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N1Vt..R$10AD Cl:SAR VALLEJO lll\A;~--.
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Lours CORMAN
Traducido por:
El dibujo de la familia
Test proyectivo
CAPÍTULO!
El dibujo infantil,
expresión de la inteligencia y de la afectividad del niño
El creciente interés que existe desde hace muchas décadas por la psico
logía infantil ha llevado a estudiar los modos de expresión de las primeras
etapas de la vida y particularmente los juegos y los dibujos.
En lo que concierne a estos últimos, se ha descubierto el gran valor del
dibujo libre. No se lo enseñaba demasiado en la escuela tradicional, pues-
to que se prefería sobre todo la copia de modelos. Se sabe hoy que, en el
dibujo sin modelo, el niño realiza una verdadera creación y que puede
expresar incomparablemente mejor todo lo que hay en él cuando crea, que
cuando imita. Nos da, al hacer esto, su propia visión del mundo que lo
rodea y de ese modo nos informa sobre su propia personalidad.
El TEST de FAY: "Dibuja una mujer paseando bajo la lluvia", que exige
una integración mas afinada de los diferentes elementos, también permite
medir el nivel de inteligencia.
Además de ese nivel, el dibujo libre (represente personajes o cualquier
otra cosa) permite también apreciar el modo perceptivo particular del su-
jeto. Francois MINKOWSKA contrapuso muy atinadamente dos tipos posi-
bles, que llama sensorial y racional según el aspecto formal diferente del
dibujo.
En el sensorial, la realización del dibujo no es demasiado precisa, pero
los detalles están ligados unos con otros por un vivo dinamismo.
En el racional, por lo contrario, la realización es muy precisa; cada ser,
cada objeto está dibujado con rigor y frecuentemente con simetría, pero
cada uno de ellos está aislado, sin conexión con el resto.
1
Sus estudios psicológicos, muy apreciados, han sido expuestos en francés por
Ada Abraham en una obra reciente ..
EL DIBUJO INFANTIL 17
Proyección y simbolismo
2
Actualmente la Sra. Favez-Boutonier, es profesora de Psicología en la Sorbona.
18 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Psicoanálisis
Dibuja tu familia
"Se sabe que un test proyectivo es bueno si es que permite obtener una
proyección de la personalidad global, consciente e inconsciente, del suje-
to, usando para ello un material que sea al mismo tiempo lo suficiente-
mente poco estructurado para no molestar en nada esa proyección, pero
que lo sea lo bastante como para permitir luego el análisis de esa persona-
lidad por comparación con los resultados experimentales provistos por
otros sujetos. El dibujo de la familia responde de manera muy exacta a
esas exigencias por demás contradictorias."
Subrayando luego las ventajas de la prueba, M. POROT escribe:
"La simple observación y un estudio detallado del dibujo permite co-
nocer, con respecto al niño, los sentimientos reales que experimenta hacia
los suyos, la situación en la cual se coloca a sí mismo en la familia; permi-
te conocer, en una palabra, la familia del niño tal y como él se la represen-
ta, lo cual es mucho más importante que saber como es ella en realidad."
M. POROT insiste sobre la composición de la familia tal como es dada
en los dibujos y sobre la importancia del hecho que algunas personas pue-
dan haber sido olvidadas. Remarca que el personaje que ha sido dibujado
en primer lugar, es casi siempre el más importante a los ojos del niño.
Indica los signos de valorización y desvalorización y por último, nos invi-
ta a considerar el lugar que se da a sí mismo el sujeto en el grupo familiar,
lugar que es significativo en relación con el modo en el que se considera a
si mismo.
I.- La técnica de este test es simple. Se instala al niño ante una mesa
adecuada a su estatura (esta precaución es muy importante), con una hoja
de papel blanco y un lápiz de punta muy bien afilada. Nosotros practica-
mos generalmente el dibujo con lápiz negro. Pero se pueden obtener tam-
bién resultados muy interesantes (incluso con información suplementaria)
si se utilizan lápices de colores.
La consigna es "Dibújame unafamilia" o bien: "Imagina unafamilia
de tu invención y dibújala". Si el niño parece no comprender bien, se
puede agregar: "Dibuja todo lo que quieras: las personas de una familia
y si quieres, cosas o animales".
III.- La terminación del dibujo no significa que por eso el test haya
acabado. Como veremos en el capítulo siguiente, es necesario reducir cuan-
to sea posible la parte personal del psicólogo en la interpretación. Es el
sujeto el más apto para saber qué es lo que él mismo ha querido expresar
al hacer su dibujo. Es por lo tanto a él mismo a quien hay que preguntár-
selo. De ahí la necesidad absoluta de la entrevista posterior.
Comenzaremos por alabar discretamente al niño por lo que ha hecho.
Siempre decir: "Está muy bien", sin importar el valor estético del dibujo.
Luego diremos: "Esta familia que tú has imaginado, ¿me la vas a
explicar?
Después: "¿Dónde están?" y "¿Qué hacen ahí?"
Luego: "Nómbrame todas las personas, comenzando por la que hayas
dibujado primero". De cada uno de los personajes, preguntaremos su pa-
pei en la familia, su sexo y su edad.
También intentaremos hacer hablar al sujeto sobre las preferencias afec-
tivas de unos por otros. No se trata aquí de imponer un cuestionario rígi-
do, sino de inspirarse en las circunstancias e inducir al niño, en la medida
de lo posible, a expresarse por sí mismo sin ninguna traba.
Sin embargo, tenemos por hábito formular cuatro preguntas, siempre
las mismas, que proveen información muy interesante:
"¿Quién es el más bueno de todos, en esta familia?"
"¿Quién es el menos bueno de todos?"
"¿Quién es el más feliz?"
"¿Quién es el menos feliz?"
A cada respuesta preguntaremos siempre el porqué.
NUESTRO MÉTODO PERSONAL 23
Una quinta pregunta es: "Y tú, en esta familia, ¿a quién prefieres?
Según las circunstancias uno puede verse llevado a completar el test
con otras preguntas, que serán dictadas por la inspiración del momento.
Por ejemplo: "El papá propone un paseo en el auto, pero no hay lugar para
todo el mundo. ¿Quién es el que se va a quedar en casa?
O bien: "Uno de los chicos no se portó bien. ¿Quién es? ¿Qué castigo
tendrá?
1 Los ciento tres dibujos infantiles incluidos en esta obra han sido hechos con
lápiz. Sin embargo, para facilitar la impresión, se los han reproducido en tinta
china.
CAPÍTULO III
La interpretación
El test del Dibujo de la Familia es, como hemos visto, de una gran
facilidad de ejecución. Tampoco podría decirse, por otra parte, que sea de
una interpretación dificil, pero es evidente que cuanto más experiencia
tenga el psicólogo, más numerosa será la información sobre la personali-
dad del niño que podrá deducir del test.
La interpretación, como hemos dicho, comienza con la entrevista y con
las preguntas formuladas al niño. Se trata aquí de extraer el máximo de
información del sujeto mismo, ya que es el mejor situado para saber lo
que el dibujo quiera decir.
El dibujo de una familia comprende, por una parte una forma y por
otra un contenido.
A decir verdad hay frecuentemente un entrelazamiento entre los ele-
mentos formales y los elementos de contenido. Por lo tanto, la distinción
que haremos no debe ser considerada como absoluta sino sólo como un
intento de aportar algo de claridad en la exposición.
Los elementos formales del dibujo son ellos también de dos órdenes
diferentes, según que se considere los trazos aislados o las estructuras de
conjunto.
Esto nos lleva a distinguir tres niveles de interpretación:
1 º) El nivel gráfico.
2º) El nivel de las estructuras formales.
3º) E.I nivel del cóntenido.
28 El TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
El nivel gráfico
Test de la Aldea, donde declara vivir solo con su madre, llegando al extre-
mo de generalizar y decir que todas las familias de la aldea son familias
con un solo hijo. Pero este deseo no está exento de culpabilidad, de un
temor ansioso de ser rechazado como demasiado egoísta y, en el test PN,
el héroe es el menos bueno, ya que siempre quiere mamar, pero el más
feliz porque siempre es mimado. Sus preocupaciones orales exclusivas
nos muestran también que no ha alcanzado la etapa edípica y toda compe-
tencia con el padre le es imposible, lo que nos explica bien la sujeción
interior que lo retiene en la parte inferior de la hoja.
árboles a la derecha. Parece entonces que sitúa su familia (es hijo único)
en un plan regresivo y en una actitud de inmovilidad: "los están fotogra-
fiando"). El árbol, con su tronco masivo y su follaje mínimo, parece inter-
ponerse sobre el camino que va hacia la derecha. Ahora bien, clínicamente
Loic es muy regresivo: es aniñado, pasivo, sin iniciativa, demasiado cen-
trado en sus padres a los que no quiere dejar; rehusa el esfuerzo y la afir-
mación de sí mismo. Dicho de otra manera, como lo demuestra su dibujo,
desea quedarse ahí, en el statu quo, encuadrado y protegido por sus pa-
dres. Más aún, ha renunciado a toda competición varonil y uno podría
muy bien preguntarse si el árbol que bloquea la ruta del porvenir no es
aquí el símbolo de un poder castrador.
