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Academia de la Magistratura 1
Curso: Derecho Penal Económico
Academia de la Magistratura
La Academia de la Magistratura es la institución oficial del Estado Peruano, que tiene como
finalidad la formación de aspirantes a la magistratura y el desarrollo de un sistema integral y
continuo de capacitación, actualización, certificación y acreditación de los magistrados del Perú.
El CEFI de ASBANC, es una asociación civil de fines educativos y sin ánimo de lucro, dedicada a
cumplir tareas de formación, especialización, investigación y extensión a través de la realización de
actividades académicas que fortalecen el sistema financiero, promueven la educación e inclusión
financiera, así como la especialización y modernización del Estado en ámbitos que impactan en la
bancarización y la competitividad del país.
El presente curso “Derecho Penal Económico”, ha sido elaborado por el Dr. José Reaño Peschiera,
gracias al convenio de cooperación interinstitucional entre la Academia de la Magistratura y el CEFI de
ASBANC en febrero de 2015 y revisado en junio de 2017.
Academia de la Magistratura 2
Curso: Derecho Penal Económico
ESTRUCTURA DE CONTENIDOS
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
El modelo de imputación a las Conoce e identifica los Valora la necesidad e
personas jurídicas de una distintos modelos de importancia de un
responsabilidad penal por delitos imputación de sistema de
cometidos en su seno. responsabilidad a las responsabilidad penal de
personas jurídicas. las personas jurídicas.
El modelo de las denominadas
«consecuencias accesorias» del
delito.
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
El fenómeno de la delegación de Reflexiona sobre los Reconoce los
competencias en el ámbito conceptos conceptos claves para
empresarial. fundamentales para la asignar responsabilidad
asignación de en estructuras
La “competencia” como criterio para la responsabilidad en empresariales.
asignación de responsabilidad. estructuras
empresariales
La vigencia del principio de confianza
en el seno de la empresa.
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Curso: Derecho Penal Económico
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
La prueba de la relación causal: Profundiza en el estudio Reconoce la
conocimientos científicos y y aplicación de las reglas imputación subjetiva
discrecionalidad judicial. de imputación subjetiva como aspecto clave
en estructuras para la determinación
La determinación del dolo: elementos empresariales, con la de la responsabilidad
que componen la estructura del dolo finalidad de determinar el en el seno empresarial.
y su prueba. grado de responsabilidad
penal dentro de la
La doctrina de la ignorancia empresa.
deliberada y su aplicación al derecho
penal económico-empresarial.
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
Dinámica comisiva del delito de El discente obtiene El Magistrado toma
estafa. mayor conocimiento y conciencia de la
manejo de la dinámica importancia de
Modalidades agravadas de estafa comisiva del delito de introducir criterios de
estafa, con especial imputación objetiva
Modalidades especiales de estafa énfasis en la actividad para la determinación
(estafa contractual, ¿estafa en empresarial, para que de cada uno de los
negocios con causa ilícita?, estafas con un amplio criterio elementos legales del
piramidales) pueda resolver los casos tipo penal de estafa.
en concreto, utilizando
todos los recursos
dogmáticos y legales
disponibles.
Lectura: “Caso de las Pastillas Adelgazantes” de Nuria Pastor Muñoz
Caso: Las Pastillas Adelgazantes
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Curso: Derecho Penal Económico
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
El delito de apropiación ilícita El discente obtiene El Magistrado toma
mayor conocimiento y conciencia de la
El delito de fraude en la manejo de la dinámica importancia de
administración de personas jurídicas. comisiva del delito de introducir criterios de
Especial referencia a la modalidad de fraude en la imputación objetiva
infidelidad en la gestión del administración de para la determinación
patrimonio societario. (Ver caso) personas jurídicas, de cada una de las
diferenciándolo del delito modalidades del tipo
Otras modalidades del delito de de apropiación ilícita, penal de fraude en la
administración fraudulenta: para que con un amplio administración de
▪ Ocultamiento y falsedad de la criterio pueda resolver personas jurídicas.
información societaria y contable los casos en concreto,
de la empresa. utilizando todos los
▪ Ocultamiento de la verdadera recursos dogmáticos y
situación de la persona jurídica. legales disponibles.
▪ Promover fraudulentamente
falsas cotizaciones de acciones,
títulos o participaciones.
▪ Fraguar balances para reflejar y
distribuir utilidades inexistentes.
▪ Aceptación prohibida de acciones
de la empresa como garantía de
crédito.
▪ Omisión de comunicar intereses
incompatibles con los de la
empresa.
▪ Asumir préstamos para la
empresa.
▪ Presentación de informes de
auditoría fraudulentos
Academia de la Magistratura 5
Curso: Derecho Penal Económico
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
Giro de cheque sin provisión de
fondos. El magistrado toma
El discente obtiene
conciencia sobre la
mayor conocimiento y
Frustración maliciosa del cobro. importancia de dominar
manejo de la dinámica
la legislación cambiaria
comisiva del delito de
Revocatoria del cheque. (títulos valores), al
libramiento indebido,
momento de aplicar los
utilizando todos los
Suplantación del beneficiario o tipos penales de
recursos dogmáticos y
endosatario. libramiento y cobro
legales disponibles.
indebidos.
Cuestiones procesales.
Lectura: “El delito de libramiento y cobro indebidos” de Percy García Cavero
Caso: Cheque sin provisión de fondos emitido por empresa en insolvencia
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
El discente obtiene
Infracción de deberes de información
mayor conocimiento y
manejo de los delitos
Obtención fraudulenta de créditos El magistrado toma
financieros cometidos
conciencia sobre la
en el ámbito del
Pánico financiero dinámica comisiva de
mercado bancario,
los delitos financieros.
utilizando todos los
Condicionamiento indebido de
recursos dogmáticos y
créditos
legales disponibles.
Lectura: “Responsabilidad de Directores y penalización de la falsedad de información” de
Paul Castritius y José Reaño Peschiera
Caso: Banco Wiese Sudameris
Academia de la Magistratura 6
Curso: Derecho Penal Económico
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
La intermediación bursátil irregular El discente obtiene El magistrado toma
mayor conocimiento y conciencia sobre la
Infracción de deberes de información manejo de los delitos dinámica comisiva de
financieros cometidos en los delitos bursátiles.
Manipulación de cotización de valores el mercado de valores,
utilizando todos los
Abuso de información privilegiada recursos dogmáticos y
legales disponibles.
Lectura: “La criminalización de las transacciones bursátiles con información privilegiada: El
delito de insider trading” de José L. Reaño Peschiera
Caso: ImClone / Martha Stewart – Insider Trading
LECCIONES
CONTENIDO CONTENIDO
CONTENIDO
PROCEDIMENTAL ACTITUDINAL
CONCEPTUAL
El delito de defraudación tributaria El discente obtiene El discente toma
(Modalidad básica, atenuadas, agravadas) mayor conciencia sobre la
conocimiento y dinámica comisiva de
El delito contable tributario manejo de los los delitos tributarios,
delitos tributarios cometidos en el ámbito
La regularización tributaria como eximente cometidos en el empresarial.
o causa de cancelación de pena ámbito
empresarial,
Aspectos procesales utilizando todos los
recursos
dogmáticos y
legales
disponibles.
Lectura: “Delitos Tributarios”
Caso: ESTIDES
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Curso: Derecho Penal Económico
I. MEDIOS Y MATERIALES.
Autoinstructivo preparado por el docente.
Lecturas recomendadas.
Casos prácticos.
II. BIBLIOGRAFÍA
ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A. (1997) Derecho penal económico: consideraciones
jurídicas y económicas. Lima: IDEMSA.
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel (1989) Manual de derecho penal. Parte especial: (Delitos
patrimoniales y económicos). 2da. ed. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces.
BUSTOS RAMIREZ, Juan (1984) Manual de derecho penal español: parte general.
Barcelona: Ariel.
BUSTOS RAMÍREZ, Juan (1993) Perspectivas actuales del derecho penal económico.
pp. 65-78.
En: Revista Peruana de Ciencias Penales, no. 1
CARO CORIA, Dino Carlos (1995) Empresas “Trabajando por el Perú” y el delito de
contaminación ambiental.
En: Derecho y Sociedad, no. 10
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Curso: Derecho Penal Económico
CARO CORIA, Dino Carlos (1997) Sociedades de riesgo, bienes jurídicos colectivos y
reglas concursales para la determinación de la pena en los delitos de peligro con
verificación de resultado lesivo (consulta: enero de 2013).
(http://www.ccfirma.com/publicaciones/pdf/caro/Bjc-concurso.pdf)
CARO CORIA, Dino Carlos (1999) El derecho penal del ambiente: delitos y técnicas de
tipificación. Lima: Gráfica Horizonte.
CARO JOHN, José Antonio (2004) La impunidad de las conductas neutrales. A la vez,
sobre el deber de solidaridad mínima en el derecho penal (consulta: enero de 2013).
(http://www.docstoc.com/docs/115487678/Conductas-neutrales
CARO JOHN, José Antonio (2006) Imputación subjetiva (consulta: enero de 2013).
(http://www.unifr.ch/derechopenal/articulos/pdf/04noviembre06/carojohn imputsubj.pdf)
CEREZO MIR, José (1971) Límite entre el derecho penal y el derecho administrativo.
En: Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales.
GARCÍA CAVERO, Percy (2007) Derecho penal económico. 2a ed. Lima: Grijley.
GARCÍA RADA, Domingo (1985) Sociedad anónima y delito. 2a ed. Lima: Librería
Studium.
GRACIA MARTÍN, Luis. (1986) El actuar en lugar de otro en el derecho penal I y II.
Zaragoza: Universidad de Zaragoza.
HERRERO HERRERO, César y PAREJO GÁMIR, José Alberto (1992) Los delitos
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Curso: Derecho Penal Económico
HURTADO POZO, José (2005) Manual de derecho penal: parte general I. 3a ed. Lima:
Grijley.
LAMAS PUCCIO, Luis (1996) Derecho penal económico. 2a ed. Lima: Librería y
Ediciones Jurídicas.
MEINI MENDEZ, Iván Fabio (2003) Responsabilidad penal del empresariado por los
hechos cometidos por sus subordinados. Valencia: Tirant lo Blanch.
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Curso: Derecho Penal Económico
PRADO SALDARRIAGA, Víctor Roberto (1996) Todo sobre el código penal. Lima:
IDEMSA.
REYNA ALFARO, Luis Miguel (2003) Manual de derecho penal económico. Lima:
Gaceta Jurídica.
REAÑO PESCHIERA, José Leandro (2002) Derecho penal bursátil: el delito de abuso
de información privilegiada. Lima: Gráfica Horizonte.
ROJAS VARGAS, Fidel (2003) Delitos contra la administración pública. 3ra ed. Lima:
Grijley.
RUIZ RODRÍGUEZ, Luis Ramón (1997) Protección penal del mercado de valores:
infidelidades en la gestión de patrimonios. Valencia: Tirant lo Blanch.
SANTANA VEGA, Dulce María (2000) La protección penal de los bienes jurídicos
colectivos. Madrid: Dykinson.
SAN MARTÍN CASTRO, César (2001) Delito socio económico y proceso penal. El
derecho procesal penal económico.
En: Revista Advocatus, No. 4.
SAN MARTÍN CASTRO, César y otros (2002) Los delitos de tráfico de influencias,
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Curso: Derecho Penal Económico
SILVA, Jesús María (1995) Fundamentos de un sistema europeo del derecho penal:
libro-homenaje a Claus Roxin. Barcelona: José María Bosch.
TERRADILLOS BASOCO, Juan (1995) Reforma penal y delitos contra el orden socio-
económico.
En: Actas del XVI Curso de Verano de San Roque, del 10 al 29 de julio.
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Academia de la Magistratura 12
Curso: Derecho Penal Económico
INTRODUCCIÓN
Los enunciados normativos que integran la Parte Especial del Código penal
únicamente adscriben sucesos lesivos de intereses jurídicamente garantizados a
quienes imputablemente intervengan en su producción, delimitando cualitativa y
cuantitativamente el marco punitivo que en tal caso les corresponderá1. Se trata de
enunciados genéricos cuya aplicación judicial al caso particular requiere de una labor
de concreción conforme a las pautas previstas en la Parte General. Pero a su vez, la
aplicación adecuada de las normas de la Parte Especial exige la utilización de las
reglas que la ciencia penal ha desarrollado para concretar los conceptos normativos
de una Parte General caracterizada por una obligada generalidad y relativa
indeterminación. Ejemplo de estas construcciones dogmáticas no positivadas en la
parte general de los códigos penales, pero no por ello ajenas a ella, son las reglas de
causalidad e imputación objetiva, los criterios para determinar la imputación de
conocimientos, y la clasificación de los injustos típicos en delitos de organización y
delitos de infracción de deber, entre otras.
En definitiva, para aplicar los preceptos de la Parte Especial los jueces no sólo
recurren a las reglas expresamente previstas en la Parte General, sino que
necesariamente utilizan las meta-reglas elaboradas por la dogmática jurídico-penal2.
La fusión de ambas clases de reglas da lugar a los denominadas criterios generales de
imputación que permiten la aplicación de los preceptos positivados en el Código penal.
La sistematización de las divergencias y uniformidades derivadas de la aplicación de
estos criterios o reglas generales en los enunciados normativos de la Parte Especial,
ha hecho posible la especialización de la Parte General por sectores del
ordenamiento. Muestra de ello, es la frecuente alusión a una Parte General del
Derecho penal económico3, que si bien no completamente distinta a la Parte General
del Derecho penal nuclear, sí presenta particularidades que justifican tal distinción. Lo
mismo cabe decir respecto a los delitos de funcionarios públicos4.
1
Sobre el sentido adscriptivo de los verbos típicos, SILVA SÁNCHEZ, «La regulación de la
“comisión por omisión», El nuevo Código penal, pp. 60-61.
2
Sobre las posibilidades de la dogmática de origen alemán como «gramática internacional» del
Derecho penal, vid. SILVA SÁNCHEZ, «Retos científicos y retos políticos de la ciencia del
Derecho penal», RDPC, Nº9 (2002), pp. 83-101.
3
Como lo revela la publicación de estudios de Parte General concretados en dicho ámbito. A
título ejemplificativo, en España vid., MARTÍNEZ-BUJÁN PÉREZ, Derecho penal económico. Parte
general, Valencia, 1998; en Perú, vid. ABANTO VÁSQUEZ, Derecho penal económico.
Consideraciones jurídicas y económicas, Lima, 1997; y recientemente el excelente trabajo de
GARCÍA CAVERO, Derecho penal económico. Parte General, Lima, 2003.
