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Vitalidad etnolingüística y comportamiento lingüístico
¿ entre los quichuahablantes en Ecuador
Minorías y bilingüismo sostenido

Vitalidad etnolingüística y comportamiento lingüístico


entre los quichuahablantes en Ecuador

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Minorías y bilingüismo sostenido

Vitalidad etnolingüística y comportamiento lingüístico


entre los quichuahablantes en Ecuador

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Sonia Lenk, PhD

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MINOIÚAS Y BILINGÜISMO SOSTENIDO
Vitalidad etnolingüística y comportamiento linglll,1 ilO
entre los quichuahablantes en Ecuador
Sonia Lenk, PhD

lera. edición: Ediciones Abya -Yala


Av. 12 de Octubre 14 -30 y Wil so n AGRADECIMIENTOS
Casilla: 17-12-7 19
Teléfonos: 2506-247 / 2506 25 1
Fax: (593-2) 2506-255 / 2 506 267
e-mail: editorial@abyayala .org
www.abyayala.org
Quito-Ecuador
En primera instancia, quisiera agradecer a la gente Kichwa
ISBN 13 Abya-Yala: 978-9978-22-920-0 del Ecuador. Su continua lucha por reafirmar su propia cultura y len-
guaje nos provee de un extraordinario ejemplo de que existen formas
Diseño y
Ediciones Abya -Yala alternativas de lograr una vida digna y productiva. La suya es una his-
Diagramación:
toria de esperanza-perseverancia que, con seguridad, iluminará el
Impresión: Producciones Digitales Abya-Yala camino para las futuras generaciones. Mi profundo agradecimiento a
Quito-Ecuador los habitantes de Morocho y Otavalo que colaboraron y participaron
en este estudio, en especial a los líderes indígenas -Luis Alberto
Impreso en Quito Ecuador, julio 201 O.
Arango, Humberto Cotacachi, Luz Maria de La Torre, Alfonso Morales,
Jose Munica y Auki Tituaña- quienes compartieron conmigo sus valio-
sas apreciaciones no sólo sobre los indígenas, sino también sobre la
sociedad ecuatoriana en general. Merecen también todo mi reconoci-
miento Amanda Méndez y Rumiñahui Anrango, quienes me asistieron
en el trabajo de campo: sin su conocimiento sobre el quichua y sus
contactos, este proyecto no se hubiera podido realizar. Asimismo,
agradezco a mis amigos Luz María de La Torre, Fabián Muenala y
Armando Muyulema por la importante influencia que han ejercido, no
.. solamente en mí, sino en el mundo que los rodea.
Este libro está basado en mi tesis doctoral, la cual contó con
el trabajo y comentarios de todo el comité de mi disertación, incluido
Pascual Masullo y Bruce Stiehm. Estoy agradecida en forma especial
con mi director de tesis, Robert DeKeyser, por sus comentarios siem-
pre oportunos y a tiempo y con Elaine Rubinstein por todos sus cono-
cimientos y dirección en la parte estadística, pero especialmente por su
inconmensurable apoyo.

Minorías y bilingüismo sos tenido 5


Mis eternas gracias a Cristina Paulston, quien ha sido una
fuente de inspiración como académica y persona. He disfrutado de su
afecto, apoyo y sabiduría.
Adicionalmente, mi agradecimiento, en la Universidad de
Pittsburgh, al Centro de Estudios Latinoamericanos gracias a cuyas
becas pude estudiar la lengua quichua y realizar mi trabajo de campo
en Imbabura, Ecuador. RESUMEN
La tesis contó con la edición de Corinne Price, y la versión en
español con la traducción de Lucia Herrera. A las dos les quedó eter-
namente agradecida por su trabajo meticuloso e incansable al igual que
por su amistad.
También les agradezco a todos quienes hacen ABYA-YALA, En este estudio se examinan los dominios sociológico, sociop-
pero en especial a Anabel Castillo, lveth Murgueytio y Guillermo sicológico y psicológico de dos comunidades quichuahablantes -una ur-
Maldonado por su trabajo, dedicación y profesionalismo. bana y otra rural- en la provincia de Imbabura, Ecuador; esto con el pro-
Gracias a la Office of Sponsored Programs de Western pósito de determinar la vitalidad etnolingüística (EV por sus siglas en
Kentucky University cuya Kell Award hizo posible la traducción de inglés) de estos dos grupos y, en última instancia, predecir si la lengua de
este libro. minoría logrará mantenerse o si definitivamente tendrá lugar el cambio
Son muchos los amigos que me han servido de inspiración a hacia la lengua de mayoría. Es importante señalar que, si bien existen es-
través de mi vida tanto a nivel personal como profesional. Piensen que tudios previos sobre EV que han considerado uno de los tres dominios
su amistad, cariño y continuo apoyo han sido fundamentales en mi mencionados, muy pocos han tenido en cuenta los tres de manera con-
caminar y seguramente en el de muchas otras personas. junta y ninguno de ellos ha pretendido medir sistemáticamente la vitali-
Mis padres, Jane y Martín Lenk, mi hermano, Alberto y mis dad etnolingüística en el contexto del uso del quichua. Por otra parte se
sobrinas, Bruna y Luciana, siempre han sido una fuente de motivación revisa también el papel que juegan otros importantes factores, particular-
y aliento. Mis padres siempre me han enseñado la importancia de una mente la red individual de contactos lingüísticos, en la supervivencia de
educación superior, pero, aún más importante, han sido un ejemplo de una lengua y de un grupo étnico particulares.
trabajo, perseverancia y superación . La confianza, apoyo y amor incon- Giles et al. introducen la noción de vitalidad etnolingüística
dicional de todos ellos han sido el combustible que me ha dado el a finales de los años setenta como un marco de referencia teórico para
impulso para seguir adelante. el análisis de relaciones intergrupales dentro de una situación de con-
Mi esposo, Nelson Holzapfcl, y mi hijo, Eric Holzapfel, a los tacto. Ellos definen vitalidad etnolingüística como " ... ésa que posible-
cuales adoro, han sido absolutam ente maravillosos. No sólo han teni- mente hace que un grupo se sienta a gusto al comportarse como una
do que aguantar conmigo mi recorrido a través de este largo proceso, entidad colectiva distinta y activa en situaciones intergrupales" (1977:
sino que, además, han tenido que soportar mi s largas ausencias de casa. 308). De ahí que aquellas comunidades que poseen una escasa EV tien-
Su motivación y su amor me han permitido tanto iniciar como com- dan a desaparecer como grupos lingüísticos distintivos dentro de un
pletar este proyecto. contexto intergrupal.
Por su parte, Allard y Landry desarrollan un modelo macroscó -
pico para entender las nociones de Giles et al. de vitalidad etnolingüística
objetiva (nivel sociológico) y vitalidad etnolingüística subjetiva (nivel psi-

6 Sonia Lenk
M inorías y bil ingüismo sos tenido 7
cológico). Estos autores introducen también la noción de redes individua-
les de contactos lingüísticos, que corresponde al nivel sociopsicológico y
que actúa como una instancia de mediación entre las otras dos anteriores.
Para estudiar el nivel sociológico, he utilizado en este trabajo la
información que proveen los censos así como información descriptiva
adicional. Para investigar tanto el nivel sociopsicológico como el psicoló-
gico, he usado, en cambio, aproximaciones cuantitativas y cualitativas. He TABLA DE CONTENIDOS
empleado también cuestionarios administrados de forma oral a una
muestra de 100 indígenas, entre las edades de 18 y 25, y seis entrevistas a
líderes indígenas.
Los resultados de este estudio revelan la importancia de la red
individual de contactos lingüísticos para el mantenimiento de una situa- Resumen
ción bilingüe estable. De igual forma, revelan la penetrante influencia del ···························································· 7
lenguaje y la cultura dominantes, lo que amenaza con minar los esfuerzos
Capítulo l. Marco de trabajo teórico y revisión de literatura .......... . 17
por mantener y revitalizar la lengua étnica. Solamente con una planeación
1.1 Introducción: el mantenimiento lingüístico .............................. . 17
y un esfuerzo considerables, estas dos comunidades serán capaces de 1.2 Marco teórico .
mantener el quichua en una situación de bilingüismo estable. 27
1.2.1 El Modelo de Aculturización Interactiva (IAM) .............. . 27
1.2.1.1 Orientaciones hacia la aculturización desde la
perspectiva de los grupos subordinados .............. . 28
1.2.1.2 Orientaciones hacia la aculturización desde la
perspectiva de los grupos dominantes ................. . 30
1.2.1.3 Acuerdo o desacuerdo entre las orientaciones
de los grupos dominantes y de los grupos
• subordinados .......................................................... . 30
1.2.1.4 Orientación hacia la aculturización desde la
perspectiva del Estado ............................................ . 31
1.2.1.5 Alineamiento del grupo dominante con las
políticas estatales de aculturización 33
1.2.1.6 Mandato de las Naciones Unidas sobre políticas
multiculturales ........................................................ . 34
1.2.2 Teoría de la identidad social ............................................... . 34
1.2.3 Vitalidad etnolingüística ..................................................... . 39
1.2.3.1 Factores demográficos ........................................... . 43
1.2.3.2 Factores de apoyo institucional ............................ .. 45
1.2.3.3 Factores de estatus .................................................. . 51
1.3 Revisión bibliográfica ................................................................... . 54 ·

8 Sonia Lenk
Minorí as y bilingüismo sostenido 9
Capítulo 2. Metodología 75
l.'1 Capital cultural .............................................................................. . 121
2.1 Consensos y datos descriptivos .................................................... . 76 3.4.1 Educación ............ .
2.2 Sección cuantitativa 77 122
3.4.2 Religión
2.2. l Participantes ......................................................................... . 77 126
3.4.3 Costumbres, tradiciones, y celebraciones ......................... .. 127
2.2.2 El instrumento cuantitativo: los cuestionarios 78
3.4.4 Los medios n1asivos ............................................................. . 129
2.2.2.1 Preguntas acerca de los antecedentes de los 3.4.4.1 Periódicos
participantes ............................................................ . 79 129
3.4.4.2 Televisión ................................................................. . 129
2.2.2.2 Preguntas acerca del uso que los participantes
3.4.4.3 Cine .......................................................................... . 130
hacen de la lengua 79
3.4.4.4 Radio ........................................................................ . 130 -
2.2.2.3 Factores sociopsicológicos 79 3.5 Conclusión
2.2.2.4 Nivel psicológico ..................................................... . 83 131
2.2.3 Validez y confiabilidad del cuestionario de creencias
Capítulo 4. Resultados y análisis: acercamiento cuantitativo ........... . 135
sobre la vitalidad etnolingüística y las redes individuales
4.1 Confiabilidad de las subescalas de los cuestionarios ................. . 135
de contactos lingüísticos de Landry y Allard 87
4.1.1 Confiabilidad de los cuestionarios sobre la red
2.2.3.1 Validez del BEVQ ................................................... .. 88
individual de contactos lingüísticos, de contactos
2.2.3.2 Confiabilidad del BEVQ ........................................ . 91
lingüísticos a través de la educación y de contactos
2.2.4 Procedimiento ...................................................................... . 93 lingüísticos a través de los medios 136
2.2.5 Evaluando los resultados 96
4.1.2 Confiabilidad del cuestionario sobre las creencias en
2.2.5.1 Los factores sociopsicológicos 96 la vitalidad etnolingüística
2.2.5.2 Evaluando los factores psicológicos 96 137
4.1.3 Niveles de relevancia ....................................................... . 138
2.3 Parte cualitativa 97
4.2 Factores sociológicos: información demográfica sobre los
2.3.1 Justificación de la conducción de entrevistas de elite .... 97
participantes.............................................................................. 138
2.3.2 Los participantes en las entrevistas elite y sus afiliaciones. 98
4.2.1 La lengua que los participantes escogen para responder
al cuestionario.................................................................. 138
Capítulo 3. Nivel sociológico: una visión del contexto ecuatoriano 103
4.2.2 Primera y segunda lengua hablada por los participantes 139
3.1 Capital demográfico ..................................................................... .. 104
4.2.3 Primera y segunda lenguas de los padres de los
3.1.1 Capital demográfico ecuatoriano ....................................... . 104
participantes..................................................................... 140
3.1.2 Demografía quechua/quichua 105
4.2.4 Primera y segunda lenguas de las madres de los
3.1.3 Demografía de Otavalo y Cotacachi 106
participantes..................................................................... 141
3.1.4 Cambiando la demografía 108
4.2.5 Nivel de educación de los participantes......................... 142
3.2 Capital político 108
4.2.6 Nivel de educación de los padres de los participantes.. 143
3.2.1 El movimiento indígena en el Ecuador 109
4.2.7 Nivel de educación de las madres de los participantes. 143
3.2.2 Organizaciones y representantes políticos locales ........... .. 113
4.2.8 Tipo de trabajo ejecutado por los padres de los
3.3 Capital económico 114
participantes .................................................................... 144
3.3.1 Una revisión económica 115 4.2.9 Tipo de trabajo ejecutado por las madres de los
3.3.2 La situación económica de los cantones Otavalo y
participantes..................................................................... 145
Cotacachi 119

10 Sonia Lenk
Minorías y bilin güismo sostenido 11
4.3 Factores sociopsicológicos............................................................. 147 4.4.4 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario de
4.3.1 La red individual de contactos lingüísticos (INLC) .......... 147 creencias sobre la vitalidad etnolingüística y el grado
de estandarización del quichua y el español.................. 175
4.3.1.1 Resultados correspondientes a las diferentes
subescalas del cuestionario acerca de la red 4.4.5 Correlaciones entre las creencias exocéntricas y
individual de contactos lingüísticos .................. 147 egocéntricas del cuestionario de creencias en la vitalidad
etnolingüística y el grado de estandarización del
4.3.1.2 Correlaciones entre las subescalas del
quichua y el español ....................................................... 177
cuestionario sobre la red individual de
4.4.6 Resultados de las correlaciones entre las creencias
contactos lingüísticos y el grado de
estandarización del quichua y el español........... 157 fácticas y deseadas relativas a la vitalidad etnolingüística
del quichua y el español y el grado de estandarización
4.3.2 Contactos lingüísticos por medio de la educación (LCE) 158
de ambas lenguas............................................................. 178
4.3.2. l Resultados del cuestionario acerca de los
contactos lingüísticos por medio de la
educación............................................................. 158 Capítulo 5. Resultados: parte cualitativa............................................. 181
5.1 La situación política de los pueblos indígenas............................ 182
4.3.2.2 Correlaciones entre las subescalas del
5.1.1 Los diferentes conceptos de política entre los pueblos
cuestionario sobre contactos lingüísticos por
indígenas y los occidentales................................................. 183
medio de la educación (LCE) y el grado de
estandarización del quichua y el español........... 162 5.1.2 La política como una oportunidad de crear un espacio
de diálogo.......................................................................... 186
4.3.3 Contactos lingüísticos a través de los medios
masivos (LCM) ............................................................. 164 5.1.3 Las incursiones indígenas en política............................. 187
5.1.3.1 Las perspectivas de la sociedad ecuatoriana
4.3.3.1 Resultados del cuestionario sobre contactos
lingüísticos a través de los medios......................... 164 sobre la participación indígena en política........ 187
5.1.3.2 Las perspectivas indígenas en la participación
4.3.3.2 Correlaciones entre los contactos lingüísticos a
política ................................................................. 190
través de los medios masivos y el grado de
estandarización del quichua y el español............. 166 5.2 Situación económica...................................................................... 195
5.3 Educación bilingüe........................................................................ 198
4.4 Factores psicológicos...................................................................... 167
5.3.1 Objetivos y creación del programa de educación
4.4.1 Resultados de las diferentes subescalas del cuestionario
bilingüe en el Ecuador..................................................... 198
sobre las creencias en la vitalidad etnolingüística
(BEVQ, por sus siglas en inglés)..................................... 168 5.3.2 Factores que apoyan y factores que inhiben el desarrollo
de la educación bilingüe.................................................. 200
4.4.1.1 Resultados de las subescalas de creencias
generales en la vitalidad etnolingüística ............ 169 5.3.2.1 Apoyo y negligencia de parte del gobierno
ecuatoriano.......................................................... 200
4.4.1.2 Resultados para la subescalas de creencias
personales en la vitalidad etnolingüística .......... 171 5.3.2.2 Apoyo de organizaciones no gubernamentales. 200
5.3.3 Pros y contras de la Educación Bilingüe Intercultural
4.4.2 Resultados para las creencias fácticas y las deseadas..... 173
(EBI) .............................................................................. 201
4.4.3 Resultados de las creencias exocéntricas y egocéntricas 174
5.3.3.1 Logros de la Educación Bilingüe Intercultural .. 201
5.3.3.2 Metas futuras y posibles mejoras para la
Educación Intercultural Bilingüe (EBI) ............. 204

Minorías y bilin güi smo sostenido 13


12 Sonia Lenk
5.3.4 Consideraciones para escoger entre la Educación vitalidad etno linguist ica del pueblo Kichwa 227
Intercultural Bilingüe y las escuelas del sistema en ).2 Variables correspondientes al nivel sociológico (capitales
español ............................................................................. . 207 demográfico, cultural, político y económico)
5.3.5 Proyectos específicos para el mejoramiento del 230
6.2. l Variables del nivel sociológico: el capital demográfico. 232
proyecto EBI ..................................................................._.. 209
6.2.2 Variables de nivel sociológico: el capital cultural... ....... . 234
5.3.5.1 Creación de infraestructura ... ............................ . 209
6.2.3 Variables de nivel sociológico: el capital económico ..... 236
5.3.5.2 La capacitación y la evaluación de los
6.2.4 Variables de nivel sociológico: el capital político .......... . 237
profesores ............................................................ . 209
6.2.5 Variables de nivel sociológico: su influencia relativa .... . 238
5.3.6 La lucha por la aceptación de las culturas indígenas en 6.3 Variables del nivel sociopsicológico (redes individuales de
las escuelas del sistema oficial en español .................. ... . 210 contactos lingüísticos, contactos por medio de la educación
5.4 Uso del quichua en las escuelas 211
y contactos a través de los medios de comunicación) ........... . 243
5.4.1 La educación bilingüe como un medio para revitalizar 6.3.1 Variables del nivel sociopsicológico: la red individual
el uso del quichua 211
de contactos lingüísticos (INLC) ................ ........ ............ 243
5.4.2 Problemas de la puesta en práctica de la instrucción en 6.3.2 Variables del nivel sociopsicológico: contactos por
quichua ............................................................................ . 212
medio de la educación ........ ... ... ............ .... ...... ............ .... . 251
5.4.3 Recursos existentes y no existentes en la lengua quichua 214 6.3.3 Variables del nivel sociopsicológico: contactos a través
5.4.3.1 Recursos no existentes 214
de los medios ...... .... ................... ................ .............. ....... .. 253
5.4.3.2 Recursos existentes ............................................. . 214 6.4 Variables del nivel psicológico (creencias individuales en la
5.4.4 Expansión de dominios .................................................. . 215
vitalidad etnolingüística) ........................................................ . 254
5.4.4.1 Uso de las dos lenguas en las organizaciones 6.4.1 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística:
e instituciones .......................... ........................... . 216 creencias generales, creencias normativas, creencias
5.4.4.2 El uso del quichua en público y en la presencia
personales y creencias en metas ........... ... .. ...... ............... . 255
de los grupos mestizos .. ... .... .. ..... .. ................... . 216 6.4.2 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística:
5.4.4.3 Un paso adelante: de la tradición oral a la
creencias egocéntricas y exocéntricas ................ ............ . 263
lengua escrita 217 6.4.3 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística:
5.4.4.4 Creando un espacio para el quichua en los creencias fácticas y creencias deseadas .......................... . 265
medios masivos 218 6.4.4 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística:
5.5 Mantenimiento lingüístico ...................................................... . 219
importancia de las diferentes creencias ......... .... ............ . 265
5.5.1 El mantenimiento lingüístico por medio de la
interacción ....................................................................... . 219 Lista de referencias .......................................................................... . 269
5.5.2 Uso del quichua en la interacción con indígenas de las
áreas rurales ................................... .................................. . 220
5.6 Símbolos de identidad ............................................................. . 220
5.7 Interculturalidad y globalización ............................................ . 224

Capítulo 6. Resumen y discusión......................................................... 227


6.1 Factores relacionados con los antecedentes personales y la

14 Sonia Lenk
Minorías y bilingüismo sostenido 15
Capí~ulo l

MARCO DE TRABAJO TEÓRICO


Y REVISIÓN DE LITERATURA

1. l Introducción: el mantenimiento lingüístico


Si ubicáramos el mantenimiento lingüístico en uno de los ex-
tremos de un contínuum, con seguridad situaríamos el cambio lingüísti-
rn en el otro. Todos los lenguajes existentes en un momento dado y utili-
za bles en cualquier situación posible se ubicarían, entonces, en uno u otro
punto de dicho contínuum. Sin embargo y si este fuera el caso, ¿diríamos
qu e los norteamericanos están conservando su inglés?, ¿o podemos ha-
blar de mantenimiento lingüístico sólo para grupos y lenguajes minorita-
rios? Retomando lo que sostiene Christina Paulston (1998), el término
'minoría' implica solamente que un grupo determinado representa una
población numéricamente minoritaria, es decir, relativamente más pe-
qu cfí.a respecto de un grupo más grande o mayoritario. No obstante, en
el estudio de Paulston, 'minoría' no se refiere tanto a la desventaja numé-
ri ca de un grupo, sino fundamentalmente a su posición desfavorable en
términos de poder. Sergif Vilfan llama a estos grupos 'no privilegiados' o
'no dominantes' (citado en Paulston, 1998).
Según Colin Baker (2001), al momento se estima que existen
6.000 lenguajes en el mundo. De ellos, el inglés, el francés, el español, el
d1ino y el árabe han sido aceptados como lenguajes oficiales internacio-
nales en 120 países de un total aproximado de 200 países independien-
tes que existen en el mundo. Además de estas cinco lenguas internacio-

Minorias y bili ngü ismo sostenido 17


nales, hay, según William F. Mackey, 45 lenguas regionales que gozan de , , ,, di sLintos -ya sea entre dialectos de una misma lengua o entre lenguas
estatus oficial (citado en Baker, 200 l: 49). Este total de SO lenguas con dilnc nlcs- es indicativo de la diversidad de adscripciones e identidades
estatus oficial representan, sin embargo y en términos globales, apenas d1• qu ien así lo hace.
el 1,5 % de la totalidad de lenguajes de la humanidad. ¿Se diría que esla Mónica Heller ( l982, 1987, 1988) va más allá en el estudio de la
creciente dependencia respecto de unos pocos lenguajes seleccionados 11u relación entre lenguaje y etnicidad. Según la autora, la etnicidad pue-
supone, tal como numerosos académicos de izquierda lo han argumen- d1 • nigirse como un importante factor que abre o cierra las puertas de un
tado, que en esta era de globalización hay una clara tendencia hacia la li1tl' n número de redes y conexiones sociales. Esto sucede en vista de que
homogenización del lenguaje y la cultura? ¿Son correctas las prediccio- l.1 l' lni cidad sugiere una serie de otras características en términos de com-
nes de Michael Krauss (1995) sobre la posible extinción del 90% de las lH11 la mientos particulares, de valores, de lenguaje y de estilos de vida. Sos-
l ll'lle l leller que las lenguas pueden "simbolizar una identidad grupal y
lenguas en el mundo? ¿Nos quedaremos en un futuro cercano con ape-
nas el 10% de los activos lingüísticos mundiales? O, por el contrario, 1kvcni r distintivos, emblemas, de esa misma identidad, en especial cuan-
¿debemos considerar esta era de globalización como un período histó- do se produce el contacto con grupos cuyas características identitarias son
rico de mayor dinamismo y complejidad? ¿Será posible, entonces que, dikrcnlcs" (citado en Hansen y Liu, 1997: 569).*
como lo afirma Mike Featherstone, estemos viviendo una época de in- El estudio que Susan Gal (1979) realiza sobre el desplazamien-
trincadas relaciones entre lo global y lo local ( entendiendo por 'lo glo- to lingüístico del húngaro al alemán en una aldea rural que, situada en el
bal' al conjunto de fuerzas sociales y culturales, extensamente desplega- ,·sic de Austria, limita con Hungría, muestra la clara relación que existe
das en términos espaciales, que se asocian con la globalización; y por 'lo c11lre la lengua, la identidad y las redes de sociabilidad. Gal atribuye esta
local' a las tradiciones y formas de vida que se mantienen geográfica- ., ,1slilución lingüística al cambio socioeconómico que sufre la región al
mente confinadas y que se reproducen a pequeña escala)? De esta inte- pasar de una economía centrada en la agricultura a otra, basada en la pro-
racción tres grandes resultados pueden emerger: la homogenización, la du <;ción industrial. ¿Cómo afecta este cambio la vida y la interacción co-
l idi anas de los individuos en cuestión? Gal sostiene que existen dos fenó-
hibridación, y/o "la reafirmación de lo local en y por medio de la globa-
lización". Estos conceptos se podrían definir de la siguiente manera: 'ho- 111cnos sociolingüísticos que dan cuenta de los procesos observados: el
mogenización' como la imposición de las culturas oficiales en desmedro prim ero tiene que ver directamente con la relación entre lenguaje e iden-
de las periféricas, dando como resultado la uniformidad y la pérdida de tid ad pues todo hablante desea poner de manifiesto su estatus social a tra-
v(•s de su comportamiento lingüístico. En el contexto y la región estudia-
la autenticidad; 'hibridación' como el amalgamiento de las culturas ofi-
ciales y las periféricas; y "la reafirmación de lo local en y por medio de dos, el húngaro ha perdido prestigio debido a que las poblaciones jóvenes
la globalización" como una reacción defensiva de parte de los grupos lo identifican con personas y estilos viejos, rurales y pobres. Por el contra-
minoritarios para, frente a ese mismo proceso de globalización, prote- rio, estas mismas poblaciones identifican al alemán con el progreso eco-
ger y mantener su propio estilo de vida (citado en Smith, 2001). 116mico y la vida urbana y moderna, y, en consecuencia, escogen esta se-
De acuerdo con John J. Gumperz y Jenny Cook-Gumperz, la in- gund a opción como la de mayor prestigio social. El segundo factor socio-
tegración o asimilación de los grupos minoritarios al grupo de mayoría lingüístico que Gal toma en consideración en su trabajo se refiere a la im-
no solamente modela el uso que la población minoritaria hace de la len- po rtancia que tienen las redes sociales en la definición de los comporta-
gua, sino que resalta la importancia que tiene el lenguaje al momento de mientos lingüísticos: los individuos participan, de forma ineludible, en
generar y preservar la identidad social y la etnicidad ( citado en Hansen y 1·11Lramados sociales en los que, unos y otros, imponen normas de carác-
Liu, 1997: 568). Ser mono o bilingüe constituye un claro distintivo de tn lingüístico. De ahí que sea necesario reparar en la frecuencia del con-
quien uno es. Lo que es más, Gumperz y Cook-Gumperz encontraron en tado social y la naturaleza de las relaciones entre hablantes, así como en
sus investigaciones que la posibilidad de alternar entre códigos lingüísti- l.1 naluraleza y el propósito de su interacción. Desde esta perspectiva, el

M in orías y bil ingüismo sostenido 19


18 Soni a Lenk
modelo propuesto por Réal Allard y Rodrigue Landry (1987) efectiva- I" 11 1 1t 'r lo, nu nca serán equiparables a los del grupo dominante- esto no
mente toma en cuenta los contactos interpersonales como variables sig- 11111 H ll' necesariamente haber alcanzado otros beneficios de carácter so-
nificativas en la determinación del mantenimiento o el cambio lingüísti- ' r,il P,1ulsLo n afirma que lenguaje y cultura pueden ser separados y que
co en una región. Debemos, no obstante, tener presente que ninguno de 1111 gr 1q,o étni co puede mantener su cultura aun habiendo perdido su len-
los factores señalados tiene un impacto directo en el mantenimiento o el ¡i,11.1/('. Con todo, la autora sostiene también que algo vital para la pervi-
cambio lingüístico por sí mismo. Así, el simple hecho de vivir en un área ', 11t i,1 cultural se pierde cuando la lengua no se mantiene.
o comunidad urbana no garantiza el cambio lingüístico, en especial cuan- Howard Giles y Patricia Johnson (1981, 1987) desarrollan su
do los entramados étnicos y sociales relacionados con la lengua nativa son ' ll'()fÍa elnolingüística' poniendo especial énfasis en la importancia del
lo suficientemente densos. Los factores que influyen en el cambio o en el l1 ·11guaje en tanto marcador fundamental de pertenencia grupal e identi-
mantenimiento lingüístico no existen en el vacío: es su combinación con d.rd social. Niveles distintos de bilingüismo se consiguen a partir de dis-
otros factores, que serán discutidos con detalle a lo largo del presente ca- 111110s Lipos de interacción que tienen lugar al interior de las redes indi-
pítulo, lo que determina, en última instancia, si ese cambio o ese mante- viduales de contacto lingüístico. Es así que, mientras el 'bilingüismo adi-
nimiento efectivamente ocurren. tivo' se refiere al tipo de adquisición de una segunda lengua que no inter-
Paulston (1994) sostiene que, aunque frecuentemente se equipa- fiere con el primer lenguaje y permite, por tanto el desarrollo completo de
re cambio lingüístico y asimilación cultural, no es acertado pensar que ,1111bas lenguas, el 'bilingüismo sustractivo' supone la interferencia del
siempre ocurre de esa manera. La autora hace una clara distinción entre nuevo aprendizaje sobre el desarrollo del primer lenguaje llegando inclu-
la asimilación cultural y la incorporación estructural: la primera conlleva so, en algunos casos, a reemplazarlo (Lambert, 1975). Con el fin de alcan-
el cambio de valores, de creencias y, en general, de forma de vida; la segun- zar un bilingüismo aditivo, se deben proveer amplias oportunidades de
da supone la búsqueda de un acceso equitativo a los bienes y servicios na- mantener y continuar con el desarrollo tanto de la lengua primera (Ll)
cionales, sin renunciar a los propios valores y creencias. ¿Cuál seria en- wmo de la segunda (L2). Si los contactos en L2 son demasiado frecuen-
tonces la relación entre el cambio lingüístico, la asimilación cultural y la tes e intensos, L1 puede fácilmente llegar a deteriorarse, resultando en un
incorporación estructural? Si bien, como se ha afirmado ya, cambio lin- bilingüismo sustractivo (Laundry and Allard, 1990: 537).
güístico y asimilación cultural no siempre coinciden, es más probable que El bilingüismo aditivo es el resultado más probable en contextos
un desplazamiento lingüístico tenga lugar cuando acontece la asimilación de integración en los que ambos lenguajes, el mayoritario y el minorita-
cultural, y menos probable si lo que ocurre es un proceso de incorpora- rio, son valorados de forma semejante y utilizados de forma complemen-
ción estructural. Los individuos pueden de hecho obtener algunos bene- Laria antes que competitiva. El bilingüismo sustractivo, por el contrario,
ficios al aprender la lengua mayoritaria, pero no siempre pueden asimilar- puede surgir como resultado de la asimilación del grupo minoritario
se a o ser aceptados plenamente por el grupo dominante debido a la per- den tro del mayoritario, en condiciones en las que la adopción de la se-
vivencia de diferencias que no se eliminan con el simple aprendizaje lin- gunda lengua amenaza con reemplazar la primera en prácticamente to-
güístico. En tales casos -en los que el individuo recibe algunos beneficios dos los dominios (Hammers y Blanc, 2003: 99-100).
económicos pero no plena aceptación de parte del grupo mayoritario- Cuando el lenguaje deviene variable y las lenguas mayoritaria
pueden surgir otro tipo de incentivos para que un grupo étnico determi- y minoritaria son utilizadas en los mismos contextos sociales, se inicia
nado mantenga su condición de población minoritaria y para que, junto un proceso de desplazamiento lingüístico. En tales casos, la lengua del
con el aprendizaje de la nueva lengua, sus miembros conserven la propia grupo dominante comienza a penetrar en dominios que antes estaban
convirtiéndose en hablantes bilingües. Debemos tener en cuenta, sin em- reservados para la lengua minoritaria. Así sucede, por ejemplo, cuan-
bargo, que si bien el aprendizaje de la lengua dominante puede propor- do el español ingresa en los hogares quichuas o en cualquier otro do-
cionar beneficios económicos a determinados individuos -beneficios que, minio informal que antes constituía dominio exclusivo de la lengua

20 So nia Lenk
Mi no rí as y bil ing üi smo soste nido 21
indígena. Si el desplazamiento efectivamente se da hacia la lengua de 1i~11111, rn Piltsburgh, un patrón más lento de cambio lingüístico: un pa-
mayoría, ésta comienza a conquistar un espacio tras otro a través de lo i I i'111 dl' n 1arta generación que se produce básicamente debido a la varie-
que sería el estadio intermedio del bilingüismo. Éste no es sino el me- d.1, 11111güíslica, de alto estatus y con fuerte tradición literaria, que utilizan.
canismo de cambio lingüístico. Por su parte, el valor de la lengua mi- I ', 11' 111 1,1 parte, estos grupos tienen también acceso a escolaridad en su
noritaria va decreciendo en función de la disminución de los espacios k11g11,1 nativa a través de la Iglesia Ortodoxa Griega en Pittsburgh y, lo que
en que es utilizada y a medida que la población joven, como conse- , , 111,1s, no sólo mantiene una tradición endogámica dentro de su iglesia,
cuencia de esta disminución, pierde interés en aprenderla. 11111 que a menudo contraen matrimonio con hablantes griegos mono-
Si los dominios de utilización de una lengua, así como los facto- li11g1 1cs, nacidos en su país de origen, Grecia.
res generacionales que determinan esta utilización, inciden en el cambio En su estudio realizado en Perú, Utta Von Gleich y Wolfgang -
o en la permanencia lingüística, es necesario que, por medio de la obser- W11kk (1 994) definen cinco etapas de desplazamiento lingüístico, etapas
vación, estemos en condiciones de determinar qué factores podrían gene- t¡t ll' va n desde el monolingüismo en el lenguaje minoritario hasta el mo-
rar una situación equilibrada en la que el aprendizaje de la lengua mayo- 11<1li11güismo en el lenguaje mayoritario. Así tenemos: 1) monolingüismo
ritaria no implicase el deterioro de la minoritaria; en otras palabras, una , 11 lrngua nativa quechua o quichua, 2) bilingüismo con predominio del
situación de bilingüismo sostenido antes que un bilingüismo temporal en , 11ll'L hu a, 3) bilingüismo equilibrado ( quechua y español), 4) bilingüismo
continuo movimiento hacia el cambio lingüístico. Los estudios que se han 1 0 11 predominio del español, 5) monolingüismo en español, esto es, mo-

realizados sobre el tema se han referido, por lo general, a poblaciones in- 11o lingüismo en la lengua de mayoría para las poblaciones quechua -y
migrantes, en las que la segunda o tercera generación aprende el lenguaje qu ichua- del Perú.
de minoría al interior de los hogares, mientras que afuera, y en especial en Existe un número de factores que conducen al mantenimien-
las escuelas, adquiere la lengua mayoritaria y dominante. A medida que el 10 y/o al desplazamiento lingüístico. Estos factores son revisados en
proceso avanza, los hablantes de las lenguas minoritarias empiezan a ad- dos sobresalientes propuestas teóricas, una presentada por Paulston
vertir que cada una de esas lenguas está asociada con diferentes sistemas ( 1998) y otra, por Howard Giles, Doreen Rosenthal y Louis Young
de valores y que estos dos sistemas se encuentran frecuentemente en con- ( 1985 ). Estos dos planteamientos parecen coincidir en muchos aspee-
flicto; estas diferencias y conflictos evidentemente influyen sobre el com- los y proporcionar herramientas descriptivas que emplean ya criterios
portamiento lingüístico. Es así que los grupos inmigrantes regularmente pos teriormente utilizados en el modelo macroscópico de Allard y
siguen un patrón lingüístico determinado: la primera generación es mo- La ndry. Respecto de este último, a pesar de que no pretende ser plena-
nolingüe; la segunda es bilingüe, con predominio de cualquiera de los dos m ente abarcante, es claro que sí recoge la mayor parte de los factores
lenguajes, y la tercera, bilingüe también, pero con predominio del lengua- que Nancy Conklin y Margaret Lourie (1983) y Paulson (1994) consi-
je dominante. La cuarta generación conoce, de manera general, única- deran generadores de cambio o mantenimiento lingüístico, así como
mente el lenguaje de mayoría. aquellos que Giles et al. (1985) identifican como estimuladores de la
Según Ricardo L. García y Carlos F. Díaz (1992), un gran núme- vitalidad etnolingüística (EV, por sus siglas en inglés). Se considera
ro de inmigrantes en los Estados Unidos han abandonado su lengua nati- que un grupo étnico que posee un alto grado de vitalidad etnolingüís-
va para adoptar el inglés ya en la tercera generación. Paulston (1994) in- Lica tiene mayores posibilidades de mantener su lenguaje y su cultura,
cluye en este patrón de tercera generación a los inmigrantes italianos en mientras que un grupo étnico cuya vitalidad lingüística sea escasa tie-
Pittsburgh. La autora señala, sin embargo, que esto se cumple en el caso ne mayores probabilidades de adoptar la lengua dominante.
particular de estos grupos italianos debido a que ellos suelen utilizar una Según René Appel y Pieter Muysken (1987), la literatura sobre
variedad lingüística de su lengua nativa de bajo estatus social y escasa tra- el tema nos ofrece la idea, no siempre acertada, de que el desplaza-
dición literaria. En contraste, los grupos migrantes originarios de Grecia miento lingüístico ocurre invariablemente a favor del lenguaje mayo-

Mino rias y bilingüismo sostenido 23


22 So ni a Lenk
ritario. Si este fuera el caso, estaríamos en condiciones de concluir que d111•, dv w municación masiva, de la educación. etcétera que se lleven a ca-
el cambio lingüístico es siempre un proceso unidireccional en el cual l 111 , 11 1.i lengua de mayoría; y los incentivos, fundamentalmente a través
el movimiento ocurre sólo desde la lengua de minoría hacia aquélla il, l.1 posibilidad de movilidad económica y social. 2) Si el Estado o los
con mayor número de hablantes y/o poder. Desde una perspectiva di- •.111¡ios dominantes garantizaran dichas oportunidades para los grupos
ferente, Appel y Muysken nos remiten a lo que ocurre en Canadá, es- il111111 11ados, éstos las usarían para asimilarse a la sociedad oficial. Con to-
pecíficamente en la provincia de Québec, donde el francés está ganan- , l, 1, P,1ulslon sostiene que hay una diferencia entre el cambio lingüístico y
do terreno frente al inglés. De su trabajo se podría concluir que aun- l.1 .i.,imilación cultural; uno podría, por tanto, preguntar ¿cuál sería el pro-
que, en un inicio el proceso de desplazamiento beneficia al lenguaje 111hi I o de un desplazamiento hacia la lengua dominante que no pretenda
mayoritario, puede luego surgir una etapa en la que los hablantes de la l.1111hién alcanzar la asimilación cultural? Si los miembros del grupo mi-
variedad minoritaria comprendan que es indispensable hacer algo pa- 1101itario habrían perdido ya un elemento clave de su cultura étnica, su
ra evitar el desaparecimiento de su lengua. ¿Podría éste ser concebido l, ·11guaje, ¿por qué no habrían de intentar asimilarse de manera completa
como un fenómeno de "reafirmación local a través de la globaliza- ,1 l.i w llura oficial? De ahí que el proceso de cambio no sea tan claramen-
ción"? ¿Tendrán realmente los grupos minoritarios ocasión de defen- 11• previsible. Y lo que es aún más importante, el movimiento hacia el len-
der y preservar su herencia lingüística? Inclusive si existe un proceso g11aje y la cultura dominantes -o, más claramente, la renuncia al lengua-
en curso de desplazamiento lingüístico en dirección a las instancias J(' y la cultura propios- es a menudo inconsciente: generalmente consiste
dominantes, ¿existe la posibilidad de revitalizar una lengua minorita- 1·11 un intento por mejorar los propios estándares de vida y, a veces, cons-
ria? ¿Qué factores podrían efectivamente influir en esta revitalización? 1iI uye inclusive un verdadero problema de supervivencia. No es raro, por
¿Y quién o quiénes podrían efectivamente lograrlo? Appel y Muysken t·jcmplo, que miembros de diversas comunidades indígenas necesiten en-
identifican a los defensores de los lenguajes minoritarios como u rnlrar empleo fuera de su comunidad de origen a fin de ganarse el sus-
"miembros frecuentemente jóvenes y activos de organizaciones políti- lento diario y que, por tanto, se vean urgidos de aprender la lengua domi-
cas y culturales que luchan por los intereses económicos, sociales y nante. A través de las generaciones, sin los recursos ni las oportunidades
culturales de los grupos de minoría" ( 1987: 32). No obstante, acadé- para mantener su lengua nativa, ellos avanzan inevitablemente hacia la
micos de mayor edad juegan también un rol de importancia: Joshua adopción de la lengua de mayoría.
Fishman, una figura seminal en el campo de la sociolingüística, ha pu- Ahora bien, tener ocasión de tomar contacto con la nueva
blicado, desde los años sesenta, extensamente sobre el tema de la revi- lengua es condición indispensable para que se produzca este despla-
talización lingüística y, al hacerlo, ha emergido como un líder del mo- za miento. Hay diversas circunstancias que permiten el aprendizaje de
vimiento pro revitalización de lenguajes minoritarios. la lengua oficial y que, por ello, favorecen al cambio lingüístico. Así,
Paulston (1994) afirma que, dadas las oportunidades y los incen- una de las vías más importantes de acceso al uso de L2 es la partici-
tivos correspondientes, en la mayoría de grupos étnicos de un estado-na- pación en organizaciones sociales tales como la escuela, el servicio
ción, la tendencia general es el desplazamiento lingüístico hacia la lengua militar, las instituciones religiosas, etcétera; este acceso a institucio-
oficial. Sin embargo, bajo esta afirmación existe un doble presupuesto: 1) nes sociales generalmente lo logran aquellos miembros de los grupos
que el Estado o el grupo dominante tienen el poder de proveer a los gru- minoritarios que contraen matrimonio con hablantes de la lengua
pos minoritarios con las oportunidades necesarias para el cambio. (La fra- dominante. Otra vía de acceso al nuevo lenguaje pueden ser los me-
se en pasivo 'dadas oportunidades e incentivos' implica que los agentes dios de comunicación de masas: la televisión, la radio, los periódicos,
son el Estado, los grupos dominantes, o ambos). ¿Cómo puede entonces etcétera. Por último, la ubicación geográfica de los hablantes de las
el grupo minoritario tener acceso al lenguaje dominante? Las oportunida- lenguas minoritarias es también un factor importante en la determi-
des pueden ser suministradas a través de los conlaclos sociales, de los me- nación del mantenimiento o el cambio lingüístico.

2~ Soni.1 Lcnk Minorías y bilingüismo sos tenido 25

la..
1. 2 Marco teórico
Oportunidad, tal como está definida en el Webster's New World
Dictionary yThesaurus ( 1996), es "una combinación de circunstancias fa- 1. 2.1 El Modelo de Aculturación Interactiva (1AM)
vorables para alcanzar un propósito''. Respecto a las oportunidades para la
adquisición de una segunda lengua, se podría preguntar ¿quién proveerá Los orígenes de modelo de aculturación interactiva (IAM, por
una combinación de circunstancias favorables para que se cumplan los sus siglas en inglés) de Bourhis et al. (1997) pueden ser localizados en dos
propósitos de los grupos minoritarios -propósitos que, en este supuesto modelos anteriores: el modelo de asimilación unidimensional propuesto
ideal, deberían coincidir con las metas del Estado y los grupos dominan- po r Milton Gordon (1964) y el modelo bidimensional desarrollado más
tes-? Y esta pregunta genera otras adicionales: ¿Los objetivos que persigue tarde por John Berry (1980). En el modelo de Gordon, el proceso que
el grupo dominante coinciden necesariamente con aquellos del grupo su- atraviesa el grupo minoritario puede ser visto como un continuum. En un
bordinado? ¿Qué tipos de políticas de integración/asimilación han sido extremo de este continuum, se encuentra el mantenimiento de la cultura
establecidos por el Estado? ¿Qué condiciones (i.e., políticas educativas, minoritaria -y, podemos agregar, su lenguaje-; en el otro extremo, está la
disponibilidad de medios masivos y de servicios gubernamentales en am- adopción de la cultura oficial -y podemos agregar, una vez más, su len-
bas lenguas, etcétera) apoyan las políticas de Estado? ¿Coinciden los pro- guaje-. Así, de acuerdo a este modelo unidimensional, la adición de ele-
pósitos establecidos por el estado con aquellos del grupo minoritario en mentos culturales oficiales conduce necesariamente a la pérdida de rasgos
cuestión? E incluso si las metas efectivamente coinciden, ¿garantizará el culturales étnicos. Por su parte, el modelo bidimensional de Berry (1980)
estado a los grupos minoritarios el acceso a los recursos necesarios para sostiene que las culturas minoritaria y mayoritaria/oficial funcionan de
cumplir sus propósitos con éxito? manera separada para moldear la identidad individual. Como conse-
Muchos académicos han aceptado la desigual distribución de cuencia, en el modelo de Berry, la adopción de los rasgos oficiales no ne-
poder como algo normal e incuestionable. Sin embargo, como lo se- cesariamente conlleva el abandono de la cultura étnica tradicional. Sola-
ñala Tove Skutnabb-Kan gas ( 1990), la condición de minoría étnica mente si adoptamos la perspectiva de este modelo bidimensional de
así como la integración -aun si son percibidas como naturales y ob- Berry, podremos concebir la posibilidad de revitalización lingüística.
vias por la sociedad y, en especial, por quienes las aceptan- necesitan Aunque las poblaciones indígenas terminen por adoptar la lengua espa-
ser entendidas como fenómenos creados e institucionalizados por los ñola en algún momento, bajo circunstancias favorables, estas poblaciones
seres humanos y, por tanto, sujetos a cambios. De ahí que los acadé- pueden ser capaces de revitalizar su lengua nativa.
micos tendrían que desplazar su atención desde los grupos domina- En el modelo de aculturación interactiva (IAM) de Bourhis
dos en sí mismos, a la manera en que se configuran las relaciones de et al. (1997), los inmigrantes constituyen los agentes del proceso de
poder en y entre los distintos grupos. "El derecho humano a la au- aculturación en la comunidad anfitriona. Aunque este modelo fue
todefinición tiene sentido solo si las relaciones entre los grupos en desarrollado teniendo en mente los grupos inmigrantes, puede ser
cuestión son equitativas. Si las minorías son definidas sobre la base de relevan~e también para las minorías indígenas si tomamos en cuen-
las relaciones de poder y no sobre relaciones numéricas, estas mino- ta las condiciones históricas, políticas, económicas y educativas que
rías constituyen, por definición, partes no equivalentes en el procesos sobrellevan ambos grupos al interior de una nación determinada. El
de negociación de las lenguas nativas, etnicidades e integración" modelo 1AM constituye un marco teórico que incluye varias entra-
(1990: 77 -78). Un acercamiento al estudio de las relaciones de poder das multiculturales: 1) las orientaciones aculturantes que adoptan
entre grupos dominantes y subordinados se ha realizado utilizando el los grupos inmigrantes en la comunidad anfitriona; 2) las orienta-
modelo de aculturación interactiva desarrollado por Bourthis, Moise, ciones aculturantes que adopta la comunidad anfitriona respecto de
Perreault y Senécal (1997). grupos específicos de inmigrantes, y 3) los resultados de las relacio-
nes intergrupales e interpersonales que surgen de la combinación de

M inorías y bili ngüismo sostenido 27


26 Sonia Lenk
las orientaciones descritas 1 ( 1997). No obstante, es necesario enten- consistiría en la 'separación'; si, por el contrario, desearan adoptar la
der los aspectos sociopsicológicos de las relaciones entre los grupos cullura dominante antes que mantener la propia, estarían optando
minoritarios y mayoritarios dentro del contexto de las políticas pú- por la 'asimilación'; y si, finalmente, no quisieran mantener la cultu-
blicas adoptadas por la nación y del alineamiento entre las políticas ra propia, pero tampoco asumir aquella del grupo mayoritario, su
de Estado y la orientación del grupo dominante. De ahí que Bourhis opción sería la 'marginalización'.
et al. (1997) incluyeran un componente adicional: las políticas esta- Si este proceso se graficara como un continuum, la 'margi-
tales de integración. nalización' y la 'separación' estarían en uno de sus extremos: los gru-
Tanto desde perspectivas micro como macro, el modelo pro- pos minoritarios que asumen la 'marginalización' desprecian tanto la
puesto por Bourhis et al. (1997) resulta el modelo de aculturación más cultura propia como la ajena; aquellos que se deciden por la 'separa-
adecuado. En este capítulo, lo he aplicado a la situación de las minorías ción' optan por el mantenimiento de su cultura y lengua minoritarias ·
indígenas, antes que a la de las minorías inmigrantes, con el fin de ilus- y rechazan la adopción de aquellas de la mayoría. La táctica a medio
trar de mejor manera los procesos que sobrellevan los grupos indíge- camino entre los dos extremos del continuum sería la de 'integra-
nas. Sobre la base de este modelo, podemos afirmar que los grupos in- ción': en ella, las minorías conservan la cultura propia sin, por ello,
dígenas minoritarios continuamente se ven en la necesidad de luchar dejar de adoptar ciertos rasgos de la cultura dominante. Por último,
con fuerzas bipolares en cada uno de los siguientes aspectos claves: 1) en el extremo opuesto, se ubicaría la 'asimilación': en ella, los grupos
al sopesar el valor de su propia cultura, deben decidir si la mantienen o minoritarios terminan por perder su lenguaje y cultura tradicionales
si adoptan la cultura dominante; y, 2) al preguntarse sobre cuán desea- para adoptar aquellas de la mayoría.
bles pueden ser los contactos intergrupales, deben decidir si evitar o Tekle Woldemikael sostiene que la 'asimilación' es un con-
buscar el contacto con el grupo dominante. cep to que supone el paso desde la cultura subordinada hacia la do-
minante "con lá finalidad de convertirse en un 'miembro legítimo'
del grupo de mayoría y, así, encajar dentro de la estructura social
1.2.1.1 Orientaciones hacia la aculturación desde la perspectiva de los gru-
existente en la cultura [oficial]" (citado en Bourhis et al., 197, 276).
pos subordinados
Una orientación asimilacionista sería comparable a lo que Henri
El primer componente del marco teórico propuesto por Tajfel (1974) describe como 'cambio de pertenencia grupal'. Desde
Bourhis et al. (1997) -orientaciones hacia la aculturación adoptadas esta perspectiva, las dificultades que los grupos de minoría deben
por los grupos inmigrantes en la comunidad huésped- puede ser aguantar son consideradas, tanto por el grupo subordinado como
aplicado a la situación análoga que viven los grupos indígenas en su por el dominante, como responsabilidad exclusiva de las minorías,
relación con la cultura mestiza oficial. Es así que los grupos subordi- ya que son ellas las que no han sido capaces de adecuarse a la cultu-
nados pueden adoptar una de las cuatro orientaciones posibles hacia ra hegemónica. Ahora bien, cuando estas minorías asumen la ideo-
la aculturación dependiendo de la actitud que tengan respecto de la logía y el discurso de los grupos dominantes y se convencen de su
conservación de su propia cultura indígena minoritaria o de la adop- culpabilidad en haber conservado su cultura tradicional -en lugar de
ción de la cultura mestiza dominante. Estas cuatro orientaciones con- haberla rechazado y asumido la mayoritaria-, podríamos decir, asu-
sisten en: a) integración, b) separación, c) asimilación y, d) margina- miendo los términos marxistas, que su perspectiva pone en eviden-
lización. Si las minorías indígenas desearan mantener su cultura, pe- cia la 'falsa conciencia' o, en otras palabras, el control ideológico que
ro, al mismo tiempo, adoptar la cultura oficial, estarían optando por los grupos dominantes ejercen sobre los subalternos. Es claro que,
un 'acercamiento integrador'; si este mantenimiento supusiera, a su aún a pesar de ese deseo de asimilación por parte de los grupos mi-
vez, la no aceptación de la cultura dominante, entonces su opción noritarios y del esfuerzo que invierten en el proceso, sus miembros

28 Sonia Lenk
y bilingüismo sos tenido
Minorías 29
las orientaciones hacia la aculturación de las minorías indígenas y de la
generalmente no acceden a un estatus mayor; lo que es peor, no im-
cultura mestiza dominante. La influencia que estas orientaciones pueden
porta cuánto logren efectivamente adoptar de la cultura oficial, es
tener sobre las relaciones interpersonales e intergrupales es, de hecho,
muy improbable que su estatus se acerque siquiera al que poseen los
muy significativa. El punto más importante a tomarse en cuenta es hasta
grupos mayoritarios.
qué punto las orientaciones hacia la aculturación del grupo mayoritario
efectivamente coinciden con aquellas del grupo minoritario. Si se da esta
1.2.1.2 Orientaciones hacia la aculturación desde la perspectiva de los gru- coincidencia, diremos que existe 'concordancia' entre ellos; si, por el con-
pos dominantes trario, hay divergencias, hablaremos de 'discordancia', en cuyo caso no es
de extrañar que ocurran abiertos conflictos entre los dos grupos y que la
El segundo componente del marco teórico propuesto por Bour- esfera pública nacional se vea perturbada. Si los dos grupos mantienen ·
his et al. ( 1997) -orientaciones hacia la aculturación adoptadas por la co- orientaciones coincidentes, se producirá una situación de 'consenso' entre
munidad anfitriona respecto de los grupos inmigrantes- puede ser apli- ellos. Si, en el extremo opuesto, lo que prima es el desacuerdo en sus res-
cado a la situación análoga de la cultura mestiza dominante en relación péctivas orientaciones, la relación resultante entre los dos grupos estará
con las minorías indígenas. Dependiendo de su actitud hacia los grupos en directa relación al grado de desacuerdo que éstos manifiesten; así, a
subalternos, los grupos mayoritarios pueden asumir una de las siguientes mayor divergencia, es probable que ocurra un mayor nivel de conflicto en
orientaciones hacia la aculturación 2: a) integracionista, b) segregacionis- las relaciones interpersonales e intergrupales. Los resultados relacionales
ta, c) asimilacionista y, d) exclusionista /individualista. Así, si el grupo ma- evidencian variaciones de grado: éstas van desde el 'consenso' que surge
yoritario prefiere que una población minoritaria determinada mantenga del acuerdo pleno, hasta el 'conflicto' que es producto de un alto nivel de
su cultura propia y, al mismo tiempo, que adopte la cultura dominante, desacuerdo, pasando por un nivel intermedio que podemos denominar
nos encontramos ante una orientación 'integracionista'. Si, en cambio, de- 'problemático', en el que se aprecia un grado moderado de divergencia.
sea que los grupos subalternos mantengan su cultura minoritaria sin que Ahora bien, más allá de sus orientaciones respecto del proceso de acultu-
adopten elementos de la cultura hegemónica, la perspectiva asumida por ración, las minorías indígenas han sido percibidas siempre como posee-
el grupo mayoritario es la 'segregacionista'. Si, por el contrario, piensa que doras de menor estatus y control institucional que los grupos mayorita-
los grupos minoritarios deben adoptar la cultura hegemónica y, al hacer- rios (Bourhis et al., 1997: 376): "En tales estados, la nación se define co-
lo, renunciar a la propia, este grupo tiene w1a perspectiva 'asimilacionis- mo compuesta de un núcleo étnico tradicional determinado por el naci-
ta'. Si, por último, el grupo de mayoría no desea que el grupo subalterno miento y el parentesco" (375). La orientación hacia la aculturación de un
mantenga su propia cultura, pero tampoco que adopte la cultura oficial, grupo dado no es estática: puede fluctuar en función de las condiciones
estamos ante una perspectiva 'exclusionista/individualista'. económicas, políticas, demográficas, militares o educacionales dentro y
fuera del país. El desacuerdo sobre aspectos de integración puede produ-
cir tensiones políticas entre los grupos mayoritarios y minoritarios y pue-
1.2.1.3 Acuerdo o desacuerdo entre las orientaciones de los grupos domi- de conducir a la creación de nuevos partidos políticos.
nantes y de los grupos subordinados
El tercer componente del marco teórico propuesto por Bourhis
1.2.1.4 Orientaciones hacia la aculturación desde la perspectiva
et al. (1997) -relaciones interpersonales e intergrupales que surgen como
del Estado
resultado de la combinación de las orientaciones aculturantes de las co-
munidades inmigrantes y anfitrionas- puede ser aplicado a situaciones Otro aspecto del marco teórico de Bourhis et al. (1997) -polí-
análogas de relaciones interpersonales que resultan de la combinaciórt de ticas estatales de integración- puede ser aplicado a la situación de las mi-

Minorías y bil ingüi smo sostenido 3l


30 Sonia Lenk
norías indígenas con respecto a la cultura mestiza oficial en Ecuador. Las pecto de la asimilacionista: es una ideología que encara la diversidad de
condiciones que deben sobrellevar las minorías étnicas están reguladas los grupos privilegiando siempre al grupo burgués dominante. Nacida
por las políticas estatales de integración. Bourhis et al. ( 1997) menciona durante la Revolución Francesa como la ideología de la burguesía, la ideo-
cinco de las más importantes políticas -o ideologías- de los estados de- logía republicana pretende la eliminación de las diferencias étnicas de to-
mocráticos modernos con respecto a la integración: a) pluralistas, b) cívi- dos los miembros de las distintas minorías con el fin de elevarlos a la ca-
cas, c) asimilacionistas, d) republicanas y, e) etnicistas. Los estados que tegoría del 'hombre universal'. Por último, la 'ideología etnicista' es simi-
adoptan una 'ideología pluralista' cuentan con los grupos minoritarios lar a la asimilacionista y a la republicana en que explícitamente compele
para conservar los valores públicos del país, lo que incluye "el compromi- a las minorías a adherirse a los valores públicos de la nación, y en que re-
so con los ideales democráticos, el apego a los códigos civiles y criminales gula los valores privados de las minorías. Aquellos Estados que adoptan la
y la adhesión a los valores expresados en la carta de los derechos humanos ideología etnicista ya sea exigen a las minorías que renuncien a su propia
y/o la constitución del Estado" (Bourhis et al., 1997: 373). Esta es una identidad cultural o, a diferencia de aquellos que adoptan una ideología
ideología no intervencionista ya que, en ella, asimilacionista o una republicana, no se preocupan de que las minorías
... el Estado no tiene poder en la definición o regulación de los 'valores pri- mantengan o no su identidad cultural en vista de que los miembros de su
vados' de sus ciudadanos, cuyas libertades individuales en los dominios grupo dominante no tienen ningún deseo de que los grupos minoritarios
personales deben ser respetadas. Por valores privados se entiende la liber- se asimilen a las corrientes oficiales.
tad respecto del poder del Estado en las actividades referidas a las relacio-
nes domésticas, interpersonales y de asociación. Los valores privados in-
cluyen la participación comunitaria relacionada con actividades lingüísti- 1.2.1.5 Alineamiento del grupo dominante con las políticas estatales de
cas y culturales, la expresión religiosa y la libertad de asociación en las es- aculturación
feras políticas, económicas y de esparcimiento (Bourhis et al., 1997: 373).
Los grupos dominantes cuya orientación es ' integracionista' ge-
A pesar de ello, los Estados que asumen una ideología pluralis- neralmente se alinean con una ideología pluralista respecto de las políti-
ta están dispuestos a apoyar económica o socialmente aquellas iniciativas cas públicas dirigidas a las poblaciones minoritarias; en tanto que aque-
de los grupos minoritarios que busquen la promoción y el mantenimien- llos grupos con orientación 'asimilacionista' respecto de las minorías se
to de sus propios intereses culturales étnicos. Lo que es más, el estado asu- mantienen en consonancia con el mismo tipo de ideología asimilacionis-
me como su responsabilidad la asignación de fondos estatales tanto para ta. Por su parte, los grupos dominantes con orientaciones 'segregacionis-
grupos mayoritarios como minoritarios en vista de que sus miembros son tas' probablemente favorecerían, de acuerdo con Bourhis et al. ( 1997), po-
contribuyentes y, como ciudadanos que cumplen con sus obligaciones, líticas que se ubicaran en algún punto entre las ideologías asimilacionis-
tienen el pleno derecho a ese financiamiento. La 'ideología cívica' com- tas o etnicistas. Mientras que aquellos que asumen orientaciones 'exclu-
prende la mayor parte de los principios del pluralismo ideológico, excep- sionistas' apoyarían una ideología etnicista, y los 'individualistas: una
to por el hecho de que los estados que la adoptan no contemplan el finan- ideología que fuera pluralista o cívica.
ciamiento o el apoyo a ninguna actividad étnica de ninguno de los grupos Se esperaría que Bourhis et al. (1997), habiendo descrito las
étnicos involucrados. La 'ideología asimilacionista' constituye un enfoque alienaciones dominantes respecto de las políticas de aculturación estata-
no intervencionista parte del presupuesto de que es responsabilidad de ca- les, describieran aquellas que mantienen los grupos subordinados en re-
da individuo que habita en la nación el adoptar la cultura y los valores del lación a esas mismas políticas. Sin embargo, no es el caso: por alguna ra-
grupo dominante y el abandonar cualquier otra cultura, valores o lengua- zón no hay ninguna mención sobre si los grupos minoritarios asumen o
je. La 'ideología republicana' presenta una ligera diferencia de grado res- no posiciones diversas en esta materia.

32 Son ia Lenk
Mi norías y bilingü ismo sostenido 33
1.2.1 .6 Mandato de las Nacion es Unidas sobre políticas multiculturales
No obstante, este cambio de pertenencia no siempre es posible.
Los artículos 2(1 L) y 26 del Convenio Internacional sobre De- Así, por ejemplo, un miembro de un grupo minoritario podría desear
rechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas prohíben la discrimina- pertenecer al grupo mayoritario, pero su acento o el color de su piel pue-
ción sobre la base de diferencias identitarias de carácter étnico, cultural, den convertirse en obstáculos insalvables en la medida en que los miem-
religioso o lingüístico, así como la interferencia estatal en los asuntos reli- bros del grupo mayoritario simplemente no lo aceptarían como parte de
giosos, lingüísticos o culturales de las minorías (Mullerson, 1993. Citado él. En consecuencia, los miembros de los grupos de minoría necesitan re-
en Koening, 1999). Rein Mullerson afirma que, en concordancia con esta currir a otras estrategias, casi siempre limitadas. Podrían, por ejemplo,
disposición, las modernas naciones- Estados democráticas deben privile- tratar de alterar las características grupales para ser vistos de manera más
giar una política multicultural y multiétnica, tal como sería planteada en positiva o, por el contrario, tomar acciones para cambiar su situación _
(Hansen y Liu, 1997: 568) .
un enfoque integracionista. Desde este punto medio de una política inte-
gracionista, el bilingüismo y el biculturalismo podrían ser concebidos co- De acuerdo con la teoría de la identidad social sobre los compor-
mo estados permanentes, deseables y sostenibles, para los diferentes gru- tamientos intergrupales (Tajfel y Turner, 1986), los individuos y los gru-
pos minoritarios. pos tienden a gravitar hacia uno de los siguientes sistemas de creencias: 1)
Además de entender las orientaciones hacia la aculturación movilidad social y 2) cambio social. El primero surge de la premisa de que
de los grupos dominantes, de los subordinados y del Estado, es im- la sociedad en que vivimos es permeable y flexible y, por tanto, que aque-
portante conocer qué induce a un individuo a afirmar su identidad llos que quieren cambiar sus condiciones de vida pueden hacerlo a través
étnica y qué estrategias él o ella usaría para hacerlo. Henri Tajfel y del trabajo fuerte, la educación, la perseverancia, etcétera. La segunda no
John Turner (1986) desarrollaron su teoría sobre la identidad para torna en consideración la meritocracia; por tanto, los individuos no están
responder tales preguntas. en condiciones de ganarse su posición por medio del duro trabajo, la ca-
lificación, la perseverancia, etcétera. A los individuos se les asigna una po-
sición determinada sobre la base de su identificación grupal. Bajo el siste-
1.2.2 Teoría de la identidad social ma de creencia en el cambio social,

La teoría de la vitalidad etnolingüística y, particularmente, de la . (L]a naturaleza y las relaciones entre grupos en sociedad [está] ca-
vitalidad etnolingüística 'subjetiva', tienen sus raíces en la 'teoría de la racterizada por una marcada estratificación, haciendo muy difícil o
identidad social' tal como ésta fue expuesta por Tajfel y Turner (1986). imposible para los individuos como tales deshacerse de una adscrip -
Tajfel (974) y Tajfel y Turner (1986) han desarrollado algunos de los tra- ción grupal insatisfactoria, no privilegiada o estigmatizada (Tajfel y
Turner; 1986: 9)
bajos más influyentes en el área de la psicología social de las relaciones in-
tergrupales. De acuerdo con Tajfel (1974), la identidad social consiste en Más aún, los individuos mantienen relaciones y actúan corno
"esa parte del concepto de sí mismo que tiene un individuo que se deriva miembros de un grupo determinado, con todas las características que es-
del conocimiento de su pertenencia a un grupo (o grupos) social, junto ta pertenencia implica; ellos no actúan como individuos. "Desde una
con la significación emocional que se atribuye a dicha pertenencia" (69). perspectiva psicológica-social, el criterio básico de pertenencia a un gru-
Tajfel afirma que las identidades de los individuos provienen precisamen- po, tal como se aplica a categorías a larga escala, es que los individuos se
te de estas pertenencias intragrupales. De ahí que, si los individuos en- ven a sí mismos y son definidos por otros como miembros de ese grupo"
cuentran su pertenencia a un determinado grupo como poco satisfacto- (15). De acuerdo con varios estudios,
ria, puedan decidir buscar y cambiarse a otro grupo al que atribuyan un
valor más alto. (D]onde las diferencias sociales-estructurales y la di stribución de re-
cursos han sido in stitucionalizadas, leg itimadas y justificadas por

34 Sonia Lenk
Minorías y bilingüismo sos tenido 35
medio de un sistema de estatus aceptado de manera consensual (o Sin embargo, cuando las personas no están satisfechas con su
por lo menos un sistema que es lo suficientemente firme y dominan- idrnLidad social, pueden volverse especialmente creativas. Los grupos con
te como para prevenir la creación de alternativas cognitivas), el re-
c·s talus bajo tienden, ya sea a minimizar las características positivas de
sultado ha sido menos y no más etnocentrismo en los diferentes gru-
.iqu eUos grupos que hacen que el suyo sea percibido como inferior, o a re-
pos de estatus (12).
sa llar las características propias. Los pueblos3 indígenas de los Andes, por
De ahí que las minorías generalmente vean a los miembros de ejemplo, pueden percibirse a sí mismos como económica y tecnológica-
los grupos mayoritarios bajo una luz positiva. No es raro que culpen a su mente menos desarrollados que los mestizos; sin embargo, pueden al mis-
propio grupo minoritario por la incapacidad de mejorar su estatus social mo tiempo verse como poseedores de estándares más altos de valores mo-
y que asuman que la imposibilidad de ascenso social se debe a caracterís- ra les. En suma, los miembros de un grupo de bajo estatus pueden tratar
ticas propias de ese mismo grupo, por ejemplo, su lenguaje. Así, si no con- de abandonar su grupo de pertenencia para unirse a otro, caracterizado
siguen o no pueden mejorar su trabajo, sienten que se debe a que no ha- de manera positiva, o, por el contrario, pueden tratar de que su propio
blan el lenguaje mayoritario, o a que no lo hablan lo suficientemente bien grupo sea caracterizado de manera más positiva.
o a que tienen acento en su pronunciación. Según el 'paradigma mínimo de grupo' propuesto por Tajfel,
Los individuos no solamente actúan como miembros de un "si la gente fuera dividida en grupos de forma aleatoria, de modo que
grupo determinado, también se relacionan con y son definidos como no existiera una historia previa de hostilidad o disgusto, ni nada que
miembros de ese grupo por aquéllos que se ubican por fuera de él. ganar de ningún tipo de discriminación, la discriminación y el pre-
"[L]a categorización social [es] concebida aquí como [una] herra- juicio entre los grupos surgiría de todas maneras. Esto se debe a que,
mienta cognitiva que segmenta clasifica y ordena el entorno social y, para proveer de un orden a nuestra construcción social de la realidad,
por lo tanto, permite al individuo emprender muchas formas de ac- clasificamos el mundo en 'nosotros' y 'ellos' y reforzamos esta distin-
ción social" (Tajfel y Turner, 1986: 15). Los individuos se identifican ción por medio del prejuicio y la discriminación" (citado en Experi-
a sí mismos con el grupo. Tajfel y Turner desarrollaron la teoría de la mentos en discriminación intergrupal: Henri Tajfel (1970), n.d., Sec-
ción 2: Objetivo y naturaleza del estudio: ! 3 ).
identidad social con el fin de entender mejor la discriminación ínter-
grupal desde una perspectiva psicológica. Los siguientes procesos Tajfel propone la triada identificación-comparación-dife-
contribuyen a la formación de la identidad social: 1) Categorización: renciación fundamentalmente con el propósito de descubrir cómo las
a los miembros de un grupo social se los ubica en categorías y, de propiedades contextuales influyen en el comportamiento de los gru-
acuerdo con ello, se les asigna valores positivos o negativos, 2) Iden- pos subordinados y negativamente evaluados. Si el mantenimiento de
tificación: los individuos asociados con un grupo específico se es- la pertenencia a su propio grupo los deja con una autoapreciación
fuerzan por definir su autoestima en términos positivos, 3) Compa- negativa, ¿cómo podrían ellos desafiar la opresión y cuándo podrían
ración: los miembros de un grupo determinado evalúan su propio tomar acciones colectivas en tanto grupo? En los estudios de Tajfel,
grupo en comparación con otros grupos y en función de atributos y parece existir una marcada preocupación, no sólo por la discrimina-
características cargadas de valor, demostrando un sesgo favorable ción, sino por las posibilidades de resistencia frente a esa discrimina-
hacia el grupo al que pertenecen. En esta misma línea de razona- ción. Tajfel (1982) concentra su atención en la resistencia, resistencia
miento, se derivan dos ideas adicionales: 1) los individuos se esfuer- que él percibe como dinámica y mudable, mientras ve la discrimina-
zan por ver a su propio grupo como relativamente mejor que el res- ción como un fenómeno estático e inmutable. En esta línea de refle-
to de grupos y, 2) tienden a minimizar las diferencias entre grupos xión, surgen problemáticas diversas.
con el fin de alcanzar una percepción favorable respecto del propio De acuerdo con la teoría de la identidad social, se necesita to-
grupo, fenómeno conocido como 'caracterización negativa'. mar en consideración tres condiciones fundamentales con el fin de en-

36 Sonia Le nk
Minorías y bilingüismo sostenido 37
tender cómo los miembros de un grupo subordinado actuarían. Para Contrariamente a lo que se suele asumir, la identidad social
comenzar, el meollo del problema está en si las personas en cuestión insegura y las comparaciones sociales negativas entre los grupos su-
llevarían a cabo acciones de manera individual o colectiva. En concor- bordinado y dominante no conducen necesariamente a la acción co-
dancia con las observaciones de Tajfel (1979), si la sociedad tiene un lectiva. Aunque sí conducen a intricadas tácticas por medio de las
sistema de estratificación permeable -de modo que los miembros del cuales los miembros de los grupos subalternos desafían las jerarquías
grupo subordinado puedan ascender en él, distanciándose de su grupo sociales, mientras los grupos dominantes luchan por reafirmarlas.
de origen-, las acciones que efectivamente se tomarán serán de carác- Como se indicó ya, los miembros de los grupos subordinados pue-
ter individual. Esto se conoce como la 'estrategia de salida'. Por el con- den recurrir a varias estrategias para alterar las características que les
trario, si la sociedad posee un sistema de estratificación impermeable han sido adscritas y que los señalan como inferiores: 1) pueden cam-
-de modo que, no importa los esfuerzos que se hagan los miembros de biar las características que los retratan bajo una perspectiva negati-
los grupos subordinados, ellos no podrán modificar su pertenencia e va; 2) pueden jnvertir la percepción de aquellas características que
identificación grupal-, actuarán de manera colectiva. Esto se conoce han sido pensadas como negativas y proclamarlas como positivas; o
como la 'estrategia de la voz' (Tajfel, 1982). 3) pueden crear nuevas características que representen al grupo. Qué
La segunda condición concierne a la actitud que los grupos estrategia decidan emplear dependerá de aspectos pragmáticos tales
subalternos necesitan tener con el fin de impugnar el estatus que el como las condiciones que el grupo debe enfrentar, tomando siempre
grupo dominante les ha asignado y promover su autoidentificación en cuenta el contexto socio histórico.
colectiva. Para así hacerlo, los miembros del grupo subordinado ne-
cesitan percibir a los del grupo hegemónico como poseedores de una
inmerecida superioridad y, al mismo tiempo, creer que viven en un 1.2.3 Vitalidad etnolingüística
mundo justo y equitativo en el que existen múltiples oportunidades
para todos. Estas dos condiciones juntas generan una 'identidad so- Investigaciones en el área de la psicología social y, más específi-
cial insegura'. Los miembros del grupo subalternizado tienden a efec- camente, la teoría de la identidad social han servido como el punto de
tuar altas evaluaciones respecto de su grupo, a asumir criterios sesga- partida para el desarrollo del concepto de la 'vitalidad etnolingüística'
dos al comparar su grupo con otros y a creer que hay un alto nivel de (EV, por sus siglas en inglés). La noción fue inicialmente introducida por
homogeneidad entre los miembros que lo conforman. Por otra parte, Giles, Bourhis y Taylor a fines de los setenta para identificar los factores
si los miembros del grupo subordinado quieren impugnar y rechazar que determinaban el mantenimiento o el cambio lingüístico. Giles et al.
la legitimidad que tiene su supuesta inferioridad, deben estar en con- ( 1970) definen la vitalidad etnolingüística como" ... aquello que hace que
diciones de efectuar una comparación favorable entre su grupo y el un grupo [lingüístico] probablemente se comporte como una entidad co-
dominante. Las revueltas que ocurrieron en diferentes partes del lectiva distinta y activa en situaciones intergrupales" (308). Ellos afirman
mundo durante la década de los setenta, los movimientos de libera- que "[l]as minorías etnolingüísticas que poseen poca o nula vitalidad gru-
ción en África y los movimientos por los derechos civiles en los Esta- pal ... finalmente cesan de existir como grupos distintivos" (1977: 308).
dos Unidos, todos ponen en evidencia qué condiciones se deben Por el contrario, cuando la identidad distintiva de un grupo prospera, ad-
cumplir para que surjan los movimientos revolucionarios, cómo es- quiere mayor vitalidad etnolingüística y, según Giles et al. ( 1977), hay una
tos movimientos influyen en otros grupos en otras partes del mundo, mayor probabilidad de que sus miembros mantengan la competencia y el
y por qué los miembros de las clases medias -quienes tienen un nivel
uso de su lengua étnica. Al mismo tiempo, su vitalidad etnolingüística es-
más alto de educación formal- tienden a instigar, liderar y participar tá relacionada con su actitud hacia la cultura y la lengua dominantes. La
en tales movimientos. EV influirá en su motivación para aprender otra lengua y para usarla, tal
vez en detrimento de su lengua de origen.