II
--------·
subterráneas que esto puede entrañar, es por si misma muy apta para inhi-
bir al sujeto.
II. - En el dibujo de la familia hay que tener en cuenta, por otra parte,
la estructura formal del grupo de los personajes dibujados, sus interac-
ciones mutuas y el cuadro general, inmóvil o animado en el que actúan.
La mayor parte de esos elementos son parte del contenido, que estudia-
remos luego.
Hay sin embargo un elemento formal que es conveniente examinar aquí
y que ha sido objeto del penetrante análisis de F. MINKOWSKA (II). Hemos
visto que ella opone el sensorial y el racional como dos tipos extremos.
No la seguiremos en la asimilación que hace de esos dos tipos de apre-
hensión de la realidad a dos estados patológicos. Para ella el tipo sensorial
sería epileptoide y el racional sería esquizoide.
Esta asimilación nos parece, en todo caso, sin ningún tipo de utilidad
en la práctica médico-pedagógica y vemos la oposición -muy justa- de F.
MINKOWSKA, desde una perspectiva completamente distinta.
El sensorial es para nosotros un tipo de espontaneidad, muy vital, que
en el grupo familiar es especialmente sensible al ambiente, al movimien-
to, al calor de los vínculos. Se observará aquí.la importancia de las líneas
curvas que expresan el dinamismo de la vida.
El racional es, por lo contrario, un tipo de aprehensión de la realidad
en el que la espontaneidad ha sido, por lo menos en parte, inhibida por
LA INTERPRETACIÓN 39
guro, ya que para crear esas diferencias no es necesario más que variacio-
nes en la defensa del Yo. Es probable que el mismo niño, al pasar de la
edad de la espontaneidad a la edad de las formaciones reaccionales produ-
cirá en las dos etapas los dos tipos de dibujos.
Es remarcable que ésto se puede observar también en las parejas de
gemelos. En estos casos estamos ante las condiciones ideales de experi-
mentación, con un mínimo de variables: misma estructura mental y fisica,
mismo medio educativo, mismo pasado. Hemos tenido como sujetos dos
parejas de gemelos verdaderos, una de varones y otra de niñas, y dentro de
cada una de ellas no había mas que-ligeras diferencias, que se traducían en
un nivel de madurez intelectual y afectivo netamente superior en uno de
los gemelos. En esas dos parejas se puede notar la misma oposición entre
el tipo sensorial y el racional en relación al dibujo de la familia. He aquí
los dibujos de la pareja de varones, Christian y Michel, de once años.
(Fig. 11 y 12)
III
dades notables. Por una parte Bertrand no hace figurar en el dibujo ningu-
no de sus hermanos reales, sino, en cambio, a dos varones más jóvenes
que él, quienes representan muy probablemente dos identificaciones de él
mismo a una edad en la que era más feliz puesto que podía ver a su padre.
El mismo, en su edad actual, no figura en la escena. Por otra parte, repre-
senta al padre y a la madre teniéndose por el brazo, a una edad en que aún
lo hacían (30 años). Podemos pensar que en el dibujo, negando la realidad
actual desagradable y traumatizante, el muchacho retrocede a una época
pasada en la que era más feliz. Pero ese rechazo a aceptar la realidad y la
correlativa tendencia a la regresión si se instalan para permanecer, podrían
arrastrar al sujeto hacia la pendiente vertiginosa de la psicosis.
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\c. 'w,.1...1-ru,._ ~!'t. \· ..~~L'"~ i-. ,_1._;,_
Figura 14.
46 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
IV
ciente con este doble resultado: por una parte que el sujeto crea no tener
ya esa tendencia y por otra que la tendencia rechazada no tenga ya acceso
a su realización. Sin embargo, no por ser rechazada al dominio del incons-
ciente la tendencia oculta dejará de existir e intentar realizarse y para lo-
grarlo deberá acudir al disfraz, emplear una vía alternativa que no provo-
que angustia. Dos mecanismos de defensa pueden utilizarse con ese fin.
El primero es el desplazamiento. La tendencia está presente pero es
asumida por otro personaje, una persona bien diferente al sujeto por la
situación familiar, la edad o el sexo para no poder ser reconocido en ella.
Y cuando más generadora de angustia es la pulsión reprimida más impor-
tante será el desplazamiento. Puede suceder incluso que el niño (esto ya
no es posible en el adulto) haga asumir su pulsión interdicta por un ani-
mal, es decir por un ser tan diferente como es posible serlo y bajo los
rasgos del cual no sería nunca posible que fuera reconocido.
El segundo mecanismo de defensa es la proyección en el primer senti
do freudiano de la palabra, por medio de la cual la tendencia culpable es
atribuida al personaje que es el objeto de ella y que desde ese momento
asume el lugar y rol del sujeto.
Por ejemplo, veremos que con frecuencia el niño muy fuertemente car-
gado de agresividad hacia su padre o su madre proyecta este sentimiento
sobre aquel que sea objeto de la agresividad e imagina temas donde ya sea
el padre o ya sea la madre, se muestran con respecto a él de una severidad
cruel, Escapa así de la culpabilidad de sus tendencias y además, en ciertos
casos, logra satisfacerlas identificándose con ese padre o madre severa
que puede ejercer su acción represiva sin temer al castigo. (identificación
con el agresor). Es fácil de comprender que esas defensas, gracias a las
cuales la acción culpable se encuentra asumida por un personaje distinto
al sujeto, son conformes al principio del máximo placer, ya que el sujeto
puede satisfacer sus tendencias de un modo vicario o, por decirlo así, por
procuración.
Y correlativamente el desplacer está reducido al mínimo, puesto que el
castigo o bien se ha evitado o bien es sufrido no por el sujeto sino por
aquel a quien el sujeto ha hecho asumir la acción culpable.
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:::¡ ra su sexo y su rol como privilegiados y que en su corazón desearía ocupar
•Q O su lugar.
lU Cuando es el mismo sujeto quien se pone en primer lugar esto señala
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I fB
una tendencia narcisista muy acusada, cuyas causas habrá que descubrir.
~O Como se verá, esas causas son, con frecuencia, derivadas de la imposibi-
~ :J lidad de investir las imágenes paternales, como consecuencia de un con-
d flicto, lo que acarrea para el sujeto la consecuencia de un repliegue narci-
~ 00 sista sobre sí mismo, situación cuyas consecuencias patológicas debere-
Q mos estudiar (Libro II, Capítulo 2).
ri b) El personaje valorizado es remarcable por su talla más grande, guar-
2
~ dadas las proporciones, que la de los otros personajes.
J Es así por ejemplo, que cuando un niño no osa usurpar el lugar de los
padres o de los hermanos mayores y se representa en el lugar que por
derecho le corresponde, podrá, sin embargo, hacer valer su personaje se-
gún la talla que le de. De ese modo Jacqueline, niña de once años ( cf.
Caso 64) no se atreve sin duda a separar a su madre de su padre y se pone
un poco más lejos. Pero ella se dibuja mucho más grande que su madre,
de modo que los brazos del padre, tendidos en su dirección se dirigen más
a la hija que a la madre, en virtud de la perspectiva que nos puede hacer
pensar que la madre está situada más atrás.
e) El dibujo del personaje valorizado es el que está ejecutado con más
atención. Los trazos están mejor delineados. Si se ha podido asistir a la
realización del test, se habrá podido notar que el sujeto se ha detenido en
ese personaje para que no falte ningún detalle. En consecuencia, si uno lo
considerara aisladamente, habría obtenido, siguiendo el sistema de Goo-
DENOUGH, una calificación superior a la de los otros monigotes del mis-
mo dibujo.
Si el niño ha utilizado colores, se notará también que el personaje valo-
rizado es el más colorido de todos o incluso que es el único coloreado.
d) Es por otra parte rico en cosas agregadas:' ornamentos en los vesti-
dos, sombrero, bastón, paraguas, pipa, cartera, etcétera.
e) Sucede con frecuencia que ocupa una posición central (en el sentido
EL DIBUJO DE FAMILIA CLÍNICAMENTE 51
2.- La desvalorización
El mecanismo de defensa más primitivo consiste, como hemos visto,
en negar la realidad a la cual uno se siente impotente para adaptarse. Esta
negación de la realidad se expresa en el dibujo por la supresión pura y
simple de lo que suscita la angustia. Así, cuando falta en un dibujo uno de
los miembros de la familia, mientras que en la realidad existe y está pre-
sente en el hogar, puede concluirse de ello que el sujeto desea en su cora-
zón su desaparición. La persona faltante es generalmente uno de sus her-
manos o hermanas, pero no es raro que luego de eso el sujeto se defienda
racionalizando esa ausencia; diciendo por ejemplo, como el sujeto de la
figura 40: "No tenía lugar en la hoja para poner a mi hermanita".
Puede ser también uno de los padres el que falte (o los dos), y podemos
concluir de ahí que el sujeto tiene relaciones con ese padre que por lo
menos debemos calificar de dificiles.
Finalmente, puede pasar que sea el sujeto mismo el que esté ausente en
su dibujo. Se trata entonces, que en su presente condición de situación,
edad o sexo, no se siente cómodo y preferiría ser algún otro. No podría-
mos pensar, en efecto, que un niño pueda aceptar suprimirse del seno de
su familia y debemos admitir, salvo alguna muy rara excepción, que está
representado bajo los rasgos de otra persona cuyo lugar querría ocupar, en
cuyo caso deberemos averiguar de quien se trata.
