supone una pérdida de atacar al cadáver en su etapa de descompo-
la legibilidad o funcionalidad del objeto. sición. Las evidencias que dejan estos indivi-
La existencia de este tipo de deterioro advierte de duos, nos ayuda a plantear si existe o ha existi-
problemas en la conservación que han de ser aten- do infestación y/o reinfestación. Normalmente
didos para evitar que el daño desemboque en uno los indicios de ataque existente en el cuerpo
más grave. momificado son antiguos y se corresponden
– Superficiales: suelen corresponder a daños mí- con insectos necrófagos presentes en el mo-
nimos relacionados con la falta de rutinas de mento de su descomposición. Las evidencias
mantenimiento del cuerpo momificado –pe- que podemos encontrar en estos casos son pu-
queñas limpiezas, eliminar el polvo, control pas y orificios de salida en la piel momificada
ambiental, etc.–. del espécimen. Claros ejemplos aparecen en
Están mucho más referidas a las envolturas salvo los restos de momias guanches.
en aquellos casos en los que el cuerpo momificado Pero también pueden corresponderse con ata-
ha quedado visible o se les ha desprovisto de sus ques anteriores ya inactivos, donde aparecen insectos
vestimentas o fardos. adultos muertos o restos de ellos, élitros, abrasiones
Normalmente este tipo de deterioro sólo afecta minúsculas en la superficie del material momificado,
visualmente al cuerpo momificado, no afecta a su es- distintos tipos de orificio (generalmente de diámetro
tructura ni a su legibilidad. inferior a los necrófilos), deyecciones en forma de
gránulos o polvillo.
La existencia de ataque activo es claramente iden-
Biodeterioro. Evidencias visuales
tificable por la presencia de adultos vivos, élitros,
Se debe al origen orgánico del cuerpo momificado y deyecciones recientes y orificios no observados an- 85
a su susceptibilidad para ser atacado por organismos teriormente. Un conservador al cuidado de este tipo
biológicos. Se engloba en este apartado todo aquel de colecciones podrá detectar un ataque de insectos,
deterioro producido por organismos vivos en el cuer- pues dentro de sus funciones estará la inspección
po momificado. periódica de las mismas, lo que posibilita la pronta
Los efectos perniciosos de la actividad biológi- actuación necesaria para erradicarlo una vez se iden-
ca (Valentín, capítulo 3.3) se deben básicamente a tifique el ataque activo.
roedores, insectos y microorganismos: hongos y bac- – Microorganismos: es quizás, de los daños bio-
terias. Nuestro interés en la observación del cuerpo lógicos, el más importante y frecuente (Valen-
momificado es la detección de esta actividad bioló- tín, capítulo 3.3). La acción sobre el cuerpo
gica. Cada grupo biológico lo hará de una forma ca- momificado puede ir desde manchas, decolo-
racterística. Desde el punto de vista del estado de ración, acidificación hasta degradación de los
conservación debemos identificar las marcas visuales componentes de los tejidos. Su identificación
que son producidas por los agentes biológicos, e in- pasa por la detección de las manchas carac-
tentar diferenciarlas de otros tipos de deterioro. De terísticas, muchas veces apreciables a simple
esta manera se simplifica la elección del tratamiento vista y que podemos diferenciar a través de un
que se desee aconsejar. microscopio estereoscópico, y de la presencia
Se deben observar las alteraciones producidas por: de hifas y de micelios en el caso de hongos.
– Roedores: el problema que pueden plantear es
por la acción de sus excrementos y orín –daño Prácticas antiguas
químico– y por las marcas que pueden dejar al
roer para construir sus nidos. No se les puede calificar de «restauración» puesto que
– Insectos: podemos distinguir entre los necró- fueron concebidas como reconstrucción o como mon-
fagos, denominados coloquialmente en medi- taje –unidos por alambres, con falsas envolturas, par-
cina forense como «escuadrones de la muerte», ches, etc.–. Existen ejemplos a lo largo de la historia
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
que ya advierten de estas prácticas tan extendidas en No existen pistas claras si no se aprecia a través de
función al uso y costumbre del pasado (García, capí- un examen organoléptico9, por medio de los senti-
tulo 1.1). Dentro de las prácticas más comunes están dos: olor inusual del espécimen, apreciación a simple
la introducción de añadidos o reestructuración. vista, tacto acartonado, etc. Su detección puede apo-
En la cultura egipcia encontramos varias tipologías yarse mediante el uso de medios de análisis sencillos,
de intervenciones: desvendados –intervenciones de lupa, binocular, luz transmitida, etc.
moda en el siglo xix–, las «momias falsas» –aquellas
que aparecen vendadas pero que los análisis por RX
descriptores. definición y características
desvelan que se trata de momias sin cuerpo momi-
ficado en su interior–, así como las reconstrucciones Una vez detectado el deterioro y situado en su nivel de
–aquellas en las que se introducían partes de otras mo- gravedad o incidencia correspondiente, es necesario
mias para completar pérdidas de elementos, normal- establecer una terminología específica que defina cada
mente huesos–. Este tipo de reconstrucciones fueron tipología de daño. Para ello utilizaremos descriptores,
también ejecutadas por los propios embalsamadores términos que revelan la modalidad del daño depen-
ante la falta de partes del cuerpo a momificar. Otras diendo del material en el que se presentan.
reconstrucciones las encontramos en las momias de la En este sentido existen numerosos vocablos más
cultura guanche, igualmente observadas tras los RX y o menos apropiados para el material a evaluar, inclu-
por los indicios externos de añadidos –parches, costu- sive se han presentado propuestas de normalización
ras y materiales más modernos, etc.–. para la evaluación de algunas especialidades (Baglioni;
La pregunta es ¿se pueden catalogar como daño?, González; y López, 1997). En cualquier caso la termi-
¿se pueden eliminar? En este punto se deberían apli- nología utilizada por las distintas instituciones suele
car aquellos criterios más respetuosos con los restos ser similar, en la que a condiciones se refiere, y estan-
momificados, teniendo en cuenta las ideologías cul- darizada (Keene, 1996: 142-143). Sin embargo, para la
turales de los grupos sociales a los que pertenecen; tipología de colección que nos concierne, debería ser
86
el respeto a las conductas éticas internacionales vi- suficiente con los que exponemos más adelante.
gentes y la valoración del conservador que realice la Somos conscientes de la problemática del cadáver:
evaluación sobre el impacto que esto supone sobre suele ir vestido, envuelto, en ataúd, etc., pero tam-
la conservación del cuerpo (Herráez, capítulo 3.8). bién existen muchos que están desvendados, como
Lo que sí está claro es la importancia de docu- los egipcios o los guanches.
mentarlo en el informe de conservación de la momia Todos los descriptores que planteamos van dirigi-
para dejar constancia de su existencia. dos al cuerpo momificado específicamente. En todo
caso tendremos en cuenta las momias que se pre-
sentan cubiertas –ya sea por cartonajes como en las
daño químico egipcias, por vendajes y argamasas en las chinchorro,
por pieles en las guanches, vestidas con ropajes en
Es el más problemático por su invisibilidad y por-
las chinas, etc.– y que estos envoltorios deberían te-
que son inherentes a la propia naturaleza del objeto.
ner descriptores específicos de cada material que las
Nos referimos a los cambios primarios que conllevan
recubre. Existen para todos ellos manuales especia-
ruptura de los enlaces a nivel molecular, y a los se- lizados a los que nos podremos remitir para hacer
cundarios derivados de aquellos, que se expresan en más certera la descripción10. Por ello la propuesta es
la modificación de las propiedades de los materiales, la evaluación por separado del cuerpo y del envol-
más visibles macroscópicamente. Existen también da- torio, cada una con sus fichas correspondientes don-
ños químicos de origen biológico, producido por los de se vean expresados los descriptores más idóneos,
ácidos orgánicos e inorgánicos excretados por deter- toda vez que con ello se consigue una visión más
minadas especies de bacterias y de hongos.
En este sentido es importante el conocimiento de
las técnicas de momificación puesto que introducen
9
El examen organoléptico es aquel que se realiza a simple vista o con
ayuda de lupas de pequeños aumentos.
modificaciones en la dinámica de la degradación na- 10
Se recomienda distintos manuales para su consulta según los diferentes
tural de los elementos constitutivos del material orgá- materiales: para lienzos policromados Calvo (2002); para tabla policroma-
nico (uso de aditivos, desecantes, astringentes, etc.). da Vivancos (2007) y para textiles Landi (1985).
3.2. Valoración del estado de conservación. La importancia de un buen chequeo
completa y especializada del estado de conservación dejando a la vista el interior. Pueden aparecer
de cada material. aislados o formando agrupaciones semejantes
Como hemos comentado, estos descriptores selec- a colmenas o alveolos invertidos –este es el
cionados son válidos sólo para momias no cubiertas caso de los orificios ocasionados por insectos
o para aquellas partes que estén a la vista. Para los relacionados con los estadios de descomposi-
daños ocultos recurriremos a medios de análisis es- ción del cadáver–.
pecíficos: RX –para descubrir grietas, intervenciones Posibles causas: En la mayoría de las ocasiones
antiguas–, etc. estos desperfectos están producidos por ataque
Los descriptores utilizados para textiles podrían de insectos, normalmente asociados a los prime-
aplicarse para momias con fardos funerarios y venda- ros estadios de descomposición del cadáver11.
jes; para los que tienen cartonajes aquellos específi- Éstos suelen corresponderse con perforaciones
cos de obra de arte sobre papel o papel policromado, de unos 4 milímetros de diámetro. Sin embargo,
para los ataúdes aplicaremos los de maderas policro- otros agujeros pueden corresponder a ataques
madas, etc. de insectos carnívoros, que han sido producidos
A continuación se enumeran los distintos descrip- tras el período en que el cadáver ya ha sido
tores que creemos se ajustan a los daños que apare- momificado. También pueden estar asociados a
cen en un cuerpo momificado. Se ha intentado aunar descuidos e incluso roedores (fig. 1).
aquellos que tienen una similitud razonable o guar- – Concreciones/depósitos superficiales/suciedad:
dan cierta relación para evitar que exista una lista in- «Restos de materias o formaciones, incorpora-
terminable y así resulten realmente útiles y prácticos. das sobre el objeto, que pueden producir alte-
– Agujero/perforación/orificio: abertura normal- raciones» (Calvo, 1997: 62).
mente redondeada que conlleva pérdida de
material y que traspasa la superficie del cuerpo 11
Ver escuadrones de la muerte. Entomología forense.
87
C M Y K
88
Son frecuentes los cúmulos o depósitos de Posibles causas: Evidentemente, pueden deber-
producto blanquecino sobre la piel de las mo- se a golpes, presiones excesivas y accidentes,
mias (guanches). Puede corresponderse con pero está también relacionado con procesos de
depósitos de sales de diferente naturaleza (clo- deshidratación, inadecuada colocación en el al-
ruros, sulfatos). Distinguiremos entre concre- macenaje, malas condiciones de conservación
ciones, cuando se trate de sedimentos adhe- y a la propia biografía de la momia.
ridos firmemente a la superficie del cuerpo, y – Desgarro/abrasión/corte: Según el diccionario
depósitos superficiales, cuando tales cúmulos el desgarro se trata de una «rotura o rompi-
estén sueltos, no fijados, sino que pueden ser miento»; «romper o hacer pedazos, a viva fuer-
fácilmente removidos. Provocan agrisamiento za y sin el auxilio de ningún instrumento, cosas
de la superficie, atraen el polvo y el biodete- de poca consistencia, como tejidos, pieles, pa-
rioro. pel, etc.». La abrasión está relacionada con una
Posibles causas: Podemos encontrar los oríge- erosión en la superficie del cuerpo. Los cortes
nes en el contacto con el subsuelo, zonas de pueden ser definidos como roturas efectuadas
almacenaje, ambientes salinos, descuidos y ma- con utensilios afilados, intencionadamente o
las condiciones de conservación, falta de ruti- por descuido. A priori no conlleva grandes fal-
nas de mantenimiento y limpieza, etc. (fig. 2). tas de material, pero sí va unido a deformación
– Deformación: pérdida de la forma regular o na- y desfibramiento que, a la larga, y si no se apli-
tural del cuerpo, una vez ha sufrido el proceso ca un talante curioso a la hora del cuidado,
de momificación. puede ocasionar pérdidas de microfragmentos
proteicos.
3.2. Valoración del estado de conservación. La importancia de un buen chequeo
Posibles causas: normalmente se debe a pro- porcentaje de agua libre en el espécimen au-
blemas relacionados con una manipulación mentará y viceversa. Cuando la humedad (agua
descuidada o incorrecta, aunque puede tam- libre) en el cuerpo es mínima conlleva una se-
bién ser debido a un accidente, incluso a actos rie de pérdidas de las propiedades físicas del
vandálicos (figs. 3 y 4). material que se expresa en pérdida de elastici-
– Desecación: es importante distinguirlo de la dad, rigidez y fragilidad. Nos referiremos a este
deshidratación que sufre el cuerpo durante el fenómeno como desecación y puede ser detec-
proceso de momificación. Partimos de la base tado por un cambio de apariencia física del es-
de que todos los cuerpos momificados están pécimen. En estos casos presentará un aspecto
ya deshidratados, que es lo que, en gran parte, acartonado, seco y con pérdida de brillo.
permite su conservación. Posibles causas: el no mantener estables los pa-
Para entenderlo hemos de familiarizarnos rámetros de conservación preventiva y dentro
con el concepto de «actividad de agua» (Valen- del rango adecuado, es una de las causas que
tín, capítulo 3.3). En este caso vemos que todo provoca este estado de debilidad, normalmen-
material orgánico contiene una humedad en su te causado por una humedad relativa excesiva-
composición (aunque sea mínima) y otra que mente baja en el entorno. El fenómeno de ab-
se encuentra libre, sin estar ligado a su estruc- sorción-desorción de agua trae consigo efectos
tura interna. Es este componente libre de hu- de dilatación y contracción de las fibras de los
medad la que juega un papel muy importante tejidos provocando las consecuentes micro-ro-
en la conservación de los cuerpos momificados turas que, a la larga, debilitan la estructura del
ya que, aunque deshidratados, mantienen un tejido, exponiéndolo a un estado de fragilidad
cierto grado de humedad (agua libre) que se no deseable para su conservación.
encuentra en continua relación con las condi- – Fragilidad: manifiesto estado de debilidad es-
ciones de humedad del entorno. De tal forma tructural, provocado por la suma de varios de
que si la humedad relativa del entorno sube, el los daños expuestos.
90
Posibles causas: exposición a factores de de- No es de extrañar, por otro lado, su presencia
terioro, inadecuadas condiciones de conserva- dadas las vicisitudes a las que se han visto so-
ción y/o manipulación, etc. metidas la mayoría de las momias que conoce-
– Grietas: denominamos grieta12 a una «hendidu- mos. También pueden ser debidas a tensiones
ra alargada y poco profunda» que se forma en provocadas por cambios bruscos de tempera-
la piel de diversas partes del cuerpo o en las tura (fig. 5).
membranas mucosas próximas a ella. Ana Cal- – Mancha: «Señal que una cosa hace en un cuer-
vo la define como «abertura que se produce po, ensuciándolo o echándolo a perder». «Su-
en los materiales sólidos por efecto de movi- ciedad adherida que impregna la superficie
mientos (…) y golpes (…), o por reacción de de un objeto y además ha penetrado hacia el
los materiales orgánicos ante los cambios de interior» (Calvo, 1997: 139). Normalmente las
humedad». En el caso de un cuerpo momifica- manchas presentes en el material momificado
do haremos referencia a la hendidura alargada, han penetrado en el tejido, traspasando el ni-
más o menos profunda, que aparece en la su- vel superficial y arraigándose en la estructura
perficie del cuerpo. subcutánea. Existen varias tipologías: manchas
Dependiendo de la dimensión de la misma de agua-fluidos, grasa, barniz o laca, pintura, té
o café, oxidación, microorganismos (hongos y
podemos clasificarla de microgrieta cuando,
bacterias), tinta, cintas adhesivas, etc.
siendo casi invisibles a simple vista, para su
Posibles causas: algunas de las manchas
observación se necesite el uso de una lupa de
provienen de la propia momia, como la de flui-
aumento o microscopio binocular.
dos, y se corresponden con procesos de des-
Posibles causas: normalmente se relacionan con
composición, pudiendo responder a ciclos de
una manipulación y almacenaje descuidados.
hidratación-deshidratación con la consecuente
pérdida de líquidos y su correspondiente man-
12
Según el diccionario de la Real Academia Española. cha en forma de cerco. Casi todas las demás
91
C M Y K
se producen por causas externas, como con- grietas, roturas, desfibramientos y/o pérdidas
secuencia de descuidos y/o accidentes, actos de material. El problema que conlleva, además
vandálicos, inadecuadas condiciones de con- del estado de fragilidad que le confiere este
servación, etc. (fig. 6). deterioro, es identificar que las partes existen-
– Micro-desintegración: a diferencia de los rotos tes corresponden al mismo cuerpo y no son
y desgarros existe una especie de desfibra- composiciones aleatorias de coleccionistas
miento que se produce en las zonas frágiles inexpertos. Son los bioantropólogos los que
como bordes de lagunas, orificios, desgarros, determinarán si existe o no conexión entre las
etc. En estas áreas se puede producir una dis- partes, apoyados por los pertinentes medios de
gregación del tejido –pulverulencia, desprendi-
análisis.
miento, etc.– Éste se va desprendiendo debido
Posibles causas: suelen darse a lo largo de la
a la fragilidad, vibraciones, manipulación, pro-
biografía de la pieza previa su acceso al mu-
cesos de desecación que reducen la elasticidad
seo, aunque también puede producirse duran-
de los tejidos, etc.
Posibles causas: normalmente asociado a un te su estancia en los mismos, más improbable,
estado de fragilidad ligado a procesos de des- debido al cuidado que exige su conservación
hidratación y favorecido por la exposición a (condiciones de conservación inadecuadas,
vibraciones, golpes, etc. (fig. 7). desafortunados accidentes, descuidos, manipu-
– Partes separadas/partes sueltas: pueden apare- laciones incorrectas, etc.) (fig. 8).
cer cuerpos momificados que presentan des- – Pérdidas/lagunas: Una laguna es una «zona
unión de alguna de sus partes (cabezas sepa- perdida del original en el conjunto de una
radas, torsos desunidos, piernas sueltas, etc.). obra» (Calvo, 1997: 130). Es más recomenda-
Esta separación está asociada con desgarros, ble el uso de «pérdidas» o «elementos perdidos»
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
94
ya que la lectura del término «laguna» está más con algún tipo de intervención de reconstruc-
asociado a obras de arte. ción dependiendo de los usos y costumbres de
Posibles causas: dependiendo del tipo y cali- la época (Rodríguez et al., 2010: 213-233). Las
dad de la momificación encontramos una de- momias chinas de la llanura de Tarim –momias
terminada cantidad de pérdida de material, de- Cherchen13– aparecen, sin embargo, completas
bido básicamente al cuidado que se le haya y vestidas con ropajes. En otras culturas como
otorgado y a los mismos procesos de momifi- la egipcia hallamos más cuerpos enteros (tam-
cación –siendo unos más certeros y ortodoxos bién debido en parte a típicas reconstrucciones
que otros–. Hacemos alusión, por ejemplo, a y a que el porcentaje de momias encontradas
la historia de la evolución de las técnicas de es mucho mayor que el de la cultura guanche).
momificación de las momias egipcias que se Posibles causas: este tipo de intervenciones se
corresponden con procesos más o menos per- deben básicamente al devenir de las momias
feccionados dependiendo del período en el –su biografía–, al continuo movimiento al que
que se ha realizado el proceso de embalsama- se han visto sometidas a lo largo de su historia
miento– (Parra, 2010). Es difícil, sin embargo, y a la consecuente falta de madurez de los cri-
encontrarnos con un ejemplar de momia en terios de conservación preventiva, tan conoci-
perfecto estado de conservación que no con- dos y difundidos hoy día (fig. 11).
lleve pérdida de material que, por otro lado, es
lo más corriente (figs. 9 y 10). 13
Wayland Barber, E (2001) las momias de Urumchi. Debate. Madrid. El hombre
– Reconstrucciones: lo más común en la cultura de Cherchen es el nombre que se le dio al cuerpo momificado de un hombre
guanche, y debido al expolio secular de sus de rasgos europeos hallado en China […] datado en el 1000 a. C. […]. Forma
momias y ajuar asociado, es encontrarnos con parte de las 113 momias encontradas en la cuenca del Tarim […] y conserva
especímenes desmembrados, incompletos o magníficamente sus ropajes, curiosamente de lana. Fuente wikipedia.
95
C M Y K
-Golpes
-Dobleces, arrugas que pueden
-Pérdida de forma originaria o
Deformaciones desencadenar en grietas,
-Presiones excesivas, inadecuado cambios en su morfología
fracturas, etc.
almacenaje/exposición
KEENE, S. (1996): Managing conservation in mu- WAYLAND BARBER, E. (2001): Las momias de Ürüm-
seums. Oxford: Ed. Butterworth-Heinemann. chi. Madrid: Debate.
97
C M Y K
C M Y K
3.3. Análisis y control del biodeterioro.
A las plagas les gustan las momias
Nieves Valentín
Instituto del Patrimonio Cultural de España
nieves.valentin@mecd.es
La composición de las momias incluye, entre otros El grado y tipo de biodeterioro dependen básica- 99
elementos, proteínas (queratinas, colágenos) y grasas, mente del tipo de momificación y del impacto am-
todos ellos nutrientes adecuados para el desarrollo de biental. En la mayoría de los museos, los agentes más
agentes biológicos que se ven favorecidos por determi- peligrosos para las colecciones antropológicas son los
nadas condiciones ambientales y por la falta de mante- microorganismos y los insectos.
nimiento de las instalaciones en las que se ubican. La biodegradación de las colecciones de momias no
La combinación temperatura-humedad del soporte
se debe estudiar de forma aislada. Es necesario centrar
induce fenómenos de biodeterioro (descomposición-
nuestra atención paralelamente en el edificio y en los
putrefacción), que constituye uno de los problemas más
bienes culturales que alberga.
frecuentes y peligrosos para la conservación de los ma-
teriales antropológicos.
El primer indicio de biodegradación que se observa En el edificio, es imprescindible abordar
visualmente en una momia se relaciona con la presencia
de manchas blanquecinas que posteriormente cambian – Tipo de materiales constructivos. Característi-
de color (en general, verde, marrón, negro), y con el de- cas arquitectónicas, estructurales y medioam-
sarrollo de filamentos, hifas de hongos en la superficie bientales, principalmente, de las salas de ex-
de los tejidos epidérmicos y óseos. La actividad bioló-
posición y almacenes donde se encuentran las
gica de los contaminantes microbianos, es dependien-
momias.
te del contenido de agua del material sobre el que se
asientan las especies. Una colonización significativa por – Impacto del clima. Área geográfica.
hongos favorece, a su vez, el desarrollo de insectos, que – El entorno.
encuentran también en las momias un hábitat adecuado – Agentes químicos y biológicos responsables de
para su proliferación. A todo ello se añade el impacto la calidad del aire.
de tratamientos incorrectos de restauración que pueden – Microclimas adversos en el interior de salas y
estimular la actividad biológica. almacenes.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
– Tipos de materiales que conforman el mobilia- almidones. En ocasiones utilizan los materiales his-
rio y elementos expositivos. tóricos como nido o refugio. Su erradicación es muy
– Mantenimiento. específica, su descripción y tratamiento no se inclu-
yen en este capítulo.
Las bacterias necesitan una wa superior a 0,90 para ser posible). Los resultados nos permiten conocer
su adecuado desarrollo. Existen excepciones, algunas el número de contaminantes fúngicos y bacterianos
bacterias halófilas, crecen en sustratos ricos en sales, por muestra, y las especies de los microorganismos
son muy tolerantes a las bajas HR y pueden desarro- aislados. La toma de muestras para análisis de mi-
llarse igual que los hongos a partir de una actividad croorganismos no debe ser deteriorante para los ma-
de agua (aw) de 0,60. Los hongos, requieren una wa teriales históricos. Las técnicas principales se descri-
mayor de 0,80. Los hongos que producen micotoxi- ben a continuación:
nas, precisan un aw en torno al 0,78, aunque ciertas
especies de Aspergillus se desarrollan a partir de una
wa de 0,60. Por ello, los hongos serán los contaminan- a) Análisis de microbiología convencional utilizando
tes más peligrosos en nuestras colecciones históricas, medios de cultivo en placa con base de agar
ya que a humedades mas bajas pueden causar biode-
Son los análisis más utilizados y menos costosos. Se
terioro. Por debajo de una wa de 0,50 no se produce
efectúan utilizando un hisopo humedecido en solu-
desarrollo microbiano. La actividad de agua (aw) es
ción salina (cloruro sódico al 0,9%). Todo el material
un parámetro clave para determinar si los microbios
presentes están activos. También permite estimar el debe estar estéril. El hisopo se desliza por la superfi-
riesgo potencial de biodeterioro. cie que presente indicios de contaminación biológica.
La actividad de agua de un material se puede re- En el caso de una momia, el área que se muestrea
ducir aumentando la concentración de solutos, por debe corresponder a una superficie aproximada de
ejemplo aportando sales (lo utilizaron los egipcios 5 cm2.
en los procesos de momificación con sales de so- A continuación, las muestras de microorganismos
dio, bicarbonatos y cloruros, también los guanches, y de superficie tomadas con hisopo, se siembran en
americanos que utilizaron el agua de mar), mediante placas de Petri con un medio de cultivo sólido, ge-
la eliminación del agua (liofilización, en el caso de neralmente se usa agar-Sabouraud o agar de Czapek.
momias andinas), o por deshidratación (momias en- Posteriormente, las placas se incuban a una tempera-
101
teradas en el desierto). La actividad de agua se puede tura de 28-30º C. El periodo de incubación suele ser
medir con equipos portátiles, deben tener una ade- de 10-15 días máximo. Periódicamente, se realizan
cuada precisión, requieren calibración y condiciones recuentos de las colonias microbianas desarrolladas.
estables. Si no se dispone de estos equipos, se puede Transcurrida la incubación, el resultado obtenido
medir la humedad relativa (HR%) en el entorno de la se expresa en CFU/muestra (unidades formadoras
momia. de colonias/muestra). Deben calcularse: los CFU de
hongos/muestra, los CFU de bacterias/muestra y los
CFU de microorganismos totales/muestra, según las
Sintetizando:
normas de calidad de aire, UNE EN 100-012. Un de-
La actividad de agua (wa) de un sustrato, junto con la sarrollo rápido de microorganismos en menos de 72
temperatura, el pH del soporte y la presencia o ausen- horas indica significativa actividad biológica.
cia de oxígeno determina la multiplicación celular de Un número total de colonias superior a 25 (colo-
hongos y bacterias. Este concepto ha permitido el uso nias fúngicas y bacterianas/muestra), indica un riesgo
de metodologías de control de microorganismos, que potencial de biodeterioro y debe actuarse para mi-
evitan en muchos casos el uso de biocidas. nimizar los efectos deteriorantes, especialmente si la
actividad de agua (contenido de agua de la momia)
Para determinar procesos de biodeterioro debido es alta. Si la momia está en un ambiente seco y esta-
a hongos y/o bacterias en las colecciones, pueden ble, 40-45% HR, un número elevado de microorganis-
realizarse diferentes tipos de análisis: mos, puede indicar que en su superficie hay muchos
contaminantes, pero que estos están en estado de la-
Análisis de microorganismos de superficie tencia, no se interpreta como un estado alarmante.
Cada colonia de hongos desarrollada, puede ser iden-
Incluye análisis cuantitativos y de identificación taxo- tificada por los procedimientos convencionales; ob-
nómica (clasificación a nivel de género y especie, a servación con microscopio óptico y estereoscópico,
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Figura 2. Contaminación fúngica de superficie con laminocultivos Millipore®. Fotografía: Nieves Valentín. IPCE.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
de superficie (5 cm2). Este procedimiento indica, en- desnaturalizan el ADN, por ello, como apunta
tre otros, la eficacia de la limpieza en una superficie. Maekawa en capítulo 3.4 de este volumen, es
importante evitar aquellos procedimientos que
imposibiliten futuros estudios genéticos.
d) Análisis de ADN para identificación microbiana.
– Para efectuar análisis de microorganismos, pue-
Técnicas de biología molecular
den realizarse convenios con la Universidad más
Se utiliza para identificar las especies de los microor- próxima, o un contrato, similar a los establecidos
ganismos que están presentes en una micro-muestra con empresas sobre mantenimiento o interven-
de superficie. Asimismo, se pueden identificar, por ciones.
técnicas de biología molecular, los microorganismos
ambientales de la sala y/o de la atmósfera de la vitri- En resumen:
na. En el caso de los insectos, el análisis de peque-
ños fragmentos detectados –patas, élitros– permitirá Cualquiera que sea la técnica a utilizar para un aná-
también su identificación y estudio. lisis de microorganismos de superficie de una pieza,
la toma de muestras debe realizarse en las zonas más
expuestas a la atmósfera y también en las áreas más
Ventajas:
internas y menos ventiladas. Se adjuntará un regis-
– Permite analizar muestras muy pequeñas de tro fotográfico y un mapa que indique los puntos
material biológico. muestreados y los parámetros ambientales de cada
– No es necesario utilizar medios de cultivo, los uno de ellos. Las condiciones de asepsia son impres-
cuales, dependiendo de su composición, per- cindibles.
miten un desarrollo selectivo de los microorga-
nismos. Los microorganismos en el ambiente. Análisis
– Las muestras analizadas pueden corresponder de la calidad del aire interior
a microorganismos activos o muertos desde 103
hace largos periodos de tiempo. Para efectuar este tipo de análisis debe tenerse en
– Es una técnica de alta precisión, una herramien- cuenta el volumen de la sala, superficie ocupada por
ta fundamental para ser utilizada en programas mobiliario y las condiciones ambientes, incluyendo
de investigación científica y tecnológica. el tipo de climatización si la hay y, en ese caso, las
renovaciones de aire. El análisis del aire debe entrar a
Inconvenientes: formar parte de la rutina de conservación del museo.
En el ambiente, además de los microorganismos, con-
– Debido a la alta sensibilidad de la técnica, es fre- tamos con agentes químicos que también deben ser
cuente detectar falsos positivos (agentes biológi- analizados. Los gases químicos conocidos como VOC
cos ajenos al que deseamos identificar y ajenos al (compuestos orgánicos volátiles) que se encuentran
responsable del biodeterioro). Puede detectarse en las salas como productos de emisión de materia-
incluso ADN del técnico que realizó los análisis. les (pinturas, maderas), así como los propios agentes
– El que no se detecte una especie no quiere decir de polución que penetran del exterior (monóxidos
que no esté presente, puede ocurrir que la meto- y dióxidos de carbono, nitrógeno y compuestos de
dología de análisis empleada sea incorrecta o que azufre, principalmente), pueden a su vez penetrar en
el ADN esté desnaturalizado. las vitrinas poco herméticas. Maekawa (capítulo 3.4),
– Es una técnica costosa. Requiere expertos en bio- indica los volátiles que emiten las propias momias
logía molecular y un laboratorio apropiado. debido a diferentes causas. El tipo de volátiles fa-
– El ADN se conserva, por ello ha sido posible vorece el desarrollo de las especies contaminantes
analizar muestras de momias de miles de años (por ejemplo: bacterias nitrificantes, sulfo-oxidantes,
de antigüedad (Päävo, 1985). También es posi- sulfo-reductoras, que se desarrollan en ambientes ri-
ble identificar la especie del animal cuyas pieles cos en monóxidos y dióxidos de azufre o nitrógeno).
cubren las momias guanches. Algunas técnicas Adicionalmente, Valentín; Muro; y Montero (2010),
de análisis y de desinfección (rayos gamma), indican la necesidad de evaluar las partículas sólidas
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
de polvo, las cuales representan uno de los mayores podemos indicar que las normas UNE EN 100-012
riesgos añadidos, ya que son higroscópicas; aumen- consideran:
tan la actividad de agua de los soportes y suelen ir
asociadas a esporas de microorganismos y huevos de
Umbral establecido para muestras de aire:
insectos. También representan un rico nutriente por
su abundancia en compuestos nitrogenados. El grado – Número de microorganismos bacterianos co-
de deterioro que puede provocar la contaminación rresponde a: 800 CFU/m3.
química y el polvo en los objetos expuestos depen- – Numero de microorganismos fúngicos corres-
de de la naturaleza y estado de conservación de los ponde a: 200 CFU m3.
materiales, de la temperatura (Tº C), HR%, humedad – Para salas de manipulación de alimentos, cuan-
absoluta del aire y de la ventilación. En el mercado do se detectan 500 CFU/m3 de microorganis-
existen equipos que miden los contaminantes quími- mos totales es preciso actuar.
cos descritos, tanto de una forma puntual (portátiles), – Para calidad de aire interior en edificios públi-
como con registros continuos de datos (estaciones de cos sin patologías de humedad y ventilación,
medida, equipos fijos o portables que no portátiles). se establece un umbral de 800/m3 de microor-
Estos aparatos son costosos, requieren calibración, ganismos totales.
aunque pueden ser utilizados con un sencillo pro-
tocolo de uso. El análisis de datos es otro aspecto a
tener en cuenta. Umbral para muestras de superficie:
La ventilación es el mejor medio para «diluir» los vo-
– Número de microorganismos totales a partir
látiles nocivos. A ellos se une el uso de sistemas de
de los cuales se considera necesario intervenir
filtrado.
(UNE EN 100-012): 100 CFU/25 cm2.