4
Cfr. SÁNCHEZ-VERA GÓMEZ-TRELLES, «Delitos de funcionarios. Aproximación a su Parte
General», en Revista Canaria de Ciencias Penales, Nº 3 (1999), pp. 7 ss. 13
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Curso: Derecho Penal Económico
Los estudios jurídicos de teoría general vienen evidenciando que el Derecho no sólo
es creado por el legislador, pues la intervención de los órganos judiciales y de los
científicos jurídicos en su desarrollo es imprescindible 6. Hoy en día, la imagen del juez
positivista que aplica asépticamente el Derecho a través de silogismos formales y
neutros se muestra irrealizable, siendo más bien concebido como co-legislador que
concreta en los casos particulares los enunciados normativos generales dentro de un
marco de libertad interpretativa, fijado por el sentido literal posible del precepto.
Interpretar es asignar un significado concreto a los enunciados normativos, pues no
existe un sentido previo al enunciado que deba ser desentrañado. En nuestro medio,
el profesor Hurtado Pozo ha definido la interpretación «como el conjunto de
procedimientos metódicos y de apreciaciones valorativas estrechamente relacionados,
mediante los cuales el intérprete, frente a una situación de hecho dada, atribuye un
sentido a la disposición legal aplicable»7.
La función creadora del Derecho que llevan a cabo legisladores, jueces y científicos
penalistas es plenamente compatible con la concepción material y realista del principio
de legalidad. Tanto el fundamento básico del principio de legalidad —la proscripción
de la arbitrariedad— como su función primordial —brindar seguridad jurídica a los
ciudadanos— se realizan garantizando a los ciudadanos soluciones previsibles y
uniformes para casos estructuralmente idénticos, y ello sólo se consigue a través de la
aplicación de enunciados normativos en casos concretos. La pretensión que
Feuerbach expone en el § 74.I de su Tratado, «la ley es válida por sí misma, no
pudiendo depender su aplicación de un juicio especial sobre su adecuación al fin o al
derecho»8, se ha mostrado irrealizable, cediendo paso a la hermenéutica jurídica que
concibe la obtención del Derecho como «argumentación correcta en un sistema
abierto»9.
5
BALDO LAVILLA, «Observaciones metodológicas sobre la construcción de la teoría del delito»,
Política Criminal y nuevo Derecho Penal, Libro Homenaje a Roxin (ed. Silva Sánchez),p. 366.
6
Sobre la teoría del desarrollo continuador del Derecho, vid. BALDÓ LAVILLA, op. cit., pp. 357-
385; LARENZ, Metodología de la ciencia del Derecho, 2ª ed., trad. Marcelino Rodríguez
Molinero, Barcelona, 1980.
7
HURTADO POZO, «A propósito de la interpretación de la ley penal», Derecho – Revista de
Profesores de la Pontificia Universidad Católica del Perú, N° 46 (1992), p. 68, cursivas
añadidas.
8
FEUERBACH, Tratado de Derecho penal, trad. Eugenio Raúl Zaffaroni e Irma Hagemeir, Buenos
Aires, 1989, §74.I, p. 93.
9
BALDÓ LAVILLA, op cit., p. 359. 14
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Curso: Derecho Penal Económico
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Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 1
En esta unidad se analiza desde una perspectiva crítica y valorativa los diversos
modelos de atribución de responsabilidad penal a las personas jurídicas. Explicaremos
el modelo de las «consecuencias accesorias» del delito, contemplado en el
ordenamiento peruano, así como presentaremos el tema de la responsabilidad penal
de las personas jurídicas y su relación con los denominados Programas de
Cumplimiento Normativo en Materia Penal o «criminal compliance».
COMPETENCIAS
Además, la sanción para los representantes (personas físicas), en los casos en que tal
sanción sea posible por superarse las dificultades probatorias o técnico-jurídicas 16
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Curso: Derecho Penal Económico
Resulta evidente que la teoría tradicional del delito, construida sobre la base de la
conducta de un agente individual, hace surgir obstáculos cuando se trata de
aplicarla a la actuación de personas jurídicas.
• Que incluso en los casos en que tal sanción sea posible, superando las
dificultades probatorias o técnico-jurídicas que muchas veces se suscitan, ella
constituiría una respuesta insuficiente para la criminalidad económica, en
particular para la criminalidad organizada. Argumento de la insuficiencia
preventiva de la responsabilidad penal individual: La cuestión es, entonces,
fundamentar la necesidad de atribuir a la persona jurídica una responsabilidad
directa acumulativa a la de las personas físicas, y no meramente subsidiaria
de ésta. Se arguye que un modelo de prevención de delitos económicos
basado exclusivamente en la sanción de personas físicas deja intacta la
estructura que promueve su comisión, a la vez que el patrimonio obtenido con
ella. El entramado organizativo que hizo posible el delito seguirá indemne tras
la atribución de responsabilidad individual. Casos Enron / Bernard Madoff.
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Curso: Derecho Penal Económico
▪ Para evitar la crítica de que se trataría de una responsabilidad por un hecho de otro
se construye la “teoría de la identificación” o del “alter ego”, que guarda cierta
analogía con la doctrina del “actuar en lugar de otro” aplicada al revés: esto es, se
utiliza para transferir la responsabilidad del órgano a la persona jurídica en lugar de
para transferir las condiciones de autoría de la persona jurídica al órgano que
carece de ellas [como sucede en la cláusula del “actuar por otro”]. Esta doctrina del
kalter ego muestra –cuando menos– tres deficiencias: a) en el caso en que quien
realiza el hecho es una persona de rango inferior en la estructura organizativa
18
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Curso: Derecho Penal Económico
Pues bien, sea la teoría a la que nos acojamos, lo cierto es que nuestro ordenamiento
procesal ha previsto estas consecuencias accesorias como método para prevenir que
personas jurídicas con estructuras per se peligrosas sigan incidiendo en el mercado
como un espacio que contribuya a la comisión de ilícitos penales. En esta misma línea
argumentativa, Laura Zuñiga –analizando el artículo 105° del Código Penal
peruano10- concluye que se cumple con el supuesto de hecho para la aplicación de
consecuencias accesorias cuando « (…) la persona jurídica no es un mero instrumento
en manos de unos determinados sujetos, sino que se produce un injusto de
10
Art. 105° del Código Penal peruano: «Si el hecho punible fuere cometido en ejercicio de la
actividad de cualquier persona jurídica o utilizando su organización para favorecerlo o
encubrirlo (…)» 20
Academia de la Magistratura 20
Curso: Derecho Penal Económico
Esta medida incide sobre el espacio físico en que se cometió, facilitó o encubrió el
delito, y no tanto así en la estructura orgánica de la empresa. Ej. Se clausura
temporalmente uno de los locales de una cadena internacional de restaurantes
puesto que se encuentra que en este se atentaba contra la salud, a diferencia de los
demás locales, en los que sí se cumplían escrupulosamente todas las normas
sanitarias.
Esta ha de ser la medida más gravosa puesto que supone la extinción de la persona
jurídica. Debe aplicarse tan solo en los casos en los que se llegue a la conclusión
que el ente jurídico está organizado de una manera que genere tal peligrosidad que
no resulten suficientes las otras medidas contempladas en el artículo in comento.
Se entiende que todas las actividades de la persona jurídica quedan suspendidas por
el tiempo que el Juzgador considere prudente.
11
ZUÑIGA RODRÍGUEZ, Laura. Las consecuencias accesorias aplicables a las personas
jurídicas del art. 105 CP: Principales problemas de aplicación en
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/anuario/an_2003_19.pdf. 21
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Curso: Derecho Penal Económico
Academia de la Magistratura 22
Curso: Derecho Penal Económico
En los Estados Unidos esta clase de informantes, que denuncian irregularidades que
conocen con ocasión del desempeño de su actividad laboral, suelen recibir la
denominación de whistleblowers. Según Wikipedia, el whistlebloweres un «empleado o
miembro de una organización que comunica la comisión de un hecho ilícito a personas
o entidades que tienen la capacidad de adoptar medidas para su corrección.
Normalmente el ilícito consiste en la infracción de una ley o reglamento y/o una
amenaza directa al interés común. La corrupción, el fraude o la infracción de normas
sanitarias o de seguridad son sólo unos pocos ejemplos».
En el Derecho peruano, por ejemplo, el legislador penal toma en cuenta la figura del
informante –ajeno a la comisión del hecho delictivo– para los casos de delitos
tributarios. En efecto, el Decreto Legislativo No. 815 instituyó un Sistema de
Denuncias y Recompensas en materia de delitos fiscales, estableciendo una
recompensa económica a quien ponga en conocimiento de la SUNAT la comisión
fraudes tributarios, siempre que la información proporcionada sea veraz, significativa y
determinante para la detección de la infracción tributaria.
Fuera de este ámbito, le regulación legal de los informantes está relacionada a los
arrepentidos interesados en acogerse al régimen de Colaboración Eficaz o al instituto
jurídico-procesal de la confesión sincera, que prevén medidas de exoneración y
atenuación de la pena. Tales medidas no sólo resultan aplicables al criminal
12
Cfr., aquí y en lo que sigue, RAGUÉS, Ramón. «¿Héroes o traidores?» En: In Dret,
Barcelona, 2006.
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Curso: Derecho Penal Económico
arrepentido que decide revelar delitos en los que ha intervenido como autor o
partícipe, pero no al empleado o funcionario público honesto que hace pública la
conducta ilícita de sus superiores o compañeros. La necesidad de contar con estos
informantes nada tiene que ver con las razones que justifican las normas de derecho
penal premial para delincuentes arrepentidos. Su necesidad se sustenta en las
extraordinarias dificultades que –debido a su creciente complejidad– afrontan las
personas jurídicas para prevenir y descubrir las conductas ilícitas cometidas en su
seno. Por ello, en algunos casos, han sido las propias empresas las que, en sus
códigos éticos internos, han introducido –a propia iniciativa, antes de la tipificación de
la responsabilidad penal corporativa– medidas para amparar a los trabajadores que
deseen revelar algún tipo de actuación irregular cometida en el ámbito de actuación de
la propia compañía.
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Curso: Derecho Penal Económico
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Curso: Derecho Penal Económico
delitos y modalidades:
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Curso: Derecho Penal Económico
La Ley establece que las personas jurídicas que tengan la calidad de matrices
serán responsables y sancionadas únicamente si los ejecutivos o
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Curso: Derecho Penal Económico
(i) Multa no menor del doble ni mayor del séxtuplo del beneficio obtenido o que se
espera obtener con la comisión del delito. Cuando no es posible cuantificar el
beneficio obtenido o esperado, se establecen los siguientes criterios para fijar la
multa: (a) cuando el ingreso anual de la persona jurídica ascienda hasta 150 UIT,
la multa es no menor de 10 ni mayor de 50 UIT; (b) cuando el ingreso anual de la
persona jurídica sea mayor a 150 UIT y menor de 1,700 UIT, la multa es no menor
de 50 ni mayor de 500 UIT; y, (c) cuando el ingreso anual de la persona jurídica
supere las 1,700 UIT, la multa es no menor de 500 ni mayor de 10000 UIT; y/o,
(ii) Suspensión de las actividades sociales por un plazo no menor de 6 meses ni
mayor de 2 años; y/o,
(iii) Prohibición de llevar a cabo en el futuro actividades de la misma clase de aquellas
en cuya realización se haya cometido, favorecido o encubierto el delito. Esta
prohibición puede ser definitiva o temporal (en este último caso no será menor
de 1 ni mayor de 5 años); y/o,
(iv) Inhabilitación perpetua para contratar con el Estado; y/o,
(v) Cancelación de licencias, concesiones, derechos y otras autorizaciones
administrativas o municipales; y/o,
(vi) Clausura de locales o establecimientos, con carácter temporal (no menor de 1 ni
mayor de 5 años) o definitivo; y/o,
(vii) Disolución de la persona jurídica.
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Curso: Derecho Penal Económico
La Ley establece como requisito previo al inicio del proceso penal contra la
persona jurídica, que el Ministerio Público recabe un informe técnico de la
SMV, aun cuando se trate de empresas que no coticen en el Mercado de
Valores. Se trata de un informe técnico con valor de pericia institucional, con
función ilustrativa para que el fiscal lo valore al decidir sobre el mérito de
formalizar investigación preparatoria.
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Curso: Derecho Penal Económico
UNIDAD 2: LA ASIGNACIÓN DE
RESPONSABILIDAD EN ESTRUCTURAS
EMPRESARIALES ORGANIZADAS
Presidente
Director General
Asesoría Departamento
Legal I+D+I
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Academia de la Magistratura 30
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 2
En esta unidad se estudiarán las reglas y criterios de atribución de responsabilidad
penal en el marco de estructuras empresariales organizadas. Se reflexionará sobre la
capacidad de rendimiento de la teoría de la imputación objetiva del comportamiento en
el ámbito del derecho penal económico.
COMPETENCIAS
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Curso: Derecho Penal Económico
En ese contexto, en los primeros días de noviembre del año 2007, verificando
casualmente la fórmula del producto, la Gerencia Técnica (específicamente el Jefe de
Control de Calidad y el Jefe de Producción) se dan cuenta del error de la fórmula e
informan al Gerente General. Éste ordena la realización de análisis en los laboratorios
externos que dan resultados inconsistentes. Finalmente en diciembre, luego de
haberse realizado un nuevo análisis, se arribó a la conclusión que el producto
presentaba una carencia considerable de potasio. Cabe resaltar que durante este
periodo no se realizó ningún anuncio a los consumidores; ni el Gerente General ni
ningún otro trabajador de la Compañía informó a los miembros del Directorio de ese
descubrimiento.
13
PIÑA ROCHEFORT, Juan. «Consideraciones sobre la vigencia del Principio de Confianza en
la imputación en el seno de la empresa», en: SILVA SÁNCHEZ / MIRÓ LINARES (Coords). La
Teoría del delito en la práctica económica, La Ley, Madrid, 2013. 32
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Curso: Derecho Penal Económico
14
JAKOBS, «La prohibición de regreso en los delitos de resultado. Estudio sobre el fundamento
de la responsabilidad jurídico-penal en la comisión», traducción a cargo de Manuel Cancio
Meliá, Estudios de Derecho Penal, Civitas,Madrid, 1997, p. 266.
15
Sobre el rendimiento del concepto de rol social en el sistema de imputación penal, véase
PIÑA ROCHEFORT, «Rol social y sistema jurídico-penal. Acerca de la incorporación de
estructuras sociales en una teoría funcionalista del derecho penal», en El funcionalismo en
derecho penal. Libro Homenaje al profesor GüntherJakobs, tomo II,Universidad Externado de
Colombia, Bogotá, 2003, pp. 41-60.
16
Cfr. JAKOBS, La imputación objetiva en Derecho penal, traducción a cargo de Manuel Cancio
Meliá, Colección de Estudios Nº 1, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1998, passim.33
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Curso: Derecho Penal Económico
17
CHOCLAN MONTALVO, José, Deber de cuidado y delito imprudente, Barcelona, 1998, p.