Algunas veces faltan algunas partes de los personajes. Pueden haberse
omitido los brazos, o los pies, o los detalles de la cara. En lo que concier-
ne al cuerpo sin brazos, se ha sostenido que esto indica en el sujeto un
sentimiento de culpabilidad ligado a la función de tocar o de asir, y esto es
verdad en algunos casos (por ejemplo en el caso 88).
Pero el simbolismo de estas partes que faltan deberá ser el objeto de un
análisis individual en cada caso, puesto que la significación de este sim-
52 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
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Figura 17.
56 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
con quien el sujeto se identifica, sino con la madre que tanto protege como
censura.
En realidad René ha tenido siempre muchos choques con su madre, ya
que ella lo vigila continuamente y le priva de su libertad. En su comenta-
rio del dibujo, René la desvaloriza: ella "no está bien", es la menos dicho-
sa; lo mismo pasa con la abuela, que es la menos buena. En cambio, el
padre es el preferido y el más bueno.
Este muchacho tiene entonces en relación con el poder maternal una
actitud ambivalente; la reconoce como una figura poderosa, pero la resis-
te. Nos cuenta que muchas veces la irrita deliberadamente lo que indica a
la vez su apego y su rebelión.
3.- Los personajes tachados
Un modo bien particular de desvalorización es el de tachar un persona-
je después de haberlo dibujado.
Hay algunos casos, raros, en verdad, en que eso corresponde a una
situación real. Así es en el caso de Francoise, niña de ocho años, segunda
de una familia de cuatro hijos, que representa en su dibujo una familia casi
real donde figuran con el padre y la madre, tres hermanas y hermanos, que
son los suyos. Pero por una parte no se ha puesto ella misma y por otra
dibuja en la parte de debajo de la hoja una cuna, que tacha en seguida
declarando que en esa cuna duerme un bebe de seis meses.
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Figura 18.
EL DIBUJO DE FAMILIA CLÍNICAMENTE 57
Figura 19.
58 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
He aquí el caso de una niña de nueve años, Brigitte, que siendo zurda,
representa los personajes de derecha a izquierda, contrariamente a lo habi-
tual (por lo tanto los perfiles están invertidos). Ella hace su dibujo del
padre primero, después dos esbozos mal formados que declara ser 'yo "y
mama. Pero entonces dice querer tachar lo que había hecho y querer reco-
menzar (figura 19).
Se le da entonces otra hoja en la cual ejecuta un dibujo diferente y
reproduce su propia familia, con una valorización particular de su perso-
naje (el pelo) desvalorizado, sin embargo, por el lugar en el que lo pone,
ya que en el orden de edades ella debería haber figurado como tercera y
no como cuarta.
El problema es claro: Brigitte, que tiene una fuerte rivalidad fraterna y
un fuerte conflicto edípico, quiso en el primer dibujo interponerse entre el
padre y la madre, pero esta posición, interdicta, no la pudo mantener y de
ahí el segundo dibujo. En el curso de la entrevista, cuando se le pregunta
en que lugar pondría a la niña "yo," si pudiera elegir, responde "en el lugar
de la mamá".
el dibujo muestra el esbozo de una falda que Alain había dibujado prime-
ro. De nuevo aquí la ambivalencia sexual. En la entrevista desvaloriza,
por otra parte, al hombre, que es el menos bueno porque no hace todo lo
que le pide su mujer y el menos feliz porque está obligado a trabajar. En
cambio, la mujer es la más buena y la más dichosa, puesto que se hace
servir y para ella son verdaderas vacaciones. En el momento de identifi-
carse, Alain vacila; dice: "el marido" luego dice: "la· mujer" "tal vez por
que es la más feliz" (figura 20).
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Figura 20.
Figura 21
Figura 22.
EL DIBUJO DE FAMILIA CLÍNICAMENTE 63
Figura 23.
64 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 24.
66 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
diez años también, en relación con el cual Philippe nos dice que los ani-
males son los menos felices porque no se les da de comer y se les castiga
por cometer torpezas.
La tendencia en juego aquí, es evidentemente la oralidad. ¿Por qué
una expresión franca le es imposible?
Clínicamente notamos en la historia de Philippe signos de unafl}ación
oral sádica. Cuando tenía alrededor de los quince meses, si se le contra-
riaba, generalmente mordía. Ante eso su madre lo mordió a su tumo y él
no se atrevió jamás a volver a hacerlo. Por otra parte ha sido hasta los
ocho años anoréxico y sabemos que la anorexia indica una relación algo
dificil con la madre.
En los tests proyectivos de Philippe, la oralidad ocupa un muy impor-
tante lugar. En su test P.N. todo se trata de la oralidad, pero bajo una
forma conflictiva, bajo la forma de un constante dilema: ser alimentado o
alimentarse solo. Por otra parte, como se ve frecuentemente entre los ano-
réxicos, la avidez oral sádica es muy importante. Hay sobre eso temas
frecuentes en su P.N. y finalmente Philippe dice que "Pattenoire" va a
pedirle al Hada que lo trasforme en lobo "porque entonces tendrá mucha
comida; podría comer a todos los animales que encuentre a su paso ...
podría comer al resto de la familia ... "
Se comprende bien, entonces, que censurada por la madre, esta avidez
oral haya sido reprimida o que no ose expresarse en el dibujo sino bajo el
disfraz de un gato.
Es conveniente aquí preguntarse por que un instinto tan natural como
el de la alimentación no se puede expresar de manera directa. Frecuente-
mente, en casos parecidos, la avidez oral es signo de otra tendencia y de
manera particular reemplaza las pulsiones edípicas censuradas. Aquí los
tests nos muestran en Philippe un gran temor de crecer, de perder la pro-
tección de una madre a la cual, como el menor de cuatro hermanos, está
estrechamente unido. Su rechazo hacia la escuela, motivado en apariencia
por el problema visual histérico que da al niño la buena excusa de la enfer-
medad, aparece como ligado también a ese temor de crecer. Por otra par-
te, en el test P.N., Philippe esquiva el Edipo y no tendrá ninguna identifi-
cación con el padre, esposo de la madre. En NUIT, particularmente evoca-
dora de la intimidad del dormitorio de sus padres, llega al extremo de
olvidar al padre y a la madre y no pone en escena sino a los pequeños, que
solos en la noche, tienen miedo a los lobos.
Es perfectamente posible entonces, formular la hipótesis de que la in-
EL DIBUJO DE FAMILIA CLÍNICAMENTE 67
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Figura 25.
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Figura 26.
Figura 27.
también, luego la figura 94), que la disolución del hogar sea negada por el
sujeto, que quiso representar un padre y una madre que viven juntos aun-
que en realidad ya no lo hacen.
En sentido inverso se deberá ser particularmente atento en los casos en
que los padres están separados en el dibujo de la familia y colocados a una
cierta distancia uno de otro. Esta separación bien puede corresponder a
una realidad (ausencia de uno o divorcio). Pero en la mayoría de los casos
corresponde al deseo secreto del sujeto de disociar la pareja parental, lo
que es muy frecuentemente signo seguro de celos edípicos.
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Figura 28.
72 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 29.
EL DIBUJO DE FAM!l!A CLÍNICAMENTE 75
Figura 30.
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Figura 31.
II
Objetividad y subjetividad
Hemos visto que la consigna dada por nosotros: "dibuja una familia de
tu invención", sustraía en gran medida al sujeto de la prisión de lo real,
representado por su verdadera familia y permitía que la proyección se
hiciera mucho más libremente.
Y sin embargo, a pesar de esa consigna muy liberal, un buen número de
78 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
1. La familia verdadera
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80 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
2. La familia imaginaria
Figura 33.
tiene la nostalgia de una infancia que no ha sido feliz, tiene mejores rela-
ciones con su padre, que se ha mostrado siempre muy gratificante con él.
El es también la niña de trece años acostada en su cama, puesto que tiene
una fuerte propensión a comportarse de una manera femenina y le gusta,
por otra parte, pasar mañanas enteras perezosamente en su habitación.
Es legítimo preguntarse como puede ser la personalidad de un joven
identificado de esta manera con tres personajes diferentes: un bebé, un
muchacho y una niña que está acostada. Es seguro que una personalidad
de ese modo dividida y regresiva debe tener las más grandes dificulta-
des para asumir la condición masculina. Y el hecho es que Jean-Pierre, a
pesar de su viva inteligencia es incapaz de concentrarse y de realizar
ninguna tarea.
3. Síntesis interpretativa
La reacción agresiva
Es excepcional, ya lo hemos dicho, que una fuerte carga de agresividad
pueda expresarse en relación con un rival en el dibujo de la familia, test en
el que las defensas del Yo son muy poderosas. Jamás se ve en el dibujo a
los hermanos intercambiando golpes. A lo sumo el niño, en el curso de la
conversación que sigue, podrá declarar que su personaje de identificación
no es bueno que golpea a los otros o, a la inversa, que él es golpeado por
uno u otro de sus hermanos.