38 Sonia Lenk
M inorías y bili ngüi smo sostenido 39
Giles et al. (l 977) originalmente pensaron su concepto de sido usado para comparar, con datos objetivos, las percepciones de
EV como un marco teórico para el análisis de los factores socioestruc- SEV que tienen los miembros de un grupo determinado, como tam -
turales que, en situaciones de contacto de distintos grupos etnolin- bién aquellas que tienen, respecto de ese mismo grupo, los miem-
güísticos, influyen en sus relaciones intergrupales. Los autores identi- bros de otros grupos. La evaluación de la vitalidad etnolingüística
ficaron los siguientes factores como determinantes para la vitalidad objetiva, por su parte, está basada en artículos que representan las
etnolingüística: las dimensiones 'demográficas, de apoyo institucio- va riables demográficas, de apoyo institucional y de estatus del mar-
nal', y de 'estatus'. Estas dimensiones, que pueden ser conceptualiza- co de vitalidad objetiva.
das en términos concretos, determinan la vitalidad etnolingüística Posteriormente, en 1987, Allard y Landry desarrollaron las
'objetiva' del grupo. Con todo, estas dimensiones también influyen en Creencias en el Cuestionario de la Vitalidad Etnolingüística (BEVQ, por
la vitalidad etnolingüística 'subjetiva' del grupo. Muchos académicos sus siglas en inglés), cuyo fin era proporcionar una vía más detallada y
han llegado a creer que esta última -la vitalidad etnolingüística sub- completa para predecir el comportamiento lingüístico. Estos académicos
jetiva (SEV, por sus siglas en inglés)- es lo que determina en última basaron su modelo de sistemas de creencias en el modelo de orientación
instancia el mantenimiento o el cambio lingüístico ( e.g., Bourhis, Gi- cognitiva del comportamiento humano desarrollado por Hans Kreiter y
les y Rosenthal, 1981; Harwood, Giles y Bourhis, 1994). Shulamith Kreiter (1972, 1976), quienes lo organizaron en función de
El concepto de EV se desarrolla sobre los fundamentos sen- cuatro tipos básicos de creencias: 1) general o fáctica (es o no es), 2) so-
tados por Donald Snygg y Arthur Combs (1949), cuyo trabajo con- bre sí mismo (soy o no soy), 3) normativa (sobre normas y reglas -debo
tribuye a nuestra comprensión de los seres humanos y de su compor- o no debo-), 4) sobre metas (quiero o no quiero). Landry y Allard am-
tamiento. De acuerdo con Anne Richards (2003), la perspectiva de pliaron más tarde estas cuatro categorías creando, dentro de ellas, ocho
Snygg y Combs "puede ser resumida de la siguiente manera: el ser diferentes subgrupos concernientes a la vitalidad etnolingüística.
humano y su comportamiento son una función de la percepción". Los cuatro tipos de creencias de la 'teoría de orientación cogni-
Richards expande la explicación de los autores señalando que "el tiva' y los ocho tipos de creencias que reflejan la EV definidos en términos
comportamiento humano es una función o expresión de un más o de sus sujetos y objetos de referencia.
menos organizado campo de percepciones, significados, valores, Nota. De "Subjective Ethnolinguistic Vitality: A Comparison
creencias, interpretaciones, pensamientos y sentimientos que abar- of Two Measures", por Réal Allard y Rodrigue Landry, 19946, Interna-
can el universo entero (incluyendo el sentido de sí mismo) experi- tional Journal or the Sociology of Language, 108: 125. Reproducida con
mentado por un individuo de momento a momento" (2003: 2). De el debido permiso.
ahí que sea la 'percepción' que una persona tiene de la realidad obje-
tiva la que sustenta su comportamiento. Así, la confianza de los
miembros de un grupo en que los recursos presentes de su lenguaje
minoritario son numerosos -incluso si esta creencia no tiene bases
objetivas en la realidad- impulsará su SEV y los incitará a conducir-
se de manera más acorde con las características de su propio grupo
étnico: por ejemplo, podrán mantener su vestido tradicional y su
lengua nativa.
En 1981, Richard Bourhis, Howard Giles y Doreen Rosent-
hal desarrollaron el Cuestionario de la Vitalidad Etnolingüística Sub-
jetiva (SEV) para medir las percepciones de EV. Este cuestionario ha

111 Sonia Lenk


Mi norías y bilin güismo sostenido 41
1.2.3.1 Factores demográficos
Figura L.l. Reproducción del cuadro de Allard y Landry que representa las
creencias de orientación cognitiva y las creencias sobre la vitalidad etnolin- A la hora de determinar el mantenimiento o el cambio lin-
güística güístico, es fundamental considerar los factores demográficos, esto es el
número de hablantes de una lengua minoritaria y su distribución geo-
OBJETO gráfica. A mayor número y mayor concentración de hablantes en un
Fácticas Deseadas área determinada, mayor es la probabilidad de que una lengua se man-
Creencias generales Creencias tenga; por el contrario, si la población de hablantes es pequeña y, ade-
No sobre sí mismo
normativas más, se halla dispersa, esa probabilidad disminuye y, en consecuencia,
crecen las posibilidades de desplazamiento hacia la lengua dominante.
Paulston señala que, sin embargo, estudios académicos como los reali-
(Creencias Vitalidad presente
zados por Grant McConnell (1992) o por William Mackey y Jacob
exocéntricas) Vitalidad futura Vitalidad legítima
Ornstein (1979), si bien coinciden en que mientras más hablantes ten-
Modelos sociales ga una lengua más posibilidades tiene de sobrevivir, no han podido de-
SUJETO terminar cuál sería el número exacto que se necesitaría para que esta
Sobre sí mismo Creencias personales Creencias sobre lengua no desaparezca (citado en Paulston, 1994: 18-19). Appel y
metas Muysken señalan también que el número absoluto de hablantes de una
lengua es crucial, en especial cuando éste comienza a disminuir: el des-
(Creencias Valorización Metas y deseos censo es un claro indicativo de que la lengua en cuestión resulta menos
egocéntricas) Pertenencia útil lo que, a su vez, favorece el cambio lingüístico.
Eficacia personal Por su parte, Michael Clyne (1982) no encuentra en sus estu-
dios ninguna correspondencia entre el mantenimiento lingüístico y la
fortaleza numérica de una lengua determinada. No obstante, sí encuentra
Todos los factores considerados en el modelo de la EV afectan una correlación positiva entre la pervivencia lingüística y la presencia de
el mantenimiento lingüístico, sea positiva o negativamente. Como se ha matrimonios interétnicos en los que ninguno de los padres sea hablante
mencionado antes, estos factores están organizados y discutidos en térmi- del lenguaje dominante. Clyne halla también una correlación positiva en-
nos de los tres constructos principales que apoyan la vitalidad etnolin- tre el cambio lingüístico y la presencia de matrimonios en los que uno de
güística: las dimensiones 'demográficas, de apoyo institucional' y 'de esta- los padres es hablante de la lengua mayoritaria. Lo que estas correlaciones
tus'. Es importante tener en mente que, según Giles et al., la vitalidad et- ponen en evidencia es la importancia que tiene los patrones matrimonia-
nolingüística es equivalente al mantenimiento lingüístico; en otras pala- les como elementos determinantes del equilibrio lingüístico. En esta mis-
bras, es la vitalidad lingüística de un grupo la que determina si su lengua ma línea de reflexión, Paulston ( 1994) identifica la endogamia como uno
será mantenida o no. Appel y Muysken (1987), así como Conklin y Lou- de los factores principales para la conservación de una lengua. A su vez,
rie (1983) mencionan factores adicionales que también determinarían la varios estudios muestran los factores que influyen en los patrones matri-
pervivencia o el cambio lingüístico. En el presente trabajo, estos factores moniales, entre ellos, el tamaño y la distribución relativa de las poblacio-
serán incorporados al modelo de Allard y Landry, que será el que utiliza- nes étnicas y raciales, sus niveles educativos y su concentración geográfi-
remos como marco de estudio por constituir el modelo más completo y ca. No está demás subrayar que todos estos factores están relacionados, de
detallado de la teoría de vitalidad etnolingüística. ahí que varios de ellos deban entrar en juego para efectivamente afectar el

Minorías y bilingüismo sostenido 43


42 Sonia Lenk
comportamiento lingüístico de una comunidad. El lenguaje que uno de El lugar donde uno vive -un escenario rural o uno urbano,
los esposos habla no determina, por sí solo, cual es la lengua que va a sub- po r ejemplo- es otro factor que influye en el mantenimiento de una
sistir. No obstante, en un matrimonio interétnico, el hablante del lengua- lengua: usualmente, los hablantes rurales mantienen por más tiempo
je de mayor prestigio puede ser un agente determinante de las posibilida- su lenguaje que las minorías urbanas. Como lo anota Baker (2001:
des que tenga la lengua de minoría de subsistir en el ámbito doméstico. 71) , tan pronto como la gente migra de las áreas rurales a las urbanas
Respecto a la distribución geográfica, la concentración de las y en vista de que el nuevo trabajo probablemente se desarrollará en la
minorías en determinadas áreas tiene un impacto decisivo sobre el man- lengua dominante, la lengua minoritaria tiende a perder su función;
tenimiento lingüístico. Así, las poblaciones francocanadienses en Québec una excepción a esta regla ocurre cuando las minorías constituyen su
tienen mayor oportunidad de mantener su lengua que los francocana- propia fuente de ingresos. De lo señalado podemos afirmar que, al
dienses en el resto del país, donde no solamente el número de francopar- considerar la distribución geográfica de los hablantes de una lengua
lantes es muy inferior, sino que la población está mucho más dispersa minoritaria, no se puede perder de vista las redes de socialidad en las
(Lieberson, 1967). De manera similar, los chinoestadounidenses en Chi- que estas minorías están insertas como tampoco la presencia o ausen-
natown hallarán más fácil conservar su lengua que aquéllos que habitan cia de presión social sobre el uso, ya sea del lenguaje dominante o de
fuera del área (Wei, 1982). la lengua nativa, en los diferentes dominios de acción.
Existen otros factores demográficos implicados en el man-
tenimiento lingüístico: los cambios que se producen vía patrones de
inmigración y emigración y que afectan la distribución poblacional 1.2.3.2 Factores de apoyo institucional
de los hablantes de una lengua. En las comunidades Quichua, las
constantes idas y vueltas de sus pobladores desde y hacia los mayores Giles et al. (1977) emplean el término paraguas 'factores de
centros poblados, con el fin de encontrar trabajo o incrementar el in- apoyo institucional' para referirse al nivel de representación que tiene el
greso familiar, influyen de manera significativa el comportamiento lenguaje de minoría en diversas instituciones nacionales, regionales o co-
lingüístico. En Gales, los patrones de emigración e inmigración han munitarias. Allard y Landry (19946) trabajan esta misma noción a partir
incrementado la diversidad de la población y, por tanto, inhibido la de parámetros políticos y culturales. Respecto de los factores políticos, co-
conservación y la propagación del galés. Otro ejemplo que vale la pe- mo lo señalan Appel y Muysken (1987), en la actualidad los individuos se
na notar es provisto por L. Carillo (1984), quien compara la descrip- ven abocados a lidiar con autoridades políticas tanto a nivel local como
ción que Richard Rodríguez da de su crecimiento y educación en Ca- nacional. En este contexto, la posibilidad de que los miembros de las mi-
lifornia en su autobiografía Hunger of Memory (1982), con la situa- norías étnicas estén en condiciones de acceder a un cierto nivel de repre-
ción que se vive en la actualidad. Rodríguez retrata la vida de un mé- sentatividad en las instancias gubernamentales les provee de fuerza y va-
xicoestadounidense criado en los Estados Unidos de la década de los lor adicionales. Lo que es más, si el grupo minoritario tiene la oportuni-
sesenta, donde, para triunfar, era necesario asimilarse a la sociedad dad de usar su lengua nativa en el dominio político, ésta también se ve re-
valorizada (Appel y Muysken, 1987).
anglo dominante. Carrillo señala que en la actualidad la situación de
las minorías ha cambiado, en especial para las poblaciones méxicoes- Otras actividades políticas relacionadas con el lenguaje son
tadounidenses, debido a la manera en que estas grandes poblaciones aquellas que atañen al esfuerzo que el gobierno invierte en políticas de de-
minoritarias han influido en la cultura oficial ( citado en Paulston, sarrollo y planeamiento lingüístico. Una de las acciones más importantes
a este respecto es la creación de escuelas que enseñen tanto en la lengua
1994). A diferencia de lo que se percibe en la autobiografía de Rodrí-
guez, en los momentos actuales el grupo dominante ya no constituye de minoría como en la de los sectores mayoritarios, escuelas que cuenten
la mayoría absoluta. con profesores capacitados y recursos financieros suficientes (Büttner,
1993). Los factores políticos incluyen también la posición étnico-política

44 Son ia Lc nk
M in orías y bilingüismo sos teni do 45
que las minorías han asumido con el fin de defender su identidad y su in- y de servicios, el incremento en escala y complejidad de la organización
dependencia. Appel y Mysken ( 1987) enfatizan en la importancia de lo de la producción, el desarrollo de las regiones periféricas, y la construc-
que ellos denominan los 'símbolos movilizadores': éstos inspiran a los ción del estado, crean el potencial necesario para los movimientos étnicos
miembros de los grupos minoritarios para que luchen, como lo hicieron y los partidos políticos porque son factores que promueven el contacto y
sus antepasados, por los intereses que, los integrantes de un grupo etno- la competencia entre poblaciones culturalmente diferentes (Hechter y
lingüístico determinado, tienen en común. Tales símbolos, más allá de in- Okamoto, 2001: 196).
crementar la autoestima del grupo, tienen un decisivo impacto en el man-
De esta forma, el apoyo escaso, inadecuado o deficiente de
tenimiento de la lengua. Como ejemplo, podemos mencionar a Tupac
parte del gobierno puede desencadenar la acción social y la conforma-
Amaru, el líder indígena del Perú del siglo XVIII que promovió el uso del
l ión de grupos organizados. Según Michael Hechter y Dina Okamoto, _
quechua como símbolo del orgullo y esplendor de la civilización Inca. Por
"IE]l reconocimiento político de un grupo étnico particular, ya sea po-
su parte, Louis Young, Howard Giles y Herbert Pierson (1986) observaron sitivo o negativo, puede elevar la conciencia que ese grupo tiene de sí
cómo el cambio sociopolítico influía en las percepciones de vitalidad en
mismo y promover su organización" (2001: 198). Un ejemplo de ello
Hong Kong. Los participantes evaluaron los niveles de vitalidad chinos y sería el surgimiento de identidades étnicas como reacción a la instau-
occidentales que existían tanto antes como después de la firma del Trata-
ración de perfiles raciales. Resulta interesante que, por lo regular, un
do Sino-británico (acuerdo que definiría el futuro de Hong Kong y que
grupo étnico no decida tomar acciones o movilizarse si ciertas precon-
fue firmado el 19 de diciembre de 1984 entre los gobiernos del Reino Uni-
diciones sí son cumplidas: 1) si preexisten grupos sociales cuya misión
do e Irlanda del Norte, por una parte, y el gobierno de la República Popu- consiste en distribuir bienes privados en términos de beneficios socia-
lar China, por otra). Incluso cuando este acuerdo aún no era operativo y, les o servicios de salud, 2) un estricto mandato de autonomía y, 3) la
por tanto, cuando aún no era posible experimentar sus efectos reales, las oportunidad de tomar acciones conjuntas con el fin de lograr cambios
percepciones de vitalidad entre las poblaciones consideradas ya habían sociales en favor de un grupo étnico determinado.
cambiado de manera notoria.
En términos de los factores culturales, la educación es con-
Las políticas gubernamentales hacia las minorías étnicas siderada un componente clave. Landry y Allard (1992, 19946) sostie-
tendrán también una clara influencia en el fortalecimiento o debilita- nen que, si la suficiencia en la lengua materna es fomentada en las es-
miento de los vínculos grupales y en el grado de motivación que es- cuelas por medio de la enseñanza de las cuatro destrezas básicas (oír,
tos grupos posean para emprender acciones colectivas. En lo que tie- hablar, leer y escribir) a los niños que pertenezcan a grupos minori-
ne que ver con el trabajo, la competencia que impera entre los miem- tarios, la lengua de minoría con seguridad pervivirá. Como lo repor-
bros de las minorías y los integrantes de otros sectores sociales hace ta Kendall King (1997), la escuela ha sido un agente vital en la pro-
que las identidades sociales se activen y que los miembros de cada
moción de la lengua irlandesa desde los años veinte. Irlanda asigna
grupo se sientan animados a emprender formas más eficaces de lucha un quinto del tiempo de enseñanza en la escuela primaria al irlandés.
en contra de la discriminación laboral. Ahora bien, a pesar de los esfuerzos realizados para lograr la fluidez
Los teóricos de la competencia (Deutsch 1953; van den Berghe 1967; comunicativa, esta meta aún no ha sido alcanzada; mientras que, por
Hannan 1979; Ragin 1979; Nielsen 1980; Olzak 1982; Banton 1983) argu- otra parte, la adquisición de la lengua irlandesa ha sido exitosa úni-
mentan que la modernización política y económica erosiona las bases so- camente en sectores de clase media.
ciales para las identidades étnicas de pequeña escala (como aldeas, tribus Otra importante institución que influye en la conservación o
o dialectos) mientras promueve acciones colectivas basadas en fronteras no de una lengua de minoría es la religión y, en especial, si ésta se en-
étnicas de mayor escala (en la línea de las regiones o los partidos). Desde cuentra enraizada de manera profunda en la cultura. La institución re-
esta perspectiva, la urbanización, la expansión de los sectores industriales ligiosa puede asimismo ser un factor de vinculación para diferentes

46 Sonia Lenk
Minorías y bilingüismo sosten ido 47
grupos étnicos que comparten las mismas creencias -sobre todo si usan Respecto de los valores étnicos de varios grupos, Leo Dried-
la lengua dominante-, pero también de fraccionamiento entre pueblos gcr (1975) observa que, cuando a distintos grupos se les consulta sobre
de una misma nación: tal es el caso de la separación de la lingua franca la importancia que asignan a una serie de factores relativos al lenguaje,
hindustani en hindi y urdu para las comunidades hindu y musulma- l.i rel igión y la educación, en tanto marcadores de identidad étnica, los
na, respectivamente. Si el lenguaje de la religión es el de minoría, éste va lores asignados por los distintos grupos varían de acuerdo al factor
se conserva; así ha sucedido con el alemán en los Estados Unidos, gra- que sea considerado. Entre estos factores, el lenguaje puede ser un ele-
cias a la influencia de la iglesia luterana (Appel y Muysken, 1987), y con mento clave: constituir el eje fundamental de la identidad de un grupo
el hebreo, gracias a la influencia de la religión judía (Fishman, 2001). e inclusive surgir como el único anclaje de su identidad cultural. Es por
Sin embargo, éste también podría ser el caso de lenguajes étnicos que el lo que los grupos flamencos en Bélgica y los quebequianos en Cana- .
han sido adoptados por la religión dominante, como ha ocurrido con dá han luchado denodadamente por sus derechos lingüísticos, dere-
el uso del quichua en varias iglesias católicas (Büttner, 1993). La pre- lhos que, para ellos, constituye un elemento crucial de su identidad ét-
sencia de representaciones culturales de una lengua en distintas esferas nica (Hamers y Blanc, 202: 3).
de actividad sirve para valorizar esa cultura y promueve el deseo de Los medios masivos tienen también una fuerte incidencia
aprender la lengua que con ella está asociada. Robert Gardner y Walla- en el cambio o el mantenimiento de una lengua. Si toda la informa-
ce Lambert encontraron una alta correlación entre el valor que los in- ción que se recibe a través de ellos está en el lenguaje de la mayoría,
dividuos asignaban a una cultura determinada y su nivel de competen- lo más probable es que ocurra el cambio; por el contrario, si hay
cia en esa lengua. Así, en Lousiana y Nueva Inglaterra, los adolescentes lransmisiones y programación televisiva, publicaciones de diarios y
de las minorías francoestadounidenses que se identificaron positiva- ele libros, etcétera, en el lenguaje de la minoría, puede que lo que
mente tanto con la cultura angloestadounidense como con la cultura aco ntezca sea que la lengua de los grupos minoritarios se mantenga.
franco-estadounidense resultaron competentes en ambas lenguas (cita- En Ecuador, por ejemplo, la radio ha jugado un importante rol en la
do en Hamers y Blanc, 2001). educación al ofrecer programas tanto en español como en diversas
Si bien dentro de los factores que Giles et al. (1977) identifi- lenguas indígenas, el quichua o el shuar entre ellas (Iñiguez y guerre-
can como determinantes para el cambio o el mantenimiento lingüísti- ro, 1993). De ahí que la radio haya resultado un medio tanto de pre-
co, la cultura no aparece como una categoría específica, ésta sí es incor- servación de las lenguas nativas como de aprendizaje de la lengua do-
porada en el modelo de Allard y Landry. También Clyne (1982) men- 111 inante. Los medios masivos constituyen una prominente institu-
ciona esta categoría en su estudio del desplazamiento lingüístico entre ción social que afecta considerablemente el comportamiento lingüís-
las poblaciones inmigrantes australianas. Afirma el autor que, cuando ti co (Fishman, Cooper y Ma, 1971), y, si se garantiza el acceso a los
las culturas involucradas son similares, la lengua cambia, mientras que, medios tanto en el lenguaje mayoritario como en el de los grupos de
cuando éstas son diferentes, se mantiene. Josiane Hamers y Michel minoría, es probable que aquellos individuos que son bilingües estén
Blanc (2003 ), por su parte, analizan la relatividad de las características en condiciones de conservar sus dos lenguas (Mackey, 1972).
culturales: así, si un grupo en particular tiene rasgos culturales que son La disponibilidad de signos de carácter público y comercial en
compartidos por otros grupos -su afiliación religiosa, por ejemplo- es- ambos lenguajes es también crucial para la supervivencia del bilingüismo
ta característica puede pasar desapercibida, pero si, por el contrario, es- en una región determinada. Estos signos cumplen funciones tanto infor-
ta característica es una marca que los diferencia, será enfatizada y exte- mativas como simbólicas; así, proveen de información actuando, a la vez,
riorizada. El rasgo en cuestión puede, entonces, ser vinculado a carac- como marcadores distintivos del ámbito geográfico en el que habitan los
terísticas sociales determinadas y ser usado para evaluar al grupo que hablantes de una lengua determinada. Son elementos indicativos de la
lo posee de forma ya sea positiva o negativa. oportunidad que tienen los hablantes de utilizar su lengua para recibir o

48 Son ia Lenk
M inorías y bili ngüismo sos tenido 49
usar servicios en los lugares públicos y privados en los que estos signos ha-
representan la misma realidad social. Los mundos en los que las
yan sido ubicados. Sirven como símbolos y como mecanismos de valori- distintas sociedades viven son mundos distintos, y no solamente el
zación: "deben contribuir al sentimiento de que la lengua del grupo tiene mismo mundo con etiquetas diferentes ... Vemos y oímos y, si no,
valor y estatus en comparación con otras lenguas utilizadas en el escena- experimentamos como lo hacemos en gran medida porque los há-
rio sociolingüístico" (Landry y Bourhis, 1997: 27). Estos signos ponen de bitos lingüísticos de nuestra comunidad nos predisponen a ciertas
manifiesto una cultura compartida y constituyen medios de reconoci- elecciones de interpretación (Sapir, 1958: 69)
miento de la importancia que la lengua y el grupo tienen para la com uni-
dad en su conjunto. Sapir consideraba al lenguaje más que un vehículo de ex-
Heller (1987) considera que el lenguaje es crucial para acceder presión de pensamientos, percepciones, sentimientos y valores que
a las redes sociales de los grupos tradicionales. En sus palabras, "un len- ca racterizan a un grupo. Él conceptualizaba el lenguaje como una
guaje compartido es básico para una identidad compartida, pero más fo rma esencial de identidad social colectiva. "El mero hecho de tener
aún, la identidad descansa en formas compartidas de utilizar el lenguaje, un habla en común sirve como un símbolo peculiarmente potente de
formas que reflejan patrones comunes de pensamiento, de comporta- la solidaridad social de aquellos que hablan tal lenguaje" (citado en
Okuno, 1993: 49)
miento o de participación en una cultura" (1987: 181). Grace Feuerverger
lo atestigua en su investigación sobre el mantenimiento del lenguaje y la
identidad de los judíos, en la que encontró una estrecha correlación entre 1.2.3.3 Factores de estatus
la identificación étnica y la conservación lingüística. Sobre la base de los
resultados obtenidos, la autora concluye que aquellos participantes que La valoración de una lengua por parte de los miembros del
mantuvieron una estrecha relación con las instituciones judías, en las que grupo que la habla puede ser influenciada por la valoración y el apo-
les era necesario usar su lenguaje étnico, tuvieron una identificación más yo que se brinde a tal lengua desde las instituciones con las que sus
sólida con su cultura (citado en Okuno, 1993). miembros deben interactuar; en otras palabras, el estatus de un len-
Los, en su momento, revolucionarios conceptos de Edward guaje no depende únicamente de aquel que el grupo le otorgue, sino
Sapir (1958) son relevantes para el estudio de la identidad ética y el Lambién del estatus que el grupo tenga dentro de la sociedad en su
mantenimiento lingüístico (Sapir, junto con Benjamín Whorf, desa- conjunto y el valor que ésta le asigne.
rrolló lo que hoy se conoce como la hipótesis Sapir-Whorf). Según es- El estatus que un lenguaje tiene es un factor importante
ta hipótesis, es la misma estructura de la lengua que una persona ha- que influye en diferentes grupos; y son varios los factores que, a su
bla la que determina, en gran medida, la forma en que esa persona vez, determinan el estatus de un lenguaje. Así, el inglés, el francés y
piensa y configura el mundo que le rodea y la forma en que se condu- el español disfrutan de un alto estatus debido a variables como la nu-
ce en él. Aunque en la actualidad muchos investigadores cuestionan me rosa población que los habla, su uso internacional, y la posición
esta idea, el desacuerdo sobre si -o cómo y en qué medida- el lengua- do minante que tuvieron en épocas coloniales. Sin embargo, distintas
je influye en el pensamiento ha desencadenado múltiples investiga- instituciones -corno la educativa, la religiosa, los medios masivos,
ciones adicionales en el área de los estudios psicolingüísticos. La en lre otras- juegan un importante papel a la hora de otorgar a una
esencia de la hipótesis Sapir-Whorf es capturada en el párrafo, fre- le ngua en particular un estatus superior al que le había sido tradicio-
cuentemente citado, que referimos a continuación: na lm ente asignado. El estatus de una lengua determinada estará in-
flue nciado por la extracción social del grupo que la habla, la cual, a
El hecho en cuestión es que el 'mundo real' está en gran medida
su vez, estará en directa relación con el nivel económico que tengan
construido sobre los hábitos lingüísticos del grupo. No hay dos len- sus miembros.
guajes que sean lo suficientemente similares como para pensar que

50 So nia Lenk
Min orías y bil ingüismo sos tenido 5l
De acuerdo con Allard y Landry (19946), los factores económi- nóm ico. En los Estados Unidos, por ejemplo, una cierta combinación de
cos nos remiten a la situación económica de los miembros de un grupo factores -políticas liberales de laissez faire, mercados escasamente regula-
en tanto indicador de su vitalidad etnolingüística. Respecto a estos facto- dos y beneficios asistenciales anémicos- disminuye las oportunidades que
res, Paulston (1994) afirma que cada grupo étnico desea la integración los inmigrantes tienen para integrarse al grupo mayoritario en el país an-
económica a la nación vía acceso a bienes y servicios, y que "los grupos ét- fi trión. Reitz afirma que el estado debe brindar condiciones legales bené-
nicos que han tenido oportunidades e incentivos regularmente adoptan el vo las para la asimilación de los grupos inmigrantes si se desea que la in-
lenguaje de la mayoría" (9) Con todo, se puede también argumentar que tegración económica sea exitosa. Desde una perspectiva más amplia, la
los grupos étnicos que han tenido oportunidades e incentivos conservan ,1sistencia legal, económica y de reasentamiento de parte de los grupos an-
su lengua minoritaria. Paulston provee, como ejemplo de una frontera au- fitriones permitiría a los inmigrantes ser asimilados en términos econó- -
toimpuesta por el grupo, el caso de la comunidad Hassidim judía ortodo- micos, sociales y psicológicos (citado en Hechter y Okamoto, 2001: 199).
xa que envía a sus niños a escuelas donde la enseñanza se da exclusiva- Las diferencias en el ritmo de integración de las poblaciones
mente en yiddish. El hecho de que se eduque a los niños en yiddish ofre- minoritarias a los grupos dominantes pueden ser atribuidas, fundamen-
ce a la comunidad la posibilidad de movilidad social ascendente dentro talmente, a las marcadas diferencias en sus respectivos estatus socioeco-
de su grupo étnico, pero, a la vez, disminuye sus perspectivas de acceso al nómicos. La investigación sobre asimilación espacial, llevada a cabo por
conjunto de la sociedad. Do uglas Massey y Nancy Denton (1985), muestra que un nivel más alto
Este ejemplo puede ser usado también para demostrar que el de educación y de ingresos tiende a agrupar mayoritariamente a los
mantenimiento lingüístico se pude lograr cuando existe autonomía eco- miembros de los grupos dominantes en sectores residenciales exclusivos
nómica. Tara Goldstein (1995) concentra su atención en la elección lin- y acomodados. El acceso que los grupos inmigrantes tienen a esas áreas
güística que hace la población femenina de trabajadores inmigrantes por- e.le residencia corresponde sólo a aquellos miembros que gozan de un es-
tugueses en una fábrica canadiense. Observa que debido a la distancia so- ta tus socioeconómico comparable (199). Por otra parte, el estudio sobre
cioeconómica que separa al grupo minoritario del dominante, no hay in- los patrones étnicos de voto separatista realizado por Charles C. Ragin
centivos ni oportunidades para que el grupo de minoría aprenda la len- (1 979, citado en Hechter y Okamoto, 2001) indica que, contrario a lo que
gua dominante. Contrario a lo que se podía esperar, las poblaciones inmi- se esperaba, el apoyo para el partido nacionalista galés en Bretaña provie-
grantes han logrado beneficiarse social y económicamente del hecho de ne de los sectores económicamente más acomodados. Varios trabajos
hablar su lengua minoritaria: la red social portuguesa que mantienen les (Diez Medrana, 1994; Hechter, 1994; Nielsen, 1980; Pelled, 1990; citados
permite acceder de manera prioritaria a los trabajos en la fábrica; una vez en Hechter y Okamoto, 2001) sobre los patrones de voto en diferentes
en ellos, expanden estas redes con la inclusión de nuevos trabajadores países revelan la importancia que los mercados de trabajo tienen almo-
portugueses y se ayudan unos a otros de manera que la solidaridad al in- mento en que los votantes deciden apoyar ya sea a su propio partido de
terior de estas redes sociales tiende a incrementarse. En estas condiciones, base étnica o a algún otro.
el manejo de la lengua dominante serviría tan sólo para aislarlos de sus En vista de que demasiados factores y subfactores, frecuente-
compañeros de grupo. mente interrelacionados, juegan un importante papel en el proceso de
En una revisión más detenida a la inmigración en diferentes cambio o conservación de una lengua, parecería imposible estar en con-
países -los Estados Unidos, Canadá y Australia-y a los procesos de asimi- d iciones de predecirlo. En este contexto, el modelo propuesto por Allard
lación, Jeffrey G. Reitz se percató del impacto que las instituciones socia- y Landry, si bien no pretende dar cuenta de todos estos factores de mane-
les -incluyendo las escuelas, los mercados de trabajo y la asistencia social- ra detallada, sí nos provee de una herramienta de análisis de sus principa-
tenían sobre la velocidad y la capacidad con las que los inmigrantes po- les variables, tanto a nivel social como individual. No obstante y conside-
dían asimilarse a la sociedad anfitriona en términos de estatus socioeco- rando que muchos de los factores no tienen una influencia directa, sino a

52 Sonia Lenk Mi norías y bili ngü ismo sostenido 53


través de la intervención de variables adicionales, surgen dos importantes 11\'la Rigoli, el apoyo a nivel social, especialmente de los medios de comu-
preguntas: ¿cuáles son estas variables y cómo, los factores a larga escala re- tlll ,tció n, ha jugado un papel crucial. En el trabajo realizado por Feuer-
visados hasta aquí, influyen en el comportamiento individual para deter- wrgcr sobre el comportamiento lingüístico de los estudiantes ítalocana-
minar el cambio o el mantenimiento lingüístico? Trataremos de respon- dil'llscs en la ciudad de Toronto, se demuestra que las leyes favorables a
der a estas inquietudes por medio de la aplicación del modelo macroscó- los programas para la preservación de lenguajes nativos han incidido en
pico de Allard y Landry a la situación de las comunidades indígenas qui- 1111 nivel más alto de EV y una identificación más fuerte con las dos len-
chuahablantes en la sierra ecuatoriana. guas usadas: la nativa y la oficial. Estos trabajos evidencian que, dado el
,,poyo social adecuado, los inmigrantes tienden a aprender L2 conservan-
do, al mismo tiempo, su Ll.
1.3 Revisión bibliográfica La EV actúa como bisagra entre las percepciones que tienen los
miembros de un grupo y las que tienen los individuos que se sitúan por
Desde el desarrollo del concepto de vitalidad a fines de los
lucra de él. Richard Bourhis (1983), por ejemplo, ha demostrado que el
setenta, muchos investigadores han recurrido al marco conceptual de la
l.t mbio en el clima político de Québec se ha asociado a variaciones de ac-
vitalidad etnolingüística (EV) y un número significativo de estudios de
1il ud respecto del uso del francéscanadiense y del inglés. En otros lugares,
poblaciones, varias de ellas de carácter inmigrante, han sido realizados
lenguas de menor prestigio social se han convertido en valiosos símbolos
desde su perspectiva. Australia y Canadá -que han acogido en su territo-
de orgullo grupal; tal es el caso del español hablado por muchos hispanos
rio a distintos grupos étnicos y que, por medio de sus leyes, han facilitado
' su incorporación estructural a la sociedad australiana y canadiense, res-
pectivamente- han constituido importantes escenarios de investigación.
l'l1 los Estados Unidos quienes pueden entender la importancia de apren-
der el inglés por razones prácticas, pero prefieren utilizar el español como
un medio de identificación y para ser parte de la comunidad hispánica
Mientras estos dos países ofrecen claras evidencias de la existencia de re-
(Carranza y Ryan, 1975; Flores y Hopper, 1975). "Sin duda, casi todo
laciones intergrupales, la experiencia de las poblaciones inmigrantes en
comportamiento lingüístico de un grupo puede ser explicado a partir del
otros territorios sólo excepcionalmente puede comparársele. Sin embargo
presupuesto de que las personas actúan en función de aquellos intereses
y a pesar de que Australia es el país multicultural por excelencia, es claro
que consideran que les son más beneficiosos" (Paulston, 1994: 23). Las
que en él prevalece la lengua inglesa y los inmigrantes la adoptan en el pla-
metas que las personas persiguen no son siempre de carácter económico,
zo de una sola generación (Pittam,Gallois Y Willemyns, 1991).
como en el caso de los judíos, quienes luchan por razones de índole reli-
En términos generales, las leyes que favorecen la aculturación
giosa, y de otros grupos cuyas metas podrían ser asociadas con temas de
de las poblaciones inmigrantes han estimulado su desplazamiento lin-
identificación con el grupo culturalmente minoritario.
güístico hacia el lenguaje dominante; tal es el caso, por ejemplo de los tra-
En el extremo opuesto, existe un buen número de grupos inmi-
bajadores no calificados de origen turco en Australia (Yagmur, Bot y Kor-
grantes en los Estados Unidos que han sido incorporados o, en palabras
zilius, 1999). Retomando los argumentos de Paulston (1994), esto puede
de Richard Schermerhorn, asimilados a la sociedad dominante y que no
ser indicativo de que, dados el acceso y la atracción a productos y servi-
han recibido de ella el apoyo lingüístico necesario para conservar su len-
cios, los grupos étnicos minoritarios efectivamente adoptan la lengua ofi-
gua de origen. Asimismo, existen grupos indígenas -entre ellos los pue-
cial mayoritaria. Sin embargo, cabe destacar que estas mismas leyes favo-
blos quichua del Ecuador- que no han sido integrados a la sociedad do-
rables a la inclusión, así como otros factores a nivel social, han animado
minante ni han recibido el apoyo legal o los recursos necesarios para
a otros grupos étnicos -como los ítalocanadienses y los ítaloaustralianos-
mantener su lengua nativa. La última reforma de la constitución ecuato-
a aprender la lengua del país anfitrión pero, al mismo tiempo, a conservar
riana4 incluye ciertos derechos para los pueblos indígenas como resulta-
su lengua nativa (Feuerverger, 1989; How y Rigoli, 1996). En el caso con-
do de su emergencia en la arena política ecuatoriana y del poder que han
creto de las poblaciones ítaloaustralianas, descrito por Michael How y Ni-

54 Sonia Lenk M ino ri c1s y bilingüi smo sos tenido 55


conseguido en ella. La constitución declara que tanto el español como las Si bien la distinción entre grupos minoritarios y mayoritarios
lenguas indígenas deben ser respetados y tienen derecho a su expansión. puede resultar muy útil, hay ocasiones en las que esta distinción se puede
Adicionalmente, en la constitución se establece que los pueblos indígenas volver especialmente borrosa. Así, por ejemplo, David Atkinson señala
tienen el derecho a usar su lengua nativa para todo propósito oficial. Sin que, aunque los castellanos constituyan el grupo de mayoría si tomamos
embargo, este término 'oficial' tiene ambiguas connotaciones en vista de España en su conjunto, los catalanes gobiernan en su propio territorio: en
que el único lenguaje que en la práctica posee estatus oficial a nivel nacio- Cataluña, un análisis de las relaciones de poder entre los dos grupos de-
nal es el español. mostraría que los castellanos representan el grupo minoritario aunque si-
Para comprender realmente cómo las diferentes sociedades tra- gan siendo el grupo dominante en prácticamente todo el resto del terri-
tan a sus minorías étnicas, es necesario considerar no solamente un gru- torio español. Estas marcadas diferencias en cuanto a las relaciones de po- _
po étnico particular, sino también los subgrupos que existen, y hacerlo en der entre grupos similares que habitan en regiones distintas provocan va-
relación a la sociedad en su conjunto. Con este fin, estudios como el rea- rias inquietudes en torno a la posibilidad de distinguir claramente entre
lizado por Bahram Sohrabi (1997) sobre los iraníes en Suecia han centra- minorías que ostentan, en diferentes regiones, distintos grados de poder.
do su atención en las diferencias que existen al interior de un mismo gru- ¿Deberán estos grupos ser catalogados en función del grado de poder que
po étnico -a partir de la edad en que ocurre la inmigración, las redes so- cada uno posee o deberán ser agrupados en categorías étnicas más abar-
ciales en que están insertos y los niveles de educación que poseen- con el cadoras? ¿Deberán ser pasadas por alto todas las diferencias adicionales?
fin de identificar las variaciones en el comportamiento lingüístico de es- ¿Debemos usar la misma denominación -minoría- para referirnos a los
tos subgrupos. El trabajo de Sohrabi (1997) demuestra la importancia de castellanos en Cataluña y a los tetetes en Ecuador, de quienes quedan úni-
considerar la diversidad existente al interior de un grupo antes que con- camente cuatro hablantes y están totalmente aislados de las esferas econó-
cebirlo como una entidad perfectamente homogénea. micas y políticas del resto del país? ¿Son éstas cuestiones exclusivamente
Numerosos estudios acerca de la vitalidad etnolingüística retóricas? Por supuesto que no. Los estudios sobre minorías nos pueden
han sido llevados a cabo sobre grupos minoritarios (Atkinson, 2000; ayudar a crear una tipología de grupos minoritarios y de las relaciones
Borman y Appelgryn, 1997; Hache, 1996; Kraemer, 1992; Landry, que se establecen entre y dentro de ellos; pueden, por ello, contribuir a
Allard, y Henry, 1996; Marley, 1999). Aunque cada grupo -entre nuestro análisis de los factores que determinan el comportamiento lin-
ellos, los francófonos en Canadá, los hablantes de francés en Lousia- güístico, antes que entorpecer nuestro estudio al considerar las minorías
na, los árabes israelíes, los estudiantes francoontarianos en Canadá, étnicas como entidades homogéneas.
los afrikáans blancos, los hablantes blancos del inglés, los participan- Existen un número de factores que deben ser considerados
tes negros en Sudáfrica, los castellanos en Cataluña, y los catalanes con respecto al estatus de las minorías étnicas, a la vitalidad etnolin-
en la porción francesa de Cataluña- representa una minoría en tér- güística y al comportamiento lingüístico. En trabajos cuyo objeto de
minos numéricos, no todos ellos lo son en lo que respecta a las rela- estudio son los grupos minoritarios numerosos, -como los ítalocana-
ciones de poder. No hay duda de que el hecho de pertenecer a un dienses (Bourhis y Sachdev, 1984) y los griegoaustralianos (Giles, Ro-
grupo de mayoría afecta el mantenimiento y la competencia en la senthal y Young, 1985)-, los autores concluyen que, entre estas mino-
lengua materna. Landry y Allard (1992b) investigan el comporta- rías relativamente grandes, la vitalidad subjetiva (definida -funda- ·
miento lingüístico de estudiantes franco y angloparlantes en tanto mentalmente por los miembros del grupo, pero también por personas
pertenecientes a grupos de mayoría y de minoría en dos provincias ajenas a él- como aquello que se considera la posición relativa del gru-
distintas del Canadá. Este estudio revela que cuando los estudiantes, po frente a otros grupos) es más alta de lo que se podría esperar dadas
sean franco o angloparlantes, pertenecen al grupo de mayoría son las condiciones que se evidencian en su vitalidad objetiva (definida
dominantes en su lengua nativa. como aquello que es revelado por los datos existentes sobre los miem-

56 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 57


bros de un grupo y sobre sus comportamientos, i.e., factores demográ- La teoría de la vitalidad etnolingüística subjetiva está inspi-
ficos). En consecuencia, estas minorías relativamente grandes tienen 1,1da en trabajos de psicología social, lo que nos permite entender el
un grado más alto de mantenimiento lingüístico de lo esperado. l tllllpor tamiento lingüístico a partir de una gama más amplia de fac-

En general, hay factores demográficos, políticos y/o económicos tores sociopsicológicos. Con todo, la EV carece de la complejidad de la
que convierten a determinados grupos en minorías; no obstante, faltan tl'oría sociopsicológica para explicar las diferentes condiciones y pro-
estudios que muestren cuán efectivo puede ser el constructo EV respecto l esos bajo los cuales los miembros de un grupo operan. Así por ejem-

de los grupos no privilegiados, especialmente respecto de aquellos grupos plo, es importante no sólo conocer cuáles son las creencias que un in-
cuyas poblaciones se encuentran en condiciones tan precarias que no tie- dividuo particular tiene respecto de su grupo y de otros ajenos al pro-
nen acceso a un estándar de vida decente ni a niveles mínimos de educa- pio, o saber sobre sus percepciones personales acerca de los factores
ción -en ninguno de los dos lenguajes-y que no participan de la vida eco- M>ciológicos o del comportamiento de quienes no pertenecen a su
nómica y política del país. De ahí que nos podamos preguntar cuán apro- grupo, sino conocer cuáles son las condiciones que se deben cumplir
piado resulta el marco de EV para explicar la situación de algunas pobla- para que una persona comprometa su lealtad con su lengua y su gru-
ciones en particular. po y, lo que es más, para que se tomen acciones colectivas en defensa
Elirea Borman y Ans Appelgryn (1997) amplían el alcance de los derechos étnicos de los individuos y los grupos. En consecuen-
del concepto de EV para adecuarlo a varias poblaciones sudafricanas: Lia, en el ámbito ecuatoriano, la situación de los pueblos quichua y de
los grupos blancos afrikaanhablantes, los blancos angloparlantes, los los factores sociopsicológicos que determinan su comportamiento lin-
negros. Los autores han investigado cinco dimensiones en su estudio: güístico, necesitan ser examinados y explicados usando la teoría de la
el apoyo institucional, estatus y poder, mantenimiento de la identi- identidad social y el modelo de aculturación interactiva.
dad, mantenimiento de símbolos, y amenazas a la identidad. Los dos Varios estudios se han conducido con grupos minoritarios. Co-
primeros son parcialmente análogos a los descritos por Bourhis et al. mo lo mencionamos brevemente al inicio de esta revisión bibliográfica,
(1981); no obstante, el segundo, estatus y poder, comprende las di- muchos de estos estudios nos proveen del soporte empírico necesario pa-
mensiones de estatus y demografía de Bourhis et al., ya que Borman ra confirmar la importancia de los factores sociales en la determinación
y Appelgryn conciben estas dos dimensiones como indivisibles. Las del mantenimiento lingüístico. De acuerdo con el estudio de Feuerverger
tres dimensiones finales están relacionadas con variables intragrupa- (1989), los factores que gobiernan la EV y el mantenimiento lingüístico
les que, de alguna forma, son similares a la dimensión sociopsicológi- de los ítalocanadienses en Toronto son 1) el uso del lenguaje de minoría
ca de Allard y Landry (1987). Borman y Appelgryn han adaptado el en el ámbito doméstico, 2) una alta concentración de miembros del gru-
modelo EV a estos grupos étnicos, mientras que Charles Mann (2000) po de minoría en la comunidad y, 3) la asistencia a escuelas en las que se
ha propuesto expandir el alcance del concepto EV para abarcar len- enseña en la lengua minoritaria. De acuerdo con este estudio, este último
guajes como los pidgins, que no pueden ser considerados lenguajes factor no sólo mejora la autopercepción de los miembros de las minorías
étnicos específicos de grupos sociales particulares. étnicas, sino que también ayuda a resaltar la percepción que se tiene de
Pierson ( 1994) argumenta que la EV puede ser medida de for- ellos de parte de los miembros de los grupos dominantes que asisten a un
ma objetiva y precisa, y que el poder hacerlo contribuye a la objetividad programa de inmersión.
y a la precisión del campo. Sin embargo, cuestiona la efectividad de uti- El trabajo de Hamers (1989) examina el bilingüismo de los
lizarla como método exclusivo de medición. Afirma que este tipo de da- inmigrantes griegos y árabes de primera generación en Québec. En
tos cuantificables carece del detalle que nos daría la especificidad del gru- ese estudio, los factores demográficos juegan un rol significativo en el
po. Pierson concluye que, para que la EV sea una herramienta confiable bilingüismo, pero asimismo lo hacen las creencias y percepciones que
de evaluación, necesita ser complementada con datos de tipo cualitativo. tienen los padres acerca del lenguaje nativo. Las actitudes, creencias y

58 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sos tenido 59


autocreencias de los miembros de un grupo tienen una clara influen- cipal de influencia tanto sobre la conservación de la primera lengua como
cia en la conservación de una lengua. El trabajo de Louis Young, sobre el desarrollo de la segunda lengua.
Nancy Bell y Howard Giles ( 1988) considera a los estudiantes francó- El estudio que Allard y Landry ( 1987) realizan sobre los hablan-
fonos y germanófonos que asisten a escuelas bilingües en Suiza. El es- les de inglés o francés en dos provincias de Canadá ofrece también sus-
tudio muestra que las dimensiones demográficas, de apoyo institu- lento empírico relativo a la importancia de la noción de redes interperso-
cional y de estatus juegan un papel importante en la vitalidad etno- nales; en su trabajo se concluye que el bilingüismo es "más una cuestión
lingüística de los estudiantes francófonos. Young et al. (1988) de- de dónde vives que de quién eres''. Por lo tanto, Allard y Landry enfatizan
muestran que existen tendencias de EV similares aun cuando los con- en la importancia de toda la Red Individual de Contactos Lingüísticos
textos históricos y culturales sean diferentes. Concluyen también que (INLC, por sus siglas en inglés), que comprende contactos interpersona-
el estatus socioeconómico está directamente asociado con la vitalidad les, contactos a través de los medios de comunicación, y el apoyo educa-
etnolingüística; así, un estatus socioeconómico alto implica por lo ge- cional. Landry y Allard (1990) muestran resultados consistentes para va-
neral un alto nivel de vitalidad etnolingüística. En vista de que los lidar la importancia de la INLC en la conservación de la L1 entre los
participantes de este estudio eran estudiantes, su estatus socioeconó- miembros de los grupos minoritarios.
mico fue determinado a partir de las ocupaciones de sus padres. No obstante, dos otros estudios con estudiantes franco y an-
Sohrabi (1997), por su parte, examina el mantenimiento lin- glófonos -uno, en dos escuelas districtales en Maine (Landry y
güístico y el desarrollo de la segunda lengua entre los estudiantes hijos Allard, 19926) y el otro, con estudiantes de Lousiana (Landry, Allard
de padres iraníes en Suecia. Como en el estudio de Young et al. (1988), y Henry, 1996)- sugieren la necesidad de apoyo institucional para
el de Sohrabi demuestra la relevancia de las ocupaciones de los padres que los estudiantes puedan adquirir la segunda lengua y, al mismo
como factor determinante de la EV, la conservación de la lengua mater- tiempo, conservar la primera. Los autores enfatizan en que, si los fac-
na y el desarrollo de la segunda lengua. Estos estudios concluyen que tores sociales no son también favorables, las redes interpersonales de
existe una tendencia mayor hacia el desplazamiento lingüístico en hijos los estudiantes pueden quedarse cortas en lo que tiene que ver con
de padres de un nivel educativo relativamente bajo. Jeffrey Pittnam, sus necesidades de exposición y de motivación para alcanzar un alto
Cynthia Gallo is y Michael Willemyns ( 1991) analizan factores como el grado de bilingüismo. Como se ha mencionado ya, Hogg y Rigoli
género, el nivel de educación, la residencia en áreas con alta concentra- (1996) encuentran en su estudio una alta correlación entre el apoyo
ción de vietnamitasaustralianos y la presencia de redes interpersonales lingüístico a nivel social y el mantenimiento lingüístico. Concluyen
dentro del propio grupo étnico y con grupos angloaustralianos. En es- que, en las poblaciones ítaloaustralianas estudiadas, no había relación
te estudio, Pittnam et al. hallan que el nivel de educación juega un rol entre su comportamiento lingüístico y su INLC.
fundamental en la EV individual; sin embargo, las redes interpersona- La mayoría de estos trabajos revelan una clara relación en-
les que un individuo establece constituyen también un importante fac- tre la EV y el comportamiento lingüístico. Es así que a menudo ve-
tor para la conservación de la lengua. mos una alta vitalidad subjetiva asociada con un uso frecuente de la
Las encuestas que Landry y Allard ( 1992a) realizan entre los es- lengua, mientras que una baja vitalidad coincide con un uso reduci-
tudiantes francófonos, como grupo mayoritario, y los estudiantes angló- do. En uno de estos trabajos, Mae-Lombos Wlazlinski (1997) revisa
fonos, como grupo minoritario, en Québec y, a la inversa: estudiantes an- el alto índice de cambio lingüístico en la comunidad filipina en Vir-
glófonos, como grupo mayoritario, y francófonos, como grupo minorita- ginia Beach (Virginia) en las dos últimas generaciones, un cambio
rio, en New Brunswick, revelan que los grupos mayoritarios -ya sean que ha llevado prácticamente a la pérdida total de la lengua filipina.
franco o angloparlantes- son también dominantes en su tradición lin- La autora investiga los factores sociológicos, sociopsicológicos y psi-
güística. Sin embargo, sus redes interpersonales parecen ser el factor prin- cológicos que podrían haber incidido en este cambio y los resultados

60 Sonia Lenk Mi norí as y bilingüismo sos tenido 61


evidencian que el factor principal es la identificación grupal de baja l's tudiantes hablantes nativos de vasco y nativohablantes de español:
\ ll S resultados demuestran que una alta EV no conduce necesariamen-
vitalidad objetiva con el uso del lenguaje filipino. Como se mencionó
l l' a una competencia lingüística superior, pero que de hecho puede
ya, Yagmur et al. (1999) encuentran que, en Australia, los inmigran-
tes turcos con un bajo nivel educativo tienen una alta tendencia a la producir el mantenimiento lingüístico y el bilingüismo de dos lenguas
1· 11 contacto. Nuevamente, este estudio nos provee de evidencia acerca
asimilación a través, fundamentalmente, del aprendizaje del lenguaje
de la mayoría. Adicionalmente, los años de residencia en el país ex- de la importancia que tienen los elementos sociocontextuales y
tranjero junto con un escaso apoyo para su educación, pueden con- sociopsicológicos en las redes sociales.
ducir, más allá del cambio lingüístico, a la erosión de la lengua nativa Los diferentes estudios y la bibliografía revisada en esta sec-
l ió n nos brindan un marco conceptual para los distintos factores que
a tal punto que ésta puede llegar a perderse por completo.
Esta erosión o deterioro lingüístico constituye en la actuali- es necesario tomar en consideración en cualquier investigación sobre el -
dad un campo de preocupación. Aquellos investigadores que utilizan 1:a mbio o el mantenimiento lingüístico. La situación de los hablantes
el marco conceptual de la vitalidad etnolingüística buscan desentra- quichuas en Ecuador nos ofrece un interesante escenario para poner en
ñar los factores que motivan el cambio o el mantenimiento de una práctica el enfoque de la vitalidad etnolingüística. Las precarias condi-
lengua. En esta tarea, colaboran con un área de interés lingüístico re- t iones de vida de los pueblos indígenas del Ecuador han tomado un
lativamente nuevo: el resurgimiento de una lengua. Con todo, parece nuevo curso con su entrada en la arena política nacional. Asimismo,
evidente que los estudios sobre EV deben necesariamente presidir e w mo ya lo señalaron en su momento Barman y Appelgryn (1997), es
iluminar cualquier esfuerzo por revertir el cambio lingüístico. Fish- importante poder adaptar este enfoque para adecuarlo a las poblacio-
man, (2001, xiii) en su prefacio al libro Can Threatened lenguajes be nes que se quiere estudiar.
saved? (¿Pueden ser salvadas las lenguas amenazadas?), prevé la nece- De acuerdo con Allard y Landry (1994b), las creencias de la
sidad de un mayor número de estudios en este campo, desde diferen- teoría de los cuatro tipos de orientación cognitiva y las ocho clases de
tes perspectivas que nos ayudarían a desarrollar nuevas teorías y a creencias que reflejan la EV representan las categorías que contribu-
mejorar nuestra comprensión de los problemas involucrados. El tra- yen a la EV de un grupo determinado (ver figura 1.1). "Estas creencias
bajo que Dawn Marley (1999) realiza sobre el catalán en la porción pueden reflejar el grado en el que el propio comportamiento lingüís-
francesa de Cataluña documenta el resurgimiento de este idioma: la tico contribuirá con o se sustraerá de la EV de su grupo" ( 126). Las
historia de la lengua catalana y su situación actual son un claro ejem- creencias propias, o egocéntricas, se refieren a aquellas creencias que
plo de su resistencia frente al predominio del francés. El alto nivel de tiene el individuo por sí mismo, mientras que las creencias no egocén-
EV apunta en este caso hacia la restauración de la lengua. tricas, o exocéntricas, son aquellas que "se refieren a factores socioló-
Mehroo Nothover y Stephen Donelly (1996) se refieren tam- gicos y al comportamiento de los otros" (126-27) tal y como éstos son
bién al problema del resurgimiento lingüístico y a la relación que exis- percibidos por el individuo. Allard y Landry sostienen que las creen-
te entre la identidad étnica y el uso de una lengua. Observan que, aún cias egocéntricas respecto de la vitalidad etnolingüística son mejores
a pesar de las fuerzas económicas, sociales y políticas que produjeron el elementos de predicción que las creencias exocéntricas. No obstante,
desplazamiento del irlandés al inglés bajo el dominio de Estados Uni- el modelo macroscópico creado por Allard y Landry no hace hincapié
dos e Inglaterra, el irlandés disfruta de un alto estatus como un símbo- en la importancia de la vitalidad subjetiva y la identificación grupal,
lo cultural; a pesar de lo cual, los miembros de este grupo étnico no se sino que enfatiza más bien en factores sociopsicológicos, como los
perciben como menos irlandeses si no hablan o utilizan su lenguaje. vínculos lingüísticos interpersonales, los contactos a través de los me-
Es importante tener en cuenta las conclusiones a las que arri- dios de comunicación y el apoyo educativo. Estos tres componentes
ban Jasone Cenoz y José Valencia (1993) en su estudio sobre grupos de del nivel sociopsicológico construyen, según lo vimos ya, lo que los

Minorías y bilingüismo sos tenido 63


62 Sonia Le nk
a-61'114,uÍ., (¡""- OfJ.~
.
autores denominan las 'redes individuales de contactos lingüísticos' l ontexto de comportamientos lingüísticos que tiendan al cambio de
(INLC, por sus siglas en inglés). Este concepto esta relacionado con el uídigos (Milroy y Wei, 1995; Sabec, 1997; Reynolds y Akram, 2001), de
de redes sociales, definido por Hamers y Blanc (2003) como "la suma procesos de alfabetización (Mackey, 1992) y de estudios relativos a la
de todas las relaciones interpersonales que un individuo establece con clnolingüística y al mantenimiento de la lengua (Cenoz y Valencia,
otros a lo largo del tiempo" (101). 1993; Wie, 1994).
El constructo INLC puede ser estudiado desde diversas Milroy y otros académicos han examinado la influencia de las
perspectivas. Si bien en este trabajo hemos caracterizado exclusiva- redes sociales compactas en la conservación lingüística en vista de que
mente el modelo de INLC propuesto por Allard y Landry, los cons- est ructuras de este tipo actúan como mecanismos que incentivan el
tructos teóricos de otros modelos pueden también ser usados para <..umplimiento de la norma (Hamers y Blanc, 101). Elizabeth Bott
complementarlo y para proveernos de una perspectiva más tridi- ( 1971) clasifica las redes sociales en redes de 'tejido compacto' y en re-
mensional del comportamiento lingüístico, en tanto fenómeno ex- des de 'tejido ralo'. La preocupación de la autora tiene que ver con el
tremadamente complejo. Por otra parte, el modelo de Allard y impacto que estas redes tienen en las personas, en tanto seres sociales y
Landry está basado en un enfoque multidisciplinario del bilingüis- en tanto individuos. Se considera que un individuo tiene una red de te-
mo, enfoque que comprende tanto dimensiones micro como macro. jido compacto cuando muchos de sus conocidos interactúan, a su vez,
Un estudio en particular que ha contribuido de forma considerable entre ellos, llegan a consenso respecto de normas, y ejercen presión de
con el desarrollo del constructo INLC destaca el concepto de redes manera informal para reafirmarlas. Por el contrario, un individuo tie-
sociales (Milroy, 1980). ne una red de tejido ralo cuando sus conocidos prácticamente no inte-
Este concepto de redes sociales ha promovido un prolífico ractúan entre ellos y no mantienen ni normas ni consensos. Evidente-
campo de investigaciones desde que fue usado por primera vez, en el mente, en este segundo tipo de estructura, no existe mayor control so-
contexto de la antropología social, en la década de los sesenta. Aunque cial o solidaridad entre los individuos ya que su relación es básicamen-
el antropólogo Alfred Radcliffe-Brown acuñó el término para describir te un contacto uno a uno y no constituyen partes de un grupo sólido y
las estructuras sociales africanas, Philip Mayer (1962), en sus trabajos cohesivo. Bott emplea el término 'conectividad' para describir las rela-
sobre los residentes urbanos sudafricanos, colocó los pilares funda- ciones al interior de las redes sociales.
mentales para la expansión del concepto al enfatizar en su importancia Las redes sociales pueden ser estudiadas a partir de un cri-
como 'mecanismo de cumplimiento normativo'. William Labov (1966) terio estructural si se presta atención al 'tamaño' de la red; a su 'den-
impuso una nueva tendencia en este campo de estudio -que se carac- sidad' -i.e., cohesión-; a su 'centralidad' -tal y como está determina-
terizaba por variables como etnicidad, clase, sexo y edad- al emplearlo da por el grado de afecto que se tienen sus miembros: los miembros
en sus investigaciones sociolingüísticas. más apreciados constituyen el núcleo de la red y los menos aprecia-
No obstante, no fue hasta que Leslie Milroy (1980), en su tra- dos, su periferia (Blom y Gumperz, 1972); y, finalmente, a la presen-
bajo etnográfico sobre el rol de las redes sociales en habla de las pobla- cia de aglomerados, esto es, grupos determinados por el grado de in-
ciones obreras de Belfast, expandió el alcance de las investigaciones de teracción: el aglomerado primario de una persona estará conforma-
redes sociales que este concepto entró en el área de la sociolingüística. do por aquellos miembros que le son más cercanos, con quienes tie-
El concepto nos ha permitido un mejor entendimiento del comporta- ne un contacto más consistente y que representan las personas que
miento lingüístico y, consecuentemente, ha contribuido no solamente más le importan- (Milroy, 1980). Otras redes sociales que sería im-
al campo de la sociolingüística, sino también a otras áreas de investiga- portante considerar desde una perspectiva interacciona! son la fre-
ción como la sociología, la psicología, y las ciencias políticas. Ha sido cuencia (Sohn y Lee, 2005, sección 4: Factores que afectan la interac-
aplicado, en su mayor parte, al estudio de poblaciones migrantes en el tividad percibida: ! 8) y la permanencia -i.e., estabilidad- de las re-

64 Sonia Lenk
M inorías y bilingü ismo sostenido 65
des (Ethier, n.d., sección 4: Poder y estabilidad al interior de los gru- Modelo macroscópico de Allard y Landry
pos: ! 1).
Las redes sociales juegan un papel muy importante a la hora de
determinar el comportamiento lingüístico de los individuos, particular- Figura 1.2. Reproducción del cuadro de AJlard y Landry que representa su mo-
mente cuando éstos sostienen posiciones centrales y activas dentro de es- delo macroscópico de los determinantes del bilingüismo aditivo y sustractivo
tas mismas redes. Los entramados sociales que más contribuyen a la con-
servación de una lengua y una cultura son aquéllos que comprenden la fa-
milia, los amigos, los compañeros de clase, los profesores, los vecinos, los
0 Ll - L2 CE]
compañeros de trabajo. Los estudios relativos a las clases sociales mantie-
nen un enfoque macro, mientras que los estudios de entramados sociales Nivel sodológico
VITALIDAD ETNOLINGÜISTICA
asumen una perspectiva micro en la medida en que centran su atención, Capital demográfi co
precisamente, en las redes sociales. La noción INLC de Allard y Landry CapitaJ político
CapitaJ económico
(1987), por su parte, examina la intersección entre individuo y sociedad, Capital cultural

intersección donde las dinámicas del comportamiento lingüístico pueden


realmente ser observadas. Nivel sociopsicológico
REDES INDIVIDUALES DE CONTACTO LINGÜISTICO
Las redes individuales de contactos lingüísticos (INLC), el ac- Contactos interpersonales
Contactos a través d e los medios
ceso a los medios de comunicación y las oportunidades educativas no Apoyo educativo

existen en el vacío: están insertos en relaciones de poder y estatus pre-


sentes en toda sociedad. De ahí que, entre la mayoría de hablantes, el Nivel ps icológico

bilingüismo sustractivo pase casi siempre desapercibido: los lenguajes APTITUD / COMPETENCIA

de minoría no constituyen realmente una amenaza para la lengua ofi- DISPOSI C IONES COGNITIVO. AFECTIVAS
cial y los lenguajes subordinados están frecuentemente luchando para (Identidad y creencias acerca de la vitalidad)

no ser absorbidos por la fuerza y el poder que ostenta la lengua domi-


nante. En consecuencia, y así parece evidenciarse a lo largo de la lite- COMPORTAMIENTO LINGÜISTICO
ratura revisada, el bilingüismo aditivo es una prerrogativa exclusiva de
los grupos dominantes y, en especial, de las clases medias y altas, mien-
tras que el bilingüismo sustractivo ocurre por lo general entre los gru-
ADITIVO
pos subordinados, de bajo estatus social. TIPO DE BILINGÜISMO LINGÜISTICO
SUSTRACTIVO
El modelo macroscópico de Allard y Landry (1994) identifica
los factores que influyen el mantenimiento o el cambio lingüístico y que
están enraizados en las relaciones entre otros factores de índole social y M onolingüe Bilingüe Bilingüe Bilin1,rüe Mono lingüe
en LI Dominante e n L 1
psicológica. Estos factores están categorizados de acuerdo a tres dimensio- Equilibrado Dominante en L2 en L2

nes de análisis: la 'sociológica', la 'sociopsicológica' y la 'psicológica'. Las re-


des individuales de contactos lingüísticos (INLC) representan el nivel me- Nota: De "Language Contact and Bilingual Development: A Macroscopic
dio del modelo, el estrato sociopsicológico que media entre los factores Model; Contact des tangues es développement bilingue: Un modele ma-
sociales (demográficos, políticos, económicos y culturales) y los factores croscopique': por Rodrigue Landry y Réal Allard, 1990, Canadian Mo-
psicológicos/individuales (las creencias en la vitalidad etnolingüística). dern Langusage Review, 46(3): 527-553