– Según análisis de superficie de libros y docu-
a) Contaminación microbiológica ambiental. mentos efectuados en archivos se establece un
104 Toma de muestras umbral de: 10-15 CFU/ 5 cm2 .
700 700
600 600
CFU/m3
CFU/m3
500 Hongos 500 Hongos
Bacterias Bacterias
400 Exterior 400
Total Total
300 300
200 200
100 100
0 0
1 2 3 4 1 2 3 4
Puntos de tomas de muestras Puntos de tomas de muestras
Figura 3. Calidad de aire interior en una sala sometida a condiciones am- Figura 4. Calidad de aire interior en una sala con condiciones ambientales y
bientales desfavorables y numerosos visitantes. número de visitantes aceptables.
con respecto a la exterior del museo. Ello responde a buenos indicadores de riesgos de biodeterioro de las
unas condiciones ambientales y número de visitantes momias y sus ajuares funerarios.
aceptables, lo cual señala como suficiente una rutina
de mantenimiento e inspecciones habituales. Los re-
b) Análisis microbiológico de la atmósfera de las
sultados de análisis microbiológicos de la calidad del
vitrinas
aire obtenidos en espacios con y sin ventilación se
muestran en la figura 5. Tanto en las vitrinas convencionales que contienen
Debe considerarse que el aire del exterior entra aire, como en las diseñadas para atmosferas inertes
en la sala y éste penetra en las vitrinas no herméticas de nitrógeno, lo más deseable es realizar análisis sin 105
que contienen restos antropológicos, con relación a necesidad de abrir las vitrinas. En este apartado nos
lo cual se puede señalar que: centraremos en el caso más complejo: el análisis mi-
La calidad de aire interior en la sala o almacén crobiológico de la atmósfera inerte de vitrinas de alta
debe tener un valor de CFU/m3 inferior al obtenido hermeticidad que contienen momias.
en el exterior del edificio y lo mas similar posible a Obviamente, las vitrinas herméticas con nitróge-
la «sala blanca» para que se considere aceptable. Los no están prácticamente libres de los contaminantes
microorganismos del ambiente de salas y vitrinas son ambientales de la sala. No obstante, solo es cuestión
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Figura 5. Contaminación fúngica y bacteriana del aire en tres espacios distintos: con buena ventilación (placa izquierda), escasa (centro) y ventilación nula
(derecha). Fotografía: Nieves Valentín. IPCE.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
106
Figura. 6. Momia egipcia en vitrina de gas inerte. Museo Egipcio de El Cairo. Fotografía: Nieves Valentín. IPCE.
A B
A
Figura 8. Contaminación microbiológica de atmósfera inerte de vitrinas filtra- A
da a través de discos celulósicos. Vitrinas de los Faraones. A) Aspergillus spp.
B) Fusarium roseum. La atmósfera filtrada retorna «limpia» a la vitrina. Fotogra-
fía: Nieves Valentín. IPCE.
Estudios experimentales (Valentín et al., 1997), indica- número y permanencia en las salas (Valentín; Muro; y
ron que la contaminación ambiental se estabiliza en es- Montero, 2010).
casas semanas en una habitación experimental de 3,85 La principal limitación de los sistemas de ventilación
m3, con 21º C, 62 HR% y 2 renovaciones de aire/hora. mecánica, especialmente cuando se instalan en gran-
La ventilación se estableció utilizando un compresor de des salas o almacenes, es que las renovaciones del aire
aire industrial. puedan tener lugar en todos los espacios de la sala que
Asimismo, análisis microbiológicos de calidad del posean humedades. En los espacios donde no alcanza
aire realizados en salas y almacenes de museos y archi- la ventilación pueden instalarse deshumidificadores de
vos con ventilación mecánica han mostrado la eficacia ayuda, calefactores o ventiladores de techo o suelo. A
del sistema para controlar la contaminación del aire sin ser posible, en esas áreas los análisis de microorganis-
necesidad de utilizar desinfectantes químicos (Valentín, mos son imprescindibles para mostrar la presencia de
2007). microclimas adversos y la eficacia de las medidas adop-
No obstante, la eficacia de cualquier sistema de ven- tadas (Maekawa, capítulo 3.4).
tilación depende de la combinación de temperatura- La ventilación en una sala puede estimarse a través
humedad relativa, número de renovaciones de aire por del número de renovaciones de aire por hora (RA/h). Se
hora, disposición de los objetos y espacio ocupado en calcula dividiendo el flujo volumétrico de aire (Q) por el
la sala por m2. El mobiliario no debe impedir la circu- volumen del espacio que se quiere ventilar (V).
lación de aire. El número de visitantes en las salas de
exposición influye notablemente y debe ser controlado. RA = Q / V (m3)
El análisis microbiológico del aire puede ser correla-
cionado con el número de visitantes para establecer su Debe ir referido a unidad de tiempo.
1600
1400 Ambiente
exterior
1200
1000
CFU/m3
400
200
0
Semanas
Inicio 1 2 3 4 5 6
Semanas
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A B C
Figura 11. A: Sala blanca. B: Sala de exposición con ventilación. C: Exterior del museo. Fotografía: Nieves Valentín. IPCE.
Los efectos más beneficiosos de una ventilación bien de polvo en la superficie de los objetos. No debe intro-
regulada son: ducirse aire húmedo y/o frío del exterior al el interior
– Minimiza las fluctuaciones bruscas de temperatu- del edificio, ello implicaría una subida de la HR y de la
ra/humedad. carga microbiana ambiental.
– Para la multiplicación celular y decrece la conta-
minación microbiológica.
Otras técnicas de análisis y su incidencia
– Minimiza la deposición de partículas de polvo.
110
en el biodeterioro
También, cuando se establece un mecanismo de La degradación de las proteínas de tejidos momifica-
ventilación, es importante realizar análisis ambientales dos puede ser debida a deficientes métodos y pro-
en el exterior del edificio y en la «sala blanca» (con las ductos aplicados para la momificación y a los avata-
mejores condiciones ambientales), que servirá de refe- res sufridos por las momias en su estancia y recorrido
rencia o de control. La figura 10 indica la incidencia de por los museos. Existen diferentes técnicas analíticas
la ventilación en la carga microbiana de una sala de que permiten determinar la eficacia de los tratamien-
exposición. Se observa la contaminación ambiental en tos de momificación en la conservación y su relación
la «sala blanca» y en el exterior del museo. En el gráfico con el biodeterioro.
se aprecia la elevada contaminación que corresponde a Valentín et al. (1992) mostraron que la aplicación de
la sala sin renovación de aire (inicio), y el efecto de la la técnica que emplea electroforesis con geles de po-
ventilación cuando se utiliza de forma ininterrumpida, liacrilamida SDS-PAGE fue útil para evaluar comparati-
24 h/día durante 6 semanas. La figura 11 muestra el de- vamente la degradación de proteínas pertenecientes a
sarrollo fúngico y bacteriano del aire analizado. epitelio de momias egipcias, guanches y americanas. En
La ventilación también reduce la actividad de agua el gel con micro-muestras de epitelio sometido a elec-
de los soportes, consiguientemente, es un buen método troforesis, se observó que las proteínas con menor peso
para reducir la multiplicación de los microorganismos molecular, más fragmentadas (soporte más deteriorado),
en los materiales históricos contaminados. se depositaban en bandas en la base del gel. Las pro-
teínas más pesadas, de mayor peso molecular, menos
En definitiva: fragmentadas (menos deterioradas), se situaban en las
zonas más altas del gel. Con relación a estos resultados
La ventilación es una de las mejores herramientas para (fig. 12), se pudo indicar que las muestras de epitelio
minimizar las fluctuaciones bruscas de humedad rela- de momias egipcias poseían proteínas menos fragmen-
tiva. Para y decrece el desarrollo de los microorganis- tadas, mejor conservadas que las correspondientes a
mos. El movimiento del aire disminuye la deposición las guanches y americanas. Ello parece confirmar que
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
112
B C
Figura 13. A) Momia guanche cubierta con piel de cabra. B) Alto contenido de cloruro sódico en piel de animal. C) Sulfato cálcico en epitelio de momia. Foto-
grafías: Nieves Valentín y Miguel Jerez. Real Jardín Botánico.
identificados como Necrobia mumiarum o Necrobia Los egipcios eran conocedores del efecto insectici-
de las momias (Moret, 1996). El embalsamamiento de da de la plantas, concretamente de la Nicotina taba-
las momias egipcias no evitó el ataque de coleópte- cum que fue utilizada para rellenar la cavidad abdo-
ros, que merced a la quitina de sus tegumentos han minal de la momia de Ramses II. Con respecto a las
momias egipcias, guanches y americanas el impacto
podido conservarse hasta el presente. Los dermésti-
de los insectos, dípteros y necrófilos, es descrito por
dos se reconocen como insectos «carroñeros o de-
Rufino –capítulo 3.2–, Díaz –capítulo 2.1– y Cerezo
voradores» de material proteico. Dermestes frischii, –capítulo 4.1–.
es un ejemplo detectado en momias egipcias. Al- Las técnicas actuales de biología molecular, aná-
gunos dermestidos fueron cuidadosamente tratados lisis de ADN, están aportando descubrimientos no-
para preservarlos, ya que «nacidos de la sustancia del tables en el ámbito de la arqueo-entomología y su
muerto eran participes de su viaje a ultratumba». relación con la historia de las momias y su entorno.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
Los insectos en el museo Los insectos que habitualmente afectan a las co-
lecciones de momias se relacionan con la composi-
En el museo la infestación de los restos antropo- ción de sus materiales constitutivos. En su identifi-
lógicos suele estar ocasionada por las deficientes cación, se debe recurrir a su nombre científico y a
condiciones del edificio, que permiten el acceso de la denominación popular. No obstante, en función
insectos desde el exterior hacia el interior de las sa- de los países, los nombres comunes de los insectos
las, almacenes, vitrinas o contenedores con cerra- varían ostensiblemente. En este capítulo se expre-
mientos inadecuados. Su desarrollo evoluciona con san los términos científicos y los comunes que se
rapidez en los edificios con climatización adaptada adoptan en España.
al confort humano, debido a una temperatura esta- La tabla 1 muestra los insectos frecuentemente
ble y confortable también para los insectos durante detectados en momias, sus vendas y ajuares. Tam-
todo el año. bién se muestran los insectos más habituales (se in-
Algunos autores consideran plaga a cualquier or- dica hasta nivel de género) presentes en aislados de
ganismo que causa un deterioro en un material his- madera de vitrinas o del edificio, cartones y papel
tórico. Desde este concepto, se podría considerar de cajas de almacenaje que, de forma secundaria,
plaga un microorganismo, un insecto o un roedor. infestan asimismo, los restos antropológicos. Algu-
No obstante, actualmente se suele hablar de plaga nas de las imágenes más representativas se indican
excluyendo a los microorganismos. También, den- en las figuras 14 a-m.
tro del término plaga, es importante considerar el
número de in dividuos y la extensión afectada. Si se
Tratamientos de control de microorganismos
trata de un objeto recién incorporado al museo, en
y erradicación de insectos por procedimientos
el cual se detectan escasos ejemplares de insectos,
no tóxicos
por ejemplo 1-2 derméstidos, no se puede indicar
que el objeto está afectado por una plaga de der- Actualmente, gran parte de los microbicidas e insectici-
méstidos. das que se utilizaban para erradicar el biodeterioro de 113
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
bienes culturales han sido prohibidos debido al peligro que facilita su disolución, aumenta la penetración en
que representan tanto para la salud de las personas, el material, el efecto residual y la toxicidad. Pueden
como para la conservación de los bienes culturales y aplicarse por nebulización, produciendo nieblas, por
el medio ambiente. En el caso de las momias los pro- imprimación, o en forma de gel cuando se trata de
ductos más utilizados han sido: timol, ortofenilfenol, piezas no históricas, puertas, ventanas o suelos. No
bromuro de metilo, pentaclorofenol, naftalina y para- obstante, su eficacia es limitada en cuanto a su pene-
diclorobenceno. Todos ellos han sido prohibidos por trabilidad y tipo de insecto a eliminar. Se utilizan para
la normativa de la Comunidad Europea. combatir anóbidos, lictidos, lepidopteros y termitas
En el caso de los insecticidas la legislación es muy de madera seca.
restrictiva. Autoriza los derivados de piretroides, per- Los procedimientos de desinfección y esteriliza-
metrinas que suelen ir preparadas con un sinergizante ción por procedimientos físicos, como los rayos gam-
como el butóxido de piperonilo, que aumenta su efi- ma, desnaturalizan el ADN de las momias, como in-
cacia. El producto se aplica en un disolvente orgánico dica Maekawa (capítulo 3.4). Otro efecto deteriorante
Orden: Coleóptera - Adultos de color negro o marrón, con tamaños de 1-3 mm de - Proteicos:
largo Momias
Familia: - Larvas alargadas, con vellosidades en la zona caudal Plumería
Dermestidae (Attagenus), o rodeando todo el cuerpo (Anthrenus) Cabellos
Géneros: - No se alimentan de madera pero las larvas pueden hacer Uñas
- Anthrenus orificios de 3-4 mm de diámetro para refugiarse en maderas Pieles
- Attagenus próximas a las fuentes de alimento. En los túneles depositan Cueros
- Dermestes mudas Otros insectos muertos
114 - Se les conoce como insectos carroñeros Textiles de lana y seda
- Tienen una o dos generaciones al año, en función de las Materiales con hongos
condiciones ambientales
- Asociados al polvo y nidos de aves, palomas
Orden: Lepidóptera - Poseen un tamaño, 10-12 mm, originan orificios irregulares de - Textiles de seda, lana, algodón
1-2 mm de diámetro y lino (vendas de las momias)
Familia: - Los huevos pueden eclosionar después de sólo 7 días a la - En general todos los soportes
Tineidae (conocidas temperatura óptima para la especie, 25° C ricos en proteinas:
como polillas en España) - Las tineolas son muy frecuentes, tienen un color blanco Pieles
Géneros: cremoso Pelo
- Tineola Cueros
- Tinea
Familia:
Oeconphoridae:
Género:
- Hofmannophila
Orden: Psocóptera - De pequeño tamaño, 1-2 mm. Antenas finas. Sin alas - Aunque se les conoce como
- Color claro. Aspecto transparente. Son buenos indicadores piojo de los libros, pueden
Familia: de un mantenimiento deficiente: alta humedad, escasa o nula afectar cualquier material
Liposcelididae ventilación y presencia de hongos, de los cuales se alimentan orgánico con polvo y micelios
Género: de hongos
- Liposcelis
Orden: Tisanuros - El género más común es Lepisma - Proteicos:
- Color plateado. Posee largas antenas y tres apéndices en zona Colas, adhesivos diversos
Familia: caudal. Produce erosiones superficiales - Raspan la celulosa y la utilizan
Lepismateae - Les favorece la humedad y la oscuridad como refugio
Géneros: - Tanto las cucarachas como los
- Lepisma lepismas prefieren materiales
- Thermobia orgánicos ricos en almidones o
(Pececillos de plata) dextrinas
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
Orden: Coleóptera - Tamaño variable en función del área geográfica - Materiales orgánicos ricos en
- Muy fértiles. Frecuentes en almacenes de museos húmedos almidón
Familia: y templados. Los daños que producen son erosiones - Son insectos asociados a
Blattidae (cucarachas) superficiales, desgarros, orificios de perfil irregular suciedad en el edificio, áreas de
Género: comida, cafeterías
- Blatella
- Periplaneta
Orden: Isoptera (Termitas) - Ninfas u obreros, de color blanquecino. Soldados de cabeza Termitas subterráneas:
pigmentada - Atacan madera y todo tipo de
- Las mas frecuentes: termitas subterráneas y termitas de la material orgánico en general
madera seca
Termitas de la madera seca:
Termitas subterraneas: Termitas subterráneas: - Maderas blandas y textiles
Familia: - Poseen adultos alados. Requieren escasa iluminación, les - Momias de áreas húmedas
Rhinotermitidae atrae la madera húmeda contaminada por microorganismos. y templadas, de países
Género: Construyen sus nidos principales en el exterior, en la tierra, americanos
- Reticulitermes zonas ajardinadas, raíces de los árboles. Construyen túneles,
por los que se desplazan. Se erradican con productos
químicos, en sistemas de cebos, que inhiben la síntesis de la
quitina y la formación de exo-esqueleto. Se consigue eliminar
el nido principal de la colonia
Lepidópteros
Figura 14 A. Estuches de Tineola bisselliella. Fotografía: Ismael González. Figura 14 B. Estuches y larva de Tineola bisselliella. Fotografía: Ismael
Artelab. González. Artelab.
116
Figura 14 C. Tineola bisselliella. Fotografía: Ismael González. Artelab. Figura 14 D. Emergencia de Tineola bisselliella y ejemplar adulto.
Fotografía: Ismael González. Artelab.
Derméstidos
Figura 14 E. Anthrenus verbasci. Figura 14 F. Larva de Anthrenus spp. Figura 14 G. Adulto Attagenus spp. Figura 14 H. Mudas. Antiguas larvas
Fotografía: Ismael González. Artelab. Fotografía: Ismael González. Artelab. Fotografía: Ismael González. Artelab. de Attagenus. Fotografía: Ismael
González. Artelab.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
Termitas
Figura 14 I. Termita obrera. Fotografía: Ismael González. Artelab. Figura 14 J. Adultos. Potenciales reproductores. Fotografía: Ismael González.
Artelab.
Carcomas comunes
117
Figura 14 K. Anobium punctatum. Fotografía: Figura 14 L. Lyctus bruneum. Fotografía: Ismael Figura 14 M. Hylotrupes spp. Común en madera
Ismael González. Artelab. González. Artelab. de pino. Fotografía: Ismael González. Artelab.
de los rayos gamma, es el incremento inicial de la re- Tratamientos con atmósferas de baja concentración
sistencia de los materiales tratados; no obstante, con de oxígeno. Gases inertes
el tiempo se acelera el envejecimiento de las proteí-
Hasta el presente, es el procedimiento más seguro y
nas y celulosas de las vendas. Los métodos como el
eficaz para erradicar los insectos en los bienes cultu-
choque térmico por alta temperatura o la aplicación
rales. Se le conoce como tratamiento de anoxia. El
de microondas son deteriorantes para los materiales término anoxia, sin oxígeno, no es estrictamente co-
antropológicos. Dentro de los procedimientos físicos rrecto ya que no es posible reemplazar totalmente
el menos agresivo, para eliminar insectos en materia- el oxígeno en las estructuras de los materiales por
les antropológicos, es el choque térmico por congela- un gas inerte; no obstante, se utiliza habitualmente
ción, el cual se describe en este capítulo. esta denominación por ser un término corto y de fácil
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
comprensión. El gas inerte más utilizado es el nitró- eliminar diferentes especies tratadas con nitrógeno a
geno. temperaturas crecientes.
El gas nitrógeno forma parte del aire atmosférico En muchas instituciones, las atmósferas de nitró-
(78%), no es tóxico, es económico, de fácil suministro, geno se utilizan para desinsectaciones rutinarias de
y por su propia naturaleza, inerte, no altera las pro- bienes culturales. Se considera un método idóneo
piedades físico-químicas de los materiales tratados. El para tratar materiales muy delicados, colecciones
efecto de las bajas concentraciones de oxígeno sobre de plumería, momias, pinturas, maderas policroma-
poblaciones de insectos xilófagos, son eficaces para das. Las atmósferas inertes de bajo contenido en
eliminar el 100% en todas las fases del ciclo bioló- oxígeno son adecuadas para vitrinas herméticas en
gico de insectos expuestos a diferentes condiciones las que se depositan objetos de gran valor cultural,
ambientales (Valentín, 1993; Maekawa; y Elert, 2003). durante periodos muy largos de tiempo (Maekawa,
La combinación apropiada de humedad relativa y capítulo 3.4).
temperatura puede favorecer la mortalidad y acor- El procedimiento de aplicación consiste en aislar
tar el tiempo de tratamiento. La HR% alta protege a los objetos en bolsas o burbujas de plástico de alta
los insectos, por ello las condiciones más adecuadas barrera, termoselladas. En ellas, se reemplaza el aire
para su erradicación son: 20-22º C y 40-50% RH (si lo por un gas inerte (nitrógeno), creando una atmósfera
permite el material histórico) y una concentración de de bajo contenido en oxígen o (inferior a 0,1%). El
oxígeno lo mas baja posible, 0,1%. Cada especie de nitrógeno, se aplica con una temperatura y humedad
insecto requiere un tiempo de tratamiento determina- relativa favorable para la conservación de los materia-
do. La figura 15 muestra los tiempos requeridos para les históricos, y mortal para la vida de los insectos. Su
20
18
Hylotrupus bajulus
Tiempo de exposición (horas)
16
14
Lasioderma serricorne
Anthrenus museorum
Xestobium rufobillosum
Anobium punctatum
12
Stegobium paniceum
Nicobium castaneum
Lyctus brunneus
20º C
10
Attagenus piceus
30º C
8
40º C
6
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Figura 15. Tiempo de tratamiento para eliminar el 100% de especies de insectos a 45% RH y temperaturas crecientes en un rango de 20-40º C.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
119
mayor ventaja radica en que los tratamientos pueden ha utilizado en vitrinas que van a contener objetos
llevarse a cabo in situ, sin necesidad de transportar muy delicados a largo plazo (Valentín, 1993; 1998).
el objeto hasta la sala desinsectación. La duración Para desinsectaciones rutinarias el nitrógeno es
del tratamiento depende del tipo de insecto a tratar, más asequible y fácil de suministrar. Además, actual-
de las condiciones ambientales en las que se reali-
mente, el uso de generadores de nitrógeno conecta-
za el tratamiento y de las características del material
dos a burbujas o cámaras descarta la necesidad de
a desinsectar. La fuente de nitrógeno puede ser una
botella de nitrógeno (N2) de alta pureza, o un tan- utilizar gas argón para desinsectaciones. Los genera-
que de nitrógeno liquido que se transformará en gas. dores de argón serían inasequibles y no están dispo-
Actualmente, se utilizan generadores de nitrógeno nibles para los usos descritos. Los procedimientos de
acoplados a un compresor de aire y a un equipo de anoxia son ineficaces cuando la temperatura es infe-
humectación del gas. Estos aparatos pueden trabajar rior a 18º C. A baja temperatura los insectos entran en
en flujo continuo durante meses y con una pureza de diapausa (latencia), minimiza la respiración y es muy
99,999% de N2 (Valentín et al., 2002). difícil eliminarlos.
En ocasiones, en vez de nitrógeno se ha utilizado
Las figuras 16 a, b y c muestran el biodeterioro
un gas noble, argón. Investigaciones al respecto in-
por microorganismos e insectos (derméstidos) de una
dican que utilizando el gas argón, la erradicación de
los insectos es más rápida en algunas especies que momia egipcia en vitrina inadecuada que le provocó
cuando se utiliza gas nitrógeno. El gas argón es la el biodeterioro. La desinsectación con gas argón y el
atmósfera más estable que podemos aplicar a un bien diseño de una vitrina alternativa de gas inerte (Mae-
cultural. No obstante, debido a su alto coste, solo se kawa, 1998) se indica en las figuras 17 y 18.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
120
A C
Figura 16. A, B, C. Momia egipcia con alta contaminación debido a humedades de condensaciones frías. Fotografías: Nieves Valentín. IPCE.
Figura 17. Desinfección y desinsectación con gas inerte, argón. Fotografía: Figura 18. Vitrina con atmósferas de baja concentración de oxígeno. Diseño
Nieves Valentín. IPCE. de Maekawa (1998). Fotografía: Nieves Valentín. IPCE.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
¿Se puede utilizar la anoxia para el control bacterias aún necesitan mayor HR%. Por ello, cuan-
de microorganismos? do descienden ambos parámetros –concentración de
oxígeno menor del 1% y HR en rangos 40-45%– de-
Es un procedimiento delicado que requiere mucha jan de multiplicarse y no excretan metabolitos. Las
atención y que debe ser realizado por personal ex- bacterias anaerobias viven sin oxígeno, pero tam-
perto. Es necesario aplicar un protocolo adaptado a bién necesitan humedades superiores al 80% para su
cada material histórico. No obstante, en caso de in- desarrollo, por lo que el descenso de HR% detiene
fecciones masivas y graves, es preciso recurrir a ger- igualmente su desarrollo. Trabajos realizados con
micidas autorizados. muestras de pergamino y cuero (Valentín; Lidstron; y
Los gases inertes pueden ser utilizados para pa- Preusser, 1990; Valentín, 1992), muestran la estabili-
rar y decrecer la contaminación microbiana. No obs- zación del desarrollo microbiano a concentraciones
tante, es preciso utilizar un riguroso control de la de oxígeno del 0,1%, 45% HR, en solo 30-40 horas
humedad relativa y un flujo de nitrógeno determi- de tratamiento (fig. 19).
nado y constante. El tratamiento combina las bajas La figura 20, muestra el tratamiento de desinfec-
concentraciones de oxígeno y un flujo de nitróge- ción y desinsectación de una momia egipcia con
no aproximado de 1 litro/minuto, aplicado con una gas inerte suministrado por un generador de ni-
humedad estable que debe fijarse en un rango de trógeno, conectado a un sistema de humectación.
40-45%, en el caso de las momias. Como es sabido, Cuando se trata un proceso de control de microor-
los hongos ambientales que afectan a las coleccio- ganismos, se debe instalar un recipiente (vaso) con
nes de naturaleza orgánica necesitan oxígeno y una un líquido desinfectante a la salida del gas nitró-
humedad superior al 60% para su desarrollo. Las geno. El vaso llevará una cubierta perforara para
5
Log cuentas de 14 C Succinato/Acetato (cpmx105 )
4,5
4
20% O2
3,5
2,5
2
5% O2
1,5
1% O2
1
0,5
0.1% O2
0
10
1 20 30 40 50
Figura 19. Estabilización del desarrollo microbiano en atmósferas de nitrógeno, a 45% HR, 20º C y 0,1% de oxígeno.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
A B
122 C E D
Figura 20. Desinfección y desinsectación de momia con generador de nitrógeno: A) Momia egipcia. B) Válvula en burbuja de alta barrera. C) Barboteo de
nitrógeno de salida en desinfectante. Vaso con cubierta perforada. D) Termohigrómetro instalado en burbuja. E) Generador de nitrógeno con humectador
conectado a burbuja. Fotografías: Nieves Valentín. IPCE.
liberar el gas desinfectado (fig. 20 c). Una alterna- de 0,3-0,5%, 18-22º C, y 40-45% RH. El tratamiento debe
tiva sería instalar a la salida del gas un filtro Milli- realizarse con un flujo de nitrógeno continuo, su cau-
pore® para retener microorganismos. Con ello se dal se fijará en función del tamaño y la humedad que
trata de evitar que el gas contaminado, que sale posea el cuerpo de la momia.
de la burbuja a la sala, pueda ser respirado por los
trabajadores, causando infecciones. Un tratamiento
inadecuado, con baja HR o exceso de flujo de ni- ¿Y después del tratamiento con atmósferas inertes?
trógeno, puede deshidratar la momia en exceso, o
en el caso contrario provocar el desarrollo de bac- La anoxia para y decrece el desarrollo microbiano,
terias anaerobias, por mantener exceso de agua en «controla» pero no esteriliza, por lo que debe apli-
el cuerpo de la momia. También se pueden ocasio- carse con precaución en el caso de contaminaciones
nar sobrepresiones en la burbuja al instalar el vaso fúngicas. Finalizado el tratamiento debe procederse a
con líquido desinfectante. un tratamiento de limpieza de la momia. Si las mo-
mias presentaran manchas blanquecinas u oscuras
En resumen: con micelios de hongos, puede procederse según los
siguientes pasos:
El control de microorganismos con gases inertes y baja a) Estabilización del ambiente donde está deposi-
HR, requiere: concentración de oxígeno en un rango tado el material antropológico.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
Figura 21. Análisis de la concentración de oxígeno en burbuja con momia egipcia infantil. Fotografía: Jonás Bell. 123
b) Aplicar etanol al 70% con un hisopo o por ne- diciones ambientales controladas (Maekawa,
bulización en las áreas con micelios. El etanol capítulo 3.4).
es muy volátil, lo cual es positivo, pero puede
deshidratar el soporte. En ocasiones en vez de
etanol se utilizan antibióticos (antimicóticos) Desinsectación con bajas concentraciones
del tipo fluconazol, o miconazol; no obstante, de oxígeno por medio de absorbentes químicos
su espectro antimicrobiano es pequeño en re-
Cuando se utilizan absorbentes de oxígeno y absor-
lación a los contaminantes ambientales. Debe
bentes de humedad en un espacio herméticamente
comprobarse que no altera el pH del soporte,
cerrado el proceso de biodeterioro se detiene.
ni el color.
c) Microaspiración suave, cuando lo permita el Los absorbentes de oxígeno son sales de hierro
estado de conservación de la momia con as- que capturan el oxígeno ocasionando una baja con-
piradores provistos de filtros de alta eficien- centración del contenido de oxígeno del aire, sufi-
cia para partículas, que puedan retener de- ciente para eliminar los insectos. No obstante, es ne-
pósitos de polvo e hifas de hongos (Rufino, cesaria una humedad mínima del 30-40% para activar
capítulo 3.2). la reacción de la sal de hierro y una concentración del
d) En caso de que haya insectos muertos deben producto en función del tamaño de la pieza a tratar.
eliminarse, de lo contrario se hidratarán con- La reacción química que se produce al activarse la
taminándose de hongos y las piezas se rein- sal de hierro es exotérmica, lo que se manifiesta por
fectarán. una subida de temperatura que dura entre 10 y 15
e) Las momias tratadas deben ubicarse en su minutos. Como consecuencia, un exceso de absor-
vitrina o caja de embalaje, con unas con- bente de humedad puede ocasionar condensaciones
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
de agua en el interior de la burbuja, lo que provocaría pueden sufrir hidrataciones y rápido desarrollo de
el desarrollo de bacterias anaerobias. Por ello, debe hongos y bacterias.
utilizarse la cantidad correcta. Nunca deben deposi-
tarte los absorbentes de oxígeno en contacto con el
Aplicación de extractos naturales
soporte histórico.
Son útiles para eliminar insectos en objetos muy La literatura (Cano et al., 2008) muestra que ciertas
porosos, textiles, momias o colecciones de plume- plantas con propiedades medicinales, inhibidoras
ría. Los bienes culturales deben estar depositados de microorganismos eran usadas en diferentes tra-
en un espacio cerrado, como las vitrinas herméticas tamientos de momificación. Algunas momias reales
o burbujas de plástico de alta barrera. En este caso, del Museo Egipcio de El Cairo fueron tratadas con
no es necesario recurrir al nitrógeno para producir aceite de cedro rojo, como ha demostrado Maekawa
la anoxia, ya que la baja concentración de oxígeno (capítulo 3.4).
se consigue con el absorbente. Al evitarse el oxí- Actualmente, el uso de extractos de plantas para
geno se reduce el riesgo de foto-oxidación y de repeler insectos y controlar el desarrollo microbiano
corrosión. está ampliamente documentado en el ámbito de la
Para burbujas o vitrinas de tamaño superior a 1 m3 medicina y de la agricultura. No obstante, en el área
el absorbente de oxígeno no es recomendable, por- de patrimonio es precisa una adecuada validación
que es difícil disminuir la concentración de oxíge- de estos productos, para que puedan ser aplicados
no en grandes volúmenes. Nunca se debe instalar en en la conservación de los bienes culturales. Diversos
contenedores de plástico que no sean de alta barrera, proyectos de investigación están siendo desarrollados
ya que entrará el oxígeno del aire de la sala y se in- actualmente, para aportar soluciones de bajo coste,
activará en breve tiempo. eficaces y apropiadas a cada país, con el objetivo de
prevenir y/o tratar el biodeterioro de colecciones his-
tóricas.
124 Congelación para desinsectar
El edificio con plagas de insectos En caso de que se trate un caso grave y persistente de
plaga en el edificio:
Cuando se detectan problemas de deterioro en patri-
monio, incluyendo casos de desastre –inundaciones, – Aplicar un tratamiento de ambiente y de superfi-
fuegos, terremotos– se aconseja abordar 5 etapas (Mi- cies. Cuando se recomienda un insecticida, debe
chalski, 1994), que son útiles también para actuar en elegirse un producto autorizado con el menor
impacto posible en la salud. Evitar los tratamien-
caso de impacto de plagas. Se resumen en:
tos masivos e indiscriminados. Raras veces la in-
festación ocurre en el 100% del edificio.
1) Evitar.
– Analizar el entorno. Puede ser la causa. Estu-
2) Detener o bloquear.
diarlo.
3) Detectar.
4) Actuar.
5) Tratar-recuperar. Posteriormente al tratamiento químico:
Podría añadirse una 6.ª etapa: mantener a largo
– Proceder a una limpieza exhaustiva. Evitar de-
plazo.
pósitos de polvo.
En el caso de infestaciones en edificios, existe una
– Evaluar de forma periódica los resultados.
amplia bibliografía sobre control integrado de plagas
– Siempre documentar.
(Simmons; y Muñoz-Saba, 2005). Los puntos a seguir – Formar a todos los trabajadores y difundir al
incluirían: público.
Una buena gestión que implique limpieza-mante-
Medidas inmediatas: nimiento-inspección, es la mejor herramienta para el
control de plagas.