Se puede medir toda la distancia que hay entre el dibujo de la familia y
otras situaciones de proyección comparando, por ejemplo, el contenido
de los temas psicodramáticos del mismo niño. Veamos por ejemplo el
caso de un niño de diez años, Paul, que desde hace varios años no hace
progresos en la escuela y se muestra en su casa cada vez más confronta-
dor, sobre todo con respecto a su madre. Ha tenido una hermanita cuando
tenía cinco años y parece que este nacimiento ha sido la causa de todo.
Paul, en los otros test de proyección (entre otros el test PN) atribuye al
héroe la edad de cinco años, que es justamente la edad de su hermanita.
Ésta es por lo tanto para él la edad de oro ''porque los chiquitos no saben
si lo que hacen está mal". Sabemos, por otro lado, que Paul está profun-
damente celoso de su hermana diciendo siempre que se la mima más que
a él y habla de ella con desprecio diciendo "no es más que una enanita de
cinco años tan insoportable como yo" La situación clínica es, por lo tan-
to, de las más claras.
No es sin embargo en el dibujo de la familia donde hemos encontrado
la expresión más franca de la rivalidad de Paul, sino en un dibujo ejecuta-
do por él en el marco de un psicodrama.
Figura 34. Veamos este dibujo con el comentario que añade Paul. Un
muchacho de nueve años ha tomado el bebé de manos de la mamá y ella le
dice: "¡Exageras!
[Dárnela en seguida! ¿Qué dirías si yo te hubiera entregado así a tu
hermano mayor?" Y el muchacho responde: "[No! Ese bebé es insignifi- -
cante, en cambio yo trabajo bien, soy más interesante." Pero enseguida,
como no sabía que regalo hacer por el Día de la Madre, va a meter el bebé
en una caja con agujeros y ofrecérselo a su madre, que estará contenta.
94 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILJA
Figura34.
Una terminación más posesiva que agresiva, porque en ella es él quien da
un bebé a su madre y se ve muy larvadamente bosquejarse detrás de la
rivalidad fraternal un tema edípico de secreta rivalidad con el padre.
~-------------
Figura 35.
96 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 36.
He aquí el dibujo de la familia extravagante de Viviane. La mamá di-
bujada primero, a la izquierda, tiene casi aspecto humano. Después viene
el hermano de diez años estilizado de manera barroca y el padre, muy
deforme también. En el nivel inferior figura un.animal extraño que Vivia-
ne declara que es "el lobo", ·de setenta años, malvado -ella le atribuirá
más tarde cuarenta años y estar muerto. Ella se identificará con él "porque
se come todo el mundo".
98 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Il
En otros casos, con mucho los más frecuentes, la censura del Yo, que
impide toda expresión de franca agresividad, fuerza la tendencia a expre-
sarse de una manera indirecta y con mucha frecuencia toma la forma de la
desvalorización del rival.
Se pueden observar todos los grados, desde la negación completa de la
existencia del rival hasta las formas más atenuadas de desvalorización.
No es posible decir con exactitud en qué medida, estos diferentes grados,
dependen de la intensidad variable de las pulsiones o de la inhibición de
esas mismas pulsiones por la defensa del Yo, pero nos inclinamos a creer
que el rol preponderante lo juega la inhibición.
1.- Los casos más típicos son aquellos en los que el niño, habiendo
representado su propia familia, omite hacer figurar alguno de sus herma-
nos; uno puede asegurar en estos casos que es ese con el cual mantiene las
peores relaciones. En diferentes términos, digamos que es aquel que no
puede investir y que no puede ser para él un personaje de identificación.
Todo sucede como si el niño se dijera en su interior: "a éste yo no lo
conozco; no quiero tener nada que ver con él".
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Figura 37.
...¡
Figura 38.
102 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
mera hermana, nacida cuando él tenía once meses, habiendo por otra parte
compartido la habitación con ella hasta los cinco años. Pero con la segun-
da no ha pasado lo mismo; su carácter se ha alterado y los padres han
notado que disputa mucho con ella y prefiere estar solo. Al nacimiento de
la tercera hermana, a sus ocho años, ha protestado, quejándose de que
fuera otra vez una niña y una vez, cuando ella tenía cinco años, jugando, la
ha asido de la garganta e intentado estrangularla. Es entonces claro desde
el punto de vista clínico que Patrick ha aceptado a su primera hermana,
pero no a las otras dos y que sus problemas nerviosos tanto corno su con-
ducta anormal están relacionados directamente con la rivalidad fraterna.
Su dibujo de la familia nos lo muestra muy bien. Después de los padres
representa a su hermana de diez años y se pone a sí mismo corno último,
desvalorizándose entonces por esa situación, así corno por la declaración
de que es el menos bueno porque molesta a su hermana. Pero corno puede
verse elimina completamente a sus dos hermanas más jóvenes.
2.- Hay casos donde los celos agresivos no se dirigen sólo a uno de los
hermanos sino a todos. El niño no representa entonces a ninguno de sus
rivales; es el tema del niño que querría ser único.
En nuestra estadística de mil doscientos casos hemos observado ese
tema en doscientos noventa. Es necesario, por supuesto, restar de esa cifra
a los niños que realmente son hijos únicos cuando reproducen su situación
real, lo que hemos constatado en veintiún casos sobre un total de ochenta
y tres hijos únicos.
Queda entonces el hecho de que doscientos sesenta y nueve veces ni-
ños pertenecientes a familias de dos o más hijos se representan solos. Esta
eliminación sistemática de los rivales se observa más particularmente en-
tre los muchachos (27%) que entre las niñas (19%}.
Pero si se constituyen dos grupos de edad diferentes, comparando los
niños de seis a once inclusive con los de doce a dieciséis, se obtiene para
el primer grupo más o menos la misma cifra para los dos sexos ( 19%). En
cambio, para el segundo grupo existe una diferencia significativa entre
varones y mujeres: las muchachas mantienen una tasa vecina al 22%, mien-
tras que los varones tienen una cifra bastante más elevada, el 33%. Se
puede concluir de estas cifras que existe en el corazón de muchos niños un
secreto deseo de gozar solos del afecto de sus padres y que ese deseo es
particularmente fuerte entre los varones al llegar a la pubertad.
Clínicamente podernos concluir de este terna: en primer lugar, que el
LAS RELACIONES FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 103
Figura 39.
104 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILJA
Figura 40. Maryvonne, de doce años, fue hija única hasta los ocho
años; época en que le nació una hermanita que, al principio, pareció acep-
tar bien. Pero luego, como la recién llegada era la favorita del padre, Ma-
ryivonne pasó a estar muy celosa. En su dibujo de la familia ella se dibuja
primero, después a la madre y al padre y, terminado el dibujo, dice de sí
Figura 40.
FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 105
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....¡ .2. 3
Figura 41.
106 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
S"
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Figura 42.
108 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 43. He aquí otra vez el caso de Pascale, niña de siete años
cuya observación y dibujo han sido ya mencionados en el Libro 1 (figura
16). El dibujo, reproducido otra vez aquí, reproduce la familia real, en
Figura 43.
LAS RELACIONES FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 109
III
La reacción depresiva
.3
Figura 44.
M
7 /1
Figura 45.
LAS RELACIONES FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 113
Figura 46. Tenemos aquí el caso de una niña de once años, Danielle, la
mayor de ocho hermanos, que tiene grandes dificultades en el colegio.
Pasa por ser muy lenta en todo lo que hace. En realidad sueña, y sus fan-
tasías habituales le impiden estar presente para hacer bien lo que se le
pida, tanto en la casa como en la escuela. Se le reprocha además su afición
a las golosinas.
Su dibujo de la. familia reproduce, con nombres y edades reales, las
personas de su familia. Pero se puede ver que faltan algunos: el padre, dos
muchachos nacidos inmediatamente después que ella, el cuarto, también
varón y finalmente, Danielle misma. No figuran, entonces, sino la madre
y cuatro hijas, todas con hermosos vestidos de baile, porque estamos en
Navidad. Una primera cuestión: ¿Por qué todos los miembros masculinos
son eliminados?
Se puede responder a eso que el padre, tuberculoso recidivante, tiene
frecuentes estadías en el hospital y está mucho tiempo ausente de la casa.
114 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
3
1
Figura 46.
En cuanto a los tres hermanos, sobre todo los mayores, aparecen como
los rivales directos de Danielle y es sin duda por eso que ella los ha
omitido. Cuando se le pregunta por sus preferencias, dice querer más a
Sylvie, la más buena y considerará como la edad de oro, justamente la
edad de Sylvie "porque nos levantan en brazos" (la pequeña que figura
en su cuna en 5).
Si es olvidada en el dibujo es seguramente porque se considera indig-
na de figurar en él. A la pregunta: ¿Quién es el menos feliz?, primero
respondía: "nadie", y después, bajo insistencia: "alguien que no está acá,
puede ser Danielle." Para finalizar se identifica con la madre. Porque
tiene niños.