66 Sonia Lenk M inorías y bili ngüismo sos tenido 67


El 'nivel sociológico' del modelo de Allard y Landry toma pres- bilingüismo: "la EV relativa de w1 grupo influirá en el desarrollo del bi-
tado de Pierre Bourdieu ( 1980) la noción de 'capital', la cual fue usada "pa- lingüismo ya sea limitando o expandiendo las oportunidades de contac-
ra denotar cuatro campos interrelacionados pero relativamente distintos to lingüístico en cada uno de los lenguajes" (520).
en los que la EV puede ser medida: demográfico, político, económico, y Para considerar el 'nivel sociopsicológico', Landry y Allard
cultural (Prujiner et al., 1984; Prujiner, 1987; Landry, 1982)" (citado en (19946) examinan los contactos interpersonales (INLC), los contactos a
Landryy Allard, 1994a: 22). través de los medios de comunicación y el apoyo educativo. "Es en el ni-
El 'caI?ital demográfico' se refiere al número absoluto de miem- vel de la INLC que el individuo vive el conjunto de sus experiencias etno-
bros de la comuhidad que conforman el grupo etnolingüístico y el grado lingüísticas" (121) El nivel sociopsicológico constituye un puente entre los
de concentración de estos miembros a lo largo de un particular territorio factores sociológicos y psicológicos que contribuyen al bilingüismo; es de-
urbano, regional o nacional. También incluye información referente a las cir, la INLC sirve de puente entre la vitalidad objetiva, que es análoga al
tasas de nacimientos, de inmigración e emigración grupales y de endoga- nivel sociológico, y la vitalidad subjetiva, que lo es al nivel psicológico. El
mia y exogamia. Según Jake Harwood, Howard Giles y Richard Bourhis nivel sociopsicológico puede ser medido examinando los contactos per-
(1994), estos factores demográficos representan los activos fundamenta- sonales y aquellos basados en los medios, que se experimentan en cada
les de los grupos etnolingüísticos ya que "la fuerza en número puede a ve- uno de los lenguajes al interior de la familia y en los ambientes socioins-
ces ser usada como una herramienta de legitimación para 'empoderar' a titucionales y educativos. El concepto de INLC facilita la evaluación del
los grupos con el 'control institucional' necesario para dar forma a su pro- uso de cada uno de los lenguajes en sus diferentes dominios.
pio destino colectivo dentro de la estructura intergrupal" (citado en Har- Landry y Allard (19926) ven que los lenguajes minoritarios
wood et al., 1994, 168; Bourhis, 1984; Wardhaugh, 1987). ocupan una posición desventajosa, en relación con el lenguaje de mayo-
El 'capital político' se refiere al nivel de participación en política ría, en los ámbitos socioinstitucionales; de ahí que, según afirman los au-
de parte de los miembros del grupo, al grado de presión que éstos son ca- tores en su modelo (mostrado en la figura 1.3), para que un grupo deba-
paces de ejercer en nombre de su agenda, a la extensión de funciones gu- ja vitalidad logre un bilingüismo aditivo (en el que la segunda lengua no
bernamentales y de servicios provistos a la comunidad en su propio len- reemplace a la primera) y para que pueda ser valorado, su L1 necesita ser
guaje y al nivel en el que las políticas gubernamentales favorecen sus pro- reforzada en los espacios familiares y educativos. Esto supone que "a una
pios intereses. El 'capital económico' puede ser inferido de la presencia que menor vitalidad del grupo, más necesario se hace que la familia y la escue-
tienen y del control que ejercen los miembros del grupo en las institucio- la provean de un fuerte ambiente en L1 y que se logre más apoyo extra de
nes industriales y comerciales, así como de la extensión en que su lengua- parte de la totalidad de la comunidad L1" (Landry y Allard: 523 ).
je es usado en la publicidad, tanto como de la situación económica parti- En términos generales, según Landry y Allard (19926), se pue-
cular que los distintos miembros del grupo poseen. El 'capital cultural', de decir que una alta vitalidad grupal se puede lograr si la escuela permi-
por último, puede ser determinado por el grado de apoyo institucional te que ocurran contactos diferentes. Si la escolaridad ofrece la oportuni-
con que cuentan los miembros del grupo en las áreas educativas, religio- dad de usar la lengua materna, no solamente será más probable que el ni-
sas, culturales y de información a través de los medios. ño la conserve, sino que, además, tendrá una actitud positiva hacia ella. La
Un examen de la dimensión sociológica es importante para los instrucción en L1 puede contrabalancear la presióp que el ambiente
estudios de vitalidad etnolingüística porque ayuda a identificar aquellas socioinstitucional ejerce sobre los miembros de los grupos minoritarios.
características y factores que contribuyen al uso del lenguaje de un grupo Respecto del 'nivel psicológico', Allard y Ündry (19946) afir-
determinado. De acuerdo con el modelo macroscópico de Landry y Allard man que las interacciones INLC de un individuo son decisivas al momen-
(19926), esta dimensión sociológica refleja la relativa vitalidad etnolin- to de determinar las competencias lingüísticas que dicho individuo ad-
güística que tiene el grupo, la que, a su vez, influye en el desarrollo de su quirirá, así como la disposición cognitivoafectiva que tendrá para interne-

68 So ni a Le nk Minorías y bilingü ismo sostenido 69


tuar con otros individuos dentro y fuera de su grupo etnolingüístico. Re- les (citado en Allard y Landry, 19946). Por otra parte, la disposición cog-
tomando lo propuesto por Jim Cummins, las competencias lingüísticas nitivoafectiva que un individuo tenga para usar uno u otro lenguaje debe
son fundamentalmente de dos tipos: " ... [L]as competencias cogniti- ser analizada tomando en consideración su medio inter e intragrupal.
voacadémicas son definidas como la habilidad para usar el lenguaje en ac- A lo largo de este capítulo, he destacado varios estudios relevan-
tividades de contexto reducido; y las competencias comunicacionales, co- tes para la vitalidad etnolingüística y el comportamiento lingüístico de los
mo la haDilidad para usarlo en relaciones interpersonales" ( citado en residentes rurales de Morocho y los residentes urbanos de Otavalo. El
Allard y Landry, 19946: 121-22). marco teórico propuesto revisa los principales preceptos de la teoría de la
El modelo de Allard y Landry (19946) enfatiza el impacto de la vitalidad etnolingüística y otros conceptos que están estrechamente rela-
INLC sobre la vitalidad etnolingüística de las minorías. Adicionalmente, cionados con ella, como las teorías sobre aculturación e identidad social.
el modelo sugiere el impacto de estas redes sobre otras numerosas creen- Estas últimas proveen una mejor comprensión de la situación de cada
cias, como las siguientes: grupo en referencia a sus similitudes y diferencias. Adicionalmente, he
considerado varios estudios que hacen referencia a diversos factores con-
.. . la pertenencia a un grupo etnolingüístico, las creencias en la legitimi-
templados en el modelo macroscópico de Allard y Landry, factores que,
dad y en la estabilidad de las situaciones de los grupos minoritarios y ma-
yoritarios, las percepciones del comportamiento etnolingüístico de los juntos, determinan la vitalidad lingüística de un grupo y, de ahí, la proba-
modelos, la confianza respecto de la propia eficacia personal para alcan- bilidad de que tal grupo mantenga su lengua nativa, se desplace hacia la
zar objetivos influenciados por consideraciones etnolingüísticas, y las lengua dominante, o sostenga una situación estable de bilingüismo. El al-
creencias respecto de las propias metas y deseos de naturaleza etnolingüís- cance de estas variables en su aplicación al estudio de las dos comunida-
tica (Allard y Landry, 1994b: 123). des señaladas, está aún por definirse. Las siguientes hipótesis serán pues-
tas a prueba:
Cómo un grupo es percibido por sus propios miembros, así co-
mo por aquellos que no los son, y cómo este grupo se sitúa en relación Hipótesis 1: no hay correlación estadísticamente significativa entre la vi-
con otros grupos -de acuerdo a las percepciones de los miembros inte- talidad etnolingüística a 'nivel sociopsicológico' y el comportamiento lin-
grantes de cada grupo- , es lo que permite construir la identidad social de güístico de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y en
los distintos individuos (Tajfel, 1974). Adicionalmente, Tajfel sostiene que el urbano de Otavalo.
una percepción social negativa generalizada puede inducir a los miem-
bros de un grupo a tomar acciones para lograr que éste sea percibido de Hipótesis lA: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'las
manera más positiva. Sin embargo, incluso si una percepción negativa redes individuales de contactos lingüísticos' (INCL) y el comportamien-
puede lograr mayores niveles de cohesión, pude provocar también el de- to lingüístico de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho
seo de disociarse del grupo al que se pertenece para acceder a un grupo y en el urbano de Otavalo.
distinto. Los miembros de un grupo en particular frecuentemente eviden-
cian su nivel de vinculación o su distancia respecto de su grupo por me- Hipótesis lB: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'los
dio del uso del lenguaje, ya sea el propio o el de los otros. El comporta- contactos lingüíslicos por medio de la educación' y el comportamiento
miento lingüístico de un individuo también se ve afectado por el com- lingüístico de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y
portamiento de aquellos miembros del grupo que le resultan más cerca- en el urbano de Otavalo.
nos. Albert Bandura menciona otros factores que podrían influir en el
comportamiento lingüístico: la autoconfianza que tenga un individuo y la Hipótesis 1C: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'los
seguridad que posea en sus capacidades para alcanzar sus metas persona- contactos lingüísticos a través de los medios' y el comportamiento lin-

70 So nia Lenk M inorías y bilin güismo sostenido 71


güístico de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y en Notas:
el urbano de Otavalo.
Esta, como todas las traducciones de citas textuales a lo largo del presente trabajo, ha
sido realizada por la traductora. N de la T.
Hipótesis 2: no hay correlaci:sn estadísticamente significativa entre la vi-
He utilizado el Modelo de Aculturación Interactiva (IAM) para describir la situación
talidad etnolingüística a 'nivel psicológico' y el comportamiento lingüísti- de las minorías indígenas tratando, sin embargo, de mantenerme fiel a los concep-
co de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y en el ur- tos y terminología originales utilizados para referir la situación de las minorías mi-
bano de Otavalo. grantes. Las orientaciones aculturantes constituyen las versiones de Bourhis et al.
(1997) de la escala de aculturación inmigrante propuesta por Berry (1980).
2 Estas orientaciones hacia la aculturación constituyen la versión que dan Bour-
Hipótesis 2A: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'las
his et al.'s (1997) de la escala de aculturación inmigrante de Berry's (1980).
creencias exocéntricas' y el comportamiento lingüístico de los hablantes 3 "El Convenio Internacional de las Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políti-
quichuas en el escenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo. cos y el Convenio Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales
establecen que todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación en virtud
Hipótesis 2B: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'las de la cual ellos pueden "libremente determinar su estatus y perseguir su desarrollo
creencias egocéntricas' y el comportamiento lingüístico de los hablantes económico, social y cultural" (Parte primera, artículo uno, 1966). No obstante, en
vista de que ha habido controversia respecto del significado exacto del término 'pue-
quichuas en el escenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo. blos: no está claro a quiénes éste hace referencia. Los gobiernos de algunos estados
se oponen al uso del término 'pueblos' referido a los pueblos indígenas porque te-
Hipótesis 2C: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'las men su posible asociación con el derecho de secesión y de establecimiento de esta-
creencias fácticas' y el comportamiento lingüístico de los hablantes qui- dos independientes. Aquellos estados preferirían la denominación de 'tribus' o 'po-
chuas en el escenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo. blaciones' que no acarrean tales asociaciones. Por su parte, los pueblos indígenas
usan la denominación de 'pueblos' por su relación con el reconocimiento inherente
de una identidad distinta. La designación de 'pueblos indígenas' es una solución ne-
Hipótesis 2D: no hay correlación estadísticamente significativa entre 'las gociada entre estas dos posiciones. Los pueblos indígenas y sus defensores conside-
creencias deseadas' y el comportamiento lingüístico de los hablantes qui- ran que la negación a ser descritos como 'pueblos' y a su derecho inherente a la au-
chuas en el escenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo. todeterminación, como una forma de racismo y persistente discriminación' (Centro
para los derechos Humanos de la Universidad de Minnesota, 2003, Sección 1: Intro-
ducción, Parte 2: ¿Pueblos indígenas o gente indígena?:! 1).
En el capítulo siguiente, desarrollaré la metodología del
4 Me refiero a la constitución aprobada en 1998.
presente estudio y, en los subsiguientes, discutiré las diferentes varia-
bles correspondientes a los tres niveles -sociológico, sociopsicológi-
co y psicológico- del modelo macroscópico de vitalidad etnolingüís-
tica de Allard y Landry. También detallaré la relación que estas varia-
bles tienen respecto del comportamiento lingüístico -i.e., el mante-
nimiento lingüístico, bilingüismo, o el cambio lingüístico- de la co-
munidad rural de Morocho y la comunidad urbana de Otavalo, en la
provincia de Imbabura. Espero que, al ampliar el alcance de la teoría
de la EV para abarcar el estudio de un grupo étnico indígena, sea ca-
paz de hacer una contribución positiva a este campo de estudio.

72 Sonia Lenk
Minorías y bilingüismo soste nido 73
Capítulo 2

METODOLOGÍA

Este trabajo examina las tres principales dimensiones o niveles


de vitalidad etnolingüística -el nivel 'sociológico', el 'sociopsicológico' y el
'psicológico'- de las poblaciones quichuahablantes que viven en la comu-
nidad rural de Morocho y en la ciudad de Otavalo. He tomado como ba-
se los niveles descritos en el modelo de investigación desarrollado por
Landry y Allard (1987) que he adaptado para el presente estudio. Para
atender la dimensión sociológica, he usado censos y datos descriptivos;
mientras que, para las dimensiones sociopsicológica y psicológica, he em-
pleado cuestionarios administr;¡1dos oralmente, en la parte cuantitativa, y
entrevistas informales, en la cualitativa.
En el presente capítulo, reviso, en primera instancia, los
censos y datos descriptivos correspondientes al nivel sociológico, pa-
ra luego pasar a describir los cuestionarios y sus respuestas, así como
la manera en que éstos fueron administrados y sus resultados evalua-
dos. Posteriormente, analizo la validez de estos cuestionarios para el
nivel sociopsicológico ej., el cuestionario de Landry y Allard (1996)
sobre el entramado individual de contactos lingüísticos (INLC). En
vista de que Landy, Allard y Henry (1996) han estudiado la validez de
estos cuestionarios, pero no su confiabilidad, yo dedico el capítulo
cuarto -Resultados- a examinar la confiabilidad de mis adaptaciones.
Subsiguientemente, examino esta confiabilidad y esta validez en las
dimensiones psicológicas: esto es, los cuestionarios de creencias sobre
vitalidad etnolingüística de Landry y Allard (1987), sobre las que he
basado los cuestionarios usados en mi investigación. Finalmente, en
lo que tiene que ver con los niveles sociopsicológicos y psicológicos
de la parte cualitativa, reviso los principios que sustentan las entre-

Minorías y bilingüismo sostenido 75


vistas de elite y los antecedentes personales de los líderes indígenas k11gua de o rigen o a la identidad de la población censada. Este censo, por
que participan en ellos. 1.11110, proporcionó información general sobre el país y sobre la provincia
En lo fundamental, esta investigación se ha llevado a cabo ii<' 1mbabura, pero no datos concretos respecto de los aspectos demográ-
utilizando acercamientos de tipo cuantitativo y se ha recurrido a aque- lII os, eco nómicos, educativos, etcétera de las comunidades indígenas. De
llos de carácter cualitativo únicamente para profundizar en .el estudio ,tl11 que m e fuera necesario completar esta información con aquella que
de resultados cuantitativos. Como parte del enfoque cualitativo, se con- p11dc obtener de la página en Internet de la Confederación de Nacionali-
dujeron seis entrevistas de elite con líderes indígenas regionales y, para d,1dcs Indígenas del Ecuador (CONAIE), y otras fuentes citadas en el ca-
la parte central, la cuantitativa, fueron administrados 100 cuestionarios pitu lo tres, que tratan sobre el nivel sociológico. Específicamente respec-
a los pobladores de Morocho y Otavalo. A quienes accedían a respon- to de la comunidad de Morocho, la información me fue proporcionada
derlos, se les preguntaba, en primera instancia, sobre sus antecedentes por la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotaca-
personales; luego se les pedía que completaran otro cuestionario para 1 hi- UNORCAC y por quien fuera en ese momento el presidente de la co-

evaluar hasta qué punto su conocimiento del español o del quichua se 1n unidad. Datos adicionales relativos a los cuatro tipos de capital lingüís-
aproximaba a las variedades estándar, esto es, 'grado de estandariza- liLO mencionados fueron obtenidos en distintos libros y artículos; entre
ción: El modelo utilizado estuvo basado en el que Landry y Allard d ios, me fueron de gran utilidad tres estudios llevados a cabo en la pro-
(1987) desarrollaron con el fin de evaluar la estandarización de distin- vincia de Imbabura: Quichua y Castellano en los Andes Ecuatorianos (Ha-
tas variedades lingüísticas en su contexto. Por último, se administraron l>ood, 1998); Andean Entrepreneurs: Otavalo Merchants and Musicians in
cuestionarios basados en los que Landry y Allard ( 1987) proponen pa- the Global Arena (Meisch, 2002); and The Native Leisure Class: Consump-
ra examinar los factores sociopsicológicos; esto es, el cuestionario de las tion and Cultural Creativity in the Andes (Colloredo-Mansfeld, 1999).
redes de comunicación interpersonal (ICNQ, por sus siglas en inglés),
que mide las redes individuales de contactos lingüísticos (INLC); el
cuestionario de contactos lingüísticos en la educación (LCEQ, por sus 2.2 Sección cuantitativa
siglas en inglés), y el cuestionario de contactos lingüísticos a través de
2.2.1 Participantes
los medios masivos (LCMQ, por sus siglas en inglés), así como aquel
que ha sido desarrollado para examinar los factores psicológicos: el Los cuestionarios fueron respondidos por 100 indígenas de
cuestionario de creencias sobre la vitalidad etnolingüística (BEVQ). la provincia de Imbabura: la mitad de ellos eran residentes de la co-
m unidad urbana de Otavalo, mientras la otra mitad habitaba en la co-
m unidad rural de Morocho, predominantemente indígena. La mues-
2.1 Censos y datos descriptivos Lra representaba de manera equitativa a la población masculina y a la
fe menina, tanto de O ta val o como de Morocho: la mitad de los entre-
Los factores socioestructurales originales que, según se creía,
vistados eran mujeres y la otra mitad hombres; todos ellos entre los 18
determinaban la vitalidad etnolingüística, fueron establecidos por Giles et
y los 25 años de edad. Para el momento en que realizaba esta investi-
al. (1977) y reagrupados por Bourdieu (1980) y Prujiner et al. (1984) en
gación, todos ellos debían haber completado sus estudios primarios y
los cuatro tipos de 'capital lingüístico': demográfico, económico, político
secundarios. Encontrar a estos participantes en la comunidad de Mo-
y cultural. En este trabajo, los datos usados para determinar estas cuatro
rocho y en los distintos barrios de Otavalo fue extremadamente difí-
formas de capital lingüístico fueron obtenidos de censos y otros estudios.
cil. La dificultad se presentó en especial con los jóvenes de sexo mas-
La mayor parte de ellos provienen del Instituto Nacional Ecuatoriano de
culino en vista de que este segmento de la población -kichwas entre
Estadística y Censos-INEC; hay que anotar, no obstante, que el último
los 18 y 25 años de edad- parece encontrarse en la actualidad en pro-
censo - llevado a cabo en el año 2001- no incluyó pregw1tas relativas a la

76 So nia Lenk M inorí as y bilingüismo sostenido 77


ceso de emigración, ya sea a ciudades más grandes dentro del país o a narios incluyeron, junto a las respectivas respuestas, las aclaraciones y
otros países, en busca de mejores oportunidades de trabajo. co mentarios que los participantes hicieron.
Una selección estrictamente aleatoria de los participantes no
fue posible en Otavalo porque el gobierno municipal no estuvo en con-
diciones de proporcionarme un listado de residentes indígenas. De ahí .2.2.1 Pregunta acerca de los antecedentes de los participantes
que, junto con mi asistente, tuvimos que reclutar a los participantes de
puerta en puerta preguntando si en esa casa vivían jóvenes indígenas Estas preguntas incluían la fecha de nacimiento, el género, la
entre los 18 y los 25 años. Si encontrábamos individuos que efectiva- esc uela o colegio al que asistió, el nivel de educación, y la primera y se-
mente cumplieran con estos criterios, yo les explicaba los propósitos de gunda lengua (si era del caso) de cada participante. Hubo también pre-
la investigación y solicitaba su participación. Todo aquel a quien se lo guntas acerca de los antecedentes de los padres de cada participante;
solicitamos aceptó participar de buen grado, y de todos ellos obtuvi- éstas cubrían los siguientes aspectos: nivel de educación, ocupación, y -
mos el expreso consentimiento una vez conocidas las condiciones de su primera y segunda lengua (si era del caso).
nuestra investigación.
La selección estrictamente aleatoria tampoco fue posible en la 2.2.2.2 Preguntas acerca del uso que los participantes hacen de la lengua
comunidad de Morocho, pero por razones ligeramente diferentes. Mo-
rocho tiene una población aproximada de 750 habitantes, por lo que Una sección del cuestionario en la que los participantes re-
encontrar 50 participantes entre los 18 y los 25 años constituía un ver- portaban la variedad lingüística que utilizan en sus redes sociales de
dadero desafío. Fuimos afortunados al contar con la colaboración del quichua y/o hispanohablantes (ver apéndices Bl, B2 y B3)S, fue la que
presidente de la comunidad quien, en una reunión del pueblo, pidió a nos permitió evaluar la variable, 'uso de la lengua'. La variedad lingüís-
todos quienes cumplían con los criterios solicitados que se reunieran tica fue estimada usando una escala Likert de 7 puntos que incluía las
en la plaza y que participaran en el estudio. En vista de que ya sabíamos siguientes variedades lingüísticas: (1) español estándar, (2) español no
que estos grupos poblacionales tendían a dejar la comunidad con el estándar, (3) español con algunas frases o expresiones en quichua, (4)
propósito de buscar trabajo y que regularmente volvían los fines de se- quichuañol ( una mezcla de quichua y español), (5) quichua influencia-
mana, regresamos durante tres fines de semana consecutivos para en- do por el español, (6) quichua no estándar, y (7) quichua estándar. Es-
contrar nuevos participantes y completar así una muestra lo más repre- ta escala fue usada como un índice de su lengua predominante y de su
sentativa posible de la comunidad. nivel de mantenimiento lingüístico.

2.2.2 El instrumento cuantitativo: los cuestionarios 2.2.2.3 Factores sociopsicológicos

El instrumento usado para la parte cuantitativa de este estu- Landry y Allard (1987) han propuesto tres cuestionarios pa-
dio consistía en una serie de cuestionarios administrado oralmente. Es- ra la determinación de los factores sociopsicológicos: las redes indivi-
tos fueron adaptaciones de aquellos desarrollados por Landry y Allard duales de contactos lingüísticos (INLC), (apéndices Cl, C2 y C3 ), los
( 198 7) para probar su modelo macroscópico; al igual que los de estos contactos lingüísticos por medio de la educación (LCE, por sus siglas
autores, nuestras adaptaciones fueron también usadas para examinar en inglés) (apéndices Dl, D3 y D3), y los contacto lingüísticos por me-
los factores sociopsicológicos y psicológicos. Los diferentes ítems con- dio de los medios masivos (LCM por sus siglas en inglés) (apéndices
tenidos en los cuestionarios estuvieron en la forma de escalas de Likert. El, E2 y E3).
Aunque las preguntas eran cerradas, quienes administraron los cuestio-

78 Son ia Lenk
Minorías y bilingüismo sostenido 79
Las redes individuales de contactos lingüísticos ' Estabilidad de los contactos' en una lengua. Esta subescala
ind ica (1) que el participante no es capaz de mantener una relación es-
La sección INCL mide los contactos personales del o la parti- tab le (por un período de tiempo más o menos largo, ya sea de varios
cipante. Incluye 27 preguntas sobre cada lenguaje -español y quichua- años o durante toda la vida) con ningún hablante quichua dentro de su
divididas en cuatro partes para cada uno: 1) 'proporción en el entrama- entramado de contactos (5) que es capaz de mantener una relación de
do', esto es, la proporción de hablantes de una lengua que hay en la red este tipo con aproximadamente la mitad de los quichuahablantes de su
de sus contactos personales-, 2) frecuencia de los contactos, 3) calidad entramado de contactos, y (9) que lo hace con todos ellos. Sin embar-
de los contactos, y 4) estabilidad de los contactos. El primer grupo de go y en vista de que algunos participantes indicaron que nunca utiliza-
preguntas del cuestionario corresponde a estos cuatro aspectos del ban el quichua, incluimos (O) para ofrecer esta nueva opción. La esta- _
INLC referidos a los contactos que el individuo tiene con quichuaha- bilidad de los contactos en español en el INLC de cada participante fue
blantes; el segundo repite las mismas preguntas referidas a los contac- lu ego medida usando la misma escala de Likert.
tos con hispanohablantes. Estos contactos incluyen a la familia inme-
diata, pero también a primos, tíos, amigos, vecinos, ex compañeros de
clase y demás contactos que participan en actividades sociales y cultu- Contacto lingüísticos por medio de la educación
rales comunes.
El INLC fue estimado usando una escala de Likert de 9 pun- Esta sección tuvo siete subescalas. 1) la enseñanza en clase, 2)
tos. Las subescalas medían los siguientes aspectos: los profesores fuera del aula, 3) los estudiantes fuera de clase, 4) los ma-
'La proporción en el entramado', esto es, la proporción de ha- teriales escolares, 5) la cultura y los deportes, 6) comunicaciones a tra-
blantes de una lengua que hay en la red de los contactos personales de vés de medios masivos, y 7) la lengua de los estudiantes. A cada una de
cada participante. En esta subescala se indica (1) que nadie en ese en- estas subescalas, referidas a los contactos lingüísticos en la educación,
tramado es quichua hablante, (5) que aproximadamente la mitad lo es, le correspondió una pregunta, que fue replicada para cada año de es-
y (9) que todos lo son. La proporción de hispanohablantes fue luego colaridad, K-12. Para responder a cada pregunta los participantes de-
medida usando la misma escala. bían hacer un estimado de cuánto utilizaban cada lengua -español y
'Frecuencia de los contactos' en una lengua. Esta subescala quichua- en su escuela. La primera de las siete subescalas, la propor-
indica (1) que al interior del entramado de sus contactos, el participan- ción de enseñanza erÍ cada lengua, fue medida utilizando una escala de
te muy pocas veces utiliza el quichua, (5) que lo hace aproximadamen- Likert de 7 puntos, mientras que las otras seis fueron medidas utilizan -
te cuatro o cinco veces por semana, y (9) que lo hace muy a menudo. do una de 5 puntos.
Sin embargo y en vista de que algunos participantes indicaron que Los participantes estimaron, en primer lugar, la proporción
nunca utilizaban el quichua, incluimos (O) para ofrecer esta nueva op- de 1) la 'enseñanza en clase' que correspondía a cada idioma en un ran-
ción. La frecuencia de contactos en español en el INLC de cada partici- go que iba desde (1) toda la clase se dictaba en español, a (7) toda se la
pan te fue luego medida usando la misma escala de Likert. dictaba en quichua. Sólo entonces los participantes evaluaban la pro-
'La calidad de los contactos' en una lengua. Esta subescala in- porción que, de cada lengua, utilizaban 2) 'los profesores fuera del au-
dica (1) que el participante considera muy desagradables los contacto la', esto es, qué proporción de cada lengua que utilizaban los profesores
con los quichuahablantes, (5) que los considera más bien neutros o in- para comunicarse fuera de la clase-, 3) 'los estudiantes fuera de clase',
diferentes, y (9) que los considera muy agradables. La calidad de los esto es, la que usaban los estudiantes para los mismos propósitos-, 4)
contactos en español en el INLC de cada participante fue luego medi- materiales escolares, esto es, la proporción de estos materiales en cada
da usando la misma escala de Likert. lengua-, 5) 'cultura y deportes', esto es, la proporción de actividades de-
portivas y culturales organizadas en cada lengua-, y 6) 'comunicacio-

80 Soni a Lenk Mino rías y bilingüi smo soste ni do 81


nes' a través de los medios masivos, esto es, la proporción de afiche~ y ; ' / Nivel psicológico
anuncios escolares en cada lengua y la de las comunicaciones escri1.1 ~
dirigidas a los padres. La escala en que se medían estas proporciones il,,1 El cuestionario sobre las creencias en la vitalidad etnolingüís-
desde (1) siempre en español o sólo en español a (5) siempre en qui 1i I de La ndry y Allard (1987) fue usado para evaluar el nivel psicoló-
chua o sólo en quichua; por último, los participantes estimaban 7) ' l.1 ¡, 11 Fstc cuestionario tiene ocho partes: 1) vitalidad presente, 2) vita-
lengua de los estudiantes', esto es, la proporción de estudiantes que h,1 lid.11 1futura, 3) modelos sociales, 4) vitalidad legítima, 5) valorización,
blaban cada lengua, en una escala que iba de ( 1) todos eran hispano ha i¡) ¡,1•1te nencia, 7) eficacia personal, y 8) metas y deseos. Para permitir
blantes a (5) todos eran quichuahablantes. 1 11 , tor revisar las preguntas de cada sección y constatar cómo el cues-
1i,111,1rio evalúa cada variable, se incluye, entre paréntesis, el correspon-
dii 11ll' lilulo, el número de apéndice y la sección correspondientes. Las
Contactos lingüísticos a través de los medios masivos dil,• rrn tes subescalas que constituyen cuestionarios de creencias sobre -
l.1 v11,1lidad etnolingüística (BEVQ por sus siglas en inglés) de Landry
Esta sección consta de 22 preguntas -11 referidas al español
/\ ll ard han sido adaptadas de la manera siguiente:
y 11, al quichua- acerca de la disponibilidad en la región de 1) pro -
gramas de televisión, 2) programas de radio, 3) cines, 4) música, 5) 1) La 'vitalidad presente' se ha medido usando el cuestionario titulado
periódicos, 6) revistas, 7) libros en el hogar, 8) obras de teatro y con - " Los recursos presentes de hispano y quichuahablantes en la re-
ciertos, 9) letreros en los caminos, 10) letreros dentro de tiendas y al- gión" (apéndices Fl, F2y F3, Sección 1). Empleando el conjunto de
macenes, y 11) letreros fuera de tiendas y almacenes. Una escala de escalas Likert de 9-puntos, se pidió a los participantes evaluar los
Likert de 9 puntos fue usada por primera vez para calcular la expo- recursos que, en ese momento, estaban disponibles en su región a
sición de los participantes a los siguientes once tipos de medios en la partir de las afirmaciones y preguntas que detallamos a continua-
lengua quichua; esta escala va desde (1) que indica que no hay expo- ción, y calificar cada uno de estos recursos, primero, respecto del es-
sición a ningún medio ( televisión, radio, cine, etcétera) en quichua, pañol y, después, del quichua: a) En esta región, las actividades cul-
a (9) que indica lo contrario: que la exposición a todos los medios es turales (teatros, conciertos, cines) disponibles en español son ... dis-
en quichua. La misma escala de Likert fue luego usada para medir la ponibles en quichua son ... (1) no existentes, a (9) extremadamente
exposición de los participantes a estos mismos once tipos de medios numerosos; b) En esta región, ¿cuánta importancia dan las institu-
en español. ciones encargadas de la planificación educativa a la enseñanza en
Aun cuando la idea original de esta sección se refería al ac- lengua nativa: español para los hispanohablantes, quichua para los
ceso a o a la exposición que los participantes tenían a los medios de quichuahablantes? (1) ninguna importancia, a (9) una gran impor-
comunicación, en el contexto de este estudio ellos la interpretaron co- tancia; c) En esta región, ¿se utiliza el español en el trabajo?, ¿se uti-
mo su disponibilidad. Así, los participantes respondieron que tenían liza el quichua en el trabajo? (1) nunca, a (9) siempre; d) En esta re-
acceso a programas de televisión en quichua simplemente porque sa- gión, el grado en que el comercio y la industria están controlados
bían que tales programas existían, aun cuando en realidad no tuvie- por hispanohablantes es ... por quichuahablantes es ... (1) extrema-
ran acceso a ellos por no tener un televisor. De igual manera, los par- damente bajo, a (9) extremadamente alto; e) En esta región, ¿cuán-
ticipantes indicaron que tenían acceso a periódicos en quichua por- tos de los servicios del gobierno provincial se ofrecen en español?,
que sabían que existían, aunque en realidad nunca habían tenido ac- ¿... se ofrecen en quichua? (1) ninguno, a (9) todos; f) En esta re-
ceso a ellos, ya sea porque no sabían leer o porque no estaban en con- gión, ¿los representantes electos a diversos niveles gubernamentales
diciones de comprarlos. (municipales, provinciales, nacionales) usan español?,¿ ... usan qui -
chua? (1) nunca, a (9) siempre; g) Aquellos que viene de otras re-

82 Sonia Lenk
Minorías y bilingüismo sostenido 83
giones a residir aquí, ¿usan español?, ¿usan quichua? (1) nunca, a (9) quichua en esta región tiende a promover el carácter lingüístico y
siempre; h) Esta región es un territorio cuyo carácter cultural y lin- cultural hispano ... o el carácter lingüístico y cultural quichua ...
güístico hispano es ... , cuyo carácter cultural y lingüístico quichua 4) La 'vitalidad legítima' fue medida usando el cues tionario titulado
es ... (1) extremadamente débil, a (9) extremadamente fuerte. "¿Qué sería justo y equitativo en esta región?" (apéndices Fl, F2 y
2) La 'vitalidad futura' fue calculada a partir del cuestionario titulado F3, Sección 3). A partir de un conjunto de escalas Likert de 9-pun-
"Los recursos futuros de hispano y quichuahablantes en la región" tos, se pidió a los participantes que, dado el número de quichuaha-
(apéndices Fl, F2 y F3, Sección 2). Usando el conjunto de escalas Li- blantes y de hispanohablantes en la región, consideraran las si-
kert de 9-puntos, a los participantes se les pidió que estimaran los guientes afirmaciones y que calificaran cada una de ellas, primero,
recursos que estarían disponibles en su región en el año 2020 a par- respecto del español y, después, del quichua: a) Para que la situación
tir de las afirmaciones y preguntas que detallamos a continuación, y sea verdaderamente justa y equitativa, las instituciones encargadas
que calificaran cada uno de estos recursos, primero, respecto del es- de la panificación educativa deben dar a la enseñanza en lenguas
pañol y, después, del quichua: a)¿Cuánta importancia darán, en es- nativas -español para los hispanohablantes, quichua para los qui-
ta región, las instituciones encargadas de la planificación educativa chuahablantes- (1) ninguna importancia, a (9) una gran importan-
a la enseñanza en lengua nativa: español para los hispanohablantes, cia; b) Para que la situación sea verdaderamente justa y equitativa,
quichua para los quichuahablantes? (1) ninguna importancia, a (9) el lenguaje usado en el trabajo debe ser el español... el quichua (1)
una gran importancia; b) En esta región,¿ el lenguaje que se utiliza- nunca, a (9) siempre; c) Para que la situación sea verdaderamente
rá en el trabajo será el español?, ¿... será el quichua? (1) nunca, a (9) justa y equitativa, los representantes electos a diversos niveles gu-
siempre; c) En esta región, ¿los representantes electos a diversos ni- bernamentales (municipales, provinciales, nacionales) deben utili-
veles gubernamentales (municipales, provinciales, nacionales) utili- zar el español... el quichua ... (1) nunca, a (9) siempre; d) Para que
zarán el español?,¿ ... utilizarán el quichua? (1) nunca, a (9) siempre; la situación sea verdaderamente justa y equitativa, esta región debe
d) Esta región es un territorio cuyo carácter cultural y lingüístico ser un territorio cuyo carácter cultural y lingüístico hispano sea ... ,
hispano será ... , cuyo carácter cultural y lingüístico quichua será ... cuya carácter cultural y lingüístico quichua sea ... (1) extremada-
(1) extremadamente débil, a (9) extremadamente fuerte. mente débil, a (9) extremadamente fuerte.
3) Los 'modelos sociales' fueron estimados usando el cuestionario titu- 5) La 'valorización' fue estimada usando el cuestionario titulado "¿Qué
lado "Comportamiento presente de mis amigos en la región" (apén- consideras importante?" (apéndices Fl, F2y F3, Sección 5). A partir
dices Fl, F2y F3, Sección 4). A partir de la escala Likert de 9-puntos de una escala Likert de 9-puntos-de (1) ninguna importancia, a (9)
-de (1) nunca, a (9) siempre- se pidió a los participantes que valo- de gran importancia- se les pidió a los participantes que determi-
raran los comportamientos de sus amigos en función de las siguien- naran aquello que les era importante en ese momento en función
tes afirmaciones y que calificaran cada uno de estos comportamien- de las siguientes afirmaciones y preguntas, y que calificaran cada
tos, primero, respecto del español y, después, del quichua: a) en sus uno de los aspectos señalados, primero, respecto del español y, des-
actividades en el colegio, mis amigos se comunican en español... en pués, del quichua: a) ¿Cuán importante es para usted tener la posi-
quichua ... ; b) En esta región, los jóvenes adultos que conozco utili- bilidad de ser educado en español?,¿ ... en quichua?; b) ¿Cuán im-
zan el español en su trabajo ... utilizan el quichua ... ; c) En esta re- portante es para usted que el lenguaje utilizado en el trabajo sea el
gión, si algunos de mis amigos quisieran tener éxito en el ejercicio español?, ¿... sea el quichua?; c) ¿Cuán importante es para usted que
del liderazgo a diferentes niveles gubernamentales (municipales, sus representantes electos en los distintos niveles gubernamentales
provinciales, nacionales) utilizarían el español?, ¿... utilizarían el (municipales, provinciales, nacionales) sean capaces de comunicar-
quichua?; y d) La forma en que la juventud utiliza el español y el se con usted en español?, ¿... en quichua?; y d) ¿Cuán importante es

84 So ni a Le nk
M in orías y bili ngli isrno sostenido 85
para usted que el carácter lingüístico y cultural de esta región sea en quichua?; d) ¿Se siente capaz de alcanzar lo que desea para su vi -
hispano?,¿ ... sea quichua? da mientras viva en una región cuyo carácter lingüístico y cultural
6) La 'pertenencia' fue estimada usando del cuestionario titulado "Mis es hispano?,¿ ... es quichua?
sentimientos de pertenencia" (apéndices F I, F2 y F3, Sección 9) . A 8) Las 'metas y los deseos' se han valorado usando el cuestionario ti -
partir de una escala Likert de 9-puntos -de (1) de ningún modo, a tulado "¿Qué quiero y que puedo hacer en esta región?" (Apéndices
(9) completamente- se les pidió a los participantes que evaluaran Fl, F2y F3, Sección 6). A partir de una escala Likert de 9-puntos se
sus intereses, valores, sentimientos y comportamientos en función les pidió a los participantes que evaluaran sus metas y deseos en
de las siguientes afirmaciones, y que calificaran cada uno de ellos, función de las siguientes declaraciones y que calificaran cada una de
primero, respecto del español y, después, del quichua: a) En térmi- ellas, primero, respecto del español y, después, del quichua: a) En
nos generales, cuando pienso en los valores que he recibido de m i mis actividades escolares, deseo comunicarme en español... en qui- -
ambiente y en la educación que he recibido en las escuelas a las que chua ... (1) nunca, a (9) siempre; b) En los trabajos que desempeña-
he asistido, siento que soy un hispano hablante ... que soy un qui- ré en el futuro, deseo utilizar el español como mi lengua de traba-
chua hablante ... ; b) Cuando pienso en mis gustos y preferencias res- jo ... deseo utilizar el quichua como mi lengua de trabajo ... (1) nun-
pecto de los productos vendidos en el mercado de este región, sien- ca, a (9) siempre; c) Deseo que mis representantes en los niveles
to que soy un hispano hablante ... que soy un quichua hablante ... ; c) municipal, provincial, o nacional, se comuniquen conmigo en espa-
Cuando pienso en la manera en que utilizo los servicios de mis go- ñol... en quichua ... (1) nunca, a (9) siempre; d) El territorio en el
biernos municipales, provinciales y nacionales (policía, bomberos, que desearía vivir tendría un carácter lingüístico y cultural hispa-
servicios de salud, servicios postales, etcétera), siento que soy un no ... un carácter lingüístico y cultural quichua ... ( 1) extremadamen-
hispano hablante ... que soy un quichua hablante ... ; d) Cuando pien- te débil, a (9) extremadamente fuerte.
so en lo que significa para mí ser un ciudadano del territorio en el
La primera de las ocho secciones, la vitalidad presente, tiene
que vivo, siento que soy un hispano hablante ... que soy un quichua
16 preguntas, 8 por lengua. De acuerdo con varios estudios previos, te-
hablante ...
ner 8 preguntas en esta sección mejora el coeficiente de confiabilidad.
7) La 'eficacia personal' fue calculada usando el cuestionario titulado
Cada una de las 7 secciones restantes tiene 8 preguntas -4 por lengua.
"¿Qué soy capaz de hacer?" (apéndices Fl, F2 y F3, Sección 7). A
Para estas secciones, se ha demostrado que 4 preguntas por lengua son
partir de una escala Likert de 9-puntos -de ( 1) no soy nada capaz a
suficientes para proporcionar un alto coeficiente de confiabilidad (ver
(9) soy totalmente capaz- se les pidió a los participantes que consi-
figura 2.2). En conjunto, la sección de creencias sobre la vitalidad tiene
deraran las siguientes preguntas respecto de cuán capaces se sienten
72 preguntas -36 por lengua.
de alcanzar diversas metas, y que calificaran sus respuestas, prime-
ro, respecto del español y, después, del quichua: a) Posteriormente,
si usted pretendiera estudiar en un curso en un área que le pudiese 2.2.3 Validez y confiabilidad del cuestionario de creencias sobre la vi-
interesar, ¿siente que será capaz de alcanzar sus metas si estudia es- talidad etnolingüística y las redes individuales de contactos lin-
pañol?,¿ ... si estudia quichua?; b) ¿Siente que será capaz de alcanzar güísticos de Landry y Allard
sus metas profesionales trabajando en español?, ¿.. . trabajando en
quichua?; c) Si tuviera que encontrarse con representantes de los Esta sección está dedicada fundamentalmente a discutir la
distintos niveles gubernamentales (municipales, provinciales, na- validez y la fiabilidad de las mediciones del nivel psicológico, esto es, los
cionales), ¿cree que será capaz de darles a conocer sus necesidades cuestionarios BEV, que constituye tal vez la mayor contribución de
comunicándose con ellos en español?,¿ ... comunicándose con ellos Allard y Landry al estudio de la vitalidad etnolingüística. Respecto de

86 So nia Lenk Mi norías y bili ngü ismo soste nido 87


las mediciones del nivel sociopsicológico, esto es, los cuestionarios de ,l· no, debe medir (Brown, 2000). Es así que, si el instrumento en cues-
las redes de contactos lingüísticos, como el INLC, que miden la fre- tión fue diseñado para medir las creencias que pueden predecir el
cuencia, la estabilidad, la calidad etcétera de los contactos lingüísticos-, mantenimiento de la lengua quichua, debe efectivamente estar en ca-
éstas han sido validadas en otros estudios. Uno de los que parece con- pacidad de hacerlo. Dentro de este marco general, sin embargo, hay va-
firmar el criterio y fundar la validez del INLC es el trabajo de Landry, ' ios tipos específicos de validez que incluyen la validez del constructo,
Allard y Henry (1996) sobre la vitalidad etnolingüística de la comuni- 1,, validez del criterio y la validez predictiva.
dad franco parlante en Luisiana. Se encontraron claras relaciones entre El término 'constructo' se refiere a "un rasgo no observable,
la proporción de participación en las redes sociales que reportó la mis- rnmo la inteligencia, que explica un comportamiento" (Gay, 1996:
ma población franco parlante (parte l del cuestionario INLC) y las si- 140). Estos constructos pueden ser medidos únicamente de forma in-
guientes mediciones: la experticia en francés reportada por esta misma directa. Allard y Landry (comunicación personal vía correo electróni- -
población, las creencias exocéntricas y egocéntricas sobre su vitalidad LO, 20 de diciembre, 2001 -ver apéndice G-) condujeron un análisis de
etnolingüística, y los cálculos realizados sobre la fortaleza de su identi- los factores de las subescalas de BEVQ para evaluar la validez del cons-
dad francesa. Sin embargo y en vista de que Allard y Landry no han sus- tructo en el caso del BEVQ. Los resultados apoyaron la estructura que
tentado la fiabilidad de sus cuestionarios para el nivel sociopsicológico, dios plantearon en su hipótesis. Se produjo una solución de dos facto-
yo lo hago para mis adaptaciones de este cuestionario al momento de res: mientras que las subescalas de 'vitalidad presente', 'vitalidad futura'
exponer mis resultados en el capítulo 4. y 'modelos sociales' obtuvieron valores elevados en el primero de los
Uno de los constructos más importantes que Allard y Landry facto res, que fue interpretado como relativo a las creencias exocéntri-
desarrollaron para su modelo fue el de 'creencias sobre la vitalidad et- cas; las subescalas de 'metas, valorizaciones, pertenencia y eficacia' ob-
nolingüística', propuesto para estudiar el nivel psicológico individual. tuvieron valores elevados en el segundo de los factores, que fue inter-
A este nivel, las percepciones de EV son necesariamente subjetivas. De pretado como relativo a las creencias egocéntricas. La única diferencia
acuerdo con Allard y Landry (19946 ), la vitalidad etnolingüística sub- frente a la estructura planteada en la hipótesis fue la relativa a la subes-
jetiva es lo que, en última instancia, determinará el cambio o el mante- cala de 'legitimidad' que obtuvo valores similares para los dos factores
nimiento lingüístico y cultural. Precisamente para medir este construc- y no estuvo, como se esperaba, asociada con las creencias exocéntricas.
to, los autores desarrollaron un instrumento de medición: el cuestiona- El resultado obtenido nos sugiere que las creencias sobre legitimidad
rio de creencias sobre la vitalidad etnolingüística (BEVQ). Este instru- cruzan ambos tipos de creencias.
mento pretende medir las percepciones individuales de la vitalidad et- Hay ciertos conceptos que son demasiado complejos para ser
nolingüística de un grupo. Cómo se puede apreciar en el apéndice G, medidos fácilmente, por ejemplo la 'vitalidad etnolingüística' (EV, por
Allard y Landry demuestran en su comunicación Notes to Users of the sus siglas en inglés). La EV es una variable o constructo complejo que
Beliefs on Ethnolinguistic Vitality Questionnaire (Notas para los usuarios incluye componentes demográficos, políticos, económicos, culturales y
del cuestionario de creencias sobre la vitalidad etnolingüística: 3) que el de creencias. "Los instrumentos complejos son usados para medir
BEVQ es tanto fiable como válido ( comunicación personal vía correo constructos complejos y son juzgados con lo que se denomina el 'crite-
electrónico, 20 de diciembre, 2001). rio de validez .. .' Los datos que provee un instrumento que supuesta-
mente mide un constructo son contrastados con algún criterio que ya
se ha probado válido" (Bernard, 1995: 41).
2.2.3.1 Validez del BEVQ En 1986, Allard y Landry (1987) probaron su cuestionario
BEVQ con los padres francófonos que enviaban a sus niños al sistema
La validez, en términos generales, se refiere al grado en que
francés de escuelas y aquellos que enviaban a sus niños al sistema inglés
un instrumento efectivamente mide aquello que, de acuerdo con su di-

88 Sonia Lenk Minorías y bilingüi smo sos tenido 89


de escuelas. Como se esperaba, los resultados evidenciaron que aque 11, 1,1 <l eterminada respecto de ciertos aspectos claves de la vitalidad,"
llos niños que fueron enviados por sus padres al sistema de escuelas 11•, melas y deseos (citado en Harwood et al., 1994: 177). Allard y
francés obtuvieron un puntaje más alto en el BEVQ- (estos resultados l .,111dry usan sus cuatro subescalas para medir estas creencias, como se
claramente diferentes se cumplieron para la 'creencias normativas, l'"l'de apreciar en la figura l. l.
creencias sobre metas y creencias personales'; no sucedió lo mismo con Varios estudios (Bourhis y Sachdev, 1984; Giles et al., 1985;
las creencias generales que no parecieron mostrar diferencias significa - t ;,l<,:s y Johnson, 1987; Sachdev, Bourhis, y D'Eye, 1987; Kraemer y
tivas entre los dos grupos). Se ha demostrado así que la técnica de com- 1 >lshtain, 1989; Pierson, 1994; Ytsma, Viladot y Giles, 1994; Currie y
paración con el 'grupo conocido' puede ser usada para establecer el cri- l logg, 1994) han utilizado el cuestionario de vitalidad subjetiva (SVQ,
terio de validez del BEVQ. Esto es, si asumimos que el ingreso a un sis- ¡,or sus siglas en inglés) para medir las percepciones de vitalidad. Se ha
tema de escolaridad francés antes que a un sistema inglés es indicativo de mostrado que el SVQ y el BEVQ pueden ser usados de manera exi-
de la creencia familiar en la vitalidad etnolingüística francesa, y los losa en la predicción del comportamiento lingüístico. No obstante, la
puntajes en le BEVQ está correlacionado son este ingreso, el criterio de v,ll idez predictiva del BEVQ es mucho más alta (Allard y Landry,
validez resulta establecido. 1994a: 10). Harwood et al. (1994) afirman la validez predictiva del
"La 'validez predictiva' es el grado en que una prueba puede HEVQ estableciendo, de manera inequívoca: "el programa de investiga-
predecir cuán bien le irá a un individuo en una situación futura" (Gay, ( ió n llevado a cabo por Landry y Allard con francófonos a lo largo de
1996, 142). Gay ofrece el ejemplo de una prueba de aptitud: "Una prue- <:a nadá ha demostrado que el BEVQ puede servir como un instrumen-
ba de aptitud para el álgebra con una alta vitalidad predictiva podrá lo válido de predicción de un amplio rango de comportamientos lin-
predecir con bastante seguridad qué estudiantes rendirán en álgebra y gOisticos incluyendo actitudes lingüísticas, uso lingüístico y un bilin-
cuáles no" (Gay, 142). gü ismo aditivo y sustractivo" (Harwood et al., 1994: 179).
Según Allard y Landry (19946 ), el cuestionario sobre la vita-
lidad subjetiva desarrollado por Bourhis, Giles, y Rosenthal (1981, cita-
do en Allard y Landry, 19946) mostraba tan sólo el componente 'gene- .2.3.2 Confiabilidad del BEVQ
ral' de las creencias de una persona (descrito más adelante); de ahí que La confiabilidad es, básicamente, el grado en el que una prueba consis-
no se pudiese esperar que fuera base suficiente para predecir los com- tentemente mide aquello que debe medir. A mayor fiabilidad de la
portamientos comunicativos reales. Allard y Landry asentaron su prueba, mayor es la confianza que podemos tener en que los puntajes
BEVQ en la teoría de orientación cognitiva (Kreitler y Kreitler, 1972, obtenidos de la administración de esta prueba son esencialmente los
1976, 1982, citado en Allard y Landry, 19946: 124). Kreitler y Kreitler mismos que serían obtenidos si la prueba fuera administrada nueva-
clasifican en cuatro tipos las creencias que permiten predecir de mejor mente (Gay, 1996: 144-5).
manera el comportamiento ( ver figura 1.1): las 'creencias generales' que
Allard y Landry (2001) reportaron los siguientes coeficientes de
se refieren a "la vitalidad relativa de los grupos etnolingüísticos" e in-
fi abilidad (alpha de Cronbach) para las escalas del BEVQ:
cluyen la vitalidad presente, la vitalidad futura y los modelos sociales;
las 'creencias normativas' que son aquellas que "corresponden a lo que
'debería' existir respecto de una situación de vitalidad;' i.e. la vitalidad
legítima; las 'creencias personales' que se refieren al "comportamiento o
la situación presente del informante" e incluyen valorización, pertenen-
cia y eficacia personal; por último, las 'creencias sobre metas' que se re-
fieren a" los deseos que el informante tiene de comportarse de una ma-

90 So nia Lenk Min orí as y bilingüi smo sostenido 91


Figura 2.1 Reproducción de la tabla de AJlard y Landry que muestra la con- Subescalas del BEVQ · Alphas para las Alphas con Alphas con
sistencia interna de la versión en lengua francesa de las escalas de BEVQ. en francés subescalas con 8 ítems retenidos: 4 ítems retenidos:
todos los 12 ítems l,3,4,6,7,9,l l,l2 3,4,9,12
7. Eficacia personal .94 .91 .88
Consistencia interna de las escales de BEVQ (Inglés) .95 .92 .88
Eficacia Personal
(Francés)
Tabla 1
8. Perte nencia (Inglés) .92 .88 .82
Pertenencia .9 1 .86 .77
Coeficientes6 alpha para 12 8 y 4 ítems versiones de las 8 es- (Francés)
cales de la versión en francés del Cuestionario de las creencias sobre vi-
talidad etnolingüística (BEVQ) por Allard y Landry.
Nota. De Notes to Users of the Beliefs on Ethnolinguistic Vitality Ques-
Subescalas del BEVQ Alphas para las Alphas con Alphas con tionnaire (Notas para los usuarios del cuestionario de creencias sobre la
en francés subescalas con 8 ítems retenidos: 4 ítems retenidos: vitalidad etnolingüística, p. 3) por Réal Allard y Rodrigue Landry, co-
todos los 12 ítems 1,3,4,6,7,9,11,12 3,4,9,12 municación personal vía correo electrónico, 20 de diciembre, 2001 (ver
l. Vitalidad presente .85 .85 .75 apéndice G) Reproducido con el respectivo permiso.
(Inglés) .86 .84 .70
Vitalidad presente La figura 2.1 muestra que el BEVQ es un instrumento confia-
(Francés)
ble. La mayoría de coeficientes de confiabilidad son .8 o más altos. Ya
2. Vitalidad futura .89 .88 .79 que la versión de cuatro ítems de la subescala de 'vitalidad presente' ob-
(Inglés) .9 1 .89 .82 Luvo el coeficiente de confiabilidad más bajo, yo he decidido usar la
Vitalidad futura-
forma de ocho ítems para esta subescala y la forma de cuatro ítems pa-
(Francés)
ra el resto de subescalas en mi versión traducida y adaptada.
3. Vitalidad legítima .89 .89 .78
(Inglés) .89 .88 .79
Vitalidad legítima- 2.2.4 Procedimientos
(Francés)
4. Modelos sociales .88 .81 .75 Todos los cuestionarios fueron administrados de forma oral.
(Inglés) .91 .86 .81 Éstos contenían un total de 171 preguntas, además de aquellas diseña-
Modelos sociales
das para obtener información acerca de los antecedentes personales de
(Francés)
los participantes. Con cada participante, tomó aproximadamente 45
5. Valorización (Inglés) .89 .87 .79 minutos completar todos los cuestionarios que medían los factores
Valorización .91 .89 .82 sociopsicológicos y psicológicos, así como el grado en que la variedad
(Francés) que el participante usaba del español y/o del quichua se aproximaba a
6. Metas (Inglés) .93 .92 .84 la variedad estándar.
Metas (Francés) .94 .92 .86 Yo comencé este proyecto yendo a Otavalo para estudiar la
lengua quichua, establecer contactos, obtener información demográfi-

92 Sonia Lenk
M inorías y bilingüismo sosten ido 93
ca y conducir las entrevistas elite. Durante ese tiempo, pude encontrar- 1 ocho trabajan en otros pueblos o ciudades, los cuestionarios fueron

me con diferentes líderes indígenas. Rumiñahui Arango, quien era un ,1d111 inistrados de preferencia después del trabajo, ya fuera avanzada la
activo participante en varios proyectos de la Unión de Organizaciones t.1rde o durante los fines de semana.
Campesinas e Indígenas de Cotacachi-UNORCAC y quien, además, es En Otavalo, yo administré el cuestionario a varios partici-
el hijo del líder indígena Alberto Arango, me ayudó a establecer contac- p,tntes; sin embargo, la mayor parte de las veces lo hizo Amanda
to con el presidente de la comunidad de Morocho quien, a su vez, reu- Mén dez, mi asistente. En Morocho la mayoría escogió responder en
nió a todos los residentes de Morocho y les pidió que participaran en el quichua, por lo que Amanda Méndez y Rumiñahui Arango fueron
presente proyecto. La comunidad se entusiasmó al saber que iba a ser el quie nes administraron los cuestionarios. Por mi parte, ayudé en la lo-
centro de atención de una investigación y respondió de forma muy po- l alización de los participantes del grupo de edad que necesitábamos.

sitiva. Rumiñahui Arango fue muy bien recibido gracias a que había Cada uno de nosotros tenía una identidad étnica diferente: yo, blan-
participado con anterioridad en distintos proyectos comunitarios. rn rn estiza, una extraña en una comunidad cuyo conocimiento qui-
En mi trabajo de campo en Otavalo y Morocho, también tu- th ua era apenas elemental; Amanda, una mestiza bilingüe que residía
ve la colaboración de Amanda Méndez, una mestiza bilingüe quien ha- l'll el área, y Rumiñahui Arango un indígena que también era bilin-

bía crecido en una comunidad predominantemente indígena y había güe y residente en el área. Con el fin de verificar si la identidad étni-
aprendido quichua desde muy joven. Ella vivió también en Otavalo y la de quien administraba el cuestionario tendría alguna incidencia
Cotacachi, así que conocía muy bien a los residentes del área. En Ota- significativa sobre los resultados, decidimos que cada uno de noso-
valo, ella y yo fuimos a diferentes barrios buscando participantes indí- tros tuviese un código diferente.
genas entre los 18 y los 25 años de edad. Antes de iniciar la investigación, ofrecí una sesión de entre-
Mi interés era que los participantes pudiesen utilizar la lengua na miento a mis dos asistentes para repasar cómo debíamos adminis-
-español o quichua- en la que se sintieran más cómodos. Por ello, pri- trar los cuestionarios. Primero yo lo utilicé con ellos separadamente,
mero, traduje los cuestionarios del inglés al español y pedí a uno de mis wmo si ellos fueran los participantes, y luego ellos lo hicieron mutua-
compañeros de la Universidad de Pittsburgh, Armando Muyulema, mente; por último, se lo dimos a un grupo de personas de otra comu-
quien es un hablante bilingüe quichuaespañol, que revisara esta traduc- nidad. La idea básica era permitir a mis asistentes que tuvieran expe-
ción para asegurarme de que fuese culturalmente relevante para los par- rie ncia con todas y cada una de las preguntas y asegurarme de que ellos
ticipantes quichuahablantes. Amanda Méndez tradujo estos cuestiona- las entendieran tan bien que pudieran ayudar a los participantes sin
rios al quichua y esta traducción fue revisada por Rumiñahui Arango, guiarlos ni dar ningún tipo de dirección a sus respuestas. Pude escu-
hablante nativo de quichua y residente del cantón Cotacachi, quien uti- char muchas de las sesiones de preguntas en estas rondas preliminares
lizaba la misma variante dialectal del quichua que los participantes en y aclarar cualquier duda o preocupación.
mi investigación y quien, además, hablaba español de manera fluida. Al El cuestionario fue administrado oralmente a causa de los di-
momento de responder, los participantes podían escoger ya sea dirigir- ferentes niveles de alfabetización -e incluso cierto porcentaje de anal-
se a mí en español -que soy hablante nativa- o a uno de los hablantes fa betismo- entre la población. El trabajarlos oralmente nos permitió
nativos de quichua que colaboraban conmigo en la administración de crear un ambiente más relajado y conversacional, al tiempo que nos
los cuestionarios. Consideraba que la lengua que los participantes esco- permitió hacer las debidas aclaraciones cuando un participante parecía
gieran para responder el cuestionario sería otro importante indicador no haber comprendido plenamente una pregunta, o cuando su res-
de su competencia lingüística en esa determinada lengua. puesta parecía no corresponder a la pregunta o al número que había
En un empeño por tener una muestra más representativa de escogido de la escala de Likert.
la población y en vista de que algunos habitantes de Otavalo y de Mo-

94 Sonia Lenk M in orí as y bilin gü ismo sos tenido 95


2.2.5 Evaluando los resultados mo de las deseadas. De igual modo, la valorización, la pertenencia y la
eficacia personal se combinaron para determinar las creencias egocén-
2.2.5.1 Los factores sociopsicológicos tricas y las factuales, mientras los índices de metas y deseos se utiliza-
Los puntajes del cuestionario sobre la red individual de con- ron como indicadores de las creencias egocéntricas y deseadas.
tactos lingüísticos (INLC) fueron calculados promediando los puntajes Así, para proveernos de una visión comprehensiva de las
de los participantes de acuerdo a los siguientes índices: 1) proporción creencias exocéntricas, hemos combinado las creencias exocéntricas y
de los contactos, 2) frecuencia de los contactos, 3) calidad de los con- factuales, esto es, vitalidad presente, vitalidad futura y modelos socia-
tactos, y 4) estabilidad de los contactos. Este procedimiento fue segui- les -con las creencias exocéntricas y deseadas, esto es, vitalidad legíti-
do para cada lengua: español y quichua. ma. El mismo procedimiento hemos seguido para proveernos de una
Los puntajes para los contactos lingüísticos a través de la edu- visión comprehensiva de las creencias egocéntricas: combinar las
cación (LCE) fueron calculados promediando los puntajes de los par- creencias egocéntricas y factuales, esto es, valorización, pertenencia y
ticipantes de acuerdo a los siguientes índices: 1) la enseñanza en clase, eficacia personal- con las creencias egocéntricas y de deseos, esto es,
2) los profesores fuera de clase, 3) los estudiantes fuera de clase, 4) los metas y deseos.
materiales escolares, 5) la cultura y los deportes, 6) comunicaciones, y Finalmente, las diferentes categorías fueron estimadas juntas
7) la lengua de los estudiantes. Las escalas de Likert para estos índices pa ra proveer lo que se denomina un puntaje comprehensivo para las
señalaban al español en uno de los extremos y al quichua, en el otro. creencias en la vitalidad etnolingüística.
Los puntajes para los contactos lingüísticos a través de los
medios (LCM) fueron calculados promediando los puntajes de los par-
2.3 Parte cualitativa
ticipantes de acuerdo a los siguientes índices: 1) programas de televi-
sión, 2) programas de radio, 3) cines, 4) música, 5) periódicos, 6) revis- 2.3.1 Justificación de la conducción de entrevistas de elite
tas, 7) libros en el hogar, 8) obras de teatro y conciertos, 9) letreros en
los caminos, 10) letreros dentro de tiendas y almacenes, y 11) letreros En el verano del año 2002 y mientras llevaba a cabo mi tra-
fuera de tiendas y almacenes. Este procedimiento fue seguido para ca- bajo de campo en la ciudad de Otavalo y en la comunidad de Morocho,
da lenguaje: español y quichua. conduje seis entrevistas de elite para la sección cualitativa de mi estu-
dio. Entiendo por entrevistas de elite "discusiones con personas escogi-
das por quienes son o por la posición que ocupan. Es así que por 'elite'
2.2.5.2 Evaluando los factores psicológicos no necesariamente me refiero a alguien que ocupe una alta posición
social, económica o política; el término designa una persona que ha si-
Los puntajes para las creencias sobre la vitalidad etnolingüís-
do elegida por nombre o posición debido a razones particulares"
tica fueron calculados promediando los puntajes de los participantes (Hochschild, 2005: '" 1).
de acuerdo a los siguientes índices: 1) vitalidad presente, 2) vitalidad
Di con las seis personas entrevistadas por medio de varias
futura, 3) modelos sociales, 4) vitalidad legítima, 5) valorización, 6)
personas de Otavalo y Morocho a quienes pregunté si me podían dar
pertenencia, 7) eficacia personal, y 8) metas y deseos ( ver la figura 2.1 ).
nombres de indígenas respetados que fueran líderes con conocimien-
Los primeros tres -la vitalidad presente, la vitalidad futura y
tos en diferentes áreas. Adicionalmente, mis asistentes en la adminis-
los modelos sociales- se han combinado para determinar tanto las
tración de los cuestionarios en la parte cuantitativa, Amanda Méndez
creencias exocéntricas como las factuales, mientras la vitalidad legítima
y Rumiñahui Arango, colaboraron para sugerirme también algunos
ha sido utilizada como indicador tanto de las creencias exocéntricas co- nombres y para ayudarme a contactarlos.