– Identificación de la plaga. Determinar y locali-
zar su actividad en el edificio. 125
– Aislar los objetos históricos con infestación
Salud y prevención
para proceder a su tratamiento como se ha in- Las momias ubicadas en los yacimientos han estado
dicado previamente. durante largos periodos de tiempo en condiciones
– Proteger a los materiales mas susceptibles de estables, en ausencia de oxígeno. Cuando salen al
infestación. exterior, se hidratan fácilmente y pueden sufrir un
incremento del contenido de agua, lo que provoca
el desarrollo inmediato de microorganismos; mu-
Planificar y priorizar, para establecer una rutina de
chas de cuyas especies producen toxinas que re-
trabajo que implique:
presenta un riesgo para la salud de las personas
– Registrar las condiciones ambientales (monito- que manipulan los restos. Este problema se acentúa
rización). cuando las momias se trasladan al museo y se ex-
ponen a unas condiciones desfavorables en salas
– Corregir. Modificar las condiciones ambientales
y almacenes.
para detener el desarrollo de las plagas. Favo-
Con relación al desarrollo de hongos en mate-
recer la ventilación y la limpieza.
riales antropológicos existe una amplia variedad de
– Instalar barreras físicas. Telas metálicas o ma- especies que producen micotoxinas. Son sustancias
llas de material textil sintético o inerte. Sellar tóxicas que sobreviven más tiempo que los hongos
fisuras y huecos. Eliminar nidos y depósitos de en un material. Las micotoxinas pueden penetrar
suciedad. por vía dérmica y fijarse en tejidos ricos en grasas
– Instalar trampas estratégicamente cerca de ven- (hígado principalmente). Son tóxicas al sistema in-
tanas y puertas, en interiores de vitrinas, ar- mune.
marios, cajas, nunca en contacto con los mate- Las bacterias también producen toxinas que pe-
riales históricos. Las trampas adhesivas son las netran a través de la piel o pueden ser inhaladas, ab-
más económicas. sorbiéndose por las mucosas. Streptomyces griseus es
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
de riesgo. Posteriormente se procederá a la identifi- «Las plagas son un problema de todos y cada uno
cación taxonómica. como profesional y ciudadano puede contribuir a su
3. Aislar los materiales infestados. Si los materiales eliminación».
están húmedos deben introducirse en bolsas fabrica-
das con mallas de poro suficiente para que circule el
aire pero que también impida el paso de los insectos. Bibliografía
4. Tratar los objetos. Procedimientos indicados CANO, C.; BONILLA, P.; ROQUE M.; y RUIz, J.
anteriormente. A ser posible con gases inerte (2008): «Actividad antimicótica in vitro y metaboli-
5. Desinfectar-desinsectar el edificio: tos del aceite esencial de las hojas de Minthostachys
Las paredes del edifico que posean puntualmen- mollis», en Revista Peruana de Medicina Experimen-
te colonias de hongos o túneles de termitas pueden tal y Salud Pública, n.º 25, pp. 1726-4634.
ser eliminadas con etanol al 70%, o con hipoclorito
sódico al 5% (lejía). Usar máscaras de protección con MAEkAwA, S.; y ELERT, k. (2003): The use of oxygen-
filtro para esos productos. free environments in the control of museum insect
Las sales de amonio cuaternarias tienen un carác- pest. Los Angeles: J. Paul Getty Trust.
ter biocida para determinados microorganismos. Son
tóxicas para las personas en función de su concentra- MAEkAwA, S.; y GARCíA, M. (2006): «Low-cost cli-
ción. Pueden alterar los metales. mate control system for museum storage facility on
Los zócalos, rodapiés, puertas, ventadas con ma- Tenerife island», en PLEA 2006: 23rd International
deras no históricas, se desinsectan actualmente con Conference on Passive and Low Energy Architectu-
permetrinas (piretroides). Se aplican en forma de gel re, Geneva, Switzerland, 6-8 September 2006: Clé-
sobre soportes de madera, por pulverización o nebu- ber Design, Affordable Comfort: A Challenge for Low
lización. Son tóxicos autorizados. Requieren de pre- Energy Architecture and Urban Planning. Geneva:
caución. Université de Genève, Centre universitaire d’étude
130 6. Establecer barreras de entradas para los insec- des problèmes de l’énergie, pp. 411-416.
tos en el edificio.
Incluye: MICHALSkI, S. (1994): «A systematic approach to
– Sellar fisuras, optimizar cierres, instalar mallas preservation; description and interaction with other
metálicas o de textiles-porosos que permitan el museums activities», en Preprints of the Ottawa Con-
paso de aire pero no de insectos. gress, 12-16 Septembre 1994. Preventive Conserva-
tion Theory and Research. Internacional IIC. Lon-
– Estudiar el entorno y modificar el ajardinado y
don, pp. 8-11.
el riego, a ser posible.
7. Minimizar las humedades. Diagnosticar el ori-
MORET, P. (1996): «Arqueo-entomología: Cuando
gen de las humedades (de capilaridad, condensación,
los insectos contribuyen al conocimiento de nues-
goteras) y atender sus patologías. Las maderas hú-
tro pasado», Bol. SEA, PaleoEntomología, n.º 16,
medas desarrollarán hongos que a su vez atraerán pp. 183-188.
termitas y derméstidos.
8. Favorecer la ventilación. El flujo de aire debe PääVO, S. (1985): «Molecular cloning of ancient
ser constante. No debe ser excesivo, ni ir dirigido Egyptian mummy DNA», en Nature 314, pp. 644-645.
hacia los objetos porque podrá producir deshidrata-
ciones y aflorar sales. Nunca debe entrar aire húmedo SALkINOJA-SALONEN, M. S.; PELTOLA, J.; y AN-
o frío del exterior al interior del edificio. DERSSON, M. A. (2003): «Microbial toxins in moisture
9. Elaborar un plan de mantenimiento, con rutinas damaged indoor environment and cultural assets», en
de conservación. Las momias desinsectadas requieren International Congress on Molecular Biology and Cul-
una inspección mínima de una vez al año, si las con- tural Heritage: Molecular Biology and Cultural Heri-
diciones ambientales en la que se encuentra ubicada tage: Proceedings of the International Congress on
son razonablemente buenas. Molecular Biology and Cultural Heritage, 4-7 March
10. Formar al personal y difundir. 2003, Balkema. Sevilla, pp. 93-105.
3.3. Análisis y control del biodeterioro. A las plagas les gustan las momias
SIMMONS, J. E.; y MUñOz-SABA, Y. (2005): Conser- VALENTíN, N.; GARCíA, R.; de LUíS, O.; y MAEkAwA,
vación, Cuidado, manejo y Conservación de las colec- S. (1997): «Microbial control in museums, archives
ciones biológicas. Bogotá: Conservación Internacional. and libraries by air ventilation systems», en Restaura-
tor, n.º 19, pp. 85-107.
STRANG, T. J. k. (1992): «A review of published tem-
peratures for the control of pest insects in museums», VALENTíN, N.; BERGH, J. E.; ORTEGA, R.; ÅkER-
en Collection Forum n.º 8, pp. 41-67. LUND, M.; HALLSTRöM, A.; y JONSSON, k. (2002):
«Evaluation of a portable equipment for large scale
VALENTíN, N. (1989): «Mummy deterioration halted de-infestation in museum collections using a low
by nitrogen atmosphere», en Nature, n.º 338, p. 463. oxygen environment», en 13th Triennial Meeting. Pre-
— (1992): «Identification of chemical and biological prints of ICOM Committee for Conservation, París, n.º
contaminants on mummified remains by fluorescen- 1, pp. 96-101.
ce microscop», en International Congress on mummy
Studies. Tenerife, p. 196. VALENTíN, N.; MURO, C.; y MONTERO, J. (2010):
— (1993): «Comparative analysis of insect control by «Métodos y Técnicas para Evaluar la Calidad del Aire
nitrogen, argon, and carbon dioxide in museum ar- en Museos», en Conservación de Arte Contemporáneo
chive and herbarium collections», en International 11.ª Jornada. Madrid: CARS - IIC Grupo Español, pp.
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278.
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Using Air Ventilation Systems», en Contribution to the Otras referencias
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ment Strategies. Tenerife. NORMAS UNE EN 100-012 de higienización. Dis-
— (2009): El Material Textil Susceptibilidad al Bio- ponible en: http://ingenieriahospitalaria.com%20
deterioro. Tarrasa: Centre de Documentació i Museu U%Pic´´o.ppt [Consulta: 18 de marzo 2012]. 131
Téxtil.
Desde la antigüedad, la notable habilidad de las civili- En el siglo xix las momias, altamente susceptibles 133
zaciones en la preservación de los cuerpos, iba unida a deterioros causados por hongos, insectos y roe-
a las condiciones ambientales de sequedad y estabi- dores, eran a menudo sumergidas o recubiertas con
lidad extrema de las tumbas y cuevas. Estas antiguas fungicidas e insecticidas, muchos de ellos incluyendo
técnicas y las condiciones ambientales existentes en compuestos de arsénico. El ortofenifenol, menos tóxi-
aquellos momentos, proporcionaron como resultado co que el arsénico, pero aun así tóxico e identifica-
una excelente conservación que aportó una incom- do como un agente cancerígeno, se ha utilizado para
parable conexión entre el presente y el futuro. Hasta desinfectar momias hasta hace pocos años.
hace relativamente pocos años, las momias se excava- Estudios recientes sobre el análisis de gases emi-
ban de ambientes estables y eran transportadas a los tidos por las momias reales egipcias, detectaron los
museos e instalaciones de almacenaje en la ciudad. siguientes biocidas y repelentes:
Actualmente, se observa que el aire puede estar alta-
mente contaminado con agentes oxidantes, así como – 1,4-Dicloro-benzeno (pesticida).
con partículas procedentes de automóviles y/o emi- – Naftaleno (repelente de insectos).
siones industriales, todos esos agentes son altamente – Timol (fungicida).
deteriorantes cuando impactan sobre materiales orgá-
nicos. Por otra parte, las condiciones ambientales en En la década de los años setenta, la momia de Ram-
los museos y almacenes pueden ser significativamen- sés II, de la colección de momias reales del Museo
te más húmedas y oscilantes que aquellos ambientes Egipcio de El Cairo, fue esterilizada con radiación gam-
que los conservaron durante milenios. Estas nuevas ma usando cobalto-60 y colocada en una vitrina sella-
condiciones ambientales (a menudo junto con una da con un sistema de filtros microbiológicos (fig. 1).
gran afluencia de público en las galerías de los mu- Las mezclas de bromuro de metilo y óxido de etileno,
seos, que también afecta al microclima) constituyen otro carcinógeno, han sido ampliamente utilizados
un serio peligro para la preservación a largo plazo de para desinfectar-desinsectar colecciones. Los conser-
momias y otras colecciones sensibles. vadores han venido observado cambios en el color
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Figura 1. Vitrina construida en Francia para Ramses II, con ventilación mecánica y filtro para retención de microorganismos. Fotografía: Shin Maekawa. GCI.
134
y en la textura de los materiales tratados, y han ex- amenaza constante en un ambiente no controlado.
presado su preocupación sobre posibles alteraciones Obviamente, los efectos perjudiciales de organismos
de la información genética en la momia, que puede dependientes del oxígeno como los insectos, hongos
haber sucedido a causa de los productos usados. Por y bacterias aerobias, así como la oxidación basada en
lo tanto, los protocolos de conservación preventiva se deterioro químico sobre objetos culturales orgánicos,
han convertido en una norma para los conservadores serían altamente reducidos o eliminados, si los ob-
y restauradores encargados de las momias. jetos pudieran estar controlados bajo una atmósfera
Los materiales orgánicos en los museos y coleccio- gaseosa inerte sin oxígeno.
nes son especialmente susceptibles de deterioro cau- Es esencial mantener y preservar el ambiente para
sado por condiciones extremas y cambios en la hu- la longevidad de las colecciones, especialmente para
medad y temperatura, ataques por hongos, bacterias los objetos tan delicados como los restos antropoló-
o insectos, y deterioro químico producido por gases gicos. El mejor método de preservación ambiental ha
y partículas procedentes de contaminantes ambienta- sido su propio enterramiento que ha conservado las
les comúnmente encontrados en áreas urbanas e in- momias durante milenios. En general, las condiciones
dustrializadas. Es bien conocido el daño catastrófico del enterramiento han sido oscuridad, frío y paráme-
causado por un ataque biológico sobre el patrimonio tros ambientales estables.
cultural. Los efectos perjudiciales de estos procesos Los niveles recomendados de humedad, tempe-
son comúnmente observados en objetos delicados de ratura e iluminación se han elegido en base a inves-
plumas, documentos históricos de pergamino, restos tigaciones científicas y se describen a continuación.
humanos momificados, muestras de especies bioló- Los parámetros se presentan en orden de impor-
gicas raras o extintas, e incluso en piedra, donde se tancia con respecto a la preservación. Otros pará-
produce ennegrecimiento o decoloración. También metros tales como la calidad del aire (niveles de
es bien conocido el hecho de que el ataque biológi- polución química) y vibraciones, no son indicados
co se favorece con una humedad elevada, y es una debido a la disparidad de valores recomendados
3.4. Las salas de exposición y almacenes para restos momificados. Vitrinas. Análisis de volátiles, ¿por qué huelen las momias?
con la elección de la apropiada fuente de ilumina- Debe seleccionarse una humedad y temperatura
ción, de los filtros, o de la combinación de los dos. razonables, teniendo en cuenta el edificio, especial-
mente en los históricos, que pueden sufrir deterioros
por la instalación y requerimientos de los sistemas
Control climático en el museo mecánicos de funcionamiento. Es posible que con la
instalación de los aislantes térmicos, barreras de va-
Con relación al ambiente en el museo, la conserva-
por y reemplazo de puertas y ventanas, para lograr el
ción y el acceso deben estar equilibrados. Como se
clima diseñado, las telas o papel históricos (que recu-
describió anteriormente, el control de la humedad
bran paredes) del edificio sean seriamente alterados.
debe ser la máxima prioridad para la conservación
También, debe tenerse en cuenta que el coste de
de restos momificados. Sin embargo, la temperatura
la energía del sistema mecánico puede ser altamente
del aire es la preocupación principal para el confort
elevado, si las condiciones deseadas se eligen desde
humano. Este conflicto presenta un reto para conser-
un punto de vista real, para satisfacer ambos aspec-
var objetos sensibles en las instituciones culturales.
tos; edificio (en cuanto a la instalación de equipos
El confort térmico es el resultado de las interaccio-
que no dañen la estética y los materiales estructurales
nes del organismo con su entorno para mantener su
del inmueble) y clima de las salas/almacenes, que
temperatura interior constante, y está influenciada fí-
debe poderse regular mediante sistemas que hagan
sicamente por parámetros ambientales tales como la
compatible el confort humano con los requerimientos
temperatura del aire, temperatura radiante, humedad
de preservación de las obras expuestas o almacena-
y velocidad del aire, así como parámetros personales,
das.
tales como la tasa metabólica y la ropa. Además, los
humanos requieren aire del exterior para seguridad
y confort. No obstante, para la preservación de las Sistema de aire acondicionado
colecciones, el aire exterior debe estar acondicionado
con respecto a la humedad y temperatura, así como Los sistemas de aire acondicionado son cada vez más
136 filtrado para el control de contaminantes ambientales. utilizados en los museos para proporcionar las condi-
Los contaminantes también pueden provenir de las ciones para la colección y para el confort humano. Sin
colecciones, de los visitantes y del interior del edifi- embargo, a menudo se utilizan principalmente para
cio. el confort humano. Las personas se encuentran den-
tro del edificio sólo durante sus horas de apertura al
público –de 9 de la mañana a 5 de la tarde, 5 o 6 días
Control climático por medios mecánicos a la semana por ejemplo– y requieren una temperatu-
ra confortable. Sin embargo, las colecciones necesitan
No es efectivo considerar únicamente sistemas de
un entorno de preservación estable y seco durante 24
control climático por medios mecánicos sin entender
horas al día y 7 días a la semana. La mayoría de los
el comportamiento del edificio que alberga la colec-
ción, así como el clima local. Entornos más frescos y
estables suelen corresponder a los pisos mas bajos,
o a los situados a la sombra. Sin embargo, los espa-
cios más frescos tendrán mayor humedad, por lo que
habrá que tener en cuenta una mayor carga de calor
latente (humedad) para este sistema mecánico. Por
el contrario, las salas orientadas al sur, especialmente
en los pisos superiores, reciben una gran cantidad de
radiación solar durante el día y desprenden calor du-
rante la noche debido a su exposición. Por lo tanto,
para reducir la carga de calor sensible (térmica) que
el sistema mecánico deberá efectuar, antes de que ese
sistema esté diseñado, deberán colocarse en el edifi-
cio aislantes térmicos y/o elementos que favorezcan
las sombras.
3.4. Las salas de exposición y almacenes para restos momificados. Vitrinas. Análisis de volátiles, ¿por qué huelen las momias?
sistemas de aire acondicionado operan para controlar aprovecharse para ser introducido del exterior al in-
solamente la temperatura, pudiendo producir como terior. Es muy recomendable la instalación de ventila-
resultado grandes fluctuaciones de humedad. Asimis- dores tanto de entrada, como de escape (extractores),
mo, pueden proporcionar temperaturas incómodas si para controlar el paso de aire.
operan para controlar la humedad. Los deshumidificadores mecánicos, consumen
Los sistemas de aire acondicionado más sofisti- menos energía incluso que los ventiladores; son re-
cados proporcionan controles para la temperatura lativamente de bajo coste y sencillos de manejar. Sin
y la humedad, sin embargo, su instalación, funcio- embargo, la mayoría de los sistemas portátiles son
namiento y mantenimiento son costosos. El sistema ruidosos, y a menos que estén conectados a un des-
también puede producir una gran variación del me- agüe, la condensación que generan –agua extraída
dio ambiente en grandes espacios de un edificio, si del entorno– tiene que eliminarse periódicamente a
no se ha dimensionado adecuadamente. Los sistemas fin de continuar funcionando correctamente. Por lo
absorben e introducen en los edificios, para confort tanto, puede ser una tarea complicada si hay varias
humano y salud, cantidades limitadas de aire proce- unidades funcionando en un edificio.
dente del exterior, por lo tanto, hay que mantener Los calefactores sirven para elevar la temperatura
unos sistemas de filtración adecuados por si el aire y poder reducir la humedad. Un incremento de un
exterior está contaminado química y biológicamen- grado centígrado de la temperatura del aire produci-
te. Las ubicaciones de los componentes del sistema, rá una reducción aproximadamente del 5% de hume-
tales como tuberías, canalizaciones de agua refrigera- dad relativa. Son equipos de bajo coste, silenciosos
da, difusores de aire y vías de retorno, deberán ser y requieren poco mantenimiento. Sin embargo, si
examinadas cuidadosamente antes de que las colec- son eléctricos utilizan mucha energía para funcionar.
ciones se coloquen en las salas o en los almacenes, Tanto la temperatura como la humedad deben moni-
con el objetivo de evitar posibles daños durante su torizarse para que los calefactores operen con medi-
funcionamiento, así como en caso de fallos de com- das de seguridad, a menos que se incluyan funciones
ponentes o disfunciones, como roturas y condensa- de seguridad en ambos parámetros. La combinación
del uso de ventiladores mecánicos y calefactores han 137
ciones. Si el sistema de aire acondicionado no puede
proporcionar el entorno de preservación adecuado, o dado resultados satisfactorios en la isla de Teneri-
no puede trabajar de forma continua, una de las op- fe (Maekawa; y García, 2006; Maekawa; y Toledo,
ciones puede ser proporcionar diferentes microclimas 2003).
en vitrinas de exposición o de cajas de almacenaje Si no hay medios mecánicos disponibles para
para las colecciones. mantener unas condiciones ambientales favorables
–en salas y almacenes con restos momificados– es
esencial para la colección proporcionar el microam-
Ventiladores mecánicos, deshumidificadores biente de preservación en las vitrinas de exposición y
y calefactores embalajes. Además, existen diversas consideraciones
para mejorar las condiciones ambientales de la co-
El uso de ventiladores mecánicos, deshumidifica- lección. Es importante ubicar la colección en la zona
dores y/o calefactores, es mas práctico que el aire más estable del edificio. Pueden utilizarse dispositi-
acondicionado para muchos museos. Puede ser más vos o sistemas que eviten o reduzcan los impactos
asequible y fácil de mantener mientras se controlen térmicos del sol directo en el edificio, y que pueden
los registros climáticos de cada sala. También, pue- incluir entre otros, desde la disposición de arbolado
de resultar útil para el almacenaje de restos momi- que no ocasione riesgos de humedad o biodeterio-
ficados. Los ventiladores, el equipo que consume la ro, a sistemas de toldos que no afecten la estética ni
menor energía, deben estar solo operativos cuando vayan anclados en los materiales constructivos. Tam-
el aire exterior es seco (baja humedad relativa) y ne- bién es imprescindible reducir las filtraciones solares
cesita filtros de partículas para mantener la calidad y el impacto térmico mediante estores adecuados en
del aire. Las condiciones de sequedad exterior se aso- el interior de las salas o almacenes.
cian normalmente con los ciclos diurnos (tardes) de Sin embargo, tanto la selección de dispositivos o
días soleados, los cuales, esencialmente, proporcio- elementos a instalar, como las estrategias de optimi-
nan aire con más temperatura; este aire cálido puede zación del ambiente, debe formar parte del esquema
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
general del edificio en cuanto a sus características y y diurnos de la radiación solar, lo cual produce las
peculiaridades, y que debe incluir: las asignaciones variaciones de temperatura y humedad. Los ambien-
de espacio, número y circulación de visitantes, nor- tes creados en las salas de los museos y almacenes,
mas de seguridad, uso, programas de mantenimiento, atenúan las variaciones climáticas externas. Estas va-
planes de emergencia diseñados para casos de desas- riaciones pueden reducirse aún más mediante la crea-
tre, etc. ción de un microambiente en una vitrina o espacio
Para mejorar la ventilación o minimizar la hume- cerrado, que se ubicará en galerías y/o almacenes
dad/temperatura, no se recomiendan operaciones con el objetivo de preservar las colecciones sensibles.
manuales tales como abrir/cerrar ventanas y puertas, En las vitrinas o espacios herméticos se pueden man-
ya que estas actuaciones suelen realizarse basándose tener niveles elevados o reducidos de temperatura,
sólo en función del confort humano, y como resulta- humedad y/o concentración de oxígeno (procedente
do producen la infiltración de contaminantes ambien- de la sala), a través de la utilización de dispositivos
tales, insectos, aire húmedo, radiación solar de alta activos electro-mecánicos, o a través de sistemas pa-
intensidad y ocasionan riesgos en cuanto a la seguri- sivos con agentes químicos, si un objeto requiere un
dad (robos). Si la comodidad es la cuestión, pueden ambiente único. A continuación, se contrastan las ca-
utilizarse ventiladores de pie. racterísticas de vitrinas de exposición, que son con-
troladas activamente usando sistemas mecánicos de
control climático, así como aquellas vitrinas selladas,
Vitrinas de exposición con sistemas pasivos que utilizan materiales de ab-
sorción y buffers (amortiguadores) para mantener el
Científicos en conservación han desarrollado sistemas
de exposición y almacenaje para modificar y mante- microclima.
ner las condiciones ambientales, con el objetivo de Aunque las vitrinas libres de oxígeno utilizan con-
alcanzar una correcta preservación de los bienes cul- ceptos similares a las vitrinas habituales (con aire), las
turales. características se analizan por separado para destacar
138 En este contexto se muestran: su singularidad, tanto en los diseños como en sus
comportamientos.
– Vitrinas comunes que contienen aire.
– Vitrinas libres de oxígeno que contienen un gas Vitrinas de exposición activas
inerte.
En las vitrinas activas el aire suministrado está
Las variaciones de las condiciones ambientales mecánicamente acondicionado para su limpieza
exteriores son generadas por los ciclos estacionales y para una humedad fijada (a veces también para
una temperatura), antes de que entre en las vitri- controlarse de dos maneras: por medio de controles
nas. Posteriormente, el aire «preparado» se canaliza abiertos y cerrados. El control abierto, más común en
para que penetre en la vitrina. El aire ligeramente las vitrinas activas, posee una fuga constante; por lo
presurizado se expulsa a la sala o al exterior a tra- tanto, el aire «preparado» es suministrado a un ritmo
vés de aberturas en la vitrina (fig. 2). El sistema constante en todo momento. Por otro lado, el control
activo requiere una vitrina, un ventilador, un filtro, cerrado, a menudo mencionado como el control de
un equipo de acondicionamiento de humedad y feed-back, requiere un sensor de humedad o de pre-
un control de flujo. La humedad del aire de sumi- sión en la línea de abastecimiento, o en la vitrina que
nistro se puede controlar bien por medio de un regule el flujo de aire que se ha acondicionado. Estos
dispositivo de temperatura que mide el punto de sistemas mecánicos pueden estar ubicados fuera de la
rocío, el cual utiliza un elemento de temperatura sala, y el aire «preparado» de suministro puede ser ca-
constante (temperatura del punto de rocío), y se nalizado a las vitrinas de la sala a través de aberturas
controla electrónica o mecánicamente (por el flu- en suelos o paredes.
jo de un refrigerante), o con un acondicionador Las ventajas del sistema activo consisten en que
de humedad relativa, que generalmente utiliza la pueden utilizarse las vitrinas con fugas que ya se
mezcla de aire saturado seco y húmedo (Maekawa; disponen actualmente instaladas, tanto las que están
y Elert, 2003). El dispositivo de la temperatura del montadas sobre paredes como las vitrinas con base
punto de rocío se puede utilizar cuando la tempe- sobre el suelo. Y, por otra parte, un sistema de sumi-
ratura es constante, como en las salas climatizadas, nistro de aire «preparado» se puede diseñar para so-
de lo contrario se debe utilizar el dispositivo de portar una gran vitrina y/o múltiples vitrinas (Maish;
acondicionamiento de humedad relativa. La tasa de
Maekawa; y Elert, 1999). Su mayor desventaja, aun-
suministro de aire debe reducirse al mínimo, tan-
que el concepto es simple, es que el sistema requiere
to para la seguridad operacional del sistema, tanto
una solución mecánica compleja. Esto se traduce en
con respecto a las colecciones y al funcionamiento
un alto coste de fabricación y mantenimiento. Por lo
económico, como con relación al ventilador, filtro,
tanto, el sistema activo puede que no sea el adecua- 139
y equipos de acondicionamiento de humedad que
do para museos medianos, donde el apoyo a tareas
deben dar un servicio periódico. Sin embargo, la
técnicas especializadas normalmente no es posible.
tasa de suministro está determinada por la tasa de
fuga de la vitrina y por las condiciones ambientales
de la sala (temperatura y humedad). Vitrinas pasivas
El caudal del aire que se ha acondicionado (lo
llamamos «aire preparado» para evitar confusiones Puede evitarse el uso de los costosos filtros indi-
con el aire acondicionado convencional), puede cados, dispositivos sofisticados de humidificación,
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momificados y pergaminos (Soble; y Ajie, 1993). Al- proporcional si el volumen se fija en el proceso. A
gunos estudios realizados al respecto han mostrado diferencia de las vitrinas pequeñas, por ejemplo las
la completa erradicación de las especies de insectos adecuadas para documentos, el cambio de presión se
que comúnmente infestan los museos, en todos los traduce en una gran fuerza para vitrinas de momias de
ciclos de vida, y detiene significativamente la activi- tamaño completo. Por ejemplo, un aumento de 10° C
dad microbiológica de especies aerobias cuando la de temperatura producirá aproximadamente 300 kg
concentración de oxígeno se mantiene en porcentajes de fuerza en una plancha de vidrio de un metro cua-
inferiores al 0,3% (Valentín, capítulo 3.3). drado de área. La vitrina requerirá unas planchas de
Las vitrinas libres de oxígeno también pueden ser vidrio grueso y una construcción pesada para resistir
vitrinas activas o pasivas, al igual que las vitrinas ha- la fuerza. Sin embargo, permitiendo que el volumen
bituales (con aire). Sin embargo, para que sean útiles, cambie proporcionalmente con la temperatura, po-
las vitrinas tienen que tener fugas significativamente demos eliminar la gran fuerza sobre las superficies
menores en comparación a las vitrinas con aire. Para de la vitrina y permitir una construcción sencilla y
una vitrina activa libre de oxígeno, la cantidad de ligera. Esta es la razón de por que las grandes vitrinas
suministro de gas inerte, como nitrógeno o argón, es herméticamente selladas requieren el accesorio de un
demasiado grande, pero los otros componentes del compensador de presión por fuelle, que es una bolsa
aire pueden igualarla en caso de que la fuga fuese que recogería el gas de la vitrina en caso de que se
excesiva. Y para una vitrina pasiva, la cantidad de expandiera por efecto de la temperatura, y que per-
absorbente de oxígeno sería demasiado grande para mite compensar el aumento de presión, evitando que
caber dentro de la vitrina, o el intervalo de reemplazo la vitrina pudiera explotar (figs. 4 y 5).
sería demasiado corto. Como se indicó anteriormente, no hay ninguna
vitrina perfectamente sellada y cualquier vitrina her-
a) Vitrinas pasivas mética en la realidad tiene una pérdida de un minuto.
Por lo tanto, similar a vitrinas con aire que requie-
La ley del gas ideal afirma que un cambio de tem- ren la colocación de un material buffer de humedad 141
peratura se traducirá en un cambio de presión para controlar la entrada de humedad a lo largo del
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142
Figura 5. Vitrinas herméticas libres de oxígeno, diseñadas por el GCI, para exposición de las momias reales del Museo Egipcio de El Cairo. Fotografía: Shin
Maekawa. GCI.
tiempo, las vitrinas libres de oxígeno requieren la co- año. Un paquete de RP-20 K, 0,10 m 0,13 m, es
locación de material absorbente de oxígeno, como capaz de absorber 400 cc de oxígeno; por lo tanto,
Mitsubishi Gas Chemical (MGC) RP K, para mantener se necesitan 9 paquetes de RP-20 K, el área total de
la concentración de oxígeno extremadamente baja en 0,12 m2 para la tarea. Considerando una vitrina de 1,8
las vitrinas durante un período prolongado. Se pue- m de largo 0,6 m de ancho 0,8 m de altura, sólo
de estimar la cantidad y el intervalo uso/reemplazo el 11% de base estará protegida por los paquetes de
a partir de la tasa de fuga de oxígeno de la vitrina y absorción de oxígeno. Para ampliar el intervalo de
la capacidad de material absorbente de oxígeno. La uso a 5 años, se pueden colocar mayor número de
estanqueidad de la vitrina herméticamente sellada no absorbentes en la vitrina, 5 veces la capacidad de un
puede expresarse en el tiempo-medio, ya que debe año, 91.250 cc.
de ser mayor de 50 años para ser útil. En su lugar, se
expresa como la tasa de entrada de la concentración
de oxígeno en la vitrina, con la unidad de partes por b) Vitrinas activas
millón (ppm) por día, en condiciones normales en
una sala. La tasa debe ser menos de 10 ppm por día Similar a las vitrinas activas normales (con aire), una
para ser útil (Maekawa, 1998). Por ejemplo, una vi- vitrina activa libre de oxígeno consiste en una vitri-
trina de una momia completa, de 1 m3 de volumen, na de exhibición, un ventilador, filtro, equipos de
tendrá una entrada de oxígeno de 3.650 cc en un año acondicionamiento de humedad y dispositivos de
si su tasa de fuga es de 10 ppm/día. La capacidad de control. Además, el sistema necesita un suministro
absorción de oxígeno de 3.650 cc es necesaria en la de gas inerte, un generador de nitrógeno, nitróge-
vitrina para establecer el intervalo de servicio de un no líquido, o cilindros de gas de alta presión, si la
3.4. Las salas de exposición y almacenes para restos momificados. Vitrinas. Análisis de volátiles, ¿por qué huelen las momias?
144
Figura 7. Vitrinas activas libres de oxígeno para exposición de las momias reales del Museo Egipcio de El Cairo. En la pared posterior se observa un armario
de acero para contener: generador de nitrógeno, reservorios de tanques, módulo de humectación y control de módulos. Los tubos de conexión están locali-
zados bajo el suelo de la sala de exhibición. Fotografía: Shin Maekawa. GCI.
de la sala. Por lo tanto, es esencial que todos los – Productos de descomposición producidos por
componentes funcionen correctamente en conjunto materiales de las propias momias.
en el sistema activo. – Compuestos químicos que posiblemente fue-
ron usados durante el proceso original de mo-
mificación.
Gases emitidos por los restos
momificados. ¿Por qué huelen Estos compuestos químicos se pueden identificar
las momias? mediante el análisis del aire dentro de las vitrinas o
embalajes herméticamente sellados.
Muchos de los restos momificados emiten fuertes olo- En las tablas 1, 2 y 3 se expresan los compues-
res, lo cual indica que estos bienes culturales siguen tos orgánicos volátiles, que fueron identificados en
emitiendo gases de compuestos químicos a su entor- muestras tomadas de vitrinas selladas que contenían
no. Los compuestos gaseosos pueden ser uno o una momias reales de las dinastías egipcias XVIII y xix.
combinación de los siguientes productos: Para el control de la concentración de los gases,
anteriormente mencionados en las vitrinas hermética-
– Compuestos químicos usados en recientes tra- mente selladas, se recomienda la colocación de ab-
tamientos de restauración y conservación de sorbentes como carbón activo u otros absorbentes de
los restos momificados. contaminantes.
3.4. Las salas de exposición y almacenes para restos momificados. Vitrinas. Análisis de volátiles, ¿por qué huelen las momias?
Tabla 1. Compuestos relacionados con tratamientos Tabla 3. Posibles gases emitidos por materiales de la momificación
Una manipulación incorrecta o descuidada es la cau- las que se han sometido estas piezas con ocasión de 147
sa principal, junto con las alteraciones de la humedad su estudio o exposición, en zonas de micro-desgarros
relativa y el biodeterioro, de muchos de los daños por donde se levanta la piel y se producen continuas
que podemos observar en restos momificados (Meier, micro-pérdidas de tejido.