Su test PN nos confirma a la vez su rivalidad fraternal y su modo de-
presivo de reaccionar. Por una parte se pone como hija única y sostendrá a
lo largo de todo el test que los otros dos son sólo camaradas. La tendencia
al refugio oral hacia la madre es constante. La rivalidad es expresada de
LAS RELACIONES FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 115
manera más bien depresiva; así es que en TÉTÉE 2, son los dos otros pe-
queños quienes impiden a Pattenoire mamar; y en BATAILLE, es el otro
quien muerde a Pattenoire y éste no hace sino defenderse. Pero tenemos la
confirmación del deseo de Danielle de ser hija única cuando, después de
haber dado por PORTÉE un tema banal, diseñará la imagen diciendo: "hu-
biera preferido no tener hermanitos."
La tendencia depresiva con culpabilidad se expresa sobre todo final-
mente en los tres deseos pedidos a la FÉE, que son promesas de supera-
ción moral.
Figura 47. Este es el caso de Nicole, niña de trece años, que dibuja su
verdadera familia, con su hermano Sergio y ella misma. Pero en realidad
Figura 47
116 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 48
LAS RELACIONES FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 117
La reacción regresiva
y la identificación con un bebé
Figura 49. Estamos ante el caso de Jackie, de doce años y medio, que
se encuentra en situación dificil entre un hermano de trece años y medio
que lo aplasta con sus éxitos estudiantiles y un pequeño de seis años a
quien envidia. Es sin embargo inteligente (QI de 100 en el WISC), pero es
nervioso, inestable y ha sido durante mucho tiempo disléxico, lo que ha
hecho que nunca le gustara la escuela. Es, por si fuera poco, zurdo y enu-
rético nocturno constante.
Su dibujo de la familia (perfiles vueltos hacia la derecha como lo hacen
frecuentemente los zurdos), representa, junto a los padres, un pequeño
niño de dos años, inexistente en la realidad. Ahora bien, esta edad de dos
años es muy importante para Jackie y se la encuentra constantemente en
otros test. Por ejemplo, en el PN, Pattenoire y sus dos hermanos tienen
dos años; dicho de otra manera, son un solo y único personaje. Jackie da
también los dos años como la edad de oro, porque uno es "pequeño a esa
edad y lo dejan hacer todo lo que quiere". Agreguemos que los temas del
PN expresan de una punta a la otra la frustración del héroe a causa del
nacimiento de los más pequeños; se manifiesta también una fuerte carga
agresiva contra la madre, que el héroe finalmente hace morir y una bús-
queda incesante de una madre complaciente.
Sabemos que la madre de Jackie lo ha censurado mucho por sus fraca-
sos escolares y tendremos alguna idea de la repugnancia que muestra el
muchacho por lo que le hacen hacer cuando sepamos que para él, la edad
menos feliz son los doce años "porque hay muchos deberes en el colegio
y muchas cosa que hacer en casa".
Se constatará que, al revés de lo que sería esperable, no es la madre la
que en el dibujo está junto al pequeño niño, sino el padre. Es por otra
parte con ese padre que Jackie se identifica "porque es él quien manda"
pero no hay dudas de que se identifica también con el pequeño.
Figura 50.
Figura 51.
Figura 52. Madeleine, niña de diez años y medio dibuja dos chicas:
una de dos años y otra de 8. Dice enseguida que la más pequeña es la
preferida de todos: del papá, de la mamá y de la hermana mayor.
Aquí, como en nuestro tercer caso, la interpretación choca con el hecho
de que Madeleine es la segunda de siete hermanos. Pero en su dibujo no
hay sino dos niñas, que no corresponden a su familia real y no están los
padres. En rigor se podría pensar que la niña se ha representado con su
hermana mayor, ambas rejuvenecidas. Sabemos, en efecto, que Madelei-
ne, que tiene un QI d 100, trabaja muy mal en clase y se muestra indolen-
te y pasiva para todo; se contenta con seguir a su hermana mayor, de once
años y medio, que por su parte, es muy activa, al punto que los padres han
comprendido que es necesario separarlas. Pero entonces ¿y los otros her-
manos? ¿Por qué Madeleine no los hace figurar, ya que se nos dice que
ella quiere mucho a los más pequeños y no ha.demostrado celos jamás?
Los otros test proyectivos nos permiten responder a esa pregunta reve-
lándonos, disimulada detrás de defensas muy activas, una intensa rivali-
dad fraterna. En el PN Madeleine, se coloca en la posición de hija única,
124 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
con una edad regresiva y mantendrá esto durante todo el test, expresan-
do así su deseo de no tener hermanos ni hermanas. Los temas se desarro-
llan en un clima de inhibición, pero bruscamente en los P.I. la defensa
cede y analizando la imagen PORTÉE, que ella dice no gustarle, Madelei-
ne declara que Pattenoire está celoso, que querría haber nacido último
para que los padres se ocupen de él y que va a llevarse a todos los recién
nacidos para tirarlos al agua. Pero este tema criminal es retirado apenas
enunciado y Madeleine dice que la madre los va a traer sanos y salvos
del borde del pantano, lo que nos indica con que fuerza el Yo censura
aquí sus pulsiones.
En su TEST DE LA ALDEA, Madeleine vive con sus padres, un hermano
de diez años, preferido del padre y un bebé en la cuna, preferido de la
madre. La misma situación que en el dibujo de la familia se encuentra
aquí: dos niños que no existen en la realidad. Podemos entonces pensar
que, tanto en un test como en otro, ella se proyecta desdoblándose. En el
dibujo es la niña grande, próxima a ella por la imagen, pero es también la
pequeñita preferida por todos. Es al final con esa pequeña de dos años con
quien se identifica.
Figura 52.
LAS RELACIONES FRATERNALES Y LOS CONFLICTOS 125
Conclusiones
una regresión con identificación con el rival nacido después, proceso que
parece muy frecuente.
En los dos últimos casos no es siempre fácil, a primera vista, atribuir
los problemas a la rivalidad fraterna, porque ésta parece como ausente del
cuadro clínico: "No hay ningún problema por ese lado", dicen los padres.
Sucede a veces, sin embargo, que habiendo los problemas comenzado
poco después del nacimiento de un hermanito, uno toma nota de la rela-
ción causal posible entre los dos hechos. Pero más frecuentemente sólo el
análisis proyectivo permite, como lo hemos visto, descubrir un conflicto
profundo enmascarado bajo las defensas represivas o depresivas.
Agreguemos esto es muy importante para el pedagogo que la reac-
ción agresiva es la más sana de las tres, cuando no pasa más allá del
grado en que puede ser peligrosa. La experiencia demuestra, en efecto,
que es más conforme a un buen equilibrio de adaptación el poder exte-
riorizar un conflicto, por desagradable que pueda ser esa exteriorización
para el entorno.
En revancha, la reacción depresiva y la reacción regresiva son reaccio-
nes neuróticas y no aportan una solución real al conflicto, que permanece
reprimido,
En la práctica, la reacción agresiva es ordinariamente tratada con sim-
ples medidas pedagógicas, que deberán apuntar, por otra parte, tanto a la
conducta de los padres como la de los niños.
En cambio, las reacciones depresivas y agresivas son más frecuente-
mente objeto de una psicoterapia, en el curso de la cual el conflicto inicial
podrá ser vivido de nuevo y resuelto del modo que salvaguarde mejor la
expansión de la personalidad del niño.
II
iglesia y "hacen pipí"; o más bien fueron a "hacer pipí" a la escuela por-
que no lo habían hecho antes de casarse. Cuando se lo preguntan aclara
que generalmente las mamás y las niñas no "hacen pipi" como los seño-
res, que los papás tienen una "cometa" mientras que las mamás no la tie-
nen. Pero en esta familia mamá tiene una porque ella quiere ser como
papá y la niñita también. Y el papá tiene busto para ser como mamá. Para
finalizar Yvette se identifica con la mamá
Figura 53.
III
--)
Figura 54.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 137
Tenemos aquí a título de ejemplos dos casos en los que el niño se iden-
tifica con el padre de su sexo.
Figura 54. Isabel/e, de diez años, tiene dos hermanas menores a las
que nunca ha aceptado y que están ausentes en el dibujo. Ella acaba de
tener un hermanito, que acapara totalmente, diciéndole a su madre, de la
que está celosa: "Este bebé es mío". En el dibujo los padres están espe-
cialmente valorizados como rey y reina y se puede notar además que la
madre está embarazada. Es con esta madre-reina con quien la niña se
identifica.
...
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Figura 55.
Figura 55. Christian, de siete años, tiene una hermana menor que no
representado en el dibujo. Figuran después del padre, la madre, la abuela
el abuelo sobre la izquierda y finalmente él mismo, un poco aislado
la derecha. Ha provisto al padre de un atributo guerrero, una espada
y esgrimida hacia delante, como si la mano derecha hubiera
suprimida y la espada la reemplazase formando parte integral del
El niño se identifica con este padre porque "hace la guerra".
138 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 56.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 139
m ¡m
•
Figura 57
140 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 58.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 141
Figura 59.
142 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
chico de quince años está muy cerca de la madre. 2º) es igual de grande
que el padre y provisto de los mismos atributos (vestimenta, sombrero,
trenza, etcétera).
Ignoramos si el padre de Jacques tiene efectivamente una preferencia
por el hermano menor. Pero sabemos que Jacques es un muchacho muy
inhibido, suave, solitario, que prefiere la calma de la casa y está muy ape-
gado a su madre. Agreguemos que ha dormido hasta los once años en el
dormitorio de lospadres y frecuentemente en la misma cama.