96 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 97


Escogí entrevistar a estos líderes indígenas para alcanzar una d,1 para administrar el sistema educativo en las áreas cuya población es
mejor comprensión de cómo ellos veían la situación del pueblo indíge- 111,ís de la mitad i1:dígena" ( Hornberger & King, 1996: 430). De acuer-
na y del país. Mi intención era reunir distintas perspectivas frente algu- do a la Co nstitución ec uatoriana, una tercera parte del presupuesto de
nos tópicos: la mía propia como alguien de afuera, la de quienes parti- t·ducación debe estar destinada a la educación bilingüe. Esta porción
ciparon respondiendo el cuestionario como personas ordinarias, y la de del presupuesto debe ser administrada por la DINEIIB, que es una ins-
los líderes indígenas como guías y mentores de su grupo. 1itución descentralizada manejada por y para los indígenas. Sus metas
Estos líderes indígenas me brindaron también distintas pun- principales son el mejorar la calidad de vida de los pueblos y naciona-
tos de vista sobre varios aspectos. Ellos tenían diferentes áreas de cono- lidades indígenas y construir una sociedad plurinacional y multilingüe
cimiento (i.e. educación, derechos humanos, economía, etcétera) y un ,¡ lravés de la Educación Intercultural Bilingüe y la participación de la
rango distinto de títulos y posiciones (desde líder sindical hasta alcalde rnm unidades indígenas. La DINEIIB ofrece educación preescolar, pri-
municipal). Todos ellos tenían experiencia en el trabajo comunitario, maria y secundaria, así como educación técnica y universitaria. Ofrece
pero algunos poseían, además experiencia en el trabajo con organiza- también entrenamiento para maestros de escuelas y colegios en insti-
ciones que actuaban de intermediarias entre las comunidades indíge- lulos pedagógicos, así como instrucciones en otras áreas. La DINEIIB
nas y las instituciones gubernamentales; otros tenían experiencia con cuenta con su propio personal para la producción de material didácti-
organizaciones locales, regionales o nacionales. co bilingüe y en quichua. Tiene 18 oficinas provinciales y seis oficinas
A menudo las entrevistas tomaron su propio rumbo, depen- para las nacionalidades indígenas.
diendo de los antecedentes del entrevistado. Sin embargo, yo traté de La Defensa de los Pueblos Indígenas es una organización que
cubrir los siguientes puntos en prácticamente todas ellas. ejerce presión sobre el gobierno para asegurar que el Acuerdo 169 de la
Organización Mundial del Trabajo se cumpla y así se protejan los de-
• La sociedad ecuatoriana y su relación con los pueblos indígenas.
rechos de los pueblos indígenas y se condene la discriminación. Traba-
• La situación económica de los pueblos indígenas.
ja junto con la Comisión por los Derechos Humanos de las Naciones
• La situación política de los pueblos indígenas.
Unidas, que ha creado un foro latinoamericano permanente contra la
• Los símbolos más importantes de la identidad indígena.
discriminación racial.
• El uso del quichua en diferentes dominios.
Luz María de la Torre es una indígena quichua de San Pablo
• El rol que cumplía la educación bilingüe para los indígenas (y
del Lago, Imbabura. Ella estudió lingüística en Francia en al Universi -
otros aspectos de la educación bilingüe).
dad René Descartes y luego en Ecuador, donde obtuvo su licenciatura
en lingüística aplicada con especialización en quichua por la Universi-
2.3.2 Los participantes en la entrevistas elite y sus afiliaciones dad Católica del Ecuador. Posteriormente, ella obtuvo su maestría en
ciencias políticas por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
Luis Alberto Arango es un indígena quichua de Cotacachi, (FLACSO) - sede Ecuador.
provincia de Imbabura. El es el antiguo director nacional de la Direc- Luz María ha sido profesora de lenguaje y cultura quichua en
ción Nacional de Educación Indígena Intercultural Bilingüe (DINEIIB) varias universidades del Ecuador, Canadá y Estados Unidos. Ha tradu-
y el actual director nacional de la Defensa de los Pueblos Indígenas. cido documentos, materiales y libros de español, del inglés y del fran-
La DINEIIB es una organización cuasigubernamental, parte cés al quichua. Además, no sólo ha sido consultora de asuntos indíge-
del Ministerio de Educación, que está compuesta por miembros del nas para varias organizaciones no gubernamentales, ha escrito nume-
Ministerio de Educación y representantes de la Confederación de Na- rosos libros y artículos sobre filosofía indígena, cultura, tradiciones
cionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). "La DINEIIB fue crea- orales, etcétera. Ella ha trabajado por muchos años para promover la

98 Son ia Lenk M in orías y bilingüismo sostenido 99


educación bilingüe y los derechos indígenas, y ha sido presidenta drl p111 l, los indígenas. Algunos de los problemas más importantes que de-
Consejo Nacional de Mujeres Indígenas del Ecuador. Trabajó corno l,, 11 ,ob rellevar las poblaciones del área consisten en el maltrato, la
Asistente de Dirección y profesora de lenguaje y cultura quichua en d 1i 1.11 gi nación y la explotación de las que son objeto. La FICI fue estable-
Center for Indigenous Language and Policy on Latin America (Ce ntro ' id,1 l' l1 1974 y, en 1989, fue fundamental en el establecimiento de la
para Políticas y Lenguas Indígenas en Latinoamérica) en Arizona Stall' 1 1111k<l eración de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-CONAIE,
University. Actualmente, trabaja como Profesora Visitante de la ,p11· se ha convertido en el movimiento de base más importante de la
Universidad de California en Los Angeles donde conduce investigación \11 1(•r icas.
en inmigrantes indígenas de México y América Central. Fue también la Humberto Cotacachi es un indígena quichua de San Pablo
asesora a la primera mujer indígena que Ministra de Relaciones il,·I Lago, Imbabura. Él ha venido trabajando durante veinte años en el
Exteriores en Ecuador, la abogada Nina Pacari. 11wjoramiento del sistema educativo ecuatoriano y, desde 1992, especí-
Alfonso Morales es un indígena quichua de Cotacachi, Imba 111 ,1111ente de la Educación Intercultural Bilingüe. Humberto Cotacachi
bura. El es concejal en el Municipio de Cotacachi, y dirigente de la 1li t' director de la Dirección Regional de Educación Bilingüe para la DI-
Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi-U - tJlo: 1By es un activo líder en la provincia de Imbabura.
NORCAC. De acuerdo con su página en internet, la UNORCAC es una Auki Tituaña es un indígena quichua de Cotacachi, Imbabu-
organización sin fines de lucro que abarca 41 comunidades campesi- 1,1. Sus estudios los realizó en la Habana, Cuba, en donde obtuvo el tí-
nas, indígenas y mestizas. Es una organización que actúa de mediado- 11 do de Economista por la Universidad de la Habana. Su nombre ha
ra entre las organizaciones comunitarias en la zona andina del cantón , 11rgido varias veces como posible candidato a la presidencia. En este
Cotacachi, en la provincia de Imbabura, y las instituciones guberna- 111 o mento ocupa por tercera vez la posición de alcalde de Cotacachi.
mentales a los niveles local, regional y nacional (Unión de Organizacio- 'i us dos primeros mandatos se caracterizaron por . la creación de un
nes Campesinas e Indígenas de Cotacachi [UNORCAC], s.f., Sección 1: lll Odelo alternativo de gobierno local que enfatizara en la participación
¿Quienes somos?: ! 1). l iudadana, planificación de movimientos de base, la eliminación de la

La UNORCAC dirige el desarrollo comunitario en las 41 co- rn rrupción, y el autogobierno al nivel local. En este tercer período, él
munidades de Cotacachi, ofreciendo a estas comunidades una voz y sir- ha continuado en el desarrollo y fortalecimiento tanto de su gobierno
viendo como un puente entre las comunidades y los gobiernos locales rn rno de su servicio al público, enfocándose en tres áreas fundamenta-
y nacionales. La UNORCAC promueve la unidad y la solidaridad entre les: salud, educación y medio ambiente. Cotacachi ha ganado dos pre-
los miembros de una comunidad y entre comunidades distintas; asi- mios internacionales: en 2000, el DUBA! por la transparencia en el go-
mismo ayuda a mantener y a revitalizar los valores de la cultura indí- bierno y, en 2002, el premio de la UNESCO, Ciudades por al Paz, dedi-
gena y de la cultura mestiza. Además, entrena a los miembros de las co- cado en gran medida al exitoso modelo de democracia de bases pro-
munidades en áreas como agricultura, artesanía y turismo sustentable movido por el alcalde Tituaña.
y en desarrollo humano, social y económico. A nivel provincial, la La información reunida por medio de estas entrevistas fue
UNORCAC está afiliada a la Dirección Provincial de Indígenas y Cam- utilizada para cumplir con los propósitos siguientes: (1) para triangu-
pesinos de Imbabura y, a nivel nacional, a la Federación Nacional de lar los datos cualitativos con la parte cuantitativa de este trabajo; (2)
Campesinos Negros e Indígenas (FENOCIN). para entender mejor cómo los líderes indígenas perciben la situación
José Benjamín Muñica es un indígena quichua de Otavalo. El económica y política de su propio grupo étnico y otros aspectos rela-
es el vicepresidente de la Federación Indígena y Campesina de Imbabu- cionados con la vitalidad etnolingüística; (3) para contrastar los pun-
ra-FICI, una organización que trabaja en nombre de las comunidades tos de vista de los residentes comunes de estas dos comunidades con
indígenas y campesinas de Imbabura y lucha por los derechos de los aquellas de los líderes.

100 Sonia Le nk Min o rías y bilingüi smo sostenido 101


Notas: Capítulo 3
5 El apéndice Bl corresponde a la versión en inglés del cuestionario de variedad lin -
güística de Allard y Landry; el apéndice B2 corresponde a su traducción al espa-
ñol, y el B3 a la traducción al quichua.
6 Estos coeficientes alfa fueron obtenidos siguiendo la administración de la versión
en francés del BEVQ para probar una minoría de 553 estudiantes francófonos del
décimo segundo grado en las provincias de New-Brunswick, Nueva Escocia y la NIVEL SOCIOLÓGICO:
Isla Príncipe Eduardo en Canadá.
UNA VISIÓN DEL CONTEXTO ECUATORIANO

La identidad étnica está en el centro de la problemática que


gira en torno a la movilización de los pueblos indígenas de la sierra
ecuatoriana. Según Fredrikke Storaker Kilander, "la conciencia de un
grupo se desarrolla a través de la interacción social y, de acuerdo a [Fre-
drik] Barth sólo aquellas diferencias que son percibidas como social-
mente relevantes por los miembros de un grupo se convierten en ca-
racterísticas definitorias o criterios que permiten la separación de un
grupo respecto de otros" (2001: 9). "Criterios como el lenguaje, la reli-
gión o la historia común devienen características significativas de un
grupo étnico como resultado de la interacción social, de la determina-
ción de fronteras y de la autodefinición" (10). En consecuencia, Tho-
mas Eriksen afirma que la revitalización étnica es una reacción defen
siva frente a la homogenización cultural (citado en Storaker Kilander,
2001, 14). Las demandas indígenas por infraestructura básica para sus
comunidades, por la devolución de tierras de las comunidades indíge-
nas, por el derecho a la educación bilingüe y por el reconocimiento de
la calidad de estado multinacional y multilingüe en la Constitución del
Ecuador (CONAIE, 2000), son algunas de las maneras en que los gru-
pos indígenas han ejercido su derecho a la diferencia.
Sin duda una alta concentración poblacional en un territorio
determinado constituye un importante factor de empoderamiento pa-
ra un grupo indígena en la medida en que facilita la interacción social,
la conformación de redes y organizaciones, el uso de la lengua propia y
el desarrollo de la capacidad de exigir que la sociedad en su conjunto
responda a sus necesidades.

102 Sonia Lenk Mi norias y bilingüismo sostenido 103


En este capítulo, serán consideradas cuatro de las categorías 1 as, previo presidente de la Confederación de Nacionalidades lndíge-
propuestas por Allard y Landry ( 1987). Estas categorías corresponden a 11<1s del Ecuador (CONAIE), coincide con las estadísticas que maneja el
las condiciones requeridas para la vitalidad etnolingüística en el nivel so- IH D, mientras que Enrique Aya la Mora, historiador y miembro del Par-
ciológico: 1) capital demográfico, 2) capital político, 3) capital económi- 1ido Socialista del Ecuador, afirma que solamente el 9% de la población
co y '4) capital cultural. Al examinar estas diferentes categorías, se puede lota! del país es indígena (1998). Sin embargo, hay quienes piensan que
determinar si un grupo tiene o no una alta vitalidad etnolingüística. ·ste bajo porcentaje está siendo usado como un arma política para mi-
nimiza r la fuerza política y social de los pueblos indígenas (Armando
Muyulema, comunicación personal, 2 de abril de 2002). Esta dificultad
3.1 Capital demográfico en la estimación precisa de la composición étnica de la población se
co mplica aún más por un problema de definición: esto es, por cómo el
El 'capital demográfico' se refiere a la "población total de un
término 'indígena' es conceptualizado y por quién tiene el derecho de
grupo y a su concentración y distribución en un territorio dado" (Ha-
definirlo. Para propósitos del presente trabajo, se utilizarán las estima-
mers y Blanc, 2000: 383). El número de matrimonios mixtos, la tasa de
ciones dadas por GoEcuador.com (s.f.).
nacimientos y los patrones de inmigración y emigración son todas va-
La población indígena comprende 11 nacionalidades distri-
riables relevantes en la determinación del capital demográfico de un
buidas a lo largo del territorio ecuatoriano, cada una con su propia len-
grupo en particular (Hamers y Blanc, 2000). En esta sección, proveeré,
gua. En la costa están las comunidades Awa, Chachi y Tsáchila; en la sie-
en primera instancia, una visión general del capital demográfico de la
rra y en la Amazonia están las comunidades Kichwa7 , y en la Amazonia,
población ecuatoriana en general y mostraré como la población indí-
las Cofán, Siona-Secoya, Shuar, Achuar, y Huaorani. A pesar de esta apa-
gena cabe en este contexto. En segundo lugar, ofreceré información de-
rente diversidad, aproximadamente 3'060.000 indígenas -que represen-
mográfica pertinente a los cantones Otavalo y Cotacachi; finalmente,
tan el 90 % de la población total- son Kichuas; las otras·diez nacionali-
daré información demográfica pertinente, de manera específica, a las
dades indígenas constituyen apenas el 10 % restante (Haboud, 1998).
comunidades y cantones estudiados: la ciudad de Otavalo y la comuni-
dad rural de Morocho.
3. 1.2 Demografía quechua/quichua
3.1.1 Capital demográfico ecuatoriano 'Quecha' hace referencia a la lengua en general, mientras
que 'quichua' lo hace exclusivamente al dialecto ecuatoriano. El que -
Para el año 2001, Ecuador tiene una población estimada de
chua se habla a lo largo de la región andina, que va desde el sur de
12'456.608 habitantes. Su composición étnica es 65% mestiza, 25% in-
Colombia hasta la parte norte de Chile y Argentina. Los quechuaha-
dígena, 7% blanca o de otros ascendientes étnicos, y 3% de afroecuato-
blantes están concentrados fundamentalmente en Ecuador, Perú y
rianos (GoEcuador.com, s.f., 1).
Bolivia (Cerrón-Palomino, 1980) y su número total de hablantes en
Aun cuando GoEcuador.com, (s.f.) señala que los pueblos in-
el territorio andino se estima que está entre los 7 y los 11 millones
dígenas representan el 25% del total de la población, es importante
(Manelis, Klein, y Stark, 1985). Los hablantes de quechua representan
anotar que la proporción de indígenas reportada varía según la fuente
alrededor del 25 % de los aproximadamente 40 millones de indígenas
consultada. El Ministerio de Educación del Ecuador indica que el 20%
de las Américas. En consecuencia, el quechua es la lengua indígena
de la población total del país es indígena (von Gleich, 1994: 95), mien-
más hablada en el territorio americano (Hornberger y King, 2001).
tras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mantiene que
Po r su parte, en Ecuador, el quichua se habla en la cuenca amazónica
hasta el 40% de la población es indígena (von Gleich, 1990). Luis Ma-
y en todas las provincias de la sierra.

104 Sonia Lenk Minoríc1s y bilingüismo sostenido 105


3.1.3 Demografía de Otavalo y Cotacachi El cantón Otavalo ha experimentado un rápido crecimiento
poblacional en comparación con el cantón Cotacachi y con el resto del
En Imbabura, viven tres principales grupos indígenas: otava- pa ís. La población del Ecuador se ha incrementado en un 29,9 %: en el
los, natabuelas y caranquis y, entre todos ellos, llegan a un total aproxi- ce nso de 1990, la cifra es de 9'589.514; en el de 2001 es de 12'456.608.
mado de 70.000 indígenas ("Otavalos" s.f.. :! 1) En el cantón Cotacachi, las cifras muestran un crecimiento del 11,9 %:
La población del cantón Otavalo, incluyendo sus áreas rura- en el censo de 1990, 33.250 habitantes; en el de 2001, 37.215. En el ex-
les urbanas, llega a 90.188 personas (Instituto Nacional de Estadística tremo opuesto, el cantón Otavalo muestra un crecimiento del 62,4 %:
y Censos de Ecuador [INEC] [200l(a)], s.f., Población total, Otavalo). de 56.286 habitantes en 1990 a 90.188 en 2001. Estas cifras son aún más
La mayoría de indígenas otavalos no habitan en la ciudad de Otavalo, impresionantes si comparamos el número de habitantes con el tamaño
sino en las 75 comunidades difundidas en el valle que rodea a los vol- del territorio: el cantón Otavalo tiene 90.188 habitantes (INEC
canes Taita Imbabura y Mama Cotacachi (Meisch, 2002). Otros otava- [200l(b)], s.f., Otavalo cantón; Tablas; 01. Población cantonal) en un
los viven en Cotacachi, Ibarra, Quito y en otras ciudades dentro y fue- territorio de 528 kilómetros cuadrados (Otavalo, 2002, Datos informa-
ra del Ecuador. tivos, Límites, Superficie), mientras que el cantón Cotacachi tiene sólo
Por su parte el cantón Cotacachi, según el Centro de las Na- 37.215 habitantes (INEC [200l(b)], s.f., Cotacachi cantón; Tablas; 01.
ciones Unidas para Asentamientos Humanos (United Nations Centre Población cantonal) en un territorio de 1.809 kilómetros cuadrados
for Human Settlements) "tiene una población de 33.250 habitantes y es (Cotacachi el cantón, Tierra del sol, s.f., Información, datos generales
una municipalidad urbanorural compuesta en un 60 % de indígenas, del cantón Cotacachi: ! 2), un área tres veces más grande que la del
un 38 % de mestizos y un 2 % de afroecuatorianos" (s.f., Sección 1: Co- cantón Otavalo.
tacachi, Ecuador: Children and youth as partners for local manage- Es importante señalar que mientras la ciudad de Otavalo tie-
ment: ! 1). No obstante, de acuerdo con el Instituto Nacional de Esta- ne una población diversificada con una fuerte presencia de visitantes
dística y Censos del Ecuador, la población del cantón Cotacachi, inclu- nacionales e internacionales. La comunidad de Morocho, por el con-
yendo también sus áreas rurales y urbanas, llega a 37.215 personas trario, localizada en el cantón Cotacachi, es más bien una comunidad
(INEC [200l(a)], s.f., Población total, Cotacachi). Este total compren- insular con una población predominantemente indígena. Aunque no
de a indígenas -que constituyen el 60 % de la población en su conjun- existan estadísticas del número de matrimonios endogámicos y exogá-
to- así como a mestizos y a afrodescendientes. La ciudad de Cotacachi micos, todos quienes participaron en este estudio tienen padre y madre
tiene aproximadamente 7.300 habitantes y, en sus alrededores, viven indígenas. También en Otavalo se obtuvieron los mismos resultados,
unos 5.000 más. En las capitales de las parroquias residen unas 4.000 excepto por un solo participante cuyo padre es mestizo. De ahí quepo-
personas, mientras que el resto de la población se encuentra dispersa en damos concluir que en la mayoría de los casos los indígenas contraen
las áreas rurales de la sierra y las zonas subtropicales. El crecimiento de- matrimonio al interior de su grupo étnico.
mográfico del cantón Cotacachi, en las áreas rurales y urbanas, está por La distribución de la población en la provincia de Imbabura
debajo del promedio nacional. Cuando Auki Tituaña fue elegido alcal- ha cambiado radicalmente. En 1962, el 27 % de la población vivía en
de de la ciudad en 1996 el implementó un programa de 'mejores prác- áreas urbanas y el 73 %, en áreas rurales. Para el año 2001, la población
ticas' desarrollado por las Naciones Unidas para contener la marea emi- urbana ha incrementado al 50 %, mientras la rural ha descendido en el
gratoria y enfrentar las pobres condiciones de vida que mantienen al mismo porcentaje (INEC [200l(c)], s.f., Evolución de la población ur-
80% de la población bajo la línea de pobreza ("Democratización de la bana y rural, censo 1950-2001, Imbabura).
gestión municipal;' 2000, Sección 1: Descripción; Parte 1: La situación
antes de la iniciativa: ! 1).

106 Soni a Le nk Minorías y bilingü ismo sostenido 107


3.1.4 Cambiando la demografía 3.2.1 El movimiento indígena en el Ecuador

En todo el país, la población rural ha sido forzada a dejar las Es importante entender los procesos de subyugación que han
comunidades debido a la falta de empleo y la imposibilidad de vivir ex- experimentado los pueblos indígenas, así como los mecanismos de re-
clusivamente de la agricultura. Algunos indígenas se han desplazado a sistencia que ellos han utilizado, en palabras de Donna Lee Van Cott
áreas urbanas y se han asimilado a la sociedad mestiza dominante; (1996), "para persistir como colectividades sociales coherentes en el si-
otros han permanecido en las áreas rurales y mantenido su identidad glo XX, proveyendo a los movimientos sociales contemporáneos de
distintiva. En Morocho, se ha observado que en muchos hogares uno una base sobre la cual construir sus identidades políticas" (2).
de sus miembros ha debido suplir las actividades agrícolas de la familia El movimiento indígena en el Ecuador tiene una larga histo-
buscando trabajo en el área o en ciudades más grandes dentro del país, ria que comenzó con las primeras rebeliones contra los conquistadores
aunque en ambos casos, dependiendo en cuán lejos el individuo deba españoles. Este movimiento es el resultado de una larga historia de ex-
desplazarse, él o ella regresa a la comunidad ya sea después del trabajo clusión y opresión. Los primeros lideres rebeldes incluyen a Rumiña-
o en los fines de semana. Un patrón similar se observa en Otavalo, de hui, quien dirigió la resistencia a la invasión española de 1535, y a Ju-
donde muchos otavalos han migrado hacia otras partes del país -pero mandí, quien encabezó la rebelión de los pueblos de la región amazó-
la mayor parte fuera de él- para vender las artesanías que su propio nica en 1578. Durante el período republicano, en 1872, Fernando Da-
grupo u otros grupos producen o para dedicarse a interpretar música quilema inició un levantamiento a lo largo de la provincia de Chimbo-
andina; sin embargo, ellos siempre mantienen su conexión con al co- razo en contra del gobierno de Gabriel García Moreno. Posteriormen-
munidad y regresan frecuentemente. te, a inicios del siglo XX, las mujeres tomaron el liderazgo en la organi-
Mientras que es claro que el capital demográfico es un signi- zación de la resistencia: Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña ini-
ficativo factor para la vitalidad etnolingüística y el mantenimiento lin- ciaron el primer sindicato agrícola y lideraron la primera.huelga cam-
güístico en el contexto ecuatoriano, el capital político contemporáneo pesina en 1944. Ellas participaron también en la fundación de la Fede-
se muestra por lo menos igualmente relevante. ración Ecuatoriana de Indios y fundaron escuelas campesinas donde se
enseñaba en quichua, Por todo esto, fueron perseguidas y encarceladas
(Lucas, 2004, Archivo: 16, Sección 12: ! 1).
3.2 Capital político Tuvo que pasar medio siglo antes de que el movimiento indí-
gena irrumpiera en la escena nacional. En 1989, los indígenas ecuato-
El 'capital político' se refiere al grado de participación políti-
rianos se unieron en la Confederación de Nacionalidades Indígenas de
ca de los miembros de un grupo, al número de funciones gubernamen-
Ecuador (CONAIE), aumentando así su área de influencia. En junio de
tales y servicios provistos para la comunidad en su propio lenguaje, al
1990, esta confederación llevó a cabo el más grande levantamiento in-
respeto por los derechos lingüísticos, y a las políticas gubernamentales
favorables a la comunidad. dígena en la historia ecuatoriana: los indígenas ocuparon las carreteras
e ingresaron en los latifundios; retuvieron al ejército, previniendo que
De acuerdo con Marleen Haboud (1998) y Armando Muyu-
los productos de las haciendas llegaran a los mercados; tomaron el con-
lema (comunicación personal, 2 de abril de 2002), la situación política
trol de las oficinas públicas e iniciaron protestas no violentas. Según
puede ser el factor más importante en la determinación del comporta-
Utta von Gleich, "las comunidades etnolingüísticas ecuatorianas [son]
miento lingüístico en Ecuador. Lo que es más, John Edwards establece
un fenómeno único en el continente" (1994: 96). En una respuesta in-
'la historia y los antecedentes del grupo' como una importante variable
mediata y con el fin de defender a los grandes propietarios de tierras,
en la comprensión de la situación de un lenguaje de minoría (citado en
el ejército ocupó las vías e invadió varias comunidades y, a pesar de la
Fase et al., 1992: 50).

108 Sonia Lenk Mino rías y bili ngü ismo sostenido 109
apertura al diálogo del Presidente Rodrigo Borja, de la Izquierda De- Q uito para redactar, junto con otros sectores sociales, el borrador de
mocrática, golpeó y disparó a los indígenas. un a nueva versión de la constitución que debía incluir algunas en -
El retorno de Ecuador a la democracia después de diez años miendas que garantizaran los derecpos de los ciudadanos indígenas y
de dictadura provocó que los políticos reevaluarán el rol que los pue- afroecuatorianos. Las principales demandas del movimiento indígena
blos indígenas, han jugado en la sociedad ecuatoriana. En 1979, "Jaime se centraban en el acceso a la tierra, la disminución en los precios de la
Roldós prestó juramento como presidente electo del Ecuador. Su pri- agroindustria y el transporte, y una reducción de los impuestos a la
mer discurso al Congreso Nacional lo realizó en kichwa [quichua]" propiedad. Además, las comunidades indígenas solicitaron exitosa-
(Saavedra, 2003, Sección 1: ! 1). mente la enmienda al primer artículo de la constitución: en la nueva se
El levantamiento de 1990, además del valor simbólico al se- declara al Ecuador un estado multinacional y multicultural. La pro-
ñalar la emergencia del movimiento indígena en el escenario de lapo- puesta, presentada por la CONAIE al Congreso Nacional, permite la
lítica nacional, produjo una reestructuración interna de las fuerzas ar- elección democrática de representantes de los gobiernos parroquiales,
madas. Los oficiales y las tropas que mantenían mayor conexión con la cantonales y provinciales y da a los pueblos indígenas más influencia a
comunidad comenzaron a acercarse a los pueblos indígenas a través de nivel nacional (Gerlach, 2003).
la asistencia social.
En octubre de 1992, antes que celebrar el quinto centenario La nueva constitución establece distritos electorales especiales para las
del arribo de Cristóbal Colón a América, los pueblos indígenas adopta- comunidades indígenas y afroecuatorianas que corresponden a los re-
cién reconocidos y autogobernados territorios indígenas y afroecuato-
ron el eslogan: "no bailaremos sobre la tumba de nuestros abuelos"
rianos. Las funciones autónomas que las autoridades indígenas pue-
(Lucas, 2000: 27). Grupos de indígenas marcharon hacia Quito desde
den ejercer incluyen la administración de los sistemas de justicia indí-
distintos lugares del país para recordarnos que ellos habían instaurado genas y la formulación y ejecución de los planes de desarrollo econó-
"500 años de resistencia indígena". mico. La constitución es ambigua respecto de si los territorios étnicos
Desde entonces, el movimiento indígena ecuatoriano ha de- constituirán un nivel separado de gobierno, si corresponderán a nivel
venido el movimiento social más influyente del Ecuador y uno de los subnacional específico ... o si corresponderán a múltiples niveles (Van
mejor organizados de toda Latinoamérica. Ha sido el único capaz de Cott, 1996: 11).
paralizar el país completamente y de un día para el otro. Miguel Lluco,
uno de los líderes del movimiento indígena, proclama la viabilidad del De acuerdo con Robert Andolina, sus demandas deben ser
pluralismo y la diversidad en el Ecuador, viabilidad que ha sido amplia- vistas como una forma de "acabar con las relaciones coloniales entre el
mente reconocida solamente a partir del momento en que el movi- estado y los pueblos indígenas sin crear estados separados" ( citado en
Van Cott, 1996: 1).
miento indígena se ha convertido en una importante fuerza sociopolí-
tica en la vida del país (Lucas, 2000: 18). Kendall King (1997) sostiene que el núcleo de la filosofía in-
En los últimos diez años, han ocurrido dos golpes de estado dígena está basado en los principios del 'indigenismo', que se dio a co-
militar-indígenas que han derrocado presidentes democráticamente nocer en la Revolución Mexicana de 1911 y que surge en Ecuador du-
electos: Abdala Bucaram en 1997, y Jamil Mahuad en 1999. Es innega- rante la década de los sesenta. El indigenismo pretende ser "una filoso-
ble que el movimiento indígena ha mostrado gran fuerza debido, fun- fía social y política que enfatiza en la autodeterminación indígena, pro-
damentalmente, a su extraordinaria unidad. Por ejemplo, a finales de piedad colectiva de la tierra y el fortalecimiento de la lengua y la cultu-
ra indígenas" (King: 31-32).
1997, la Asamblea Nacional Constituyente -o Congreso Constitucio-
nal- convocó a los pueblos indígenas para la reforma de la constitución En Ecuador, el movimiento no debe ser visto como una re-
ecuatoriana. Diez mil indígenas, de todas partes del país, llegaron a pentina reacción a eventos recientes, sino más bien como un movi-
miento que ha ido ganando en fortaleza a lo largo de los años. La Con-

110 Sonia Lenk Min orías y bilingüismo sostenido 111


federación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) creó el Movimien- \.2.2 Organizaciones y representantes políticos locales
to de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo País, un partido políti-
La mayoría de los líderes mas importantes de la CONAIE son
co que, por lo menos inicialmente, fomentó la participación política
ki chwas. Algunos de ellos son de Imbabura como es el caso de la Re-
entre los indígenas. Una representación indígena sin precedentes en el
presentante de Relaciones Internacionales, Blanca Chancoso, y el Re-
momento en que el Presidente Lucio Gutiérrez asumió el gobierno en
presentante de Tierras, Manuel Cabascango. De acuerdo con Mario
2003 confirma esta perspectiva: Lucio Gutiérrez captó la presidencia
Cab rera, director de la organización Ecuador Runacunapac Ricchari-
del Ecuador gracias, fundamentalmente, al apoyo del Pachakutik. Por
mui/Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecua-
primera vez en la historia del país, cuatro congresistas y siete alcaldes,
dor-ECUARUNARI en la provincia del Azuay, los otavalos "constituyen
todos ellos indígenas, fueron elegidos por votación popular. Asimismo,
uno de los pilares del movimiento indígena" (citado en Storaker Kilan-
hubo otra serie de funcionarios indígenas -como ministros, consejeros,
der, 2001: SO). Lo que es más, Imbabura tiene su organización local,
etcétera- elegidos a lo largo del país (Gerlach, 2003).
lmbabura Runacunapac Jatun Tantanacui, a.k.a. Federación Indígena y
Se presentaron, sin embargo, desacuerdos entre Pachakutik y
ampesina de Imbabura, o INRUJTA-FICI, a partir de la cual la CO-
el presidente Gutiérrez que condujeron a su derrocamiento en el 2005.
NAIE se gestó. Esta organización persigue objetivos que incluyen el
El partido desaprobó las políticas neoliberales y la sumisa actitud del
for talecimiento de los gobiernos e instituciones comunales por medio
gobierno frente a las disposiciones del Fondo Monetario Internacional
<le la búsqueda de mayores niveles de representación y más oportuni-
(FMI). La coalición se rompió y los líderes indígenas renunciaron a sus
dades para expresar las necesidades y aspiraciones correspondientes.
posiciones en el gobierno. Los indígenas se opusieron al neoliberalismo
Esta federación también mantiene conexiones con distintos grupos,
porque éste suponía una clara limitación a la autonomía nacional y
entre ellos, organizaciones internacionales, no gubernamentales e indí-
buscaba la privatización de recursos y servicios estratégicos como la
genas (INRUJTA-FICI, s.f.:'° 8).
electricidad, el agua y el petróleo, así como la interferencia del FMI en
Imbabura tiene distinguidos líderes indígenas, entre ellos:
las políticas económicas nacionales.
Nina Pacari, una abogada que fue la primera mujer elegida como Vice-
No obstante, hay quienes piensan que el neoliberalismo no es
presidenta de la Asamblea Nacional y, después, Ministra de Relaciones
inherentemente antagónico respecto de los derechos indígenas. Aunque
Exteriores; Luis Maldonado, antiguo Ministro de Bienestar Social; Ma -
el neoliberalismo es a menudo descrito como la doctrina del libre mer-
rio Conejo, Alcalde de Otavalo, elegido en varias ocasiones desde el
cado y los derechos individuales, quienes lo propugnan sostienen que se
2000 hasta la presente; Auki Tituaña, Alcalde de Cotacachi, elegido en
puede, sin embargo, conceder derechos multiculturales a los grupos ét-
varias ocasiones desde 1996 hasta el año 2009.
nicos sin por ello sacrificar la agenda neoliberal. Algunos académicos
En Morocho, Cotacachi, las principales instituciones comu-
sostienen que los gobiernos neoliberales han reconocido las demandas
nitarias son el Cabildo, el Teniente Político y la Junta de Aguas; sus
indígenas de autodeterminación, revelando así una faceta diferente de la
actividades económicas y sociopolíticas más importantes son las
doctrina neoliberal. "Irónicamente, como lo observa Warren, la descen-
'mingas' y las asambleas. Todos los miembros de la comunidad parti-
tralización de la década de los noventa -parte del paquete de la política
cipan semanalmente en estos eventos; las reuniones se realizan en
neoliberal- parece haberse convertido en una vía alternativa para la rea-
quichua y en español.
lización de la aspiración, que tienen los movimientos indígenas, de auto-
El uso del quichua y del español en la sierra ecuatoriana ha
nomía dentro del Estado" (citado en Van Cott, 1996: 5). A este punto, la
sido el centro de atención del estudio de Thomas Büttner (1993), que
fuerza de la presencia indígena en el gobierno del Presidente Rafael Co-
examina la preferencia en el uso de uno de los dos lenguajes en distin-
rrea -que accedió al poder en el 2007- no es clara. No obstante, es inne-
tos dominios entre los kichwas de distintas provincias. Büttner no ofre-
gable que el movimiento indígena sigue siendo sólido.

112 Soni a Lenk Minorías y bilingü ismo sostenido 113


ce cifras específicas por ciudad o comunidad, sino resultados generales mente de albañiles o empleadas domésticas, respectivamente. No está
que muestran que el 76,4% de los kichwas en Imbabura prefieren usar claro si quienes han salido de la comunidad logran mantener sus lazos
el quichua en las 'mingas', el 73,3% usarlo durante las asambleas, y el con ella mientras viven fuera. Se sabe, sin embargo, que quienes han
17, 5% hacerlo en escenarios religiosos. La provincia de Imbabura si- conseguido trabajo como jornaleros en zonas aledañas, regresan a sus
gue tan sólo a la de Chimborazo en lo que se refiere a la proporción de comunidades después del trabajo durante los fines de semana. No obs-
la población que prefiere utilizar el quichua en el ámbito político al in- tante, en ambos casos, los trabajos son sumamente mal remunerados y,
terior de su comunidad. No obstante, ha sido difícil para los indígenas aunque permiten que los indígenas provean de algo de dinero a su fa-
ejercitar el derecho a hablar su lengua cuando están en presencia de las milia, no es suficiente para invertirlo en su comunidad de la manera en
poblaciones mestizas. que los otavalos lo hacen en la suya. En el extremo opuesto, muchos de
En el contexto ecuatoriano, efectivamente se plantean y lle- los otavalos que migran o realizan viajes dentro o fuera del país, para
van a cabo una serie de políticas progresistas; no obstante, ninguna de vender sus artesanías o interpretar música andina, mantienen su cone-
ellas puede realmente avanzar si no cuenta, además, con el apoyo del xión con la comunidad de origen: viajan, trabajan y viven con otros
capital económico. El capital demográfico está íntimamente vinculado otavalos y retornan con frecuencia a su ciudad. Lo más importante es
a este último; así, por ejemplo, una comunidad rural autosuficiente que los beneficios que les redundan estas actividades se reinvierten en
con limitados recursos puede tener mayores probabilidades de mante- la compra y/o construcción de casas, edificios, hoteles, restaurantes, lí-
ner su lengua, mientras que esa probabilidad puede disminuir noto- neas de buses, etcétera, en la región de Otavalo, lo que da a los residen-
riamente en una comunidad urbana con altos índices de migración y tes indígenas una fuerte posición económica en la región. Un habitan-
contacto con el exterior. Se debe tomar en consideración que muchos te mestizo, que posee un instituto de lenguas y algunos pequeños ne-
indígenas se ven forzados a abandonar sus comunidades para conse- gocios en Otavalo, me indicó los edificios alrededor de la plaza para ex-
guir trabajo en ciudades más grandes y que, como resultado, tienen plicarme que se ha vuelto imposible para los pobladores no indígenas
que lidiar con poblaciones mestizas y, necesariamente, hablar español comprar propiedades en el área, pues son los indígenas los que ahora
para lograr comunicarse. tienen el poder adquisitivo.
"Indígenas otavalos de ambos sexos afrontan la globalización
en calidad de tejedores, cosedores, mercaderes, músicos y poseedores de
3.3 Capital económico pequeños negocios (hoteles, líneas de buses, restaurantes, etcétera) [e]
inician empresas comerciales en Otavalo y alrededor del mundo"
El 'capital económico' de un grupo se infiere del grado de re-
(Meisch, 2002: 3). Aunque hacen un buen uso de sus conocimientos so-
presentación y control de sus miembros dentro de las instituciones co-
bre artesanías y música andina en sus constantes viajes dentro y fuera del
merciales e industriales y de la presencia de su lenguaje en la publici-
país para vender sus productos y servicios, la mayoría de ellos regresan
dad, tanto como de la situación económica que sus integrantes poseen.
regularmente a casa y mantienen su conexión con la comunidad.
Como se ha señalado ya, muchos indígenas han debido abandonar las
áreas rurales para buscar trabajo fuera de sus comunidades. Algunos de
los que se han mudado a las zonas urbanas se han asimilado a la socie- 3.3.1 Una revisión económica
dad mestiza dominante; mientras que, por el contrario, aquellos que
han permanecido en las zonas rurales han tendido a mantener su pro- Hasta inicios de la década de los 60, Ecuador era fundamen-
pia identidad. talmente una sociedad agraria. A comienzos del siglo XX, el cacao, el
En Morocho, varios hombres y mujeres de la comunidad han café y el banano eran sus principales productos de exportación (Micro-
debido salir hacia ciudades más grandes en busca de trabajo, básica- soft Encarta Online Encyclopedia [MEOE], 2006, Sección IV: Econo-

114 Son ia Lenk Min orí as y bil ingüismo sostenido 115


mía: ! 1). En la década del sesenta se descubrió la existencia de petró- trabajando en aspectos de sustentabilidad- ofreció las siguientes esta-
leo en la región oriental del país. Los ingresos provenientes de la ex- dísticas para ilustrar la situación que denominó "nada menos que una
portación petrolera tuvieron como resultado el progreso en áreas como catástrofe social y económica":
educación, salud y vivienda; sin embargo, también produjeron un au-
mento excesivo en los niveles de consumo nacional que, a su vez, tuvo La pobreza aumentó del 38% en 1998 al 44%.
como resultado la inflación y el aumento en el endeudamiento externo. El GDP cayó en un 7%.
(2006, Sección I: Introducción: ! 4). Los precios al consumidor se elevaron en cerca de un 60%.
Durante las décadas de los ochenta y noventa, el país enfren- • El desempleo aumentó en un 50%.
tó el fenómeno del Niño que causó múltiples inundaciones, en especial Los salarios reales cayeron en más del 20%.
en las provincias de la costa. Las fuertes lluvias y las inundaciones afec- • El porcentaje de niños entre los 6 y los 15 años que no pueden
taron también al oleoducto ecuatoriano, cuya ruptura condujo al país acceder a la educación subió del 50% en 1998 al 64%.
a una de sus más grandes devaluaciones de su historia (MEOE, 2006, • El porcentaje de la población que no puede recibir atención mé-
Sección VI: Historia, Parte H: Estancamiento económico: !s 1 y 2). Con dica subió del 50% en 1998 al 70%.
el fin de frenar el impacto de este fenómeno, el gobierno reemplazó la • El valor del sucre cayó en dos tercios. De ahí que el congelamien-
moneda nacional -el sucre- con el dólar norteamericano. (2006, Sec- to de los depósitos bancarios y la devaluación del sucre -que lle-
ción IV: Economía, Parte F: Moneda y banca:! 1). gó a cotizar a 25.000 sucres por US dólar, erosionó el valor real
Durante los seis meses que duró la presidencia de Abdalá Bu- de los salarios y de los ahorros de las clases medias y pobres
_caram en 1997, se produjo un escándalo por el manejo corrupto de los (2000, Sección II: Antecedentes: ! 1).
fondos públicos. Cuando los pueblos indígenas, junto con otros ciuda-
danos, protestaron por la corrupción, Bucaram trató de fracturar el Como consecuencia de la ya debilitada economía, la crisis de
las instituciones financieras y el alto índice de desempleo, muchos ecua-
movimiento indígena ofreciendo puestos gubernamentales y sobornos
a los líderes indígenas regionales. En 1999, durante la presidencia de Ja- torianos de diversos estratos socioeconómicos y niveles educativos, emi-
mil Mahuad, que duró menos de un año, cinco bancos se declararon en graron hacia otros países. Según el periodista Kintto Lucas, el Instituto
bancarrota; como resultado se instauró un salvataje bancario que hizo Nacional de Estadística y Censos (INEC) revela que entre 1999 y 2000,
casi un millón de personas -de los 12.5 millones que tenía el Ecuador
que el estado absorbiera la deuda de 3000.000.000 de US dólares de la
banca privada y que tuvo como exclusiva beneficiaria a la burguesía fi- en el momento- emigraron del país. Las organizaciones humanitarias y
las instituciones gubernamentales han calculado que aproximadamente
nanciera (M-L Partido Comunista del Ecuador [PCMLE], 2000, Sec-
ción 1: Una sociedad en crisis: ! 4). Como consecuencia del colapso de 2,5 millones de ecuatorianos viven fuera del país, principalmente en Es-
las instituciones financieras del país, el ingreso per capita en el Ecuador paña, Estados Unidos, Italia y otros países latinoamericanos. Retoman-
cayó de los 1.619 US dólares del año 1997 a 1.109 US para el 1999 (Pie- do lo señalado por Lucas, en el año 2002, las remesas de los migrantes
dra, s.f. Indicadores Económicos, 4), haciendo de nuestro país el más alcanzaron los 1.425 mil millones de dólares, una cantidad 15 veces ma-
pobre de la región andina. Mientras los ecuatorianos se empobrecían, yor que la inversión extranjera en el país y correspondiente al 60% de la
exportaciones de petróleo (2002: !s 2, 5 y 26).
muchos de los banqueros salían del país para continuar gozando de su
fortuna en el exterior. Desafortunadamente, la mayor parte de este dinero se desti-
na a gastos cotidianos como arriendo, alimento y medicina, o en bie-
La Red de Servicios Ciudadanos Esenciales (Citizens' Net-
work on Essential Services) -una red sin fines de lucro que reúne orga- nes como autos, electrodomésticos, mientras que solamente una pe-
queña cantidad de esas remesas de capital se invierte en fuentes de em-
nizaciones de base, comunidades e individuos de los Estados Unidos
pleo como la industria y la construcción. De todas maneras, de acuer-

11 6 Soni a Lenk
Minorías y bilingüismo sostenido 11 7
do a Alberto Acosta, las remesas han jugado un importante rol en la es- 3.3.2 La situación económica en los cantones Otavalo y Cotacachi
tabilización de la economía (Lucas, 2002: !s 11 y 12). Roberto Ponce
Alvarado, alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha Como lo hemos afirmado con anterioridad, los dos sitios es-
señalado que "es una grave paradoja que los más pobres estén finan- tudiados están localizados en lmbabura: la ciudad de Otavalo y la co-
ciando la recuperación del país mientras los más adinerados tienen sus munidad rural de Morocho, que la rodea. La provincia provee un gran
cuentas en bancos externos y sus fondos no se utilizan con estos fines." contraste económico entre las áreas urbanas, donde los kichwas más
(Quesada, 2003: 2) prominentes residen, y las áreas rurales, donde habitan los más pobres
Desde el período colonial, la riqueza nacional ha estado bási- y marginados.
camente en manos de las familias descendientes de españoles, mientras En toda la provincia de Imbabura, el 25,8 % de la población
que los indígenas, que constituyen la mayor parte de la población, han trabaja en la agricultura y en actividades relacionadas, el 18,1 % en el
vivido en la pobreza. Según Nina Pacari (2002), el 67% de la población comercio, el 17, 1% en la manufactura y el 16,8 % en el área de servi-
ecuatoriana es pobre y, de este 67%, 35% vive en extrema pobreza. Pa- cios (INEC [2001 (d)], s.f., Población económicamente activa de 12
cari señala también que el 90% de la población rural es indígena y prác- años y más, por estructuras porcentuales y tasas de crecimiento, según
ticamente en su totalidad, empobrecida (1). ramos de actividad económica -Imbabura). Como estos datos estadís-
ticos lo evidencian, la principal fuente de trabajo en Imbabura es la
Según un estudio realizado por Friedlander (1975 en Tilley 1997: 512), manufactura y la venta de artesanías, que incluyen textiles como los
el indígena es una 'ficción moderna' construida por las elites no indíge- ponchos, los suéteres y los tapices.
nas para mantener una fuerza de trabajo marginalizada y, por ende, ba- La industria textil en esta área antecede con mucho a la época
rata (Citado en Storaker Kilander, 2001: 37). colonial. Carlos Sampat Assadourian (1982) y Chantal Caillavet (1980),
La bancarrota de las instituciones económicas ecuatorianas entre otros, han analizado la importancia de los obrajes (forma de tra-
que comenzó en 1999 implicó pérdidas para muchas familias -inclu- bajo forzado, particularmente en la manufactura de textiles y otros bie-
yendo algunas que habían poseído fortunas- y alteró la configuración nes, que fue impuesta a los pueblos indígenas durante el período colo-
socioeconómica del país. Las remesas han provisto de poder adquisiti- nial) en la economía de la colonia (citado en Rivera, 1988: 25).
vo a varios de aquellos que habían sido marginados, entre ellos muchos Las destrezas tradicionales de la gente de Otavalo se extien-
habitantes de las provincias de Azuay, Cañar y Loja. den más allá de las manufacturas para incluir las competencias mer-
De acuerdo con Storaker Kilander (2001), a pesar del desven- cantiles. Los indígenas de Otavalo han labrado su propia vía en la eco-
tajoso estatus de las poblaciones indígenas de la sierra "en las dos últi- nomía: ellos no dependen de los incentivos del gobierno o de la ayuda
mas décadas, Ecuador ha sido testigo del crecimiento de una clase me- de instituciones no gubernamentales para el financiamiento de su in-
dia indígena" ( 47). Se puede añadir que la 'ética empresarial' de los ota- dustria textil casera. No se han apoyado en las clases mestizas medias o
valos está "asentada en sus virtudes de industriosidad e independencia" altas como intermediarios para acceder al mercado y vender sus pro-
(Colloredo-Mansfield, 1999: 83). Es más, como lo afirma Les Field, los ductos. Han creado sociedades, principalmente con los miembros de
otavalos han "creado un modelo de capitalismo indígena y ejercitado su familia o de su propio grupo étnico, para el financiamiento de su
una importante influencia en la plataforma política ..." (citado en Sto- producción artesanal y para encontrar compradores, ya sea en el mer-
raker Kilander, 2001: SO). Se podría incluso argumentar que este mode- cado local o en los mercados extranjeros.
lo ha tenido también una importante influencia en el orgullo étnico de Aunque muchos prominentes kichwas que residen en la ciu-
los pueblos indígenas. dad de Otavalo son económicamente autónomos, mis observaciones y
mis conversaciones con los pobladores de Morocho me han demostra-

118 So nia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 119


do que en Cotacachi las principales fuentes de ingreso -el trabajo hi Otavalo, mis observaciones realizadas en el año 2002 in-
cuero y la agricultura- están en su mayor parte en manos de mesl im ' , ¡t II los mercados turísticos y tradicionales están extensamente
De ahí que los indígenas del área, incluyendo los que viven en l.i , !l 111 lm por indígenas. En el mercado tradicional, la gente local
munidad de Morocho, practiquen fundamentalmente la agricuh11 líll , 1 )' Vl' nde animales, vegetales, frutas y carne, así como los tintes,
de subsistencia y la crianza de animales en pequeñas parcelas de til'l'r 1il11 "~ y los accesorios para sus talleres. Estos productos están diri-
así, cuando se hace indispensable completar el ingreso familiar, dh ' 1, 111.inera fundamental hacia el mercado local, así como hacia
deben buscar trabajo en lugares donde se requiera trabajadores 111 , ,1111,,s que residen en lugares tales como la ciudad de Cotacachi
nuales: haciendas, talleres de producción de artículos de cuero wm 111111111idad de Morocho, quienes frecuentan este mercado por su
chaquetas, maletas, billeteras, etcétera; y, en el caso de la mayoría, ,11d dl' productos. Las transacciones entre los indígenas tienen lu-
invernaderos donde se cultivan flores para la exportación. En Mol'I i" 11 lo general en quichua. En el mercado de turistas, algunos ecua-
cho, entre los terrenos se plantaron cactus que servían de materia p 1111,, p<.:ro fundamentalmente extranjeros, compran artesanías. La
ma para un taller de guantes de sisal para el baño. Sin embargo, l' ;, t.1 dl' las transacciones tienen lugar en español, pero no es raro
taller finalmente cerró y el proyecto fue abandonado dejando a MU, li 11111 ., los otavalos hablando otras lenguas (el inglés, por ejemplo)
empleados, la mayoría mujeres, sin efectivo para comprar los bil'II u lu~ 1lll'istas. Adicionalmente, el uso de los trajes tradicionales y el
necesarios para completar su exigua economía. En consecuencia, !il11 c:·11 quichua se ha probado como un mecanismo muy útil para
Morocho, los miembros de las familias han tenido con frecuencia qu lliii11l.11 las ventas.
migrar a las ciudades para trabajar como albañiles, los hombres, o l'III 1'. n Otavalo, el quichua es usado también en carteles de los
pleadas domésticas, las mujeres. 111,, 111·s y en los menús de los restaurantes. Sin embargo, también
En varios hogares, mientras uno de los miembros de la fam , ,.11101 y otros lenguajes, especialmente el inglés, son utilizados
lia ha debido migrar, el resto de la familia ha permanecido en la comu , 1 1111 de atraer al turismo nacional y extranjero. En Morocho
nidad de modo que, quien ha salido, regresa en las tardes después ti 1111 1 ¡wqueña comunidad en donde todo el mundo sabe donde está
trabajo o durante los fines de semana, dependiendo de la distancia. 1 11 .,do todo- me percaté de que no había carteles publicitarios en
vista de que su economía ha estado tradicionalmente basada en la ag ·1111,1 parte, excepto por un par de avisos de Coca-Cola fuera de
cultura de subsistencia, la comunidad de Morocho ha permanecido r 11c11das.
lativamente aislada y la comunicación entre los miembros de la comu
nidad se ha realizado fundamentalmente en quichua. No obstante, 1
iniciativas más recientes, tales como las del taller de guantes de sisal p \ •I Capital cultural
ra baño y tres nuevos hostales, han provisto de algunos contactos, El 'capital cultural' puede ser determinado por el grado de
merciales con visitantes de externos. Estos hostales son parte de un pr ,1, 1111stitucional en los campos de la educación, la religión, la cultu-
yecto de ecoturismo lanzado con fondos suministrados por una ON 1," medios.
y manejada regionalmente por los indígenas a través de una ofidn Aunque algunos académicos hayan equiparado, en América
ubicada en la plaza del mercado de Otavalo. Este proyecto ofrece a 1 111111, l'lnicidad con 'raza', Frank Salomón señala que el término blan-
visitantes, que son básicamente extranjeros, la oportunidad de experl i!.¡i1 l'Senta una categoría cultural antes que racial: afirma que la
mentar el día a día de la vida indígena. Al mismo tiempo, los miemlm hl,1111111'.i' está asociada tanto con la riqueza, con ciertas ocupaciones,
de la comunidad tienen la oportunidad de establecer relaciones 111 1, 1,, ¡ ulto y con lo urbano, como con el color de la piel. Por otra par-
cercanas con extranjeros que con sus compatriotas ecuatorianos ( Ru 1111.1 persona puede ser vista como 'blanca' en un contexto rural y co-
miñahui Arango, comunicación personal, 2002). 1111 11wstiza -e incluso como indígena- en un ambiente urbano (cita-

12 0 Soni a Lenk Minorías y bilingü ismo sostenid o 121


do en Storaker Kilander, 2001: 37; Weismantel y Eisenmann, l'l 11 .1.lll 1ó n literaria. No fue hasta el retorno a la democracia en 1978
131 ). En el extremo opuesto, lo 'indígena' está asociado tanto con lo 1 111111gó el derecho a sufragar a las personas iletradas (Constitu-
ral, con una situación económica precaria, con la cultura no occidl'llt 1, l.1 Rep ública del Ecuador de 1979 reformado en 1984, s.f., Sec-
y con ciertas ocupaciones -agricultura, industria textil casera, 111,11111 1 1k los derechos políticos, Artículo 33).
obra barata- como con el color de la piel. l •: n las décadas de los sesenta y los setenta, el país experimen-
La escasez de marcadores fenotípicos confiables hace q111· 1 11 ,1111,1yo r expansión de las oportunidades educativas a medida que
curramos a otros indicadores para determinar quién es indíg1·1111 1111·11,s in dígenas accedían a la educación primaria (Ramón, 1993:
quién no lo es (Storaker Kilander, 2001: 201). Según Meisch (200/l, l l ,11 ;isi rnilación de las poblaciones indígenas a un estado moder-
[I]ndígena no es una definición racial. Más bien, un indígena r, 111 il1111"1la<lo era la meta principal en la agenda del Ministerio de
persona que habla, vive y se viste como los otros miembros de la lt1IIII it i1111. Básicamente, la escolaridad debía servir como un proceso

nidad" (18). La autora considera al vestido como el más import.1111 h!.111q1 1l".1miento.
símbolo de identidad en la región interandina. Dejar el vestido 11,111
11\11pucsto era que los indígenas (que poseían abrumadores niveles de
cional representa un paso hacia convertirse en mestizo. De mis oh
111,df,tbetismo) se convertirían automáticamente en verdaderos ecua-
vaciones en los muchos años que he vivido en Ecuador, yo diría q11
11111,1nos y se identificarían con la cultura nacional al momento de ser
estilo y corte de pelo es aún más importante que el vestido. Los ki1 hw l'iilll ados. Por definición, los indígenas eran vistos como ignorantes y
- tanto hombres como mujeres- pueden adoptar el estilo occidcnt,11 ,1 ,1sum ía que aquellos que fuesen educados se convertirían de mane-
el vestido y, no obstante, mantener su larga trenza como símbolo 1,1 ,111 tomática en mestizos. (Clark, 1998: 203) (Citado en Storaker Ki-
identidad. Meisch reconoce que la discriminación que los indí~1·11 1111de r, 2001: 80).
han debido soportar contribuye a la dificultad de mantener ciertas 11
diciones. Usar vestidos estilo occidental da a los indígenas la posihil 1)e ahí que las escuelas reprimieran cualquier manifestación
dad de pertenecer a ambos mundos. Insisto, sin embargo, que el I or 1, 111 1d ,1<l indígena como el vestido -incluyendo el uso de 'alparga-
de pelo disminuye la posibilidad de continuar siendo parte del 1111111 ¡1111H hos y sombreros-y la lengua. Aunque la educación apuntaba
indígena. No obstante, más allá del vestido o del peinado, de aC1u·ul, lt 11 11 11 a n nación unificada, los indígenas eran tratados como ciuda-
con muchos de mis entrevistados, el mayor símbolo de identidad 111,, di' segunda clase. Como lo reporta Carlos de la Torre, los niños
pal consiste en la capacidad de hablar la lengua indígena. Íí¡.' 11 ,IS eran enviados al final de la fila al entrar a las aulas y recibían
ÍI\'>'• u>rporales más frecuentemente que sus compañeros mestizos
11111 1·11 Storaker Kilander, 2001: 81).
3.4.1 Educación En 1979, las perspectivas ecuatorianas se abrieron con el re-
i]!1 11L, democracia después de diez años de dictadura militar. Como
La educación formal, o la falta de acceso a ella, han jugado 1 i, t· 1111•11 <.ionado ya, el presidente Jaime Roldós dio su discurso inau-
importante rol en toda nación en parte debido a que acentúa las di 111 1 1'1l' llle al Congreso Nacional en quichua (Saavedra, 2003, Sección
rencias al promocionar ciertas identidades culturales mientras 111,11 1l <:o n ello no solamente evidenciaba su firme apoyo a la comu-
na otras. "La selección de la lengua oficial, del currículo escolar y 11!- 1 1,.¡ i11d ígena sino también al programa de educación bilingüe desa-
símbolos nacionales revela, en una nación, las ideas sobre el valor y 0111.! 11 po r el Centro de Investigación de Educación Indígena (CIEI)
estatus de las culturas minoritarias dentro del Estado" (Storaker Kil11 11 t l11i versidad Católica del Ecuador (PUCE). Entre los años 1980 y
der, 2001: 79-80). En Ecuador, tradicionalmente se negó el voto a qu 1, s1• ucaron 300 nuevas escuelas bilingües y se contrataron 1.000
nes no sabían leer o escribir, decisión que, de manera absolulélllH'I l1u ,11 lnres del CIEI. Este compromiso con la promoción de la alfabe-
desproporcionada, afectaba a los pueblos indígenas que nunca tuvi,·1·1

122 Sonia Lenk M inorías y bilingüismo soslenido 123


tización dio resultados positivos, así fue demostrado por la dramátic,1 Al crear la DINEIIB como parte del Ministerio de Educación,
disminución del analfabetismo del 25,7% en 1979 al 12,6% en 1984. El :1 gobierno central accedió a ceder algunos de sus poderes. La DI-
programa del CIEI fue un paso más allá al promocionar una ley que es NE IIB, no obstante, ha estado algo limitada debido a que, aunque el
tablecía el derecho de los niños indígenas a la educación bilingüe (Y,í 12% del presupuesto nacional esta destinado a la educación bilingüe,
nez-Cossío, 1991). en realidad solamente el 4% se destina efectivamente para este propó-
A finales de 1989, hubo un cambio de paradigma en el siste sito. En vista de que los recursos financieros podrían ser asignados a la
ma educativo ecuatoriano. El gobierno estableció la Dirección Nacional investigación, al equipamiento escolar, la elaboración de libros de tex-
de Educación Indígena Intercultural Bilingüe (DINEIIB). Poco después lo, el entrenamiento a profesores bilingües, etcétera la DINEIIB ha en-
de la creación del DINEIIB, el Ministerio de Educación y Cultura firmó frentado serias limitaciones. En parte por la falta de infraestructura,
un acuerdo con la CONAIE concediéndole una amplia participación en materiales y profesores, muchos padres de familia indígenas no envían
la educación de los pueblos indígenas. Se asignó a la DINEIIB, en tanto a sus niños a las escuelas bilingües (Humberto Cotacachi, comunica-
subdivisión del Ministerio de Educación y Cultura, la tarea de organizar t.ión personal, julio de 2002).
y administrar las escuelas en las áreas con una población indígena ma - Como consecuencia de la falta de recursos en comparación
yoritaria. "A la DINEIIB se le encomendó garantizar la unidad, la cali- co n otras contrapartes hispanas, las escuelas EBI no han sido plena-
dad y la eficiencia de la educación indígena a lo largo del Ecuador" (DI- mente acogidas por las comunidades indígenas. Los pueblos indíge-
NEIIB, 1991, citado en Hornberger y King, 1996: 430). Las funciones y nas, ya sea como padres de familia o como organizaciones comuni-
responsabilidades de la DINEIIB incluyen el diseño y desarrollo de un tarias, no han participado completamente o no han representado
currículo de Educación Intercultural Bilingüe consistente con los reque- una parte integral del proceso de reforma. Es importante que ellos
rimientos de las poblaciones indígenas, la creación de materiales didác- participen en el proceso de conformar un currículo escolar que se
ticos, y el mantenimiento e incremento del uso del quichua estandariza- adapte al contexto y al ambiente sociocultural indígena (Humberto
do (DINEIIB, 1991, citado en Hornberger y King, 1996). Co tacachi, comunicación personal, julio de 2002). Los programas de
La Educación Intercultural Bilingüe (EBI) en Ecuador se ha legado lingüístico tienen una serie de elementos en común. Cinco de
vuelto una realidad principalmente como resultado de la constante las más importantes similitudes entre los componentes de distintos
presión de los indígenas y gracias al apoyo de la UNICEF y otras ONG. programas de Educación Intercultural Bilingüe son 1) la colabora -
Un aspecto clave de la reforma de EBI es la idea de que la educación bi- ción estrecha que es creada entre lengua y cultura, 2) la importancia
lingüe es un proceso intercultural en el que las relaciones entre los di- <lel apoyo comunitario, 3) la necesidad del involucramiento de los
ferentes grupos étnicos y culturales deben generar equidad, así como el padres de familia, 4) los resultados que tienen en común -esto es, ca-
respeto y la valoración de sus respectivas diferencias. Quienes propo- da uno ha producido una diferencia en sus propias comunidades-, y
nen la EBI han comprendido que un programa de educación bilingüe 5) la revitalización de una lengua en peligro (Grupo de Educación
no puede tener éxito si las comunidades indígenas no cumplen un rol Bilingüe, 2005, Sección 7: Componentes comunes de los programas
protagónico. La creación de la DINEIIB marcó la primera vez '°
del legado: 1).
Storaker Kilander (2001) sostiene que el resentimiento gene-
... en la historia de Latinoamérica que un gobierno hispano permitió y
rado entre las poblaciones indígenas por el incremento de las penurias
apoyó el establecimiento de una administración educativa indepen-
que deben soportar puede proveer un incentivo para la movilización.
diente para las poblaciones indígenas, transfiriendo el derecho de desa-
rrollar currículos cultura! mente apropiados y de realizar de manera in- Si el liderazgo y los recursos estuvieran disponibles, la formación de
dependiente el entrenamiento de profesores y la selección de métodos una clase media y profesional indígena en el Ecuador podría ser el im-
(Von Gleich yWolck, 1994: 96). pulso esencial para el cambio.

124 So nia Lenk M inorías y bil ingüismo sos tenido 125


En la provincia de Imbabura, el número promedio de años dl' que los indígenas se han convertido al protestantismo en gratitud por
escolaridad (de acuerdo con el censo de 2001) es 6,1. Dentro de la pro el trato positivo que recibieron de los misioneros extranj eros. Así por
vincia, en el cantón Otavalo es de 5,2; en el cantón Cotacachi, de 4,7. eje mplo, a los indígenas se les ha impuesto siempre el uso del pronom-
En Imbabura, el 11,9% de la población es analfabeta, aunque hay una bre fo rmal 'usted' y los títulos de señor/seüora/señorita antecediendo al
gran diferencia entre las poblaciones urbanas y las rurales. En las áreas ,1pellido de los supervisores blancos cuando se dirigen a ellos, mientras
urbanas, este porcentaje es de 5,3; no obstante el 13,5% de la población que estos mismos supervisores blancos acostumbran utilizar siempre el
urbana tiene por lo menos algún grado de educación postsecundaria. pronombre informal 'tú' o 'vos' junto con el nombre de pila de los tra-
En las áreas rurales, en cambio, el porcentaje de analfabetismo alcanza bajadores indígenas al dirigirse a ellos, sin tener en cuenta sus edades
el 19,1 y solamente el 2,5% tiene algún grado de educación postsecun relativas. De este modo se enfatizan las relaciones asimétricas y se re-
daria. En este contexto, sin embargo, Imbabura es predominantemente íuerza el maltrato que los indígenas han sufrido desde los tiempos co-
bilingüe; con excepción de las parroquias González Suárez y San Pablo, lo niales. Cuando los misioneros extranjeros arribaron, se dirigieron a
en las que los residentes son básicamente hispano hablantes, la mayo · los indígenas utilizando tanto el pronombre formal como los títulos
ría de los kichwas de Imbabura sostienen que su lengua materna es qui - ho noríficos, lo que ha creado relaciones más simétricas.
chua (Büttner, 1993).

3.4.3 Costumbres, tradiciones y celebraciones


3.4.2 Religión
La provincia de Imbabura, y especialmente Otavalo y los
Durante los primeros años del período colonial en el Ecuador, pueblos aledaños, tiene múltiples celebraciones. Las más famosas son
hubo un considerable interés en la lengua y la cultura quechuas. Tanto la el Pawkar Raymi, el Inti Raymi, el Yamor, y el Huanuy Puncha. El Paw-
monarquía española como la iglesia católica privilegiaron el uso del que- kar Raymi tiene lugar al comienzo de cada primavera cuando la pri-
chua como una lengua franca ya que facilitaba el proceso e evangeliza- mera planta de maíz y las primeras flores salvajes aparecen. En este
ción, la inculturación en español y la conquista. En 1560, Fray Domingo ícstival, las flores y el agua sagrada se combinan ritualmente para hon -
de Santo Tomás elaboró la primera gramática quechua y, en 1607, el je- rar los brotes de maíz. La celebración es una manera de agradecer a la
suita Diego González de Holguín editó la segunda gramática quechua, Pacha Mama (la Madre Tierra) por los cultivos que alimentan y dan
que se centró en la retórica. En 1567, el Concilio Provincial en Lima vi da a la gente.
adoptó el quechua como una asignatura obligatoria para aquellos que se
Como muchas celebraciones indígenas, el Pawkar Raymi coincide con
preparaban para el sacerdocio. El uso del quechua estaba muy difundido
una celebración cristiana, en este caso, el carnaval. La razón para esta
hasta el siglo XVIII, cuando comenzaron a ocurrir frecuentes levanta-
coincidencia es que muchas celebraciones cristianas dependen de los
mientos indígenas y el quechua, visto como una herramienta de subver- ciclos solares y lunares como también celebraciones indígenas y paga-
sión, hizo que el interés en él declinara (Chiodi, 1990). nas. Así por ejemplo, el carnaval tiene lugar cada año exactamente 41
En Otavalo, 90% de la población es católica, 1% es protestan- días antes del primer domingo de Semana Santa que sigue a la prime-
te y un 9% practica las religiones nativas. La mayoría de las comunida- ra luna llena después del equinoccio de primavera (INSIDECUADOR,
des de Imbabura hablan más quichua que español en la iglesia, excep- 2006, Pawkar Raymi: '"3) .
to en las parroquias González Suárez y San Pablo, donde se presenta la
situación inversa. (Büttner, 1993) El Inti Raymi (la fiesta del sol) ocurre en el mes de junio
Blanca Muratorio (1982) ha establecido que hay más protes- wa ndo hay la mayor cantidad de luz solar. La celebración se realiza en
tantes entre los indígenas que entre los no indígenas. La autora señala ho nor a la Pacha Mama y consiste en una danza indígena y un recital

126 So nia Lenk Minorías y bil ingü ismo sostenido 127


de poesía en quichua, en el que hombres y mujeres se responden lm conjunto en el que todos saben que, cuando así lo necesiten , recibirán
unos a los otros y cantan al dios sol. La tercera celebración tiene lug,11 ayuda. Esa es la reciprocidad" (citado en Saavedra, 2003, Sección 2: Le-
en septiembre y es la fiesta del Yamor (la festividad de la cosecha), un,, vantamiento: '° 9).
fusión de la celebración Inca de la cosecha y la festividad católica de Sa11
Juan. El Concejo Municipal de Otavalo convirtió la fiesta Inca en un,1
J.4.4 Los medios
celebración mestiza. Cuando los indígenas trataron de nominar a una
joven indígena como reina del Yamor, los mestizos de Otavalo no lo La constitución ecuatoriana garantiza la libertad de expre-
aceptaron. Este evento causó que el, previamente no derrotado, alcaldl' sió n y los periodistas están en condiciones de hacer sus reportajes sin
mestizo de Otavalo perdiera frente a un candidato indígena en el ano impedimentos. Sin embargo, existe un cierto nivel de autocensura en
2000. Al mismo tiempo, una nueva fiesta, exclusivamente para el puc cientos de temas 'sensibles' y aspectos que incumben al gobierno y las
blo indígena, llamada Sarañusta (la princesa del maíz), comenzó a ser fue rzas armadas. Adicionalmente, el gobierno tiene una cuota de tiem-
celebrada junto con el Yamor. Por último, Huanuy Puncha es una cele po al aire que permite al régimen transmitir los mensajes oficiales.
bración que tiene lugar en el mes de noviembre, el mes en que comien
za el ciclo agrícola en la cosmovisión andina del cosmos. Durante est<:
ritual, los indígenas honran a sus ancestros. .4.4.1 Periódicos
Las celebraciones indígenas nos ofrecen una comprensión
parcial de la cultura indígena. No obstante, en el corazón de la filosofía Para el momento de esta investigación, la mayoría, por no de-
indígena descansa en sus principios rectores: ama shua, ama quilla, cir todos, los periódicos ecuatorianos son propiedad privada. Única-
ama llulla (no robar, no mentir y no ser perezoso) que no están <lema mente uno de ellos tiene un columnista indígena: Carlos Viteri, un
siado alejados de los Diez Mandamientos de la religión judeocristiana. kichwa líder de la CONAIE, que escribe para el 'Hoy', un periódico más
Otras características claves de la forma de vida indígena son liberal y de vanguardia. Una interesante fuente de información es el Bo-
"la solidaridad, la complementariedad y la reciprocidad" (Saavedra, letín Yachana Publicación, que es publicado por el Instituto Científico
2003, Sección 2: Levantamiento: ! 7). De acuerdo a Rodrigo Collagua- de Culturas Indígenas y al que se puede acceder ya sea en impresión o
zo, un líder de la unión por el seguro social campesino, esta filosofía "es por Internet. El director de esta publicación es Luis Macas, antiguo pre-
más que sólo un eslogan, es nuestro sistema económico" (citado en sidente de la CONAIE .
Saavedra, 2003, Sección 2: Levantamiento: ! 7).

En términos económicos, 'solidaridad' significa ayudar a quienes menos 3.4.4.2 Televisión


tienen. La 'complementariedad' asume que la producción es tanto un de-
recho común como un deber, de manera que las comunidades puedan En el país hay siete redes de televisión privadas, que incluyen
compensar la escasez y distribuir los excedentes. La 'reciprocidad' equi- cinco canales de televisión nacionales (Referencia de prensa, s.f., Sec-
vale a: 'hoy por ti y mañana por mí'. Estos tres principios sustentan uno ción 9: Medios de Difusión Masiva:! 1). Diferentes estaciones televisi-
de las más importantes fortalezas del mundo andino, la 'minga': el traba- vas a lo largo del país transmiten programas en quichua. Así, por ejem-
jo comunal para, por ejemplo, la cosecha o la construcción de un siste- plo, en Imbabura, hay un canal local, Canal del Norte, que transmite
ma de riego (Saavedra, 2003, Sección 2: Levantamiento: '° 8). noticias y programas culturales en quichua. Sin embargo, hay ciertas
áreas rurales, básicamente pobladas por residentes indígenas, que ni si-
Los terratenientes malinterpretaron la 'minga' [continua Collahuazo l.
quiera tienen electricidad (comunicación personal con varios infor-
La consideraron una fuente de fuerza de trabajo gratuita de la que po-
mantes, 2002) . No todos tienen acceso a la televisión: en Ecuador hay
dían disponer - pero eso es servidumbre-. La 'minga' significa trabajo

128 Sonia Lenk Minorías y bili ngüismo sostenido 129


únicamente unos 1'550.000 aparatos de televisión, es decir, aproxima sión en diferentes comunidades, SERBISH alcanzó los 506 estudiantes
<lamente 117,6 por cada 1.000 residentes (Referencia de prensa, s.f., en su primer año y ha continuado creciendo desde entonces (King,
Sección 1: Datos básicos: ! 2). 1997: 34) .