113
18
FEIJOO, Bernardo. Imputación Objetiva en el Derecho Penal, Lima, 2002, p. 296
19
Ibid, p. 297: El principio de confianza favorece actividades o prestaciones de valor que de otra
manera sería imposible desarrollar, vale decir, posibilita una organización más razonable de los
contactos interpersonales
20
Exp. 142–06, Tercera Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos Libres, Corte
Superior de Justicia de Lima, dos de abril de dos mil siete (séptimo considerando)
21
PIÑA, Juan. «Rol Social y Sistema de imputación», J.M. Bosch, Barcelona, 2005, págs. 290 y
ss.
22
Sobre la incidencia de los contactos anónimos y de los comportamientos uniformes en masa,
en la teoría de la imputación penal, vid. JAKOBS, La ciencia del Derecho penal ante las 34
Academia de la Magistratura 34
Curso: Derecho Penal Económico
exigencias del presente, trad. T. Manso Porto, Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
2000, passim.
23
Vid., SILVA SÁNCHEZ, El nuevo escenario del delito fiscal en España, Atelier, Barcelona, 2005,
passim;REAÑOPESCHIERA, «Límites a la atribución de responsabilidad penal por defraudaciones
tributarias cometidas en el ámbito empresarial», Ius et Veritas, Nº 26, 2003, Lima, pp. 293-308.
24
Vid., WU, H, «An economist Looks at Section 16 of the Security Exchange Act of 1934»,
Columbia Law Review (1968), pp. 260 ss.; REAÑOPESCHIERA, Derecho penal bursátil. El delito
de abuso de información privilegiada, Gráfica Horizonte, Lima, 2002.
25
Vid. RAGUÉS I VALLÈS, «Blanqueo de capitales y negocios standard», en: SILVA SÁNCHEZ
(Director),¿Libertad económica o fraudes punibles?. Riesgos penalmente relevantes e
irrelevantes en la actividad económico-empresarial, Marcial Pons, Madrid/Barcelona, 2003,
pp.127-161; AMBOS, «La aceptación por el abogado defensor de honorarios “maculados”:
¿lavado de dinero?», trad. D. Caro Coria, en FIGUEIREDO DIAS/SERRANO
GÓMEZ/POLITOFF/ZAFFARONI/GUZMÁN (Eds.), El penalista liberal. Libro Homenaje a Rivacoba y
Rivacoba, Buenos Aires, 2004, pp. 55-94. 35
Academia de la Magistratura 35
Curso: Derecho Penal Económico
abastecimiento de pan y vino a un burdel, efectuado por dos comerciantes que tenían
conocimiento de los delitos relativos a la prostitución que en dicho recinto se
perpetraban. En aquella ocasión, el Reichtsgericht consideró que sólo el suministro de
vino era punible como acto constitutivo de complicidad en el delito de prostitución,
pues sólo éste producto favorecía de forma específica las actividades del burdel.
26
Entre los trabajos aparecidos en publicaciones locales, vid. CARO JOHN, «Sobre la no
punibilidad de las conductas neutrales, Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales,
Nº 5 (2004), pp. 83-105»; EL MISMO, La imputación objetiva en la participación delictiva, Grijley,
Lima, 2003.; W OHLERS, «Complicidad mediante acciones “neutrales”. ¿Exclusión de
responsabilidad jurídico-penal en el caso de la actividad cotidiana o típicamente profesional?»,
trad. J. Caro John, Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales, Nº 4 (2003), pp.
423-440; RANSIEK, «Colaboración neutral en organizaciones formales», trad. I. Meini Méndez,
Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penales, Nº 4 (2003), pp. 333-347; AMBOS, «La
complicidad a través de acciones cotidianas o externamente neutrales», trad. G. Pérez
Barberá, Revista Peruana de Ciencias Penales, Nº 11 (2002), pp. 491-501
27
Destaca el caso del Dresdner Bank, referencias en: ROBLES PLANAS, «Espacios de riesgo
permitido en la intervención en el delito. La complicidad en el delito y las conductas neutrales»,
en: XXIV Jornadas Internacionales de Derecho Penal. Universidad Externado de Colombia,
Bogotá, 2002, p. 339, (nota 1).
28
En palabras de JAKOBS, «La normativización del Derecho penal en el ejemplo de la
participación», en AA.VV., Modernas tendencias en la ciencia del Derecho penal y en la
criminología, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, 2001, p. 623, los límites
del riesgo permitido en la participación, y específicamente el «riesgo no permitido en la
codelincuencia es probablemente el problema individual más tratado en relación con la teoría
de la autoría y participación en la bibliografía alemana de los últimos años, si bien hasta el
momento sólo se ha alcanzado consenso en cuanto a que se trata de un problema». Este
trabajo también ha sido publicado con distinto título en: Jakobs, «El ocaso del dominio del
hecho. Una contribución a la normativización de los conceptos jurídicos», en: Injerencia y
dominio del hecho. Dos estudios sobre la parte general del Derecho penal, trad. M. Cancio
Meliá, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2001. Asimismo, está publicado en Perú,
en: JAKOBS/CANCIO MELIÁ, El sistema funcionalista del Derecho penal, Grijley, Lima, 2000. 36
Academia de la Magistratura 36
Curso: Derecho Penal Económico
facie las denominadas «conductas neutras» parecieran caer dentro del espectro del
artículo 25º del Código Penal29. Sin embargo, las cosas podrían resultar distintas si
para la teoría de la imputación objetiva no fueran suficientes los conocimientos o
sospechas que pudiera tener el asesor respecto a la posibilidad que su aporte técnico
sea utilizado por su cliente para la comisión de un hecho punible.
En las líneas que siguen, luego de examinar las distintas posturas existentes en torno
a la posibilidad de una intervención punible del asesor en el delito del asesorado (§2),
se profundizará en los fundamentos por los que —a mi juicio— debe optarse por una
tesis distintiva que aborde los supuestos de suministro de informaciones y/o consejos
por parte de asesores financieros a clientes que los utilizan en la ejecución de un
fraude, como un problema de imputación objetiva de la conducta, a solventarse de la
mano del sub-instituto denominado prohibición de regreso (§3).
Conforme puntualiza el profesor Silva Sánchez «esta postura clásica sitúa en una
posición difícil no ya a las actividades de asesoramiento, sino, en general, a cualquier
conducta en general lícita de la que el sujeto llega a saber o a tener por probable que
pueda favorecer, en la coyuntura del caso concreto, la comisión de un delito. Así,
siendo coherente con la premisa de esta tesis, el deudor no podría pagar la deuda si
sabe de modo seguro o si advierte la probabilidad de que el acreedor vaya a contratar
con ese dinero a un asesino a sueldo. La secretaria no podría tipografiar el contrato, si
advierte la probabilidad de que el mismo se vaya a utilizar en una estafa o un
alzamiento de bienes. Ello supone una restricción de la libertad general de acción que,
en principio, resulta difícil de fundamentar, a la vez que una solución ampliamente
disfuncional en las relaciones sociales y económicas, pues obligaría a paralizar la
interacción ante cualquier duda sobre el uso que el otro sujeto va a hacer del dinero,
contrato, información o cualquier otro elemento que se le proporciona»31.
29
Art. 25º CP.- «El que, dolosamente, preste auxilio para la realización del hecho punible, sin el
cual no se hubiere perpetrado, será reprimido con la pena prevista para el autor».
30
Esta postura es defendida por Niedermair, vid. BLANCO CORDERO, Límites a la participación
delictiva. Las conductas neutrales y la cooperación en el delito, Comares, Granada, 2001, pp.
78-83.
31
SILVA SÁNCHEZ, «La responsabilidad penal de los asesores fiscales», p. 60. 37
Academia de la Magistratura 37
Curso: Derecho Penal Económico
Posturas restrictivas
32
REY SANFIZ, La tentativa jurídico-penal. Acercamiento al tratamiento doctrinal del fundamento
de los criterios de imputación entre naturalismo y normativismo, Madrid, 2001, p. 98.
33
JAKOBS, «La prohibición de regreso en los delitos de resultado. Estudio sobre el fundamento
de la responsabilidad jurídico-penal en la comisión», trad. Manuel Cancio Meliá, Estudios de
Derecho Penal, Civitas, Madrid, 1997, p. 266.
34
Vid., ROBLES PLANAS, La participación en el delito. Límites y fundamentos, Marcial Pons,
Madrid/Barcelona, 2003, p. 16. 38
Academia de la Magistratura 38
Curso: Derecho Penal Económico
posibilidad de la producción del hecho, entrando de lleno en el ámbito del dolo directo,
ya sea de primer grado o de consecuencias necesarias.
Actualmente Roxin sigue una posición similar, pero con correctivos dentro de los
supuestos de dolo directo. A partir de la distinción entre dolo directo y dolo eventual,
considera siempre atípicas las acciones causalmente favorecedoras de delitos
realizadas con dolo eventual, pues en tales supuestos operaría el principio de
confianza. En cambio, si el aporte es realizado con dolo directo de favorecer el delito
deberá sancionarse por complicidad siempre que la acción muestre una «referencia de
sentido delictivo»; y ello ocurrirá cuando la acción de quien actúa en primer lugar no
posea para el favorecido con tal aporte ningún otro sentido que no sea delictivo 35.
Estas posturas subjetivistas enfrentan una crítica contundente que pone en tela de
juicio su legitimidad. Se les acusa, a mi juicio con razón, de transgredir el principio del
hecho, de acuerdo al cual únicamente puede indagarse la realidad interna de una
persona en la medida en que haya exteriorizado u objetivado un comportamiento
externamente perturbador. Este principio encuentra su formulación negativa en la
fórmula cogitationis poenam nemo patitur, y es explicado por Jakobs del siguiente
modo: «Sin una conducta que sea tanto externa, como perturbadora (esto es: una
conducta que se arrogue una organización ajena), no existe razón alguna para
efectuar una indagación vinculante del contexto interno del autor y, en particular, del
aspecto subjetivo de su conducta»36.
35
Vid. ROXIN, Derecho Penal. Parte General: Fundamentos. La estructura de la teoría del delito
I, trad. de la 2ª ed. Alemana y notas de Luzón Peña/Díaz y García Conlledo/de Vicente
Remesal, Marcial Pons, Madrid, 1997, pp. 1006-1008. Asimismo, cfr. la tesis de Roxin en
BLANCO CORDERO, Límites a la participación delictiva. Las conductas neutrales y la cooperación
en el delito, pp. 69-78.
36
JAKOBS, «Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico», traducción a
cargo de Enrique Peñaranda Ramos, Estudios de Derecho Penal, Civitas, Madrid, 1997, p. 323,
cursivas y texto entre paréntesis en el original. 39
Academia de la Magistratura 39
Curso: Derecho Penal Económico
Adicionalmente, existe una razón de lege lata para rechazar las perspectivas
subjetivas de análisis. Según se ha visto, posiciones como la de Roxin hacen
depender la punición del asesor de la constatación de dolo directo o dolo eventual en
su comportamiento, cuando el Código penal otorga un tratamiento unitario al dolo.
Efectivamente, la participación — complicidad e instigación— es normativamente
definida como una contribución dolosa al hecho punible39. En tal sentido, la graduación
teórica del conocimiento en las categorías de dolo directo y dolo eventual, a lo sumo,
puede tener impacto a nivel cuantitativo vía las reglas de individualización judicial de la
pena (más pena para los casos de dolo directo y menos pena para los casos de dolo
eventual), pero no existe fundamento legal para conferirle a tal distinción efectos
cualitativos (pena para los casos de dolo directo, y no pena para los casos de dolo
eventual). El artículo 11º del código penal fija la distinción cualitativa entre hechos
dolosos y culposos. Tertium non datur.
37
ROBLES PLANAS, «Espacios de riesgo permitido en la intervención en el delito. La complicidad
en el delito y las conductas neutrales», pp. 371-372.
38
Por su parte, JAKOBS, La imputación objetiva en Derecho penal, p. 91, anota que: «Las
intenciones y los conocimientos de aquel que realiza la aportación son irrelevantes, del mismo
modo que la omisión de alguien que no es garante no ser convierte en omisión de garante por
el hecho de que conozca una posibilidad segura de salvamento o por tener malas intenciones.
Quien ejecuta algo estereotipado-socialmente adecuado no responde, con independencia de lo
que piense y sepa, mientras que aquel que se adecua a un plan delictivo, da una razón para
imputarle la ejecución».
39
Así, el StGB define la complicidad en el § 27, en los siguientes términos: «(1) Como cómplice
se castigará a quien haya prestado dolosamente ayuda a otro para la comisión un hecho
doloso antijurídico. (2) La pena para el cómplice se sujeta a la sanción penal para el autor. La
pena debe reducirse conforme al § 49, inciso 1»; y la instigación en el §26: «Igual que el autor
será castigado el instigador. Instigador es quien haya determinado dolosamente a otro para la
comisión de un hecho antijurídico». Por su parte,.en el código penal peruano define la
complicidad en términos similares: Artículo 25º.- «El que, dolosamente, preste auxilio para la
realización del hecho punible, sin el cual no se hubiese perpetrado, será reprimido con la
misma pena prevista para el autor. A los que, de cualquier otro modo, hubieran dolosamente
prestado asistencia se les disminuirá prudencialmente la pena»; y, lo mismo puede decirse
respecto de la instigación: Artículo 24º.- «El que, dolosamente, determina a otro a cometer el
hecho punible será reprimido con la pena que corresponde al autor». 40
Academia de la Magistratura 40
Curso: Derecho Penal Económico
40
En palabras de JAKOBS, La imputación objetiva en Derecho penal, p. 84, 86: «Un
comportamiento cotidiano e inocuo no adquiere significado de un delito cuando el autor lo
incluye en sus planes. […]. Nadie responde de las consecuencias del cumplimiento puntual de
sus obligaciones contractuales».
41
JAKOBS, La imputación objetiva en Derecho penal, trad. M. Cancio Meliá, Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 1994. 41
Academia de la Magistratura 41
Curso: Derecho Penal Económico
Se afirma que actualmente se vive un proceso inverso al que ocurrió cuando el delito
de omisión impropia se construyó con base en la dogmática del delito de comisión,
pues desde hace algún tiempo los estudios dogmáticos vienen destacando la
exigencia una posición de garante también en el delito de comisión activa,
42
FRISCH, Comportamiento típico e imputación del resultado, Marcial Pons, Madrid/Barcelona,
2004; EL MISMO, Tipo penal e imputación objetiva, trad. Manuel Cancio Meliá, Beatriz De la
Gándara Vallejo, Manuel Jaén Vallejo y Yesid Reyes Alvarado, Madrid, 1995; EL MISMO, «La
imputación objetiva: Estado de la cuestión», trad. Ricardo Robles Planas, en
ROXIN/JAKOBS/SCHÜNEMANN/FRISCH/KÖHLER, Sobre el estado de la teoría del delito (Seminario
en la Universitat Pompeu Fabra), Madrid, 2000, pp. 19-67; EL MISMO, «La teoría de la
imputación objetivadel resultado: lo fascinante, lo acertado y lo problemático», trad. R. Robles
Planas, en: FRISCH/ROBLES PLANAS, Desvalorar e imputar. Sobre la imputación objetiva en
Derecho penal, Atelier, Barcelona, 2004.