2001; Santos Varela, 2002; Gabrielli, 2005; García et Una momia dañada queda más expuesta a otros
al., 2008). Grietas, desgarros, aplastamientos, abrasio- factores de riesgo (biodeterioro, humedad relati-
nes, deformaciones, partes anatómicas desprendidas va y temperatura incorrecta, iluminación excesiva)
o a punto de desprenderse y/o pérdidas de tejido con frecuencia presentes en un entorno museístico,
son algunos de los más comunes (Rufino, capítulo lo que contribuye a disminuir su valor tanto como
3.2), producto también de factores intrínsecos a la fuente de conocimiento sobre el pasado como ele-
momia –como el tipo de momificación o el estado mento ilustrativo del mismo. Resulta obvio afirmar
de degradación de los tejidos– o del estrés medioam- pues que cuanto menos se toquen los restos momi-
biental (hidratación-deshidratación, contracción-di- ficados mejor.
latación) al que se haya podido ver sometida a lo Ahora bien, las momias se han convertido, debido
largo de su historia. No obstante, una manipulación al avance de las técnicas analíticas, en una fuente
no adecuada puede agravarlos considerablemente, ya inagotable de información, de ahí que tengan en la
sea extendiendo las áreas afectadas o el grado de actualidad tanto interés para los investigadores. Pero
incidencia. Es el caso, por ejemplo, de varios restos aunque la tecnología se ha desarrollado tanto que
pertenecientes a la colección del Museo Arqueológi- permite la obtención de información sin necesidad de
co de Tenerife dañados por la actividad de insectos retirar sus vendajes, ropas o fardos funerarios (TAC) o
necrófagos cuando aún se encontraban en su cueva bien mediante una toma selectiva de muestras ínfimas
de enterramiento (Ortega; y Sánchez-Pinto, 1992). Es- (endoscopia, AMS), para efectuar estos análisis es im-
tos insectos dejaron una red de pequeños orificios prescindible acceder a ellas y manipularlas.
de salida que con el tiempo se han transformado, Tener la oportunidad de tocar las momias, asisti-
como consecuencia de las vibraciones y sacudidas a dos por el instrumental adecuado, cuando se realiza
C M Y K
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
una inspección visual puede, por otro lado, ayudar a Una forma de resolver este aparente conflicto
percibir detalles parcialmente ocultos o a notar, me- entre los riesgos potenciales que conlleva cualquier
diante el tacto, otros para los que la vista es insufi- manipulación (Marcon, 2009) y los beneficios que
ciente, como el grado de desecación de la piel o su puede reportar es el establecimiento de unas normas
fragilidad. Todo lo cual facilitará la toma de decisio- de obligado cumplimiento, tanto por parte de los res-
nes respecto a qué estrategias de preservación o de ponsables de la colección como de las personas que
estudio se deben seguir. En un entorno museístico la hayan solicitado el acceso a la misma. Estas normas
capacidad para tocar los objetos de la colección es sólo adquieren verdadera eficacia si están acompaña-
particularmente importante, pues forma parte de las das o se usan en combinación con un informe de su
labores de identificación, evaluación del estado de estado de conservación, donde se explicitan los da-
conservación y valoración (Mac Donald, 2007: 107- ños presentes, su localización y grado de incidencia
120; Pye, 2007: 121-138). (Rufino, capítulo 3.2). El desconocimiento tanto de
En los últimos tiempos los museos están hacien- la naturaleza de los especímenes a manejar –estruc-
do enormes esfuerzos para proporcionar una mayor tura interna, estado de conservación, resistencia a la
accesibilidad del público a sus colecciones. Este ac- presión– como de la mejor forma de hacerlo puede
ceso comporta incluso la posibilidad de tener una causar más daños que posibles descuidos o acciden-
experiencia más holística de los objetos, en la que tes (Bachman, 1992). Por eso, antes de enumerar las
se incluyan otros sentidos además del de la vista, sin pautas a seguir cuando tengamos que manipular una
llegar a comprometer por ello su conservación. Las momia, conviene que hablemos de su estructura in-
personas con discapacidad son uno de los colectivos terna y de los puntos más sensibles a la presión, sa-
que se están beneficiando de estas políticas de aper- cudidas bruscas o vibraciones.
turismo (Pye, 2007; Chatterjee, 2008).
En el caso de las momias una mayor accesibilidad
del público comporta, no obstante, otros dilemas que Estructura interna de las momias
148 el de la simple conservación: ¿es ético manipular un
Las posturas más habituales que presentan las mo-
cadáver humano? (García, capítulo 1.2) ¿Tiene riesgos
mias son decúbito supino, es decir, extendidas con
para la salud? (Valentín, capítulo 3.3) ¿Quién estaría
los brazos pegados a los costados o flexionados sobre
cualificado para hacerlo? ¿Puede una réplica sustituir
el pecho o bajo vientre y sentadas, con brazos y rodi-
la experiencia con una momia real? La respuesta a
llas flexionados y pegados al pecho. Muchas momias
estas y otras preguntas no es sencilla, por eso los
naturales también se encuentran en una postura fetal.
conservadores, restauradores o técnicos responsables
En las primeras son particularmente frágiles la zona
de las colecciones deben no sólo estar capacitados
del cuello y las articulaciones de codos y rodillas,
para decidir, implementar o aplicar las pautas de con-
servación más adecuadas en cada caso, sino conocer
el contexto socio-cultural en el que se desarrolla su
actividad e influye en sus decisiones. Algunas de
las objeciones que ponemos a la manipulación de las
momias –y en general de las colecciones de un mu-
seo– pueden estar motivadas más que por una ame-
naza real a su conservación, por prejuicios sociales,
concepciones culturales o usos profesionales desa-
rrollados a lo largo de los siglos xix y xx (Candlin
2007: 89-106; 2008: 9-20). En palabras de Elizabeth
Pye (2007: 134):
tanto si se encuentran vendadas o envueltas en pieles pasos anteriores se eleva el cuerpo al unísono,
y tejidos, como desnudas. El peso del cráneo apenas para pasar la última tira en torno a las piernas.
recibe sostén de los músculos y la piel del cuello, por
lo que nunca debemos alzarlas sin haberles propor- Ya la tenemos preparada para moverla y colocarla
cionado antes un apoyo adicional. Lo mismo ocurre sobre un soporte. El número total de personas nece-
con las piernas y los brazos, demasiado pesados para sarias en la operación dependerá de sus dimensiones,
sustentarse sólo en los tendones y ligamentos de los peso y estado de conservación.
codos y las rodillas. Estos puntos hay que reforzar- Las momias sentadas deben moverse, en la medi-
los antes de intentar cualquier movimiento. También da de lo posible, en su posición anatómica original.
debemos prestar atención a la zona de las caderas, Una forma de hacerlo es deslizando, una o dos per-
porque si se manipulan con brusquedad podemos sonas, las manos bajo sus nalgas, mientras que una
romper sus ligamentos y provocar que las cabezas tercera se sitúa a sus espaldas con las manos sobre
del fémur se salgan de sus fosas. La caja torácica es los hombros para procurar su equilibrio al elevarlas.
particularmente sensible a las sacudidas. Aunque ex- Al igual que con las anteriores se alzarán lo indispen-
ternamente los tejidos presenten un buen estado, sin sable para colocar el soporte sobre el que las move-
desgarros o pérdidas, el interior puede albergar una remos. La cabeza y el cuello requieren ser manejados
situación bien diferente. El cartílago se degrada más
con especial atención por muy firme que parezcan
rápidamente que los huesos dejando a las costillas
sobre los hombros, por lo que debemos fijarlos antes
sin sostén, por lo que se desmoronan. Esta situación
de iniciar cualquier movimiento. También es impor-
puede empeorar cuando el relleno artificial de la caja
tante controlar la presión que se ejerza sobre brazos y
torácica no es suficiente –es el caso de las momias
piernas, para no forzar la flexión y rasgar los tejidos.
evisceradas– o los órganos internos se han contraído
Bajo ninguna circunstancia tiraremos de los hombros,
tanto al desecarse que dejan cámaras de aire. Cuando
los codos o las rodillas.
manipulemos el tronco debemos intentar distribuir la
presión homogéneamente, evitando asirlo o pasar- Si nos viéramos obligados a moverlas en horizon-
le cinchas por el vientre o los genitales masculinos. tal debemos apoyarlas sobre su espalda y colocar to- 149
Tampoco debemos tocar las orejas, párpados o nariz. pes acolchados en sus costados para evitar que pue-
dan girarse.
La forma correcta de alzar una momia extendida Si bien estas pautas generales sirven para la ma-
sería (fig.1): yoría de momias desecadas, conviene que antes de
– Se sitúa una persona en la cabecera y otras dos
a la altura del pecho. De forma coordinada co-
locan sus manos bajo la coronilla, evitando to-
car las orejas y los hombros, elevándolos ape-
nas unos milímetros, lo justo para pasar una
tira de tela elaborada preferiblemente con un
tejido de conservación, o uno con una resis-
tencia y estabilidad química similar. Su ancho
dependerá del tamaño del espécimen.
– Se mantiene la persona a la cabecera y se si-
túan dos a cada lado de las caderas deslizando
sus manos por debajo de las mismas. Otras dos
agarran cada uno de los extremos de la abraza-
dera ya colocada. Cuando estén todos prepara-
dos elevan cabeza, tronco y caderas lo mínimo
para deslizar otra tira que cubra todo el tronco
y las caderas.
– Para finalizar, se colocan dos personas a cada
lado de las rodillas, una en los pies y de tres a
cuatro alrededor del tronco. Al igual que en los
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Figura 1. Cómo manipular o mover las momias. Dibujo: Jesús Herrero. IPCE.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
realizar cualquier movimiento que concierna a espe- si izáramos o trasladáramos las momias con la sola
címenes particularmente frágiles, enteros, o de gran ayuda de nuestras manos y brazos. Un soporte no
volumen, o que dure más de unos minutos o impli- sólo evita que ejerzamos una presión indebida sobre
que desplazamientos largos, elaboremos un plan por la momia, sino que al proporcionarnos una superficie
escrito de cómo vamos a actuar. de agarre más amplia, firme y regular disminuye el
Los restos momificados deberían moverse siempre riesgo de que se resbale o la movamos bruscamente.
sobre un soporte individual confeccionado con mate- Por último, puede usarse a modo de barrera entre
riales ligeros, resistentes y durables, no importa cúal ésta y la superficie donde se vaya a colocar. Esto nos
sea su tamaño o estado de conservación. Lo ideal se- permite desarrollar soluciones de almacenaje y expo-
ría mantener la momia asociada siempre a su soporte, sición mas sostenibles, con materiales menos inertes
tanto si se encuentra en el almacén como expuesta. –de los que Jean Tétreault (1994) denomina como
Esto implica usar en su construcción materiales quí- compatibles– pero más económicos y asequibles.
micamente inertes, al igual que un diseño que facilite Estas ventajas, sin embargo, pueden convertirse
su integración en el sistema de almacenaje o en las en serias desventajas si su diseño y los materiales em-
vitrinas de exposición del museo, así como su uso en pleados en su elaboración no se adaptan a las pecu-
desplazamientos hacia otras dependencias, centros liaridades de la momia. De ahí que debamos pres-
de investigación o instituciones museísticas. En este tar especial atención a ambos aspectos, sobre todo
punto sigue siendo necesaria una mayor difusión de cuando se pretenda construir un soporte duradero y
los principios que rigen la conservación de los bienes multiusos. Las soluciones tecnológicamente más so-
patrimoniales, no sólo entre los profesionales de los
fisticadas no son siempre las más eficaces.
museos, en particular los diseñadores de exposicio-
nes, sino entre el público en general (García et al.,
2008). Algunos diseños expositivos, con gran acep- Características básicas que debe tener un soporte
tación popular, siguen disponiendo las momias en para momias
150
posturas y en contacto con materiales potencialmente
contaminantes que comprometen su preservación. – Estar elaborado con materiales cuya estabilidad
química y durabilidad física esté avalada por
pruebas de envejecimiento o reactividad (ej:
Soportes test de Oddy, spot test) o su uso continuado en
museos (tablas 1-4). Si nos viéramos obligados
Un soporte bien construido puede reducir considera-
blemente los riesgos que conlleva cualquier manipu- a emplear otros de menor durabilidad y/o sus-
lación, convirtiéndose en un elemento imprescindible ceptibles de emitir sustancias volátiles, debe-
en cualquier estrategia de conservación preventiva mos buscar aquellos que sean más compatibles
(Marcon, 2009: 31). con la naturaleza orgánica de las momias y el
En primer lugar, un buen soporte nos permite re- entorno al que estarán expuestos (Tétreault,
forzar el esqueleto que puede estar frágil, incompleto 1994; National Park Service, 2004; Ceballos,
o desconectado, sin tener que recurrir a insertar ele- 2008). Por ejemplo, si las momias van a estar
mentos extraños como grapas metálicas o cuñas de en un almacén con una humedad relativa alta y
madera, prácticas habituales en el pasado. Una radio- temperatura fluctuante, sería más seguro utili-
grafía puede sernos útil a la hora de diseñarlo o deci- zar como cobertor un tejido de algodón ligero,
dir el más adecuado, sobre todo cuando tratemos con transpirable, que un polietileno de baja densi-
momias vendadas o envueltas, pues desvela el estado dad proclive a condensaciones. En cualquier
de conservación de su esqueleto: huesos inconexos, caso, cuando usemos materiales sobre los que
desplazados, fragmentados o desaparecidos. Asimis- alberguemos alguna sospecha, lo más seguro
mo, al facilitar que el peso se distribuya homogé- es forrarlos con otro que bloquee cualquier mi-
neamente a lo largo de toda su superficie, elimina el gración de sustancias o gases (producto de su
riesgo de ejercer una tensión excesiva sobre puntos degradación) hacia la momia. Al considerar la
concretos, ya sea como consecuencia de la fuerza de compatibilidad de los materiales a utilizar tene-
gravedad o del agarre; tensiones que se producirían mos también que tener en cuenta tres cosas.
3.5. Tocar o no tocar, he aquí el dilema. Normas para la manipulación de restos momificados
Primero, por cuánto tiempo vamos a usarlo. – Tener una superficie lisa y suave para evitar
Si se trata, por ejemplo, de un traslado des- arañazos o rozaduras, pero con una textura
de el almacén a una nueva sala de exposición que impida que la momia se deslice fácilmente
podemos recurrir a una colchoneta de goma o se enganchen las fibras de su vendaje o indu-
espuma (poliuretano) forrada de plástico (po- mentaria.
lietileno de baja densidad) y fijada a un tablero – Tener una forma y dimensiones que permita
de aglomerado. Si por el contrario, se tratara de ser asido por dos o más personas con comodi-
un soporte destinado al almacenaje, tendremos dad.
que utilizar elementos estables. – Ser de un color que delate la acumulación ex-
Segundo, el entorno: comportamiento de la hu- cesiva de polvo, los detritus producidos por
medad relativa y la temperatura, nivel de ilumi- una actividad indeseada de insectos o las po-
nación y calidad del aire. sibles pérdidas, en forma de polvillo o micro-
Por último, las momias como parte de su pro- fragmentos, del vendaje, indumentaria o piel
ceso de descomposición también emiten sustan- de la momia, señales inequívocas de que hay
cias volátiles (García, capítulo 3.5) que podrían en marcha un proceso de degradación, ya sea
reaccionar, a la larga, con el soporte, sobre todo químico o mecánico.
en espacios herméticos, poco aireados, que fa- – Estar acolchado (tabla 2). El espesor y dispo-
vorezcan un aumento de su concentración. sición de este acolchado dependerá tanto del
Es recomendable inspeccionar los soportes uso que vayamos a darle al soporte como de
regularmente para detectar cualquier indicio la momia a la que se destine. Así, un sopor-
de degradación y poder retirarlos antes de te construido para efectuar traslados tendrá
que causen algún daño. La frecuencia de es- que ser bastante más mullido, para evitar ro-
tas inspecciones dependerá de la calidad de zamientos y amortiguar posibles vibraciones y
los materiales usados y de las condiciones sacudidas, que uno hecho exclusivamente para
ambientales a las que estén sometidos. exposición, donde podríamos llegar incluso a 151
– Ser ligero, a la vez que lo bastante rígido como prescindir del acolchado. En cuanto a su dis-
para soportar el peso de la momia. Si no es- posición, podemos limitarlo a aquellas zonas
tuviéramos seguros de la rigidez de un mate- bajo el cuerpo que no lleguen a apoyarse to-
rial podemos probar a pegar 2 o 3 láminas. Un talmente en el soporte, como la nuca, rodillas
buen soporte no debe arquearse. o cintura, para evitar que queden en vacío
C M Y K
Figura 2. Restos de recién nacido momificado sobre soporte que sigue su contorno elaborado con plástico corrugado, guata de poliester y tejido elástico de
algodón 100%. Fotografía: María García. OAMC.
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
(ayudándonos, por ejemplo, de almohadillas deslizando una pieza de tela mayor, que la
de Tyvek® rellenas de guata de poliéster) o ex- circunde totalmente (García Morales, 2000).
tenderlo a toda su superficie. Asimismo, pode- El objetivo es proporcionarle una mayor su-
mos diseñarlo como un elemento integrado de perficie de apoyo para distribuir su peso.
forma permanente en el soporte (fig. 2) o que Esta segunda pieza de tela podemos fijarla
se pueda quitar o poner a conveniencia (como a unas varillas a modo de parihuela, redu-
por ejemplo una colchoneta unida con cintas o ciendo así el personal necesario para mover-
velcro). la (Nicola, 2008). Las fajas y la parihuela no
son soportes aptos para movimientos de lar-
go recorrido porque carecen de la suficiente
Tipos de soporte
rigidez. Por tanto, su uso debe considerar-
Cada momia es única, por lo que va a requerir del di- se siempre como un paso intermedio en el
seño de un soporte personalizado. No obstante, aquí proceso de su colocación sobre un soporte.
hemos intentado englobar las soluciones desarrolla- Si la momia se va a introducir en una caja de
das en una tipología que pueda servirnos de guía a la embalaje, o en su sarcófago, o se va a colocar
hora de construir el nuestro. sobre un soporte temporal, conviene seguir
– Arnés. Como ya explicamos, la forma más manteniendo las tiras –o la parihuela, previa
sencilla de izar una momia es usando unas retirada de las varillas de sujeción– en su posi-
tiras de tela que podamos deslizar debajo de ción, para así evitar tener que volver a tocarla
su cuerpo y rodearlo a modo de abrazade- cuando la movamos nuevamente. En este caso
ra formando un arnés. Este arnés debe estar sí debemos usar textiles de calidad conserva-
hecho con un tejido poco grueso, preferible- ción.
mente de calidad conservación-restauración, – Plancha plana. Son soportes de elaboración
lo bastante resistente como para soportar su sencilla, que no requieren herramientas com-
152 peso. Las tiras que lo forman tienen que tener plejas y pueden hacerse con distintos tipos de
una longitud algo mayor que el contorno de planchas o láminas (tabla 1), ya sea con for-
la momia, para poder abrazarla con holgura ma rectangular o cuadrangular, o recortados
y dejar espacio para asirlas. Si ésta es muy para seguir el contorno de la momia (Nico-
frágil podemos considerar reforzar el arnés la, 2008; Laurin, 1988). Además, si cuidamos
Figura 3. Soporte plano diseñado para el almacenaje y exposición de un espécimen muy deteriorado. La base es de plástico corrugado acolchado, espuma
de polietileno extruido, guata de poliéster 100% y forrada con tyvek. Se colocaron almohadillas del mismo material en zonas necesitadas de mayor sujeción.
Fotografía: Alejandro de Vera. OAMC.
3.5. Tocar o no tocar, he aquí el dilema. Normas para la manipulación de restos momificados
su diseño y empleamos materiales durade- contorno y volumen de la momia (fig. 4). Este
ros, de calidad conservación, podemos usar tipo presenta, no obstante, un inconveniente
el mismo soporte para transporte, acoplado si se usa con momias grandes. Si no dispone-
a un carro o embalaje, como parte del sis- mos de un material rígido, a la par que muy
tema de almacenaje (Hori, 1988; Hearst Mu- ligero, la caja resultante podría ser demasia-
seum, 2010; Brooklyn Museum, 2011), para do pesada y poco manipulable. Esto siem-
introducirlo en un TAC o en una vitrina. Re- pre podemos subsanarlo añadiéndole ruedas.
sultan, por tanto, muy eficaces y flexibles. Estos soportes están especialmente indicados
Si el soporte plano está destinado a una mo- para almacenaje, aunque también podemos
mia desnuda, es decir, que no conserva su usarlos para traslados cortos o integrarlos en
vendaje o envoltorio mortuorio, es siempre una vitrina de exposición.
recomendable acolcharlo, aunque sea leve- – Tipo asiento. El más simple consiste en un aro
mente, especialmente si se usa en traslados de goma espuma de polietileno u otro mate-
(fig. 3). rial en el que se encajan las nalgas. Este aro
– Tipo recipiente. Tiene la ventaja de que sus puede valer también para momias en fardos.
paredes proporcionan a la momia una pro- En este caso podemos complementar el so-
tección extra, tanto al evitar que pueda caer porte con una red de nylon (Nylonnet®) o un
si se desliza como actuando de barrera con- tejido tipo gasa (Stabiltex®, Terelene®) que cu-
tra posibles golpes durante su manipulación. bra la capa de tejidos externos, para una ma-
Además, el interior puede acolcharse con yor protección, sin comprometer por ello su
distintos tipos de materiales (tabla 2) –inclui- visibilidad. Si este tipo de asiento fuera insu-
da arena para imitar las condiciones del ya- ficiente para estabilizar la momia en posición
cimiento (Santos Varela, 2002)– y siguiendo vertical, tendremos que probar a diseñar uno
distintas técnicas: desde simples almohadillas con respaldo que llegue bien hasta la cintura
de papel tisú dispuestas entre el cuerpo y las o hasta el cuello, dependiendo de la fragilidad
del espécimen. El metacrilato es una buena 153
paredes de la caja, hasta varias láminas de
polietileno expandido recortadas conforme al opción, pues se puede modelar.
– Modelado a medida. Un soporte elaborado
conforme a un molde de la momia tiene la
ventaja de ajustarse estrechamente a su con-
torno, proporcionándole un mayor apoyo.
Ésto lo hace especialmente adecuado para
momias incompletas, sentadas o en posturas
anómalas. Si además se construye en un mate-
rial transparente, como el metacrilato, resulta
muy atractivo para exposición (Castro i Jimé-
nez, 2003; Gabrieli, 2005; Nicola, 2008). No
obstante, el proceso de modelado supone un
riesgo añadido para la momia, porque impli-
ca una mayor manipulación y, en ocasiones,
el uso de desmoldeantes. Antes de decidirnos
por un soporte de este tipo deberíamos tener
muy claro los pros y contras.
– El original de la momia. Mantener a las mo-
mias en su sarcófago o ataúd tiene indudables
ventajas expositivas al mostrarlas en un con-
texto más cercano al original. No obstante, si
van a estar almacenadas es preferible guardar-
las por separado, haciendo uso de soportes
concebidos para este fin.
C M Y K
Tabla 1. Materiales que pueden usarse en la construcción de soportes como bases (Tetrault, 1994; NPS, 2004)
154 Paneles – Paneles rígidos – Panel nido abeja de – Planchas + – Inertes. No le afectan la – Elegir sólo
sándwich consistentes en un polipropileno en varios mayoría de solventes ni los aquellas realizadas
Varios núcleo compacto, – Panel nido abeja tamaños y agentes químicos con poliéster,
materiales de espuma plástica, aluminio grosores – Rígidas y extremadamente polipropileno,
o con estructura – Panel sándwich ligeras. Buenos aislantes poliestirenos
de nido de abeja aluminio térmicos. Resistentes a los
emparedado entre – Panel polipropileno impactos y al agua en distinta
dos láminas poliestireno medida
aluminizado
– Panel sándwich – Cartón pluma Fome- + – Ligero, rígido y fácil de cortar.
de espumado de Cor® (Gómez; y San Resistente a la humedad y
poliestireno entre Andrés, 2011) microorganismos. Buena
dos láminas de capacidad para adsorber los
cartón de pH neutro impactos
- – Aislante térmico. Reutilizable y
reciclable
Tabla 4. Materiales que se pueden usar en la construcción de soportes textiles para forro
Batista – Tejido fino de – Batista + – Ligera, se tiñe con facilidad y – Usar calidad
algodón 100% con es resistente a los lavados conservación con
ligamento de tafetan – Absorbe la humedad apresto mínimo, si
no lavarlas antes
- – Se arruga. Resiste mal los de usar. Mezclas de
ácidos algodón y poliéster
pueden usarse con
precaución
Gasa de – Gasa de poliéster – Stabiltex® – Rollo – Resistencia a los UV, bacterias, – Se necesita
poliéster 100% – Terelene® ácidos y agentes oxidantes habilidad y
– Tetex® experiencia para
cortarla y sellar los
bordes (Thomsen,
1998)
Lino – Tejido de lino 100%. + – Ligero, se tiñe con facilidad,
Dependiendo de la suave al tacto, adsorbe la
urdimbre es muy fino humedad
o más basto - – Se arruga con facilidad
Muselina – Como la batista pero – Muselina – Varios pesos y + – Ligera, solida, fina, económica – Si no es de calidad
más gruesa y sin tramas – Adsorbe la humedad conservación debe
descrudar – Natural o - – Se arruga con facilidad lavarse antes de
blanca usar y revisarse
anualmente
Organza de – Tejido ligero de seda – Organza, crepelina + Apresto mínimo, muy fina, – Sólo recomendable
seda 100%, con ligamento resistente al rasgado para restauración
de tafetán - – Muy cara
158 Papel tisú – Papel tisú laminado – Lampraseal ®
– Rollo – Muy suave, resistente al
laminado de polietileno rasgado, transpirable
– Relativamente caro
Red de – Nylon 100% – Nylonnet + – Muy flexible – Si la rejilla es muy
Nylon – Cerex® abierta puede
- – Precio elevado. Poco resistente rasgar el tejido que
a los ácidos y UV protege
Tyvek® – Tejido de fibras de – Tyvek® (DuPont) – Rollo + – Fuerte, ligero, antiestático y – Hay distintas
polietileno de alta difícil de desgarrar calidades
densidad – Resistente al agua, los UV y
el calor
– Fácil de cortar. Reutilizable y
reciclable
a su uso y determinar, además, cuáles de las reglas de unos niveles de contaminación antrópica o micro-
básicas que rigen la manipulación de cualquier ob- biológica baja, deberíamos considerar manejarlos con
jeto de museo son aplicables tal cual o con modifi- guantes de cirugía estériles, a pesar de su coste más
caciones, o si es necesario establecer otras nuevas. elevado. De esta forma contribuimos a preservarlos
Asimismo, estas reglas deberían ser del conocimiento para futuros análisis.
de todo el personal, no sólo de los responsables de Otra razón para usar guantes es la seguridad perso-
la colección, pues nunca se sabe, sobre todo en los nal. Las momias pueden estar contaminadas por hon-
museos pequeños, cuando vamos a necesitar que nos gos y bacterias, algunas como el Aspergillum nigrum
«echen una mano». son muy nocivas para la salud (Valentín, capítulo 3.4).
Cuando tengamos que manipular cualquier resto Además, pueden tener restos de los insecticidas usa-
momificado conviene seguir las siguientes normas: dos durante años para prevenir o combatir plagas de
insectos, la mayoría de los cuales están actualmen-
– Uso de guantes te prohibidos por la legislación debido a sus efec-
Los restos momificados conviene manipularlos tos nocivos sobre la salud y el medio ambiente. No
siempre con guantes, sobre todo cuando dicha ma- obstante, si fuera necesario manejarlas con las manos
nipulación se prolongue más allá de unos pocos mi- desnudas no debemos olvidar lavárnoslas bien antes
nutos. Este es el caso de la preparación para una y después, con un jabón antiséptico o germicida.
exposición o de los traslados fuera del museo. Un in-
vestigador que se encuentre midiendo, describiendo – Uso de mascarillas
o inspeccionando una momia, sólo tendrá que recu- No conviene olvidar que las momias son cadáve-
rrir a «tocarla» unas pocas veces. No obstante, el resto res (materia orgánica) cuyo proceso natural de des-
del tiempo sus manos pueden entrar en contacto con composición aún continúa, aunque tan alterado en
el instrumental o equipos necesarios para su investi- cuanto al ritmo y la forma que resulta apenas detec-
gación, material de escritura o dibujo, el mobiliario, table sino es por el olor característico que queda en
otros colegas e, incluso, comida o bebida si sale para sus vitrinas o contenedores, o por un análisis del aire
hacer un alto en el trabajo. Si no se pone guantes, co- utilizando el método de cromatografía de gases con 159
rre el riesgo de que los pequeños restos de suciedad, espectrometría de masas (GS/MS). Además, pueden
sudor o aceites naturales que quedan siempre en las tener altos niveles de contaminación por hongos y
manos se pasen a la momia durante alguno de estos bacterias, lo que supone, como ya hemos comentado,
breves contactos. Estas huellas de nuestra actividad un riesgo para la salud. Por tanto, el uso de mascari-
no son siempre visibles a simple vista ni de forma in- llas es recomendable sobre todo cuando se trate de
mediata. Lo habitual es que sus efectos se acumulen una manipulación prolongada, en un sitio cerrado y
a lo largo del tiempo. no estemos seguros de su estado de conservación.
Podemos usar distintos tipos de guantes de acuer-
do con nuestras necesidades, gustos personales, dis- – Indumentaria apropiada
ponibilidad o presupuesto. En general, los guantes Cuando tratemos con momias deberíamos llevar
de examen no estériles de látex, plástico o nitrilo van puesta una bata de laboratorio o algún tipo de guar-
bien siempre que sean sin empolvar. El polvo aña- dapolvo. De esta forma colaboramos a mantener un
dido para facilitar su colocación puede manchar los buen nivel de higiene en el entorno a la par que
objetos en un descuido. reforzamos la importancia de seguir un protocolo.
Si tenemos problemas de alergia podemos usarlos También se debe evitar llevar anillos, pulseras, col-
de vinilo hipoalérgico o de algodón. Estos últimos gantes u otros ornamentos personales que puedan
han de estar en buen estado, pues con los sucesivos dificultar nuestros movimientos o dañar las momias
lavados pueden empezar a soltar borras o se aflojan en un descuido.
sus fibras facilitando que se enganchen. Es recomen-
dable tener siempre una reserva de guantes en buen – Inspección del estado de conservación
estado para su uso exclusivo con momias. Los restos momificados, aún los que se encuentran
Cuando los restos momificados procedan de una en buenas condiciones, suelen ser frágiles. En conse-
excavación arqueológica rigurosa, o no posean una cuencia, es aconsejable realizar una inspección de su
biografía azarosa o bien tengamos constancia analítica estado de conservación antes de proceder a moverlos.
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Tener a mano el informe, ficha o foto donde se recoja • Sus cuatro ruedas sean giratorias. Resulta muy
su estado de conservación (Rufino, capítulo 3.1) o su útil también que tengan discos paragolpes de
radiografía ayuda a agilizar las inspecciones. plástico elástico en su parte superior, para que
amortigüen posibles roces o encontronazos
– Manipular un espécimen cada vez contra los marcos de las puertas o las paredes.
Por seguridad debemos evitar manejar más de • Como mínimo dos de las ruedas tengan freno.
un espécimen a la vez, tanto si se trata de un resto • Los estantes tengan algún reborde o barandilla
pequeño como de una momia entera. Tampoco de- que impida que la/las momias transportadas se
bemos iniciar ningún movimiento si tenemos alguna deslicen hacia afuera. Si tenemos la menor sos-
duda sobre el peso o estado de la momia, y nuestra pecha de que esto pueda suceder, ya sea por-
capacidad para manejarla sin ayuda. que la carga que trasladamos es muy ligera, los
estantes no presentan suficiente superficie de
– Movimientos nivelados apoyo o los rebordes son muy bajos, lo mejor
En cualquier movimiento que emprendamos la es fijarla con cinchas o correas planas.
cabeza y los pies de la momia deben estar siempre • Acolchemos los estantes si los restos a trasladar
alineados con la horizontal. no dispusieran de su propio soporte o conte-
nedor acolchado. Podemos usar goma espuma
– Uso de soportes o contenedores de polietileno de diversas densidades y textu-
Las momias deben moverse siempre sobre un so- ras (Cell-Aire®, Volara®, Plastazote®), fieltro de
porte individualizado o en una caja cuando se trate poliéster, muletón o guata de poliéster forrados
de desplazamientos largos (García, capítulo 3.6). de tejido de algodón, entre otros.
• Que su ancho no sea nunca superior al de las
– Uso de carros puertas y accesos del museo.