El segundo programa radial educativo, conocido como Escue-


3.4.4.3 Cine las Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE) fue establecido por
Monseñor Leonidas Proaño, Obispo de Riobamba. Este programa tiene
En 1999, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del cobertura regional y llega a toda la sierra ecuatoriana. El ERPE usó du-
Ecuador (CONAIE) invitó a productores indígenas y no indígenas a rante un tiempo el quichua para enseñar lectura y escritura, para evan-
participar en un festival de cine y video cuyos temas debían explorar gelizar y para proveer el tipo de educación que Paulo Freire (1970) había
distintos aspectos culturales de la vida indígena. Los filmes y los videos imaginado en sus propuestas pedagógicas; el ERPE pretendía crear un
fueron presentados en 164 comunidades y ciudades en todo el país. La programa que ofreciera la posibilidad de liberar a las poblaciones kich-
iniciativa intentaba estimular la producción a gran escala de filmes y vi wa de un sistema de educación que las había considerado, antes que se-
deos acerca de diversos aspectos que afectaran a los pueblos indígenas res humanos capaces de desarrollar destrezas de pensamiento crítico,
y, simultáneamente, buscaba ofrecer un espacio para la discusión y re simples contenedores vacíos que podían y debían ser llenados con cono-
flexión sobre la cultura y la identidad indígenas. l imiento. Áreas de aprendizaje, como historia, geografía, economía do-
méstica y agricultura, fueron desarrolladas dentro de este programa. En
1,, actualidad el ERPE ya no promueve la alfabetización, pero continúa
3.4.4.4 Radio
transmitiendo programas educativos (Chiodi, 1993).
En Ecuador hay 324 estaciones de radio de AM y 49 de FM Estos dos programas radiales han tenido un gran impacto
que se transmiten en 4,15 millones de receptores (Referencia de pren t·n quienes han sido alfabetizados por medio de ellos: muchas de es-
sa, s.f., Sección 9: Medios de Difusión Masiva: ! 2); esto es aproxima tas personas son bilingües y se han convertido, a su vez, en profesores
<lamente 314,8 por cada 1.000 habitantes (Referencia de prensa, s.f., de quichua en sus propias comunidades logrando educar a grupos
Sección 1: Datos básicos:! 2). Para aquellos que viven en situaciones 111ás amplios.
precarias, con pocos recursos económicos y sin electricidad, la radio Por otra parte, existen también varias estaciones de radio lo-
representa el único acceso posibles a los medios masivos de comuni t ,tics que ofrecen programas en quichua; por ejemplo, Radio Latacun-

cación. De ahí que la radio haya jugado un importante rol en la in )\il en Cotopaxi, dedicada exclusivamente a transmitir en quichua, y

corporación de las poblaciones marginales a la vida de la nación. Dos lladio La Voz de Ingapirca, en Azuay, que ofrece una programación bi-
de los más exitosos programas de alfabetización y educación para lingüe con noticias, comentarios, música, comerciales, etcétera. En
adultos en el país han sido programas radiales. Uno de ellos, conocí .iquellos lugares en donde no hay estaciones de radio dedicadas a emi-
do como Sistemas de Educación Radiofónica Bicultural Shuar (SER 1ir exclusivamente programas en quichua, las frecuencias radiales han
BISH) fue el primer programa de educación localmente manejado \ido asignadas a varias comunidades y organizaciones indígenas.
por indígenas.
Los objetivos del programa SERBISH son de largo alcance que incluyr \.5 Conclusión
la escolaridad de la entera población shuar entre las edades de seis y
quince años, el desarrollo de culturas locales y la confianza en la pcr Podemos afirmar que el examen de la dimensión sociológica
manencia de las comunidades quichua. Con 31 centros de radiodifu t:s importante para los estudios sobre la vitalidad etnolingüística en

130 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sosten ido 131
vista de que ayuda a identificar aquellas características y factores que relaciones humanas son tan complejos que solamente este análisis par-
contribuyen al uso de la lengua del grupo. De acuerdo al modelo ma- te/todo puede resultar apropiado (citado en Scheff, s.f., Introducción:
croscópico de Landry y Allard, la dimensión sociológica de un grupo '"4). Como lo anota Diego Quiroga, el levantamiento indígena de 1990
refleja su vitalidad etnolingüística relativa, que, a su vez, influencia su reveló que las demandas indígenas no eran exclusivamente económi-
desarrollo bilingüe. "La EV relativa de un grupo influirá en el desarro- cas, sino que procedían también de realidades sociales, étnicas y espiri-
llo bilingüe ya sea limitando o expandiendo las oportunidades para los tuales. Los pueblos indígenas demandaban -y aún demandan- respeto
contactos lingüísticos en cada idioma" (Landry y Allard, 19926: 520). para su forma de vida no occidental y para su cosmovisión (citado en
Los aspectos demográficos, políticos, económicos y culturales Whitten, 2003: 9).
de la vitalidad etnolingüística están todos interrelacionados. Como Pa-
Notas:
cari (2002) lo anota, "[L]os pueblos indígenas han puesto en cuestión
la democracia formal que los excluye, no sólo de la participación polí- 7 De manera consistente con la forma en que lo hace la organización indígena más
tica sino también de un desarrollo económico equitativo" (2). importante de la región, he utilizado Kichwa para referirme al grupo indígena y
Pacari señala también que en las elecciones de 1996 -en las quichua para referirme a su lenguaje .
que el movimiento indígena participó por primera vez- el 80% de los
votantes indígenas entre los 45 y 50 años no sabían cómo votar, prin-
cipalmente debido a los altos índices de analfabetismo (5, # 2). El
analfabetismo y la exclusión del proceso político representa un círcu-
lo vicioso en el que, debido a su falta de educación y poder económi-
co, los pueblos indígenas siguen estando excluidos de los procesos po-
1íticos y de toma de decisiones. Lo que es más, las perspectivas indí-
ge nas sobre el mundo están alejadas de los conceptos y comporta-
mi entos occidentales. No obstante y a pesar de que los indígenas han
ocupado una posición desventajosa en términos políticos, educativos
y económicos, han sido capaces de ganar poder gracias a la existencia .
de una clase media y profesional indígena, gracias a su cohesión y su
capacidad de movilización.
Los pueblos indígenas han luchado por el reconocimiento en
la arena política para lograr cambiar su situación de marginación en
todas las esferas, particularmente en la económica. Estas distintas esfe-
ras no pueden ser analizadas de forma aislada; están ligadas unas a
otras en una relación dialéctica, y sólo pueden ser analizadas a partir de
lo que Spinoza denomina 'las partes mínimas' -los detalles más peque-
ños de una planta individual- de modo que luego pueden ser com-
prendidos como parte de los que él llama 'las grandes totalidades', la es-
tructura y los procesos de comunidades de plantas y sus relaciones con
el medio ambiente. Según Spinoza, la comprensión humana requiere
relacionar las partes mínimas con las grandes totalidades; los seres y las

Minorías y bilingü ismo sosteni do 133


132 Soni a Lenk
Capítulo 4

RESULTADO Y ANÁLISIS: ACERCAMIENTO CUANTITATIVO

En este capítulo, serán presentados los resultados que obtu-


vimos al trabajar con las hipótesis correspondientes a los niveles so-
ciológico, sociopsicológico y psicológico del modelo macroscópico
Landry y Allard (1990). Comenzaremos con balance de las subescalas
de los cuestionarios que hemos usado a lo largo de la investigación,
cuestionarios que fueron adaptados de varios de los desarrollados por
Landry y Allard en su modelo (1990). Luego pasaremos a discutir sus
niveles de relevancia; describiremos la variable estándar -'uso del len-
guaje'- y la correlacionaremos con los datos sociológicos, específica-
mente con la información demográfica que conseguimos durante el
trabajo de investigación. Así por ejemplo, consideraremos la lengua
que los participantes escogieron para responder el cuestionario, su ni -
vel de educación y el de sus padres, su primera y segunda lengua y las
de sus padres, y, finalmente, la ocupación de sus padres. Por último,
presentaremos los niveles sociopsicológicos y psicológicos y establece-
remos su relación con el grado de estandarización del quichua y el es-
pañol en Morocho y Otavalo.

4.1 Confiabilidad de las subescalas de los cuestionarios


Antes de llevar a cabo el análisis correspondiente a las hipó-
tesis de investigación, examinaremos la fiabilidad de las subescalas con-
sideradas.

M inorí as y bilingüismo sostenido 135


4.1.1 Confiabilidad de los cuestionarios sobre la red individual de 4.1.2 Confiabilidad del cuestionario sobre las creencias en la vitali-
contactos lingüísticos, de contactos lingüísticos a través de la dad etnolingüística
educación y de contactos lingüísticos a través de los medios
La tabla 4.2 muestra los coeficientes de confiabilidad (alpha
La tabla 4.1 muestra los coeficientes de confiabilidad (alpha de Cronbach) de las subescalas de los cuestionarios sobre creencias en
de Cronbach) de los cuestionarios sobre la red individual de contactos la vitalidad etnolingüística (EV).
lingüísticos, de contactos lingüísticos a través de la educación y de con-
tactos lingüísticos a través de los medios masivos. Tabla 4.2. Consitencia interna de las mediciones correspondientes al nivel
psicológico
Tabla 4.1. Consistencia interna de las mediciones correspondientes al nivel
sociopsicológico Subescalas del cuestionario sobre creencias en la Coeficiente
vitalidad etnolingüística (EV) alpha
Escalas y subescalas del cuestionario Coeficiente Vitalidad presente en quichua 0,71
alpha Vitalidad presente en español 0,85
Cuestionario sobre la red individual de contactos lingüísticos Vitalidad futura en quichua 0,69
Proporción de la red de contactos en quichua 0,94 Vitalidad futura en español 0,86
Vitalidad de la legitimidad en quichua 0,73
Frecuencia de los contactos en quichua 0,95
Vitalidad de la legitimidad en español 0,89
Calidad de los contactos en quichua 0,93
Modelos sociales en quichua 0,74
Estabilidad de los contactos en quichua 0,92 0,91
Modelos sociales en español
Proporción de la red de contactos en español 0,89 0,71
Valoración en quichua
Frecuencia de los contactos en español 0,91 Valoración en español 0,87
Calidad de los contactos en español 0,98 Metas en quichua 0,79
Estabilidad de los contactos en español 0,87 Metas en español 0,88
Cuestionario sobre contactos lingüísticos a través de la educación ª 0,96 Eficacia personal en quichua 0,88
Cuestionario sobre contactos lingüísticos a través de los medios Eficacia personal en español 0,91
masivos Pertenencia en quichua 0,87
En quichua 0,85 Pertenencia en español 0,91
En español 0,96
Nota: Para las 8 escalas del cuestionario sobre creencias en la vitalidad
ª Este cuestionario no tiene preguntas separadas para el español ya que todas las etnolingüística fue usada una versión de 4 ítems para todas las subes-
preguntas miden el uso del lenguaje en una escala de Likert. calas excepto para la 'vitalidad presente', para la cual fue usada una ver-
sión de 8 items
Para todas esas mediciones, los coeficientes de confiabilidad
fueron consistentemente altos: sus registros a lo largo de las subescalas Como lo muestra la tabla 4.2, los registros de los coeficientes
fueron desde de 0,85, el más bajo, a 0,96, el más alto. de confiabilidad de los cuestionarios sobre las creencias en la vitalidad
etnolingüística fueron desde 0,69 a 0,91. De las 16 subescalas de vitali-
dad etnolingüística, 10 obtuvieron coeficientes de confiabilidad supe-

136 Son ia Lenk Min orías y bil ingüismo sostenido 137


rior a 0,8 por lo que se consideran subescalas altamente confiables. Como se puede apreciar en la tabla 4.3, la gran mayoría de los
Otras 5, que obtuvieron coeficientes entre 0,7 y 0,8, son consideradas residentes de Morocho eligieron responder a los cuestionarios en qui-
subescalas de confiabilidad aceptable. Solamente una de ellas, la vitali- chua. En Otavalo, por el contrario, la tendencia es opuesta: la mayoría
dad futura en quichua, tuvo un coeficiente ligeramente inferior a 0,7, lo de los residentes escogieron el español para sus repuestas y apenas unos
que la sitúa no muy lejos de ser aceptable. escogieron el quichua.

4.1.3 Niveles de relevancia 4.2.2 Primera y segunda lengua hablada por los participantes

Para probar las hipótesis de investigación, escogimos un nivel La tabla 4.4 presenta una comparación entre Morocho y Ota-
relativamente conservador de relevancia -de 0,01 antes que de 0,05-, valo respecto de la primera y segunda lengua de los participantes.
debido al número relativamente grande de relaciones múltiples que se
aplican a varias de estas subescalas. "Usar el nivel O.OS para muchas Tabla 4.4 Primera y segunda lengua hablada por los residentes de Morocho y
pruebas haría que el rango de errores Tipo I se incrementase o, en pa- Otavalo
labras más simples, aumentaría notablemente los riesgos de descubrir
L1 y L2 de los 1 Morocho 1 Otavalo
cosas que en realidad no son así" (Sección 2: Menos es más, 2).
participantes

----- Segunda lengua


4.2 Factores sociológicos: información demográfica sobre los I I I
: Quichua Español Ninguno! Quichua Español !Ninguno
participantes Lengua nativa -
1
n % n % n % n % n % n %
4.2.1 La lengua que los participantes escogen para responder al cues- Quichua 1- - 47 98 o o - - 21 45 1 2
tionario Español 1 o o - - 1 2 26 55 - - o o
La tabla 4.3 presenta un cuadro comparativo entre Otavalo y
Como se indica en la tabla 4.4, se encontraron notorias dife-
Morocho respecto de la lengua que los participantes escogieron para
rencias entre las dos comunidades respecto de la primera y segunda
responder a los cuestionarios (es importante señalar que estos cuestio-
lengua de los participantes. Así, prácticamente todos los habitantes de
narios fueron administrados de forma oral).
Morocho reportaron que el quichua era su primera lengua y el español,
la segunda. Entre los habitantes de Otavalo, en cambio, la tendencia no
Tabla 4.3 Lengua usada por los participantes de Morocho y Otavalo
fue tan homogénea: más de la mitad de participantes reportaron que el
español era su lengua nativa y que el quichua era la segunda; sin em-
Lenguaje escogido para responder los cuestionarios Morocho Otavalo
bargo, algo menos de la mitad de quienes participaron lo hicieron de
n % n %
Quichua 43 87,8 3 6 manera inversa.
Español 5 10,2 47 94 Vale la pena anotar que los participantes de ambas comuni-
Ambos 1 2,0 o o dades son, en su mayor parte, bilingües y que los monolingües consti-
Total 49 100 so 100 tuyeron más bien una excepción. En cada una de las comunidades, úni-
camente uno de los participantes era monolingüe: en Otavalo, un qui-
chua hablante; en Morocho, un hispano hablante. Este último había

138 Son ia Lenk Minorías y b ilingüismo sosten ido 139


nacido en Morocho, pero fue criado en lugar distinto y volvió a su co- 4.2.4 Primera y segunda lenguas de las madres de los participantes
munidad ya de adulto.
La tabla 4.6 presenta una comparación entre las lenguas que
hablan los madres de los participantes de Morocho y Otavalo.
4.2.3 Primera y segunda lenguas de los padres de los participantes
Tabla 4.6 Primera y segunda lenguas de las madres de los participantes en
La tabla 4.5 presenta una comparación entre las lenguas que Morocho y Otavalo
hablan los padres de los participantes en las dos comunidades conside-
radas. L1 y L2 de los madres Morocho Otavalo

Tabla 4.5 Primera y segunda lenguas de los padres de los participantes en Mo-
rocho y Otavalo
1~ a
Quichua Español Ninguno Quichua Español Ninguno

n % n % n % n % n % n %
L I y L2 de los padres Morocho Otavalo Quichua - - 40 83 8 17 - - 27 56 8 16
Español o o - - o o 11 22 - - 3 6

~a
' Quichua Español Ninguno Quichua Español Ninguno

La tabla 4.6 muestra la diferencia respecto de la primera y la


n % n % n % n % n % n %
Quichua - - 39 98 1 2 - - 4 9 26 61 segunda lenguas que hablan las madres de los participantes tanto en la
Español o o - - o o 12 28 - - 1 2 comunidad de Morocho como en la de Otavalo. En ambas comunida-
des, la mayoría de las madres eran bilingües. En Otavalo, el 56% tenía
La tabla 4.5 muestra las diferencias entre las dos comunida- el quichua como su primera lengua, mientras que en Morocho, esta ci-
des respecto de la lengua que hablan los padres de los participantes. El fra subía al 83%. Por otra parte, mientras en Otavalo el 22% reportó al
98% de los padres de quienes respondieron en Morocho tenía el qui- español como su primera lengua y al quichua como la segunda, en Mo-
chua como su primera lengua y el español como la segunda. En Otava- rocho ninguna madre tenía al español como su lengua nativa.
lo, en cambio, la tendencia se presentó bastante fragmentada: para el En ambas comunidades, un considerable porcentaje de ma-
28% de los padres de los participantes, el español era su lengua nativa dres de los participantes era monolingüe. En Morocho, el 17% lo era
y el quichua, la segunda. Por el contrario, para un 9% el quichua cons- en quichua; en Otavalo, el 16% también era monolingüe en quichua,
tituía la primera lengua y el español, la segunda. No obstante, la mayo- pero había también un 6% que lo era en español.
ría de padres, el 61 %, eran hablantes monolingües de quichua; sola- Respecto del español, la tendencia en las madres de los parti-
mente uno (esto es, el 2%) era un hablante monolingüe de español. Si cipantes era similar a la que habíamos encontrado en los padres: en
en Otavalo, la mayoría de los padres de los participantes eran monolin- Morocho, ninguna de las madres tenía al español como su primera len-
gües en quichua, en Morocho, en cambio, eran bilingües y ninguno de gua, mientras en Otavalo, el 22% sí lo tenía y hubo, incluso, tres de ellas
ellos tenía al español como su primera lengua, Por el contrario, en Ota- (esto es, el 6%) que eran monolingües en español.
valo, el 30% tenía al español como su primera lengua, aunque solamen-
te uno era monolingüe.

140 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 141
4.2.5 Nivel de educación de los participantes 1. 2.6 Nivel de educación de los padres de los participantes

En la tabla 4.7 se muestra un cuadro comparativo del nivel di' La tabla 4.8 presenta una comparación entre el nivel de edu-
educación de los participantes de Morocho y Otavalo. lació n que tienen los padres de los participantes de Morocho y de Ota-
va lo
Tabla 4.7 Nivel de educación de los participantes en Morocho y Otavalo 'labia 4.8 Nivel de educación de los padres de los participantes de Morocho y
Nivel de educación de los participantes Morocho Otavalo
Otavalo
n % n %
Nivel de educación del padre Morocho Otavalo
Ninguna educación formal 9 18 5 10 n % n %
Algún nivel de educación primaria 20 40 9 18 ltes puestas no válidas l 2 2 4
Terminado el 6t0 grado 20 40 13 26 Nirwuna educación formal 31 63 20 40
Algún nivel de educación secundaria l 2 10 20 As istió a la escuela primaria 14 29 22 44
Terminada la educación secundaria o o 13 26 As istió a la escuela secundaria o o l 2
Total 50 100 50 100 Padre ausente 3 6 5 10
Total 49 100 50 100
Como se puede apreciar en la tabla 4.7, existen diferencias
sustanciales entre los niveles de educación de los participantes de las La tabla 4.8 nos muestra los diferentes niveles de educación
dos comunidades. En Otavalo, el 26% había completado la escuela pri - formal a los que los padres de los participantes han podido acceder.
maria, el 20% algún nivel de educación secundaria y el 26% había in- Constatamos así que, en el caso de la comunidad de Morocho, un 63%
cluso completado la educación secundaria. En conjunto, esos tres gru - de ellos no ha tenido ningún tipo de educación formal y que un 29%
pos sumaban el 72% de los participantes que habitan en Otavalo. En asistió, pero no logró completar, la escuela primaria. En Otavalo, en
contraste, aun cuando el 80% de los participantes de Morocho habían cambio, el porcentaje de quienes no han tenido ninguna educación
asistido en algún momento a la escuela primaria, solamente el 40% la formal bajó al 40%; mientras que el 44% ha podido acceder, pero no
había completado, y únicamente una persona había ido más allá de la ha completado, la escuela primaria. La muestra en su conjunto indica
educación primaria -pero sin haber alcanzado a completar su educa- que apenas uno de los participantes, en Otavalo, tiene un padre que ha
ción secundaria-. asistido al colegio, pero sin alcanzar a completar sus estudios secunda-
La tabla 4.7 también nos muestra que el 58% de los partici- rios. Por último, en ambas comunidades, encontramos participantes
pantes de Morocho o no tenía ningún nivel de educación formal (18%) cuyos padres han estado ausentes de su vida.
o no completó su educación primaria (40%). En contraste, sólo el 28%
de los participantes de Otavalo o no tenían ningún grado de educación
formal (10%) o no habían completado su escuela primaria (18%). 4.2.7 Nivel de educación de las madres de los participantes

La tabla 4.9 presenta una comparación entre el nivel de


educación que tienen las madres de los participantes de Morocho y
de Otavalo

142 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 143


Tabla 4.9 Nivel de educación de las madres de los participantes de Morocho Ocupación del padre Morocho Otavalo
y Otavalo n % n %

Nivel de educación de la madre Morocho Otavalo Agricultura 23 46 3 6


Jornalero 9 18 3 6
n % n %
Jubilado o desempleado o o 2 4
Ninguna educación formal 38 78 24 48 Padre discapacitado o ausente 5 10 8 16
Asistió a la escuela primaria 11 22 25 50 Total 50 100 50 100
Completó la escuela secundaria o o 1 2
Total 49 100 50 100 Como se puede apreciar en la tabla 4.10, no existe una gran
diversidad en cuanto al tipo de trabajo que desempeñan los padres de
La tabla 4.9 nos indica los diferentes niveles de educación a los participantes. En la comunidad de Morocho, la mayoría de ellos
los que las madres de los participantes han logrado acceder. La mayo- cumple algún tipo de trabajo vinculado a la agricultura (46% ), activi-
ría de las madres de aquellos que participaron en la comunidad de Mo- dad con la que también se relaciona el 18% que realiza labores de jor-
rocho, esto es, el 78%, no tenían ningún tipo de educación formal; naleros. Por otra parte, encontramos porcentajes relativamente bajos
otras, el 33%, habían asistido hasta el segundo grado de la escuela pri- de padres que trabajan en la construcción (12%), en calidad de obre-
maria. El perfil de las madres de los participantes de Otavalo fue dife- ros (6%), o producen artesanías (6%). Por el contrario, el porcentaje de
rente: si bien un alto porcentaje de ellas tampoco había tenido ningún padres que, en Otavalo, se dedican a la producción de artesanías, o a su
lipo de acceso a la educación formal (48%), un porcentaje ligeramente venta, es bastante más alto: 34% y 16%, respectivamente. Porcentajes
rntlS alto había asistido a la escuela primaria. Una persona (esto es, el pequeños se dedican a la construcción (8%), al trabajo asalariado
2%) había incluso terminado su educación secundaria. (8%), a las tareas agrícolas (6%) o a labores de jornaleros (6%); un mí-
nimo porcentaje (2%) cumple tareas en plantaciones. En ambas comu-
nidades, un considerable porcentaje de los padres de los participantes
4.2.8 Tipo de trabajo ejecutado por los padres de los participantes eran discapacitados o estaban ausentes de la vida de sus hijos.

La tabla 4.10 nos presenta una comparación en cuanto al ti-


po de trabajo que ejecutan los padres de los participantes de Morocho 4.2.9 Tipo de trabajo ejecutado por las madres de los participantes
y de Otavalo
La tabla 4.11 nos presenta una comparación en cuanto al ti-
Tabla 4.1 O Tipo de trabajo ejecutado por los padres de los participantes de po de trabajo que ejecutan las madres de los participantes de Morocho
Morocho y Otavalo y de Otavalo
Ocupación del padre Morocho Otavalo
n % n %
Venta de artesanías 1 2 8 16
Construcción 6 12 4 8
Trabajo salariado 3 6 4 8
Producción de artesanías 3 6 17 34
Plantación o o 1 2

144 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 145


Tabla 4.11 Tipo de trabajo ejecutado por las madres de los participantes de to ecuatoriano-. La siguiente sección está dedicada a los resultados
Morocho y Otavalo que conciernen al nivel sociopsicológico del modelo macroscópico de
Ocupación de la madre Morocho Otavalo La ndry y Allard.

n % n %
Venta de artesanías 1 2 14 28 4.3 Factores sociopsicológicos
Construcción 1 2 o o Hipótesis 1: existe una correlación estadísticamente significativa
Trabajo salariado 2 4 s 10 entre la vitalidad etnolingüística en el nivel sociopsicológico y el
Producción de artesanías 2 4 12 24
comportamiento lingüístico de los quichuahablantes en el sector
Plantación o o 1 2
Agricultura s 10 o o rural de Morocho y el urbano de Otavalo.
Trabajo doméstico 37 74 11 22
Madre discapacitada o ausente 2 4 7 14 Con el fin de verificar esta primera hipótesis, relativa a los
Total so 100 so 100 factores sociopsicológicos (oportunidades de exposición en la len-
gua) y su influencia en el uso efectivo de la lengua entre los hablan-
tes de quichua en los sectores mencionados, tres grandes categorías
Si la tabla 4.10 mostraba la escasa diversidad de los trabajos de variables serán examinadas: la red individual de contactos lingüís-
que cumplían los padres de los participantes en Morocho y Otavalo, la ticos (INLC, por sus siglas en inglés), los contactos lingüísticos por
tabla 4.11 evidencia que, en el caso de los trabajos desempeñados por medio de la educación (LCE, por sus siglas en inglés) y los contactos
las madres, tampoco hay verdadera diversidad. Es importante aclarar, lingüísticos a través de los medios masivos (LCM, por sus siglas en
sin embargo, que madres y padres no realizan el mismo tipo de labo- inglés). Antes de discutir la relación entre estas variables y la varia-
res: en Morocho el 74% de ellas cumplen con las tareas de la casa, lo ble de control, 'la variedad lingüística', presentaremos una compara-
que a menudo incluye el cuidado del ganado y/o una pequeña parcela ción entre las dos comunidades respecto de cada una de las variables
de terreno. En muchos casos, esta producción está destinada al consu- señaladas.
mo doméstico; no obstante, incluso cuando un excedente es destinado
al mercado, ellas aún consideran esta función como parte de sus labo-
res domésticas. Algunas madres trabajan en agricultura (10%) y un 4% 4.3.1 La red individual de contactos lingüísticos (INLC)
estaban ausentes o eran discapacitadas. En Otavalo, porcentajes relati- 4.3.1.1 Resultados correspondientes a las diferentes subescalas del cues-
vamente similares de las madres de los participantes están involucradas tionario acerca de la red individual de contactos lingüísticos
en tres actividades básicas: comercio, el 28%; producción de artesanías,
el 24%; trabajo doméstico, el 22%. El resto son obreras (10%), trabaja- La tabla 4.12 presenta una comparación entre estos resulta -
doras en plantaciones (2%). dos en las comunidades de Morocho y Otavalo.
La información demográfica proporcionada en esta sección
constituye apenas una parte de la que corresponde al nivel sociológi-
co del modelo macroscópico de Landry y Allard (1987). La informa-
ción demográfica de las poblaciones quichuahablantes fue, en térmi-
nos generales, tomada de los censos y otras fuentes escritas -presen-
tadas en el capítulo tres: el nivel sociológico: una revisión del contex-

146 Sonia Lenk Mino rías y bil ingüismo sosteni do 147


Tabla 4.12 Subescalas del cuestionario acerca de las redes individuales de con- los contactos con hablantes hispanos: una media de 6.38 para Otavalo
tactos lingüísticos (INLC) en Morocho y Otavalo frente a una media de 4.62 para Morocho.
Respecto de las características de la red lingüística en las dos
Subescalas INLC Morocho Otavalo comunidades, la tabla nos muestra que, en promedio, los residentes de
n M SD n M SD t p Morocho reportaron tener una alta proporción de quichuahablantes
Proporción en la red
como parte de sus redes (M=8,32), pero también una proporción rela-
Quichua so 8,32 1,32 so 5,77 2,24 6,92 0,000
Español so 6,47 1,33 so 7,44 1,90 - 2,97 0,004
tivamente alta de hispanohablantes (M=6,47) (los participantes consi-
Frecuencia de contactos deran los mismos contactos para las dos lenguas). Reportaron, sin em-
Quichua so 7,53 1,37 49 3,86 2,61 8,75 0,000 bargo, tener mucho más contacto con hablantes de quichua (M= 7,53)
Español 49 4,62 1,89 so 6,38 2,11 - 4,38 0,000 que con hablantes de español (M=4,62). Percibían, además, que los
Calidad de contactos primeros (con hablantes de quichua) eran bastante estables (M=6,84)
Quichua so 8 02 1,41 46 6,43 2,25 4,17 0,000
y de alta calidad (M=8,02), mientras que los segundos (con hablantes
Esoañol so 6 84 2 45 so 7 99 l 53 - 2.80 O 006
Estabilidad de contactos hispanos) eran de alguna manera menos estables (M= 5,44) aunque
Ouichua so 6 84 l 20 48 5 18 2 26 4 57 O 000 también de una calidad relativamente alta (M=6,84).
Español so 5,44 1,58 so 6,30 1,60 - 2,87 0,008 La tabla 4.12 revela la tendencia contraria en Otavalo: sus re-
sidentes reportaron una proporción más alta de hablantes de español
Nota: Los puntajes consisten en los promedios de todos los participan- en sus redes de contactos lingüísticos, así como contactos más estables,
tes en una escala de 9 puntos: l= nadie en la red habla la lengua en más frecuentes y de mejor calidad con ellos que con los hablantes de
cuestión (quichua o español), 9 = todos en la red hablan la lengua en quichua.
cuestión.

Como se evidencia en la tabla 4.12, cada una de las subesca- Proporción de contactos en quichua y en español en las redes indivi-
las del cuestionario INLC presentó diferencias considerables en los da- duales de contactos lingüísticos (INLC)
tos obtenidos para las dos comunidades consideradas. En lo que tiene
La tabla 4.13 nos presenta una comparación entre Morocho
que ver con la lengua quichua, el patrón que encontramos es que todas
y Otavalo en lo que tiene que ver con la proporción de los contactos
las subescalas ostentan valores más altos en Morocho que en Otavalo:,
que ocurren tanto en quichua como en español.
esto es, en la comunidad de Morocho, la proporción de la lengua en la
red de contactos de los participantes (en su red de contacto lingüístico
Tabla 4.13 Proporción de contactos en quichua y en español en las redes in-
individual), así como la frecuencia, la calidad y la estabilidad de estos
dividuales de contactos lingüísticos (INLC) en Morocho y Otavalo
contactos con hablantes de quichua presentan valores considerable-
mente mayores que en la comunidad de Otavalo. La diferencia más al- Proporción en las redes Morocho Otavalo
ta se evidencia en la frecuencia de los contactos: una media de 7.53 pa- n M SD n M SD t p
ra Morocho frente a una media de 3.86 para Otavalo. En el otro extre-
Familia inmediata
mo, la tabla 4.12 presenta para el español un patrón exactamente so 8,60 1,25 49 7,35 2,29 3,21 0,002
hablantes de quichua
opuesto al señalado para el quichua: todos los valores son notoriamen- hablantes de español so 6,30 1,83 so 7,20 2,41 -2,10 0,038
te más altos en Otavalo que en Morocho. La diferencia más alta se evi- Primos y primas
dencia, de manera similar, en lo que tiene que ver con la frecuencia de hablantes de quichua so 7,88 2,28 49 6,11 3,10 3,07 0,003

148 Sonia Lenk Minorías y bilingüi smo sostenido 149


Proporción en las redes Morocho Otavalo existe una tendencia endogámica en las comunidades indígenas, es de-
n M SD n M SD t p cir, los matrimonios tienen lugar casi exclusivamente entre indígenas.
Dadas estas tendencias, los puntajes más bajos entre los contactos lin-
hablantes de es añol 50 7,04 2,16 50 7,60 2,41 - 1,64 0,104
Tíos y tías güísticos que van más allá de la familia inmediata demuestran que, en
hablantes de quichua 1 50 8,66 1,22 48 7,32 2,77 2,93 0,004 Otavalo, los participantes tienen acceso a un medio más diversificado
50 4,86 3,02 48 6,73 3,09 -3,31 0,001 que incluye tanto kichwas como mestizos; por el contrario, los punta-
jes altos generalizados en el caso de Morocho reflejan una mayor con-
50 8,16 1,54 50 4,92 2,90 6,84 0,000 centración de hablantes de quichua y evidencian su estatus de comuni-
50 7,04 1,48 50 7,64 2,08 -1,66 0,100 dad indígena.
Vecinos Por otra parte, los resultados de la tabla 4.13 nos ofrecen un
hablantes de quichua 50 8,42 1,39 50 5,69 2,91 5,75 0,000 buen ejemplo de las tendencias generacionales. Los puntajes que ob-
hablantes de español 50 6,14 1,85 50 7,34 2,24 -3,48 0,001 tienen las lenguas quichua y español tienden a invertirse en las dife-
Compañeros de clase
rentes generaciones; así por ejemplo, el puntaje promedio para la ca-
hablantes de quichua 43 7,95 1,70 45 3,96 2,64 7,89 0,000
tegoría tíos y tías es de 7.32 para el quichua y 6.73 para el español,
hablantes de español 43 7,35 1,34 46 8,00 1,87 -1,87 0,064
Conocidos
mientras ese puntaje en el caso de los primos y primas baja a 6.11 pa-
hablantes de quichua 49 8,45 1,32 47 4,62 2,62 9,00 0,000 ra el quichua y sube a 7.60 para el español. En Otavalo, las generacio-
hablantes de español 50 6,74 1,45 47 7,74 1,81 -3,02 0,003 nes mayores manifiestan medias más elevadas para el quichua, mien-
tras que las más jóvenes exhiben puntajes más altos para el español. En
Morocho se exhibe un patrón similar: también en este caso son los jó-
Para interpretar la tabla 4.13, que nos muestra la proporción venes quienes más hablan español, aunque se presentan mayores dife-
de hablantes de quichua y de español en la red de contactos de los par- rencias entre lenguajes. Sin embargo, en Morocho, los puntajes que
ticipantes, es importante tener en cuenta que ellos incluyen a los mis- obtienen el quichua y el español no se invierten para las diferentes ge-
mos miembros de su familia como hablantes de ambas lenguas. Así, si neraciones, como sí ocurre en Otavalo, esto es, no hay una proporción
tomamos como ejemplo la familia inmediata de los participantes de más alta de hispano hablantes entre las generaciones jóvenes. Por
Otavalo, vemos que las proporciones de quichua e hispano hablantes ejemplo, el puntaje promedio para los tíos y las tías es de 8.66 para el
coinciden: lo que esto nos indica es que la mayoría de los miembros de quichua y 4.86 para el español; el puntaje promedio para primos y pri -
esa familia inmediata son hablantes bilingües. mas es de 7.88 para el quichua y 7.04 para el español. En Morocho, las
En Morocho, las diferentes subescalas ponen en evidencia generaciones jóvenes (primos y primas) tienen puntajes más altos pa-
que los hablantes de quichua en la red de contactos lingüísticos de los ra el español que las generaciones mayores (tíos y tías), pero los pun-
participantes alcanzan valores altos en todas las categorías considera- tajes del español, en esas generaciones jóvenes, no son más altos que
das. En Otavalo, por el contrario, la proporción de quichuahablantes los que corresponden al quichua.
entre los miembros de la familia inmediata es alta mientras que en las Podemos inferir que, en ambas comunidades, la mayoría de
demás categorías (amigos, vecinos, compañeros de clase, conocidos) es tíos y tías, así como de primos y primas, son bilingües, en especial en
evidentemente más moderada. las generaciones más jóvenes; incluso los primos, que en los últimos
Es importante aclarar que la lengua quichua es hablada fun- tiempos han experimentado un sostenido desplazamiento hacia el es-
damentalmente por indígenas; los mestizos aprenden la lengua única- pañol, ostentan altas puntuaciones en cuanto al uso del quichua.
mente en casos excepcionales. Adicionalmente, hay que señalar que

150 So ni a Lenk Minorías y bilingüi smo sos tenido 151


Frecuencia de los contactos en las redes individuales de contactos lin pa ra el español y el quichua en cada tipo de contacto considerado en
güísticos (INLC) la tabla 4.14 muestran que los residentes de la urbe optan por el es-
pañol con mayor frecuencia que por el quichua, mientras que los re-
La tabla 4.14 presenta una comparac1on entre Morocho y sidentes de la comunidad rural de Morocho optan con mayor fre -
Otavalo en lo que tiene que ver con la frecuencia de contactos que cuencia por el quichua.
mantienen los participantes en quichua y en español. La media para la escala que mide la frecuencia de contactos
en la tabla 4.14 indica que los participantes de Morocho hablan qui-
Tabla 4.14 Frecuencia de los contactos que ocurren en quichua y español en las chua frecuentemente en todos los ámbitos de sus redes sociales (fami-
redes individuales de contactos lingüísticos (INLC) en Morocho y Otavalo
lia, amigos, etcétera). En esta comunidad, las diferentes subescalas que
Frecuencia de los contactos Morocho Otavalo miden la frecuencia de los contactos en quichua ofrece altas puntuacio-
p
nes para todos los miembros de la red social; en Otavalo, en cambio, las
n M SD n M SD t
correspondientes puntuaciones para los contactos en quichua son mo-
Familia derados entre los miembros de la familia y, para otros contactos (como
hablantes de quichua so 7,90 1,49 44 5,73 3,10 4,41 0,000
los amigos, vecinos, compañeros de clase, y conocidos) están por deba-
hablantes de español 47 4,47 2,14 48 7,02 2,67 -5,14 0,000
Amigos
jo del promedio (5.0).
hablantes de quichua so 7,84 1,56 41 4,24 2,96 7,43 0,000 En Morocho, las diferentes subescalas que miden la frecuen-
hablantes de español 48 5,02 1,93 50 7,04 2,59 -4,37 0,000 cia de los contactos en español muestra pontajes relativamente bajos;
Vecinos solamente los amigos y los conocidos dentro del entramado social pre-
hablantes de quichua so 7,66 1,32 42 4,43 2,81 7,24 0,000
sentan puntuaciones moderadas. En Otavalo, por el contrario, las pun-
hablantes de español 49 4,29 2,33 49 6,27 2,30 -4,24 0,000
tuaciones son altas en las diferentes subescalas que miden la frecuencia
Compañeros de clase
hablantes de quichua 43 6,51 1,99 35 3,09 2,55 6,67 0,000 de contactos en español; las puntuaciones bajas parecen indicar sola-
hablantes de español 42 4,45 1,94 46 5,76 2,63 -2,63 0,010 mente que los residentes de la urbe no interactúan muy a menudo en
Conocidos determinado lenguaje con ciertos grupos de su red de contactos, e-g-,
hablantes de quichua so 7,46 1,59 39 4,38 2,67 6,75 0,000 los compañeros de clase.
hablantes de español 49 5,04 2,00 47 6,15 2,57 -2,36 0,020
Es importante notar que, para los contactos en quichua, la
identidad étnica de los interlocutores es casi invariablem ente indígena
Para interpretar la tabla 4.14, que muestra la frecuencia de
-como lo hemos señalado ya, prácticamente la totalidad de hablantes del
los contactos lingüísticos, es importante, una vez más, tener en cuen-
quichua son indígenas-; no obstante, para los contactos en español, la
ta que los participantes incluyen a los mismos miembros de su fami-
identidad étnica de los interlocutores no es fácilmente discernible pues
lia como hablantes de quichua y de español. Se ha mencionado ya que
pueden ser tanto indígenas como mestizos. La naturaleza de los cuestio-
las altas puntuaciones que, en Otavalo, reciben tanto el quichua como
narios no hace posible distinguir entre los contactos entre mestizos que
el español entre los miembros de la familia indican que la mayoría de
hablan solamente español y kichwas bilingües que han optado por ha-
ellos es bilingüe. Aunque la media no es tan elevada para la propor-
blar español. Una alta frecuencia de contactos con hispano hablantes
ción de español que se habla al interior de las familias en Morocho,
puede ser el resultado ya sea de una mayor representación de mestizos en
las puntuaciones son lo bastante altas para ambas lenguas como pa-
la red social de los participantes o de un uso más frecuente del español
ra indicar también la presencia del bilingüismo. Por otro lado, a pesar
entre los indígenas que participan de la red social de los participantes. De
de que la mayoría de familias son bilingües en Otavalo, los promedios
ahí que no podamos estar seguros de si los indígenas algunas veces sim-

152 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo soste nido 153


pk11H·1111 1•11~11111 11 l111lil.11 1, p,11101 entre ellos o si hay realmente un ma 1iL ipantes. El patrón que se puede observar para el quichua es que la
yo1111111111111.li 1111 ,11 11_, 1_11l11 · los Lontactosdelosparticipantes,particu 111 edia fue notablemente mayor en Morocho que en Otavalo en todas
1,11 llH 1111 1 11 1 li ,l\ ,1'11 l.1s subescalas. Únicamente la subescala que mide la calidad de los con-
1'11 111 ,dq1111 ·1 1,1\0 1 la tabla 4.14 indica de manera clara que 1,1ctos con los miembros de la familia constituye una excepción pues
los 11°\11!1 1111 , d1 • l.i 1111111111Hl.1d rural de Morocho hablan quichua más sus valores no son significativamente más altos en Morocho que en
l1v1111·111i·111111l1 q111 · np,11101, mientras que los residentes de la urbe de Otavalo. Por otra parte, se puede observar el patrón contrario para el
01.1v,tlll lt,tl,l.111 11111 111.iyo1 lrecuencia español. español, con todas las medias notoriamente más elevadas para Otava-
lo que para Morocho.
Es importante señalar que, aunque los residentes de Moro-
:alidad 1k lo.~ ro11l.ll to.~ en la red individual de contactos lingüísticos cho se sienten más positivos respecto de los contactos que establecen
(INI.C) en quichua con los distintos miembros de sus redes sociales, la diferen-
cia entre los dos lenguajes no es evidente. La diferencia entre la calidad
l..1 1,1!,l,1 tl . l r, presenta una comparación entre Morocho y Ota-
de los contactos con los 'compañeros de clase' y con los 'conocidos' es
valo rn lo qut· til·11c que ver con la calidad de los contactos lingüísticos mínima. Por el contrario, los residentes de Otavalo se sienten más po-
que mantienen los participantes tanto en quichua como en español
sitivos respecto de la calidad de los contactos que establecen en español
que con aquellos que establecen en quichua.
Tabla 4.15 Calidad de los contactos que ocurren en quichua y español en la En cada subescala de la calidad de contactos, esto es, la subes-
red individual de contactos lingüísticos (INLC) en Morocho y Otavalo
cala de 'compañeros de clase', las diferencias entre las dos lenguas tien-
Calidad de los contactos Morocho Otavalo den a ser más elevadas en Otavalo que en Morocho; la única excepción
n M SD n M SD t /J ocurre en la subescala que se aplica a los 'miembros de la familia', en la
Familia
que las diferencias entre las dos lenguas es mínima en Otavalo.
hablantes de auichua 50 8,20 1,44 47 7,72 1,78 1,45 0,149
Un patrón interesante se puede observar respecto a la subes-
hablantes de español 48 6,98 2,56 49 8,14 1,53 -2,72 0,008
Amigos cala de 'compañeros': en Morocho, la diferencia entre las medias co-
hablantes de auichua 50 8,24 1,36 45 6,29 2,88 4,29 0,000 rrespondientes a las dos lenguas es menor para los 'compañeros de cla-
hablantes de español 50 6,88 2,41 50 8,12 1,49 -3,09 0,003 se' que para ninguna otra subescala de la red de contactos lingüísticos
Vecinos de los participantes. En contraste, en Otavalo estos mismos valores son
hablantes de auichua 50 8,02 1,50 43 6,33 2,66 3,85 0,000
hablantes de español 50 6,72 2,65 49 8,04 1,53 -3,03 0,003 los más altos.
Compañeros de clase Estos resultados pueden señalar cierta tendencia en las gene-
hablantes de quichua 43 7,58 1,71 39 5,18 3,09 4,41 0,000 raciones más jóvenes de ambas comunidades a percibir los contactos
hablantes de español 43 6,77 2,26 47 7,98 1,62 -2,94 0,004 en español bajo una luz más positiva de lo que lo hacen las generacio-
Conocidos
nes mayores.
hablantes de quichua 50 7,90 1,56 43 6,35 2,72 3,43 0,001
hablantes de español 50 7,00 2,18 47 8,00 1,56 -2,59 0,01 l

Como se ve en la tabla 4.15, las comunidades de Morocho y


Otavalo muestran claras diferencias respecto a cada una de las subesca-
las usadas para medir la calidad de los contactos lingüísticos de los par-

154 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 155


Estabilidad de los contactos en las redes individuales de contactos lin - 4.3.1.2 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario sobre la red
güísticos (INLC) individual de contactos lingüísticos y el grado de estandarización
del quichua y el espaFzol
La tabla 4.16 presenta una comparación entre las comunida
des de Morocho y Otavalo respecto de la estabilidad de los contactos en El la tabla 4.17 presentamos un cuadro comparativo entre
quichua y en español. Morocho y Otavalo sobre las correlaciones entre las diferentes subesca-
las del cuestionario sobre la red individual de contactos lingüísticos y
el grado de estandarización del quichua y el español
Tabla 4.16 Estabilidad de los contactos que ocurren en quichua y español en las
redes individuales de contactos lingüísticos (INLC) en Morocho y Otavalo
Tabla 4.17 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario sobre la red in-
dividual de contactos lingüísticos y el grado de estandarización del quichua
Estabilidad de los contactos Morocho Otavalo
y el español en Morocho y Otavalo
n M SD n M SD t p
Familia JNLC MOROCHO OTAVALO
hablantes de quichua 50 7,24 1,46 48 6,42 2,66 1,91 0,059
hablantes de español 49 5,73 1,86 49 7,22 2,00 -3,82 0,000 Grado de Grado de Grado de Grado de
Amigos estandariza- estandariza- estandariza- estandariza-
hablantes de quichua 50 7,02 1,41 46 5,07 2,81 4,36 0,000 ción del ción del ción del ción del
hablantes de español 50 5,07 1,64 50 6,52 1,98 -2,25 0,027 quichua español quichua español
Vecinos Proporción en la red
hablantes de quichua 50 6,92 1,34 44 5,18 2,73 3,99 0,000 Quichua 0,54** -0,46** 0,52** -0,22
hablantes de español 50 5,18 1,85 48 6,25 2,11 -2,67 0,009 Español -0,12 0,37* -0,19 0,61 **
Compañeros de clase Frecuencia de contactos
hablantes de quichua 43 5,70 1,64 42 3,79 2,46 4,22 0,000 Quichua 0,33** 0,47**
-0,03 -0,15
hablantes de español 43 4 88 1,69 46 5.80 2 11 -2 26 O027
Es pañol -0,50** 0,61 ** 0,20 0,50**
Conocidos Calidad de contactos
hablantes de quichua 50 7,08 1,34 44 4,93 2,49 5,29 0,000 Quichua 0,39** -0,08 0,44** -0,22
hablantes de español 50 5,76 1,78 47 6,04 2,00 -0,74 0,463 -0,48** 0,44* *
Español -0,05 0,30*
Estabilidad de contactos
Quichua 0,49** -0,19 0,49** -0,30*
En la tabla 4.16 se observa que a lo largo de toda la red de re - Espa ñol -0,35* 0,33 * -0,09 0,38**
laciones sociales de los participantes, la 'estabilidad de los contactos' en
quichua obtiene mejores puntuaciones en Morocho que en Otavalo, ** La correlación es significativa en el nivel 0.01 (doble cola)
La correlación es significativa en el nivel O.OS 1 ( doble cola)
mientras que la estabilidad de los contactos con hispanohablantes ob-
tiene mejores resultados en Otavalo. En ambas comunidades y respec-
En ambas comunidades y tanto para el quichua como para el
to de ambas lenguas, los contactos con los compañeros de clase son
español, todas las correlaciones que se establecen entre las variables de
considerados menos estables que los contactos con los demás miem -
la red 'individual de contactos lingüísticos' (INLC) de las lenguas y su
bros de la red social de los participantes.
grado de estandarización son significativas en el nivel 0.01 (r=0,32 a
r=0,66). La única excepción, en el caso de Morocho, ocurre en las
subescalas 'proporción en la red y estabilidad de los contactos lingüís-

156 Son ia Lenk


Minorias y bilingüismo sostenido 157
ticos' en español (r=0,37 y r=0,33, respectivamente); en el caso de Ota- Tabla 4.18. Contactos lingüísticos por medio de la educación (LCE) en Mo-
rocho y Otavalo
valo, en cambio, esta excepción ocurre en la calidad de los contactos en
español (r=0,30). Por otro lado, la tabla 4.17 nos indica que, en ambas LCE Morocho Otavalo
comunidades, una proporción más alta de quichuahablantes en la red n M SD n M SD t p
de contactos lingüísticos de los participantes, así como una mayor fre- Enseñanza en claseª
cuencia, mejor calidad y mayor estabilidad de estos contactos, están grados 1-3 44 1,37 0,84 46 1,01 0,98 2,87 0,005
asociadas con el uso de una variedad lingüística más cercana al quichua grados 4-6 36 1,36 0,87 43 1,02 0,10 2,60 0,11
estándar al momento en que los participantes se comunican con otros Profesores fuera del aula•
quichuahablantes. Un patrón análogo se puede apreciar respecto del grados 1-3 43 1,36 0,75 46 1,10 0,31 2,20 0,031
grados 4-6 36 1,34 0,67 43 1,05 2,17 2,65 0,010
español, esto es, a una mayor proporción de hablantes hispanos en la
Estudiantes fuera del aula•
red de contactos lingüísticos de un participante, así como una mayor grados 1-3 43 3,71 1,39 46 1,78 0,97 7,69 0,000
frecuencia, mejor calidad y mayor estabilidad de estos contactos, están grados 4-6 36 3,56 1,48 43 1,47 0,83 7,86 0,000
directamente relacionadas con el uso de una variedad lingüística más Materiales escolaresb
cercana al español estándar. grados 1-3 44 1,18 0,69 46 1,02 0,15 1,54 0,128
Las diferencias entre las dos comunidades son más notorias grados 4-6 36 1,19 0,75 43 1,03 0,16 1,40 0,167
Cultura y deportesb
cua ndo se examinan las correlaciones entre las variables del INCL en
grados 1-3 44 1,86 1,19 46 1,17 0,55 3,59 0,001
cada lengua y el grado de estandarización de la variedad lingüística que grados 4-6 36 1,86 1,15 43 1,15 0,52 3,66 0,000
usan los participantes para comunicarse en la otra lengua. En Moro- Comunicacionesb
cho, encontramos significativas correlaciones negativas entre la fre- grados 1-3 44 1,27 0,73 46 1,09 0,59 1,33 0,186
cuencia, calidad y estabilidad de los contactos con hispanohablantes y grados 4-6 36 1,31 0,79 43 1,00 0,00 2,55 0,013
el grado de estandarización de la variedad utilizada para la comunica- Lengua de los estudiantesb
grados 1-3 44 3,56 1,17 46 2,60 0,93 4,33 0,000
ció n con los hablantes de quichua. Mientras más frecuentes, estables y
grados 4-6 36 3,53 1,23 43 2,36 0,94 4,77 0,000
de alta calidad son los contactos con los hablantes hispanos, mayor es
el nivel de interferencia del español en la comunicación en quichua. La
ª El puntaje para la subescala correspondiente a la enseñanza en cla-
correspondiente correlación en Otavalo no es significativa. se está en una escala de 7 puntos: l = siempre en español, 7= siem-
pre en quichua.
4.3.2 Contactos lingüísticos por medio de la educación (LCE) b El puntaje para las otras subescalas (profesores fuera del aula, estu-
diantes fuera del aula, materiales escolares, cultura y deportes, co-
4.3.2.1 Resultados del cuestionario acerca de los contactos lingüísticos municaciones, lengua de los estudiantes) está en una escala de 5
por medio de la educación puntos: l= siempre en español, S= siempre en quichua.
La tabla 4.18 nos presenta una comparación entre Morocho y
La tabla 4.18 nos indica que no existen significativas dife-
Otavalo en lo que tiene que ver con las siete subescalas del cuestionario
rencias entre las dos comunidades en los promedios de las subesca-
sobre contactos lingüísticos por medio de la educación. las enseñanza en clase, profesores fuera del aula, materiales escolares
y cultura y deportes. Para todas ellas, se obtuvieron bajas puntuacio-
nes (entre 1.00 y 1.86) tanto en Morocho como en Otavalo. Estos

158 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sosten ido 159


promedios demostraron un uso predominante de español en el illll Resultados para el nivel preescolar de la subescala enseñanza en clase,
biente escolar.
perteneciente al cuestionario acerca de los contactos lingüísticos por
Las bajas puntuaciones que, tanto en Morocho como en 01.1 medio de la educación (LCE)
valo, obtiene el quichua en las subescalas 'enseñanza en clase, profeso La tabla 4.19 nos presenta un cuadro comparativo, entre Mo-
res fuera del aula, materiales escolares' y 'cultura y deportes' del cu!', rocho y Otavalo, del nivel preescolar en la primera subescala: enseñanza
tionario sobre los contactos lingüísticos por medio de la educación in en clase, esto es, lenguaje usado por los profesores en la clase, del cues-
dica la falta de oportunidades para su utilización en los medios esw tionario sobre los contactos lingüísticos por medio de la educación.
lares, en especial en lo que respecta a la comunicación con los profl'
sores. De manera inversa, estos mismos puntajes bajos indican la can Tabla 4.19 Uso del lenguaje en el nivel preescolar en Morocho y Otavalo de la
tidad de oportunidades que se ofrecen para usar el español en los arn subescala enseñanza en clase, perteneciente al cuestionario acerca de los con-
bientes escolares. tactos lingüísticos por medio de la educación (LCE)
Sin embargo, sí se encuentran apreciables diferencias entre la,
dos comunidades en los promedios correspondientes a dos subescalas: LCE Morocho Otavalo
la ' lengua de los estudiantes'¡ y la lengua más usada por los 'estudiante, n M SD n M SD t p
fuera del aula'. En Morocho, se exhiben puntajes promedio moderados Enseñanza en clase
lo sufi cientemente equivalentes para 'la lengua de los estudiantes' (3.5h Nivel preescolar 31 2,32 2,07 21 1,00 0,00 2,92 0,005
- - -- - - - · ---- - -- - - - ---- -

y 3,53) y para el lenguaje más usado por los 'estudiantes fuera del aula'
(3,71 y 3,56). Estas puntuaciones moderadas y comparables para las Nota. Los puntajes para la subescala 'enseñanza en clase' están en una escala de 7 pun-
dos subesca las ponen en evidencia que, en Morocho, los estudiantes tos: l = siempre en español, 7= siempre en quichua
qu e co noce n el quichua lo usan fuera de las aulas de clase. Éste no fue
el e.aso en Otavalo, en donde se obtuvieron medias moderadamente ba Como se puede apreciar en la tabla 4.19, no todos los parti-
jas para la 'lengua de los estudiantes' (2,60 y 2,36) y medias bajas para cipantes contaron con instrucción preescolar: en Morocho, el 62 % de
el lenguaje más usado por los 'estudiantes fuera del aula' (1,78 y 1,47). ellos, esto es, 31 de los 50, lo hicieron, y en Otavalo, el 42%, esto es, 21
Estos puntajes promedio diferentes nos indican que, aun cuando algu de los 50 participantes. La media de 1,00 en Otavalo demuestra que los
nos estudiantes sí saben quichua, sólo raramente lo utilizan fuera del profesores no utilizan el quichua en sus clases, mientras que la media
aula en Otavalo. de 2,32 que encontramos en Morocho, si bien nos muestra que hay un
Vale la pena anotar que, aunque las bajas puntuaciones en la uso mayor del quichua en el aula, evidencia que éste tampoco es noto -
subescala lengua de los estudiantes nos indican que un número modes- riamente alto. Los promedios obtenidos en general para el uso del len-
to de estudiantes indígenas asisten a las escuelas en la ciudad de Otava- guaje en el nivel preescolar revelan el grado en el que la educación pro-
lo, los moderados puntajes promedio obtenidos en Morocho nos sugie- cede por medio de una temprana y radical inmersión en el lenguaje de
ren que algunos de los participantes pudieron haber asistido a la escue- mayoría, esto es, el español.
la fuera de la comunidad -en vista de que todos los niños que asisten a
la escuela dentro de la comunidad son indígenas-. Es importante acla-
rar que no hemos incluido los promedios de la educación secundaria
en vista de que apenas hubo una persona en Morocho que aprobó el
6to grado (y que pasó a 7mo y 8avo).

160 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 161
4.3.2.2 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario sobre cont11, LCE Morocho Otavalo
tos lingüísticos por medio de la educación (LCE) y el grado de e•, Grado de Grado de Grado de Grado de
tandarización del quichua y el español estandariza- estandariza- estandariza- estandariza-
ción del ción del ción del ción del
En la tabla 4.20 presentamos un cuadro comparativo enlrl' quichua español quichua español
Morocho y Otavalo sobre las correlaciones que se establecen entre la.~ Comunicaciones
diferentes subescalas del cuestionario sobre contactos lingüísticos poi grados 1-3 0,07 0,10 -0,12 0,02
medio de la educación (LCE) y el grado de estandarización del quichua grados 4-6ª 0,04 0,04 - -
y el español. Lengua de los estudiantes
grados 1-3 0,22 0,15 0,24 -0,27
grados 4-6 0,19 0,22 0,08 -0,27
Tabla 4.20 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario sobre canta
Las comunicaciones en Otavalo en los grados 4-6 fueron todas en español, por lo
tos lingüísticos por medio de la educación y el grado de estandarización del
que las correlaciones no pudieron ser completadas.
quichua y el español en Morocho y Otavalo
** La correlación es significativa en el nivel O.O 1 (doble cola)
* La correlación es significativa en el nivel O.OS (doble cola)
-LCE Morocho Otavalo
La mayoría de las correlaciones presentadas en la tabla 4.20
no son significativas. Una posible explicación para estos resultados se-
Grado de Grado de Grado de Grado de
estandariza- estandariza- estandariza- estandariza- ría la limitada variabilidad de muchas de las subescalas de los contac-
ción del ción del ción del ción del tos lingüísticos por medio de la educación debido al predominio del
quichua español quichua español español en el ámbito educativo. No obstante, sí se encuentran algunas
Enseñanza en clase
interesantes correlaciones: en Otavalo, una relación significativa (r =
grados 1-3 -0,00 -0,12 -0,15 -0,04 -0,52, p < 0,01) se presenta entre la lengua que los profesores utilizan
grados 4-6 -0,11 -0,14 -0,15 -0,04 fuera del aula y el grado de estandarización del quichua que utilizan los
Profesores fuera del aula participantes en su comunicación con otros hablantes de quichua. La
grados 1-3 -0,06 -0,06 -0,24 -0,26 dirección negativa de la correlación indica que un uso más frecuente
grados 4-6 -0,06 0,12 -0,52** -0,14 del quichua por parte de los profesores fuera del aula está asociado con
Estudiantes fuera del aula una 'menor' interferencia del español en la comunicación de los parti -
grados 1-3 0,41 * 0,11 0,32 -0,11 cipantes en lengua quichua. En Morocho, en cambio, se pueden apre-
grados 4-6 0,43* 0,26 0,24 0,10 ciar correlaciones positivas entre la lengua que usan los estudiantes
Materiales escolares
fuera del aula y el grado de estandarización del quichua utilizado. Esto
grados 1-3 0,01 0,18 -0,12 0,02
a su vez nos indica que la mayor frecuencia en el uso de la lengua qui-
grados 4-6 o.os 0,14 -0,16 0,01
chua por los estudiantes en su interacción fuera del aula está asociada
Cultura y deportes
grados 1-3 0,37 0,05 -0,08 0,31 al uso de una variedad lingüística cercana al quichua estándar.
grados 4-6 0,37 0,02 -0,10 0,41 *

162 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 163


4.3.3 Contactos lingüísticos a través de los medios masivos (LCM) LCM Morocho Otavalo
n M SD n M SD t p
4.3.3. l Resultados del cuestionario sobre contactos lingüísticos a través
Avisos en las vías
de los medios masivos
en español 48 7,35 2,30 47 8,09 1,95 -1,67 0,099
La tabla 4.21 nos presenta un cuadro comparativo entre Mo- Anuncios fuera de las
tiendas en quichua 48 1,04 0,20 47 2,11 2,05 -3,59 0,001
rocho y Otavalo acerca de las doce subescalas del cuestionario sobre Anuncios fuera de las
contactos lingüísticos a través de los medios masivos. tiendas en español 48 7,04 2,48 47 7,55 2,19 -1,06 0,290
Anuncios dentro de las
Tabla 4.21 subescalas de los contactos lingüísticos a través de los medios ma- tiendas en quichua 47 1,11 0,37 47 1,81 2,00 -2,37 0,020
sivos (LCM) en Morocho y Otavalo Anuncios dentro de las
tiendas en español 47 6,74 2,64 47 7,87 2,12 -2,28 0,025
CLM Morocho Otavalo Propagandas por correo
en quichua 3 1,00 0,00 42 1,40 1,34 -0,52 0,609
n M SD n M SD t p
Propagandas por correo
Programas de televisión en español 3 4,33 4,04 42 8,21 1,55 -3,71 0,001
en quichua 50 1,16 0,42 50 1,38 0,83 -1,67 0,098
Programas de televisión
Nota. Los puntajes para las subescalas para los contactos a través de los medios están
en eSDanol 50 7,94 1,72 50 8,12 1,71 -O 52 O 601
en una escala de 9 puntos: l = nunca, 9= siempre.
Programas de radio
en quichu a 50 2,38 1,61 50 1,92 1,58 1,44 0,153
13rogramas de radio La tabla 4.21 muestra, tanto para Morocho como para Otava-
en espanol 50 7,44 1,98 50 7,80 1,63 -0,99 0,323 lo, puntajes promedio menores de 2.0 en la mayoría de las subescalas
Películas en quichua 46 1,09 0,28 50 1,14 0,45 -0,68 0,498 que se refieren a contactos lingüísticos a través de los medios en la len-
Películas en español 46 6,98 2,59 50 7,88 1,98 -1,93 0,057
gua quichua, lo que nos indica que existen escasos contactos lingüísti-
Música en quichua 49 3,02 2,10 50 3,02 2,51 0,00 0,999
Música en español 49 7,16 1,89 49 8,04 1,40 -2,62 0,010
cos en quichua a través de los medios. Vale la pena anotar que la 'mú-
Periódicos en quichua 48 1,48 1,18 47 1,06 0,32 2,32 0,023 sica en quichua' es el único medio de comunicación masiva que tiene
Periódicos en español 47 7,13 2,26 47 7,91 1,80 -1,87 0,065 promedios mayores a 2,0 en ambas comunidades. En Morocho, sola-
Revistas en quichua 47 1,34 0,87 47 1,09 0,41 1,83 0,071 mente la subescala sobre 'programas de radio en quichua' obtiene pun-
Revistas en español 47 6,77 2,59 47 7,79 2,12 -2,09 0,039
tuaciones sobre 2,0 y, en Otavalo, las únicas que consiguen estas pun-
Libros en casa
en quichua 47 1,64 1,31 45 1,78 1,18 -0,54 0,594
tuaciones son las de los 'avisos dentro y fuera de las tiendas y almace-
Libros en casa nes: En las dos comunidades, los puntajes que se ubican por encima del
en español 47 6,85 2,26 45 8,02 1,60 -2,85 0,005 punto medio de 5,0 indican un contacto considerable con el español.
Teatros y conciertos Los resultados de la mayoría de las subescalas nos indican que, confor-
en quichua 47 1,72 1,93 50 1,90 1,85 -0,46 0,647 me a lo que se puede esperar en un medio urbano y con mayor diver-
Teatros y conciertos
sidad, los residentes de Otavalo tienen más oportunidades de mantener
en español 47 5,79 3,06 50 7,28 2,63 -2,58 0,011
Avisos en las vías contactos lingüísticos a través de los medios en español.
en quichua 48 1,06 0,24 47 1,72 1,62 -2,79 0,006 La tabla 4.22 nos muestra un resumen comparativo de lo que
ocurre en Morocho y Otavalo respecto de los contactos lingüísticos a
través de los medios.

164 Son ia Lenk


Minorías y bilingüismo sosten ido 165
Tabla 4.22 Resumen comparativo de los contactos lingüísticos a través de los dios en español está asociada a un uso de una variedad lingüística más
medios (LCM) en Morocho y Otavalo estándar en la comunicación con hispano hablantes.
Como se indica en la tabla 4.22, los puntajes promedio de
1.57 y 1.71, en Morocho y Otavalo respectivamente, evidencian las es- 4.4 Factores psicológicos
casas oportunidades que, en ambas comunidades, hay de mantener
contactos en quichua a través de los medios masivos. Por el contrario, Hipótesis 2: hay una correlación estadísticamente significativa
los promedios de 7.08 y 7.90, para Morocho y Otavalo respectivamen- entre la vitalidad etnolingüística en el 'nivel psicológico' y el
te, indican que los contactos a través de los medios masivos con el es- comportamiento lingüístico de los hablantes de quichua en la
pañol son numerosos. comunidad rural de Morocho y la ciudad de Otavalo.

Con el objetivo de verificar esta segunda hipótesis, pertinen-


4.3.3.2 Correlaciones entre los contactos lingüísticos a través de los medios te al 'nivel psicológico' -que incluye las creencias individuales en la vi-
masivos y el grado de estandarización del quichua y el español
talidad etnolingüística- y su influencia sobre la variedad lingüística
La tabla 4.23 nos presenta una comparación entre las pobla- usada por los hablantes de quichua en la comunidad de Morocho y en
ciones de Morocho y Otavalo en lo que tiene que ver con la correlación la ciudad de Otavalo, se examinarán diferentes combinaciones de los
existente entre los contactos lingüísticos a través de los medios masivos cuatro tipos de creencias de orientación teórica cognitiva elaboradas
en quichua y español y el grado de estandarización de las lenguas. por Allard y Landry. Para facilidad del lector, a continuación repetire-
mos, en el cuadro 4.1., el contenido del cuadro l. l.
Tabla 4.23 Correlaciones entre los contactos lingüísticos a través de los me- Figura 4.1. Reproducción del cuadro de AUard y Landry que representa las
dios masivos (LCM) en quichua y en español y el grado de estandarización de creencias de orientación cognitiva y las creencias sobre la vitalidad etnolin-
las lenguas en Morocho y Otavalo güística

LCM MOROCHO OTAVALO OBJETO


Grado de Grado de Grado de Grado de Fácticas Deseadas
estandarización estandarización estandarización estandarización No sobre sí mismo Creencias generales Creencias normativas
quichua español quichua español
(Creencias Vitalidad presente
Quichua 0,09 0,04 -0,12 -0,10
exocéntricas) Vitalidad futura Vitalidad legítima
Español -0,14 0,35* -0,05 -0,24 SUJETO Modelos sociales

*La correlación es significativa en el nivel O.OS ( doble cola) Sobre sí mismo Creencias personales Creencias sobre metas

La tabla 4.23 muestra que, en general, no existe correlación, (Creencias Valorización Metas y deseos
en ninguna de las dos comunidades, entre los 'contactos lingüísticos a egocéntricas) Pertenencia
Eficacia personal
través de los medios' (LCM) y el grado de estandarización de las len-
guas, excepto para el caso del español usado en Morocho, en donde se
observa una correlación positiva, significativa, no obstante, solamente Los cuatro tipos de creencias de la teoría de orientación cog-
en el nivel_ =0,05. En Morocho, una exposición más frecuente a me- nitiva (en itálicas) y los ocho tipos de creencias que reflejan la EV defi-
nidos en términos de sus sujetos y objetos de referencia.