43
Sobre los sub-institutos de la imputación objetiva, vid. JAKOBS, La imputación objetiva en
Derecho penal, pp. 45-101.
44
La imputación penal se fundamenta en la defraudación de las expectativas sociales que se
asocian a la posición jurídica o status que ocupa el sujeto en determinado contexto de
interacción, pues en los contactos sociales no nos relacionamos con individuos, sino con
personas portadoras de roles. El individuo no está vinculado a nada y se motiva según sus
apetencias e inapetencias, se trata de un animal inteligente que se relaciona con otros en el
mundo de la experiencia y de la naturaleza (homo phaenomenon). Por su parte, la persona es
un producto social que se constituye a través de la fidelidad al ordenamiento jurídico, y opera
en función al único código que conoce, el del deber/derecho (homo noumenon), vid. JAKOBS,
«La idea de la normativización en la dogmática jurídico-penal», trad. Manuel Cancio Meliá,
Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal, Madrid, 2003, pp. 15-25.
45
En una sociedad donde se privilegian los contactos anónimos y las interacciones presentan
un alto grado de complejidad y estandarización, el rol social como criterio de imputación reduce
la complejidad de los contactos interpersonales, vid. PIÑA ROCHEFORT, Rol social y sistema de
imputación, Tesis Doctoral, Universidad de Navarra, 2002, p. 136; p. 137, nota 421.
46
Este planteamiento fue expuesto en su tesis doctoral, publicada como SILVA SÁNCHEZ, El
delito de omisión. Concepto y sistema, Bosch, Barcelona, 1986, pp. 359 y ss., 369, 371. 42
Academia de la Magistratura 42
Curso: Derecho Penal Económico
De este modo, el sujeto que realiza de propia mano los elementos externos del tipo no
responderá por el resultado físicamente causado cuando dicho suceso lesivo no le
incumba en razón de haber administrado su esfera organizativa dentro de los límites
permitidos y no encontrarse institucionalmente vinculado con el titular que ha sufrido la
pérdida del bien. Dicho de otro modo, no responde porque no es posible fundamentar
una posición de garantía. A menudo, en la mayoría de supuestos de comisión activa el
posicionamiento del autor como garante es tan evidente que tal presupuesto puede
pasar desapercibido, puesto que en tales casos casi siempre la posición de garantía
surge de la propia acción50. Sin embargo, si la producción —incluso consciente y de
47
Vid. REYES ALVARADO, «Fundamentos teóricos de la imputación objetiva», en Anuario de
Derecho penal y ciencias penales, 1992, p. 949; SÁNCHEZ-VERA GÓMEZ-TRELLES, Intervención
omisiva, posición de garante y prohibición de sobrevaloración del aporte, Bogotá, 1995, pp. 55-
81.
48
Conforme explica SILVA SÁNCHEZ, «La regulación de la “comisión por omisión” (artículo 11)»,
en El nuevo Código penal: Cinco cuestiones fundamentales, Barcelona, 1997, p. 62, la
distinción entre comisión activa y comisión por omisión es meramente ontológica, presentado
una configuración material idéntica en el plano normativo de las estructuras de imputación. A
dicha equivalencia se refiere el art. 13º.1 CP cuando exige que la omisión se corresponda a la
realización del tipo penal mediante un hacer.
49
JAKOBS, Acción y omisión en Derecho penal, trad. Luis Carlos Rey Sanfiz y Javier Sánchez-
Vera Gómez-Trelles, Bogotá, 2000, passim.
50
Que ello no es necesariamente así en todos los supuestos, lo pone de relieve JAKOBS,
Derecho penal. Parte general. Fundamentos y teoría de la imputación, 2ª ed., corregida, trad. J.
Cuello Contreras y J.L. Serrano González de Murillo, Madrid, 1997, p. 259, «En definitiva, no
sólo el autor de la omisión, sino también el de la comisión debe ser garante si es que ha de
responder de un delito de resultado mediante comisión; cierto que el autor de la comisión, en la
mayoría de los supuestos que se discuten en la práctica, es garante ya por su comisión
(incumbencia por la organización), pero no por principio»; Siguiéndole, SÁNCHEZ-VERA GÓMEZ-
TRELLES, Intervención omisiva, posición de garante y prohibición de sobrevaloración del aporte,
p. 67: «El sujeto se suele colocar en posición de garante a causa de su propia acción». Este
autor destaca que la necesidad de una cualificación del autor como garante es consecuencia
del rechazo de la aplicación de criterios naturalistas en la teoría del delito, que es puesta de
manifiesto al hilo de una de las variantes del conocido «caso del reanimador», en el que se
demuestra que la comisión activa no necesariamente fundamenta una posición de garantía (pp.
70-77). Se trata de un paciente que ingresa a un hospital en coma irreversible y es conectado a
un aparato que le prolonga artificialmente la vida. Posteriormente, un médico suprime dicha
conexión ocasionándose la muerte. La causación naturalista de dicha muerte, llevada a cabo
de forma activa y de propia mano, no es imputable al médico que realizó la desconexión pues
si a ese mismo paciente no se le hubiese conectado al reanimador nadie afirmaría la comisión
de un homicidio, ya que no existe un deber de prolongar artificialmente la vida de quien se
encuentra en estado de coma irreversible. El médico no responde por que no es garante de la 43
Academia de la Magistratura 43
Curso: Derecho Penal Económico
vida del paciente, ni antes ni después de conectarle. Referencias sobre el tratamiento doctrinal
de las posibles variantes de este caso, con propuestas de solución propias, en SILVA SÁNCHEZ,
El delito de omisión. Concepto y sistema, pp. 249-259.
51
Comentarios a esta sentencia, incluido su texto, en: CARO JOHN, La imputación objetiva en la
participación delictiva, Grijley, Lima, 2003. 44
Academia de la Magistratura 44
Curso: Derecho Penal Económico
De modo muy similar, Schumann considera que el asesor se solidariza con el delito
del cliente cuando intersubjetivamente no pueda verse otro motivo razonable en la
conducta del cliente, distinto del delictivo. Y, en esta misma línea, para Fisch «debe
hablarse de una conducta con sentido delictivo siempre que en todo o en parte
presente una configuración tal que desde el punto de vista general o bajo la
consideración de las circunstancias del caso sólo pueda ser explicada delictivamente,
52
ROXIN, Derecho Penal. Parte General, pp. 1007-1008.
53
JAKOBS, Derecho penal. Parte general, pp. 843-847.
54
JAKOBS, Derecho penal. Parte general, p. 846. 45
Academia de la Magistratura 45
Curso: Derecho Penal Económico
esto es, que globalmente o en referencia a las partes correspondientes no tenga otro
sentido más que como posibilitación o facilitación de una conducta delictiva ajena» 55.
Ello supone afirmar la impunidad del asesor siempre que cumpla con los deberes
derivados de su status o posición jurídica. Sólo cuando se produzca un
quebrantamiento de dichos deberes, y el aporte de consultoría haya sido utilizado de
modo delictivo por el cliente, podrá predicarse una referencia de sentido genuinamente
delictiva respecto a la conducta del asesor. El asesor o consultor se extralimitará de
las funciones que regulan normativamente su actividad, cuando intervenga
estructurando o diseñando una operación per se delictiva (en el plano objetivo). En
tales casos, más que una solidarización con el delito perpetrado por el cliente, su
alejamiento respecto a los estándares que rigen su actividad de consultor lo aproxima
al hecho delictivo originariamente perteneciente al cliente, a tal punto que también
llega a pertenecerle, sea a título de cómplice o de coautor.
El criterio esbozado, según el cual sólo es punible como cómplice el asesor que
quebranta o se aleja en el desarrollo de su actividad de los estándares que rigen su
profesión, es plenamente compatible con el principio de autorresponsabilidad y con el
principio del hecho (cogitationis poenam nemo patitur). Ahora bien, para afirmarse el
cumplimiento del rol profesional, y por consiguiente liberar de responsabilidad penal al
asesor, no puede realizarse una valoración abstracta, desvinculada del contexto
concreto en el que se produjo el negocio. Es necesario contextualizar el acto de
asesoramiento para desentrañar su carácter neutral o su referencia de sentido
genuinamente delictiva.
55
Citado por ROBLES PLANAS, La participación en el delito, pp. 285-286.
56
Este criterio, conforme al cual un entorno caótico puede influir en la valoración que merece el
aporte de quien actúa en primer lugar, es introducido por JAKOBS, La imputación objetiva en
Derecho penal, p. 92, «Aquello que determina el sentido de un comportamiento no sólo
depende de la configuración del comportamiento, sino también del contexto en el que éste se
enmarca. Especialmente, puede que un contexto drásticamente delictivo repercuta en un
comportamiento que de por sí es estereotipado-socialmente adecuado». 46
Academia de la Magistratura 46
Curso: Derecho Penal Económico
ilícito de drogas al deudor que cancela su obligación crediticia y acto seguido ―sin
mediar solución de continuidad― el acreedor utiliza el dinero recibido para adquirir
sustancias ilícitas que luego comercializará, pues en tal caso el acto ilícito del acreedor
era reconocible por la proximidad espacio-temporal con el hecho, y el deudor siempre
hubiese podido incumplir su obligación de pago. Sin embargo, tal solución no puede
sino sorprender.
57
JAKOBS, «Representación del autor e imputación objetiva», trad. C. Suárez González, en
Estudios de Derecho Penal, p. 236.
47
Academia de la Magistratura 47
Curso: Derecho Penal Económico
48
Academia de la Magistratura 48
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 3
En esta unidad se analizan las estructuras de imputación subjetiva de responsabilidad
penal, reflexionando en torno a las nociones de «conocimientos especiales»,
«ignorancia deliberada», «dolo directo y eventual», e «imprudencia consciente e
inconsciente».
COMPETENCIAS
Esta epidemia, calificada por el Alto Tribunal español como una «catástrofe nacional»
sin precedentes, afectó a más 300,000 españoles y, lo que es peor, causó la muerte
de más de un millar de ellos.
Academia de la Magistratura 49
Curso: Derecho Penal Económico
mismo.
Sobre este caso cabe resaltar que la responsabilidad individual obliga a conectar el
resultado con una determinada acción humana y que es ésta y no la relación causal la
que es objeto del reproche o desaprobación penal. Es decir, una cosa es que, de
acuerdo con el método científico que sea, se dé por probada una relación de
causalidad y otra es que esa causalidad pueda conectarse con una determinada
acción. Por eso, las dudas y dificultades que se den en un proceso a la hora de
constatar la forma concreta en la que el producto devino nocivo no pueden socavar las
bases de la imputación penal, ni principios procesales tan básicos como el in dubio pro
reo. Si no se conocen los factores concretos que convirtieron al producto en nocivo, ni
la forma en que ello se produjo, difícilmente se podrán delimitar las acciones que en
relación con el mismo pueden engendrar algún tipo de responsabilidad penal.
Empecemos por los fundamentos, ¿por qué una pena agravada para los delitos
dolosos en comparación a los culposos? La doctrina que considera que el derecho
penal tiene la función de proteger bienes jurídicos no ofrece una respuesta
satisfactoria, pues un comportamiento culposo muchas veces representa mayores
peligros que uno doloso. Piénsese en un conductor imprudente que causa varias
muertes al infringir el deber de cuidado exigible en el tráfico rodado y el conductor que
atropella dolosamente a su víctima. Sin duda, el comportamiento del autor culposo
entraña mayor peligro para la integridad de los intervinientes en el tráfico rodado, pues
―a diferencia del autor doloso― su conducta no está focalizada en una víctima
concreta. En cambio, una comprensión comunicativa del injusto y de la pena sí
proporciona una explicación satisfactoria de tal diferencia de agravación; a saber, de
acuerdo a esta tesis, el fundamento de la pena de los delitos dolosos es garantizar la
vigencia de una expectativa normativa que ha sido conscientemente desautorizada;
mientras que en los delitos culposos el fundamento de la pena viene dado por la
50
Academia de la Magistratura 50
Curso: Derecho Penal Económico
Pero, ¿qué debe entenderse por dolo? Esta categoría dogmática, heredada del
derecho romano tardío58, es mayoritariamente definida en función a la concurrencia de
un momento intelectual —conocimiento actual de todas las circunstancias objetivas del
hecho del tipo legal— y de un momento de corte volitivo —voluntad incondicionada de
realizar el tipo—59. De acuerdo a esta concepción, no se apreciará un comportamiento
doloso cuando en el momento de su actuación el agente ignore absolutamente alguna
circunstancia preexistente en la realidad, que precisamente configura determinada
situación como típica, o no pueda prever ni siquiera de modo incierto el acaecimiento
de del resultado típico de su comportamiento.
58
JESCHECK, Tratado de Derecho Penal. Parte General, 1993, p. 263.
59
W ELZEL, Derecho Penal Alemán. Parte General, trad. de la 11a ed. alemana por Juan Bustos
Ramírez y Sergio Yañez Pérez, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1993, p. 77. Desde hace
ya algún tiempo, la adscripción de un elemento de corte volitivo a la noción de dolo viene
siendo seriamente cuestionada. Al respecto, vid. SILVA SÁNCHEZ, Aproximación al Derecho
Penal Contemporáneo, Bosch, Barcelona, 1992, pp. 401 ss. Vid. también las críticas
formuladas por RAGUÉS I VALLÈS, El dolo y su prueba en el proceso penal, 2002, pp. 157-162,
con múltiples referencias bibliográficas al estado actual del debate. Resulta interesante cómo
algunos autores que incluyen a la «voluntariedad» como elemento del dolo, aceptan que ésta
voluntad consciente se deduce automáticamente en todos los casos en que se acomete un
comportamiento humano (esto es, sin que concurran causas que neutralicen los efectos de la
acción: fuerza irresistible, movimientos reflejos y estados de inconsciencia) conociendo los
elementos objetivos que lo hacen típico. En esta línea, MIR PUIG, Derecho Penal. Parte
General, 2002, pp. 256 ss.
60
Actualmente, en el ámbito latinoamericano, el Código Penal colombiano de 2000, en su art.
22, señala que «la conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la
infracción penal y quiere su realización. También será dolosa la conducta cuando la realización
de la infracción penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al
azar».
61
RAGUÉS I VALLÉS, «Consideraciones sobre la prueba del dolo», Diario La Ley, Año XXIII (N°
5633), 15 de octubre de 2002, pp. 1 ss. 51
Academia de la Magistratura 51
Curso: Derecho Penal Económico
que tuvieron gran auge durante el siglo xviii entre los penalistas hegelianos.