Los desplazamientos entre las dependencias del
museo, aún los cortos, deben hacerse siempre con la Si vamos a llevar más de un soporte o contenedor
160 ayuda de un carro. Es más seguro, pues se reducen en un mismo estante, tenemos que considerar si la
los riesgos inherentes a una manipulación más di- distancia a recorrer hace recomendable colocar algo
recta por parte del personal, como resbalarse de las de material amortiguador entre ellos. Podemos usar
manos, traspiés seguidos de sacudidas bruscas o caí- tacos de gomaespuma de poliestireno, polietileno
das, desnivelación con el consiguiente deslizamiento o almohadillas hechas de papel tisú, tela o plástico.
y roce, etc. También conviene utilizarlos cuando nos Si las almohadillas van a entrar en contacto con los
movamos en una sala de grandes dimensiones. restos debemos prestar atención a los materiales que
Estos carros podemos construirlos nosotros, ajus- usemos en su elaboración (Ceballos, 2008). Así, el pa-
tando sus medidas y número de estantes a las carac- pel tisú no resulta muy adecuado, pues los de textura
terísticas y necesidades especificas de la colección, fina tienen poca capacidad de amortiguación y los de
o podemos adquirirlos en cualquier distribuidor de mayor gramaje, aunque aumentan su capacidad para
mobiliario de hostelería o sanitario. Los carros de amortiguar, presentan una textura más áspera. Ade-
servicio disponibles en el mercado tienen unas di- más, conviene que sean libres de ácido.
mensiones estandarizadas, pero podemos ampliar la La muselina de algodón, por el contrario, tiene
capacidad de sus estantes fijándoles un tablero. En una textura suave que admite un cierto contacto con
cualquier caso, conviene que: la momia. Es un tejido fácil de conseguir que per-
• Sean de acero inoxidable, pues son más resis- mite fabricar almohadillas de distintos tamaños, co-
tentes, ligeros, fáciles de limpiar y su superficie sidas tanto a mano como a máquina. Si la muselina
no presenta asperezas. Una forma de reducir no es de calidad conservación debemos lavarla para
costes es construir la estructura de metal y los quitarle el apresto. No obstante, las almohadillas de
estantes de contrachapado, laminado o DM. plástico, ya sean de fibra de polietileno (Tyvek®),
También podemos diseñar la estructura metáli- papel tisú laminado con polietileno (Lampraseal®) o
ca de forma que los soportes de las momias se simplemente de polietileno de baja densidad, son las
acoplen directamente a la misma, sin necesidad más prácticas. Estas son fáciles y rápidas de hacer, si
de usar estantes (Horie, 1988). contamos con una selladora, permiten gran variedad
3.5. Tocar o no tocar, he aquí el dilema. Normas para la manipulación de restos momificados
de tamaños y se pueden limpiar con una bayeta hú- que la responsabilidad última de lo que le ocurra a
meda. Como material de relleno se puede usar guata los fondos la tiene el museo (Stolow, 1987).
de poliéster o bolitas de poliestireno.
Cuando estemos empujando un carro no debemos
nunca apresurarnos, detenernos de forma repentina o Bibliografía
intentar giros bruscos, para evitar sacudidas, choques
BACHMAN, Konstanze (1992): Conservation Con-
u otros accidentes con consecuencias más graves.
cerns. A guide for collectors and curators. Washing-
ton: Smithsonian Institution Press.
– Planificación
En general, para mover una momia hace falta más
CANDLIN, Fiona (2007): «Don’t touch¡ hands off¡ Art,
de una persona, por lo que es necesario discutir, aun-
Blindness and the Conservation of Expertise», en The
que sea brevemente, cómo se va a realizar esta mani-
power of touch. Handling Objects in Museum and
pulación. Si además va asociada a un desplazamien- Heritage Contexts Edición de E. Pye. California: Left
to, ya sea a otra dependencia u otro museo, tenemos Coast Press, Walnut Creek, pp. 89-106.
que tener claro antes de iniciarlo cómo vamos a reali- — (2008): «Museums, Modernity and the Class Politics
zarlo y cuál va a ser el recorrido. Un trayecto despeja- of Touching Objects», en Touch in Museums. Policy
do de obstáculos, lo más directo posible y por zonas and Practice in Object Handlin. Edición de H. J. Chat-
con poco tránsito de personas, ya sea del público terjee. Oxford: Berg, pp. 9-20.
o del personal, reduce los riesgos potenciales. Para
estos casos es recomendable redactar un plan sucinto CASTRO I JIMÉNEZ, Nuria (2003): La momia de oro.
y repartirlo a todo el personal implicado. Actuar con- El retorno a la vida. Barcelona: Museum Egipci de
forme a unas pautas predeterminadas y consensua- Barcelona-Fundació Arqueológica Clos.
das por el grupo de trabajo facilita, incluso, realizar
modificaciones sobre la marcha para dar respuesta a CEBALLOS, Laura (2008): «Materiales y productos
situaciones imprevistas. usados en museos» [en línea]. I Jornadas del Gru- 161
po de Conservación Preventiva del GEIIC, Reflexio-
– Concentración nes sobre Conservación Preventiva: planificación,
Cuando movemos una momia el objetivo principal competencias y aplicaciones, Museo Nacional Cen-
debe ser ejecutar el desplazamiento con un mínimo tro de Arte Reina Sofia, 14 de noviembre de 2008.
de vibración y estrés, para ello hace falta concentra- Disponible en <http://ge-iic.com/index.php?option=
ción. comcontent&task =view&id= 425&Itemid=73>. [Con-
sulta: 2 de abril de 2012].
– Notificar los daños
Es importante dejar constancia de cualquier daño GABRIELLI, Nazzareno (2005): «Some suggestion for
que se haya podido producir durante la manipula- approaching the study and conservation of ancient
ción, como pequeñas pérdidas de material, huesos human biological remains. A synthesis of the con-
desencajados o nuevas micro-grietas. No se trata de servation work in the body of blessed Margherita of
señalar a los responsables, sino de escribir la biogra- Savoia», en Journal of Biological Research, Vol. LXXX,
fía museística de cada resto momificado para consta- n.º 1, pp. 279-283.
tar si las medidas preventivas de conservación que se
están adoptando son las apropiadas. Cualquier mani- GARCÍA MORALES, María (2000): La Conservación
pulación debería conllevar, por tanto, la actualización Preventiva en los Museos. Teoría y Práctica. Santa
del informe o ficha del estado de conservación del Cruz de Tenerife: Organismo Autónomo de Museos
espécimen en cuestión. y Centros.
– Supervisión por personal técnico GARCÍA, M. et al. (2008): «From rescuing to exhibi-
La manipulación de restos momificados debe ser tion: Conservation of mummified remains. Account
siempre realizada o supervisada por técnicos del mu- on a conservation workshop», en Mummies and
seo asignados para esa tarea. No podemos olvidar Science. World Mummies Research. Proceedings of
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
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3.5. Tocar o no tocar, he aquí el dilema. Normas para la manipulación de restos momificados
163
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3.6. Precaución: momias a bordo. Fundamentos
para su traslado dentro y fuera del museo
María García Morales
Organismo Autónomo de Museos y Centros
Área de Conservación Cabildo Insular de Tenerife
maria@museosdetenerife.org
A lo largo de las páginas de este manual hemos subra- simplemente morboso los ha convertido en sujetos de 165
yado lo sensibles que son los restos momificados a las una gran movilidad (García, capítulo 1.1). Las momias
fuerzas físicas directas, a los cambios de temperatura han viajado desde la quietud de sus tumbas a coleccio-
y humedad relativa y a la calidad del aire, debido a su nes privadas o museos a miles de kilómetros, han reali-
naturaleza orgánica y fragilidad inherente; particularida- zado giras pseudo científicas por Europa y América, se
des que los hacen más débiles frente a los riesgos que mudan de un museo a otro, visitan los hospitales para
conlleva cualquier tipo de traslado. No obstante, su ca- ser sometidas a análisis o son las estrellas de muchas
pacidad para despertar un interés científico, mediático o exposiciones temporales (tabla 1).
«El enigma de la momia» Museo arqueológico de Alicante. España 2 momias egipcias 2010
«Mummy Secrets of the Tomb» Virginia Museum of Fine Arts. Estados Unidos 4 momias egipcias 2011
Así, la recomendación de moverlas lo menos posi- similares a las que tienen en su origen. Si no pu-
ble (García, capítulo 3.5), aunque asentada en sólidos diéramos modificarlas, establecer el tiempo máxi-
principios de conservación preventiva, es frecuente- mo de permanencia (ej. sesión fotográfica: 1 hora
mente una aspiración más que una realidad. De ahí la por espécimen).
importancia de que los responsables de este tipo de – Establecer el recorrido a realizar. Éste ha de ser
colecciones estén preparados para planificar, ejecutar el más corto, simple y seguro. Justo antes de
y/o supervisar su traslado con el máximo de garantías iniciar el traslado debemos comprobar que se
para su seguridad y buena conservación. encuentra totalmente despejado de obstáculos
Entre los libros que podemos consultar para in- y poco o nada concurrido.
troducirnos en el tema del trasporte de obras de arte – Preparar las superficies donde se va a colocar
están los clásicos, aún vigentes, de Stolow (1979; la momia en el lugar de destino; asegurándo-
1987), los prácticos artículos de Marcon (2009; 2011) nos de que estén bien niveladas para prevenir
y, sobre todo, el compendio de Rotaeche González deslizamientos, limpias para evitar abrasiones y
de Ubieta (2007). migración de la suciedad y, si fuera necesario,
En este manual distinguiremos entre tipos de tras- acolchadas para amortiguar posibles impactos,
lados en función de las distancias a recorrer y del choques o vibraciones.
tiempo empleado: internos, fuera del museo para la – Decidir qué tipo de cubrimiento o embalaje
realización de análisis y para exposiciones tempora- primario2 se usará para protegerlas durante el
les. traslado. Las cajas o contenedores ligeros pro-
porcionan una protección más eficaz contra
las fuerzas directas –del tipo que causan abra-
Traslados internos siones, aplastamientos, arañazos– o una mani-
pulación negligente que un simple cubrimien-
Nos referimos aquí a los movimientos que tienen lu-
to. No obstante, su uso puede aparejar unos
gar dentro de un mismo museo, entre el almacén y
166
procedimientos de embalaje más complejos y
las salas de exposición, el laboratorio de restauración
la consecuente dilatación de la duración del
o el taller de fotografía (y viceversa). Aún cuando se
traslado. Es importante, por tanto, sopesar los
trate de recorridos muy cortos, a realizar en un breve
riesgos potenciales que plantea cada traslado
espacio de tiempo, debemos aplicar las medidas ne-
frente a factores como el tiempo y los recur-
cesarias para proteger las momias de daños potencia-
sos disponibles para ejecutarlo. Lo más reco-
les procedentes del entorno y de posibles accidentes.
mendable, cuando se trate de mover momias
Así, antes de iniciar su traslado tenemos que:
grandes y/o pesadas en distancias cortas, es
usar un embalaje primario. Éste puede consistir
– Asegurarnos que poseen un soporte adecuado
en su soporte de almacenamiento o en un ta-
(García, capítulo 3.5). Los restos momificados
blero acolchado (García, capítulo 3.5) cubierto
han de moverse siempre sobre un soporte, no
con un cobertor de tisú laminado, Tyvek® o
importa cual sea su tamaño, para evitar los ries-
un material similar (tabla 2). Por el contrario,
gos de una manipulación directa y reducir los
cuando los restos a trasladar sean de pequeño
efectos de las vibraciones (Marcon, 2009). Lo
tamaño o vayan a permanecer en la dependen-
ideal es que cada resto disponga de un sopor-
cia de destino (ej. laboratorio de conservación)
te específico, hecho a medida, que sirva tanto
durante un tiempo, es más recomendable usar
para exposición como almacenaje y transpor-
cajas o contenedores ligeros que permitan, a
te1.
su vez, el uso de sistemas pasivos de control
– Analizar las condiciones ambientales del nue-
ambiental (ej. Art Sorb®, Ageless™).
vo entorno. Asegurarnos que sean las mismas o
– Preparar el carro que usaremos para efectuar el
traslado. Por regla general sólo contaremos con
1
Un ejemplo de este tipo de soporte se puede ver en el video que reco- los carritos de transporte estándares que tenga
ge el traslado de una pequeña momia egipcia del ZM Zeeuws Museum,
<http://www.youtube.com/watch?v=hn7aLlAHPsI> [Consulta: 14 de marzo
de 2012]. 2
Según terminología empleada por Paul Marcon (2009: 27).
3.6. Precaución: momias a bordo. Fundamentos para su traslado dentro y fuera del museo
el museo para los movimientos internos de sus ayudar a señalar y comprender mejor el dete-
colecciones, los cuales tendrán que ser modifi- rioro que presente en un futuro.
cados y acondicionados para que se adapten a – Actualizar la ficha de estado de conservación
estas piezas tan singulares. (Rufino, capítulo 3.2).
– Saber con cuánto personal contaremos para – Las momias no deben introducirse nunca en la
efectuar el traslado y reunirnos con él para pro- vitrina de exposición antes de que esté com-
gramar cómo se va a efectuar. pletamente terminada. Es decir, antes de que
los acabados se hayan dejado secar durante
4 semanas como mínimo (Tétreault, 2001), se
Otras consideraciones a tener en cuenta son: compruebe el perfecto funcionamiento de sus
sistemas mecánicos, en el caso de tenerlos, o
– Aunque se trate de un movimiento interno, se haya limpiado a fondo. Lo ideal es colocar-
debería quedar registrado. Los cambios a los las unas pocas horas antes de la inauguración,
que se somete una momia son siempre datos cuando la sala esté ya ordenada y limpia y sólo
importantes en su biografía, que nos pueden queden por concluir los últimos retoques.
Tabla 2. Materiales que se pueden usar para envolver las momias durante el transporte
para exposición– supone a la larga un ahorro – Redacción de un plan de traslado que recoja,
y ayuda a preservar mejor las momias (García, de forma sucinta, todos los aspectos del mismo
capítulo 3.5). ajustándolos a un cronograma (tabla 3). Con-
– Decidir sobre los controles climáticos que va- viene realizar el recorrido previamente para
mos a realizar. Por lo general, un traslado de comprobar que los tiempos se ajustan al cro-
estas características supone cambios rápidos de nograma propuesto.
entorno: desde el almacén o exposición a la
caja de transporte, a la sala del hospital o uni-
versidad donde se desembala, a la sala donde Elaboración de las cajas de trasporte
se encuentra el equipo y vuelta atrás, por lo
Podemos elegir entre dos tipos de cajas:
que los controles habituales no son de gran efi-
cacia. No obstante, las siguientes recomenda-
– Ligeras, de cartón corrugado de doble o triple
ciones pueden ayudar a estabilizar las momias:
pared fijado a un esqueleto de madera5.
– Aclimatar cajas y embalajes a las condiciones
– Las usuales de madera contrachapada descritas
de temperatura y humedad en que se encuen-
más adelante.
tran habitualmente.
– Cuidar que los materiales en contacto con ellas
estén libres de polvo y suciedad en todo mo- La opción entre una y otra dependerá del tipo de
mento. vehículo disponible para el transporte, del trayecto
– Embalarlas 24 horas antes de la partida. y de las características de la institución. Si tenemos
– Acondicionar el interior de la caja con Art un camión con suspensión neumática, plataforma de
Sorb®. carga y descarga y bodega isotérmica, podemos usar
– Mantenerlas en la caja cubiertas hasta el mo- cajas de cartón. Por el contrario, si se trata de un ve-
mento de la prueba. hículo más simple tendríamos que compensarlo con
– Lo más importante es estudiar bien los tiempos cajas más resistentes y acolchadas.
También podemos usar una combinación de am- 169
de ejecución (embalaje, transporte e introduc-
ción en la máquina) para devolverlas al museo bos tipos: cajas de cartón dentro de una caja de
lo antes posible. madera. Este sistema va bien con restos de pequeño
– Visitar el hospital, universidad o centro de in- tamaño (ej. momias de animales).
vestigación donde se llevará a cabo la prueba
para estudiar los accesos y el espacio disponi- 5
Snutch y Marcon (1997) explican en detalle la forma de elaborar una caja
ble para realizar la apertura de la caja. de cartón corrugado de triple pared en la CCI Note 1/4.
En cualquier caso, debemos intentar, siempre que Además de estos requisitos sería deseable que
sea posible, reutilizar cajas ya existentes, adaptándo- tuviera:
las a los requerimientos particulares de cada traslado.
No podemos olvidar que los hospitales, univer- – Suspensión neumática para disminuir las vi-
sidades o centros de investigación no están ideados braciones aleatorias, una de las fuerzas físi-
para el trasiego de obras de arte, por lo que es muy cas que se encuentran entre los agentes cau-
importante que el tamaño y peso de las cajas se adap- santes de deterioro (Marcon, 2009: 2-3).
ten al tipo de accesos. – Plataforma hidráulica de carga y descarga.
– Cierre centralizado.
Elección del vehículo – Aislamiento isotérmico de la bodega para
evitar cambios bruscos de temperatura.
Si el museo no dispone de su propio furgón o ca-
mión, lo más seguro es contratar este servicio con Estos dispositivos se hacen imprescindibles
una empresa especializada en el transporte de obras cuando se trata de recorridos largos, con etapas
de arte. No obstante, no siempre contaremos con una y/o transbordos.
en la zona o dispondremos del presupuesto necesa- Una vez se ha efectuado el traslado, y antes de
rio para hacerlo. En uno u otro caso, lo importante es volver a colocar los restos en el almacén o sala de
que el vehículo a utilizar cumpla con los siguientes exposición debemos:
requisitos imprescindibles:
– Realizar una inspección detallada de su es-
– La bodega de carga debe ser estanca. tado, para comprobar que no ha habido
– Tiene que disponer de un sistema de anclajes ningún daño apreciable6. Asentar cualquier
en su interior que nos permita fijar la carga. cambio en el informe o ficha de estado de
– Llevar un extintor de polvo químico seco ABC conservación.
(BOE, Orden del 27 de julio de 1999). – Retirarles el polvo mediante una suave mi-
170
– Estar en perfecto estado de mantenimiento. croaspiración.
Conviene comprobar que tiene la cartilla de – Incorporar al historial de la pieza7 los detalles
mantenimiento en regla. básicos de este traslado.
6
La mayor parte de los daños causados por la manipulación y el transporte
son de tipo acumulativo, es decir, que sólo se manifiestan tras un cierto
tiempo cuando su suma llega a hacerse claramente perceptible.
7
Son generalmente expedientes asociados al registro conteniendo infor-
mación de carácter secundario.
3.6. Precaución: momias a bordo. Fundamentos para su traslado dentro y fuera del museo
172
Figura 1. Microaspiración de restos momificados previamente a su introducción en el embalaje. Fotografía: Alejandro de Vera. OAMC.
3.6. Precaución: momias a bordo. Fundamentos para su traslado dentro y fuera del museo
Técnicas de embalaje
12
Estos mecanismos se usan cada vez menos, pues las espumas resultan 13
También podemos ayudarnos de bolsitas absorbentes de oxígeno Age-
muy eficientes, económicas y fáciles de usar. less™.
3.6. Precaución: momias a bordo. Fundamentos para su traslado dentro y fuera del museo
Correo
A modo de conclusión citaré las palabras de Ro- SNUTCH, D.; y MARCON, P. (1997): «Making triwall
taeche González de Ubieta (2007: 228) exhortándo- containers» [en línea], CCI Notes 1/4. Disponible en:
nos a ser más responsables con nuestro patrimonio: http://www.cci-icc.gc.ca/publications/notes/1-4-eng.
aspx [Consulta: 21 de marzo de 2012].
«El patrimonio […] es perecedero, finito e
incluso efímero. Se puede alargar su vida, ha- STOLOW, Nathan (1979): Conservation standards
cer que su existencia sea lo más digna posible, for works of art in transit and on exhibition. París:
pero lo que nunca se podrá lograr es que sea Unesco.
eterno. Y es precisamente por esta fragilidad — (1987): Conservation and Exhibition. Packing,
por lo que se debe alcanzar una política res- transport, storage and environmental considerations.
ponsable de préstamo y exposición». London: Butterworths.
SCHLICHTING, Carl (1994): Working with Polyethilene ZM Zeeuws museum. Disponible en: http://www.
Foam and Fluted Plastic Sheet, Ottawa: Canadian Con- youtube.com/watch?v=hn7aLlAHPsI [Consulta:14 de
servation Institute. (Technical Bulletin n.º 14). marzo de 2012].
3.7. Los imprescindibles del almacén de momias
María García Morales
Organismo Autónomo de Museos y Centros
Área de Conservación Cabildo Insular de Tenerife
maria@museosdetenerife.org
Sólo una mínima parte de las colecciones de un museo cuenta dos aspectos fundamentales. Primero, que estos 177
está expuesta. El resto permanece almacenada, fuera se ajusten realmente a las necesidades de nuestra co-
del alcance de la vista, a la espera de una solicitud de lección. A tal fin es importante documentarnos sobre el
estudio, exposición temporal o visita. Los restos momi- historial museológico de cada momia, sobre todo en lo
ficados, pese a su atractivo mediático, no son una ex- que se refiere a los niveles de temperatura, humedad,
cepción. contaminación e iluminación a los que han estado ex-
El no estar en exposición tiene indudables ventajas, puestos más recientemente. Si no contásemos con estos
pero también inconvenientes. En un almacén podemos registros, sería necesario realizar un estudio climático
reproducir más fácilmente las condiciones de oscuridad, previo del museo y su entorno. Los criterios de alma-
sequedad, bajo nivel de oxígeno y estabilidad climática cenaje para que resulten eficaces tienen que estar ba-
que tenían en origen –las cuales han propiciado su ex- sados en una evaluación de los factores de riesgo –en
cepcional preservación– al no tener que preocuparnos orden de prioridad– que se encuentran en el entorno de
tanto por el confort de los visitantes. Sin embargo, por nuestra colección y de los recursos de que disponemos
esa misma razón, podemos incurrir en el error de con- para controlarlos, bloquearlos o erradicarlos. No se trata
vertirlo en una segunda tumba ya sea por desidia, ante de contentarnos con aplicar mecánicamente estándares
la carencia de recursos o interés, o por un exceso de y procedimientos utilizados en otros museos, sino de
celo que dificulte su accesibilidad. Construir y mante- adaptarlos o tomarlos de inspiración para desarrollar
ner un almacén donde se armonicen la implantación nuestras propias soluciones.
de procedimientos de conservación preventiva con un Segundo, que sean sostenibles. Cualquier propues-
acceso cómodo con fines educativos o científicos puede ta de implantación de un sistema mecánico o químico
ser una tarea compleja, por eso hemos creído importan- de control climático debería ir siempre acompañada de
te dedicarle unas líneas. un estudio estimativo del coste de su mantenimiento
Cuando decidamos sobre los parámetros ambienta- a medio plazo. Por ejemplo para una instalación de
les que van a regir en nuestro almacén y los sistemas aire acondicionado un informe de este tipo supon-
de almacenaje que vamos a instalar, debemos tener en dría calcular su consumo eléctrico anual, el coste del
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
mantenimiento por una empresa externa, que incluye que si son percibidos como significativos –las piezas
la limpieza y cambio periódico de filtros y accesorios, estrellas del museo– su preservación será prioritaria y se
pequeñas reparaciones, ajustes en los parámetros, vida le asignaran más recursos.
media de las partes componentes (dependiendo del uso La misión del museo condicionará los sistemas de
entre 5 y 10 años) y actualizaciones tecnológicas. Por almacenaje al influir como será el acceso a sus colec-
tanto, conviene instalar sistemas que puedan mantener- ciones. Así, un museo muy orientado a la difusión o
se a un coste razonable. Por otro lado, la conservación con una política de aperturismo de sus colecciones no
del patrimonio no puede ser ajena a la conservación del podrá permitirse usar, por ejemplo, bolsas de anoxia u
medio ambiente y eso implica reducir el uso de energías otros sistemas que restrinjan el acceso a las momias. Por
fósiles y contaminantes. último, son los recursos humanos y económicos con los
Todo esto se puede conseguir con un cambio de en- que cuenta un museo los que determinan su actividad
foque: dejar de aspirar a un almacén ideal, generalmente (tabla 1).
fuera del alcance de nuestros medios, y esforzarnos por
conseguir uno aceptable cuyos parámetros ambientales
podamos mantener la mayor parte del tiempo y a un Control ambiental
coste razonable, aunque signifique aceptar cierto grado El primer paso para conseguir un almacén con un con-
o un ritmo lento de deterioro para algunos materiales de trol efectivo de los agentes ambientales es aislarlo de
la colección. En palabras de Sara Staniforth (2007: 14): las condiciones climáticas externas. Esto puede conse-
guirse erigiendo paredes gruesas, seleccionando cuida-
«Museums should be seeking an “appropriate” dosamente los materiales de construcción (Padfield; y
rather than an “ideal” museum environment»1 Aasbjerg Jensen, 2011) con un diseño que aproveche
el entorno natural, usando dependencias interiores y
Hay otros aspectos no relacionados directamente estructuralmente sanas o permitiendo un espacio de
con los requisitos de conservación de los restos momifi- transición entre el acceso a las momias y el acceso des-
cados que van a influir, no obstante, en su almacenaje, de el exterior2. También deben cuidarse los materiales
178
como el valor que se les haya asignado respecto del
resto de las colecciones del museo. No cabe duda de
2
Un ejemplo de control ambiental basado en las modificaciones del depó-
sito para sellarlo a las condiciones externas lo encontramos en el Museo
1
«Los museos deberían buscar el entorno museístico apropiado en lugar del Arqueológico San Miguel de Azapa con un importante colección de momias
ideal», traducción de la autora. Chinchorro ( Santos Varela, 2002: 82-83).
y acabados usados en su interior, porque pueden ser demasiado por bloquear sus efectos nocivos, bajando
fuente de contaminación (Miles, 1986; Bradley, 2000; su intensidad o bloqueando la emisión de ultravioletas.
Tétreault, 2001), biodeterioro o humedad. No podemos Además nos facilitará la estabilización de la humedad
olvidar que aunque los almacenes están generalmente relativa, pues las lámparas, según el tipo que se use,
fuera del circuito habitual de los visitantes del museo, pueden emitir calor. Una forma de hacerse es mante-
alojan la mayor parte de sus colecciones lo que justifi- niendo los materiales fotosensibles en armarios o cajas
ca cualquier inversión que se haga para construirlos y y/o limitando las visitas. Un almacén no debe usarse
mantenerlos en condiciones. nunca para trabajar con las colecciones, a excepción de
En el espacio destinado a los restos momificados es las tareas relacionadas con su entrada/salida, rutinas de
esencial controlar la humedad relativa, causa principal, inspección o pequeñas labores de acondicionamiento
ya sea directa o indirectamente, de su deterioro. Lo ideal de los sistemas de almacenaje. Si existieran razones de
es mantenerla baja, entre el 35-50% (Maekawa, capítulo peso para no trasladar las momias objeto de estudio,
3.4). No obstante, conseguir este grado de sequedad sin conservación u otros trabajos a los laboratorios o despa-
la ayuda de sistemas mecánicos puede resultar difícil chos de los técnicos, tendríamos que pensar en habilitar
en zonas climáticas húmedas. Por tanto, lo razonable es una dependencia anexa al almacén donde se implanten
intentar aproximarnos a este estándar pero centrando las condiciones de trabajo adecuadas a la par que se
nuestros esfuerzos en mantener cualquiera que sea el intentan mantener los mismos parámetros.
nivel conseguido lo más estable posible, con unas osci-
laciones diarias y estacionales en torno al 5%.
La humedad relativa la podemos regular tanto a Sistemas de almacenaje
nivel de sala como de los sistemas de almacenaje
En la elección del sistema de almacenaje el reto será lo-
(ej.: mobiliario, cajas, embalajes). En el primer caso al
grar un equilibrio entre dos exigencias en cierta medida
tratarse de grandes volúmenes de aire tendremos que
antagónicas: que facilite el acceso, sobre todo visual, a
usar dispositivos y aparatos mecánicos. En el segundo
las momias, y que supongan una protección extra frente
podemos usar además sustancias químicas. A este nivel
al fuego, agua, biodeterioro o variaciones de los pará- 179
su regulación resulta mucho más sencilla pues tratamos
metros ambientales. Muchos museos han optado por
con volúmenes de aire pequeños, es más fácil sellar el
sistemas abiertos, ya sea de estanterías convencionales,
mobiliario o las cajas, y mucho del material usado para
el embalaje se puede usar también como aislante o para
compensar la humedad.
También es fundamental disponer de un registro
previo, pues es lo que nos va permitir determinar el
dispositivo de control más adecuado y el rango de hu-
medad al que lo tenemos que ajustar.
Aparte de la humedad tendremos que controlar la
temperatura, la calidad del aire y el grado de ilumina-
ción. La temperatura en sí misma, salvo que sea extre-
ma, no va a afectar significativamente a las momias, es
su relación directa sobre la humedad relativa, la que
nos obliga a mantenerla estable, con variaciones diarias
de ± 1º C.
Un espacio mal ventilado y/o polvoriento puede
aliarse con la humedad para disparar la actividad bioló-
gica. Por otro lado, si favorecemos la circulación del aire
dentro del almacén tendremos que filtrarlo para blo-
quear la entrada de partículas y gases contaminantes o,
de lo contrario, proteger los restos dentro de armarios,
cajas o bolsas.
Si reducimos al máximo los tiempos de iluminación
dentro del almacén no tendremos que preocuparnos
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Figura 1. Armario metálico fabricado a medida para el almacenamiento de cuerpos enteros, almacén de momias del Museo Arqueológico de Tenerife. Las puertas
tienen un burlete de goma para lograr una mayor hermeticidad y permitir el uso de paquetes de Art Sorb®. Los estantes son deslizantes para permitir visualizar bien los
restos sin necesidad de extraerlos. La temperatura y la humedad relativa en el interior están permanentemente monitorizadas. Fotografía: Alejandro de Vera. OAMC.
3.7. Los imprescindibles del almacén de momias
Mantenimiento Seguridad
En el almacén es fundamental mantener una higiene es- Las medidas de seguridad en el almacén de momias de-
tricta porque de ello dependerá la eficiencia de muchas ben dar respuesta a dos consideraciones. Primera, cuáles
de las medidas de control de la humedad y la efica- son las amenazas a las que tenemos que hacer frente en
cia en la prevención de plagas. El suelo debe limpiarse nuestro almacén, priorizadas en base a la probabilidad
regularmente, preferiblemente con aspiradora para no de que ocurran (ej.: inundación, incendio, allanamiento,
aportar humedad ni levantar el polvo. Si no fuera posi- movimientos sísmicos, etc.). Segunda, la gravedad de
ble podemos pasar una fregona muy escurrida y secar las consecuencias en caso de producirse y no disponer
inmediatamente después. Hay que evitar añadir produc- de los sistemas de prevención y control apropiados para
tos de limpieza al agua, con unas gotas de amoniaco o paliarlas. En el caso de los restos momificados, dada la
lejía es suficiente en caso de necesitar cierta desinfec- fragilidad de su naturaleza orgánica, la respuesta es evi-
ción. También debemos retirar el polvo de los estantes y dente: su deterioro irreversible o pérdida.
muebles con una bayeta. La periodicidad de la limpieza Una vez que tengamos claros los riesgos podemos
estará en función de las características del almacén: ca- establecer las medidas más adecuadas a tres niveles:
lidad del aire, frecuencia de las visitas, ubicación, etc.
Tiene que estar totalmente prohibido acumular ca- – Estructura del edificio, con construcciones sóli-
jas y embalajes desechados en el almacén, ni aún a la das, compartimentadas para no propiciar la pro-
espera de una ocasión para tirarlos. No sólo son un pagación del fuego y adecuadas al tipo de fenó-
problema de higiene sino que suponen un riesgo aña- menos naturales que ocurren en la zona (riadas,
dido a la propagación del fuego. Tampoco hay motivos huracanes, terremotos, etc.) o modificando las ya
para tener papeleras. Si se genera algún tipo de desecho existentes con cortafuegos, sistemas de drenaje,
mientras estamos en el almacén tendremos que llevár- modernización de la instalaciones eléctricas, etc.
noslo con nosotros a la salida. – Instalando sistemas automáticos: detección de in-
Tanto el mobiliario como el equipamiento deben ser trusos, alarmas, detección de humos, extinción 181
sometidos a inspecciones periódicas de mantenimiento. de incendios.
En el caso de los sistemas de detección y extinción de – Implantando procedimientos de seguridad de
incendios, son las propias compañías instaladores las obligado conocimiento y cumplimiento por parte
que hacen el seguimiento. En el resto seremos nosotros del personal. Está estadísticamente demostrado
los que tengamos que cuidar del estado de paredes y que la mayor parte de los incendios, inundacio-
piso, cambiar filtros y bombillas, lubricar los rodillos de nes, robos y pérdidas que ocurren en los museos
las gavetas, cambiar las pilas a los sensores y archivar tienen su causa en prácticas negligentes o dolo-
los registros de temperatura y humedad relativa entre sas. Esto es especialmente importante en museos
otras tareas. sin muchos recursos para permitirse medidas de
Las inspecciones rutinarias para la detección de po- seguridad sofisticadas. Lo idóneo sería que estos
sibles focos de infestación son también fundamentales procedimientos formaran parte de un plan más
en un almacén de momias, sobre todo si no hemos po- general de seguridad en el museo.
dido mantener unos niveles de humedad relativa satis-
factorios. Estas podemos combinarlas con la colocación Serán no obstante los imperativos económicos los
de trampas para insectos6, bio-sensores o muestreos del que determinen en última instancia las medidas que
aire con un analizador Microbio Air Sampler (Valentín, se adoptarán. En cualquier caso, el almacén de restos
capítulo 3.3). Lo idóneo sería incorporar estas inspeccio- momificados debería intentar cumplir con los siguientes
nes a un plan global de prevención y control de plagas requisitos mínimos:
en el museo (Pinninger, 2001).
– Recinto lo más aislado posible del exterior, sin
ventanas o accesos directos a la calle.