166 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 167
Nota. De "Subjective Ethnolinguistic Vitality: A Comparison ol 11 dios se acercan al punto medio de 5,0. Estas puntuaciones relativamen-
Measures", por Réal Allard y Rodrigue Landry, 19946, Inter11111,,,,,,¡ ll ' más bajas, reflejan, de acuerdo con la orientación teórica cognitiva,
Journal or the Sociology of Language, 108: 125. Reproducida con el d, l,i l rccncias fácticas ( fuera del ámbito del sí mismo).

do permiso. Por otra parte, la tabla 4.24 también nos muestra que las
l rcencias en la vitalidad etnolingüística del español son notoriamente

más positivas en Otavalo que en Morocho en todas las subescalas:


4.4.1 Resultados de las diferentes subescalas del cuestionario sol,, l rcencias generales, creencias personales, creencias normativas, y
las creencias en la vitalidad etnolingüística (BEVQ, por su1, ~, lreencias sobre metas. Por el contrario, las creencias sobre la vitalidad
glas en inglés) rtnolingüística del quichua fueron claramente más altas en Morocho
El cuadro 4.24 es un cuadro comparativo entre Morocho ) que en Otavalo en una sola subescala: las 'creencias generales'. No se en-
Otavalo en cuanto a los cuatro tipos de creencias de orientación tco11 cuentran diferencias significativas en las dos comunidades respecto del
ca cognitiva: creencias generales, creencias personales, creencias 111>1 quichua en las siguientes subescalas: creencias normativas, creencias
mativas, y creencias en metas, todas ellas relacionadas con la vitalid,ul personales y creencias sobre metas.
etnolingüística del quichua y del español. En términos generales, el promedio de las cifras obtenidas en
las cuatro subescalas sobre vitalidad etnolingüística muestra puntajes
Tabla 4.24. subescalas del cuestionario sobre las creencias en la vitalidad l'I
más altos para el español en Otavalo que en Morocho, aunque no se
nolingüística (BEVQ) en Morocho y Otavalo encuentra una diferencia notable respecto del quichua en las dos co-
munidades, excepto para la subescala de creencias generales en cuyo
caso los puntajes promedios son más altos en Morocho.
BEVQ Morocho Otavalo
Las 'creencias generales' en la vitalidad etnolingüística del
n M SD n M SD t p
quichua y las 'creencias personales' en la vitalidad etnolingüística del
Creencias generales
español obtienen los promedios más bajos en Otavalo y Morocho, res-
Español so 5,64 2,26 51 7,83 0,80 -6,5 1 0,000
Quichua so 6,21 1,24 51 4,99 0,76 -6,46 0,000
pectivamente. En consecuencia, vale la pena examinar las subescalas
Creencias normativas sobre 'creencias generales' y 'creencias personales' para comprender
Español so 5,89 2,30 51 7,68 1,03 -5,07 0,000 mejor estos resultados.
Quichua so 7,16 1,49 51 7,54 1,01 -1,52 0,131
Creencias personales
Español 49 4,96 1,88 so 6,82 1,07 -6,06 0,000 4.4.1.1 Resultados de las subescalas de creencias generales en la vitalidad
Quichua 49 6,83 1,30 so 6,46 1,04 1,57 0,120
etnolingüística
Creencias sobre metas
Español 49 5,66 2,35 51 7,02 1,28 -3,61 0,000
La tabla 4.25 presenta una comparación de las tres subescalas
Quichua 49 6,76 1,71 51 7,14 1,25 -1,27 0,209
de 'creencias generales' sobre la vitalidad etnolingüística del quichua y
el español en Morocho y Otavalo.
La tabla 4.24 nos muestra promedios relativamente altos -so-
bre 6,0- en las subescalas que corresponden a la vitalidad etnolingüís-
tica del quichua en ambas comunidades. La única excepción es la
subescala de 'creencias generales' en Otavalo, en cuyo caso los prome-

168 Sonia Lcnk Minorías y bilinguismo sostenido 169


Tabla 4.25 subescalas de creencias generales en la vitalidad etnolingüístil ,1 1•11
Morocho y Otavalo
subescalas de 'creencias generales' del cuestionario sobre creencias en la
vitalidad etnolingüística (BEVQ). No obstante, la situación en Otavalo
Creencias generales Morocho Otavalo es diferente: las subescalas sobre 'vitalidad presente' y 'modelos socia-
les' del aspecto creencias generales del BEVQ exhibe una situación cla-
n M SD n M SD t /1
ramente desequilibrada a favor del español. Las dos subescalas tienen,
Vitalidad presente
Español 48 5,73 2,07 50 7,70 0,83 -6,26 0,()1 lll para el español, promedios de 7,7 y 8,04 respectivamente, mientras que
Quichua 48 5,89 1,31 50 4,27 0,98 6,94 0,0( lll para el quichua muestran puntajes por debajo del punto medio de 5.0.
Vitalidad futura Vale la pena anotar que, aunque, en Otavalo, el promedio para las
Español 48 6,32 2,37 50 7,78 1,20 -0.388 0,0( lll creencias en la vitalidad etnolingüística del quichua en las subescalas
Quichua 48 5,85 1,75 50 6,03 l,39 -0,569 O, '>: 1
'vitalidad presente' y 'modelos sociales' son apenas de 4.27 y 4.68, res-
Modales sociales
Español 48 5,25 2,70 50 8,04 1,03 -6,8 l 0,0( 1(1
pectivamente, el promedio para la subescala 'vitalidad futura' es mucho
Quichua 48 6,78 1,54 50 4,68 1,27 7,38 0,0( HI más alto, esto es, de 6.03. Este no fue el caso para las creencias en la vi-
talidad etnolingüística del español en Otavalo, donde los promedios
para las subescalas 'vitalidad presente' y 'vitalidad futura' son muy si-
Como se puede apreciar en la tabla 4.25, hay significativas d1 milares: 7.7 y 7.8, respectivamente. En otras palabras, los participantes
ferencias entre las dos comunidades respecto de las creencias general, de Otavalo no consideran que el español vaya a tener una mayor vita-
en la vitalidad etnolingüística del español: las tres subescalas -vitalid,111 lidad en el futuro, mientras que sí piensan que la vitalidad del quichua
presente, vitalidad futura y los modelos sociales- muestran promedio se irá incrementando con el tiempo.
más altos en Otavalo que en Morocho. Estos resultados sugieren qu,,
en sus respectivas áreas, los residentes de Otavalo creen -más de lo q11
creen los residentes de Morocho- que los recursos presentes con q11 4.4.1.2 Resultados para la subescalas de creencias personales en la vita-
lidad etnolingüística
cuenta español son numerosos y que sus recursos futuros serán ,11111
mayores. Asimismo, los residentes de Otavalo, más que los residente~ d La tabla 4.26 nos presenta una comparación entre Morocho
Morocho, creen que sus amigos usan el español con frecuencia. y Otavalo en lo que respecta a las tres subescalas de creencias persona-
Respecto de las 'creencias generales' en la vitalidad etnoli11 les en la vitalidad etnolingüística del quichua y el español.
güística del quichua, se presentan significativas diferencias en las sulH·,
calas de la 'vitalidad presente' y los 'modelos sociales', que evidcnd,111 Tabla 4.26 subescalas de creencias personales respecto de la vitalidad etnolin-
puntuaciones más elevadas en Morocho que en Otavalo. Las difercm i,1 güística en Morocho y Otavalo
entre las dos comunidades en lo que tiene que ver con la vitalidad 111
tura del quichua, no fueron significativas. Así, podemos observar qul' Ni Creencias personales 1 Morocho
1 Otavalo
1
bien los residentes de Morocho, más que los de Otavalo, piensan q11
Valorización 1
n / Mj SD ¡ n 1 MI SD 1
t 1 p
los recursos presentes del quichua son numerosos y que sus ami~o
Es año! 48
usan frecuentemente el quichua, las dos comunidades compartrn 1 6,20 2,39 50 7,68 1,06 - 3,97 0,000
Quichua 48 7,22
idea que los futuros recursos del quichua serán muy importantes. 1,57 50 7,38 1,14 - 0,57 0,573
Pertenencia
Se podría decir que los promedios en Morocho manifici.ta11 Es añol 47 4,90 2,78 50 6,98 2,40
una situación bastante equilibrada entre las dos lenguas en todas l,1 Qu ichua -3,95 0,000
47 7,68 1,91 50 6,79 2,30 2,07 0,041

170 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 171
Creencias personales Morocho Otavalo quichua. En Morocho, la subescala valorización revela puntajes relati -
n M SD n M SD t vamente altos para ambas lenguas, aunque siempre un poco más altos
Eficacia personal
- para el quichua.
Español 47 3,93 2,06 49 5,79 1,79 -4,73 ( 1111
Quichua 47 5,44 1,86 49 5,18 l,6 2 0,74 ( (,1
'1.4. 2 Resultados para las creencias fácticas y las deseadas

Como se puede apreciar en la tabla 4.26, existen signifit,111 La tabla 4.27 nos presenta una comparación entre Morocho
vas diferencias entre las dos comunidades en lo que respecta .i l,1 y Otavalo en relación a las creencias fácticas -que incluyen tanto creen-
'creencias personales' en la vitalidad etnolingüística del español en 111 Lias generales como personales-y las creencias deseadas -que incluyen
das las subescalas consideradas, con promedios más altos para Ot ,,v,1 t reencias normativas y de metas- respecto de la vitalidad etnolingüís-
lo que para Morocho. Estos resultados nos sugieren que los residc11t1 t ica del español y el quichua; todo esto de acuerdo con el paradigma
de Otavalo dan mayor valor al español, sienten que pertenecen en 111 ,1 í.íctico/deseado que observamos en el cuadro 4.1.
yor grado a la cultura hispana y se consideran más competentes en r
ta lengua que los residentes de Morocho. En cuanto tiene que ver l 1111 Tab la 4.27 Creencias fácticas y creencias deseadas en Morocho y Otavalo
la lengua quichua, en cambio, la única diferencia se evidencia en li,
subescala de 'pertenencia', que muestra un promedio más alto p,11 ,1 Creencias en la EV Morocho Otavalo
Morocho. Así, al parecer los residentes de Morocho poseen un sent id11 n M SD n M SD t p
de pertenencia más fuerte con respecto de la cultura quichua que 111 Creencias fácticas
residentes de Otavalo. Es pañol 49 5,31 1,92 50 7,33 0,68 -7,00 0,000
Una comparación de los promedios de las dos lenguas c11 l.1 Quichua 49 6,53 1,05 50 5,73 0,72 4,47 0,000
Creencias deseadas
dos comunidades presenta una interesante tendencia. No hay notori,1
Es pañol 49 5,81 2,11 51 7,35 1,00 -4,69 0,000
diferencias entre los puntajes de las lenguas en Otavalo en dos de l.1 Quichua 49 6,95 1,34 51 7,33 0,94 -1,67 0,098
tres subescalas: 'valorización' y 'pertenencia'. El promedio para la su ht·,
cala 'valorización' es de 7.68 para el español y de 7.38 para el quichu ,,,
y, para la subescala 'pertenencia', es de 6.98 para el español y de 6. 70 p,1 Respecto de las creencias en la vitalidad etnolingüística de
ra el quichua. Por su parte, en Otavalo, la subescala que no prcse11t ,1 acuerdo con el paradigma fáctico/deseado, es interesante señalar que,
mayores diferencias entre las dos lenguas es la 'eficacia personal ', q111 en Morocho, no se manifiesta notorias diferencias entre las 'creencias
tiene un promedio de 5. 70 para el español y 5.18 para el quichua. J\1111 fácticas' y las 'creencias deseadas' en la vitalidad etnolingüística del qui-
que en Otavalo se pueden encontrar diferencias relativamente menon chua y del español. En Otavalo, aunque no hay claras diferencias entre
en las puntuaciones de las tres subescalas, los promedios más altos, t'll las mismas creencias respecto del español, hay, en cambio, una marca-
todas ellas, son para el español. da diferencia entre las 'creencias fácticas' (5,73) y las 'creencias desea-
Por el contrario, en Morocho existe una gran diferencia cnt1 das' (7,33) en la vitalidad etnolingüística del quichua. De estos prome-
los puntajes promedios de las dos lenguas en cada una de las tres sulws dios se puede inferir que los residentes de Morocho están bastante sa-
calas de las creencias personales en la vitalidad etnolingüística. Las qu tisfechos con la vitalidad relativa del español y el quichua, en vista de
exhiben las diferencias más altas son las de pertenencia, que tiene 1111 que no desean una vitalidad etnolingüística más alta para el quichua.
promedio de 4,90 para el español y 7,68 para el quichua y la de efit,ll i11 Es así que los pobladores de Morocho ven a la lengua quichua
personal, que tiene un promedio de 3,93 para el español y 5,44 par.1 rl como poseedora de una mayor vitalidad etnolingüística que el español

172 Sonia Lenk Mino rías y bili ngü ismo sostenido 173
y desean mantener el 'statu quo' tal y como lo perciben. Mientras tanto, 'creencias egocéntricas' exhiben, también en ambas comunidades, va -
la gente en Otavalo considera que la vitalidad etnolingüística del espa- lores más altos que los de las 'creencias exocéntricas'. Estos resultados
ñol es mayor que la del quichua, pero, a diferencia de Morocho, quisie- nos indican que, respecto de la lengua quichua, las creencias sobre sí
ran que el quichua tuviera el mismo grado de vitalidad etnolingüística. mismo -por oposición a las creencias de los otros- son más elevadas
que aquellas que se ubican por fuera de este ámbito, esto es, las creen-
4.4.3 Resultados de las creencias exocéntricas y egocéntricas cias de los otros.
Si hacemos una comparación entre las diferentes categorías,
La tabla 4.28 nos presenta una comparación entre Morocho encontramos que, en Morocho, la categoría que muestra los promedios
y Otavalo respecto de las creencias exocéntricas -que incluyen las más elevados, es la de las 'creencias egocéntricas' en la vitalidad etno-
creencias generales y normativas- y las creencias egocéntricas -que in- lingüística del quichua. En Otavalo, en cambio, los promedios más al- ·
cluyen las creencias personales y sobre metas- en la vitalidad etnolin- tos corresponden a las 'creencias exocéntricas' en la vitalidad etnolin-
güística del español y el quichua, de acuerdo con el paradigma sobre sí güística del español. Es interesante notar que, en Morocho, esas catego-
mismo/no sobre sí mismo que vimos en el cuadro 4.1. rías egocéntricas tienen las puntuaciones más altas dentro de todas las
que se relacionan con la vitalidad etnolingüística. Cosa parecida suce-
Tabla 4.28 Creencias exocéntricas y egocéntricas en Morocho y Otavalo de en Otavalo con las categorías exocéntricas respecto de la vitalidad
Creencias en la EV Morocho Otavalo del español.
n M SD n M SD t p Mientras en Morocho los promedios más altos de las 'creen-
Creencias exocéntricas cias egocéntricas' relativas al quichua evidencian los deseos personales
Español 50 5,70 2,19 51 7,79 0,76 -6,42 0,000 de mantener la preeminencia del quichua en la región, en Otavalo, la
Quichua 50 6,45 1,17 51 5,63 0,73 4,26 0,000 diferencia entre los promedios del quichua y el español muestran el
Creencias egocéntricas deseo de lograr cierto equilibrio entre las lenguas. Sin embargo, en tér-
Español 49 5,14 1,89 50 6,87 0,86 -5,92 0,000
minos generales, se puede decir que tanto los promedios de las creen-
Quichua 49 6,82 1,27 50 6,63 0,94 0,81 0,419
cias exocéntricas como de las egocéntricas manifiestan una fuerte
confianza en la vitalidad etnolingüística de ambas lenguas en ambas
comunidades.
Como se ve en la tabla 4.28, las 'creencias exocéntricas' en la
vitalidad etnolingüística del español son significativamente más altas
en Otavalo que en Morocho; por el contrario, cuando estas mismas 4.4.4 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario de creencias
creencias se refieren a la vitalidad etnolingüística del quichua, son más sobre la vitalidad etnolingüística y el grado de estandarización
altas en Morocho. En lo que tiene que ver con las 'creencias egocéntri- del quichua y el español
cas', éstas son también más elevadas en Otavalo cuando se relacionan
con la vitalidad etnolingüística del español, mientras que, cuando se La tabla 4.29 nos presenta una comparación entre las comu-
refieren al quichua, no presentan diferencias significativas entre las nidades de Morocho y Otavalo respecto de las correlaciones que se es-
dos comunidades. Por otra parte, tanto en Morocho como en Otavalo, tablecen entre las subescalas de las creencias generales, personales, nor-
las escalas que corresponden a las 'creencias exocéntricas' en la vitali- mativas y de metas, del cuestionario y el grado de estandarización del
dad etnolingüística del español son más altas que las relativas a las quichua y español.
'creencias egocéntricas'. Por el contrario, cuando esas creencias se re-
fieren a la vitalidad etnolingüística del quichua, los promedios de las

174 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 175


Tabla 4.29 Correlaciones entre las subescalas del cuestionario de creencias so- En cuanto a las 'creencias personales', en Morocho se observa
bre la vitalidad etnolingüística y el grado de estandarización del quichua y el
español
una alta y significativa correlación entre este tipo de creencias y el grado
de estandarización de ambas lenguas. Además, existe, por un lado, una
Morocho Otavalo correlación negativa entre este grado de estandarización de ambas len-
Creencias Grado de Grado de Grado de Grado de guas y las 'creencias personales' en la vitalidad etnolingüística del espa-
en VE estandarización estandarización estandarización estandarización ñol, y, por otro, una correlación positiva entre las 'creencias personales'
quichua español quichua español en la vitalidad etnolingüística del quichua y el grado de estandarización
Creencias
del español. Por el contrario, no existen correlaciones significativas entre
1generales
Quichua
las 'creencias personales' en la vitalidad del quichua y su grado de estan-
0,13 -0,22 -0,02 -0,01
Español -0,49** 0,06 0,41**
darización, ni, en el caso Otavalo, entre este tipo de creencias respecto de
-0,3 1*
Creencias las dos lenguas y su correspondiente grado de estandarización.
normativas
Quichua -0,028 -0,20 0,22 -0,31 * 4.4.5 Correlaciones entre las creencias exocéntricas y egocéntricas
Español -0,4 1** -0,05 0,05 -0,30*
Creencias del cuestionario de creencias en la vitalidad etnolingüística y el
1oersonales grado de estandarización del quichua y el español
Quichua 0,11 0,54** 0,19 0,09
Español -0,41 ** -0,48** -0,15 -0,21
La tabla 4,30 presenta una comparación entre las comunida-
Creencias des de Morocho y Otavalo en lo relativo a la correlación que se estable-
sobre metas ce entre las creencias exo y egocéntricas en la vitalidad lingüística y el
Quichua -0,32* 0,20 0,36* -0,19 grado de estandarización de las dos lenguas.
Español -0,21 -0,32* 0,08 -0,26

** La correlación es significativa en el nivel 0.01 (doble cola) Tabla 4.30 Correlaciones entre las creencias exocéntricas y egocéntricas del
* La correlación es significativa en el nivel O.OS (doble cola) cuestionario de creencias en la vitalidad etnolingüística del quichua y el es-
pañol y el grado de estandarización de ambas lenguas
Como se puede apreciar en la tabla 4.29, existen, en ambas
Morocho Otavalo
comunidades, significativas correlaciones entre las 'creencias generales'
en la vitalidad lingüística del quichua y su grado de estandarización. Creencias Grado de Grado de Grado de Grado de
en EV estandarización estandarización estandarización estandarización
Resulta interesante anotar también que, mientras en Morocho se cons-
quichua español quichua español
tata una correlación negativa entre las 'creencias generales' sobre la vi- Creencias
talidad etnolingüística del español y el grado de estandarización del exocéntricas
quichua, en Otavalo se ve una correlación positiva entre esta misma va- Quichua 0,01 0,03 0,06 -0,11
riable y el uso de la lengua. Español -0,48** -0,22 0,35* -0,34*
Creencias
Otra relevante correlación negativa que encontramos en Mo-
egocéntricas
rocho es la que se establece entre las 'creencias normativas' en la vitali- Quichua 0,01 -0,46** -0, 11 -0,26
dad etnolingüística del español y el grado de estandarización del qui- Español -0,41 ** 0,48** 0,28 0,06
chua; en Otavalo, en cambio, no hay ninguna correlación entre las
**La correlación es significativa en el nivel 0.01 (doble cola)
creencias normativas de las lenguas y su grado de estandarización. * La correlación es sig nificativa en el nivel O.OS ( doble cola)

176 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 177
La tabla 4.30 nos muestra, para el caso de Morocho, una co- Tabla 4.31 Correlaciones entre las creencias fácticas y deseadas relativas a la
rrelación negativa entre los dos tipos de creencias relativas al español y vitalidad etnolingüística del quichua y el español y el grado de estandariza-
el grado de estandarización del quichua usado en la comunidad. Estas ción de ambas lenguas
correlaciones negativas nos indican que la presencia de puntajes altos
en cuanto a las creencias en la vitalidad del español corresponde a un Morocho Otavalo
uso de una variedad lingüística poco estandarizada del quichua. Asi- Creencias Grado de Grado de Grado de Grado de
mismo, una importante correlación negativa se presenta entre las en EV estandarización estandarización estandarización estandarización
'creencias egocéntricas' respecto de la lengua quichua y el grado de es- quichua español quichua español
tandarización del español usado; estas cifras, a su vez, nos indican que, Creencias
mientras más alta sea la 'creencia egocéntrica' en la vitalidad etnolin- fácticas
güística del quichua, menos estandarizado será el español que se utili- Quichua O,lS 0,38** 0,25 0,06
Español -0,50** -0,38** 0,13 -0,35*
ce. Por el contrario, en Morocho existen importantes correlaciones po-
Creencias
sitivas entre las 'creencias egocéntricas' referidas a la vitalidad del espa- deseadas
ñol y el grado de estandarización de la variedad lingüística de esta len- Quichua -0,28 0,11 0,25 -0,[9
gua utilizada. Esto nos indica que una forma más estandarizada del es- Español -0,42** -0,29* 0,08 -0,26
pañol está directamente relacionada con un nivel más elevado en las
'creencias egocéntricas' respecto de su vitalidad etnolingüística. A dife- ** La correlación es significativa en el nivel 0.01 {doble cola)
* La correlación es significativa en el nivel O.OS ( doble cola)
rencia de lo que ocurre en Morocho, en Otavalo no se hallan correla-
ciones significativas en el nivel p > 0.01 entre las 'creencias egocéntri-
cas' en la vitalidad de ninguna de las dos lenguas y su respectivo grado
La tabla 4.31 muestra la existencia de correlaciones negativas
de estandarización.
entre las creencias tanto 'fácticas' como 'deseadas' relativas a la vitali-
dad del español y el grado de estandarización del quichua utilizado en
4.4.6 Resultados de las correlaciones entre las creencias fácticas y de- la población de Morocho; esto sígnifica que formas menos estandari-
seadas relativas a la vitalidad etnolingüística del quichua y el es- zadas de la lengua quichua se relacionan de manera directa con altos
pañol y el grado de estandarización de ambas lenguas puntajes en estos dos tipos de creencias respecto del español. De igual
manera, otra importante correlación negativa se presenta entre las
La tabla 4.31 nos presenta una comparación de lo que ocurre 'creencias fácticas' en la vitalidad del español y el grado de estandari-
en Morocho y Otavalo respecto de las correlaciones que se pueden es- zación de la variedad de español utilizada en Morocho; de ahí que a
tablecer entre las creencias fácticas y deseadas en la vitalidad etnolin- una menor estandarización de la lengua corresponda una mayor
güística del quichua y el español y su grado de estandarización. 'creencia fáctica' en su vitalidad etnolingüística. En el extremo opues-
to, se puede apreciar una importante correlación positiva entre el gra-
do de estandarización del español usado en Morocho y los puntajes de
las creencias fácticas en la vitalidad etnolingüística del quichua. Esta
correlación positiva indica que una variedad de español más estándar
esta vinculada de manera directa con altos promedios en los niveles de
creencias fácticas en la vitalidad del quichua. Para terminar, debemos
señalar que en Otavalo no se encuentran correlaciones significativas

[78 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido l 79
en el nivel p > O.O 1 entre las 'creencias fácticas ' ni 'deseadas' en la vita- Capítulo 5
lidad de ninguna de las dos lenguas y su correspondiente grado de es-
tandarización.

RESULTADOS: PARTE CUALITATIVA

En esta investigación, se condujeron seis entrevistas semies-


tructuradas con líderes indígenas de la provincia de Imbabura que ocu-
paban o habían ocupado puestos políticos a nivel regional o nacional.
Tres de estos líderes habían trabajado extensamente en el área de la edu-
cación bilingüe; los otros tres habían participado en la solución de dis-
tintos problemas que afectaban -y aún afectan- a las poblaciones indí-
genas. Las entrevistas fueron realizadas con el fin de triangular los resul-
tados obtenidos por medio de la aplicación de los cuestionarios -corres-
pondientes a la parte cuantitativa de este estudio-, y a través de los cen-
sos y los demás datos descriptivos. El uso de métodos y fuentes de infor-
mación múltiples sirve para corroborar los datos obtenidos o para dar
cuenta de diferentes aspectos de la realidad indígena. Los fenómenos so-
ciales son extremadamente complejos y la utilización de esta variedad de
métodos y fuentes puede generar puntos de vista distintos que, a su vez,
revelen resultados convergentes, inconsistentes e incluso contradictorios.
La triangulación ofrece la probabilidad de obtener una visión más rica y
compleja de la realidad indígena que una perspectiva unilateral (Webb,
Campbell, Schwarz y Sechrest, 1966, citado en Gredler, s.f.. : 2).
La información presentada en esta sección estará dividida en
seis tópicos principales: 1) política, 2) economía 3) educación, 4) sím-
bolos de identidad, 5) uso del quichua y 6) mantenimiento lingüístico.
Los tres primeros temas complementan los datos del nivel sociológico,
que incluyen los censos y los datos descriptivos. El cuarto, corresponde
a los datos del nivel psicológico que fueron recogidos durante la inves-
tigación. El quinto y el sexto retoman aspectos que fueron discutidos
en el marco teórico en el contexto de la realidad quichua.

180 Soni a Lenk


Mi norías y bili ngüismo soste nid o 18 1
He intentado mantener la integridad de las voces indígenas y estos líderes sobre las nociones políticas que se tienen al interior del
de presentarlas de la manera más precisa posible. Con este fin, he tra - grupo constituya un excelente punto de partida para definir la partici-
tado, en lo posible, de evitar parafrasear y suprimir las expresiones ver- pación política indígena en sus propios términos.
náculas u otras estrategias conversacionales usadas por los entrevista-
dos. No obstante - y especialmente en la versión en inglés de esta diser-
tación- he tenido que hacer algunas modificaciones para propósitos de 5.1.1 Los diferentes conceptos de política entre los pueblos indígenas
claridad. Mis comentarios tienen el objetivo de ofrecer el contexto de y los occidentales
las citas que tomo de las entrevistas; pero es importante tener siempre
presente que el propósito central de la sección es mostrar la perspecti- Según un buen número de líderes indígenas, la manera andi-
va de los líderes indígenas y presentar la visión que ellos poseen respec- na de conceptualizar la política es radicalmente diferente de la manera
to de su propia situación y su lenguaje. occidental. José Muñica, vicepresidente de la Federación Indígena y
Campesina de Imbabura, comenta que sobre estas diferencias en lo que
tiene que ver con la forma en que estas distintas poblaciones eligen a
5.1 La situación política de los pueblos indígenas sus respectivos líderes: en el mundo andino los candidatos no respon-
den a afanes electoreros meramente en calidad de individuos, sino
Desde la conquista y a través de los procesos de colonización, también en términos de entidades sociales. Un líder indígena es valo-
las poblaciones indígenas se han mantenido subyugadas a los grupos
rado por sus cualidades humanas, por el apoyo de su familia y por las
blancomestizos. Solamente su entrada en el escenario político nacional,
acciones que ha tomado dentro de su comunidad; mientras que un lí-
ha permitido a sus líderes trascender las fronteras del mundo indígena. der occidental, sostiene Muñica, es valorado fundamentalmente por
Con este movimiento hacia posiciones políticas claves, estos líderes se sus capacidades demagógicas:
convirtieron en modelos y guías para el futuro de los grupos indígenas.
En este contexto, no se puede perder de vista que estos líderes poseen ¿Qué pasa en cambio acá? Yo voy y voto y ni le conozco al candidato,
características sobresalientes que les han permitido asumir su rol de li- ni quien es. Y eso sucede en todo el mundo occidental. Yo voto por las
derazgo. En vista de que este rol ha demandado que tengan contacto ideas que yo creo que él va a ejecutar y sabemos que él no va a ejecu-
con los grupos blancomestizos así como con otros grupos indígenas, tar... Si queremos elegir a una persona en nuestra comunidad, lo pri-
ellos han devenido mediadores que saben cómo manejar ambos mun- mero que buscamos es si tiene apoyo familiar, si tiene capacidad de
dos de manera exitosa. A primera vista parecería extraño que estos di- gestión. De acuerdo a lo que ha hecho en la comunidad vemos que ti-
po de hombre es: ha trabajado, no ha trabajado, tiene sentido de servi-
rigentes indígenas, cuyo contacto con poblaciones blancomestizas es
cio, espíritu de servicio ... Nosotros pensamos que si alguien quiere ser
permanente, refuercen y se adhieran a los símbolos de la cultura indí-
candidato, debe tener las condiciones humanas que nos competen a to-
gena de manera más tenaz que otros indígenas cuyo contacto con estas dos-encima mantener una entidad humana, antes de una entidad
poblaciones ha sido menor y más indirecto y asimétrico. Las encuestas económica o política . ... Los beneficios que hemos obtenido es fortale-
realizadas nos proveen importantes acercamientos, no sobre el com- cer nuestra propia identidad.
portamiento típico o la filosofía indígena, sino sobre la visión y la mi-
sión de sus líderes. Ellos son quienes tendrán la mayor influencia en el Tradicionalmente, en la sociedad occidental existe un tipo de
cambio de políticas a nivel estatal y nacional. liderazgo piramidal en el que los políticos son quienes deciden qué es
'El capital político' está relacionado con la participación polí- lo correcto para la gente. Los indígenas, en cambio, privilegian un pro-
tica o con la presión política que los miembros de un grupo, en este ca- ceso de liderazgo de 'abajo hacia arriba'. Un plan estratégico para la ad-
so kichwa, están en condiciones de ejercer. De ahí que la perspectiva de ministración surge del trabajo con los grupos organizados -las asocia-

l8 2 Son ia Le nk
Mi nor ías y bilingüis mo sosteni do 183
ciones de transportistas, la liga de artesanos, las comunidades, etcétera- no empiecen a exigir una serie de obras ... como también ha ocurrido
El trabajo se inicia con la optimización de los recursos humanos y na- en el pasado. De tal manera que ... nuestra misión, [usa) como base al
turales. El economista Auki Tituaña, alcalde de Cotacachi, describe su ser humano, al hombre y la mujer cotacachense, que ... tienen mucho
idea de democracia participativa: ésta tiene sus raíces en el sistema tra- que aportar.
dicional de servicio municipal que, a su vez, supone la representación y
la toma de decisiones por parte del alcalde y de los siete miembros del Las federaciones y organizaciones de base cumplen el rol de
concejo. Tituaña explica cómo su estilo personal lleva esta perspectiva mediadoras entre las comunidades y las organizaciones gubernamenta-
filosófica un paso más allá al hacer que la comunidad entera sea ali- les y no gubernamentales. Alfonso Morales es un dirigente de la UNOR-
mentada por la participación de las organizaciones de base en la cons- CAC, Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi,
trucción y el manejo de la infraestructura y los recursos comunitarios. y el cuadro que él nos describe, a partir del trabajo de su organización,
nos provee un nuevo ejemplo de liderazgo de 'abajo hacia arriba':
Nosotros creemos que la comunidad tiene mucho que aportar. Hay
una gran riqueza de experiencias prácticas en el manejo de la tierra, el [N]osotros bajamos hacia abajo; hacia las bases que son las comunida-
manejo de los bosques, del agua, el manejo de relaciones intercomuni- des. [También nos orientamos] hacia arriba, hacia la provincia, hacia
tarias, sociales, y también hay un manejo directo de mano no califica- lo nacional, desde aquí los contactos a nivel provincial y nacional. Bue-
da en el manejo de proyectos y obras, así que ¿cómo desperdiciar un no, el planteamiento, es más lo que hacen las comunidades, porque no-
factor tan clave para la democracia local como dejar de ver esta rique- sotros tenemos que ser los portavoces de ellos más que todo porque pa-
za tan importante del cantón y del sistema democrático? ra eso tenemos el plan de desarrollo parroquial... hecho en 1998.

Tituaña enfatiza que, por lo general, aquellos que están en el Humberto Cotacachi, antiguo director regional de educación
poder trabajan por su propio beneficio y por el de su círculo más in- bilingüe en la Dirección Nacional de Educación Indígena Intercultural
mediato, dejando al resto de la población en una situación precaria -de Bilingüe (DINEIIB) del Ministrio ·de Educación, concibe la participa-
modo que la gente no esté en condiciones de hacer ningún tipo de es- ción política como una oportunidad para la unidad y el servicio:
crutinio de las cuentas de sus gobernantes-. Auki Tituaña afirma que
.... [Y]o creo que tenemos derecho para poder participar en política,
su gestión, por el contrario, está concebida como una administración ,. pero sin intereses personales, por decir. .. Yo pienso que la política de-
de la gente y por la gente y que, por lo tanto, los ciudadanos tienen to- be servir, también como el proceso de EBI, para unirnos, ¿no? Y dar
tal acceso al conocimiento de su presupuesto. El hecho de que los libros apertura y dar ese espacio que en verdad necesitan sean los afroecuato-
sean de dominio público permite a la población tener conocimiento de rianos, los indios, los mestizos, ¿no?
cómo se gasta cada dólar; lo que es más, si hubiese un déficit, los ciu-
dadanos tendrían derecho a saberlo, de modo que los personeros de go- Él piensa también que los indígenas en general, inclusive
bierno no estarían en condiciones de volverse demagogos. cuando no cumplen un papel de liderazgo, tienen un compromiso im-
portante con la sociedad. Ellos necesitan apoyar y asistir a sus líderes de
La fórmula de mantener al pueblo analfabeto, irresponsable, da justa- modo que estos últimos puedan cumplir una campaña exitosa.
mente resultados para aquellos que quieren vivir de estas instancias de
gobierno local, de gobierno nacional quieren beneficiarse en su círculo Yo pienso que hay que colaborar y es obligación de nosotros como In-
pequeño, en su negocio, en sus actividades, unas lícitas, otras ilícitas. dígenas quienes podamos dar la mano a tal o cual autoridad [Indíge-
De modo que nosotros no tenemos nada que ocultar, y el pueblo tiene na] que está por elección popular, que está en tal o cual posición pú-
que conocer los recursos, la disponibilidad de recursos, la capacidad fi- blica, entonces estar junto a esa persona. Y más que todo esperar prac-
nanciera municipal, para que sean conscientes y que también para que ticar el principio de los indios como es el de no mentir, no robar y no
ser ociosos.
184 Sonia Lenk
Minorías y bilingü ismo sos tenido 185
Cotacachi considera que los líderes indígenas, cuando son ele- Yo confío que el proceso nos va a dar, como en el caso de Cotacachi, la
gidos, no sólo tienen mayor visibilidad y actúan como modelos para otros oportunidad de conocernos en el trabajo, y no vernos corno mejores o
indígenas, sino que, fundamentalmente, personifican los principios indí- peores sino simplemente como distintos, como diversos en lo cultural,
genas -en vista de que han sido elegidos por cumplirlos a cabalidad-y re- en la parte externa, de expresiones pero que somos seres humanos con
presentan a los pueblos indígenas de manera apropiada y correcta. Los lí- necesidades, con sentimientos, con sueños de tener una mejor socie-
deres que hemos entrevistado coinciden en su argumentación de que los dad. De tal manera que en Cotacachi estarnos construyendo las condi-
ciones para que exista un diálogo permanente sin complejos y que to-
indígenas poseen un tipo de liderazgo de 'abajo hacia arriba' que implica
dos nos veamos como importantes y como útiles y necesarios en nues-
de manera directa a las comunidades. Como se ha señalado ya, este tipo
tra relación interétnica interbinacional...
de liderazgo hace que estos líderes cumplan el papel de mediadores entre
sus comunidades y los organismos gubernamentales y no gubernamenta-
les. Por ello, sus organizaciones representan a un amplio espectro de pue- 5.1.3 Las incursiones indígenas en política
blos indígenas y, por tanto, ofrecen sus servicios y promocionan la unidad
entre las distintas partes involucradas. Por otro lado, nuestros entrevista- 5.1.3.1 Las perspectivas de la sociedad ecuatoriana sobre la participa-
dos sostienen que los pueblos indígenas necesitan aún trabajar por la cau- ción indígena en política
sa indígena; hacerlo supone incrementar su preocupación por la situación
Durante la colonia, los españoles ocuparon todas las posicio-
de sus comw1idades, por un lado, y ofrecer su fuerza de trabajo para eje-
nes de poder. Posteriormente y durante el período poscolonial, los gru-
cutar distintas labores que les son necesarias, por otro.
pos blancomestizos, cuyo ancestro europeo es claramente prevalecien-
El recuento que los líderes indígenas hacen de las concepcio-
te, son los que han mantenido las posiciones hegemónicas. La incur-
nes políticas de su grupo provee de una importante perspectiva sobre
sión en política de los pueblos indígenas es un fenómeno relativamen-
el grado en el cual la presión de la política indígena influye en los nive-
te reciente, marcado por la consolidación de la Confederación de Na-
les locales y nacionales. Estos recuentos complementan los datos des-
cionalidades Indígenas Ecuatorianas (CONAIE) -la organización de
criptivos y aquellos obtenidos en los censos sobre el número de indíge-
base más fuerte en las Américas- a finales de la década de los ochenta.
nas que participan en política a nivel local y nacional.
La participación indígena en política no ha surgido sin provocar reac-
ciones de parte del resto de la sociedad, pues los grupos dominantes se
5.1.2 La política como una oportunidad de crear un espacio de diálogo han visto obligados a compartir el poder. La reacción de la sociedad
ecuatoriana ante la incursión indígena en la escena política nos ofrece
La participación de los pueblos indígenas en la política del una mejor comprensión del tipo de resistencia que las minorías deben
país no puede ser evaluada sin una mejor comprensión de las relacio- enfrentar. Además nos ofrece un nuevo acercamiento a varios aspectos
nes que se establecen entre diferentes grupos indígenas así como entre de la identidad social indígena: ¿qué piensan los líderes indígenas acer-
los indígenas y otros grupos étnicos. ca de la manera en que la sociedad ecuatoriana percibe su contribu-
En una democracia participativa, tal y como Auki Tituaña la ción?; ¿cómo se ven ellos a sí mismos?; ¿qué características atribuyen a
entiende, el propósito del liderazgo es doble. Por una parte, permite su propio grupo?
que diversos grupos étnicos establezcan canales de comunicación y de Auki Tituaña piensa que las nacionalidades indígenas tie-
conocimiento mutuo y que, por tanto, lleguen a apreciar sus diferencias nen un importante rol que jugar en el desarrollo del país, aunque
y similitudes; mientras, por otra, provee un espacio para que distintas siente también que este rol no es realmente valorado por la sociedad
organizaciones trabajen juntas e incorporen las necesidades de todos ecuatoriana:
los ciudadanos.

186 So ni a Lenk
Minorías y bilingüismo sosten ido 187
Es importante para el país; yo creo que el esfuerzo que hacemos los En el cantón Cotacachi hemos avanzado en la ejecución democrática,
pueblos y nacionalidades indígenas por formarnos, por contribuir des- en la ejecución de una planificación colectiva. Los recursos se han du-
de nuestra cosmovisión al desarrollo local o nacional, debería ser to- plicado, triplicado cuando se maneja con transparencia. Hay una suma
mado más en cuenta, más en serio. de voluntades y de recursos; el milagro de la multiplicación de los pa-
nes y de los peces en la religión católica es posible en este cantón auto-
De acuerdo con Tituaña, los políticos tradicionales por lo re- gestión con participación, con planificación.
gular no quieren establecer un diálogo interétnico; al responder a las
demandas indígenas sólo en los aspectos más básicos de infraestructu- La siguiente cita proviene de un artículo de Christine Inglis
ra, en realidad, esperan silenciarlas: (s.f.) que fue publicado por la UNESCO. Es importante anotar que es-
te extracto evoca algunas de las preocupaciones que subyacen a las de-
A veces se quiere simplemente como justificar momentos de rompimien-
claraciones de varios de los líderes indígenas que entrevistamos:
to de relaciones en el diálogo con la simple atención con obras físicas.
EJ multiculturalismo enfatiza que el reconocer la existencia de la diver-
La sociedad ecuatoriana, así como la humanidad en general,
sidad étnica y el asegurar a los individuos sus derechos a retener su cul-
podrían aprender mucho de las culturas andinas y de su visión del tura deben ir mano con mano con la posibilidad de gozar de un acce-
mundo. Tituaña señala que la sabiduría de sus tradiciones ancestrales so completo a, de participación en y adherencia a los principios cons-
se evidencia en los avances que distinguieron al Imperio Inca de otras titucionales y valores colectivamente compartidos que prevalecen en la
civilizaciones contemporáneas: sociedad. Según lo sostienen quienes abogan por el multiculturalismo,
el reconocimiento de los derechos individuales y grupales y el asegurar
Los pueblos indígenas creo que podemos aportar no sólo al Ecuador si-
a la sociedad un acceso equitativo a ellos, beneficia tanto a los indivi-
no a la humanidad con muchos aspectos que hemos sabido conservar
dQos como a la sociedad en su conjunto al reducir la presión de los
y desarrollar en estos últimos siglos y que no es valorado por el estado
conflictos basados en la desventaja y la inequidad sociales (Sección 4:
ecuatoriano. De manera que nuestra misión es salvar a la democracia
Multiculturalism and the need for new policy responses to ethnic di-
ecuatoriana de un proceso de estancamiento en el que se han ubicado
versity: ! 5).
los diferentes partidos políticos y nos arrastran a toda la sociedad.
José Muñica se hace eco de estos sentimientos al sostener que
Tituaña considera que un liderazgo exitoso no depende de la
la sociedad ecuatoriana debe respetar las distintas realidades que con-
cantidad de recursos que se posean, sino de la aplicación de un nuevo
forman las nacionalidades de nuestro país y combinarlas de una mane-
estilo de liderazgo: el planeamiento colectivo. Es así como la sociedad
ra equitativa:
ecuatoriana, como un todo, puede beneficiarse de la cultura indígena y
de su manera de entender el mundo. La prioridad es la construcción de una nueva sociedad donde ... tanto
el mundo indígena como estos mundos que no son indígenas, constru-
Creemos que es un esfuerzo valioso en la medida en que vamos obte-
yamos nosotros mismos, nuestro propio porvenir, y nos respetemos en
niendo resultados positivos se demuestra que se puede hacer más con
ese proceso.
los mismos recursos, se demuestra que se puede avanzar a pesar de la
crisis nacional, de la crisis política, crisis económica. Muñica compara este proceso con un juego, pero un juego
cooperativo antes que competitivo, que debe tener lugar sobre bases
Él hace referencia a su exitoso liderazgo en Cotacachi como
equitativas para crear una situación de ganancia para todos los invo-
un claro ejemplo de cómo la escasez económica puede ser superada ha-
lucrados:
ciendo uso de los recursos humanos y organizacionales que existen ya
en la comunidad:

188 Sonia Lenk


Minorí as y bilin güismo sostenido 189
Es como entrar en un juego, pero un juego de iguales, pero tiene sus Humberto Cotacachi reconoce la emergencia de líderes indí-
particularidades, Usted también; pero hay algo que nos une y eso que genas muy capaces:
nos une tiene que potenciarnos a todos, no ir a desunir y peor a des-
baratar, a no ir a construir una sociedad equitativa o justa. Como pue- Y creo que el pueblo indígena, por ejemplo, ya está, ya tiene líderes pre-
blos indígenas vemos que todos los problemas pueden solucionarse de parados; por ejemplo, tiene Lucho Macas, Nina Pacari; ahí tenemos
esta manera. Auki Tituaña ... Hay mucha gente de nuestra provincia; ahí tenemos un
Antonio Vargas, por ejemplo.
La perspectiva de estos líderes acerca de la sociedad ecuato-
riana y acerca de los indígenas y su rol en la sociedad es sumamente Cree, además, que los indígenas se sienten orgullosos de
relevante no sólo para determinar su situación actual, sino también sus dirigentes cuando éstos demuestran verdadero liderazgo. Los
para conocer sus expectativas. Nos ofrece un panorama más claro so- pueblos indígenas ecuatorianos han vivido una permanente situa-
bre el concepto de capital político y sobre su relación con la vitalidad ción de marginación; en estas circunstancias, la CONAIE -cuerpo
etnolingüística y con la teoría de la identidad social. Es así que estas representativo de las organizaciones indígenas del Ecuador- y los lí-
perspectivas nos permiten hacer algunas predicciones sobre la vitali- deres indígenas se han convertido en la voz de sus pueblos, listos pa-
dad etnolingüística del grupo en cuestión, sobre su identidad social y ra expresar sus necesidades y presionar por el ejercicio de sus dere-
sobre la posibilidad de que sus miembros tomen acciones ya sea como chos. En vista de la estigmatización que los indígenas han sufrido a
individuos o como grupo. lo largo de la historia, el éxito de sus líderes en la vida pública ha de-
venido un factor crucial en los momentos actuales. Son estos líderes
quienes se han convertido en el modelo a seguir al interior de los
5.1.3.2 Las perspectivas indígenas en la participación política grupos y, al mismo tiempo, en su representación visible frente a la
sociedad ecuatoriana.
La participación de los pueblos indígenas en política ha traí-
do una enorme responsabilidad para sus líderes, quienes funcionan no O sea, se ha visto, por ejemplo, a la población indígena en la provincia,
solamente como modelos para su grupo, sino también como sus re- quien, por ejemplo, ¿Qué persona indígena no ha hablado de Auki co-
presentantes ante la sociedad en su conjunto. El ingreso a la escena po- mo alcalde de Cotacachi? ¿Quién no sabe que es una persona, una au-
lítica ecuatoriana ha representado significativas ganancias para los toridad, que no sólo se lo conoce a nivel de Cotacachi, sino a nivel de
pueblos indígenas en términos del reconocimiento de sus derechos: provincia, sino a nivel nacional e internacional? Cuando se sienten bien
éstos al fin han sido establecidos en la constitución de la república e representados, hablan bien.
incorporados en las políticas gubernamentales. No obstante, es impor-
El aumento de la preocupación por los derechos de los pue-
tante señalar que las leyes escritas no siempre producen los cambios
blos indígenas a nivel internacional y la consolidación de la CONAIE,
deseados a nivel de la sociedad en general o, por lo menos, no las pro-
en tanto cuerpo representativo y bien organizado, han logrado una
ducen tan rápido como se podría esperar. El recuento que nuestros en-
significativa presión sobre las instancias gubernamentales que, como
trevistados hacen de la incursión indígena en la política ecuatoriana
resultado de esta presión, han incorporado una enmienda constitu-
nos da una perspectiva más amplia sobre la manera en que los cam-
cional que reconoce la calidad multicultural del estado ecuatoriano.
bios en las políticas hacia los indígenas afectan la realidad de sus pue-
La consolidación y el fortalecimiento de la CONAIE, como uno de los
blos. En este recuento observan, una vez más, que las reformas inclui-
movimientos de base mejor organizado de América, ha incrementa-
das en la constitución no han ido de la mano con verdaderas transfor-
do la participación política de los pueblos indígenas y ha logrado que
maciones a nivel nacional.
el resto del país reconozca sus demandas. No obstante, no por ello ha

190 Sonia Lenk


Minorías y bil ingüismo sostenido 191
desaparecido del todo la acostumbrada usurpación de este poder por considera, por ejemplo, que la perspectiva mestiza acerca de los pue-
parte de grupos que aún pretenden hablar por los indígenas. blos indígenas no ha variado a nivel de la sociedad en su conjunto, si-
Es fundamentalmente la conciencia de los pueblos indígenas no exclusivamente en las esferas individuales; en la sociedad ecuatoria-
de percibir el mundo y de manejar sus recursos de forma diferente lo na, detrás de las relaciones con el mundo indígena, aún subyace incam -
que ha provocado que las poblaciones indígenas -o por lo menos sus biada la percepción de que la cultura mestiza es superior.
líderes- se propongan como meta la autodeterminación de sus pueblos
y nacionalidades. José Muñica considera que efectivamente ha habido Bueno, en su totalidad, por ejemplo, no se ha cambiado. Sí, hay deter-
minados gente blanca, mestiza de que reconoce que el indígena tiene
progresos en este sentido, pero que, sin embargo, hace falta continuar
derechos a llegar a ocupar espacios. Pero de la misma forma, hay gen -
en la lucha para alcanzar este propósito:
te que, bueno, con su mentalidad de antes de que el indígena práctica-
Bueno, el futuro lo vemos, todavía, por un lado de forma optimista, pe- mente no debe surgir, no debe salir hacia adelante y si es que tiene esa
ro por otro lado también tenemos un duro camino que recorrer. Noso- posibilidad de ocupar alguna dignidad casi no se le da paso.
tros pensamos de que los pueblos indígenas tenemos que mantener...
En contraste con esta percepción, Auki Tituaña considera
por ejemplo, el aspecto de la territorialidad; en la comuna sabemos que
tenemos los límites y dentro de esa comuna vivimos una población que que, gracias al esfuerzo de los mismos pueblos indígenas, sí han ocurri-
manejamos el quichua, sabemos que somos indígenas y tenemos acti- do transformaciones sustanciales en la sociedad ecuatoriana. Aunque,
vidades económicas, artísticas, culturales, de todo tipo de manifestacio- indica también que la relación entre estos pueblos y el resto de la socie-
nes culturales, pero no somos reconocidos como entidades autónomas. dad debe ser pensada como un proceso en curso que requiere una can-
tidad constante y significativa de trabajo.
A pesar de que por su ancestro indígena estos grupos tienen
muchas manifestaciones culturales en común, se ven a sí mismo co- ... [H]emos logrado cambios significativos en la relación del pueblo
mo un conjunto de pueblos distintos que desean afirmar su respecti- mestizo, del pueblo negro para con el pueblo indígena, más el pueblo
va autonomía y ser reconocidos como tales por las instancias guber- mestizo para con el pueblo indígena ... Nos hemos ganado; no es nin-
namentales. gún favor ni de ningún gobierno, los niveles de tolerancia. Creo que ha
sido nuestro propio trabajo, nuestro propio esfuerzo.
Entonces, la intención nuestra es armar a esas comunidades dentro de
un pueblo, en este caso, por ejemplo, la identidad del pueblo Cayambe, Tituaña se pregunta por las causas que efectivamente han de-
que es muy distinta, y la identidad del pueblo Otavalo. Tendremos el sencadenado este cambio de actitud de las poblaciones afro y mestizas
mismo idioma pero diferimos en todas las otras manifestaciones cultu- hacia los pueblos indios: ¿es una cuestión de temor o es realmente el
rales. Y lo que vemos es que tenemos que constituirnos y tener una au- producto de una actitud étnicamente más consciente?
todeterminación para tener nuestras propias instituciones, nuestras
propias autoridades que puedan trabajar por nosotros. Pero sin olvi- Indudablemente hay un cambio de actitud todavía no muy conscien-
darnos de que ellos están alrededor de nosotros, a nivel de nosotros, te; tal vez es un temor porque los indios son capaces de paralizar el
junto a nosotros ... Es lo que estamos peleando, que el estado reconoz- país, de botar a un gobierno, luchar contra estos grupos de poder. ..
ca nuestra autoridad, reconozca nuestras instituciones, y en ese sentido
Sin embargo, Tituaña reconoce que más allá del factor desen-
también asigne los recursos.
cadenante de los cambios, éstos efectivamente han ocurrido y seguirán
A decir de todos nuestros entrevistados, la sociedad ecuato- ocurriendo:
riana no ha sido capaz de cambiar su manera de pensar en lo relativo a
[Hay] cambios importantes que se ha logrado en el liderazgo de hom-
los derechos de los diferentes grupos étnicos. Humberto Cotacachi
bres y mujeres, cambios importantes que se han logrado en la iglesia

192 Son ia Len k Mi norías y bilingü ismo sostenido 193


-ya no se nos ven simplemente como las almas perdidas (rezar y que el tando malamente a un grupo de ecuatorianos y beneficiándose unos po-
buen comportamiento en la tierra les llevará directamente al cielo)- la cos. Hay otras formas de agresión, de métodos genocidas.
relación con la universidad, la relación con los empresarios, los contra-
tistas. No es del todo acabada esa relación, no es del todo perfecta, pe- Como se puede apreciar en estas entrevistas, los líderes indí-
ro creo que ha habido cambios que el país los irá desarrollando. genas perciben que su situación ha cambiado, por lo menos hasta cier-
to grado, debido a sus propias iniciativas y a la presión que ellos han
Según José Muñica, los indígenas han emergido de una suer-
ejercido sobre el sistema político. Estos líderes evidencian grados diver-
te de oscuridad, en la que habían sido relegados por el resto del país y
sos de optimismo sobre las transformaciones ocurridas en las socieda-
por la sociedad en general, para convertirse en una entidad social y po-
des indígenas, pero algo en lo que todos parecen estar de acuerdo es en
lítica unificada. Esto ha dado a las nacionalidades indígenas beneficios
que la sociedad ecuatoriana ha tenido una reacción letárgica a estos
tangibles y, al mismo tiempo, ha redefinido su situación dentro de la
cambios. Uno de estos líderes sostiene que la conquista más importan-
sociedad ecuatoriana. Una vez más, Muñica enfatiza en que la manera
te de la participación indígena en política es la recuperación de la au-
indígena de manejar sus propias instituciones y su proceso político es
toestima. Todas estas perspectivas nos proveen de una mejor compren-
diferente de la que prima en el mundo mestizo; de ahí que, según él, la
sión de la dimensión del 'capital político' de la sociedad indígena, así
autonomía indígena deba ser mantenida en sus territorios dentro del
como una visión más completa de las creencias indígenas que influyen
estado ecuatoriano:
en la vitalidad etnolingüística del grupo.
En los últimos 25 años nosotros hemos ganado bastante. Primero es la
presencia que hemos logrado, la identidad social que ahora ya recono-
cen no sólo el estado, sino la sociedad. Antes no sabían ni siquiera que 5.2 Situación económica
existíamos, a pesar de que eramos mayoría. Luego viene nuestra lucha
por una identidad política, es decir, sí sabemos que hay un sistema po- El 'capital económico' se refiere, como lo hemos señalado ya,
lítico establecido por el estado, por el gobierno. [E] s lo que hemos al grado de participación y de control que los miembros de un grupo
mantenido y estamos reforzando; tenemos nuestras propias institucio- determinado tienen sobre las instituciones comerciales e industriales y
nes, nuestras propias autoridades, nuestra propia forma de elección, a la extensión en que su lengua es utilizada en los espacios publicita-
que es directa y en forma nominal. rios. El primero de estos factores puede ser evaluado a través de la in-
formación provista en el capítulo relativo al nivel sociológico; mientras
Tituaña, por su parte, sugiere que después de superar el so- que el segundo puede ser medido a partir de los datos sobre contactos
metimiento ideológico, político y económico, la más grande conquista lingüísticos a través de los medios de comunicación ofrecidos en la
del movimiento indígena ha sido la recuperación de su autoestima. Por parte cuantitativa del capítulo cuatro. Sin embargo, otra importante
ello, los líderes indígenas representan para su pueblo no sólo un medio dimensión del capital económico es la situación económica de los
para la adquisición de poder político, sino también para alcanzar esta- miembros del grupo. Esta situación puede ser inferida parcialmente de
tus y prestigio.
los resultados del nivel sociológico, aunque no siempre ha resultado fá-
Tal vez una recuperación de nuestra autoestima inclusive. Hemos vivido cil hacer su estimación debido, en parte, a la falta de datos estadísticos,
sometidos a estos sistemas económicos [y] políticos, acompañados tam- pero fundamentalmente a las radicales diferencias entre las concepcio-
bién por un proceso de imposición ideológica y de la religión que obvia- nes andinas y las occidentales sobre lo que constituye la 'situación eco-
mente cuesta superarlos. [Y] la recuperación de la autoestima también nómica' de un individuo. Las entrevistas realizadas nos han brindado
está acompañada de una recuperación de un proyecto, de un papel his- una importante vía de acceso para comprender los conceptos y están-
tórico que tenemos; un papel político, de manera que no sigamos explo- dares desde la perspectiva indígena.

194 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 195
Aunque los líderes entrevistados no comentan mucho sobre nan un dólar diario para subsistir, pero acá decimos que son pobres
el aspecto económico de la vida en las comunidades indígenas, el tra - porque tienen muy poca familia o no tiene familiares.
bajo comunal es mencionado repetidas veces. Enfatizan en la 'minga' y
el 'randi-randi' (reciprocidad) como elementos fundamentales para en- Los entrevistados mencionan la palabra 'lucha' una y otra vez
tender la visión andina del cosmos -y de la economía-. José Muñica ex- para describir su situación: 'nosotros' -los indígenas- luchando contra
plica que, aunque los indígenas están necesariamente involucrados en 'ellos' -los mestizos-. Se hacen eco de un clamor constante entre los
el mundo occidental, sus concepciones económicas difieren radical- pueblos indígenas: la afirmación de su derecho a ser diferentes. Tradi-
mente de las occidentales. Según él, los pueblos indígenas ecuatorianos cionalmente, las corrientes oficiales de la sociedad han tratado de
tienen sus propias concepciones que no pueden ser del todo compren- 'blanquear' a los grupos indígenas y los han discriminado cada vez que
didas si son vistas desde una perspectiva ajena. Afirma, además, que el éstos han puesto en evidencia las marcas de su identidad. Con frecuen -
estado ecuatoriano necesita asumir una mejor comprensión de los pa- cia ha sido la pobreza el factor más claro de discriminación. Es por ello
rámetros de organización económica indígena si quiere realmente que José Muñica insiste en que los pueblos indígenas no pueden ser
transformarse en una entidad que estimule el desarrollo de estos secto- evaluados utilizando parámetros occidentales: su situación económica
res tradicionalmente marginados: no debe ser medida simplemente a partir de la cantidad de dinero que
poseen, pues su bienestar esta estrechamente ligado al bienestar gene-
Bueno, las políticas estatales siempre tratan de homogenizar, por un la- ral de la familia y la comunidad.
do, y por el otro, también hay una tendencia abierta hacia integrar al
indígena al desarrollo nacional. Nosotros vemos que nosotros tenemos Si [los indígenas] tienen familiares, es porque tienen quien pueda ir
nuestro propio sistema económico. Y ahora que el Ecuador ya está do- a ayudar, a colaborar, a participar, a vivir. En ese sentido, la pobreza
larizado, nuestra moneda, el sucre, no ha desaparecido en la mentali- no es solamente financiera como nos hace ver el mundo occidental;
dad de los indígenas. ¿Hasta que punto nos han insertado en ese pro- para nosotros es más humana. Concomitantemente con eso, si toda
ceso? Más bien nosotros estamos construyendo desde nuestra perspec- la familia a lo mejor no tiene que comer, toda la familia sufre de ham-
tiva un mundo diferente, tenemos un mundo diferente; lo que pasa es bre. Pero eso no es solamente un parámetro financiero , sino de mu-
que el estado no nos reconoce. Ahí está el gran lío, y no nos quiere re- chas otras cosas más.
conocer, a pesar de ahora que ya hay algunos derechos y algunos artí-
culos incluidos en la Constitución. No obstante, como también lo señala Muñica, el estado des-
conoce la concepción indígena de pobreza y, desde una posición típi -
Incluso el concepto de 'pobreza' es definido de manera distin- camente paternalista, trata de imponer su visón y sus soluciones sobre
ta por los pueblos indígenas: no meramente como una cuestión relati- la comunidad indígena:
va al orden monetario, sino también como un aspecto con claras impli-
caciones de orden humanitario: En ese sentido, el estado no contribuye en nada a arreglar las condi -
ciones de vida porque primero, no respetan nuestro pensamiento, y
Dentro de nuestro sistema económico, por ejemplo, se habla mucho de segundo, piensan que todas son cosas macroeconómicas y cuestiones
pobreza. Alguien que tiene un ingreso diario de un dólar por persona, financieras y que arreglando el sistema financiero están arregladas to-
dice que es un pobre, pero nuestros indígenas en un mes no ganan en das las cosas. Por eso vienen, por ejemplo, los estados dando unas sa-
dólares. Entonces estamos basados sobre lo que tenemos, en la produc- lidas alimentarias, ¿no? En esas ayudas alimentarias, de forma oculta,
ción real, las parcelas normales ... nos alimentamos de lo que tenemos podría decir, subyacen algunos pensamientos, como el mantener el
ahí... Nosotros vemos que las personas indígenas son pobres más bien paternalismo, ¿no?
cuando no tienen familiares; por eso decía que nuestra condición es
distinta. Acá por ejemplo, hay personas que son pobres porque no ga-

l96 Soni a Lenk


Min orías y bilingüismo sostenido 197
5.3 Educación bilingüe En el '88, cuando avanza este programa de educación bilingüe, la orga-
nización indígena estaba recién constituida. En los últimos dos años,
Como también lo hemos señalado ya, el 'capital cultural' pue- había tenido incidencia la CONAIE especialmente, y la primera pro-
de ser determinado por el grado de apoyo institucional en distintos puesta fue acceder a un servicio que dio el estado en materia educativa
campos: el educativo, el religioso y el cultural, así como a través de los más a la mano de las comunidades. Yo creo que no se tenía un proyec-
medios de comunicación masiva. Todos estos dominios han sido debi- to acabado sobre la educación bilingüe ... Creo que no se ha[bía] desa-
damente desarrollados en el capitulo tres, que cubre el nivel sociológi- rrollado por la misma inestabilidad política en el país, de gobierno, y la
co del modelo macroscópico de Landry y Allard (1990). Los aspectos falta de visión de verle al Ecuador como un todo, como un sistema in-
relativos a la educación y a los medios de comunicación han sido revi- tegro en el que se deben cuidar la aplicación de políticas que nos bene-
sados también en el capítulo cuatro que estudia los resultados cuanti- ficien a todos.
tativos de esta investigación, y en especial aquellos referidos los contac-
Si bien Anrango considera que los objetivos de la educación
tos lingüísticos por medio de la educación y a través de los medios de
bilingüe hasta cierto punto se han cristalizado, también piensa que, en
comunicación masiva.
general, los profesores carecen de la educación y el entrenamiento ne-
Por su parte, las entrevistas realizadas nos ofrecen una pers-
cesarios para hacer que el proceso sea completamente exitoso:
pectiva desde adentro del grupo considerado. Entre los líderes indíge-
nas con quienes hemos dialogado están quienes fueron dos altos fun- Yo creo que se está consiguiendo eso, pero como que falta más compro-
cionarios de educación, uno a nivel nacional y otro a nivel regional. miso de los profesores, más conciencia y también más formación pro-
Ellos nos ofrecen un recuento histórico de lo que ha sido el proceso de fesional como para llevar a cabo de manera muy exitosa el cumpli-
educación bilingüe desde sus inicios hasta los momentos actuales; y miento de este objetivo.
evalúan, desde su perspectiva, los objetivos, los logros y los fracasos del
Adicionalmente, Anrango concibe a la educación bilingüe
proyecto, como también a quienes lo apoyan y a quienes se han conver-
como un proceso constante de concienciación y autoevaluación de la
tido en sus detractores. En sus intervenciones, los entrevistados valoran
cultura y el lenguaje indígenas:
también el impacto que ha tenido y tiene la educación en español, por
oposición a la educación bilingüe, y prevén el futuro de esta última. Yo creo que las escuelas indígenas bilingües deben seguir trabajando
para que se cree mayor conciencia y autoestima hacia lo que es lo nues-
tro: nuestro idioma, nuestra cultura ...
5.3.1 Objetivos y creación del programa de educación bilingüe en el
Ecuador Él define la misión de la Dirección Nacional de Educación
Indígena Intercultural Bilingüe (DINEIIB) de la siguiente manera:
Según Alberto Anrango, antiguo Director Nacional del Pro-
grama de Educación Bilingüe, La Dirección Nacional Bilingüe tiene que ver con todo lo que es edu-
cación [y] formación de todas las organizaciones [y] nacionalidades
... el objetivo principal de la educación fue que a través de la educación indígenas del país en diferentes lenguas y rescatando todo lo que es la
bilingüe rescatemos nuestros idiomas indígenas, que estaban en proce- cultura indígena y capacitando a los profesores [y] elaborando mate-
so de acabarse, y también de fortalecer nuestra cultura indígena. riales en diferentes lenguas.