Es interesante remarcar que según Jacques la escena dibujada tiene lu-
gar en China. Vemos que está funcionando aquí un mecanismo de defensa
por desplazamiento, ya que toda situación trasportada a un país lejano
debe ser menos fácilmente reconocible como apta para implicar a un miem-
bro de la familia.
Figura 60.
por qué, contesta. "porque ustedes son ladrones" y luego corrige "para
robarles la plata". La señora pide socorro. Llega un policía que domina al
bandido, a quien lleva a la cárcel.
El tema está claro: la pareja bien unida representa a los padres que no
pueden ser separados uno del otro; el bandido, por supuesto es Henri mis-
mo, el hijo cargado de agresividad. La ambivalencia es importante aquí;
el chico se considera frustrado, por lo tanto roba a sus padres. De hecho es
él quien querría robarlos. Pero está en la misma naturaleza del conflicto
neurótico que las tendencias agresivas susciten una culpabilidad y sean
castigadas por la censura introyectada por el Superyó. Y es por esto que
Henri, después de haber hecho de bandido, hace también de policía.
En el dibujo de la familia, los temas de celos son siempre muy atenua-
dos, ya sea que se expresen directamente, como en el caso de la figura 61
o de una manera simbólica como en las figuras 62 y 63.
Figura 61.
Figura 62. En el caso de Pierre, de doce años, pero cuyo nivel intelec-
tual no pasa de los nueve, la rivalidad fraternal (es el cuarto de seis) se
traduce por la eliminación de los otros cinco. El padre, representado pri-
mero, posee un magnifico sombrero y el tema es que el monigote a su
lado, que representa un muchacho de diez años con el que Pierre se iden-
tifica, ha querido llevarse el sombrero del padre, por lo cual este va a
golpearlo y el niño tiene mucho miedo .
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Figura 62.
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Figura 63.
edad de oro son los tres años. En su dibujo no pone sino un niño, un
muchacho de cinco años. La agresividad edípica la encontramos aquí del
padre al muchacho, que dice: "préstame tu bastón" y el padre se la rehusa.
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Figura 64.
Figura65.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 149
y al mismo tiempo temor hacia el acto sexual considerado como una agre-
sión sádica. Jacqueline ha hecho de sus temores el sujeto de un psicodra-
ma que ella ha luego dibujado: "un gran gigante cuya cabeza toca el
techo lleva a la niña en sus brazos. Ella pide socorro a su madre pero
esta no viene; se despierta de golpe: no era más que un sueño". La mane-
ra en la cual Jacqueline ha dibujado este tema remarca muy bien la ambi-
valencia de sus sentimientos, ya que se tiene más bien la impresión de que
ella se arroja en los brazos del hombre (figura 65).
En cuanto a las relaciones de Jacqueline con su madre, son de tipo
agresivo, fuertemente culpabilizado y vuelto en sentido contrario. Si la
niña tiene miedo de que la madre parta y no vuelva más, como la noche
del nacimiento de su hermanito, es porque en el fondo de su corazón ella
desea esa partida, para quedar sola con el padre. Pero ese deseo oculto le
produce una viva culpabilidad; es por eso que se confiesa con frecuencia
y le preocupa saber si su madre aún la quiere y, además, en su dibujo no se
atrevió a eliminar a su madre y quedar sola con el padre.
Figura 66. Michéle es una niñita de ocho años, que tiene un hermanito
de dos, del cual está muy celosa. Trabaja mal en la escuela y tiene un
carácter depresivo; lloriquea sin cesar, vive con el temor constante de ha-
cer mal las cosas y de que su madre o su hermanito mueran.
Su test PN nos revela que esta tendencia depresiva está ligada a una
rivalidad fraterna. HESITATION será la menos querida, porque Pattenoire
cree que ha sido abandonado. Él piensa que nadie lo quiere a causa de su
mancha negra. Y PORTÉE es negada, con la aclaración de que los grandes
tienen celos de los pequeños porque ya no serán ellos los más queridos y
quieren intentar hacer desaparecer a sus rivales escondiéndolos bajo la
paja.
Su dibujo de la familia está conforme a la realidad: las deformaciones
que comporta son, sin embargo, muy interesantes; l º) la niña se pone en
primer plano, al lado del padre y sosteniendo su mano. 2º) la madre, unida
también al padre, está netamente desvalorizada por su pequeño tamaño.
3º) el hermanito es puesto apartado y abajo, lo que significa que se lo
querría eliminar. De todo esto podemos concluir que el temor de Michéle
de perder a su madre o a su hermano es el negativo de su deseo secreto de
eliminarlos a ambos, lo que no se atreve a hacer en su dibujo, ya que esto
le causaría una muy viva angustia de culpabilidad.
El dibujo manifiesta también de manera muy clara el deseo de Michéle
150 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 66.
de ser la preferida del padre. Hemos visto aquí una excelente convergen-
cia de índices en la Fabula del Aniversario de Louise Düss, en la cual se
pregunta por qué la niñita ha abandonado la sala en la que se festejaba el
aniversario del casamiento de sus padres. Michéle respondió: "La niña ha
salido al jardín porque estaba triste, ya que no quería que su mama se case.
No quiere tomar el lugar de su mamá porque es muy pequeña. Cuando sea
grande, entonces sí que su papá querrá que ella tome el lugar de su madre
y se casarán."
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 151
Figura 67. Guy, de siete años de edad, tiene una hermana de tres años
y un hermanito de dieciocho meses, pero ninguno de los dos figura en el
dibujo. En su lugar, Guy representa muchos muchachos de edad creciente:
siete años, (su edad) nueve y dieciocho años, después la madre junto al
muchacho de dieciocho, el que le enseña a andar en bicicleta. En cambio
el padre figura en último lugar, a buena distancia y es de notar que figura
sin cara; es, por otra parte, considerado el menos bueno, porque es muy
violento y el menos feliz por la misma razón. En revancha, el chico de
dieciocho años es el más bueno y el más feliz y es con él con quien Guy se
identificará.
Figura 67.
152 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
13
Figura 68.
154 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
más bueno y se identifica con él. De su propia iniciativa dice: "No hice un
papá. A lo mejor habría que hacer uno" Y como le respondemos que pue-
de hacer lo que quiera, dice: "prefiero que no haya ninguno." Y declara
que no hay otros niños, que la mamá querría tenerlos pero no puede y que
el bebé prefiere estar solo.
Figura 69~ Francine, niña de siete años incluye en su dibujo dos per-
sonajes: un niño y un adulto, de sexo mal definido. Pero luego dice que
esa figura es papá y mamá, que la familia está completa así y que esos
padres no tendrán más hijos porque no los quieren. Ella se identifica con
la madre.
Esta niña, segunda de cinco, es muy mal aceptada por sus hermanos y
se muestra violenta con ellos. En el test PN ella atribuye al héroe la condi-
ción de hijo único. Una agresividad muy fuerte se manifiesta contra la
madre y en el PN no es la madre sino el padre quien hace a los pequeños
y se ocupa de ellos. Francine agrega que prefiere con mucho a Pattenoire
Figurativ.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 155
a los demás y que le gustaría quedarse solamente con él. Pero vacila con-
tinuamente entre dos posiciones extremas: la de pequeño bebé privilegia-
do por la madre (edad de oro: dos meses) y la de la mamá esposa del
padre.
Hemos podido ver en estos dos dibujos la manera en que se expresa la
defensa del Yo contra las pulsiones edípicas. En el primero no es un mu-
chacho grande de la edad de Bemard quien está solo con la madre, sino un
bebé, lo que es menos grave y por otra parte están separados por una gran
mesa. En el otro dibujo, aun cuando sea claro que Francine ha tenido al
principio la intención de representar a la niñita al lado del padre, ella se
defiende contra esto diciendo que se trata de la madre, para volver a caer
en su intención inicial, ya que es con la madre con quien se identifica.
Figura 70.
156 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
IV
Pero la censura es mucho más fuerte en los casos en los que el conflicto
edípico es más intenso, obteniéndose entonces temas enmascarados en
Jos que no se puede reconocer la existencia de los sentimientos edípicos
ocultos sino con una interpretación en profundidad. Se sabe que es en
estos casos cuando el Yo rechaza hacia el inconsciente las pulsiones cen-
suradas y que llega muy frecuentemente a sustituirlas en la consciencia
por tendencias exactamente contrarias, comoformaciones reactivas.
Los mecanismos de defensa del Yo puestos en acción contra el Edipo
son numerosos y vamos a estudiar los principales de ellos considerándo-
los a cada uno en su acción aislada, como si actuaran así. Pero digamos de
entrada que se trata de una esquematización algo arbitraria, ya que en la
realidad de los casos hay, frecuentemente, una asociación de muchos me-
canismos de defensa concertando sus acciones.
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~
Figura 71
ha llegado ante nosotros. Este muchacho, educado por padres muy seve-
ros, ha estado bajo una presión educativa tan fuerte como constante. Su
ansiedad queda clara también en los test de proyección. Es así que en el
PN no ha acercado sino temas breves de inhibición, pero en la imagen
NUIT ha visto inmediatamente un lobo que, dice, va a matar y comer a
Pattenoire.