6
La eficacia de las trampas varía mucho en función del tipo de insecto, la
zona climática, la ubicación del almacén y su nivel de higiene. En el caso
– Libre de tuberías y cables eléctricos, a excepción
de las momias resulta mucho más eficaz el uso de biosensores o la ins- de los de los sistemas de detección y extinción
pección visual directa. automática.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
– Que no se encuentre por debajo del nivel de la hombre. Este protocolo debe estar incluido en un
calle. Si así fuera, que cuente con sistemas de plan general de protección de sus colecciones tanto
drenaje en caso de inundación. las almacenadas como las expuestas (Hidalgo Brin-
– Tener sólo los enchufes imprescindibles y con ca- quis, 2010: 81-93).
pucha protectora. Su elaboración tendría que hacerse de forma con-
– Mobiliario resistente al fuego y al agua. sensuada entre conservadores-restauradores, respon-
– Disponer los restos a una distancia mínima de 10 sables de la colección y personal de mantenimiento.
cm del suelo, preferiblemente más. Además, debería contar con el asesoramiento de los
– Puertas ignifugas con una cerradura gemelada, cuerpos y fuerzas de seguridad, que serán los que
es decir que pueden ser abiertas por una llave intervengan para evacuar las colecciones cuando ya
maestra además de la propia. no sea posible la actuación del personal del museo.
– Sistema automático de detección de incendios. Saber como tenemos que actuar en una situación con-
– Disponer de los suficientes extintores manuales creta de emergencia ayuda a controlar el pánico y a
de polvo químico ABC conforme a la normativa. reaccionar con mayor celeridad y eficiencia, lo que
minimiza los daños y permite una recuperación más
Lo ideal sería poder contar también con un sistema rápida. Muchos de los daños ocasionados a las co-
de extinción automático. lecciones durante una catástrofe son consecuencia de
En cuanto a las normas básicas que deben regular la intentos descoordinados de evacuación y de primeros
entrada en el almacén tenemos: auxilios inadecuados.
El alcance de este manual no nos permite desarro-
– El acceso debe estar restringido. La llave sólo se llar en profundidad este importante tema, por lo que
proporcionara al personal autorizado y su en- nos limitaremos a recomendar una serie de actuacio-
trega se sentará en un libro de registro. La llave nes:
maestra estará a cargo del personal de seguridad,
si lo hubiera, o del técnico del museo al que se le – Todos los especímenes de la colección tienen
182
haya asignado esa responsabilidad. que tener asignado un valor, que permita esta-
– Las visitas deben ir siempre acompañadas por un blecer categorías y prioridades en la protección.
técnico responsable. – Los más valiosos se colocaran siempre en las
– Comprobar siempre a la salida que se han apaga- zonas más accesibles. Por ejemplo, en un arma-
do las luces y cerrado las puertas. rio de cajones los más valiosos se dispondrán
– Desenchufar cualquier dispositivo, salvo los de en el cajón superior y a partir de ahí se colocará
control de los parámetros climáticos. el resto en orden de importancia decreciente.
– Nunca almacenar materiales y/o equipos, aunque – Todos deben tener un soporte, caja o embala-
se usen en labores relacionadas con el estudio o je primario que facilite su manipulación segura
embalaje de los restos. durante la evacuación.
– Nunca bloquear los accesos (puertas, pasillos), – Tiene que haber siempre uno o dos carros o
sistemas de detección o de extinción.
una caja con ruedas disponible para proceder a
– No colocar nunca las momias debajo de los as-
la evacuación. Por razones de seguridad no ha-
persores (agua) o difusores (gas) de los sistemas
bría que guardarlos en el mismo almacén sino
de extinción, salvo si están protegidas dentro de
en una zona cercana.
armario o recipiente resistente. Tanto si es agua
– Crear una brigada de salvamento con miembros
como gas sale con mucha presión.
del personal del museo, que se responsabilice
de poner en marcha las medidas de protección
Plan de protección ante emergencias y evacuación que se hayan establecido. Esta
brigada sólo podrá actuar allí donde no exista
Es conveniente que el museo tenga un protocolo de un peligro para su integridad física, por lo que
actuación para proteger su colección de restos mo- será esencial también que coordinen su actua-
mificados ante cualquier emergencia producto de ción con la de bomberos u otros cuerpos de
una catástrofe natural o provocada por la acción del seguridad.
3.7. Los imprescindibles del almacén de momias
– Designar un sitio dentro o fuera del museo, de- en especial por los que tienen contacto directo o
pendiendo del tipo de catástrofe, donde reunir son responsables de las colecciones. Así mismo,
los especímenes evacuados. debería ser obligación del museo proporcionar
– Por último, cualquier norma o plan de protec- la formación necesaria, sobre todo a la brigada
ción debería ser conocido por todo el personal, de salvamento, y organizar simulacros.
Fichas técnicas
Son dispositivos electrónicos que registran la información proporcionada por los sensores
que incorporan o a los que están conectados conforme a una temporalidad preestablecida
Dataloggers (ej. cada 15 min), la almacenan y, tras ser transferida a un ordenador, la analizan
estadísticamente y mediante gráficos.
Pueden medir la humedad relativa, la temperatura, la iluminancia y ultravioletas
Son aparatos que aspiran el aire de su entorno, lo enfrían para desecarlo mediante
condensación y luego lo vuelven a calentar antes de expulsarlo nuevamente. El agua que
Deshumidificadores 183
se condensa se deposita en una cubeta que cuando llega a su máximo de capacidad
apaga el aparato para evitar que se desborde
Dispositivos eléctricos que disipan al exterior la energía calorífica que se origina al pasar
Calefactores
por ellos la corriente eléctrica
Requisitos Ventajas Inconvenientes
– Aislar el almacén todo lo posible de las – Zonas climáticas frías y como alternativa – Dependen de la energía eléctrica
condiciones climáticas externas a la calefacción central – Consumen mucha energía
– Estar conectados a un humidistato de – Se pueden combinar con – Son ruidosos
precisión, bien calibrado, que los encienda deshumidificadores o incorporar a
y apague en función del nivel de HR sistemas de ventilación pasiva
preestablecido (Maekawa, capítulo 3.4)
– Contar con un higrómetro – Muy asequibles
–preferiblemente del tipo datalogger–
de forma permanente en el almacén
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Son bolsas herméticas hechas con plástico de baja permeabilidad, en cuyo interior se ha
Bolsas de anoxia creado una atmósfera con un nivel de oxígeno mínimo, bien mediante la insuflación de un
gas inerte (nitrógeno o argón) y/o un adsorbente de oxígeno (ej. Ageless™)
Requisitos Ventajas Inconvenientes
– Plástico barrera de baja permeabilidad al – Previenen procesos de oxidación – Hay que volver a insuflar gas periódicamente
oxígeno y larga vida media – Alta protección contra microorganismos – Los plásticos más durables no son
– Medidor de la concentración de oxígeno e insectos (Valentín, capítulo 3.3) transparentes
– Selladora de plástico – Protegen contra la contaminación – Dificultan el acceso a la momia
– Válvulas – Ocupan mucho espacio
– Generador o bombona de nitrógeno – No protegen contra las fluctuaciones de
– Bolsas de Ageless™ humedad relativa
– La adquisición del equipo requiere una
inversión inicial elevada
– El plástico barrera es más caro y difícil de
conseguir que un plástico estándar
3.7. Los imprescindibles del almacén de momias
Actúan por sofocación. El gas o mezcla de gases usados desplaza el oxígeno hasta
Extintores de gas un nivel en el que la combustión no es posible. Gases usados son el CO2, halocarbonados
e inertes
Requisitos Ventajas Inconvenientes
– Estanqueidad del almacén – Descarga automática – Peligroso productos descomposición para
– Instalación de detectores – Permiten también la activación manual humanos halocarbonados
– Instalación de tuberías – No dejan residuos – Peligro de asfixia, sobre todo el CO2
adecuadas al calibre – Extinción inmediata – La presión de salida puede dañar
de la instalación – Retardo entre activación alarma y descarga objetos no cubiertos
– Mantenimiento por una para evitar accidentes y evacuar – Reposición muy cara
empresa especializada
– Formación del personal 185
Extintores automáticos
Actúan por enfriamiento
de agua pulverizada
Requisitos Ventajas Inconvenientes
– Sistema de drenaje para evitar la – Descarga automática – La presión de salida puede dañar objetos
inundación – Permiten también la activación – El agua daña objetos sensibles
– Conveniente la instalación manual
de detectores – La extinción tarda mucho
– Instalación de tuberías más que el gas
adecuadas al calibre de la – Retardo entre activación
instalación alarma y descarga para
– Mantenimiento por una empresa evitar accidentes y poder
especializada realizar la evacuación
– Formación del personal – Es más económica
– Se necesita un aljibe conforme – Al tener dispositivo de disparo
a la normativa en el difusor actúa localmente
– No es peligrosa para los humanos
Detectan la presencia de gases y humos de combustión que no son visibles a simple vista.
Se basa en la creación de una cámara donde se ionizan las partículas del aire. Cuando los
Detector iónico
gases y/o el humo de la combustión la alcanzan, interrumpen el proceso de ionización y se
dispara la alarma
Requisitos Ventajas Inconvenientes
– Instalación y mantenimiento por empresa – Tiene una central de alimentación propia
especializada – Precio razonable
– El código técnico de la edificación
española obliga a los edificios públicos
a instalar sistemas de alarma
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C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
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de 2012]. ción de los capítulos expuestos en este manual.
3.8. Intervención-restauración.
En busca de la eterna juventud
Isabel Herráez
Instituto del Patrimonio Cultural de España
isabel.herraez@mecd.es
Según esta resolución las definiciones de los tér- Para minimizar el daño, todos aquellos procesos de
minos son los siguientes: conservación curativa o restauración que se realicen
– Conservación. Todas aquellas medidas o accio- sobre un espécimen deberían cumplir los siguientes
nes que tengan como objetivo la salvaguarda requisitos:
del patrimonio cultural tangible, asegurando su – Determinar si existe una necesidad real, que
accesibilidad a generaciones presentes y futu- obligue a una intervención directa.
ras. La conservación comprende la conserva- – La estabilización del espécimen para su perma-
ción preventiva, la conservación curativa y la nencia es el principal objetivo de la intervención.
restauración. Todas estas medidas y acciones – Debe mantenerse la integridad del espécimen.
deberán respetar el significado y las propieda- – Equipo multidisciplinar de especialistas cualifi-
des físicas del bien cultural en cuestión. cados.
– Conservación preventiva. Todas aquellas medi- – Guiarse por alguno de los protocolos éticos
das y acciones que tengan como objetito evitar aceptados internacionalmente.
o minimizar futuros deterioros o pérdidas. Se – Intervenciones ajustadas a los criterios interna-
realizan sobre el contexto o el área circundante cionales de conservación y restauración patri-
al bien, o más frecuentemente un grupo de bie- monial.
nes, sin tener en cuenta su edad o condición. – Mínima huella antrópica posible.
Estas medidas y acciones son indirectas, no in- – Mínima intervención y máxima reversibilidad de
terfieren con los materiales y las estructuras de materiales y procesos.
los bienes. No modifican su apariencia. – Identificación clara de las intervenciones.
– Conservación curativa. Todas aquellas accio- – Documentación exhaustiva de todos los procesos.
nes aplicadas de manera directa sobre un bien Según expone Balanchandran (2009), hay que te-
o un grupo de bienes culturales que tengan ner en cuenta que la intervención no solo preserva los
como objetivo detener los procesos dañinos restos materiales de un individuo, también las trazas
presentes o reforzar su estructura. Estas accio- narrativas de su vida terrena y su «otra vida». Como
188
nes sólo se realizan cuando los bienes se en- se expone en otro capítulo de este manual, el con-
cuentran en un estado de fragilidad notable o servador-restaurador tiene responsabilidades éticas o
se están deteriorando a un ritmo elevado, por morales en la interacción personal con los especíme-
lo que podrían perderse en un tiempo relativa- nes, durante la cual el papel técnico tradicional del
mente breve. Estas acciones a veces modifican conservador-restaurador puede ser inapropiado o in-
el aspecto de los bienes. adecuado cuando lo que hay que preservar son los
– Restauración. Todas aquellas acciones aplica- aspectos tangibles e intangibles de los restos humanos.
das de manera directa a un bien individual y El trabajo implica una cierta empatía y respuesta emo-
estable, que tengan como objetivo facilitar su cional por los restos. Sugiere que aún la más mínima
apreciación, comprensión y uso. Estas accio- intervención y las habituales prácticas de conservación
nes sólo se realizan cuando el bien ha perdido pueden ser invasivas o cambiar un significado ritual
una parte de su significado o función a través cuando se realizan sobre restos humanos.
de una alteración o un deterioro pasados. Se
basan en el respeto del material original. En la
mayoría de los casos, estas acciones modifican Evolución de los procesos
el aspecto del bien.
Es conocida la antigua práctica de desvendar momias
En el presente capítulo, nos centraremos en los
egipcias, en público, en alguna fiesta social a la que se
procesos de conservación curativa y restauración.
asistía previa invitación. En estos actos, una auténtica
busca del tesoro, se despojaba el cuerpo de cartona-
Criterios de intervención jes, sudarios y vendajes, buscando joyas y amuletos
ocultos. De igual manera con las momias americanas,
Cualquier acción sobre un espécimen implica un riesgo cuyos fardos se deshacían dividiendo el conjunto en
para este, debiendo prever un nivel de daño asumible, múltiples piezas como mantos, objetos cerámicos, ces-
o no, según los beneficios esperados de la intervención. tería, adornos personales, etc. Estas prácticas rompen
3.8. Intervención-restauración. En busca de la eterna juventud
la unidad del espécimen, alterando la voluntad indi- en tórax, pelvis o cráneo, son daños postmortem co-
vidual o cultural depositada en una práctica realizada munes, causados durante los procesos de momifica-
intencionadamente, con tiempo y esfuerzo. ción, durante el vendado o enfardado, o relleno con
La integridad de una momia no sólo depende de paquetes de vísceras, material absorbente o aromático
la conservación de la piel, haces musculares y huesos, (Reeves, 1999; Giuffra et al., 2001; Pedersen, 2004).
también de su envoltura protectora que la aísla del En el otro extremo de la línea de evolución de los
medioambiente. Al privarlos de ella, muchos especí- procesos nos encontramos con las intervenciones reali-
menes se deterioraron y acabaron perdiéndose, con- zadas por Beckett en el año 2008, con momias del pue-
servando múltiples objetos de ajuar fuera de contexto blo Anga, en Papua Nueva Guinea; uno de los escasos
sobre los que sí se realizaron intervenciones de con- ejemplos en la práctica actual de la momificación.
servación, por otorgarles un valor mayor. El proceso de mantenimiento de las momias, de-
Posteriormente, con el reconocimiento de los valo- secadas mediante ahumado, se realizó en un trabajo
res intrínsecos de los restos momificados, empezaron común con sus descendientes; en aplicación de las
los estudios científicos sobre ellos y la necesidad de guías éticas locales sobre conservación, manipulación
mantenerlos en el tiempo. y tratamiento de restos humanos. Se desecharon los
La complejidad de los procesos y su coste, ha lleva- materiales habituales en conservación y se utilizaron
do a tomar decisiones difíciles, como estudiar los res- suministros locales como cepillos de bambú, para la
tos y volver a enterrarlos en una zona protegida, sobre limpieza, o una solución fungicida de plantas autócto-
todo en países con un elevado número de ejemplares. nas. La piel levantada o desprendida se adhirió con la
Las primeras noticias de intervenciones directas nos savia del árbol Komaya y se recuperó la integridad de
llegan de Egipto, donde muchas de las tumbas reales los restos, colocando en disposición anatómica los ele-
habían sido víctimas de los saqueadores, producien- mentos desprendidos, mediante tiras de tapa (morera)
do numerosos daños a las momias en su búsqueda adheridas con el mismo material. La intervención ter-
de objetos que pudieran vender. Los restos quedaban minó con la aplicación en la superficie de una mezcla
fracturados, desmembrados, expuestos. Durante la XXI de arcillas y ocres naturales, y volviendo a colocar los
dinastía, las momias fueron reunidas por los sacerdo- 189
restos en su lugar de veneración.
tes, reparadas y escondidas en nuevas tumbas, en Deir
el-Bahri y Biban el Molouk. Durante estas reparacio-
nes se reunieron los miembros dispersos, volviendo a ¿Qué tratamientos se han practicado?
vendar y amortajar con nuevos sudarios, colocando de
nuevo las momias en sarcófagos; a veces reutilizados. Las diferencias existentes entre los distintos tipos de
Las alteraciones y discrepancias cronológicas pueden momificación son enormes, por lo cual también son
llevar a pensar que se trata de reparaciones modernas diferentes los procesos de conservación y restauración
o daños reparables. aplicados, incluso se pueden apreciar diferencias por
También es conocida la creencia común entre los áreas geográficas.
egipcios sobre la necesidad de mantener la integridad Dependiendo del tipo de momificación podemos
física y la apariencia formal del cuerpo, para poder clasificar las intervenciones en varios grandes grupos:
gozar de la vida del más allá. Por este motivo, pueden – El primero sería el formado por tejidos deshi-
aparecer refuerzos internos de madera o huesos aje- dratados, siendo los más habituales las momias
nos; incluso falsos miembros, prótesis, realizados en egipcias, con o sin ajuar.
madera, lino engomado o fibras vegetales que sustitu- Una de las primeras intervenciones documen-
yen los elementos perdidos. Pérdidas antemortem, su- tadas es la realizada sobre una momia egipcia,
fridas por el sujeto a lo largo de su vida, y postmortem conservada en el Royal College of Surgeons de
producidas durante un embalsamamiento descuidado. Londres, y que fue tratada por J. H. Plenderleith
En este proceso pueden producirse alguno de los (1934), del British Museum. Se identificó como
daños característicos que se encuentran con frecuen- la momia de Ra-Nofer, de la IV dinastía, excava-
cia en las momias egipcias, y más en época ptolemai- da por Petri en 1891, cerca de Snefru (Egipto).
ca y romana, con la decadencia técnica del proceso El espécimen se presentaba incompleto y muy
(figs. 1 y 2). La pérdida y desplazamiento de elementos deteriorado, con desmembramiento y múltiples
óseos, el aplastamiento, desmembrado o las fracturas fracturas y pérdidas.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
190
La intervención comenzó con una limpieza (Plastazote®), doble capa de almohadilla de po-
superficial, para eliminar los depósitos de su- liéster y tejido calidad museo.
ciedad, realizada con pincel y aspiración suave; Con relación a estos especímenes, podemos
seguida por limpieza húmeda con hisopos im- ver con claridad que los tratamientos aplicados
pregnados en IMS® y Synperonic®. Las zonas de tienen «fecha de caducidad», a pesar de mante-
piel levantada se pegaron con una resina acrílica ner unas medidas adecuadas de conservación
(Paraloid® B72 al 3-15% en xileno o en acetona preventiva, y que la evolución de los criterios de
y IMS® 50/50). La piel deformada se impregnó intervención en los últimos años ha ido avanzan-
con white spirit y una resina polivinílica (Mowi- do hacia una menor intervención y tratamientos
lith 50®) al 10% en IMS®, que actuaron como más reversibles.
humectante, permitiendo llevar la piel a su lugar En el caso de hallazgos íntegros, con ajuar
y adherirla mediante espátula caliente. Recolo- asociado, uno de los tratamientos más antiguos
cación de miembros y pegado con la misma re- documentado es el realizado por Leveque en el
sina, al 20% en IMS®. Se recuperó la integridad año 1987.
del sujeto con espigas de madera y Mowilith 50® Los vendajes se presentaban parcialmente
insertadas en las cavidades óseas. Las pérdidas desprendidos y removidos, al igual que la malla
de materia en las zonas de fractura se rellenaron de cuentas. Se procedió a una primera limpie-
con una resina epoxy (Devcon 5®) y carga de za mediante cepillado suave y micro aspiración,
gel de sílice micronizada. Los restos de cabello, seguida por la fijación de las vendas con hilo
que presentaban un estado muy friable, se con- de seda y agujas quirúrgicas. Las zonas textiles
solidaron con una resina acrílica (Pliantex®) en
que presentaban un elevado grado de alteración
acetona. Con motivo de un préstamo temporal
que impedía el cosido, se cubrieron con piezas
en el año 2001, se realizó una inspección del
amplias de crepelina de seda, teñida al tono y
estado de conservación, resultando evidente la
sujeta con hilo de seda en puntos que ofrecían
necesidad de una nueva intervención.
resistencia mecánica. A la malla se le proporcio- 191
Algunos elementos anatómicos desprendi-
nó un soporte nuevo y se protegió con crepeli-
dos, como varios dedos y una costilla, se suje-
na, sujetándola puntualmente.
taron con papel japonés (kozo) impregnado en
Con posterioridad, son abundantes las inter-
HMG® (nitrato de celulosa) al 20% en acetona;
previo entonado de color con colores acrílicos. venciones realizadas sobre momias egipcias y,
La piel se aseguró con Klucel G (hidroxipro- aunque suelen repetirse los tratamientos aplica-
picelulosa) en IMS® y agua destilada al 50/50. dos (Glover, 1992; Melville, 1995; Harvey, 2001;
Se utilizaron espumas de PE (Plastazote®) para Nicola et al, 2008), aparecen algunas soluciones
colocar los miembros y el pelo en su posición alternativas a problemas comunes.
correcta, asegurándolos con tiras adicionales de Johnson et al. (1995) solucionan el problema
papel japonés. que representa no poder usar la técnica tradicio-
Para una exposición más correcta se realiza- nal de restauración textil, con cosido y aplica-
ron apoyos específicos: el primero con grava ar- ción de nuevo soporte, a los vendajes y sudarios
tificial y arena para simular el lugar de hallazgo; muy degradados. Utilizaron parches de papel
el más reciente, con poli estireno (presentación japonés (kozo) y pasta de alginato de sodio y
en bolitas). Para ello se rellenó un contenedor almidón. Donde se precisó una mayor sujeción,
con el poliestireno, depositando el espécimen el adhesivo utilizado fue la metilcelulosa al 10%
sobre él con suavidad. La impronta dejada al re- (Blanose 7MC®).
tirarlo se impregnó con una emulsión de acetato Nicola et al. (2008) utilizan un adhesivo acríli-
de polivinilo (Mowilith DMC2® al 40%), aplica- co y papel japonés para fijar el recubrimiento de
da con spray. Una vez seco y rígido se forró bitumen de un ejemplar y Harvey et al. (2001) la
con tejido de calidad museo, colocando los es- hidroxipropilcelulosa (Klucel G®) (Cruickshank
pecímenes en los apoyos. Los restos del hom- et al., 1995; Peacock, 1995).
bre necesitaron un apoyo suplementario para Los fracturas y desmembramientos, David
la cabeza, realizado con espuma de polietileno et al. (1995) las repararon utilizando tiras de
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
epoxídicos o poliésteres, con catalizador o endu- bacalao y lanolina. Para evitar la posible con-
recedor, y aplicación por impregnación al vacío. tracción o deformación de los restos se inyectó
Existen variantes sin deshidratación o desengra- «Collodion» (solución de alta viscosidad de ni-
sado, y liofilizado combinado con plastinación. trato de celulosa) (Coles, 1988). Su aspecto ac-
Su aplicación en la conservación de restos tual parece deberse a los trabajos realizados por
antiguos es muy puntual, debido a que su re- Lange-Kornbak, que rellenó con cera el espéci-
ciente aparición impide la existencia de estudios men, ya que en los pantanos los restos óseos se
contrastados sobre su comportamiento a medio vuelven blandos y esponjosos, haciendo que el
y largo plazo. Por otra parte, no existen datos cuerpo se colapse.
sobre su reversibilidad tras la impregnación y En 1976 se descubrieron los restos de la mujer
se ha comprobado que produce diversos grados de Meenybradan (Irlanda) que se mantuvieron
de contracción, aumento de peso, cambios de en un congelador doméstico hasta 1985. Ésta y
color, además de la desnaturalización del mate- el hombre de Lindow (Inglaterra) se trataron en
rial (Tianzhong et al., 1998). el British Museum mediante impregnación con
También se han utilizado el Tiwanaku®, Re- polietilenglicol 400 (PEG 400) al 15% en agua y
vecad®, Complucad® o Gerdex®, productos re- liofilización (Omar et al., 1984; Brothwell 1986).
gistrados para la conservación de cadáveres, – Entre los primeros trabajos realizados sobre
cuya principal aplicación es la enseñanza. ejemplares ahumados encontramos el de Van-
– Son numerosos los cuerpos o partes de cuerpos dyke-Lee (1974), sobre una cabeza desecada y
hallados en los pantanos o turberas. Los hallaz- ahumada, procedente de Papua Nueva Guinea.
gos, de los que existen noticias desde el siglo Sobre el ejemplar se realizó una limpieza acuosa
xvii, se enterraban creyendo que eran los restos con un detergente (Lissapol L® 1cc/l), con seca-
de personas desaparecidas accidentalmente o do rápido mediante aire. Los pigmentos que la
atacadas en los pantanos. Pasaron muchos años adornaban se consolidaron con nailon soluble
antes de que se viera la verdadera antigüedad (Calaton CB® al 2% en IMS®). El relleno de ar-
de los restos encontrados y que empezaran a cilla y fibras vegetales se trató con una resina 193
aplicarse los primeros métodos de conservación, acrílica (Bedacryl® 122x en xileno al 5%®).
aún bastante precarios, mediante ahumado y se- En el British Museum, Rae (1996) realizó una
cado al aire, con el hombre de Rendswuhren limpieza superficial, mediante cepillado suave y
(Alemania), encontrado en 1871. aspiración, de una cabeza munduruku que ya
Los tratamientos de conservación y restaura- había sido restaurada con anterioridad. Se retira-
ción aplicados a esta clase de restos son de los ron la goma laca, el carbonato cálcico y la pin-
que más han evolucionado con el tiempo, tanto tura utilizados en esta antigua intervención. El
en materiales como procedimientos. Así, con el cabello se limpió con serrín impregnado en whi-
hombre de Tollund (Dinamarca), descubierto y te spirit, seguido de aspiración. Para los adornos
tratado en 1950, cuando las técnicas de conser- de plumas se usó IMS® retirando la suciedad con
vación no estaban todavía muy desarrolladas, papel absorbente. Las faltas y grietas se rellena-
se utilizó una solución de formaldehido y acido ron con Polyfilla® (masilla de acetato de polivi-
acético, seguido por deshidratación en concen- nilo y carbonato cálcico y papel japonés (kozo)
traciones progresivas de etanol (del 30 al 99%, teñido y adherido con Mowilith DMC2® al 50%.
más 1% de tolueno). El etanol fue siendo susti- Otro ejemplar similar, tratado con motivo de una
tuido por tolueno con cera, en cantidad progre- exposición temporal en 2001, se limpió median-
siva. Se produjo entre un 10-15% de contracción te cepillado y aspiración, aplicando fragmentos
del material (Knudsen, 1990). de papel japonés teñido con colores acrílicos.
El hombre de Grauballe (Dinamarca), en- Se adhirió con hidroxipropilcelulosa (Klucel G®)
contrado en 1952 y tratado por Glob, se curtió al 5 % en IMS® como refuerzo y al 20% como
como un cuero, utilizando baños de corteza de adhesivo para pegado de fragmentos.
roble. Con posterioridad al curtido se le aplicó Los trabajos realizados por Mendoça et al.,
agua destilada y aceite rojo turco, seguido por (2003) sobre otra cabeza reducida de los mun-
impregnación con glicerina, aceite de hígado de duruku, tambien restaurada con anterioridad,
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
comienzan con la limpieza y consolidación con que se conservan en una vitrina con gases inertes en
una resina acrílica (Plextol® 500) en emulsión el Museo Municipal de Galera (Molina et al., 2003).
acuosa, y Lissapol N® como agente humectan- Otra de las escasas intervenciones sobre las que
te. Plumas y fibras vegetales tratadas con nailon tenemos noticias es la realizada sobre los restos mo-
soluble (Calatón CB®) y tricloroetileno. Recons- mificados de doña Inés Ruiz de Otalora, del siglo xvii.
trucción de lagunas con intestino de vaca. Apli- Descubiertos en Arrasate/Mondragón (País Vasco),
cación final a toda la piel de PEG &00 y 0,1% fueron despojados de su indumentaria para la au-
Panacide®. topsia. El cuerpo se limpió mediante absorción para
eliminar el polvo y suciedad acumulados. A base de
bisturí y proyección de aire caliente se eliminaron los
¿Y en la Península? goterones de cera que cubrían la parte que antaño
había estado expuesta directamente al público. Por ul-
En la Península Ibérica no son abundantes los hallaz- timo, se impregnó toda la piel con una fina y homogé-
gos de momias y son bastante escasos los estudios de nea capa protectora de cera (Armendáriz et al., 1989).
conservación y restauración sobre este tema, excepto En las figuras 3, 4, 5, 6, 7 y 8 se muestran algunos
las guanches, ya citadas. ejemplos sobre restauraciones realizadas en el Institu-
Suele tratarse de momificaciones «espontáneas» que, to del Patrimonio Cultural de España.
una vez hallado el espécimen, obliga a mantenerlo en
condiciones medioambientales similares. Dadas las di-
ficultades existentes para su adecuada conservación y Consecuencias de los estudios
una vez estudiados, en algunos casos, se ha optado y tratamientos
por un nuevo enterramiento de los restos. Aunque esto
puede llevar a una alteración sustancial de los mismos, Aunque los ejemplares puedan presentar daños de
ya que han sido manipulados, expuestos, viendo alte- origen y otros atribuibles al lógico proceso de enve-
rado y modificado su medio ambiente. jecimiento, también están los causados por estudios
194 En otras ocasiones, los hallazgos de restos con previos y procesos de conservación o restauración.
momificación natural, cuya incorruptibilidad se inter- Daños inmediatos, visibles o a largo plazo y diferidos.
preta como un signo mágico o divino, se conservan El estudio antropológico más frecuente es la autop-
expuestos al público; realizando algunas modificacio- sia, que causa graves daños físicos en los especíme-
nes como retirada de indumentaria original o aplica- nes. Fragmentación, cortes, colapso de las cavidades
ción de mascarillas de cera policromada. Asociados torácica y abdominal, etc. obligan a la adecuación de
a cultos y comunidades religiosas, no es habitual en- los ejemplares para su conservación y presentación; lo
contrar información de los tratamientos a los cuales que implica un complejo proceso de recuperación de
son sometidos (Armendáriz et al., 1989; 1995; Etxebe- la integridad física del sujeto, mediante procesos de con-
rría, 1999). servación curativa y restauración.
En el año 1976, encontramos el caso de la momia Otra de las prácticas habituales durante el estudio
de un hombre del siglo xvi-xvii, en la iglesia de N.ª de restos momificados es la realización de estudios
Señora de la Asunción, en Colmenar Viejo (Madrid), radiográficos o de imágenes. Las primeras radiogra-
que fue sometida a un tratamiento por radioesteriliza- fías (Rx) fueron realizadas en 1896 por Koening, Ho-
ción para eliminación de la contaminación biológica. lland y Dedeknel, poco tiempo después del descubri-
Al poco tiempo, viendo que no se habían obtenido miento de la técnica de los Rx por Roentgen.
los resultados previstos, se propuso su tratamiento Posteriormente, en 1898, Petrie realizaría sus fa-
con ortofenilfenol (Pérez, 1979). mosos estudios radiográficos sobre momias. La tomo-
El ejemplo más actual sería el hallazgo, en el año grafía computerizada (CT), desarrollada por Cormack
2002, de los restos parcialmente momificados de un en 1963, empezó a aplicarse en 1973, con el aparato
hombre y un niño de la Edad del Bronce, en Galera diseñado por Newbold.
(Granada). Su descubrimiento causó gran interés, ya Ambas técnicas han tenido una gran difusión ya
que se trata de los restos humanos más antiguos, tras que, desde el punto de vista de la conservación, se
el hombre de Similaun. Para su extracción fue necesa- consideran procedimientos no-destructivos, debido a
ria un espumado y consolidación previa de los restos, la falta de daños evidentes.
3.8. Intervención-restauración. En busca de la eterna juventud
Figura 3. Examen de momia egipcia en proceso Figura 4. Selección de fragmentos desprendidos Figura 5. Limpieza de momia egipcia por mi-
de intervención. Se utilizó una crepelina teñida de material textil (vendas), para análisis. Fotogra- croaspiración. Fotografía: Isabel Herráez. IPCE.
para sujetar las vendas desprendidas. Fotografía: fía: Eduardo Seco. IPCE.
Nieves Valentín. IPCE.
Figura 6. Restauración de textil de una momia Figura 7. Restauración de una máscara corres- Figura 8. Restauración de cartonajes dorados 195
egipcia procedente del Museo Arqueológico de pondiente a una momia egipcia procedente del que cubren los pies de una momia egipcia. Mu-
Madrid. No se utilizan guantes para fijar, con el Museo Arqueológico de Madrid. Fotografía: Je- seo Arqueológico de Madrid. Fotografía: Jesús
mayor tacto posible, el delicado material que pro- sús Herrero. IPCE. Herrero. IPCE.
tege el textil original; la momia ha sido previamen-
te desinfectada. Fotografía: Jesús Herrero. IPCE.