Auki Tituaña, por su parte, nos habla del momento histórico


en que se instituyó la educación bilingüe:

198 Sonia Lenk


Minorías y bilingü ismo sostenido 199
5.3.2 Factores que apoyan y factores que inhiben el desarrollo de la yo de las ONG que la Educación Intercultural Bilingüe (EBI) ha logra-
educación bilingüe do ser llevada a cabo:

5.3.2.1 Apoyo y negligencia de parte del gobierno ecuatoriano Si no existieran las ONG, no sé que se podría decir de la Educación In-
tercultural Bilingüe, porque ellos son los que en verdad han ayudado
Respecto al apoyo o a la falta de apoyo de parte del gobierno para que la educación bilingüe salga hacia adelante. No sé me ocurre
ecuatoriano para la educación en general y, de forma específica, para la ahorita otra cosa negativa de la EBI, no.
educación bilingüe, Anrango menciona la falta de recursos destinados
a la educación en su conjunto: Alberto Anrango nos habla del apoyo brindado por la Deuts-
che Gessellschaft für Technische Zusammenarbeit, GTZ (Sociedad Ale-
[E)l gobierno ecuatoriano, no nos ha dado la debida importancia. La mana para la Cooperación Técnica):
educación no es tomada en cuenta en el país; el 30 o/o que está estable-
cido en la Constitución, ahora creo que están aportando el 12 o/o nada ... [T]uvimos un convenio con la GTZ de Alemania para que ellos nos
más. No le dan la legítima importancia a la educación. Creo que es un apoyen en todo, pero sobre todo en lo que tiene que ver con capacita -
gran error; por eso, el Ecuador está en la situación en la que se encuen- ción para profesores y evaluación de unos materiales didácticos urgen-
tra. Del 12 o/o que se le da a la educación, yo creo que a la educación bi- tes. Ellos nos han apoyado ... para que la educación bilingüe avance.
lingüe nos estarían dando el 4 o 5 %.
Alfonso Morales de la Unión de Organizaciones Campesinas
Estos datos concuerdan con las cifras provistas por Humber- e Indígenas de Cotacachi (UNORCAC) enfatiza también en la impor-
to Cotacachi, anterior Director Provincial del Programa de Educación tancia del apoyo de las ONG en el caso de varios proyectos, incluidos
Bilingüe Intercultural para Imbabura, quien, adicionalmente, indica entre ellos varios proyectos de carácter educativo. Él nos cuenta, por
que los representantes indígenas en el congreso logran la asignación de ejemplo, que la totalidad del presupuesto de la UNORCAC proviene de
fondos para los programas de educación bilingüe: una ONG:

Las fuentes que vienen, más que todo a nivel de organización, son fon-
.. .la Educación Intercultural Bilingüe [EBI], a través de los diputados
dos internacionales, porque nosotros no tenemos ningún presupuesto
indígenas que están en el Congreso Nacional, ha pedido un presupues-
del estado, nada de eso.
to exclusivamente para educación bilingüe. Pero Usted ve que el presu-
puesto debe darse el 30 o/o para la educación en el país y apenas esta- 5.3.3 Pros y contras de la Educación Bilingüe Intercultural (EBI)
mos con el 11 o 14 %. Nosotros somos parte de ese 14 %, la Educación
Intercultural Bilingüe. 5.3.3.1 Logros de la Educación Bilingüe Intercultural

Los líderes que hemos entrevistado hacen una síntesis de lo


5.3.2.2 Apoyo de organizaciones no gubernamentales que ellos consideran los logros más importantes del proceso de
Educación Intercultural Bilingüe en el Ecuador. Así, Humberto Cota-
Debido a la falta de apoyo que, tradicionalmente, ha existido cachi realza el papel que ha cumplido la educación bilingüe en lo rela-
para los programas de educación bilingüe de parte del gobierno ecua- tivo a la unión de la comunidad:
toriano, la DINEIIB se ha visto obligada a recurrir a organismos no gu-
bernamentales (ONG) para fortalecer la educación bilingüe en ciertas Bueno, primero, de que la educación, la parte positiva, por ejemplo,
áreas en concreto. Humberto Cotacachi sostiene que es gracias al apo- la educación bilingüe ha permitido, por decir, de que haya la unidad,
o la participación de los actores sociales en una comunidad, como

200 Sonia Lenk


Mi norias y bilingüismo sostenido 20 1
son los niños, los profesores, los moradores, los miembros de la co- La educación bilingüe provee también oportunidades equita-
munidad, las organizaciones; la unidad de los actores sociales de los tivas para que los indígenas puedan avanzar tanto de manera indivi-
procesos de educación.
dual como comunitaria y para que el país pueda prosperar de manera
Cotacachi señala también que la educación bilingüe ha per- conjunta y como una totalidad integrada. Al respecto Cotacachi anota:
mitido a los pueblos indígenas recuperar no solamente sus costumbres Y quinto, yo pienso que esto permite de que nos integremos ... como
y tradiciones, sino también el respeto que tienen por sí mismos: pueblos indígenas pero que nos integremos a la sociedad ecuatoriana
para poder trabajar como verdaderos ecuatorianos y sacar adelante al
Segundo, es muy importante porque se rescata las costumbres y tradicio-
país, porque nosotros no podemos estar como indígenas a un lado y los
nes -prácticamente la cultura en sí- de los pueblos indígenas. Entonces,
hispanos al otro lado, sino mas bien nos permite estar en igualdad de
lo que se ha estado perdiendo, [es que] teníamos vergüenza de decir "Tal
condiciones y salir adelante, para poder sacar adelante a nuestro país.
persona es mi padre," o "Yo soy indio," y se cambiaban de ropa y todas
esas cosas. Hoy vemos -¡Que orgullo!- tenemos dirigentes y líderes que Alberto Anrango, por su parte, se refiere en términos genera-
están saliendo, jóvenes, por ejemplo, en defensa de los pueblos indígenas,
les a los logros del proceso EBI; él considera que la Educación
reclamando los derechos que tienen los pueblos indígenas
Intercultural Bilingüe en sí misma es uno de los mayores logros del
Cotacachi refiere, asimismo, que ha sido común tener un al- movimiento indígena: la habilidad de usar su propia lengua y de tener
to índice de deserción en las escuelas, especialmente entre los niños sus propios puntos geográficos de referencia.
que crecieron hablando quichua, y que la incorporación del quichua
De manera sintética, podría decir que es un avance muy importante
en las escuelas ha traído consigo una clara disminución de este índice del movimiento indígena ecuatoriano el de haber logrado un sistema
de deserción: de Educación lntercultural Bilingüe netamente para las nacionalidades
Tercero, [el EBI ha rebajado] el índice de alumnos que pierden el año, indígenas del Ecuador. Yo creo que con la creación de esta instancia le-
de desertores ... gal, los indígenas pueden hacer uso de su misma lengua, de su misma
cultura, de sus mismos referentes geográficos para formarse en el pen-
Observa también Cotacachi que el proyecto de EBI ha impul- samiento indígena, y también conservando, retomando lo que están
sado el intercambio intercultural entre las distintas nacionalidades y perdiendo, lo que está desapareciendo: las lenguas indígenas.
pueblos indígenas ya que los miembros de cada uno de estos pueblos
A.nrango coincide con Cotacachi en que la EBI permite a los
tiene ahora la posibilidad de ser educado tanto en español como en su
indígenas ser ellos mismos actores en el proceso educacional a favor de
propia lengua:
la recuperación de su lengua, de su cultura y de su cosmovisión:
Cuarto, siempre ha habido la reunión, por ejemplo, la reunión a nivel
Y es importante también porque la educación bilingüe está vincula-
nacional donde hay ese cambio de vivencias de los pueblos indígenas,
da estrechamente a las nacionalidades, a las organizaciones indíge-
porque es diferente la realidad de los indígenas de Cañar, por ejemplo,
nas ... Entonces, así como digo ... es un aspecto sumamente importan-
del Azuay, del Chimborazo, porque la Educación lntercultural Bilin-
te en el avance educativo, legal, de reivindicación educativa de los in-
güe, por ejemplo, se entrega o se da de acuerdo a cada uno de los idio-
dígenas en el país.
mas que hablan en los pueblos indígenas; por ejemplo, los Shuar, la
educación de ellos es el español con el idioma Shuar, de acuerdo a su Cree también que la Educación Bilingüe ha promovido, en la
nacionalidad. mayor parte del país, la conciencia de la importancia de contar con un
programa de educación que esté pensado para responder a las necesi-
dades de estudiantes con diferentes antecedentes étnicos. Para tener

202 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 203
éxito en sus estudios, los estudiantes indígenas no pueden ser simple- Los líderes indígenas que entrevistamos reconocen también
mente engullidos por un sistema destinado a las poblaciones elite de que el programa EBI tiene todavía un largo camino por recorrer para
hispanohablantes. alcanzar sus m etas. Alfonso Morales siente que es necesario definir con
mayor precisión en qué consiste el EBI y llegar a un consenso sobre las
Yo creo que otro de los avances que hemos conseguido es que haya con-
ciencia de los indígenas del país para que tomen como un plan, un pro- responsabilidades que diferentes organizaciones tienen a nivel comu-
grama nacional propio en el campo educativo. nal, provincial y nacional:

Bueno, yo creo que ahí mismo a nivel de estructuras ... la nacional, las
Según José Muñica, vicepresidente de la Federación Indígena
provinciales, que se llegue a concretarse, o sea, ¿qué es la Educación
y Campesina de Imbabura (FICI), el aspecto más positivo del progra-
Intercultural Bilingüe? Porque a veces cada director o cada supervisor
ma EBI es la validación que da a la lengua indígena como medio de co-
que entra también no están en esas ... en esa onda de lo que es la edu-
municación y aprendizaje: cación bilingüe a veces ... Entonces sería de reestructurar... lo que es la
Los aciertos ... primero es que se enseñe y se aprenda el quichua. Muy nacional, las provinciales. Y también, el tercero sería la coordinación, la
diferente a que ... se valore nuestro idioma; eso sería lo fundamental. coordinación tanto de instituciones que están trabajando en estos te-
Bueno, habría también como aciertos, el poner maestros bilingües, no mas de capacitación y todo eso. A veces todo el mundo queremos ca-
había. Ahora uno de los requisitos para ser maestro de una escuela EBI pacitar, pero después vuelta no sabemos ni que mismo, en que líneas
es que sepa ambos idiomas. También otro acierto es que se tenga ya una capacitar a la gente.
estrategia, varios años, para introducir en el sistema de Educación
Las observaciones de Morales se dirigen hacia el nivel de in-
Intercultural Bilingüe el quichua como nuestro medio de comunica-
ción y de aprendizaje ... volucramiento y compromiso que tienen la comunidad y los padres de
familia en el proyecto EBI. Señala también que los profesores a menu-
do carecen del conocimiento de las lenguas indígenas y del compromi-
so hacia la comunidad y hacia el proyecto EBI. En términos generales,
5.3.3.2 Metas futuras y posibles mejoras para la Educación Intercultural él cuestiona la actitud de los maestros hacia la comunidad y de la co-
Bilingüe (EBI) munidad hacia los maestros:
Auki Tituaña considera que las metas principales del progra- Bueno, el problema es que nosotros hemos luchado mucho en lo que
ma EBI deben ser las siguientes: es hablar nuestra propia lengua materna; entonces ahí tenemos profe-
sores que no hablan. Entonces, también hemos dicho, o sea, hay gente
[Con respecto a la educación bilingüe, es importante desarrollar] polí-
que necesita trabajo y presentan carpetas. Entonces, no están en ese de-
ticas de estado y también construcción desde la visión, desde la cosmo-
seo de trabajar por las comunidades; solamente están por tener el tra-
visión de las organizaciones indígenas. En ese sentido, habrá que hacer
bajo nada más. Entonces a veces los profesores en las comunidades tie-
un esfuerzo mayor por seguir profesionalizando también a hombres y
nen que apoyar... o sea, trabajar conjuntamente con padres de familia,
mujeres indígenas de las diferentes nacionalidades para que sean los
ir capacitando a los padres de familia también para que ellos puedan
protagonistas de este cambio. No sean antropólogos, sociólogos exter-
dar seguimiento.
nos los que únicamente vengan a darnos haciendo las cosas. [Tenemos]
la necesidad de una preparación para construir en nuestras propias Para Morales el problema consiste no solamente en la falta de
manos un modelo de educación bilingüe. una supervisón adecuada de los maestros de parte de la Dirección Na-
cional de Educación Bilingüe, sino también a la falta de respeto mutuo
entre los maestros y la comunidad en la que enseñan:

204 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sosten ido 205
Entonces ahí, desde la dirección bilingüe también no hay una supervi- zación quería manejar para sí; es decir, este, como sectorizando el mo-
sión más puntual... Y a veces no hay un respeto hacia los profesores vimiento indígena, ¿no [es] cierto? Y se quería sectorizar también la
también y de los profesores hacia la comunidad. educación bilingüe... [L]a educación bilingüe era para todos los indí-
genas del país, y por lo tanto, los indígenas tienen que asumir respon-
Humberto Cotacachi, por su parte, hace evidente un punto sablemente el apoyo a la educación bilingüe, en sus reivindicaciones,
negativo de importancia: muchos padres de familia no aprecian la edu- movimientos, levantamientos.
cación bilingüe:
José Muñica, por su parte, considera que los padres deben ju-
Ahora, en el caso ... de las debilidades ... por ejemplo, determinados pa- gar un rol de mayor peso en el rescate de la lengua para las futuras ge-
dres de familia [piensan] que nuestra educación intercultural no vale. neraciones por medio de la insistencia en la educación bilingüe para
sus hijos:
Mientras, Cotacachi señala como otro punto en contra la fal-
ta de un presupuesto destinado específicamente para el programa EBI En desaciertos creo que está no haber iniciado un proceso serio de res-
cate del idioma. Creo que son los padres de familia que deberían resca-
Negativo también en este proceso: No tenemos, por ejemplo, un presu-
tar esto.
puesto específico para la educación bilingüe.
Muñica cuestiona la seriedad del programa EBI en lo relativo
Alberto Anrango coincide con él:
al proceso de rescate de la lengua y se lamenta de que el Estado ecuato-
Como debilidades, podría decir. .. el incumplimiento total del estado en riano no haya puesto suficiente interés en asumir la responsabilidad
apoyar a todo lo que es la educación bilingüe ... que, como nación multilingüe, le compete en la creación de dichas po-
líticas de rescate y en su puesta en práctica:
De igual manera, Alfonso Morales alude a un problema espe-
cífico respecto de los maestros; su observación se centra en la falta de Otro desacierto [por parte] del Estado ... [es] no considerar que el
integridad, de parte tanto de los profesores como de las instituciones Ecuador es multilingüe y [por lo tanto, requiere] tener políticas en ese
educativas, en lo que tiene que ver con el entrenamiento educativo: sentido ... Hay escuelas interculturales bilingües porque nosotros cree-
mos en eso, mas no porque ... [sea] una política estatal. El gobierno de-
[Adicionalmente], los profesores que se graduaron en ese programa in- bería insertarse en esa forma de hacer política y abrir espacios para ca-
tensivo, algunos como que se quedaron ahí, sacaron su título, y no pu- da uno de estos idiomas, ¿no? En el momento que se pierde el idioma
sieron interés por continuar preparándose para ser mejores docentes. Y se pierde toda una cultura.
eso se ve a las claras, que los profesores una vez que tuvieron su título
fueron a trabajar pero no hicieron innovaciones pedagógicas. No había 5.3.4 Consideraciones para escoger entre la Educación Intercultural
un avance pedagógico ... Bilingüe y las escuelas del sistema en español

Por su parte, Anrango también objeta la manera en que mu- Alberto Anrango explica que las comunidades y las organiza-
chas organizaciones indígenas han politizado la educación bilingüe y, ciones indígenas son el pilar fundamental de la Educación Intercultural
en el intento de ejercer control sobre el proyecto, han provocado la di- Bilingüe:
visión del movimiento indígena:
Sabe que, cuando la gente indígena es organizada, de hecho apoya la
Los otros aspectos negativos, es como que se viene a politizar la educa- educación bilingüe, porque sabe que es un triunfo de las organizacio-
ción bilingüe, no desde el campo del factor político, sino de las mismas nes indígenas, y también los compañeros organizados saben que nues-
organizaciones. Una organización quería manejar para sí, otra organi- tro idioma indígena, cualquiera que sea, es importante de rescatar y de

206 Sonia Lenk Minorías y bilingüismo sostenido 207


valorizar, igualmente todo lo de nuestra cultura, nuestros conocimien- blancomestizo. Todavía hay esa tendencia en la mente de algunos in-
tos centrales. dígenas.

Él sostiene que la principal responsabilidad de una organiza- Observa que a muchos padres indígenas les preocupa que sus
ción indígena es valorar y ofrecer apoyo al proyecto EBI. Los líderes in- hijos no aprendan español lo suficientemente bien si no centran toda su
dígenas han iniciado una auditoría de las escuelas y los maestros invo- atención en ello. Por ello, si se lo pueden permitir, insisten en que sus ni-
lucrados en el proyecto con el fin de mejorar el funcionamiento de los ños asistan a escuelas en las que las clases sean dictadas en español:
programas de Educación Bilingüe Intercultural:
Y en segundo lugar, no quieren que las clases sean impartidas en la len-
La misma organización indígena tenemos que ir fortaleciendo. Ellos, gua indígena; quieren castellano ... y yo creo que también en algunos
porque son organizados, dan ese valor, y han estado apoyando. Desde casos, se considera que si pueden solventar los gastos de la escuela ur-
ahí, veo que los líderes han estado criticando a los profesores, por ejem- bana hispana, les mandan.
plo, cuando no cumplen con sus funciones, el incumplimiento de sus
horarios ... 5.3.5 Proyectos específicos para el mejoramiento del proyecto EBI

Respecto de las lealtades lingüísticas y culturales, Anrango 5.3.5.1 Creación de infraestructura


observa que existen claras diferencias entre lo que sucede en las comu-
Alfonso Morales en su entrevista nos cuenta de proyectos que
nidades rurales, alejadas de los centros urbanos, y lo que ocurre en po-
la UNORCAC ha asumido para mejorar la educación en Cotacachi; es-
blaciones que están ubicadas junto a las ciudades:
tos proyectos van desde aquellos destinados a proveer a las aulas de los
Yo diría que [las lealtades] cambian en las comunidades que son inde- servicios necesarios a otros cuyo objetivo es enfrentar los problemas de
pendientes, más que nada en las más cercanas a las ciudades, por ejem- la preparación de los profesores o el asignarles una vivienda:
plo, 0tavalo, Riobamba. Las comunidades vecinas a las ciudades, ellas
como que se han mestizado y no han dado el valor que se merece el A nivel de educación, lo que nosotros hemos hecho más que todo, en
programa de Educación Intercultural Bilingüe. las comunidades, ha sido demasiado baja la educación, entonces para
eso nos han dicho, nos han sugerido que los profesores son de otras
Este mismo líder anota también que la influencia de las ciu- partes y van hacia las comunidades. A veces llegan martes y se alzan
dades cercanas ha provocado que muchos jóvenes indígenas rechacen jueves [porque no tienen un lugar para quedarse en la comunidadJ; ...
la educación bilingüe a favor de escuelas que utilizan exclusivamente el entonces para que no tengan problemas de vivienda todo eso, se ha he
español: cho en las comunidades lejanas ... vivienda para los profesores, se ha he
cho las aulas, se ha hecho digamos de implementar con el gobierno na
Entonces ... los jóvenes estudiantes ... quieren ir a una escuela central cional mismo.
hispana, negando el programa de Educación Intercultural Bilingüe.

Asimismo, indica que algunos padres de familia indígenas 5.3.5.2 La capacitación y la evaluación de los profesores
han preferido enviar a sus hijos a las escuelas del sistema oficial porque
no valoran el trabajo de sus propios maestros: Alberto Anrango sostiene que las organizaciones indígenas
han estado trabajando junto con instituciones internacionales para op-
[S]e ha hecho un análisis pero ellos dicen como que no se da la esti- timizar el tiempo utilizado en al aula; esto lo han hecho evaluando a los
ma suficiente a nuestros hermanos, profesores bilingües. Se cree que profesores mientras están enseñando y usando los períodos de vacacio-
porque son indígenas, a veces no tienen la capacidad de un profesor
nes, y no los días de servicio, para las capacitaciones:

208 Sonia Le nk Mi no ría s y bilingüismo sostenido 209


... [C]on diferentes instituciones internacionales estamos capacitando a [En] las escuelas hispanas, de la unidad urbana ... ahí también, nosotros
los profesores para que la educación llegue hacia las comunidades ... en- hemos luchado de decir nuestra propia ropa que se pueda utilizar, por-
tonces ahora nuevamente hemos planificado días de vacaciones ahí [en que todos nos querían uniformarnos de acuerdo a lo que es la parte ur-
las comunidades para] capacitar a los profesores, y en cambio vuelta, bana, la parte mestiza, ¿no [es] cierto? Entonces en eso también hemos
cuando ya vienen las clases, salir a las comunidades, ir evaluando a los luchado y hemos ganado, o sea, porque nosotros hemos luchado, he-
profesores, como están dando el seguimiento de esto [la capacitación]. mos dicho nuestra identidad cultural es tanto la vestimenta también.

Arango afirma que, en un inicio, había institutos pedagógicos


dedicados exclusivamente a la capacitación de profesores bilingües; sin
embargo, considera que, ahora que hay un buen número de profesores 5.4 Uso del quichua en las escuelas
que han sido debidamente capacitados, los mejores de ellos deberían
De acuerdo a la teoría de la identidad social, los elementos
ser quienes capaciten a los nuevos maestros:
que constituyen el criterio mínimo de pertenencia de un individuo a
En un tiempo había siete institutos pedagógicos superiores para formar un grupo determinado varían de acuerdo al grupo del que se trate. En
a los profesores bilingües ... Entonces yo pienso que ahí esta la clave: po- el caso de las comunidades indígenas, la mayoría de los líderes conside-
ner en los institutos pedagógicos bilingües a los mejores profesores bi- ran que la utilización del quichua es uno de los marcadores más im-
lingües para que ellos formen a los docentes mejores, ¿no [es] cierto? portantes de la identidad indígena. Humberto Cotacachi va aún más
allá al afirmar que la no utilización de la lengua quichua es una desleal-
Alberto Morales, por su parte, nos comenta que la UNOR-
tad hacia las nacionalidades indígenas.
CAC está luchando por conseguir profesores bilingües que vayan a las
áreas rurales e, inclusive, a ciertas zonas urbanas: Usted, por ejemplo, si es que no habla el quichua siendo un indio, está
prácticamente traicionando a la raza de uno, y no digamos raza sino a
Y también, lo que decimos, el quichua, a nivel urbano, al menos, hemos
la nacionalidad de uno, y si hay casos de que, siendo indígena, dice "no
estado diciendo que debemos tener un profesor bilingüe por lo menos,
sé hablar el quichua", entonces está desconociendo a sus padres, está
porque casi la mayoría de los niños de las comunidades -porque, di-
desconociendo a su nacionalidad.
ciendo [los que viven en las comunidades rurales] que es mala educa-
ción en la comunidad- han bajado al nivel urbano [donde ni se ense- En vista de que el comportamiento lingüístico está directa-
ña ni se usa el quichua]. Entonces, ahí al menos estamos perdiendo lo mente ligado a la seguridad individual y a su confianza en la capacidad
que es el quichua. Entonces, también estamos en conversaciones de te-
de alcanzar sus metas personales, el individuo que necesite de su gru-
ner profesores bilingües a nivel urbano también, porque eso ha sido
po para hacer realidad esas metas cumplirá con las demandas del gru-
una de las cosas más difíciles.
po y se ajustará a sus estándares de comportamiento.
5.3.6 La lucha por la aceptación de las culturas indígenas en las escue-
las del sistema oficial en español
5.4.1 La educación bilingüe como un medio para revitalizar el uso
Morales enfatiza la importancia del respeto a la identidad del quichua
cultural indígena, particularmente en lo relacionado con la forma en
que ésta se manifiesta en el vestido tradicional de las comunidades. Los El comportamiento lingüístico individual se ve afectado por
líderes indígenas sostienen que, incluso cuando los padres eligen enviar el comportamiento de aquellos miembros de su grupo que le son cer-
a sus hijos al sistema de educación oficial, ellos deben conservar el de- canos. De ahí que las redes de contactos lingüísticos en los diferentes
recho a que sus niños vistan siempre sus trajes tradicionales: dominios sean cruciales para la revitalización de la lengua tanto en el

210 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 211
nivel macro como en el micro. Expandir el dominio de la lengua qui - En relación a la introducción del quichua en las escuelas del
chua desde la casa a la escuela puede aumentar las oportunidades de programa de Educación Bilingüe Intercultural (EBI), Muñica cree que
mantener y reanimar el lenguaje, y puede también incrementar las re - hay mucho todavía que debe ser alcanzado
des de contactos lingüísticos individuales en esa lengua.
Muñica afirma que la lucha de los pueblos indígenas por te- [N]o significa que podamos comunicarnos libremente en forma oral o
ner una educación bilingüe ha despertado en estas poblaciones el inte- escrita ... Podríamos decir que hemos ganado un buen espacio, en el
sentido que antes no lo teníamos.
rés por la revitalización del quichua, que incluye algunas veces el uso
del quichua mientras se comunican en español: Morales considera que se debe enseñar quichua por lo menos
Realmente, hay un cambio; bueno, hay varios cambios. El primero esta- los tres primeros años de la escuela primaria ya que, de ese modo, es
ría dirigido hacia el mantenimiento del quichua como tal. Y en ese sen- mas probable que la lengua se mantenga al interior de la familia. -
tido hay la Educación Intercultural Bilingüe, que fue una pelea nuestra y Bueno, el uso de la lengua, yo creo que sí debemos tener por lo menos,
que el estado ya nos entregó en 1988 como un sistema de educación pro-
lo que hemos dicho es que a nivel de, digamos, primer año ... hasta eso
pio de los pueblos indígenas. Entonces estamos manejando el quichua,
de tercero tengamos tal vez una materia de quichua ... porque usted ya
tratando de rescatar, a lo mejor que estaba cayendo en desuso. Estamos
no puede cuando ya están grandes meter el quichua. Yo lo que digo es
fortaleciendo nuestra forma de hablar y escribir en quichua. El otro cam-
que desde la primera de básica debe ir por lo menos hasta tercero, te-
bio es de la influencia que hemos tenido tanto del castellano como de
ner libros en quichua ... Porque yo creo que ahora en las comunidades
otros idiomas. Entonces, por ejemplo, se escucha el quichua mezclado
los niños más lo que quieren es hablar español. Porque quichua por lo
con castellano, o el castellano mezclado con el quichua.
menos ... los papás hablan, pero ya después un poco como que ellos se
5.4.2 Problemas de la puesta en práctica de la instrucción en quichua esfuerzan por hablar más el español.

Surgen algunos problemas en relación a las escuelas en las Muñica anota que, si bien la mayoría de los padres quiere que
que se ha introducido la instrucción en quichua: ¿En qué parte del cu- sus hijos aprendan exclusivamente español en la escuela, hay quienes
rrículo se incorpora la alfabetización en quichua? ¿Qué materiales se apoyan el esfuerzo por la revitalización del quichua:
usan? ¿Cómo se está realizando esta alfabetización? ¿Cuáles son los an- ... [E]n la escuela ya tenemos maestros bilingües, para que se fortalezca
tecedentes lingüísticos y culturales de los profesores? ¿Cuán capacita- tanto el quichua como el castellano en los indígenas, porque no vamos
dos están los profesores para llevar a cabo la alfabetización? ¿Cómo se a poder desentendernos del castellano. Entonces, [hay] casos en los
está evaluando los resultados? ¿Cómo están apoyando los aspectos ora- cuales los mismos padres de familia han dicho "no queremos [qui-
les a los componentes escritos? ¿Hasta qué nivel o grado deben los es- chua]", pero también hay casos, ya sí pormenorizados, [en los cuales]
tudiantes ser educados en quichua? ¿Qué proporción del tiempo 'en padres de familia dicen, "Hay que defender lo nuestro, y lo nuestro es
clase' debe ser dedicado a la instrucción en quichua y qué proporción a el quichua, y estamos dispuestos a apoyar y a hacer una recuperación
la instrucción en español? ¿Cómo está la escuela contribuyendo al del idioma''. Hay apoyo hacia el fortalecimiento ... y... mejoramiento
mantenimiento del quichua oral y escrito? ¿Cómo se está ayudando a [del conocimiento] del quichua.
los estudiantes a tener más éxito en español y en la escuela en general?
Por su parte, Alberto Anrango opina que, cuando los padres
¿Cómo están contribuyendo las actitudes de los padres al manteni-
refuerzan la idea de que aprender español es lo que verdaderamente
miento y la revitalización del quichua en el dominio escolar? ¿Están los
cuenta, a menudo no consideran la importancia de aprender y desarro-
líderes de la escuela y la comunidad reafirmando la imporLancia del uso
llar, de forma simultánea, su propia lengua y su cultura. No obstante,
del quichua en las escuelas?
cuando los líderes indígenas enfatizan en el valor de conservar la len-

2 12 Sonia Lenk
Minorías y bilingü ismo sostenido 213
gua y la cultura quichuas, la mayoría de miembros de las comunidades
tos textos, además de proveer una fuente de materiales escolares, tradi-
indígenas toman conciencia de cuán importante resulta hacerlo:
ciones escritas, historias, y trabajos literarios, dan a los indígenas una
... [E]n algunas comunidades, sí, se ha dado que los padres han dicho, sensación de orgullo y otorgan valor a su lengua, a su cultura y al pro-
"No queremos que nuestros hijos aprendan en el idioma indígena; que- ceso de alfabetización en sí mismo.
remos urgentemente [que aprendan] castellano". Yo les he dicho [que] Respecto a las publicaciones en quichua, Muñica observa que
tienen razón. Yo creo que una forma de liberarnos los indígenas es aunque efectivamente existen publicaciones trilingües quichua-espa-
aprendiendo el idioma occidental, el castellano. Pero a veces como que ñol-inglés, los temas tratados en ellas evidencian que están dirigidas
se le da mucha importancia a eso y se menosprecia el idioma propio- principalmente hacia los turistas.
menospreciando la cultura indígena. Hay esos casos, pero después los
indígenas se dan cuenta [de] lo que es expresar nuestra cultura, nues- Sí existen. Hay varias investigaciones que se han realizado y si está des-
tro idioma. tinada a la población quichua ... escriben ... en inglés, en quichua y en
castellano. Y en ... la educación básica, por otro lado, ya se utiliza más
textos quichuas y con eso se logra ... fortalecer el quichua.
5.4.3 Recursos existentes y no existentes en la lengua quichua
5.4.4 Expansión de dominios
5.4.3.1 Recursos no existentes
Alberto Anrango piensa que, a fin de que los indígenas man-
El éxito de los estudiantes indígenas en el sistema escolar es- tengan su lengua, cada generación debería primero hablar quichua en
tá relacionado con el contenido del currículo que las escuelas, en gene- su casa, en la comunidad y en la escuela:
ral, están implementando y, en el caso de las escuelas del programa EBI,
con el valor que los estudiantes y la comunidad quichua asignan a la al- (D]espués del hogar, donde el papá y la mamá son los primeros [con-
fabetización en su propio idioma. Morales lamenta que los indígenas tactos lingüísticos del niño] ... es la comunidad donde el niño puede re-
no valoren suficientemente el hecho de tener libros en quichua: forzar su identidad cultural -lo que es el idioma- con sus amigos, con
su vecindad ... (E]s un medio muy importante, decisivo en la formación
Claro, no hay mucha utilización de eso [los libros en quichua]. Enton- de la identidad de un niño, sea hombre o mujer.
ces, [es] como que no le valoramos a eso. Entonces, tienen los libros pe-
ro no valoran eso, no lo enseñan a los niños. Asimismo, considera que la entrada de los niños indígenas en
las escuelas de enseñanza en español constituye un punto de quiebre en
Adicionalmente, Morales opina que la educación que los ni- términos de su uso de la lengua quichua:
ños reciben está desconectada de la realidad cotidiana de la población
indígena: (L]a escuela, la escuela ... puede fortalecer o desviar, si Usted quiere ...
[E]s en la escuela donde puede sufrir un cambio brusco el niño o la ni-
También hay que enseñar a los niños de acuerdo a cada realidad que vi- ña indígena, dependiendo de donde vaya. Pero si va a una escuela cen-
vimos, porque la educación debería ir de sus bases mismas. tral donde se imparte desde el sistema hispano, ciertamente se produ-
ce un cambio, lógico ... , en la mentalidad del niño.

5.4.3.2 Recursos existentes Según Auki Tituaña, la conservación del quichua demanda tra-
bajo de parte de la familia, la comunidad y las organizaciones indígenas,
La introducción de la alfabetización en quichua debería estar de modo que los contextos en los que la lengua es utilizada (el hogar, la
precedida por la disponibilidad de materiales escritos en la lengua. Es- comunidad, el trabajo, la escuela, y los medios masivos) se expandan y,
por tanto, el lenguaje no sólo se preserve sino que también se desarrolle.
214 Sonia Lenk
Minorías y bili nguisrn o sos teni do 2 15
[L]a organización [indígena] se preocupe por impulsar políticas en Muñica explica que, en el pasado, un indígena debía cambiar
cuanto a la ensefianza del idioma, y también tener acceso a medios de su código del quichua al español cada vez que se encontraba en presen-
comunicación como la radio, la televisión, la prensa esc rita y medios de cia de un mestizo, aun cuando todos los demás oyentes fueran qui-
comunicación en general. Esa es una tarea, creo, muy fuerte para poder
chuahablantes. En la actualidad esto ha cambiado notoriamente: un in-
conservar y desarrollar el idioma.
dígena tiende a hablar quichua frente a una audiencia quichuahablan-
te sin que importe mucho que, dentro de ella, haya personas que no ha-
5.4.4.1 Uso de las dos lenguas en las organizaciones e instituciones blen su lengua.

La expansión del uso del quichua del dominio privado al pú- Sí, antes nosotros ni siquiera para conversar, podíamos hacerlo en qui-
blico incrementa las oportunidades de que los niños indígenas manten- chua y si alguien -imaginémonos que habían cien indígenas, y todos
hablaban quichua, y ahí estaba algún mestizo que sólo hablaba caste-
gan su lengua y se vuelvan cada vez más competentes en ella.
llano, la tónica era hablar en castellano para que él entienda, y los de-
Morales anota que en la UNORCAC, organización para pe-
más aun cuando no entendamos- en cambio ahora no. El sefior que sa-
queños agricultores, se utiliza tanto el quichua como el español: be castellano tendrá que tratar y hacer modos de entender. .. Ese cam-
Bueno, al menos nosotros sí usamos eso porque a nivel de lo que son bio de mentalidad ha sido muy duro, y vamos viendo en ese sentido
las reuniones al menos usamos las dos partes. En las reuniones con las también que el quichua como un idioma para el aprendizaje es un pro-
comunidades, al menos por respeto a la gente mestiza, hablamos en es- ceso lento que tal vez no se va a dar en un día, en un afio ...
pafiol, y después hablamos en quichua también. [Los indígenas] en-
tienden más fácil cuando se habla en quichua.
5.4.4.3 Un paso adelante: de la tradición oral a la lengua escrita
Y Humberto Cotacachi recuerda que, cuando el estaba en la
Dirección Provincial de Educación Bilingüe, él también se comunicaba Muñica considera que, con el fin de incrementar el uso del
con los demás indígenas en quichua: quichua en las comunidades indígenas, es necesario apoyar los inten-
tos de quienes buscan estimular la alfabetización en quichua y, al mis-
En la Dirección Provincial de Educación con los compafieros vamos mo tiempo, respaldar a aquellos que procuran mantener la tradición
hablando en quichua, ¿no? .... [P]ero con personas que son hispanoha- oral, esencial para su cultura:
blantes [que] van a visitarnos siempre [hablamos] en espafiol, pero en
lo posible, hemos hablado que la comunicación en la Dirección Provin- Bueno, yo he dicho primero [debemos] empezar a escribir, [a] hablar-
cial ha sido en quichua. -bueno ya hablamos, pero hay que mejorar también nuestra forma de
hablar, pero hay que también escribir. Creo que la diferencia está en
que nuestra cultura es oral y práctica; por eso es que para nosotros to-
5.4.4.2 El uso del quichua en público y en la presencia de los grupos davía la palabra es ley-es todo.
mestizos
Sin embargo, él expresa su preocupación acerca de la posibi-
La siguiente exposición de los cambios ocurridos en el uso lidad real de mantener la tradición oral en vista de que muchos ven a
del lenguaje nos da luz acerca del rol que cumplen las redes individua- la palabra escrita como más y más importante:
les de contactos lingüísticos y acerca de la presión que estas redes ejer-
Pero ya conforme se va avanzando en la parte escrita, como que [nues-
cen sobre el uso que los indígenas hacen de su lengua. Este constituye
tra tradición oral] ... se va dejando a un lado o pierde importancia pa-
un nuevo ejemplo de la expansión que ha tenido el quichua desde el
ra darle más valor a lo escrito.
ámbito privado hacia la esfera de lo público.

216 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sos tenido 217
Muñica vacila cuando habla del valor que se asigna a la escri- El objetivo primordial de esto es que el quichua también se introduzca
tura -como opuesta a la oralidad- y trata de formular lo que él conci- con la tecnología en cada una de las comunidades. [N]os faltaría eso en
be como un problema, así como de encontrar la solución más adecua- cuanto a mantener una prensa escrita en quichua, ¿no?, a nivel provin-
da. Sin embargo y a pesar de esta vacilación, él sí cree en la posibilidad cial y también para las comunidades, y creo que en ese proceso queda-
de promover tanto las destrezas orales como las escritas: mos y poco a poco lo lograremos y lo tendremos.

Tampoco tendríamos problema si es que escribiríamos en quichua, y esa Respecto del tipo de programas disponibles en los medios en
es una de nuestras dificultades. Podemos hablar fácilmente en quichua, lengua quichua, Muñica piensa que éstos deben ser de todo tipo:
pero en el momento que queremos escribir, se complica el asunto. En-
tonces lo primero que tenemos que hacer es hablar y escribir en quichua. En la radio Ilumán se maneja todo tipo de programas [en quichua]
ambientales, sobre género, sobre niños, todo. En cambio, en la televi -
sora nacional, me parece que existen noticias [en quichua].
5.4.4.4 Creando un espacio para el quichua en los medios masivos
Por su parte, Auki Tituaña afirma que hay tres limitaciones
En cuanto al uso del quichua en los medios de comunicación respecto del tipo y la cantidad de programas en quichua ya que la gran
masiva, Muñica sostiene que existen pocos canales de televisión que mayoría de los medios no están en manos indígenas:
tienen emisiones en ambas lenguas. Él piensa también que los pueblos
La idea que [los medios] está[n] en manos de sectores ajenos a los pue-
indígenas también deben comenzar a crear sus propios espacios en la
blos indígenas-poco o nada se ha hecho al respecto.
prensa:
Sin embargo, nos da algunos ejemplos de programas dispo-
Bueno, hay la televisión a nivel de la parte norte del Ecuador. La televi-
nibles en quichua, aunque enfatiza en lo limitada que esta programa-
sión tiene ciertos programas que mantienen tanto en quichua como en
ción es aún:
castellano. Es lo que decía, ir a pelear contra los medios de comunica-
ción sería difícil, pero insertarnos con nuestro propio idioma y hacer Ha habido ciertos programas cada semana en quichua ... en la televi-
programas en quichua en esos medios de comunicación, se nos hace sión. En la radio, también ha [habido] ... programas más o menos pe-
más fácil, y es una estrategia mucho más convincente para nosotros. queños en la madrugada o en la tarde. Entonces hay todavía limitacio-
nes al respecto y habrá que seguir trabajando.
Muñica reconoce que hay algunos programas en quichua y
cita la estación de radio de su propia organización, radio Ilumán, como
un ejemplo: 5.5 Mantenimiento lingüístico
Bueno, hay la televisión a nivel de la parte norte del Ecuador. La televi-
5.5.1 El mantenimiento lingüístico por medio de la interacción
sión tiene ciertos programas que mantienen tanto en quichua como en
castellano. Es lo que decía, ir a pelear contra los medios de comunica- Tener la posibilidad de hablar quichua en distintos ambien-
ción sería difícil, pero insertarnos con nuestro propio idioma y hacer tes y mantener contactos sociales que hablan la lengua no necesaria-
programas en quichua en esos medios de comunicación, se nos hace
mente nos asegura que un individuo determinado efectivamente va a
más fácil, y es una estrategia mucho más convincente para nosotros.
utilizar el quichua. De ahí que los factores que influyen en el manteni-
Considera, por otro lado, que es importante tener periódicos miento de la lengua solamente se cristalicen cuando la persona real-
en quichua y piensa que los indígenas necesitan todavía trabajar hacia mente aprovecha las oportunidades que tiene para hablarla. En este
esa meta: sentido, Humberto Cotacachi señala que la mejor manera de conservar

2 18 So nia Lenk
Minorí as y bilingüismo sostenido 2 19
la lengua es aprovechar cualquier ocasión que se tenga de interactuar Alberto Anrango, por su parte, afirma que la lengua es el sím -
con otros quichuahablantes: bolo fundamental de identidad étnica, aún más que la comunidad o el
vestido:
Para mantener el quichua, siempre dialogar, conversar, comunicarse, ya
sea con su familia, con la gente de su medio, con el grupo social que La lengua, la lengua es un símbolo importantísimo para darnos cuen-
pueda conversar y hable el idioma. Siempre estar en permanente comu- ta que la persona es o no es indígena ... principalmente. Claro que tam-
nicación en el idioma: El diálogo tiene que ser en quichua. bién personas que no son indígenas han aprendido la lengua indígena,
pero esos son casos muy especiales ... Eso también, lo contrario, que,
5.5.2 Uso del quichua en la interacción con indígenas de las áreas
siendo indígenas ---especialmente por la influencia de la modernidad ,
rurales de lo occidental- van negando lo de su cultura.
La concentración de miembros de un grupo en un territorio No obstante, él cree que hay otro primordial símbolo de
dado influye en el uso del lenguaje. Por ello, si un área rural es predo-
identidad: la importancia que se da al trabajo comunitario:
minante indígena, en ella habrá más oportunidades de hablar la lengua.
En las áreas urbanas, no existe el programa de educación bi- Otro ejemplo sería también la puesta en práctica de lo comunitario. Un
lingüe (EBI), y según lo señala Muñica, hay un uso generalizado del indígena, en cualquier lugar que esté-en el país, en la comunidad, en
quichua entre los indígenas, en especial cuando ellos interactúan con cualquier ciudad del país, o en el exterior incluso-muestra ese senti-
otros indígenas que provienen de las comunidades rurales: miento de solidaridad.

Bueno, yo puedo hablar de Otavalo. En Otavalo se maneja el quichua, Anrango menciona el vestido como otro símbolo de identi-
los indígenas sin ningún problema. Todos tienen una relación con la dad étnica. Auki Tituaña, por su parte, considera que el lenguaje es un
comunidad. Y estamos viendo que con los indígenas que están aquí y símbolo vital de la identidad cultural indígena:
hablan el quichua no hay problema, porque van mejorando [su uso del
quichua]. Yo creo con tantas amenazas [a nuestra identidad cultural] que hemos
tenido, externas y también internas ... [L] a cuestión del idioma es un
5.6 Símbolos de identidad valor importante ... del pueblo.

José Muñica nos da su op1010n sobre cuáles símbolos de Adicionalmente, Tituaña enfatiza que los indígenas no son
identidad son los más importantes para los indígenas en Ecuador: un grupo homogéneo. En Ecuador, existen varias nacionalidades indí -
genas con sus propios símbolos culturales:
... [L]o que nos diferencia [es principalmente] el idioma; no sé si es
[un] símbolo, pero parte de ahí. Lo segundo es la vestimenta ... Y lue- [H]ay que también reconocer la variedad de pueblos que existimos en
go, las manifestaciones y tradiciones que cada pueblo tiene; por ejem- el Ecuador. La Amazonía, por ejemplo, no tiene un símbolo de religio-
plo, el Inti-raymi, el manejo de todos los recursos naturales, nuestra sidad como nosotros tenemos-a los cerros, a los lagos, al sol, a la lu-
alimentación. na. Ellos tienen otro tipo de referentes ... [por ejemplo], la serpiente [y]
otro tipo de animales de la selva-hay diversidad.
Humberto Cotacachi se refiere a los símbolos indígenas en
términos bastante similares: Tituaña resalta también que los símbolos de la naturaleza son
relevantes entre los pueblos indígenas del norte de Imbabura:
Por ejemplo, la indumentaria ... por ejemplo, el idioma, por decir. ..
mantener sus costumbres y las manifestaciones que debe presentar
uno, pues, de acuerdo a su lugar, de acuerdo a su identidad ...

220 Sonia Lenk


Min orí as y bilingüi smo soste nido 22 1
Pero en lo que respecta a nosotros, los pueblos quichuas del norte de comunidad mantenerse fiel a sus tradiciones étnicas. Indica que el uso
lmbabura, diríamos que uno de los principales símbolos [de nuestra de tales castigos ha decrecido, aunque se podría afirmar recientemente
cultura] es la relación con los cerros, con los lagos, con la madre tierra ha retomado fuerza:
y con el sol.
Ahora lo que hemos visto también es que la cultura ancestral se ha
De acuerdo con Morales, el vestido, el pelo largo y los som- ido perdiendo mucho, y... [que el castigo comunitario ha sido] más
breros distintivos que los indígenas usan representan sus símbolos más efectivo en [solucionar] cualquier problema que tenían en cada una
visibles de identidad: de las comunidades; por decir. .. habían robos en la comunidad, y [los
culpables] hacían su castigo comunitario [y el problema era solu cio-
Bueno, yo creo que nuestro símbolo como identidad-bueno, la ves- nado]. Eso se ha ido perdiendo, y entonces ahora, nuevamente, esta-
timenta hemos usado mucho, y de tener el pelo largo, y entonces el rnos recuperando eso por lo que hemos luchado ... eso también para
sombrero. ir reglamentando con las leyes que están vigentes ... [E] n las comuni-
dades no conocen las leyes; entonces hemos tenido que ir socializan-
Sin embargo, algunos indígenas ya no usan su vestido tradi-
do nuevamente.
cional o algunos ya no lo usan con la frecuencia de antes. Alfonso Mo-
rales indica alguna de las razones por las que esto sucede: Morales nos explica qué implica la justicia comunitaria:
Y lo que hemos dicho es que nuestra vestimenta, también- al menos, La justicia comunitaria se trata del baño ritual con ortiga, y se hace a
hemos dicho que por el alto costo ... se ha ido perdiendo también. En- nivel público, en una asamblea de comunidad. Entonces eso ha sido
tonces ... es difícil, pero ... se pone [nuestro traje tradicional] también más efectivo [que las formas de justicia establecidas por la ley], por-
para las ocasiones más solemnes, pero hemos dicho [que] por lo me- que cuando les mandamos a la cárcel, a veces les pagan a los policías,
nos [necesitamos usar] el pantalón blanco, las alpargatas y el sombre- salen más rápido, y regresan con más venganza hacia la comunidad.
ro .. . hemos tenido mucho [rechazo del traje tradicional] ... en los jóve- Entonces en cambio se le hace en la comunidad, y eso ha sido más
nes ... la televisión ha avanzado [e incrementado el rechazo] ... efectivo, porque ven todas las personas, todos han visto, y ellos piden
disculpas. Y eso ha sido más efectivo: jóvenes que han estado en pro-
Morales había mencionado previamente a la televisión como
blemas así ahora están trabajando con su familia. Yo creo que eso es
la mayor influencia que provoca el cambio del vestuario indígena hacia una cosa muy buena.
la forma de vestir mestizas. No obstante, señala también otro factor que
contribuye a este proceso de cambio: la migración: aunque, él no pier- Los comentarios de los líderes entrevistados citados despier -
de la esperanza de que las comunidades indígenas logren aplicar cier- tan una serie de inquietudes pertinentes: ¿Qué sucede cuándo un indí -
tas regulaciones que animen fuertemente a sus miembros a usar el ves- gena deja de vestirse como tal o deja de hablar la lengua quichua?, ¿si -
tido tradicional indígena: gue siendo indígena?, ¿son estas características inmutables?, ¿qué im -
pacto tienen los medios de comunicación masiva, la migración y la glo-
[L]a migración, entonces eso nos ha causado problemas que los jóve-
balización sobre este fenómeno?, ¿puede alguien dejar de ser indígena?,
nes ya vienen viendo en otros lados, a la moda, entonces comienzan a
ponerse sus cosas, a veces hasta el corte de pelo, todo eso. Antes era ... ¿quién decide la identidad de una persona? Bajo estas preguntas subya-
más que todo en las comunidades, que haiga una reglamentación inter- cen muchos de los pensamientos de los líderes entrevistados. Su posi-
na de las comunidades un poco también para fortalecer. ción de liderazgo hacia otros pueblos indígenas será revisada con ma-
yor detalle en el capítulo final.
Por otro lado, Morales anota que existen 'castigos' comunita- José Muñica observa que quienes van y vienen de Imbabura
rios que son una parte integral del legado cultural que permite a una tienen mayor facilidad para lidiar con las diferencias culturales que

222 So nia Lenk Minorías y bil ingüismo sos tenido 223


quienes no lo hacen. Algunos de ellos salen y se desempeñan de forn, ., nosotros nos tengamos que ayudar como indígenas ... [pero no] negar
adecuada en otros países y, luego, se reinsertan en su propia comuni<fod los avances de la ciencia, la tecnología moderna ... [o] las relaciones con
sin ningún problema. Muñica señala también que los cambios no orn los blancomestizos, con los que sean. Yo pienso que es hora de qu e
rren tan sólo para quienes dejan el país, sino también para aquellos qur compartamos la interculturalidad con todos los grupos sociales que
se quedan: ellos no son inmunes en la medida en que los cambios M ' existan en el país, en el medio, a nivel provincial y nacional.
presentan ahora a través de los medios de comunicación masiva. Morales reitera su creencia en la importancia de aceptar la
Sí, hay un cambio, sobre todo en la parte de Otavalo. Gente que ha ll' globalización manteniéndose simultáneamente fiel a las tradiciones in-
nido un contacto más directo con el exterior, y... también [con extran dígenas.
jeras] en el contexto de Otavalo ... ya es diferente. Ha cambiado total
Y nosotros también tenemos que entrar en esta corriente de la globali-
mente. Es decir, como decía, hay indígenas que se han insertado muy
zación, pero eso sí, no acogiéndonos a lo que dice el capitalismo. No-
bien en el otro sistema y han aprendido a trabajar en distintos sistemas.
sotros también [estamos] sacando a flote, revalorizando lo que es nues-
Ahora cuando llega a su comunidad tiene que mantener la misma re
tra lengua, nuestra cultura, nuestra forma de trabajar, nuestro trabajo
!ación comunitaria que mantuvo con su familia. Entonces, cuando tra -
comunitario. Yo pienso que también debemos globalizar[nos], pero
bajo allá, trabajo de una manera, pero cuando estoy acá tengo que ope-
desde nuestros conocimientos indígenas, nuestros conocimientos cen-
rar de otra manera. Entonces, sí hay un cambio, como dije. En cambio,
trales, nuestras propuestas como indígenas que somos, pero siempre
nos hemos mantenido en nuestras comunidades; vemos que poco a po -
tomando en cuenta que el Ecuador es un país diverso culturalmente,
co, la televisión, los medios de comunicación -bueno, la tecnología han
ingresado también-. ¿no [es] cierto?

En este capítulo, he presentado la mayor parte de los comen-


tarios -sobre política, economía, educación, los símbolos de identidad,
5.7 Interculturalidad y globalización
el uso del quichua y el mantenimiento lingüístico- realizados por los
Morales refiere sus propios antecedentes interculturales co- líderes indígenas entrevistados durante la investigación. Las perspecti-
mo ejemplo de un equilibrio positivo entre el mantenimiento de su vas que ellos tienen sobre distintos temas representan un interesante
propia identidad cultural y la aceptación de los aspectos positivos de la punto de comparación con los datos descriptivos del nivel sociológico
cultura mestiza: presentados en el capítulo tres, así como con los resultados de los cues-
tionarios de la parte cuantitativa relacionada con los niveles psicológi-
[N]o, le quiero decir que nosotros los indígenas debemos prepararnos, cos o sociopsicológicos presentados en el capítulo cuatro. Algunas ve-
entre indígenas. Yo soy miembro de una organización nacional que es
ces, los puntos de vista de nuestros entrevistados coinciden con aque-
la Organización de las Naciones Campesinas e Indígenas del Ecuador.
llos de los participantes de Morocho y Otavalo; otras, difieren. Sin em-
Me he criado en un ambiente donde hemos compartido lo indígena
con lo blancomestizo; también soy muy intercultural. bargo, podemos afirmar con seguridad que sus observaciones coinci-
den con mayor frecuencia con los de los participantes de Otavalo que
Más aún, él cree que los indígenas no deben evadir la globa- con los de Morocho En términos generales, las diferencias más impor-
lización, tanto en lo que ésta tiene que ver con la tecnología como en lo tantes pueden ser atribuidas a la visión que estos líderes deben ofrecer
relativo a las relaciones interculturales: a su grupo; sin embargo corresponden también al estatus que ellos han
obtenido como líderes indígenas y a la interacción que han mantenido
Yo no soy del grupo de indígenas que piensa que los indígenas tienen
con otros individuos, tanto dentro como fuera de su grupo. Por ello, no
que avanzar solo como indígenas, aislados. Yo pienso que sería un error
a estas alturas, cuando el mundo se está globalizando, ¿no? Cierto que
es de extrañar que sus comentarios sean más cercanos a aquellos de los

224 Sonia Lenk Min orí as y bilingüismo sostenido 2 25


residentes urbanos de Otavalo. Sin embargo, las posturas que estos lí- Capítulo 6
deres han expresado sobre los diferentes aspectos que afectan la vida in-
dígena parecen ser mejor elaboradas -no sólo respecto de los miem-
bros al interior del grupo, sino también por fuera de él- que las de
quienes respondieron al cuestionario. Adicionalmente, estos líderes
muestran una clara comprensión del rol que cumple el Estado, tanto en
el contexto nacional como en el contexto de las relaciones interétnicas RESUMEN Y DISCUSIÓN
-relaciones entre diferentes grupos étnicos en diferentes niveles-. Es
importante anotar que nuestros entrevistados se sienten muy orgullo-
sos de su identidad étnica y de su pertenencia grupal, como indígenas
y como kichwas, y que retratan a su grupo como un pueblo cuya cos-
movisión y sus muchos atributos positivos podrían hacer significativas El presente resumen es el resultado del estudio de los datos
contribuciones al país y al mundo. En el capítulo que sigue, presentaré cuantitativos y cualitativos obtenidos de los censos y la información
un resumen de los capítulos precedentes y sus resultados. descriptiva, así como de los cuestionarios y de las entrevistas realizadas
durante esta investigación. En él se toman en consideración distintos
factores de los niveles sociológico, sociopsicológico y psicológico que
han sido planteados como hipótesis por Allard y Landry (1987, 1992,
19946) y Landry y Allard (1990, 1992a, 19926, 1994a) para determinar
la variedad lingüística utilizada y el comportamiento lingüístico de
una comunidad dada. En este capítulo final trataré de resumir los re-
sultados más importantes del estudio que hemos realizado y de discu-
tirlos a la luz de nuestras premisas de investigación así como de otras
investigaciones realizadas en torno al tema de la vitalidad etnolingüís-
tica -investigaciones que han sido tomadas de estudios en el área de la
identidad social y de la orientación hacia la aculturación- . Finalmente,
también ofreceré algunas sugerencias para investigaciones f uluras.

6.1 Factores relacionados con los antecedentes personales y la


vitalidad etnolinguistica del pueblo Kichwa 8
Los antecedentes de quienes participaron en este estudio in-
cluyen información acerca de su primera y segunda lengua (si es del ca-
so) y sobre su nivel de educación. Con el fin de conocer algo más sobre
los patrones de desplazamiento lingüístico, se han incluido también
preguntas acerca de los antecedentes de los padres y las madres de los
participantes. Estas preguntas -que tienen que ver con la primera y se-
gunda lengua (también si es del caso), con los niveles de educación y
226 Sonia Lenk
Mino rías y bili ngüismo sostenido 227
con la ocupación de los padres y madres- nos han ayudado a verificar Otavalo como de Morocho, han sido económicamente autosuficientes
si la lengua indígena se ha conservado o si ha habido un desplazamien- -es decir, no han necesitado de extraños para obtener fuentes de ingre-
to generacional hacia la lengua de mayoría, en este caso, el espaií.ol. En so adicionales- . A diferencia de aquellos grupos que han debido salir
Morocho, hemos encontrado que un 17% de las madres de los partici- en busca de un trabajo adicional -de albañiles, obreros, jornaleros,
pantes es monolingüe en quichua mientras prácticamente la totalidad etcétera- que les permitiese completar el ingreso proveniente de las ac-
de los padres es bilingüe, con el quichua como su primera lengua (se tividades agrícolas de subsistencia o de la producción artesanal, estos
presentó apenas una excepción). En contraste, Otavalo presenta una si- grupos indígenas, en vista de su autonomía económica, han tendido a
tuación bastante más compleja: muchos de los padres y madres afir- mantener su lengua materna.
man ser monolingües en quichua (16% de las madres y el 61 % de los En el extremo opuesto de aquellos que han debido migrar, y
padres) y algunos, incluso, monolingües en español (6% de las madres en especial en el caso de los residentes de Morocho, realizar actividades
y 2% de los padres). Por su parte, todos los participantes se reconocen distintas a los trabajos tradicionalmente indígenas, depender de los
como bilingües, algunos con el español como su primera lengua; otros, grupos dominantes y, a menudo, trabajar fuera de la comunidad o mi-
con el quichua. grar a otros sitios con el fin de encontrar estos nuevos trabajos, repre-
Estos datos muestran que, en Morocho, ha tenido lugar un senta un verdadero desafío para su vida tradicional y para el manteni-
cierto desplazamiento hacia el español de modo tal que ninguno de los miento de su lengua nativa. Estos cambios en las formas de vida tradi-
miembros de las generaciones más jóvenes es ya monolingüe en qui- cional provocan, a su vez, otros cambios de importancia; entre ellos,
chua. Esto, a su vez, nos indica la importancia del bilingüismo para la podemos señalar que el nivel educativo de las generaciones más jóve-
comunidad. Una situación parecida se puede apreciar en Otavalo don- nes ha tendido a incrementarse. En Morocho, el 78% de las madres de
de efectivamente ha ocurrido también un desplazamiento hacia el es- los participantes y el 63% de los padres no tienen ningún tipo de edu-
pañol. Sin embargo, en este caso, es quizá más importante la revitaliza- cación formal, y apenas el 22% de las madres y el 29% de los padres tie-
ción que ha tenido lugar respecto del quichua. Así, en contraste a lo que nen algún grado de educación primaria. De manera contraria, si bien
sucede con las generaciones mayores, entre los más jóvenes ninguno es algunos de los participantes (18%) no poseen educación formal, un
monolingüe, ni en quichua ni en español. porcentaje más alto tiene algún nivel de educación primaria (40%) y
Otras diferencias entre las áreas urbanas y las rurales se pue- otro tanto (40%) ha completado el 6to grado de primaria. Aunque es-
den ver en lo que se refiere a la ocupación de los padres y las madres de tos números todavía evidencian que un dramático porcentaje de resi-
quienes participaron en esta investigación. En Morocho, la gran mayo- dentes de Morocho no ha logrado acceder a la educación secundaria o,
ría de ellos afirman trabajar en la agricultura -que incluye el trabajo lo que es aun peor, que un 18% no tiene educación formal alguna,
como jornaleros y el trabajo que se desempeña en casa-. Las activida- muestran también un claro incremento en los niveles de educación de
des agrícolas, no obstante, son percibidas de manera distinta de acuer- las generaciones más jóvenes.
do con el género de quien las cumple. Así, cuando es una mujer quien En Otavalo, en cambio, como frecuentemente sucede en las
las realiza, generalmente dedicándose al cuidado del ganado y/o al tra- áreas urbanas, los niveles de educación se disparan en las nuevas gene-
bajo en pequeñas parcelas de tierra, es visto como parte de su trabajo raciones: un alto porcentaje de los padres (40%) y las madres (48%) de
doméstico. En lo que respecta a Otavalo, en cambio, la mayoría de los los participantes no tiene educación formal, otros (50% de las madres
padres y las madres de los participantes trabajan en la producción o y 44% de los padres) han asistido a la escuela primaria y apenas un 2%
venta de artesanías. Estos tipos de trabajo, ya sea en la artesanía o en la ha terminado el colegio secundario. En contraste, entre el grupo de
agricultura, son efectuados de manera fundamental en el ámbito de los participantes, si bien un 10% no posee educación formal, el 18% ha
grupos y comunidades indígenas que, en su mayor parte y tanto de terminado algún nivel de su educación primaria, el 26% ha completa-

228 Sonia Lenk


Min oría s y bilingüismo sostenido 2 29
do el 6to grado; lo que es aún más interesante, el 20% tiene algún gra- los hablantes de la lengua quichua. Construir un instrumento de este
do de educación secundaria y un porcentaje aún más alto (el 26%) ha tipo que sea a la vez válido y confiable hubiese implicado conducir to-
terminado el colegio. Estas cifras ponen en evidencia las grandes dife- do un proyecto de investigación paralelo. Así, por ejemplo, para medir
rencias que existen entre las comunidades rurales y las urbanas y entre el estatus económico de un indígena, no sería suficiente considerar sus
las generaciones mayores y las más jóvenes. Las limitadas oportunida- niveles de ingresos o el tipo de ocupación a la que se dedica; haría fal-
des de escolaridad, especialmente de nivel secundario, que existen en ta también examinar factores adicionales como el tamaño de su parce-
las áreas rurales, junto con la idea de las generaciones jóvenes de que la de tierra, el número y tipo de sus animales, sus otras pertenencias, y
sus oportunidades de ascenso social son muy escasas o inexistentes, así por el estilo. Lo que es más, los censos y datos descriptivos disponi-
aun a pesar de los logros educativos, se convierten en obstáculos para bles respecto de los pueblos indígenas -que yo esperaba me diesen in-
la búsqueda de niveles más altos de educación. No obstante, si compa- formación más precisa sobre la vitalidad etnolingüística objetiva del -
ramos los resultados entre generaciones, aquella a la que pertenecen los grupo (capitales demográfico, cultural, político y económico)- resulta-
participantes de ambas comunidades muestra un notorio incremento ron no estar disponibles. En otras palabras, los censos no estuvieron di -
en sus niveles de educación y, por tanto, en el impacto que la escuela y señados para distinguir un grupo étnico de otro y, por tanto, no exis-
el uso del español tienen en sus vidas. ten datos estadísticos sobre, por ejemplo, el porcentaje de la población
En Otavalo, el español es claramente la lengua dominante; las de Otavalo que es indígena, sobre cuántos de ellos hablan quichua co-
cifras obtenidas representan un irrefutable indicador del impacto que mo su primera lengua, etcétera. No obstante y a pesar de estos obstá-
las escuelas mestizas (hispanohablantes) y la migración ha tenido en el culos, sí se comprueban algunas claras relaciones entre los factores del
área. La gran mayoría -el 94%- de los participantes de Otavalo eligie- nivel sociológico y la vitalidad etnolingüística del quichua en ambas
ron responder el cuestionario en español, mientras que, por el contra- comunidades. Así, se evidencia que los factores demográficos tienen el
rio, el 87,5% de quienes participaron en Morocho lo hicieron en qui- mayor peso sobre el comportamiento lingüístico de las poblaciones
chu a. A pesar de ello, si analizamos estos datos de manera cuidadosa y consideradas debido a la fuerte influencia que ejercen sobre sus redes
dentro de un marco histórico más amplio, el 10,2% de los participan- de contactos lingüísticos y, por tanto, sobre las oportunidades que tie-
tes que escogió contestar en español evidencia ya un notorio desplaza- nen los participantes de interactuar con otros hablantes quichuas.
miento hacia el español en vista de que sus padres, fundamentalmente El modelo macroscópico propuesto por Landry y Allard
monolingües en quichua, nunca lo hubiesen hecho. Por otro lado, aun (1987) plantea como hipótesis que la vitalidad etnolingüística de una
cuando en Otavalo existe un alto porcentaje de jóvenes cuya lengua do- lengua está determinada por la dimensión objetiva -i.e., el nivel socio -
minante es el español, es importante considerar que todos ellos son bi- lógico que consiste en los factores demográfico, cultural, político y eco-
lingües mientras que, en la generación de sus padres, existe un 6% de nómico-. Asimismo, los autores plantean una segunda hipótesis en la
hablantes monolingües de español. Esto indica una clara revitalización que esta dimensión objetiva influye, a su vez, en los contactos lingüís-
de la lengua quechua en esta población urbana. ticos de los hablantes individuales -i.e., el nivel psicosociológico-. Es-
tas redes, por su parte, tienen directa influencia sobre la dimensión
subjetiva -i.e. el nivel psicológico que se refiere a los diversos tipos de
6.2 Variables correspondientes al nivel sociológico (capitales creencias-. Estas creencias, finalmente, determinarán el comporta-
demográfico, cultural, político y económico) miento lingüístico de los individuos; esto es, sobre su disposición a
En vista de que no hay herramientas disponibles para la me- usar una determinada variedad lingüística. Si muchos individuos esco-
dición de las variables del nivel sociológico, no hemos podido estable- gen interactuar con los hablantes hispanos usando una variedad lin-
cer ninguna correlación entre éstas y el comportamiento lingüístico de güística cercana a la estándar y, del mismo modo, escogen hablar con .

23 0 Sonia Lenk Mino rí as y bilingüismo sostenido 23 1


los hablantes quichuas utilizando también una variedad cercana a la es- ciones más jóvenes a la afirmación de su identidad étnica por medio de
tándar, podemos hablar de una situación bilingüe estable en la que la su elección de la lengua quichua Entre la población indígena de Otava-
lengua dominante ha sido incorporada al repertorio lingüístico sin la lo, este fenómeno puede ser atribuido a su carácter endogámico, a su
exclusión de la lengua subordinada. participación política a nivel local y nacional y a su éxito económico
sin precedentes.
6.2.1 Variables del nivel sociológico: el capital demográfico Las áreas urbanas y las rurales enfrentan diferentes realidades
que, a su vez, afectan de distinto modo la vitalidad etnolingüística de
Definitivamente los factores demográficos tienen una gran cada una de las comunidades. En la comunidad rural de Morocho, la
influencia sobre la vitalidad de un grupo y, por tanto, sobre su compor- vitalidad etnolingüística ha sufrido una cierta disminución, funda-
tamiento lingüístico. Aunque la localidad rural de Morocho tiene un mentalmente debido a la crisis económica de principios de la década de
número relativamente bajo de miembros pertenecientes a comunida- los noventa que obligó a sus habitantes a emigrar en búsqueda de tra-
des indígenas, el uso de la lengua está fuertemente determinado por su bajo. En la ciudad de Otavalo, por el contrario, la vitalidad etnolingüís-
alta concentración en el área y por la homogeneidad de su población. tica se ha incrementado desde ese mismo período básicamente como
En tal situación, los hablantes de la lengua quichua se encuentran alta- consecuencia del fortalecimiento del movimiento indígena liderado
mente restringidos a mantener contactos lingüísticos con otros hablan- por los otavalos. No obstante, la vitalidad etnolingüística sigue siendo
tes de quichua. En la comunidad urbana de Otavalo, en cambio, una más alta en Morocho que en Otavalo. En Morocho, la extendida pervi-
amplia población de hablantes de quichua pertenecientes a grupos in- vencia de la agricultura de subsistencia y los cultivos en pequeñas par-
dígenas está ubicada en un área con una densidad poblacional bastan- celas de tierra han permitido que sus habitantes sean, en términos ge-
te alta donde la diversidad cultural del conjunto de la población ofrece nerales, económicamente autónomos y, de alguna manera, que la co-
la oportunidad de mantener contactos tanto con hablantes hispanos munidad se mantenga aislada. De ahí que ellos hayan tenido que apo-
como quichuas . yarse en su propio grupo para contar con una ayuda extra para mejo-
Resulta interesante que, a pesar de las muchas ocasiones que rar su situación laboral, económica o política. En consecuencia, su
. estos hablantes tienen de establecer contactos con hablantes de la len- comportamiento lingüístico está siendo constantemente reforzado al
gua de mayoría, ellos tiendan a contraer matrimonio con miembros de interior del grupo. De forma parecida a lo encontrado por Tara Golds-
su propio grupo, lo que contrarresta la fuerza del desplazamiento lin- tein (1995) en sus estudios, nosotros constatamos grandes diferencias
güístico, tanto en Morocho como en Otavalo. Estos resultados corrobo- entre la vida que llevan los residentes indígenas de la comunidad de
ran las observaciones tanto de Clyne (1982) como de Paulston (1994) Morocho y aquellos de los grupos dominantes. Los habitantes rurales
quienes enfatizan en el papel que juega la endogamia en el manteni- no ven ninguna posibilidad de ascenso social. Desde su perspectiva,
miento lingüístico: cuando ambos padres pertenecen al mismo grupo cualquier oportunidad de mejoramiento de las condiciones de vida,
étnico y hablan su lengua nativa en casa, es más probable que los hijos tanto individuales como colectivas, están inextricablemente vinculadas
conserven esta lengua. Resulta, sin embargo, especialmente interesante a su grupo de pertenencia y, por tanto, al uso de su lengua nativa. Así
lo que ocurre en Otavalo: aunque la mayoría de padres y madres de los por ejemplo, de acuerdo con José Muñica, si un miembro de la comu-
participantes son indígenas, encontramos que algunos (de entre los 50 nidad indígena quiere ser elegido para un puesto político, será seleccio-
participantes un padre y tres madres) son monolingües en español (ya nado sobre la base de sus logros como miembro de la familia y la co-
sea de origen mestizos o indígenas que han adoptado el español); sin munidad: sólo con ese respaldo colectivo, puede tener la oportunidad
embargo, sus hijos son en su totalidad bilingües. Estos datos constitu- de convertirse en líder. La situación demográfica de la comunidad es
yen una clara evidencia de una incipiente tendencia entre las genera- fundamental para sus posibilidades de triunfo. La presencia y el apoyo

232 Sonia Lenk


M in orí,1s y bilingü ismo sostenido 233
de la comunidad indígena en un determinado territorio impulsan la En lo que tien e que ver con los medios de comunicación, es
necesidad, la motivación y el deseo de mantener la cultura y la lengua innegable que la radio - transmitiendo programas en quichua para sec-
indígenas. tores urbanos y rurales- ha tenido un especial protagonismo en las
campañas de alfabetización. Otro medio que merece ser mencionado
es el Internet; aunque, en la comunidad de Morocho, no existe, en la
6.2.2 Variables de nivel sociológico: el capital cultural
ciudad de Otavalo, se multiplican por doquier los 'CafeNets': algunos
El capital cultural de un grupo puede ser determinado a par- de ellos son propiedad de indígenas y, lo que es más importante, son
tir del grado de apoyo institucional que éste recibe en los campos edu- frecuentados por muchos indígenas, especialmente jóvenes de ambos
cativo, religioso, cultural y en los medios de comunicación. Sin embar- sexos. No obstante, no se han realizado estudios sobre el lenguaje que
go, es el dominio cultural el que provee a los indígenas del mayor gra- los indígenas usan en el Internet. Por otro lado, organizaciones indíge-
do de control sobre sus propios asuntos; así, la cultura juega un rol im- nas como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
portante en el mantenimiento de la vitalidad etnolingüística del qui- (CONAIE) y la Federación Indígena y Campesina de Imbabura (FICI),
chua pues en las reuniones sociales y culturales que tienen lugar en la así como municipalidades como la de Cotacachi, han utilizado el qui-
comunidad la lengua utilizada es el quichua. Las costumbres, tradicio- chua, el espaüol e incluso el inglés para transmitir información por In-
nes y celebraciones constituyen expresiones fundamentales de la iden- ternet sobre su trabajo. Cuando pregunté a algunos kichwas acerca del
tidad del grupo; en consecuencia, la lengua de minoría juega un rol de lenguaje que generalmente usaban para comunicarse por Internet, me
fundamental importancia en la conformación de la identidad social dijeron que dependía de con quien quisieran contactarse, pero que
común. Esto no supone, sin embargo, que no existan diferencias entre usaban tanto el español como el quichua de forma regular. En contras-
las áreas rurales y las urbanas. En la comunidad de Morocho, las tra- te, el impacto de la televisión, de los periódicos y de las revistas en el
diciones han permanecido prácticamente iguales a lo que fueron en mantenimiento o en el desplazamiento lingüístico ha sido insignifican-
sus orígenes; mientras que, en Otavalo, estas tradiciones han sufrido te. Tal vez en esta nueva era se dé mayor atención a los problemas in-
un proceso de sincretismo con elementos mestizos, aunque, los festi- dígenas y al uso de la lengua quichua.
vales del Inti Raymi, el Huanuy Puncha y el Yamor constituyen un La mayoría de líderes indígenas que he entrevistado, están de
símbolo de orgullo cultural y atraen a muchos turistas nacionales y ex- acuerdo en que la lengua es el símbolo más importante de su identi-
tranjeros a Otavalo. dad étnica, seguida por el vestido tradicional, por el pelo largo, lastra-
Por otra parte, ciertas instituciones han jugado también un diciones y costumbres, la vida comunitaria (que incluye los senti -
importante papel en el mantenimiento de la lengua y la cultura indíge- mientos de solidaridad, la minga y la justicia comunitaria), la relación
nas; la iglesia es una de ellas. En el período precolombino, la religión con la naturaleza, etcétera. No obstante, también afirmaron que, debi-
era una parte esencial de la sociedad Inca. Posteriormente, a lo largo de do al contacto con países extranjeros y la influencia de la televisión, el
la mayor parte del período colonial, la iglesia utilizó el quichua como comportamiento de los jóvenes indígenas se está desplazando hacia
'lengua franca' para evangelizar a los grupos indígenas. En la actuali- las costumbres occidentales y hacia el uso del espaüol. Es interesante
dad, el quichua aún desempeña un papel importante en las prácticas anotar que, en la parte cuantitativa de este estudio, la televisión no se
religiosas: es visto por los misioneros -tanto católicos como protestan- mostró como un factor que influenciara de manera significativa el
tes- como un medio adecuado para la transmisión de su mensaje. Butt- comportamiento lingüístico.
ner ( 1993) observa que, en la mayoría de las comunidades de la provin- No obstante, los líderes indígenas sí consideran que la tele-
cia de Imbabura, los residentes hablan más quichua que español cuan- visión es un factor alienante que aleja a la gente de la forma de vida
do están en la iglesia. kichwa, Para evitar esta influencia, estos líderes han decidido jugar un