En el transcurso del test no querrá asumir ninguno de los papeles y será
dieciséis veces una persona, con el argumento de que no quiere ser un
cerdito porque el lobo lo va a comer. En casos como este estamos autori-
zados a pensar que el temor ansioso es la imagen en negativo de una fuerte
agresividad subyacente, pero censurada y v~elta sobre sí mismo. La psi-
coterapia nos lo confirma: el muchacho ha jugado siempre con temas muy
agresivos, sobre todo contra el padre y figuraba muy frecuentemente como
un lobo devorador del cual él asumía el rol. Esta catarsis de agresividad
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 159
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Figura 72.
más pequeños, sobre todo porque su madre se ocupa poco de él. Su test
PN es desde este punto de vista significativo: se pone en posición regresi-
va de hijo único (muchacho de dos años) y desarrolla largamente un tema
de frustración en relación con sus hermanos, con una madre frustrante. La
imagen de la PORTÉE es muy significativa: el tema es que los más grandes
quieren matar a los más pequeños: la imagen será sin embargo la más
amada con, en último momento, una identificación regresiva con los más
chicos. La FÉE no es querida; Marce! ve aquí un "hada-mamá" y dice que
ésta quiere cambiar a Pattenoire en un malvado lobo que va a devorar a
todos los cerditos; Pattenoire no querrá ser trasformado de ese modo, pero
la madre lo hace porque éste ha sido malo: en efecto, Pattenoire le ha
hecho cosquillas en el vientre con un bastón cuando dormía.
3°) Esta declaración tiene un carácter sexual certero y nos hace volver a
la agresividad del dibujo de la familia contra un personaje paternal. Una
primera suposición podría ser que Marce! ha 'desarrollado en el pasado
una fuerte animosidad contra su padre, quien se ha divorciado. Pero tene-
mos la prueba de que el hombre agredido por la serpiente es el padrastro,
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 161
Figura 73.
...
Figura 74.
164 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 75.
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Figura 76.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES _ 167
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Figura 77.
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i--J. ·-~J
Fig. 78
Figura 78.
168 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
dibujo está hecho con mucho cuidado, dominado por un sol que lanza sus
rayos sobre ella, dibuja en el borde opuesto de la hoja al papá, mirando
hacia ella (figura 76); después la madre dando la mano al padre (figura
77); en cuarto lugar, después de un tiempo de detención, una niña de nue-
ve años entre la madre y la niña de catorce años. Finalmente Catherine
dirá que ella es esa hija mayor, la primera dibujada. Como es hija única, la
niñita de nueve años es un personaje agregado, cuyo significado debere-
mos buscar. Conviene tener en cuenta que esta niña de nueve años va a
ser, con sus dos brazos tendidos, el nexo entre la hija de catorce y la pareja
paterna, y que, para realizar esa unión Catherine vuelve a dibujar, sepa
rándolos del cuerpo, los brazos de la niña y de la madre.
Se puede pensar fundadamente que ese personaje agregado es una pro-
yección de Catherine misma a la edad de nueve años. Se puede deducir
que, en su edad actual-que ella desea sobrepasar-, Catherine intenta man-
tenerse a distancia de la pareja de sus padres, del padre primero y luego de
ambos vistos en su unión. Pero esta toma de distancia le causa sufrimiento
-el sufrimiento de la soledad- y vuelve en su imaginación a la época de
sus nueve años en la que era sin duda más dichosa, unida con los suyos.
Encontramos la misma situación edípica dificil en el PN, donde el con-
flicto es resuelto por medio de un renunciamiento a toda competencia con
la madre, reemplazado por una regresión con deseos de volver a encontrar
la edad de oro infantil.
Estas deducciones proyectivas aclaran remarcablemente bien el pro-
blema clínico. Catherine, en efecto, nos fue llevada a causa de un declive
escolar importante, que data de un año atrás. Es una niña inteligente, que
no había tenido hasta entonces más que éxitos en el colegio. También
deberemos tomar nota de que es también desde hace un año que, habién-
dose mudado la familia, Catherine debe dormir en el dormitorio de sus
padres, con todo lo que esto puede implicar en cuanto a perturbaciones
afectivas en una muchacha en plena evolución de la pubertad.
Figura 79.
...
Figura 80.
Figura 81.
Figura 82.
Figura 83.
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 175
Figura 84. Cathy, de once años, nos es traída por tener dificultades
escolares, sobre todo desde hace un año. Su desarrollo ha sido normal y
nada parecía motivar en este caso un análisis proyectivo. Es el dibujo de la
familia lo que ha atraído nuestra atención sobre la existencia de un proble-
ma y nos ha llevado a seguir la investigación en profundidad.
Cathy se representa en primer lugar, valorizándose por el dibujo y por
la aclaración de que ella es la más buena porque da la mano a su hermanito
para cruzar la calle. La vemos, en efecto, dar la mano a un niño de diez
años, bien valorizado también.
Esto hace alusión a una situación que efectivamente ha existido; la niña
tenia un hermano, cinco años mayor, que sufría el síndrome de Down y
era incapaz de arreglarse solo y al cual Cathy ha debido proteger. Ese
muchacho era el preferido de la madre y cuando murió a los diez años la
madre, inconsolable, le dedicó un verdadero culto, manteniendo toda la
casa en un clima de duelo perpetuo. Así es que cuando Cathy cumplió a su
vez diez años la madre no hizo otra cosa que subrayar que a esa edad
había muerto el hermanito (sic).
,._ 1.iz.-
Figura 84.
aparece aquí como muy débil, incapaz de asumir ni las tendencias ni las
sanciones aunque la noción del deber está frecuentemente invocada de
una manera artificial y forzada.
Sabemos también que Cathy ha estado muy celosa de su hermano ma-
yor y ha deseado fuertemente estar en su lugar. Se podría interpretar en-
tonces el hecho de que el hermano figura y valorizado, en lugar de haber
sido eliminado, como se hubiera podido esperar y dibujado además como
idéntico al padre, como una indicación de que se trata de un doble mascu-
lino de Cathy y al mismo tiempo un sustituto del padre.
Figura 85.
178 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 86. Laurent, de ocho años, nos es traído a causa de sus proble-
mas de carácter. Muy mimado en su primera infancia, ha aceptado muy
mal las obligaciones de la vida familiar y del estudio y cuando llegó -
hacia sus seis años- una hermanita, aunque la adoraba y no estaba celoso -
según dicen los padres- exigía que hicieran con él lo mismo que con la
bebé, lo que nos pone ya sobre la pista de una identificación regresiva.
Figura 86.
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Figura 87.
Figura 88.
comida, tejer, hacer vestidos para las muñecas y jugar con su sobrinita, de
cuatro años, a quien adora. Finalmente desea ser peluquero de señoras
cuando crezca. En la escuela es bien educado, estudioso, muy suave y
para nada peleador.
Su dibujo de la familia representa a la izquierda a la madre, el padre y
luego una niña de siete años que será su identificación declarada.
Parece entonces que la madre es puesta en primer plano y él se ve
regresivamente a sí mismo como una niña de siete años. Lo que es más
especial es la ausencia de manos y pies en los tres personajes dibujados.
Cuando uno suma esto a la parálisis puramente histérica que ha dado
tanto miedo al muchacho, podemos pensar que es víctima de una culpa-
bilidad ansiosa, relacionada con tocar, lo que nos lleva al trauma del
"lecho" conyugal. Si tenemos en cuenta que las mujeres alcohólicas
muestran muchas veces, cuando han bebido, una ausencia total de pu-
dor, se puede pensar que Pierre ha sido afectado por conductas inconve-
nientes de su madre. Tal vez ella misma lo ha acariciado, o se ha hecho
acariciar por él. En todo caso no es una censura exterior lo que ha inter-
dicto al chico esa intimidad, sino una censura interior que alcanza aquí a
ser una verdadera mutilación, especialmente de la mano culpable. El
ataque de pseudo parálisis es con mucha probabilidad un fenómeno de
esa índole. Y el hecho de que después de ese accidente Pierre haya inten-
tado suicidarse, aunque sea muy tímidamente, nos dice que no logra
resolver el conflicto interior.
Es que se trata de un sujeto muy ambivalente. En apariencia tiene una
fuerte carga de hostilidad contra su madre, bajo la forma continua de
rechazo y negativa a aproximarse a ella y bajo la forma intermitente de
crisis de nervios. Y por otra parte, a favor de las inclinaciones naturales
de su carácter, ha puesto todo su afecto sobre su padre, como lo haría
una niña.
Pero esto es la apariencia, el Edipo invertido. En la profundidad per-
sisten los sentimientos primarios del Edipo normal como nos lo va a
mostrar el T.A.T. En este test, hay un tema que vuelve continuamente: el
héroe hace tonterías o se conduce mal. Se le reprocha. El lamenta lo que
ha hecho y dice que va a corregirse. O bien, lo que viene a ser lo mismo,
el héroe escucha los consejos de quienes tienen más experiencia. En
repetidas ocasiones la relación es la de un niño con su madre, aparecien-
do la imagen maternal como muy censuradora, pero también como muy
protectora y el héroe busca refugio a su lado. Esto llega hasta el deseo
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 187
Figura 89.