Sintetizando al máximo, según la doctrina del dolus indirectus, el dolo comprende la
realización de aquellos resultados que según la experiencia se asocian al
comportamiento del sujeto, sin importar que dichas consecuencias hayan sido
concretamente abarcadas por la representación del sujeto al momento de actuar. Esta
teoría empieza a caer en desgracia a finales del siglo xviii, principalmente por acción
de Feuerbach, quien ―desde los postulados de su teoría de la coacción psicológica―
la criticó severamente por atribuir a la voluntad del sujeto resultados que éste
realmente nunca quiso. Puede afirmarse que tras la aportación de Feuerbach, la
discusión doctrinal plantea la imputación dolosa como algo fundamentalmente referido
a la representación y voluntad del sujeto, entendidas como fenómenos de naturaleza
psicológica.
Sin embargo, tal entendimiento del dolo devino prontamente inaplicable, debiendo
recurrir la doctrina a sucedáneos de la voluntad o a elementos pseudos-volitivos para
poder calificar un comportamiento de doloso sin renunciar a la definición
psicologizante de conocimiento y voluntad. Así, se acaba afirmando que quien
simplemente acepta, se conforma o se resigna con la realización del tipo,
«jurídicamente quiere» dicha realización y, por tanto, actúa dolosamente. En la
práctica, el razonamiento judicial para apreciar el elemento volitivo del dolo es el
siguiente: si al momento de actuar el sujeto fue consciente del riesgo que encerraba su
comportamiento, y pese a tal representación actúo, entonces lo hizo voluntariamente,
aunque no desee ―en términos afectivos― el resultado producido. Dicho en forma
simple, si conoce y actúa, entonces quiere. ¿Acaso algún juez negaría el dolo del
acusado de homicidio que afirmara haber presionado fuertemente el cuello de la
víctima con un cinturón de cuero por un tiempo más o menos prolongado, con la
intención de privarle del conocimiento, pero no de matarla? 62
Ahora bien, la determinación del conocimiento típico del dolo constituye un proceso de
adscripción o imputación judicial, pues no se trata de desentrañar la psique del autor
para indagar lo que se representó en el momento en que realizó el hecho enjuiciado,
algo que por lo demás no es posible hacer utilizando medios de prueba que gocen de
confianza social y reconocimiento legal, sino que el conocimiento es predicable en
función de determinados criterios de atribución. Sobre el particular, recojo la propuesta
formulada por Ragués i Vallès, al postular que la atribución del conocimiento se realice
a partir de las reglas de la experiencia sobre el conocimiento ajeno. La virtud de esta
propuesta reside en la reducción del riesgo de errores judiciales a niveles que
62
Se trata del «caso de la correa de cuero» (Lederriemenfall), enjuiciado por el Tribunal
Supremo Alemán en 1955, vid. una magistral panorámica del mismo en RAGUÉS I VALLÈS,El
dolo y su prueba en el proceso penal, 2002, pp. 83 ss., afirmando que marcó un punto de
inflexión clave en la centenaria discusión sobre el concepto de dolo.
63
Jakobs, «Indiferencia como dolo indirecto», 2004, p. 349. 52
Academia de la Magistratura 52
Curso: Derecho Penal Económico
Veamos cómo un caso puede tener soluciones distintas en función de los criterios
―psicologicistas o normativos― que se apliquen para determinar el conocimiento. Se
trata de la ejecutoria suprema de 28 de mayo de 2004, recaída en el Exp. N 472-2003-
Arequipa, en la que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia se pronuncia por
53
Academia de la Magistratura 53
Curso: Derecho Penal Económico
«Del análisis de autos se advierte que el Colegiado ha efectuado una debida compulsa
de los medios de prueba actuados a lo largo del proceso, pues se colige de autos que
el justiciable Richard T. entabló amistad con la menor perjudicada en razón a que
venía realizando sus prácticas pre-profesionales en el Colegio «A», donde estudiaba la
menor perjudicada, la misma que le enviaba cartas en las que le manifestaba estar
enamorada de él, a lo que no daba importancia el justiciable en comentario, siendo el
caso que con fecha 23 de enero del 2001, una amiga de la menor perjudicada, de
nombre Fiorella, le comentó que la menor perjudicada quería hablar con él, citándolo
en el parque «Mayta Cápac», donde fue a encontrarse con la menor, con la que
conversó y paseó, cual fueran dos enamorados (siempre en la creencia de que la
citada menor contaba con 14 años de edad), para luego citarse al día siguiente, 24 de
enero, fecha en la que ocurrieron los hechos materia de juzgamiento. Ahora bien, de la
revisión minuciosa de autos, nos detendremos en el certificado médico (Evaluación
odonto-estomatológica) de fs. 401, por la cual se buscó determinar la edad cronológica
de la menor perjudicada, de acuerdo al desarrollo dentario, la misma que determina
como edad de la menor la de 14 años, ello aunado a lo vertido por la menor en la carta
que en original corre a fs. 117, en la que manifiesta al justiciable Richard T. que, en
realidad, con cuenta con 14, sino con 15 años, vale decir, indujo al mismo a creer en la
veracidad de su edad, habida cuenta que por su tamaño y desarrollo no aparentaba
una edad menor, conforme así se desprende la pericia antes anotada; en tal sentido,
se colige que, en todo momento, el justiciable en comentario, mantuvo la certeza de la
edad que refería la menor perjudicada; Cuarto: Que, en el caso de autos se ha
producido la figura del error de tipo, que se da de dos maneras, cuando el agente
actuando con las previsiones del caso se hubiese dado cuenta de su error, aquí se
elimina el dolo pero subsiste la culpa y será sancionado como un delito culposo si está
contemplado en el Código Penal (error vencible) ; o cuando a pesar de ello, no se
hubiese dado cuenta de su error, aquí el sujeto queda exento de responsabilidad, pues
se elimina tanto el dolo como la culpa (error invencible); en el tipo instruido se hace
referencia al error de tipo, que tiene lugar cuando el agente cree que el sujeto pasivo
es mayor de 14 años; en este caso, tanto si el error es invencible o vencible no podrá
castigarse al sujeto activo por el artículo ciento setentitrés del Código Penal, esto al no
admitirse expresamente por Ley la tentativa de violación culposa»64.
64
SAN MARTÍN CASTRO, Jurisprudencia y precedente penal vinculante. Selección de Ejecutorias
de la Corte Suprema, Palestra, Lima, 2006, pp. 270 ss.
65
SÁNCHEZ-VERA GÓMEZ-TRELLES, tribuciones normativistas en derecho penal, Grijley, Lima,
2004, p. 76. 54
Academia de la Magistratura 54
Curso: Derecho Penal Económico
El carácter impreciso de los criterios que utiliza la Sala Suprema para apreciar la
configuración de un error de tipo es incompatible con la pretensión de seguridad
jurídica que persigue el pensamiento sistemático, pues ex ante no se aseguran
soluciones previsiblemente uniformes para casos de estructura similar. La Sala
Suprema echa mano de criterios psicologizantes que buscan determinar los procesos
mentales acaecidos en la psique del autor al momento de la comisión del hecho
enjuiciado, valiéndose ―paradójica e inevitablemente― de pruebas producidas ex
post facto, tales como la evaluación odonto-estomatológica, que no tuvo a la vista el
profesor al momento de acometer sexualmente contra su alumna.
Esta doctrina encuentra cabida en espacios en los que intervienen una pluralidad de
sujetos en la realización de un hecho típico, en cuanto se requiere un agente que
comete fácticamente el tipo penal, así como aquel que –pese a tener un deber de
supervisión sobre este último– decide no conocer o inmiscuirse en las acciones de su
dependiente para así pretender salvarse de responsabilidad. Siendo ello así, la
criminalidad empresarial resulta ser el contexto perfecto para su aplicación, puesto que
en su seno justamente suelen interactuar una pluralidad de personas.
66
RAGUÉS, Ramón. «La doctrina de la ignorancia deliberada y su aplicación al Derecho Penal
Económico Empresarial » En: «Casos que hicieron doctrina en el Derecho Penal», La Ley,
Barcelona, 2011, pág. 296. 55
Academia de la Magistratura 55
Curso: Derecho Penal Económico
56
Academia de la Magistratura 56
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 4
En esta unidad abordaremos el delito de estafa, su dinámica comisiva, la definición de
los elementos que la conforman, así como las modalidades típicas más comunes.
COMPETENCIAS
El delito de estafa, tipificado en el artículo 196º del Código Penal, se configura con la
concurrencia secuencial de los siguientes elementos: (1) la verificación de un
57
Academia de la Magistratura 57
Curso: Derecho Penal Económico
El fundamento del injusto típico de la estafa –la razón por la cual se criminaliza este
comportamiento– no es otro que el constituir una lesión a la libertad de disposición
patrimonial que detentan los ciudadanos y las empresas, en tanto legítimos
administradores de un ámbito de organización patrimonial. El engaño típico de la
estafa consiste en la infracción de deberes de veracidad por parte del autor, que
anulan o bloquean el libre consentimiento del administrador del patrimonio
perjudicado. El fraude bien puede consistir en el suministro de información falsa o en
el ocultamiento de información relevante para la toma de decisión del titular o
administrador del patrimonio, y se verifica siempre que éste haya activado sus deberes
de autoprotección. Es decir, que no corresponderá apreciar un engaño típico de estafa
cuando el déficit cognitivo –estado de error– sea imputable al propio perjudicado, al no
haberse informado adecuadamente de aquellos aspectos del negocio que le compete
conocer, o al haber confiado irrazonablemente allí donde el ordenamiento jurídico –
incluida la costumbre comercial– no le autoriza a hacerlo. Por ejemplo, no será víctima
de un delito de estafa quien paga por un automóvil a quien afirma ser el propietario, a
pesar de no encontrarse inscrito como tal en el Registro de Propiedad Vehicular.
Independientemente de la responsabilidad civil que pueda imputársele a quien afirma
ser el titular del bien mueble registrable, no podrá apreciarse un delito de estafa ni de
estelionato, a menos que haya mediado suplantación de identidad o falsificación
documental. A la luz de la presunción iuris et de iure establecida en el artículo 2012°
del Código Civil, la mera afirmación de ser el propietario del automóvil no es idónea
para generar un estado de error.
Academia de la Magistratura 58
Curso: Derecho Penal Económico
Estafa contractual
No es infrecuente que aquello que empezó como una relación comercial termine por
criminalizarse luego del incumplimiento de una de las partes contratantes. En la
práctica, lamentablemente, no es inusual el recurso al derecho penal como mecanismo
de presión para mejorar una posición negociadora débil y generar transacciones
extrajudiciales que pongan fin a controversias comerciales. ¿Cuándo nos encontramos
ante un genuino delito de estafa y cuándo frente a un montaje de lo que en rigor no es
sino un puro y simple incumplimiento contractual? ¿Por qué si la diferencia entre una y
otra situación es clara, la criminalización de una relación comercial puede resultar
rentable?
«Los principios de lealtad y buena fe que deben presidir las relaciones contractuales
obligan a las partes a exteriorizar y mostrar todas las circunstancias que confluyen
sobre el objeto del contrato y las personas de los contratantes. Cualquier omisión de
las cargas o gravámenes de la cosa que va a constituir el objeto sobre el que ha de
versar el consentimiento o la ocultación de las circunstancias personales de uno de los
contratantes sobre su solvencia económica o sobre la capacidad o posibilidades reales
de cumplir con la prestación de la voluntad, son elementos sustanciales que
determinan la prestación de la voluntad o consentimiento necesario para llevar a cabo
el contrato. El engaño puede ser activo o positivo, realizando una convincente
exposición de ventajas inexistentes o puede ser omisivo, ocultando o sustrayendo
datos que si el otro contratante hubiera conocido le harían desistir de su voluntad de
contratar» [Sentencia del Tribunal Supremo español, de 31 de diciembre de 1996,
ponente Martín Pallín].
Academia de la Magistratura 59
Curso: Derecho Penal Económico
Estafa piramidal
(i) Siempre hay gente que cobra lo prometido. En tanto exista una pluralidad de
inversores, los primeros serán retribuidos con el dinero de los posteriores inversores.
Estelionato
67
http://www.invertirenbolsa.info/blog-de-bolsa-e-inversiones.htm 60
Academia de la Magistratura 60
Curso: Derecho Penal Económico
61
Academia de la Magistratura 61
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 5
En esta unidad analizaremos el delito de fraude en la administración de personas
jurídicas y sus diferencias con el delito de apropiación ilícita. Asimismo, estudiaremos
cada una de las modalidades comisivas del delito fraude en la administración de
personas jurídicas.
COMPETENCIAS
Este caso tiene como punto de origen la adquisición del grupo de empresas de
telecomunicaciones Mannesmann por parte de la empresa británica Vodafone
mediante una OPA que fue hostil al principio, pero luego complaciente. Producida la
adquisición del grupo Mannesmann, varios de sus directivos, amparos en el éxito de
esta operación por el alto precio pagado por las acciones, procedieron a otorgarse
premios y beneficios económicos hasta por la suma de 57 millones de euros. La
cuestionable legalidad de estos pagos dio pie al inicio de un proceso penal por el delito
de infidelidad patrimonial (art. 266° del Código penal alemán), delito emparentado,
aunque con sustanciales diferencias, con el delito de administración fraudulenta,
contemplado en el art. 198° del Código penal peruano.
El proceso penal fue abierto contra el Presidente del grupo Mannesmann, así como
contra otros miembros del directorio y del consejo de vigilancia que se beneficiaron
con los pagos antes mencionados. La sentencia del Tribunal del Land de Dusseldorf
resolvió que no se dan en el caso juzgado los elementos constitutivos del delito de
infidelidad patrimonial. Se destaca el argumento alegado de un error sobre el carácter
ilícito de la concesión de los premios y beneficios otorgados a los directivos.
Academia de la Magistratura 62
Curso: Derecho Penal Económico
Para la consumación delictiva, el Art. 198º del Código Penal no exige la producción de
un perjuicio patrimonial para la persona jurídica o para los terceros interesados, sino
que únicamente se conforma con la realización de un comportamiento orientado a
producir tal afectación patrimonial, independientemente de que ella acaezca en los
hechos. En este sentido, la expresión contenida en el precepto normativo comentado:
«[...] realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes: [...]»
refiere a un elemento subjetivo del injusto adicional al dolo. Se trata de un elemento de
tendencia interna trascendente, es decir, del móvil con el que debe actuar el sujeto. El
autor debe realizar su comportamiento con la finalidad de causar un perjuicio
patrimonial a la persona jurídica que representa o a terceros interesados.
68
SALINAS, Ramiro. «Derecho Penal: Parte Especial Vol II.», Grijley, Lima, 2010. Pág. 1020 63
Academia de la Magistratura 63
Curso: Derecho Penal Económico
Primera modalidad
Cuando el sujeto activo oculta a los accionistas, socios, asociados, auditor interno o
externo, o terceros interesados, falseando los balances o usando cualquier artificio que
suponga un aumento o disminución de las partidas contables.