23 4 Sonia Lenk
Min orías y bil ingüis mo sosten ido 235
rol más activo en la promoción de quichua, hablar con las comunida- Es importante tener en cuenta que los otavalos han obteni-
des indígenas del área para que urjan a sus miembros a que continúen do beneficios económicos en mercados extranjeros, lo que, a su vez,
hablando en quichua, usando la ropa tradicional indígena y celebran- les ha permitido inverlir en el bienestar de su pueblo. Como lo indi-
do sus tradiciones y costumbres. Estos líderes también consiguieron el ca un mestizo propietario de un pequeño negocio en Otavalo, los que
apoyo de diferentes organizaciones, de los presidentes de las comuni- ahora tienen el poder de compra son los indígenas, son quienes están
dades y de las generaciones mayores para animar a los jóvenes a pre- adquiriendo bienes raíces y construyendo en la región. Ha surgido así
servar las tradiciones indígenas. Por otra parte, señalaron que la mi- una clase media comercial de kichwas, a la que se ha sumado, en las
gración ha sido un factor de prueba para la vitalidad etnolingüística de dos últimas décadas, una nueva clase media vinculada a la vida pro-
los grupos indígenas ya que -en vista de que muchos indígenas han fesional y al liderazgo político de un creciente número de sus miem -
debido dejar sus comunidades para incrementar el ingreso de sus fa- bros. Esta prosperidad de los otavalos y su entrada en la escena polí-
milias- inicia un ciclo de salida y regreso que trae a la comunidad tica ha tenido un impacto positivo en el orgullo étnico de los indíge-
ideas y formas de hablar ajenas. nas: su alto estatus económico ha reforzado la vitalidad etnolingüís-
tica de su pueblo y, por tanto, ha incrementado las posibilidades de
mantener la lengua nativa. Sin embargo, José Muñica enfatiza que los
6.2.3 Variables de nivel sociológico: el capital económico
indígenas tienen valor en términos humanos antes que económicos.
El capital económico de un grupo puede ser inferido del gra- Argumenta que el apoyo familiar será lo que garantizará la prosperi-
do en que los miembros del grupo están presentes en y ejercitan el con- dad y el bienestar indígena a futuro. Aunque es importante conside-
trol de las instituciones comerciales e industriales, del alcance que tie- rar que, mientras esto puede ser verdad dentro del mundo indígena,
ne su lenguaje en la publicidad, y de la situación económica de sus en el mundo occidental, en donde las personas son frecuentemente
miembros. A partir de estos criterios, podemos afirmar que la situación apreciadas exclusivamente por lo económico, la situación económica
económica de los residentes de la comunidad rural de Morocho es muy de los indígenas pesa más que cualquier otra consideración. No obs-
diferente a la de los que habitan en la comunidad urbana de Otavalo. tante, en la medida en que estos grupos indígenas en efecto han lo-
En esta última, los indígenas han logrado insertarse, como grupo, en el grado tener éxito económico, su vitalidad etnolingüística se ha visto
campo laboral, y lo han hecho como músicos o como productores y fortalecida lo que, paradójicamente, ha evitado la internalización de
vendedores de artesanías en los mercados locales y en los de otras ciu- normas y juicios de valor occidentales.
dades y países. Los otavalos no dependen de los grupos mayoritarios
para su subsistencia y, si bien muchos de ellos compran las artesanías
para vendérselas a grupos de blancomestizos, sus principales consumi- 6.2.4 Variables de nivel sociológico: el capital político
dores son extranjeros. Si hablar español les permite funcionar en un El capital político se refiere al grado de participación política
medio diverso y comunicarse tanto con los grupos dominantes como que tienen los miembros de un grupo, al número de funciones guber-
con algunos extranjeros, hablar quichua, en cambio, les permite comu- namentales y servicios que se proveen a la comunidad en su propio
nicarse con los miembros de su grupo así como con los productores de lenguaje, al respeto por los derechos lingüísticos y a las políticas guber-
artesanías que son, o bien hablantes predominantemente quichuas o namentales favorables a la comunidad. El presidente de la comunidad
monolingües en quichua. Más aún, desde la perspectiva de los turistas de Morocho es indígena y nació y creció en la comunidad. El alcalde de
extranjeros y de los compradores pertenecientes a los grupos dominan- Cotacachi es también un líder indígena. Las organizaciones que me-
tes, el que los vendedores hablen quichua parece dejar una huella de au- dian entre la comunidad y las instituciones gubernamentales a nivel lo-
tenticidad en los productos que ellos venden. cal, regional y nacional, son organizaciones indígenas. Estos factores
236 Sonia Lenk
Minorías y bi li ngü ismo sostenido 237
objetivos han incrementado al capital político de los indígenas de Mo- cambiar el código al español inclusive cuando únicamente un mestizo
rocho y les ha ayudado a mantener su lengua. estaba presente. Como lo anotaron varios de los líderes entrevistados,
Lo que es más importante, de acuerdo con los líderes que la presencia indígena en la arena política ha sido un motivo de gran or-
entrevislamos, es que la entrada indígena en el escenario político ha gullo para los pueblos indígenas (Cotacachi, entrevistas personales,ju-
provocado un cambio de paradigma en la manera de conceptualizar lio de 2002) y, además, les ha ganado un lugar en la sociedad ecuatoria-
ese mismo liderazgo político. Los pueblos indígenas, como movi- na (Muñica, entrevista personal, julio de 2002), les ha abierto un espa-
mientos de base, tienen ahora un rol activo en los procesos de toma cio de diálogo con otros sectores y ha provisto a todos estos grupos de
de decisiones. Auki Tituaña lo describió como un espacio que permi- una importante oportunidad para conocerse y trabajar juntos (Titua-
te a indígenas de diferentes procedencias trabajar juntos y conocer a ña, entrevista personal, julio de 2002). Asimismo, los entrevistados se-
blancosmestizos. Queda, no obstante, por verse si éste va a constituir ñalaron que la participación política de los indígenas ha permitido a la
un espacio de afirmación de la identidad étnica y lingüística de los sociedad ecuatoriana enriquecerse con la visión del mundo y los sabe-
pueblos indígenas o uno donde éstos terminarán asimilándose a la res ancestrales de estos pueblos, y ha hecho del Ecuador un Estado ver-
cultura mestiza. A lo largo de las entrevistas que realicé para este es- daderamente multinacional, multicultural y multilingüe. Además, esta
tudio, se evidenció que, para los líderes indígenas, una relación más participación ha generado modelos a seguir que están influyendo de
directa y simétrica con el mundo mestizo los ha llevado a reafirmar manera constructiva a las futuras generaciones.
su identidad y a abogar aún más fuertemente por el mantenimiento Aunque los indígenas siguen siendo una minoría en condi-
del quichua en sus comunidades. ciones de profunda desventaja en el Ecuador, no están solos. Por el
contrario, ganan fuerza y aumentan su autoestima a partir de una co-
munidad más amplia: hay alrededor de 40 millones de indígenas en
6.2.5 Variables de nivel sociológico: su influencia relativa
las Américas, de los cuales, aproximadamente el 25% son quechuaha-
Tanto en Otavalo, como en Morocho, las organizaciones que blantes. El apoyo internacional a los pueblos indígenas fue expresado
median entre las instancias gubernamentales y las comunidades indíge- sin reservas en 1992, cuando se otorgó el Premio N óbel de la Paz a la
nas son indígenas. El alcalde de Otavalo, quien -para el momento en activista guatemalteca Rigoberto Menchú y las Naciones Unidas de-
que realizamos esta investigación- está en su segundo período de ges- clararon la Década de los Pueblos Indígenas del Mundo (1995-2004).
tión, es el primer indígena en ocupar tal posición en la ciudad de Ota- Lo que es más, en 1989, en la Convención 169 de la Organización In -
valo. Por otra parte, son varios los líderes indígenas de Otavalo que han ternacional del Trabajo (OIT), se ejerció una fuerte presión sobre los
llegado a ocupar importantes posiciones políticas a nivel local, regional estados para que se convirtieran en estados multilingües y mullicul-
y nacional. Marleen Haboud (1998) y Armando Muyulema (comuni- turales y reconocieran los derechos de las minorías a mantener su
cación personal, 2 de abril de 2002) ven la situación política como el identidad étnica.
factor más influyente en el comportamiento lingüístico en Ecuador. Estas organizaciones internacionales han proporcionado
Como Appel y Muysken (1987) sostienen, la participación política de apoyo y líneas de acción a los diferentes países. El congreso de 1989 de
un grupo étnico fortifica y valoriza al grupo, más aún si la lengua de la OIT, por ejemplo, coincidió con el establecimiento de la Dirección
minoría es usada en la esfera pública. El uso del quichua en algunos dis- Nacional de Educación Indígena Intercultural Bilingüe (DINEIIB) de
cursos recientes por políticos blancomestizos es un claro ejemplo de es- parte del gobierno ecuatoriano. Asimismo y casi de forma inmediata,
ta valorización 9• Otro ejemplo es que las organizaciones indígenas, que se formalizó un acuerdo entre el entonces Ministerio de Educación y
generalmente llevan sus reuniones en quichua, ahora lo hacen incluso Cultura y la recientemente constituida Confederación de Nacionalida-
en presencia de gente mestiza; mientras, antes, la práctica usual era des Indígenas del Ecuador (CONAIE). Según los líderes indígenas en-

238 Soni a Lenk


Mi nor ias y bilingüismo sostenido 239
trevistados, gracias a la importancia que la CONAIE ha alcanzado co- ninguna posibilidad de conseguir el mismo estatus ni las mismas opor-
mo la organización de base más grande y mejor organizada en las Amé- tunidades que poseen los grupos dominantes. Desde la perspectiva de
ricas, así como por su activa participación en la promoción de la muchos de sus miembros, como también de miembros de los grupos
Educación Intercultural Bilingüe, se ha producido un verdadero cam- subordinados, es responsabilidad de las minorías asimilarse a las co-
bio de paradigma en el país: por primera vez los pueblos indígenas tie- rrientes hegemónicas de la sociedad ecuatoriana. La posibilidad de que
nen en sus manos su propio sistema de educación bilingüe. puedan darse, de manera simultánea, el mantenimiento de la identidad
El Ecuador se ha visto forzado a abandonar una ideología asi- y cultura étnica y la consecución del éxito resulta para muchos difícil
milacionista en favor de una posición más pluralista y a ofrecer el apo- de entender. Y no son pocos los indígenas que se encuentran atrapa-
yo necesario a las minorías étnicas que buscan conservar su legado cul- dos bajo el control ideológico de los grupos dominantes: se inculpan
tural. En teoría y en la medida en que existen las leyes correspondien- por conservar su propia cultura y, por ende, se atribuyen también la
tes, se podría decir que el estado ecuatoriano ha adoptado una ideolo- responsabilidad por su situación de penuria.
gía cívica; aunque es importante señalar que, en la práctica, los recur- De acuerdo a la teoría de la identidad social, los indígenas son
sos requeridos por las minorías étnicas no están siempre disponibles. A poseedores de una cultura ancestral y distintiva, en virtud de la cual el
pesar de ello, este desplazamiento ideológico ha tenido innegables efec- resto de la sociedad los clasifica y les asigna valores positivos y/o nega-
tos positivos: así, en el pasado, el español y la educación mestiza eran tivos. Así, por un lado, han sido retratados, recreando un estereotipo
impuestos a los grupos indígenas en lo que se consideraba un empeño del periodo colonial, como 'inferiores' e 'incivilizados', mientras, por
por 'civilizarlos' y'modernizarlos'; ahora, en cambio, los indígenas pue- otro y recreando un estereotipo del periodo independentista, han sido
den optar por aprender ya sea en español o en ambos idiomas, y por te- vistos como nostálgicos y románticos símbolos del esplendor de las ci-
ner una educación 'mestiza' o bilingüe. Como lo afirma Humberto Co- vilizaciones precolombinas. Desde esas perspectivas, los indígenas se
tacachi, anterior Director Regional de educación bilingüe, uno de los pueden beneficiar de aprender español, pero, aun si lo hacen, su acce-
más importantes méritos de la educación bilingüe ha sido el estímulo so a las ventajas de que gozan los grupos dominantes permanece abso-
que ha dado al crecimiento de la autoestima indígena. En la constitu- lutamente restringido, en gran parte debido al color de la piel, a su
ción del año 1998 10, el paso de leyes paternalistas a aquellas que gene- acento y a otras marcas de identidad indígena. De ahí que, en la mayo-
ran el empoderamiento de los grupos indígenas, es evidente. Si bien es ría de los casos, los indígenas tengan como grupo de referencia su pro-
importante tener presente que estas transformaciones no suponen ne- pio grupo étnico y busquen alcanzar su autoestima a través de la iden-
cesariamente un cambio en la mentalidad de la gente, en la medida en tificación con y la pertenencia a él. Los miembros del grupo, y en espe-
que constituyen una afirmación de multiculturalismo, sirven para el re- cial los líderes, comparan su propio grupo de minoría con los sectores
conocimiento de los grupos e individuos subalternizados y para redu- de mayoría y se perciben como los únicos que verdaderamente poseen
cir las tensiones producidas por la asimetría y la inequidad (citado en fuertes lazos de solidaridad; un liderazgo auténticamente democrático
Christine Inglis, s.f., Sección 4: ! 5). De este modo, las leyes pueden de- (de abajo hacia arriba, o de base); una especial experticia en conoci-
sencadenar un cambio gradual en la mentalidad de la gente. mientos agrícolas y de plantas medicinales, y, en términos generales,
Los líderes indígenas que entrevisté para esta investigación una cosmovisión diferente y más acorde con una vida sustentable. To-
coinciden en que ha ocurrido un cambio positivo en la sociedad ecua- dos estos factores los animan a mantener su lengua nativa y, al mismo
toriana. A pesar de ello, en los grupos dominantes prevalece una orien- tiempo, a convertirse en bilingües. Aunque es posible que las minorías
tación asimilacionista/exclusionista: ellos esperan que los sectores mi- conserven su identidad cultural, si terminan perdiendo su lengua de
noritarios finalmente renuncien a su cultura para asumir la hegemóni- origen y desplazándose hacia la lengua de mayoría (Giles y Johnson,
ca, aunque obviamente no ofrezcan a estos sectores subalternizados 1981, 1987) esta identidad puede también entrar en crisis pues, como

240 So ni a Lenk Mi nor ías y bilin güismo sos te nido 241


nos lo recuerda la teoría etnolingüística, la lengua constituye un mar- 6.3 Variables del nivel sociopsicológico (redes individuales de
cador privilegiado de pertenencia grupal e identidad social. contactos lingüísticos, contactos por medio de la educa-
Los Kichwas del Ecuador, especialmente aquellos que viven ción y contactos a través de los medios de comunicación)
en la ciudad de Otavalo, han luchado por conseguir lo que Paulston
(1994) entiende por incorporación estructural. Ellos han luchado Hipótesis 1: hay una correlación estadísticamente significativa
por un acceso equitativo a los bienes y servicios nacionales y, antes entre la vitalidad etnolingüística a 'nivel sociopsicológico' y el
que ceder a la asimilación cultural, han pugnado por conservar sus comportamiento lingüístico de los hablantes quichuas en el es-
creencias y valores. La fuerza política que ellos han alcanzado ha cenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo.
brindado a los pueblos indígenas del Ecuador de importantes incen-
tivos para el mantenimiento de su lengua de minoría. En cuanto a las Entre las variables sociopsicológicas, la 'red individual de
comunidades estudiadas en este trabajo, podemos establecer las si- contactos lingüísticos' (INLC) se mostró en nuestra investigación co-
guientes diferencias: los residentes de Morocho han podido vivir, es- mo el único factor de importancia que influye sobre el comporta-
tudiar, trabajar, socializar y celebrar sus tradiciones al interior de su miento lingüístico tanto en el escenario rural de Morocho como en el
propio grupo étnico y en su lengua nativa. En contraste, los indíge- urbano de Otavalo. En otras palabras, se constató que los 'contactos
nas que residen en Otavalo se han mezclado con la población blan- por medio de la educación' y los 'contactos a través de los medios'
comestiza con quienes han estudiado, trabajado, socializado, cele- prácticamente no juegan ningún papel en la determinación de la va-
brado las tradiciones de ambas culturas y hablado ambos lenguas. riedad lingüística, ya sea del español o del quichua, que los partici-
Las frecuentes interacciones sociales de estos últimos con los secto- pantes usan para comunicarse en ninguna de las dos comunidades.
res dominantes y su percepción de que la lengua y la cultura hege- Estos resultados pueden atribuirse a la relativamente limitada expo-
mónica están ganando terreno podrían ser vistas como indicadores sición de los participantes tanto a la educación como a los medios.
de un irrevocable descenso de la vitalidad de su lengua y cultura ori- Entre las variables de la dimensión sociopsicológica, todas aquellas
ginarias. Sin embargo y de acuerdo con Storaker-Kilander, "la con- concernientes a la 'red individual de contactos lingüísticos' (INLC) en
ciencia social se desarrolla a través de la interacción social"; Barth cada una de las lenguas se mostraron como significativos indicadores
por su parte sostiene que "solamente las diferencias que pueden ser de la variedad usada en dicho lenguaje. Por ejemplo, los altos prome-
percibidas como socialmente relevantes por los miembros de un gru- dios que el quichua obtuvo para la variable 'proporción en la red' - i.e.
po se convierten en características definitorias o criterio para sepa- el tener una alta proporción de hablantes de quichua en las redes de
rar un grupo de los otros" (citado en Storaker-Kilander, 2001: 9). De contactos lingüísticos de un individuo- está directamente asociado
este modo, la interacción social puede incentivar a los pueblos indí- con el uso de una variedad lingüística del quichua cercana a la están -
genas a acentuar ciertos rasgos étnicos y culturales propios, como el dar. Los resultados, por tanto, apoyan la importancia que las redes so-
atuendo indígena, la solidaridad y, fundamentalmente, el lenguaje. ciales tienen como un mecanismo que estimula el cumplimiento de
De ahí que la interacción constante con los grupos dominantes, al la norma (Mayer, 1962).
igual que el relativo aislamiento cultural y lingüístico, puede provo-
car que el grupo subordinado, antes que disminuir, incremente el
uso de su lengua nativa. 6.3.1 Variables del nivel sociopsicológico: la red individual de contac-
tos lingüísticos (INLC)

Hipótesis lA: hay una correlación estadísticamente significativa


entre 'las redes individuales de contactos lingüísticos' (INCL) y

242 Sonia Lenk


Min orí as y bilingüismo sostenido 243
el comportamiento lingüístico de los hablantes quichuas en el impulsando el mantenimiento del lenguaje étnico (Govindasamy y
escenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo. Nambiar, 2003: 26).
Otra relación generada por las redes sociales son aquellas
Los resultados de este estudio corroboran aquellos de Blom y que Milroy (1987) denomina 'intercambio'. Este concepto supone un
Gumperz en la medida en que los grupos indígenas económicamente "mecanismo tanto para el intercambio de bienes y servicios como pa-
más desfavorecidos, que en este caso residen en Morocho, mantienen ra la imposición de obligaciones y el otorgamiento de los correspon-
redes sociales 'cerradas' (Blom y Gumperz, 1972, citado en Govinda- dientes derechos a sus miembros" (Govindasamy y Nambiar, 2003:
samy y Nambiar, 2003: 26). Esto implica que estos hablantes general- 27). Pudimos constatar la existencia de este tipo de intercambio en
mente interactúan dentro de un territorio definido y que, por tanto, las ambas comunidades estudiadas, especialmente en la de Morocho, pe-
redes sociales de un individuo son las mismas que las de los demás pues ro observamos también que éste trasciende el tipo de situación
todos los miembros de la comunidad se conocen. En contraste, los in- socioeconómica pues el concepto de reciprocidad está en la base de la
dígenas económicamente más exitosos de Otavalo tienen redes de con- filosofía quichua. El mejor ejemplo de una institución recíproca es la
tactos personales más 'abiertas' pues cuentan con oportunidades mayo- 'minga' que consiste en trabajo realizado para la comunidad o para
res de establecer estos contactos en la escuela y en el trabajo. A pesar de alguien en ella como una contribución para el bienestar del grupo.
esto, podemos afirmar que, en términos generales, tanto los indígenas Por supuesto, este tipo de intercambio no es necesariamente tangible,
de Otavalo como los de Morocho tienen redes de contactos lingüísticos como el trabajo físico; puede también consistir en proveerse soporte
relativamente cerrados. los unos a los otros, por ejemplo, convirtiéndose en padrinos o ma-
Por otra parte, en ambas comunidades fue evidente que la red drinas o siendo simplemente amigos.
social que mayor peso tiene sobre el mantenimiento lingüístico es la fa- El concepto de intercambio también refleja la 'obligación' ge-
milia. Estas 'redes lingüísticas de contactos lingüísticos' (la familia in- nerada por los bienes y servicios provistos, especialmente si son valiosos.
mediata, los primos, los tíos, los amigos, los vecinos, los compañeros de De esta manera, la red deviene, como lo dice Milroy "un mecanismo por
clase y los conocidos sociales) pueden ser vistas también como domi- medio del cual las presiones resultantes de las obligaciones contraídas
nios diferentes. En ambas comunidades, el dominio del hogar es el que dentro del entramado son aplicadas para influir en el comportamiento
tiene la mayor influencia en el comportamiento lingüístico. A menudo individual. Si el individuo desea proteger sus relaciones sociales, debe
los indígena, tanto de las comunidades rurales como de las urbanas, honrar estas constantes obligaciones" (citado en Govindasamy y Nam -
"residen, contraen matrimonio y ganan su sustento entre personas de biar, 2003: 27). Tales obligaciones, por su parte, influyen en el comporta-
su tipo étnico; tienden a vincularse unos con otros en más de una for- miento lingüístico, como se evidencia en los estudios que Milroy realiza
ma -como cotrabajadores, parientes y amigos-" (Govindasamy y Nam- en tres comunidades de Belfast y en los hallazgos de Buttner ( 1983) acer-
biar, 2003: 26). Este tipo de red es lo que Milroy (1987) llama 'multi- ca de que la lengua más usada durante las 'mingas', en la provincia de
plex', o de varias hebras; inclusive muchos de los indígenas más próspe- Imbabura, es el quichua. Sin embargo, yya que el quichua es hablado ca-
ros residentes de Otavalo tienen redes sociales 'multiplex'. Así, aunque si exclusivamente por indígenas (es muy raro encontrar mestizos que lo
van a la escuela y viven en un escenario en el que hay una gran diversi- hablen), la presencia de un mestizo con quien una persona o un grupo
dad, ellos se apoyan en los miembros de la familia para ayudarlos en la de indígenas tiene algún tipo de relación -un cliente, un vecino, un com-
manufactura y venta de artesanías. De acuerdo con varios antropólo- pañero de clase, etcétera- usualmente impone la obligación de hablar la
gos, este tipo específico de redes sociales -el sistema 'multiplex' de re- lengua dominante. Esta situación no significa un desafío para el mante-
des sociales, o grupos cohesionados- pueden generar un efecto de do- nimiento lingüístico en la comunidad rural de Morocho, ya que ésta es
minio, imponiendo en el grupo una variedad lingüística particular e una comunidad habitada casi exclusivamente por indígenas; pero sí re-

244 Sonia Lenk


M in orías y bili ngü ismo sostenido 245
presenta un reto constante para la comunidad urbana de Otavalo, donde ceo ejercer una marcada influencia en el comportamiento lingüístico
la población es mucho más diversa. de sus residentes.
El uso lingüístico está determinado por la vitalidad etnolin- Por otra parte, hay algunas importantes diferencias entre las
güística de cada comunidad, vitalidad que corresponde a la cantidad y dos comunidades en lo que tiene que ver con la proporción de hablan-
calidad de los contactos. Los puntajes obtenidos para las siguientes su- tes de quichua y de espafiol en el conjunto de los otros contactos lin-
bescalas en quichua: 'proporción en la red' -i.e. la proporción de ha- güísticos probables: amigos, vecinos, compafieros de clase y conocidos
blantes (de quichua) en la red lingüística de los participantes-, 'estabi- sociales. En Morocho, todos los puntajes son altos para la proporción
lidad de los contactos' y 'cualidad de los contactos', fueron altos en am- de hablantes de quichua entre estos contactos; en Otavalo, en cambio,
bas comunidades. A pesar de ello, todos quienes participaron en esta si bien los puntajes correspondientes al quichua son altos entre los
investigación eran bilingües y es innegable que la lengua dominante ha miembros de la familia, aquellos que corresponden a otros contactos
cruzado incluso las fronteras del domino del hogar en la comunidad son bastante más moderados. Es importante tener en cuenta una vez
urbana de Otavalo. Es importante anotar que, aunque los puntajes en más que el quichua es hablado casi exclusivamente por la población in-
Otavalo para esas diferentes subescalas del INLC fueron altos para el dígena y que hay una tendencia a la endogamia en las comunidades in-
quichua, fueron aún más altos para el espafiol -en especial la 'frecuen- dígenas. Los puntajes más bajos que el quichua obtiene en Otavalo
cia de los contactos' con hispanohablantes-. En contraste y como se dentro de la red más extendida de contactos lingüísticos reflejan la
predijo, en Morocho, los puntajes de todas las subescalas del INLC fue- existencia de una red abierta: un ambiente más diverso, que incluye
ron más altas para el quichua que para el espafiol - en especial la 'fre- tanto a indígenas como a mestizos. Por su parte, los altos puntajes que
cuencia de contactos' con hablantes de quichua-. estas subescalas obtienen en Morocho reflejan una red cerrada: una al-
Una inspección más detenida a la variable ' la proporción en ta concentración de hablantes quichuas y el estatus de Morocho en tan-
la red' -i.e., la proporción de hablantes de quichua o espafiol que hay to comunidad indígena. Los resultados proveen un buen ejemplo de las
en la red individual de contactos lingüísticos de los participantes- tendencias generacionales: aunque la proporción de hablantes de qui-
ilustra el rol de las redes cerradas versus las redes abiertas en ambas chua en Otavalo son altos entre los miembros de la familia, son más al-
comunidades, así como la influencia de las redes 'multiplex' en el tos para las categorías de tíos y tías (7.32) que para primos y primas
comportamiento lingüístico En Otavalo, la media de la proporción de (6.11), mientras que para el espafiol ocurre exactamente lo contrario:
miembros de la familia que habla quichua (7.35) es bastante similar a 7.60 para primos y primas y 6.73 para tíos y tías. En Morocho, se da un
la que habla espafiol (7.20). De manera parecida, en Morocho, aun patrón similar, pero las diferencias generacionales son aún más eleva-
cuando la media para la proporción de miembros de la familia que das: el promedio para tíos y tías es de 8.66 para el quichua y de 4.86 pa-
hablan quichua es más elevada (8.60), la media para la subescala co- ra el espafiol, mientras que para la categoría primos y primas es de 7.88
rrespondiente al espafiol resulta in usualmente alta ( 6.30). Conside- para el quichua y 7.04 para el espafiol. En ambas comunidades se pue-
rando que en ambas comunidades los participantes midieron el mis- de, por tanto, inferir que tanto tíos y tías como primos y primas son bi-
mo grupo de miembros de la familia respecto a ambos lenguajes, el lingües, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
quichua y el espafiol, podemos afirmar que la mayoría de estos miem- De manera consistente con los resultados obtenidos por
bros son bilingües, aunque las dos comunidades muestran diferentes Evelyn Yee-Fun Man (1997) en las comunidades chinas de Toronto, los
grados de bilingüismo: los residentes de Morocho son quichuadomi- datos de nuestro estudio evidencian que una proporción alta de ha-
nantes, mientras que los de Otavalo son, ya sea bilingües equilibrados blantes quichuas en la red individual de contactos lingüísticos, junto
en quichua y espafiol o hispanodominantes. Las diferencias en la red con redes cerradas y 'multiplex', están directamente asociadas con una
individual de contactos lingüísticos (INLC) de cada comunidad pare- mayor 'frecuencia de contactos' con quichuahablantes y, por tanto, con

246 Soni a Lenk Min o rías y bilin güismo sostenido 24 7


mayores oportunidades de uso de la lengua. Si se tienen promedios más Como se predijo, los puntajes para la 'calidad de contactos'
altos para las diferentes variables -proporción, frecuencia, estabilidad y con hablantes de quichua en las redes de los participantes fueron noto-
calidad de los contactos con hablantes de quichua- será más probables riamente más altos en Morocho (7.58-8.24) que en Otavalo (5.18-
que la lengua se conserve. Así, en Morocho, debido a sus redes cerradas 7.72); el promedio más alto en Otavalo es el que corresponde a los
y 'multiplex', los participantes muestran altos promedios para los con- miembros de la familia (7.72), seguido por el de los conocidos sociales
tactos en quichua en todas las subescalas del INLC. De ahí que poda- (6.35). En el caso del español, se pudo observar el patrón opuesto en
mos afirmar que los participantes de la comunidad rural de Morocho donde todos los puntajes que corresponden a la 'calidad de los contac-
hablan quichua en todos las partes y puntos de sus redes sociales. En tos' en Otavalo son más altos (7.98-8.14) que en Morocho (6.72-7.0).
Otavalo, en cambio, debido a sus redes abiertas y sólo hasta cierto pun- Resulta interesante que, aunque los habitantes de Morocho se sienten
to 'multiplex', los participantes muestran solamente moderados pro- más positivos sobre la calidad de sus contactos con los miembros de su
medios (5.73) para la 'frecuencia de los contactos' con hablantes de qui- INLC en quichua que en español, la diferencia entre las dos lenguas no
chua que son miembros de su familia, y promedios de bajo a modera- fue muy alta. Más predecibles fueron los resultados en Otavalo, donde,
do-bajo (3.09-4.43) para la 'frecuencia de contactos' con otros qui- a la inversa de lo que sucede en Morocho, los participantes se sienten
chuahablantes (amigos, vecinos, compañeros de clase y conocidos so- más optimitas respecto de la calidad de los contactos en espafiol; no
ciales). Como se podía esperar, en Morocho, los promedios son mode- obstante, en lo que tiene que ver con los miembros de la familia, la di-
radamente bajos (4.29-4.47) para las subescalas que miden la 'frecuen- ferencia entre las dos lenguas fue pequeña.
cia de los contactos' con hablantes de español dentro de sus redes so- De estos resultados se puede inferir algunos aspectos: prime-
ciales; sólo las subescalas que corresponden a los amigos (5.02) y a los ro, yo afirmaría que los residentes de Morocho se sienten casi tan có-
conocidos (5.04) muestran puntuaciones moderadas. En el extremo modos hablando español como hablando quichua cuando lo hacen
opuesto, en Otavalo, los puntajes para los contactos con hispano ha- con los miembros más cercanos de sus redes sociales; segundo, asegu-
blantes son generalmente altos. Vale la pena recalcar que, al contrario raría que los residentes de Otavalo se sienten más cómodos hablando
de lo que ocurre con el quichua, no es fácil determinar la identidad de español en vista de que interactúan en redes abiertas de contactos lin-
quien habla español pues lo hacen tanto los sectores mestizos como los güísticos, en los que tratan con mestizos tanto como con indígenas y en
indígenas. Por ello no se puede asegurar si quienes hablan español son situaciones que requieren el uso del español, incluso cuando única -
mestizos o son indígenas que, especialmente en Otavalo, prefieren uti- mente un mestizo se halla presente. Más aún, algunos participantes
lizar esta lengua para comunicarse entre ellos. afirmaron que su competencia en español era mayor que en quichua y
No sorprende que la 'estabilidad de los contactos' con qui- que, por tanto, se sentían más cómodos hablándolo -lo que ilustra, una
chuahablantes sea mayor en Morocho que en Otavalo, mientras que su- vez más, el rol que las escuelas han tenido en la promoción de la len -
cede exactamente lo contrario respecto de la 'estabilidad de los contac- gua dominante y no en la de minoría-; aunque no está claro si la com-
tos' con hispanohablantes. Al interior de ambas comunidades y respec- petencia lingüística en español es el resultado de que la educación ten-
to a las dos lenguas, los contactos con los compañeros de clase son vis- ga lugar en esa lengua o si lo es de los contactos con hispano hablantes
tos como los menos estables de la red de contactos lingüísticos. Por ello, en los ámbitos escolares.
es posible inferir que, con frecuencia, los compañeros de colegio dejan Los resultados obtenidos en nuestro estudio sobre la 'red in-
de ser parte de los contactos sociales de un individuo determinado. Es- dividual de contactos lingüísticos' (INLC) y su correlación con el gra-
to, a su vez, nos hace dudar del impacto que la experiencia escolar tie- do de estandarización de cada lengua confirman aquellos alcanzados
ne en la valorización y promoción de las lenguas étnicas de los grupos en otros estudios (Allard y Landry, 1992, 19946; Landry y Bourhis,
minoritarios. 1997). En el presente trabajo, casi todas las correlaciones entre las va-

248 So nia Lenk


Minorías y bili ngü ismo sostenido 249
riables del INLC en cada lengua y su grado de estandarización fueron En Morocho, se halló también otra correlación de signo nega -
significativas para ambos lenguajes y en ambas comunidades (de r = tivo entre la proporción de quichuahablantes en el INLC de los partici-
0,32 a r = 0,66). Las únicas excepciones se hallaron en las subescalas pantes y el grado de estandarización de la lengua en la comunicación
'proporción en la red' y 'estabilidad de contactos' para el espafiol en con hablantes de español: esto, a su vez, nos indica que existe un nivel
Morocho (r = 0,37 y r = 0,33, respectivamente), y en la subescala 'cali- mayor de interferencia del quichua en la comunicación con hispanoha-
dad de contactos' para el espafiol en Otavalo (r = 0,30) . Los resultados blantes. De igual manera que en el caso anterior, las correspondientes
indican que una proporción más alta de hablantes de quichua en las re- correlaciones en Otavalo no fueron significativas. La interferencia de los
des sociales de un individuo, así como contactos más frecuentes y más contactos lingüísticos en una lengua respecto de la variedad lingüística
estables con este tipo de hablantes, están asociados con el uso de una utilizada al comunicarse en la otra lengua, se evidenció en Morocho, pe-
variedad lingüística más cercana al quichua estándar. ro no en Otavalo. Una posible explicación estaría relacionada con la
No se encontraron correlaciones significativas entre la pro- competencia lingüística de los residentes de las áreas rurales, en oposi -
porción y estabilidad de los contactos en español en Morocho y el gra- ción a la de los residentes de las áreas urbanas. Los indígenas que viven
do de estandarización de la lengua. Esto puede ser explicado muy pro- en Otavalo tienden a ser bilingües en quichua y español, a diferencia de
bablemente por lo cerrado de la red de contactos lingüísticos en esta los que viven en Morocho que tienden a ser bilingües con el quichua co-
área rural. En Morocho, hay indígenas bilingües que hacen parte de la mo lengua dominante. Los efectos de la suficiencia lingüística en qui-
proporción de hispanohablantes del INLC de los participantes; sin em- chua y en español también se puede apreciar en la percepción que tie-
bargo, no es común que los residentes de esta comunidad se comuni- nen los participantes de su eficacia personal-que será descrita más ade-
quen en español entre ellos. De ahí que sea la frecuencia con que usan lante cuando discutamos el nivel psicológico-.
el español y la calidad de los contactos en esta lengua lo que determina
cuan cerca la variedad estándar de la lengua está a aquella que usan en
sus conversaciones con hispanohablantes. En Otavalo, tampoco se en- 6.3.2 Variables del nivel sociopsicológico: contactos por medio de la
contró ninguna correlación significativa entre la 'calidad de contactos' educación
en español y el grado de estandarización de la lengua. Ese resultado po-
Hipótesis lB: hay una correlación estadísticamente significativa
dría ser explicado por los altos promedios obtenidos en esta subescala:
entre 'los contactos lingüísticos por medio de la educación' y el
los participantes de Otavalo perciben que sus contactos en español son
comportamiento lingüístico de los hablantes quichuas en el es-
generalmente de alta calidad.
cenario rural de Morocho y en el urbano de Otavalo.
Las diferencias entre las dos comunidades se vuelven aprecia-
bles cuando se comparan las correlaciones entre las variables del INLC
Los resultados del cuestionario 'contactos por medio de la
de una de las lenguas y el grado de estandarización de la variedad lin-
educación' indican que la escuela representa un dominio que influye de
güística que utilizan al comunicarse en la otra lengua. En Morocho, son
manera importante sobre el comportamiento lingüístico, pero sólo en
relevantes las correlaciones negativas entre la frecuencia, calidad y esta-
relación con la lengua dominante. De acuerdo con los datos obtenidos
bilidad de los contactos en español y el grado de estandarización de la
en este estudio, en ninguna de las dos comunidades se evidencia un es-
variedad usada en la comunicación con hablantes de quichua. Si los
fuerzo real de parte de los profesores para dar cuenta de las verdaderas
contactos con los hispanohablantes son más frecuentes, estables y de
necesidades lingüísticas de las poblaciones indígenas o para proveerlos
mejor calidad, el uso del español genera un mayor nivel de interferen-
de oportunidades reales de usar el quichua.
cia en las comunicaciones que se llevan a cabo en quichua. Las corres-
No se encontraron diferencias significativas entre las dos co-
pondientes correlaciones en Otavalo resultaron no significativas.
munidades en lo que tiene que ver con las variables enseñanza en da-

250 Sonia Lenk M ino rías y bili ngü ismo sos tenido 25 1
se, profesores fuera del aula, materiales escolares, cultura y deportes, o te de los profesores cuando están fuera del aula está asociado con una
comunicación escrita. En ambas comunidades, los promedios de todas interferencia menor del español cuando los participantes utilizan el
estas subescalas fueron sumamente bajas, lo que demuestra que el uso quichua para comunicarse. Esto, a su vez, indica que si la escuela fuese
del español es predominante en el ámbito escolar. La diferencia más un espacio idoneo para la lengua quichua podría tener un impacto po-
importante entre Morocho y Otavalo ocurre en los puntajes que co- sitivo en su conservación.
rresponden a la 'lengua de los estudiantes' -esto es, la proporción de
hablantes de español en comparación a hablantes de quichua entre los
compañeros de clase- y al uso de la lengua entre 'estudiantes fuera del 6.3.3 Variables del nivel sociopsicológico: contactos a través de los
aula' pero al interior del ámbito escolares. En el caso de Morocho, los medios
valores moderados que presentan ambas subescalas demuestran que
aquellos estudiantes que conocen quichua, lo hablan fuera del aula. Sin Hipótesis lB: hay una correlación estadísticamente significativa
embargo, este no fue el caso en Otavalo, donde los puntajes moderada- entre 'los contactos lingüísticos a través de los medios' y el com-
mente bajos de hispano hablantes en comparación a los quichuaha- portamiento lingüístico de los hablantes quichuas en el escena-
blantes y los puntajes bajos en el uso de la lengua fuera del aula, mues- rio rural de Morocho y en el urbano de Otavalo.
tran que, aunque algunos estudiantes hablan quichua, sólo en raras
ocasiones lo hablan fuera del aula. Claramente, el dominio escolar no Una vez más podemos afirmar que el dominio público cons-
contribuye al mantenimiento de los lenguajes minoritarios. No obstan- tituye una importante influencia en el comportamiento lingüístico, pe-
te, asistir a la escuela dentro de la propia comunidad indígena sí ofrece ro únicamente respecto de la lengua dominante. Los puntajes para la
a los habitantes de Morocho la oportunidad de hablar su lengua con subescala de 'contactos a través de los medios' en quichua son suma-
sus compañeros fuera de las aulas: mientras que la asistencia a la escue- mente bajos para todos los tipos de medios lo que indica que éstos tie-
la en ambientes predominantemente mestizos con frecuencia inhibe el nen poca influencia en el uso de la lengua en ambas comunidades. Va-
uso del quichua debido al temor de ser estigmatizados. le la pena anotar, sin embargo, que la 'música' en quichua es el único
No nos ha sorprendido que la mayoría de las correlaciones medio que alcanza puntajes moderadamente bajos tanto en Morocho
entre los 'contactos por medio de la educación y el grado de estandari- como en Otavalo y que solamente los 'programas de radio' obtienen en
zación' de las lenguas no haya resultado significativa. En el ambiente es- Morocho puntajes parecidos. En Otavalo, en cambio, solamente los
colar no se ha invertido ningún esfuerzo para valorar o conservar la 'avisos dentro y fuera de las tiendas' alcanzan estos promedios.
lengua quichua en ninguna de las dos comunidades. De acuerdo con Resulta evidente que los medios no han valorado la lengua
Wallace E. Lambert (citado en Hamers y Blanc, 2003), el desarrollo de quichua ni cooperado en la satisfacción de las necesidades de las po-
un bilingüismo aditivo es posible sólo si ambos lenguajes y culturas son blaciones indígenas, probablemente debido a que estos medios son,
valorados en los distintos dominios de los estudiantes. Únicamente así por lo general, propiedad de grupos blancomestizos. Seguramente
el lenguaje de minoría estará libre de la amenaza de ser reemplazado sólo si llegasen a considerar a estos sectores subordinados como con-
por el lenguaje de mayoría. sumidores con capacidad de compra, esa situación podría cambiar.
Las cifras obtenidas en este trabajo muestran que la única re- Por el contrario, es interesante observar que en Otavalo los avisos
lación significativa ocurre entre la lengua usada por los 'profesores fue- dentro y fuera de tiendas y almacenes están en quichua para atraer
ra del aula' en Otavalo y el grado de estandarización de la variedad lin- tanto a los indígenas como a los turistas, quienes de alguna manera
güística utilizada para comunicarse en quichua. La dirección negativa sienten que su experiencia es más auténtica si ven anuncios en qui-
de esta relación indica que un uso más frecuente del quichua por par- chua: la lengua ha adquirido un importante rol en la validación de la
autenticidad de los productos indígenas. No sorprende la ausencia de
252 Son ia Len k
Minorí as y bili ngü ismo sos tenido 253

/
correlación entre la subescala 'contacto a través de los medios' y el 6.4. l Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística: creencias
grado de estandarización en ninguna de las dos lenguas y en ninguna generales, creencias normativas, creencias personales y creen-
de las dos comunidades. Hasta la fecha, los medios están controlados cias en metas
por hablantes de la lengua dominante y no proveen ninguna oportu-
nidad para que los grupos minoritarios se expongan a o valoricen su Bourhis, Giles y Rosenthal ( 1981) desarrollaron su teoría
propia lengua a través de los medios. subjetiva sobre la vitalidad etnolingüística como una forma de tomar
en consideración las representaciones cognitivas individuales que se
tienen de las condiciones sociales que afectan las relaciones intergrupa-
6.4 Variables del nivel psicológico (creencias individuales en les (Moscovici, 1981, citado en Johnson, Giles y Bourhis, 1983). Es in-
la vitalidad etnolingüística) necesario decir que uno de los propósitos de medir la vitalidad etno-
lingüística subjetiva es compararla con la vitalidad etnolingüística ob-
Entre las variables del nivel psicológico, solamente algunas de
jetiva pues se considera que la EV subjetiva tiene un mayor impacto so-
aquellas que pertenecen a las 'creencias individuales en la vitalidad et-
bre el comportamiento lingüístico que la EV objetiva. Giles y Johnson
nolingüística' han demostrado que pueden determinar el comporta-
sugieren que las percepciones que los individuos tienen de la EV de su
miento lingüístico tanto en Morocho como en Otavalo. Curiosamente,
grupo desencadenan no solamente su inclinación a aprender una se-
sólo una de estas creencias respecto del quichua -las creencias genera-
gunda lengua y a ser competentes en ella, sino también actitudes posi-
les- se mostró como un indicador significativo de la variedad lingüís-
tivas hacia el uso de la lengua dominante, la lengua nativa o una varie-
tica del quichua hablada por los participantes de ambas comunidades.
dad lingüística que evidencie el frecuente cambio de código entre las
Otras creencias -las 'creencias individuales' y 'las creencias normati-
dos primeras. Los autores afirman también que las percepciones que
vas'- tanto para el quichua como para el español, se evidenciaron co-
los miembros de un grupo tienen sobre la forma en que su EV es per-
mo significativa, pero únicamente en Morocho. Al contrario, todas las
cibida por individuos que no pertenecen al grupo, influencian fuerte-
variables del nivel sociopsicológico que pertenecen al INLC de cada
mente sobre el comportamiento intergrupal (Bourhis et al., 1981). De
lengua fueron indicadores significativos de la variedad lingüística utili-
acuerdo con Bourhis y Bédard (1988, también citados en Allard y
zada. Así, por ejemplo, los altos promedios de la proporción de hablan-
Landry, 1994b ), el cuestionario de Allard y Landry (1987) sobre la EV
tes de quichua en el INLC estuvo fuertemente asociado a la utilización
(BEVQ) es un mejor indicador del uso lingüístico que el cuestionario
de una variedad del quichua más cercana a la estándar. Estos resultados
sobre la EV subjetiva (SEVQ) de Bourhis et al. (1981). Siguiendo la
confirman la importancia de las redes sociales como mecanismo de
perspectiva teórica previamente discutida, se puede formular la si-
cumplimiento de la norma (Mayer, 1962). Como lo señalan Allard y
guiente hipótesis:
Landry, algunas variables pueden ser más pertinentes o apropiadas que
otras para el estudio de la vitalidad etnolingüística (EV por sus siglas en Hipótesis 2: hay una correlación estadísticamente significativa
inglés) de un grupo dado (citado en Willemyns, Pittam, y Gallois, entre la vitalidad etnolingüística a 'nivel psicológico' y el com-
1993 ). Para los kichwas de las comunidades estudiadas, las 'creencias portamiento lingüístico de los hablantes quichuas en el escena-
generales' resultaron más importantes que otras creencias en la deter- rio rural de Morocho y en el urbano de Otavalo.
minación de la percepción de la EV.
Aunque no todas las creencias en la EV muestran una corre-
lación significativa con el grado de estandarización de cualquiera de las
lenguas, las 'creencias generales' en la EV del español parece ser un in-
dicativo muy revelador del grado de estandarización del quichua en

2 54 So ni a Lenk
Mino rí as y bili ng üismo sostenido 255
ambas comunidades. En Morocho, se encontraron correlaciones nega- nados se sentirán a utilizar una variedad del quichua cercana a la están-
tivas entre 'las creencias generales, las creencias normativas y las creen- dar. Este fenómeno ilustra la importancia del lenguaje como una he-
cias personales' en la EV del español y el grado de estandarización del rramienta y un símbolo de solidaridad.
quichua utilizado en la comunicación en esa lengua. Estos resultados Lo que es más, y como Gumperz y Cook-Gumperz lo seña-
indican que los altos promedios de estos tres tipos de creencias están lan, el hecho de que los miembros de grupos minoritarios sean asimi-
asociados con una mayor interferencia del español al momento en que lados o integrados al grupo dominante no solamente define, sino que
los participantes hablan en quichua en la comunidad de Morocho. En también realza la importancia del lenguaje como simiente y guardián
la comunidad urbana de Otavalo, no obstante, la única correlación en- de la identidad social y la etnicidad (citado en Hansen y Liu, 1997:
contrada entre los puntajes de las creencias en la EV y el grado de es- 568). La condición bilingüe o monolingüe del individuo resulta central
tandarización fue una correlación positiva entre las 'creencias genera- para su identidad social. Gumperz y Cook-Gumperz encontraron en su
les' en la EV del español y el grado de estandarización del quichua: los investigación que el cambio de código -ya sea entre dialectos del mis-
altos puntajes para las primeras se asocian con el uso de una variedad mo lenguaje o entre lenguajes diferentes- indica la existencia de perte-
del quichua más cercana a la estándar. nencias e identidades distintas.
Es importante recordar que las 'creencias generales' se refie- Es así que los habitantes de la comunidad rural de Morocho
ren a "la vitalidad relativa de los grupos etnolingüísticos e incluyen la pueden percibir su precaria situación social como legítima, resultado
'vitalidad presente, la vitalidad futura y los modelos sociales'". Respec- de su incapacidad para adaptarse a la sociedad hegemónica al no po-
to de las 'creencias generales' los resultados obtenidos muestran una der ser totalmente competentes en español y, por tanto, no conseguir el
clara diferencia entre las dos comunidades, debido a las diferentes si- acceso a los bienes y servicios de los que goza el grupo blancomestizo.
tuaciones sociopolíticas. Los resultados divergentes en estas dos comu- En otras palabras, estos residentes rurales han asimilado el discurso
nid ades pueden ser atribuidos a lo que Tajfel (1974) denomina los pro- oficial y asumido que son su situación y su deseo de mantener su pro-
cesos de 'comparación social' y de 'categorización social'. Según Tajfel, pia identidad étnica y su incapacidad para integrarse a la cultura de
estos dos procesos son importantes para el desarrollo de la identidad mayoría, la causa de su desesperada situación. Esta sensación puede ser
social de los individuos. La pertenencia a un grupo que es percibida ba- aun más fuerte ahora que sus pequeñas parcelas de tierra son insufi -
jo una luz negativa puede generar que los miembros del grupo se com- cientes para sostener a la familia, lo que ha obligado a sus miembros a
porten de una manera que les permita lograr ser percibidos de forma migrar y enfrentar el mundo mestizo. En el otro extremo, los residen-
positiva y alcanzar así una identidad social más gratificante. tes indígenas en la urbe de Otavalo pueden percibir su éxito económi
Es así que, mientras más importancia asignen los habitantes co sin precedentes, así como su participación en la política local y na
de las áreas rurales al grupo, la cultura y la lengua dominantes, más dis- cional, como una forma de afirmar su identidad y de cuestionar una si -
puestos estarán a cambiar de código y a utilizar el español en lugar del tuación ilegítima que invariablemente ha reprimido a los pueblos in-
quichua. De manera contraria, "los miembros de los grupos que perci- dígenas y continúa haciéndolo aún hoy pues sus logros e incluso su
ben que las diferencias de estatus son ilegítimas pueden luchar por al- competencia en español no son vistos como iguales por las sectores
canzar cambios que respondan a criterios de justicia y equidad social blancomestizos. Como lo aclara la teoría sobre la EV, "estas creencias
por medio de la competencia y la creatividad social" (Tajfel, 1978, cita- pueden reflejar el grado en el cual al comportamiento lingüístico de
do en Allard y Landry, 19946: 123); esta competencia y esta creatividad una persona puede contribuir en o alejarlo de la EV de su grupo"
social pueden manifestarse a través del comportamiento lingüístico. De (Allard y Landry, 19946: 126). En el caso de quienes viven en las áreas
ahí que, si estos habitantes de las áreas urbanas sienten que son perci- rurales, la percepción de que el lenguaje y la cultura de la mayoría son
bidos como importantes desde los parámetros dominantes, más incli- omnipresentes en su comunidad puede distanciarlo del uso de su len-

256 Soni a Lenk


Minorí;1s y bilingüi smo sos tenido 2 57
gua materna, mientras que, en el caso de quienes habitan en áreas ur- En ambas comunidades los participantes se mostraron opti-
banas, esta misma percepción puede reafirmar su identidad étnica y es- mistas respecto de la 'vitalidad futura' del quichua, lo que se evidencia
timular el uso de su lengua nativa. Estos resultados corroboran los ha- en los altos promedios de esta subescala. Así, una comparación enlre
llazgos de Rudman, Feinberg y Fairchild (2002), quienes señalaron que los puntajes obtenidos en las subescalas de la 'vitalidad presente' y la
las "[m]inorías [que tenían] un estatus relativamente alto mostraron 'vitalidad futura' del quichua en Otavalo nos indica que los residentes
un sesgo más implícito hacia el grupo que las minorías que [tenían] un de esta urbe ven la 'vitalidad futura' del quichua en proceso de creci-
estatus relativamente bajo" (294). miento en la región. Estos residentes urbanos tienen interés en que se
Como se esperaba, los puntajes para las 'creencias generales' incremente o se mantenga la vitalidad futura de ambas lenguas, en vis-
en la EV del español son significativamente más altos en Otavalo (7.83) ta de que ellos constituyen una especie de puente entre dos culturas y _
que en Morocho (5.64), mientras que los puntajes para las 'creencias dos lenguajes. Por su específica condición económica y su nivel de edu-
generales' en la EV en quichua son significativamente más altos en Mo- cación, los residentes de Otavalo perciben ambas lenguas como impor-
rocho (6.21) que en Otavalo (4.99). Sin embargo, en el caso de Moro- tantes: ellos reconocen la importancia del español sin renunciar a su
cho, los promedios moderadamente altos para las 'creencias generales' lengua étnica nativa.
en la EV del español son sorprendentes ya que Morocho es una comu- Como Harwood et al. lo enfatizan, la vitalidad etnolingüísti-
nidad homogéneamente poblada por indígenas. Estos altos promedios ca subjetiva puede ser comparable a la vitalidad etnolingüística objeti-
parecen apoyar los resultados que Harwood y Giles (1991, citado en va en términos de su valor de estimación de la EV, tanto al interior del
Kristiansen, Harwood y Giles, 1991: 446) encontraron en su análisis de grupo como desde su exterior (citado en Willemyns, Pittam y Gallois,
los aspectos objetivos/subjetivos y cualitativos/cuantitativos de la vita- 1993). No obstante, como lo señalan Willemyn et al., incluso cuando
lidad en una comunidad danesa-americana de adolescentes y adultos las evaluaciones de la EV del grupo no son del todo precisas, puede ar-
angloamericanos. Ellos encontraron lo que denominaron una 'distor- gumentarse que desde un punto de vista sociopsicológico estas "esti-
sión pcrceptual' en favor del grupo externo anglo, que ellos atribuyeron maciones subjetivas de la vitalidad son más reveladoras que las estima-
a una actitud derrotista del pueblo y el lenguaje daneses, especialmen- ciones objetivas al momento de examinar la influencia de la vitalidad
te entre los ancianos. Constatamos esta actitud descrita por Harwood y sobre las relaciones intergrupales en la medida en que los individuos se
Giles en Morocho, pero no en Otavalo. comportan en respuesta a su percepción de la realidad antes que a la
Un examen más detenido pone en evidencia significativas di- realidad 'objetiva' como tal" (484).
ferencias entre las dos comunidades en lo que respecta a las escalas y Los puntajes promedios muestran que los residentes de Ota
subescalas 'de las creencias generales'. Los puntajes para todas las su- valo ven la vitalidad futura del quichua como superior a la vitalidad
bescalas -vitalidad presente, vitalidad futura y modelos sociales- de las presente. Un examen más detenido de las subescalas de 'creencias gene-
creencias generales en la EV del español son notoriamente más altos en rales' revela que los residentes de Morocho ven la vitalidad presente del
Otavalo que en Morocho, mientras que los promedios para las subes- quichua (5.89) como ligeramente superior a la del español (5.73) en el
calas de 'vitalidad presente' y 'modelos sociales' correspondientes al área; más aún, ellos ven la futura vitalidad del español (6.32) superan-
quichua son bastante más altos en Morocho que en Otavalo. No se en- do la del quichua (5.85). También, y como se esperaba, los residentes
contraron diferencias relevantes entre las dos comunidades respecto de de Otavalo ven la vitalidad presente del español como mucho más alta
la subescala de 'vitalidad futura' para el quichua. Los resultados obteni- (7.70) que la del quichua (4.27). A pesar de que ellos anticipan que la
dos parecen confirmar la presencia objetiva del español y su uso fre- vitalidad futura del español (7.78) será más alta que la del quichua
cuente entre las generaciones más jóvenes indígenas tanto de Morocho (6.03), ven la vitalidad futura del quichua como incrementándose con-
como de Otavalo. siderablemente en el área. Una inferencia que surge de estas cifras es

258 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sostenido 259
que, aunque la vitalidad del quichua puede parecer elevada en la actua- E. Lambert ( 1975) sobre el bilingüismo aditivo que sostiene que el
lidad en Morocho, sus residentes perciben que el impacto futuro del es- aprendizaje de una segunda lengua necesita no interferir con o reem-
pañol sobre su lengua nativa puede ser tan serio que conduzca al cam- plazar la lengua primera. Sin embargo, en Otavalo no se encontraron
bio lingüístico. Por el contrario, mientras el español parece tener una correlaciones entre las creencias personales en la EV del español o el
elevada vitalidad en el presente en Otavalo, sus residentes piensan que quichua y el grado de estandarización de ninguna de las dos lenguas.
el quichua está resurgiendo, lo que podría conducir a su expansión a Vale la pena examinar los puntajes que los participantes asig-
dominios adicionales -en cuyo caso se pasaría de la conservación lin- naron a cada subescala dentro de la variable de las 'creencias persona-
güística a la revitalización-. Aunque la vitalidad futura es un importan- les' con el fin de entender de mejor manera como estas correlaciones
te indicador del comportamiento lingüístico futuro, es solamente una responden a diferentes perfiles en cada una de las dos comunidades.
estimación pues es difícil predecir la dirección que el comportamiento Considerando que las 'creencias personales' se refieren al comporta-
lingüístico de una comunidad realmente tomará. miento o situación presentes de los participantes e incluyen las subes-
La migración -causada por la necesidad de completar el sus- calas de 'valorización, pertenencia y eficacia personal', se podría espe-
tento familiar- ha impuesto el español y la cultura dominante sobre los rar que los participantes en la comunidad rural de Morocho asignarían
habitantes de Morocho y transformó el acceso al conocimiento de su puntajes más altos a sus creencias personales en al EV de quichua
lengua y su cultura en una necesidad. En Otavalo, en cambio, el éxito (6.83) que las del español (4.96) , mientras que los residentes de Ota-
económico, junto con la presencia política de líderes indígenas en los valo darían puntajes ligeramente más elevados a las creencias persona-
ámbitos local, regional y nacional, ha resaltado la importancia para sus les relativas al español (6.82) que a las del quichua (6.46). En otras pa-
residentes de su lenguaje y su cultura. labras, los participantes de Otavalo miden la 'valorización' (lo que es
En Morocho se encontraron otras correlaciones relevantes: importante para ellos), la 'eficacia personal' (lo que son capaces de rea-
una correlación negativa entre las 'creencias personales' en la EV del es- lizar en una lengua determinada) y la 'pertenencia' (la sensación de
pañol y su grado de estandarización, y una correlación positiva entre pertenecer a un grupo o identidad) casi tan alto en quichua como en
las 'creencias personales' en la EV del quichua y el grado de estandari- español. Por el contrario, los participantes de Morocho otorgan punta-
zación del español. Los resultados indican que, en Morocho, creencias jes mucho más altos al quichua que al español en las subescalas de 'va-
personales más fuertes en la EV del español están asociadas con una lorización, eficacia personal y pertenencia'.
mayor interferencia del quichua en la comunicación en español; mien- Aunque los participantes de Morocho muestran promedios
tras que creencias personales más fuertes en la EV del quichua están más altos para la 'valorización' del quichua (7.22) que para el español
asociadas con el uso de una variedad lingüística más cercana al están- (6.20), no dejan de asignar valores relativamente altos también para el
dar en el uso del español. Esta situación confirma la literatura que de- español. Lo que es más importante, los participantes de Morocho dan
muestra cuán importante es que varias instituciones valoren y apoyen una puntuación relativamente baja a su 'sentido de pertenencia' (3.93)
los lenguajes nativos. Ese apoyo anima a los miembros del grupo a que y a su 'eficacia personal' en español (4.90). No obstante, las puntuacio-
también valoren su lengua y les provee de una base par un exitoso nes que asignan a su 'eficacia personal' en quichua (5.44) son apenas
aprendizaje de la segunda lengua. Según Giles, Bourhis y Taylor ( 1977), moderadas. Estos resultados indican que los participantes de Morocho
por ejemplo, la valoración es un determinante clave de la EV de un gru- no sienten que serían capaces de alcanzar varias metas -en las activida-
po y de su comportamiento lingüístico. Por lo tanto, si la lengua mino- des escolares, en un futuro trabajo, con sus representantes políticos lo-
ritaria de un grupo se valoriza, los miembros del grupo en cuestión no cales y nacionales, etcétera- en la comunicación en la lengua dominan-
sólo incrementarán la competencia de su propia lengua, sino también te y sienten que serían sólo moderadamente capaces de alcanzar estas
en una segunda lengua. Estos conceptos surgen de la teoría de Wallace mismas metas al usar el quichua. Por el contrario, los participantes de

260 Sonia Lenk


M inorías y bilingüismo sostenido 261
Otavalo sienten que serían moderadamente capaces de alcanzar estas legado cultural indígena, junto con una cierta idealización de esa mis-
metas al usar el español (6.98) o el quichua (6.79). Estos resultados re- ma cultura indígena, especialmente de los Otavalos, quienes han alcan-
velan las diferentes percepciones que los dos grupos tienen sobre su ni- zado el éxito económico y político y han trascendido sus propios lími-
vel de competencia en cada lengua y muestra cómo estas percepciones tes afirmando así su identidad étnica.
influyen en la EV de cada grupo. Por otra parte pueden también refle- El Estado, por su lado, ha favorecido manifiestamente una po-
jar el impacto que las escuelas tienen en la comunidad: su éxito -o fal- lítica asimilacionista como un medio de modernización de la nación; sin
ta de él- en el aumento del nivel de educación y el grado al cual ellos embargo, la fuerza política del movimiento indígena y la presión que es-
valoran su lenguaje y su cultura nativos. Por último, pueden también te ha ejercido sobre el estado y el grupo dominante, así como por la pre-
ser vistos desde la perspectiva de la segregación y la situación de penu- sencia de un gobierno más progresista en el poder, ha desencadenado re-
ria de los residentes rurales de Morocho, y como un indicador del mo- cientemente un cambio en la ideología estatal hacia una posición más
do en que "las desiguales relaciones de poder limitan las oportunidades pluralista. No obstante, el gobierno no ha estado siempre dispuesto a dar
que quienes aprenden una segunda lengua tienen de practicarla fuera apoyo económico y social a las iniciativas de ningún grupo minoritario
del aula". (Pierce, 1995: 12). que busque mantener o promocionar sus intereses étnicoculturales.
Es importante ver el desarrollo del lenguaje en términos más La dinámica entre el grupo dominante, el grupo subalterno y
amplios. Bruner (citado en Hamers y Blanc, 2003: 16) lo enmarca den- el estado no son estables, sino, por el contrario, se encuentran en un es-
tro del modelo general del desarrollo cognitivo que está enraizado en la tado de cambio continuo. La sociedad occidental valora a los indivi-
interacción social. No obstante, cuando los grupos indígenas tratan de duos de acuerdo a sus posesiones y a los bienes que poseen. De ahí que,
preservar su cultura y sus formas autóctonas de interacción social, tie- instancias hegemónicas como los colegios, las instituciones guberna-
nen que enfrentar una lucha continua, que puede ser vista en términos mentales, la iglesia, etcétera vean a los indígenas como grupos margi-
de procesos de aculturación. Sobre estos procesos, no solamente el Es- nales y contaminantes. Los grupos subalternos asumen el discurso de
tado, los grupos dominantes y los grupos subordinados tienen posicio- estas instancias hegemónicas como factores estructurales y no como
nes diferentes, sino que esas mismas posiciones pueden fluctuar. Las opciones individuales. Se puede constatar estos efectos en los grupos
entrevistas que realicé a los líderes indígenas evidenciaron que ellos te- de bajo estatus, como los indígenas de Morocho, que están atrapados
nían una clara perspectiva integracionista. Los censos y los datos des- en el habla y las normas de los grupos dominantes. Sin embargo, dis-
criptivos, los cuestionarios y las conversaciones personales con los resi- tintos factores a nivel tanto regional como nacional han creado senti-
dentes, todos muestran que los indígenas en Otavalo han asumido tam- mientos diferentes en los indígenas de Otavalo. El surgimiento de una
bién un enfoque integracionista; no obstante, este grupo ha experi- clase media de líderes indígenas profesionales, junto con el floreci -
mentado un proceso de transculturación que ha generado una diferen- miento del movimiento indígena ha fortalecido a estos indígenas urba
te dinámica intergrupal. Por su parte, el enfoque integracionista de los nos y reforzado su sentido de identidad.
indígenas de Morocho no está del todo claro. Lo que sí está claro es que
los indígenas de Morocho no han adquirido competencia en la lengua
dominante; esto pude deberse a una autoestima relativamente devalua- 6.4.2 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística: creencias
da, una historia de reclusión y la falta de oportunidades. Si este es el ca- egocéntricas y exocéntricas
so, el hablar y ser competente en la lengua de mayoría puede ser consi-
Hipótesis 2A: hay una correlación estadísticamente significativa
derado como activo invaluable. Por su parte, el grupo dominante ha
entre 'las creencias exocéntricas' y el comportamiento lingüísli
asumido una posición contradictoria: una perspectiva eurocentrista
co de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morm 110 y
que privilegia la urbanización y la cultura occidental y que suprime el
en el urbano de Otavalo.

262 Soni a Len k Min o rías y lJ1lin ~111 , 11H1 ,o,1r111d11 .!, h \
Hipótesis 28: hay una correlación estadísticamente significativa 6.4.3 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística: creencias
entre 'las creencias egocéntricas' y el comportamiento lingüísti- fácticas y creencias deseadas
co de los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y
en el urbano de Otavalo. Hipótesis 2C: hay una correlación estadísticamente significativa
entre 'las creencias fácticas' y el comportamiento lingüístico de
Las 'creencias egocéntricas', o de sí mismo, son aquellas que el los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y en el
individuo tiene sobre sí mismo, mientras que las 'creencias exocéntri- urbano de Otavalo.
cas' "se refieren a las percepciones de los factores sociológicos y al com-
portamiento de los otros" (Allard y Landry, 1994b: 126) tal y como son Hipótesis 2D: hay una correlación estadísticamente significativa
percibidas por el individuo. Aunque Allard y Landry sostienen que las entre 'las creencias deseadas' y el comportamiento lingüístico de
creencias egocéntricas respecto de la EV son mejores indicadores del los hablantes quichuas en el escenario rural de Morocho y en el
comportamiento lingüístico que las creencias exocéntricas, los resulta- urbano de Otavalo.
dos de este estudio, por lo menos en el caso de Morocho, parecen mos-
trar lo contrario. En esta comunidad rural, los altos promedios para las De forma consistente con los resultados previos, los altos
creencias exocéntricas en la EV del español parecen estar asociados con promedios para las 'creencias fácticas' y las 'creencias deseadas' en la EV
el uso de una variedad del quichua alejada de la variedad estándar, lo del español en Morocho corresponden a un mayor grado de interferen-
que nos lleva a apoyar la teoría de justificación del sistema propuesta cia de español al momento en que los participantes usan el quichua pa-
por Jost y Banaji (1994) en su tesis de que aquellas minorías que tienen ra comunicarse. Es así que sus creencias 'fácticas y egocéntricas' y sus
un estatus bajo son las más susceptibles para una devaluación automá- creencias 'fácticas y exocéntricas' en la EV del español pueden desani-
tica en la percepción que tienen de su propio grupo. Los miembros de mar a los participantes de Morocho a usar una variedad cercana a la es-
estos grupos tienden a distanciarse de su lengua materna para adoptar tándar en su comunicación en quichua. No sucede así en el caso de la
la de la mayoría. Tales diferencias pueden ser observadas en las dos co- comunidad urbana de Otavalo, donde no se encontró correlación en-
munidades kichwa de distinto estatus: el estatus más alto de la comu- tre las creencias fácticas o las creencias deseadas de la EV del español y
nidad kichwa de Otavalo le ha permitido reafirmar su lengua y su cul- el grado de estandarización del quichua que ellos utilizan. Estos últi-
tura -y no rechazarlas, como lo han hecho los kichwas de Morocho-. mos resultados demuestran, una vez más, la importancia de los aspec-
Es importante señalar que, aunque las creencias exocéntricas en la EV tos relacionados con la percepción de los participantes: los residentes
del español evidencian una significativa correlación con el comporta- de Morocho que creen que la EV de su propia lengua materna es f ucr-
miento lingüístico en ambas comunidades, las creencias egocéntricas te tienden a utilizar una variedad del español más cercana al español
en la EV tanto del quichua como del español muestran una significati- estándar. Esto es, la percepción de que el quichua es fuerte produce una
va correlación con el comportamiento lingüístico en Morocho; excep- mayor competencia en el uso del español, hecho que resalta los efectos
to por las creencias egocéntricas en la EV del quichua y el grado de es- de los aspectos psicológicos de la EV en el comportamiento lingüístico.
tandarización de la variedad lingüística que utilizan cuando lo usan pa-
ra comunicarse con otros quichuahablantes. Una vez más, esto se pue-
de explicar por medio de la teoría de justificación del sistema, que sos- 6.4.4 Creencias individuales en la vitalidad etnolingüística: impor-
tiene que una historia de opresión puede conducir a los grupos subor- tancia de las diferentes creencias
dinados a aceptar actitudes negativas hacia su propio grupo como una
La única correlación significativa entre las creencias en la EV
manera de justificar el status qua.
y el comportamiento lingüístico que las comunidades estudiadas tie-

264 Sonia Lenk


Minorías y bilingüismo sos tenido 265
nen en común es la que se presenta entre las 'creencias genera les (fácti- 9 " Un concepto central en esta dinámica interacción entre los niveles societales e
cas y exocéntricas)' en la EV del español y el grado de estandarización individuales es el de valori zac ión. Por valorización entendemos el hecho de atri-
del quichua. En suma, tres de las cuatro subescalas que miden las creen- buir ciertos valores positivos a un lengu aje en tanto una herramienta funcional;
esto es, como un instrumento que facilitará la satisfacción del funcionamiento
cias individuales en la vitalidad etnolingüística -creencias generales,
comunicativo y cognitivo en todos los niveles sociales e individuales" (Hamers y
creencias normativas y creencias personales- muestran correlaciones Blanc, 1982, citado en Hamers y Blanc, 2003: 9)
significativas entre la EV del espaí'iol y el grado de estandarización del 10 Vigente hasta el año 2008 .
quichua en el escenario rural de Morocho. Otras correlaciones que se
mostraron como significativas fueron aquellas entre las 'creencias nor-
mativas' y las 'creencias personales' en la EV de ambas lenguas y su gra-
do de estandarización, pero sólo en la comunidad de Morocho. Las al-
tas correlaciones entre las 'creencias personales ( fácticas y egocéntri-
cas)' en la EV del quichua y el grado de estandarización del espaí'iol re-
velan la elevada influencia que estas creencias tienen sobre el uso de
una variedad lingüística del espaí'iol más cercana a la estándar en Mo-
rocho. Allard y Landry ( 19946) dan un peso mayor al impacto de las
'creencias egocéntricas' sobre el comportamiento lingüístico. A pesar
de ello, en este estudio se evidenció que el impacto más grande en el
comportamiento lingüístico en las dos comunidades se produjo por las
'creencias fácticas y exocéntricas', y que las 'creencias fácticas y egoc¿n-
tricas' tuvieron ese elevado nivel de impacto solamente en Morocho.
En futuros estudios se podrían revisitar estas dos comunida-
des para replicar esta investigación con el fin de examinar el peso que
tienen los distintos factores y determinar si la teoría de la EV, particu-
larmente respecto a las medidas de la vitalidad presente y futura, es
adecuada para predecir la conservación de la lengua nativa o su despla- •
zamiento hacia la lengua de mayoría. Harwood et al. consideran "la uti-
lidad potencial de fusionar técnicas etnográficas y cuantitativas para
avanzar en el desarrollo de la teoría" (citado en Kristiansen, Harwood
y Giles, 1991: 46); he empleado esta combinación de técnicas en esta
investigación con el fin de arrojar luz sobre los complejos procesos so-
ciales, sociopsicológicos y psicológicos que determinan si la conserva-
ción lingüística, el desplazamiento lingüístico, o una posible situación
de bilingüismo tendrán lugar en un grupo étnico determinado.

Notas:
8 Mantengo el término Kichwa para referirme al pueblo indígena y quichua para
hablar de su lenguaje.

266 So ni a Lenk
Minorías y bilingüismo sostenido 267
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