Sin embargo, es de sobra conocido que la radia- Este desconocimiento hizo que Rx y CT se utiliza-
ción que se utiliza tiene efectos perjudiciales sobre ran con frecuencia en el estudio de restos momifica-
las células. La radiación rompe el ADN en pequeños dos, mucho antes de que Mullis, en 1986, desarrollara
fragmentos y causa mutaciones. Los organismos vivos la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que
pueden soportar niveles moderados de radiación, in- permitía amplificar cantidades muy pequeñas de frag-
cluso pueden llegar a tener cierto grado de regenera- mentos de ADN.
ción frente a sus efectos. Sin embargo, los resultados de recientes investi-
Esto no sucede con el material antiguo. A partir del gaciones sugieren que la exposición a niveles clíni-
momento en que se produce la muerte, el ADN empie- cos de radiación puede incrementar el nivel de daño
za a deteriorase por hidrólisis, oxidación, pH, presen- previo, reduciendo la cantidad de ADN útil, haciendo
cia de agua libre, oxígeno, técnicas de momificación, inviable la réplica de los fragmentos conservados y
etc. y se presenta alterado, modificado, fragmentado. realizar análisis genéticos (David, 2001; 2008; Rühli et
Es sabido que la repetida exposición de la momia al., 2004; Gilbert et al., 2005; Grieshaber et al., 2008).
de Ramsés II a rayos gamma para eliminar microor- Por último, entre los daños que pueden causar
ganismos, realizada en Grenoble en una época en las intervenciones de conservación y restauración
la que se desconocían sus posibles efectos adversos, encontramos las habituales limpiezas que han elimi-
causó daño molecular e impide realizar nuevas prue- nado posibles rastros originales, grasas naturales y
bas químicas o genéticas (Maekawa, capítulo 3.4). acabados. Resinas y adhesivos envejecidos, cambios
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
de composición, uniones sin resistencia mecánica, ejercer con la máxima prudencia la conservación y
quebradizas o craqueladas; decoloración o virado del restauración de los restos antropológicos.
color, contracciones, daños mecánicos o químicos en Las intervenciones que se realicen irán destina-
zonas de contacto del original con materiales no iner- das a garantizar la supervivencia de los especímenes,
tes o inestables, etc. aquellos para los cuales la conservación preventiva
Productos como el tetracloruro de carbono, bro- ha sido insuficiente o se han visto sometidos a estu-
muro de metilo, óxido de etileno, fosfina, paradiclo- dios agresivos que han vulnerado su integridad.
robenceno, pentaclorofenol, formol, timol, arsénico, Podemos concluir, adaptando a nuestro ámbito el
organoclorados y fosforados fueron ampliamente uti- conocido aforismo:
lizados hasta los años noventa. En forma sólida, por
acción de vapores, o pincelado de soluciones en eta- «Una momia es un libro que solo se puede leer
nol. Se utilizaban como fungicidas e insecticidas. Sus una vez».
efectos acumulativos provocan, en el mejor de los
casos, eflorescencias y cambios de color. A largo pla- Concepto que da también lugar a nuestra regla
zo, una hidrólisis de las proteínas y descomposición. de oro:
No tan conocidas son las alteraciones que se pue-
den causar a los especímenes por contaminación con «Intervenir lo mínimo y preservar al máximo».
ADN ajeno, aportado por los manipuladores, o las
que pueden comprometer las dataciones por mate-
riales de restauración: colas orgánicas de pescado, de
pieles o huesos, gelatina, goma laca, goma arábiga,
Agradecimientos
aceites, grasas, ceras, caseína, almidón...; al igual que Nuestro agradecimiento a Ana García y Ángeles Ana-
la aplicación de productos de naturaleza similar a los ya (Estudios Físicos. IPCE) por los trabajos de digita-
originales puede llevar a resultados analíticos confu- lización radiográfica.
sos (Reyman, 2008; David, 2008).
196
El trabajo realizado por Eklund et al. (2010), uno de
los pocos existentes sobre el efecto que los productos
usados habitualmente en restauración causan sobre los Bibliografía
restos momificados, nos muestra que son muy escasos
los que pueden considerarse como seguros para un ARMENDÁRIZ, A.; ETXEBARRIA, F.; CARNICERO, M.
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obligan a usar productos inocuos, sin efectos adversos, ARMENDÁRIZ, A.; ETXEBARRIA, F.; BARRUTIABEN-
buscando preservar la máxima información posible y GOA, J. A.; y HERRASTI, L. (1989): «Inés Ruiz de
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La línea de trabajo abierta por este estudio debería vista de Arqueología, Año X, n.º 99, pp. 6-11.
ampliarse en un futuro, permitiendo seleccionar los
materiales más adecuados para cada proceso; tenien- BALANCHANDRAN, S. (2009): «Among the dead and
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199
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Capítulo 4
Museos singulares.
Propuestas para su preservación
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4.1. Momias americanas. Contexto histórico
y estado de conservación. Museo de América
de Madrid
Carmen Cerezo
Museo de América. Madrid
carmen.cerezo@mecd.es
Teresa Gómez-Espinosa
Museo de América. Madrid
teresag.espinosa@ mecd.es
Ana Verde
Museo de América. Madrid
ana.verde@ mecd.es
El Museo de América de Madrid esta ubicado en etnografía se encuentran también algunas colec- 203
la Ciudad Universitaria de la capital. Fue creado ciones de antropología física, nos referimos a diez
en el año 1941 y abrió sus puertas al público en momias de procedencia chilena y peruana.
1962 en el edificio que se encargó, a tal efecto, a
los arquitectos Luis Moya y Luis Feducchi. Tanto
el inmueble como el montaje fueron remodelados Tipología y procedencia de las momias
posteriormente, por lo que el museo se mantu- prehispánicas depositadas en el museo.
vo cerrado durante algo más de una década. En Tipo de momificación y estado de
1994 volvió a reabrirse presentando una moderna conservación
museografía, un innovador discurso museológico
y una mejora de sus dependencias y condiciones Aunque son numerosas las referencias relativas a
ambientales, tanto en salas como en áreas de de- la conservación de los cuerpos y prácticas de mo-
pósito. mificación en diferentes culturas americanas a lo
No obstante, la historia del museo se remonta al largo de todo el continente, las informaciones se
siglo xviii, ya que es heredero de las antiguas co- incrementan al referirse al mundo andino, donde
lecciones reales que se albergaban en el Gabinete la aparición de cuerpos conservados es abundante
de Historia Natural, pues las anteriores se perdie- y presentan una antigüedad de más de 6.000 años
ron en el incendio que destruyó Los Reales Alcá- siendo la cultura Chinchorro (7000-2500 a. C.) del
zares de Madrid en 1724. Estas colecciones, que desierto de Atacama, en el norte de Chile, la pri-
se han ido conformando a lo largo de la vida del mera manifestación compleja americana de culto a
museo fueron recogidas por las expediciones cien- los muertos mediante una momificación intencio-
tíficas, por las primeras excavaciones realizadas en nada.
América o han sido fruto de diferentes donaciones La sedentarización, el desarrollo de la estratifi-
y adquisiciones a lo largo de los siglos xix y xx. cación social y de las creencias en la existencia de
Entres sus fondos de arqueología, arte colonial y otra vida en el mas allá van a dar como resultado
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Momias Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
el incremento del culto a los muertos, una mayor sometidas a una fumigación realizada en una cá-
elaboración y sofisticación de los rituales funera- mara de gases con óxido de etileno. Hoy día esta
rios con el desarrollo de unos patrones definidos cámara se ha reconvertido para integrarse en una
y el proceso de conservación de cadáveres o de instalación fija de tratamientos con gases inertes
momificación de los mismos, generalmente refe- con su propio generador de nitrógeno y sistema
ridos a una determinada élite política o religiosa, ya de humectación.
que el tratamiento de la muerte está condicionado por
el estatus y consideración que la persona alcanzó
en vida. Estos aspectos se van a convertir en una Momias de Chile
constante a lo largo del desarrollo cultural de las
sociedades andinas y se van a caracterizar por una El grupo de momias que proceden de Chile se co-
gran diversidad de tradiciones, de estilos mortuo- rresponde con las momias desenterradas por la Co-
rios y de enterramientos, mediante la aplicación, misión Científica del Pacífico. En 1865 ésta trajo,
en algunas culturas, de métodos naturales y expe- tras su expedición por tierras americanas, treinta
rimentales de preservación artificial. y siete momias de Perú y Bolivia que fueron re-
El Museo de América posee entre sus fondos un partidas entre diferentes instituciones y de las que
total de 10 momias, cuya adquisición obedece a el Museo de América conserva un total de cinco.
diferentes momentos históricos. Se pueden dividir Tres de ellas son infantiles, de las que dos están
en grupos diferenciados según se tenga en cuenta completas (MA-15407 y MA-7866) y la tercera frag-
su procedencia: de Chile o de Perú; su tipología: mentada (MA-15408); la otra es de un adulto varón
cuerpo desnudo, momia vestida y fardo funerario; (MA-2003/03/1). Proceden de Chiu-Chiu, en el va-
su ubicación: almacén o salas de exposición; o su lle del río Loa del desierto de Atacama, territorio
adquisición: excavación o donación. que en la actualidad forma parte de Chile y donde
Desde 1993, las momias se guardan en el al- Almagro, antropólogo de la referida expedición,
macén en condiciones medioambientales estables, obtuvo permiso para excavar. Mientras que la
204 exceptuando la de Paracas y el fardo de la Costa quinta es un fardo funerario peruano que veremos
Central de Perú que se encuentran en la exposi- más adelante. La momia de adulto tras ser expues-
ción permanente. El museo cuenta con un sistema ta en la llamada «Exposición del Pacífico» que tuvo
de climatización que permite regular la tempera-
lugar en el Jardín Botánico de Madrid en 1866,
tura y la humedad en todas las dependencias del
fue enviada a la Universidad de Sevilla, junto con
inmueble. Los valores medios de temperatura y HR
otras colecciones de Historia Natural y en 1929 fue
oscilan entre 20/22º y un 45-50%, valores que pue-
exhibida allí en la Exposición Universal. En el año
den ajustarse en caso de necesidad. El clima seco
2003 fue donada por dicha Universidad al Museo
de Madrid resulta favorable para la conservación
de América con motivo de la exposición realizada
de estas momias y reduce el riesgo de prolifera-
por el mismo, «Historia de un olvido. La Expedi-
ción de microorganismos, sin embargo hay que te-
ner en cuenta el entorno en que se encuentra este ción Científica del Pacífico (1862-1865)».
edificio, un parque con abundante vegetación y Estas momias, que posiblemente fueron desen-
numerosas aves, lo que supone un riesgo conside- fardadas en origen, se encuentran desnudas con el
rable de contaminación biológica. cuerpo en posición sedente –excepto una–, con las
Podemos manifestar que gran parte de la degra- extremidades inferiores vueltas hacía la derecha
dación sufrida por estas momias se debe a razo- –salvo en la de adulto que vuelven hacia la iz-
nes históricas; a los numerosos y poco cuidadosos quierda–, en posición flexionada y los brazos cru-
traslados de que han sido objeto e, incluso, a su zados sobre el tronco o sujetando la cabeza. Las in-
abandono en los almacenes de las diversas insti- fantiles presentan deformación craneal. La momia
tuciones por las que han pasado. Ya en el propio de adulto y una de las infantiles (MA-7866) (fig. 1),
Museo de América sufrieron, como el resto de las están recubiertas con una especie de barniz. Según
piezas, unas condiciones climáticas extremada- Reverte Coma, a veces las momias se ungían con
mente adversas durante las obras de rehabilitación diversas resinas, siendo las mas frecuentes el bál-
del edificio. Al final de estas obras, en 1991, fueron samo de Tolú (Myroxilum Toluifera) y la Caraña
4.1. Momias americanas. Contexto histórico y estado de conservación. Museo de América de Madrid
Hedionda (Elaphrium Simaruba Rose) que otorga de pino. Sin embargo, no se ha podido determi-
a las momias un olor característico. nar cuando se aplicaron estos recubrimientos. Se
ha propuesto seguir esta línea de investigación,
acerca de los aceites y resinas empleados en la
Análisis químico momificación de los ejemplares chilenos obtenidos
por la Expedición al Pacífico. Se ha observado que
En el año 2009, se tomaron muestras del recubri- las momias tienen huellas de ataque de insectos y
miento «tipo barniz», de las dos momias indicadas manchas producidas por hongos, aunque actual-
para su análisis, por medio de espectroscopía in- mente no muestran indicios de actividad.
frarroja por transformada de Fourier y cromatogra-
fía de gases-espectrometría de masas. En la mo-
mia del niño se identificó una baja proporción de Otros aspectos
aceite secante y materiales de protección añadidos
en época relativamente reciente; mientras que en Las momias procedentes de Chile se encuentran
las muestras obtenidas del adulto se encontraron descontextualizadas y desconocemos su antigüe-
aceite secante muy envejecido y restos de resina dad ya que la ausencia de documentación refe-
rida a las mismas nos impide conocer cualquier
dato en relación con las características o tipo de
enterramientos en que fueron halladas, que sabe-
mos varían a lo largo de las épocas en la región
atacameña, sobre todo a partir de la influencia de
Tiawanaco. Tampoco tenemos información sobre
la forma de las tumbas, posición y orientación de
los cadáveres, si todas tenían la misma riqueza de
ajuares o existían diferencias, que tipo de ajuar
llevaba cada una, e incluso datos de cómo esta- 205
ban vestidas, si lo estuvieron, o de cuando fueron
desenfardadas, etc. Sin embargo, el museo alberga
una importante colección arqueológica atacameña
conformada por los ajuares funerarios de las mo-
mias traídas por dicha expedición, dado que los
factores ambientales que han permitido la momifi-
cación natural de los cadáveres también han per-
mitido la conservación de este material orgánico
de carácter cultural. Dentro de estos materiales se
conservan textiles que en su mayoría han sido res-
taurados, pero no pueden ser atribuidos de forma
concreta y con certeza a ninguna de estas momias.
El Museo posee otras cuatro momias (MA-
1976/01/174, MA-1976/01/175, MA-1976/01/176,
MA-1976/01/177) también de Atacama, que forman
parte de la donación de material arqueológico y
antropológico procedente de los yacimientos de
San Miguel de Azapa (Arica) y San Pedro de Ataca-
ma, realizada por la Universidad del Norte de Chile
en 1976; ejemplares que corresponden al perio-
do Intermedio Tardío (1000-1400). Sin duda estas
momias se extrajeron durante los trabajos arqueo-
lógicos realizados por el Padre Le Paige, aunque
carecemos de documentación específica sobre las
C M Y K
mismas. Constituyen fardos funerarios en posición analizados con mayor detalle, para lograr su iden-
fetal, envueltos en tela llana y atados con cuerdas tificación definitiva y confirmar la aparente existen-
elaboradas con distintas fibras vegetales y formas cia de semillas en su interior.
de atado (figs. 2 y 3).
Estado de conservación
Análisis de imagen por rayos X
A partir de las observaciones efectuadas, podría
En dos de estos fardos de Atacama (MA-1976/01/174 indicarse que todos estos restos antropológicos,
–figura 4– y MA-1976/01/177), se ha detectado, a tienen su origen en una momificación de tipo na-
través imágenes obtenidas por RX, la figura de un tural, producto de la salinidad y altas temperaturas
objeto de forma semiesférica a la altura del tórax y del desierto de Atacama, aunque la bibliografía
del abdomen, que podría corresponder a una ca- hace también referencia a tratamientos de evisce-
ración. Actualmente se encuentran estables, aun-
labaza. Algunos elementos del ajuar precisan ser
que en un estado bastante degradado ya que a la
pudrición natural de los cuerpos se une el efecto
producido por su traslado a España en barco, con
pésimas condiciones de embalaje y la lógica hu-
medad del mar, más grave en su caso por provenir
de una zona extremadamente seca. Son las piezas
que presentan el mayor riesgo de contaminación
biológica por: hongos, bacterias, insectos (der-
méstidos y tineolas), encontrándose restos de cri-
sálidas (fig. 5). Además, presentan suciedad gene-
ralizada, sales, inestabilidad, roturas, pérdidas en
206
los esqueletos, en los tejidos y en las cuerdas de
fibras. En algunos casos la cabeza está despren-
dida y sólo se mantiene por la tela que la recu-
bre. La zona inferior de los fardos se encuentra en
bastante mal estado por la pudrición dejando en
algunos casos escapar los huesos, por lo que hay
que tener especial cuidado al manipularlos. En la
Figura 2. Fardo funerario del desierto de Atacama (MA-1976/01/177). actualidad se guardan provisionalmente en una
Fotografía: Joaquín Otero. Museo de América. caja de embalaje compartimentada, envueltas en
Figura 3. Fardo funerario del desierto de Atacama (MA-1976/01/176). Figura 4. Fardo funerario con posible cabalaza en su interior del desierto
Fotografía: Joaquín Otero. Museo de América. de Atacama (MA-1976/01/174). Fotografía: Joaquín Otero. Museo de América.
4.1. Momias americanas. Contexto histórico y estado de conservación. Museo de América de Madrid
material resistente al ataque microbiológico Bac- eran incorporados en capas sucesivas. Cada deter-
terart® y en unas condiciones climáticas estables. minado tiempo se les incrementaban las ofrendas
Es necesario someterlas a un proceso de conserva- de forma que la silueta del cuerpo se remarca-
ción y restauración que incluya la sujeción de las ba de tres a seis veces mediante grandes sudarios
partes desprendidas, así como realizar soportes y que al envolverlo se amarraban en la parte supe-
protecciones con materiales inertes que se puedan rior formando una «falsa cabeza» provista de un
amoldar a la forma de los cuerpos. Según la pro- tocado o turbante, y entre estas sudarios se iban
blemática expuesta, se ha diseñado un proyecto colocando las numerosas prendas hasta alcanzar
global de conservación que se resume el punto la forma de un bulto cónico de hasta 1,5 m de
final de este artículo. altura (Peeters, 2007; 2009).
El proceso de momificación de los cadáveres de
Paracas es natural, debido a la sequedad del de-
Momia y fardo de Perú sierto, pero también hay un proceso de desecación
intencionada ya que parece ser que el fardo, con
Siguiendo una secuencia cultural pasamos a ha- una capa inicial de ofrendas, era expuesto al sol
blar de la momia Paracas (MA-70311), expuesta durante los primeros días próximos al fallecimien-
en una de las salas del museo. La cultura Paracas, to, como denota la capa de pupas de moscas e
desarrollada en la costa sur de Perú a finales del insectos necrófagos que aparecen encima de los
Horizonte Temprano (300 a. C.-200 d. C.), desta- envoltorios deteriorados (Peters, 2007).
ca por la elaboración de fardos funerarios. Aun- La momia Paracas que alberga el museo, fue uno
que no todos los muertos recibían el mismo tra- de los 490 fardos funerarios desenterrados por Julio
tamiento, ya que los entierros sencillos presentan C. Tello entre 1925 y 1927 en la Necrópolis de Wari
el cuerpo desecado de forma natural, envuelto en Kayan, ubicada en la bahía de Paracas (costa sur
telas llanas y con poca ornamentación, en los más del Perú). Tras su desenfardado, realizado en Perú,
elaborados o complejos, que se corresponden con y posterior montaje para ser exhibida en el Pabe-
llón de Perú de la Exposición Universal de Sevilla, 207
individuos de mayor rango social, el cadáver era
sentado en un cesto en posición flexionada con en 1929, fue depositada en el Museo de América
las piernas y los brazos fuertemente atados y los por el Gobierno de dicho país. Esta momia, una vez
dedos de los pies y de las manos amarrados con desenfardada, fue vuelta a vestir para su exhibición
hilos, estas últimas sujetando una calabaza bajo museográfica siguiendo un esquema que se corres-
el mentón. Láminas y adornos de oro tapaban ponde con los dibujos de Huaman Poma de Ayala,
los orificios faciales. Se añadían ofrendas como relativos a las momias o mallquis Incas (fig. 6). Pre-
armas, agujas, cerámicas, abanicos y tejidos que senta tres llautos o turbantes, una esclavina y dos
mantos, uno puesto y posiblemente incompleto, de
estilo bloques de color, y un gran manto de estilo
lineal que se exhibe en vitrina aparte. El fardo está
muy deshidratado y pulverulento. El manto que re-
cubre la parte delantera deja ver por varias roturas
un soporte moderno de color morado, que debió
ser colocado en el momento del nuevo montaje.
Sin embargo, los llautos o turbantes que cubren la
cabeza están mucho mejor conservados. Se adorna
con una gran nariguera, un pectoral de oro y dos
collares, uno de concha Spondylus, con una concha
entera en el centro como colgante, y otro formado
por discos circulares de oro, que en realidad cons-
tituyen adornos colgantes de orejeras y que han
sido reconstruidos como collar. También se en-
cuentra un abanico de plumas deteriorado por un
antiguo ataque de insectos y por desprendimiento
C M Y K
del Intermedio Tardío, donde los cadáveres suelen a llegar hasta los Incas, quienes sí momificaban a
estar flexionados. Estas sociedades destacan por la sus soberanos dispuestos en cuclillas sobre palan-
importancia de los rituales funerarios y la riqueza quines.
de los ajuares, no así tanto por la presencia de El fardo funerario (MA-70388) depositado en el
momias, aunque los cadáveres y las máscaras de Museo de América (fig. 8), es característico de este
orfebrería que portan suelen estar impregnados en periodo y probablemente de la costa sur del Perú.
cinabrio (sulfuro de mercurio), que es fungicida y Aunque también carece de documentación, su pro-
bactericida y un mineral de gran toxicidad, por lo cedencia está asignada a las momias peruanas traí-
que su uso ha sido también considerado un me- das por la ya mencionada Comisión Científica del
dio para disuadir a los profanadores de tumbas. Pacífico, en 1865. Presenta forma rectangular y está
Hay que destacar la momia de la Señora Cao, cuya rematado por una falsa cabeza con peluca de ca-
momificación se considera que es debida a que su bello humano y en su composición han sido iden-
tumba se encontraba en el nivel intermedio de la tificados un total de 10 tejidos (Jiménez, 2009). La
Huaca de Cao Viejo, dentro del Complejo Arqueo- radiografía permite apreciar el cadáver flexionado
lógico El Brujo, lejos de la humedad de El Niño y envuelto en múltiples capas de tejido, rodeado de
de la capa freática, también a que estaba impregna- algodón crudo y enrollado con una gruesa cuerda
da de cinabrio que actuó como microbicida. de algodón que sale al exterior del fardo por el
Posteriormente, durante el Horizonte Medio se centro del bulto, en el que se observa la huella
van a producir importantes cambios en las prácti- del ataque de insectos. Se observa también lo que
cas mortuorias, pero no hay momificación en la sie- parecen ser unas pulseras, compuestas por peque-
rra. El cadáver es enterrado flexionado, envuelto en ñas cuentas ensartadas, algunas de alta absorción
capas de algodón natural o desmotado y amarrado radiográfica; a falta de un estudio más preciso, la
con cuerdas formando fardos funerarios o bultos imagen muestra diferencias de opacidad, lo que su-
cuya cabeza se cubre con una máscara. Esta elabo- giere que podrían estar constituidas por materiales
ración de fardos que surge con la cultura Wari va de distinta naturaleza. Las tablas 1 y 2 muestran las
características de las momias y sus ajuares, también 209
los análisis realizados y sus intervenciones.
C M Y K
4. Fabricar soportes adecuados para minimizar ries- 10. Se optimizará el edificio, su climatización y se
gos de movimientos o desprendimientos de frag- tendrá en cuenta el impacto del entorno.
mentos de huesos, cabeza. Realizar una correcta 11. Se elaborará un plan de mantenimiento y rutina
manipulación de la momia. de preservación.
5. Transportar al laboratorio para efectuar:
– Limpieza mecánica de las superficies, incluyen-
do la eliminación de concreciones salinas y su- Bibliografía
ciedad general en los tejidos de los fardos.
– Fijar textiles desprendidos y corregir las altera- ALMAGRO, Manuel (1866): Breve descripción de los
ciones que hayan podido sufrir los materiales viajes hechos a América por la Comisión Científica
diversos. enviada por el gobierno de S.M.C. durante los años de
6. Aquellas momias que vayan a ser mostradas en
1862 a 1866. Madrid: Imp. Manuel Rivadeneyra.
sala de exposición, colección permanente del mu-
seo, se ubicarán en vitrinas adecuadas en función
JIMÉNEZ, M.ª Jesús (2009): Tradición de Tradiciones.
de la tipología de las momias, sus ajuares y las
condiciones ambientales de la sala de exposición. Tejidos prehispánicos y virreinales de los Andes. La co-
7. Las momias con mejor estado de conservación que lección del Museo de América, Ministerio de Cultura,
vayan a ser depositadas en el almacén precisarán: Madrid.
a) Una cubierta protectora con tela de gasa, o con PEETERS, Ann (2007): «La Necrópolis de Wari Kayan»,
un tul de poro pequeño y fibra con tratamiento en catálogo Hilos del pasado. El aporte francés al le-
antiestático. Se trata de utilizar materiales poro- gado Paracas, Instituto Nacional de Cultura, Lima,
sos al aire, que además impidan la entrada de pp. 23-31.
polvo o de posibles insectos.
—(2009): «El cementerio de Paracas necropolis: Un
b) Condiciones ambientales estables en el alma-
mapa social complejo», en catálogo Mantos para la 211
cén y adecuados elementos estructurales; ven-
tanas, puertas con cerramientos apropiados. Se eternidad. Textiles Paracas del antiguo Perú. Madrid:
diseñará un programa y método de limpieza. Ministerio de Cultura, pp. 27-36.
8. Las momias mas delicadas se envolverán en textiles VV. AA. (2003): Historia de un olvido. La Expedición
porosos y se ubicarán en embalajes provistos de Científica del Pacífico (1862-1865). Madrid: Ministe-
soportes adecuados, materiales inertes, pH neutro, rio de Cultura.
y absorbentes de humedad equilibrada al 40-45%.
Tanto en las vitrinas como en los embalajes, se
pueden introducir extractos vegetales inhibidores
del desarrollo microbiano y repelentes de insectos. Otras referencias
9. Se revisará y actualizará la rutina de conserva-
ción. Se elaborará un programa de inspección de Reverte http://www.museorevertecoma.org [en lí-
las colecciones y de las instalaciones. nea]. [Consulta: 12 de febrero 2012].
C M Y K
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4.2. Estudio antropológico de los restos
momificados. Museo de América de Madrid
Beatriz Robledo
Museo de América. Madrid
beatriz.robledo@mcu.es
El análisis científico de los cuerpos momificados estudio de algunas patologías articulares, así como 213
ofrece una oportunidad inestimable de integrar dos la valoración cuantitativa de las dimensiones morfo-
áreas de conocimiento esenciales en el estudio del lógicas de las estructuras óseas.
ser humano como son la biología y la cultura. Es Tradicionalmente los cuerpos momificados se
evidente que los procedimientos paleoantropológi- han analizado mediante procedimientos invasivos,
cos permiten obtener información sobre característi- sometiéndolos a disección o endoscopias, lo que
cas biológicas (sexo, edad, dimensiones corporales), provocaba la destrucción total o parcial del cadáver
genéticas (ancestros), patrones de actividad física o y de las estructuras que lo cubrían, por ejemplo, el
indicadores de salud (Aufderheide, 2003); pero las propio fardo funerario. Afortunadamente, en los úl-
momias suelen estar acompañadas por numerosos timos años dichas prácticas casi se han abandonado,
elementos que nos acercan a prácticas sociocultura- siendo sustituidas por procedimientos no invasivos,
les como pueden ser, entre otros, el tratamiento del si bien, ocasionalmente, se siguen utilizando para la
cadáver y el ajuar (adornos corporales, indumenta- obtención de pequeñas muestras biológicas con el
ria, armas, alimentos, recipientes); es decir, aspectos fin de establecer su datación mediante radiocarbo-
que conforman el ritual funerario y sus creencias. no, efectuar estudios histopatológicos (pelo, uñas),
A diferencia del estudio de los restos esqueletiza- detectar enfermedades pulmonares (tuberculosis),
dos, donde se pueden analizar y manipular estructu- identificar parásitos o efectuar estudios paleoquími-
ras anatómicas de forma independiente y directa, los cos de isótopos estables, elementos traza (paleodie-
individuos momificados obligan a afrontar nuevos ta) y ADN.
retos en la forma de investigación. Por ejemplo, pen- Los métodos no invasivos pueden poner de ma-
semos que pueden conservar tejidos blandos que nifiesto la presencia de bacterias, mohos, hongos,
cubran total o parcialmente el esqueleto impidien- polen o entomofauna; elementos biológicos que
do la observación de la superficie del hueso, piezas ofrecen información sobre el entorno en el que fue
dentales o inserciones musculares; igualmente, man- enterrada o almacenada la momia tras la excava-
tener el cuerpo en conexión anatómica dificulta el ción. Estos métodos facilitan el estudio descriptivo
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
las estructuras esqueléticas, un aspecto que hubiese infantil de unos 18 ± 6 meses ya que tiene emergido
permitido estimar edades a partir de las longitudes el primer molar decidual inferior y casi ha comple-
de los huesos largos en los individuos infantiles o tado el desarrollo de la corona del segundo molar
calcular la talla de los adultos. Aún así, las imágenes decidual. La momia 1976/01/175 presenta completa-
son útiles porque permiten valorar el desarrollo de mente desarrollada su dentición definitiva y fusiona-
algunas piezas dentarias y establecer edades basa- das las epífisis de los huesos largos, lo que permite
das en el método de erupción y maduración dental considerar que corresponde a un individuo adulto.
(Ubelaker, 2007). En base a esta técnica, la momia Respecto a la determinación del sexo, indicar
infantil, MAM-70388, parece corresponder a un in- que al reducido número de imágenes radiográficas
dividuo de 7 años ± 24 meses dado que presenta se añade la dificultad que presentan los restos infan-
dentición mixta. En la mandíbula ha erupcionado tiles en general, ya que antes de la pubertad no se
el primer molar definitivo, pero mantiene los mola- desarrollan los caracteres secundarios que permiten
res deciduales y en las criptas alveolares tiene, par- dicha asignación con cierta seguridad. En este caso,
cialmente formadas, las coronas del segundo molar y en base al material disponible, sólo puede afir-
permanente y de ambos premolares. En el mismo in- marse que la momia correspondiente a un adulto,
tervalo de edad podría situarse a la también momia MAM-1976/01/175, pertenece probablemente a un
infantil, MAM-1976/01/174, dado que la orientación individuo masculino. El diagnóstico puede estable-
de la placa permite analizar también el desarrollo de cerse en base al tamaño de sus mastoides y a la pro-
la corona de premolares y caninos definitivos. Mu- fundidad de la escotadura ciática del coxal.
cho más joven en el momento de su muerte era el En relación a la existencia de indicadores paleo-
individuo MAM-1976/01/177 que corresponde a un patológicos señalar que corresponde a la momia de
215
C M Y K
Figura 2. Detalle del cráneo deformado correspondiente a la momia de un varón adulto (MAM-1976/01/175).
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Figura 3. Aplastamiento patológico de un cuerpo vertebral torácico de la Figura 4. Pulseras de cuentas en una momia infantil (MAM-70388).
momia del varón adulto (MAM-1976/01/175).
4.2. Estudio antropológico de los restos momificados. Museo de América de Madrid
Agradecimientos Bibliografía
Nuestro agradecimiento a Ana García y Ángeles Ana- AUFDERHEIDE, Arthur (2003): The scientific study of
ya (Estudios Físicos, IPCE) por los trabajos de digita- mummies. USA: Cambridge University Press.
lización radiográfica.
UBELAKER, Douglas (2007): Enterramientos huma-
nos. Excavación, análisis, interpretación. Smithso-
nian Institution. San Sebastián: Edita Sociedad de
Ciencias Aranzadi.
217
C M Y K
C M Y K
4.3. Conservación y medidas de protección
de los restos de la Señora de Cao, dignataria
de la cultura Moche en la costa norte del Perú
Arabel Fernández
Programa Arqueológico «El Brujo»-Museo Cao (Fundación Wiese)
arabelf@yahoo.com
Régulo Franco
Programa Arqueológico «El Brujo»-Museo Cao (Fundación Wiese)
regulofrancoj@gmail.com
A través de las siguientes líneas se presentan diferen- de personajes importantes. En este edificio se han 219
tes aspectos relacionados con la conservación de uno registrado cuatro etapas constructivas superpuestas,
de los descubrimientos más importantes de los últi- con sus respectivas interfases, modalidad que se dio
mos años en la arqueología peruana, realizado en la en todas las estructuras ceremoniales Moche. El fardo
Huaca Cao Viejo del Complejo Arqueológico El Brujo. de la Señora de Cao fue encontrado formando parte
Se trata del cuerpo de una dignataria Moche que reinó del segundo edificio vigente y fue cubierto por el
entre el siglo iii y el iv d. C., aproximadamente. Fue tercer edificio.
bautizada como Señora de Cao por el estatus y lu- En los inicios del año 2005 se descubrió la tumba
gar del hallazgo. Muchos factores naturales, así como ubicada en la esquina noroeste de la plataforma su-
prácticas culturales, favorecieron la preservación ex- perior de la Huaca Cao Viejo, dentro de lo que se está
traordinaria del fardo y su contenido sin precedentes llamando el recinto mausoleo de la Señora de Cao
en el registro funerario de la cultura Moche. Se da a (Franco, 2008; 2010). Lo primero que apareció fue un
conocer una serie de aspectos tanto de conservación cántaro con la representación de un búho, y poste-
como de presentación del cuerpo, gracias al constante riormente se encontraron una superposición de capas
apoyo económico y ejecución de la Fundación Wiese culturales hasta el hallazgo puntual del fardo. El nivel
en convenio con el Ministerio de Cultura de Perú. en el que se encontró fué a 10 metros de la superficie
del templo. El fardo estaba dentro de una fosa con
una profundidad de 2,50 metros; la profundidad total
Características del hallazgo y el contexto de la tumba es de 12,50 metros (fig. 1).