Segunda modalidad
Contemplada en el 198.2° del Código Penal, se configura cuando el agente por medio
de informes periódicos o eventuales da, proporciona, entrega o consigna datos falsos
referentes a la situación económica. Como señala SALINAS SICCHIA, el objeto
material por el cual se comete el delito puede ser un inventario, un informe, una
memoria, o incluso una comunicación oral. 69
Tercera modalidad
Este supuesto se configura cuando el agente, por medio de cualquier acto fraudulento,
promueve, impulsa o fomenta falsas cotizaciones de acciones, títulos o participaciones
de la persona jurídica que representa.
Cuarta modalidad
Se configura cuando el autor acepta como garantía de crédito acciones o títulos de la
persona jurídica que representa, pese a saber que esta conducta se encuentra
prohibida por el artículo 106° de la Ley General de Sociedades70. No obstante ello,
debemos destacar que esta es una prohibición relativa, la cual solo tiene sentido
cuando el crédito es mayor al valor real del título participativo. Por ende, cuando el
crédito sea igual o menor al valor real de las acciones no se configurará el delito.
Quinta modalidad
Este supuesto típico se configura cuando el sujeto activo realiza determinados actos
fraudulentos para alterar el balance, con la finalidad de distribuir utilidades reflejadas
en los balances adulterados71. Este delito pretende impedir el reparto indebido de
capital social entre los socios, pues ello perjudica a la persona jurídica al ver reducido
ilegalmente su patrimonio.
Sexta modalidad
Se consuma cuando el sujeto activo omite comunicar al directorio u órgano similar
acerca de la existencia de intereses propios que son incompatibles con los de la
persona jurídica. El interés incompatible puede presentarse de modo inmediato o
mediato, el primer caso se presenta cuando el propio agente o algún familiar cercano
son los interesados en realizar algún negocio jurídico con la empresa que representa,
mientras que el segundo caso se configurará cuando el agente o su familiar cercano
es socio o asociado de una persona jurídica que realiza negocios con su
representada72.
69
SALINAS, Ramiro. «Derecho Penal: Parte Especial» Vol II, Grijley, Lima, 2010, pág. 1117
70
Art. 106° LGS: «En ningún caso la sociedad puede otorgar préstamos o prestar garantías,
con la garantía de sus propias acciones ni para la adquisición de éstas bajo responsabilidad del
directorio.»
71
BRAMONT-ARIAS, Luis y GARCIA CANTIZANO, María. «Manual de Derecho Penal: Parte
Especial», Editorial San Marcos, Lima, 1997, pág. 363
72
SALINAS, Ramiro. «Derecho Penal: Parte Especial» Vol II, Grijley, Lima, 2010, pág. 1122. 64
Academia de la Magistratura 64
Curso: Derecho Penal Económico
Séptima modalidad
Este comportamiento delictivo se configura cuando el agente, por sí solo, sin contar
con la aprobación de los demás representantes, asume u obtiene un préstamo para la
persona jurídica. Hemos de resaltar que la obtención de créditos no está prohibida,
más lo que se busca proteger es que los representantes sigan el trámite establecido
para ello.
Octava modalidad
La conducta punible se verifica cuando el agente, aprovechando su condición de
representante de la persona jurídica, usa o utiliza los bienes de su representada en
provecho propio o de un tercero, causando de esta manera un perjuicio patrimonial
para la empresa.
Fideicomiso.- El fideicomiso es, según la Ley Nº 26702 (Ley General del Sistema
Financiero y de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros), un
contrato mediante el cual una persona llamada fideicomitente, transfiere uno o más
bienes a otra persona llamada fiduciario, quien se obliga a usarlos y administrarlos en
favor del fideicomitente o de un tercero llamado fideicomisario. Así pues, en este
contrato tenemos 3 partes claramente identificadas:
Fideicomitente.- Es la persona que transfiere los bienes. Cabe señalar que los bienes
transferidos no pasan a ser parte del patrimonio del fiduciario (de ahí que sean
considerados como un patrimonio autónomo distinto al de las partes involucradas en el
contrato). Por tanto, el fiduciario tiene el dominio fiduciario, más no la propiedad de los
bienes y derechos que constituyen el patrimonio otorgado en fideicomiso (patrimonio
fideicometido).
Academia de la Magistratura 65
Curso: Derecho Penal Económico
El protagonismo del factor fiduciario en la comisión del ilícito penal denunciado, radica
en que quien ejerce el dominio fiduciario tiene plenas potestades para la
administración, uso, disposición y reivindicación sobre los bienes que conforman el
patrimonio fideicometido, las mismas que deben ser ejercidas con la debida
adecuación a la finalidad para la cual se constituyó el fideicomiso y con observancia de
las limitaciones que se hubieren establecido en el acto constitutivo.
73
Artículo 271º Ley Nº 26702.- «Para cada fideicomiso que reciba, la empresa designa un
factor fiduciario, quien asume personalmente su conducción, así como la responsabilidad por
los actos, contratos y operaciones que se relaciones con dicho fideicomiso». 66
Academia de la Magistratura 66
Curso: Derecho Penal Económico
En el ámbito subjetivo o lado interno del hecho, nos encontramos ante un delito
eminentemente doloso, que adicionalmente requiere de un elemento subjetivo,
consistente en el propósito de obtención de un beneficio en provecho del propio autor
o de un tercero. El beneficio debe entenderse en sentido patrimonial, como la
obtención de un incremento o mejora patrimonial, que como hemos señalado no
requiere de verificación objetiva a efectos de considerar consumado el delito, sino que
únicamente se exige que la búsqueda de tal beneficio patrimonial fue la que impulsó el
comportamiento del autor (móvil de lucro).
Como se ve, se trata de un delito especial propio, en el que los sujetos que no
ostentan la condición de factor fiduciario, director, gerente o administrador de una
sociedad de propósito exclusivo, únicamente pueden ser responsabilizados a título de
partícipes (cómplices e instigadores), mas no como autores. Se trata de un delito de
infracción de deber, en el que se reprime el quebrantamiento de los deberes de lealtad
y fidelidad que ostenta el administrador del patrimonio de propósito exclusivo.
67
Academia de la Magistratura 67
Curso: Derecho Penal Económico
UNIDAD 6: EL DELITO DE
LIBRAMIENTO Y COBROS INDEBIDOS
68
Academia de la Magistratura 68
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 6
En esta unidad se estudiarán las distintas modalidades de los delitos de libramiento y
cobro indebido de cheques, haciendo énfasis en el impacto de las distintas clases de
cheque previstas en la Ley de Títulos Valores.
COMPETENCIAS:
CUESTIÓN PREVIA
Este ilícito penal exige que se produzca como resultado típico un perjuicio patrimonial.
De esta manera, en el caso del libramiento de un cheque sin fondos se producirá un
evidente perjuicio patrimonial en la medida que el tenedor incorpora a su patrimonio un
derecho que no tiene el valor indicado.
69
Academia de la Magistratura 69
Curso: Derecho Penal Económico
Cheque Cruzado
Cheque General
Para abono en cuenta
Intransferible
Clases Certificado
Cheque de Gerencia
Cheques Especiales
Cheque Giro
Garantizado
Cheque de Viajero
De Pago Diferido
El Cheque Cruzado
70
Academia de la Magistratura 70
Curso: Derecho Penal Económico
a) El emitente, así como el tenedor del cheque, pueden prohibir su pago en efectivo
y por caja, insertando en el título la cláusula “para abonar en cuenta” u otra
equivalente.
b) El banco girado debe atender el pago sólo mediante el abono del importe en la
cuenta señalada y de la que además sea titular o cotitular el último tenedor.
El Cheque Intransferible
71
Academia de la Magistratura 71
Curso: Derecho Penal Económico
El Cheque Certificado
a) Mediante este cheque los bancos certifican, a petición del girador o de cualquier
tenedor, la existencia de fondos disponibles con referencia a este cheque, siempre
que no se haya extinguido el plazo para su presentación al pago, cargando al
mismo tiempo en la respectiva cuenta corriente girada la suma necesaria para su
pago.
b) Efectuada la certificación, el banco girado asume la responsabilidad solidaria de
pagar el cheque durante el plazo legal de presentación para su pago.
El Cheque de Gerencia
a) Las empresas del Sistema Financiero Nacional autorizadas al efecto pueden emitir
cheques de gerencia a cargo de ellas mismas, pagaderos en cualquiera de sus
oficinas del país.
b) Con expresa indicación en el título, estos cheques pueden ser emitidos para ser
pagados en sus oficinas del exterior.
c) Salvo cláusula en contrario, son transferibles y no pueden ser girados a favor de la
propia empresa, ni al portador.
72
Academia de la Magistratura 72
Curso: Derecho Penal Económico
El Cheque Giro
El Cheque Garantizado
a) El banco puede autorizar que se giren a su cargo cheques con provisión de fondos
garantizados, en formatos especiales y papel de seguridad, en los que se señale
expresamente:
- La denominación “Cheque Garantizado”
- Cantidad máxima por la que el cheque garantizado puede ser emitido.
- Nombre del beneficiario, no pudiendo ser girado al portador.
b) A diferencia del Cheque Certificado, el Cheque Garantizado no tiene un plazo
definido.
73
Academia de la Magistratura 73
Curso: Derecho Penal Económico
El Cheque de Viajero
a) Es emitido por el banco a su propio cargo, para ser pagado por este o por sus
corresponsales que señale en el título, en el país o en el extrajero.
b) Se asimila a dinero en efectivo
c) Debe ser expedido en papel de seguridad y llevar impresos el número y serie que
le corresponda, el domicilio del banco emisor y el valor monetario representado por
el título.
a) Es una orden de pago, emitida a cargo de un banco, bajo condición para su pago
que transcurra el plazo señalado en el mismo título, que no podrá ser mayor a 30
(treinta) días desde su emisión, fecha en la que el emitente debe tener fondos
suficientes. Todo plazo mayor se reduce a 30 (treinta días).
b) El título deberá señalar la denominación “Cheque de Pago Diferido” en forma
destacada, así como la fecha desde la que procede ser presentado para su pago,
precedida de la cláusula “páguese desde el …”. A partir de dicha fecha resultan
aplicables todas las disposiciones legales referidas a los cheques comunes.
c) Puede ser negociado desde la fecha de su emisión
Academia de la Magistratura 74
Curso: Derecho Penal Económico
agente gira sin tener provisión de fondos o autorización para sobregirar la cuenta
corriente. Como podemos notar, resulta esencial determinar el momento en que el
emitente se encuentra en la obligación de tener los fondos suficientes para el pago del
respectivo título valor.
Así, como bien enseña el Prof. Caro Coria, se configurará esta modalidad típica
cuando Heráclito, teniendo fondos en su cuenta, gira a Parménides un cheque, pero al
querer cobrar no puede hacerlo porque Heráclito retiró las provisiones cobrándolas
previamente, o las transfirió a otra cuenta.
74
PELAEZ, Mariano, «El cheque: protección jurídica, y delito de libramiento y cobro indebido»,
2da ed. Grijley, Lima, p. 166. 75
Academia de la Magistratura 75
Curso: Derecho Penal Económico
En esencia, resulta ser una forma específica de falsificación de documento público que
recae sobre un cheque. Se configura cuando el agente suplanta la identidad de quien
está autorizado a cobrar el cheque.
Cabe señalar que muchos autores cuestionan esta modalidad típica del delito de
libramiento indebido, puesto que contempla un espectro de pena mucho más benigno
que el del delito de falsificación de documentos pese a cumplirse el mismo supuesto
de hecho.
Hemos de acotar que las modalidades descritas en los incisos 1 (Giro de cheque sin
provisión de fondos) y 6 (Endoso sin contar con provisión de fondos) requieren del
protesto o del certificado del banco señalando el motivo de la falta de pago.
76
Academia de la Magistratura 76
Curso: Derecho Penal Económico
UNIDAD 7: DELITOS
FINANCIEROS EN EL MERCADO
BANCARIO
77
Academia de la Magistratura 77
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 7
En esta unidad se estudiará y reflexionará en torno a la estructura típica de los delitos
financieros más representativos y frecuentes en la actividad económica y empresarial.
COMPETENCIAS:
Academia de la Magistratura 78
Curso: Derecho Penal Económico
El sujeto activo será cualquier persona que recurra a una institución bancaria o
financiera solicitando un crédito u otro tipo de financiación. Se trata de un delito
común.
La penalidad para este delito se agrava, dependiendo si es autor o partícipe del delito,
si concurren las siguientes circunstancias:
Para el autor del delito: Si como consecuencia del crédito así obtenido, la SBS
resuelve la intervención o liquidación de la institución financiera. Para lo cooperadores
del delito: Si los accionistas, asociados, directores, gerentes y funcionarios de la
institución cooperan en la ejecución del delito, serán reprimidos con la misma pena
prevista para el autor, además con la inhabilitación de ley.
Este tipo penal, descrito en el artículo 249° del Código Penal, presenta como hecho
configurador el propalar noticias falsas atribuyendo a una empresa de 79
Academia de la Magistratura 79
Curso: Derecho Penal Económico
Este es un delito especial impropio, puesto que contempla una modalidad común, así
como una agravada, la cual se configura cuando el sujeto activo lo constituye el
miembro del directorio, gerente o funcionario de una empresa que opere con fondos
públicos, o si es miembro del directorio o gerente de una empresa auditoria o
clasificadora de riesgo. También cumplen con la cualidad especial los funcionarios del
Ministerio de Economía y Finanzas, el Banco Central de Reserva del Perú, la
Superintendencia de Banca y Seguros o la Superintendencia del Mercado de Valores
[otrora CONASEV].
Busca evitar el favorecimiento económico por parte de los miembros de alta dirección,
de las entidades financieras, a costa de los usuarios éstos se ven compulsados, por
exigencia de las mencionadas personas, a entregar parte de los créditos como
condición para su entrega efectiva.
75
BRAMONT ARIAS, Luis y GARCÍA CANTIZANO, María. «Manual de Derecho Penal: Parte
Especial», Editorial San Marcos, Lima, 1997, pág. 458. 80
Academia de la Magistratura 80
Curso: Derecho Penal Económico
81
Academia de la Magistratura 81
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 8
En esta unidad se estudiará la dinámica comisiva de los delitos contra el mercado de
valores.
COMPETENCIAS:
CUESTIÓN PREVIA
“Art. 243°-B.- El que por cuenta propia o ajena realiza o desempeña actividades
propias de los agentes de intermediación, sin contar con la autorización para ello,
efectuando transacciones o induciendo a la compra o venta de valores, por medio de
cualquier acto, práctica o mecanismo engañoso o fraudulento y siempre que los
valores involucrados en tales actuaciones tengan en conjunto un valor de
82
Academia de la Magistratura 82
Curso: Derecho Penal Económico
mercado superior a cuatro (4) UIT, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno (1) ni mayor de cinco (5) años”.
Este nuevo tipo penal, que busca reforzar el cumplimiento de los deberes de veracidad
impuestos a los emisores de títulos valores que se negocien en el mercado bursátil,
contempla una modalidad básica (la cual puede acarrear penas de hasta cuatro años),
así como una modalidad agravada, la cual se configura cuando, como consecuencia
de la presentación de información falsa, un inversionista [sea retail o institucional]
resulte económicamente perjudicado.