Como el sujeto del caso precedente Paul tiene una madre enérgica, que
ejerce la autoridad en la casa y un padre que está ausente muy frecuente-
mente y, cuando está, se muestra algo blando de carácter.
Tiene una gran frustración surgida de que su madre ha debido pasar
dos años internada cuando Paul tenía cinco. Había además contagiado
una enfermedad a sus dos hijos, que debieron ser internados juntos por
el mismo periodo aunque no con la madre. De ahí nació en Paul un
vínculo muy fuerte con su hermano y también con su padre, que los
visitaba regularmente.
En el dibujo representa primero una muchacha de dieciséis años, des-
pués al padre, luego a la madre, para volver luego hacia la izquierda y
colocar un poco abajo del resto un niño pequeño de ocho años. Nótese
que la muchacha de dieciséis años se parece mucho a la madre por la
estatura y el vestido. El padre es descrito como el más bueno y es el prefe-
rido de Paul. La madre es la menos buena porque lo reta. El pequeño es el
más dichoso porque es el más mimado por su madre.
Invitado a identificarse, Paul dice querer ser la niña mayor. Remarcare-
mos que esa muchacha tiene la edad del hermano mayor de Paul y que,
LAS RELACIONES CON LOS PADRES 189
por otra parte, ef niño de ocho años no tiene nada que ver con la familia.
Se puede pensar que ese niño, -el más feliz- es también una identificación
de deseo de Paul, pero regresivo. El hecho de que no esté al lado de la
madre, sino, como la chica de dieciséis, del lado del padre nos indica que
probablemente las relaciones de Paul con su madre sean difíciles, tal vez a
causa de la frustración sufrida entre los cinco y los siete años.
En suma, Paul se identifica en primer término con una persona de la
edad de su hermano, tan alta como los padres, pero de sexo femenino.
Por otra parte, la segunda identificación es con un niñito mimado por la
madre.
Hemos visto ya que la identificación femenina en un varón depende
muchas veces de su predisposición natural. El hecho es que Paul se nos
presenta en algunas actitudes más femenino que varonil. Si bien su cuer-
po es vigoroso, su rostro es suave y sus ojos tienen una expresión tierna.
Su voz es suave también y cuando habla su cara adopta expresiones
femeninas.
Su T.A.T. provee temas que están en abierta contradicción con su
personalidad tal como se revela en su conducta habitual. Hay un número
inusitado de temas dramáticos, sea de agresión, sea de desdicha, pero
los temas agresivos están siempre asociados a un sentimiento de culpa
aplastante.
En muchos temas -aun cuando la imagen no se preste a ello- figura una
pareja marido-mujer, pero siempre en vías de desunión y es siempre el
hombre el responsable, el que se conduce mal, es haragán o bebedor e
incluso criminal. Esta desvalorización del sexo masculino tiene por con-
trapartida una valorización de la mujer, ya sea como esposa o como ma-
dre, que siempre tiene el papel más noble.
Algunos temas más particulares indican una tendencia masoquista a
regodearse en su indignidad y ante la imagen 3 (el sujeto extendido sobre
un diván), en la que Paul ve un criminal en prisión, dice: "Tiene vergüenza
de lo que ha hecho ... piensa que deberían haberle cortado las manos por
eso ... que siempre será un pobre tipo".
Parece entonces que Paul no percibe ninguna acción sino bajo el modo
de acto culpable o condenable, nunca bajo la forma de una actividad
constructiva.
Sabemos que, según la técnica de interpretación de MURRAY, es conve-
niente analizar los temas del T.A.T. en términos de relaciones interperso-
nales. Esto nos lleva a pensar, por una parte, que Paul reproduce en sus
190 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
z M
Figura 90.
Figura 91
Figura 92.
Figura 93 .
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........
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198 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Conclusiones.
nes, el niño nos es traído por tener problemas escolares o por problemas
de carácter, generalmente de tipo agresivo-depresivo, o por ensoñaciones
obsesivas que hacen de él un continuo distraído o por fenómenos neuróti-
cos, ansiosos u obsesivos.
Este es el gran interés del dibujo de la familia: que al abrimos una vía
de acceso a la personalidad profunda nos hace descubrir en todos estos
casos la razón de ser de los problemas.
Sin embargo deberemos en la mayoría de los casos limitamos a plan-
tear la hipótesis de un complejo de Edipo y sugerir una investigación
más profunda. Hemos visto en particular todo el beneficio que hemos
sacado aquí del test PN: las cuatro imágenes BAISER, NUIT, REVE M y
REVE P despiertan en el alma de los niños sentimientos edípicos y la
turbación -que llega hasta la inhibición- que ellas pueden provocar, así
como el rechazo a asumirlas y a identificarse, por la convergencia de
índices con el dibujo de la familia, nos llevan frecuentemente a acercar-
nos a la certidumbre.
Hemos mostrado aquí las indicaciones preciosas que se pueden extraer
del test del garabato, especialmente en la medida en que es revelador de
mecanismos de aislamiento y de fijación oral con la madre nutricia.
Capítulo m
Figuras 94, 95, 96. Arlette es una niña que consulta desde la edad de
siete años. Las dificultades escolares que la trajeron hasta nosotros no
eran debidas a un déficit de inteligencia sino a una lentitud excesiva, liga-
da a una continua distracción. Su carácter era el de una sentimental tímida,
se comportaba dócilmente en la casa, pero de forma pasiva, sin iniciativa,
de humor triste, no tenía camaradas y buscaba siempre aislarse con un
libro (es la menor de cuatro hermanas).
Tomemos nota de que sus padres se divorciaron cuando tenía cuatro
años. Luego del divorcio, Arlette veía a su padre, al principio cada quince
días, pero luego dejó de verlo y si lo encontraba en la calle no le decía ni
siquiera buenos días. La madre dedujo de Ía actitud de la niña que no
había sufrido por el divorcio; ya veremos lo que deberemos pensar de esa
opinión.
204 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Figura 94.
LA EVOLUCIÓN DEL DIBUJO DE LA FAMILIA 205
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Figura 95.
Figura 96.
Figura 97.
210 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
p 35 M 3G
Figura 98.
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Figura 99.
11 31
p 35"
Figura 100.
Figura 101.
LA EVOLUCIÓN DEL DIBUJO DE LA FAMILIA 213
El quinto dibujo, ( 1O1) hecho a los trece años y medio, nos hace asistir
a una vuelta atrás. Catherine se identifica de nuevo con una niña de seis
años, estrechamente unida a su madre. La posición edípica es entonces
abandonada.
Figura 102.
El sexto dibujo, (102) hecho tres meses después del precedente, nos
lleva todavía más atrás y la niña ha sido reemplazada por un bebé de once
meses, unido a la madre, con el cual se identifica.
Hemos vuelto a ver a Catherine algunos años después y a los dieciséis
años nos hizo el dibujo siguiente (Ver figura 103).
Figura 103.
Conclusiones generales
II
Los documentos que nos son provistos por el dibujo de la familia son
de diverso orden, ya que la personalidad se revela ahí en sus principales
aspectos.
Nos hemos limitado, en esta obra, al estudio del contenido, es decir, a
sacar a luz los conflictos del alma infantil. Descubrir y analizar esos con-
flictos es uno de los problemas más importantes que se presentan al psi-
quiatra infantil porque en la mayor parte de los casos no son visibles. Lo
218 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
Se puede decir que, cada vez que un niño no logra un éxito escolar a la
CONCLUSIONES GENERALES 219
III
Nuestro libro está lejos de haber agotado el vasto sujeto del test del
dibujo de la familia.
Para remarcar bien lo que aporta y lo que queda por estudiar que-
rríamos decir aquí hacia qué direcciones -tal vez exploradas ya por
otros especialistas- pensamos que se podrían dirigir investigaciones
provechosas.
220 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
C.A. T. Léopold BELLAK. The Thematic Apperception Test and the chil
dren apperception test in clinical use (Grune and Stratton, New York,
1954).
T.A. T.- MURRAY. Manuel du T.A. T. en francés, editado con las 31 plan-
chas por el Centre de Psicología Apliquée, Paris,
Test PN Louis COR.MAN, Le test PN. Une dynamique nouvelle de la
proyection (P.V.P., Paris, 1961). Las planchas del Test son difundi-
das por el Centre de Psychologie Apliquée y existe una forma para-
lela con corderitos en lugar de cerdos para los psicólogos que traba-
jan en un medio judío o musulmán.
ÍNDICE
LIBRO I
EL DIBUJO DE LA FAMILIA
TEST DE PROYECCIÓN
Capítulo m: La interpretación 27
I - El nivel gráfico 28
n - El nivel de las estructuras formales •............................. 34
m - El nivel del contenido y la interpretación psicoana-
lítica 43
IV - Las defensas del Yo contra la angustia 46
226 EL TEST DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
----------------------------
LIBRO II
Los CONFLICTOS DEL ALMA INFANTIL
EXPLORADOS POR MEDIO DEL DIBUJO DE LA FAMILIA
BIBLIOGRAFÍA 221
ÍNDICE 225
Se terminó de imprimir en el mes de mayo de 2008
en los Talleres Gráficos Nuevo Offset
Viel 1444, Capital Federal