El fardo se encontraba depositado directamente
Huaca Cao Viejo es un templo Moche que estuvo sobre una capa de arena que cubría el piso de uno
en uso entre el año 200 d. C. y el 750 d. C. Fue el de los ambientes soterrados del primer templo y pre-
escenario donde se celebraron ceremonias y rituales sentaba una orientación N-S. Hacia el lado este yacía
que estuvieron vinculados con la ideología y cosmo- recostado el cuerpo de una adolescente que murió
visión Moche, como fue también sede de entierros estrangulada con una soguilla de fibra vegetal. Hacia
C M Y K
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
el sur se encontraron algunas piezas de cerámica de laboratorio participaron varios hombres, lo que puso
los estilos Moche temprano y gallinazo. de manifiesto lo pesado que era el bulto funerario.
Sorprendió su excelente estado de conservación
debido a la aridez y las escasas precipitaciones plu-
viales que caracterizan a la costa norte del Perú, así
Apertura del fardo
como la ubicación del fardo en medio de la cons- Parte de la tradición funeraria en los Andes Centrales
trucción, cubierto por un gran relleno de bloques de fue la de envolver a los muertos con telas que pudie-
adobe tramado. ron haber usado en vida, o que fueron hechas para
Durante la liberación del fardo se tomaron algunas tales propósitos. Diversos factores han favorecido la
medidas preventivas para evitar los cambios bruscos preservación de fardos funerarios entre los que pode-
de humedad y temperatura, con la inclusión de un mos mencionar las condiciones climáticas, la localiza-
absorbente de humedad granulado para cubrir ínte- ción de los mismos en cuevas o abrigos rocosos, así
gramente el fardo funerario. como también diversas prácticas culturales entorno
A diferencia de otras tumbas de la élite Moche, el al enterramiento. De esta manera ha sido posible re-
cuerpo de la dignataria no se encontraba dentro de un gistrar en numerosos sitios de la costa, sierra y selva
ataúd de cañas o madera, algo usual en los entierros fardos funerarios de variados tamaños y formas.
tardíos. Sin embargo, esto no debe llamar la atención, El fardo de la Señora de Cao era de forma alargada,
porque durante esta época muchos entierros ubicados con protuberancias en los extremos, lo que revelaba la
en otras latitudes de la costa norte tienen las mismas presencia de porras, una a cada costado. Se trataba
características, y aparecen asociados a representacio- de un caso sui generis, ya que era la primera vez que
nes de cerámica temprana. En cambio, las tumbas de se tenía un fardo de estas dimensiones y característi-
los personajes de la época tardía se encuentran co- cas; más aún, se desconocía su contenido. Las magni-
múnmente asociadas a sarcófagos o ataúdes. tud del fardo indicaba que se trataba de un personaje
El levantamiento y registro del fardo se inspiró en importante, la forma alargada del mismo correspondía
220
las escenas de entierro pintadas en los ceramios Mo- a la disposición extendida del cuerpo como parte del
che, recurriendo al mismo mecanismo para retirar el patrón funerario establecido por los Moche. El fardo
fardo de la fosa. El fardo se colocó sobre una tarima medía 1,81 m de largo por 75 cm de ancho, y 42 cm
elaborada de caña de Guayaquil y palos, cubierto con de espesor. Pesaba, aproximadamente, 120 kg.
planchas de material apropiado. Se creó, así, una su- El equipo que intervino en el proceso estuvo con-
perficie suave para mantener incólume el fardo. Se formado por arqueólogos, conservadores, antropólo-
utilizaron sogas amarradas a la tarima para retirar el gos físicos y técnicos en arqueología y conservación,
fardo de la fosa (fig. 2). En el traslado del fardo al logrando, de esta manera, un complemento entre las
Figura 1. Vista panorámica del patio N.O. del segundo edificio. Se aprecia Figura 2. Retirada del fardo de la tumba. Fotografía: Archivo fotográfico
la ubicación de la tumba de la Señora de Cao, así como también las tumbas Fundación Wiese.
asociadas. Fotografía: Archivo fotográfico Fundación Wiese.
4.3. Conservación y medidas de protección de los restos de la Señora de Cao...
diferentes disciplinas. El trabajo de registro de aper- imágenes que revelaron el contenido del fardo: osa-
tura y de conservación estuvo dirigido por la autora menta, adornos metálicos y joyas ubicadas en la parte
que suscribe el artículo. inferior del individuo (fig. 4).
El registro arqueológico consistió en identificar las Las placas advirtieron sobre el cuidado que se de-
capas y su superposición, así como las ofrendas en- bería tener en la manipulación del fardo. Así, el pri-
contradas en el interior. El trabajo de conservación mer reto fue dar una solución adecuada a la retirada
consistió en delinear el proceso de retiro de las te- de la banda-mortaja que envolvía el fardo en espiral
las u otros elementos que conformaron el fardo, así de arriba hacia abajo y viceversa, conformando va-
como el diseño y el sistema de embalaje y almacenaje rios niveles de superposición. Para esto fue necesario
de los objetos retirados. Los antropólogos físicos se acondicionar una especie de tarima, y sobre dos lis-
encargaron de determinar del sexo del individuo, así tones de madera largos y cilíndricos de la misma lon-
como de investigar las posibles causas de su muerte, gitud del fardo se colocaron transversalmente listones
identificando las posibles enfermedades y otros datos más pequeños, también cilíndricos, que cubrían el
antropométricos relevantes que pudieran ser obteni- ancho del fardo, de tal manera que podían deslizarse
dos tanto de la observación del cuerpo como de las de acuerdo a nuestras necesidades. Sobre esta tarima
placas radiográficas y del examen endoscópico. En se dispuso el fardo. A medida que se iba desenvol-
este proceso, jugaron un papel importante las perso- viendo la banda-mortaja, los listones (horizontales)
nas que se encargaron de realizar por capas el regis- podían rodar hacia arriba o hacia abajo, dejando el
tro gráfico, fotográfico y fílmico. espacio necesario para retirarla. Con ello, pudo redu-
Como primera acción previa al retiro de las telas cirse la manipulación del fardo al mínimo y su riesgo
y otros elementos del interior del fardo, se procedió de destrucción. En el caso de los mantos que cubrían
a la toma de placas radiográficas. Considerando que el fardo desde abajo hacia arriba, el procedimiento
el traslado del fardo hacia la ciudad de Trujillo era fue retirar las costuras superiores y/o laterales, deján-
de alto riesgo, se contrató el servicio de un médi- dolos extendidos hasta su ulterior retirada.
co radiólogo que contaba con un equipo de rayos X El registro de apertura dió como resultado un total
221
portátil (fig. 3), quien se encargó de revelar las placas de 23 capas, conformadas principalmente por textiles,
radiográficas dentro de un cuarto oscuro. Conside- entre mantos envoltorios, bandas-mortaja, ofrendas
rando las dimensiones del fardo fue necesario rea- textiles y ofrendas metálicas que formaron parte de
lizar diversas tomas. Por otro lado, la densidad del los ornamentos personales y del ajuar de la dignataria.
bulto funerario implicó realizar graduaciones en el La retirada de las últimas capas implicó sacarlas
voltaje del equipo hasta obtener el contraste deseado. en bloque, porque los tejidos que estuvieron en con-
Al finalizar este proceso, se obtuvo un mosaico de tacto directo con el cuerpo se habían compactado y
C M Y K
Figura 3. Vista de la instalación del equipo de rayos X en el laboratorio del Figura 4. Detalle de una de las placas radiográficas; se observan los man-
PACEB. Fotografía: Archivo fotográfico Fundación Wiese. gos de estólicas. Fotografía: Archivo fotográfico Fundación Wiese.
C M Y K
Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
se encontraban extremadamente frágiles, debido a Su cabello largo se dividía en dos partes sujetas con
la acción de los líquidos corporales que degradaron hilos envolventes.
la fibra de algodón por un mecanismo físico-quími- Al retirar los textiles de la parte superior se obser-
co que estaba provocando su desintegración. Todo vó que el cuerpo estaba sobre restos de las mismas
este conjunto de tejidos formaban una especie de telas, ya que al envolver el cuerpo quedaron en la
cápsula dentro de la cual descansaba el cuerpo de parte inferior de éste. Estos restos de telas estaban
la Señora de Cao. El hecho de retirar los tejidos en pulverizadas casi en su totalidad. Debajo, como base,
bloque determinó la formación impresa de la huella apareció un nivel sólido conformado por 23 estólicas
del cuerpo. Un polvo rojo estaba esparcido tanto en (armas) de madera enchapadas con placas metálicas.
el cuerpo, como en los tejidos; se trataba del cinabrio Se encontraron faltantes de piel, así como falta de
(sulfato de mercurio), elemento que fue considerado contigüidad de ésta en diversas partes del cuerpo. Sin
de alto valor simbólico. Solo los personajes de la más embargo, en general mostraba gran parte del tejido
alta jerarquía tenían acceso a este componente, como blando gracias a su excelente preservación. Su con-
el Señor de Sipán y la Señora de Cao que fueron em- servación ayudó a revelar los tatuajes impregnados
badurnados con este polvo. Conjeturamos que la pre- con óxido de hierro sobre los antebrazos, con dise-
servación del cuerpo y otros elementos orgánicos fue ños de arañas, serpientes, el animal lunar y figuras
debido a la presencia de este elemento simbólico que geométricas. En las extremidades inferiores, a la al-
tiene propiedades altamente tóxicas, por lo que tuvo tura de los tobillos se observaron líneas que forma-
el comportamiento de agente repelente de insectos ban un doble anillo. En el pie derecho aparecieron
y de hinhibidor de microorganismos degradantes del otros diseños que es preciso estudiar. Finalmente, en
cuerpo humano. la mandíbula inferior se apreciaron manchas difusas
La presencia de objetos metálicos debía cumplir de color azul oscuro.
un papel importante en la preservación de los restos Se identificaron y localizaron los diferentes tipos
orgánicos, como las telas y la piel. Esto puede ser de- de deterioro, realizándose un registro fotográfico y
bido a que los iones de cobre son altamente tóxicos descriptivo secuenciado que permite monitorear su
222 posible avance. Entre los diferentes tipos de deterio-
y evitan que los agentes biológicos se reproduzcan
con facilidad. ro observamos: pérdida de piel, manchas negruzcas,
Se observó la presencia de abundantes sales en las orificios provocados por insectos y manchas blanque-
extremidades superiores e inferiores, deduciendo que cinas (acumulación de sales). La localización de estos
el cuerpo fue bañado con agua de mar, agua sagrada agentes de deterioro se realizó teniendo como puntos
que forma parte de la cosmovisión Moche y que ha- de referencia el cráneo, las extremidades superiores,
bría ayudado también a la preservación del cuerpo. extremidades inferiores y el torso. El deterioro de ma-
Posteriormente, el análisis de microscopía electrónica yor riesgo para la estabilidad del cuerpo y de la es-
de los fragmentos de piel realizados mostró un alto tructura ósea fue la pérdida de la piel y su fragilidad.
contenido de cristales de sodio (Régulo, 2010). Por ejemplo, la pérdida de piel a la altura del pecho
fue provocada por el peso de los collares elaborados
en metales y piedras semipreciosas que la Señora de
Características del cuerpo y medidas de Cao llevaba puestos. La parte posterior el cuerpo per-
protección dió casi toda la piel, causado probablemente por los
fluidos corporales que se depositaron en la parte in-
Al retirar la parte superior de la cápsula textil el cuer- ferior por efecto de la gravedad. La identificación de
po quedó expuesto por completo, observándose que los agentes de deterioro fue importante para planifi-
se encontraba dispuesto de manera extendida con las car el traslado del cuerpo a un nuevo soporte, donde
manos colocadas hacia los costados y los pies colo- se pudiera monitorear sin dificultades.
cados uno sobre el otro. El rostro se encontraba cu- La fragilidad y resecamiento de la piel provocó su
bierto con un textil de fibra de algodón procesada y desprendimiento en ciertas áreas, lo que fue reme-
una fina tela, también de algodón, recubierta por un diado usando retazos de tul y Paraloid B72® al 2%
plato de cobre dorado. Al retirarse el cuenco del ros- para su fijación. Esto fue posible, siempre y cuan-
tro se advirtió una densa capa de cinabrio. Sobre la do la unión por la parte interior lo permitiera y no
frente apareció el cabello cortado a manera cerquillo. se alterara la presentación del cuerpo. A pesar de la
4.3. Conservación y medidas de protección de los restos de la Señora de Cao...
Posteriormente se realizó otro monitoreo con data- ha dedicado a la exhibición del cuerpo y del ajuar de
logger comprobándose la disminución de la humedad la Señora de Cao. Está acondicionada con estructu-
en un 3%. Con respecto a la temperatura observamos ras a modo de paredes, fabricadas con material que
que durante los meses de invierno alcanza una media amortigua la humedad, y dispuestas de manera para-
de 20° C, mientras que en los meses de verano la lela hacia los muros este, oeste y sur. Hacia el muro
media es de 25° C. sur se hizo una adaptación especial, de tal manera
La urna en la que se exhibe actualmente el cuer- que da lugar a un pequeño cuarto de forma trape-
po de la Señora de Cao fue diseñada de tal forma zoidal, con una ventana que, a su vez, da hacia el
que hace posible la visibilidad del cuerpo en todo interior de la sala. La urna de la Señora de Cao se
su contorno; también permite controlar el microclima encuentra en el interior de este cuarto. Frente a la
del interior. Esta urna consiste en una base de forma urna y con una inclinación de 45° tenemos un espejo
paralelepípeda elaborada con material inerte, con ca- que se orienta hacia la ventana, de esta manera el
jones deslizantes que sirven para colocar los paque- cuerpo es visualizado a través del espejo. Este sistema
tes con los cristales de silicagel. La parte superior de de exposición permite aislar la urna de una visualiza-
la base presenta una plancha perforada sobre la cual ción directa del visitante, se logra además protegerla
descansa el soporte que acoge el cuerpo. La cubierta del impacto de las variaciones climáticas producidas
de la urna, de igual forma que la base, elaborada por los visitantes y también de los contaminantes bio-
en vidrio templado, encaja herméticamente sobre la lógicos (hongos y bacterias) que el público pueda
base. Las perforaciones en la plancha permiten que el trasladar.
silicagel dispuesto en las cajas, actue de manera efi- El acceso a este espacio es a través de un corredor
caz absorbiendo el exceso de humedad concentrado
(lado este), que se adaptó entre la pared del museo
en el interior de la urna.
y la construcción de la vitrina 1. Sólo el personal del
museo tiene acceso al pequeño recinto.
Exposición del cuerpo en el Museo Cao El cuerpo de la Señora de Cao no se exhibe to-
224 talmente desnudo, tanto el torso y la región pélvica
El Museo Cao cuenta con 6 salas de exposición; unas se encuentran protegidos con una tela transparente
a continuación de otras. La última de éstas (sala 6) se (stabiltex®) dispuesta en dos capas (fig. 5).
Figura 5. Vista del cuerpo de la Señora de Cao desde su urna de exhibición. Fotografía: Archivo fotográfico Fundación Wiese.
4.3. Conservación y medidas de protección de los restos de la Señora de Cao...
mediante la digitalización y virtualización. De hecho, gráfico impreso en papel con contenidos audiovisua-
la bibliografía especializada habla de revolución en les. Otras muestras de digitalización, más allá de la
los museos, de la llegada de los museos a Internet y interactividad con pantalla táctil y de la proyección
de innovación en las tecnologías expositivas. 2D y 3D, son la reconstrucción virtual de restos ar-
La función divulgativa de los museos se dirige a queológicos, por ejemplo hábitats (casa romana de
unos usuarios cada vez más familiarizados con las Hippolytus en el Complutum de Alcalá de Henares y
TIC. La tarea investigadora de los conservadores tam- el museo del puerto de Zaragoza, citadas por Castilla
bién se refuerza gracias a la incorporación de estas San Martín, 2012: 3-4), y la incorporación de conteni-
tecnologías. Además, las nuevas generaciones de na- dos digitales asociados a objetos expuestos en vitri-
tivos digitales, visitantes potenciales de los museos, nas o urnas táctiles interactivas (Casa Museo de Mijas
explican en parte que las TIC hayan conquistado las Pueblo, ibídem). Y la experiencia del Museo Nacional
salas de exposición. Mejoran así la interacción entre de Ciencias Naturales (citada por Quijano, 2012: 3).
técnicos y visitantes, a pesar de su deslocalización Por el contrario, la bibliografía en español sí in-
geográfica, facilitándoles el acceso y disfrute del pa- cluye artículos compilatorios y descriptivos de inno-
trimonio desde cualquier punto del mundo con In- vaciones y experiencias derivadas de la aplicación de
ternet. De esta forma, la formación en conservación/ las TIC y la digitalización al estudio, conservación,
restauración y la difusión del patrimonio se benefi- recreación y exposición museística del patrimonio
cian de herramientas visuales que facilitan llegar a (Quijano Pascual, 2012: 1-10; Castilla San Martín,
públicos amplios y heterogéneos. 2012: 1-6).
Experiencias desarrolladas al respecto por equi-
pos de investigación de la Graz University of Tech-
nology (Polonia), la Vienna University of Technology Cómo difundir la conservación
(Austria) y la University of Canterbury HIT Lab (Nue- de patrimonio
va Zelanda) (Schmalstieg y Wagner, 2005: 1; 2008:
3-15; Wagner; Schmalstieg; y Billinghurst, 2006: 85- En numerosas situaciones, los técnicos en conserva-
230 96; Wagner et al., 2005: 77-95); la Poznan University ción se plantean vías para dar a conocer no sólo los
of Economics (Polonia), la University of Sussex y la objetos exhibidos en las salas o depositados en los
University of Bath (Gran Bretaña) (Walczak, Cellary almacenes de los museos, sino los procesos, técni-
y White, 2006: 93-95; Wojciechowski et al., 2004: cas y materiales aplicados en las tareas de conserva-
135-187; Patel et al., 2003: 1-8), todas consistentes en ción y restauración. Es sabido que la difusión de las
aplicaciones de la denominada realidad aumentada o colecciones tiene en la digitalización un gran aliado
mixta (RA, del inglés Augmented Reality o AR, en el (Quijano, 2012: 2-6); si además a la digitalización se
apartado 4 expondremos su consistencia) en ámbi- suma Internet, es factible proyectarlas hacia cualquier
tos museísticos, ejemplifican la versatilidad ofrecida parte del mundo, siempre que se disponga de una
por esta tecnología visual en las mejoras expositivas conexión de banda ancha. En este caso estamos ante
y formativas referidas a la difusión del patrimonio en la asociación de las técnicas de visualización, las tec-
museos. nologías emergentes e Internet. En esta combinación,
En España, si bien ya comienza a extenderse el los conservadores del patrimonio encuentran una he-
uso de tecnologías, como la realidad aumentada y el rramienta valiosa para mostrar y compartir sus actua-
código QR (del inglés quick response barcote o códi- ciones y resultados de conservación y restauración
go de barras de respuesta rápida), en la publicidad sobre los objetos arqueológicos tratados.
y el periodismo, no contamos con casos relevantes Durante la planificación de acciones divulgativas,
en contextos museísticos. Los autores de este capí- los conservadores deben diferenciar entre los tipos
tulo tienen en vías de publicación un artículo titula- de soportes, los géneros, los formatos, los enfoques
do «Momias mediáticas. Aportes para comunicar la y las ediciones o montajes. Junto con los aspectos
conservación del patrimonio», en el que desarrollan técnicos anteriores, los conservadores deben conocer
el ensayo de aplicación de RA a este tipo de res- los recursos humanos y materiales necesarios para
tos arqueológicos del Museo de la Naturaleza y el la puesta en valor de sus actuaciones y resultados
Hombre de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias), profesionales. En la toma de decisiones también in-
aludido aquí, con el objetivo de aumentar contenido fluyen los públicos destinatarios de los contenidos, ya
5.1. Tecnologías visuales y estrategias comunicativas para difundir el patrimonio. El caso de las momias aumentadas
que entre ellos hay, además de un público genérico, sonido. Si el museo dispone de servidores, software
técnicos de otros museos interesados en incorporar de edición y plataformas de difusión propia (del tipo
tecnologías implementadas por otros colegas en su ULLmedia) o externas (YouTube, Vimeo), se deberá
formación continuada e investigación, además de a tener en cuenta este aspecto para garantizar una cali-
la divulgación. dad de imagen y sonido adecuada a la infraestructura
Si optamos por elaborar contenidos audiovisuales informática disponible, a la capacidad de ésta, y a los
aumentados, sean en vídeo, en 2D o en 3D, debere- objetivos de los contenidos audiovisuales publicados.
mos considerar los puntos siguientes: Todo ello teniendo en cuenta que Internet requie-
re de formatos comprimidos. Los más habituales son
.avi, .mpeg, .flv y .mod; y las resoluciones, fullHD
Soportes
1920 1080 píxeles y HD 1280 720 y 25 fotogra-
Hablar hoy de soportes para registrar contenidos di- mas/segundo.
gitales se antoja secundario, en unos tiempos en los Pero con formatos también nos referimos a con-
que, si se dispone de conexión a Internet, la nube tenidos dosificados en forma de webepisodios, un
informática (cloud computing) actúa como un re- formato de pequeña duración y carácter serial, útil,
positorio de softwares e información con capacidad por ejemplo, en el departamento de didáctica de los
enorme, y acceso fácil y controlado por el usuario. museos por permitir secuenciar los contenidos según
No obstante, conviene consultar las condiciones lega- su grado de complejidad o porque se trata de una
les sobre la propiedad intelectual y uso establecidas técnica de conservación prolongada que requiere ex-
por cada empresa (Google Drive, Dropbox, Skydri- ponerla en fases diferenciadas.
ve, Box), tras depositar nuestros contenidos en sus
servidores, si se carece de uno propio. Téngase en
Enfoques
cuenta que los vídeos y las imágenes 2D y 3D que
elaboremos deberán ser alojadas en un servidor de Los enfoques –alusivos a aquella faceta o perspectiva
Internet, al que accederán los usuarios interesados en con la que se quiere abordar un hecho o a la manera 231
visionarlos con sus dispositivos. de abordarlo– vienen condicionados por los objeti-
vos que se quiere cubrir con el material audiovisual
Géneros creado. Variarán en función de si sólo pretendemos
aportar datos e información sucinta sobre un objeto
En el contexto museístico, los géneros más adecuados arqueológico a través, por ejemplo, de un monitor
son, de mayor a menor metraje, el reportaje –de hasta o de una vitrina de sala, o si aspiramos a editar un
una hora de duración– y el documental –de en torno documental o una demo sobre una intervención de
una hora de duración–, el vídeo tutorial y la píldora conservación o restauración, como lo reflejado en las
formativa –entre unos diez y seis minutos aproxima- figuras 1 y 2.
damente–. Su utilización como objetos audiovisuales Los enfoques aplicados deben ser adecuados a
de aprendizaje viene aportando resultados positivos lo que queremos grabar de la actividad de conser-
en escenarios diversos. Remitimos a los lectores a los vación para darlo a conocer, y a los propósitos di-
vídeos sobre el traslado interno de momias disponi- vulgativos del museo. Al decidir el enfoque y las
bles en la plataforma ULLmedia de la Universidad de tecnologías de visualización que se van a utilizar,
La Laguna (Tenerife), http://ullmedia.udv.ull.es/, en el también conviene tener en cuenta a los periodis-
enlace: tas y medios de comunicación, cuya atención pode-
http://ullmedia.udv.ull.es/videos. mos captar con experiencias como las que estamos
php?cat=217&sort=most_viewed&time=all_time&seo_ tratando en estas páginas. Téngase en cuenta que
cat_name la percepción ciudadana del patrimonio y de la in-
versión en conservarlo para su disfrute son indica-
Formatos digitales y de contenidos dores del desarrollo de las sociedades. Los museos
incorporan cada vez más tácticas para optimizar la
La decisión sobre el formato audiovisual digital re- cooperación con los medios en favor de una mejor
quiere del asesoramiento de un experto en imagen y difusión del patrimonio, no sólo buscando impacto
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
Figuras 1 y 2. Fotogramas de un documental y una introducción dedicado al traslado de momias entre dependencias de un museo, disponible en la plata-
forma audiovisual de la Universidad de La Laguna. http://ullmedia.udv.ull.es/watch_video.php?v=YU4WAR627RNY y en http://ullmedia.udv.ull.es/watch_video.
php?v=B68OX118BMAX. Fotografía: ULLmedia.
5.1. Tecnologías visuales y estrategias comunicativas para difundir el patrimonio. El caso de las momias aumentadas
un escenario digital recreado en una pantalla, según patrimonio, ya que las imágenes aumentadas vincu-
muestran experiencias de museos de todo el mundo ladas al papel suponen un valor añadido fuera de
(http://youtu.be/lQfCndsnXUc). dudas para el lector.
Muchos procesos técnicos de conservación y Conservadores, restauradores y periodistas pue-
restauración generan resultados espectaculares que den incorporarlas a sus trabajos en las salas de ex-
constituyen un material valioso para expertos y sor- posiciones y medios impresos, a semejanza de lo
prendente para el gran público. Aun ciñéndonos al que mostramos con la fotografía de una momia (fi-
ámbito que nos ocupa en este libro, se entiende que gura 4), ofreciendo otra forma de acercarse a los ob-
los museos sean un entorno óptimo para la RA, en jetos arqueológicos a partir de sus reproducciones
plena expansión en ámbitos profesionales diversos, impresas.
gracias a su versatilidad comunicativa y de entrete-
nimiento.
Momias aumentadas
Si en conservación buscamos aliados para lograr
un mayor proyección e impacto de los resultados ob- Hemos venido citando una tecnología de visualiza-
tenidos, la RA facilita la creación de escenarios in- ción: la realidad aumentada. R. Azuma (1997: 355-
mersivos, participativos e interactivos, idóneos para 385; 2001) y P. Milgran y Kishino (1994: 1321-1329)
el tratamiento mediático de restos arqueológico. La la definen como una tecnología que reúne tres carac-
interactividad y la inmersión son características distin- terísticas simultáneas: la mezcla o superposición del
tivas de esta tecnología que la revalorizan y destacan entorno real con elementos o entornos virtuales, la
entre otras. Por tanto, es idónea para la divulgación interactividad e inmersión del usuario en tiempo real,
museística y el periodismo arqueológico (aquel que y el registro tridimensional (3D) para crear escenarios
informa sobre el patrimonio histórico-artístico). Como mixtos, es decir, realidad física más realidad virtual.
se ha aludido más arriba, dado que es necesario partir Los contenidos virtuales o aumentados se introdu-
de un escenario real, físico, esta tecnología beneficia cen en un escenario real –por ejemplo una sala, una
234 a los visitantes de los museos «reales», frente a los vitrina, un panel, un folleto, la fachada del edificio
virtuales en Internet que, por otro lado, sí recurren a o cualquier otro soporte físico del museo– mediante
la realidad virtual. La RA también enriquece la lectura el uso de etiquetas o marcadores, fotografías, figuras
de periódicos y trabajos científicos impresos sobre geométricas y coordenadas de geolocalización. Éstas
Figura 4. Marca de RA (realidad aumentada) integrada por la imagen de una momia prehispánica y el logotipo del Museo de la Naturaleza y el Hombre de
Tenerife (Islas Canarias). Fotografía: ULLmedia.
5.1. Tecnologías visuales y estrategias comunicativas para difundir el patrimonio. El caso de las momias aumentadas
se comportan como enlaces que serán reconocidas en las salas de los museos, sino a ofrecer contenidos
por la cámara web de un smartphone o una tableta mixtos; en este caso el libro que el lector está leyendo
conectada a Internet que, tras leerlas mediante un aumentado con vídeos sobre momias. Si sustituimos
software de RA instalado en el dispositivo o disponi- el libro por una visita a un museo con restos momifi-
ble en la web del museo, desplegará en la pantalla cados, al enfocar con la cámara de un smartphone o
ante el usuario contenidos superpuestos a los reales. tableta un punto de la vitrina, surgirían en la pantalla,
Las tabletas y smartphones destacan entre todos los sobre el material expuesto en sala, 1) información
dispositivos por su usabilidad en una visita museís- arqueológica del objeto; 2) la reconstrucción del indi-
tica, a falta de que se popularicen las gafas de RA.
viduo; 3) el proceso de momificación o 4) las técnicas
Cuando el visitante enfoca la etiqueta-marcador o la
de restauración y conservación aplicadas, entre otras
fotografía ubicada en un lugar de la sala de exposi-
posibilidades.
ción, o la fachada del edificio del museo (con sus
coordenadas GPS), el dispositivo reconoce las coor- Las imágenes aumentadas pueden estar anima-
denadas espaciales o las figuras, pasando a ver en el das, visualizándose, por ejemplo, cómo se incorpora
display contenidos que trascienden lo que está obser- el cuerpo para observar sus rasgos anatómicos, vesti-
vando en el escenario real de la sala, la vitrina, el pa- menta y adornos; en un monitor instalado en la sala,
nel, el cartel o el papel impreso. De ahí la denomina- el visitante se vería junto al individuo reconstruido
ción de realidad y contenidos aumentados o mixtos. virtualmente a partir de la momia. La interactividad
Los técnicos deben ubicar las fotos o marcadores le permitiría girarlo y rotarlo tridimensionalmente.
en lugares estratégicos y visibles, en donde se quiere De esta forma, la utilización de la RA en conser-
que los visitantes accedan a ellos con facilidad y en vación y restauración explota la espectacularidad
coherencia con el discurso de la exposición. Si se como estrategia divulgativa, atrayendo la atención
trata de una publicación, como este libro, vincularía- de técnicos y gran público con experiencias visuales
mos a una figura incluida en el texto los contenidos novedosas.
aumentados (sea un vídeo o una recreación modela-
da en 2D o 3D). El museo y el autor de la publica- 235
ción deben indicar al destinatario que enfoque con su Síntesis
cámara web el marcador-etiqueta. De esta forma se
añade interacción, didacticidad y sorpresa a través de En la conservación y restauración del patrimonio, al
un escenario mixto. abordar actuaciones formativas y de difusión de ob-
A continuación pautamos las instrucciones para jetos como las momias, los enfoques se enriquecen
visualizar en una tableta, smartphone u ordenador de forma sustancial cuando recurrimos a tecnologías
el contenido aumentado asociado a la figura 4: 1) de visualización audiovisual. Por un lado, los conser-
conectarse a Internet con la tableta o smartphone; vadores de museos demandan más y mejor atención
2) descargar e instalar la aplicación gratuita Auras- mediática, y, por otro lado, al público hay que des-
ma Lite, desde iTunes para dispositivos con sistema cubrirle el resultado de su trabajo de manera com-
operativo iOS y desde Play Store/Market para dis- prensible, entretenida y sorprendente. La necesidad
positivos con sistema operativo Android; 3) abrir la de sensibilización social hacia la conservación del
aplicación Aurasma Lite; tras activarse la cámara web
patrimonio cuenta con herramientas y procedimien-
pulsar el icono antena de la parte superior izquierda
tos como los descritos en estas páginas. Por ello, las
de la pantalla y buscar en el icono lupa Search el ca-
nuevas generaciones de profesionales del patrimonio
nal denominado MomiasTF; 4) suscribirse; 5) volver
con la flecha retroceso del dispositivo a la pantalla deben conocer estas innovaciones, por serles de in-
con la cámara activada; 6) enfocar con la webcam del discutible utilidad para llegar a la sociedad.
dispositivo la figura 4 para aumentar el contenido del Así, las tecnologías de visualización, del tipo rea-
capítulo visionando un vídeo. El canal de YouTube lidad aumentada, posibilitan explicar las acciones de
denominado DehaesULL ofrece un vídeo tutorial del conservación y restauración arqueológica, ganándo-
proceso. se la implicación de expertos y visitantes, gracias
Como se observa, no nos limitamos a proyectar a la interactividad y a la inmersión en escenarios
en pantallas contenidos audiovisuales, ya habituales insólitos.
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Momias. Manual de buenas prácticas para su preservación
CASTILLA SAN MARTíN, Pablo (2012): «Entornos mu- WAGNER, Daniel (2007): Handheld Augmented Real-
seísticos. Nuevas tecnologías expositivas», [en línea] ity. Dissertation Graz University of Technology. Insti-
tute for Computer Graphics and Vision Graz (Austria),
Revista TELOS Cuadernos de Comunicación e Inno-
210 p.
vación, n.º enero-marzo. Fundación Telefónica, pp.
1-10. Disponible en: www.telos.es [Consulta: 15 de WAGNER, D.; PINTARIC, T.; LEDERMANN, F.; y
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WAGNER, D.; SCHMALSTIEG, D.; y BILLINGHURST,
PATEL, M.; WHITE, M.; WALCZAK, K.; y SAYD, P. M. (2006): «Handheld AR for Collaborative Edutain-
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236 WALCZAK, K.; CELLARY, W.; y WHITE, M. (2006):
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Telefónica, pp. 1-6. Disponible en www.telos.es
[Consulta: 15 de enero de 2012]. WOJCIECHOWSKI, R.; WALCZAK, K.; WHITE, M.; y
CELLARY, W. (2004): «Building Virtual and Augmented
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Este libro se terminó de imprimir
en los talleres de Punto Verde, S.A.,
en noviembre de 2012
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K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50 K C M Y K50
ISBN: 978-84-8181-524-5
Momias Ministerio
de Educación, Cultura
y Deporte
Máscara de momia egipcia. Pieza perteneciente al Museo Arqueológico Nacional. Madrid. Fotografía: Eduardo Seco. IPCE.
ISBN: 978-84-8181-524-5
Momias Ministerio
de Educación, Cultura
y Deporte
Máscara de momia egipcia. Pieza perteneciente al Museo Arqueológico Nacional. Madrid. Fotografía: Eduardo Seco. IPCE.