Cabe acotar que, pese a la voluntad expresada en los antecedentes del debate
legislativo, no incurrirá en responsabilidad penal el administrador que –por omisión-
incumpla la obligación de comunicar hechos de importancia, entregar estados
financieros, entre otras obligaciones contempladas en la Ley de Promoción del
Mercado de Valores (Ley N° 30050).
Academia de la Magistratura 83
Curso: Derecho Penal Económico
Este elemento nos permite aseverar que nos encontramos ante un delito doloso.
Adicionalmente, hemos de destacar que el tercero beneficiado no debe tener
conocimiento de los actos delictivos desplegados por el agente.
Como hemos señalado anteriormente, nos encontramos ante un delito doloso, puesto
que lo que reprime es la manipulación consciente de precios en el mercado, elemento
subjetivo que deberá ser probado por el Ministerio Público.
Las denominadas prácticas de insider trading, también conocidas como dèlits des
initiès o insider dealing, involucran la explotación beneficiosa de información
privilegiada en operaciones bursátiles, a partir de la infracción de deberes de
abstención y de confidencialidad inherentes a los participantes en el mercado de
valores77. El delito de abuso de información privilegiada es una de las manifestaciones
más representativas de la criminalidad económica, y fue expresamente reprimido en
los textos legales con ocasión del famoso crack de la Bolsa de Valores de Nueva York.
Fue a partir de este momento que el legislador estadounidense tomó conciencia del
carácter lesivo que para la economía entrañaba la existencia de numerosos consorcios
dedicados a adquirir y vender valores mobiliarios en el mercado bursátil,
aprovechándose de información relativa a la cotización de dichos valores y/o de sus
emisores, y que sólo ellos poseían en virtud a su vinculación societaria o profesional
con el emisor.
76
CALDERÓN, Leonardo. «La manipulación de precios en el mercado de valores». En: Gaceta
penal y procesal penal, Editorial Gaceta Jurídica, Tomo 36, Lima, 2012.
77
HOPT, «The european dealing directive», Common Market Law Review, Nº 27 (1990), passim;
GIUDICELLI-DELAGE, «El delito de iniciados en el Derecho francés», Estudios Jurídicos. Hacia un
Derecho penal económico europeo. Jornadas en honor del profesor Klaus Tiedemann,
Universidad Autónoma de Madrid, 1995, pp. 401 ss.; HURTADO POZO, «El delito de explotación
de información privilegiada en el Código Penal suizo», Estudios Jurídicos. Hacia un Derecho
penal económico europeo. Jornadas en honor del profesor Klaus Tiedemann, pp. 411 ss. 84
Academia de la Magistratura 84
Curso: Derecho Penal Económico
Ante los reiterados casos de operaciones bursátiles con información privilegiada y a fin
de evitar una situación de crisis similar a la de 1929, el ente regulador del Mercado de
Valores norteamericano (Security Exchange Comission) dictó la Securities Act de 1933
y la Securities Act de 1934, en virtud de las cuales se reforzó la persecución de casos
de manipulación y abuso de información privilegiada, así como se exigió una mayor
difusión de información por parte de los emisores de valores a fin de otorgar
transparencia al mercado78.
En esta línea, destaca la regulación que ha merecido este tema en los países de la
Unión Europea, fundamentalmente a través de la Directiva 89/592/CEE sobre
coordinación de las normativas relativas a las operaciones con información
privilegiada, en cuya exposición de motivos se destaca la importancia de la lucha
contra las prácticas de insider trading, como factor contributivo al desarrollo
económico, justificando su prohibición sobre la base de dos presupuestos:
78
MANNE, Insider Trading and the Stock Market, Nueva York, 1966, passim.
79
Directiva de la Comunidad Económica Europea N° 89/592/CEE. 85
Academia de la Magistratura 85
Curso: Derecho Penal Económico
Dentro de la estructura típica del artículo 251º-A del Código Penal, el término
«información privilegiada» constituye un elemento normativo de carácter
jurídico.
En ciertos casos muy puntuales, los tipos penales de la Parte Especial son
complementados vía remisión expresa a la normatividad extra-penal, tal como ocurre
en la descripción típica del delito de contaminación ambiental (artículo 304º del Código
Penal), mientras que en la mayoría de los casos tal remisión a la normatividad extra-
penal opera tácitamente, merced a la inclusión de elementos normativos del injusto en
la descripción típica. Tal remisión tácita a la normatividad extra-penal se aprecia de
modo patente en todos los tipos que han sido incorporados en el Código Penal en
virtud de una ley extra-penal.
A título ejemplificativo, pueden citarse los siguientes tres casos, cuyo común
denominador viene dado por el recurso a la técnica legislativa de los elementos
normativos del tipo, cuya virtualidad reside en imponer al intérprete la obligación de
remitirse a un sector de la normatividad extra-penal a fin de acotar la materia de
prohibición penal, y ello aunque en el propio tipo penal de la Parte Especial no se haya
explicitado dicha remisión normativa.
Así, sin ánimo de exhaustividad, a) La interpretación correcta de los alcances del delito
de disminución fraudulenta de masa concursal, requiere que el operador jurídico se
remita a las definiciones contenidas en la Ley General del Sistema Concursal, al
momento de definir los conceptos utilizados en la redacción del artículo 209º del
Código Penal («suspensión de la exigibilidad de las obligaciones», «convenio
concursal»)81; b) Asimismo, debe predicarse una tal remisión tácita a la normatividad
extra-penal en la interpretación de los delitos contra la propiedad industrial. Para
definir los conceptos de «modelo de utilidad» y «diseño industrial», utilizados en el
80
GARCÍA ARÁN, «Remisiones normativas, leyes penales en blanco y estructura de la norma
penal», Estudios de Política Criminal, N° XVI (1993), pp. 68 ss.; MARTÍNEZ-BUJÁN PÉREZ,
Derecho penal económico. Parte general, Tirant lo Blanch, Valencia, 1998, p. 121.
81
Conceptos que requieren ser completados con las definiciones contenidas en Ley Nº 27809 –
Ley General del Sistema Concursal (arts. 17º y 66º.1) 86
Academia de la Magistratura 86
Curso: Derecho Penal Económico
artículo 229º del Código Penal, el intérprete debe remitirse a la Ley de Propiedad
Industrial (Decreto Legislativo Nº 823)82; c)No es posible aplicar el tipo penal de
administración ilícita de patrimonio de propósito exclusivo, prescindiendo de las
definiciones que la Ley del Mercado de Valores (Decreto Legislativo Nº 861) hace de
los términos consignados en el artículo 213º-A del Código Penal («factor fiduciario»,
«patrimonio fideicometido», «sociedad de propósito especial», «patrimonio de
propósito exclusivo»)83.
Pues bien, de este mismo modo, la correcta interpretación de los alcances del artículo
251°-A del Código penal, exige la remisión interpretativa a la normativa extra-penal del
sector bursátil. Al tratarse de un elemento normativo de carácter jurídico, la expresión
«información privilegiada» no puede ser definida en términos distintos a los reglados
por el artículo 40º de la Ley del Mercado de Valores.
De acuerdo a lo estipulado en el primer párrafo del artículo 40° de la Ley del Mercado
de Valores, los elementos configurativos del concepto básico de «información
privilegiada» son los siguientes: a) se trata de una información procedente de un
emisor de valores mobiliarios; b) referida al emisor, a sus negocios o a alguno de los
valores por él emitidos o garantizados; c) no divulgada al mercado, esto es,
confidencial; y, d) cuya divulgación posea idoneidad para influir en la liquidez, el precio
o la cotización de los valores mobiliarios emitidos 84. Adicionalmente, en virtud al
segundo párrafo del mencionado precepto normativo85, se le otorga la condición de
«información privilegiada» a: e) la «información reservada» a la que se refiere el
artículo 34º de la Ley del Mercado de Valores y el artículo 4º de la Resolución
CONASEV N° 00359-1993-EF/94.10.0, esto es, a cualquier hecho o negociación en
curso cuya divulgación prematura pueda acarrear perjuicio al emisor, siempre que a
dicho hecho o negociación se le haya otorgado la calificación de «información
reservada» por no menos de las ¾ partes de los miembros del Directorio de la
sociedad emisora o del órgano que ejerza sus funciones o, en defecto de estos
órganos, por todos los administradores; f) aquella información que se tiene de las
operaciones de adquisición o enajenación a realizar por un inversionista institucional
en el mercado de valores; y, g) aquella referida a una oferta pública de adquisición
(OPA).
Academia de la Magistratura 87
Curso: Derecho Penal Económico
86
«Artículo 4º.-Concepto de información privilegiada.- Para los efectos de la presente
Resolución se entiende por información privilegiada toda aquella relativa al emisor, de carácter
económico, contable, jurídico o administrativo, atinente a uno o varios valores, que no haya
sido dada a conocer al público y que, de haber sido difundida, hubiera podido influir
significativamente en la cotización del valor o valores de que se trate».
87
Ampliamente sobre esta distinción, MARTÍNEZ FLORES, «El “status quaestionis” sobre el
“insider trading” en el Derecho Federal de los Estados Unidos», Revista de Derecho Mercantil,
N° 202 (1991), pp. 812 ss. 88
Academia de la Magistratura 88
Curso: Derecho Penal Económico
través de este método puede ser determinado el sentido objetivo de la regla objeto de
interpretación. En palabras de Hans H. Jeschecky Thomas Weigend, «el
procedimiento interpretativo aparece coronado por el método teleológico porque sólo
él contribuye inmediatamente al verdadero objetivo de toda interpretación, esto es,
poner de relieve los puntos de vista finalísticos y valorativos a partir de los cuales se
desarrolla en última instancia el sentido legal decisivo. En el fondo, los otros métodos
constituyen sólo derroteros especiales que permiten acercarse al sentido de la
norma»88. Según este método, para determinar el sentido del término «información
privilegiada» es indispensable esclarecer previamente la finalidad del precepto
normativo que la contiene (artículo 251º-A del Código Penal), esto es, establecer qué
fines puede atribuírsele razonablemente.
88
JESCHECK/W EIGEND, Tratado de Derecho Penal. Parte General, 5ª ed., renovada y ampliada,
trad. Miguel Olmedo Cardenete, Comares, Granada, 2002, p. 166.
89
A través del método histórico se busca esclarecer el texto analizando la manera en que ha
sido utilizado el lenguaje por el legislador. La necesidad de contextualizar en la labor
interpretativa es destacada por HURTADO POZO, Manual de Derecho Penal. Parte General I, 3ª
ed., Grijley, Lima, 2005, p. 194, al afirmar que: «la expresión gana en precisión cuando se
determina el contexto».
90
Se trata de un principio limitador del ius puniendi, según el cual, el derecho penal ha de ser la
ultima ratio, el último recurso a utilizar a falta de otros menos lesivos. Sobre este principio, MIR
PUIG, Derecho Penal. Parte General, 6º ed., Reppetor, Barcelona, 2002, pp. 122-124.
91
Según este postulado, también limitador del ius puniendi, el derecho penal no ha de
sancionar todas las conductas lesivas de los bienes que protege, sino sólo las modalidades de
ataque más peligrosas para ellos. El principio de subsidiariedad y el carácter fragmentario del
derecho penal integran el llamado «principio de intervención mínima», MIR PUIG, Derecho
Penal. Parte General, pp. 122-124. 89
Academia de la Magistratura 89
Curso: Derecho Penal Económico
92
HURTADO POZO, «A propósito de la interpretación de la ley penal», en: Revista Derecho PUC,
Nº 46 (1992), p. 76.
93
Diccionario de la lengua española. Real Academia Española, 22ª ed., 2001, consulta en
edición electrónica (24.02.2006): http://www.rae.es/ 90
Academia de la Magistratura 90
Curso: Derecho Penal Económico
La aplicación del postulado de subsidiariedad del derecho penal en este ámbito implica
que sólo tienen relevancia penal los usos económicamente beneficiosos de
información privilegiada referidos a: a) la realización de operaciones bursátiles con
información privilegiada por parte de quien tiene el deber de abstención; y b) la
realización de operaciones bursátiles con información privilegiada por parte de
terceros que actúan por cuenta y en interés del sujeto que tiene el deber de
abstención.
94
Véase REAÑO PESCHIERA, Derecho Penal Bursátil. El delito de abuso de información
privilegiada, Gráfica Horizonte, Lima, 2002, pp. 143-157; 194-204; EL MISMO, «La
criminalización de las transacción bursátiles con información privilegiada», Advocatus, Nº 6
(2002), Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, pp. 269-304.
95
Véase el artículo 12°.2.d) del Reglamento de Sanciones del Mercado de Valores, aprobado
por Resolución CONASEV N° 910-1991-EF/94.10. 91
Academia de la Magistratura 91
Curso: Derecho Penal Económico
Discutir al amparo del artículo 251º-A del Código Penal casos desvinculados de la
circulación bursátil supone una interpretación hipertrófica, y por tanto inadmisible, del
mencionado precepto normativo. Investigar en sede judicial penal comportamientos
desvinculados del mercado de valores como constitutivos de un presunto delito de
abuso de información privilegiada, implica invertir la lógica de subsidiariedad del
derecho penal frente al resto del ordenamiento jurídico, pues se perseguirían
penalmente actos que suponen un minus respecto a los comportamientos que
merecen sanción administrativa. Este proceder vulneraría el principio de mínima
intervención penal, de acuerdo al cual únicamente deben reprimirse en sede penal
conductas que supongan un plus respecto de los actos que merecen sanción
administrativa. Claus Roxin destaca la importancia de este principio de modo
contundente: «Como el Derecho penal posibilita las más duras de todas las
intromisiones estatales en la libertad del ciudadano, sólo se le puede hacer intervenir
cuando otros medios menos duros no prometan tener un éxito suficiente» 97. Y
refiriéndose específicamente al derecho penal económico, Martos Núñez apunta que
de acuerdo al principio de intervención mínima «el Derecho penal sólo tutela aquellos
derechos libertades y deberes imprescindibles para la conservación del ordenamiento
jurídico-económico, frente a los ataques más intolerables que se realizan contra el
mismo»98.
Conclusiones
96
En este sentido, comentando el artículo 251º-A del Código Penal peruano, ACALÉ SÁNCHEZ /
TERRADILLOS BASOCO, «Protección penal del mercado bursátil». Revista Peruana de Ciencias
Penales, Nº 10 (2001), pp. 13-35.
97
ROXIN, Derecho Penal. Parte General, Romo I, 2ª ed., trad. Diego-Manuel Luzón Peña, Miguel
Díaz y García Conlledo y Javier De Vicente Remesal, Civitas, Madrid, 1997, pp. 65-66.
98
MARTOS NUÑEZ, Derecho Penal Económico, Montecorvo, Madrid, 1997, pp. 235-236. 92
Academia de la Magistratura 92
Curso: Derecho Penal Económico
por imperio del propio artículo 40º de la Ley del Mercado de Valores, el concepto
«información privilegiada» comprende: a) la información que ha sido calificada como
reservada por no menos del ¾ partes de los miembros del Directorio de una sociedad
emisora o por todos sus administradores, en razón de que su divulgación prematura
pueda acarrear algún perjuicio al emisor; b) la información relativa a las operaciones
de adquisición o enajenación a realizar por un inversionista institucional en el mercado
de valores; y, c) la información referida a una oferta pública de adquisición (OPA).
93
Academia de la Magistratura 93
Curso: Derecho Penal Económico
94
Academia de la Magistratura 94
Curso: Derecho Penal Económico
PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD 9
En esta unidad se reflexiona en torno a la finalidad de los delitos tributarios, y se
estudia la estructura típica de las diversas modalidades comisivas de los delitos
tributarios.
COMPETENCIAS.
I. Prolegómenos.
La legislación penal tributaria vigente99 y su aplicación judicial es clara expresión del
fenómeno expansivo en el que se halla inmerso el derecho penal. El síntoma más
evidente de tal diagnóstico es la actual «administrativización» de los delitos fiscales, la
cual se traduce en: (i) la flexibilización de las reglas de imputación, a través del recurso
a figuras de peligro abstracto y omisión simple, que implican la anticipación o
adelantamiento de la barrera de punición a un estadio previo al de la lesión del bien
jurídico tutelado; (ii) la distancia entre los criterios político-criminales que informan la
tipificación de los delitos tributarios y uno de los principios paradigmáticos del Derecho
penal; a saber, el principio de lesividad, según el cual únicamente son punibles los
comportamientos que suponen un riesgo (peligro) concreto o una lesión al objeto de
protección jurídica; y, (iii) el relajamiento de las garantías procesales que
tradicionalmente se observaban al aplicarse la ley penal.
99
Las infracciones penales tributarias se encuentran tipificadas en el Decreto Legislativo No.
813 y las normas premiales en el Decreto Legislativo No. 815. Ambos dispositivos entraron en
vigencia en abril de 1996, en el marco de la delegación de facultades legislativas efectuada al
Poder Ejecutivo, conforme al mecanismo previsto en la Constitución de 1993. 95
Academia de la Magistratura 95
Curso: Derecho Penal Económico
Los problemas de legitimidad que afectan al derecho penal tributario vigente no son
insalvables, al punto que deba optarse por la despenalización de los injustos
tributarios, sino que la solución a dichos cuestionamientos exige un proceso de «des-
administrativización», que finalmente reserve el importante efecto simbólico
comunicativo de la pena para aquellas defraudaciones que comporten una significativa
lesividad u ofensividad a intereses concretos100. Si se quiere respetar los principios
rectores de la imputación criminal, la sanción penal debería reservarse para: (i) casos
en los que la defraudación alcanza una determinada cuantía; (ii) supuestos de
implementación de estructuras organizativas ad hoc para defraudar (utilización de
redes de negocios ficticios, etc.); (iii) supuestos de elaboración de tramas de
personas jurídicas y naturales (interposición de personas o sociedades), cuya finalidad
esencial sea ocultar o encubrir el pago de obligaciones tributarias; (iv) prácticas que
impliquen falsedades contables; y, en general (v) casos de gravedad cualificada.
1. Bien Jurídico
100
Con la expresión «efecto simbólico comunicativo de la pena» se destaca la fuerza
estigmatizadora de las sanciones impuestas por una instancia judicial penal, frente a las
sanciones decretadas por órganos administrativos. Socialmente no es lo mismo ser un
«infractor tributario» que un «delincuente tributario». En el ámbito empresarial este efecto
simbólico-comunicativo de la pena adquiere relevancia en función a la valor que se le otorga al
«prestigio comercial» en el tráfico jurídico. 96
Academia de la Magistratura 96
Curso: Derecho Penal Económico
El respeto al principio político-criminal de ultima ratio del Derecho penal, exige que la
decisión de reprimir criminalmente las infracciones fiscales se adopte luego de haber
desechado por insuficiente la posibilidades disuasivas y represivas del Derecho
administrativo sancionador; de modo que el arsenal punitivo deberá reservarse sólo
para aquellos casos verdaderamente graves que causen riesgo real de
desestabilización del sistema recaudatorio y puedan generar efectos de grave contagio
para los demás contribuyentes, o graves perjuicios económicos para el erario público.
Academia de la Magistratura 97
Curso: Derecho Penal Económico
hablando.
101
Ferreiro Lapatza, Curso de Derecho financiero español, vol. I, 20ª ed., Marcial Pons,
Madrid/Barcelona, 1998, p. 356
102
Ibidem, pp. 349-351.
103
Artículo 8º del Código Tributario. 98
Academia de la Magistratura 98
Curso: Derecho Penal Económico
Teniendo en cuenta que nuestra legislación no utiliza la expresión sustituto, y que éste
vía subrogación está obligado a cumplir una prestación propia, a efectos penales
puede comprendérsele en la categoría de contribuyente. De este modo,
contribuyentes y responsables son las dos categorías de sujetos pasivos de la
relación jurídico-tributaria principal. A su vez, ambas categorías son designadas en
nuestro ordenamiento con la expresión deudores tributarios (artículo 7º del Código
Tributario), y dentro de la cual debe comprenderse también a los agentes de retención
o percepción (artículo 10º del Código Tributario).
Academia de la Magistratura 99
Curso: Derecho Penal Económico
Como última salvedad de este epígrafe, debe aclararse que la mera condición de
responsable solidario (artículos 16º a 19º del Código Tributario) no fundamenta la
imputación por autoría de delitos tributarios, pues dicha categoría del Derecho
administrativo responde a criterios cumulativos, que no pueden trasladarse
automáticamente al Derecho penal.
El Código penal prevé una disposición específica para solventar los problemas de
imputación derivados de la criminalidad empresarial. Se trata de la fórmula del «actuar
en lugar de otro» que permite imputar responsabilidad penal a las personas físicas por
los delitos especiales cometidos en el marco de la actividad empresarial (artículo 27°
Código penal). Así, en los casos en que la condición especial de autoría —ser deudor
tributario— recaiga materialmente en una empresa, la responsabilidad penal debe ser
atribuida «a quien actúa como órgano de representación autorizado» de la persona
jurídica o «como socio representante autorizado» de una sociedad, siempre que dicho
sujeto realice el tipo penal correspondiente.
La rigidez de la fórmula peruana del «actuar en lugar de otro» deja de lado a las
personas físicas que materialmente han realizado la defraudación, pero que
formalmente se encuentran distanciadas de la empresa, sea porque actúen a través
de testaferros, de fiduciarios tenedores de acciones, o de holdings. En este sentido, su
aplicación resulta inoperante frente a los mecanismos jurídicos de distanciamiento
formal a los que frecuentemente recurren quienes ostentan la dirección material —
real— de una empresa. De cara a superar la laguna de punición que se presenta en
los casos de distanciamiento formal, sería deseable una futura flexibilización del
artículo 27º del Código penal, que incluya como destinatario de la imputación en caso
de criminalidad económica especial también al «administrador de hecho» de la
empresa, tal como ocurre en la legislación española. En el ámbito de los delitos
especiales, la figura del «administrador de hecho» permite imputar responsabilidad a
los auténticos gestores materiales de la empresa, mientras que la referencia al órgano
de representación autorizado o socio representante autorizado acogida en el precepto
peruano vigente únicamente permite llegar a los administradores formales de la
persona jurídica.
La norma penal que tipifica el delito de defraudación tributaria 104 exige el contribuyente
deje de pagar, en todo o en parte, los tributos que establecen las leyes, mediante el
uso de engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta. Así las cosas, el simple
incumplimiento de pago de tributos no se encuentra criminalizado per se, sino
que se requiere que dicho incumplimiento haya sido generado por una maniobra
fraudulenta. Tal como lo destaca la doctrina especializada y la jurisprudencia penal, el
plus de lesividad que diferencia al delito de defraudación tributaria de la mera
infracción administrativo-tributaria reside en el componente “engaño”, exigido por la ley
penal para la configuración del delito de defraudación tributaria.
En efecto, conforme anota el profesor Hurtado Pozo, «La índole fraudulenta del
comportamiento constituye el aspecto nuclear del tipo legal objetivo. Los medios
utilizados deben ser idóneos e importantes para vencer las normales
previsiones de la víctima o sus representantes (en este caso la SUNAT). La
defraudación se comprende como perjuicio fiscal causado mediante engaño suficiente.
Se puede, en consecuencia, afirmar que la insignificancia del medio empleado
(engaño, artificio, etc.) determina la ausencia de tipicidad de la defraudación
tributaria».
104
Vid. Artículo 1° del Decreto Legislativo No. 813 – Ley Penal Tributaria.- «El que, en provecho
propio o de un tercero, valiéndose de cualquier artificio, engaño, astucia, ardid u otra forma
fraudulenta, deja de pagar en todo o en parte los tributos que establecen las leyes, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco (5) ni mayor de ocho (8) años y con
trescientos sesenta y cinco (365) a setecientos treinta (730) días multa».
101
términos: «El ardid o engaño que es requerido por la ley debe tener entidad e
idoneidad suficiente como para provocar el error en el destinatario de la maniobra y
escapar así la misma al control del ente recaudador. La omisión de presentar
declaraciones juradas ante el organismo recaudador no constituye por sí sola el ardid
o engaño que es exigido por la ley».
Así las cosas, las operaciones que persigan maximizar beneficios patrimoniales, vía
reducción de obligaciones tributarias, son lícitas en tanto sean diseñadas
aprovechando las posibilidades de configuración negocial que ofrecen las leyes. El
principio de autonomía privada determina un espacio permitido para la ingeniería
fiscal, entre las que destacan las fórmulas de economía de opción y de ahorro fiscal.
Fundamentalmente, interesa distinguir las operaciones que caigan dentro de la noción
de ingeniería fiscal de aquellas maniobras constitutivas de una defraudación tributaria
punible. No configuran actos de ingeniería fiscal aquellas transacciones subsumibles
en la noción de negocios simulados o ficticios, en los que las partes únicamente
quieren establecer la apariencia externa de determinado negocio jurídico, excluyendo
los efectos jurídicos que le son propios. En principio, el negocio simulado debe
equipararse al engaño típico de la defraudación fiscal, pues la finalidad de su
otorgamiento es esconder el hecho imponible derivado del negocio jurídico
correspondiente a la verdadera voluntad negocial de las partes. Así, por ejemplo,
cuando en un negocio de compraventa inmobiliaria se declara un precio menor al
efectivamente percibido, de modo de evadir el pago de la alcabala. Todas las formas
de simulación pueden equipararse a la noción de maniobras defraudatorias que prevé
la Ley penal tributaria.
La defraudación fiscal es un delito de resultado, que viene dado por la infracción del
deber de tributar y en la producción de un daño patrimonial entendido como la
frustración de expectativas de ingreso en las arcas de la Hacienda Pública. Si bien el
legislador peruano no diferencia la infracción administrativa del delito fiscal en función
límites cuantitativos105, sí establece diferentes penas dependiendo si el importe
defraudado supera el umbral de 5 UIT. Así, tenemos que:
Llama la atención el excesivo rigor punitivo que dispensa el legislador para los fraudes
tributarios, pudiendo afirmarse que con dicho marco excesivo se vulnera la lógica del
principio de proporcionalidad, toda vez que los delitos tributarios tienen una sanción
más drásticas que figuras delictivas socialmente más lesivas y más cercanas al
Derecho penal nuclear. Así, el homicidio doloso simple (artículo 106° CP) tiene una
pena conminada mínima de 6 años de prisión, esto es, inferior al límite mínimo de la
modalidad agravada de defraudación tributaria y casi similar a la modalidad básica
prevista en el artículo 1° LPT. Otro ejemplo, el homicidio culposo agravado por uso de
vehículo motorizado o arma de fuego bajo el influjo de bebidas alcohólicas o
estupefacientes, con pluralidad de víctimas, tiene una pena conminada mínima de 4 y
máxima de 8 años de privación de la libertad, esto es menor a la prevista para la
modalidad básica del delito de defraudación tributaria (artículo 1° LPT) y bastante
inferior a la modalidad agravada de fraude tributario. Finalmente, por más que resulte
sorprendente, la violación sexual de personas mayores de edad (mediante violencia)
tiene una pena conminada similar a la de la modalidad básica del fraude tributario. En
105
Como lo hace el legislador español, al sancionar como delito tributo sólo aquellos fraudes
cuya cuantía exceda de € 120,000.00 (ciento veinte mil euros). 103
efecto, la violación sexual de mayor de edad se reprime con pena privativa de libertad
no menor de 6 ni mayor de 8 años (artículo 170° CP).
6. El tipo subjetivo.
Tal exigencia típica determina que sólo puedan reputarse constitutivos de delito de
defraudación tributaria aquellos comportamientos que ex ante son idóneos para
beneficiar económicamente al contribuyente, quedando excluidos del ámbito de la
tipicidad penal aquellas conductas que objetivamente carezcan de aptitud para
generar algún beneficio patrimonial al contribuyente, aunque constituyan infracciones
de índole administrativo.
Así, el sistema alemán prevé una solución práctica y general para todas las sanciones
administrativas y penales (art. 21° de la Ley de Contravenciones): «Cuando un hecho
es al mismo tiempo “contravención” (infracción administrativa) y “delito”, sólo se
empleará la ley penal, pero si no se llega a imponer ninguna pena, podrá interponerse
una sanción administrativa». En España, la jurisprudencia constitucional ha
determinado que el principio ne bis in idem rige también en el ámbito tributario,
prohibiéndose la doble sanción penal y administrativa.
En contra de esta tendencia, en el Perú la violación del principio ne bis in idem ha sido
consagrada por el Código Tributario en su art. 190°: “Las penas por delitos tributarios
se aplicarán sin perjuicio del cobro de la deuda y la aplicación de las sanciones
administrativas a que hubiere lugar”, agregándose en su art. 192°, tercer párrafo: “[...]
tramitándose en forma paralela los procedimientos penal y administrativo”. Únicamente
se ha establecido la prohibición de una doble reparación civil, pues el artículo 191° del
Código Tributario acertadamente impide que se fije una reparación civil en el proceso
penal cuando ya la Administración Tributaria cobró la deuda, más multas e intereses.
Sin embargo, el nuevo Código Procesal Penal señala en el artículo III de su Título
Preliminar que: “Interdicción de la persecución penal múltiple.- Nadie podrá ser
procesado, ni sancionado más de una vez por un mismo hecho, siempre que se trate
del mismo sujeto y fundamento. Este principio rige para las sanciones penales y
administrativas. El derecho penal tiene preeminencia sobre el derecho administrativo.
La excepción a esta norma es la revisión por la Corte Suprema de la sentencia
condenatoria expedida en alguno de los casos en que la acción está indicada
taxativamente como procedente en este Código”.
105
107